[Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
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[Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
... Seis meses después de la guerra de Lunargenta
El Rey Rigobert III descansaba en la tienda más grande del campamento que el ejército de los dragones de Dundarak habían montado en la parte Este del Gran Lago Tymer. Aquella noche le había costado conciliar el sueño. Ojeaba aquel viejo libro sobre artes bélicas y tácticas de guerra que con tanto cuidado había revisado y tantas veces, pero que jamás se cansaba de leer.
Sir Sammuel entró en la tienda del rey. Y este le devolvió una mirada matadora. No le gustaba que le interrumpieran mientras leía. El caballero dragón entró tosiendo sangre en la tienda. Llevaba unas semanas con un cierto picor en los pulmones que no terminaba de pasar incluso con los mejores ungüentos de la logia.
-Ma- tosió. - Majestad, disculpad que os interrumpa. – se disculpó el veterano jefe de los caballeros dragón, efectuando el típico saludo militar. Volviendo a toser. – Tenéis que ver una cosa.
-¡Achú! ¡Achú! ¡Achú! – parodió Rigobert imitando a su siervo y desternillándose. - ¡Qué viejo y qué acabado estáis, Sir Sammuel! Alejaos de mí, no sea que me peguéis lo que sea que tengáis. – exclamó Rigobert, sin mostrar respeto por el que había sido el más fiel guerrero de su padre. – Y bien, ¿hay algo que merezca un segundo del tiempo de un rey? – El viejo volvió a toser.
-Sí… Sí, Majestad. – concluyó con dificultad.
- Sir Sammuel, el más veterano y fiel capitán de Dundarak:
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El joven rey salió de su tienda. Gran parte del ejército de Dundarak se postraba a orillas del lago Tymer. Era todo un misterio saber qué hacían ahí. Pues Rigobert se había cuidado de mantener en secreto todas sus operaciones desde finales de la guerra. De hecho, la presencia de semejante armada en un lugar tan remoto y virgen era, cuanto menos, llamativa…
… Casi tanto como lo que se encontraba en la otra orilla, la sección Oeste del lago. En tierras ya de vampiros. Había una gran acumulación de gente. Y ciertas banderas ondeantes. Aunque era menos llamativo que su ejército, desde luego.
-Fireheart, tráeme unos óculos. – pidió el rey. Aquel objeto mágico que permitía ver a gran distancia por medio de espejos sucesivos. Prismáticos, los llamaban los cibernéticos.
La Alta Encantadora de la Logia, algo receptiva para con los planes del rey, no tardó en proporcionar lo pedido al joven. Al menos aquella petición era sencilla. El rubio los tomó y contempló atentamente al otro lado del Gran Lago Tymer. Aunque era enorme y había ligera niebla, pudo distinguir aquello. Y cuanto más lo hacía. Mayor enfado tenía.
-¡Son estandartes de Lunargenta! – bramó a todo el campamento en un arrebato de furia. - ¿Qué diablos hacen allí?
-Majestad, nuestros informantes se encontraban en campaña contra los vampiros. – replicó Sir Sammuel, de nuevo, con mucho esfuerzo. – La cuestión no es qué hacen ellos allí, sino qué hacemos nosotros aquí.
-Si mi propio comandante aún no sabe que estamos trayendo la paz a estas tierras, apañados vamos. – Clarificó Rigobert. Que no pareció entendió la pregunta retórica de su delegado. Lucy esbozó una sonrisa para sus adentros, evitando ser vista. Pero Rigobert parecía enfadado. – Que algún emisario cruce el lago y vaya a preguntar qué están haciendo allí.
Sir Sammuel se acercó al rey, pero a una distancia prudencial. Puso su mano sobre el corazón y agachó la cabeza, siempre fiel a su corona.
-Iré yo, Majestad. Es mi deber como comandante del ejército. – Dijo volviendo a toser.
-¡Achú! ¡Achú! – volvió a imitar sin cortarse. - ¿Usted, Sir Sammuel? ¿En serio? – Rigobert casi rió en una carcajada. - ¿Qué imagen vamos dando por ahí con usted, Sir Sammuel? ¿Acaso quiere que Siegfried se piense que somos débiles? Arrodíllese y mírese en las aguas cristalinas del lago. En su deplorable estado lo mejor que puede hacer es quitarse inmediatamente de mi vista. – Señaló al segundo del ejército. Un dragón más joven y enérgico. – Caballero Crimson, reúna un grupo y vaya usted.
El siervo asintió y Sir Sammuel hizo una última reverencia al rey antes de retirarse. Tras marcharse éste, Lucy suspiró y se colocó su chal rojo por encima de los hombros, para taparse del frío que hacía. Tenía que esforzarse para no usar sus habilidades de fuego o corría riesgo de achicharrar al rey. Aún no había dicho una palabra. Y evitaba pronunciarse.
-Fireheart, Thenidiel, ¿Y vosotras qué? – preguntó a ambas encantadoras, que habían escuchado la conversación. Lucy hizo un gesto a Níniel para que la dejara dialogar. No había intervenido al respecto. - ¿Has dado con el Templo de las Cataratas del Dragón?
-Aún no, Majestad. Pero estamos en ello. – afirmó algo aborrecida. – Hay una gran fuente de poder como nunca antes habíamos visto. Pero aún no hemos encontrado la manera de atravesar las cataratas. La roca está desgastada, y el acceso es muy complicado. Encima hay un cauce fluvial enorme en el interior. – concluyó la Alta Encantadora.
-Bueno, tomáoslo con calma. – tranquilizó el rey, acariciándose su barbilla. – Pero cuando tengáis la fuente, me la traéis.
Lucy carraspeó.
-Majestad, disculpadme, pero sabéis que los asuntos de la Logia no incumben a los ejércitos de Dundarak. – recordó con respeto. - Somos una organización ajena que bastante hacemos con poner nuestras herramientas mágicas al servicio de vuestra campaña bélica.
-¡¿Bélica?! ¡Sólo estamos en misión de paz! No me fío de vosotras, encantadoras. ¡La tía del hielo ni siquiera me habla!.. – comentó el rey, aborrecido. Haciendo un gesto a Lucy de permiso para retirarse y dándoles la espalda.
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El rey Rigobert III, un encanto de chico.
Pero por fortuna para ella, la magia no era algo prioritario para Rigobert. Su obsesión estaba al otro lado del lago. Lucy y Níniel se acercaron cerca de la orilla del lago, donde Abbey Frost junto a un grupo de invitados en el campamento, atendía al veterano Sir Sammuel. Se sentó con ella y esperó a que la maga de hielo hablara.
-Al rey no parece importarle el artefacto. Por cierto, está mosqueado porque no le hablas.
-No tengo nada que decirle a ese niñato. - replicó Abbey sin mirar a sus compañeras. En cuclillas, tratando una de las heridas de Sir Sammuel. - ¿Además para qué vienes a decirme a mí nada? La "encantadora Thenidiel" hace mi trabajo, y yo hago el suyo. ¿Es así, no? - Protesto ínfantilmente, tirando al suelo el paño de agua con el que trataba de reducir la fiebre de Sir sammuel. No desaprovechó la oportunidad para enviar a Níniel una mirada fulminante. No había aprobado nunca su ascenso a encantadora. Lucy suspiró.
-Déjalo, Abbey. - Trató de restar importancia la siempre diplomática bruja de fuego. - Sinceramente, no creo que los elfos nos permitan acceder tan fácil a la cascada. Saben que estamos aquí. – dijo Lucy. – Sería mejor llevarse bien con ellos. Y la mejor manera es ayudándolos con la corrupción. Los exploradores dicen que hay un núcleo cerca. Igual si les ayudamos nos facilitan las cosas.
-Perdemos demasiado tiempo. Creo que deberíamos ir directamente y no preguntar. – inquirió Abbey. - ¿Y si alguien más busca el tesoro?
-No seas boba, Abbey. ¿Quién más lo va a buscar? - replicó con una sonrisa.
Justo en ese momento, un gran movimiento meció el lago. Un enorme barco acababa de emerger de las aguas y una fuerte ola bañó la costa del campamento. Lo cual causó un gran revuelo entre todos los allí presentes.
-Hablando del rey de Dundarak… - dijo Frost al identificar la bandera pirata del Capitán Ronaldo de Trastámara. El Rey Rigobert salió como una furia de su tienda, con su voz chillona e insoportable.
-¡¿De dónde diablos ha salido ese barco pirata?! ¡Organizad una cuadrilla e id a ver qué trama! Y colocad las balistas cargadas en dirección a esos insolentes, en señal de advertencia. – Se escuchó bramar al rey dragón, quien no tenía idea de quienes eran aquellos más que de brujería.
- ¡El lunargentés en el lago!:
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* * * * * * *
Esta es la primera parte del Megaevento - Parte B).
Los participantes fijos en esta trama son: Reivy, Níniel, Zöe, Altheas, Chimar, Bio, Vincent y Mefisto . En función de la participación, valoraré la inclusión de segundas cuentas o usuarios adicionales.
Toda la información del evento disponible haciendo [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Tened en cuenta los clanes, y los enemigos.
Esta primera parte del evento es introductoria. Para explicar cómo llegáis, qué sentís y/o qué motivaciones tenéis. Necesitaréis mínimo 2 posts (pueden ser más si lo necesitáis) para formar cuadrillas (de 2-3 usuarios maximo) para enfrentaros a una de las siguientes misiones descritas abajo:
Tramas posibles en la Avanzada de Dundarak:
-Raíz de Atrio. Encontrar raíces de Atrio en la costa del lago para preparar una cura para Sir Sammuel. (Pj requerido: Sir Samuel. -Caballero Dragón con Mandoble de nivel 0 (por estar herido) + Curandero) (Conseguís la Lealtad de Sir Sammuel).
¡Piratas en el lago!: Obedecer al rey e infiltrarse en el barco durante la noche (Lealtad: Conseguís la Lealtad del rey Rigobert III).
-Corrupción en el Este: Infiltrarse en el bosque y tratar de solucionar el problema del foco de corrupción al Este. (Reducir corrupción de árbol madre. Lealtad Clan Neril).
-La salvación del mundo: Ir a la Cascada a por el artefacto. Se necesita hacer una misión de exploración previa para tener ventaja (tema libre). Fijo: Reivy Abadder + Acompañantes. Último evento de todas las tramas, A, B y C. Muy tardío.
Corruptores: Ninguno, por ahora.
El orden de los turnos no es importante en este tema. Podéis saltaros siempre que roleéis con coherencia y consecuentemente. Se sancionarán actos de ignorar a usuarios.
Recordad que este es un evento con consecuencias. Podéis formar los grupos como consideréis. La pareja que tengáis en el rol no es definitivo a lo largo del evento y puede ir intercalándose, pues los eventos se intercalarán con los de otras tramas.
Se abrirán eventos mastereados. El tiempo de espera puede ser medio o alto dependiendo de lo rápido que avancen los demás eventos
Ger
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Era ya una costumbre escribir a Zöe contando mis idas y venidas, después del susto que tuve con el secuestro de mi hermana me di cuenta que nadie de mi entorno sabia donde andaba metida. Fue desde entonces que regularmente envía misivas tanto a la biotica como la cofundadora de ciudad lagarto y, en menor medida a mis abuelos, aquellas cartas podían variar entre simples notas de ubicaciones y estados de salud hasta largas hojas preguntando por las vivencias y preocupaciones del destinatario. Al final el objetivo era siempre el mismo, enviar señales de vida.
La última carta la mandé desde Dundarak, donde conocí más a fondo a Eltrant, el curtidor y herrero de Lunargenta. Había pasado un tiempo desde aquello y tenía intenciones de mandar una carta a mi amiga de ojos metálicos al volver de ciudad Lagarto y su peculiar reunión de corazones.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré a Zöe sentada en el banco de la carpintería junto a una zagala con el pelo del color del cobre y unos ojos guerreros que... en fin, basta con decir que lo primero que hice al saludarla fue coquetear y lo primero que hizo ella fue... no estoy segura. No sabría decir si levantó la comisura del labio y sopló de forma sarcástica, si simplemente pasó de mi como de la bosta o si por el contrario su cruce de brazos fue una señal de enfado y advertencia, puede que todo me lo estuviera imaginando ya que fueron gestos que sucedieron muy rápido (menos el de los brazos), pero por lo menos dijo su nombre.
El ver a Zöe allí me alegré sobre manera, sabía que ella solo cumplía las normas de su sistema porque yo soy una orgánica ¿Pero era realmente así? ¿En qué punto la preocupación por una persona conocida podía solaparse con la norma de un sistema?
Los saludos y las preguntas rutinarias dieron paso a una charla más amistosa que no duró mucho. Las noticias sobre la corrupción del árbol madre se extendían deprisa, como también lo hacia la localización del campamento de dragones del rey Rigobert III.
No sabía porque el árbol del mundo estaba enfermando, podía deducir qué hacia el ejercito de la ciudad norteña en el lago Tymer y tenía claro que no participaría de su macabra lucha de poder, así como tampoco dejaría que la Logia y el infante rey consiguieran el Tyr, pero resulta que cerca de ese campamento se encontraba la cascada que Koran nombró en el templo. El lugar donde se guardaba la clave con la que los centinelas se desharían de los jinetes oscuros.
Con eso tenía motivos suficientes para enrolarme en las filas del niño rey y conseguir así acercarme a mi objetivo. El que Zöe decidiera acompañarme no me sorprendió ya que según su sistema era lo correcto, pero aun así me emocionó que quisiera... cuidarme.
De este modo pusimos camino hacia el campamento del rey Rigobert III, podíamos haber ido volando, pero la electricidad que rodeaba siempre mi cuerpo cuando cambiaba de forma hubiera supuesto un grave peligro para la biotica. La decisión más sensata fue utilizar aquel carro que me encargaron y que nunca recogieron, y atar cuatro caballos que los vecinos no dudaron en prestarnos.
Por el camino estuve tentada a ofrecer mi sangre a Sophi, pues nunca había servido de alimento a una vampiresa y tenía cierta curiosidad, pero algo en la mirada de la mujer me decía que era una idea arriesgada y peligrosa que sería mejor proponer cuando hubiera más confianza.
El campamento del niño rey no parecía ser un campamento de guerra, si, había balistas, hombres armados hasta los dientes y racionamiento de alimento, pero habían muchos periodos de espera donde la gente estaba más relajada de lo que deberían. Para no hacer el feo al resto de tropas tanto Lavey como yo optamos por la comodidad de imitar la aparente tranquilidad del ejército.
-Tendrías que dejarte crecer el pelo Zöe. -Decía mi hija entretenida mientras estiraba el flequillo de la mujer. -Seguro que te queda hermoso. Mmmm ¿Y una cresta? -Ahora la rubia juntó el plateado cabello de Zöe entre sus dos manos y lo subió. -¡Sophi! -Exclamó contenta la dragona al verla entrar en la tienda. -A ti... a ti te quedaría bien una trenza, de esas que parecen una espiga de trigo. -La única respuesta que la castaña le dio fue un levantamiento de cejas al tiempo que recargaba su peso en una pierna y apoyaba su mano en la parte alta de la cadera. -¿Que? No me mires así, lo digo obviamente por comodidad. -Mintió la lagartija. -Así no te molestara el pelo cuando pelees.
________
Off: Se que yo no participo hasta el final, simplemente estoy presentando el personaje en el entorno :3
La última carta la mandé desde Dundarak, donde conocí más a fondo a Eltrant, el curtidor y herrero de Lunargenta. Había pasado un tiempo desde aquello y tenía intenciones de mandar una carta a mi amiga de ojos metálicos al volver de ciudad Lagarto y su peculiar reunión de corazones.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré a Zöe sentada en el banco de la carpintería junto a una zagala con el pelo del color del cobre y unos ojos guerreros que... en fin, basta con decir que lo primero que hice al saludarla fue coquetear y lo primero que hizo ella fue... no estoy segura. No sabría decir si levantó la comisura del labio y sopló de forma sarcástica, si simplemente pasó de mi como de la bosta o si por el contrario su cruce de brazos fue una señal de enfado y advertencia, puede que todo me lo estuviera imaginando ya que fueron gestos que sucedieron muy rápido (menos el de los brazos), pero por lo menos dijo su nombre.
El ver a Zöe allí me alegré sobre manera, sabía que ella solo cumplía las normas de su sistema porque yo soy una orgánica ¿Pero era realmente así? ¿En qué punto la preocupación por una persona conocida podía solaparse con la norma de un sistema?
Los saludos y las preguntas rutinarias dieron paso a una charla más amistosa que no duró mucho. Las noticias sobre la corrupción del árbol madre se extendían deprisa, como también lo hacia la localización del campamento de dragones del rey Rigobert III.
