[Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
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[Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
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El viento soplaba fuerte aquella noche y una tenue llovizna que no terminaba de dejarse caer adornaba todo el bosque con su constante rocío sobre las hojas que reposaban húmedas e inertes sobre el piso frío, la caminata había sido larga y agotadora por lo que si no se te ocurrió llevar provisiones posiblemente la hayas pasado bastante mal; el largo por su parte era todo un espectáculo, las delgadas gotas de lluvia llenaban de ondas el inmenso lago mientras la luna dibujaba su blanca silueta en la superficie del mismo.
Por si la lluvia no fuera suficiente un clima más frío de lo normal se había adueñado de la noche, no había ruido de animales o criatura viviente en las cercanías, al parecer todo ser viviente en las cercanías se encontraba resguardado y bien abrigado a aquellas horas, muy cerca de la media noche. Repentinos relámpagos parecían romper el cielo a momentos y sus destellos brillaban con tal intensidad que parecían convertir la noche en día por apenas un parpadeo.
Pero claro, tu misión en ese lugar estaba muy lejos de consistir en la admiración del paisaje, no podías perder el tiempo con tales detalles sino que debías buscar a aquella misteriosa mujer a la que acusaban de raptar niños, el problema sería encontrarla en medio de la nada, sin más referencias que el sitio en donde había sido vista, las cercanías del gran lago, según rumores, se le había visto surcar el lago a bordo de un pequeño bote a la luz de una pequeña lámpara cuya luz no parecía ser ni remotamente fuego, una figura vestida de blanco cuyos largos cabellos ocultaban su rostro de las miradas curiosas.
No sabías qué tipo de amenaza podría suponer aquella misteriosa dama, pero lo más peligroso eran los rumores de que habían contratado asesinos para acabar con aquella mujer, por lo que debías dar con ella antes que cualquier otro y al mismo tiempo evitar ser una víctima por accidente o algún infortunio, no sabemos a qué tipo de amenazas tendrás que enfrentar en esta noche, pero sí sabemos que será peligroso.
∞ Misión de riesgo tipo 2 (Moderado: Riesgos menores de daño y fracaso).
∞ Quedan dos cupos disponibles para personajes de cualquier raza y nivel que tengan el valor de entrar.
∞ Para entrar debes anunciarlo primero en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
∞ En primer lugar debes narrar tu llegada al lugar y las razones por las que has tomado la misión.
∞ El éxito no está asegurado y el desenlace de la misión tendrá consecuencias en futuras tramas.
Por si la lluvia no fuera suficiente un clima más frío de lo normal se había adueñado de la noche, no había ruido de animales o criatura viviente en las cercanías, al parecer todo ser viviente en las cercanías se encontraba resguardado y bien abrigado a aquellas horas, muy cerca de la media noche. Repentinos relámpagos parecían romper el cielo a momentos y sus destellos brillaban con tal intensidad que parecían convertir la noche en día por apenas un parpadeo.
Pero claro, tu misión en ese lugar estaba muy lejos de consistir en la admiración del paisaje, no podías perder el tiempo con tales detalles sino que debías buscar a aquella misteriosa mujer a la que acusaban de raptar niños, el problema sería encontrarla en medio de la nada, sin más referencias que el sitio en donde había sido vista, las cercanías del gran lago, según rumores, se le había visto surcar el lago a bordo de un pequeño bote a la luz de una pequeña lámpara cuya luz no parecía ser ni remotamente fuego, una figura vestida de blanco cuyos largos cabellos ocultaban su rostro de las miradas curiosas.
No sabías qué tipo de amenaza podría suponer aquella misteriosa dama, pero lo más peligroso eran los rumores de que habían contratado asesinos para acabar con aquella mujer, por lo que debías dar con ella antes que cualquier otro y al mismo tiempo evitar ser una víctima por accidente o algún infortunio, no sabemos a qué tipo de amenazas tendrás que enfrentar en esta noche, pero sí sabemos que será peligroso.
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Ansur
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Había tenido que apearme de Furia, el momento de cabalgar había terminado y ahora me veía obligada a hacerme paso entre el follaje del bosque. Con el hacha corta en una mano y la otra manteniendo semi abierta la capa para que el halcón respirase, avanzaba por la oscuridad en la parte Este del Lago. La locación me recordaba mucho a mi primer encuentro con Alex y verdaderamente me daban unas ganas locas de volver a casa en vez de buscar a un mocoso imberbe para su papi vampiro Habrase visto… una guerrera orgullosa del Clan colmillo de Hierro haciendo de nana para un repugnante y maloliente vampiro. Lo que faltaba mascullé, dándome la vuelta para verificar si la yegua me estaba siguiendo. Cuando se trata con vampiros ninguna precaución es suficiente, por lo que esta vez había venido a pelo en ella.
Era la salida del invierno pero hacía un frío que calaba los huesos. Maldita lluvia, por si no fuera poco el frío y esa luna ominosa que anuncia desgracia volví a arreglar la capa sin estar segura de cuántas veces se había resbalado de su lugar. Ah… finalmente murmuré con más calma al llegar al lago. Sobre sus revueltas aguas se dibujaban las siluetas de los relámpagos. Tal vez un farol hubiese sido una buena idea en estos momentos entrecerré los ojos para intentar divisar algo en la lejanía, pero sólo se escuchaban los chillidos del viento mientras rasguñaba los árboles. El cuero de mi espalda se había levantado, desgracia, todo anunciaba desgracia.
El único motivo por el que estaba allí era para detener a la mujer que robaba niños, nunca se sabía cuándo podría bajar por el Tymer y llevarse a los de Ulmer, a los míos… Alguien tenía que tomar cartas en el asunto, alguien que pusiera todo y más. Había que encontrar a una roba niños, y nada mejor que el mejor olfato para encontrar un rastro. De nadar no quería saber nada, aparentemente el último avistamiento de la fémina había sido en ese mismo lago, las lenguas del bajo mundo pocas veces erraban un chisme como ese. La idea era menos atractiva por culpa de la noche y esa aura que no sabía cómo catalogar... pero sí que podía peinar los alrededores del lago, con mis garras firmes en la tierra; primero la parte Este, y si por la noche no daba con nada, tendría que ampararme bajo la luz del sol para continuar mi búsqueda por el lado de las alimañas chupasangre. Asentí una vez con la cabeza a mi perfecto plan. Lo siento Chy, tendrás que entenderte con Furia susurré, quitándome la ropa y dejándola escondida en un tronco seco. Cerré mis ojos y cuando los volví a abrir estaba en cuatro patas con mi hocico muy cerca del suelo.
“Curioso…” pensé, olisqueando en el aire otras presencias. Sería mucha desvergüenza y estupidez que un vampiro estuviese en la parte Este del lago. Tenía que ser la noche, sí… la noche con esa horrible luna. Mi mente me estaba jugando malas pasadas. Sin embargo, decidí seguir cualquier rastro que hubiese en el aire, real o imaginaria, daría con la robaniños antes que los matones. “Tengo que hacerlo”” no era una autoimposición era una obligación. Por el bien de los mocosos que se había llevado, por sus familiares, por sus futuros y por aquellos que podrían estar en la lista negra de la misteriosa mujer.
Era la salida del invierno pero hacía un frío que calaba los huesos. Maldita lluvia, por si no fuera poco el frío y esa luna ominosa que anuncia desgracia volví a arreglar la capa sin estar segura de cuántas veces se había resbalado de su lugar. Ah… finalmente murmuré con más calma al llegar al lago. Sobre sus revueltas aguas se dibujaban las siluetas de los relámpagos. Tal vez un farol hubiese sido una buena idea en estos momentos entrecerré los ojos para intentar divisar algo en la lejanía, pero sólo se escuchaban los chillidos del viento mientras rasguñaba los árboles. El cuero de mi espalda se había levantado, desgracia, todo anunciaba desgracia.
El único motivo por el que estaba allí era para detener a la mujer que robaba niños, nunca se sabía cuándo podría bajar por el Tymer y llevarse a los de Ulmer, a los míos… Alguien tenía que tomar cartas en el asunto, alguien que pusiera todo y más. Había que encontrar a una roba niños, y nada mejor que el mejor olfato para encontrar un rastro. De nadar no quería saber nada, aparentemente el último avistamiento de la fémina había sido en ese mismo lago, las lenguas del bajo mundo pocas veces erraban un chisme como ese. La idea era menos atractiva por culpa de la noche y esa aura que no sabía cómo catalogar... pero sí que podía peinar los alrededores del lago, con mis garras firmes en la tierra; primero la parte Este, y si por la noche no daba con nada, tendría que ampararme bajo la luz del sol para continuar mi búsqueda por el lado de las alimañas chupasangre. Asentí una vez con la cabeza a mi perfecto plan. Lo siento Chy, tendrás que entenderte con Furia susurré, quitándome la ropa y dejándola escondida en un tronco seco. Cerré mis ojos y cuando los volví a abrir estaba en cuatro patas con mi hocico muy cerca del suelo.
“Curioso…” pensé, olisqueando en el aire otras presencias. Sería mucha desvergüenza y estupidez que un vampiro estuviese en la parte Este del lago. Tenía que ser la noche, sí… la noche con esa horrible luna. Mi mente me estaba jugando malas pasadas. Sin embargo, decidí seguir cualquier rastro que hubiese en el aire, real o imaginaria, daría con la robaniños antes que los matones. “Tengo que hacerlo”” no era una autoimposición era una obligación. Por el bien de los mocosos que se había llevado, por sus familiares, por sus futuros y por aquellos que podrían estar en la lista negra de la misteriosa mujer.
Woodpecker
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Ya hacía un par de semanas que saqué mi trasero de la mansión de Madame Mortagglia, donde por poco pierdo la vida y solo los dioses sabrían cómo es que había logrado evitar que la tal Elen me descuartizara con su horrible magia. Afortunadamente eso había quedado en el pasado y pude volver a mi vida de siempre en la taberna de mi familia. Debo reconocer que no entiendo los motivos que me brindaron la reputación de ‘‘solucionadora de problemas’’, pues de la nada un montón de sujetos comenzaron a buscarme para que le ayudara con diversos asuntos, algunos más peligrosos que otros, pero todos con la misma entonación trivial e irrelevante. En un inicio me había negado rotundamente a desperdiciar mi valioso tiempo y mis numerosos talentos en resolverle la vida a tanto idiota. Bueno, eso fue hasta que escuché de los honorarios del último trabajo y fue así como terminé metida en este embrollo.
El trabajo era simple: debía encargarme de una extraña mujer, quien, aparentemente raptaba niños. La última víctima era el hijo de un compatriota vampiro, cuya desaparición había estado ocasionando revuelos a todos los que escuchaban la historia, y lo único que se sabía es que la sospechosa número uno era una loca que se encontraba en un lago. Lo que nadie me dijo es que tendría que lidiar con un maldito clima invernal y con la compañía de una incesante llovizna. ¡Madre de todas las cortesanas! ¿Acaso esto podría empeorar? Y como si buscasen darme una respuesta, el sonido de los truenos hicieron su aparición, seguidos por los deslumbrantes rayos que osaron iluminar el cenit de manera tenebrosa. Bien, suficiente de quejas por el momento, había captado el mensaje.
Tomé de mi mochila la capa que me cubriese del frío y subí la capucha, escondiendo mi rostro mientras caminaba a toda prisa hacia mi destino. Tanteé las provisiones que llevaba conmigo, esperando que fuesen suficientes para sobrevivir a aquella funesta velada y levanté la vista hacia el lago. La verdad es que no tenía idea de dónde diantres me encontraba, pero por lo visto no andaba tan perdida. Comencé a recorrer los alrededores, afilando mis sentidos para evitar sorpresas, pues se me había advertido que había otros quienes intentarían capturarla y a ellos yo debía considerarlos enemigos…de mis bolsillos, claro. Una extraña sensación recorrió mi espina dorsal y ante la advertencia de peligro me subí a uno de los arboles más cercanos, preparando mis armas por si debía enfrentarme con alguien.
—Que no se trate de un lobito…
Mascullé para mí misma, puesto que se me había advertido en más de una ocasión que esos desgraciados no tenían piedad para con los de mi raza y la verdad es que valoraba mucho mi integridad física como para perderla tan pronto. Solo me restaba esperar y estar alerta a cualquier señal, fuese la supuesta dama del lago o no.
El trabajo era simple: debía encargarme de una extraña mujer, quien, aparentemente raptaba niños. La última víctima era el hijo de un compatriota vampiro, cuya desaparición había estado ocasionando revuelos a todos los que escuchaban la historia, y lo único que se sabía es que la sospechosa número uno era una loca que se encontraba en un lago. Lo que nadie me dijo es que tendría que lidiar con un maldito clima invernal y con la compañía de una incesante llovizna. ¡Madre de todas las cortesanas! ¿Acaso esto podría empeorar? Y como si buscasen darme una respuesta, el sonido de los truenos hicieron su aparición, seguidos por los deslumbrantes rayos que osaron iluminar el cenit de manera tenebrosa. Bien, suficiente de quejas por el momento, había captado el mensaje.
Tomé de mi mochila la capa que me cubriese del frío y subí la capucha, escondiendo mi rostro mientras caminaba a toda prisa hacia mi destino. Tanteé las provisiones que llevaba conmigo, esperando que fuesen suficientes para sobrevivir a aquella funesta velada y levanté la vista hacia el lago. La verdad es que no tenía idea de dónde diantres me encontraba, pero por lo visto no andaba tan perdida. Comencé a recorrer los alrededores, afilando mis sentidos para evitar sorpresas, pues se me había advertido que había otros quienes intentarían capturarla y a ellos yo debía considerarlos enemigos…de mis bolsillos, claro. Una extraña sensación recorrió mi espina dorsal y ante la advertencia de peligro me subí a uno de los arboles más cercanos, preparando mis armas por si debía enfrentarme con alguien.
—Que no se trate de un lobito…
Mascullé para mí misma, puesto que se me había advertido en más de una ocasión que esos desgraciados no tenían piedad para con los de mi raza y la verdad es que valoraba mucho mi integridad física como para perderla tan pronto. Solo me restaba esperar y estar alerta a cualquier señal, fuese la supuesta dama del lago o no.
Lexie Ivannovich
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Las situaciones raras nunca escasean en Sacrestic ville, ese lugar es un imán de problemas… lugar que por alguna razón el mocoso inventor se convence de visitar ocasionalmente. Los vampiros coleccionan muchas cosas de la guerra y eso siempre atrae su atención, tiene la ligera esperanza de que encontrara algo fascinante entre la basura terrestre.
Entre las calles del lugar termina pillando cierto rumor, cuando llega a la fuente y demuestra sus habilidades logra ganarse un pasaje a otra aventura. No pudo rechazar el trabajo, los enanos deben cuidarse entre sí. Cuando un niño tiene problemas puede contar con Maquiavelo, es la extraña filosofía que enseñan los Gorriones.
En ese momento parecía buena idea…
Un tiempo indefinido después Chimar se encuentra en medio del bosque objetivo muerto de frio, toda noche hace caer las temperaturas… eso sin mencionar una molesta llovizna. Revisa el mapa que le dieron intentando encontrar el tercer punto de referencia por décima vez… como en las anteriores fracasa rotundamente.
El jodido árbol torcido, ¡todos los miserables arboles están torcidos!
Escucha una fuente de agua y la sigue, el maldito árbol puede tomarse un té. Irónicamente su estrategia resulta acertada, encuentra el lago. Es enorme y la luna se refleja, tiene cierta belleza intrínseca. Lo bueno de todo es que acaba de llegar al último marcador, a partir de ahora solo debe recorrer la orilla.
¿Pero que rayos…?
Detalla algo bastante raro a la distancia, una mujer se desnuda por voluntad propia. Intenta apartar la mirada pero su curiosidad gana, los únicos cuerpos femeninos sin ropa que ha observado estaban destinados como material médico en la universidad de los susurros... una anécdota que no le gusta recordar.
Es… bastante firme.
No tiene mucho tiempo para observar pues dicha mujer se transforma en un perro grande, claramente se trata de licantropía. Chimar emite un gesto de tristeza, al final tendrá que encontrar otro espécimen de estudio. Niega con la cabeza un par de veces para centrar su mente, debe escuchar al sentido común.
¿Será la loca roba niños?
Murmura para sí mismo mientras apunta con su ballesta automática, nunca se sabe que cara adoptara el peligro. De repente cierto ruido le hace voltear, el sonido del follaje rompiéndose es inconfundible. Su corazón comienza a latir aceleradamente, es posible que se haya puesto en una situación peligrosa por no planear con más antelación el "heroico rescate". Al final se recuesta de un árbol e intenta disminuir los latidos, calmarse… hace lo que puede pero no es Demian.
De vuelta a la sartén…
Entre las calles del lugar termina pillando cierto rumor, cuando llega a la fuente y demuestra sus habilidades logra ganarse un pasaje a otra aventura. No pudo rechazar el trabajo, los enanos deben cuidarse entre sí. Cuando un niño tiene problemas puede contar con Maquiavelo, es la extraña filosofía que enseñan los Gorriones.
En ese momento parecía buena idea…
Un tiempo indefinido después Chimar se encuentra en medio del bosque objetivo muerto de frio, toda noche hace caer las temperaturas… eso sin mencionar una molesta llovizna. Revisa el mapa que le dieron intentando encontrar el tercer punto de referencia por décima vez… como en las anteriores fracasa rotundamente.
