Sonata Soledad [Mastereado-Cryz]

**Ansur** Jue Nov 02, 2017 7:10 am

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Bosques del este, 5:37 pm

A lo lejos alguien canta; el bosque callado parece disfrutar de las tonadas, los animales del bosque guardan el más inefable silencio mientras el sol se desliza entretejiendo sus últimos destellos entre las copas de los árboles, un réquiem de rayos naranja iluminan en sendero de quien transite las cercanías y que sin duda logrará escuchar la canción que cual hechizo se dispersa por el bosque, sí, a lo lejos, alguien canta.

No hay más señales de vida que quien se atreva a acercarse, las madrigueras cerradas se disfrazan de vacío y las nubes esponjadas, se arremolinan siguiendo los pasos del astro rey; lentamente se prepara el bosque para dormir pero con la noche vienen también súbitos peligros, impensables enemigos aguardan para llegar, ¿pero qué es lo que se escucha? A lo lejos, alguien canta.

Se oyen algunos sonidos que interrumpen la canción, animales que no son, del bosque más que invitados, contemplan anonadados esa voz que ahora les canta, una joven pelirroja que sentada en su carroza parece a alguien esperar; la canción envuelve el bosque hasta donde alcanza a llegar y cual canto de sirena podría incluso hasta hechizar, no se saben sus motivos o por qué tan sola está, y aunque no pueda saberse su razón para cantar, solo es cierto que a lo lejos (no tan lejos) alguien canta.

Un relámpago abre el cielo en dos pares y se va, anunciando la tormenta que ya no tarda en llegar; del bosque el piso comienza, a transformarse en barrial, el viento sopla más fuerte y continúa sin parar, y tras la ventisca sigue la llovizna hasta el final; en piso tan resbaloso será un riesgo acelerar, aunque al caminar muy lento solo te podrás mojar, tal vez si avanzas al sitio donde cantan llegarás, a un refugio momentáneo que te pueda resguardar; solo has de seguir el rastro, el mismo que has de escuchar; ese mismo que te dice que a lo lejos, alguien canta.

Rápidamente la lluvia se convierte en vendaval, las gotas se hacen más grandes y comienzan a golpear, un refugio no es capricho, es ya una necesidad, aunque existe otro problema ¿Acaso podrás entrar?

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∞ Bienvenida a la aventura, Cryz, tal como incautamente lo has pedido, he de concederte un tema mastereado para la adquisición de tu compañero de viaje.

∞ En este primer tema tu tarea será sencilla, explicar de dónde vienes y cómo allí has de parar; la lluvia te impulsa a buscar un refugio y la más cercana opción es esa misteriosa carrosa que encontrarás si sigues el sonido de la canción donde la misteriosa joven espera, pero cuidado, no la asustes, deberás convencerla de dejarte entrar.

