Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
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Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
¿Dónde estamos? ¿Cuál es nuestro destino? Preguntas que los grandes pensadores se han hecho desde el primer amanecer. Preguntas que justo ahora me hago yo. ¿Dónde demonios estoy? Se supone que el camino me guiaría hasta Lunargenta. Allí se respira la guerra, y donde hay sangre y fuego, hay gloria y dinero y oportunidades. Necesito tales cosas, por eso marque mi rumbo hacia allí.
Llevo varias semanas de viaje. Intente triangular un atajo con los mapas, las estrellas y las montañas, pero quizá hubo un pequeño error de cálculo y termine en este antro alejado de todo. Es oscuro, frió, húmedo y brumoso. Más de una vez vi un castillo de apariencia tétrica en las lejanías, expresando peligro. No te acerques, Loki, escucha a tu consciencia.
Debe haber un poblado cerca. Y si no la hay, tal vez me encuentre con aventureros capaces de asistirme. Siempre hay locos e imbéciles que pululan por lugares como este, apenas vea alguno me aprovechare.
Los opacos tintes naranjas de la tarde fueron desapareciendo y el cielo se oscureció. La noche me visita. ¿No pudiste esperar un tiempo más, mujer?
Imbuí el báculo con magia. Se encendió con un tono verde espectral, echando luz sobre los alrededores. Algunos animales se escondieron apenas verlo, tal como esperaba. Elegí este color porque trasmite peligro y mantiene alejado a las criaturas poco inteligentes. No es muy fiable pero es mejor que nada.
Las siguientes dos horas transcurrieron sin percances. Mis pasos cobraron más confianza, pero me mantuve siempre alerta sobre los cambios en el ambiente. Mi cautela funciono, me fije en una silueta baja y escuálida que salió entre la oscuridad. Apreté el báculo, listo para zarandearlo hacia su cabeza.
— Señor, ¿ha visto a Bola de Algodón?— Pregunto la voz aguda. ¿Un niño? Eso parece. Expresivo, pálido, de cara ingenua y polvorienta.
— ¿A quién...?— ¿Algodón? No tengo. Y si tuviera jamás se lo daría. Ando escasos de materiales.
— Bola de Algodón, es mi mascota. Se fue al bosque y no puedo encontrarlo. ¿Lo ha visto?
Fruncí el ceño. ¿Viniste a perder mi tiempo preguntando sobre una ridícula mascota? Abrí la boca para gritarle y espantarlo. Pero luego caí en cuenta de algo grave, un detalle que paso por alto culpa de la sorpresa. ¿Qué hace este niño aquí? ¿Solo en la noche en un bosque repleto de alimañas? Luce menor de diez años.
— ¿Dónde está tú grupo?
— Vine solo— Respondió.
— ¿Vives cerca?
Negó con la cabeza—. Muy, muy lejos.
Estreche los ojos. Trate de pensar una razón lógica para que este mocoso llegara acá sin compañía y sin ningún rasguño. Las ideas que se me ocurrieron o fueron muy improbables o sino imposibles. Este “niño” no es normal. Maldita sea, me tope con algo raro y desconocido. Debo ser cuidadoso. Dudo que un golpe en la cabeza funcione, si algo he aprendido es que toda criatura extraña es difícil de matar.
— ¿Lo ha visto sí o no?— Volvió a preguntar. Me percate de cierta hostilidad en su tono de voz.
— ¿Qué sí lo vi...? No, pequeño— Intente poner mi mejor sonrisa. Al oír mi respuesta su cara se retorció y el negro se apodero de sus ojos. Trague saliva y rápidamente añadí—. Puedo ayudarte a encontrarlo, si quieres.
Mi propuesta pareció relajarlo. Volvió a tener el semblante de un mocoso cualquiera.
— Este es su juguete favorito— Me extendió un... ¿Qué es eso? Parece una plasta de carne, huesos, acero y viseras solidificadas. También apesta a cadáver—. Si Bola de Algodón esta cerca lo olerá y vendrá hacia usted.
Subí la mano y lo rose. Tal vez se trate de un objeto maldito, pero por ahora no sufrí efectos negativo al tocarlo. Lo tome.
— Tráigalo antes del amanecer, señor. Y por favor que no se asusta ni sufra ningún daño, él es muy sensible— Tras esas palabras corrió para desaparecer en la oscuridad. Dejándome mudo y congelado en el sitio.
Ojee el juguete. Antes que pudiera maldecir mi suerte, un estridente rugido sonó en lo más profundo del bosque, espantando a las bandadas de murciélagos.
Llevo varias semanas de viaje. Intente triangular un atajo con los mapas, las estrellas y las montañas, pero quizá hubo un pequeño error de cálculo y termine en este antro alejado de todo. Es oscuro, frió, húmedo y brumoso. Más de una vez vi un castillo de apariencia tétrica en las lejanías, expresando peligro. No te acerques, Loki, escucha a tu consciencia.
Debe haber un poblado cerca. Y si no la hay, tal vez me encuentre con aventureros capaces de asistirme. Siempre hay locos e imbéciles que pululan por lugares como este, apenas vea alguno me aprovechare.
Los opacos tintes naranjas de la tarde fueron desapareciendo y el cielo se oscureció. La noche me visita. ¿No pudiste esperar un tiempo más, mujer?
Imbuí el báculo con magia. Se encendió con un tono verde espectral, echando luz sobre los alrededores. Algunos animales se escondieron apenas verlo, tal como esperaba. Elegí este color porque trasmite peligro y mantiene alejado a las criaturas poco inteligentes. No es muy fiable pero es mejor que nada.
Las siguientes dos horas transcurrieron sin percances. Mis pasos cobraron más confianza, pero me mantuve siempre alerta sobre los cambios en el ambiente. Mi cautela funciono, me fije en una silueta baja y escuálida que salió entre la oscuridad. Apreté el báculo, listo para zarandearlo hacia su cabeza.
— Señor, ¿ha visto a Bola de Algodón?— Pregunto la voz aguda. ¿Un niño? Eso parece. Expresivo, pálido, de cara ingenua y polvorienta.
— ¿A quién...?— ¿Algodón? No tengo. Y si tuviera jamás se lo daría. Ando escasos de materiales.
— Bola de Algodón, es mi mascota. Se fue al bosque y no puedo encontrarlo. ¿Lo ha visto?
Fruncí el ceño. ¿Viniste a perder mi tiempo preguntando sobre una ridícula mascota? Abrí la boca para gritarle y espantarlo. Pero luego caí en cuenta de algo grave, un detalle que paso por alto culpa de la sorpresa. ¿Qué hace este niño aquí? ¿Solo en la noche en un bosque repleto de alimañas? Luce menor de diez años.
— ¿Dónde está tú grupo?
— Vine solo— Respondió.
— ¿Vives cerca?
Negó con la cabeza—. Muy, muy lejos.
Estreche los ojos. Trate de pensar una razón lógica para que este mocoso llegara acá sin compañía y sin ningún rasguño. Las ideas que se me ocurrieron o fueron muy improbables o sino imposibles. Este “niño” no es normal. Maldita sea, me tope con algo raro y desconocido. Debo ser cuidadoso. Dudo que un golpe en la cabeza funcione, si algo he aprendido es que toda criatura extraña es difícil de matar.
— ¿Lo ha visto sí o no?— Volvió a preguntar. Me percate de cierta hostilidad en su tono de voz.
— ¿Qué sí lo vi...? No, pequeño— Intente poner mi mejor sonrisa. Al oír mi respuesta su cara se retorció y el negro se apodero de sus ojos. Trague saliva y rápidamente añadí—. Puedo ayudarte a encontrarlo, si quieres.
Mi propuesta pareció relajarlo. Volvió a tener el semblante de un mocoso cualquiera.
— Este es su juguete favorito— Me extendió un... ¿Qué es eso? Parece una plasta de carne, huesos, acero y viseras solidificadas. También apesta a cadáver—. Si Bola de Algodón esta cerca lo olerá y vendrá hacia usted.
Subí la mano y lo rose. Tal vez se trate de un objeto maldito, pero por ahora no sufrí efectos negativo al tocarlo. Lo tome.
— Tráigalo antes del amanecer, señor. Y por favor que no se asusta ni sufra ningún daño, él es muy sensible— Tras esas palabras corrió para desaparecer en la oscuridad. Dejándome mudo y congelado en el sitio.
Ojee el juguete. Antes que pudiera maldecir mi suerte, un estridente rugido sonó en lo más profundo del bosque, espantando a las bandadas de murciélagos.
Última edición por Loki el Vie Sep 21 2018, 20:55, editado 5 veces
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
[SONIDOS DETECTADOS] [ANALIZANDO]… [ANALIZANDO]… [IDENTIFICADO] Se trataba de la voz de un orgánico y de un… ¿Qué era eso? [ANALIZANDO] [ERROR] No podía identificarlo, pero imitaba los modos y el tono de un niño humano pequeño, no podía saber con qué propósito.
Sin demasiado tiempo para planificar, había escaneado los alrededores hasta encontrar un árbol hueco. Aparte unas ramas y arranque algunos trozos muertos de la corteza hasta hacer un espacio suficiente para mi cuerpo, los insectos que se estaban encargando de comer los restos del árbol cayeron al piso y se dispersaron. No me importaba compartir el escondite con otros seres vivos, metí mi morral primero, con cuidado de no apretar demasiado a mis acompañantes ni al Muñeco Neil, y luego me senté yo, agarrando mis piernas para ocupar aún menos espacio.
Luego solo volví a poner las ramas que habían cubierto originalmente el agujero y me dispuse a reiniciar el sistema.
En la oscuridad del bosque, y no teniendo casi ningún signo de vida, parecía ser bastante lógico suponer que un orgánico pasara por alto mi presencia. Podía sentir a un quilópodo caminando por mi hombro mientras escuchaba el final de la charla entre el orgánico y el no-niño. Le acerque mi mano y lo deje en el piso, no era necesario alterar su existencia, era mi presencia la que había irrumpido en un proceso natural.
El rugido a la distancia si llamo mi atención [ANALIZANDO] [ERROR] eran pocos datos como para poder llegar a una conclusión. Aparte las ramas y salí con cuidado de mi escondite, intentando alterar lo menos posible el hueco del árbol.
-Hola, buenas noches ¿Si? – Sacudí mi pelo para quitar los restos del árbol – Soy Zöe, no debes temer, no te haré daño ¿Correcto? – No sabía si la frase funcionaría, el entorno era muy salvaje y potencialmente agresivo como para que unas simples palabras lo convencieran de mi inocencia – No deberías caminar solo por el bosque, es muy arriesgado. Puedo llevarte a un pueblo si lo desea – Según mis mapas no estábamos cerca de ninguno, pero tal vez si caminábamos a un ritmo adecuado llegaríamos para el amanecer. Noté que llevaba algo en las manos [ANALIZANDO] no estaba segura de lo que era, incline la cabeza hacia un lado mientras pensaba –Eso es… ¿Una carnada?
Un nuevo rugido se escuchó a la distancia, aunque… Ahora parecía estar más cerca que hace un minuto atrás.
-Diría que se está acercando ¿Si? – Mire de nuevo al hombre - ¿Quieres que venga hacía aquí? – Le pregunte con mi gesto neutro habitual.
Mientras me respondía me acerqué nuevamente al árbol donde había dejado mi morral, lo saque y lo sacudí para quitarle los restos de tronco e insectos. Mire adentro, Neil estaba sumamente enojado de que lo dejara en un sitio donde habían cosas que podían dañar su madera.
-Vas a… ¿Correr? ¿O esperaremos? – Pregunte sinceramente, los rugidos parecían anunciar la presencia de una bestia de grandes dimensiones, y si un orgánico estaba en peligro tenía que ayudarlo, así lo requería mi sistema.
-----------------------------------------
Me había visto obligada a detenerme para hacer una actualización, mi sistema no tenía tiempos regulares para solicitarlos, pero cuando lo hacía tenía que detenerme y buscar donde recostarme, ya que podía tardar varias horas. Por experiencias anteriores había aprendido que lo mejor era buscar un sitio donde no me vieran, lamentablemente había ocurrido en más de una oportunidad que al despertar no me encontrara en situaciones de lo más favorables. Sin demasiado tiempo para planificar, había escaneado los alrededores hasta encontrar un árbol hueco. Aparte unas ramas y arranque algunos trozos muertos de la corteza hasta hacer un espacio suficiente para mi cuerpo, los insectos que se estaban encargando de comer los restos del árbol cayeron al piso y se dispersaron. No me importaba compartir el escondite con otros seres vivos, metí mi morral primero, con cuidado de no apretar demasiado a mis acompañantes ni al Muñeco Neil, y luego me senté yo, agarrando mis piernas para ocupar aún menos espacio.
Luego solo volví a poner las ramas que habían cubierto originalmente el agujero y me dispuse a reiniciar el sistema.
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[ACTUALIZACIÓN FINALIZADA] Abrí los ojos, ahora podía moverme, podía sentir como mi sistema habilitaba poco a poco el uso de cada uno de mis músculos. En la oscuridad del bosque, y no teniendo casi ningún signo de vida, parecía ser bastante lógico suponer que un orgánico pasara por alto mi presencia. Podía sentir a un quilópodo caminando por mi hombro mientras escuchaba el final de la charla entre el orgánico y el no-niño. Le acerque mi mano y lo deje en el piso, no era necesario alterar su existencia, era mi presencia la que había irrumpido en un proceso natural.
El rugido a la distancia si llamo mi atención [ANALIZANDO] [ERROR] eran pocos datos como para poder llegar a una conclusión. Aparte las ramas y salí con cuidado de mi escondite, intentando alterar lo menos posible el hueco del árbol.
-Hola, buenas noches ¿Si? – Sacudí mi pelo para quitar los restos del árbol – Soy Zöe, no debes temer, no te haré daño ¿Correcto? – No sabía si la frase funcionaría, el entorno era muy salvaje y potencialmente agresivo como para que unas simples palabras lo convencieran de mi inocencia – No deberías caminar solo por el bosque, es muy arriesgado. Puedo llevarte a un pueblo si lo desea – Según mis mapas no estábamos cerca de ninguno, pero tal vez si caminábamos a un ritmo adecuado llegaríamos para el amanecer. Noté que llevaba algo en las manos [ANALIZANDO] no estaba segura de lo que era, incline la cabeza hacia un lado mientras pensaba –Eso es… ¿Una carnada?
Un nuevo rugido se escuchó a la distancia, aunque… Ahora parecía estar más cerca que hace un minuto atrás.
-Diría que se está acercando ¿Si? – Mire de nuevo al hombre - ¿Quieres que venga hacía aquí? – Le pregunte con mi gesto neutro habitual.
Mientras me respondía me acerqué nuevamente al árbol donde había dejado mi morral, lo saque y lo sacudí para quitarle los restos de tronco e insectos. Mire adentro, Neil estaba sumamente enojado de que lo dejara en un sitio donde habían cosas que podían dañar su madera.
-Vas a… ¿Correr? ¿O esperaremos? – Pregunte sinceramente, los rugidos parecían anunciar la presencia de una bestia de grandes dimensiones, y si un orgánico estaba en peligro tenía que ayudarlo, así lo requería mi sistema.
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
La voz salida de la nada me sobresalto. Gire, iluminando a todas partes con mi báculo hasta que encare a una dama misteriosa entre la bruma. Oh, Dioses, otro bicho raro.
Parecía amable, se presento y hasta ofreció acompañarme a un poblado. Pero no sonreí ni disminuí mi cautela. Los depredadores más peligrosos se ocultan bajo una careta de inocencia, como las sirenas del mar profundo o aquel niño de origen incierto. ¿Eso que tiene en la cabeza...? ¿Son agujeros? ¿Qué es ella?
La desconocida miro con interés mis manos. Por un segundo creí que intentaría robarme mi preciado báculo, pero me equivoque. Ella mantuvo la vista sobre el “juguete” de carne y acero. ¿Qué es esta cosa? Zarandee mi mano pero se mantuvo adherida a la piel, lo estrelle contra un árbol pero nada. ¿Es esto “Pegamento”? Oí de alquimistas capaces de crear una sustancia destinada a unir cosas.
Otro rugido quebró la quietud y me puso los pelos de punta. La tierra tembló, un charco de agua estancada salto sobre sí mismo. Se acerca. Estreche los ojos y vislumbre su silueta caminando entre los árboles muertos, alto y perezoso, pero cada uno de sus pasos contuvo la fuerza para arrodillar a los troncos roídos.
— Que los Dioses nos protejan— Susurre. La desconocida siguió diciendo obviedades—. Sí, viene para acá. No, no quiero que llegue, lo peligroso es malo para nuestra salud. ¿Te cuesta mucho entenderlo?— Contuve el veneno de mi voz. El miedo me vuelve volátil y emocional, casi iracundo. Un brujo de altura como yo no debería caer en esos juegos.
Cuando aquella cosa se acerco lo suficiente, contuve las arcadas y lamente tener una luz para apreciarlo. La pared de carne midió tres metros y arrastro el hedor a epidemia. Parecía un cumulo de cadáveres hinchados, aplastados unos contra otros hasta darle forma de gigante obeso y retrasado. Un reguero de sangre cayó de su mandíbula abierta, seguramente de sus anteriores victimas. Entre sus grasientos dedos llevo del pescuezo a un par de muertos con una esfera sanguinolenta pegada al cuerpo... Volví a mirar el “Juguete”, esto no es un buen augurio.
— Bola de Algodón...
¿Qué clase de criatura es esa? Nunca leí cita sobre ella en los bestiarios. No parece vivo, su forma de moverse parece artificial. La emoción y curiosidad de toparme con un nuevo espécimen me lleno de coraje. Quizá si lo disecciono pueda descubrir cómo hacer más de su tipo. Me imagine liderando una manada de abominaciones mientras conquisto los reinos de Aerandir. Que glorioso sería...
Otro pisotón me saco de mis sueños y desapareció la euforia, sustituida por la inminente cercanía a la muerte. Mierda. De poco sirve el merito o la gloria si no estoy vivo. ¡¿Cómo me quito esta cosa de la mano?!
Retrocedí. Luce lento y torpe, si corro lo suficiente abriré una brecha entre nosotros. Si me topo con un pueblo podría pedir ayuda o usarlo como distracción, mientras más opciones mejor para mí.
Me paralice al oír de nuevo la tranquila voz de esa mujer extraña... ¿Correr o esperar? ¿Eres tonta? ¡Por supuesto que hay que correr! Aunque bueno, si ella desea ganarme tiempo lo aceptare con gusto.
¿Por qué luce tan relajada...? No tiembla, ni suda, ni reacciona. ¿Estará muerta en vida también? Estreche los ojos. No, el ambiente que la rodea difiere de los No-muertos o de los chupa-sangre, no es humana y tampoco un monstruo. Pero eso poco importa ahora. Lo que es mejor, luce cooperativa. Si tiene la confianza de encarar una calamidad como esa sin alardear, debe ser fuerte.
Quiero examinarlo, vencerlo es necesario para eso. No puedo hacerlo solo, debo aprovecharme de ella.
— Correr no es una opción, querida. Esta criatura profana es demasiado peligrosa para dejarla vagando a sus anchas— Dije, tratando de parecer preocupado—. Es nuestra misión como personas de bien, proteger esta tierra de futuros males. Imagínate que esa bestia se abriera camino hasta un poblado inocente, sería una tragedia.
El mundo está repleto de tontos capaces de dar su vida por los demás. Quizá le atine con mi discurso y ella forma parte de esos grupos.
— El pleito no es lo mío, mi fuerza está más en lo académico. Te apoyare desde la retaguardia— Aclare, retrocediendo hasta una distancia segura—. Te recomiendo atacar las piernas. Debes conocer el dicho: “Mientras más altos son, más dura es la caída” Te servirá. Por cierto, ¿sabes cómo quitar el pegamento?
El gigante se abalanzo.
Parecía amable, se presento y hasta ofreció acompañarme a un poblado. Pero no sonreí ni disminuí mi cautela. Los depredadores más peligrosos se ocultan bajo una careta de inocencia, como las sirenas del mar profundo o aquel niño de origen incierto. ¿Eso que tiene en la cabeza...? ¿Son agujeros? ¿Qué es ella?
La desconocida miro con interés mis manos. Por un segundo creí que intentaría robarme mi preciado báculo, pero me equivoque. Ella mantuvo la vista sobre el “juguete” de carne y acero. ¿Qué es esta cosa? Zarandee mi mano pero se mantuvo adherida a la piel, lo estrelle contra un árbol pero nada. ¿Es esto “Pegamento”? Oí de alquimistas capaces de crear una sustancia destinada a unir cosas.
Otro rugido quebró la quietud y me puso los pelos de punta. La tierra tembló, un charco de agua estancada salto sobre sí mismo. Se acerca. Estreche los ojos y vislumbre su silueta caminando entre los árboles muertos, alto y perezoso, pero cada uno de sus pasos contuvo la fuerza para arrodillar a los troncos roídos.
— Que los Dioses nos protejan— Susurre. La desconocida siguió diciendo obviedades—. Sí, viene para acá. No, no quiero que llegue, lo peligroso es malo para nuestra salud. ¿Te cuesta mucho entenderlo?— Contuve el veneno de mi voz. El miedo me vuelve volátil y emocional, casi iracundo. Un brujo de altura como yo no debería caer en esos juegos.
Cuando aquella cosa se acerco lo suficiente, contuve las arcadas y lamente tener una luz para apreciarlo. La pared de carne midió tres metros y arrastro el hedor a epidemia. Parecía un cumulo de cadáveres hinchados, aplastados unos contra otros hasta darle forma de gigante obeso y retrasado. Un reguero de sangre cayó de su mandíbula abierta, seguramente de sus anteriores victimas. Entre sus grasientos dedos llevo del pescuezo a un par de muertos con una esfera sanguinolenta pegada al cuerpo... Volví a mirar el “Juguete”, esto no es un buen augurio.
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— Bola de Algodón...
¿Qué clase de criatura es esa? Nunca leí cita sobre ella en los bestiarios. No parece vivo, su forma de moverse parece artificial. La emoción y curiosidad de toparme con un nuevo espécimen me lleno de coraje. Quizá si lo disecciono pueda descubrir cómo hacer más de su tipo. Me imagine liderando una manada de abominaciones mientras conquisto los reinos de Aerandir. Que glorioso sería...
Otro pisotón me saco de mis sueños y desapareció la euforia, sustituida por la inminente cercanía a la muerte. Mierda. De poco sirve el merito o la gloria si no estoy vivo. ¡¿Cómo me quito esta cosa de la mano?!
Retrocedí. Luce lento y torpe, si corro lo suficiente abriré una brecha entre nosotros. Si me topo con un pueblo podría pedir ayuda o usarlo como distracción, mientras más opciones mejor para mí.
Me paralice al oír de nuevo la tranquila voz de esa mujer extraña... ¿Correr o esperar? ¿Eres tonta? ¡Por supuesto que hay que correr! Aunque bueno, si ella desea ganarme tiempo lo aceptare con gusto.
¿Por qué luce tan relajada...? No tiembla, ni suda, ni reacciona. ¿Estará muerta en vida también? Estreche los ojos. No, el ambiente que la rodea difiere de los No-muertos o de los chupa-sangre, no es humana y tampoco un monstruo. Pero eso poco importa ahora. Lo que es mejor, luce cooperativa. Si tiene la confianza de encarar una calamidad como esa sin alardear, debe ser fuerte.
Quiero examinarlo, vencerlo es necesario para eso. No puedo hacerlo solo, debo aprovecharme de ella.
— Correr no es una opción, querida. Esta criatura profana es demasiado peligrosa para dejarla vagando a sus anchas— Dije, tratando de parecer preocupado—. Es nuestra misión como personas de bien, proteger esta tierra de futuros males. Imagínate que esa bestia se abriera camino hasta un poblado inocente, sería una tragedia.
El mundo está repleto de tontos capaces de dar su vida por los demás. Quizá le atine con mi discurso y ella forma parte de esos grupos.
— El pleito no es lo mío, mi fuerza está más en lo académico. Te apoyare desde la retaguardia— Aclare, retrocediendo hasta una distancia segura—. Te recomiendo atacar las piernas. Debes conocer el dicho: “Mientras más altos son, más dura es la caída” Te servirá. Por cierto, ¿sabes cómo quitar el pegamento?
El gigante se abalanzo.
