El barco varado [cierre de evento]
Página 1 de 1. • Comparte
El barco varado [cierre de evento]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
El viejo barco rodeada por aguas cristalinas se había quedado varado en una pequeña cala escondida cerca de la playa de los ancestros. -Ack raaaaaa- no dejaría de escucharse aquí y allá seguido de largos revoloteos. Se trataba del loro medio pelado del capitán [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] quién se paseaba de adelante para atrás con las manos a la espalda negando enérgicamente con la cabeza mientras mantenía una discusión acalorada con una figura bastante siniestra.
-No [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], no, no es tan fácil hacer lo que me pides. Estaría arriesgando ahí mi pellejo. diría el hombre de canas al que ahora se bajaba la capucha de su capa para dejar que el otro le viera el rostro -Vamos Sas, te pagaré bien- trataría el otro de convencerle, sin demasiado éxito al parecer.
En cuanto escucharan el sonido de los pasos que no pertenecían a sus hombres, ambos negociantes sacarían sus armas para apuntarles, aunque luego de unos momentos de cavilaciones y escuchar vuestras historias sonreirían y señalarían el resto de la cubierta de aquél viejo barco.
-Este es mi humilde barco señores, no pensé que aquellas botellas tuvieran un efecto tan repentino.- Las últimas palabras mas bien las masticó y tiró hacia los presentes. -En fin, espero que lo que aquí se encuentra sea de su agrado y podamos hacer buenos negocios- y con aquello todo el barco estaría a su disposición para que le revisaran y hurgaran a su antojo.
Sobre cubierta, a resguardo de telas, carpas y demses se encontraban representantes de los principales comercios de Aerandir, todos muy corteses ofreciendo sus productos e intentando cambiar otros. En las piezas de abajo, estarían representantes de diversos gremios de trabajadores y en una pieza aparte, fría y lúgubre un hombre muy similar al del mercado negro.
Este es el corolario de los eventos del día del trabajador. Aquí podrán cambiar sus recompensas si no han sido de su agrado o intercambiarlas entre ustedes.
Todos llegarán al mismo tiempo y los productos en venta son los de los comercios de Aerandir. A continuación les dejo los links para que verifiquen los productos (pero los adquieren aquí)
-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]* Las monedas piratas las canjearé yo si deciden comprar algo de allí.
No intervendré mientras no vea que sea necesario. Tampoco hay turnos entre ustedes.
Thorn
Master
Master
Cantidad de envíos : : 999
Nivel de PJ : : 0
Re: El barco varado [cierre de evento]
La de ojos verdes avanzó hacia el caballo y revisó las pertenencias que el caballero había dejado en las alforjas, que se reducían a una bolsa de aeros, un pergamino con algunas nociones de alquimia y un saco lleno de unos hongos rosados, que ya había visto alguna vez en el mercado negro de Lunargenta. No conocía bien los efectos que tenía, pero estaba casi segura de que se empleaba en la fabricación de venenos, cosa que a ella no le interesaba en absoluto.
Hizo lo posible por no tocarlos, mientras terminaba de revisar la alforja por si había algo más que aún no hubiese visto. Fue entonces cuando notó la textura del cristal, sacó la mano y quedó algo extrañada al ver la botella que sostenía, por el diminuto barco que contenía en su interior. De repente sintió como si la arrancaran del suelo para soltarla en otro lugar de inmediato, uno que no tenía nada que ver con la estepa en que hasta hace unos segundos se encontraba.
Parpadeó repetidas veces, incrédula ante lo que acababa de pasar, la botella la había transportado hasta una playa, en cuya orilla se encontraba varado un enorme navío de aspecto envejecido. Bajó la vista al objeto, cuyo funcionamiento ahora despertaba su curiosidad, por lo práctico que podía resultar de cara a situaciones complicadas. Tomó las riendas del caballo, que también había llegado junto con ella, y avanzó hacia el barco, en el que esperaba encontrar a alguien que fuera capaz de devolverla a la estepa.
No tardo mucho en escuchar un par de voces cercanas, así que avanzó hacia el origen de las mismas para pedirles ayuda. Los dos hombres a los que había oído hablar guardaron silencio en cuanto la vieron acercarse, sacaron sus armas y la apuntaron con ellas, desconfiados porque una extraña hubiese llegado hasta allí. - Tranquilos. - dijo ella con tono calmado, levantando la mano en que llevaba la botella de cristal.
De inmediato parecieron entender su presencia en el lugar, bajaron las armas y permitieron que se acercase a ellos, más relajados. La bruja los midió con la mirada, uno de ellos era un hombre bestia de cabellos blancos y rasgos felinos, mientras que el otro parecía ser un simple humano, aunque con apariencia algo tétrica por su palidez y las grandes ojeras que tenía bajo los ojos.
- Disculpen, este artefacto me ha traído hasta aquí, ¿dónde estoy? - preguntó la de ojos verdes en cuanto estuvo algo más cerca de ellos, aunque no lo suficiente como para que pudiesen alcanzarla con sus armas. El más próximo, que llevaba consigo unas afiladas navajas de afeitar, le señaló la cubierta del navío, del que era capitán. Al parecer tenía conocimiento del poder que aquellas botellas tenían, puede que incluso las hubiese repartido él.
