Regresando a casa con precaución [Libre][Atardecer-Noche]

Voy caminando hacia mi hogar después de un largo dia de hacer recados para aquella pareja que me dio un techo en que quedarme a quienes les tengo aprecio y también estoy en deuda con ellos. Voy con precaución mirando atenta a los alrededores viendo que no se acerque nadie sospechoso.

      En este lugar se frecuentan muchos vampiros, esto para mi no es sorprendente el aspecto de este bosque dice mucho, es escalofriante aunque bastante curioso lo exploraría si no fuese por que no es muy conveniente quedarse aquí en la noche como es de esperarse gracias a la poca visión por la obscuridad y claro los vampiros que probablemente estén a la asecha.

      Estaba anocheciendo y debía aumentar el paso, aun tomando precaución para no atraer a algo peligroso. Caminando rápido pero de manera silenciosa sigo asegurándome de que nada me estuviese siguiendo volteando hacia atrás de mi constantemente.

       Por suerte no había nadie ademas de mi por aquí, o al menos eso pensaba pues no veía nada fuera de lo normal, aunque quien sabe tal vez de verdad me seguían aun sin darme cuenta.

       Con algo de suerte no llegaría tan tarde y sin ningún rasguño o eso espero.

El contraste que había en el ambiente, en comparación a su lugar de nacimiento, era sorprendente y fenomenal para los jovenes ojos de la dragona. Durante toda su vida, se rodeó de una planicie que, gracias al frío del norte, no poseía una gran diversidad de flora ni de fauna. Recorriendo los bosques, la joven no se imaginaba a un bisonte caminar con propiedas entre tantos árboles, ya que le estorbarían los arbustos, los árboles se golpearían con sus lomos y sus pelajes se enredarían con tantas ramas. Eso, sin contar que el calor de tanto pelaje los harían sufrir mucho en tiempos cálidos.

Y hablando de ello, podía sentir que, aun cuando el sol se escondía en el horizonte, el ambiente era más caluroso de lo que estaba acostumbrada. Y no ayudaba que sus ropas fueran hechas de hilos que nacieron de los gruesos pelajes de las criaturas del norte.

Con su compañera Wood se habían separado por algunos momentos. Al parecer, tenía un tema pendiente que saldar. No ahondó en preguntas, debido a que no parecía correcto consultar por algo que, probablemente, tenía un tinte muy personal. No creía poder ayudar, considerando que no era una guerrera, y que en algún punto también podía ser una carga negativa hacia la licántropo. Confiaba en que su olfato la traería de vuelta hacia ella

- ... - se detuvo de caminar, y no pudo evitar oler en su zona alrededor de su hombro derecho. El olor era casi imperceptible, pero no podía evitar mostrar un cansancio mental en su rostro al darse cuenta - Claro que será fácil encontrarme si no me he bañado por días

Solo podía esperar a que Wood no se lo hiciera notar

Continuó su viaje, pensando en qué lugar podría ser apto para acampar y pasar la noche. Aun cuando estaba acostumbrada a hacerlo en las estepas, todo era distinto desde que los árboles las rodeaban de sol a sol. Estaba el constante riesgo de la naturaleza, y sin mencionar que estaba en territorio donde los vampiros erigían sus hogares. La historia entre las razas no era… generosa. Sobre todo por el poblado abandonado en los reinos del norte.

Se detuvo en un momento, en una zona que se parecía ligeramente aislada del resto del bosque. Faltaban algunos árboles, y la tierra parecía carecer de vida. Lo que más le llamó la atención fue que tenía vestigios de campamentos hechos en el sector con anterioridad. Las piedras acusaban del lugar donde la fogata se convertía en el centro de la noche, mientras en el suelo se encontraban marcas de acero que penetraron la tierra en puntos exactos y geométricamente idóneos, como si se trataran de enormes clavos que daban soporte a las carpas que la gente levantó en el pasado.

Probablemente no sería la primera ni la última visitante que tendría ese lugar

No tardó en buscar algunas ramas para prender una fogata. Era un poco más dificultoso, debido a que el pasto y las ramas no se encontraban secas como en la estepa, pero parecían quemar con más intensidad cuando llegaban a un punto determinado.

- … la gente va a creer que intento invocar a un espíritu ancestral con estas llamas

Y ahora que lo pensaba, ¿existiría un espíritu relacionado con los té? Algo así como un espíritu dragón que bendice tus hojas de té, o maldice tu agua para que te quede amarga o demasiado hervida, arruinando el sabor de las hojas

- …

Pensar demasiado en tés le dio sed. Puso de inmediato a hervir algo de agua a un costado de las llamas, y pronto se toparía con la decisión más difícil que tendría hasta ese momento de su peregrinaje:

- ¿Manzanilla o jengibre? ¿O la Lavanda sería ideal para esta noche?

