[TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
-Amigo, ¿de verdad quieres mandar mas de 1000 monedas al carajo?, recuerda la mujer vale mas viva que muerta, y amaranth no tiene nada que ver en todo esto, baja la espada compañero. -el gato trataba de convencer al estúpido engreído musculitos. Soltó ella una risa desdeñosa en dirección a ambos. -No te preocupes, no lo intentes. Algunos no pueden ver más allá del orgullo... -dijo alzando una ceja, al gato, pero mirando al don Arrogancia.
-Mira, mira, mira hermosa, primero que nada mi nombre es León, no gato. Segundo, estas en búsqueda y captura primor, nos ofrecen buena pasta por ti, tanto viva como muerta, pero, lamentaría MUCHÍSIMO tener que acabar con tu vida. Así que tienes para elegir, nos acompañar por las buenas, aquí nada pasa, dejas en paz a los humanos y todos felices, bueno todos menos tu, claro...
-¿Y se supone que tengo que tragar con eso? Quien os contrató no os habló de mi, está claro. -dijo riendo ampliamente, aunque se detuvo en seco y miró a ambos extrañada.- ¿..Quién? Decidme quien.
Estaba absorta en lo que él decía. Podía soltar algo sin darse cuenta, algo útil, porque cuando saliese de allí no pensaba ni por asomo quedarse de brazos cruzados. Sospechaba y no tenía claro después de ver aquello que Amaranth tuviese que ver. "Joder..." -pensaba. Veía la expresión de su amiga cambiar por momentos, y sabía lo que venía a continuación. Una distracción y era todo cuanto necesitaba.
Y no tardó en llegar. Se tornó seria y observó. Relajó los músculos dentro de su atadura lista para forzarla, y analizó a los dos enmascarados. El arrogante, todo odio, sudor, músculos e ira. Y el tal... Leon. Curioso nombre.. Era la primera vez que veía un hombre gato, curioso, muy curioso. Había notado su mirada y el sentido oculto en sus palabras. No sabía si le gustaba o no a aquel tipo, pero no era momento para dejarse llevar por nada. Tenía que centrarse, y actuar.
Además, ambos parecían conocer a su amiga, pero ella no estaba contenta con ello, y tan solo eso bastaba para inclinarse a ayudarla a ella. Miró al felino con renovado interés y alzó una ceja ante su expresión al mirarla.
- Joooooooooooooder, sois el grupo más amigable que he conocido por estas tierras,En serio, creo que deberíamos dialogar un poco antes de pasarnos a cuchillo todos aquí. -dijo la voz del chico que iba con la muchacha. Los miró sobresaltada. Vio a ambas chicas desaparecer y... Aparecer con armas.
-Habéis elegido un mal día, parece. -les dijo mirándolos fijamente, la chica le murmuraba algo, y Amaranth... Bueno, Amaranth. Pudo verla como antaño, repleta de ira y destreza.
Blandió la espada hacia el enmascarado y se la quitó. Y joder, maldito él y su estúpida apariencia, porque Ébano perdió unos segundos valiosos en mirarle. Se deshizo del látigo, se frotó el cuello y desenfundó el arma de la bota mirando alrededor.... Leon.
Se encaminó hacia él con frialdad en los ojos, con furia contenida y observó la pelea. ¡Estaban fuera de si, ¡y quería matarla!!
Se situó tras Leon y miró a ambos combatientes. Paseó las manos por la nuca del chico felino, por su cuello y lo agarró fuerte de los hombros, clavandole las uñas y abrió la boca peligrosmente junto a su cuello.
-Déjala, estúpido, no has venido aquí por ella. No sabes dónde coño te has metido. No te atrevas a tocarla, o seremos nosotras quien cuelgue tus pelotas en el recibidor de casa. -le dijo alzando la voz al pelirrojo.
Pero no tuvo tiempo de escuchar nada, porque una voz de una criatura odiosa salió de no sabían donde. Un trasgo, ¡un trasgo! "¿Caer? ¿Gey? Joder.... NO no no no..!" Había oído hablar de los agujeros de trasgos pero, ¿allí? ¿Allí?
Y antes de poder decir nada, se abrió el suelo bajo ellos y las tablas de madera empezaron a volar, muebles, sonido de cristales rotos, joder.
Instintos más primitivos se adueñaron de ella, siseó con la boca abierta ante cualquier peligro y vio de pronto separarse a cada uno de los allí presentes. Perdió la noción de todo, de su cuerpo. Saltó, sin saber a donde, y se vio de pronto cogiendo, asiendo con fuerza la pierna.. Agil y fuerte. Miró hacia arriba y el felino rostro le devolvió la mirada.
Agarrada a Leon. Viva. Respirada jadeante, el corazón le iba a cien por hora. Dependía de alguien y aquello la ponía muy nerviosa y bajo ella, alguien tironeaba también de su pierna. ¿Una cadena? ¿En serio?
Otra vez la vocecilla. La oía con claridad, pero no prestaba atención. Y todo de lo que fue consciente es de que de pronto la presión cedió, una risa aguda, y un golpeteo grave y rítmico y aire. Aire... pasando veloz. Frío, bajas temperaturas. Gritos, gritos de todos.
Solo pudo pensar entonces en.. nada. Y se sintió terriblemente sola. Quería a su familia, debería estar buscandolos y ahora era todo lo que era por su maldita estupidez de juventud... Lamentó no ser normal, no tener alguien en quien pensar minutos antes de morir...
Lágrimas silenciosas cayeron ante ese sentimiento y chilló de pena y rabia, consciente de su soledad, esperaba, momentanea... Porque el fin estaba ya. Ahí. Debajo de todos ellos.
-Mira, mira, mira hermosa, primero que nada mi nombre es León, no gato. Segundo, estas en búsqueda y captura primor, nos ofrecen buena pasta por ti, tanto viva como muerta, pero, lamentaría MUCHÍSIMO tener que acabar con tu vida. Así que tienes para elegir, nos acompañar por las buenas, aquí nada pasa, dejas en paz a los humanos y todos felices, bueno todos menos tu, claro...
-¿Y se supone que tengo que tragar con eso? Quien os contrató no os habló de mi, está claro. -dijo riendo ampliamente, aunque se detuvo en seco y miró a ambos extrañada.- ¿..Quién? Decidme quien.
Estaba absorta en lo que él decía. Podía soltar algo sin darse cuenta, algo útil, porque cuando saliese de allí no pensaba ni por asomo quedarse de brazos cruzados. Sospechaba y no tenía claro después de ver aquello que Amaranth tuviese que ver. "Joder..." -pensaba. Veía la expresión de su amiga cambiar por momentos, y sabía lo que venía a continuación. Una distracción y era todo cuanto necesitaba.
Y no tardó en llegar. Se tornó seria y observó. Relajó los músculos dentro de su atadura lista para forzarla, y analizó a los dos enmascarados. El arrogante, todo odio, sudor, músculos e ira. Y el tal... Leon. Curioso nombre.. Era la primera vez que veía un hombre gato, curioso, muy curioso. Había notado su mirada y el sentido oculto en sus palabras. No sabía si le gustaba o no a aquel tipo, pero no era momento para dejarse llevar por nada. Tenía que centrarse, y actuar.
Además, ambos parecían conocer a su amiga, pero ella no estaba contenta con ello, y tan solo eso bastaba para inclinarse a ayudarla a ella. Miró al felino con renovado interés y alzó una ceja ante su expresión al mirarla.
- Joooooooooooooder, sois el grupo más amigable que he conocido por estas tierras,En serio, creo que deberíamos dialogar un poco antes de pasarnos a cuchillo todos aquí. -dijo la voz del chico que iba con la muchacha. Los miró sobresaltada. Vio a ambas chicas desaparecer y... Aparecer con armas.
-Habéis elegido un mal día, parece. -les dijo mirándolos fijamente, la chica le murmuraba algo, y Amaranth... Bueno, Amaranth. Pudo verla como antaño, repleta de ira y destreza.
Blandió la espada hacia el enmascarado y se la quitó. Y joder, maldito él y su estúpida apariencia, porque Ébano perdió unos segundos valiosos en mirarle. Se deshizo del látigo, se frotó el cuello y desenfundó el arma de la bota mirando alrededor.... Leon.
Se encaminó hacia él con frialdad en los ojos, con furia contenida y observó la pelea. ¡Estaban fuera de si, ¡y quería matarla!!
Se situó tras Leon y miró a ambos combatientes. Paseó las manos por la nuca del chico felino, por su cuello y lo agarró fuerte de los hombros, clavandole las uñas y abrió la boca peligrosmente junto a su cuello.
-Déjala, estúpido, no has venido aquí por ella. No sabes dónde coño te has metido. No te atrevas a tocarla, o seremos nosotras quien cuelgue tus pelotas en el recibidor de casa. -le dijo alzando la voz al pelirrojo.
Pero no tuvo tiempo de escuchar nada, porque una voz de una criatura odiosa salió de no sabían donde. Un trasgo, ¡un trasgo! "¿Caer? ¿Gey? Joder.... NO no no no..!" Había oído hablar de los agujeros de trasgos pero, ¿allí? ¿Allí?
Y antes de poder decir nada, se abrió el suelo bajo ellos y las tablas de madera empezaron a volar, muebles, sonido de cristales rotos, joder.
Instintos más primitivos se adueñaron de ella, siseó con la boca abierta ante cualquier peligro y vio de pronto separarse a cada uno de los allí presentes. Perdió la noción de todo, de su cuerpo. Saltó, sin saber a donde, y se vio de pronto cogiendo, asiendo con fuerza la pierna.. Agil y fuerte. Miró hacia arriba y el felino rostro le devolvió la mirada.
Agarrada a Leon. Viva. Respirada jadeante, el corazón le iba a cien por hora. Dependía de alguien y aquello la ponía muy nerviosa y bajo ella, alguien tironeaba también de su pierna. ¿Una cadena? ¿En serio?
Otra vez la vocecilla. La oía con claridad, pero no prestaba atención. Y todo de lo que fue consciente es de que de pronto la presión cedió, una risa aguda, y un golpeteo grave y rítmico y aire. Aire... pasando veloz. Frío, bajas temperaturas. Gritos, gritos de todos.
Solo pudo pensar entonces en.. nada. Y se sintió terriblemente sola. Quería a su familia, debería estar buscandolos y ahora era todo lo que era por su maldita estupidez de juventud... Lamentó no ser normal, no tener alguien en quien pensar minutos antes de morir...
Lágrimas silenciosas cayeron ante ese sentimiento y chilló de pena y rabia, consciente de su soledad, esperaba, momentanea... Porque el fin estaba ya. Ahí. Debajo de todos ellos.
Ébano
Aerandiano de honor
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Y otra vez esa maravillosa risa, no se cansaba de escucharla aunque estaba cargada de desdén, le preguntaba quien lo enviaba, eso era un dato que hasta el desconocía, y a decir verdad no le interesaba un comino quien quisiera a esa bella mujer, él no podía dejar que la dañaran,no sabia por que pero no lo soportaría.
Waldo atacaba con furia a Amaranth, el felino estaba furioso puesto que su amigo lo había ignorado de forma monumental, estuvo a punto de lanzarse a atacarlo, ya se había sacado el guante de la mano derecha dejando una zarpa al descubierto, la ira se asomaba es sus celestes ojos, no quería hacerles daño, se estaba conteniendo pero le resultaba difícil.
En el estado en que estaba solo veía a los demás en la sala, la ira lo cegaba y lo ensordecía, solo se dio cuenta de lo que pasaba cuando vio a la hermosa rubia que caminaba en dirección hacia él, sus ojos eran profundos y fríos como los lagos del norte, se perdió por un momento el la belleza de su mirada, solo salio a flote cuando sintió los dedos incrustados en el hombro, la respiración cálida y agitada en su cuello. -Déjala, estúpido, no has venido aquí por ella. No sabes dónde coño te has metido. No te atrevas a tocarla, o seremos nosotras quien cuelgue tus pelotas en el recibidor de casa..
-Primor, ¿tu crees que te hará caso?jajajajaja. En todo caso si querías estar cerca de mi solo tenias que decirlo
Una desagradable se escucho en la sala, provenía de un pequeño y horrible trasgo, seguido a unas palabras que León no entendió el suelo comenzó a abrirse para dar paso a un enorme agujero en el suelo. Cayeron todos y cada uno, waldo agarro a ama y se sujeto con el látigo a una lampara, León se agarro a ama, la mujer rubia se agarro a él y los hermanos se agarraron a ella.
Vacio, obscuridad, gritos y llanto. Hasta aquí llego la aventura.
Waldo atacaba con furia a Amaranth, el felino estaba furioso puesto que su amigo lo había ignorado de forma monumental, estuvo a punto de lanzarse a atacarlo, ya se había sacado el guante de la mano derecha dejando una zarpa al descubierto, la ira se asomaba es sus celestes ojos, no quería hacerles daño, se estaba conteniendo pero le resultaba difícil.
En el estado en que estaba solo veía a los demás en la sala, la ira lo cegaba y lo ensordecía, solo se dio cuenta de lo que pasaba cuando vio a la hermosa rubia que caminaba en dirección hacia él, sus ojos eran profundos y fríos como los lagos del norte, se perdió por un momento el la belleza de su mirada, solo salio a flote cuando sintió los dedos incrustados en el hombro, la respiración cálida y agitada en su cuello. -Déjala, estúpido, no has venido aquí por ella. No sabes dónde coño te has metido. No te atrevas a tocarla, o seremos nosotras quien cuelgue tus pelotas en el recibidor de casa..
-Primor, ¿tu crees que te hará caso?jajajajaja. En todo caso si querías estar cerca de mi solo tenias que decirlo
Una desagradable se escucho en la sala, provenía de un pequeño y horrible trasgo, seguido a unas palabras que León no entendió el suelo comenzó a abrirse para dar paso a un enorme agujero en el suelo. Cayeron todos y cada uno, waldo agarro a ama y se sujeto con el látigo a una lampara, León se agarro a ama, la mujer rubia se agarro a él y los hermanos se agarraron a ella.
Vacio, obscuridad, gritos y llanto. Hasta aquí llego la aventura.
Leon Alexander
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Definitivamente algo habia cambiado en Wallace, su mirada era odio en todo su esplendor, odio hacia ella...y con el dolor de alma debia reconocer que el aquel sentimiento era totalmente válido despues de lo que le hizo...después de su abandono. Con lagrimas en los ojos blandia la vieja espada cerca de él, de pronto su mano tembló cuando lo escucho decir -Como osas....maldita mujer..amenazarme...ooh..tu cabeza sera mi trofeo esta noche...zorra.-, en un descuido bajó la guardia y la atacó con la espada, ante los ojos atónitos de los demás. Mientras lo intentaba esquivar sentía el ardor de cada corte que le propinaba con la espada, pero eso no importaba ahora era su vida o la de él.
Intentaba defenderse bloqueando los ataques con la espada, el ruido del metal al chocar se hacia mas intenso en aquel el silencio de aquel lugar, la ira cegaba a Wallace y lo hizo olvidar la destreza de la vampira al momento de esquivar y atacar, un mal movimiento por parte de el y ella volteó la situación a su favor, sin dudarlo dió un corte seco directo a la máscara haciendo que esta volara en mil pedazos, por fin pudo ver su rostro nuevamente, aquel corte le habia lastimado la nariz, la cual comenzaba a pintarse de rojo intenso.
Ella aguardaba con la espada lista, esperando un segundo ataque por parte de el, sus ojos grises se llenaron de odio y deseos de matarlo de una buena vez, la situación era insostenible, su amiga desconfiaba de ella, su amigo ahora trabajaba en conjunto con Wallace, el joven rubio la miraba con odio, mil cosas haciendo estragos en su cabeza, no la dejaban pensar con claridad, solo deseaba acabar de una buena vez con todo este lio.
Cerró los ojos un momento esperando que Wallace la atacara cuando una vocecilla quebrantó el silencio sepulcral de aquel lugar -Malditoz humanoz! caer! caer en nombre del gey!,- Amaranth giró se giró a ver de donde provenia la voz un tanto desagradable y burlona era un maldito trasgo, otra vez cruzandose en su camino, pero ahora este se veia demasiado irancundo en un segundo todo fue un caos, el suelo cedío llevandose consigo a todos los personajes que estaban ahi, de pronto ya no habia nada, solo polvo y oscuridad, -Este ese el fin- murmuró -Tal vez sea lo mejor- , cerró los ojos entregada a su suerte y sintió que alguien la cogia por la cintura, alzó la vista y era...Wallace.
Porqué le volvía a salvar la vida, hace unos instantes estaba dispuesta a matarla?, sólo el sabia las razones, luego sintío un jalón en la pierna, miró hacia abajo y era su amigo León quien pendía de su pierna, -Ni se te ocurra usar tus garras- le advertia frunciendo el ceño.
Intentaba defenderse bloqueando los ataques con la espada, el ruido del metal al chocar se hacia mas intenso en aquel el silencio de aquel lugar, la ira cegaba a Wallace y lo hizo olvidar la destreza de la vampira al momento de esquivar y atacar, un mal movimiento por parte de el y ella volteó la situación a su favor, sin dudarlo dió un corte seco directo a la máscara haciendo que esta volara en mil pedazos, por fin pudo ver su rostro nuevamente, aquel corte le habia lastimado la nariz, la cual comenzaba a pintarse de rojo intenso.
Ella aguardaba con la espada lista, esperando un segundo ataque por parte de el, sus ojos grises se llenaron de odio y deseos de matarlo de una buena vez, la situación era insostenible, su amiga desconfiaba de ella, su amigo ahora trabajaba en conjunto con Wallace, el joven rubio la miraba con odio, mil cosas haciendo estragos en su cabeza, no la dejaban pensar con claridad, solo deseaba acabar de una buena vez con todo este lio.
Cerró los ojos un momento esperando que Wallace la atacara cuando una vocecilla quebrantó el silencio sepulcral de aquel lugar -Malditoz humanoz! caer! caer en nombre del gey!,- Amaranth giró se giró a ver de donde provenia la voz un tanto desagradable y burlona era un maldito trasgo, otra vez cruzandose en su camino, pero ahora este se veia demasiado irancundo en un segundo todo fue un caos, el suelo cedío llevandose consigo a todos los personajes que estaban ahi, de pronto ya no habia nada, solo polvo y oscuridad, -Este ese el fin- murmuró -Tal vez sea lo mejor- , cerró los ojos entregada a su suerte y sintió que alguien la cogia por la cintura, alzó la vista y era...Wallace.
Porqué le volvía a salvar la vida, hace unos instantes estaba dispuesta a matarla?, sólo el sabia las razones, luego sintío un jalón en la pierna, miró hacia abajo y era su amigo León quien pendía de su pierna, -Ni se te ocurra usar tus garras- le advertia frunciendo el ceño.
Amaranth
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
La tensión del salón era pegajosa. Prácticamente asfixiante. Su hermana libre al fin de su opresora recuperó su daga con telequinesis y se preparó para la batalla junto a él. - Prepárate para salir de aquí en cuanto todo estalle…- le susurró mientras lo codeaba.
No será fácil pensó Vinc. Todos parecían buenos luchadores aunque estaba de su parte que no le interesaban a nadie. El nuevo y la vampira tenían sus propias cuentas, y la rubia parecía el objetivo de este y el gato. Así que lo que le comentó su hermana era la mejor idea: abandonar el local cuando todo saltase por los aires. - Prepara algún conjuro para el momento oportuno,- le susurró a su hermana mientras el preparaba los suyos.
De repente el nuevo se enfureció aún más con la morena y la atacó sin cuartel. Al principio la chica pareció sorprendida pero pronto se recuperó y lo esquivó con soltura. El chico tenía pinta de ser un excelente luchador, pero lo cegaba la furia y esto entorpecía sus movimientos hasta tal punto que la vampiresa consiguió alcanzarle en la cara. La máscara del susodicho saltó por los aires dejando su rostro al descubierto con una cicatriz en el rostro.
