Un extraño lugar para descansar [Libre]
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Un extraño lugar para descansar [Libre]
El tiempo paso como un rayo frente a mis ojos, antes de que me diera cuenta ya habían sido más de 2 décadas viviendo como una nómada en soledad, más de 20 años sin mi familia y sin un rumbo fijo para mi vida.No podía recordar con exactitud cuanto tiempo había pasado desde la última vez que regrese a casa, pero al menos seria medio año. El lugar estaba abarrotado de recuerdos por lo que sinceramente no tenia prisa, aunque no podía olvidar ir al menos una vez al año para intentar arreglar los destrozos y al menos elevar una de las paredes, después de todo una parte de mi era la de una niña soñadora que rogaba por volver a los tiempos de antaño, recuperar a su familia y volver a llenar de recuerdos el lugar que algún día vi más que como una pila de basura y tristeza.
Pese a mi intento de vivir en movimiento y sin compañía, solía extrañar tener un compañero, no sólo por la necesidad de sociabilizar, sino por mis casi inexistentes habilidades de supervivencia. Desafortunadamente ni a mi o mis padres se nos ocurrió la posibilidad de que algún día tendría que enfrentar el mundo sola y menos a tan costa edad, por lo que no resultaba extraño que mis conocimientos estuvieran apenas por encima de los de un niño, y si bien me las había arreglado por mucho tiempo ya, aún habían días en los que demostraba mi ineptitud.
La última vez que había conseguido comida seria quizás 2 semanas atrás, y aunque en casa siempre había algo, aún me faltaba cierto tramo y el día anterior había consumido hasta la última migaja de pan y claro, ni siquiera llevaba un aero encima, por lo que estaba claro que el trayecto, aunque corto, seria duro.
Decidí entonces que la mejor opción era tomar un pequeño descanso, ya que aunque eso no saciaría mi hambre al menos me permitiría recargar un poco de energía a basa de un ligero sueño.
Observe los alrededores y me percate de que estaba a pocos metros de las runas que una vez cuando pequeña mis padre me llevaron a visitar, en esa ocasión sentí como si del lugar emanara una energía casi mágica. Mi madre me contó acerca de los sacrificios que ahí se realizaban, y sinceramente me costaba imaginar como un lugar que me parecía tan hermoso alguna vez hubiese sido utilizado para esos fines.
Me acerque con lentitud a la mesa de piedra y comencé a preguntarme cuantas vidas se habrían ido sobre ella, que clase de personas fueron seleccionadas como sacrificio y si por casualidad no tenían alguna familia. Más que verlo como una mesa de muerte por algunos instantes traté de visualizarlo como un lugar donde quizás los dioses se había alimentado, así como una gran y majestuosa mesa, y por alguna razón sentí como si me inundara un sentimiento agradable.
-¿Las personas que fueron sacrificadas se sintieron dichosas al morir por una causa noble?- Me pregunte en voz alta, pues la pregunta resonaba en mi cabeza.
Después de mi momento casi filosófico decidí sentarme cerca de la gran estructura a descansar cuando escuche un ruido tras de mi. Si bien el lugar era normalmente pacifico, una de mis arraigadas costumbres era siempre tener la guardia en alto, después de todo no era alguien fuerte, sino una persona especializada es escapar ante cualquier señal de peligro. Volteé rápidamente con el mi arco y una flecha en alto lista para atacar a quien estuviese cerca para tener la oportunidad de huir hacia el bosque, pero me percate de que mi terrible enemigo no era más que un simple y esponjoso conejo.
-¿Un conejo?¿Enserio?¿Ni siquiera un animal más grande?- Solté sin pensar, sintiéndome estúpida y derrumbandome de rodillas en el suelo. Por un momento sonreí, al menos había resultado algo gracioso.
Ahí estaba yo, tirada y humillada por un conejo aun con el arco en las manos, uno de los tantos problemas que me acarreaba ser tan miedosa.
Lullaby
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Me sentía como un rebelde, sin estar seguro de entrar al bosque o no. Volver a mi hogar de visita o seguir mi camino. De todas las formas vivamente posibles quería ver y estrechar entre mis brazos a mi pequeña hermanita Galy. Hacía ya demasiados años que no peinaba la seda de sus cabellos o que ofrecía para ella mis poderes de animador. Mi linda y adorada hermanita. La correspondencia por carta demoraba demasiado tiempo en ir y venir, las palomas nunca eran seguras ya que podrían delatar mi dirección y francamente, temía que mis hermanas mayores vinieran por mí. Ese era el pensamiento más oscuro que poblaba mi mente. El hecho de que no les enviara regalos tan frecuentemente como a la más pequeña del clan muy posiblemente le echara más fuego a la hoguera.
Por algún motivo los pasos de Eide nos llevaron a una salida de rocas casi a la entrada del bosque. Me bajé del alce y contemplé la formación. Pensativo y sin estar seguro si se trataba de lo que suponía me acerqué en silencio. Efectivamente, cada vez me convencía más de que se trataba de las famosas Runas de los Baldíos. ¿Qué hacía yo allí? estaba más perdido de lo que quería aceptar, me había desviado del camino que había trazado por al menos dos leguas. Aquello era una desilusión, pero ya no había nada que pudiera hacer. Pasaría allí la noche y a la mañana siguiente emprendería mi camino. Resignado, me di la media vuelta antes de entrar en el círculo de piedras, pensaba quitarle los arreos al alce para que se tomara un descanso y luego explorar, pero un sonido hizo que me volviera sobre mis pasos.
Curioso y ciertamente alarmado, me escondí tras las altas piedras para acercarme al centro. ¡Cuál fue mi sorpresa al escuchar las dulces campanas que componían la voz de una chica! …de una elfa. Sentí como mi corazón se empequeñecía por un momento, pero al posar mis ojos sobre su figura, no pude dejar de observarla. Hablaba con un conejo overo que, parado en sus dos patas le observaba de la misma forma que yo. De morir por causa de ese arco, probablemente ambos lo haríamos sin arrepentimientos. Estaba acostumbrado a estar entre las mujeres de mi raza. Es más, había sido horrible criarme entre ellas. Pero este era un sentimiento distinto. Una confraternidad que no había sentido antes entre mis familiares. Era como si la misma luna hubiese bajado del cielo para tomar la forma de una de nuestras féminas. Tan blanca… tan pura.
Y yo tan oscuro y tétrico. Di un par de pasos hacia atrás, como si estuviese viendo a los ojos a la muerte. No quería ser visto, pero mi retirada apresurada sólo volvió torpes mis movimientos, que espantaron al conejo e hicieron que tropezara con mis propias piernas para caer ruidosamente al piso. Jamás había sido tan torpe ni tampoco había pasado tanta vergüenza antes. Era capaz de llevar las vestiduras de mujer con más orgullo y porte que mis armas si en ese mismo instante desenfundara. Cubrí mi rostro y miré el suelo esperando la peor resolución.
-Lo siento, he escuchado la voz y me acerqué, pero ya me retiraba...
Por algún motivo los pasos de Eide nos llevaron a una salida de rocas casi a la entrada del bosque. Me bajé del alce y contemplé la formación. Pensativo y sin estar seguro si se trataba de lo que suponía me acerqué en silencio. Efectivamente, cada vez me convencía más de que se trataba de las famosas Runas de los Baldíos. ¿Qué hacía yo allí? estaba más perdido de lo que quería aceptar, me había desviado del camino que había trazado por al menos dos leguas. Aquello era una desilusión, pero ya no había nada que pudiera hacer. Pasaría allí la noche y a la mañana siguiente emprendería mi camino. Resignado, me di la media vuelta antes de entrar en el círculo de piedras, pensaba quitarle los arreos al alce para que se tomara un descanso y luego explorar, pero un sonido hizo que me volviera sobre mis pasos.
Curioso y ciertamente alarmado, me escondí tras las altas piedras para acercarme al centro. ¡Cuál fue mi sorpresa al escuchar las dulces campanas que componían la voz de una chica! …de una elfa. Sentí como mi corazón se empequeñecía por un momento, pero al posar mis ojos sobre su figura, no pude dejar de observarla. Hablaba con un conejo overo que, parado en sus dos patas le observaba de la misma forma que yo. De morir por causa de ese arco, probablemente ambos lo haríamos sin arrepentimientos. Estaba acostumbrado a estar entre las mujeres de mi raza. Es más, había sido horrible criarme entre ellas. Pero este era un sentimiento distinto. Una confraternidad que no había sentido antes entre mis familiares. Era como si la misma luna hubiese bajado del cielo para tomar la forma de una de nuestras féminas. Tan blanca… tan pura.
Y yo tan oscuro y tétrico. Di un par de pasos hacia atrás, como si estuviese viendo a los ojos a la muerte. No quería ser visto, pero mi retirada apresurada sólo volvió torpes mis movimientos, que espantaron al conejo e hicieron que tropezara con mis propias piernas para caer ruidosamente al piso. Jamás había sido tan torpe ni tampoco había pasado tanta vergüenza antes. Era capaz de llevar las vestiduras de mujer con más orgullo y porte que mis armas si en ese mismo instante desenfundara. Cubrí mi rostro y miré el suelo esperando la peor resolución.
-Lo siento, he escuchado la voz y me acerqué, pero ya me retiraba...
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
As aventuras de este “héroe” suelen verse envueltas en el acto de perderse en territorios poco explorados, por alguna razón, el espadachín se encontraba durmiendo a la sombra de un árbol, sin estar borracho para variar, cuando ese mismo sueño recurrente de su muerte en batalla lo despierta sobresaltado, y con hambre.
El joven guerrero decide salir a buscar algo que cazar, esperando que no sea otro conejo, no había comido más que carne de conejo cuando sale al bosque, por alguna razón, sus movimientos por el bosque se veían entorpecidos por el hecho de haberse despertado tan de golpe, pero poco a poco recuperaba su lucidez y destreza habitual.
De pronto se encuentra a una misteriosa estructura de piedra en un claro del bosque, y algo más misterioso aun, una elfa sentada, que parecía asustada de un pequeño conejo que la miraba fijamente, no estaba muy contento, pero carne es carne al fin y al cabo, y saco su daga para arrojarla al pobre animal y darle una muerte rápida, pero el animal saldría corriendo ante un fuerte ruido repentino de uno de los arbustos solo para ver a otro elfo flacucho tirado al piso.
El primero impulso del guerrero fue ir allí y apalear a ese condenado por espantar de esa forma a su futura comida, pero decidió tener un poco de consideración por la muchacha que estaba sentada junto a las rocas y se limitó a salir de los arbustos mientras volvía a guardar su daga –es que uno no puede cazar tranquilo en este bosque?- pregunto con tono molesto en su voz, que aunque gruesa se notaba que era de un hombre joven –mira tú que perder mi comida por culpa de un aparente crio! Me vas a tener que compensar chico!- decía al “aparente crio” puesto que con los elfos nunca se estaba seguro uno de cuantos años tenían –condenados seáis y vuestras estúpidamente largas vidas!
El joven guerrero decide salir a buscar algo que cazar, esperando que no sea otro conejo, no había comido más que carne de conejo cuando sale al bosque, por alguna razón, sus movimientos por el bosque se veían entorpecidos por el hecho de haberse despertado tan de golpe, pero poco a poco recuperaba su lucidez y destreza habitual.
De pronto se encuentra a una misteriosa estructura de piedra en un claro del bosque, y algo más misterioso aun, una elfa sentada, que parecía asustada de un pequeño conejo que la miraba fijamente, no estaba muy contento, pero carne es carne al fin y al cabo, y saco su daga para arrojarla al pobre animal y darle una muerte rápida, pero el animal saldría corriendo ante un fuerte ruido repentino de uno de los arbustos solo para ver a otro elfo flacucho tirado al piso.
El primero impulso del guerrero fue ir allí y apalear a ese condenado por espantar de esa forma a su futura comida, pero decidió tener un poco de consideración por la muchacha que estaba sentada junto a las rocas y se limitó a salir de los arbustos mientras volvía a guardar su daga –es que uno no puede cazar tranquilo en este bosque?- pregunto con tono molesto en su voz, que aunque gruesa se notaba que era de un hombre joven –mira tú que perder mi comida por culpa de un aparente crio! Me vas a tener que compensar chico!- decía al “aparente crio” puesto que con los elfos nunca se estaba seguro uno de cuantos años tenían –condenados seáis y vuestras estúpidamente largas vidas!
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
El conejo se encontraba observándome sobre sus 2 patitas, por un momento tuve ganas de tocarlo y disculparme por haber actuado de manera agresiva contra él, después de todo mi madre me había dicho en cierta ocasión que todas las criaturas merecen respeto, se tratase de un árbol o un pequeño conejo blanco.
Solté entonces el arco y comencé a estirar el brazo lentamente con el objetivo de acariciarlo, pero cuando me encontraba a solo un par de centímetros el pobre corrió despavorido en dirección opuesta asustado por el sonido que había producido un joven, el cuál instantes después cayó al suelo.
Observe atentamente al chico, al parecer se trataba de un humano, aunque después de un vistazo más exhaustivo determine que debía ser un elfo al igual que yo, aunque su apariencia seria quizás lo opuesto a la mía, ya que era como si un aura misteriosa lo envolviese, quizá por lo oscuro de su cabello y la capucha que en cierta forma parecían acercarlo a la apariencia de un humano.
El joven parecía avergonzado, lo cual me pareció hasta cierto punto lindo, aunque no dejaba de ser una persona, lo cual ponía mis sentidos en alerta, llevaba un tiempo sin entablar una conversación por lo que no tenia ninguna frase en mente, lo único que se me ocurrió fue tomar mi arco y levantarme, pero cuando pensaba en decir algo escuche un ruido más e instantes después se escucho la voz de un hombre joven.
Instintivamente apunte firmemente con el arco en esa dirección, y aunque el segundo hombre sonaba molesto, su lenguaje corporal denotaba más bien venir en son de paz.
El segundo joven tenia apariencia de guerrero y sin duda alguna humano, lo cual me resulto un poco incomodo, ya que nunca antes había interactuado con uno.
Sin duda alguna podía decir que era uno de los momentos más incómodos que había tenido que enfrentar en mucho tiempo, sentía como si mi garganta estuviese cerrada y no pudiera pronunciar palabra alguna, aunque de haber podido lo cierto es que no tenia palabras para dirigir en ese preciso momento.
Yo solo estaba buscando tomar un pequeño descanso y de pronto me encontraba entre dos hombres a los cuales no sabia como dirigirme. De haber tenido fuerzas quizá hubiese corrido lejos de la embarazosa situación, pero al no ser así decidí que lo mejor era enfrentarla con buena cara.
Ho... hola- Dije tímidamente, realmente no sabia que decir, quizás hubiese sido mejor quedarme calla y observar como procedía todo, quizás ellos se marcharían en cualquier momento, aunque en cierta forma podía ser conveniente -¿De casualidad alguno de ustedes tendrá un poco de alimento de sobra?- Pregunte mientras sentí como todo mi rostro se tornaba carmesí, sin duda alguna había sido un terrible error preguntar algo así a un par de completos desconocidos, más aún si no había dejado de apuntar con una flecha a uno de ellos.
