Lo Que Ven Las Ratas [Trabajo]
Página 2 de 2. • Comparte
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: Lo Que Ven Las Ratas [Trabajo]
Sin intención de dejarlos marchar con vida, no después de que hubiesen descubierto el turbio asunto que se traía entre manos, el extraño utilizó sus habilidades mágicas para que la hechicera se pusiese en pie a pesar de su maltrecho estado, dispuesta a defenderlo.
- La maneja como a una marioneta. - masculló entre dientes la cuerva, frunciendo el ceño en señal de desaprobación. Aquello estaba mal, tenían que detenerlo, ¿pero cómo? Todo apuntaba a que estaba preparando algo y no podían precipitarse a la hora de actuar.
En cuestión de segundos, unas extrañas esferas comenzaron a aparecer en torno al brujo, rodeándolo por completo y creando una barrera protectora que lo separaba de sus posibles enemigos.
De inmediato, el instinto animal de la Midgardiana hizo que se pusiese en guardia, flexionando ligeramente las piernas y encorvándose un poco, no importaba qué fuesen esas bolas de energía, lo único de lo que podía estar segura era de que no les traerían nada bueno.
Una negra nube de humo movida por su pequeño compañero se extendió rápidamente por la sala, dándoles algo de ventaja, ya que al menos ella gracias a su aguda visión, podía seguir moviéndose por la habitación sin problemas.
Y luego, llegaron las ratas…
Varias pasaron junto a sus piernas a toda prisa, sobresaltándola en un primer momento, aunque consiguió controlarse a tiempo, mientras los roedores seguían acumulándose en el reducido espacio hasta prácticamente ocupar la mayor parte del suelo y algunas de las mesas.
Una de las peludas criaturas, pasando al ataque, saltó contra el hechicero y en su camino chocó con una de las esferas brillantes, quedando varios segundos inmóvil en el suelo, pero no estaba muerta, solo aturdida. Una vez recuperada volvió a moverse, pero no para regresar con el resto de sus congéneres sino para escapar de allí tan rápido como le permitieron las patas.
La escena se repitió varias veces, hasta que el muchacho vio un patrón y decidió compartir con ella sus sospechas, que aquellos orbes estaban hechos a partir de la misma magia de control que utilizaba el loco, y que por ello al impactar con ellas, las ratas quedaban libres del embrujo.
- Entonces si las tocamos nosotros quedaremos como esa mujer, nos convertiremos en sus títeres. - pensó la joven, guardando el frasco de ácido y devolviendo a Segadora a su lugar, ir a por el enemigo solo sería un gran error, necesitaban otra estrategia.
La llegada del viejo, seguido de una multitud de roedores, hizo que Ava sintiese que tenían el número de su parte, pero poco a poco los animalillos empezaron a ser anulados por las bolas, hasta que algunos de ellos, al ser alcanzados por más de una, cambiaron de bando.
- Si seguimos así solo lograremos hacerlo más fuerte, tenemos que actuar ya. - susurró, para que solo el chico pudiese escucharla, y tras decir aquello se centró en el primer obstáculo que tenían, la bruja.
Aprovechando la cobertura que le brindaba el humo, la cazadora se agachó y comenzó a moverse por entre el mobiliario lentamente, tratando de no hacer ruido para que nadie supiese dónde estaba. Como si de un depredador se tratase, Ava continuó agazapada hasta tener a su presa al alcance, y justo entonces, se lanzó sin miramientos a por ella.
Sujetándola fuertemente por uno de los tobillos, la mujer bestia tiró hacia delante, provocando que su adversaria cayese de espaldas y se golpease la cabeza contra el suelo, pero no contenta con ello siguió arrastrándola por la sala a toda prisa, apartándola del hombre que la manipulaba.
- ¡Dile a tus ratas que me cubran! - pidió al loco, y sin decir nada, las peludas criaturas se colocaron tras ella, algunas incluso atacaron a la maga, mordiéndole las muñecas en cuanto trató de conjurar algo para defenderse. - No permitiré que nos des más problemas. - dijo en cuanto consideró que se encontraban lo suficientemente apartadas del enemigo.