El jodido árbol torcido, ¡todos los miserables arboles están torcidos!
Escucha una fuente de agua y la sigue, el maldito árbol puede tomarse un té. Irónicamente su estrategia resulta acertada, encuentra el lago. Es enorme y la luna se refleja, tiene cierta belleza intrínseca. Lo bueno de todo es que acaba de llegar al último marcador, a partir de ahora solo debe recorrer la orilla.
¿Pero que rayos…?
Detalla algo bastante raro a la distancia, una mujer se desnuda por voluntad propia. Intenta apartar la mirada pero su curiosidad gana, los únicos cuerpos femeninos sin ropa que ha observado estaban destinados como material médico en la universidad de los susurros... una anécdota que no le gusta recordar.
Es… bastante firme.
No tiene mucho tiempo para observar pues dicha mujer se transforma en un perro grande, claramente se trata de licantropía. Chimar emite un gesto de tristeza, al final tendrá que encontrar otro espécimen de estudio. Niega con la cabeza un par de veces para centrar su mente, debe escuchar al sentido común.
¿Será la loca roba niños?
Murmura para sí mismo mientras apunta con su ballesta automática, nunca se sabe que cara adoptara el peligro. De repente cierto ruido le hace voltear, el sonido del follaje rompiéndose es inconfundible. Su corazón comienza a latir aceleradamente, es posible que se haya puesto en una situación peligrosa por no planear con más antelación el "heroico rescate". Al final se recuesta de un árbol e intenta disminuir los latidos, calmarse… hace lo que puede pero no es Demian.
De vuelta a la sartén…
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
El frío embestía como pocas noches, pero nada que resultara problema para el frondoso pelaje de una licántropa; la mujer de cabellos canos dejó atrás a sus compañeros y su forma humana para tomar una forma que pensaba más práctica para aquel terreno, aunque tal vez no resultaría la mejor de las ideas, algo que ya podría comprobar más adelante; además de todo no era la única exploradora en aquel lugar, tal como ella se encontraban a cierta distancia una vampira, un humano y alguien más; podría percibir sus olores pero no su ubicación exacta a menos que decidiera enfocarse en alguno y rastrearlo, aunque había aún alguien más aparte de ellos.
Por otro lado se encontraba la vampira que debía tener mucha confianza en sí misma o muy poco instinto de supervivencia para aventurarse sola en tierras de licántropos, debía tener muy buenas razones para deambular por aquel lugar con su apariencia tan vulnerable, incluso el niño humano parecía más capaz de defenderse que ella; Chimar sería el primero en notar la presencia de alguien más, básicamente porque el puño del hombre bestia que ahora hacia entrada se estrelló a escasos centímetros de la cabeza del chico en el árbol al que estaba recostado; un golpe ciertamente fortuito y casual, ya que el blanquecino hombre tigre ni siquiera llegaría a notar la presencia del chico.
Una licántropa, debí saber que ellos estaban detrás de todo esto- Iba murmurando el iracundo sujeto sin prestar la más mínima atención al ruido que hacían sus pasos, parecía decidido a enfrentar a Woodpecker acusándola de ser la misteriosa Dama del Lago, a fin de cuentas parecía ser una dama, y estaba cerca del lago ¿Qué otra evidencia necesitaría para señalarla como culpable? -¡¡Devuélveme a mi hijo, o conocerás el dolor!!- Le gritó el hombre bestia al estar a cierta distancia, no le importaba el sigilo o la precaución, se veía claramente enojado y esas marcas de sangre en su cuerpo delataban que había tenido batallas previas esa misma noche.
El hombre tigre abrió sus garras mientras caminaba hacia Woodpecker sin importarle nada más -¿Es así como piensan sacarnos del bosque? ¿Robando a nuestros hijos?- Recriminó aquel personaje que llegaba fácilmente a los dos metros de altura y aunque no llevaba armas encima, sus garras parecían serle más que suficientes; Chimar por su parte quedaría a la espalda del tigre humanoide, con la atención de la licántropa en aquella enorme amenaza le sería sencillo acercarse en sigilo hasta decidir qué hacer; Lexie por su parte era otra historia, podría elegir ayudar a una compañera mujer, o dejar morir a una asquerosa licántropa, de momento no tenía ninguna obligación para con ellos por lo que podría incluso limitarse a ignorarlos y enfocarse en descubrir lo que era esa extraña luz que se acercaba desde el centro del lago, parecía una pequeña embarcación apenas iluminada por un pequeño candil.
∞ En esta misión sus decisiones decidirán no solo el desenlace de esta historia, sino que tendrán repercusiones en otras que vendrán luego, deben ser cautelosos.
∞ Woodpecker debe decidir si pelear contra el hombre-bestia o tratar de explicarle que ella no es quien ha robado a los niños.
∞ Las acciones de Chimar dependerán de lo que haga Woodpecker, eligiendo luego entre atacar o colaborar con alguno de los dos enfrentados.
∞ Lexie será la primera en notar aquella misteriosa embarcación que viaja por el lago, aunque llegar nadando hasta ella no parece la mejor de las opciones.
Por otro lado se encontraba la vampira que debía tener mucha confianza en sí misma o muy poco instinto de supervivencia para aventurarse sola en tierras de licántropos, debía tener muy buenas razones para deambular por aquel lugar con su apariencia tan vulnerable, incluso el niño humano parecía más capaz de defenderse que ella; Chimar sería el primero en notar la presencia de alguien más, básicamente porque el puño del hombre bestia que ahora hacia entrada se estrelló a escasos centímetros de la cabeza del chico en el árbol al que estaba recostado; un golpe ciertamente fortuito y casual, ya que el blanquecino hombre tigre ni siquiera llegaría a notar la presencia del chico.
- Hombre-Tigre:
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Una licántropa, debí saber que ellos estaban detrás de todo esto- Iba murmurando el iracundo sujeto sin prestar la más mínima atención al ruido que hacían sus pasos, parecía decidido a enfrentar a Woodpecker acusándola de ser la misteriosa Dama del Lago, a fin de cuentas parecía ser una dama, y estaba cerca del lago ¿Qué otra evidencia necesitaría para señalarla como culpable? -¡¡Devuélveme a mi hijo, o conocerás el dolor!!- Le gritó el hombre bestia al estar a cierta distancia, no le importaba el sigilo o la precaución, se veía claramente enojado y esas marcas de sangre en su cuerpo delataban que había tenido batallas previas esa misma noche.
El hombre tigre abrió sus garras mientras caminaba hacia Woodpecker sin importarle nada más -¿Es así como piensan sacarnos del bosque? ¿Robando a nuestros hijos?- Recriminó aquel personaje que llegaba fácilmente a los dos metros de altura y aunque no llevaba armas encima, sus garras parecían serle más que suficientes; Chimar por su parte quedaría a la espalda del tigre humanoide, con la atención de la licántropa en aquella enorme amenaza le sería sencillo acercarse en sigilo hasta decidir qué hacer; Lexie por su parte era otra historia, podría elegir ayudar a una compañera mujer, o dejar morir a una asquerosa licántropa, de momento no tenía ninguna obligación para con ellos por lo que podría incluso limitarse a ignorarlos y enfocarse en descubrir lo que era esa extraña luz que se acercaba desde el centro del lago, parecía una pequeña embarcación apenas iluminada por un pequeño candil.
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∞ En esta misión sus decisiones decidirán no solo el desenlace de esta historia, sino que tendrán repercusiones en otras que vendrán luego, deben ser cautelosos.
∞ Woodpecker debe decidir si pelear contra el hombre-bestia o tratar de explicarle que ella no es quien ha robado a los niños.
∞ Las acciones de Chimar dependerán de lo que haga Woodpecker, eligiendo luego entre atacar o colaborar con alguno de los dos enfrentados.
∞ Lexie será la primera en notar aquella misteriosa embarcación que viaja por el lago, aunque llegar nadando hasta ella no parece la mejor de las opciones.
Última edición por Ansur el Miér Mar 22 2017, 16:18, editado 1 vez
Ansur
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Si mi rostro tuviese expresiones humanas probablemente hubiese tenido una sonrisa invertida. “Mierda, ¿por qué todo lo malo me pasa a mí?”. Allí estaba él, el gato rey, bueno… si no lo era, estaba cerca. Tenía esencias interesantes mezcladas en todo su cuerpo, toda la sangre que no le pertenecía hizo que se me alborotase el pelo de la espalda. Di varios pasos atrás, intentando mantener fija la distancia que nos separaba, mostraba mis dientes con los labios fruncidos hacia arriba. Mi gruñido intentaba imponer algo de respeto, pero parecía ser en vano. El hombre bestia estaba furibundo, yo también lo estaría si me quitasen a uno de mis cachorros, pero eso no le excusaba de levantarme un falso. Mi cola rozó una rama y por una de mis patas sentí un pronunciado desnivel, obligándome a cambiar de rumbo, siempre dándole el frente a la peligrosa bestia.
No quería terminar como todos los que se enfrentaron a él. “Putas… putas y más putas. Por todas las… ya qué se me ocurría ninguna idea. Volver a mi forma humana para intentar razonar con él iba a ser un suicidio. Era ese tipo de momentos en los que pensaba cosas como “maldita sea, ¿por qué elijes la forma en la que no puedes usar tus armas?” enfrentar cualquier enemigo no tan coloso hubiese sido un juego de niños con mi forma feral, pero esto… ¿cómo siquiera me le acercaba a eso?. Las advertencias no estaban siendo escuchadas y huir no era una opción. Se me acababa el tiempo, el gato superdesarrollado había dejado de acusarme. En breve lanzaría su primer ataque.
Me di media vuelta y corrí a toda la velocidad que me permitieron mis patas y me transformé en mi forma bípeda. Arranqué del cuello el único objeto que llevaba conmigo, un vial. No cualquier vial, el vial que podría salvarme la vida. Descorché y me tragué todo el contenido de un sorbo. Tenía poco tiempo, el efecto no duraba mucho tiempo. “¡Demonios! ¿Qué decir?” Mira gato, también soy madre y busco a la robaniños, no quiero que llegue a Ulmer. Supongo que te has encontrado con los asesinos que vienen por ella. Tengo que hallarla antes que ellos o los niños robados no podrán ser encontrados. No perdamos el tiempo. Pero mis palabras parecían caer en saco roto, la bestia cargaba con un odio ciego hacia mi. Gracias a mis palabras, había encontrado mi locación. Golpeó el tronco en el que escudaba mi cuerpo, haciendo volar las astillas por todas partes.
Vamos, ¿crees que los lobos somos unos cobardes? Pertenezco a Ulmer, no a la manada. La única razón por la que no te ataco es porque me sirves más como aliado.¿Crees que necesitamos métodos tan estúpidos si quisiéramos deshacernos de ustedes? Con una guerra bastaría, pero nuestra líder quiere la paz y prefiere el comercio. No me hagas perder el tiempo o cobraré tu vida y tu hijo en vez de reunirse contigo te llorará cuando lo recupere, porque lo haré. Comenzaba a quedarme sin aire, esquivar sus ataques e intentar hacerlo entrar en razón no eran dos cosas compatibles. Tenía unas ganas locas de enfrascarme en una lucha con él, pero si me peleaba con todos los que encontrara esa noche, no cumpliría más mi objetivo, no al menos desde tan temprano.
De sus labios sólo salían sonidos ferales y maldiciones. ¡Maldita sea! ¡Reacciona! grité aterrizando mi gancho derecho en su quijada, pero su caída no fue gratis, un juego de garras me rasgó en diagonal desde las costillas hacia el pecho. Fue como si el zarpazo se hubiese transformado en una especie de último recurso para no perder el equilibrio. Aullé de dolor y me le tiré encima para inmovilizarlo. De bestia a bestia, ahora no teníamos tanta diferencia de estatura, pero sí de control.
Estúpido gato ¡estate quieto! Busquemos a los niños. A tu hijo… ese era el último intento. Ya no estaba en posición de intentarlo más. Si yo le daba un respiro, yo terminaría mal, si él no cedía, tendría que dejarlo… al menos intentaría que fuese inconsciente, aunque por cómo se presentaba esa maldita noche con la maldita luna ominosa… puede que hasta le cortasen la cabeza sólo por diversión.
Off: Dado que no recibí más instrucciones, me detengo ahí. No quise manejar de forma directa a la bestia, pero tampoco terminar ninguna acción. Lo que bebí fue la poción para el habla, que se encuentra en mi inventario. Tiene una duración de dos turnos. Mi último comodín xD
No quería terminar como todos los que se enfrentaron a él. “Putas… putas y más putas. Por todas las… ya qué se me ocurría ninguna idea. Volver a mi forma humana para intentar razonar con él iba a ser un suicidio. Era ese tipo de momentos en los que pensaba cosas como “maldita sea, ¿por qué elijes la forma en la que no puedes usar tus armas?” enfrentar cualquier enemigo no tan coloso hubiese sido un juego de niños con mi forma feral, pero esto… ¿cómo siquiera me le acercaba a eso?. Las advertencias no estaban siendo escuchadas y huir no era una opción. Se me acababa el tiempo, el gato superdesarrollado había dejado de acusarme. En breve lanzaría su primer ataque.
Me di media vuelta y corrí a toda la velocidad que me permitieron mis patas y me transformé en mi forma bípeda. Arranqué del cuello el único objeto que llevaba conmigo, un vial. No cualquier vial, el vial que podría salvarme la vida. Descorché y me tragué todo el contenido de un sorbo. Tenía poco tiempo, el efecto no duraba mucho tiempo. “¡Demonios! ¿Qué decir?” Mira gato, también soy madre y busco a la robaniños, no quiero que llegue a Ulmer. Supongo que te has encontrado con los asesinos que vienen por ella. Tengo que hallarla antes que ellos o los niños robados no podrán ser encontrados. No perdamos el tiempo. Pero mis palabras parecían caer en saco roto, la bestia cargaba con un odio ciego hacia mi. Gracias a mis palabras, había encontrado mi locación. Golpeó el tronco en el que escudaba mi cuerpo, haciendo volar las astillas por todas partes.
Vamos, ¿crees que los lobos somos unos cobardes? Pertenezco a Ulmer, no a la manada. La única razón por la que no te ataco es porque me sirves más como aliado.¿Crees que necesitamos métodos tan estúpidos si quisiéramos deshacernos de ustedes? Con una guerra bastaría, pero nuestra líder quiere la paz y prefiere el comercio. No me hagas perder el tiempo o cobraré tu vida y tu hijo en vez de reunirse contigo te llorará cuando lo recupere, porque lo haré. Comenzaba a quedarme sin aire, esquivar sus ataques e intentar hacerlo entrar en razón no eran dos cosas compatibles. Tenía unas ganas locas de enfrascarme en una lucha con él, pero si me peleaba con todos los que encontrara esa noche, no cumpliría más mi objetivo, no al menos desde tan temprano.
De sus labios sólo salían sonidos ferales y maldiciones. ¡Maldita sea! ¡Reacciona! grité aterrizando mi gancho derecho en su quijada, pero su caída no fue gratis, un juego de garras me rasgó en diagonal desde las costillas hacia el pecho. Fue como si el zarpazo se hubiese transformado en una especie de último recurso para no perder el equilibrio. Aullé de dolor y me le tiré encima para inmovilizarlo. De bestia a bestia, ahora no teníamos tanta diferencia de estatura, pero sí de control.
Estúpido gato ¡estate quieto! Busquemos a los niños. A tu hijo… ese era el último intento. Ya no estaba en posición de intentarlo más. Si yo le daba un respiro, yo terminaría mal, si él no cedía, tendría que dejarlo… al menos intentaría que fuese inconsciente, aunque por cómo se presentaba esa maldita noche con la maldita luna ominosa… puede que hasta le cortasen la cabeza sólo por diversión.
Off: Dado que no recibí más instrucciones, me detengo ahí. No quise manejar de forma directa a la bestia, pero tampoco terminar ninguna acción. Lo que bebí fue la poción para el habla, que se encuentra en mi inventario. Tiene una duración de dos turnos. Mi último comodín xD
Woodpecker
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Me mantenía alerta todo lo que pasaba a mi alrededor. Estaba segura de que el lugar estaba plagado de peligros y tendría que moverme con mucha cautela si no quería terminar muerta. Estaba analizando lo que tendría que hacer a continuación cuando un alboroto llamó mi atención. Dirigí mi mirada hacia el origen de todo aquello, divisando la enorme figura de un aterrador gato, quien no dejaba de gritarle a… ¿un lobo? ¡Rayos! Debí saber que mi trabajo no sería tan sencillo. Bueno, al menos el hombre-bestia se encargaría de eso, pero la curiosidad de saber cómo fue más fuerte que yo. Vi al lobo correr en una decisión bastante sensata, mientras intentaba a toda costa razonar con el gato. Buen intento, pero yo dudaba que la furia de éste último le permitiese pensar con claridad.
Un destello de información llegó hasta mi cerebro cuando el lobo… ¿o loba? ¿Había dicho que también era madre? Bueno, el punto es que hizo mención de que estaba ahí para encontrar a la ladrona de niños. ¡Menuda suerte! Además de tener que hallar a la susodicha, tendría que correr contra reloj para evitar que ella y cualquier otro se me adelantara. Mi misión era deshacerme de la fulana, no atraparla, no entregarla a nadie, matarla y ya. Un trabajo que en un inicio había creído sencillo, pero que ahora se me complicaba con cada segundo que transcurría en medio de esa endemoniada llovizna. Muy bien, si el gato me evitaba el trabajo, entonces por mí mejor. Redirigí mi mirada al lago objetivo, notando como una luz tenue se lograba divisar desde el centro. Parecía una especie de embarcación, solo que tendría que ingeniármelas para acercarme sin ser vista.
