Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
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Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
No tenía porque salir mal, es decir, solo eran un montón de rituales estúpidos inventados por algún perdedor en algún momento de la historia no demasiado preciso ¿O no?
Matthew se encontraba descansando en una montaña de almohadones, la cuestión era que había apostado con las muchachas del prostíbulo que podía darse cuenta sí ponían un guisante bajo veinte almohadas. Técnicamente esa era la prueba infalible de que uno tenía sangre real, y siendo él un Virrey, entonces no cabía la menor duda que tenía que poder lograrlo. Así que en la sala principal del negocio se encontraba el Humano recostado, mientras un grupo de mujeres miraban expectantes a ver si lograba adivinar.
Mientras tanto, afuera del prostíbulo, la ciudad era un hervidero de actividades. Esa misma mañana Matthew había decretado que todos debían cumplir con una serie de requisitos en conmemoración del Samhain. La primer pregunta lógica que todo el mundo tenía era:
-¿Por qué? - Brenda fue la que lo preguntó en nombre de toda la ciudadanía.
-Poooooorque creo que nuestra comunidad tiene un faltante preocupante de festividades, celebraciones, conmemoraciones... -
-No podemos conmemorar nada, apenas hace un año que existimos -
-Si lo piensas al revés, es el primer año que nos permitirá pensar cómo celebraremos todos los años venideros - Lo cierto es que desde su fundación Ciudad Lagarto había tenido más tropiezos que días tranquilos, primero al intentar instalarse, las negociaciones con la Base de los Bios, la llegada de los ejércitos en busca del objeto maldito... Todo se había confabulado para que su crecimiento fuera lento y caótico “Y mucho más divertido” pensó el Virrey - ¿Sabes lo que hace grande a una nación? Sus festejos. A la gente no le interesa el patriotismo, le interesa tener una excusa para poder salir a las calles y emborracharse como si no hubiese un mañana-
-Aquí se emborrachan de esa manera todos los días -
-Pffff, eso no importa. Si te emborrachas un día cualquiera eres un triste ebrio apestoso, si lo haces en una fecha especial eres un patriota - Matt sonrió mientras se señalaba la sien, dando a entender que era muy listo - Este tipo de cosas nos unen como ciudad, es por eso que tenemos que hacerlo -
-Bien, supongamos que lo entiendo. Pero... ¿Porqué flores? -
El ritual era sencillo, debían juntar pétalos de distintos tipos de flores, se había publicado un listado de lo que significaba cada una, ponerlos en un paño limpio y dejarlo en la entrada de la casa mojado en leche con miel. También podían optar por el otro ritual que consistía en enterrar una moneda en una maceta y dejar un tazón con dulces para que los espíritus se los lleven.
Supuestamente, todo eso atraería las buenas energías a Ciudad Lagarto, y terminarían la celebración con bailes, comida y bebida, porque ninguna fiesta podía ser llamada así sí no finalizaba con alguna pelea entre dos ebrios.
Mientras los ciudadanos pasaban el día preparando sus casas para el Samhain, Matthew descubrió que definitivamente no podía darse cuenta sí había un guisante debajo de los veinte almohadones y tuvo que replantearse seriamente sí sería posible que no tuviera ni una gota de sangre azul en sus venas.
Última edición por Matthew Owens el Lun Jul 27 2020, 22:43, editado 1 vez
Matthew Owens
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
“Yyyyyyy……¿Vendrá paz y armonía a Ciudad Lagarto si entierras una moneda en el suelo?"
“Yup….”
“¿A pesar de que seguirá habiendo como mínimo 5 muertos al día?”
“Por paz y armonía nos referimos a que nos dejen matarnos entre nosotros y emborracharnos como, cuando y donde nos plazca sin que vengan los peñazos de afuera a tocarnos las pelotas….”
“Tampoco es como que La Guardia se moleste a venir aquí, de todas formas…..”
“Ciertamente…..”
Uriel balanceaba de atrás hacía adelante sus piernitas, sentado en el marco de una ventana mientras miraba fijamente al adulto jabalí enterrar una de sus monedas.......O intento de moneda en la tierra, el infante seguía curiosamente el procedimiento sin perderse nada ¡Estaba bastante curioso del ritual! Desde que siempre celebró Samahin junto a su maestro nunca vio como se celebra en el resto de Aerandir ¡Es una nueva experiencia! Personalmente, le parecía aburrido que aparte de emborracharse, matarse entre ellos y enterrar cosas en el suelo no hubiera nada nuevo ¡Aunque ahora que lo piensa si que se parece un poco a la festividad de su gente! Especialmente por los muertos.....¿Quizá por eso le parecía aburrido?
Ciudad lagarto era casi una mina de oro para un vampiro, nadie echaba de menos uno que otro desaparecido y tampoco les importaba incluso si dices claramente que eres un vampiro ¡Después de todo un vampiro en Ciudad Lagarto es la menor de las preocupaciones y peligros que pueden hallarse en esa ciudad sin ley! Tampoco parecía importarles, para empezar ¡De hecho había hasta posadas que te ofrecían cortinas gruesas para tapar el Sol! A un precio de timo, obviamente….
“¿Y porque os molestáis en hacerle caso al virrey? ¡No dejas de decir que es un verdadero “Capullo” y un “pedazo de mierda con patas”! El otro día incluso añadiste que era un.....”
“¿No te han dicho antes que calladito estás más bonito?”
Uriel miró fijamente al hombre jabalí cuyo nombre era….¿Cual era? El jabalí tenía un trato con el maestro de Uriel, así que se estaba quedando en la posada que le pertenecía al hombre-jabalí hasta acabar lo que vino a hacer ahí ¡Y para desgracia del posadero, el niño vino más curioso que nunca! No podía ofender al vamiprito por la persona que se haya detrás de él como respaldo, lo sabía y eso le molestaba, pero tampoco parecía tener la voluntad de hacer callar al niño por voluntad propia ¡Dudaba que para empezar una paliza callase el mocoso parlanchín e hiperactivo! Tras unos segundos de ser perforado por los grandes y curiosos ojos infantiles, el posadero suspiró exasperado y dijo en un tono que contenía molestia;
“Nos prometieron una bebida gratis en la taberna…..”
“¡Oh! ¡Eso tiene más sentido!”
“Eres un niño bastante repelente ¿sabes?”
El adulto terminó de enterrar la moneda que, por cierto, ni siquiera era de verdad, sino una falsificación de madera ¡Uriel hizo pucheros en cuanto lo notó! Se suponía que debía ser una moneda de verdad para que el ritual saliera bien¡No le gustaba la gente que no cumplía con su parte del trato! ¡Si eres tan embusteros los espíritus de molestarán~! Pero el posadero, indiferente ante la caprichosa molestia del niño, le respondió; “Ni muerto dejo una moneda de cobre enterrada en Ciudad Lagarto”
En cuanto Uriel vio al hombre jabalí entrando a la posada el infante saltó del marco de la ventana en el que estaba sentado y lo siguió animadamente de vuelta dentro del edificio de barro y arcilla ¡Le gustaba bastante Ciudad Lagarto! No era tan aburrida y estirada como Lunargenta, tampoco tan intimidante como Dundarak ¡Le gustó esa variedad, sin leyes ni forma que la ciudad poseía! Sentía que el ambiente de peligro, manipulación y astucia que irradiaba la ciudad le resultaba familiar y tranquilizadora ¡Después de todo, los vampiros nobles no eran tan diferentes a los habitante de ciudad Lagarto! La única diferencia es que los primeros sabían usar cubiertos y los últimos no.
“Yup….”
“¿A pesar de que seguirá habiendo como mínimo 5 muertos al día?”
“Por paz y armonía nos referimos a que nos dejen matarnos entre nosotros y emborracharnos como, cuando y donde nos plazca sin que vengan los peñazos de afuera a tocarnos las pelotas….”
“Tampoco es como que La Guardia se moleste a venir aquí, de todas formas…..”
“Ciertamente…..”
Uriel balanceaba de atrás hacía adelante sus piernitas, sentado en el marco de una ventana mientras miraba fijamente al adulto jabalí enterrar una de sus monedas.......O intento de moneda en la tierra, el infante seguía curiosamente el procedimiento sin perderse nada ¡Estaba bastante curioso del ritual! Desde que siempre celebró Samahin junto a su maestro nunca vio como se celebra en el resto de Aerandir ¡Es una nueva experiencia! Personalmente, le parecía aburrido que aparte de emborracharse, matarse entre ellos y enterrar cosas en el suelo no hubiera nada nuevo ¡Aunque ahora que lo piensa si que se parece un poco a la festividad de su gente! Especialmente por los muertos.....¿Quizá por eso le parecía aburrido?
Ciudad lagarto era casi una mina de oro para un vampiro, nadie echaba de menos uno que otro desaparecido y tampoco les importaba incluso si dices claramente que eres un vampiro ¡Después de todo un vampiro en Ciudad Lagarto es la menor de las preocupaciones y peligros que pueden hallarse en esa ciudad sin ley! Tampoco parecía importarles, para empezar ¡De hecho había hasta posadas que te ofrecían cortinas gruesas para tapar el Sol! A un precio de timo, obviamente….
“¿Y porque os molestáis en hacerle caso al virrey? ¡No dejas de decir que es un verdadero “Capullo” y un “pedazo de mierda con patas”! El otro día incluso añadiste que era un.....”
“¿No te han dicho antes que calladito estás más bonito?”
Uriel miró fijamente al hombre jabalí cuyo nombre era….¿Cual era? El jabalí tenía un trato con el maestro de Uriel, así que se estaba quedando en la posada que le pertenecía al hombre-jabalí hasta acabar lo que vino a hacer ahí ¡Y para desgracia del posadero, el niño vino más curioso que nunca! No podía ofender al vamiprito por la persona que se haya detrás de él como respaldo, lo sabía y eso le molestaba, pero tampoco parecía tener la voluntad de hacer callar al niño por voluntad propia ¡Dudaba que para empezar una paliza callase el mocoso parlanchín e hiperactivo! Tras unos segundos de ser perforado por los grandes y curiosos ojos infantiles, el posadero suspiró exasperado y dijo en un tono que contenía molestia;
“Nos prometieron una bebida gratis en la taberna…..”
“¡Oh! ¡Eso tiene más sentido!”
“Eres un niño bastante repelente ¿sabes?”
El adulto terminó de enterrar la moneda que, por cierto, ni siquiera era de verdad, sino una falsificación de madera ¡Uriel hizo pucheros en cuanto lo notó! Se suponía que debía ser una moneda de verdad para que el ritual saliera bien¡No le gustaba la gente que no cumplía con su parte del trato! ¡Si eres tan embusteros los espíritus de molestarán~! Pero el posadero, indiferente ante la caprichosa molestia del niño, le respondió; “Ni muerto dejo una moneda de cobre enterrada en Ciudad Lagarto”
En cuanto Uriel vio al hombre jabalí entrando a la posada el infante saltó del marco de la ventana en el que estaba sentado y lo siguió animadamente de vuelta dentro del edificio de barro y arcilla ¡Le gustaba bastante Ciudad Lagarto! No era tan aburrida y estirada como Lunargenta, tampoco tan intimidante como Dundarak ¡Le gustó esa variedad, sin leyes ni forma que la ciudad poseía! Sentía que el ambiente de peligro, manipulación y astucia que irradiaba la ciudad le resultaba familiar y tranquilizadora ¡Después de todo, los vampiros nobles no eran tan diferentes a los habitante de ciudad Lagarto! La única diferencia es que los primeros sabían usar cubiertos y los últimos no.
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Las delicadas manos de la elfa acariciaron de manera distrída las flores sobre su tocador.Hasta hacía cinco minutos la habitación de Eilydh en aquella posada había estado en el silencio tipico de todas sus mañanas de sábado. Quizás con algún que otro aliciente añadido por eso de que fuera de la posada, ciudad lagarto se estaba engalonando en una fiesta que a la elfa ni le interesaba ni conocía particularmente.
Matt owens, por supuesto tenía otros planes para inundar sus horas, como había hecho desde que llegó a aquel lugar, en un intento quizás de que la elfa no desentrañase ninguno de los secretos que el mismo no quería desvelar,y aunque no la esperaba, la llegada de Brenda a sus aposentos no pilló desprevenida a Eilydh, que la recibió como quien recibe a una vieja amiga después de mucho tiempo: de manera exageradamente falsa y deseando que saliese de su estancia, pero fingiendo que estaba encantada de que estuviese allí.
-.¿.. Y para qué demonios iba a querer yo hacer un ritual?- dijo Eilydh cuando Brenda le contó las nuevas peripecias del Virrey y el sermón ciertamente bien aprendido y practicado al menos dos veces frente al hombre sobre la necesidad de festividades para reforzar los lazos intrínsecos de la ciudad y propiciar las buenas relaciones entre vecinos. - Además. pensé que la tarea de hacer una comunidad más cercana y unida era la función de las prostitutas.
Brenda le había tendido las flores, entonces con una sonrisa que decía: Yo solo recibo ordenes.
-¿Y no es suficiente con forzarme a hacer cosas?¿Ahora también me quiere comprar con flores muertas? Dile a tu virrey que me gustan las flores vivas y enraizadas. no sin vida y a punto de pere...-
-¡Oh... no! Éstas...son para el... ritual- dijo Brenda cortándola algo abochornada mientras Eilydh jugueteaba distraída con una rosa.
La elfa dejó de inmediato las flores en donde aún ahora reposaban, con las mejillas encendidas por su error y esperó a que Brenda hiciese su final de aquella obra falsa que había ensayado con Owens y se fuese antes de suspirar de manera frustrada.
No era una extraña a rituales. De hecho en su relativamente corta vida para ser una elfa,había pasado buena prte entre incienso, oraciones y extrañas costumbres elfas, rezando por tal y cual razón a Anar, Imbar o el dios pertinente. Pero sus dedos no habían tocado nada de aquello desde que dejó a un lado sandorai. Tomó una de las flores y uno cuenquito de polvo facial que vació a un lado de su mesita de noche.
Llenó el cuenco de agua fresca de una de las palanganas y lo puso en el centro de la estancia, aprovechando que algunos rayos entraban por las cortinas que daban a la calle. Rebuscó en su pequeño macuto algunos trozos de canela seca y le prendió fuego inundando la habitación de un humo intenso y oloroso que pareció disipar el sonido de la calle, al menos en su mente.
Tan solo existía su voz y sus manos paseaban el humo alrededor de la habitación mientras con la otra, alguno de los pétalos de las rosas se habían mezclado con las gotas resquicios del cuenco y la presión de su agarre los hacía supurar sus aceites esenciales en la mano de la elfa.
Cuando la habitación estuvo totalmente llena de humo y nada podía disiparse más que el pequeño cuenco inundado por la luz del sol, Eilydh agarró una vela amarilla que prendió a partir de la rama de canela.Se sentó de manera solemne frente al cuenco de agua que simulaba lo arroyos tranquilos de Sandorai, y vertió los aceites esenciales de los pétalos y las ramas de canela en el agua, las flores y árboles de la tierra que había abandonado. Los primeros se hundieron dejando la viscosidad de sus gotas sobre la superficie. La rama de canela extinguió sus llamas al contacto con el agua de manera paulatina y antes de apagarse por completo empezó a flotar formando un circulo concéntrico sobre si misma.
Agarró su daga tornasol y la llevó a uno de sus dedos, el índice, y apretó sobre este dejando salir una minúscula gota de su sangre,la sangre de su pueblo, que cayó sobre el cuenco del centro de la habitación tiñendo el agua de un color rubí pálido.Una vez hecho aquello esperó de manera solemne, con los ojos enfocados en la vela amarilla al lado del cuenco y en cuantas otras veces y durante el Samhain aquella vela, o muchas similares la habían guiado a través de su pueblo y llevado justo al mismo sitio del que había partido. Recordó la ingenuidad de aquella festividad cuando era niña, y los tintes de socialización de cuando era adulta. Los entredichos de todo lo que significaba ser elfo en cada una de las lecciones que aprendía de sus iguales.
Tras varios minutos en aquella posición se levantó, apagó la vela con un soplido rápido y cortante. Agarró el cuenco y tiró el agua por la ventana sobre las calles de ciudad lagarto, rezando para que uno de los afortunados en recibir aquel agua en la cabeza fuese Matthew Owens.
Agarró las flores que le había traido Brenda, e hizo lo mismo que había hecho con el agua, con un gesto medio enojado.
Se guardó una de ellas en su pequeña maleta.
Nunca supo con demasiada certitud el motivo exacto de aquello.
Matt owens, por supuesto tenía otros planes para inundar sus horas, como había hecho desde que llegó a aquel lugar, en un intento quizás de que la elfa no desentrañase ninguno de los secretos que el mismo no quería desvelar,y aunque no la esperaba, la llegada de Brenda a sus aposentos no pilló desprevenida a Eilydh, que la recibió como quien recibe a una vieja amiga después de mucho tiempo: de manera exageradamente falsa y deseando que saliese de su estancia, pero fingiendo que estaba encantada de que estuviese allí.
-.¿.. Y para qué demonios iba a querer yo hacer un ritual?- dijo Eilydh cuando Brenda le contó las nuevas peripecias del Virrey y el sermón ciertamente bien aprendido y practicado al menos dos veces frente al hombre sobre la necesidad de festividades para reforzar los lazos intrínsecos de la ciudad y propiciar las buenas relaciones entre vecinos. - Además. pensé que la tarea de hacer una comunidad más cercana y unida era la función de las prostitutas.
Brenda le había tendido las flores, entonces con una sonrisa que decía: Yo solo recibo ordenes.
-¿Y no es suficiente con forzarme a hacer cosas?¿Ahora también me quiere comprar con flores muertas? Dile a tu virrey que me gustan las flores vivas y enraizadas. no sin vida y a punto de pere...-
-¡Oh... no! Éstas...son para el... ritual- dijo Brenda cortándola algo abochornada mientras Eilydh jugueteaba distraída con una rosa.
La elfa dejó de inmediato las flores en donde aún ahora reposaban, con las mejillas encendidas por su error y esperó a que Brenda hiciese su final de aquella obra falsa que había ensayado con Owens y se fuese antes de suspirar de manera frustrada.
No era una extraña a rituales. De hecho en su relativamente corta vida para ser una elfa,había pasado buena prte entre incienso, oraciones y extrañas costumbres elfas, rezando por tal y cual razón a Anar, Imbar o el dios pertinente. Pero sus dedos no habían tocado nada de aquello desde que dejó a un lado sandorai. Tomó una de las flores y uno cuenquito de polvo facial que vació a un lado de su mesita de noche.
Llenó el cuenco de agua fresca de una de las palanganas y lo puso en el centro de la estancia, aprovechando que algunos rayos entraban por las cortinas que daban a la calle. Rebuscó en su pequeño macuto algunos trozos de canela seca y le prendió fuego inundando la habitación de un humo intenso y oloroso que pareció disipar el sonido de la calle, al menos en su mente.
Tan solo existía su voz y sus manos paseaban el humo alrededor de la habitación mientras con la otra, alguno de los pétalos de las rosas se habían mezclado con las gotas resquicios del cuenco y la presión de su agarre los hacía supurar sus aceites esenciales en la mano de la elfa.
Cuando la habitación estuvo totalmente llena de humo y nada podía disiparse más que el pequeño cuenco inundado por la luz del sol, Eilydh agarró una vela amarilla que prendió a partir de la rama de canela.Se sentó de manera solemne frente al cuenco de agua que simulaba lo arroyos tranquilos de Sandorai, y vertió los aceites esenciales de los pétalos y las ramas de canela en el agua, las flores y árboles de la tierra que había abandonado. Los primeros se hundieron dejando la viscosidad de sus gotas sobre la superficie. La rama de canela extinguió sus llamas al contacto con el agua de manera paulatina y antes de apagarse por completo empezó a flotar formando un circulo concéntrico sobre si misma.
Agarró su daga tornasol y la llevó a uno de sus dedos, el índice, y apretó sobre este dejando salir una minúscula gota de su sangre,la sangre de su pueblo, que cayó sobre el cuenco del centro de la habitación tiñendo el agua de un color rubí pálido.Una vez hecho aquello esperó de manera solemne, con los ojos enfocados en la vela amarilla al lado del cuenco y en cuantas otras veces y durante el Samhain aquella vela, o muchas similares la habían guiado a través de su pueblo y llevado justo al mismo sitio del que había partido. Recordó la ingenuidad de aquella festividad cuando era niña, y los tintes de socialización de cuando era adulta. Los entredichos de todo lo que significaba ser elfo en cada una de las lecciones que aprendía de sus iguales.
Tras varios minutos en aquella posición se levantó, apagó la vela con un soplido rápido y cortante. Agarró el cuenco y tiró el agua por la ventana sobre las calles de ciudad lagarto, rezando para que uno de los afortunados en recibir aquel agua en la cabeza fuese Matthew Owens.
Agarró las flores que le había traido Brenda, e hizo lo mismo que había hecho con el agua, con un gesto medio enojado.
Se guardó una de ellas en su pequeña maleta.
Nunca supo con demasiada certitud el motivo exacto de aquello.
Eilydh
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
¿Qué podía esperarse de un montón de bandidos ebrios y calaña semejante? ¿Que siguieran los rituales al pie de la letra? ¿Que fueran respetuosos de los dioses? Pedir semejante cosas era una llamada segura al desastre. Aún así Matthew no parecía muy preocupado, incluso aunque él mismo era una maldición de los dioses viviente, ninguna de las cosas que estaban haciendo parecían serias, es decir ¿Enterrar una moneda? ¿Poner leche con miel y flores? Parecía todo muy ridículo.
-Definitivamente he perdido está apuesta - Comentó mientras se bajaba de los veinte almohadones - Será mejor que vaya a supervisar los preparativos ¿Ya le llevaste las flores a mi amada, Brenda Cariño? -
-Definitivamente las recibió -
-¿Y cómo se lo tomó? -
-Imaginalo tu mismo... -
Owens se empezó a reír a carcajadas y salió de su tienda, a pesar de que era toda una farsa, le gustaba ese ambiente festivo. Se acomodó el borde de su chaleco y comenzó a caminar por las calles de su ciudad, como era de esperarse, la gente lo reconocía, algunos lo saludaban con alegría, otros le dirigían miradas toscas, pero en cualquier caso no les resultaba indiferente su presencia, y eso alegraba el corazón de Matt.
Se detuvo cuando una maceta del segundo piso de una casa casi le cae en la cabeza, el Estafador se quedó algo sorprendido, ese era por lejos el peor intento de asesinato que había sufrido. Miró hacía arriba para insultar al agresor y decirle que era muy poco original, pero no había nadie.
-¿Qué es esto? - Entre los restos de la maceta habían cosas con formas de moneda, pero era más que evidente que el material no era el correcto - Creo que alguien está haciendo una interpretación muy libre de los rituales que dictaminaste -
-Era demasiado pedir el que dejaran de lado su avaricia durante un día - Suspiró fingiendo estar consternado - Ni remedio. Uno intenta traer algo de civilización a este montón de inmundicia, pero no es como si pudiera hacer milagros - Se encogió de hombros y continuó caminando.
Girando en la siguiente calle estaba la Posada del Hombre-Jabalí, sujeto simpático, sobre todo cuando lo tenías cara a cara, ya que en cuanto dabas la vuelta no perdía oportunidad de apuñalarte con sus insultos y rumores infundados ¡Lo normal en cualquier ciudadano promedio!
-Buenas noches Mister Oink-Oink ¿Hiciste ya los preparativos? - Claramente su nombre no era ese, pero Matthew adoraba el ser irritante - Solo estoy de paso para supervisar - Notó que había un niño en el lugar - ¿Nuevo empleado? No creí que te sirvieran tan pequeños -
Se escuchó a dos personas discutiendo afuera del local, el Humano se asomó para ver de qué se trataba.
-¡No me mientas! ¿Quién más pudo haber sido? - Gritaba uno de los vecinos del barrio, un humano de panza prominente que señalaba un agujero recién hecho en el frente de su casa.
-¿Para qué voy a escarbar en tu puerta? Todos saben que eres un tacaño, las monedas que enterraste seguro eran piedras redondas o algo peor que eso - Le contestaba otro hombre, calvo y con barba de varios días.
-¡Vete a la mierda! Eso es lo que hiciste tú, yo sí había enterrado dinero - Aparentemente la discusión era porque las ofrendas que había hecho el sujeto regordete habían sido desenterradas y robadas, un final bastante predecible.
Matthew se quedó observando la pelea con gesto divertido, mientras apoyaba la espalda en el marco de la puerta de la posada y se cruzaba de brazos.
-Definitivamente he perdido está apuesta - Comentó mientras se bajaba de los veinte almohadones - Será mejor que vaya a supervisar los preparativos ¿Ya le llevaste las flores a mi amada, Brenda Cariño? -
-Definitivamente las recibió -
-¿Y cómo se lo tomó? -
-Imaginalo tu mismo... -
Owens se empezó a reír a carcajadas y salió de su tienda, a pesar de que era toda una farsa, le gustaba ese ambiente festivo. Se acomodó el borde de su chaleco y comenzó a caminar por las calles de su ciudad, como era de esperarse, la gente lo reconocía, algunos lo saludaban con alegría, otros le dirigían miradas toscas, pero en cualquier caso no les resultaba indiferente su presencia, y eso alegraba el corazón de Matt.
Se detuvo cuando una maceta del segundo piso de una casa casi le cae en la cabeza, el Estafador se quedó algo sorprendido, ese era por lejos el peor intento de asesinato que había sufrido. Miró hacía arriba para insultar al agresor y decirle que era muy poco original, pero no había nadie.
-¿Qué es esto? - Entre los restos de la maceta habían cosas con formas de moneda, pero era más que evidente que el material no era el correcto - Creo que alguien está haciendo una interpretación muy libre de los rituales que dictaminaste -
-Era demasiado pedir el que dejaran de lado su avaricia durante un día - Suspiró fingiendo estar consternado - Ni remedio. Uno intenta traer algo de civilización a este montón de inmundicia, pero no es como si pudiera hacer milagros - Se encogió de hombros y continuó caminando.
Girando en la siguiente calle estaba la Posada del Hombre-Jabalí, sujeto simpático, sobre todo cuando lo tenías cara a cara, ya que en cuanto dabas la vuelta no perdía oportunidad de apuñalarte con sus insultos y rumores infundados ¡Lo normal en cualquier ciudadano promedio!
-Buenas noches Mister Oink-Oink ¿Hiciste ya los preparativos? - Claramente su nombre no era ese, pero Matthew adoraba el ser irritante - Solo estoy de paso para supervisar - Notó que había un niño en el lugar - ¿Nuevo empleado? No creí que te sirvieran tan pequeños -
Se escuchó a dos personas discutiendo afuera del local, el Humano se asomó para ver de qué se trataba.
-¡No me mientas! ¿Quién más pudo haber sido? - Gritaba uno de los vecinos del barrio, un humano de panza prominente que señalaba un agujero recién hecho en el frente de su casa.
-¿Para qué voy a escarbar en tu puerta? Todos saben que eres un tacaño, las monedas que enterraste seguro eran piedras redondas o algo peor que eso - Le contestaba otro hombre, calvo y con barba de varios días.
-¡Vete a la mierda! Eso es lo que hiciste tú, yo sí había enterrado dinero - Aparentemente la discusión era porque las ofrendas que había hecho el sujeto regordete habían sido desenterradas y robadas, un final bastante predecible.
Matthew se quedó observando la pelea con gesto divertido, mientras apoyaba la espalda en el marco de la puerta de la posada y se cruzaba de brazos.
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Uriel estaba sentado encima de la mesa de recepción descaradamente, con todas las confianzas del mundo, viendo a los clientes entrar y salir con una amplia sonrisa ¡Todos eran realmente variopintos! Había gente joven, gente mayor. Hombres y/o mujeres. Con mejor o peor equipo ¡Pero todos parecían llevar la misma mirada fija y alerta repleta de desconfianza! El infante encontraba entretenido observarlos entrar y salir mientras los evaluaba sin pudor alguno ¡Casi se mete en líos por eso! Bueno….El señor jabalí casi se mete en un lío por eso ¡Un tipo le sacó el machete sin dudarlo al sentirse demasiado observado por el niños! Pero, afortunadamente, el hombre-jabalí era lo suficientemente rápido y aterrador como para intimidar a pardillos de poca monta fácilmente.
“¡Oh! ¡Bienvenido, señor!”
Respondió con una amplia sonrisa al saludo del humano ¡Era con diferencia el más extravagante que se encontró en toda su estancia en Ciudad Lagarto! A diferencia del habitante medio de Lagarto, cuya única diferencia con un mendigo es que estos llevan armas consigo, este sujeto iba finamente vestido y su apariencia era prolija, limpia y elegante ¡Uriel casi le vino a la cabeza “noble”! Pero, tras evaluarlo un poco más, se percató de la usual cautela y desconfianza ya autóctona en los ojos de Lagarto, salvo que esta estaba celosamente cubierta por su arrogante y confiada mirada. Uriel quedó unos segundos fascinado ¡Le agradaba esa mirada! Le recordaba a su maestro ¡Y nada que se parezca al maestro puede desagradarle o molestarle!
“¡No soy su empleado, señor! De hecho el señor jabalí es empleado de mi ma-¡....!”
Corrigió al virrey con un dulce tono infantil, como un pequeño niño que dice sin tapujos lo que piensa ¡No tenía porqué ocultarlo! Su maestro no dijo nada de que la relación con el hombre-jabalí debía ser secreta, así que no tenía problemas en decírselo a cualquiera ¡Pero el hombre-bestia parecía no pensar igual! En cuanto el niño estaba por comenzar a hablar de su maestro el jabalí le cubrió la boca desde detrás y, con un tono nervioso y servicial bastante falso, dijo;
“¡Su señoría! A pasado un tiempo ¿Vino por las revisiones? ¡Por favor, pase, pase! No dude en pedir lo que sea.”
