Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Página 2 de 4. • Comparte
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Gaegel y Eberus también estaban de acuerdo en que algo olía raro en todo este asunto. El primero propuso que alguien estaba experimentando con criaturas, como ya había visto antes, y aunque eso de que fuera simplemente una prueba de un plan mayor era algo que no me había planteado, realmente podría tener sentido. Y luego Eberus empezó a escalar la conspiración a niveles sorprendentes, aunque tenía sentido eso de que alguien capaz de provocar esto debía ser poderoso, respecto a lo demás no iba a darle demasiadas vueltas, porque me había perdido bastante con su razonamiento. Zelas propuso que fuera uno de los perdedores queriendo vengarse por la destrucción de los Objetos del 19, y le echó la culpa a un tal Nousis. Tras eso, Sango comenzó un discurso sobre esos bastardos que buscaban el caos para ascender, para terminarlo con un brindis por la familia y amigos. Aprobando sus palabras, me uní al brindis y me debí lo que quedaba en mi vaso. Y entonces Zelas procedió a desaparecer para irse a hacer sus necesidades pero de la forma más mágica y vistosa posible, más aún al dejar escapar un poco más de esos gases mágicos, aunque su desaparición me dejó con una duda.
- Espera, ¿alguien sabe quién es ese Nousis?
Pero aprovechando ese momento, unos tipos que llevaban un rato metiendo bulla empezaron a dirigirse a nosotros de forma despectiva. Sango intentó relajar la situación diciéndolos que no acusaran sin saber y que no escucharan conversaciones ajenas. Aunque sus intentos solo sirvieron para que se caldeara más la situación, aunque suponía que en una taberna tampoco se podían esperar unos resultados mucho mejores. En cualquier caso, uno de esos hombres le lanzó un puñetazo a Sango, y a partir de ese momento solo quedaba una cosa que hacer.
Fui a echar mano a mi lanza, pero suponía que ponerme a ensartar gente por una pelea de bar igual era pasarse, así que opté por la respuesta habitual en estos casos. Me dejé caer de la silla y con un movimiento rápido la agarré por el respaldo y bateé el pecho con ella al cretino que había atacado a Sango. El hombre se dobló de dolor, pero seguía manteniéndose en pie, así que sin dudarlo descargué un sillazo contra su espalda, rompiendo las patas de la misma, que salieron volando por la sala, pero haciendo que mi oponente cayera al suelo como un saco de nabos.
- No había necesidad de acabar así. Pero no se que esperabais atacando a mi amigo.- Comenté a los parroquianos furibundos mientras me encogía de hombros y soltaba los restos de la silla. En vista de que la situación sólo iba a seguir escalando, me puse a canalizar mi sangre para reforzarme[1] de cara a continuar la pelea.
- Espera, ¿alguien sabe quién es ese Nousis?
Pero aprovechando ese momento, unos tipos que llevaban un rato metiendo bulla empezaron a dirigirse a nosotros de forma despectiva. Sango intentó relajar la situación diciéndolos que no acusaran sin saber y que no escucharan conversaciones ajenas. Aunque sus intentos solo sirvieron para que se caldeara más la situación, aunque suponía que en una taberna tampoco se podían esperar unos resultados mucho mejores. En cualquier caso, uno de esos hombres le lanzó un puñetazo a Sango, y a partir de ese momento solo quedaba una cosa que hacer.
Fui a echar mano a mi lanza, pero suponía que ponerme a ensartar gente por una pelea de bar igual era pasarse, así que opté por la respuesta habitual en estos casos. Me dejé caer de la silla y con un movimiento rápido la agarré por el respaldo y bateé el pecho con ella al cretino que había atacado a Sango. El hombre se dobló de dolor, pero seguía manteniéndose en pie, así que sin dudarlo descargué un sillazo contra su espalda, rompiendo las patas de la misma, que salieron volando por la sala, pero haciendo que mi oponente cayera al suelo como un saco de nabos.
- No había necesidad de acabar así. Pero no se que esperabais atacando a mi amigo.- Comenté a los parroquianos furibundos mientras me encogía de hombros y soltaba los restos de la silla. En vista de que la situación sólo iba a seguir escalando, me puse a canalizar mi sangre para reforzarme[1] de cara a continuar la pelea.
----------------------------------------
[1] Nivel 0: Potencia de sangre: [Mágica, 2 Usos] Utiliza la sangre ingerida para aumentar su fuerza y agilidad, causando un mayor daño físico durante un turno. Intento usarla para el próximo turno, salvo que los pedos de Zelas digan lo contrario.
Corlys Glokta
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 302
Nivel de PJ : : 3
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
El miembro 'Corlys Glokta' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2215
Nivel de PJ : : 0
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Eberus había sacado a discusión un planteamiento interesante. El hecho de que alguien poderoso haya realizado esto era muy sólido. Luego, el bandido trueno hizo un comentario, sobre que un "bando perdedor", a manera de represalia pudo ser el autor intelectual de esos terribles sucesos. La situación parecía desentramarse poco a poco. - ¿Y si quizá, solo quizá, todos tenemos razón? Tal vez todo está conectado hasta cierto punto. - Dije mirando a los presentes con una mirada relajada, aunque pensativo.
De un momento a otro. Zelas se había levantado, afirmando que debía retirarse a hacer sus necesidades. Aunque la manera de irse fue bastante estrafalaria. No lo iba a negar. Me quedé viendo aquella escena con la boca abierta. Esa arma resultaba muy útil para cualquier cosa. - Necesito una de esas. - Dije sin más para luego darle un trago a mi cerveza. Luego de eso, Corlys hizo una pregunta con respecto a uno de los comentarios de Zelas. - Ni idea... Zelas es un viajero errante en todo el sentido de la palabra. Conoce a muchas personas, y es difícil saberlo. - Le dije al vampiro, un poco decepcionado de mí mismo por no conocer a ese tal Nousis.
Luego de eso. Sango realizó una reflexión muy emotiva. Mientras él hablaba, mi vista estaba clavada en mi tarro, pensativo un poco en el pasado. Como analizando las palabras elocuentes de ese hombre, aunque en mi caso, su discurso no encajaba del todo. Por lo que cuando dio el brindis. Tomé mi tarro y lo alcé un poco. - Por los amigos... Que son la familia del alma. - No tenía motivos por los que brindar por la familia de sangre.
Y a continuación, unos hombres de una mesa comenzaron a alterarse por nuestra conversación. Sango estaba tratando de calmarlos, de una manera algo ineficaz, por lo que uno de uno de ellos le plantó un golpe en el rostro, haciendo que nuestro compañero cayera, debido más a su estado alcohólico que por el golpe en sí. Yo me levanté y miré a los hombres. - Lo mejor sería arreglar todo esto con una cerveza. - Mi sugerencia no fue bien recibida, por lo que el resto de los hombres se levantó de su mesa, mirándonos con recelo. - ¿No?... Bueno, si eso quieren... - Me levanté mientras me terminaba mi tarro de cerveza de un solo trago. - ... Entrenle. - Logré asestarle un golpe en el rostro a uno de esos hombres con mi tarro, rompiéndolo en ese momento, al mismo tiempo que Corlys asestaba el golpe con la silla al sujeto que había golpeado a Sango. Tal parecía que el destino no deseaba que nunca tuviéramos una charla normal y pacífica en una taberna.
De un momento a otro. Zelas se había levantado, afirmando que debía retirarse a hacer sus necesidades. Aunque la manera de irse fue bastante estrafalaria. No lo iba a negar. Me quedé viendo aquella escena con la boca abierta. Esa arma resultaba muy útil para cualquier cosa. - Necesito una de esas. - Dije sin más para luego darle un trago a mi cerveza. Luego de eso, Corlys hizo una pregunta con respecto a uno de los comentarios de Zelas. - Ni idea... Zelas es un viajero errante en todo el sentido de la palabra. Conoce a muchas personas, y es difícil saberlo. - Le dije al vampiro, un poco decepcionado de mí mismo por no conocer a ese tal Nousis.
Luego de eso. Sango realizó una reflexión muy emotiva. Mientras él hablaba, mi vista estaba clavada en mi tarro, pensativo un poco en el pasado. Como analizando las palabras elocuentes de ese hombre, aunque en mi caso, su discurso no encajaba del todo. Por lo que cuando dio el brindis. Tomé mi tarro y lo alcé un poco. - Por los amigos... Que son la familia del alma. - No tenía motivos por los que brindar por la familia de sangre.
Y a continuación, unos hombres de una mesa comenzaron a alterarse por nuestra conversación. Sango estaba tratando de calmarlos, de una manera algo ineficaz, por lo que uno de uno de ellos le plantó un golpe en el rostro, haciendo que nuestro compañero cayera, debido más a su estado alcohólico que por el golpe en sí. Yo me levanté y miré a los hombres. - Lo mejor sería arreglar todo esto con una cerveza. - Mi sugerencia no fue bien recibida, por lo que el resto de los hombres se levantó de su mesa, mirándonos con recelo. - ¿No?... Bueno, si eso quieren... - Me levanté mientras me terminaba mi tarro de cerveza de un solo trago. - ... Entrenle. - Logré asestarle un golpe en el rostro a uno de esos hombres con mi tarro, rompiéndolo en ese momento, al mismo tiempo que Corlys asestaba el golpe con la silla al sujeto que había golpeado a Sango. Tal parecía que el destino no deseaba que nunca tuviéramos una charla normal y pacífica en una taberna.
Gaegel
Lobo Renegado
Lobo Renegado
Cantidad de envíos : : 326
Nivel de PJ : : 2
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Tuvieran más razón o menos, todos se atrevieron a elucubrar sobre la sangrienta conspiración. Sin embargo, lo único que atrajo la atención de Eberus fue la mención de Sango llamándole viejo.
Justo después de que Zelas desapareciera a su manera y Eberus se quedara mirando sorprendido y pensativo, decidió recordarle a Sango lo que había dicho. - Antes, mientras hablabas te dirigiste a mi como "el viejo Eberus". Viejo, dice... Apuesto lo que quieras a que estoy más en forma que tú, chavalín - dijo gesticulando con reproche mientras se ponía de pie a duras penas, tratando de provocarle en un tono amistoso. Mientras, Meraxes se había levantado también y había dicho algo a lo que Eberus no había prestado atención por estar hablando él, pero que pareció encender una chispa en un grupo de alborotadores allí presentes.
Aquellos se atrevieron a injuriar en contra de los brujos. Y eso sí que captó la atención de Eberus. Y no solo la suya. Sango fue el que tomó la iniciativa dándoles como resultado a sus compañeros de mesa la excusa perfecta para poder apalear legítimamente a los alborotadores. Luego fueron varios los que después de Sango se unieron a la pelea, y Eberus no iba a ser menos. Especialmente cuando habían ofendido a su raza.
Se reía en sus adentros al pensar en lo que les iba a caer encima. Sin pensárselo dos veces, se dispuso a hacer lo suyo. - Eh, tú. - dijo dirigiéndose al hombre que había insultado a los brujos. - Vas a pedir perdón por lo que tu amigo le ha hecho al mío. ¿Y sabes cómo lo vas a hacer? - A pesar de sentir rabia hacia aquel sujeto, hablaba como si se lo estuviera diciendo a un amigo suyo, y articulaba sus palabras con dificultad con el habla propia de un borracho.
- ¡Qué perdón ni qué niño muerto! ¡Se lo merecía por bocazas!
- ¿Sabes que hay un *burp* brujo escondido en esta taberna? Creo que él también se merece que le pidas perdón a la cara - dijo ignorándole e interrumpiéndole. - ¡Mira! ¡Si está justo detrás de ti! - e instantáneamente la rabia acumulada la transformó con el uso únicamente de su mente en una ilusión dañina dirigida hacia la parte trasera de la cabeza de aquel hombre (1). Una ilusión que, en condiciones normales consistiría en la percepción de un tremendo golpe por parte del hombre, junto con la aparición ilusoria de un chichón en su cabeza, pero que por el grado de alcoholismo del brujo y, sobre todo, por los vientos de Zelas, podría no tener el efecto deseado*.
_______Justo después de que Zelas desapareciera a su manera y Eberus se quedara mirando sorprendido y pensativo, decidió recordarle a Sango lo que había dicho. - Antes, mientras hablabas te dirigiste a mi como "el viejo Eberus". Viejo, dice... Apuesto lo que quieras a que estoy más en forma que tú, chavalín - dijo gesticulando con reproche mientras se ponía de pie a duras penas, tratando de provocarle en un tono amistoso. Mientras, Meraxes se había levantado también y había dicho algo a lo que Eberus no había prestado atención por estar hablando él, pero que pareció encender una chispa en un grupo de alborotadores allí presentes.
Aquellos se atrevieron a injuriar en contra de los brujos. Y eso sí que captó la atención de Eberus. Y no solo la suya. Sango fue el que tomó la iniciativa dándoles como resultado a sus compañeros de mesa la excusa perfecta para poder apalear legítimamente a los alborotadores. Luego fueron varios los que después de Sango se unieron a la pelea, y Eberus no iba a ser menos. Especialmente cuando habían ofendido a su raza.
Se reía en sus adentros al pensar en lo que les iba a caer encima. Sin pensárselo dos veces, se dispuso a hacer lo suyo. - Eh, tú. - dijo dirigiéndose al hombre que había insultado a los brujos. - Vas a pedir perdón por lo que tu amigo le ha hecho al mío. ¿Y sabes cómo lo vas a hacer? - A pesar de sentir rabia hacia aquel sujeto, hablaba como si se lo estuviera diciendo a un amigo suyo, y articulaba sus palabras con dificultad con el habla propia de un borracho.
- ¡Qué perdón ni qué niño muerto! ¡Se lo merecía por bocazas!
- ¿Sabes que hay un *burp* brujo escondido en esta taberna? Creo que él también se merece que le pidas perdón a la cara - dijo ignorándole e interrumpiéndole. - ¡Mira! ¡Si está justo detrás de ti! - e instantáneamente la rabia acumulada la transformó con el uso únicamente de su mente en una ilusión dañina dirigida hacia la parte trasera de la cabeza de aquel hombre (1). Una ilusión que, en condiciones normales consistiría en la percepción de un tremendo golpe por parte del hombre, junto con la aparición ilusoria de un chichón en su cabeza, pero que por el grado de alcoholismo del brujo y, sobre todo, por los vientos de Zelas, podría no tener el efecto deseado*.
OFF: 1.- Uso mi habilidad Daño vano [Ilusión, 2 usos]: Con una ilusión táctil y visual, puedo generar en mis adversarios la sensación y la percepción de que han recibido cualquier daño no instantáneamente mortal que yo pueda imaginar, aturdiéndolos pero sin provocarles ningún daño real. La percepción del daño dura 2 turnos.
* Tiro runas para que quien escriba después de mí describa el efecto de mi magia según la voluntad del ojete de Zelas.
Eberus
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 210
Nivel de PJ : : 1
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
El miembro 'Eberus' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2215
Nivel de PJ : : 0
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Una pequeña figura alada entró volando a toda velocidad en la taberna. El recuerdo aún reciente de las infames mariposas explosivas hizo que sus alas de color ocre parecieran abrirse camino entre los congregados, temerosos de la cercanía de la criatura.
El ser localizó a quien buscaba y se dirigió hacia él en línea recta, derribando una silla en su camino al transformarse, de la nada, en un hombre de piel oscura y ojos de un pálido imposible. La piedra que descansaba sobre la silla salió despedida hacia unos hombres con cara de pelea.
—¡Corlys! —dijo Oberón por todo saludo—. ¡Los he encontrado, están en la ciudad! No logro dar con la mujer, así que tendréis que ocuparos vos. Os recordaba pálido, pero he de decir que teníais mejor aspecto la otra noche —añadió al percatarse de la evidente fragilidad que parecía apoderarse por momentos del vampiro.
Sonaron entonces un gemido y el golpe sordo de un cuerpo al caer a plomo sobre el suelo de madera.
—¡Lo ha matado! ¡El brujo lo ha matado! —gritó una mujer señalando alternativamente al hombre derribado y a la comprometida figura que acababa de hacer aparición en medio de la sala.
—Silencio —ordenó molesto Oberón, alzando una mano en dirección a los gritos, pero sin despegar la vista de Corlys.
Al menos, hasta que, en lugar de la barrera de silencio que había pretendido alzar, fue un potente chorro de agua lo que partió de su mano hacia el rostro de aquel hombre. Antes de que el fae tuviera tiempo de preguntarse qué estaba pasando con su magia, más cuerpos cabreados se levantaron de sus sillas.
—¡Brujos! —gritaban—. ¡Fuera los brujos! ¡Los brujos hechizaron a las mariposas!
No seré yo quien les niegue su merecida pelea de taberna, pero no he podido resistirme a complicársela un poquito (más). La maldición de Zelas, así como sus ventosidades, seguirán activas todo el tema, por supuesto, pero no tendrán que esperar a que yo intervenga cada vez. Lo haré solo si lo considero necesario o la maldad me puede.
Resumo primero lo que acaba de pasar: Un viejo conocido de Corlys ha venido de visita y su mágica presencia ha revuelto un poco más los mágicos aires de Zelas del Viento, cuya runa de teleportación ha acabado en medio de la sala, entre los parroquianos en busca de pelea, y se ha activado. Él es la “comprometida figura” que ha aparecido en medio de la sala, tal y como se encontraba en el baño de su habitación (los detalles concretos se los dejo a él).
El hechizo de Eberus no ha fallado, pero no ha sido meramente ilusorio, sino que ha dejado noqueado al tipo. Por supuesto, al que han acusado de esto es a Zelas y sus colegas están bastante cabreados.
En cuanto a Corlys, su habilidad de potenciación ha funcionado al revés. Tal parece que esa sangre estaba pasada de fecha, porque te sentirás débil y torpe durante el turno que hubiera durado la potenciación. Ten cuidado, porque se te nota un poco y ya sabes que los depredadores suelen elegir presas fáciles.
