Al final del camino sin ley [Privado][+18][Cerrado]

No lo negaría, sonaba un reto muy difícil, ¿por cuánto tiempo debía estar así?, “por más que quisiera aprender el dominio de la forma dragón, quiero seguir manteniendo mi dominio marcial”, descarte el pensarlo inmediatamente, ante su ofrecimiento de aplazar la respuesta. A lo cual respondí con un gesto afirmativo.

Luego tuve que esforzarme por anotar en mi memoria aquellas coordenadas y antes de poder hacerle alguna una pregunta escuche su “si eres respetuosa”, me quede pensativa.

“será con los modales del norte o serán con los sureños”

No pude preguntarle tampoco al respecto, ella me realizo un gesto que desconocía y se marchó, no sin antes despedirse, “ese gesto que significara”. Me quede unos minutos más en la mesa, pensando en que haría, por ahora dormiría, ya mañana a primera hora iría al mercado a vender las especias y luego ira a aquella torre, cuya ubicación parte por la playa donde nos conocimos.

“espera y donde quedaba eso”

No sabía exactamente donde estaba ahora con respecto a esa playa, habíamos cruzado un túnel, cuya salida no podía orientar bien, quedaba al oeste o al este, bueno podía seguir la costa, pero y si la seguía para el lado contrario.

- Me tocara ir por el túnel de nuevo – no pude evitar apoyar mi cabeza con mis manos, realizar aquel viaje de nuevo y a pie no me apetecía, tras suspirar de indignación procedí a recoger la … - ¿Dónde está la bolsa? – mi botín de guerra había desaparecido, mire alrededor buscando un culpable, pero solo había borrachos sin nada que ocultar.

“Seguro fue el maldito mono” pensé antes de analizar mejor la situación, Arygos se había llevado el mapa y se había marchado rápidamente, acaso ella me engaño, me robo las especias y se fue con el mapa y eso de la torre es simplemente un engaño para hacerme perder más tiempo.

- Aquí tienes la llave la habitación – Grenda se escapó por un momento de sus deberes en la barra, para entregarme el alojamiento que me había conseguido Arygos – por la segunda planta, la primera a la derecha.

- Muchas gracias – tome la llave y me levante, caminando hacia el lugar de descanso – seguro fue el mono – concluí recordando la generosidad de la dragona, pero, no podía evitar sentir en mi interior, muy minúsculamente, que llegaría a esa torre y no encontraría señal de ella, sensación que fue potenciada por pensar en cruzar ese túnel de nuevo – supongo tomare otro botín de camino – concluí mientras abría la habitación, dispuesta a descansar.