Siento como si ya hubiera pasado media hora y el sol ya esta a punto de ocultarse por completo. ¡Esto es malo, todavía no llego a casa y ya esta por hacerse de noche!. ¡Estoy tan nerviosa,que aun que mire atrás o hacia los lados sin ver nada tengo la impresión de que me siguen!. ¡Me disgusta sentir eso, y mas cuando necesito estar centrada en caso de que algo de verdad me siga!. Estoy consciente de que la presión no me ayuda a pensar rápido, por la misma razón paro un momento aun mirando a mi alrededores pendiente cualquier sonido o cosa extraña. Respiro profundamente para calmarme y poder seguir adelante y poder manejar mejor una situación que venga sin aviso. Prestándole mas atención a mi cuerpo puedo notar que los latidos de mi corazón me recuerdan al trotar de un caballo descontrolado que cada vez mas va aligerando el paso. Ya mas calmada continuo  avanzando, caminando aun así rápido.

   La obscuridad del bosque, Las ramas de los arboles, las rocas y arbustos hacen siluetas extrañas y eso no me ayuda mucho a mantenerme centrada y temo que eso pueda confundirme..Por lo menos quedan unos poco rayos de luz de sol que pasan a través de los arboles, eso por lo menos mantiene solo un poco mas tranquila, que tampoco duraran mucho me temo. Me gustan lo atardeceres, aunque nunca he podido verlos bien mis queridos cuidadores, me han dicho que había un lugar donde se veían de una manera espectacular, no me acuerdo el nombre pero ¡Me gustaría ir alguna vez!, tal vez si para entonces las vuelvo a ver..con mi hermanas.

    De repente escucho ruidos, ¡me distraje con mi pensamientos!. Empiezo a girar mirando que era el causante, lo hice tan rápido que me maree un poco. No vi nada raro, pero saco la espada rápidamente para estar lista para el contraataque. Aun mas alerta que antes continuo avanzando hacia mi casa. Todavía escucho ruidos, provenientes de la derecha ¿Qué era eso?. Mi lado curioso despertó en el momento mas equivocado...No. Necesito llegar a casa lo antes posible podría ser peligroso..Volteo  al otro lado y puedo ver que una muy tenue luz que provenía de la izquierda,destacaba gracias a la obscuridad del bosque. Los ruidos de la derecha aumentaban su volumen y apretando mi espada miré hacia el otro lado..no puedo apreciar nada, pero si escuchar y era mas fuerte. Voy a correr hacia la derecha dirigiéndome hacia esa luz, ¡Espero y no me este confiando demasiado!.

- … de acuerdo, pero solo un poco más lejos

Podría haber sido por su crianza en las estepas, en donde carecía de naturalidad el encontrarse con gente en kilómetros a la redonda, o quizás se debía a parte de su personalidad, pero no era poco común encontrarla hablando consigo misma, en voz alta y respondiendo a preguntas e inquietudes que su mente hacía. Era, de hecho, bastante normal debido a las circunstancias que se daban, así como la costumbre de hablar con bisontes y yaks, usualmente esperando a que respondieran de vuelta como si fueran humanos.

De acuerdo, estaba algo loca, pero eso no quitaba que, al menos, lo hacía mientras estaba en la soledad.

Comenzó a buscar entremedio de los arbustos cercanos por una de las plantas que había escuchado que crecían por acá, aunque en realidad no buscaba nada en particular. La variedad de plantas que crecía en la estepa no era precisamente muy variada, y eso hacía que la rotación de tés que podía beber fuera muy limitada si es que no poseían dinero de sobra para comprar hojas más exóticas. Pero ahora, poseía ese gran abanico de posibilidades que el mundo le entregaba.

- … ¿o deberé tomar el de manzanilla? La tarde se encuentra deliciosa para un té así

O quizás no.

Aquel día hubiera sido solo una anécdota y poco anormal sino fuera porque, en el sector donde se encontraba la joven, se encontraba muy sobrepoblado de vegetación considerada como “menor”: esto es, arbustos, árboles pequeños y enredaderas que, en algunos sectores, parecía plagar el bosque y extinguiendo otras floras a costo de la supervivencia. Lentamente, la dragona de viento se encontró rodeada de aquellas plantas, que no eran muy buenas para un té por cierto, sin recordar por donde había venido.

