[Cerrado]La gema de las almas[Trabajo][Cryz-Z9-42]

Seguía enfrente de aquella gran tabla de madera, leyendo la gran variedad de pergaminos clavados de solicitudes de trabajos, mi hermano me dijo que buscara el mas adecuado pero no veía nada de lo no hubiéramos hecho ya... A excepción de un pergamino negro que era cubierto por los demás, quite aquellos que cubrían aquel pergamino negro y lo tome dejando del resto en su lugar, me quede alli parada leyendo las letras en dorado.


Parpadeé un par de veces y voltee el pedazo de pergamino, pero no decía nada mas, no estaban los datos de ese tal coleccionista, solo estaba el mensaje. Fruncí el seño con desespero.

- ¿Quien pone algo asi aqui? No dice ni que es lo que harás y ni siquiera dice a donde ir. - bufe algo fastidiada.

De repente solo siento una mano en mi hombro seguido de una voz. Que sin mentir, me saco un brinco y casi un grito del miedo.

- Yo te puedo ayudar - dijo el dueño de la mano.

Yo voltee a mirale con los ojos abiertos como platos, era un hombre joven, de treinta y algo... Era blanco y delgado y para rematar vestía de un violeta oscuro casi negro... Tenia aspecto sombrío.

- ¿Como me puede ayudar? - dije algo nerviosa mientras me quitaba la mano del hombro.

- Yo te llevare con El coleccionista. Te vere aqui dentro de una hora - dijo el hombre mientras se retiraba dejándome con grandes dudas.

Guarde el pergamino y camine hacia la posada donde mi hermano y yo nos quedábamos, cuando vi a Trhiz volar hacia mi y posarse en mi hombro lo tome y lo abrace mientras me reía por como el se sacudía tratando de soltarse de mi agarre.

- Hay se que te gustan mis abrazos amargado emplumado - dije mientras lo soltaba.

- ¿Encontraste algo Cryz? - dijo mi hermano caminando hacia mi.

Le entregué el pergamino.

Mi hermano puso la misma cara de con función que yo cuando lo leí por primera vez, yo tome su mano y camine con el hacia afuera de la posada.

Alli fue cuando le comencé a explicar todo lo que me habia pasado, observe como su cara de confusión pasaba a una de seriedad mientras mas le contaba, asi que antes que fuera a mencionar cualquier cosa emprendí el camino de regreso al lugar a cordado. Haciendo que mi hermano me siguiera.

- ¿Por que nunca me haces caso Cryztal? Siempre terminamos en problemas por esto y lo sabes - dijo mi hermano mientras suspiraba con amargura.

Le quite importancia con la mano mientras caminábamos, era divertido hacer quejar a mi hermano.

- Aver ¿Que tiene de malo? Andres, hemos pasado toda la vida sirviéndole el vino y limpiando el desastre a otros ¿Por que no hacer algo para nosotros? Una aventura de verdad. Vivir la vida al limite - dije con una sonrisa mientras caminaba de espaldas.

- ¿Por que ese cambio tan repentino? - dijo mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Cuantas veces hemos estado en peligro por otros? - dije caminando de espaldas. - Ya lo e decidido, me volveré una gran guerrera como el señor Wallace, e ir de aventura, como de seguro mi padre lo hacia conocer criaturas de todos los tipos - dije con una gran sonrisa.

Mi hermano suspiro mientras seguía caminando a mi lado esta vez, me veía como si hubiera enloquecido, yo me volte y camine de frente hasta llegar al lugar acordado, donde el hombre nos esperaba en una carroza marrón, nos subimos como el hombre no los indicaba con la mano.

- Nos contara sobre ese tal Coleccionista? - pregunte mientras me acomodaba.

El hombre se acomodo en el asiento pero solo me miro cuando pedí respuestas. - El Coleccionista es un hombre con un gusto excéntrico, le gusta coleccionar “objetos raro” - dijo de forma seca y seria.

- ¿De que es el trabajo? - pregunto mi hermano mientras se cruzaba de brazos.

- Esa es una información que yo no poseo, el mismo les explicara esto - dijo el hombre poniendo punto y fin al asunto.

Mi hermano me miro con esa seriedad clásica de un regalo silencioso, yo solo suspire mientras acariciaba las plumas de Trhizten.



No recordaba cuando me había quedado dormida pero solo se que el movimiento seso y Andres comenzó a despertarme. Causando que terminara algo desorientada.

Bostecé y baje del vehículo para luego estirarme afuera para luego ver con aquella mansión se erguía con imponencia la frente a nosotros dos.

- Vaya... Es enorme - dije mientras alzaba la vista para ver el resto de la mansión.