Lo siguiente que se escucharía en la habitación sería un sonoro golpe seguido de un débil quejido, la alada le había propinado un fuerte puñetazo en pleno rostro, al cual siguió otro igual de contundente en la sien. Instantes después ya la tenía atada y amordazada en un rincón, completamente inconsciente y por ende, inofensiva.
Si bien sus métodos podían parecer bruscos, y ciertamente lo eran, también eran efectivos, al menos a sus ojos, así que no perdió el tiempo preocupándose por lo que el chico pudiese estar pensando de ella y siguió adelante.
Lo que debía hacer a continuación lo tenía bastante claro, debía averiguar algo más acerca de las esferas, así que corrió hacia la estantería de la que había tomado el frasco de ácido y sin mirar siquiera los recipientes, tomó uno y lo arrojó contra el extraño, comprobando que el recipiente traspasaba las bolas de energía sin causar absolutamente nada antes de estrellarse contra el piso, a los pies del hombre.
- Los objetos no se ven afectados, ni nos servirán para reducir el número de esas cosas. - musitó, lamentando no tener un arma a distancia en aquel momento, les habría venido tan bien… aunque en cierto modo sí poseían algo parecido gracias a la telequinesis de su compañero.
- La maneja como a una marioneta. - masculló entre dientes la cuerva, frunciendo el ceño en señal de desaprobación. Aquello estaba mal, tenían que detenerlo, ¿pero cómo? Todo apuntaba a que estaba preparando algo y no podían precipitarse a la hora de actuar.
En cuestión de segundos, unas extrañas esferas comenzaron a aparecer en torno al brujo, rodeándolo por completo y creando una barrera protectora que lo separaba de sus posibles enemigos.
De inmediato, el instinto animal de la Midgardiana hizo que se pusiese en guardia, flexionando ligeramente las piernas y encorvándose un poco, no importaba qué fuesen esas bolas de energía, lo único de lo que podía estar segura era de que no les traerían nada bueno.
Una negra nube de humo movida por su pequeño compañero se extendió rápidamente por la sala, dándoles algo de ventaja, ya que al menos ella gracias a su aguda visión, podía seguir moviéndose por la habitación sin problemas.
Y luego, llegaron las ratas…
Varias pasaron junto a sus piernas a toda prisa, sobresaltándola en un primer momento, aunque consiguió controlarse a tiempo, mientras los roedores seguían acumulándose en el reducido espacio hasta prácticamente ocupar la mayor parte del suelo y algunas de las mesas.
Una de las peludas criaturas, pasando al ataque, saltó contra el hechicero y en su camino chocó con una de las esferas brillantes, quedando varios segundos inmóvil en el suelo, pero no estaba muerta, solo aturdida. Una vez recuperada volvió a moverse, pero no para regresar con el resto de sus congéneres sino para escapar de allí tan rápido como le permitieron las patas.
La escena se repitió varias veces, hasta que el muchacho vio un patrón y decidió compartir con ella sus sospechas, que aquellos orbes estaban hechos a partir de la misma magia de control que utilizaba el loco, y que por ello al impactar con ellas, las ratas quedaban libres del embrujo.
- Entonces si las tocamos nosotros quedaremos como esa mujer, nos convertiremos en sus títeres. - pensó la joven, guardando el frasco de ácido y devolviendo a Segadora a su lugar, ir a por el enemigo solo sería un gran error, necesitaban otra estrategia.
La llegada del viejo, seguido de una multitud de roedores, hizo que Ava sintiese que tenían el número de su parte, pero poco a poco los animalillos empezaron a ser anulados por las bolas, hasta que algunos de ellos, al ser alcanzados por más de una, cambiaron de bando.
- Si seguimos así solo lograremos hacerlo más fuerte, tenemos que actuar ya. - susurró, para que solo el chico pudiese escucharla, y tras decir aquello se centró en el primer obstáculo que tenían, la bruja.
Aprovechando la cobertura que le brindaba el humo, la cazadora se agachó y comenzó a moverse por entre el mobiliario lentamente, tratando de no hacer ruido para que nadie supiese dónde estaba. Como si de un depredador se tratase, Ava continuó agazapada hasta tener a su presa al alcance, y justo entonces, se lanzó sin miramientos a por ella.
