Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Página 2 de 3. • Comparte
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Mina Harker' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Extensión
Debido a algunas peticiones, y a lo placentero que resulta ver la mala suerte de Mina en sus tristes intentos de atrapar la Salque Tera, estaremos extendiendo el plazo del evento hasta el día sábado 3 de abril, pueden aprovechar estos pocos días extras para recolectar más brazaletes pues las recompensas por estos podrían resultar muy interesantes.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Estaba tocando su canción tranquilo, cuando sintió una presencia acercándose. No era extraño escuchar el retumbar de los pies de un dragón en el suelo. Al menos eso le pareció ver acercarse. Tragó saliva. Comenzó a pensar: "¿Eso es un dragón?"; "Sí, definitivamente eso es un dragón"; "¿Está viniendo hacia aquí?"; "Efectivamente"; "Un momento ¿Quién es usted?"; "La personalización de tu instinto de supervivencia". Dejó de pensar y se levantó, dejando la guiterna a su lado. "Creo que lo mejor será que me aleje antes de que me convierta en su próxima fritura", se dijo. Se fue a paso avanzado en dirección a un campo de flores que había más allá del banco.
Buscó con la mirada al hombre de la otra vez, pero al no verlo, decidió bajar la mirada al suelo. Allí, frente a él, había un Salque Tera. Hubo un largo silencio en el que la planta y él se miraban. No sabía qué decir ¿Qué se dice en una situación así? La patata con hojas no se movía tampoco, parecía estar también en el mismo trance que él. Debían estar aguantándose la mirada. Ninguno pestañeaba. Bueno, Taelan no pestañeaba, pero la patata con paras tampoco movía los ojos. Había tensión, una tensión que se podía cortar con cualquier tijera. El viento se arremolinaba alrededor de ellos mientras sus cuerpos permanecían tan quietos como dos estatuas decorativas. Si alguien hubiera ido a un museo de estatuas de estilo realista, probablemente ellos se habrían camuflado a la perfección.
-Mmmm -dijo Taelan.
-Mmmm -dijo el Salque Tera, con voz más aguda.
¿Tendría un Salque Tera cuerdas vocales? Esta pregunta pasó por su cabeza, pero la descartó. Podía desconcentrarlo en su misión de intimidar a aquel ser. No, no era intimidar. Era algo superior, era una batalla a muerte entre dos destinos que se habían chocado con un simple y único final. Ver quién cedía antes ante la poderosa mirada tensa de su contrincante. Aquella batalla habría requerido años de entrenamiento, que ambos habían estado haciendo desde antes de conocerse. Taelan miraba al vacío sin pestañear frente a las hogueras, el Salque Tera permanecía impasible ante la presencia de depredadores, haciéndose pasar por una patata cualquiera. No podía decirse que fueran sus ojos los que estuvieran luchando, porque el Salque Tera de por sí no tenía, sino algo más elevado. Sus almas, sí, sus almas estaban intentando sobrevivir a una batalla en la que poco importaba la vida o la muerte.
Esto fue, claro está, hasta que el Salque rompió ese ciclo de poderes que chocaban, para empezar a correr en dirección a las flores. Taelan saltó y se agarró a su cabeza de hojas, mientras se clavaba todas las espinas de las rosas y otras flores que había en ese campo. Intentó no abrir la boca, pero no pudo evitar que la cabeza de una rosa acabara tapándosela como un tapón. Sus pies intentaban frenar clavándose en el suelo. Tal vez consiguiera pararlo y capturarlo.
Buscó con la mirada al hombre de la otra vez, pero al no verlo, decidió bajar la mirada al suelo. Allí, frente a él, había un Salque Tera. Hubo un largo silencio en el que la planta y él se miraban. No sabía qué decir ¿Qué se dice en una situación así? La patata con hojas no se movía tampoco, parecía estar también en el mismo trance que él. Debían estar aguantándose la mirada. Ninguno pestañeaba. Bueno, Taelan no pestañeaba, pero la patata con paras tampoco movía los ojos. Había tensión, una tensión que se podía cortar con cualquier tijera. El viento se arremolinaba alrededor de ellos mientras sus cuerpos permanecían tan quietos como dos estatuas decorativas. Si alguien hubiera ido a un museo de estatuas de estilo realista, probablemente ellos se habrían camuflado a la perfección.
-Mmmm -dijo Taelan.
-Mmmm -dijo el Salque Tera, con voz más aguda.
¿Tendría un Salque Tera cuerdas vocales? Esta pregunta pasó por su cabeza, pero la descartó. Podía desconcentrarlo en su misión de intimidar a aquel ser. No, no era intimidar. Era algo superior, era una batalla a muerte entre dos destinos que se habían chocado con un simple y único final. Ver quién cedía antes ante la poderosa mirada tensa de su contrincante. Aquella batalla habría requerido años de entrenamiento, que ambos habían estado haciendo desde antes de conocerse. Taelan miraba al vacío sin pestañear frente a las hogueras, el Salque Tera permanecía impasible ante la presencia de depredadores, haciéndose pasar por una patata cualquiera. No podía decirse que fueran sus ojos los que estuvieran luchando, porque el Salque Tera de por sí no tenía, sino algo más elevado. Sus almas, sí, sus almas estaban intentando sobrevivir a una batalla en la que poco importaba la vida o la muerte.
Esto fue, claro está, hasta que el Salque rompió ese ciclo de poderes que chocaban, para empezar a correr en dirección a las flores. Taelan saltó y se agarró a su cabeza de hojas, mientras se clavaba todas las espinas de las rosas y otras flores que había en ese campo. Intentó no abrir la boca, pero no pudo evitar que la cabeza de una rosa acabara tapándosela como un tapón. Sus pies intentaban frenar clavándose en el suelo. Tal vez consiguiera pararlo y capturarlo.
-------------------------------------------
Intenta Taelan capturar un Salque Tera
Taelan
Aprendiz
Aprendiz
Cantidad de envíos : : 13
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Taelan' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Ingelita iba muy alegre hacia donde el hombre tocaba y cantaba, se acercaba para escucharlo mejor y disfrutar de la música. ¡A Ingela le encantaban los bardos! Admiraba sus voces y destreza para tocar instrumentos musicales. Ella ni siquiera se atrevía a cantar, su voz cantada sonaba como... como... algo que estaban torturando horriblemente. Ni qué hablar de su destreza con los instrumentos. Como músico, Ingela era una excelente cocinera. Y mejor no mencionar su forma de bailar. Para las artes musicales, ella se limitaba a escuchar y mirar.
Si los dragones pudieran sonreír, el hombre habría visto la alegre sonrisa de la dragona, pero como aquel gesto no lo pueden hacer, solo vio el intimidante rostro dracónico así que simplemente huyó. Al parecer, su apariencia de dragón lo asustó pues dejó el instrumento a un lado, se levantó y se fue rapidito, mirándola feo. Aquel desprecio hirió a la pobre dragoncita que no entendía lo que había pasado. Suspiró y olfateó la guiterna, haciendo un sonido de tristeza. No fue sino hasta que intentó tocar la guiterna que se dio cuenta que seguía en su forma de dragón. Todo fue muy claro para ella en ese momento y se transformó a su forma humana.
Una vez de vuelta en sus dos piernas, buscó con la mirada al hombre, quería disculparse y pedirle que volviera a tocar aquella canción -¿Dónde se habrá metido? No vi que tuviera alas, así que seguro solo caminó- se dijo, mirando al rededor. Cuando lo encontró, vio cómo se lanzaba sobre... ¿una papa corriendo? La joven dragona no daba crédito a lo que veía -¿Qué es eso? ¡Divinos dragones! ¡Seguro a Fëanor le encantará!- exclamó, antojada de atrapar una papa de esas.
Olvidando al hombre grosero que la rechazó con desprecio, comenzó a buscar a sus pies alguna cosa que se moviera. Empezó a caminar con cuidado de no pisar bruscamente, asechando. Pero no pasó mucho tiempo hasta que se aburrió y decidió, magnánimamente, que sería lo más justo quitarle la papa al hombre grosero. Total, merecido se lo tenía por hacerle el vacío.
Corrió alegremente y estiró la mano para arrebatarle la papa al hombre, con tan mala suerte, que en lugar de jalar las hojas de la papa, le jaló el pelo al hombre.
Si los dragones pudieran sonreír, el hombre habría visto la alegre sonrisa de la dragona, pero como aquel gesto no lo pueden hacer, solo vio el intimidante rostro dracónico así que simplemente huyó. Al parecer, su apariencia de dragón lo asustó pues dejó el instrumento a un lado, se levantó y se fue rapidito, mirándola feo. Aquel desprecio hirió a la pobre dragoncita que no entendía lo que había pasado. Suspiró y olfateó la guiterna, haciendo un sonido de tristeza. No fue sino hasta que intentó tocar la guiterna que se dio cuenta que seguía en su forma de dragón. Todo fue muy claro para ella en ese momento y se transformó a su forma humana.
Una vez de vuelta en sus dos piernas, buscó con la mirada al hombre, quería disculparse y pedirle que volviera a tocar aquella canción -¿Dónde se habrá metido? No vi que tuviera alas, así que seguro solo caminó- se dijo, mirando al rededor. Cuando lo encontró, vio cómo se lanzaba sobre... ¿una papa corriendo? La joven dragona no daba crédito a lo que veía -¿Qué es eso? ¡Divinos dragones! ¡Seguro a Fëanor le encantará!- exclamó, antojada de atrapar una papa de esas.
Olvidando al hombre grosero que la rechazó con desprecio, comenzó a buscar a sus pies alguna cosa que se moviera. Empezó a caminar con cuidado de no pisar bruscamente, asechando. Pero no pasó mucho tiempo hasta que se aburrió y decidió, magnánimamente, que sería lo más justo quitarle la papa al hombre grosero. Total, merecido se lo tenía por hacerle el vacío.
Corrió alegremente y estiró la mano para arrebatarle la papa al hombre, con tan mala suerte, que en lugar de jalar las hojas de la papa, le jaló el pelo al hombre.
Última edición por Ingela el Jue 1 Abr - 3:30, editado 1 vez
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 689
Nivel de PJ : : 4
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Ingela' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Desde hace un tiempo le había agarrado un gustico particular a los vestidos. Sus colores, su forma, lo delicada que me hacían ver y a las demás chicas hacían que pasara horas y horas mirando vestidos en tiendas.
¿Qué mejor ocasión para estrenar aquel vestido de hombros descubiertos que en una fiesta de colores que prometía mucha naturaleza, flores y aromas maravillosos?
Una de las actividades de le fiesta era mostrar nuestro lado artístico. Tenía mucho tiempo sin dibujar pero seguramente si me dedicaba un poco podría sacar algo.
Como en mis últimas aventuras he tenido que utilizar mucha alquimia, la primera persona a retratar que se me vino a la mente fue Reike, aquella chica que me había enseñado varios de sus trucos. La verdad habían sido muy útiles sus enseñanzas así que me puse a ello.
Primero la cabeza... Una gran almendra rendondita. Después algo característico de ella es su cabello como puntiagudo... La verdad no estaba muy segura, pero la recordaba así. Hacerle dos óvalos de ojos, una sonrisa y ... ehmm mejor le ponemos pestañas para que se vea más niña.
Estaba concentrada dibujando y se me ocurrió que sería lindo colocarle sus pociones atrás.
*Dibujando
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-¡Listo!- dije satisfecha con el resultado para elevar la vista y ver que varios de los presentes estaban buscando ¿plantitas que caminan?
Me quedé un rato perdida mirando a la nada a través del hermoso paisaje y luego ¿Papá?
Estiré mis dos manitos a lo lejos intentando saludar y esperando que me viera. Llevaba mucho sin saber de él y de tan solo verlo me emocioné mucho.
-Uh! Creo que debería hacerle un dibujito a él también- dije para mí misma muy ilusionada de verlo aunque sea un ratito.
¿Qué mejor ocasión para estrenar aquel vestido de hombros descubiertos que en una fiesta de colores que prometía mucha naturaleza, flores y aromas maravillosos?
- vestido:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Una de las actividades de le fiesta era mostrar nuestro lado artístico. Tenía mucho tiempo sin dibujar pero seguramente si me dedicaba un poco podría sacar algo.
Como en mis últimas aventuras he tenido que utilizar mucha alquimia, la primera persona a retratar que se me vino a la mente fue Reike, aquella chica que me había enseñado varios de sus trucos. La verdad habían sido muy útiles sus enseñanzas así que me puse a ello.
Primero la cabeza... Una gran almendra rendondita. Después algo característico de ella es su cabello como puntiagudo... La verdad no estaba muy segura, pero la recordaba así. Hacerle dos óvalos de ojos, una sonrisa y ... ehmm mejor le ponemos pestañas para que se vea más niña.
Estaba concentrada dibujando y se me ocurrió que sería lindo colocarle sus pociones atrás.
*Dibujando
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-¡Listo!- dije satisfecha con el resultado para elevar la vista y ver que varios de los presentes estaban buscando ¿plantitas que caminan?
Me quedé un rato perdida mirando a la nada a través del hermoso paisaje y luego ¿Papá?
Estiré mis dos manitos a lo lejos intentando saludar y esperando que me viera. Llevaba mucho sin saber de él y de tan solo verlo me emocioné mucho.
-Uh! Creo que debería hacerle un dibujito a él también- dije para mí misma muy ilusionada de verlo aunque sea un ratito.
Magazubi
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 755
Nivel de PJ : : 5
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
«Demasiado rosa y demasiado malva», pensó Valeria cuando tuvo a la vista los terrenos de la señora Vera. «Y demasiado dulzón», añadió arrugando la nariz en cuanto rebasó la primera mata de flores.
Acostumbrada a la funcionalidad de los invernaderos de la Academia, la abundancia de color de aquellos jardines le resultaba sobrecogedora y, por qué no decirlo, un tanto inquietante. ¿Qué clase de persona llenaba de flores hasta el tejado de su casa? Sin duda, el efecto sería mucho más deprimente cuando los delicados pétalos comenzaran a marchitarse.
—No me extraña que las plantas no se sientan a gusto aquí —murmuró Valeria con un estremecimiento.
—¿Cómo dice, joven? —preguntó la señora Vera.
—La brisa de primavera es muy fresca en Vulwufar.
—¿Usted cree? Yo diría que hace un día muy agradable.
—El tiempo es más cálido en las Islas —aclaró Valeria—. Quizá por eso están disgustadas las plantas.
—Oh, no lo había pensado. Para mí es tan agradable aquí.
Lo cierto era que no se sabía de nadie que hubiera logrado cultivar salte quera exitosamente, pues era una planta tímida y caprichosa, pero la mujer no necesitaba tantos detalles. Después de todo, era su marido quien había realizado el intento y, si la señora Vera quería librarse de las solanáceas, Valeria estaba más que dispuesta a hacerse con ellas. Si las plantas habían decidido crear caos en el jardín en lugar de fugarse en busca de tierra más fértil (y más tranquila), quizá fueran más fáciles de localizar que en medio del bosque. Quizá no todas, pero podría hacerse al menos con una, ¿cierto?
—¿Quiere que le vaya preparando un lienzo? —preguntó la señora Vera con una amable sonrisa en los labios.
Valeria miró hacia la gente que pintaba entre las flores y negó lentamente con la cabeza. Nunca se le había dado bien dibujar. Sospechaba que su incapacidad artística estaba detrás de sus dificultades para trazar los complicados glifos arcanos. Le había costado muchos años de práctica llegar a dominar el arte y jamás se le daría tan bien como se le daba la alquimia.
—Gracias, pero no creo que sea necesario —dijo.
----------
OFF:Pruebo suerte con la plantita.
Acostumbrada a la funcionalidad de los invernaderos de la Academia, la abundancia de color de aquellos jardines le resultaba sobrecogedora y, por qué no decirlo, un tanto inquietante. ¿Qué clase de persona llenaba de flores hasta el tejado de su casa? Sin duda, el efecto sería mucho más deprimente cuando los delicados pétalos comenzaran a marchitarse.
—No me extraña que las plantas no se sientan a gusto aquí —murmuró Valeria con un estremecimiento.
—¿Cómo dice, joven? —preguntó la señora Vera.
—La brisa de primavera es muy fresca en Vulwufar.
—¿Usted cree? Yo diría que hace un día muy agradable.
—El tiempo es más cálido en las Islas —aclaró Valeria—. Quizá por eso están disgustadas las plantas.
—Oh, no lo había pensado. Para mí es tan agradable aquí.
Lo cierto era que no se sabía de nadie que hubiera logrado cultivar salte quera exitosamente, pues era una planta tímida y caprichosa, pero la mujer no necesitaba tantos detalles. Después de todo, era su marido quien había realizado el intento y, si la señora Vera quería librarse de las solanáceas, Valeria estaba más que dispuesta a hacerse con ellas. Si las plantas habían decidido crear caos en el jardín en lugar de fugarse en busca de tierra más fértil (y más tranquila), quizá fueran más fáciles de localizar que en medio del bosque. Quizá no todas, pero podría hacerse al menos con una, ¿cierto?
—¿Quiere que le vaya preparando un lienzo? —preguntó la señora Vera con una amable sonrisa en los labios.
Valeria miró hacia la gente que pintaba entre las flores y negó lentamente con la cabeza. Nunca se le había dado bien dibujar. Sospechaba que su incapacidad artística estaba detrás de sus dificultades para trazar los complicados glifos arcanos. Le había costado muchos años de práctica llegar a dominar el arte y jamás se le daría tan bien como se le daba la alquimia.
—Gracias, pero no creo que sea necesario —dijo.
----------
OFF:Pruebo suerte con la plantita.
Reike
Admin
Admin
Cantidad de envíos : : 1878
Nivel de PJ : : 5
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Reike' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Elian más que entretenido mezclando colores como le había explicado la señora de la casa. Aquellas pinturas se parecían bien poco a los tintes que utilizaba en su profesión. Para empezar, olían a flores. Los colores eran igual de brillantes, eso sí, pero por lo que podía ver en los dibujos de la gente a su alrededor, el resultado de aplicarlos al lienzo era mucho más vibrante que lo que se obtenía al teñir otro tipo de tejidos. Probablemente, por la cantidad de producto utilizado.
Con su paleta de colores en una mano y una brocha prestada en el otro, se encaró con su lienzo. Mojó el pincel en un pegote de color verde, lo acercó a la superficie frente a él y se detuvo durante un instante. Con la cantidad de pintura que había tomado, podría teñir una camisa entera, quizá un par de ellas. Miró alrededor, admirando la abundancia de recursos del jardín y, tras respirar hondo, murmuró:
—Bueno, un día es un día.
Y, sin pensarlo mucho más, se dedicó a pasar el pincel por el lienzo hasta cubrirlo por completo. Sonrió satisfecho ante su obra. Ya tenía el jardín, era hora de añadir unas cuantas flores. Una mota de color por acá, otra por allá... Los detalles eran lo de menos, él no era botánico, después de todo.
Sin embargo, el resultado no le pareció muy satisfactorio a Elian. Su intención había sido representar de manera esquemática el efecto de las flores salpicando la verde hierba del jardín, pero ante él sólo había un cuadrado verde con lunares. Quizá el expresionismo no era lo suyo.
Entonces se le ocurrió que quizá un retrato le daría un toque más interesante a su estampado de lunares. Alzó la vista en busca de inspiración y se fijó en una muchacha que se afanaba con su propio dibujo. Por desgracia, estaba de espaldas, pero eso no tenía por qué entrometerse en el camino del arte, ¿cierto?
----------
OFF: Reike no dibuja. No es que a Elian se le dé muy bien, pero él al menos se anima. Aquí su experimental retrato de Magazubi:
Con su paleta de colores en una mano y una brocha prestada en el otro, se encaró con su lienzo. Mojó el pincel en un pegote de color verde, lo acercó a la superficie frente a él y se detuvo durante un instante. Con la cantidad de pintura que había tomado, podría teñir una camisa entera, quizá un par de ellas. Miró alrededor, admirando la abundancia de recursos del jardín y, tras respirar hondo, murmuró:
—Bueno, un día es un día.
Y, sin pensarlo mucho más, se dedicó a pasar el pincel por el lienzo hasta cubrirlo por completo. Sonrió satisfecho ante su obra. Ya tenía el jardín, era hora de añadir unas cuantas flores. Una mota de color por acá, otra por allá... Los detalles eran lo de menos, él no era botánico, después de todo.
Sin embargo, el resultado no le pareció muy satisfactorio a Elian. Su intención había sido representar de manera esquemática el efecto de las flores salpicando la verde hierba del jardín, pero ante él sólo había un cuadrado verde con lunares. Quizá el expresionismo no era lo suyo.
Entonces se le ocurrió que quizá un retrato le daría un toque más interesante a su estampado de lunares. Alzó la vista en busca de inspiración y se fijó en una muchacha que se afanaba con su propio dibujo. Por desgracia, estaba de espaldas, pero eso no tenía por qué entrometerse en el camino del arte, ¿cierto?
----------
OFF: Reike no dibuja. No es que a Elian se le dé muy bien, pero él al menos se anima. Aquí su experimental retrato de Magazubi:
- Maguita de espaldas:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Elian
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 259
Nivel de PJ : : 3
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
—Bien, si yo fuera un tubérculo con mal genio, ¿dónde me escondería?
—¿Cómo dice, joven? Debo estar perdiendo oído últimamente.
—Me preguntaba en qué área del jardín ha notado más destrozos. Quizá me sirva como punto de partida.
—Oh, sí, claro —dijo la señora Vera que, después de señalarle los lugares de mayor actividad vandálica, se despidió educadamente—: Comprenderá que debo atender al resto de invitados.
—Por supuesto, no es problema —dijo Valeria, contenta de quitarse de encima a la mujer.
Valeria podía ser tan sociable como cualquiera, pero con el alquimista muerto, la señora Vera, con su pintoresco amor por las flores de colores, no le resultaba de mayor utilidad. Las salte quera, por otro lado, podía y sabía utilizarlas. Sólo tenía que hacerse con ellas.
Mientras caminaba entre los macizos de flores, Valeria se dio cuenta de que allí había demasiado ruido. Entre la gente que charlaba alegremente y los gritos de "¡Mi papa!", se imaginó a las salte quera escondidas en el rincón más recóndito y oscuro del concurrido jardín. «Quizá tendría que haber venido en un día más tranquilo», se dijo. Y, sin embargo, tal vez aquello fuera una ventaja. No podían quedar muchos sitios tranquilos para esconderse, después de todo.
Se encaminó hacia uno de esos lugares tranquilos. A medio camino, oyó una voz conocida y se detuvo tras un arbusto observando con interés cómo Vincent caminaba medio agachado entre los parterres. Que hacía el mercenario cazando tubérculos escapaba por completo a su entendimiento, pero por más divertida que resultara la situación, no iba a darle ventaja por quedarse ahí contemplando el espectáculo.
Echó a andar de nuevo y, cuando llegó a un lugar que le pareció tranquilo y confortable, preparó su trampa: sacó un saquito que contenía un fertilizante especialmente preparado para la ocasión y lo depositó cuidadosamente en un rincón escondido entre dos pequeños arbustos. Después cubrió el lecho con unas hojas secas que había recogido en los bosques cercanos al Hekshold, se alejó del lugar y, escondida entre una gran mata de flores rojas, se sentó a esperar.
-----------
OFF:Intentémoslo una vez más.
—¿Cómo dice, joven? Debo estar perdiendo oído últimamente.
—Me preguntaba en qué área del jardín ha notado más destrozos. Quizá me sirva como punto de partida.
—Oh, sí, claro —dijo la señora Vera que, después de señalarle los lugares de mayor actividad vandálica, se despidió educadamente—: Comprenderá que debo atender al resto de invitados.
—Por supuesto, no es problema —dijo Valeria, contenta de quitarse de encima a la mujer.
Valeria podía ser tan sociable como cualquiera, pero con el alquimista muerto, la señora Vera, con su pintoresco amor por las flores de colores, no le resultaba de mayor utilidad. Las salte quera, por otro lado, podía y sabía utilizarlas. Sólo tenía que hacerse con ellas.
Mientras caminaba entre los macizos de flores, Valeria se dio cuenta de que allí había demasiado ruido. Entre la gente que charlaba alegremente y los gritos de "¡Mi papa!", se imaginó a las salte quera escondidas en el rincón más recóndito y oscuro del concurrido jardín. «Quizá tendría que haber venido en un día más tranquilo», se dijo. Y, sin embargo, tal vez aquello fuera una ventaja. No podían quedar muchos sitios tranquilos para esconderse, después de todo.
Se encaminó hacia uno de esos lugares tranquilos. A medio camino, oyó una voz conocida y se detuvo tras un arbusto observando con interés cómo Vincent caminaba medio agachado entre los parterres. Que hacía el mercenario cazando tubérculos escapaba por completo a su entendimiento, pero por más divertida que resultara la situación, no iba a darle ventaja por quedarse ahí contemplando el espectáculo.
Echó a andar de nuevo y, cuando llegó a un lugar que le pareció tranquilo y confortable, preparó su trampa: sacó un saquito que contenía un fertilizante especialmente preparado para la ocasión y lo depositó cuidadosamente en un rincón escondido entre dos pequeños arbustos. Después cubrió el lecho con unas hojas secas que había recogido en los bosques cercanos al Hekshold, se alejó del lugar y, escondida entre una gran mata de flores rojas, se sentó a esperar.
-----------
OFF:Intentémoslo una vez más.
Reike
Admin
Admin
Cantidad de envíos : : 1878
Nivel de PJ : : 5
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Reike' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Las hermanas Blume estaban sentadas, una al lado de la otra, en una zona donde predominaban los jazmines. Contemplaban en calma las flores, en un largo silencio que acabó cuando Jasmin por fin habló.
–Bonito, jardín bonito –comentó.
Gardenia asintió lentamente con la cabeza.
–Muchas flores –continuó su hermana–. Nuestro jardín solo había jazmín. Yo… quiero haber tenido más flores, para ti.
–Descuida –dijo Gardenia, rodeando con un brazo los hombros de su hermana para atraerla hacia sí–, para mí, ningún jardín será mejor que el de nosotras. –Depositó un tierno beso en la frente de Jasmin. Esta sonrió tímidamente.
–¿Algún día… otra vez a nuestro jardín?
La expresión de Gardenia se oscureció por un momento.
–Si eso es lo que deseas, entonces algún día volveremos –musitó–, pero, por ahora… –No dijo más.
–¿Qué pasa ahora? –pregunté, curioso. Gardenia me fulminó con la mirada.
–¿No ibas a acompañar a Beyza? –se quejó–. ¿Qué haces aquí entrometiéndote?
–Jamás dije que la acompañaría. Además, estoy sentado junto a ustedes desde hace un largo rato y nunca se quejaron. Parece que se olvidan de mi existencia cuando dejo de hablar.
–¡Oh, quiero hacer eso! –dijo de pronto Jasmin, señalando a alguien que hacía un colorido dibujo.
–¿Pintar? –preguntó Gardenia. Jasmin asintió vehementemente con la cabeza–. Bueno, si vas a estar aquí, al menos haznos el favor de traernos los materiales –me dijo. Luego le sonrió a su hermana–. Llevo años sin pintar, pero creo que no es suficiente para perder mi habilidad. Te enseñaré una obra digna de ti –le aseguró.
–Muy bien, comencemos –dije, tras traerle los materiales y acomodarnos en posiciones en la que ninguno podría ver el dibujo de los demás.
Jasmin empezó a pintar. Escogía cada pocos segundos unos colores aparentemente aleatorios, esbozaba con movimientos bruscos, manteniendo un ritmo irregular, y siempre con la punta de su lengua asomándose por uno de los bordes de sus labios.
Gardenia, sentada con la espalda recta, ejecutaba movimientos precisos, elegantes y suaves, y en su rostro permanecía una misma expresión de concentración, dándole un aspecto digno.
Yo, sin embargo, me detuve antes de empezar. Había pensado en retratar a Xana, pero eso, para hacerse como ella lo merecía, requería dibujar tantos detalles que me dieron pereza. También pensé en Hyro, pero sospechar que se burlaría de mi arte me quitó las ganas.
De pronto llegó a mi mente la imagen de Zelas, con su aspecto sencillo reluciendo, y concluí que era raro tanta nieve en Dundarak y en sus alrededores cuando un poco más al norte había un caluroso volcán.
Entonces finalmente me puse manos a la obra. Trabajé rápido, sobre todo al principio, aunque paulatinamente mi velocidad fue descendiendo mientras más notaba lo poco definido que era la imagen de Zelas en mi mente. Lo que mejor recordaba era su rostro, pero no me parecía buena idea retratarlo con exactitud cuando el resto del cuerpo lo dibujé tan… ¿simplificado? Sea como sea, tampoco era bueno dibujando rostros.
–¡Terminé! –anunció luego de un rato una alegre Jasmin, sorprendiendo a su hermana.
–Sí, creo que… –dije, analizando mi obra– yo también. –Sonreí perezosamente.
Gardenia nos miró con el ceño fruncido.
–Son… rápidos –señaló–. ¿Están seguros de que no necesitan más tiempo?
–Sí, no tengo más que hacerle a mi dibujo, aunque noté demasiado tarde que debí hacerlo más grande; los detalles de sus ojos son difíciles de apreciar si no me acerco –me lamenté.
–Muestra, muestra –me instó Jasmin, entusiasmada.
–Vale, deléitense con mi obra maestra.
–¿Y eso qué es? –preguntó entre carcajadas–. ¿Qué rayos tiene en la cabeza?
–Ahm… Pelo –murmuré, dubitativo.
–Ay, con ese pelo parece protagonista de esas historias que tratan de juegos de cartas mágicas. Hasta me lo imagino gritando «Invoco a Rauko en posición de defensa».
No mencioné que él sí gritó eso en una ocasión, sobre todo porque yo no lo sabía debido a que no estuve presente en ese momento y mencionarlo probablemente sería metarol.
–A mí me parece lindo tu puercoespín –indicó Jasmin con una sonrisa afable. No supe si sentirme halagado u ofendido–. Vean mi dibujo –dijo entonces, olvidándose de mí–. Lo llamé: Gardenia.
–Es magnífico –reconocí. Gardenia asintió.
–¿Dónde… aprendiste a pintar? –quiso saber ella.
–Tus clases de arte –contestó Jasmin–, yo estaba ahí, limpiando, pero escuchando, escuchando.
–Interesante, eso significa que Gardenia también debió hacer una gran pintura –concluí.
–¿Ah? ¿Qué? –balbuceó Gardenia–. Oh, sí, bueno… –Manteniendo una sonrisa incómoda, miró su lienzo y luego a nosotros. De pronto se levantó y apuntó con su dedo hacia algo detrás de Jasmin–. ¡Cuidado, una salque tera salvaje aparece!
Nos giramos al instante, pero no vimos nada. Y cuando miramos de nuevo a Gardenia, su lienzo ya no estaba con ella.
–Ay, ay, una salque tera me robó mi dibujo –lloriqueó–. Tan bien que me había quedado… y ahora nadie nunca lo sabrá.
–¿A dónde se fue esa salque tera?
–Y ahora nadie nunca lo sabrá, dije.
–Bonito, jardín bonito –comentó.
Gardenia asintió lentamente con la cabeza.
–Muchas flores –continuó su hermana–. Nuestro jardín solo había jazmín. Yo… quiero haber tenido más flores, para ti.
–Descuida –dijo Gardenia, rodeando con un brazo los hombros de su hermana para atraerla hacia sí–, para mí, ningún jardín será mejor que el de nosotras. –Depositó un tierno beso en la frente de Jasmin. Esta sonrió tímidamente.
–¿Algún día… otra vez a nuestro jardín?
La expresión de Gardenia se oscureció por un momento.
–Si eso es lo que deseas, entonces algún día volveremos –musitó–, pero, por ahora… –No dijo más.
–¿Qué pasa ahora? –pregunté, curioso. Gardenia me fulminó con la mirada.
–¿No ibas a acompañar a Beyza? –se quejó–. ¿Qué haces aquí entrometiéndote?
–Jamás dije que la acompañaría. Además, estoy sentado junto a ustedes desde hace un largo rato y nunca se quejaron. Parece que se olvidan de mi existencia cuando dejo de hablar.
–¡Oh, quiero hacer eso! –dijo de pronto Jasmin, señalando a alguien que hacía un colorido dibujo.
–¿Pintar? –preguntó Gardenia. Jasmin asintió vehementemente con la cabeza–. Bueno, si vas a estar aquí, al menos haznos el favor de traernos los materiales –me dijo. Luego le sonrió a su hermana–. Llevo años sin pintar, pero creo que no es suficiente para perder mi habilidad. Te enseñaré una obra digna de ti –le aseguró.
__________________________________
–Muy bien, comencemos –dije, tras traerle los materiales y acomodarnos en posiciones en la que ninguno podría ver el dibujo de los demás.
Jasmin empezó a pintar. Escogía cada pocos segundos unos colores aparentemente aleatorios, esbozaba con movimientos bruscos, manteniendo un ritmo irregular, y siempre con la punta de su lengua asomándose por uno de los bordes de sus labios.
Gardenia, sentada con la espalda recta, ejecutaba movimientos precisos, elegantes y suaves, y en su rostro permanecía una misma expresión de concentración, dándole un aspecto digno.
Yo, sin embargo, me detuve antes de empezar. Había pensado en retratar a Xana, pero eso, para hacerse como ella lo merecía, requería dibujar tantos detalles que me dieron pereza. También pensé en Hyro, pero sospechar que se burlaría de mi arte me quitó las ganas.
De pronto llegó a mi mente la imagen de Zelas, con su aspecto sencillo reluciendo, y concluí que era raro tanta nieve en Dundarak y en sus alrededores cuando un poco más al norte había un caluroso volcán.
Entonces finalmente me puse manos a la obra. Trabajé rápido, sobre todo al principio, aunque paulatinamente mi velocidad fue descendiendo mientras más notaba lo poco definido que era la imagen de Zelas en mi mente. Lo que mejor recordaba era su rostro, pero no me parecía buena idea retratarlo con exactitud cuando el resto del cuerpo lo dibujé tan… ¿simplificado? Sea como sea, tampoco era bueno dibujando rostros.
–¡Terminé! –anunció luego de un rato una alegre Jasmin, sorprendiendo a su hermana.
–Sí, creo que… –dije, analizando mi obra– yo también. –Sonreí perezosamente.
Gardenia nos miró con el ceño fruncido.
–Son… rápidos –señaló–. ¿Están seguros de que no necesitan más tiempo?
–Sí, no tengo más que hacerle a mi dibujo, aunque noté demasiado tarde que debí hacerlo más grande; los detalles de sus ojos son difíciles de apreciar si no me acerco –me lamenté.
–Muestra, muestra –me instó Jasmin, entusiasmada.
–Vale, deléitense con mi obra maestra.
- Mi dibujo de Zelas a lo FF7 original (?):
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
–¿Y eso qué es? –preguntó entre carcajadas–. ¿Qué rayos tiene en la cabeza?
–Ahm… Pelo –murmuré, dubitativo.
–Ay, con ese pelo parece protagonista de esas historias que tratan de juegos de cartas mágicas. Hasta me lo imagino gritando «Invoco a Rauko en posición de defensa».
No mencioné que él sí gritó eso en una ocasión, sobre todo porque yo no lo sabía debido a que no estuve presente en ese momento y mencionarlo probablemente sería metarol.
–A mí me parece lindo tu puercoespín –indicó Jasmin con una sonrisa afable. No supe si sentirme halagado u ofendido–. Vean mi dibujo –dijo entonces, olvidándose de mí–. Lo llamé: Gardenia.
- Fanart de Gardenia sacado de internet y que sé que no me dará brazaletes de flores:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
–Es magnífico –reconocí. Gardenia asintió.
–¿Dónde… aprendiste a pintar? –quiso saber ella.
–Tus clases de arte –contestó Jasmin–, yo estaba ahí, limpiando, pero escuchando, escuchando.
–Interesante, eso significa que Gardenia también debió hacer una gran pintura –concluí.
–¿Ah? ¿Qué? –balbuceó Gardenia–. Oh, sí, bueno… –Manteniendo una sonrisa incómoda, miró su lienzo y luego a nosotros. De pronto se levantó y apuntó con su dedo hacia algo detrás de Jasmin–. ¡Cuidado, una salque tera salvaje aparece!
Nos giramos al instante, pero no vimos nada. Y cuando miramos de nuevo a Gardenia, su lienzo ya no estaba con ella.
–Ay, ay, una salque tera me robó mi dibujo –lloriqueó–. Tan bien que me había quedado… y ahora nadie nunca lo sabrá.
–¿A dónde se fue esa salque tera?
–Y ahora nadie nunca lo sabrá, dije.
Rauko
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 999
Nivel de PJ : : 10
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
No era la primera vez que Valeria montaba guardia (tampoco habría sido la primera vez que montaba un guardia, pero eso es otra historia). Así y todo, debía reconocer que mantener la vigilancia a la espera de la llegada de una planta añadía al acto un componente a medio camino entre intrigante y ridículo.
Por un lado, cualquier brizna de hierba que se agitara con la brisa era, de repente, susceptible de convertirse en su objetivo. ¿Era la brisa o podían ser las hojas de la salque tera moviéndose por voluntad propia? Hasta el momento, siempre había sido la brisa. O, de haber sido uno de aquellos tubérculos, no había mostrado interés alguno por la trampa que Valeria había preparado.
Por otro lado, ¿serviría su trampa para algo, salvo para tenerla allí durante horas cuestionando su propia competencia? Después de todo, a la hora de elaborarla se había basado por completo en un sentido del olfato que ni siquiera estaba segura de que un vegetal hubiera llegado a desarrollar. Y aun en el caso de que ese fuera el caso, o de que la planta tuviera alguna otra forma de distinguir la tierra más adecuada en la que asentarse (cosa que parecía bastante posible, dado su método de reproducción), ¿cómo la encontraría si resulta que todas las solanáceas habían ido a reunirse precisamente en la esquina opuesta del enorme jardín?
Alguien lloraba en la distancia acusando a una de esas plantas de robar su dibujo. A Valeria le pareció una tontería, pues ¿para qué querría una solanácea un lienzo pintarrajeado? Sin embargo, eso le planteaba otra cuestión: si las hortalizas estaban por ahí haciendo travesuras, quizá había enfocado mal la cacería, quizá tendría que estar buscando a las plantas entre los invitados al festival.
—No —se dijo tras considerarlo durante un momento—. Si andan armando jaleo entre la gente, necesitarán un lugar al que retirarse y donde esconderse cuando se vean perseguidas.
----------
OFF:Tercer intento con las plantitas.
Por un lado, cualquier brizna de hierba que se agitara con la brisa era, de repente, susceptible de convertirse en su objetivo. ¿Era la brisa o podían ser las hojas de la salque tera moviéndose por voluntad propia? Hasta el momento, siempre había sido la brisa. O, de haber sido uno de aquellos tubérculos, no había mostrado interés alguno por la trampa que Valeria había preparado.
Por otro lado, ¿serviría su trampa para algo, salvo para tenerla allí durante horas cuestionando su propia competencia? Después de todo, a la hora de elaborarla se había basado por completo en un sentido del olfato que ni siquiera estaba segura de que un vegetal hubiera llegado a desarrollar. Y aun en el caso de que ese fuera el caso, o de que la planta tuviera alguna otra forma de distinguir la tierra más adecuada en la que asentarse (cosa que parecía bastante posible, dado su método de reproducción), ¿cómo la encontraría si resulta que todas las solanáceas habían ido a reunirse precisamente en la esquina opuesta del enorme jardín?
Alguien lloraba en la distancia acusando a una de esas plantas de robar su dibujo. A Valeria le pareció una tontería, pues ¿para qué querría una solanácea un lienzo pintarrajeado? Sin embargo, eso le planteaba otra cuestión: si las hortalizas estaban por ahí haciendo travesuras, quizá había enfocado mal la cacería, quizá tendría que estar buscando a las plantas entre los invitados al festival.
—No —se dijo tras considerarlo durante un momento—. Si andan armando jaleo entre la gente, necesitarán un lugar al que retirarse y donde esconderse cuando se vean perseguidas.
----------
OFF:Tercer intento con las plantitas.
Reike
Admin
Admin
Cantidad de envíos : : 1878
Nivel de PJ : : 5
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Reike' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
En primera instancia, tenía difícil hacer que la loca mordedora me hiciera caso, no había más que pelear y pelear hasta que finalmente vio por sí misma que ahí se encontraba una de aquellas fulanas plantas, al verla me dejó a un lado para lanzarse sobre la planta, pero no sin que antes estirara la pierna para meterle el pie y tratar de hacerla caer -Que mujer tan vulgar- Murmuré entre dientes mientras me levantaba y acomodaba mi camisa solamente para ver cómo la pequeña planta corredora se alejaba a toda prisa.
No pude evitar soltar una carcajada al ver que las oportunidades de aquella molesta bruja comenzaban a esfumarse, aunque al mismo tiempo se me antojaba acompañarla un rato solamente para sabotear sus intentos por alcanzar la fulana planta, desde luego, era un desafío a mi orgullo, a mi dignidad, a mi honor, al de las vacas.
Mira, allá hay una- Le señalé un lugar donde no había nada para después echarme a reír pero de pronto, hice una pausa con el rostro muy serio -No voltees, tienes una justo detrás de…- Volví a soltar otra carcajada porque de nuevo no había nada tras ella, y claro, aquello podría resultar muy desesperante, aunque afortunadamente, no para mí.
No te imaginas cuánto lo disfruto- Dije con una sonrisa perversa -Ahí, ahora sí, ahí está- Señalé antes de explotar en otra carcajada -Podría hacer esto toda la noche- Dije sonriendo, a fin de cuentas, aquello se estaba volviendo bastante divertido hasta que el tono de la situación cambió drásticamente por uno mucho más serio -¡Tesorita!- Grité dejando el universo a un lado para correr a abrazarla y apretujarla.
Estaba muy emocionado de volverla a ver, al punto que hasta se me había olvidado donde estaba -Estás preciosa con ese vestido- Le dije retrocediendo un poco para verla mientras trataba de tomarla de la mano para hacerla dar una vueltita -¿estás bien?- Le pregunté un poco nervioso y luego miré rápido a todos lados en busca de algún desastre inminente -¿No has destruido nada?- Pregunté curioso, bromeando, aunque sin descartar del todo cualquier posibilidad.
Mientras tanto, no muy lejos, Arygos se encontraba muy inspirada dibujando lo que sea que estuviera haciendo y que de momento solo ella lo entendía, porque solo parecía una sucesión de puntos en diferentes pedazos de papel, definitivamente debería ser algo grande, algo enorme, un dragón ancestral de alguna antigua leyenda tal vez.
Una jovencita curiosa se había acercado a preguntar, pero Arygos se limité a tratar de ocultar el dibujo con su cuerpo, no quería que nadie lo viera hasta que estuviera listo, algo que parecía cada vez más difícil pues algunas personas comenzaban a amontonarse intentando descubrir qué era esa cosa tan enorme que dibujaba.
Finalmente, todo estuvo listo -He terminado- Dijo Arygos comenzó a juntar los puntos con largas líneas y uniendo las hojas, unas con otras para darle forma a la figura de una enorme y poderosa ratoncita, se trataba de la valiente Fufu...
No pude evitar soltar una carcajada al ver que las oportunidades de aquella molesta bruja comenzaban a esfumarse, aunque al mismo tiempo se me antojaba acompañarla un rato solamente para sabotear sus intentos por alcanzar la fulana planta, desde luego, era un desafío a mi orgullo, a mi dignidad, a mi honor, al de las vacas.
Mira, allá hay una- Le señalé un lugar donde no había nada para después echarme a reír pero de pronto, hice una pausa con el rostro muy serio -No voltees, tienes una justo detrás de…- Volví a soltar otra carcajada porque de nuevo no había nada tras ella, y claro, aquello podría resultar muy desesperante, aunque afortunadamente, no para mí.
No te imaginas cuánto lo disfruto- Dije con una sonrisa perversa -Ahí, ahora sí, ahí está- Señalé antes de explotar en otra carcajada -Podría hacer esto toda la noche- Dije sonriendo, a fin de cuentas, aquello se estaba volviendo bastante divertido hasta que el tono de la situación cambió drásticamente por uno mucho más serio -¡Tesorita!- Grité dejando el universo a un lado para correr a abrazarla y apretujarla.
Estaba muy emocionado de volverla a ver, al punto que hasta se me había olvidado donde estaba -Estás preciosa con ese vestido- Le dije retrocediendo un poco para verla mientras trataba de tomarla de la mano para hacerla dar una vueltita -¿estás bien?- Le pregunté un poco nervioso y luego miré rápido a todos lados en busca de algún desastre inminente -¿No has destruido nada?- Pregunté curioso, bromeando, aunque sin descartar del todo cualquier posibilidad.
Mientras tanto, no muy lejos, Arygos se encontraba muy inspirada dibujando lo que sea que estuviera haciendo y que de momento solo ella lo entendía, porque solo parecía una sucesión de puntos en diferentes pedazos de papel, definitivamente debería ser algo grande, algo enorme, un dragón ancestral de alguna antigua leyenda tal vez.
Una jovencita curiosa se había acercado a preguntar, pero Arygos se limité a tratar de ocultar el dibujo con su cuerpo, no quería que nadie lo viera hasta que estuviera listo, algo que parecía cada vez más difícil pues algunas personas comenzaban a amontonarse intentando descubrir qué era esa cosa tan enorme que dibujaba.
Finalmente, todo estuvo listo -He terminado- Dijo Arygos comenzó a juntar los puntos con largas líneas y uniendo las hojas, unas con otras para darle forma a la figura de una enorme y poderosa ratoncita, se trataba de la valiente Fufu...
- Fufu =):
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Cuando ya empezaba a dormirse, por fin lo vio: unas pequeñas hojas moviéndose entre los arbustos. Al principio pensó que lo había imaginado, pero pronto le quedó claro que no se trataba del simple balanceo motivado por la brisa, sino que la pequeña mata se estaba desplazando.
Valeria se obligó a permanecer muy quieta mientras observaba al extraño tubérculo acercándose suspicazmente a la tierra especialmente preparada para ella. Era un ejemplar de tamaño modesto, que se paraba de tanto en tanto a observar los alrededores.
Tal vez ese comportamiento habría despertado en otra persona un debate interno acerca de si la planta tenía o no conciencia de si misma y de si estaba moralmente justificado tratar a un individuo sentiente de forma tan utilitaria. Valeria, por su parte, había vivido situaciones similares con humanos, por lo que la posible consciencia de una solanácea le traía sin cuidado.
Vio cómo la salque tera se enterraba en la tierra, dejando al descubierto su pequeño matojo de hojas, y esperó un poco más. Cuando le pareció que la planta dejaba de agitarse buscando postura, esperó aún un poco más. La idea era asegurarse de que se había puesto cómoda, para que no tuviera tiempo de salir corriendo si la oía acercarse. Aunque, dado el carácter que, según la teoría, tenían esas plantas, su instinto natural sería, probablemente, permanecer escondida, en lugar de salir corriendo.
Finalmente, sacó de su bolsa una paleta y una pequeña maceta envuelta apretadamente en un saco de arpillera terminado en un cordón que lo cerraba con una lazada. Lo abrió para dejar al descubierto la parte superior de la maceta, llena de tierra hasta la mitad.
Con la pequeña pala clavada en la tierra de la maceta, para asegurarse una mano libre, Valeria se acercó con todo el sigilo de que fue capaz, a la planta que había estado vigilando. Rápidamente, agarró con firmeza en penacho de hojas y, dejando la maceta en el suelo, agarró la pala con la otra mano y empezó a cavar la tierra alrededor de donde la salque tera se había enterrado a sí misma. La planta empezó a menearse en cuanto se dio cuenta de lo que estaba pasando, pero no era la primera vez que Valeria hacía un trasplante.
—Estate quieta o te quedarás sin tierra —dijo.
La salque tera no solo ignoró el aviso, sino que se las ingenió para darle un mordisco.
—Maldito tubérculo. Solo necesito tus hojas, ¿sabes? Deberías agradecerme que esté dispuesta a llevarte de vuelta a las Islas en lugar de dejarte calva y secando al sol en algún terreno pedregoso.
Dicho esto, metió a la planta en la maceta sin demasiados miramientos y le echó un par de paletadas de tierra encima, dejando la raíz bien cubierta. Soltó la paleta y apretó con rapidez el cordel que cerraba el saco, dejando al descubierto únicamente las pequeñas hojas verdes. Acto seguido, guardó de nuevo la pala, se sacudió las manos y agarró su trofeo.
De camino a la salida, se fijó en un arbolillo que crecía en una zona un tanto despejada del jardín. Apenas un puñado de flores rosas con blancos pedúnculos crecían entre sus hojas.
—Señor Antoine —murmuró tras dejar escapar un suave silbido—. Espero que no fuera así como conquistó a su señora.
Tras echar un vistazo a su alrededor para asegurarse de que nadie la miraba, agarró un puñado de aquellas flores y se las guardó en el bolso.
----------
OFF: Dejo aquí mi aporte al herbolario, con lo que sumaría 2 brazaletes: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Valeria se obligó a permanecer muy quieta mientras observaba al extraño tubérculo acercándose suspicazmente a la tierra especialmente preparada para ella. Era un ejemplar de tamaño modesto, que se paraba de tanto en tanto a observar los alrededores.
Tal vez ese comportamiento habría despertado en otra persona un debate interno acerca de si la planta tenía o no conciencia de si misma y de si estaba moralmente justificado tratar a un individuo sentiente de forma tan utilitaria. Valeria, por su parte, había vivido situaciones similares con humanos, por lo que la posible consciencia de una solanácea le traía sin cuidado.
Vio cómo la salque tera se enterraba en la tierra, dejando al descubierto su pequeño matojo de hojas, y esperó un poco más. Cuando le pareció que la planta dejaba de agitarse buscando postura, esperó aún un poco más. La idea era asegurarse de que se había puesto cómoda, para que no tuviera tiempo de salir corriendo si la oía acercarse. Aunque, dado el carácter que, según la teoría, tenían esas plantas, su instinto natural sería, probablemente, permanecer escondida, en lugar de salir corriendo.
Finalmente, sacó de su bolsa una paleta y una pequeña maceta envuelta apretadamente en un saco de arpillera terminado en un cordón que lo cerraba con una lazada. Lo abrió para dejar al descubierto la parte superior de la maceta, llena de tierra hasta la mitad.
Con la pequeña pala clavada en la tierra de la maceta, para asegurarse una mano libre, Valeria se acercó con todo el sigilo de que fue capaz, a la planta que había estado vigilando. Rápidamente, agarró con firmeza en penacho de hojas y, dejando la maceta en el suelo, agarró la pala con la otra mano y empezó a cavar la tierra alrededor de donde la salque tera se había enterrado a sí misma. La planta empezó a menearse en cuanto se dio cuenta de lo que estaba pasando, pero no era la primera vez que Valeria hacía un trasplante.
—Estate quieta o te quedarás sin tierra —dijo.
La salque tera no solo ignoró el aviso, sino que se las ingenió para darle un mordisco.
—Maldito tubérculo. Solo necesito tus hojas, ¿sabes? Deberías agradecerme que esté dispuesta a llevarte de vuelta a las Islas en lugar de dejarte calva y secando al sol en algún terreno pedregoso.
Dicho esto, metió a la planta en la maceta sin demasiados miramientos y le echó un par de paletadas de tierra encima, dejando la raíz bien cubierta. Soltó la paleta y apretó con rapidez el cordel que cerraba el saco, dejando al descubierto únicamente las pequeñas hojas verdes. Acto seguido, guardó de nuevo la pala, se sacudió las manos y agarró su trofeo.
De camino a la salida, se fijó en un arbolillo que crecía en una zona un tanto despejada del jardín. Apenas un puñado de flores rosas con blancos pedúnculos crecían entre sus hojas.
—Señor Antoine —murmuró tras dejar escapar un suave silbido—. Espero que no fuera así como conquistó a su señora.
Tras echar un vistazo a su alrededor para asegurarse de que nadie la miraba, agarró un puñado de aquellas flores y se las guardó en el bolso.
----------
OFF: Dejo aquí mi aporte al herbolario, con lo que sumaría 2 brazaletes: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Reike
Admin
Admin
Cantidad de envíos : : 1878
Nivel de PJ : : 5
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
-¿Como llegue aquí?-
Una pregunta que era habitual en Nero, sin embargo, nunca encontraba una respuesta razonable al asunto, se encontraba serpenteando de un lado a otro, con una botella de licor en una mano, y nada en la otra, aun así la llevaba extendida para mantener el equilibrio mientras caminaba erráticamente por el sendero. muchas flores y plantas demasiado bonitas que no había visto nunca, así que brindo por ellas antes de tropezarse por culpa de un sujeto que estaba tirado en el piso cerca del camino.
-¿Pero que rayos?... Malditos borrachos, arruinaron el alcoholismo-
Exclamo para si mismo mientras seguía su camino, cualquiera que fuese ese ya que no seguía un camino predeterminado como toda la gente, su caminata errante y desbalanceada le llevo a salirse del camino y se interno entremedio de las plantas y flores del jardín, caminando de forma estrambótica para no aplastar ninguna, eran demasiado lindas para hacerles algo, además en una ocasión escucho un rumor de que habían algunas flores que producían los mas mejores licores y el quería probarlos, así que brindo nuevamente y se empino otro sorbo de su preciada botella cuando volvió a tropezar con algo, esta vez no evito caer al piso, sin embargo, logro mantener a salvo su botella ya que mantuvo su brazo en alto, a pesar que su cara dio de lleno contra la tierra.
Habiendo salvado su elixir personal, se voleo aun en el piso para beber otro sorbo, para quitarse el susto de casi haber perdido la botella y como recompénsense por no perder la botella, entonces observo con detenimiento que era lo que le había hecho tropezar.
Off: tiro runas para ver si me encontré una salque tera o solo estoy muy ebrio.
Una pregunta que era habitual en Nero, sin embargo, nunca encontraba una respuesta razonable al asunto, se encontraba serpenteando de un lado a otro, con una botella de licor en una mano, y nada en la otra, aun así la llevaba extendida para mantener el equilibrio mientras caminaba erráticamente por el sendero. muchas flores y plantas demasiado bonitas que no había visto nunca, así que brindo por ellas antes de tropezarse por culpa de un sujeto que estaba tirado en el piso cerca del camino.
-¿Pero que rayos?... Malditos borrachos, arruinaron el alcoholismo-
Exclamo para si mismo mientras seguía su camino, cualquiera que fuese ese ya que no seguía un camino predeterminado como toda la gente, su caminata errante y desbalanceada le llevo a salirse del camino y se interno entremedio de las plantas y flores del jardín, caminando de forma estrambótica para no aplastar ninguna, eran demasiado lindas para hacerles algo, además en una ocasión escucho un rumor de que habían algunas flores que producían los mas mejores licores y el quería probarlos, así que brindo nuevamente y se empino otro sorbo de su preciada botella cuando volvió a tropezar con algo, esta vez no evito caer al piso, sin embargo, logro mantener a salvo su botella ya que mantuvo su brazo en alto, a pesar que su cara dio de lleno contra la tierra.
Habiendo salvado su elixir personal, se voleo aun en el piso para beber otro sorbo, para quitarse el susto de casi haber perdido la botella y como recompénsense por no perder la botella, entonces observo con detenimiento que era lo que le había hecho tropezar.
Off: tiro runas para ver si me encontré una salque tera o solo estoy muy ebrio.
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
Borracho de Aerandir
Cantidad de envíos : : 249
Nivel de PJ : : 1
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Nero Crimson' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
- Pero cómo has podido dejarla escapar. Ya la teníamos.
- ¿Qué? ¿Cómo que la he dejado escapar? Pensé que era un trabajo en equipo, en todo caso la hemos dejado escapar, en plural.
Aquellas dos frases, enfrentadas entre sí, eran las típicas que podrían iniciar cualquier discusión entre amigos que se habían compenetrado con... el puñetero culo.
Sí, ambos hombres habían localizado una Salque Tera, la habían acorralado de una manera efectiva, haciendo que pareciera que no se habían percatado de su presencia, pero hasta ahí había ido bien el plan elaborado por oso y brujo.
El resto del intento de captura fue una escalada de desajustes propios de la inexperiencia en aquellas lides. Falta de preparación y, sobre todo, falta de entendimiento entre los dos hombres a la hora de ejecutar los movimientos finales, aquellos necesarios para recrear un movimiento de martillo y yunque sobre la Salque, con dos frentes.
- Quizás no sea tan buena empresa esto de perseguir tubérculos.
«¿Y ahora por fin te das cuenta ahora?», pensó el brujo, más teniendo el decoro de callarse tal razonamiento, pues no quería alargar más la discusión.
Tan abstraídos habían estado, echándose la culpa el uno al otro, que el buen brujo mercenario no se había percatado de la llegada de un tercer hombre hasta ese preciso momento.
- Pues puedes intentar conseguir algunas Salque Tera. Se tiene entendido que la señora Vera paga bien por ellas-, dijo con cierto sarcasmo, al tiempo que echaba una significativa mirada hacia el oso. Luego retornó la mirada hacia el muchacho. - Pero la verdad… Huye. Sálvate. Seguro que en esta finca hay cosas mejores que hacer. Bebe vino, canta, baila y sálvate de esta tortura-, comentó en broma, con fingida alarma y dramatismo.
- Creo que he visto otra por ahí-, respondió el hombre bestia, iniciando su andadura en la dirección hacia la que había señalado.
- Mucha suerte, muchacho. Esto parece más complicado de lo que parece-, le dijo de forma amistosa, como despedida. - Espero que le vaya mejor que a nosotros-, terminó por decir, antes de reír con suavidad-
El rubio se alejó del invitado a la festividad en casa de Vera, y se reunió con un amigo con un nuevo objetivo en mente.
- Esta vez tendremos que ser más cuidadosos.
- Mierda, quizás debí animar al muchacho a venir con nosotros, cuantos más seamos, más sencillo sería acorralar a una de esas malditas papas.
- Ya, bueno, da igual. Y hay tubérculos para todos. No se aburrirá. ¿Listo?
El brujo asintió. Pasara lo que pasara, tanto si conseguía una Salque como si no, luego de aquello se iría a tomar unos tragos.
- ¿Qué? ¿Cómo que la he dejado escapar? Pensé que era un trabajo en equipo, en todo caso la hemos dejado escapar, en plural.
Aquellas dos frases, enfrentadas entre sí, eran las típicas que podrían iniciar cualquier discusión entre amigos que se habían compenetrado con... el puñetero culo.
Sí, ambos hombres habían localizado una Salque Tera, la habían acorralado de una manera efectiva, haciendo que pareciera que no se habían percatado de su presencia, pero hasta ahí había ido bien el plan elaborado por oso y brujo.
El resto del intento de captura fue una escalada de desajustes propios de la inexperiencia en aquellas lides. Falta de preparación y, sobre todo, falta de entendimiento entre los dos hombres a la hora de ejecutar los movimientos finales, aquellos necesarios para recrear un movimiento de martillo y yunque sobre la Salque, con dos frentes.
- Quizás no sea tan buena empresa esto de perseguir tubérculos.
«¿Y ahora por fin te das cuenta ahora?», pensó el brujo, más teniendo el decoro de callarse tal razonamiento, pues no quería alargar más la discusión.
Tan abstraídos habían estado, echándose la culpa el uno al otro, que el buen brujo mercenario no se había percatado de la llegada de un tercer hombre hasta ese preciso momento.
- Pues puedes intentar conseguir algunas Salque Tera. Se tiene entendido que la señora Vera paga bien por ellas-, dijo con cierto sarcasmo, al tiempo que echaba una significativa mirada hacia el oso. Luego retornó la mirada hacia el muchacho. - Pero la verdad… Huye. Sálvate. Seguro que en esta finca hay cosas mejores que hacer. Bebe vino, canta, baila y sálvate de esta tortura-, comentó en broma, con fingida alarma y dramatismo.
- Creo que he visto otra por ahí-, respondió el hombre bestia, iniciando su andadura en la dirección hacia la que había señalado.
- Mucha suerte, muchacho. Esto parece más complicado de lo que parece-, le dijo de forma amistosa, como despedida. - Espero que le vaya mejor que a nosotros-, terminó por decir, antes de reír con suavidad-
El rubio se alejó del invitado a la festividad en casa de Vera, y se reunió con un amigo con un nuevo objetivo en mente.
- Esta vez tendremos que ser más cuidadosos.
- Mierda, quizás debí animar al muchacho a venir con nosotros, cuantos más seamos, más sencillo sería acorralar a una de esas malditas papas.
- Ya, bueno, da igual. Y hay tubérculos para todos. No se aburrirá. ¿Listo?
El brujo asintió. Pasara lo que pasara, tanto si conseguía una Salque como si no, luego de aquello se iría a tomar unos tragos.
Última edición por Vincent Calhoun el Vie 2 Abr - 22:05, editado 1 vez (Razón : Corregir color de diálogo)
Vincent Calhoun
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 973
Nivel de PJ : : 9
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Vincent Calhoun' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
Había empezado a dibujar a mi papá. Primero una cabeza con la parte superior medio cuadrada, unas súper cejas de gusano; unos ojos como entre cerrados para fingir ser malote y apuesto; y su cabellera.
Antes de seguir dibujando le agregué nuestro collar y antes de que pudiera continuar mi obra de arte el discreto de mi papá me gritó.
Uno tratando de ser más decente en esta vida... pero qué se puede hacer; de tal palo, tal astilla.
Me sonrojé cuando me dio el cumplido por mi vestido y le sonreí. Todo estaba bien hasta que su mano me insistía en dar una vueltica. ¡Que bochorno!
No tuve más remedio que ceder a dar la vueltica esperando a que nadie nos viera.
Supongo que se dio cuenta de mi pequeña incomodidad pero supo romper el hielo, como siempre, haciendo una de sus preguntas locas. No pude evitar soltar una risa y contestarle.
-Jajaja, sí, sí estoy bien ... Lo que pasa es que ajá ... Tú haciéndome pasar pena aquí- me coloqué las manos en la frente - Ay! No! Daddy tienes que aprender a ser más discreto y no estar dando espectáculos por ahí-
-¡¡¡Por cierto!!! Te tengo algo- agarré la hojita en donde lo estaba dibujando, le agregué un poco de cabello que me faltaba y le entregué mi dibujo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-Aunque te ves más joven de lo normal en mi dibujo ¿Cúantos años tienes ya?- pregunté a sabiendas de que debía tener un montón de años. -Bueno, espero te guste- dije refiriéndome al dibujo y dispuesta a ponerme al corriente de las aventuras que hemos tenido durante este tiempo que no nos habíamos visto.
Antes de seguir dibujando le agregué nuestro collar y antes de que pudiera continuar mi obra de arte el discreto de mi papá me gritó.
Uno tratando de ser más decente en esta vida... pero qué se puede hacer; de tal palo, tal astilla.
Me sonrojé cuando me dio el cumplido por mi vestido y le sonreí. Todo estaba bien hasta que su mano me insistía en dar una vueltica. ¡Que bochorno!
No tuve más remedio que ceder a dar la vueltica esperando a que nadie nos viera.
Supongo que se dio cuenta de mi pequeña incomodidad pero supo romper el hielo, como siempre, haciendo una de sus preguntas locas. No pude evitar soltar una risa y contestarle.
-Jajaja, sí, sí estoy bien ... Lo que pasa es que ajá ... Tú haciéndome pasar pena aquí- me coloqué las manos en la frente - Ay! No! Daddy tienes que aprender a ser más discreto y no estar dando espectáculos por ahí-
-¡¡¡Por cierto!!! Te tengo algo- agarré la hojita en donde lo estaba dibujando, le agregué un poco de cabello que me faltaba y le entregué mi dibujo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-Aunque te ves más joven de lo normal en mi dibujo ¿Cúantos años tienes ya?- pregunté a sabiendas de que debía tener un montón de años. -Bueno, espero te guste- dije refiriéndome al dibujo y dispuesta a ponerme al corriente de las aventuras que hemos tenido durante este tiempo que no nos habíamos visto.
________
Off
Gracias Reike y Elian por el dibujo
Off
Gracias Reike y Elian por el dibujo
Magazubi
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 755
Nivel de PJ : : 5
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
-Es como una papa.. Con piernas.. -
Exclamo mirando con curiosidad a la creatura que se había quedado inmóvil, ¿seria una alucinación debido al exceso de alcohol que tenia en la sangre?, imposible, usualmente cuando eso ocurría solo veía las cosas mas lindas de lo que en realidad eran, o su entorno comenzaba a girar sin control, pero nunca vio algo que no existiera.
La papa con patas se mantenía inmóvil con la mirada fija en el tipo borracho que no le quitaba la mirada de encima, tomando un par de sorbos de tanto en tanto, ninguno se animaba a hacer el primer movimiento.
-¿Deberíamos besarnos para romper la tensión?... Olvídalo, probablemente necesite un par de tragos mas para que eso suceda-
Dijo al momento que sujetaba a la papa con patas desde, valga la redundancia, una pata. Se reincorporo con mucho cuidado para no caerse de nuevo, bebió otro sorbo a su botella y noto como a esta le quedaban a lo mucho solo 2 sorbos mas, ante aquello levanto a la papa con patas a la altura de su rostro y comento.
-Oh no, debemos hacer algo al respecto papita, no podemos permitirnos que esta botella se vacié-
El aliento que despedía estaba tan cargado de alcohol, que hizo que la papa con patas se sintiera mareada, tampoco ayudo el hecho que para caminar, Nero moviera sus brazos de forma exagerada para mantener el equilibrio, el borracho serpenteo su camino hasta donde lo que parecían unos dibujos, muy bonitos por lo demás. Una de las asistentes al ver al Salque tera en manos de Nero, se acerco y le extendió un brazalete de flores.
-Pero que cosa mas linda... La pulsera esta bonita también- dijo arrastrando un poco las palabras, dándole otro sorbo a su botella.
-Jeje... Podrías entregarme la Salque tera ahora- dijo la joven a la vez que se cubría la boca y la nariz ante el fuerte aliento a licor que traía el borracho.
-La que?... Oh la papa con patas, toda tuya... Pero, sabes donde puedo rellenar esto?- pregunto levantando su botella.
-Puedes entrar a la mansión, hay un gran festival, de seguro deben tener algo que se adhiera a tus gustos- exclamo quitándole la Salque tera de la mano y haciendo que Nero perdiera el equilibrio por unos segundos.
-Muy agradecido... Adiós papita, ha sido un placer viajar contigo- hizo una leve reverencia manteniendo una postura firme por unos pocos segundos, antes de volver a su tambaleo habitual.
Bebió su ultimo sorbo y miro dentro de la botella como si se tratara de un catalejo, para su desgracia solo veía un manchón borroso, ya que la botella evidentemente no era un catalejo, cuando aparto la vista de la botella, vio con mejor detalle las 2 mansiones que se posaban frente a el y decidido, comenzó su serpenteada travesía en busca de alguien que le rellenara su botella.
OFF: me quedo con una pulsera y voy en busca de lo realmente importante en este evento(?)
Exclamo mirando con curiosidad a la creatura que se había quedado inmóvil, ¿seria una alucinación debido al exceso de alcohol que tenia en la sangre?, imposible, usualmente cuando eso ocurría solo veía las cosas mas lindas de lo que en realidad eran, o su entorno comenzaba a girar sin control, pero nunca vio algo que no existiera.
La papa con patas se mantenía inmóvil con la mirada fija en el tipo borracho que no le quitaba la mirada de encima, tomando un par de sorbos de tanto en tanto, ninguno se animaba a hacer el primer movimiento.
-¿Deberíamos besarnos para romper la tensión?... Olvídalo, probablemente necesite un par de tragos mas para que eso suceda-
Dijo al momento que sujetaba a la papa con patas desde, valga la redundancia, una pata. Se reincorporo con mucho cuidado para no caerse de nuevo, bebió otro sorbo a su botella y noto como a esta le quedaban a lo mucho solo 2 sorbos mas, ante aquello levanto a la papa con patas a la altura de su rostro y comento.
-Oh no, debemos hacer algo al respecto papita, no podemos permitirnos que esta botella se vacié-
El aliento que despedía estaba tan cargado de alcohol, que hizo que la papa con patas se sintiera mareada, tampoco ayudo el hecho que para caminar, Nero moviera sus brazos de forma exagerada para mantener el equilibrio, el borracho serpenteo su camino hasta donde lo que parecían unos dibujos, muy bonitos por lo demás. Una de las asistentes al ver al Salque tera en manos de Nero, se acerco y le extendió un brazalete de flores.
-Pero que cosa mas linda... La pulsera esta bonita también- dijo arrastrando un poco las palabras, dándole otro sorbo a su botella.
-Jeje... Podrías entregarme la Salque tera ahora- dijo la joven a la vez que se cubría la boca y la nariz ante el fuerte aliento a licor que traía el borracho.
-La que?... Oh la papa con patas, toda tuya... Pero, sabes donde puedo rellenar esto?- pregunto levantando su botella.
-Puedes entrar a la mansión, hay un gran festival, de seguro deben tener algo que se adhiera a tus gustos- exclamo quitándole la Salque tera de la mano y haciendo que Nero perdiera el equilibrio por unos segundos.
-Muy agradecido... Adiós papita, ha sido un placer viajar contigo- hizo una leve reverencia manteniendo una postura firme por unos pocos segundos, antes de volver a su tambaleo habitual.
Bebió su ultimo sorbo y miro dentro de la botella como si se tratara de un catalejo, para su desgracia solo veía un manchón borroso, ya que la botella evidentemente no era un catalejo, cuando aparto la vista de la botella, vio con mejor detalle las 2 mansiones que se posaban frente a el y decidido, comenzó su serpenteada travesía en busca de alguien que le rellenara su botella.
OFF: me quedo con una pulsera y voy en busca de lo realmente importante en este evento(?)
Nero Crimson
Borracho de Aerandir
Borracho de Aerandir
Cantidad de envíos : : 249
Nivel de PJ : : 1
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
-Vamos, rápido... ¡Nael, mueve tus pies! Llegaremos tarde...-
-Ya da igual si corremos o no, de todas formas es tarde. Tuviste muchísimo tiempo pero no lo aprovechaste, no vengas a meterme prisas ahora. Además, ¿a dónde se supone que vamos?-
Mientras discutían, el arquero y su compañera llegaron a destino. La casa de la señora Vera, bastante famosa en la zona gracias al mar de flores que la rodeaba. Incluso alguien que apenas había visitado la zona, como era el caso de Ryuu, sabía de aquél bello jardín. En cuanto escuchó que la dueña llevaría a cabo una especie de competencia de dibujo, el pájaro quiso participar... Aunque se le hizo algo tarde luego de quedarse dormido.
Al llegar, se dirigió rápidamente a hablar con la señora Vera, dejando a Nael varios pasos más atrás. A medida que se acercaba a la mujer, el arquero observaba los alrededores y disminuía su velocidad. La sorpresa era claramente visible en su rostro: no sólo debido a la belleza del jardín, sino también por el gran talento de la competencia.
-Ya no tengo tantas ganas de dibujar... No puedo ganar contra semejantes artistas... Pero no me puedo ir sin más, después de haber arrastrado a Nael hasta aquí...-
Mirando a los otros asistentes, Ryuu se dio cuenta de que varios de ellos parecían buscar algo entre las flores. Intrigado, le preguntó a Vera qué era lo que hacían.
-Me están ayudando a buscar las Salque teras que arruinan mi jardín. ¿Quieres ayudar también? Prometo recompensarte con un brazalete de flores.-
Habiendo encontrado una excusa para quedarse, el pájaro empezó a husmear en busca de la criatura.
-Creí que ibas a dibujar algo...-
-Shhhh, no quiero ponerme en ridículo.-
<<<<<<>>>>>>
Off: lanzo runa de último momento para intentar atrapar a la Salque tera. Continuará... (?
-Ya da igual si corremos o no, de todas formas es tarde. Tuviste muchísimo tiempo pero no lo aprovechaste, no vengas a meterme prisas ahora. Además, ¿a dónde se supone que vamos?-
Mientras discutían, el arquero y su compañera llegaron a destino. La casa de la señora Vera, bastante famosa en la zona gracias al mar de flores que la rodeaba. Incluso alguien que apenas había visitado la zona, como era el caso de Ryuu, sabía de aquél bello jardín. En cuanto escuchó que la dueña llevaría a cabo una especie de competencia de dibujo, el pájaro quiso participar... Aunque se le hizo algo tarde luego de quedarse dormido.
Al llegar, se dirigió rápidamente a hablar con la señora Vera, dejando a Nael varios pasos más atrás. A medida que se acercaba a la mujer, el arquero observaba los alrededores y disminuía su velocidad. La sorpresa era claramente visible en su rostro: no sólo debido a la belleza del jardín, sino también por el gran talento de la competencia.
-Ya no tengo tantas ganas de dibujar... No puedo ganar contra semejantes artistas... Pero no me puedo ir sin más, después de haber arrastrado a Nael hasta aquí...-
Mirando a los otros asistentes, Ryuu se dio cuenta de que varios de ellos parecían buscar algo entre las flores. Intrigado, le preguntó a Vera qué era lo que hacían.
-Me están ayudando a buscar las Salque teras que arruinan mi jardín. ¿Quieres ayudar también? Prometo recompensarte con un brazalete de flores.-
Habiendo encontrado una excusa para quedarse, el pájaro empezó a husmear en busca de la criatura.
-Creí que ibas a dibujar algo...-
-Shhhh, no quiero ponerme en ridículo.-
<<<<<<>>>>>>
Off: lanzo runa de último momento para intentar atrapar a la Salque tera. Continuará... (?
Shinoroa Ryuu
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 246
Nivel de PJ : : 2
Re: Ostrara: La fiesta de los colores [Evento social]
El miembro 'Shinoroa Ryuu' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2225
Nivel de PJ : : 0
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» Disfest: Fiesta de la Cosecha [Evento]
» Midsommar [Evento Social]
» En Rottenatt [Evento Social]
» [Evento social] Cena con wisterias.
» Mariposas de la fortuna [Evento social]
» Midsommar [Evento Social]
» En Rottenatt [Evento Social]
» [Evento social] Cena con wisterias.
» Mariposas de la fortuna [Evento social]
Página 2 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 12:22 por Tyr
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Hoy a las 11:10 por Tyr
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Jue 14 Nov - 8:15 por Rauko
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér 13 Nov - 19:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar 12 Nov - 3:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom 10 Nov - 12:36 por Tyr
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Sáb 9 Nov - 23:41 por Sango
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie 8 Nov - 17:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie 8 Nov - 0:19 por Tyr
» 89. Una compañía hacia el caos [Privado]
Jue 7 Nov - 19:51 por Aylizz Wendell
» Clementina Chonkffuz [SOLITARIO]
Jue 7 Nov - 15:48 por Mina Harker
» [Zona de Culto]Santuario del dragón de Mjulnr
Mar 5 Nov - 20:21 por Tyr
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Mar 5 Nov - 16:01 por Seraphine Valaryon
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Mar 5 Nov - 13:32 por Tyr
» [Zona de Culto] Oráculo de Fenrir
Mar 5 Nov - 2:02 por Tyr