—Debo ganar tiempo —miré de regreso a la loba y al gato, pensando en que quizá mi agilidad pudiese ser una ventaja—. Es mi momento.
Salté a una de las ramas del árbol más cercano y seguí moviéndome de esa manera, hasta que sentí que era seguro poner mis pies en tierra. Una vez que estuve en el piso comencé a correr lejos del gato y de la loba, pues en esos momentos ya no sabía si la labor de ésta había surtido efecto y lo que menos necesitaba era más enemigos que me alejaran de mi jugosa recompensa. Una vez que llegué a la orilla del lago traté de pensar en cómo haría para acercarme a la embarcación. No era tan estúpida como para creer que podría nadar en un lago peligroso, por lo que centré mi cerebro en buscar una alternativa. Cerca de mi posición pude ver algunos picos de madera, aunque no creía tener la suerte de encontrarme con una barca, mi fortuna no era tan buena, pero aun así no dudé en acercarme, pues mientras más lejos estuviera del par de bestias, más aumentaba mi esperanza de vida.
Off: Lex aún no ha visto a Chimar xDD porque está mas concentrada en Wood y el gatote ;D
Un destello de información llegó hasta mi cerebro cuando el lobo… ¿o loba? ¿Había dicho que también era madre? Bueno, el punto es que hizo mención de que estaba ahí para encontrar a la ladrona de niños. ¡Menuda suerte! Además de tener que hallar a la susodicha, tendría que correr contra reloj para evitar que ella y cualquier otro se me adelantara. Mi misión era deshacerme de la fulana, no atraparla, no entregarla a nadie, matarla y ya. Un trabajo que en un inicio había creído sencillo, pero que ahora se me complicaba con cada segundo que transcurría en medio de esa endemoniada llovizna. Muy bien, si el gato me evitaba el trabajo, entonces por mí mejor. Redirigí mi mirada al lago objetivo, notando como una luz tenue se lograba divisar desde el centro. Parecía una especie de embarcación, solo que tendría que ingeniármelas para acercarme sin ser vista.
—Debo ganar tiempo —miré de regreso a la loba y al gato, pensando en que quizá mi agilidad pudiese ser una ventaja—. Es mi momento.
Salté a una de las ramas del árbol más cercano y seguí moviéndome de esa manera, hasta que sentí que era seguro poner mis pies en tierra. Una vez que estuve en el piso comencé a correr lejos del gato y de la loba, pues en esos momentos ya no sabía si la labor de ésta había surtido efecto y lo que menos necesitaba era más enemigos que me alejaran de mi jugosa recompensa. Una vez que llegué a la orilla del lago traté de pensar en cómo haría para acercarme a la embarcación. No era tan estúpida como para creer que podría nadar en un lago peligroso, por lo que centré mi cerebro en buscar una alternativa. Cerca de mi posición pude ver algunos picos de madera, aunque no creía tener la suerte de encontrarme con una barca, mi fortuna no era tan buena, pero aun así no dudé en acercarme, pues mientras más lejos estuviera del par de bestias, más aumentaba mi esperanza de vida.
Off: Lex aún no ha visto a Chimar xDD porque está mas concentrada en Wood y el gatote ;D
Lexie Ivannovich
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Sin previo aviso aparece un felino enorme… menuda imagen. Chimar debe hacer un gran esfuerzo para no gritar cuando golpea su árbol predilecto, afortunadamente no nota su presencia. El minino se ve difícil de domar, puede deducirse por la sangre ajena que lleva encima y el diámetro simétrico de sus músculos.
“Nunca me pasan cosas normales… no señor”
El gato tiene un objetivo claro, cenarse a la licantropa. La razón de todo pronto inunda el ambiente, busca a un pariente perdido. Se debe tener valor para quitarle cualquier cosa valiosa a una criatura semejante, tal parece que la ladrona carece de un completo sentido común… eso o le gustan los retos.
Afortunadamente el truco de camuflaje empleado por Maquiavelo surte efecto, nadie logra dar con él. En este punto puede limitarse a escapar o quedarse de chismoso y huir más tarde, no son caminos muy valientes pero es un niño ladrón, ¿Qué esperan?... además, el cobarde siempre termina con la recompensa.
“Debe ser un chiste”
Dice al entender las palabras del canino, en teoría los licántropos no pueden hablar en forma animal. El tópico de conversación resulta interesante de igual forma, la mujer transformada y su contrincante gatuno también intentan dar con el problema regional, un giro inesperado que tal vez pueda ser provechoso.
Los animales “juegan” a la distancia pero otro movimiento de ramas activa la percepción del inventor, algo más merodea cerca. Tristemente es difícil localizarle con sentidos humanos y la jodida pelea entre criaturas. Tal parece que el niño tendrá que intervenir, ya sea para conseguir aliados o en un intento por devolver la paz al bosque.
¡¡Basta!! ¡¡Dejen de jugar como perros y gatos o los llenare de virotes!!
Dice mientras apunta al par, de momento están combatiendo en el suelo. Chimar se debate entre si montar un virote inferno o no, puede ser demasiado excesivo. Espera poder detener la pelea sin violencia pero nunca se sabe, los adultos suelen comportarse de manera muy errática cuando están molestos.
Bien frijoles con pelo… ¿se van a calmar?
Si le atacan los dos al mismo tiempo solo podrá neutralizar a uno pero viendo su comportamiento eso no pasara, apenas reparan en el niño. Una especie de luz aparece por un lateral pero Maquiavelo no puede perder el Angulo de tiro, eso le pondría en clara desventaja… mientras no moleste puede brillar todo lo que quiera.
“Nunca me pasan cosas normales… no señor”
El gato tiene un objetivo claro, cenarse a la licantropa. La razón de todo pronto inunda el ambiente, busca a un pariente perdido. Se debe tener valor para quitarle cualquier cosa valiosa a una criatura semejante, tal parece que la ladrona carece de un completo sentido común… eso o le gustan los retos.
Afortunadamente el truco de camuflaje empleado por Maquiavelo surte efecto, nadie logra dar con él. En este punto puede limitarse a escapar o quedarse de chismoso y huir más tarde, no son caminos muy valientes pero es un niño ladrón, ¿Qué esperan?... además, el cobarde siempre termina con la recompensa.
“Debe ser un chiste”
Dice al entender las palabras del canino, en teoría los licántropos no pueden hablar en forma animal. El tópico de conversación resulta interesante de igual forma, la mujer transformada y su contrincante gatuno también intentan dar con el problema regional, un giro inesperado que tal vez pueda ser provechoso.
Los animales “juegan” a la distancia pero otro movimiento de ramas activa la percepción del inventor, algo más merodea cerca. Tristemente es difícil localizarle con sentidos humanos y la jodida pelea entre criaturas. Tal parece que el niño tendrá que intervenir, ya sea para conseguir aliados o en un intento por devolver la paz al bosque.
¡¡Basta!! ¡¡Dejen de jugar como perros y gatos o los llenare de virotes!!
Dice mientras apunta al par, de momento están combatiendo en el suelo. Chimar se debate entre si montar un virote inferno o no, puede ser demasiado excesivo. Espera poder detener la pelea sin violencia pero nunca se sabe, los adultos suelen comportarse de manera muy errática cuando están molestos.
Bien frijoles con pelo… ¿se van a calmar?
Si le atacan los dos al mismo tiempo solo podrá neutralizar a uno pero viendo su comportamiento eso no pasara, apenas reparan en el niño. Una especie de luz aparece por un lateral pero Maquiavelo no puede perder el Angulo de tiro, eso le pondría en clara desventaja… mientras no moleste puede brillar todo lo que quiera.
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Se había desatado una sangrienta batalla por una simple confusión, de entre todos los hombres bestia la pobre Woodpecker se había topado con uno de los menos racionales, justamente ese prefería primero descuartizar y luego preguntar, cosa que ya parecía haber estado haciendo debido a los rastros de sangre en su cuerpo, salpicaduras de otros cuerpos mutilados de los que era mejor no preguntar nada, no obstante la licántropa le había dado más batalla que sus presas anteriores, al punto que incluso consiguió llevarlo al piso después de saltarle encima y que la criatura trastabillara un par de pasos antes de perder el equilibrio y caer.
Una vez en el piso y con la cercanía entre guerreros, el hombre bestia comenzó a escuchar y prestar atención a las palabras con que la mujer se defendía de sus acusaciones, tal vez tuviera razón y no fuera la que buscaba, e incluso si lo fuera y la mataba, perdería el único rastro que podría llevarlo con su hijo; forcejó un poco más pero ahora intentando liberarse hasta que de la nada apareció aquel chico apuntándoles a ambos; el tigre la empujó hacia un lado y se puso de nuevo en guardia con la respiración agitada y las manos abiertas mostrando sus garras -¿Están juntos? ¿Para eso usas a los niños que robas?- Recriminó aunque luego se daría por vencido, en parte porque tal vez aquella loba parlante tuviera razón, pero además porque no era tan rápido como para probar suerte esquivando virotes -Supongamos que te creo, explícame ¿Por qué tu cachorro me apunta con un arma?- Cuestionó el hombre tigre negándose a abandonar su paranoia.
La discusión habría sido más larga de no ser por los gritos furiosos que se escucharon a la orilla del lago -¡Rodny!- Gritó el hombre bestia antes de salir disparado hacia el origen de los gritos con la esperanza de que se tratara de su hijo, la misma prisa le hizo olvidarse que le estaban apuntando con un arma y sin cuidado alguno se lanzó en una veloz carrera hacia el lago a donde la loba y el niño humano podrían seguirlo.
La primera en ver al joven de los gritos sería Lexie, quien además por su cercanía podría entender lo que decía -¡Intenta llevarme también, si puedes, maldita bruja!- Profería gritos y maldiciones mientras tomaba algunas piedras del suelo y las lanzaba hacia la embarcación cuya luz tenue había dejado se acercarse -¡Devuélveme a Erith o la pagarás, te haré pagarlo!- El chico había hecho un triste intento de balsa juntando maderos y atándolos de una manera tan desastrosa que apenas los empujó al agua se desarmaron dejándolo más frustrado hasta que escuchó unos pasos que se acercaban a él -¿Quién anda ahí?- Sacó una pequeña daga que más parecía un cortaúñas que otra cosa.
Un grito de terror salió de labios del chico al ver llegar al hombre-bestia manchado con sangre -No te me acerques, soy peligroso- Intentó intimidar al tigre aunque no tendría muy buen resultado -¿Señor Ergit?- Preguntó reconociendo al hombre-tigre -Te dije claramente que no te quería en mi bosque cerca de mis hijos- Se detuvo un instante antes de soltar un rugido que estremeció el bosque -Y hasta trajiste una amiga- Dijo señalando en dirección a Lexie a quien ya había notado.
Podemos encontrarlos, señor Ergit, a todos- Dijo el jovencito señalando hacia el centro del lago -La he encontrado, está allá- Al señalar notó que la tenue luz que antes indicaba la posición de una balsa había desaparecido sin dejar rastro -Estaba ahí hace un segundo, yo la vi- Apretó los puños y miró al hombre bestia antes de que éste le tomara del cuello y lo levantara -Tú y tus vampiros no son bienvenidos a este bosque- Lo sostuvo unos instantes en los que el chico solo movía las piernas intentando en vano liberarse.
∞ Finalmente el hombre-tigre deja de atacar, aunque ahora su objetivo es otro equivocado.
∞ Woodpecker Ha encontrado a un chico que coincide con el que debe ir a buscar, además está relacionado con vampiros, podría tratarse del mismo; pero solo podrás averiguarlo si lo liberas del tigre.
∞ Chimar Puede ir junto al grupo a la orilla del lago o tomar otra ruta, pero a donde vaya comenzará a escuchar una canción que entre susurros comenzará a adormecerlo, solo él será capaz de escucharla.
∞ Lexie Puede hacer preguntas al chico antes que llegue el hombre tigre o tratar de mantenerse oculta aunque de nada servirá frente al olfato de Ergit.
Una vez en el piso y con la cercanía entre guerreros, el hombre bestia comenzó a escuchar y prestar atención a las palabras con que la mujer se defendía de sus acusaciones, tal vez tuviera razón y no fuera la que buscaba, e incluso si lo fuera y la mataba, perdería el único rastro que podría llevarlo con su hijo; forcejó un poco más pero ahora intentando liberarse hasta que de la nada apareció aquel chico apuntándoles a ambos; el tigre la empujó hacia un lado y se puso de nuevo en guardia con la respiración agitada y las manos abiertas mostrando sus garras -¿Están juntos? ¿Para eso usas a los niños que robas?- Recriminó aunque luego se daría por vencido, en parte porque tal vez aquella loba parlante tuviera razón, pero además porque no era tan rápido como para probar suerte esquivando virotes -Supongamos que te creo, explícame ¿Por qué tu cachorro me apunta con un arma?- Cuestionó el hombre tigre negándose a abandonar su paranoia.
La discusión habría sido más larga de no ser por los gritos furiosos que se escucharon a la orilla del lago -¡Rodny!- Gritó el hombre bestia antes de salir disparado hacia el origen de los gritos con la esperanza de que se tratara de su hijo, la misma prisa le hizo olvidarse que le estaban apuntando con un arma y sin cuidado alguno se lanzó en una veloz carrera hacia el lago a donde la loba y el niño humano podrían seguirlo.
- Joven junto al lago:
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La primera en ver al joven de los gritos sería Lexie, quien además por su cercanía podría entender lo que decía -¡Intenta llevarme también, si puedes, maldita bruja!- Profería gritos y maldiciones mientras tomaba algunas piedras del suelo y las lanzaba hacia la embarcación cuya luz tenue había dejado se acercarse -¡Devuélveme a Erith o la pagarás, te haré pagarlo!- El chico había hecho un triste intento de balsa juntando maderos y atándolos de una manera tan desastrosa que apenas los empujó al agua se desarmaron dejándolo más frustrado hasta que escuchó unos pasos que se acercaban a él -¿Quién anda ahí?- Sacó una pequeña daga que más parecía un cortaúñas que otra cosa.
Un grito de terror salió de labios del chico al ver llegar al hombre-bestia manchado con sangre -No te me acerques, soy peligroso- Intentó intimidar al tigre aunque no tendría muy buen resultado -¿Señor Ergit?- Preguntó reconociendo al hombre-tigre -Te dije claramente que no te quería en mi bosque cerca de mis hijos- Se detuvo un instante antes de soltar un rugido que estremeció el bosque -Y hasta trajiste una amiga- Dijo señalando en dirección a Lexie a quien ya había notado.
Podemos encontrarlos, señor Ergit, a todos- Dijo el jovencito señalando hacia el centro del lago -La he encontrado, está allá- Al señalar notó que la tenue luz que antes indicaba la posición de una balsa había desaparecido sin dejar rastro -Estaba ahí hace un segundo, yo la vi- Apretó los puños y miró al hombre bestia antes de que éste le tomara del cuello y lo levantara -Tú y tus vampiros no son bienvenidos a este bosque- Lo sostuvo unos instantes en los que el chico solo movía las piernas intentando en vano liberarse.
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∞ Finalmente el hombre-tigre deja de atacar, aunque ahora su objetivo es otro equivocado.
∞ Woodpecker Ha encontrado a un chico que coincide con el que debe ir a buscar, además está relacionado con vampiros, podría tratarse del mismo; pero solo podrás averiguarlo si lo liberas del tigre.
∞ Chimar Puede ir junto al grupo a la orilla del lago o tomar otra ruta, pero a donde vaya comenzará a escuchar una canción que entre susurros comenzará a adormecerlo, solo él será capaz de escucharla.
∞ Lexie Puede hacer preguntas al chico antes que llegue el hombre tigre o tratar de mantenerse oculta aunque de nada servirá frente al olfato de Ergit.
Ansur
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
El hombre tigre pareció entrar lentamente en razón, la oscuridad que nublaba sus ojos adquirió un brillo vivo. Parecía tener intenciones menos asesinas. Parecía. La voz de un niño robó mi atención. Con el calor de la batalla no había prestado atención a nada que no fuese mi enemigo, gran error. El jovencito apuntaba con uno de esos arcos superdesarrollados, arrugué mi hocico y mostré mis dientes para que se alejase ¿en qué pensaba la juventud de ahora? Pero la luz del reconocimiento le pegó a mis ojos, era como una bofetada a la cara. “¿Chim… Chimchar… chi…mmm…”. Para lo único que era buena era mi olfato, estaba orgulloso de él y su memoria, también de mis músculos… pero usarlos a ambos al mismo tiempo era una batalla perdida. Como la que tenía con el gato rey. “Mierda” maldije en mis fueros internos. Rodé por el suelo y me preparé para otro ataque del hombre bestia. Si salíamos con bien de eso, ese jovencito escucharía tres buenas palabras de mí.
