[Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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[Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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La escarcha nieve hundía todo el terreno en una feroz tormenta de hielo, sofocando a cada paso que daba mientras más me eleve en las montañas caminando hacia el norte, cada exhalación de aire de mi boca era congelada con el friolento viento del alrededor, convirtiéndolo en humo que se esparcía en los aires en cuestión de segundos, el frio erizaba cada vello de mi piel, pero ya estaba acostumbrado a las bajas temperaturas por ser un hijo de los dragones, así que podía tomar caminos por estas praderas desiertas sin ningún inconveniente que no fuera la helada tormenta.
Retire la capucha de mi cabeza con ambas manos, dejando ver mi rostro por completo, el azulejo de mis ojos brillaban como joyas divinas, cepille con mi mano mi barba para arreglarla quería tener una presentación adecuada si me encontraba algún forastero caminando los mismo caminos que recorro, aunque era poco probable por la tormenta y temperatura que estaba haciendo.
La nieve caía cuesta abajo formando casi una avalancha pero por suerte no era en el lado de la montaña donde me encontraba, pero en cualquier momento podría derrumbarse algún pedazo de tierra, solo se veían los conejos camuflándose con la blanca nieve haciendo que sus depredadores les costara más cazarlos.
Dioses bendigan mi cuerpo, arma y espíritu para ser invencible – Exclame con respeto hacia el aire esperando ser oído por mis dioses y no me abandonaran en ningún momento de esta travesía que estaba realizando. Pasando los minutos me encontré en la cima de la montaña, pudiendo observar todo el paisaje hermoso que ofrecían mis tierras, esperaba con ansias aquellos momentos donde los dragones sobrevolaban los altos de las montañas dejando ver su esplendidos cuerpos, tome ambas manos y las brote para exhalar aire entre ellas, intentando calentar un poco mi cuerpo ante la tormenta.
La tormenta empezó a dar fin a su tiempo en las montañas, dejando salir poco a poco los rayos del sol que derretirían la nieve pasando los días, a pocos metros se escuchaban la caminata de varios animales subiendo la colina, no podía saber que era hasta que estuvieran encima de la colina, a mi sorpresa era caballos que estaban siendo domados por diferentes hombres, no sabía su precedencia ni quienes eran, a lo mejor forasteros igual que yo queriendo admirar el paisaje o aprendiendo el terreno para saber por dónde no deben caminar con sus caballos o fue en mi mente a lo mejor lo más inocente que pude haber imaginado alguna vez.
Uno descolgó su hacha de una funda amarrada al cuerpo del caballo, dio una patada al costado del animal, haciendo que este se acercara a mi lentamente, mientras se acercaba el sujeto exclamo con una voz muy ruidosa; Vejestorio no te haremos daño, solo danos las monedas que tengas y te dejaremos ir. Acaso pensaba el que me dejaría robar por simple ladrones de pacotillas. Reí ante sus palabras un poco inexpresivo solo me quede observándole directamente a los ojos de manera desafiante ante su ‘’ orden ‘’ que me había dado.
Los demás jinetes se pusieron alrededor de mi para que no fuera a escapar, dejándome poco espacio para moverme, acechaban a su presa como si fueran lobos, pero si acorralas a un animal la única opción que tiene es atacar, creo que ellos se imaginaba que yo era un simple viejo por mi descuidada apariencia, pero lo menos que se imaginaban es que fuera un guerrero dragón, que sorpresa les daría en pocos segundos, sonriendo ante su líder al estar hundidos en mis pensamientos.
Por favor no le haga nada a este pobre viejo - Exclame con voz baja y tartamudeando, posicionando mis manos para poderle desvainar en cualquier momento, solo me apetecía seguir les el juego a estos tipos por un rato.
Última edición por Sajin W el Dom Mayo 17 2020, 21:54, editado 1 vez
Sajin W
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
Llevaba varios días caminando, desde el bosque de los humanos hacía el norte, llevaba las mismas ropas habituales, mi larga capa roja, mi diadema de plata, y el polerón rojo carmesí manga larga que me caracterizaba, como siempre el cabello tapaba mis orejas de elfo, esta vez lo llevaba ondulado, me acompañaba un viejo halcón que estaba en las últimas y sobrevolaba por encima de mi humanidad, como agradecimiento por salvarlo de ser la cena de una feroz serpiente; avanzaba abriendome camino por las majestuosas montañas de nieve del norte, cuya altitud variaba según la formación de estas, mientras me adelantaba en aquellos lugares virgenes para mí, notaba como habían tantas cornisas de nieve y si no estaba atento podía quedar atrapado bajo su descenso, a pesar de no ser tan carnívoro tenía ya tres días comiendo manzanas, el viejo y desgastado halcón parecía más allá que de acá, pero no me preocupaba demasiado ya que sabía que todos cumpliamos un ciclo, alrededor solo habían conejos que se escondían tras los monticulos de nieve, lo último que imaginabada era comer al halcón, su carne seguro estaba dura por la edad, además estaba muy flaco y no tendría carne ni para rellenar una empanada.
Comenzaba a caer la noche y con ella una tormenta de nieve que comenzaba a tocarme los cojones, avanzaba con paso firme y sin detenerme pero no sabía cuanto podría continuar de esa manera, ahora el halcón se posaba sobre uno de mis hombros, ya no podía seguir volando y comenzaba a ser una molestia, mientras que caminaba mi pierna tropezó con una piedra de mediano tamaño, la que tomé enseguida y lancé a unos 5 metros de distancia, conociendo mi objetivo, un conejo que parecía tener una pequeña madriguera cerca del lugar pues parecía que dió a luz hace unos días; la piedra le dió en la cabeza abriéndola en dos y causandole además pequeñas convulsiones, la nieve se tornaba roja, de alguna manera tenía que ayudar el ambiente, así que inclinandome coloqué mucha nieve enicma del conejo como enterrandolo y quitandome la capa la amarré a mi cintura como un canguro la nieve seguro mojaría la capa a medida que se fuese derritiendo, pero por las condiciones climáticas se mantendría un buen rato y el animal no se descompondría tan rápido.
-¿Debería ir por las crias? - Me pregunté a mi mismo en voz alta mientras seguía caminando, el halcón ya pesaba así que decidí hacerle espacio en el canguro, cuyo interior era amplio dado que fue hecho con la capa y mantuve el ritmo por un buen rato.
Continuaba avanzando, por horas y horas hasta conseguir una cueva, sin saber si esta estaría habitada o no decidí entrar para pasar lo que quedaba de noche, madrugada o hasta que pasara la tormenta, y asi fue, sin importar nada apenas entré dejé al conejo en la entrada enterrada bajo la nieve y decidí dormir.
Pasadas unas horas la tormenta ya había desaparecido, así como el halcón y el conejo Cria cuervos y te sacarán los ojos - Dije entre carcajadas mientras veía que mi capa tampoco estaba y seguí con el recorrido Maldito animal - Aquella capa tenía años conmigo y no era momento de deshacerme de ella, ahora las montañas de nieve no eran mas que montañas con charcos, riscos y formaciones rocosas.
Tras tanto caminar observé a lo lejos como unos caballos iban montaña arriba, así que decidí seguirlos y adelantar el paso pues parecía que un par de personas iban con ellos; cuando logré alcanzarlos resultó ser que eran una especie de ladrones pues querían hacerle daño a un viejito que se encontraba en lo alto de la montaña, hasta el momento no sabían de mi presencia en aquél lugar, por lo que sin pensarlo llevé mi mano izquierda a mi espalda y tomé mi arco, el que estaba plegado y tras un brusco movimiento lo empuñé para apuntar directo a su espalda en dirección al corazón y tras tensar el mismo y soltarlo aquella flecha lo atravesó desprendiendo su corazón, pero aquella flecha iba con tal fuerza que acabaría frente al viejito con el corazón a sus pies.
De la nada, el halcón apareció con la capa entre sus patas y la dejó caer cerca de mi, tras saltar a un costado y hacer un giro caí con la capa ceñida a mis hombros.
¿Y bien, les encantar ir tras ancianos débiles? - Pregunté al otro tipo que seguía con vida mientras ladeaba mi cabeza viendo al sujeto de los ojos azules y cuerpo grande ¿Ancianoo? ¿Que estoy diciendo? - Me pregunté mientras esperaba el movimiento del otro sujeto, pero de lo que no nos habíamos percatado hasta ahora es que se aproximaba una horda enfurecida y en contra del sujeto robusto habían disparado unas cuantas flechas ¿Que pasa con esta gente, el ladrón será él? Me pregunté mientras el halcón descendía a posarse sobre le lomo de uno de los caballos y con sus afiladas garras desprendía parte de su piel.
Comenzaba a caer la noche y con ella una tormenta de nieve que comenzaba a tocarme los cojones, avanzaba con paso firme y sin detenerme pero no sabía cuanto podría continuar de esa manera, ahora el halcón se posaba sobre uno de mis hombros, ya no podía seguir volando y comenzaba a ser una molestia, mientras que caminaba mi pierna tropezó con una piedra de mediano tamaño, la que tomé enseguida y lancé a unos 5 metros de distancia, conociendo mi objetivo, un conejo que parecía tener una pequeña madriguera cerca del lugar pues parecía que dió a luz hace unos días; la piedra le dió en la cabeza abriéndola en dos y causandole además pequeñas convulsiones, la nieve se tornaba roja, de alguna manera tenía que ayudar el ambiente, así que inclinandome coloqué mucha nieve enicma del conejo como enterrandolo y quitandome la capa la amarré a mi cintura como un canguro la nieve seguro mojaría la capa a medida que se fuese derritiendo, pero por las condiciones climáticas se mantendría un buen rato y el animal no se descompondría tan rápido.
-¿Debería ir por las crias? - Me pregunté a mi mismo en voz alta mientras seguía caminando, el halcón ya pesaba así que decidí hacerle espacio en el canguro, cuyo interior era amplio dado que fue hecho con la capa y mantuve el ritmo por un buen rato.
Continuaba avanzando, por horas y horas hasta conseguir una cueva, sin saber si esta estaría habitada o no decidí entrar para pasar lo que quedaba de noche, madrugada o hasta que pasara la tormenta, y asi fue, sin importar nada apenas entré dejé al conejo en la entrada enterrada bajo la nieve y decidí dormir.
Pasadas unas horas la tormenta ya había desaparecido, así como el halcón y el conejo Cria cuervos y te sacarán los ojos - Dije entre carcajadas mientras veía que mi capa tampoco estaba y seguí con el recorrido Maldito animal - Aquella capa tenía años conmigo y no era momento de deshacerme de ella, ahora las montañas de nieve no eran mas que montañas con charcos, riscos y formaciones rocosas.
Tras tanto caminar observé a lo lejos como unos caballos iban montaña arriba, así que decidí seguirlos y adelantar el paso pues parecía que un par de personas iban con ellos; cuando logré alcanzarlos resultó ser que eran una especie de ladrones pues querían hacerle daño a un viejito que se encontraba en lo alto de la montaña, hasta el momento no sabían de mi presencia en aquél lugar, por lo que sin pensarlo llevé mi mano izquierda a mi espalda y tomé mi arco, el que estaba plegado y tras un brusco movimiento lo empuñé para apuntar directo a su espalda en dirección al corazón y tras tensar el mismo y soltarlo aquella flecha lo atravesó desprendiendo su corazón, pero aquella flecha iba con tal fuerza que acabaría frente al viejito con el corazón a sus pies.
De la nada, el halcón apareció con la capa entre sus patas y la dejó caer cerca de mi, tras saltar a un costado y hacer un giro caí con la capa ceñida a mis hombros.
¿Y bien, les encantar ir tras ancianos débiles? - Pregunté al otro tipo que seguía con vida mientras ladeaba mi cabeza viendo al sujeto de los ojos azules y cuerpo grande ¿Ancianoo? ¿Que estoy diciendo? - Me pregunté mientras esperaba el movimiento del otro sujeto, pero de lo que no nos habíamos percatado hasta ahora es que se aproximaba una horda enfurecida y en contra del sujeto robusto habían disparado unas cuantas flechas ¿Que pasa con esta gente, el ladrón será él? Me pregunté mientras el halcón descendía a posarse sobre le lomo de uno de los caballos y con sus afiladas garras desprendía parte de su piel.
Saintus L Spell
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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La nieve seguía derritiéndose por los rayos intensos del sol, empezaban a formarse charcos de aguas por doquier haciendo que las sólidas rocas salieran a relucir, ya la montaña no parecía tan aterradora ahora con la nueva apariencia que adaptaba gracias al sol que empezaba a iluminar todo el terreno. Pero volviendo a la situación donde me encontraba que era pidiendo piedad por mi ayuda ante los forastero que querían despojarme de mis pertenencias al superarme en número, pero los dioses habían actuado a mi favor, una flecha atravesaba el corazón del sujeto que estaba enfrente de mi con tal fuerza que clavo el corazón en el suelo fuera del cuerpo del forastero, salpicando sangre en todo mi rostro, y haciendo que el sujeto cayera de rodillas con sus últimos alientos que almacenaba el cuerpo, lo cual tome su hacha con mi mano temblorosa aun siguiendo la actuación y sonreí viéndole a los ojos de su desafortunada muerte ante mí.
Después vi como apareció un sujeto algo afeminado con un cabello rojizo que recorría casi toda su espalda, enfrentándose a los demás ladrones que estaban enfrente de nosotros. ¿Y bien, les encanta ir tras ancianos débiles? – Exclamo mi salvador, aunque esto me causo risa pero no podía dejarme ofender o seguir aparentando ser un débil anciano por mi apariencia. Descolgué todo mis ropajes al suelo dejándome ver un forma ble cuerpo de guerrero ante todos los presentes, revelando que no estaba tan viejo como aparentaba con la barba, escuche el sonido de los disparos de las flechas que iban a mi dirección pero al estar a una distancia prudente y poder visualizarla no tuve que utilizar mi habilidad, sino que esquive una anteponiendo el hacha enfrente y las demás simplemente rodando hacia al frente dejando que pasaran por encima de mi.
Tensé todo mi cuerpo, para aparecer al lado del sujeto como un rayo, clavándose el hacha en su pecho con mucha ferocidad tumbándose del caballo donde se posaba, desenterré el arma de su pecho y se la lance al otro jinete que estaba a un costado dándole en seco en su cráneo, el cual cayó desplomado al suelo rocoso, aunque no eran todo los que faltaban, se acercaba una multitud de los mismo ladrones cuesta arriba para ayudar a sus compañeros aunque solo quedaran solamente dos vivos.
Eche pasos hacia atrás nuevamente para posarme al lado de mi salvador que vino a mi rescate, le pique el ojo después de una sonrisa, aunque no era muy romántico al tener mi rostro lleno de sangre. Gracias por ayudarme, pero ya hiciste suficiente no te vayas a lastimar. – Exclame con autoridad y picaría ante el sujeto que se veía muy afeminado para seguir en una lucha.
En mi cabeza empezaba a retumbar las canciones de guerras que sonaban ante de empezar una pelea, animándome más, haciendo que el corazón palpitara cada vez más rápido, la sangre se ponía caliente al acercarse una batalla, aunque jugaba en contra mi mayor miedo que era morir, así que esto me mantenía equilibrado en el combate y no ser afectado por mi mente.
¡Vengan y arrodíllense ante su nuevo Rey hijos de putas¡ - Grite con entusiasmo viendo como empezaban a llegar a la cima de la montaña donde estaban los cadáveres de sus compañeros muertos, aún mantenía mi posición al lado del pelirrojo viendo que haría ante la situación que nos encontrábamos.
Sajin W
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
Y ahí estaba el tipo robusto, que no se distinguía si era grueso o gordo pero algo no andaba bien ese tamaño ¿y temblar?, seguro no era un tipo de fiar, pero lo hecho ya estaba hecho, ahora este tenía la cara cubierta de sangre y con un hacha en su mano, pero de pronto se deshizo de sus prendas y se pudo notar que aquél cuerpo era un cuerpo entrenado, no era gordura sino todo lo contrario, no pude evitar sorprenderme y continuar viendole un poco confundido, al parecer no estaba tan viejo sino más bien tenía una apariencia un poco "dejada" y no tan higiénica.
Era veloz, muy veloz pues no solo esquivó las flechas sino que además en cuestión de segundos se movió desde su posición hasta encima del sujeto clavando el hacha con poder -No eres un débil anciano.. - Dije sin poder evitar reirme por lo sucedido, mientras que tras mover mi arco un poco se dobló a la mitad y lo guindé nuevamente en mi espalda debajo de la capa ocultandolo.
