Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
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Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
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Poco después de las horas del amanecer.
No hay ningún carruaje en la calle. Pueden verse a los custodios de la mansión en sus respectivas posiciones rente a la casa. Ambar, quien estaba a lado de su esposo frente a las mujeres, diría.
-Ya saben que hacer, espero que no se hayan olvidado nada. Usen la cabeza para conseguir ese objetivo. ¡Marchen!-exclama y Gabret se baja para abrirles la puerta a ambas mujeres.
Después de que el carruaje las deja ambas a su suerte para conseguir el objetivo, ellas pueden ver que no será algo fácil. Por delante era imposible entrar a la mansión.
Ansur
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
- Que cosa tiene esta Ámbar con los diamantes ¿No?- le susurré a Eco inclinándome levemente hacia mi izquierda donde se encontraba. Observé la grandiosa estructura delante nuestro, si teníamos la intención de acercarnos seríamos objetivo fácil para cualquiera pues era bastante descampado y lleno de guardias por doquier. Me pregunté de quién sería tal enorme mansión como para tener semejante custodia y por sobre todo, qué cosas tendría dentro para que pretenda que las cuiden de esa manera.- Bueno, creo que de lo primero que debemos ocuparnos aquí es de cómo entrar... -
Era muy temprano y si queríamos entrar furtivamente debíamos esperar muchas horas hasta que baje el sol, con la noche de aliada, podríamos tener más posibilidades para escabullirnos.. No estaba segura de si era buena idea... Eco tenía algunas habilidades que la hacían por lejos más ágil que yo, pero en mi caso, esquivar tanto guardia no me sería sencillo. "Si por lo menos lloviera o algo." protesté por dentro abrazando la idea de que si así fuera, al buscar resguardo nos dejarían de alguna forma paso para que ingresemos.
- Entrar a escondidas se complica creo yo.. al menos que busquemos alguna especie de acceso subterraneo.. no sé... aunque si saben que existe también estarán custodiándolo...- pensaba en voz alta esperando que ella aportara pros y contras a mis ideas desde su punto de vista de la misma situación. - Quizás podríamos entrar abiertamente como nuevo personal... o matamos a un cartero y decimos que el paquete.. inventado obviamente... debe ser entregado en mano.. no sé.. ¿Tu que crees? -
Era muy temprano y si queríamos entrar furtivamente debíamos esperar muchas horas hasta que baje el sol, con la noche de aliada, podríamos tener más posibilidades para escabullirnos.. No estaba segura de si era buena idea... Eco tenía algunas habilidades que la hacían por lejos más ágil que yo, pero en mi caso, esquivar tanto guardia no me sería sencillo. "Si por lo menos lloviera o algo." protesté por dentro abrazando la idea de que si así fuera, al buscar resguardo nos dejarían de alguna forma paso para que ingresemos.
- Entrar a escondidas se complica creo yo.. al menos que busquemos alguna especie de acceso subterraneo.. no sé... aunque si saben que existe también estarán custodiándolo...- pensaba en voz alta esperando que ella aportara pros y contras a mis ideas desde su punto de vista de la misma situación. - Quizás podríamos entrar abiertamente como nuevo personal... o matamos a un cartero y decimos que el paquete.. inventado obviamente... debe ser entregado en mano.. no sé.. ¿Tu que crees? -
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Por el comienzo de aquella esquela que me llegó estando aún en Lunargenta, supuse que Mac había recibido una copia de ella y me alegré que si ese era el caso, ella estuviera bien fuese donde fuese. Miré a Panda Son nuevas órdenes mi querido, el gremio quiere que hagamos un trabajillo. Quizás encontremos a maese Falcon también ¿no te apetece verle? le pregunté acariciando su cabeza con cariño. Eso de las misiones del gremio no era algo que me llenara de confianza, pero bueno… era parte de este nuevo trabajo. Suspiré. Dice que debemos apurarnos. El felino me miró de forma desinteresada y de alguna forma yo también quería expresar ese estado, aunque… probar mis cualidades de sigilo de vez en cuando no estaba nada nada mal…
Supuse que debíamos ir ligeros de peso para la ocasión, por lo que solamente fui con mi atuendo diario, agregando solamente un pequeño frasco colgante de perfume a mi cinturón. En el cuello de Panda aseguré una esfera que recientemente había adquirido en el mercado. El animal me observó con ojos inquisidores, era muy raro que le pusiera algún símbolo de pertenencia sobre su hermoso cuello, aunque éste tenía una segunda función. Me llevé el dedo índice a los labios y le guiñé un ojo con confianza.
Ámbar y Gabret estaban igual que siempre, aunque esta vez ella omitió hacer ningún comentario desdeñoso. Miré desde dentro del carruaje a través de la ventana, aunque algo escondida tras la gruesa cortina; efectivamente, la gran casa estaba bien custodiada.
Cuando ambas quedamos solas, Mac parecía bastante apremiante para cumplir con la misión. No era exactamente la bruja que había conocido semanas atrás, pero la prefería a ésta, estaba más abierta y con ánimos de diálogo. Asentí a sus palabras, sin duda estaba prestando gran atención a nuestros alrededores.
Accesos subterráneos… repetí un poco abstraída. La verdad que parecía bastante difícil poder entrar en ese bastión. Estaba bien vigilado y parecía imposible pasar sin ser vistos, no podríamos ir directamente y decir “Venimos a robar” o “queremos ingresar” a no ser que tuviéramos un buen plan. Me llevé una mano al mentón mientras pensaba y sin darme cuenta terminé sentada a un lado de mi fiel acompañante.
mmm me limité a responder cuando ella me preguntó qué creía. Estuve viendo el movimiento de la casa –casi nulo- e intentando pensar en cuáles eran las necesidades de sus habitantes. No es una mala idea dije al fin, mirando a la joven con cierta chispa en mis ojos.
Pero sólo hay espacio para un cartero, no tres apunté mirando a Panda también. Todos entraremos por la puerta principal, pero tú y yo nos “conoceremos” dentro. Puede que en un lugar así necesiten de algo de diversión… Panda y yo podríamos ofrecer nuestros servicios en la casa, más aún si tienen niños. Sería conveniente que no nos relacionaran, así podremos movernos con un poco más de naturalidad dentro y cubrir nuestras espaldas de otro modo, ¿no te parece?.
Salté para ponerme en pie, la calle estaba comenzando a ponerse más transitada y los sonidos de ella cubrirían nuestras voces. Si no te gusta la idea de un paquete… ese tipo de personas por lo general cree en las personas que ven en el futuro le dije echándole la lengua y guiñándole un ojo. Tu capacidad de actuación es destacable.
Supuse que debíamos ir ligeros de peso para la ocasión, por lo que solamente fui con mi atuendo diario, agregando solamente un pequeño frasco colgante de perfume a mi cinturón. En el cuello de Panda aseguré una esfera que recientemente había adquirido en el mercado. El animal me observó con ojos inquisidores, era muy raro que le pusiera algún símbolo de pertenencia sobre su hermoso cuello, aunque éste tenía una segunda función. Me llevé el dedo índice a los labios y le guiñé un ojo con confianza.
* * *
Ámbar y Gabret estaban igual que siempre, aunque esta vez ella omitió hacer ningún comentario desdeñoso. Miré desde dentro del carruaje a través de la ventana, aunque algo escondida tras la gruesa cortina; efectivamente, la gran casa estaba bien custodiada.
Cuando ambas quedamos solas, Mac parecía bastante apremiante para cumplir con la misión. No era exactamente la bruja que había conocido semanas atrás, pero la prefería a ésta, estaba más abierta y con ánimos de diálogo. Asentí a sus palabras, sin duda estaba prestando gran atención a nuestros alrededores.
Accesos subterráneos… repetí un poco abstraída. La verdad que parecía bastante difícil poder entrar en ese bastión. Estaba bien vigilado y parecía imposible pasar sin ser vistos, no podríamos ir directamente y decir “Venimos a robar” o “queremos ingresar” a no ser que tuviéramos un buen plan. Me llevé una mano al mentón mientras pensaba y sin darme cuenta terminé sentada a un lado de mi fiel acompañante.
mmm me limité a responder cuando ella me preguntó qué creía. Estuve viendo el movimiento de la casa –casi nulo- e intentando pensar en cuáles eran las necesidades de sus habitantes. No es una mala idea dije al fin, mirando a la joven con cierta chispa en mis ojos.
Pero sólo hay espacio para un cartero, no tres apunté mirando a Panda también. Todos entraremos por la puerta principal, pero tú y yo nos “conoceremos” dentro. Puede que en un lugar así necesiten de algo de diversión… Panda y yo podríamos ofrecer nuestros servicios en la casa, más aún si tienen niños. Sería conveniente que no nos relacionaran, así podremos movernos con un poco más de naturalidad dentro y cubrir nuestras espaldas de otro modo, ¿no te parece?.
Salté para ponerme en pie, la calle estaba comenzando a ponerse más transitada y los sonidos de ella cubrirían nuestras voces. Si no te gusta la idea de un paquete… ese tipo de personas por lo general cree en las personas que ven en el futuro le dije echándole la lengua y guiñándole un ojo. Tu capacidad de actuación es destacable.
Eco
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Ambas tenían que decidir por donde entrar. Podrían separarse o continuar juntas. La idea de que Panda fuera era demasiado llamativo, pero era decisión de la dueña llevarlo.
El carruaje se había retirado con Ambar y Gabret, y antes de marcharse, la mujer dijo a través de la ventanilla:
-Al amanecer vendré por ustedes a recogerlas acá mismo. Procuren estar a tiempo porque si las descubren, no nos quedaremos a esperarlas. Usen lo que han comprado-y les pasaría un fardo de cuero mediano a cada una.
Un joven guardia se acercó, haciendo señas a su compañero que custodiaba la entrada. Habían otros cuatro en las cercanías. El joven tenia aspecto de ser novato, o quizás fingía. Pero se acercó a las mujeres y miró al tigre con recelo, aunque al llegar lo disimuló.
-Buenas noches, ladyes... -preguntó deteniendo el paso-¿Puedo ayudarles en algo?-
Dos guardias, el de la puerta y otro cercano miraron el atrevimiento del soldado, aunque se mostraron interesados en las jóvenes y esperaron su respuesta. Podían arriesgarse con alguna excusa, y deberían procurar en dar encaje a Panda en la situación para lno levantar sospechas.
El carruaje se había retirado con Ambar y Gabret, y antes de marcharse, la mujer dijo a través de la ventanilla:
-Al amanecer vendré por ustedes a recogerlas acá mismo. Procuren estar a tiempo porque si las descubren, no nos quedaremos a esperarlas. Usen lo que han comprado-y les pasaría un fardo de cuero mediano a cada una.
Un joven guardia se acercó, haciendo señas a su compañero que custodiaba la entrada. Habían otros cuatro en las cercanías. El joven tenia aspecto de ser novato, o quizás fingía. Pero se acercó a las mujeres y miró al tigre con recelo, aunque al llegar lo disimuló.
-Buenas noches, ladyes... -preguntó deteniendo el paso-¿Puedo ayudarles en algo?-
Dos guardias, el de la puerta y otro cercano miraron el atrevimiento del soldado, aunque se mostraron interesados en las jóvenes y esperaron su respuesta. Podían arriesgarse con alguna excusa, y deberían procurar en dar encaje a Panda en la situación para lno levantar sospechas.
Ansur
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Ella analizó como yo tanto la situación como el ambiente en que debíamos desarrollarnos. - El problema aquí recae creo yo en que no tenemos idea de quien es el dueño o dueños.. o lo que sean – Retrocedí unos pasos cuando una carreta casi nos atropella al pasar delante nuestro, la imagen de la mansión desapareció por unos segundos de mis ojos a causa de la montaña de mercadería que llevaban detrás. Se me ocurrió otra idea, quizás si conseguíamos algo así podríamos ingresar diciendo que llevábamos adornos y preparativos para alguna especie de fiesta o reunión para esa misma noche.
Pero eso quedó descartado cuando noté cómo un joven se acercaba a nosotras caminando tranquilamente. - Bueno si queríamos entrar disimuladamente perdimos la oportunidad – susurré despacio a Eco. El joven que se acercaba era joven y si bien no era atractivo, sí lucía unos fantásticos ojos color miel a contraste con su oscuro cabello. Formaba parte de la guardia y si bien los otros no se sumaron a su bienvenida, se mostraron interesados en nuestra respuesta. Le regalé la más encantadora de mis sonrisas sin exagerar en alegría y procuré desviar la mirada varias veces simulando ser algo tímida.