El guerrero rugió de rabia pero pronto todos en la sala nos quedamos con cara de sorpresa al oír una risa aguda. ¿Otro más? ¡Esto parece una reunión de navidad joder! pensó el brujo. Cuando miró en dirección de la risa había un trasgo tan feo como lo sería su madre, supuso, diciendo que iban a caer. En cuanto terminó de decirlo el suelo cedió y su primer instinto fue agarrar a Elen. Pero se desplazaban ambos hacia la oscuridad del abismo, así que llevó las manos de su hermana a la cintura para que se agarrase de él mientras buscaba un asidero.
Y vaya si lo encontró. Notaba que se agarraba a algo de cuero y cuando alzó la vista para ver donde había conseguido agarrarse, bueno, digamos que esa falda corta fue una buena elección de la rubia pensó Vinc - Al menos me has alegrado la vista rubia,- dijo antes de perderse en la oscuridad junto a los demás.
No será fácil pensó Vinc. Todos parecían buenos luchadores aunque estaba de su parte que no le interesaban a nadie. El nuevo y la vampira tenían sus propias cuentas, y la rubia parecía el objetivo de este y el gato. Así que lo que le comentó su hermana era la mejor idea: abandonar el local cuando todo saltase por los aires. - Prepara algún conjuro para el momento oportuno,- le susurró a su hermana mientras el preparaba los suyos.
De repente el nuevo se enfureció aún más con la morena y la atacó sin cuartel. Al principio la chica pareció sorprendida pero pronto se recuperó y lo esquivó con soltura. El chico tenía pinta de ser un excelente luchador, pero lo cegaba la furia y esto entorpecía sus movimientos hasta tal punto que la vampiresa consiguió alcanzarle en la cara. La máscara del susodicho saltó por los aires dejando su rostro al descubierto con una cicatriz en el rostro.
El guerrero rugió de rabia pero pronto todos en la sala nos quedamos con cara de sorpresa al oír una risa aguda. ¿Otro más? ¡Esto parece una reunión de navidad joder! pensó el brujo. Cuando miró en dirección de la risa había un trasgo tan feo como lo sería su madre, supuso, diciendo que iban a caer. En cuanto terminó de decirlo el suelo cedió y su primer instinto fue agarrar a Elen. Pero se desplazaban ambos hacia la oscuridad del abismo, así que llevó las manos de su hermana a la cintura para que se agarrase de él mientras buscaba un asidero.
Y vaya si lo encontró. Notaba que se agarraba a algo de cuero y cuando alzó la vista para ver donde había conseguido agarrarse, bueno, digamos que esa falda corta fue una buena elección de la rubia pensó Vinc - Al menos me has alegrado la vista rubia,- dijo antes de perderse en la oscuridad junto a los demás.
Vincent Calhoun
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
No se equivocaba, aquello iba a estallar de un momento a otro. El enmascarado liberó a la vampira rubia de la presión del látigo para centrarse en la morena mientras la amenazaba. Su disputa personal era más importante que cobrar la recompensa, blandió la espada y comenzó a atacarla, lleno de rabia. El odio lo cegaba, haciendo que se centrara en la fuerza bruta a la hora de golpear, lo que no le ayudaba ante una adversaria tan ágil.
Ambos recibieron cortes leves, hasta que la de cabellos negros le asestó un fuerte tajo. La máscara se rompió bajo la hoja de acero y cayó al suelo, dejando a la vista el rostro del hombre, que ahora empezaba a sangrar por la herida recibida. La rubia había aprovechado para situarse tras Leon y tenía los colmillos peligrosamente cerca de su cuello.
- Déjala, estúpido, no has venido aquí por ella. No sabes dónde coño te has metido. No te atrevas a tocarla, o seremos nosotras quien cuelgue tus pelotas en el recibidor de casa. – dijo alzando la voz y en tono amenazador. Era el momento perfecto para que los hermanos se largasen y los dejaran con su pelea personal, pero no pudo ser. Otra voz sonó en la sala, llamando la atención de todos los presentes.
- JEJEJEJEJEJEE! - una risa aguda. Elen buscó con la mirada hasta ver una pequeña figura, bastante fea. - jejejee...malditoz humanoz! caer! caer en nombre del gey!- el trasgo tenía una voz irritante. -¿Pero qué diablos…?- no tuvo tiempo de decir más, el suelo cedió bajo sus pies y sintió las manos de Vincent intentando sujetarla. Se agarró a su cintura mientras caían, aquello no acabaría bien.
El descenso paró repentinamente, se quedaron colgando. Sorprendida y extrañada alzó la vista, el brujo se había sujetado de la vampira rubia y ésta colgaba del felino. Encima de ellos, la morena y el pelirrojo que usaba el látigo para evitar la caída. Aquella cadena humana dependía totalmente de él. Miró hacia abajo, a la oscuridad del agujero en que ahora se amontonaban los muebles destrozados y demás objetos de la sala. Maldijo en voz baja, eran demasiados, no conseguirían subir.
Pensó en la mejor forma de caer, pero la voz de la criatura volvió a llamar su atención hacia arriba. - No caeiz? vaya vaya! al Gey le guztareis! ale! Adioz!- oyó un corte y todos se precipitaron al vacío. Soltó a su hermano, pero no tenía tiempo de concentrarse para usar la telequinesis, cayó sobre un costado. Giró sobre sí misma para apartarse del lugar donde caería el resto, sintió el dolor punzante y ahogó un grito. La cabeza empezaba a darle vueltas, desvió la mirada hacia el resto y vio que yacían inmóviles tras el impacto.
– Vince… - musitó mientras intentaba arrastrarse hasta ellos, la vista se le nubló y no pudo avanzar. Varias figuras se acercaron al grupo… - ¡Vamoz vamoz!, llevemoz al gey lo que hemoz atrapado.- uno de ellos se acercó y les echó un vistazo. – Vosotroz, llevaoz a los hombrez y nosotroz a las mujerez…- Alcanzó a ver cómo tiraban de los chicos hacia un lado del túnel y de las vampiras hacia el opuesto. Entonces el que daba las órdenes se acercó a la de ojos verdes y se dio cuenta de que no estaba inconsciente como el resto. Acercó su fea cara a la de la hechicera, pero por suerte ella sólo lo veía de forma borrosa, se estaba debilitando
- Duerme humana, al gey le guztareis.- fue lo último que escucho antes de desmayarse.
Ambos recibieron cortes leves, hasta que la de cabellos negros le asestó un fuerte tajo. La máscara se rompió bajo la hoja de acero y cayó al suelo, dejando a la vista el rostro del hombre, que ahora empezaba a sangrar por la herida recibida. La rubia había aprovechado para situarse tras Leon y tenía los colmillos peligrosamente cerca de su cuello.
- Déjala, estúpido, no has venido aquí por ella. No sabes dónde coño te has metido. No te atrevas a tocarla, o seremos nosotras quien cuelgue tus pelotas en el recibidor de casa. – dijo alzando la voz y en tono amenazador. Era el momento perfecto para que los hermanos se largasen y los dejaran con su pelea personal, pero no pudo ser. Otra voz sonó en la sala, llamando la atención de todos los presentes.
- JEJEJEJEJEJEE! - una risa aguda. Elen buscó con la mirada hasta ver una pequeña figura, bastante fea. - jejejee...malditoz humanoz! caer! caer en nombre del gey!- el trasgo tenía una voz irritante. -¿Pero qué diablos…?- no tuvo tiempo de decir más, el suelo cedió bajo sus pies y sintió las manos de Vincent intentando sujetarla. Se agarró a su cintura mientras caían, aquello no acabaría bien.
El descenso paró repentinamente, se quedaron colgando. Sorprendida y extrañada alzó la vista, el brujo se había sujetado de la vampira rubia y ésta colgaba del felino. Encima de ellos, la morena y el pelirrojo que usaba el látigo para evitar la caída. Aquella cadena humana dependía totalmente de él. Miró hacia abajo, a la oscuridad del agujero en que ahora se amontonaban los muebles destrozados y demás objetos de la sala. Maldijo en voz baja, eran demasiados, no conseguirían subir.
Pensó en la mejor forma de caer, pero la voz de la criatura volvió a llamar su atención hacia arriba. - No caeiz? vaya vaya! al Gey le guztareis! ale! Adioz!- oyó un corte y todos se precipitaron al vacío. Soltó a su hermano, pero no tenía tiempo de concentrarse para usar la telequinesis, cayó sobre un costado. Giró sobre sí misma para apartarse del lugar donde caería el resto, sintió el dolor punzante y ahogó un grito. La cabeza empezaba a darle vueltas, desvió la mirada hacia el resto y vio que yacían inmóviles tras el impacto.
– Vince… - musitó mientras intentaba arrastrarse hasta ellos, la vista se le nubló y no pudo avanzar. Varias figuras se acercaron al grupo… - ¡Vamoz vamoz!, llevemoz al gey lo que hemoz atrapado.- uno de ellos se acercó y les echó un vistazo. – Vosotroz, llevaoz a los hombrez y nosotroz a las mujerez…- Alcanzó a ver cómo tiraban de los chicos hacia un lado del túnel y de las vampiras hacia el opuesto. Entonces el que daba las órdenes se acercó a la de ojos verdes y se dio cuenta de que no estaba inconsciente como el resto. Acercó su fea cara a la de la hechicera, pero por suerte ella sólo lo veía de forma borrosa, se estaba debilitando
- Duerme humana, al gey le guztareis.- fue lo último que escucho antes de desmayarse.
Elen Calhoun
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Wallace.
La cabeza le da vueltas.
Wallace, despierta.
La nariz le arde, sangra.
Wallace, despierta. Estas en peligro.
Abre los ojos. Su cerebro se pone a funcionar. Las pupilas de sus ojos se estrechan como un gato.La sangre baja a su cabeza.
Estoy colgado...
Abre la boca por el dolor de la nariz y el hombro.
Colgados como trozos de carne. Leon esta enfrente suyo, inconsciente. El muchacho rubio esta al lado de este. Nota aire en su entrepierna, demasiado en realidad. Se mira como puede, dolorido. Esta desnudo. Wallace maldice a todas las madres trasgo. Incluso los testiculos le duelen.
Estan colgado junto a otros desventurados. Muertos y secos, los otros cuerpos cuelgan en aquella sala decrepita. Wallace gruñe y observa como unos trasgos se llevan las cosas de los tres en un baul viejo, arrastrandolo. Cierran una puerta. Suena a hierro pesado. El hombre gruñe y se balancea, hasta agarrar a Leon. El felino tiene cortes pequeños en el morro, y en el cuello, producto de cristales rotos o la misma caida.
El hombre no recuerda nada, solo los ojos de la mujer y el vació espectral. La necesidad de supervivencia esta activo en el. El dolor no le importa. La muerte no existe.
-Eh! despierta diablos! -le da una bofetada haciendolo reaccionar y se suelta. Al felino le cuesta, pero es fuerte, Wallace lo sabe bien.
Apesar del dolor en los musculos, se incorpora, llegando hasta su atadura y empieza a quemar las cuerdas echas, seguramente, de cartilago humano. Crack.
Cae al suelo de espaldas y gime de dolor roncamente. Maldito suelo lleno de piedras. Se levanta dando tumbos y se apoya en una mesa llena de utensilios de carnicero. escupe en el suelo y coge un pañuelo extrañamente limpio, y se cubre el corte. El hombro le arde pero almenos lo puede mover bien.
Se acerca a la puerta de hierro. Esta oxidada, sera muy facil abrir un agujero en ella.
Pasa una patrulla y se agacha. Los otros dos empiezan a despertarse. Sin ropa y con apenas armas, estaban en un apuro. Pero lo mas intrigante: donde estaban las mujeres?
---------
-Mi zeñor...la arena esta lizta! -susurra al podrido oido de su amo. El ser, grande fetido y corrompido rie, mostrando sus dientes podridos carcomados y grandes.
-Gien gien! preparaz los juegoooz...jeujeujeu...cof cof cof! graerme maz vino!
La cabeza le da vueltas.
Wallace, despierta.
La nariz le arde, sangra.
Wallace, despierta. Estas en peligro.
Abre los ojos. Su cerebro se pone a funcionar. Las pupilas de sus ojos se estrechan como un gato.La sangre baja a su cabeza.
Estoy colgado...
Abre la boca por el dolor de la nariz y el hombro.
Colgados como trozos de carne. Leon esta enfrente suyo, inconsciente. El muchacho rubio esta al lado de este. Nota aire en su entrepierna, demasiado en realidad. Se mira como puede, dolorido. Esta desnudo. Wallace maldice a todas las madres trasgo. Incluso los testiculos le duelen.
Estan colgado junto a otros desventurados. Muertos y secos, los otros cuerpos cuelgan en aquella sala decrepita. Wallace gruñe y observa como unos trasgos se llevan las cosas de los tres en un baul viejo, arrastrandolo. Cierran una puerta. Suena a hierro pesado. El hombre gruñe y se balancea, hasta agarrar a Leon. El felino tiene cortes pequeños en el morro, y en el cuello, producto de cristales rotos o la misma caida.
El hombre no recuerda nada, solo los ojos de la mujer y el vació espectral. La necesidad de supervivencia esta activo en el. El dolor no le importa. La muerte no existe.
-Eh! despierta diablos! -le da una bofetada haciendolo reaccionar y se suelta. Al felino le cuesta, pero es fuerte, Wallace lo sabe bien.
Apesar del dolor en los musculos, se incorpora, llegando hasta su atadura y empieza a quemar las cuerdas echas, seguramente, de cartilago humano. Crack.
Cae al suelo de espaldas y gime de dolor roncamente. Maldito suelo lleno de piedras. Se levanta dando tumbos y se apoya en una mesa llena de utensilios de carnicero. escupe en el suelo y coge un pañuelo extrañamente limpio, y se cubre el corte. El hombro le arde pero almenos lo puede mover bien.
Se acerca a la puerta de hierro. Esta oxidada, sera muy facil abrir un agujero en ella.
Pasa una patrulla y se agacha. Los otros dos empiezan a despertarse. Sin ropa y con apenas armas, estaban en un apuro. Pero lo mas intrigante: donde estaban las mujeres?
---------
-Mi zeñor...la arena esta lizta! -susurra al podrido oido de su amo. El ser, grande fetido y corrompido rie, mostrando sus dientes podridos carcomados y grandes.
-Gien gien! preparaz los juegoooz...jeujeujeu...cof cof cof! graerme maz vino!
Wallace Mcgregor
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Off rol: chicos!! Aquí está xD como siempre, todo editable, ha sido improvisado, espero que os guste ^^
~ ~ ~ ~
Sonido chirriante.
Frío y calor.
Escozor.
Nada responde.
"Joder, joder, estúpida..." - pensaba Ébano. Todo llegaba a ella en pequeñas porciones. Las sensaciones, el mundo estaba hecho añicos, mil trozos, y lo percibía en pequeños trocitos. Pero lo percibía.. "¿Estoy viva?"
Obstrucción en el pecho.
"No puedo oler, ni respirar bien. Dioses..... Dónde coño me he metido. Me pasa por imbécil"
De pronto un espasmo y una bocanada de aire. Tosió, compulsivamente, se anegaron los ojos en lágrimas y el dolor fue patente en todo su cuerpo. Algunas heridas, en forma de arañazos marcaban ahora su piel, pero por debajo de ella, por todo su cuerpo un agudo dolor se extendía, producto de la innegable caída.....
La caída. Se esforzó en abrir los ojos. Lo último que recordaba era al pelirrojo arrogante tratando de matar a su amiga, y de pronto todos caídos y.. "Ah, sí" - recordó. El comentario del chico intruso en la casa.
Plantó las manos en el suelo y se incorporó, primero las rodillas, subió los hombros y... "¿Qué? Esto es una broma. Joder..." - se palpó. Su ropa, sí, estaba ahí, hecha girones debajo de aquello que alguien les había puesto. Le dolía todo al moverse, pero poco a poco se acostumbró a la sensación. Tenía que dejarla de lado. Era eso, o morir. Y no pensaba morir allí, de ese modo. Como mínimo quería una botella de algo fuerte en la mano. Y no tenía nada ahora. Localizó una de las dagas a un lado de su... Bueno, lo que quedaba de su pantalón corto de cuero.
Suspiró imperceptiblemente y miró alrededor, con cautela. Había tratado de no hacer el más mínimo ruido, era buena en eso, lo sabía, pero no estaba segura de no haber emitido algún jadeo producto del dolor.
A ambos lados de ella, estaban las dos muchachas: Amaranth, y la chica rubia a la que había amenazado en la casa. Se arrepentía ahora, se arrepentía de todo. Tenía que haber hablado antes la situación con su amiga, y así la otra muchacha no habría salido enredada en todo aquello... ¿Habría ocurrido lo mismo?
Pensó en informar de lo que quedaba de nido de trasgos ahí abajo a las autoridades, porque no pensaba dejar uno solo con vida.
Dejar con vida. Matar. Pela. Amaranth... ¿Dónde estaba él? ¿Y el gato con mirada descarada? ¿Y el hombre de lengua viperina? Examinó el lugar un par de veces, rápidamente, a la vez que a sí misma. Era una sala, dentro de una caverna.
Antorchas iluminaban las paredes, antorchas hechas con... huesos. Algo viscoso cubría las esquinas talladas en la misma piedra, las esquinas y las paredes. Sintió un escalofrío, y una oleada de susurros lejanos. ¿Voces? "Mierda, rápido" - se decidió.
Les habían rajado la ropa,y les habían puesto unos.. colgantes hechos con trozos de cráneos, sí, aquello parecían cráneos... Les cubría el pecho, o al menos parte de él. Debajo, las ropas rotas. Se habían preocupado de dejar todo lo posible al descubierto, toda la piel posible, pero por otro lado no se habían molestado en quitarselas, supuso que allí no les servía para nada esos materiales, tenía entendido que los trasgos vestían su propia piel y tal vez algún paño.
Otra cadena le rodeaba las caderas, de dos filas de entretejidos huesos, entre sí. Cubrían y a la vez no, toda la piel estaba a descubierto, era consciente de que su trasero, muslos y piernas estaban en contacto con el aire, mas algo tapaban los huesos, al menos a ojos ajenos. Poco le importaba, vestía únicamente porque había visto que era una regla moral entre todas las ciudades, tribus...
En medio de sus pensamientos se había acercado a sus compañeras. Les tomó el pulso. Bien, aún vivían.. Suspiró aliviada y se pasó una mano por el pelo, se mordió el labio mientras escuchaba más sonidos, más potentes.¿Vendría alguien hacia allí? 7
Les dio la vuelta a ambas y les palmeó el rostro, al tiempo que les susurraba para alentarlas. No quería arriesgarse a ser oída.
Recorrió la sala de nuevo con la vista, buscando de nuevo lo esencial.... Pero nada. Ni una abertura, ni una ventana, únicamente una puerta, liviana al parecer. Gruñidos al otro lado le hizo pensar que habría guardias custodiándolas... Estaban tumbadas entre cojines, cojines de tejidos feos, como... de ropa. ¿De gente como ellos, tal vez? Olían a un extraño almizcle, y les habían alborotado el pelo, como recién salidas de una pelea, o de la cama de alguien.
Puso las manos en jarras y esperó a sus compañeras, localizó la daga entre lo quedaba de su pantalón y buscó las botas con la mirada, pero no estaban allí.... Probablemente estarían con los hombres, con el resto de sus cosas, porque no dudaba de que ellas también echaban en falta objetos.
-Vamos chicas... No podemos perder tiempo.. Ni despistarnos. Estos trasgos asquerosos nos han encerrado aquí, y me da que estamos custodiadas. -dijo con ira palpable en las palabras.
¿Ze habrán dezpertado ya?
No eztúpido, las zedamoz bien, ¿recuredaz? Aunque.. Ya deben haber dezpertado. -decían dos trasgos, montando guardia lanza en mano en la puerta del "camerino" de las muchachas.
Cuando Galfoz venga a dar el avizo, no laz toquez, son para el gey. Laz quiege para dizfrutag en la agena. Ezoz tontoz han caído y tendrán que danzag paga nueztgo gey mientgaz zuz hembraz le atienden, JGAJGAJGAJGAJGA -rió en un estruendo.
A pocos metros de allí, Galfos se acercaba con la voz de alarma. Las chicas serían llevadas, esposadas con hierro pesado hasta la tribuna en la arena, para el rey trasgo del Nido bajo la Colinacambiad si eso xD invención momentanea.