No sabía porque el árbol del mundo estaba enfermando, podía deducir qué hacia el ejercito de la ciudad norteña en el lago Tymer y tenía claro que no participaría de su macabra lucha de poder, así como tampoco dejaría que la Logia y el infante rey consiguieran el Tyr, pero resulta que cerca de ese campamento se encontraba la cascada que Koran nombró en el templo. El lugar donde se guardaba la clave con la que los centinelas se desharían de los jinetes oscuros.
Con eso tenía motivos suficientes para enrolarme en las filas del niño rey y conseguir así acercarme a mi objetivo. El que Zöe decidiera acompañarme no me sorprendió ya que según su sistema era lo correcto, pero aun así me emocionó que quisiera... cuidarme.
De este modo pusimos camino hacia el campamento del rey Rigobert III, podíamos haber ido volando, pero la electricidad que rodeaba siempre mi cuerpo cuando cambiaba de forma hubiera supuesto un grave peligro para la biotica. La decisión más sensata fue utilizar aquel carro que me encargaron y que nunca recogieron, y atar cuatro caballos que los vecinos no dudaron en prestarnos.
Por el camino estuve tentada a ofrecer mi sangre a Sophi, pues nunca había servido de alimento a una vampiresa y tenía cierta curiosidad, pero algo en la mirada de la mujer me decía que era una idea arriesgada y peligrosa que sería mejor proponer cuando hubiera más confianza.
Tiempo después...
El campamento del niño rey no parecía ser un campamento de guerra, si, había balistas, hombres armados hasta los dientes y racionamiento de alimento, pero habían muchos periodos de espera donde la gente estaba más relajada de lo que deberían. Para no hacer el feo al resto de tropas tanto Lavey como yo optamos por la comodidad de imitar la aparente tranquilidad del ejército.
-Tendrías que dejarte crecer el pelo Zöe. -Decía mi hija entretenida mientras estiraba el flequillo de la mujer. -Seguro que te queda hermoso. Mmmm ¿Y una cresta? -Ahora la rubia juntó el plateado cabello de Zöe entre sus dos manos y lo subió. -¡Sophi! -Exclamó contenta la dragona al verla entrar en la tienda. -A ti... a ti te quedaría bien una trenza, de esas que parecen una espiga de trigo. -La única respuesta que la castaña le dio fue un levantamiento de cejas al tiempo que recargaba su peso en una pierna y apoyaba su mano en la parte alta de la cadera. -¿Que? No me mires así, lo digo obviamente por comodidad. -Mintió la lagartija. -Así no te molestara el pelo cuando pelees.
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Off: Se que yo no participo hasta el final, simplemente estoy presentando el personaje en el entorno :3
Reivy Abadder
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Chimar y Canel llegan volando… literalmente gracias al invento del genio. Hubiera causado una gran conmoción de no haber aterrizado en cierto claro alejado, aunque adora la atención no planea revelar su mano tan rápido.
No pudo hacer mucho con el ruido de la maldita cosa pero en un campamento siempre hay sonidos extraños, las mentes limitadas seguro se lo terminaran atribuyendo a un caballo convulsionando o algo igual de mundano.
No te separes enano, esta gente suele ser muy tonta y no quiero que todo termine como aquella vez.
Fue un error…
Un error que si bien acabo siendo muy divertido igual nos costó dinero.
Canel suspira y es que sabe bien de qué habla su hermano, para resumir no es buena idea lanzar ilusiones de área en medio de una festividad… siempre termina en gente corriendo mientras causan destrozos.
Va a morir mucha gente, ¿Lo sabes verdad?
Esta vez Maquiavelo no puede decirle a su hermanito que se calle pues tiene razón, es el preludio de una ofensiva. Si bien nada está demasiado claro aún, es inevitable que mucha gente resulte muerta.
Nuevamente ambos niños están en medio de un asunto histórico por iniciativa de Chimar, después de todo con las noticias que circulan no podía permitirse quedarse al margen. Todo suena a patrañas pero las patrañas dan aeros.
La situación en si no está muy definida, dicen que un árbol elfo está muriendo y como eso amenaza a toda la vida del planeta deben evitarlo… menudo momento para que alguien le cambie el fertilizante al pino sagrado.
Por otro lado aquí hay dos ejércitos que se ven con malas caras en zonas opuestas del tablero, una situación que si no se desarma podría traer consigo hostilidades entre aliados. Típicas cosas que salen con el verano.
En fin, busquemos alguien conocido.
La mejor forma de conseguir un trabajo en cualquier operación es molestar algún contacto previamente encajado, en este punto el roster de Maquiavelo es tan enorme que suele tener conocidos en cada evento destacable de la actualidad.
Son aventureros con cierta reputación asi que no debería resultar problemático encontrar algo que hacer, ya sea peleando o llevando a cabo operaciones especiales. Sea como sea tienen el entretenimiento del mes asegurado.
Rayos… los dragones sí que son feos.
Pero están en forma humana.
Exacto, dragones en forma humana feos.
No pudo hacer mucho con el ruido de la maldita cosa pero en un campamento siempre hay sonidos extraños, las mentes limitadas seguro se lo terminaran atribuyendo a un caballo convulsionando o algo igual de mundano.
No te separes enano, esta gente suele ser muy tonta y no quiero que todo termine como aquella vez.
Fue un error…
Un error que si bien acabo siendo muy divertido igual nos costó dinero.
Canel suspira y es que sabe bien de qué habla su hermano, para resumir no es buena idea lanzar ilusiones de área en medio de una festividad… siempre termina en gente corriendo mientras causan destrozos.
Va a morir mucha gente, ¿Lo sabes verdad?
Esta vez Maquiavelo no puede decirle a su hermanito que se calle pues tiene razón, es el preludio de una ofensiva. Si bien nada está demasiado claro aún, es inevitable que mucha gente resulte muerta.
Nuevamente ambos niños están en medio de un asunto histórico por iniciativa de Chimar, después de todo con las noticias que circulan no podía permitirse quedarse al margen. Todo suena a patrañas pero las patrañas dan aeros.
La situación en si no está muy definida, dicen que un árbol elfo está muriendo y como eso amenaza a toda la vida del planeta deben evitarlo… menudo momento para que alguien le cambie el fertilizante al pino sagrado.
Por otro lado aquí hay dos ejércitos que se ven con malas caras en zonas opuestas del tablero, una situación que si no se desarma podría traer consigo hostilidades entre aliados. Típicas cosas que salen con el verano.
En fin, busquemos alguien conocido.
La mejor forma de conseguir un trabajo en cualquier operación es molestar algún contacto previamente encajado, en este punto el roster de Maquiavelo es tan enorme que suele tener conocidos en cada evento destacable de la actualidad.
Son aventureros con cierta reputación asi que no debería resultar problemático encontrar algo que hacer, ya sea peleando o llevando a cabo operaciones especiales. Sea como sea tienen el entretenimiento del mes asegurado.
Rayos… los dragones sí que son feos.
Pero están en forma humana.
Exacto, dragones en forma humana feos.
Invitado
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
[ANALIZANDO] [RECUPERANDO ARCHIVO]
Muchas cosas habían ocurrido desde que me había marchado del castillo donde ahora vivía Dag, sus órdenes seguían guardadas en mi sistema con un nivel relativo de prioridad: “No sigas órdenes de nadie. No te desvíes de tu misión. No dejes que nadie te toque como te toco yo”. Pero siempre parecía surgir algún inconveniente que me llevaba a desviarme. En esta ocasión había sido el averiguar sobre el bienestar de la dragona Reivy.
Cada vez que regresaba a la Base de los Gorriones encontraba cartas suyas, en general solo tenían datos superficiales, eran como interacciones cotidianas entre orgánicos pero con un tiempo de espera entre respuesta y respuesta de más de un mes. Sin embargo, en la última misiva parecía tener cierto tono de dramatismo más acentuado, mire la fecha y ya habían pasado varias semanas, si Reivy no había regresado a su hogar algo malo podría haberle pasado.
A Sophitia le parecía un esfuerzo inútil el hacer semejante viaje, y así me lo hizo saber durante gran parte del recorrido, pero de todos modos tenía que hacerlo, mi sistema podía ser muy insistente cuando un orgánico se encontraba en una situación de peligro. Llegamos al lugar y efectivamente no había nadie, la vampiro quería forzar la cerradura y entrar, pero eso no hubiese sido correcto, así que simplemente esperamos [ERROR] yo esperé, Sophi iba y venía alternando entre enojos y recapacitaciones que la hacían arrepentirse de lo que había dicho.
Por fortuna Reivy estaba bien, llegó luego de esperarla durante tres días, iba acompañada de Lavey como siempre y se mostraron muy contentas de encontrarnos allí. Pensé en quedarme un tiempo y luego emprender el regreso hacía Sacrestic Ville, pero llegó la noticia de los peculiares movimientos del Ejército Dragón y no parecía correcto dejar que las dos mujeres fueran solas a un sitio tan peligroso.
[FIN DEL ARCHIVO]
De esa manera habíamos llegado hasta el campamento, el viajar en carro fue de gran ayuda, no solo nos habíamos movido más rápido, sino que además Sophi no había tenido problema alguno con el sol. De todas formas, el antecedente más cercano de encuentro entre dragones y vampiros no había sido muy bueno, por lo que se aseguraba de mantener oculto cualquier detalle que pudiera delatar su raza.
Me encontraba sentada mientras Lavey jugaba con mi cabello, la niña había crecido mucho en esos meses, dentro de poco sería de mi misma altura.
-¿Hermoso? El pelo protege mi cuero cabelludo del sol y del frío, no entiendo por qué debería dejarlo más largo de lo necesario ¿Correcto? – Le expliqué a la dragona en tono neutro.
-Es como hablar con una piedra – Comentó Sophi al ver mi falta de reacción - ¿Sabes siquiera diferenciar algo hermoso de algo feo? – La vampiro se sentó en un baúl.
-Son palabras con significados confusos, pero entiendo que a los orgánicos les parecen agradables algunas cosas y otras no – Sonreí con unos segundos de diferencia, estaba ¿Orgullosa? de estar más cerca de entender ese tipo de conceptos.
-Bien, ya es algo supongo – Cruzó una sola pierna pero no como lo hacían otras mujeres, sino imitando el estilo de los hombres – Claaaaro, solo lo dices pensando en mi comodidad, seguro – Hizo una media sonrisa en [ANALIZANDO] no entendía qué podía significar ese gesto - ¿Vamos a estar mucho tiempo más en este campamento? Los chillidos de ese niño al que llaman Rey comienzan a exasperarme –
-Debemos esperar a que… -
-A que Reivy reciba instrucciones, lo sé, lo sé – Pasaba muy seguido que Sophitia preguntaba cosas de las que ya sabía la respuesta – Solo digo que me parece una pérdida de tiempo, si lo que tiene que buscar está por aquí cerca deberíamos ir a buscarlo y ya –
-Tendremos que esperar – La vampiro hizo un sonoro suspiro para demostrar su descontento.
-Ven Lavey, juguemos a las cartas con algunos soldados, al menos podemos usar este tiempo para ganar algo de dinero – Le guiñó un ojo y extendió una mano hacía la niña [ERROR] hacía la joven dragón.
Muchas cosas habían ocurrido desde que me había marchado del castillo donde ahora vivía Dag, sus órdenes seguían guardadas en mi sistema con un nivel relativo de prioridad: “No sigas órdenes de nadie. No te desvíes de tu misión. No dejes que nadie te toque como te toco yo”. Pero siempre parecía surgir algún inconveniente que me llevaba a desviarme. En esta ocasión había sido el averiguar sobre el bienestar de la dragona Reivy.
Cada vez que regresaba a la Base de los Gorriones encontraba cartas suyas, en general solo tenían datos superficiales, eran como interacciones cotidianas entre orgánicos pero con un tiempo de espera entre respuesta y respuesta de más de un mes. Sin embargo, en la última misiva parecía tener cierto tono de dramatismo más acentuado, mire la fecha y ya habían pasado varias semanas, si Reivy no había regresado a su hogar algo malo podría haberle pasado.
A Sophitia le parecía un esfuerzo inútil el hacer semejante viaje, y así me lo hizo saber durante gran parte del recorrido, pero de todos modos tenía que hacerlo, mi sistema podía ser muy insistente cuando un orgánico se encontraba en una situación de peligro. Llegamos al lugar y efectivamente no había nadie, la vampiro quería forzar la cerradura y entrar, pero eso no hubiese sido correcto, así que simplemente esperamos [ERROR] yo esperé, Sophi iba y venía alternando entre enojos y recapacitaciones que la hacían arrepentirse de lo que había dicho.
Por fortuna Reivy estaba bien, llegó luego de esperarla durante tres días, iba acompañada de Lavey como siempre y se mostraron muy contentas de encontrarnos allí. Pensé en quedarme un tiempo y luego emprender el regreso hacía Sacrestic Ville, pero llegó la noticia de los peculiares movimientos del Ejército Dragón y no parecía correcto dejar que las dos mujeres fueran solas a un sitio tan peligroso.
[FIN DEL ARCHIVO]
De esa manera habíamos llegado hasta el campamento, el viajar en carro fue de gran ayuda, no solo nos habíamos movido más rápido, sino que además Sophi no había tenido problema alguno con el sol. De todas formas, el antecedente más cercano de encuentro entre dragones y vampiros no había sido muy bueno, por lo que se aseguraba de mantener oculto cualquier detalle que pudiera delatar su raza.
Me encontraba sentada mientras Lavey jugaba con mi cabello, la niña había crecido mucho en esos meses, dentro de poco sería de mi misma altura.
-¿Hermoso? El pelo protege mi cuero cabelludo del sol y del frío, no entiendo por qué debería dejarlo más largo de lo necesario ¿Correcto? – Le expliqué a la dragona en tono neutro.
-Es como hablar con una piedra – Comentó Sophi al ver mi falta de reacción - ¿Sabes siquiera diferenciar algo hermoso de algo feo? – La vampiro se sentó en un baúl.
-Son palabras con significados confusos, pero entiendo que a los orgánicos les parecen agradables algunas cosas y otras no – Sonreí con unos segundos de diferencia, estaba ¿Orgullosa? de estar más cerca de entender ese tipo de conceptos.
-Bien, ya es algo supongo – Cruzó una sola pierna pero no como lo hacían otras mujeres, sino imitando el estilo de los hombres – Claaaaro, solo lo dices pensando en mi comodidad, seguro – Hizo una media sonrisa en [ANALIZANDO] no entendía qué podía significar ese gesto - ¿Vamos a estar mucho tiempo más en este campamento? Los chillidos de ese niño al que llaman Rey comienzan a exasperarme –
-Debemos esperar a que… -
-A que Reivy reciba instrucciones, lo sé, lo sé – Pasaba muy seguido que Sophitia preguntaba cosas de las que ya sabía la respuesta – Solo digo que me parece una pérdida de tiempo, si lo que tiene que buscar está por aquí cerca deberíamos ir a buscarlo y ya –
-Tendremos que esperar – La vampiro hizo un sonoro suspiro para demostrar su descontento.
-Ven Lavey, juguemos a las cartas con algunos soldados, al menos podemos usar este tiempo para ganar algo de dinero – Le guiñó un ojo y extendió una mano hacía la niña [ERROR] hacía la joven dragón.
Zöe
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
La buena noticia era que la carta de Manuela había sido muy específica acerca del lugar de mi próxima misión, una serie de complicados pasos que me llevarían a reconocer los lugares que marcaban el camino para encontrar un extraño pero poderoso artefacto que debía recolectar, y eso me llevaba a pensar que enviar a Bio a buscar un artetacto a tierras del norte parecía una especie de deja vu, y uno que no terminaba nada bien, sin embargo, la segunda es la vencida.
Ahora la parte mala del asunto era que en medio de ir escapando de la guardia de Lunargenta y luego ir escapando de los hombres bestia en la arboleda central y luego ir escapando de los licántropos en Ulmer no había resultado para nada una buena idea, había terminado en más de una ocasión completamente empapado, por lo que al final la carta de Manuela con las instrucciones de la misión terminó vuelta migas y no quedó nada de ellas.
A pesar de todo, conseguí armar un buen plan al final del día, uno que de momento parecía ser una buena idea, el rey de Dundarak (un muy agradable sujeto) se encontraba de picnic con su ejército, algo que en un principio solo me había asegurado algo de comer (alguien de comer) pero que luego se convirtió en algo más prometedor.
El primer paso fue la infiltración, me adueñé de uno de los atuendos de los caballeros dragón que se habían sumado a la aventura del rey, esperaba que no fuera uno muy llamativo o conocido aunque si se había quedado dormido al tomar solo media botella y en medio de una campaña, seguramente le estaba haciendo un favor al dejarlo fuera de esto, me puse su atuendo y lo envolví en sus propias sábanas antes de irme a comenzar la misión de infiltración para encontrar más información.
