Senderos entrelazados [Rak/Jeannie] [Privado] [Cerrado]

Rakan estaba descansando en los bosques del este luego de los grandes días que había tenido, tenia muchas cosas por delante, y un gran destino, al igual que muchas otras personas que se encontraban en cada rincón de Aerandir. Rakan se encontraba bajo un árbol, de los muchos que había, pero como era de costumbre, el siempre estaba apoyado en uno, acostado.

Pensando y reflexionando sus acciones a lo largo de su aventura hasta ahora, confundido y perdido. Los insultos que recibió, castigos y cosas del destino, lo llevaron a plantearse si de verdad estaba haciendo lo correcto, pero en una playa de Dundarak, logro descubrir que en realidad, no era como el creía.

Las grandes aventuras que el se imagino en su casa desde pequeño, los grandes villanos y héroes. Todo se murió para el cuando descubrió la cruel realidad, no puedes hacer un bien simplemente capturando a todos, lo descubrió tarde, dejando que 11 inocentes fueran capturados, e inocentes dragones mueran. Pero estaba decidido a recuperar lo que perdió, y sabia una sola manera. Volviéndose lo que no quería.

Nunca se imagino en una situación así, en la que tendría que dejar de lado su honor, y su idea de atrapar maleantes y entregarlo a las autoridades, tuvo que entregarse a la madures, y empezar a vivir el mundo como verdaderamente era. Pero Rakan no tenia miedo del cambio, no. Lo asustaba la reacción de las otras personas, ¿seguirían creyendo en el?. Después de todo, seguiría haciendo justicia...

Abajo del árbol, descansando de las maldades que afronto en Aerandir recientemente, se encontraba mirando los arboles, dispuesto a usar su magia para cambiar el entorno a su gusto. Pero no era momento de ponerse de bromas. Era hora de entrenar, Rakan se levanto y saco su espada, adoptando una posición nueva con la espada - Nunca se me dio bien, tendré que aprender a usarla - Dijo cerrando los ojos, concentrándose en las técnicas que quería hacer. Una vez las proyecto, abrió los ojos y empezó, usando cada parte del arma como golpe - 1...2...3, JA. Este es bueno, me servirá. - Dijo mirando la espada y sonriendo.

Su sonrisa se esfumo cuando volvió el sermón de Jeannie a su cabeza, cada palabra que la elfa había dicho, eran un tormento para Rakan, ahora mas que nunca, estaba lastimado y solo. Necesitaba alguien que lo ayude a adaptarse a su nuevo cambio, a la realidad. Y aprender de alguien, quien quizá no era la persona que el esperaba. Pero así como la ayuda viene, vuelve. Y eso es algo que Rakan nunca olvidaría.

Los espadazos que estaba dando Rakan servían, o al menos eso pensaba el. Cuando estaba pensando sobre el sermón de la elfa, escucho unos ruidos sobre los arboles, como hojas moviéndose. Claro que estaba en un bosque, podría haber sido una ave. Rakan volteo a ver y lo que menos esperaba apareció. Jeannie Fawkes. La pequeña y "adorable" elfa que se burlo de Rakan luego de salvarle la vida. Se llevo una mano a la frente, y volvió a mirarla.


- Si de algo te sirve, tu sermón anterior funciono. - Dijo Rakan con una voz mas seria. Empezó a escuchar cada titulo que le daba la elfa, algunos eran muy honorables. Pero los títulos ya no servían de nada para Rakan, se giro y suspiro, dandole la espalda a la elfa.


- Llámame como quieras Jeannie, no me interesa. Si viniste a darme sermones sobre mis títulos, te lo agradezco, pero prefiero que te calles. - Dijo, volviendo a hacer la posición con la espada, y repitiendo la táctica una y otra vez, atento a si la elfa trataba de hacer algo, la ultima vez quería atravesarlo con una flecha.