- Disculpe... señor.. caballero.. - titubee y mordí apenas mi labio para disimular una sonrisa – Es que nos han dado esta dirección para que hablemos con la persona a cargo.. que habían pedido por nosotras dos .. o tres si contamos a nuestro amiguito – agregué señalando a la mascota de Eco – es inofensivo... no se preocupen.. - sacudí la mano para que resten importancia – Pero aun esperamos que lleguen con las cosas – Me puse en puntas de pie y miré a cada lado de la calle con gesto nervioso.
Pero eso quedó descartado cuando noté cómo un joven se acercaba a nosotras caminando tranquilamente. - Bueno si queríamos entrar disimuladamente perdimos la oportunidad – susurré despacio a Eco. El joven que se acercaba era joven y si bien no era atractivo, sí lucía unos fantásticos ojos color miel a contraste con su oscuro cabello. Formaba parte de la guardia y si bien los otros no se sumaron a su bienvenida, se mostraron interesados en nuestra respuesta. Le regalé la más encantadora de mis sonrisas sin exagerar en alegría y procuré desviar la mirada varias veces simulando ser algo tímida.
- Disculpe... señor.. caballero.. - titubee y mordí apenas mi labio para disimular una sonrisa – Es que nos han dado esta dirección para que hablemos con la persona a cargo.. que habían pedido por nosotras dos .. o tres si contamos a nuestro amiguito – agregué señalando a la mascota de Eco – es inofensivo... no se preocupen.. - sacudí la mano para que resten importancia – Pero aun esperamos que lleguen con las cosas – Me puse en puntas de pie y miré a cada lado de la calle con gesto nervioso.
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Si… definitivamente Mac tenía esa facilidad para improvisar que siempre me dejaba maravillada. Si no la conociera juraría que era una joven tímida y quizás de las afueras de la ciudad por la forma en la que se expresaba. Me mantuve mutis mientras ella habló y procuré reverenciar al joven guardia cuando me… nos observó.
Pensé en qué más habría ideado ella en ese momento pero de nada servía devanarme los sesos. ¿Fingir enfermedad? No, ese tipo de gente no quería pestes en su mansión, ¿decir que íbamos por un encargo? Pero… ¿entonces estaríamos suponiendo que ellos nos creerían?. La idea de nuestra presentación limpia estaba casi descartada. O al menos eso pensé.
Rayos Jezdije contrariada mientras fruncía el ceño y sacaba las garras amagando a irme sobre ella. Supongo que les diste bien la dirección, ¿no es así? Esas mercaderías eran muy costosas ¡y lo sabes! Miré de reojo al guardia y fingí patear a Panda quién me siguió la corriente profiriendo un bajo alarido. Joven, sería tan amable de adelantarse para disculparse por la ineptitud de mi pobre compañera carente de buen sentido le dije dulcemente demostrando un carácter casi dual. Le pestañee un par de veces y descaradamente miré mal a “Jez”.
O mejor aún, permítanos presentarnos nosotros mismos para presentar nuestros respetos y buscar la mejor solución a este inconveniente. Si es necesario, dejaremos a este hermoso tigre como prenda mientras enmendamos la falla. Este animal tiene muy buenas cualidades que vuestro… titubeé por sólo unas milésimas buscando la palabra indicada y que levantara menos sospechas superior o mismo dueñcofcofcof simulé una leve tos antes de acabar la palabra para no delatarme podrían apreciar….
Miré dulcemente al joven guardia y agaché mis orejas, bajé la cola y abrí mis ojos lo más grandes posible. Acto seguido las eché para atrás mirando a Jez y procuré que los pelos de mi cola se encresparan. Estaba arriesgando mucho… ¿funcionaría?
Pensé en qué más habría ideado ella en ese momento pero de nada servía devanarme los sesos. ¿Fingir enfermedad? No, ese tipo de gente no quería pestes en su mansión, ¿decir que íbamos por un encargo? Pero… ¿entonces estaríamos suponiendo que ellos nos creerían?. La idea de nuestra presentación limpia estaba casi descartada. O al menos eso pensé.
Rayos Jezdije contrariada mientras fruncía el ceño y sacaba las garras amagando a irme sobre ella. Supongo que les diste bien la dirección, ¿no es así? Esas mercaderías eran muy costosas ¡y lo sabes! Miré de reojo al guardia y fingí patear a Panda quién me siguió la corriente profiriendo un bajo alarido. Joven, sería tan amable de adelantarse para disculparse por la ineptitud de mi pobre compañera carente de buen sentido le dije dulcemente demostrando un carácter casi dual. Le pestañee un par de veces y descaradamente miré mal a “Jez”.
O mejor aún, permítanos presentarnos nosotros mismos para presentar nuestros respetos y buscar la mejor solución a este inconveniente. Si es necesario, dejaremos a este hermoso tigre como prenda mientras enmendamos la falla. Este animal tiene muy buenas cualidades que vuestro… titubeé por sólo unas milésimas buscando la palabra indicada y que levantara menos sospechas superior o mismo dueñcofcofcof simulé una leve tos antes de acabar la palabra para no delatarme podrían apreciar….
Miré dulcemente al joven guardia y agaché mis orejas, bajé la cola y abrí mis ojos lo más grandes posible. Acto seguido las eché para atrás mirando a Jez y procuré que los pelos de mi cola se encresparan. Estaba arriesgando mucho… ¿funcionaría?
Eco
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
El joven sonrió pero era claro que no había entendido a qué hacían referencia las chicas. Se limitó a sonreír tontamente para restar importancia.
-No se preocupen, la señora de la casa esperaba la llegada de sus dos sobrinas. Pero no contaba con que....-señaló al tigre-Trajeran mascota. Si no les importa, deberá quedarse afuera. Lo cuidaré bien. Síganme por favor-indicó y se adelantó mientras sus otros compañeros lo miraban intrigado a él y a las dos mujeres.
Llegaron a la puerta de la casa e hizo que ambas pasaran, haciendo que el tigre quedara del lado de afuera de la puerta y él cerró detrás. Lo primero que vieron al ingresar, fue un lujoso hall, el living separado por dos cortinas blancas corridas y sujetadas a cada costado de la entrada. A la entrada, habían dos ventanales, y a cada costado diversas habitaciones, pero las puertas estaban cerradas.
La mansión era de estas que tenían muchos pasadizos, y puertas por todos lados. Pudieron ver a dos sirvientas con delantales blancos, vestido negro con volados, y sombreros, típicos de quienes trabajaban para la clase alta. Ambas estaban terminando sus jornadas con plumeros, sacando polvo a las estatuillas de decoraciones que habían en los rincones. Los muebles tenían tonalidades blancas y marrones claro. Una sirvienta vino del otro extremo del living, sacudiéndose el delantal e hizo una reverencia frente a las mujeres.
-Buenas noches señoritas, no las esperábamos hasta primeras horas de la mañana. ¿Desean tomar algo? ¿O ir a descansar?-preguntó esbozando una sonrisa. Un hombre vino detrás, calvo y con traje negro, que reverenció a ambas y señaló los sofá blancos que habían en la sala. Había una chimenea y varios estantes con decoraciones, trofeos, y algunas armas decorativas. ¿Qué dirían, decidirían y harían las mujeres ahora?
-No se preocupen, la señora de la casa esperaba la llegada de sus dos sobrinas. Pero no contaba con que....-señaló al tigre-Trajeran mascota. Si no les importa, deberá quedarse afuera. Lo cuidaré bien. Síganme por favor-indicó y se adelantó mientras sus otros compañeros lo miraban intrigado a él y a las dos mujeres.
Llegaron a la puerta de la casa e hizo que ambas pasaran, haciendo que el tigre quedara del lado de afuera de la puerta y él cerró detrás. Lo primero que vieron al ingresar, fue un lujoso hall, el living separado por dos cortinas blancas corridas y sujetadas a cada costado de la entrada. A la entrada, habían dos ventanales, y a cada costado diversas habitaciones, pero las puertas estaban cerradas.
La mansión era de estas que tenían muchos pasadizos, y puertas por todos lados. Pudieron ver a dos sirvientas con delantales blancos, vestido negro con volados, y sombreros, típicos de quienes trabajaban para la clase alta. Ambas estaban terminando sus jornadas con plumeros, sacando polvo a las estatuillas de decoraciones que habían en los rincones. Los muebles tenían tonalidades blancas y marrones claro. Una sirvienta vino del otro extremo del living, sacudiéndose el delantal e hizo una reverencia frente a las mujeres.
-Buenas noches señoritas, no las esperábamos hasta primeras horas de la mañana. ¿Desean tomar algo? ¿O ir a descansar?-preguntó esbozando una sonrisa. Un hombre vino detrás, calvo y con traje negro, que reverenció a ambas y señaló los sofá blancos que habían en la sala. Había una chimenea y varios estantes con decoraciones, trofeos, y algunas armas decorativas. ¿Qué dirían, decidirían y harían las mujeres ahora?
Ansur
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
“Guardia pesado.. ni tiempo para ponernos de acuerdo nos dejó...” protestaba por dentro mientras intentaba disimular que no estaba segura aún sobre cómo entrar a la mansión.
- Rayos Jez – comenzó hablando Eco y se lanzó algo amenazante sobre mí. Estaba distraída observando la zona y la cantidad de guardias alrededor mientras fingía buscar la famosa carreta. Algo dentro mío rugió cuando noté sus garras por puro instinto o la reacción logica al estar entretenida con otras cosas. Sin embargo nadie pudo notarlo porque me puse en situación al instante, retrocedí un paso hacia atrás sin moverme del todo del lugar con ambas palmas hacia el frente.
- Lo se.. lo sé.. lo siento.. culpa a Thomas.. él tenía que traer... - comencé a defenderme de mi supuesta jefa, pero el joven guardia habló de unas sobrinas y me perdí en la nebulosa.. “¿Si todos los guardias son así de pavos.. en dos horas estamos con Gabret ..” pensé y miré al joven intentando seguirle la corriente, aunque estaba algo confundida por como terminó por desarrollarse todo. - Si.. sí .. pero aun deben traer nuestro equipaje y es muy valioso... - Agregué mientras se daba vuelta y lo seguíamos, levanté ambas cejas hacia Eco por la actitud del chico y lo sencillo que había sido ingresar después de todo.
Cuando entramos pudimos ver que el lugar era tan grande como por dentro parecía pero más compleja de recorrer. “Esto es un maldito laberinto” pensé mientras me inclinaba de a ratos para ver el final de algunos pasillos intentando recordarlos luego. - Muy sencillo.. no me gusta – dije susurrando al oído de Eco inclinándome hacia ella un poco. Ingresamos a una habitación tan elegante y sobria como el resto del lugar y pocos minutos después una empleada se acercó a darnos la bienvenida.
Incliné levemente hacia el costado mi cabeza con una amable sonrisa. -Buenas noches.. Nos dijo una anciana amiga que parecía venir una tormenta y preferimos salir antes para evitarla – mentí – Ya sabe... las personas mayores saben mucho y es mejor escucharlas.. - Levanté los hombros haciendo una mueca simpática a la sirvienta dando a entender que ni yo tenía mucha idea en realidad de lo que hablaba. - Espero no sea ninguna molestia que nos adelantáramos...- agregué intentando resultar amable.
La mujer ofreció que podíamos ir a descansar si preferíamos pero por mi parte preferí quedarme a hablar con ella, si era tan amable como parecía, podía quizás sacarle alguna información útil. - Muchas gracias – Sonreí y juntando mis manos por detrás me mecí un poco sobre mis pies – Pero yo dormí algo en el viaje ¿Y tú... Sssss... Syd? - “¿Syd?” Bien.. soy mala inventando nombres... pero mantener demasiado la s también resultaba sospecho.. supuestamente sabía su nombre, no tenía idea de cómo llamarla y el último nombre-apodo que le conocí: Mimí, me parecía que no sentaba en este ambiente... - ¿Prefieres descansar o quedarte conmigo?- pregunté.
_________________
*Off: pensé en otro, pero ponerte Mel era demasiado castigo xDDD
- Rayos Jez – comenzó hablando Eco y se lanzó algo amenazante sobre mí. Estaba distraída observando la zona y la cantidad de guardias alrededor mientras fingía buscar la famosa carreta. Algo dentro mío rugió cuando noté sus garras por puro instinto o la reacción logica al estar entretenida con otras cosas. Sin embargo nadie pudo notarlo porque me puse en situación al instante, retrocedí un paso hacia atrás sin moverme del todo del lugar con ambas palmas hacia el frente.
- Lo se.. lo sé.. lo siento.. culpa a Thomas.. él tenía que traer... - comencé a defenderme de mi supuesta jefa, pero el joven guardia habló de unas sobrinas y me perdí en la nebulosa.. “¿Si todos los guardias son así de pavos.. en dos horas estamos con Gabret ..” pensé y miré al joven intentando seguirle la corriente, aunque estaba algo confundida por como terminó por desarrollarse todo. - Si.. sí .. pero aun deben traer nuestro equipaje y es muy valioso... - Agregué mientras se daba vuelta y lo seguíamos, levanté ambas cejas hacia Eco por la actitud del chico y lo sencillo que había sido ingresar después de todo.