Aparte de esto, pueden seguir con su tema tal como está. O, bueno, no del todo, ha ocurrido una cosita más con tanta magia por aquí y por allá: Notarán que han perdido ciertas habilidades y, cuando intenten usarlas, pasarán otras cosas. Dejo los detalles en el spoiler.
Ahora sí los dejo (de momento). No duden en utilizar a Oberón para su pelea, pues él también querrá averiguar qué ha pasado con su magia. Pero no me lo maten ni me lo mutilen, lo necesito para una tarea. No tiene ficha, pero ha aparecido en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y aquí les dejo también la entrada de los [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Los estaré leyendo.
El ser localizó a quien buscaba y se dirigió hacia él en línea recta, derribando una silla en su camino al transformarse, de la nada, en un hombre de piel oscura y ojos de un pálido imposible. La piedra que descansaba sobre la silla salió despedida hacia unos hombres con cara de pelea.
—¡Corlys! —dijo Oberón por todo saludo—. ¡Los he encontrado, están en la ciudad! No logro dar con la mujer, así que tendréis que ocuparos vos. Os recordaba pálido, pero he de decir que teníais mejor aspecto la otra noche —añadió al percatarse de la evidente fragilidad que parecía apoderarse por momentos del vampiro.
Sonaron entonces un gemido y el golpe sordo de un cuerpo al caer a plomo sobre el suelo de madera.
—¡Lo ha matado! ¡El brujo lo ha matado! —gritó una mujer señalando alternativamente al hombre derribado y a la comprometida figura que acababa de hacer aparición en medio de la sala.
—Silencio —ordenó molesto Oberón, alzando una mano en dirección a los gritos, pero sin despegar la vista de Corlys.
Al menos, hasta que, en lugar de la barrera de silencio que había pretendido alzar, fue un potente chorro de agua lo que partió de su mano hacia el rostro de aquel hombre. Antes de que el fae tuviera tiempo de preguntarse qué estaba pasando con su magia, más cuerpos cabreados se levantaron de sus sillas.
—¡Brujos! —gritaban—. ¡Fuera los brujos! ¡Los brujos hechizaron a las mariposas!
__________________
No seré yo quien les niegue su merecida pelea de taberna, pero no he podido resistirme a complicársela un poquito (más). La maldición de Zelas, así como sus ventosidades, seguirán activas todo el tema, por supuesto, pero no tendrán que esperar a que yo intervenga cada vez. Lo haré solo si lo considero necesario o la maldad me puede.
Resumo primero lo que acaba de pasar: Un viejo conocido de Corlys ha venido de visita y su mágica presencia ha revuelto un poco más los mágicos aires de Zelas del Viento, cuya runa de teleportación ha acabado en medio de la sala, entre los parroquianos en busca de pelea, y se ha activado. Él es la “comprometida figura” que ha aparecido en medio de la sala, tal y como se encontraba en el baño de su habitación (los detalles concretos se los dejo a él).
El hechizo de Eberus no ha fallado, pero no ha sido meramente ilusorio, sino que ha dejado noqueado al tipo. Por supuesto, al que han acusado de esto es a Zelas y sus colegas están bastante cabreados.
En cuanto a Corlys, su habilidad de potenciación ha funcionado al revés. Tal parece que esa sangre estaba pasada de fecha, porque te sentirás débil y torpe durante el turno que hubiera durado la potenciación. Ten cuidado, porque se te nota un poco y ya sabes que los depredadores suelen elegir presas fáciles.
Aparte de esto, pueden seguir con su tema tal como está. O, bueno, no del todo, ha ocurrido una cosita más con tanta magia por aquí y por allá: Notarán que han perdido ciertas habilidades y, cuando intenten usarlas, pasarán otras cosas. Dejo los detalles en el spoiler.
- intercambio de talentos:
- Meraxes: pierdes tu afinidad con el Agua, pero ganas el Impulso Divino de Zelas
Zelas: pierdes tu Impulso Divino, pero ganas la Magia de Arie de Oberón (me pareció apropiado, dadas las circunstancias)
Sango: los dioses no parecen escucharte como antes (pierdes el talento Devoto), pero notarás que la sangre derramada en la pelea ejerce una cierta motivación sobre ti (ganas la Absorción de Corlys)
Corlys: pierdes todas tus técnicas de Absorción, pero cuidado con entrar en pánico, tus pesadillas podrían afectar tus alrededores (ganas la magia de Ilusión de Eberus)
Gaegel: con tu primer golpe, notarás que ya no eres tan fuerte (pierdes tu Fuerza Mejorada), pero si decides encomendarte a los dioses, tal vez te escuchen (ganas el talento Devoto de Sango)
Eberus: se acabaron las Ilusiones por hoy, brujo travieso. Sin embargo… ¿has echado músculo? (ganas la Fuerza Mejorada de Gaegel)
Oberón: ha perdido su magia de Aire y eso no le hace ninguna gracia, querrá recuperarla lo antes posible. A cambio, se ha hecho de alguna manera con la magia de Agua de Meraxes
TODOS: Por supuesto, no tendrán el mismo control con sus nuevas habilidades que tenían con las antiguas. La torpeza está garantizada, pues son principiantes en esto. Tengan en cuenta también que solo adquieren técnicas básicas relativas a los rasgos de sus compañeros, no sus habilidades concretas.
Ahora sí los dejo (de momento). No duden en utilizar a Oberón para su pelea, pues él también querrá averiguar qué ha pasado con su magia. Pero no me lo maten ni me lo mutilen, lo necesito para una tarea. No tiene ficha, pero ha aparecido en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y aquí les dejo también la entrada de los [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Los estaré leyendo.
Fehu
Master
Master
Cantidad de envíos : : 1559
Nivel de PJ : : 0
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Los dioses responden
Inesperada, sobrenatural pero también sutil, una brisa sin origen danzaría en el lugar, libre y juguetona. Nadie podría notarla, pero Corlys y Zelas sí, así se quería que fuese. La brisa los envolvería, acariciaría la piel, sintiéndose fría pero sembrando una inusitada serenidad. Y entonces dejaría un beso en el éter, grabado con fuego y magia, antes de desvanecerse sin dejar un adiós. El único vestigio de su existencia fugaz sería una nueva marca en la piel de Corlys y Zelas, un tatuaje mágico que solo el poseedor podría ver, la prueba de que un alma rezó por ellos.
Corlys, recibes de parte de Elian: Bendición de Gula: Durante uno cualquiera de tus próximos 3 temas (libres o privados), podrás disfrutar de cualquier manjar que tu apetencia dicte. Tu estómago no rechazará nada, salvo la sangre.
Zelas, recibes de parte de Rauko: Bendición de Inteligencia: Durante uno cualquiera de tus próximos 3 temas (libres o privados), tu aguda inteligencia te sorprenderá incluso a ti mismo. De alguna manera, discernirás claramente el mejor curso de acción a seguir ante cualquier misión y obstáculo.
La bendición estará activa durante la totalidad del tema elegido, desde el primer post al último. Elijan bien.
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 1999
Nivel de PJ : : 0
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Zelas se había marchado dejándome al cuidado de una extraña roca que pronto sería una buena anécdota. En un abrir y cerrar de ojos las cosas se pudieron bastante intensas en aquel lugar, armando un gran alboroto.
Lo raro no quedó allí. El primero en recibir un golpazo, por parte de aquellos sujetos que tenían bastante rechazo hacia los brujos, fue sango. Inmediatamente los demás, se pusieron en alerta. Tomé mi látigo, no era como si en estos momentos me apeteciera luchar, la verdad me dolía hasta el mínimo cabello, pero tampoco iba a dejar que los hombres se encargaran del trabajo, debía darme mi lugar como el único miembro del sexo opuesto en aquel peculiar grupo.
Sango tras unas palabras motivadoras salió al frente, seguido de Corlys que al parecer tenía la costumbre de estampar sillas tal como la vez que lo conocí. Aunque había algo raro en él, eso me dejó en alerta y no lo dudé dos veces en acercarme a él y cubrirle, al menos hasta donde mis capacidades pudieran, sus piernas de zopilote.
- Quédate atrás... ¿Estás bien? - Lo miraba de reojo mientras con mi látigo trataba de enredar los pies de uno que se acercaba violentamente hacia ambos y lograr que se estrellara de cara contra el piso. Pronto un nuevo sujeto, al parecer un conocido de Corlys llegó a la escena haciendo tal cosa que dejó todo más para arriba de lo que se encontraba. Aquí es donde entra la "anécdota", pues esa roca que se suponía debía cuidar salió disparada hacia quién sabe donde dejando la estela... y un peculiar pero nada agradable aroma en la zona.
Al mismo tiempo me sentí un poco rara, como si hubiera perdido pero no cierta energía, era algo difícil de explicar. Fue curioso ver cómo aquel mago tenía afinidad con mi elemento, quise aprovechar el agua en el suelo por lo que concentré mi energía(1) para correr y azotar a más personas, pero aquí la cosa falló. Estaba igual de lenta que hacía un momento. - ¿Pero qué carajos? - Pensé en voz alta.
Uno de los sujetos, aprovechándose quizás de mi asombro, corrió así mí. Intenté lo segundo, arremeter con proyectiles de agua pero no pasaba nada, eso ya empezaba a preocuparme. ¿Acaso volverme un animal me había hecho perder mis poderes? ¿Y si de verdad era un ataque por parte de algún brujo infiltrado en aquella taberna?
Como era de esperarse no tardé en recibir un golpazo en el estomago que dejó sin aire por uno segundos. Del impacto dejé caer mi látigo pero una extraña fuerza comenzó a mover el mango del arma. Estaba por descubrir de qué se trataba.
Lo raro no quedó allí. El primero en recibir un golpazo, por parte de aquellos sujetos que tenían bastante rechazo hacia los brujos, fue sango. Inmediatamente los demás, se pusieron en alerta. Tomé mi látigo, no era como si en estos momentos me apeteciera luchar, la verdad me dolía hasta el mínimo cabello, pero tampoco iba a dejar que los hombres se encargaran del trabajo, debía darme mi lugar como el único miembro del sexo opuesto en aquel peculiar grupo.
Sango tras unas palabras motivadoras salió al frente, seguido de Corlys que al parecer tenía la costumbre de estampar sillas tal como la vez que lo conocí. Aunque había algo raro en él, eso me dejó en alerta y no lo dudé dos veces en acercarme a él y cubrirle, al menos hasta donde mis capacidades pudieran, sus piernas de zopilote.
- Quédate atrás... ¿Estás bien? - Lo miraba de reojo mientras con mi látigo trataba de enredar los pies de uno que se acercaba violentamente hacia ambos y lograr que se estrellara de cara contra el piso. Pronto un nuevo sujeto, al parecer un conocido de Corlys llegó a la escena haciendo tal cosa que dejó todo más para arriba de lo que se encontraba. Aquí es donde entra la "anécdota", pues esa roca que se suponía debía cuidar salió disparada hacia quién sabe donde dejando la estela... y un peculiar pero nada agradable aroma en la zona.
Al mismo tiempo me sentí un poco rara, como si hubiera perdido pero no cierta energía, era algo difícil de explicar. Fue curioso ver cómo aquel mago tenía afinidad con mi elemento, quise aprovechar el agua en el suelo por lo que concentré mi energía(1) para correr y azotar a más personas, pero aquí la cosa falló. Estaba igual de lenta que hacía un momento. - ¿Pero qué carajos? - Pensé en voz alta.
Uno de los sujetos, aprovechándose quizás de mi asombro, corrió así mí. Intenté lo segundo, arremeter con proyectiles de agua pero no pasaba nada, eso ya empezaba a preocuparme. ¿Acaso volverme un animal me había hecho perder mis poderes? ¿Y si de verdad era un ataque por parte de algún brujo infiltrado en aquella taberna?
Como era de esperarse no tardé en recibir un golpazo en el estomago que dejó sin aire por uno segundos. Del impacto dejé caer mi látigo pero una extraña fuerza comenzó a mover el mango del arma. Estaba por descubrir de qué se trataba.
- Off:
- Ficha técnica para mí (?) (Me da weba estar yendo a la ficha de Zelas a cada rato :v)
Talento actual:
- Impulso Divino Puede potenciar su cuerpo y sus armas con el poder de la luz/éter.)
Habilidad de nivel 0: Retorno:(Impulso) [Pasiva] Al principio de una pelea recubre el pomo de sus armas con éter, permitiéndole con un leve gesto de manos hacer que las armas vuelvan a el en cualquier momento de la pelea, (no puede alterar el curso de estas una vez las lanza, solo puede hacer que vuelvan hacia el.)
(1) Se activa Retorno desde el momento de concentración de éter. Procedo a lanzar la runa a ver que pedo. :v ]
- Inventario:
- Collar de Zafiro [Encantamiento Pudor] - Cuello
- Pieza Metálica - Pecho lado izquierdo.
- Armadura Ligera Normal
- Bolso de Viajero:Contiene un saco de dormir, 4 metros de cuerda, provisiones, pedernal con yesca, cantimplora y 2 antorchas.
- Kit de Arcanos Inferior. - Dentro de Bolso de Viajero.
- Arma Flexible Superior (Látigo) - Cuelga del lado izquierdo de mi cintura.
- Kit de Curtiduría Inferior - Bolso
- Bomull (Cría de Gomejo)
Última edición por Meraxes el Mar Dic 27 2022, 19:46, editado 1 vez
Meraxes
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 459
Nivel de PJ : : 4
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
El miembro 'Meraxes' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2215
Nivel de PJ : : 0
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
El no elfo se encontraba haciendo sus necesidades tranquilamente cuando otro retorcijón se encargo de vaciar lo poco y nada que tenia en el estomago, cuando ya se estaba limpiando algo extraño había ocurrido y sintió como su cuerpo era envuelto en éter para en un parpadeo termino sobre un tipo, enfrente de todos en el salón, con sus posaderas y su otra espada al aire, rápidamente el rubio se puso de pie y dejo el trapo con el que se estaba limpiando sobre el rostro del hombre al que había derribado.
-No pensé que me fueran a necesitar tan rápido, uno ya no puede ni cagar en paz- señalo mientras se subía los pantalones sin nada de vergüenza en su rostro el caos a su alrededor le era indiferente, pero algo no terminaba de cuadrarle, realizo un gesto con su mano para llamar a su espada que se había quedado en la habitación, entonces fue cosa de unir puntos, observo como Mera parecía tener una conexión de éter con su arma(1) habilidad tremendamente familiar que corroboro cuando Mera recupero el látigo que se le había caído golpeándola a ella con el mango en la cara y a el con la punta del látigo peligrosamente cerca de sus partes nobles.
-Eso a estado cerca.... por cierto, ¿Quién es el?- el rubio apunto al desconocido que hablaba con un Corlys solo para ver como una ráfaga de aire salía desde su mano. -Oye esa es mi magia, Porque la tiene un puerco como tu- exclamo Oberón al momento que apuntaba a Zelas y por consecuencia le tiraba agua al rostro, Zelas meditativo y de nueva cuenta indiferente a las peleas que ocurrían a su alrededor, se apunto los dedos a la cara mientras estos expelían aire y le secaban también el cabello.
Sus habilidades y su conexión con el éter habían cambiado, así también como la magia de aire del tipo nuevo y la extraña habilidad que Mera había desplegado, ante lo cual el rubio finalmente llego a una conclusión -Muy bien, sencillamente no se que esta pasando ¯\_(ツ)_/¯- dijo antes de recibir un sillazo por la espalda, ante lo cual, Zelas se volteo y le propino un puñetazo al tipo el cual salió volando, no por la fuerza del puñetazo sino por el aire que este expelía ya ahora sin la necesidad de utilizar sus agujeros. -Debemos terminar con esto rápido!- señalo mientras esperaba a ver que otras cosas podría realizar.
OFF: habilidad y cosas usadas
1_Don Mágico: Puedo sentir el flujo del Éter, detectando a usuarios de la magia u objetos mágicos que pueda ver (sin distinguir detalles)
-No pensé que me fueran a necesitar tan rápido, uno ya no puede ni cagar en paz- señalo mientras se subía los pantalones sin nada de vergüenza en su rostro el caos a su alrededor le era indiferente, pero algo no terminaba de cuadrarle, realizo un gesto con su mano para llamar a su espada que se había quedado en la habitación, entonces fue cosa de unir puntos, observo como Mera parecía tener una conexión de éter con su arma(1) habilidad tremendamente familiar que corroboro cuando Mera recupero el látigo que se le había caído golpeándola a ella con el mango en la cara y a el con la punta del látigo peligrosamente cerca de sus partes nobles.
-Eso a estado cerca.... por cierto, ¿Quién es el?- el rubio apunto al desconocido que hablaba con un Corlys solo para ver como una ráfaga de aire salía desde su mano. -Oye esa es mi magia, Porque la tiene un puerco como tu- exclamo Oberón al momento que apuntaba a Zelas y por consecuencia le tiraba agua al rostro, Zelas meditativo y de nueva cuenta indiferente a las peleas que ocurrían a su alrededor, se apunto los dedos a la cara mientras estos expelían aire y le secaban también el cabello.
Sus habilidades y su conexión con el éter habían cambiado, así también como la magia de aire del tipo nuevo y la extraña habilidad que Mera había desplegado, ante lo cual el rubio finalmente llego a una conclusión -Muy bien, sencillamente no se que esta pasando ¯\_(ツ)_/¯- dijo antes de recibir un sillazo por la espalda, ante lo cual, Zelas se volteo y le propino un puñetazo al tipo el cual salió volando, no por la fuerza del puñetazo sino por el aire que este expelía ya ahora sin la necesidad de utilizar sus agujeros. -Debemos terminar con esto rápido!- señalo mientras esperaba a ver que otras cosas podría realizar.