- Espera, ¿de dónde salió todo esto? - dijo mientras tocaba las enredaderas, intentando moverlas para encontrar el camino, aunque sin resultados. Los rayos del sol parecían esquivos a ese específico lugar, y su norte se había perdido por completo. Era todo demasiado extraño, era como si el bosque le hubiera tendido una trampa para mantenerla en ese lugar, como si hubiera caído en la trampa de la propia naturaleza.

Se cruzó de brazos por varios minutos intentando pensar cuál sería la mejor opción, pero todo parecía reducirse a una opción: la violencia.

Aquel fue su primer error.

Con sus dos manos, tomó las enredaderas más débiles que encontró, donde supuso que era donde venía, y jaló lo más fuerte que podía. Claro, al tener una fuerza algo reducida por el viaje, sus intentos eran fortuitos e inútiles, aun cuando hacia presión con sus piernas para hacer algún tipo de daño. En la desesperación, escaló y usó todo el peso de su cuerpo para intentar romper las enredaderas desde lo más alto que podía, lo que la hizo girar en su eje varias veces (Segundo error).

Al principio, y si no hubiera sido por la emergencia del momento, parecía algo divertido, pero cuando sus piernas comenzaron a enredarse entre otras enredaderas, la joven comenzó a pelear aún más y más para intentar zafarse. Sus cuatro extremidades se encontraban dispersas para todos lados, enredadas entre las plantas, lo que no la dejaba en muy buena vista a ojos externos. Pero faltaba poco para su tercer error.

En la desesperación, se le ocurrió transformarse en dragón, lo que ayudó a desenredarse momentáneamente debido al aumento del volumen de su masa corporal. Pero la repentina transformación hizo que comenzara a caer lo suficiente rápido y sin la distancia requerida para poder zafarse volando, lo que terminó logrando que se agarrara con sus manos a las ramas más cercanas (Cuarto error), la cual, debido al peso, terminó rompiendo, cayendo al suelo lleno de arbustos y enredaderas que terminaron aprisionándola debido a la reacción de girar que tuvo al caer.

Cuando volvió al camino, en donde se encontraba Claudena, poseía la apariencia de ser un monstruo de origen vegetal, lleno de enredaderas en sus brazos que no lograban que los arbustos pudieran ser despegados de su cuerpo. La rama de árbol que rompió se había pegado a su cabeza, y hasta hongos en las patas traseras parecían emanar de su cuerpo, como si fuera un golem de tierra que despertaba de un letargo muy largo.

Claro, tampoco ayudaba que, gracias al golpe, estuviera mareada y murmurara cosas.

Sí, esta no ha sido la mejor de las ideas. Si esa luz es una una trampa, ¡¿que voy a hacer?!,y ¿si me superan en numero? o incluso si es solo uno, ¡estoy bastante cansada como para luchar!. oh, mis padres si ahora estuviera en casa, me los imagino , contándome sus historias , escucharlos  a veces era fastidioso lo admito, pero ahora mismo, lo que daría por estar con ellos...

-¿Eh?.-Esto es lo que faltaba. con cada paso que escucho de eso que esta atrás,siento como si el suelo temblara , esta cada vez mas cerca y eso no es un un vampiro. ¿Que será?, debería mirar, para asegurarme.

¡Aah!.- ¡¿qué?!, no puede ser. ¡Tengo que llegar rápido!. Empiezo a correr lo mas rápido que puedo hacia aquella luz.

¡Estoy como una piedra!, nunca he escuchado que ringo haya mencionado haber visto una criatura tan extraña por aquí, me lo habría contado. Pero, ¡quiero saber mas!, ¿sera una nueva especie?. ¡Ah!, No debería estar pensando en eso en un momento como este, sea lo que sea no creo que sea amistoso, pero tengo planeado contarle esto a papá, ¿el sabrá algo?.

Empiezo a distinguir que es esa luz, ¿una fogata?, la gente no suele acampar por aquí esto, todavía mas sospechoso. No pueden ser peor que la criatura que tengo atrás.¡E llegado!, no hay nadie aquí uff, pero la persona que quiso quedarse aquí debe estar loca o ser un valiente, si no es un vampiro, acampar aquí nunca es buena idea, yo lo se inclusive, no suelo tomar buenas decisiones...

