Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
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Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
El sol se comenzaba a poner y bajo aquellos arboles una oscuridad comenzaba a esparcirse en cada rincón, una noche mas se aproximaba ¿que misterios tendría preparado el destino esa noche?, si bien había oído cosas del bosque del lado este del tymer, algunas criaturas solían aparecer y acabar con la vida de seres que sin conocimiento se habían adentrado para explorar, por suerte Gendry sabia a que se exponía al caminar por ahí y su espada siempre se encontraba preparada para cualquier enfrentamiento.
Se detuvo un instante y levanto la mirada al cielo y entre las ramas de los arboles divisaba el color del cielo que comenzaba cada vez mas a tornarse en un azul oscuro, aquel astro solar poco a poco se iba ocultando y algunos sonidos comenzaban ha hacer acto de presencia, aullidos de lobos, algunas aves y gruñidos comenzaban ha anunciar que la noche seria para ellos, - ahí va el ultimo rayo de luz solar.- dijo en tono bajo al percatarse que ya en su totalidad el cielo lucia oscuro, un viento corrió del norte, las ramas de aquellos arboles comenzaron a sacudirse y aves salieron volando con eso, en el cielo las nubes abrían paso al astro nocturno que con una luz blanca anunciaba que ya era de noche, lobos se escucharon aullar por un momento al estar la luna en su totalidad descubierta - Sin duda la fiesta de esas bestias, va ha comenzar.- pensó y no pudo evitar sonreír.
Fijo su mirada hacia el frente y continuo su caminar, tal vez hubiera encendido alguna rama para alumbrar su caminar, pero sabia que ese fuego lo único que haría seria atraer a las bestias a él, o revelar su ubicación, por lo que decidió solamente caminar alumbrándose con aquella tenue luz de la luna, hasta llegar a un lugar que parecía un centro, el suelo parecía firme y un árbol con un tronco ancho fueron una tentación para él, su cuerpo pedía un poco de descanso solamente, había comenzado el día cruzando el Tymer y el resto del día caminando y cazando su alimento, cediendo ante su cuerpo se recargo en aquel árbol y poco a poco deslizando sus pies en el suelo iba descendiendo hasta quedar sentado, acaricio un instante el mango de su espada, y recargando la nuca en el árbol dejaba relajar su cuerpo, cerro los ojos un instante y al abrirlos a una distancia un poco alejada miro un par de ojos amarillos y los blancos colmillos de algo que parecía un lobo.
Recargado aun en el árbol se iba colocado de píe sin perder de vista aquella bestia que poco a poco salia de la oscuridad acercándose a él con un aspecto peligroso, su pelaje era negro en totalidad y caminaba en cuatro patas, - Es un poco grande para ser un lobo.- pensó al verlo cuando la luna permitía que se viera mejor, ¿que era esa criatura?, ¿algún licantropo? no se puso a pensar mas eso al ver que la criatura comenzaba a correr hacia él gruñendo, en una forma rápida desenvaino la espada y levantando el brazo con la espada freno a la criatura que se había lanzado con dirección a su cuello, en una forma rápida movió su brazo hacia atrás y el filo de la espada recorrió el cuello de la criatura, un sonido en forma de queja emitió y tras eso la sangre comenzaba a brotar de su cuello, mientras caía al suelo.
- Parece que no es un lugar para dormir este lugar.- dijo al ver su brazo y su espada cubiertas de sangre de aquella criatura, levanto la mirada y mirando entre ramas vio algunos cuervos mientras buscaba la luna. - sera una larga noche.- dijo y con la espada en mano continuo caminando entre los arboles...
Se detuvo un instante y levanto la mirada al cielo y entre las ramas de los arboles divisaba el color del cielo que comenzaba cada vez mas a tornarse en un azul oscuro, aquel astro solar poco a poco se iba ocultando y algunos sonidos comenzaban ha hacer acto de presencia, aullidos de lobos, algunas aves y gruñidos comenzaban ha anunciar que la noche seria para ellos, - ahí va el ultimo rayo de luz solar.- dijo en tono bajo al percatarse que ya en su totalidad el cielo lucia oscuro, un viento corrió del norte, las ramas de aquellos arboles comenzaron a sacudirse y aves salieron volando con eso, en el cielo las nubes abrían paso al astro nocturno que con una luz blanca anunciaba que ya era de noche, lobos se escucharon aullar por un momento al estar la luna en su totalidad descubierta - Sin duda la fiesta de esas bestias, va ha comenzar.- pensó y no pudo evitar sonreír.
Fijo su mirada hacia el frente y continuo su caminar, tal vez hubiera encendido alguna rama para alumbrar su caminar, pero sabia que ese fuego lo único que haría seria atraer a las bestias a él, o revelar su ubicación, por lo que decidió solamente caminar alumbrándose con aquella tenue luz de la luna, hasta llegar a un lugar que parecía un centro, el suelo parecía firme y un árbol con un tronco ancho fueron una tentación para él, su cuerpo pedía un poco de descanso solamente, había comenzado el día cruzando el Tymer y el resto del día caminando y cazando su alimento, cediendo ante su cuerpo se recargo en aquel árbol y poco a poco deslizando sus pies en el suelo iba descendiendo hasta quedar sentado, acaricio un instante el mango de su espada, y recargando la nuca en el árbol dejaba relajar su cuerpo, cerro los ojos un instante y al abrirlos a una distancia un poco alejada miro un par de ojos amarillos y los blancos colmillos de algo que parecía un lobo.
Recargado aun en el árbol se iba colocado de píe sin perder de vista aquella bestia que poco a poco salia de la oscuridad acercándose a él con un aspecto peligroso, su pelaje era negro en totalidad y caminaba en cuatro patas, - Es un poco grande para ser un lobo.- pensó al verlo cuando la luna permitía que se viera mejor, ¿que era esa criatura?, ¿algún licantropo? no se puso a pensar mas eso al ver que la criatura comenzaba a correr hacia él gruñendo, en una forma rápida desenvaino la espada y levantando el brazo con la espada freno a la criatura que se había lanzado con dirección a su cuello, en una forma rápida movió su brazo hacia atrás y el filo de la espada recorrió el cuello de la criatura, un sonido en forma de queja emitió y tras eso la sangre comenzaba a brotar de su cuello, mientras caía al suelo.
- Parece que no es un lugar para dormir este lugar.- dijo al ver su brazo y su espada cubiertas de sangre de aquella criatura, levanto la mirada y mirando entre ramas vio algunos cuervos mientras buscaba la luna. - sera una larga noche.- dijo y con la espada en mano continuo caminando entre los arboles...
Última edición por Gendry el Jue Oct 23 2014, 08:12, editado 1 vez
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Off: Para mi pj esto es un “flashback” Después de “hora de regresar” y antes de “luna de plata”
Mi vida habia sido un caos incluso antes de mi nacimiento. Bueno, quizás exagero… pero al menos si lo había sido desde que tengo uso de razón. Habria sido mejor crecer siendo una ignorante, pensando que más allá de aquellas tierras no existía nada… o que todo seria de igual modo allá donde fuera, que todas las niñas eran adiestradas para convertirse en asesinas. Pero desde pequeña alguien me visitarme una vez al mes, me contándome historias de más allá del Este. Me hablaba de la ciudad… y mis ganas de conocer mundo aumentaban en sobremanera. Pero aquel tiempo pasó y, en la actualidad, me hallaba entre la nostalgia de antaño y la indecisión por el futuro.
Aún y con las ganas de salir de aquellas tierras, de alejarme de mi rutina, de mi padre, de mi hogar… hogar, no creo que sea la palabra más indicada para referirme a la cabaña donde me he criado. Continuaba atrapada en aquel lugar, como si de una prisión de cristal se tratase…
La luna se alzaba sobre mi cabeza mientras caminaba entre la espesura del bosque pensando, una vez más, en abandonar aquel lugar. Cuatro años desde que Adam había dejado de pisar tierras de licántropos y, aproximadamente, un año desde el último encuentro con Torcann. Fruncí el labio y pateé una piedra. ¿Por qué siempre terminaba con aquellos dos bastardos metidos en mis pensamientos? Porque soy tan tonta que, después de todo, siguen siendo las personas más importantes de mi vida… aun por encima de mi padre.
Un cambio de aire me advirtió de una nueva presencia y un rastro de… ¿Sangre? Sin duda, mi tranquilidad había llegado a su fin. Aunque en parte lo agradecía, no quería volver a terminar con aquel par de idiotas ocupando mis pensamientos… me irritaba ser así, odiaba que tener su recuerdo a diario y, lo que es peor, odiaba echarles de meno. En fin, después de todo, la idiota era yo… la vida seguía su curso y en vez de mirar hacia delante continuaba echando vistazos hacia el pasado.
El humano, parecía caminar en mi dirección. Trepé un árbol y, sin moverme, esperé sobre una robusta rama hasta que el individuo pasó por allí. Me fue inevitable sonreír cuando su sombra comenzó a dibujarse entre los árboles… poco me importaba que fuese un asesino o un inocente corderito, había decidido divertirme un rato a su costa. Y así lo hice, saqué unas semillas que llevaba en mi bolso y, cuando se hubo acercado lo suficiente, dejé caer una sobre él y luego otra…
Después del segundo “proyectil”, aprovechando la oscuridad de la noche y que los humanos no tienen sus sentidos tan desarrollados como nosotros, cambié de rama con rapidez dispuesta a seguir lanzándole aquellas semillas aprovechándome de su posible confusión. Por un momento, mi equilibrio vaciló y al moverme la rama crujió bajo mis pies.
Aún y con las ganas de salir de aquellas tierras, de alejarme de mi rutina, de mi padre, de mi hogar… hogar, no creo que sea la palabra más indicada para referirme a la cabaña donde me he criado. Continuaba atrapada en aquel lugar, como si de una prisión de cristal se tratase…
La luna se alzaba sobre mi cabeza mientras caminaba entre la espesura del bosque pensando, una vez más, en abandonar aquel lugar. Cuatro años desde que Adam había dejado de pisar tierras de licántropos y, aproximadamente, un año desde el último encuentro con Torcann. Fruncí el labio y pateé una piedra. ¿Por qué siempre terminaba con aquellos dos bastardos metidos en mis pensamientos? Porque soy tan tonta que, después de todo, siguen siendo las personas más importantes de mi vida… aun por encima de mi padre.
Un cambio de aire me advirtió de una nueva presencia y un rastro de… ¿Sangre? Sin duda, mi tranquilidad había llegado a su fin. Aunque en parte lo agradecía, no quería volver a terminar con aquel par de idiotas ocupando mis pensamientos… me irritaba ser así, odiaba que tener su recuerdo a diario y, lo que es peor, odiaba echarles de meno. En fin, después de todo, la idiota era yo… la vida seguía su curso y en vez de mirar hacia delante continuaba echando vistazos hacia el pasado.
El humano, parecía caminar en mi dirección. Trepé un árbol y, sin moverme, esperé sobre una robusta rama hasta que el individuo pasó por allí. Me fue inevitable sonreír cuando su sombra comenzó a dibujarse entre los árboles… poco me importaba que fuese un asesino o un inocente corderito, había decidido divertirme un rato a su costa. Y así lo hice, saqué unas semillas que llevaba en mi bolso y, cuando se hubo acercado lo suficiente, dejé caer una sobre él y luego otra…
Después del segundo “proyectil”, aprovechando la oscuridad de la noche y que los humanos no tienen sus sentidos tan desarrollados como nosotros, cambié de rama con rapidez dispuesta a seguir lanzándole aquellas semillas aprovechándome de su posible confusión. Por un momento, mi equilibrio vaciló y al moverme la rama crujió bajo mis pies.
Maldición, quizás, la situación no sería tan divertida como me la imaginé en un principio.
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
La oscuridad cubría el bosque, y aquella criatura que lo había atacado le había dado la lección de que tendría que estar completamente atento y despierto, un parpadear y podría terminar siendo cazado o como alimento de alguna criatura, con su espada al caminar se abría el paso de algunas ramas que estorbaran, con sus ojos y oído centrados en cualquier sonido sospechoso caminaba, mirando de lado a lado, y entre cada árbol daba pasos firmes.
En su mente visualizo aquella criatura, sin duda no seria la única, aquel dicho de donde hay uno hay varios en mayoría de veces aplicaba en los bosques, donde las criaturas o seres no eran únicos sino que de cada rincón podía salir alguno, y por salvar su vida tendría que darle muerte a la criatura.
Algo sintió en su hombro cual si o tocaran y girando el rostro y preparando la espada por si debía atacar miro a su alrededor, parecía estar solo, ¿producto de su imaginación? - ¿ahora siento cosas?.- pensó y se desconcertó un poco, miro sobre su hombro y cuando giraba su vista nuevamente hacia el frente se percato de que tenia algo, con su mano la tomo era una semilla, y cuando la veía tomándola con la mano volvió a sentir que algo lo tocaba, pero ahora en su cabeza, - producto del viento, seguramente que hace que caigan semillas de algunos nidos o escondites de ardillas.- dijo en tono bajo y esbozo una sonrisa.
Se relajo un poco confiando en que estaba todo tranquilo y no paso mucho tiempo y el sonido de una rama en movimiento se hizo presente, aquel sonido que desde arriba venia hizo que volviera a intranquilizarse un poco, de inmediato alzo la vista, y con ayuda de la luz de luna se percato de que algo o alguien estaba allá arriba observándolo, y seguramente era quien estaba arrojando aquellas semillas.
Peligroso o no peligroso, sabia que no podía huir o parecer débil, tarde o temprano terminaría localizándolo y hasta quizá atacándolo o matándolo. tenia que actuar ¿pero como?, no podía pelear con la espada en esa condición y aquello tenia la ventaja de estar sobre los arboles, miro prestando mas atención, parecía una silueta humana, ¿que hará o que pensaba hacer? era lo que se preguntaba, se podía mantener bien sobre aquel árbol sin caer y parecía ser ágil ya que no lo había podido notar antes, sin ver mas opción que hacer de su cinturón desenfundo su daga.
- ¿Quien eres, y que quieres?.- Exclamo hacia aquella silueta, - Sera mejor que respondas o esta daga terminara atravesando tu garganta.- Termino de decir un tanto amenazante, la oscuridad no le favorecía y en verdad no sabia si podría atinar a un objetivo a si en la noche, sin embargo algo tenia que hacer para conseguir respuestas o saber si estaba en peligro...
En su mente visualizo aquella criatura, sin duda no seria la única, aquel dicho de donde hay uno hay varios en mayoría de veces aplicaba en los bosques, donde las criaturas o seres no eran únicos sino que de cada rincón podía salir alguno, y por salvar su vida tendría que darle muerte a la criatura.
Algo sintió en su hombro cual si o tocaran y girando el rostro y preparando la espada por si debía atacar miro a su alrededor, parecía estar solo, ¿producto de su imaginación? - ¿ahora siento cosas?.- pensó y se desconcertó un poco, miro sobre su hombro y cuando giraba su vista nuevamente hacia el frente se percato de que tenia algo, con su mano la tomo era una semilla, y cuando la veía tomándola con la mano volvió a sentir que algo lo tocaba, pero ahora en su cabeza, - producto del viento, seguramente que hace que caigan semillas de algunos nidos o escondites de ardillas.- dijo en tono bajo y esbozo una sonrisa.
Se relajo un poco confiando en que estaba todo tranquilo y no paso mucho tiempo y el sonido de una rama en movimiento se hizo presente, aquel sonido que desde arriba venia hizo que volviera a intranquilizarse un poco, de inmediato alzo la vista, y con ayuda de la luz de luna se percato de que algo o alguien estaba allá arriba observándolo, y seguramente era quien estaba arrojando aquellas semillas.
Peligroso o no peligroso, sabia que no podía huir o parecer débil, tarde o temprano terminaría localizándolo y hasta quizá atacándolo o matándolo. tenia que actuar ¿pero como?, no podía pelear con la espada en esa condición y aquello tenia la ventaja de estar sobre los arboles, miro prestando mas atención, parecía una silueta humana, ¿que hará o que pensaba hacer? era lo que se preguntaba, se podía mantener bien sobre aquel árbol sin caer y parecía ser ágil ya que no lo había podido notar antes, sin ver mas opción que hacer de su cinturón desenfundo su daga.
- ¿Quien eres, y que quieres?.- Exclamo hacia aquella silueta, - Sera mejor que respondas o esta daga terminara atravesando tu garganta.- Termino de decir un tanto amenazante, la oscuridad no le favorecía y en verdad no sabia si podría atinar a un objetivo a si en la noche, sin embargo algo tenia que hacer para conseguir respuestas o saber si estaba en peligro...