Mientras luchaba por liberarse del agarre del posadero, el infante se quedó un poco a cuadros con su claro cambio de actitud ¡A pesar de que antes dijo con tanta pasión lo mucho que odiaba al virrey! Miró al hombre-bestia con una clara cara de; “¿En serio? ¿No que lo despreciabas?” Pero el adulto lo ignoró, manteniendo su falsa sonrisa.
Asuntos de adulto, supongo
El infante eligió no meterse más en el asunto ¡Tampoco le importaba tanto! ¡Solo quería que ese hombre le soltara! A saber cuando el jabalí se limpió las manos por ultima vez, solo de pensarlo a Uriel le daba algo. Debido a sus viajes se había acostumbrado pero en el fondo seguía siendo un vampiro noble; Odiaba la suciedad y ser tocado por ella. Como si le amenazara, el infante pasó su lengua por encima de sus colmillos vampíricos, sin realmente abrir la boca ¡Pudo sentir el escalofrío del posadero a través de su mano! Solo haciendo eso le recordó que no estaba tratando con un niño normal, sino con un vampiro. Como si tuviera la peste, soltó al niño de inmediato y éste, ignorando su claro rechazo, comenzó a limpiarse la mandíbula inferior sin intenciones de disimularlo.
En cuanto se aseguró de que su boca estaba limpia el niño, curiosamente, buscó con la cabeza la figura de Matt ¡No había terminado de evaluar a ese humano! Era el adulto de Lagarto que más impresión le dejó ¡Sería una lástima no poder observar más desde que no tenía ni idea de cuándo volvería a encontrar un humano como él! Podía sentir la mirada del jabalí en su espalda, diciéndole claramente; “Ni se te ocurra”, pero, ignorándolo completamente, el vampirito se aproximó al humano en cuanto lo divisó;
“¡Señor, señor! ¿Es usted el virrey, verdad? ¿Porque hace que entierren monedas? ¿Es divertido? ¿Es alguna clase de ritual? ¿Que hace el ritual exacta….?”
Y obviamente, cuando alguien llamaba la atención de Uriel o le agrada sólo podía pasar una cosa; Que lo bombardeara con preguntas.Con una amplia sonrisa infantil, el vampirito lo miró con ojos repletos de curiosidad e ilusión, como si estuviera viendo a papa Noel o al ratoncito Pérez y, con ilusión, les bombardeara con preguntas.
“¡Oh! ¡Bienvenido, señor!”
Respondió con una amplia sonrisa al saludo del humano ¡Era con diferencia el más extravagante que se encontró en toda su estancia en Ciudad Lagarto! A diferencia del habitante medio de Lagarto, cuya única diferencia con un mendigo es que estos llevan armas consigo, este sujeto iba finamente vestido y su apariencia era prolija, limpia y elegante ¡Uriel casi le vino a la cabeza “noble”! Pero, tras evaluarlo un poco más, se percató de la usual cautela y desconfianza ya autóctona en los ojos de Lagarto, salvo que esta estaba celosamente cubierta por su arrogante y confiada mirada. Uriel quedó unos segundos fascinado ¡Le agradaba esa mirada! Le recordaba a su maestro ¡Y nada que se parezca al maestro puede desagradarle o molestarle!
“¡No soy su empleado, señor! De hecho el señor jabalí es empleado de mi ma-¡....!”
Corrigió al virrey con un dulce tono infantil, como un pequeño niño que dice sin tapujos lo que piensa ¡No tenía porqué ocultarlo! Su maestro no dijo nada de que la relación con el hombre-jabalí debía ser secreta, así que no tenía problemas en decírselo a cualquiera ¡Pero el hombre-bestia parecía no pensar igual! En cuanto el niño estaba por comenzar a hablar de su maestro el jabalí le cubrió la boca desde detrás y, con un tono nervioso y servicial bastante falso, dijo;
“¡Su señoría! A pasado un tiempo ¿Vino por las revisiones? ¡Por favor, pase, pase! No dude en pedir lo que sea.”
Mientras luchaba por liberarse del agarre del posadero, el infante se quedó un poco a cuadros con su claro cambio de actitud ¡A pesar de que antes dijo con tanta pasión lo mucho que odiaba al virrey! Miró al hombre-bestia con una clara cara de; “¿En serio? ¿No que lo despreciabas?” Pero el adulto lo ignoró, manteniendo su falsa sonrisa.
Asuntos de adulto, supongo
El infante eligió no meterse más en el asunto ¡Tampoco le importaba tanto! ¡Solo quería que ese hombre le soltara! A saber cuando el jabalí se limpió las manos por ultima vez, solo de pensarlo a Uriel le daba algo. Debido a sus viajes se había acostumbrado pero en el fondo seguía siendo un vampiro noble; Odiaba la suciedad y ser tocado por ella. Como si le amenazara, el infante pasó su lengua por encima de sus colmillos vampíricos, sin realmente abrir la boca ¡Pudo sentir el escalofrío del posadero a través de su mano! Solo haciendo eso le recordó que no estaba tratando con un niño normal, sino con un vampiro. Como si tuviera la peste, soltó al niño de inmediato y éste, ignorando su claro rechazo, comenzó a limpiarse la mandíbula inferior sin intenciones de disimularlo.
En cuanto se aseguró de que su boca estaba limpia el niño, curiosamente, buscó con la cabeza la figura de Matt ¡No había terminado de evaluar a ese humano! Era el adulto de Lagarto que más impresión le dejó ¡Sería una lástima no poder observar más desde que no tenía ni idea de cuándo volvería a encontrar un humano como él! Podía sentir la mirada del jabalí en su espalda, diciéndole claramente; “Ni se te ocurra”, pero, ignorándolo completamente, el vampirito se aproximó al humano en cuanto lo divisó;
“¡Señor, señor! ¿Es usted el virrey, verdad? ¿Porque hace que entierren monedas? ¿Es divertido? ¿Es alguna clase de ritual? ¿Que hace el ritual exacta….?”
Y obviamente, cuando alguien llamaba la atención de Uriel o le agrada sólo podía pasar una cosa; Que lo bombardeara con preguntas.Con una amplia sonrisa infantil, el vampirito lo miró con ojos repletos de curiosidad e ilusión, como si estuviera viendo a papa Noel o al ratoncito Pérez y, con ilusión, les bombardeara con preguntas.
Uri
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
-...Y después de eso le salieron ampollas que supuraban liquido azul verdoso. Y parte de su piel se caía a pedazos enrojecida. y vomitaba sangre...- dijo aquella mujerzuela mientras se ajustaba el corset subiendo sus pechos hasta casi tocar las clavículas- A mi no me mires... es lo que me dijo Esme. Así que yo que tu tendría cuidado con eso de los rituales... Digo... una cosa es ir a visitar a la bruja del bosque cuando no te baja el periodo durante dos meses para que te arregle algo ya sabes... un arreglo rápido. Otra cosa es hacer rituales con monedas y yo que se qué...- dijo mientras miraba su reflejo en el espejo del recibidor que daba a las habitaciones de la posada donde Eilydh se encontraba.
-Yo no sé que le ha dado a este Matt con los rituales... pero no quiero que me salgan ampollas en los labios... bien sabes que importantes son.... Mira Esther.. tuvo una de esas costras pasajeras una semana y tan solo pudo hacer negocios con el hijo manco del zapatero. - Claudette se asombró de la mirada grave que Lydia le había lanzado al hablar del hijo del zapatero- hey hey... ya se que paga bien.... pero su aliento, Lydia... tardas al menos dos semanas de quitartelo de la cabeza... y parece que un poco más del resto de tu cuerpo-
Claudette compuso un gesto de asco mientras terminaba de repasarse los labios en aquel improvisado espejo. Lydia asintió mientras se arreglaba el tocado cuando descubrió otro reflejo ajeno a ambas prostitutas saliendo de una de las puertas de la posada del hombre-jabali.
-Buenas tardes damita- dijo dándole un codazo a Claudette- Menudas horas de despertar.... Espero que no creas que esto va a ser así cuando empieces a trabajar para Owens...Por lo que parece será pronto pues está abajo. No me extraña que haya venido a buscarte... - se tapó una risa nerviosa con un abanico y Claudette le respondió con una carcajada mordaz- Aunque aún no entiendo que tarea tiene Matt con buscar prostitutas de Lujo... teniendo en cuenta la población de ciudad lagarto.. te comerás los mocos sin trabajo- dijo agarrando la mano de Claudette y bajando las escaleras con una gran sonoridad de sus tacones.
Eilydh decidió ignorar aquello y enfocarse en el hecho de que Owens estaba convenientemente en el mismo edificio que ella. Se arrepintió de no haber guardado algo de cera caliente de las velas para usarla al verlo, pero se tuvo que dar por satisfecha al ver el gesto de confusión del hombre al ser atacado a preguntas por un mordaz chico que estaba sentado en la barra de la recepción de la posada. Eilydh sonrió mientras se acercaba a ambos.
-El ritual es una antigua manera de salvaguardar partes del cuerpo de ser cortadas por esposas furiosas, niño- dijo Eilydh apoyando su mano en el cabello del muchacho con falso instinto maternal- Al menos para el Virrey.... Para los demás es una pérdida de tiempo pero una buena manera de hacer que la gente esté entretenida en vez de pensar en la importancia de los muertos en una fecha tan importante como hoy, criatura- dijo Eilydh agarrando una manzana que había en una cesta de la recepción de aquella posada.- ¿Imagino que sabes que es el Samhain no, chico?- le preguntó recordando como hablaba a los niños de los gorriones, intentando de manera sobrehumana no parecer demasiado complaciente ni usar palabras que al chico le hiciesen sentir más joven de lo que era... sabía que aquello molestaba a los niños.- Espero que estés preparado para esta noche... -
Dirigió una mirada significativa a Matt mientras esperaba la respuesta del chico desconocido.
-Estoy segura que nuestro virrey habrá realizado todo tipo de rituales...No estoy muy segura de que alguno de ellos vaya a protegerlo contra una elfa enojada por un ramo de flores muertas- dijo casi de manera casual y algo más bajito que su voz hasta ahora.- Por cierto, Matt... tus prostitutas deberían hacerse un examen medico al menos una vez al mes... que incluya una revisión mental. Algunas deberían estar encerradas más que ofrecer servicios- añadió. Y Claudette y Lydia compusieron una mueca de asco a medida que salían de la posada.
-Yo no sé que le ha dado a este Matt con los rituales... pero no quiero que me salgan ampollas en los labios... bien sabes que importantes son.... Mira Esther.. tuvo una de esas costras pasajeras una semana y tan solo pudo hacer negocios con el hijo manco del zapatero. - Claudette se asombró de la mirada grave que Lydia le había lanzado al hablar del hijo del zapatero- hey hey... ya se que paga bien.... pero su aliento, Lydia... tardas al menos dos semanas de quitartelo de la cabeza... y parece que un poco más del resto de tu cuerpo-
Claudette compuso un gesto de asco mientras terminaba de repasarse los labios en aquel improvisado espejo. Lydia asintió mientras se arreglaba el tocado cuando descubrió otro reflejo ajeno a ambas prostitutas saliendo de una de las puertas de la posada del hombre-jabali.
-Buenas tardes damita- dijo dándole un codazo a Claudette- Menudas horas de despertar.... Espero que no creas que esto va a ser así cuando empieces a trabajar para Owens...Por lo que parece será pronto pues está abajo. No me extraña que haya venido a buscarte... - se tapó una risa nerviosa con un abanico y Claudette le respondió con una carcajada mordaz- Aunque aún no entiendo que tarea tiene Matt con buscar prostitutas de Lujo... teniendo en cuenta la población de ciudad lagarto.. te comerás los mocos sin trabajo- dijo agarrando la mano de Claudette y bajando las escaleras con una gran sonoridad de sus tacones.
Eilydh decidió ignorar aquello y enfocarse en el hecho de que Owens estaba convenientemente en el mismo edificio que ella. Se arrepintió de no haber guardado algo de cera caliente de las velas para usarla al verlo, pero se tuvo que dar por satisfecha al ver el gesto de confusión del hombre al ser atacado a preguntas por un mordaz chico que estaba sentado en la barra de la recepción de la posada. Eilydh sonrió mientras se acercaba a ambos.
-El ritual es una antigua manera de salvaguardar partes del cuerpo de ser cortadas por esposas furiosas, niño- dijo Eilydh apoyando su mano en el cabello del muchacho con falso instinto maternal- Al menos para el Virrey.... Para los demás es una pérdida de tiempo pero una buena manera de hacer que la gente esté entretenida en vez de pensar en la importancia de los muertos en una fecha tan importante como hoy, criatura- dijo Eilydh agarrando una manzana que había en una cesta de la recepción de aquella posada.- ¿Imagino que sabes que es el Samhain no, chico?- le preguntó recordando como hablaba a los niños de los gorriones, intentando de manera sobrehumana no parecer demasiado complaciente ni usar palabras que al chico le hiciesen sentir más joven de lo que era... sabía que aquello molestaba a los niños.- Espero que estés preparado para esta noche... -
Dirigió una mirada significativa a Matt mientras esperaba la respuesta del chico desconocido.
-Estoy segura que nuestro virrey habrá realizado todo tipo de rituales...No estoy muy segura de que alguno de ellos vaya a protegerlo contra una elfa enojada por un ramo de flores muertas- dijo casi de manera casual y algo más bajito que su voz hasta ahora.- Por cierto, Matt... tus prostitutas deberían hacerse un examen medico al menos una vez al mes... que incluya una revisión mental. Algunas deberían estar encerradas más que ofrecer servicios- añadió. Y Claudette y Lydia compusieron una mueca de asco a medida que salían de la posada.
Eilydh
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Ignorando por completo la zalamería del hombre-jabalí, Matt se quedó mirando al pequeño que, de modo ingenuo, le había querido proporcionar información aparentemente relevante. Eso era algo bueno de los niños, no parecían tener filtro entre lo que pensaban y lo que decían, la parte mala, esa misma falta de límites hacían que a veces no pararan de hablar... el caso de ese chico parecía ser sobre todo este.
Poner una distancia no solía ser suficiente para que ese tipo de enanos se rindieran, y de hecho así fue. Matthew se encontraba entretenido mirando la pelea que ya había pasado directamente a un intercambio de golpes, cuando el niño se le paró al lado y comenzó a hacer preguntas sin parar.
-Eso dicen - Respondió evasivo a la primer pregunta - Porque puedo... - Entonces escuchó una voz conocida, sonrió de medio lado sin apartarse del marco de la puerta sobre el que estaba apoyado - ¡Oh! ¡Cariño! ¿Te estabas hospedando aquí? No tenía idea - El Humano se hacía el tonto, claramente sabía dónde estaba Eille, nunca le perdía el rastro y se aseguraba de que siempre tuviera cerca una o dos espías - Menos mal que no estoy casado ¿No lo crees? -
Dejó que la elfa se encargue del niño, la pelea en la calle ya estaba por terminar, uno de los hombres había logrado tirar al otro al piso y ahora estaba encima suyo golpeándolo sin misericordia. El sonido de una explosión a una calle llamó la atención de todos, un edificio entero estaba en llamas y la gente salía corriendo para escapar de una muerte segura.
-Que temprano están empezando, pensé que esperarían hasta estar algo más ebrios, cuando la fiesta estuviera en su auge - Suspiró y se llevó una mano a la frente, como si estuviera haciendo un esfuerzo enorme para soportarlos.
Verdaderamente que sucedieran ese tipo de cosas en Ciudad Lagarto no era muy llamativo, al fin y al cabo, eran un grupo de bandidos, asesinos y remiendos humanos que pasaban gran parte del día bebiendo ¿Qué podía esperarse? El orden y los buenos modales no podían ser parte de semejante lugar.
-¿Qué sentido tiene el buscar flores hermosas? Ninguna podría superarte en belleza, Mi Cielo - Contestó Matt al incisivo comentario de la elfa. Varias risas agudas se escucharon en los alrededores, pero aunque miro a todos lados Owens no pudo encontrar de dónde salían - Quiero verte convenciendolas de que vayan a una revisión con Go´el, con suerte salen del consultorio con todas las partes de su cuerpo intactas - El dragón tenía una fama bien consolidada - En cualquier caso, todos los preparativos están en marcha, tendremos una fiesta de Samhain como corresponde ¡Nuestra primer gran celebración como una Ciudad de verdad! - Abrió los brazos para darle más impacto a sus palabras, luego levantó al pequeño niño parlanchín y agregó - ¿Es tu primera vez aquí? ¿Qué te parece Ciudad Lagarto? -
Casi se podría pensar que Matthew era bueno con los niños... Casi.
Poner una distancia no solía ser suficiente para que ese tipo de enanos se rindieran, y de hecho así fue. Matthew se encontraba entretenido mirando la pelea que ya había pasado directamente a un intercambio de golpes, cuando el niño se le paró al lado y comenzó a hacer preguntas sin parar.
-Eso dicen - Respondió evasivo a la primer pregunta - Porque puedo... - Entonces escuchó una voz conocida, sonrió de medio lado sin apartarse del marco de la puerta sobre el que estaba apoyado - ¡Oh! ¡Cariño! ¿Te estabas hospedando aquí? No tenía idea - El Humano se hacía el tonto, claramente sabía dónde estaba Eille, nunca le perdía el rastro y se aseguraba de que siempre tuviera cerca una o dos espías - Menos mal que no estoy casado ¿No lo crees? -
Dejó que la elfa se encargue del niño, la pelea en la calle ya estaba por terminar, uno de los hombres había logrado tirar al otro al piso y ahora estaba encima suyo golpeándolo sin misericordia. El sonido de una explosión a una calle llamó la atención de todos, un edificio entero estaba en llamas y la gente salía corriendo para escapar de una muerte segura.
-Que temprano están empezando, pensé que esperarían hasta estar algo más ebrios, cuando la fiesta estuviera en su auge - Suspiró y se llevó una mano a la frente, como si estuviera haciendo un esfuerzo enorme para soportarlos.
Verdaderamente que sucedieran ese tipo de cosas en Ciudad Lagarto no era muy llamativo, al fin y al cabo, eran un grupo de bandidos, asesinos y remiendos humanos que pasaban gran parte del día bebiendo ¿Qué podía esperarse? El orden y los buenos modales no podían ser parte de semejante lugar.
-¿Qué sentido tiene el buscar flores hermosas? Ninguna podría superarte en belleza, Mi Cielo - Contestó Matt al incisivo comentario de la elfa. Varias risas agudas se escucharon en los alrededores, pero aunque miro a todos lados Owens no pudo encontrar de dónde salían - Quiero verte convenciendolas de que vayan a una revisión con Go´el, con suerte salen del consultorio con todas las partes de su cuerpo intactas - El dragón tenía una fama bien consolidada - En cualquier caso, todos los preparativos están en marcha, tendremos una fiesta de Samhain como corresponde ¡Nuestra primer gran celebración como una Ciudad de verdad! - Abrió los brazos para darle más impacto a sus palabras, luego levantó al pequeño niño parlanchín y agregó - ¿Es tu primera vez aquí? ¿Qué te parece Ciudad Lagarto? -
Casi se podría pensar que Matthew era bueno con los niños... Casi.
Matthew Owens
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
“¿Samahin? ¡Sé que es eso~! Aunque en casa lo celebramos de forma diferente~ ¡Ya veo, ya veo! ¡Gracias por explicarme, señorita!”
Uriel le regaló una dulce sonrisa a la elfa recién llegada ¡Que amable señorita! Explicando tan fácilmente lo que sucedía~ ¡A Uriel no le agradan los elfos demasiado! Cuando te encuentras con un elfo es como la ruleta rusa; O te toca un elfo bueno y amable o te toca un abusador infantil arrogante ¡Uriel no le agradaban nada! Pero no le molestaban los elfos amables como la señorita~ Aunque sus manos no eran tan agradables como las de Zöe, las cuales eran frías pero extrañamente dejaban una sensación cálida para Uriel.
Uriel miró curiosamente a la elfa por unos segundos ¡Una mujer bastante curiosa! Su amabilidad maternal anterior que le mostró y dulces palabras hacía Matt no coincidían con la astucia y fuerza que reflejaban sus ojos ¡Le agradaba esa mirada pero a la vez le desconcertaba! Uriel ladeó levemente la cabeza confundido ¿Tal vez juzgó mal a la elfa? A pesar de que estaba seguro de que ella era una elfa "amable"¡Aunque tampoco le importaba demasiado, la verdad! No notaba hostilidad hacía él, así que no le importaba demasiado esa disonancia entre su forma de actuar y lo que reflejaba su mirada ¡Lo importante es que la señorita parece que será amable con él de momento!
“¿Hasta cuanto vas a estar siendo mal educado, mocoso? ¡Estás ante el virrey de Ciudad Lagarto! Muestra un poco de respeto”
La voz molesta del jabalí hizo que Uriel lo mirara con desconcierto ¿Entonces al final sí que lo era? Ignorando completamente al hombre-bestia, se quedó pensativo unos segundos ¿Porque debería mostrarle respeto a un mero humano que acaba de conocer? ¡Que gran tontería! ¿Porque un lobo debería de mostrar respeto a un conejo? Pero, pensándolo mejor ¡Ciertamente fue algo descortés al no presentarse! Era un humano, por lo tanto ganado, pero eso no quería decir que debía olvidar sus modales ¡Debería haberse presentado al menos! Acomodó su postura y educadamente, aunque sin perder su aire infantil y juguetón, se presentó:
“¡Soy Uriel Nova, del clan de los Nova! Podéis llamarme Uri si queréis~ Jiji~ ¡No es mi primera vez en Lagarto, señor virrey! Ya estuve aquí antes~ ¡Pero por culpa de unos abusadores infantiles tuve que irme rápido! Esta vez sí planeo quedarme más tiempo~ ”
Aprovechando su presentación, respondió a la pregunta de Matt con sinceridad ¡Aún recuerda bastante bien lo sucedido! Aunque recuerda con cariño ese día, pues fue cuando conoció a Merrigan, la viva encarnación de “ella” ¡No puede decir que fue un buen día precisamente! Ante su segunda pregunta, Uriel se quedó unos segundos en silencio, como si estuviera pensando en su respuesta para luego, con una animada voz contestar;
“¡Me gusta más que Lunargenta y Dundarak~!”
Al menos en esa ciudad no fingían ser lo que no eran ¡Eran escoria y la peor calaña, si, pero al menos no lo escondían como otras ciudades! En Lunargenta eran todos unos estirados finolis, en Dundarak era todo demasiado frío y enorme para su gusto ¡Prefería la sarcástica y maleducada sinceridad de Ciudad Lagarto! No te engaña, desde el principio te deja claro que si entras es para que te roben, como mínimo ¡Era algo que Uriel encontraba refrescante! En su hogar todos eran demasiado juguetones y tramposos, en Lunargenta sentía que un poco más y se ahogaría con tanta pomposidad y Dundarak le intimidaba, no diría que Ciudad Lagarto era su lugar favorito pero si el que más a gusto se encontraba por la sencillez de todo.
Uri
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Escuchó los halagos falsos de Matt Owens mientras ponía los ojos en blanco. Y decidió mejor poner su atención en el chico que decía llamarse Uriel para calmar su furia de la mentira de las palabras del charlatán.
El chico parecía inocente e ingenuo. La elfa no pudo evitar preguntarse que sucio traidor había traído a una criatura tan pura a pasar aquella fecha entre las calles de una ciudad tan... bueno. Tan poco ética para los niños.
-Ya veo que eres conocedor de la geografía de Aerandir, pequeño Uriel- dijo Eilydh apremiándolo- Pero no se si sabes, que el señor Owens ha especificado expresamente su deseo de que todos en la ciudad se disfracen esta noche para la gran fiesta de la hoguera. - dijo Eilydh de nuevo remarcando cada palabra inyectando la molestia de sentirse obligada a hacer algo en ellas- ¡Así que deberás buscar un disfraz acorde a la situación para la velada! Algo que de mucho miedo. ¡Algo que asuste a todos y nos haga querer correr nada más verte!- le tendió la mano y lo ayudó a bajar de donde estaba montado.
Eilydh miró a Jabalí de manera severa por como había estado hablando a Uriel y con urgencia a Matt Owens como si le instase a decir algo, Al fin y al cabo y aunque pequeño aquel chico era una persona y tratar así a los visitantes de Ciudad lagarto no daba buena publicidad a futuras visitas.
-Puedo mostrarte alguna de las tiendas de ropa menos roñosas de ciudad lagarto, Uriel- dijo la elfa- No te preocupes por el dinero... Owens ha prometido pagarnos todo lo que necesitemos a ti y a mi. O eso va a hacer. En unos... dos minutos.- le guiñó un ojo a Uriel y continuó- Creo que aún tienes tres horas antes de que los campesinos empiecen a avivar el fuego de la plaza.
Lo acompañó a una ventana cercana.
-¿Ves esa fuente de ahí?- señaló a la plaza central - Hace eones que no funciona, así que los hombres aprovecharán las piedras para iniciar la candela sin que se propaguen las llamas. Cuando el cielo este oscuro y las llamas emitan humo rojizo, entonces comenzaremos la fiesta- dijo Eilydh y se deshizo de la mano de Uriel para dirigirse de nuevo a Matt Owens,
Le puso la mano en una mejilla, a modo de despedida. Ella tenía también que apresurarse a encontrar su disfraz si quería llegar a tiempo a aquella estúpida fiesta. Clavó sus ojos en los de Matt a la vez que le acariciaba la cara y dijo:
-Ya sabes... algo verdaderamente terrorífico- Agarró su capa de viaje y salió de la estancia.
El chico parecía inocente e ingenuo. La elfa no pudo evitar preguntarse que sucio traidor había traído a una criatura tan pura a pasar aquella fecha entre las calles de una ciudad tan... bueno. Tan poco ética para los niños.
-Ya veo que eres conocedor de la geografía de Aerandir, pequeño Uriel- dijo Eilydh apremiándolo- Pero no se si sabes, que el señor Owens ha especificado expresamente su deseo de que todos en la ciudad se disfracen esta noche para la gran fiesta de la hoguera. - dijo Eilydh de nuevo remarcando cada palabra inyectando la molestia de sentirse obligada a hacer algo en ellas- ¡Así que deberás buscar un disfraz acorde a la situación para la velada! Algo que de mucho miedo. ¡Algo que asuste a todos y nos haga querer correr nada más verte!- le tendió la mano y lo ayudó a bajar de donde estaba montado.
Eilydh miró a Jabalí de manera severa por como había estado hablando a Uriel y con urgencia a Matt Owens como si le instase a decir algo, Al fin y al cabo y aunque pequeño aquel chico era una persona y tratar así a los visitantes de Ciudad lagarto no daba buena publicidad a futuras visitas.
-Puedo mostrarte alguna de las tiendas de ropa menos roñosas de ciudad lagarto, Uriel- dijo la elfa- No te preocupes por el dinero... Owens ha prometido pagarnos todo lo que necesitemos a ti y a mi. O eso va a hacer. En unos... dos minutos.- le guiñó un ojo a Uriel y continuó- Creo que aún tienes tres horas antes de que los campesinos empiecen a avivar el fuego de la plaza.
Lo acompañó a una ventana cercana.
-¿Ves esa fuente de ahí?- señaló a la plaza central - Hace eones que no funciona, así que los hombres aprovecharán las piedras para iniciar la candela sin que se propaguen las llamas. Cuando el cielo este oscuro y las llamas emitan humo rojizo, entonces comenzaremos la fiesta- dijo Eilydh y se deshizo de la mano de Uriel para dirigirse de nuevo a Matt Owens,
Le puso la mano en una mejilla, a modo de despedida. Ella tenía también que apresurarse a encontrar su disfraz si quería llegar a tiempo a aquella estúpida fiesta. Clavó sus ojos en los de Matt a la vez que le acariciaba la cara y dijo:
-Ya sabes... algo verdaderamente terrorífico- Agarró su capa de viaje y salió de la estancia.
Eilydh
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Cada vez que Eil lo miraba con desaprobación o cansancio Matthew respondía con una sonrisa de oreja a oreja, se conocían lo suficiente como para que la elfa supiera cuando el Estafador no se estaba tomando en serio las cosas, y cuando si. En este caso en particular, había un poco de cada cosa, las demostraciones de afecto por parte de Owens podían ser bastante contradictorias.
-¿Escuchaste eso? Le gustamos más que Lunargenta y Dundarak - Sonrió de modo gatuno - Y seguro mucho más que Sandorai ¿A que sí? - Miró al niño en busca de su confirmación.
Al final la pelea había terminado como era de esperarse, con uno de los contrincantes matando al otro de manera muy poco profesional y bastante sangrienta. En cualquier otra ciudad seguramente sería motivo de preocupación, pero en este sitio sólo era una muerte más entre cientos de otras.
-Y así se termina el espectáculo - Comentó mientras dejaba que Eil se llevara a Uriel - Cierto, será mejor que busques un terrorífico disfraz, los que no tengan disfraz no pueden venir a la celebración. Y creeme, de verdad no querrás perderte lo que se vendrá -le sonrió con mucha más dulzura de la que se esperaría en alguien como Matt - Señor Oink-Oink ya deje en paz al niño ¿Sabe que nos faltan cerdos para cocinar hoy a la noche? - Un gesto serio fue suficiente para convencer al Hombre-Bestia de no insistir.
Se encogió de hombros cuando la elfa aseguró que Matt pagaría por las vestimentas, claro que jamás había dicho eso, pero alcanzaba con que Eil dijera en cualquier tienda que iba en nombre de Matthew... Para que la sacaran a los escobazos, eran muchos los que intentaban fiar en nombre del Virrey. Así que sonrió mostrando todos los dientes, mala señal, y asintió, instándolos a que fueran a comprar en su nombre.