Sujetándola fuertemente por uno de los tobillos, la mujer bestia tiró hacia delante, provocando que su adversaria cayese de espaldas y se golpease la cabeza contra el suelo, pero no contenta con ello siguió arrastrándola por la sala a toda prisa, apartándola del hombre que la manipulaba.
- ¡Dile a tus ratas que me cubran! - pidió al loco, y sin decir nada, las peludas criaturas se colocaron tras ella, algunas incluso atacaron a la maga, mordiéndole las muñecas en cuanto trató de conjurar algo para defenderse. - No permitiré que nos des más problemas. - dijo en cuanto consideró que se encontraban lo suficientemente apartadas del enemigo.
Lo siguiente que se escucharía en la habitación sería un sonoro golpe seguido de un débil quejido, la alada le había propinado un fuerte puñetazo en pleno rostro, al cual siguió otro igual de contundente en la sien. Instantes después ya la tenía atada y amordazada en un rincón, completamente inconsciente y por ende, inofensiva.
Si bien sus métodos podían parecer bruscos, y ciertamente lo eran, también eran efectivos, al menos a sus ojos, así que no perdió el tiempo preocupándose por lo que el chico pudiese estar pensando de ella y siguió adelante.
Lo que debía hacer a continuación lo tenía bastante claro, debía averiguar algo más acerca de las esferas, así que corrió hacia la estantería de la que había tomado el frasco de ácido y sin mirar siquiera los recipientes, tomó uno y lo arrojó contra el extraño, comprobando que el recipiente traspasaba las bolas de energía sin causar absolutamente nada antes de estrellarse contra el piso, a los pies del hombre.
- Los objetos no se ven afectados, ni nos servirán para reducir el número de esas cosas. - musitó, lamentando no tener un arma a distancia en aquel momento, les habría venido tan bien… aunque en cierto modo sí poseían algo parecido gracias a la telequinesis de su compañero.
Ava Kenrith
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 305
Nivel de PJ : : 5
Re: Lo Que Ven Las Ratas [Trabajo]
Ava se encargó de terminar con el posible riesgo proveniente de la mujer manipulada, lo que los dejaba en una posición bastante cómoda. Si bien la magia de aquel sujeto parecía peligrosa, no dejaba de ser cierto que eran varios contra uno.
Claro, aquello podía cambiar en cualquier momento. Bastaba un error, dejar que una de esas esferas les tocase, y la balanza podía cambiar dramáticamente. No podía permitirse un segundo de duda.
Demian retrocedió unos pasos, lentamente, como si estuviera intentando evitar las esferas mediante la prudencia. No era del todo falso.
Eso le daba tiempo para invocar su magia. Lo que estaba por hacer requería ser capaz de sobrepasar las defensas mentales de un enemigo y un sujeto como ese seguro no se la iba a poner fácil. Respiró profundo, relajando su propia mente para lograr la máxima unión posible con el Éter.
–El niño –dijo Demian en un susurro, prácticamente imperceptible–... el niño es el más peligroso. Debo atacarlo con todas mis esferas para asegurar la victoria.
Miraba fijamente al sujeto, mientras volvía a repetir aquella idea, una y otra vez, apenas moviendo los labios. No tardó mucho en ver los resultados.(1)
El hombre le miró con una mezcla de temor y decisión, diferente a su estilo anterior de seguridad, y levantó un dedo para señalarle. Al instante, todas las esferas a su alrededor se quedaron quietas por unos segundos, para luego lanzarse a toda velocidad hacia Demian.
El chico, por su parte, esperó el movimiento, dejando hasta el último instante, cuando todas las esferas estaban en movimiento, para realizar su acción. Dio un paso...
...ahora estaba detrás del hombre.(2)
Las esferas dieron contra el vacío. La daga de Demian, en cambio, se clavaba en el cuello del sujeto. Todo terminaba en un instante.
El hombre cayó, llevándose su mano al cuello para detener el sangrado, viendo su vida escaparse frente a sí, derramarse en aquel sótano.