- Usted sabe cómo funcionan, ¿puede enviarme de regreso a donde estaba? - añadió, pero el capitán se mostraba reacio a colaborar, así que decidió darle un incentivo. - Si me devuelve a la estepa sana y salva podrá quedarse el caballo, es un buen ejemplar y sé que en los mercados estos animales alcanzan un alto precio. - al oír sus palabras el hombre pareció interesarse un poco, echó un vistazo al blanco corcel y luego volvió a centrar su vista sobre la hechicera. - Muy bien, cuando hayas terminado de revisar la cubierta te enviaré de vuelta con otro artilugio, estaré esperando por aquí. - respondió, antes de volver a enfrascarse en la conversación que estaba manteniendo con el hombre bestia antes de que la joven los interrumpiese.
Elen asintió con la cabeza y se dirigió a los diferentes puestos que había en cubierta, para intentar hacer algún intercambio en el que pudiese deshacerse de los hongos venenosos y conseguir alguna otra cosa interesante. Por desgracia en aquellos mercados no solían haber libros, mucho menos del tema que buscaba, así que siguió de largo hasta que algo captó su atención.
Un cachorro que la miraba fijamente desde una jaula, con las orejas levantadas y atento a los movimientos que hacía la maga, mientras los demás perros con que compartía espacio descansaban o ignoraban cuanto pasaba a su alrededor. La bruja se vio irremediablemente atraída por la forma en que la observaba, se acercó al comercio y echó un vistazo al resto de mercancías que ofrecían para hacerse una idea de si estarían interesados en hacer un trueque.
Sabía bastante poco acerca de los hongos que llevaba consigo, solo que tenían propiedades útiles para crear venenos y que en el mercado negro se pagaba mucho por ellos, quizá por su rareza o dificultad para encontrarlos. Depositó el saco sobre el mostrador y lo abrió ligeramente para que el mercader pudiese ver su contenido, antes de desviar nuevamente la vista hacia el cachorro, que seguía mirándola.
- Buenas tardes, ¿aceptaría esto a cambio del perro? - preguntó, antes de llevar la mano a su bolsa de cuero por si hacía falta añadir algunos aeros para cerrar el trato. - Berdagah… ¿dónde lo has conseguido?... en realidad no importa, están casi listos para segregar su líquido paralizador y es bastante apreciado entre los cazadores. - contestó el comerciante, antes de cerrar el saco y guardarlo en un lugar fresco. - ¿Qué cachorro quieres? - dijo mientras rodeaba el mostrador para acercarse a la jaula.
La de ojos verdes señaló al que la miraba, un hermoso ejemplar blanco y negro, que comenzó a avanzar hacia ella en cuanto el mercader abrió la puerta. Elen se agachó para recibirlo, lo acarició con cariño y el pequeño enseguida se mostró alegre y juguetón, tratando de alcanzar el rostro de la bruja para prodigarle unos lametones en la mejilla. - Te vienes conmigo pequeño. - musitó sonriendo, antes de tomarlo en brazos para llevárselo de allí.
Se despidió del comerciante y volvió sobre sus pasos, para encontrar de nuevo al capitán y que este la devolviese a la estepa junto con su nuevo compañero, al que tendría que poner un nombre. A diferencia del caballo, cuya aparición hubiera suscitado varias preguntas, por la ausencia de un dueño y las alforjas que colgaban de la silla, la del perro podría ser fácilmente explicada, solo se limitaría a decir que lo había encontrado vagando por los alrededores.
Cerró el trato con el capitán y le entregó la montura a cambio de que la devolviese a donde estaba, por medio de otro artilugio como el que la había traído hasta allí.
Hizo lo posible por no tocarlos, mientras terminaba de revisar la alforja por si había algo más que aún no hubiese visto. Fue entonces cuando notó la textura del cristal, sacó la mano y quedó algo extrañada al ver la botella que sostenía, por el diminuto barco que contenía en su interior. De repente sintió como si la arrancaran del suelo para soltarla en otro lugar de inmediato, uno que no tenía nada que ver con la estepa en que hasta hace unos segundos se encontraba.
Parpadeó repetidas veces, incrédula ante lo que acababa de pasar, la botella la había transportado hasta una playa, en cuya orilla se encontraba varado un enorme navío de aspecto envejecido. Bajó la vista al objeto, cuyo funcionamiento ahora despertaba su curiosidad, por lo práctico que podía resultar de cara a situaciones complicadas. Tomó las riendas del caballo, que también había llegado junto con ella, y avanzó hacia el barco, en el que esperaba encontrar a alguien que fuera capaz de devolverla a la estepa.
No tardo mucho en escuchar un par de voces cercanas, así que avanzó hacia el origen de las mismas para pedirles ayuda. Los dos hombres a los que había oído hablar guardaron silencio en cuanto la vieron acercarse, sacaron sus armas y la apuntaron con ellas, desconfiados porque una extraña hubiese llegado hasta allí. - Tranquilos. - dijo ella con tono calmado, levantando la mano en que llevaba la botella de cristal.