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
- ¿Quién eres, y que quieres?- Reprimí una carcajada y le lancé otra semilla. Claro que habría sido muchísimo más divertido si el sonido de la rama no le hubiera alertado de mi posición… pero en fin ¿Qué más da? Si de igual modo el humano se encontraba en desventaja. ¡Oh! Y después, se atrevió a amenazarme. Con lo fácil que es seguir el camino e ignorar a aquellos que se divierten a tu costa y la gente normalmente opta por plantar cara. Solté una carcajada y lancé las últimas semillas que me quedaban sobre aquel iluso que acaba de amenazarme - ¿Serias capaz de degollar a una pobre e indefensa dama? – Pregunté con falsa inocencia y, evidentemente, jactandome de él. Lo cierto es que, el tacto, el respeto y la educación no son mi fuerte…
Lentamente, y sin dejar de tener contacto con el tronco de aquel árbol, me agaché para intentar ver mejor al muchacho del que hacia tan solo unos minutos había decidido reírme un rato. Pero en aquella ocasión, la rama no solo crujió bajo mis pies si no que se partió y de pronto me vi colgando de una rama cercana a la que me tuve que agarrar para no darme de bruces contra el suelo.
Y allí me encontraba yo - aquella que había sido criada para revivir a los garras rojas, la que había sido entrenada desde temprana edad… de la que se esperaba el resurgir de una nueva era para los garras y la completa aniquilación de lo poco que quedaba de los Umbra – Colgando de una rama cual mono saltarín. Miré a mi acompañante y sonreí ¿Avergonzarme por haber estado a punto de caer? Ni hablar.
Abrí mis manos para dejarme caer hasta al suelo, al fin y al cabo, tampoco es que me hubiera encontrado en las ramas más altas, no habia mas que un metro y medio entre mis pies y el suelo. Volví a sonreir al tiempo que echaba mi mano sobre mi cintura, o más bien, sobre aquello que colgaba de un compartimento de mi cinturón. Una de mis garras metálicas, probablemente el mejor regalo que me habían hecho en la vida. Pero no la desenfundé, simplemente apoyé mi mano sobre ella - ¿Qué te parece si olvidamos lo sucedido?- Ensanché mi sonrisa y extendí la mano que me quedaba libre hacia él- Sin rencores – añadí guiñándole un ojo.
Lentamente, y sin dejar de tener contacto con el tronco de aquel árbol, me agaché para intentar ver mejor al muchacho del que hacia tan solo unos minutos había decidido reírme un rato. Pero en aquella ocasión, la rama no solo crujió bajo mis pies si no que se partió y de pronto me vi colgando de una rama cercana a la que me tuve que agarrar para no darme de bruces contra el suelo.
Y allí me encontraba yo - aquella que había sido criada para revivir a los garras rojas, la que había sido entrenada desde temprana edad… de la que se esperaba el resurgir de una nueva era para los garras y la completa aniquilación de lo poco que quedaba de los Umbra – Colgando de una rama cual mono saltarín. Miré a mi acompañante y sonreí ¿Avergonzarme por haber estado a punto de caer? Ni hablar.
Abrí mis manos para dejarme caer hasta al suelo, al fin y al cabo, tampoco es que me hubiera encontrado en las ramas más altas, no habia mas que un metro y medio entre mis pies y el suelo. Volví a sonreir al tiempo que echaba mi mano sobre mi cintura, o más bien, sobre aquello que colgaba de un compartimento de mi cinturón. Una de mis garras metálicas, probablemente el mejor regalo que me habían hecho en la vida. Pero no la desenfundé, simplemente apoyé mi mano sobre ella - ¿Qué te parece si olvidamos lo sucedido?- Ensanché mi sonrisa y extendí la mano que me quedaba libre hacia él- Sin rencores – añadí guiñándole un ojo.
- Imagen de la garra:
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Parecía que quien estaba arriba del árbol no hablaba en su idioma, o no conocía el respeto, no tomaba a importancia las palabras de Gendry, ni había respondido de una manera como el esperaba que lo hiciera, una risa solamente y mas semillas arrojadas contra él, era lo único que recibía de quien estuviera sobre el árbol, no era que Gendry fuese rápido para enfadarse, pero ese día no había sido definitivamente uno de sus mejores días, y lentamente acariciaba el mango de aquella daga dispuesta a arrojarla, pues parecía que poco le importaba su vida y le gustaba molestar gente y reírse sin importar nada.
Apunto estaba de tomar un poco de impulso para arrojar aquella daga, deseando tener suerte para atinar a donde queria y no terminar perdiendo aquella daga en la oscuridad, sin embargo palabras comenzaba a emitir aquella silueta, y su voz era aguda, voz de mujer, se detuvo a mirar, su voz agua y sus palabras decían que era una mujer, - podrá ser mujer, ¿pero indefensa? trepada en un árbol y de noche en este lugar peligroso, no lo creo.- Sonrió en una forma sarcástica y guardo su daga nuevamente.
Un momento dejo de mirarla para enfundar la daga y el sonido nuevamente de la rama hizo que volteara a ver, que aquella rama donde ella se encontraba comenzaba a caer, retrocedió rápidamente antes de que la rama lo golpeara, la rama cayo y levanto un poco de polvo, miro en el suelo si aquella mujer había caído pero no fue a si, levantando su rostro la pudo mirar colgando de el árbol, no pudo evitar soltar una pequeña risa - ¿el karma?.- pensó sonriendo.
La examino de pies a cabeza mientras estaba colgando, a verdad si era una mujer, lucia joven pero pese a eso aun no le parecía indefensa, se dejo caer y Gendry no solo la miraba, - cual una niña a caído, descubierta en sus travesuras.- sonrió y la miraba tomar una posición, apoyada sobre algo que parecía tener cuchillas, extendió su mano y ahora con un tono de voz diferente hablaba.
Gendry enfundo su espada y extendió su mano para estrecharla con la de ella, esperando no fuese otro truco para hacerlo bajar la guardia y de la nada colocar las cuchillas en su cuello con amenazas, sonrío ante sus pensamientos, ¿que estaba pensando?, estrecho su mano y la miraba - sin rencores.-
Soltó su mano y levanto la mirada hacia donde ella estaba. - Entonces, ¿ahora si me dirás tu nombre?.- pregunto mientras volvía su mirada hacia ella, ¿como una joven había podido ser tan sutil, para no ser notada sobre los arboles? se puso a pensar, quizá su padre le habría enseñado, - Quiero pensar que vives cerca de aquí, sino que harías aquí y de noche..-
Apunto estaba de tomar un poco de impulso para arrojar aquella daga, deseando tener suerte para atinar a donde queria y no terminar perdiendo aquella daga en la oscuridad, sin embargo palabras comenzaba a emitir aquella silueta, y su voz era aguda, voz de mujer, se detuvo a mirar, su voz agua y sus palabras decían que era una mujer, - podrá ser mujer, ¿pero indefensa? trepada en un árbol y de noche en este lugar peligroso, no lo creo.- Sonrió en una forma sarcástica y guardo su daga nuevamente.
Un momento dejo de mirarla para enfundar la daga y el sonido nuevamente de la rama hizo que volteara a ver, que aquella rama donde ella se encontraba comenzaba a caer, retrocedió rápidamente antes de que la rama lo golpeara, la rama cayo y levanto un poco de polvo, miro en el suelo si aquella mujer había caído pero no fue a si, levantando su rostro la pudo mirar colgando de el árbol, no pudo evitar soltar una pequeña risa - ¿el karma?.- pensó sonriendo.
La examino de pies a cabeza mientras estaba colgando, a verdad si era una mujer, lucia joven pero pese a eso aun no le parecía indefensa, se dejo caer y Gendry no solo la miraba, - cual una niña a caído, descubierta en sus travesuras.- sonrió y la miraba tomar una posición, apoyada sobre algo que parecía tener cuchillas, extendió su mano y ahora con un tono de voz diferente hablaba.
Gendry enfundo su espada y extendió su mano para estrecharla con la de ella, esperando no fuese otro truco para hacerlo bajar la guardia y de la nada colocar las cuchillas en su cuello con amenazas, sonrío ante sus pensamientos, ¿que estaba pensando?, estrecho su mano y la miraba - sin rencores.-
Soltó su mano y levanto la mirada hacia donde ella estaba. - Entonces, ¿ahora si me dirás tu nombre?.- pregunto mientras volvía su mirada hacia ella, ¿como una joven había podido ser tan sutil, para no ser notada sobre los arboles? se puso a pensar, quizá su padre le habría enseñado, - Quiero pensar que vives cerca de aquí, sino que harías aquí y de noche..-
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Miré hacia arriba cuando él soltó mi mano y miró en la dirección donde, hasta hacia unos segundos, habia estado subida. Me preguntó mi nombre y volví a reir - ¿Tan importante es para ti saber el nombre de alguien? – Respondí devolviéndole la mirada para después agregar – Puedes llamarme Alea – E hice una de aquellas ridículas reverencias que, según me habia contado mi primo en alguna ocasión, hacían algunos en la ciudad.
Enarqué una ceja ante su ultimo comentario - ¿Preocupado por mi seguridad? – No pude evitar preguntar para luego mostrarle que yo también poseo un lado mas serio… - vivo aquí y allá… yo no corro peligro en estas tierras- [Al menos no mientras Torcann siga manteniéndose alejado del Este] Pensé recordando aquel ultimo encuentro, cuando le dije quien era yo realmente… aquel ultimo encuentro en el que fui plenamente consciente del peligro que habia corrido a su lado durante aquel tiempo nos habíamos estado viendo sin saber, y sin importarnos, la verdadera identidad del otro. Pero en fin, siempre y cuando hubiera tierra de por medio, aquello seguiría siendo agua pasada.
- Si, me he criado no muy lejos de aquí – Respondí finalmente volviendo a la realidad - ¿Qué hace alguien como tú en un lugar como este? – Poco después, me incliné hacia él y le susurre, como si alguien pudiera escucharnos – Si me dices tu nombre dejarás de parecer un mal educado – Aja… si, yo, hablando sobre educación.
Le miré brevemente para, después, fijar mi mirada en algun oscuro punto del bosque. Guapo, pero desaprovechado... tenia un grandísimo defecto: Demasiado humano. Chasqueé la lengua ante mis propios pensamientos y pateé la rama en la que habia estado subida unos minutos atrás y que en aquel momento se encontraba en el suelo, junto a nosotros.
Enarqué una ceja ante su ultimo comentario - ¿Preocupado por mi seguridad? – No pude evitar preguntar para luego mostrarle que yo también poseo un lado mas serio… - vivo aquí y allá… yo no corro peligro en estas tierras- [Al menos no mientras Torcann siga manteniéndose alejado del Este] Pensé recordando aquel ultimo encuentro, cuando le dije quien era yo realmente… aquel ultimo encuentro en el que fui plenamente consciente del peligro que habia corrido a su lado durante aquel tiempo nos habíamos estado viendo sin saber, y sin importarnos, la verdadera identidad del otro. Pero en fin, siempre y cuando hubiera tierra de por medio, aquello seguiría siendo agua pasada.
- Si, me he criado no muy lejos de aquí – Respondí finalmente volviendo a la realidad - ¿Qué hace alguien como tú en un lugar como este? – Poco después, me incliné hacia él y le susurre, como si alguien pudiera escucharnos – Si me dices tu nombre dejarás de parecer un mal educado – Aja… si, yo, hablando sobre educación.
Le miré brevemente para, después, fijar mi mirada en algun oscuro punto del bosque. Guapo, pero desaprovechado... tenia un grandísimo defecto: Demasiado humano. Chasqueé la lengua ante mis propios pensamientos y pateé la rama en la que habia estado subida unos minutos atrás y que en aquel momento se encontraba en el suelo, junto a nosotros.
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Nuevamente reía cuando le pregunto por su nombre, ¿acaso no seria algo usual para ella? tras eso pregunto si era importante saber su nombre, - Pues podría llamarte por tu nombre, o podría decirte solamente mujer.- Gendry había oído que la melodía mas hermosa para una persona era escuchar su nombre, y era lo que hacia diferencia su nombre, por eso acostumbraba a preguntar, y eso también servia por si volvía a ver un rostro o si preguntasen, pudiera dar indicaciones, o saber de quien se hablaba.
- Alea..- repitió su nombre en tono bajo, y la miro como hacia un gesto enarcando una ceja y hizo de nuevo una pregunta, - Eres mujer, y cualquiera creo hubiera preguntado lo mismo, por aquí podrías correr peligro.- la miro a los ojos mientras ella continuaba hablando, termino su frase y quedo callada un instante, cual si recordara algo o pensara en algo, no emitió palabra por algunos instantes, - ¿le ocurrirá algo?.- se pregunto, y cual si hubiera escuchado sus pensamientos ella volvía a hablar y hacer preguntas, - y el de las preguntas era yo?.- se Dijo al escucharla,
- Me parece que el destino quiso traerme aquí, la verdad no se que hago aquí.- le dijo volteando a verse e brazo y comenzar a sentirlo un poco pegajoso, producto de la sangre de aquella criatura que antes había asesinado - Y bueno ademas de recibir semillasos y ver chicas caer de los arboles, también busco la manera de pasar la noche bien, y en calma.- termino de hablar y volteo a verla, quien parecia que se acercaba cual si fuera a decir algo en tono bajo, efectivamente en un susurro ahora ella preguntaba su nombre poniéndole también de por medio la educación.
- ¿Ahora ella me hablara de educación?.- se pregunto a si mismo y no pudo evitar sonreír recordando el comportamiento de ella, no la conocía mucho sin embargo ahora parecía visualizarla cual si fuera una niña traviesa.
- Mi nombre es Gendry.- le dijo con una sonrisa,
Ella fijo su vista en el bosque, en las oscuridades, y fue cuando Gendry recordó que no estaba en una posada, o en alguna taberna, sino en el peligro de un bosque, tendría que centrarse mas en cuidar su vida y menos en conocer a la chica, ella un sonido hizo con su boca y seguido pateo aquella rama que del árbol había caído.
- Tranquila, dudo que la rama se levante a golpearte o asesinarte, no es necesario que la golpees para evitar que pase eso.- le dijo sonriendo y casi riendo, no había visto esa acción antes y bueno se sorprendió y no pudo evitar comentar a si y reír un poco.
Elevo la vista al cielo, la luna había cambiado un poco su posición, la noche avanzaba y parecía que la temperatura de igual manera lo hacia un poco, - Oye ¿no sera mejor si caminamos?, amenos que quieras seguir peleando con la rama.- la verdad era que él no sabia hacía donde caminar, quizá sin darse cuenta estaría volviendo al norte o al tymer, eso en el causaría cierta molestia, tal vez con un poco de conversación ella podría indicarle el camino correcto, después de todo con sus palabras lo había hecho pensar que conocía el lugar, y sabría como salir del bosque y a donde salir,,,
- Alea..- repitió su nombre en tono bajo, y la miro como hacia un gesto enarcando una ceja y hizo de nuevo una pregunta, - Eres mujer, y cualquiera creo hubiera preguntado lo mismo, por aquí podrías correr peligro.- la miro a los ojos mientras ella continuaba hablando, termino su frase y quedo callada un instante, cual si recordara algo o pensara en algo, no emitió palabra por algunos instantes, - ¿le ocurrirá algo?.- se pregunto, y cual si hubiera escuchado sus pensamientos ella volvía a hablar y hacer preguntas, - y el de las preguntas era yo?.- se Dijo al escucharla,
- Me parece que el destino quiso traerme aquí, la verdad no se que hago aquí.- le dijo volteando a verse e brazo y comenzar a sentirlo un poco pegajoso, producto de la sangre de aquella criatura que antes había asesinado - Y bueno ademas de recibir semillasos y ver chicas caer de los arboles, también busco la manera de pasar la noche bien, y en calma.- termino de hablar y volteo a verla, quien parecia que se acercaba cual si fuera a decir algo en tono bajo, efectivamente en un susurro ahora ella preguntaba su nombre poniéndole también de por medio la educación.
- ¿Ahora ella me hablara de educación?.- se pregunto a si mismo y no pudo evitar sonreír recordando el comportamiento de ella, no la conocía mucho sin embargo ahora parecía visualizarla cual si fuera una niña traviesa.
- Mi nombre es Gendry.- le dijo con una sonrisa,
Ella fijo su vista en el bosque, en las oscuridades, y fue cuando Gendry recordó que no estaba en una posada, o en alguna taberna, sino en el peligro de un bosque, tendría que centrarse mas en cuidar su vida y menos en conocer a la chica, ella un sonido hizo con su boca y seguido pateo aquella rama que del árbol había caído.
- Tranquila, dudo que la rama se levante a golpearte o asesinarte, no es necesario que la golpees para evitar que pase eso.- le dijo sonriendo y casi riendo, no había visto esa acción antes y bueno se sorprendió y no pudo evitar comentar a si y reír un poco.
Elevo la vista al cielo, la luna había cambiado un poco su posición, la noche avanzaba y parecía que la temperatura de igual manera lo hacia un poco, - Oye ¿no sera mejor si caminamos?, amenos que quieras seguir peleando con la rama.- la verdad era que él no sabia hacía donde caminar, quizá sin darse cuenta estaría volviendo al norte o al tymer, eso en el causaría cierta molestia, tal vez con un poco de conversación ella podría indicarle el camino correcto, después de todo con sus palabras lo había hecho pensar que conocía el lugar, y sabría como salir del bosque y a donde salir,,,
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Según parecía, el humano, era de aquella clase de tipos que o bien se preocupaban por el bien ajeno o solo por el de las mujeres. ¿Acaso creía que estaba hablando con una de las muchachitas de la ciudad? Le observé en silencio unos segundos para después volver a centrar mi atención en la rama caída.