Cuando entramos pudimos ver que el lugar era tan grande como por dentro parecía pero más compleja de recorrer. “Esto es un maldito laberinto” pensé mientras me inclinaba de a ratos para ver el final de algunos pasillos intentando recordarlos luego. - Muy sencillo.. no me gusta – dije susurrando al oído de Eco inclinándome hacia ella un poco. Ingresamos a una habitación tan elegante y sobria como el resto del lugar y pocos minutos después una empleada se acercó a darnos la bienvenida.
Incliné levemente hacia el costado mi cabeza con una amable sonrisa. -Buenas noches.. Nos dijo una anciana amiga que parecía venir una tormenta y preferimos salir antes para evitarla – mentí – Ya sabe... las personas mayores saben mucho y es mejor escucharlas.. - Levanté los hombros haciendo una mueca simpática a la sirvienta dando a entender que ni yo tenía mucha idea en realidad de lo que hablaba. - Espero no sea ninguna molestia que nos adelantáramos...- agregué intentando resultar amable.
La mujer ofreció que podíamos ir a descansar si preferíamos pero por mi parte preferí quedarme a hablar con ella, si era tan amable como parecía, podía quizás sacarle alguna información útil. - Muchas gracias – Sonreí y juntando mis manos por detrás me mecí un poco sobre mis pies – Pero yo dormí algo en el viaje ¿Y tú... Sssss... Syd? - “¿Syd?” Bien.. soy mala inventando nombres... pero mantener demasiado la s también resultaba sospecho.. supuestamente sabía su nombre, no tenía idea de cómo llamarla y el último nombre-apodo que le conocí: Mimí, me parecía que no sentaba en este ambiente... - ¿Prefieres descansar o quedarte conmigo?- pregunté.
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*Off: pensé en otro, pero ponerte Mel era demasiado castigo xDDD
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
No me hizo nada de gracia que Panda se quedara fuera, pero asentí como una niña buena las direcciones del guardia. Negué con la cabeza cuando Mac levantó sus cejas. “Qué demonios estaba pasando?, ¿en qué mundo vivirían?” a veces me resultaba difícil comprender el mundo humano. Respiré profundamente. “Ahí va la bomba de humo” pensé una vez que se cerró la puerta tras nosotras.
A mi tampoco me gustaba eso… de por sí, no estaba acostumbrada a las casas, mucho menos a lugares tan grandes y complejos. Asentí a las palabras de mi compañera mientras miraba los alrededores. Pulcritud, orden, detalle, amplitud. Por unos segundos me recordó la casa de los Croí en las lejanas tierras del Norte. Un par de sirvientas, un mayordomo ¿qué más?.“ A esta casa la debe de llevar una mujer viuda o una solterona sin remedio” pensé escuchando a Mac darle excusas a la criada que se había acercado.
Sonreí cuando fue necesario y también hice reverencias y gestos cuando la situación lo ameritaba. “¿Qué tipo de tía tendría sobrinas tan dispares?” no pude evitar negar levemente con mi cabeza y cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo tuve que improvisar mi respuesta. Miré a “Jez”, “¿Syd? ¿siquiera era un nombre de mujer?” sentí que me vino un tic en el ojo y luego le sonreí a ambas.
Oh querida, siempre bromeando con mi nombre dije sonriéndole a la desconocida y tomando a la que se supondría sería mi prima o hermana por los hombros con cierto cariño. En realidad me preocupa Duke dije haciendo un pequeño puchero y mirando al criado ¿Puede asegurarse de ponerle algo para que duerma al aire libre? No le gusta sentirse encerrado cuando no estoy con él. Miré a Mac.
Me temo que no he podido dormir nada y estoy algo cansada. Sabes cuánto me agota tener que viajar dije con un tono casi infantil y cansino; como una niña mimada. ¿Puede mostrarme nuestras habitaciones? le dije a la mucama y tomé de una mano a “Jez” gesticulándole la palabra “suerte” como si le estuviera dando las buenas noches. Volví a dirigirme a los criados Es un poco tarde, será mejor que no molesten a la señora. En la mañana nosotras mismas nos presentaremos ante ella. Por favor, indíqueme dónde está el tocador y hagan que me lleven una taza de té a mis aposentos y que preparen el baño también.
A mi tampoco me gustaba eso… de por sí, no estaba acostumbrada a las casas, mucho menos a lugares tan grandes y complejos. Asentí a las palabras de mi compañera mientras miraba los alrededores. Pulcritud, orden, detalle, amplitud. Por unos segundos me recordó la casa de los Croí en las lejanas tierras del Norte. Un par de sirvientas, un mayordomo ¿qué más?.“ A esta casa la debe de llevar una mujer viuda o una solterona sin remedio” pensé escuchando a Mac darle excusas a la criada que se había acercado.
Sonreí cuando fue necesario y también hice reverencias y gestos cuando la situación lo ameritaba. “¿Qué tipo de tía tendría sobrinas tan dispares?” no pude evitar negar levemente con mi cabeza y cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo tuve que improvisar mi respuesta. Miré a “Jez”, “¿Syd? ¿siquiera era un nombre de mujer?” sentí que me vino un tic en el ojo y luego le sonreí a ambas.
Oh querida, siempre bromeando con mi nombre dije sonriéndole a la desconocida y tomando a la que se supondría sería mi prima o hermana por los hombros con cierto cariño. En realidad me preocupa Duke dije haciendo un pequeño puchero y mirando al criado ¿Puede asegurarse de ponerle algo para que duerma al aire libre? No le gusta sentirse encerrado cuando no estoy con él. Miré a Mac.
Me temo que no he podido dormir nada y estoy algo cansada. Sabes cuánto me agota tener que viajar dije con un tono casi infantil y cansino; como una niña mimada. ¿Puede mostrarme nuestras habitaciones? le dije a la mucama y tomé de una mano a “Jez” gesticulándole la palabra “suerte” como si le estuviera dando las buenas noches. Volví a dirigirme a los criados Es un poco tarde, será mejor que no molesten a la señora. En la mañana nosotras mismas nos presentaremos ante ella. Por favor, indíqueme dónde está el tocador y hagan que me lleven una taza de té a mis aposentos y que preparen el baño también.
Eco
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
La sirvienta asintió a ambas y soltó una risa divertida con el tema de los nombres. Al guardia que las guió hasta el interior, le costó entender al principio si Duke se llamaba la muchacha de cabello largo castaño o el tigre, pero restó importancia al darse cuenta de que se trataba del tigre. Asintió y con una reverencia de despedida, salió perdiéndose de vista.
[Yuli-Syd]
La sirvienta hizo seña a Syd para que la siguiera por un pasillo hasta la escalera que daba a las habitaciones. Habían muchísimas, y el pasillo parecía interminable. O quizá solo fuera sensación de que era la primera vez que pasaba por allí. Hasta que llegó a una al final a la derecha, sobre lo que era una torre. Le señaló la puerta. Era muy lujoso el lugar. En el camino se puede ver a unos cuantos mayordomos y sirvientas terminando las limpiezas. Podían contarte un total de siete mayordomos y siete sirvientas. Despues estaban los guardias. Antes de dejar a la joven en la habitación, dijo.
-Por cierto, Yuli o Syd... como observo que tu hermanastra te llama, la señora Dilma no regresa hasta dentro de una semana, pero los niños han quedado a vuestro cargo. La niñera que los cuidaba no podrá hacerse cargo, y por esta tarde lo hemos cuidado nosotros, el personal de la casa. Mañana en el desayuno los encontrarán-explicó. Ahora duermen como angelitos-Pero imagino que la carta detallaba todo. La señora no podía llevarse consigo a las Islas a los niños-dicho esto, con una última sonrisa, se alejó para que la joven se pudiera cómoda. Pronto vendría otra sirvienta a traerle una bandeja con todo para que ella se preparara el té a gusto.
En la sala, mientras tanto, la joven de cabello largo se quedó con otra de las sirvientas que pidió a una tercera que trajera algo para que tomara. Le indicó que tomara asiento.
-Tú debes ser de la que tanto habla Lady Dilma-comentó sonriente. Miraba a la muchacha con ternura y orgullo-Espero que hayas superado... eso...Susan-comentó bajando la mirada, como para no incomodarla y evitar tocar el tema "doloroso"al que se refería. Pero al momento la miró otra vez sonriente, y la tomó de las manos. Se había sentado frente a ella en el mismo sofá-Cuéntame que has hecho en estos últimos meses. Desde ese suceso dejaste de escribirme y no sabes cuanto he anhelado tus cartas. La última vez que te vi, ¡eras una niña!-la mujer se golpeó levemente la frente y negó para sí misma con la cabeza-¡Pero me olvidaba! Dilma no se ha llevado a los niños. Imagino que te llegó la carta de que los tendrían que cuidar ¿No? Hasta que ella regrese o al menos, la niñera. Aunque de seguro llegó, sino... ¡no estarías acá!-habló riendo.
Marah, puedes continuar probando suerte con tu interrogatorio.
[Yuli-Syd]
La sirvienta hizo seña a Syd para que la siguiera por un pasillo hasta la escalera que daba a las habitaciones. Habían muchísimas, y el pasillo parecía interminable. O quizá solo fuera sensación de que era la primera vez que pasaba por allí. Hasta que llegó a una al final a la derecha, sobre lo que era una torre. Le señaló la puerta. Era muy lujoso el lugar. En el camino se puede ver a unos cuantos mayordomos y sirvientas terminando las limpiezas. Podían contarte un total de siete mayordomos y siete sirvientas. Despues estaban los guardias. Antes de dejar a la joven en la habitación, dijo.
-Por cierto, Yuli o Syd... como observo que tu hermanastra te llama, la señora Dilma no regresa hasta dentro de una semana, pero los niños han quedado a vuestro cargo. La niñera que los cuidaba no podrá hacerse cargo, y por esta tarde lo hemos cuidado nosotros, el personal de la casa. Mañana en el desayuno los encontrarán-explicó. Ahora duermen como angelitos-Pero imagino que la carta detallaba todo. La señora no podía llevarse consigo a las Islas a los niños-dicho esto, con una última sonrisa, se alejó para que la joven se pudiera cómoda. Pronto vendría otra sirvienta a traerle una bandeja con todo para que ella se preparara el té a gusto.
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[Susan]En la sala, mientras tanto, la joven de cabello largo se quedó con otra de las sirvientas que pidió a una tercera que trajera algo para que tomara. Le indicó que tomara asiento.
-Tú debes ser de la que tanto habla Lady Dilma-comentó sonriente. Miraba a la muchacha con ternura y orgullo-Espero que hayas superado... eso...Susan-comentó bajando la mirada, como para no incomodarla y evitar tocar el tema "doloroso"al que se refería. Pero al momento la miró otra vez sonriente, y la tomó de las manos. Se había sentado frente a ella en el mismo sofá-Cuéntame que has hecho en estos últimos meses. Desde ese suceso dejaste de escribirme y no sabes cuanto he anhelado tus cartas. La última vez que te vi, ¡eras una niña!-la mujer se golpeó levemente la frente y negó para sí misma con la cabeza-¡Pero me olvidaba! Dilma no se ha llevado a los niños. Imagino que te llegó la carta de que los tendrían que cuidar ¿No? Hasta que ella regrese o al menos, la niñera. Aunque de seguro llegó, sino... ¡no estarías acá!-habló riendo.
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Off rol:Eco, puedes describir la habitación a gusto. Recuerda que tiene mucho lujo.Marah, puedes continuar probando suerte con tu interrogatorio.
Ansur
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Eco mencionó que bromeaba con su nombre y sólo me encogí de hombros, en realidad no tenía idea de cómo quería llamarse aquí. "Si supiera mi dilema con los nombres.." reflexioné por dentro y medio sonreí. - Lo sé.. mejor ve a descansar... y no te preocupes luego iré a buscarte si quieres - le dediqué una sonrisa amable y asentí cuando me deseo suerte, pensaba decirle lo mismo pero tenía a la mujer de frente y vería mi gesto.
Me senté junto a ella quien pidió atentamente trajeran algo para que bebiera y se dispuso a conversar conmigo. Al parecer conocía a la joven a quien de alguna extraña forma terminé remplazando. - Oh .. no lo sé realmente... aunque siempre nos llevamos muy bien - le dediqué una sonrisa de humildad mientras anotaba mentalmente que resultó ser una tal Dilma la dueña del lugar. Comentó si había logrado superar y una ceja imaginaria se levantó pues claramente no tenía idea de lo que hablaba, pero la mujer desvió la mirada y supe que el tema parecía incomodarla y por añadidura y conveniencia, a mi también.
