[ENIGMA] El templo del dragón de la luz.

Si alguien fuere al poblado abandonado, un día soleado, después de tres días sin nieve y tuviese el valor de acercarse al poblado que fue atacado por vampiros y licántropos podría ir al templo que yace en lo más profundo de la ciudad.Sobre el templo al dragón de la luz, en una pared de mármol blanco que aparentemente no es más que un muro, hay una inscripción que reza:


Bajo estas letras de un idioma dracónico arcáico se encuentran otras.


Si se pone el dedo sobre las últimas letras se puede descubrir que moviendo el dedo sobre la letra, la letra se mueve sobre la piedra, como si de magia se tratase.

Hacía varios días que los reinos del norte gozaban de un tiempo estival sin lluvias ni nevadas, el sol brillaba en lo alto del cielo con fuerza y el joven semielfo llegado de los reinos del sur había tomado la determinación de adentrarse en el que fuere hogar de los dragones.

Mientras Noctis volaba en las alturas, Tarken se adentraba cada vez más en las profundidades de la ciudad. Las terribles marcas de la antigua batalla que acabó expulsando a los seres dracónicos de aquel lugar pintaban cada tramo que cubría el cazador y, viendo aquellos retazos de historia, Tarken no pudo si no estremecerse al imaginar semejante batalla.

Al cabo de un rato investigando el lugar, un templo que yacía semi destruido en honor al Dragón de la Luz se mantenía casi exento a la agresión del tiempo y algo llamó la atención del joven semielfo. Unas runas inscritas en el pálido mármol rezaban una especie de salmo o advertencia en aquella pared:

-Vaya vaya vaya, pero qué....-

Al pasar la mano por la última inscripción, Tarken comprobó como las runas se llenaban de luz y se tambaleaban con el paso de sus dedos. Noctis emitió un sonido de sorpresa ahora posado sobre el hombro de su hermano y maestro cazador:

-Esto lo conozco Noctis, estas letras, estas runas y esta magia no me es desconocida, mas.....esto no dice nada, al menos no así...- ,los ojos verdes de Tarken escudriñaban las últimas runas casi sin pestañear, -...quizá.....-

Diciendo esto, Tarken deslizó sus dedos por las runas mágicas y comenzó a moverlas de atrás hacia delante y viceversa buscando un sentido lógico de las mismas. Al cabo de unos minutos, el joven cazador halcón sonrió satisfecho y exclamó en voz alta:

-Ahora sí mi pequeño Noctis, sin lugar a dudas este templo al Dios Dragón mostraba el recuerdo del principio de los tiempos...-

Al colocar las letras en el orden correcto una luz salió del suelo de la pared y comenzó a abrirse como si de una puerta se tratase. El elfo tuvo que moverse a un lado para que no hubiese problemas pero una luz cegadora lo hizo cerrar los ojos durante unos minutos.
Cuando pudo volver a abrirlos sin que le picasen por las molestias encontró ante él una sala completamente blanca, pequeña, con un pergamino enrollado sobre una mesa de madera. Si lo abre y lo lee, en el idioma antiguo de nuevo, podrá ver que hay escrito:


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Felicidades, has completado el enigma, tu recompensa es la siguiente:

- 5 puntos.
- Descubres el nombre del dragón oscuro. Puedes hacer con él lo que quieras, pero es información que solo tu personaje posee pues ha sido olvidada por el resto de la población de Aerandir.