Ahora estamos juntos parece. Todos con el mismo fin. Y yo no soy la que buscas ¡gato ingrato! disfrazar un poco la verdad no era mentir, no había tiempo para entrar en detalles y aunque no permitiría que la bestia atacase al pequeño valiente, tampoco podía poner mis manos en el fuego por él diciendo mentiras; además su amigo, la muñequita de porcelana aún me daba escalofríos en mis viejas memorias. De todas formas dudaba que el chiquillo me recordase. ¿Mi cachorro? Eh… ¿No crees que le falta pelo? Tu olfato no puede estar tan mal… ¿o sí? interrumpí levantando mis dientes en señal de desprecio ¿No crees que era la única forma de parar una batalla sin sentido?. Mis preguntas que buscaban hacer pensar al guerrero no llegaron a ser respondidas, ni siquiera estoy segura si realmente fueron escuchadas por esa bestia enorme. Los gritos desde la orilla eran más fuertes que cualquier intento de razonamiento.
¿Pero a dónde vas? ¿…y quién demonios grita? suspiré mientras veía irse a la bestia, eso no había terminado. Entrecerré los ojos y me volví hacia el niño. Eh, tú ¿qué haces aquí? ¿no estás lejos de Lunargenta? Tch… estos muchachos. ¿Sabes que hay asesinos por aquí cierto? Mmm… supongo que sí viéndote tan grande y con esa arma. Ya que estás aquí supongo que podemos dejar que crean que vienes conmigo, si es que te vas a unir. En unos minutos perderé la capacidad para hablar, no te asus… ¿A quién quería engañar? Esos niños eran los que podían asustar a cualquier adulto ¿Sabes quién soy? Wood. Si te apuntas no te demores, puede ser pe…Me encogí de hombros y con un guiño me despedí para comenzar a correr tras ese gato loco. Pero luego pensé que necesitaba al menos mis armas. Con un pequeño rodeo, no tardé mucho en alcanzar el punto de encuentro con mis armas y la capa azul a mis hombros.
Aunque aún no llegaba hasta donde se encontraba el pequeño grupo, hubieron dos cosas que se notaban desde la distancia. El tufo a un vampiro en la cercanía y los gritos de un hombre joven. Así que te llamas Ergit gato sangrón espeté escupiendo a un lado mientras disminuía la velocidad hasta un paso ligero, pasé una de mis manos por la herida y sonreí. Gatito malo, sigue escarbando susurré acercándome lentamente al trío. La vampiresa era hermosa como todas las de su raza, casi dolían los ojos de verla aunque fuese sin movimiento. Alta, flacucha y envuelta en una capa. En general no tenía problemas importantes con los chupasangre pero la experiencia me había enseñado que podían ser endemoniadamente molestos, sobre todo en una noche como aquella. No sabía que podía estar escondiendo entre sus ropas de mujer fina, por lo que me contenté por ponerme tras el gato rayado. Miré al centro del lago, entrecerré los ojos y sentí que me mareaba de tanto que forcé la vista, pero nada, no había nadie allá. A no ser que la culpable fuese esa vampira usando sus ilusiones. Di un paso hacia adelante para mirar bien al hombre joven que ahora no parecía más que un joven al que le sale la barba por primera vez. Su contextura era muy similar al chico que buscaba, el futuro vampiro. “¿Será?... no no podría ser tan fácil” le miré con un ojo y otro, tratando de cambiar la perspectiva. “Tal vez”
No no no… la violencia no es buena, envenena dije primero tocando el brazo del tal Ergit, pero al no lograr resultados, tomé sus muñecas y ejercí presión. ¿Qué vas a lograr si lo matas? No me hagas rajarte la garganta de verdad. GATO gruñí y el sonido tuvo el efecto deseado, en un instante de desconcierto, le saqué el chico de entre las manos al tigre y lo tomé de una mano para que no se escapara. “¿Y ahora qué?” no podía preguntarle directamente si él era quién se había escapado, si realmente lo había hecho no querría volver y de momento también me interesaba detener a la bruja que él decía haber visto, aunque aún tenía mis dudas con respecto a la vampira que se encontraba con él antes de que llegásemos. De momento me le pegaría como su sombra. Digamos que estaba allí ¿por qué tanta desesperación? ¿viste la dirección en la que iba? No creas que con ese escarbadientes vas a lograr mucho. señalé su daga para que sintiese el peso de la diferencia racial, tal vez así se calmara. Sentí que se me comenzaba a cerrar la garganta, tenía poco tiempo si quería seguir hablando en mi forma bípeda.
¿Qué tienes que ver con los vampiros muchacho? ¿Sabes algo? Tenía que lograr convencerlo, atraerlo hacia mí sin que fuera demasiado evidente. Por ahora puedes pensar en mí como un guardián apagué un ataque de tos que terminó bastante convulsionado mudo eso era todo. Adiós efecto mágico de poción del habla. Maldición… restaba quedar como una muda. La mejor situación. Suspiré. Al menos tenía mis armas. Si era necesario podía volver a mi forma humana, aunque con el frío que hacía no tenía la más mínima intención de hacerlo a no ser que fuese estrictamente necesario.
Ahora estamos juntos parece. Todos con el mismo fin. Y yo no soy la que buscas ¡gato ingrato! disfrazar un poco la verdad no era mentir, no había tiempo para entrar en detalles y aunque no permitiría que la bestia atacase al pequeño valiente, tampoco podía poner mis manos en el fuego por él diciendo mentiras; además su amigo, la muñequita de porcelana aún me daba escalofríos en mis viejas memorias. De todas formas dudaba que el chiquillo me recordase. ¿Mi cachorro? Eh… ¿No crees que le falta pelo? Tu olfato no puede estar tan mal… ¿o sí? interrumpí levantando mis dientes en señal de desprecio ¿No crees que era la única forma de parar una batalla sin sentido?. Mis preguntas que buscaban hacer pensar al guerrero no llegaron a ser respondidas, ni siquiera estoy segura si realmente fueron escuchadas por esa bestia enorme. Los gritos desde la orilla eran más fuertes que cualquier intento de razonamiento.
¿Pero a dónde vas? ¿…y quién demonios grita? suspiré mientras veía irse a la bestia, eso no había terminado. Entrecerré los ojos y me volví hacia el niño. Eh, tú ¿qué haces aquí? ¿no estás lejos de Lunargenta? Tch… estos muchachos. ¿Sabes que hay asesinos por aquí cierto? Mmm… supongo que sí viéndote tan grande y con esa arma. Ya que estás aquí supongo que podemos dejar que crean que vienes conmigo, si es que te vas a unir. En unos minutos perderé la capacidad para hablar, no te asus… ¿A quién quería engañar? Esos niños eran los que podían asustar a cualquier adulto ¿Sabes quién soy? Wood. Si te apuntas no te demores, puede ser pe…Me encogí de hombros y con un guiño me despedí para comenzar a correr tras ese gato loco. Pero luego pensé que necesitaba al menos mis armas. Con un pequeño rodeo, no tardé mucho en alcanzar el punto de encuentro con mis armas y la capa azul a mis hombros.
Aunque aún no llegaba hasta donde se encontraba el pequeño grupo, hubieron dos cosas que se notaban desde la distancia. El tufo a un vampiro en la cercanía y los gritos de un hombre joven. Así que te llamas Ergit gato sangrón espeté escupiendo a un lado mientras disminuía la velocidad hasta un paso ligero, pasé una de mis manos por la herida y sonreí. Gatito malo, sigue escarbando susurré acercándome lentamente al trío. La vampiresa era hermosa como todas las de su raza, casi dolían los ojos de verla aunque fuese sin movimiento. Alta, flacucha y envuelta en una capa. En general no tenía problemas importantes con los chupasangre pero la experiencia me había enseñado que podían ser endemoniadamente molestos, sobre todo en una noche como aquella. No sabía que podía estar escondiendo entre sus ropas de mujer fina, por lo que me contenté por ponerme tras el gato rayado. Miré al centro del lago, entrecerré los ojos y sentí que me mareaba de tanto que forcé la vista, pero nada, no había nadie allá. A no ser que la culpable fuese esa vampira usando sus ilusiones. Di un paso hacia adelante para mirar bien al hombre joven que ahora no parecía más que un joven al que le sale la barba por primera vez. Su contextura era muy similar al chico que buscaba, el futuro vampiro. “¿Será?... no no podría ser tan fácil” le miré con un ojo y otro, tratando de cambiar la perspectiva. “Tal vez”
No no no… la violencia no es buena, envenena dije primero tocando el brazo del tal Ergit, pero al no lograr resultados, tomé sus muñecas y ejercí presión. ¿Qué vas a lograr si lo matas? No me hagas rajarte la garganta de verdad. GATO gruñí y el sonido tuvo el efecto deseado, en un instante de desconcierto, le saqué el chico de entre las manos al tigre y lo tomé de una mano para que no se escapara. “¿Y ahora qué?” no podía preguntarle directamente si él era quién se había escapado, si realmente lo había hecho no querría volver y de momento también me interesaba detener a la bruja que él decía haber visto, aunque aún tenía mis dudas con respecto a la vampira que se encontraba con él antes de que llegásemos. De momento me le pegaría como su sombra. Digamos que estaba allí ¿por qué tanta desesperación? ¿viste la dirección en la que iba? No creas que con ese escarbadientes vas a lograr mucho. señalé su daga para que sintiese el peso de la diferencia racial, tal vez así se calmara. Sentí que se me comenzaba a cerrar la garganta, tenía poco tiempo si quería seguir hablando en mi forma bípeda.
¿Qué tienes que ver con los vampiros muchacho? ¿Sabes algo? Tenía que lograr convencerlo, atraerlo hacia mí sin que fuera demasiado evidente. Por ahora puedes pensar en mí como un guardián apagué un ataque de tos que terminó bastante convulsionado mudo eso era todo. Adiós efecto mágico de poción del habla. Maldición… restaba quedar como una muda. La mejor situación. Suspiré. Al menos tenía mis armas. Si era necesario podía volver a mi forma humana, aunque con el frío que hacía no tenía la más mínima intención de hacerlo a no ser que fuese estrictamente necesario.
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Yo estaba muy concentrada en la idea de cruzar el lago, que me deslindé por completo de lo que sucedía con la loba y el gato. Todo era simple, solo tenía que conseguir un medio para adentrarme en el lago y ya. Bueno, era mucho más sencillo decirlo que hacerlo, pues no tenía ni la más remota idea de dónde sacaría yo un transporte como el que precisaba. Me encontraba tan metida en mis pensamientos que no fui capaz de notar a la figura que se escabullía a unos metros de distancia, hasta que se le ocurrió la bendita idea de gritar a todo pulmón. Al principio pensé en ignorarle y seguir con mis asuntos, pero conforme avanzaban sus gritos me di cuenta que podía ser otra piedra de tropiezo para mi trabajo, y como que ya tenía bastantes problemas como para lidiar con uno más.
— ¡Hey! —Lo llamé, cruzándome de brazos mientras me acercaba a su posición—. No conseguirás nada con eso —refunfuñé ante lo obvio—. Mejor dime quién eres y qué es lo que intentas.
Morderlo habría sido mucho más fácil y quizá me arrepentiría de no haberlo hecho, aunque en esos momentos creí que podría sacarle información de provecho, antes de disponer de él y convertirlo en mi cena. Claro que eso no iba a ser posible, considerando que de la nada apareció el gato al que tanto había intentado evitar, seguido por la loba con quien tampoco deseaba cruzarme. Mascullé una maldición por lo bajo y traté de mantenerme alerta por si acaso mi integridad se veía comprometida, aprovechando para captar todo lo que el gato y la loba supieran de la situación. El muchacho no parecía ser del agrado del gatote e incluso la licantropa se había visto en la necesidad de intervenir. ¡Menuda situación, ahora hasta creían que yo era amiga de mi cena! El chico intentaba razonar con el hombre-bestia, llevándose un resultado deplorable al ser levantado del suelo de manera amenazante.
La mujer volvió a intervenir, captando la atención del gato, logrando que éste bajara al bocadillo. Fue ahí donde comencé a replantear mi situación, buscando una respuesta para sacar un mejor provecho de los acontecimientos. El chico decía la verdad, yo había visto la balsa antes de que desapareciera…Un minuto. ¡La condenada balsa había desaparecido! ¡Oh bien hecho, Alexandra! Eras una completa genio. ¿Ahora cómo le haría para seguir a la sospechosa? Bueno, tendría que encontrar otra manera. La loba logró hacer una pregunta antes de que un ataque de tos la atacase, mientras yo arqueaba una ceja dubitativa. Tendría que jugar mis cartas con sumo cuidado, pues de lo contrario aquella mujer y su nuevo amigo me despedazarían a la mínima sospecha.
—No tengo nada que ver con él —afirmé con seguridad—. Estoy aquí para investigar los hechos y él tiene razón, hace unos instantes había una balsa con una luz tenue a mitad del lago —suspiré con fastidio— y ahora la he perdido de vista. ¿Hay alguna manera de que logremos llegar a un acuerdo?
— ¡Hey! —Lo llamé, cruzándome de brazos mientras me acercaba a su posición—. No conseguirás nada con eso —refunfuñé ante lo obvio—. Mejor dime quién eres y qué es lo que intentas.
Morderlo habría sido mucho más fácil y quizá me arrepentiría de no haberlo hecho, aunque en esos momentos creí que podría sacarle información de provecho, antes de disponer de él y convertirlo en mi cena. Claro que eso no iba a ser posible, considerando que de la nada apareció el gato al que tanto había intentado evitar, seguido por la loba con quien tampoco deseaba cruzarme. Mascullé una maldición por lo bajo y traté de mantenerme alerta por si acaso mi integridad se veía comprometida, aprovechando para captar todo lo que el gato y la loba supieran de la situación. El muchacho no parecía ser del agrado del gatote e incluso la licantropa se había visto en la necesidad de intervenir. ¡Menuda situación, ahora hasta creían que yo era amiga de mi cena! El chico intentaba razonar con el hombre-bestia, llevándose un resultado deplorable al ser levantado del suelo de manera amenazante.
La mujer volvió a intervenir, captando la atención del gato, logrando que éste bajara al bocadillo. Fue ahí donde comencé a replantear mi situación, buscando una respuesta para sacar un mejor provecho de los acontecimientos. El chico decía la verdad, yo había visto la balsa antes de que desapareciera…Un minuto. ¡La condenada balsa había desaparecido! ¡Oh bien hecho, Alexandra! Eras una completa genio. ¿Ahora cómo le haría para seguir a la sospechosa? Bueno, tendría que encontrar otra manera. La loba logró hacer una pregunta antes de que un ataque de tos la atacase, mientras yo arqueaba una ceja dubitativa. Tendría que jugar mis cartas con sumo cuidado, pues de lo contrario aquella mujer y su nuevo amigo me despedazarían a la mínima sospecha.
—No tengo nada que ver con él —afirmé con seguridad—. Estoy aquí para investigar los hechos y él tiene razón, hace unos instantes había una balsa con una luz tenue a mitad del lago —suspiré con fastidio— y ahora la he perdido de vista. ¿Hay alguna manera de que logremos llegar a un acuerdo?
Lexie Ivannovich
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Chimar es recibido con hostilidad, “que raro”... por lo menos logra tomar la iniciativa y ponerse en ventaja. Ambos animales se separan, es sorprendente lo que puede lograr un arma de repetición. A partir de allí comienzan las bravuconadas por parte del gato, una resulta especialmente perturbadora.
Estrictamente independiente… Al menos en este caso raro…
La mujer transformada también habla un poco pero todo tiene un final abrupto cuando uno de los presentes comienza a correr. Maquiavelo arquea una ceja inmediatamente… nadie respeta al mocoso armado. Deja que se marche, después de todo no inicio combate. La licantropa pronto toma la palabra otra vez, parece conocer al niño.
Claro… cuanto tiempo, “¿quién rayos es esta?” estoy aquí por…
Y de repente también sale corriendo, típico. El chico suspira, nadie le tiene miedo. Sea como sea esta en una importante misión, debe salvar enanos. Como todo el bosque parece estar corriendo en la misma dirección toma la postura más correcta… seguir al dúo animal en un intento por alcanzarles.
Luego de varios minutos marchando por terrero molesto y un par de caídas el pequeño llega a la orilla, allí se encuentra con una escena bastante original. El gato esta estrangulando a un personaje joven, la mujer perro intenta detenerle y por si fuera poco también tienen a una señorita misteriosa presente.
¿Debo apuntar esto otra vez?, cálmense chicos… se parecen a mis hermanos pequeños.
Como siempre termina siendo ignorado pero la dama con pelo hace entrar en razón al tigre, afinidad animal y eso. Eventualmente comienzan las explicaciones, algunas más raras que otras. Al final parece que todos están en el mismo barco, buscando a una loca que roba niños en el sector… quién lo diría.
Apoyo a la del vestido anticuado, unidos podremos resolver el asunto, lleguemos a un acuerdo.
Entre más mejor, los grupos grandes resuelven problemas más rápido. Chimar no puede esperar a salir del bosque para calentarse en alguna cama así que apoya la unión temporal… además, con más efectivos siempre pueden sacrificar a uno por el bien de la mayoría, nunca se sabe cuándo el enemigo resultara verdaderamente peligroso.
¿Alguien más escucha eso? “bostezo”
El pequeño genio lleva escuchando una extraña melodía desde hace rato pero no había saltado sus alarmas hasta ahora… digamos que cuando algo comienza a darte sueño debes gritar. La melodía es extrañamente agradable y familiar, como una canción de cuna. Maquiavelo ya no puede pensar en otra cosa que no sea tirarse al suelo para descansar un rato, intenta oponerse pero los parpados se le cierran… no se puede decir que los enanos tengan mucha resistencia al sueño. Cada vez se tambalea más, alguien debe parar esa cosa rápido.