–No he ido por la arteria –aclaró el chico–, aún puede salvarse, pero primero debe indicarme dónde están los papeles de su investigación alquímica.
Se agachó frente al hombre, mostrando la punta de su daga.
–Puedo ser muy convincente –señaló, mostrando la punta de su dedo, desde donde brotaba una llama azul.
El hombre pareció considerar la posibilidad de atacarle, pero pronto desistió y señaló un estante al fondo de la sala, mientras con la otra mano evitaba el sangrado.
–Gracias –dijo Demian, mostrando una sonrisa y caminando hacia el lugar indicado–. Mantén presión en la zona con una compresa. Probablemente se desmayará pronto, pero se puede salvar. En esos estantes vi unas pociones de salud, seguro alcanzas a salvarle la vida –indicó al hombre de las ratas, su hermano, quien aún no parecía haber procesado todo lo que había ocurrido tan rápido.
Mientras el sujeto se apresuraba a salvar a su hermano, Demian se puso a escarbar entre los papeles. No esperaba encontrar todo fácilmente señalado, pero con saber los ingredientes utilizados quizás podía hacer algo.
–Voy a necesitar algo de tiempo para revisar estas cosas –dijo a su compañera guerrera–. Con algo de suerte, puedo crear algún antídoto o algo que p-pueda revertir los efectos de lo que sea que hayan vertido en el agua.
Y así, aún con sus manos manchadas con sangre, el chico se sentó a leer los pergaminos.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
(1) Demian ha usado su habilidad de nivel 7: Posesión Fantasmal, que le permite implantar una idea mediante ilusiones mentales en su objetivo.
(2) Demian ha usado su habilidad de nivel3: Paso del Espectro, que le permite teletransportarse en un instante a un punto cercano.
Demian
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2218
Nivel de PJ : : 10
Re: Lo Que Ven Las Ratas [Trabajo]
Antes de que la cuerva pudiese planear nada su joven acompañante tomó la iniciativa, empezando a susurrar algo que incluso a ella le resultó difícil de entender a pesar de su agudo sentido del oído, pero no tuvo que esperar mucho para entender lo que estaba ocurriendo, el chico volvía a utilizar su magia.
Del mismo modo que con el individuo que los había guiado hasta allí, el brujo logró introducir una idea en la cabeza del enemigo, que pasó a centrarse únicamente en él, creyéndolo el más peligroso de cuantos estaban en la sala.
Las brillantes esferas salieron disparadas hacia el muchacho de un instante a otro, pero este, para asombro de la Midgardiana, se esfumó ante sus ojos, reapareciendo justo detrás de su atacante, al cual hirió en el cuello sin pensárselo dos veces.
- ¿Cómo? ¿cómo ha hecho eso? - preguntó en un susurro girando la cabeza de un lado a otro, totalmente confundida por lo que acababa de ver.
¿Hasta dónde podía llegar magia?
Colaborar con aquel hechicero estaba resultando de lo más interesante, ahora sabía que más allá de lo que había leído en los libros existían un sinfín de formas de utilizar el éter, algunas de ellas bastante simples y otras, como las del joven, mucho más complicadas y en cierto modo, inquietantes.
Pero no era momento de enfrascarse en sus pensamientos, las esferas habían desaparecido y su creador estaba en el suelo, cubriéndose el cuello con desesperación para detener el sangrado.
En cuanto obtuvo la información que necesitaba, el chico se apresuró a dar instrucciones al loco de las ratas para que pudiese salvar a su hermano, si es que tenía intención de hacerlo claro, y sin más que añadir se dirigió a la estantería que su oponente había señalado para revisar los pergaminos relacionados con la alteración del suministro de agua de Beltrexus.
- Aguanta un poco, iré a por alguna poción. - indicó el anciano, tras arrodillarse junto a su pariente unos segundos, lo justo para examinar la gravedad del corte que había recibido. El pequeño no había mentido, la arteria seguía intacta así que tenía una oportunidad de salvarse, quizá más de lo que se merecía.
- Eso… eso ha sido sorprendente. - musitó, colocándose junto a su compañero, al cual por falta de conocimientos alquímicos, en poco podría ayudar. - No te preocupes, no les quitaré ojo de encima… por si ese hombre intenta algo. - respondió, asumiendo que lo único que podía brindarle era protección ante cualquier posible arranque de venganza del herido.
Ava se quedó junto al muchacho, vigilando a los hermanos y esperando que después de lo sucedido el causante de todo aquello abandonase cualquier idea de atacarlos, no estaba en posición de vencerles, menos ahora que se debilitaba por momentos.
- Has tenido suerte, otro en su lugar no habría tenido consideración alguna. - dijo el viejo de las ratas, que regresaba de una de las estanterías con varios recipientes. - Vamos, bébete esto antes de que te desmayes. - indicó, prácticamente obligando a su gemelo a abrir la boca para que el contenido del frasco bajase por su garganta.
Justo después, destapó otro de los tarros y utilizó el ungüento que contenía para cubrir la zona afectada, creando una gruesa capa que le ayudaría a cortar la pérdida de sangre y a cicatrizar.
El hechicero, que procuraba no hablar para no desperdiciar las fuerzas que le quedaban y minimizar el dolor, emitió un quejido al notar la pegajosa pasta contra el corte. - Ya sé que escuece pero te lo has buscado, lo sabes. - le reprochó el anciano, ignorando su contraída expresión y procediendo a vendarle el cuello.
- Se salvará. - pensó la cuerva desde donde estaba, preguntándose interiormente si dejar vivir a aquel sujeto era lo correcto.
No le cabía duda de que de ser al revés, aquel tipo no habría tenido ninguna contemplación con ellos, los habría matado, o algo peor, los habría convertido en sus marionetas… pero el chico había decidido darle una oportunidad, y no sería ella quien lo cuestionase, no después de ver de lo que era capaz.
- Para ser tan joven tiene un gran potencial. - siguió cavilando, desviando momentáneamente la vista hacia el brujo mientras se preguntaba qué cosas llegaría a hacer cuando alcanzase la edad adulta.
- ¿Has encontrado algo? - se atrevió a preguntar en voz baja, volviendo a dirigir sus brillantes ojos hacia los gemelos para no perderlos de vista.
Del mismo modo que con el individuo que los había guiado hasta allí, el brujo logró introducir una idea en la cabeza del enemigo, que pasó a centrarse únicamente en él, creyéndolo el más peligroso de cuantos estaban en la sala.
Las brillantes esferas salieron disparadas hacia el muchacho de un instante a otro, pero este, para asombro de la Midgardiana, se esfumó ante sus ojos, reapareciendo justo detrás de su atacante, al cual hirió en el cuello sin pensárselo dos veces.
- ¿Cómo? ¿cómo ha hecho eso? - preguntó en un susurro girando la cabeza de un lado a otro, totalmente confundida por lo que acababa de ver.
¿Hasta dónde podía llegar magia?
Colaborar con aquel hechicero estaba resultando de lo más interesante, ahora sabía que más allá de lo que había leído en los libros existían un sinfín de formas de utilizar el éter, algunas de ellas bastante simples y otras, como las del joven, mucho más complicadas y en cierto modo, inquietantes.
Pero no era momento de enfrascarse en sus pensamientos, las esferas habían desaparecido y su creador estaba en el suelo, cubriéndose el cuello con desesperación para detener el sangrado.
En cuanto obtuvo la información que necesitaba, el chico se apresuró a dar instrucciones al loco de las ratas para que pudiese salvar a su hermano, si es que tenía intención de hacerlo claro, y sin más que añadir se dirigió a la estantería que su oponente había señalado para revisar los pergaminos relacionados con la alteración del suministro de agua de Beltrexus.
- Aguanta un poco, iré a por alguna poción. - indicó el anciano, tras arrodillarse junto a su pariente unos segundos, lo justo para examinar la gravedad del corte que había recibido. El pequeño no había mentido, la arteria seguía intacta así que tenía una oportunidad de salvarse, quizá más de lo que se merecía.
- Eso… eso ha sido sorprendente. - musitó, colocándose junto a su compañero, al cual por falta de conocimientos alquímicos, en poco podría ayudar. - No te preocupes, no les quitaré ojo de encima… por si ese hombre intenta algo. - respondió, asumiendo que lo único que podía brindarle era protección ante cualquier posible arranque de venganza del herido.