De nada les serviría defenderse hasta no llegar, pues ignoraban la localización de sus cosas y de sus compañeros varones, y además, el hierro estaba impregnado de un veneno tradicional trasgo, potente al entrar en las laceraciones.. De modo que mejor era para ellas no resistirse..... Aún.
~ ~ ~ ~
Sonido chirriante.
Frío y calor.
Escozor.
Nada responde.
"Joder, joder, estúpida..." - pensaba Ébano. Todo llegaba a ella en pequeñas porciones. Las sensaciones, el mundo estaba hecho añicos, mil trozos, y lo percibía en pequeños trocitos. Pero lo percibía.. "¿Estoy viva?"
Obstrucción en el pecho.
"No puedo oler, ni respirar bien. Dioses..... Dónde coño me he metido. Me pasa por imbécil"
De pronto un espasmo y una bocanada de aire. Tosió, compulsivamente, se anegaron los ojos en lágrimas y el dolor fue patente en todo su cuerpo. Algunas heridas, en forma de arañazos marcaban ahora su piel, pero por debajo de ella, por todo su cuerpo un agudo dolor se extendía, producto de la innegable caída.....
La caída. Se esforzó en abrir los ojos. Lo último que recordaba era al pelirrojo arrogante tratando de matar a su amiga, y de pronto todos caídos y.. "Ah, sí" - recordó. El comentario del chico intruso en la casa.
Plantó las manos en el suelo y se incorporó, primero las rodillas, subió los hombros y... "¿Qué? Esto es una broma. Joder..." - se palpó. Su ropa, sí, estaba ahí, hecha girones debajo de aquello que alguien les había puesto. Le dolía todo al moverse, pero poco a poco se acostumbró a la sensación. Tenía que dejarla de lado. Era eso, o morir. Y no pensaba morir allí, de ese modo. Como mínimo quería una botella de algo fuerte en la mano. Y no tenía nada ahora. Localizó una de las dagas a un lado de su... Bueno, lo que quedaba de su pantalón corto de cuero.
Suspiró imperceptiblemente y miró alrededor, con cautela. Había tratado de no hacer el más mínimo ruido, era buena en eso, lo sabía, pero no estaba segura de no haber emitido algún jadeo producto del dolor.
A ambos lados de ella, estaban las dos muchachas: Amaranth, y la chica rubia a la que había amenazado en la casa. Se arrepentía ahora, se arrepentía de todo. Tenía que haber hablado antes la situación con su amiga, y así la otra muchacha no habría salido enredada en todo aquello... ¿Habría ocurrido lo mismo?
Pensó en informar de lo que quedaba de nido de trasgos ahí abajo a las autoridades, porque no pensaba dejar uno solo con vida.
Dejar con vida. Matar. Pela. Amaranth... ¿Dónde estaba él? ¿Y el gato con mirada descarada? ¿Y el hombre de lengua viperina? Examinó el lugar un par de veces, rápidamente, a la vez que a sí misma. Era una sala, dentro de una caverna.
Antorchas iluminaban las paredes, antorchas hechas con... huesos. Algo viscoso cubría las esquinas talladas en la misma piedra, las esquinas y las paredes. Sintió un escalofrío, y una oleada de susurros lejanos. ¿Voces? "Mierda, rápido" - se decidió.
Les habían rajado la ropa,y les habían puesto unos.. colgantes hechos con trozos de cráneos, sí, aquello parecían cráneos... Les cubría el pecho, o al menos parte de él. Debajo, las ropas rotas. Se habían preocupado de dejar todo lo posible al descubierto, toda la piel posible, pero por otro lado no se habían molestado en quitarselas, supuso que allí no les servía para nada esos materiales, tenía entendido que los trasgos vestían su propia piel y tal vez algún paño.
Otra cadena le rodeaba las caderas, de dos filas de entretejidos huesos, entre sí. Cubrían y a la vez no, toda la piel estaba a descubierto, era consciente de que su trasero, muslos y piernas estaban en contacto con el aire, mas algo tapaban los huesos, al menos a ojos ajenos. Poco le importaba, vestía únicamente porque había visto que era una regla moral entre todas las ciudades, tribus...
En medio de sus pensamientos se había acercado a sus compañeras. Les tomó el pulso. Bien, aún vivían.. Suspiró aliviada y se pasó una mano por el pelo, se mordió el labio mientras escuchaba más sonidos, más potentes.¿Vendría alguien hacia allí? 7
Les dio la vuelta a ambas y les palmeó el rostro, al tiempo que les susurraba para alentarlas. No quería arriesgarse a ser oída.
Recorrió la sala de nuevo con la vista, buscando de nuevo lo esencial.... Pero nada. Ni una abertura, ni una ventana, únicamente una puerta, liviana al parecer. Gruñidos al otro lado le hizo pensar que habría guardias custodiándolas... Estaban tumbadas entre cojines, cojines de tejidos feos, como... de ropa. ¿De gente como ellos, tal vez? Olían a un extraño almizcle, y les habían alborotado el pelo, como recién salidas de una pelea, o de la cama de alguien.
Puso las manos en jarras y esperó a sus compañeras, localizó la daga entre lo quedaba de su pantalón y buscó las botas con la mirada, pero no estaban allí.... Probablemente estarían con los hombres, con el resto de sus cosas, porque no dudaba de que ellas también echaban en falta objetos.
-Vamos chicas... No podemos perder tiempo.. Ni despistarnos. Estos trasgos asquerosos nos han encerrado aquí, y me da que estamos custodiadas. -dijo con ira palpable en las palabras.
~ Al otro lado... ~
¿Ze habrán dezpertado ya?
No eztúpido, las zedamoz bien, ¿recuredaz? Aunque.. Ya deben haber dezpertado. -decían dos trasgos, montando guardia lanza en mano en la puerta del "camerino" de las muchachas.
Cuando Galfoz venga a dar el avizo, no laz toquez, son para el gey. Laz quiege para dizfrutag en la agena. Ezoz tontoz han caído y tendrán que danzag paga nueztgo gey mientgaz zuz hembraz le atienden, JGAJGAJGAJGAJGA -rió en un estruendo.
A pocos metros de allí, Galfos se acercaba con la voz de alarma. Las chicas serían llevadas, esposadas con hierro pesado hasta la tribuna en la arena, para el rey trasgo del Nido bajo la Colina
De nada les serviría defenderse hasta no llegar, pues ignoraban la localización de sus cosas y de sus compañeros varones, y además, el hierro estaba impregnado de un veneno tradicional trasgo, potente al entrar en las laceraciones.. De modo que mejor era para ellas no resistirse..... Aún.
Ébano
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
-Eh! despierta diablos!. Cachetadas me despiertan del profundo sueño, quiero dormir mas pero no puedo.
Joder con la extraña pesadilla, trasgos, vampiras de infarto waldo y unos desconocidos, !hasta un trasgo¡, parece un chiste, una ligera brisa se cuela entre mis partes nobles, ¿que?, ¿que pasa aquí?, me siento como cuando terminó aquella orgía.... Al tratar de moverme un poco el dolor en los huesos hace que se me escape un quejido casi imperceptible a otros oídos, estoy colgando de los tobillos, abro los ojos y miro a todas partes, es un cuarto oscuro lleno de cadáveres secos colgando al igual que yo, a mi lado esta el chico rubio que habíamos visto antes, entrecierro los ojos aun desorientado cuando de pronto un flujo enorme de imágenes llegan a mi retina, la pelea, la vampira rubia, amaranth, la caída y el vacío.
Me duele la cabeza, de seguro estuve inconsciente un buen rato, tengo que desatarme, las costillas me duelen pero aun así me doblo sobre mi mismo para cortar con las garras el amarre, caigo parado dando gracias por ser felino, muevo mis brazos para que la sangre llegue hasta los dedos adormecidos.
Busco a waldo con la mirada y le llamo con la mano, observo al otro muchacho y lo señalo:
¿le ahorro el dolor y lo mato ahora? o ¿tal vez nos sea útil para escapar? Me doy cuenta de que waldo y el otro chico están totalmente desnudos y entre risas contenidas digo: jejejej joder waldo cubre tus desgracias jejejejeje ¿que? a mi no me mires, yo estoy cubierto de pelo y me da igual usar ropa o no, de hecho solo uso por normas de la sociedad. me doy vueltas por todo el cuarto buscando mis cosas, no temo hacer ruido ya que mis pies por naturaleza son acolchados y no emiten ruido. La ira comienza a aflorar en mi ¿que demonios quieren conmigo?, ya se las verán con mis garras... malditos enanos deformes...
Joder con la extraña pesadilla, trasgos, vampiras de infarto waldo y unos desconocidos, !hasta un trasgo¡, parece un chiste, una ligera brisa se cuela entre mis partes nobles, ¿que?, ¿que pasa aquí?, me siento como cuando terminó aquella orgía.... Al tratar de moverme un poco el dolor en los huesos hace que se me escape un quejido casi imperceptible a otros oídos, estoy colgando de los tobillos, abro los ojos y miro a todas partes, es un cuarto oscuro lleno de cadáveres secos colgando al igual que yo, a mi lado esta el chico rubio que habíamos visto antes, entrecierro los ojos aun desorientado cuando de pronto un flujo enorme de imágenes llegan a mi retina, la pelea, la vampira rubia, amaranth, la caída y el vacío.
Me duele la cabeza, de seguro estuve inconsciente un buen rato, tengo que desatarme, las costillas me duelen pero aun así me doblo sobre mi mismo para cortar con las garras el amarre, caigo parado dando gracias por ser felino, muevo mis brazos para que la sangre llegue hasta los dedos adormecidos.
Busco a waldo con la mirada y le llamo con la mano, observo al otro muchacho y lo señalo:
¿le ahorro el dolor y lo mato ahora? o ¿tal vez nos sea útil para escapar? Me doy cuenta de que waldo y el otro chico están totalmente desnudos y entre risas contenidas digo: jejejej joder waldo cubre tus desgracias jejejejeje ¿que? a mi no me mires, yo estoy cubierto de pelo y me da igual usar ropa o no, de hecho solo uso por normas de la sociedad. me doy vueltas por todo el cuarto buscando mis cosas, no temo hacer ruido ya que mis pies por naturaleza son acolchados y no emiten ruido. La ira comienza a aflorar en mi ¿que demonios quieren conmigo?, ya se las verán con mis garras... malditos enanos deformes...
Leon Alexander
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Ahi estaba...aferrada al que hasta hace unos segundos estaba dispuesta a quitarle la vida, la sostenía firmemente, mas abajo Leon, Eb y los jovenes. Intentó mirar hacia abajo cosa que no fue una buena idea, solo habia oscuridad un profundo vacio, este es el final repetia una y otra vez...Alzó la vista nuevamente para mirar a Wallace, pero de pronto vio que un horrible trasgo cortaba el latigo del cual todos dependian, en un segundo todo fue oscuridad, silencio. Sentía que el dolor irradiaba su cuerpo tal vez producto de la caida, no tenia fuerzas para abrir los ojos, menos para moverse, estaba inmersa en un sueño mejor dicho una pesadilla, asi se sentira morir?, esta sensacion experimentaran los seres mortales cuando sus vidas estan por extinguirse?.
Poco a poco comenzó a volver en si y recuperar las fuerzas, sintío las manos de su amiga Eb en el rostro, en un intento de hacerla reaccionar. Con los ojos entreabiertos intentó mirar el entorno, le costaba mucho girar la cabeza porque tal vez se habia golpeado duro contra el piso en la caida, intento reincorporarse, con esfuerzo se puso de pie quitandose el polvo cuando se dio cuenta que su ropa estaba hecha girones, tenia una especie de collar colgando del cuello, se miraba y no podia creer que esto estubiera pasando, quien haya sido el responsable de eso, dejaba muy poco para la imaginación.
Miró a las chicas y estaban en iguales condiciones que ella, -Quien habra sido el infeliz que nos hizo esto- musitaba mientras buscaba su daga entre el escote. El lugar era lúgubre, el aroma a almizcle le hacia arder la nariz, la cual arrugaba con desagrado. Los hombres no estaban por ningun lado, que sucedió con ellos se preguntaba, estarian muertos quizas...
Se negaba a aceptar esa posibilidad, -Vamos chicas... No podemos perder tiempo.. Ni despistarnos. Estos trasgos asquerosos nos han encerrado aquí, y me da que estamos custodiadas- la voz de Eb la sacó de su latargo de manera abrupta.
Entre la escasa luz del lugar apareció un horrible trasgo -No ze dez ocurra ezcapar, porque no podran, ahora son propiedad del Gey, mujedez, lindaz mujedez- decia con mirada lasciva y soltando una carcajada -Vamoz ya ez hora de ir con el Gey, darse priza que ezta impaziente-.
Amaranth miró a Eb intentando comprender algo de lo que ahi sucedia.
Poco a poco comenzó a volver en si y recuperar las fuerzas, sintío las manos de su amiga Eb en el rostro, en un intento de hacerla reaccionar. Con los ojos entreabiertos intentó mirar el entorno, le costaba mucho girar la cabeza porque tal vez se habia golpeado duro contra el piso en la caida, intento reincorporarse, con esfuerzo se puso de pie quitandose el polvo cuando se dio cuenta que su ropa estaba hecha girones, tenia una especie de collar colgando del cuello, se miraba y no podia creer que esto estubiera pasando, quien haya sido el responsable de eso, dejaba muy poco para la imaginación.
Miró a las chicas y estaban en iguales condiciones que ella, -Quien habra sido el infeliz que nos hizo esto- musitaba mientras buscaba su daga entre el escote. El lugar era lúgubre, el aroma a almizcle le hacia arder la nariz, la cual arrugaba con desagrado. Los hombres no estaban por ningun lado, que sucedió con ellos se preguntaba, estarian muertos quizas...
Se negaba a aceptar esa posibilidad, -Vamos chicas... No podemos perder tiempo.. Ni despistarnos. Estos trasgos asquerosos nos han encerrado aquí, y me da que estamos custodiadas- la voz de Eb la sacó de su latargo de manera abrupta.
Entre la escasa luz del lugar apareció un horrible trasgo -No ze dez ocurra ezcapar, porque no podran, ahora son propiedad del Gey, mujedez, lindaz mujedez- decia con mirada lasciva y soltando una carcajada -Vamoz ya ez hora de ir con el Gey, darse priza que ezta impaziente-.
Amaranth miró a Eb intentando comprender algo de lo que ahi sucedia.
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Menuda mierda pensó Vinc Había perdido el conocimiento con la caída desde el salón y no sabía cuánto tiempo había estado inconsciente colgado como un vulgar cerdo. Para colmo de males se encontraba en pelotas. Suponía que era la forma que tenían los estúpidos tragos de mantener la cena fresca.
Los chicos que no sabían que era una puerta estaban colgados a su lado igualmente inconscientes, pero no era tiempo de perder en elucubraciones. Era hora de buscar una salida para encontrar a su hermana y lo primero que se le ocurrió fue conjurar unas llamas para quemar las ¿cuerdas? ¿De qué mierdas estaban hechas? Parecía que fuesen de cartílago o algo así - Puaj, asquerosos trasgos,- se dijo en bajo justo antes de que sonara el chirrido de la puerta de su calabozo.
El rubio se hizo el dormido pero mantuvo los ojos entrecerrados para poder observar la escena. Unos de esos malditos enanos de mala madre habían llegado con un baúl y lo habían llenado con sus pertenencias. Escuchó como el chico fornido gruñía un poco pero igualmente siguió haciéndose el dormido. No sabía que podía esperar de ellos. Si serían unos aliados para salir o lo dejarían allí tirado así que de momento decidió seguir espiando la situación para saber qué hacer.
Cuando los tragos terminaron su labor se marcharon cerrando la puerta tras de sí el chico que había gruñido empezó a balancearse para acercarse a su amigo felino. Cuando consiguió aferrarse a él lo despertó con unas bofetadas. Luego se aferró a sus cuerdas para ¡Interesante! Pensó Vinc Había hecho bien en hacerse el dormido pues había descubierto algo sumamente importante ¡Musculitos era un brujo de fuego!
¡Crack! Un ruido de rotura seguido de un golpetazo lo sacó de sus pensamientos. Fuerte, brujo, pero había que mejorar esa agilidad. Sonrió levemente. La verdad es que el chico le estaba cayendo en estima y no sabía muy bien por qué. No lo conocía de nada y su escena de furia no lo hacía parecer un tipo muy sociable pero no sé. Tenía algo que le gustaba.
El chico se acercó a la puerta mientras su compañero se desataba. Para él con sus garras no era nada difícil desatarse lo que no hacía más que demostrar el coeficiente intelectual de nuestros opresores. Con un giro hábil cayó de pie y luego me señaló. - ¿le ahorro el dolor y lo mato ahora? o ¿tal vez nos sea útil para escapar? ,- dijo para luego añadir entre risas - jejejej joder waldo cubre tus desgracias jejejejeje ¿qué? a mi no me mires, yo estoy cubierto de pelo y me da igual usar ropa o no, de hecho solo uso por normas de la sociedad.
Aprovechando la distracción de ambos hizo un movimiento brusco con lo que las cuerdas ya sentidas por el calor se partieron y con agilidad rodó hasta el gato. - Yo creo que lo de matarme puede esperar teniendo en cuenta nuestra situación,- comentó mientras le agarraba las pelotas al gato - peludas o no lo que te podría hacer es sumamente doloroso,- prosiguió guiñándole un ojo para luego soltarlo y poner la mano en gesto de saludo. - Mi nombre es Vincent Calhoun y creo que el destino se ha empeñado en hacernos amigos.
Los chicos que no sabían que era una puerta estaban colgados a su lado igualmente inconscientes, pero no era tiempo de perder en elucubraciones. Era hora de buscar una salida para encontrar a su hermana y lo primero que se le ocurrió fue conjurar unas llamas para quemar las ¿cuerdas? ¿De qué mierdas estaban hechas? Parecía que fuesen de cartílago o algo así - Puaj, asquerosos trasgos,- se dijo en bajo justo antes de que sonara el chirrido de la puerta de su calabozo.
El rubio se hizo el dormido pero mantuvo los ojos entrecerrados para poder observar la escena. Unos de esos malditos enanos de mala madre habían llegado con un baúl y lo habían llenado con sus pertenencias. Escuchó como el chico fornido gruñía un poco pero igualmente siguió haciéndose el dormido. No sabía que podía esperar de ellos. Si serían unos aliados para salir o lo dejarían allí tirado así que de momento decidió seguir espiando la situación para saber qué hacer.
Cuando los tragos terminaron su labor se marcharon cerrando la puerta tras de sí el chico que había gruñido empezó a balancearse para acercarse a su amigo felino. Cuando consiguió aferrarse a él lo despertó con unas bofetadas. Luego se aferró a sus cuerdas para ¡Interesante! Pensó Vinc Había hecho bien en hacerse el dormido pues había descubierto algo sumamente importante ¡Musculitos era un brujo de fuego!
¡Crack! Un ruido de rotura seguido de un golpetazo lo sacó de sus pensamientos. Fuerte, brujo, pero había que mejorar esa agilidad. Sonrió levemente. La verdad es que el chico le estaba cayendo en estima y no sabía muy bien por qué. No lo conocía de nada y su escena de furia no lo hacía parecer un tipo muy sociable pero no sé. Tenía algo que le gustaba.
El chico se acercó a la puerta mientras su compañero se desataba. Para él con sus garras no era nada difícil desatarse lo que no hacía más que demostrar el coeficiente intelectual de nuestros opresores. Con un giro hábil cayó de pie y luego me señaló. - ¿le ahorro el dolor y lo mato ahora? o ¿tal vez nos sea útil para escapar? ,- dijo para luego añadir entre risas - jejejej joder waldo cubre tus desgracias jejejejeje ¿qué? a mi no me mires, yo estoy cubierto de pelo y me da igual usar ropa o no, de hecho solo uso por normas de la sociedad.
Aprovechando la distracción de ambos hizo un movimiento brusco con lo que las cuerdas ya sentidas por el calor se partieron y con agilidad rodó hasta el gato. - Yo creo que lo de matarme puede esperar teniendo en cuenta nuestra situación,- comentó mientras le agarraba las pelotas al gato - peludas o no lo que te podría hacer es sumamente doloroso,- prosiguió guiñándole un ojo para luego soltarlo y poner la mano en gesto de saludo. - Mi nombre es Vincent Calhoun y creo que el destino se ha empeñado en hacernos amigos.