De inmediato parecieron entender su presencia en el lugar, bajaron las armas y permitieron que se acercase a ellos, más relajados. La bruja los midió con la mirada, uno de ellos era un hombre bestia de cabellos blancos y rasgos felinos, mientras que el otro parecía ser un simple humano, aunque con apariencia algo tétrica por su palidez y las grandes ojeras que tenía bajo los ojos.
- Disculpen, este artefacto me ha traído hasta aquí, ¿dónde estoy? - preguntó la de ojos verdes en cuanto estuvo algo más cerca de ellos, aunque no lo suficiente como para que pudiesen alcanzarla con sus armas. El más próximo, que llevaba consigo unas afiladas navajas de afeitar, le señaló la cubierta del navío, del que era capitán. Al parecer tenía conocimiento del poder que aquellas botellas tenían, puede que incluso las hubiese repartido él.
- Usted sabe cómo funcionan, ¿puede enviarme de regreso a donde estaba? - añadió, pero el capitán se mostraba reacio a colaborar, así que decidió darle un incentivo. - Si me devuelve a la estepa sana y salva podrá quedarse el caballo, es un buen ejemplar y sé que en los mercados estos animales alcanzan un alto precio. - al oír sus palabras el hombre pareció interesarse un poco, echó un vistazo al blanco corcel y luego volvió a centrar su vista sobre la hechicera. - Muy bien, cuando hayas terminado de revisar la cubierta te enviaré de vuelta con otro artilugio, estaré esperando por aquí. - respondió, antes de volver a enfrascarse en la conversación que estaba manteniendo con el hombre bestia antes de que la joven los interrumpiese.
Elen asintió con la cabeza y se dirigió a los diferentes puestos que había en cubierta, para intentar hacer algún intercambio en el que pudiese deshacerse de los hongos venenosos y conseguir alguna otra cosa interesante. Por desgracia en aquellos mercados no solían haber libros, mucho menos del tema que buscaba, así que siguió de largo hasta que algo captó su atención.
Un cachorro que la miraba fijamente desde una jaula, con las orejas levantadas y atento a los movimientos que hacía la maga, mientras los demás perros con que compartía espacio descansaban o ignoraban cuanto pasaba a su alrededor. La bruja se vio irremediablemente atraída por la forma en que la observaba, se acercó al comercio y echó un vistazo al resto de mercancías que ofrecían para hacerse una idea de si estarían interesados en hacer un trueque.
Sabía bastante poco acerca de los hongos que llevaba consigo, solo que tenían propiedades útiles para crear venenos y que en el mercado negro se pagaba mucho por ellos, quizá por su rareza o dificultad para encontrarlos. Depositó el saco sobre el mostrador y lo abrió ligeramente para que el mercader pudiese ver su contenido, antes de desviar nuevamente la vista hacia el cachorro, que seguía mirándola.
- Buenas tardes, ¿aceptaría esto a cambio del perro? - preguntó, antes de llevar la mano a su bolsa de cuero por si hacía falta añadir algunos aeros para cerrar el trato. - Berdagah… ¿dónde lo has conseguido?... en realidad no importa, están casi listos para segregar su líquido paralizador y es bastante apreciado entre los cazadores. - contestó el comerciante, antes de cerrar el saco y guardarlo en un lugar fresco. - ¿Qué cachorro quieres? - dijo mientras rodeaba el mostrador para acercarse a la jaula.
La de ojos verdes señaló al que la miraba, un hermoso ejemplar blanco y negro, que comenzó a avanzar hacia ella en cuanto el mercader abrió la puerta. Elen se agachó para recibirlo, lo acarició con cariño y el pequeño enseguida se mostró alegre y juguetón, tratando de alcanzar el rostro de la bruja para prodigarle unos lametones en la mejilla. - Te vienes conmigo pequeño. - musitó sonriendo, antes de tomarlo en brazos para llevárselo de allí.
Se despidió del comerciante y volvió sobre sus pasos, para encontrar de nuevo al capitán y que este la devolviese a la estepa junto con su nuevo compañero, al que tendría que poner un nombre. A diferencia del caballo, cuya aparición hubiera suscitado varias preguntas, por la ausencia de un dueño y las alforjas que colgaban de la silla, la del perro podría ser fácilmente explicada, solo se limitaría a decir que lo había encontrado vagando por los alrededores.
Cerró el trato con el capitán y le entregó la montura a cambio de que la devolviese a donde estaba, por medio de otro artilugio como el que la había traído hasta allí.
- Cachorro:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Elen Calhoun
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1954
Nivel de PJ : : 10
Re: El barco varado [cierre de evento]
Eltrant se despidió de la agradable pareja y se marchó con todos los objetos que le habían dado por ayudarles, realmente no creía haber hecho gran cosa, pero a fin de cuentas insistieron, así que no pudo hacer nada por evitarlo.