Aunque al principio todo parecía en calma, las cosas comenzaron a agitarse con la salida del rey, parecía muy agitado, algunos guardias parecían susurrar cosas aunque el pobre niño rey no parecía saber ser discreto, miré la dirección en la que señalaba y no alcancé a ver nada, demasiado lejos y demasiada niebla pero al acercarme más no hizo falta ver, parecía haber un barco pirata en las cercanías, lentamente me fui acercando sin querer llamar demasiado la atención.
Al estar lo bastante cerca escuché algo que me daba una enorme pista acerca de lo que buscaba: una gran fuente de poder, en unas cataratas, era demasiada coincidencia, si lograba infiltrarme en ese grupo seguramente lograría dar con el objeto que estaba buscando.
Ahora la parte mala del asunto era que en medio de ir escapando de la guardia de Lunargenta y luego ir escapando de los hombres bestia en la arboleda central y luego ir escapando de los licántropos en Ulmer no había resultado para nada una buena idea, había terminado en más de una ocasión completamente empapado, por lo que al final la carta de Manuela con las instrucciones de la misión terminó vuelta migas y no quedó nada de ellas.
A pesar de todo, conseguí armar un buen plan al final del día, uno que de momento parecía ser una buena idea, el rey de Dundarak (un muy agradable sujeto) se encontraba de picnic con su ejército, algo que en un principio solo me había asegurado algo de comer (alguien de comer) pero que luego se convirtió en algo más prometedor.
El primer paso fue la infiltración, me adueñé de uno de los atuendos de los caballeros dragón que se habían sumado a la aventura del rey, esperaba que no fuera uno muy llamativo o conocido aunque si se había quedado dormido al tomar solo media botella y en medio de una campaña, seguramente le estaba haciendo un favor al dejarlo fuera de esto, me puse su atuendo y lo envolví en sus propias sábanas antes de irme a comenzar la misión de infiltración para encontrar más información.
Aunque al principio todo parecía en calma, las cosas comenzaron a agitarse con la salida del rey, parecía muy agitado, algunos guardias parecían susurrar cosas aunque el pobre niño rey no parecía saber ser discreto, miré la dirección en la que señalaba y no alcancé a ver nada, demasiado lejos y demasiada niebla pero al acercarme más no hizo falta ver, parecía haber un barco pirata en las cercanías, lentamente me fui acercando sin querer llamar demasiado la atención.
Al estar lo bastante cerca escuché algo que me daba una enorme pista acerca de lo que buscaba: una gran fuente de poder, en unas cataratas, era demasiada coincidencia, si lograba infiltrarme en ese grupo seguramente lograría dar con el objeto que estaba buscando.
- Offrol:
Voy por la cosa del artefacto =)
Y llevo este atuendo:
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Bio
Aerandiano de honor
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Punzantes agujas de frío recorrieron su cabeza y su cuello, y bajaron por su espalda hacia su pecho y sus lumbares con un frescor tan impactante como revitalizante.
- Joder, y decías que el agua no estaba nada mal.
- Y para un norteño no está nada mal-, fue la burlesca respuesta que recibió el brujo, antes de que el hombre remitente de aquellas palabras se echara a reír.
Vinc, por su parte, se acarició el cuello, aún humedecido por el agua que el soldado había vertido sobre él.
- Muy gracioso. Al menos ha servido para despejarme un poco-, respondió, llevándosela mano del cuello a los cabellos mojados para peinarse de manera tosca e improvisada.
- Vamos, no digas que un poco de agua fresca apagará tus llamas de brujo-, comentó el soldado, dejando el cubo al lado de una silla con vistas al lago, y sentándose a ella.
- Ja, hoy estás sembrado-, replicó Vinc, tomando su camisa de la silla adyacente a la que usara el soldado para sentarse. De todos modos, el hechicero no prestó atención al dragón y en vez de eso se pasó la camisa por el cuello y clavó su mirada sobre la superficie del lago mientras ataba uno de los cordales del pecho. - Un lugar bonito-, dijo suave, con cierto aire nostálgico. - Muy bonito. Ya lo creo.
- ¿Nunca habías estado por aquí? - preguntó el soldado dragón, con tinte curioso en sus palabras. - Pareces desanimado, yo tengo lo que necesitas para subir esa moral-, comentó seguido, agarrando la botella que había sobre la mesa y vertiendo un poco del líquido en dos tazas. Después tomó uno de los tazones y lo alzó en señal de brindis.
- Gracias-, le agradeció agarrando la taza y aceptando la ofrenda con un gesto similar al suyo, pero en cuánto lo hizo se dio media vuelta y apoyó su trasero contra el canto de la mesa redonda, y volvió a mirar hacia el hermoso lago. - Lo cierto es que sí he estado aquí. Hace muchos muchos muchos años, tanto, que casi parece que fue en otra vida pasada.
- Interesante, parece el inicio de una buena historia.
- El inicio en sí, no tanto. El inicio del final, más bien. Pero no diría que fuera una buena historia, sólo a medias, quizás-, dijo, antes de darle un trago al líquido de la taza. - Por todos los demonios, dónde tenías escondido este elixir de dioses-, comentó de repente, echándole un ojo al dragón por encima de su hombro, sin cambiar de postura. - Na, en serio. No me lo digas-, bromeó, sonriente, para después volver la vista hacia el frente.
Otro trago de fuego bajó por su garganta mientras retomaba la visión de tan hermoso paraje.
- Secreto profesional. Secreto profesional-, le siguió el soldado de forma divertida. - Pero venga, coño. Qué podemos hacer los soldados en momentos de inacción. Salvo beber, jugar a las cartas y contarnos viejas historias
Fue en ese momento, cuando de repente un barco salió de la nada, o más bien pareció aparecer desde el fondo del mismísimo lago. Un hecho que habría dejado la boca abierta a cualquiera, y aunque sorprendió al rubio, reconocía ese barco como para no sacarle mayor sorpresa que la de ver ese navío en ese lugar. No tanto por la espectacular escenificación.
- ¡Qué cojones es eso! - gritó el soldado, levantándose tan rápidamente que tiró la silla en la que estaba sentado hacia atrás.
- Supongo que me toca trabajar. Debo ir a ver a mis superiores-, respondió el brujo como si tal cosa, dejando el tazón con alcohol a medio terminar sobre la mesa. - Gracias por ayudarme con el ligero baño y por esos tragos. Nos vemos, amigo-, le guiñó un ojo al joven soldado, y comenzó a encaminarse.
- Eh, cómo que te vas sin más. ¿No has visto eso? - comentó confuso, mirando alternativa hacia el barco y hacia la figura del brujo que se disponía a partir. - Venga, tú escondes algo-, dijo, entrecerrando los ojos y señalando con un dedo de su mano libra hacia el rubio. - Sí, sí, sí. Tú escondes algo. ¿No me digas que conoces ese barco?
Vincent se partió la caja del pecho ante las sugerencias del dragón.
- Claro, es mío. Pero se me olvidó que lo dejé amarrado en el fondo del lago-, volvió a reír, volteándose mientras aún se ataba el cinto de su espada sobre la cadera. - Por supuesto que no. Simplemente no creo que sea muy común que salgan barcos de debajo del mar. Diría que son sinónimo de problemas-, dijo finalmente, dándose toques con un dedo sobre la nariz.
Después, Vinc alzó una mano en forma de despedida, y se encaminó hacia donde instantes había visto a Abbey, que para su sorpresa, ahora estaba atendiendo a Sir Sammuel. Además, parecía que en el lapsus de tiempo en el que él se aseaba, Níniel y Lucy se habían acercado a la tensai de hielo.
Bien, eso le ahorraría tiempo. Podría hablar con las tres sin tener que ir a buscarlas una por uno.
- Sir Sammuel, que tal os encontráis hoy-, saludó amable al caballero.
- No te preocupes, mercenario. Este viejo tiene cuerda para rato-, comentó, antes de toser.
- Tranquilo, te pondrás bien. Sólo necesitas descansar y las medicinas adecuadas-, respondió, hincando una rodilla a su lado y apoyando uno de sus codos sobre esta.
Vinc no tenía pajolera idea de medicina. De nada más allá de curas y vendajes rápidos, lo típico en todo soldado veterano, pero vamos, tampoco iba a decirle que se iba a morir sin saberlo de verdad. Menudo agorero sería si fuera anunciando desgracias sin fundamento.
El caso, es que el veterano capitán pertenecía al ejército del dragón, y él, por supuesto, a la Logia, y aunque por el momento ambas entidades parecían ir de la mano, en realidad sus objetivos eran distintos. Por esa razón no había sido del todo sincero con el soldado junto al lago, sin embargo, pese a que el canoso capitán no pertenecía a la Logia, le caía bien, algo que, por el contrario, no podía decir de su rey. Sin embargo, a diferencia del renacuajo malcriado, el capitán era un hombre leal y honrado, quizás demasiado leal, visto como lo trataba su monarca, y para el mercenario, ambas eran unas cualidades elogiables en cualquier persona.
Por esa razón, Vinc dio ánimos al capitán en forma de palabras y reforzó tales palabras con un toque amistoso en el hombro, antes de acercarse y pegarse a Lucy y Níniel.
- ¿Alguien puede explicarme cómo demonios está Ronaldo aquí? La última vez que lo vi su navío se iba hacia el fin del mundo, por decirlo de alguna manera-, dijo entre dientes, en un susurro que sólo podrían escuchar ellas dos, y con cara de: Soy tan feliz como una perdiz. - Por cierto, ¿se sabe algo sobre la corrupción del bosque? ¿Los exploradores han encontrado algo? - preguntó en tono normal, que pudiera ser escuchado por todos.
- Han encontrado algo, sí, y Lucy quiere perder el tiempo con ello. En vez de encargarse de nuestra misión-, replicó Abbey.
No hacían falta muchas señales para saber cuando la tensai de hielo estaba enfadada. De todos modos, Lucy y Abbey se conocían muy bien, por lo que la tensai de fuego no contestó de forma airada a su homóloga, sólo mantuvo su postura.
- Ajá, y lo sigo creyendo-, fue su respuesta. - Estamos en suelo élfico. Demostrarles a los elfos que nuestras intenciones son buenas no me parece una pérdida de tiempo.
- Bien. Entiendo que algo se cuece por ahí-, comentó el rubio, sin esperar muchos más detalles. - Sí, estoy de acuerdo. Ganarnos el favor de los elfos nos vendría bien, y cómo yo soy brujo, qué mejor forma de demostrarles nuestras buenas intenciones que mostrándoles que hasta un brujo de la Logia es un aliado para ellos y que nuestro gremio sólo busca proteger el mundo-, se mostró de acuerdo con la encantadora de fuego. - Aunque Frost también tiene razón. Nuestro objetivo es el artefacto, por eso estamos aquí. Siempre he considerado que la unión hace la fuerza, pero en este caso no hay tiempo y quizás debamos separarnos para cubrir todo. Eso o simplemente centrarnos en lo importante.
Porque sí, Vinc no había mencionado el barco más allá del susurro que había dedicado a Níniel y la pelirroja, más lo tenía bien presente. En el fondo era uno de los suyos, un aliado, o por lo menos debería ser así. No estaría de más saber que pasaba en el interior del barco de Ronaldo, además de ganarse el favor de los elfos, y, por supuesto, conseguir el artefacto que era la verdadera misión que los había llevado hasta allí.
Por ahora dejo mi decisión un poco en el aire. Ya que es mi primer post, tampoco voy a liarla mucho ¿no? XDDDDD. Pero aviso a navegantes que mi primera intención es ir a la Corrupción en el Este o La salvación del mundo si se puede ir después (no sé como va eso, la verdad jaja, pero entendí que los demás tenemos que hacer primero uno de los otros temas antes de poder unirnos a Reivy). De todos modos, estoy abierto a ir a cualquier misión, si alguien ya tenía pensado ir a la corrupción y molesto por ahí, me dicen y ya los mato, que diga, ya me aparto (?) XDDDD. De la misma manera, si alguien les motiva que me una a ellos, sólo tienen que mandarme un MP, no muerdo, no siempre al menos ^^.
Por lo demás decirle a Ger, que si le molesta o hice un mal uso de los ncp, me lo diga y yo lo editaré lo más rápido que pueda =)
Y a todos los demás participantes que, igual que con los MP, pueden venir a darle la lata a mi personaje, tampoco muerde en todos los casos (?) ;P
Saludos, y linda semana para todos
- Joder, y decías que el agua no estaba nada mal.
- Y para un norteño no está nada mal-, fue la burlesca respuesta que recibió el brujo, antes de que el hombre remitente de aquellas palabras se echara a reír.
Vinc, por su parte, se acarició el cuello, aún humedecido por el agua que el soldado había vertido sobre él.
- Muy gracioso. Al menos ha servido para despejarme un poco-, respondió, llevándosela mano del cuello a los cabellos mojados para peinarse de manera tosca e improvisada.
- Vamos, no digas que un poco de agua fresca apagará tus llamas de brujo-, comentó el soldado, dejando el cubo al lado de una silla con vistas al lago, y sentándose a ella.
- Ja, hoy estás sembrado-, replicó Vinc, tomando su camisa de la silla adyacente a la que usara el soldado para sentarse. De todos modos, el hechicero no prestó atención al dragón y en vez de eso se pasó la camisa por el cuello y clavó su mirada sobre la superficie del lago mientras ataba uno de los cordales del pecho. - Un lugar bonito-, dijo suave, con cierto aire nostálgico. - Muy bonito. Ya lo creo.
- ¿Nunca habías estado por aquí? - preguntó el soldado dragón, con tinte curioso en sus palabras. - Pareces desanimado, yo tengo lo que necesitas para subir esa moral-, comentó seguido, agarrando la botella que había sobre la mesa y vertiendo un poco del líquido en dos tazas. Después tomó uno de los tazones y lo alzó en señal de brindis.
- Gracias-, le agradeció agarrando la taza y aceptando la ofrenda con un gesto similar al suyo, pero en cuánto lo hizo se dio media vuelta y apoyó su trasero contra el canto de la mesa redonda, y volvió a mirar hacia el hermoso lago. - Lo cierto es que sí he estado aquí. Hace muchos muchos muchos años, tanto, que casi parece que fue en otra vida pasada.
- Interesante, parece el inicio de una buena historia.
- El inicio en sí, no tanto. El inicio del final, más bien. Pero no diría que fuera una buena historia, sólo a medias, quizás-, dijo, antes de darle un trago al líquido de la taza. - Por todos los demonios, dónde tenías escondido este elixir de dioses-, comentó de repente, echándole un ojo al dragón por encima de su hombro, sin cambiar de postura. - Na, en serio. No me lo digas-, bromeó, sonriente, para después volver la vista hacia el frente.
Otro trago de fuego bajó por su garganta mientras retomaba la visión de tan hermoso paraje.
- Secreto profesional. Secreto profesional-, le siguió el soldado de forma divertida. - Pero venga, coño. Qué podemos hacer los soldados en momentos de inacción. Salvo beber, jugar a las cartas y contarnos viejas historias
Fue en ese momento, cuando de repente un barco salió de la nada, o más bien pareció aparecer desde el fondo del mismísimo lago. Un hecho que habría dejado la boca abierta a cualquiera, y aunque sorprendió al rubio, reconocía ese barco como para no sacarle mayor sorpresa que la de ver ese navío en ese lugar. No tanto por la espectacular escenificación.
- ¡Qué cojones es eso! - gritó el soldado, levantándose tan rápidamente que tiró la silla en la que estaba sentado hacia atrás.
- Supongo que me toca trabajar. Debo ir a ver a mis superiores-, respondió el brujo como si tal cosa, dejando el tazón con alcohol a medio terminar sobre la mesa. - Gracias por ayudarme con el ligero baño y por esos tragos. Nos vemos, amigo-, le guiñó un ojo al joven soldado, y comenzó a encaminarse.
- Eh, cómo que te vas sin más. ¿No has visto eso? - comentó confuso, mirando alternativa hacia el barco y hacia la figura del brujo que se disponía a partir. - Venga, tú escondes algo-, dijo, entrecerrando los ojos y señalando con un dedo de su mano libra hacia el rubio. - Sí, sí, sí. Tú escondes algo. ¿No me digas que conoces ese barco?
Vincent se partió la caja del pecho ante las sugerencias del dragón.
- Claro, es mío. Pero se me olvidó que lo dejé amarrado en el fondo del lago-, volvió a reír, volteándose mientras aún se ataba el cinto de su espada sobre la cadera. - Por supuesto que no. Simplemente no creo que sea muy común que salgan barcos de debajo del mar. Diría que son sinónimo de problemas-, dijo finalmente, dándose toques con un dedo sobre la nariz.