- Por aqui por favor - dijo el estirado mientras abría las grandes puertas y nos indicaba que le siguiéramos al interior.

Caminamos por un largo corredor en la entrada hasta llegar a una gran puerta al final de este, el estirar abrió una de las dos puertas y nos indico que pasáramos. Y en silencio obedecimos, terminamos entrando en una gran estancia decorada con objetos extraños y hermosos, algunos protegidos por cúpulas de vidrio, pase la mirada por cada objeto hasta llegar a un escritorio grande en el cual habia un hombre con una mascara lisa, solo tenia los ojos y de adorno unos labios serios y cerrados.

El hombre nos indico con la mano que tomáramos asiento enfrente de su escritorio y le hicimos caso, fue alli cuando me percate que no eramos los únicos que venían por el trabajo.

- Gracias por venir, ahora que todos estamos presente comenzare mi explicación. - dijo el hombre apoyado al respaldar de su asiento acolchado. - No me gustan las formalidades asi que iré al grano: Ya que mis mercenarios y caza recompensas de confianza se an ido con esto de la guerra y no an vuelto a dar señales, solicite el trabajo de esta manera. Necesito que busquen esto para mi - dijo mientras sacaba un pergamino antigúo y extendiéndolo dejando ver el dibujo de una gema extraña. - Es la gema de las almas... Según su leyenda o historia, en esta gema, una clase de ser superior encerró las almas de los agonizantes dragones que alguna vez habitaron el poblado abandonado, dicen que escondidos en un laberinto subterráneo donde fue oculta... Nadie sabe o conoce para sirve, pero por el simple hecho de ser una gema extraña la quiero en mi colección y ustedes tres me la traerán y si lo hacen les pagare muy bien - dijo con seriedad mientras ponía sobre la mesa el mapa hacia la gema.

Yo mire rápidamente a mi hermano y luego al chico que estaba sentado a nuestro lado, el cual seme hacia familiar pero de donde no lo tenia claro, tome valor y hable.

- Contad con nosotros dos, buscaremos la gema para usted señor Coleccionista. - dije con seriedad.

El hombre asintió con la cabeza y dirigido su mirada al chico esperando la aceptación para luego entregarnos el mapa y comenzar con este trabajo.

Mis ojos se abrieron con sorpresa cuando el niño dijo mi nombre, mi hermano lo miro con desconfianza al igual que Trhiz, pero luego me puse a pensar y imagine al niño con mas vendajes y mis ojos se abrieron y mi boca mostro una sonrisa.

- Zero, que coincidencia amigo - dije con una sonrisa.

Al escuchar la pregunta de Zero hacia el Coleccionista este extendió el pliego dejando ver un mapa del norte, en la cual habían muchas rutas, pero solo una resalta a ya que habia sido marcado con tinta distinta al resto del mapa.

- No se perderán, es la ruta para llegar, les proporcionare el medio para llegar y volver rápidamente. Mis sirvientes les ayudaran a prepararse para su viaje - dijo el hombre.

Las puertas se abrieron donde ambos nos esperaban afuera, el hombre enmascarado nos indico con la mano hacia seña de que saliéramos de su despacho.

Yo me levante y camine hacia la puerta de salida junto a mi hermano y a Trhizten que seguía en mi hombro viendo con desconfianza al hombre con mascara, yo lo acaricie para que se calmara.

Luego de al salir de la habitación no pude evitar y darle un fuerte abrazo al niño, ya se veía mil veces mejor que aquella noche. Aunque termine consiguiendo que Trhizten saltara y volara al hombro de mi hermano.

- Hay Zero, que gusto verte ¿Como terminaste aqui? - dije mientras lo soltaba y le sonería. - El es mi hermano, Andres y el águila es nuestro compañero alado Trhizten - dije señalándolos.

Mi hermano se acerco y le extendió la mano al chico. - ¿Como se conocieron ustedes dos? Por que no me acuerdo de ti y siempre ando con ella. - dijo mi hermano con seriedad.

- En Beltrexus, la noche que estabas enfermo pues ayude a un vigilante de un cementerio y allí lo conocí. - dije encogiéndome de hombros.

Uno de los estirados tosió para interrumpir el momento, Andres y yo volteamos a verlo serios, este nos indico el camino a los tres hacia una estancia muchísimo mas sencilla pero cálida, menos decoraciones, una mesa, sillas, una chimenea y unos libros en estantes bien acomodados. Una sala para pasar el rato con invitados.

- Esperad aqui, mientras me encargo de preparar los caballos para su viaje. - dijo antes de retirarse y dejarnos dentro de la gran sala.

Yo me acerque a los estantes para ver los libros pero algunos estaban en elfico, otros en draconiano y otros en lengua común, otros ni siquiera sabia distinguir que símbolos era, tome uno de botánica en común y me puse a revisar las hojas para pasar el rato.


Ya había pasado una hora cuando la puerta se volvió a abrir, uno de los sirvientes entro y nos pidió que lo siguiéramos, sin queja mi hermano y yo los seguimos sin chistear, voltee a ver a Zero.

¿Que cosas pasarían cuando siguiéramos el camino que trazaba ese mapa? ¿Seria todo fácil? O ¿Todo seria un problema? Como fuera solo los dioses lo sabrían adivinar. Tome el mapa de la mano del sirviente y lo guarde en mi bolso para luego seguirles hasta los establos donde los caballos esperaban listos para nuestra partida.

Me subí al caballo y me acomode en la silla, Trhizten se acomodo y se puso cómodo en mi hombro, comenzamos a cabalgar fuera de la propiedad, pero la voz del niño me saco de mi mente y lo vi algo confundida. ¿Quería que yo liderará la marcha? ¿Eso seria buena idea? Por que jamas en la vida habia sido líder de nada.

- No creo que sea buena idea Zero... Nunca e liderado nada - dije mientras volteaba la cabeza para poder ver al chico sobre su caballo.

- ¿Por que no? Esto fue tu idea, ¿Por que no liderar esta aventura? - dijo mi hermano con media sonrisa.

No era muy agradable cuando se ponía asi pero, que mas daba si lideraba yo. “¿Que mal podría suceder?” dije para mi misma mientras hacia que mi caballo tomara la delantera y fuera enfrente de los otros dos. Saque el mapa de mi bolsa y lo desdoble viendo el camino que teníamos que seguir hacia el poblado abandonado, y si mis cálculos no eran malos estaríamos alli en la tarde casi noche.

- Si seguimos el camino a trote llegaremos al atardecer, si lo hacemos al galope tal vez lleguemos entrada la tarde - dije con tono serio.

- Mientras mas pronto lleguemos sera mejor - dijo mi hermano.

Mire a mi hermano y al niño y chasqué la lengua mientras sacudí las riendas para hacer que el caballo comenzara a galopar, justo como me habían explicado un par de dias antes.

Luego de hacer eso mi hermano me imitó haciendo que el caballo comenzara a galopar por el sendero que nos llevaría a nuestro destino.


Las horas en el caballo ya habían empezado a ser efecto, los animales comenzaban a cansarse asi que jale de las riendas para que bajara la velocidad y volviera a un ritmo mas tranquilo para que tomara aire, y asi poder sacar el mapa y volver a ver el mapa.

- Según el mapa, dentro de poco llegaremos al comienzo del poblado abandonado - dije mientras guardaba el pergamino.

Me sentía algo incomoda con tanto silencio asi que carraspeé un poco para llamar la atención de mis dos compañeros pero sobre todo la del menor.

- Y dime Zero... ¿Que has hecho estos últimos meses? Y mas importante... ¿Por que aquella vez estabas tan herido? - pregunte mientras seguíamos avanzando.

Escuchaba con atención al niño sobre lo que le habia pasado estos últimos meses, mi hermano carraspeo un poco cuando Zero dijo lo de los problemas, me volte un poco y lo mire seria este ni caso me hizo, pero tenia razon con lo que quiso decir mi hermano.

Sin darme cuenta voltee a ver al niño cuando pregunto sobre mi, suspire y mire hacia arriba.

- Pues... Aprendí a usar una lanza, ya no vomito cuando veo sangre, le estoy agarrando gusto a las aventuras y sigo tratando de aprender a controlar mi lengua para evitar meterme en problemas... Pero nos soy muy buena en esto ultimo - dije con media sonrisa mientras seguíamos el camino.

- Libero a un grupo de actores/esclavos del circo, casi muere en un incendio, casi pierde la cabeza en una batalla, ayudo a escapar a unos rehenes de unos bandidos... - dijo mi hermano con seriedad.

Yo lo mire confundida, ¿Estaba siendo sarcástico o estaba presumiendo? Solo sabia que estaba confundida asi que lo mire con dudas para luego volver a ver al frente mientras seguíamos avanzando hasta que el camino se abre un poco dejando ver el comienzo del poblado abandonado. O bueno eso suponía ya que ¿Por que abrían escombras de muros de piedras en la mitad del bosque?

- Hemos llegado - dije mientras jalaba las riendas del animal para luego desmontar del caballo.

Trhizten voló hacia una rama donde comenzó a acomodarse las plumas rápidamente, acomode mi capa mientras ponía mi capucha sobre mi cabeza y tomaba las riendas del caballo para guiarlo a pie.

- Sigamos a pie, asi los caballos descansan - dije para luego seguir el sendero mientras miraba con cuidado el muro derruido de piedra.

Mientras yo avanzaba mi hermano se apresuro a bajar del caballo rapido y acomodar su capa para también ponerse la capucha para luego lanzarme un suave silbido al águila.

- Trhiz no la dejes sola - dijo mi hermano al ave que terminaba de acicalarse.

El águila obedeció y voló hasta llegar conmigo y se poso en mi hombro mientras seguía caminando por la entrada del poblado, dejando bee edificios caídos, escombros de muros y muchos bloques de piedra esparcidos al azar.

- La batalla que hubo aqui tuvo que ser brutal... - dije mientras sacaba el mapa y miraba el camino.

Voltee a ver como mi hermano se acercaba a mi y miraba el lugar con asombro. - Bien ¿Por donde hay que ir ahora? - me pregunto mi hermano.

Voltee a ver al niño y a mi hermano mientras guardaba el mapa en el bolso y luego señalar con la mano la vía principal del poblado.

- Debemos cruzar hasta llegar al otro lado del pueblo, luego seguir al norte hasta llegar a una cueva... Bueno eso dice el mapa - dije mientras seguía caminando y guiando al caballo.

Aquel lugar me ponía los bellos de punta y a la vez era intrigante, por lo cual quería verlo mejor y conocerlo, de igual forma sabia que terminaría metida en problemas serios como siempre.

Seguimos avanzando por la vía principal del poblado. Pero mi vista se desviaba entre las estructuras derruidas, las cuales le daban al bosque un aspecto aterrador y con el suelo oscureciendo con el paso de los minutos.

Luego escuche el comentario del chico sobre Trhiz, yo acaricie las plumas del ave mientras se ponía cómodo en mi hombro y le sonreia a el y luego volteaba a ver al chico.

- Si, es muy especial, es un amargado y aguafiestas pero siempre estara al pendiente de ti - dije con una sonrisa.

De vez en cuando durante nuestro avance se podían ver a pequeñas criaturas buscando alimento entre las ruinas, en uno de esos ruidos Trhiz estiro sus alas y se hecho a volar, supuse que era para cazar, lo mire volar entre los edificios mientras nosotros seguíamos.

- ¿Que tan grande es este lugar? - pregunto mi hermano mientras avanzábamos.

- Sinceramente no tengo idea - respondí tranquila.


Una hora despues ya estábamos de camino a la cueva, mire con atención el camino ya que mientras mas avanzábamos mas aterrador se volvía el entorno, mas sombrío y frio. Me acobije en la capa mientras seguíamos caminando hasta que por fin comenzaba a divisar el objetivo.

Una cueva, mientras mas nos acercábamos mas se detallaba, la cueva, era como si hubieran tomado un gran cuadro de suelo y lo hubieran levantado y doblado dejando una gran entrada.

- Es la cueva mas extraña que e visto en mi vida... - dije mientras amarraba las riendas del caballo a un tronco caído.

Alli el animal podría pastar tranquilamente, le acaricie la crin y luego revise el bolso que habían preparado para el viaje, lo solté de la correa de la silla y me lo puse mientras tomaba las espadas y las ponía en mi espalda. Mire a Trhiz que se quedaba sobre la silla del caballo y le hacia señas para que se pusiera en mi hombro.

- Bueno, ¿Listos para esta locura? - dije con media sonrisa mientras volteaba a ver a mi hermano y a Zero.

Aquella trampa me habia desconcertado tanto que estaba fría mientras miraba al niño colgar de cabeza, reaccione al escuchar al niño aclarar que habían trampas. Me puse bajo del niño y saque la daga de mi bota y la tome con cuidado de la hoja y lo estire hacia el niño lo mas posible para que tomara el mango.

- Zero, toma y corta la soga yo te atrapo aqui abajo - dije mientras me ponía de puntitas para acercarla mas.

Mientras intentaba ayudar a Zero, vi por el rabillo del ojo como mi hermano retrocedía y salia de la cueva, voltee y lo mire con intriga y curiosidad.

- ¿A donde vas? - pregunte seria.

- Ya veras - respondió mientras el caminaba.

Andrés salio de la cueva y se acerco a el tronco caído, del cual arranco una gran estaca de rama, la tomo y volvió a la curvo mientras envolvía la punta con una larga tira de vendaje viejo.