OFF: habilidad y cosas usadas
1_Don Mágico: Puedo sentir el flujo del Éter, detectando a usuarios de la magia u objetos mágicos que pueda ver (sin distinguir detalles)
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 776
Nivel de PJ : : 6
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
El techo de la taberna se le antojó como un gran espectáculo en el que vigas y viguetas, parcheadas, se entrecruzaban en una cuadrícula más o menos regular. Distinguió una capa de barniz sobre los elementos estructurales, aunque, supuso después de considerarlo unos instantes, se trataría de brea, un material mucho más beneficioso para darle a la madera la resistencia necesaria para soportar el duro clima del norte. Suspiró, ajeno a la irrupción de un nuevo actor en el teatro que era la taberna, pues centraba su atención en una herida, abierta, que tenía en una mano y que inspeccionaba como si fuera la primera vez que veía una herida en su propia mano. Evidentemente no era el caso, pero sí había una circunstancia que le resultaba extraña: la sangre, su sangre, a sus propios ojos, parecía brillar con luz propia, tenue, quizás, para un ojo ajeno el efecto sería apenas perceptible, pero no podía no creer en su propia vista.
Se levantó sin apartar la vista de las pequeñas gotas de sangre que se deslizaban por entre los poros de su mano y se alejó de un colérico Eberus que bramaba contra uno de los atacantes. Se apartó de la escena para jugar con una de las gotas de sangre que posó sobre la yema del índice de la otra mano. A continuación con la yema del pulgar la aplastó y movió una yema con la otra en movimientos circulares. A medida que se diluía en su piel, el brillo desaparecía. ¿Qué clase de truco es este? pensó antes de levantar la cabeza y ver a Corlys y Meraxes empuñando armas. Resopló y se limpió las gotas de sangre restantes de la pequeña herida..
- Ah, que curioso-.
La sangre que caía del rostro de uno de aquellos que se empeñaban en acusarles de brujería, también brillaba. Pero no era el mismo brillo. Su sangre tenía tonos azulados, como el acero recién templado. Sin ser realmente consciente de qué le ocurría, avanzó, atraído por una suerte de sed que era la curiosidad por aquella sangre. Pero a medida que avanzaba y la pelea seguía su curso, nuevos destellos captaban su atención, hasta que por fin salió de su ensoñación.
- ¡Dale, dale, está atontado!
Una mujer le lanzó una estocada a la cara con un cuchillo. (1) Ben, que no estaba atontado, vio el golpe que se acercaba desde la izquierda y pudo echarse hacia atrás al tiempo que con una mano agarraba el filo del cuchillo y se lo arrebataba a su agresora de las manos para, a continuación, recuperar la verticalidad y golpearla con el antebrazo. La mujer, que cayó al suelo, atontada, se retiró hacia donde estaba su compañero. Por su parte, Ben dejó caer el cuchillo al suelo, justo al lado de un tipo que tenía un trapo en la cara. Se miró con fascinación la mano con la que había arrebatado el cuchillo a la mujer y estaba fascinado porque su sangre brillaba. Su mano brillaba. Suspiró y miró hacia delante y se le ocurrió, entonces, probar su propia sangre. Y cuando lo hizo...
- Le has cortado la mano y sigue como si nada-. El que había alentado a la mujer, se arrodilló para apartarla de allí. Por alguna razón, ajena al sueño en el que parecía encontrarse el pelirrojo, llevaba la la nariz y la boca tapada. Un destello. ¿Zelas?. Asintió. La sonrisa provocó una mueca de terror en el hombre.- ¡Aléjate, brujo!
Un cuerpo, entonces, que había salido volando desde algún punto de la taberna, impactó contra él tumbándole y haciendo que ambos rodaran por el suelo. En el forcejeó que siguió al desconcierto, Sango consiguió imponerse y cerrar la mano con fuerza para asestar un puñetazo en un atontado atacante, pero no lo hizo porque él, Ben Nelad, conocido como Sango, se fijó en que la mano que quería utilizar para pegar era la misma con la que había cogido el cuchillo. Y, al observarla de cerca, se dio cuenta de que algo extraordinario le pasaba. Una vez más, volvió a contemplar su mano y una herida que en principio era fea y con una cura difícil, parecía estar cerrándose en un tiempo récord. Una parte de él creía que era la magia que todo lo tocaba allí en el norte; la otra, que le habían echado algo el día anterior, cuando las mariposas atacaron sin descanso. Sin embargo, ninguna parte de él creía que era un regalo o una maldición de los Dioses, ¿por qué? No le importó.
Levantó la vista y clavó sus ojos en Corlys.
Se levantó sin apartar la vista de las pequeñas gotas de sangre que se deslizaban por entre los poros de su mano y se alejó de un colérico Eberus que bramaba contra uno de los atacantes. Se apartó de la escena para jugar con una de las gotas de sangre que posó sobre la yema del índice de la otra mano. A continuación con la yema del pulgar la aplastó y movió una yema con la otra en movimientos circulares. A medida que se diluía en su piel, el brillo desaparecía. ¿Qué clase de truco es este? pensó antes de levantar la cabeza y ver a Corlys y Meraxes empuñando armas. Resopló y se limpió las gotas de sangre restantes de la pequeña herida..
- Ah, que curioso-.
La sangre que caía del rostro de uno de aquellos que se empeñaban en acusarles de brujería, también brillaba. Pero no era el mismo brillo. Su sangre tenía tonos azulados, como el acero recién templado. Sin ser realmente consciente de qué le ocurría, avanzó, atraído por una suerte de sed que era la curiosidad por aquella sangre. Pero a medida que avanzaba y la pelea seguía su curso, nuevos destellos captaban su atención, hasta que por fin salió de su ensoñación.
- ¡Dale, dale, está atontado!
Una mujer le lanzó una estocada a la cara con un cuchillo. (1) Ben, que no estaba atontado, vio el golpe que se acercaba desde la izquierda y pudo echarse hacia atrás al tiempo que con una mano agarraba el filo del cuchillo y se lo arrebataba a su agresora de las manos para, a continuación, recuperar la verticalidad y golpearla con el antebrazo. La mujer, que cayó al suelo, atontada, se retiró hacia donde estaba su compañero. Por su parte, Ben dejó caer el cuchillo al suelo, justo al lado de un tipo que tenía un trapo en la cara. Se miró con fascinación la mano con la que había arrebatado el cuchillo a la mujer y estaba fascinado porque su sangre brillaba. Su mano brillaba. Suspiró y miró hacia delante y se le ocurrió, entonces, probar su propia sangre. Y cuando lo hizo...
- Le has cortado la mano y sigue como si nada-. El que había alentado a la mujer, se arrodilló para apartarla de allí. Por alguna razón, ajena al sueño en el que parecía encontrarse el pelirrojo, llevaba la la nariz y la boca tapada. Un destello. ¿Zelas?. Asintió. La sonrisa provocó una mueca de terror en el hombre.- ¡Aléjate, brujo!
Un cuerpo, entonces, que había salido volando desde algún punto de la taberna, impactó contra él tumbándole y haciendo que ambos rodaran por el suelo. En el forcejeó que siguió al desconcierto, Sango consiguió imponerse y cerrar la mano con fuerza para asestar un puñetazo en un atontado atacante, pero no lo hizo porque él, Ben Nelad, conocido como Sango, se fijó en que la mano que quería utilizar para pegar era la misma con la que había cogido el cuchillo. Y, al observarla de cerca, se dio cuenta de que algo extraordinario le pasaba. Una vez más, volvió a contemplar su mano y una herida que en principio era fea y con una cura difícil, parecía estar cerrándose en un tiempo récord. Una parte de él creía que era la magia que todo lo tocaba allí en el norte; la otra, que le habían echado algo el día anterior, cuando las mariposas atacaron sin descanso. Sin embargo, ninguna parte de él creía que era un regalo o una maldición de los Dioses, ¿por qué? No le importó.
Levantó la vista y clavó sus ojos en Corlys.
(0) Resumen: trato de explicar cómo afecta este cambio
(1) Uso de habilidad - Contraataque [1/2 usos]: Inmediatamente después de recibir un ataque, Sango, realiza un ataque contra su contrincante, este golpe se considera muy difícil de esquivar y puede llegar a causar heridas graves.
Sango
Héroe de Aerandir
Héroe de Aerandir
Cantidad de envíos : : 567
Nivel de PJ : : 5
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Era una lástima como habíamos pasado de brindar por los amigos a pelearnos con borrachos aleatorios, aunque tampoco sabía porque me sorprendía por ello, si la mayoría de las veces que me metía en una taberna acababa en una pelea absurda. Y lo que también era una lástima fue el desastroso resultado de intentar reforzarme, porque el tener flojera después de aumentar mi fuerza con sangre era habitual por el desgaste, pero que me pasara eso incluso antes de hacerlo era nuevo, nuevo y problemático. Y debió ser bastante evidente cuando Meraxes ya me dijo que me quedara atrás.
- No sé, ha pasado algo raro. Pero no te preocupes, se me pasará pronto. Sólo necesito unos momentos para respirar y luego os echo una mano.
Aún así no podía retirarme mientras luchaba el resto, especialmente siendo que Mera acababa de llevarse un buen golpe por entrar a la pelea, por lo que sacudí un puñetazo al siguiente borracho que me encontré. O al menos ese era el plan, porque el tipo lo esquivó y me respondió con un golpe en el estómago que me dejó para el arrastre. Mientras retrocedía intentando reponerme del golpe pude ver al resto luchando contra los paletos. Nada inesperado si no fuera porque entonces un pequeño ser entró velozmente en la taberna y se transformó en una figura que reconocí al instante. No sabía nada de Oberón desde la extraña aventura con la loba y no esperaba encontrarlo en estas circunstancias, aunque viendo que que con su entrada había atacado involuntariamente a esos patanes igual era el mejor momento posible para que se presentara. Especialmente si tenía razón y tenía un aspecto aún peor que en la cueva a la que había llegado herido y hambriento.
- Oberón, que inesperada visita.- «Lástima que seas tu el que ha venido y no Nemäin, ella me caía mejor.»- Es sólo que estoy teniendo un mal día, se me pasará, espero. Cuando acabemos con esto me puedes dar los detalles, pero si no voy a poder contar con la ayuda de la mujer, al menos estaría bien si no me dan una paliza justo antes.- Respondí entre jadeos por el esfuerzo al rey feérico.
Me sorprendió ver a Oberón tumbar a uno de los parroquianos con un chorro de agua, pero cualquier pensamiento al respecto se vio opacado por la entrada de Zelas. Porque lo que nadie pudo haberse visto venir fue un destello que hizo aparecer a Zelas con los pantalones bajados limpiándose el culo sobre un pobre infeliz. Pero al parecer además Zelas había usado magia de aire, indignando a Oberón, que haciendo muestra de su conocida arrogancia optó por chorrearle agua en la cara.
- Oberón, él no te ha robado la magia, pero están pasando cosas raras. Igual tienen razón en que el éter es inestable o algo. En cualquier caso, si nos ayudas podremos acabar antes y encargarnos de nuestro asunto. Pero esos cinco son amigos, mejor si no les atacas a ellos.
Oberón se limitó a dedicarme una mirada altiva como respuesta, pero al menos disparó el siguiente chorro contra uno de nuestros enemigos, que salió propulsado hacia una de las paredes.
Y uno pensaría que después de tanta locura las cosas extrañas se detendrían, pero un extraño viento entró en la taberna dándome escalofríos al tiempo que una extraña paz. Noté como un cosquilleo en el brazo derecho y al levantarme la manga para mirarlo vi una extraña marca que me recordaba a un huevo frito. Levanté de nuevo la vista para comprobar si alguien más había notado algo, pero lo único que vi fue a Sango mirándome intensamente. En cualquier caso, haberme detenido para revisarme el brazo no había sido mi mejor idea y pagué mi distracción llevándome un puñetazo en la boca que me mandó al suelo. Para cuando me quise dar cuenta estaba siendo pateado por tres de esos bastardos mientras intentaba protegerme de sus golpes con los brazos. Intenté revolverme contra ellos, pero no se me estaba dando demasiado bien, y entonces empecé a escuchar de nuevo la voz de mi padre en mi cabeza como en aquel campamento de refugiados.
- Ya sabía que eras una deshonra, pero no esperaba que fueras a caer tan bajo. Está claro que hasta este antro inmundo es demasiado bueno para ti.
Aunque viendo que los energúmenos que me estaban pateando se detuvieron y se quedaron mirando hacia arriba como si pudieran escucharlo ellos también.[1] Aprovechando el momento, empecé a arrastrarme por el suelo intentando huir mientras seguían despistados buscando la procedencia de esas frases. Ya tendría tiempo de intentar comprender lo que había ocurrido, la prioridad de momento era que no me reventaran.
[1] Talento Ilusión de Eberus: Manipulo el éter para confundir a mis enemigos.
- No sé, ha pasado algo raro. Pero no te preocupes, se me pasará pronto. Sólo necesito unos momentos para respirar y luego os echo una mano.
Aún así no podía retirarme mientras luchaba el resto, especialmente siendo que Mera acababa de llevarse un buen golpe por entrar a la pelea, por lo que sacudí un puñetazo al siguiente borracho que me encontré. O al menos ese era el plan, porque el tipo lo esquivó y me respondió con un golpe en el estómago que me dejó para el arrastre. Mientras retrocedía intentando reponerme del golpe pude ver al resto luchando contra los paletos. Nada inesperado si no fuera porque entonces un pequeño ser entró velozmente en la taberna y se transformó en una figura que reconocí al instante. No sabía nada de Oberón desde la extraña aventura con la loba y no esperaba encontrarlo en estas circunstancias, aunque viendo que que con su entrada había atacado involuntariamente a esos patanes igual era el mejor momento posible para que se presentara. Especialmente si tenía razón y tenía un aspecto aún peor que en la cueva a la que había llegado herido y hambriento.
- Oberón, que inesperada visita.- «Lástima que seas tu el que ha venido y no Nemäin, ella me caía mejor.»- Es sólo que estoy teniendo un mal día, se me pasará, espero. Cuando acabemos con esto me puedes dar los detalles, pero si no voy a poder contar con la ayuda de la mujer, al menos estaría bien si no me dan una paliza justo antes.- Respondí entre jadeos por el esfuerzo al rey feérico.
Me sorprendió ver a Oberón tumbar a uno de los parroquianos con un chorro de agua, pero cualquier pensamiento al respecto se vio opacado por la entrada de Zelas. Porque lo que nadie pudo haberse visto venir fue un destello que hizo aparecer a Zelas con los pantalones bajados limpiándose el culo sobre un pobre infeliz. Pero al parecer además Zelas había usado magia de aire, indignando a Oberón, que haciendo muestra de su conocida arrogancia optó por chorrearle agua en la cara.
- Oberón, él no te ha robado la magia, pero están pasando cosas raras. Igual tienen razón en que el éter es inestable o algo. En cualquier caso, si nos ayudas podremos acabar antes y encargarnos de nuestro asunto. Pero esos cinco son amigos, mejor si no les atacas a ellos.
Oberón se limitó a dedicarme una mirada altiva como respuesta, pero al menos disparó el siguiente chorro contra uno de nuestros enemigos, que salió propulsado hacia una de las paredes.
Y uno pensaría que después de tanta locura las cosas extrañas se detendrían, pero un extraño viento entró en la taberna dándome escalofríos al tiempo que una extraña paz. Noté como un cosquilleo en el brazo derecho y al levantarme la manga para mirarlo vi una extraña marca que me recordaba a un huevo frito. Levanté de nuevo la vista para comprobar si alguien más había notado algo, pero lo único que vi fue a Sango mirándome intensamente. En cualquier caso, haberme detenido para revisarme el brazo no había sido mi mejor idea y pagué mi distracción llevándome un puñetazo en la boca que me mandó al suelo. Para cuando me quise dar cuenta estaba siendo pateado por tres de esos bastardos mientras intentaba protegerme de sus golpes con los brazos. Intenté revolverme contra ellos, pero no se me estaba dando demasiado bien, y entonces empecé a escuchar de nuevo la voz de mi padre en mi cabeza como en aquel campamento de refugiados.
- Ya sabía que eras una deshonra, pero no esperaba que fueras a caer tan bajo. Está claro que hasta este antro inmundo es demasiado bueno para ti.
Aunque viendo que los energúmenos que me estaban pateando se detuvieron y se quedaron mirando hacia arriba como si pudieran escucharlo ellos también.[1] Aprovechando el momento, empecé a arrastrarme por el suelo intentando huir mientras seguían despistados buscando la procedencia de esas frases. Ya tendría tiempo de intentar comprender lo que había ocurrido, la prioridad de momento era que no me reventaran.
-------------------
[1] Talento Ilusión de Eberus: Manipulo el éter para confundir a mis enemigos.
Corlys Glokta
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 302
Nivel de PJ : : 3
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
¿Una pelea en una taberna mientras bebemos? Simplemente no podía saberse. Parecía que a los dioses les divertía ver como repartíamos golpes a extraños mientras estábamos ebrios. Eso me parecía muy incorrecto. La hora de beber me parece sagrada, y el hecho de que me interrumpan en ese ritual era simplemente intolerable. Estos desgraciados debían de pagar caro lo que había pasado.
Una vez que le rompí el tarro a uno de los tipos, este cayó al suelo, por lo que ahora mi vista se posó en un sujeto de aproximadamente un metro noventa y de cuerpo robusto. - Ven acá fortachón. Tu vas a bailar conmigo. - Ante mis palabras el hombre rió. - Vamos a ver lo que tienes fanfarrón. - Y dicho eso me propuse a darle un puñetazo, el cual aquel sujeto logró detener con su izquierda, aquello me hizo abrir mis ojos de par en par. ¿Por qué había lanzado un golpe tan suave? - ¿Eso es todo lo que tienes?
Al escuchar aquello entrecerré mis ojos. - Eso es lo que tu quisieras. - Dicho eso le lancé otro puñetazo ahora con mi izquierda, aunque de igual manera ese tipo detuvo mi golpe con sus manos tan grandes. Al haberme aprisionado de ambas manos lo único que pude intentar fue darle un rodillazo en su costado, pero ese tipo fue más rápido e hizo que mi rostro chocara contra su dura frente. Ese impacto hizo que quedara algo atontado, y se podía notar a simple vista dado a que mis piernas flaquearon provocando que me hincara en el suelo.