Después, Vinc alzó una mano en forma de despedida, y se encaminó hacia donde instantes había visto a Abbey, que para su sorpresa, ahora estaba atendiendo a Sir Sammuel. Además, parecía que en el lapsus de tiempo en el que él se aseaba, Níniel y Lucy se habían acercado a la tensai de hielo.
Bien, eso le ahorraría tiempo. Podría hablar con las tres sin tener que ir a buscarlas una por uno.
- Sir Sammuel, que tal os encontráis hoy-, saludó amable al caballero.
- No te preocupes, mercenario. Este viejo tiene cuerda para rato-, comentó, antes de toser.
- Tranquilo, te pondrás bien. Sólo necesitas descansar y las medicinas adecuadas-, respondió, hincando una rodilla a su lado y apoyando uno de sus codos sobre esta.
Vinc no tenía pajolera idea de medicina. De nada más allá de curas y vendajes rápidos, lo típico en todo soldado veterano, pero vamos, tampoco iba a decirle que se iba a morir sin saberlo de verdad. Menudo agorero sería si fuera anunciando desgracias sin fundamento.
El caso, es que el veterano capitán pertenecía al ejército del dragón, y él, por supuesto, a la Logia, y aunque por el momento ambas entidades parecían ir de la mano, en realidad sus objetivos eran distintos. Por esa razón no había sido del todo sincero con el soldado junto al lago, sin embargo, pese a que el canoso capitán no pertenecía a la Logia, le caía bien, algo que, por el contrario, no podía decir de su rey. Sin embargo, a diferencia del renacuajo malcriado, el capitán era un hombre leal y honrado, quizás demasiado leal, visto como lo trataba su monarca, y para el mercenario, ambas eran unas cualidades elogiables en cualquier persona.
Por esa razón, Vinc dio ánimos al capitán en forma de palabras y reforzó tales palabras con un toque amistoso en el hombro, antes de acercarse y pegarse a Lucy y Níniel.
- ¿Alguien puede explicarme cómo demonios está Ronaldo aquí? La última vez que lo vi su navío se iba hacia el fin del mundo, por decirlo de alguna manera-, dijo entre dientes, en un susurro que sólo podrían escuchar ellas dos, y con cara de: Soy tan feliz como una perdiz. - Por cierto, ¿se sabe algo sobre la corrupción del bosque? ¿Los exploradores han encontrado algo? - preguntó en tono normal, que pudiera ser escuchado por todos.
- Han encontrado algo, sí, y Lucy quiere perder el tiempo con ello. En vez de encargarse de nuestra misión-, replicó Abbey.
No hacían falta muchas señales para saber cuando la tensai de hielo estaba enfadada. De todos modos, Lucy y Abbey se conocían muy bien, por lo que la tensai de fuego no contestó de forma airada a su homóloga, sólo mantuvo su postura.
- Ajá, y lo sigo creyendo-, fue su respuesta. - Estamos en suelo élfico. Demostrarles a los elfos que nuestras intenciones son buenas no me parece una pérdida de tiempo.
- Bien. Entiendo que algo se cuece por ahí-, comentó el rubio, sin esperar muchos más detalles. - Sí, estoy de acuerdo. Ganarnos el favor de los elfos nos vendría bien, y cómo yo soy brujo, qué mejor forma de demostrarles nuestras buenas intenciones que mostrándoles que hasta un brujo de la Logia es un aliado para ellos y que nuestro gremio sólo busca proteger el mundo-, se mostró de acuerdo con la encantadora de fuego. - Aunque Frost también tiene razón. Nuestro objetivo es el artefacto, por eso estamos aquí. Siempre he considerado que la unión hace la fuerza, pero en este caso no hay tiempo y quizás debamos separarnos para cubrir todo. Eso o simplemente centrarnos en lo importante.
Porque sí, Vinc no había mencionado el barco más allá del susurro que había dedicado a Níniel y la pelirroja, más lo tenía bien presente. En el fondo era uno de los suyos, un aliado, o por lo menos debería ser así. No estaría de más saber que pasaba en el interior del barco de Ronaldo, además de ganarse el favor de los elfos, y, por supuesto, conseguir el artefacto que era la verdadera misión que los había llevado hasta allí.
Offrol
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Por ahora dejo mi decisión un poco en el aire. Ya que es mi primer post, tampoco voy a liarla mucho ¿no? XDDDDD. Pero aviso a navegantes que mi primera intención es ir a la Corrupción en el Este o La salvación del mundo si se puede ir después (no sé como va eso, la verdad jaja, pero entendí que los demás tenemos que hacer primero uno de los otros temas antes de poder unirnos a Reivy). De todos modos, estoy abierto a ir a cualquier misión, si alguien ya tenía pensado ir a la corrupción y molesto por ahí, me dicen y ya los mato, que diga, ya me aparto (?) XDDDD. De la misma manera, si alguien les motiva que me una a ellos, sólo tienen que mandarme un MP, no muerdo, no siempre al menos ^^.
Por lo demás decirle a Ger, que si le molesta o hice un mal uso de los ncp, me lo diga y yo lo editaré lo más rápido que pueda =)
Y a todos los demás participantes que, igual que con los MP, pueden venir a darle la lata a mi personaje, tampoco muerde en todos los casos (?) ;P
Saludos, y linda semana para todos
Vincent Calhoun
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
De los Bosques del Este a Lunargenta, ida y vuelta, hubo un Mefisto. Con él hubieron Graphorns, hongos alucinógenos, y vampiros y lobos. También intentos fallidos de secuestro, y matones y mugre. Hubo gatos parlantes y ratones gruñones, y más lobos y vampiros. Y fuego y magia, y alas negras y risas y gallinas y salvajes y...
Y nada de eso lograba aún distraerme lo suficiente. La búsqueda me llevó al Sur, a las islas de las guerras antiguas, y me hizo pisar tierras siniestras en el Oeste. Pero el vacío en mi pecho seguía matándome, y por ello mis pies seguían moviéndome.
Las lenguas de la Pulgantina suelen ser incoherentes, pero no en mi último día en la capital humana: Entre las tonterías diarias de George, los ronquidos de Dunn y la risa de Lucas, pude escuchar rumores de acción en el bosque, sucesos en las tierras de mis hermanos elfos, y pues coincidía que mis pies no me habían llevado al Norte, y el sitio me quedaba de camino.
"El sitio" es algo... poco preciso. Pasé varios días -más de los que me gustaría- buscando rastros de anormalidad, y casi me daba por vencido cuando encontré un campamento grande, cercano al lago.
—¿Perdone? —preguntó el hombre, con duda visible en sus ojos.
—¿Cuál parte es la que no entendió? —Me rasqué la cabeza con el índice, a la vez que apoyaba el peso de mi cuerpo en mi bastón—. ¿La de curandero, o la de nómada?
Por muchas patadas que me hayan dado, los dioses me hicieron elfo, y tengo talento nato como tal. Varias veces ya me habían sido útiles mis dones, y en esta ocasión lo serían otra vez para darme llave de entrada al lugar. O ese era el plan, porque el hombre no parecía convencido.
—No podría ganarle a un pato en un juego de fuerzas, menos podría hacerle algo a hombres de su nivel. —Añadí cierto tono de admiración a las últimas palabras—. No tengo armas, ni siquiera será necesario gastar provisiones conmigo. —Abrí el morral marrón que tenía en el hombro, mostrando sus contenidos: Algunas manzanas, carne seca y hierbas varias. Ajusté mi postura y me volví a acomodar el morral.
Cuestioné al hombre con la mirada, cejas levantadas y ojos que decían "Deja de joder y déjame pasar de una vez", pero que para él debían parecer "Por favor, sólo quiero ayudar".
Asintió finalmente, y me hizo un gesto con la mano, diciéndome que pasara. Llamó a un segundo hombre y le dijo que se quedara ahí un momento, y procedió a caminar hacia los adentros del lugar.
¿Anunciará mi presencia a un superior? ¡Qué diligente!
Di paso tranquilo, aligerado por otra pequeña victoria en mi lista. Respiré profundamente, y anuncié:
—¡Doy asistencia médica! —Me abrí de brazos, con el bastón en alto—. ¡Quien necesite de mis servicios, no dude en llamarme! —Bajé el tono de voz—: ...O venir, dependiendo de si quieren mover las piernas o no.
Esperé entonces a que algo ocurriera, fuera lo que fuera.
Y nada de eso lograba aún distraerme lo suficiente. La búsqueda me llevó al Sur, a las islas de las guerras antiguas, y me hizo pisar tierras siniestras en el Oeste. Pero el vacío en mi pecho seguía matándome, y por ello mis pies seguían moviéndome.
Las lenguas de la Pulgantina suelen ser incoherentes, pero no en mi último día en la capital humana: Entre las tonterías diarias de George, los ronquidos de Dunn y la risa de Lucas, pude escuchar rumores de acción en el bosque, sucesos en las tierras de mis hermanos elfos, y pues coincidía que mis pies no me habían llevado al Norte, y el sitio me quedaba de camino.
"El sitio" es algo... poco preciso. Pasé varios días -más de los que me gustaría- buscando rastros de anormalidad, y casi me daba por vencido cuando encontré un campamento grande, cercano al lago.
—¿Perdone? —preguntó el hombre, con duda visible en sus ojos.
—¿Cuál parte es la que no entendió? —Me rasqué la cabeza con el índice, a la vez que apoyaba el peso de mi cuerpo en mi bastón—. ¿La de curandero, o la de nómada?
Por muchas patadas que me hayan dado, los dioses me hicieron elfo, y tengo talento nato como tal. Varias veces ya me habían sido útiles mis dones, y en esta ocasión lo serían otra vez para darme llave de entrada al lugar. O ese era el plan, porque el hombre no parecía convencido.
—No podría ganarle a un pato en un juego de fuerzas, menos podría hacerle algo a hombres de su nivel. —Añadí cierto tono de admiración a las últimas palabras—. No tengo armas, ni siquiera será necesario gastar provisiones conmigo. —Abrí el morral marrón que tenía en el hombro, mostrando sus contenidos: Algunas manzanas, carne seca y hierbas varias. Ajusté mi postura y me volví a acomodar el morral.
Cuestioné al hombre con la mirada, cejas levantadas y ojos que decían "Deja de joder y déjame pasar de una vez", pero que para él debían parecer "Por favor, sólo quiero ayudar".
Asintió finalmente, y me hizo un gesto con la mano, diciéndome que pasara. Llamó a un segundo hombre y le dijo que se quedara ahí un momento, y procedió a caminar hacia los adentros del lugar.
¿Anunciará mi presencia a un superior? ¡Qué diligente!
Di paso tranquilo, aligerado por otra pequeña victoria en mi lista. Respiré profundamente, y anuncié:
—¡Doy asistencia médica! —Me abrí de brazos, con el bastón en alto—. ¡Quien necesite de mis servicios, no dude en llamarme! —Bajé el tono de voz—: ...O venir, dependiendo de si quieren mover las piernas o no.
Esperé entonces a que algo ocurriera, fuera lo que fuera.
Mefisto
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Ser gran encantadora tenía sus ventajas. Otorgaba acceso casi total en la torre de la Logia, mejores habitaciones para ella y su hermana durante sus estancias en la misma, cómodas, calientes y espaciosas. No tenía que rendirle cuentas a nadie sobre sus experimentos alquímicos o sus estudios en la biblioteca o a la hora de tomar prestados sus más valiosos volúmenes...Y tenía voz y voto cuando Abbey pretendía mandarla a las peores misiones, lo cual era posiblemente lo mejor de todo.
Claro que no todo iba a ser igual de bueno. Las responsabilidades también eran mayores, y de la noche a la mañana se vio atosigada por no pocos miembros de menor rango de la logia que parecían necesitar su permiso y supervisión para prácticamente cualquier cosa. Las reuniones con Lucy y Abbey a menudo se alargaban durante horas interminables, y además el gran inquisidor insistía en instruirlas personalmente siempre que tenía ocasión, resultando ser un maestro de lo más severo. Ser su pupila era casi como estar de vuelta bajo la tutela de su madre, la suma sacerdotisa Ashara Thenidiel...casi.
También, aunque algunos podrían considerarlo como toda una oportunidad, Níniel colocaba en el montón de cosas malas el tener que aguantar al rey Rigobert casi a diario.
El monarca del norte parecía cada vez más infantil y problemático en vez de maduro y sabio. Movía a su poderoso ejército aquí y allá sin consultárselo aparentemente ni a sus generales. Por no mencionar que seguía tratando a la Logia como si creyera que fuesen su división mágica personal, siempre dispuesta a salvar su vida, eliminar a sus enemigos y asaltar ciudades en su nombre. Nunca había una palabra amable, nunca un por favor o un gracias, nunca una petición de consejo...Después de que se lo debía absolutamente todo, solo había desprecio hacia ellos...Que aquello fuera mutuo era algo que se había ganado a pulso. Quizá la próxima vez que un proyectil estuviera a punto de atravesar su pecho, no habría un muro de hielo para evitarlo...Y de seguir así, lo mismo tampoco ningún caballero valiente. Solo había que ver cómo trataba al pobre ser Sammuel. Posiblemente el mejor y más leal de sus caballeros, pues lo que la edad le había quitado en fuerza y agilidad, se lo había dado en sabiduría.
-Dudo que algún día pueda hacer lo que haces tú Lucy.- No pudo evitar compartir la joven peliblanca con su buena amiga una vez que sus pasos las alejaron del joven rey, que quedó cerca de su tienda, despotricando sobre la presencia de Lunargenta al otro lado del lago. -Míralo, debe de ser el último en haberse dado cuenta de que los humanos estaban montando un campamento en la otra orilla. Como si lo hubiesen levantado ahora mismo por arte de magia.- Añadió negando con la cabeza. Qué distinto era Rigobert de su hermana, siempre cauta, siempre preocupada por los demás.
-Por muy educada que sea, por muy calmada que pueda ser, algún gesto acabaría por denotar mi disgusto.- Sentenció entonces. Y Lucy se limitó a sonreír y la abrazó de una manera de lo más inadecuada, como solía hacer.
-Por eso soy yo la que trato con él. Siempre he sabido como llevar a los hombres...Y también a las mujeres claro, no pongas esa cara de preocupación.- Respondió la pelirroja, evidentemente mintiendo sobre aquello último. De hecho Níniel agradecería que se centrara exclusivamente en los hombres. Si tenía que volver a echarla de su tienda una noche más...
No tardaron en llegar hasta el lugar donde la Logia tenía montada su propia base de operaciones dentro del mucho mayor campamento militar norteño. Allí Abbey, malhumorada como siempre, parecía haber tenido a bien atender a Ser Sammuel. Algo de lo más extraño con lo fría y altiva que era.
-Lo dices como si hubiera rechazado ayudar a ser Sammuel. Encantada me quedaría con él mientras tú acompañas a Lucy a la tienda del rey, pero solicitó mi presencia.- Rara vez habían congeniado ambas, aunque las dos jóvenes compartían su poco aprecio por el niño rey. -Y ya te dije que fuera del campamento debería de haber flor de Atrio. Si consigues algunas...- Abbey la fulminó nuevamente con la mirada por decirle lo que tenía que hacer. Por desgracia Níniel no podía ocuparse de todo ella misma, si no con gusto habría preparado ya la pócima que el caballero necesitaba.
Lucy intervino, mediando entre ambas y llevándolas como hacía con el rey. Encauzando de nuevo la conversación hacia lo que realmente importaba. La Logia tenía suerte de contar con ella. En gran medida ella y el gran inquisidor eran el corazón y el alma del gremio.
-Desde luego que lo saben. Y seguro que saben mucho más acerca de ese artefacto y el mal que aqueja al bosque que nosotras.- Estuvo de acuerdo la elfa con Lucy. Si aquel lugar era sagrado para ellos, poner un solo pié allí sin su permiso sería una sentencia de muerte, y más si estaban ya alterados por la corrupción. Quizá a ella la perdonasen ya que era sacerdotisa, pero al resto que cometiera semejante profanación...Por supuesto Abbey como de costumbre no lo veía del mismo modo, aunque la aparición del barco del capitán Trastámara en el lago cortó de golpe que aquello se convirtiera en una nueva discusión.
-¿Cómo es posible?- Fue cuanto pudo preguntar, y más para ella misma que para nadie en concreto. Ciertamente daba aquel barco y a su tripulación de..."fantasmas" por perdida hacía mucho. Ella misma vio como se los tragaba un vórtice. Junto con parte de la flota de Lunargenta. La aparición de aquel navío había puesto en alerta a medio campamento, y alterado aún más al rey Rigobert. Sus gritos podían escucharse desde donde estaban.