Solté entonces el arco y comencé a estirar el brazo lentamente con el objetivo de acariciarlo, pero cuando me encontraba a solo un par de centímetros el pobre corrió despavorido en dirección opuesta asustado por el sonido que había producido un joven, el cuál instantes después cayó al suelo.
Observe atentamente al chico, al parecer se trataba de un humano, aunque después de un vistazo más exhaustivo determine que debía ser un elfo al igual que yo, aunque su apariencia seria quizás lo opuesto a la mía, ya que era como si un aura misteriosa lo envolviese, quizá por lo oscuro de su cabello y la capucha que en cierta forma parecían acercarlo a la apariencia de un humano.
El joven parecía avergonzado, lo cual me pareció hasta cierto punto lindo, aunque no dejaba de ser una persona, lo cual ponía mis sentidos en alerta, llevaba un tiempo sin entablar una conversación por lo que no tenia ninguna frase en mente, lo único que se me ocurrió fue tomar mi arco y levantarme, pero cuando pensaba en decir algo escuche un ruido más e instantes después se escucho la voz de un hombre joven.
Instintivamente apunte firmemente con el arco en esa dirección, y aunque el segundo hombre sonaba molesto, su lenguaje corporal denotaba más bien venir en son de paz.
El segundo joven tenia apariencia de guerrero y sin duda alguna humano, lo cual me resulto un poco incomodo, ya que nunca antes había interactuado con uno.
Sin duda alguna podía decir que era uno de los momentos más incómodos que había tenido que enfrentar en mucho tiempo, sentía como si mi garganta estuviese cerrada y no pudiera pronunciar palabra alguna, aunque de haber podido lo cierto es que no tenia palabras para dirigir en ese preciso momento.
Yo solo estaba buscando tomar un pequeño descanso y de pronto me encontraba entre dos hombres a los cuales no sabia como dirigirme. De haber tenido fuerzas quizá hubiese corrido lejos de la embarazosa situación, pero al no ser así decidí que lo mejor era enfrentarla con buena cara.
Ho... hola- Dije tímidamente, realmente no sabia que decir, quizás hubiese sido mejor quedarme calla y observar como procedía todo, quizás ellos se marcharían en cualquier momento, aunque en cierta forma podía ser conveniente -¿De casualidad alguno de ustedes tendrá un poco de alimento de sobra?- Pregunte mientras sentí como todo mi rostro se tornaba carmesí, sin duda alguna había sido un terrible error preguntar algo así a un par de completos desconocidos, más aún si no había dejado de apuntar con una flecha a uno de ellos.
Lullaby
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Me resultó imposible averiguar qué pasaba por la mente de la elfa, la curiosidad terminó por ganarme y me puse a tiempo en pie para presenciar la entrada de lo que parecía un guerrero. Me coloqué instintivamente cerca de la joven, tantas armas… instrumentos nocivos de la muerte a manos de un corpulento desconocido que potencialmente querría comernos ¿Era eso lo de compensar o se refería al “otro comer”? Los humanos eran muy difíciles de comprender, sobre todo cuando iban por ahí tan embutidos en medios de defensa y ataques que apenas si se le podían ver los ojos y el pelo. Al menos tenía el pelo limpio para el común de la gente como él. Mis labios permanecieron sellados por mucho tiempo, más del que acostumbraba. En una situación normal, probablemente hubiese ignorado aquella altanería con la que se refirió a nuestra bien merecida longevidad, pero viendo su actitud comenzaba a suponer que era el tipo de humano que prefería satisfacer todas sus necesidades, sin apreciar los medios por lo que lo hacía.
Si mis hermanas hubiesen presenciado tal desarrollo de los hechos, probablemente ya estuviese colgado de las piernas en la rama más alta de los árboles cercanos. Ahora creía comenzar a entender un poco mejor los beneficios de actuar en aquél modo. Miré de reojo a la joven, era como mirar la luz de la luna, tan suave y clara, que no sabía si estaba pálida, si guardaba silencio por recato, vergüenza o temor. ¿Es que acaso ese bárbaro no sabía cómo tratar a una dama?. Me llevé una mano al cuello y lo hice sonar, tenía que calmarme. Estaba en ese momento haciendo juicios apresuradamente, tal vez ella era una guerrera hábil con su arco… o alguna otra arma. Si… eso debía ser… traté de convencerme y no hacer el papel de tonto. Me comportaría como el elfo educado que era. La resolución se estaba construyendo.
Pensaba responderle apropiadamente al recién llegado, pero el tintín conocido de la dama me silenció unos momentos más. ¿Comida?. Dejé escapar el aire, sentía que la decisión que había tomado se derretía como una gota de rocío. Di un paso adelante, sacando pecho y levantando los ojos para cubrir la escasa diferencia entre nuestras alturas. Escupí al suelo en un gesto bastante impropio en mí -Como parece que nuestro visitante parece haber perdido su comida- respondí incapaz de mirar algo más que los ojos avellana del hombre, claramente implicando que era su propio problema no ser lo suficientemente rápido con el arco -supongo que la comida empaquetada de mi viaje tendrá que bastar- me había vuelto hacia la chica, ahora bajando un poco la mirada para apreciar el topaz de sus ojos. En realidad no era sólo un poco de comida, Eide venía cargado de alimentos que había adquirido en un pequeño pueblo a más de un día de distancia.
-¡Eide!- llamé y me di media vuelta para mirar al humano impertinente. -Tú también estás invitado, claro, si no te importa comer la comida de un condenado a vivir una estúpidamente larga vidaoloquesea- era mi forma más caballerosa de recordarle que estaba tratando con dos elfos en sus tierras. Para entonces, el alce se había acercado donde nos encontrábamos, por lo que continué con el plan inicial de quitarle los arreos y montura, con la adición de vaciar una de las alforjas para presentarle su contenido a los presentes. Me aparté de ellos por un par de minutos, aunque no dejaba de echarles un ojo por si algo se salía de control.
-Tarta de frutos silvestres, Macedonia del Norte, pato silvestre caramelizado y ensalada élfica- los iba enumerando mientras salían a la luz. -Es bueno tener compañía, creí que mi viaje no sería lo suficientemente largo como para acabar todo esto yo solo- tenía que admitir que si el grandote se sumaba, podría deshacerme de gran parte de la carga que representaba tanta comida.
Si mis hermanas hubiesen presenciado tal desarrollo de los hechos, probablemente ya estuviese colgado de las piernas en la rama más alta de los árboles cercanos. Ahora creía comenzar a entender un poco mejor los beneficios de actuar en aquél modo. Miré de reojo a la joven, era como mirar la luz de la luna, tan suave y clara, que no sabía si estaba pálida, si guardaba silencio por recato, vergüenza o temor. ¿Es que acaso ese bárbaro no sabía cómo tratar a una dama?. Me llevé una mano al cuello y lo hice sonar, tenía que calmarme. Estaba en ese momento haciendo juicios apresuradamente, tal vez ella era una guerrera hábil con su arco… o alguna otra arma. Si… eso debía ser… traté de convencerme y no hacer el papel de tonto. Me comportaría como el elfo educado que era. La resolución se estaba construyendo.
Pensaba responderle apropiadamente al recién llegado, pero el tintín conocido de la dama me silenció unos momentos más. ¿Comida?. Dejé escapar el aire, sentía que la decisión que había tomado se derretía como una gota de rocío. Di un paso adelante, sacando pecho y levantando los ojos para cubrir la escasa diferencia entre nuestras alturas. Escupí al suelo en un gesto bastante impropio en mí -Como parece que nuestro visitante parece haber perdido su comida- respondí incapaz de mirar algo más que los ojos avellana del hombre, claramente implicando que era su propio problema no ser lo suficientemente rápido con el arco -supongo que la comida empaquetada de mi viaje tendrá que bastar- me había vuelto hacia la chica, ahora bajando un poco la mirada para apreciar el topaz de sus ojos. En realidad no era sólo un poco de comida, Eide venía cargado de alimentos que había adquirido en un pequeño pueblo a más de un día de distancia.
-¡Eide!- llamé y me di media vuelta para mirar al humano impertinente. -Tú también estás invitado, claro, si no te importa comer la comida de un condenado a vivir una estúpidamente larga vidaoloquesea- era mi forma más caballerosa de recordarle que estaba tratando con dos elfos en sus tierras. Para entonces, el alce se había acercado donde nos encontrábamos, por lo que continué con el plan inicial de quitarle los arreos y montura, con la adición de vaciar una de las alforjas para presentarle su contenido a los presentes. Me aparté de ellos por un par de minutos, aunque no dejaba de echarles un ojo por si algo se salía de control.
-Tarta de frutos silvestres, Macedonia del Norte, pato silvestre caramelizado y ensalada élfica- los iba enumerando mientras salían a la luz. -Es bueno tener compañía, creí que mi viaje no sería lo suficientemente largo como para acabar todo esto yo solo- tenía que admitir que si el grandote se sumaba, podría deshacerme de gran parte de la carga que representaba tanta comida.
Off: Klinge, nada en especial contra tu pj xD solo quería dar un poco de juego con la testosterona suelta, pero si no te gusta el lado que tomé, dimelo ^^
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
La faz del guerrero cambio de mal humor a interés al ver como la elfa pregunto por comida asi de fácil, y de interés a sorpresa al ver lo fácil que el otro elfo compartía su comida la cual, para gusto del mercenario, era abundante y variada por lo que soltó una buena carcajada y saco de su bolsa de viaje una botella grande y gorda casi llena de vino –una buena comida no puede ir sin acompañamiento de una bebida de igual calidad- dijo al ofrecer la botella al elfo –una pequeña recompensa extra que me gane en un trabajo, es vino del bueno!- dijo con un amplia sonrisa en el rostro.
Parecía que la vista de la comida era suficiente para calmar la furia de esta bestia, ahora ya no tenía la pinta de alguien capaz de matar, violar o incluso, recurrir al canibalismo con tal de conseguir comida, no que fuera alguien capaz de tanto en primer lugar, pero bueno, él ha sido siempre capaz de dar malas impresiones… a quien engaño? Es mejor en eso que en usar su espada.
Por cierto…- dijo el mercenario de repente –me llamo Klinge, cuáles son sus nombres?- dar el nombre a alguien que te ofrecía comida era lo menos que se podía hacer en una ocasión así, sobre todo si la compartían sin pedir nada a cambio, de pronto la dio una ojeada a la muchacha pálida que parecía tener un sapo en la garganta, se le acercó un poco y le ofreció a ella también la botella de vino como gesto de paz –no pareces de las personas acostumbradas a lidiar con la gente o sí?- pregunto tan sutil como siempre, pero daba a entender que era muy capaz de entender a las personas por como actuaban, el otro elfo parecía que a ratos se asustaba de la presencia de la muchacha como si se hubiese enamorado a primera vista de ella, un dúo raro, sin duda, pero Klinge estaba acostumbrado a tratar con esa gente.
Parecía que la vista de la comida era suficiente para calmar la furia de esta bestia, ahora ya no tenía la pinta de alguien capaz de matar, violar o incluso, recurrir al canibalismo con tal de conseguir comida, no que fuera alguien capaz de tanto en primer lugar, pero bueno, él ha sido siempre capaz de dar malas impresiones… a quien engaño? Es mejor en eso que en usar su espada.
Por cierto…- dijo el mercenario de repente –me llamo Klinge, cuáles son sus nombres?- dar el nombre a alguien que te ofrecía comida era lo menos que se podía hacer en una ocasión así, sobre todo si la compartían sin pedir nada a cambio, de pronto la dio una ojeada a la muchacha pálida que parecía tener un sapo en la garganta, se le acercó un poco y le ofreció a ella también la botella de vino como gesto de paz –no pareces de las personas acostumbradas a lidiar con la gente o sí?- pregunto tan sutil como siempre, pero daba a entender que era muy capaz de entender a las personas por como actuaban, el otro elfo parecía que a ratos se asustaba de la presencia de la muchacha como si se hubiese enamorado a primera vista de ella, un dúo raro, sin duda, pero Klinge estaba acostumbrado a tratar con esa gente.
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
No se decir exactamente que reacción esperaba de el par de jóvenes después de una pregunta como esa, pero si algo estaba claro era que sin duda lo que sea que hubiese pasado había sido el mejor de los escenarios, aunque no me dejaba del todo cómoda.
Cuando era más pequeña recuerdo que mi hermano tenia una amiga muy linda, no recuerdo bien su nombre pero la recuerdo a ella, era linda pero fuerte. Ella y mi hermano solían jugar y lo cierto es que daba la impresión de que se gustaban mutuamente, o al menos eso era lo que decía mi madre al verlos, cosa que a mi me resultaba extraño por que no decía eso cuando jugaba con algún otro de sus amigos. Al preguntarle a que se refería con "gustar" ella me explico que a veces las relaciones entre personas de distinto género pueden ser diferentes a la amistad y que en ocasiones una mujer puede sentir cosas especiales por un hombre y viceversa, y por esa razón a veces era diferente tener amigos del mismo género que tener amigos que fueran del género contrario.
Sinceramente nunca llegue a comprender todo eso, pero siempre me pregunte como seria la convivencia con hombres que no fueran parte de mi familia, aunque quizás hubiese sido más sencillo tener que lidiar con un solo hombre en lugar de 2 al mismo tiempo, a decir verdad hubiese sido menos extraño y mucho más cómodo, pero bueno, no es que pudiese modificar una situación que ya se había dado y lamentarme tampoco era la solución.
Aun si no me sentía confiada o relajada, decidí bajar un poco la guardia y el arco. El elfo fue el primero en animar las cosas y dio un paso adelante como si se tratara de algún asunto oficial, aunque si había seriedad en sus acciones lo cierto es que el escupitajo en el suelo acabo con ello, y aun más el torrente de palabras y nombres de cosas que aunque me sonaban, parecían casi incomprensibles. El chico parecía dulce y amable y sin duda tan nervioso como yo, en cierta forma resultaba casi cómica toda la energía que mostraba, aunque igual no daba una mala impresión y a decir verdad su alce acompañante era tierno por lo que pensé por un momento que quizás las cosas podrían salir bastante bien por ese lado.
El humano sin embargo más que jovial daba una impresión de confianza en si mismo que nunca antes había visto, aunque no por eso resultaba menos amigable, más aun cuando sumo su bebida a la comida.
Lullaby, ese es mi nombre- Dije en voz baja mientras me sentaba en el suelo nuevamente. Ni por un momento había dejado de estar cansada, e igualmente me era más cómodo comer de esa manera, aunque no sabia si estaba bien tomar algo, por lo que me quede sentada a una distancia "cercana" de ellos y la comida, pero lo suficientemente lejos como para evitar el contacto constante. Quizá era ridículo tener tal educación, pero nunca olvidaba que era un poco rudo tomar alimento de otros sin que este comiese el primer bocado o lo tendiera hacia mi.