Tras esos sucesos ese tipo rió fuertemente, y de un momento a otro pude sentir como mis piernas no tocaban el suelo. Ese hombre me había cargado en el aire. - Lo sabía... Solo eres un fanfarrón. - Yo en ese momento no sabía lo que ocurriera. Ese sujeto no era tan fuerte. Yo lo sabía, entonces. ¿Por qué me siento tan débil? Para ese momento yo ya hubiese derribado a este tipejo y estaría ayudando a los demás. De un momento a otro, ese sujeto me arrojó a una mesa, haciendo que esta se rompiera debido al impacto, haciendo que yo emitiera un profundo quejido de dolor.
¿Lo ves? Solo eres un bocazas. - En ese momento la cabeza me daba vueltas, pero no sé de donde saqué fuerzas para levantarme torpemente del suelo. En ese momento veía a ese tipo tres veces debido a lo aturdido que estaba. - ¿Y quién te dijo que yo ya había acabado, grandote? - Dicho eso me di una, dos, tres cachetadas para aclarar un poco mi vista y cuando pude ver a aquel sujeto con claridad afiancé mi mano en una silla. - Utilizo a tipos como tu para calentar. - Aquello hizo que ese hombre entrecerrara los ojos y corriera hacia mi. Por lo que antes de que lograra hacer algo contra mi, logré romperle la silla en el rostro, lo cual lo hizo perder un poco el balance, eso me permitió comenzar a golpearlo en el rostro en tres ocasiones y luego darle una patada de gancho con giro para así derribarlo. Respiraba profundamente mientras sonreía de manera satisfactoria. - Más vale maña que fuerza. - Decía mientras trataba de recuperar el aliento
Una vez que le rompí el tarro a uno de los tipos, este cayó al suelo, por lo que ahora mi vista se posó en un sujeto de aproximadamente un metro noventa y de cuerpo robusto. - Ven acá fortachón. Tu vas a bailar conmigo. - Ante mis palabras el hombre rió. - Vamos a ver lo que tienes fanfarrón. - Y dicho eso me propuse a darle un puñetazo, el cual aquel sujeto logró detener con su izquierda, aquello me hizo abrir mis ojos de par en par. ¿Por qué había lanzado un golpe tan suave? - ¿Eso es todo lo que tienes?
Al escuchar aquello entrecerré mis ojos. - Eso es lo que tu quisieras. - Dicho eso le lancé otro puñetazo ahora con mi izquierda, aunque de igual manera ese tipo detuvo mi golpe con sus manos tan grandes. Al haberme aprisionado de ambas manos lo único que pude intentar fue darle un rodillazo en su costado, pero ese tipo fue más rápido e hizo que mi rostro chocara contra su dura frente. Ese impacto hizo que quedara algo atontado, y se podía notar a simple vista dado a que mis piernas flaquearon provocando que me hincara en el suelo.
Tras esos sucesos ese tipo rió fuertemente, y de un momento a otro pude sentir como mis piernas no tocaban el suelo. Ese hombre me había cargado en el aire. - Lo sabía... Solo eres un fanfarrón. - Yo en ese momento no sabía lo que ocurriera. Ese sujeto no era tan fuerte. Yo lo sabía, entonces. ¿Por qué me siento tan débil? Para ese momento yo ya hubiese derribado a este tipejo y estaría ayudando a los demás. De un momento a otro, ese sujeto me arrojó a una mesa, haciendo que esta se rompiera debido al impacto, haciendo que yo emitiera un profundo quejido de dolor.
¿Lo ves? Solo eres un bocazas. - En ese momento la cabeza me daba vueltas, pero no sé de donde saqué fuerzas para levantarme torpemente del suelo. En ese momento veía a ese tipo tres veces debido a lo aturdido que estaba. - ¿Y quién te dijo que yo ya había acabado, grandote? - Dicho eso me di una, dos, tres cachetadas para aclarar un poco mi vista y cuando pude ver a aquel sujeto con claridad afiancé mi mano en una silla. - Utilizo a tipos como tu para calentar. - Aquello hizo que ese hombre entrecerrara los ojos y corriera hacia mi. Por lo que antes de que lograra hacer algo contra mi, logré romperle la silla en el rostro, lo cual lo hizo perder un poco el balance, eso me permitió comenzar a golpearlo en el rostro en tres ocasiones y luego darle una patada de gancho con giro para así derribarlo. Respiraba profundamente mientras sonreía de manera satisfactoria. - Más vale maña que fuerza. - Decía mientras trataba de recuperar el aliento
Gaegel
Lobo Renegado
Lobo Renegado
Cantidad de envíos : : 326
Nivel de PJ : : 2
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Eberus había experimentado muchas revueltas en tabernas y, gracias a sus discretas artes ilusorias la mayoría de las ocasiones tenía el placer de disfrutarlas como mero espectador a pesar de haber sembrado él el desencadenante de los conflictos. Pero nunca, al menos que él recordara, se había visto inmerso en un caos de tales dimensiones como en la presente situación.
Había conseguido derribar a aquel maleante con ilusiones, y se sorprendió a sí mismo por ello. Pero de repente apareció Zelas de nuevo y comenzaron a culparle a él, o al menos eso es lo que Eberus interpretó, mientras otro ser extraño desconocido había llegado y él, o mejor dicho, todo el mundo, comenzaba a verse algo confuso. El propio Eberus notó algo raro en sí mismo. Pero necesitaba centrarse para, en medio de un alboroto de esas dimensiones, poder entender lo que estaba ocurriendo.
Notó que algo iba mal. Trató de colocarse tras sus compañeros, donde no pudiera recibir ningún golpe, para intentar usar sus artes mágicas. Sin embargo, no pudo siquiera generar la simple imagen ilusoria de una moneda. Siguió y siguió intentándolo, mientras se miraba la mano esperando ver aparecer en ella una falsa moneda, pero sus intentos se frustraron. Y de tal frustración se golpeó a sí mismo la mano con el puño cerrado de la otra, soltando un gruñido de rabia, impotencia y desesperación por no poder darles lo que merecían a aquellos bastardos.
Y un leve grito de dolor soltó al sentir en su mano el pesado y contundente golpe de una fuerza propia irreconocible. ¿Qué ocurría? ¿Estaba soñando que era otra persona? Parecía que sus poderes naturales se habían desvanecido para dar paso a una fuerza física fuera de lo común. Pero, al mirar a su alrededor, todo parecía muy vívido. No se asemejaba a un sueño en absoluto. Al levantar su mirada había visto cómo su colega, Sango, estaba a punto de recibir una puñalada. Sintió el fuerte impulso instantáneo de correr para ayudarle, pero él se las pudo arreglar bien solo y rápido, y Eberus se quedó a medio camino. - Sango, me vas a tener que enseñar esas técnicas tuyas, por los Dioses - le dijo asombrado, aunque bien sabía ya lo ducho que era él en el combate cuerpo a cuerpo.
Entonces, escuchó un quejido gutural de la chica que les acompañaba, y giró la cabeza para verla con las manos en el vientre, dolorida, y con un bruto a su lado. Así que con la misma urgencia que antes, se apresuró hacia ella, viendo otra vez frustrado su intento de ayuda, pero esta vez no porque ya no fuera necesario ayudar, o mejor dicho, joder a esos borrachos que odiaban a los brujos, sino por una voz (1) que le causó impacto.
Le recordó a aquella sensación remota. Aquella vergüenza que sentía al practicar el ilusionismo cuando era joven, cuando no conseguía controlar completamente a voluntad sus poderes y algún pensamiento suyo escapaba del secreto de su mente, para ser oído por todos a su alrededor. Un ligero escalofrío recorrió su espalda, y en lugar de mirar hacia arriba como todos los demás sorprendidos por la voz ilusoria, miró hacia las personas, para intentar dilucidar quién le podría haber arrebatado los poderes para usarlos con la torpeza de un recién iniciado.
Pudo notar cómo la mayoría estaba atónita, intentando descifrar de dónde provenían esas voces, pero Corlys parecía no darles mucha importancia. Esto le hizo pensar al brujo en dos posibles opciones: bien Corlys era conocedor del mentalismo y no le sorprendían esas voces, o bien él era el que le había arrebatado los poderes.
- ¡Corlys! - exclamó. - ¿Has sido tú? - preguntó, levemente airado. No sabía qué hacer, pues no entendía qué estaba ocurriendo. ¿Le había robado los poderes? ¿Había robado él mismo también la fuerza física de otro? El brujo comenzaba a enfurecerse, pero por lo extraordinario de la situación estaba comenzando a pensar que todo esto no podía ser solo obra de un hombre que había querido arrebatarle sus preciadas capacidades mágicas. Aprovechando que la gente estaba confusa por el sonido de las voces, se quiso tomar un momento para cerrar los ojos y respirar con profundidad, tratando de relajarse como acostumbraba a hacer, para así poder utilizar mejor el raciocinio.
______
OFF: 1.- Referencia a la voz que generó Corlys con las ilusiones que me ha robao. (Fehu, esta te la guardo).
Y los comentarios sobre la fuerza física inusual en Eberus son porque yo, a mi vez, se la he robado a Gaegel jeje.
Había conseguido derribar a aquel maleante con ilusiones, y se sorprendió a sí mismo por ello. Pero de repente apareció Zelas de nuevo y comenzaron a culparle a él, o al menos eso es lo que Eberus interpretó, mientras otro ser extraño desconocido había llegado y él, o mejor dicho, todo el mundo, comenzaba a verse algo confuso. El propio Eberus notó algo raro en sí mismo. Pero necesitaba centrarse para, en medio de un alboroto de esas dimensiones, poder entender lo que estaba ocurriendo.
Notó que algo iba mal. Trató de colocarse tras sus compañeros, donde no pudiera recibir ningún golpe, para intentar usar sus artes mágicas. Sin embargo, no pudo siquiera generar la simple imagen ilusoria de una moneda. Siguió y siguió intentándolo, mientras se miraba la mano esperando ver aparecer en ella una falsa moneda, pero sus intentos se frustraron. Y de tal frustración se golpeó a sí mismo la mano con el puño cerrado de la otra, soltando un gruñido de rabia, impotencia y desesperación por no poder darles lo que merecían a aquellos bastardos.
Y un leve grito de dolor soltó al sentir en su mano el pesado y contundente golpe de una fuerza propia irreconocible. ¿Qué ocurría? ¿Estaba soñando que era otra persona? Parecía que sus poderes naturales se habían desvanecido para dar paso a una fuerza física fuera de lo común. Pero, al mirar a su alrededor, todo parecía muy vívido. No se asemejaba a un sueño en absoluto. Al levantar su mirada había visto cómo su colega, Sango, estaba a punto de recibir una puñalada. Sintió el fuerte impulso instantáneo de correr para ayudarle, pero él se las pudo arreglar bien solo y rápido, y Eberus se quedó a medio camino. - Sango, me vas a tener que enseñar esas técnicas tuyas, por los Dioses - le dijo asombrado, aunque bien sabía ya lo ducho que era él en el combate cuerpo a cuerpo.
Entonces, escuchó un quejido gutural de la chica que les acompañaba, y giró la cabeza para verla con las manos en el vientre, dolorida, y con un bruto a su lado. Así que con la misma urgencia que antes, se apresuró hacia ella, viendo otra vez frustrado su intento de ayuda, pero esta vez no porque ya no fuera necesario ayudar, o mejor dicho, joder a esos borrachos que odiaban a los brujos, sino por una voz (1) que le causó impacto.
Le recordó a aquella sensación remota. Aquella vergüenza que sentía al practicar el ilusionismo cuando era joven, cuando no conseguía controlar completamente a voluntad sus poderes y algún pensamiento suyo escapaba del secreto de su mente, para ser oído por todos a su alrededor. Un ligero escalofrío recorrió su espalda, y en lugar de mirar hacia arriba como todos los demás sorprendidos por la voz ilusoria, miró hacia las personas, para intentar dilucidar quién le podría haber arrebatado los poderes para usarlos con la torpeza de un recién iniciado.
Pudo notar cómo la mayoría estaba atónita, intentando descifrar de dónde provenían esas voces, pero Corlys parecía no darles mucha importancia. Esto le hizo pensar al brujo en dos posibles opciones: bien Corlys era conocedor del mentalismo y no le sorprendían esas voces, o bien él era el que le había arrebatado los poderes.
- ¡Corlys! - exclamó. - ¿Has sido tú? - preguntó, levemente airado. No sabía qué hacer, pues no entendía qué estaba ocurriendo. ¿Le había robado los poderes? ¿Había robado él mismo también la fuerza física de otro? El brujo comenzaba a enfurecerse, pero por lo extraordinario de la situación estaba comenzando a pensar que todo esto no podía ser solo obra de un hombre que había querido arrebatarle sus preciadas capacidades mágicas. Aprovechando que la gente estaba confusa por el sonido de las voces, se quiso tomar un momento para cerrar los ojos y respirar con profundidad, tratando de relajarse como acostumbraba a hacer, para así poder utilizar mejor el raciocinio.
______
OFF: 1.- Referencia a la voz que generó Corlys con las ilusiones que me ha robao. (Fehu, esta te la guardo).
Y los comentarios sobre la fuerza física inusual en Eberus son porque yo, a mi vez, se la he robado a Gaegel jeje.
Eberus
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 210
Nivel de PJ : : 1
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Por si fuera poco no solo me había bastado con recibir un golpazo en el estomago que dejó sin aire, el colmo de los colmos fue ser golpeada con el mango de mi látigo que por razones que desconocía se había movido solo. El movimiento causó que del lado contrario por poco y le diese de igual modo a Zelas en sus partes nobles, cosa que realmente apenas y pude divisar debido a que estaba de rodillas en el suelo.
Parecía que no era la única en tener complicaciones. Todos experimentábamos cambios peculiares, como si nuestras habilidades estuvieran fuera de control, no sabía cómo explicarlo. Como fuera por suerte para mí el sujeto que me había golpeado, dispuesto a hacerlo de nuevo, voló estrellándose contra la pared ante el chorro de agua del mencionado Oberón.
Eso me dio uno segundos para recuperar el aliento y tomar el control de mi arma de nuevo. Fui hacia Colrys, en ese momento era rodeado por varios de ellos en la medida que le propinaban diversos golpes. Agité la mano y el látigo se extendió hacia el cuello del mar cercano donde no lo dude y comencé a jalar hacia mí en la medida que esté trataba de respirar y desesperadamente zafarse de aquel amarre.
- ¡Encárgate del otro! - Ordené al hombre llamado a Eberus. - ¡No te distraigas, Corlys está en peligro! - Agregué mientras seguía forcejeando a todo lo que daba para poder derribar al sujeto.
- ¡Zelas, necesito una mano! - Era al otro que tenía más cercano, y aún faltaba librarse de más de los matones que Corlys tenía encima. - ¡Y tú Corlys, trata de rodar hacia nosotros! - Era una idea absurda pero no se me ocurría un mejor plan y francamente ya quería acabar con tan caótica situación.
- ¡El de los chorros de agua... seguramente podrás correr con gracia en el suelo mojado. Derriba a todos los que puedas! - Considerando que yo había perdido tal control y el sujeto parecía haber adquirido mi poder, opté por darle lo mejor que podía indicaciones de cómo usarlo tan alto y fuerte, quizás eso podría servirle a resto que se hallaba en el mismo predicamento que yo.
Unos segundos más de forcejeo y aquel hombre no tardaría en caer inconsciente por la falta de oxigeno.
Parecía que no era la única en tener complicaciones. Todos experimentábamos cambios peculiares, como si nuestras habilidades estuvieran fuera de control, no sabía cómo explicarlo. Como fuera por suerte para mí el sujeto que me había golpeado, dispuesto a hacerlo de nuevo, voló estrellándose contra la pared ante el chorro de agua del mencionado Oberón.
Eso me dio uno segundos para recuperar el aliento y tomar el control de mi arma de nuevo. Fui hacia Colrys, en ese momento era rodeado por varios de ellos en la medida que le propinaban diversos golpes. Agité la mano y el látigo se extendió hacia el cuello del mar cercano donde no lo dude y comencé a jalar hacia mí en la medida que esté trataba de respirar y desesperadamente zafarse de aquel amarre.
- ¡Encárgate del otro! - Ordené al hombre llamado a Eberus. - ¡No te distraigas, Corlys está en peligro! - Agregué mientras seguía forcejeando a todo lo que daba para poder derribar al sujeto.
- ¡Zelas, necesito una mano! - Era al otro que tenía más cercano, y aún faltaba librarse de más de los matones que Corlys tenía encima. - ¡Y tú Corlys, trata de rodar hacia nosotros! - Era una idea absurda pero no se me ocurría un mejor plan y francamente ya quería acabar con tan caótica situación.
- ¡El de los chorros de agua... seguramente podrás correr con gracia en el suelo mojado. Derriba a todos los que puedas! - Considerando que yo había perdido tal control y el sujeto parecía haber adquirido mi poder, opté por darle lo mejor que podía indicaciones de cómo usarlo tan alto y fuerte, quizás eso podría servirle a resto que se hallaba en el mismo predicamento que yo.
Unos segundos más de forcejeo y aquel hombre no tardaría en caer inconsciente por la falta de oxigeno.
- Off:
- Ficha técnica para mí (?) (Me da weba estar yendo a la ficha de Zelas a cada rato :v)
Talento actual:
- Impulso Divino Puede potenciar su cuerpo y sus armas con el poder de la luz/éter.)
Habilidad de nivel 0: Retorno:(Impulso) [Pasiva] Al principio de una pelea recubre el pomo de sus armas con éter, permitiéndole con un leve gesto de manos hacer que las armas vuelvan a el en cualquier momento de la pelea, (no puede alterar el curso de estas una vez las lanza, solo puede hacer que vuelvan hacia el.)