La fuente no funcionaba desde hacía casi un año, cuando la incursión de la Guardia en la Ciudad había terminado con una maldición para Matthew que traía como consecuencia la falta de agua, tierras imposibles de sembrar, entre otras cosas. Era una verdadera lástima, porque Owens la había construido pensando en que le daba “un toque distinguido” a la ciudad, pero bueno... No había mucho que hacer al respecto.
Agarró la mano de Eil y le dio un beso en el dorso antes de dejarla ir.
-Muero de ganas por ver qué tipo de disfraz eliges - Sonrió de modo gatuno, siempre era divertido cuando jugaban así - ¿Que opinas, Uriel? ¿Podrías acompañar a la Señorita mientras elige su vestimenta? Pareces un muchachito con muy buen gusto y clase - Endulzando los oídos Matthew era el mejor - Me gustaría ir con ustedes pero tengo que organizar muchas cosas aún - Mientras decía esto ya estaba con un pie afuera de la posada - Nos vemos a la noche -
Se fue a paso acelerado, casi cae en un pozo por distraído, aunque el Virrey podía jurar que eso no se encontraba allí antes y que tampoco tenía mucho sentido que lo hubiese intentado tapar con una fina capa de hojas y tierra. En cualquier caso, no le dio mucha importancia y continuó caminando, los accidentes eran algo habitual en una ciudad tan mal construida.
-¿Escuchaste eso? Le gustamos más que Lunargenta y Dundarak - Sonrió de modo gatuno - Y seguro mucho más que Sandorai ¿A que sí? - Miró al niño en busca de su confirmación.
Al final la pelea había terminado como era de esperarse, con uno de los contrincantes matando al otro de manera muy poco profesional y bastante sangrienta. En cualquier otra ciudad seguramente sería motivo de preocupación, pero en este sitio sólo era una muerte más entre cientos de otras.
-Y así se termina el espectáculo - Comentó mientras dejaba que Eil se llevara a Uriel - Cierto, será mejor que busques un terrorífico disfraz, los que no tengan disfraz no pueden venir a la celebración. Y creeme, de verdad no querrás perderte lo que se vendrá -le sonrió con mucha más dulzura de la que se esperaría en alguien como Matt - Señor Oink-Oink ya deje en paz al niño ¿Sabe que nos faltan cerdos para cocinar hoy a la noche? - Un gesto serio fue suficiente para convencer al Hombre-Bestia de no insistir.
Se encogió de hombros cuando la elfa aseguró que Matt pagaría por las vestimentas, claro que jamás había dicho eso, pero alcanzaba con que Eil dijera en cualquier tienda que iba en nombre de Matthew... Para que la sacaran a los escobazos, eran muchos los que intentaban fiar en nombre del Virrey. Así que sonrió mostrando todos los dientes, mala señal, y asintió, instándolos a que fueran a comprar en su nombre.
La fuente no funcionaba desde hacía casi un año, cuando la incursión de la Guardia en la Ciudad había terminado con una maldición para Matthew que traía como consecuencia la falta de agua, tierras imposibles de sembrar, entre otras cosas. Era una verdadera lástima, porque Owens la había construido pensando en que le daba “un toque distinguido” a la ciudad, pero bueno... No había mucho que hacer al respecto.
Agarró la mano de Eil y le dio un beso en el dorso antes de dejarla ir.
-Muero de ganas por ver qué tipo de disfraz eliges - Sonrió de modo gatuno, siempre era divertido cuando jugaban así - ¿Que opinas, Uriel? ¿Podrías acompañar a la Señorita mientras elige su vestimenta? Pareces un muchachito con muy buen gusto y clase - Endulzando los oídos Matthew era el mejor - Me gustaría ir con ustedes pero tengo que organizar muchas cosas aún - Mientras decía esto ya estaba con un pie afuera de la posada - Nos vemos a la noche -
Se fue a paso acelerado, casi cae en un pozo por distraído, aunque el Virrey podía jurar que eso no se encontraba allí antes y que tampoco tenía mucho sentido que lo hubiese intentado tapar con una fina capa de hojas y tierra. En cualquier caso, no le dio mucha importancia y continuó caminando, los accidentes eran algo habitual en una ciudad tan mal construida.
Matthew Owens
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
A la sombra de una vivienda de dos plantas situada frente a la Posada del Hombre-Jabalí, Dragut observaba cómo dos hombres, tres mujeres y una especie de lagarto con plumas abandonaban por su propio pie el edificio que acababa de encenderse en llamas a un lado de la calle. En cualquier otra ciudad del Continente, los vecinos se habrían apresurado en ayuda de los damnificados, cargando calderos y otros recipientes de agua con los que contribuir a apagar el fuego. También en cualquier otra ciudad del Continente, el apuñalamiento de un vecino en mitad de la calle habría arrancado más de un grito.
En aquel lugar, sin embargo, la gente caminaba junto al cadáver, aún caliente, sin más gesto de reconocimiento que el evitar pisar el charco de fragante sangre que iba creciendo a su alrededor y, en lugar de ayudar a apagar el fuego y rescatar a los heridos, aquellos que vivían en las cercanías de la vivienda afectada se esforzaban en derribar los muros colindantes, para asegurarse de que las llamas se contentaban con devorar únicamente el edificio que ya se daba por perdido.
Dragut dejó escapar un bufido y una media sonrisa ante la escena, sonrisa que las dos mujerzuelas que abandonaban la posada en aquel momento creyeron debida a su presencia. Ambas se miraron con una sonrisa inteligente y calculadora; el apuesto desconocido no se parecía en nada al hijo manco del zapatero. Con expresión coqueta y garboso contoneo, las dos mujeres dirigieron sus pasos hacia el hombre. Al darse cuenta, Dragut miró hacia otro lado con gesto ostensiblemente aburrido; ninguna de las dos era digna de besar las botas de su Estrella. Humilladas, las dos damas retomaron su rumbo con gesto hosco y musitando insultantes comentarios dedicados a la hombría del desconocido.
Cuando las mujeres doblaban la esquina, Dragut llevó la vista a la cerca de madera que hacía las veces de porche de entrada. En todo el tiempo que llevaba parado junto a la casa, nadie se había percatado de su presencia hasta aquel momento. Conteniendo la respiración, acercó una mano enguantada a la cerca tratando de agarrarla. La mano atravesó la madera sin que su dueño sintiera el contacto. Expulsó el aire con un suspiro. Aún no era la hora.
Había observado en silencio y con paciencia los accidentados preparativos para la noche de Samhain, su noche, pero cuanto más se acercaba el momento que tanto había esperado, más insoportable se le hacía esa espera. Torghoud Reis, conocido como Dragut, durante décadas el rey indiscutible del Mar de Aerandir, se veía ahora avocado a una existencia insignificante, aislada y completamente anónima. No tenía recuerdo alguno de cómo había llegado a ese estado maldito, ignorado durante todas las noches del año, salvo una. Una noche que estaba ya al caer y que ese año aprovecharía hasta el último suspiro, pues tenía una nueva meta, un nuevo destino. Destino que abandonaba la posada en aquel momento.
Aún no, se dijo. Paciencia, ya queda poco. La puerta volvió a abrirse y el corsario entrecerró los ojos al tiempo que llevaba la mano de nuevo a la valla. Sintió la dureza de la madera contra la palma de su mano a través del guante de cuero y sonrió. Se entretuvo sólo un instante, paseando la lengua por el borde de los dientes superiores hasta golpear ligeramente la punta de uno de sus afilados colmillos, mientra veía cómo el hombre se encaminaba derecho hacia el hoyo. El tipo lo esquivo, por desgracia. No importaba en cualquier caso, si ellos no acababan con él aquella noche, tal vez él mismo se diera el gusto.
Sonriendo ampliamente ante la imagen mental que acababa de hacerse, Dragut echó a andar con decisión. Pasó junto al virrey mucho más cerca de lo que se podía considerar necesario. Tan cerca, que ambos hombros colisionaron empujando a sus dueños hacia atrás y obligándolos a enfrentar el uno al otro. El corsario saboreó la sensación de impacto en su hombro y el tirón de los músculos del costado al girar, alzó ambos brazos e hizo una ligera inclinación de cabeza acompañada de un elegante floreo de su muñeca derecha en el aire.
—Disculpadme, buen hombre —dijo con una potente y melodiosa voz de tenor y, levantando de nuevo la cabeza, miró al virrey a los ojos, para lo cual no tuvo que alzar ni agachar la mirada—, me temo que he comenzado la celebración por mi cuenta.
Tras esas palabras, el desconocido le dedicó al virrey una sonrisa que él reconocería sin problema, pues había adornado su propio rostro incontables veces. El hombre llevó la mano derecha al pecho, le dedicó una segunda inclinación de cabeza y emprendió de nuevo la marcha, dando un par de pasos hacia atrás antes de girar volviendo de nuevo la espalda al virrey. Caminaba con el ligero balanceo de quien está más acostumbrado a moverse por la cubierta de un barco que a tener un suelo firme bajo sus pies, pero con el porte arrogante y confiado de quien sabe que el mundo fue creado para satisfacerlo a él.
Al pasar junto a la posada, el corsario se entretuvo en rodear con pasos elegantes el manojo de flores que había sido arrojado desde la ventana de su Estrella. Como si de un baile cortesano se tratase, rodeó un par de veces el montículo tarareando para sí una lenta melodía antes de agacharse ante el estropicio. Sujetando con la mano izquierda la empuñadura de su alfanje para evitar que éste entorpeciese su postura, tomo con la derecha un delicado capullo de rosa que había salido bastante bien parado al maltrato. Se lo acercó al rostro para disfrutar de su perfume y hasta rozó con sus labios los suaves pétalos, suaves como imaginaba los labios de su Estrella, antes de prendérselo de la camisa y retomar su camino. Ahora sí estaba listo para su amada. El tarareo había sido sustituido por un murmullo, una especie de oración pronunciada en una lengua que no había acariciado sus labios desde antes incluso de su renacimiento entre la poderosa estirpe de Habak:
Bienvenidos a vuestra particular noche de Samhain, tres meses después, porque lo valemos. No vengo aquí a tomar al asalto vuestra intrigante trama (por favor, continuadla), sino a traeros un invitado inesperado a la fiesta. Que sea o no bienvenido ya es otro asunto.
Eilydh: El pirata Dragut asistió a tu íntima sesión en el Faro de Thor y se ha obsesionado contigo, a quien considera su Estrella, en referencia tanto a tu devoción por Isil, como a la cicatriz de tu muñeca. ¿Que cómo sabe él de tu cicatriz? Sabe eso y mucho más, pues no se ha despegado de ti un momento desde aquella noche hasta hace apenas unas horas, mientras se preparaba para vuestra primera cita. Debido a esto, cuando por fin os encontréis, sentirás que te resulta vagamente familiar, aunque no lo hayas visto en tu vida (si esto es bueno o malo sólo tú lo sabes). Él no te contará nada acerca de todo esto, por supuesto. Se presentará ante ti (tú decides cuándo y en qué circunstancias) como Almirante Torghoud Reis, título que detentaba en el momento de su muerte, y utilizará todo lo que ha aprendido sobre ti, y algunos trucos de su propia cosecha, para convencerte de que es el hombre que tu corazón ha anhelado por siempre, aunque tu mente se empeñase en negarlo. Tanto si su seducción surte efecto como si no, estás en peligro, pues su plan para que estéis siempre juntos pasa por que tú abandones el mundo de los vivos (preferiblemente, por tu propia voluntad, pero está dispuesto a llevarte por la fuerza; después de todo, tiene toda la eternidad para convencerte de que lo hizo por tu bien).
Matthew: Eilydh no es la única a la que Dragut ha estado observando aunque, en tu caso, quizá no tan de cerca. Como imagino que habrás notado, no eres santo de su devoción, por varios motivos. No sólo eres el, a su juicio, indigno prometido de la mujer que ama, el enemigo a batir, sino también un miembro de una raza inferior, una figura de autoridad en el lugar y el particular gallito del corral en el que intenta meter pluma. En definitiva, un enemigo natural al que no dudará en eliminar si empieza a resultarle demasiado molesto. Por si te lo estás preguntando, no, no puedes matar a alguien que lleva muerto varios siglos. Existe, sin embargo, una manera de hacer que cambie su opinión sobre ti y ganar, quizá, un cierto respeto. Por lo demás, tu objetivo, como el de Eilydh, es el de sobrevivir hasta que llegue el alba.
Uri: Torghoud Reis, conocido como Dragut, no fue un piratucho de tres al cuarto, sino una figura legendaria para los vampiros. Miembro de uno de los más antiguos y nobles linajes, dedicó su vida a sacar a los vampiros del ostracismo al que las demás razas los habían condenado debido a su “maldición”. Osado espadachín y brillante estratega, tanto en mar como en tierra, se ocupó, junto con otros individuos de similar credo, de dejar patente ante el mundo que los vampiros no eran unos pobres engendros avocados a la extinción, sino una raza fuerte, digna y orgullosa. Fue admirado por unos y temido por otros durante algo más de un centenar de años, hasta el momento en que, traicionado por una pequeña parte de su tripulación, un grupo de desarrapados que deshonraban con sus lamentos el nombre de vampiro, fue atrapado y quemado vivo en la Playa de los Ancestros, no muy lejos del lugar en que, a día de hoy, se asienta el Faro de Thor, hace exactamente 574 años. Cuenta la leyenda que durante los años siguientes a su muerte, regresaba cada noche de Samhain para dar muerte a uno de aquellos traidores, aunque nada se dice acerca de qué pudo ser de él una vez que se deshizo de todos ellos. Independientemente de si las enseñanzas de tu Maestro llegaron a cubrir este tema en concreto, deberías ser capaz de reconocer el apellido Reis, pues la casa, aunque casi extinta en el presente, aún evoca respeto, si bien se debe más al recuerdo que a su poder real, pues los escasos miembros vivos de su linaje carecen del porte regio y el temple de su antepasado. Del mismo modo que tú podrás reconocer su condición de vampiro, él también reconocerá la tuya, aunque en su época no se transformase a infantes que no habían tenido tiempo a probarse a sí mismos. Dependiendo de la antigüedad de la casa Nova, podría también reconocer tu apellido, eso lo dejo a tu elección. No se mostrará hostil hacia ti, a menos que te interpongas entre él y su Estrella. Tú eres también el único que podría llegar a relacionarlo con la figura histórica y, por tanto, el único que podría llegar a sospechar que se trate del legendario Dragut en persona. Tienes permiso para inventar cualquier detalle que pueda resultaros útil tanto sobre su persona, como sobre su casa, siempre que no contradiga nada de lo ya expuesto.
Huelga decir que todos tenéis permiso para manejar a Dragut (os animo a que lo hagáis). Os dejo un par de datos más:
Torghoud Reis, alias Dragut, vampiro de nivel 5. Especialización: Guerrero Nocturno (vampiros que representan el brazo armado de su raza, enfocándose en aprender a utilizar las armas y fortalecerse físicamente para ser temibles guerreros que aprovechan las noches para ataques decisivos y certeros sobre sus enemigos). Maestría en armas cortantes de una mano.
Color: #006699
A partir de aquí, tenéis total libertad para desarrollar esta subtrama y llevarla por donde mejor os parezca. No dudéis en consultarme cualquier duda que os surja. Yo decidiré al final en qué términos parte (o no) el fantasma del rey de los mares.
*Si por casualidad os suena el nombre de nuestro amigo es porque lo tomé prestado de un personaje real, un Almirante otomano que "reinó" en el Mediterráneo durante la primera mitad del siglo XVI
En aquel lugar, sin embargo, la gente caminaba junto al cadáver, aún caliente, sin más gesto de reconocimiento que el evitar pisar el charco de fragante sangre que iba creciendo a su alrededor y, en lugar de ayudar a apagar el fuego y rescatar a los heridos, aquellos que vivían en las cercanías de la vivienda afectada se esforzaban en derribar los muros colindantes, para asegurarse de que las llamas se contentaban con devorar únicamente el edificio que ya se daba por perdido.
Dragut dejó escapar un bufido y una media sonrisa ante la escena, sonrisa que las dos mujerzuelas que abandonaban la posada en aquel momento creyeron debida a su presencia. Ambas se miraron con una sonrisa inteligente y calculadora; el apuesto desconocido no se parecía en nada al hijo manco del zapatero. Con expresión coqueta y garboso contoneo, las dos mujeres dirigieron sus pasos hacia el hombre. Al darse cuenta, Dragut miró hacia otro lado con gesto ostensiblemente aburrido; ninguna de las dos era digna de besar las botas de su Estrella. Humilladas, las dos damas retomaron su rumbo con gesto hosco y musitando insultantes comentarios dedicados a la hombría del desconocido.
Cuando las mujeres doblaban la esquina, Dragut llevó la vista a la cerca de madera que hacía las veces de porche de entrada. En todo el tiempo que llevaba parado junto a la casa, nadie se había percatado de su presencia hasta aquel momento. Conteniendo la respiración, acercó una mano enguantada a la cerca tratando de agarrarla. La mano atravesó la madera sin que su dueño sintiera el contacto. Expulsó el aire con un suspiro. Aún no era la hora.
Había observado en silencio y con paciencia los accidentados preparativos para la noche de Samhain, su noche, pero cuanto más se acercaba el momento que tanto había esperado, más insoportable se le hacía esa espera. Torghoud Reis, conocido como Dragut, durante décadas el rey indiscutible del Mar de Aerandir, se veía ahora avocado a una existencia insignificante, aislada y completamente anónima. No tenía recuerdo alguno de cómo había llegado a ese estado maldito, ignorado durante todas las noches del año, salvo una. Una noche que estaba ya al caer y que ese año aprovecharía hasta el último suspiro, pues tenía una nueva meta, un nuevo destino. Destino que abandonaba la posada en aquel momento.
Aún no, se dijo. Paciencia, ya queda poco. La puerta volvió a abrirse y el corsario entrecerró los ojos al tiempo que llevaba la mano de nuevo a la valla. Sintió la dureza de la madera contra la palma de su mano a través del guante de cuero y sonrió. Se entretuvo sólo un instante, paseando la lengua por el borde de los dientes superiores hasta golpear ligeramente la punta de uno de sus afilados colmillos, mientra veía cómo el hombre se encaminaba derecho hacia el hoyo. El tipo lo esquivo, por desgracia. No importaba en cualquier caso, si ellos no acababan con él aquella noche, tal vez él mismo se diera el gusto.
Sonriendo ampliamente ante la imagen mental que acababa de hacerse, Dragut echó a andar con decisión. Pasó junto al virrey mucho más cerca de lo que se podía considerar necesario. Tan cerca, que ambos hombros colisionaron empujando a sus dueños hacia atrás y obligándolos a enfrentar el uno al otro. El corsario saboreó la sensación de impacto en su hombro y el tirón de los músculos del costado al girar, alzó ambos brazos e hizo una ligera inclinación de cabeza acompañada de un elegante floreo de su muñeca derecha en el aire.
—Disculpadme, buen hombre —dijo con una potente y melodiosa voz de tenor y, levantando de nuevo la cabeza, miró al virrey a los ojos, para lo cual no tuvo que alzar ni agachar la mirada—, me temo que he comenzado la celebración por mi cuenta.
Tras esas palabras, el desconocido le dedicó al virrey una sonrisa que él reconocería sin problema, pues había adornado su propio rostro incontables veces. El hombre llevó la mano derecha al pecho, le dedicó una segunda inclinación de cabeza y emprendió de nuevo la marcha, dando un par de pasos hacia atrás antes de girar volviendo de nuevo la espalda al virrey. Caminaba con el ligero balanceo de quien está más acostumbrado a moverse por la cubierta de un barco que a tener un suelo firme bajo sus pies, pero con el porte arrogante y confiado de quien sabe que el mundo fue creado para satisfacerlo a él.
Al pasar junto a la posada, el corsario se entretuvo en rodear con pasos elegantes el manojo de flores que había sido arrojado desde la ventana de su Estrella. Como si de un baile cortesano se tratase, rodeó un par de veces el montículo tarareando para sí una lenta melodía antes de agacharse ante el estropicio. Sujetando con la mano izquierda la empuñadura de su alfanje para evitar que éste entorpeciese su postura, tomo con la derecha un delicado capullo de rosa que había salido bastante bien parado al maltrato. Se lo acercó al rostro para disfrutar de su perfume y hasta rozó con sus labios los suaves pétalos, suaves como imaginaba los labios de su Estrella, antes de prendérselo de la camisa y retomar su camino. Ahora sí estaba listo para su amada. El tarareo había sido sustituido por un murmullo, una especie de oración pronunciada en una lengua que no había acariciado sus labios desde antes incluso de su renacimiento entre la poderosa estirpe de Habak:
Allá donde las olas me lleven;
Dónde el viento inquieto trace mi sombra;
en el agua que navegue;
en cada brote del césped verde que sea afortunado de marcar mi camino,
Allí estarás.
Y yo contigo.
¡Oh, mi Estrella!
Se mi faro en éste, mi oscuro destino.
Dónde el viento inquieto trace mi sombra;
en el agua que navegue;
en cada brote del césped verde que sea afortunado de marcar mi camino,
Allí estarás.
Y yo contigo.
¡Oh, mi Estrella!
Se mi faro en éste, mi oscuro destino.
- Imagen de referencia para Dragut:
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Bienvenidos a vuestra particular noche de Samhain, tres meses después, porque lo valemos. No vengo aquí a tomar al asalto vuestra intrigante trama (por favor, continuadla), sino a traeros un invitado inesperado a la fiesta. Que sea o no bienvenido ya es otro asunto.
Eilydh: El pirata Dragut asistió a tu íntima sesión en el Faro de Thor y se ha obsesionado contigo, a quien considera su Estrella, en referencia tanto a tu devoción por Isil, como a la cicatriz de tu muñeca. ¿Que cómo sabe él de tu cicatriz? Sabe eso y mucho más, pues no se ha despegado de ti un momento desde aquella noche hasta hace apenas unas horas, mientras se preparaba para vuestra primera cita. Debido a esto, cuando por fin os encontréis, sentirás que te resulta vagamente familiar, aunque no lo hayas visto en tu vida (si esto es bueno o malo sólo tú lo sabes). Él no te contará nada acerca de todo esto, por supuesto. Se presentará ante ti (tú decides cuándo y en qué circunstancias) como Almirante Torghoud Reis, título que detentaba en el momento de su muerte, y utilizará todo lo que ha aprendido sobre ti, y algunos trucos de su propia cosecha, para convencerte de que es el hombre que tu corazón ha anhelado por siempre, aunque tu mente se empeñase en negarlo. Tanto si su seducción surte efecto como si no, estás en peligro, pues su plan para que estéis siempre juntos pasa por que tú abandones el mundo de los vivos (preferiblemente, por tu propia voluntad, pero está dispuesto a llevarte por la fuerza; después de todo, tiene toda la eternidad para convencerte de que lo hizo por tu bien).
Matthew: Eilydh no es la única a la que Dragut ha estado observando aunque, en tu caso, quizá no tan de cerca. Como imagino que habrás notado, no eres santo de su devoción, por varios motivos. No sólo eres el, a su juicio, indigno prometido de la mujer que ama, el enemigo a batir, sino también un miembro de una raza inferior, una figura de autoridad en el lugar y el particular gallito del corral en el que intenta meter pluma. En definitiva, un enemigo natural al que no dudará en eliminar si empieza a resultarle demasiado molesto. Por si te lo estás preguntando, no, no puedes matar a alguien que lleva muerto varios siglos. Existe, sin embargo, una manera de hacer que cambie su opinión sobre ti y ganar, quizá, un cierto respeto. Por lo demás, tu objetivo, como el de Eilydh, es el de sobrevivir hasta que llegue el alba.
Uri: Torghoud Reis, conocido como Dragut, no fue un piratucho de tres al cuarto, sino una figura legendaria para los vampiros. Miembro de uno de los más antiguos y nobles linajes, dedicó su vida a sacar a los vampiros del ostracismo al que las demás razas los habían condenado debido a su “maldición”. Osado espadachín y brillante estratega, tanto en mar como en tierra, se ocupó, junto con otros individuos de similar credo, de dejar patente ante el mundo que los vampiros no eran unos pobres engendros avocados a la extinción, sino una raza fuerte, digna y orgullosa. Fue admirado por unos y temido por otros durante algo más de un centenar de años, hasta el momento en que, traicionado por una pequeña parte de su tripulación, un grupo de desarrapados que deshonraban con sus lamentos el nombre de vampiro, fue atrapado y quemado vivo en la Playa de los Ancestros, no muy lejos del lugar en que, a día de hoy, se asienta el Faro de Thor, hace exactamente 574 años. Cuenta la leyenda que durante los años siguientes a su muerte, regresaba cada noche de Samhain para dar muerte a uno de aquellos traidores, aunque nada se dice acerca de qué pudo ser de él una vez que se deshizo de todos ellos. Independientemente de si las enseñanzas de tu Maestro llegaron a cubrir este tema en concreto, deberías ser capaz de reconocer el apellido Reis, pues la casa, aunque casi extinta en el presente, aún evoca respeto, si bien se debe más al recuerdo que a su poder real, pues los escasos miembros vivos de su linaje carecen del porte regio y el temple de su antepasado. Del mismo modo que tú podrás reconocer su condición de vampiro, él también reconocerá la tuya, aunque en su época no se transformase a infantes que no habían tenido tiempo a probarse a sí mismos. Dependiendo de la antigüedad de la casa Nova, podría también reconocer tu apellido, eso lo dejo a tu elección. No se mostrará hostil hacia ti, a menos que te interpongas entre él y su Estrella. Tú eres también el único que podría llegar a relacionarlo con la figura histórica y, por tanto, el único que podría llegar a sospechar que se trate del legendario Dragut en persona. Tienes permiso para inventar cualquier detalle que pueda resultaros útil tanto sobre su persona, como sobre su casa, siempre que no contradiga nada de lo ya expuesto.
Huelga decir que todos tenéis permiso para manejar a Dragut (os animo a que lo hagáis). Os dejo un par de datos más:
Torghoud Reis, alias Dragut, vampiro de nivel 5. Especialización: Guerrero Nocturno (vampiros que representan el brazo armado de su raza, enfocándose en aprender a utilizar las armas y fortalecerse físicamente para ser temibles guerreros que aprovechan las noches para ataques decisivos y certeros sobre sus enemigos). Maestría en armas cortantes de una mano.
Color: #006699
A partir de aquí, tenéis total libertad para desarrollar esta subtrama y llevarla por donde mejor os parezca. No dudéis en consultarme cualquier duda que os surja. Yo decidiré al final en qué términos parte (o no) el fantasma del rey de los mares.
*Si por casualidad os suena el nombre de nuestro amigo es porque lo tomé prestado de un personaje real, un Almirante otomano que "reinó" en el Mediterráneo durante la primera mitad del siglo XVI
Fehu
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Uriel sonrío débilmente con diversión, no le agradaba el hombre-jabalí ¡No era un adulto educado ni amable! En cambio, este par de adultos, si le agradaban ¡Especialemnte la señorita elfa! Le agradan los adultos amables, pero, sobre todo le agradan los adultos que le recuerdan a su maestro~ Después de todo, Uriel podía predecir cuando planeaban usarlo con más facilidad que con adultos amables ¡Estos últimos son totalmente impredecibles!
“¿¡Que...!? ¡No lo sabía! ¿¡Porque no me han dicho nada!?”
El infante hizo un gesto de sorpresa genuino, abriendo sus ojos de color miel ¡No sabía de algo como una fiesta nocturna! ¡Peor aún; Una fiesta de disfraces ¡Con lo que le gustan los disfraces! Uriel infló las mejillas molesto mientras clavó sus ojitos miel en el hombre-jabalí ¡Él debía de saberlo! ¡No el dijo nada a propósito! El descarado cerdo miró hacia otro lado, fingiendo estar ocupado con el registro de huéspedes.
“¡Entonces debo buscar uno pero ya! Jeje~ ¡Gracias, señorita! Es usted muy amable~”
Realmente no le importa lo que ese par están pensando, tampoco que pretendían siendo amables con un “niño inservible” ¡Sentía que si se quedaba con ellos, pasaría un buen Samahin en CIudad Lagarto! Después de todo, en su hogar, Samahin es el día de la burla, el desprecio a los demás….Y las travesura engañosas. Sentir que está siendo arrastrado por un par de extraños adultos cuyas intenciones no están claras le hacía recordar a su hogar, le gusta.
“¡Entonces, cuento con la señorita~! Jeje~ Me pregunto qué disfraz escogeré~”
Aceptó gustosamente la mano de la elfa, aproximándose a ella con su usual dulzura e inocencia infantil ¡El último año se disfrazó de cadáver viviente! Tomó ropas viejas que ya no usaba de la mansión de su maestro, luego la medio destrozó con el puñal. Una vez echo eso, con pintura roja, fingió heridas y se llenó de barro ¡Aún recuerda la cara de miedo de esos tontos! Especialmente cuando mostraba sus afilados colmillos, se echaban a llorar y salían corriendo~~ ¡Es su culpa por meterse en el territorio de los vampiros en Samahin! Su gente se vuelve especialmente traviesa y maliciosa por esas fechas, sacando relucir su lado más juguetón e infantil…...Aunque solo era divertido para los vampiros.
¿Me pregunto cuantos lograré asustar este año?
Animadamente, se despidió de Matt con su mano ¡Su humor a mejorado un montón! Tiene muchas ganas de que llegue la medianoche, no falta mucho ¡Ya anocheció desde hace un buen rato! Debía de quedar hora y media, tal vez menos, para que la noche estuviera en su punto más oscuro. Riendo dulcemente, el infante tomó la mano de la elfa y dijo animadamente, mientras tira levemente de ella;
“¡Vamos a ver las tiendas de disfraces, señorita~! Jeje~ Espero que aún queden buenos disfraces~”
Ignorando la clara mirada de “No lo hagas” del jabalí, que seguía “haciéndose el tonto” en la recepción, Uriel abrió el portón de la posada mientras sigue sosteniendo con la otra la mano de la elfa con una amplia sonrisa alegre. Aunque su sonrisa alegre no duró demasiado, esta se volvió rígida en cuanto notó al hombre que se dispone a entrar:
“¿...? ¡...!”
Se fijó de inmediato en el hombre que canta mientras sostiene una rosa ¡Es bastante espeluznante, la verdad! ¿No le da vergüenza? ¡A Uriel le daría mucha vergüenza cantar alto, de forma tan cursi y encima mientras besa una rosa! Pero eso no es lo que alerta al vampirito ¡Ese tipo es definitivamente de su gente! Eso es un problema en una circunstancia normal, pero no ahora. A visto a un puñado de su gente caminando por Ciudad Lagarto apenas ocultándolo ¡En esta ciudad poco importa un puñado de vampiros! Son solo otro peligro de los que cuidarse de entre los 1000 que hay en la ciudad ¡Nope, eso tampoco lo alertó! Lo que verdaderamente le llamó la atención fue…..Es alguien fuerte, probablemente el vampiro más fuerte que ha visto desde que inició su viaje.
Es peligroso….Bastante peligroso….
No presta ninguna atención a sus alrededores, caminando como si estuviera de paseo ¡Incluso se podía tomar la calma de caminar mientras cantaba y besaba una jodida rosa! ¡En plena Ciudad Lagarto! ¡En donde te roban el alma como no te fijes en que estas haciendo! El infante no es tonto a pesar de su mentalidad de niño, solo hay dos clases de personas que harían algo así sin temer por su vida y su bolsa de aeros; Un imbécil o un tipo que no considera una amenaza la ciudad. Y parece ser que se topó con alguien de la segunda clase.
“....”
El vampirito apartó sus ojos de inmediato, no le convenía molestar a un vampiro más fuerte que él….Que cualquiera de esa ciudad, probablemente. Los vampiros son despiadados y no sienten remordimientos en atacar a su propia raza, pero no son precisamente estúpidos; No se atacaran mutuamente en una ciudad concurrida como esa. Si no lo molesta y no decía ninguna estupidez, incluso si nota que el infante es un vampiro más débil que él, no le pondrá la mano encima ni tampoco desvelará su raza. Es la norma no escrita de los vampiros, después de todo; Si no te metes en mi camino (revelas que soy un vampiro), yo tampoco lo haré (no revelaré que tú también lo eres).
“¿Empezamos por esa calle, señorita? ¡Vi tiendas abiertas por esa zona! ¡Puede que haya tiendas de disfraces por esa zona~”
El niño señaló la calle contraria a la del hombre besa-rosas, no sabe porque hay un vampiro tan fuerte en esa zona ni porque está yendo hacía la posada ¡Pero definitivamente no se quedará a comprobarlo! Tiró gentilmente de la elfa, la mujer había sido amable con él a pesar de que no puede fiarse de ella de ninguna forma ¡Sería una lástima que una elfa tan amable se metiera en un lío con un vampiro poderoso! Como va de paso, decidió alejarla del peligro también.
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Eilydh observó por unos momentos la mirada inocente y confiada del niño al que había tendido la mano. Por algún motivo y apenas sin conocerlo. Eilydh se vió reflejada en aquellos ojos. Tan solo un segundo y casi se apoderó de su gesto normalmente frío una sonrisa cómplice al ver como el pequeño la tomaba de la mano.
Hacía tiempo que nadie lo hacía y el ir escoltada por el niño se sentía extrañamente sencillo, como si no tuviese que pensar mucho y fuese natural agarrar a un desconocido. Estaba segura, o casi segura, de que podía confiar en aquel pequeño, Y aquello no le pasaba a menudo.Apenas vieron como Matt Owens dejaba la posada y tras dejar algunas monedas a Jabalí Eilydh y el pequeño Uriel salieron ellos mismos a través de la puerta principal.
El sol se había puesto en la calle principal. Lo cierto era que había perdido la mitad de aquel día sin hacer nada y aunque no le apetecía mucho pasarse horas buscando un buen disfraz, el aliciente de la ilusión de su recién conocido amigo la hizo aventurarse por la calle pensado donde encontrar las mejores galas de lo que tenía en mente.... estaba poco acostumbrada a disfrazarse y todo lo relacionado a camuflarse le traía recuerdos de Sandorai y los juegos con Septa Martia y sus hermanos, donde normalmente era forzada a ejercer de damisela en apuros mientras los demás la salvaban.
Una sonrisa se apoderó de la elfa al recordar un episodio en particular donde cansada de esperar en la torre improvisada, Eilydh había decidido que ella misma iba a ser la dragona como excusa para pelear con sus hermanos.
-Creo que yo voy a disfrazarme de dragona!- Le dijo al niño de manera distraída- Una dragona furiosa a quien un... mal encantamiento a despertado de su tumba!- Puso un gesto furioso como intentando asustar a Uriel.
La realidad de las facciones del chico la devolvió a su estado de desconfianza. Se giró intentando encontrar aquello que había osado robar la felicidad inocente de un niño, y entonces lo vio.
Tenía el mar en la mirada. El oleaje sacudió algo dentro de la elfa que parecía reconocer levemente. O que había olvidado por alguna razón. ¿Conocía a aquel hombre?. Las olas inmensas que eran las pupilas de aquel hombre la inundaron comenzando por sus rodillas y produciendo un cierto nudo en su estómago. Demasiado familiar para ser ignorado. Desconocido hasta entonces.
Para cuando Eilydh sintió como la mano de Uriel tiraba de ella hacia otra dirección, el hombre la había recorrido con aquella mirada de oleaje al menos tres veces.Cada una de ellas producía un escalofrío distinto en la chica y a la vez, y a pesar de ello, sus pies mismos no parecieron querer moverse.
El desconocido jugueteaba en su mano con una rosa que Eilydh alcanzó a ver escondiendose en uno de sus bolsillos a medida que el hombre se acercaba a ella y al chico.
Demasiado.
Eilydh retrocedió unos pasos y llevó su mano a la empuñadura de Karma de manera instintiva. El hombre pasó cerca de ambos y la mano de Eilydh que ya asía Karma rozó de manera sutil la del muchacho que a modo de disculpa clavó su mirada en ella por una cuarta vez y sonrió débilmente a la vez que los sobrepasaba caminando y se perdía en la multitud.
Como experta en sonrisas, la chica supo que aquella era ensayada, y aquello no dejó de producirle una sensación extraña entre miedo e interés, al fin y al cabo tan solo era un desconocido en una multitud atareada. La elfa lo siguió con la mirada tras romper el contacto directo con los ojos del hombre, con un gesto de asombro. El hombre dejó tras de si el olor a sal y brisa que había conocido bien durante parte de su vida, a pólvora arcana seca y a algo más que la elfa no atinoó a reconocer pero que estaba camuflado de manera concisa y perfecta. Como quien pone brotes nuevos de menta sobre las ramas secas y corroidas de café.
Eilydh se recuperó de aquel pequeño y momentáneo encuentro pero su alegría ilusa no regresó .a ella. Por algún motivo se había puesto de mal humor y las razones por las que aquella fiesta le parecían una tontería volvieron a hacerse un hueco en su mente.
-Acabemos con esto rápido, ¿Quieres? Le dijo al chico- sin intentar ser maleducada pero si seca- Me vestiré de pirata.- Dijo la chica sin saber muy bien de donde había salido aquello- De pirata muerta y casi podrida- dijo y animoó a Uriel a una de las tiendas cercanas.
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Oh.... Hola.. pequeña
Llevaba tanto tiempo mirándote a escondidas que siempre me imaginé que nuestro primer encuentro no sería interrumpido por la presencia de un pequeño monigote. He de decir, mi Estrella, que a pesar del niño que roba tu delicada mano de ser entrelazada con la mia, no podías pillarme de mejor humor.
Tu voz.
Tu voz fue mi faro la noche que te conocí, Estrella, y desde entonces no he encontrado mejor arrullo que tus palabras para recordarme el porqué eres tan especial, casi tanto como yo , y porque la perfección de ambos unidos será el mejor regalo que pueda hacerte al verte partir de mi mano.
Este mundo es demasiado oscuro para ti, Estrella. Pero yo estoy aquía para hacerte ver que tu caos no es más que otra de las cosas que te hace perfecta. Como esta rosa, cortada de sus raíces, aún así perfectamente capaz de crear la ilusión de belleza.
Oh... Hola.
Me has visto. Por primera vez desde hace meses existo en tus ojos. Y tu por supuesto en los mios, Mi Estrella. Me miras. daría tanto por saber queé piensas. Seguro que piensas como yo, ya lo se, tan solo que tú aún no, mi dulce Estrella.
Me sigues mirando. Te gusta que te observe desde esta distancia. Te gusta que recorra con mis pupilas todo lo que te compone. Sabes que con cada pasada te he desnudado más y más y aún así me miras. Imagina si supieses que no hay un palmo de tu piel que no haya visto desnuda y que he rozado con la yema de mis dedos, aún etéreos, cada poro de tu piel mientras dormías.
Quieres que me acerque. Lo sé. Por eso me miras. Quizás no tanto como a mi me gustaría cercarme, no, pero estoy seguro de que eso es lo que me pides con esos ojos de hielo, con cada pestañeo. Me estas retando Estrella, y ya sabes que un servidor tan solo se mueve por retos.
Pero... ¿me temes? Esa espada en la que te refugias no te hará falta allí donde vamos, Mi estrella. Me aseguraré de ello. Quizás... quizás aún no estés preparada para que nos encontremos. Aún no, pero lo quieres mi Estrella. Lo necesitas.
Y el que hayas rozado tu mano con la mía es tan solo una de las muestras más que me das de ello.
Aguarda, mi estrella. Pronto... pronto.
Hacía tiempo que nadie lo hacía y el ir escoltada por el niño se sentía extrañamente sencillo, como si no tuviese que pensar mucho y fuese natural agarrar a un desconocido. Estaba segura, o casi segura, de que podía confiar en aquel pequeño, Y aquello no le pasaba a menudo.Apenas vieron como Matt Owens dejaba la posada y tras dejar algunas monedas a Jabalí Eilydh y el pequeño Uriel salieron ellos mismos a través de la puerta principal.
El sol se había puesto en la calle principal. Lo cierto era que había perdido la mitad de aquel día sin hacer nada y aunque no le apetecía mucho pasarse horas buscando un buen disfraz, el aliciente de la ilusión de su recién conocido amigo la hizo aventurarse por la calle pensado donde encontrar las mejores galas de lo que tenía en mente.... estaba poco acostumbrada a disfrazarse y todo lo relacionado a camuflarse le traía recuerdos de Sandorai y los juegos con Septa Martia y sus hermanos, donde normalmente era forzada a ejercer de damisela en apuros mientras los demás la salvaban.
Una sonrisa se apoderó de la elfa al recordar un episodio en particular donde cansada de esperar en la torre improvisada, Eilydh había decidido que ella misma iba a ser la dragona como excusa para pelear con sus hermanos.
-Creo que yo voy a disfrazarme de dragona!- Le dijo al niño de manera distraída- Una dragona furiosa a quien un... mal encantamiento a despertado de su tumba!- Puso un gesto furioso como intentando asustar a Uriel.
La realidad de las facciones del chico la devolvió a su estado de desconfianza. Se giró intentando encontrar aquello que había osado robar la felicidad inocente de un niño, y entonces lo vio.
Tenía el mar en la mirada. El oleaje sacudió algo dentro de la elfa que parecía reconocer levemente. O que había olvidado por alguna razón. ¿Conocía a aquel hombre?. Las olas inmensas que eran las pupilas de aquel hombre la inundaron comenzando por sus rodillas y produciendo un cierto nudo en su estómago. Demasiado familiar para ser ignorado. Desconocido hasta entonces.
Para cuando Eilydh sintió como la mano de Uriel tiraba de ella hacia otra dirección, el hombre la había recorrido con aquella mirada de oleaje al menos tres veces.Cada una de ellas producía un escalofrío distinto en la chica y a la vez, y a pesar de ello, sus pies mismos no parecieron querer moverse.
El desconocido jugueteaba en su mano con una rosa que Eilydh alcanzó a ver escondiendose en uno de sus bolsillos a medida que el hombre se acercaba a ella y al chico.
Demasiado.
Eilydh retrocedió unos pasos y llevó su mano a la empuñadura de Karma de manera instintiva. El hombre pasó cerca de ambos y la mano de Eilydh que ya asía Karma rozó de manera sutil la del muchacho que a modo de disculpa clavó su mirada en ella por una cuarta vez y sonrió débilmente a la vez que los sobrepasaba caminando y se perdía en la multitud.
Como experta en sonrisas, la chica supo que aquella era ensayada, y aquello no dejó de producirle una sensación extraña entre miedo e interés, al fin y al cabo tan solo era un desconocido en una multitud atareada. La elfa lo siguió con la mirada tras romper el contacto directo con los ojos del hombre, con un gesto de asombro. El hombre dejó tras de si el olor a sal y brisa que había conocido bien durante parte de su vida, a pólvora arcana seca y a algo más que la elfa no atinoó a reconocer pero que estaba camuflado de manera concisa y perfecta. Como quien pone brotes nuevos de menta sobre las ramas secas y corroidas de café.
Eilydh se recuperó de aquel pequeño y momentáneo encuentro pero su alegría ilusa no regresó .a ella. Por algún motivo se había puesto de mal humor y las razones por las que aquella fiesta le parecían una tontería volvieron a hacerse un hueco en su mente.
-Acabemos con esto rápido, ¿Quieres? Le dijo al chico- sin intentar ser maleducada pero si seca- Me vestiré de pirata.- Dijo la chica sin saber muy bien de donde había salido aquello- De pirata muerta y casi podrida- dijo y animoó a Uriel a una de las tiendas cercanas.
----------------
Oh.... Hola.. pequeña
Llevaba tanto tiempo mirándote a escondidas que siempre me imaginé que nuestro primer encuentro no sería interrumpido por la presencia de un pequeño monigote. He de decir, mi Estrella, que a pesar del niño que roba tu delicada mano de ser entrelazada con la mia, no podías pillarme de mejor humor.
Tu voz.
Tu voz fue mi faro la noche que te conocí, Estrella, y desde entonces no he encontrado mejor arrullo que tus palabras para recordarme el porqué eres tan especial, casi tanto como yo , y porque la perfección de ambos unidos será el mejor regalo que pueda hacerte al verte partir de mi mano.
Este mundo es demasiado oscuro para ti, Estrella. Pero yo estoy aquía para hacerte ver que tu caos no es más que otra de las cosas que te hace perfecta. Como esta rosa, cortada de sus raíces, aún así perfectamente capaz de crear la ilusión de belleza.
Oh... Hola.
Me has visto. Por primera vez desde hace meses existo en tus ojos. Y tu por supuesto en los mios, Mi Estrella. Me miras. daría tanto por saber queé piensas. Seguro que piensas como yo, ya lo se, tan solo que tú aún no, mi dulce Estrella.
Me sigues mirando. Te gusta que te observe desde esta distancia. Te gusta que recorra con mis pupilas todo lo que te compone. Sabes que con cada pasada te he desnudado más y más y aún así me miras. Imagina si supieses que no hay un palmo de tu piel que no haya visto desnuda y que he rozado con la yema de mis dedos, aún etéreos, cada poro de tu piel mientras dormías.
Quieres que me acerque. Lo sé. Por eso me miras. Quizás no tanto como a mi me gustaría cercarme, no, pero estoy seguro de que eso es lo que me pides con esos ojos de hielo, con cada pestañeo. Me estas retando Estrella, y ya sabes que un servidor tan solo se mueve por retos.
Pero... ¿me temes? Esa espada en la que te refugias no te hará falta allí donde vamos, Mi estrella. Me aseguraré de ello. Quizás... quizás aún no estés preparada para que nos encontremos. Aún no, pero lo quieres mi Estrella. Lo necesitas.
Y el que hayas rozado tu mano con la mía es tan solo una de las muestras más que me das de ello.
Aguarda, mi estrella. Pronto... pronto.
Eilydh
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Ciertamente Matthew iba distraído, estaba pensando en las cosas que quería preparar antes de que llegara la noche, y sobre el disfraz, además de otras cientos de cosas de mucha menor relevancia. Pero más allá de la evidente distracción, lo cierto era que el Estafador no estaba acostumbrado a que la gente caminara a su lado sin notarlo, todos allí sabían quién era Matt, conocían la fama del Virrey Loco, y absolutamente nadie lo chocaría “por error” en la calle.
Por eso al sentir el golpe en el hombro por una milésima de segundo quedó desconcertado, como si acabara de pasar algo totalmente desconcertante. Pero en seguida se recuperó y miró a los ojos al no tan ingenuo transeúnte.
-Al contrario, disculpeme usted, estaba distraído y no miraba por dónde caminaba - Era como verse en un espejo, no porque fueran parecidos físicamente, sino por la forma de actuar, por la manera en que se movían, y por sobre todo por esa espantosa sonrisas que ahora enarbolaban ambos a la vez - Espero que disfrute de la celebración -
Y en ese momento podría haber terminado ese encuentro, bien podría ser la primera y la última vez que Matthew se encontrara con una persona tan espantosamente similar a él.
O no...
En cualquier caso, el Estafador tenía que en verdad encargarse de varios asuntos antes de que la fiesta comenzara. Así que se fue a la tienda y volvió a acostarse en la pila de almohadas, ya las muchachas del prostíbulo se habían ido, pero Matt quería ver sí podía adivinar sí había un guisante debajo de todo eso ahora que estaba solo y más tranquilo.
Para cuando despertó ya era de noche, no había hecho nada de lo que se suponía que hiciera, pero de alguna manera todo se había acomodado solo, probablemente gracias a Brenda. Owens se levantó con mucha pereza de la pila de almohadas.
-¡¡¡Ay!!! - Y ahí encontró el guisante, justo en la planta de su pie - ¿Eso cuenta? - Lo levantó y lo miró durante unos segundos, aún seguía algo dormido - ¿Pero qué demonios...? - Alguien había considerado muy gracioso el atravesar el guisante con un clavo, y por eso le había dolido tanto cuando lo piso - Parece que tenemos a un bromista suelto -
Se encogió de hombros y lo tiró a un lado, luego fue a su habitación donde el disfraz estaba desplegado sobre la cama, listo para que se lo ponga.
-Breeeendaaa... - Aunque no podía verla sabía que la enana siempre estaba más o menos cerca.
-¿sí? - Escuchó su voz en la habitación de al lado.
-En verdad te amo, cásate conmigo - Dijo como en un ronroneo mientras comenzaba a ponerse el disfraz.
-... - Murmullos malhumorados - Vete a la mierda, Matthew Owens -
-Yo también te quiero - Siguió tarareando mientras terminaba de cambiarse, estuvo un cuarto de hora solo mirándose al espejo y evaluando que tan bien le quedaba. Cuando consideró que estaba listo salió del cuarto y de allí a la plaza donde se estaban llevando adelante las celebraciones.
Por eso al sentir el golpe en el hombro por una milésima de segundo quedó desconcertado, como si acabara de pasar algo totalmente desconcertante. Pero en seguida se recuperó y miró a los ojos al no tan ingenuo transeúnte.
-Al contrario, disculpeme usted, estaba distraído y no miraba por dónde caminaba - Era como verse en un espejo, no porque fueran parecidos físicamente, sino por la forma de actuar, por la manera en que se movían, y por sobre todo por esa espantosa sonrisas que ahora enarbolaban ambos a la vez - Espero que disfrute de la celebración -
Y en ese momento podría haber terminado ese encuentro, bien podría ser la primera y la última vez que Matthew se encontrara con una persona tan espantosamente similar a él.
O no...
En cualquier caso, el Estafador tenía que en verdad encargarse de varios asuntos antes de que la fiesta comenzara. Así que se fue a la tienda y volvió a acostarse en la pila de almohadas, ya las muchachas del prostíbulo se habían ido, pero Matt quería ver sí podía adivinar sí había un guisante debajo de todo eso ahora que estaba solo y más tranquilo.
Para cuando despertó ya era de noche, no había hecho nada de lo que se suponía que hiciera, pero de alguna manera todo se había acomodado solo, probablemente gracias a Brenda. Owens se levantó con mucha pereza de la pila de almohadas.
-¡¡¡Ay!!! - Y ahí encontró el guisante, justo en la planta de su pie - ¿Eso cuenta? - Lo levantó y lo miró durante unos segundos, aún seguía algo dormido - ¿Pero qué demonios...? - Alguien había considerado muy gracioso el atravesar el guisante con un clavo, y por eso le había dolido tanto cuando lo piso - Parece que tenemos a un bromista suelto -
Se encogió de hombros y lo tiró a un lado, luego fue a su habitación donde el disfraz estaba desplegado sobre la cama, listo para que se lo ponga.
-Breeeendaaa... - Aunque no podía verla sabía que la enana siempre estaba más o menos cerca.
-¿sí? - Escuchó su voz en la habitación de al lado.
-En verdad te amo, cásate conmigo - Dijo como en un ronroneo mientras comenzaba a ponerse el disfraz.
-... - Murmullos malhumorados - Vete a la mierda, Matthew Owens -
-Yo también te quiero - Siguió tarareando mientras terminaba de cambiarse, estuvo un cuarto de hora solo mirándose al espejo y evaluando que tan bien le quedaba. Cuando consideró que estaba listo salió del cuarto y de allí a la plaza donde se estaban llevando adelante las celebraciones.
- La muerte roja:
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Matthew Owens
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Uriel ladeó la cabeza claramente confuso por la repentina seca actitud de la elfa ¿Hizo algo que la molestara? Aunque actuó como siempre lo hace...El niño miró por unos segundos a la elfa, ligeramente incómodo, pero sin soltar su mano ¡De todas formas, debían de alejarse del lugar! ¡Sería malo si llamaban la atención de ese vampiro besarosas! Sin mediar palabra, caminó hacía la zona comercial.
Ciudad Lagarto era curiosa, en verdad era una ciudad, enorme, concurrida e imponente pero ¿A su vez daba una sensación de pobreza y pueblo? Lunargenta poseía hermosos y complejos edificios de piedra plateada que le hacía brillar a la luz de la Luna, dándole su hermoso nombre. Dundarak era enorme, sólida y asfixiante, con sólidas y robustas estructuras que demostraban el poderío dragón ¿Entonces como era la ciudad de los criminales? Las estructuras eran alta y sólidas, claramente demostrando que se trataba de una floreciente ciudad, pero pobremente cimentadas sobre materiales de dudosa calidad y durabilidad; Piedra, madera ¡E incluso barro! No se podía ver ni una sola viviendo, local o edificio que estuviera hecho con buenos materiales que duren un buen puñado de años. Tal vez porque sus habitantes, acostumbrados a la idea de salir de casa y la posibilidad de no volver nunca, viven el “Hoy en día” más que pensar a futuro o que las construcciones duren.
Las calles iluminadas únicamente por las tiendas era curiosamente reconfortante y alegre, se podía escuchar peleas, risas y gente hablando a voces sobre la celebración que se aproximaba ¡Estaban todos bastante animados! El niño meneó su cabecita, buscando con la mirada una tienda de disfraces, sin soltar la mano de la elfa.
"¡Oh! ¡Hay muchas tiendas de disfraces! Oh….Pero no venden disfraces para niño”
No es como, si para empezar, hubieran demasiados pequeños en la infame ciudad ¿Quien sería tan imbécil para llevar a una criatura a semejante lugar, para empezar? Los pocos niños que habían eran, en parte, huérfanos que buscaban en la ciudad una libertad para subsistir y delinquir que la autoridad de otras ciudades no toleraría, o, por otro lado, niños nacidos en la ciudad de familias que por una razón o otra, no podían dejarla por el bien de sus retoños ¿Quien vendería algo para lo cual no había demanda? Aún así, Uriel no se rindió, siguió buscando el disfraz adecuado, entrando y saliendo de varias tiendas en el proceso.
Pasó un buen rato pero no parecían encontrar ninguna tienda que vendiera algo adecuado para un infante ¡No hasta que entraron al taller de costura de una dragona de mediana edad! La mujer era silenciosa, con un rostro de total indiferencia, como si estuviera mas muerta que viva.En cuanto les vio y posó sus ojos sobre el niño, dijo, con una mueca de molestia:
“No, no hice disfraces de niño…..Bueno, tengo el que le hice a mi retoños pero, el hijo de puta de su padre, se la llevó hará una semana, antes de que pudiera siquiera probárselo ¿Lo quieres? Si lo quieres puedo vendértelo. Lo tengo en la trastienda, puesto en un maniquí…..Bueno, dudo que te guste….Es un disfraz de niñ-....”
“¡Voy a verlo!”
No espero que la seca mujer acabara su advertencia, emocionado, corrió para echarle un ojo al probablemente único disfraz para niño de Ciudad Lagarto. La mujer hizo una mueca de molestia, pero encogiéndose de hombros, siguió al niño en silencio ¡De todas formas van a pagarla! Y quiere deshacerse de ese malgasto de tela y materiales lo mas pronto posible, con un poco de suerte puede encasquetarselo al crío ese.
“¡Que disfraz más curioso!”
“Está basado en la concepción que tenían los terrestres de la bruja ¿No crees que es lindo? Mi niña tiene la misma edad que tú, probablemente te quede….”
El disfraz era enteramente de colores negros y morados, con algunos detalles amarillentos y rojizos. Lo que más destacaba en primera instancia era el gorro ¡Sencillamente enorme y extraño! De forma circular circular, poseía grandes y largos bordillos y su cabezal terminaba como si fuera una capucha picuda, extendiéndose hasta prácticamente media espalda ¡Sobre él reposaba un pequeño cráneo rodeado de decoraciones y broches! ¿Sería falso? ¿O verdadero? Debía de ser una replica, porque parecía un caneo humano.
La ropa consistía en una larga capa que parecía más bien un extraño híbrido de capa y túnica, el cuello estaba repleto de plumas negras, con unas hombreras de aspecto tribal. Por la espalda, caía una capa que rozaba hasta el suelo con complejos patrones de color morado. Por la parte delantera de la túnica, caían por los hombros dos largas tiras de tela finamente decoradas en patrones de hilo dorado,ayudando a que una cadena dorada sostuviera en su lugar la capa. Debajo de todo esto, había una linda y coqueta ropa infantil negra con decoraciones rojas; Por encima de la semitransparente camisa negra había un chaleco infantil de lana calentita y una corbata infantil roja vino. Los shorts cortos negros y gruesos llegaban hasta el muslo, doblándose sobre si mismos. Dejaban a la vista las medias con patrones de flores. Para terminar, había unas pequeñas botas bajas a juego con la temática del disfraz.
Uriel no tardó ni 10 minutos en probárselo con una alegre ilusión infantil. Felizmente, se vistió con la elaborada pieza ¡Y el resultado de ponérselo hizo que hasta la indiferente dueña lo mirara con un gesto de ternura contenida! El disfraz estaba orientado más a una niña, pero como Uriel tenía las facciones suaves y tiernas de una no suponía un problema en que le quedara como anillo al dedo. De forma alegre, los naturales movimientos inocentes del niño le daban una inusual aura de inocencia y pureza a las oscuras y tétricas ropas de Samahin. Haciendo bailar la capa con un inocente giro sobre si mismo y sosteniendo el enorme gorro picudo con sus manitas envueltas en guantes negruzcos, el infante preguntó;
“¿Que tal me sienta? Fufu~ Es más cómodo de lo que parece~”
Sonrío alegremente, claramente encantado con el disfraz. La dueña, quien originalmente parecía arisca e indiferente de sus dos clientes, miró con un cariño maternal a Uriel y con una suave vocecita, contestó;
“Te sienta genial, pequeño~”
el niño sonrío complacido al escucharla, pero le interesaba más la opinión de la elfa. Mirándola con sus ojos de miel repletos de expectativa e ilusión infantil, el niño le preguntó dulcemente:
“¿Usted qué piensa, señorita?”
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Uri
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Apenas habían caminado unos pasos y Uriel y Eilydh llegaron a la tienda que el chico parecía conocer. El pequeño se desenvolvía con desparpajo sin necesidad alguna de que Eilydh necesitase estar guiándolo de aquí hacia allá. La elfa agradeció aquelo y se preguntó mentalmente en que tipo de soledad había tenido que estar sumido aquel pequeño para adaptarse y finalmemente acabar siendo tan mayor a pesar de su corta edad.
Sacudió la cabeza.
Tenía las suficientes preocupaciones en su mundo como para sentir la necesidad de proteger a alguien que no fuese ella. Además teniendo en cuenta su vida si Uriel hubiese aparecido en ella antes lo más posible es que su pequeña cabeza hubiese acabado en una estaca elfa.
Había estado moviendo sus manos de manera distraida a través de todos los disfraces femeninos colgados en perchas aquí y allaá. Aunque su cabeza no supo exactamente lo que quería sus manos parecían saber exactamente lo que buscaba y no estuvo muy segura de si fue por la inoportuna visión del pirata desconocido o por recuerdos de su pasado que acabó considerando aquel difraz en concreto.
-Creo que vas a asustar muchísimo a algún que otro despistado- dijo llenando su voz de un sentimiento de ternura que no conocía en ella.
Dejó varias monedas sobre el mostrador de la tienda e ignoró de manera reticente la mirada juiciosa de la tendera mientras metía el disfraz que había elegido en una bolsa de tela.
-Por desgracia mi disfraz no esta acabado. Uriel... así que debo vestirme en la posada. Nos vemos en una hora junto a la fuente de la plaza central- dijo la chica y le regaló una caricia en la mejilla al pequeño.
Cualquier otro chico hubiese podido entre el barullo de personas que iban a acumularse en aquel lugar seguramente en aquellas horas, pero por todo lo que había visto hasta ahora, Eilydh sabía que Uriel no lo haría. Salió de la tienda y se encaminó hacia su habitación con los ojos del desconocido con el que se había topado antes aun en su mente, apresurada, casi sintiendo que la seguían.