Cryz Vie Nov 03, 2017 12:38 am

Luego de partir de la cabaña del señor ermitaño que nos habíamos encontrado en la mañana y tuvimos que irnos por que según mi hermano teníamos que seguir nuestro viaje hacia el poblado de lobos donde según el podíamos encontrar un barco que nos llevara a las islas Illidenses, cada vez esa idea me aburría más, yo simplemente cruzaba mis dedos para rogar que no encontráramos barco alguno en ningún puerto del continente para que pudiéramos dirigirnos al bosque de Sandorai donde la señorita Rubí de seguro estaba con su familia, y solo iríamos si no encontrábamos un medio para llegar a las dichosas islas donde mi hermano se había encaprichado, ni siquiera sabíamos si ese hombre nos dejaría quedar con el pero no había nada en el mundo que lograra meterle en la cabeza a mi hermano que era una pésima idea. Caminamos durate mucho tiempo, quien sabe cuantas horas, ya los pies me empezaban a doler mucho asi que me senté en una puede para reposarlos un poco, mi hermano se sentó a mi lado, al parecer a el también le dolían los píes, y al parecer se veía preocupado. - ¿Crees que nos hemos perdido en el bosque? - le pregunte mientras movía mis piernas de un lado a otros como si estuviera siguiendo un ritmo inexistente. - Claro que no nos perdimos o eso espero, sino nos tocara preguntar hacia donde queda la aldea - dijo mi hermano soltando un largo suspiro. - Se que te ara sentir mejor - dije y de mi bolsito saque mi flauta la cual empece a tocar para subirle el animo a mi hermano. Al parecer funcionaba ya que logre sacarle una media sonrisa, yo de un salto baje de la piedra para poder hacer lo mas parecido posible a una danza la cual parecía que mataba cucarachas en vez de ser una danza alegre y delicada, como fuera mi hermano empezó a seguirme, seguimos nuestro viaje alegrado por mi música y mi ridículo baile, aunque luego de un par de minutos deje de bailar y de tocar y me quede sorprendida por aquel canto que se escuchaba a lo lejos, de algún modo era ya relajante y asombroso que lograba acallar a todos los ruidos del bosque, tanto así que mi hermano y yo seguimos el viaje en un silencio profundo con el canto de fondo. Nos sentíamos atraído por aquella voz, aunque el clima comenzó a cambiar el cielo se oscurecía no solo por que la noche se acercaba sino que también venia con la autentica firma de una tormenta, aceleramos el paso hasta el punto que trotábamos cuando las primeras gotas nos empezaron a caer a la tierra, eran frías y el viento no ayudaba en nada, seguimos caminando lo mas rápido posible mientras el tiempo empeoraba ya no caía una llovizna sino un diluvio estábamos completamente empapados, los arboles ya no servían para cubrirnos, solo nos quedaba una opción evidente, ir a donde estaba la persona que cantaba, si seguía cantando como si nada es que estaba protegida y tal vez nos dejara pasar la tormenta con ella, avanzábamos a paso rápido literalmente patinábamos en el camino que ahora era puro barro y agua, cada vez la voz se escuchaba mas fuerte entre la tormenta y fue cuando nos dimos cuenta que la voz venia de una carrosa detenida a un costado del camino los caballos estaban empapados pero al parecer el canto de su ama los mantenía en calma durante la tormenta por que se veían tan dóciles como mascotas, mi hermano y yo nos acercamos a la carroza con paso tembloroso, uno por el frio y el otro por que era difícil mantener el equilibrio en aquel camino que puro barro era ahora, vi como mi hermano tomaba aire y tocaba la puerta de la carrosa esperando a que alguien se asomara, notamos como la voz se detuvo en seco fue cuando no pude contener mi lengua y hable antes que mi hermano. - Se-Señori-rita, mi her-hermano y yo es-esta-mos perdidos y em-empapados ¿Nos po-podría dejar su-subir para cubri-cubrirnos de es-esta tormenta - dije tiritando por la lluvia que me empapaba sin compasión. En ese momento de mi vida pensé que sufriría un ataque de hipotermia por el el frio que taladraba mis pobre huesitos, no sentía los dedos de los pies y las rodillas las tenia rígidas como si de piedra estuvieran echas y mis delgados brazos ni siquiera los sentía ya, mi hermano parecía en las mismas condiciones que yo tiritaba igual de rápido que yo y sele notaba tan tieso como si fuera de hielo, dirigí una mirada a la puerta esperando ver a la dueña de aquella voz tan hermosa esperando que nos dejara subir.

**Ansur** Jue Nov 09, 2017 6:28 pm

Aquella misteriosa joven de hermosa voz dejó detuvo su canto al notar la cercanía de los jóvenes y retrocedió con algo de evidente temor buscando la puerta de su carruaje para encerrarse pero el tono tan adorable de la chica que parecía congelarse inminentemente lograron conmover a la chica que de inmediato les ofreció asilo -Claro, claro subid, pequeños- Señaló la pequeña escalera por la que podían llegar a alcanzarla; al atravesar una pequeña puerta podrían ver en el interior de la extraña carrosa un espacio más amplio de lo que parecía desde fuera; un par de juguetones Askii permanecían abrazados en el rincón más alejado mientras el que más destacaba era una hermosa águila de porte elegante y orgulloso los miraba con recelo desde lo alto.

No pasó mucho tiempo antes que la mujer cerrara la puerta; por la manera como se quedó mirando al exterior parecía esperar a alguien más -¿Qué haceis ustedes, par de críos, tan solos en este peligroso bosque?- Preguntó con voz dulce mientras acercaba una mano a la mejilla de Cryz para halarla con cariño -¿Quiénes sois?- Preguntó ciertamente extrañada de encontrarlos perdidos en el bosque -Mi nombre es Marian- Dijo sonriente mientras se señalaba con ambas manos -Y ellos son mis compañeros- Señaló al par de gatos [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] de colores morado y rosa -Tipy y Tapy, Son feroces e indetenibles máquinas de comer- Hizo un gesto con las manos como si mordieran -Ah, y el de arriba es el Señor Plumas- Señaló al águila que como si les hubiera entendido se sacudió y les dio la espalda -Parece amargado pero es un encanto- Dijo a modo de susurro con las manos alrededor de la boca.

Solo unos minutos tuvieron para conversar y conocerse, pues los pasos galopantes de un caballo hicieron saltar a Marian y salió disparada hasta la puerta para ver a quien esperaba; tamaña sorpresa vería afuera que con las manos apretando su rostro gritó aterrada -¡¡Merlo!!- Sin importarle la lluvia se lanzó del carruaje en busca del hombre que había llegado, un sujeto con maquillaje de payaso pero con algunos golpes sobre su cuerpo cayó desplomado del caballo y la mujer no tardó en arrastrarlo como bien pudo hasta la carreta aunque sin fuerzas para subirlo -¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde están los otros?- Preguntó agitando los brazos -No, ellos no lo lograron- Respondió el recién llegado -Él lo sabía, lo sabía todo, alguien nos delató- Reveló con rabia; al parecer habían escapado de algún lado.

Una expresión de miedo y zozobra se apoderó del rostro de la mujer que ahora se veía más inquieta -Tenemos que irnos, tenemos que irnos lejos, vendrán por nosotros, ya vienen- Mencionaba el sujeto aterrado, al parecer le habían perseguido y ahora el par de chicos habían terminado en medio de otro problema -Sube a la carrosa, no hay mucho tiempo- Dijo el sujeto mientras sujetaba sus costillas con rostro de dolor -Pero, no, no podemos dejar a...- Confundida y aterrada la mujer no sabía exactamente cómo reaccionar pero el misterioso Merlo la sujetó con fuerza por los hombros y la sacudió -Tenemos que irnos- Dijo con firmeza y aprovechando el estado de confusión la hizo subir a la carreta.

Relincharon los caballos cuando Merlo los puso en marcha, la carrosa se puso en movimiento al principio lentamente pero a cada rato tomaba más velocidad; la mujer no hizo más que sentarse en un rincón de la carroza con la cabeza metida entre las rodillas sin decir nada; estaba aterrada, asustada, confundida; la carreta se movía sin parar y algunas cosas comenzaban a caer al piso ¿Hacia dónde los estaban llevando?

Marian:

Merlo:

Señor Plumas:

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∞ En primer lugar tienes la oportunidad de interactuar con la Marian, sin embargo luego quedarán atrapados en la carreta que viaja hacia algún lugar, puedes tratar de consolar a Marian o interactuar con Merlo que conduce la carreta; te aconsejo preguntar a dónde se dirigen ahora que estás metida en todo eso.

∞ Si intentas algo con el águila se mostrará esquiva y orgullosa, te resultará difícil ganarte su confianza por ahora.

Cryz Vie Nov 17, 2017 3:07 am

Cuando la mujer nos invito a subir no pude contener una sonrisa, mire a mi hermano aun tiritando para adelantarme y subir a la carrosa temblando del frio para luego sentarme en aquellos tibios y cómodos asientos de cuero que en aquellos momentos me aliviaron un poco y a mi hermano también le cambio el semblante cuando se pudo cubrir de la tormenta, le dirigí una mirada al exterior en el cual no se veo nada mas que la lluvia caer y el destello de las centellas. En ese momento me logré dar de cuenta que me veía mas sucia que de costumbre, las botas llenas de barro mis ropas empapadas a mas no poder mas, al igual que todo mi cuerpo, fue cuando sentí pena por dos razones, la primera parecíamos mendigos y la segunda, que podía ser peor que la primera, estábamos dañando el interior de aquella peculiar pero acogedora carreta. Salí de mi pensamiento gracias a la voz de la mujer preguntándonos el por que estábamos allí, yo me iba a adelantar a contestar pero cuando abrí mi boca lo único que salio fue un estornudo el cual por poco y no lograba detener, mi hermano esta vez le respondió a la mujer en el tono mas agradable posible.

- Estábamos de camino a Ulmer, es que buscamos un barco que nos lleve a las Islas - dijo mi hermano al cual ya podía controlar lo que decía sin que la voz le temblará.

- Eso es lo que el quiere - dije en un murmullo que esperaba solo pudiera escuchar yo ya que lo había tapado con mis manos.

La mujer gitana nos pregunto quienes eramos para luego ella presentarse, fue allí cuando agradecí encontrar a una persona tan amigable en mitad del bosque asi que no perdí tiempo en presentarnos.

- Pues somos simple viajeros, mi nombre es Cryz y el es mi hermano mayor Andrés es un gusto Marian - le dirigí una sonrisa a nuestra salvadora.

Luego de eso nos paso a presentar a sus compañeros animales, los cuales me robaron una sonrisa ya que el par de Askii eran una ternura, aunque el individúo que se robo mi total atención fue el señor plumas tanto que instintivamente estuve a punto de subirme en el asiento para alcanzarle y jugar con el pero el agarre de mi hermano me detuvo antes de poderme levantar, mire a mi hermano haciendo un pequeño puchero el cual el no presto atención, yo solo suspire y me cruce de brazos para volver a prestar atención a la señorita Marian. Luego de unos minutos de platica, por fin mi hermano y yo estábamos mas calientes y menos mojados, nuestra platica animada fue interrumpida por una centella, los golpes de un caballo y el grito de nuestra cariñosa salvadora mientras salia al exterior tempestuoso, mi hermano y yo nos miramos algo exaltados y nos acercamos a la puerta y averiguar que sucedía, luego de eso todo parecía haber pasado a alta velocidad, el recién llegado tomo las riendas de los caballos que estaban unidos a la carrosa y empezó a tomar rumbo a quien sabia donde, sin contar que íbamos a la carrera, yo solo pude ver a mi hermano esta vez mientras me sujetaba del asiento para no rebotar en el interior de la carroza.

- Señorita Marian, no es por ser metiche pero ¿Por que vamos tan apresurados? - dijo mi hermano tratando de no caerse del asiento.

- Y aun mas importante ¿Adonde vamos? - pregunte esta vez mientras miraba atreves de una ventanilla que la carroza tenia.

Veía como los arboles pasaban rápido y el lodo salpicaba cuando las ruedas y los cascos golpeaban el lodazal que era el camino gracias a la tormenta, yo saque la cabeza por la ventanilla para mirar el frente y ver como los caballos corrían hacia la completa oscuridad, una oscuridad que podía hipnotizar a cualquiera, cualquiera que no tuviera a un hermano como el mío ya que cuando el me vio con la cabeza a fuera lo primero que hizo fue jalarle por el pantalón para que me volviera a meter al interior y darme un ligero jalón de cabello.

- ¡Deja de inventar! - dijo con su típico tono de regaño mientras me sobaba la cabeza.

**Ansur** Lun Nov 27, 2017 12:33 am

A toda velocidad avanzaban los caballos llevando a los viajeros que sin rumbo cabalgaban -¿De dónde sacaste a esos chicos?- Preguntó Merlo con mala cara aunque a esas alturas la pobre mujer se había hecho un manojo de llantos parecía no haber algo que hiciera entrar en razón a la joven gitana hasta que algo en la ventanilla la hizo reaccionar -¿Estamos regresando?- Se levantó como pudo y abrió la puerta para encarar al odioso Merlo -¿Por qué regresamos? ¿Salvaremos a los otros?- Preguntó emocionada la inocente mujer aunque tristemente no encontraría en aquel hombre las respuestas que esperaba.

Nada parecía ser capaz de detener aquella veloz carreta que arrastrada por los impetuosos caballos avanzaba sorteando obstáculos y a ratos en las curvas parecía que se iba a volcar pero si algo demostraba Merlo era sin duda una gran destreza para la conducción; aunque el cuidado definitivamente no estaba entre sus cualidades y todo dentro de la carreta se movía hasta venirse abajo; los askii se abrazaban deslizándose de un lado a otro en cada curva y el Señor Plumas por su parte aparentaba normalidad aunque se apretaba con las garras tan fuerte como podía para no caerse.

Súbitamente aparecieron unas figuras en el horizonte del camino al que se acercaban a toda velocidad, aunque por suerte el conductor consiguió bajar la velocidad a tiempo para no estrellarse contra aquella especie de Caravana de donde sobresalía un extraño hombre de bigote gracioso y sombrero de copa, su atuendo parecía con un toque militar pero al detallarlo mejor se notaba claramente que pertenecía a algún tipo de circo; los pantalones ajustados se veían llenos de barro en la parte baja a causa de la lluvia y delatando el largo rato que había pasado en ese lugar.

Unas risas y aplausos llenos de sarcasmo no se hicieron esperar y posteriormente las primeras palabras de aquel extraño sujeto que no parecía tener buenas intenciones -Vaya vaya vaya, mira lo que me trajo el río... o la lluvia- Continuó aplaudiendo mientras se acercaba al tiempo que Marian se asomaba temerosa -¿Recuerdas que te dije que había un traidor en el grupo?- Preguntó Merlo mientras bajaba del carruaje en primer lugar -Pues era yo- Reveló sin un ápice de remordimientos -He cumplido mi parte, ahí tienes a la mujer y la carreta, ahora déjame ir como prometiste- Sentenció el traidor -¿Prometer? Dices, no recuerdo tal promesa ¡Atrápenlo!- Tras aquellas palabras un musculoso sujeto que no parecía destacar por su inteligencia apareció de entre la caravana caminando en dirección a Merlo

El molesto traidor al verse en tan terrible situación no se le ocurrió nada más que regresar a la carreta -Marian, ayúdame, si luchamos juntos podremos escapar- Intentó convencer a la mujer de ayudarle pero esta se limitó a cerrar la puerta y encerrarse junto a sus acompañantes, necesitaban un plan para salir de esa terrible situación ¿Podrían confiar en el traidor de nuevo?

Hombre del circo:

Hombre Fuerte:

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∞ La situación comienza a ponerse difícil, puedes manejar a Marian en este turno para ayudarle a planear una estrategia, tus opciones son quedarse encerrados hasta que el grandulón destruya la puerta, salir y tratar de poner a andar los caballos, o salir y correr para tratar de escapar dejando atrás a los animales y la carreta, además de la opción de pelear contra esa masa de músculo, recuerda que para ganar no hace falta ser más fuerte, sino ser más listo.

∞ Hagas lo que hagas necesitarás lanzar una runa para ver si los dioses se ponen de tu lado.

Cryz Mar Nov 28, 2017 2:18 am

La carreta se sacudía sin piedad mientras avanzaba y fue aun mas brusca cuando frenó, todo había terminado echo un desastre adentro, mi hermano había terminado al igual que yo en el suelo ya que el frenazo nos saco de los asientos, yo seguía confundida ¿Salvar a los otros?¿Traidor?¿Trato? De que diablos hablaban todos, cuando me levante me volví a asomar para ver mejor la escena y me encontré con lo que parecía un maestro de ceremonias de un circo luego metí la cabeza para ver como la señorita Marian nos encerraba a los tres dentro de la carreta mientras regañaba al traidor.

- ¿Cres que te ayudare? Me traicionaste, confíe... Confiamos en ti y nos traicionaste a todos y para colmo trataste de entregarnos - dijo la gitana mientras terminaba de poner el seguro a la puerta.

Mientras todo aquello sucedía tanto mi hermano como yo con la cabeza asomada por la ventana nos fijamos de que un hombre que tenia mas cara de mole que de hombre se acercaba con la intención de tirar la puerta y sacarnos por los pelos a todos de alli.

- Señorita, lo mejor seria que discutan despues aquel hombre no tiene cara de muchos amigos y parece que esta dispuesto a sacarla de aquí por las buenas o por las malas - dijo Andrés mientras le dirigía una mirada de preocupación a la amable gitana que le había ayudado.

- Si y para ser sincera no somos nada buenos luchando - dije con sinceridad mientras me rascaba la nuca.

Ellas nos miro y luego miro la puerta para luego suspirar y y acercarse a esta y volver a hablar sin abrirla - Si quieres que te perdone sacamos de aquí rápido tan rápido como puedas - dijo la mujer con un tono de enojo y de suplica.

Yo mire a mi hermano con nerviosismo ya que ningunos le parecía una buena idea esta locura, pero parecía la única idea lógica por que pelear o resistirse parecía una gran idea, mi hermano abrió la puerta con rapidez y tomo de la camisa al hombre para jalarlo al asiento del piloto y sentó al sujeto que al fijarse bien parecía payaso o algo así.

- No te conozco, no me conoces, gracias a ti tanto mi hermana como yo estamos metidos en el problema de la señorita Marian y el suyo asi que lo mejor será que nos vallamos ahora - dijo mi hermano con su tono serio para tomar las riendas y hacer que los caballos dieran la vuelta y empezaran a andar.

Cuando Andrés salio de la carreta yo serré la puerta para evitar que nos sacaran, aunque me sorprendió cuando la carreta dio la vuelta y empezó a tomar velocidad me acerque a la ventana y saque la cabeza para ver como el maestro de ceremonias lanzaba maldiciones a los vientos yo por otra parte no me contuve.

- Atrápenos si puede - dije en voz alta para que me escuchara mientras nos alejábamos por el sendero enlodado.

Cuando me di cuenta mi pequeño comentario había desatado que el maestro de ceremonias, el hombretón y un grupo mas de sujetos comenzaban a perseguir la carreta, yo simplemente me metí y me senté para luego ver a la señorita Marian.

- ¿Que fue lo que le hizo a esas personas para que se enojaran tanto con usted? - no pude contenerme a preguntarle, tenia que saber por que pasaba todo eso ya que de algún modo mi hermano y yo estábamos dentro.

off-rol:

Cryz Mar Nov 28, 2017 2:31 am

off-rol:

**Tyr** Mar Nov 28, 2017 2:31 am

El miembro 'Cryz' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

'Runas' :
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Resultados :
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**Ansur** Lun Dic 11, 2017 9:30 pm

Al encontrarse superados en números y en una situación tan tensa en la que no quedaba tiempo para pensar detalladamente en la solución más idónea y razonable, los jovencitos y persuadieron a la mujer de aceptar la ayuda del traidor, al que subieron a la carreta y en un brusco pero efectivo giro consiguieron dar la vuelta, llenando de lodo al colosal hombre musculoso que se acercaba corriendo con pasos que parecían hacer temblar el suelo.

No los capturarían aún, parecían haber conseguido la libertad sin embargo no sería tan sencillo como podrían haber esperado, pues la frase de la chica no haría más que enojar al hombre del circo quien no tardó en subir a su propia carreta y comenzar una persecución contra la carreta donde los fugitivos intentaban escapar desesperados; el fango salía disparado hacia los lados al pasar las ruedas de la carrera que avanzaba aparentemente imparable.

Solo unos instantes bastarían para que la carreta de los cirqueros alcanzaran a la carreta donde viajaban los jóvenes aventureros, colocándose a la derecha, el vehículo de los perseguidores se colocó a la derecha de los perseguidos y se dedicaron a chocarlos violentamente -No, no podremos perderlos- Dijo Merlo con clara desesperación al chico que lo acompañaba mientras que dentro de la carreta, la asustada Marian intentaría explicar la situación a su acompañante -Ese hombre- Apretó los puños mientras se refería al hombre del circo -Ese monstruo- Corrigió con rabia -Se llama Edmund, y es el dueño de un espantoso circo del que Merlo y yo formábamos parte, así como varios otros que deberían haber escapado si el idiota de Merlo no nos hubiera traicionado- Golpeó el piso con enojo -Es un animal, nos trataba como esclavos y apenas nos alimentaba, y a ellos les iba peor- Señaló a los animales que viajaban junto a ellos.

Un salto en el camino los hizo quedar suspendidos en el aire un segundo para luego volver a caer; varios artilugios contenidos en los estantes laterales de la carreta cayeron al pido y se pondría peor cuando la carreta de Edmund comenzó a golpearlos por un lado; se escuchaba el crujir de las ruedas de madera chocando entre ellas hasta que finalmente y sin más qué hacer la carrera se detuvo, el fortachón había conseguido sujetar la carreta desde la otra y con una impresionante fuerza había conseguido detenerlos -Oh no, no, no, no quiero ir de nuevo a ese lugar- Dijo Marian angustiada al tiempo que la puerta posterior de la carreta era violentamente arrancada por el fortachón -Bien hecho Duke- Dijo Edmund aún a bordo de su carruaje -Ahora tráeme a la perra- Ordenó a su secuaz aunque en ese momento un ataque de heroísmo sacudió al señor Plumas.

Rabioso y agresivo desplegó sus alas y se lanzó sobre el rostro de Duke causándole algunas heridas en el rostro con sus fuertes garras -Escapa, por favor, llévate a los animales, él no debe atraparlos- Rogó Marian a Cryz con los ojos llenos de lágrimas; el ave había abierto una ruta de escape por donde podría la chica correr hacia el bosque al costo de dejar atrás a la mujer pero a cambio, recibió un fuerte manotazo de Duke que lo mandó al piso con un ala rota -Ahora pagarás, maldito pajarraco- Dijo el grandulón mientras levantaba su pie para dejarlo caer con toda su fuerza sobre el ave...

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∞ Te pido mil disculpas por la demora, no queda mucho de esta historia por lo que cada nueva decisión resultará determinante, nuevamente tienes varias opciones, si decides tomar a los animales y escapar al bosque podrás hacerlo aunque serás perseguida todavía; si al contrario decides hacer frente a los villanos corres el riesgo de ser capturada.

∞ De momento la carreta no puede avanzar, por lo que Merlo ha sido el primero en correr al bosque para salvarse; tu hermano podrá seguirte si deseas ir al bosque aunque alguien deberá encargarse de salvar al ave antes que el pie de Duke lo haga puré de plumas, en esta ocasión no será necesario lanzar runas.

Cryz Sáb Dic 16, 2017 10:36 am

Frente a los comentarios pesimistas del payaso traidor mi hermano seguía tratando de hacer que la carrosa escapara de los perseguidores.

- Y si sigues asi de pesimista menos lograremos escapar ¿No crees? - dijo Andrés algo enojado, llevándose la sorpresa cuando comenzaron a ser golpeados en la parte trasera del carro.

Cuando la carrosa se detuvo de golpe caí al suelo junto algunos objetos que se encontraban dentro de esta mire a la señorita Marian con miedo, cuando literalmente la puerta desapareció del marco y la silueta del hombre musculoso se asomo por la única salida de ese encierro, ya que las ventanas aunque eran una buena segunda opción nos llevaban a las manos de los enemigos por lo cual teníamos que pasar a la mole que seguía las ordenes de su amo cual perro manso. Fue cuando el ataque del señor plumas para darnos tiempo de salir, mire a la mujer con miedo en los ojos no la podía dejar alli despues de que nos salvo de una muerte por hipotermia.

- No puedo dejarla, quien sabe que le aran - dije con un tono de miedo y preocupación

Acto seguido luego del heroico el cual le cobro muy caro, ya que el golpe que recibió el proporcionó una caída tan mala que le rompió un ala la pobre. No dejaros que terminara asi, por lo cual comencé a lanzarle vidrios a la cara al hombretón el cual retrocedió un poco para poderse limpiar los ojos, mientras se limpiaba los vidrios de la cara mientras gruñía como animal mi mano busco algo mas duro que el vidrio y fue cuando encontró una pieza de madera, para ser sincera no preste a tención a lo que lance solo sabia que era de madera y era parecido a un ladrillo, cuando golpeo el rostro del hombre este retrocedió mas cubriéndose la son del golpe algo aturdido.

- Vamos arriba, todos nos iremos - dije mientras agarraba a los askiis que se sujetaban fuerte uno del otro para luego tomar al mal herido señor plumas para salir corriendo.

Al estar afuera con las botas llenas de lodo busque con la mirada desesperada a mi hermano mientras metía a el duo de bolas de pelo en mi bolso y sostenía fuerte al señor plumas. Sentí como me agarraban por los hombros con fuerza y me jalaban luego sentí una mano en la boca para evitar que gritara, pensé que era mi fin hasta que escuche la voz de mi hermano.

- ¿Te golpeo? ¿Estas bien? - dijo mientras nos escondíamos detrás de unos arboles - ¿Y la señorita Marian? - pregunto algo preocupado.

En ese momento esa chispita de celos trato de prenderme pero la situación no me lo permitió asi que le conteste con una preocupación igual.

- Creí que venia detrás de mi - mire a todos lados asustada.

- Tenemos que irnos, el tal Merlo escapo por el bosque, tenemos que irnos también - dijo mientras me jalaba del brazo.

Trate de oponerme pero el miedo me gano, ¿Que podíamos hacer?, no sabíamos luchar ni estábamos armados ¿Como le airamos frente a Edmund y al tal Duke? Sin contar a los demás secuaces. No me quedo de otra que ir tras mi hermano por el embarrado bosque para tratar de escapar de aquellos seres tan despreciables y horribles.

**Ansur** Mar Dic 19, 2017 6:59 am

Aquel brusco golpe al frenar la carreta creó un revoltijo de objetos en el interior de la carreta en donde nuestros valientes aventureros se encontraban acorralados; la asustada Marian apretó los puños al escuchar las palabras de la jovencita aunque sabía que no había mucho que la chica pudiera hacer para ayudarla, más aún cuando aquella mole de más de dos metros arrancó la puerta como si fuera una pata de pollo lanzándola luego a un lado entre los gritos de su jefe que le ordenaba capturar a los fugitivos -De prisa Duke, no tengo todo el día- Se escuchaba al molesto Edmund pero antes que el fortachón lograra aplastar al ave que le había retrasado en sus intentos de entrar, un rústico bloque de madera acabó estrellándose contra su cabeza junto a unos vidrios que hicieron sangrar la cabeza del musculoso sujeto.

No tardó la jovencita en tomar a los animales y huir con la esperanza que Marian iría tras ellos pero no fue así, temerosa de bajar de la carreta se quedó demasiado tiempo y fue atrapada por el recuperado Duke que casi con una sola mano la tomó por la cintura para subirla al vehículo de Edmund entre pataleos y gritos sin que se supiera más de ella al menos por ahora; de lejos se escucharon los gritos de Edmund seguidos de los pesados pasos de Duke que camino abajo se lanzó en persecución de los jovencitos.

Seguidos de cerca por el fortachón, los jovencitos podrían avanzar hasta un riachuelo que les cortaría el paso, una sucesión de piedras sobresalientes formaban un improvisado sendero a modo de puente por el que podrían cruzar hasta el otro lado en donde podrían dejar libres a los pequeños askii, no así el Señor Plumas quien herido como estaba era incapaz de valerse por sí mismo, tristemente el camino no sería tan fácil.

Unos instantes apenas los separaban de su fiero perseguidor que los terminaría alcanzando a la orilla del camino en donde se encontrarían con solo dos alternativas, cruzar el riesgoso sendero hasta el otro lado o ser atrapados por el coloso que no estaba para nada de buen humor -Es el fin del camino pequeñines- Dijo entre risas molestas y pausadas -No tienen a donde ir- Chocó sus puños haciendo un intimidante sonido capaz de erizarle la piel al más valiente -Te voy a romper cada hueso de ese frágil cuerpecito por haberme hecho esto- Le dijo a Cryz mientras se colocaba una mano en la aún sangrante herida de su frente que a ratos le cubría el ojo derecho haciendo que necesitara limpiarse.

Risas y pasos fuertes daban al imponente Duke la seguridad de haber ganado, el camino hacia adelante no parecía nada seguro, el sendero de piedras parecía resbaloso e inestable, lo que suponía cierto riesgo para tratar de cruzarlo, pero quedarse a charlar con el coloso que les acechaba tampoco parecía ser la mejor de las opciones, ahora ¿qué hará el par de aventureros?

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∞ Han conseguido alejarse de Edmund al costo de dejar atrás a Marian, de momento no podrás hacer nada por ella, pero sí por los pequeños animales; ahora solo necesitan cruzar el puente de piedras y serán libres pues Duke, grande y torpe acabará resbalando y cayendo, si por el contrario deciden enfrentarlo y volver por Marian el futuro de esta trama se hará más complicado y difícil.

∞ Por ahora no necesitas lanzar runas, pero sí mucha creatividad y un buen plan, en este turno puedes manejar a Duke con libertad para hacerlo caer al río si sigues ese camino, o atacarlos si optas por el enfrentamiento.

Cryz Vie Dic 29, 2017 4:58 pm

Sentí un pánico inmenso mientras corríamos por el lodo grata do de escapar de la furia de aquella mole gigante que nos perseguía, es alli cuando me preguntaba ¿Por que siempre me metía en problemas con los hombretones cabeza dura?, eso era lo que preguntaba mientras corría. Cuando llegamos a un punto muerto el pánico me empezó a invadir, me temblaban las piernas por el miedo y el frio, miraba a mi hermano con una mirada suplicante y el me devolvía una nerviosa mientras miraba como escapar.

Cuando el hombretón se hacer aba mas cada vez parecía mas un monstro, la sangre que brotaba de la herida de la cabeza, la oscuridad y esa horrible voz que tenia sin contar su terrorífico tamaño y contextura lo hacia parecer un autentico monstruo.

Al escuchar la amenaza la sangre seme heló al instante simplemente abracé al señor plumas contra mi pechó, mie tras veía como aquel monstruo se acercaba para aplastarme pero paso algo diferente mi hermano me jalo del brazo para correr a un lado del riachuelo, al reaccionar no pude evitar una preguntar.

- ¿A donde vamos? - dije mientras corría.

- ¿Vez ese puente?... O mejor digo ¿lo que queda de el? - dijo el con seriedad.

Yo mire el puente y luego mire hacia atrás donde se encontraba Duke persiguiéndonos ambas eran malas opciones, pero no quería que me rompieran los huesos asi que corrí hacia el puente para luego ver el destartalado suelo de este.

- Ok esto será algo difícil - dije cuando miraba las tablas del puente.

- No hay mejor opción, pasa rápido - dijo Andrés con firmeza.

Yo como buena y obediente hermana empece a cruzar el puente, el cual parecía quejarse cada vez que apoyaba mi peso en una de las tablas, por lo cual trataba de asegurarme de no durar mucho tiempo para no quebrarlas, hasta llegar al otro lado, cuando me voltee para ver a mi hermano, este venia corriendo sobre el puente evitando caer, lo cual susedio en el ultimo tramo de puente, yo deje al señor plumas rápidamente en el suelo para luego correr a ayudar a mi hermano ya que la pierna sele había atorado y una moles se acercaba a toda carrera.

- Cryz corre, yo te alcanzo - dijo mientras trataba de zafar su pierna de la tabla quebrada.

- Sigue soñando - le empece a jalar para ayudarle a salir.

Luego alli frente a nosotros se reflejaba la viva imagen del horror, aquella mole sangrante nos sonreía de forma maliciosa mientras empezaba a cruzar el puente, el cual soltaba horribles chirridos gracias a la gran cantidad de peso.

- ¿Creen que cruzar el puente los salvaran de la paliza que se an ganado? - dijo sin prestar atención a los crujidos bajo sus pies.

Mi hermano, al ver que ho estaba congelada de miedo, otra vez, termino de romper lo que quedaba de la tabla que apresaba su pierna para luego empujarme haciéndome caer sentada en la tierra para luego bajar también del puente que ya no aguantaba mas y sus bigas terminan cediendo ante el peso de Duke haciendo que se partiera a la mitad y callera al agua helada.

Ni mi hermano no yo queríamos quedarnos mucho tiempo asi que tome al señor plumas y seguir corriendo por el bosque. Luego de un buen rato de alejarnos del puente decidimos tomar algo de aire.

- Cryz, ¿Que haces? - dijo mi hermano al ver lo que hacia.

- A estado encerrados y merecen ser libres - dije mientras liberaba a los Askii del bolso - Váyanse son libres amiguitos -

Luego de eso ambas bolitas de pelos se fueron desvaneciendo entre los arboles, fue cuando mire al señor plumas y lo metí dentro del bolso - Y tu serás libre cuando te cures -.

- Tu te encargaras de el - dijo mi hermano mientras se levantaba del suelo para luego seguir caminando. Yo simplemente le seguí.

**Ansur** Mar Ene 02, 2018 5:03 am

Aquel puente como era de esperarse no consiguió soportar el peso del grandulón que con torpes y fuertes pasos lo desestabilizaba cada vez más; se tambaleaba al tiempo que las maderas crujían hasta que finalmente sucedió; el primer par de maderos bajo los pies del coloso se abrieron de par en par llevando la mitad de su cuerpo hacia abajo, y habría sido todo de no ser porque logró sostenerse de las cuerdas que unían los maderos, aunque eso solo retrasó lo inevitable, el resto del puente comenzaba a deshacerse y el par de chiquillos tuvieron que correr para no caer junto a la madera.

No así el enorme perseguidor quien tras agotar la fuerza de sus manos que apenas lo sostenían, acabó cayendo en un grito que se escuchaba cada vez menos fuerte hasta que acabó en un chapuzón; finalmente estaban a salvo, al menos por ahora, lamentablemente Marian no había tenido tal suerte y el cobarde Merlo parecía haber escapado por su cuenta y no volverían a saber de él al menos por un tiempo.

Solo unos cortos gestos de agradecimiento hicieron los askii antes de perderse en la espesura del bosque, no así el caso del Señor Plumas, quien herido como estaba necesitaría un poco de ayuda antes de continuar su camino, obviamente con la rudeza que lo caracterizaba no expresaría con gestos el dolor que sentía, pero claramente se notaba que estaba adolorido y no tenía más remedio que dejarse cuidar por el par de chiquillos.

Una rápida aventura había unido a la chica y el pájaro en una relación que sin siquiera imaginarlo sería más larga de lo que podrían imaginar, aunque para ello la chica debería aprender un par de cosas de su nuevo compañero y tal vez no de la mejor manera, la primera de ellas es que reaccionaba con agresividad cada vez que lo llamaban Señor Plumas, pues odiaba ese nombre; la segunda era que el animal le debía cierta lealtad a Marian, por lo que en algún momento iría a buscar la manera de rescatarla, con su nueva amiga o sin ella

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∞ Realmente espero que hayas disfrutado esta experiencia y te agrade la manera como he construido a tu mascota, de momento es agresivo pero a medida que lo vayas cuidando se volverá más cariñoso y protector, a fin de cuentas, alguien tiene que ser el adulto responsable de esos dos niños; por favor elige un nombre diferente a Señor Plumas y hazle su respectiva ficha de PNJ.

Señor Plumas:

∞ Tras sobrevivir a esta pequeña historia recibes 10 puntos de experiencia y a tu nuevo compañero alado.

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Sonata Soledad [Mastereado-Cryz]

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