[evento] La caza

Me había separado de mi partida de caza siguiendo una presa, un cervatillo que me había llevado lejos de los terrenos donde normalmente desarrollaba mis tareas. Había fallado mi primer tiro porque el cervatillo se había movido de improviso y sólo le había alcanzado en una pierna. Lo había estado siguiendo por varios días y sus huellas me habían llevado hasta las runas de los baldíos, donde lo había perdido. Molesta con mi mala suerte, me dispuse a volver a casa, cuando una voz me sobresaltó.  Era un anciano sentado en una piedra, que me explicó que, debido a una herida en su brazo, a él también se le negaba la posibilidad de la caza.  

Decidí ayudarlo al instante, ¿cómo no sentir empatía por él? Al fin y al cabo, yo había perdido mi presa por mi torpeza, él la iba a perder por una herida conseguida en una batalla por su vida, contra un jaguar que se había convertido en un hombre. Me costaba creer algo así, pero otros cazadores me habían hablado de las razas que tenían esas capacidades.

Miré mi carcaj, al haber estado antes de caza, sólo me quedaban tres flechas, así que eran tres flechas para dos pavos. Sólo podía fallar un tiro. Deseé haber salido con Punch, hubiera sido una ayuda en esta situación, pero ese día los cazadores habíamos salido a por caza mayor y los cetreros no éramos muy útiles para eso, así que había cogido el arco de mi abuelo para ayudar en lo posible.  Tensé el arco y disparé la primera flecha, fue dar en una piedra junto a los pavos, que se empezaron a mover de un lado a otro, alborotados. ¡Y para colmo la flecha se había roto! ¡Genial! Dos flechas para dos pavos y encima en movimiento.  

Respiré hondo, acompasé mi respiración y me coloqué con la espalda recta y los pies abiertos a la altura de las caderas. La segunda flecha voló por el aire, yéndose a clavar en el flanco de uno de los pavos. Bueno, no lo había matado, pero había limitado su movimiento. Me encargaría de ese después. El otro pavo, al detectar la amenaza, había empezado a huir. Así que disparé en un intento desesperado de darle y conseguir cazar a los dos. Todavía sigo sin creerme lo que pasó…

La flecha dio en una piedra, que se desequilibró y al caer, hizo saltar otra que dio al pobre pavo en la cabeza dejándolo completamente seco.  Bien, uno menos. Ahora me quedaba acabar con el herido.  Empecé a correr tras él, pero el bicho era rápido, me hizo un par de quiebros usando una roca como obstáculo entre él y yo. Di varias vueltas a su alrededor, y cuando parecía que me estaba acercando, una rama que no había visto en las vueltas anteriores, se enredó en mis pies y me hizo caer.

Me levanté sacudiéndome el polvo y vi como el animal me ganaba ventaja en su huida, corrí tras él, no pensaba dejarlo escapar. ¡Por mi honor de cazadora! Me lancé tras el animal en una desesperada carrera, para estar herido corría que se las pelaba. En un último esfuerzo, salté y me lancé sobre la pobre criatura, que no se dejaría atrapar tan fácilmente. Antes de poder retorcerle el pescuezo me soltó un par de picotazos y me aleteó molesto en cara, defendiéndose también con sus garras de mis pobres intentos de matarlo, pero por fin pude agarrarle el cuelo. Puse fin a su vida y le agradecí que la diera para alimentarnos. Pues aunque pertenecía a los cazadores, sabía que la vida era sagrada, y que debía agradecer cada animal que sacrificábamos para alimentarnos.

Agradeciendo a Imbar el hecho de que los pavos tuvieran tan escasa capacidad de vuelo, recogí al otro animal muerto y me acerqué al hombre con las dos aves. Se las tendí. –Siento la chapuza. Estoy segura de que usted lo hubiera hecho mucho mejor de no haber estado herido, pero yo soy novata en esto de la caza. –Estaba sucia y dolorida, por los picotazos y las heridas de garra, pero me alegraba haber podido ayudar a alguien. Aunque no lo hubiese hecho tan bien como debería.

off: Espero que no importe que sea una historia de su pasado. Es para no estar en varios sitios a la vez