Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
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Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
“El lago de la Luna, hogar de los famosos Lunamorf, también es objeto de mitos y leyendas. Una de las más conocidas es la que cuenta la historia de Ligeia, la amante de un antiguo conde que se ahogó en el lago tras descubrir que había sido engañada y que su amor no era correspondido. La mujer, de atractivo mediocre, tenía solo un rasgo que dejaba a los hombres embelesados, su voz, la más dulce y cálida de todo Aerandir; o almenos eso mismo contaban los bardos ciudad tras ciudad.
Tras su trágico accidente se dice que en el lago, en las noches de luna nueva cuando la oscuridad reina en el lugar, se pueden escuchar melancólicos murmullos de canciones que narran su triste historia. Los más aventurados dicen que han llegado a ver su espíritu, una mujer de tez blanca como la nieve y pelo azabache que deambula por la orilla y que a veces habla con los hombres que le recuerdan a su amado.”
Leí esta historia una tarde tranquila unos días atrás, investigué sobre ese sitio durante los días siguientes en la biblioteca de Ulmer y encontré un libro que hablaba sobre la belleza del lago. Resultaba ser un lugar poco concurrido y en algunas zonas, aquellas más al norte, se creaba una capa de hielo bastante gruesa. Ese último detalle atrapó mi interés, me… intrigaba, necesitaba ir allí para verlo con mis propios ojos. Por ese motivo decidí que al día siguiente, al ponerse el sol, me dirigiría hacia la zona, llegando con suerte antes de medianoche.
Y así lo hice, me encontraba, mochila en mano y con mis ropas de abrigo ya puestas delante del hermoso lago, rodeado de la espesura del bosque y con la única compañía del silencio absoluto. Tenía un objetivo muy claro por el cual me encontraba aquí, pero antes de poder empezar con los preparativos revisé la zona donde me encontraba para verificar que no hubiese nadie indeseado.
Una vez inspeccionada, abrí mi mochila. De ella saqué un par de patines, bastante rudimentarios, unos guantes y un gorro; siendo los dos últimos de lana. Al terminar de ponerme mi indumentaria me adentré en el lago, dando unas vueltas rápidas para calentar los músculos. Ejecuté entonces algunas pequeñas piruetas, aumentando la velocidad, concentración y dificultad de éstas conforme al tiempo transcurría.
Había pasado bastante tiempo des de la última vez que logré tener un momento a solas para disfrutar uno de mis placeres más vergonzosos, mi gusto por el patinaje sobre hielo. Podían haber sido más de tres o cuatro años pero no había perdido mi toque. Decidido, realicé los trucos más difíciles que conocía, finalizando con un gran salto.
Cansado tras tanto ejercicio físico me senté en la orilla del lago, observando las hermosas vistas que éste ofrecía. Mientras recuperaba el aliento oí un ruido a mis espaldas “Espero que sea una animal…” pensé mientras examinaba con la vista el bosque- ¿Quién va? –pregunté esperando que nadie respondiera a mi pregunta.
Tras su trágico accidente se dice que en el lago, en las noches de luna nueva cuando la oscuridad reina en el lugar, se pueden escuchar melancólicos murmullos de canciones que narran su triste historia. Los más aventurados dicen que han llegado a ver su espíritu, una mujer de tez blanca como la nieve y pelo azabache que deambula por la orilla y que a veces habla con los hombres que le recuerdan a su amado.”
Leí esta historia una tarde tranquila unos días atrás, investigué sobre ese sitio durante los días siguientes en la biblioteca de Ulmer y encontré un libro que hablaba sobre la belleza del lago. Resultaba ser un lugar poco concurrido y en algunas zonas, aquellas más al norte, se creaba una capa de hielo bastante gruesa. Ese último detalle atrapó mi interés, me… intrigaba, necesitaba ir allí para verlo con mis propios ojos. Por ese motivo decidí que al día siguiente, al ponerse el sol, me dirigiría hacia la zona, llegando con suerte antes de medianoche.
Y así lo hice, me encontraba, mochila en mano y con mis ropas de abrigo ya puestas delante del hermoso lago, rodeado de la espesura del bosque y con la única compañía del silencio absoluto. Tenía un objetivo muy claro por el cual me encontraba aquí, pero antes de poder empezar con los preparativos revisé la zona donde me encontraba para verificar que no hubiese nadie indeseado.
Una vez inspeccionada, abrí mi mochila. De ella saqué un par de patines, bastante rudimentarios, unos guantes y un gorro; siendo los dos últimos de lana. Al terminar de ponerme mi indumentaria me adentré en el lago, dando unas vueltas rápidas para calentar los músculos. Ejecuté entonces algunas pequeñas piruetas, aumentando la velocidad, concentración y dificultad de éstas conforme al tiempo transcurría.