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
El dueño de la voz que había escuchado era un humano adulto, probablemente debía pasar los treinta años, no parecía haber nada excesivamente destacable en él. Sin embargo, llevaba un báculo que brillaba y se atrevía a caminar solo en mitad de la noche por el bosque ¿Sería un guerrero? ¿O un aventurero? [ANALIZANDO] No lo parecía, no podía llegar a una conclusión con tan pocos datos.
Sonreí de forma mecánica para intentar aumentar su confianza hacia mi persona.
-Sí, me cuesta mucho entender cómo piensan ustedes los orgánicos – Le di la razón al hombre. Evitar el peligro parecía una obviedad, sin embargo, había visto a muchas personas corriendo directo hacía una muerte segura, y algunos hasta sonreían mientras lo hacían - ¿Te hice enojar? Lo siento.
El Ser que se había sentido atraído por la carnada estaba más cerca de lo que imaginaba, gracias a la luz que salía del báculo del humano, podía verse con claridad su figura. Era muy alto [ANALIZANDO] tres metros, quince centímetros de alto, un fuerte olor a carne en estado de descomposición, piel pálida, restos de carne de varias especies colgaban de la comisura de sus labios. Enfocando en sus manos podía ver que tenía más pedazos de cuerpo que aún no había introducido en su boca.
-¿Bola de algodón? – No parecía el nombre más adecuado para una criatura con esas características. Se movía muy lentamente, sus piernas eran gruesas en un principio pero se afinaban a medida que se acercaba a los pies, lo cual le daba una gran torpeza a sus movimientos. Pocos metros antes de llegar a nosotros detuvo su avance y se sentó pesadamente donde estaba, no podía decir si fue por una pérdida del equilibrio o si lo había planeado de esa manera. Al intentar levantarse vio los restos de cuerpos que llevaba en las manos y comenzó a masticarlos con esmero, olvidándose de nuestra presencia momentáneamente.
[ANALIZANDO] Lo que decía el hombre era cierto, lo mire a los ojos fijamente mientras lo escuchaba hablar. Cuando terminó asentí.
-Tienes razón, podría ayudarte a huir ahora, pero eso dejaría a otros orgánicos desprotegidos, no es buena idea – No es como si tuviera que defender a toda la humanidad de todo tipo de riesgos, de hecho, las civilizaciones solían ser bastante buenas generando nuevos modos para destruirse. Pero este era un peligro directo, mi sistema no me permitiría irme sin más – No soy una persona, ni sé tampoco lo que es el bien. Pero debo ayudar a los orgánicos.
Un académico era muy útil en cierto tipo de situaciones, pero sin duda no serviría en un momento como este. Cuando dijo que iba a ir a resguardarse asentí, eso era lo mejor, si se quedaba junto a mi tendría que preocuparme por protegerlo a la vez que veía la manera de acabar con la extraña criatura. Estaba terminando de triturar unos huesos, su comida se había acabado, se giro hacia nosotros y con mucha torpeza se puso en pie, avanzando lentamente.
-Tu idea parece buena ¿Si? Pero tengo una mejor – Puse la mano en mi bolsillo y saque una figura de madera con la forma de la cabeza de un dragón, me agache y la puse en el piso, apuntando hacía el monstruo – Eso dependerá de qué tipo de pegamento sea. Tendré que revisarlo después para poder darte una respuesta más exacta – El enorme Ser se acercaba, estaba a un metro y medio de mi persona. En ese preciso momento la figura que había apoyado en la tierra creció hasta superar mi altura, y desde su boca lanzó una ráfaga de fuego.
El Muñeco Neil gritaba de regocijo dentro de mi cabeza, yo continuaba mirando de forma inexpresiva mientras el aroma a podredumbre del ambiente comenzaba a mezclarse con el olor a carne quemada. El extraño Ser gritaba e intentaba cubrirse, finalmente cayó a un lado, al haber terminado su tarea la cabeza de dragón se redujo.
-¿Será suficiente? – Un gruñido a mis espaldas parecía vaticinar que la noche recién empezaba.
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Subrayado: Uso de objeto Master: "Cabeza de Drakkar"
Sonreí de forma mecánica para intentar aumentar su confianza hacia mi persona.
-Sí, me cuesta mucho entender cómo piensan ustedes los orgánicos – Le di la razón al hombre. Evitar el peligro parecía una obviedad, sin embargo, había visto a muchas personas corriendo directo hacía una muerte segura, y algunos hasta sonreían mientras lo hacían - ¿Te hice enojar? Lo siento.
El Ser que se había sentido atraído por la carnada estaba más cerca de lo que imaginaba, gracias a la luz que salía del báculo del humano, podía verse con claridad su figura. Era muy alto [ANALIZANDO] tres metros, quince centímetros de alto, un fuerte olor a carne en estado de descomposición, piel pálida, restos de carne de varias especies colgaban de la comisura de sus labios. Enfocando en sus manos podía ver que tenía más pedazos de cuerpo que aún no había introducido en su boca.
-¿Bola de algodón? – No parecía el nombre más adecuado para una criatura con esas características. Se movía muy lentamente, sus piernas eran gruesas en un principio pero se afinaban a medida que se acercaba a los pies, lo cual le daba una gran torpeza a sus movimientos. Pocos metros antes de llegar a nosotros detuvo su avance y se sentó pesadamente donde estaba, no podía decir si fue por una pérdida del equilibrio o si lo había planeado de esa manera. Al intentar levantarse vio los restos de cuerpos que llevaba en las manos y comenzó a masticarlos con esmero, olvidándose de nuestra presencia momentáneamente.
[ANALIZANDO] Lo que decía el hombre era cierto, lo mire a los ojos fijamente mientras lo escuchaba hablar. Cuando terminó asentí.
-Tienes razón, podría ayudarte a huir ahora, pero eso dejaría a otros orgánicos desprotegidos, no es buena idea – No es como si tuviera que defender a toda la humanidad de todo tipo de riesgos, de hecho, las civilizaciones solían ser bastante buenas generando nuevos modos para destruirse. Pero este era un peligro directo, mi sistema no me permitiría irme sin más – No soy una persona, ni sé tampoco lo que es el bien. Pero debo ayudar a los orgánicos.
Un académico era muy útil en cierto tipo de situaciones, pero sin duda no serviría en un momento como este. Cuando dijo que iba a ir a resguardarse asentí, eso era lo mejor, si se quedaba junto a mi tendría que preocuparme por protegerlo a la vez que veía la manera de acabar con la extraña criatura. Estaba terminando de triturar unos huesos, su comida se había acabado, se giro hacia nosotros y con mucha torpeza se puso en pie, avanzando lentamente.
-Tu idea parece buena ¿Si? Pero tengo una mejor – Puse la mano en mi bolsillo y saque una figura de madera con la forma de la cabeza de un dragón, me agache y la puse en el piso, apuntando hacía el monstruo – Eso dependerá de qué tipo de pegamento sea. Tendré que revisarlo después para poder darte una respuesta más exacta – El enorme Ser se acercaba, estaba a un metro y medio de mi persona. En ese preciso momento la figura que había apoyado en la tierra creció hasta superar mi altura, y desde su boca lanzó una ráfaga de fuego.
El Muñeco Neil gritaba de regocijo dentro de mi cabeza, yo continuaba mirando de forma inexpresiva mientras el aroma a podredumbre del ambiente comenzaba a mezclarse con el olor a carne quemada. El extraño Ser gritaba e intentaba cubrirse, finalmente cayó a un lado, al haber terminado su tarea la cabeza de dragón se redujo.
-¿Será suficiente? – Un gruñido a mis espaldas parecía vaticinar que la noche recién empezaba.
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
¿"Orgánico"? Curiosa manera de referirse a los demás, teniendo en cuenta que todos estamos hechos de carne y huesos. ¿Dónde oí algo similar antes...? ¿”No soy una persona”...? ¡Ah claro! Ya recordé. Mis profesores platicaron algunas veces sobre ellos, seres venidos del otro mundo. Estoicos y serviles “mecánicos sin-alma”.
Siempre me los imagine como armaduras andantes repletas de viseras, u golems de acero sin voluntad. Esta mujer no coincide con esa descripción. Si no fuera por las marcas en su cráneo y su pésimo tacto, la pasaría por alto.
— No trates de comprender el bien o el mal, forastera. Tales etiquetas son un invento de gente hipócrita— Dije y evalué su mirada fija en la criatura—. ¿Tienes algo mejor...? ¿Cómo qué?
Saco un cacharro de madera con forma de dragón, lo dejo en la tierra. ¿Qué planea? ¿Espantar al monstruo enseñándole esa amorfa escultura? El Ser estuvo a nada de partirla en dos. Pero de un momento a otro, el cacharro de madera creció de forma antinatural, hasta obtener fácilmente dos metros. La extraña escultura disparo un aliento de fuego, engulléndolo todo a su paso.
— Por los dioses...— Cerré mi boca abierta con el torso de la mano.
El gigante fue envuelto por la capa de poder destructor, gritando como un centenar de personas, su pataleo genero un pequeño temblor. Luego se derrumbo, por un momento quedo en silencio.
— ¡No! ¡¿Qué haces?! ¡Si lo quemas no quedara nada para examinar!— Grite. Me vi tentando a tratar de apagar el fuego. Pero un gruñido fantasmal desapareció tales ideas.
Bola de Algodón se sentó con torpeza, todavía ardiendo mientras la carne se desprendió de sus músculos y la grasa cayo derretida por su piel. Las llamas mezcladas con la luz de mi báculo le aporto un tinte demoniaco y hermoso.
— Cuanta resistencia... ¡Cuánto potencial!— Una risa involuntaria escapo de mis labios. Contrólate, Loki. Me palmee el rostro. Por un segundo distinguí cierto brillo en el pecho de la ardiente figura—. ¿Sera...?
Escale una roca de las cercanías para observar mejor. Si mi teoría es correcta existe una forma de detenerlo sin dañarlo en exceso. El gigante abrazo el tronco de un árbol deshojado, el fuego se trasmitió por la madera como una enfermedad. Uso el peso para arrancar las raíces de la tierra y alzar el tronco sobre su cabeza, dispuesto a usarlo como garrote. Justo cuando subió los brazos, me percate de la esfera brillante entre los pliegues de carne quemada, justo donde debería estar el corazón. El núcleo, la fuente de su energía y vitalidad.
— ¡Forastera, apunta al pecho!— Señale con el báculo— ¡Esa cosa no se detendrá hasta que rompas el origen de su fuerza! ¡Eso sí, recuerda controlarte, no utilices nada que lo destruya por completo! ¡Hazlo por el conocimiento!
El monstruo caerá muerto y ella mostrara más de sus trucos para mi deleite. Sera una noche hermosa.
Siempre me los imagine como armaduras andantes repletas de viseras, u golems de acero sin voluntad. Esta mujer no coincide con esa descripción. Si no fuera por las marcas en su cráneo y su pésimo tacto, la pasaría por alto.
— No trates de comprender el bien o el mal, forastera. Tales etiquetas son un invento de gente hipócrita— Dije y evalué su mirada fija en la criatura—. ¿Tienes algo mejor...? ¿Cómo qué?
Saco un cacharro de madera con forma de dragón, lo dejo en la tierra. ¿Qué planea? ¿Espantar al monstruo enseñándole esa amorfa escultura? El Ser estuvo a nada de partirla en dos. Pero de un momento a otro, el cacharro de madera creció de forma antinatural, hasta obtener fácilmente dos metros. La extraña escultura disparo un aliento de fuego, engulléndolo todo a su paso.
— Por los dioses...— Cerré mi boca abierta con el torso de la mano.
El gigante fue envuelto por la capa de poder destructor, gritando como un centenar de personas, su pataleo genero un pequeño temblor. Luego se derrumbo, por un momento quedo en silencio.
— ¡No! ¡¿Qué haces?! ¡Si lo quemas no quedara nada para examinar!— Grite. Me vi tentando a tratar de apagar el fuego. Pero un gruñido fantasmal desapareció tales ideas.
Bola de Algodón se sentó con torpeza, todavía ardiendo mientras la carne se desprendió de sus músculos y la grasa cayo derretida por su piel. Las llamas mezcladas con la luz de mi báculo le aporto un tinte demoniaco y hermoso.
— Cuanta resistencia... ¡Cuánto potencial!— Una risa involuntaria escapo de mis labios. Contrólate, Loki. Me palmee el rostro. Por un segundo distinguí cierto brillo en el pecho de la ardiente figura—. ¿Sera...?
Escale una roca de las cercanías para observar mejor. Si mi teoría es correcta existe una forma de detenerlo sin dañarlo en exceso. El gigante abrazo el tronco de un árbol deshojado, el fuego se trasmitió por la madera como una enfermedad. Uso el peso para arrancar las raíces de la tierra y alzar el tronco sobre su cabeza, dispuesto a usarlo como garrote. Justo cuando subió los brazos, me percate de la esfera brillante entre los pliegues de carne quemada, justo donde debería estar el corazón. El núcleo, la fuente de su energía y vitalidad.
— ¡Forastera, apunta al pecho!— Señale con el báculo— ¡Esa cosa no se detendrá hasta que rompas el origen de su fuerza! ¡Eso sí, recuerda controlarte, no utilices nada que lo destruya por completo! ¡Hazlo por el conocimiento!
El monstruo caerá muerto y ella mostrara más de sus trucos para mi deleite. Sera una noche hermosa.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
El hombre no parecía satisfecho con el resultado, al parecer tenía otros planes para el espécimen. “Examinarlo” decía, si era un erudito eso tenía bastante sentido, los estudiosos siempre estaban en busca de nuevo conocimiento. Mire el cuerpo parcialmente quemado del monstruo, aun podría sacar algo de información, aunque claro, no sería lo mismo que con una muerte más… limpia.
-Tenía que detenerlo, cualquier otro tipo de medida era demasiado arriesgada – [ANALIZANDO] Me acerque al extraño Ser para evaluar los daños, pero casi al instante comenzó a moverse nuevamente, por lo que me aleje – No sabemos su procedencia, ni cuál es el modo más efectivo de eliminarlo ¿Correcto? Por lo que debe ser suprimido, así lo ordena mi sistema –
Ante semejante alboroto, SEPA-IV, ATAC y AMA se asomaron desde mi morral, les resultaba sumamente curioso la enorme bestia que estaba a punto de volver al ataque. Rápidamente el más combativo de mis acompañantes levanto su arma de clavos con toda la intención de lanzar una ráfaga directo al rostro parcialmente quemado del monstruo. Lo detuve apoyando un dedo en la punta de arma.
-No, eso no serviría de nada. Este Ser no siente el daño que se le hace, además, parece regenerar algunas de sus partes vitales – La carne que se veía por fuera caía en pedazos, pero bajo la piel una extraña masa que parecía compuesta por muchos cuerpos se movía y escurría tapando los espacios que el fuego había hecho – Es mejor que sigan escondidos – Les dije mientras los empujaba dentro del bolso nuevamente.
El monstruo se aferró a un árbol y utilizando su fuerza más su peso lo arranco de raíz, un tronco de por si era peligroso, pero este además estaba prendido fuego [ANALIZANDO] Sabia que utilizar la cabeza de drakkar tenía sus riesgos, pero según mi sistema ese era el plan que mayor porcentaje de éxito tenía. Con el calor del verano y las hojas de las plantas tan secas, pronto las llamas se dispersaron por la zona, iluminando todo el escenario.
Arrastró el árbol por todo el lugar, intentando golpearme con él, agarre mi morral con ambas manos y rodé para poder esquivarlo. Al ser mi cuerpo en parte de metal, no era muy rápida, pero esa bestia era incluso más lento que yo. Hizo el intento de golpearme nuevamente con el árbol, esta vez en forma vertical, nuevamente salte a un lado, pero esta estrategia no podría seguir por mucho tiempo.
Escuché que el humano me daba instrucciones sobre cómo derrotarlo [ANALIZANDO] en el centro de su pecho había algo diferente, una especie de piedra. Parecía ser como en las historias que contabas sobre los golem, los cuales necesitaban de un centro mágico para poder funcionar.
Pero no tenía ningún arma para poder atacar a distancia de modo efectivo, los clavos que lanzaba ATAC no eran lo suficientemente fuertes como para causar un daño severo. Corrí hasta donde estaba el humano, sin mediar palabra alguna puse en sus manos mi mochila y continué corriendo en círculo, intentando que el monstruo se fijara sobre todo en mí.
Cuando estuve lo suficientemente cerca di un salto y me agarre de los restos de su estómago, mi sistema anulo las sensaciones olfativas, de otra manera no habría podido soportar el olor. Mis manos se hundían en la carne descompuesta, y era difícil el encontrar apoyo para poder trepar. El Ser se sacudía y gritaba, podía sentir como los cuerpos que estaban por debajo se movían y algunos hasta me sujetaban, intentando impedir que continuara subiendo.
Cuando llegue finalmente a la altura del corazón la mitad de mi cuerpo estaba absorbido por el de la bestia, desplegué las herramientas de mi mano derecha y las clave en el núcleo.
-Tenía que detenerlo, cualquier otro tipo de medida era demasiado arriesgada – [ANALIZANDO] Me acerque al extraño Ser para evaluar los daños, pero casi al instante comenzó a moverse nuevamente, por lo que me aleje – No sabemos su procedencia, ni cuál es el modo más efectivo de eliminarlo ¿Correcto? Por lo que debe ser suprimido, así lo ordena mi sistema –
Ante semejante alboroto, SEPA-IV, ATAC y AMA se asomaron desde mi morral, les resultaba sumamente curioso la enorme bestia que estaba a punto de volver al ataque. Rápidamente el más combativo de mis acompañantes levanto su arma de clavos con toda la intención de lanzar una ráfaga directo al rostro parcialmente quemado del monstruo. Lo detuve apoyando un dedo en la punta de arma.
-No, eso no serviría de nada. Este Ser no siente el daño que se le hace, además, parece regenerar algunas de sus partes vitales – La carne que se veía por fuera caía en pedazos, pero bajo la piel una extraña masa que parecía compuesta por muchos cuerpos se movía y escurría tapando los espacios que el fuego había hecho – Es mejor que sigan escondidos – Les dije mientras los empujaba dentro del bolso nuevamente.
El monstruo se aferró a un árbol y utilizando su fuerza más su peso lo arranco de raíz, un tronco de por si era peligroso, pero este además estaba prendido fuego [ANALIZANDO] Sabia que utilizar la cabeza de drakkar tenía sus riesgos, pero según mi sistema ese era el plan que mayor porcentaje de éxito tenía. Con el calor del verano y las hojas de las plantas tan secas, pronto las llamas se dispersaron por la zona, iluminando todo el escenario.
Arrastró el árbol por todo el lugar, intentando golpearme con él, agarre mi morral con ambas manos y rodé para poder esquivarlo. Al ser mi cuerpo en parte de metal, no era muy rápida, pero esa bestia era incluso más lento que yo. Hizo el intento de golpearme nuevamente con el árbol, esta vez en forma vertical, nuevamente salte a un lado, pero esta estrategia no podría seguir por mucho tiempo.
Escuché que el humano me daba instrucciones sobre cómo derrotarlo [ANALIZANDO] en el centro de su pecho había algo diferente, una especie de piedra. Parecía ser como en las historias que contabas sobre los golem, los cuales necesitaban de un centro mágico para poder funcionar.
Pero no tenía ningún arma para poder atacar a distancia de modo efectivo, los clavos que lanzaba ATAC no eran lo suficientemente fuertes como para causar un daño severo. Corrí hasta donde estaba el humano, sin mediar palabra alguna puse en sus manos mi mochila y continué corriendo en círculo, intentando que el monstruo se fijara sobre todo en mí.
Cuando estuve lo suficientemente cerca di un salto y me agarre de los restos de su estómago, mi sistema anulo las sensaciones olfativas, de otra manera no habría podido soportar el olor. Mis manos se hundían en la carne descompuesta, y era difícil el encontrar apoyo para poder trepar. El Ser se sacudía y gritaba, podía sentir como los cuerpos que estaban por debajo se movían y algunos hasta me sujetaban, intentando impedir que continuara subiendo.
Cuando llegue finalmente a la altura del corazón la mitad de mi cuerpo estaba absorbido por el de la bestia, desplegué las herramientas de mi mano derecha y las clave en el núcleo.
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Ella evadió el garrote ardiente rodando por el suelo, saltando, manteniéndose en movimiento, siempre un paso por delante del descerebrado gigantón. Me vi emocionado por aquella demostración de acrobacias, aplaudí con los brazos, pendiente de no comprometer mi otra mano tocando la carnada.
La batalla se extendió, comencé a dudar si era seguro prolongarla demasiado tiempo. Aquella criatura deforme no mostro mueca de agotamiento. Me pregunto si los forasteros poseen la misma resistencia ilimitada.
La mujer corrió hacia mí y subió la roca. Me entrego su bolsa de trastes antes de abalanzarse de nuevo a la batalla. Eché un vistazo rápido a sus cosas. ¿Qué son estos cachivaches? ¿Se mueven? Creo que me están mirando— ¿Hola...?
Pero no tuve tiempo de distraerme con nimiedades. ¡Ella...! ¡¿Salto sobre él?!—. ¡Tonta! ¡¿Te quieres morir?!— Grite a todo pulmón, incapaz de apartar la mirada de su acto. ¡Está loca! ¡Eso solo lo haría un suicida! ¿Por qué se arriesga de ese modo para detenerlo? Huir sería más fácil. Peleando no ganara nada.
— ¿Tan poco sentido de preservación tienen los sin-almas? No puedo entenderlo.
Ella trepo entre los pliegues llameantes. La bestia se sacudió y rugió, mientras manos de venas negras trataron de ahogar a la mujer en la podredumbre. Tras luchar largo rato, logro subir hasta el pecho. En un movimiento hundió el brazo sobre el núcleo de la criatura.
Incluso de lejos escuché el crujido. Una onda del mana más frió y oscuro que sentí en la vida, se esparció desde el interior del monstruo, apagando el fuego de un soplido y haciendo parpadear mi conjuro de “Luminiscencia”. La energía profana siguió su curso hasta el horizonte, difuminándose lo suficiente para convertirse en nada.
El Ser guardo silencio, dejo caer el tronco y permaneció quieto como congelado por un hechizo. Poco después cayó hacia atrás, la tierra tembló al recibirlo. Un río de cadáveres se abrió paso entre la piel de sus costados, desinflando el voluminoso cuerpo gris.
— ¿Lo hizo...?— Me frote los ojos con el antebrazo—. ¡Realmente lo hiciste, forastera!— Carcajeé y de un salto baje de la roca. Báculo y bolsa en mano corrí hacia los cadáveres. Unos pasos bastaron para que la peste me golpeara—. Dioses, esto es horrible.
¿Qué clase de brujo sería si permito que un leve aroma me amedrente? Con el cuello de mi túnica cubriéndome la nariz, cruce el charco de órganos y desperdicio. Subí al pecho del monstruo y me acerque con una sonrisa a la mujer. Ella todavía esconde el brazo incrustado en la carne.
— Glorioso, indudablemente glorioso. Tu actuación fue fenomenal, enternecedora— Empecé a decir—. ¿Lo tienes, verdad? El núcleo. Sácalo con extremo cuidado, por favor. Si está lo suficientemente intacto podría repararlo, incluso fabricar otros nuevos— Fui incapaz de contener mi jubilo. Un futuro de posibilidades se abrió ante mí—. ¡Imagínate lo mucho que aprenderíamos de un objeto enigmático como ese! Obtendríamos... Obtendría la capacidad de crear gigantes como este, listos para la batalla o como mulas de carga. No, Bola de Algodón sería un triste y obsoleto prototipo en comparación. Alzaríamos verdaderos titanes, más fuertes, duros e inteligente. Sí que lo veo.
Se me ocurrió un sueño salvaje. Imaginé un Aerandir con centenares de criaturas sirviendo todos nuestros mandatos, encargándose de las tareas tediosas como construir o combatir, mientras nosotros nos centramos en tareas realmente importantes, véase el crecimiento personal. Recuerdo una palabra perfecta para ese mundo, lo leí hace mucho pero se me quedo grabada a fuego... “Utopía”.
El cielo es el límite.
La batalla se extendió, comencé a dudar si era seguro prolongarla demasiado tiempo. Aquella criatura deforme no mostro mueca de agotamiento. Me pregunto si los forasteros poseen la misma resistencia ilimitada.
La mujer corrió hacia mí y subió la roca. Me entrego su bolsa de trastes antes de abalanzarse de nuevo a la batalla. Eché un vistazo rápido a sus cosas. ¿Qué son estos cachivaches? ¿Se mueven? Creo que me están mirando— ¿Hola...?
Pero no tuve tiempo de distraerme con nimiedades. ¡Ella...! ¡¿Salto sobre él?!—. ¡Tonta! ¡¿Te quieres morir?!— Grite a todo pulmón, incapaz de apartar la mirada de su acto. ¡Está loca! ¡Eso solo lo haría un suicida! ¿Por qué se arriesga de ese modo para detenerlo? Huir sería más fácil. Peleando no ganara nada.
— ¿Tan poco sentido de preservación tienen los sin-almas? No puedo entenderlo.
Ella trepo entre los pliegues llameantes. La bestia se sacudió y rugió, mientras manos de venas negras trataron de ahogar a la mujer en la podredumbre. Tras luchar largo rato, logro subir hasta el pecho. En un movimiento hundió el brazo sobre el núcleo de la criatura.
Incluso de lejos escuché el crujido. Una onda del mana más frió y oscuro que sentí en la vida, se esparció desde el interior del monstruo, apagando el fuego de un soplido y haciendo parpadear mi conjuro de “Luminiscencia”. La energía profana siguió su curso hasta el horizonte, difuminándose lo suficiente para convertirse en nada.
El Ser guardo silencio, dejo caer el tronco y permaneció quieto como congelado por un hechizo. Poco después cayó hacia atrás, la tierra tembló al recibirlo. Un río de cadáveres se abrió paso entre la piel de sus costados, desinflando el voluminoso cuerpo gris.
— ¿Lo hizo...?— Me frote los ojos con el antebrazo—. ¡Realmente lo hiciste, forastera!— Carcajeé y de un salto baje de la roca. Báculo y bolsa en mano corrí hacia los cadáveres. Unos pasos bastaron para que la peste me golpeara—. Dioses, esto es horrible.
¿Qué clase de brujo sería si permito que un leve aroma me amedrente? Con el cuello de mi túnica cubriéndome la nariz, cruce el charco de órganos y desperdicio. Subí al pecho del monstruo y me acerque con una sonrisa a la mujer. Ella todavía esconde el brazo incrustado en la carne.
— Glorioso, indudablemente glorioso. Tu actuación fue fenomenal, enternecedora— Empecé a decir—. ¿Lo tienes, verdad? El núcleo. Sácalo con extremo cuidado, por favor. Si está lo suficientemente intacto podría repararlo, incluso fabricar otros nuevos— Fui incapaz de contener mi jubilo. Un futuro de posibilidades se abrió ante mí—. ¡Imagínate lo mucho que aprenderíamos de un objeto enigmático como ese! Obtendríamos... Obtendría la capacidad de crear gigantes como este, listos para la batalla o como mulas de carga. No, Bola de Algodón sería un triste y obsoleto prototipo en comparación. Alzaríamos verdaderos titanes, más fuertes, duros e inteligente. Sí que lo veo.
Se me ocurrió un sueño salvaje. Imaginé un Aerandir con centenares de criaturas sirviendo todos nuestros mandatos, encargándose de las tareas tediosas como construir o combatir, mientras nosotros nos centramos en tareas realmente importantes, véase el crecimiento personal. Recuerdo una palabra perfecta para ese mundo, lo leí hace mucho pero se me quedo grabada a fuego... “Utopía”.
El cielo es el límite.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Mi cuerpo estaba hundido hasta la cintura en el interior del monstruo, el calor producto del fuego lastimaba mi piel, pero no sentía dolor. Apreté más fuerte hasta que escuché un chasquido, entonces el extraño Ser dejo de moverse, como si hubiesen cortado los hilos que lo sostenían. Se balanceo lentamente hasta caer de espalda, los cuerpos que estaban por debajo de la piel me soltaron, con lo que tuve algo más de libertad para poder moverme.
Podía escuchar al humano gritando de alegría detrás de mí, los restos de carne en descomposición hacían succión y me resultaba difícil el poder sacar las piernas, por lo que tarde un poco en poder mirarlo.
-Mi nombre es Zöe ¿Si? – Le repetí, ya que quizás entre la confusión de los acontecimientos no había escuchado mi presentación – Ten cuidado al pisar. Es poco higiénico que estés en contacto con cuerpos en tal estado de descomposición – Las herramientas en mis dedos estaban aun firmemente incrustadas en la piedra.
El hombre me dedico toda serie de elogios, su nerviosismo parecía haberse calmado ahora que el monstruo estaba muerto. Lo mire en silencio mientras me hablaba, luego mire mi mano, aún dentro del cuerpo del extraño Ser, regrese mi mirada hacía el humano.
-¿Quieres este núcleo? – Retire la mano con cuidado, guarde las herramientas que no necesitaba y deje solo un bisturí en mi dedo índice, con cuidado corte la carne que aún sostenía al “corazón” del Ser, mi experiencia haciendo cirugía en los cuerpos de los Bio-cibernéticos me facilito el poder sacarlo sin causarle más daños - Fabricar otros nuevos… - Repetí [ANALIZANDO] podría hacer más seres como este, generar más seres autonomía que solo obedecieran las ordenes de sus creadores – Sería como crear más Bio-cibernéticos ¿Correcto? Solo que utilizarían magia en lugar de tecnología – Mire durante tres segundos el núcleo en mis manos - …Objetos sin vida ni autonomía …-
Los datos históricos eran concluyentes, cada vez que los orgánicos tenían algún tipo de poder lo utilizaban para matarse entre sí, produciendo tantas víctimas como fuera posible. Si le permitía investigar este núcleo crearía muchos de estos seres, y generaría muchas muertes entre los de su especie [CONCLUSIÓN]
-Lo siento, no puedo permitir que produzcas mas seres como este – O mas seres como yo – De verdad lo siento mucho – Ejercí presión sobre la piedra con ambas manos, el sonido que hacía era similar al de un vidrio resquebrajándose, en un instante se partió a la mitad, y luego en muchos pequeños trozos que deje caer sin prestar demasiada atención – Me habías preguntado sobre el pegamento ¿Correcto? Permiteme ver tu mano para evaluar si es posible despegarlo.
Agarre mi morral de nuevo, ahora que el peligro había pasado SEPA-IV, AMA y ATAC podían salir con tranquilidad, saltaron desde el bolso a los restos del monstruo, resbalando hasta el piso. ATAC levanto los brazos en pose de victoria, aunque en realidad no había hecho nada para derrotarlo, aún así le disparo varios clavos, los cuales se clavaron y se perdieron en la putrefacta masa del ser.
-No hagas eso, el erudito quería estudiar este cuerpo – Rete a mi acompañante para que no hiciera más daño a los restos – Lo siento, sus procesadores no son muy buenos, no se dan cuenta de lo que hacen -
Podía escuchar al humano gritando de alegría detrás de mí, los restos de carne en descomposición hacían succión y me resultaba difícil el poder sacar las piernas, por lo que tarde un poco en poder mirarlo.
-Mi nombre es Zöe ¿Si? – Le repetí, ya que quizás entre la confusión de los acontecimientos no había escuchado mi presentación – Ten cuidado al pisar. Es poco higiénico que estés en contacto con cuerpos en tal estado de descomposición – Las herramientas en mis dedos estaban aun firmemente incrustadas en la piedra.
El hombre me dedico toda serie de elogios, su nerviosismo parecía haberse calmado ahora que el monstruo estaba muerto. Lo mire en silencio mientras me hablaba, luego mire mi mano, aún dentro del cuerpo del extraño Ser, regrese mi mirada hacía el humano.
-¿Quieres este núcleo? – Retire la mano con cuidado, guarde las herramientas que no necesitaba y deje solo un bisturí en mi dedo índice, con cuidado corte la carne que aún sostenía al “corazón” del Ser, mi experiencia haciendo cirugía en los cuerpos de los Bio-cibernéticos me facilito el poder sacarlo sin causarle más daños - Fabricar otros nuevos… - Repetí [ANALIZANDO] podría hacer más seres como este, generar más seres autonomía que solo obedecieran las ordenes de sus creadores – Sería como crear más Bio-cibernéticos ¿Correcto? Solo que utilizarían magia en lugar de tecnología – Mire durante tres segundos el núcleo en mis manos - …Objetos sin vida ni autonomía …-
Los datos históricos eran concluyentes, cada vez que los orgánicos tenían algún tipo de poder lo utilizaban para matarse entre sí, produciendo tantas víctimas como fuera posible. Si le permitía investigar este núcleo crearía muchos de estos seres, y generaría muchas muertes entre los de su especie [CONCLUSIÓN]
-Lo siento, no puedo permitir que produzcas mas seres como este – O mas seres como yo – De verdad lo siento mucho – Ejercí presión sobre la piedra con ambas manos, el sonido que hacía era similar al de un vidrio resquebrajándose, en un instante se partió a la mitad, y luego en muchos pequeños trozos que deje caer sin prestar demasiada atención – Me habías preguntado sobre el pegamento ¿Correcto? Permiteme ver tu mano para evaluar si es posible despegarlo.
Agarre mi morral de nuevo, ahora que el peligro había pasado SEPA-IV, AMA y ATAC podían salir con tranquilidad, saltaron desde el bolso a los restos del monstruo, resbalando hasta el piso. ATAC levanto los brazos en pose de victoria, aunque en realidad no había hecho nada para derrotarlo, aún así le disparo varios clavos, los cuales se clavaron y se perdieron en la putrefacta masa del ser.
-No hagas eso, el erudito quería estudiar este cuerpo – Rete a mi acompañante para que no hiciera más daño a los restos – Lo siento, sus procesadores no son muy buenos, no se dan cuenta de lo que hacen -
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
En medio de mis aclamaciones, la forastera se presento. ¿Se llama “Zöe”...? Extraño nombre. Que bochorno, yo también olvide mis modales. Me incline y con un ademan dije mi título—. Soy Loki Paradayne, el hechicero del cosmos y la eternidad. Recuerdalo— Con las presentaciones listas, dejamos la mesa libre para lo que de verdad importa: El núcleo.
La mujer comento algo sobre crear seres semejantes a los sin-almas. No entiendo mucho de la naturaleza de los suyos, pero igual asentí con una sonrisa. Los avances en la manipulación y creación de la vida, es una rama mágica con muchísimo potencial. Yo soy un conjurador, alterar y mejorar el curso de las cosas es mi objetivo. Este objeto impulsaría mis investigaciones hasta límites insospechados.
Extendí la mano, logre rozar la superficie cristalina del núcleo antes que ella lo apartara. Empezó a disculparse sin razón, comprendí que se disponía a cometer una locura. Uso ambas manos para presionar el corazón de cristal—. ¿Qué estás...?— Una grieta cruzo el centro del objeto—. ¡Detente...!— Se sumo otra grieta, luego diez más. Di un par de pasos para arrebatárselo pero fue demasiado tarde. El fruto de mi ambición quedo convertido en fragmentos, la magia y los secretos que contenía aplastados con crueldad.
— No puede ser...— Caí de rodillas. Trate de unir los minúsculos trozos, pero una ráfaga se llevo algunos y echo los demás en los charcos de cadáveres. La fantasía de ver mis creaciones de carne siendo alabados y temidos por multitudes, se esfumo con el viento—. Todo perdido...
Mi cansada vista barreo al gigante fallecido. Nada, menos que nada, es solo carne y órganos. Lo importante, lo que mantenía a los cadáveres unidos y en movimiento era la gema.
Podría tratar de internarme en el bosque y atraer al niño de ojos negros. Pero dudo tener la suerte de encontrármelo, o la fuerza para matar por cuenta propia a un segundo Bola de Algodón, si es que existen. Un pensamiento sobrio me abatió—. Quizá fue el último en su tipo... Tal vez fue creado con una técnica extinta u olvidada, y perdimos la oportunidad de estudiarlo.
Zöe pareció inmutable frente mis quejas y temores. Me pidió ver mi mano y yo la extendí sin mirarla. Unas criaturas extrañas salieron de su bolsa, empezaron a corretear entre los pliegues chamuscados como niños pequeños—. Que hagan lo que quieran, esto vale menos que el polvo.
Sentí mi mano liberándose de la carnada, fue un alivio estirar los dedos. Respire hondo, use el báculo para ponerme de pie. Sentí una incontrolable emoción envolviendo mi cuerpo y escalando por mi garganta. ¡¿Qué es?! ¡¿Furia?! ¡¿Dolor?!—. Prff— Reí. Carcajee como nunca antes en la vida. Por poco las lágrimas me brotan de los ojos y me falta el aire—. ¡Un precedente! Eso es lo único que hace falta. Si algo es creado, sea a propósito o por accidente, es posible replicarlo... ¡Solo necesito más conocimiento y poder!— Grité a los cuatro vientos.
Camine hacia las piernas del gigante, tratando de no patear por error a los cacharros vivientes— Deberías darme uno como compensación, me encantaría ver que tienen por dentro— Señale. Mi ánimo quedo completamente recuperado, incluso mejor que antes. Desde el día que huí de Hekshold tuve claro que los estorbos perturbarían mi camino, este es solo uno de tantos—. Si crees que tu acción detendrá mi ambición, te equivocas, forastera. Soy un hombre incorruptible— Exclame sin voltear. De un salto baje a tierra firme—. Marchémonos antes que lleguen los carroñeros. Hay que darnos prisa, la luminiscencia del báculo durara un poco pero no mucho. Dijiste que sabías el camino, ¿entonces qué esperas? Andando.
La mujer comento algo sobre crear seres semejantes a los sin-almas. No entiendo mucho de la naturaleza de los suyos, pero igual asentí con una sonrisa. Los avances en la manipulación y creación de la vida, es una rama mágica con muchísimo potencial. Yo soy un conjurador, alterar y mejorar el curso de las cosas es mi objetivo. Este objeto impulsaría mis investigaciones hasta límites insospechados.
Extendí la mano, logre rozar la superficie cristalina del núcleo antes que ella lo apartara. Empezó a disculparse sin razón, comprendí que se disponía a cometer una locura. Uso ambas manos para presionar el corazón de cristal—. ¿Qué estás...?— Una grieta cruzo el centro del objeto—. ¡Detente...!— Se sumo otra grieta, luego diez más. Di un par de pasos para arrebatárselo pero fue demasiado tarde. El fruto de mi ambición quedo convertido en fragmentos, la magia y los secretos que contenía aplastados con crueldad.
— No puede ser...— Caí de rodillas. Trate de unir los minúsculos trozos, pero una ráfaga se llevo algunos y echo los demás en los charcos de cadáveres. La fantasía de ver mis creaciones de carne siendo alabados y temidos por multitudes, se esfumo con el viento—. Todo perdido...
Mi cansada vista barreo al gigante fallecido. Nada, menos que nada, es solo carne y órganos. Lo importante, lo que mantenía a los cadáveres unidos y en movimiento era la gema.
Podría tratar de internarme en el bosque y atraer al niño de ojos negros. Pero dudo tener la suerte de encontrármelo, o la fuerza para matar por cuenta propia a un segundo Bola de Algodón, si es que existen. Un pensamiento sobrio me abatió—. Quizá fue el último en su tipo... Tal vez fue creado con una técnica extinta u olvidada, y perdimos la oportunidad de estudiarlo.
Zöe pareció inmutable frente mis quejas y temores. Me pidió ver mi mano y yo la extendí sin mirarla. Unas criaturas extrañas salieron de su bolsa, empezaron a corretear entre los pliegues chamuscados como niños pequeños—. Que hagan lo que quieran, esto vale menos que el polvo.
Sentí mi mano liberándose de la carnada, fue un alivio estirar los dedos. Respire hondo, use el báculo para ponerme de pie. Sentí una incontrolable emoción envolviendo mi cuerpo y escalando por mi garganta. ¡¿Qué es?! ¡¿Furia?! ¡¿Dolor?!—. Prff— Reí. Carcajee como nunca antes en la vida. Por poco las lágrimas me brotan de los ojos y me falta el aire—. ¡Un precedente! Eso es lo único que hace falta. Si algo es creado, sea a propósito o por accidente, es posible replicarlo... ¡Solo necesito más conocimiento y poder!— Grité a los cuatro vientos.
Camine hacia las piernas del gigante, tratando de no patear por error a los cacharros vivientes— Deberías darme uno como compensación, me encantaría ver que tienen por dentro— Señale. Mi ánimo quedo completamente recuperado, incluso mejor que antes. Desde el día que huí de Hekshold tuve claro que los estorbos perturbarían mi camino, este es solo uno de tantos—. Si crees que tu acción detendrá mi ambición, te equivocas, forastera. Soy un hombre incorruptible— Exclame sin voltear. De un salto baje a tierra firme—. Marchémonos antes que lleguen los carroñeros. Hay que darnos prisa, la luminiscencia del báculo durara un poco pero no mucho. Dijiste que sabías el camino, ¿entonces qué esperas? Andando.
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
El hombre se veía en verdad muy apenado por la pérdida, pensé en disculparme nuevamente, pero no parecía que quisiera escucharme. En cualquier caso, agradecía que no se hubiese vuelto agresivo, si bien no me dolían los golpes, había comenzado a no agradarme que los orgánicos desquitaran sus frustraciones con gestos violentos hacia mi persona.
-Espero que fuera el último en su tipo, son demasiado peligrosos como para que estén en manos de los orgánicos – Lo mismo había pasado con los Bio- cibernéticos, los humanos no habían sabido hacer un buen uso de nosotros, y luego nos habían dejado atrás – No saben cómo utilizarnos, no son capaces de anticiparse a las consecuencias de sus actos y terminan dañando seriamente todo lo que los rodea ¿Si? Por eso no puedo permitir que lo hagas –
El permiso que les dio el hombre hizo que mis tres acompañantes dieran saltos de alegría, comenzaron a utilizar los restos del monstruo como si fuera su juguete. ATAC le disparaba muy contento, AMA intento doblarlo, pero SEPA-IV lo tocaba con precaución, ya estaba quemado así que no tenía sentido quemarlo más. Yo agarre la mano del hechicero y evalúe el tipo de pegamento [ANALIZANDO] era de origen natural, quizás con la sabia de algún árbol.
-Intentare que no duela ¿Si? – Volví a sacar el bisturí de mi dedo índice y empecé por sacar la parte superficial de la carnada, dejando solo una fina capa que estaba en contacto directo con la piel – Al parecer está seco, eso hará más sencillo todo – Con mucho cuidado fui despegando los restos de carne, intentando tirar lo menos posible de la piel – Quizás sientas la punta de los dedos y la palma algo sensible durante algunos días. Eso será normal. No debes preocuparte – Quité los pequeños pedazos que quedaban y solté su mano.
Me costaba mucho el poder entender los cambios de humor de los orgánicos, hasta el momento el hombre se mostraba taciturno y molesto, pero de pronto se reía con fuertes carcajadas. Lo mire con atención e incline la cabeza ligeramente a un lado mientras pensaba.
-Eso es cierto, si hay un precedente es que puede volver a realizarse – Baje también de los restos del monstruo, la ropa hasta arriba de mi cintura estaba húmeda y con restos de carne. Si el hechicero no hubiese estado allí probablemente me los hubiese quitado, pero había aprendido que los orgánicos eran muy sensibles a la desnudez ajena – Si deseas ver como son por dentro puedo mostrártelo, yo los construí – En cuanto estuve de nuevo en tierra firme SEPA-IV intentó subir por mi pierna, pero estaba resbalosa por lo que se caía una y otra vez – Pero no puedo regalarte uno, los necesito – Al final levante al pequeño robot con mis manos y lo apoye en mi hombro.
[Ambición: Deseo ardiente de conseguir algo, especialmente poder, riquezas, dignidad o fama. Cosa que se desea con vehemencia]
-No deseaba acabar con tu ambición, Loki Paradayne, el hechicero del cosmos y la eternidad. Solo quería acabar con el cristal ¿Correcto? – Mire en la dirección que estaba el pueblo más cercano y comencé a caminar – Si deseas seguir intentándolo no es algo que me incumba, mi sistema solo dice que debo impedir una acción directa que pudiera desatar consecuencias negativas para los seres vivos. Pero no puedo actuar cuando se trata de futuros hipotéticos o realidades que aún están lejos de cumplirse –
Iba caminando junto al hechicero, pero intentaba abrirle paso para que la caminata le resultara más sencilla, elegía el camino con el terreno más llano y con menos vegetación.
-¿Qué era el ser con el que hablabas antes de mi llegada? El que imitaba la voz de un niño – [ESCANEANDO TERRENO] - ¿Representa un peligro para nosotros? -
-Espero que fuera el último en su tipo, son demasiado peligrosos como para que estén en manos de los orgánicos – Lo mismo había pasado con los Bio- cibernéticos, los humanos no habían sabido hacer un buen uso de nosotros, y luego nos habían dejado atrás – No saben cómo utilizarnos, no son capaces de anticiparse a las consecuencias de sus actos y terminan dañando seriamente todo lo que los rodea ¿Si? Por eso no puedo permitir que lo hagas –
El permiso que les dio el hombre hizo que mis tres acompañantes dieran saltos de alegría, comenzaron a utilizar los restos del monstruo como si fuera su juguete. ATAC le disparaba muy contento, AMA intento doblarlo, pero SEPA-IV lo tocaba con precaución, ya estaba quemado así que no tenía sentido quemarlo más. Yo agarre la mano del hechicero y evalúe el tipo de pegamento [ANALIZANDO] era de origen natural, quizás con la sabia de algún árbol.
-Intentare que no duela ¿Si? – Volví a sacar el bisturí de mi dedo índice y empecé por sacar la parte superficial de la carnada, dejando solo una fina capa que estaba en contacto directo con la piel – Al parecer está seco, eso hará más sencillo todo – Con mucho cuidado fui despegando los restos de carne, intentando tirar lo menos posible de la piel – Quizás sientas la punta de los dedos y la palma algo sensible durante algunos días. Eso será normal. No debes preocuparte – Quité los pequeños pedazos que quedaban y solté su mano.
Me costaba mucho el poder entender los cambios de humor de los orgánicos, hasta el momento el hombre se mostraba taciturno y molesto, pero de pronto se reía con fuertes carcajadas. Lo mire con atención e incline la cabeza ligeramente a un lado mientras pensaba.
-Eso es cierto, si hay un precedente es que puede volver a realizarse – Baje también de los restos del monstruo, la ropa hasta arriba de mi cintura estaba húmeda y con restos de carne. Si el hechicero no hubiese estado allí probablemente me los hubiese quitado, pero había aprendido que los orgánicos eran muy sensibles a la desnudez ajena – Si deseas ver como son por dentro puedo mostrártelo, yo los construí – En cuanto estuve de nuevo en tierra firme SEPA-IV intentó subir por mi pierna, pero estaba resbalosa por lo que se caía una y otra vez – Pero no puedo regalarte uno, los necesito – Al final levante al pequeño robot con mis manos y lo apoye en mi hombro.
[Ambición: Deseo ardiente de conseguir algo, especialmente poder, riquezas, dignidad o fama. Cosa que se desea con vehemencia]
-No deseaba acabar con tu ambición, Loki Paradayne, el hechicero del cosmos y la eternidad. Solo quería acabar con el cristal ¿Correcto? – Mire en la dirección que estaba el pueblo más cercano y comencé a caminar – Si deseas seguir intentándolo no es algo que me incumba, mi sistema solo dice que debo impedir una acción directa que pudiera desatar consecuencias negativas para los seres vivos. Pero no puedo actuar cuando se trata de futuros hipotéticos o realidades que aún están lejos de cumplirse –
Iba caminando junto al hechicero, pero intentaba abrirle paso para que la caminata le resultara más sencilla, elegía el camino con el terreno más llano y con menos vegetación.
-¿Qué era el ser con el que hablabas antes de mi llegada? El que imitaba la voz de un niño – [ESCANEANDO TERRENO] - ¿Representa un peligro para nosotros? -
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
— No te hablo de un futuro lejano ni hipotético, es la realidad. Solo necesito tiempo y recursos para moldear el camino— Dije mientras le seguía detrás, siempre mirando con ojos inquisitivos los alrededores. Zöe al contrario de mí, parece tener un don para orientarse entre la bruma, guiaba con la precisión y confianza de un explorador veterano. Quede realmente impresionado—. ¿Pero qué hago explicando mi pasión a una criatura tan fría? ¿Si quiera puedes entenderlo...? ¿Eres como un muñeco viviente, no? Dudo que tus creadores hayan sido tan estúpidos para darte deseos, emociones, sueños, o cualquier elemento que mitigue la lealtad o la eficiencia que una herramienta necesita.