- Inventario:
- Collar de Zafiro [Encantamiento Pudor] - Cuello
- Pieza Metálica - Pecho lado izquierdo.
- Armadura Ligera Normal
- Bolso de Viajero:Contiene un saco de dormir, 4 metros de cuerda, provisiones, pedernal con yesca, cantimplora y 2 antorchas.
- Kit de Arcanos Inferior. - Dentro de Bolso de Viajero.
- Arma Flexible Superior (Látigo) - Cuelga del lado izquierdo de mi cintura.
- Kit de Curtiduría Inferior - Bolso
- Bomull (Cría de Gomejo)
Meraxes
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 459
Nivel de PJ : : 4
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
¡Zelas, necesito una mano!
-Si puedo hacer eso, por cierto, ¿notas las lineas?-
Respondió el Rubio al momento que se acercaba al lado de Mera y simplemente dejaba caer una de sus manos en uno de los pechos de la rubia, ambos se miraron y entonces ella le sujeto por la muñeca y lo zarandeo en el aire antes de lanzarlo sobre 2 de los 3 ebrios que atacaban a Corlys, de los 2 alcanzo a noquear a uno de ellos, el otro en cambio comenzó a forcejear con el.
-Tú!, eres el brujo responsable de todo esto-
-Claro que no, todavía no he pasado por la academia para ese titulo-
-Qué?-
-Qué-
Debes ser capaz de ver las líneas, interactúa con ellas, son las corrientes de aire!
-Oh-
Zelas que desde hace bastante rato notaba unas tenues líneas pero no lograba percatar para que funcionaban, así que opto por obedecer al que sabia como funcionaban, así que simplemente toco una de ellas que estaba cerca del ebrio con el cual forcejeaba en el piso y vio sorprendido como extraía el aire de su cara y causaba que el tipo se desmayara, aquello genero un sonoro jadeo de los otros ebrios quienes asustados acusaron al no-elfo de haber asesinado a 2 ebrios.
-Los ha matado, los ha matado a ambos-
-No, eso es una exageración-
Al segundo tipo probablemente lo mataste
-Que no matBLEEEEEEEEEEEGH-
-Cuidado, esta invocando su magia de aire-
El rubio se puso de pie y se toco la barriga, nuevamente se sentía con complicaciones de nueva cuenta, como se lamentaba de haber bebido aquel brebaje en el interior del cuello del dragón ancestral, pero bueno, a veces hay que hacer sacrificios para hacer cosas geniales.
OFF: ahí va otro gas mágico, Gases Ancestrales: Resulta que la sangre y babas de dragón dopado, mezcladas con pociones mágicas, no le caen muy bien al estómago. Durante tu próximo tema libre, los gases no te dejarán tranquilo y, cada vez que los expulses (al menos, una vez cada dos posts, pero tú decides por dónde), liberarás también una pequeña cantidad de éter. Esto afectará a toda la magia que se ejecute en tu presencia.
Concreto: Cada vez que se use una habilidad u objeto mágico en tu presencia, o en cada turno que haya un encantamiento o habilidad/objeto mágico activo, la persona que lo ha usado deberá lanzar una runa. Si la runa es buena o muy buena, la magia funcionará normalmente; si es neutra, el efecto será distinto al esperado, pero no necesariamente negativo (el siguiente en postear, tras la runa, tiene libertad para describir el cambio de efecto); si la runa es mala, el hechizo fallará y, si es muy mala, el fallo tendrá consecuencias negativas para la persona que lanzó el hechizo/usó el objeto.
Este tema libre tendrá una bonificación de 2 px para todos los participantes en el mismo y podrá ser intervenido por un master.
PD: Meraxes me ha dado su permiso para manipular a su pj levemente
-Si puedo hacer eso, por cierto, ¿notas las lineas?-
Respondió el Rubio al momento que se acercaba al lado de Mera y simplemente dejaba caer una de sus manos en uno de los pechos de la rubia, ambos se miraron y entonces ella le sujeto por la muñeca y lo zarandeo en el aire antes de lanzarlo sobre 2 de los 3 ebrios que atacaban a Corlys, de los 2 alcanzo a noquear a uno de ellos, el otro en cambio comenzó a forcejear con el.
-Tú!, eres el brujo responsable de todo esto-
-Claro que no, todavía no he pasado por la academia para ese titulo-
-Qué?-
-Qué-
Debes ser capaz de ver las líneas, interactúa con ellas, son las corrientes de aire!
-Oh-
Zelas que desde hace bastante rato notaba unas tenues líneas pero no lograba percatar para que funcionaban, así que opto por obedecer al que sabia como funcionaban, así que simplemente toco una de ellas que estaba cerca del ebrio con el cual forcejeaba en el piso y vio sorprendido como extraía el aire de su cara y causaba que el tipo se desmayara, aquello genero un sonoro jadeo de los otros ebrios quienes asustados acusaron al no-elfo de haber asesinado a 2 ebrios.
-Los ha matado, los ha matado a ambos-
-No, eso es una exageración-
Al segundo tipo probablemente lo mataste
-Que no matBLEEEEEEEEEEEGH-
-Cuidado, esta invocando su magia de aire-
El rubio se puso de pie y se toco la barriga, nuevamente se sentía con complicaciones de nueva cuenta, como se lamentaba de haber bebido aquel brebaje en el interior del cuello del dragón ancestral, pero bueno, a veces hay que hacer sacrificios para hacer cosas geniales.
OFF: ahí va otro gas mágico, Gases Ancestrales: Resulta que la sangre y babas de dragón dopado, mezcladas con pociones mágicas, no le caen muy bien al estómago. Durante tu próximo tema libre, los gases no te dejarán tranquilo y, cada vez que los expulses (al menos, una vez cada dos posts, pero tú decides por dónde), liberarás también una pequeña cantidad de éter. Esto afectará a toda la magia que se ejecute en tu presencia.
Concreto: Cada vez que se use una habilidad u objeto mágico en tu presencia, o en cada turno que haya un encantamiento o habilidad/objeto mágico activo, la persona que lo ha usado deberá lanzar una runa. Si la runa es buena o muy buena, la magia funcionará normalmente; si es neutra, el efecto será distinto al esperado, pero no necesariamente negativo (el siguiente en postear, tras la runa, tiene libertad para describir el cambio de efecto); si la runa es mala, el hechizo fallará y, si es muy mala, el fallo tendrá consecuencias negativas para la persona que lanzó el hechizo/usó el objeto.
Este tema libre tendrá una bonificación de 2 px para todos los participantes en el mismo y podrá ser intervenido por un master.
PD: Meraxes me ha dado su permiso para manipular a su pj levemente
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 776
Nivel de PJ : : 6
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
- ¿Por qué cuando rememoro las antiguas historias no siento absolutamente nada?- levantó por el cuello de la camisa a uno de los que le acusaba de brujería-. ¿Qué clase de hechicería habéis lanzado sobre nosotros?
Soltó al tipo al suelo y centró su atención en la locura que se había desatado a su alrededor, pero siempre, capaz de detectar puntos en los que había sangre, gracias al tenue brillo que esta emitía en sus variadas frecuencias. Pero lo extraño, se dijo, no era eso. Lo extraño era su pérdida de conexión con los Dioses. Pensaba en ellos, en historias de antiguos héroes y no sentía emoción alguna. El terror que debía sentir ante tal pérdida, le causaba una indiferencia atroz. Y se obligaba a sentirse mal por no sentirse mal. Pero se pasaba al instante. ¿Qué nos han hecho?
Alguien le agarró de la espalda y le empujó hacia atrás haciéndole caer. En la caída, todo el aire salió de su cuerpo y trató de volver a respirar hasta que una bota impactó en su cara. Como pudo, se ladeó y se cubrió la cabeza con los brazos antes de que más patadas llovieran sobre él. ¿Dónde estáis? No respondieron. Y ante el silencio, más indiferencia. ¿Cómo era posible que la cabeza y el corazón fueran por caminos distintos cuando estaban ligados al mismo ser? ¿Por qué no te dejas de chorradas y haces algo, Ben Nelad?
Sango atrapó una de las piernas con las manos y pese al forcejeo se aferró a ella y giró para tratar de desequilibrar y que cayera al suelo. Sin embargo, esta se deshizo del abrazo y caminó hacia atrás trastabillado. Le dio el tiempo suficiente a Ben para recuperar la verticalidad y mirar a sus agresores que se lanzaron una vez más hacia él. Sin embargo, cada ataque que le lanzaban aquella panda de fanáticos era repelido por el pelirrojo (1) que, sin apenas moverse del sitio, fue capaz de bailar con ellos para que quedaran enredados entre ellos. A uno de ellos lo lanzó en dirección a Gaegel y a otro en dirección a Eberus, para quedarse con un tercero que había aparecido tarde y que ahora buscaba una vía de escape.
Sujetó al tipo con la mano izquierda y le miró con rabia. Él, ahora, sólo quería calmar las cosas, pero, ¿fue esa su intención? ¿Acaso no se había levantado para forzar la pelea, para que él y sus compañeros, no, amigos, actuaran en defensa propia? Que caprichoso era el caos. Tanto era así, que la mano con la que sujetaba al tipo se había entumecido, de hecho, la sentía fría, casi como si estuviera sin vida. Pero la derecha quemaba y cuando la miró vio la sangre fluir a través de su piel, vio el brillo y supo, entonces, qué era lo que tenía que hacer. El puño que lanzó, en lugar de impactar contra la cabeza del tipo, lo hizo contra la pared. Acto seguido, lanzó al tipo contra Corlys que dio la casualidad que pasaba por allí.
- Ya basta...
Se sentó en una banqueta y observó la escena. Meraxes daba órdenes a unos y forcejeaba con otros. Zelas, por su parte, se deshacía de un tipo antes de gritar como un auténtico animal. Arrugó la nariz. Ah, eso no es un grito. Pese a que el ambiente estaba lo suficientemente cargado, aun fue capaz de percibirlo.
Miró sus manos. La izquierda, con un hormigueo, recuperaba, lentamente, su color, movilidad y temperatura. Lo mismo ocurría con la derecha, pero esta sangraba, consecuencia del brutal golpe lanzado contra la pared. Golpe que podría haber sido fatal. No tenía ninguna duda de ello. Sin embargo, las heridas se cerraron con rapidez y aunque el dolor era agudo, este parecía diluirse con el paso del tiempo. ¿De dónde venía aquella nueva virtud? Alzó la vista para encontrarse con el recién llegado al que no hizo caso.
- Primero las mariposas, ahora nosotros. ¿Qué nos está pasando?- miró otra vez al recién llegado. Tenía alas, ¿cómo había pasado por alto aquel detalle hasta ahora?-. Ah, necesito algo de beber. Estos problemas que no necesitamos...
- Pero que, a veces, es inevitable encontrarse con ellos- los ojos de Sango se posaron en los de aquella criatura alada-.
- ¿Quién eres? No te conviene estar cerca de mi- se frotó la cara con las manos antes de seguir-. Siento un irrefrenable deseo de lanzarme a machacar a toda esta gente, no por mis amigos, ni por los Dioses, a los que no siento a mi lado. Lo haría por otro motivo. Algo oscuro. Algo que se quiere apoderar de mi- hizo una pausa para ver como alguien tiraba al suelo a otra persona-. Considera esto un aviso de lo que está por venir: veo la sangre como nunca antes la había visto, brillante, atractiva; siento el poder que está ejerciendo sobre mí y por mucho que me resista (2), siento que me va a dominar- se levantó y centró su atención en el ser alado.- No, amigo, márchate, busca al responsable. No dejes que nadie se acerque a mi. No creo que que aguante mucho más.
Volvió a sentarse. La sangre. Cuánto poder tenía la sangre.
Soltó al tipo al suelo y centró su atención en la locura que se había desatado a su alrededor, pero siempre, capaz de detectar puntos en los que había sangre, gracias al tenue brillo que esta emitía en sus variadas frecuencias. Pero lo extraño, se dijo, no era eso. Lo extraño era su pérdida de conexión con los Dioses. Pensaba en ellos, en historias de antiguos héroes y no sentía emoción alguna. El terror que debía sentir ante tal pérdida, le causaba una indiferencia atroz. Y se obligaba a sentirse mal por no sentirse mal. Pero se pasaba al instante. ¿Qué nos han hecho?
Alguien le agarró de la espalda y le empujó hacia atrás haciéndole caer. En la caída, todo el aire salió de su cuerpo y trató de volver a respirar hasta que una bota impactó en su cara. Como pudo, se ladeó y se cubrió la cabeza con los brazos antes de que más patadas llovieran sobre él. ¿Dónde estáis? No respondieron. Y ante el silencio, más indiferencia. ¿Cómo era posible que la cabeza y el corazón fueran por caminos distintos cuando estaban ligados al mismo ser? ¿Por qué no te dejas de chorradas y haces algo, Ben Nelad?
Sango atrapó una de las piernas con las manos y pese al forcejeo se aferró a ella y giró para tratar de desequilibrar y que cayera al suelo. Sin embargo, esta se deshizo del abrazo y caminó hacia atrás trastabillado. Le dio el tiempo suficiente a Ben para recuperar la verticalidad y mirar a sus agresores que se lanzaron una vez más hacia él. Sin embargo, cada ataque que le lanzaban aquella panda de fanáticos era repelido por el pelirrojo (1) que, sin apenas moverse del sitio, fue capaz de bailar con ellos para que quedaran enredados entre ellos. A uno de ellos lo lanzó en dirección a Gaegel y a otro en dirección a Eberus, para quedarse con un tercero que había aparecido tarde y que ahora buscaba una vía de escape.
Sujetó al tipo con la mano izquierda y le miró con rabia. Él, ahora, sólo quería calmar las cosas, pero, ¿fue esa su intención? ¿Acaso no se había levantado para forzar la pelea, para que él y sus compañeros, no, amigos, actuaran en defensa propia? Que caprichoso era el caos. Tanto era así, que la mano con la que sujetaba al tipo se había entumecido, de hecho, la sentía fría, casi como si estuviera sin vida. Pero la derecha quemaba y cuando la miró vio la sangre fluir a través de su piel, vio el brillo y supo, entonces, qué era lo que tenía que hacer. El puño que lanzó, en lugar de impactar contra la cabeza del tipo, lo hizo contra la pared. Acto seguido, lanzó al tipo contra Corlys que dio la casualidad que pasaba por allí.
- Ya basta...
Se sentó en una banqueta y observó la escena. Meraxes daba órdenes a unos y forcejeaba con otros. Zelas, por su parte, se deshacía de un tipo antes de gritar como un auténtico animal. Arrugó la nariz. Ah, eso no es un grito. Pese a que el ambiente estaba lo suficientemente cargado, aun fue capaz de percibirlo.
Miró sus manos. La izquierda, con un hormigueo, recuperaba, lentamente, su color, movilidad y temperatura. Lo mismo ocurría con la derecha, pero esta sangraba, consecuencia del brutal golpe lanzado contra la pared. Golpe que podría haber sido fatal. No tenía ninguna duda de ello. Sin embargo, las heridas se cerraron con rapidez y aunque el dolor era agudo, este parecía diluirse con el paso del tiempo. ¿De dónde venía aquella nueva virtud? Alzó la vista para encontrarse con el recién llegado al que no hizo caso.
- Primero las mariposas, ahora nosotros. ¿Qué nos está pasando?- miró otra vez al recién llegado. Tenía alas, ¿cómo había pasado por alto aquel detalle hasta ahora?-. Ah, necesito algo de beber. Estos problemas que no necesitamos...
- Pero que, a veces, es inevitable encontrarse con ellos- los ojos de Sango se posaron en los de aquella criatura alada-.
- ¿Quién eres? No te conviene estar cerca de mi- se frotó la cara con las manos antes de seguir-. Siento un irrefrenable deseo de lanzarme a machacar a toda esta gente, no por mis amigos, ni por los Dioses, a los que no siento a mi lado. Lo haría por otro motivo. Algo oscuro. Algo que se quiere apoderar de mi- hizo una pausa para ver como alguien tiraba al suelo a otra persona-. Considera esto un aviso de lo que está por venir: veo la sangre como nunca antes la había visto, brillante, atractiva; siento el poder que está ejerciendo sobre mí y por mucho que me resista (2), siento que me va a dominar- se levantó y centró su atención en el ser alado.- No, amigo, márchate, busca al responsable. No dejes que nadie se acerque a mi. No creo que que aguante mucho más.
Volvió a sentarse. La sangre. Cuánto poder tenía la sangre.
(1) Uso de habilidad -> Nivel 0: Baile de uno: El entrenamiento ha dado sus frutos y Sango es capaz de utilizar su escudo, brazos, piernas, en definitiva, todo aquello de lo que disponga en un reducido espacio de terreno que considera suyo, para esquivar los ataques de varios enemigos.
(2) Uso de habilidad racial -> Voluntad Humana: [1 uso] Puedo librarme de un efecto negativo que limite mis acciones gracias a mi férrea voluntad. //// Lucha contra la dominación que la sangre trata de ejercer sobre Sango.
En resumen, lucha se Sango contra el poder que ejerce la sangre sobre él (por el talento Absorción de Corlys) al no tener ninguna clase de entrenamiento de este tipo. Esperemos que esta locura acabe aquí, de lo contrario... quién sabe qué podría pasar.
Sango
Héroe de Aerandir
Héroe de Aerandir
Cantidad de envíos : : 567
Nivel de PJ : : 5
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Mientras trataba de huir vi que Eberus se me había quedado mirando y me increpaba por haber sido yo. Si se refería a esa voz que había resonado en la sala sospechaba que sí. Pero antes de responderle a nada tenía que conseguir escapar antes de que me siguieran atacando. Entonces escuché a Meraxes diciéndome que rodara hasta ellos, lo que aunque me pareció un despropósito en el primer momento, pero tampoco se me ocurría un plan mejor, y viendo que la dragona estaba estrangulando a uno con su látigo y había lanzado a Zelas contra los otros dos, me decanté por hacer caso a sus órdenes y rodar cual croqueta hacia su posición.