Había pasado bastante tiempo des de la última vez que logré tener un momento a solas para disfrutar uno de mis placeres más vergonzosos, mi gusto por el patinaje sobre hielo. Podían haber sido más de tres o cuatro años pero no había perdido mi toque. Decidido, realicé los trucos más difíciles que conocía, finalizando con un gran salto.
Cansado tras tanto ejercicio físico me senté en la orilla del lago, observando las hermosas vistas que éste ofrecía. Mientras recuperaba el aliento oí un ruido a mis espaldas “Espero que sea una animal…” pensé mientras examinaba con la vista el bosque- ¿Quién va? –pregunté esperando que nadie respondiera a mi pregunta.
Sabael Bleak
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Re: Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
Este era uno de esos días en los cuales Amaranth necesitaba un tiempo a solas con ella misma, ya había trabajado demasiado y precisaba un descanso, aislarse de todo y de todos, sin embargo no quería alejarse demasiado de Sacrestic Ville, la mejor opción era ir al Lago de la Luna, pues ahí no había nadie en esta época del año y era un bonito espectáculo contemplarlo.
Se tejían tantos rumores sobre ese lugar…que estaba maldito, sus aguas no tenían fondo, aparición de criaturas asesinas, por esta razón ese lugar permanecía desolado la mayor parte del tiempo. Los vampiros solían visitarlo de vez en cuando pero era extraño encontrar algún humano ahí debido a los rumores o por la presencia de este en territorio vampiro. Sin dudas el lago era la mejor elección.
Cogió la capa y la daga para emprender viaje, el viento frío le rozaba su níveo rostro, su cabello negro permanecía oculto dentro del la capucha de la capa, de vez en cuando se frotaba las manos debido al frío, si bien estaban en primavera aún quedaban resabios del crudo invierno, este se resistía a dar paso del todo a la florida primavera.
La caminata le estaba dando apetito, y eso le provocaba estar de mal humor, necesitaba comer algo pronto, pero se encontraba en medio de la nada, era casi imposible encontrar a algún humano o algún otro bicho para poder alimentarse como es debido.
Miraba con detalle, la vera del camino para ver si encontraba algún animal pero no tenía éxito, solo había hiervas, y hojas secas. Al ver frustrada su búsqueda de alimento comenzaba a ponerse de mal humor.
Apuró el paso para llegar pronto al lago, quizás ahí podría hallar algo para comer y así saciar su apetito.
Una vez en el lago, se maravilló con la vista de este aun con una capa de hielo, realmente se veía hermoso, e imponente, permaneció inmóvil un momento contemplando la belleza del lugar. Se quitó la capucha liberando su cabello el cual se camuflaba con el negro de la noche, respiró hondo empapándose con el fresco aire, giró la cabeza de un lago a otro para relajar el cuello y su vista quedo fijada en la silueta que estaba a unos metros de distancia.
Por un instante maldijo no estar sola, pues había recorrido bastante camino para alejar de todo y de todos para encontrarse con alguien en este sitio apartado.
Luego pensó que quizás podría ser provechoso tener compañía, necesitaba alimentarse y aquella persona o criatura le podría servir de alimento. Ante esta posibilidad esbozó una leve sonrisa. Con suaves pasos se dirigió hacia la silueta la cual iba tomando forma, a medida que la vampiresa sea acercaba. Sus rasgos eran claramente de un hombro, tal vez un humano, no vio necesario sacar su daga aún pues el sujeto se veía apacible, sin embargo estaba con la daga preparada para usarla si era necesario.
Mientras más cerca estuvo de él, mas sigilosos fueron sus pasos hasta quedar muy cerca a sus espaldas, notó que el hombre percibió sus pasos y se detuvo al instante. Ella no respondió a la pregunta del hombre, solo se quedó ahí esperando que él volteara a verla.
Se tejían tantos rumores sobre ese lugar…que estaba maldito, sus aguas no tenían fondo, aparición de criaturas asesinas, por esta razón ese lugar permanecía desolado la mayor parte del tiempo. Los vampiros solían visitarlo de vez en cuando pero era extraño encontrar algún humano ahí debido a los rumores o por la presencia de este en territorio vampiro. Sin dudas el lago era la mejor elección.
Cogió la capa y la daga para emprender viaje, el viento frío le rozaba su níveo rostro, su cabello negro permanecía oculto dentro del la capucha de la capa, de vez en cuando se frotaba las manos debido al frío, si bien estaban en primavera aún quedaban resabios del crudo invierno, este se resistía a dar paso del todo a la florida primavera.