O eso hubiera hecho yo. Pero los dioses saben que no todos nacieron con mi visión, intelecto, ni sabiduría. El sentimentalismo y la piedad provocan que los genios cometan graves errores.
— Tu falta de previsión es un gran fallo. Encargarse de futuras amenazas te ahorraría muchos dolores de cabeza, forastera. Tómalo como un consejo de buena fe— Dije con la mejor intención del mundo. Sería una tristeza que esta sin-alma muriera poco después de salvarme. Las herramientas necesitan conservarse para continuar siendo útiles.
Durante la caminata Zöe pregunto sobre el niño de ojos negros.
— ¿Una amenaza? Posiblemente... No lo sé... No me importa. En el mundo hay demasiados misterios como para centrarse en uno solo. Quiero salir de esta endemoniada área y reposar mi espalda en una cama caliente. Dormir en la intemperie muele los huesos...— Respondí mientras cerré y abrí la mano donde antes sostuve la carnada, tratando de acostumbrarme a la sensibilidad—. ¿Planeas darle caza? Dudo que tú y tus cachivaches logren mucho. Ese mocoso arrastraba un aura de peligro tal, que Bola de Algodón con todo su tamaño y su peste jamás podría igualarlo. Se trata de un depredador con piel de cordero... Por tu seguridad, aléjate de él.
Me percate que la luz del báculo empezó a menguar. En pocos segundos quedamos sumidos en completa negrura. Por poco tropiezo con una roca enterrada y me llevo por delante a la forastera.
— Mierda. Espero tengas algo para iluminar el camino— Dije, sin saber si estoy mirándola o encarando un árbol muy delgado.
O eso hubiera hecho yo. Pero los dioses saben que no todos nacieron con mi visión, intelecto, ni sabiduría. El sentimentalismo y la piedad provocan que los genios cometan graves errores.
— Tu falta de previsión es un gran fallo. Encargarse de futuras amenazas te ahorraría muchos dolores de cabeza, forastera. Tómalo como un consejo de buena fe— Dije con la mejor intención del mundo. Sería una tristeza que esta sin-alma muriera poco después de salvarme. Las herramientas necesitan conservarse para continuar siendo útiles.
Durante la caminata Zöe pregunto sobre el niño de ojos negros.
— ¿Una amenaza? Posiblemente... No lo sé... No me importa. En el mundo hay demasiados misterios como para centrarse en uno solo. Quiero salir de esta endemoniada área y reposar mi espalda en una cama caliente. Dormir en la intemperie muele los huesos...— Respondí mientras cerré y abrí la mano donde antes sostuve la carnada, tratando de acostumbrarme a la sensibilidad—. ¿Planeas darle caza? Dudo que tú y tus cachivaches logren mucho. Ese mocoso arrastraba un aura de peligro tal, que Bola de Algodón con todo su tamaño y su peste jamás podría igualarlo. Se trata de un depredador con piel de cordero... Por tu seguridad, aléjate de él.
Me percate que la luz del báculo empezó a menguar. En pocos segundos quedamos sumidos en completa negrura. Por poco tropiezo con una roca enterrada y me llevo por delante a la forastera.
— Mierda. Espero tengas algo para iluminar el camino— Dije, sin saber si estoy mirándola o encarando un árbol muy delgado.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Loki decía que solo necesitaba tiempo y recursos, mi sistema no entendía de esos intermediarios, tampoco de deseos, o ilusiones, que era lo que solía guiar los pasos de los orgánicos. Debía evaluar la situación en base a datos concretos, a realidades que pudiera medir y calcular en el momento. [ANALIZANDO] Si decía que los necesitaba podía suponer que no los tenía, por lo tanto, no era un peligro en lo inmediato.
-Es cierto, no tiene sentido que intentes explicarme algo tan poco tangible como una “pasión”, o el resto de las emociones que pudieran acompañarla – ATAC dio un salto para pasar entre dos ramas, pero no llego y se quedo colgando, lo agarre y lo puse en mi otro hombro – Estas en lo correcto, mis creadores no me pusieron sentimientos - Lo pensé durante unos segundos - Supongo que no era algo que fuera a resultarme útil de alguna manera, considerando la tarea para la que fui hecha. También existían posibilidades de que el tener deseos hiciera que mi trabajo fuera menos eficiente –
Sin importar con cuantos orgánicos hablara, siempre la falta de emociones era lo primero que parecía llamar su atención [ANALIZANDO] ¿Sería en verdad algo tan relevante para la vida el tenerlas? Podía recordar algunas circunstancias que llevaron a mi sistema a tener que trabajar al máximo, y en esos momentos un pequeño destello surgió en alguna parte de mi ser, una extraña sensación que hoy por hoy no podía analizar.
-Yo no sufro de dolores de cabeza, ni tampoco de otro tipo de dolencias como las que tienen ustedes los orgánicos. Mi sistema se encarga de mantener mi cuerpo en condiciones óptimas – La luz del bastón lentamente iba menguando, eso le permitía a mi visión el ir adaptándose poco a poco a la oscuridad – Solo debo encargarme de peligros inmediatos, ir en busca de un Ser desconocido que podría causar o no daños a otros orgánicos no está entre mis prioridades – Lo mire fijamente, al notar que tenía dificultades con el camino lo agarre del brazo – Ahora mismo mi prioridad es ponerte a salvo, pero no estoy segura de si podremos llegar al pueblo en estas condiciones.
Cuando la luz del bastón se apago por completo SEPA-IV, sentado en mi hombro, prendió la llama que podía generar en su mano, pero era demasiado pequeña como para iluminar el camino. Busque en mi morral y saque una lámpara, la había encontrado tirada, pero con un mínimo de reparación había resultado ser tan útil como una nueva. La acerque a SEPA-IV para que la prenda e ilumine el camino.
-El pueblo se encuentra a cuatro kilómetros, caminando a esta velocidad de modo constante, considerando la vegetación y los rodeos para evitar inclinaciones en el terreno, quizás podríamos llegar en unas dos horas, aproximadamente ¿Si? – Mire al hombre directamente a los ojos, evaluando si la información le resultaba relevante o no – Si es demasiado esfuerzo podemos detenernos aquí, no necesito dormir así que puedo vigilar mientras descansas –
La noche parecía tranquila ahora, solo se escuchaba el ruido de distintos insectos, el viento moviendo las ramas de los árboles, el chillido de algún murciélago, no parecía que hubiese nada de que temer. De todos modos, volvía a hacer un rastreo con mi visión de scanner cada cierta cantidad de metros, atenta a que el no-niño u otro tipo de Ser pudiera aparecer.
-Es cierto, no tiene sentido que intentes explicarme algo tan poco tangible como una “pasión”, o el resto de las emociones que pudieran acompañarla – ATAC dio un salto para pasar entre dos ramas, pero no llego y se quedo colgando, lo agarre y lo puse en mi otro hombro – Estas en lo correcto, mis creadores no me pusieron sentimientos - Lo pensé durante unos segundos - Supongo que no era algo que fuera a resultarme útil de alguna manera, considerando la tarea para la que fui hecha. También existían posibilidades de que el tener deseos hiciera que mi trabajo fuera menos eficiente –
Sin importar con cuantos orgánicos hablara, siempre la falta de emociones era lo primero que parecía llamar su atención [ANALIZANDO] ¿Sería en verdad algo tan relevante para la vida el tenerlas? Podía recordar algunas circunstancias que llevaron a mi sistema a tener que trabajar al máximo, y en esos momentos un pequeño destello surgió en alguna parte de mi ser, una extraña sensación que hoy por hoy no podía analizar.
-Yo no sufro de dolores de cabeza, ni tampoco de otro tipo de dolencias como las que tienen ustedes los orgánicos. Mi sistema se encarga de mantener mi cuerpo en condiciones óptimas – La luz del bastón lentamente iba menguando, eso le permitía a mi visión el ir adaptándose poco a poco a la oscuridad – Solo debo encargarme de peligros inmediatos, ir en busca de un Ser desconocido que podría causar o no daños a otros orgánicos no está entre mis prioridades – Lo mire fijamente, al notar que tenía dificultades con el camino lo agarre del brazo – Ahora mismo mi prioridad es ponerte a salvo, pero no estoy segura de si podremos llegar al pueblo en estas condiciones.
Cuando la luz del bastón se apago por completo SEPA-IV, sentado en mi hombro, prendió la llama que podía generar en su mano, pero era demasiado pequeña como para iluminar el camino. Busque en mi morral y saque una lámpara, la había encontrado tirada, pero con un mínimo de reparación había resultado ser tan útil como una nueva. La acerque a SEPA-IV para que la prenda e ilumine el camino.
-El pueblo se encuentra a cuatro kilómetros, caminando a esta velocidad de modo constante, considerando la vegetación y los rodeos para evitar inclinaciones en el terreno, quizás podríamos llegar en unas dos horas, aproximadamente ¿Si? – Mire al hombre directamente a los ojos, evaluando si la información le resultaba relevante o no – Si es demasiado esfuerzo podemos detenernos aquí, no necesito dormir así que puedo vigilar mientras descansas –
La noche parecía tranquila ahora, solo se escuchaba el ruido de distintos insectos, el viento moviendo las ramas de los árboles, el chillido de algún murciélago, no parecía que hubiese nada de que temer. De todos modos, volvía a hacer un rastreo con mi visión de scanner cada cierta cantidad de metros, atenta a que el no-niño u otro tipo de Ser pudiera aparecer.
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
— Déjame ver si entendí... La “magia” de que estás hecha, te ahorra tener que sufrir de jaquecas, gripes o dolores de cualquier tipo. Suena conveniente. Si al menos poseyeras una pizca de codicia o voluntad propia, te envidiaría— Hice una pausa y la mire con ojos entrecerrados, buscando cualquier rastro de reacción—. ¿Sabes que es envidiar? ¿O también es un concepto ajeno en esa mente tuya? Siento como si estuviera explicándole la vida a una niña pequeña— Me reí y negué con la cabeza.
En uno de mis tropiezos sentí su agarre rodeando mi brazo. De inmediato me tense— ¿Qué hace? ¿Intenta matarme?— Mi habitual desconfianza me preparo para azotar el báculo contra su cabeza. Pero antes que cometiera alguna insensatez, la oí hablar sobre protegerme y llevarme hasta un poblado—. Cierto... Algo tan emocional como una traición o un arrebato, sería extraño de ti... Luces demasiado humana, tú apariencia hace que olvide lo que eres.
Cuando la luminiscencia acabo, uno de esos enanos de metal creó una minúscula llama de la nada. Debe esconder algunas runas talladas en su interior, sí, seguramente es eso. Entre la penumbra distinguí la silueta de Zöe rebuscando en su bolsa. Me prepare para lo imposible. Ella demostró una y otra vez tener artículos de misteriosa naturaleza, por ejemplo la poderosa escultura con forma de dragón. Apuesto que guarda alguno más.
Se hizo la luz. Retrocedí un paso para admirar aquel objeto de poder desconocido... Es... Una... ¿Lámpara...? Suspire aliviado. Sería demasiado problemático que cada cosa que haga esta sin-alma me asombre.
Zöe soltó información sobre lo que falta del camino. Guarde silencio mientras ella explico con lujo de detalles cada atajo u obstáculo de la ruta— Dos hora si mantenemos la velocidad, entiendo...
Mire el cielo estrellado, ¿Cuánto llevo caminando sin parar? Desde la mañana. ¿Entonces qué hora es...? Muy tarde, o si se acerca el amanecer, muy temprano. Tampoco he cenado nada. No quiero detenerme ni tampoco pensarlo mucho, si lo hago me percatare de lo agotado u hambriento que estoy. Tome una bocanada profunda del frió aire nocturno para contener los bostezo—. Si nos damos prisa quizá ahorremos media hora— Dije y le señale el rostro con el báculo—. Tengo una buena resistencia en comparación a los brujos promedios, forastera. Deja de preocuparte y camina.
En uno de mis tropiezos sentí su agarre rodeando mi brazo. De inmediato me tense— ¿Qué hace? ¿Intenta matarme?— Mi habitual desconfianza me preparo para azotar el báculo contra su cabeza. Pero antes que cometiera alguna insensatez, la oí hablar sobre protegerme y llevarme hasta un poblado—. Cierto... Algo tan emocional como una traición o un arrebato, sería extraño de ti... Luces demasiado humana, tú apariencia hace que olvide lo que eres.
Cuando la luminiscencia acabo, uno de esos enanos de metal creó una minúscula llama de la nada. Debe esconder algunas runas talladas en su interior, sí, seguramente es eso. Entre la penumbra distinguí la silueta de Zöe rebuscando en su bolsa. Me prepare para lo imposible. Ella demostró una y otra vez tener artículos de misteriosa naturaleza, por ejemplo la poderosa escultura con forma de dragón. Apuesto que guarda alguno más.
Se hizo la luz. Retrocedí un paso para admirar aquel objeto de poder desconocido... Es... Una... ¿Lámpara...? Suspire aliviado. Sería demasiado problemático que cada cosa que haga esta sin-alma me asombre.
Zöe soltó información sobre lo que falta del camino. Guarde silencio mientras ella explico con lujo de detalles cada atajo u obstáculo de la ruta— Dos hora si mantenemos la velocidad, entiendo...
Mire el cielo estrellado, ¿Cuánto llevo caminando sin parar? Desde la mañana. ¿Entonces qué hora es...? Muy tarde, o si se acerca el amanecer, muy temprano. Tampoco he cenado nada. No quiero detenerme ni tampoco pensarlo mucho, si lo hago me percatare de lo agotado u hambriento que estoy. Tome una bocanada profunda del frió aire nocturno para contener los bostezo—. Si nos damos prisa quizá ahorremos media hora— Dije y le señale el rostro con el báculo—. Tengo una buena resistencia en comparación a los brujos promedios, forastera. Deja de preocuparte y camina.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
El hombre remplazaba la palabra “Tecnología” por “Magia”, utilizaba términos que le fueran más familiares para poder explicar lo que estaba viendo. Muchos registros apoyaban el que este tipo de interpretaciones habían sido lo que dieran origen a los mitos de los Dioses y demás relatos fantásticos.
-Envidiar… Es tener envidia de alguien o de algo, dolerse del bien ajeno. Desear o apetecer algo que tienen otros – Concluí con la definición y mire al hechicero – Sé lo que significa, pero no puedo sentirlo, no tendría sentido alguno que me permitieran tener esa capacidad. Solo tengo que reparar a otros Bio- cibernéticos, y cuidar a los orgánicos cuando sea necesario –
“¿Y nada más? ¿Qué pasa con Dag Thorlak?” La pregunta es irrelevante, intenté ayudar al vampiro tanto como mi sistema me lo permitía, y sin embargo no obtuve resultados. Podría decirse que fue la primer tarea en la cual falle “¿Estas segura?” Si, todos mis intentos por encontrarle un objetivo para continuar viviendo habían resultado inútiles.
-¿Traición? – [ANALIZANDO] No entendí esa parte del comentario, por lo que pase a lo siguiente - Lo siento, me veo así porque alguna vez fui humana – Hace mucho tiempo ya de eso, y no tenía registro alguno de cómo había sido – No puedo cambiar mi apariencia, tampoco tendría mucha utilidad para mí –
Loki insistía con la idea de ir hasta un poblado, supuse que la insistencia debía ser por lo que había dicho antes, le resultaba muy incómodo dormir a la intemperie. Asentí y continúe caminando por delante, iluminando el camino para que tuviera en la medida de lo posible pocas dificultades al andar.
-¿Los brujos promedio poseen poca resistencia? – [DATO REGISTRADO] – No he tenido la oportunidad de encontrar a muchos – Solo había estado Mina, pero ella siempre se había mostrado muy enérgica y jovial – Parecen ser una raza que de modo natural se aparta del resto.
Eso parecía ser así tanto individualmente como geográficamente, la mayoría de ellos estaban en una isla, se educaban y vivían allí, y eran pocos los que salían de ese ambiente. Mire a Loki [ANALIZANDO]parecía un hechicero mucho más salvaje, como si estuviera acostumbrado a vivir sin un hogar fijo.
AMA se estaba quedando atrás, era la única a la que no había subido, me detuve y la levante, acomodándola de tal modo en el morral que pudiera seguir mirando hacia afuera. “¿Y yo?” Acomode también a Neil. Desde que habíamos tenido ese percance con los monos en el templo no me gustaba llevarlo a la vista.
Una gran brecha en el camino nos obligó a dar un rodeo, pero de todos modos ese percance estaba incluido en mis cálculos. Guie al hechicero por un camino más escabroso pero que nos permitiría ahorrar algo de tiempo y luego de poco más de una hora ya podíamos ver unas luces a lo lejos.
-Antorchas, deben señalar el límite del pueblo – Y por cómo estaba la situación en Aerandir no sería extraño que sitios tan pequeños hubiesen decido levantar empalizadas y poner gente a vigilar por las noches – La interacción social no es una función que me resulte sencilla ¿Si? Creo que sería mejor si tu lo haces, Loki Paradayne, el hechicero del cosmos y la eternidad -
-Envidiar… Es tener envidia de alguien o de algo, dolerse del bien ajeno. Desear o apetecer algo que tienen otros – Concluí con la definición y mire al hechicero – Sé lo que significa, pero no puedo sentirlo, no tendría sentido alguno que me permitieran tener esa capacidad. Solo tengo que reparar a otros Bio- cibernéticos, y cuidar a los orgánicos cuando sea necesario –
“¿Y nada más? ¿Qué pasa con Dag Thorlak?” La pregunta es irrelevante, intenté ayudar al vampiro tanto como mi sistema me lo permitía, y sin embargo no obtuve resultados. Podría decirse que fue la primer tarea en la cual falle “¿Estas segura?” Si, todos mis intentos por encontrarle un objetivo para continuar viviendo habían resultado inútiles.
-¿Traición? – [ANALIZANDO] No entendí esa parte del comentario, por lo que pase a lo siguiente - Lo siento, me veo así porque alguna vez fui humana – Hace mucho tiempo ya de eso, y no tenía registro alguno de cómo había sido – No puedo cambiar mi apariencia, tampoco tendría mucha utilidad para mí –
Loki insistía con la idea de ir hasta un poblado, supuse que la insistencia debía ser por lo que había dicho antes, le resultaba muy incómodo dormir a la intemperie. Asentí y continúe caminando por delante, iluminando el camino para que tuviera en la medida de lo posible pocas dificultades al andar.
-¿Los brujos promedio poseen poca resistencia? – [DATO REGISTRADO] – No he tenido la oportunidad de encontrar a muchos – Solo había estado Mina, pero ella siempre se había mostrado muy enérgica y jovial – Parecen ser una raza que de modo natural se aparta del resto.
Eso parecía ser así tanto individualmente como geográficamente, la mayoría de ellos estaban en una isla, se educaban y vivían allí, y eran pocos los que salían de ese ambiente. Mire a Loki [ANALIZANDO]parecía un hechicero mucho más salvaje, como si estuviera acostumbrado a vivir sin un hogar fijo.
AMA se estaba quedando atrás, era la única a la que no había subido, me detuve y la levante, acomodándola de tal modo en el morral que pudiera seguir mirando hacia afuera. “¿Y yo?” Acomode también a Neil. Desde que habíamos tenido ese percance con los monos en el templo no me gustaba llevarlo a la vista.
Una gran brecha en el camino nos obligó a dar un rodeo, pero de todos modos ese percance estaba incluido en mis cálculos. Guie al hechicero por un camino más escabroso pero que nos permitiría ahorrar algo de tiempo y luego de poco más de una hora ya podíamos ver unas luces a lo lejos.
-Antorchas, deben señalar el límite del pueblo – Y por cómo estaba la situación en Aerandir no sería extraño que sitios tan pequeños hubiesen decido levantar empalizadas y poner gente a vigilar por las noches – La interacción social no es una función que me resulte sencilla ¿Si? Creo que sería mejor si tu lo haces, Loki Paradayne, el hechicero del cosmos y la eternidad -
Última edición por Zöe el Lun Sep 10 2018, 14:47, editado 1 vez
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Seguimos adelante mientras platicamos de temas variados. Entre toda la palabrería que soltó Zöe, hubo una oración que atrajo poderosamente mi atención— ¿Fuiste humana?— La mire de arriba abajo— ¿Qué sucedió? ¿Algún maldito genio te secuestro y te transformo en su pequeño experimento?— Dije medio en burla medio en serio. Coloque una mano en la barbilla y repase la idea en mi cabeza—. La verdad, usar seres vivos es más provechoso que utilizar cadáveres... Dan mejores resultados— Murmure sin prestarle demasiada atención al asunto.
Ella confeso su inexperiencia a la hora de tratar con brujos.
— Somos los elegidos por los dioses para dominar estas tierras. Por algo nos concedieron la capacidad de alterar la realidad y sus elementos. Muchos dicen que los nacidos para gobernar son los orejas largas por su longevidad, o los lagartos alados por su legado, pero eso es pura patraña, créeme— Dije, hinchando el pecho con orgullo—. Fuiste afortunada al toparte con un brujo tan tolerante y sabio como yo, otros te habrían despedazados al primer vistazo.
De vez en cuando las mascotas metálicas requerían su atención. Me quede observando como Zöe los trataba de manera casi maternal. Entonces caí en cuenta qué, para alguien que alega una total eficiencia y escases de empatía, pierde demasiado el tiempo procurando que esos seres no sufran ningún mal. Vaya incongruencia. Quizá su lado humano no esté tan desaparecido como ella cree.
¿Podría ese lado salir a la luz? Es un dilema interesante. Estudiar los límites de la vida y la no-vida son partes importante de mis investigaciones. La pregunta de oro es... ¿Cómo provocar una reacción?
Espié de reojo al enano de piel escarlata, de todos los “bichos” parecía el más descuidado y fácil de tratar. Más tarde, si se presenta la oportunidad, debería tomarlo prestado por unos momentos. Si hago eso, esta compañera mía podría revelar más que su típica frialdad.
No lo hago por maldad, lo hago por la magia. Ella entenderá, es una chica lista.
Hora y media más tarde el cielo aumento un poco su claridad, aunque todavía la bruma siguió imperturbable, como si fuera natural de estos bosques poseerla. En el horizonte puntos brillantes nos dieron la bienvenida— ¡Civilización, finalmente!— Exclame y acelere el paso. Hice un gesto a Zöe para que no se rezagara—. Tranquila, yo hablare. Deja que mi carisma natural haga el trabajo.
Mientras más nos acercamos, pude notar una que otra empalizada destrozada, además de troncos hechos estacas clavados en el suelo para proteger los límites del “pueblo”. Siendo justo, esa palabra le queda demasiado grande a este lugar tan gris.
Desde lejos se nota que las casas fueron hechas con prisas y amenazan con desplomarse. Hay fosas comunes excavadas si orden ni proporción, como si todos hubieran decidido cavar su retrete donde les diera la gana y sin consultar con nadie. Las carpas salpicando el paisaje estuvieron más cerca de ser un asentamiento de maleantes que otra cosa. Oh, Dioses, no me digan...
Detuve mi caminar y mire sobre mi hombro.
— Forastera...— Cerré los ojos y empecé a decir en voz baja—. Creo que estamos en un campamento de bandidos... Y no de los alegres, o de los que roban a los ricos para dárselo a los pobres como nosotros. Hablo de los malos.
El inolvidable ruido de decenas de arcos tensándose cortó el ambiente. Abrí los ojos, sonreí con amargura al ver el semi-circulo de hombres polvorientos apuntándonos con sus flechas. Todos con la mirada inyectada en sangre y sombreada por prominentes ojeras, como si hubieran pasado una semana sin dormir.
— Malditos... Los Malditos los enviaron... ¡¿No es verdad?! ¡Escúpanlo o morirán!— Grito uno entre tantos.
¿”Malditos”? ¿A qué se refiere este pobre diablo? Por su aspecto puedo decir que coquetea con la histeria y la locura. Lo mismo pasa con todos sus compañeros, parecen salidos de una guerra.
Apreté el agarre en mi báculo y di un paso al frente para presentarme. Los modales hacen al hombre.
— Yo-
El sonido de una flecha soplando rozo mi oído. Sentí un improvisto ardor en la mejilla, apenas toque mi rostro, el liquido carmesís empapo mi mano. Palidecí y trague saliva. Es una herida superficial, pero sí que sangra, y sangrar me asusta.
— Nosotros somos-
— ¡Matémoslos!
— ¡Los enviados de los Malditos tienen que morir!