Nuevamente y al igual que cuando pregunto nuestros nombres, el humano que respondía al nombre de Klinge me tomo con la guardia baja con una pregunta directa, tanto que me pregunte si era tan obvia mi falta de contacto con otros, y puesto que no supe que contestar me limite a voltear a otro lado tratando de evitar que se notase lo ruborizado de mi rostro. -No muchas gracias- Rechace cortésmente la invitación que me extendió para tomar vino, lo cierto era que yo nunca había consumido alcohol y no es que la idea me emocionara especialmente. Solamente había visto a mi padre beber licor en una ocasión y aunque parecía feliz no es que pareciera especialmente atento a las cosas a su alrededor, y en un lugar como aquel y con un par de perfectos desconocidos, lo que menos necesitaba era embriagarme y bajar la guardia hasta ese extremo.
Cuando era más pequeña recuerdo que mi hermano tenia una amiga muy linda, no recuerdo bien su nombre pero la recuerdo a ella, era linda pero fuerte. Ella y mi hermano solían jugar y lo cierto es que daba la impresión de que se gustaban mutuamente, o al menos eso era lo que decía mi madre al verlos, cosa que a mi me resultaba extraño por que no decía eso cuando jugaba con algún otro de sus amigos. Al preguntarle a que se refería con "gustar" ella me explico que a veces las relaciones entre personas de distinto género pueden ser diferentes a la amistad y que en ocasiones una mujer puede sentir cosas especiales por un hombre y viceversa, y por esa razón a veces era diferente tener amigos del mismo género que tener amigos que fueran del género contrario.
Sinceramente nunca llegue a comprender todo eso, pero siempre me pregunte como seria la convivencia con hombres que no fueran parte de mi familia, aunque quizás hubiese sido más sencillo tener que lidiar con un solo hombre en lugar de 2 al mismo tiempo, a decir verdad hubiese sido menos extraño y mucho más cómodo, pero bueno, no es que pudiese modificar una situación que ya se había dado y lamentarme tampoco era la solución.
Aun si no me sentía confiada o relajada, decidí bajar un poco la guardia y el arco. El elfo fue el primero en animar las cosas y dio un paso adelante como si se tratara de algún asunto oficial, aunque si había seriedad en sus acciones lo cierto es que el escupitajo en el suelo acabo con ello, y aun más el torrente de palabras y nombres de cosas que aunque me sonaban, parecían casi incomprensibles. El chico parecía dulce y amable y sin duda tan nervioso como yo, en cierta forma resultaba casi cómica toda la energía que mostraba, aunque igual no daba una mala impresión y a decir verdad su alce acompañante era tierno por lo que pensé por un momento que quizás las cosas podrían salir bastante bien por ese lado.
El humano sin embargo más que jovial daba una impresión de confianza en si mismo que nunca antes había visto, aunque no por eso resultaba menos amigable, más aun cuando sumo su bebida a la comida.
Lullaby, ese es mi nombre- Dije en voz baja mientras me sentaba en el suelo nuevamente. Ni por un momento había dejado de estar cansada, e igualmente me era más cómodo comer de esa manera, aunque no sabia si estaba bien tomar algo, por lo que me quede sentada a una distancia "cercana" de ellos y la comida, pero lo suficientemente lejos como para evitar el contacto constante. Quizá era ridículo tener tal educación, pero nunca olvidaba que era un poco rudo tomar alimento de otros sin que este comiese el primer bocado o lo tendiera hacia mi.
Nuevamente y al igual que cuando pregunto nuestros nombres, el humano que respondía al nombre de Klinge me tomo con la guardia baja con una pregunta directa, tanto que me pregunte si era tan obvia mi falta de contacto con otros, y puesto que no supe que contestar me limite a voltear a otro lado tratando de evitar que se notase lo ruborizado de mi rostro. -No muchas gracias- Rechace cortésmente la invitación que me extendió para tomar vino, lo cierto era que yo nunca había consumido alcohol y no es que la idea me emocionara especialmente. Solamente había visto a mi padre beber licor en una ocasión y aunque parecía feliz no es que pareciera especialmente atento a las cosas a su alrededor, y en un lugar como aquel y con un par de perfectos desconocidos, lo que menos necesitaba era embriagarme y bajar la guardia hasta ese extremo.
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
El humor del humano parecía mejorar a medida que la comida aparecía ante sus ojos, el chico era simple, más simple que muchos animales. La parte buena de todo aquello era que la resequedad de la que había sido presa mi garganta, se iría como si hubiese sido un mal sueño. Tomé la botella que me ofrecía el que dijo llamarse Klinge y asentí una vez en señal de paz. -Eso lo veremos- respondí cuando él dijo que era del bueno, en realidad no me importaba mucho, solamente bromeaba con el joven. Hacía bastante ya que no tomaba nada con alcohol, por lo que al quitar el corcho cerré los ojos y recibí el golpe olfativo con una sonrisa amplia.
-Klinge, le diste tu botella al elfo equivocado- sonreí y le pegué un buen sorbo a su salud -Willow, pero Will es aceptable entre camaradas- agregué devolviéndole momentáneamente el alcohol. Sus efectos aún permanecían sobre mi lengua. Era en efecto, un buen vino. Vi como se acercaba a la elfa y también le ofrecía de beber. “No no, eso está mal. No puedes ofrecerle la botella sin más” ¿Pero en dónde se había criado ese mocoso? La juventud humana de esta generación tenía mucho que aprender. Suspiré, ahora que sabía que no representaba una amenaza para nosotros no me incomodaba –mucho- que se acercase a ella. Aún era un poco inquietante que una mole armada se acercase así a alguien tan delicado. Nuestras mujeres siempre habían parecido muy frágiles, pero era eso sólo una apariencia, una apariencia para engañar a los hombres y así hacerles sufrir… sí. Un temblor bajó por mis brazos hasta las manos cuando recordé a mis hermanas.
Pero Lullaby no parecía sólo ser la fachada de la fragilidad, su voz, su figura, la forma en la que se comportaba, todo era distinto. Era como un pequeño [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] impedido de volar, obligado a estar en ese lugar, entre nosotros. En verdad no quería ponerme en su lugar, tal vez estaba abrumada. ¿Acercarme y preguntar si se sentía bien? No. Tal vez realmente no se sentía bien y decidía hacer conmigo del blanco de sus flechas. Fingí no prestarle más atención que a Klinge, quién se había hecho el amo y señor de la mesa. Le miré y negué con la cabeza animado; en él había material para no aburrirse. Dado que la joven decidió esperar para hacer los honores, tomé una pata del pato y comencé el pequeño festín. - No se puede negar que los humanos pueden hacer igual de buena la comida élfica como nosotros mismos- adelanté, intentando instar indirectamente al par a que se sirviese.
-¿Y qué hace un guerrero por estos lares? ¿Se aproxima una guerra?- pregunté. Sabía que algunos humanos tendían a ir así de armados, pero mi curiosidad sólo parecía crecer a medida que pasaban los años. Aguardé su respuesta en silencio, observando a la hija de la luna, su semblante no parecía mejorar. -¿Y tú qué opinas Lullaby?- quería arrancarle alguna palabra, pero no quería atreverme a más, aún tenía cierto recelo. -Por mi parte, soy un viajero cansado, igual que mi alce. Probablemente no le importe compartir su calor con una elfa después de tanto tiempo en el camino- sonreí de lado -Puede llegar a ser cómodo- ofrecí, atacando la tarta de frutos silvestres. -Aunque las runas sean un lugar pacífico, me gustaría hacer la primer ronda- traducción: no interrumpiré tu sueño y te protegeré de posibles pervertidos.
-Klinge, le diste tu botella al elfo equivocado- sonreí y le pegué un buen sorbo a su salud -Willow, pero Will es aceptable entre camaradas- agregué devolviéndole momentáneamente el alcohol. Sus efectos aún permanecían sobre mi lengua. Era en efecto, un buen vino. Vi como se acercaba a la elfa y también le ofrecía de beber. “No no, eso está mal. No puedes ofrecerle la botella sin más” ¿Pero en dónde se había criado ese mocoso? La juventud humana de esta generación tenía mucho que aprender. Suspiré, ahora que sabía que no representaba una amenaza para nosotros no me incomodaba –mucho- que se acercase a ella. Aún era un poco inquietante que una mole armada se acercase así a alguien tan delicado. Nuestras mujeres siempre habían parecido muy frágiles, pero era eso sólo una apariencia, una apariencia para engañar a los hombres y así hacerles sufrir… sí. Un temblor bajó por mis brazos hasta las manos cuando recordé a mis hermanas.
Pero Lullaby no parecía sólo ser la fachada de la fragilidad, su voz, su figura, la forma en la que se comportaba, todo era distinto. Era como un pequeño [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] impedido de volar, obligado a estar en ese lugar, entre nosotros. En verdad no quería ponerme en su lugar, tal vez estaba abrumada. ¿Acercarme y preguntar si se sentía bien? No. Tal vez realmente no se sentía bien y decidía hacer conmigo del blanco de sus flechas. Fingí no prestarle más atención que a Klinge, quién se había hecho el amo y señor de la mesa. Le miré y negué con la cabeza animado; en él había material para no aburrirse. Dado que la joven decidió esperar para hacer los honores, tomé una pata del pato y comencé el pequeño festín. - No se puede negar que los humanos pueden hacer igual de buena la comida élfica como nosotros mismos- adelanté, intentando instar indirectamente al par a que se sirviese.
-¿Y qué hace un guerrero por estos lares? ¿Se aproxima una guerra?- pregunté. Sabía que algunos humanos tendían a ir así de armados, pero mi curiosidad sólo parecía crecer a medida que pasaban los años. Aguardé su respuesta en silencio, observando a la hija de la luna, su semblante no parecía mejorar. -¿Y tú qué opinas Lullaby?- quería arrancarle alguna palabra, pero no quería atreverme a más, aún tenía cierto recelo. -Por mi parte, soy un viajero cansado, igual que mi alce. Probablemente no le importe compartir su calor con una elfa después de tanto tiempo en el camino- sonreí de lado -Puede llegar a ser cómodo- ofrecí, atacando la tarta de frutos silvestres. -Aunque las runas sean un lugar pacífico, me gustaría hacer la primer ronda- traducción: no interrumpiré tu sueño y te protegeré de posibles pervertidos.
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Cocina elfica, humana o de los brujos, la comida mientras sea buena era toda igual para el guerrero quien, ya estaba comiendo parte del pato arrancando grandes bocados a mordiscos de una pata como de costumbre, aunque, en esta ocasión comía con más calma, tratando de moderarse y no dejar a sus dos acompañantes, cuando el elfo que ahora respondían al nombre de Willow le pregunto cuál sería el negocio de un mercenario en esas tierras, el joven espero a tragar el bocado que aún tenía en la boca para responderle –por el contrario estas tierras son pacíficas, ya tuve suficiente trabajo por un tiempo y quiero descansar.- dijo antes de tomarse otro sorbo de vino, lo cierto es que el guerrero había disfrutado de mucha acción últimamente, y se decidió a un descanso.
Los elfos no eran un pueblo conocido por su agresividad y el espadachín nunca se dio el “lujo” de pasearse por sus bosques y la única interacción que tuvo con uno de su especie fue compartir un trabajo mal pagado con dos de ellos que resultaron una compañía poco apetecible y darle una golpiza a uno más joven para poder encubrir su romance con una campesina humana, no sabía mucho de ellos y la impresión que tenia de esta raza hasta la fecha era de gente soñadora desconectada de la realidad del mundo y muy inocente, incluso con sus muchas décadas de vida, los elfos que conoció le parecieron a su criterio muy, infantiles, por más diestros que fueran, o clamasen ser con las armas Klinge los veía incapaces de recorrer el sendero del guerrero, el auténtico camino del que dedica su vida al uso de la espada y no esa fantasía romántica de honor y virtud que los ignorantes se forzaban a creer, un camino de sangre, muerte y acero que nadie tan compasivo como un orejas puntiagudas podía recorrer.
El espadachín estaba muy concentrado en su comida como para ponerse a filosofar tanto y lo cierto es, que quería escuchar que tenían que decir sus dos compañeros temporales, a los que hecho otra mirada para verlos mejor, el espadachín levanto una ceja al ver como Will se ofrecía para custodiar a la doncella mientras dormía, parecía un mal intento de coqueteo, el espadachín soltó una carcajada –que va a hacer un flacucho como tú, armado solo con un arco viejo comido por la humedad a punto de partirse si unos bandidos llegan y deciden divertirse con un par de elfos incautos?- dijo despectivamente mientras desenganchaba una de sus espadas de su cinturón y se la enseñaba como si fuera un trofeo –los arcos son solo para fastidiar, si quieres un arma de verdad consíguete algo como esta.- ya parecía que el vino le empezó a afectar por la forma en la que hablaba, no era alguien que podía soportar mucho alcohol.
Los elfos no eran un pueblo conocido por su agresividad y el espadachín nunca se dio el “lujo” de pasearse por sus bosques y la única interacción que tuvo con uno de su especie fue compartir un trabajo mal pagado con dos de ellos que resultaron una compañía poco apetecible y darle una golpiza a uno más joven para poder encubrir su romance con una campesina humana, no sabía mucho de ellos y la impresión que tenia de esta raza hasta la fecha era de gente soñadora desconectada de la realidad del mundo y muy inocente, incluso con sus muchas décadas de vida, los elfos que conoció le parecieron a su criterio muy, infantiles, por más diestros que fueran, o clamasen ser con las armas Klinge los veía incapaces de recorrer el sendero del guerrero, el auténtico camino del que dedica su vida al uso de la espada y no esa fantasía romántica de honor y virtud que los ignorantes se forzaban a creer, un camino de sangre, muerte y acero que nadie tan compasivo como un orejas puntiagudas podía recorrer.
El espadachín estaba muy concentrado en su comida como para ponerse a filosofar tanto y lo cierto es, que quería escuchar que tenían que decir sus dos compañeros temporales, a los que hecho otra mirada para verlos mejor, el espadachín levanto una ceja al ver como Will se ofrecía para custodiar a la doncella mientras dormía, parecía un mal intento de coqueteo, el espadachín soltó una carcajada –que va a hacer un flacucho como tú, armado solo con un arco viejo comido por la humedad a punto de partirse si unos bandidos llegan y deciden divertirse con un par de elfos incautos?- dijo despectivamente mientras desenganchaba una de sus espadas de su cinturón y se la enseñaba como si fuera un trofeo –los arcos son solo para fastidiar, si quieres un arma de verdad consíguete algo como esta.- ya parecía que el vino le empezó a afectar por la forma en la que hablaba, no era alguien que podía soportar mucho alcohol.