La caminata le estaba dando apetito, y eso le provocaba estar de mal humor, necesitaba comer algo pronto, pero se encontraba en medio de la nada, era casi imposible encontrar a algún humano o algún otro bicho para poder alimentarse como es debido.
Miraba con detalle, la vera del camino para ver si encontraba algún animal pero no tenía éxito, solo había hiervas, y hojas secas. Al ver frustrada su búsqueda de alimento comenzaba a ponerse de mal humor.
Apuró el paso para llegar pronto al lago, quizás ahí podría hallar algo para comer y así saciar su apetito.
Una vez en el lago, se maravilló con la vista de este aun con una capa de hielo, realmente se veía hermoso, e imponente, permaneció inmóvil un momento contemplando la belleza del lugar. Se quitó la capucha liberando su cabello el cual se camuflaba con el negro de la noche, respiró hondo empapándose con el fresco aire, giró la cabeza de un lago a otro para relajar el cuello y su vista quedo fijada en la silueta que estaba a unos metros de distancia.
Por un instante maldijo no estar sola, pues había recorrido bastante camino para alejar de todo y de todos para encontrarse con alguien en este sitio apartado.
Luego pensó que quizás podría ser provechoso tener compañía, necesitaba alimentarse y aquella persona o criatura le podría servir de alimento. Ante esta posibilidad esbozó una leve sonrisa. Con suaves pasos se dirigió hacia la silueta la cual iba tomando forma, a medida que la vampiresa sea acercaba. Sus rasgos eran claramente de un hombro, tal vez un humano, no vio necesario sacar su daga aún pues el sujeto se veía apacible, sin embargo estaba con la daga preparada para usarla si era necesario.
Mientras más cerca estuvo de él, mas sigilosos fueron sus pasos hasta quedar muy cerca a sus espaldas, notó que el hombre percibió sus pasos y se detuvo al instante. Ella no respondió a la pregunta del hombre, solo se quedó ahí esperando que él volteara a verla.
Amaranth
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Re: Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
Los segundos pasaban y no recibía ninguna respuesta, sin embargo tenía claro que aquello que acechaba en las tinieblas del bosque no era un animal, no podía estar del todo seguro pero el hecho de que los pasos sigilosos se hubieran detenido en el momento que pronuncié mi pregunta no era una buena señal “Mi reputación… mi secreto al descubierto… bien hecho Saba, bien hecho…” Pensé irremediablemente y sin cesar “Si hubieras revisado mejor le perímetro podrías estar ahorrándote este mal trago, pero no, el anhelo por patinar te acaba de condenar”
Lentamente fui girándome y me encontré con una dama extremadamente bella, de piel pálida, casi nívea y una cabellera completamente azabache; no obstante, aun con esos rasgos tan hermosos, aquello que realmente me hipnotizó fueron sus ojos plomizos, grisáceos, que poseían un brillo inhumanamente atrayente a la luz de la luna.
Tuve que retener mis ansias de ser cortés, pues esa mujer, aunque fuera de lo más elegante y majestuoso que había vislumbrado desde hacía meses, me había visto patinando, en mi único momento de libertad y eso no podía salir a la luz- ¿Quién es usted joven dama y porque se encuentra en estos lares a tales horas… de la noche? –Mientras hablaba fui levantándome gradualmente, acercándome a ella.
Una vez incorporado sonreí algo tenso, intentando mantener mi compostura- ¿podría decirme… que es lo que ha visto? –Una risa nerviosa se fugó por mis labios- además, ¿Qué busca aquí y porque se ha acercado a mi persona tan sigilosamente? –
La sospecha inundaba mi ser mientras aguardaba a las respuestas de la extraña mujer, no entendía porque tenía que pasarme esto a mí, y menos justo el día en el que me decidía a concederme un pequeño capricho, “si ya estaba a punto de terminar, solo…” En ese momento recordé que en mi cabeza aún se encontraba mi preciado pero ridículo gorro de lana “por los dioses… ¿que más tiene que pasarme hoy?” Me lamenté mientras, algo avergonzado, me quitaba el gorro de la cabeza.
Lentamente fui girándome y me encontré con una dama extremadamente bella, de piel pálida, casi nívea y una cabellera completamente azabache; no obstante, aun con esos rasgos tan hermosos, aquello que realmente me hipnotizó fueron sus ojos plomizos, grisáceos, que poseían un brillo inhumanamente atrayente a la luz de la luna.
Tuve que retener mis ansias de ser cortés, pues esa mujer, aunque fuera de lo más elegante y majestuoso que había vislumbrado desde hacía meses, me había visto patinando, en mi único momento de libertad y eso no podía salir a la luz- ¿Quién es usted joven dama y porque se encuentra en estos lares a tales horas… de la noche? –Mientras hablaba fui levantándome gradualmente, acercándome a ella.
Una vez incorporado sonreí algo tenso, intentando mantener mi compostura- ¿podría decirme… que es lo que ha visto? –Una risa nerviosa se fugó por mis labios- además, ¿Qué busca aquí y porque se ha acercado a mi persona tan sigilosamente? –
La sospecha inundaba mi ser mientras aguardaba a las respuestas de la extraña mujer, no entendía porque tenía que pasarme esto a mí, y menos justo el día en el que me decidía a concederme un pequeño capricho, “si ya estaba a punto de terminar, solo…” En ese momento recordé que en mi cabeza aún se encontraba mi preciado pero ridículo gorro de lana “por los dioses… ¿que más tiene que pasarme hoy?” Me lamenté mientras, algo avergonzado, me quitaba el gorro de la cabeza.
Sabael Bleak
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Re: Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
El desconocido se giró hacia ella, nervioso y algo dubitativo, aquel era bien parecido, de tez casi tan blanca como la de ella, sin dudas podría ser el candidato perfecto para la cena, pensó para sí, por lo tanto debía desplegar sus encantos para que el pobre humano estuviera a su merced y en ese momento saciar su apetito, sin embargo… ¿No estaría mal si se divierte un poco antes de cumplir su cometido?
-Disculpa por haberte asustado, vine hasta este lugar buscando soledad y algo de tranquilidad, pero ya somos dos aquí- hizo una pausa para ordenar su cabello de manera coqueta.
El joven se incorporó del todo y preguntó preocupado que era lo que había visto, a lo que ella sonrió –No vi nada, solamente me llamó la atención tu voz, y por eso me acerqué algo sigilosa para no darte un susto-.La vampira extendió su mano para señalar el peculiar gorro de lana que el joven llevaba en su cabeza - Bonito accesorio- dijo en tono gracioso, mientras caminaba alrededor de él.
-¿Tú que haces aquí?, no es un lugar muy seguro, supongo que has escuchado las leyendas que se tejen acerca de este lago- decía mientras continuaba paseándose a su alrededor.
-Uno nunca sabe lo que nos puede deparar la noche ¿no es verdad?...por cierto me llamo Amaranth-, le hizo una cortés reverencia mirándolo fijamente a los ojos exhibiendo levente sus afilados colmillos.
Se apartó un poco para recorrer el lugar, dirigiéndose hacia un viejo leño que se encontraba casi frente al lago, lo removió con el pie pero no era seguro para tomar asiento.Permaneció de pie contemplando la inmensidad del lugar en silencio. Con la presencia del extraño sus planes habían cambiado radicalmente, pero la vampira tenía la facilidad innata de adaptarse rápidamente a cualquier circunstancia, y esta vez no sería la excepción, tal vez podría sacar provecho de aquella jugarreta del destino.
La vista del lago era hermosa, en especial el brillo de la luna reflejado sobre la capa de hielo hacia simular un espejo gigante donde la noche podía reflejarse majestuosamente.
Suspiraba maravillada por la belleza de que espectáculo, el cual sin casi notarlo estaba compartiendo con alguien más.
-Disculpa por haberte asustado, vine hasta este lugar buscando soledad y algo de tranquilidad, pero ya somos dos aquí- hizo una pausa para ordenar su cabello de manera coqueta.
El joven se incorporó del todo y preguntó preocupado que era lo que había visto, a lo que ella sonrió –No vi nada, solamente me llamó la atención tu voz, y por eso me acerqué algo sigilosa para no darte un susto-.La vampira extendió su mano para señalar el peculiar gorro de lana que el joven llevaba en su cabeza - Bonito accesorio- dijo en tono gracioso, mientras caminaba alrededor de él.
-¿Tú que haces aquí?, no es un lugar muy seguro, supongo que has escuchado las leyendas que se tejen acerca de este lago- decía mientras continuaba paseándose a su alrededor.
-Uno nunca sabe lo que nos puede deparar la noche ¿no es verdad?...por cierto me llamo Amaranth-, le hizo una cortés reverencia mirándolo fijamente a los ojos exhibiendo levente sus afilados colmillos.
Se apartó un poco para recorrer el lugar, dirigiéndose hacia un viejo leño que se encontraba casi frente al lago, lo removió con el pie pero no era seguro para tomar asiento.Permaneció de pie contemplando la inmensidad del lugar en silencio. Con la presencia del extraño sus planes habían cambiado radicalmente, pero la vampira tenía la facilidad innata de adaptarse rápidamente a cualquier circunstancia, y esta vez no sería la excepción, tal vez podría sacar provecho de aquella jugarreta del destino.
La vista del lago era hermosa, en especial el brillo de la luna reflejado sobre la capa de hielo hacia simular un espejo gigante donde la noche podía reflejarse majestuosamente.
Suspiraba maravillada por la belleza de que espectáculo, el cual sin casi notarlo estaba compartiendo con alguien más.
Amaranth
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Re: Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
Los comentarios de la hermosa mujer me hicieron sonrojar levemente, no me había acordado de retirar ese ridículo pero necesario accesorio de lana de mi cabeza y eso me había llevado a una situación realmente bochornosa- Mi voz no es nada del otro mundo señorita –dejé ir aun un poco cohibido por la situación, al fin y al cabo era una extraña.
-Precisamente eso es lo que he venido a investigar, si verdaderamente esas leyendas son ciertas -miré entonces a la señorita de arriba abajo, su aspecto a la luz de la luna era encantador- Como sabrá existe la historia que cuenta sobre una joven, amante de un conde de la zona, que se ahogó de pena en este lago. Se dice que tenía una voz tan dulce que podía embelesar el corazón de cualquier hombre. Y parece ser que la leyenda es cierta... –añadí con una sonrisa pícara en mis labios.
La muchacha se presentó como Amaranth y enseñó sus colmillos, cosa que yo respondí de la misma forma- Sabael, Sabael Bleak, es un placer señorita Amaranth –dije imitando su reverencia y enseñándole mis colmillos- Ya sabe que estoy haciendo yo por aquí, pero… como usted misma ha dicho, ¿qué cree que le depara a usted esta hermosa noche? –sonreí mientras ella se dedicaba a admirar el paisaje apaciblemente.
Me acerque a ella sin prisas, su níveo rostro a la luz de la luna me atraía- una vista preciosa, ¿no cree? –Añadí en un susurro mientras la miraba fijamente- realmente hermosa… -me quedé ensimismado observando como la suave brisa acariciaba el pelo azabache de la vampiresa, sus labios carmesís soltaron un dulce suspiro que me sacó del trance en el que me encontraba.
Seguí caminando hasta encontrarme justo a su espalda y, una vez ahí, acerque mis labios a su oído- Sabe… yo también suelo confundir a mis presas, es una pena que luego resulten ser de mi misma especie… normalmente suelen ser las más apetecibles… -dicho esto me separé de ella y me quedé a su izquierda, admirando el paisaje con una discreta sonrisa.
-Tengo algo de sed y con sumo gusto compartiría una de mis presas con vos si así os place –le ofrecí- he visto mientras me dirigía hacia el lugar un campamento de leñadores bebiendo y festejando, estoy seguro que alguno estará demasiado ebrio como para resistirse, ni siquiera se dará cuenta de lo ocurrido –tendiéndole la mano le indiqué la dirección que debíamos seguir en el caso de que ella aceptara mi proposición.
-Precisamente eso es lo que he venido a investigar, si verdaderamente esas leyendas son ciertas -miré entonces a la señorita de arriba abajo, su aspecto a la luz de la luna era encantador- Como sabrá existe la historia que cuenta sobre una joven, amante de un conde de la zona, que se ahogó de pena en este lago. Se dice que tenía una voz tan dulce que podía embelesar el corazón de cualquier hombre. Y parece ser que la leyenda es cierta... –añadí con una sonrisa pícara en mis labios.
La muchacha se presentó como Amaranth y enseñó sus colmillos, cosa que yo respondí de la misma forma- Sabael, Sabael Bleak, es un placer señorita Amaranth –dije imitando su reverencia y enseñándole mis colmillos- Ya sabe que estoy haciendo yo por aquí, pero… como usted misma ha dicho, ¿qué cree que le depara a usted esta hermosa noche? –sonreí mientras ella se dedicaba a admirar el paisaje apaciblemente.
Me acerque a ella sin prisas, su níveo rostro a la luz de la luna me atraía- una vista preciosa, ¿no cree? –Añadí en un susurro mientras la miraba fijamente- realmente hermosa… -me quedé ensimismado observando como la suave brisa acariciaba el pelo azabache de la vampiresa, sus labios carmesís soltaron un dulce suspiro que me sacó del trance en el que me encontraba.
Seguí caminando hasta encontrarme justo a su espalda y, una vez ahí, acerque mis labios a su oído- Sabe… yo también suelo confundir a mis presas, es una pena que luego resulten ser de mi misma especie… normalmente suelen ser las más apetecibles… -dicho esto me separé de ella y me quedé a su izquierda, admirando el paisaje con una discreta sonrisa.
-Tengo algo de sed y con sumo gusto compartiría una de mis presas con vos si así os place –le ofrecí- he visto mientras me dirigía hacia el lugar un campamento de leñadores bebiendo y festejando, estoy seguro que alguno estará demasiado ebrio como para resistirse, ni siquiera se dará cuenta de lo ocurrido –tendiéndole la mano le indiqué la dirección que debíamos seguir en el caso de que ella aceptara mi proposición.
Sabael Bleak
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Re: Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
Su sorpresa fue tal cuando vio los blancos y afilados colmillos del joven que su rostro expresó asombro, por un momento creyó que era un simple humano deambulando por esa zona, ignorando el serio peligro que corría. –Yo que estaba considerándote como mi cena- sonrió ampliamente a Sabael, -supongo que mis planes han cambiado- .
Se sobresaltó cuando él se le acercó para susurrarle al oído, la piel se le erizó con cada palabra por el pronunciada, sin embargo mantuvo la compostura, inspirando profundamente mordiéndose el labio inferior. Deseaba que se mantuviera ahí tan cerca que podía percibir la tibieza de su respiración, pero se alejó tomando una leve distancia hasta quedar a su vera.
-Yo también estoy sedienta, hace días no me he alimentado como es debido pues no he encontrado nada decente para comer en el camino, sería una buena idea ir por la cena ¿no crees?, pero antes permíteme...- Se acercó a de manera que su cuerpos quedaron separados tan solo por unos centímetros, lo miró directamente a los ojos y con una mano le acarició la nuca mientras que con la otra le quitó el gorro de lana con mucha delicadeza, para luego entregárselo.
Sabía que estaba jugando con fuego y en cualquier momento se quemaría pero que más daba, si no podía alimentarse de él, al menos podría entretenerse, ese también era un buen plan, para nada despreciable, pues el muchacho era bastante apuesto.
-Es una buena idea ir hacia ese campamento de leñadores, seguramente no será complicado conseguir alimento ahí, porque seguramente con este frío han bebido más de la cuenta y deben estar ebrios-. Aun no se apartaba de él, cada palabra casi rozaba los labios de Sabael, aprovechó la cercanía para acomodarle el cuello del abrigo y le dio una leve caricia en el cuello.
Se apartó de él y cogió su mano –Te sigo…-
Se sobresaltó cuando él se le acercó para susurrarle al oído, la piel se le erizó con cada palabra por el pronunciada, sin embargo mantuvo la compostura, inspirando profundamente mordiéndose el labio inferior. Deseaba que se mantuviera ahí tan cerca que podía percibir la tibieza de su respiración, pero se alejó tomando una leve distancia hasta quedar a su vera.
-Yo también estoy sedienta, hace días no me he alimentado como es debido pues no he encontrado nada decente para comer en el camino, sería una buena idea ir por la cena ¿no crees?, pero antes permíteme...- Se acercó a de manera que su cuerpos quedaron separados tan solo por unos centímetros, lo miró directamente a los ojos y con una mano le acarició la nuca mientras que con la otra le quitó el gorro de lana con mucha delicadeza, para luego entregárselo.
Sabía que estaba jugando con fuego y en cualquier momento se quemaría pero que más daba, si no podía alimentarse de él, al menos podría entretenerse, ese también era un buen plan, para nada despreciable, pues el muchacho era bastante apuesto.
-Es una buena idea ir hacia ese campamento de leñadores, seguramente no será complicado conseguir alimento ahí, porque seguramente con este frío han bebido más de la cuenta y deben estar ebrios-. Aun no se apartaba de él, cada palabra casi rozaba los labios de Sabael, aprovechó la cercanía para acomodarle el cuello del abrigo y le dio una leve caricia en el cuello.
Se apartó de él y cogió su mano –Te sigo…-
Amaranth
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Re: Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
No erraba en mis pensamientos, pues aquella hermosa joven estaba sedienta, pero al parecer no solo lo estaba de sangre, sino de algo más… Su cuerpo estaba a muy pocos centímetros del mío, tanto que incluso podía sentir su dulce aroma, que embelesaba como una brisa de verano, sus ojos, al mirarme llegaron hasta lo más profundo de mí ser. Su mano, que acariciaba mi nuca lentamente hacia que tuviese un deseo irrefrenable de besarla.
En el momento en el que aceptó mi invitación no pude evitar que un aire jovial inundara mi rostro, mas mis músculos se volvieron tensos cuando note su mano contra la mía, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sin más dilación nos adentramos en el bosque, dejando atrás el gélido lago. Empezamos a correr al unísono, nuestros pasos eran sigilosos como una sombra, nuestro apetito aumentaba con cada zancada, y nuestra adrenalina se incrementaba.
Tras unos minutos, empezamos a escuchar los primeros cánticos, las risas y gritos de júbilo que provenían del campamento de leñadores. Cuando estuvimos lo suficientemente cerca pudimos observar un claro enorme, donde aún quedaban los restos de los árboles que habían talado para hacer su alojamiento provisional, en el centro había una gran hoguera donde estaban sentados la gran mayoría, bebiendo y comiendo como cerdos. Las tiendas de campaña estaban montadas alrededor de la fogata, desde las cuales, si se agudizaba el oído, se podían escuchar los ronquidos de algunos de ellos.
Nos quedamos observando la situación unos instantes, tras los cuales me percaté de que un par de individuos embriagados por el fuerte alcohol estaban peleándose en el límite del claro. Tanto el uno como el otro, eran fornidos y altos como un roble, con los cuales jamás entablarías un combate cuerpo a cuerpo en una situación habitual. Ambos realizaban movimientos lentos y torpes, sin mostrar coordinación alguna con el resto de sus cuerpos. Se me hacía la boca agua, no podía resistir el deseo de que la sangre corriese esa noche, que cumpliera la maldición de nuestra raza una vez mas.
-Madame, la cena está servida –dije a la vez que realizaba una pequeña reverencia-. Las damas primero por favor.
En el momento en el que aceptó mi invitación no pude evitar que un aire jovial inundara mi rostro, mas mis músculos se volvieron tensos cuando note su mano contra la mía, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Sin más dilación nos adentramos en el bosque, dejando atrás el gélido lago. Empezamos a correr al unísono, nuestros pasos eran sigilosos como una sombra, nuestro apetito aumentaba con cada zancada, y nuestra adrenalina se incrementaba.
Tras unos minutos, empezamos a escuchar los primeros cánticos, las risas y gritos de júbilo que provenían del campamento de leñadores. Cuando estuvimos lo suficientemente cerca pudimos observar un claro enorme, donde aún quedaban los restos de los árboles que habían talado para hacer su alojamiento provisional, en el centro había una gran hoguera donde estaban sentados la gran mayoría, bebiendo y comiendo como cerdos. Las tiendas de campaña estaban montadas alrededor de la fogata, desde las cuales, si se agudizaba el oído, se podían escuchar los ronquidos de algunos de ellos.
Nos quedamos observando la situación unos instantes, tras los cuales me percaté de que un par de individuos embriagados por el fuerte alcohol estaban peleándose en el límite del claro. Tanto el uno como el otro, eran fornidos y altos como un roble, con los cuales jamás entablarías un combate cuerpo a cuerpo en una situación habitual. Ambos realizaban movimientos lentos y torpes, sin mostrar coordinación alguna con el resto de sus cuerpos. Se me hacía la boca agua, no podía resistir el deseo de que la sangre corriese esa noche, que cumpliera la maldición de nuestra raza una vez mas.
-Madame, la cena está servida –dije a la vez que realizaba una pequeña reverencia-. Las damas primero por favor.
Sabael Bleak
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Re: Para romper el hielo [Privado][Amaranth-Sabael]
La ansiedad se hacía sentir a cada paso, aumentando a medida que se acercaban al improvisado campamento. A la distancia se observaba como los pocos hombres que quedaban en pie entonaban cánticos al son de las palmas de sus ebrios espectadores.
Sería fácil arremeter contra ellos pues ya no tenían reflejos para esquivar ningún tipo de ataque. Eso es lo que tiene el alcohol, a los humanos los vuelve torpes, estúpidos y erráticos en sus decisiones.
El vampiro la invitó a adelantarse al campamento y ella asintió con la cabeza.
Se escabulló sigilosamente entre los árboles, sus pasos eran imperceptibles, debido al alboroto, el cual dentro de unos momentos acabaría abruptamente. Asechaba entre las sombras mirando con detenimiento la pelea que sostenían dos de los sujetos, forcejeaban por quedarse con la última botella de vino, ante lo cual Amaranth rió con sorna, esperando el instante preciso para atacar, sujetando firmemente su daga, era paciente estudiando cada movimiento de sus víctimas lo cual se había convertido casi en una estrategia.
Guiñó un ojo a Sabael de manera cómplice y se dirigió directamente hacia el campamento para aparecer desde la oscuridad. Aprovechó que los dos sujetos se estaban continuaban dicutiendo por la botella que la cual había caído al piso producto del forcejeo. Uno de ellos el más alto y fornido sacó de su cinturón un puñal el cual empuñó de manera vacilante señalando al otro sujeto, este era mas menudo y de inferior complexión.
La vampira salió de forma intempestiva desde la oscuridad con la daga en la mano y aprovechó el descuido para abalanzarse directamente sobre el hombre con el puñal, lo atacó por la espalda clavándole la daga en el costado derecho, con un firme movimiento la giró para luego sacarla bruscamente escurriendo la sangre que tenía en el filo.
El corpulento comenzó a tambalearse producto del dolor, no emitió sonido alguno, sólo se limitó a cubrirse la herida con ambas manos y volteó a mirar a Amaranth mientras esta parecía esperar la reacción de él, mientras le sostuvo la mirada con una frialdad típica de los de su especie.
Todo esto acontecía en frente del sujeto menudo el cual cayó al piso impávido por la impresión de lo que estaba pasando frente a sus ojos, se arrastraba por el piso en un intento por huir del lugar, ella lo miró haciéndole una seña para que huya en dirección al bosque. El hombre menudo se puso de pie dificultosamente y corrió de manera errante dando tumbos entre los árboles.
-¡¡¡Maldita mujer, te vas a arrepentir!!!!- Exclamaba amenazándola con el puñal y reuniendo fuerzas para mantenerse en pie. Ella no dijo nada, solo se limitó a míralo fijamente manteniendo una distancia prudente, sin embargo sabía que le quedaba poco tiempo de vida, pues estaba perdiendo mucha sangre pero no parecía rendirse, estaba decidido a asesinar la aunque esto le costara la vida.
Sería fácil arremeter contra ellos pues ya no tenían reflejos para esquivar ningún tipo de ataque. Eso es lo que tiene el alcohol, a los humanos los vuelve torpes, estúpidos y erráticos en sus decisiones.
El vampiro la invitó a adelantarse al campamento y ella asintió con la cabeza.
Se escabulló sigilosamente entre los árboles, sus pasos eran imperceptibles, debido al alboroto, el cual dentro de unos momentos acabaría abruptamente. Asechaba entre las sombras mirando con detenimiento la pelea que sostenían dos de los sujetos, forcejeaban por quedarse con la última botella de vino, ante lo cual Amaranth rió con sorna, esperando el instante preciso para atacar, sujetando firmemente su daga, era paciente estudiando cada movimiento de sus víctimas lo cual se había convertido casi en una estrategia.
Guiñó un ojo a Sabael de manera cómplice y se dirigió directamente hacia el campamento para aparecer desde la oscuridad. Aprovechó que los dos sujetos se estaban continuaban dicutiendo por la botella que la cual había caído al piso producto del forcejeo. Uno de ellos el más alto y fornido sacó de su cinturón un puñal el cual empuñó de manera vacilante señalando al otro sujeto, este era mas menudo y de inferior complexión.
La vampira salió de forma intempestiva desde la oscuridad con la daga en la mano y aprovechó el descuido para abalanzarse directamente sobre el hombre con el puñal, lo atacó por la espalda clavándole la daga en el costado derecho, con un firme movimiento la giró para luego sacarla bruscamente escurriendo la sangre que tenía en el filo.
El corpulento comenzó a tambalearse producto del dolor, no emitió sonido alguno, sólo se limitó a cubrirse la herida con ambas manos y volteó a mirar a Amaranth mientras esta parecía esperar la reacción de él, mientras le sostuvo la mirada con una frialdad típica de los de su especie.
Todo esto acontecía en frente del sujeto menudo el cual cayó al piso impávido por la impresión de lo que estaba pasando frente a sus ojos, se arrastraba por el piso en un intento por huir del lugar, ella lo miró haciéndole una seña para que huya en dirección al bosque. El hombre menudo se puso de pie dificultosamente y corrió de manera errante dando tumbos entre los árboles.
-¡¡¡Maldita mujer, te vas a arrepentir!!!!- Exclamaba amenazándola con el puñal y reuniendo fuerzas para mantenerse en pie. Ella no dijo nada, solo se limitó a míralo fijamente manteniendo una distancia prudente, sin embargo sabía que le quedaba poco tiempo de vida, pues estaba perdiendo mucha sangre pero no parecía rendirse, estaba decidido a asesinar la aunque esto le costara la vida.
Amaranth
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