Es como una caja de música “bostezo” ¿alguien más la oye?... que sueño tengo… ¿me pueden cargar?
Estrictamente independiente… Al menos en este caso raro…
La mujer transformada también habla un poco pero todo tiene un final abrupto cuando uno de los presentes comienza a correr. Maquiavelo arquea una ceja inmediatamente… nadie respeta al mocoso armado. Deja que se marche, después de todo no inicio combate. La licantropa pronto toma la palabra otra vez, parece conocer al niño.
Claro… cuanto tiempo, “¿quién rayos es esta?” estoy aquí por…
Y de repente también sale corriendo, típico. El chico suspira, nadie le tiene miedo. Sea como sea esta en una importante misión, debe salvar enanos. Como todo el bosque parece estar corriendo en la misma dirección toma la postura más correcta… seguir al dúo animal en un intento por alcanzarles.
Luego de varios minutos marchando por terrero molesto y un par de caídas el pequeño llega a la orilla, allí se encuentra con una escena bastante original. El gato esta estrangulando a un personaje joven, la mujer perro intenta detenerle y por si fuera poco también tienen a una señorita misteriosa presente.
¿Debo apuntar esto otra vez?, cálmense chicos… se parecen a mis hermanos pequeños.
Como siempre termina siendo ignorado pero la dama con pelo hace entrar en razón al tigre, afinidad animal y eso. Eventualmente comienzan las explicaciones, algunas más raras que otras. Al final parece que todos están en el mismo barco, buscando a una loca que roba niños en el sector… quién lo diría.
Apoyo a la del vestido anticuado, unidos podremos resolver el asunto, lleguemos a un acuerdo.
Entre más mejor, los grupos grandes resuelven problemas más rápido. Chimar no puede esperar a salir del bosque para calentarse en alguna cama así que apoya la unión temporal… además, con más efectivos siempre pueden sacrificar a uno por el bien de la mayoría, nunca se sabe cuándo el enemigo resultara verdaderamente peligroso.
¿Alguien más escucha eso? “bostezo”
El pequeño genio lleva escuchando una extraña melodía desde hace rato pero no había saltado sus alarmas hasta ahora… digamos que cuando algo comienza a darte sueño debes gritar. La melodía es extrañamente agradable y familiar, como una canción de cuna. Maquiavelo ya no puede pensar en otra cosa que no sea tirarse al suelo para descansar un rato, intenta oponerse pero los parpados se le cierran… no se puede decir que los enanos tengan mucha resistencia al sueño. Cada vez se tambalea más, alguien debe parar esa cosa rápido.
Es como una caja de música “bostezo” ¿alguien más la oye?... que sueño tengo… ¿me pueden cargar?
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
El enorme gato decidió no prestarle mucha atención a las excusas de la licántropa, si no era la que buscaba entonces poco le importaba, al punto que prefirió dejarla sin respuestas y correr en busca de un rastro más claro que lo llevara a su objetivo, los estridentes gritos los llevan hasta la orilla del lago en donde el chico esperaba cruzar de alguna manera que a nadie le quedaba muy clara.
El hombre bestia gruñó de nuevo, se había olvidado de ella, la había hecho a un lado hasta que nuevamente decidio interrumpir sus planes y sacarle al chico de las manos, claramente no confiaba en ella, pero de momento el rugido había causado un poco de intimidación -Se ha ido, por su culpa se ha id...- El chico había comenzado a recriminarles y culparlos cuando de pronto pareció dormirse de pie aunque volvió a reaccionar de prisa -No tengo nada que ver con vampiros- Respondió el chico haciendo evidente que era muy mal mentiroso, pues de hecho llevaba en su cuello un collar con el símbolo de la familia del vampiro que lo había enviado a buscar.
¡¡Sí, sí, ella sabe que no miento!! Estoy seguro que lo vi, como que me llamo Valerian Von Rotherius III- Dijo emocionado al notar que la vampira le seguía el juego, si tan solo pudiera... Volvió a cabecear y despertó de un salto poniéndose en alerta -El acuerdo es que se larguen y no estorben- Respondió el hombre bestia restando importancia a la autoridad del chico -Lo único que escucho son excusas e incompetencia- Se refirió a todos en forma despectiva, evidentemente no se le daba bien hacer amigos -¿A dónde vas? No he terminado contigo- Dijo Ergit al ver que el chico comenzaba a andar sin decir nada más; no respondería a ninguno de ellos, simplemente caminaría con la mirada hacia el horizonte en dirección al norte.
Chimar por su parte comenzaría a escuchar ligeros susurros con una invitación -Ven, acércate, ven- Escuchaba únicamente él sin explicación alguna; afortunadamente la inteligencia del chico le permitiría ofrecer cierta resistencia para no caer en el mismo estado que se encontraba el otro chico, quien parecía haber perdido toda voluntad propia.
Fuera lo que fuera que los llamaba solo afectaba a los niños, lo que podía significar que se trataba de la ladrona, tal vez era así como conseguía llevárselos sin mucho esfuerzo; bastaría con seguir al chico pseudovampiro y a Chimar si decidía seguir el juego y acercarse al origen aparente de las voces para buscar información; al hombre bestia seguía sin agradarle la idea de andar en grupo, pero tenían una pista y no podía dejarla escapar, ya encontraría luego la manera de deshacerse de aquellos esturbos -No peleas nada mal- Dijo a Wood con su voz áspera y firme, no como un simple cumplido, sino además con la intención de intimidar a la vampira; no sabía qué tan terrible pudiera ser esa mujer y no confiaba mucho en su raza; ella estaba ahí junto al chico y aunque lo había negado, Ergit asociaba a ambos en su mente, del mismo modo que asociaba a Wood con el cachorro Chimar.
El origen de los llamados lo encontrarían tras unos minutos de camino, una pequeña casa que seguramente no tendría más que un par de habitaciones, o al menos eso parecía desde afuera, la puerta se abrió para dejar entrar a los niños, pero no era el mismo caso para los adultos; Ergit, Wood y Lexie sentirían que el ambiente se tornaba pesado y hostil, un presentimiento de que algo muy malo iba a ocurrir se adueñaría de sus mentes y los haría incluso dudar de seguir adelante, lo que hubiera dentro de aquella pequeña vivienda era aún desconocido, pero claramente no era nada bueno.
Valerían avanzó hasta cruzar una línea que de manera casi invisible podía apenas verse en el piso; Chimar podría entrar del mismo modo, pero si se quedaba atrás enfrentaría junto a los otros el tener que ver una especie de serpientes de humo que parecían formarse del vapor que salía de la tierra; aquellos seres giraban en torno a los presentes y los embelesarían hasta que el grito de Ergit los hizo mirarlo, una de aquellas serpientes se había enredado en su pierna y lentamente parecía secarla, dejándola rápidamente arrugada y frágil -¡No! ¿Qué me hacen estas cosas?- Gritó el hombre bestia mientras retrocedía.
Las serpientes oscuras que floraban alrededor del grupo se arremolinaban en un número cada vez mayor hasta que un pequeño frasco brillante cayó a los pies del grupo de aventureros y al romperse dejó salir un destello de luz; las serpientes hicieron un sonido similar a un grito ahogado y se abrieron a los lados dejando una ruta de escape al grupo a donde una misteriosa mujer montada en una pequeña embarcación, aparentemente la misma que Lexie y el chico habían visto antes -De prisa, vengan, deben alejarse- Dijo suplicante la mujer pálida como la luna y de hermosos rasgos estilizados y típicos de los elfos, les ofrecía sacarlos de ahí en la embarcación pero no sabían si podían confiar en ella, aunque las serpientes comenzarían a reagruparse pronto y no iban a estar de buen humor.
∞ Es momento de tomar decisiones, de acuerdo a lo que elijan cambiará el final de la historia.
∞ Woodpecker Deberá decidir si aceptar la invitación de la misteriosa mujer y escapar en la embarcación o quedarse a luchar contra algo desconocido; Ergit se resistirá a irse; si te quedas luchará junto a ti contra algo que no pueden golpear, si decides irte deberás ayudarlo a caminar, tienes carta abierta para manejarlo en base a lo anterior, debes lanzar una runa para la suerte de Ergit.
∞ Chimar También deberá decidir entre salvarse a sí mismo y correr al bote, o tratar de hacer entrar en razón a Valerian y ponerlo a salvo, deberás lanzar una runa en este último caso.
∞ Lexie por su parte se encuentra en un dilema, parece que ha encontrado al objetivo que debía eliminar, pero ese objetivo los está salvando, tal vez no sea un buen momento para matarla, pero eso no la salvará por siempre.
El hombre bestia gruñó de nuevo, se había olvidado de ella, la había hecho a un lado hasta que nuevamente decidio interrumpir sus planes y sacarle al chico de las manos, claramente no confiaba en ella, pero de momento el rugido había causado un poco de intimidación -Se ha ido, por su culpa se ha id...- El chico había comenzado a recriminarles y culparlos cuando de pronto pareció dormirse de pie aunque volvió a reaccionar de prisa -No tengo nada que ver con vampiros- Respondió el chico haciendo evidente que era muy mal mentiroso, pues de hecho llevaba en su cuello un collar con el símbolo de la familia del vampiro que lo había enviado a buscar.
¡¡Sí, sí, ella sabe que no miento!! Estoy seguro que lo vi, como que me llamo Valerian Von Rotherius III- Dijo emocionado al notar que la vampira le seguía el juego, si tan solo pudiera... Volvió a cabecear y despertó de un salto poniéndose en alerta -El acuerdo es que se larguen y no estorben- Respondió el hombre bestia restando importancia a la autoridad del chico -Lo único que escucho son excusas e incompetencia- Se refirió a todos en forma despectiva, evidentemente no se le daba bien hacer amigos -¿A dónde vas? No he terminado contigo- Dijo Ergit al ver que el chico comenzaba a andar sin decir nada más; no respondería a ninguno de ellos, simplemente caminaría con la mirada hacia el horizonte en dirección al norte.
Chimar por su parte comenzaría a escuchar ligeros susurros con una invitación -Ven, acércate, ven- Escuchaba únicamente él sin explicación alguna; afortunadamente la inteligencia del chico le permitiría ofrecer cierta resistencia para no caer en el mismo estado que se encontraba el otro chico, quien parecía haber perdido toda voluntad propia.
Fuera lo que fuera que los llamaba solo afectaba a los niños, lo que podía significar que se trataba de la ladrona, tal vez era así como conseguía llevárselos sin mucho esfuerzo; bastaría con seguir al chico pseudovampiro y a Chimar si decidía seguir el juego y acercarse al origen aparente de las voces para buscar información; al hombre bestia seguía sin agradarle la idea de andar en grupo, pero tenían una pista y no podía dejarla escapar, ya encontraría luego la manera de deshacerse de aquellos esturbos -No peleas nada mal- Dijo a Wood con su voz áspera y firme, no como un simple cumplido, sino además con la intención de intimidar a la vampira; no sabía qué tan terrible pudiera ser esa mujer y no confiaba mucho en su raza; ella estaba ahí junto al chico y aunque lo había negado, Ergit asociaba a ambos en su mente, del mismo modo que asociaba a Wood con el cachorro Chimar.
El origen de los llamados lo encontrarían tras unos minutos de camino, una pequeña casa que seguramente no tendría más que un par de habitaciones, o al menos eso parecía desde afuera, la puerta se abrió para dejar entrar a los niños, pero no era el mismo caso para los adultos; Ergit, Wood y Lexie sentirían que el ambiente se tornaba pesado y hostil, un presentimiento de que algo muy malo iba a ocurrir se adueñaría de sus mentes y los haría incluso dudar de seguir adelante, lo que hubiera dentro de aquella pequeña vivienda era aún desconocido, pero claramente no era nada bueno.
Valerían avanzó hasta cruzar una línea que de manera casi invisible podía apenas verse en el piso; Chimar podría entrar del mismo modo, pero si se quedaba atrás enfrentaría junto a los otros el tener que ver una especie de serpientes de humo que parecían formarse del vapor que salía de la tierra; aquellos seres giraban en torno a los presentes y los embelesarían hasta que el grito de Ergit los hizo mirarlo, una de aquellas serpientes se había enredado en su pierna y lentamente parecía secarla, dejándola rápidamente arrugada y frágil -¡No! ¿Qué me hacen estas cosas?- Gritó el hombre bestia mientras retrocedía.
Las serpientes oscuras que floraban alrededor del grupo se arremolinaban en un número cada vez mayor hasta que un pequeño frasco brillante cayó a los pies del grupo de aventureros y al romperse dejó salir un destello de luz; las serpientes hicieron un sonido similar a un grito ahogado y se abrieron a los lados dejando una ruta de escape al grupo a donde una misteriosa mujer montada en una pequeña embarcación, aparentemente la misma que Lexie y el chico habían visto antes -De prisa, vengan, deben alejarse- Dijo suplicante la mujer pálida como la luna y de hermosos rasgos estilizados y típicos de los elfos, les ofrecía sacarlos de ahí en la embarcación pero no sabían si podían confiar en ella, aunque las serpientes comenzarían a reagruparse pronto y no iban a estar de buen humor.
- Mujer de la embarcación:
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∞ Es momento de tomar decisiones, de acuerdo a lo que elijan cambiará el final de la historia.
∞ Woodpecker Deberá decidir si aceptar la invitación de la misteriosa mujer y escapar en la embarcación o quedarse a luchar contra algo desconocido; Ergit se resistirá a irse; si te quedas luchará junto a ti contra algo que no pueden golpear, si decides irte deberás ayudarlo a caminar, tienes carta abierta para manejarlo en base a lo anterior, debes lanzar una runa para la suerte de Ergit.
∞ Chimar También deberá decidir entre salvarse a sí mismo y correr al bote, o tratar de hacer entrar en razón a Valerian y ponerlo a salvo, deberás lanzar una runa en este último caso.
∞ Lexie por su parte se encuentra en un dilema, parece que ha encontrado al objetivo que debía eliminar, pero ese objetivo los está salvando, tal vez no sea un buen momento para matarla, pero eso no la salvará por siempre.
Ansur
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Ah bien, ahora el futuro vampiro se quedaba dormido en medio de una conversación, comenzaba a dudar que tuviese madera para ser un chupasangre. Asentí ante las palabras de la mujer para que viese que entendía lo que decía, algo diferente era que confiase en ella por más buena que pudiese parecer al principio. Esos malditos, pero malditos literalmente, podían llegar a ser perturbadoramente calculadores y tan viejos como el tiempo, conservando siempre esa cara ¿es que no se aburrían de verse al espejo?, sonreí ante mi chiste interno, pero pronto volví a la seriedad que requería la reunión. Al menos estaba más tranquila de que estaba con el futuro vampiro correcto, una pena… tan lindo material. Ser un licántropo debería, al menos, de ser una posibilidad para él si tanto deseaba ser otra cosa que un humano.
Me tomé mi tiempo asintiéndole a Chimar, colaborar no era una mala idea, así podría vigilar dar con la dichosa aparición del lago, ganarme la confianza del chico que huyó… ¿ahora quería convertirse en una mujer de humo también? Y mantener a la vista a una vampiro que tenía el coraje para entrar a tierras de licántropos sin preocupaciones, o era muy fuerte y valiente, o muy ingenua para creer que saldría indemne de esta; si no era yo, podría ser uno de los asesinos o un licántropo siguiendo su rastro, pero las posibilidades estaban en su contra y yo… por ningún motivo pensaba ponerme de su lado y revivir la historia pasada con Daracan que resultó en mi expulsión de la arboleda. No, eso no iba a pasar. Mis pensamientos se interrumpieron por las palabras del gato, ¿mi chico se iba? Arranqué tras él en silencio, había dicho que sería su guardiana y así seguiría, como una sombra muda. Y así comenzó nuestro lento viaje, lleno de intercambios.
El joven humano había pedido que lo cargasen, y tenía tantas ganas de hacerlo… en cierta forma no podía dejar de verlo como el chiquillo de tiempo atrás. Pero él había tomado una decisión, estaba allí con un fin y vería que lo cumpliera mientras estuviera en mi poder el ayudarle, cargándolo y haciéndole las cosas como la seda no le sería de provecho, por lo que hice de tripas corazón y caminé, prestándole toda mi atención a Ergit. Le di un suave golpe en su hombro, reconociendo sus palabras y con eso, intentando devolverle el cumplido. No cualquiera me dejaba esa marca… no cualquiera. Pensarlo me daba ganas de encaramarme en una nueva lucha con él, una que tuviese un ganador definido. Entonces se me encendieron las luces, de la nada, como una revelación, el hijo pródigo vampiro y el humano tenían los mismos síntomas ¿así que la misteriosa mujer no se los llevaba? ¿los encantaba de alguna forma? Quería deshacer mi transformación para decir mis nuevas al tigre, pero dah… si todos estábamos siguiendo al humano, entonces era obvio. No sabía cuándo se me fuera a quitar lo denso.
El destino final apareció frente a nosotros, o más bien, aparecimos frente a él, porque se trataba de una vivienda. “No puede ser tan fácil ¿o si?” las cosas iban demasiado bien, tanto, que era sospechoso. Los pensamientos poco a poco se tornaron más oscuros a medida que nos acercábamos. Era como si un manto de algo escalofriante rodease la casa. Mis pelos se habían parado y parecían alambre, tal era el caso que sentía sobre mi piel lupina el frío de la noche por primera vez. Ese tipo de reacciones sólo tenía dos orígenes. Mi cuerpo lo supo antes que yo, al parecer el grado en el que podía llegar a ser lenta era mayor con los años. No fue hasta que la puerta se cerró frente a mi hocico que me di cuenta.