Cuando hizo mención del destinó y alcé mi mirada hacia él, sin poder evitar la expresión de aburrimiento que se habia dibujado en mi rostro – Así que eres de esos chicos que creen ilusamente que el destino tiene un plan para cada uno – Murmuré mas para mi que para él – Creo que estás aquí porque o te has perdido o te diriges hacia alguna parte y el destino nada tiene que ver en eso – Agregué con una sonrisa semi circular asomando en mis labios y dando otra patada a la rama caida. Casi estuve a punto de decir la frase que mi padre solia emplear para hacer referencia al destino, pero guardé silencio pues Gendry parecía de ese tipo de gente que se escandalizan cuando oyen alguna palabra mal sonante de la boca de una dama, claro que yo tampoco soy una dama… pero me reprimí. Al menos, por el momento.
- Nunca se sabe lo que una simple rama o un árbol podría llegar a hacerte – Dije dándole una última, e infantil, patada a la rama para después volver a mirarle. Alcé mi vista al cielo cuando él lo hizo, a simple vista no lo parecía pero en algun momento empezaría a llover… poco faltaría para que la luna quedase oculta tras las nubes que se aproximaban amenazantes hacia ella.
Al oir su comentario, bajé mi mirada hasta la rama.- Creo que ya le ha quedado bastante claro que no debe cruzarse en mi camino – Respondí con fingida seriedad.- Quizás si me dices hacia donde te diriges podría saber hacia donde caminar – Respondí justo antes de girarme y empezar a caminar en la dirección opuesta a la cabaña de mi padre. Lo mejor era no acercarme demasiado por la zona… Metí la mano en mi bolso para sacar un pequeño puñado de semillas, me giré y, caminando hacia atrás, le lancé una de las semillas - ¡Vamos, no te quedes ahí! - Dije justo antes de lanzar otra en su dirección.
Cuando hizo mención del destinó y alcé mi mirada hacia él, sin poder evitar la expresión de aburrimiento que se habia dibujado en mi rostro – Así que eres de esos chicos que creen ilusamente que el destino tiene un plan para cada uno – Murmuré mas para mi que para él – Creo que estás aquí porque o te has perdido o te diriges hacia alguna parte y el destino nada tiene que ver en eso – Agregué con una sonrisa semi circular asomando en mis labios y dando otra patada a la rama caida. Casi estuve a punto de decir la frase que mi padre solia emplear para hacer referencia al destino, pero guardé silencio pues Gendry parecía de ese tipo de gente que se escandalizan cuando oyen alguna palabra mal sonante de la boca de una dama, claro que yo tampoco soy una dama… pero me reprimí. Al menos, por el momento.
- Nunca se sabe lo que una simple rama o un árbol podría llegar a hacerte – Dije dándole una última, e infantil, patada a la rama para después volver a mirarle. Alcé mi vista al cielo cuando él lo hizo, a simple vista no lo parecía pero en algun momento empezaría a llover… poco faltaría para que la luna quedase oculta tras las nubes que se aproximaban amenazantes hacia ella.
Al oir su comentario, bajé mi mirada hasta la rama.- Creo que ya le ha quedado bastante claro que no debe cruzarse en mi camino – Respondí con fingida seriedad.- Quizás si me dices hacia donde te diriges podría saber hacia donde caminar – Respondí justo antes de girarme y empezar a caminar en la dirección opuesta a la cabaña de mi padre. Lo mejor era no acercarme demasiado por la zona… Metí la mano en mi bolso para sacar un pequeño puñado de semillas, me giré y, caminando hacia atrás, le lancé una de las semillas - ¡Vamos, no te quedes ahí! - Dije justo antes de lanzar otra en su dirección.
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
La mirada de ella ahora sobre la rama y tras eso su contestación con la cual Gendry no pudo ocultar una sonrisa, y tras eso ella con una frase parecía preguntar hacía donde se dirigía, la verdad era que aquel no sabia del todo hacia donde dirigirse, o hacia donde iría, ¿volver a casa en Lunargenta? o ir hacia lo desconocido, la vida era un misterio, un cambio de objetivo o estar en un lugar diferente podía cambiar su vida, la verdad era que no sabia que contestar.
Sus pensamientos parecieron actuar sobre él para ahora él quedar unos segundos pensando en silencio, hasta que interrumpido por un leve golpe miro que Alea comenzaba a caminar con algo en su mano, - Genial, ¿mas semillas?.- se pregunto en la mente y la respuesta inmediata vino por parte de ella quien lanzando otra semilla también añadía diciendo que se apresurara, ¿sabia a donde iría?, seguramente que si, puesto que conocía el lugar.
Camino siguiéndola antes de que continuara lanzando semillas, se acercaba a ella en cuanto algo cayo sobre su cabeza ahora no era una semilla o algo arrojado, era producto de las nubes, - Lo que faltaba, lluvia.- susurro en tono bajo, solo esperaba que no fuera una lluvia intensa, sino ahora si tendría que buscar un refugio, sin la luz de la luna y con agua cayendo seria difícil caminar por el bosque, habría que aprovechar mientras no caia la lluvia por completo.
- Oye, tengo una duda, ¿que hacías sobre ese árbol?.- pregunto, no era todos los días ver una chica sobre los arboles, y si estaba alli era porque sabia como mantenerse sigilosamente, gota tras gota comenzaban a caer, cada vez un poco mas seguidas y grandes, la lluvia estaba comenzando según parecía.
- ¿Caminaremos bajo la lluvia, o hay algun lugar por aqui para refugiarnos?.- Parecía una chica normal y para ella por mas que conociera esos lares sin duda tambien le seria difícil ver, o caminar sin correr peligro en el bosque bajo la lluvia, un trueno se escucho, parecia que la lluvia vendría intensa, aquella noche no dejaba de darle sorpresas, - primero la criatura savaje, luego la chica y ahora lluvia, que mas sigue?.- en su mente se pregunto y esperaba ver si Alea sabria que hacer ahora..
Sus pensamientos parecieron actuar sobre él para ahora él quedar unos segundos pensando en silencio, hasta que interrumpido por un leve golpe miro que Alea comenzaba a caminar con algo en su mano, - Genial, ¿mas semillas?.- se pregunto en la mente y la respuesta inmediata vino por parte de ella quien lanzando otra semilla también añadía diciendo que se apresurara, ¿sabia a donde iría?, seguramente que si, puesto que conocía el lugar.
Camino siguiéndola antes de que continuara lanzando semillas, se acercaba a ella en cuanto algo cayo sobre su cabeza ahora no era una semilla o algo arrojado, era producto de las nubes, - Lo que faltaba, lluvia.- susurro en tono bajo, solo esperaba que no fuera una lluvia intensa, sino ahora si tendría que buscar un refugio, sin la luz de la luna y con agua cayendo seria difícil caminar por el bosque, habría que aprovechar mientras no caia la lluvia por completo.
- Oye, tengo una duda, ¿que hacías sobre ese árbol?.- pregunto, no era todos los días ver una chica sobre los arboles, y si estaba alli era porque sabia como mantenerse sigilosamente, gota tras gota comenzaban a caer, cada vez un poco mas seguidas y grandes, la lluvia estaba comenzando según parecía.
- ¿Caminaremos bajo la lluvia, o hay algun lugar por aqui para refugiarnos?.- Parecía una chica normal y para ella por mas que conociera esos lares sin duda tambien le seria difícil ver, o caminar sin correr peligro en el bosque bajo la lluvia, un trueno se escucho, parecia que la lluvia vendría intensa, aquella noche no dejaba de darle sorpresas, - primero la criatura savaje, luego la chica y ahora lluvia, que mas sigue?.- en su mente se pregunto y esperaba ver si Alea sabria que hacer ahora..
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Al menos, mi gesto infantil de ir lanzándole cosas le sacó de su ensimismamiento, reaccionó y empezó a caminar… Unas gotas anunciaron aquello que yo misma predije - Lo que faltaba, lluvia.- susurró él y no pude evitar sonreir. ¿Qué tenia de malo un poco de agua? Lo único que me desagrada de la lluvia es que el agua dificulta mi sentido del olfato, pero por lo demás, me encanta. Aunque es algo que disfruto más en mi otra forma, la salvaje, la liberal…
Volví a girarme para continuar caminando, ya que no era capaz de decirme hacia donde se dirigía seria yo quien dirigiera aquel paseo a mi antojo… al menos hasta que me diera mas información o que yo me cansase de su compañía. Nada mas empezar a caminar el me preguntó que qué estaba haciendo sobre el árbol. Enarqué mis cejas y le miré por encima del hombro - ¿Y tú que crees que hacia sobre el árbol? – Cuadré mis hombros y le miré con seriedad – Soy una mujer mono – Dije con fingiendo convicción e intentando contener una carcajada.
¿Qué se pensaría él que estaba haciendo sobre el arbol? Se encontraba en el Este, en tierras lican, obviamente me habia subido al árbol después de que mi olfato me indicase que no me encontraba sola. Caminé en silencio durante largo rato. La lluvia terminó por adelantarse, lo cierto es que creía que aun tardaría en caer de aquella manera, pero me equivoqué y, en aquel instante, empezaba a ser molesta incluso para mi…
Primero una ráfaga de luz seguida por un estruendo. - ¿Caminaremos bajo la lluvia, o hay algun lugar por aqui para refugiarnos?.- Le miré y después pasé mi mirada de forma fugaz en la dirección a la cabaña de Dunkan, mi padre. Fruncí el labio y, sin nada que añadir, continué caminando en la misma dirección que habia tomado antes, obviamente, el lado contrario de la cabaña de Dunkan… A la relación que mantenía con mi padre solo faltaba por añadir el “acoger”, aunque solo fuera por una noche, a un humano. He de reconocer que por un momento me planteé el meter a Gendry en la cabaña de Dunkan, solo por ver la cara de aquel prefirió adiestrarme en vez de criarme. Pero no, por el bien del humano y, para que engañarnos, por mi propia tranquilidad… deseché aquella idea y continué caminando a paso ligero bajo la lluvia.
Una cabaña empezó a dibujarse entre los árboles, la lluvia tan pronto cesaba como comenzaba… era un autentico fastidio, sobre todo porque al no encontrarme sola habia tenido que hacer aquel trayecto en la forma humana.- No se de quien es, pero tampoco hay luz y si no hay nadie… - Dejé el final de la frase al aire y me adelanté a él para llegar a la cabaña e intentar ver el interior a través de las ventanas – Parece que no hay nadie – Le informé justo antes de agarrar una maceta y lanzarla a una de las ventanas. Por algun sitio teníamos que entrar ¿O no?
Volví a girarme para continuar caminando, ya que no era capaz de decirme hacia donde se dirigía seria yo quien dirigiera aquel paseo a mi antojo… al menos hasta que me diera mas información o que yo me cansase de su compañía. Nada mas empezar a caminar el me preguntó que qué estaba haciendo sobre el árbol. Enarqué mis cejas y le miré por encima del hombro - ¿Y tú que crees que hacia sobre el árbol? – Cuadré mis hombros y le miré con seriedad – Soy una mujer mono – Dije con fingiendo convicción e intentando contener una carcajada.
¿Qué se pensaría él que estaba haciendo sobre el arbol? Se encontraba en el Este, en tierras lican, obviamente me habia subido al árbol después de que mi olfato me indicase que no me encontraba sola. Caminé en silencio durante largo rato. La lluvia terminó por adelantarse, lo cierto es que creía que aun tardaría en caer de aquella manera, pero me equivoqué y, en aquel instante, empezaba a ser molesta incluso para mi…
Primero una ráfaga de luz seguida por un estruendo. - ¿Caminaremos bajo la lluvia, o hay algun lugar por aqui para refugiarnos?.- Le miré y después pasé mi mirada de forma fugaz en la dirección a la cabaña de Dunkan, mi padre. Fruncí el labio y, sin nada que añadir, continué caminando en la misma dirección que habia tomado antes, obviamente, el lado contrario de la cabaña de Dunkan… A la relación que mantenía con mi padre solo faltaba por añadir el “acoger”, aunque solo fuera por una noche, a un humano. He de reconocer que por un momento me planteé el meter a Gendry en la cabaña de Dunkan, solo por ver la cara de aquel prefirió adiestrarme en vez de criarme. Pero no, por el bien del humano y, para que engañarnos, por mi propia tranquilidad… deseché aquella idea y continué caminando a paso ligero bajo la lluvia.
Una cabaña empezó a dibujarse entre los árboles, la lluvia tan pronto cesaba como comenzaba… era un autentico fastidio, sobre todo porque al no encontrarme sola habia tenido que hacer aquel trayecto en la forma humana.- No se de quien es, pero tampoco hay luz y si no hay nadie… - Dejé el final de la frase al aire y me adelanté a él para llegar a la cabaña e intentar ver el interior a través de las ventanas – Parece que no hay nadie – Le informé justo antes de agarrar una maceta y lanzarla a una de las ventanas. Por algun sitio teníamos que entrar ¿O no?
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
¿Tenía una buena compañía? la verdad no sabia ni con quien caminaba ahora, solo sabia que el bosque era su hogar y que Alea quizás seria su nombre, ¿podía verdaderamente confiar? ya no quedaba de otra, la lluvia comenzaba y seguramente ella también necesitaría un lugar para ocultarse del agua, y no pasar frió ni mojarse, justo lo que el necesitaría, a si que por ese momento se dedicaría a seguirla.
Escucho que ella le hacia la misma pregunta, ¿porque estaría allí?, le diría que para atacarlo o observarlo, o solo ser su juguete por la manera que lo atacaba con aquellas semillas, sin embargo antes de hablar la observo cuadrarse y fijar su mirada con seriedad, y esperando una respuesta seria y convincente respondía que era mujer mono - Pues tal vez la hallan criado los monos y por eso la costumbre de colgarse en los arboles y lanzar semillas.- Se dijo en su mente y no pudo evitar sonreír en una forma casi riendo, sin embargo ella lo decía en una forma que por poco hacia que le creyese.
La lluvia parecía en veces soltarse, a ser verdad si encontraban un refugio, si es que a ella se le ocurría llevarlos a uno, lo primero que él haría sin duda seria encender fuego para secar sus prendas, las cuales comenzaba a sentir cada vez mas empapas con aquella lluvia, su brazo que habia sido cubierto con la sangre de una criatura ahora era limpiada con aquellas gotas que impactaban con su cuerpo sin parar, un tanto incomodo pero agradable, sentir su cuerpo refrescarse y limpiarse con aquella agua, levanto la mirada, aun la luna se veia y las nubes oscuras parecían caminar en dirección para tapar aquella luna, poco mantuvo la mirada hacía el cielo, pues con aquellas gotas seria imposible contemplar bien sin que cayera una gota en sus ojos.
Caminando bajo el agua que caía pudo darse cuenta que la chica tenia una mejor vista, al distinguir una cabaña entre arboles, dijo unas palabras refiriéndose a la cabaña y se adelanto, el apresuro su paso de igual manera pero manteniéndose a una distancia tras de ella, la miro que de inmediato corría a poner las manos y ojos cerca a la ventana para ver su interior, decía que la casa estaba vacía y tomo una maceta, - ¿Espera que haras?.- Exclamo, sin embargo al momento que lo decía ella lanzaba la maceta para atravesar aquel cristal.
Bueno tal ves si era necesario eso, se decía, sin embargo estando cerca a la puerta se le ocurrió ver si de alguna forma estaría abierta la puerta, y efectivamente la puerta se encontraba abierta sin ninguna clase de seguro, - Y es por eso que hay que revisar y pensar antes de actuar a la ligera.- murmuro en tono bajo, - Alea, mira esta abierto, no tenias que recurrir a tus instintos.- le dijo sonriendo, parecía que a ella le gustaba hacer las cosas del modo dificil por su forma de actuar.
Empujo la puerta y entro esperando que Alea entrara tras de él, a decir verdad esperaba menos de lo que había en aquella choza, - Muebles.- dijo en tono bajo al ver en aquella oscuridad unos cuantos muebles, camino hacia lo que parecía una mesa y encendió luz en aquel lugar, por un momento pensó que alguien habría ahí por la forma en que estaba la choza refiriéndose a el cuidado en ella, sin embargo había lluvia afuera y era de noche, si alguien habitaba ahí sin duda estaria ahi y ahora.
Camino hacia lo que parecia un sofa y se puso comodo, - Deberias hacer lo mismo.- Decia y un estruendo sono, anunciando que la lluvia seguiria, - parece que la lluvia tardara, y dudo que quieras esperar de pie.-
Escucho que ella le hacia la misma pregunta, ¿porque estaría allí?, le diría que para atacarlo o observarlo, o solo ser su juguete por la manera que lo atacaba con aquellas semillas, sin embargo antes de hablar la observo cuadrarse y fijar su mirada con seriedad, y esperando una respuesta seria y convincente respondía que era mujer mono - Pues tal vez la hallan criado los monos y por eso la costumbre de colgarse en los arboles y lanzar semillas.- Se dijo en su mente y no pudo evitar sonreír en una forma casi riendo, sin embargo ella lo decía en una forma que por poco hacia que le creyese.