No tardaría en aparecer por allí Vincent, extrañado como ella por la presencia allí del Lunargentés. aunque su sorpresa no evitó que preguntara también por otro asunto importante; la corrupción. De hecho quizá la presencia del barco allí tuviese mucho que ver con ello, y con el artefacto. Al fin y al cabo Ronaldo de Trastámara se había dedicado a la obtención de artefactos para la Logia, usando los métodos que fuesen necesarios. Algunos de aquellos objetos eran muy peligrosos, y sin duda capaces de causar corrupción en un bosque...
-Ayudar con la corrupción e investigar su origen es un acto noble y bueno de por sí. Además es posible que dicho mal y el artefacto guarden relación. Si nos granjea el visto bueno de los protectores de estas tierras podría ser tres veces bueno. -Reiteró la elfa. Querer ir a por un artefacto del que poco sabían y quizá enemistarse con el bosque mismo en el proceso era muy mala idea. Especialmente para una elfa.
-Tal vez necesitemos algo de ayuda adicional...Por el momento avisemos a Al´theas y a Catherine.- Expresó la sacerdotisa, buscando con la mirada a su hermana entre el grupo de curiosos que se arremolinaba junto al lago. Todo aquel jaleo y sorpresa sin duda deberían de haberla hecho salir de su tienda, aunque solo fuera porque el ruido la había despertado.
Claro que no todo iba a ser igual de bueno. Las responsabilidades también eran mayores, y de la noche a la mañana se vio atosigada por no pocos miembros de menor rango de la logia que parecían necesitar su permiso y supervisión para prácticamente cualquier cosa. Las reuniones con Lucy y Abbey a menudo se alargaban durante horas interminables, y además el gran inquisidor insistía en instruirlas personalmente siempre que tenía ocasión, resultando ser un maestro de lo más severo. Ser su pupila era casi como estar de vuelta bajo la tutela de su madre, la suma sacerdotisa Ashara Thenidiel...casi.
También, aunque algunos podrían considerarlo como toda una oportunidad, Níniel colocaba en el montón de cosas malas el tener que aguantar al rey Rigobert casi a diario.
El monarca del norte parecía cada vez más infantil y problemático en vez de maduro y sabio. Movía a su poderoso ejército aquí y allá sin consultárselo aparentemente ni a sus generales. Por no mencionar que seguía tratando a la Logia como si creyera que fuesen su división mágica personal, siempre dispuesta a salvar su vida, eliminar a sus enemigos y asaltar ciudades en su nombre. Nunca había una palabra amable, nunca un por favor o un gracias, nunca una petición de consejo...Después de que se lo debía absolutamente todo, solo había desprecio hacia ellos...Que aquello fuera mutuo era algo que se había ganado a pulso. Quizá la próxima vez que un proyectil estuviera a punto de atravesar su pecho, no habría un muro de hielo para evitarlo...Y de seguir así, lo mismo tampoco ningún caballero valiente. Solo había que ver cómo trataba al pobre ser Sammuel. Posiblemente el mejor y más leal de sus caballeros, pues lo que la edad le había quitado en fuerza y agilidad, se lo había dado en sabiduría.
-Dudo que algún día pueda hacer lo que haces tú Lucy.- No pudo evitar compartir la joven peliblanca con su buena amiga una vez que sus pasos las alejaron del joven rey, que quedó cerca de su tienda, despotricando sobre la presencia de Lunargenta al otro lado del lago. -Míralo, debe de ser el último en haberse dado cuenta de que los humanos estaban montando un campamento en la otra orilla. Como si lo hubiesen levantado ahora mismo por arte de magia.- Añadió negando con la cabeza. Qué distinto era Rigobert de su hermana, siempre cauta, siempre preocupada por los demás.
-Por muy educada que sea, por muy calmada que pueda ser, algún gesto acabaría por denotar mi disgusto.- Sentenció entonces. Y Lucy se limitó a sonreír y la abrazó de una manera de lo más inadecuada, como solía hacer.
-Por eso soy yo la que trato con él. Siempre he sabido como llevar a los hombres...Y también a las mujeres claro, no pongas esa cara de preocupación.- Respondió la pelirroja, evidentemente mintiendo sobre aquello último. De hecho Níniel agradecería que se centrara exclusivamente en los hombres. Si tenía que volver a echarla de su tienda una noche más...
No tardaron en llegar hasta el lugar donde la Logia tenía montada su propia base de operaciones dentro del mucho mayor campamento militar norteño. Allí Abbey, malhumorada como siempre, parecía haber tenido a bien atender a Ser Sammuel. Algo de lo más extraño con lo fría y altiva que era.
-Lo dices como si hubiera rechazado ayudar a ser Sammuel. Encantada me quedaría con él mientras tú acompañas a Lucy a la tienda del rey, pero solicitó mi presencia.- Rara vez habían congeniado ambas, aunque las dos jóvenes compartían su poco aprecio por el niño rey. -Y ya te dije que fuera del campamento debería de haber flor de Atrio. Si consigues algunas...- Abbey la fulminó nuevamente con la mirada por decirle lo que tenía que hacer. Por desgracia Níniel no podía ocuparse de todo ella misma, si no con gusto habría preparado ya la pócima que el caballero necesitaba.
Lucy intervino, mediando entre ambas y llevándolas como hacía con el rey. Encauzando de nuevo la conversación hacia lo que realmente importaba. La Logia tenía suerte de contar con ella. En gran medida ella y el gran inquisidor eran el corazón y el alma del gremio.
-Desde luego que lo saben. Y seguro que saben mucho más acerca de ese artefacto y el mal que aqueja al bosque que nosotras.- Estuvo de acuerdo la elfa con Lucy. Si aquel lugar era sagrado para ellos, poner un solo pié allí sin su permiso sería una sentencia de muerte, y más si estaban ya alterados por la corrupción. Quizá a ella la perdonasen ya que era sacerdotisa, pero al resto que cometiera semejante profanación...Por supuesto Abbey como de costumbre no lo veía del mismo modo, aunque la aparición del barco del capitán Trastámara en el lago cortó de golpe que aquello se convirtiera en una nueva discusión.
-¿Cómo es posible?- Fue cuanto pudo preguntar, y más para ella misma que para nadie en concreto. Ciertamente daba aquel barco y a su tripulación de..."fantasmas" por perdida hacía mucho. Ella misma vio como se los tragaba un vórtice. Junto con parte de la flota de Lunargenta. La aparición de aquel navío había puesto en alerta a medio campamento, y alterado aún más al rey Rigobert. Sus gritos podían escucharse desde donde estaban.
No tardaría en aparecer por allí Vincent, extrañado como ella por la presencia allí del Lunargentés. aunque su sorpresa no evitó que preguntara también por otro asunto importante; la corrupción. De hecho quizá la presencia del barco allí tuviese mucho que ver con ello, y con el artefacto. Al fin y al cabo Ronaldo de Trastámara se había dedicado a la obtención de artefactos para la Logia, usando los métodos que fuesen necesarios. Algunos de aquellos objetos eran muy peligrosos, y sin duda capaces de causar corrupción en un bosque...
-Ayudar con la corrupción e investigar su origen es un acto noble y bueno de por sí. Además es posible que dicho mal y el artefacto guarden relación. Si nos granjea el visto bueno de los protectores de estas tierras podría ser tres veces bueno. -Reiteró la elfa. Querer ir a por un artefacto del que poco sabían y quizá enemistarse con el bosque mismo en el proceso era muy mala idea. Especialmente para una elfa.
-Tal vez necesitemos algo de ayuda adicional...Por el momento avisemos a Al´theas y a Catherine.- Expresó la sacerdotisa, buscando con la mirada a su hermana entre el grupo de curiosos que se arremolinaba junto al lago. Todo aquel jaleo y sorpresa sin duda deberían de haberla hecho salir de su tienda, aunque solo fuera porque el ruido la había despertado.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
En el poco tiempo que conocía a Sophi ya tenia claro que era una mujer con temperamento a la que no le molestaba decir lo que pensaba, ya fuera bueno o malo. Una podría pensar que aquella personalidad chocaría de frente con la de Lavey y que la energía de la rubia menguaría rápidamente la paciencia de la otra, pero lo cierto era que se entendían muy bien. El hecho de que Sophi fuera tan expresiva parecía ser la clave para que Lavey supiera cuando parar de hablar.
-Como quieras. -Expresó la lagartija siguiendo a Sophi fuera de la tienda y sacandole la lengua cuando estuvo a su altura. -Sigo pensando que te seria muy "cómoda". Si cambias de idea ya sabes donde estoy.
Desde dentro de la tienda se podía escuchar la risa de mi hija alejándose hacia el interior del campamento. Bajo la tela de la carpa en una precaria mesa habían un par de vasos y una jarra con agua, llene uno de ellos y me apoyé sobre el filo de la mesa.
-El pelo sirve para más cosas Zöe. -Mis dedos repicaban distraídos la madera. -Digamos que un cabello bien cuidado y lustroso atrae a posibles candidatos... ¿En época de reproducción? -Fruncía levemente el ceño al intentar buscar una manera básica y bruta sobre la función del cabello, ya que era probable que generaría más dudas a biotica si hablaba sobre coquetear y flirtear. -Ya lo se, me dijiste que te quitaron todas tus cosas, pero... eso los demás no lo saben y en algunas ocasiones tener un físico que atraiga la atención sexual de otros puede ser conveniente en ciertas situaciones. -La conversación me estaba recordando a la que tuve con Lavey hace un tiempo, solo que sin sudores fríos ni tartamudeos. -Voy a ir a ver si encuentro algo útil sobre la cascada del dragón. -Le comente a Zöe cambiando de tema y dejando el vaso en la mesa. -¿Quieres venir o prefieres esperar a las mozuelas?
Esperé a la contestación de la mujer con los extraños agujeros en la cabeza y a continuación salí de la tienda. Buscar al intendente no fue complicado, colocarse al rededor de su mesa y escuchar lo que decía tampoco. Por lo visto una partida de exploradores había salido hacia la cascada de Tymer y no regresaban, ahora se pedía un grupo que fuera y averiguara lo que sucedía en aquella localización.
_______
Off: Abro la invitación para el tema libre de exploración de la misión "La salvación del mundo" estoy pensando en un máximo de 3 participantes (dos personas y yo). Como ya dijo Ger esto ocurre casi al final y de por medio pasan muchas cosas, así que aunque haya abierto la invitación me gustaría ver primero como se desarrollan las otras tramas.
-Como quieras. -Expresó la lagartija siguiendo a Sophi fuera de la tienda y sacandole la lengua cuando estuvo a su altura. -Sigo pensando que te seria muy "cómoda". Si cambias de idea ya sabes donde estoy.
Desde dentro de la tienda se podía escuchar la risa de mi hija alejándose hacia el interior del campamento. Bajo la tela de la carpa en una precaria mesa habían un par de vasos y una jarra con agua, llene uno de ellos y me apoyé sobre el filo de la mesa.
-El pelo sirve para más cosas Zöe. -Mis dedos repicaban distraídos la madera. -Digamos que un cabello bien cuidado y lustroso atrae a posibles candidatos... ¿En época de reproducción? -Fruncía levemente el ceño al intentar buscar una manera básica y bruta sobre la función del cabello, ya que era probable que generaría más dudas a biotica si hablaba sobre coquetear y flirtear. -Ya lo se, me dijiste que te quitaron todas tus cosas, pero... eso los demás no lo saben y en algunas ocasiones tener un físico que atraiga la atención sexual de otros puede ser conveniente en ciertas situaciones. -La conversación me estaba recordando a la que tuve con Lavey hace un tiempo, solo que sin sudores fríos ni tartamudeos. -Voy a ir a ver si encuentro algo útil sobre la cascada del dragón. -Le comente a Zöe cambiando de tema y dejando el vaso en la mesa. -¿Quieres venir o prefieres esperar a las mozuelas?
Esperé a la contestación de la mujer con los extraños agujeros en la cabeza y a continuación salí de la tienda. Buscar al intendente no fue complicado, colocarse al rededor de su mesa y escuchar lo que decía tampoco. Por lo visto una partida de exploradores había salido hacia la cascada de Tymer y no regresaban, ahora se pedía un grupo que fuera y averiguara lo que sucedía en aquella localización.
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Off: Abro la invitación para el tema libre de exploración de la misión "La salvación del mundo" estoy pensando en un máximo de 3 participantes (dos personas y yo). Como ya dijo Ger esto ocurre casi al final y de por medio pasan muchas cosas, así que aunque haya abierto la invitación me gustaría ver primero como se desarrollan las otras tramas.
Reivy Abadder
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
La búsqueda rinde frutos y es que comienzan a aparecer personajes conocidos, muchos de ellos potencialmente viables para sobrellevar cualquier aventura sin perder la cabeza… o alguna otra extremidad importante.
Bastantes conocidos, otros no tanto. A la distancia se puede ver la inconfundible silueta de Zöe, el genio hace un gesto con la cabeza a modo de saludo pero evita acercarse pues la mujer artificial tiene su propia conversación.
Vincent aparece en medio de cierta conmoción, dando un poco de conversación a la guardia escamosa. Si bien los encuentros con este personaje han sido pocos, Maquiavelo sabe que puede dar pelea.
El personaje femenino que si toma la completa atención del inventor es nada más y nada menos que Niniel. Han vivido tantas aventuras que el pequeño ya le considera una extensión de sus propios inventos, están muy sincronizados... eso sin mencionar el aprecio que le tiene.
Sin mirar a ningún otro, ambos enanos avanzan por iniciativa del más grande. Aunque Nin parece estar acompañada, eso no detiene la determinación infantil de Chimar quien posee el ego de un emperador.
¡Nin!
Saluda cordialmente y con un tono raro para su persona, Canel por su parte agita la mano derecha un poco más atrás. Una de las pocas cosas que pone a Chimar feliz de inmediato es encontrarse con la elfa.
Sin importar que… vamos con usted señorita Niniel.
Es un futuro menos doloroso “asiente varias veces”.
Afortunadamente el comentario aterrador del enano hechicero es opacado por los gritos malcriados del niño rey norteño... parece que se hubiera tragado una de las armas sónicas que Maquiavelo tiene en la esfera como prototipos.
Se parece a ti cuando estas molesto “dice con rostro juguetón”.
“Claramente ofendido el genio enarca su ceja derecha a modo de tic nervioso” mira que se dónde duermes enano.
Aunque suene irónico teniendo en cuenta todo, la existencia del mocoso monarca sin duda contribuye al ego infantil de los gorriones. Demuestran que cualquier pequeño puede aspirar a cosas realmente enormes.
¿Que te parece peque?, ¿Hacemos a Rigobert III un gorrión?
No creo que acepte… al menos no antes de su “mira de forma extraña al inventor por algunos segundos” mejor no, todo a su tiempo.
Bastantes conocidos, otros no tanto. A la distancia se puede ver la inconfundible silueta de Zöe, el genio hace un gesto con la cabeza a modo de saludo pero evita acercarse pues la mujer artificial tiene su propia conversación.
Vincent aparece en medio de cierta conmoción, dando un poco de conversación a la guardia escamosa. Si bien los encuentros con este personaje han sido pocos, Maquiavelo sabe que puede dar pelea.
El personaje femenino que si toma la completa atención del inventor es nada más y nada menos que Niniel. Han vivido tantas aventuras que el pequeño ya le considera una extensión de sus propios inventos, están muy sincronizados... eso sin mencionar el aprecio que le tiene.
Sin mirar a ningún otro, ambos enanos avanzan por iniciativa del más grande. Aunque Nin parece estar acompañada, eso no detiene la determinación infantil de Chimar quien posee el ego de un emperador.
¡Nin!
Saluda cordialmente y con un tono raro para su persona, Canel por su parte agita la mano derecha un poco más atrás. Una de las pocas cosas que pone a Chimar feliz de inmediato es encontrarse con la elfa.
Sin importar que… vamos con usted señorita Niniel.
Es un futuro menos doloroso “asiente varias veces”.
Afortunadamente el comentario aterrador del enano hechicero es opacado por los gritos malcriados del niño rey norteño... parece que se hubiera tragado una de las armas sónicas que Maquiavelo tiene en la esfera como prototipos.
Se parece a ti cuando estas molesto “dice con rostro juguetón”.
“Claramente ofendido el genio enarca su ceja derecha a modo de tic nervioso” mira que se dónde duermes enano.
Aunque suene irónico teniendo en cuenta todo, la existencia del mocoso monarca sin duda contribuye al ego infantil de los gorriones. Demuestran que cualquier pequeño puede aspirar a cosas realmente enormes.
¿Que te parece peque?, ¿Hacemos a Rigobert III un gorrión?