-------------
El espejo de su habitación de la posada le devolvía una visión que poco se parecía a Eilydh.
Lo cierto esque cuando compró aquel disfraz no pensó que quizás tendría menos tela de la que estaba acostumbrada a usar. Para contrarrestarlo, la chica pintó sobre su cuerpo un sinfin de inscripciones de elfos aborigenes y salvajes cubriendo sus brazos y torso allá donde el corpiño del disfraz no cubría. Había adornado su pelo con objetos que le recordaban a su estadía en los barcos de la isla tortuga, cuentas piratas, palos de altamar,... cualquier cosa que captivase el desorden de aquellos que hacían de la vida pirata la suya misma. Se había preocupado que sus cicatrices en la espalda quedasen totalmente cubiertas por su pelo y el corpiño y que nadie siquiera pudiese atisbar aquella parte de su vulnerabilidad.
Cuando pensó que estaba lo suficientemente irreconocible como para pasar desapercibida, salió de la habitación rumbo a su destino. De camino se encontró con varias prostitutas conocidas que no se habían esforzado mucho en disfrazarse mas de lo que ya lo hacían día a día y que creían que aquel festejo sería una oportunidad única para hacer su agosto antes incluso de que los clientes estuviesen ebrios.
Para cuando llegó al lugar donde había quedado en encontrarse con Uriel, la elfa llegó a pensar si se había equivocado de ciudad. La fogata de la que habían hecho la fuente central se alzaba casi 4 metros y el humo era la señal inequivoca para todos los viandantes que habían decidido unirse a aquella festividad. Las luces que normalmente aunque tibia inundaba la plaza durante las noches estaban ahora apagadas, haciendo del fuego la única fuente de luz y calor. Aquello iluminaba a la perfección hasta 4 metros a su alrededor, pero dejaba en sombras y oscuridad las callejuelas contiguas que daban a la plaza, haciendo dificil ver quien se aproximaba.
Eilydh no sabía bien quien había organizado aquello pero estaba segura que si había sido Matt había invertido un tiempo prudencial en asegurarse que aunque aquello tuviese un ambiente festivo, también conservase el halo tenebroso y oscuro en una ciudad llena de ladrones asesinos y estafadores. Aquello sorprendió a Eilydh, que esperaba más aquella fiesta como un evento para dejarse llevar por el alcohol y las mujeres.
Para contradecir a todo lo que pensaba... Una de las prostitutas pasó sirviendo cerveza por los alrededores. Le ofreció una jarra . la chica que puso los ojos en blanco y declinó la sugerencia, posicionándose en un lugar más o menos visible, esperando a Uriel, al que aún no había visto.
Sacudió la cabeza.
Tenía las suficientes preocupaciones en su mundo como para sentir la necesidad de proteger a alguien que no fuese ella. Además teniendo en cuenta su vida si Uriel hubiese aparecido en ella antes lo más posible es que su pequeña cabeza hubiese acabado en una estaca elfa.
Había estado moviendo sus manos de manera distraida a través de todos los disfraces femeninos colgados en perchas aquí y allaá. Aunque su cabeza no supo exactamente lo que quería sus manos parecían saber exactamente lo que buscaba y no estuvo muy segura de si fue por la inoportuna visión del pirata desconocido o por recuerdos de su pasado que acabó considerando aquel difraz en concreto.
-Creo que vas a asustar muchísimo a algún que otro despistado- dijo llenando su voz de un sentimiento de ternura que no conocía en ella.
Dejó varias monedas sobre el mostrador de la tienda e ignoró de manera reticente la mirada juiciosa de la tendera mientras metía el disfraz que había elegido en una bolsa de tela.
-Por desgracia mi disfraz no esta acabado. Uriel... así que debo vestirme en la posada. Nos vemos en una hora junto a la fuente de la plaza central- dijo la chica y le regaló una caricia en la mejilla al pequeño.
Cualquier otro chico hubiese podido entre el barullo de personas que iban a acumularse en aquel lugar seguramente en aquellas horas, pero por todo lo que había visto hasta ahora, Eilydh sabía que Uriel no lo haría. Salió de la tienda y se encaminó hacia su habitación con los ojos del desconocido con el que se había topado antes aun en su mente, apresurada, casi sintiendo que la seguían.
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El espejo de su habitación de la posada le devolvía una visión que poco se parecía a Eilydh.
Lo cierto esque cuando compró aquel disfraz no pensó que quizás tendría menos tela de la que estaba acostumbrada a usar. Para contrarrestarlo, la chica pintó sobre su cuerpo un sinfin de inscripciones de elfos aborigenes y salvajes cubriendo sus brazos y torso allá donde el corpiño del disfraz no cubría. Había adornado su pelo con objetos que le recordaban a su estadía en los barcos de la isla tortuga, cuentas piratas, palos de altamar,... cualquier cosa que captivase el desorden de aquellos que hacían de la vida pirata la suya misma. Se había preocupado que sus cicatrices en la espalda quedasen totalmente cubiertas por su pelo y el corpiño y que nadie siquiera pudiese atisbar aquella parte de su vulnerabilidad.
Cuando pensó que estaba lo suficientemente irreconocible como para pasar desapercibida, salió de la habitación rumbo a su destino. De camino se encontró con varias prostitutas conocidas que no se habían esforzado mucho en disfrazarse mas de lo que ya lo hacían día a día y que creían que aquel festejo sería una oportunidad única para hacer su agosto antes incluso de que los clientes estuviesen ebrios.
Para cuando llegó al lugar donde había quedado en encontrarse con Uriel, la elfa llegó a pensar si se había equivocado de ciudad. La fogata de la que habían hecho la fuente central se alzaba casi 4 metros y el humo era la señal inequivoca para todos los viandantes que habían decidido unirse a aquella festividad. Las luces que normalmente aunque tibia inundaba la plaza durante las noches estaban ahora apagadas, haciendo del fuego la única fuente de luz y calor. Aquello iluminaba a la perfección hasta 4 metros a su alrededor, pero dejaba en sombras y oscuridad las callejuelas contiguas que daban a la plaza, haciendo dificil ver quien se aproximaba.
Eilydh no sabía bien quien había organizado aquello pero estaba segura que si había sido Matt había invertido un tiempo prudencial en asegurarse que aunque aquello tuviese un ambiente festivo, también conservase el halo tenebroso y oscuro en una ciudad llena de ladrones asesinos y estafadores. Aquello sorprendió a Eilydh, que esperaba más aquella fiesta como un evento para dejarse llevar por el alcohol y las mujeres.
Para contradecir a todo lo que pensaba... Una de las prostitutas pasó sirviendo cerveza por los alrededores. Le ofreció una jarra . la chica que puso los ojos en blanco y declinó la sugerencia, posicionándose en un lugar más o menos visible, esperando a Uriel, al que aún no había visto.
- Referencia disfraz Eilydh:
Eilydh
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
¿Qué se necesitaba para causar terror en los corazones de un grupo numeroso que albergaba a la peor calaña de todo Aerandir? Sin duda era un reto interesante, pero sí no había sustos todo ese festejo no tenía demasiado sentido. Matthew observaba la celebración desde una esquina oscura, aun no quería hacer su gran aparición, prefería esperar a que los ánimos estuvieran un poco más caldeados, digamos, cuando los niveles de alcohol en sangre estuvieran en su culmine.
-¿Qué se supone que eres? - Escuchó una voz chillona venir desde algún rincón, Owens no le prestó demasiada atención, siquiera se giró para verla.
-La muerte roja ¿Que acaso no se nota? -
-¿La muerte roja? Eso no da nada de miedo -
-¿No? ¿Entonces tu disfraz es mejor? - Sólo entonces se giró para descubrir extrañado que no había nadie allí con él - ... Extraño -
Desde donde estaba podía ver también el sitio donde Eil y Uriel iban a encontrarse, estuvo tentado de acercarse. Pero antes de que diera un solo paso, las pocas luces que estaban prendidas en otros sitios se apagaron, no, lo más correcto era decir que ninguna luz podía estar prendida salvo la que producía la llama de la fogata central. El intenso fuego danzaba y parecía tomar una coloración entre roja y azul, produciendo extrañas sombras en los edificios y rincones.
Las personas al principio sonreían, creyendo que se trataba de una sorpresa del Virrey, alguna cosa que Matt había preparado usando Hechiceros. Pero Owens se encontraba igual de sorprendidos que todos ellos, no tenía nada de eso planeado, aunque tenía que admitir que la atmósfera siniestra que se había generado era bastante interesante.
De pronto ciento de risas comenzaron a sonar desde distintos puntos de la plaza, y como si fueran piñatas varios cuerpos fueron cayendo de árboles y postes, quedaban colgados de sus intestinos, sus ojos estaban tapados con las monedas falsas que las personas de Ciudad Lagarto había ofrecido y desde los tajos que los abrían de arriba a abajo podían verse restos de flores y dulces.
-Bien... Ahora oficialmente algo no está saliendo bien - Matthew salió de donde estaba escondido y corrió hacía donde estaba Eil - ¿Qué está ocurriendo? Un poco de muerte no está mal, pero esta no es mi idea de diversión - Cuando estaba a punto de alcanzar a la elfa una sombra salió de la nada y se interpuso entre los dos - Apártate - Dijo Owens utilizando ese tono de mando que no solía usar.
-La Señorita viene conmigo - Ambos hombres cruzaron miradas, Matt lo reconoció como el mismo sujeto que había visto esa tarde, fueron unos pocos segundos tensos - Me haría el hombre más feliz del mundo sí aceptara bailar una pieza conmigo - Agregó, rompiendo el contacto visual con Owens para poner toda su atención en Eilydh.
Alrededor de ellos comenzaba a cundir el pánico, a los primeros cadáveres comenzaron a agregarse más, cada uno de ellos aparecía en posiciones grotescas, como sí fueran títeres o muñecos de tamaño real.
-¿Qué se supone que eres? - Escuchó una voz chillona venir desde algún rincón, Owens no le prestó demasiada atención, siquiera se giró para verla.
-La muerte roja ¿Que acaso no se nota? -
-¿La muerte roja? Eso no da nada de miedo -
-¿No? ¿Entonces tu disfraz es mejor? - Sólo entonces se giró para descubrir extrañado que no había nadie allí con él - ... Extraño -
Desde donde estaba podía ver también el sitio donde Eil y Uriel iban a encontrarse, estuvo tentado de acercarse. Pero antes de que diera un solo paso, las pocas luces que estaban prendidas en otros sitios se apagaron, no, lo más correcto era decir que ninguna luz podía estar prendida salvo la que producía la llama de la fogata central. El intenso fuego danzaba y parecía tomar una coloración entre roja y azul, produciendo extrañas sombras en los edificios y rincones.
Las personas al principio sonreían, creyendo que se trataba de una sorpresa del Virrey, alguna cosa que Matt había preparado usando Hechiceros. Pero Owens se encontraba igual de sorprendidos que todos ellos, no tenía nada de eso planeado, aunque tenía que admitir que la atmósfera siniestra que se había generado era bastante interesante.
De pronto ciento de risas comenzaron a sonar desde distintos puntos de la plaza, y como si fueran piñatas varios cuerpos fueron cayendo de árboles y postes, quedaban colgados de sus intestinos, sus ojos estaban tapados con las monedas falsas que las personas de Ciudad Lagarto había ofrecido y desde los tajos que los abrían de arriba a abajo podían verse restos de flores y dulces.
-Bien... Ahora oficialmente algo no está saliendo bien - Matthew salió de donde estaba escondido y corrió hacía donde estaba Eil - ¿Qué está ocurriendo? Un poco de muerte no está mal, pero esta no es mi idea de diversión - Cuando estaba a punto de alcanzar a la elfa una sombra salió de la nada y se interpuso entre los dos - Apártate - Dijo Owens utilizando ese tono de mando que no solía usar.
-La Señorita viene conmigo - Ambos hombres cruzaron miradas, Matt lo reconoció como el mismo sujeto que había visto esa tarde, fueron unos pocos segundos tensos - Me haría el hombre más feliz del mundo sí aceptara bailar una pieza conmigo - Agregó, rompiendo el contacto visual con Owens para poner toda su atención en Eilydh.
Alrededor de ellos comenzaba a cundir el pánico, a los primeros cadáveres comenzaron a agregarse más, cada uno de ellos aparecía en posiciones grotescas, como sí fueran títeres o muñecos de tamaño real.
Matthew Owens
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
El infante asintió animadamente a las palabras de la elfa, encantado por su reacción, aunque enseguida esta satisfacción fue reemplazada por desilusión ¡La elfa se iba de vuelta al hotel! ¡Con lo bien que se lo estaban pasando! Honestamente, le hubiera gustado estar un poco más de tiempo pegado a ella, pero como el buen niño que era, obedientemente dejó que se fuera y la despidió con una alegre movimiento de su mano, poniéndose de puntitas para que pudiera ser visto un poquito más de tiempo por la cada vez mas lejana Eilydh.
Cuando la elfa se fue, pagó por su disfraz y se marchó de la tienda animadamente, siendo despedido por la sonriente dragona costurera. Las calles de Lagarto ya se habían iluminado completamente en un ambiente festivo, la medianoche apenas había comenzado pero ya había gente borracha y dando a relucir su naturaleza festiva ¡A Uriel el agradaba esta clase de ambiente! Era el único momento en que no encontraba aburridos y tediosos a los adultos ¡Y también era cuando menos le reprochaban travesura! Como era relativamente normal que hubieran un par de muertos durante festividades, nadie investigaría demasiado la muerte de un par de borrachos inútiles en cualquiera de las ciudades ¡Menos aún si tratara de Lagarto! Probablemente no lo harían incluso si fuera un día cualquiera.....
“Jejeje~”
El vampiro correteó alegremente a través de las calles concurridas, en dirección a la placeta donde se iniciaría oficialmente la festividad. El niño en realidad no era especialmente expresivo ni mostraba lo que estaba pensando verdaderamente, de echo, de pequeño, a su maestro le preocupaba la falta de emociones y expresiones en el pequeño recién convertido que era su hijo. Es verdad que en esos momentos sonríe y ríe infantilmente, es verdad, pero lo cierto es que la mayoría de veces eso era completamente premeditado y rara vez lo hace genuinamente ¡Recuerda perfectamente una de las primeras enseñanzas de su maestro!
“Una sonrisa es más efectiva que seriedad a la hora de ganarte a alguien, no lo olvides, mi preciada discípula. Es por eso que debes de sonreír pase lo que pase, especialmente cuando se tiene la natural dulzura y adorabilidad de los niños de tu parte....Esa será tu mejor armadura, mi niña....”
Su conducta era el fruto de un largo entrenamiento y, a su vez, una imitación de su perspicaz maestro, quien jamás dejaba de sonreír ¡Incluso cuando devoraba o mandaba al matadero a sus vasallos siempre mantenía la misma suave y amable sonrisa! Sin embargo, esta vez estaba siendo honesto, estaba genuinamente feliz y alegre por su fantástico disfraz ¡Tras un largo tiempo estaba sonriendo genuinamente! Después de todo, incluso si su sonrisa era normalmente una fachada, seguía siendo un niño bastante puro e ingenuo de corazón, sin ser realmente consiente de que era el bien o el mal.
Si hubiera estado en otra ciudad probablemente hubiera llamado bastante la atención por el curioso traje y por su adorable apariencia, pero esto era Ciudad Lagarto, incluso si alguno que otro lo seguía con la mirada de forma cálida, la mayoría lo ignoraban o sonreirán de lado al verlo ¡Eso hacía que Uriel se sintiera más cómodo! No le gustaba cuando adultos desconocidos le observaran incluso si disfrutaba de su aprobación y atención.
“Hmm~~hmmm~~ ¡Ah! ¡Tanta gente! ¡Así definitivamente no podré ver a la señorita!”
La plazoleta ya estaba a rebozar, llena de mercenarios, criminales y prostitutas que reían y discutían ruidosamente mientras llevaban a cabo su concepto de "disfrutar" y "festejar" ¡Todos eran tan enormes, aún así! Habían algunos debiluchos o normaluchos pero la mayoría poseían cuerpos trabajados y de gran volumen ¡Y por no hablar de la altura! ¡La gente de físico grande siempre le provocaba inseguridad a Uri! ¿Y si enfada a alguno de esos monstruos? ¡Sabe lo suficientemente bien lo poco que le cuesta a un adulto borracho golpear a un niño! Y con esos brazos, un golpe le partiría las costillas como mínimo ¡Definitivamente no quería entrar en contacto con esos potenciales abusadores infantiles! Evitando la hoguera y a los adultos especialmente borrachos, el infante se escabulló entre la gente.
“¡Hey, Tú! ¡Si,si tú! ¡No me mires así, acércate! Jijiji~”
Escuchó una voz infantil mientras correteaba buscando a la elfa ¡Ni si había fijado que había una niña tan cerca de él! La pequeña, quien vestía un vestido sencillo, lo llamó en cuanto el niño se detuvo para mirarla ¡Era una niña bastante bonita! Sus rasgos eran suaves y su cabello sedoso, hasta Uriel se sintió un poco fascinado por la belleza de la pequeña ¡Pero a su vez sintió que algo estaba fuera de lugar! Sus movimientos y cuerpo eran los de un niños, pero su aura y mirada eran extrañas y sorprendentemente adultas ¿Quien era? Aún así, el vampirito obedeció sin pensarlo y dio unos pasitos hasta quedar frente a ella, en respuesta, la pequeña lo escudriño de arriba a abajo con una amplia sonrisa, haciendo sentir incómodo y tímido a Uriel, cuyas mejillas se enrojecieron levemente.
“¿¡De qué vas disfrazado!? ¡Es muy lindo~! Aunque no da tanto miedo jeje~ ¡Yo también quiero un disfraz tan lindo~!”
“B-Bruja….E-es de bruja....”
“¿Eh~? ¿Una bruja? ¡Ya veo, ya veo~! Fufu~ Al menos es más lindo que el del humano adulto aburrido ~ ¡Oh! ¡El disfraz de esa señorita es también taaan lindo~! ¡Quiero una igual!”
Uriel se mostraba visiblemente cohibido y avergonzado, sin mirar directamente a la niña, quien alegremente mostraba su gusto por el tierno disfraz de vampirito ¡Jamás se había sentido tan avergonzado de ser halagado! ¡Solo podía mirar al suelo, cada vez sintiendo su rostro mas y mas rojo a la par que caliente! Por lo general, le daba satisfacción se halagado pero….Sintiendo que era un salva vidas, en cuanto vio hacia donde señalaba la excéntrica niña, Uriel desvió su mirada con curiosidad y rapidez hacía esa dirección, buscando distraer su mente con otra cosa ¡Para su sorpresa señalaba a Eilydh! El vampiro mostró un gesto encantado ¡Finalmente la encontró! Se giró para ver a la niña una última vez antes de ir con la elfa, pero ella ya no estaba ahí ¿En qué momento se fue?
“Que raro….Hmmm ¡Oh, bueno!”
Sacando el suceso rápidamente de su cabeza, el niño se apresuró a llegar hasta la elfa ¡Al menos ya no se sentía tan avergonzado y observado! ¡Pero justo cuando iba a llamarla, el extraño espectáculo de tripas se dispersó por el ambiente! Los primeros en notar que en verdad eran cadáveres fueron, como no, los vampiros yacentes en la plazoleta.
“...”
Como un conejo iluminado por una linterna, el infante quedó hipnotizado por unos segundos por el opresor aroma de las tripas y la sangre del cual se llenó repentinamente el oxigeno del lugar ¡Era tan delicioso! Instintivamente tragó saliva y se lamió los colmillos con un deje hambriento y desesperado, sucumbiendo lentamente ante las ganas de probar un trago del liquido que expulsaba semejante dulzón aroma ¿Esto era..? ¡OH! ¡MIERDA! ¡No! ¡Oh, no, no, no! Apenas se dio cuenta de su trance, el infante se golpeó los mofletes para descentrarse del dulce aroma a hierro ¡No podía sucumbir ahí! Es verdad que no había precensia de La Guardia ahí ¡Pero eso no se aplicaba a cazadores! ¿Que haría si por sucumbir ante tantos ojos desconocidos se encontraba con cazadores ocultos? Haciendo alarde del gran autocontrol de los Nova, el niño volvió a sus sentidos relativamente rápido.
“¡Señorita! ¿Se encuentra bi-...?¡Ah! ¡Usted…!”
Llegó justo para presenciar la tensa situación entre los tres adultos. El vampiro adulto, con una sonrisa, miraba amorosamente -Casi fanáticamente.- a la elfa y la invitaba a bailar ¡Uriel sintió un escalofrío al verlo! Uriel conocía a su propia gente demasiado bien, sabía que si la elfa aceptaba la invitación estaría acabada ¡Nunca había que aceptar nada proveniente de un vampiro! Si la aceptaba, podrían pasar dos cosas; Ser la próxima cena o acabar convertida. El vampirito dio un paso adelante, apunto de salir disparado para salvar de semejante situación a la amable elfa ¡Si huían rápido aún podían salir de esa situación ilesos! Pero un golpe de lógica, hizo que se detuviera
“...”
El infante se quedó parado, viendo la situación con nerviosismo y preocupación ¡Su recién descubierto cariño por la elfa le dijo que debía sacarla de ahí! Pero sabía perfectamente que no debía interferir en la caza de un vampiro más poderoso y viejo que él, si no quería acabar mal parado ¡Le tenía cariño a la mujer, pero no era lo suficiente para que arriesgara su vida! Observó en silencio la situación con frustración y miedo, sin prestar atención al terror colectivo de los alrededores.
“¡Ah~! ¡Que maleducado de mi parte! Mi nombre es Torghoud Reis, un humilde exhijo de la mar y…..un admirador de mi amada dama….”
Apenas escuchó el nombre, un escalofrío recorrió su espalda ¿Torghoud Reis? ¿Como el pirata Dragut? ¡Pero sin duda ya estaba….! Pero tampoco había nada que lo contradijera más allá del detalle de que se suponía que Dragut estaba muerto….Pero si en verdad era él ¡Entonces sí que estaban jodidos! Ese hombre no era un simple pirata, tampoco un simple vampiro ¡Era le jodido Torghoud Reis!
"Ella" siempre le hablaba del pirata Dragut; Con tan solo 80 años después de la conversión era perfectamente capaz de controlar sus habilidades de vampiro, siendo un verdadero genio en todo lo que hiciera y se propusiera ¡Sacó del agujero en el que se hallaban a la nobleza vampira! Sin su intervención, importantes familias no hubieran llegado a vivir tanto como lo hicieron. Y durante su existencia, que duró cerca de 330 años, fue el canon de vampiro perfecto de la época incluso entre la nobleza vampira ¡A "ella" siempre le brillaban los ojos cuando le explicaba sus hazañas! ¡Siempre le decía que fue un honor el que pudiera conocerlo un par de veces en vida! Aunque a su maestro no le agradaba demasiado, la familia Reis seguía teniendo bastante influencia dado su antigüedad y, por su puesto, la figura de uno de los vampiros mas poderosos de la historia ¿Porque diablos estaba...? ¡No, no! Incluso si fuera mentira que lo ejecutaron, debería estar muerto ya ¡Los vampiros no solían aguantar mas de 340 años! Es verdad que aveces aparecían algunos un poco mas longevos, pero no debería haber ninguno tanto como para llegar a los 500 años de edad ¿Entonces como..? ¡Es imposible! ¡Debía de ser un farsante! ¡Alguien estaba robando el nombre del gran Dragut! Con el coraje y molestia de sentir que debía salvar a la elfa y limpiar el nombre del gran vampiro Dragut, el infante avanzó rápidamente mientas exclamaba;
"¡Impostor! ¡El señor Torghoud Reis falleció por culpa de la traición de unos insectos! Es imposible que alguien como esta persona sea semejante honorable persona ¡Señorita, por favor, aléjese! Ahora no puedo explicárselo bien, pero este hombre es peligroso ¡No le haga caso o cosas malas pasarán! ¡Se lo ruego!"
Quedó cerca de los tres adultos, cerrando el circulo del cuarteto desubicados de la situación global de la plaza ¡Casi parecía una novela romántica tragi-cómica! La dama hermosa, la pareja oficial que no la valora, el amante perdidamente enamorado de ella y el niño inoportuno que detesta a los dos hombres y adora a la dama como una hermana-madre ¡Solo les faltaba la madrastra malvada! El extraño ambiente de novela era incluso mas anticlimatico por los constantes gritos de los ciudadanos de Lagarto, que huían de seres invisibles que reían y jugaban mientras mutilaban y destripaban a cualquiera que atraparan. Llevaban como 7 minutos de masacre y el grupo seguía a lo suyo. Aún ignorando los alrededores, Dragut se giró para mirar curiosamente a la infantil voz que lo llamó "farsante", con un deje de molestia pero sin estar realmente furioso, sus ojos se abrieron en cuanto notó la esencia familiar de los suyos en el pequeño niño disfrazado adorablemente de brujita.
"¿...? Espera...Oh....¿En serio...?..Tú....¿Tan bajo hemos caído como para que niños sean convertidos también? ¡Si que hemos cambiado este puñado de años! Y esa forma de hablar pedante y postura recta cual mástil...¿Noble? ¡Esto si que es un buen chiste! Dime por la espuma de mar que no eres de los Reis, porque sino si sería el colmo de lo irónico...."
"...Nova....Soy un Nova...."
Uriel no supo porque contestó, pero lo hizo ¡En cuanto se dio cuenta, se tapó la boca con un deje sorprendido! Dragut contuvo una sonrisa de burla ante la reacción del niño, no soltó la mano de Eilydh, pero de forma divertida añadió, con un amigable tono;
"¿Un Nova? ¡Conque seguís vivos! Creo que el último Nova son el que hablé fue una bastante decente tanto en fuerza como en actitud ¿Magenta era? ¿Marie? ¡Oh, no, no! ¡Era el nombre de una flora, creo! ¡Oh, si, si! ¿Creo que era Magnolia? ¡Si, si! ¡Era Magnolia! ¡Una chiquilla bastante maja! ¿Eres su hijo? "
"No....Ella era la madre de mi maestro....."
Esta vez respondió apropósito, de forma lenta y con el rostro algo pálido ¡Sabía el nombre del maestro de su maestro! ¡El nombre de "ella"! Ella murió con....Y lo conoció siendo una recién convertida, o eso le explico a Uriel.....Entonces este tipo.....No....No puede....¿Pero entonces como sabría? Entonces....¿El de verdad? ¡Algo así....! Comprendiendo que no era algo que tomar a la ligera, Uriel comprendió que que estaban mas jodidos del o que pensaban ¡Ningún vampiro que pasara de los 340 años era normal! Solo la voz alegre del vampiro fantasma lo sacó de sus pensamientos;
"¡Oh, ya veo, ya veo! ¡Su, nieto, por supuesto! ¡Perdón, perdón! Siempre se me olvida que ya a pasado un tiempo~ ¡Mira, pequeño Nova! Como eres el nieto de la pequeña Magnolia, ignoraré que me llamaras impostor ¿Vale? ¡Pero no vuelvas a interponerte entre mi dulce dama y yo! Sino la próxima vez, no seré tan paciente."
La sonrisa que le dedico al niño, antes de girarse de nuevo a la elfa, fue amigable y hasta dulce ¡Parecía que de verdad se llevó una buena impresión de "ella" y los Nova! Pero Uriel comprendió que no era así, dejó pasar la ofensa porque no quería revelar su raza ahí mismo a pesar de no estar ocultándolo particularmente ¡Y el brilló frío en sus ojos se lo hizo comprender! Si volvía a interferir, definitivamente sería asesinado. Solo de pensarlo hizo que Uriel se estremeciera y diera un paso hacía detrás, sintiendo en su piel al sed de sangre del pirata.
"Ah~ Parece que hemos perdido al oportunidad de bailar, mi hermosa Mar ¡Si tan solo no hubiera interferido! Supongo que no podremos dar rienda a nuestro amor a menos que estemos solos ¡En ese caso! ¡Con el permiso de mi Estrellita!"
finalmente prestando atención a la masacre en la plaza, Darug comprendió que no era ni el lugar ni el ambiente para seducir a Eilydh, tampoco para convencerla de estar con él ¡Debía buscar un mejor lugar! Aprovechando que tenía su mano sujeta, tiró de ella hacía sus brazos para luego pasar su brazo izquierdo por debajo de sus rodillas y levantarla del suelo al estilo princesa ¡Le sonrío amorosamente a la elfa y exclamó!
"¡Déjame llevarte a un lugar maravilloso, mi hermosa sirena de aguas dulces! ¡Conozco el lugar perfecto en donde no seremos molestados!"
Acto seguido, se preparó para echarse a correr sin pedir la opinión de la elfa, obviamente intentado secuestrar a la elfa en la cara de Matthew y Uriel.
Cuando la elfa se fue, pagó por su disfraz y se marchó de la tienda animadamente, siendo despedido por la sonriente dragona costurera. Las calles de Lagarto ya se habían iluminado completamente en un ambiente festivo, la medianoche apenas había comenzado pero ya había gente borracha y dando a relucir su naturaleza festiva ¡A Uriel el agradaba esta clase de ambiente! Era el único momento en que no encontraba aburridos y tediosos a los adultos ¡Y también era cuando menos le reprochaban travesura! Como era relativamente normal que hubieran un par de muertos durante festividades, nadie investigaría demasiado la muerte de un par de borrachos inútiles en cualquiera de las ciudades ¡Menos aún si tratara de Lagarto! Probablemente no lo harían incluso si fuera un día cualquiera.....
“Jejeje~”
El vampiro correteó alegremente a través de las calles concurridas, en dirección a la placeta donde se iniciaría oficialmente la festividad. El niño en realidad no era especialmente expresivo ni mostraba lo que estaba pensando verdaderamente, de echo, de pequeño, a su maestro le preocupaba la falta de emociones y expresiones en el pequeño recién convertido que era su hijo. Es verdad que en esos momentos sonríe y ríe infantilmente, es verdad, pero lo cierto es que la mayoría de veces eso era completamente premeditado y rara vez lo hace genuinamente ¡Recuerda perfectamente una de las primeras enseñanzas de su maestro!
“Una sonrisa es más efectiva que seriedad a la hora de ganarte a alguien, no lo olvides, mi preciada discípula. Es por eso que debes de sonreír pase lo que pase, especialmente cuando se tiene la natural dulzura y adorabilidad de los niños de tu parte....Esa será tu mejor armadura, mi niña....”
Su conducta era el fruto de un largo entrenamiento y, a su vez, una imitación de su perspicaz maestro, quien jamás dejaba de sonreír ¡Incluso cuando devoraba o mandaba al matadero a sus vasallos siempre mantenía la misma suave y amable sonrisa! Sin embargo, esta vez estaba siendo honesto, estaba genuinamente feliz y alegre por su fantástico disfraz ¡Tras un largo tiempo estaba sonriendo genuinamente! Después de todo, incluso si su sonrisa era normalmente una fachada, seguía siendo un niño bastante puro e ingenuo de corazón, sin ser realmente consiente de que era el bien o el mal.
Si hubiera estado en otra ciudad probablemente hubiera llamado bastante la atención por el curioso traje y por su adorable apariencia, pero esto era Ciudad Lagarto, incluso si alguno que otro lo seguía con la mirada de forma cálida, la mayoría lo ignoraban o sonreirán de lado al verlo ¡Eso hacía que Uriel se sintiera más cómodo! No le gustaba cuando adultos desconocidos le observaran incluso si disfrutaba de su aprobación y atención.
“Hmm~~hmmm~~ ¡Ah! ¡Tanta gente! ¡Así definitivamente no podré ver a la señorita!”
La plazoleta ya estaba a rebozar, llena de mercenarios, criminales y prostitutas que reían y discutían ruidosamente mientras llevaban a cabo su concepto de "disfrutar" y "festejar" ¡Todos eran tan enormes, aún así! Habían algunos debiluchos o normaluchos pero la mayoría poseían cuerpos trabajados y de gran volumen ¡Y por no hablar de la altura! ¡La gente de físico grande siempre le provocaba inseguridad a Uri! ¿Y si enfada a alguno de esos monstruos? ¡Sabe lo suficientemente bien lo poco que le cuesta a un adulto borracho golpear a un niño! Y con esos brazos, un golpe le partiría las costillas como mínimo ¡Definitivamente no quería entrar en contacto con esos potenciales abusadores infantiles! Evitando la hoguera y a los adultos especialmente borrachos, el infante se escabulló entre la gente.
“¡Hey, Tú! ¡Si,si tú! ¡No me mires así, acércate! Jijiji~”
Escuchó una voz infantil mientras correteaba buscando a la elfa ¡Ni si había fijado que había una niña tan cerca de él! La pequeña, quien vestía un vestido sencillo, lo llamó en cuanto el niño se detuvo para mirarla ¡Era una niña bastante bonita! Sus rasgos eran suaves y su cabello sedoso, hasta Uriel se sintió un poco fascinado por la belleza de la pequeña ¡Pero a su vez sintió que algo estaba fuera de lugar! Sus movimientos y cuerpo eran los de un niños, pero su aura y mirada eran extrañas y sorprendentemente adultas ¿Quien era? Aún así, el vampirito obedeció sin pensarlo y dio unos pasitos hasta quedar frente a ella, en respuesta, la pequeña lo escudriño de arriba a abajo con una amplia sonrisa, haciendo sentir incómodo y tímido a Uriel, cuyas mejillas se enrojecieron levemente.
“¿¡De qué vas disfrazado!? ¡Es muy lindo~! Aunque no da tanto miedo jeje~ ¡Yo también quiero un disfraz tan lindo~!”
“B-Bruja….E-es de bruja....”
“¿Eh~? ¿Una bruja? ¡Ya veo, ya veo~! Fufu~ Al menos es más lindo que el del humano adulto aburrido ~ ¡Oh! ¡El disfraz de esa señorita es también taaan lindo~! ¡Quiero una igual!”
Uriel se mostraba visiblemente cohibido y avergonzado, sin mirar directamente a la niña, quien alegremente mostraba su gusto por el tierno disfraz de vampirito ¡Jamás se había sentido tan avergonzado de ser halagado! ¡Solo podía mirar al suelo, cada vez sintiendo su rostro mas y mas rojo a la par que caliente! Por lo general, le daba satisfacción se halagado pero….Sintiendo que era un salva vidas, en cuanto vio hacia donde señalaba la excéntrica niña, Uriel desvió su mirada con curiosidad y rapidez hacía esa dirección, buscando distraer su mente con otra cosa ¡Para su sorpresa señalaba a Eilydh! El vampiro mostró un gesto encantado ¡Finalmente la encontró! Se giró para ver a la niña una última vez antes de ir con la elfa, pero ella ya no estaba ahí ¿En qué momento se fue?
“Que raro….Hmmm ¡Oh, bueno!”
Sacando el suceso rápidamente de su cabeza, el niño se apresuró a llegar hasta la elfa ¡Al menos ya no se sentía tan avergonzado y observado! ¡Pero justo cuando iba a llamarla, el extraño espectáculo de tripas se dispersó por el ambiente! Los primeros en notar que en verdad eran cadáveres fueron, como no, los vampiros yacentes en la plazoleta.
“...”
Como un conejo iluminado por una linterna, el infante quedó hipnotizado por unos segundos por el opresor aroma de las tripas y la sangre del cual se llenó repentinamente el oxigeno del lugar ¡Era tan delicioso! Instintivamente tragó saliva y se lamió los colmillos con un deje hambriento y desesperado, sucumbiendo lentamente ante las ganas de probar un trago del liquido que expulsaba semejante dulzón aroma ¿Esto era..? ¡OH! ¡MIERDA! ¡No! ¡Oh, no, no, no! Apenas se dio cuenta de su trance, el infante se golpeó los mofletes para descentrarse del dulce aroma a hierro ¡No podía sucumbir ahí! Es verdad que no había precensia de La Guardia ahí ¡Pero eso no se aplicaba a cazadores! ¿Que haría si por sucumbir ante tantos ojos desconocidos se encontraba con cazadores ocultos? Haciendo alarde del gran autocontrol de los Nova, el niño volvió a sus sentidos relativamente rápido.
“¡Señorita! ¿Se encuentra bi-...?¡Ah! ¡Usted…!”
Llegó justo para presenciar la tensa situación entre los tres adultos. El vampiro adulto, con una sonrisa, miraba amorosamente -Casi fanáticamente.- a la elfa y la invitaba a bailar ¡Uriel sintió un escalofrío al verlo! Uriel conocía a su propia gente demasiado bien, sabía que si la elfa aceptaba la invitación estaría acabada ¡Nunca había que aceptar nada proveniente de un vampiro! Si la aceptaba, podrían pasar dos cosas; Ser la próxima cena o acabar convertida. El vampirito dio un paso adelante, apunto de salir disparado para salvar de semejante situación a la amable elfa ¡Si huían rápido aún podían salir de esa situación ilesos! Pero un golpe de lógica, hizo que se detuviera
“...”
El infante se quedó parado, viendo la situación con nerviosismo y preocupación ¡Su recién descubierto cariño por la elfa le dijo que debía sacarla de ahí! Pero sabía perfectamente que no debía interferir en la caza de un vampiro más poderoso y viejo que él, si no quería acabar mal parado ¡Le tenía cariño a la mujer, pero no era lo suficiente para que arriesgara su vida! Observó en silencio la situación con frustración y miedo, sin prestar atención al terror colectivo de los alrededores.
“¡Ah~! ¡Que maleducado de mi parte! Mi nombre es Torghoud Reis, un humilde exhijo de la mar y…..un admirador de mi amada dama….”
Apenas escuchó el nombre, un escalofrío recorrió su espalda ¿Torghoud Reis? ¿Como el pirata Dragut? ¡Pero sin duda ya estaba….! Pero tampoco había nada que lo contradijera más allá del detalle de que se suponía que Dragut estaba muerto….Pero si en verdad era él ¡Entonces sí que estaban jodidos! Ese hombre no era un simple pirata, tampoco un simple vampiro ¡Era le jodido Torghoud Reis!
"Ella" siempre le hablaba del pirata Dragut; Con tan solo 80 años después de la conversión era perfectamente capaz de controlar sus habilidades de vampiro, siendo un verdadero genio en todo lo que hiciera y se propusiera ¡Sacó del agujero en el que se hallaban a la nobleza vampira! Sin su intervención, importantes familias no hubieran llegado a vivir tanto como lo hicieron. Y durante su existencia, que duró cerca de 330 años, fue el canon de vampiro perfecto de la época incluso entre la nobleza vampira ¡A "ella" siempre le brillaban los ojos cuando le explicaba sus hazañas! ¡Siempre le decía que fue un honor el que pudiera conocerlo un par de veces en vida! Aunque a su maestro no le agradaba demasiado, la familia Reis seguía teniendo bastante influencia dado su antigüedad y, por su puesto, la figura de uno de los vampiros mas poderosos de la historia ¿Porque diablos estaba...? ¡No, no! Incluso si fuera mentira que lo ejecutaron, debería estar muerto ya ¡Los vampiros no solían aguantar mas de 340 años! Es verdad que aveces aparecían algunos un poco mas longevos, pero no debería haber ninguno tanto como para llegar a los 500 años de edad ¿Entonces como..? ¡Es imposible! ¡Debía de ser un farsante! ¡Alguien estaba robando el nombre del gran Dragut! Con el coraje y molestia de sentir que debía salvar a la elfa y limpiar el nombre del gran vampiro Dragut, el infante avanzó rápidamente mientas exclamaba;
"¡Impostor! ¡El señor Torghoud Reis falleció por culpa de la traición de unos insectos! Es imposible que alguien como esta persona sea semejante honorable persona ¡Señorita, por favor, aléjese! Ahora no puedo explicárselo bien, pero este hombre es peligroso ¡No le haga caso o cosas malas pasarán! ¡Se lo ruego!"
Quedó cerca de los tres adultos, cerrando el circulo del cuarteto desubicados de la situación global de la plaza ¡Casi parecía una novela romántica tragi-cómica! La dama hermosa, la pareja oficial que no la valora, el amante perdidamente enamorado de ella y el niño inoportuno que detesta a los dos hombres y adora a la dama como una hermana-madre ¡Solo les faltaba la madrastra malvada! El extraño ambiente de novela era incluso mas anticlimatico por los constantes gritos de los ciudadanos de Lagarto, que huían de seres invisibles que reían y jugaban mientras mutilaban y destripaban a cualquiera que atraparan. Llevaban como 7 minutos de masacre y el grupo seguía a lo suyo. Aún ignorando los alrededores, Dragut se giró para mirar curiosamente a la infantil voz que lo llamó "farsante", con un deje de molestia pero sin estar realmente furioso, sus ojos se abrieron en cuanto notó la esencia familiar de los suyos en el pequeño niño disfrazado adorablemente de brujita.
"¿...? Espera...Oh....¿En serio...?..Tú....¿Tan bajo hemos caído como para que niños sean convertidos también? ¡Si que hemos cambiado este puñado de años! Y esa forma de hablar pedante y postura recta cual mástil...¿Noble? ¡Esto si que es un buen chiste! Dime por la espuma de mar que no eres de los Reis, porque sino si sería el colmo de lo irónico...."
"...Nova....Soy un Nova...."
Uriel no supo porque contestó, pero lo hizo ¡En cuanto se dio cuenta, se tapó la boca con un deje sorprendido! Dragut contuvo una sonrisa de burla ante la reacción del niño, no soltó la mano de Eilydh, pero de forma divertida añadió, con un amigable tono;
"¿Un Nova? ¡Conque seguís vivos! Creo que el último Nova son el que hablé fue una bastante decente tanto en fuerza como en actitud ¿Magenta era? ¿Marie? ¡Oh, no, no! ¡Era el nombre de una flora, creo! ¡Oh, si, si! ¿Creo que era Magnolia? ¡Si, si! ¡Era Magnolia! ¡Una chiquilla bastante maja! ¿Eres su hijo? "
"No....Ella era la madre de mi maestro....."
Esta vez respondió apropósito, de forma lenta y con el rostro algo pálido ¡Sabía el nombre del maestro de su maestro! ¡El nombre de "ella"! Ella murió con....Y lo conoció siendo una recién convertida, o eso le explico a Uriel.....Entonces este tipo.....No....No puede....¿Pero entonces como sabría? Entonces....¿El de verdad? ¡Algo así....! Comprendiendo que no era algo que tomar a la ligera, Uriel comprendió que que estaban mas jodidos del o que pensaban ¡Ningún vampiro que pasara de los 340 años era normal! Solo la voz alegre del vampiro fantasma lo sacó de sus pensamientos;
"¡Oh, ya veo, ya veo! ¡Su, nieto, por supuesto! ¡Perdón, perdón! Siempre se me olvida que ya a pasado un tiempo~ ¡Mira, pequeño Nova! Como eres el nieto de la pequeña Magnolia, ignoraré que me llamaras impostor ¿Vale? ¡Pero no vuelvas a interponerte entre mi dulce dama y yo! Sino la próxima vez, no seré tan paciente."
La sonrisa que le dedico al niño, antes de girarse de nuevo a la elfa, fue amigable y hasta dulce ¡Parecía que de verdad se llevó una buena impresión de "ella" y los Nova! Pero Uriel comprendió que no era así, dejó pasar la ofensa porque no quería revelar su raza ahí mismo a pesar de no estar ocultándolo particularmente ¡Y el brilló frío en sus ojos se lo hizo comprender! Si volvía a interferir, definitivamente sería asesinado. Solo de pensarlo hizo que Uriel se estremeciera y diera un paso hacía detrás, sintiendo en su piel al sed de sangre del pirata.
"Ah~ Parece que hemos perdido al oportunidad de bailar, mi hermosa Mar ¡Si tan solo no hubiera interferido! Supongo que no podremos dar rienda a nuestro amor a menos que estemos solos ¡En ese caso! ¡Con el permiso de mi Estrellita!"
finalmente prestando atención a la masacre en la plaza, Darug comprendió que no era ni el lugar ni el ambiente para seducir a Eilydh, tampoco para convencerla de estar con él ¡Debía buscar un mejor lugar! Aprovechando que tenía su mano sujeta, tiró de ella hacía sus brazos para luego pasar su brazo izquierdo por debajo de sus rodillas y levantarla del suelo al estilo princesa ¡Le sonrío amorosamente a la elfa y exclamó!
"¡Déjame llevarte a un lugar maravilloso, mi hermosa sirena de aguas dulces! ¡Conozco el lugar perfecto en donde no seremos molestados!"
Acto seguido, se preparó para echarse a correr sin pedir la opinión de la elfa, obviamente intentado secuestrar a la elfa en la cara de Matthew y Uriel.
Uri
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
El ajetreo de todos los que lo rodeaban empezaba a molestar a Eilydh, que poco a poco empezaba a exasperarse ante la ausencia de sus compañeros. Se apoyó en una silla cercana, la única que parecía vacía y a medida que los participantes de aquella fiesta comenzaba a embriagarse, también la actitud de los mismos para con los otros.
Lo cierto era que ciudad lagarto no era conocida por ser un lugar para pudorosos, pero el aliciente del alcohol sin duda había hecho desaparecer las pocas inhibiciones que sus habitantes pudiesen tener. Hasta el pequeño Uriel parecía envuelto en un aura sonrojada cuando por fin dio con el. Se dispuso a acercarse al niño que hablaba con alguien oculta por otras personas cuando la poca luz que los envolvía se apagó, como anunciando algo.
El suspiro de asombro con un "aw" de la multiud fue rapidamente reemplazado por desgana cuando a los tres minutos no pasó nada fuera de lo corriente. Eilydh no sabía que Matt había preparado una sorpresa, pero conociéndolo había convencido a Brenda para vestirse de fantasma y asustar a los niños que aún seguían despiertos, de mala gana y a regañadientes. Pero nada paso.
Nada que al menos pudiese salirse de lo normal. Eilydh vio acercarse a Matt con un gesto poco comun en sus facciones y antes de que la urgencia se apoderase de su propio gesto, la sensación que había sentido no mucho antes en las clles que rodeaban las tiendas volvió a aparecer, y con ella el desconocido.
Con la mirada misma de los mares azules en los que había pasado varios meses, la sonrisa coqueta de quien cree tener un secreto diseñado para sus únicos oídos y la certeza de quien sabe que quieres conocer ese secreto. Le tendió la mano para un baile y aquello no pareció entusiasmar al pequeño Uri que se había por fin acercado a los demás y comenzó una conversación con el recien llegado que apenas llegó a transferirse a la mente de Eilydh.
Por alguna razón sus pensamientos estaban nublados. ¿Conocía a aquel hombre? Necesitaba conocerlo. No lo sabía hasta unos minutos antes pero aquel hombre era estrictamente necesario para que ella fuese feliz, al menos aquella noche. El hecho de que molestase de alguna manera a Matt tan solo era un aliciente.
Por algún extraño motivo, Eilydh sintió una agradable sensación en el pecho, cálida, al pensar que aquel desconocido se había interesado de entre todas las presentes, en ella. Y lo que era más... a Owens aquello no le gustaba. Por lo que quizás el hombre también compartiese un interés en la elfa después de todo.
Antes de que se diese cuenta, Eilydh estaba apartando al virrey de manera gentil pero firme y acercándose al recién llegado, contra todo pronóstico. No recordaba haber siquiera dado los pasos necesarios para llegar a él.
-Espero que no sea cierto eso que dicen de que los hombres de mar tienen dos pies izquierdos, pues- dijo, casi apunto de rozar la mano que el desconocido le tendía, embelesada.
Pero entonces lo oyó.
Un grito ahogado. Frio. Tan alto como para romper el bulicio sin almohadillarlo. Y aquello fue quizás lo que la sacó de aquel trance momentáneo.
Retiró su mano sin haber llegado a tocar la del hombre y sacudió la cabeza ¿Quién era aquella elfa y porque se había apoderado de su mente? Se odió por unos segundos, pero a decir verdad, no tuvo demasiado tiempo para hacerlo, pues en los siguientes dos o tres minutos el caos que normalmente dominaba su cabeza inundó aquella fiesta.
De todos lados y como salidos de pesadillas rudas y macabras, aparecieron hombres y mujeres que Eilydh reconocía como habitantes de ciudad lagarto, envueltos en el rojo intenso de la sangre. En un primer momento la elfa pensó que eran disfraces bien conseguidos, al fin y al cabo, no sería la primera vez que hombres intentaban competir con Matt Owens en varios aspectos y el mejor disfraz sería una buena oportunidad para ello.
Pero los gestos desgarrados de los hombres y mujeres, cada vez más que avanzaban a duras penas hacia la plaza y parecían aparecer de la oscuridad inmensa, agarrandose a cualquier persona que estuviese en sus caminos, pidiendo auxilio con la mirada hasta desfallecer, finalmente en el suelo no parecía ser un invento de Owens. A ellos se le sumó alguno que otras partes del cuerpo desmembrada que cayeron de la oscuridad como lluvia intensa, como la gota que colmó el pánico y creo histeria colectiva.
Los hombres mujeres y niños que acudieron a aquella fiesta empezaron a correr desvaporidos, Hacia todos lados, con gritos de terror al encontrar a vecinos y amigos tirados en el piso, luchando por su vida.
¿Qué pasaba? ¿Quién les estaba atacando?
Eilydh deseó que hubiesen ajustado luces de emergencia, tan solo por la certitud de saber a que se enfrentaban. Se acercó a Matt, buscando a tientas la mano del hombre, para cerciorarse de que estaba bien, e hizo lo mismo buscando a Uriel... No pudo avanzar dos pasos sin sentir que alguien la asía en dirección opuesta por la cintura.
-No temas, mi estrella, acompáñame por aquí... creo que esta fiesta se esta alargando demasiado y quizás mi barco sea el mejor lugar para que...-
-No- dijo Eilydh, resistiéndose- Necesito encontrar a Matt y a Uriel./-Necesito saber... ¿Dónde se han metido? hace nada estaban aquí cerca de...
Era como si alguien hubiese lanzado un hechizo de oscuridad y la elfa no atinaba a ver más allá de sus pies y manos, y las manos que la apresaban por la cintura, como una niebla intensa y oscura.
Se deshizo no sin esfuerzo del abrazo de aquel desconocido, caminó varios metros chocando de cuando en cuando con personas que corrían de aquí a allá. Algunas desangrándose, otras demasiado heridas como para avanzar, arrastrándose. Sus amigos no podían estar muy lejos.. la plaza de ciudad lagarto no era tan grande, no había tantas personas y...
-Soy tu faro... estrella- La figura del desconocido apareció de pronto, frente a ella como salida de la nada y la sonrisa que hacía unos segundos le había parecido atractiva, mezclada con la ausencia de luz y sus dientes perfectamente blancos, algo más alargados de lo normal.- [color=#006699Seré tu sandorai libre. La habitación clara cerca de la cocina donde solías leer a escondidas de niña. Seré la cueva que formaban las raíces del árbol madre, esas donde diste tu primer beso. Me cercioraré de que la daga que portas en tu muslo no sea el único sol que se torne a mirarte, seré tuyo, Eilydh Skye. Y tu serás mía.[/color]
... y por algún motivo que Eilydh no llegaba a comprender, necesitaba justo eso. Que aquel hombre la guiase. Que fuese su faro. Agarrar su mano y seguirlo, templar las aguas de los mares que le ofreciese y simplemente navegar.
-Guíame, entonces...- dijo con una voz casi autómata, sin intensidad en los ojos y sumisa.¿Cómo sabía todo aquello? Quizás... quizás y fuese el destino. Sus dioses mandándole una señal. Quizás ese hombre era todo lo que había buscado en si misma sin darse cuenta de que al final todos los demás tenían razón y su vida no era nada sin alguien que la guiase de la mano. Eilydh lo siguió sin pensar demasiado, como bajo un embrujo.
El hombre se llevó las manos al bolsillo y sacó una cerilla que encendió con habilidad e instó a la elfa a seguirlo. Eilydh hizo lo propio, casi sin preguntarse el porque. Aquel hombre parecía entender algo de ella que creía dormido...
Un cuerpo pequeño saltó sobre ella. De la nada.
Con la suficiente fuerza como para hacerla caer al suelo. Aquel cuerpo menudo se hincó en su piel, estocando con algo punzante en su abdomen, o al menos intentandolo. La elfa forcejeó lo suficiente como para deshacerse de aquel menudo cuerpo, llevó su mano a Karma y tomó del brazo a aquello que la había atacado.
Era una niña.
Una niña menuda que parecía a punto de llorar. Su cabello sedoso a la luz de la única cerilla encendida en el suelo. Su rostro aperlado. Eilydh estaba confundida... ¿aquella niña había intentado matarla? Se acercó a ella como si hubiese sido un error y la niña necesitase protección... cuando estuvo a menos de dos palmos de ella, la niña se tiró de nuevo a su cuello, con un cuchillo en la mano que escondía.
Esta vez, Torghoud la alejó de ella, asestándole un golpe en la cabeza que la dejó caer al suelo. Una vez en el suelo, sin conocimiento, el vampiro la levantó y apresó su tierno cuello entre sus manos haciendo presión. La niña recuperó el conocimiento en medio de aquel ataque. Intentó defenderse pero era demasiado tarde y privada de aire comenzó a convulsionar hasta que finalmente pereció.
- Nadie... toca... a... mi... Estrella- dijo el hombre y dejó caer el cuerpo de la niña sin vida al suelo.
Algo en el placer intenso en el rostro de aquel vampiro al matar a sangre fría a aquella niña revolvió las tripas de Eilydh.
-¿Me sigues pues. querida?- dijo el hombre, ofreciendole su mano para levantarse del suelo.- La sombra de la única cerilla que les alumbraba proyectó una imagen macabra en el rostro del hombre, casi translucida por un momento.
Eilydh comprendió entonces que no estaba a salvo. Necesitaba encontrar a Matt y Uriel.
Necesitaban escapar de allí cuanto antes
Lo cierto era que ciudad lagarto no era conocida por ser un lugar para pudorosos, pero el aliciente del alcohol sin duda había hecho desaparecer las pocas inhibiciones que sus habitantes pudiesen tener. Hasta el pequeño Uriel parecía envuelto en un aura sonrojada cuando por fin dio con el. Se dispuso a acercarse al niño que hablaba con alguien oculta por otras personas cuando la poca luz que los envolvía se apagó, como anunciando algo.
El suspiro de asombro con un "aw" de la multiud fue rapidamente reemplazado por desgana cuando a los tres minutos no pasó nada fuera de lo corriente. Eilydh no sabía que Matt había preparado una sorpresa, pero conociéndolo había convencido a Brenda para vestirse de fantasma y asustar a los niños que aún seguían despiertos, de mala gana y a regañadientes. Pero nada paso.
Nada que al menos pudiese salirse de lo normal. Eilydh vio acercarse a Matt con un gesto poco comun en sus facciones y antes de que la urgencia se apoderase de su propio gesto, la sensación que había sentido no mucho antes en las clles que rodeaban las tiendas volvió a aparecer, y con ella el desconocido.
Con la mirada misma de los mares azules en los que había pasado varios meses, la sonrisa coqueta de quien cree tener un secreto diseñado para sus únicos oídos y la certeza de quien sabe que quieres conocer ese secreto. Le tendió la mano para un baile y aquello no pareció entusiasmar al pequeño Uri que se había por fin acercado a los demás y comenzó una conversación con el recien llegado que apenas llegó a transferirse a la mente de Eilydh.
Por alguna razón sus pensamientos estaban nublados. ¿Conocía a aquel hombre? Necesitaba conocerlo. No lo sabía hasta unos minutos antes pero aquel hombre era estrictamente necesario para que ella fuese feliz, al menos aquella noche. El hecho de que molestase de alguna manera a Matt tan solo era un aliciente.
Por algún extraño motivo, Eilydh sintió una agradable sensación en el pecho, cálida, al pensar que aquel desconocido se había interesado de entre todas las presentes, en ella. Y lo que era más... a Owens aquello no le gustaba. Por lo que quizás el hombre también compartiese un interés en la elfa después de todo.
Antes de que se diese cuenta, Eilydh estaba apartando al virrey de manera gentil pero firme y acercándose al recién llegado, contra todo pronóstico. No recordaba haber siquiera dado los pasos necesarios para llegar a él.
-Espero que no sea cierto eso que dicen de que los hombres de mar tienen dos pies izquierdos, pues- dijo, casi apunto de rozar la mano que el desconocido le tendía, embelesada.
Pero entonces lo oyó.
Un grito ahogado. Frio. Tan alto como para romper el bulicio sin almohadillarlo. Y aquello fue quizás lo que la sacó de aquel trance momentáneo.
Retiró su mano sin haber llegado a tocar la del hombre y sacudió la cabeza ¿Quién era aquella elfa y porque se había apoderado de su mente? Se odió por unos segundos, pero a decir verdad, no tuvo demasiado tiempo para hacerlo, pues en los siguientes dos o tres minutos el caos que normalmente dominaba su cabeza inundó aquella fiesta.
De todos lados y como salidos de pesadillas rudas y macabras, aparecieron hombres y mujeres que Eilydh reconocía como habitantes de ciudad lagarto, envueltos en el rojo intenso de la sangre. En un primer momento la elfa pensó que eran disfraces bien conseguidos, al fin y al cabo, no sería la primera vez que hombres intentaban competir con Matt Owens en varios aspectos y el mejor disfraz sería una buena oportunidad para ello.
Pero los gestos desgarrados de los hombres y mujeres, cada vez más que avanzaban a duras penas hacia la plaza y parecían aparecer de la oscuridad inmensa, agarrandose a cualquier persona que estuviese en sus caminos, pidiendo auxilio con la mirada hasta desfallecer, finalmente en el suelo no parecía ser un invento de Owens. A ellos se le sumó alguno que otras partes del cuerpo desmembrada que cayeron de la oscuridad como lluvia intensa, como la gota que colmó el pánico y creo histeria colectiva.
Los hombres mujeres y niños que acudieron a aquella fiesta empezaron a correr desvaporidos, Hacia todos lados, con gritos de terror al encontrar a vecinos y amigos tirados en el piso, luchando por su vida.
¿Qué pasaba? ¿Quién les estaba atacando?
Eilydh deseó que hubiesen ajustado luces de emergencia, tan solo por la certitud de saber a que se enfrentaban. Se acercó a Matt, buscando a tientas la mano del hombre, para cerciorarse de que estaba bien, e hizo lo mismo buscando a Uriel... No pudo avanzar dos pasos sin sentir que alguien la asía en dirección opuesta por la cintura.
-No temas, mi estrella, acompáñame por aquí... creo que esta fiesta se esta alargando demasiado y quizás mi barco sea el mejor lugar para que...-
-No- dijo Eilydh, resistiéndose- Necesito encontrar a Matt y a Uriel./-Necesito saber... ¿Dónde se han metido? hace nada estaban aquí cerca de...
Era como si alguien hubiese lanzado un hechizo de oscuridad y la elfa no atinaba a ver más allá de sus pies y manos, y las manos que la apresaban por la cintura, como una niebla intensa y oscura.
Se deshizo no sin esfuerzo del abrazo de aquel desconocido, caminó varios metros chocando de cuando en cuando con personas que corrían de aquí a allá. Algunas desangrándose, otras demasiado heridas como para avanzar, arrastrándose. Sus amigos no podían estar muy lejos.. la plaza de ciudad lagarto no era tan grande, no había tantas personas y...