Una vez en el establo de Ulmer buscó a Mohr con la mirada, lo vio esperando mientras bebía agua tranquilamente, como de costumbre –“No te vas a creer lo que me ha pasado…” – Comenzó a decirle al caballo de buen humor mientras preparaba las alforjas para cargar la tabla de colores cobrizos que Beckham le había entregado – “…Bueno, quizás sí, eres bastante inteligente... para ser un caballo …” – Se atusó la barba mientras terminaba de arreglar las arforjas para despues abrir el pequeño cofre que le habían dado junto a la plancha –“Esa tal Victoria debe de ser de alta cuna” – Dijo estudiando los contenidos del cofre – “… es curioso que se haya enamorado de un tipo tan humilde como Beckham ¿No crees?” – Finalizó mientras agarraba la extraña botella que descansaba en el interior del cofre para examinarla mejor.
Fue repentino, en el momento en el que su mano se cerró en torno a la botella sintió como si algo estuviese tirando de él y en lo que dura un parpadeo, las cabañas de madera y el olor a leña quemada de Ulmer habían sido reemplazadas por el olor a salitre y un enorme barco encallado frente a él. Por suerte a su lado estaba Mohr’akdu, a quien por algún motivo, la botella había arrastrado junto a él.
-“¿Qué…?” – Eltrant miró perplejo la botella que tenía en las manos, estaba claro que estaba en aquel lugar por culpa de aquel objeto, lo zarandeó un poco de un lado a otro esperando que le devolviese de nuevo a Ulmer ¿Sabia Victoria lo que hacía el objeto al entregárselo? En cualquier caso, no había razón alguna para quedarse allí sin hacer nada.
Unas voces que no era capaz de identificar llegaron hasta sus oídos, por el tono de voz de las mismas parecían ser de hombres, miró a su alrededor buscando algún modo de orientarse o de llegar hasta las voces, vio una mujer de cabellos plateados que al parecer no había reparado en su presencia se dirigía hacia ellas, por lo que, sin ninguna idea mejor, la siguió esperando que quienes estaban hablando fuesen amables.
Los dos hombres que estaban conversando se callaron inmediatamente al notar la presencia de los extraños allí, quienes desenvainaron sus armas inmediatamente, Eltrant frunció el ceño y llevó la mano al pomo de su propia arma, la mujer a la que había seguido sin embargo, consiguió apaciguar a los presentes levantando una botella de cristal idéntica a la suya. –“Así que no soy el único…” – Eltrant suspiró aliviado, si había más gente allí a causa de la botella, alguna forma de volver habría.
Los hombres que estaban frente a él distaban bastante de parecer normales, mientras que uno era un hombre bestia, por sus rasgos Eltrant supuso que tenía algo de felino en él y no pudo evitar acordarse de Eco y de Panda al mirarle, el otro poseía un semblante pálido, similar al que había visto en algunos vampiros, aunque estaba claro que no era uno de ellos dada la hora del día.
Una vez hubieron acabado de hablar con la mujer, la cual se dirigió hacia la cubierta del barco dejando atrás su corcel, Eltrant se acercó a los dos individuos y les mostró la botella –“Supongo que esperas a que te envié de vuelta” –Dijo el hombre entrado en canas, Eltrant asintió con la cabeza – “Pues con tu aspecto diría que no tienes mucho que darme a cambio” – Dijo ahora mirando al mercenario, este se encogió de hombros, no se equivocaba –“Date un paseo por la cubierta y ya veré que hago contigo” – Señaló al barco y volvió a sus asuntos, Eltrant suspiró y asintió.
Obedeciendo al hombre se encaminó hacia dónde le había indicado para encontrarse con que había allí una especie de mercado en el cual había bastante más gente de la que había esperado para estar en la cubierta de un barco.
Paseó ojeando los puestos de aquí para allá sin ver nada que realmente le llamase la atención hasta que un hombre de edad avanzada llamó su atención con la mano –“Acércate muchacho” – Le dijo sonriendo –“¿Por casualidad eso que sobresale de tú bolsa es madera de Vaathera?” – Eltrant arqueó una ceja y se la mostró al hombre –“No estoy seguro…” – Dijo mientras se la daba, este la examinó de arriba con abajo como quien abre un regalo y asintió sonriendo –“Sí que lo es, no sé quién te lo habrá dado pero supongo que habrás tenido que pagar mucho por ella” – Miró la plancha de madera a trasluz haciendo que esta adquiriera colores vivos y tonalidades rojizas –“¿Me dejarías hacerte un escudo?” – Eltrant sonrió y negó con la cabeza –“No uso escudos, me desequilibran” – El hombre, que parecía reacio a soltar el tablón miró de nuevo a Eltrant –“Ya veo… ¿Alguna otra cosa? Este tipo de madera no es muy usual y me gustaría trabajarla” – Eltrant abrió el saco en el que tenía el dinero y comprobó cuanto llevaba con él –“No tengo mucha idea de carpintería así que... ¿Me podrías hacer algo útil por… trescientos aeros?” – El anciano se atusó la barba y caviló durante unos segundos para después sonreir. –“Creo que tengo una idea… ”
Dicho esto Eltrant entregó hasta el último aero que tenía consigo al hombre y se sentó a esperar.