Ava se quedó junto al muchacho, vigilando a los hermanos y esperando que después de lo sucedido el causante de todo aquello abandonase cualquier idea de atacarlos, no estaba en posición de vencerles, menos ahora que se debilitaba por momentos.
- Has tenido suerte, otro en su lugar no habría tenido consideración alguna. - dijo el viejo de las ratas, que regresaba de una de las estanterías con varios recipientes. - Vamos, bébete esto antes de que te desmayes. - indicó, prácticamente obligando a su gemelo a abrir la boca para que el contenido del frasco bajase por su garganta.
Justo después, destapó otro de los tarros y utilizó el ungüento que contenía para cubrir la zona afectada, creando una gruesa capa que le ayudaría a cortar la pérdida de sangre y a cicatrizar.
El hechicero, que procuraba no hablar para no desperdiciar las fuerzas que le quedaban y minimizar el dolor, emitió un quejido al notar la pegajosa pasta contra el corte. - Ya sé que escuece pero te lo has buscado, lo sabes. - le reprochó el anciano, ignorando su contraída expresión y procediendo a vendarle el cuello.
- Se salvará. - pensó la cuerva desde donde estaba, preguntándose interiormente si dejar vivir a aquel sujeto era lo correcto.
No le cabía duda de que de ser al revés, aquel tipo no habría tenido ninguna contemplación con ellos, los habría matado, o algo peor, los habría convertido en sus marionetas… pero el chico había decidido darle una oportunidad, y no sería ella quien lo cuestionase, no después de ver de lo que era capaz.
- Para ser tan joven tiene un gran potencial. - siguió cavilando, desviando momentáneamente la vista hacia el brujo mientras se preguntaba qué cosas llegaría a hacer cuando alcanzase la edad adulta.
- ¿Has encontrado algo? - se atrevió a preguntar en voz baja, volviendo a dirigir sus brillantes ojos hacia los gemelos para no perderlos de vista.
Ava Kenrith
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 305
Nivel de PJ : : 5
Re: Lo Que Ven Las Ratas [Trabajo]
Demian hundió su nariz en los pergaminos durante un buen rato. No era lo mismo leer un libro que las notas personales de un alquimista. En el primero el autor trata de que tú entiendas, en el segundo intenta lo contrario, intenta entender él y sólo él.
Por suerte, mientras se dedicaba a esta tarea, la guerrera demostró tener la situación bajo control y contuvo cualquier problema que pudiese surgir, mientras le salvaban la vida a aquel sujeto.(1)
Finalmente, se puso de pie y volvió con el resto, no sin antes hacer crujir sus huesos. Había sido una larga jornada.
–Ya, al final no es tan complejo como parecía –dijo, sosteniendo un pergamino con algunos círculos marcados. El hecho de que usase la sangre de la daga para hacer estas marcas no era de mayor importancia–. Básicamente ha usado una flor que se usa normalmente para problemas de dormir, la ha concentrado mucho y la ha añadido al agua. Así la gente está menos alerta y su mente está más abierta al control.
–Uh, eso es jugar sucio, hermano –dijo el sujeto de las ratas.
Demian miró al lastimado hombre. Parecía que su hemorragia estaba bajo control, aunque debía tener cuidado, aquella herida no era algo menor.
–Si todo está listo, me gustaría llevar a mi hermano con nuestra madre. Ella sabrá qué hacer con él.
El chico levantó una ceja. Aquellos sujetos ya se veían bastante mayores, era sorprendente escuchar que su madre aún estuviera viva y, más aún, que pudiera tener influencia sobre sus vidas a tal punto.
–Me da igual lo que pase con él, mientras no vuelva a hacer esas cosas. De paso lleva a esta mujer a un médico, yo no voy a cargar a nadie –comentó–. Es más grande que yo.
Sacó entonces un saquito de cuero desde la mesa y se lo pasó.
–Esto es lo que tu hermano ha usado en el agua. Quizás es bueno ponerlo en el agua unos pocos días más, pero de a poco, cada vez menos. Si no, algunos pueden tener síntomas raros. Esa flor algunos la usan por motivos... raros –agregó.
El hombre de las ratas lo recibió.
Demian se sentó, cansado. Había usado bastantes trucos mágicos y combatido en un día es que no estaba esto realmente en sus planes.
–Me comería un cerdo completo asado –comentó a la mujer–. Debe haber alguna posada o algo por aquí.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
(1) Demian usa su conocimiento de Alquimia para buscar una manera de ayudar a la gente.
(*) Creo que ya podemos dar por terminado el trabajo, luego de tu post. Ha sido una grata experiencia, a pesar de lo que tardamos.
Demian
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2218
Nivel de PJ : : 10
Re: Lo Que Ven Las Ratas [Trabajo]
Tras revisar los pergaminos durante unos minutos, el muchacho le aseguró que el problema no era tan complicado como podía parecer, según él todo se debía a una flor que en circunstancias normales se utilizaba para ayudar a personas con problemas para dormir, pero que en grandes dosis podía llega a afectar a la mente humana.
Ava se quedó mirando al pequeño mientras hablaba, preguntándose hasta qué punto podía llegar a ser peligrosa cualquier planta si caía en las manos equivocadas, como había sido el caso.
- Quizá debería aprender algo sobre hierbas… - se dijo mentalmente, valorando la opción de dedicar parte de su estancia en las islas a adquirir los conocimientos básicos sobre la flora de la zona, cosa que repetiría en Verisar a la vuelta de su viaje para poco a poco, reunir la información suficiente como para ser de utilidad si volvía a verse involucrada en algo parecido en el futuro.
Pero de momento solo podía observar al joven hechicero, quien decidió permitir al anciano llevarse a su hermano del lugar, no sin antes advertirle que no se le ocurriese volver a las andadas.
Una vez aclarado esto, añadió que también tendrían que hacerse cargo de la bruja a la que la cuerva había noqueado, cosa con la que estuvo de acuerdo, aunque no tanto con dejar que el culpable de aquello pudiese marcharse sin más.
La Midgardiana quería llevar a aquel sujeto ante las autoridades, aportando las pruebas necesarias para que fuese castigado, pero era una simple forastera y no tenía idea de cómo se resolvían las cosas en Beltrexus, así que después de cavilar sobre el tema durante unos instantes, optó por dejar que el chico dirigiese la situación, hasta el momento lo había hecho bastante bien.
Sin dejar de atender a la conversación que tenía lugar en la sala, o más bien a las instrucciones que daba su compañero sobre seguir vertiendo algo de aquella flor en los pozos en dosis más reducidas para no dañar a los afectados, la morena pasó a valorar los daños que había recibido su armadura y también su cuerpo.
- No es gran cosa, sanaré en unos días. - pensó, más preocupada por la posible reparación de Black wall que por sí misma.
Bullier había diseñado y fabricado con sumo cuidado cada pieza de su atuendo, ningún herrero podría igualar su trabajo ni el cariño que había puesto en su obra, pero desafortunadamente tendría que llevarla a reparar ya que aún no poseía las habilidades para hacerlo ella misma.
Un leve suspiro de resignación escapó de los labios de la cazadora, pero no tardó en volver la vista hacia el muchacho, que a causa del cansancio provocado por el combate y todo el éter que había utilizado en las últimas horas, se sentó y dejó claro que estaba hambriento.
Ambos habían tenido una tarde de los más ajetreada, su encuentro con el loco de las ratas, el incendio de la biblioteca, su investigación por las calles y finalmente el conflicto en aquella habitación, primero con los secuaces del culpable y luego con él… demasiadas emociones para un solo día.
- Yo también comería algo. - respondió, relajando el cuerpo. - Hay una taberna cerca de la plaza, he ido un par de veces, no está lejos. - sugirió, a pesar de su evidente desventaja.
Ava no era de la ciudad y por tanto conocía pocos lugares, pero al menos sabía que en aquel local se podrían llenar el estómago sin tener que pagar mucho por ello, tendría que bastar.
Y sin más que hacer allí, la morena se puso en marcha, abandonando aquel sótano y dando gracias a los espíritus en cuanto estuvo en el exterior.