-Soy tu faro... estrella- La figura del desconocido apareció de pronto, frente a ella como salida de la nada y la sonrisa que hacía unos segundos le había parecido atractiva, mezclada con la ausencia de luz y sus dientes perfectamente blancos, algo más alargados de lo normal.- [color=#006699Seré tu sandorai libre. La habitación clara cerca de la cocina donde solías leer a escondidas de niña. Seré la cueva que formaban las raíces del árbol madre, esas donde diste tu primer beso. Me cercioraré de que la daga que portas en tu muslo no sea el único sol que se torne a mirarte, seré tuyo, Eilydh Skye. Y tu serás mía.[/color]
... y por algún motivo que Eilydh no llegaba a comprender, necesitaba justo eso. Que aquel hombre la guiase. Que fuese su faro. Agarrar su mano y seguirlo, templar las aguas de los mares que le ofreciese y simplemente navegar.
-Guíame, entonces...- dijo con una voz casi autómata, sin intensidad en los ojos y sumisa.¿Cómo sabía todo aquello? Quizás... quizás y fuese el destino. Sus dioses mandándole una señal. Quizás ese hombre era todo lo que había buscado en si misma sin darse cuenta de que al final todos los demás tenían razón y su vida no era nada sin alguien que la guiase de la mano. Eilydh lo siguió sin pensar demasiado, como bajo un embrujo.
El hombre se llevó las manos al bolsillo y sacó una cerilla que encendió con habilidad e instó a la elfa a seguirlo. Eilydh hizo lo propio, casi sin preguntarse el porque. Aquel hombre parecía entender algo de ella que creía dormido...
Un cuerpo pequeño saltó sobre ella. De la nada.
Con la suficiente fuerza como para hacerla caer al suelo. Aquel cuerpo menudo se hincó en su piel, estocando con algo punzante en su abdomen, o al menos intentandolo. La elfa forcejeó lo suficiente como para deshacerse de aquel menudo cuerpo, llevó su mano a Karma y tomó del brazo a aquello que la había atacado.
Era una niña.
Una niña menuda que parecía a punto de llorar. Su cabello sedoso a la luz de la única cerilla encendida en el suelo. Su rostro aperlado. Eilydh estaba confundida... ¿aquella niña había intentado matarla? Se acercó a ella como si hubiese sido un error y la niña necesitase protección... cuando estuvo a menos de dos palmos de ella, la niña se tiró de nuevo a su cuello, con un cuchillo en la mano que escondía.
Esta vez, Torghoud la alejó de ella, asestándole un golpe en la cabeza que la dejó caer al suelo. Una vez en el suelo, sin conocimiento, el vampiro la levantó y apresó su tierno cuello entre sus manos haciendo presión. La niña recuperó el conocimiento en medio de aquel ataque. Intentó defenderse pero era demasiado tarde y privada de aire comenzó a convulsionar hasta que finalmente pereció.
- Nadie... toca... a... mi... Estrella- dijo el hombre y dejó caer el cuerpo de la niña sin vida al suelo.
Algo en el placer intenso en el rostro de aquel vampiro al matar a sangre fría a aquella niña revolvió las tripas de Eilydh.
-¿Me sigues pues. querida?- dijo el hombre, ofreciendole su mano para levantarse del suelo.- La sombra de la única cerilla que les alumbraba proyectó una imagen macabra en el rostro del hombre, casi translucida por un momento.
Eilydh comprendió entonces que no estaba a salvo. Necesitaba encontrar a Matt y Uriel.
Necesitaban escapar de allí cuanto antes
Eilydh
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
No sabían cómo, no sabían cuándo, pero de alguna manera la ciudad entera se las había ingeniado para hacer algo que muchos chamanes y brujos tardaban años en aprender: Acababan de realizar un ritual de invocación. Y lo peor era que el efecto se había multiplicado por cada persona en la ciudad, por lo que tenían en realidad un verdadero pandemónium alrededor.
Matt no podía creer lo que veían sus ojos, esos eran... ¿Duendes? ¿Hadas? Era la primera comparación que venía a la mente del Humano cuando intentaba descifrar que eran esos pequeños seres que sin piedad apuñalaban, mordían y cercenaban a la población. Nadie se hubiese imaginado que el enterrar monedas o poner flores podría en verdad atraer a seres semejantes, y mucho menos que el incumplir con los rituales podía ponerlos tan furiosos.
Lo que un Virrey responsable habría hecho es apartar sus cuestiones personales y ponerse de inmediato a pensar algún plan para rescatar a su gente, u organizar a los ciudadanos de manera efectiva para que combatieran la amenaza inmediata. Pero no estábamos hablando de un buen Virrey, sino de Matt, así que ignoró por completo la erradicación que se estaba generando alrededor de él y se concentró en lo que le importaba: Eilydh.
El desagradable sujeto tenía envuelta a la elfa en una especie de.... Hechizo, o al menos eso suponía Owens porque sino no podía explicarse porque la elfa se quedaba mirando a ese tipo como si fuera el Ser más importante de su existencia. Sólo había espacio para UNA persona egoísta en la vida de Eilydh y ese lugar ya tenía a alguien asignado. Matt movió de mala manera al estrafalario sujeto, y agarró a su Prometida-Falsa del brazo, para su sorpresa, la elfa se soltó del agarre y lo hizo a un lado.
-¿Eil? - El Humano parecía decepcionado, como si no entendiera bien lo que ocurría. Vio a Uriel intercambiando un largo dialogo con ese hombre, una palabra resonó en su mente “convertidos”, Owens no era vampiro, pero sí pasaba bastante tiempo entre ellos, así que no tuvo problema en entender en líneas generales qué estaba pasando - De ninguna manera permitiré que te la lleves -
Torghoud ya había levantado a Eil e intentaba alejarse del lugar, Matthew sacó su daga y la arrojó hacía su espalda, pero el Vampiro era más rápido y con un giro logró salirse de la trayectoria. El Vampiro y el Humano se miraron fijamente, mientras que la mujer aún intentaba oponer algo de resistencia.
-Por lo que entendí, no puedes ponerte en contra de este sujeto ¿Cierto Pequeño? - Le hablaba a Uriel sin apartar la vista de su enemigo - Entonces hazme el favor de averiguar qué demonios está pasando con todos esos duendes y hadas, yo me encargaré de rescatar a la Señorita y luego te ayudaremos - “O no, depende de qué tan complicada esté la situación cuando todo esto termine” pensó el Virrey.
Por suerte el ataque de uno de esos seres había evitado que Torghoud se llevara a Eil, y le dio tiempo a Matt para pensar en un contraataque. El Virrey sacó su boleadora, la giró un par de veces en la mano para que tomara velocidad y la arrojó hacia el Vampiro, en cuanto lo tocara le daría una descarga, pero no era ese el objetivo de Owens, sino el poder acercarse a Eilydh, la tomó de una hombrera y tiró de ella para acercarla.
-¿Qué crees que haces? Tenemos que salir de aquí - La hizo dar la vuelta para correr en la dirección contraría pero entonces sintió como Torghoud lo agarraba de la camisa y lo arrojaba con su increíble fuerza de vampiro hacía una de las estructuras, la cual se derrumbó dejando a Matthew sepultado.
-No podrán interferir con el profundo amor que sentimos, Mi Querida Estrella -
-------------------------------------------------------
Aquí algunos de los seres que ve Matt [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
*Arroja Una daga de calidad Normal
*Arroja Boleadora calidad Común
*Usa la Habilidad de Nivel 1: "Dedos ligeros" pero en sentido contrario (Esto se va a entender en el Post de Eil)
Matt no podía creer lo que veían sus ojos, esos eran... ¿Duendes? ¿Hadas? Era la primera comparación que venía a la mente del Humano cuando intentaba descifrar que eran esos pequeños seres que sin piedad apuñalaban, mordían y cercenaban a la población. Nadie se hubiese imaginado que el enterrar monedas o poner flores podría en verdad atraer a seres semejantes, y mucho menos que el incumplir con los rituales podía ponerlos tan furiosos.
Lo que un Virrey responsable habría hecho es apartar sus cuestiones personales y ponerse de inmediato a pensar algún plan para rescatar a su gente, u organizar a los ciudadanos de manera efectiva para que combatieran la amenaza inmediata. Pero no estábamos hablando de un buen Virrey, sino de Matt, así que ignoró por completo la erradicación que se estaba generando alrededor de él y se concentró en lo que le importaba: Eilydh.
El desagradable sujeto tenía envuelta a la elfa en una especie de.... Hechizo, o al menos eso suponía Owens porque sino no podía explicarse porque la elfa se quedaba mirando a ese tipo como si fuera el Ser más importante de su existencia. Sólo había espacio para UNA persona egoísta en la vida de Eilydh y ese lugar ya tenía a alguien asignado. Matt movió de mala manera al estrafalario sujeto, y agarró a su Prometida-Falsa del brazo, para su sorpresa, la elfa se soltó del agarre y lo hizo a un lado.
-¿Eil? - El Humano parecía decepcionado, como si no entendiera bien lo que ocurría. Vio a Uriel intercambiando un largo dialogo con ese hombre, una palabra resonó en su mente “convertidos”, Owens no era vampiro, pero sí pasaba bastante tiempo entre ellos, así que no tuvo problema en entender en líneas generales qué estaba pasando - De ninguna manera permitiré que te la lleves -
Torghoud ya había levantado a Eil e intentaba alejarse del lugar, Matthew sacó su daga y la arrojó hacía su espalda, pero el Vampiro era más rápido y con un giro logró salirse de la trayectoria. El Vampiro y el Humano se miraron fijamente, mientras que la mujer aún intentaba oponer algo de resistencia.
-Por lo que entendí, no puedes ponerte en contra de este sujeto ¿Cierto Pequeño? - Le hablaba a Uriel sin apartar la vista de su enemigo - Entonces hazme el favor de averiguar qué demonios está pasando con todos esos duendes y hadas, yo me encargaré de rescatar a la Señorita y luego te ayudaremos - “O no, depende de qué tan complicada esté la situación cuando todo esto termine” pensó el Virrey.
Por suerte el ataque de uno de esos seres había evitado que Torghoud se llevara a Eil, y le dio tiempo a Matt para pensar en un contraataque. El Virrey sacó su boleadora, la giró un par de veces en la mano para que tomara velocidad y la arrojó hacia el Vampiro, en cuanto lo tocara le daría una descarga, pero no era ese el objetivo de Owens, sino el poder acercarse a Eilydh, la tomó de una hombrera y tiró de ella para acercarla.
-¿Qué crees que haces? Tenemos que salir de aquí - La hizo dar la vuelta para correr en la dirección contraría pero entonces sintió como Torghoud lo agarraba de la camisa y lo arrojaba con su increíble fuerza de vampiro hacía una de las estructuras, la cual se derrumbó dejando a Matthew sepultado.
-No podrán interferir con el profundo amor que sentimos, Mi Querida Estrella -
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Matthew Owens
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
“¿Ehh~~? ¿Porque yo~~? ¡Eso taaaan aterrador! No quiero~~ Bueno, aunque tienes razón; no puedo oponerme a ese tipo.....”
Quejándose con un puchero infantil, Uriel infló sus mejillas y miró con una inocente molestia al humano ¡Como si quisiera quedarse en esa plaza! ¡No tenía por afición quedarse en medio de masacres! A primera vista, pareciera ser que los espíritus solo atacaban a las personas sin disfraz ¡O como mínimo, a ninguno de los cuatro los atacaron particularmente! Mirando al situación con cuidado, el infante pasó sus ojos por toda la plaza ¡La situación se había extendido más allá de la plaza! También estaban atacando algunos talleres y personas de a pie que no tenían nada que ver con la celebración.
Uriel se giró para volver a ver al trío de adultos pero, para su sorpresa, ya se habían ido ¡Que mal educados! Haciendo un mueca de molestia, el niño decidió dejarlo estar ¡Al menos no se metería en líos con ese vampiro! Si volvía a ofenderle o meterse a su camino, definitivamente será asesinado ¡Y no quería morir! Al final, lo mejor era ser obediente y hacerle caso al humano.
El infante, volvió a mirar a los alrededores -Esta vez mas exhaustivamente.- mientras correteaba sujetando su gran sombrero de bruja ¡Al poco descubrió que en verdad lo estaban ignorando! Literalmente una de esas figuras incorpóreas, solo visibles por la leve distorsión en el ambiente cuando se movían, se detuvo justo en frente de él ¡Era como si lo estuviera evaluando! Luego simplemente se fue ¿No sería atacado? ¿Bajo qué criterio? ¡Quizá si lo descubre estén un poco más cerca de detener la extraña masacre! Ladeó la cabeza con una leve sonrisita en su labio e intentó, observando la escena, que tenían en común todas las victimas.
¡Oh! ¡Ninguno lleva disfraz!....O casi ninguno…..
Justo cuando pensó que había encontrado un patrón, observó como una de esas cosas incorpóreas literalmente arrancaba miembro por miembro las extremidades de un tipo aún vivo ¡El hombre siguió gritando por unos segundos incluso cuando ya no era más que un palillo humano! No estaba particularmente escandalizado, pero le decepcionó fijarse en que el tipo llevaba puesto un disfraz.
Suspirando, siguió inspeccionando el lugar en busca de pistas sobre lo que sea que estuviera sucediendo en Ciudad Lagarto ¡El niño no se veía para nada alarmado o asqueado, ni siquiera asustado! Era casi antinatural. Su pequeña figura, impasible y totalmente tranquila, prevalecía sin problemas algunos en el infierno viviente que era en aquellos momentos la infame ciudad ¡Pero a Uriel no le importaba! No sentía que su vida estuviera en juego, así que estaba tranquilo. Ya había comprobado que no despertaba el interés de los asesinos invisibles, tampoco estaba especialmente impactado por la situación ¡Para un vampiro, la sangre y los cadáveres eran lo de menos! ¡Lo único que realmente le molestaba era el dulce y extasiante olor a sangre! Uriel encontraba cada vez más problemas en resistir sus instintos y hambre.
“....”
Uriel contuvo la respiración y se mordió levemente el labio inferior, caso clavándose sus brillantes colmillitos blancos en su pálida piel ¡No había tiempo para la comida gratis! ¡Por muy seductor que fueran esos deliciosos platos de comida puestas en linea para él, debía resistir! Buscando evadirse del delicioso aroma a hierro proveniente del cadáver, el niño decidió seguir el rumbo de las criaturas invisibles ¡Más le valía encontrar algo de utilidad para cuando los adultos regresaran! ¡A este paso Ciudad Lagarto quedaría totalmente desierta! ¡De-si-er-ta! Eso no le podía importar menos a Uriel, pero sería malo si el virrey humano le echaba la culpa por ello.
No parece un abusador infantil, pero no teme a comportarse como uno si la situación lo requiere…...No, incluso así tampoco me haría daño….Hmmm Confuso, sé que puede ser uno pero no detecto la vibra de uno
En gran medida era porque apenas había hablado con el misterioso humano que era Matthew Owens pero, como era de esperarse, apenas podía entender que era lo que había en su cabeza ¡Era bastante incomodo para Uriel! Especialmente, sabiendo el tipo de humano que era.....Una similar a la de su maestro.
Su mentalidad era permanecía estancada en los 11 años, era verdad, pero seguía siendo un vampiro de 90 años ¡Había pasado por muchas muchas cosas! Entendía cómo funcionaba el mundo y las personas que lo habitaban incluso si no era consciente de ello ¡Y sabía perfectamente cuanto debía cuidarse de ese humano! Personas como a elfa no eran un problema. Era del tipo "Blanda con los niños" a pesar de su carácter distante y realista; Siempre y cuando no se interpusiera en su camino no le haría daño ¡E incluso se mostraría protectora con con él! En ese sentido, era el tipo favorito de adulto de Uriel; Adultos gentiles solo de una forma superficial. Lo suficientemente amables como para calentar y endulzar el solitario corazón de Uriel pero no tan comprometidos con el infante como para tener unas intenciones reales de cuidarlo o protegerlo. Y al final de la noche, amabilidad superficial era lo único que Uriel aceptaba, cualquier cosa mas profunda u honesta le daba miedo y rechazo a partes iguales. Pero Matthew Owens era diferente, un mundo completamente diferente.
Es similar al maestro. Si estuviera de mi parte, eso sería perfecto pero…..No lo está, podría volverse contra mi en cualquier momento
Fue gracias a esa semejanza que pudo ponerse en guardia rápidamente, sino hubiera reído equivocamente era era un "adulto gentil" . Educado, gentil y hasta amigable, así solían ser los adultos como su maestro ¡Hasta que por conveniencia, aburrimiento o sencillamente por curiosidad dejan de serlo y muestran su verdadero retorcido ser! Había visto el patrón por mucho tiempo, y el resultado para el engañado nunca era bueno. Uriel amaba como a un padre y maestro a su vampiro conversor, pero también entendía lo peligroso que esas personas podían llegar a ser tras décadas de vivir con él.
Prefería no buscarle las cosquillas al humano.
Conteniendo un escalofrío, el vampiro apretó sus labios para quitarse esos pensamientos de la cabeza ¡Lo mejor era encontrar alguna forma de detener aquella barbarie! ¡O sino Ciudad Lagarto se volviera una ciudad fantasma! El niñito correteó por las calles, siguiendo a las figuras trasparentes que masacraban todo a su paso ¡Al igual que él, algunos eran totalmente ignorados! Eran solo unos pocos, pero Uriel no lograba encontrar ningún punto en común con ellos.
“Jijiji~~ ¿Donde corres, mentirosilla? ¡Te llevaste mi ofrenda, así que tendrás que darme algo en su lugar! ¡Oh! ¡Oh! ¡Ya sé~~! ¡Tienes unos ojos taaaaaaan monos. gatita! Son de un adorable azul verdoso~~! Los quiero ¡Jijiahahahaha!”
El niño presenció cómo una voz chillona, burlándose de forma maliciosa e infantil, acorralaba a una mujer bestia gata. La figura invisible, riendo dulcemente, se acercó lentamente, e ignorando los chillidos asustados de la mujer-bestia, arrancó los globos oculares con suma facilidad de las cuencas ¡Uriel lo encontró bastante repugnante! Pero le llamó la atención lo que dijo la voz; “Dado que te llevaste mi ofrenda”
“Me pregunto si…..”
Uri
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
La cabeza de Eilydh daba vueltas. Parecía como si hubiese estado durmiendo o si aquello fuese un sueño. La oscuridad hacía mas dificil identificar de donde venían las pisadas a su alrededor y para cuando se hubo dado cuenta, el aroma familiar de un perfume lo suficientemente caro como para perdurar a través del olor a humo y alcohol la sacó de su ensimismamiento. Matthew Owens parecía haber llegado a su ¿Rescate?
Pero ¿Por qué necesitaba ser rescatada? La voz de aquel pirata resonaba fuerte en su cabeza, Casi estaba oculta por el tono molesto de Matt Owens. No... aquello no parecía real. Owens no peleaba. No lo había visto hacerlo en su vida. Todo lo que prometía el pirata era demasiado bonito. La perfección de alguien que la entendiese la atraía los suficiente como para no entender el porqué Matt usando una de sus habilidades acababa de acercarle una daga. ¿Estaba soñando? Así se sentía.
Los ojos de Matt la miraron antes de ser cargada casi por la fuerza a hombros del pirata, con gesto preocupado. Eilydh sintió como se movía de un lado a otro evitando a las distintas personas que corrían de aquí para allá y que aunque dificultaban la huida del pirata con ella a hombros, también ponían impedimento entre quienquiera que intentase separarlos. En su marcha, la elfa vio como el virrey quedaba sepultado con tan solo una mano fuera de las rocas de donde lo había estrellado su captor. Algo en aquella ilusión que la mantenía en aquel trance se rompió y comenzó a patalear, pero el pirata se apresuró a inmiscuirse en su cabeza de nuevo para de nuevo comenzar aquel hechizo sobre su mente.
-Donde vamos no necesitas probar nada a nadie. Eres quien eres y así te quiero. Donde te llevo nadie te juzgará por tu pasado, será el futuro que ambos compartamos lo único importante, Mi estrella. - la voz pausada de aquel vampiro la hacía caer de nuevo en sus brazos y casi contentarse con lo que estaba pasando. Atesoró la daga que Matt le había dado acomodándola para que no cayese... notaba como sus ojos pesaban e intentaban cerrarse.
Cuando el silencio se apoderó de todo lo que los rodeaba, Eilydh entendió que habían escapado del centro de ciudad lagarto donde la celebración se llevaba a cabo. Solo entonces el hombre la dejó andar agarrándola de manera posesiva por la cintura y tirando de ella. Eilydh estaba sumida en lo que parecía ser un duermevela. A ratos entendía que aquel hombre la estaba raptando y quería escapar, a ratos se veía atraída por su sonrisa.
- Mi estrella, ya casi llegamos. Todo será más fácil cuando camines de mi mano. No mereces un virrey a ratos... mereces un guerrero que luche a tu lado- dijo el hombre.
Eilydh no sabía dónde estaban, frente a ella y de la nada, había aparecido un barco, No era el barco de Owens, no este parecía más... etéreo. Menos real y a la vez estaba ahí, estaba segura. La elfa sopesó si tomar o no la mano de aquel desconocido. Estaba casi segura que la nube blanquecina que componía aquel navío no iba a soportar su peso, aquello la asustó. Miró a su acompañante. Eilydh podría jurar que sus facciones se estaban volviendo... ¿Translucidas? No había reparado en ello antes. Era como un leve parpadeo. Como un abrir y cerrar de ojos lo suficientemente rápido para hacerla cuestionarse si había pasado, pero... su vista no le había fallado. Y aún así... aquel hombre le había dicho todo lo que su corazón encerraba. Y estaba tan cansada de tener que explicar y de esforzarse y de...
Al otro lado de la orilla, ya montado en el navío, Torghoud le tendía la mano pero comenzaba a impacientarse, Eilydh lo notaba en su sonrisa cada vez más forzada, en sus ojos enfocados en ella y que miraban de cuando en cuando a los primeros rayos del sol que comenzaban a vaticinar el alba.
-Vamos... no tenemos todo el dia- dijo algo cansado- digo... te espero aquí Florecilla-
Eilydh estaba a punto de agarrar aquella mano cuando... Florecilla.
La última persona que la había llamado así había perdido su lengua. Fue como si el hechizo se deshiciese. Como si justo ahora comenzase a ver a aquel hombre como lo que era, un farsante que por algún motivo creía conocerla. Había aprendido unas frases que parecían definirla y las había usado de manera inteligente pero... ella no era una florecilla. Ella era más de lo que él creía que sabía de ella. Y lo que había vivido y sentido no iba a definirla siempre. Ni nunca más.
Eilydh llevó la mano a la daga que Owens le había dado, suspiró concentrándose y sintió como el cosquilleo del éter fluía a través de sus manos y hasta aquella daga [1] A su vez y con su mano derecha, asió levemente la del hombre componiendo una sonrisa falsa en sus labios y aprovechando para que el leve roce transfiriese parte de la fuerza de aquel pirata a ella misma [2].
El gesto del hombre pasó de una gran sonrisa al sentir la mano de Eilydh a la sorpresa momentánea del frío de la daga en su costado y luego la urgencia de su sangre brotando desde su abdomen hacia abajo. Eilydh introdujo la daga tan hondo como pudo, sintió la sangre sobre sus manos y aprovechó aquel momento para empujarlo, y debilitado como estaba, dejarlo caer a la cubierta de su barco.
Ella se deshizo de su agarre y corrió en dirección contraria, de vuelta a la plaza de ciudad lagarto con sus manos manchadas de sangre y el orgullo herido pero no lo suficiente como para hacerla mirar atrás. Ella bien sabía que las promesas bonitas y el amor eterno no tenían cabida en su vida. Para cuando empezó a bordear las calles la claridad del día era lo suficientemente brillante como para que pudiese andar esquivando los cuerpos amontonados en su camino.
Aquel hombre era un fantasma del pasado, y allí debía quedarse.
----off:
[1] Maldición de Sandorai: (Activable): Eilydh embute sus armas con magia de luz, ofreciéndolas de un daño adicional mágico moderado.Visualmente, el arma emite un brillo azulado al activar esta habilidad. Las heridas causadas por estas armas serán más difíciles de tratar.
[2]
»->Corazón de piedra: (Activable) La magia de la luz transfiere parte de la resistencia física del enemigo a Eilydh cuando la elfa lo toca incrementando la fuerza de Eilydh y mermando de manera moderada la del enemigo. Su resistencia a ataques es por lo tanto incrementada.
Pero ¿Por qué necesitaba ser rescatada? La voz de aquel pirata resonaba fuerte en su cabeza, Casi estaba oculta por el tono molesto de Matt Owens. No... aquello no parecía real. Owens no peleaba. No lo había visto hacerlo en su vida. Todo lo que prometía el pirata era demasiado bonito. La perfección de alguien que la entendiese la atraía los suficiente como para no entender el porqué Matt usando una de sus habilidades acababa de acercarle una daga. ¿Estaba soñando? Así se sentía.
Los ojos de Matt la miraron antes de ser cargada casi por la fuerza a hombros del pirata, con gesto preocupado. Eilydh sintió como se movía de un lado a otro evitando a las distintas personas que corrían de aquí para allá y que aunque dificultaban la huida del pirata con ella a hombros, también ponían impedimento entre quienquiera que intentase separarlos. En su marcha, la elfa vio como el virrey quedaba sepultado con tan solo una mano fuera de las rocas de donde lo había estrellado su captor. Algo en aquella ilusión que la mantenía en aquel trance se rompió y comenzó a patalear, pero el pirata se apresuró a inmiscuirse en su cabeza de nuevo para de nuevo comenzar aquel hechizo sobre su mente.
-Donde vamos no necesitas probar nada a nadie. Eres quien eres y así te quiero. Donde te llevo nadie te juzgará por tu pasado, será el futuro que ambos compartamos lo único importante, Mi estrella. - la voz pausada de aquel vampiro la hacía caer de nuevo en sus brazos y casi contentarse con lo que estaba pasando. Atesoró la daga que Matt le había dado acomodándola para que no cayese... notaba como sus ojos pesaban e intentaban cerrarse.
Cuando el silencio se apoderó de todo lo que los rodeaba, Eilydh entendió que habían escapado del centro de ciudad lagarto donde la celebración se llevaba a cabo. Solo entonces el hombre la dejó andar agarrándola de manera posesiva por la cintura y tirando de ella. Eilydh estaba sumida en lo que parecía ser un duermevela. A ratos entendía que aquel hombre la estaba raptando y quería escapar, a ratos se veía atraída por su sonrisa.
- Mi estrella, ya casi llegamos. Todo será más fácil cuando camines de mi mano. No mereces un virrey a ratos... mereces un guerrero que luche a tu lado- dijo el hombre.
Eilydh no sabía dónde estaban, frente a ella y de la nada, había aparecido un barco, No era el barco de Owens, no este parecía más... etéreo. Menos real y a la vez estaba ahí, estaba segura. La elfa sopesó si tomar o no la mano de aquel desconocido. Estaba casi segura que la nube blanquecina que componía aquel navío no iba a soportar su peso, aquello la asustó. Miró a su acompañante. Eilydh podría jurar que sus facciones se estaban volviendo... ¿Translucidas? No había reparado en ello antes. Era como un leve parpadeo. Como un abrir y cerrar de ojos lo suficientemente rápido para hacerla cuestionarse si había pasado, pero... su vista no le había fallado. Y aún así... aquel hombre le había dicho todo lo que su corazón encerraba. Y estaba tan cansada de tener que explicar y de esforzarse y de...
Al otro lado de la orilla, ya montado en el navío, Torghoud le tendía la mano pero comenzaba a impacientarse, Eilydh lo notaba en su sonrisa cada vez más forzada, en sus ojos enfocados en ella y que miraban de cuando en cuando a los primeros rayos del sol que comenzaban a vaticinar el alba.
-Vamos... no tenemos todo el dia- dijo algo cansado- digo... te espero aquí Florecilla-
Eilydh estaba a punto de agarrar aquella mano cuando... Florecilla.
La última persona que la había llamado así había perdido su lengua. Fue como si el hechizo se deshiciese. Como si justo ahora comenzase a ver a aquel hombre como lo que era, un farsante que por algún motivo creía conocerla. Había aprendido unas frases que parecían definirla y las había usado de manera inteligente pero... ella no era una florecilla. Ella era más de lo que él creía que sabía de ella. Y lo que había vivido y sentido no iba a definirla siempre. Ni nunca más.
Eilydh llevó la mano a la daga que Owens le había dado, suspiró concentrándose y sintió como el cosquilleo del éter fluía a través de sus manos y hasta aquella daga [1] A su vez y con su mano derecha, asió levemente la del hombre componiendo una sonrisa falsa en sus labios y aprovechando para que el leve roce transfiriese parte de la fuerza de aquel pirata a ella misma [2].
El gesto del hombre pasó de una gran sonrisa al sentir la mano de Eilydh a la sorpresa momentánea del frío de la daga en su costado y luego la urgencia de su sangre brotando desde su abdomen hacia abajo. Eilydh introdujo la daga tan hondo como pudo, sintió la sangre sobre sus manos y aprovechó aquel momento para empujarlo, y debilitado como estaba, dejarlo caer a la cubierta de su barco.
Ella se deshizo de su agarre y corrió en dirección contraria, de vuelta a la plaza de ciudad lagarto con sus manos manchadas de sangre y el orgullo herido pero no lo suficiente como para hacerla mirar atrás. Ella bien sabía que las promesas bonitas y el amor eterno no tenían cabida en su vida. Para cuando empezó a bordear las calles la claridad del día era lo suficientemente brillante como para que pudiese andar esquivando los cuerpos amontonados en su camino.
Aquel hombre era un fantasma del pasado, y allí debía quedarse.
----off:
[1] Maldición de Sandorai: (Activable): Eilydh embute sus armas con magia de luz, ofreciéndolas de un daño adicional mágico moderado.Visualmente, el arma emite un brillo azulado al activar esta habilidad. Las heridas causadas por estas armas serán más difíciles de tratar.