Sin embargo, y por desgracia para Eltrant, al poco de empezar a trabajar el hombre se volvió hacia el mercenario y le devolvió la plancha - "Lo siento muchacho" - dijo dándole de nuevo el pequeño saco con todos los Aeros -"Es un tipo de madera muy delicada y no quiero estropearla con las herramientas que tengo aquí" - Dijo señalando al banco de trabajo que tenia tras él -"Vamos a hacer una cosa..." - Se atusó la barba de nuevo - "Voy a viajar por Aerandir durante un tiempo, no se cuanto, en cualquier caso mi taller esta en Lunargenta, una pequeña carpintería no muy lejos del puerto, cuando tengas tiempo llévame la tabla ahí y veremos que puedo hacer" - El carpintero le dio un par de palmadas en el hombro a Eltrant quien miró apenado la madera que tenia entre sus manos -"No me pongas esa cara chico, seguro que hay más carpinteros por ahí que pueden ayudarte, si tienes prisa" - Dijo riendo para, después, volver a sentarse dónde había estado momentos antes y empezar a fumar de una pipa.
Sin mucho más que hacer por allí Eltrant guardo de nuevo el pedazo de madera que le había regalado Beckham y se dirigió hacia el tipo que le había mandado al mercado, era cabezota, pero al mercenario no le costo mucho convencerlo para que le devolviera a Ulmer con un objeto similar a la botella, aunque para ello tuviese que pagarle 50 aeros.
Una vez en el establo de Ulmer buscó a Mohr con la mirada, lo vio esperando mientras bebía agua tranquilamente, como de costumbre –“No te vas a creer lo que me ha pasado…” – Comenzó a decirle al caballo de buen humor mientras preparaba las alforjas para cargar la tabla de colores cobrizos que Beckham le había entregado – “…Bueno, quizás sí, eres bastante inteligente... para ser un caballo …” – Se atusó la barba mientras terminaba de arreglar las arforjas para despues abrir el pequeño cofre que le habían dado junto a la plancha –“Esa tal Victoria debe de ser de alta cuna” – Dijo estudiando los contenidos del cofre – “… es curioso que se haya enamorado de un tipo tan humilde como Beckham ¿No crees?” – Finalizó mientras agarraba la extraña botella que descansaba en el interior del cofre para examinarla mejor.
Fue repentino, en el momento en el que su mano se cerró en torno a la botella sintió como si algo estuviese tirando de él y en lo que dura un parpadeo, las cabañas de madera y el olor a leña quemada de Ulmer habían sido reemplazadas por el olor a salitre y un enorme barco encallado frente a él. Por suerte a su lado estaba Mohr’akdu, a quien por algún motivo, la botella había arrastrado junto a él.
-“¿Qué…?” – Eltrant miró perplejo la botella que tenía en las manos, estaba claro que estaba en aquel lugar por culpa de aquel objeto, lo zarandeó un poco de un lado a otro esperando que le devolviese de nuevo a Ulmer ¿Sabia Victoria lo que hacía el objeto al entregárselo? En cualquier caso, no había razón alguna para quedarse allí sin hacer nada.
Unas voces que no era capaz de identificar llegaron hasta sus oídos, por el tono de voz de las mismas parecían ser de hombres, miró a su alrededor buscando algún modo de orientarse o de llegar hasta las voces, vio una mujer de cabellos plateados que al parecer no había reparado en su presencia se dirigía hacia ellas, por lo que, sin ninguna idea mejor, la siguió esperando que quienes estaban hablando fuesen amables.
Los dos hombres que estaban conversando se callaron inmediatamente al notar la presencia de los extraños allí, quienes desenvainaron sus armas inmediatamente, Eltrant frunció el ceño y llevó la mano al pomo de su propia arma, la mujer a la que había seguido sin embargo, consiguió apaciguar a los presentes levantando una botella de cristal idéntica a la suya. –“Así que no soy el único…” – Eltrant suspiró aliviado, si había más gente allí a causa de la botella, alguna forma de volver habría.
Los hombres que estaban frente a él distaban bastante de parecer normales, mientras que uno era un hombre bestia, por sus rasgos Eltrant supuso que tenía algo de felino en él y no pudo evitar acordarse de Eco y de Panda al mirarle, el otro poseía un semblante pálido, similar al que había visto en algunos vampiros, aunque estaba claro que no era uno de ellos dada la hora del día.
Una vez hubieron acabado de hablar con la mujer, la cual se dirigió hacia la cubierta del barco dejando atrás su corcel, Eltrant se acercó a los dos individuos y les mostró la botella –“Supongo que esperas a que te envié de vuelta” –Dijo el hombre entrado en canas, Eltrant asintió con la cabeza – “Pues con tu aspecto diría que no tienes mucho que darme a cambio” – Dijo ahora mirando al mercenario, este se encogió de hombros, no se equivocaba –“Date un paseo por la cubierta y ya veré que hago contigo” – Señaló al barco y volvió a sus asuntos, Eltrant suspiró y asintió.
Obedeciendo al hombre se encaminó hacia dónde le había indicado para encontrarse con que había allí una especie de mercado en el cual había bastante más gente de la que había esperado para estar en la cubierta de un barco.