“Mierda, mierda mierda… ¿por qué… por qué sigo preguntándome por qué? Ya tendría que saber que todo lo malo para mí viene de la mano del mana. Odiemos al mana, odiemos a los vampiros, odiemos a los brujos, odiemos a los dragones. Odiemoslos a todos” hmm… hmmmmm… mis pensamientos reflejaban lo que mi corazón sentía, eso era raro. ¿Sería el aura maligna que tenía la casa?. Con un súbito nerviosismo le di una patada a la puerta, que la hizo ceder y rebotar contra la pared, pero eso sólo complicó las cosas. El chico, Valerian, desapareció tras unas columnas blancas que sospechosamente se acercaban a nosotros, volviéndose oscuras hasta ser completamente negras. Con lo tensa que estaba tenía que estar imaginándome cosas. Decidí restarle importancia al asunto, mis pesadillas eran mucho peores, sólo debía ser una ilusión mía, no había forma que esa especie de humo tuviera forma de serpientes que quisieran rodearnos. Di un paso tentativo para seguir el camino del chico, pero una de esas cosas se interpuso en mi camino. Di otro paso al costado, comenzando a dudar, el tercero ya fue para retroceder tras el grito del gato.
Al ver la pierna del hombre tigre convertida en una pasa dejé escapar un gemido, ni en mis mejores sueños podría imaginarme una tortura tan dulce como esa. Tenía que ser la cruda realidad. “Malditos brujos, tengo que encontrarlos y comérmelos” tal vez si comía suficientes algo de su magia se me pegara o algo así. Le pasé una mano por el costado al tigre y lo aseguré frente a mí mientras que con la otra balanceaba mi hacha larga contra el aire que parecía imperturbable. “Al menos tenía que intentarlo” pensé encogiéndome de hombros mientras le devolvía la mirada a mi nuevo hermano de armas. Retrocedíamos hasta que ni siquiera eso fue posible. La cantidad de maldiciones se me había agotado, ya ni siquiera tenía ganas de proferir ningún insulto. ¿Qué era eso? ¿Algo que adelantaba la edad? Porque además de parecer muchos años más vieja, la pierna del tigre no parecía haber sufrido otro cambio. El gato me daba pena, si las cosas seguían así quedaría cojo de por vida, aunque pensándolo mejor, en breve se iba a emparejar, porque no teníamos salida.
La luz llegó a nosotros embotellada de la nada, entonces la noche que nos consumía se desvaneció junto a gran parte de las serpientes oscuras, dejándonos vía libre a una elfa. Una de esas amantes de los árboles y el amor. Había perdido la cuenta del tiempo que hacía que no veía a uno de los suyos, así, con ese talante y las ganas de ayudar a los demás, pero se me erizaba la piel. Ergit se negaba a irse, hasta que a través de señas le hice notar que rodearíamos el lugar [i] “Y una mierda que voy a dejar al mocoso ahí” intenté que mi mirada fuese decidida, las bestias se quedarían a luchar por los suyos y no correrían como ratas hacia la salvación. Los elfos particularmente no me daban desconfianza, la única razón por la que no quería aceptar su ayuda era porque odiaba esa aura de paz y amor que siempre les rodeaba. La casa fría y tenebrosa era mil veces mejor que sus discursos de dioses naturales que no existían y una confraternidad que para mí no era más que la regla de los más fuertes sobre los más débiles. Que la vampira hiciese lo que quisiese y la elfa también. Si tanto quería ayudarnos, que viniera y trajera esas cosas brillantes que espantaban a las serpientes de humo. Si no, podía irse con su ayuda a repartirla por el bosque.
En nuestro avance, el gato se había hecho de una rama a forma de lanza para intentar luchar contra las serpientes, él por un lado, yo por el otro, como dos brazos de un mismo cuerpo, hacha y madera trabajando como hermanas, pero nuestra lucha parecía ser en vano mientras rodeábamos la casa y éramos rodeados por fuerzas oscuras. Tenía pocas esperanzas de que nuestra empresa resultase exitosa, pero moriría fiel a mis principios, siempre para adelante, luchando con todo para alcanzar la meta. Miré al gato y él me miró, casi habíamos hecho más de la mitad del camino, debíamos plantarnos en un lugar a hacerle frente a nuestros miedos, ¿por qué no en ese momento y ese lugar?.
Me tomé mi tiempo asintiéndole a Chimar, colaborar no era una mala idea, así podría vigilar dar con la dichosa aparición del lago, ganarme la confianza del chico que huyó… ¿ahora quería convertirse en una mujer de humo también? Y mantener a la vista a una vampiro que tenía el coraje para entrar a tierras de licántropos sin preocupaciones, o era muy fuerte y valiente, o muy ingenua para creer que saldría indemne de esta; si no era yo, podría ser uno de los asesinos o un licántropo siguiendo su rastro, pero las posibilidades estaban en su contra y yo… por ningún motivo pensaba ponerme de su lado y revivir la historia pasada con Daracan que resultó en mi expulsión de la arboleda. No, eso no iba a pasar. Mis pensamientos se interrumpieron por las palabras del gato, ¿mi chico se iba? Arranqué tras él en silencio, había dicho que sería su guardiana y así seguiría, como una sombra muda. Y así comenzó nuestro lento viaje, lleno de intercambios.
El joven humano había pedido que lo cargasen, y tenía tantas ganas de hacerlo… en cierta forma no podía dejar de verlo como el chiquillo de tiempo atrás. Pero él había tomado una decisión, estaba allí con un fin y vería que lo cumpliera mientras estuviera en mi poder el ayudarle, cargándolo y haciéndole las cosas como la seda no le sería de provecho, por lo que hice de tripas corazón y caminé, prestándole toda mi atención a Ergit. Le di un suave golpe en su hombro, reconociendo sus palabras y con eso, intentando devolverle el cumplido. No cualquiera me dejaba esa marca… no cualquiera. Pensarlo me daba ganas de encaramarme en una nueva lucha con él, una que tuviese un ganador definido. Entonces se me encendieron las luces, de la nada, como una revelación, el hijo pródigo vampiro y el humano tenían los mismos síntomas ¿así que la misteriosa mujer no se los llevaba? ¿los encantaba de alguna forma? Quería deshacer mi transformación para decir mis nuevas al tigre, pero dah… si todos estábamos siguiendo al humano, entonces era obvio. No sabía cuándo se me fuera a quitar lo denso.
El destino final apareció frente a nosotros, o más bien, aparecimos frente a él, porque se trataba de una vivienda. “No puede ser tan fácil ¿o si?” las cosas iban demasiado bien, tanto, que era sospechoso. Los pensamientos poco a poco se tornaron más oscuros a medida que nos acercábamos. Era como si un manto de algo escalofriante rodease la casa. Mis pelos se habían parado y parecían alambre, tal era el caso que sentía sobre mi piel lupina el frío de la noche por primera vez. Ese tipo de reacciones sólo tenía dos orígenes. Mi cuerpo lo supo antes que yo, al parecer el grado en el que podía llegar a ser lenta era mayor con los años. No fue hasta que la puerta se cerró frente a mi hocico que me di cuenta.
“Mierda, mierda mierda… ¿por qué… por qué sigo preguntándome por qué? Ya tendría que saber que todo lo malo para mí viene de la mano del mana. Odiemos al mana, odiemos a los vampiros, odiemos a los brujos, odiemos a los dragones. Odiemoslos a todos” hmm… hmmmmm… mis pensamientos reflejaban lo que mi corazón sentía, eso era raro. ¿Sería el aura maligna que tenía la casa?. Con un súbito nerviosismo le di una patada a la puerta, que la hizo ceder y rebotar contra la pared, pero eso sólo complicó las cosas. El chico, Valerian, desapareció tras unas columnas blancas que sospechosamente se acercaban a nosotros, volviéndose oscuras hasta ser completamente negras. Con lo tensa que estaba tenía que estar imaginándome cosas. Decidí restarle importancia al asunto, mis pesadillas eran mucho peores, sólo debía ser una ilusión mía, no había forma que esa especie de humo tuviera forma de serpientes que quisieran rodearnos. Di un paso tentativo para seguir el camino del chico, pero una de esas cosas se interpuso en mi camino. Di otro paso al costado, comenzando a dudar, el tercero ya fue para retroceder tras el grito del gato.
Al ver la pierna del hombre tigre convertida en una pasa dejé escapar un gemido, ni en mis mejores sueños podría imaginarme una tortura tan dulce como esa. Tenía que ser la cruda realidad. “Malditos brujos, tengo que encontrarlos y comérmelos” tal vez si comía suficientes algo de su magia se me pegara o algo así. Le pasé una mano por el costado al tigre y lo aseguré frente a mí mientras que con la otra balanceaba mi hacha larga contra el aire que parecía imperturbable. “Al menos tenía que intentarlo” pensé encogiéndome de hombros mientras le devolvía la mirada a mi nuevo hermano de armas. Retrocedíamos hasta que ni siquiera eso fue posible. La cantidad de maldiciones se me había agotado, ya ni siquiera tenía ganas de proferir ningún insulto. ¿Qué era eso? ¿Algo que adelantaba la edad? Porque además de parecer muchos años más vieja, la pierna del tigre no parecía haber sufrido otro cambio. El gato me daba pena, si las cosas seguían así quedaría cojo de por vida, aunque pensándolo mejor, en breve se iba a emparejar, porque no teníamos salida.
La luz llegó a nosotros embotellada de la nada, entonces la noche que nos consumía se desvaneció junto a gran parte de las serpientes oscuras, dejándonos vía libre a una elfa. Una de esas amantes de los árboles y el amor. Había perdido la cuenta del tiempo que hacía que no veía a uno de los suyos, así, con ese talante y las ganas de ayudar a los demás, pero se me erizaba la piel. Ergit se negaba a irse, hasta que a través de señas le hice notar que rodearíamos el lugar [i] “Y una mierda que voy a dejar al mocoso ahí” intenté que mi mirada fuese decidida, las bestias se quedarían a luchar por los suyos y no correrían como ratas hacia la salvación. Los elfos particularmente no me daban desconfianza, la única razón por la que no quería aceptar su ayuda era porque odiaba esa aura de paz y amor que siempre les rodeaba. La casa fría y tenebrosa era mil veces mejor que sus discursos de dioses naturales que no existían y una confraternidad que para mí no era más que la regla de los más fuertes sobre los más débiles. Que la vampira hiciese lo que quisiese y la elfa también. Si tanto quería ayudarnos, que viniera y trajera esas cosas brillantes que espantaban a las serpientes de humo. Si no, podía irse con su ayuda a repartirla por el bosque.
En nuestro avance, el gato se había hecho de una rama a forma de lanza para intentar luchar contra las serpientes, él por un lado, yo por el otro, como dos brazos de un mismo cuerpo, hacha y madera trabajando como hermanas, pero nuestra lucha parecía ser en vano mientras rodeábamos la casa y éramos rodeados por fuerzas oscuras. Tenía pocas esperanzas de que nuestra empresa resultase exitosa, pero moriría fiel a mis principios, siempre para adelante, luchando con todo para alcanzar la meta. Miré al gato y él me miró, casi habíamos hecho más de la mitad del camino, debíamos plantarnos en un lugar a hacerle frente a nuestros miedos, ¿por qué no en ese momento y ese lugar?.
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El miembro 'Woodpecker' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Me golpeé la frente con la palma de mi mano, escuchando la sarta de idioteces que el joven profería. ¿Acaso se podía llegar a ser más idiota? La verdad es que no lo creía posible, pero en este punto de mi vida nada me sorprendería. El gato seguía riñendo al chico, quien luchaba por tratar de no quedarse dormido, mientras yo arqueaba una ceja dubitativa ante su extraño comportamiento. Gracias a ese tipo de críos es que la raza vampira estaba al fondo de la cadena alimenticia. De pronto el jovencito comenzó a caminar sin prestar atención a las palabras que el gatote le dirigía, por lo que finalmente optamos por seguirlo a donde sea que se estuviese yendo. Me mantenía al margen de las dos bestias, pues no deseaba morir tan pronto y menos de forma tan salvaje, especialmente cuando ambos insistían en querer intimidarme.
Por otro lado, había un niño al que no había notado antes, uno que apareció junto a la loba y el gato, me sorprendía que no hubiese muerto o salido huyendo ante el desastre de aquellos dos, quizá no debía confiarme de él, como no debía confiar ni en mi sombra. El final del camino mostró una pequeña choza en dónde la puerta se abrió para recibir al chiquillo problemático. Desafortunadamente no sería lo mismo para nosotros, ya que de la nada el ambiente cargado de peligro comenzó a intensificarse, al punto de que unas extrañas serpientes de humo aparecieron de la nada, girando alrededor de nosotros como si deseasen hipnotizarnos de alguna manera, y debo decir que lo estaban logrando. No podía dejar de observarlas o eso creí, hasta que el gato rompió aquel extraño hechizo con su grito, haciéndome sacudir la cabeza para acomodar mis neuronas.
Una peculiar luz apareció tras el estallido de un frasco, disipando a las serpientes de humo que parecían haber dejado cojo al gato de por vida. Seguido de esto una voz nos alentó a que nos fuéramos de ahí, montada sobre una extraña balsa que bien podría ser la misma que noté con anterioridad. En ese momento me sentí en una encrucijada, pues podría tratarse de una trampa o de una salvación asegurada. Fuese como fuese, la mujer podría ser la misma a quien yo debía asesinar y en ese caso sería bueno estar cerca de ella, aguardando el momento preciso para cumplir con mi trabajo. Aunque las dos bestias no parecían pensar lo mismo que yo, considerando el hecho de que se mantuvieron con una mirada seria y determinada. Supongo que debía ser cosa de salvajes, la sensatez no era una cualidad que los dioses les hubiesen brindado.
Me pasé la mano por el cabello, tratando de decidir cuál era la mejor decisión, pero realmente sentía que no tenía opción. Irme con la mujer era demasiado fácil y un trabajo como ese no era fácil a menos que te llevase a una muerte segura; aunque por otro lado estaba el hecho de que aun debía mantener mi papel para con la loba y su nuevo amigo, quienes aún creían que yo estaba ahí para ayudar y no para encargarme de la presunta secuestradora. ¡Malditas encrucijadas! ¡Malditos licántropos! ¡Malditos hombres-bestia gatunos! ¡Maldita mi suerte! Sí, tenía preparada una larga lista de maldiciones y no planeaba dejarla a medias. Bueno, ponderemos los hechos, Alexandra: la mujer misteriosa de la embarcación podría ser la misma que la secuestradora, el chiquillo Vonnoséporquelesponennombrestanfeosasushijos había entado en aquella choza, ergo, lo más indicado sería quedarme y ayudar, quizá así descubriese evidencia que vinculara a esa mujer con las desapariciones. Seguramente me arrepentiría de esta decisión.
—Si quieres ayudar tendrás que darnos más de esa luz embotellada —hablé mirando a la mujer, mientras veía a ambas bestias preparándose para luchar—. ¡Ahora, mujer! —La tomé del brazo con seriedad, dándole a entender que si no cooperaba tal vez no le iría muy bien.
Preparé mis armas y aquel arte mágico que se ocultaba en mis ojos, deseando no tener que usarlo, mientras aguardaba a que la extraña sospechosa accediese a brindarnos su ayuda. ¿Y qué hacía yo ayudando a dos bestias salvajes? Bueno, en ocasiones había que salvar el trasero de tus enemigos para conseguir tu cometido y esperaba que este sacrificio valiera la pena.
Por otro lado, había un niño al que no había notado antes, uno que apareció junto a la loba y el gato, me sorprendía que no hubiese muerto o salido huyendo ante el desastre de aquellos dos, quizá no debía confiarme de él, como no debía confiar ni en mi sombra. El final del camino mostró una pequeña choza en dónde la puerta se abrió para recibir al chiquillo problemático. Desafortunadamente no sería lo mismo para nosotros, ya que de la nada el ambiente cargado de peligro comenzó a intensificarse, al punto de que unas extrañas serpientes de humo aparecieron de la nada, girando alrededor de nosotros como si deseasen hipnotizarnos de alguna manera, y debo decir que lo estaban logrando. No podía dejar de observarlas o eso creí, hasta que el gato rompió aquel extraño hechizo con su grito, haciéndome sacudir la cabeza para acomodar mis neuronas.
Una peculiar luz apareció tras el estallido de un frasco, disipando a las serpientes de humo que parecían haber dejado cojo al gato de por vida. Seguido de esto una voz nos alentó a que nos fuéramos de ahí, montada sobre una extraña balsa que bien podría ser la misma que noté con anterioridad. En ese momento me sentí en una encrucijada, pues podría tratarse de una trampa o de una salvación asegurada. Fuese como fuese, la mujer podría ser la misma a quien yo debía asesinar y en ese caso sería bueno estar cerca de ella, aguardando el momento preciso para cumplir con mi trabajo. Aunque las dos bestias no parecían pensar lo mismo que yo, considerando el hecho de que se mantuvieron con una mirada seria y determinada. Supongo que debía ser cosa de salvajes, la sensatez no era una cualidad que los dioses les hubiesen brindado.