- Ehm - bajé la mirada y la mantuve fija en el imaginario circulo que dibujaba con mi dedo sobre mi pierna derecha - Si.. pero.. lo siento.. es muy difícil hablar de ello.. por favor.. preferiría no sé.. ¿Hablar de otra cosa? - la miré con cara de pobrecita y volví a mirar mi pierna de inmediato.- Si ha pasado tiempo.. es verdad - agregué una vez ella misma hubiese cambiado de tema - Es que he estado algo complicada.. además de ayudar en casa y algun que otro romance - puse cara traviesa y sacudí la mano para restarle importancia - pero no hablemos de eso por favor... ¿Los niños? ..no ... no sabía.. no es ningún problema pero la experta es la que fue a dormir - reí intentando bromear mientras me lamentaba por dentro sobre esa carga repentina, aunque en realidad conmigo, serían ellos los que sufrieran, pero no dejaba de resultar molesto. - No .. es que en realidad venía a hablar con Dilma sobre algo que iba a prestarme para una fiesta muy elegante .. pero es un tema delicado - dije bajando la voz y mirando alrededor - No creo que los demás deban saber eso siendo algo .. usted sabe.. de tanto valor - terminé casi en un susurro acercándome a ella intentando poner tanta cara de preocupada como me era posible sin llegar a ser exagerada.
Me senté junto a ella quien pidió atentamente trajeran algo para que bebiera y se dispuso a conversar conmigo. Al parecer conocía a la joven a quien de alguna extraña forma terminé remplazando. - Oh .. no lo sé realmente... aunque siempre nos llevamos muy bien - le dediqué una sonrisa de humildad mientras anotaba mentalmente que resultó ser una tal Dilma la dueña del lugar. Comentó si había logrado superar y una ceja imaginaria se levantó pues claramente no tenía idea de lo que hablaba, pero la mujer desvió la mirada y supe que el tema parecía incomodarla y por añadidura y conveniencia, a mi también.
- Ehm - bajé la mirada y la mantuve fija en el imaginario circulo que dibujaba con mi dedo sobre mi pierna derecha - Si.. pero.. lo siento.. es muy difícil hablar de ello.. por favor.. preferiría no sé.. ¿Hablar de otra cosa? - la miré con cara de pobrecita y volví a mirar mi pierna de inmediato.- Si ha pasado tiempo.. es verdad - agregué una vez ella misma hubiese cambiado de tema - Es que he estado algo complicada.. además de ayudar en casa y algun que otro romance - puse cara traviesa y sacudí la mano para restarle importancia - pero no hablemos de eso por favor... ¿Los niños? ..no ... no sabía.. no es ningún problema pero la experta es la que fue a dormir - reí intentando bromear mientras me lamentaba por dentro sobre esa carga repentina, aunque en realidad conmigo, serían ellos los que sufrieran, pero no dejaba de resultar molesto. - No .. es que en realidad venía a hablar con Dilma sobre algo que iba a prestarme para una fiesta muy elegante .. pero es un tema delicado - dije bajando la voz y mirando alrededor - No creo que los demás deban saber eso siendo algo .. usted sabe.. de tanto valor - terminé casi en un susurro acercándome a ella intentando poner tanta cara de preocupada como me era posible sin llegar a ser exagerada.
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Seguí a la criada, por lo que parecieron interminables pasillos con sendas puertas, lujosos cuadros de rostros humanos y entre los espacios, velas para alumbrar el camino. En ningún momento dejamos de encontrarnos con sirvientas, sirvientes y guardias. Sería difícil moverse sin ser vigilado. Mantenía mi vista clavada en la espalda de la mujer, aunque observaba de reojo cada detalle que pudiera serme útil más adelante.
Al fin llegamos a mi habitación. Estaba apartada y era como una torre, en las alturas. La sirvienta habló y le escuché con atención y cierto aplomo sus interesantes palabras procurando tomar nota mental. “Señora Dilma, niños, hermanastra, Yuli, carta…”. Era bastante, y a la vez poco. Al menos tenía una excusa para retirarme de mis aposentos por la noche si alguien preguntaba. Me pregunté cómo le estaría yendo a Mac y a Panda, pero preferí continuar con mi papel y disfrutar de las horas que vendrían por delante antes de que pudiera salir tranquilamente a explorar la casa.
Frente a mí se abría una habitación exageradamente grande para una persona. Espaciosa y amplia, con una agradable distribución del espacio. Me tomó bastante tiempo tomar a buen recaudo todas las cosas… o al menos la mayoría de las que estaban allí. Bajo mis pies, pisos de madera pulida, reforzados en la mayoría de su extensión por anchas alfombras de lana tejida de color amarillo claro, lisas. Las paredes, al descubierto de piedras y adobe estaban a plomo viéseles por donde se les viese. Caminé unos pasos derecho, sin desviar mi vista de los ventanales que se abrían ante mí.
Forjados de cristal muy fino y gruesas maderas, estaban divididos en tres partes correspondiéndose con la forma redondeada de la torre en la que me encontraba. La parte mayor, era cuadrada daba directamente al jardín trasero, donde predominaba el verde y amplios laberintos de arbustos viciosos. También habían flores que, aunque hermosas, parecían querer quitarle el diablo de dentro a quién se les acercase con sus tamañas espinas. A los costados del ventanal principal, habían unos laterales de menor porte con los ángulos redondeados. En su interior* tenían unos dibujos de colores de lo más extraños simulando aves que había visto solamente en los viajes más largos de mi haber.
Enmarcando todo este cuadro, amplias cortinas dobles. Las primeras, de una tela espesa y pesada color rosa, la segunda, con bordados con motivos de aves volando. Giré extasiada con los brazos extendidos a mis costados para poder apreciar mejor esa gran joya en la que me encontraba. Teniendo una mejor imagen general del lugar, me di cuenta que predominaban cuatro colores: rosa y celeste, ambos en tonos pastel; éstos recubrían parte de las paredes en algunos lugares a través de telas ornamentales que no podría identificar dónde comenzaban o dónde acababan. Parecían haber nacido con la estructura.
Los siguientes colores predominantes eran el amarillo claro, sobre el piso y la cama. El último color era el marrón, correspondiente a la madera de la cama de estilo georgiano, de sólida estructura y con sutiles detalles. Ésta se encontraba el centro de la habitación, debajo de una gran araña conformada por un sinfín de velas, oro y diamantes.
Otros muebles, eran el diván forrado de terciopelo rosa a los pies de la cama. Una cómoda con un gran espejo rectangular en su parte superior. Tenía tres anchos cajones con sábanas, y ropa de cama. Había también un ropero encastrado en la pared opuesta a los pies de la cama, en su puerta principal, un gran espejo de cuerpo completo de forma ovalada y con terminaciones bruñidas. Después de darme una buena cuenta de cómo se encontraba mi cuerpo en esos momentos –ya que era difícil encontrar un objeto de tanta calidad como aquél- caminé hacia las mesillas de dormir que estaban a ambos lados de la cama, pero unos grados por detrás de ella.
Después de las mesillas gemelas, estaba la pared con el cuadro de una hermosa joven de cabellos plateados y mirada fiera. Parecía estar observándome con detenimiento y escrutando mis pensamientos. A sus costados, un par de candelabros enzarzados a la pared continuando con el tema de la habitación: la naturaleza en colores pasteles. La unión en este objeto se daba a través de la figura de un fauno en plata. Tanta opulencia y decoro… tanto lujo, rayaba el punto de la excentricidad.
Suspiré y me tiré sobre la cama, rebotando sobre sus resortes. Pero no se produjo ningún sonido Genial susurré quitándome las partes de la armadura y descalzándome para saltar sobre ella hasta que escuché unos suaves golpecitos en la puerta. Rápidamente me tiré al suelo, tratando de repartir el peso de mi cuerpo en ambos tobillos para absorber el sonido. Respiré profundamente un par de veces y caminé hasta la mitad del camino entre la cama y la puerta, donde había una pequeña mesita de té con una silla. Respiré profundamente, tratando de tranquilizar mi corazón y con una voz suave –para disimular los jadeos- hablé Adelante.
Mientras la criada entraba con el carrito del té, me atuse el pelo y lo eché hacia atrás. Graciasle dije observando un poco distraída como disponía todo. ¿Cómo están los niños? ¿y la tía Dilma?, últimamente se me ha hecho un poco difícil hablar con mi hermana… se ha vuelto… poco comunicativa. Sólo me comentó que tendríamos que venir, pero no me dio más motivos. No sabía que tía viajaría a la isla ¿ha sucedido algo? inquirí tratando de entrarle a la mucama…
Dos de azúcar por favor le pedí y estiré mi mano para alcanzar la taza. Espero que el collar de la discordia esté a buen recaudo… sentencié para ver su reacción.
________________________________________
*se tratan de vitriales
Al fin llegamos a mi habitación. Estaba apartada y era como una torre, en las alturas. La sirvienta habló y le escuché con atención y cierto aplomo sus interesantes palabras procurando tomar nota mental. “Señora Dilma, niños, hermanastra, Yuli, carta…”. Era bastante, y a la vez poco. Al menos tenía una excusa para retirarme de mis aposentos por la noche si alguien preguntaba. Me pregunté cómo le estaría yendo a Mac y a Panda, pero preferí continuar con mi papel y disfrutar de las horas que vendrían por delante antes de que pudiera salir tranquilamente a explorar la casa.
Frente a mí se abría una habitación exageradamente grande para una persona. Espaciosa y amplia, con una agradable distribución del espacio. Me tomó bastante tiempo tomar a buen recaudo todas las cosas… o al menos la mayoría de las que estaban allí. Bajo mis pies, pisos de madera pulida, reforzados en la mayoría de su extensión por anchas alfombras de lana tejida de color amarillo claro, lisas. Las paredes, al descubierto de piedras y adobe estaban a plomo viéseles por donde se les viese. Caminé unos pasos derecho, sin desviar mi vista de los ventanales que se abrían ante mí.
Forjados de cristal muy fino y gruesas maderas, estaban divididos en tres partes correspondiéndose con la forma redondeada de la torre en la que me encontraba. La parte mayor, era cuadrada daba directamente al jardín trasero, donde predominaba el verde y amplios laberintos de arbustos viciosos. También habían flores que, aunque hermosas, parecían querer quitarle el diablo de dentro a quién se les acercase con sus tamañas espinas. A los costados del ventanal principal, habían unos laterales de menor porte con los ángulos redondeados. En su interior* tenían unos dibujos de colores de lo más extraños simulando aves que había visto solamente en los viajes más largos de mi haber.
Enmarcando todo este cuadro, amplias cortinas dobles. Las primeras, de una tela espesa y pesada color rosa, la segunda, con bordados con motivos de aves volando. Giré extasiada con los brazos extendidos a mis costados para poder apreciar mejor esa gran joya en la que me encontraba. Teniendo una mejor imagen general del lugar, me di cuenta que predominaban cuatro colores: rosa y celeste, ambos en tonos pastel; éstos recubrían parte de las paredes en algunos lugares a través de telas ornamentales que no podría identificar dónde comenzaban o dónde acababan. Parecían haber nacido con la estructura.
Los siguientes colores predominantes eran el amarillo claro, sobre el piso y la cama. El último color era el marrón, correspondiente a la madera de la cama de estilo georgiano, de sólida estructura y con sutiles detalles. Ésta se encontraba el centro de la habitación, debajo de una gran araña conformada por un sinfín de velas, oro y diamantes.
Otros muebles, eran el diván forrado de terciopelo rosa a los pies de la cama. Una cómoda con un gran espejo rectangular en su parte superior. Tenía tres anchos cajones con sábanas, y ropa de cama. Había también un ropero encastrado en la pared opuesta a los pies de la cama, en su puerta principal, un gran espejo de cuerpo completo de forma ovalada y con terminaciones bruñidas. Después de darme una buena cuenta de cómo se encontraba mi cuerpo en esos momentos –ya que era difícil encontrar un objeto de tanta calidad como aquél- caminé hacia las mesillas de dormir que estaban a ambos lados de la cama, pero unos grados por detrás de ella.
Después de las mesillas gemelas, estaba la pared con el cuadro de una hermosa joven de cabellos plateados y mirada fiera. Parecía estar observándome con detenimiento y escrutando mis pensamientos. A sus costados, un par de candelabros enzarzados a la pared continuando con el tema de la habitación: la naturaleza en colores pasteles. La unión en este objeto se daba a través de la figura de un fauno en plata. Tanta opulencia y decoro… tanto lujo, rayaba el punto de la excentricidad.