Yo solo lo miraba con curiosidad. Aunque no podía ver muy bien por la oscuridad, lo siguiente que reconocí fueron las chismas que salían de un pedernal y la daga de mi hermano, lo repitió varias veces hasta que la chispa callo y encendió la antorcha que el habia hecho. Lo mire asombrada por aquello y luego mire al niño y luego mire la cuerda y seguirla con la mirada hasta encontrar las poleas, era un mecanismo ingenioso.

- Tengo una mejor idea, cortaremos la soga desde la polea y te bajaremos con cuidado - dije mientras tomaba bien mi daga y caminaba hacia la pared.

- Ok tu cortas la soga y yo lo bajo con cuidado - dijo Andres mientras dejaba la antorcha puesta sobre una piedra.

Mi hermano tomo la cuerda tensa entre ambas poleas de la pared mientras yo cortaba la cuerda con la daga, esta fue rompiéndose rápidamente y con mucha fuerza trataba de soltarse de las manos de mi hermano. Andres uso sus pies de anclas mientras iba soltando poco a poco la cuerda, haciendo que Zero baja hasta quedar acostado en el suelo.

- Mierda, esto arde - dijo mi hermano mientras soltaba rápidamente la cuerda dejando que esta siguiera la polea hasta salirse del riel.

- Luego de esto te curare la mano - le dije con una sonrisa.

El volvió a tomar la antorcha y fuimos rapido junto a Zero, lo ayude a levantarse y lo observe con cuidado, en la cabeza, brazos, espalda en cual quise lugar buscando una anormalidad... Pero nada parecía perfecto.

- ¿Estas bien Zero? - pregunte seria.

Mientras miraba al niño, mi hermano me entrego la antorcha y se encamino nuevamente a la salida de la cueva, supuse que fue a hacer otra antorcha. Y minutos despues volvió a mi lado con dos estacas en las manos las cuales ambas puso las puntas en el fuego de la antorcha que sostenía encendiendo las otras dos.

- Suficiente iluminación para ver que tenemos en frente de la nariz... Es mejor que ir a oscuras - dijo mi hermano mientras le entregaba una al niño.

Sin mas preámbulos seguimos avanzando, esta vez con mucho mas cuidado por las trampas. Pero mientras mas avanzábamos aquel lugar daba un cambio total, las paredes anormales y disparejas de la cueva, se empezaban a volver planas y lisas con centenares de tallas extrañas, incluso estatuas parcialmente derruidas, parecían de la misma piedra que la pared, lo cual asombraba.

- Soy yo o esto cada vez empieza a tomar la forma de un... -

- Templo. ¿Creen que tenga que ver con esa gema extraña? - dije con curiosidad.

- Pues asi parece, los que crearon este sitio tuvieron que ser los que crearon la gema y tuvieron que ocultarla aqui - dijo mi hermano.

Pocos minutos pasaron cuando volvimos a detenernos, enfrente estaba la enorme pared del final de la cueva, la cual tenia tallada una gran puerta con runas escritas por todo el marco, era imponente, pero el suelo era lo que me preocupaba. Baldosas en el suelo, aquello me daba mala espina ¿Era otra trampa? ¿Abia un código? Fuera como fuera yo no lo lograba entender muy bien.

- ¿Ahora que? -

- Descifrar lo que dice la puerta -.

- Eso significa, que la cueva y todo esto, es solo una fachada que, te aseguro que tiene muchas trampas... - dijo mi hermano.

Dificultad del trabajo:

- ¿Un puzle? Ósea ¿Es como un juego? - dije algo confundía mientras le dirigía una mirada a la puerta y luego a las baldosas del piso.

Con ayuda de la antorcha alumbre las baldosas viendo que todas tenían símbolos algunos hasta eran idénticos. Mordí mi labio, estaba nerviosa y no lo negaría, pero tenia que calmarme, teníamos que cruzar esto, asi que tome aire para relajarme y cruzar primero pero la mano de Andres en mi hombro me detuvo. Lo mire confundida.

- Yo voy primero no te preocupes - dijo serio mientras avanzaba hacia las baldosas y las miraba con atención y luego a la puerta.

Lo siguiente fue que lo vi pisar una baldosa y luego se detuvo para luego dar un paso largo dos mas cortos, otro largo hasta llegar al otro lado. Mire a Zero y luego a mi hermano, luego el suelo comenzó a temblar mientras la gran puerta de piedra se iba corriendo lentamente hacia el lado derecho, dejando el camino libre.

- Bueno Zero, es nuestro turno - dije mientras le hice una seña a Trhiz que volara hacia Andres mientras tomaba aire y me dedicaba a pisar las baldosas que mi hermano me indicaba poco a poco.