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Oscuridad, el frío suelo contra su mejilla y el suave tacto de una mano palmeándole el rostro para despertarla. Abrió los ojos con lentitud y se incorporó hasta quedar sentada, ahogando un quejido por el dolor que recorría su costado. Se abrazó el torso, extrañada bajó la mirada y descubrió sus ropas destrozadas, o más bien lo poco que quedaba de ellas. Sus piernas, muslos y torso estaban expuestos…
Se levantó bruscamente y se arrepintió casi de inmediato, al sentir un mareo. Llevaba un extraño collar de huesos y un cinturón igual, que le cubrían lo justo. Echó un vistazo alrededor y vio a las vampiras, que portaban los mismos adornos y tenían el pelo alborotado. Se llevó la mano a la cabeza y comprobó que lo llevaba del mismo modo. Arrugó la nariz, no sabía qué les habían echado, pero aquel olor le desagradaba. Cohibida por ir tan destapada, escuchó lo que ambas decían.
La ira se reflejaba en sus palabras, y a Elen le pareció de lo más comprensible. La bruja estaba harta de sorpresas, aquella noche no podía ir peor, o eso creía ella. Escudriñó la estancia buscando sus pertenencias, pero no se encontraban allí. Buscó bajo el cinturón de huesos, aún conservaba el suyo y su daga seguía en la vaina, pero se habían llevado su espada. La rubia instó a las chicas para que espabilaran y se preparasen, tenían que escapar de allí.
La situación era extraña, un rato antes la vampira le había puesto un puñal en la garganta y ahora eran compañeras de huida. Se acercó a ambas con cautela, no podía fiarse del todo. – Antes de desmayarme vi como llevaban a los chicos al otro lado del túnel. – susurró. No sabía si aquel dato les interesaría, pero al menos ella tenía que encontrar a su hermano, aunque tuviera que dejar una estela de muerte a su paso. Fuera de la celda se oían las irritantes voces de unos trasgos. - Supongo que éstos no entran en vuestra dieta - una mueca de asco se dibujó en sus rostros ante la idea. - Una pena, no me hubiera importado que los dejarais secos.
Por lo que pudieron escuchar, pronto las llevarían a la arena. Se concentró y probó la telequinesis con su daga, que levitó y volvió a la funda. A pesar de encontrarse algo débil y las heridas por la caída, podía usar sus poderes. Se disponía a hablar de nuevo cuando la puerta se abrió de sopetón. Dos pequeños trasgos, armados con lanzas, entraron en la estancia.
- ¡Atraz! No intenteiz nada.- dijo el primero, mientras un tercero llegaba con los grilletes de hierro. - Poneoz en fila, al gey no le guzta que lo hagan ezperar. - las tres se miraron sin saber bien qué hacer. La bruja apretó los dientes al sentir el escozor que provocaba el ungüento que cubría el metal en contacto con una herida de su muñeca. - ¡Vamoz! ¡moveoz! - sintió la punta de la lanza pinchándole el muslo levemente. Lanzó una mirada asesina a aquel pequeño y feo engendro, luego las sacaron del lugar y las guiaron hacia la arena.
Se levantó bruscamente y se arrepintió casi de inmediato, al sentir un mareo. Llevaba un extraño collar de huesos y un cinturón igual, que le cubrían lo justo. Echó un vistazo alrededor y vio a las vampiras, que portaban los mismos adornos y tenían el pelo alborotado. Se llevó la mano a la cabeza y comprobó que lo llevaba del mismo modo. Arrugó la nariz, no sabía qué les habían echado, pero aquel olor le desagradaba. Cohibida por ir tan destapada, escuchó lo que ambas decían.
La ira se reflejaba en sus palabras, y a Elen le pareció de lo más comprensible. La bruja estaba harta de sorpresas, aquella noche no podía ir peor, o eso creía ella. Escudriñó la estancia buscando sus pertenencias, pero no se encontraban allí. Buscó bajo el cinturón de huesos, aún conservaba el suyo y su daga seguía en la vaina, pero se habían llevado su espada. La rubia instó a las chicas para que espabilaran y se preparasen, tenían que escapar de allí.
La situación era extraña, un rato antes la vampira le había puesto un puñal en la garganta y ahora eran compañeras de huida. Se acercó a ambas con cautela, no podía fiarse del todo. – Antes de desmayarme vi como llevaban a los chicos al otro lado del túnel. – susurró. No sabía si aquel dato les interesaría, pero al menos ella tenía que encontrar a su hermano, aunque tuviera que dejar una estela de muerte a su paso. Fuera de la celda se oían las irritantes voces de unos trasgos. - Supongo que éstos no entran en vuestra dieta - una mueca de asco se dibujó en sus rostros ante la idea. - Una pena, no me hubiera importado que los dejarais secos.
Por lo que pudieron escuchar, pronto las llevarían a la arena. Se concentró y probó la telequinesis con su daga, que levitó y volvió a la funda. A pesar de encontrarse algo débil y las heridas por la caída, podía usar sus poderes. Se disponía a hablar de nuevo cuando la puerta se abrió de sopetón. Dos pequeños trasgos, armados con lanzas, entraron en la estancia.
- ¡Atraz! No intenteiz nada.- dijo el primero, mientras un tercero llegaba con los grilletes de hierro. - Poneoz en fila, al gey no le guzta que lo hagan ezperar. - las tres se miraron sin saber bien qué hacer. La bruja apretó los dientes al sentir el escozor que provocaba el ungüento que cubría el metal en contacto con una herida de su muñeca. - ¡Vamoz! ¡moveoz! - sintió la punta de la lanza pinchándole el muslo levemente. Lanzó una mirada asesina a aquel pequeño y feo engendro, luego las sacaron del lugar y las guiaron hacia la arena.
Elen Calhoun
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Wallace le gruño a Leon por su comentario hacia sus atributos viriles. Estaba orgulloso de elos y no le avergonzaba ir en cueros. Al ver como el muchacho se defendia y actuaba frente a Leon sonrio levemente. Un muchacho valiente. Quisiera o no, ahora ellos tres debian arreglarselas para salir de alli y encontrar a las mujeres.
-Llamame Rojo...Vincent...nada mas....metete en mi camino y te mato.- le dijo, mirandolo fijamente, a los ojos. Tenia que poner las cosas claras.
Wallace se asomó por la ventanilla de la puerta de aquella celda medio matadero y observo como un trasgo bastante feo se acercaba patrullando sin ganas mientras se urgaba la nariz. Paso cerca de la puerta. Demasiado.
Clonk.
El trasgo casi cae al suelo de no ser por la mano de Wallace que lo sujetaga por la nariz larguda. Con el guardia inconsciente, Wallace pudo coger las llaves sin problemas. Dejo caer al bicho despacio y abrio la puerta sin decir nada a los otros dos. Puerta abierta, los miro.
-Vamos, o os dejo solos para que forniqueis?...-les dijo con cierta burla mientras se rascaba el pubis con desden, simulando un aburrimiento falso.
Los estrechos pasadizo de esa fortaleza subterrania eran lo suficiente quebradizos para poder esconderse detras de una esquina o en algun agujero. Pasaban muchas patrullas pero la ausencia de ellos tres no habia saltado alarma alguna.
-Esto esta lleno de pasadizos...creo que hemos pasado por aqui antes....malditas sean...donde estan....-masculló limpiandose la herida que aun sangraba.
-Zi zi! el Gey a prepagado un gan combate! Ezoz malditoz humanoz van a zaber lo gue ez luchag gontra un monztruo! -dijo un trasgo junto a otro, dirigiendose hacia una puerta de metal oxidado. Wallace agudizo el odio y sonrio. Miro a los hombres y asintio.
-Bingo...vamos muchachos...ese "Gey" se va a enterar...hacerme caer por un puñetero agujero...-gruñia mientras caminaba hacia la puerta.-...mierda de trasgos y su puta madre..hideputas todos....-mascullaba abriendola, cometiendo un grave error.
-YA EGTAN AQUIIII -grito una voz agudizada gracias a un cuerno vacio. Wallace abrio muchos los ojos.
Se habian metido en la boca del lobo. En medio de una plaza. No, una arena mugrienta llena de barro y sangre, con miles de esos malditos trasgos en gradas echas de madera y hueso, gritando, rugiendo, pidiendo sangre. tambores de guerra y espectaculo. Wallace giro lentamente, mirando las dimensiones de aquella arena echa bajo tierra.
-Mierda....hideputas...-susurro poniendose espalda contra espalda con sus compañeros.
La multitud, el publico chilló aun mas cuando una sombra salió de la oscuridad. Una mezcla de grasa, pus deformidad y asco, con ojos y boca mugrienta. El Gran Trasgo. el Gey.
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Sonrio a la multitud, como un heroe. Entonces miro a los hombres.
-Eh agui el Gran Trasgo nuegtro Gey! Segor y amo del Nigo Bajo la Cogina! -grito un trasgo, quien parecia ser el procurador de los actos oficiales. El rey sonrio jobial mostrando esos dientes llenos de mierda y comida. Se sento en su trono de huesos, dejando caer su trasero gordo y putrido. En su mano, una cadena que se dividia en tres mas pequeñas.
Wallace se fijo en aquello, mosqueado.
- Aoga luchageis para el Gey! Si gereis vivir, tegeis que magar! -chillo el trasgo. Wallace chasqueo la lengua y miro a lo ssuyos.
- Estamos en un apuro, caballeros...-dijo mientras se crujia el cuello y los nudillos.
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El rey se levanto y todos callaron. Miro a su gente y luego a los hombres.
-Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran...-al decir eso, estiro de la cadena y las tres mujeres salieron a la luz. Arregladas para la ocasion, las tres iban con vestidos echos de piel, mal cosidos y que mostraban mas que escondian.
Dirijo una mirada preocupada a Amaranth, entre enfado y alivio de verla. A la vampira rubia, alzando una ceja, le dedico una sonrisa picara, con cierta coqueteria y la pobre muchacha simplemente la miro, intentando parecer amable.
Wallace sintio un atisbo de pudor frente a su masculina desnudez, pero se cruzo de brazos, aceptando el desafio y esperando a que los demas tambien lo hicieran.
-Llamame Rojo...Vincent...nada mas....metete en mi camino y te mato.- le dijo, mirandolo fijamente, a los ojos. Tenia que poner las cosas claras.
Wallace se asomó por la ventanilla de la puerta de aquella celda medio matadero y observo como un trasgo bastante feo se acercaba patrullando sin ganas mientras se urgaba la nariz. Paso cerca de la puerta. Demasiado.
Clonk.
El trasgo casi cae al suelo de no ser por la mano de Wallace que lo sujetaga por la nariz larguda. Con el guardia inconsciente, Wallace pudo coger las llaves sin problemas. Dejo caer al bicho despacio y abrio la puerta sin decir nada a los otros dos. Puerta abierta, los miro.
-Vamos, o os dejo solos para que forniqueis?...-les dijo con cierta burla mientras se rascaba el pubis con desden, simulando un aburrimiento falso.
Los estrechos pasadizo de esa fortaleza subterrania eran lo suficiente quebradizos para poder esconderse detras de una esquina o en algun agujero. Pasaban muchas patrullas pero la ausencia de ellos tres no habia saltado alarma alguna.
-Esto esta lleno de pasadizos...creo que hemos pasado por aqui antes....malditas sean...donde estan....-masculló limpiandose la herida que aun sangraba.
-Zi zi! el Gey a prepagado un gan combate! Ezoz malditoz humanoz van a zaber lo gue ez luchag gontra un monztruo! -dijo un trasgo junto a otro, dirigiendose hacia una puerta de metal oxidado. Wallace agudizo el odio y sonrio. Miro a los hombres y asintio.
-Bingo...vamos muchachos...ese "Gey" se va a enterar...hacerme caer por un puñetero agujero...-gruñia mientras caminaba hacia la puerta.-...mierda de trasgos y su puta madre..hideputas todos....-mascullaba abriendola, cometiendo un grave error.
-YA EGTAN AQUIIII -grito una voz agudizada gracias a un cuerno vacio. Wallace abrio muchos los ojos.
Se habian metido en la boca del lobo. En medio de una plaza. No, una arena mugrienta llena de barro y sangre, con miles de esos malditos trasgos en gradas echas de madera y hueso, gritando, rugiendo, pidiendo sangre. tambores de guerra y espectaculo. Wallace giro lentamente, mirando las dimensiones de aquella arena echa bajo tierra.
-Mierda....hideputas...-susurro poniendose espalda contra espalda con sus compañeros.
La multitud, el publico chilló aun mas cuando una sombra salió de la oscuridad. Una mezcla de grasa, pus deformidad y asco, con ojos y boca mugrienta. El Gran Trasgo. el Gey.
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Sonrio a la multitud, como un heroe. Entonces miro a los hombres.
-Eh agui el Gran Trasgo nuegtro Gey! Segor y amo del Nigo Bajo la Cogina! -grito un trasgo, quien parecia ser el procurador de los actos oficiales. El rey sonrio jobial mostrando esos dientes llenos de mierda y comida. Se sento en su trono de huesos, dejando caer su trasero gordo y putrido. En su mano, una cadena que se dividia en tres mas pequeñas.
Wallace se fijo en aquello, mosqueado.
- Aoga luchageis para el Gey! Si gereis vivir, tegeis que magar! -chillo el trasgo. Wallace chasqueo la lengua y miro a lo ssuyos.
- Estamos en un apuro, caballeros...-dijo mientras se crujia el cuello y los nudillos.
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El rey se levanto y todos callaron. Miro a su gente y luego a los hombres.
-Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran...-al decir eso, estiro de la cadena y las tres mujeres salieron a la luz. Arregladas para la ocasion, las tres iban con vestidos echos de piel, mal cosidos y que mostraban mas que escondian.
Dirijo una mirada preocupada a Amaranth, entre enfado y alivio de verla. A la vampira rubia, alzando una ceja, le dedico una sonrisa picara, con cierta coqueteria y la pobre muchacha simplemente la miro, intentando parecer amable.
Wallace sintio un atisbo de pudor frente a su masculina desnudez, pero se cruzo de brazos, aceptando el desafio y esperando a que los demas tambien lo hicieran.
Wallace Mcgregor
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Habían despertado paulatinamente tanto Amaranth, como la otra muchacha.
Las voces al otro lado de la puerta aumentaban también... Se acercaban. Ébano tragó saliva y miró a sus compañeras. Pensó en pegarse a una pared, a la oscuridad, pero por otra parte pensó que daba lo mismo. No había más puertas, estaban custodiadas, no tenían parte de sus pertenencias y, lo quisiera o no, no podía salir de allí sin Amaranth.
Y el resto le daba igual -o eso pensaba por el momento, cuán equivocada estaba- pero sabía que Amy sería incapaz de salir sin el imbécil musculitos. Los había visto mirarse, y lamentaba seriamente esa complicidad, porque tal vez, fuese su sentencia aquella... ¿Noche? "Joder... Ni siquiera sé si es de día, mierda"-pensó, siseando.
Eh, tu. Lamento lo de antes. ¿Estáis enteras? -les preguntó a sus compañeras, mirando a la muchacha inicialmente. No sabía de qué raza era. Aparentemente humana, podía ser humana, vampiresa, licantropa, bruja.... De modo que cuantos menos problemas, mejor.
Abrió mucho los ojos cuando dijo que sabía dónde estaba el resto de víctimas caídas. Asintió con la cabeza ante aquello, pero alzó una ceja seguidamente hasta su comentario sobre comer trasgos.. Comer, además. Así que puso cara de asco.
No.. Definitivamente. No nos gustan. Y no... comemos personas. Gracias. -pero eso la hizo recordar las veces en las que se había dejado llevar por la pelea, la sangre por todas partes y nadie que se fijase en ella para juzgar esto o aquello. Se lamió los labios y se estremeció, sobre sintiendo lo que se avecinaba.
Entonces vio a la muchacha hacer levitar su cuchillo. "Así que bruja..." -pensó. Alzó una ceja mirándola y se cruzó de brazos, pero acto seguido, la puerta, pesada, se abrió, y aparecieron trasgos, tres, en concreto. Parecían no querer cometer errores... O habrían enviado a uno para únicamente tres "humanas".
No perdieron el tiempo, se acercaron a las tres. Uno de ellos portaba unas cadenas que colgaban de su espalda y sujetaba con ambas manos. Otro, más pequeño, era el que llevaba las llaves de la celda, y finalmente, entró uno más, rezagado, un trasgo mucho más grande y fornido, pero con cabeza de mosquito, era quien parecía tener que agruparlas.
¡Atraz! No intenteiz nada Poneoz en fila, al gey no le guzta que lo hagan ezperar.
Las agarraron de los brazos, y cerraron los grilletes alrededor de las manos de las chicas, a la espalda. Ébano siseó contra la cara del grandullón, enseñandole los dientes, con ojos rezumando cólera y repugnancia. En parte por ellos, en parte por los grilletes, impregnados en un fluido viscoso que no tenía ningún interés en investigar.
Pincharon a la muchacha con la lanza, en el muslo desnudo. Debían andarse con ojo a la hora de oponer resistencia... Necesitaban sus cosas, de inmediato.
¡Vamoz! ¡moveoz!
Tiraron de las cadenas bruscamente, con lo que las tres tuvieron que moverse, al mismo paso, atadas con la misma cadena, diferentes grilletes. Le pesaban en las muñecas, eran de hierro muy grueso... y aquel líquido... Puag.
Centró su mente. Tenía que serenarse. Su instinto bestial, el más primitivo luchaba por salir ante la incertidumbre, ante la duda entre vida o muerte, ante saberse desprotegida. A lo cual, se sumaba su orgullo, herido, por los suelos.. Y no pensaba permitir aquello. No había permanecido intacta esos años para esto.
No ze dez ocurra ezcapar, porque no podran, ahora son propiedad del Gey, mujedez, lindaz mujedez -dijo observandolas un último trasgo que acudió al hueco de la puerta abierta y emprendió la marcha- Vamoz ya ez hora de ir con el Gey, daoz priza que ezta impaziente.
Qué asco... No sabéis donde os metéis, necios.. -dijo ella, impasible ante la posible respuesta. Trataba de comprender qué venía a continuación, pero no quería o no podía. El trasgo más grande gruñó ante sus palabras y tiró bruscamente de las cadenas, haciendo que chocase con la bruja, bruscamente, y arrastrando a Amaranth detrás. Lo siento chica..
Pensaba a toda velocidad. No sabía a dónde las llevaban, con el rey, eso sí. Pero en cuanto la desatasen, pensaba defenderse y pelear para huir. Y de paso llevarse por delante a cuantos trasgos pudiese. Una sonrisa salvaje asomó a los labios de Ébano mientras eran llevadas por pasillos hasta su lugar de destino.
La vista se le nublaba en ocasiones, sentía la sangre correr por el cuerpo, y los músculos en tensión... Sus instintos primitivos, de nuevo luchando por salir ante su situación de inseguridad. Trataba de retenerlos, temblaba ligeramente, tensa por desatarse. Esperaba el momento adecuado...
.....En el lugar adecuado.
Una arena. Redonda, vallada con un entramado de piedra y huesos de todo tipo, trasgos amontonados, rugiendo alrededor, chillaban y.... Una mole. Putrefacta, grande, fofa y flácida, pálida, sentada si se podía llamar así sobre una multitud ingente de cojines. El rey trasgo. Junto a él, cojines, tres. Y estaba hablando a.... No pudo saberlo, porque el último pasillo era de piedra y no podían ver....
...Pero salieron, justo a los cojines, preparados para ellas. Se quedó casi sin habla. Los trasgos las empujaron, aún encadenadas hasta los cojines. La expresión de Ébano era de desdén, arrogancia y desprecio por todo aquello. Había visto lo que había en la arena, a quién le hablaba el rey, pero no había querido prestar atención...
El trasgo le dio las riendas de las muchachas al rey, que la asió con fuerza, hacia si, y ellas fueron arrastradas junto a él, a donde trasladaron los cojines. Y entonces se permitió mirar.