[2]
»->Corazón de piedra: (Activable) La magia de la luz transfiere parte de la resistencia física del enemigo a Eilydh cuando la elfa lo toca incrementando la fuerza de Eilydh y mermando de manera moderada la del enemigo. Su resistencia a ataques es por lo tanto incrementada.
Eilydh
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
En toda su vida como elfo, jamás había conocido a una mujer con la fiereza de su Estrella. Lo cual había sido uno de los muchos factores que lo habían llevado a abandonar la tierra de su primer nacimiento. Durante su vida como vampiro, había conocido mujeres realmente fieras, pero carecían del sereno refinamiento de su antigua estirpe. Era una de esas cosas que uno no es consciente de haber echado en falta hasta el momento en que lo tiene delante. Y en el momento en que lo tuvo delante, Torghoud ya no quiso perderlo.
Una noche. Era todo el tiempo de que disponía para ganarse el corazón de la dama. No tenía duda de que lo conseguiría pues, a fin de cuentas, estaban hechos el uno para el otro, pero no había contado con los obstáculos y las interrupciones.
Primero, aquel chiquillo. Que a alguien se le hubiera ocurrido la brillante idea de convertir a un indefenso niño habiendo hombres y mujeres en la plenitud de su vigor con los que poder nutrir y fortalecer la estirpe de Habak era algo que escapaba a su entendimiento. Pero ahí estaba, un Nova, nada menos. Aquello había despertado en él el deseo de volver al oeste, tratar de averiguar qué había sido de los suyos. Sin duda, un excelente viaje a realizar con su amada.
Y luego estaba el siguiente obstáculo, el humano. ¿Qué había llevado a su Estrella a sentir que aquel despojo iba a poder ayudarla en algo? Lo ignoraba, pero sí sabía que ella no lo echaría de menos. Sólo tenía que sacarla de allí, rescatarla de las maquinaciones de aquel ser. Por eso no dudó en activar el sello que adornaba el índice de su mano derecha en cuanto sintió la descarga que paralizó su cuerpo durante un par de latidos.
El dolor que se esparció momentáneamente por su cuerpo lo hizo sentirse más vivo de lo que se había sentido en décadas, siglos más bien, desde que que arrebató con sus propias manos la vida del último de aquellos traidores. Por eso sonreía cuando cuando agarró al humano de la camisa. Por eso y porque notó el calor en el dedo que le indicaba que el sello había hecho contacto con su presa.
Eliminado el último obstáculo, sólo quedaba su bien dispuesta Estrella. Un poco lenta, quizá, sería la emoción. Sí, no había duda de que se trataba de eso pues, tan pronto como se vieron solos, fue ella misma la que inició el acercamiento. Aunque aquello no fue exactamente según lo planeado.
¿Qué has hecho, Estrella? ¿Quién ha podido lavarte el cerebro de esta forma? ¿Acaso no ves que soy yo lo que has esperado toda tu vida? Me deseas, me necesitas. Tus ojos me lo dijeron cuando se posaron en los míos frente a la posada. Lo sabes, tienes que saberlo.
¿O es que acaso tienes miedo de la felicidad? ¿Tanto te aterra que te vuelves así contra tu última esperanza? Porque no puedes creer que vas a encontrar algo mejor. Una chispa como la nuestra no es algo que se encienda así como así. Te aseguro, mi Estrella, que si renuncias a esta oportunidad, jamás hallarás aquello que ansías.
¿Te vas? ¿Crees que la muerte podrá separarnos? No eres la primera persona que trata de matarme en todo este tiempo. Pero no es tan fácil, ¿sabes? Es esta maldición que me acecha desde hace tanto. Solo he de aguantar hasta el cercano amanecer. Sí, el amanecer, seguro que captas la ironía tan bien como yo. O lo harías, si no estuvieras ocupada lamentando lo que un instante de locura te ha llevado a hacer. Pero no llores por mí, mi Estrella, volveré por ti.
Objetivo superado: habéis sobrevivido hasta el amanecer. ¡Enhorabuena! ¿Y qué fue de Dragut, sobrevivió también o se desangró esperando por la luz del día? Solo el tiempo lo dirá. Por lo pronto, uno de vosotros se ha llevado un bonito recuerdo de él.
Matthew: Puede que notes un ligero hormigueo en el pecho, justo donde hizo contacto el anillo de Dragut, pero no ha dejado ninguna marca visible. Tengo entendido que ya has experimentado las maravillas de alimentarse de sangre. En esta ocasión, podrás experimentar otra de las glorias de la vida como vampiro. El anillo portaba la siguiente maldición:
Criatura de la noche: Su efecto será progresivo. Cuando llegue el amanecer, notarás que la luz del día te resulta algo molesta. Con el tiempo, se volverá insoportable, la luz deslumbrará tus ojos incluso en días nublados. También deberás protegerte del efecto del sol en tu piel, que será mucho más propensa a quemarse. En la oscuridad, sin embargo, podrás ver sin necesidad de antorchas. ¿Te estás convirtiendo en un vampiro? No, el sol no te matará por salir a la calle de día y seguirás envejeciendo normalmente (puede que hasta te salgan más arrugas si te fuerzas a salir de día, por eso de entrecerrar constantemente los ojos). Necesitarás intervención máster para librarte de esta maldición.
Por mi parte, esto es todo, ha sido un placer leer vuestras desventuras en esta noche de Samhain. Os devuelvo vuestro tema, no olvidéis solicitar el bono de 3 px cuando pidáis los puntos al cierre de este hilo y, quién sabe, tal vez nos veamos el próximo Samhain.
Una noche. Era todo el tiempo de que disponía para ganarse el corazón de la dama. No tenía duda de que lo conseguiría pues, a fin de cuentas, estaban hechos el uno para el otro, pero no había contado con los obstáculos y las interrupciones.
Primero, aquel chiquillo. Que a alguien se le hubiera ocurrido la brillante idea de convertir a un indefenso niño habiendo hombres y mujeres en la plenitud de su vigor con los que poder nutrir y fortalecer la estirpe de Habak era algo que escapaba a su entendimiento. Pero ahí estaba, un Nova, nada menos. Aquello había despertado en él el deseo de volver al oeste, tratar de averiguar qué había sido de los suyos. Sin duda, un excelente viaje a realizar con su amada.
Y luego estaba el siguiente obstáculo, el humano. ¿Qué había llevado a su Estrella a sentir que aquel despojo iba a poder ayudarla en algo? Lo ignoraba, pero sí sabía que ella no lo echaría de menos. Sólo tenía que sacarla de allí, rescatarla de las maquinaciones de aquel ser. Por eso no dudó en activar el sello que adornaba el índice de su mano derecha en cuanto sintió la descarga que paralizó su cuerpo durante un par de latidos.
El dolor que se esparció momentáneamente por su cuerpo lo hizo sentirse más vivo de lo que se había sentido en décadas, siglos más bien, desde que que arrebató con sus propias manos la vida del último de aquellos traidores. Por eso sonreía cuando cuando agarró al humano de la camisa. Por eso y porque notó el calor en el dedo que le indicaba que el sello había hecho contacto con su presa.
Eliminado el último obstáculo, sólo quedaba su bien dispuesta Estrella. Un poco lenta, quizá, sería la emoción. Sí, no había duda de que se trataba de eso pues, tan pronto como se vieron solos, fue ella misma la que inició el acercamiento. Aunque aquello no fue exactamente según lo planeado.
¿Qué has hecho, Estrella? ¿Quién ha podido lavarte el cerebro de esta forma? ¿Acaso no ves que soy yo lo que has esperado toda tu vida? Me deseas, me necesitas. Tus ojos me lo dijeron cuando se posaron en los míos frente a la posada. Lo sabes, tienes que saberlo.
¿O es que acaso tienes miedo de la felicidad? ¿Tanto te aterra que te vuelves así contra tu última esperanza? Porque no puedes creer que vas a encontrar algo mejor. Una chispa como la nuestra no es algo que se encienda así como así. Te aseguro, mi Estrella, que si renuncias a esta oportunidad, jamás hallarás aquello que ansías.
¿Te vas? ¿Crees que la muerte podrá separarnos? No eres la primera persona que trata de matarme en todo este tiempo. Pero no es tan fácil, ¿sabes? Es esta maldición que me acecha desde hace tanto. Solo he de aguantar hasta el cercano amanecer. Sí, el amanecer, seguro que captas la ironía tan bien como yo. O lo harías, si no estuvieras ocupada lamentando lo que un instante de locura te ha llevado a hacer. Pero no llores por mí, mi Estrella, volveré por ti.
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Objetivo superado: habéis sobrevivido hasta el amanecer. ¡Enhorabuena! ¿Y qué fue de Dragut, sobrevivió también o se desangró esperando por la luz del día? Solo el tiempo lo dirá. Por lo pronto, uno de vosotros se ha llevado un bonito recuerdo de él.
Matthew: Puede que notes un ligero hormigueo en el pecho, justo donde hizo contacto el anillo de Dragut, pero no ha dejado ninguna marca visible. Tengo entendido que ya has experimentado las maravillas de alimentarse de sangre. En esta ocasión, podrás experimentar otra de las glorias de la vida como vampiro. El anillo portaba la siguiente maldición:
Criatura de la noche: Su efecto será progresivo. Cuando llegue el amanecer, notarás que la luz del día te resulta algo molesta. Con el tiempo, se volverá insoportable, la luz deslumbrará tus ojos incluso en días nublados. También deberás protegerte del efecto del sol en tu piel, que será mucho más propensa a quemarse. En la oscuridad, sin embargo, podrás ver sin necesidad de antorchas. ¿Te estás convirtiendo en un vampiro? No, el sol no te matará por salir a la calle de día y seguirás envejeciendo normalmente (puede que hasta te salgan más arrugas si te fuerzas a salir de día, por eso de entrecerrar constantemente los ojos). Necesitarás intervención máster para librarte de esta maldición.
Por mi parte, esto es todo, ha sido un placer leer vuestras desventuras en esta noche de Samhain. Os devuelvo vuestro tema, no olvidéis solicitar el bono de 3 px cuando pidáis los puntos al cierre de este hilo y, quién sabe, tal vez nos veamos el próximo Samhain.
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Había perdido la consciencia durante algunos minutos, Matthew se sentía mareado y adolorido, más que de costumbre. Lo último que recordaba era que había agarrado la mano de Eil para pasarle un arma y luego un tirón fuerte... Se esperaba algún contraataque de parte del hombre misterioso, aunque no había considerado en su ecuación el que tuviera semejante fuerza.
Tosió un par de veces porque había demasiado polvo en el aire, intentó moverse pero habían cosas pesadas sobre gran parte de su cuerpo. Tablas, piedras, pedazos de lo que antes era una viga “Hasta cierto punto estoy agradecido de que las construcciones de Ciudad Lagarto sean tan endebles” pensó el Humano, de haberse tratado de una casa hecha enteramente de piedra su cuerpo se hubiese hecho puré contra la pared.
A medida que empezaba a estar más consciente comenzó a percibir los sonidos de los gritos de afuera, eran muchos, “Vaya, una fiesta tan bonita completamente arruinada” la idea estaba cargada de sarcasmo, como no había nadie más allí no podía compartir su tan refinado estilo de humor.
Movió un brazo y apartó una de las tablas que tenía sobre el pecho, su otra mano había quedado sepultada bajo unos escombros y tuvo que excavar un poco hasta encontrarla. No se la veía nada bien, y era su mano buena, aunque sabía apuñalar con ambas, probablemente ese sería el menor de sus problemas. Ya estaba semi incorporado, sus piernas estaban cubiertas con un gran trozo de pared...
-Jajaja... - Se empezó a reír de forma seca en un comienzo, luego empezó a elevar cada vez más el tono - Jajajajaja, ains... Esto no puede ser... - Era el Virrey de esa miserable ciudad, y ahora mismo estaba totalmente atrapado, si a alguien se le hubiese ocurrido atacarlo en ese momento no se habría poder defender - Vaya final más digno para Matthew Owens -
Se regodeaba en lo irónico de la situación cuando el cadáver de un sujeto cayó a pocos metros de donde él se encontraba. El tipo en cuestión estaba parcialmente comido, así lo denotaban las múltiples mordeduras que tenía por todo el cuerpo “Y también se puede deducir porque el gnomo que se lo estaba comiendo sigue allí” firmemente agarrado a los intestinos del cuerpo había una pequeña y sanguinaria criatura, dándose el banquete de su vida.
“Bien, ahora pensemos cómo salir de aquí sin que esa cosa nos vea y ser el postre” miró a los lados en busca de algo que pudiera servirle, luego tiró un poco de sus piernas para ver si podía sacarlas sin tener que levantar las tablas... Pero no había manera. En cuanto se giró hizo ruido y entonces el pequeño engendro notó su presencia.
Hizo un chillido espantoso, con la boca llena de sangre y restos de carne, y saltó hacía Matthew. El Virrey vio una madera rota junto a su mano, la agarró y golpeó con toda la fuerza que era capaz de ejercer con un solo brazo, dándole a la criatura en el aire y sacándola volando de allí. Se había salvado por un pelo...
Tosió un par de veces porque había demasiado polvo en el aire, intentó moverse pero habían cosas pesadas sobre gran parte de su cuerpo. Tablas, piedras, pedazos de lo que antes era una viga “Hasta cierto punto estoy agradecido de que las construcciones de Ciudad Lagarto sean tan endebles” pensó el Humano, de haberse tratado de una casa hecha enteramente de piedra su cuerpo se hubiese hecho puré contra la pared.
A medida que empezaba a estar más consciente comenzó a percibir los sonidos de los gritos de afuera, eran muchos, “Vaya, una fiesta tan bonita completamente arruinada” la idea estaba cargada de sarcasmo, como no había nadie más allí no podía compartir su tan refinado estilo de humor.
Movió un brazo y apartó una de las tablas que tenía sobre el pecho, su otra mano había quedado sepultada bajo unos escombros y tuvo que excavar un poco hasta encontrarla. No se la veía nada bien, y era su mano buena, aunque sabía apuñalar con ambas, probablemente ese sería el menor de sus problemas. Ya estaba semi incorporado, sus piernas estaban cubiertas con un gran trozo de pared...
-Jajaja... - Se empezó a reír de forma seca en un comienzo, luego empezó a elevar cada vez más el tono - Jajajajaja, ains... Esto no puede ser... - Era el Virrey de esa miserable ciudad, y ahora mismo estaba totalmente atrapado, si a alguien se le hubiese ocurrido atacarlo en ese momento no se habría poder defender - Vaya final más digno para Matthew Owens -
Se regodeaba en lo irónico de la situación cuando el cadáver de un sujeto cayó a pocos metros de donde él se encontraba. El tipo en cuestión estaba parcialmente comido, así lo denotaban las múltiples mordeduras que tenía por todo el cuerpo “Y también se puede deducir porque el gnomo que se lo estaba comiendo sigue allí” firmemente agarrado a los intestinos del cuerpo había una pequeña y sanguinaria criatura, dándose el banquete de su vida.
“Bien, ahora pensemos cómo salir de aquí sin que esa cosa nos vea y ser el postre” miró a los lados en busca de algo que pudiera servirle, luego tiró un poco de sus piernas para ver si podía sacarlas sin tener que levantar las tablas... Pero no había manera. En cuanto se giró hizo ruido y entonces el pequeño engendro notó su presencia.
Hizo un chillido espantoso, con la boca llena de sangre y restos de carne, y saltó hacía Matthew. El Virrey vio una madera rota junto a su mano, la agarró y golpeó con toda la fuerza que era capaz de ejercer con un solo brazo, dándole a la criatura en el aire y sacándola volando de allí. Se había salvado por un pelo...
Matthew Owens
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Re: Guía practica de como NO hacer una maldición [Samhain 2019][Cerrado]
Hombre, entonces ¡Sí que nos lo tenemos merecido!.....Probablemente
La linda “brujita” seguía en silencio a la masacre que se extendía por todos los caminos, creando un coro de gritos y cadáveres mutilados como adornos, así como un festival de carne molida y órganos como guirnaldas en cada pared, puerta o suelo de la ciudad ¡Tras escuchar atentamente lo que decían las macabras risas de los perpetradores, comprendió lo que sucedía! Parecía ser que esas criaturas fantásticas estaban enfadadas porque la gente no respetó las ofrendas, tomándose la “justicia” por su propia mano.
Inevitablemente, sintió un poco de confusión por las ninfa arranca ojos y los duendes devora cerebros ¡El también se enojaba cuando sus hermanos de La Esfera le robaban los dulces sin su permiso! Aunque, en su caso, en vez de arrancarle la cabeza a mordiscos, lo que hacía era llorarle a Ralphy hasta que se sintiera mejor o le comprase más dulces incluso si, en el fondo, no tenía sentido que un vampiro los tuviera.
Sabiendo al fin las razones, comenzó a pensar en una solución rápidamente ¡Que podía hacer para que detuvieran esa masacre! Ignorando la situación horrorosa, el infante se puso a meditar en silencio con un semblante serio ¡El amanecer estaba al caer! Y, honestamente, no quería ganarse el odio de un humano con potencial de abusador infantil por no conseguir evitar que un horda de ninfas y duendes cabreados aniquilasen al a mayor parte de la población.
“¿En qué piensas, linda brujita?”
Una familiar voz femenina de niña le distrajo de sus pensamientos. Reconoció el sencillo vestido y sus finas facciones que hicieron que Uriel se sonrojara de timidez ¡Incluso su hermoso cabello largo cayó en cascada como en sus recuerdos en cuanto la niña se torció levemente para ver mejor la expresión pensativa de Uriel! Instantáneamente volvió a ruborizarse levemente por la anticipación de volver a ver a la hermosa niña de antes, hasta que vio el cambio drástico en el estado de ella que le tomó por sorpresa.
Su fina y hermosa cara estaba manchada en distintas salpicaduras de sangre que podían ser diferenciadas por lo secas que estaban, su vestido estaba sucio en el mismo líquido carmesí con tropezones de tripas y sesos pegajosos en este¡Incluso su cabellera, que se desplegaba cual abanico por su postura, estaba encrespado y pegajoso de forma grotesca! Donde antes había una femeninas y adorables manos ahora habían unas fieras garras con restos de pelo, sangre, carne y otros componentes orgánicos claramente humanos pegados. Uriel palideció levemente.
“Jijiji~~ Que carita más divertida tienes~~ ¿En que piensas, brujita?”
“.......B-bueno, me preguntaba porque estáis tan enfadados”
Ante la incómoda pregunta del infante la niña infló sus mejillas y frunció su fino ceño, agrietando levemente la sangre seca en su cara. Uriel contuvo una mueca de desagrado, no le molestaba la sangre pero era consciente de que la vista frente a él no era precisamente “agradable” o “segura” para él.
Ignorando la expresión forzada del niño y haciendo un efusivo tono molesto e infantil, ella exclamó:
“¡Por supuesto que estamos enfadados~! Engañarnos así es una gran ¡No! Si quieren algo nuestro, queremos nuestras monedas y la deliciosa leche y miel ¡O sino haremos travesuras! Es justo ¿verdad? ¿verdad?”
Uriel hizo una mueca forzada para darle la razón, ciertamente, estaba en parte acertada ¡Aunque le parecía un tanto raro que un festival de vísceras y sangre fuera una buena equivalencia a monedas, leche y miel! De todas formas, como no quería hacerla enfadar el niño asintió, provocando una dulce sonrisa de satisfacción en la muchacha. Viendo que estaba de buen humor, el infante preguntó:
“Entonces, si os doy un montón de monedas, leche y miel ¿Os iréis satisfechos?”
Haciendo un femenino gesto de sorpresa, la “elfa” se quedó pensativa mientras valoraba la propuesta del vampiro. Con sus garras en su barbilla, la niña quedó unos segundo en total silencio, haciendo que Uriel se percataron de la ausencia de gritos y risas en el ambiente; Parecía ser que el foco de actividad y muerte se movió a otro lugar mientras hablaba con ella, solo quedaban un montón de cadáveres y el eco de una matanza a lo lejos. Finalmente, la muchacha contestó;
“¡Está bien! Siempre y cuando nos den el pago, lo que sea está bien~~”
“¡Ya veo! Bueno, dudo que os puedan dar ahora la leche y miel, pero la parte de las monedas la podéis obtener en un momento….”
Interesada en las palabras del menor, la niña lo miró con ojos expectantes. Uriel pensó que si el problema era la falta de tributos , había una forma bastante sencilla de dárselos, aunque tendría que contarle al humano lo sucedido y pedirle que consiguiera leche y miel en cantidades industriales para aplacar la ira de los duendes y ninfas.
“De hecho, soy cercano al “invocador” que os llamó ¡Dijo que podéis tomar todas las monedas que estén en los bolsillos de los muertos! Hasta la última moneda es vuestra, y si eso no os satisface, podéis tomar cualquier cosa de valor que lleven.”
De todas formas, los muertos no necesitaban dinero y todos…..casi todos estaban lo suficientemente desesperados por sus vidas como para ponerse a robar a los cadáveres......Bueno, la mayoría.....¡Deberían poder sacar un buen montón de ahí!
Los ojos de la muchacha comenzaron a brillar, incluso si se estaban dando un festín de carne y vísceras, no podían tocar los cadáveres una vez muertos a menos que les dieran el permiso para hacerlo de parte del invocador o los invocadores.
“¿En verdad podemos?”
“Si, podéis. Y si volvéis mañana por la noche, a esta misma hora, tendréis litros y litros de miel y leche para vosotros solos”
En cuanto escuchó que no recibirían de inmediato la otra parte del tributo, la muchacha frunció el ceño así que, el niño rápidamente añadió nerviosamente:
“Necesitamos algo de tiempo para conseguirla Y....Y mucha gente! Si, Si ¡OS daremos mucha leche y miel, peor necesitamos mano de obra¡ No podemos conseguirlo sin gente ¡Y todos se están muriendo! Piensa que si todos mueren no podremos conseguirla, y con tantas bajas, tardaremos más…..Si nos das un día y dejas vivir de momento a la gente de la ciudad, mañana por la noche recibiréis incluso mas de lo que originalmente recibirías”
“Hmmm ¡Está bien, te tomo la palabra linda brujita! Hoy tomaremos a un puñado de mentirosos y las monedas como ofrendas, mañana la leche y la miel ¡Si nos mentís de nuevo, no habrá nada que os pueda salvar~~!”
Tras pensarlo unos pocos segundo que Uriel sintió como eternos, la ninfa finalmente aceptó con una amplia sonrisa. Uriel suspiró aliviado, al menos consiguió dar un poco de tiempo. Riendo suavemente para mostrar su aprobación, la pequeña ninfa se alejó correteando mientras se volvía traslúcida poco a poco. El niño se preguntó si sería suficiente para detener la matanza por esa noche.
Sea lo que sea, tengo que avisarle a Matthew Owens…..
Entonces….¿Misión cumplida?
La linda “brujita” seguía en silencio a la masacre que se extendía por todos los caminos, creando un coro de gritos y cadáveres mutilados como adornos, así como un festival de carne molida y órganos como guirnaldas en cada pared, puerta o suelo de la ciudad ¡Tras escuchar atentamente lo que decían las macabras risas de los perpetradores, comprendió lo que sucedía! Parecía ser que esas criaturas fantásticas estaban enfadadas porque la gente no respetó las ofrendas, tomándose la “justicia” por su propia mano.
Inevitablemente, sintió un poco de confusión por las ninfa arranca ojos y los duendes devora cerebros ¡El también se enojaba cuando sus hermanos de La Esfera le robaban los dulces sin su permiso! Aunque, en su caso, en vez de arrancarle la cabeza a mordiscos, lo que hacía era llorarle a Ralphy hasta que se sintiera mejor o le comprase más dulces incluso si, en el fondo, no tenía sentido que un vampiro los tuviera.
Sabiendo al fin las razones, comenzó a pensar en una solución rápidamente ¡Que podía hacer para que detuvieran esa masacre! Ignorando la situación horrorosa, el infante se puso a meditar en silencio con un semblante serio ¡El amanecer estaba al caer! Y, honestamente, no quería ganarse el odio de un humano con potencial de abusador infantil por no conseguir evitar que un horda de ninfas y duendes cabreados aniquilasen al a mayor parte de la población.
“¿En qué piensas, linda brujita?”
Una familiar voz femenina de niña le distrajo de sus pensamientos. Reconoció el sencillo vestido y sus finas facciones que hicieron que Uriel se sonrojara de timidez ¡Incluso su hermoso cabello largo cayó en cascada como en sus recuerdos en cuanto la niña se torció levemente para ver mejor la expresión pensativa de Uriel! Instantáneamente volvió a ruborizarse levemente por la anticipación de volver a ver a la hermosa niña de antes, hasta que vio el cambio drástico en el estado de ella que le tomó por sorpresa.
Su fina y hermosa cara estaba manchada en distintas salpicaduras de sangre que podían ser diferenciadas por lo secas que estaban, su vestido estaba sucio en el mismo líquido carmesí con tropezones de tripas y sesos pegajosos en este¡Incluso su cabellera, que se desplegaba cual abanico por su postura, estaba encrespado y pegajoso de forma grotesca! Donde antes había una femeninas y adorables manos ahora habían unas fieras garras con restos de pelo, sangre, carne y otros componentes orgánicos claramente humanos pegados. Uriel palideció levemente.
“Jijiji~~ Que carita más divertida tienes~~ ¿En que piensas, brujita?”
“.......B-bueno, me preguntaba porque estáis tan enfadados”
Ante la incómoda pregunta del infante la niña infló sus mejillas y frunció su fino ceño, agrietando levemente la sangre seca en su cara. Uriel contuvo una mueca de desagrado, no le molestaba la sangre pero era consciente de que la vista frente a él no era precisamente “agradable” o “segura” para él.
Ignorando la expresión forzada del niño y haciendo un efusivo tono molesto e infantil, ella exclamó:
“¡Por supuesto que estamos enfadados~! Engañarnos así es una gran ¡No! Si quieren algo nuestro, queremos nuestras monedas y la deliciosa leche y miel ¡O sino haremos travesuras! Es justo ¿verdad? ¿verdad?”
Uriel hizo una mueca forzada para darle la razón, ciertamente, estaba en parte acertada ¡Aunque le parecía un tanto raro que un festival de vísceras y sangre fuera una buena equivalencia a monedas, leche y miel! De todas formas, como no quería hacerla enfadar el niño asintió, provocando una dulce sonrisa de satisfacción en la muchacha. Viendo que estaba de buen humor, el infante preguntó:
“Entonces, si os doy un montón de monedas, leche y miel ¿Os iréis satisfechos?”
Haciendo un femenino gesto de sorpresa, la “elfa” se quedó pensativa mientras valoraba la propuesta del vampiro. Con sus garras en su barbilla, la niña quedó unos segundo en total silencio, haciendo que Uriel se percataron de la ausencia de gritos y risas en el ambiente; Parecía ser que el foco de actividad y muerte se movió a otro lugar mientras hablaba con ella, solo quedaban un montón de cadáveres y el eco de una matanza a lo lejos. Finalmente, la muchacha contestó;
“¡Está bien! Siempre y cuando nos den el pago, lo que sea está bien~~”
“¡Ya veo! Bueno, dudo que os puedan dar ahora la leche y miel, pero la parte de las monedas la podéis obtener en un momento….”
Interesada en las palabras del menor, la niña lo miró con ojos expectantes. Uriel pensó que si el problema era la falta de tributos , había una forma bastante sencilla de dárselos, aunque tendría que contarle al humano lo sucedido y pedirle que consiguiera leche y miel en cantidades industriales para aplacar la ira de los duendes y ninfas.
“De hecho, soy cercano al “invocador” que os llamó ¡Dijo que podéis tomar todas las monedas que estén en los bolsillos de los muertos! Hasta la última moneda es vuestra, y si eso no os satisface, podéis tomar cualquier cosa de valor que lleven.”
De todas formas, los muertos no necesitaban dinero y todos…..casi todos estaban lo suficientemente desesperados por sus vidas como para ponerse a robar a los cadáveres......Bueno, la mayoría.....¡Deberían poder sacar un buen montón de ahí!
Los ojos de la muchacha comenzaron a brillar, incluso si se estaban dando un festín de carne y vísceras, no podían tocar los cadáveres una vez muertos a menos que les dieran el permiso para hacerlo de parte del invocador o los invocadores.
“¿En verdad podemos?”
“Si, podéis. Y si volvéis mañana por la noche, a esta misma hora, tendréis litros y litros de miel y leche para vosotros solos”
En cuanto escuchó que no recibirían de inmediato la otra parte del tributo, la muchacha frunció el ceño así que, el niño rápidamente añadió nerviosamente:
“Necesitamos algo de tiempo para conseguirla Y....Y mucha gente! Si, Si ¡OS daremos mucha leche y miel, peor necesitamos mano de obra¡ No podemos conseguirlo sin gente ¡Y todos se están muriendo! Piensa que si todos mueren no podremos conseguirla, y con tantas bajas, tardaremos más…..Si nos das un día y dejas vivir de momento a la gente de la ciudad, mañana por la noche recibiréis incluso mas de lo que originalmente recibirías”
“Hmmm ¡Está bien, te tomo la palabra linda brujita! Hoy tomaremos a un puñado de mentirosos y las monedas como ofrendas, mañana la leche y la miel ¡Si nos mentís de nuevo, no habrá nada que os pueda salvar~~!”
Tras pensarlo unos pocos segundo que Uriel sintió como eternos, la ninfa finalmente aceptó con una amplia sonrisa. Uriel suspiró aliviado, al menos consiguió dar un poco de tiempo. Riendo suavemente para mostrar su aprobación, la pequeña ninfa se alejó correteando mientras se volvía traslúcida poco a poco. El niño se preguntó si sería suficiente para detener la matanza por esa noche.
Sea lo que sea, tengo que avisarle a Matthew Owens…..
Entonces….¿Misión cumplida?
Uri
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