No creo que acepte… al menos no antes de su “mira de forma extraña al inventor por algunos segundos” mejor no, todo a su tiempo.
- Off:
- Interactuó con Niniel y saludo a Zöe a la distancia.
Invitado
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Sophi se llevó a Lavey, podían escucharse sus risas a la distancia. La vampiro tenía una gran afición por las apuestas, casi tanto como por la bebida, y aparentemente había tomado a la Joven Dragona como a su aprendiz, con el consentimiento de su madre. Mire a Reivy e incline la cabeza mientras analizaba sus palabras.
-No tengo motivo alguno para atraer a un orgánico – Baje la vista y mire el anillo que me había dado el ahora Dios de los Vampiros, técnicamente era su prometida – Dag me dijo que solo él podía tocarme ¿Correcto? – Había sido una orden directa, pero aunque no lo hubiese dicho de igual manera no hubiese dejado que nadie intentara ese tipo de acercamiento – Además, si lo intentaran recibirían quemaduras muy graves –*
Asentí y salí de la tienda junto con Reivy, era la primera vez que estaba en un campamento de soldados [ANALIZANDO] eran mucho más organizados que otros tipos de grupos en los que había estado. Pero además del ejército de Dundarak había otras agrupaciones, no sabía nada sobre ellos, solo había escuchado que tenían sus propios objetivos que en este momento coincidían, hasta cierto punto, con los del Rey Dragón.
Vi a Chimar caminando a lo lejos junto con Canel, pero como no se acercó por propia voluntad simplemente lo salude [ANALIZANDO] Escuché una tos especialmente potente, ya la había detectado antes, aunque había pensado que los sanadores se encargarían del Caballero.
-Tengo que revisar eso – Fue todo lo que le dije a Reivy, ella tenía cosas que hacer en relación a un artefacto, no me necesitaba para eso – Tengo que asegurarme de que está bien –
Seguí el sonido de la tos hasta llegar a un Hombre, sus ropas lo delataban como miembro del ejército de Dundarak, junto a él habían varias personas, pero parecían estar ocupados con otros asuntos. Sin prestarles atención, me acerqué a Sir Sammuel, su aspecto denotaba lo serio de su condición, si no recibía el tratamiento adecuado había posibilidad de muerte.
-… Señorita, Disculpe Señorita – El dragón parecía [ANALIZANDO] ¿Desconcertado? ante mi presencia, me alejé un poco y sonreí de modo mecánico.
-Hola, mi nombre es Zöe. No debes preocuparte, no te haré daño ¿Si? Necesitas tratamiento médico – Agarré su mano y sin que se diera cuenta mi sistema registro su pulso y presión.
-Hay asuntos más importantes ahora mismo – Casi no pudo terminar la oración por el repentino ataque de tos que lo aquejó.
-Lo más importante es el bienestar de los orgánicos – Recite lo que mi sistema me decía. Tenía muchas herramientas para poder reparar a otros Bios, pero mis habilidades para curar a un ser vivo eran muy reducidas. En ese preciso momento se escuchó claramente como alguien ofrecía sus servicios como curador, levanté la mano, fijando la mirada en el extraño – Aquí, él necesita asistencia médica con urgencia –
-No creo que… - Pero siquiera era capaz de terminar una réplica sin que un nuevo ataque de tos lo interrumpiera.
-Si desea ser de ayuda para su gente tiene que estar sano primero ¿Correcto? – Mi análisis era puramente lógico, un soldado enfermo no podía servir de nada en batalla. El argumento pareció ser eficiente, ya que Sir Sammuel no volvió a responderme.
----------------------------
*Maldición vigente:
Vulnerable: tu cuerpo no podrá mostrarse desnudo. Los cibernéticos de El Hombre Muerto modificaron tu cuerpo para convertirlo en una especie de llama perpetua. La armadura “red de fibras” sirve para mantener el resplandor encerrado.
-Zöe habla con Reivy. Saluda a Chimar. Se acerca a Sir Sammuel (Donde están Niniel, Vincent y Chimar si no me equivoco) y se fija cual es su condición. Así que me anoto en la Misión "Raíz de Atrio". Al final del post Zöe le hace señas a Mefisto para que se acerque.
-No tengo motivo alguno para atraer a un orgánico – Baje la vista y mire el anillo que me había dado el ahora Dios de los Vampiros, técnicamente era su prometida – Dag me dijo que solo él podía tocarme ¿Correcto? – Había sido una orden directa, pero aunque no lo hubiese dicho de igual manera no hubiese dejado que nadie intentara ese tipo de acercamiento – Además, si lo intentaran recibirían quemaduras muy graves –*
Asentí y salí de la tienda junto con Reivy, era la primera vez que estaba en un campamento de soldados [ANALIZANDO] eran mucho más organizados que otros tipos de grupos en los que había estado. Pero además del ejército de Dundarak había otras agrupaciones, no sabía nada sobre ellos, solo había escuchado que tenían sus propios objetivos que en este momento coincidían, hasta cierto punto, con los del Rey Dragón.
Vi a Chimar caminando a lo lejos junto con Canel, pero como no se acercó por propia voluntad simplemente lo salude [ANALIZANDO] Escuché una tos especialmente potente, ya la había detectado antes, aunque había pensado que los sanadores se encargarían del Caballero.
-Tengo que revisar eso – Fue todo lo que le dije a Reivy, ella tenía cosas que hacer en relación a un artefacto, no me necesitaba para eso – Tengo que asegurarme de que está bien –
Seguí el sonido de la tos hasta llegar a un Hombre, sus ropas lo delataban como miembro del ejército de Dundarak, junto a él habían varias personas, pero parecían estar ocupados con otros asuntos. Sin prestarles atención, me acerqué a Sir Sammuel, su aspecto denotaba lo serio de su condición, si no recibía el tratamiento adecuado había posibilidad de muerte.
-… Señorita, Disculpe Señorita – El dragón parecía [ANALIZANDO] ¿Desconcertado? ante mi presencia, me alejé un poco y sonreí de modo mecánico.
-Hola, mi nombre es Zöe. No debes preocuparte, no te haré daño ¿Si? Necesitas tratamiento médico – Agarré su mano y sin que se diera cuenta mi sistema registro su pulso y presión.
-Hay asuntos más importantes ahora mismo – Casi no pudo terminar la oración por el repentino ataque de tos que lo aquejó.
-Lo más importante es el bienestar de los orgánicos – Recite lo que mi sistema me decía. Tenía muchas herramientas para poder reparar a otros Bios, pero mis habilidades para curar a un ser vivo eran muy reducidas. En ese preciso momento se escuchó claramente como alguien ofrecía sus servicios como curador, levanté la mano, fijando la mirada en el extraño – Aquí, él necesita asistencia médica con urgencia –
-No creo que… - Pero siquiera era capaz de terminar una réplica sin que un nuevo ataque de tos lo interrumpiera.
-Si desea ser de ayuda para su gente tiene que estar sano primero ¿Correcto? – Mi análisis era puramente lógico, un soldado enfermo no podía servir de nada en batalla. El argumento pareció ser eficiente, ya que Sir Sammuel no volvió a responderme.
----------------------------
*Maldición vigente:
Vulnerable: tu cuerpo no podrá mostrarse desnudo. Los cibernéticos de El Hombre Muerto modificaron tu cuerpo para convertirlo en una especie de llama perpetua. La armadura “red de fibras” sirve para mantener el resplandor encerrado.
-Zöe habla con Reivy. Saluda a Chimar. Se acerca a Sir Sammuel (Donde están Niniel, Vincent y Chimar si no me equivoco) y se fija cual es su condición. Así que me anoto en la Misión "Raíz de Atrio". Al final del post Zöe le hace señas a Mefisto para que se acerque.
Zöe
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Y algo ocurrió. Oh, sí que algo ocurrió.
Nadie me había hecho caso, pues la mayoría de la atención se había fijado en el barco que acababa de... salir del lago.
Di un respingón cuando me di cuenta de aquello, parpadeando un par de veces antes de aceptar que mis ojos no me mentían. Era, de hecho, un barco. Uno destacable, si eso.
¿Cuánto tiempo llevaba ahí?
Logré quitar mis ojos del navío y pasé la vista por aquél lugar; había muchos ojos abiertos, rostros asustados y, en general, confusión. Fue un alivio ver que no era el único sorprendido, pues eso descartaba que fuese alguna costumbre local que no alcanzaba a comprender. Era pues una oportunidad perfecta: Un evento extravagante con promesas de entretenimiento, justo el día de mi llegada.
Me disponía a acercarme a escuchar mejor los berridos distantes, provenientes de una campaña generosa, cuando otra voz captó mi atención. Alguien solicitaba mis servicios médicos. Miré en esa dirección y pude ver, de entre otras personas algo curiosas, a un señor mayor, y la autora de la solicitud.
Dudé un momento, pues no sabía si ignorar el llamado e ir directamente a curiosear en la fuente de los chillidos, pero terminé decidiéndome por mantenerme firme a mi papel, y no levantar sospechas de fraude.
Mientras más me acercaba, más me percataba de las peculiares características de la mujer. Primero de su cabello claro, de un tono que se me antojaba extraño. Distinto de cierta forma al blanco que no era tan raro ver en algunos elfos.
Después me percaté de lo que tenía en la piel de la cabeza, y empecé a preguntarme a qué raza pertenecía, y qué le habrá causado aquellas extrañas marcas. ¿Sería trozos de metralla? Pero parecía estar bien, no tenía rastros de sangre ni de malestar. Entonces, ¿por qué me había llamado?
Llegué al lugar, y a no más de tres metros de distancia, me di cuenta de que había algo verdaderamente extraño con ella. Su rostro, sus ojos... no decían nada.
—¿Qué te ocurrió? —cuestioné a la mujer, dejando de lado mi extrañamiento. Cuando el viejo a su lado tosió violentamente, me hice una idea general: La ayuda no era para ella, así que ese era su estado natural. ¿Una biocibernética, quizás? Es la raza cuya descripción más encajaba. Entonces agité de un lado a otro la mano libre, como borroneando mi pregunta—¿Qué síntomas tiene, además de tos?
Me puse a la altura del hombre, y deslicé mis ojos por cada una de sus facciones faciales, tocadas por el tiempo. Intenté percibir olores que no deberían estar ahí, ubicar excreciones indeseadas, cualquier pista que me indicara el mal que le aquejaba. Este proceso, por la expresión que tenía el hombre con quien ni me he presentado, parecía incomodarle.
—¿...Qué hace? —Me cuestionó el hombre.
Naturalmente, que un desconocido con mis pintas aparezca de la nada y se te quede viendo fijamente ha de ser de todo menos común. PERO, yo era el profesional, ¿no?
—Shh, lo estoy examinando. No me distraiga.
Puees...
Espero que esto cuele. No quiero estar tan cerca, joder. Se me va a pegar algo y me voy a morir, como él dentro de un rato.
—¿Qué plantas importantes hay en la zona? —Alcé un poco la voz, intentando sacar información a los que pudieran tener idea de lo que hacer, sin dejar en claro mi farsa— Me temo que lo que traje conmigo no será útil en un caso como este. —Palpé mi morral, continuando mi farol.
Nadie me había hecho caso, pues la mayoría de la atención se había fijado en el barco que acababa de... salir del lago.
Di un respingón cuando me di cuenta de aquello, parpadeando un par de veces antes de aceptar que mis ojos no me mentían. Era, de hecho, un barco. Uno destacable, si eso.
¿Cuánto tiempo llevaba ahí?
Logré quitar mis ojos del navío y pasé la vista por aquél lugar; había muchos ojos abiertos, rostros asustados y, en general, confusión. Fue un alivio ver que no era el único sorprendido, pues eso descartaba que fuese alguna costumbre local que no alcanzaba a comprender. Era pues una oportunidad perfecta: Un evento extravagante con promesas de entretenimiento, justo el día de mi llegada.
Me disponía a acercarme a escuchar mejor los berridos distantes, provenientes de una campaña generosa, cuando otra voz captó mi atención. Alguien solicitaba mis servicios médicos. Miré en esa dirección y pude ver, de entre otras personas algo curiosas, a un señor mayor, y la autora de la solicitud.
Dudé un momento, pues no sabía si ignorar el llamado e ir directamente a curiosear en la fuente de los chillidos, pero terminé decidiéndome por mantenerme firme a mi papel, y no levantar sospechas de fraude.
Mientras más me acercaba, más me percataba de las peculiares características de la mujer. Primero de su cabello claro, de un tono que se me antojaba extraño. Distinto de cierta forma al blanco que no era tan raro ver en algunos elfos.
Después me percaté de lo que tenía en la piel de la cabeza, y empecé a preguntarme a qué raza pertenecía, y qué le habrá causado aquellas extrañas marcas. ¿Sería trozos de metralla? Pero parecía estar bien, no tenía rastros de sangre ni de malestar. Entonces, ¿por qué me había llamado?
Llegué al lugar, y a no más de tres metros de distancia, me di cuenta de que había algo verdaderamente extraño con ella. Su rostro, sus ojos... no decían nada.
—¿Qué te ocurrió? —cuestioné a la mujer, dejando de lado mi extrañamiento. Cuando el viejo a su lado tosió violentamente, me hice una idea general: La ayuda no era para ella, así que ese era su estado natural. ¿Una biocibernética, quizás? Es la raza cuya descripción más encajaba. Entonces agité de un lado a otro la mano libre, como borroneando mi pregunta—¿Qué síntomas tiene, además de tos?
Me puse a la altura del hombre, y deslicé mis ojos por cada una de sus facciones faciales, tocadas por el tiempo. Intenté percibir olores que no deberían estar ahí, ubicar excreciones indeseadas, cualquier pista que me indicara el mal que le aquejaba. Este proceso, por la expresión que tenía el hombre con quien ni me he presentado, parecía incomodarle.
—¿...Qué hace? —Me cuestionó el hombre.
Naturalmente, que un desconocido con mis pintas aparezca de la nada y se te quede viendo fijamente ha de ser de todo menos común. PERO, yo era el profesional, ¿no?
—Shh, lo estoy examinando. No me distraiga.
Puees...
Espero que esto cuele. No quiero estar tan cerca, joder. Se me va a pegar algo y me voy a morir, como él dentro de un rato.
—¿Qué plantas importantes hay en la zona? —Alcé un poco la voz, intentando sacar información a los que pudieran tener idea de lo que hacer, sin dejar en claro mi farsa— Me temo que lo que traje conmigo no será útil en un caso como este. —Palpé mi morral, continuando mi farol.
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-Me acerco a Zöe e interactúo con ella y con Sir Sammuel. Luego hablo a quien me escuche, con intenciones de embarcarme en la misión de Raíz de Atrio Mefisto
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Al'theas, se encontraba en el campamento de las fuerzas del rey Rigobert, practicando en la zona de entrenamiento, o eso es a lo que se suponía que vendría cualquier soldado, pero para él era un ritual de reflexión, un momento para meditar y metalizarse para cualquier cosa que requiriesen sus habilidades con la espada.
Mientras el elfo movía su hoja con gráciles movimientos al mismo tiempo que mantenía los ojos cerrados, hacia rato que un par de soldados se habían quedado mirándolo con extrañadas expresiones en sus rostros, las cuales Al'theas podría llegar a leer en ellas "¿Por que esta este gilipollas intentando cortar el viento con la espada en vez de pegarle a los muñecos de madera?" Pero Al'theas tenia los ojos cerrados como para verle la cara a nadie... y aunque tuviera los ojos abiertos, los ignoraría con la misma facilidad que lo hacia con los ojos cerrados.
Encerrado en sus pensamientos, el caballero recordaba su ultima reunión familiar en la villa elfica. La preocupación por lo que le estaba sucediendo a los bosques elficos estaba afectando incluso a su propio hogar. Su padre ahora lideraba la guardia de la villa, y su madre velaba por ellos ante cualquier amenaza que pudiera surgir de los bosques que se estaban corrompiendo, sin embargo... Al'theas, decidió que seria mas útil ir a la raíz del problema a sabiendas de que tanto el ejercito como a la Logia a la que pertenecía actualmente irían allí.
Su madre, como era de costumbre, nunca se acostumbraba a ver a su hijo partir a pesar de ser todo un caballero... o quizás precisamente por eso... por lo que la tranquilizo haciéndole saber que esta vez no iría solo como solía hacer, ahora tenia amigos dentro de la Logia, la cual había descubierto recientemente una antigua reliquia mágica y había decidido aprovechar la cooperación con el ejercito para asentarse, por lo que era necesaria la presencia de todos los miembros de la Logia disponibles, incluyéndole, y con suerte descubrir el origen de la locura que azota los bosques y erradicarla.