Cuando se percato de que la elfa seguía comiendo una manzana sentada, la miro y sonrió - ¿Que necesitas? - Dijo enfundando su espada mientras se sentaba al lado de la elfa. La miro y luego miro los arboles, preguntándose como hacia para subir a ellos una persona tan bajita. La miro, soltó una leve risa y le dio un golpe en el hombro, levantándose y posicionándose en el centro - Vamos, arriba. - desenfundo su espada y se puso en la nueva posición que estaba aprendiendo. Dio varios giros con la espada - ¿Que haces por aquí Jeannie?, ¿no me estarás siguiendo verdad?. - Dijo volviéndose a reír.

Usando frases y acciones que seguramente enfadarían a la elfa, o al menos eso pensaba el. Concentro su energía en el bosque, arboles y plantas que lo rodeaban, cerrando el bosque y haciendo un circulo a su alrededor. Cuando termino suspiro y cayo en el suelo, pero logro sujetarse con la espada. - Se que quieres pasar tiempo conmigo Jeannie, así que si quieres darme sermones, soy todo oídos. - Dijo desafiando a la elfa, listo para probar sus nuevas habilidades.

Rakan miro atentamente a cada paso que la elfa le enseñaba, quizá no era la mejor compañía, pero podía aprender muchas técnicas con ella. Puso los dedos, su mano y cada paso que Jeannie le dijo a Rakan, cumpliendolos. ¿Debería el dragón irse ahora que podía?... claramente no se iba a ir.

- Claramente Jeannie, sobreviví 20 años en un bosque solo, hablando con el agua y lo único que me rodeaba, cualquier cosa menos gente. ¿Crees que no se nada sobre hacer cosas solo?, a diferencia de ti, no me paso mi vida asesinando a sangre fría. - Dijo guardando la espada y mirando a Jeannie


Rakan vio el gesto de Jeannie con la capa, lo que lo hizo sonreír por unos segundos. - Me atrapaste... quiero tu compañía - dijo soltando una leve risa. Pero Jeannie empezó a decir cosas, en la que Rakan presto mucha atención, pero algo lo había dejado totalmente paralizado. "Perdido" fue la palabra que uso la elfa para describir la situación actual de Rakan.

- No estoy perdido. ¿Por que dices eso?... es idiota. - Dijo suspirando - Madure, madure y entendí como verdaderamente funcionan las cosas, como se hace justicia, el sermón que dijiste... tenias razón, me ayudaste a entender la verdad, y te agradezco. Ahora, lo único que necesito, es que te calles y te vayas. - Rakan había entendido que el honor no podía ser usado en estos tiempos, era tarde para volver a ser el mismo que una vez fue.

- Me vine a ayudar a mi mismo... pero viéndote así, creo que entiendo por que termine aquí. Tu necesitas ayuda... y mi dragón también. Últimamente me pide algo, y no logro comprender que quiere. - Dijo poniendo una mano en el hombro de la elfa, sabia que no le gustaba.

Últimamente Rakan tenia cierto problema con su don, su otro lado, su bestia, su dragón. El dragón por momentos quería salir, por momentos quería ser libre, y por otros momentos se escondía. Rakan tendría que solucionar ese problema, o podría tener muchos problemas.

[Idioma Draco] Fahdon, Zu'u dreh ni mindok fos diron los, Zu'u dreh ni mindok fos hi laan zey, nuz mu kent lusvaan nii, mu vis ni lahney ko dilah ahrk ko rinis kopraan Dijo, hablando consigo mismo.

Idioma Draco:

Rakan logro notar como la elfa buscaba algo, quizá... su capa. Volvió a darle un sermón a Rakan, y otra vez. Lo dejo pensando bastante, pero quizá ahora el problema no era el, si no el dragón interior de Rakan el que estaba perturbado, cuando Rakan estaba por decirle algo, Jeannie opto por irse, ¿realmente Rakan quería que Jeannie se fuera?

Pero antes de que se vaya, agarro los dedos de Rakan con ambas manos, pero algo parecía perturbar a la pequeña, como si estuviera en un problema igual que el de Rakan. Empezó a hacer gestos extraños, estaba actuando muy raro, incluso hablaba con ella misma diciendo que ella estaba al mando, Rakan empezó a mirar raro a Jeannie, ¿que quería decir con eso?