Perdón por la tardanza, he tenido mucho ajetreo en el trabajo. Por mí podemos cerrar el trabajo así, gracias por tu paciencia! ^^
Ava se quedó mirando al pequeño mientras hablaba, preguntándose hasta qué punto podía llegar a ser peligrosa cualquier planta si caía en las manos equivocadas, como había sido el caso.
- Quizá debería aprender algo sobre hierbas… - se dijo mentalmente, valorando la opción de dedicar parte de su estancia en las islas a adquirir los conocimientos básicos sobre la flora de la zona, cosa que repetiría en Verisar a la vuelta de su viaje para poco a poco, reunir la información suficiente como para ser de utilidad si volvía a verse involucrada en algo parecido en el futuro.
Pero de momento solo podía observar al joven hechicero, quien decidió permitir al anciano llevarse a su hermano del lugar, no sin antes advertirle que no se le ocurriese volver a las andadas.
Una vez aclarado esto, añadió que también tendrían que hacerse cargo de la bruja a la que la cuerva había noqueado, cosa con la que estuvo de acuerdo, aunque no tanto con dejar que el culpable de aquello pudiese marcharse sin más.
La Midgardiana quería llevar a aquel sujeto ante las autoridades, aportando las pruebas necesarias para que fuese castigado, pero era una simple forastera y no tenía idea de cómo se resolvían las cosas en Beltrexus, así que después de cavilar sobre el tema durante unos instantes, optó por dejar que el chico dirigiese la situación, hasta el momento lo había hecho bastante bien.
Sin dejar de atender a la conversación que tenía lugar en la sala, o más bien a las instrucciones que daba su compañero sobre seguir vertiendo algo de aquella flor en los pozos en dosis más reducidas para no dañar a los afectados, la morena pasó a valorar los daños que había recibido su armadura y también su cuerpo.
- No es gran cosa, sanaré en unos días. - pensó, más preocupada por la posible reparación de Black wall que por sí misma.
Bullier había diseñado y fabricado con sumo cuidado cada pieza de su atuendo, ningún herrero podría igualar su trabajo ni el cariño que había puesto en su obra, pero desafortunadamente tendría que llevarla a reparar ya que aún no poseía las habilidades para hacerlo ella misma.
Un leve suspiro de resignación escapó de los labios de la cazadora, pero no tardó en volver la vista hacia el muchacho, que a causa del cansancio provocado por el combate y todo el éter que había utilizado en las últimas horas, se sentó y dejó claro que estaba hambriento.
Ambos habían tenido una tarde de los más ajetreada, su encuentro con el loco de las ratas, el incendio de la biblioteca, su investigación por las calles y finalmente el conflicto en aquella habitación, primero con los secuaces del culpable y luego con él… demasiadas emociones para un solo día.
- Yo también comería algo. - respondió, relajando el cuerpo. - Hay una taberna cerca de la plaza, he ido un par de veces, no está lejos. - sugirió, a pesar de su evidente desventaja.
Ava no era de la ciudad y por tanto conocía pocos lugares, pero al menos sabía que en aquel local se podrían llenar el estómago sin tener que pagar mucho por ello, tendría que bastar.
Y sin más que hacer allí, la morena se puso en marcha, abandonando aquel sótano y dando gracias a los espíritus en cuanto estuvo en el exterior.
Perdón por la tardanza, he tenido mucho ajetreo en el trabajo. Por mí podemos cerrar el trabajo así, gracias por tu paciencia! ^^
Ava Kenrith
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 305
Nivel de PJ : : 5
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» De comunes percepciones y ratas gordas [LIBRE][3/4][CERRADO]
» Bar de Sirvientas [Trabajo]
» [Trabajo] El mundo de los muertos
» Lo que nos mueve [Trabajo]
» [Trabajo] Venganza
» Bar de Sirvientas [Trabajo]
» [Trabajo] El mundo de los muertos
» Lo que nos mueve [Trabajo]
» [Trabajo] Venganza
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 23:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 05:53 por Lukas
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Ayer a las 00:33 por Vincent Calhoun
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar Nov 19 2024, 22:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr