Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
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Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
La tropa se puso en marcha, y no resultaba extraño observar cómo los rostros de quienes formaban parte de la misión mostraban una relajación que no sentían desde que abandonaron Lunargenta rumbo a la guerra. ¿Cómo no hacerlo? El enemigo estaba sitiado en su base, y caminar a través del verdor de la región, en busca de una fuente de agua potable en vez de esperar con los dientes apretados a un posible ataque, no podía ser sino algo a agradecer. Tan sólo ocupar una zona estratégica e ir enviando convoyes de avituallamiento. Contribuir de ésta forma a la campaña resultaba agradable.
La primera corriente fluvial más cercana al campamento después de la contaminada no distaba más de una milla, y el trayecto fue realizado deprisa, con las conversaciones entre los miembros del grupo nacidas de una distendida burbuja de despreocupación. Shera Newo, mujer bestia de la Guardia, comandaba el sencillo cometido con una mueca de desprecio. Debería de estar al lado del Comandante, esperando para la toma de Edén, no haciendo recados estúpidos de los que cualquier otra teniente podía ocuparse. Pero no, era Áddila la que se encontraba manejando el campamento. Su rostro felino, semejante a un leopardo, se contrajo por la ira. Tocó las contadas y pequeñas runas explosivas que guardaba en una bolsa colgada al cinto para una emergencia. Ir en busca de agua, por los dioses…
-Teniente, hemos llegado- informó respetuosamente su segundo al mando. Shera no se dignó a mirarlo. Incómodo, el soldado esperó unos segundos, antes de alejarse de ella.
A dos pasos de agua, comenzó a dar órdenes.
-Comenzad a cortar árboles y levantad una empalizada cuarenta pasos a la redonda alrededor del nacimiento del caudal. Montad la g…
-Está contaminada- dos palabras que hicieron que todos los allí reunidos dirigieran sus ojos a una joven uniformada y luego al río.
Parecía cristalina. Shera Newo se acercó a la muchacha, quien sorprendentemente no tenía rasgo alguno de sentirse intimidada.
-Disculpa, gran sabia de la orden de los manantiales. ¿Qué has dicho?
-Si os detenéis a observar, veréis un reflejo extraño, nada natural en el agua de ésta región. Yo nací unas leguas al sur. La conozco bien. Y no hay peces.
-Sandeces- manifestó la oficial- No tiene una apariencia ni un olor peculiares- cortó, olisqueando muy cerca de la corriente- No todos los ríos tienen peces.
-Este sí- volvió a contradecirla la joven- Mandaríamos agua contaminada al campamento.
-Me encanta que gente inútil crea que su opinión sirve de algo. Cuando dejes de estar tan por debajo de mí, hablaremos. Por el momento, limítate a obedecer.
El resto de la tropa, tensa pero acostumbrada a seguir órdenes, empezó con la tala sistemática de árboles para la empalizada, cuando la aludida volvió a hablar.
-No- se cruzó de brazos- Si dos ríos han sido contaminados, algo está ocurriendo justo debajo de éstas lomas. Hay que informar e investigarlo.
-¿HAY QUE?- repitió alzando Shera la voz- detenedla y encadenadla por insubordinación, continuad con la empalizada. Hay que enviar agua lo más pronto posible.
______________________________
Off: Os habéis visto implicados en una situación desagradable, por decirlo suavemente, cuando las cosas podrían haber sido tan fáciles… La teniente Shera Newo ha querido zanjar de una manera expeditiva cualquier opinión contraria. Podéis dejar las cosas aquí, y permitir la llegada del agua posiblemente contaminada- nada es seguro- al campamento, tratar de convencer a la oficial de otro curso a seguir, atacarla y comenzar una pequeña rebelión antes de seguir la idea de la soldado, investigar por otros lados lo ocurrido con el agua… las posibilidades son varias, y vosotras elegís.
Buena suerte.
Ger
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Re: Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
Rel era la primera vez que caminaba junto a un grupo tan variopinto y numeroso desde que descendió de las tierras del Norte, su gran mayoría constataba de uniformados si eran pertenecientes a la guardia mas otros pocos, aquellos a quienes solían dirigirse como "voluntarios" quizás eran los más llamativos y destacados que sus propios ojos podían admirar. La innata curiosidad de la discípulo barrió a cada uno de los integrantes, cubriéndose con sus ataviadas vestimentas, para así y con disimulo, ampararse a la oscuridad que le proporcionaba cierta discreción a contraposición del Astro rey. No era la primera vez ni la última que alguien pudiera sentir incomodidad ante esta invasión visual, ella misma era consciente, pero la atracción a la fascinación era algo incontrolable para la mujer y divertida a la par.
Denotó incluso que poco a poco, cada hebra que daba lugar a un entramado de tensiones y mal estar, iba deshaciéndose a medida que se alejaban del anterior espacio dando lugar al campamento común, algo que agradecer, empezaba a escuchar bisbiseos más confiados entre compañeros y alguna conversación que otra más animada. La moral mejoraba en resumidas cuentas, casi impregnándose de aquella sensación, la figura habitualmente encorvada de la mujer Dragón se enderezaba un tanto e incluso fue participativa en otorgar ánimos y palabras de aliento a quienes la rodeaban en su marcha a través de la ruta indicada, de hecho hubo un jocoso mal entendido cuando alguien creyó que se trataba de una anciana que avanzaba junto a ellos ayudándose con su báculo de mano, provocando alguna que otra carcajada precavida, Rel no se tomó esto como una ofensa, todo lo contrario, le resultó bastante graciosa esa confusión.
No obstante, el tramo tranquilo que habían conformado se quebró intempestivamente una vez que pudo percatarse del conflicto verbal que inició Shera Newo, una mujer bestia bastante exótica que según había escuchado se trataba de una teniente... No estaba muy segura qué tipo de rango era ese apelativo militar pero era quien les encabezaba en la misión, bastante testaruda por cierto, que no dudó en señalar, acusar y vetar a alguien experto en su conocimiento de las inmediaciones geográficas en las que se encontraban simplemente por no estar de acuerdo y alertar al grupo. Acudiendo a su ferviente código moral, la discípulo se pronunció alzando una de sus manos, mostrando su palma dracónica con gesto de disculpa ante este intervenir.