— ¡No hay piedad para los chupa-sangre!
El coro de gritos empequeñeció mis palabras. Trate de aclarar que solo somos un par de cansados desconocidos, pero ninguno me prestó atención. La falta de sueño los enloqueció por completo. Estuvieron listos para llenarnos con puntas de flecha.
Antes que todo golpeara el punto de no retorno, una voz atronadora acallo los gritos.
— ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Les dejo por un segundo y se ponen a lloriquear, banda de nenazas?!
Los arqueros giraron la cabeza en unisonó. Poco después abrieron paso a un hombretón de espesa barba, de brazos anchos, que me sacaba una cabeza de alto. Camino cojeando pero eso no disminuyo la presión que desprendía, fue igual que encarar un guerrero veterano. En su cuello se meneo un collar de colmillos blancos que contrastaron con sus dientes amarillentos.
El hombre me miro primero, luego su vista cayó donde Zöe, después yo otra vez. Frunció el ceño, lucio poco feliz.
— ¿Quiénes son? ¿Qué quieren? Si buscan problemas den por seguro que los encontraran— Dijo y escupió una gárgara verde al suelo. A pesar del tono hostil y del problema en la garganta, su semblante lucio más calmado y diplomático que sus subordinados.
Acomode el cuello de mi túnica y puse mi mejor sonrisa. Con confianza me dirige hacia él.
— Amigo, amigo, calma. Vinimos en paz. Solo somos un par de viajeros agotados por el cami-
Un puño se dirigo a mi cara. Di varias vueltas. En lo que pareció un parpadeo, me encontré tirado comiendo tierra y pasto. Mi cabeza palpito y la sangre fresca corrió por mi nariz. Maldita sea, fue como si me hubieran zarandeando con un martillo. Trate de levantarme pero mis manos temblaron como jalea.
— No somos amigos— Oir decir al hombre barbado—. Volveré a repetir la pregunta y será mejor que me guste su respuesta. ¿Qué mierda quieren en mis bosques?
Ella confeso su inexperiencia a la hora de tratar con brujos.
— Somos los elegidos por los dioses para dominar estas tierras. Por algo nos concedieron la capacidad de alterar la realidad y sus elementos. Muchos dicen que los nacidos para gobernar son los orejas largas por su longevidad, o los lagartos alados por su legado, pero eso es pura patraña, créeme— Dije, hinchando el pecho con orgullo—. Fuiste afortunada al toparte con un brujo tan tolerante y sabio como yo, otros te habrían despedazados al primer vistazo.
De vez en cuando las mascotas metálicas requerían su atención. Me quede observando como Zöe los trataba de manera casi maternal. Entonces caí en cuenta qué, para alguien que alega una total eficiencia y escases de empatía, pierde demasiado el tiempo procurando que esos seres no sufran ningún mal. Vaya incongruencia. Quizá su lado humano no esté tan desaparecido como ella cree.
¿Podría ese lado salir a la luz? Es un dilema interesante. Estudiar los límites de la vida y la no-vida son partes importante de mis investigaciones. La pregunta de oro es... ¿Cómo provocar una reacción?
Espié de reojo al enano de piel escarlata, de todos los “bichos” parecía el más descuidado y fácil de tratar. Más tarde, si se presenta la oportunidad, debería tomarlo prestado por unos momentos. Si hago eso, esta compañera mía podría revelar más que su típica frialdad.
No lo hago por maldad, lo hago por la magia. Ella entenderá, es una chica lista.
Hora y media más tarde el cielo aumento un poco su claridad, aunque todavía la bruma siguió imperturbable, como si fuera natural de estos bosques poseerla. En el horizonte puntos brillantes nos dieron la bienvenida— ¡Civilización, finalmente!— Exclame y acelere el paso. Hice un gesto a Zöe para que no se rezagara—. Tranquila, yo hablare. Deja que mi carisma natural haga el trabajo.
Mientras más nos acercamos, pude notar una que otra empalizada destrozada, además de troncos hechos estacas clavados en el suelo para proteger los límites del “pueblo”. Siendo justo, esa palabra le queda demasiado grande a este lugar tan gris.
Desde lejos se nota que las casas fueron hechas con prisas y amenazan con desplomarse. Hay fosas comunes excavadas si orden ni proporción, como si todos hubieran decidido cavar su retrete donde les diera la gana y sin consultar con nadie. Las carpas salpicando el paisaje estuvieron más cerca de ser un asentamiento de maleantes que otra cosa. Oh, Dioses, no me digan...
Detuve mi caminar y mire sobre mi hombro.
— Forastera...— Cerré los ojos y empecé a decir en voz baja—. Creo que estamos en un campamento de bandidos... Y no de los alegres, o de los que roban a los ricos para dárselo a los pobres como nosotros. Hablo de los malos.
El inolvidable ruido de decenas de arcos tensándose cortó el ambiente. Abrí los ojos, sonreí con amargura al ver el semi-circulo de hombres polvorientos apuntándonos con sus flechas. Todos con la mirada inyectada en sangre y sombreada por prominentes ojeras, como si hubieran pasado una semana sin dormir.
— Malditos... Los Malditos los enviaron... ¡¿No es verdad?! ¡Escúpanlo o morirán!— Grito uno entre tantos.
¿”Malditos”? ¿A qué se refiere este pobre diablo? Por su aspecto puedo decir que coquetea con la histeria y la locura. Lo mismo pasa con todos sus compañeros, parecen salidos de una guerra.
Apreté el agarre en mi báculo y di un paso al frente para presentarme. Los modales hacen al hombre.
— Yo-
El sonido de una flecha soplando rozo mi oído. Sentí un improvisto ardor en la mejilla, apenas toque mi rostro, el liquido carmesís empapo mi mano. Palidecí y trague saliva. Es una herida superficial, pero sí que sangra, y sangrar me asusta.
— Nosotros somos-
— ¡Matémoslos!
— ¡Los enviados de los Malditos tienen que morir!
— ¡No hay piedad para los chupa-sangre!
El coro de gritos empequeñeció mis palabras. Trate de aclarar que solo somos un par de cansados desconocidos, pero ninguno me prestó atención. La falta de sueño los enloqueció por completo. Estuvieron listos para llenarnos con puntas de flecha.
Antes que todo golpeara el punto de no retorno, una voz atronadora acallo los gritos.
— ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Les dejo por un segundo y se ponen a lloriquear, banda de nenazas?!
Los arqueros giraron la cabeza en unisonó. Poco después abrieron paso a un hombretón de espesa barba, de brazos anchos, que me sacaba una cabeza de alto. Camino cojeando pero eso no disminuyo la presión que desprendía, fue igual que encarar un guerrero veterano. En su cuello se meneo un collar de colmillos blancos que contrastaron con sus dientes amarillentos.
El hombre me miro primero, luego su vista cayó donde Zöe, después yo otra vez. Frunció el ceño, lucio poco feliz.
— ¿Quiénes son? ¿Qué quieren? Si buscan problemas den por seguro que los encontraran— Dijo y escupió una gárgara verde al suelo. A pesar del tono hostil y del problema en la garganta, su semblante lucio más calmado y diplomático que sus subordinados.
Acomode el cuello de mi túnica y puse mi mejor sonrisa. Con confianza me dirige hacia él.
— Amigo, amigo, calma. Vinimos en paz. Solo somos un par de viajeros agotados por el cami-
Un puño se dirigo a mi cara. Di varias vueltas. En lo que pareció un parpadeo, me encontré tirado comiendo tierra y pasto. Mi cabeza palpito y la sangre fresca corrió por mi nariz. Maldita sea, fue como si me hubieran zarandeando con un martillo. Trate de levantarme pero mis manos temblaron como jalea.
— No somos amigos— Oir decir al hombre barbado—. Volveré a repetir la pregunta y será mejor que me guste su respuesta. ¿Qué mierda quieren en mis bosques?
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
La primer posibilidad que se le ocurría al hombre parecía desacertada, algo difícil de creer, pero tenía registros que confirmaban que ese tipo de cosas pasaban, no ya siendo provocadas por los humanos de la tierra, sino por gente de Aerandir que deseaba reproducir la producción de Bio- cibernéticos. Los resultados en la mayoría de los casos eran… Discutible.
-No, no fue en contra de mi voluntad, me ofrecí como voluntaria para que realizaran los cambios – [ACCEDIENDO A ARCHIVOS] [ERROR] – Pero no tengo muchos datos sobre esa época, mi memoria fue removida al momento de la operación que me convirtió en Bio-cibernética – Recuerdos que se supone ya no me serían útiles [ERROR] en realidad ese no había sido el trato [INTERRUPCIÓN] [REINICIANDO]
La discusión sobre cual raza de Aerandir era “la elegida” me parecía poco relevante, cuando los orgánicos estaban convencidos de una idea era casi imposible el poder hacerlos entrar en razón. Escuche su explicación con atención, editando datos de mis registros en relación a las creencias de los hechiceros.
-Sí, civilización, espero que puedas descansar ahora, Loki Paradayne- [ANALIZANDO] el tipo de campamento al que habíamos llegado era más rustico de lo que parecía cuando estábamos más lejos. No habían casi casas, sino mas bien carpas puestas de forma rudimentaria y sin un orden lógico, tenían muy pocos animales de granja y los que había no estaban guardados o bien cuidados – No parece ser una comunidad agrícola…
Asentí ante los comentarios de mi compañero, sin duda parecía que habíamos llegado al campamento de unos bandidos. No conocía demasiado a los de su etnia, pero según mis registros no solían ser personas amables en sus modos de pensar ni actuar. Mis ideas se confirmaron al ver que nos apuntaban con arcos y flechas, ATAC levantó en seguida su arma también, pero lo obligue a bajarla, no era momento de pelear, teníamos que confiar en el carisma natural del hechicero.
Los hombres que nos rodeaban parecían estar desequilibrados, cansados, faltos de alimento, no parecía que se pudiera razonar con ellos. Mantuve mis manos en alto, para que no me consideraran una amenaza, mientras Loki intentaba hablar, sin demasiados resultados.
-No… - Quería decirles que no era necesario el ser agresivos, pero no querían escucharnos, cuando lastimaron al hechicero quise acercarme para ayudarlo, pero sentí la punta de una espada en mi espalda, si hacía cualquier tipo de movimiento sería herida de gravedad.
Tenía que admitir que los métodos de Loki me resultaban de lo más curiosos, “Van a matarlo, jajaja” No, él me dijo que tenía que confiar en su carisma, seguramente este era algún tipo de negociación entre orgánicos que no lograba entender.
-Soy Zöe, y él es Loki Paradayne, el hechicero del cosmos y la eternidad- Respondí y sonreí, intentando traer algo de paz a la situación, es que con el golpe en el rostro que había recibido mi compañero supuse que no iba a poder contestar correctamente – Buscábamos un sitio donde pasar la noche ya que mi compañero no descansa bien estando a la intemperie ¿Correcto? – Un golpe en mi nuca fue la respuesta, me hizo caer de rodillas al piso [ERROR] [ERROR]
-Me importa una mierda, no sé de donde salieron, pero fue muy mala idea que vinieran aquí – El líder se agacho junto a mí, me agarro del cabello y me obligo a levantar la cabeza, revisó las entradas para cables que tenía en mi nuca – Esta no sé qué es, tiene aquí unas especie de… agujeros –
-¡Esta maldita! ¡Hay que matarlos! – Varios gritos de aprobación se escucharon de fondo.
-¡¡A callar!! – Se quedo pensando unos segundos – Vamos a atarlos y a dejarlos ahí hasta que salga el sol, si están malditos no les gustara nada estar bajo la luz – Sonrió – Y si siguen vivos ya les encontraremos alguna utilidad –
Comenzaron a arrastrarnos a la fuerza, mis acompañantes intentaron detenerlos, pero eran muy pequeños, en seguida los patearon y se perdieron de mi vista.
-No, no fue en contra de mi voluntad, me ofrecí como voluntaria para que realizaran los cambios – [ACCEDIENDO A ARCHIVOS] [ERROR] – Pero no tengo muchos datos sobre esa época, mi memoria fue removida al momento de la operación que me convirtió en Bio-cibernética – Recuerdos que se supone ya no me serían útiles [ERROR] en realidad ese no había sido el trato [INTERRUPCIÓN] [REINICIANDO]
La discusión sobre cual raza de Aerandir era “la elegida” me parecía poco relevante, cuando los orgánicos estaban convencidos de una idea era casi imposible el poder hacerlos entrar en razón. Escuche su explicación con atención, editando datos de mis registros en relación a las creencias de los hechiceros.
-Sí, civilización, espero que puedas descansar ahora, Loki Paradayne- [ANALIZANDO] el tipo de campamento al que habíamos llegado era más rustico de lo que parecía cuando estábamos más lejos. No habían casi casas, sino mas bien carpas puestas de forma rudimentaria y sin un orden lógico, tenían muy pocos animales de granja y los que había no estaban guardados o bien cuidados – No parece ser una comunidad agrícola…
Asentí ante los comentarios de mi compañero, sin duda parecía que habíamos llegado al campamento de unos bandidos. No conocía demasiado a los de su etnia, pero según mis registros no solían ser personas amables en sus modos de pensar ni actuar. Mis ideas se confirmaron al ver que nos apuntaban con arcos y flechas, ATAC levantó en seguida su arma también, pero lo obligue a bajarla, no era momento de pelear, teníamos que confiar en el carisma natural del hechicero.
Los hombres que nos rodeaban parecían estar desequilibrados, cansados, faltos de alimento, no parecía que se pudiera razonar con ellos. Mantuve mis manos en alto, para que no me consideraran una amenaza, mientras Loki intentaba hablar, sin demasiados resultados.
-No… - Quería decirles que no era necesario el ser agresivos, pero no querían escucharnos, cuando lastimaron al hechicero quise acercarme para ayudarlo, pero sentí la punta de una espada en mi espalda, si hacía cualquier tipo de movimiento sería herida de gravedad.
Tenía que admitir que los métodos de Loki me resultaban de lo más curiosos, “Van a matarlo, jajaja” No, él me dijo que tenía que confiar en su carisma, seguramente este era algún tipo de negociación entre orgánicos que no lograba entender.
-Soy Zöe, y él es Loki Paradayne, el hechicero del cosmos y la eternidad- Respondí y sonreí, intentando traer algo de paz a la situación, es que con el golpe en el rostro que había recibido mi compañero supuse que no iba a poder contestar correctamente – Buscábamos un sitio donde pasar la noche ya que mi compañero no descansa bien estando a la intemperie ¿Correcto? – Un golpe en mi nuca fue la respuesta, me hizo caer de rodillas al piso [ERROR] [ERROR]
-Me importa una mierda, no sé de donde salieron, pero fue muy mala idea que vinieran aquí – El líder se agacho junto a mí, me agarro del cabello y me obligo a levantar la cabeza, revisó las entradas para cables que tenía en mi nuca – Esta no sé qué es, tiene aquí unas especie de… agujeros –
-¡Esta maldita! ¡Hay que matarlos! – Varios gritos de aprobación se escucharon de fondo.
-¡¡A callar!! – Se quedo pensando unos segundos – Vamos a atarlos y a dejarlos ahí hasta que salga el sol, si están malditos no les gustara nada estar bajo la luz – Sonrió – Y si siguen vivos ya les encontraremos alguna utilidad –
Comenzaron a arrastrarnos a la fuerza, mis acompañantes intentaron detenerlos, pero eran muy pequeños, en seguida los patearon y se perdieron de mi vista.
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Todo sucedió tan rápido que no pudimos hacer nada. Desde el suelo vi como Zöe recibió un golpe justo detrás del cuello y observe al grandulón mirando con extrañeza los agujeros en su cráneo.
— No deberías hacer eso, amigo— Dije sin disimular la frialdad. Me apoye en el báculo para tratar de levantarme—. Ella puede matarlos a todos en un santiamén. Sera mejor que se disculpen y-
Uno de los bandidos me regreso al suelo de un puntapié en mi rodilla. Maldita sea, cuanto duele.
— ¡Cierra el pico, rata mentirosa, o te clavare una estaca justo en el corazón!
El barbado comento algo de atarnos y esperar hasta el amanecer. Apenas hizo una señal, todos empezaron a movilizarse para arrastrarnos al centro del asentamiento. Note como las mascotas de la mujer fueron pateadas como basura.
— ¡Oye tú, dame eso!
Sentí un par de manos intentando arrebatarme el báculo del Dios Ahogado. Gire con los ojos inyectados en sangre, la furia me invadió dándome la fuerza necesaria para levantarme y zurrar al tipo en la cabeza. Cayo inconsciente hacia varias cubetas repletas de agua, derramando su contenido.
— Es mí propiedad— Dije con pausa y claridad.
Al siguiente instante me encontré de nuevo en tierra mientras muchos pares de pies me pisotearon. Sentí como si fuera un saco de patatas molidas.
— Ya, ya, tranquilos. Dejemos que la mañana decida sobre ellos— Oí decir al barbado. Los demás tomaron distancia sin rechistar. Es obvio quien tiene la correa en este basurero. A duras penas gire la cabeza para verlo tomar el báculo de mis amoratados dedos. Le quito la tela y se quedo mirándolo un rato—. Parece caro...— Estrecho la vista, de un momento a otros sus se abrieron bañados de horror. Lo soltó y retrocedió como si le hubiera quemado, respirando con dificultad.
Me reí por su reacción, lástima que mi risa fuera ahogada por una nueva tanda de golpes. ¿Por qué tanto apego conmigo? Allí también esta Zöe.
El jefe chasqueo los dedos, apunto a un pobre diablo y luego al báculo—. Usa algo para tomarlo y llévalo al almacén. Ten cuidado, esta maldito.
El subordinado asintió y uso la misma tela donde lo envolví para llevárselo.
— De maldito nada, cabeza hueca. Solo eres demasiado tonto para comprender su poder— Esta vez fue el barbado quien se acerco a zurrarme. Después, todo quedo completamente negro.
No sé cuánto tiempo paso hasta que recupere la consciencia. Por el sol, apenas asomándose con timidez desde los picos en el horizonte, imagino que debieron pasar horas. Trate de moverme, pero fuertes sogas impidieron ponerme de pie o siquiera despegar mi espalda de la estaca donde estuve atado.
Con la vista explore los alrededores. Mis ojos amoratados me hicieron ver a los bandidos ambulantes como siluetas negras irreconocibles. Hubo otras estacas con gente en ellas, pero incluso con mi ceguera parcial... No parecieron demasiado... Animadas.
Me percate de una figura a pocos centímetros de mí— ¿Forastera? ¿Eres tú...?— Trate de llamarla—. ¿Qué paso? ¿Sigo guapo? ¿No te han abusado todavía? Dime que continuas viva, por favor.
— No deberías hacer eso, amigo— Dije sin disimular la frialdad. Me apoye en el báculo para tratar de levantarme—. Ella puede matarlos a todos en un santiamén. Sera mejor que se disculpen y-
Uno de los bandidos me regreso al suelo de un puntapié en mi rodilla. Maldita sea, cuanto duele.
— ¡Cierra el pico, rata mentirosa, o te clavare una estaca justo en el corazón!
El barbado comento algo de atarnos y esperar hasta el amanecer. Apenas hizo una señal, todos empezaron a movilizarse para arrastrarnos al centro del asentamiento. Note como las mascotas de la mujer fueron pateadas como basura.
— ¡Oye tú, dame eso!
Sentí un par de manos intentando arrebatarme el báculo del Dios Ahogado. Gire con los ojos inyectados en sangre, la furia me invadió dándome la fuerza necesaria para levantarme y zurrar al tipo en la cabeza. Cayo inconsciente hacia varias cubetas repletas de agua, derramando su contenido.
— Es mí propiedad— Dije con pausa y claridad.
Al siguiente instante me encontré de nuevo en tierra mientras muchos pares de pies me pisotearon. Sentí como si fuera un saco de patatas molidas.
— Ya, ya, tranquilos. Dejemos que la mañana decida sobre ellos— Oí decir al barbado. Los demás tomaron distancia sin rechistar. Es obvio quien tiene la correa en este basurero. A duras penas gire la cabeza para verlo tomar el báculo de mis amoratados dedos. Le quito la tela y se quedo mirándolo un rato—. Parece caro...— Estrecho la vista, de un momento a otros sus se abrieron bañados de horror. Lo soltó y retrocedió como si le hubiera quemado, respirando con dificultad.
Me reí por su reacción, lástima que mi risa fuera ahogada por una nueva tanda de golpes. ¿Por qué tanto apego conmigo? Allí también esta Zöe.
El jefe chasqueo los dedos, apunto a un pobre diablo y luego al báculo—. Usa algo para tomarlo y llévalo al almacén. Ten cuidado, esta maldito.
El subordinado asintió y uso la misma tela donde lo envolví para llevárselo.
— De maldito nada, cabeza hueca. Solo eres demasiado tonto para comprender su poder— Esta vez fue el barbado quien se acerco a zurrarme. Después, todo quedo completamente negro.
No sé cuánto tiempo paso hasta que recupere la consciencia. Por el sol, apenas asomándose con timidez desde los picos en el horizonte, imagino que debieron pasar horas. Trate de moverme, pero fuertes sogas impidieron ponerme de pie o siquiera despegar mi espalda de la estaca donde estuve atado.
Con la vista explore los alrededores. Mis ojos amoratados me hicieron ver a los bandidos ambulantes como siluetas negras irreconocibles. Hubo otras estacas con gente en ellas, pero incluso con mi ceguera parcial... No parecieron demasiado... Animadas.
Me percate de una figura a pocos centímetros de mí— ¿Forastera? ¿Eres tú...?— Trate de llamarla—. ¿Qué paso? ¿Sigo guapo? ¿No te han abusado todavía? Dime que continuas viva, por favor.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Iba a decir que eso no era cierto, que mi sistema era muy restrictivo al momento de tomar acción contra orgánicos, no podía simplemente suprimirlos porque si, tenían que hacer algo que me pusieran en un verdadero peligro de vida o muerte. Pero no hubo oportunidad, los bandidos estaban muy alterados y no dejaban de gritar improperios, escupirnos y golpearnos.
Cuando comenzaron a arrastrarme notaron que era más pesada de lo que parecía, las aleaciones de metal que conformaban mi cuerpo generaban un peso extra, necesitaron a dos hombres para poder llevarme adecuadamente. Pero luego de unos metros se cansaron.
-No se preocupen, no es necesario que me lleven a la fuerza – Me puse en pie y camine hacía el sitio señalado para nuestro cautiverio. En cambio mi compañero no parecía estar tomándose a bien la estadía con los bandidos, intentaba oponer resistencia, y eso solo hacía que lo golpearan aun más. Me genero cierta curiosidad el bastón, pensaba que solo era un trozo de madera bien tallado, pero el gesto que puso el líder cuando lo vio parecía decir otra cosa-¿Puedo ver que…?
Estire la mano pero recibí un golpe en las costillas que me detuvo, y una patada en el estómago cuando caí al piso. Mire a mi compañero, había quedado inconsciente pero lo seguían golpeando, si seguían así iban a matarlo [ANALIZANDO] mi sistema me obligaba a intentar ayudarlo. Me puse sobre él para cubrirlo de los golpes.
-Por favor, deténganse – Me hicieron caso, aunque no podría asegurar que había sido una consecuencia directa de mi pedido. Entre gruñidos el líder dijo:
-Ya está bien, llévalo hasta allí tu misma, los ataremos y los dejaremos hasta que se nos ocurra qué hacer – Asentí y levante a Loki, lo apoyé contra una estaca, ante el desconcierto de los bandidos, y luego me senté en un poste que estaba justo al lado
– Ahora es cuando deberían atarnos ¿Cierto?-
Los orgánicos se encogieron de hombros, sin entender la situación, y luego cumplieron con su labor al atarnos a ambos. Aún faltaban cinco horas y veinte minutos para que amaneciera, así que me mantuve quieta, esperando a que llegaran los primeros rayos del sol, o a que Loki despertara.
-Sí, soy yo – Le respondí a mi acompañante en cuanto empezó a reaccionar – Nos trajeron hasta el centro del campamento y nos ataron a unos postes – Lo mire fijamente, tenía ambos ojos con moretones e hinchados, restos de sangre y el pelo lleno de tierra – No sé qué consideran “guapo” los orgánicos, pero si no haces algo para tratar esas heridas podría volverse algo mas grave – No se me había ocurrido que pudiera ser abusada, la idea resultaba de lo más curiosa – No, no fui abusada, pero no parece que sea un peligro en lo inmediato –
El movimiento en el campamento había aumentado, con el comienzo de la jornada los bandidos se ponían a realizar sus tareas diarias. Algunos prendían el fuego, otros verificaban qué comida era utilizable aún, también estaban los que vigilaban, los que revisaban las armas, los que habían hecho el turno nocturno y ahora dormían. En cualquier caso, nadie nos prestaba atención en ese mismo momento.