Me pasé la mano por el cabello, tratando de decidir cuál era la mejor decisión, pero realmente sentía que no tenía opción. Irme con la mujer era demasiado fácil y un trabajo como ese no era fácil a menos que te llevase a una muerte segura; aunque por otro lado estaba el hecho de que aun debía mantener mi papel para con la loba y su nuevo amigo, quienes aún creían que yo estaba ahí para ayudar y no para encargarme de la presunta secuestradora. ¡Malditas encrucijadas! ¡Malditos licántropos! ¡Malditos hombres-bestia gatunos! ¡Maldita mi suerte! Sí, tenía preparada una larga lista de maldiciones y no planeaba dejarla a medias. Bueno, ponderemos los hechos, Alexandra: la mujer misteriosa de la embarcación podría ser la misma que la secuestradora, el chiquillo Vonnoséporquelesponennombrestanfeosasushijos había entado en aquella choza, ergo, lo más indicado sería quedarme y ayudar, quizá así descubriese evidencia que vinculara a esa mujer con las desapariciones. Seguramente me arrepentiría de esta decisión.
—Si quieres ayudar tendrás que darnos más de esa luz embotellada —hablé mirando a la mujer, mientras veía a ambas bestias preparándose para luchar—. ¡Ahora, mujer! —La tomé del brazo con seriedad, dándole a entender que si no cooperaba tal vez no le iría muy bien.
Preparé mis armas y aquel arte mágico que se ocultaba en mis ojos, deseando no tener que usarlo, mientras aguardaba a que la extraña sospechosa accediese a brindarnos su ayuda. ¿Y qué hacía yo ayudando a dos bestias salvajes? Bueno, en ocasiones había que salvar el trasero de tus enemigos para conseguir tu cometido y esperaba que este sacrificio valiera la pena.
Lexie Ivannovich
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Avanzan un pequeño trayecto, vale destacar que Chimar camina más dormido que despierto. Su solicitud fue ignorada por los presentes… cuanta maldad con un pobre niñito. Eventualmente llegan a una estructura bastante lúgubre, tiene su propio muelle a un lateral. La puerta se abre y el primer jovencito ingresa, algo no se ve bien.
Esto es… no puede ser bueno.
Dice mientras intenta recuperar sus facultades, sorprendentemente permanece afuera y logra soportar la molesta orden de entrar. Niega con la cabeza varias veces buscando despertar plenamente, lo logra poco después cuando comienzan los gritos raros. Están siendo atacados por seres brumosos, menuda imagen.
Rayos… debí entrar.
Dispara un virote pero no consigue atinar nada, debe comenzar a trabajar en proyectiles para incorpóreos. Las cosas comienzan a rodearlos peligrosamente sin que puedan hacer nada, no se ve bien. Maquiavelo abre los ojos de par en par cuando una de las serpientes raras se chupa la pierna del gato, no planea ser el siguiente.
¡Pero que rayos!
Un destello de luz dispersa varias criaturas, cuando los ojos del niño recuperan su visión logra pillar una posible ruta de escape. Acaban de ser salvados por una mujer misteriosa, dicho personaje les invita acertadamente a subir al bote para dejar su peligro atrás… el inventor reacciona como todo aventurero cuerdo.
¡¡¡Niños primero, vámonos de aquí!!!!
Llega al muelle y se prepara para saltar, desgraciadamente pega un vistazo a sus compañeros por inercia. Los muy tontos quieren pelear… las personas que uno se encuentra por el camino. En situaciones desventajosas Chimar prefiere correr para vivir otro día, le gustaría llegar a ser adulto para hacer cosas de grandes… alcanzar las herramientas de la repisa superior y eso.
No es momento para ser héroes chicos…
Dice a punto de saltar, por desgracia nunca da el paso. Puede ser un niño ladrón oportunista y con complejo de superioridad pero tiene buenos valores… si nadie más corre él no se salvara solo. Maldice su suerte y avanza hasta una posición más comprometedora, ayudara en lo que pueda, claramente sin el nadie lo lograría.
Como siempre debo salvar el día.
Une cabos en su mente, al principio la casa no detecto amenaza por su parte. Quizás pueda recuperar al joven más grande… juntos tal vez todos opten por retirarse. Avanza hasta la puerta y esta se abre, cuando divisa al personaje objetivo se lanza en carga. Lo sujeta e intenta despertarle, al no lograr avance lo patea en la entrepierna.
¡No es tiempo de dormir, vámonos!
Esto es… no puede ser bueno.
Dice mientras intenta recuperar sus facultades, sorprendentemente permanece afuera y logra soportar la molesta orden de entrar. Niega con la cabeza varias veces buscando despertar plenamente, lo logra poco después cuando comienzan los gritos raros. Están siendo atacados por seres brumosos, menuda imagen.
Rayos… debí entrar.
Dispara un virote pero no consigue atinar nada, debe comenzar a trabajar en proyectiles para incorpóreos. Las cosas comienzan a rodearlos peligrosamente sin que puedan hacer nada, no se ve bien. Maquiavelo abre los ojos de par en par cuando una de las serpientes raras se chupa la pierna del gato, no planea ser el siguiente.
¡Pero que rayos!
Un destello de luz dispersa varias criaturas, cuando los ojos del niño recuperan su visión logra pillar una posible ruta de escape. Acaban de ser salvados por una mujer misteriosa, dicho personaje les invita acertadamente a subir al bote para dejar su peligro atrás… el inventor reacciona como todo aventurero cuerdo.
¡¡¡Niños primero, vámonos de aquí!!!!
Llega al muelle y se prepara para saltar, desgraciadamente pega un vistazo a sus compañeros por inercia. Los muy tontos quieren pelear… las personas que uno se encuentra por el camino. En situaciones desventajosas Chimar prefiere correr para vivir otro día, le gustaría llegar a ser adulto para hacer cosas de grandes… alcanzar las herramientas de la repisa superior y eso.
No es momento para ser héroes chicos…
Dice a punto de saltar, por desgracia nunca da el paso. Puede ser un niño ladrón oportunista y con complejo de superioridad pero tiene buenos valores… si nadie más corre él no se salvara solo. Maldice su suerte y avanza hasta una posición más comprometedora, ayudara en lo que pueda, claramente sin el nadie lo lograría.
Como siempre debo salvar el día.
Une cabos en su mente, al principio la casa no detecto amenaza por su parte. Quizás pueda recuperar al joven más grande… juntos tal vez todos opten por retirarse. Avanza hasta la puerta y esta se abre, cuando divisa al personaje objetivo se lanza en carga. Lo sujeta e intenta despertarle, al no lograr avance lo patea en la entrepierna.
¡No es tiempo de dormir, vámonos!
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
El miembro 'Chimar' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
La valiente y no muy lista licántropa no parecía dispuesta a fallar en su misión, tal vez el cliente o el mismo objetivo fueran lo de menos, era cuestión de honor, una misión aceptada debía ser cumplida a cualquier costo; y así seguiría siendo aunque eso tal vez le costara la vida; Chimar por su parte era más listo y había decidido abandonar a su suerte a aquel triste grupo de aventureros que pocas probabilidades tenían de salir con vida ante aquella amenaza que enfrentaban, aunque al final la sensatez los abandonó a todos y el pequeño también decidió unirse a la improvisada partida de rescate.
Lexie por su parte había tomado a la fuerza a la mujer misteriosa para obligarla a ayudar, aunque en consecuencia debería lidiar con un problema más grande, las serpientes parecían haber tomado a la elfa como su objetivo principal -No, no, no pueden enfrentarla, ella no pertenece aquí- Repitió ésta con preocupación, claramente sabía a lo que se enfrentaban; había más en juego que solo maná y magias extrañas, aquello era cuestión de tiempo.
Todo intento de atacar a las serpientes de humo era inútil, parecían ser solo entes etéreos, incorpóreos como un suspiro de la muerte misma, la propia Lexie conocería el terror al ser rozada en su brazo derecho por una de las criaturas y por un instante experimentaría los signos de una vejez prematura, aunque aquello sería solo temporal y al cabo de unos minutos su brazo volvería a la normalidad; la mujer del lago se resistía pero su fuerza era inferior a la de Lexie, no parecía ser muy atlética, incluso su cuerpo se veía muy frágil hasta para un elfo.
De momento Woodpecker parecía tener la suerte de su lado, pues al comenzar su rodeo de la casa las serpientes la fueron dejando de atacar, tal vez porque habían encontrado un mejor objetivo en la elfa, o tal vez porque había una amenaza peor en el sitio a donde se dirigía la licántropa. Chimar decidió entrar a la casa que ciertamente se lo permitió sin problemas, incluso parecía atraerlo a entrar, aunque ya no de una manera forzada, esta vez parecía una atracción natural, tal vez jugando con su curiosidad científica.
Dentro de la casa consigue detener a Von, pero frente a ellos comienza a formarse un vacío oscuro, como una mancha negra en el aire que los atrae como si la fuerza de gravedad cambiara de sentido, eso sí que debía parecerle interesante, lamentablemente no era buena idea averiguar lo que había del otro lado. Por otro lado, en su intento de rodear la casa Wood y Erguit llegaron a una ventana, estaba sellada con trozos de madera pero nada que una fuerza sobrehumana o un hacha no pudieran solucionar, al abrir la ventana podrían ver dentro de la casa al chico frente a una especie de vacío oscuro que comenzaba a formarse frente a él y luego a un intrépido Chimar intentando sacarlo de ahí -¿Pero qué dem...?- Ergit retrocedió un par de pasos sorprendido hasta que su pierna pareció fallarle y se había ido al piso de no ser porque alcanzó a sostenerse de su bastón licántropo.
Al mismo tiempo, Lexie y Wood podrían notar que desde la casa hacia afuera, el piso bajo sus pies parecía comenzar a mostrar fisuras ennegrecidas que se extendían una buena parte del terreno, aquello iba de mal en peor y aún no entendían siquiera lo que estaba sucediendo, tal vez la elfa les podría dar algo de información.
∞ Las decisiones comienzan a marcar el destino, el final de la misión es incierto.
∞ Woodpecker Se ha librado de las serpientes que han encontrado un mejor aperitivo, sin embargo deberá reaccionar ante la nueva experiencia, un portal oscuro se abre lentamente y amenaza con devorar a los chicos; dentro de la casa puedes ver también una serie de frascos de colores, tal vez haya algo para ayudar al tigre, si decides entrar a la casa deberás lanzar una runa.
∞ Chimar Consigue hacer reaccionar al chico pero surge un nuevo problema, ese portal es algo que definitivamente no debería estar ahí; lentamente comienza a atraer todo hacia adentro como una especie de aspiradora cósmica, deberás lanzar una runa para resistirte a ser devorado.
∞ Lexie, tienes de tu lado la sabiduría de la elfa, puedes interrogarla para entender lo que sucede antes que sea demasiado tarde, tal vez así al menos tú puedas salvarte, recuerda que tú compañera y tú son asediadas por las serpientes de humo, deberás lanzar una runa para resistirlas.
Lexie por su parte había tomado a la fuerza a la mujer misteriosa para obligarla a ayudar, aunque en consecuencia debería lidiar con un problema más grande, las serpientes parecían haber tomado a la elfa como su objetivo principal -No, no, no pueden enfrentarla, ella no pertenece aquí- Repitió ésta con preocupación, claramente sabía a lo que se enfrentaban; había más en juego que solo maná y magias extrañas, aquello era cuestión de tiempo.
Todo intento de atacar a las serpientes de humo era inútil, parecían ser solo entes etéreos, incorpóreos como un suspiro de la muerte misma, la propia Lexie conocería el terror al ser rozada en su brazo derecho por una de las criaturas y por un instante experimentaría los signos de una vejez prematura, aunque aquello sería solo temporal y al cabo de unos minutos su brazo volvería a la normalidad; la mujer del lago se resistía pero su fuerza era inferior a la de Lexie, no parecía ser muy atlética, incluso su cuerpo se veía muy frágil hasta para un elfo.
De momento Woodpecker parecía tener la suerte de su lado, pues al comenzar su rodeo de la casa las serpientes la fueron dejando de atacar, tal vez porque habían encontrado un mejor objetivo en la elfa, o tal vez porque había una amenaza peor en el sitio a donde se dirigía la licántropa. Chimar decidió entrar a la casa que ciertamente se lo permitió sin problemas, incluso parecía atraerlo a entrar, aunque ya no de una manera forzada, esta vez parecía una atracción natural, tal vez jugando con su curiosidad científica.
Dentro de la casa consigue detener a Von, pero frente a ellos comienza a formarse un vacío oscuro, como una mancha negra en el aire que los atrae como si la fuerza de gravedad cambiara de sentido, eso sí que debía parecerle interesante, lamentablemente no era buena idea averiguar lo que había del otro lado. Por otro lado, en su intento de rodear la casa Wood y Erguit llegaron a una ventana, estaba sellada con trozos de madera pero nada que una fuerza sobrehumana o un hacha no pudieran solucionar, al abrir la ventana podrían ver dentro de la casa al chico frente a una especie de vacío oscuro que comenzaba a formarse frente a él y luego a un intrépido Chimar intentando sacarlo de ahí -¿Pero qué dem...?- Ergit retrocedió un par de pasos sorprendido hasta que su pierna pareció fallarle y se había ido al piso de no ser porque alcanzó a sostenerse de su bastón licántropo.
Al mismo tiempo, Lexie y Wood podrían notar que desde la casa hacia afuera, el piso bajo sus pies parecía comenzar a mostrar fisuras ennegrecidas que se extendían una buena parte del terreno, aquello iba de mal en peor y aún no entendían siquiera lo que estaba sucediendo, tal vez la elfa les podría dar algo de información.
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∞ Las decisiones comienzan a marcar el destino, el final de la misión es incierto.
∞ Woodpecker Se ha librado de las serpientes que han encontrado un mejor aperitivo, sin embargo deberá reaccionar ante la nueva experiencia, un portal oscuro se abre lentamente y amenaza con devorar a los chicos; dentro de la casa puedes ver también una serie de frascos de colores, tal vez haya algo para ayudar al tigre, si decides entrar a la casa deberás lanzar una runa.
∞ Chimar Consigue hacer reaccionar al chico pero surge un nuevo problema, ese portal es algo que definitivamente no debería estar ahí; lentamente comienza a atraer todo hacia adentro como una especie de aspiradora cósmica, deberás lanzar una runa para resistirte a ser devorado.
∞ Lexie, tienes de tu lado la sabiduría de la elfa, puedes interrogarla para entender lo que sucede antes que sea demasiado tarde, tal vez así al menos tú puedas salvarte, recuerda que tú compañera y tú son asediadas por las serpientes de humo, deberás lanzar una runa para resistirlas.
Ansur
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
El gran lobo negro Fenrir nos estaba sonriendo, los dioses parecían favorecer a la misteriosa magia que nos debilitaba con cada minuto que pasaba, pero ese era el bosque de los licántropos y una de sus orgullosas hijas estaba allí, buscando cumplir su objetivo, buscando terminar con todo ese asunto que derramaba sangre de inocentes. Sí, los dioses se reían de nosotros, pero había mal interpretado las señales. La luna era ominosa, ominosa para el mal. El lobo negro asechaba desde las sombras, con su sonrisa bélica y sus dientes manchados por la sangre de esos dioses crueles que permitían a esos pequeños tocar los peores sinos a tan temprana edad.
“Protégenos, oh padre Fenrir” pensé, recordando la vieja historia de la maldición del lobo negro. La recordaba bien, pues la mitad de mi corazón le pertenecía a un licántropo con la misma piel. Sabía que no era una mera coincidencia. Los dioses siempre me ponían la soga al cuello, pero eran injustos en su todopoderosa omnipotencia. Aunque hasta ese momento había salido viva de todas mis batallas, estaba llena de cicatrices, recuerdos, de mi propia incompetencia. “Corta el tapiz que han hilado las Nornas, envísteme de tu fuerza” rogué, sentía a este personaje incluso más cercano a los dioses que ya me habían demostrado su poder tiempo atrás. Y como siempre creí más en él que en una deidad invisible y sin forma, era más reacia a dirigirme a él, pero las circunstancias lo ameritaban. “No me falles, maldita sea”
Plantarnos no había servido, continuábamos avanzando, cada vez perdiendo más las esperanzas en dar con una entrada… de poder escapar de esas cosas a las que no se podían descuartizar o hacer sangrar; ni siquiera detener. El fin se acercaba inexorable, Fenrir, la noche negra con esa luna ominosa, era cruel con todos. Ergit sin embargo, fue el primero en percatarse, y me codeó tan fuerte en las costillas que me dieron ganas de sacarle una oreja. Estaba un poco ocupada arrastrándolo mientras huíamos como para darme cuenta de que esas malditas serpientes envejecedoras-y-quién-sabe-qué-más eran cada vez menos, con menor densidad, acercándose más lentamente hasta el punto de replegarse como si más adelante hubiese un predador mayor a ellas. Se me hacía algo difícil imaginarme algo que pudiese hacerlas retroceder de esa forma… tal vez una versión mejorada de la elfucha enclenque que había tomado como mascota la vampira.