Suspiré y me tiré sobre la cama, rebotando sobre sus resortes. Pero no se produjo ningún sonido Genial susurré quitándome las partes de la armadura y descalzándome para saltar sobre ella hasta que escuché unos suaves golpecitos en la puerta. Rápidamente me tiré al suelo, tratando de repartir el peso de mi cuerpo en ambos tobillos para absorber el sonido. Respiré profundamente un par de veces y caminé hasta la mitad del camino entre la cama y la puerta, donde había una pequeña mesita de té con una silla. Respiré profundamente, tratando de tranquilizar mi corazón y con una voz suave –para disimular los jadeos- hablé Adelante.
Mientras la criada entraba con el carrito del té, me atuse el pelo y lo eché hacia atrás. Graciasle dije observando un poco distraída como disponía todo. ¿Cómo están los niños? ¿y la tía Dilma?, últimamente se me ha hecho un poco difícil hablar con mi hermana… se ha vuelto… poco comunicativa. Sólo me comentó que tendríamos que venir, pero no me dio más motivos. No sabía que tía viajaría a la isla ¿ha sucedido algo? inquirí tratando de entrarle a la mucama…
Dos de azúcar por favor le pedí y estiré mi mano para alcanzar la taza. Espero que el collar de la discordia esté a buen recaudo… sentencié para ver su reacción.
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*se tratan de vitriales
- Spoiler:
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Eco
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
[Susan]
- No .. es que en realidad venía a hablar con Dilma sobre algo que iba a prestarme para una fiesta muy elegante .. pero es un tema delicado No creo que los demás deban saber eso siendo algo .. usted sabe.. de tanto valor – comentó Susan terminando un susurro.
La sirvienta soltó una carcajada divertida, y respondió con toda tranquilidad.
-Lo que tiene mi señora Dilma, TODO lo que tiene, es muy valioso. Es raro que no me haya informado de eso, sino te hubiera entregado lo que fuera yo misma. Ella siempre me confía sus cosas-respondió extrañada la señora, pensativa por unos momentos.
Otra sirvienta trajo una bandeja con tres tazas de diferente bebidas calientes, y dos copas, una con hidromiel y otra con licor, además una bandeja con pasteles con crema que provocaban que la boca se hiciera agua a cualquiera que los mirara. Dejó la bandeja sobre la mesa y la sirvienta n ose resistió a tomar uno inmediatamente, e indicó a Susan que se sirviera lo que desearan.
-Yo no tomaré nada, pero sí comeré un par de estos-señaló su pastelito con la mirada. Se había manchado con crema la comisura de sus labios-Cuando desees puedes ir a descansar. Mañana podremos hablar de lo que gustes y con mucha energía.Te llamaré a ti y a Yuli para la hora del desayuno-
[Yuli]
-¿Cómo están los niños? ¿y la tía Dilma?, últimamente se me ha hecho un poco difícil hablar con mi hermana… se ha vuelto… poco comunicativa. Sólo me comentó que tendríamos que venir, pero no me dio más motivos. No sabía que tía viajaría a la isla ¿ha sucedido algo? Dos de azúcar por favor. Espero que el collar de la discordia esté a buen recaudo…-dijo Yuli a la mucama que le dedicó una dulce sonrisa, pero no respondió de inmediato.
Esperó a dejarle servido el té con unos deliciosos pasteles con crema sobre la mesita que había a un costado de la cama, con una silla muy elegante.
-Yuli, querida, sírvete…-señaló la silla y la bandeja con lo pedido y retrocediendo un paso, juntó ambas manos entrelazadas colgando sobre su abdomen, indicando que ya había terminado su trabajo-Que pena que no estés llevando bien con Susan, pero sé que siempre ha sido algo temperamental y rencorosa. Pero si le das tiempo, cambiará. Aunque tú tampoco te salvas-rió la mujer, que era delgada y tenía un rostro huesudo-Eres muy caprichosa. Pero tu tía está por asuntos de negocios y los niños están muy grandes. ¡Ya lo verás mañana! No sé cual es el collar de la discordia, porque en esta casa hay muchos. Antes de irse, Dilma entregó unos a sus hijas-respondió con una sonrisa. Reverenció y dijo-Con su permiso, me retiro. Mañana la despertarán para el desayuno. Que tenga un buen descanso-dio media vuelta y se retiró, cerrando despacio la puerta detrás de sí.
- No .. es que en realidad venía a hablar con Dilma sobre algo que iba a prestarme para una fiesta muy elegante .. pero es un tema delicado No creo que los demás deban saber eso siendo algo .. usted sabe.. de tanto valor – comentó Susan terminando un susurro.
La sirvienta soltó una carcajada divertida, y respondió con toda tranquilidad.
-Lo que tiene mi señora Dilma, TODO lo que tiene, es muy valioso. Es raro que no me haya informado de eso, sino te hubiera entregado lo que fuera yo misma. Ella siempre me confía sus cosas-respondió extrañada la señora, pensativa por unos momentos.
Otra sirvienta trajo una bandeja con tres tazas de diferente bebidas calientes, y dos copas, una con hidromiel y otra con licor, además una bandeja con pasteles con crema que provocaban que la boca se hiciera agua a cualquiera que los mirara. Dejó la bandeja sobre la mesa y la sirvienta n ose resistió a tomar uno inmediatamente, e indicó a Susan que se sirviera lo que desearan.
-Yo no tomaré nada, pero sí comeré un par de estos-señaló su pastelito con la mirada. Se había manchado con crema la comisura de sus labios-Cuando desees puedes ir a descansar. Mañana podremos hablar de lo que gustes y con mucha energía.Te llamaré a ti y a Yuli para la hora del desayuno-
[Yuli]
-¿Cómo están los niños? ¿y la tía Dilma?, últimamente se me ha hecho un poco difícil hablar con mi hermana… se ha vuelto… poco comunicativa. Sólo me comentó que tendríamos que venir, pero no me dio más motivos. No sabía que tía viajaría a la isla ¿ha sucedido algo? Dos de azúcar por favor. Espero que el collar de la discordia esté a buen recaudo…-dijo Yuli a la mucama que le dedicó una dulce sonrisa, pero no respondió de inmediato.
Esperó a dejarle servido el té con unos deliciosos pasteles con crema sobre la mesita que había a un costado de la cama, con una silla muy elegante.
-Yuli, querida, sírvete…-señaló la silla y la bandeja con lo pedido y retrocediendo un paso, juntó ambas manos entrelazadas colgando sobre su abdomen, indicando que ya había terminado su trabajo-Que pena que no estés llevando bien con Susan, pero sé que siempre ha sido algo temperamental y rencorosa. Pero si le das tiempo, cambiará. Aunque tú tampoco te salvas-rió la mujer, que era delgada y tenía un rostro huesudo-Eres muy caprichosa. Pero tu tía está por asuntos de negocios y los niños están muy grandes. ¡Ya lo verás mañana! No sé cual es el collar de la discordia, porque en esta casa hay muchos. Antes de irse, Dilma entregó unos a sus hijas-respondió con una sonrisa. Reverenció y dijo-Con su permiso, me retiro. Mañana la despertarán para el desayuno. Que tenga un buen descanso-dio media vuelta y se retiró, cerrando despacio la puerta detrás de sí.
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Me acerqué a la mujer y mirando alrededor susurré - Si .. pero yo hablo de "el collar".. el de diamantes - me senté derecha mirando hacia los lados como quien intenta asegurarse que nadie escucha - Lo siento.. es que no sé si se puede hablar de esos temas así como si nada.. usted sabe.. hace mucho que no venimos por aquí -
Una joven se acercó con una bandeja de cosas, tanto bebidas calientes como alcoholicas e inclusive algunas pequeñas tortas de crema que la mujer frente a mí tomó con gusto. Por mi parte tomé una de las bebidas calientes que olí a té y la rodee con las manos, iba a tomar un sorbo pero antes de beberla acoté - Que rico que se ve todo la verdad -dije amablemente a lo que la señora degustaba- aunque en realidad comí algo en el viaje y terminó por caerme mal.. creo que un té será suficiente para mí por el momento. - La mujer se había manchado el rostro con crema y tomando una delicada servilleta adornada con encaje le pedí permiso con señas y le ayudé a limpiarse, ella tomó la servilleta y sonrió cuando notó lo que sucedía.
- Si en realidad debería descansar.. este "evento" como le decía es mañana por la noche y no puedo tener cara de cansada - hice una mueca de verguenza - sería de lo peor.. es demasiado elegante y con gente demasiado adinerada como para ir sin estar a la altura.. usted sabe claro a lo que me refiero.. entiende mejor que nadie estos asuntos de etiqueta.. - Sabía bien que ella estaría al tanto de cómo eran tales fiestas y que eran tan falsas, pomposas y cargadas de vanidades como elegantes y pretenciosas - Además todos saben que somos las sobrinas de Dilma claro - agregué para dejar en claro mi intención mientras desviaba la mirada por la habitación mirando algunos cuadros tan divinamente pintados, intentando restarle importancia al asunto. Era en realidad ella la que debía importarle eso, pues no querría dejar mal parada a su señora en alta sociedad a la que pertenecía.
Luego habló de retirarse - Oh sisi, claro - respondí sonriente - Aunque me gustaría pasar a hablar con Yuli antes de acostarme.. tenemos que arreglar unas cosas para la fiesta.. usted sabe.. cómo nos arreglaremos y que peinados sentarán mejor con nuestros vestidos.. - Le dediqué una sonrisa divertida como adolescente encantada por asistir a un evento de esa envergadura, pero lo que sucedía en realidad, era que no quería dejarla ir tan fácilmente... y pensara lo que pensara ella, dormir no era una opción esta noche.
Una joven se acercó con una bandeja de cosas, tanto bebidas calientes como alcoholicas e inclusive algunas pequeñas tortas de crema que la mujer frente a mí tomó con gusto. Por mi parte tomé una de las bebidas calientes que olí a té y la rodee con las manos, iba a tomar un sorbo pero antes de beberla acoté - Que rico que se ve todo la verdad -dije amablemente a lo que la señora degustaba- aunque en realidad comí algo en el viaje y terminó por caerme mal.. creo que un té será suficiente para mí por el momento. - La mujer se había manchado el rostro con crema y tomando una delicada servilleta adornada con encaje le pedí permiso con señas y le ayudé a limpiarse, ella tomó la servilleta y sonrió cuando notó lo que sucedía.
- Si en realidad debería descansar.. este "evento" como le decía es mañana por la noche y no puedo tener cara de cansada - hice una mueca de verguenza - sería de lo peor.. es demasiado elegante y con gente demasiado adinerada como para ir sin estar a la altura.. usted sabe claro a lo que me refiero.. entiende mejor que nadie estos asuntos de etiqueta.. - Sabía bien que ella estaría al tanto de cómo eran tales fiestas y que eran tan falsas, pomposas y cargadas de vanidades como elegantes y pretenciosas - Además todos saben que somos las sobrinas de Dilma claro - agregué para dejar en claro mi intención mientras desviaba la mirada por la habitación mirando algunos cuadros tan divinamente pintados, intentando restarle importancia al asunto. Era en realidad ella la que debía importarle eso, pues no querría dejar mal parada a su señora en alta sociedad a la que pertenecía.
Luego habló de retirarse - Oh sisi, claro - respondí sonriente - Aunque me gustaría pasar a hablar con Yuli antes de acostarme.. tenemos que arreglar unas cosas para la fiesta.. usted sabe.. cómo nos arreglaremos y que peinados sentarán mejor con nuestros vestidos.. - Le dediqué una sonrisa divertida como adolescente encantada por asistir a un evento de esa envergadura, pero lo que sucedía en realidad, era que no quería dejarla ir tan fácilmente... y pensara lo que pensara ella, dormir no era una opción esta noche.
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
La criada, que a leguas se veía con mejores maneras que mi burdo intento de parecer educada, me instó a servirme una vez había terminado con sus tareas. Con una voz grave se rió de nuestro temperamento. “Debo mantener ese rasgo entonces” pensé para mí con un deje ligeramente más aliviado. Tal y como la sirvienta anterior –y como todos en esa extraña casa- se tomaba sus atribuciones y no me dejó pasar siquiera un aviso. Lo más que pude hacer fue asentir a sus palabras contundentes. Ya sabía yo que debían haber muchos collares, pero no todos estaban siendo el blanco de muchos… aunque ella no sabría eso. Sonreí para mis adentros. Eso era algo que sólo yo sabía, algo que me pertenecía y sobre lo que ellos no tendrían injerencia alguna.
Asentí y la reverencié cuando se fue. Al cerrar la puerta tras de sí, olvidé mis modales y me embadurné con esos deliciosos pastelillos, echándome uno tras otro, dando tiempo suficiente para degustarlos entre uno y otro. Esa crema era la más blanca, suave y deliciosa que habría probado jamás. Las delicias culinarias de las grandes casas Lunargenta sobrepasaban casi todas las que habría tenido frente a mí en toda mi vida, a excepción de… aquella vez en las heladas tierras del Norte. Una vez con el estómago lleno, y después de haberme chupado literalmente los dedos, ataqué al té.
Después de rellenar mi hambrienta pancita con todas aquellas delicias, caricias expiatorias para el alma, me dirigí al baño, quitándome la ropa con cada paso que daba. Me sentía alguna especie de princesa pagana de antiguos cuentos escuchados en las largas caravanas e interminables esperas. Un suntuoso baño se abrió ante mí, lleno de blanco, mármol y oro. Sendos espejos reflejaban mi figura desnuda entre amplias columnas de vapor que salían del agua de la tina. Varias fragancias se entremezclaban, abundando la dulzura de flores. Delicioso susurré, mientras con el índice verificaba la temperatura ideal del agua.
Entré lentamente, apenas provocando algunas vibraciones en la superficie líquida rellena de burbujas. Me ocupé casi una hora de mi pelo y luego continué con el cuerpo. Creo que pestañeé en el agua, porque cuando quise darme cuenta, tenía los dedos arrugados y la temperatura era un par de grados más baja que al comienzo. Me incorporé, tomé una toalla que había cerca y fui secándome hasta la cama en donde me tumbé panza abajo. Aún se escuchaban algunos sonidos del otro lado de la puerta, por lo que me tomaría algún tiempo más antes de salir a “investigar”.
Estando en un momento entre vigilia, donde no se sabe qué es real o qué fantasía, escuché unos suaves golpecitos en mi puerta. Levanté mi cabeza, sin estar del todo segura de si realmente se trataba de mí puerta. Paré las orejas como si fuesen detectores y rápidamente comencé a vestirme con la ropa que estaba toda regada por la habitación. Corrí sigilosamente de un lado hacia otro recogiendo mi propio desorden y luego corrí hacia la puerta. Los golpes eran cada vez más rápidos y a menores intervalos de tiempo.
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Off:se trata de la entrada de Marah a mi habitación, previa coordinación
Asentí y la reverencié cuando se fue. Al cerrar la puerta tras de sí, olvidé mis modales y me embadurné con esos deliciosos pastelillos, echándome uno tras otro, dando tiempo suficiente para degustarlos entre uno y otro. Esa crema era la más blanca, suave y deliciosa que habría probado jamás. Las delicias culinarias de las grandes casas Lunargenta sobrepasaban casi todas las que habría tenido frente a mí en toda mi vida, a excepción de… aquella vez en las heladas tierras del Norte. Una vez con el estómago lleno, y después de haberme chupado literalmente los dedos, ataqué al té.
Después de rellenar mi hambrienta pancita con todas aquellas delicias, caricias expiatorias para el alma, me dirigí al baño, quitándome la ropa con cada paso que daba. Me sentía alguna especie de princesa pagana de antiguos cuentos escuchados en las largas caravanas e interminables esperas. Un suntuoso baño se abrió ante mí, lleno de blanco, mármol y oro. Sendos espejos reflejaban mi figura desnuda entre amplias columnas de vapor que salían del agua de la tina. Varias fragancias se entremezclaban, abundando la dulzura de flores. Delicioso susurré, mientras con el índice verificaba la temperatura ideal del agua.
Entré lentamente, apenas provocando algunas vibraciones en la superficie líquida rellena de burbujas. Me ocupé casi una hora de mi pelo y luego continué con el cuerpo. Creo que pestañeé en el agua, porque cuando quise darme cuenta, tenía los dedos arrugados y la temperatura era un par de grados más baja que al comienzo. Me incorporé, tomé una toalla que había cerca y fui secándome hasta la cama en donde me tumbé panza abajo. Aún se escuchaban algunos sonidos del otro lado de la puerta, por lo que me tomaría algún tiempo más antes de salir a “investigar”.
Estando en un momento entre vigilia, donde no se sabe qué es real o qué fantasía, escuché unos suaves golpecitos en mi puerta. Levanté mi cabeza, sin estar del todo segura de si realmente se trataba de mí puerta. Paré las orejas como si fuesen detectores y rápidamente comencé a vestirme con la ropa que estaba toda regada por la habitación. Corrí sigilosamente de un lado hacia otro recogiendo mi propio desorden y luego corrí hacia la puerta. Los golpes eran cada vez más rápidos y a menores intervalos de tiempo.
____________________________
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Eco
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Mientras Yuli disfrutaba del ocioso tiempo que disponía entre burbujas y sábanas de seda, la sirvienta que continuaba la charla con Susan en el living.
La mujer escuchó sobre el baile algo extrañada pero terminó por asentir y responder mientras la joven centraba la atención en los cuadros de la sala:
-Por supuesto, la señora Dilma no me habló de la fiesta, pero descuida. Quizá dejó alguna nota o algo por lo del collar-se acercó hablando en un susurro para ser sigilosa y sonrió-Quizá lo he pasado por alto y no me he dado cuenta. Al amanecer lo buscaré...-dijo pero no muy convencida.
-Ve tranquila niña, ¡que descanses! Mañana al amanecer hablaremos más, y te ayudaré con lo que desees-despidió sin decir mucho.
Las jóvenes deberían plantearse en qué ocurriría cuando llegaran las verdaderas sobrinas de Dilma.
Procuren sacar jugo a toda la información que tienen hasta el momento y ponerse de acuerdo en un plan. Saludos.
La mujer escuchó sobre el baile algo extrañada pero terminó por asentir y responder mientras la joven centraba la atención en los cuadros de la sala:
-Por supuesto, la señora Dilma no me habló de la fiesta, pero descuida. Quizá dejó alguna nota o algo por lo del collar-se acercó hablando en un susurro para ser sigilosa y sonrió-Quizá lo he pasado por alto y no me he dado cuenta. Al amanecer lo buscaré...-dijo pero no muy convencida.
-Ve tranquila niña, ¡que descanses! Mañana al amanecer hablaremos más, y te ayudaré con lo que desees-despidió sin decir mucho.
Las jóvenes deberían plantearse en qué ocurriría cuando llegaran las verdaderas sobrinas de Dilma.
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Off rol: no veo necesario agregar algo más a mi post, pero lo dejo a libertad de ustedes para armas un plan para conseguir el objetivo.Procuren sacar jugo a toda la información que tienen hasta el momento y ponerse de acuerdo en un plan. Saludos.
Ansur
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
“Manga de inútiles..” pensé mientras le dedicaba una dulce sonrisa a la mujer que estaba al parecer apurada por irse. “Me dice que quiere hablar y sale prácticamente corriendo..” protesté por dentro mientras revoleaba los ojos luego de darme la vuelta. Camine un poco por la sala fingiendo admirar el decorado que me interesaba más por su valor que por lo bonito. El lujo no era para mí, no desmedido al menos. Caminé un poco sola observando el ambiente.. la casa era más grande de lo que parecía y me hubiese gustado. Me adentré en algunos pasillos e intenté abrir cuanta puerta pudiera siempre que no hubiera nadie en la cercanía. Cuando alguien pasaba me quedaba de pie observando algún que otro cuadro con el dedo índice tan cerca a casi tocarlo, como quien intenta curiosear la textura.
Pocas puertas estaban abiertas y la mayoría se trataba de habitaciones vacías. Si el collar estaba resguardado sería en alguna especie de caja, oculta o en la habitación de la famosa Dilma. Abría la puerta de lo que parecía ser una biblioteca, cuando una joven mucama se acerca a preguntarme qué estaba haciendo.
- Nada en especial... recorría un poco.. En realidad no sé cuál es mi cuarto y buscaba el de los niños y de mi hermana Yuli... pero cómo no tenía nada que hacer me pareció buena idea un libro – me encogí de hombros y me acerqué a ella son ojos suplicantes tomándola del brazo como si fuéramos grandes amigas – ¿Me llevarías a mi habitación y la de Yuli por favor? Me pierdo un poco aquí dentro.. es muy grande este sitio como verás. - La joven me guió para mostrarme mi habitación la cual estaba basta algo lejos de donde me encontraba vagando. Con un “gracias” y una sonrisa me despedí de ella. Ella se giró y la miré completamente seria de nuevo y esperé se fuera para golpear a la puerta de Eco.
Una vez dentro le comenté la charla con la mujer de hacía rato y lo poco que había visto de la casa. - Quizás deberíamos esperar unas horas y comenzar el recorrido.. ya sea juntas o por separado.. Mañana vienen los críos, las verdaderas sobrinas y Gabret por nosotras y los diamantes... Debemos terminar esto lo antes posible.
Pocas puertas estaban abiertas y la mayoría se trataba de habitaciones vacías. Si el collar estaba resguardado sería en alguna especie de caja, oculta o en la habitación de la famosa Dilma. Abría la puerta de lo que parecía ser una biblioteca, cuando una joven mucama se acerca a preguntarme qué estaba haciendo.
- Nada en especial... recorría un poco.. En realidad no sé cuál es mi cuarto y buscaba el de los niños y de mi hermana Yuli... pero cómo no tenía nada que hacer me pareció buena idea un libro – me encogí de hombros y me acerqué a ella son ojos suplicantes tomándola del brazo como si fuéramos grandes amigas – ¿Me llevarías a mi habitación y la de Yuli por favor? Me pierdo un poco aquí dentro.. es muy grande este sitio como verás. - La joven me guió para mostrarme mi habitación la cual estaba basta algo lejos de donde me encontraba vagando. Con un “gracias” y una sonrisa me despedí de ella. Ella se giró y la miré completamente seria de nuevo y esperé se fuera para golpear a la puerta de Eco.
Una vez dentro le comenté la charla con la mujer de hacía rato y lo poco que había visto de la casa. - Quizás deberíamos esperar unas horas y comenzar el recorrido.. ya sea juntas o por separado.. Mañana vienen los críos, las verdaderas sobrinas y Gabret por nosotras y los diamantes... Debemos terminar esto lo antes posible.
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Observé petrificada por unos instantes a Mac en el umbral de la puerta, ¿habría pasado algo? Mis orejas intentaban detectar algún peligro prominente y buscaba por la mirada en el amplio pasillo. La verdad es que la actitud de la joven me había hecho sospechar de que algo malo pasaba. ¿Sería su semblante quizás?. Le hice pasar a la habitación y cerré lentamente la puerta para no hacer ruido, lo cual fue instintivo. Nuestra presencia no estaba supuesta allí, por lo que la conciencia pesada me traicionaba.
Dejé que ella se ubicara donde quisiera, mientras yo volvía a la cómoda cama. Escuché pacientemente lo que había hablado con la sirvienta y acerca de su pequeña y fútil recorrida por algunas habitaciones. Jugaba con mi cola, eso siempre me ayudaba a mantener claras las ideas en momentos de tensión. Pues… al parecer todos aquí no solamente son raros, sino que además misteriosos le dije y comencé mi propio relato de lo poco que había hablado con la sirvienta.
La casa es demasiado grande. ¿Cuánto crees que has recorrido? ¿un tercio? Tampoco podemos estarnos demasiado tiempo sin hacer nada. Si fueras una vieja riquilla, ¿dónde guardarías un collar de diamantes?, probablemente sea único, sino no nos hubieran enviado… En algún momento pensé que podría estar en el cuarto de la tal Dilma, pero sería demasiado obvio; incluso para los propios sirvientes. ¿Se va y deja los collares y objetos de valor en ¿manos de quién? ¿criadas y criados?. Me levanté y caminé en círculos moviendo mi cola de aquí para allá, con una mano en la barbilla, los ojos al suelo y las orejas a media asta.
Probablemente haya alguna habitación oculta, algún animal guardián o una bóveda Miré a Mac y no pude evitar reirme a carcajada partida pensando en su nombre. ¿Susan qué opinas? le pregunté, pero aún tenía un par de cosas que decir, por lo que volví a llenar mis pulmones medio vacíos, me sequé unas lagrimillas y proseguí. Como decía… ¿lugares?, si fuera secreto dije haciendo hincapié en la última palabra tendría que estar en un lugar donde Dilma frecuente para no llamar la atención, el cuarto de los niños, el de ella misma… sino podría estar a la vista de todos, camuflado….
Me senté frente a ella y esperé su orden. Haría lo que ella me dijera. La luna está bien puesta fue mi último comentario. Del otro lado de la puerta, los sonidos se apagaban lentamente, como si Morfeo comenzara a interpretar sus canciones. El momento de actuar se acercaba.
Dejé que ella se ubicara donde quisiera, mientras yo volvía a la cómoda cama. Escuché pacientemente lo que había hablado con la sirvienta y acerca de su pequeña y fútil recorrida por algunas habitaciones. Jugaba con mi cola, eso siempre me ayudaba a mantener claras las ideas en momentos de tensión. Pues… al parecer todos aquí no solamente son raros, sino que además misteriosos le dije y comencé mi propio relato de lo poco que había hablado con la sirvienta.
La casa es demasiado grande. ¿Cuánto crees que has recorrido? ¿un tercio? Tampoco podemos estarnos demasiado tiempo sin hacer nada. Si fueras una vieja riquilla, ¿dónde guardarías un collar de diamantes?, probablemente sea único, sino no nos hubieran enviado… En algún momento pensé que podría estar en el cuarto de la tal Dilma, pero sería demasiado obvio; incluso para los propios sirvientes. ¿Se va y deja los collares y objetos de valor en ¿manos de quién? ¿criadas y criados?. Me levanté y caminé en círculos moviendo mi cola de aquí para allá, con una mano en la barbilla, los ojos al suelo y las orejas a media asta.
Probablemente haya alguna habitación oculta, algún animal guardián o una bóveda Miré a Mac y no pude evitar reirme a carcajada partida pensando en su nombre. ¿Susan qué opinas? le pregunté, pero aún tenía un par de cosas que decir, por lo que volví a llenar mis pulmones medio vacíos, me sequé unas lagrimillas y proseguí. Como decía… ¿lugares?, si fuera secreto dije haciendo hincapié en la última palabra tendría que estar en un lugar donde Dilma frecuente para no llamar la atención, el cuarto de los niños, el de ella misma… sino podría estar a la vista de todos, camuflado….
Me senté frente a ella y esperé su orden. Haría lo que ella me dijera. La luna está bien puesta fue mi último comentario. Del otro lado de la puerta, los sonidos se apagaban lentamente, como si Morfeo comenzara a interpretar sus canciones. El momento de actuar se acercaba.
Eco
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
¿No había demasiado silencio del lado de afuera? Los tres niños espiaban por detrás de la puerta a las dos jóvenes, poniendo sus oídos para tratar de oír algo y riendo. La más peque tenía en su cuello algo inconfundible: el collar de diamantes y quien lo tocara, se quemaría las manos a no ser ella.
La hermana más grande, quien tenía el cabello mas largo, estaba preparada para saltar hacia atrás en cuanto la puerta se abriera y los detuvieran, para justificar con una sonrisa inocente, llevando a ambos hermanos hacia atrás de ella a cada lado.
Los tres tenían una expresión de ser muy traviesos y de meterse en muchos problemas. Sus rostros apenas se verían porque el pasillo estaba oscuro a esas horas de la noche.
-Te dije que viniéramos a despertar a nuestras primas al amanec…-
-Shht!-la calló el hermano pasando su mano por detrás de la hermana mas grande para alcanzar un mechón a la pequeña y darle un tirón para reprocharla y que la hizo callar con un “auch”.
-Perdonen… ¿Susan y… Yuli?-preguntaría con fingida timidez la joven, para tratar de poner alguna excusa sobre lo que estaba haciendo y agregó-Queríamos saludarlas….-la niña pequeña miraría curiosa a la chica-bestia y el hermano de ellas miraría con embobado a Susan.
El trío vestía en pijamas y bata de colores blanco y bordó, pantuflas y medias, y apenas estaban despeinados. No eran de estos los que se dormían fácilmente.
- Mateo,Lana,Cloe:
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La hermana más grande, quien tenía el cabello mas largo, estaba preparada para saltar hacia atrás en cuanto la puerta se abriera y los detuvieran, para justificar con una sonrisa inocente, llevando a ambos hermanos hacia atrás de ella a cada lado.
Los tres tenían una expresión de ser muy traviesos y de meterse en muchos problemas. Sus rostros apenas se verían porque el pasillo estaba oscuro a esas horas de la noche.
-Te dije que viniéramos a despertar a nuestras primas al amanec…-
-Shht!-la calló el hermano pasando su mano por detrás de la hermana mas grande para alcanzar un mechón a la pequeña y darle un tirón para reprocharla y que la hizo callar con un “auch”.
-Perdonen… ¿Susan y… Yuli?-preguntaría con fingida timidez la joven, para tratar de poner alguna excusa sobre lo que estaba haciendo y agregó-Queríamos saludarlas….-la niña pequeña miraría curiosa a la chica-bestia y el hermano de ellas miraría con embobado a Susan.
El trío vestía en pijamas y bata de colores blanco y bordó, pantuflas y medias, y apenas estaban despeinados. No eran de estos los que se dormían fácilmente.
Ansur
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
- No creo haber recorrido tanto inclusive... caserones como este deben tener hasta sótanos... No sé.. creo que si fuera una vieja ricachona lo tendría al alcance de mi vista.. aunque no necesariamente de los demás.. Pero fíjate que la mujer esta me dice que ella está al tanto de tooodo lo que tiene la otra - exclamé dando énfasis exagerado a "todo".- Es que en realidad.. no sabemos.. puede ser mezquina y desconfiada o todo lo contrario, pero creo que su cuarto debería ser nuestra primera opción o alguna especie de estudio si lo tiene.. - me encogí de hombros- Quizás tenga una caja oculta tras un cuadro.. - reí con ella con el asunto de los nombres - Hey! que mi nombre es genial... Yuuuuli..- le guiñé un ojo sonriendo.
Nos quedamos un largo rato en casi silencio, luego hablando de tonterías, alabando o criticando el enorme caserón y haciendo bromas de ello inclusive. Cuando creímos había pasado tiempo suficiente para que todos hubiesen ido a dormir -Ven Yuli.. vamos a darle vuelta la casa a la señora - terminé sonriendo haciendo un gesto con la cabeza hacia la puerta. Pero ella mencionó escuchar algo y guardamos silencio para abrir la puerta de repente, detrás de la cual casi caen tres niños.
Mi cara fue un poema cuando vi los niños y no por alegría justamente pero se iluminó de repente al ver el collar que tenía la más pequeña: mi nueva mejor amiga. Intercambiamos una mirada con Eco y volvimos a mirar a los niños. - ¡ Pequeños! - dije con exagerada alegría - Pero que hacen fuera de la cama a estas horas... ¿No ven que pueden agarrar un resfriado? - puse mis manos en jarra en la cintura y los miré fingiendo que intentaba poner cara de enojo y no podía. Sonreí - Vamos.. vamos.. es hora de dormir..- Me giré hacia Eco y levanté ambas cejas dando a entender que no tenía idea lo que estaba haciendo pero no se me ocurrió otra cosa.
Nos quedamos un largo rato en casi silencio, luego hablando de tonterías, alabando o criticando el enorme caserón y haciendo bromas de ello inclusive. Cuando creímos había pasado tiempo suficiente para que todos hubiesen ido a dormir -Ven Yuli.. vamos a darle vuelta la casa a la señora - terminé sonriendo haciendo un gesto con la cabeza hacia la puerta. Pero ella mencionó escuchar algo y guardamos silencio para abrir la puerta de repente, detrás de la cual casi caen tres niños.
Mi cara fue un poema cuando vi los niños y no por alegría justamente pero se iluminó de repente al ver el collar que tenía la más pequeña: mi nueva mejor amiga. Intercambiamos una mirada con Eco y volvimos a mirar a los niños. - ¡ Pequeños! - dije con exagerada alegría - Pero que hacen fuera de la cama a estas horas... ¿No ven que pueden agarrar un resfriado? - puse mis manos en jarra en la cintura y los miré fingiendo que intentaba poner cara de enojo y no podía. Sonreí - Vamos.. vamos.. es hora de dormir..- Me giré hacia Eco y levanté ambas cejas dando a entender que no tenía idea lo que estaba haciendo pero no se me ocurrió otra cosa.
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Hablar con Mac me distendía bastante… hasta que algo alertó a mis orejas que se tensaron girando automáticamente hacia la puerta. Sentí como un leve chasquido y no pude evitar que se me erizaran los pelos de la cola. Le señalé a Mac la puerta e hice algún comentario en el momento. Tenía tanta adrenalina, que si intentara reproducir lo que dije estoy seguro sería imposible. Me sorprendió casi de sobremanera que una bruja pudiera ser tan sigilosa. Definitivamente esa pseudo Susan se había ganado todo mi respeto.
Una escalera extraña de tres pequeños enanines se abría frente a nosotros, les observé con detalle, pues quería sacar cuanto pudiera de lo que viera en ellos. Cualquier detalle sería importante. Le eché un vistazo a Mac e intercambiamos miradas cargadas de significado. ¡El collar estaba ahí, frente a nosotros!. Mi compañera actuó rápidamente, como era su costumbre, pero esta vez me dirigió una mirada que parecía un poema; supuse que ella no estaba muy segura de qué hacer, pero yo sí. Esto de la animación era lo mio y sobre todo, resbalar mis manos por pertenencias ajenas.
Yuliglietta les dije a los tres pequeños, que no eran del todo pequeños, a excepción de la que llevaba el collar en su cuello. Les guiñé un ojo y reparé en las dos chicas. Me di cuenta rápidamente que el jovenzuelo con testosterona creciente estaba observando a Mac, por lo que decidí ahorrar tiempo. Le tendí la mano a la que parecía la mayor de los tres hermanos, la que había tomado la palabra y abrí mis brazos hacia la más pequeña, la de la “sorpresita”.
Oh Susan, la noche aún es joven, la casa está en silencio… podemos aprovechar que todos se han ido a dormir para jugaaaaar… Duke debe de estar sintiéndose demasiado solito esta noche sugerí abrazando a la pequeña e intentando desprender el broche del collar, sólo logrando una quemadura en la yema de dos de mis dedos. Reprimí un rugido y upé a la infanta, luego, después de lo que pareció una eternidad para mi dolorida piel me llevé disimuladamente la parte quemada a los labios y traté de que no se me notara una cara agria entremezclada con desánimo y molestia.
Miré a mi compañera y discretamente negué con la cabeza. Apuesto a que tía Dilma no les ha contado acerca de mi nueva posesión. Es un tigre blanco, muy especial… casi tanto como los collares que les fueron entregados antes de que tía se marchara. ¿Pero saben qué es más genial? Algo que pende de su cuello y que hay que cuidar demasiado ya que sólo se puede usar una única vez dije entre sonrisas, planeando maquiavélicamente posibles pasos a seguir. Mi cola se balanceaba de lado a lado con lentitud pero en un ángulo bien pronunciado.
Una escalera extraña de tres pequeños enanines se abría frente a nosotros, les observé con detalle, pues quería sacar cuanto pudiera de lo que viera en ellos. Cualquier detalle sería importante. Le eché un vistazo a Mac e intercambiamos miradas cargadas de significado. ¡El collar estaba ahí, frente a nosotros!. Mi compañera actuó rápidamente, como era su costumbre, pero esta vez me dirigió una mirada que parecía un poema; supuse que ella no estaba muy segura de qué hacer, pero yo sí. Esto de la animación era lo mio y sobre todo, resbalar mis manos por pertenencias ajenas.
Yuliglietta les dije a los tres pequeños, que no eran del todo pequeños, a excepción de la que llevaba el collar en su cuello. Les guiñé un ojo y reparé en las dos chicas. Me di cuenta rápidamente que el jovenzuelo con testosterona creciente estaba observando a Mac, por lo que decidí ahorrar tiempo. Le tendí la mano a la que parecía la mayor de los tres hermanos, la que había tomado la palabra y abrí mis brazos hacia la más pequeña, la de la “sorpresita”.
Oh Susan, la noche aún es joven, la casa está en silencio… podemos aprovechar que todos se han ido a dormir para jugaaaaar… Duke debe de estar sintiéndose demasiado solito esta noche sugerí abrazando a la pequeña e intentando desprender el broche del collar, sólo logrando una quemadura en la yema de dos de mis dedos. Reprimí un rugido y upé a la infanta, luego, después de lo que pareció una eternidad para mi dolorida piel me llevé disimuladamente la parte quemada a los labios y traté de que no se me notara una cara agria entremezclada con desánimo y molestia.
Miré a mi compañera y discretamente negué con la cabeza. Apuesto a que tía Dilma no les ha contado acerca de mi nueva posesión. Es un tigre blanco, muy especial… casi tanto como los collares que les fueron entregados antes de que tía se marchara. ¿Pero saben qué es más genial? Algo que pende de su cuello y que hay que cuidar demasiado ya que sólo se puede usar una única vez dije entre sonrisas, planeando maquiavélicamente posibles pasos a seguir. Mi cola se balanceaba de lado a lado con lentitud pero en un ángulo bien pronunciado.