Paseó ojeando los puestos de aquí para allá sin ver nada que realmente le llamase la atención hasta que un hombre de edad avanzada llamó su atención con la mano –“Acércate muchacho” – Le dijo sonriendo –“¿Por casualidad eso que sobresale de tú bolsa es madera de Vaathera?” – Eltrant arqueó una ceja y se la mostró al hombre –“No estoy seguro…” – Dijo mientras se la daba, este la examinó de arriba con abajo como quien abre un regalo y asintió sonriendo –“Sí que lo es, no sé quién te lo habrá dado pero supongo que habrás tenido que pagar mucho por ella” – Miró la plancha de madera a trasluz haciendo que esta adquiriera colores vivos y tonalidades rojizas –“¿Me dejarías hacerte un escudo?” – Eltrant sonrió y negó con la cabeza –“No uso escudos, me desequilibran” – El hombre, que parecía reacio a soltar el tablón miró de nuevo a Eltrant –“Ya veo… ¿Alguna otra cosa? Este tipo de madera no es muy usual y me gustaría trabajarla” – Eltrant abrió el saco en el que tenía el dinero y comprobó cuanto llevaba con él –“No tengo mucha idea de carpintería así que... ¿Me podrías hacer algo útil por… trescientos aeros?” – El anciano se atusó la barba y caviló durante unos segundos para después sonreir. –“Creo que tengo una idea… ”
Dicho esto Eltrant entregó hasta el último aero que tenía consigo al hombre y se sentó a esperar.
Sin embargo, y por desgracia para Eltrant, al poco de empezar a trabajar el hombre se volvió hacia el mercenario y le devolvió la plancha - "Lo siento muchacho" - dijo dándole de nuevo el pequeño saco con todos los Aeros -"Es un tipo de madera muy delicada y no quiero estropearla con las herramientas que tengo aquí" - Dijo señalando al banco de trabajo que tenia tras él -"Vamos a hacer una cosa..." - Se atusó la barba de nuevo - "Voy a viajar por Aerandir durante un tiempo, no se cuanto, en cualquier caso mi taller esta en Lunargenta, una pequeña carpintería no muy lejos del puerto, cuando tengas tiempo llévame la tabla ahí y veremos que puedo hacer" - El carpintero le dio un par de palmadas en el hombro a Eltrant quien miró apenado la madera que tenia entre sus manos -"No me pongas esa cara chico, seguro que hay más carpinteros por ahí que pueden ayudarte, si tienes prisa" - Dijo riendo para, después, volver a sentarse dónde había estado momentos antes y empezar a fumar de una pipa.
Sin mucho más que hacer por allí Eltrant guardo de nuevo el pedazo de madera que le había regalado Beckham y se dirigió hacia el tipo que le había mandado al mercado, era cabezota, pero al mercenario no le costo mucho convencerlo para que le devolviera a Ulmer con un objeto similar a la botella, aunque para ello tuviese que pagarle 50 aeros.
Última edición por Eltrant Tale el Mar 05 Mayo 2015, 22:19, editado 1 vez
Eltrant Tale
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1378
Nivel de PJ : : 10
Re: El barco varado [cierre de evento]
El ingenio le había asegurado la victoria, no fue muy difícil encontrarle respuesta al acertijo y dicha acción le arranco un momento de felicidad a la mujer noble, su mueca cambio drásticamente al recordar la situación actual pero estaba agradecida por el pequeño escape, acerco un discreto cofre con la recompensa por la labor prestada, Chimar le abrió con emoción descubriendo su contenido, había buena cantidad de dinero junto a un bonito medallón, guardo todo en su bolsa antes de volver la atención a cierta botella, cuando la tomo algo de lo más extraño ocurrió.
Pero… ¡¡qué rayos!!
Todo se volvió blanco y experimento una sensación similar a la que recibes cuando vas cayendo de espaldas, al final el panorama circundante cambio de golpe, Chimar se sentía mareado y un zumbido le resonaba en los oídos, tardo tiempo en entender lo que había ocurrido, al parecer experimento un viaje de manera poco convencional, sin duda tenía toda la pinta de haber sido mágico, ladeo la cabeza un poco mientras estudiaba su entorno, estaba en una especie de cubierta.
¿Qu…que?
Dijo al ver cómo era apuntado por armas, el chico intento explicarse con un claro nerviosismo, les conto acerca de la jodida botella y su paradero inicial, tal vez balbuceo algo sobre el trabajo realizado, al final los sujetos cambiaron su postura cuando detallaron el envase, era obvio que estaban bien enterados de sus propiedades “únicas”, todo el barco parecía ser una especie de enclave comercial por lo que Chimar decidió dar una vuelva antes de preocuparse por como volver, una acción algo imprudente nacida de su inmadurez, se asomo en un borde notando el ambiente circundante, estaba en una playa bastante vistosa, se encuentra casi seguro que ya dejo Lunargenta atrás.
En fin un problema a la vez.
Visito varios puestos superiores, estaban llenos de cosas muy interesantes y de distintos lugares, nunca había visto tanta mercancía junta por lo que es un buen lugar para gastar varios aeros. Bajo la cubierta detallando otras tiendas más modestas hasta que estuvo frente a frente con un establecimiento de dudosa reputación, estos agentes del mercado negro se delatan solos, el chico tiene cierto momento de brillantes, tal vez el misterioso individuo pueda darle algo por su collar, sabe que tiene valor pero hasta ahí llega su imaginación.
Me llevo una capa con capucha llena de bolsillos, si la más pequeña…. En otro ámbito ¿cuánto me das por esto?
Luego de pagar el artículo con dinero y ponérselo encima mostro el collar recién adquirido, inicio con una compra para demostrar que no se anda con rodeos, además esa prenda tendrá mucho uso en sus actividades delictivas dentro de Lunargenta, mantuvo la perla negra suspendida unos instantes mientras el ahora intrigado “comerciante” detallaba con claro interés, cuando extendió la mano para tocarla Chimar recogió su articulo en el puño, sonrió arrogantemente mientras decía.
¿Cuánto?
Podrá ser un niño pero su tiempo de orfandad le ha enseñado varias cosas sobre los tratos, por la mirada de ese hombre se nota que la joya es valiosa, intentara cerrar un buen negocio para obtener más dinero y comprar otros objetos arriba, también debe encontrar la forma de que le manden a Lunargenta pero nada que el efectivo no pueda arreglar, el dinero soluciona todo como dicen los borrachos en las tabernas, en ese momento le llega un pensamiento algo fuera de lugar.
“Demian envidiara esta capa jeje”
Pero… ¡¡qué rayos!!
Todo se volvió blanco y experimento una sensación similar a la que recibes cuando vas cayendo de espaldas, al final el panorama circundante cambio de golpe, Chimar se sentía mareado y un zumbido le resonaba en los oídos, tardo tiempo en entender lo que había ocurrido, al parecer experimento un viaje de manera poco convencional, sin duda tenía toda la pinta de haber sido mágico, ladeo la cabeza un poco mientras estudiaba su entorno, estaba en una especie de cubierta.
¿Qu…que?
Dijo al ver cómo era apuntado por armas, el chico intento explicarse con un claro nerviosismo, les conto acerca de la jodida botella y su paradero inicial, tal vez balbuceo algo sobre el trabajo realizado, al final los sujetos cambiaron su postura cuando detallaron el envase, era obvio que estaban bien enterados de sus propiedades “únicas”, todo el barco parecía ser una especie de enclave comercial por lo que Chimar decidió dar una vuelva antes de preocuparse por como volver, una acción algo imprudente nacida de su inmadurez, se asomo en un borde notando el ambiente circundante, estaba en una playa bastante vistosa, se encuentra casi seguro que ya dejo Lunargenta atrás.
En fin un problema a la vez.
Visito varios puestos superiores, estaban llenos de cosas muy interesantes y de distintos lugares, nunca había visto tanta mercancía junta por lo que es un buen lugar para gastar varios aeros. Bajo la cubierta detallando otras tiendas más modestas hasta que estuvo frente a frente con un establecimiento de dudosa reputación, estos agentes del mercado negro se delatan solos, el chico tiene cierto momento de brillantes, tal vez el misterioso individuo pueda darle algo por su collar, sabe que tiene valor pero hasta ahí llega su imaginación.
Me llevo una capa con capucha llena de bolsillos, si la más pequeña…. En otro ámbito ¿cuánto me das por esto?
Luego de pagar el artículo con dinero y ponérselo encima mostro el collar recién adquirido, inicio con una compra para demostrar que no se anda con rodeos, además esa prenda tendrá mucho uso en sus actividades delictivas dentro de Lunargenta, mantuvo la perla negra suspendida unos instantes mientras el ahora intrigado “comerciante” detallaba con claro interés, cuando extendió la mano para tocarla Chimar recogió su articulo en el puño, sonrió arrogantemente mientras decía.
¿Cuánto?
Podrá ser un niño pero su tiempo de orfandad le ha enseñado varias cosas sobre los tratos, por la mirada de ese hombre se nota que la joya es valiosa, intentara cerrar un buen negocio para obtener más dinero y comprar otros objetos arriba, también debe encontrar la forma de que le manden a Lunargenta pero nada que el efectivo no pueda arreglar, el dinero soluciona todo como dicen los borrachos en las tabernas, en ese momento le llega un pensamiento algo fuera de lugar.
“Demian envidiara esta capa jeje”
Articulo: 1 collar con una perla negra de Liskka.
- Imágenes :
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Invitado
Invitado
Invitado
Re: El barco varado [cierre de evento]
El brujo sonrió de oreja a oreja cuando le entregaron su recompensa en un cómodo saco y se lo agradeció al hombre mientras salia por la puerta sin echarle un vistazo, ya que lo considero de mala educación no fiarse de un hombre que básicamente le había dejado hacer lo que quisiera durante un buen montón de horas.
Pero una vez fuera la curiosidad pudo con el y abrió el saco ávidamente. Aeros, eso siempre iba bien, sobretodo ahora que había dilapidado su fortuna con Loki y Freya, los lobeznos que no hacían más que dormir en sus bolsillos, como hacían ahora y habían hecho durante toda la forja. También vio un pergamino con ilustraciones de bestias, eso era bastante raro, lo miraría más tarde. Y luego estaba otro saco, revestido para que fuera impermeable como una cantimplora que llamo su atención. En cuando lo vio se quedo maravillado por las tonalidades del liquido ¿Le había dado mercurio? No tenia ni idea de que hacer con eso. Le dio un toquecito con el dedo y de repente la masa de liquido se endureció. Ohhh Un mineral cambiante, aunque debía ser un metal para ser exactos. No había oído hablar de el, aunque tampoco estaba muy metido en el tema de los minerales.