Tras haber escapado por los pelos de unos paletos, me levanté junto a Meraxes y Eberus, justo a tiempo de escuchar el horripilante sonido de otro gas saliendo del interior de Zelas. Pero a pesar del cuestionable aroma que empezaba llenar la taberna notaba que me estaban volviendo mis fuerzas.
- Vaya, no se si será peor Zelas que esos capullos. Y gracias Mera, no se que me habrían hecho sin tu rápida intervención. Aunque creo que ya estoy mejor.- La respondí con una sonrisa mientras sacaba mi lanza e intentaba movilizar de nuevo mi sangre para ver si ahora conseguía reforzarme. Pero para mi sorpresa no sucedió nada. No era como si no me hubiera pasado nunca, después de todo, yo solía ser un humano, aunque si que llevaba más de 20 años en los que mi sangre respondía a mi voluntad. Eso me hizo recordar que Eberus me había dicho si yo había causado eso, y me pareció empezar a comprenderlo todo, nuestros poderes estaban en cualquier sitio menos donde deberían.- Aunque voy a necesitar que me sigas cubriendo, podemos tener un problema más grave que estos ineptos.
Esperaba que Mera me siguiera sin más explicaciones, porque no tenía tiempo para todo esto, si yo no tenía mis poderes es que debían haber pasado a otro
- Eberus, has preguntado si había sido yo. La respuesta es si y no. La ilusión ha sido cosa mía, aunque no se cómo, pero toda esta locura no. Por eso necesito que me ayudes, eres un tipo de mente ágil. Yo tengo tus poderes, el tipo hada no podía hacer eso, así que tiene los de Mera, Zelas tienes los de Oberón, pero no se quién tiene los míos. No se como puede afectar eso a un no vampiro, y aquí no parece haber nadie de los míos. Tenemos que encontrarlo antes de que empiece a escalar. Encuentra a quien se esté comportando de forma extraña. Yo intentaré distraerles mientras tanto con esas cosas tuyas.
Tras decirle eso confié en que se le hubiera pasado la ira que parecía dominarle unos momentos antes y grité a ver si alguno de mis otros compañeros de pelea podía ser la segunda parte de mi plan. Gaegel parecía haberse desecho de su oponente, así parecía mi mejor opción.
- ¡Gaegel, necesito un trozo de carne! ¡Cruda y fresca! Suena raro, pero hazme caso, lo vamos a necesitar.
Tras esas palabras intenté centrarme en momentos traumáticos para intentar desatar las ilusiones de Eberus como había con la voz increpante de mi padre. Pensé con todas mis fuerzas en las cuevas de Edén, la estampida de kobolds, los derrumbamientos, el engendro metálico, la agonía de todos los soldados que murieron estando bajo mi mando y confié en que pudiera aprovechar mis traumas para desconcertar a todos esos borrachos.
Tras haber escapado por los pelos de unos paletos, me levanté junto a Meraxes y Eberus, justo a tiempo de escuchar el horripilante sonido de otro gas saliendo del interior de Zelas. Pero a pesar del cuestionable aroma que empezaba llenar la taberna notaba que me estaban volviendo mis fuerzas.
- Vaya, no se si será peor Zelas que esos capullos. Y gracias Mera, no se que me habrían hecho sin tu rápida intervención. Aunque creo que ya estoy mejor.- La respondí con una sonrisa mientras sacaba mi lanza e intentaba movilizar de nuevo mi sangre para ver si ahora conseguía reforzarme. Pero para mi sorpresa no sucedió nada. No era como si no me hubiera pasado nunca, después de todo, yo solía ser un humano, aunque si que llevaba más de 20 años en los que mi sangre respondía a mi voluntad. Eso me hizo recordar que Eberus me había dicho si yo había causado eso, y me pareció empezar a comprenderlo todo, nuestros poderes estaban en cualquier sitio menos donde deberían.- Aunque voy a necesitar que me sigas cubriendo, podemos tener un problema más grave que estos ineptos.
Esperaba que Mera me siguiera sin más explicaciones, porque no tenía tiempo para todo esto, si yo no tenía mis poderes es que debían haber pasado a otro
- Eberus, has preguntado si había sido yo. La respuesta es si y no. La ilusión ha sido cosa mía, aunque no se cómo, pero toda esta locura no. Por eso necesito que me ayudes, eres un tipo de mente ágil. Yo tengo tus poderes, el tipo hada no podía hacer eso, así que tiene los de Mera, Zelas tienes los de Oberón, pero no se quién tiene los míos. No se como puede afectar eso a un no vampiro, y aquí no parece haber nadie de los míos. Tenemos que encontrarlo antes de que empiece a escalar. Encuentra a quien se esté comportando de forma extraña. Yo intentaré distraerles mientras tanto con esas cosas tuyas.
Tras decirle eso confié en que se le hubiera pasado la ira que parecía dominarle unos momentos antes y grité a ver si alguno de mis otros compañeros de pelea podía ser la segunda parte de mi plan. Gaegel parecía haberse desecho de su oponente, así parecía mi mejor opción.
- ¡Gaegel, necesito un trozo de carne! ¡Cruda y fresca! Suena raro, pero hazme caso, lo vamos a necesitar.
Tras esas palabras intenté centrarme en momentos traumáticos para intentar desatar las ilusiones de Eberus como había con la voz increpante de mi padre. Pensé con todas mis fuerzas en las cuevas de Edén, la estampida de kobolds, los derrumbamientos, el engendro metálico, la agonía de todos los soldados que murieron estando bajo mi mando y confié en que pudiera aprovechar mis traumas para desconcertar a todos esos borrachos.
------------------------------
Resumiendo: Gusaneo hasta Meraxes, la agradezco su ayuda y pido que siga cubriéndome, pido ayuda a Eberus a encontrar al no-vampiro, pido a Gaegel que me consiga un filete e intento usar ilusiones de la batalla de Edén.
Tiro dado para ver si consigo sacar unas ilusiones para distraer a los borrachos o si los pedos cósmicos atacan de nuevo.
Corlys Glokta
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 302
Nivel de PJ : : 3
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
El miembro 'Corlys Glokta' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2215
Nivel de PJ : : 0
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Una vez que logré deshacerme del enorme tipo con el que luchaba suspiré pesadamente. - No sabía lo difícil que era pelear estando tan débil. ¿Cómo lo hacen los humanos? - Pregunté mientras en ese momento alguien salió volando en mi dirección (1). Siguiendo la dirección que llevaba miré de reojo y vi a Sango en esa dirección, así que tal vez se había deshecho de ese sujeto.
Había que recuperar el aliento y también rehidratarse un poco, por lo que de una de las mesas aproveché y tomé uno de los tarros para darle un trago. Justo en ese instante escuché la voz de Corlys dirigirse hacia mi con una petición. Al escucharla no pude evitar arquear mi ceja, extrañado por tal peculiar petición. - Es una petición algo rara, pero bueno, yo estoy bebiendo en medio de este caos, así que no soy quién para juzgarte. - Dije restándole importancia. - Dame un momento, ya te consigo ese trozo de carne.
Dicho eso comencé a caminar en dirección hacia la cocina. Era el único sitio donde sabía que podría encontrar carne fresca, ya que no creo que ninguno de los comensales haya realizado un pedido de ese tipo. Aunque en el trayecto pude notar algo para nada común. De un momento a otro, en la taberna comenzó a llover gomejos. (2) - ¿Qué carajos? - No tenía idea de lo que estuviese ocurriendo, pero aquello sin dudas captó la atención de la mayoría de los ebrios con los que habíamos entrado en pleito.
En ese momento el hombre que había arrojado Sango hacia mi se levantó y se dirigió hacia mi con la clara intención de atacarme, pero de la manera más efectiva le dije. - ¿Ya viste eso? - El hombre un poco reacio a mis palabras miró de reojo hacia donde estaban los demás, viendo como los gomejos "llovían" dentro de la taberna. - Por los dioses. ¿Qué está pasando aq...? - Para ese momento había terminado la cerveza del tarro, por lo que decidí estamparle el tarro de cerveza en el rostro para así derribarlo.
Una disculpa. - Reí levemente y dicho eso seguí mi camino hacia la cocina. Al llegar allí me topé con la cocinera, la cual era de un aspecto robusto. Era una mujer poco agraciada visualmente. Al verme, tomó su cuchillo tipo hacha y me amenazó. - ¿Qué te crees que haces aquí? - Me rasqué la mejilla. - Pues... Quería ver si había la posibilidad de que me diera un trozo de carne fresca. - Ante mis palabras la mujer sonrió ampliamente. - Ay jovencito, me lo hubieses dicho antes. Estoy a tu disposición. - Dijo con coquetería, a lo que abrí mis ojos de par en par. - No señora, yo quiero un trozo de carne de cerdo ya muerto. - El comentario que dije pareció no caerle en gracia a la cocinera, por lo que azotó su cuchillo de hacha en la tabla de picar, partiéndola en dos en el acto. - ¿¡Pero qué has dicho insolente!? - Tragué saliva y comencé a correr por toda la cocina sintiendo como la mujer me perseguía a poca distancia de mi. - Ay señora, era una broma, no se lo tome tan a pecho. - Decía mientras corría con toda la intención de mantenerme con vida. No lo parecía, pero esa mujer era mucho más peligrosa que los borrachos que estaban afuera peleando contra nosotros en la taberna.
--------------------
1.- El borracho que arrojó Sango hacia Gaegel.
2.- El efecto de la ilusión de Corlys con la intención de distraer a los borrachos.
Había que recuperar el aliento y también rehidratarse un poco, por lo que de una de las mesas aproveché y tomé uno de los tarros para darle un trago. Justo en ese instante escuché la voz de Corlys dirigirse hacia mi con una petición. Al escucharla no pude evitar arquear mi ceja, extrañado por tal peculiar petición. - Es una petición algo rara, pero bueno, yo estoy bebiendo en medio de este caos, así que no soy quién para juzgarte. - Dije restándole importancia. - Dame un momento, ya te consigo ese trozo de carne.
Dicho eso comencé a caminar en dirección hacia la cocina. Era el único sitio donde sabía que podría encontrar carne fresca, ya que no creo que ninguno de los comensales haya realizado un pedido de ese tipo. Aunque en el trayecto pude notar algo para nada común. De un momento a otro, en la taberna comenzó a llover gomejos. (2) - ¿Qué carajos? - No tenía idea de lo que estuviese ocurriendo, pero aquello sin dudas captó la atención de la mayoría de los ebrios con los que habíamos entrado en pleito.
En ese momento el hombre que había arrojado Sango hacia mi se levantó y se dirigió hacia mi con la clara intención de atacarme, pero de la manera más efectiva le dije. - ¿Ya viste eso? - El hombre un poco reacio a mis palabras miró de reojo hacia donde estaban los demás, viendo como los gomejos "llovían" dentro de la taberna. - Por los dioses. ¿Qué está pasando aq...? - Para ese momento había terminado la cerveza del tarro, por lo que decidí estamparle el tarro de cerveza en el rostro para así derribarlo.
Una disculpa. - Reí levemente y dicho eso seguí mi camino hacia la cocina. Al llegar allí me topé con la cocinera, la cual era de un aspecto robusto. Era una mujer poco agraciada visualmente. Al verme, tomó su cuchillo tipo hacha y me amenazó. - ¿Qué te crees que haces aquí? - Me rasqué la mejilla. - Pues... Quería ver si había la posibilidad de que me diera un trozo de carne fresca. - Ante mis palabras la mujer sonrió ampliamente. - Ay jovencito, me lo hubieses dicho antes. Estoy a tu disposición. - Dijo con coquetería, a lo que abrí mis ojos de par en par. - No señora, yo quiero un trozo de carne de cerdo ya muerto. - El comentario que dije pareció no caerle en gracia a la cocinera, por lo que azotó su cuchillo de hacha en la tabla de picar, partiéndola en dos en el acto. - ¿¡Pero qué has dicho insolente!? - Tragué saliva y comencé a correr por toda la cocina sintiendo como la mujer me perseguía a poca distancia de mi. - Ay señora, era una broma, no se lo tome tan a pecho. - Decía mientras corría con toda la intención de mantenerme con vida. No lo parecía, pero esa mujer era mucho más peligrosa que los borrachos que estaban afuera peleando contra nosotros en la taberna.
--------------------
1.- El borracho que arrojó Sango hacia Gaegel.
2.- El efecto de la ilusión de Corlys con la intención de distraer a los borrachos.
Gaegel
Lobo Renegado
Lobo Renegado
Cantidad de envíos : : 326
Nivel de PJ : : 2
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Y mientras intentaba relajarse, pudo despejar un poco su mente de caos y ser más consciente de las voces a su alrededor. Una de ellas llamó su atención. - ¡Como no os detengais todos ahora mismo, voy a llamar a los guardias! * - Eberus giró su cabeza con los ojos bien abiertos hacia esa voz, y vio que se trataba del tabernero. Se veía muy airado e inquieto. Comprensible, pues su hogar y negocio estaba siendo destrozado por una reyerta multitudinaria y terriblemente caótica.
Sin embargo, pocos o ninguno fueron los que le hicieron caso. Todos habían reiniciado la pelea tras esa breve parada de anonadamiento por el sonido de unas extrañas voces ilusorias que provenían del techo. Justo tras la advertencia del tabernero, otra voz más llamó la atención del brujo. Aquella mujer rubia a la que solo podía mirar al rostro si inclinaba hacia arriba su cabeza, le hizo volver a entrar en situación. No había tiempo para ponerse a relajarse. Ella le dijo que se encargara de uno de los hombres, y este al escucharla se puso alerta y se encaminó hacia Eberus. El corazón del brujo se aceleró con la fuerza de cien burros de carga, al ver que se dirigía furioso hacia él. Nunca peleaba cuerpo a cuerpo, pues su complexión solo le permitiría vencer a un niño, y ahora sus poderes se habían esfumado. Y cuando aquel furioso hombre se abalanzó contra él, solo pudo dejarse caer en las manos de los Dioses para que ellos decidieran su destino.
Pero una especie de reacción instintiva le salvó de una gran paliza. Cuando estuvo a punto de recibir el golpe en su rostro y mientras intentaba cubrirse con uno de sus brazos, casi por pura memoria muscular automática, movió su otra mano como para estamparle en el rostro con telequinésis el primer objeto de la taberna que se viera afectado por ella, y funcionó. El abrigo de una mujer se había estampado con furia en el rostro de aquel borracho, envolviendo su rostro, y aunque eso pudo hacer que detuviera sus ataques contra Eberus, el primero de los golpes sí que impactó contra el brazo que había levantado para protegerse.
- Por los Dioses, ese golpe parecía mucho más fuerte de lo que ha resultado ser (1) - El Pícaro se quedó sorprendido al ver cómo su brazo casi no había cedido ante el contundente golpe del borracho, pero sin darle muchas vueltas continuó usando su telequinésis para no dejar que el borracho se deshiciera del abrigo de su rostro. Sintió una sensación de satisfacción intensa al descubrir que no todos sus poderes se habían ido.
Acto seguido, otra voz familiar se dirigió hacia él. Corlys le había explicado la situación, y aunque un poco reticente y con una expresión agria en su rostro, aceptó su propuesta. - Perfecto - Pensó que, si encontraba a quien ahora poseía los poderes de Corlys, esto se trataría de un acto de algo o alguien ajeno a ellos, y toda sospecha hacia el robo de sus poderes por parte de Corlys se desvanecería.
Entonces, mientras continuaba inutilizando a aquel borracho con aquel abrigo, comenzó a observar a la gente, y a pensar en lo que le había dicho Corlys. El tipo hada no podía ser, y Zelas tampoco. Pero en aquella taberna había demasiada gente. ¿A quién más podría descartar? Creía que había dado con la mejor manera.
Tenía al borracho a su disposición, sin hacer otra cosa que intentar deshacerse del abrigo que cubría su rostro una y otra vez cíclicamente, sin éxito. Y a un vampiro lo que más le atrae es la sangre. Estupendo. No iba a dudar en hacer sangrar un poco a ese bruto que por poco le había dado una paliza, para usarlo como cebo.
Bajo una de las mesas de la taberna, pudo encontrar lo que necesitaba para hacerlo. Había una pequeña daga de campesino con un filo suficiente para hacerle un tajo al brazo de un hombre. Y eso hizo. - ¿Vas a causarnos más problemas, imbécil? - le dijo, con cierto sadismo en su prosodia, mientras trataba de esquivar los golpes que lanzaba al aire a ciegas.
- ¡Maldito brujo hijo de una burra! ¡Quítame esto de encima y déjame en paz! - exclamó entre furioso, dolorido y desesperado.
A lo que Eberus hizo caso omiso, y procedió con su plan. Agarró el brazo del hombre del abrigo en el rostro y lo levantó, forcejeando con él, para poner a la vista la sangre que comenzaba a emanar. - ¡Sangre! ¡Sangre abundante! ¡Que alguien ayude a este hombre! - gritó con potencia, para asegurarse de que el nuevo vampiro, sea quien fuere, lo escuchara y se sintiera atraído.
- Como sigas forcejeando, voy a hacer que este abrigo se te meta por la garganta y te llegue a los pulmones. ¿Quieres eso? En cambio, si te quedas quieto, sólo lo mantendré en tu rostro para evitar que nos causes más problemas - le explicó en voz baja, apretando su brazo con rabia. - Ahora, sígueme.
Y comenzó a pasearlo por la taberna agarrado del brazo, pidiendo falsamente ayuda hasta que encontrara en alguien una reacción extraña ante la vista de la sangre. Extrañamente, se le estaba haciendo demasiado fácil manejar a aquel tipo, teniendo en cuenta la diferencia de corpulencia entre ambos (1). Y, al final, se encontró con Sango.
______
OFF: 1.- Referencias a la fuerza mejorada adquirida de Gaegel.
* Sugerencia para todos: En cualquier momento puede que aparezcan unos guardias en la taberna. Me pareció lógico, aunque nos pueda causar muchos problemas jajaja.