La lluvia parecía en veces soltarse, a ser verdad si encontraban un refugio, si es que a ella se le ocurría llevarlos a uno, lo primero que él haría sin duda seria encender fuego para secar sus prendas, las cuales comenzaba a sentir cada vez mas empapas con aquella lluvia, su brazo que habia sido cubierto con la sangre de una criatura ahora era limpiada con aquellas gotas que impactaban con su cuerpo sin parar, un tanto incomodo pero agradable, sentir su cuerpo refrescarse y limpiarse con aquella agua, levanto la mirada, aun la luna se veia y las nubes oscuras parecían caminar en dirección para tapar aquella luna, poco mantuvo la mirada hacía el cielo, pues con aquellas gotas seria imposible contemplar bien sin que cayera una gota en sus ojos.
Caminando bajo el agua que caía pudo darse cuenta que la chica tenia una mejor vista, al distinguir una cabaña entre arboles, dijo unas palabras refiriéndose a la cabaña y se adelanto, el apresuro su paso de igual manera pero manteniéndose a una distancia tras de ella, la miro que de inmediato corría a poner las manos y ojos cerca a la ventana para ver su interior, decía que la casa estaba vacía y tomo una maceta, - ¿Espera que haras?.- Exclamo, sin embargo al momento que lo decía ella lanzaba la maceta para atravesar aquel cristal.
Bueno tal ves si era necesario eso, se decía, sin embargo estando cerca a la puerta se le ocurrió ver si de alguna forma estaría abierta la puerta, y efectivamente la puerta se encontraba abierta sin ninguna clase de seguro, - Y es por eso que hay que revisar y pensar antes de actuar a la ligera.- murmuro en tono bajo, - Alea, mira esta abierto, no tenias que recurrir a tus instintos.- le dijo sonriendo, parecía que a ella le gustaba hacer las cosas del modo dificil por su forma de actuar.
Empujo la puerta y entro esperando que Alea entrara tras de él, a decir verdad esperaba menos de lo que había en aquella choza, - Muebles.- dijo en tono bajo al ver en aquella oscuridad unos cuantos muebles, camino hacia lo que parecía una mesa y encendió luz en aquel lugar, por un momento pensó que alguien habría ahí por la forma en que estaba la choza refiriéndose a el cuidado en ella, sin embargo había lluvia afuera y era de noche, si alguien habitaba ahí sin duda estaria ahi y ahora.
Camino hacia lo que parecia un sofa y se puso comodo, - Deberias hacer lo mismo.- Decia y un estruendo sono, anunciando que la lluvia seguiria, - parece que la lluvia tardara, y dudo que quieras esperar de pie.-
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
La pregunta por parte del humano llegó bastante tarde, justo cuando la maceta terminaba de deslizarse de entre mis manos para dar con el crital de la ventana - ¡Mira, se han dejado una ventana abierta! – Exclamé cuando el ruido cesó, pero él habia decidido ir a averiguar si “por arte de magia” la puerta abria. ¿Qué clase de inútil se dejaría la puerta de su casa abierta? ¿Acaso allá donde el vivía eran tan confiados como para salir de casa dejándose la puerta abierta? Negué con la cabeza mientras observaba como intentaba abrir la puerta, sonreí al imaginarlo cediendo ante mi apertura y entrando por la ventana… - Alea, mira esta abierto, no tenias que recurrir a tus instintos.-La maldita puerta estaba abierta. ¿Instintos? ¿Acaso me habia llamado salvaje? Bueno, vale, un poco salvaje si que era… soy…da igual, una cosa es que yo misma me lo diga y otra es que él se riera de mi.
Me agaché a coger una piedra y lanzársela, pero cuando me puse en pie Gendry ya habia entrado en aquella cabaña. - Muebles.- Le escuché decir justo en el momento en el que yo misma entraba en aquel oscuro pero acogedor lugar.- No creo que haya nadie, de haberlo se hubiera despertado con… - Le lancé una de mis miradas acusatorias – Ya sabes, mi salvajismo.
Agudicé mi oído y mi olfato mientras el humano encendía un candelabro que se encontraba sobre la mesa. Si bien la cabaña conservaba el olor de su habitual inquilino, en aquel instante no se encontraba allí. O al menos eso es lo que parecía pues entre tanta humedad mis sentidos lican se distorsionan.
Alcé una ceja y me crucé de brazos cuando se sentó en aquel lugar. - ¿Te acomodas antes de asegurarte de que realmente estamos solos?- Pregunté incrédula – Que poco caballero… tendré que ir yo misma – dije mientras sacaba mi garra de su funda y me giraba para dirigirme hacia la única habitación del lugar. Cogi el candelabro y me lo llevé, dejándole a oscuras.
Era una cabaña de madera, pequeña, con alguna que otra gotera. Los muebles, aun con la poca claridad del momento, parecían sencillos. Habian muy pocos decorados… sin cuadros, jarrones, cortina. Estaba claro que, viviese quien viviese en aquel lugar, no era una mujer. Una cabaña pequeña, sencilla, practica… aquello parecía ser el hogar de algun cazador o leñador.
No tardé demadiado en volver, lo justo para echar una ojeada- Puede estar la señora tranquila puesto que no hay nadie mas por aquí – Dije riéndome de él mientras dejaba el candelabro sobre un mueble y me sentaba sobre la mesa – Estás mojando el sofá, si el dueño llega y nos encuentra aquí no le hará gracia ver que le has roto una ventana y le has empapado el sofá… - Si, lo cierto es que algo de morro si que le echaba yo al asunto… me desprendí de mi bandolera de cuero y la dejé sobre la mesa, junto a mi, puse mi juguetito metálico tambien sobre la mesa y miré a Gendry - Bueno ¿De donde eres?
Me agaché a coger una piedra y lanzársela, pero cuando me puse en pie Gendry ya habia entrado en aquella cabaña. - Muebles.- Le escuché decir justo en el momento en el que yo misma entraba en aquel oscuro pero acogedor lugar.- No creo que haya nadie, de haberlo se hubiera despertado con… - Le lancé una de mis miradas acusatorias – Ya sabes, mi salvajismo.
Agudicé mi oído y mi olfato mientras el humano encendía un candelabro que se encontraba sobre la mesa. Si bien la cabaña conservaba el olor de su habitual inquilino, en aquel instante no se encontraba allí. O al menos eso es lo que parecía pues entre tanta humedad mis sentidos lican se distorsionan.
Alcé una ceja y me crucé de brazos cuando se sentó en aquel lugar. - ¿Te acomodas antes de asegurarte de que realmente estamos solos?- Pregunté incrédula – Que poco caballero… tendré que ir yo misma – dije mientras sacaba mi garra de su funda y me giraba para dirigirme hacia la única habitación del lugar. Cogi el candelabro y me lo llevé, dejándole a oscuras.
Era una cabaña de madera, pequeña, con alguna que otra gotera. Los muebles, aun con la poca claridad del momento, parecían sencillos. Habian muy pocos decorados… sin cuadros, jarrones, cortina. Estaba claro que, viviese quien viviese en aquel lugar, no era una mujer. Una cabaña pequeña, sencilla, practica… aquello parecía ser el hogar de algun cazador o leñador.
No tardé demadiado en volver, lo justo para echar una ojeada- Puede estar la señora tranquila puesto que no hay nadie mas por aquí – Dije riéndome de él mientras dejaba el candelabro sobre un mueble y me sentaba sobre la mesa – Estás mojando el sofá, si el dueño llega y nos encuentra aquí no le hará gracia ver que le has roto una ventana y le has empapado el sofá… - Si, lo cierto es que algo de morro si que le echaba yo al asunto… me desprendí de mi bandolera de cuero y la dejé sobre la mesa, junto a mi, puse mi juguetito metálico tambien sobre la mesa y miré a Gendry - Bueno ¿De donde eres?
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A decir verdad se sentia bien estar sentado en ese sofa que se sentia comodo, era eso o en verdad estaba cansado por el dia pesado que habia tenido, si embargo parecia que Alea no estaba confiada en que estuvieran solos y lo cuestionaba al verlo sentarse, - si no estuvieramos solos seguramente con el sonido del cristal roto o la luz de aquel candelabro ya hubieran despertado o dado un aviso al dueño que no se encontraba solo, sin duda ya hubiera salido a recibirnos aunque fuera armado o dispuesto a cobrarnos.- penso en su mente tratando de darle algo de sentido a lo que pensaba y confiando en estar en lo corrcto se mantuvo relajado, - Si , algo a si..- le contesto a su pregunta que lo cuestionaba, y sin antes llamarlo poco caballero tomo el candelabro y marcho por el resto de la casa ella.
La oscuridad comenzaba a llenar el lugar a medida que Alea se alejaba, solamente de vez en cuando los relámpagos iluminaban un poco el lugar, ¿habria sido correcto dejarla ir sola? Tal vez y habia poca probabilidad de que hubiera otro ser en esa cabaña, de ser a si las cosas se complicarian un poco, si algo pasaba Alea iba armada y por su agilidad mostrada cuando la descubrio trepada en el arbol , seguramente ella seria quien menos ayuda necesitaria.
Cerro sus ojos un momento y pese a estar empapado, pudo mantenerse relajado, un par de pasos se escucharon, abrio sus ojos un poco y al notar que la luz volvia supo que seria Alea, volvio a cerrar sus ojos y en un instante la escucho decir en una forma risueña que estaban solos. -¡Oh, ahora me siento seguro! contesto en una forma de igual manera sonriendo, abrio sus ojos y la miro que tomaba asiento sobre la mesa, seguramente a si podria descansar algo ella tambien.
Al parecer a Alea le gustaba reir o hacer enojar por aquello ultimo que decia, ¿ahora se preocupaba ella por su seguridad? ¿ o porque el dueño no se enfadara? -Sabes que, tienes razon, podia molestarse al ver vidrios rotos y muebles empapados, creo que lo mejor sera.. no termino de hablar y se colocaba de pie y comenzaba a quitarse la camisa - Al menos a si no estara mojado el respaldo.- tomo su camisa y se comenzo a secar la cabellera que aun cubierta con agua estaba.
Quito su espada con su funda de su cinturon y la coloco a sus pies junto con su camisa, y la daga la tomo con su mano mientras tomaba asiento nuevamente en aquel sofa, una chimenea tendria ahi de ser su cabaña era lo que pensó, con la daga en su mano tocaba el filo de la hoja de ella, sentia su cuerpo un poco frio al estar descubierto pero si duda sentiria mas frio con aquella camisa empapada, ella pregunto de donde era.
- Mi hogar esta en lunargenta, y termine aqui porque pensaba en volver alla, sin embargo ahora no se si en verdad quiero regresar alla...-la observo detenidamente a decir verdad era una joven con cierto encanto. - ¿Que hay de ti?, seguro conoces el bosque muy bien pregunto, seria bueno charlar un poco, despues de todo nunca estaba de mas aprender o conocer a una persona mas.
La oscuridad comenzaba a llenar el lugar a medida que Alea se alejaba, solamente de vez en cuando los relámpagos iluminaban un poco el lugar, ¿habria sido correcto dejarla ir sola? Tal vez y habia poca probabilidad de que hubiera otro ser en esa cabaña, de ser a si las cosas se complicarian un poco, si algo pasaba Alea iba armada y por su agilidad mostrada cuando la descubrio trepada en el arbol , seguramente ella seria quien menos ayuda necesitaria.
Cerro sus ojos un momento y pese a estar empapado, pudo mantenerse relajado, un par de pasos se escucharon, abrio sus ojos un poco y al notar que la luz volvia supo que seria Alea, volvio a cerrar sus ojos y en un instante la escucho decir en una forma risueña que estaban solos. -¡Oh, ahora me siento seguro! contesto en una forma de igual manera sonriendo, abrio sus ojos y la miro que tomaba asiento sobre la mesa, seguramente a si podria descansar algo ella tambien.
Al parecer a Alea le gustaba reir o hacer enojar por aquello ultimo que decia, ¿ahora se preocupaba ella por su seguridad? ¿ o porque el dueño no se enfadara? -Sabes que, tienes razon, podia molestarse al ver vidrios rotos y muebles empapados, creo que lo mejor sera.. no termino de hablar y se colocaba de pie y comenzaba a quitarse la camisa - Al menos a si no estara mojado el respaldo.- tomo su camisa y se comenzo a secar la cabellera que aun cubierta con agua estaba.
Quito su espada con su funda de su cinturon y la coloco a sus pies junto con su camisa, y la daga la tomo con su mano mientras tomaba asiento nuevamente en aquel sofa, una chimenea tendria ahi de ser su cabaña era lo que pensó, con la daga en su mano tocaba el filo de la hoja de ella, sentia su cuerpo un poco frio al estar descubierto pero si duda sentiria mas frio con aquella camisa empapada, ella pregunto de donde era.
- Mi hogar esta en lunargenta, y termine aqui porque pensaba en volver alla, sin embargo ahora no se si en verdad quiero regresar alla...-la observo detenidamente a decir verdad era una joven con cierto encanto. - ¿Que hay de ti?, seguro conoces el bosque muy bien pregunto, seria bueno charlar un poco, despues de todo nunca estaba de mas aprender o conocer a una persona mas.
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Se había quitado la camisa… me mordí el labio inferior y le observé durante unos segundos. Lastima de la poca claridad que no me permitia disfrutar del espectáculo entero. – Claro, si solo está el asiento mojado su enfado será menor- Repliqué con ironía. Me encogí de hombros para luego inclinarme hacia atrás echando una mirada hacia el exterior, donde la oscuridad reinaba en él paisaje. Para evitar posibles malos entendidos si el inquilino de la cabaña llegaba, dejé mis prendas empapadas allá donde se encontraban, sobre mi cuerpo.
Volví a centrar mi atención en él en el momento en el que nombró la ciudad, Lunargenta, justo el lugar con el que habia soñado en tantas ocasiones… Hasta donde mi memoria alcanza, no recuerdo haber estado en otro lugar que no fuera la zona n la que nos encontrábamos en aquel instante. Aunque llevaba años queriendo salir de allí, no lo habia hecho. ¿Por qué? Mi padre, en el fondo creo que sentía lastima por él y su forma de vida. Aun habiéndome robado la infancia me sentía en deuda con él… - Si no es allá… ¿A dónde irias? – Ironico, yo deseando visitar aquella ciudad y el barajando la posibilidad de no volver. –Yo planeo viajar a lunargenta en poco tiempo – Lo cierto es que llevaba demasiado tiempo posponiéndolo y quizás era el momento de cerrar asuntos en el este para poder salir de allí de una vez por todas.
Asentí con la cabeza mientras me acomodaba el cabello, dejándolo caer sobre mi hombro derecho para después empezar a trenzarlo– Si, como te he dicho antes, me he criado por aquí... Pero no te creas que por estas tierras hay grandes historias, seguro que en la ciudad ocurren muchísimas mas cosas. Aquí todo es demasiado monotomo y cuando ocurre algo importante suele ser por las rivalidades entre clanes – Clanes… creo que no hay cosa peor en el mundo que pertenecer a un clan. Al menos eso es lo que tanto mi primo como yo hemos pensado desde siempre. Puede que a él, que no pertenecia al este, si que le parecieran interesantes aquellas historias de rivalidades entre clanes… a mi aquellas historias me resultaban tediosas, quizás porque las habia sufrido en mis propias carnes.
Volví a centrar mi atención en él en el momento en el que nombró la ciudad, Lunargenta, justo el lugar con el que habia soñado en tantas ocasiones… Hasta donde mi memoria alcanza, no recuerdo haber estado en otro lugar que no fuera la zona n la que nos encontrábamos en aquel instante. Aunque llevaba años queriendo salir de allí, no lo habia hecho. ¿Por qué? Mi padre, en el fondo creo que sentía lastima por él y su forma de vida. Aun habiéndome robado la infancia me sentía en deuda con él… - Si no es allá… ¿A dónde irias? – Ironico, yo deseando visitar aquella ciudad y el barajando la posibilidad de no volver. –Yo planeo viajar a lunargenta en poco tiempo – Lo cierto es que llevaba demasiado tiempo posponiéndolo y quizás era el momento de cerrar asuntos en el este para poder salir de allí de una vez por todas.
Asentí con la cabeza mientras me acomodaba el cabello, dejándolo caer sobre mi hombro derecho para después empezar a trenzarlo– Si, como te he dicho antes, me he criado por aquí... Pero no te creas que por estas tierras hay grandes historias, seguro que en la ciudad ocurren muchísimas mas cosas. Aquí todo es demasiado monotomo y cuando ocurre algo importante suele ser por las rivalidades entre clanes – Clanes… creo que no hay cosa peor en el mundo que pertenecer a un clan. Al menos eso es lo que tanto mi primo como yo hemos pensado desde siempre. Puede que a él, que no pertenecia al este, si que le parecieran interesantes aquellas historias de rivalidades entre clanes… a mi aquellas historias me resultaban tediosas, quizás porque las habia sufrido en mis propias carnes.
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
La lluvia sonaba al caer sobre en las hojas de los arboles de alrededor de la cabaña y en el techo de la misma, aquella agua que del cielo caía, nubes espesas y oscuras las que había visto un tiempo antes como resultado habían traído esa lluvia que ahora los mantenía atrapados en aquella cabaña, ¿que pasaría si intentaba caminar entre el bosque en esas circunstancias?, él no conocía el lugar, fuera había algunas criaturas y la lluvia hacia que sin duda la tierra se hiciera lodo que no seria muy perfecto para caminar bien.
Sentado en aquel sofá sentía sus piernas mojadas con el pantalón ¿pero como quitárselo frente a la mujer?, si hacia eso en cualquier instante ella se sonrojaría o se molestaría, prefirió no incomodar y mantenerse a si, por otra parte en su abdomen y pecho sentía el aire frío que entraba por aquella ventana rota por Alea, el aire frio recorría su pecho y en instantes la piel se le quería erizar a causa del frio, por otra parte Alea permaneció con sus prendas mojadas, solamente con su arma a un lado tal vez para no incomodarse, ella pregunto a donde mas podría ir sino era a la ciudad, la verdad no sabia como contestar, si bien quería ir a Lunargenta a descansar un poco, trabajar tal vez para conseguir algunos Aeros, quizá también para ir por su arco y flechas que bien le servían para cazar, hacia tiempo había salido de Lunargenta y no sabia como se encontraría su hogar, ¿se habrían metido ladrones a robar?, ¿algo habría sucedido para ahora quedar sin casa? no sabia como estaría su hogar, y en cierta forma una parte de él no quería averiguarlo, sin embargo tarde o temprano tendría que volver.
- La verdad es que, sino es a Lunargenta, no sabría a donde ir, el mundo es grande para andar limitándose a los mismos lugares sabiendo que hay nuevos horizontes por descubrir, nuevas formas de ver al sol y la luna salir, supongo que si no es a lunargenta el tiempo y la vida me guiaran a un nuevo lugar.- dijo con un poco de seriedad, tras ellas se podía ver hacia afuera de la cabaña, la oscuridad se había adueñado ¿las nubes por fin habían tapado la luna?
Escucho atentamente lo que ella comentaba -¿acaso dijo clanes?.- si bien había oído antes era que los clanes casi en su mayoría se referían a aquellos grupos de licantropos, esos seres con olfato desarrollado y una fuerza algo superior a la de los humanos, no pudo evitar recordar aquella criatura que antes había matado, ¿seria uno de ellos?
- Aqui, ¿haz visto licantropos últimamente?, quiero pensar que viviendo en este bosque al menos hayas visto alguno.- pregunto interesándose en aquel tema, la miraba y aun mantenía la daga en su mano, un pequeño descuido de levantar un poco su espalda hizo que la daga rozara con su abdomen, no lo sintió sin embargo esa pequeña rozadura había causado que un poco de sangre brotara, su cuerpo sentía frío y un tanto húmedo por lo que no pudo notar eso, miraba a Alea y sonidos comenzaban a oírse algunos aullidos, y el sonido del agua que caía poco a poco menguaba haciéndose mas débil..
Sentado en aquel sofá sentía sus piernas mojadas con el pantalón ¿pero como quitárselo frente a la mujer?, si hacia eso en cualquier instante ella se sonrojaría o se molestaría, prefirió no incomodar y mantenerse a si, por otra parte en su abdomen y pecho sentía el aire frío que entraba por aquella ventana rota por Alea, el aire frio recorría su pecho y en instantes la piel se le quería erizar a causa del frio, por otra parte Alea permaneció con sus prendas mojadas, solamente con su arma a un lado tal vez para no incomodarse, ella pregunto a donde mas podría ir sino era a la ciudad, la verdad no sabia como contestar, si bien quería ir a Lunargenta a descansar un poco, trabajar tal vez para conseguir algunos Aeros, quizá también para ir por su arco y flechas que bien le servían para cazar, hacia tiempo había salido de Lunargenta y no sabia como se encontraría su hogar, ¿se habrían metido ladrones a robar?, ¿algo habría sucedido para ahora quedar sin casa? no sabia como estaría su hogar, y en cierta forma una parte de él no quería averiguarlo, sin embargo tarde o temprano tendría que volver.
- La verdad es que, sino es a Lunargenta, no sabría a donde ir, el mundo es grande para andar limitándose a los mismos lugares sabiendo que hay nuevos horizontes por descubrir, nuevas formas de ver al sol y la luna salir, supongo que si no es a lunargenta el tiempo y la vida me guiaran a un nuevo lugar.- dijo con un poco de seriedad, tras ellas se podía ver hacia afuera de la cabaña, la oscuridad se había adueñado ¿las nubes por fin habían tapado la luna?
Escucho atentamente lo que ella comentaba -¿acaso dijo clanes?.- si bien había oído antes era que los clanes casi en su mayoría se referían a aquellos grupos de licantropos, esos seres con olfato desarrollado y una fuerza algo superior a la de los humanos, no pudo evitar recordar aquella criatura que antes había matado, ¿seria uno de ellos?
- Aqui, ¿haz visto licantropos últimamente?, quiero pensar que viviendo en este bosque al menos hayas visto alguno.- pregunto interesándose en aquel tema, la miraba y aun mantenía la daga en su mano, un pequeño descuido de levantar un poco su espalda hizo que la daga rozara con su abdomen, no lo sintió sin embargo esa pequeña rozadura había causado que un poco de sangre brotara, su cuerpo sentía frío y un tanto húmedo por lo que no pudo notar eso, miraba a Alea y sonidos comenzaban a oírse algunos aullidos, y el sonido del agua que caía poco a poco menguaba haciéndose mas débil..
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Supongo que lo que sentía acerca de no regresar a su hogar vendría siendo lo que sentiría yo misma el dia en el que decidiera, de una vez por todas, salir de tierras licantropas. Probablemente, una vez fuera, no volviera a pisar estas tierras… al menos no en una larga temporada. O puede que si, nunca se sabe… todo depende del comportamiento de Dunkan a la hora de marcharme.- ¿has visto licantropos últimamente?, quiero pensar que viviendo en este bosque al menos hayas visto alguno.- Solté una carcajada ante aquel ultimo comentario.- claro que si, estás en tierras licantropas…
Estiré las piernas y me deslicé hacia el suelo hasta quedar nuevamente en pie. Caminé lentamente hacia el sofá sin perder el contacto visual con él, deslizando la yema de mis dedos por la superficie de los muebles con los que iba encontrándome por el camino. – Y tu… ¿Has visto alguna vez uno?- Pregunté acercándome a él. El leve rastro de sangre habia llegado hasta mi olfato. Era extraño… ¿Se habría herido a propósito o realmente no se habia dado cuenta? Me incliné hacia él, colocando una de mis rodillas en el sofá, y le susurré al oído mientras la punta de mis dedos se deslizaban por su torso desnudo- No existen diferencias físicas entre tu raza y la mia – Tras esto le quite la daga, dejándola caer con su camisa y su espada para después pasar un dedo por el rasguño mostrándole el hilillo de sangre – No deberías jugar con cosas punzantes – Sonreí mientras volvia a ponerme en pie.
- Deberíamos buscar algo de ropa seca, o ambos cogeremos un buen resfriado. A estas horas seria muy extraño que el dueño llegase sorprendiéndonos en su “hogar”. Probablemente esté de viaje asi que, a excepción de la ventana rota, dudo mucho que note que alguien estuvo aquí en su ausencia – Me encogí de hombros restándole importancia al asunto – Y cuando se dé cuenta ya estaremos demasiado lejos… bueno, al menos tú – Realmente no estaba segura de que esto fuera cierto, quizás el propietario de la cabaña no se encontrase demasiado lejos de allí, quizás se habia refugiado de la tormenta en otro lugar y solo estaba esperando que todo pasase para poder regresar a u hogar. Tras un guiño y aquellas ultimas palabras me giré y empecé a caminar hacia la habitación, no sin antes volver a coger el candelabro dejándolo nuevamente a oscuras si decidía no seguirme.
Al abrir el armario, el olor se me hizo extrañamente familiar pero era imposible. A pesar de llevar toda mi vida por allí, apenas habia conocido a nadie… a excepción de un grupo reducido y algun que otro forastero como Gendry. Seguramente mi olfato aun seguía algo distorsionado a causa de la humedad de aquella noche…
Restando importancia al asunto del olor y sin importarme no encontrarme sola en aquel lugar, empecé de desprenderme de mi ropa.
Estiré las piernas y me deslicé hacia el suelo hasta quedar nuevamente en pie. Caminé lentamente hacia el sofá sin perder el contacto visual con él, deslizando la yema de mis dedos por la superficie de los muebles con los que iba encontrándome por el camino. – Y tu… ¿Has visto alguna vez uno?- Pregunté acercándome a él. El leve rastro de sangre habia llegado hasta mi olfato. Era extraño… ¿Se habría herido a propósito o realmente no se habia dado cuenta? Me incliné hacia él, colocando una de mis rodillas en el sofá, y le susurré al oído mientras la punta de mis dedos se deslizaban por su torso desnudo- No existen diferencias físicas entre tu raza y la mia – Tras esto le quite la daga, dejándola caer con su camisa y su espada para después pasar un dedo por el rasguño mostrándole el hilillo de sangre – No deberías jugar con cosas punzantes – Sonreí mientras volvia a ponerme en pie.
- Deberíamos buscar algo de ropa seca, o ambos cogeremos un buen resfriado. A estas horas seria muy extraño que el dueño llegase sorprendiéndonos en su “hogar”. Probablemente esté de viaje asi que, a excepción de la ventana rota, dudo mucho que note que alguien estuvo aquí en su ausencia – Me encogí de hombros restándole importancia al asunto – Y cuando se dé cuenta ya estaremos demasiado lejos… bueno, al menos tú – Realmente no estaba segura de que esto fuera cierto, quizás el propietario de la cabaña no se encontrase demasiado lejos de allí, quizás se habia refugiado de la tormenta en otro lugar y solo estaba esperando que todo pasase para poder regresar a u hogar. Tras un guiño y aquellas ultimas palabras me giré y empecé a caminar hacia la habitación, no sin antes volver a coger el candelabro dejándolo nuevamente a oscuras si decidía no seguirme.
Al abrir el armario, el olor se me hizo extrañamente familiar pero era imposible. A pesar de llevar toda mi vida por allí, apenas habia conocido a nadie… a excepción de un grupo reducido y algun que otro forastero como Gendry. Seguramente mi olfato aun seguía algo distorsionado a causa de la humedad de aquella noche…
Restando importancia al asunto del olor y sin importarme no encontrarme sola en aquel lugar, empecé de desprenderme de mi ropa.
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
La miro y escucho soltarse una carcajada y tras de eso le dijo que en efecto había visto y que estaba en tierra de licantropos, - A si que tierra de licantropos.- murmuro en tono bajo, aquel bosque había resultado ser el hogar de licantropos, no pudo imaginar cuantos vivirían ¿representarían peligro? ella había mencionado de las guerras entre clanes, sin duda muertes y grandes peleas habría entre aquel bosque.
La miro ponerse de pie, y moviendo un poco su cuerpo para sentirse cómodo y verla mejor sintió algo en su abdomen, sin embargo le dio poca importancia pensando en que seria la incomodidad o que fuera a causa del frío, ella pregunto si él había visto algún licantropo, su mente voló a días atrás y mucho tiempo mas atrás, dragones, vampiros, elfos y humanos había visto he interactuado con ellos, a punto estaba de contestar que no, sin embargo a su mente vino una ocasión que en en lunargenta había tenido que pasar la noche en una posada, esa noche en efecto había conocido un licantropo, recordó su agudo olfato y sutileza, - He conocido uno, mas nunca he visto uno transformado.- contesto a su pregunta.
La miro estar de frente y que se iba inclinando hacía el, - ¿Que ira ha hacer?.- se pegunto al ver como acercaba sus labios hacia su rostro, en detalle hacía su oído, la miro levantar su mano y que la comenzaba a deslizar sus dedos sobre su cuerpo mientras en un susurro le decía que no había diferencias físicas entre ellos, su cuerpo en un instante se estremeció al sentir sus caricias y en cierta forma algo de relajación, sin embargo al oírla susurrar de diferencias entre sus razas, giro su rostro hacia el de ella para mirarla, casi rozando su nariz cual si fuera a besara la miro, ¿le estaba diciendo ser una lican?, habiendo sucumbido ante ella lo despojo de aquella daga la cual dejo caer junto con su espada y camisa, volvió uno de sus dedos ah su abdomen, esta ocasión una leve molestia se presento cuando hizo esto, con sus ojos se miro e cuerpo, estaba sangrando, y ella decía que no era bueno jugar con objetos punzantes, con su uno de sus dedos limpio aquel pequeño hilo de sangre y la veia volverse a levantar con una bonita sonrisa.
- Creo que tendré mas cuidado con eso.- le dijo sonriendo, ella sugirió buscar ropa seca, a ser verdad tenia razón la noche había avanzado y el dueño de la cabaña no volvía, sus ropas mojadas tenían que cambiarse y él tenia que cubrirse el pecho para evitar enfermar como ella decía, a vio comenzar a caminar nuevamente hacia donde había ido antes, quizá ahí habría ropa, se puso de píe y comenzó a seguirla, dejando tras de ellos una oscuridad, y por frente viendo como la luz de aquel candelabro alumbraba su caminar.
Parecía que verdaderamente había ido a recorrer la cabaña, puesto que justo sabia el lugar donde un armario se encontraba, Gendry tras ella camino hacia aquel armario, y antes de llegar hasta donde se encontraba, miro a Alea que comenzaba a despojarse de sus prendas, la verdad era que era una chica con un encanto, y al irse desnudando no pudo evitar mirarla, su piel lucia suave, y una parte de Gendry le insinúo acercarse a ella y tocar su piel, sin embargo se contuvo.
- Debo decir que eres linda y tu cuerpo encantador.- Le decia esperando no hacer que se espantara o exaltara al oírlo de la nada, aunque quizá con su olfato ya lo habría notado estar cerca, se acerco un poco mas a dirección de ella mirándola - ¿Habrá algo de ropa para mi?.- le pregunto, - ¿O tendré que permanecer a si? y levantaba su mano notando que de aquel rasguño en su abdomen volvía a salir sangre.
La miro ponerse de pie, y moviendo un poco su cuerpo para sentirse cómodo y verla mejor sintió algo en su abdomen, sin embargo le dio poca importancia pensando en que seria la incomodidad o que fuera a causa del frío, ella pregunto si él había visto algún licantropo, su mente voló a días atrás y mucho tiempo mas atrás, dragones, vampiros, elfos y humanos había visto he interactuado con ellos, a punto estaba de contestar que no, sin embargo a su mente vino una ocasión que en en lunargenta había tenido que pasar la noche en una posada, esa noche en efecto había conocido un licantropo, recordó su agudo olfato y sutileza, - He conocido uno, mas nunca he visto uno transformado.- contesto a su pregunta.
La miro estar de frente y que se iba inclinando hacía el, - ¿Que ira ha hacer?.- se pegunto al ver como acercaba sus labios hacia su rostro, en detalle hacía su oído, la miro levantar su mano y que la comenzaba a deslizar sus dedos sobre su cuerpo mientras en un susurro le decía que no había diferencias físicas entre ellos, su cuerpo en un instante se estremeció al sentir sus caricias y en cierta forma algo de relajación, sin embargo al oírla susurrar de diferencias entre sus razas, giro su rostro hacia el de ella para mirarla, casi rozando su nariz cual si fuera a besara la miro, ¿le estaba diciendo ser una lican?, habiendo sucumbido ante ella lo despojo de aquella daga la cual dejo caer junto con su espada y camisa, volvió uno de sus dedos ah su abdomen, esta ocasión una leve molestia se presento cuando hizo esto, con sus ojos se miro e cuerpo, estaba sangrando, y ella decía que no era bueno jugar con objetos punzantes, con su uno de sus dedos limpio aquel pequeño hilo de sangre y la veia volverse a levantar con una bonita sonrisa.
- Creo que tendré mas cuidado con eso.- le dijo sonriendo, ella sugirió buscar ropa seca, a ser verdad tenia razón la noche había avanzado y el dueño de la cabaña no volvía, sus ropas mojadas tenían que cambiarse y él tenia que cubrirse el pecho para evitar enfermar como ella decía, a vio comenzar a caminar nuevamente hacia donde había ido antes, quizá ahí habría ropa, se puso de píe y comenzó a seguirla, dejando tras de ellos una oscuridad, y por frente viendo como la luz de aquel candelabro alumbraba su caminar.
Parecía que verdaderamente había ido a recorrer la cabaña, puesto que justo sabia el lugar donde un armario se encontraba, Gendry tras ella camino hacia aquel armario, y antes de llegar hasta donde se encontraba, miro a Alea que comenzaba a despojarse de sus prendas, la verdad era que era una chica con un encanto, y al irse desnudando no pudo evitar mirarla, su piel lucia suave, y una parte de Gendry le insinúo acercarse a ella y tocar su piel, sin embargo se contuvo.