- ¿Insubordinación?¿Mis oídos os han escuchado correctamente? No puedo dar crédito estimada, os dan aviso del estado o sospecha de estas aguas y vos la acusáis sin más. ¿De veras queréis ser recordada en un futuro como aquella que ha ejecutado la obra de enviar aguas envenenadas al campamento? ¿De posibles muertes y bajas? Por los Antiguos... Cercioraros antes de apremiar. - Era consciente que la mirada de Newo estaría clavada en ella como alfileres al rojo vivo por esta osadía, pero precisamente por ello, aludiendo a su ego y a quienes la escucharan, podría evitar un posible accidente mayor. Una vez más Rel remató con dificultad y con cierto titubeo, unas últimas palabras.
- S-si estáis tan segura estimada, teniente... Bebed de ella antes de condenar a otros. - Murmullos comenzaron a emerger una vez que la verbalización de la mujer Dragón finalizó, desencadenando que unos se detuvieran ahora a virar su atención en Shera en un silencio que hizo erizar a algunas de las escamas que Rel disponía como resquicio casual de sus estigmas, su único orbe ambarino casi refulgía intensamente aguardando con paciencia aparente, pero sus manos contradecían su estado, temblando mientras se aferraban con fuerza a su báculo de ébano. Si era capaz de inestabilizar la figura autoritaria de esta mujer imprudente... Esperaba que los dioses la perdonasen, pero era necesario.
El Ensoñador
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Re: Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
Valeria observaba a la teniente Newo mientras caminaban en busca de la fuente de agua más cercana. Para tratarse de un ejército humano, la Guardia de Verisar contaba con un número importante de hombres-bestia, o mujeres-bestia, más bien. Y no solo como porteadores o recaderos, también en puestos de mando, quién iba a decirlo.
Había intentado entablar conversación con la teniente, dejando caer como si tal cosa el encuentro anterior con Áddila, pero la mera mención de su capitana había agriado instantáneamente la expresión de Newo. O eso le había parecido a Valeria, aunque leer rostros felinos no era lo mismo que interpretar los gestos de una persona. En cualquier caso, la impresión que había recibido no se sentía favorable, por lo que había preferido una retirada estratégica por el momento.
Pronto notó que no todos los soldados del grupo parecían particularmente cómodos junto a la teniente. Si aquello tenía que ver con sus bigotes envarados o su carácter agrio, aún era temprano para saberlo, pero fuera cual fuera el motivo, eso no les impedía seguir la cadena de mando.
Más allá de consideraciones militares, la caminata se desarrolló en un ambiente distendido del que a Valeria le costaba participar. Su mente aún le estaba dando vueltas a la nueva dificultad que suponían las alas de la capitana y tanta cháchara le dificultaba pensar.
Y entonces, se detuvieron.
Y quedó claro que la teniente Newo no iba a ser de mucha ayuda.
—¿Realmente es de la zona? —preguntó Valeria en voz baja al segundo al mando mientras presenciaba el despliegue de egos que estaba teniendo lugar junto al río.
El hombre se encogió de hombros. La soldado parecía bien segura de lo que decía y la teniente ni siquiera se había agachado a oler el agua antes de empezar a dar órdenes. La situación pintaba tensa y Valeria había aprendido hacía mucho que donde hay tensión, también hay oportunidades para quien esté dispuesto a saltar en cuanto se presentan.
—Me pregunto quién le entregaría el mando de una misión tan importante a alguien tan temerario(1) —se dijo, lo bastante alto como para que le oyera el soldado.
Después, se acercó con calma a la orilla, observando el agua con curiosidad, pero sin despegar el oído de la nueva intervención en oposición de la teniente. Efectivamente, no se veía un solo pez, lo cual resultaba extraño en un agua tan cristalina. Si el Edén había echado a perder un río con tanta celeridad, existía la posibilidad de que la contaminación se hubiera extendido de alguna manera, como la extraña mano que había reducido Ciudad Lagarto a un desierto hediondo. Eso lo había hecho la gente del Edén, ¿cierto?
—Sin duda, un buen líder nunca le exigiría a un subordinado algo que no estuviera dispuesto a hacer él mismo(1) —comentó finalmente en voz alta, obligando a sus labios a renunciar a la sonrisa divertida que le había provocado el evidente desafío de la desconocida—. Pero con suerte, no será necesario llegar a tanto. Llevamos a una alquimista en el equipo, después de todo.
Dicho esto, Valeria se agachó y comenzó a sacar artilugios de la bolsa. Una probeta, que llenó de agua del río, unos cuantos frascos, cuyo contenido fue mezclando con el agua en distintos recipientes(2).
—Solo me llevará un momento descubrir si hay algún elemento extraño en el agua y sabremos quién es el insubordinado o…(1)
«O quién es la pésima líder a la que habría que arrebatar el mando». Esa parte se la cayó, prefería que fueran los propios soldados los que sacaran conclusiones, si es que eran capaces de ello. Mientras comprobaba los cambios de color del líquido en su probeta, Valeria extendió su éter hasta tocar la daga que esperaba no tener que usar.
----------
OFF: Ante todo, me disculpo por la tardanza, se ve que lo de predicar con el ejemplo no es lo mío.
(1)Uso mi Carisma (Talento a nivel 4, avanzado) para ir tirándole indirectas al segundo al mando y apoyar un poco más discretamente el abierto desafío de Ensoñador. Con suerte, el tipo pilla la idea y no nos llevan presas a las dos junto con la soldado insubordinada xD
(2)Gasto un uso de mi Kit de Alquimia Superior para medio aplicar la Técnica Descomponer. En realidad, solo me interesa la primera parte, la de identificar la composición química, para ver si hay algo raro en el agua.
Había intentado entablar conversación con la teniente, dejando caer como si tal cosa el encuentro anterior con Áddila, pero la mera mención de su capitana había agriado instantáneamente la expresión de Newo. O eso le había parecido a Valeria, aunque leer rostros felinos no era lo mismo que interpretar los gestos de una persona. En cualquier caso, la impresión que había recibido no se sentía favorable, por lo que había preferido una retirada estratégica por el momento.