Pero una acción alarmo a Rakan, tenia un arco y una flecha en sus manos, podía matarlo ahora mismo si quería, para su suerte, la pequeña empezó a temblar. Aprovecho para moverse de la zona donde Jeannie apuntaba, pero algo diferente habia en Jeannie, logro escuchar como cambiaba de personalidad, diciéndole a Rakan que no la escuchara.

- ¡Jeannie, Jeannie eres tu!. - Después de todo, logro entender que era lo que sucedía con Jeannie, o algo por el estilo, pero cuando se percato de que había bandidos, la elfa ya había matado a uno de ellos. Corrió en dirección a la elfa, pasando de largo y con su espada, clavandola en uno de los bandidos que venia corriendo, atravesando todo su estomago.

Con su otra mano, empujo al bandido, sacándolo de la espada. Otros dos bandidos se acercaron a Rakan, cubrió ambos ataques, chocando tres espadas al mismo tiempo, pero uno de los bandidos, y al parecer, el mas sucio. Saco una daga de su cinturón, clavandola en el estomago de Rakan, haciendo fuerza, empujo a ambos y corto la garganta del bandido sucio.

Ahora quedaba uno. Y ese que quedo, intento pasar a Rakan e ir directo a la pequeña, Rakan agarro su espada, y cuando el bandido estaba por llegar a su objetivo, una espada lo atraviesa por la espalda, la espada de Rakan, que fue lanzada en forma de lanza.

- Tranquila, nadie se ira con vida... ademas, si quieres divertirte me tienes a mi, lo vienes haciendo hace rato. - Ahora Rakan se encontraba en una posición que no estaba en su favor, desarmado y con la Jeannie psicópata. - Escucha... se que en algún lado, donde quiera que sea, esta la Jeannie hermosa y simpática. Por favor, déjala salir... solo un rato. - Aprovecho para acercarse, mientras distraía con sus palabras, se arrodillo adelante de la pequeña y con una mano, lentamente acaricio su cabello.

- Se fuerte Jeannie, eres fuerte, tienes que demostrar quien manda. - Dijo Rakan sonriendo, poniendo el estomago como una piedra, preparándose para cualquier cosa que la psicópata haga.

La elfa solo logra derribar al primero de los bandidos. Los siguientes son eliminados uno a uno por Rakan, aunque no ha salido ileso de la contienda. Uno de ellos consigue herirle, no mortalmente, pero es una herida aparatosa en el estómago.

- Vaya, vaya, mira quien vuelve arrastrándose. El héroe haciéndose el héroe como siempre. En lugar de cooperar conmigo y maquinar algún tipo de estrategia para enfrentarnos al grupo, has decidido que necesito protección y por ello te has llevado una daga en el estómago. Aunque he de admitir que ese lanzamiento de espada ha sido sorprendente.

La elfa se acerca a Rakan poco a poco, contoneándose y regocijándose en el dolor del caballero.

- ¿La Jeannie hermosa? Esa soy yo, cariño. No necesitas a nadie más para morir.

Rakan se arrodilla delante de Jeannie. Acerca su mano y, para sorpresa de la elfa, le acaricia el pelo. Le mira inexpresiva. El contacto físico le causa indiferencia, en cambio, lo ve como una oportunidad para crear conflicto.

Le da una patada a Rakan en el pecho, tumbándolo de espaldas mientras sigue perdiendo sangre y mete dos dedos en la herida abierta. En la otra mano lleva una flecha que pasa por el cuello del joven. Saca los dedos de la herida y lame la sangre lentamente.

- Tú y yo nos vamos a divertir mucho. Rakan'Drag.

"¡No! Déjale, todavía puedo curarlo"

- Curarle es una pérdida de tiempo, al final acabaré con él de todas formas.

"¿Acaso no prefieres acabar con él cuando esté totalmente curado? Si está en plena forma puede que acabes herida tú también..."

- Mmmm... Interesante... Sé que solo quieres tener el control, pero qué demonios, en cuanto vuelva será mucho más divertido. Está bien, que no sirva de precedente. Volveré en un rato.

Baja la cabeza, el pelo le tapa la cara. Se desmaya durante unos segundos.

- ¿Ra-Rak-Rakan? - No pierdo el tiempo y pongo mis manos sobre la herida recitando una plegaria. Poco a poco comienza a cerrarse.

Cuando termina me levanto, me doy cuenta de la poca ropa que llevo puesta. Me sonrojo y voy corriendo a por la capa de Rakan. En cuanto termino de ponérmela y quedo tapada vuelvo al lado del joven.

- Lo siento Rakan... Ya hace tiempo que no puedo controlarla. Cada vez se hace más difícil.

Me siento a su lado. Suspiro. Espero que no te haya dado muchos problemas. Le miro con cariño y le sonrío.

- Ahora que estás fuera de peligro... ¿Necesitas que te ayude en algo?

- Cooperar es para los débiles. - Dijo Rakan, apretando sus dientes por el dolor, empezó a caminar en la dirección de Rakan de una manera sexy y nada aburrida. Pero una patada llega a Rakan al intentar sacar a su otro lado dejándolo de espaldas, dos dedos entran en la herida de Rakan - Agh... basta... por favor. -

Cierra los ojos, pensando que este seria su final, muriendo ante la pequeña elfa y su lado psicópata, no quería morir así Rakan. Pero ahora mismo, su muerte no podía ser elegida. Paso la flecha por el cuello de Rakan, este trato de levantar la mano para agarrarla, pero no tenia suficiente fuerza.

Cuando termino de jugar con la herida de Rakan, saco ambos dedos y los empezó a lamer lentamente - Bueno... al menos no voy a morir tan mal. - Dijo mirándola y sonriendo, incluso muriendo, quería conservar el buen humor.

- Estoy seguro que vamos a divertirnos - dijo Rakan lamiendo sus labios que tenían sangre. Pero empezó a notar como volvía a tener problemas con su otro lado, quizá después de todo, no estaba tan muerto como pensaba, todavía tenia posibilidades si la otra Jeannie lograba salir.

Para la suerte de Rak, la otra Jeannie logro salir, haciendo una plegaria y haciendo que la herida empezara a cerrarse. Rakan rápidamente tomo la mano de Jeannie, y la miro - Donde... ¿donde estuviste? - Dijo sonriendo y volviendo a acostar la cabeza en el suelo, no tenia fuerzas para levantarse

- Eso no importa ahora Jeannie... te falle, a ti, a los reinos, a la gente... creí hacer lo correcto mientras gente era asesinada por mi culpa. - Dijo mirándola a los ojos, tomo fuerzas y se sentó, la miro de arriba a abajo, seguía siendo la Jeannie hermosa de siempre.

- Solo... solo quiero pasar tiempo contigo... con tu verdadero yo... y tu pasaras los últimos momentos con el Rakan justiciero y honorable que conociste. - Dije soltando una risa

Rakan había logrado darse cuenta sus errores, ya no tenia esperanza en el mismo, ni en sus métodos. - Lamento lo que hice en las catacumbas esa vez... fui estúpido. Tu otro lado tiene razón, hice todo mal, me creo un héroe y no lo soy. -

Le dio palmadas en el hombro a Jeannie - Tienes que vencer a tu otro lado, tu eres la mente Jeannie, tu, eres dueña de tu cuerpo y tus acciones. Cuando tengas fe y confianza en ti, vencerás. Ahora, solo quiero estar contigo y verte al menos una ultima vez mas. - Dijo tocándose la herida, mirando a Jeannie y sonriendo.

Rakan miro a Jeannie quien intentaba animarlo, pero en el fondo parte de la voluntad de Rakan había muerto, nada podía animarlo al parecer. La muerte de la inocente en las catacumbas, los muertos en Dundarak, los discursos de Fred y Jeannie, todo estaba en su contra y era hora de que cambiara, de que madure.

- Eso dices tu Jeannie... la gente no piensa así, vidas fueron tomadas para que "este héroe" haga las cosas con honor... ya no tiene sentido, si no puedo ser quien quiero ser, ¿entonces que sentido tiene?... si no puedo ser mi verdadero yo, entonces mejor debería morir. -

Con un dedo Jeannie empujo a Rakan - ¿Lo dices tu o la loca?... porque definitivamente quiero pasar tiempo contigo - dijo soltando una sonrisa.

---- [ Perspectiva de Rakan] ----

- Dudo que encontremos una ancianita en peligro... pero me apunto. AH, y esta vez, no me mates, seria triste morir herido y siendo castigado por una psicópata... pero no es nada personal. - dije riéndome y mirando a Jeannie

Mientras Jeannie se alejaba empece a correr para alcanzarla, me puse a su lado. - No lo se... esto es un error, no soy un héroe, soy un idiota escondido, tu misma lo dijiste, y tienes razón... debería dejar de fingir y aceptar lo que soy, si no puedo ser un héroe, entonces debo hacer justicia a otra manera. - Puse mi mano en el hombro de la elfa



- Pero solo por ser tu Jeannie, seré tu héroe personal una vez mas. - dije sonriendo pero lastimado en el fondo, saber que ya no podría ser el héroe que una vez soñé.

- Entonces... debería seguir siendo el héroe que soy, pero mas oscuro, ¿no? - Dije mirándola y pensando en cada palabra que dijo, ¿mas oscuro?, quiere decir que tengo que aplicar justicia... pero de otra manera. Creo que entendía las palabras de la mujer, creo que tenia que dejar de lado mi honor al momento de aplicar justicia, y tenia sentido.

Pasamos por un rió y me detuve a tomar agua y a lavarme la cara, mirándome en el reflejo, era hora de aplicar el cambio, tome mas agua y cuando levante la cabeza Jeannie se estaba alejando demasiado. Empece a correr mojando parte de mi armadura con el agua de mi pelo. Sacudí mi cabeza, tratando de que mi pelo deje de gotear

Ya estábamos cerca del poblado y Jeannie y yo portábamos la misma capa - Parecemos un equipo... tu y yo. - Dije mirando su capa y la mía, ambas con el símbolo - Claro que, yo lo tengo en mi armadura, yo seria el líder. - dije señalando el símbolo en el pecho

Llegamos a un pequeño poblado, en el que apenas vivían personas, empece a caminar por ahí - Tu... jovencito, ayúdame con estas cajas - dijo una señora mayor, bastante anciana que parecía estar moviendo cajas.  Lo que Jeannie habia dicho se había vuelto literal.

Ayude a entrar cajas a la casa de la anciana, sonriendo. - Gracias joven dragón. -

- Como... como sabe. -

- Soy una anciana, no una tonta, tu logo te delata pequeño, y asumo que tu compañera también es una dragona. -

- En el fondo, es una dragona. - Dije sonriendo, la anciana quería ofrecerme un pequeño monedero, pero yo cerré su puño cariñosamente - quédeselo señora, son tiempos difíciles y los necesitara mas que yo, que los ancestrales la protejan - dije dando una reverencia y alejándome

- ¡Jeannie, Jeannie!. - Dije buscándola, creo que era muy enana y era fácil perderle. Creo que ahora si entendía lo que Jeannie me decía y estaba muy ansioso por empezar a aplicarlo, por empezar a ser un héroe diferente, ser serio cuando se debía, pensar, y ser así cuando no era la situación.

Busque a Jeannie, quería darle un abrazo luego de todo lo que había dicho, la busque y mire hacia abajo. - Aquí estas, gracias Jeannie, por ayudarme en estos momentos dificiles. - dije dándole un fuerte abrazo, apretándola.

Jeannie me tomo del brazo y empece a correr en su dirección, me dijo que quería que viera algo, me llevo a una pared ennegrecida, con cenizas, pase mis dedos por la pared y parecían pegarse a mis guantes, me sacudí las manos y mire a Jeannie - Magia oscura...-

Mire mas a mi alrededor, y parecía ser una senda, un camino hecho de cenizas. Toque el hombro de Jeannie para que me siguiera, empece a mirar para abajo y seguir el rastro que me dirigió de vuelta al bosque por el que volvimos. Ya estaba afuera del poblado, pero las cenizas se perdían entre las hojas del suelo y las hierbas.

Mire a mi alrededor, no veía mas rastro de cenizas. Pero un fuerte rugido se escucho a lo lejos, seguido por otro, y otro. Empece a correr en dirección al rugido, podía escucharlo y mas que nada sabia que era un dragón. Esperaba por los ancestrales que estuviera bien, el largo camino hacia el rugido, hizo que la noche nos alcanzara, y no tenia luz salvo mis ojos, en ese momento me acorde de Jeannie, quien no sabia si me estaba siguiendo o ya me había dejado.

Llegue a un acantilado, alto, muy muy alto. La caída haría que tu cuerpo estallase con solo tocar el suelo. Pero lo que menos esperaba, es que al final de ese acantilado provinieran los rugidos, para mi mala suerte, así fue. Un dragón agarrado de una rama en forma humana, y una persona lo suficientemente pálida como para notarse que era un vampiro.

- Amigo, no me dejes caer o los ancestrales no van a perdonártelo - dijo nervioso y mirando mi símbolo en el pecho.

- Por favor, soy inocente, ¡me ataco! - Dijo con cierta tristeza, parecía ser la victima sin lugar a duda.

Pero no sabia que hacer, si dejaba caer al dragón, los ancestrales se enojarían mucho, en cambio si salvaba al dragón, estaba haciendo lo incorrecto. Ahora es cuando tenia que elegir, entre mis dioses o lo correcto. Mire a ambos, las ramas estaban por romperse, no aguantaban su peso - ¡Vuélvete un dragón! - dije acercándome a la punta del acantilado, no podia ayudar a un vampiro y a un dragón dejarlo morir, sin duda los ancestrales no iban a querer eso. Y muy enojados iban a estar.

- No... no tengo energías amigo, ayúdame por favor, por los ancestrales... ¡VAMOS! -

- No lo escuches... mírame a los ojos, solo mírame. No todos los vampiros somos malos dragón, y si tus dragones creen eso, es que son necios e ignorantes, cegados por su sentido divino. -

El vampiro tenia razón por mas que duela lo que duela, ¿y si tenia razón?, ¿que debía hacer?, ¿lo correcto o lo devoto?.

Me acerque a ambas ramas e intente agarrarlas, pero solo alcanzaba una. No tenia opción, uno debía caer y otro vivir. Tome la del vampiro, lo correcto estaba antes que mis dioses, sin lugar a duda.

. ¡No vamos, no me dejes caer, los ancestrales no van a perdonártelo, el oscuro te seguirá hasta tu tumba, bestia! - Dijo el dragón antes de caer, rápidamente tome la mano del vampiro y lo ayude a subir. Puso una mano en mi hombro - Hoy hiciste lo correcto... no voy a olvidarlo jamas amigo, y mi clan tampoco, te debo una. - Dijo volviéndose una sombra y desvaneciéndose en la oscuridad.

Habia aprendido algo, y es que lo correcto tiene que estar por encima de mis dioses, rápidamente una sed de sangre me recorrió todo el cuerpo, me volvía pálido y sentía que me apagaba. Un enojo tan grande me recorrió por el cuerpo, tire mi espada - ¡Que se necesita para complacerlos, que quieren que haga para que pueda obtener su favor... ignorantes, manipuladores... muy contentos en sus huevos y todas sus historias, olvidándose que gente en la tierra los necesita! - Dije enojado, mirando a la Luna

- ¡Convertirme en vampiro no me enseñara nada, nunca voy a perdonar lo que hicieron hoy ancestrales, nunca! - Dije agarrándome la cabeza y arrodillándome, tenia sed, o hambre... pero cuando quite mis manos de mi cabeza, vi como el rastro de cenizas seguía por un camino, llegando a la conclusión de que esto fue obra de los ancestrales para probarme. Me habían maldecido ahora mas que nunca, pero si hacer lo correcto estaba en contra de los dioses, entonces ellos no eran lo que yo pensaba que iban a ser.

Esperaba que Jeannie no se asustara con mi transformación en vampiro si estaba cerca. No quería alejarla ahora que mas la necesitaba.

------

Maldición Vampiro: