Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
La primera en alcanzarme fue Reivy, seguida casi de inmediato por Lyra, ambas decidieron ingresar a la torre por la parte de arriba. Parecía un buen plan, aunque ya había visto que no había nadie, bien podía ser que el agresor se encontrara bajando por las escaleras, podríamos acorralarlo sí íbamos por ambos extremos. Antes de irse la dragona me dejó una de las trampas explosivas de Lavey [ANALIZANDO] en general no debería poder usar ese tipo de cosas, pero ningún orgánico iba a salir herido, sólo destruiríamos la puerta.
Instale la trampa explosiva mientras Sophitia y Edén llegaban, el Humano aún parecía estar algo frágil, por momento necesitaba de la ayuda de la Vampiro para poder caminar, pero estaba fuera de peligro.
- ¡Tengan cuidado! ¡Van a terminar explotando a los Stone!-
Ante la advertencia preferí tomar precauciones, cambié mi modo de visión a la de escaneo e hice un paneo general de la habitación* [ESCANEANDO] No había nada, era seguro el detonar la puerta.** Luego de la detonación Edén y Sophi fueron los primeros en entrar a la instancia.
-No hay nadie - Dijo la Vampiro para quien ver en la oscuridad no era un problema - Supongo que Reivy y la otra deben estar bajando -
La estancia estaba vacía, pero había rastros de actividad, para empezar las marcas de sangre bajaban por los escalones y se perdían en la habitación como sí de pronto el atacante y su víctima hubiesen desaparecido [ANALIZANDO] Eso era absolutamente imposible.
-Es cierto - Fue todo lo que dije ante las deducciones de Edén que rápidamente se convirtieron en certezas - Bajaré primera ¿Sí? podría ser peligroso -
La puerta era bastante grande y de madera gruesa, preparada para que pudieran caminarle por arriba sin riesgo a que se rompa. No tenía manija, pues eso la hubiese hecho más evidente y difícil de ocultar, pero había un hueco donde entraba perfectamente una mano y fue desde allí donde la agarré para poder levantarla. En cuanto la abrí mi sistema detectó un olor fétido, la descripción coincidía con la de cuerpos en descomposición.
-No sería conveniente que ingresen aquí sí se sienten mareados- Les advertí a todos, luego comencé a bajar.
A pesar de mis indicaciones, Sophi se pegó a mi espalda y comenzó a descender también, los escalones eran de piedra gastada, señal de que tenían muchos años de uso.
-¡Ah! Mierd... - La Vampiro maldijo y se agarró de la pared para evitar caerse - Me resbalé con la sangre, está por todos lados - En el silencio del ambiente se pudo oír claramente el estómago de Sophi - ... No es mi culpa, hay demasiada comida alrededor -
Llegamos al final de la escalera, en el sótano el olor era aún más intenso, no tardamos en encontrar uno de los orígenes, dos cuerpos de aldeanos estaban allí tirados. Sí estaban muertos ya no había nada que pudiera hacer por ellos, así que miré los alrededores en busca de alguna salida.
-Por allí - Había un pasillo estrecho en uno de los lados, miré en su interior antes de empezar a caminar, estaba sumamente oscuro por lo que pasé mi visión a modo nocturno - A lo lejos veo una fuente de calor - Bien podía ser algo tan pequeño como una lámpara, o el fuego de una hoguera, tendría que acercarme más para averiguarlo.
__________________________________________
*Uso de Habilidad Lvl 1 Función de escaneo: (Rasgo) Los ojos de Zöe pueden cambiar de una visión común a una de rayos X lo que le permite poder ver a través de diferentes materiales. Tiene a su vez una modalidad nocturna que le permite detectar cualquier tipo de cuerpo que irradie calor.
**Utilizo trampa explosiva mejorada
Instale la trampa explosiva mientras Sophitia y Edén llegaban, el Humano aún parecía estar algo frágil, por momento necesitaba de la ayuda de la Vampiro para poder caminar, pero estaba fuera de peligro.
- ¡Tengan cuidado! ¡Van a terminar explotando a los Stone!-
Ante la advertencia preferí tomar precauciones, cambié mi modo de visión a la de escaneo e hice un paneo general de la habitación* [ESCANEANDO] No había nada, era seguro el detonar la puerta.** Luego de la detonación Edén y Sophi fueron los primeros en entrar a la instancia.
-No hay nadie - Dijo la Vampiro para quien ver en la oscuridad no era un problema - Supongo que Reivy y la otra deben estar bajando -
La estancia estaba vacía, pero había rastros de actividad, para empezar las marcas de sangre bajaban por los escalones y se perdían en la habitación como sí de pronto el atacante y su víctima hubiesen desaparecido [ANALIZANDO] Eso era absolutamente imposible.
-Es cierto - Fue todo lo que dije ante las deducciones de Edén que rápidamente se convirtieron en certezas - Bajaré primera ¿Sí? podría ser peligroso -
La puerta era bastante grande y de madera gruesa, preparada para que pudieran caminarle por arriba sin riesgo a que se rompa. No tenía manija, pues eso la hubiese hecho más evidente y difícil de ocultar, pero había un hueco donde entraba perfectamente una mano y fue desde allí donde la agarré para poder levantarla. En cuanto la abrí mi sistema detectó un olor fétido, la descripción coincidía con la de cuerpos en descomposición.
-No sería conveniente que ingresen aquí sí se sienten mareados- Les advertí a todos, luego comencé a bajar.
A pesar de mis indicaciones, Sophi se pegó a mi espalda y comenzó a descender también, los escalones eran de piedra gastada, señal de que tenían muchos años de uso.
-¡Ah! Mierd... - La Vampiro maldijo y se agarró de la pared para evitar caerse - Me resbalé con la sangre, está por todos lados - En el silencio del ambiente se pudo oír claramente el estómago de Sophi - ... No es mi culpa, hay demasiada comida alrededor -
Llegamos al final de la escalera, en el sótano el olor era aún más intenso, no tardamos en encontrar uno de los orígenes, dos cuerpos de aldeanos estaban allí tirados. Sí estaban muertos ya no había nada que pudiera hacer por ellos, así que miré los alrededores en busca de alguna salida.
-Por allí - Había un pasillo estrecho en uno de los lados, miré en su interior antes de empezar a caminar, estaba sumamente oscuro por lo que pasé mi visión a modo nocturno - A lo lejos veo una fuente de calor - Bien podía ser algo tan pequeño como una lámpara, o el fuego de una hoguera, tendría que acercarme más para averiguarlo.
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*Uso de Habilidad Lvl 1 Función de escaneo: (Rasgo) Los ojos de Zöe pueden cambiar de una visión común a una de rayos X lo que le permite poder ver a través de diferentes materiales. Tiene a su vez una modalidad nocturna que le permite detectar cualquier tipo de cuerpo que irradie calor.
**Utilizo trampa explosiva mejorada
Zöe
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
Miré a Lyra por encima del hombro y asentí sin decir nada, comenzamos a bajar las escaleras siguiendo el preocupante rastro de sangre. Habíamos descendido el primer tramo de escalones cuando se escuchó una explosión, Zöe acababa de reventar la puerta en la base de la torre, a Vey le hubiera encantado ver eso.
Con un gesto rápido le indiqué a la vampiresa que aceleráramos el paso, las voces de la bio, Eden y Sophi no tardaron en llegar. El trío no había perdido el tiempo y siguiendo el rastro de la sangre, dieron con una trampilla oculta.
Capté la voz de Sophitia, quejándose, al asomarme por el hueco bajo la alfombra.
-Lyra ve tu delante, ahí dentro no se ve ni torta. -Esperé la decisión de la morena y procedí a bajar el truculento pasaje. -¿No es raro que no hayamos encontrado ningún cuerpo?
Susurré aquella pregunta al alcanzar al grupo.
-Toda esta sangre como poco debería de ser de dos o tres personas. Y cargar con un muerto no es como echarse un saco de plumas al hombro. Puede que nos estemos enfrentando a un grupo grande. -Tras decir aquello me puse a la cola del grupo y aclaré lo evidente. -Chicas, aquí debajo no veo un pimiento. ¿Alguna sería tan amable de ser mi lazarillo?
Con un gesto rápido le indiqué a la vampiresa que aceleráramos el paso, las voces de la bio, Eden y Sophi no tardaron en llegar. El trío no había perdido el tiempo y siguiendo el rastro de la sangre, dieron con una trampilla oculta.
Capté la voz de Sophitia, quejándose, al asomarme por el hueco bajo la alfombra.
-Lyra ve tu delante, ahí dentro no se ve ni torta. -Esperé la decisión de la morena y procedí a bajar el truculento pasaje. -¿No es raro que no hayamos encontrado ningún cuerpo?
Susurré aquella pregunta al alcanzar al grupo.
-Toda esta sangre como poco debería de ser de dos o tres personas. Y cargar con un muerto no es como echarse un saco de plumas al hombro. Puede que nos estemos enfrentando a un grupo grande. -Tras decir aquello me puse a la cola del grupo y aclaré lo evidente. -Chicas, aquí debajo no veo un pimiento. ¿Alguna sería tan amable de ser mi lazarillo?
Reivy Abadder
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
El sudor frío corría por su frente, estaba en una de las tantas situaciones que odiaba, metiéndose en un lugar desconocido sin saber realmente a que se enfrentaba, a ciegas por así decir.
Y la cantidad de sangre no ayudaba, no había algo que pueda distraer más a un vampiro hambriento que un festín de esa índole, sangre por toda la habitación, incluso dejando rastro, rastro que seguía a la única salida que tenía esa torre, de la escalera hacia abajo.
La explosión que resonó en toda la torre le hizo asegurar su balance por unos segundos, quedándose quieta en el lugar mientras atenta miraba a los costados, hasta pasado el segundo percatarse que probablemente habían volado la puerta.
Su estómago ligeramente se revolvió, algo que le provocó un gruñido seco en sus adentros mientras lideraba el paso, ambas vampiresas podían ver mucho mejor que todo el resto del grupo, decidió colocarse delante.
Incluso cuando llegó y observó aquella trampilla con desconfianza, no parecía buena idea bajar de primeras, ¿Y sí era una trampa? No le gustaba que la única manera de seguir sea por un lugar tan estrecho y oscuro, por los demás, claramente.
— El rastro de sangre indica que le arrastraron. — Gruñó nuevamente mientras apretaba el puño, le estaba dando mucha hambre. — Quizá no sea un grupo grande y más bien sea algo grande... —
Comenzó a bajar por la trampilla y con su diestra, reafirmó el pañuelo que llevaba, pizcas de olor fétido llegaban a su nariz, mezclado con el olor a tela aromada que poseía, era una mezcla extraña que provocaría mareos en cualquier persona sensible, por suerte, Lyra había estado y hasta probado, cosas peores.
La mano zurda mientras descendía detrás de Zöe y de Sophi se apoyaba en la pared, sosteniendo entre la palma de aquella mano y sus dedos, su arco junto a una flecha, sus pasos cada vez eran más temblorosos a firme, todo gracias a la espesa sangre que pisaba, podía resbalarse y partirse la nuca en cualquier momento, aunque para su suerte, no pasó, al menos de momento.
El olor pronto se fue haciendo más fuerte, dió con esos cuerpos junto a aquellas dos y siguió a la cibernética sin decir nada, preparada, cautelosa y con su arco ahora tomado de ambas manos.
— Sí es posible, que no te vea, podemos sorprender a cualquiera que esté haciendo esto y capturarlo en un solo movimiento. —
Y la cantidad de sangre no ayudaba, no había algo que pueda distraer más a un vampiro hambriento que un festín de esa índole, sangre por toda la habitación, incluso dejando rastro, rastro que seguía a la única salida que tenía esa torre, de la escalera hacia abajo.
La explosión que resonó en toda la torre le hizo asegurar su balance por unos segundos, quedándose quieta en el lugar mientras atenta miraba a los costados, hasta pasado el segundo percatarse que probablemente habían volado la puerta.
Su estómago ligeramente se revolvió, algo que le provocó un gruñido seco en sus adentros mientras lideraba el paso, ambas vampiresas podían ver mucho mejor que todo el resto del grupo, decidió colocarse delante.
Incluso cuando llegó y observó aquella trampilla con desconfianza, no parecía buena idea bajar de primeras, ¿Y sí era una trampa? No le gustaba que la única manera de seguir sea por un lugar tan estrecho y oscuro, por los demás, claramente.
— El rastro de sangre indica que le arrastraron. — Gruñó nuevamente mientras apretaba el puño, le estaba dando mucha hambre. — Quizá no sea un grupo grande y más bien sea algo grande... —
Comenzó a bajar por la trampilla y con su diestra, reafirmó el pañuelo que llevaba, pizcas de olor fétido llegaban a su nariz, mezclado con el olor a tela aromada que poseía, era una mezcla extraña que provocaría mareos en cualquier persona sensible, por suerte, Lyra había estado y hasta probado, cosas peores.
La mano zurda mientras descendía detrás de Zöe y de Sophi se apoyaba en la pared, sosteniendo entre la palma de aquella mano y sus dedos, su arco junto a una flecha, sus pasos cada vez eran más temblorosos a firme, todo gracias a la espesa sangre que pisaba, podía resbalarse y partirse la nuca en cualquier momento, aunque para su suerte, no pasó, al menos de momento.
El olor pronto se fue haciendo más fuerte, dió con esos cuerpos junto a aquellas dos y siguió a la cibernética sin decir nada, preparada, cautelosa y con su arco ahora tomado de ambas manos.
— Sí es posible, que no te vea, podemos sorprender a cualquiera que esté haciendo esto y capturarlo en un solo movimiento. —
Lyra
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
En otras circunstancias, hubiera ido en la parte delantera del grupo, pero en mi estado, entrar en aquellas catacumbas era ya una temeridad. Aunque mi equilibrio había mejorado, la vista aún me jugaba alguna mala pasada y el malestar corporal continuaba, aunque estaba logrando recomponerme.
Mientras descendíamos, el olor fétido se hacía cada vez más intenso y cuándo llegamos abajo, a la primera sala de la cripta, no me sorprendí al ver los cadáveres que allí encontramos.
Zöe y Sophi lideraban el grupo, mientras que Reivy y Lyra la seguían con decisión. Caminábamos a oscuras por un túnel, utilizando cómo única referencia una débil luz al fondo del mismo, que parecía ser una antigua sala. Suponía que las chicas vampiro y Zöe contemplaban mejor la estancia en la oscuridad. Yo poco podía hacer salvo seguir a tientas sus pasos, guiándome además por sus leves voces susurrantes.
- Creo que tenemos invitados.
La voz retumbó a lo largo del sombrío pasillo. Era una voz masculina, ronca, fuerte, algo señorial. Pensé enseguida en Rickard Stone, intentando recordar si aquel tono concordaba con la voz del líder de Vigilia.
En un estado de nerviosismo mayor, seguí al grupo hasta el final del pasillo, dónde a mano izquierda, se abría una estancia que estaba parcialmente iluminada.
Lo primero que conseguí ver, en uno de los laterales de aquella habitación subterránea, fue una pequeña montaña de cadáveres, colocados de forma despreocupada unos sobre otros, formando una horrible pila de putrefacción y muerte.
Un poco más adentro, en la mitad de la sala, se encontraba la joven Lucy, arrodillada ante el cuerpo de su fallecido padre. Al alzar la vista hasta nosotros, pude ver su boca rodeada de sangre y el gesto de su rostro, completamente aterrorizado. A pesar de su disgusto, a pesar de su miedo… volvió a agacharse para hundir su boca en el cuerpo de su padre y continuó tragando el rojizo líquido que su cuerpo terminaba de desprender, con algunos fragmentos de piel sueltos.
- Sean bienvenidos a mi hogar. Veo que el postre que preparó Lucy no ha hecho efecto en vosotros…
Al fondo de la sala, había un par de hombres. El que había hablado era de edad avanzada, vestía ropas oscuras y tenía una larga melena que oscurecía aún más su aspecto siniestro. Ligeramente enfermizo.
El otro tenía un aspecto más joven y saludable, aunque su tez parecía tan blanca cómo el mármol. Entre sus manos llevaba una espada y con gesto amenazante, la sostenía entre sus brazos.
- Son los visitantes- exclamó la mujer, parando durante un breve segundo el festín que se daba con la sangre de su padre.
- Antaño, Vigilia era un lugar que todos temían. Ahora, los humanos lo habéis convertido en un campamento en el que pasar la noche de camino a Sacrestic Ville. ¡Pero esta noche, Vigilia volverá a ser nuestra! Cuándo lleguen los hombres de Lunargenta, no encontrarán a ningún humano aquí... ni siquiera a ti, Lucy...
Recordé las palabras de Lucy Stone durante la cena: en unos días llegarían refuerzos desde Lunargenta. La voluntad de aquellos dos vampiros estaba clara: querían exterminar con toda la vida de Vigilia antes de que llegaran los refuerzos.
El vampiro que tenía la espada en sus manos dio un par de pasos hacia nosotros, con gesto amenazante y con una sonrisa ligeramente perturbadora. Sin duda, era un hombre fuerte, seguro y decidido: nos miraba cómo si estuviera preparado para terminar con nuestras vidas en apenas un instante.
- ¡Huyan! ¡Huyan mientras puedan!- gritó Lucy, intentando incorporarse.
- Lucy, tienes un hambre atroz y el cuerpo de tu padre parece tan exquisito...
Y sin poder resistirse a ello, la inocente y bella Lucy se echó encima del cuerpo inerte de su padre y acercó su boca al cadáver, dispuesta a comenzar a devorarlo.
Di un paso hacia adelante, intentando detener aquella terrible situación, pero un grito del hombre hizo que me detuviese por completo. Lo más extraño de todo es que escuchaba su alarido en mi mente, aunque ningún sonido parecía estar escapando de su boca... no pude evitar llevar las manos a mis orejas, intentando eclipsar aquel espantoso gemido, aunque el gesto era completamente innecesario.
Mientras tanto, el joven vampiro armado avanzaba hacia nosotros decidido a combatir.
Mientras descendíamos, el olor fétido se hacía cada vez más intenso y cuándo llegamos abajo, a la primera sala de la cripta, no me sorprendí al ver los cadáveres que allí encontramos.
Zöe y Sophi lideraban el grupo, mientras que Reivy y Lyra la seguían con decisión. Caminábamos a oscuras por un túnel, utilizando cómo única referencia una débil luz al fondo del mismo, que parecía ser una antigua sala. Suponía que las chicas vampiro y Zöe contemplaban mejor la estancia en la oscuridad. Yo poco podía hacer salvo seguir a tientas sus pasos, guiándome además por sus leves voces susurrantes.
- Creo que tenemos invitados.
La voz retumbó a lo largo del sombrío pasillo. Era una voz masculina, ronca, fuerte, algo señorial. Pensé enseguida en Rickard Stone, intentando recordar si aquel tono concordaba con la voz del líder de Vigilia.
En un estado de nerviosismo mayor, seguí al grupo hasta el final del pasillo, dónde a mano izquierda, se abría una estancia que estaba parcialmente iluminada.
Lo primero que conseguí ver, en uno de los laterales de aquella habitación subterránea, fue una pequeña montaña de cadáveres, colocados de forma despreocupada unos sobre otros, formando una horrible pila de putrefacción y muerte.
Un poco más adentro, en la mitad de la sala, se encontraba la joven Lucy, arrodillada ante el cuerpo de su fallecido padre. Al alzar la vista hasta nosotros, pude ver su boca rodeada de sangre y el gesto de su rostro, completamente aterrorizado. A pesar de su disgusto, a pesar de su miedo… volvió a agacharse para hundir su boca en el cuerpo de su padre y continuó tragando el rojizo líquido que su cuerpo terminaba de desprender, con algunos fragmentos de piel sueltos.
- Sean bienvenidos a mi hogar. Veo que el postre que preparó Lucy no ha hecho efecto en vosotros…
Al fondo de la sala, había un par de hombres. El que había hablado era de edad avanzada, vestía ropas oscuras y tenía una larga melena que oscurecía aún más su aspecto siniestro. Ligeramente enfermizo.
El otro tenía un aspecto más joven y saludable, aunque su tez parecía tan blanca cómo el mármol. Entre sus manos llevaba una espada y con gesto amenazante, la sostenía entre sus brazos.
- Son los visitantes- exclamó la mujer, parando durante un breve segundo el festín que se daba con la sangre de su padre.
- Antaño, Vigilia era un lugar que todos temían. Ahora, los humanos lo habéis convertido en un campamento en el que pasar la noche de camino a Sacrestic Ville. ¡Pero esta noche, Vigilia volverá a ser nuestra! Cuándo lleguen los hombres de Lunargenta, no encontrarán a ningún humano aquí... ni siquiera a ti, Lucy...
Recordé las palabras de Lucy Stone durante la cena: en unos días llegarían refuerzos desde Lunargenta. La voluntad de aquellos dos vampiros estaba clara: querían exterminar con toda la vida de Vigilia antes de que llegaran los refuerzos.
El vampiro que tenía la espada en sus manos dio un par de pasos hacia nosotros, con gesto amenazante y con una sonrisa ligeramente perturbadora. Sin duda, era un hombre fuerte, seguro y decidido: nos miraba cómo si estuviera preparado para terminar con nuestras vidas en apenas un instante.
- ¡Huyan! ¡Huyan mientras puedan!- gritó Lucy, intentando incorporarse.
- Lucy, tienes un hambre atroz y el cuerpo de tu padre parece tan exquisito...
Y sin poder resistirse a ello, la inocente y bella Lucy se echó encima del cuerpo inerte de su padre y acercó su boca al cadáver, dispuesta a comenzar a devorarlo.
Di un paso hacia adelante, intentando detener aquella terrible situación, pero un grito del hombre hizo que me detuviese por completo. Lo más extraño de todo es que escuchaba su alarido en mi mente, aunque ningún sonido parecía estar escapando de su boca... no pude evitar llevar las manos a mis orejas, intentando eclipsar aquel espantoso gemido, aunque el gesto era completamente innecesario.
Mientras tanto, el joven vampiro armado avanzaba hacia nosotros decidido a combatir.
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Mi tercer y último turno drogado...
Nos encontramos ante dos vampiros:
El primero de ellos, el líder, es un Señor de la Voz poderoso, que entre otras cosas, ha obligado a Lucy a envenenar la compota y a participar en las desapariciones y crímenes cometidos en Vigilia, aunque ella NO es una vampiro ni está en transición de serlo.
El segundo es un Señor de la Sangre, digamos que medianamente hábil en el combate físico contra varios enemigos.
Al final del turno, el líder emite un chillido mental que aturdirá levemente a vuestros personajes.
Tenéis completa libertad para desarrollar el siguiente turno de la forma que deseéis.
Eden
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
-Apoya una mano en el hombro de Sophi, Reivy, ella puede ver en la oscuridad - La Vampiro agarró la mano de la dragona y la llevó a su propio hombro.
-Aquí, tu solo sígueme - Lo decía en un tono agradable, la empatía de Sophitia para con quienes no eran Vampiros continuaba intacta a pesar que ya había sido transformada hacía mucho tiempo.
Continuamos avanzando hacía la fuente de luz que estaba al final del pasillo, una voz profunda fue la primer señal de que había alguien más allí adentro, alguien que no conocíamos. Nuestras sospechas se confirmaron cuando entramos a una sala que era iluminada con una luz muy tenue, allí había no uno, sino dos personas que no habíamos conocido.
-Gracias - Dije cuando nos dio la bienvenida, todos los orgánicos que estaban allí ya no podían ser salvados, por lo que mi sistema no dio una señal de alerta ni me obligaba a actuar de modo alguno - Es que yo no puedo comer como lo hacen ustedes los orgánicos - Le expliqué el porqué no me había hecho efecto el postre de Lucy.
-Zöe, no estamos aquí para charlar - La vampiro no parecía excesivamente preocupada, pero tampoco aparentaba querer entablar una conversación con sus congéneres.
La siguiente afirmación del Vampiro sí prendió las señales de alarma de mi sistema [ANALIZANDO] podía considerarse esa actitud como una amenaza directa hacia los orgánicos que aún estaban vivos, los cuales incluía a todos los de esa sala más los que llegaran de Lunargenta.
-No puedo permitir que hagan eso - Mi afirmación no pareció agradarle mucho al sujeto que nos había dado la bienvenida, de inmediato pasó al ataque, enviando a uno de sus subordinados y utilizando [ANALIZANDO] algo extraño en su voz.
-¡Va a manipularnos con la voz! - Dijo Sophitia, quien conocía bien sobre las capacidades de los de su raza, eso no evitaba que pudiera caer en sus trucos.
-Zöe está en tu camino, deberías acabar con ella ahora mismo - Era una sugerencia, pero Sophitia hizo un gesto que parecía demostrar que la idea le resultaba muy razonable.
Mi cuerpo estaba más pesado de lo normal, no podía moverme, vi a la Vampiro acercándose hacia mi mientras se ponía las nudilleras y antes de que pudiera cubrirme me dio un golpe en el mentón, arrojándome a un lado de la sala.
-Eso es, en cuanto te deshagas de ella te sentirás mucho mejor - El hombre la seguía incentivando a que me golpee, y Sophitia no parecía poder hacer nada para detenerse.
Me tomó por el cuello y me levantó, incluso aunque mi cuerpo era muy pesado, la fuerza que tenía por ser Vampiro le permite alzarme sin problema. Me golpeó dos veces más en el estómago, y no iba a detenerse [ERROR] tenía que detenerla, la agarré por la muñeca y use como apoyo su brazo para impulsar mis piernas y pasarlas alrededor de su cintura, apretándo de forma progresiva.
_______________________________________________
*Sophi ha sido afectada por la Voz del Vampiro enemigo, por el momento sólo va a atacar a Zöe, a menos que alguno intente detenerla.
-Aquí, tu solo sígueme - Lo decía en un tono agradable, la empatía de Sophitia para con quienes no eran Vampiros continuaba intacta a pesar que ya había sido transformada hacía mucho tiempo.
Continuamos avanzando hacía la fuente de luz que estaba al final del pasillo, una voz profunda fue la primer señal de que había alguien más allí adentro, alguien que no conocíamos. Nuestras sospechas se confirmaron cuando entramos a una sala que era iluminada con una luz muy tenue, allí había no uno, sino dos personas que no habíamos conocido.
-Gracias - Dije cuando nos dio la bienvenida, todos los orgánicos que estaban allí ya no podían ser salvados, por lo que mi sistema no dio una señal de alerta ni me obligaba a actuar de modo alguno - Es que yo no puedo comer como lo hacen ustedes los orgánicos - Le expliqué el porqué no me había hecho efecto el postre de Lucy.
-Zöe, no estamos aquí para charlar - La vampiro no parecía excesivamente preocupada, pero tampoco aparentaba querer entablar una conversación con sus congéneres.
La siguiente afirmación del Vampiro sí prendió las señales de alarma de mi sistema [ANALIZANDO] podía considerarse esa actitud como una amenaza directa hacia los orgánicos que aún estaban vivos, los cuales incluía a todos los de esa sala más los que llegaran de Lunargenta.
-No puedo permitir que hagan eso - Mi afirmación no pareció agradarle mucho al sujeto que nos había dado la bienvenida, de inmediato pasó al ataque, enviando a uno de sus subordinados y utilizando [ANALIZANDO] algo extraño en su voz.
-¡Va a manipularnos con la voz! - Dijo Sophitia, quien conocía bien sobre las capacidades de los de su raza, eso no evitaba que pudiera caer en sus trucos.
-Zöe está en tu camino, deberías acabar con ella ahora mismo - Era una sugerencia, pero Sophitia hizo un gesto que parecía demostrar que la idea le resultaba muy razonable.
Mi cuerpo estaba más pesado de lo normal, no podía moverme, vi a la Vampiro acercándose hacia mi mientras se ponía las nudilleras y antes de que pudiera cubrirme me dio un golpe en el mentón, arrojándome a un lado de la sala.
-Eso es, en cuanto te deshagas de ella te sentirás mucho mejor - El hombre la seguía incentivando a que me golpee, y Sophitia no parecía poder hacer nada para detenerse.
Me tomó por el cuello y me levantó, incluso aunque mi cuerpo era muy pesado, la fuerza que tenía por ser Vampiro le permite alzarme sin problema. Me golpeó dos veces más en el estómago, y no iba a detenerse [ERROR] tenía que detenerla, la agarré por la muñeca y use como apoyo su brazo para impulsar mis piernas y pasarlas alrededor de su cintura, apretándo de forma progresiva.
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*Sophi ha sido afectada por la Voz del Vampiro enemigo, por el momento sólo va a atacar a Zöe, a menos que alguno intente detenerla.
Zöe
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
Sonreí agradecida y en silencio a Sophi y Zöe. Ya no me sorprendía ver a Zöe respondiendo literalmente a las preguntas retoricas de los enemigos, bueno, de los enemigos y de cualquiera que hiciera una pregunta. Se suponía que su cerebro era muy inteligente y capaz de resolver complejas situaciones, pero la mujer demostraba tener la ingenuidad de un niño.
Las torres volvían locas a las mujeres, lo tenía claro. Puede, y de hecho es bastante probable, que Lucy no sea dueña de sus actos, pero esta era la tercera vez que me encontraba a una mujer sin cordura en el interior de un torreón. La primera vez es algo peculiar, la segunda una coincidencia, pero la tercera... Definitivamente las torres tenían algo maligno.
Mi mano dejó de apoyarse en el hombro de Sophitia al mismo tiempo que mi visión se emborronaba. Cerré los ojos con fuerza y abrí el ángulo de mis piernas tratando de no perder el equilibrio.
En ese momento noté un calor súbito contra mi pierna, algo parecía haberse encendido en el interior de mi morral, algo palpitante. Comencé a parpadear con rapidez, tratando de enfocar, mientras escuchaba el sonido de... un huevo, si, aquello sonaba igual que la cascara de huevo rompiéndose. Y un chillido fino y agudo, y aleteos, también podía oír el batir de unas pequeñas alas.
Ahí estaba, frente a mí, un pequeño dragón de no más de un metro de largo, era como ver volar a un gato. Salvo que ese gato era una copia exacta de mi... era una Reivy en miniatura.1
Metí la mano en el morral sin creerme lo que estaba viendo y encontré pedazos de huevo roto. Era el huevo que había aparecido en mi regazo, después de que los elfos me curaran en la refriega de ciudad Lagarto.
¿Acaso aquel dragoncito era mi hijo? No, no podía serlo. Los dragones no ponen huevos.
Y sin embargo, ahí estaba, dando vueltas a mí alrededor, gruñendo y soltando grititos. Era mío, mi bebe. No sabía muy bien cómo, pero sabía que era mío, que yo lo había engendrado.
Estaba sonriendo, no sabía cuánto tiempo llevaba haciéndolo, al igual que no sabía cuánto tiempo llevaba llorando. Alcé una mano hacia el pequeño reptil, este se posó en ella enroscando la cola sobre mi antebrazo y yo ensanché la sonrisa.
Me limpié las lágrimas y di un vistazo rápido a la sala. Lucy seguía comiéndose a su padre, Sophi estaba atacando a Zöe y uno de los vampiros encaraba a Eden y Lyra.
-Bueno pichón. -Dije con cariño acariciando la cabeza del reptil. -Tienes que volver a la bolsa, mami tiene que patear culos.
El dragoncito levantó la cabeza y soltando un pequeño gruñido desenroscó la cola y comenzó a volar. Pero no lo hizo para meterse en el zurrón.
Mi calco viró hacia el vampiro de la voz y comenzó a coger impulso lanzando pequeños rayos al hombre, cuando estuvo más cerca soltó un rugido y lanzó un relámpago que hizo que el cuerpo del vampiro comenzara a convulsionar.2
Era como si me estuviera viendo a mí misma, pero en miniatura. El recién nacido acababa de actuar igual que lo hubiera hecho yo. Pero eso no fue lo que me heló la sangre, lo que hizo que se me encogiera el corazón fue ver como mi bebe se enfrentaba al vampiro. Apreté con fuerza la empuñadura de la espada y salí corriendo hacia el vampiro que se retorcía en el suelo con espasmos.
______________
Off:
1: Uso objeto huevo de dragón.
2: Miniyo usar la habilidad Anquilosamiento eléctrico (Un rayo de alta potencia que incapacita al atacante durante un turno debido a las convulsiones y los espasmos musculares que genera la electricidad en el cuerpo. En el turno siguiente el atacante recuperara el control de su cuerpo, aunque con torpeza y dolor, pues los músculos están resentidos por la brusca sacudida.
Duración: 1 turno la parálisis + 1 turno de secuela)
Las torres volvían locas a las mujeres, lo tenía claro. Puede, y de hecho es bastante probable, que Lucy no sea dueña de sus actos, pero esta era la tercera vez que me encontraba a una mujer sin cordura en el interior de un torreón. La primera vez es algo peculiar, la segunda una coincidencia, pero la tercera... Definitivamente las torres tenían algo maligno.
Mi mano dejó de apoyarse en el hombro de Sophitia al mismo tiempo que mi visión se emborronaba. Cerré los ojos con fuerza y abrí el ángulo de mis piernas tratando de no perder el equilibrio.
En ese momento noté un calor súbito contra mi pierna, algo parecía haberse encendido en el interior de mi morral, algo palpitante. Comencé a parpadear con rapidez, tratando de enfocar, mientras escuchaba el sonido de... un huevo, si, aquello sonaba igual que la cascara de huevo rompiéndose. Y un chillido fino y agudo, y aleteos, también podía oír el batir de unas pequeñas alas.
Ahí estaba, frente a mí, un pequeño dragón de no más de un metro de largo, era como ver volar a un gato. Salvo que ese gato era una copia exacta de mi... era una Reivy en miniatura.1
Metí la mano en el morral sin creerme lo que estaba viendo y encontré pedazos de huevo roto. Era el huevo que había aparecido en mi regazo, después de que los elfos me curaran en la refriega de ciudad Lagarto.
¿Acaso aquel dragoncito era mi hijo? No, no podía serlo. Los dragones no ponen huevos.
Y sin embargo, ahí estaba, dando vueltas a mí alrededor, gruñendo y soltando grititos. Era mío, mi bebe. No sabía muy bien cómo, pero sabía que era mío, que yo lo había engendrado.
Estaba sonriendo, no sabía cuánto tiempo llevaba haciéndolo, al igual que no sabía cuánto tiempo llevaba llorando. Alcé una mano hacia el pequeño reptil, este se posó en ella enroscando la cola sobre mi antebrazo y yo ensanché la sonrisa.
Me limpié las lágrimas y di un vistazo rápido a la sala. Lucy seguía comiéndose a su padre, Sophi estaba atacando a Zöe y uno de los vampiros encaraba a Eden y Lyra.
-Bueno pichón. -Dije con cariño acariciando la cabeza del reptil. -Tienes que volver a la bolsa, mami tiene que patear culos.
El dragoncito levantó la cabeza y soltando un pequeño gruñido desenroscó la cola y comenzó a volar. Pero no lo hizo para meterse en el zurrón.
Mi calco viró hacia el vampiro de la voz y comenzó a coger impulso lanzando pequeños rayos al hombre, cuando estuvo más cerca soltó un rugido y lanzó un relámpago que hizo que el cuerpo del vampiro comenzara a convulsionar.2
Era como si me estuviera viendo a mí misma, pero en miniatura. El recién nacido acababa de actuar igual que lo hubiera hecho yo. Pero eso no fue lo que me heló la sangre, lo que hizo que se me encogiera el corazón fue ver como mi bebe se enfrentaba al vampiro. Apreté con fuerza la empuñadura de la espada y salí corriendo hacia el vampiro que se retorcía en el suelo con espasmos.
______________
Off:
1: Uso objeto huevo de dragón.
2: Miniyo usar la habilidad Anquilosamiento eléctrico (Un rayo de alta potencia que incapacita al atacante durante un turno debido a las convulsiones y los espasmos musculares que genera la electricidad en el cuerpo. En el turno siguiente el atacante recuperara el control de su cuerpo, aunque con torpeza y dolor, pues los músculos están resentidos por la brusca sacudida.
Duración: 1 turno la parálisis + 1 turno de secuela)
Reivy Abadder
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
El hedor a sangre se incrementaba, todo indicaba que habría problemas, sí, no le convenía estar ahí, para nada, menos sí el pago no era nada seguro, por más de que quien le debería algo sería una conocida de ella y probablemente con parentesco, pero no importaba, apenas y conocía a esa mujer, quería darse media vuelta e irse, pero quizá luego vendría a por ella.
Todos esos pensamientos pasaron por su cabeza mientras iban caminando una vez bajadas las escaleras.
Pero cesaron cuando escuchó una voz extraña y sombría, tenía una tonada que ella había escuchado varias veces antes, no de gente que le caiga bien, justamente. Mayormente, de vampiros estúpidos y egocéntricos.
Y parece que así eran, observó la pila de cuerpos y no pudo evitar gruñir, solo la ponía más de mal humor, una asquerosa vista seguido de un hambre terrible, mala combinación para alguien que no estaba con muchas ganas de estar allí en primer lugar.
Oh, y la pobre Lucy... ¿Se habría comido a Reivy de la misma manera? Quizá primero se la hubiera comido de otra, pero no iba al caso, seguramente habría terminado igual sí era ella, menos mal que no lo fue, o quizá se hubiera quedado sin prima lejana recién conocida, aunque... ¿Realmente le importaba? No mucho.
━ ❝ No era de mi agrado su postre. ❞ ━
Respondió Lyra ante el vampiro haciendo referencia al postre de Lucy, mostró sus colmillos orgullosa y miró con desdén a ambos hombres, a la par que resaltaba el escudo de su clan en su hombro. No sabía siquiera quienes eran, pero cualquier vampiro que no era un Du'Sacrier o un conocido de ella que atacase a humanos libremente, le daba asco.
Debía admitir que envidió a Lucy deleitándose con esa exquisita cena, o así lo vio ella desde la perspectiva de alguien que no se alimentaba en días, quizá su padre no era mucho de su agrado, pero sí que la sangre se veía muy tentadora, no pudo pensarlo mucho que bajó su guardia, había confiado en los números, pero olvidó algo.
Recibió un aturdimiento que reconoció, un señor de la voz, cobardes a su forma de verlos.
Se tapó sus oídos mientras gruñía, apretando los dientes a la par que miraba fijamente ahora al hombre armado acercarse hacia ella y Reivy.
Para su suerte, estaba acostumbrada y entrenada en el campo de batalla, nunca hacía vista de túnel, era de las primeras cosas que le enseñaron de niña, a tener una perspectiva amplia, y sí que la tenía en medio del peligro.
Observó de izquierda a derecha toda la habitación, para así ver como aquella vampiro, de su edad, estaba atacando a quien había pensado que era su madre, solo se le ocurrió que había sido el Señor de la Voz, decidió retroceder mientras tomaba una de las flechas, teniendo en consideración aún el vampiro que cortaba sus distancias con ella y la morena, para así, detenerse un segundo y soltar una flecha en el hombro de Sophi por la parte de atrás, eso quizá la distraería.
Esperaba que Reivy haga algo, era una dragón después de todo, eso le había contado, y una guerrera a la cual le gustaba alardear de ello, esperó que haga algo contra el armado, o que al menos le dé un poco de tiempo, pero no pareció así, pues apenas le retomó la mirada estaba... ¿Pariendo? No supo que decir, que pensar, su mente solo dejó salir un susurro de sus labios, un pensamiento en voz baja.
━ ❝ ¿Qué carajos...? ❞ ━
Había visto cosas extrañas y locas en batalla, pero el parir un bebé que corría y pateaba a sus enemigos era de las primeras cosas que había visto en su corta vida de vampiro.
Estaba confundida, pero no quiso perder el tiempo, ahora fue el señor de la voz quien fue el target de la mirada de Lyra, y consiguiente, una flecha fue disparada hacia él, estaba en el suelo convulsionando por lo que no sería tan difícil, para su suerte, no lo fue, le disparó en el muslo y luego se preparó para lanzar otra.
Todos esos pensamientos pasaron por su cabeza mientras iban caminando una vez bajadas las escaleras.
Pero cesaron cuando escuchó una voz extraña y sombría, tenía una tonada que ella había escuchado varias veces antes, no de gente que le caiga bien, justamente. Mayormente, de vampiros estúpidos y egocéntricos.
Y parece que así eran, observó la pila de cuerpos y no pudo evitar gruñir, solo la ponía más de mal humor, una asquerosa vista seguido de un hambre terrible, mala combinación para alguien que no estaba con muchas ganas de estar allí en primer lugar.
Oh, y la pobre Lucy... ¿Se habría comido a Reivy de la misma manera? Quizá primero se la hubiera comido de otra, pero no iba al caso, seguramente habría terminado igual sí era ella, menos mal que no lo fue, o quizá se hubiera quedado sin prima lejana recién conocida, aunque... ¿Realmente le importaba? No mucho.
━ ❝ No era de mi agrado su postre. ❞ ━
Respondió Lyra ante el vampiro haciendo referencia al postre de Lucy, mostró sus colmillos orgullosa y miró con desdén a ambos hombres, a la par que resaltaba el escudo de su clan en su hombro. No sabía siquiera quienes eran, pero cualquier vampiro que no era un Du'Sacrier o un conocido de ella que atacase a humanos libremente, le daba asco.
Debía admitir que envidió a Lucy deleitándose con esa exquisita cena, o así lo vio ella desde la perspectiva de alguien que no se alimentaba en días, quizá su padre no era mucho de su agrado, pero sí que la sangre se veía muy tentadora, no pudo pensarlo mucho que bajó su guardia, había confiado en los números, pero olvidó algo.
Recibió un aturdimiento que reconoció, un señor de la voz, cobardes a su forma de verlos.
Se tapó sus oídos mientras gruñía, apretando los dientes a la par que miraba fijamente ahora al hombre armado acercarse hacia ella y Reivy.
Para su suerte, estaba acostumbrada y entrenada en el campo de batalla, nunca hacía vista de túnel, era de las primeras cosas que le enseñaron de niña, a tener una perspectiva amplia, y sí que la tenía en medio del peligro.
Observó de izquierda a derecha toda la habitación, para así ver como aquella vampiro, de su edad, estaba atacando a quien había pensado que era su madre, solo se le ocurrió que había sido el Señor de la Voz, decidió retroceder mientras tomaba una de las flechas, teniendo en consideración aún el vampiro que cortaba sus distancias con ella y la morena, para así, detenerse un segundo y soltar una flecha en el hombro de Sophi por la parte de atrás, eso quizá la distraería.
Esperaba que Reivy haga algo, era una dragón después de todo, eso le había contado, y una guerrera a la cual le gustaba alardear de ello, esperó que haga algo contra el armado, o que al menos le dé un poco de tiempo, pero no pareció así, pues apenas le retomó la mirada estaba... ¿Pariendo? No supo que decir, que pensar, su mente solo dejó salir un susurro de sus labios, un pensamiento en voz baja.
━ ❝ ¿Qué carajos...? ❞ ━
Había visto cosas extrañas y locas en batalla, pero el parir un bebé que corría y pateaba a sus enemigos era de las primeras cosas que había visto en su corta vida de vampiro.
Estaba confundida, pero no quiso perder el tiempo, ahora fue el señor de la voz quien fue el target de la mirada de Lyra, y consiguiente, una flecha fue disparada hacia él, estaba en el suelo convulsionando por lo que no sería tan difícil, para su suerte, no lo fue, le disparó en el muslo y luego se preparó para lanzar otra.
Lyra
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Re: Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
Aquella poderosa voz, unida a los efectos que estaba padeciendo por los efectos de la compota envenenada, me dejaron completamente desorientado durante un breve instante, en el que había cerrado los ojos a causa del dolor, quizás temiendo un ataque inminente.
Al abrir los ojos de nuevo, todo parecía haberse descontrolado en la habitación: la joven vampira atacaba a Zöe sin piedad, a la que Lyra le había lanzado una flecha que no parecía haberla disuadido del ataque a la biocibernética. Al otro lado de la cámara, una pequeña criatura se abría paso hacia el Vampiro de la Voz, bajo la atenta mirada de Reivy, que tenía a su alrededor los restos de un cascarón. ¿Acaso había salido ahora mismo de aquel huevo?
Mientras Reivy seguía a la criatura, captó de inmediato la atención del guerrero que hizo ademán de dirigirse a ella y cortarle el paso. Aproveché aquel descuido para dar un par de sigilosos pasos hacia él, con la daga próxima a mi mano. Cogiendo el arma fuertemente por la empuñadura, incrusté la hoja de Ámbar en el centro de la espalda del hombre, haciendo que su cuerpo se encogiera de dolor.
Al dar un paso atrás, mientras aquel vampiro corpulento giraba amenazante hacia mí, tropecé con la pierna del cadáver del Comandante Stone, precipitándome al suelo de espaldas. El vampiro, creyéndome presa fácil, ligeramente enfadado, se dirigía hacia mí, con mirada amenazante.
(1) Recordé entonces el collar con la joya de éter del Día de la Alianza. ¿Podría esa joya mágica ayudarme en esa apremiante situación? Llevé mi mano hacia mi pecho, dónde colgaba la joya y lo apreté en mi puño, cerrándolo firmemente, mientras reculaba hacia atrás todo lo que podía, ante el avance del enemigo.
Cuándo la situación parecía insalvable, la joya comenzó a brillar con una potente luz blanca. Pequeñas criaturas aparecieron de la nada, rodeándome por completo, mientras parecían flotar en el aire. Al ver la proximidad del vampiro, esos seres flotaron hacia él, claramente amenazantes, comenzando un ataque feroz.
(2) Tras ponerme de pie cómo pude, lleve rápidamente mi mano izquierda al bolsillo izquierdo de mi pantalón. En su interior, llevaba conmigo el pequeño frasco de veneno. Lo unté rápidamente en la hoja de ámbar y me dirigí hacia el maligno, que luchaba contra aquellos seres alados, que parecían dañarle con su magia de la luz.
A la mejor oportunidad, de nuevo tras él, introduje firmemente la daga de nuevo en su espalda, dejando que el veneno penetrase en su cuerpo. Aquellos seres de luz continuaron haciendo su trabajo, pereciendo algunos de ellos, debido a la fuerza superior del vampiro. La lucha continuó hasta que di una puñalada final, incrustando la daga en la parte trasera de su nuca, sacando la punta del arma por el centro de su cuello.
Tras ello, mandé a las luminosas criaturas hacia el Señor de la Voz, para que ayudasen en su lucha a las chicas, mientras me dirigía a auxiliar a Zöe, a la que había dejado luchando contra Sophi.
A mis pies, Lucy parecía estar recuperando su conciencia y al comprobar lo que había hecho, comenzó a vomitar sobre el suelo de la cámara subterránea.
Al abrir los ojos de nuevo, todo parecía haberse descontrolado en la habitación: la joven vampira atacaba a Zöe sin piedad, a la que Lyra le había lanzado una flecha que no parecía haberla disuadido del ataque a la biocibernética. Al otro lado de la cámara, una pequeña criatura se abría paso hacia el Vampiro de la Voz, bajo la atenta mirada de Reivy, que tenía a su alrededor los restos de un cascarón. ¿Acaso había salido ahora mismo de aquel huevo?
Mientras Reivy seguía a la criatura, captó de inmediato la atención del guerrero que hizo ademán de dirigirse a ella y cortarle el paso. Aproveché aquel descuido para dar un par de sigilosos pasos hacia él, con la daga próxima a mi mano. Cogiendo el arma fuertemente por la empuñadura, incrusté la hoja de Ámbar en el centro de la espalda del hombre, haciendo que su cuerpo se encogiera de dolor.
Al dar un paso atrás, mientras aquel vampiro corpulento giraba amenazante hacia mí, tropecé con la pierna del cadáver del Comandante Stone, precipitándome al suelo de espaldas. El vampiro, creyéndome presa fácil, ligeramente enfadado, se dirigía hacia mí, con mirada amenazante.
(1) Recordé entonces el collar con la joya de éter del Día de la Alianza. ¿Podría esa joya mágica ayudarme en esa apremiante situación? Llevé mi mano hacia mi pecho, dónde colgaba la joya y lo apreté en mi puño, cerrándolo firmemente, mientras reculaba hacia atrás todo lo que podía, ante el avance del enemigo.
Cuándo la situación parecía insalvable, la joya comenzó a brillar con una potente luz blanca. Pequeñas criaturas aparecieron de la nada, rodeándome por completo, mientras parecían flotar en el aire. Al ver la proximidad del vampiro, esos seres flotaron hacia él, claramente amenazantes, comenzando un ataque feroz.
(2) Tras ponerme de pie cómo pude, lleve rápidamente mi mano izquierda al bolsillo izquierdo de mi pantalón. En su interior, llevaba conmigo el pequeño frasco de veneno. Lo unté rápidamente en la hoja de ámbar y me dirigí hacia el maligno, que luchaba contra aquellos seres alados, que parecían dañarle con su magia de la luz.
A la mejor oportunidad, de nuevo tras él, introduje firmemente la daga de nuevo en su espalda, dejando que el veneno penetrase en su cuerpo. Aquellos seres de luz continuaron haciendo su trabajo, pereciendo algunos de ellos, debido a la fuerza superior del vampiro. La lucha continuó hasta que di una puñalada final, incrustando la daga en la parte trasera de su nuca, sacando la punta del arma por el centro de su cuello.
Tras ello, mandé a las luminosas criaturas hacia el Señor de la Voz, para que ayudasen en su lucha a las chicas, mientras me dirigía a auxiliar a Zöe, a la que había dejado luchando contra Sophi.
A mis pies, Lucy parecía estar recuperando su conciencia y al comprobar lo que había hecho, comenzó a vomitar sobre el suelo de la cámara subterránea.
_______________________________________________________
(1) Primer Uso del Colgante de Escarcha obtenido en el Día de la Alianza, con la siguiente habilidad de Valyria:
Habilidad de nivel 1:Fluffy guardians (Mantenida): Pequeñas y adorables criaturas flotantes rodean a una persona, zona u objeto que
Duración: 4 Turnos
Enfriamiento: 7 Turnos
Podéis nombrarlas en vuestros turnos como aliadas en la lucha contra el Vampiro de la Voz.
(2) Filo venenoso: [Veneno, Limitado, 1 Uso] Envenena un arma o sus proyectiles para que, cuando causen heridas, inhiban la coagulación. Esto disminuye la efectividad de cualquier intento por sanar la herida a la mitad.
Eden
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