Pronto notó que no todos los soldados del grupo parecían particularmente cómodos junto a la teniente. Si aquello tenía que ver con sus bigotes envarados o su carácter agrio, aún era temprano para saberlo, pero fuera cual fuera el motivo, eso no les impedía seguir la cadena de mando.
Más allá de consideraciones militares, la caminata se desarrolló en un ambiente distendido del que a Valeria le costaba participar. Su mente aún le estaba dando vueltas a la nueva dificultad que suponían las alas de la capitana y tanta cháchara le dificultaba pensar.
Y entonces, se detuvieron.
Y quedó claro que la teniente Newo no iba a ser de mucha ayuda.
—¿Realmente es de la zona? —preguntó Valeria en voz baja al segundo al mando mientras presenciaba el despliegue de egos que estaba teniendo lugar junto al río.
El hombre se encogió de hombros. La soldado parecía bien segura de lo que decía y la teniente ni siquiera se había agachado a oler el agua antes de empezar a dar órdenes. La situación pintaba tensa y Valeria había aprendido hacía mucho que donde hay tensión, también hay oportunidades para quien esté dispuesto a saltar en cuanto se presentan.
—Me pregunto quién le entregaría el mando de una misión tan importante a alguien tan temerario(1) —se dijo, lo bastante alto como para que le oyera el soldado.
Después, se acercó con calma a la orilla, observando el agua con curiosidad, pero sin despegar el oído de la nueva intervención en oposición de la teniente. Efectivamente, no se veía un solo pez, lo cual resultaba extraño en un agua tan cristalina. Si el Edén había echado a perder un río con tanta celeridad, existía la posibilidad de que la contaminación se hubiera extendido de alguna manera, como la extraña mano que había reducido Ciudad Lagarto a un desierto hediondo. Eso lo había hecho la gente del Edén, ¿cierto?
—Sin duda, un buen líder nunca le exigiría a un subordinado algo que no estuviera dispuesto a hacer él mismo(1) —comentó finalmente en voz alta, obligando a sus labios a renunciar a la sonrisa divertida que le había provocado el evidente desafío de la desconocida—. Pero con suerte, no será necesario llegar a tanto. Llevamos a una alquimista en el equipo, después de todo.
Dicho esto, Valeria se agachó y comenzó a sacar artilugios de la bolsa. Una probeta, que llenó de agua del río, unos cuantos frascos, cuyo contenido fue mezclando con el agua en distintos recipientes(2).
—Solo me llevará un momento descubrir si hay algún elemento extraño en el agua y sabremos quién es el insubordinado o…(1)
«O quién es la pésima líder a la que habría que arrebatar el mando». Esa parte se la cayó, prefería que fueran los propios soldados los que sacaran conclusiones, si es que eran capaces de ello. Mientras comprobaba los cambios de color del líquido en su probeta, Valeria extendió su éter hasta tocar la daga que esperaba no tener que usar.
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OFF: Ante todo, me disculpo por la tardanza, se ve que lo de predicar con el ejemplo no es lo mío.
(1)Uso mi Carisma (Talento a nivel 4, avanzado) para ir tirándole indirectas al segundo al mando y apoyar un poco más discretamente el abierto desafío de Ensoñador. Con suerte, el tipo pilla la idea y no nos llevan presas a las dos junto con la soldado insubordinada xD
(2)Gasto un uso de mi Kit de Alquimia Superior para medio aplicar la Técnica Descomponer. En realidad, solo me interesa la primera parte, la de identificar la composición química, para ver si hay algo raro en el agua.
- inventario:
- EQUIPAMIENTO:
* Daga de Eredin, calidad épica, con encantamiento de Marca Vampírica. La llevo en mi Funda Oculta
* Cuchillos Arrojadizos (4), calidad normal, con encantamiento de Arma de Hielo
* Peto "quitamiedos", armadura ligera, calidad pobre, con encantamiento Runa de Sombras, bajo la blusa
* Espejo Doppelgänger, accesorio legendario
TOTAL DE ENCANTAMIENTOS: 3/6
LIGADOS AL ÉTER: 2/3
OBJETOS LIMITADOS (7/7):
* Kit Alquímico Superior Queda 1 uso
* Kit de Arcanos Superior
* Runa de Teleportación
* Poción de Salud Concentrada
* Elixir de Frigg
* Fuego Embotellado
* Elixir Replicante
OTROS:
* Bolso del Viajero
* Fundas Ocultas
* Poción de Recuperación
* Poción de Rescate
* Medicina Multipropósito x2
* Manzana de Idunn
* Poción de Baile x2
* Collar de Clavos, 1 carga
* Incienso de Jólmundröm x2
* Estalagmita emergente
* Polvo de Hada, 3 cargas
* Bomba Floral
* Caramelo de Jade x2
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Reike
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Re: Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
La corriente de incomodidad había terminado por afectar a todos los soldados destinados a la, en principio, sencilla misión. La teniente Shera Newo no buscaba conciliación alguna, no pedía, y no siquiera tomaba en cuenta cualquier otra opinión que la suya propia. Había ascendido a base de aceptar encomiendas peligrosas, y seguir las órdenes de sus superiores al pie de la letra. Eso la había hecho disciplinada, dura y por entero, carente de empatía con sus subordinados, de quienes esperaba obediencia ciega. Su segundo al mando lo sabía bien.
-La cadena de mando es lo que nos salva de caer en la anarquía- recitó, con un rostro que no reflejaba creencia alguna. Eran las palabras de que esperaban de él. Bajó la voz antes de añadir- Confiar una misión a la teniente es asegurarse de su cumplimiento. Los jefes son conscientes de ello.
Un poco más lejos, la mujer-bestia observó a esas extrañas que le habían dirigido la palabra. De haber sido sus propios hombres y mujeres habrían recibido un correctivo adecuado a su amotinamiento. Las falanges de sus dedos crujieron al apretar los puños. Una forma como otra cualquiera de evitar abalanzarse sobre quienes se habían atrevido a cuestionar sus órdenes.