No había terminado de reir cuando lanzó su hacha hasta el cráneo de uno de los jinetes abriendo su cabeza en dos y tumbandolo del caballo Y pensé que yo era rudo.. Comenté viendo aquella escena en la que el jinete sangraba y convulsionaba por el golpe, además su materia gris comenzaba a salir, el halcón que se encontraba encima del caballo desgarrando su lomo se abalanzó hacia el cuerpo ya sin vida y comenzó a picotear la masa encefálica que desprendía de él.
Cuando me dí cuenta estaba el sujeto de cuerpo atlético a mi costado, guiñandome el ojo con la cara llena de sangre, primera vez que veía tanta sangre y fluidos de cuerpos sin vida pero no me descompondría allí, iba a demostrar que podía mantener el paso qué marcaba el grandulón, ante sus palabras de no lastimarme simplemente sonreí y tras escuchar sus palabras simplemente guardé la calma pero entre tantas palabras no nos percatamos que había un lanzador entre la multitud que se acercaba y venían en nuestra direción tres dagas a gran velocidad que por el sol capaz y no podríamos notarlo, pero tras inclinar un poco las piernas rodé por encima de la espalda de mi compañero y al estar espalda tras espalda simplemente me abalancé al frente cayendo inclinado y esperando que el hiciera lo mismo, noté como una de las dagas clavó a lo lejos mi diadema dejando al descubierto una de mis orejas, por casualidad la derecha así que no tendría tiempo de ver el sujeto de cuerpo grande, como pude tapé la oreja con mi cabello y le dediqué unas palabras
- Son muchos, necesitaremos pelear juntos para poder con ellos - Terminadas estas palabras me quité la capa y el peto, demostrando que aunque no tenía un cuerpo como el del barbón también estaba un poco tonificado, le devolví el guiño del ojo y corrí hacia la multitud tomando mi arco plegado para usarlo como arma, su aleación de hierros le permitían ser más flexible que un arco común.
Estando ya entre la multitud salté desde una roca cayendo encima de uno de los tipos, ambos muslos quedaron en su cuello y con solo mover la cadera partí este, lo que produjo el sonido como de una rama seca rompiendose y al caer en el suelo me apoyé sobre ambas manos para saltar y darle de lleno a una mujer que venía a atacar y con exito la derribé pero fue ahí cuando sentí que me halaron de un brazo.
Era veloz, muy veloz pues no solo esquivó las flechas sino que además en cuestión de segundos se movió desde su posición hasta encima del sujeto clavando el hacha con poder -No eres un débil anciano.. - Dije sin poder evitar reirme por lo sucedido, mientras que tras mover mi arco un poco se dobló a la mitad y lo guindé nuevamente en mi espalda debajo de la capa ocultandolo.
No había terminado de reir cuando lanzó su hacha hasta el cráneo de uno de los jinetes abriendo su cabeza en dos y tumbandolo del caballo Y pensé que yo era rudo.. Comenté viendo aquella escena en la que el jinete sangraba y convulsionaba por el golpe, además su materia gris comenzaba a salir, el halcón que se encontraba encima del caballo desgarrando su lomo se abalanzó hacia el cuerpo ya sin vida y comenzó a picotear la masa encefálica que desprendía de él.
Cuando me dí cuenta estaba el sujeto de cuerpo atlético a mi costado, guiñandome el ojo con la cara llena de sangre, primera vez que veía tanta sangre y fluidos de cuerpos sin vida pero no me descompondría allí, iba a demostrar que podía mantener el paso qué marcaba el grandulón, ante sus palabras de no lastimarme simplemente sonreí y tras escuchar sus palabras simplemente guardé la calma pero entre tantas palabras no nos percatamos que había un lanzador entre la multitud que se acercaba y venían en nuestra direción tres dagas a gran velocidad que por el sol capaz y no podríamos notarlo, pero tras inclinar un poco las piernas rodé por encima de la espalda de mi compañero y al estar espalda tras espalda simplemente me abalancé al frente cayendo inclinado y esperando que el hiciera lo mismo, noté como una de las dagas clavó a lo lejos mi diadema dejando al descubierto una de mis orejas, por casualidad la derecha así que no tendría tiempo de ver el sujeto de cuerpo grande, como pude tapé la oreja con mi cabello y le dediqué unas palabras
- Son muchos, necesitaremos pelear juntos para poder con ellos - Terminadas estas palabras me quité la capa y el peto, demostrando que aunque no tenía un cuerpo como el del barbón también estaba un poco tonificado, le devolví el guiño del ojo y corrí hacia la multitud tomando mi arco plegado para usarlo como arma, su aleación de hierros le permitían ser más flexible que un arco común.
Estando ya entre la multitud salté desde una roca cayendo encima de uno de los tipos, ambos muslos quedaron en su cuello y con solo mover la cadera partí este, lo que produjo el sonido como de una rama seca rompiendose y al caer en el suelo me apoyé sobre ambas manos para saltar y darle de lleno a una mujer que venía a atacar y con exito la derribé pero fue ahí cuando sentí que me halaron de un brazo.
Saintus L Spell
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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No eres un débil anciano – Fue las palabras que escuchaba del joven, al terminar de ponerme al lado de él, ambos estábamos en posición para poder enfrentarnos ante la multitud que terminaba de llegar a la cima de la montaña, aun así el joven tuvo reflejos para detectar las dagas que prevenían hacia nosotros, aunque el logro esquivarla, para mí no fue tan fácil por lo cual una termino clavada en mi espalda, al darme la vuelta para evitar que me diera en el torso, tome un respiro para desenterrar la daga de metal de mi espalda y ver como broto un poco de sangre, deslizándose por mi cuerpo hasta mojar la nieve que quedaba en el lugar de un tono rojizo oscuro.
Observe como el muchacho me devolvía el gesto y se abalanzaba contra la multitud imprudentemente, hacía notar muy bien la diferente entre un guerreo y un muchacho joven sin experiencia, note como partía el cuello de alguien y después como todo un machista golpeo a una mujer indefensa y luego alguien le jalo del brazo para tomarlos entre varios, reía al pensar lo de la mujer indefensa, pero tenía que ir ayudar a mi salvador y colaborar con el también.
¡Arrodillaos seres inferiores, están ante Klaus el Rey de los dragones! – Al exclamar esas palabras como un grito de furia continuado con un rugido de dragón para llamar la atención de los presentes, además la palabra rey hizo que activara mi habilidad, haciendo que el sol deslumbrara las escamas de dragón que aparecieron en un parpadeo en todo mi cuerpo, cubriéndole como una armadura absoluta.
Empecé a correr en dirección de la multitud, desvíe mi mano hacia el rostro del primero que me encontré, partiéndose la nariz para continuar con un uppercut hacia su barbilla brindando más fuerza y letalidad a mi golpe gracias a las escamas que rodeaban mi cuerpo, tumbando al sujeto en el suelo. Desvié mi pierna hacia el cuello de otro que se acercaba a mi derecha, con la fuerza aplicada más el giro de mi cintura hice que su hueso se rompiera dejándolo muerto en el suelo, ya estaba demasiada personas a mi alrededor, sin permitir que me moviera a un lugar a lo cual, alce mi mano entre toda la multitud y susurre: Thor, haz tu bendición.
Las runas dibujada en mi espada se ilumino, elevando la espada de donde la deje para venir volando entre los cielos y abriéndose paso entre la gente con una fuerza impresionante hasta quedar el mango de la misma en mi mano, para luego bajar el arma y arremeter contra las personas de mi alrededor dando un giro entre mi propio eje.
Cause que varios cortes en los torsos de los enemigos y a otros los lanzaba lejos de mi posición para poder moverme libremente en el campo de batalla, aun no perdí de vista mi compañero que le habían tomado del brazo, dando unos pasos para acortar distancia, dirigí un corte hacia la mano que le había tomado el brazo, rebasándola como una lonja de jamón.
Poco a poco iban cayendo como mosca se tratasen, esto hizo llamado al pánico de los demás que quedaban vivo al ver que sus compañeros empezaban a caer heridos o muertos en el suelo, cuando eran mayores que nosotros en número pero no en fuerza ni habilidad de pelea, uno de ellos empezaba a dar grito de pánico haciendo que los demás dudaran si de seguir la pelea o huir mientras podían.
¡Retirada, Retirada¡ Exclamo una mujer a lo lejos, dando la orden a los demás que se retiraran del campo de batalla ante de perder más vidas y hombres, a lo que escuche este grito sabía que habíamos ganado el combate, clavando mi arma en la tierra dejando que se deslizara la sangre de la misma hasta el suelo.
Las escamas terminaban de desaparecer para dejar de brindarme protección, y dejaba ver la herida que tenía en mi espalda casi llegando a mi homoplato, tomaba aliento y suspiraba ante el combate, ya que tenía tiempo sin combatir contra tantas personas, aun así los años me estaban jugando en contra.
¿Este bien, niño? – Exclame con voz seca hacia mi salvador viéndole fijamente a sus ojos, un poco intimidante mi mirada además del aura que emanaba de mi ser.
OFFROL
Rey : Habilidad que le porta al usuario al activarla una armadura de escama, que reduce en gran manera el daño de armas mágicas o normales.
Sajin W
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
Al parecer al pelón no le fue tan bien con las dagas, sin embargo tampoco sería algo para morir, alguien tan grande con esa complexión física no sufriría tanot con una daga, siempre y cuando no penetrase mucho en su piel. Estando entre la multitud que me halaban de un lado a otro escuché como exclamaba a la multitud ¿Dragones? Le pregunté a uno de los tipos que me halaba, para desconcertarlo mientras que zafaba uno de mis brazos para golpearle directamente en la nariz y noquearlo.
Escuché un rugido y como todos me soltaban para prestarle atención al dragón, desde mi posición me levanté y sacudí mi ropa Gallinas.. Dije sin darme cuenta del todo de lo que sucedía pensando que huían de mi, hasta que me compuse y al ver en dirección al grandulón noté que este ahora era un dragón.
Aquella criatura brillaba, en su forma de dragón parecía que tenía aún así una armadura que delumbraba con los rayos del sol, pero aquél dragón parecía también manejar magia pues desde donde estaba su arma esta voló hasta conseguirlo, era un sujeto no solo rudo sino poderoso.
La multitud nuevamente me sorprendía, pues estaba alucinando con lo qué mis ojos veían, pero no duró demasiado pues el brazo fue cortado como una lonja de jamón, todo pasaba en cuestión de segundos y aquello me hacía cuestionarme.
Tras ver como se retiraban y corrían en dirección contraría a la que yo me encontraba no hice más que tomar una daga de entre las cosas de uno de los atacantes y clavarla directo en la yugular de uno de los maleantes, acto seguido me acerqué al sujeto grande escuchando que me hablaba, viendo como me miraba fijamente a los ojos, me incomodó un poco ya que su mirada era penetrante e intimidante, con voz entrecortada solo pude decir Dejame ayudarte.. - Acto seguido me acerqué un poco mas, llevé mi mano izquierda a la altura de su clavícula, acerqué un poco más mi cuerpo y llevando mi mano derecha hasta su homoplato donde estaba la herida hice presión y la palma de mi mano comenzó a brillar justo donde estaba la cicatriz Light - Dije para que la luz penetrara su piel herida y esta comenzara a sanar, llevé mi pierna derecha justo detrás de la suya bloqueando cualquier movimiento con mi femoral, pues capaz y dolía un poco, mientras hacía efecto la sanación desviaba su mirada. Tenía muchas preguntas que surgieron tras verlo luchar de ese modo.
Saintus L Spell
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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La muchedumbre se terminó por retirar de la zona, otros arrastraban los cadáveres de sus compañeros con las pocas fuerza que les quedaban, otros ayudaban a los que aún seguían vivos pero heridos a caminar fuera del campo de batalla, la mujer que dio la orden parecía ser otra de los líderes de estos ladrones ya que se encontraba a una distancia prudente del campo de batalla, y al darse cuenta que estaba perdiendo números hombres y mujeres cada segundo que pasaba era mejor retirarse de la pelea.
Solo quedaban los caballos que de los primeros jinetes a nuestro alrededor como los cadáveres de sus dueños, y el halcón seguía devorando la materia cerebral de uno de los forastero, después me di cuenta que el joven puso su mano en mi herida y empezaba a sanarla poco a poco, lo cual me recordó a la elfa en aquella playa ayudando al monje como lo estaba haciendo este muchacho.
Eres un elfo por el don de curación que tienes, ¿Cuál es tu nombre muchacho? – Pregunte con educación y con un tono autoritario hacia él, claro estaba hablando con un futuro rey intentaba marcar siempre la diferente entre las personas y yo, no quería que se equivocaran en ningún momento conmigo, al menos que fueran aliados o compañeros que sería muy distinto, el muchacho seguía siendo un extraño todavía para mí, aunque tuvo el vigor de meterse en una pelea e intentar salvar a un anciano que necesitaba ayuda, pero si realmente hubiera sido un anciano ese muchacho seguro estuviera muerto o lo hubieran atrapado a él también.
Este muchacho se ve como una mujer, su cabellera larga y rojiza. Pensé al estar viéndole fijamente, aunque su mirada decía que estaba intrigado por mi persona, incluso como si las palabras quisieran salir de su boca y preguntarme cosas, a lo cual solo espere que tuviera el valor de preguntarme, por lo visto su mano había hecho efecto y había cerrado la pequeña apertura que causo la daga de metal, me levante de donde estaba para ir por mis ropajes que quedaron en el suelo.
Le di palmada a la ropa para sacudirle el polvo que habían reunido al estar en el suelo, y me las coloque nuevamente encima para abrigarme y tapar todo mi cuerpo otra vez, a lo cual me encamine hacia una roca que estaba a pocos metros de nosotros, pisando el líquido cefálico de uno de los forastero.
Termine por sentarme y seguía viendo al joven de arriba abajo sin perder de vista cualquier movimiento que hiciera, no podía confiarme de él tan fácilmente, a lo mejor terminaba hiriéndome cuando bajara la guardia, ahora aún más cuando se dio cuenta que soy un dragón.
Me acomodaba en la roca para estar más cómodo, saque de una de los bolsillos de mi ropaje un pedazo de carne cocida que me quedaba del anterior refugio, y proseguí a darle mordisco para recargar mis energías que había perdido en la batalla.
Sajin W
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
Terminaron por retirarse en su totalidad, aquellos sujetos que quisieron hacerse con las pertenencias de un fulano viejo entenderían que no pueden vivir bajo estereotipos y que quizás si querían ser ladrones tendrían que analizar un poco mejor a sus victimas, al sujeto que se encontraba conmigo aún estando solo seguro que era capaz de librarse sin ayuda de aquellas personas, si bien estaba ahí curandolo me quedaba claro que era un sujeto muy fuerte, un dragón por lo que había visto, cosa que nunca habría notado si no se transformaba frente a mí, su agilidad no decía mucho de su raza, podía ser humano, elfo o hasta un bio.
Mi mente volaba y en ella solo había un flashback infinito del sujeto invocando a su arma y girando sobre sí mismo para acabar con varios de ellos sin mucho esfuerzo, aún brillaba mi mano mientras su herida comenzaba a cerrarse y no me percaté que me preguntó algo sino hasta después - Soy Saintus, señor.. - Le dije en tono seco mientras terminaba de curar la herida, no siempre revelaba mi naturaleza elfica sino que prefería pasar desapercibido como un humano corriente.
-¿Puedes dejar de mirarme de esa manera?-Dije al ver que se alejaba a recostarse sobre una roca después de limpiar sus trapos y colocarselos - ¿Rey de los dragones dices? - Reí un poco aunque no en tono de burla sino como un gesto pícaro -Poco sé de los reyes, pero seguro que no te ves como uno Me acerqué a él y me recosté en la misma roca Tampoco tienes la educación de uno - Agregué irónicamente mientras sacaba de mi chaqueta la ultima manzana para pegarle un mordisco, el no compartía su carne rancia y yo no compartiría mi manzana, el halcón se acercó a nosotros, tenía materia gris entre sus plumas así como un poco de sangre, este sacudió sus plumas y nos ensució un poco más Es temprano y aún no caerá la noche, pareces ser de estas tierras por lo abrigado que estás .. ¿Conoces algún río cerca? No acostumbro como tú a estar con tan mal aspecto- Le dije levantandome para sacudir mi pantalón esperando a que dijera donde podíamos ir, antes que dijera cualquier cosa decidí interrumpir ¿Como hiciste eso? ¿Como luchaste de esa manera? No pude aguantarme más y tuve que preguntarle al tipo que estaba allí conmigo, y entre tanta cosa olvidé preguntar su nombre, esperaba que después de todo se presentara, ambos salvamos la vida del otro, por mi parte me encontraba con la guardia baja, el halcón levantó vuelo y comenzó a revolotear por encima de nosotros.
¿Has entrenado mucho supongo - Comenté al dragón viendolo de arriba a abajo - No solo por tu apariencia física, que estás bien formado sino por la manera en la que luchas - Agregué como sinónimo de admiración, tenía frente a mi a un sujeto que se llamaba asimismo como rey y si bien no lo era, luchaba de una manera excepcional, seguro que me enseñaría un par de cosas si se lo pedía amablemente.
Era alrededor de las 2 de la tarde, pues ya el sol había pasado por el punto más alto hace un rato y el ambiente comenzaba a estar un poco más frío, no como cuando la tormenta sino más bien fresco como si de un otoño se tratase, mi afán aparte de conocer al tipo que estaba frente a mí era el de asearme, jamás había estado en un estado tan deplorable, aunque aquél sujeto era todo un bárbaro.
Saintus L Spell
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Empezaba a caer nuevamente la tarde, el tiempo pasaba volando, ya el frio volvió nuevamente a su andar pero no tan violentamente como la anterior tormenta que sacudía las montañas haces horas atrás, mis ropajes estaban limpio aunque no parecieran, la barba estaba limpia sin ningún sucio o animales que se enredaran en los largos bellos de ella, solo que mi apariencia se notaba descuidada aunque no lo fuera, a lo mejor era por ser un bárbaro o un buen guerrero a lo mejor debería tener ese aspecto, terminaba de comer mi trozo de carne cuando escuchaba toda las preguntas que me hacia Saintus, parecía un niño que estaba viendo un juguete nuevo y quería ver todo lo que podía hacer, bueno así me sentí en este momento, aunque no me molesto me daba un poco de risa a la vez satisfacción de que alguien me preguntara algo de mí, algo distinto que no fuera cuanta personas he asesinado o cosas de ese estilo, ya era algo aburrido la verdad.
Soy Saintus, señor... – Exclamo el muchacho con voz seca, a lo que respondí con sencillez; Mi nombre lo escuchaste antes, pero seguro no prestaste atención, me llaman Klaus. Seguía comiendo el trozo de carne y veía como el sacaba una manzana de su bolsillo y se alimentaba, Por esa razón es que parece una mujer. – Pensé a lo cual se dibujó una sonrisa en mi rostro algo picara pero se esfumo a los pocos segundos volviendo a escuchar las preguntas que lanzaba el muchacho como flechas
¿Puedes dejar de mirarme de esa manera? – El muchacho se encontraba algo incómodo o mejor dicho intimidado por cómo le miraba de arriba abajo, a lo cual solo aparte la mirada fijándome en el halcón que llegaba a donde estábamos nosotros para sacudir los restos del cerebro del forastero encima de nosotros, termine de comer a lo cual le arroje al halcón el pedazo de hueso para que se alimentara de algo con más nutriente ya que se veía que estaba desnutrido o su dueño no le alimentaba adecuadamente.
¿Rey de los dragones dices? Acompañado con una risa picara del joven, Poco se de los reyes pero no luces como uno, tampoco tienes la educación de uno. Termino diciendo el joven, aunque no me tome a mal sus comentarios sobre mí, escupí a un costado del suelo ante de responder sus preguntas.
Estás de acuerdo en eso, todavía no soy un Rey, pero me convertiré en uno. – Decía mientras mis ojos azules brillaban intensamente a decir esas palabras, tosí varias veces antes de continuar; Además Saintus, seré rey de hombres no necesito ser sutil con ellos, sino que sepan que bajo mi mando, yo protegeré a cada uno de ellos, eso es lo que hace un verdadero Rey. – Mirándole a los ojos nuevamente a terminar de responder la mitad de sus preguntas.
Pareces ser de esta tierra por lo abrigado que estás, ¿Conoces algún rio cerca de acá? No acostumbro a estar como tú en ese mal aspecto. Refuto el muchacho nuevamente, como si su lengua no podía quedarse quieta sin decir una palabra a cada minuto, tan valioso y tranquilo que es el silencio a lo contrario a este muchacho parece ser un sufrimiento sino está hablando a cada minuto.
Sí, soy uno de los hijo de los dragones, estas tierras fue donde crecí, por eso la conozco, y no tengo frio pero no puedo estar siempre mostrando mi armas y mi forma libremente, sin saber quién anda por ahí observando. – Dije con claridad y sabiduría ante el muchacho, que viéndole tenía poca experiencia en el combate o de como pensaba un guerrero, pero no podía esperar menos de un afeminado.
Otra pregunta se clavó en el ambiente como si estuviéramos en una lluvia de flechas, parece que fueran infinitas, no era el mejor fuerte mío el tener practicas tan largas, pero ayudaba a mi memoria de recordarme. ¿Cómo hiciste eso? ¿Cómo luchaste de esa manera? – Volví a tomar aliento y tragar saliva antes de responderla al muchacho.
Soy un guerrero dragón, a la corta edad de diez año fui entrenando para el combate, modalidad de asesinar, conquistar territorios, nos enseñaron todo lo que nos ayudaría a sobrevivir en este mundo, el resto es de cada quién, y para mí fue bendecido por que todavía sigo vivo y eso que eh enfrentado muy buenas batallas con oponentes fuertes, no esto ladrones de pacotillas. – Termine de explicar al muchacho sobre mi vida, cuando me levante de la roca para poder estirarme un poco y no se fuera a encalambrar mi cuerpo, chasque los dedos haciendo que uno de los caballos viniera a mí, para posar mi mano en su rostro y acariciarle con mucha suavidad a pesar de mis ásperas manos en cambio de la suave piel del corcel.
Sajin W
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Algo me decía que lo que tenía frente a mi era un bárbaro, no dudó por un segundo tan siquiera al tener que asesinar a todas esas personas, yo a las justas me habría hecho con la vida de 3 ó 4 personas, los demás quedaron mal heridos, pero él seguro había asesinado a unas 10 personas como mínimo en aquél rato en los que nos debatiamos entre la vida o la muerte, o tal vez solo era instinto de supervivencia, no lo sabía pero no haría molestar al sujeto grande ya que no quería problemas, más bien lo veía como un trofeo, por llamarlo de alguna manera o quién sabe, la mejor forma de llamarle o el mejor título que podía darle era el de "aliado".
Tras oirle decir su nombre por segunda vez comenté -Lo siento, estaba ocupado tratando de no morir, es primera vez que me encuentro en una situación así, ehm con tantos ¿muertos?- Dije un poco desconcertado con voz entrecortada, aquél tipo representaba autoridad.
Ahora alimentaba al halcón, parecía que después de todo algo de educación tenía, pero que va de pronto escupió hacia un costado, cosa que me disgustó aunque no dije nada solo ignoré aquél acto Es un bárbaro no cabe duda.. Pensé mientras veía el escupitajo en el suelo, a lo que recordé que mi diadema estaba incrustada en una roca, casi la olvidaba y lo dejé por un momento para ir a buscarla.
Al componerme en el mismo lugar escuché todo aquello acerca del reinado, lo escuché con detenimiento y crucé mi mirada con sus penetrantes ojos azules, tenía que imponerme no podía pensar todo el día que me intimidaba, y si se había dado cuenta tenía que hacerle cambiar de parecer.
Lo bombardeaba minuto tras minuto con preguntas, capaz hablé mas de lo que debía o simplemente a él no le gustaba conversar mucho y era lo que me daba al responder entre resoplidos, una vez más estaba ahí el "rey de dragones" que si bien no hablaba mucho cuando le daban cuerda no se detenía y exponía muy bien lo que quería decir.
Le harás daño con esas lijas, rey de dragones - Esta vez si me burlaba, haciendo referencia a las caricias que le hacía el bárbaro al caballo, si bien no la veía su aspecto hablaba por sí solo, seguro tenía callos por las armas que siempre llevaba consigo y por la fuerza que hacía.
Yo no soy un rey, tampoco soy un príncipe- Hice una pequeña pausa, y levanté la mirada a lo lejos, donde estaba otro caballo abandonado y sin necesidad de emitir sonido alguno simplemente pisé con fuerza transmitienod a través de la naturaleza la necesida a aquel caballo para acercarse, el que estando justo frente a mí monté de un brinco -Lo que sí tengo es determinación Dije estando encima del caballo, esperando que el dragón que tenía frente a mi se montara en este No te necesito para conseguir un río.. - Dije tras ordenarle al caballo con solo una caricia que me llevara al río o estanque más cercano antes de que cayera la noche, mientras nos alejabamos grité con fuerzaSerá mejor que vengas, ya debería saber usted oh, milord que aquellos campesinos regresarán y doblarán el número- Dije con esperanzas de que subiera al caballo para seguirme, si el no necesitaba tomar una ducha yo sí, tenía ya con este 4 días de haber partido y necesitaba acicalarme, además pronto comenzaría a caer la noche y vaya a saber que pueda suceer.
Saintus L Spell
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El sonido del viento resopla entre las pequeñas uniones de las rocas, haciendo un sonido de tranquilidad en el ambiente, la nieve empezaba a tomar fuerza nuevamente a lo largo de las horas, empezó a endurecerse en su estado sólido, el sol se estaba ocultando dando paso poco a poco al anochecer, el frio empezó aumentar considerablemente, es decir que el agua de cualquier rio o estanque iba a estar súper fría casi congelada, vivir acá casi no era necesario bañarse por el frio que no permitía que uno sudara, era como vivir en un cubo de hielo todo el día.
Le harás daño con esas lijas, rey de dragones. – Exclamo Saintus en forma de broma por mis manos ásperas, Tranquilo solo te saldrán cuando hagas trabajo, niña. – Le devolví la broma en cuestión de segundos, no sé porque entraba en confianza con este muchacho que apenas conozco, pero aun no me molestaba tenerle cerca.
¿Y tú de dónde eres, quién eres? – Pregunte con curiosidad si el sabia cosas de mí, también debería tener información de quien era él, además de saber que es un afeminado sin experiencia en el combate, seguro tenía algo que me sorprendería o tal vez no.
Será mejor que venga, ya deberías saber usted, oh, mi Lord que aquellos campesinos podrían volver y doblar sus números. – Dijo mientras se empezaba a alejar de mi con su caballo, solté una carcajada por cómo me trataba como su señor, a lo cual tome un impulso subiéndome encima del caballo, di una pequeña patada al costado dándole la orden de que siguiera al otro animal, empezó a dar pequeños pasos para ponerme al lado del muchacho.
Entonces, explícame quien eres, debes tener algo interesante que contar. – Exclame con seriedad ante él, mientras íbamos descendiendo poco a poco las montañas, cosa que no era difícil para los caballos que estaban acostumbrados a estar en estas zonas, aunque mientras descendíamos algunas veces perdían el control en su caminar por el hielo incrustado en el suelo, hacía que sus patas se resbalaran.
Nuevamente se me olvidaba tomar mi arma, a lo cual las runas se activaron, alce mi mano para recibir el arma en cuestión de segundos por el aire, a lo cual la colgué en su funda que se ubicaba en mi espalda, tapándola con mis ropajes, aunque por lo largo se veía solamente la punta de esta al final del abrigo.
Terminamos de descender completamente la montaña, a la vista teníamos un rió que todavía no estaba congelado en su totalidad, sino que recorría agua entre las rocas, poca pero lo suficiente para tomar o darse un baño, que es lo que buscaba el joven muchacho. A los alrededores se veían a los aldeanos de las tierras, cazando peces, recogiendo frutas y demás a los alrededores, ya estábamos entrando a la civilización de las tierras, aunque nadie se inmuto ante nuestra presencia.
Sajin W
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
El rey de dragones me llamó niña, no me importó pues siempre por mi apariencia ponían en duda mi sexo, así como también mi raza pero era parte de mi, dejaba que los demás conocieran de mí lo que les permitía y sin pensarlo ya había revelado por iniciativa propia al bárbaro que era un elfo cuestión que muy raras veces hacía, normalmente pasaba por humano.
Yo vengo del sur, del bosque.. - Respondí inmediatamente a su cuestionamiento Y no te dejes llevar por mi aspecto - Le dije en un tono retórico mirándole a los ojos y frunciendo el ceño para después reir un poco Soy hijo de la diosa IMBAR- Agregué con seriedad, de seguro no sabía a qué me refería, pero de entre la nieve simplemente extendí mi brazo y en lengua élfica que aquél sujeto no entendería pronuncie
No tengo mucho que contar de mí, lo que sí podría decirte es que me interesas- Lo que había dicho se podía malinterpretar, pero no del todo porque ¿A quién le interesaba un sujeto con ese aspecto? si bien tenía un buen cuerpo, era un tanto grotesco Me refiero a que me interesas como maestro - Añadí antes de dejarle pensar cualquier cosa, estaba tratando con un bárbaro que seguro su iq no le dejaría ver mas allá de las palabras que podía pronunciar, de pronto entre tanto descender llegamos a un sitio llano, a lo lejos se veía lo que parecía ser un río sin más apresuré al caballo mientras volteaba a ver al rey de dragones para preguntar
¿Como haces eso con tu arma? ¿Es magia? - Pregunté pidiéndole al caballo que fuese mas lento para ir a la par del otro sujeto, la magia era un tema que me interesaba pero ¿Los dragones podían usar magia?
Los aldeanos estaban por allí, a lo que el halcón sabía que tenía que hacer, comenzó a sobrevolar el cielo a una altura bastante alta haciendoles creer que se trataba de un ave carroñera, pensarían que era un mal augurio y se alejarían pronto, no quería molestias además estaba seguro de que pronto aparecerían nuevamente los sujetos que hace un rato masacró el robusto sujeto.
Bajé del caballo y me despojé de mis ropas, deslindé de mi espalda mi arco que estaba plegado dejándolo entre la capa, quité el peto y el pantalón quedando totalmente desnudo, mi cuerpo no era el de una mujer, mi torso era mas grueso y cuadrado de lo que parecía, así como mis piernas, además medía casi 180 cm; después de todo nadie se bañaba con ropa y eramos dos hombres adultos, bueno un elfo y un dragón ¿pero qué mas da?
Tras deshacerme de la ropa y adentrarme un poco hacía el río voltee antes de entrar en él y extendiendo una de mis manos le pedí a la madre naturaleza que temperaran el agua a una temperatura más pasable, no caliente sino fría pero sin que hiciera daño en la piel, hecho esto volteé a ver al pseudo-rey y le grité
Por tu apariencia supongo que no vendrás, no sabes lo que es una ducha Reí tapando el sol con una de mis manos, pues este ya se comenzaba a ocultar y entrando al río noté como este apenas me cubría hasta la cintura, me heché sobre mi espalda a flotar un rato mientras que volteaba a ver en dirección al dragón, seguro no vendría, tenía pinta de temerle al agua.
Saintus L Spell
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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Terminamos de descender toda la montaña finalmente, viendo como el halcón empezó a sobre volar encima de los cielos dando señal de mal agüero para que los aldeanos huyeran de la zona por miedo de una maldición les cayera desde el cielo, escuchaba las preguntas del muchacho sobre la magia que tenía mi espada ya que siempre venía volando hacia mi paradero cada vez que se lo ordenaba.
Es una runa mágica que realizo un Alquimista en ella, por eso es que vuelve a mi cada vez que se lo ordeno, sí podemos pero yo no sé hacerla. – Termine de explicarle con un tono de voz baja, ya estaba cansando de responderle cada duda que tenía el muchacho sobre cada aspecto de mí, aunque la última petición del muchacho si me intrigo bastante, quería que yo le enseñara, no sé qué, pero que le enseñara algo.
No sé qué te podría enseñar, seguro viendo puedes aprender, pero si te matan no es mi problema. – Exclame con claridad ya que no me encargaría de ser el niñero de este crío por la vida, si quería aprender podría hacerlo pero si en una batalla lo matan no será mi responsabilidad, observe como se descolgaba del corcel para despojarse de toda su ropa y meterse de lleno al rio para bañarse.
Por tu apariencia supongo que no vendrás, no sabe lo que es una ducha. – Escuche de Saintus cuando estaba hundido en el agua del rio, miraba a todos los alrededores observando que no hubiera nadie merodeando por la zona, aun seguíamos en el territorio de los forastero, aunque era poco probable que volvieran a buscar pelea, debió haberles quedado claro que no tenían oportunidad contra mí en un campo de batalla.
No me bañare, ya me eh bañado, además en territorio enemigo no podría bajar la guardia por un segundo. – Reí al terminar de aclararle la situación al muchacho, podía empezar a tomar su primera lección de cómo sobrevivir en el mundo, además tenía muchos enemigos encima de mi buscándome por cualquier delito menor que seguro he cometido, incluso los elfos me buscaban por aquella vez que casi asesino el capitán de una de sus tropas, historia que me guardare hasta el momento ante de confiar en el muchacho, me podría entregar si le contara además era su propia gente.
El viento tomaba resople hacia nosotros, refrescando todo mi cuerpo por completo con una brisa helada, el sol termino por ocultarse por completo dándole paso a la luna, ya marcaba las seis de la noche por la posición de la luna en el plano, ya faltaban pocas horas para que cayera el azabache de la oscuridad por completo, hay en donde tendríamos problemas si no buscábamos un refugio para descansar y escondernos de los forastero que seguro saldrían a robar en la noche.
Es mejor que partamos ahora a buscar una cabaña para pasar la noche. – Dije para patear el cabello y empezara a trotar hacia el pueblo en busca de una cabaña para dormir y descansar finalmente de un día tan agotador.
Sajin W
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
¿Runa mágica? ¿Alquimia?- Aquellas palabras retumbaron en mi cabeza, hasta donde sabía la alquimia se estudiaba lo que te otorgaba el título de "Alquimista" por lo qué seguramente era una magia "aplicada", vaya tema que comenzaba a intrigarme, la curiosidad en mí había despertado.
Algo me seguía afirmando que aquél sujeto estaba harto de tanto hablar y qué tantas preguntas le molestaban, capaz y no era un sujeto tan sociable o tal vez era tímido, pero no qué va parecía ser una persona firme y decidida, aspectos que no componen a un ser introvertido, dada su apariencia tal vez era un psicótico o neurótico que le gustaba la soledad y mi presencia tal vez solo le molestaba.
Mientras seguía flotando en aquél río escuchaba sus palabras, lo sabía no se bañaría, que tal chancho -Nisiquiera hueles bien- Grité mientras chapoteaba con mis pies y tomaba agua del río para luego escupirla hacia arriba con fuerza, me sumergí hasta tocar el fondo de este por unos segundos aguantando la respiración, donde buceé hasta llegar a la orilla y salir, mi cabello estaba mojado por lo que lo tomé desde la punta escurriéndolo, el sol terminó de ocultarse dandole paso a la majestuosa luna pero algo ocurría esta se encontraba llena.
El jinete partió sin esperar a que me vistiese, no quería pescar un resfriado así que como pude me coloqué todas mis prendas y monté al caballo ordenandole partir a toda prisa para seguir el rastro del sujeto apestoso.
Avanzamos mucho, alrededor de una hora y media hasta encontrar una cabaña abandonada, lo raro era que parecía tener un "cuidado especial" una especie de protección pues las ventanas tenían hierro forjado, así como la puerta era de madera pero una madera especial que no podía ser penetrada por cualquier arma, algo no andaba bien, al desmontar el caballo se escuchó muy a lo lejos varios aullidos como si de lobos se tratara.
Apestoso.. ¿Escuchaste eso? -Pregunté un poco exaltado -Tú decides si entramos o seguimos esperando, aunque preferiría entrar- Le comenté quedandome a su lado y llevando mi mano derecha a su hombro esperando que este por fin entrara a la cabaña o tomara alguna decisión pero teníamos que movernos rápido pues era luna llena y la noche no solo podía traer hombres lobo, sino muchas criaturas nocturnas.
La brisa comenzó a soplar más fuerte, hoy no habría una tormenta de hielo, sino qué más bien ahora los aullidos de los lobos se escuchaban un poco más cerca, el halcón que hacía rato no aparecía hizo su majestuosa entrada con un gran gañido que retumbó en ambos, algo nos avisaba, algo pasaba y mis sospechas eran ciertas, varios "animales" se movían rápido desde aquél río hasta nuestra posición, sería cuestión de minutos para que estos llegaran, el dragón no entendería lo que sucedía ni lo que el halcón nos decia sin más llevé los caballos al cobertizo y volví a la posición del dragón, lo tomé del antebrazo y corrí hacia la cabaña para proceder a cerrar aquella gruesa puerta con fuerza atascandola con los linderos forjados que tenía.
Asegura la ventanas, yo me encargo acá - Le ordené con tono autoritario pero sin ser grosero, mientras que comenzaba a levantar una plegaria
Oh poderosa diosa Imbar
A ti que siempre te he servido
Te suplico me ayudes esta noche
Necesito tú poder
Enseguida del suelo salieron enredaderas gruesas que cubrieron las entradas de la cabaña, puerta y ventanas así como el techo, el halcón dejó de ser un escuálido y se transformó a triple de su tamaño, siendo fornido con garras y un pico bastante fuerte.
Saintus L Spell
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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Los aullidos se esparcían por doquier, una sinfonía de diferentes sonidos estaban entrando en armonía, algunos aldeanos empezaron a encerrarse en sus casas inmediatamente, apagaban las luces de sus casas y guardaban un completo silencio, a lo mejor le tenían miedo a los lobos, vampiros y criaturas extrañas que asechan en la noche, aun así seguía trotando con el caballo hasta que pudimos encontrar una cabaña reforzada está en buen estado por lo menos, se seguía escuchando los sonidos y los pasos de animales que se acercaban cada vez más a donde estábamos nosotros.
Apestoso, ¿Escuchaste eso? – Dijo exaltado Saintus, note su nerviosismo a lo que respondí con un gesto con mi cabeza, a la final no quedo de otra que guardar los caballos en algún lugar seguro, sentí como me tomo del brazo y me hizo entrar a la fuerza a la cabaña, pero había un olor en el ambiente, seguro el elfo se había hecho encima por lo asustado que estaba. Reí ante la broma que pensaba en mi cabeza, escuche las plegarias que hacia el muchacho para reforzar por fuera la cabaña, algo que para mí era innecesario la verdad.
En tanto ajetreo no nos habíamos dado cuenta que la mesa dentro de ese lugar estaba servida con un plato de comida, una pequeña vela que proporcionaba un poco de luz para poder comer y no tropezarse al caminar en el lugar, a lo cual empecé a buscar en las cuatro paredes donde estaba la persona que era dueño de esta casa.
En una esquina en la oscuridad observe a un anciano tembloroso, claro, habían entrado dos sujetos a su cabaña en forma de saqueo, el estar nervioso era válido. A lo cual me disculpe haciendo gesto con mis manos, transmitiéndole que no éramos ladrones sino que buscamos un refugio para pasar la noche solamente que no tendría que preocuparse de más.
Tranquilo viejo, no venimos a hacerte daño, solo estábamos buscando un lugar donde pasar la noche. – Con voz baja para no representar algún tipo de amenaza hacia el anciano. Oh los jóvenes hoy en día han perdido los modales de tocar la puerta. – Dijo el señor ante la actuación que habíamos tenido de irrumpir en su casa.
Os serviré un poco de comida, ya que están acá. – Fue lo que dijo para caminar hacia la cocina pero este era cojo por la edad, así que era más lento que un caracol, tomo dos platos para servirle del caldero un tipo de sopa con carne de jabalí, el aroma de esa comida era espectacular que abrió mi apetito con solo olerla, termino de servir la mesa para darnos paso a sentarnos y comer con él.
Gracias es muy grato de tu parte anciano, además cuéntame porque todos huyen de la noche como ovejas perseguidas por lobos? – Pregunte mientras tome asiento en la mesa, e hice seña a Saintus para que se sentara también a comer y dejara de vigilar la puerta de la cabaña, ya que el peligro si pasara pasaría, así que era mejor comer mientras tanto.
Pues jovencitos en estos lares, los hombres se convierten en lobos y destrozan todo a su paso, roban críos, matan a los animales, así que el pueblo siempre entra en crisis por esta situación irregular que tenemos y no envían a nadie para acabar con este presagio. – Con un tono de voz baja y triste me explicaba la situación de lo que vivía la aldea constantemente, mientras yo seguía tomando bocados de la sopa con una cuchara de madera, prestándole atención al viejo.
Lástima que no envíen algún ejercito de los humanos para detener esto, usted cuídese y no salga de noche. – Era obvio lo que le decía al anciano, pero no era mi asunto involucrarme con otras razas y menos sino me pagaban por mi servicio, así que solo seguía comiendo y esperando que pasara la noche.
Pocos minutos los lobos pasaron por las calles del pueblo, haciendo un estruendoso sonido con sus aullidos, mientras las personas ya estaban aseguradas esta noche en sus casas, con metales en manos por si deben enfrentarlos, pero a los pocos minutos ya habían terminado de abandonar el pueblo pasando por el rió hacia otro destino.
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
Una vez dentro el dragón este río pero no dijo nada, era un sujeto bastante raro pero ya aprendería a conocerlo un poco más, ya con la cabaña reforzada observé como se alejó un poco el grandulón a buscar entre las paredes ¿Qué quería el dinero del propietario de la casa tal vez? ¿Aquél que se autoproclamaba rey no era más que un ladrón?- Pensé por un instante pero no me importaba, cada uno era dueño de sus actos y no era ningún juez o algo parecido para tildar si lo que hacía estaba bien o no.
La mesa estaba servida, una vela alumbraba un poco aquél lugar.
De pronto el tipo grande hablaba en una esquina solo, hasta que al voltear noté al tipo tirado en el suelo, qué sin más se mostraba amable hacia nosotros en gesto de "agradecimiento" por no saquearlo ni tampoco asesinarlo, pero algo andaba mal, sus pisadas se escuchaban un tanto diferentes, era cojo sin embargo podía ver como entre su camisa abotonada salían ciertos vellos.
Estaba aún en la entrada, custodiando hasta que el rey de dragones con un gesto me invitó a la mesa, donde al ver la carne de jabalí sonreí pero coloqué el plato a un costado, cerca del plato del barbudo para que este entendiera que pódía comerlo, la luz era tenue pero podía ver que entre la arrugada piel del viejito habían cicatrices de rasguños y fue ahí donde entendí que aquél hombre anciano era uno de esos seres que tenían azotado el pueblo, por debajo de la mesa simplemente patee con delicadeza la entrepierna de mi compañero dandole a entender que algo no estaba bien.
Si bien los lobos continuaron con su viaje, aproveché la distracción de sus aullidos para tomar un cuchillo de los que estaban servidos en la mesa y lo lancé con fuerza hacia el hombre viejo directo a su clavícula izquierda, mientras esto sucedía coloqué ambas manos encima de la mesa para lanzarla en su dirección y tras dar un giro hacia atrás tomé el arco tensandolo y disparando directo a su corazón, pero esto no era suficiente, aquél hombre comenzaba a transformarse, estaba malherido y ahora no solo cojeaba sino que más bien en una de sus patas debido al cuchillo que se enterró tenía menos fuerza.
Vaya situación con los viejos - Bromeé un poco por lo que sucedía, en cuestión de segundos aquél anciano ya transformado saltaba encima de Klaus intentando darle un gran zarpazo y dejarlo inconsciente en aquella cabaña.
Desde mi posición guardé el arco pues lo que venía era batalla cuerpo a cuerpo, tras un movimiento brusco el arco se encogió a la mitad plegandose. Lo que teníamos frente a nosotros parecía ser un hombre lobo, o tal vez era una maldición, la luna llena no ayudaba demasiado, por fortuna la otra manada decidió alejarse.
Saintus L Spell
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
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La luna brillaba intensamente dejando pasar la claridad por la ventanas de cristal que tenía diseñada la choza, mientras seguía dándole bocados a mi plato que es cuestión de segundo lo termine, vi como Saintus me dejaba paso a su plato, a lo cual sin esperar empecé a comer también, mientras teníamos una conversación con el dueño de la cabaña tranquilamente, empezaba a notar como el muchacho me pateaba la pierna a lo cual no sé si era a propósito o me quería dar aviso algo más.
Pues tampoco fue que me dio tiempo de pensar cuando vi que este había clavado en la pierna del anciano un cuchillo, que tampoco le termino de afectar tanto cuando su pierna se convirtió en una gruesa pata peluda de un lobo, y termino de transformarse delante de nosotros, Que vaina los viejos. – Bromeo Saintus al ver que el anciano era un hombre lobo también, por eso la casa esta reforzada para cuando viniera la luna llena no hiciera daño a nadie, por lo cual el anciano solo protegía a los demás del en cambio los otros salían a destruir y asesinar a personas.
Por ese motive no pensé en asesinarlo ya que debería terminar de vivir los pocos años que le quedan tranquilamente y finalizar su ciclo de vida pacíficamente, no siendo asesinado por mis manos o la del muchacho, a lo que me puse de pie, tomando la mesa con ambas manos y la eleve hacia arriba al ver que el lobo se me quiso encimar, le di de lleno en todo su cuerpo mandándole al techo con mesa y todo, la gravedad volvió a enviarle hacia abajo terminando encima de la mesa, a lo cual desvíe mi pierna hacia su rostro, lanzándolo al suelo un poco aturdido.
Aproveche la confusión que tenía el animal para encamarme y neutralizar sus movimientos al poner mis rodillas encima de sus patas delanteras, proseguí a dejar caer una lluvia de golpes en su hocico hasta dejarle inconsciente en el lugar, al ver que el lobo quedaba noqueado, me levante de su cuerpo, para tomarlo del pellejo y lanzadlo hacia la cama de la habitación y dejar que reposara de la paliza.
Sacudí mis atuendos para volver a ver al chico, Tuviste un buen ojo, un punto para ti. – Exclame como si fuera un profesor premiando a un estudiante por haber intervenido en clase, simplemente continúe hacia la puerta viendo que ya empezaba amanecer pero aun no salía el sol completamente, camine hacia los establos para subirme a uno de los caballos y empezar a desplazarme hacia el este en nuevas aventuras, claro esperaba que el muchacho me siguiera detrás de mí.
OFFROL
[1] Sajin forma una amistad con Saintus, haciéndole compañero de viaje.
[2] Finaliza el tema con el siguiente post de Saintus.
[1] Sajin forma una amistad con Saintus, haciéndole compañero de viaje.
[2] Finaliza el tema con el siguiente post de Saintus.
Sajin W
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Re: [Cerrado] Las paradojas del Destino [Privado]
Más tarde acercando el plato a mi compañero que este devorandolo con fervor, parece que siempre tenía apetito pero un cuerpo tan grande no se llenaba solo con manzanas y frutos del bosque, reí un poco al verlo comer de esa manera, el golpe en la pierna de mi compañero pasó desapercibido mientras que llegué a la conclusión de que aquél viejo señor se protegía a él y a los demás, por eso el reforzamiento de aquél raro lugar.
No pasó mucho rato al ver que el dragón se abalanzó sobre el noqueandolo para posteriormente lanzarlo encima de la cama que estaba en una habitación aledaña, tras reponernos y salir de la cabaña dije en tono pícaro ¿Y mi premio? ¿No tienes una galleta?- Solté un par de risas mientras veía como este en uno de los caballos que habiamos tomado anteriormente, se dirigía hacia el este, por mi parte subí al otro caballo y me detuve encima de este frente a Klaus para llevar mi mano a uno de sus hombros para dar un par de palmadas -Tengo cosas que hacer, pero nos veremos en un par de días, buscaré la manera de ubicarteEnseguida le guiñé el ojo y le dediqué una leve sonrisa para comenzar a cabalgar a todo lo que daba, mientras que le ordenaba al halcón que lo acompañara, este aún mantenía su corpulenta forma, era un animal majestuoso que medía alrededor de un metro.
Necesitaba terminar unos pendientes pero sabía que ahora se estrechaba un lazo con el que se hacía llamar rey de dragones, a partir de ese momento seríamos compañeros de viaje, el sujeto grande y tosco tenía muchas aptitudes de las que seguro podría aprender, era un gran guerrero y tenía que codearme con personas que sumaran, mientras que yo de alguna manera u otra tenía que serle también de provecho, aún no mostraba toda mi capacidad, lo dejaría para más adelante.
Al pasar unas horas había descendido por completo de aquellas montañas heladas, en uno de los pequeños pueblos pobres que encontré dejé al caballo para que hicieran con él lo que mejor les pareciera mientras que a partir de ese momento continuaría a pie como estaba acostumbrado, la brisa soplaba con fuerza terminando de secar mi húmedo cabello, el sol ya brillaba con intensidad, se podían sentir los rayos del sel tocando mi piel, a lo que avanzaba con determinación y esbozando una leve sonrisa en mi rostro.
Saintus L Spell
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