-¿Qué crees que deberíamos hacer, Loki Paradayne? ¿Esperamos a que descubran que no estamos malditos? ¿O intentamos escapar? – Sentí el toque de una mano robotica en mis dedos, no podía ver quiénes eran, pero solo había una posibilidad – SEPA-IV, AMA, ATAC ¿Pueden cortar las sogas?
No sentí que estuvieran haciendo mucho, intenté girar la cabeza pero no lograba verlos bien. SEPA-IV vino corriendo frente a nosotros, me miro a mi, luego a Loki, no parecía entender la situación y se puso a bailar.
-No, no es momento de bailar, usa el fuego para cortar las sogas ¿Si? – Intentaba que mi acompañante lo entienda, pero parecía estar muy desconcentrado – No parece que vayan a ser de mucha ayuda – AMA agarraba las cuerdas e intentaba doblarlas, pero no funcionaba, y ATAC solo tenía sus clavos.
Cuando comenzaron a arrastrarme notaron que era más pesada de lo que parecía, las aleaciones de metal que conformaban mi cuerpo generaban un peso extra, necesitaron a dos hombres para poder llevarme adecuadamente. Pero luego de unos metros se cansaron.
-No se preocupen, no es necesario que me lleven a la fuerza – Me puse en pie y camine hacía el sitio señalado para nuestro cautiverio. En cambio mi compañero no parecía estar tomándose a bien la estadía con los bandidos, intentaba oponer resistencia, y eso solo hacía que lo golpearan aun más. Me genero cierta curiosidad el bastón, pensaba que solo era un trozo de madera bien tallado, pero el gesto que puso el líder cuando lo vio parecía decir otra cosa-¿Puedo ver que…?
Estire la mano pero recibí un golpe en las costillas que me detuvo, y una patada en el estómago cuando caí al piso. Mire a mi compañero, había quedado inconsciente pero lo seguían golpeando, si seguían así iban a matarlo [ANALIZANDO] mi sistema me obligaba a intentar ayudarlo. Me puse sobre él para cubrirlo de los golpes.
-Por favor, deténganse – Me hicieron caso, aunque no podría asegurar que había sido una consecuencia directa de mi pedido. Entre gruñidos el líder dijo:
-Ya está bien, llévalo hasta allí tu misma, los ataremos y los dejaremos hasta que se nos ocurra qué hacer – Asentí y levante a Loki, lo apoyé contra una estaca, ante el desconcierto de los bandidos, y luego me senté en un poste que estaba justo al lado
– Ahora es cuando deberían atarnos ¿Cierto?-
Los orgánicos se encogieron de hombros, sin entender la situación, y luego cumplieron con su labor al atarnos a ambos. Aún faltaban cinco horas y veinte minutos para que amaneciera, así que me mantuve quieta, esperando a que llegaran los primeros rayos del sol, o a que Loki despertara.
-Sí, soy yo – Le respondí a mi acompañante en cuanto empezó a reaccionar – Nos trajeron hasta el centro del campamento y nos ataron a unos postes – Lo mire fijamente, tenía ambos ojos con moretones e hinchados, restos de sangre y el pelo lleno de tierra – No sé qué consideran “guapo” los orgánicos, pero si no haces algo para tratar esas heridas podría volverse algo mas grave – No se me había ocurrido que pudiera ser abusada, la idea resultaba de lo más curiosa – No, no fui abusada, pero no parece que sea un peligro en lo inmediato –
El movimiento en el campamento había aumentado, con el comienzo de la jornada los bandidos se ponían a realizar sus tareas diarias. Algunos prendían el fuego, otros verificaban qué comida era utilizable aún, también estaban los que vigilaban, los que revisaban las armas, los que habían hecho el turno nocturno y ahora dormían. En cualquier caso, nadie nos prestaba atención en ese mismo momento.
-¿Qué crees que deberíamos hacer, Loki Paradayne? ¿Esperamos a que descubran que no estamos malditos? ¿O intentamos escapar? – Sentí el toque de una mano robotica en mis dedos, no podía ver quiénes eran, pero solo había una posibilidad – SEPA-IV, AMA, ATAC ¿Pueden cortar las sogas?
No sentí que estuvieran haciendo mucho, intenté girar la cabeza pero no lograba verlos bien. SEPA-IV vino corriendo frente a nosotros, me miro a mi, luego a Loki, no parecía entender la situación y se puso a bailar.
-No, no es momento de bailar, usa el fuego para cortar las sogas ¿Si? – Intentaba que mi acompañante lo entienda, pero parecía estar muy desconcentrado – No parece que vayan a ser de mucha ayuda – AMA agarraba las cuerdas e intentaba doblarlas, pero no funcionaba, y ATAC solo tenía sus clavos.
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Volver a escuchar el tono frío de mi compañera me lleno de alivio el corazón. Entre todo el griterío de los bandidos madrugando, las monótonas palabras de Zöe resultaron relajantes y me permitieron ordenar mi caótica consciencia.
— Creo que sé lo que preocupa a estos tipos— Empecé a decir. Recordé los comentarios sobre Malditos y chupa-sangres dichos por este puñado de lacras—. Piensan que somos vampiros. No son bandidos cualquiera... ¡Son cazadores!— Alce la voz sin querer y uno de esos sujetos horribles nos lanzo una mirada hostil. Me obligue a calmarme—. Nos ataron para ver si morimos por el sol... Podría ser más humillante, en el pueblo donde crecí usan una balanza y un ganso para detectar entidades malignas.
Guarde silencio mientras Zöe intento dar órdenes a sus mascotas de metal. El enano de rojo empezó a bailar cerca de mí—. ¿Por qué no me dijiste que esa criatura conoce la danza fluvial? ¿Cuáles otros secretos me ocultas, forastera?— El enojo duro poco en mí estado de inutilidad. Baje la cabeza—. Sin tan solo estuviera libre podría unirme a él y hundir esta región bajo metros de lluvia... El destino es injusto con los justos.
Mi vista se fue acostumbrando a la estrechez de los moretones. Volví a fijarme en las estacas esparcidas a nuestro alrededor. Unas tuvieron cadáveres humeantes atados igual que nosotros, otras fueron rodeadas por montículos de ceniza—. ¿Sabes que es raro de los vampiros? Cuando les da el sol, algunos se queman como nosotros mientras que otros simplemente se vuelven polvo. También leí de casos rarísimos donde el amanecer ni les provoca cosquillas... Sospecho que tiene ver que con la antigüedad. Es un tema interesante, te hace pensar, ¿no crees?
Ni idea de por qué empecé a soltar ese sermón justo ahora. Pero algo si tengo claro, hablar me tranquiliza. Tal vez por eso hablo tanto.
— Por fin despertaron, reinas durmientes— Reconocí la voz tosca y avejentada en un instante. El barbado llego, dando pasos dispares. Tomo asiento frente nosotros en un taburete traído por un subordinado—. Confió que hayan dormido bien.
— De maravilla— Eché un sonoro bostezo—. Diría que es la mejor estaca del Oeste.
El jefe soltó un bufido, no sé si mi comentario le hizo gracia o lo enojó. Sacó un par de objetos brillantes de su bolsillo. Fue difícil identificarlos a primera vista... Parecen ser... ¿Anillos de boda? Por las gemas que adornan lucen bastante caros. Él sé les quedo viendo y por un segundo el peso de los años se proyecto en su rostro—. Les seré claro, no me gusta andar con rodeos ni jueguitos mentales. Soy un tipo simple con objetivos simples... Liberar esta tierra del mal— Comento sin mirarnos—. Falta poco para la mañana y si empiezan a retorcerse, dudo que tenga tiempo de sacarles respuestas... ¿El crió los envió, no es así?
¿Cuál crío? Estuvo a punto de decir. Pero entonces la imagen del niño de ojos negros volvió a mi mente. Joder, no me digan que su sombra todavía me persigue.
— Soy un tipo razonable, si me dicen que les dijo y donde puedo encontrarlo, considerare dejarlos ir. Un peligro como él no puede seguir deambulando por Aerandir.
— Quizá si me devolviera el báculo sería más colaborador.
Él frunció el ceño. Llevo la vista hacia Zöe—. ¿Qué me cuentas tú? Te doy mi palabra que sí eres sincera, no te lastimare.
— Creo que sé lo que preocupa a estos tipos— Empecé a decir. Recordé los comentarios sobre Malditos y chupa-sangres dichos por este puñado de lacras—. Piensan que somos vampiros. No son bandidos cualquiera... ¡Son cazadores!— Alce la voz sin querer y uno de esos sujetos horribles nos lanzo una mirada hostil. Me obligue a calmarme—. Nos ataron para ver si morimos por el sol... Podría ser más humillante, en el pueblo donde crecí usan una balanza y un ganso para detectar entidades malignas.
Guarde silencio mientras Zöe intento dar órdenes a sus mascotas de metal. El enano de rojo empezó a bailar cerca de mí—. ¿Por qué no me dijiste que esa criatura conoce la danza fluvial? ¿Cuáles otros secretos me ocultas, forastera?— El enojo duro poco en mí estado de inutilidad. Baje la cabeza—. Sin tan solo estuviera libre podría unirme a él y hundir esta región bajo metros de lluvia... El destino es injusto con los justos.
Mi vista se fue acostumbrando a la estrechez de los moretones. Volví a fijarme en las estacas esparcidas a nuestro alrededor. Unas tuvieron cadáveres humeantes atados igual que nosotros, otras fueron rodeadas por montículos de ceniza—. ¿Sabes que es raro de los vampiros? Cuando les da el sol, algunos se queman como nosotros mientras que otros simplemente se vuelven polvo. También leí de casos rarísimos donde el amanecer ni les provoca cosquillas... Sospecho que tiene ver que con la antigüedad. Es un tema interesante, te hace pensar, ¿no crees?
Ni idea de por qué empecé a soltar ese sermón justo ahora. Pero algo si tengo claro, hablar me tranquiliza. Tal vez por eso hablo tanto.
— Por fin despertaron, reinas durmientes— Reconocí la voz tosca y avejentada en un instante. El barbado llego, dando pasos dispares. Tomo asiento frente nosotros en un taburete traído por un subordinado—. Confió que hayan dormido bien.
— De maravilla— Eché un sonoro bostezo—. Diría que es la mejor estaca del Oeste.
El jefe soltó un bufido, no sé si mi comentario le hizo gracia o lo enojó. Sacó un par de objetos brillantes de su bolsillo. Fue difícil identificarlos a primera vista... Parecen ser... ¿Anillos de boda? Por las gemas que adornan lucen bastante caros. Él sé les quedo viendo y por un segundo el peso de los años se proyecto en su rostro—. Les seré claro, no me gusta andar con rodeos ni jueguitos mentales. Soy un tipo simple con objetivos simples... Liberar esta tierra del mal— Comento sin mirarnos—. Falta poco para la mañana y si empiezan a retorcerse, dudo que tenga tiempo de sacarles respuestas... ¿El crió los envió, no es así?
¿Cuál crío? Estuvo a punto de decir. Pero entonces la imagen del niño de ojos negros volvió a mi mente. Joder, no me digan que su sombra todavía me persigue.
— Soy un tipo razonable, si me dicen que les dijo y donde puedo encontrarlo, considerare dejarlos ir. Un peligro como él no puede seguir deambulando por Aerandir.
— Quizá si me devolviera el báculo sería más colaborador.
Él frunció el ceño. Llevo la vista hacia Zöe—. ¿Qué me cuentas tú? Te doy mi palabra que sí eres sincera, no te lastimare.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
La teoría de Loki parecía ser bastante acertada, ciertamente la luz del sol era el peor enemigo de los vampiros, habíamos pasado muchos días con Dag encerrados en casas o cuevas para evitar que el sol lo dañara. Aunque también se pensaba que los demonios eran esquivos a ese tipo de cosas, claro que esos relatos podían haberse fundado en encuentros nocturnos con vampiros.
-¿Baile fluvial? – Incline la cabeza sin entender [ANALIZANDO] – En verdad no sé porque hace eso, alguien le enseño a bailar alguna vez, y desde entonces lo hace de vez en cuanto… Pero no me imagino como eso podría relacionarse con lluvias o movimientos fluviales – Mire al cielo y al campamento, iba a ser un día despejado – Dudo que lograran hacer que caiga siquiera una gota –
Escuche con atención lo que me contaba el hechicero. Para haber estado tanto tiempo con vampiros, los datos que tenía sobre ellos eran escasos. Aunque lo cierto era que había visto a muy pocos estar bajo la luz.
-Tu teoría es interesante, y sería maravilloso poder comprobarlo pero eso incluiría el tener que sacrificar a muchos vampiros y no creo que a ellos les agrade la idea ¿Correcto? – Escuché la voz del líder de los bandidos y me di vuelta – En realidad no tengo la capacidad de dormir. Pero agradezco la preocupación – Y agregué una sonrisa.
Le había dicho a Loki que le dejaría la interacción social con los orgánicos a él, pero si me hacían una pregunta directa no podía negarme a responder. Cuando el bandido llego, mis acompañantes habían corrido para esconderse tras de mí, podía sentir sus manitos intentando aflojar la soga, sin muchos resultados.
-El niño no nos envió, Loki Paradayne lo encontró por casualidad en el bosque, pero no le dijo nada que pudiera ser útil –
[BUSCANDO ARCHIVOS]… [ARCHIVOS ENCONTRADOS] [REPRODUCIENDO]
Reproduje luego con exactitud toda la charla que había escuchado entre el hechicero y el no-niño del bosque, de tener alguna fuente de sonido externo podría haber logrado que escuchara los audios de modo directo. Cuando termine me quede en silencio, a la espera de que el hombre llegara a alguna conclusión.
Los primeros rayos del sol ya asomaban por el horizonte, y los bandidos pudieron comprobar que ni mi compañero ni yo nos derretíamos en contacto con la luz. El líder del grupo parecía estar llegando a algún tipo de conclusión.
-Ya veo… Entonces no los envió ese niño – Se puso de pie y retrocedió un par de pasos – Suéltenlos, ya vimos que no son demonios –
Sus hombres se acercaron a nuestras espaldas, pude escuchar como volvían a apartar a mis acompañantes de un manotazo. Pronto tuve las manos libres, las marcas de las sogas se verían en mi piel durante varios días. Extendí la mano hacía Loki, él había recibido la peor parte y seguramente estaba muy adolorido.
-Me gustaría poder revisar tus heridas, Loki Paradayne ¿Si? Quiero asegurarme que no sea nada que pueda empeorar con el devenir de las horas -
-¿Baile fluvial? – Incline la cabeza sin entender [ANALIZANDO] – En verdad no sé porque hace eso, alguien le enseño a bailar alguna vez, y desde entonces lo hace de vez en cuanto… Pero no me imagino como eso podría relacionarse con lluvias o movimientos fluviales – Mire al cielo y al campamento, iba a ser un día despejado – Dudo que lograran hacer que caiga siquiera una gota –
Escuche con atención lo que me contaba el hechicero. Para haber estado tanto tiempo con vampiros, los datos que tenía sobre ellos eran escasos. Aunque lo cierto era que había visto a muy pocos estar bajo la luz.
-Tu teoría es interesante, y sería maravilloso poder comprobarlo pero eso incluiría el tener que sacrificar a muchos vampiros y no creo que a ellos les agrade la idea ¿Correcto? – Escuché la voz del líder de los bandidos y me di vuelta – En realidad no tengo la capacidad de dormir. Pero agradezco la preocupación – Y agregué una sonrisa.
Le había dicho a Loki que le dejaría la interacción social con los orgánicos a él, pero si me hacían una pregunta directa no podía negarme a responder. Cuando el bandido llego, mis acompañantes habían corrido para esconderse tras de mí, podía sentir sus manitos intentando aflojar la soga, sin muchos resultados.
-El niño no nos envió, Loki Paradayne lo encontró por casualidad en el bosque, pero no le dijo nada que pudiera ser útil –
[BUSCANDO ARCHIVOS]… [ARCHIVOS ENCONTRADOS] [REPRODUCIENDO]
Reproduje luego con exactitud toda la charla que había escuchado entre el hechicero y el no-niño del bosque, de tener alguna fuente de sonido externo podría haber logrado que escuchara los audios de modo directo. Cuando termine me quede en silencio, a la espera de que el hombre llegara a alguna conclusión.
Los primeros rayos del sol ya asomaban por el horizonte, y los bandidos pudieron comprobar que ni mi compañero ni yo nos derretíamos en contacto con la luz. El líder del grupo parecía estar llegando a algún tipo de conclusión.
-Ya veo… Entonces no los envió ese niño – Se puso de pie y retrocedió un par de pasos – Suéltenlos, ya vimos que no son demonios –
Sus hombres se acercaron a nuestras espaldas, pude escuchar como volvían a apartar a mis acompañantes de un manotazo. Pronto tuve las manos libres, las marcas de las sogas se verían en mi piel durante varios días. Extendí la mano hacía Loki, él había recibido la peor parte y seguramente estaba muy adolorido.
-Me gustaría poder revisar tus heridas, Loki Paradayne ¿Si? Quiero asegurarme que no sea nada que pueda empeorar con el devenir de las horas -
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Me quede piedra al oír como Zöe replico mi conversación palabra por palabra. Increíble. Una memoria como la suya rivalizaría con los bibliotecarios de Hekshold. ¿Acaso hay algo que no pueda hacer? Bueno, dudo que pueda reírse o llorar. Pero esas son nimiedades, a mí no me molestaría sacrificarlas contar de jamás olvidar. La de infinidades de cosas que podría aprender con esa mente suya.
El barbudo nos liberó poco después de presenciar el truco de Zöe. Como sospeché, él es más diplomático que las lacras que tiene como subordinados. Eso sí, golpea como un oso y huele como pantano.
Extendí los brazos y piernas para deshacerme del estrés, se siente tan fenomenal moverse—. El cuerpo humano no fue hecho para estar en una sola posición por mucho tiempo, forastera. Necesita flexionarse, la sangre tiene que fluir o traerá graves consecuencias— Mi comentario me recordó un instrumento del pasado—. ¿Oíste de la caja del erizo? No sé si se continúa usando, pero es una jaula peculiar. Tan pequeña que necesitas agacharte para caber dentro y sus costados están llenos de filosos pinchos. Si te quedas quieto excelente, pero cuando pasan las horas e incluso los días, tienes que moverte o recostarte al menos y...— Cerré la boca al sentir varias miradas confusas en mi dirección.
— ¿A qué viene todo ese rollo? ¿Te caíste de pequeño desde una mesa?— Pregunto el jefe apuntándome con el dedo.
Cierra la boca, grandulón. ¿Es que las personas dejaron de querer aprender sobre cultura o historia? Incluso si es historia oscura merece la pena, uno nunca sabe cuando será útil.
— Iré a buscar tú estúpida vara maldecida.
— No es estúpida ni es una vara ni esta maldita. ¿Cuánto cuesta entenderlo? Vamos, dilo, “Báculo del Dios Ahogado”, no es tan difícil.
El hombre gruño con fuerza y por precaución retrocedí hacia mi compañera. El jefe echó un vistazo rápido a Zöe antes de partir.
— Creo que le agradas— Comente con una sonrisa burlona. Ella ofreció tratar mis herirás. Ah, casi olvido mí deplorable estado—. Sabes, en este poco tiempo que nos hemos conocido pareces ser una criatura de confianza— Tome asiento en el taburete del barbudo, permitiendo que ella trate lo que tenga que tratar—. Deberías convertirte en mi asistente. Aprenderías mucho y explorarías regiones que ningún ser a pisado jamas, descubriríamos las fuentes de sabiduría más ancestrales y perdidas— Señale a las lejanías, hacia el amanecer. Luego suspire y baje la cabeza—. Pero eso es el futuro... Por ahora me concentro en aprender lo que más pueda y obtener riquezas. El oro y la plata son fuerzas que mueven al mundo, incluso más que la magia o el acero.
El jefe volvió con el báculo en mano, enrollado por varias telas más gruesas que la original. Me lo arrojo sin previo aviso pero logre tomarlo en el aire. Revise su superficie buscando daños pero me sentí tonto. Nada ni nadie, ni el tiempo ni los mismos dioses, pueden agrietar la madera de este objeto.
— Tengo otra pregunta que hacer... ¿Cómo sobrevivieron al crió? Cuando te toca la carnada se supone que tú destino queda sellado. No importa hasta donde corras o te escondas, terribles criaturas no-muertas te perseguirán sin descansar.
— ¿Ah? ¿Quieres saber eso...?— Sonreí, una idea traviesa llego a mi mente—. Tienes razón, un ser terrible nos dio caza— Me levante del taburete—. Cuando digo terrible es que era terrible al nivel de leyendas. Medía tres...
— ¿Tres...?
— ¡No, cinco metros de alto! ¡Y con cada segundo que transcurría aumentaba de tamaño, hasta el punto que sus cabezas quedaron sobre las copas de los arboles!— Dije alzando mi mano y subiéndola poco a poco para simular el aumento. Mi sonrisa se agrando al ver como el hombre quedo pálido.
Un creciente grupo de cazadores se fue reuniendo a nuestro alrededor.
— ¿Acabas de decir cabezas?— Pregunto uno con la mandíbula envuelta en vendas.
— Sí, tenía tres cabezas, cada una con más dientes que la anterior, también escupían fuego y... ¡Y ácido!
— ¡Oh, en la noche vi humo viniendo desde el bosque! ¡Debió ser eso!
Los murmullos de interés y temor se mezclaron y crecieron. Me sentí en mi propia salsa al contar la historia.
— Le plante cara, lo golpee varias veces pero resulto inútil. No quise hacerlo pero tuve que huir. Sin embargo sus cuatro pares de ojos me siguieron como luciérnagas hacia la luz. ¡Oh, el horror!
— Dijiste que tenía tres cabezas, el recuento de ojos no cuadra.
— Ah, eso, es que... ¡Una de las cabezas no tenía ojos!
Los cazadores contuvieron el aliento al escuchar la nueva información, intentando darle forma en sus pobres mentes al monstruo de mis disparates. Comentaron en voz alta sobre seres que atacaron su campamento, horribles pero no tan exagerados como el que mencione.
— ¿Y cómo diantres saliste vivo de eso?— Pregunto el barbado con los brazos cruzados.
— La respuesta es simple, amigo. De hecho ya se los comente antes, pero uno de ustedes me acuso de mentiroso— Busque entre la multitud al sujeto que me pateo y lo señale—. ¡Sí, tú! ¡No tratas de esconderte! ¡Ya te vi!
— Escupelo de una vez.
Guarde silencio, dejando que la tensión y el misterio fermentaran el ambiente. Camine hacia atrás con cuidado de no tropezar. Termine de pie junto a Zöe y sus enanos de colores. Con un gesto de mano la presente—. La única razón por la que ustedes no están vomitando sus tripas por la boca es porque todavía no ha querido.
En unisonó todos anclaron la vista en ella.
— ¡Apareció entre los arboles como un cometa plateado, de un golpe hizo arrodillar al monstruo!— Imite los movimientos con mímica para darle mayor emoción— ¡Con una mano arranco dos de las cabezas y con la otra estrelló el cuerpo contra la tierra!— Imite el tono monótono—. “¿Estás listo para sufrir?” ¡Pregunto ella! “¡Suéltame, suéltame, por favor ten piedad!” Gritó pataleando la abominación.
— ¿Podía hablar?
— No, pero, ya sabes, el miedo se ve en los ojos.
Claro que se ve, en la mirada de todos estos pobres diablos se nota el temor por Zöe. Seguro recuerdan el mal trato y se arrepienten de ello, algunos incluso huyeron. Cobardes.
— ¿Cómo lo mató?— Pregunto el jefe, su voz extrañamente tranquila.
— Fue fácil, el final llego en un respiro— Zarandee mi mano en el aire—. Atravesó el pecho de un solo golpe, luego presiono el núcleo que dio vida a la criatura hasta destrozarlo.
El jefe asintió con una sonrisa llena de agujeros.
— Ya veo, ya veo... Si te saltas el detalle del núcleo, creería que toda tu historia es una cascada de ridiculeces. Aunque todavía creo que exageraste muchas partes— Su ceño fruncido barreo la multitud—. ¡Todos, vayan a prepararse! ¡Saldremos de expedición a dos horas del mediodía! Tenemos que limpiar las zonas antes que los no-muertos enviados por el crió se extiendan... ¡Espabilen!
Los cazadores se dispersaron a cumplir la orden igual que zánganos en una colmena.
— Ahora es mí turno de preguntar— Dije en voz alta. El jefe arqueo una ceja—. Esos anillos de antes... ¿Qué historia esconden?
— No están a la venta.
— Ni te preocupes. Detesto los adornos inútiles.
— ¿Entonces para qué quieres sabes?
Me encogí de hombros—. Soy un hombre curioso, pregunto mucho. Además con este último intercambio estaríamos a mano.
El jefe guardo silencio, claramente considerándolo. Rebusco en su bolsillo antes de volver a sacarlos. Se les quedo observando un rato antes de responder.
— Eran de mi hija y su marido. Tenían una caravana comercial— Su tono se hizo más ronco y profundo.
— Eso explica porque lucen tan caros.
— Sí, les iba bien... Una pena que mi decisión lo jodiera todo— Con lentitud regreso los anillos a su bolsillo—. Yo les aconseje tomar un atajo por el Oeste. Iban conmigo así que pensé que estaríamos seguros, soy más fuerte de lo que parezco— Soltó una carcajada carente de gracia—. O eso creía, pero la verdad que no soy nada. El crío llego... Habló con mi hija, siempre busca primero a los más fáciles de matar.
Yo no soy fácil de matar.
— Él atrajo a los monstruos... Intente detenerlos, juro por los dioses que lo intente. Tarde un tiempo en descubrir el punto débil, pero apenas lo hice me lleve a varios por delante. Todo mi esfuerzo no sirvió de nada. Al final acabe noqueado por una de esas cosas— Sus hombros empezaron a temblar. Respiro hondo para recomponer la calma—. Cuando desperté tenía una bola de carne encajada en el abdomen, y toda la caravana quedo destrozada... Pero lo más extraño es que no hubo ningún cuerpo a la vista... Ni de mi hija, ni de su marido, ni de los otros comerciantes que trabajaron con ellos.
Cerré el puño hasta que sus nudillos palidecieron.
— Desearía que el puto crío me hubiera matado, pero no, una criatura como él prefirió torturarme... Esa misma noche me persiguió otro monstruo, mucho más espeluznante que los anteriores, era una pila de brazos vivientes... Reconocí los anillos al instante y, lo ultimo que recuerdo es que todo se volvió rojo.
Guardo unos segundos de silencio antes de seguir.
— No sé qué coño es ese “crío”, tampoco sé que quiere... Lo único que tengo claro desde el fondo de mi alma, es que es muy antiguo y malicioso. Los primeros años pensé que era un vampiro, pero ahora no estoy tan seguro.
— ¿Antiguo? ¿Hace cuando ocurrió esa desventura tuya?
— Hace como veinticinco años. Pero los rumores de entes desconocidos son más viejos que yo, tan viejos que los etiquete como cuentos de camino. Graso error.
Temblé al oír la cifra. Este tipo pasó más dos décadas de su vida persiguiendo sombras. Pobre y patética alma desgraciada.
— ¿Satisfecho?
— Lo estoy...
El jefe se acerco cojeando hasta quedar frente a Zöe, la diferencia entre sus estaturas los hizo parecer como un gigante hablándole a una niña—. Chica, si lo que dice tu amigo es cierto, me gustaría contar con tú apoyo en la siguiente expedición. Te prometo que te trataremos bien y seras recompensada.
Independiente de la respuesta de la forastera me interpuso entre ambos—. Ya estamos cansados del maldito niño y de estos malditos bosques. Dinos el camino más corto para salir de esta lúgubre región y quedamos sin rencores.
— Creí que ya estábamos a mano.
— Soy muy rencoroso, necesito mayores incentivos para olvidar una paliza.
— Quítate de en medio, charlatán. Ella puede responder por sí misma— Un movimiento suyo basto para apartarme.
El barbudo nos liberó poco después de presenciar el truco de Zöe. Como sospeché, él es más diplomático que las lacras que tiene como subordinados. Eso sí, golpea como un oso y huele como pantano.
Extendí los brazos y piernas para deshacerme del estrés, se siente tan fenomenal moverse—. El cuerpo humano no fue hecho para estar en una sola posición por mucho tiempo, forastera. Necesita flexionarse, la sangre tiene que fluir o traerá graves consecuencias— Mi comentario me recordó un instrumento del pasado—. ¿Oíste de la caja del erizo? No sé si se continúa usando, pero es una jaula peculiar. Tan pequeña que necesitas agacharte para caber dentro y sus costados están llenos de filosos pinchos. Si te quedas quieto excelente, pero cuando pasan las horas e incluso los días, tienes que moverte o recostarte al menos y...— Cerré la boca al sentir varias miradas confusas en mi dirección.
— ¿A qué viene todo ese rollo? ¿Te caíste de pequeño desde una mesa?— Pregunto el jefe apuntándome con el dedo.
Cierra la boca, grandulón. ¿Es que las personas dejaron de querer aprender sobre cultura o historia? Incluso si es historia oscura merece la pena, uno nunca sabe cuando será útil.
— Iré a buscar tú estúpida vara maldecida.
— No es estúpida ni es una vara ni esta maldita. ¿Cuánto cuesta entenderlo? Vamos, dilo, “Báculo del Dios Ahogado”, no es tan difícil.
El hombre gruño con fuerza y por precaución retrocedí hacia mi compañera. El jefe echó un vistazo rápido a Zöe antes de partir.
— Creo que le agradas— Comente con una sonrisa burlona. Ella ofreció tratar mis herirás. Ah, casi olvido mí deplorable estado—. Sabes, en este poco tiempo que nos hemos conocido pareces ser una criatura de confianza— Tome asiento en el taburete del barbudo, permitiendo que ella trate lo que tenga que tratar—. Deberías convertirte en mi asistente. Aprenderías mucho y explorarías regiones que ningún ser a pisado jamas, descubriríamos las fuentes de sabiduría más ancestrales y perdidas— Señale a las lejanías, hacia el amanecer. Luego suspire y baje la cabeza—. Pero eso es el futuro... Por ahora me concentro en aprender lo que más pueda y obtener riquezas. El oro y la plata son fuerzas que mueven al mundo, incluso más que la magia o el acero.
El jefe volvió con el báculo en mano, enrollado por varias telas más gruesas que la original. Me lo arrojo sin previo aviso pero logre tomarlo en el aire. Revise su superficie buscando daños pero me sentí tonto. Nada ni nadie, ni el tiempo ni los mismos dioses, pueden agrietar la madera de este objeto.
— Tengo otra pregunta que hacer... ¿Cómo sobrevivieron al crió? Cuando te toca la carnada se supone que tú destino queda sellado. No importa hasta donde corras o te escondas, terribles criaturas no-muertas te perseguirán sin descansar.
— ¿Ah? ¿Quieres saber eso...?— Sonreí, una idea traviesa llego a mi mente—. Tienes razón, un ser terrible nos dio caza— Me levante del taburete—. Cuando digo terrible es que era terrible al nivel de leyendas. Medía tres...
— ¿Tres...?
— ¡No, cinco metros de alto! ¡Y con cada segundo que transcurría aumentaba de tamaño, hasta el punto que sus cabezas quedaron sobre las copas de los arboles!— Dije alzando mi mano y subiéndola poco a poco para simular el aumento. Mi sonrisa se agrando al ver como el hombre quedo pálido.
Un creciente grupo de cazadores se fue reuniendo a nuestro alrededor.
— ¿Acabas de decir cabezas?— Pregunto uno con la mandíbula envuelta en vendas.
— Sí, tenía tres cabezas, cada una con más dientes que la anterior, también escupían fuego y... ¡Y ácido!
— ¡Oh, en la noche vi humo viniendo desde el bosque! ¡Debió ser eso!
Los murmullos de interés y temor se mezclaron y crecieron. Me sentí en mi propia salsa al contar la historia.
— Le plante cara, lo golpee varias veces pero resulto inútil. No quise hacerlo pero tuve que huir. Sin embargo sus cuatro pares de ojos me siguieron como luciérnagas hacia la luz. ¡Oh, el horror!
— Dijiste que tenía tres cabezas, el recuento de ojos no cuadra.
— Ah, eso, es que... ¡Una de las cabezas no tenía ojos!
Los cazadores contuvieron el aliento al escuchar la nueva información, intentando darle forma en sus pobres mentes al monstruo de mis disparates. Comentaron en voz alta sobre seres que atacaron su campamento, horribles pero no tan exagerados como el que mencione.
— ¿Y cómo diantres saliste vivo de eso?— Pregunto el barbado con los brazos cruzados.
— La respuesta es simple, amigo. De hecho ya se los comente antes, pero uno de ustedes me acuso de mentiroso— Busque entre la multitud al sujeto que me pateo y lo señale—. ¡Sí, tú! ¡No tratas de esconderte! ¡Ya te vi!
— Escupelo de una vez.
Guarde silencio, dejando que la tensión y el misterio fermentaran el ambiente. Camine hacia atrás con cuidado de no tropezar. Termine de pie junto a Zöe y sus enanos de colores. Con un gesto de mano la presente—. La única razón por la que ustedes no están vomitando sus tripas por la boca es porque todavía no ha querido.
En unisonó todos anclaron la vista en ella.
— ¡Apareció entre los arboles como un cometa plateado, de un golpe hizo arrodillar al monstruo!— Imite los movimientos con mímica para darle mayor emoción— ¡Con una mano arranco dos de las cabezas y con la otra estrelló el cuerpo contra la tierra!— Imite el tono monótono—. “¿Estás listo para sufrir?” ¡Pregunto ella! “¡Suéltame, suéltame, por favor ten piedad!” Gritó pataleando la abominación.
— ¿Podía hablar?
— No, pero, ya sabes, el miedo se ve en los ojos.
Claro que se ve, en la mirada de todos estos pobres diablos se nota el temor por Zöe. Seguro recuerdan el mal trato y se arrepienten de ello, algunos incluso huyeron. Cobardes.
— ¿Cómo lo mató?— Pregunto el jefe, su voz extrañamente tranquila.
— Fue fácil, el final llego en un respiro— Zarandee mi mano en el aire—. Atravesó el pecho de un solo golpe, luego presiono el núcleo que dio vida a la criatura hasta destrozarlo.
El jefe asintió con una sonrisa llena de agujeros.
— Ya veo, ya veo... Si te saltas el detalle del núcleo, creería que toda tu historia es una cascada de ridiculeces. Aunque todavía creo que exageraste muchas partes— Su ceño fruncido barreo la multitud—. ¡Todos, vayan a prepararse! ¡Saldremos de expedición a dos horas del mediodía! Tenemos que limpiar las zonas antes que los no-muertos enviados por el crió se extiendan... ¡Espabilen!
Los cazadores se dispersaron a cumplir la orden igual que zánganos en una colmena.
— Ahora es mí turno de preguntar— Dije en voz alta. El jefe arqueo una ceja—. Esos anillos de antes... ¿Qué historia esconden?
— No están a la venta.
— Ni te preocupes. Detesto los adornos inútiles.
— ¿Entonces para qué quieres sabes?
Me encogí de hombros—. Soy un hombre curioso, pregunto mucho. Además con este último intercambio estaríamos a mano.
El jefe guardo silencio, claramente considerándolo. Rebusco en su bolsillo antes de volver a sacarlos. Se les quedo observando un rato antes de responder.
— Eran de mi hija y su marido. Tenían una caravana comercial— Su tono se hizo más ronco y profundo.
— Eso explica porque lucen tan caros.
— Sí, les iba bien... Una pena que mi decisión lo jodiera todo— Con lentitud regreso los anillos a su bolsillo—. Yo les aconseje tomar un atajo por el Oeste. Iban conmigo así que pensé que estaríamos seguros, soy más fuerte de lo que parezco— Soltó una carcajada carente de gracia—. O eso creía, pero la verdad que no soy nada. El crío llego... Habló con mi hija, siempre busca primero a los más fáciles de matar.
Yo no soy fácil de matar.
— Él atrajo a los monstruos... Intente detenerlos, juro por los dioses que lo intente. Tarde un tiempo en descubrir el punto débil, pero apenas lo hice me lleve a varios por delante. Todo mi esfuerzo no sirvió de nada. Al final acabe noqueado por una de esas cosas— Sus hombros empezaron a temblar. Respiro hondo para recomponer la calma—. Cuando desperté tenía una bola de carne encajada en el abdomen, y toda la caravana quedo destrozada... Pero lo más extraño es que no hubo ningún cuerpo a la vista... Ni de mi hija, ni de su marido, ni de los otros comerciantes que trabajaron con ellos.
Cerré el puño hasta que sus nudillos palidecieron.
— Desearía que el puto crío me hubiera matado, pero no, una criatura como él prefirió torturarme... Esa misma noche me persiguió otro monstruo, mucho más espeluznante que los anteriores, era una pila de brazos vivientes... Reconocí los anillos al instante y, lo ultimo que recuerdo es que todo se volvió rojo.
Guardo unos segundos de silencio antes de seguir.
— No sé qué coño es ese “crío”, tampoco sé que quiere... Lo único que tengo claro desde el fondo de mi alma, es que es muy antiguo y malicioso. Los primeros años pensé que era un vampiro, pero ahora no estoy tan seguro.
— ¿Antiguo? ¿Hace cuando ocurrió esa desventura tuya?
— Hace como veinticinco años. Pero los rumores de entes desconocidos son más viejos que yo, tan viejos que los etiquete como cuentos de camino. Graso error.
Temblé al oír la cifra. Este tipo pasó más dos décadas de su vida persiguiendo sombras. Pobre y patética alma desgraciada.
— ¿Satisfecho?
— Lo estoy...
El jefe se acerco cojeando hasta quedar frente a Zöe, la diferencia entre sus estaturas los hizo parecer como un gigante hablándole a una niña—. Chica, si lo que dice tu amigo es cierto, me gustaría contar con tú apoyo en la siguiente expedición. Te prometo que te trataremos bien y seras recompensada.
Independiente de la respuesta de la forastera me interpuso entre ambos—. Ya estamos cansados del maldito niño y de estos malditos bosques. Dinos el camino más corto para salir de esta lúgubre región y quedamos sin rencores.
— Creí que ya estábamos a mano.
— Soy muy rencoroso, necesito mayores incentivos para olvidar una paliza.
— Quítate de en medio, charlatán. Ella puede responder por sí misma— Un movimiento suyo basto para apartarme.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Era cierto lo que Loki decía, incluso mis articulaciones se sentían entumecidas producto de las largas horas estando atada, probablemente si sintiera como los humanos estaría ahora muy adolorida. Estire las manos y moví los dedos para verificar que aún funcionaban correctamente [ANALIZANDO] todo parecía estar bien.
-No había escuchado sobre ese tipo de jaulas mmm tiene sentido lo que dices, con el correr del tiempo a los orgánicos les debe resultar imposible el estar en la misma posición. Además, probablemente cuando ya ha pasado un día el cuerpo debe sufrir espasmos y se mueve por sí mismo, ignorando la voluntad de la persona – Incline la cabeza y medite un poco más sobre las palabras del hechicero – Cuando se trata de generar métodos de tortura los orgánicos son muy listos.
Nuestro dialogo se vio interrumpido por el líder de los bandidos, al parecer el tema no era de su agrado. Pero al menos le devolvería su bastón a Loki, y nos permitiría andar libremente por el campamento.
-¿Crees que le agrado? – [ANALIZANDO] – Eso es algo bueno ¿Cierto? – Deje que el hombre se acomodara en un taburete mientras revisaba mi morral en busca de materiales que me pudieran servir, saque varias Hojas del Rey, las aplaste lo mejor que pude hasta que quedo una sustancia viscosa. Saque también algunos trozos de tela, los moje con agua de mi cantimplora y empecé a limpiarle el rostro mientras me hablaba – He notado que la gran mayoría de los orgánicos están obsesionados con todo lo relacionado a los Aeros y los objetos de valor ¿Si? Yo no le encuentro sentido alguno, comprendo que viven en una sociedad regulada por la compra y venta de materiales varios los cuales incluyen algunos fundamentales para su subsistencia – Ahora que las heridas en su rostro estaban limpias aplique un poco de la pomada, eso ayudaría a que los cortes curen y además tendría un efecto de sedación para que no le doliera tanto – Pero no creo que eso justifique todo el tiempo y esfuerzo que le dedican a dicha tarea – Tape los magullones tanto como pude, uno de los ojos estaba peor que el otro, por lo que allí puse más emplaste y lo cubrí por completo – Puedo ser tu asistente si así lo deseas, pero deberás ordenármelo para que mi sistema lo registre –
En realidad tenía intenciones de revisar todo su cuerpo, pero el líder de los bandidos regreso y le entrego su báculo, y casi en seguida se pusieron a hablar sobre lo que había pasado la noche anterior. Observé en silencio como el hechicero modificaba la historia, los datos que daba eran sumamente inexactos, no podía entender porque hacía una cosa como esa.
-Eso no… - Intenté intervenir – No fue así como… - Pero Loki era mucho más rápido que yo al momento de hablar [ANALIZANDO] Quizás esto era parte de su modo de negociar con los bandidos, tal vez era mejor que no me metiera y dejar que el “carisma” del hechicero se encargara de todo.
Luego el líder de los bandidos nos explicó los motivos por los cuales estaban en ese lugar y la deuda pendiente que tenía con el no-niño que habíamos visto la noche anterior. ¡El carisma de Loki si había funcionado al final! De seguro era por eso que ahora en lugar de ser prisioneros estaban solicitando nuestra ayuda. Sonreí en un intento de participar de la charla, pero al ver que todos tenían gestos serios quite la sonrisa y la remplace por una cara de seriedad.
-¿Deseas que los acompañe? – El hombre asintió, me miraba de una forma extraña, mi sistema no lograba identificar de que se trataba. Luego Loki se interpuso y dijo que nos íbamos a ir de ese sitio - ¿Si? ¿A dónde vamos? – En verdad me interesaba saber cuál era nuestro destino.
Podía notar que el intercambio entre ambos hombres era cada vez más virulento, por lo que no parecía ser una buena idea extenderlo.
-Si deseas que haga algo solo debes ordenármelo –
-¿Eh?-
-Soy un Bio- cibernético, si me das una orden directa debo en la medida de lo posible cumplir con ella –
-Eso es tan… Extraño – El líder de los bandidos se pasó los dedos por el mentón varias veces mientras evaluaba mis palabras – Ven con nosotros, Chica –
-De acuerdo, iré – Eso iba en contra de los deseos de Loki, pero en este tipo de situaciones la orden que permitiera salvar a más orgánicos era la correcta.
-¡¡Bien dicho!! – Me dio dos fuertes palmadas en el hombro y un apretón de manos - ¿Escucharon sabandijas? La Chica que se encargó del monstruo ayer nos acompañara en la expedición –
No todos parecían emocionados con la noticia, tampoco era mi intención incomodarlos, pero una orden directa tenía que ser cumplida, así lo exigía mi sistema.
-Lo siento, Loki Paradayne. Entiendo que querías retirarte ya del campamento – Tome a mis acompañantes y los puse dentro del morral – Pero fue una orden.
Todos los bandidos se prepararon para salir, llevaron algunas provisiones, no demasiadas porque se suponía que volveríamos antes del anochecer. Con lo que si cargaban era con una gran cantidad de armas y piezas de armadura sueltas, probablemente robadas en cuerpos en viejos campos de batalla.
Cuando todo estuvo listo partimos hacía el bosque nuevamente, donde se suponía que nos esperaba el no-niño de origen desconocido.
-No había escuchado sobre ese tipo de jaulas mmm tiene sentido lo que dices, con el correr del tiempo a los orgánicos les debe resultar imposible el estar en la misma posición. Además, probablemente cuando ya ha pasado un día el cuerpo debe sufrir espasmos y se mueve por sí mismo, ignorando la voluntad de la persona – Incline la cabeza y medite un poco más sobre las palabras del hechicero – Cuando se trata de generar métodos de tortura los orgánicos son muy listos.
Nuestro dialogo se vio interrumpido por el líder de los bandidos, al parecer el tema no era de su agrado. Pero al menos le devolvería su bastón a Loki, y nos permitiría andar libremente por el campamento.
-¿Crees que le agrado? – [ANALIZANDO] – Eso es algo bueno ¿Cierto? – Deje que el hombre se acomodara en un taburete mientras revisaba mi morral en busca de materiales que me pudieran servir, saque varias Hojas del Rey, las aplaste lo mejor que pude hasta que quedo una sustancia viscosa. Saque también algunos trozos de tela, los moje con agua de mi cantimplora y empecé a limpiarle el rostro mientras me hablaba – He notado que la gran mayoría de los orgánicos están obsesionados con todo lo relacionado a los Aeros y los objetos de valor ¿Si? Yo no le encuentro sentido alguno, comprendo que viven en una sociedad regulada por la compra y venta de materiales varios los cuales incluyen algunos fundamentales para su subsistencia – Ahora que las heridas en su rostro estaban limpias aplique un poco de la pomada, eso ayudaría a que los cortes curen y además tendría un efecto de sedación para que no le doliera tanto – Pero no creo que eso justifique todo el tiempo y esfuerzo que le dedican a dicha tarea – Tape los magullones tanto como pude, uno de los ojos estaba peor que el otro, por lo que allí puse más emplaste y lo cubrí por completo – Puedo ser tu asistente si así lo deseas, pero deberás ordenármelo para que mi sistema lo registre –
En realidad tenía intenciones de revisar todo su cuerpo, pero el líder de los bandidos regreso y le entrego su báculo, y casi en seguida se pusieron a hablar sobre lo que había pasado la noche anterior. Observé en silencio como el hechicero modificaba la historia, los datos que daba eran sumamente inexactos, no podía entender porque hacía una cosa como esa.
-Eso no… - Intenté intervenir – No fue así como… - Pero Loki era mucho más rápido que yo al momento de hablar [ANALIZANDO] Quizás esto era parte de su modo de negociar con los bandidos, tal vez era mejor que no me metiera y dejar que el “carisma” del hechicero se encargara de todo.
Luego el líder de los bandidos nos explicó los motivos por los cuales estaban en ese lugar y la deuda pendiente que tenía con el no-niño que habíamos visto la noche anterior. ¡El carisma de Loki si había funcionado al final! De seguro era por eso que ahora en lugar de ser prisioneros estaban solicitando nuestra ayuda. Sonreí en un intento de participar de la charla, pero al ver que todos tenían gestos serios quite la sonrisa y la remplace por una cara de seriedad.
-¿Deseas que los acompañe? – El hombre asintió, me miraba de una forma extraña, mi sistema no lograba identificar de que se trataba. Luego Loki se interpuso y dijo que nos íbamos a ir de ese sitio - ¿Si? ¿A dónde vamos? – En verdad me interesaba saber cuál era nuestro destino.
Podía notar que el intercambio entre ambos hombres era cada vez más virulento, por lo que no parecía ser una buena idea extenderlo.
-Si deseas que haga algo solo debes ordenármelo –
-¿Eh?-
-Soy un Bio- cibernético, si me das una orden directa debo en la medida de lo posible cumplir con ella –
-Eso es tan… Extraño – El líder de los bandidos se pasó los dedos por el mentón varias veces mientras evaluaba mis palabras – Ven con nosotros, Chica –
-De acuerdo, iré – Eso iba en contra de los deseos de Loki, pero en este tipo de situaciones la orden que permitiera salvar a más orgánicos era la correcta.
-¡¡Bien dicho!! – Me dio dos fuertes palmadas en el hombro y un apretón de manos - ¿Escucharon sabandijas? La Chica que se encargó del monstruo ayer nos acompañara en la expedición –
No todos parecían emocionados con la noticia, tampoco era mi intención incomodarlos, pero una orden directa tenía que ser cumplida, así lo exigía mi sistema.
-Lo siento, Loki Paradayne. Entiendo que querías retirarte ya del campamento – Tome a mis acompañantes y los puse dentro del morral – Pero fue una orden.
Todos los bandidos se prepararon para salir, llevaron algunas provisiones, no demasiadas porque se suponía que volveríamos antes del anochecer. Con lo que si cargaban era con una gran cantidad de armas y piezas de armadura sueltas, probablemente robadas en cuerpos en viejos campos de batalla.
Cuando todo estuvo listo partimos hacía el bosque nuevamente, donde se suponía que nos esperaba el no-niño de origen desconocido.
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Con una mano bajo el mentón y tomando asiento en un tocón elegido por azar, observé a los cazadores trabajando mientras el sol del mediodía ilumino un poco aquel bosque brumoso. Hace más de tres horas que dejamos el campamento y ya se aventuraron a recolectar leña para acampar. Según el jefe, las noches aquí son más prematuras, oscuras y extensas que en otros lugares, “Es mejor prevenir que lamentar” añadió.
El plan original era volver antes del anochecer. Pero apenas encontraron el lugar donde dimos muerte a Bola de Algodón, las cosas se torcieron y optaron por continuar la misión. ¿Por qué? Simple, no había ni un solo cuerpo en la escena, solo un charco ennegrecido que se extendió al interior de la maleza, como si alguien se hubiera tomando las molestias de arrastrar el río de cadáveres a otro lado.
El jefe envió a sus mejores exploradores a seguir el rastro.
— ¿Te quedaras tragando moscas o nos darás una mano?— Pregunto otros de los cazadores, cargando trozos de madera y rocas entre sus brazos.
— Estoy pensando. Quizá deberías intentarlo alguna vez— Dije. El tipo se limito a escupir sobre la tierra y seguir de largo. Desde que conté la historia ligeramente modificada de lo sucedido la noche pasada, me miran con cierto temor. Debe ser porque Zöe anda rondando cerca. ¿Dónde se metió? Tal vez les está ayudando con algo o jugando con esos enanos de metal, no lo sé.
Pero su presencia no me asegura completa protección. Con su conversación anterior demostró ser bastante voluble respecto a quien obedecer. ¿Qué tal si en esa cabecita suya decide que el mejor curso de acción es acatar las órdenes del barbudo solamente? Me dejaría vendido en esta jauría de lobos. ¿O qué tal si decide irse sin mediar palabras? Es algo rara, podría suceder.
Es la criatura con el sentido de la moral más terco que he conocido desde mi fuga. O tal vez simplemente sea muy egoísta y haga lo que le venga en gana excusando de su peculiaridad racial... Las posibilidades son infinitas.
— Una orden, por supuesto. Las negativas absolutas quizá ni estén en su vocabularios— Suspiré recordando lo que dijo—. Una existencia así es demasiado semejante a un esclavo para mi gusto. Si poseyera una apariencia menos humana lo aceptaría... Pero luce tan similar que es preocupante.
Recordé al enano de rojo y mi reflexión anterior. Si hago lo pre-meditado, al menos me ayudaría a catalogarla como una cosa o un objeto en vez de una persona. Solo tengo que esperar el momento idóneo, este día sombrío parece el ideal para ello.
Me levante el tocón y, báculo en mano me dirige a la cabecera del grupo. El jefe ordenó seguir moviéndose. Puede que antes del anochecer encontremos la guarida del niño de ojos negros.
El plan original era volver antes del anochecer. Pero apenas encontraron el lugar donde dimos muerte a Bola de Algodón, las cosas se torcieron y optaron por continuar la misión. ¿Por qué? Simple, no había ni un solo cuerpo en la escena, solo un charco ennegrecido que se extendió al interior de la maleza, como si alguien se hubiera tomando las molestias de arrastrar el río de cadáveres a otro lado.
El jefe envió a sus mejores exploradores a seguir el rastro.
— ¿Te quedaras tragando moscas o nos darás una mano?— Pregunto otros de los cazadores, cargando trozos de madera y rocas entre sus brazos.
— Estoy pensando. Quizá deberías intentarlo alguna vez— Dije. El tipo se limito a escupir sobre la tierra y seguir de largo. Desde que conté la historia ligeramente modificada de lo sucedido la noche pasada, me miran con cierto temor. Debe ser porque Zöe anda rondando cerca. ¿Dónde se metió? Tal vez les está ayudando con algo o jugando con esos enanos de metal, no lo sé.
Pero su presencia no me asegura completa protección. Con su conversación anterior demostró ser bastante voluble respecto a quien obedecer. ¿Qué tal si en esa cabecita suya decide que el mejor curso de acción es acatar las órdenes del barbudo solamente? Me dejaría vendido en esta jauría de lobos. ¿O qué tal si decide irse sin mediar palabras? Es algo rara, podría suceder.
Es la criatura con el sentido de la moral más terco que he conocido desde mi fuga. O tal vez simplemente sea muy egoísta y haga lo que le venga en gana excusando de su peculiaridad racial... Las posibilidades son infinitas.
— Una orden, por supuesto. Las negativas absolutas quizá ni estén en su vocabularios— Suspiré recordando lo que dijo—. Una existencia así es demasiado semejante a un esclavo para mi gusto. Si poseyera una apariencia menos humana lo aceptaría... Pero luce tan similar que es preocupante.
Recordé al enano de rojo y mi reflexión anterior. Si hago lo pre-meditado, al menos me ayudaría a catalogarla como una cosa o un objeto en vez de una persona. Solo tengo que esperar el momento idóneo, este día sombrío parece el ideal para ello.
Me levante el tocón y, báculo en mano me dirige a la cabecera del grupo. El jefe ordenó seguir moviéndose. Puede que antes del anochecer encontremos la guarida del niño de ojos negros.
Loki
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Nunca había marchado con un grupo de hombres experimentados en la búsqueda y la caza, contrario a la primera impresión que había tenido, resultaron ser bastante ordenados y bien disciplinados. La caminata fue rápida, ordenada y eficiente, me gustaba eso. Claramente no podían evitar tener actitudes clásicas de los de su especie, lo que incluía: Lenguaje rústico, acciones agresivas y excreción de fluidos varios.
Luego de tres horas y siete minutos de marcha, nos detuvimos con la orden de juntar leña. Supuse que eso me incluía, por lo que ingrese a la espesura acompañada de mis robots. Por las partes robóticas que componían mi cuerpo tenía más fuerza que los humanos, así que podía llevar más leña. SEPA-IV, AMA y ATAC levantaban apenas una ramita cada uno, de todos modos la llevaban con mucha alegría y orgullo.
-¿Puedes con todo eso? – Me pregunto uno de los mercenarios al pasar junto a mi.
-Sí, está bien así, gracias – Agregué una sonrisa.
-Si tu lo dices… -
-Sí, lo digo yo – No entendía el porqué de la confirmación.
Se formo una pila importante, aunque desordenada, por lo que me puse a juntarlo de forma más eficiente para que pudieran llevarlo entre unos pocos. Los bandidos parecían estar satisfechos con los resultados, y me ofrecí a ser quien llevara la carga más pesada, ya que de todos modos no podía cansarme.
Sentía las miradas de los bandidos, aunque no era capaz de interpretar el significado que había detrás. De cualquier manera me mantuve en silencio, avanzando con la carga de troncos y piedras por el escarpado camino, durante un largo rato no hubo inconvenientes, mis tres robots caminaban junto a mi ya que el paso que manteníamos no era demasiado acelerado, podían mantener el ritmo con sus pequeñas piernas.
Tal como el Líder de los bandidos había dicho, en ese bosque parecía que oscurecía más temprano [ANALIZANDO] no había una explicación lógica para que eso suceda, solo podía concluir que había algún fenómeno mágico involucrado. Podía escuchar que los hombres murmuraban cosas como “el bosque esta maldito” o “son los demonios”, pero no habían fundamentos razonables para llegar a esa conclusión.
Para cuando la noche finalmente se hizo presente, el campamento de los bandidos estaba prácticamente instalado, las armas estaban a mano, un perímetro de antorchas delimitaba el lugar y todos los orgánicos se encontraban en alerta.
-Me pregunto si el muy desgraciado se atreverá a aparecer – Dijo el Líder, sentado sobre una piedra mientras afilaba su arma.
-No parece inteligente que se presente ante un grupo de hombres armados – Respondí.
-A esta cosa, sea lo que sea, no le importa cuántos seamos -
Luego de tres horas y siete minutos de marcha, nos detuvimos con la orden de juntar leña. Supuse que eso me incluía, por lo que ingrese a la espesura acompañada de mis robots. Por las partes robóticas que componían mi cuerpo tenía más fuerza que los humanos, así que podía llevar más leña. SEPA-IV, AMA y ATAC levantaban apenas una ramita cada uno, de todos modos la llevaban con mucha alegría y orgullo.
-¿Puedes con todo eso? – Me pregunto uno de los mercenarios al pasar junto a mi.
-Sí, está bien así, gracias – Agregué una sonrisa.
-Si tu lo dices… -
-Sí, lo digo yo – No entendía el porqué de la confirmación.
Se formo una pila importante, aunque desordenada, por lo que me puse a juntarlo de forma más eficiente para que pudieran llevarlo entre unos pocos. Los bandidos parecían estar satisfechos con los resultados, y me ofrecí a ser quien llevara la carga más pesada, ya que de todos modos no podía cansarme.
Sentía las miradas de los bandidos, aunque no era capaz de interpretar el significado que había detrás. De cualquier manera me mantuve en silencio, avanzando con la carga de troncos y piedras por el escarpado camino, durante un largo rato no hubo inconvenientes, mis tres robots caminaban junto a mi ya que el paso que manteníamos no era demasiado acelerado, podían mantener el ritmo con sus pequeñas piernas.
Tal como el Líder de los bandidos había dicho, en ese bosque parecía que oscurecía más temprano [ANALIZANDO] no había una explicación lógica para que eso suceda, solo podía concluir que había algún fenómeno mágico involucrado. Podía escuchar que los hombres murmuraban cosas como “el bosque esta maldito” o “son los demonios”, pero no habían fundamentos razonables para llegar a esa conclusión.
Para cuando la noche finalmente se hizo presente, el campamento de los bandidos estaba prácticamente instalado, las armas estaban a mano, un perímetro de antorchas delimitaba el lugar y todos los orgánicos se encontraban en alerta.
-Me pregunto si el muy desgraciado se atreverá a aparecer – Dijo el Líder, sentado sobre una piedra mientras afilaba su arma.
-No parece inteligente que se presente ante un grupo de hombres armados – Respondí.
-A esta cosa, sea lo que sea, no le importa cuántos seamos -
Zöe
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Re: Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
Levante la vista desde los límites del perímetro. Los cazadores se encargaron de colocar muchas antorchas alrededor del campamento para no quedar vendidos ala penumbra si tienen que correr. Son chicos listos aunque no lo parezcan. Uno de ellos me ofreció una antorcha por si acaso, pero yo me negué. Soy un conjurador, alterar un objeto para que brille es básico entre los brujos similares a mí. No necesito fuego.
Esta noche hubo una mezcla extraña entre oscuridad y niebla. La blancura opaca del bosque fue envolviendo los troncos hasta tragarlos, incluso engullo las antorchas más alejadas, degradándolas a meros puntos de luz casi imperceptibles. Una ligera peste a magia cosquilleo mi nariz, no sé si es natural del bosque o provenga de algo más. Quisiera creer lo primero pero no soy ingenuo, mantuve alerta mis sentidos.
Regrese al punto de reunión. Una hoguera central calentó a la gran mayoría de cazadores, mientras los demás patrullaron las zonas circundantes. Un fuego así atraería a cualquier monstruo... Se nota cuáles son sus prioridades.
El jefe de la “manada” tomo lugar junto una roca, afilando una espada grande y curva igual de afilada que su mirada. Intercambió palabras con Zöe, ella parece relajada. Bueno, con esa cara cuesta diferenciar si está feliz o deprimida o le da igual todo. Pero quiero creer que al menos a uno de los dos le agrada estar aquí.
Que estúpido fui al venir. Mí único consuelo será toparme con el niño primero para amenazarle que me enseñe a crear nuevos núcleos. Si dice que no, tendrá una estampida de hombres muy enojado detrás de su pequeño cuello. Me importa nada si muere, será un monstruo menos en el mundo.
Uno de los cazadores me ofreció un pincho de carne tostado. Me dijo que era conejo, pero no estuve tan seguro luego de saborearlo. Igual repetí, dicen que el hambre es el mejor condimento del mundo y tienen razón. También el peor veneno, por cierto.
El tiempo pasa lento y si no fuera por las chácharas, el bosque estaría tan silencioso como un cementerio. Recosté la cabeza del báculo, pero el eco de un grito repentino me quito el sueño de un plumazo. Me levante y todos a mí alrededor hicieron lo mismo. Nos quedamos paralizados, mirando a los lados, esperando el ataque del enemigo... Pero este nunca llego.
Se oyó otro grito al lado contrario del campamento. Los cazadores corrieron hacia él armas en manos. El jefe tardo poco en tomar la delantera. Yo les seguí pero enseguida quede rezagado, mis piernas y pulmones ardieron. Maldita sea, no vayan tan rápido.
Una multitud se formo alrededor de un deformado árbol, lo primero que vi fueron sus retorcidas y gruesas ramas sin hojas. La peste a magia y sangre resulto inconfundible. La imagen de Bola de Algodón pulso mi cabeza. ¿Sera...?
Me abrí paso entre la multitud. Varios de los cazadores salieron corriendo chillando hacia las entrañas del bosques, pero la gran parte se quedo, son bastante fieles y determinados.
Una orquesta de voces deformadas taladró mis oídos. Cuando llegue al centro del gentío supe que era y contuve las ganas de correr. Sobre la superficie del grueso tronco un océano de caras flotó, llorando y lamentandose en busca de mayor espacio, gritando con un desespero capaz de helarme los huesos. Palpitaron como si trataran de escapar a nuestra realidad pero todo lo correcto en este mundo se los impidiera.
— SoCoRRooo...
— ¿PaPÁ dOnde EsTáS...?
— DuEle... pOr FAvoR AyUda...
— QuIeRO rESpiRAR...
Retrocedí por instinto. Solo unos pocos permanecieron firmes ante el tronco. Esta cosa es... No malvada ni maldita... Simplemente es... Corrupta. Es algo que simplemente no debería existir.
Los cazadores empezaron a murmurar nombres, algunos se echaron a llorar y otros maldijeron al cielo. Enseguida entendí la fuente de su horror. Entre ese mar de rostros desconocidos, un par de ojos huecos permanecieron fijos sobre mí. La corteza y las sombras formaron la barba y las arrugas como un fiel retrato en madera.
— ¿Viejo...?— Aguante las ganas de vomitar y los pelos se me pusieron de punta. No, joder, no. Por favor no me hagas esto, maldito niño. Jamás te hice nada, entonces... ¿Qué demonios quieres?
— LOki... HiJO mÍO... ¿POr QuÉ NO mE SalVASte, LOki...?
Cállate, solo cállate, viejo. Estás muerto, los muertos son solo materiales para usar. Deberías seguir el ejemplo de los fiambres y cerrar la puta boca.
— ¡¿POR QUÉ NO ME SALVASTE?!
Una risa tonta escapo de mi boca, llevándose un poco de mi cordura. Cuando regrese en mis cávales me di cuenta que sostenía el báculo sobre mí cabeza listo para azotarlo contra el tronco.
Contrólate, Loki. El viejo se fue hace mucho. Esto es solo una réplica mal hecha, no dejes que te afecte. Me limpie el sudor de la frente y baje el báculo.
Lamentablemente, otros no tuvieron el mismo autocontrol...
— ¡¡HIJO DE PERRA!!
El jefe salto sobre el tronco como una bestia buscando descuartizar al mundo. Lo que vio sobre la corteza tuvo que llenarlo de una ira y desesperación incontrolable. Un tajo de su espada basto para cortar medio árbol en vertical, un poco más y lo rebana por completo.
Los rostros callaron y... Un torrente de magia corrupta salió disparada de la madera.
Me cubrí la nariz con la manga de mi túnica pero fue imposible no inhalar ese mana oscuro. Pude sentirlo caminando por mis venas, abriéndose paso hacia mi corazón y mi cerebro. Retrocedí lo más que pude del árbol contaminado. Otros no tuvieron la misma suerte y cayeron al suelo. Si dejo que esta cosa me afecte no sé qué pasaría... Sería malo, claro está.
Sentí nauseas, pero fueron reprimidas por una nueva ola de sentimientos negativos... Violencia, furia, terror... Esta estúpida niebla empeora cada minuto... ¿Porqué gritan tanto? ¡Cierren la boca, malditos perros! Deberían callarse o... Morir, sí, todos deberían morir y dejarme tranquilo. Sería feliz si todo el mundo muriera.
Espera... ¿Qué estoy pensando? Tengo que irme antes que termine loco de remate.
Un hombre pasó volando sobre mí cabeza dejando una lluvia escarlata... Oh, corrección, medio hombre, no sé donde cayeron sus piernas. Mire atrás de casualidad, vi como el jefe empezó a despedazar a sus subordinados con la facilidad de matar gallinas. Otros se unieron a la matanza de sus compañeros. No hubo equipos ni alianza, solo muerte cruda y sin sentido.
¿Por qué no le aplasto la cabeza a ese tipo? Siempre me cayó mal. ¿Dónde se metió Zöe? La abriré igual que un canal para ver de qué está hecha.
Sacudí la cabeza. Dioses, tengo que controlarme. No soy yo pensando, sino la trampa del niño raro ese. Es un manipulador, le gusta jugar con las personas. Quizá ande cerca... Tengo que encontrarlo y arrancarle el corazón. Sí, utiliza esta furia y redirígela a él, se lo merece.
Antes que me diera cuenta ya estaba perdido entre la niebla.
— ¿Lokito...?
Me congele.
Oh, no, eso sí que no.
Otra carcajada tonta salió de mis pulmones... Pobre cordura mía.
Esta noche hubo una mezcla extraña entre oscuridad y niebla. La blancura opaca del bosque fue envolviendo los troncos hasta tragarlos, incluso engullo las antorchas más alejadas, degradándolas a meros puntos de luz casi imperceptibles. Una ligera peste a magia cosquilleo mi nariz, no sé si es natural del bosque o provenga de algo más. Quisiera creer lo primero pero no soy ingenuo, mantuve alerta mis sentidos.
Regrese al punto de reunión. Una hoguera central calentó a la gran mayoría de cazadores, mientras los demás patrullaron las zonas circundantes. Un fuego así atraería a cualquier monstruo... Se nota cuáles son sus prioridades.
El jefe de la “manada” tomo lugar junto una roca, afilando una espada grande y curva igual de afilada que su mirada. Intercambió palabras con Zöe, ella parece relajada. Bueno, con esa cara cuesta diferenciar si está feliz o deprimida o le da igual todo. Pero quiero creer que al menos a uno de los dos le agrada estar aquí.
Que estúpido fui al venir. Mí único consuelo será toparme con el niño primero para amenazarle que me enseñe a crear nuevos núcleos. Si dice que no, tendrá una estampida de hombres muy enojado detrás de su pequeño cuello. Me importa nada si muere, será un monstruo menos en el mundo.
Uno de los cazadores me ofreció un pincho de carne tostado. Me dijo que era conejo, pero no estuve tan seguro luego de saborearlo. Igual repetí, dicen que el hambre es el mejor condimento del mundo y tienen razón. También el peor veneno, por cierto.
El tiempo pasa lento y si no fuera por las chácharas, el bosque estaría tan silencioso como un cementerio. Recosté la cabeza del báculo, pero el eco de un grito repentino me quito el sueño de un plumazo. Me levante y todos a mí alrededor hicieron lo mismo. Nos quedamos paralizados, mirando a los lados, esperando el ataque del enemigo... Pero este nunca llego.
Se oyó otro grito al lado contrario del campamento. Los cazadores corrieron hacia él armas en manos. El jefe tardo poco en tomar la delantera. Yo les seguí pero enseguida quede rezagado, mis piernas y pulmones ardieron. Maldita sea, no vayan tan rápido.
Una multitud se formo alrededor de un deformado árbol, lo primero que vi fueron sus retorcidas y gruesas ramas sin hojas. La peste a magia y sangre resulto inconfundible. La imagen de Bola de Algodón pulso mi cabeza. ¿Sera...?
Me abrí paso entre la multitud. Varios de los cazadores salieron corriendo chillando hacia las entrañas del bosques, pero la gran parte se quedo, son bastante fieles y determinados.
Una orquesta de voces deformadas taladró mis oídos. Cuando llegue al centro del gentío supe que era y contuve las ganas de correr. Sobre la superficie del grueso tronco un océano de caras flotó, llorando y lamentandose en busca de mayor espacio, gritando con un desespero capaz de helarme los huesos. Palpitaron como si trataran de escapar a nuestra realidad pero todo lo correcto en este mundo se los impidiera.
— SoCoRRooo...
— ¿PaPÁ dOnde EsTáS...?
— DuEle... pOr FAvoR AyUda...
— QuIeRO rESpiRAR...
Retrocedí por instinto. Solo unos pocos permanecieron firmes ante el tronco. Esta cosa es... No malvada ni maldita... Simplemente es... Corrupta. Es algo que simplemente no debería existir.
Los cazadores empezaron a murmurar nombres, algunos se echaron a llorar y otros maldijeron al cielo. Enseguida entendí la fuente de su horror. Entre ese mar de rostros desconocidos, un par de ojos huecos permanecieron fijos sobre mí. La corteza y las sombras formaron la barba y las arrugas como un fiel retrato en madera.
— ¿Viejo...?— Aguante las ganas de vomitar y los pelos se me pusieron de punta. No, joder, no. Por favor no me hagas esto, maldito niño. Jamás te hice nada, entonces... ¿Qué demonios quieres?
— LOki... HiJO mÍO... ¿POr QuÉ NO mE SalVASte, LOki...?
Cállate, solo cállate, viejo. Estás muerto, los muertos son solo materiales para usar. Deberías seguir el ejemplo de los fiambres y cerrar la puta boca.
— ¡¿POR QUÉ NO ME SALVASTE?!
Una risa tonta escapo de mi boca, llevándose un poco de mi cordura. Cuando regrese en mis cávales me di cuenta que sostenía el báculo sobre mí cabeza listo para azotarlo contra el tronco.
Contrólate, Loki. El viejo se fue hace mucho. Esto es solo una réplica mal hecha, no dejes que te afecte. Me limpie el sudor de la frente y baje el báculo.
Lamentablemente, otros no tuvieron el mismo autocontrol...
— ¡¡HIJO DE PERRA!!
El jefe salto sobre el tronco como una bestia buscando descuartizar al mundo. Lo que vio sobre la corteza tuvo que llenarlo de una ira y desesperación incontrolable. Un tajo de su espada basto para cortar medio árbol en vertical, un poco más y lo rebana por completo.
Los rostros callaron y... Un torrente de magia corrupta salió disparada de la madera.
Me cubrí la nariz con la manga de mi túnica pero fue imposible no inhalar ese mana oscuro. Pude sentirlo caminando por mis venas, abriéndose paso hacia mi corazón y mi cerebro. Retrocedí lo más que pude del árbol contaminado. Otros no tuvieron la misma suerte y cayeron al suelo. Si dejo que esta cosa me afecte no sé qué pasaría... Sería malo, claro está.
Sentí nauseas, pero fueron reprimidas por una nueva ola de sentimientos negativos... Violencia, furia, terror... Esta estúpida niebla empeora cada minuto... ¿Porqué gritan tanto? ¡Cierren la boca, malditos perros! Deberían callarse o... Morir, sí, todos deberían morir y dejarme tranquilo. Sería feliz si todo el mundo muriera.
Espera... ¿Qué estoy pensando? Tengo que irme antes que termine loco de remate.
Un hombre pasó volando sobre mí cabeza dejando una lluvia escarlata... Oh, corrección, medio hombre, no sé donde cayeron sus piernas. Mire atrás de casualidad, vi como el jefe empezó a despedazar a sus subordinados con la facilidad de matar gallinas. Otros se unieron a la matanza de sus compañeros. No hubo equipos ni alianza, solo muerte cruda y sin sentido.
¿Por qué no le aplasto la cabeza a ese tipo? Siempre me cayó mal. ¿Dónde se metió Zöe? La abriré igual que un canal para ver de qué está hecha.
Sacudí la cabeza. Dioses, tengo que controlarme. No soy yo pensando, sino la trampa del niño raro ese. Es un manipulador, le gusta jugar con las personas. Quizá ande cerca... Tengo que encontrarlo y arrancarle el corazón. Sí, utiliza esta furia y redirígela a él, se lo merece.
Antes que me diera cuenta ya estaba perdido entre la niebla.
— ¿Lokito...?
Me congele.
Oh, no, eso sí que no.
Otra carcajada tonta salió de mis pulmones... Pobre cordura mía.
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