Y unos minutos después ya habíamos cruzado, yo me asome un poco por la puerta y me percate gracias a las luces de las antorchas que era una escalera en espiral... ¿Esta cueva tenia niveles? Era sorprendente y tenia curiosidad ¿Cuantos pisos hacia abaja habrían?

- ¿Listos para bajar? - pregunte mientras los miraba a los dos.

Tome aire y camine hacia la escalera alumbrada por la antorcha, teníamos que bajar con cuidado ya que las piedras parecían estar muy viejas y no me daban bue a espina, no movía mi vista de los escalones y no lo haría hasta llegar al final de estas. Poco a poco el ambiente iba cambiando, cada vez hacia un poco mas de calor haciendo que cada sierto tiempo me limpiara el sudor.

Y como 5 minutos de bajar escalera Un tenue brillo blanco se comenzaba ver al final, algo confundida al salir de las escaleras me termine encontrando con una gran recamara alumbrada desde el techo con mas símbolos rúnicos que brillaban igual que una vela y todas juntas lograban dejar la habitación bien alumbrada.

Trhizten salto del hombro de mi hermano y se poso en una de las mesas para limpiar sus alas. Parecía fastidiado, de seguro ya quería irse, me acerque y le acaricie la cabeza.

- Esto es asombroso - dijo mi hermano mientras se quitaba el abrigo y lo guardaba.

Yo lo imite y guarde mi abrigo ya que con ellos el calor era insoportable, luego me acerque a una de las mesas que estaba llena de rollos de pergaminos, no los quise tocar ya que se veían tan viejos que temía romperlos.

- Esto es un laboratorio arcano ¿No es asi? - pregunte mientras seguía avanzando.

En otra mesa habían herramientas arcanas pero ademas de los papeles no habia nada importante allí, aquello era confuso ¿Por que la seguridad de arriba si aqui abajo no habia nada importante? ¿Acaso su antiguo dueño era paranoico?

- Creo que aqui no hay nada ma... - mi hermano me interrumpió.

- Tal vez allá algo detrás de la puerta - dijo mi hermano señalando otra puerta de piedra igualita a la de arriba solo que esta no tenia gravados.

Trhizten salio volando hacia mi hombro, pero Andres y yo habíamos quedado petrificados al ver el espectáculo que habia logrado Zero. Sentía la mandíbula algo adolorida por lo abierta que la tenia, Andres tampoco podía quitar la mirada de las piedras que reposaban en el suelo.

El ¿Niño robot? Nos hablo pero la sala volvió al silencio sepulcral, hasta que sacudí la cabeza para quitar el shock y soltar una fuerte esclamacion.

- ¡Eso explica como habías visto la trampa y por que aquella vez no te dio miedo pelear contra los ladrones! - exclame mientras me acercaba.

- ¿¡Que ladrones!? - dijo mi hermano algo exaltado por eso quitándole importancia a lo del niño biocibernético.

- Ñee, despues te cuento la historia completa - dije con media sonrisa.

Mi hermano me comenzó a fulminar con la mirada mientras tomaba la antorcha con fuerza y comenzaba a caminar hacia la nueva puerta.

- Bueno, sigamos avanzando antes que las cosas se salgan de control como casi todo cuando Cryz esta - dijo mi hermano mientras pasaba el umbral de piedra.

Yo solo suspire, otra vez habia comenzado con su amargura sobreprotectora, como fue solo lo seguí hacia la nueva habitación que nos esperaba.

- Zero, ignórale, aveces se ofende cuando le cuento las cosas a medias - dije encogiéndome de hombros quitándole importancia.

Dije cruzando el umbral con la antorcha en mano, encontrándome con un gran y alargado pasillo oscuro por el cual no se podía ver muy bien... Ni siquiera con las antorchas ya que estas solo alumbraban un par de metros y el resto seguía en tinieblas.

- ... Ahora si tengo un mal presentimiento... - dijimos mi hermano y yo al unisonó mientras caminábamos lentamente por el pasillo.

Quien sabe que cosas se podían estar ocultando en tanta oscuridad, que trampa mortal estaría esperando para ser activada. Mejor cautela que imprudencia, por eso seguía a mi hermano con cuidado.

Al escuchar al niño maquina salimos corriendo detrás de el Trhiz mientras las paredes comenzaban a cerrarse, Andres y yo soltamos las antorchas y salimos corriendo detrás de ellos, polvo caía del techo mientras las paredes se arrastraban para unirse, sin contar que el horrible sonido que hacia la piedra contra la piedra.

La sala en menos de un minuto ya era solo un corredor por el cual mi hermano y yo corríamos por no terminar aplastados.

La puerta de la siguiente sala estaba abierta esperando por nosotros, mi hermano salto rodando por el suelo llegando a la siguiente sala, yo lo imite saltando y rodando hasta caer en la otra sala iluminada con símbolos como la primera, Andres me ayudo a levantarme, lo cual me dolió un poco ya que me habia hecho unos buenos golpes pero nada grave.

- ¿Que tan lejos ira esto? - pregunte mientras me sobaba.

- Supongo que en este lugar debe aver algo que valga la pena tanta seguridad... - dijo mi hermano mientras se masajeaba el cuello.

Ambos nos acercamos al niño maquina me quede mirando con atención a Trhiz que se posaba sobre un tótem de piedra el cual... ¿Estaba botando humo de la boca tallada? Me acerque un poco y pude sentir un aroma peculiar pero conocido... Le silbé a Trhiz y este se poso en mi hombro.

- Hay que salir de aquí ahora - dije mientras miraba los otros tres tótems de bocas abiertas. - Estan botando gases de belladona... Si la dosis es muy grande... - me puse nerviosa mientras me cubría la boca y la nariz.

Andres fue hacia la siguiente puerta que estaba sellada y tenia algo inscripto en esta, pero al igual que el resto eran runas... O fragmentos de algunas. Ni mi hermano y yo no las podíamos entender, yo mire a a Zero.

- Zero, trata de traducir esto, no se cuanto tiempo aguantemos si la recamara se llena de belladona - dije nerviosa mientras me seguía cubriendo.

- Debe aver algún mecanismo para abrir esta puerta - dijo Andres mientras se cubría la nariz y la boca.

Pase mi mano sobre los gravados y al presionar uno este se hundió, yo retrocedí un poco por el asombro, mi hermano me imitó y comprobó que las piezas se hundían... Pero al hacerlo a azar de repente la habitación se llenaba mas de humo el cual comenzaba a marearnos a Trhizten, Andres y a mi, estaba comenzando a hacer efecto teníamos que salir pronto.

- Creo, que es otro puzle, coff cof coff, de seguro es un código... Zero, por favor tradúcelo - dije mientras tosía.

Mi hermano y yo caímos al suelo mientras tosíamos y respirábamos aire limpió, Trhiz estaba semi consiente, parecía que la belladona habia comenzado a hacer efecto en el pero luego de unos minutos ya volvía a despertar, escuche con atención a Zero mientras mi hermano se recuperaba y los efectos de la belladona pasaban.

- ¿Esa es la gema? Parece un zafiro común. - dijo mi hermano mientras se ubicaba junto al niño robot.

- Amenos que un zafiro brille de esa forma... - dije mientras me levantaba y sacudía.

Habia una gran sala con poca iluminación en la cual resaltaba un pedestal de piedra con un enorme zafiro con una cantidad de luces extrañas en su interior, aquella puede era todo lo que iluminaba la sala lo cual era muy sorprendente.


Mi hermano se adelanto con cuidado, mirando el entorno con mucha atención camine junto a el hacia el enorme zafiro, fue cuando empezamos a darnos cuenta que el brillo de su interior se movía, como luciérnagas en un frasco... Pero esta luz era muy diferente.

- ¿Creen que esas sean las almas? - pregunte mientras miraba a mi hermano y a Zero para luego sentir las garrar de Trhiz en mi hombro.

- No lo se, yo solo quiero salir de aqui ya - dijo mi hermano algo incomodo por el impredecible patrón de luces.

Asentí a lo que mi hermano decía y subí las escaleras hacia el pedestal donde la gema brillaba, puse mis manos a su alrededor para luego levantarla con cuidado del pedestal.

Me quede viendo las luces cambiantes de su interior mientras empezaba a escuchar murmullos, los cuales poco a poco aislaban el mundo exterior... Solo me centraba en las voces. Voces que no entendía era un lenguaje extraño. ¿Ese era el lenguaje de los dragones acaso?

- Faal faas ahrk Faal Ahkrin - me decían algunas voces en murmullos.

- Fin alok al... Aus - decía otra voz.

No me daba cuenta de nada en mi al rededor hasta que sentí el golpe del ala de Trhiz en mi cabeza, el cual me saco del trance... Devolviéndome al mundo real donde me encontraba en una habitación que se venia abajo.

- ¡Cryz corre! - dijo mi hermano mientras corría hacia mi para jalarme del brazo para salir por una puerta que habia aparecido detrás del pedestal.

Gracias a los dioses todo habia salido bien y por fin habíamos salido de la cueva de los mil demonios, me senté en el suelo mientras miraba aquella gema resplandecer de aquella forma tan anormal.

La metí dentro del bolso para luego ponerme el abrigo ya que el frio volvía y no lo aguantaba mucho, asi que lo abroche y me deje caer sobre el césped seco y rígido... Que por sierto era mil veces mejor que el suelo de aquel infierno. Mire a Trhiz lo veía extraño en la rama del árbol parecía cansado, voló hacia mi pecho y se acomodo sobre este poniéndose cómodo, yo le sacudí el polvo de encima y le sonreí.

Mi hermano se habia vuelto a abrigar y se habia tirado en el suelo igual que el resto de nosotros. Al escuchar la pregunta del niño robot me volví a sentar haciendo que Trhiz se bajar.

- Pues tengo un par de moretones, raspones y mucho polvo y piedritas en todo el cuerpo... - dije mientras me revisaba.

- Reporto lo mismo - dijo mi hermano cansado sin levantarse.

- Lo bueno es que ya tenemos la gema y seguimos en una pieza... - de repente hice un silencio y mire a todos lados. - ¿Y los caballos? - pregunte.

Mi hermano se sentó y miro a todos lados para luego levantarse, y comenzar a buscarlos. Yo me levante también y le ofrecí mi mano al niño maquina para ayudarle a levantarle. Luego Trhiz se subió en mi hombro como de costumbre, sin mucha tardanza encontramos a los caballos donde los habíamos dejado, algo nerviosos ya que... Bueno la entrada de la cueva habia sufrido un derrumbé.

- Woo... Ahora entendí lo del temblor... Pero ¿Por que destruir tu santuario de esa forma? - dije confundida.

- Por que la gente que maneja la magia esta loca - dijo mi hermano algo fastidiado y cansado mientras soltaba a su caballo.

- Ahora se lo diré al señor Wallace, que le dijiste loco - dije burlona mientras soltaba al animal y me subía a su lomo. - Vamos Zero, si nos vamos lla llegaremos al amanecer y podremos irnos a descansar - dije con media sonrisa cansada.


El sol comenzaba a salir cuando comenzábamos a llegar al gran portón de la mansión, no recordaba el viaje de regreso, supuse que me habia quedado dormida y que Andres o Zero habían guiado a mi caballo, solo se que el ruido del portón termino de despertarme.

- ¿Ya llegamos? - dije medio dormida.

- Si - dijo mi hermano algo cansado.

Al entrar a los dominios de “El coleccionista” sus dos estirados sirvientes nos esperaban en la puerta, detuvimos los caballos enfrenté de las escaleras de entrada y bajamos, mi hermano se estiro un poco mientras bostezaba.

- El señor los espera en su salón - fue todo lo que dijieron.

Los sirvientes se llevaron los caballos yo mire a mi hermano y luego a Zero, para luego entrar a la mansión, la cual seguía algo oscura, ya que las pesadas cortinas no dejaban pasar casi luz.

Caminamos hasta llegar al salon donde el hombre enmascarado nos esperaba sentado leyendo un poco, parecía que no tenia mucho tiempo de haber despertado.

- Buenos dias señor - dije de forma cortes.

- ¿Cumplieron con el trabajo o solo vinieron a ponerme escusas? - dijo sin dejar de leer.

- Hemos traído lo que nos encargo - dijo mi hermano con seriedad.

El hombre bajo el libro y nos miro con total atención. Yo saque el gran zafiro de mi bolso y lo puse en la mesa con cuidado, aquella gema seguía resplandeciendo de esa forma extraña. Su nuevo dueño se levanto de su asiento y la miro con mucha atención, luego la tomo y la reviso aun mas.

- Es preciosa, mas de lo que esperaba - fue lo único que dijo el hombre mientras metía la gema en un cofre pequeño. - Bueno jóvenes es hora de la parte donde obtienen sus beneficios - señalo a la puerta donde los sirvientes nos esperaban con la bolsa de aeros en las manos.

Mi hermano sin mas se dio la vuelta y salio de aquella sala, yo le imite para luego salir de tras de el. Los sirvientes nos entregaron el dinero en silencio y luego nos escoltaron a la salida de la mansión para luego cerrarnos las puertas en las espalda.

Yo volví a echarle una mirada a la mansión y luego mirar el camino, teníamos bastante que caminar asi que solté un ligero quejido.

- No quiero caminar - dije mientras bajaba las escaleras.

- Deja de quejarte, mientras mas tardemos peor sera - dijo mi hermano mientras caminaba y cruzaba el portón.

- Bueno Zero, fue un placer volverte a ver. Esperemos que la próxima vez nos veamos en un lugar mas agradable - dije con una sonrisa para luego despedirme y ir detrás de mi hermano y de Trhiz.