Estaban desnudos. Habían perdido toda esperanza, estaban desnudos, atrapados, y ellas, adornadas y encadenadas. "Joder, joder, mierda..." -pensaba. Y trataba de trazar un plan a toda velocidad pero.. Era imposible, tendrían que improvisar. A la menor oportunidad, huir.
Cubierto de pelo uno, y desnudos los otros.. Sintió rubor en las mejillas, por.. ¿Vergüenza, o algo más? Estremecimientos en el bajo vientre le hizo cambiar de idea. Sintió la ira ante aquella sensación y apartó la vista, enfadada por no poder contar con su ayuda. "¿Desde cuando coño eres así? Eres tonta..." -se decía a sí misma.
-Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran... -dijo de pronto el rey, erigiendose y hablando a todos, en medio del repentino silencio. Diciendo aquello, volvió a agitar las cadenas con lo que ellas chocaron entre si. Ébano le miró, despectiva y volvió a sisear enseñandole los colmillos, más como animal que como persona, a estas alturas ya toda ojos rojos, sedientos, e ira.
Y de improviso, lanzó un golpe contra las tres, a la vez, una mano bastaba para cubrirlas. Volvieron a chocar entre sí y esperó.
¡Callad, eztupidaz! Y admiraz el ezpectaculo... -dijo. Un trasgo se acercó, les desató las manos y les dejó una sola, atada a la cadena que custodiaban, con lo que una mano la tenían libre.- No oz preocupeiz, cuando elloz mueran yo dizfrutage de vozotgaz y luego zi zeguiz vivaz, zervigeis en mi cogte! QUE COMIENZE EL JUEGGO!! -sentenció finalmente.
Ébano miró significativamente a sus compañeras... A la mínima oportunidad de escape de los hombres, era el momento.
Las voces al otro lado de la puerta aumentaban también... Se acercaban. Ébano tragó saliva y miró a sus compañeras. Pensó en pegarse a una pared, a la oscuridad, pero por otra parte pensó que daba lo mismo. No había más puertas, estaban custodiadas, no tenían parte de sus pertenencias y, lo quisiera o no, no podía salir de allí sin Amaranth.
Y el resto le daba igual -o eso pensaba por el momento, cuán equivocada estaba- pero sabía que Amy sería incapaz de salir sin el imbécil musculitos. Los había visto mirarse, y lamentaba seriamente esa complicidad, porque tal vez, fuese su sentencia aquella... ¿Noche? "Joder... Ni siquiera sé si es de día, mierda"-pensó, siseando.
Eh, tu. Lamento lo de antes. ¿Estáis enteras? -les preguntó a sus compañeras, mirando a la muchacha inicialmente. No sabía de qué raza era. Aparentemente humana, podía ser humana, vampiresa, licantropa, bruja.... De modo que cuantos menos problemas, mejor.
Abrió mucho los ojos cuando dijo que sabía dónde estaba el resto de víctimas caídas. Asintió con la cabeza ante aquello, pero alzó una ceja seguidamente hasta su comentario sobre comer trasgos.. Comer, además. Así que puso cara de asco.
No.. Definitivamente. No nos gustan. Y no... comemos personas. Gracias. -pero eso la hizo recordar las veces en las que se había dejado llevar por la pelea, la sangre por todas partes y nadie que se fijase en ella para juzgar esto o aquello. Se lamió los labios y se estremeció, sobre sintiendo lo que se avecinaba.
Entonces vio a la muchacha hacer levitar su cuchillo. "Así que bruja..." -pensó. Alzó una ceja mirándola y se cruzó de brazos, pero acto seguido, la puerta, pesada, se abrió, y aparecieron trasgos, tres, en concreto. Parecían no querer cometer errores... O habrían enviado a uno para únicamente tres "humanas".
No perdieron el tiempo, se acercaron a las tres. Uno de ellos portaba unas cadenas que colgaban de su espalda y sujetaba con ambas manos. Otro, más pequeño, era el que llevaba las llaves de la celda, y finalmente, entró uno más, rezagado, un trasgo mucho más grande y fornido, pero con cabeza de mosquito, era quien parecía tener que agruparlas.
¡Atraz! No intenteiz nada Poneoz en fila, al gey no le guzta que lo hagan ezperar.
Las agarraron de los brazos, y cerraron los grilletes alrededor de las manos de las chicas, a la espalda. Ébano siseó contra la cara del grandullón, enseñandole los dientes, con ojos rezumando cólera y repugnancia. En parte por ellos, en parte por los grilletes, impregnados en un fluido viscoso que no tenía ningún interés en investigar.
Pincharon a la muchacha con la lanza, en el muslo desnudo. Debían andarse con ojo a la hora de oponer resistencia... Necesitaban sus cosas, de inmediato.
¡Vamoz! ¡moveoz!
Tiraron de las cadenas bruscamente, con lo que las tres tuvieron que moverse, al mismo paso, atadas con la misma cadena, diferentes grilletes. Le pesaban en las muñecas, eran de hierro muy grueso... y aquel líquido... Puag.
Centró su mente. Tenía que serenarse. Su instinto bestial, el más primitivo luchaba por salir ante la incertidumbre, ante la duda entre vida o muerte, ante saberse desprotegida. A lo cual, se sumaba su orgullo, herido, por los suelos.. Y no pensaba permitir aquello. No había permanecido intacta esos años para esto.
No ze dez ocurra ezcapar, porque no podran, ahora son propiedad del Gey, mujedez, lindaz mujedez -dijo observandolas un último trasgo que acudió al hueco de la puerta abierta y emprendió la marcha- Vamoz ya ez hora de ir con el Gey, daoz priza que ezta impaziente.
Qué asco... No sabéis donde os metéis, necios.. -dijo ella, impasible ante la posible respuesta. Trataba de comprender qué venía a continuación, pero no quería o no podía. El trasgo más grande gruñó ante sus palabras y tiró bruscamente de las cadenas, haciendo que chocase con la bruja, bruscamente, y arrastrando a Amaranth detrás. Lo siento chica..
Pensaba a toda velocidad. No sabía a dónde las llevaban, con el rey, eso sí. Pero en cuanto la desatasen, pensaba defenderse y pelear para huir. Y de paso llevarse por delante a cuantos trasgos pudiese. Una sonrisa salvaje asomó a los labios de Ébano mientras eran llevadas por pasillos hasta su lugar de destino.
La vista se le nublaba en ocasiones, sentía la sangre correr por el cuerpo, y los músculos en tensión... Sus instintos primitivos, de nuevo luchando por salir ante su situación de inseguridad. Trataba de retenerlos, temblaba ligeramente, tensa por desatarse. Esperaba el momento adecuado...
.....En el lugar adecuado.
Una arena. Redonda, vallada con un entramado de piedra y huesos de todo tipo, trasgos amontonados, rugiendo alrededor, chillaban y.... Una mole. Putrefacta, grande, fofa y flácida, pálida, sentada si se podía llamar así sobre una multitud ingente de cojines. El rey trasgo. Junto a él, cojines, tres. Y estaba hablando a.... No pudo saberlo, porque el último pasillo era de piedra y no podían ver....
...Pero salieron, justo a los cojines, preparados para ellas. Se quedó casi sin habla. Los trasgos las empujaron, aún encadenadas hasta los cojines. La expresión de Ébano era de desdén, arrogancia y desprecio por todo aquello. Había visto lo que había en la arena, a quién le hablaba el rey, pero no había querido prestar atención...
El trasgo le dio las riendas de las muchachas al rey, que la asió con fuerza, hacia si, y ellas fueron arrastradas junto a él, a donde trasladaron los cojines. Y entonces se permitió mirar.
Estaban desnudos. Habían perdido toda esperanza, estaban desnudos, atrapados, y ellas, adornadas y encadenadas. "Joder, joder, mierda..." -pensaba. Y trataba de trazar un plan a toda velocidad pero.. Era imposible, tendrían que improvisar. A la menor oportunidad, huir.
Cubierto de pelo uno, y desnudos los otros.. Sintió rubor en las mejillas, por.. ¿Vergüenza, o algo más? Estremecimientos en el bajo vientre le hizo cambiar de idea. Sintió la ira ante aquella sensación y apartó la vista, enfadada por no poder contar con su ayuda. "¿Desde cuando coño eres así? Eres tonta..." -se decía a sí misma.
-Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran... -dijo de pronto el rey, erigiendose y hablando a todos, en medio del repentino silencio. Diciendo aquello, volvió a agitar las cadenas con lo que ellas chocaron entre si. Ébano le miró, despectiva y volvió a sisear enseñandole los colmillos, más como animal que como persona, a estas alturas ya toda ojos rojos, sedientos, e ira.
Y de improviso, lanzó un golpe contra las tres, a la vez, una mano bastaba para cubrirlas. Volvieron a chocar entre sí y esperó.
¡Callad, eztupidaz! Y admiraz el ezpectaculo... -dijo. Un trasgo se acercó, les desató las manos y les dejó una sola, atada a la cadena que custodiaban, con lo que una mano la tenían libre.- No oz preocupeiz, cuando elloz mueran yo dizfrutage de vozotgaz y luego zi zeguiz vivaz, zervigeis en mi cogte! QUE COMIENZE EL JUEGGO!! -sentenció finalmente.
Ébano miró significativamente a sus compañeras... A la mínima oportunidad de escape de los hombres, era el momento.
Ébano
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Leon estuvo a segundos de propinarle una brutal paliza al sujeto que se había presentado como Vincent, se contuvo solo por que sabia que tal vez lo necesitaría para escapar de ese infernal lugar, ademas se notaba que tenia agallas, luego de una advertencia para vincent waldo se acerco a una puerta y noqueo a un trasgo, le robo las llaves y abrió la puerta
Vamos, o os dejo solos para que forniqueis? La broma de waldo no agrado para nada a León el cual respondió de manera seca, agresiva y burlesca. waldo, no me vengas con bromas de mierda ahora, no es el puto momento... ademas deberías desparacitarte para quitarte las pulgas, se ve que te están picando demasiado jajajaja Leon siguió a su desnudo amigo, el lugar era un verdadero laberinto subterráneo, los pasadizos eran escondites bastante buenos, en varias ocasiones los salvaron de las miradas indiscretas de los guardias que patrullaban los pasillos, caminaron durante un rato bastante largo, waldo se desespero y maldijo todos los pasadizos y de paso a las mujeres perdidas, unos trasgos pasaron hablando, leo no les entendió nada pero al parecer wal si, les dijo que lo siguieran, cruzaron una puerta de hierro oxidado.
YA EGTAN AQUIIII Una molesta y aguda voz los anunció como se haría una atracción de un circo, la luz lo cegó durante unos momentos, para cuando pudo ver bien se dio cuenta de donde estaba, era una arena horrible, el suelo era una masa de barro y sangre putrefacta, el publico eran cintos, si no miles de trasgos bulliciosos y horribles, las gradas eran toscas y estaba hechas con madera y hueso.
Tambores de guerra se escucharon, era un claro anuncio de algo pero leo no sabia de que, se puso espalda con espalda con sus compañeros y espero, una voz anunciaba la aparición de lo que parecía ser el gran trasgo, el rey de todas esas mierdas malformadas, lo poco que pudo entender el felino fue que deberían matar o morir.
waldo les dijo lo que para el era obvio, si que estaban en apuros pero el felino confiaba en la ferocidad de su compañero, y ademas creía que vincent tenia potencial, todo estaría bien si luchaban unidos, solo faltaba encontrar a las mujeres, leon estaba distraído pensando en como encontrarlas, sentía la necesidad de de ver a la vampira rubia.
El crujido de la madera saco de su trance al felino, la masa de grasa al que todos alababan se estaba levantando para decir unas palabras, Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran.. El "gey" tiró de una cadena y las chicas salieron a la luz, casi no llevaban ropa y estaban despeinadas, leo las miro asombrado, pero solo fijo su mirada en la rubia, aquella vampira se robaba su atención. De un momento a otro la ira se apodero de la cabeza de León, sentía la necesidad de matar algo y liberarse, salir de ahí y salvar a su amiga, a la muchacha y a la vampira rubia. Sus puños se cerraron, sus pupilas se dilataron y las orejas se le pegaron al cráneo, estaba listo para pelear con lo que viniera.
Vengan hijos de puta... León los esta esperando...
Vamos, o os dejo solos para que forniqueis? La broma de waldo no agrado para nada a León el cual respondió de manera seca, agresiva y burlesca. waldo, no me vengas con bromas de mierda ahora, no es el puto momento... ademas deberías desparacitarte para quitarte las pulgas, se ve que te están picando demasiado jajajaja Leon siguió a su desnudo amigo, el lugar era un verdadero laberinto subterráneo, los pasadizos eran escondites bastante buenos, en varias ocasiones los salvaron de las miradas indiscretas de los guardias que patrullaban los pasillos, caminaron durante un rato bastante largo, waldo se desespero y maldijo todos los pasadizos y de paso a las mujeres perdidas, unos trasgos pasaron hablando, leo no les entendió nada pero al parecer wal si, les dijo que lo siguieran, cruzaron una puerta de hierro oxidado.
YA EGTAN AQUIIII Una molesta y aguda voz los anunció como se haría una atracción de un circo, la luz lo cegó durante unos momentos, para cuando pudo ver bien se dio cuenta de donde estaba, era una arena horrible, el suelo era una masa de barro y sangre putrefacta, el publico eran cintos, si no miles de trasgos bulliciosos y horribles, las gradas eran toscas y estaba hechas con madera y hueso.
Tambores de guerra se escucharon, era un claro anuncio de algo pero leo no sabia de que, se puso espalda con espalda con sus compañeros y espero, una voz anunciaba la aparición de lo que parecía ser el gran trasgo, el rey de todas esas mierdas malformadas, lo poco que pudo entender el felino fue que deberían matar o morir.
waldo les dijo lo que para el era obvio, si que estaban en apuros pero el felino confiaba en la ferocidad de su compañero, y ademas creía que vincent tenia potencial, todo estaría bien si luchaban unidos, solo faltaba encontrar a las mujeres, leon estaba distraído pensando en como encontrarlas, sentía la necesidad de de ver a la vampira rubia.
El crujido de la madera saco de su trance al felino, la masa de grasa al que todos alababan se estaba levantando para decir unas palabras, Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran.. El "gey" tiró de una cadena y las chicas salieron a la luz, casi no llevaban ropa y estaban despeinadas, leo las miro asombrado, pero solo fijo su mirada en la rubia, aquella vampira se robaba su atención. De un momento a otro la ira se apodero de la cabeza de León, sentía la necesidad de matar algo y liberarse, salir de ahí y salvar a su amiga, a la muchacha y a la vampira rubia. Sus puños se cerraron, sus pupilas se dilataron y las orejas se le pegaron al cráneo, estaba listo para pelear con lo que viniera.
Vengan hijos de puta... León los esta esperando...
Leon Alexander
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
El olor a almizcle le invadía los sentidos, se sentía ahogada, incomoda deseaba salir de ahí lo antes posible, -maldita la hora en que decidí ir por esa jodida espada, malditos trasgos, maldito Wallace!!!- mascullaba entre dientes y de muy mal humor.
Miró a la muchacha de cabellos blanquecinos y su amiga Eb, miraba con la esperanza de que juntas podría idear un plan para poder escapar de aquella pocilga donde estaban cautivas. De pronto un sonido proveniente del exterior de la celda las alertó y aparecieron tres trasgos feuchos. El de aparentemente era de mayor jerarquía de los tres idiotas que estaban allí les advirtió que no intentaran nada y se pusieran en fila.
En su interior la ira era presa de ella, sintió las manos del trago agarrándole el brazo, mirándolo con odio le mostró los colmillos, luego respiró profundamente y dio un suspiro. De ser por ella ya le habría rebanado el pescuezo pero debía ser astuta pues cualquier arrebato les costaría la vida, a los demás. Si se dejaba cegar por la ira el precio lo pagarían sus amigos y...él, aquel estúpido gruñón en quien no dejaba de pensar.
Tragó saliva y se dejó hacer al igual que sus compañeras. Jamás en su vida se enfrentó a una situación de total sumisión, era algo que la incomodaba de sobremanera. Fueron conducidas por diversos pasadillos aquello era una especie de laberinto, estaba desorientada, -Asquerosos trasgos hacia donde nos llevaran- susurraba.
En instante comenzaron a sentir gritos de algarabía que cada vez se eran mas intensos, sonaba como una multitud ansiosa y enloquecida pero....podía ser posible?...-Donde rayos estamos, hacia donde nos llevan?- preguntó al trasgo que tiraba de las cadenas, -Calladaz mujedez, calladaz, pronto eztadan con el Gey, y al no guztar mujedez habladoraz- le dijo en tono burlón y tiró la cadena nuevamente. Entre lo lúgubre de los pasadizos pudo notar luz al final del camino. A donde las conducirían, esa era la pregunta que la inquietaba.
Luego de transitar varios pasadizos llegaron a lo que era una especie de arena de pelea, galerías llenas de horripilantes trasgos alborotados gritando y clamando sangre. Ahí estaba "el Gey" al que todos rendían honores como inútiles ciervos, postrados a sus pies y a sus deseos, era un trasgo gordo, de aspecto grasoso, repugnante a la vista. El trasgo que las guió hasta la arena le dio la cadena con las tres mujeres al Gey. El en un gesto de superioridad alzó la mano en señal de victoria, Amaranth estaba desconcertada miraba hacia todas direcciones y solo veía trasgos por doquier, de pronto ahí en medio de la arena estaban los tres hombres completamente desnudos. Una sensación de alivio inundó su ser al ver que Wallace estaba vivo al igual que los demás, lo miró detenidamente recordando su cuerpo y esbozó un leve sonrisa, sin embargo ese no era el mejor momento de invocar su costado pasional, ahora debían encontrar la manera de escapar rápidamente.
Miró a la muchacha de cabellos blanquecinos y su amiga Eb, miraba con la esperanza de que juntas podría idear un plan para poder escapar de aquella pocilga donde estaban cautivas. De pronto un sonido proveniente del exterior de la celda las alertó y aparecieron tres trasgos feuchos. El de aparentemente era de mayor jerarquía de los tres idiotas que estaban allí les advirtió que no intentaran nada y se pusieran en fila.
En su interior la ira era presa de ella, sintió las manos del trago agarrándole el brazo, mirándolo con odio le mostró los colmillos, luego respiró profundamente y dio un suspiro. De ser por ella ya le habría rebanado el pescuezo pero debía ser astuta pues cualquier arrebato les costaría la vida, a los demás. Si se dejaba cegar por la ira el precio lo pagarían sus amigos y...él, aquel estúpido gruñón en quien no dejaba de pensar.
Tragó saliva y se dejó hacer al igual que sus compañeras. Jamás en su vida se enfrentó a una situación de total sumisión, era algo que la incomodaba de sobremanera. Fueron conducidas por diversos pasadillos aquello era una especie de laberinto, estaba desorientada, -Asquerosos trasgos hacia donde nos llevaran- susurraba.
En instante comenzaron a sentir gritos de algarabía que cada vez se eran mas intensos, sonaba como una multitud ansiosa y enloquecida pero....podía ser posible?...-Donde rayos estamos, hacia donde nos llevan?- preguntó al trasgo que tiraba de las cadenas, -Calladaz mujedez, calladaz, pronto eztadan con el Gey, y al no guztar mujedez habladoraz- le dijo en tono burlón y tiró la cadena nuevamente. Entre lo lúgubre de los pasadizos pudo notar luz al final del camino. A donde las conducirían, esa era la pregunta que la inquietaba.
Luego de transitar varios pasadizos llegaron a lo que era una especie de arena de pelea, galerías llenas de horripilantes trasgos alborotados gritando y clamando sangre. Ahí estaba "el Gey" al que todos rendían honores como inútiles ciervos, postrados a sus pies y a sus deseos, era un trasgo gordo, de aspecto grasoso, repugnante a la vista. El trasgo que las guió hasta la arena le dio la cadena con las tres mujeres al Gey. El en un gesto de superioridad alzó la mano en señal de victoria, Amaranth estaba desconcertada miraba hacia todas direcciones y solo veía trasgos por doquier, de pronto ahí en medio de la arena estaban los tres hombres completamente desnudos. Una sensación de alivio inundó su ser al ver que Wallace estaba vivo al igual que los demás, lo miró detenidamente recordando su cuerpo y esbozó un leve sonrisa, sin embargo ese no era el mejor momento de invocar su costado pasional, ahora debían encontrar la manera de escapar rápidamente.
Amaranth
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
- Llamame Rojo...Vincent...nada mas....metete en mi camino y te mato,- contestó el chico fornido. Mmmm que nombre más raro pensó Vinc debía tratarse de un apodo. - Intentaré ir detrás de ti para no meterme en tu camino jaja.- dijo el brujo de forma jocosa pero nadie le hizo caso.
Musculitos se acercó a la puerta, y desde la ventanilla de esta cogió al guardia y lo empotró contra la puerta. Recogió sus llaves y abrió. - Vamos, u os dejo solos para que forniquéis?..- dijo con actitud burlesca - Waldo, no me vengas con bromas de mierda ahora, no es el puto momento... además deberías desparasitarte para quitarte las pulgas, se ve que te están picando demasiado jajajaja - le espetó su amigo felino. Mmmm creía recordar que el gato se llama Leon pero ya tendría tiempo de preguntárselo. Ahora era tiempo de buscar a Elen.
Salieron al pasillo pero pronto se desorientaron. Esos malditos túneles eran un jodido laberinto. Rojo hizo un comentario acerca de que ya habían pasado por ahí. Lo importante es que maldijo y se preguntó donde estaban. Eso era bueno. Buscaba a las chicas así que no tendría que separarse para buscar a Elen.
Dos trasgos pasaron comentando algo de un combate pero a Rojo le motivó que hablaran de un tal Gey. Jajaja putos trasgos pensó. Seguro que hablaban de su rey pero con su mala pronunciación pues, bueno, que parecía que le llamaran otra cosa jaja. No se perdió demasiado en sus pensamientos, ya que el muchacho se dirigió a la puerta por la que entraron los trasgos y la abrió.
- YA EGTAN AQUIIII,- gritó una voz aguda y molesta. En cuanto dijo estas palabras un ser salió de entre las sombras. Se trataba del rey de los trasgos. Una bola amorfa de grasa y pus. - Si los tragos son feos este se ha superado jaja,- dijo el rubio a sus compañeros de armas. El estúpido trasgo de antes siguió con su palabrería pero Vinc ya no le hizo mucho caso. Se notaba que era una arena de combate y que ellos tendrían que salir de allí luchando.
Se preparaba mentalmente para el combate cuando la bola de grasa tiró de una cadena. Las chicas salieron a la luz. - ELEN - gritó. Malditos sean pensó. Las chicas iban vestidas con unas pieles que no les cubrían casi nada. Como se atrevían a tratar así a su hermana. Pagarían cara esa ofensa. Siguió con su mirada a las demás chicas y lo cierto es que era mejor dejarlo no iba a ser que tuviera otra arma con la que luchar.
El rey comentó que para salir tendrían que luchar con un campeón y al finalizar sus palabras un portón de hierro se empezó a levantar poco a poco. Era increíble que unos seres que apenas podían hablar pudieran tener tan buena sincronización. En cuanto el portón se levantó del todo un ser empezó a salir con paso lento pero firme.
Y tan firme, se trataba de una mole de dos metros de alto y tan ancho como un árbol. Al acercarse sonrió dejando a la vista una línea de dientes amarillentos más parecidos a los de un perro salvaje que a los de un ser inteligente. Bueno, lo de ser inteligente aún estaba por ver pero estaba claro que iba a ser jodido de abatir ese árbol con patas. Sobre todo porque a cualquiera se le ocurre darle un golpe con su capa de sudor y babas.
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- Chicos, es la hora de la tortas y no pienso morir, que suficiente mierda ha sido que mi hermana me haya visto en pelotas jajaja,- bromeó vinc para rebajar la tensión antes del combate. Les guiñó un ojo a sus sorprendidos compañeros y preparó mentalmente un conjuro. - Estúpidos trasgos,- musitó - con su corta mente han pensado que Rojo y él eran solo humanos - sonrió de forma sesgada mientras la mole se acercaba.
Musculitos se acercó a la puerta, y desde la ventanilla de esta cogió al guardia y lo empotró contra la puerta. Recogió sus llaves y abrió. - Vamos, u os dejo solos para que forniquéis?..- dijo con actitud burlesca - Waldo, no me vengas con bromas de mierda ahora, no es el puto momento... además deberías desparasitarte para quitarte las pulgas, se ve que te están picando demasiado jajajaja - le espetó su amigo felino. Mmmm creía recordar que el gato se llama Leon pero ya tendría tiempo de preguntárselo. Ahora era tiempo de buscar a Elen.
Salieron al pasillo pero pronto se desorientaron. Esos malditos túneles eran un jodido laberinto. Rojo hizo un comentario acerca de que ya habían pasado por ahí. Lo importante es que maldijo y se preguntó donde estaban. Eso era bueno. Buscaba a las chicas así que no tendría que separarse para buscar a Elen.
Dos trasgos pasaron comentando algo de un combate pero a Rojo le motivó que hablaran de un tal Gey. Jajaja putos trasgos pensó. Seguro que hablaban de su rey pero con su mala pronunciación pues, bueno, que parecía que le llamaran otra cosa jaja. No se perdió demasiado en sus pensamientos, ya que el muchacho se dirigió a la puerta por la que entraron los trasgos y la abrió.
- YA EGTAN AQUIIII,- gritó una voz aguda y molesta. En cuanto dijo estas palabras un ser salió de entre las sombras. Se trataba del rey de los trasgos. Una bola amorfa de grasa y pus. - Si los tragos son feos este se ha superado jaja,- dijo el rubio a sus compañeros de armas. El estúpido trasgo de antes siguió con su palabrería pero Vinc ya no le hizo mucho caso. Se notaba que era una arena de combate y que ellos tendrían que salir de allí luchando.
Se preparaba mentalmente para el combate cuando la bola de grasa tiró de una cadena. Las chicas salieron a la luz. - ELEN - gritó. Malditos sean pensó. Las chicas iban vestidas con unas pieles que no les cubrían casi nada. Como se atrevían a tratar así a su hermana. Pagarían cara esa ofensa. Siguió con su mirada a las demás chicas y lo cierto es que era mejor dejarlo no iba a ser que tuviera otra arma con la que luchar.
El rey comentó que para salir tendrían que luchar con un campeón y al finalizar sus palabras un portón de hierro se empezó a levantar poco a poco. Era increíble que unos seres que apenas podían hablar pudieran tener tan buena sincronización. En cuanto el portón se levantó del todo un ser empezó a salir con paso lento pero firme.
Y tan firme, se trataba de una mole de dos metros de alto y tan ancho como un árbol. Al acercarse sonrió dejando a la vista una línea de dientes amarillentos más parecidos a los de un perro salvaje que a los de un ser inteligente. Bueno, lo de ser inteligente aún estaba por ver pero estaba claro que iba a ser jodido de abatir ese árbol con patas. Sobre todo porque a cualquiera se le ocurre darle un golpe con su capa de sudor y babas.
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- Chicos, es la hora de la tortas y no pienso morir, que suficiente mierda ha sido que mi hermana me haya visto en pelotas jajaja,- bromeó vinc para rebajar la tensión antes del combate. Les guiñó un ojo a sus sorprendidos compañeros y preparó mentalmente un conjuro. - Estúpidos trasgos,- musitó - con su corta mente han pensado que Rojo y él eran solo humanos - sonrió de forma sesgada mientras la mole se acercaba.
Vincent Calhoun
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
La tensión crecía en las jóvenes mientras las llevaban desde la celda hasta la arena. La bruja intentaba pensar con la cabeza fría, pero en realidad sólo quería desatarse y destrozar a aquellos engendros hasta dar con su hermano. Miró con odio al trasgo que sujetaba la cadena, si se habían atrevido a dañar a la única familia que le quedaba lo pagarían, con sangre.
La vampira rubia musitó algo que pareció no agradar al horrendo ser, éste gruñó en respuesta y tiró de la cadena, haciendo que las chicas chocasen entre ellas. Echó un vistazo a sus compañeras mientras volvía a enderezarse, debía confiar en que uniendo sus habilidades consiguieran salir de allí. Ya estaban cerca de su destino, el bullicio se oía cada vez más claro y fuerte.
Los pasillos terminaron, dejando a la vista de las prisioneras un espantoso lugar. Una arena, grande y redonda, rodeada por un muro hecho de huesos y piedra. A su alrededor se amontonaban los trasgos, chillando y montando jaleo. - Maldita sea…- musitó casi para sí al ver lo numerosos que eran. El suelo se había transformado en una masa de barro y sangre, la de ojos verdes se preguntó cuántos habrían caído allí.
Desvió la mirada hacia el que debía ser el rey, era una enorme mole grasienta, más feo aún que los otros. Le entregaron la cadena y tiró de ellas hasta unos cojines, las recorrió con una mirada que a Elen le provocó un profundo asco. - Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran...- habló hacia la arena, la maga miró en esa dirección y pudo ver a los tres hombres.
Se incorporó ligeramente, los habían dejado desnudos pero estaban vivos. Se sintió cortada por ver a Vince de esa guisa pero apenas tuvo tiempo. Un contundente golpe de la mano del rey alcanzó a las prisioneras, haciendo que volvieran a chocar. - ¡Callad, eztupidaz! Y admiraz el ezpectaculo... - otro trasgo se acercó y les liberó una mano.
- No oz preocupeiz, cuando elloz mueran yo dizfrutage de vozotgaz y luego zi zeguiz vivaz, zervigeis en mi cogte! QUE COMIENZE EL JUEGGO!! - La hechicera sólo podía pensar en la idea de hacer levitar su daga y cortarle la garganta a aquel desgraciado engendro. Pero la aparición del campeón atrajo la atención de todos.
Se trataba de una enorme bestia que había salido a la arena, abrió los ojos desmesuradamente y se levantó del cojín. A pesar de que los chicos ganaban en número, iban desarmados y totalmente expuestos. El campeón se precipitó hacia ellos ante la impotente mirada de la bruja, que no podía ayudarlos desde tan lejos. - ¡Vince! - gritó, pero su voz era apenas audible entre los chillidos de los trasgos. Un tirón de la cadena la devolvió al suelo bruscamente, lanzó una mirada asesina al rey y luego centró su atención en la lucha.
La vampira rubia musitó algo que pareció no agradar al horrendo ser, éste gruñó en respuesta y tiró de la cadena, haciendo que las chicas chocasen entre ellas. Echó un vistazo a sus compañeras mientras volvía a enderezarse, debía confiar en que uniendo sus habilidades consiguieran salir de allí. Ya estaban cerca de su destino, el bullicio se oía cada vez más claro y fuerte.
Los pasillos terminaron, dejando a la vista de las prisioneras un espantoso lugar. Una arena, grande y redonda, rodeada por un muro hecho de huesos y piedra. A su alrededor se amontonaban los trasgos, chillando y montando jaleo. - Maldita sea…- musitó casi para sí al ver lo numerosos que eran. El suelo se había transformado en una masa de barro y sangre, la de ojos verdes se preguntó cuántos habrían caído allí.
Desvió la mirada hacia el que debía ser el rey, era una enorme mole grasienta, más feo aún que los otros. Le entregaron la cadena y tiró de ellas hasta unos cojines, las recorrió con una mirada que a Elen le provocó un profundo asco. - Si quereis salir de ai...sagon y salgos...lugar contra mi gambeooon...y ellas...viviran...- habló hacia la arena, la maga miró en esa dirección y pudo ver a los tres hombres.
Se incorporó ligeramente, los habían dejado desnudos pero estaban vivos. Se sintió cortada por ver a Vince de esa guisa pero apenas tuvo tiempo. Un contundente golpe de la mano del rey alcanzó a las prisioneras, haciendo que volvieran a chocar. - ¡Callad, eztupidaz! Y admiraz el ezpectaculo... - otro trasgo se acercó y les liberó una mano.
- No oz preocupeiz, cuando elloz mueran yo dizfrutage de vozotgaz y luego zi zeguiz vivaz, zervigeis en mi cogte! QUE COMIENZE EL JUEGGO!! - La hechicera sólo podía pensar en la idea de hacer levitar su daga y cortarle la garganta a aquel desgraciado engendro. Pero la aparición del campeón atrajo la atención de todos.
Se trataba de una enorme bestia que había salido a la arena, abrió los ojos desmesuradamente y se levantó del cojín. A pesar de que los chicos ganaban en número, iban desarmados y totalmente expuestos. El campeón se precipitó hacia ellos ante la impotente mirada de la bruja, que no podía ayudarlos desde tan lejos. - ¡Vince! - gritó, pero su voz era apenas audible entre los chillidos de los trasgos. Un tirón de la cadena la devolvió al suelo bruscamente, lanzó una mirada asesina al rey y luego centró su atención en la lucha.
Elen Calhoun
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Estaba claro que debian luchar. El campeón era alto y corpulento, feo como un demonio. Wallace carraspeo y se cruzo de brazos mientras unos trasgos dejaban una mesa llena de armas estropedas. Al campeón, le dieron una maza echa de craneos.
-Bueno...la cosa cambia...-susurro caminando hacia la mesa sin perder de vista al ser. Repaso lo que habia: espadas, dagas, hachas, mazas, un par de lanzas, un arco, algo parecizo a un latigo y un escudo. Todo oxidado y sucio, pero lo suficiente para matar, cortar o aplastar. Wallace cogio el hacha a dos manos y miro a sus compañeros.- Serviros...yo ataco primero...-les dijo crujiendose el cuello mientras hacia girar el hacha en sus manos.
El campeón rugio junto a los espectadores y se lanzo hacia Wallace. Este, en posicion defensivoa, esquivo saltando a un lado un golpe que si lo llega a dar le destroza la cabeza. El campeon ruge de ira y realiza un golpe horizontal, Wallace esquiva inclinandose. Lento y fuerte. Tenia puntos debiles pero su segura resistencia lo convertiria en un adversario tenaz.
Hace una finta colocandose al lado del ser y con el hacha a un lado realiza un corte en el costado. Se oye la sangre y la carne, los gritos del publico. Wallace rueda por el suelo y se pone en guardia otra vez. Recordaba cada paso de sus largos entrenamientos.
Lucha en orden, da la muerte rapidamente. Baila con su enemigo.
El campeon grita de dolor pero se gira, mirandolo con odio. La herida le sangra pero parece un arañazo para el. Wallace sonrie levemente y hace girar el hacha en sus manos diestramente y la alza sobre su cabeza, quedandose en esa posicion de guardia alta. Seria un combate interesante.
-Leon...cuando quieras...-le susurra a su amigo. Debian ganar. Debian vivir.
-Bueno...la cosa cambia...-susurro caminando hacia la mesa sin perder de vista al ser. Repaso lo que habia: espadas, dagas, hachas, mazas, un par de lanzas, un arco, algo parecizo a un latigo y un escudo. Todo oxidado y sucio, pero lo suficiente para matar, cortar o aplastar. Wallace cogio el hacha a dos manos y miro a sus compañeros.- Serviros...yo ataco primero...-les dijo crujiendose el cuello mientras hacia girar el hacha en sus manos.
El campeón rugio junto a los espectadores y se lanzo hacia Wallace. Este, en posicion defensivoa, esquivo saltando a un lado un golpe que si lo llega a dar le destroza la cabeza. El campeon ruge de ira y realiza un golpe horizontal, Wallace esquiva inclinandose. Lento y fuerte. Tenia puntos debiles pero su segura resistencia lo convertiria en un adversario tenaz.
Hace una finta colocandose al lado del ser y con el hacha a un lado realiza un corte en el costado. Se oye la sangre y la carne, los gritos del publico. Wallace rueda por el suelo y se pone en guardia otra vez. Recordaba cada paso de sus largos entrenamientos.
Lucha en orden, da la muerte rapidamente. Baila con su enemigo.
El campeon grita de dolor pero se gira, mirandolo con odio. La herida le sangra pero parece un arañazo para el. Wallace sonrie levemente y hace girar el hacha en sus manos diestramente y la alza sobre su cabeza, quedandose en esa posicion de guardia alta. Seria un combate interesante.
-Leon...cuando quieras...-le susurra a su amigo. Debian ganar. Debian vivir.
Wallace Mcgregor
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Resistirse sin nada más en mente, resultaba inútil, eso estaba claro. Las chicas se habían tratado de resistir, forcejear contra las ataduras, pero nada daba frutos.
Miró a sus compañeras, que miraban estupefactas a los hombres en medio de la arena, desnudos, con expresión furibunda.. Los trasgos rugían en las gradas, esperando algo que no tardaron en ver.
Una puerta lateral muy alta se abría, hecha de gruesos maderos con incrustaciones de cráneos. Y a través de ella... Un trasgo, enorme, horrible, con la piel resbaladiza, viscosa, ojos y dientes amarillentos y... grasa, todo él era grasa.
Rugió y avanzó hasta los hombres, ante los cuales se puso una mesa a disposición.
Joder... Van a tener problemas. Señoras, tenemos que actuar. -les dijo en voz baja, pegandose al oído de Amaranth, muy cerca de Elen. Un trasgo las miraba extrañado, aunque por su expresión perdida, no tenía muy claro lo que pasaba. Les gruñó y tiró de la cadena, exasperado por no entender.
Ébano siseó y miró a sus compañeras.- Hay que idear algo.. Ellos solos no se valen, al menos no para sacarnos y para vencer. - miró detrás del gran rey, la mole que no cesaba de reir y comer con las manos de un gran saco de.... Alguna mezcla de algún color marrón tostado. Estaba sentado sobre un asiento sus pendido, unas lonas tejidas de algún textil fuerte, y pieles, pieles.... de muchos otros seres. Estaba suspendido por cuerdas hechas a mano del techo, de las gradas.
Ébano miraba de un lado a otro: los enganches en el techo, el asiento precario, y la abertura que se abría ante él comunicando la arena.
Esbozó media sonrisa divertida y miró a las chicas:
A jugar... Su asiento es precario, vamos a romperlo. Y cuando ocurra, él caerá.. y nosotras caeremos. No puede apañarselas solo.
Entre tanto, la multitud rugía ante el incipiente combate... Ébano sacó con la mano libre la aguja del pelo que conservaba y comenzó a serrar las ataduras de las demás y las suyas, con todo el mundo absorto, nadie las estaba mirando. Tenía que darse prisa.
Cuando estuvo.... Se preparó. Miró a sus compañeras e hizo una señal. Si querían decir algo.. Era el momento. Les sonrió y de pronto, echó a correr unos pasos y saltó hasta el rey, trepó por un hombro y cortó ambas cuerdas que soportaban el asiento.
Todos chilleban y algunos, a ella, la habían visto. El rey trató de cogerla, se agachó ante varios proyectiles, pero el asiento se derrumbó, el rey con él, y Ébano... con él.
Se giró para ver a las chicas, cayendo por el hueco y trató de mantener el equilibrio, pero cayó, rodó y se puso de pie, sacudiendose el polvo del hombro con fingida arrogancia y mirando a los demás
Miró a sus compañeras, que miraban estupefactas a los hombres en medio de la arena, desnudos, con expresión furibunda.. Los trasgos rugían en las gradas, esperando algo que no tardaron en ver.
Una puerta lateral muy alta se abría, hecha de gruesos maderos con incrustaciones de cráneos. Y a través de ella... Un trasgo, enorme, horrible, con la piel resbaladiza, viscosa, ojos y dientes amarillentos y... grasa, todo él era grasa.
Rugió y avanzó hasta los hombres, ante los cuales se puso una mesa a disposición.
Joder... Van a tener problemas. Señoras, tenemos que actuar. -les dijo en voz baja, pegandose al oído de Amaranth, muy cerca de Elen. Un trasgo las miraba extrañado, aunque por su expresión perdida, no tenía muy claro lo que pasaba. Les gruñó y tiró de la cadena, exasperado por no entender.
Ébano siseó y miró a sus compañeras.- Hay que idear algo.. Ellos solos no se valen, al menos no para sacarnos y para vencer. - miró detrás del gran rey, la mole que no cesaba de reir y comer con las manos de un gran saco de.... Alguna mezcla de algún color marrón tostado. Estaba sentado sobre un asiento sus pendido, unas lonas tejidas de algún textil fuerte, y pieles, pieles.... de muchos otros seres. Estaba suspendido por cuerdas hechas a mano del techo, de las gradas.
Ébano miraba de un lado a otro: los enganches en el techo, el asiento precario, y la abertura que se abría ante él comunicando la arena.
Esbozó media sonrisa divertida y miró a las chicas:
A jugar... Su asiento es precario, vamos a romperlo. Y cuando ocurra, él caerá.. y nosotras caeremos. No puede apañarselas solo.
Entre tanto, la multitud rugía ante el incipiente combate... Ébano sacó con la mano libre la aguja del pelo que conservaba y comenzó a serrar las ataduras de las demás y las suyas, con todo el mundo absorto, nadie las estaba mirando. Tenía que darse prisa.
Cuando estuvo.... Se preparó. Miró a sus compañeras e hizo una señal. Si querían decir algo.. Era el momento. Les sonrió y de pronto, echó a correr unos pasos y saltó hasta el rey, trepó por un hombro y cortó ambas cuerdas que soportaban el asiento.
Todos chilleban y algunos, a ella, la habían visto. El rey trató de cogerla, se agachó ante varios proyectiles, pero el asiento se derrumbó, el rey con él, y Ébano... con él.
Se giró para ver a las chicas, cayendo por el hueco y trató de mantener el equilibrio, pero cayó, rodó y se puso de pie, sacudiendose el polvo del hombro con fingida arrogancia y mirando a los demás
Ébano
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
La enorme puerta de metal madera y huesos vibraba por los sonidos de la monumental arena, en su interior aguardaba el campeón que seria su contrincante sera fácil de derrotar si se parece a esas bestias estúpidas... los pensamientos de leo no se acercaban para nada a lo que seria la realidad dentro de poco.
Ante la puerta que estaba delante de ellos las pequeñas y horribles cosas pusieron una mesa con armas, las había de gran tamaño, justo como acostumbraba a usar el felino, pero su instinto animal le decía que confiara en su velocidad y agilidad así que tomó unas pequeñas dagas de la mesa, jugo con ellas unos segundos y se decidió a llevarlas al combate.
El campeón ya había asomado su feo rostro de perro con rabia, era como un árbol con vida propia, el osado waldo había sido el primero en entrar en combate, tronándose el cuello y jugando con el hacha en las manos el musculitos se enfrento al campeón de manera siempre defensiva, mientras tanto leo se dedicaba a observar los movimientos del gigante peleador, eran lentos y pesados, ademas su amigo acababa de hacerle un surco sangrante en el costado, el guerrero se veía claramente enojado y frustrado, sus gritos de odio no hacían nada mas que avivar a la enloquecida multitud que los observaba.
Los gritos de su compañero le indicaban que era hora de entrar en acción, calmo su ira y se dedico a rodear al fuerte guerrero, cada paso de esa bestia hacia temblar un poco el piso, la estrategia de León consistía en cansarlo, se valeria de su agilidad natural para hacer que el campeón se moviera por toda la arena, lo hostigaría con pequeños cortes y con insultos.
El primer asalto seria crucial para que el estratagema funcionara bien, debía hacer que la estúpida bestia corriera hacia él.
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HEY¡ TÚ¡ SI TÚ INTENTO DE ABORTO¡ MÍRAME CUANDO TE HABLO ANIMAL¡ El plan funcionaba, el gigante corría pesadamente hacia el y blandía su pesaba espada, cuando ya estaba encima de él y el golpe le caía encima el felino se corrió a un lado, rodó sobre si mismo y lo esquivo un par de veces mas. Cuando el campeón le daba la espalda leo le propinaba pequeños cortes que si bien no eran largos eran profundos y claramente lo hacían enfadar mas de lo que ya estaba. La forma de combatir estaba funcionando, se podía escuchar la respiración alterada de la bestia que tenia al frente, pero al mismo tiempo leo también sufría los estragos de todos esos movimientos.
Vincent, tu turno¡¡¡ Luego de gritarle al brujo Leo se alejo un poco del cansado campeón y se quedo expectante, atento a cada movimiento dela arena.
Ante la puerta que estaba delante de ellos las pequeñas y horribles cosas pusieron una mesa con armas, las había de gran tamaño, justo como acostumbraba a usar el felino, pero su instinto animal le decía que confiara en su velocidad y agilidad así que tomó unas pequeñas dagas de la mesa, jugo con ellas unos segundos y se decidió a llevarlas al combate.
El campeón ya había asomado su feo rostro de perro con rabia, era como un árbol con vida propia, el osado waldo había sido el primero en entrar en combate, tronándose el cuello y jugando con el hacha en las manos el musculitos se enfrento al campeón de manera siempre defensiva, mientras tanto leo se dedicaba a observar los movimientos del gigante peleador, eran lentos y pesados, ademas su amigo acababa de hacerle un surco sangrante en el costado, el guerrero se veía claramente enojado y frustrado, sus gritos de odio no hacían nada mas que avivar a la enloquecida multitud que los observaba.
Los gritos de su compañero le indicaban que era hora de entrar en acción, calmo su ira y se dedico a rodear al fuerte guerrero, cada paso de esa bestia hacia temblar un poco el piso, la estrategia de León consistía en cansarlo, se valeria de su agilidad natural para hacer que el campeón se moviera por toda la arena, lo hostigaría con pequeños cortes y con insultos.
El primer asalto seria crucial para que el estratagema funcionara bien, debía hacer que la estúpida bestia corriera hacia él.
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Vincent, tu turno¡¡¡ Luego de gritarle al brujo Leo se alejo un poco del cansado campeón y se quedo expectante, atento a cada movimiento dela arena.
Leon Alexander
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Poco a poco y sigilosamente Ebano libero la cerradura, con la aguja que tenía en el pelo, despacio Amaranth fue sacando la mano de aquel grillete, en cosa de segundos vio a su amiga saltar sobre el repugnante trasgo, cortando las ataduras sobre las cuales se encontraba suspendido el asiento cayendo Eb y el trasgo.
Producto de la caida, un gran estruendo remeció todo el lugar, el suelo vibró y todo fue una nube de polvo y confusión, este era el momento que estaban esperando...era ahora o nunca, salvar su vida era cuestion de segundos. Amaranth estaba preocupada por su amiga, ya que la caida fue violenta, sin embargo ella estaba bien, pues se sacudio un poco el golpe dispuesta a atacar nuevamente, el trasgo parecia aturdido se movia de un lado a otro sin poder levantarse del suelo, gruñia de ira o tal vez de dolor, manoteaba sin cesar, en un intento de integrarse el cual era inutil debido a su gran peso.
Un grupo de trasgos corrieron en su ayuda, pero eran tan inutiles que tropezaban entre ellos, agravando mas confusa situación, Amaranth vio como de la nada aparecia un trasgo pequeño con un hacha en la mano dispuesto a atacarla, pero su destreza era superior a la de aquel horrendo infeliz, con la daga empuñada le hizo un corte profundo y certero en el cuello, el cual cayó al suelo soltando el hacha quedando en estado de indefención. -Intentabas matarme desgraciado, pues te haz metido con la persona equivocada idiota- dijo con risa burlona poniendole el pie sobre el abdomen para inmovilizarlo. Miró a sus compañeras y preparandose para otro eventual ataque...
Vió como otros tragos corrian veloces con el fin de atacar nuevamente , esta vez se dirigian hacia Ebano y la muchacha rubia, Amaranth corrío hacia la mesa donde se escontraban las armas y cogió una pequeña espada, para defenderse de las criaturas, rapidamente regresó hacia donde estaban sus compañeras.
La turba continuaba enardecida alentando a su Gey, sus mentes eran tan estrechas que no lograban comprender con claridad lo que allí sucedia, a ellos solo les importaba gritar, comer y eruptar...
Producto de la caida, un gran estruendo remeció todo el lugar, el suelo vibró y todo fue una nube de polvo y confusión, este era el momento que estaban esperando...era ahora o nunca, salvar su vida era cuestion de segundos. Amaranth estaba preocupada por su amiga, ya que la caida fue violenta, sin embargo ella estaba bien, pues se sacudio un poco el golpe dispuesta a atacar nuevamente, el trasgo parecia aturdido se movia de un lado a otro sin poder levantarse del suelo, gruñia de ira o tal vez de dolor, manoteaba sin cesar, en un intento de integrarse el cual era inutil debido a su gran peso.
Un grupo de trasgos corrieron en su ayuda, pero eran tan inutiles que tropezaban entre ellos, agravando mas confusa situación, Amaranth vio como de la nada aparecia un trasgo pequeño con un hacha en la mano dispuesto a atacarla, pero su destreza era superior a la de aquel horrendo infeliz, con la daga empuñada le hizo un corte profundo y certero en el cuello, el cual cayó al suelo soltando el hacha quedando en estado de indefención. -Intentabas matarme desgraciado, pues te haz metido con la persona equivocada idiota- dijo con risa burlona poniendole el pie sobre el abdomen para inmovilizarlo. Miró a sus compañeras y preparandose para otro eventual ataque...
Vió como otros tragos corrian veloces con el fin de atacar nuevamente , esta vez se dirigian hacia Ebano y la muchacha rubia, Amaranth corrío hacia la mesa donde se escontraban las armas y cogió una pequeña espada, para defenderse de las criaturas, rapidamente regresó hacia donde estaban sus compañeras.
La turba continuaba enardecida alentando a su Gey, sus mentes eran tan estrechas que no lograban comprender con claridad lo que allí sucedia, a ellos solo les importaba gritar, comer y eruptar...
Amaranth
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Como sigan cogiendo todos armas tendré que luchar con la polla pensó Vinc. Leon y Waldo luchaban con el mastodonte que parecía inmune al dolor. Era evidente de que no, pero era un berseker. Por tanto, luchaba sin cuidado y con una tolerancia sobrehumana hacia el dolor. Waldo le hizo un corte en el costado que le hizo gritar de furia y Leon lo hostigaba con unas dagas como buen pícaro. El gato era muy habilidoso y distraía a la bestia mientras su compañero le ataca de un modo más directo. - Estos dos debían de haber luchado mucho tiempo junto,- musitó.
Tenía un poder en mente pero antes de poder realizarlo un ruido llamó su atención. Las chicas habían caído con el rey a la arena. Suponía que se aburrían de no poder entrar en acción y habían buscado la manera de tirar a la masa deforme al suelo. Varios tragos se dirigieron a su encuentro y la morena demostró una gran soltura combatiendo. Al principio le preocupó cómo se encontraría su hermana pero ella era una buena luchadora. Y las vampiresas tenían pinta que también. Si no que se lo digan al trasgo que aplastaba la morena con su bota.
Así que decidió centrarse en el campeón. Había varias armas en la mesa para elegir. No dudó en elegir una espada, ya que era su arma predilecta, pero antes de cogerla decidió poner en práctica el conjuro que había pensado hace un momento. El monstruo lanzó un patadón al pecho de Waldo que cayó al suelo para luego rodar.
- Es el momento. Mediante un conjuro lanzó una lanza ligera desde la mesa contra el pecho de la bestia que estaba descubierto. Se enterró con fuerza y por un momento pensó que sería suficiente para derrotarlo. Mal pensado. El campeón se arrodilló sobre una rodilla por el dolor pero en un ataque de furia partió la lanza con una mano. Se incorporó con el resto enterrado en su pecho sobresaliendo astillas y lo miró con un odio visceral.
- Pues habrá que sudar chicos jaja,- dijo a sus compañeros mientras cogía la espada y la empuñaba.
Tenía un poder en mente pero antes de poder realizarlo un ruido llamó su atención. Las chicas habían caído con el rey a la arena. Suponía que se aburrían de no poder entrar en acción y habían buscado la manera de tirar a la masa deforme al suelo. Varios tragos se dirigieron a su encuentro y la morena demostró una gran soltura combatiendo. Al principio le preocupó cómo se encontraría su hermana pero ella era una buena luchadora. Y las vampiresas tenían pinta que también. Si no que se lo digan al trasgo que aplastaba la morena con su bota.
Así que decidió centrarse en el campeón. Había varias armas en la mesa para elegir. No dudó en elegir una espada, ya que era su arma predilecta, pero antes de cogerla decidió poner en práctica el conjuro que había pensado hace un momento. El monstruo lanzó un patadón al pecho de Waldo que cayó al suelo para luego rodar.
- Es el momento. Mediante un conjuro lanzó una lanza ligera desde la mesa contra el pecho de la bestia que estaba descubierto. Se enterró con fuerza y por un momento pensó que sería suficiente para derrotarlo. Mal pensado. El campeón se arrodilló sobre una rodilla por el dolor pero en un ataque de furia partió la lanza con una mano. Se incorporó con el resto enterrado en su pecho sobresaliendo astillas y lo miró con un odio visceral.
- Pues habrá que sudar chicos jaja,- dijo a sus compañeros mientras cogía la espada y la empuñaba.
Última edición por Vincent Calhoun el Sáb Nov 15 2014, 18:18, editado 1 vez
Vincent Calhoun
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Elen escuchó con atención las palabras de la rubia, que planeaba tirar al rey de su precario asiento. No podían quedarse allí esperando ser rescatadas, los hombres ya tenían un gran problema con el campeón. Echó un vistazo a las cuerdas que sostenían al enorme y grasiento trasgo. Ciertamente parecían frágiles, y de ser cortadas lo harían caer directamente hacia la arena. Ellas también seguirían el mismo camino, pero aquello les daría una mejor posición que la que tenían.
Vigiló a los trasgos cercanos, mientras la vampira serraba las ataduras con una aguja del pelo. Pronto la bruja volvió a estar libre, se frotó las muñecas para quitarse los restos del extraño ungüento dañino. Había llegado la hora de pasar a la acción, la rubia hizo una señal y acto seguido se abalanzó sobre el rey con una rapidez pasmosa. Cortó las cuerdas y el asiento cedió, arrastrándolos a ambos a la arena.
La de ojos verdes observó preocupada, pero la chica se repuso con rapidez y ya estaba en pie sacudiéndose el polvo, ahora les tocaba actuar a ellas. La morena mostró su destreza al ocuparse de un trasgo que se les acercaba, empuñando un hacha. Otro pequeño grupo de engendros se acercaban, la vampira corrió hacia la mesa en la que había algunas armas y tomó una espada.
Uno de aquellos inmundos seres se acercó a la hechicera, blandiendo un cuchillo de grandes dimensiones, pero aquello no le serviría de nada. La maga alzó la daga y usando la telequinesis la disparó contra él, atravesándole la garganta. El trasgo soltó el arma al tiempo que empezaba a ahogarse con su propia sangre. La peliblanca se acercó hasta él y recuperó su puñal, golpeando al moribundo para que cayese de espaldas.
Enfundó la daga y se llevó el gran cuchillo consigo, tirándolo a la arena antes de saltar hacia ella. Rodó un poco al caer pero se recompuso rápidamente, tomó el cuchillo y fue directa hacia las demás chicas. Éstas se hallaban cerca del rey, mientras sus compañeros seguían peleando contra el enorme campeón. Elen se acercó al gordo trasgo y sin miramientos le soltó una descarga eléctrica, que lo hizo chillar de dolor.
Estaba harta de aquellos engendros que sólo le habían dado problemas. - Que pasa rey, ¿no te diviertes? - preguntó con voz cortante, para luego volver a soltarle otra descarga que lo hiciera gritar. Si acababan con aquel grasiento líder y con el campeón, el resto los temería. Quizá tanto como para salir despavoridos y dejarlos en paz de una maldita vez. Buscó con la mirada a su hermano, pero Vince se encontraba bien por el momento. Dirigió la vista hacia sus compañeras, esperando a ver que hacían.
Vigiló a los trasgos cercanos, mientras la vampira serraba las ataduras con una aguja del pelo. Pronto la bruja volvió a estar libre, se frotó las muñecas para quitarse los restos del extraño ungüento dañino. Había llegado la hora de pasar a la acción, la rubia hizo una señal y acto seguido se abalanzó sobre el rey con una rapidez pasmosa. Cortó las cuerdas y el asiento cedió, arrastrándolos a ambos a la arena.
La de ojos verdes observó preocupada, pero la chica se repuso con rapidez y ya estaba en pie sacudiéndose el polvo, ahora les tocaba actuar a ellas. La morena mostró su destreza al ocuparse de un trasgo que se les acercaba, empuñando un hacha. Otro pequeño grupo de engendros se acercaban, la vampira corrió hacia la mesa en la que había algunas armas y tomó una espada.
Uno de aquellos inmundos seres se acercó a la hechicera, blandiendo un cuchillo de grandes dimensiones, pero aquello no le serviría de nada. La maga alzó la daga y usando la telequinesis la disparó contra él, atravesándole la garganta. El trasgo soltó el arma al tiempo que empezaba a ahogarse con su propia sangre. La peliblanca se acercó hasta él y recuperó su puñal, golpeando al moribundo para que cayese de espaldas.
Enfundó la daga y se llevó el gran cuchillo consigo, tirándolo a la arena antes de saltar hacia ella. Rodó un poco al caer pero se recompuso rápidamente, tomó el cuchillo y fue directa hacia las demás chicas. Éstas se hallaban cerca del rey, mientras sus compañeros seguían peleando contra el enorme campeón. Elen se acercó al gordo trasgo y sin miramientos le soltó una descarga eléctrica, que lo hizo chillar de dolor.
Estaba harta de aquellos engendros que sólo le habían dado problemas. - Que pasa rey, ¿no te diviertes? - preguntó con voz cortante, para luego volver a soltarle otra descarga que lo hiciera gritar. Si acababan con aquel grasiento líder y con el campeón, el resto los temería. Quizá tanto como para salir despavoridos y dejarlos en paz de una maldita vez. Buscó con la mirada a su hermano, pero Vince se encontraba bien por el momento. Dirigió la vista hacia sus compañeras, esperando a ver que hacían.
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
La patada del campeón fue el colmo. Wallace rugió levantándose de golpe. Todo ese show le había tocado los cojones haciéndole enfurecer. Así pues, corrió hacia el monstruo, llevándose por delante a Leon, quien choco con la rubia. El muchacho, Vincent lo esquivó por poco. Wallace placó al campeón, quien rugió con el mientras forcejeaban. El hombre estaba furioso, ardiendo en cólera. Cuando el campeón lo cogió del cuello su piel empezó a quemarse, haciéndolo aullar de dolor pero sin soltarle el cuello. Wallace empezó a propinarle puñetazos en la cara, los cuales lo iban quemando poco a poco. El forcejeo entre el hombre y el monstruo fue brutal. Se daban golpes por doquier, ignorando a los demás combatientes. Wallace no sentía el dolor, solo cólera mientras sus manos quemaban al campeón.
Aprovechó un momento de flojera del monstruo por culpa del dolor para soltarse de su agarre, rodar hacia atrás y levantarse, gruñendo. No dejo que se levantara, le propino una patada bien dada en la nariz y miro a su amigo.
-Cargatelo ya!-le gruño mientras andaba hacia el Gey, apartando a golpes a todos los trasgos que se interponían en su camino. Mientras los demás luchaban el pudo aprovechar la distracción para agarrar al Gey por la cadena echa de oro y hueso y empezar a ahogarle lentamente.
-Aargh...gue hagues!...guelgame! Sogorro! Soldagoz! Aaaiaeg!- bramaba el ser intentando soltarse. Wallace apretó mas el agarre y miró hacia la arena donde sus compañeros luchaban.Tenia que parar aquello. Tenían que salir de allí.
-BASTA!-rugió cual león. Los trasgos fueron parando uno a uno, asombrándose aterrorizados al ver como su Gey estaba siendo amenazado.-Estoy cansado de esta mierda...así que soltad las armas...dadnos nuestras cosas...y dejarnos ir...o vuestro maldito rey muere ahora...-carraspeó mientras lo ahogaba mas para corroborar su amenaza. Los trasgos de miraron entre ellos y uno a uno soltaron las armas en el suelo. Ya no se oían gritos y choque de aceros, la multitud había quedado en silencio mientras el nerviosismo entre los trasgos crecía.
Wallace sonrió levemente satisfecho y observo como un par de trasgos les dejaban un cofre delante de ellos, con sus cosas dentro.- Vestiros...vamos...mujer, Amaranth...vísteme, ahora.
Aprovechó un momento de flojera del monstruo por culpa del dolor para soltarse de su agarre, rodar hacia atrás y levantarse, gruñendo. No dejo que se levantara, le propino una patada bien dada en la nariz y miro a su amigo.
-Cargatelo ya!-le gruño mientras andaba hacia el Gey, apartando a golpes a todos los trasgos que se interponían en su camino. Mientras los demás luchaban el pudo aprovechar la distracción para agarrar al Gey por la cadena echa de oro y hueso y empezar a ahogarle lentamente.
-Aargh...gue hagues!...guelgame! Sogorro! Soldagoz! Aaaiaeg!- bramaba el ser intentando soltarse. Wallace apretó mas el agarre y miró hacia la arena donde sus compañeros luchaban.Tenia que parar aquello. Tenían que salir de allí.
-BASTA!-rugió cual león. Los trasgos fueron parando uno a uno, asombrándose aterrorizados al ver como su Gey estaba siendo amenazado.-Estoy cansado de esta mierda...así que soltad las armas...dadnos nuestras cosas...y dejarnos ir...o vuestro maldito rey muere ahora...-carraspeó mientras lo ahogaba mas para corroborar su amenaza. Los trasgos de miraron entre ellos y uno a uno soltaron las armas en el suelo. Ya no se oían gritos y choque de aceros, la multitud había quedado en silencio mientras el nerviosismo entre los trasgos crecía.
Wallace sonrió levemente satisfecho y observo como un par de trasgos les dejaban un cofre delante de ellos, con sus cosas dentro.- Vestiros...vamos...mujer, Amaranth...vísteme, ahora.
Wallace Mcgregor
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Re: [TERMINADO]Cazando a un cazador. [Interpretativo][Libre][Dia/Noche]
Ébano caminaba por la arena expectante. El estúpido pelirrojo había cogido un arma, hostigaban a aquel... Bicho asqueroso, y las otras dos chicas también habían cogido sus armas.
¿Podrían ellos solos con el trasgo aquel?
Pensó en buscar una salida y largarse de ahí. Pero no se sentía del todo bien dejándolos ahí tirados... Mucho menos a su amiga, que parecía bastante alterada con toda aquella situación.
La cosa se calentaba por momentos, sin embargo. La vampiresa suspiró, siendo consciente de que no estaría tranquila si se largaba sin más, de modo que miró la mesa con armas que habían dejado, e iba a dirigirse hacia allí, cuando algo impactó contra ella, lanzándola al suelo.
¡Eeeh! Cabrón.. -chilló frustrada viendo el proyectil naranja y furioso que le había lanzado encima al gato. Aquello la enfureció. No era una cualquiera que chapar ni lanzar cosas.. Estaba harta de aquella situación, de aquel ridículo.. traje con huesos, y tenía hambre. Sintió crecer los colmillos, entre abrió la boca para no herirse los labios y miró al gato con nuevos ojos.
Ladeó la cabeza, pasó las uñas por su espalda y lo miró fijamente.- Mmmmh.... Dudo mucho que estés dispuesto a saciar tú mi hambre,... gato. -acercó la boca a su cuello peligrosamente, tentada de morder- Aunque nunca he probado sangre de los tuyos... Me siento tentada. -besó suavemente su cuello y esbozó media sonrisa irónica, abriendo mucho los ojos con ganas de terminar con todo aquello.- Pero tenemos cosas más importantes.
Se retorció bajo él, salió y enarboló varios cuchillos oxidados de la mesa. Cuando se vino a dar la vuelta, cuando centró la vista en el panorama... Era todo demsiado paranoico. Todos trataban de hostigar ... al rey, al mismo rey.
Era una mole inmensa, y el musculitos, como un tornado a su alrededor, peleando con él.
..guelgame! Sogorro! Soldagoz! Aaaiaeg!
BASTA! Estoy cansado de esta mierda...así que soltad las armas...dadnos nuestras cosas...y dejarnos ir...o vuestro maldito rey muere ahora...
Ébano había levantado la mano en alto, dispuesta a lanzar contra uno de los ojos del rey uno de los pequeños puñales que para él serían como agujas. Pero todo se calmó.
El suelo tembló. Miró a los dados, frunció el ceño y flexionó las rodillas, extrañada. ¿Alguien más ha escuchado eso? -dijo en voz baja a los que tenía más cerca. Los trasgos se habían callado, habían traído sus cosas... Se miraban nerviosos.
Vestiros...vamos...mujer, Amaranth...vísteme, ahora.
Lo miró con desprecio y pasó por su lado golpeándole el hombro, sin olvidar que había tratado de cazarla y venderla por unas estúpidas monedas, y ahora hablaba así a su amiga. Haz algo por ti mismo, zanahoria. No tenemos tiempo. Y todo esto me parece muy raro. -se inclinó sobre el cofre , rebuscó una camisa, y se calzó las botas, atándose sus armas en la pierna.
Otro rugido. Porque ahora, estaba claro. Era un rugido. Se levantó lentamente y observó alrededor con los ojos muy abiertos.
Una risita nerviosa podía oírse desde el destruído estrado: jga jga jga jga... Ahí os quedáis.. Insensatoz!
Moved el culo. Ya.
Podía olerlo. Pus. Humedad... Podía escucharlo. Insectos devorando carne putrefacta. Y ahora, además de rugidos, un sonido. Algo pesado, mojado, arrastrándose.
Los trasgos se movilizaron de pronto, por multitud de grutas en la roca. La más cercana estaba sobre las gradas, tapada por la reja de la puerta abierta por la que había entrado el campeón. Si conseguían romper esa reja.. Podrían escapar por ahí. Podía oler el aire saliendo de esa gruta. Desenfundó sus armas y miró a sus compañeros... Por el gran agujero tras el estrado donde había estado el rey.... Salió. Ébano tragó, y la repugnancia de lo que veía, hizo que se cortase toda sed de sangre que había sentido. Se le erizó el pelo y comenzó a caminar hacia atrás.
Medía, por lo menos diez metros de alto. Y los mismos de ancho. Era una mole inmensa de pus. Grasa. Carne flácida y putrefacta... Tenía pelo a trozos por todo el cuerpo. Sus pechos colgaban por el suelo, en carne viva por el roce de las rocas, con heridas infectadas e insectos.. devorando la carne casi muerta. No tenía ojos, aunque, bueno, de tenerlos, era lo más similar a un monstruoso topo que había visto nunca. Y los brazos. Dos colgaban casi inertes en el lado trasero... Los otros dos... Agarraban a dos trasgos con una mano. Abrió la boca. Grande, pestilente y con hedor negro y verde, dientes podridos y cosas... En la boca. Les arrancó la cabeza entre alaridos.
Zoiz tan tontoz... ¡AMOZ MIO! Ezpegaba tu degpegtar... -el rey, carraspeando por el ataque del pelirrojo, se dirigía a aquella.. cosa, como su amor. La reina.
Por todos los dioses.
Joder, vamos. Hay una reja ahí detrás, con una gruta. Si la rompemos podremos salir... Con vida. Puedo notar el aire a través de ella. No hay tiempo.
La mole se arrastraba hasta ellos, los pies habían quedado ocultos entre toda la carne y la tripa de aquella... cosa. OOH pichgonzio mio... Tengo hambge... poz qué me haz dezpegtado..?
El rey reía nervioso. Aquella cosa parecía ser el terror latente de aquel lugar. La pena de todos, el desastre, como un pozo sin fondo a la hora de comer. Comer trasgos. ¿Qué me tienez pgrepagado ziquitin?
Ohhhh, a la mierda. Date prisa Amaranth. -dijo, se dirigió a la reja a toda prisa. En ese momento le daba igual que la viesen o no. Su instinto primaba en ella, podía escuchar hasta el latir de su propio corazón, necesitaba utilizar su sensibilidad al máximo posible. Se agarró a la parede de la arena, sucia y con huesos y trató de trepar.
Resbaló y cayó, le temblaban las manos, por la ira, y a la vez, odiaba admitirlo.. El terror. El terror de ver su finar en boca de aquella opulente putrefacción.
Flexionó el cuello, desenfundó el cuchillo que había guardado y lo clavó arriba para impulsarse. Era consciente de que medio desnuda, estaba dando un espectáculo. Echó atrás la cabeza, esperando ver a sus compañeros alcanzar también la reja para poder cortarla entre todos. Necesitaban serrarla, como fuese.
Cortad, serrad, haced lo que sea, pero derribad la reja... -dijo, más para si que para el resto. Forcejeó e hizo presión, haciendo acopio de la fuerza propia de su raza y trató de serrar cuerdas o... más bien cartílagos para destruirla. 1
Una vez la reja habría cedido, los trasgos se les echaban encima. Ébano no miró atrás, se negaba a ver un posible final en aquella asquerosa cueva dentro del nido.
La gruta era pequeña, tenía que inclinarse un poco a pesar de su altura. No veía nada, agradecería un fuego, pero por otra parte, no lo deseaba. Llamaría la atención de otros posibles habitantes de la gruta, y no quería eso para nada, además, sentía aversión por el calor dada su sensibilidad ante la luz natural.
El suelo estaba mojado, y las paredes igual... Veía un punto de color más claro en el fondo, de modo que apresuró los pasos; podía sentir el aire fluir... Y el olor a humedad. Había salida.
Vamos... Puedo olerlo, hay salida. -dijo, esperanzada. Se había metido la primera, sin esperar nada y decidida a no quedarse atrás. Creo que podría llevarnos al ext... -y ahogó un chillido. Caía, de nuevo, pero esta vez sobre la roca mojada.
Sentía su piel arañarse y dañarse por la fricción de la roca... ¡Un tobogán! Localizó de nuevo una de las dagas y vio aquel punto de color desaparecer... Dos salidas. Mierda, e iban a la de abajo. De pronto, salieron del túnel - tobogán, y cayeron.... Sus ojos se adaptaron momentaneamente antes de tocar fondo. Luz, oscura, blanquecina, azulada. Goteos... ¡Agua!
Y de qué manera. Cayeron a un lago... ¡Aquello sí que no lo esperaba! Tragó agua, se hundió varios metros ante la sorpresa y luego salió tosiendo, hasta la orilla plagada de piedras y cantos redondeados... Tosió y se quedó allí un rato, insconsciente.. El pelo pegado a la cara, a la espalda, la camisa pegada igual y los labios algo liláceos por el frío. Trató de incorporarse pero sucumbió al inconsciente... Recordando la mar en su niñez, con el sabor del agua del lago al que acababan de caer en la boca y el cuerpo entumecido y tembloroso por la tensión de la huída.
Nota 1: Chicos, ahí, y en la lucha, las reacciones ante la reina.. Todo eso roleadlo a vuestro antojo. Así como quien ayuda con la reja y esas cosas, poned también cómo las rompemos. Yo he puesto lo que hace Eb y luego lo que os encontraréis al otro lado, pero no quise metarolear, así, que... escribid a placer Cualquier cosita, me decís. ^^
¿Podrían ellos solos con el trasgo aquel?
Pensó en buscar una salida y largarse de ahí. Pero no se sentía del todo bien dejándolos ahí tirados... Mucho menos a su amiga, que parecía bastante alterada con toda aquella situación.
La cosa se calentaba por momentos, sin embargo. La vampiresa suspiró, siendo consciente de que no estaría tranquila si se largaba sin más, de modo que miró la mesa con armas que habían dejado, e iba a dirigirse hacia allí, cuando algo impactó contra ella, lanzándola al suelo.
¡Eeeh! Cabrón.. -chilló frustrada viendo el proyectil naranja y furioso que le había lanzado encima al gato. Aquello la enfureció. No era una cualquiera que chapar ni lanzar cosas.. Estaba harta de aquella situación, de aquel ridículo.. traje con huesos, y tenía hambre. Sintió crecer los colmillos, entre abrió la boca para no herirse los labios y miró al gato con nuevos ojos.
Ladeó la cabeza, pasó las uñas por su espalda y lo miró fijamente.- Mmmmh.... Dudo mucho que estés dispuesto a saciar tú mi hambre,... gato. -acercó la boca a su cuello peligrosamente, tentada de morder- Aunque nunca he probado sangre de los tuyos... Me siento tentada. -besó suavemente su cuello y esbozó media sonrisa irónica, abriendo mucho los ojos con ganas de terminar con todo aquello.- Pero tenemos cosas más importantes.
Se retorció bajo él, salió y enarboló varios cuchillos oxidados de la mesa. Cuando se vino a dar la vuelta, cuando centró la vista en el panorama... Era todo demsiado paranoico. Todos trataban de hostigar ... al rey, al mismo rey.
Era una mole inmensa, y el musculitos, como un tornado a su alrededor, peleando con él.
..guelgame! Sogorro! Soldagoz! Aaaiaeg!
BASTA! Estoy cansado de esta mierda...así que soltad las armas...dadnos nuestras cosas...y dejarnos ir...o vuestro maldito rey muere ahora...
Ébano había levantado la mano en alto, dispuesta a lanzar contra uno de los ojos del rey uno de los pequeños puñales que para él serían como agujas. Pero todo se calmó.
El suelo tembló. Miró a los dados, frunció el ceño y flexionó las rodillas, extrañada. ¿Alguien más ha escuchado eso? -dijo en voz baja a los que tenía más cerca. Los trasgos se habían callado, habían traído sus cosas... Se miraban nerviosos.
Vestiros...vamos...mujer, Amaranth...vísteme, ahora.
Lo miró con desprecio y pasó por su lado golpeándole el hombro, sin olvidar que había tratado de cazarla y venderla por unas estúpidas monedas, y ahora hablaba así a su amiga. Haz algo por ti mismo, zanahoria. No tenemos tiempo. Y todo esto me parece muy raro. -se inclinó sobre el cofre , rebuscó una camisa, y se calzó las botas, atándose sus armas en la pierna.
Otro rugido. Porque ahora, estaba claro. Era un rugido. Se levantó lentamente y observó alrededor con los ojos muy abiertos.
Una risita nerviosa podía oírse desde el destruído estrado: jga jga jga jga... Ahí os quedáis.. Insensatoz!
Moved el culo. Ya.
Podía olerlo. Pus. Humedad... Podía escucharlo. Insectos devorando carne putrefacta. Y ahora, además de rugidos, un sonido. Algo pesado, mojado, arrastrándose.
Los trasgos se movilizaron de pronto, por multitud de grutas en la roca. La más cercana estaba sobre las gradas, tapada por la reja de la puerta abierta por la que había entrado el campeón. Si conseguían romper esa reja.. Podrían escapar por ahí. Podía oler el aire saliendo de esa gruta. Desenfundó sus armas y miró a sus compañeros... Por el gran agujero tras el estrado donde había estado el rey.... Salió. Ébano tragó, y la repugnancia de lo que veía, hizo que se cortase toda sed de sangre que había sentido. Se le erizó el pelo y comenzó a caminar hacia atrás.
Medía, por lo menos diez metros de alto. Y los mismos de ancho. Era una mole inmensa de pus. Grasa. Carne flácida y putrefacta... Tenía pelo a trozos por todo el cuerpo. Sus pechos colgaban por el suelo, en carne viva por el roce de las rocas, con heridas infectadas e insectos.. devorando la carne casi muerta. No tenía ojos, aunque, bueno, de tenerlos, era lo más similar a un monstruoso topo que había visto nunca. Y los brazos. Dos colgaban casi inertes en el lado trasero... Los otros dos... Agarraban a dos trasgos con una mano. Abrió la boca. Grande, pestilente y con hedor negro y verde, dientes podridos y cosas... En la boca. Les arrancó la cabeza entre alaridos.
Zoiz tan tontoz... ¡AMOZ MIO! Ezpegaba tu degpegtar... -el rey, carraspeando por el ataque del pelirrojo, se dirigía a aquella.. cosa, como su amor. La reina.
Por todos los dioses.
Joder, vamos. Hay una reja ahí detrás, con una gruta. Si la rompemos podremos salir... Con vida. Puedo notar el aire a través de ella. No hay tiempo.
La mole se arrastraba hasta ellos, los pies habían quedado ocultos entre toda la carne y la tripa de aquella... cosa. OOH pichgonzio mio... Tengo hambge... poz qué me haz dezpegtado..?
El rey reía nervioso. Aquella cosa parecía ser el terror latente de aquel lugar. La pena de todos, el desastre, como un pozo sin fondo a la hora de comer. Comer trasgos. ¿Qué me tienez pgrepagado ziquitin?
Ohhhh, a la mierda. Date prisa Amaranth. -dijo, se dirigió a la reja a toda prisa. En ese momento le daba igual que la viesen o no. Su instinto primaba en ella, podía escuchar hasta el latir de su propio corazón, necesitaba utilizar su sensibilidad al máximo posible. Se agarró a la parede de la arena, sucia y con huesos y trató de trepar.
Resbaló y cayó, le temblaban las manos, por la ira, y a la vez, odiaba admitirlo.. El terror. El terror de ver su finar en boca de aquella opulente putrefacción.
Flexionó el cuello, desenfundó el cuchillo que había guardado y lo clavó arriba para impulsarse. Era consciente de que medio desnuda, estaba dando un espectáculo. Echó atrás la cabeza, esperando ver a sus compañeros alcanzar también la reja para poder cortarla entre todos. Necesitaban serrarla, como fuese.
Cortad, serrad, haced lo que sea, pero derribad la reja... -dijo, más para si que para el resto. Forcejeó e hizo presión, haciendo acopio de la fuerza propia de su raza y trató de serrar cuerdas o... más bien cartílagos para destruirla. 1
Una vez la reja habría cedido, los trasgos se les echaban encima. Ébano no miró atrás, se negaba a ver un posible final en aquella asquerosa cueva dentro del nido.
La gruta era pequeña, tenía que inclinarse un poco a pesar de su altura. No veía nada, agradecería un fuego, pero por otra parte, no lo deseaba. Llamaría la atención de otros posibles habitantes de la gruta, y no quería eso para nada, además, sentía aversión por el calor dada su sensibilidad ante la luz natural.
El suelo estaba mojado, y las paredes igual... Veía un punto de color más claro en el fondo, de modo que apresuró los pasos; podía sentir el aire fluir... Y el olor a humedad. Había salida.
Vamos... Puedo olerlo, hay salida. -dijo, esperanzada. Se había metido la primera, sin esperar nada y decidida a no quedarse atrás. Creo que podría llevarnos al ext... -y ahogó un chillido. Caía, de nuevo, pero esta vez sobre la roca mojada.
Sentía su piel arañarse y dañarse por la fricción de la roca... ¡Un tobogán! Localizó de nuevo una de las dagas y vio aquel punto de color desaparecer... Dos salidas. Mierda, e iban a la de abajo. De pronto, salieron del túnel - tobogán, y cayeron.... Sus ojos se adaptaron momentaneamente antes de tocar fondo. Luz, oscura, blanquecina, azulada. Goteos... ¡Agua!
Y de qué manera. Cayeron a un lago... ¡Aquello sí que no lo esperaba! Tragó agua, se hundió varios metros ante la sorpresa y luego salió tosiendo, hasta la orilla plagada de piedras y cantos redondeados... Tosió y se quedó allí un rato, insconsciente.. El pelo pegado a la cara, a la espalda, la camisa pegada igual y los labios algo liláceos por el frío. Trató de incorporarse pero sucumbió al inconsciente... Recordando la mar en su niñez, con el sabor del agua del lago al que acababan de caer en la boca y el cuerpo entumecido y tembloroso por la tensión de la huída.
A un lado, habría una gran escalera con unos... 1000 escalones en piedra, irregulares, en hilera, hacia la superficie, donde se habría desatado una tormenta, visible desde el exterior de la cueva que será el final de la escalera.
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Nota 1: Chicos, ahí, y en la lucha, las reacciones ante la reina.. Todo eso roleadlo a vuestro antojo. Así como quien ayuda con la reja y esas cosas, poned también cómo las rompemos. Yo he puesto lo que hace Eb y luego lo que os encontraréis al otro lado, pero no quise metarolear, así, que... escribid a placer Cualquier cosita, me decís. ^^
Ébano
Aerandiano de honor
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