Y ahora, ¿que haré?, se que esa criatura todavía me sigue, uh encontrare la manera de alejarla. ¿Aquí habrá algo que pueda ayudarme?, lo primero que veo que podría ser útil es ese recipiente con agua, pero, ¡esta hirviendo!, sera difícil tomarlo, hay palos, hojas,rocas, también mi espada y sobre todo el fuego. Se me ocurre una idea muy loca, pero no quiero matarlo, solo debo espantarlo ¡Veré que hago!.

Se detuvo por algunos momentos, en un intento de sacarse los arbustos que tenía en el rostro y que le impedían ver correctamente, mientras se preguntaba cómo había hecho para meterse en una situación como esta. Su inexperiencia con los bosques y arboleadas no la hacía entender cómo se había enredado tan fácilmente, aún peor en su forma dragón. Y sin mencionar lo caluroso que todo era en comparación a la estepa. Sentía que solo habían viajado unos kilómetros, ¿cómo había cambiado todo tanto en tan poca distancia?

Cuando pudo al fin remover un poco de aquellas hojas de sus ojos, pudo observar cómo alguien corría en dirección hacia donde ella comenzó su campamento. No le dejó de extrañar, y miró a todos lados, esperando a encontrar algún ladrón que había asustado a aquella persona, bestia… o quizás algún monstruo.

- Espera - pensó la dragona, mientras su voz rebotaba dentro de su cabeza - Wood no me contó que hubieran monstruos en este lugar. Vampiros quizás, humanos ladrones o elfos perdidos, pero no será posible que esa persona estuviera escapando de algo terrorífico… ¿o si?

Quizás fue el poder de la sugestión mental que comenzó a sufrir, pero lentamente el bosque parecía cada vez menos seguro, y mucho más amenazante. Los árboles mecían sus hojas más ruidosamente de lo que le parecía, mientras alguna aves remontaban el vuelo haciendo que el sonido de sus alas resonara por toda la zona. Y el sol… ¿era idea suya o acaso el sol se estaba ocultando mucho más rápido de lo que recordaba? Incluso comenzó a detectar sonidos que provenían de arbustos lejanos, como si el transformarse en dragona la hubiera hecho más sensible a todo a su alrededor.

- …

Fue entonces cuando sintió la primera decisión que debía tomar: ¿se mantenía en su forma dragón o volvía a su forma humana? No es que pudiera tomar un tronco en su enorme forma, ni las enredaderas le permitían desplegar sus alas para escapar. Y probablemente no podría escapar si volvía a ser humana, además que presentaba un enorme problema de pudor ya que sus ropas no eran mágicas, por lo que se encontraría desprovistas de estas una vez vuelta a su forma natural. Pero sin su forma humana, no podría comunicarse con la persona que había visto correr.

Se puso sus dedos en sus sienes para concentrar toda su inteligencia en un plan que pudiera ayudarla. El problema era es que asumía que la persona pudiera estar asustada tanto como ella, pero quizás podría tratarse de una ladrona solitaria, aunque tenía dudas de ello, debido a que su compañera de viajes le comentó que normalmente iban en grupos para asegurarse de que pudieran intimidar a otros sin complicaciones. “Parásitos” creyó escuchar en algún punto de su conversación.

Se acercó a un árbol y, debido a su altura, pudo alcanzar una rama joven de un árbol en crecimiento. Tomándola con ambas manos y con fuerza, se acercó nuevamente al lugar donde se encontraba. Lentamente, como queriendo tantear y analizar la situación. La distancia apenas la hacía notar que parecía ser una chica la que estaba ahí, solitaria como se había dado cuenta. Antes de acercarse mucho, se escondió detrás de un árbol de una forma muy poco sutil. Para una humana, hubiera sido fácil esconderse, pero sus tres metros de altura de pies a cabeza, y otro metro y un cuarto adicional que le daba la cola, hacían que su cuerpo se asomara de manera no intencional, ya que su rostro mostraba bastante confidencia de que se encontraba oculta.

Fue entonces cuando, de su boca draconiana, comenzó a emanar un sonido que era difícil de entender y de describir. Era como el sonido puro y sin filtro del viento, unido con una voz cruda propia de los dragones. No se sentía como un rugido ni nada intimidante, pero tampoco era algo muy placentero de escuchar. No contenía agresividad en su mensaje, pero tampoco era como si escuchara a alguna ave exótica cantar. Se escuchaba torpeza, pero podía sentirse que venía en un son de paz, si se le escuchaba atentamente.

- … parezco un animal del mar - pensó, y probablemente el sonido que emitía era muy parecido al de algún animal del mar. Solo podía esperar que no se escuchara como si buscara apareamiento.