-Yo tengo el derecho de acusar a cualquiera de los míos cuando estoy segura de que están entorpeciendo acciones vitales para nuestra victoria. Sin duda, desconoces qué es la guerra, ni has servido en algo más grande. La lealtad es algo fundamental. Si deseas que tus opiniones cuenten, gánate el derecho de ordenar sobre otros. Si no, mantén la boca cerrada y cumple con las obligaciones de quienes valen más que tú. ¡Ésta soldado se ha negado a una orden directa! ¡tres de vosotros, llevadla encadenada al campamento, mientras el resto permanecemos aquí levantando el campamento para asegurar la posición!
La orden fue cumplida, pese a que algunos integrantes de la expedición observaron el proceder de Reike, y también, admirados y compungidos, a la extraña que le había plantado cara a Shera, pese a carecer de resultados.
-Haz lo que quieras- espetó sin volverse a mirar a la bruja con un seco ademán- Si viniste a jugar a este lugar, no haces nada que no esperaría. Los demás, comenzad con la construcción de la empalizada y levantad las tiendas. Debemos defender el lugar si es preciso.
Durante un rato, no se oyeron más sonidos que la agitada respiración de los leñadores, y la caída de pequeños árboles necesarios para la creación de las estacas que perimetrarían el recinto descrito por la teniente.
La prueba de Reike no tardó en realizarse a la perfección. Al menos a la hora de llevarse a cabo. Los guardias se alejaban con la prisionera, y la hechicera pudo constatar fehacientemente, que el agua no contenía contaminación alguna. Era perfecta para el campamento de la Guardia.
El segundo al mando de la mujer-bestia se acercó al río, a fin de conocer de primera mano el resultado, seguido de algunos soldados de guardia que más tarde relevarían a los leñadores.
-¿Y bien…?- preguntó. Su tono denotaba una extraña esperanza.
______________________________
Off: Las cosas parecían taaan fáciles... ¿no es así? El agua no está contaminada. ¿Por qué actuó así la joven soldado? ¿Reike, informarás de la verdad a Shera y a su mano derecha...? ¿Qué está ocurriendo exactamente en el campamento?
Por supuesto, podéis preguntarme todo cuanto deseéis, o hablar con cualquier criatura de la misión, por mp.
Buena suerte.
Ger
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Re: Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
Todo resultaba sencillo cuando guiabas tu moralidad ciega hacia un punto en común, uno sin cuestionar o no importando los actos que se lleven a cabo, disponiendo de una solución y escusas con una simple frase "Sólo cumplía órdenes" Así actuaban las cadenas de mando bien controladas y así supuestamente se lograban victorias despiadadas. Quizás Shera Newo tenía razón en sus palabras siendo una veterana de guerra, donde su experiencia remarcada era conocida y es por ello que ostentaba un puesto como el que ocupaba, pero la discípulo no lo comprendía de esta forma, no alcanzaba a entender este modo de vida y supervivencia, dicen que uno no cree en actos que uno mismo no haría, no hasta que los puede ver uno mismo, la ignorancia puede restallar tan fuerte dentro de la cabeza que por fin puedes vislumbrar esa diferencia y aprender de ella, pero su sabor resultaba ser amargo, la verdad podía serlo de un modo crudo y cruel.
Rel alternaba su visión entre la mujer que se había aproximado a la orilla y aquella que finalmente fue apresada por esa insubordinación, sus luceros perseguían su silueta casi virando a la misma, reteniendo sus pasos para no acudir impulsivamente tras ella y preguntar simplemente ¿Por qué? ¿Qué vio en estas aguas para determinarlas envenenadas? La sacerdotisa no es que fuera una experta, pero con un primer vistazo todo parecía extrañamente en orden y nadie dio una respuesta concreta. De nuevo se cubrió bajo sus atuendos de lino encorvándose en ella misma, procurándose aparentar un menor tamaño a la vez que se aproximaba lentamente hacia quienes estaban próximos al río en cuestión, su curiosidad y saber por el dictamen de quien manipulaba el agua mediante artilugios y cachivaches varios le era imperioso e hizo acopio de su propia osadía para aventurarse a preguntar.
- ¿Tenía razón esa mujer estimada? Vos parecéis una erudita de la espagiria, iluminadnos por favor ante esta incógnita. - Rel estaba parcialmente familiarizada con este arte antiguo pero no era una experta, más bien una aprendiz que desea mejorar en su propio conocimiento, este jamás era finito. Oculta en su túnica y hábitos, aguardó a la respuesta de Valeria otorgando cierta distancia entre ambas y el segundo al mando, ella no era nadie, sino una simple voluntaria que había accedido a proporcionar la ayuda que pudiera ofrecer. No obstante su inquietud no había desaparecido pese a su semblante exteriorizado y supuestamente taimado, su atención quedaba fragmentada en varios puntos, véase en Shera Newo y su actuar, más bien la total seguridad y ausencia de preocupación, aquella alquimista aún laborando en los resultados que ofrecería el río en sí y la insubordinada que poco a poco se alejaba junto a unos mandados quienes la aprisionaron para regresarla de nuevo al campamento.
Rel procuró no perder del todo la dirección por donde se encaminaron estos últimos, dentro de su mente rondaban pensamientos rumiantes que no descansaban y un premeditado actuar que pronto ejecutaría, necesitaba respuestas y si aquella milicia dejaba sus actos en las manos de sus superiores, Rel las dejaría en manos de los Antiguos, sólo que con su intervenir libre y voluntario, un pensamiento divertido que viajó por unos instantes en la mente de la mujer dragón, quizás ser un poco insubordinado no estaba tan mal como aquella capitana dictaba para ciertos momentos.
El Ensoñador
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Re: Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
Jugar. Valeria tomó aire con calma y volvió a soltarlo, también despacio, sin apartar la mirada de sus instrumentos. Hacía falta más que la rabieta de un gato mal amaestrado para provocarla. No, no había venido a jugar, había venido a encargarse de una asesina. Pero eso no era asunto de la teniente Newo.
Por lo que sabía, la mujer-bestia bien podía haber tomado parte en la misma masacre, como tantos otros. Pero sin la seguridad de que así hubiera sido, la teniente no tenía mayor importancia que una corriente de aire que trajera consigo un olor desagradable.
La primera prueba no mostró contaminación alguna. Valeria hizo una segunda, para asegurarse, pero el resultado fue el mismo: el agua era perfectamente saludable. ¿Acaso la soldado había mentido? ¿Por qué? Viendo cómo se las gastaba Newo, resultaba difícil de creer que alguien se arriesgara a acabar en un tribunal de guerra por una simple corazonada.
—¿Y bien…?
Las voces del segundo al mando de la pequeña expedición y de la extraña mujer que había tomado partido en la discusión anterior la sacaron de sus pensamientos. El hombre la miraba con un cierto anhelo en los ojos, pero ¿quién de las dos esperaba que tuviera razón, la teniente déspota o la soldado temeraria? Valeria vació sus probetas y las secó con un paño antes de guardarlas de nuevo. Después, llenó su cantimplora en el río.
—El agua es perfectamente potable —dijo.
Para apoyar la veracidad de sus palabras, dio un sorbo de la que acababa de recoger. Sabía a agua, solo agua, y estaba fresca. Les ofreció la cantimplora al soldado y a la muer mientras observaba cómo los guardias se iban alejando con la soldado insubordinada. ¿Por qué enfrentarse así a la teniente sin la certeza de tener razón? O quizá estaba segura de tener razón, lo cual planteaba dudas más preocupantes.
—¿Había dado problemas antes? —preguntó Valeria al segundo, señalando a la detenida con un gesto de cabeza.
—Nada serio, hasta donde yo sé —respondió el hombre al tiempo que le devolvía la cantimplora—. ¿Por?
—Me resulta extraño que alguien desafíe sin más a la teniente sin estar completamente segura de lo que dice. Ya sabe, dada la importancia otorgada a la cadena de mando.
Valeria percibió la incomodidad del hombre, pero se abstuvo de mostrar reacción alguna. La mujer era una tirana, eso saltaba a la vista. No era nada extraño en el ejército. Si te tocaba alguien así como superior, no te quedaba más remedio que aguantarte. O acabar en un calabozo, si tenías suerte.
Pero aquel no era su problema, ella no formaba parte de la Guardia, solo había acompañado a la expedición para asegurarse de que daban con una fuente de agua adecuada y eso ya lo había hecho. No podía evitar sentirse intrigada por la soldado, sin embargo.
—¿Qué podía ganar con su comportamiento? —continuó exponiendo sus reflexiones al segundo—. Si quería hacer fracasar la misión, su intento fue muy pobre. Si buscaba otra cosa, podría ser interesante averiguar qué antes de que nos explote en la cara, ¿no le parece? —Volvió a guardar la cantimplora al tiempo que tomaba su decisión—. ¿Estoy a tiempo de unirme al grupo que la lleva de vuelta al campamento? Yo ya no tengo más nada que hacer aquí, de todas formas. Sería más útil atendiendo heridos que montando empalizadas.
Aquello no era del todo cierto, su magia podía ser de lo más útil a la hora de mover pesados troncos de un lado a otro, pero ni esa gente tenía por qué saber tal cosa ni ella había entrenado durante años su telquinesis para hacerles la vida más sencilla a un puñado de humanos. Y bestias. Y vaya usted a saber qué más.
En cualquier caso, era en el campamento principal donde quería estar. Cerca de Áddila. Y si podía sonsacarle algo a aquella soldado imprudente por el camino, pues tanto mejor. Al menos, saciaría su curiosidad.
----------
OFF: Reike dice la verdad sobre el agua, no tiene motivos para mentir. Solicita volver al campamento con el grupo que se lleva a la insubordinada, pues ya hizo su trabajo con el agua. Deja caer que sería buena idea interrogarla rapidito y yo dejo caer por aquí mi nivel avanzado de Carisma (4), por si cuela.
Por lo que sabía, la mujer-bestia bien podía haber tomado parte en la misma masacre, como tantos otros. Pero sin la seguridad de que así hubiera sido, la teniente no tenía mayor importancia que una corriente de aire que trajera consigo un olor desagradable.
La primera prueba no mostró contaminación alguna. Valeria hizo una segunda, para asegurarse, pero el resultado fue el mismo: el agua era perfectamente saludable. ¿Acaso la soldado había mentido? ¿Por qué? Viendo cómo se las gastaba Newo, resultaba difícil de creer que alguien se arriesgara a acabar en un tribunal de guerra por una simple corazonada.
—¿Y bien…?
Las voces del segundo al mando de la pequeña expedición y de la extraña mujer que había tomado partido en la discusión anterior la sacaron de sus pensamientos. El hombre la miraba con un cierto anhelo en los ojos, pero ¿quién de las dos esperaba que tuviera razón, la teniente déspota o la soldado temeraria? Valeria vació sus probetas y las secó con un paño antes de guardarlas de nuevo. Después, llenó su cantimplora en el río.
—El agua es perfectamente potable —dijo.
Para apoyar la veracidad de sus palabras, dio un sorbo de la que acababa de recoger. Sabía a agua, solo agua, y estaba fresca. Les ofreció la cantimplora al soldado y a la muer mientras observaba cómo los guardias se iban alejando con la soldado insubordinada. ¿Por qué enfrentarse así a la teniente sin la certeza de tener razón? O quizá estaba segura de tener razón, lo cual planteaba dudas más preocupantes.
—¿Había dado problemas antes? —preguntó Valeria al segundo, señalando a la detenida con un gesto de cabeza.
—Nada serio, hasta donde yo sé —respondió el hombre al tiempo que le devolvía la cantimplora—. ¿Por?
—Me resulta extraño que alguien desafíe sin más a la teniente sin estar completamente segura de lo que dice. Ya sabe, dada la importancia otorgada a la cadena de mando.
Valeria percibió la incomodidad del hombre, pero se abstuvo de mostrar reacción alguna. La mujer era una tirana, eso saltaba a la vista. No era nada extraño en el ejército. Si te tocaba alguien así como superior, no te quedaba más remedio que aguantarte. O acabar en un calabozo, si tenías suerte.
Pero aquel no era su problema, ella no formaba parte de la Guardia, solo había acompañado a la expedición para asegurarse de que daban con una fuente de agua adecuada y eso ya lo había hecho. No podía evitar sentirse intrigada por la soldado, sin embargo.