Sin embargo, pocos o ninguno fueron los que le hicieron caso. Todos habían reiniciado la pelea tras esa breve parada de anonadamiento por el sonido de unas extrañas voces ilusorias que provenían del techo. Justo tras la advertencia del tabernero, otra voz más llamó la atención del brujo. Aquella mujer rubia a la que solo podía mirar al rostro si inclinaba hacia arriba su cabeza, le hizo volver a entrar en situación. No había tiempo para ponerse a relajarse. Ella le dijo que se encargara de uno de los hombres, y este al escucharla se puso alerta y se encaminó hacia Eberus. El corazón del brujo se aceleró con la fuerza de cien burros de carga, al ver que se dirigía furioso hacia él. Nunca peleaba cuerpo a cuerpo, pues su complexión solo le permitiría vencer a un niño, y ahora sus poderes se habían esfumado. Y cuando aquel furioso hombre se abalanzó contra él, solo pudo dejarse caer en las manos de los Dioses para que ellos decidieran su destino.
Pero una especie de reacción instintiva le salvó de una gran paliza. Cuando estuvo a punto de recibir el golpe en su rostro y mientras intentaba cubrirse con uno de sus brazos, casi por pura memoria muscular automática, movió su otra mano como para estamparle en el rostro con telequinésis el primer objeto de la taberna que se viera afectado por ella, y funcionó. El abrigo de una mujer se había estampado con furia en el rostro de aquel borracho, envolviendo su rostro, y aunque eso pudo hacer que detuviera sus ataques contra Eberus, el primero de los golpes sí que impactó contra el brazo que había levantado para protegerse.
- Por los Dioses, ese golpe parecía mucho más fuerte de lo que ha resultado ser (1) - El Pícaro se quedó sorprendido al ver cómo su brazo casi no había cedido ante el contundente golpe del borracho, pero sin darle muchas vueltas continuó usando su telequinésis para no dejar que el borracho se deshiciera del abrigo de su rostro. Sintió una sensación de satisfacción intensa al descubrir que no todos sus poderes se habían ido.
Acto seguido, otra voz familiar se dirigió hacia él. Corlys le había explicado la situación, y aunque un poco reticente y con una expresión agria en su rostro, aceptó su propuesta. - Perfecto - Pensó que, si encontraba a quien ahora poseía los poderes de Corlys, esto se trataría de un acto de algo o alguien ajeno a ellos, y toda sospecha hacia el robo de sus poderes por parte de Corlys se desvanecería.
Entonces, mientras continuaba inutilizando a aquel borracho con aquel abrigo, comenzó a observar a la gente, y a pensar en lo que le había dicho Corlys. El tipo hada no podía ser, y Zelas tampoco. Pero en aquella taberna había demasiada gente. ¿A quién más podría descartar? Creía que había dado con la mejor manera.
Tenía al borracho a su disposición, sin hacer otra cosa que intentar deshacerse del abrigo que cubría su rostro una y otra vez cíclicamente, sin éxito. Y a un vampiro lo que más le atrae es la sangre. Estupendo. No iba a dudar en hacer sangrar un poco a ese bruto que por poco le había dado una paliza, para usarlo como cebo.
Bajo una de las mesas de la taberna, pudo encontrar lo que necesitaba para hacerlo. Había una pequeña daga de campesino con un filo suficiente para hacerle un tajo al brazo de un hombre. Y eso hizo. - ¿Vas a causarnos más problemas, imbécil? - le dijo, con cierto sadismo en su prosodia, mientras trataba de esquivar los golpes que lanzaba al aire a ciegas.
- ¡Maldito brujo hijo de una burra! ¡Quítame esto de encima y déjame en paz! - exclamó entre furioso, dolorido y desesperado.
A lo que Eberus hizo caso omiso, y procedió con su plan. Agarró el brazo del hombre del abrigo en el rostro y lo levantó, forcejeando con él, para poner a la vista la sangre que comenzaba a emanar. - ¡Sangre! ¡Sangre abundante! ¡Que alguien ayude a este hombre! - gritó con potencia, para asegurarse de que el nuevo vampiro, sea quien fuere, lo escuchara y se sintiera atraído.
- Como sigas forcejeando, voy a hacer que este abrigo se te meta por la garganta y te llegue a los pulmones. ¿Quieres eso? En cambio, si te quedas quieto, sólo lo mantendré en tu rostro para evitar que nos causes más problemas - le explicó en voz baja, apretando su brazo con rabia. - Ahora, sígueme.
Y comenzó a pasearlo por la taberna agarrado del brazo, pidiendo falsamente ayuda hasta que encontrara en alguien una reacción extraña ante la vista de la sangre. Extrañamente, se le estaba haciendo demasiado fácil manejar a aquel tipo, teniendo en cuenta la diferencia de corpulencia entre ambos (1). Y, al final, se encontró con Sango.
______
OFF: 1.- Referencias a la fuerza mejorada adquirida de Gaegel.
* Sugerencia para todos: En cualquier momento puede que aparezcan unos guardias en la taberna. Me pareció lógico, aunque nos pueda causar muchos problemas jajaja.
Eberus
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 210
Nivel de PJ : : 1
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Un Popi salvaje aparece
Cargado hasta las cejas con un montón de bártulos, sintiéndose caracol al cargar con un petate sobre otro y otro a la espalda, el caminar del fauno bamboleaba de un lado al otro. Canturreaba mientras tanto, aunque la carga no le permitía brincar. Aun así, se encontraba animado, nunca había sabido cómo o por qué sus pasos siempre lo terminaban llevando allá donde tenía puestos los pensamientos, pero era feliz por ello. Sentía que la descontrolada vida sabía guiarlo.
¡Oh! ¡Hola! ¿Nos conocemos? Juraría que sí. ¡Si! Esas caras son familiares, vosotros, sí, sí, probasteis mi té. Fue grata compañía, gracias, gracias. Lo que es el destino, los lazos siempre nos acaban uniendo, ¿no creéis? Es gracioso, yo pensaba en vosotros y aquí os encuentro, aunque hay otros quienes os piensan también. ¡Qué mundo más pañuelístico! Curiosamente tengo aquí...
Meraxes recibes Néctar Kimil [consumible]: pequeño pero potente frasco de elixir a partir de pétalos de Yum Kimil, que causa potentes alucinaciones basadas en los recuerdos, sueños, anhelos y miedos de quien lo ingiere. Sus efectos duran 1 turno.
Zelas recibes Revitalizante Popi [consumible]: producto original elaborado por el fauno, se trata de un elixir que reestablece los usos de todas las habilidades hasta nivel 2 gastados en el tema, pudiendo volver a utilizarlas en el mismo.
Gaegel recibes Anillo giratiempo [3 cargas]: haciéndolo girar sobre sí mismo puesto en el dedo, se activará una runa que hará retroceder en el tiempo a quien lo lleve puesto, hasta un momento concreto que haya vivido, aunque no podrá interferir en él para cambiarlo. Puede llevar consigo a otro personaje, si se mantiene agarrado a su mano en el momento de activarlo. Para volver al presente deberá girar de nuevo el anillo. Tiene 3 cargas, pero sólo podrá utilizarse una vez por tema.
Corlys recibes Pastel de Freya [consumible]: elaborado a partir de la Rosácea, al ser ingerido provocará un estado de lucidez mental y optimismo, sensación de alegría plena y mayor capacidad resolutiva y creativa. Los efectos durarán todo el tema, perdiendo su efectividad progresivamente según avancen los turnos.
Sango recibes Ácido Zampro [consumible]: sustancia corrosiva, a base de bilis de Zampro, capaz de descomponer metal o roca. Altamente venenoso, no ingerir.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Ordenes salían de mí una tras otra. Zelas por su lado me toqueteaba el pecho y hablaba de líneas invisibles - pero no había tiempo para pensar en otras cosas- además realmente necesitaba una mano de él y con toda la fuerza que mi estatura y condición física me permitían lancé al elfo rubio contra aquellos mastodontes a fon de ayudar a Corlys. Por ese lado Zelas había hecho su trabajo.
Corlys estaba con nosotros, le sonreí de medio lado al ver que me hablaba, para este punto al que estrangulaba con mi látigo yacía desmayado en el suelo, por lo que dejé de forcejear y buscaba fugazmente otro objetivo que estuviese arremetiendo contra alguno de nosotros. Aquello era un caos y una gran cantidad de sujetos que no tenía ni la menor idea de dónde habían salido tantos. Escuchaba las palabras de Corlys. - Concuerdo contigo, creo que algo o alguien nos ha hecho intercambiar nuestros poderes. - Respondí en la medida que desde mi posición azotaba las muñecas de varios a fin de desarmarlos para facilidad de los demás.
Acá las cosas se pusieron raras cuando de pronto comenzaron a llover gomejos, lo primero que pensé fue en mi pequeño Bomull, pero no, estaba segura que él se encontraba a salvo y esperaba que bien oculto en la habitación a la ahora que caía en cuenta debía llegar cuanto antes para sacar a mi bebé - y mis cosas- de allí, después de semejante alboroto dudaba que el dueño me dejara quedarme.
- Lo que faltaba, guardias... - me estremecí ante la voz del tabernero. - Ya valió... mier... - No dejaba de quejarme en voz alta. Por suerte la distracción de los gomejos era suficiente para dejar a más de uno confundido y sobre todo vulnerables.
La situación estaba pasando a mayores, mi intención era sólo dejar inconsciente a todos ellos, pues después de semejantes sucesos en el festival, me parecía que más muertes eran innecesarias.
- Yo voto por largarnos de aquí. Esto se está saliendo de control. - Expresé en voz alta. Eberus de pronto se había puesto a pasear a un sujeto que no dejaba de sangrar y francamente la venida de los guardias no me causaba emoción. - ¡Corlys! ¡Ven conmigo. Tengo que buscar a mi bebé antes de que lleguen los guardias. - Hice ademán para tomarlo de la muñeca y me acompañara, a fin de abrir juntos el camino hacia las escaleras, buscar a mi pequeño bomull pues si llegaban más problemas ya quería estar preparada para una retirada estratégica.
Corlys estaba con nosotros, le sonreí de medio lado al ver que me hablaba, para este punto al que estrangulaba con mi látigo yacía desmayado en el suelo, por lo que dejé de forcejear y buscaba fugazmente otro objetivo que estuviese arremetiendo contra alguno de nosotros. Aquello era un caos y una gran cantidad de sujetos que no tenía ni la menor idea de dónde habían salido tantos. Escuchaba las palabras de Corlys. - Concuerdo contigo, creo que algo o alguien nos ha hecho intercambiar nuestros poderes. - Respondí en la medida que desde mi posición azotaba las muñecas de varios a fin de desarmarlos para facilidad de los demás.
Acá las cosas se pusieron raras cuando de pronto comenzaron a llover gomejos, lo primero que pensé fue en mi pequeño Bomull, pero no, estaba segura que él se encontraba a salvo y esperaba que bien oculto en la habitación a la ahora que caía en cuenta debía llegar cuanto antes para sacar a mi bebé - y mis cosas- de allí, después de semejante alboroto dudaba que el dueño me dejara quedarme.
- Lo que faltaba, guardias... - me estremecí ante la voz del tabernero. - Ya valió... mier... - No dejaba de quejarme en voz alta. Por suerte la distracción de los gomejos era suficiente para dejar a más de uno confundido y sobre todo vulnerables.
La situación estaba pasando a mayores, mi intención era sólo dejar inconsciente a todos ellos, pues después de semejantes sucesos en el festival, me parecía que más muertes eran innecesarias.
- Yo voto por largarnos de aquí. Esto se está saliendo de control. - Expresé en voz alta. Eberus de pronto se había puesto a pasear a un sujeto que no dejaba de sangrar y francamente la venida de los guardias no me causaba emoción. - ¡Corlys! ¡Ven conmigo. Tengo que buscar a mi bebé antes de que lleguen los guardias. - Hice ademán para tomarlo de la muñeca y me acompañara, a fin de abrir juntos el camino hacia las escaleras, buscar a mi pequeño bomull pues si llegaban más problemas ya quería estar preparada para una retirada estratégica.
- Off:
- Ficha técnica para mí (?) (Me da weba estar yendo a la ficha de Zelas a cada rato :v)
Talento actual:
- Impulso Divino Puede potenciar su cuerpo y sus armas con el poder de la luz/éter.)
Habilidad de nivel 0: Retorno:(Impulso) [Pasiva] Al principio de una pelea recubre el pomo de sus armas con éter, permitiéndole con un leve gesto de manos hacer que las armas vuelvan a el en cualquier momento de la pelea, (no puede alterar el curso de estas una vez las lanza, solo puede hacer que vuelvan hacia el.)
- Inventario:
- Collar de Zafiro [Encantamiento Pudor] - Cuello
- Pieza Metálica - Pecho lado izquierdo.
- Armadura Ligera Normal
- Bolso de Viajero:Contiene un saco de dormir, 4 metros de cuerda, provisiones, pedernal con yesca, cantimplora y 2 antorchas.
- Kit de Arcanos Inferior. - Dentro de Bolso de Viajero.
- Arma Flexible Superior (Látigo) - Cuelga del lado izquierdo de mi cintura.
- Kit de Curtiduría Inferior - Bolso
- Bomull (Cría de Gomejo)
Meraxes
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 459
Nivel de PJ : : 4
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Corlys había arrojado un poco de luz ante la situación, al parecer yo tenia los poderes del tipo con alitas, y alguien tenia los poderes del vampiro, cosa que se complicaría en cualquier momento según las palabras del mismo Corlys, los demás, ya tenían sus manos llenas, por lo mismo, Zelas decidió ir a buscar su espada antes de salir corriendo de allí, Mera y Corlys parecia que harian lo mismo, sin embargo, los guardias parecían haber llegado ya.
-A ver, a ver, ¿Qué esta pasando acá?, no se puede pelear acá, me van a tener que acompañar-
-Oh que bueno que ya llegaron, todo ha sido culpa de ese tipo, el de las alas, el apareció y todo se volvió caos-
-¿Como así?-
-solo míreme, soy muy guapo para andar participando en este tipo de cosas-
-supongo que tiene razón bueno siga-
Y así el rubio subió rápidamente por las escaleras, entro a su habitación de golpe y tomo su espada la cual guardo de inmediato en el orbe, volvió inmediatamente al salón de la taberna cuando mas guardias entraban y repartían golpes a todo lo que se movía en el lugar, entonces en otro despliegue de magia, un fauno aparecería en el lugar captando la atención de todos.
¡Oh! ¡Hola! ¿Nos conocemos? Juraría que sí. ¡Si! Esas caras son familiares, vosotros, sí, sí, probasteis mi té. Fue grata compañía, gracias, gracias. Lo que es el destino, los lazos siempre nos acaban uniendo, ¿no creéis? Es gracioso, yo pensaba en vosotros y aquí os encuentro, aunque hay otros quienes os piensan también. ¡Qué mundo más pañuelístico! Curiosamente tengo aquí...
Popi, un fauno al que había visitado hace unos días, aparecía para darle un vial con un extraño liquido para acto seguido repartir regalos a unas cuantas personas mas antes de desaparecer del mismo modo que llego.
-A ver, a ver, ¿Qué esta pasando acá?, no se pueden recibir regalos acá, me van a tener que acompañar-
-Todos sálvense quien pueda!!-
Tanto borrachos como no borrachos, todos comenzaron a correr de los guardias generando mas caos y confusión en el lugar.
-A ver, a ver, ¿Qué esta pasando acá?, no se puede pelear acá, me van a tener que acompañar-
- el guardia:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-Oh que bueno que ya llegaron, todo ha sido culpa de ese tipo, el de las alas, el apareció y todo se volvió caos-
-¿Como así?-
-solo míreme, soy muy guapo para andar participando en este tipo de cosas-
-supongo que tiene razón bueno siga-
Y así el rubio subió rápidamente por las escaleras, entro a su habitación de golpe y tomo su espada la cual guardo de inmediato en el orbe, volvió inmediatamente al salón de la taberna cuando mas guardias entraban y repartían golpes a todo lo que se movía en el lugar, entonces en otro despliegue de magia, un fauno aparecería en el lugar captando la atención de todos.
¡Oh! ¡Hola! ¿Nos conocemos? Juraría que sí. ¡Si! Esas caras son familiares, vosotros, sí, sí, probasteis mi té. Fue grata compañía, gracias, gracias. Lo que es el destino, los lazos siempre nos acaban uniendo, ¿no creéis? Es gracioso, yo pensaba en vosotros y aquí os encuentro, aunque hay otros quienes os piensan también. ¡Qué mundo más pañuelístico! Curiosamente tengo aquí...
Popi, un fauno al que había visitado hace unos días, aparecía para darle un vial con un extraño liquido para acto seguido repartir regalos a unas cuantas personas mas antes de desaparecer del mismo modo que llego.
-A ver, a ver, ¿Qué esta pasando acá?, no se pueden recibir regalos acá, me van a tener que acompañar-
-Todos sálvense quien pueda!!-
Tanto borrachos como no borrachos, todos comenzaron a correr de los guardias generando mas caos y confusión en el lugar.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 776
Nivel de PJ : : 6
Re: Resaca [Noche - Libre 6/6 - Cerrado]
Su visión, nublada por unos vapores que sólo él veía, se vio, de repente, interrumpida por un objeto que alguien le ofrecía. Apartó las manos de la cabeza y aceptó el presente como si le hubiera pertenecido por derecho. Sin embargo allí no se detuvo la cosa. Su delirio hizo que sus ojos se alzaran aún más y observaran aquella figura que estaba ante él. El corto espacio que les separaba, era bruma para Sango, era algo completamente incomprensible, ¿qué le había pasado a su visión? Pero no. No todo era bruma, aún quedaba el brillo. Se levantó y sin previo aviso sujetó por el cuello de la ropa a la persona que le tendió el objeto hacía tan solo unos instantes.
- Lamentarás el día en el que iniciaste esta pelea, tú y toda esta panda de paletos.