Un fuerte estruendo saco al elfo de sus pensamientos, y al abrir los ojos vio que al igual que él, muchos de los presentes habían caído en la cuenta del ruido, provocada por la misteriosa así como espectacular aparición de lo que parecía ser un extraño barco fantasma, o al menos eso decían algunas de las voces de la gente que se había quedando mirándolo aparecer de la nada.
-Vaya... acabamos de llegar... ¿y ya empiezan los problemas?...- Dijo para si el elfo, mientras observaba el barco y a la gente arremolinarse guiados por la curiosidad, y entre aquellos pudo divisar al grupo de la Logia, donde pudo reconocer muchas caras conocidas reuniéndose en torno a la joven sacerdotisa Níniel y a las demás Altas Encantadoras, aquello era sin dudas síntomas de que algo les inquietaba por lo que el caballero no fue menos y se dirigió hacia ellos a la espera de saber mas.
Mientras el elfo movía su hoja con gráciles movimientos al mismo tiempo que mantenía los ojos cerrados, hacia rato que un par de soldados se habían quedado mirándolo con extrañadas expresiones en sus rostros, las cuales Al'theas podría llegar a leer en ellas "¿Por que esta este gilipollas intentando cortar el viento con la espada en vez de pegarle a los muñecos de madera?" Pero Al'theas tenia los ojos cerrados como para verle la cara a nadie... y aunque tuviera los ojos abiertos, los ignoraría con la misma facilidad que lo hacia con los ojos cerrados.
Encerrado en sus pensamientos, el caballero recordaba su ultima reunión familiar en la villa elfica. La preocupación por lo que le estaba sucediendo a los bosques elficos estaba afectando incluso a su propio hogar. Su padre ahora lideraba la guardia de la villa, y su madre velaba por ellos ante cualquier amenaza que pudiera surgir de los bosques que se estaban corrompiendo, sin embargo... Al'theas, decidió que seria mas útil ir a la raíz del problema a sabiendas de que tanto el ejercito como a la Logia a la que pertenecía actualmente irían allí.
Su madre, como era de costumbre, nunca se acostumbraba a ver a su hijo partir a pesar de ser todo un caballero... o quizás precisamente por eso... por lo que la tranquilizo haciéndole saber que esta vez no iría solo como solía hacer, ahora tenia amigos dentro de la Logia, la cual había descubierto recientemente una antigua reliquia mágica y había decidido aprovechar la cooperación con el ejercito para asentarse, por lo que era necesaria la presencia de todos los miembros de la Logia disponibles, incluyéndole, y con suerte descubrir el origen de la locura que azota los bosques y erradicarla.
Un fuerte estruendo saco al elfo de sus pensamientos, y al abrir los ojos vio que al igual que él, muchos de los presentes habían caído en la cuenta del ruido, provocada por la misteriosa así como espectacular aparición de lo que parecía ser un extraño barco fantasma, o al menos eso decían algunas de las voces de la gente que se había quedando mirándolo aparecer de la nada.
-Vaya... acabamos de llegar... ¿y ya empiezan los problemas?...- Dijo para si el elfo, mientras observaba el barco y a la gente arremolinarse guiados por la curiosidad, y entre aquellos pudo divisar al grupo de la Logia, donde pudo reconocer muchas caras conocidas reuniéndose en torno a la joven sacerdotisa Níniel y a las demás Altas Encantadoras, aquello era sin dudas síntomas de que algo les inquietaba por lo que el caballero no fue menos y se dirigió hacia ellos a la espera de saber mas.
Al'theas Tinarandel
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
INFORMACIÓN
Zöe y Mefisto han confirmado su agrupación y abandonan el campamento hacia la misión Raíz de Atrio. Abbey Frost abandona también el campamento. Si están con vosotros, podéis rolear su salida. Por ahora no hay eventos especiales en el campamento.
Quizás no sea así, pero tengo la impresión que hay 4 personajes interesados en un mismo evento. Recordad que esto no sería posible por las restricciones del evento de 3 usuarios máximo para optimizar los tiempos y que los temas no se eternicen. Habrá que dividirse 2 y 2. O formar grupo de 3 y uno formar grupo con Bio y Reivy.
Ger
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Interactúo con Níniel, Chimar, Mefisto y Zöe.
A Zöe no le digo nada directamente, pero está presente cuando suelto tonterías junto a ellos (?)
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A Zöe no le digo nada directamente, pero está presente cuando suelto tonterías junto a ellos (?)
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No había que ser muy listo, para intuir que un campamento del dragón tan cerca de Sandorai no podía ser un buen augurio. Que un campamento humano estuviera montado al otro lado del lago tampoco lo era.
Hasta el rey de los humanos se había dado cuenta que los movimientos del monarca dragón eran, cuánto menos, un tanto agresivos. El joven rey del Norte no era de los que esperara por nadie, ni tampoco de los que depositara su confianza en nadie. Un grave problema diplomático, diría su viejo mentor, Robert Stone, si pudiera escuchar sus pensamientos.
El juego de poder estaba en marcha una vez más.
- Sí, pero del mismo modo un fracaso podría lograr el efecto contrario-, fueron las palabras de Lucy que sacaron al brujo de su reflexión.
- Oh, Lucy, Lucy, eso sí que es tenerme fe. Cuándo es la última vez que he fracasado-, bromeó, mostrando su mejor sonrisa. - Tienes razón, pero cómo se suele decir, el que no arriesga no gana.
Vinc era consciente de que si un brujo de la logia ayudaba con los problemas de los elfos, estos tomarían muy buena nota de ello, pero que sí fracasaba… Si todo acababa mal, bien podrían tenerle en cuenta el esfuerzo de la Logia por ayudarles, pero también podrían echarles la culpa de que todo terminara de mala manera.
Sin embargo, pese a ello, estaba dispuesto a correr el riesgo.
- No, demasiado arriesgado, Lobo. Es mejor que te mantengas alejado de los elfos-, exclamó tajante Frost.
- Muy bien, sea. Aunque ello será difícil estando tan cerca de su tierra natal-, bromeó, marcando una sonrisa y guiñándole un ojo.
Por supuesto, Abbey suspiró molesta y miró con desgana al brujo ante sí. La tensai de hielo a esas alturas ya estaba acostumbrada a las formas de su subordinado, más no por ello le hacía demasiada gracia.
- Tranquila. Sé a lo que te refieres, Puedo ser burlesco, irónico y hasta ácido en mi humor, pero no te preocupes, no me he vuelto imbécil. Dejaré el asunto de la corrupción para otros-, manifestó más serio, pero sin perder la sonrisa.
Fue en ese momento cuando resonó en el ambiente una voz familiar para Vincent, pero que no pudo recordar a quien pertenecía, hasta que no ubicó con la mirada a la persona que había llamado a Níniel.
- Vaya, vaya. Qué te parece. Cuándo menos te lo esperas, aparece un par de niños en un campamento militar. Mucho me temo, Sir Sammuel, que debes reducir la ración de comida a nuestros vigilantes. La seguridad luce por su ausencia-, comentó en broma, echándole un ojo por encima del hombro al capitán.
Conociendo el talante del veterano no creía que se lo tomara mal, más realmente no parecía que se lo hubiera tomado de ninguna manera, ya que estaba demasiado cansado para reaccionar a su humor. Eso era una muy mala señal.
- Hey, Chimar. Dime, ¿qué te ha traído por aquí? ¿Has escuchado el tintineante sonido metálico del interior del cofre de Rigobert y te quieres sumar al tan denostado oficio del mercenario? - siguió hablando en tono divertido, más la preocupación por el capitán no dejaba de resonar en el interior de su cabeza. - Sí, creo que podrías ayudar a Nín. Eres un poquito bajito-, le guiñó el ojo, burlón. - Pero no conozco a nadie que sea mejor con la ballesta que tú, y eso amigo, es bastante decir-, se sinceró y le comentó amable, antes de darle un ligero toque amistoso en el hombro. - Y bueno, no estoy seguro de si tengo el placer de conocer a tu amigo…-, dijo, mirando y escudriñando el aspecto del compañero de Chimar. - Pero sí, tiene razón. Veo que conoce a Níniel, junto a ella tenéis garantizado un futuro menos doloroso-, estuvo de acuerdo, antes de romper a reír.
Qué sujeto tan extravagante cómo sincero. Un soplo de aire fresco en aquellos momentos.
- Sí, busquemos a Al´theas y a Cath. Pero dame un momento, quiero despedirme de Sammuel-, le respondió a su amada.
Después, el brujo dio unos pasos y se volvió a poner justo al lado del veterano capitán.
- Sí hace falta, Sir Sammuel-, le dijo al hombre, cuando este estuvo a punto de contestarle a la mujer que lo auxiliaba, que no necesitaba ayuda.
- Estoy bien, Vincent. Sólo necesito reposo.
- Sí, pero después de tomar las medicinas adecuadas-, replicó, pues aunque no era médico, no hacía falta serlo para saber que el soldado necesitaba ayuda.
El brujo no pudo decirle mucho más, pues un tipo de lo más extraño comenzó a examinar al capitán. Suponía que era un experto en medicina, ya que se había tomado las molestias, pero… les parecerá raro, pero es que no parecía que supiera lo que estaba haciendo. Qué por otro lado, ¿qué se suponía que estaba haciendo?
- Ejem-, llamó la atención de los presentes. - Usted es sanador, ¿no? - le preguntó, aunque la frase completa que rondó su cabeza fue: “Usted es sanador, ¿no?, porque no lo tengo muy claro”. Sin embargo, se ahorró decirla y le dio un voto de confianza al muchacho. - Francamente, espero que pueda ayudar a Sam, es un buen tipo-, le comentó seguido, para luego centrar su mirada sobre el capitán mientras le agarraba un hombro de forma amistosa. - Te dejo en buenas manos, Sammuel, y hazles caso y tómate la medicina que necesitas-, se despidió del soldado guiñándole un ojo, y luego se acercó a Níniel, preparado para ir con ella a buscar a sus amigos.
Offrol
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Me apunto a La salvación del mundo y desbloqueo el aforo lleno de la Corrupción en el Este XDD. Cómo dije anteriormente, yo no tengo problema alguno en cambiar ^^
Níniel tiene permiso para secuestrarme :3 Por si quiere y le apetece llevarme directamente en su post a encontrarnos con Al´theas.
Vincent Calhoun
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Aunque resultaba tentadora la idea de un emotivo reencuentro con mi querida Abbey, la verdad es que estaba ahí por motivos oficiales, encontrar el fulano artefacto y volver al sur así que no había mucho qué elegir, había algunos rostros conocidos dispersos por todo el lugar, afortunadamente con mi rostro cubierto nadie podría reconocerme y podría pasar tranquilamente como alguien más, o al menos eso esperaba, pues de entre todos los presentes había alguien que incluso con una máscara sobre el rostro seguro podría reconocerme sin problemas.
Me dirigí con cautela hacia donde se encontraban aquel par de pequeños con los que había compartido la aventura de las cucarachas rojas lanzagases, acomodé mi máscara porque en el fondo solo quería poner a prueba mi teoría de si podría reconocerme o no, aunque cierto es que se la puse bastante fácil, coloqué la mano en el hombro del niño raro y dije cambiando un poco mi voz para hacerla más gruesa y tétrica -Y como en una tormenta de arena, borraremos nuestras huellas- Esto como referencia a la última frase que él mismo había dicho en aquella ocasión.
Sonreí bajo la máscara y me preparé para retirarme, ya estaba todo decidido, iría a la cascada en buscar del artefacto y nada, absolutamente nada en este mundo me haría cambiar de opinión, nada… o eso pensaba -¡Hey Tomás Turbado!- Escuché muy cerca detrás de mí -Ya muévete, se nos hace tarde para ir a rebanar piratas- Abrí los ojos como platos al ser tomado por un brazo por un sujeto que era como veces yo, parecía conocerme o conocer al verdadero ¿Tomás Turbado? -¿qué clase de nombre es ese?- Pensé mientras intentaba apartar su mano de mi hombro pero fue en vano.
Hey espera, creo que estás confundido- Protesté mientras el sujeto avanzaba llevándome casi arrastrado sin que pudiera oponer resistencia alguna, fue entonces cuando el sujeto se detuvo y me miró fijamente -Te ves algo distinto- Dijo en tono tal vez demasiado alto, lo que hizo que varias personas alrededor voltearan a mirarme -Oh, pero, qué dices, si soy el mismo de siempre- Me acomodé la máscara y dejé que el cabello cayera sobre mi rostro -Tomás Turbado, ese soy yo- Me encogí de hombros con naturalidad y comencé a caminar hacia el lago esperando el momento indicado para deshacerme de tan molesto sujeto.
Sin embargo mi escape repentino se veía cada vez más lejano, pues otros tipos que conocían a este sujeto habían aparecido y se habían tomado la tarea de cumplir la voluntad del rey matando algunos piratas -Les recuerdo que la misión es infiltrarse- Intenté controlar la situación pero fui interrumpido -Infiltrarse y matar piratas- Me respondieron los 3 sujetos casi al unísono dándome a entender que tomar la ropa de aquel desconocido de nombre raro no había sido una buena idea, de momento la cascada tendría que esperar un poco, había que ir a infiltrarse y, pues… tal vez matar piratas…
[1]Voy por ustedes, piratas =) Me dirigí con cautela hacia donde se encontraban aquel par de pequeños con los que había compartido la aventura de las cucarachas rojas lanzagases, acomodé mi máscara porque en el fondo solo quería poner a prueba mi teoría de si podría reconocerme o no, aunque cierto es que se la puse bastante fácil, coloqué la mano en el hombro del niño raro y dije cambiando un poco mi voz para hacerla más gruesa y tétrica -Y como en una tormenta de arena, borraremos nuestras huellas- Esto como referencia a la última frase que él mismo había dicho en aquella ocasión.
Sonreí bajo la máscara y me preparé para retirarme, ya estaba todo decidido, iría a la cascada en buscar del artefacto y nada, absolutamente nada en este mundo me haría cambiar de opinión, nada… o eso pensaba -¡Hey Tomás Turbado!- Escuché muy cerca detrás de mí -Ya muévete, se nos hace tarde para ir a rebanar piratas- Abrí los ojos como platos al ser tomado por un brazo por un sujeto que era como veces yo, parecía conocerme o conocer al verdadero ¿Tomás Turbado? -¿qué clase de nombre es ese?- Pensé mientras intentaba apartar su mano de mi hombro pero fue en vano.
Hey espera, creo que estás confundido- Protesté mientras el sujeto avanzaba llevándome casi arrastrado sin que pudiera oponer resistencia alguna, fue entonces cuando el sujeto se detuvo y me miró fijamente -Te ves algo distinto- Dijo en tono tal vez demasiado alto, lo que hizo que varias personas alrededor voltearan a mirarme -Oh, pero, qué dices, si soy el mismo de siempre- Me acomodé la máscara y dejé que el cabello cayera sobre mi rostro -Tomás Turbado, ese soy yo- Me encogí de hombros con naturalidad y comencé a caminar hacia el lago esperando el momento indicado para deshacerme de tan molesto sujeto.
Sin embargo mi escape repentino se veía cada vez más lejano, pues otros tipos que conocían a este sujeto habían aparecido y se habían tomado la tarea de cumplir la voluntad del rey matando algunos piratas -Les recuerdo que la misión es infiltrarse- Intenté controlar la situación pero fui interrumpido -Infiltrarse y matar piratas- Me respondieron los 3 sujetos casi al unísono dándome a entender que tomar la ropa de aquel desconocido de nombre raro no había sido una buena idea, de momento la cascada tendría que esperar un poco, había que ir a infiltrarse y, pues… tal vez matar piratas…
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
A veces incluso la fría encantadora Frost podía señalar un buen punto para variar en vez de limitarse a llevarle la contraria a los demás, o más concretamente a Lucy y a Níniel. Ciertamente no todos los elfos se mostraban igual de dispuestos a tolerar a un brujo que, por ejemplo, el clan Thenidiel. Tal vez fuese mejor llevar una compañía diferente en aquella ocasión, una más aceptable para cualquier elfo en aquel primer contacto con los protectores de aquellas tierras, aunque Níniel creía que con la cortesía adecuada no debería de haber problema mientras ella marchara al frente del grupo. Además eso supondría que tendrían buscar a alguien tan capaz como Vincent para tan importante misión.
-No lo veo necesario. Además, la mayoría de miembros de la logia disponibles son brujos también...Al'theas sin duda podría venir conmigo pero...Me gustaría al menos un par de manos más. No sabemos hasta qué punto es peligroso lo que le ocurre al bosque.- Alegó la peliblanca mirando alrededor. Aún coleaba el caos y la sorpresa causada por la aparición del barco de Ronaldo en el lago por lo que costaba tratar de ubicar a algún sustituto visualmente, aunque poco convencida. -Tal vez Sinon...No, la envié a estudiar muestras del agua...- Además rara vez sacaba la cabeza de sus experimentos. Como ayudante de alquimia era una joya, pero como compañera de aventuras...
La respuesta llegaría desde fuera del gremio, y lo haría en forma de dos niños que sin duda debían de estar suscitando un millar de preguntas en cualquiera que los viera paseando por aquel campamento como si fuese lo más normal del mundo. Y bueno, para ellos sin duda lo era, pero no para los soldados y magos que no les conocían de nada.
-Vaya, agradezco la confianza que me tenéis. Aunque no sé si me gusta la fama de estar siempre metida en líos que debe de haber propiciado tal saludo...- Ciertamente Chimar había dado por hecho que la joven no estaría allí si no fuera por trabajo, y sus trabajos rara vez podían catalogarse como...normales.
-Sin duda Chimar podría causar menos suspicacias que un brujo. Aunque sea humano es un niño. Pero Canel es ilusionista...¿No estaríamos en las mismas?- Tampoco iba a pedirle a Chimar que dejara atrás a su hermano. Por no mencionar que Canel podía causar algún desastre si quedara sin supervisión. Difícilmente los soldados apreciarían muchas de sus agoreras y siniestras frases.
-¿Un ilusionista? ¿A su edad? ¿Y no has intentado reclutarlo para la logia Nín? Siempre habrá sitio en nuestras filas para gente con talento...- Intervino Lucy, tratando de usar sus encantos para conseguir un nuevo miembro. Tenía razón en la parte del talento, pero no sabía que Canel era demasiado único como para formar parte de la logia. Además dudaba que las curvas de la tensai de fuego le llamaran la atención en lo más mínimo. Tal vez funcionara mejor algún artefacto misterioso que tuvieran en la torre.
-De todos modos, miembros o no, tenemos el mismo problema. Os aseguro que a pesar de su apariencia cada uno vale por una unidad entera, pero Abbey no quiere brujos... - Recalcó la peliblanca, aunque su tono denotaba que ella no creía que fuese para tanto llevar a un brujo.
-Bueno, no exactamente. Es un niño, y tiene cara de no haber roto un plato en su vida...- Buscó convencer a Abbey la pelirroja. Y aunque la joven no dudó en mostrar su disgusto, terminó cediendo. Aunque no sin antes despotricar sobre el poco caso que la hacían, dudar sobre las habilidades de unos "simples críos" y alejarse algo molesta. Aunque al menos había obtenido la pequeña victoria de separar a Níniel y a Vincent.
-Ya se le pasará...¿Y qué me decís de lo de uniros a logía? Por supuesto hay que pasar una prueba pero...- Retomó la joven antes incluso de explicarles en qué lío acababan de meterse.
-Yo me ocuparé de ponerles al día, Lucy, tranquila. En cuanto encuentre a mi hermana y a Al´theas nos pondremos en marcha.- Intervino la peliblanca para salvar a sus amigos del reclutamiento forzoso. Lucy podía llegar a ser muy insistente y persuasiva. No era que no le gustase la idea de contar con ellos en el gremio, pero la elfa sabía de sobra que todo aquello no encajaba con el genio inventor y el ilusionista. -Vamos yendo a mi tienda y busquemos a ese par por el camino.- Convino dispuesta a completar su salvamento, dejando a Lucy con una expresión que denotaba que aún no se había dado por vencida mientras el grupo esperaba a que Vincent se despidiera de Sir Sammuel, que parecía haber encontrado al fin ayuda con sus problemas de salud.
-¿Un elfo dices?- Se interesó al hablarle Vincent de las personas que parecían dispuestas a ayudar al veterano caballero. -Bueno, en cuanto a artes curativas no hay pueblo mejor. Me alegra que quede en buenas manos. Me gustaría creer que Rigobert no le dejaría morir pero...- Convino la sacerdotisa dirigiendo la marcha hacia su tienda, echando un vistazo aquí y allá por el camino en busca de los miembros restantes de su grupo.
No tardaría en encontrarse con Al´theas, que ya casi había llegado al lugar de la improvisada reunión de oficiales. Decirle que tenían trabajo y la promesa de respuestas al llegar a la tienda bastó para que fuera con ellos.
Catherine por su parte no se mostraría tan comprensiva. Especialmente cuando vio entrar a los dominios que compartía con su hermana a toda aquella gente. Y eso que la tienda no era pequeña.
-Vaya, pero si está aquí toda la gente a la que me gusta ver cuando me despierto de una siesta por culpa del ruido...¿Nín, dónde te has dejado al frutero?- Se quejó la felina fulminando a todos los acompañantes de la peliblanca con la mirada. -En fin...¿A quién tenemos que cargarnos ahora?-
OFF: Con esto completo mi postulado al tema Corrupción en el este.-No lo veo necesario. Además, la mayoría de miembros de la logia disponibles son brujos también...Al'theas sin duda podría venir conmigo pero...Me gustaría al menos un par de manos más. No sabemos hasta qué punto es peligroso lo que le ocurre al bosque.- Alegó la peliblanca mirando alrededor. Aún coleaba el caos y la sorpresa causada por la aparición del barco de Ronaldo en el lago por lo que costaba tratar de ubicar a algún sustituto visualmente, aunque poco convencida. -Tal vez Sinon...No, la envié a estudiar muestras del agua...- Además rara vez sacaba la cabeza de sus experimentos. Como ayudante de alquimia era una joya, pero como compañera de aventuras...
La respuesta llegaría desde fuera del gremio, y lo haría en forma de dos niños que sin duda debían de estar suscitando un millar de preguntas en cualquiera que los viera paseando por aquel campamento como si fuese lo más normal del mundo. Y bueno, para ellos sin duda lo era, pero no para los soldados y magos que no les conocían de nada.
-Vaya, agradezco la confianza que me tenéis. Aunque no sé si me gusta la fama de estar siempre metida en líos que debe de haber propiciado tal saludo...- Ciertamente Chimar había dado por hecho que la joven no estaría allí si no fuera por trabajo, y sus trabajos rara vez podían catalogarse como...normales.
-Sin duda Chimar podría causar menos suspicacias que un brujo. Aunque sea humano es un niño. Pero Canel es ilusionista...¿No estaríamos en las mismas?- Tampoco iba a pedirle a Chimar que dejara atrás a su hermano. Por no mencionar que Canel podía causar algún desastre si quedara sin supervisión. Difícilmente los soldados apreciarían muchas de sus agoreras y siniestras frases.
-¿Un ilusionista? ¿A su edad? ¿Y no has intentado reclutarlo para la logia Nín? Siempre habrá sitio en nuestras filas para gente con talento...- Intervino Lucy, tratando de usar sus encantos para conseguir un nuevo miembro. Tenía razón en la parte del talento, pero no sabía que Canel era demasiado único como para formar parte de la logia. Además dudaba que las curvas de la tensai de fuego le llamaran la atención en lo más mínimo. Tal vez funcionara mejor algún artefacto misterioso que tuvieran en la torre.
-De todos modos, miembros o no, tenemos el mismo problema. Os aseguro que a pesar de su apariencia cada uno vale por una unidad entera, pero Abbey no quiere brujos... - Recalcó la peliblanca, aunque su tono denotaba que ella no creía que fuese para tanto llevar a un brujo.
-Bueno, no exactamente. Es un niño, y tiene cara de no haber roto un plato en su vida...- Buscó convencer a Abbey la pelirroja. Y aunque la joven no dudó en mostrar su disgusto, terminó cediendo. Aunque no sin antes despotricar sobre el poco caso que la hacían, dudar sobre las habilidades de unos "simples críos" y alejarse algo molesta. Aunque al menos había obtenido la pequeña victoria de separar a Níniel y a Vincent.
-Ya se le pasará...¿Y qué me decís de lo de uniros a logía? Por supuesto hay que pasar una prueba pero...- Retomó la joven antes incluso de explicarles en qué lío acababan de meterse.
-Yo me ocuparé de ponerles al día, Lucy, tranquila. En cuanto encuentre a mi hermana y a Al´theas nos pondremos en marcha.- Intervino la peliblanca para salvar a sus amigos del reclutamiento forzoso. Lucy podía llegar a ser muy insistente y persuasiva. No era que no le gustase la idea de contar con ellos en el gremio, pero la elfa sabía de sobra que todo aquello no encajaba con el genio inventor y el ilusionista. -Vamos yendo a mi tienda y busquemos a ese par por el camino.- Convino dispuesta a completar su salvamento, dejando a Lucy con una expresión que denotaba que aún no se había dado por vencida mientras el grupo esperaba a que Vincent se despidiera de Sir Sammuel, que parecía haber encontrado al fin ayuda con sus problemas de salud.
-¿Un elfo dices?- Se interesó al hablarle Vincent de las personas que parecían dispuestas a ayudar al veterano caballero. -Bueno, en cuanto a artes curativas no hay pueblo mejor. Me alegra que quede en buenas manos. Me gustaría creer que Rigobert no le dejaría morir pero...- Convino la sacerdotisa dirigiendo la marcha hacia su tienda, echando un vistazo aquí y allá por el camino en busca de los miembros restantes de su grupo.
No tardaría en encontrarse con Al´theas, que ya casi había llegado al lugar de la improvisada reunión de oficiales. Decirle que tenían trabajo y la promesa de respuestas al llegar a la tienda bastó para que fuera con ellos.
Catherine por su parte no se mostraría tan comprensiva. Especialmente cuando vio entrar a los dominios que compartía con su hermana a toda aquella gente. Y eso que la tienda no era pequeña.
-Vaya, pero si está aquí toda la gente a la que me gusta ver cuando me despierto de una siesta por culpa del ruido...¿Nín, dónde te has dejado al frutero?- Se quejó la felina fulminando a todos los acompañantes de la peliblanca con la mirada. -En fin...¿A quién tenemos que cargarnos ahora?-
Níniel Thenidiel
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
En cuanto Al'theas se había acercado a Níniel, le saludo con una sonrisa inclinando la cabeza, observando que el joven Chimar y su curioso compañero Canel seguían el paso de la elfa, a los cuales también saludo con el mismo gesto.
-¿Todo bien?- Pregunto a la sacerdotisa, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos relacionado con aquel extraño barco y los deberes que les habían traído hasta aquí.
Sin embargo Níniel le insto a seguirla junto a los otros dos jóvenes hacia lo que parecía ser una tienda de campaña para reuniones, de camino allí, esta le aseguraba las pertinentes explicaciones una vez allí.
-Bien... si has ido en mi búsqueda... significa que ya tenemos trabajo que hacer... y no va a ser algo fácil...- Respondió mientras les seguía a paso ligero.
Al llegar allí, en su interior, una malhumorada Catherine parecía lo suficientemente despierta como para quejarse como era costumbre.
-Hola Catherine, yo también me alegro de verte...- Dijo con una sonrisa sabiendo que su comentario seria completamente ignorado por parte de la felina.
El caballero miro a su alrededor observando a los presentes, cayendo en la cuenta de que aquello no era una simple reunión, si no la formación de un grupo, llegando a la conclusión de que ahora él formaba parte de este sin que la sacerdotisa, liderando como era ya de costumbre no tuviera necesidad de confirmárselo.
-Bueno... ¿cual es el plan?- Dijo el caballero intentando no delatar su impaciencia en entrar en acción.
Off: Este caballero se va de marcha en busca de la Corrupción del Este.
-¿Todo bien?- Pregunto a la sacerdotisa, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos relacionado con aquel extraño barco y los deberes que les habían traído hasta aquí.
Sin embargo Níniel le insto a seguirla junto a los otros dos jóvenes hacia lo que parecía ser una tienda de campaña para reuniones, de camino allí, esta le aseguraba las pertinentes explicaciones una vez allí.
-Bien... si has ido en mi búsqueda... significa que ya tenemos trabajo que hacer... y no va a ser algo fácil...- Respondió mientras les seguía a paso ligero.
Al llegar allí, en su interior, una malhumorada Catherine parecía lo suficientemente despierta como para quejarse como era costumbre.
-Hola Catherine, yo también me alegro de verte...- Dijo con una sonrisa sabiendo que su comentario seria completamente ignorado por parte de la felina.
El caballero miro a su alrededor observando a los presentes, cayendo en la cuenta de que aquello no era una simple reunión, si no la formación de un grupo, llegando a la conclusión de que ahora él formaba parte de este sin que la sacerdotisa, liderando como era ya de costumbre no tuviera necesidad de confirmárselo.
-Bueno... ¿cual es el plan?- Dijo el caballero intentando no delatar su impaciencia en entrar en acción.
Off: Este caballero se va de marcha en busca de la Corrupción del Este.
Al'theas Tinarandel
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Re: [Trama Sandorái] [Parte B-0] Avanzada de Dundarak
Chimar sonríe ante el comentario de Niniel, sin duda sabe que toda la situación actual escalara a problemas inverosímiles y por eso busca alguien de confianza con quien sortear la corriente… típica aventura colectiva aerandiana.
La naturaleza racial de Canel despierta cierta suspicacia entre los involucrados, parecen no querer llevar brujos por alguna razón. El pequeño aludido mira extrañado aunque afortunadamente su rostro mocoso le permite saltarse la absurda norma.
¿Qué se puede decir?, a veces ser un enano tiene sus ventajas. Afortunadamente mientras el pequeño no abra la boca, es difícil para todo el mundo corriente descubrir su naturaleza complicada por obvias razones.
Mientras el inventor agita un poco a su hermano pequeño, no puede evitar mirar con curiosidad el concepto de terminar reclutado por la logia. Sería un giro completo en lo que define sus creencias pero también lo fue transformarse en ladrón.
Giaco sin duda vería con buenos ojos la idea, como especialista en tecnologías hibridas tenía en buena estima a la magia. Pese a ser un humano, estudio mucho las ciencias arcanas de aplicación práctica para sus inventos más complicados.
Quizás más adelante.
Deja la puerta abierta como buen chico listo, mejor contar con todas las opciones. Claro que en caso de tomar ese camino sería necesaria una charla larga y tendida con Canel… suele reaccionar de forma extraña ante fuentes de energía arcana poderosas.
Con las formalidades cubiertas, ambos mocosos siguen a su compañera. No tardan mucho en llegar a una tienda bastante cómoda donde descansa nada más y nada menos que Catherine, el equipo ya está completo.
O tal vez no… pues aparece otro elemento dispuesto a participar, el curioso elfo que sobrevivió junto a los presentes la ciudad roja. Maquiavelo no tarda mucho en saludarle pues dicho personaje se ha ganado su confianza.
Será un momento difícil…
Como todos peque, solo quédate cerca jeje.
Canel no suele ser tan pesimista… o al menos de forma tan seguida. Es claro que algo le preocupa pero como es habitual solo lo soltara de forma fragmentada, rodeado de un aura difícil de entender.
La naturaleza racial de Canel despierta cierta suspicacia entre los involucrados, parecen no querer llevar brujos por alguna razón. El pequeño aludido mira extrañado aunque afortunadamente su rostro mocoso le permite saltarse la absurda norma.
¿Qué se puede decir?, a veces ser un enano tiene sus ventajas. Afortunadamente mientras el pequeño no abra la boca, es difícil para todo el mundo corriente descubrir su naturaleza complicada por obvias razones.
Mientras el inventor agita un poco a su hermano pequeño, no puede evitar mirar con curiosidad el concepto de terminar reclutado por la logia. Sería un giro completo en lo que define sus creencias pero también lo fue transformarse en ladrón.
Giaco sin duda vería con buenos ojos la idea, como especialista en tecnologías hibridas tenía en buena estima a la magia. Pese a ser un humano, estudio mucho las ciencias arcanas de aplicación práctica para sus inventos más complicados.
Quizás más adelante.
Deja la puerta abierta como buen chico listo, mejor contar con todas las opciones. Claro que en caso de tomar ese camino sería necesaria una charla larga y tendida con Canel… suele reaccionar de forma extraña ante fuentes de energía arcana poderosas.
Con las formalidades cubiertas, ambos mocosos siguen a su compañera. No tardan mucho en llegar a una tienda bastante cómoda donde descansa nada más y nada menos que Catherine, el equipo ya está completo.
O tal vez no… pues aparece otro elemento dispuesto a participar, el curioso elfo que sobrevivió junto a los presentes la ciudad roja. Maquiavelo no tarda mucho en saludarle pues dicho personaje se ha ganado su confianza.
Será un momento difícil…
Como todos peque, solo quédate cerca jeje.
Canel no suele ser tan pesimista… o al menos de forma tan seguida. Es claro que algo le preocupa pero como es habitual solo lo soltara de forma fragmentada, rodeado de un aura difícil de entender.
- Off:
- Canel y Chimar se unen al tema (Corrupción en el este)
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