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Cuando todos comenzaron a comer me acerque un poco más y tome una pieza de la tarta, los frutos silvestres siempre me habían apetecido, aunque con el hambre que cargaba, incluso hubiese comido un trozo de pan rancio con la misma emoción, por lo que proseguí con la misma emoción con un poco de la ensalada. Trate de mantener el recato y no llenar mi boca de comida, pero a a medida que mi paladar degustaba el delicioso manjar se volvía una tarea más titánica, sin embargo me contuve, de haber estado ahí, mi madre me recordaría mis modales y la necesidad imperiosa de masticar bien los alimentos puesto que yo siempre había tenido una gran facilidad para atragantarme hasta con mi propia saliva.
Los hombres hablaban de cosas de hombres, batallas y vino. Trate de mantenerme entretenida con otra cosa así que pasee la vista por los alrededores y encontré nuevamente al conejo, era un lindo conejo, bueno, estaba casi segura de que era el mismo conejo. No es que estuviese precisamente aburrida con la situación, pero no sabia de que podría hablar con un par de chicos así que preferí ignorarlos por un momento y concentrarme en el paisaje y la deliciosa comida, al menos eso me daría un poco de tranquilidad y borraría la incomodidad.
Cuando mi padre y mi hermano se iban durante semanas yo me preguntaba que clase de cosas harían, seguramente seria más que solo entrenar, quizás seria justo como la situación en la que estaba, un par de hombres conviviendo, lo cual me recordó mi deseo de antaño de compartir esos momentos con ellos. Con aquel pensamiento en mente decidí que quizás no estaría mal estar un poco más atenta y disfrutar de las pequeñas ocasiones que tenia para conversar con alguien más que conmigo misma, después de todo solo estaba tomando un pequeño descanso.
Pesé a mi pensamiento, ignore la pregunta de Willow, la verdad no sabia a que se refería, no le había estado prestando atención, pero las palabras que le siguieron fueron en cambio un poco extrañas. Siempre me había considerado un poco inocente en los temas románticos, pero incluso para mi fue un poco extraño aquel ofrecimiento, como si el joven se preocupase por mi persona. -No creo que sea necesario turnar guardias, creo que cada uno sabe defenderse a si mismo- Espete sin pensar demasiado, lo cierto es que no estaba confiada de descansar cerca de otros y al menos desde mi punto de vista no es que ellos necesitaran protección, si quisiesen dormir lo harían y si no pues ya se las arreglarían. No era precisamente una damisela en apuros, y aunque tampoco era tan buena en pelea, estaba confiada del territorio y no creía necesitar protección alguna, después de todo había decidido aprender a ser una guerrera y parte de ello era poder defenderme por mi cuenta.
El comentario de Klinge por otro lado era un tanto despectivo, pero no podía decir que no tuviese razón, aunque lo cierto es que las posibilidades de enfrentarnos a algún peligro eran muy bajas, al menos en un lugar tan comúnmente solitario y pacifico.
Los hombres hablaban de cosas de hombres, batallas y vino. Trate de mantenerme entretenida con otra cosa así que pasee la vista por los alrededores y encontré nuevamente al conejo, era un lindo conejo, bueno, estaba casi segura de que era el mismo conejo. No es que estuviese precisamente aburrida con la situación, pero no sabia de que podría hablar con un par de chicos así que preferí ignorarlos por un momento y concentrarme en el paisaje y la deliciosa comida, al menos eso me daría un poco de tranquilidad y borraría la incomodidad.
Cuando mi padre y mi hermano se iban durante semanas yo me preguntaba que clase de cosas harían, seguramente seria más que solo entrenar, quizás seria justo como la situación en la que estaba, un par de hombres conviviendo, lo cual me recordó mi deseo de antaño de compartir esos momentos con ellos. Con aquel pensamiento en mente decidí que quizás no estaría mal estar un poco más atenta y disfrutar de las pequeñas ocasiones que tenia para conversar con alguien más que conmigo misma, después de todo solo estaba tomando un pequeño descanso.
Pesé a mi pensamiento, ignore la pregunta de Willow, la verdad no sabia a que se refería, no le había estado prestando atención, pero las palabras que le siguieron fueron en cambio un poco extrañas. Siempre me había considerado un poco inocente en los temas románticos, pero incluso para mi fue un poco extraño aquel ofrecimiento, como si el joven se preocupase por mi persona. -No creo que sea necesario turnar guardias, creo que cada uno sabe defenderse a si mismo- Espete sin pensar demasiado, lo cierto es que no estaba confiada de descansar cerca de otros y al menos desde mi punto de vista no es que ellos necesitaran protección, si quisiesen dormir lo harían y si no pues ya se las arreglarían. No era precisamente una damisela en apuros, y aunque tampoco era tan buena en pelea, estaba confiada del territorio y no creía necesitar protección alguna, después de todo había decidido aprender a ser una guerrera y parte de ello era poder defenderme por mi cuenta.
El comentario de Klinge por otro lado era un tanto despectivo, pero no podía decir que no tuviese razón, aunque lo cierto es que las posibilidades de enfrentarnos a algún peligro eran muy bajas, al menos en un lugar tan comúnmente solitario y pacifico.
Lullaby
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
La piel de mi espalda se erizó cuando escuché la voz gélida de la elfa. “Que así sea” pensé restándole importancia al asunto, tendría más calor de alce para mí solo. Un buen trato para el cuerpo de cualquier viajero. “Mujeres…”. -Como mejor le parezca- respondí cortésmente, volviéndome a Klinge, a quién le había hecho un poco de negligencia entre lo que me había respondido, las malas vibras de la fémina y la buena comida. Me hice de la botella y tomé un par de tragos más. Con el humor un poco mejorado me volví al humano y le sonreí como si fuese una mujer fácil.
Puse una mano sobre la tierra, elevé unas plegarias en nuestra lengua materna, agregando para que todos oyesen -Escucha mi llamado, responde a mis plegarias servidor de Imbar- la arcilla comenzó a elevarse respondiendo a mi petición, adquiriendo lentamente la forma de una bestia. -Aún no tengo bien definida la forma de mi guardián, por ahora será esta- aclaré, haciéndome a un lado para que el guerrero fuera visible. Una vez moldeado, se puso a mi lado con una espada del mismo material de la que estaba hecho él.
-No te confundas humano. Hay muchos caminos del guerrero y mi arco…- hice una pausa para tomar otro trago de vino. Saqué una saeta y atravesé una hoja que caía con los juegos del viento -Puede estar viejo, pero puede llegar a ser letal- me sentía un poco más liviano, como si todas las cosas malas fuesen un chiste. -Una lástima que no sepas apreciar el potencial de los guerreros élficos- agregué señalando su pecho, como si tuviese dos corazones. Apoyé uno de mis brazos sobre su hombro -Aún eres muy joven… muy joven-
-Abrazo- le dije a mi guerrero, y no supe si estaba siendo ayudado por Klinge, por la naturaleza o mi peso, pero llegué rápidamente a los brazos de mi guardián, al que usé como asiento. -Y tú ¿qué puedes hacer?-.
Off: Forma del guardianPuse una mano sobre la tierra, elevé unas plegarias en nuestra lengua materna, agregando para que todos oyesen -Escucha mi llamado, responde a mis plegarias servidor de Imbar- la arcilla comenzó a elevarse respondiendo a mi petición, adquiriendo lentamente la forma de una bestia. -Aún no tengo bien definida la forma de mi guardián, por ahora será esta- aclaré, haciéndome a un lado para que el guerrero fuera visible. Una vez moldeado, se puso a mi lado con una espada del mismo material de la que estaba hecho él.
-No te confundas humano. Hay muchos caminos del guerrero y mi arco…- hice una pausa para tomar otro trago de vino. Saqué una saeta y atravesé una hoja que caía con los juegos del viento -Puede estar viejo, pero puede llegar a ser letal- me sentía un poco más liviano, como si todas las cosas malas fuesen un chiste. -Una lástima que no sepas apreciar el potencial de los guerreros élficos- agregué señalando su pecho, como si tuviese dos corazones. Apoyé uno de mis brazos sobre su hombro -Aún eres muy joven… muy joven-
-Abrazo- le dije a mi guerrero, y no supe si estaba siendo ayudado por Klinge, por la naturaleza o mi peso, pero llegué rápidamente a los brazos de mi guardián, al que usé como asiento. -Y tú ¿qué puedes hacer?-.
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
El espadachín se incomodó con el gesto extrañamente afeminado que le hizo el elfo al sonreírle y le respondió gruñéndole levemente mientras lo observaba, de pronto al elfo le dio por hacer uno de sus truquitos de magia y creo un enorme muñecote de arcilla con forma de… ¿hombre pescado? Armado con una espada del mismo materia.
El guerrero soltó una risa corta al ver esa cosa, un muñeco de arcilla, que ridículo, pensó, pero luego vio la destreza del elfo con el arco, a larga distancia eso no era cosa de risa, pero… -camino del guerrero? Bah!- exclamo al levantarse –es por esto que los elfos son sobrevalorados en el uso de las armas, tanto misticismo y filosofía convirtió su habilidad marcial en algo religioso- continuo mientras se estiraba un poco al tomar un par de metros de distancia de Will y su juguete –no me las entiendas, los arcos y las ballestas son temibles sin duda pero…- dijo antes de emprender una vertiginosa carrera a toda velocidad en dirección al desprevenido elfo que apenas tuvo tiempo de darse cuenta de que pasaba antes de ver como el loco mercenario pegaba un gran salto y se arrojaba sobre el con todo el peso de su cuerpo con la intención de derribarlo.
Nota: a partir de esta parte doy por sentado que Klinge acertó su ataque, debido a las normas del PvP dejo a discreción de ustedes (en especial de Willow) si seguir roleando tomando en cuenta de que lo siguiente ocurrió, o decidir si no pasaron las cosas así y seguir de otra manera.
Ya tumbado en el piso el elfo se encontró incapaz de levantarse debido a que el joven humano estaba sentado encima de él usando su ventaja en tamaño y peso para inmovilizarlo, mientras tenía el izquierdo del elfo quieto con su propia diestra, a la vez que mantenía un pie firmemente puesto sobre su brazo derecho y señalaba los ojos del elfo con los dedos índice y medio de su mano izquierda a manera de broma –a corta distancia pierden casi toda su efectividad, y dudo que un muñequito del tamaño de un infante te pueda mantener seguro mucho tiempo.- dijo con tono burlón antes de levantarse –los arqueros humanos cargan con al menos una arma decente para cortas distancias en el campo de batalla y son siempre precedidos en las formaciones por largas filas de camaradas armados con escudos lanzas y otras armas blancas para mantener lejos a los enemigos de sus combatientes de largo alcance.- el espadachín cruzo los brazos con una sonrisa de confianza en su rostro, su vida como mercenario ya le había dado mucha experiencia en combate, y su anterior vida como gladiador una fuerte base para sobrevivir a la anterior mencionada, elfos que pudiesen entrenar décadas enteras sin nunca experimentar el calor de la batalla real no lo amedrentaban –tal vez sea joven, sobre todo para tus estándares pero tengo más experiencia en combate en un año de mi vida de lo que tu abras tenido en diez!- exclamo inflándose en pecho de orgullo –he matado bandidos humanos, vampiros, luche contra hombres bestia y hombres lobo, y resulte victorioso de ambos encuentros, sobreviví a un ataque de trolls y mire a los ojos a un dragón sin siquiera pestañar…- los guerreros humanos tenían cierta tendencia a alardear de sus logros, muchos mentían por supuesto, pero en el caso de este mercenario todo era verdad, hasta cierto punto –los arcos no son malas armas, pero llevar SOLO un arco para combatir es una mala idea, búscate una buena espada, aprende a usarla y estarás bien.
El guerrero soltó una risa corta al ver esa cosa, un muñeco de arcilla, que ridículo, pensó, pero luego vio la destreza del elfo con el arco, a larga distancia eso no era cosa de risa, pero… -camino del guerrero? Bah!- exclamo al levantarse –es por esto que los elfos son sobrevalorados en el uso de las armas, tanto misticismo y filosofía convirtió su habilidad marcial en algo religioso- continuo mientras se estiraba un poco al tomar un par de metros de distancia de Will y su juguete –no me las entiendas, los arcos y las ballestas son temibles sin duda pero…- dijo antes de emprender una vertiginosa carrera a toda velocidad en dirección al desprevenido elfo que apenas tuvo tiempo de darse cuenta de que pasaba antes de ver como el loco mercenario pegaba un gran salto y se arrojaba sobre el con todo el peso de su cuerpo con la intención de derribarlo.
Nota: a partir de esta parte doy por sentado que Klinge acertó su ataque, debido a las normas del PvP dejo a discreción de ustedes (en especial de Willow) si seguir roleando tomando en cuenta de que lo siguiente ocurrió, o decidir si no pasaron las cosas así y seguir de otra manera.
Ya tumbado en el piso el elfo se encontró incapaz de levantarse debido a que el joven humano estaba sentado encima de él usando su ventaja en tamaño y peso para inmovilizarlo, mientras tenía el izquierdo del elfo quieto con su propia diestra, a la vez que mantenía un pie firmemente puesto sobre su brazo derecho y señalaba los ojos del elfo con los dedos índice y medio de su mano izquierda a manera de broma –a corta distancia pierden casi toda su efectividad, y dudo que un muñequito del tamaño de un infante te pueda mantener seguro mucho tiempo.- dijo con tono burlón antes de levantarse –los arqueros humanos cargan con al menos una arma decente para cortas distancias en el campo de batalla y son siempre precedidos en las formaciones por largas filas de camaradas armados con escudos lanzas y otras armas blancas para mantener lejos a los enemigos de sus combatientes de largo alcance.- el espadachín cruzo los brazos con una sonrisa de confianza en su rostro, su vida como mercenario ya le había dado mucha experiencia en combate, y su anterior vida como gladiador una fuerte base para sobrevivir a la anterior mencionada, elfos que pudiesen entrenar décadas enteras sin nunca experimentar el calor de la batalla real no lo amedrentaban –tal vez sea joven, sobre todo para tus estándares pero tengo más experiencia en combate en un año de mi vida de lo que tu abras tenido en diez!- exclamo inflándose en pecho de orgullo –he matado bandidos humanos, vampiros, luche contra hombres bestia y hombres lobo, y resulte victorioso de ambos encuentros, sobreviví a un ataque de trolls y mire a los ojos a un dragón sin siquiera pestañar…- los guerreros humanos tenían cierta tendencia a alardear de sus logros, muchos mentían por supuesto, pero en el caso de este mercenario todo era verdad, hasta cierto punto –los arcos no son malas armas, pero llevar SOLO un arco para combatir es una mala idea, búscate una buena espada, aprende a usarla y estarás bien.
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Quizás me había equivocado con mi comentario, pues de un momento a otra la vibra cambió. Por un lado Willow pesé a su contestación formal parecía como si se hubiese molestado por mis palabras, lo cuál no había sido en absoluto mi intención, pero después fue todo aún más extraño cuando decidió invocar un guardián, lo que en cierta forma me pareció una forma de farolear sobre sus habilidades, que tendría que admitir que eran buenas, pero aún así era un poco demasiado, más aún si se había comportado de manera despectiva con el guerrero.
Si las cosas antes eran un poco incomodas, en ese preciso momento hubiese deseado desaparecer, las vibras eran un pesadas y el aire estaba cargado de una agresividad pasiva que resultaba tremendamente liosa.
Ah... creo que deberían calmarse- Dije casi como un susurro, estaba casi segura de que no me habían escuchado, todo era muy extraño para mi, más aún cuando casi en una demostración de habilidad Kingle se abalzó sobre Will utilizando todo su peso para inmovilizarlo y respondiendo a sus palabras con mayor pesadez de la que Willow había demostrado.
Me levante rápidamente y tome mi arco el cual por suerte estaba cerca de la flecha, apunte cerca de la cabeza de Kingle y dispare en un intento de separarlos. -Aunque si aprovechas los descuidos de los otros resulta más que suficiente contra una espada- Espete, más que con intención de seguir con el conflicto hubiese querido que todo volviera a estar en calma, aunque tuve la impresión de ser un tanto ruda con mi elección de palabras.
Baje nuevamente el arco y suspire -No creo que sea necesario demostrar nuestras habilidades así, relájense, tenia la impresión de que todos querían descansar- Dije con la voz serena y acercándome al alce para acariciarlo, no me gustaban las situaciones así y me resultaba de lo más inútil que pelearan cuando minutos antes parecían estar bien bebiendo y comiendo. Sin duda había elegido un lugar pésimo para tomar un tranquilo descanso, aunque al menos mi estomago no estaba vacío.
Si las cosas antes eran un poco incomodas, en ese preciso momento hubiese deseado desaparecer, las vibras eran un pesadas y el aire estaba cargado de una agresividad pasiva que resultaba tremendamente liosa.
Ah... creo que deberían calmarse- Dije casi como un susurro, estaba casi segura de que no me habían escuchado, todo era muy extraño para mi, más aún cuando casi en una demostración de habilidad Kingle se abalzó sobre Will utilizando todo su peso para inmovilizarlo y respondiendo a sus palabras con mayor pesadez de la que Willow había demostrado.
Me levante rápidamente y tome mi arco el cual por suerte estaba cerca de la flecha, apunte cerca de la cabeza de Kingle y dispare en un intento de separarlos. -Aunque si aprovechas los descuidos de los otros resulta más que suficiente contra una espada- Espete, más que con intención de seguir con el conflicto hubiese querido que todo volviera a estar en calma, aunque tuve la impresión de ser un tanto ruda con mi elección de palabras.
Baje nuevamente el arco y suspire -No creo que sea necesario demostrar nuestras habilidades así, relájense, tenia la impresión de que todos querían descansar- Dije con la voz serena y acercándome al alce para acariciarlo, no me gustaban las situaciones así y me resultaba de lo más inútil que pelearan cuando minutos antes parecían estar bien bebiendo y comiendo. Sin duda había elegido un lugar pésimo para tomar un tranquilo descanso, aunque al menos mi estomago no estaba vacío.
Lullaby
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Off: ¡Acepto el reto! Ò-ó Sin embargo, en mi post se destaca muy subjetivamente la pasividad de Willow dejando a Klinge “ilustrar”su punto, ya que la destreza –ergo la capacidad de salir bien librado en un encuentro entre “agilidades”-entre un elfo y un humano son claras, además tomé en consideración la disminución de la movilidad por la armadura –que supuse que no es ni ligera ni pesada-
Negaba con mi cabeza, buscando una forma de que comprendiera mejor a nuestra gente, pero el humano estaba cerrado en su propia filosofía. Él mismo hablaba sobre formas de pensar y predeterminación cuando su persona era el claro ejemplo de determinismo. -No Klinge, los arqueros élficos somos diferen...tes- “Oh no… esto va a doler” Era una mole viniendo en cámara lenta hacia mí con todo ese peso… pensé en intentar un escape acrobático, pero el peso del alcohol haría que me avergonzara a mi mismo intentando algo gracioso, por lo que intenté moverme sutilmente para que me doliera lo mínimo. Mi concentración se centró en mi valioso guardián. De ser necesario usaría sus talentos poco apreciados para sacarme bien librado –esperaba-
En nada me vi reducido como si fuese una jovencita a punto de sucumbir al ataque de un hombre hambriento. Contuve un ataque de risas, los efectos de ese vino eran cuanto menos reconfortantes. En un día normal probablemente estuviese bastante cabreado, pero ahora no podía dejar de encontrar la situación graciosa. El intercambio de ideas a modo físico me parecía más agradable de lo que hubiese supuesto de alguien que parecía un oso a primera vista. -Ché- fue toda mi respuesta cuando minimizó a mi querido guardián, que lentamente se acercaba a su cuello con la espada. De no estar tan enfrascado con la lección, podría haber sentido su presencia.
-Si hubiesen filas de nosotros luchando igual que ustedes, acabaríamos con sus guerreros, no te fíes- respondí cuando él se cruzó de brazos, al parecer aún no notaba la amenaza velada del pequeño guerrero. Hice silencio para escuchar el resto de su discurso, el guerrero humano se estaba agrandando ahora que sentía tener el control. Le dejaría ser… al menos un poco más, era divertido estar en esa posición. Mejor que cuando mis hermanas me subyugaban para vestirme de mujer y hacerme cosas que no tenían nombre. Un escalofrío me hizo temblar, no… en los ojos de Klinge no estaba esa predisposición asesina, no en ese momento.
-Claro, claro, y yo he pasado toda mi vida oliendo flores y apreciando la naturaleza- respondí cuando se hinchó de orgullo, en mi voz una sonrisa. Entonces, Lullaby nos recordó que no estábamos solos de una forma poco convencional. Enarqué una ceja y le sonreí. -Estamos de lo más cómodos así- e hice un gesto afeminado con mi hombro, tirándole un beso a Klinge luego de hacerle un guiño -Descansar no suena mal- acepté, volviendo a mi tono sombrío de siempre, pero por más que quisiera, no podía dejar las cosas así. - Sólo quiero agregar algo… no necesito una espada, es difícil que un humano se acerque a nosotros desde las alturas y olvidas al factor guardián que ha estado apuntando a tu cuello sin cansarse casi desde el comienzo- arrugué la nariz y le guiñé al crío mientras le daba una palmadita en el pecho para que me dejase levantarme.
Una vez de pie le extendí la mano -De todas formas, tengo que aceptar que tienen más fuerza ¿crees que si uso un arma de corta distancia no me arriesgo a que me rebanen? pregunté, comenzando a teorizar. Le di una mirada a la elfa y a Eide, el alce parecía alegre por su nueva amiga, con sus labios parecía querer probar la textura de su pelo.
Negaba con mi cabeza, buscando una forma de que comprendiera mejor a nuestra gente, pero el humano estaba cerrado en su propia filosofía. Él mismo hablaba sobre formas de pensar y predeterminación cuando su persona era el claro ejemplo de determinismo. -No Klinge, los arqueros élficos somos diferen...tes- “Oh no… esto va a doler” Era una mole viniendo en cámara lenta hacia mí con todo ese peso… pensé en intentar un escape acrobático, pero el peso del alcohol haría que me avergonzara a mi mismo intentando algo gracioso, por lo que intenté moverme sutilmente para que me doliera lo mínimo. Mi concentración se centró en mi valioso guardián. De ser necesario usaría sus talentos poco apreciados para sacarme bien librado –esperaba-
En nada me vi reducido como si fuese una jovencita a punto de sucumbir al ataque de un hombre hambriento. Contuve un ataque de risas, los efectos de ese vino eran cuanto menos reconfortantes. En un día normal probablemente estuviese bastante cabreado, pero ahora no podía dejar de encontrar la situación graciosa. El intercambio de ideas a modo físico me parecía más agradable de lo que hubiese supuesto de alguien que parecía un oso a primera vista. -Ché- fue toda mi respuesta cuando minimizó a mi querido guardián, que lentamente se acercaba a su cuello con la espada. De no estar tan enfrascado con la lección, podría haber sentido su presencia.
-Si hubiesen filas de nosotros luchando igual que ustedes, acabaríamos con sus guerreros, no te fíes- respondí cuando él se cruzó de brazos, al parecer aún no notaba la amenaza velada del pequeño guerrero. Hice silencio para escuchar el resto de su discurso, el guerrero humano se estaba agrandando ahora que sentía tener el control. Le dejaría ser… al menos un poco más, era divertido estar en esa posición. Mejor que cuando mis hermanas me subyugaban para vestirme de mujer y hacerme cosas que no tenían nombre. Un escalofrío me hizo temblar, no… en los ojos de Klinge no estaba esa predisposición asesina, no en ese momento.
-Claro, claro, y yo he pasado toda mi vida oliendo flores y apreciando la naturaleza- respondí cuando se hinchó de orgullo, en mi voz una sonrisa. Entonces, Lullaby nos recordó que no estábamos solos de una forma poco convencional. Enarqué una ceja y le sonreí. -Estamos de lo más cómodos así- e hice un gesto afeminado con mi hombro, tirándole un beso a Klinge luego de hacerle un guiño -Descansar no suena mal- acepté, volviendo a mi tono sombrío de siempre, pero por más que quisiera, no podía dejar las cosas así. - Sólo quiero agregar algo… no necesito una espada, es difícil que un humano se acerque a nosotros desde las alturas y olvidas al factor guardián que ha estado apuntando a tu cuello sin cansarse casi desde el comienzo- arrugué la nariz y le guiñé al crío mientras le daba una palmadita en el pecho para que me dejase levantarme.
Una vez de pie le extendí la mano -De todas formas, tengo que aceptar que tienen más fuerza ¿crees que si uso un arma de corta distancia no me arriesgo a que me rebanen? pregunté, comenzando a teorizar. Le di una mirada a la elfa y a Eide, el alce parecía alegre por su nueva amiga, con sus labios parecía querer probar la textura de su pelo.
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
El guerrero se tambaleo torpemente al ver el flechazo pasar frente a su cara, pero lo que más le incomodo fue ver como el chico elfico se portaba tan afeminado con el –deja de portarte como si te hubiesen vestido de niña cuando niño, me das escalofríos- dijo sin darse cuenta que su comentario fue más certero que cualquier flecha lanzada jamás por uno de estos dos elfos, el hecho de que fueran tan andróginos, en muchas ocasiones eran así al menos, lo ponía bastante nervioso, con los humanos se hacía fácil distinguir hombres de mujeres, pero a veces se volvía complicado deducir a simple vista con quien se estaba tratando al interactuar con los orejas puntudas.
El espadachín estaba demasiado ebrio para notar lo que pasaba a su alrededor de forma clara, por ende no se dio cuenta del pequeño muñeco detrás apuntándole con una espada, mucho menos cuando termino cayendo encima de la pobre cosa al quedarse dormido de repente. Ya en el piso se acomodó y se quedó dormido como un bebe usando su brazo izquierdo de almohada, no parecía sentirse amenazado por la presencia de los elfos como para quedarse dormido tan tranquilo.
off: lamento lo corto y tardado del post, tuve una semana de locos y no cuento con mucha inspiración.
El espadachín estaba demasiado ebrio para notar lo que pasaba a su alrededor de forma clara, por ende no se dio cuenta del pequeño muñeco detrás apuntándole con una espada, mucho menos cuando termino cayendo encima de la pobre cosa al quedarse dormido de repente. Ya en el piso se acomodó y se quedó dormido como un bebe usando su brazo izquierdo de almohada, no parecía sentirse amenazado por la presencia de los elfos como para quedarse dormido tan tranquilo.
off: lamento lo corto y tardado del post, tuve una semana de locos y no cuento con mucha inspiración.
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
No pude evitar suspirar de alivio al ver como las cosas nuevamente volvían a relajarse, no quería imaginar que hubiese sucedido si la pelea se volvía algo más serio, quizás sólo daría media vuelta y seguiría mi camino o tal vez hubiese terminado envuelta en todo. Pero bueno, ya no valía la pena pensar en ello.
De un segundo a otro Klinge se quedó dormido, me pregunte si no era demasiado incomodo hacerlo en una posición tan extraña y más aún teniendo tremenda armadura puesta, así que me aleje un poco de Eide y busque en mi bolsa por algo suave para poner bajo la cabeza del caballero de armadura, sólo usar su brazo como almohada quizás no se´ria suficientemente cómodo.
-Algunos parecen necesitar ese descanso más que otros- Le dije a Willow mientras tomaba mis cosas y me dirigía a uno de los trozos de roca y lo utilizaba para apoyarme, quizás no era el lugar más cómodo pero había dormido en lugares peores. -Y gracias por la comida- Agregué casi en un susurro, la verdad había estado todo delicioso, después de un ligero momento de tranquilidad ya estaría más que en perfectas condiciones para seguir con mi viaje de regreso a casa.
No podía descansar muy bien así que pensé en buscar al conejo, al no encontrarlo sólo me quede viendo nuevamente hacía los alrededores mientras pensaba en cosas triviales.
No quería regresar a casa, al menos no todavía, era extraño hacerlo, siempre era raro tener que prepararme para la oleada de recuerdo y el enorme peso de saber que nada de eso podría volver a repetirse, que aunque fuese mi casa ya no era y posiblemente nunca volvería a ser el cálido hogar que cuando era niña. Los pensamientos fluyeron uno tras otro y cada vez estaba más incomoda así que al final decidí pararme para dar una vuelta, no tenia sentido quedarme sentada cuando obviamente no iba a tener el descanso deseado, la sola idea de estar tan cerca era inquietante, eso sumado a la presencia del par de muchachos, que aunque eran agradables, no dejaban de ser prácticamente desconocidos para mi.
De un segundo a otro Klinge se quedó dormido, me pregunte si no era demasiado incomodo hacerlo en una posición tan extraña y más aún teniendo tremenda armadura puesta, así que me aleje un poco de Eide y busque en mi bolsa por algo suave para poner bajo la cabeza del caballero de armadura, sólo usar su brazo como almohada quizás no se´ria suficientemente cómodo.
-Algunos parecen necesitar ese descanso más que otros- Le dije a Willow mientras tomaba mis cosas y me dirigía a uno de los trozos de roca y lo utilizaba para apoyarme, quizás no era el lugar más cómodo pero había dormido en lugares peores. -Y gracias por la comida- Agregué casi en un susurro, la verdad había estado todo delicioso, después de un ligero momento de tranquilidad ya estaría más que en perfectas condiciones para seguir con mi viaje de regreso a casa.
No podía descansar muy bien así que pensé en buscar al conejo, al no encontrarlo sólo me quede viendo nuevamente hacía los alrededores mientras pensaba en cosas triviales.
No quería regresar a casa, al menos no todavía, era extraño hacerlo, siempre era raro tener que prepararme para la oleada de recuerdo y el enorme peso de saber que nada de eso podría volver a repetirse, que aunque fuese mi casa ya no era y posiblemente nunca volvería a ser el cálido hogar que cuando era niña. Los pensamientos fluyeron uno tras otro y cada vez estaba más incomoda así que al final decidí pararme para dar una vuelta, no tenia sentido quedarme sentada cuando obviamente no iba a tener el descanso deseado, la sola idea de estar tan cerca era inquietante, eso sumado a la presencia del par de muchachos, que aunque eran agradables, no dejaban de ser prácticamente desconocidos para mi.
Lullaby
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Escalofríos me dieron a mí cuando Klinge pegó en el clavo. Giré lentamente mi cabeza, como si se tratase de un brujo… sí un brujo en vez de un humano, era la única explicación posible. ¡Ilusiones! ¡Patrañas!. Me obligué a pestañear un par de veces y sonreír como un idiota, era todo lo que podía hacer, no tenía sentido, no podía sentir esa aura maligna de mana en él, no podía sentir más nada que un suave ronquido y las vibraciones de su garganta. No, un brujo no se quedaría dormido de una forma tan despreocupada junto a un par de elfos. Terminé por querer convencerme de que solamente había sido el padre que todo lo sabe, el padre Anar, iluminando las palabras de su ciervo humano… esa tenía que ser la explicación. Quizás nuestro dios me estaba enviando un mensaje para que observara más de cerca al humano y no a nuestra hermana, la bella Lullaby que con una simple acción había mostrado más que en todo el tiempo que habíamos estado juntos. O tal vez lo estaba pensando mucho y era una coincidencia absurda.
Observé a Lullaby y asentí silenciosamente con la cabeza, no quería interrumpir el sueño del guerrero. -No ha sido nada, es bueno comer en compañía para variar- respondí en un susurro quieto. Observé a la elfa buscar algo, y aunque estaba curioso por saber qué era o ser capaz de ayudarle, preferí mantenerme en mi lugar, sentado al lado de mi pequeño guerrero de arcilla que había empezado a volver a su estado natural. Klinge parecía estar disfrutando del mundo de los sueños, la baba que le corría por la cara no parecía perturbarle. Sonreí y negué con la cabeza. No había forma de que un guerrero experimentado cayera de esa forma. Me subí a una roca alejada del guerrero y miré al cielo, aún sentía mi cabeza ligera y sonreía como un tarado, mi expresión no cambiaba aunque la resaca comenzara su lento tormento.
-Si aún estás lejos de tu destino, puedo facilitarte algunas reservas más. Ningún viajero debe pasar hambre. Pero me pregunto si sucedió algo durante tu viaje como para que estés en esta situación. Puedo sonar como un metiche pero… si alguna de mis hermanas estuviese pasando por un mal momento quisiera que alguien las ayudase. Lo que quiero decir es que si hay algo que pueda hacer…- concluí desde la distancia. Aún tenía cierto chucho por acercarme a la fémina. Sentía que no me quería cerca, pero no podía más que preguntarme si todo estaba bien con ella. Su hermetismo me obligaba a ser yo quien hiciera el primer movimiento y tal vez me respondiese que podía irme a… meterme en mis asuntos, pero no quería cerrar los ojos ante una situación que pudiese remediar tan solo con preguntar. Sí, sólo era eso, hacía mucho que no veía a una elfa, mucho más que no fuese de mi familia, eso era lo que me daba fuerzas para preguntar.
Cerré los puños y esperé su respuesta, desviando mi mirada hacia el alce que parecía estar haciendo de las suyas. Si la chica respondía, me acercaría un poco a ella para mantener una conversación respetuosa y lo más alejada posible… sentía que la piel se me erizaba al pensar acercarme más a la chica, independientemente de lo tímida, educada y buena que pareciera. Mi hermana del medio era similar a ella y podía ensartar una flecha entre las piernas a una distancia encomiable…
De lo contrario, sólo me restaba seguir el ejemplo de Klinge y tomar mi descanso, quizá con ello pudiera evitar un poco una resaca épica. Viendo al chico dormir tan plácidamente me daban ganas de pegarle una patada y despertarle por puro placer. No… no debía. Observaría al humano y determinaría si Anar realmente me había enviado una señal a través de la boca ebria de un chico o simplemente era yo siendo paranoico una vez más.
Observé a Lullaby y asentí silenciosamente con la cabeza, no quería interrumpir el sueño del guerrero. -No ha sido nada, es bueno comer en compañía para variar- respondí en un susurro quieto. Observé a la elfa buscar algo, y aunque estaba curioso por saber qué era o ser capaz de ayudarle, preferí mantenerme en mi lugar, sentado al lado de mi pequeño guerrero de arcilla que había empezado a volver a su estado natural. Klinge parecía estar disfrutando del mundo de los sueños, la baba que le corría por la cara no parecía perturbarle. Sonreí y negué con la cabeza. No había forma de que un guerrero experimentado cayera de esa forma. Me subí a una roca alejada del guerrero y miré al cielo, aún sentía mi cabeza ligera y sonreía como un tarado, mi expresión no cambiaba aunque la resaca comenzara su lento tormento.
-Si aún estás lejos de tu destino, puedo facilitarte algunas reservas más. Ningún viajero debe pasar hambre. Pero me pregunto si sucedió algo durante tu viaje como para que estés en esta situación. Puedo sonar como un metiche pero… si alguna de mis hermanas estuviese pasando por un mal momento quisiera que alguien las ayudase. Lo que quiero decir es que si hay algo que pueda hacer…- concluí desde la distancia. Aún tenía cierto chucho por acercarme a la fémina. Sentía que no me quería cerca, pero no podía más que preguntarme si todo estaba bien con ella. Su hermetismo me obligaba a ser yo quien hiciera el primer movimiento y tal vez me respondiese que podía irme a… meterme en mis asuntos, pero no quería cerrar los ojos ante una situación que pudiese remediar tan solo con preguntar. Sí, sólo era eso, hacía mucho que no veía a una elfa, mucho más que no fuese de mi familia, eso era lo que me daba fuerzas para preguntar.
Cerré los puños y esperé su respuesta, desviando mi mirada hacia el alce que parecía estar haciendo de las suyas. Si la chica respondía, me acercaría un poco a ella para mantener una conversación respetuosa y lo más alejada posible… sentía que la piel se me erizaba al pensar acercarme más a la chica, independientemente de lo tímida, educada y buena que pareciera. Mi hermana del medio era similar a ella y podía ensartar una flecha entre las piernas a una distancia encomiable…
De lo contrario, sólo me restaba seguir el ejemplo de Klinge y tomar mi descanso, quizá con ello pudiera evitar un poco una resaca épica. Viendo al chico dormir tan plácidamente me daban ganas de pegarle una patada y despertarle por puro placer. No… no debía. Observaría al humano y determinaría si Anar realmente me había enviado una señal a través de la boca ebria de un chico o simplemente era yo siendo paranoico una vez más.
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
El mercenario continuaba durmiendo tranquilo a pesar del escaso ruido que hacían los elfos a su alrededor, continuo durmiendo plácidamente sin molestarse que alguna mariposa se empezara a posar sobre su cara o que el sol del día le pegara directo como si fuera una planta recibiendo los rallos del gran astro. Así siguió un rato más hasta que su tranquila siesta empezó a tomar un giro brusco dentro de su mente.
De pronto el espadachín empezó a emitir quejidos, no tanto de miedo o ansiedad, sino más de furia y algo parecido a excitación, empezó a ladear la cabeza de forma brusca en varias ocasiones mientras sus puños se abrían y cerraban constantemente, de vez en cuando vociferaba algo parecido a algún incompresible grito de batalla.
Visiones de acero, sangre y muerte ardían en su mente como el más feroz de los incendios hasta que finalmente -Valhalla!- grito a todo pulmón mientras regresaba de golpe de la tierra de los sueños quedando sentado en el piso, respirando con fuerza por la boca como para recuperar el aliento de un extenuante ejercicio, el guerrero se llevó la mano izquierda a la cara para darse cuenta que estaba sudando frio, entonces empezó a reír frenéticamente hasta que se cansó y volvió a tumbarse al piso viendo al cielo con una gran sonrisa en el rostro.
De pronto el espadachín empezó a emitir quejidos, no tanto de miedo o ansiedad, sino más de furia y algo parecido a excitación, empezó a ladear la cabeza de forma brusca en varias ocasiones mientras sus puños se abrían y cerraban constantemente, de vez en cuando vociferaba algo parecido a algún incompresible grito de batalla.
Visiones de acero, sangre y muerte ardían en su mente como el más feroz de los incendios hasta que finalmente -Valhalla!- grito a todo pulmón mientras regresaba de golpe de la tierra de los sueños quedando sentado en el piso, respirando con fuerza por la boca como para recuperar el aliento de un extenuante ejercicio, el guerrero se llevó la mano izquierda a la cara para darse cuenta que estaba sudando frio, entonces empezó a reír frenéticamente hasta que se cansó y volvió a tumbarse al piso viendo al cielo con una gran sonrisa en el rostro.
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Me disponía a avanzar un poco hacia un pequeño arbusto cuando la voz de Willow irrumpió en mis pensamientos, habían pasado varios minutos desde que no dirigía la palabra y una parte de mi pensaba que quizás lo había hecho enfadar con alguno de mis comentarios, posiblemente esa barrera invisible que yo siempre levantaba resultaba especialmente gruesa sobre él, sin embargo la manera en que me ofrecía su ayuda también me decía que aún si yo no era muy empática él quería acercarse -Voy a Sandorai, después de descansar un poco podre partir y llegare rápidamente, pero muchas gracias por el ofrecimiento- No iba a necesitar más alimento, el agotar mis reservas para ese día había sido un gran descuido pero al menos sabia que si iba a buen paso me encontraría en casa después de un muy corto viaje.
En ocasiones me era difícil recordar las reglas básicas para tratar con las personas, la falta de practica mermaba demasiado mis habilidades comunicativas y en realidad en mi cabeza era como estar leyendo un libro de etiqueta, más fácil en el papel que en la practica.
Por un momento me detuve a pensar y consideré que lo mejor era quedarme platicando con Willow un poco más a riesgo de parecer antipática si decidía ir a dar una vuelta, me acerque a una distancia prudente y me senté en el suelo -¿Quieres platicar un poco o te deseas descansar?- Le dije con una sonrisa, no sabía como iniciar una conversación pero tenia claro que la única manera de saber si le molestaba era ser directa, no conocía una forma más delicada de iniciar una conversación, en realidad tampoco sabía de que podríamos hablar aún si yo lo había sugerido.
Klinge comenzó a realizar extraños sonidos, lo cuál me sobresaltó, volteé un momento a verlo y supuse que estaba teniendo un mal sueño o al menos uno muy intenso pues se movía demasiado, el joven grito y se levanto por unos segundos, nunca en mi vida había visto a una persona hacer eso, me preguntaba si se encontraba bien pero puesto que sonreía de oreja a oreja di por entendido que no debía preocuparme en absoluto, el humano estaría bien. -Quizás deberíamos alejarnos un poco para no interrumpir su sueño- Le recomendé al elfo, a decir verdad no tenia nada de ganas de despertar de golpe a Klinge, con una vez que me asustara me bastaba y sobraba.
En ocasiones me era difícil recordar las reglas básicas para tratar con las personas, la falta de practica mermaba demasiado mis habilidades comunicativas y en realidad en mi cabeza era como estar leyendo un libro de etiqueta, más fácil en el papel que en la practica.
Por un momento me detuve a pensar y consideré que lo mejor era quedarme platicando con Willow un poco más a riesgo de parecer antipática si decidía ir a dar una vuelta, me acerque a una distancia prudente y me senté en el suelo -¿Quieres platicar un poco o te deseas descansar?- Le dije con una sonrisa, no sabía como iniciar una conversación pero tenia claro que la única manera de saber si le molestaba era ser directa, no conocía una forma más delicada de iniciar una conversación, en realidad tampoco sabía de que podríamos hablar aún si yo lo había sugerido.
Klinge comenzó a realizar extraños sonidos, lo cuál me sobresaltó, volteé un momento a verlo y supuse que estaba teniendo un mal sueño o al menos uno muy intenso pues se movía demasiado, el joven grito y se levanto por unos segundos, nunca en mi vida había visto a una persona hacer eso, me preguntaba si se encontraba bien pero puesto que sonreía de oreja a oreja di por entendido que no debía preocuparme en absoluto, el humano estaría bien. -Quizás deberíamos alejarnos un poco para no interrumpir su sueño- Le recomendé al elfo, a decir verdad no tenia nada de ganas de despertar de golpe a Klinge, con una vez que me asustara me bastaba y sobraba.
Lullaby
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Asentí quedo ante las palabras de la fémina, sin dudas aquella era la señal para que siguiera el ejemplo de Klinge, más una invitación inesperada despertó mi atención cuando pensaba entregarme a los brazos del sueño. -Por supuesto- respondí llevando una mano a mi cuello para hacerlo sonar de una forma incómoda. ¿Debería acercarme? mantuve mi cara de póker por unos momentos. Era muy agradable tener la compañía de una coterránea pero estaba un poco indeciso. Sería más sencillo tomar una decisión si el guerrero se estuviese más quieto ¿Es que soñaba con una escena erótica del bosque? Me mordí el interior de la mejilla y tuve que desviar la mirada al bosque o comenzaría a reírme.
Di un salto alto cuando el hombre se sentó enérgicamente y gritó el nombre de un lugar. -Aish… shhh hombre- murmuré con el corazón en la boca mientras bajaba los puños y me acomodaba la capa. Miré a Lullaby para asegurarme de que no hubiese visto mi reacción, afortunadamente parecía que no, pues parecía que su atención estaba en quien ahora se había vuelto a recostar. Era escalofriante como sonreía. Tenía ganas de pegarle una patada en la cabeza, pero era casi tétrico acercarse a un hombre que se ríe solo entre sueños. -Tch…- nervioso, no encontré algo mejor que hacer que pasarme una mano por el pelo mientras me acercaba lentamente a la chica y le señalaba un sendero con mi diestra seguido de una juguetona reverencia, como si se tratase de mi pequeña princesa Galy.
-Después de usted mi señora- acepté e intenté sonreírle como si se tratase de mi hermana, pero el pequeño brote de confianza se extinguió con la cercanía. Estaba intentando realmente con todas mis fuerzas actuar como una persona normal haciendo de cuenta que ella era parte de mi familia, pero cuando me topaba con su estampa encontraba algo muy distinto de lo que generalmente había en el clan Wisp. -Creo que debo aclarar esto antes de proseguir - hice una pequeña pausa intentando no ser grosero -tengo algunos problemas para hablar con las mujeres de nuestra raza- hice sonar repetidas veces mis muñecas.
-Soy el único hombre nacido en un clan que por generaciones solo veía llegar a la vida mujeres. Así que es natural que las féminas tengan más… confianza en sí mismas- susurré las últimas palabras y me aclaré la garganta. -Mis hermanas son un poco posesivas y tienen un carácter- sin saber como describirlas cambié el rumbo de mis palabras -Excelentes guerreras sin duda, tal vez por su dedicación a las artes tienden a olvidar su propia fuerza y su concepto de lo que tiene que ser un hombre dista de lo que naturalmente somos así que…- estaba cavando mi propia tumba. Hice tronar mis dedos y pasé una mano por mi frente.
-En fin. Hace como cincuenta años que decidí viajar y conocer el mundo. Desde entonces no vuelvo a casa- respiré profundamente y miré con nerviosismo los alrededores, sin mirar realmente. Cuanto más lejos estábamos de Klinge y Eide más quería treparme un árbol para no bajar. Decidí guardar silencio, probablemente mis palabras serían usadas en mi contra.
Di un salto alto cuando el hombre se sentó enérgicamente y gritó el nombre de un lugar. -Aish… shhh hombre- murmuré con el corazón en la boca mientras bajaba los puños y me acomodaba la capa. Miré a Lullaby para asegurarme de que no hubiese visto mi reacción, afortunadamente parecía que no, pues parecía que su atención estaba en quien ahora se había vuelto a recostar. Era escalofriante como sonreía. Tenía ganas de pegarle una patada en la cabeza, pero era casi tétrico acercarse a un hombre que se ríe solo entre sueños. -Tch…- nervioso, no encontré algo mejor que hacer que pasarme una mano por el pelo mientras me acercaba lentamente a la chica y le señalaba un sendero con mi diestra seguido de una juguetona reverencia, como si se tratase de mi pequeña princesa Galy.
-Después de usted mi señora- acepté e intenté sonreírle como si se tratase de mi hermana, pero el pequeño brote de confianza se extinguió con la cercanía. Estaba intentando realmente con todas mis fuerzas actuar como una persona normal haciendo de cuenta que ella era parte de mi familia, pero cuando me topaba con su estampa encontraba algo muy distinto de lo que generalmente había en el clan Wisp. -Creo que debo aclarar esto antes de proseguir - hice una pequeña pausa intentando no ser grosero -tengo algunos problemas para hablar con las mujeres de nuestra raza- hice sonar repetidas veces mis muñecas.
-Soy el único hombre nacido en un clan que por generaciones solo veía llegar a la vida mujeres. Así que es natural que las féminas tengan más… confianza en sí mismas- susurré las últimas palabras y me aclaré la garganta. -Mis hermanas son un poco posesivas y tienen un carácter- sin saber como describirlas cambié el rumbo de mis palabras -Excelentes guerreras sin duda, tal vez por su dedicación a las artes tienden a olvidar su propia fuerza y su concepto de lo que tiene que ser un hombre dista de lo que naturalmente somos así que…- estaba cavando mi propia tumba. Hice tronar mis dedos y pasé una mano por mi frente.
-En fin. Hace como cincuenta años que decidí viajar y conocer el mundo. Desde entonces no vuelvo a casa- respiré profundamente y miré con nerviosismo los alrededores, sin mirar realmente. Cuanto más lejos estábamos de Klinge y Eide más quería treparme un árbol para no bajar. Decidí guardar silencio, probablemente mis palabras serían usadas en mi contra.
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
De todos modos ya estoy despierto!- exclamo el mercenario ante las preocupaciones de muchacha conforme a lo de interrumpir su sueño, pero aparentemente no pudieron escucharlo, o no le prestaron atención que al final se fueron sin el cómo dos tortolos por el bosque.
El espadachín bien podía quedarse a dormir, pero estaba aburrido y se le había ido el sueño, la borrachera y la resaca de una, así que decidió levantarse y seguirlos. Sin antes fijarse si la montura del elfo se encontraba bien, pero como había dejado al animal solo con la compañía de un borracho dormido debía estar bien.
Camino por un rato en la maleza para terminar escuchando parte de la conversación del par de elfos, aunque no fuera su intención inicialmente, termino por corroborar parte de sus sospechas sobre Will –así que tus hermanas te vestían de mujer cuando niño- dijo con toda la intención de hacerse escuchar –debe ser por eso que te es difícil hablar o actuar frente a mujeres, sobre todo si se tratan de elfos como tú.- con esta afirmación el humano estaba dando alarde de su increíble perspicacia en conforme al carácter de otras personas, un talento del cual no solía presumir intencionalmente pero que era evidente por lo fácil que podía entender el carácter de otras personas.
El espadachín bien podía quedarse a dormir, pero estaba aburrido y se le había ido el sueño, la borrachera y la resaca de una, así que decidió levantarse y seguirlos. Sin antes fijarse si la montura del elfo se encontraba bien, pero como había dejado al animal solo con la compañía de un borracho dormido debía estar bien.
Camino por un rato en la maleza para terminar escuchando parte de la conversación del par de elfos, aunque no fuera su intención inicialmente, termino por corroborar parte de sus sospechas sobre Will –así que tus hermanas te vestían de mujer cuando niño- dijo con toda la intención de hacerse escuchar –debe ser por eso que te es difícil hablar o actuar frente a mujeres, sobre todo si se tratan de elfos como tú.- con esta afirmación el humano estaba dando alarde de su increíble perspicacia en conforme al carácter de otras personas, un talento del cual no solía presumir intencionalmente pero que era evidente por lo fácil que podía entender el carácter de otras personas.
- Nota:
- Nota: ok chicos lamento que sea así de escueto el post, pero realmente no me dan mucho con que trabajar, mi personaje se despierta de una pesadilla y se la pasa mirando al cielo DESPIERTO con una sonrisa en el rostro y lo dan por dormido y se van a dar un paseo, realmente me dejan con poco sobre que trabajar.
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Seguí a Willow por el sendero, estaba observando las cosas a mi alrededor cuando el empezó a contarme acerca de su vida, a decir verdad hasta ese momento no me había preguntado mucho acerca de el par de jóvenes aunque en realidad Klinge si que había hablado un poco de él mismo. El semblante del elfo denotaba su incomodidad para hablar de sus hermanas, la verdad me costaba imaginar una familia así cuando a la mía la recordaba de tan buena manera, sin embargo me resultaba agradable saber un poco más de él, quizás eso podría facilitar la convivencia, aunque en ese preciso momento era todo lo contrario puesto que no sabía como reaccionar a la nueva información, era cómo querer acariciar a un animal herido para hacerlo sentir mejor pero saber que podía empeorarlo todo.
Estaba a pocos centímetros de Willow así que pensé en tocar su hombro para demostrar mi apoyo pero mientras extendía mi brazo escuche una voz en dirección a donde habíamos venído así que como era costumbre apunte primero y pregunte después. -Perdón, la costumbre- Me disculpe después de dar un vistazo y percatarme de que se trataba del humano, baje el arco y me alejé unos pasos Willow, por alguna razón no deseaba que el guerrero malinterpretara nuestra proximidad aún si en parte hubiese deseado que el momento de comunicación durasé un poco más de tiempo.
Estaba a pocos centímetros de Willow así que pensé en tocar su hombro para demostrar mi apoyo pero mientras extendía mi brazo escuche una voz en dirección a donde habíamos venído así que como era costumbre apunte primero y pregunte después. -Perdón, la costumbre- Me disculpe después de dar un vistazo y percatarme de que se trataba del humano, baje el arco y me alejé unos pasos Willow, por alguna razón no deseaba que el guerrero malinterpretara nuestra proximidad aún si en parte hubiese deseado que el momento de comunicación durasé un poco más de tiempo.
Lullaby
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Mi monólogo había llegado a su fin y la fémina seguía en silencio. Era como estar solo pero acompañado de una estatua de marfil, tan bella pero tan fría y silenciosa… ¡cuánta diferencia había entre esta extraña chica y mis hermanas mayores! Si adaptase la situación con una de ellas presente, probablemente me hubieran golpeado la espalda con la fuerza de un bruto y se hubiesen reído de mi mientras me daban un sermón sobre tener más confianza y no creer en las apariencias. Ah… y luego se hubiesen deleitado en desnudarme, arrojando el poco pudor que me quedaba de mis partes personales para finalmente vestirme con sus ropas y mostrarle el resultado a mis primas.
Me troné el cuello y elevé lentamente la vista hacia mi acompañante para corroborar que se encontrase allí, casi me daba temor aventurar una mirada hacia su persona. Tal vez tomara a mal mi forma de hablar de las mujeres, después de todo, mi cara y lo que decía eran cosas distintas. Mis expresiones al ponerme nervioso eran aún peores, por lo que había rehuido el contacto visual lo máximo posible, pero tanto silencio simplemente me ponía más nervioso. Tapé una de mis fosas nasales, estaba seguro que una nueva hemorragia venía en camino. Entonces la voz del guerrero que habíamos dejado atrás hizo eco entre el follaje que nos rodeaba. Miré primero a la elfa lunar, estaba apuntando a Klinge. “Hazlo, hazlo, hazlo” pensé vengativo, pero ella pronto bajó su arma. Que desilusión.
Di varios pasos en dirección al humano y me detuve a medio camino entre él y la elfa, la diferencia entre nuestras estaturas la complementaba mi mirada furibunda, saqué pecho e intenté articular unas palabras pero tenía la mente en blanco. -¿Es que tienes una bola de cristal o qué? De todas formas eso quedó en el pasado- todo el coraje que había juntado hasta ese momento se desvaneció como un puñado de hojas de otoño al viento. No había dicho más que la verdad, pero la forma en que lo había hecho había herido parte de mi sensibilidad. -¿O es que te gusto?- le levanté y bajé un par de veces las cejas con una sonrisa irónica. Una punzada en la cabeza me recordó que estaba aún bajo los efectos del alcohol. Hice sonar mi lengua contra el paladar - No me digas que tú nunca pasaste vergüenzas- le miré con suspicacia.
Pero el pequeño número que estaba montando como si fuese un crío terminó cuando a un lado del camino me pareció ver una planta muy especial. Redonda y con pinchos, los pichos más especiales que había encontrado en mi camino por mucho tiempo. Me carcajee por lo bajo y me fui a mi mundo privado de ideas, estaba ideando una forma de llevarme la planta a la herrería para que sus propiedades me “beneficiaran” mientras trabajaba para Salerne y Landor. -Si arranco con unas pinzas algunas púas pueda molerlas e ir fumándolas en el camino…- mascullé mirando con interés aquél espécimen pequeño de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. -Klinge ¿puedo usar alguna de tus armas mortales para arrancar esta hermosa chica de aquí?- pregunté obviamente ido e incapaz de leer cualquier atmósfera que se hubiese generado a mi alrededor. Mientras esperaba la respuesta volví a la realidad y busqué con la mirada al par.
Me troné el cuello y elevé lentamente la vista hacia mi acompañante para corroborar que se encontrase allí, casi me daba temor aventurar una mirada hacia su persona. Tal vez tomara a mal mi forma de hablar de las mujeres, después de todo, mi cara y lo que decía eran cosas distintas. Mis expresiones al ponerme nervioso eran aún peores, por lo que había rehuido el contacto visual lo máximo posible, pero tanto silencio simplemente me ponía más nervioso. Tapé una de mis fosas nasales, estaba seguro que una nueva hemorragia venía en camino. Entonces la voz del guerrero que habíamos dejado atrás hizo eco entre el follaje que nos rodeaba. Miré primero a la elfa lunar, estaba apuntando a Klinge. “Hazlo, hazlo, hazlo” pensé vengativo, pero ella pronto bajó su arma. Que desilusión.
Di varios pasos en dirección al humano y me detuve a medio camino entre él y la elfa, la diferencia entre nuestras estaturas la complementaba mi mirada furibunda, saqué pecho e intenté articular unas palabras pero tenía la mente en blanco. -¿Es que tienes una bola de cristal o qué? De todas formas eso quedó en el pasado- todo el coraje que había juntado hasta ese momento se desvaneció como un puñado de hojas de otoño al viento. No había dicho más que la verdad, pero la forma en que lo había hecho había herido parte de mi sensibilidad. -¿O es que te gusto?- le levanté y bajé un par de veces las cejas con una sonrisa irónica. Una punzada en la cabeza me recordó que estaba aún bajo los efectos del alcohol. Hice sonar mi lengua contra el paladar - No me digas que tú nunca pasaste vergüenzas- le miré con suspicacia.
Pero el pequeño número que estaba montando como si fuese un crío terminó cuando a un lado del camino me pareció ver una planta muy especial. Redonda y con pinchos, los pichos más especiales que había encontrado en mi camino por mucho tiempo. Me carcajee por lo bajo y me fui a mi mundo privado de ideas, estaba ideando una forma de llevarme la planta a la herrería para que sus propiedades me “beneficiaran” mientras trabajaba para Salerne y Landor. -Si arranco con unas pinzas algunas púas pueda molerlas e ir fumándolas en el camino…- mascullé mirando con interés aquél espécimen pequeño de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. -Klinge ¿puedo usar alguna de tus armas mortales para arrancar esta hermosa chica de aquí?- pregunté obviamente ido e incapaz de leer cualquier atmósfera que se hubiese generado a mi alrededor. Mientras esperaba la respuesta volví a la realidad y busqué con la mirada al par.
Importante: leer spoiler
- nota:
- En general no suelo hacer este tipo de comentarios, no me gusta, pero casi que siento una ofensa personal lo que está pasando en este hilo y necesito decir lo que opino para que las diferencias que yo tengo con ambos se disipen. Y lo estoy haciendo público porque me gusta hacer todo claro y transparente. Por favor, quiero que esto se lea de la forma más abierta posible, nada de lo que precede estas líneas tiene ánimo de ofender, sino que busco, a través de mis críticas que este hilo mejore.
1. En algunos momentos siento que es una competencia a quien le pone menos ganas. Cuando me uno a un hilo libre y no conociendo a los personajes, lo hago con el mejor de los ánimos, porque me encanta aprender cosas nuevas de todos y tener una visión amplia del foro, por lo tanto asumo cualquier consecuencia que esto conlleve, sin embargo esto está más estancado que una poza en tiempo de sequía. Y no le voy a poner nombre a quien tiene la culpa, porque esto va asi por los tres. Si los tres no nos ponemos las pilas, el hilo se va a morir mediocre y no queremos eso ¿o si?
2. Todos tenemos una vida fuera del foro, tenemos derecho a tener problemas, y algunas veces estar un poco idos, pero después de llevar medio hilo igual, como que estoy sospechando que es más bien una costumbre. Klinge, tienes tremenda, pero tremenda inventiva y originalidad, no veo por qué no sales con cualquier cosa que quieras, tu imaginación es genial y me encanta leerte, sin embargo aquí como que te agotas.
Lullaby, tienes material de sobra con tu personaje. Admito que debe de ser difícil llevar a una elfa que tiene bajas capacidades sociales, pero eso no quiere decir que te tengas que estancar, al revés ¡aprovéchalo!
3. Se que soy el más veterano de los tres en el foro (Will es como mi enésima cuenta después de años aquí, matando unos personajes y creando otros) y eso no me da derecho a dirigir el hilo, quiero, decididamente, que ustedes se manejen mejor en el foro y por eso es que no he salido con nada extraño en este rol. ¿Oportunidades? ¡Sobran! Klinge, te quejaste de que no te la dejábamos muy fácil en el post anterior, pero uno se crea las oportunidades, si se fijan hasta ahora he estado como un péndulo atrás de los dos para intentar darles juego de una forma u otra, pero vamos… como que la situación me está cansando un poco. Intento que Lullaby diga algo y no sea tan hermética y busco también que Klinge se sienta bien, pero así nadie progresa. Por eso intenté dedicarme solo a uno, lo que rompió el pequeño equilibrio. No funciona de una forma, tampoco funciona de otra ¿entonces qué hacemos? Varias veces he estado con unas ganas locas de irme del hilo con cualquier pretexto, sin embargo y aunque suene terrible que yo lo diga, le tengo mucha confianza a mi rol y a mis personajes y ese es el único motivo por el que sigo aquí y me estoy esforzando por decir estas palabras.
4. No soy fan de escribir mil líneas, soy de las personas que cree que, no importa el tamaño sino el aporte; sin embargo, chicos… tienen tanto, pero tanto para desarrollar que casi me duele ver que sus líneas no sobrepasen el tamaño de sus avatares. En general los roles se van muriendo con los diálogos largos o cuando los personajes se conocen, pero este no es el caso. Los tres personajes no se conocen y ¿qué hacemos en la vida real? Tratar de ver entre líneas y conocer más de la persona que está frente a nosotros para que no se… no nos quiera apuñalar o algo. ¿Gustos? ¿disgustos? ¿habilidades? ¿fuertes? ¿desventajas?. ¿Cómo está el clima? ¿Qué hora del día es? El alce me come el pelo, ¿qué hago? ¿el elfo parece un esbirro del mal, lo dice en su ficha, tengámosle recelo, intentemos hablarle, comerlo, hacerlo sushi o prenderle fuego como pirómanos locos. Si eso no funciona que venga un pnj que quiera robarnos, comernos nuestra comida, que caiga un meteorito en la mitad del bosque y tiemble la tierra. Los elfos me ignoran, hagámosle cosas, juguémosle bromas, asustémolos, agarrémolos infragantis.
5. Klinge, tienes muchísimo para jugar, tu personaje es uno de los más flexibles que he visto en el foro ¡además es un guerrero! Tiene la personalidad de un sol y es súper carismático. Me encantó el juego que le dabas a la pareja de elfos, no temas en mandarme un privado y programar cualquier cosa que quieras hacer. De verdad de verdad, te he seguido y no se en qué topas aquí. Si soy yo, no me molesta que me manden un mp diciéndome que doy asco y que cambie mi forma de redactar las cosas o que vaya para aquí o allá.
6. Lullaby, si a tu personaje le cuesta expresarse, no veo por qué tenga que ser una muñeca inexpresiva por fuera, puedes jugar con el entorno, con las reacciones de tu personaje, con lo que piensa, puedes sacar conclusiones y atreverte a querer más.
7. Hasta ahora todos narran su parte de la historia ignorando lo que pasa con el resto y por ende nadie colabora con la trama de esta historia. Nadie aporta más de dos o tres líneas por delante de lo último que hace su personaje. De eso se trata el rol, de relatar una historia por parte de los tres, contada de distintas perspectivas, es la comunión de la subjetividad del personaje y la imaginación de los usuarios. Si los tres estamos en la misma situación quiere decir que tenemos que ponerle más esmero. A mi no me faltan ideas, pero prefiero que ustedes se luzcan y no ser el único patético que escribe línea tras línea. Deseo que se luzcan los dos, he intentado todo lo que se me ha ocurrido como user, pero ya se me están agotando las ideas y las sutilezas.
8. Si mi verborragia le molesta a cualquiera de los dos, quiero que me lo diga. Si no les molesta y les gustaría que les eche un cable con sus personajes, también quiero que me lo digan. Antes solía ayudar en la escuela de rol, dejé la escuela y de ayudar al staff por dos motivos: a) Mi vida personal tuvo un momento muy malo y no podía pensar claramente ni tenía tiempo para hacerlo. b) Creo que hay que darle espacio a las nuevas mentes frescas para que sigan desarrollando y aportando ideas. No está bueno que una mente vieja se oponga al cambio solamente con su presencia. Así que créanme, tengo experiencia ayudando xD pueden confirmarlo con cualquier persona del staff u.u y perdónenme por haber ido tan lejos y tal vez exacerbado mis límites diciendo todo esto, pero creo que es por su bien más que por el mío. Yo ya me voy a morir asi xD perro viejo no aprende trucos nuevos. Intento si, mejorar a mi personaje, pero así solo siento que se estanca y no puedo seguir desarrollándolo. Listo, me liberé. Y realmente espero que me respondan o me pateen del hilo, pero me interesa, honestamente lo que piensan.
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
El mercenario asistió impávido ante el hecho de que el elfo se sacaba toda esa ira del pecho, pero no le dio tiempo a responderle cuando finalmente el chico se distrae con una plantita cualquiera en el bosque.
Aburrido el guerrero decide ir a molestar a la chica que más que un ser viviente parecía una estatua –realmente empieza a molestarme el cómo pareces ignorar a la gente a tu alrededor- dijo mientras apoyaba su mano llena de cayos encima de la cabeza de Lullaby acariciando sus suaves cabellos y sacudiendo de forma tosca pero a la ves cuidadosa, su cabeza como si estuviese dándole cariño a un cachorro, terminando por revoloteare el pelo como si fuera una niña sin importarle que la diferencia de edad estuviese a favor de ella y no del humano.
Por un rato había ignorado soberanamente al otro elfo que le pedía una de sus armas para sacar la planta y el mercenario respondió lanzándole el hacha de mano que cargaba consigo, la cual termino clavada en el árbol frente a Will –ahí tienes… eso debería servirte, después de todo las hachas son para cortar plantas y madera- dijo con un tono burlón, lo más probable es que el elfo ni se inmuto con semejante desplante de bravuconería, pero era algo que Klinge no podía evitar, era parte de su naturaleza.
Se volteo a ver a la muchacha –como ves así soy yo, un idiota, un ebrio y un matón que sabe que morirá pronto rodeado de fango y sangre.- dijo con un tono más serio, casi melancólico –por esto demerito a los elfos como guerreros, al no conocer tan de cerca a la muerte no saben cómo racionalizar esa idea.- en el rostro del joven guerrero se dibujó una extraña sonrisa llena de melancolía –debiste haber perdido a alguien muy preciado para ti si es que te has vuelto tan cerrada con el mundo, incluyendo miembros de tu propia raza, no envidio tu larga vida si es acompañada por esa debilidad.
Aburrido el guerrero decide ir a molestar a la chica que más que un ser viviente parecía una estatua –realmente empieza a molestarme el cómo pareces ignorar a la gente a tu alrededor- dijo mientras apoyaba su mano llena de cayos encima de la cabeza de Lullaby acariciando sus suaves cabellos y sacudiendo de forma tosca pero a la ves cuidadosa, su cabeza como si estuviese dándole cariño a un cachorro, terminando por revoloteare el pelo como si fuera una niña sin importarle que la diferencia de edad estuviese a favor de ella y no del humano.
Por un rato había ignorado soberanamente al otro elfo que le pedía una de sus armas para sacar la planta y el mercenario respondió lanzándole el hacha de mano que cargaba consigo, la cual termino clavada en el árbol frente a Will –ahí tienes… eso debería servirte, después de todo las hachas son para cortar plantas y madera- dijo con un tono burlón, lo más probable es que el elfo ni se inmuto con semejante desplante de bravuconería, pero era algo que Klinge no podía evitar, era parte de su naturaleza.
Se volteo a ver a la muchacha –como ves así soy yo, un idiota, un ebrio y un matón que sabe que morirá pronto rodeado de fango y sangre.- dijo con un tono más serio, casi melancólico –por esto demerito a los elfos como guerreros, al no conocer tan de cerca a la muerte no saben cómo racionalizar esa idea.- en el rostro del joven guerrero se dibujó una extraña sonrisa llena de melancolía –debiste haber perdido a alguien muy preciado para ti si es que te has vuelto tan cerrada con el mundo, incluyendo miembros de tu propia raza, no envidio tu larga vida si es acompañada por esa debilidad.
Klinge
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Re: Un extraño lugar para descansar [Libre]
Encerrado en mi mundo, me sorprendí al ver a Klinge y Lullaby tan cerca. Me hice a un lado para dar paso al arma del guerrero que se incrustó en la corteza de un árbol. Negué con la cabeza, ¿por qué ellos simplemente no podían respetar la vida? Tomé el hacha y jalé, pero no salió con el primer intento. Me puse en pie, coloqué un pie sobre el árbol y tiré con las dos manos, por suerte hice una pirueta para no caer de bruces al suelo. Estiré mi ropa y me aclaré la garganta, como si allí no hubiese pasado nada que no estuviese planeado. -Tampoco es que la quiera cortar- mascullé como de costumbre, pero esta vez un tono más bajo, para que el joven no me prestara atención. Si veía que usaba su arma como una pala en vez de darle el uso requerido, probablemente se enfadara.
Me acomodé en el suelo, eso iba a tomar tiempo. Con parsimonia y la paciencia que no tenía para los seres hablantes, me puse a escarbar los alrededores de la raíz del Tuore. Escuchaba las palabras del hombre con atención y en silencio. Todo este rato había estado molestando al chico, pero tratándole como un igual, ¿acaso él se sentía inferior a nosotros? Comenzaba a sentirme mal, tanto músculo, y tantas experiencias de la que se sentía orgulloso pero en el fondo no era más que un crío. Finalmente llegué a la raíz, ayudándome del hacha para no espinarme y mi más antiguo conocimiento tratando con esas plantas la saqué de su lugar, la envolví en mi capa y me puse al costado del par, devolviendo el objeto que había tomado prestado. -Gracias-.
Miré los ojos del chico y me mordí el labio superior, sabía que no querría escucharlo de mí, pero de todas formas trataría de decirlo con tiento. - ¿Sabes Klinge? Así como todo lo que tiene vida, tus armas también necesitan cuidados y que las protejas, de la misma forma que ellas te sirven a ti. Esta hacha -señalé el arma que había devuelto- tiene sus días contados y es, entre otras cosas porque nació con un fin y tú quieres que tenga más, necesitan que le afiles y que le reparen un poco o cuando más la necesites puede convertirse en astillas de metal, oh… pero qué torpe, no mencioné que vivo en una herrería desde hace muchos años. Y aunque no soy un herrero convencional, entiendo un poco de metales y de la vida-
Mi monólogo no iba exactamente como quería, como siempre hablé de más y por como veía los rostros no estaba yendo a ninguna parte; miré a la elfa y luego al humano, buscando la mejor forma de decirlo -lo que quiero decir es que no necesariamente tienes que vivir tan apresurado, buscando a la muerte en solitario y nadie nació para estar solo ¿verdad Lullaby? Probablemente Imbar nos hizo así para siempre recordar que pese a todo lo que pase durante el transcurso de una existencia, siempre habrá algo o alguien que nos ayude y a quién debemos ayudar- acto seguido, coloqué mi mano libre sobre la corteza del árbol para que su sabia cerrase la abertura hecha por el hacha.
Tomé la mano derecha de la chica y besé su nudillo -Ahora este elfo que nunca se calla volverá a Baslodia antes de ganarse vuestro odio- le hice un guiño a la chica y me volví hacia el guerrero -Deberías de venir conmigo, tal vez un tiempo viviendo de otra forma te ayude a ver las cosas de otra manera. También podría darle una mirada a tus armas y repararlas un poco, aunque como dije… soy mejor con las joyas… joyas encantadas le di un pequeño empujoncito con mi puño cerrado a modo de despedida -…ebrio idiota, jejeje, si quieres que te recuerde así, no vuelvas a pasar por mi camino- el tono de broma tintineaba en mi voz. Así, lentamente caminé hacia las Runas para volver a Verisar.
Me acomodé en el suelo, eso iba a tomar tiempo. Con parsimonia y la paciencia que no tenía para los seres hablantes, me puse a escarbar los alrededores de la raíz del Tuore. Escuchaba las palabras del hombre con atención y en silencio. Todo este rato había estado molestando al chico, pero tratándole como un igual, ¿acaso él se sentía inferior a nosotros? Comenzaba a sentirme mal, tanto músculo, y tantas experiencias de la que se sentía orgulloso pero en el fondo no era más que un crío. Finalmente llegué a la raíz, ayudándome del hacha para no espinarme y mi más antiguo conocimiento tratando con esas plantas la saqué de su lugar, la envolví en mi capa y me puse al costado del par, devolviendo el objeto que había tomado prestado. -Gracias-.
Miré los ojos del chico y me mordí el labio superior, sabía que no querría escucharlo de mí, pero de todas formas trataría de decirlo con tiento. - ¿Sabes Klinge? Así como todo lo que tiene vida, tus armas también necesitan cuidados y que las protejas, de la misma forma que ellas te sirven a ti. Esta hacha -señalé el arma que había devuelto- tiene sus días contados y es, entre otras cosas porque nació con un fin y tú quieres que tenga más, necesitan que le afiles y que le reparen un poco o cuando más la necesites puede convertirse en astillas de metal, oh… pero qué torpe, no mencioné que vivo en una herrería desde hace muchos años. Y aunque no soy un herrero convencional, entiendo un poco de metales y de la vida-
Mi monólogo no iba exactamente como quería, como siempre hablé de más y por como veía los rostros no estaba yendo a ninguna parte; miré a la elfa y luego al humano, buscando la mejor forma de decirlo -lo que quiero decir es que no necesariamente tienes que vivir tan apresurado, buscando a la muerte en solitario y nadie nació para estar solo ¿verdad Lullaby? Probablemente Imbar nos hizo así para siempre recordar que pese a todo lo que pase durante el transcurso de una existencia, siempre habrá algo o alguien que nos ayude y a quién debemos ayudar- acto seguido, coloqué mi mano libre sobre la corteza del árbol para que su sabia cerrase la abertura hecha por el hacha.
Tomé la mano derecha de la chica y besé su nudillo -Ahora este elfo que nunca se calla volverá a Baslodia antes de ganarse vuestro odio- le hice un guiño a la chica y me volví hacia el guerrero -Deberías de venir conmigo, tal vez un tiempo viviendo de otra forma te ayude a ver las cosas de otra manera. También podría darle una mirada a tus armas y repararlas un poco, aunque como dije… soy mejor con las joyas… joyas encantadas le di un pequeño empujoncito con mi puño cerrado a modo de despedida -…ebrio idiota, jejeje, si quieres que te recuerde así, no vuelvas a pasar por mi camino- el tono de broma tintineaba en mi voz. Así, lentamente caminé hacia las Runas para volver a Verisar.
Off: Ya que nuestra chica se va a tomar su tiempo, me voy saliendo del tema. Salú
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