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
-Mateo-
-Lana-
-¡Cloe!-respondieron los niños tras un rato, para rpesentarse de una forma muy divertida, y la pequeña recibió un abrazo y upa de la chica que tenía orejas raras-¡Soy Cloe! ¿Recuerdas?-mencionó la niña y se acomodó en los brazos de la mujer para mirarla de frente-¡Tu eres Yuli! La chica bestia que mencionó tía Dilma-exclamó con los ojos alegres.
Lana miró a ambas mujeres extrañadas, como si hubiera notado algo extraño.
-No recuerdo si era chica bestia nuestra prima Yuli, Cloe-
-¡¿La estás viendo o no?!-exclamó Mateo quien no dejaba de mirar embobado a Susan-Susan.. déjame decirte que estás hermosa-tomó la mano de la mujer y apartando el brazo de su hermana, besó el dorso de la mano de ella y la soltó suavemente.
-¿Jugamos a la escondida?-dijo inocentemente Cloe con una sonrisa a Yuli y Susan, pero la hermana, quien sería estaba, dijo.
-Deberían descansar, han tenido un lago viaje. Es mejor que vayamos a dormir todos... -miró a la chica bestia-No entendí que has querido decir con lo del cuello...-dijo la chica llevando una de sus manos a su garganta para hacer algo con las manos nomas, y tomó entre sus dedos un colgante de un diamante que lo sacó por encima de la pechera de su camisón. Era muy similar al de Cloe. ¿Cual collar sería?
-¡Sí! ¡Juguemos, no seas aguafiestas Lana!-replicó Mateo y tomó la iniciativa y dijo con una sonrisa de oreja a oreja-¡Vamos a escondernos! ¡Prima Susan cuenta hasta veinte y jugamos en este piso solamente y el jardin externo del centro!- Cloe forcejeó hasta bajar de los brazos de Yuli.
Los tres chicos rieron y Mateo salió corriendo por el pasillo a la derecha y las dos niñas por el pasillo izquierdo entre las habitaciones.
-Lana-
-¡Cloe!-respondieron los niños tras un rato, para rpesentarse de una forma muy divertida, y la pequeña recibió un abrazo y upa de la chica que tenía orejas raras-¡Soy Cloe! ¿Recuerdas?-mencionó la niña y se acomodó en los brazos de la mujer para mirarla de frente-¡Tu eres Yuli! La chica bestia que mencionó tía Dilma-exclamó con los ojos alegres.
Lana miró a ambas mujeres extrañadas, como si hubiera notado algo extraño.
-No recuerdo si era chica bestia nuestra prima Yuli, Cloe-
-¡¿La estás viendo o no?!-exclamó Mateo quien no dejaba de mirar embobado a Susan-Susan.. déjame decirte que estás hermosa-tomó la mano de la mujer y apartando el brazo de su hermana, besó el dorso de la mano de ella y la soltó suavemente.
-¿Jugamos a la escondida?-dijo inocentemente Cloe con una sonrisa a Yuli y Susan, pero la hermana, quien sería estaba, dijo.
-Deberían descansar, han tenido un lago viaje. Es mejor que vayamos a dormir todos... -miró a la chica bestia-No entendí que has querido decir con lo del cuello...-dijo la chica llevando una de sus manos a su garganta para hacer algo con las manos nomas, y tomó entre sus dedos un colgante de un diamante que lo sacó por encima de la pechera de su camisón. Era muy similar al de Cloe. ¿Cual collar sería?
-¡Sí! ¡Juguemos, no seas aguafiestas Lana!-replicó Mateo y tomó la iniciativa y dijo con una sonrisa de oreja a oreja-¡Vamos a escondernos! ¡Prima Susan cuenta hasta veinte y jugamos en este piso solamente y el jardin externo del centro!- Cloe forcejeó hasta bajar de los brazos de Yuli.
Los tres chicos rieron y Mateo salió corriendo por el pasillo a la derecha y las dos niñas por el pasillo izquierdo entre las habitaciones.
- Segundo piso-habitaciones-ocio-baños:
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Ansur
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Me crucé de y llevando mi dedo índice al mentón, fingí considerar el asunto. - Quizás podríamos hacer una excepción pero... ¿Se portará bien pequeñines? - Me incliné hacia adelante apoyando ambas manos en las rodillas. "¿Chica bestia? " repetí y reí por dentro "Estos críos están más confundidos que nosotras.". El chico de los tres me alabó y hasta besó el dorso de mi mano en un gesto caballeresco. Le devolví una encantadora aunque por dentro era más burlona que otra cosa. Miré hacia arriba a un costado y pestañee mientras apoyaba mi mano en mi pecho - Eres encantador y muy caballeroso - tomé su rostro y le di un beso en la frente para luego revolver su cabello - Eres un encanto - Bien.. el pequeño estaba apuntando todas sus hormonas hacia mi persona y si bien podía resultar molesto, podría resultar conveniente al final.. por lo que le sonreí con dulzura y miré a las niñas.
La que seguía en tamaño cuyo nombre ya había olvidado, sacó de debajo de su ropa otro colgante muy similar al que llevaba la pequeña, pero su actitud era un poco más distante que la de los otros dos. Su hermano la llamó Lana para convencerla de jugar a las escondidas y no costó tanto que cediera al fin. Yo debía contar y comencé a hacerlo en voz alta para que notaran que comencé.
-UNO..DOS... TRES... CUATRO.. Cindadadablabla..Bueno.. ¿Qué hacemos? -Me dirigía a Yuli en un susurro...-.¿Quedará muy mal si los electrocuto para que se duerman y nos vamos ? - Me encogí de hombros.. - Es una sugerencia... Vamos por las chicas.. el hermano ya caerá solo y cómo no le vi collar alguno, pasó a ser descartable. La cuestión es cómo se los quitamos..
Caminamos un poco en silencio para buscarlas y si bien no fue por mucho nos separamos para abarcar más espacio. Un sonido cercano llamó mi atención y lo seguí esperando fueran las niñas.
La que seguía en tamaño cuyo nombre ya había olvidado, sacó de debajo de su ropa otro colgante muy similar al que llevaba la pequeña, pero su actitud era un poco más distante que la de los otros dos. Su hermano la llamó Lana para convencerla de jugar a las escondidas y no costó tanto que cediera al fin. Yo debía contar y comencé a hacerlo en voz alta para que notaran que comencé.
-UNO..DOS... TRES... CUATRO.. Cindadadablabla..Bueno.. ¿Qué hacemos? -Me dirigía a Yuli en un susurro...-.¿Quedará muy mal si los electrocuto para que se duerman y nos vamos ? - Me encogí de hombros.. - Es una sugerencia... Vamos por las chicas.. el hermano ya caerá solo y cómo no le vi collar alguno, pasó a ser descartable. La cuestión es cómo se los quitamos..
Caminamos un poco en silencio para buscarlas y si bien no fue por mucho nos separamos para abarcar más espacio. Un sonido cercano llamó mi atención y lo seguí esperando fueran las niñas.
Marah
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Bueno, ya me había enterado de sus nombres; por poco y ya éramos familia de verdad. Cloe me preguntó si la recordaba. No quería mentirle descaradamente a una criaturita tan inocente, pero tampoco debía decir la verdad. Lo único que me quedó entonces fue semi asentir y aprovechar el momento dado por Clara…¡Lana!para divergir la atención, aunque su comentario fue de muy poca ayuda.
Al parecer la joven Lana me había malinterpretado, aunque no quise sacarlo a colación, era interesante ver o tratar de ver lo que pasaba por su mente. La idea de mi pequeña heroína Cloe era muy buena y al parecer Mac no se oponía a ella. Vi el coqueteo entre los dos y tuve que mirar hacia otro lado después de bajar a la pequeña. Estaba demasiado tentada de la risa. Vi como todos desaparecían y por unos momentos exageré mis pasos como fingiendo seguirles. Cuando Mac “terminó” de contar ya me encontraba de nuevo a su lado.
No me parece buena idea… son niñas después de todo. ¿Viste qué pasó cuando fui a tomar el collar? ¡Me quemó! Probablemente tengan algún seguro… pensé en que sin cabeza podría resultar el sacárselos, pero probablemente a Mac no le importaría, un escalofrío recorrió mi cuerpo y negué con la cabeza.A Lana el collar no le ha hecho nada. Probablemente esas cosas tengan que pasarse por propia voluntad.. Miré a Mac un poco seria. Podríamos chantajearlas o engatusarlas de algún modo. No dejan de ser niñas.
Nos separamos por unos momentos. La casa tenía muchos lugares potenciales donde las pequeñas podrían esconderse… y otra pregunta que aún no había exteriorizado me impacientaba cada vez más. “Y si el collar no es ninguno de esos?”. Doblé un recodo y miré tras unas grandes macetas con plantas encima. Tampoco estaban ahí. Cloe me había caído super bien. Quizá podría convencerla de buena gana. “Pero… Ese Gabret… a la próxima le pediría más detalles acerca de sus locas misiones”
Al parecer la joven Lana me había malinterpretado, aunque no quise sacarlo a colación, era interesante ver o tratar de ver lo que pasaba por su mente. La idea de mi pequeña heroína Cloe era muy buena y al parecer Mac no se oponía a ella. Vi el coqueteo entre los dos y tuve que mirar hacia otro lado después de bajar a la pequeña. Estaba demasiado tentada de la risa. Vi como todos desaparecían y por unos momentos exageré mis pasos como fingiendo seguirles. Cuando Mac “terminó” de contar ya me encontraba de nuevo a su lado.
No me parece buena idea… son niñas después de todo. ¿Viste qué pasó cuando fui a tomar el collar? ¡Me quemó! Probablemente tengan algún seguro… pensé en que sin cabeza podría resultar el sacárselos, pero probablemente a Mac no le importaría, un escalofrío recorrió mi cuerpo y negué con la cabeza.A Lana el collar no le ha hecho nada. Probablemente esas cosas tengan que pasarse por propia voluntad.. Miré a Mac un poco seria. Podríamos chantajearlas o engatusarlas de algún modo. No dejan de ser niñas.
Nos separamos por unos momentos. La casa tenía muchos lugares potenciales donde las pequeñas podrían esconderse… y otra pregunta que aún no había exteriorizado me impacientaba cada vez más. “Y si el collar no es ninguno de esos?”. Doblé un recodo y miré tras unas grandes macetas con plantas encima. Tampoco estaban ahí. Cloe me había caído super bien. Quizá podría convencerla de buena gana. “Pero… Ese Gabret… a la próxima le pediría más detalles acerca de sus locas misiones”
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Re: Misión Imposible Mac-Eco[Misión de gremio]
Yuli y Susan se separaron cada una por caminos diferentes. Y al poco rato Susan escuchó un ruido, o más bien, un chistido y no tardaría en imaginar de quien se trataba. Provenía desde el interior de una de las habitaciones de la parte sur de ese camino, y el en suelo pudo ver algunos pétalos de rosas a la tenue luz de las lamparas de aceite. .
Mateo esperaba dentro de una habitación, con dos rosas blancas en la manos, una bata roja, bien perfumado dispuesto a hacerle masajes y más.
En tanto, Yuli, podía notar algo moviéndose que se dirigía al jardín. Se trataba de la pequeña Cloe que se ocultó detrás de una maceta de rosas. Estaba oscuro ya apenas había luces por lo que solo podrían verse siluetas oscuras. No había lamparas de aceite que iluminaran allí, estaban apagadas.
Pero cuando Yuli se acercara, desde atrás le caería una lluvia de pétalos secos y hierbas, enganchandose en vestido y pelo.
-¡Corre Cloe!-gritaría apremiante Lana y correría también en dirección a los baños con su hermana tomada de la mano.
-¡Espera! ¡Me enganché con mi collar!-replicarái la niña a medio camino, tratando de desenredar un hilo de la manga de su camisón del collar.
Mateo esperaba dentro de una habitación, con dos rosas blancas en la manos, una bata roja, bien perfumado dispuesto a hacerle masajes y más.
En tanto, Yuli, podía notar algo moviéndose que se dirigía al jardín. Se trataba de la pequeña Cloe que se ocultó detrás de una maceta de rosas. Estaba oscuro ya apenas había luces por lo que solo podrían verse siluetas oscuras. No había lamparas de aceite que iluminaran allí, estaban apagadas.
Pero cuando Yuli se acercara, desde atrás le caería una lluvia de pétalos secos y hierbas, enganchandose en vestido y pelo.
-¡Corre Cloe!-gritaría apremiante Lana y correría también en dirección a los baños con su hermana tomada de la mano.
-¡Espera! ¡Me enganché con mi collar!-replicarái la niña a medio camino, tratando de desenredar un hilo de la manga de su camisón del collar.
Ansur
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