Ben armó el brazo hacia atrás y cuando iba a descargar el golpe, una fuerza detuvo su brazo. Giró la cabeza y escuchó el eco de una voz conocida. Era el tipo alado que entró en la taberna hacía tan solo unos instantes. De entre la bruma, Ben pudo distinguir una forma, algo más grande de lo que él recordaba.
Su izquierda soltó su presa y lanzó un golpe hacia la figura que le mantenía el brazo derecho sujeto. Erró el golpe, que se estampó contra la pared más cercana. La voz del alado le llegaba como un eco porque todo lo que era capaz de escuchar era el bombear de su corazón y el fluir de su propia sangre por su cuerpo.
Tiró del brazo derecho hacia sí, arrastrando al ser alado al que golpeó con un cabezazo que impactó contra su hombro izquierdo. Ben, se liberó pero el impacto le había echo trastabillar pero consiguió mantenerse en pie. Entonces, cuando iba a embestir para enzarzarse en una pelea con el alado, vio la fuente de luz dar vueltas por la taberna. Sus pulsaciones se relajaron y su vista no podía apartarse del espectáculo que eran las gotas de sangre volar por la taberna. Ben las veía como los fugaces brillos de la noche de los meses estivales, aquellos brillos que, decían, eran como estrellas precipitándose a la tierra. El brillo le cautivó y avanzó lentamente hacia él, apartando de un empujón al alado que trataba de impedirle que avanzara.
Los brillos dejaron de girar y ahora permanecían estáticos frente a él, a escasos cuatro pasos. Un parpadeo y la bruma se desvaneció el tiempo justo para ver que Eberus tenía sujeto de la ropa a la persona de la que emanaba toda esa sangre. Al siguiente parpadeo la bruma y el brillo volvió. Notaba cambios en su percepción. No sabía si era la evolución natural de aquella maldición o es que alguien se estaba tomando demasiadas molestias en jugar con él. En cualquier caso, su avance no se detuvo.
- Mi buen amigo Eb- arrebató la tipo de las manos de Eb y sin previo aviso lo lanzó contra la pared más cercana-. Los regalos como este no se pueden agradecer en una vida- observó como el cuerpo caía al suelo y se giró brevemente para mirar al brujo-. ¿Te ha preguntado alguna vez por qué la sangre de unos brilla con tonos azulados y la de otros con tonos algo más cálidos? Yo, por alguna extraña razón, siento el deseo de saber por qué- giró nuevamente su cabeza hacia su presa.
Se abalanzó sobre ella y arrimó la cara todo lo que pudo a la fuente de la que provenía la sangre. Podía olerla, y estaba seguro de que allí había cientos de matices pero era incapaz de absorber todo aquello, procesarlo y darle una explicación lógica. En su retorcida mente maldita, un pensamiento se sobrepuso al resto: "quizás habría que ver qué es lo que hay dentro, quizás probar una gota de su sangre podría ayudar". Sus ojos se iluminaron y la expresión que se dibujó en su rostro debió horrorizar sobremanera a su sujeto de pruebas. Ignoraba sus forcejeos, su voluntad por querer escapar de él. Lo ignoraba porque él estaba convencido de su misión. Ben sonrió.
- Sí - habló consigo mismo sin quitarse aquella sonrisa de la cara-, lo mejor será ver de dónde viene todo esto.
Golpeó el suelo con la cabeza del sujeto hasta que la resistencia se vio reducida a una pequeña fracción de lo que había sido en origen. Y entonces, procedió a abrir al sujeto. Metió los dedos índice y anular, de ambas manos, en la boca del sujeto y tiró hacia ambos lados con gran fuerza. De sus entrañas surgió un alarido que en una situación normal, le hubiera helado la sangre, pero en su cabeza, Sango había quedado reducido a un simple recuerdo de un tiempo pasado. De un tiempo de oscuridad que había ensombrecido aquel oscuro y secreto poder que ahora albergaba. No. El grito lo espoleaba a tirar con más fuerza. Veía las encías, veía cómo los vasos sanguíneos de la boca iban explotando para regocijo de su brumosa visión y los espectaculares brillos azulados que era capaz de ver en la sangre de aquel tipo. Sí. La sangre se acumulaba al fondo de la boca de aquel tipo. Los esputos, como chispas al martillear el hierro al rojo le tenían fascinado.
Y entonces la presión se aflojó. El tipo pudo girar la cabeza y escupir a un lado mientras Ben caía hacia un lado. Una bruma cada vez más oscura y un zumbido muy agudo era todo lo que podía ver y escuchar. Al fondo un ritmo apagado y que tomaba protagonismo. Giró en el suelo para quedar boca arriba. En sus parpadeos se intercalaban brumas de distintas tonalidades de grises e imágenes reales.
- Ya está bien, esta locura debe parar.
El alado. Un enviado de los Dioses. Una señal. Sonrió. Pero esta vez notó que no había oscuridad en su rostro.
- Sí, Corlys sabe qué banquetas son las mejores para dejar noqueados a tipos como tú- el alado se arrodilló junto a él. Ben giró la cabeza y trató de incorporarse-. Las cosas se van a poner más feas, vienen los guardias, deberías hacer caso a tu compañera y marcharte de aquí.
Sango no comprendió, ¿qué problema habría?
- Yo soy Guardia. Bueno, lo fui, no habrá problemas. Además, empezaron ellos y...- los brillos y la curiosidad volvieron a él y no fue capaz de articular palabra alguna. Miró de reojo al alado y sintió que su ser se desvanecía.
- No es esa Guardia, me temo. Y por lo que veo- se incorporó con una agilidad sobrenatural-, es lo mejor que puedes hacer ahora. Si algo queda de ti, seas quien seas, aférrate a ello. Considera esto un consejo de un amigo.
La ira dominó a Sango por completo. ¿Quién era aquel tipo? ¿Cómo era capaz de atreverse a darle consejos? ¿Por qué le había detenido en mitad de algo maravilloso? No.
- Sí... A lo que me aferraré es a tu cuello. Lo apretaré con todas mis fuerzas y-
Vio a Meraxes gritar órdenes a unos y a otros. Los borrachos parecían cada vez más agotados pero no desmotivados. Las mariposas explosivas habían causado gran revuelo y ajusticiar a los presuntos responsables era combustible suficiente para hacerlos llegar hasta el final. Pero ella, en toda su grandeza se zafaba de unos y de otros, manejaba a sus compañeros y amigos e ignoraba amenazas vacuas. Que mujer, pensó.
La recuperación de Sango resultó increíblemente la rápida con lo que pudo levantarse poco después de que el alado se alejara y él le lanzara aquella amenaza. Ah, mi cabeza es un campo de batalla de una guerra en la que espadas y escudos nada pueden hacer. Solo voluntad, la de prevalecer sobre esta maldición que me domina. Suspiró y clavó su mirada en Gaegel mientras cerraba los puños. Que no sea él el objeto de tu ira. Sonrió y avanzó lentamente hacia él, ignorando a todos y cada uno de los que se querían interponer ante él. Pero pudo gritar, desde el fondo de su verdadero ser, una última súplica.
- Decidme que los Dioses aún velan por nosotros. Decidme que los Dioses no nos han abandonado, aquí, en el norte, tan cerca del origen del mal. Gritad el nombre de Dios Padre, ayudadme a librarme de la locura que me atormenta.
Los guardias hicieron, entonces, su aparición. Sin embargo, él ya tenía su objetivo decidido. Sacudió la cabeza y se pasó las manos por el pelo, tirando de él. No pudo aguantar mucho más. Perdía la guerra. Y antes de que su rostro cambiara, su corazón se ensombreció al pensar en sus palabras: no había sentido nada al pronunciarlas. Y con ese pensamiento, la bruma regresó y Gaegel, al que se había estado acercando poco, vio que brillaba con tonos violáceos. Sí, sin duda aquel era un sujeto mucho mejor.
- Lamentarás el día en el que iniciaste esta pelea, tú y toda esta panda de paletos.
Ben armó el brazo hacia atrás y cuando iba a descargar el golpe, una fuerza detuvo su brazo. Giró la cabeza y escuchó el eco de una voz conocida. Era el tipo alado que entró en la taberna hacía tan solo unos instantes. De entre la bruma, Ben pudo distinguir una forma, algo más grande de lo que él recordaba.
Su izquierda soltó su presa y lanzó un golpe hacia la figura que le mantenía el brazo derecho sujeto. Erró el golpe, que se estampó contra la pared más cercana. La voz del alado le llegaba como un eco porque todo lo que era capaz de escuchar era el bombear de su corazón y el fluir de su propia sangre por su cuerpo.
Tiró del brazo derecho hacia sí, arrastrando al ser alado al que golpeó con un cabezazo que impactó contra su hombro izquierdo. Ben, se liberó pero el impacto le había echo trastabillar pero consiguió mantenerse en pie. Entonces, cuando iba a embestir para enzarzarse en una pelea con el alado, vio la fuente de luz dar vueltas por la taberna. Sus pulsaciones se relajaron y su vista no podía apartarse del espectáculo que eran las gotas de sangre volar por la taberna. Ben las veía como los fugaces brillos de la noche de los meses estivales, aquellos brillos que, decían, eran como estrellas precipitándose a la tierra. El brillo le cautivó y avanzó lentamente hacia él, apartando de un empujón al alado que trataba de impedirle que avanzara.
Los brillos dejaron de girar y ahora permanecían estáticos frente a él, a escasos cuatro pasos. Un parpadeo y la bruma se desvaneció el tiempo justo para ver que Eberus tenía sujeto de la ropa a la persona de la que emanaba toda esa sangre. Al siguiente parpadeo la bruma y el brillo volvió. Notaba cambios en su percepción. No sabía si era la evolución natural de aquella maldición o es que alguien se estaba tomando demasiadas molestias en jugar con él. En cualquier caso, su avance no se detuvo.
- Mi buen amigo Eb- arrebató la tipo de las manos de Eb y sin previo aviso lo lanzó contra la pared más cercana-. Los regalos como este no se pueden agradecer en una vida- observó como el cuerpo caía al suelo y se giró brevemente para mirar al brujo-. ¿Te ha preguntado alguna vez por qué la sangre de unos brilla con tonos azulados y la de otros con tonos algo más cálidos? Yo, por alguna extraña razón, siento el deseo de saber por qué- giró nuevamente su cabeza hacia su presa.
Se abalanzó sobre ella y arrimó la cara todo lo que pudo a la fuente de la que provenía la sangre. Podía olerla, y estaba seguro de que allí había cientos de matices pero era incapaz de absorber todo aquello, procesarlo y darle una explicación lógica. En su retorcida mente maldita, un pensamiento se sobrepuso al resto: "quizás habría que ver qué es lo que hay dentro, quizás probar una gota de su sangre podría ayudar". Sus ojos se iluminaron y la expresión que se dibujó en su rostro debió horrorizar sobremanera a su sujeto de pruebas. Ignoraba sus forcejeos, su voluntad por querer escapar de él. Lo ignoraba porque él estaba convencido de su misión. Ben sonrió.
- Sí - habló consigo mismo sin quitarse aquella sonrisa de la cara-, lo mejor será ver de dónde viene todo esto.
Golpeó el suelo con la cabeza del sujeto hasta que la resistencia se vio reducida a una pequeña fracción de lo que había sido en origen. Y entonces, procedió a abrir al sujeto. Metió los dedos índice y anular, de ambas manos, en la boca del sujeto y tiró hacia ambos lados con gran fuerza. De sus entrañas surgió un alarido que en una situación normal, le hubiera helado la sangre, pero en su cabeza, Sango había quedado reducido a un simple recuerdo de un tiempo pasado. De un tiempo de oscuridad que había ensombrecido aquel oscuro y secreto poder que ahora albergaba. No. El grito lo espoleaba a tirar con más fuerza. Veía las encías, veía cómo los vasos sanguíneos de la boca iban explotando para regocijo de su brumosa visión y los espectaculares brillos azulados que era capaz de ver en la sangre de aquel tipo. Sí. La sangre se acumulaba al fondo de la boca de aquel tipo. Los esputos, como chispas al martillear el hierro al rojo le tenían fascinado.
Y entonces la presión se aflojó. El tipo pudo girar la cabeza y escupir a un lado mientras Ben caía hacia un lado. Una bruma cada vez más oscura y un zumbido muy agudo era todo lo que podía ver y escuchar. Al fondo un ritmo apagado y que tomaba protagonismo. Giró en el suelo para quedar boca arriba. En sus parpadeos se intercalaban brumas de distintas tonalidades de grises e imágenes reales.
- Ya está bien, esta locura debe parar.
El alado. Un enviado de los Dioses. Una señal. Sonrió. Pero esta vez notó que no había oscuridad en su rostro.
- Sí, Corlys sabe qué banquetas son las mejores para dejar noqueados a tipos como tú- el alado se arrodilló junto a él. Ben giró la cabeza y trató de incorporarse-. Las cosas se van a poner más feas, vienen los guardias, deberías hacer caso a tu compañera y marcharte de aquí.
Sango no comprendió, ¿qué problema habría?
- Yo soy Guardia. Bueno, lo fui, no habrá problemas. Además, empezaron ellos y...- los brillos y la curiosidad volvieron a él y no fue capaz de articular palabra alguna. Miró de reojo al alado y sintió que su ser se desvanecía.
- No es esa Guardia, me temo. Y por lo que veo- se incorporó con una agilidad sobrenatural-, es lo mejor que puedes hacer ahora. Si algo queda de ti, seas quien seas, aférrate a ello. Considera esto un consejo de un amigo.
La ira dominó a Sango por completo. ¿Quién era aquel tipo? ¿Cómo era capaz de atreverse a darle consejos? ¿Por qué le había detenido en mitad de algo maravilloso? No.
- Sí... A lo que me aferraré es a tu cuello. Lo apretaré con todas mis fuerzas y-
Vio a Meraxes gritar órdenes a unos y a otros. Los borrachos parecían cada vez más agotados pero no desmotivados. Las mariposas explosivas habían causado gran revuelo y ajusticiar a los presuntos responsables era combustible suficiente para hacerlos llegar hasta el final. Pero ella, en toda su grandeza se zafaba de unos y de otros, manejaba a sus compañeros y amigos e ignoraba amenazas vacuas. Que mujer, pensó.
La recuperación de Sango resultó increíblemente la rápida con lo que pudo levantarse poco después de que el alado se alejara y él le lanzara aquella amenaza. Ah, mi cabeza es un campo de batalla de una guerra en la que espadas y escudos nada pueden hacer. Solo voluntad, la de prevalecer sobre esta maldición que me domina. Suspiró y clavó su mirada en Gaegel mientras cerraba los puños. Que no sea él el objeto de tu ira. Sonrió y avanzó lentamente hacia él, ignorando a todos y cada uno de los que se querían interponer ante él. Pero pudo gritar, desde el fondo de su verdadero ser, una última súplica.
- Decidme que los Dioses aún velan por nosotros. Decidme que los Dioses no nos han abandonado, aquí, en el norte, tan cerca del origen del mal. Gritad el nombre de Dios Padre, ayudadme a librarme de la locura que me atormenta.
Los guardias hicieron, entonces, su aparición. Sin embargo, él ya tenía su objetivo decidido. Sacudió la cabeza y se pasó las manos por el pelo, tirando de él. No pudo aguantar mucho más. Perdía la guerra. Y antes de que su rostro cambiara, su corazón se ensombreció al pensar en sus palabras: no había sentido nada al pronunciarlas. Y con ese pensamiento, la bruma regresó y Gaegel, al que se había estado acercando poco, vio que brillaba con tonos violáceos. Sí, sin duda aquel era un sujeto mucho mejor.
La locura de Sango. El poder de la sangre domina a Ben hasta el punto de atacar en primera instancia a Popi y luego a Oberón, sin éxito en ambos casos. Ben acepta el "regalo" de Eberus y le tortura de una manera horrible hasta que Oberón actúa para salvar a ambos. Ben recupera, temporalmente, la cordura para evaluar la situación a su alrededor. Finalmente, después de convertir en a Gaegel en objetivo de Sango, este lanza una súplica para que alguien haga que recupere la fe y eliminar la oscuridad que amenaza con dominarle.
Sango
Héroe de Aerandir
Héroe de Aerandir
Cantidad de envíos : : 567
Nivel de PJ : : 5
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Temas similares
» La noche de los tristes fuegos [LIBRE][NOCHE][CERRADO]
» Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
» Noche En El Cementerio [Noche] [Libre] [Cerrado]
» La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
» Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
» Una Noche En Vigilia [Libre] [Noche] [4/4] [CERRADO]
» Noche En El Cementerio [Noche] [Libre] [Cerrado]
» La cacería [Libre] [Noche] [Cerrado]
» Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Página 2 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 18:40 por Lukas
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Hoy a las 18:15 por Eberus
» Derecho Aerandiano [Libre]
Hoy a las 02:17 por Tyr
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Hoy a las 01:19 por Tyr
» 89. Una compañía hacia el caos [Privado]
Ayer a las 20:51 por Aylizz Wendell
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Ayer a las 18:38 por Merié Stiffen
» Clementina Chonkffuz [SOLITARIO]
Ayer a las 16:48 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 13:24 por Tyr
» [Zona de Culto]Santuario del dragón de Mjulnr
Mar Nov 05 2024, 21:21 por Tyr
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Mar Nov 05 2024, 17:01 por Seraphine Valaryon
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Mar Nov 05 2024, 14:32 por Tyr
» [Zona de Culto] Oráculo de Fenrir
Mar Nov 05 2024, 03:02 por Tyr
» Solas, corazón del pueblo [Evento Sacrestic] [Noche] [Libre]
Dom Nov 03 2024, 17:02 por Zagreus
» Ecos De Guerra [Evento Sacrestic] [Noche]
Sáb Nov 02 2024, 23:21 por Sein Isånd
» De héroes olvidados y Rubíes Azules [Interpretativo] [Libre] [4/4] [Noche]
Miér Oct 30 2024, 21:54 por Eltrant Tale