—¿Qué podía ganar con su comportamiento? —continuó exponiendo sus reflexiones al segundo—. Si quería hacer fracasar la misión, su intento fue muy pobre. Si buscaba otra cosa, podría ser interesante averiguar qué antes de que nos explote en la cara, ¿no le parece? —Volvió a guardar la cantimplora al tiempo que tomaba su decisión—. ¿Estoy a tiempo de unirme al grupo que la lleva de vuelta al campamento? Yo ya no tengo más nada que hacer aquí, de todas formas. Sería más útil atendiendo heridos que montando empalizadas.
Aquello no era del todo cierto, su magia podía ser de lo más útil a la hora de mover pesados troncos de un lado a otro, pero ni esa gente tenía por qué saber tal cosa ni ella había entrenado durante años su telquinesis para hacerles la vida más sencilla a un puñado de humanos. Y bestias. Y vaya usted a saber qué más.
En cualquier caso, era en el campamento principal donde quería estar. Cerca de Áddila. Y si podía sonsacarle algo a aquella soldado imprudente por el camino, pues tanto mejor. Al menos, saciaría su curiosidad.
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OFF: Reike dice la verdad sobre el agua, no tiene motivos para mentir. Solicita volver al campamento con el grupo que se lleva a la insubordinada, pues ya hizo su trabajo con el agua. Deja caer que sería buena idea interrogarla rapidito y yo dejo caer por aquí mi nivel avanzado de Carisma (4), por si cuela.
- inventario:
- EQUIPAMIENTO:
* Daga de Eredin, calidad épica, con encantamiento de Marca Vampírica. La llevo en mi Funda Oculta
* Cuchillos Arrojadizos (4), calidad normal, con encantamiento de Arma de Hielo
* Peto "quitamiedos", armadura ligera, calidad pobre, con encantamiento Runa de Sombras, bajo la blusa
* Espejo Doppelgänger, accesorio legendario
TOTAL DE ENCANTAMIENTOS: 3/6
LIGADOS AL ÉTER: 2/3
OBJETOS LIMITADOS (7/7):
* Kit Alquímico Superior Queda 1 uso
* Kit de Arcanos Superior
* Runa de Teleportación
* Poción de Salud Concentrada
* Elixir de Frigg
* Fuego Embotellado
* Elixir Replicante
OTROS:
* Bolso del Viajero
* Fundas Ocultas
* Poción de Recuperación
* Poción de Rescate
* Medicina Multipropósito x2
* Manzana de Idunn
* Poción de Baile x2
* Collar de Clavos, 1 carga
* Incienso de Jólmundröm x2
* Estalagmita emergente
* Polvo de Hada, 3 cargas
* Bomba Floral
* Caramelo de Jade x2
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Reike
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Re: Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
Shera Newo sonreía con la arrogancia de quien había vencido con todas las de la ley. Sus soldados habían podido comprobar que no se había equivocado, reforzada por las palabras de la mujer que ni siquiera la apoyaba abiertamente. Los suyos no volverían a contradecirla.
Con ánimo algo más conciliador debido a la derrota de la impertinente militar, vio como sus instrucciones sobre la edificación del campamento que nutriría de agua potable a la Guardia se llevaban a cabo con celeridad. Aceptó con gesto lánguido la incorporación de la alquimista. Ya había cumplido su propósito, y complacer su petición la haría parecer incluso magnánima, y además, la perdería de vista. Todo redundaba en ganancia. La criatura restante siguió a los tres centinelas que en principio había decidido que acompañasen a la detenida, por lo que añadió a una más.
-Quiero que quede confinada en las cárceles provisionales del campamento principal -ordenó Shera con manifiesta autoridad – Cuando se me ordene regresar, tendrá lugar el consejo de guerra adecuado a sus faltas.
Sus enviados asintieron, asegurando que sus instrucciones serían llevadas a cabo. Así, los siete partieron desde el precario campamento que había asegurado el líquido vital a la Guardia, sin mayores percances, más allá de una desagradable sensación, producto probablemente de la presencia de predadores cuyo instinto les hacía dudar de la conveniencia de atacar a tal grupo humanoide. La calma en las horas posteriores fue un regalo, en medio de una guerra que no se ganaría hasta que los aliados de ese ser oscuro fueran derrotados por las espadas del bien, se decía la Guardia Deruan. Miró a la derecha, donde un kiwi de la zona alzó la vista antes de escabullirse. Sus ojos se volvieron entonces a la izquierda, y uno de ellos fue traspasado con el acertado dardo de una ballesta.
La sensación había resultado acertada. Y tres biocibernéticos atacaron al variopinto grupo, dos de ellos con una especie de escudos metálicos que parecían hechos como una extraña deformación rectangular de sus antebrazos. Al tirador no se le veía por parte alguna, y como bien sabían, ello se traducía en un gigantesco problema.
Los dos miembros restantes de la Guardia actuaron en pocos segundos como tantas veces habían entrenado. Tiraron a la prisionera a tierra y uno de ellos permaneció, escudo alzado, junto a ella, mientras la segunda lanzó un grito de desafío, y empuñando su lanza, se dispuso como un oso acosado por perros a hacer frente a los tres enemigos si no recibía ayuda alguna.
______________________________
Off: .Habéis tomado la opción de contar la verdad, y la soldado ha sido enviada junto a vosotros al campamento para ser enjuiciada. Reike, si aún quieres interrogarla acerca de sus motivos, envíame un mp y serás informada de lo que te cuenta la aparente traidora.
Se abren dos opciones ante vosotros ahora mismo.
- Ayudad a las combatientes, pero perderéis a la prisionera en medio de la refriega.
- Tratad de huir de regreso, perdiendo a otra militar más por el camino, aunque conservando a la insubordinada.
Sea cual sea vuestra elección, al llegar al campamento base, notáis unos extraños temblores en el subsuelo… y sois libres de moveros por el mismo si es vuestro deseo.
Ger
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Re: Aguas turbias (Reike & Ensoñador) [Trama Global Objetos Malditos]
—No había nada en el agua —le dijo Valeria a la prisionera cuando ya se alejaban por el camino—. Pero eso ya lo sabías, ¿no es así?
—Has destrozado a la Guardia —respondió furiosa la soldado insubordinada— Shera será un auténtico peligro, y cuantos más puestos escale, más vidas se llevará en su locura. Un arresto por un fracaso habría sido algo piadoso, ¡¿No lo entiendes?!
¿Entender? ¿Qué había que entender? Aquella gata era un auténtico tiburón, de eso no podía caber duda a nadie. Pero montar tan lamentable espectáculo solo por hacerlo notar solo tenía un nombre: estupidez.
—Ya veo. Buen trabajo dejándote arrestar por una causa perdida.
—¿A qué demonios has venido tú a ésta guerra, bruja? —escupió la otra con todo el desdén del mundo cuando Valeria ya se encaminaba al otro extremo del pequeño grupo.
Así que era de esas. Bueno, no se puede decir que se perdiera una amiga particularmente inteligente.
—A hacer justicia —murmuró Valeria, casi más para sí misma que para la otra mujer—. Preferiblemente, con más éxito que tú.
Una parte de su mente no pasó por alto el parecido de ambas misiones, pero la acalló enseguida. Ella no tenía ninguna intención de sacrificarse por una causa. Acabaría con Áddila si encontraba una forma que no la apuntase a ella de forma directa. En la guerra muere gente, eso era inevitable. Valeria, por su parte, se las había arreglado para mantenerse viva hasta la fecha y no tenía intención de acabar con la racha por un estúpido sentido del honor.
La caminata hasta el campamento principal discurrió con calma hasta que, como no podía ser de otra manera, la calma se rompió. Una de las guardias cayó derribada y dos atacantes se echaron sobre el grupo. Mientras una de los restantes guardias se enfrentaba, lanza y escudo en ristre, a los dos agresores, su compañero derribó a la prisionera para protegerla con su escudo, señal que tomó Valeria para tirarse a tierra ella también.
Arrastrándose a toda velocidad por la hierba del suelo, se acercó a la soldado caída, pero no había nada que hacer ahí. Al ver el dardo en su ojo, Valeria le arrancó el escudo y se parapetó detrás, justo a tiempo de evitar otro de los dardos. Con el corazón acelerado por lo cerca que había estado de recibir uno de esos dardos, tomó nota de la dirección general de la que había venido el proyectil y, en cuclillas y sin soltar el escudo, se acercó al soldado parapetado.
—¿Ha visto desde dónde nos disparan? —le preguntó.
—Algún punto de aquel matorral, pero no puedo abandonar mi puesto —señaló el hombre.
Valeria asomó la cabeza entre su escudo y el del guardia. No es que hubiera acotado mucho, el área de arbustos era amplia y espesa, pero algo era mejor que nada. Echó un vistazo a la lancera. Se defendía bastante bien, por el momento, pero eso no les sería de mucha ayuda si le acertaba uno de esos dardos.
—Déjemelo a mí —dijo Valeria, clavando su escudo en tierra, delante de ella.
Extendió su éter hasta tocar sus cuchillos arrojadizos, listos para asomarse cuando hicieran falta, tomó su daga en una mano y una pequeña runa de piedra en la otra, respiró hondo, preparándose, y lanzó la runa al cielo(1). La empujó con su magia(2) hasta situarla unos metros por encima del matorral señalado y…
Se encontraba en el aire. El tirador, en el suelo, por debajo de ella, listo para disparar de nuevo, o quizá ya lo había hecho, pero aquella sería la última. Valeria lanzó sus cuchillos, los cuatro, contra su desprevenido blanco y luego concentró toda la fuerza de su éter contra el suelo, frenando ligeramente su descenso(3).
Cayó rodando y se incorporó casi inmediatamente, impulsándose hacia su enemigo con la daga por delante. La clavó dos veces, tres, puede que alguna más, hasta estar segura de que el infortunado ya no se levantaría. Después, se incorporó, pateó la ballesta y, con un gesto, arrancó los cuchillos arrojadizos, listos para clavarse en el siguiente objetivo. Un ruido entre los arbustos hizo que se pusiera en alerta de nuevo, pero solo era un extraño bicho sin brazos, pero con un largo pico, que salió corriendo en busca de otro refugio. El horroroso ¿ave? se libró por los pelos de una cuchillada.
Valeria se volvió hacia el grupo, donde los dos guardias daban buena cuenta del resto de atacantes. Aparentemente, el bio-cibernético al que no quiso ver la cara había llegado a disparar y la joven soldado había pagado el precio más alto por su insubordinación.
Al llegar al campamento con las buenas y las malas nuevas, los recibió un temblor de tierra y un horrible escenario.
----------
OFF: (1) Runa de Teleportación: [Limitado, 1 uso] Después de activada y en un periodo no mayor de 2 turnos, el personaje puede desvanecerse y aparecer en el mismo lugar donde se encuentre la piedra, incluso si (onrol) no sabe en qué lugar se encuentra la misma. // Para trasladarse instantáneamente a un punto unos tres o cuatro metros por encima de la zona desde la que ataca el tirador y sorprenderlo con un ataque “aéreo”.
(2) Uso mi telequinesis (nivel avanzado, 3) para… casi todo desde este punto en adelante. Colocar la runa en posición, lanzar cuchillos arrojadizos…
(3) Habilidad de nivel 2: Ligera [Telequinesis, Mágica] Utilizo mi telequinesis para disminuir la gravedad ejercida sobre mí, lo que me permite frenar caídas, dar saltos más altos o incluso levitar temporalmente.
—Has destrozado a la Guardia —respondió furiosa la soldado insubordinada— Shera será un auténtico peligro, y cuantos más puestos escale, más vidas se llevará en su locura. Un arresto por un fracaso habría sido algo piadoso, ¡¿No lo entiendes?!
¿Entender? ¿Qué había que entender? Aquella gata era un auténtico tiburón, de eso no podía caber duda a nadie. Pero montar tan lamentable espectáculo solo por hacerlo notar solo tenía un nombre: estupidez.
—Ya veo. Buen trabajo dejándote arrestar por una causa perdida.
—¿A qué demonios has venido tú a ésta guerra, bruja? —escupió la otra con todo el desdén del mundo cuando Valeria ya se encaminaba al otro extremo del pequeño grupo.
Así que era de esas. Bueno, no se puede decir que se perdiera una amiga particularmente inteligente.
—A hacer justicia —murmuró Valeria, casi más para sí misma que para la otra mujer—. Preferiblemente, con más éxito que tú.
Una parte de su mente no pasó por alto el parecido de ambas misiones, pero la acalló enseguida. Ella no tenía ninguna intención de sacrificarse por una causa. Acabaría con Áddila si encontraba una forma que no la apuntase a ella de forma directa. En la guerra muere gente, eso era inevitable. Valeria, por su parte, se las había arreglado para mantenerse viva hasta la fecha y no tenía intención de acabar con la racha por un estúpido sentido del honor.
La caminata hasta el campamento principal discurrió con calma hasta que, como no podía ser de otra manera, la calma se rompió. Una de las guardias cayó derribada y dos atacantes se echaron sobre el grupo. Mientras una de los restantes guardias se enfrentaba, lanza y escudo en ristre, a los dos agresores, su compañero derribó a la prisionera para protegerla con su escudo, señal que tomó Valeria para tirarse a tierra ella también.
Arrastrándose a toda velocidad por la hierba del suelo, se acercó a la soldado caída, pero no había nada que hacer ahí. Al ver el dardo en su ojo, Valeria le arrancó el escudo y se parapetó detrás, justo a tiempo de evitar otro de los dardos. Con el corazón acelerado por lo cerca que había estado de recibir uno de esos dardos, tomó nota de la dirección general de la que había venido el proyectil y, en cuclillas y sin soltar el escudo, se acercó al soldado parapetado.
—¿Ha visto desde dónde nos disparan? —le preguntó.
—Algún punto de aquel matorral, pero no puedo abandonar mi puesto —señaló el hombre.
Valeria asomó la cabeza entre su escudo y el del guardia. No es que hubiera acotado mucho, el área de arbustos era amplia y espesa, pero algo era mejor que nada. Echó un vistazo a la lancera. Se defendía bastante bien, por el momento, pero eso no les sería de mucha ayuda si le acertaba uno de esos dardos.
—Déjemelo a mí —dijo Valeria, clavando su escudo en tierra, delante de ella.
Extendió su éter hasta tocar sus cuchillos arrojadizos, listos para asomarse cuando hicieran falta, tomó su daga en una mano y una pequeña runa de piedra en la otra, respiró hondo, preparándose, y lanzó la runa al cielo(1). La empujó con su magia(2) hasta situarla unos metros por encima del matorral señalado y…
Se encontraba en el aire. El tirador, en el suelo, por debajo de ella, listo para disparar de nuevo, o quizá ya lo había hecho, pero aquella sería la última. Valeria lanzó sus cuchillos, los cuatro, contra su desprevenido blanco y luego concentró toda la fuerza de su éter contra el suelo, frenando ligeramente su descenso(3).
Cayó rodando y se incorporó casi inmediatamente, impulsándose hacia su enemigo con la daga por delante. La clavó dos veces, tres, puede que alguna más, hasta estar segura de que el infortunado ya no se levantaría. Después, se incorporó, pateó la ballesta y, con un gesto, arrancó los cuchillos arrojadizos, listos para clavarse en el siguiente objetivo. Un ruido entre los arbustos hizo que se pusiera en alerta de nuevo, pero solo era un extraño bicho sin brazos, pero con un largo pico, que salió corriendo en busca de otro refugio. El horroroso ¿ave? se libró por los pelos de una cuchillada.
Valeria se volvió hacia el grupo, donde los dos guardias daban buena cuenta del resto de atacantes. Aparentemente, el bio-cibernético al que no quiso ver la cara había llegado a disparar y la joven soldado había pagado el precio más alto por su insubordinación.
Al llegar al campamento con las buenas y las malas nuevas, los recibió un temblor de tierra y un horrible escenario.
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OFF: (1) Runa de Teleportación: [Limitado, 1 uso] Después de activada y en un periodo no mayor de 2 turnos, el personaje puede desvanecerse y aparecer en el mismo lugar donde se encuentre la piedra, incluso si (onrol) no sabe en qué lugar se encuentra la misma. // Para trasladarse instantáneamente a un punto unos tres o cuatro metros por encima de la zona desde la que ataca el tirador y sorprenderlo con un ataque “aéreo”.
(2) Uso mi telequinesis (nivel avanzado, 3) para… casi todo desde este punto en adelante. Colocar la runa en posición, lanzar cuchillos arrojadizos…
(3) Habilidad de nivel 2: Ligera [Telequinesis, Mágica] Utilizo mi telequinesis para disminuir la gravedad ejercida sobre mí, lo que me permite frenar caídas, dar saltos más altos o incluso levitar temporalmente.
- inventario:
- EQUIPAMIENTO:
* Daga de Eredin, calidad épica, con encantamiento de Marca Vampírica. La llevo en mi Funda Oculta
* Cuchillos Arrojadizos (4), calidad normal, con encantamiento de Arma de Hielo
* Peto "quitamiedos", armadura ligera, calidad pobre, con encantamiento Runa de Sombras, bajo la blusa
* Espejo Doppelgänger, accesorio legendario
TOTAL DE ENCANTAMIENTOS: 3/6
LIGADOS AL ÉTER: 2/3
OBJETOS LIMITADOS (7/7):
* Kit Alquímico Superior Queda 1 uso
* Kit de Arcanos Superior
* Runa de Teleportación Uso gastado
* Poción de Salud Concentrada
* Elixir de Frigg
* Fuego Embotellado
* Elixir Replicante
OTROS:
* Bolso del Viajero
* Fundas Ocultas
* Poción de Recuperación
* Poción de Rescate
* Medicina Multipropósito x2
* Manzana de Idunn
* Poción de Baile x2
* Collar de Clavos, 1 carga
* Incienso de Jólmundröm x2
* Estalagmita emergente
* Polvo de Hada, 3 cargas
* Bomba Floral
* Caramelo de Jade x2
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