- Debo decir que eres linda y tu cuerpo encantador.- Le decia esperando no hacer que se espantara o exaltara al oírlo de la nada, aunque quizá con su olfato ya lo habría notado estar cerca, se acerco un poco mas a dirección de ella mirándola - ¿Habrá algo de ropa para mi?.- le pregunto, - ¿O tendré que permanecer a si? y levantaba su mano notando que de aquel rasguño en su abdomen volvía a salir sangre.
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Vaya una mierda de día.
Llevaba todo el día caminando, no me había encontrado con nadie, y no parecía que fuese a mejorar. Estaba de un humor horrible. Y es que después de andar por la ciudad durante tiempo, de un lado para otro, algo en mi cabeza hizo clic.
Y maldita la hora en que hizo clic. ¿Por qué no me habré quedado disfrutando entre alcohol y lechos ajenos? No, claro, no podía quedarme quietecito, tenía que salir acosado por los remordimientos.
Psé, remordimientos... la mentirosa no merecía remordimiento alguno. ¿Y por qué ahora? ¿Por qué carajo mi cabeza me impide justamente ahora seguir con mi vida? Ah, claro. Porque me había propuesto tiempo atrás liquidar los restos del estúpido clan que deshizo mi familia. Y para colmo, la única persona en quien confié, tuvo la indecendia de mentirme. ¡Era una de ellos! Y estuvo callada como una... Puf. Maldita sea, ella y toda su familia.
Surpiré. Esto era un incordio. Durante el día de ayer estuve decidiendo, sabía que tenía que dirigirme a los alrededores de aquellos lugares que frecuentábamos juntos, pero por algún estúpido motivo, una parte de mi era reticente ante ese rumbo, así que marché a otra zona boscosa. Tenía allí una cabaña, llegué a medio día y la decenté como pude. Pensaba pasar allí una temporada, al menos hasta que mi ser completo me permitiese volver las tierras de la mentirosa, y dejar la cabaña donde iba a pasar un tiempo.
No dormí nada, apenas nada. No podía pensar con claridad, pero los pensamientos no me dejaban dormir. De modo que salía al alba, a cazar. Eludí al mundo y tomé forma lupina, corrí por los bosques y cuando me vine a dar cuenta, caía la noche, y caía la lluvia, así que emprendí la vuelta.
Y maldita la hora en que emprendí la vuelta. A unos quinientos metros de mi cabaña, lo olí. Era el aroma de personas, ¿en medio del bosque? Se me escapó una risa desdeñosa y avancé con furia, con furia acumulada durante mucho tiempo por su jodida culpa, y... Por algo más. Ese olor. No quería admitirlo, no, de ninguna manera. Pero una parte de mi.... La olía. Era imposible.
Apresuré los pasos, y allí estaba, mi cabaña. MI cabaña. Y un rastro de luz tenue dentro.
Mierda... -mascullé entre dientes.
Entré, casi empapado por la lluvia, la camisa blanca desbocada se me pegaba al cuerpo, y los pantalones en cuero marrón ceñidos empezaban a pesar, igual que las botas. Entré, tiré a un lado las tres liebres que había cogido, y atrvesé la sala como... como pude. No sé ni cómo pude, estaba cegado por la ira, e irritado, irritado porque una remota parte de mi se alegraba. ¡Joder!
Avancé hasta la luz de la vela como una exhalación, me llegaba la voz de un tío conforme me acercaba:
¿Habrá algo de ropa para mi? ¿O tendré que permanecer así?
Y no pude creer lo que vi. MI casa, MI ropa, y MI presa, y encima, un tío medio en pelotas la estaba mirando, y ella, como siempre, orgullosa y arrogante se estaba desnudando, ¡y quería ponerse MI ropa!
Avancé unos pasos más allá del marco, como a dos metros del tío, y le dije, tratando de no mandarlo a tomar viento.
Lo que va a haber va a ser de hostias como no te apartes, capullo. -le dije con desprecio, y luego, a ella- Y contigo ya hablaré luego.
Respiraba agitadamente tratando de mantener la calma, y era eso, perder la calma lo que me ponía de los nervios. ¿Por que coño tenían que entrar en MI casa, de todas las malditas casas que hay? ¿Y por qué tenía que importarme que fuese ella?
Llevaba todo el día caminando, no me había encontrado con nadie, y no parecía que fuese a mejorar. Estaba de un humor horrible. Y es que después de andar por la ciudad durante tiempo, de un lado para otro, algo en mi cabeza hizo clic.
Y maldita la hora en que hizo clic. ¿Por qué no me habré quedado disfrutando entre alcohol y lechos ajenos? No, claro, no podía quedarme quietecito, tenía que salir acosado por los remordimientos.
Psé, remordimientos... la mentirosa no merecía remordimiento alguno. ¿Y por qué ahora? ¿Por qué carajo mi cabeza me impide justamente ahora seguir con mi vida? Ah, claro. Porque me había propuesto tiempo atrás liquidar los restos del estúpido clan que deshizo mi familia. Y para colmo, la única persona en quien confié, tuvo la indecendia de mentirme. ¡Era una de ellos! Y estuvo callada como una... Puf. Maldita sea, ella y toda su familia.
Surpiré. Esto era un incordio. Durante el día de ayer estuve decidiendo, sabía que tenía que dirigirme a los alrededores de aquellos lugares que frecuentábamos juntos, pero por algún estúpido motivo, una parte de mi era reticente ante ese rumbo, así que marché a otra zona boscosa. Tenía allí una cabaña, llegué a medio día y la decenté como pude. Pensaba pasar allí una temporada, al menos hasta que mi ser completo me permitiese volver las tierras de la mentirosa, y dejar la cabaña donde iba a pasar un tiempo.
No dormí nada, apenas nada. No podía pensar con claridad, pero los pensamientos no me dejaban dormir. De modo que salía al alba, a cazar. Eludí al mundo y tomé forma lupina, corrí por los bosques y cuando me vine a dar cuenta, caía la noche, y caía la lluvia, así que emprendí la vuelta.
Y maldita la hora en que emprendí la vuelta. A unos quinientos metros de mi cabaña, lo olí. Era el aroma de personas, ¿en medio del bosque? Se me escapó una risa desdeñosa y avancé con furia, con furia acumulada durante mucho tiempo por su jodida culpa, y... Por algo más. Ese olor. No quería admitirlo, no, de ninguna manera. Pero una parte de mi.... La olía. Era imposible.
Apresuré los pasos, y allí estaba, mi cabaña. MI cabaña. Y un rastro de luz tenue dentro.
Mierda... -mascullé entre dientes.
Entré, casi empapado por la lluvia, la camisa blanca desbocada se me pegaba al cuerpo, y los pantalones en cuero marrón ceñidos empezaban a pesar, igual que las botas. Entré, tiré a un lado las tres liebres que había cogido, y atrvesé la sala como... como pude. No sé ni cómo pude, estaba cegado por la ira, e irritado, irritado porque una remota parte de mi se alegraba. ¡Joder!
Avancé hasta la luz de la vela como una exhalación, me llegaba la voz de un tío conforme me acercaba:
¿Habrá algo de ropa para mi? ¿O tendré que permanecer así?
Y no pude creer lo que vi. MI casa, MI ropa, y MI presa, y encima, un tío medio en pelotas la estaba mirando, y ella, como siempre, orgullosa y arrogante se estaba desnudando, ¡y quería ponerse MI ropa!
Avancé unos pasos más allá del marco, como a dos metros del tío, y le dije, tratando de no mandarlo a tomar viento.
Lo que va a haber va a ser de hostias como no te apartes, capullo. -le dije con desprecio, y luego, a ella- Y contigo ya hablaré luego.
Respiraba agitadamente tratando de mantener la calma, y era eso, perder la calma lo que me ponía de los nervios. ¿Por que coño tenían que entrar en MI casa, de todas las malditas casas que hay? ¿Y por qué tenía que importarme que fuese ella?
Tørcann
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Me deshice de cada una de mis prendas lentamente. Aunque me encontraba de espaldas a la puerta, y el no había dicho ni media palabra, era plenamente consciente de su presencia. - Debo decir que eres linda y tu cuerpo encantador.- Le miré sobre el hombro y sonreí mientras colocaba mi ropa sobre una silla.- Gracias…- Dije volviendo a acercarme a aquel armario para sacar de él una camisa claramente de hombre con la que cubrirme – Reconozco que tu tampoco estás nada mal – [Pero nada mal] pensé mientras le observaba de reojo. Me encogí de hombros con una de aquellas sonrisa burlonas típicas en mi para agregar sobre mi hombro– Lastima que seas humano – Aquella pequeña puntuación a modo de broma la pensaba realmente. Mi educación se basó en la supervivencia y cuando decidían hablarme sobre otras razas era para menospreciarlas… Y claro, tanto mi padre como mi tio siempre los dejaban por debajo de todas las razas.
Por un momento me sentí aturdida, otra vez aquel olor… pero esta vez era mas fuerte, cercano, familiar [Mierda] Pensé justo antes de que Gendry hablase, sin darme cuenta de que se habia acercado mas a mi. Me giré tras sus palabras y, para entonces, el lobo ya se encontraba en aquella habitación. Ni siquiera tuve tiempo de advertir a Gendry de lo que estaba a punto de ocurrir. Miré fugazmente la cama para después pasar mi mirada sobre Tocann, mantenerle la mirada unos segundos y después volver a mirar a Gendry. De pronto, la idea de haber alojado a un humano bajo el techo de mi padre me pareció la mas acertada.
Si me quedé helada no fue precisamente a causa del frio… ¿Sorpresa?¿Miedo? No me habían criado para sentir miedo, de hecho mi padre en multiples ocasiones me lo habia prohibido… no habían sido pocas las noches en las que, siendo niña, habia tenido que sobrevivir en mitad de la nada… en ocasiones en compañía de Adam pero en otras completamente sola. Aunque si, casi se podría decir que si, por un momento tuve miedo, al fin y al cabo aquel licántropo habia jurado acabar con mi familia… pero, ¿Miedo por lo que Torcann podría hacerme a mi y mi padre? ¿O quizás por lo que podría hacerle a Gendry? Un humano que, sin comerlo ni beberlo, acababa de meterse en mitad de una de aquellas disputas entre clanes.
En fin, si, miedo. Pero jamás lo reconoceré en voz alta – Te juro que no sabia quien era el dueño de esta cabaña – Le dije a Gendry, ignorando las palabras de Torcann. Era cierto, lo hacia muy lejos de allí, mis esperanzas estaban en que se encontraba por el norte… al menos al pensar asi creía a Adam a salvo de las manos del enemigo. Porque así era, al margen de lo que yo misma opine acerca de los clanes y las rivalidades, aquel licántropo con el que antaño habia compartido tanto, era el enemigo…
- En cuanto pase la tormenta nos iremos – Le dije a Torcann aparentando tranquilidad mientras me abotonaba una de las camisas del licántropo, al fin y al cabo cuando él entró en escena yo ya tenia aquella prenda en mi mano. Aquel “Y contigo ya hablaré luego” me habia sonado a amenaza y como tal me lo tomaría, solo esperaba que fuera lo fuere lo que tuviera en mente… lo pospusiera para otro dia. - Ambos deberíais cambiaros de ropa… hay que hacer algo con esa herida – y pasé junto a Gendry en dirección a la jofaina que habia unos metros mas allá del licántropo. Al pasar por su lado, tras dejar atrás al humano, le toqué el brazo aunque en el fondo sabia que aquel gesto era innecesario pues me estaba prestando atención – Él no tiene nada que ver en esto, está herido… deja que le cure y cuando pase la tormenta desapareceremos.- en todo momento actué con tranquilidad, como si aquello fuera lo mas normal del mundo. ¿La razón? Si actuaba como era yo normalmente Tor tendria una excusa para estallar y, hasta el momento, parecia estar conteniendose.
Si Torcann hubiera llegado unos minutos después ¿En qué situación nos habría encontrado? Al fin y al cabo, tal y como le habia dicho medio en broma, su único defecto era ser humano. Debo reconocer que en el momento en el que le revelé que no era una humana estuve a punto de besarle, sentir la cercania de sus labios y no aprovecharlo... pero bueno, a lo hecho pecho y quizás sea mejor asi ¿Para qué complicar las cosas aun mas?
Por un momento me sentí aturdida, otra vez aquel olor… pero esta vez era mas fuerte, cercano, familiar [Mierda] Pensé justo antes de que Gendry hablase, sin darme cuenta de que se habia acercado mas a mi. Me giré tras sus palabras y, para entonces, el lobo ya se encontraba en aquella habitación. Ni siquiera tuve tiempo de advertir a Gendry de lo que estaba a punto de ocurrir. Miré fugazmente la cama para después pasar mi mirada sobre Tocann, mantenerle la mirada unos segundos y después volver a mirar a Gendry. De pronto, la idea de haber alojado a un humano bajo el techo de mi padre me pareció la mas acertada.
Si me quedé helada no fue precisamente a causa del frio… ¿Sorpresa?¿Miedo? No me habían criado para sentir miedo, de hecho mi padre en multiples ocasiones me lo habia prohibido… no habían sido pocas las noches en las que, siendo niña, habia tenido que sobrevivir en mitad de la nada… en ocasiones en compañía de Adam pero en otras completamente sola. Aunque si, casi se podría decir que si, por un momento tuve miedo, al fin y al cabo aquel licántropo habia jurado acabar con mi familia… pero, ¿Miedo por lo que Torcann podría hacerme a mi y mi padre? ¿O quizás por lo que podría hacerle a Gendry? Un humano que, sin comerlo ni beberlo, acababa de meterse en mitad de una de aquellas disputas entre clanes.
En fin, si, miedo. Pero jamás lo reconoceré en voz alta – Te juro que no sabia quien era el dueño de esta cabaña – Le dije a Gendry, ignorando las palabras de Torcann. Era cierto, lo hacia muy lejos de allí, mis esperanzas estaban en que se encontraba por el norte… al menos al pensar asi creía a Adam a salvo de las manos del enemigo. Porque así era, al margen de lo que yo misma opine acerca de los clanes y las rivalidades, aquel licántropo con el que antaño habia compartido tanto, era el enemigo…
- En cuanto pase la tormenta nos iremos – Le dije a Torcann aparentando tranquilidad mientras me abotonaba una de las camisas del licántropo, al fin y al cabo cuando él entró en escena yo ya tenia aquella prenda en mi mano. Aquel “Y contigo ya hablaré luego” me habia sonado a amenaza y como tal me lo tomaría, solo esperaba que fuera lo fuere lo que tuviera en mente… lo pospusiera para otro dia. - Ambos deberíais cambiaros de ropa… hay que hacer algo con esa herida – y pasé junto a Gendry en dirección a la jofaina que habia unos metros mas allá del licántropo. Al pasar por su lado, tras dejar atrás al humano, le toqué el brazo aunque en el fondo sabia que aquel gesto era innecesario pues me estaba prestando atención – Él no tiene nada que ver en esto, está herido… deja que le cure y cuando pase la tormenta desapareceremos.- en todo momento actué con tranquilidad, como si aquello fuera lo mas normal del mundo. ¿La razón? Si actuaba como era yo normalmente Tor tendria una excusa para estallar y, hasta el momento, parecia estar conteniendose.
Si Torcann hubiera llegado unos minutos después ¿En qué situación nos habría encontrado? Al fin y al cabo, tal y como le habia dicho medio en broma, su único defecto era ser humano. Debo reconocer que en el momento en el que le revelé que no era una humana estuve a punto de besarle, sentir la cercania de sus labios y no aprovecharlo... pero bueno, a lo hecho pecho y quizás sea mejor asi ¿Para qué complicar las cosas aun mas?
- Jofaina:
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Mantenía una sonrisa en aquella habitación al estar con Alea, aquella luz aunque tenue del candelabro iluminaba aquel lugar, y con ella no era excepción la luz también llegaba a su cuerpo desnudo y la sombra y efecto que hacia aquella vela dibujaba las curvas y cada detalle del cuerpo de ella, haciendo que Gendry no pudiera evitar mirarla, en verdad la chica era hermosa y su cuerpo atractivo, una incitación tal vez, o algunas palabras provocativas en conjunto cambiarían la situación o circunstancia en la que estaban, de estar charlando y buscando ropa, tal vez y solamente se imagino tomándola por las caderas y allegarse a ella para besar sus labios y acariciar su cuerpo, y de esa u otras mil maneras que se les ocurrieran hacer que dejara de hacer comentarios cual el ue había hecho como si subestimara a los humanos, o lo estuviera haciendo menos, nunca juzgues algo sin probarlo, tal vez lo pruebas y te gusta mas que muchas cosas que acostumbras, una lección que en alguna ocasión la vida le había demostrado a él.
¿Que seria aquello que sintió? una sensación en su cuerpo, ¿seria que el viento tal ves que había entrado? y de ser a sí seguramente golpeo su cuerpo en aquel rasguño y había hecho que sintiera eso, su mirada sobre Alea la cual comenzaba a girarse, no perdió de vista la manera en que comenzaba a girar su cuerpo, pero una voz hizo que se estremeciera y que sintiera recorrer por todo su cuerpo aquella primera sensación, que ahora sabría que era la del peligro, la voz era grave por lo que indicaba que de un hombre se trataba, ¿seria el dueño del lugar? lo mas seguro era que sí, ¿y ahora que hacer? se pregunto un instante, ¿como contestarle? o ¿de que manera actuar?
De una manera discreta deslizo su mano hacia su cinturón, su sorpresa fue grade al no sentir aquella daga ni su espada, a su mente vino rápidamente el ver su camisa, daga y espada a los píes de aquel sofá, ahora por eso se encontraba desarmado en peligro inminente, trato de ver la situación con un panorama mejor, pero a su mente no vinieron mas que malos pensamientos, recordando las palabras de Alea de hacia un instante, se encontraban en tierra de licantropos ,¿y si aquel hombre también era licantropo? de ser en esa forma solamente pensó en como huir o correr hasta su espada, sin armas seria imposible hacer algo.
Alea le decía no saber de quien había sido la casa ¿por que se excusaba a si? parecía que lo conocía y viceversa, ¿de que iba a habar con ella mas tarde? Gendry se preguntaba que hacer, Alea en un instante con palabras cual si estuviera segura que él hombre aceptaría le hablaba, Gendry fijo la vista en aquel, tratando de no hacerlo en una forma desafiante, solamente para observarlo a detalle, o buscarle alguna debilidad.
- Oye, se que de nada servirá pero perdón por allanar en tu casa, pero la lluvia nos obligaba a conseguir refugió y decidimos entrar.- Decia tras ver como Alea había decidido hacerse la valiente dirigiendole la palabra y proponiendo cual si le indicara que iban a realizar, era claro que el sujeto estaba enfadado, y lo mejor era no provocarlo, miro a su alrededor buscando algo para usar cual un arma de ser necesario, observando con los ojos vio que lo único que podría servirle era aquel candelabro un golpe fuerte tal vez y podrían escapar, lo mantenia observando mientras aquel sujeto se encontraba ahí a ser verdad estaba acorralado.
Lo tenia de frente y la puerta de salida hacia la sala estaba tras de él, un poco y se imaginaba que aquel diciendo que la unica forma en que pasaría para salir seria sobre su cadáver. observo después a Alea quien seguramente también correría peligro en ese instante, ¿hacerse el héroe o dejarse mangonear o golpear ah antojo propio de aquel? no era cuestión de saltar en cualquier instante a pelea, sabia que tenia que hacer algo que ya hubiera planeado..
¿Que seria aquello que sintió? una sensación en su cuerpo, ¿seria que el viento tal ves que había entrado? y de ser a sí seguramente golpeo su cuerpo en aquel rasguño y había hecho que sintiera eso, su mirada sobre Alea la cual comenzaba a girarse, no perdió de vista la manera en que comenzaba a girar su cuerpo, pero una voz hizo que se estremeciera y que sintiera recorrer por todo su cuerpo aquella primera sensación, que ahora sabría que era la del peligro, la voz era grave por lo que indicaba que de un hombre se trataba, ¿seria el dueño del lugar? lo mas seguro era que sí, ¿y ahora que hacer? se pregunto un instante, ¿como contestarle? o ¿de que manera actuar?
De una manera discreta deslizo su mano hacia su cinturón, su sorpresa fue grade al no sentir aquella daga ni su espada, a su mente vino rápidamente el ver su camisa, daga y espada a los píes de aquel sofá, ahora por eso se encontraba desarmado en peligro inminente, trato de ver la situación con un panorama mejor, pero a su mente no vinieron mas que malos pensamientos, recordando las palabras de Alea de hacia un instante, se encontraban en tierra de licantropos ,¿y si aquel hombre también era licantropo? de ser en esa forma solamente pensó en como huir o correr hasta su espada, sin armas seria imposible hacer algo.
Alea le decía no saber de quien había sido la casa ¿por que se excusaba a si? parecía que lo conocía y viceversa, ¿de que iba a habar con ella mas tarde? Gendry se preguntaba que hacer, Alea en un instante con palabras cual si estuviera segura que él hombre aceptaría le hablaba, Gendry fijo la vista en aquel, tratando de no hacerlo en una forma desafiante, solamente para observarlo a detalle, o buscarle alguna debilidad.
- Oye, se que de nada servirá pero perdón por allanar en tu casa, pero la lluvia nos obligaba a conseguir refugió y decidimos entrar.- Decia tras ver como Alea había decidido hacerse la valiente dirigiendole la palabra y proponiendo cual si le indicara que iban a realizar, era claro que el sujeto estaba enfadado, y lo mejor era no provocarlo, miro a su alrededor buscando algo para usar cual un arma de ser necesario, observando con los ojos vio que lo único que podría servirle era aquel candelabro un golpe fuerte tal vez y podrían escapar, lo mantenia observando mientras aquel sujeto se encontraba ahí a ser verdad estaba acorralado.
Lo tenia de frente y la puerta de salida hacia la sala estaba tras de él, un poco y se imaginaba que aquel diciendo que la unica forma en que pasaría para salir seria sobre su cadáver. observo después a Alea quien seguramente también correría peligro en ese instante, ¿hacerse el héroe o dejarse mangonear o golpear ah antojo propio de aquel? no era cuestión de saltar en cualquier instante a pelea, sabia que tenia que hacer algo que ya hubiera planeado..
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Se quedó quieta, y ella no se quedaba quieta nunca. ¿Qué carajo le pasaba?
Me miraban ambos con desconcierto, y, joder, no podía identificar nada más, y me daba igual. Estaba siendo humano, pero mis pensamientos eran casi como los del lobo.
– Te juro que no sabia quien era el dueño de esta cabaña. -la loba le hablaba al humano, a ese que estaba de pie como un pasmarote mirandome, ¡como si fuese algo raro! Aunque claro, para él... Lo entendía perfectamente, era algo muy por encima.
...Y la loba estaba con él. ¡Y en mi casa! Joder. Esperaba encontrarla en otra situación, no volviendome a tratarme así, ¡A MI! A saber lo que habrán estado haciendo. Me hervía la sangre, la cabeza me daba vueltas y respiraba agitadamente.
No vayas a disculparte como mínimo, mentirosa. Podrías enfermar o algo peor. - Mascullé entre dientes mientras escuchaba vagamente las palabras del pasmarote, envalentonado. - Oye, se que de nada servirá pero perdón por allanar en tu casa, pero la lluvia nos obligaba a conseguir refugió y decidimos entrar.
Pasé a su lado y seguí a Alea los pasos que dio, rozando al humano con el hombro. Si me fijaba en él, probablemente lo estamparía contra algo. Había tocado a MI presa, en MI casa, y de no ser así, me daba igual, lo habría pensado, seguro. Joder, ¿y quién coño no lo haría?
No. No no, yo tenía que matarla, no podía olvidar eso otra vez. Pero antes, quería explicaciones. Fulminó con la mirada al pasmarote, que paseaba la mirada nervioso por la estancia. ¿Intentaba algo el cabrón? Vamos, no me jodas.
Ella se abotonaba mi ropa. Y eso me estaba poniendo.... Nervioso. Nervioso, y más cosas. Mierda.
En cuanto pase la tormenta nos iremos. Ambos deberíais cambiaros de ropa… hay que hacer algo con esa herida.
Claro, mentirosa, no querría que tu amiga o tú os resfriáseis. -dije cabreado, mientras ella pasaba por su lado y le tocaba. Joder, lo hacía a posta y lo sabía. Me sacaba de quicio y me ponía nervioso, y no soportaba que ella, ELLA, me pusiese nervioso, A MI.
La fulminé con la mirada mientras se acercaba a la jarra de agua limpia. MI jarra de agua limpia.
Él no tiene nada que ver en esto, está herido… deja que le cure y cuando pase la tormenta desapareceremos.
¿También quieres té y pastitas? ¿O quieres comer otra cosa? -no pude resistirme a decir aquello. Controlate, estúpido, me repetía constantemente.
Me acerqué a ella y la agarré de los hombros. Eso que llevas es mío.
Me miraban ambos con desconcierto, y, joder, no podía identificar nada más, y me daba igual. Estaba siendo humano, pero mis pensamientos eran casi como los del lobo.
– Te juro que no sabia quien era el dueño de esta cabaña. -la loba le hablaba al humano, a ese que estaba de pie como un pasmarote mirandome, ¡como si fuese algo raro! Aunque claro, para él... Lo entendía perfectamente, era algo muy por encima.
...Y la loba estaba con él. ¡Y en mi casa! Joder. Esperaba encontrarla en otra situación, no volviendome a tratarme así, ¡A MI! A saber lo que habrán estado haciendo. Me hervía la sangre, la cabeza me daba vueltas y respiraba agitadamente.
No vayas a disculparte como mínimo, mentirosa. Podrías enfermar o algo peor. - Mascullé entre dientes mientras escuchaba vagamente las palabras del pasmarote, envalentonado. - Oye, se que de nada servirá pero perdón por allanar en tu casa, pero la lluvia nos obligaba a conseguir refugió y decidimos entrar.
Pasé a su lado y seguí a Alea los pasos que dio, rozando al humano con el hombro. Si me fijaba en él, probablemente lo estamparía contra algo. Había tocado a MI presa, en MI casa, y de no ser así, me daba igual, lo habría pensado, seguro. Joder, ¿y quién coño no lo haría?
No. No no, yo tenía que matarla, no podía olvidar eso otra vez. Pero antes, quería explicaciones. Fulminó con la mirada al pasmarote, que paseaba la mirada nervioso por la estancia. ¿Intentaba algo el cabrón? Vamos, no me jodas.
Ella se abotonaba mi ropa. Y eso me estaba poniendo.... Nervioso. Nervioso, y más cosas. Mierda.
En cuanto pase la tormenta nos iremos. Ambos deberíais cambiaros de ropa… hay que hacer algo con esa herida.
Claro, mentirosa, no querría que tu amiga o tú os resfriáseis. -dije cabreado, mientras ella pasaba por su lado y le tocaba. Joder, lo hacía a posta y lo sabía. Me sacaba de quicio y me ponía nervioso, y no soportaba que ella, ELLA, me pusiese nervioso, A MI.
La fulminé con la mirada mientras se acercaba a la jarra de agua limpia. MI jarra de agua limpia.
Él no tiene nada que ver en esto, está herido… deja que le cure y cuando pase la tormenta desapareceremos.
¿También quieres té y pastitas? ¿O quieres comer otra cosa? -no pude resistirme a decir aquello. Controlate, estúpido, me repetía constantemente.
Me acerqué a ella y la agarré de los hombros. Eso que llevas es mío.
Tørcann
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Tras las palabras de Gendry tuve que morderme la lengua pues apunto estuve de decirle: “Y además, he roto tu ventana”. Él no lo habia mencionado así que preferí omitir aquel pequeño e insignificante detalle… al menos, por ahora. Por supuesto, ignoré aquellas palabras sobre que el humano y yo agarraríamos un resfriado…
Caminé hacia la Jofaina, con el licantropo pegado a mis talones ¿Tenía miedo que le robase algo o lo hacía simplemente por marcar su territorio? Y cuando hablo de territorio me refiero a mi, cosa que seria una tontería pues su olfato habría detectado la raza de Gendry y, claro está, que al ser humano no pertenecia a los garras rojas… de hecho, ni siquiera existía ya dicho clan aun con la insistencia de mi padre en afirmar lo contrario. A diferencia de mi estado normal- Facilmente alterable, imprevisible, infantil…- mi estado era el de una persona completamente indiferente, como si su evidente enfado por encontrarnos en su cabaña no fuera conmigo.
Conocía la sensación de furia contenida al no recibir respuesta violenta pues de ese mismo modo, Dunkan, aplacaba mi mal humor… Y sabía perfectamente que, de algun modo, Torcann estaba experimentando importencia por no tener una excusa para agarrarme del pescuezo y cumplir con lo que él creía que era su deber. – Té y pastitas, gracias – Ahá, no pude evitarlo responderle a aquella idiotez.
Me encontraba humedeciendo un paño en agua cuando sentí sus manos sobre mis hombros. Mi cuerpo se puso completamente rigido ante su contacto - Eso que llevas es mío. - antes no te molestaba – repliqué, sabiendo que aquello le sentaria como una patada en sus preciadas esferas peludas. Dejé el paño sobre la jofaina para desabrocharme los cuatro botones que me habia abrochado anteriormente.
Moví mis hombros bruscamente para liberarme de sus manos y, tras quitarme SU maldita camisa, se la di de mala gana. Mis ojos resplandecieron en una tonalidad amarillenta, en señal de amenaza – No vuelvas a ponerme una mano encima, hace mucho que perdiste ese derecho – Y sin esperar respuesta, cogí el paño y me acerqué donde el humano y mi ropa – Toma, límpiate… nos vamos – Dije mientras le extendia el paño humedo para después empezar a coger mi ropa para vertirme y salir de allí lo antes posible… claro, en caso de que Torcann nos dejase ir tan fácilmente.
Caminé hacia la Jofaina, con el licantropo pegado a mis talones ¿Tenía miedo que le robase algo o lo hacía simplemente por marcar su territorio? Y cuando hablo de territorio me refiero a mi, cosa que seria una tontería pues su olfato habría detectado la raza de Gendry y, claro está, que al ser humano no pertenecia a los garras rojas… de hecho, ni siquiera existía ya dicho clan aun con la insistencia de mi padre en afirmar lo contrario. A diferencia de mi estado normal- Facilmente alterable, imprevisible, infantil…- mi estado era el de una persona completamente indiferente, como si su evidente enfado por encontrarnos en su cabaña no fuera conmigo.
Conocía la sensación de furia contenida al no recibir respuesta violenta pues de ese mismo modo, Dunkan, aplacaba mi mal humor… Y sabía perfectamente que, de algun modo, Torcann estaba experimentando importencia por no tener una excusa para agarrarme del pescuezo y cumplir con lo que él creía que era su deber. – Té y pastitas, gracias – Ahá, no pude evitarlo responderle a aquella idiotez.
Me encontraba humedeciendo un paño en agua cuando sentí sus manos sobre mis hombros. Mi cuerpo se puso completamente rigido ante su contacto - Eso que llevas es mío. - antes no te molestaba – repliqué, sabiendo que aquello le sentaria como una patada en sus preciadas esferas peludas. Dejé el paño sobre la jofaina para desabrocharme los cuatro botones que me habia abrochado anteriormente.
Moví mis hombros bruscamente para liberarme de sus manos y, tras quitarme SU maldita camisa, se la di de mala gana. Mis ojos resplandecieron en una tonalidad amarillenta, en señal de amenaza – No vuelvas a ponerme una mano encima, hace mucho que perdiste ese derecho – Y sin esperar respuesta, cogí el paño y me acerqué donde el humano y mi ropa – Toma, límpiate… nos vamos – Dije mientras le extendia el paño humedo para después empezar a coger mi ropa para vertirme y salir de allí lo antes posible… claro, en caso de que Torcann nos dejase ir tan fácilmente.
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Vaya situación en la que se había metido, ahí estaba con una mujer a la que apenas había conocido y en la casa de un sujeto que parecía no le importaba nada quería sus cosa y a ellos fuera de ahí y lejos de ellas, sus palabras sarcasticas en cierta forma infantiles en cada ocasión las soltaba para indicar que no estaba alegre con la situacion, - vaya sujeto.- era lo que se decia en la mente gendry, dando poca importancia a su molestia, hasta que miro que le tomaba los hombros en una forma opresiva y tal vez hasta indicando peligro, diciendo con posecion sobre Alea que lo que traía ella le pertenecía.
- A una mujer no se le toca, menos de esa forma.-fue lo que en su mente pensó un poco con molestia al mirar la situación, clavo la vista en aquel candelabro y después en la nuca del sujeto, un golpe bastaba para dejarle inconsciente por al menos algunas horas, a punto estaba de hacerlo cuando miro como Alea quitárselo y que se quitaba la camisa y se la daba, vaya que era una mujer con carácter, ahí estaba nuevamente desnuda, dejando a la vista de ellos el color de su piel en la oscuridad, simplemente con el brillo de un candelabro.
Tomo aquel paño escuchándola decir que se limpiara, que se iban, justo como el quería, tomo aquel paño que sin duda de igual manera seria de aquel sujeto, y ante sus ojos lo coloco en su abdomen sintiendo la humedad de aquel paño limpiando de una manera lenta la poca sangre que había fluido de aquella leve herida, no pudo evitar no ver el rostro de aquel sujeto, sin duda seria nuevamente de molestia por la situación, ya que al hacerlo a si Gendry le estaba diciendo, mira como me limpio con tus cosas, ¿seria peligroso?, parecía que el peligro ya le era lo que menos le importaba.
Desvío un momento su mirada a Alea la cual cubría la desnudes de su ropa con sus prendas húmedas - voy por mis cosas a la sala y te espero para marchar.- le dijo en tono bajo cual si le susurrara aquellas palabras.y con pasos lentos pero firmes camino hacia la puerta a dirección del sujeto, a estar a una distancia cercana no pudo evitar colocarle aquel paño sobre un hombro - Esto también es tuyo, gracias por prestármelo.- le dijo con una sonrisa que no pudo evitar ocultar, y no bajando la guardia a cualquier movimiento u acto que aquel chico fuera a hacer.
Vio la luz de la luna a través del marco de la puerta que daba hacía el bosque, desvío su vista y eh ahí aun sus pertenencias tiradas a un lado del sofá, tomo apresuramiento y en un parpadear se estaba colocando aquella camisa, parecía que ahora ha ambos les diera la menor importancia si se resfriaban, ahí estaban colocándose la ropa húmeda, tomo su daga y la coloco al cinturón y de igual manera su espada, ahora si tenia con que defenderse en todo caso que algo sucediera, la puerta estaba abierta, y bien podía escapar dejar ha la chica ahí ¿pero ella estaría bien? no pudo evitar pensarlo, y de la nada miro el reflejo de la luz lunar sobre la mesa en aquella garra de metal que Alea parecia usar como un arma.
Indefensa y encerrada en la habitación, vaya que en verdad la había dejado en una situación peligrosa, cogió aquella garra y en un instante volvía a caminar hacia aquella habitación para ver si estaba todo bien y para darle su arma ha Alea de ser necesario.
- A una mujer no se le toca, menos de esa forma.-fue lo que en su mente pensó un poco con molestia al mirar la situación, clavo la vista en aquel candelabro y después en la nuca del sujeto, un golpe bastaba para dejarle inconsciente por al menos algunas horas, a punto estaba de hacerlo cuando miro como Alea quitárselo y que se quitaba la camisa y se la daba, vaya que era una mujer con carácter, ahí estaba nuevamente desnuda, dejando a la vista de ellos el color de su piel en la oscuridad, simplemente con el brillo de un candelabro.
Tomo aquel paño escuchándola decir que se limpiara, que se iban, justo como el quería, tomo aquel paño que sin duda de igual manera seria de aquel sujeto, y ante sus ojos lo coloco en su abdomen sintiendo la humedad de aquel paño limpiando de una manera lenta la poca sangre que había fluido de aquella leve herida, no pudo evitar no ver el rostro de aquel sujeto, sin duda seria nuevamente de molestia por la situación, ya que al hacerlo a si Gendry le estaba diciendo, mira como me limpio con tus cosas, ¿seria peligroso?, parecía que el peligro ya le era lo que menos le importaba.
Desvío un momento su mirada a Alea la cual cubría la desnudes de su ropa con sus prendas húmedas - voy por mis cosas a la sala y te espero para marchar.- le dijo en tono bajo cual si le susurrara aquellas palabras.y con pasos lentos pero firmes camino hacia la puerta a dirección del sujeto, a estar a una distancia cercana no pudo evitar colocarle aquel paño sobre un hombro - Esto también es tuyo, gracias por prestármelo.- le dijo con una sonrisa que no pudo evitar ocultar, y no bajando la guardia a cualquier movimiento u acto que aquel chico fuera a hacer.
Vio la luz de la luna a través del marco de la puerta que daba hacía el bosque, desvío su vista y eh ahí aun sus pertenencias tiradas a un lado del sofá, tomo apresuramiento y en un parpadear se estaba colocando aquella camisa, parecía que ahora ha ambos les diera la menor importancia si se resfriaban, ahí estaban colocándose la ropa húmeda, tomo su daga y la coloco al cinturón y de igual manera su espada, ahora si tenia con que defenderse en todo caso que algo sucediera, la puerta estaba abierta, y bien podía escapar dejar ha la chica ahí ¿pero ella estaría bien? no pudo evitar pensarlo, y de la nada miro el reflejo de la luz lunar sobre la mesa en aquella garra de metal que Alea parecia usar como un arma.
Indefensa y encerrada en la habitación, vaya que en verdad la había dejado en una situación peligrosa, cogió aquella garra y en un instante volvía a caminar hacia aquella habitación para ver si estaba todo bien y para darle su arma ha Alea de ser necesario.
Gendry
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Off: disculpad, queria postear hoy porque estaré unos días de dudosa conexión y así para mi turno de nuevo ya podría responder. De igual modo... Salgo del tema.
- - - - -
Té y pastitas, gracias -decía la mentirosa. Gruñí ante ese comentario. Podía ver por el rabillo del ojo al humano. ¡Estaba quieto! ¿Acaso no estaba molesto? Joder.
Dirigí de nuevo la mirada a la loba. Quería aclararlo todo. Quería matarla pero otra parte de mi solo quería que no hubiese pasado el tiempo, volver a las noches entre la hierba y la luna, ser libres y entendernos sin siquiera hablar. Pero no, aquello se había esfumado. Sacudí la cabeza y volví a gruñir.
Antes no te molestaba. -me dijo. Me sentí palidecer. Joder, siempre tan perspicaz. Maldita mentirosa de lengua viperina y piel tan suave y tostada como.. ¡Estúpido! Deja de mirarla. Me reprimí a mi mismo. Miraba la piel de su nuca cuando se sacudió violentamente mis manos de los hombros, que aparté de mala gana, y me tendió la camisa, empujandola contra mis manos en mi torso.
Gruñí y la seguí con la mirada, se daba la vuelta. ¡Desnuda! MI presa, desnuda, y en MI casa, ¡y mantenía la jodida calma! Tenía que tranquilizarme o aquello acabaría mal. O peor, acabaría, y demasiado pronto, y no quería ni podía permitirlo, necesitaba respuestas, porque necesitaba motivos para no cumplir con mi deber y matarla.. No quería y eso me cabreaba, mucho.
No vuelvas a ponerme una mano encima, hace mucho que perdiste ese derecho. Toma, límpiate… nos vamos. -decía, a mi, y al humano. ¿Se quería ir así, sin más? Sintió su respiración algo más calmada. ¿No le molestaba? ¿Ni le importaba no verle, no saber de él? ¿Ni siquiera no encontrar un motivo o razón?
¿Desde cuando eres tan moñas, Tor? Estúpido...
Voy por mis cosas a la sala y te espero para marchar. -gruñí mirando al humano. "No hables a MI presa, imbécil.." Exactamente eso decía mi mirada. Era MI casa y no iba a permitir eso- Esto también es tuyo, gracias por prestármelo.
Métetelo por donde te quepa, capullo. -dije con ira en los ojos mirándolo darse la vuelta hasta el salón. Lo seguí con la mirada y luego miré a Alea. Era el momento.
Me acerqué a ella. Se estaba poniendo ropa mojada y eso no me gustaba nada. Enfermaría... ¿PERO QUE TE PASA, TOR? Joder, estúpida mentirosa..
No hagas eso. -dije sin saber cómo empezar. Ella era orgullosa, más que él por mucho que odiase reconocerlo, y sabía que tenía que dar el paso, porque era demasiado cabezota y terca.- ¿Vamos a seguir así siempre? -apreté la mandíbula. Esperaba su reacción.. Con.. ¿Miedo? ¿Temblor? ¿Nervios o ira? Suspiré- ¿Por qué no me lo dijiste? Necesito saberlo. -No podía creerme que estuviese haciendo aquello.. Pero.. Era la única persona que me había comprendido alguna vez. Echaba de menos la comprensión muda.- Te habría encontrado, y lo sabes. No lo hice. He vagado con una batalla interna entre encontrarte y matarte, o encontrarte y lanzarme sobre ti. ¿Sabes lo asqueroso que es eso cuando llevas toda tu maldita vida solo? -mi respiración se había acelerado- Necesito respuestas. ¿Es eso lo que quieres? ¿Esa vida de ciudad, de niñatos jóvenes y caras bonitas? ¿Te gusta de verdad? Tu nunca... -"...has sido así" iba a decir. Pero cerré la boca. ¿Había sido una mentira todo? ¿Había sido sincera conmigo? Joder...
Tørcann
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Re: Bajo la luz de luna [noche - Libre][Cerrado]
Asentí a las palabras de Gendry y me di la vuelta para terminar de vertirme. Lo cierto es que, si hubiera aprovechado la oportunidad de huir mientras Torcann volvia a dirigirse hacia mi… no le hubiera culpado, al fin y al cabo, solo era un humano. El lobo habló a mi espalda y yo, preferí ignorarle. No entendí sus primeras palabras pero tampoco le di demasiada importancia ¿Qué no hiciera qué?¿Vestirme?¿irme?
Exteriormente intentaba aparentar serenidad, tranquilidad… como si aquello fuese lo mas normal del mundo. Como si entrar con un extraño, en mitad de una tormenta, en una cabaña vacia para luego ser sorprendida por aquel que habia jurado terminar con mi vida y la de toda mi familia… fuese lo mas normal del mundo.
- ¿Vamos a seguir así siempre? – Me giré, sin poder ocultar la sorpresa en mi mirada, mientras terminaba de abotonar mi chaleco. ¿Siempre? Aquella palabra no casaba con nosotros, ni antaño cuando todo iba bien, ni después de que le revelase mi identidad. Siempre… demasiado tiempo. Sonreí sin poder ocultar la ironia previa a mis palabras – Depende de tu concepto del siempre – Dije mientras introducia el pie derecho en el interior de una de mis botas - ¿Hasta que me mates o hasta que muera de vieja?- Y toda mi contención anterior por no provocarle empezaba a tambalearse… como si mi yo verdadero quisiera mostrarse ante él. Mi cuerpo se tensó completamente mientras esperaba una reacción de él pero, para mi sorpresa - ¿Por qué no me lo dijiste? Necesito saberlo. - ¿Decirle qué?¿Que domonios quería saber que ya no supiera?¿Acaso seguía pensando que yo supe que él era un Umbra desde el principio? Maldito enfermizo... tenia la cabeza tan hueca como mi padre.
Maldito… maldito él, su clan y todo lo que tuviera que ver con los garras rojas. Por supuesto, no le respondí, continué calzandome hasta que él volvió a tomar la palabra.- …cuando llevas toda tu maldita vida solo? – Estuve muy a punto de responderle sobre aquello ¿Me hablaba a mi de soledad? Me contuve volviendo a morderme la lengua por no escupirle mis verdades a la cara, por no alterar la situación mas de lo que ya estaba. Notaba su respiración alterada, sus pulsaciones, sus latidos... era como una bomba a punto de estallar.
El sonido de unos pasos me alertaron de la cercanía del humano. No habia aprovechado su oportunidad de huir y no sabia si agradecérselo o llamarle estúpido por desaprovechar la ocasión. Miré a Torcann a los ojos y avancé dos pasos hacia él - ¿De verdad quieres respuestas? Mañana, tu y yo. Solos, en la cueva - ¿Qué demonios acababa de hacer?¿Acababa de quedar a solas con aquel que quería verme desangrada?¿Con aquel que queria degollarme tanto a mi como a mi padre?¿Con aquel que probablemente habia participado en el asesinato de mi tio? Di media vuelta para empezar a caminar en dirección a la salida pero él volvió a hablar… y no tuve mas remedio que girarme nuevamente hacia él.
Tras sus palabras recordé que clase de “amistad” habíamos llevado tiempo atrás. Una amistad que nunca habia sido demasiado clara. Quizás fue la necesidad de tener compañía la que nos unió, pero por algun motivo… nunca tuvimos necesidad de hablar sobre nuestras familiar, ilusiones o aspiraciones. No hasta que él empezó a hablarme de su clan. Por lo tanto, Tor no tenia ni idea de mis ansias de salir de aquellas tierras, de mis ganas de viajar a la ciudad. Creo que, por aquel entonces, ni siquiera estaba al tanto de que yo tenia familia en Lunargenta.
- Si – Respondí rotundamente – Eso es lo que quiero. Ir a Lunargenta y rodearme de caras bonitas que no quieran matarme…- Le sostuve la mirada unos segundos y agregué, justo antes de girarme y empezar a caminar en dirección a Gendry – Mañana en la cueva.
Cogí a Gendry del brazo, dejando a Torcann en aquella habitación- Vamonos de aquí- y nos encaminemos hacia la puerta- recogiendo mi bandolera por el camino- para salir de allí lo antes posible, antes de que el dueño de la cabaña llegase a la conclusión de que yo no tenia ninguna intención de acudir a la cueva al dia siguiente.
Por supuesto que no acudiría. Hay que estar muy mal de la cabeza para citarse a solas con el enemigo y acudir al encuentro. - ¿Recuerdas aquello de las disputas entre clanes? – Dije apresurando el paso y sin darme cuenta que, inconscientemente, aun iba agarrada de él. La cabaña empezaba a desvanecerse a nuestras espaldas y la intensidad de la lluvia habia disminuido considerablemente...
Exteriormente intentaba aparentar serenidad, tranquilidad… como si aquello fuese lo mas normal del mundo. Como si entrar con un extraño, en mitad de una tormenta, en una cabaña vacia para luego ser sorprendida por aquel que habia jurado terminar con mi vida y la de toda mi familia… fuese lo mas normal del mundo.
- ¿Vamos a seguir así siempre? – Me giré, sin poder ocultar la sorpresa en mi mirada, mientras terminaba de abotonar mi chaleco. ¿Siempre? Aquella palabra no casaba con nosotros, ni antaño cuando todo iba bien, ni después de que le revelase mi identidad. Siempre… demasiado tiempo. Sonreí sin poder ocultar la ironia previa a mis palabras – Depende de tu concepto del siempre – Dije mientras introducia el pie derecho en el interior de una de mis botas - ¿Hasta que me mates o hasta que muera de vieja?- Y toda mi contención anterior por no provocarle empezaba a tambalearse… como si mi yo verdadero quisiera mostrarse ante él. Mi cuerpo se tensó completamente mientras esperaba una reacción de él pero, para mi sorpresa - ¿Por qué no me lo dijiste? Necesito saberlo. - ¿Decirle qué?¿Que domonios quería saber que ya no supiera?¿Acaso seguía pensando que yo supe que él era un Umbra desde el principio? Maldito enfermizo... tenia la cabeza tan hueca como mi padre.
Maldito… maldito él, su clan y todo lo que tuviera que ver con los garras rojas. Por supuesto, no le respondí, continué calzandome hasta que él volvió a tomar la palabra.- …cuando llevas toda tu maldita vida solo? – Estuve muy a punto de responderle sobre aquello ¿Me hablaba a mi de soledad? Me contuve volviendo a morderme la lengua por no escupirle mis verdades a la cara, por no alterar la situación mas de lo que ya estaba. Notaba su respiración alterada, sus pulsaciones, sus latidos... era como una bomba a punto de estallar.
El sonido de unos pasos me alertaron de la cercanía del humano. No habia aprovechado su oportunidad de huir y no sabia si agradecérselo o llamarle estúpido por desaprovechar la ocasión. Miré a Torcann a los ojos y avancé dos pasos hacia él - ¿De verdad quieres respuestas? Mañana, tu y yo. Solos, en la cueva - ¿Qué demonios acababa de hacer?¿Acababa de quedar a solas con aquel que quería verme desangrada?¿Con aquel que queria degollarme tanto a mi como a mi padre?¿Con aquel que probablemente habia participado en el asesinato de mi tio? Di media vuelta para empezar a caminar en dirección a la salida pero él volvió a hablar… y no tuve mas remedio que girarme nuevamente hacia él.
Tras sus palabras recordé que clase de “amistad” habíamos llevado tiempo atrás. Una amistad que nunca habia sido demasiado clara. Quizás fue la necesidad de tener compañía la que nos unió, pero por algun motivo… nunca tuvimos necesidad de hablar sobre nuestras familiar, ilusiones o aspiraciones. No hasta que él empezó a hablarme de su clan. Por lo tanto, Tor no tenia ni idea de mis ansias de salir de aquellas tierras, de mis ganas de viajar a la ciudad. Creo que, por aquel entonces, ni siquiera estaba al tanto de que yo tenia familia en Lunargenta.
- Si – Respondí rotundamente – Eso es lo que quiero. Ir a Lunargenta y rodearme de caras bonitas que no quieran matarme…- Le sostuve la mirada unos segundos y agregué, justo antes de girarme y empezar a caminar en dirección a Gendry – Mañana en la cueva.
Cogí a Gendry del brazo, dejando a Torcann en aquella habitación- Vamonos de aquí- y nos encaminemos hacia la puerta- recogiendo mi bandolera por el camino- para salir de allí lo antes posible, antes de que el dueño de la cabaña llegase a la conclusión de que yo no tenia ninguna intención de acudir a la cueva al dia siguiente.
Por supuesto que no acudiría. Hay que estar muy mal de la cabeza para citarse a solas con el enemigo y acudir al encuentro. - ¿Recuerdas aquello de las disputas entre clanes? – Dije apresurando el paso y sin darme cuenta que, inconscientemente, aun iba agarrada de él. La cabaña empezaba a desvanecerse a nuestras espaldas y la intensidad de la lluvia habia disminuido considerablemente...
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