Me encogí de hombros, pero siempre estaba un paso atrás. Mi sonrisa lupina se eclipsó por ese gato superdesarrollado. Seguí su vista y ambos pensamos en lo mismo “Arrancar todo lo que tapiaba esa ventana” con algo de trabajo y la respiración forzada vimos atónitos el misterio que ocultaba el interior de la casa. Tuve que recordar como cerrar mi boca. Puse mi pulgar e índice en mis ojos, ciertamente cansada. “No podía ser simplemente un brujo o uno de esos dichosos jinetes que estaban tan de moda en el pasado… no. Tenía que ser un puto agujero-portal-que quién sabe qué mierdas hace” Acomodé al gato hasta que se estuvo solo en pie “bienvenido al grupo” pensé con ironía, casi sintiendo gracia por su reacción. En el pasado probablemente hubiese hecho lo mismo que él. Pero el hombre bestia se recuperaba rápido. Agarré al tigre del pescuezo como quien agarra a un gato para que no le arañe. Eché la cabeza hacia adelante, moviéndola hacia los lados, claramente diciendo si había perdido la cabeza.
Claramente Chimar intentaba sacar al futuro vampiro de ese lugar, pero… pasé mi diestra por mi frente, rascándola. Por supuesto que no sería sencillo… nunca nada era sencillo. Si seguían así ambos desaparecerían, literalmente o de forma figurada. Esperaba que ninguna de las dos, pero de ser así, al menos que fuese literal, así al menos podría encontrarlos… esperaba. De haber podido chasquear mi lengua lo hubiese hecho. Busqué con la mirada, no había nada ni siquiera similar a una soga que pudiera tirarle al pequeño humano para sacarlo de allí. Al contrario, sólo habían cosas raras, de esas que no entendía, enfrascadas, y que eran usadas los que no me caían bien. Sentí que los restos de la llovizna y las charcas que estaban a nuestros pies desaparecían abruptamente, dejando tras sí fisuras negras, casi tanto como ese maldito agujero mágico. Busqué con la mirada a la elfa Auu uuu uooouuu uuu auuu dije en voz alta, pero ¡ah… por supuesto! no iba a entender mi lenguaje. Apreté los dientes y le palmee un hombro a Ergit en señal de despedida justo antes de dar un salto hacia el interior de la residencia.
No había tiempo, tenía que ayudar a los mocosos, pero esos frascos podían ser una pista. De un par de zancadas crucé la habitación. No tenía tiempo para abrirlos o intentar averiguar qué contenían, por mi experiencia alquímica podía adivinar los posibles compuestos de algunos. Pero decidí guiarme por la intuición y dejar el resultado de mi elección a los mismos dioses que nos habían condenado. Tomé uno que parecía resplandecer por sobre el resto y se lo tiré en el aire al hombre bestia. Me di la vuelta y busqué ayudar a los humanos.
“Protégenos, oh padre Fenrir” pensé, recordando la vieja historia de la maldición del lobo negro. La recordaba bien, pues la mitad de mi corazón le pertenecía a un licántropo con la misma piel. Sabía que no era una mera coincidencia. Los dioses siempre me ponían la soga al cuello, pero eran injustos en su todopoderosa omnipotencia. Aunque hasta ese momento había salido viva de todas mis batallas, estaba llena de cicatrices, recuerdos, de mi propia incompetencia. “Corta el tapiz que han hilado las Nornas, envísteme de tu fuerza” rogué, sentía a este personaje incluso más cercano a los dioses que ya me habían demostrado su poder tiempo atrás. Y como siempre creí más en él que en una deidad invisible y sin forma, era más reacia a dirigirme a él, pero las circunstancias lo ameritaban. “No me falles, maldita sea”
Plantarnos no había servido, continuábamos avanzando, cada vez perdiendo más las esperanzas en dar con una entrada… de poder escapar de esas cosas a las que no se podían descuartizar o hacer sangrar; ni siquiera detener. El fin se acercaba inexorable, Fenrir, la noche negra con esa luna ominosa, era cruel con todos. Ergit sin embargo, fue el primero en percatarse, y me codeó tan fuerte en las costillas que me dieron ganas de sacarle una oreja. Estaba un poco ocupada arrastrándolo mientras huíamos como para darme cuenta de que esas malditas serpientes envejecedoras-y-quién-sabe-qué-más eran cada vez menos, con menor densidad, acercándose más lentamente hasta el punto de replegarse como si más adelante hubiese un predador mayor a ellas. Se me hacía algo difícil imaginarme algo que pudiese hacerlas retroceder de esa forma… tal vez una versión mejorada de la elfucha enclenque que había tomado como mascota la vampira.
Me encogí de hombros, pero siempre estaba un paso atrás. Mi sonrisa lupina se eclipsó por ese gato superdesarrollado. Seguí su vista y ambos pensamos en lo mismo “Arrancar todo lo que tapiaba esa ventana” con algo de trabajo y la respiración forzada vimos atónitos el misterio que ocultaba el interior de la casa. Tuve que recordar como cerrar mi boca. Puse mi pulgar e índice en mis ojos, ciertamente cansada. “No podía ser simplemente un brujo o uno de esos dichosos jinetes que estaban tan de moda en el pasado… no. Tenía que ser un puto agujero-portal-que quién sabe qué mierdas hace” Acomodé al gato hasta que se estuvo solo en pie “bienvenido al grupo” pensé con ironía, casi sintiendo gracia por su reacción. En el pasado probablemente hubiese hecho lo mismo que él. Pero el hombre bestia se recuperaba rápido. Agarré al tigre del pescuezo como quien agarra a un gato para que no le arañe. Eché la cabeza hacia adelante, moviéndola hacia los lados, claramente diciendo si había perdido la cabeza.
Claramente Chimar intentaba sacar al futuro vampiro de ese lugar, pero… pasé mi diestra por mi frente, rascándola. Por supuesto que no sería sencillo… nunca nada era sencillo. Si seguían así ambos desaparecerían, literalmente o de forma figurada. Esperaba que ninguna de las dos, pero de ser así, al menos que fuese literal, así al menos podría encontrarlos… esperaba. De haber podido chasquear mi lengua lo hubiese hecho. Busqué con la mirada, no había nada ni siquiera similar a una soga que pudiera tirarle al pequeño humano para sacarlo de allí. Al contrario, sólo habían cosas raras, de esas que no entendía, enfrascadas, y que eran usadas los que no me caían bien. Sentí que los restos de la llovizna y las charcas que estaban a nuestros pies desaparecían abruptamente, dejando tras sí fisuras negras, casi tanto como ese maldito agujero mágico. Busqué con la mirada a la elfa Auu uuu uooouuu uuu auuu dije en voz alta, pero ¡ah… por supuesto! no iba a entender mi lenguaje. Apreté los dientes y le palmee un hombro a Ergit en señal de despedida justo antes de dar un salto hacia el interior de la residencia.
No había tiempo, tenía que ayudar a los mocosos, pero esos frascos podían ser una pista. De un par de zancadas crucé la habitación. No tenía tiempo para abrirlos o intentar averiguar qué contenían, por mi experiencia alquímica podía adivinar los posibles compuestos de algunos. Pero decidí guiarme por la intuición y dejar el resultado de mi elección a los mismos dioses que nos habían condenado. Tomé uno que parecía resplandecer por sobre el resto y se lo tiré en el aire al hombre bestia. Me di la vuelta y busqué ayudar a los humanos.
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Tengo una pequeña filosofía de vida que dice: si las cosas te salen mal no te preocupes, mañana pueden salir mucho peor, y esto quedaba demostrado con la situación en la que nos encontrábamos. Intenté obligar a la susodicha elfa a que nos compartiera más de sus frasquitos luminosos, pero ésta solo nos dijo que no podríamos detenerla, pues no era una criatura de este mundo. Estuve a punto de zarparle una buena bofetada por sus pocas ganas de cooperar, cuando una de esas endemoniadas serpientes pasó por mi brazo, haciéndome experimentar un extraño dolor mientras veía como mi extremidad adquiría un aspecto viejo y arrugado. El espanto de haber perdido mi brazo derecho fue más del que me pude esperar, de hecho, jamás me esperé reaccionar con tal temor, pero es que aquello me sobrepasaba.
— ¡Madre de todas las cortesanas!
Vale, si mi brazo se quedaba así iba a descuartizar a esa elfa aunque solo tuviese una extremidad buena. Si hubiese ayudado no me encontraría en esa situación. Afortunadamente para ella mi brazo no tardó en volver a la normalidad y no dudé en volver a tomarla de la mano, exigiéndole ayuda, cosa que no pareció muy difícil, puesto que ella era bastante frágil, demasiado diría yo. Estaba claro que obligarla a apoyar no iba a dar resultado, así que tendría que ingeniármelas para hacer que nos ayudase de otra forma, por lo que decidí analizar su advertencia previa mientras las dos bestias se encargaban de las serpientes. El niño por su parte había decidido ir a salvar al chico Valery Von Cremallera… ¿o era velcro? Bueno, al chico del lago. Debía darle crédito, me agradaba que fuese así de valiente, aunque quién sabe qué peligros iba a encontrarse en aquella cabaña.
—Muy bien, si no quieres que te arroje a las serpientes más vale que hables —miré a la elfa, no creía que confiase en mí, pero sí que debería confiar en que cumpliría mi palabra si no quería terminar más arrugada que una pasa—. ¿Quién es esa mujer? ¿Por qué rapta a los niños? ¿Y a qué te refieres con que no pertenece aquí? ¿Qué está pasan…?
Estaba por continuar con mis preguntas cuando la situación de mis ‘‘compañeros llamó mi atención. Algo sucedía en el interior de la cabaña y no parecía ser nada bueno, pues el gatote no dudó en exclamar con desconcierto mientras intentaba no caerse. Desafortunadamente las serpientes habían cambiado de objetivos, señalándonos a la elfa y a mí como su nueva presa. Genial, justo lo que me faltaba, ahora tendría que lidiar con esas espantosas criaturas. No tenía mucho a mi favor, salvo un remo de la balsa y la inmensa cantidad de cuchillos ocultos entre mis ropas, pero no creía que eso bastara para hacerles frente. Bueno, al menos contaba con la elfa y si no quería terminar mal esta vez necesitaría ayudarme sí o sí.
—Espero que en esta ocasión no te niegues a cooperar.
Le dije con cierto recelo mientras tomaba el remo de la balsa con mis manos preparándome para lo que iba a acontecer. No tenía un plan trazado y eso era mala señal, pero esperaba alcanzar un atisbo de suerte que nos permitiese salir de ahí con el menor rasguño posible.
— ¡Madre de todas las cortesanas!
Vale, si mi brazo se quedaba así iba a descuartizar a esa elfa aunque solo tuviese una extremidad buena. Si hubiese ayudado no me encontraría en esa situación. Afortunadamente para ella mi brazo no tardó en volver a la normalidad y no dudé en volver a tomarla de la mano, exigiéndole ayuda, cosa que no pareció muy difícil, puesto que ella era bastante frágil, demasiado diría yo. Estaba claro que obligarla a apoyar no iba a dar resultado, así que tendría que ingeniármelas para hacer que nos ayudase de otra forma, por lo que decidí analizar su advertencia previa mientras las dos bestias se encargaban de las serpientes. El niño por su parte había decidido ir a salvar al chico Valery Von Cremallera… ¿o era velcro? Bueno, al chico del lago. Debía darle crédito, me agradaba que fuese así de valiente, aunque quién sabe qué peligros iba a encontrarse en aquella cabaña.
—Muy bien, si no quieres que te arroje a las serpientes más vale que hables —miré a la elfa, no creía que confiase en mí, pero sí que debería confiar en que cumpliría mi palabra si no quería terminar más arrugada que una pasa—. ¿Quién es esa mujer? ¿Por qué rapta a los niños? ¿Y a qué te refieres con que no pertenece aquí? ¿Qué está pasan…?
Estaba por continuar con mis preguntas cuando la situación de mis ‘‘compañeros llamó mi atención. Algo sucedía en el interior de la cabaña y no parecía ser nada bueno, pues el gatote no dudó en exclamar con desconcierto mientras intentaba no caerse. Desafortunadamente las serpientes habían cambiado de objetivos, señalándonos a la elfa y a mí como su nueva presa. Genial, justo lo que me faltaba, ahora tendría que lidiar con esas espantosas criaturas. No tenía mucho a mi favor, salvo un remo de la balsa y la inmensa cantidad de cuchillos ocultos entre mis ropas, pero no creía que eso bastara para hacerles frente. Bueno, al menos contaba con la elfa y si no quería terminar mal esta vez necesitaría ayudarme sí o sí.
—Espero que en esta ocasión no te niegues a cooperar.
Le dije con cierto recelo mientras tomaba el remo de la balsa con mis manos preparándome para lo que iba a acontecer. No tenía un plan trazado y eso era mala señal, pero esperaba alcanzar un atisbo de suerte que nos permitiese salir de ahí con el menor rasguño posible.
Lexie Ivannovich
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
El miembro 'Lexie Ivannovich' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
Patear una parte noble siempre logra pillar la atención de alguien, no importa si se encuentra en un trance raro. El joven objetivo logra recuperar su consciencia, por desgracia la situación está lejos de calmarse. Ahora ambos chicos se encuentran en el rango de una fuerza extraña… literalmente hablando.
Pero que rayos…
Chimar comete un error garrafal al entrar en la casa sin estudiar todo primero, ahora tiene problemas agregados. En un área destacada se encuentra cierto portal, menuda cosa más extraña. El niño genio le observa como tonto, es una estructura monumental que le gustaría estudiar… cuando comienza a succionar todo su curiosidad se transforma en miedo.
¡¡Debe ser un chiste!!
Aunque no tenga experiencia previa con manifestaciones similares algo le dice que terminar cruzando el umbral es malo... no se tiene que ser muy listo para deducir eso. Intenta alejarse pero la cosa tiene una fuerza de gravedad propia, si no fuera tan aterrador Maquiavelo se sentiría muy emocionado por la experiencia.
Debo admitir que es una forma bastante interesante de morir…
Murmura para sí mismo, luego aplica más fuerza a sus intentos. No desea perecer todavía, quiere reclamar la casa de su padre cuando cumpla 16. Se tira al suelo para combatir la fuerza que lo jala, eventualmente comienza a arrastrarse por la superficie como si fuera una serpiente. Estar erguido es genial pero tiene desventajas de equilibrio, en situaciones especificas resulta mejor recurrir a otros modos de movimiento.
Avanza lentamente, por suerte su resistencia se mantiene potencial. Ve como el otro chico imita su acción, tiene cerebro. Chimar recuerda un prototipo que nunca paso del papel, un virote gancho con cuerda para engancharse… en este momento sería muy útil, si sale con su integridad intacta considerara volverle realidad.
Es difícil ver lo que ocurre afuera de la casa, después de todo ambos jóvenes luchan por su vida. La licantropa ingresa luego de abrir una ventana taponeada, su estancia es errática. Claramente se sorprende por el portal, después se pone a rebuscar frascos con contenido extraño. Más le vale mantenerse fuera del rango de succión o terminara atrapada en el mismo problema que los mocosos.
¡¡No voy a caer por un jodido fenómeno de la física!!
Dice mientras aplica más velocidad a su lento desplazamiento, nada fácil vale destacar. Desgraciadamente parece que todo dependerá de la suerte, esa cosa irracional que necesitas cuando tus capacidades no son suficientes. La tarea próxima está clara, si el niño más pequeño logra superar el vórtice correrá como si no hubiera mañana al bote.
Pero que rayos…
Chimar comete un error garrafal al entrar en la casa sin estudiar todo primero, ahora tiene problemas agregados. En un área destacada se encuentra cierto portal, menuda cosa más extraña. El niño genio le observa como tonto, es una estructura monumental que le gustaría estudiar… cuando comienza a succionar todo su curiosidad se transforma en miedo.
¡¡Debe ser un chiste!!
Aunque no tenga experiencia previa con manifestaciones similares algo le dice que terminar cruzando el umbral es malo... no se tiene que ser muy listo para deducir eso. Intenta alejarse pero la cosa tiene una fuerza de gravedad propia, si no fuera tan aterrador Maquiavelo se sentiría muy emocionado por la experiencia.
Debo admitir que es una forma bastante interesante de morir…
Murmura para sí mismo, luego aplica más fuerza a sus intentos. No desea perecer todavía, quiere reclamar la casa de su padre cuando cumpla 16. Se tira al suelo para combatir la fuerza que lo jala, eventualmente comienza a arrastrarse por la superficie como si fuera una serpiente. Estar erguido es genial pero tiene desventajas de equilibrio, en situaciones especificas resulta mejor recurrir a otros modos de movimiento.
Avanza lentamente, por suerte su resistencia se mantiene potencial. Ve como el otro chico imita su acción, tiene cerebro. Chimar recuerda un prototipo que nunca paso del papel, un virote gancho con cuerda para engancharse… en este momento sería muy útil, si sale con su integridad intacta considerara volverle realidad.
Es difícil ver lo que ocurre afuera de la casa, después de todo ambos jóvenes luchan por su vida. La licantropa ingresa luego de abrir una ventana taponeada, su estancia es errática. Claramente se sorprende por el portal, después se pone a rebuscar frascos con contenido extraño. Más le vale mantenerse fuera del rango de succión o terminara atrapada en el mismo problema que los mocosos.
¡¡No voy a caer por un jodido fenómeno de la física!!
Dice mientras aplica más velocidad a su lento desplazamiento, nada fácil vale destacar. Desgraciadamente parece que todo dependerá de la suerte, esa cosa irracional que necesitas cuando tus capacidades no son suficientes. La tarea próxima está clara, si el niño más pequeño logra superar el vórtice correrá como si no hubiera mañana al bote.
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Re: [Misión] La Dama del Lago [Woodpecker-Lexie-Chimar]
El miembro 'Chimar' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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