Pero si esa cosa podía cambiar de solido a liquido de manera natural, ¿Que podría hacer con un empujoncito arcano? Por un momento se imagino blandiendo una poderosa espada arcana, pero luego la realidad le golpeo duramente cuando se dio cuenta de lo que le costaría encontrar un herrero capaz de forjar eso. O un arcanista que pudiera encantar algo tan licuable. Y posiblemente necesitaría algo más que una bolsita Bueno, no puedo conseguir mi superarma en un solo día... tiempo al tiempo. Fue entonces cuando se fijo en la botella, en el fondo del saco y la agarro.
¿Me ha dado alcohol? Y zas, se encontraba en una playa con gaviotas. Incluso para un brujo, nacido y criado con magia, esa era una experiencia curiosa, curiosa y desconcertante. Tuvo que andar un buen trecho hasta encontrar a un barco y a un par de personas, que se limitaron a apuntarlo con las armas. Hey, tranquilos, yo solo tenia una botella en la mano... eso pareció bastar para que las bajaran un poco y le invitaran a hacer negocios.
El brujo se había esperado que fueran contrabandistas, o que eso fuera una elaborada estafa para cobrarle el pasaje de vuelta, por lo que su sorpresa fue notable al encontrarse el nutrido grupo de armas, armaduras y potingues varios. La idea de forjar un arma había atraído su atención hacia las armaduras, en un intento de ir conjuntado. No podía esperar hacerse una armadura de cuero de dragón de un día para el otro, así que una de cuero normal iría de perlas para no morir hasta que ese día llegara.
Me gustaría adquirir una armadura de cuero, por favor. Cuero negro. el hombre lo miro de arriba a abajo.
No pareces muy... atlético, te daré una fácil de usar si, puede que fuera mejor evitar las armaduras más complejas, seria lamentable que se le cayeran los pantalones en medio de una pelea por liarse abrochando cintas.
Pero una vez fuera la curiosidad pudo con el y abrió el saco ávidamente. Aeros, eso siempre iba bien, sobretodo ahora que había dilapidado su fortuna con Loki y Freya, los lobeznos que no hacían más que dormir en sus bolsillos, como hacían ahora y habían hecho durante toda la forja. También vio un pergamino con ilustraciones de bestias, eso era bastante raro, lo miraría más tarde. Y luego estaba otro saco, revestido para que fuera impermeable como una cantimplora que llamo su atención. En cuando lo vio se quedo maravillado por las tonalidades del liquido ¿Le había dado mercurio? No tenia ni idea de que hacer con eso. Le dio un toquecito con el dedo y de repente la masa de liquido se endureció. Ohhh Un mineral cambiante, aunque debía ser un metal para ser exactos. No había oído hablar de el, aunque tampoco estaba muy metido en el tema de los minerales.
Pero si esa cosa podía cambiar de solido a liquido de manera natural, ¿Que podría hacer con un empujoncito arcano? Por un momento se imagino blandiendo una poderosa espada arcana, pero luego la realidad le golpeo duramente cuando se dio cuenta de lo que le costaría encontrar un herrero capaz de forjar eso. O un arcanista que pudiera encantar algo tan licuable. Y posiblemente necesitaría algo más que una bolsita Bueno, no puedo conseguir mi superarma en un solo día... tiempo al tiempo. Fue entonces cuando se fijo en la botella, en el fondo del saco y la agarro.
¿Me ha dado alcohol? Y zas, se encontraba en una playa con gaviotas. Incluso para un brujo, nacido y criado con magia, esa era una experiencia curiosa, curiosa y desconcertante. Tuvo que andar un buen trecho hasta encontrar a un barco y a un par de personas, que se limitaron a apuntarlo con las armas. Hey, tranquilos, yo solo tenia una botella en la mano... eso pareció bastar para que las bajaran un poco y le invitaran a hacer negocios.
El brujo se había esperado que fueran contrabandistas, o que eso fuera una elaborada estafa para cobrarle el pasaje de vuelta, por lo que su sorpresa fue notable al encontrarse el nutrido grupo de armas, armaduras y potingues varios. La idea de forjar un arma había atraído su atención hacia las armaduras, en un intento de ir conjuntado. No podía esperar hacerse una armadura de cuero de dragón de un día para el otro, así que una de cuero normal iría de perlas para no morir hasta que ese día llegara.
Me gustaría adquirir una armadura de cuero, por favor. Cuero negro. el hombre lo miro de arriba a abajo.
No pareces muy... atlético, te daré una fácil de usar si, puede que fuera mejor evitar las armaduras más complejas, seria lamentable que se le cayeran los pantalones en medio de una pelea por liarse abrochando cintas.
- Spoiler:
- Armadura ligera del comercio de brujos (nivel 1), son 200 aeros. Habia pensado en algo como esto [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Geralt
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 410
Nivel de PJ : : 4
Re: El barco varado [cierre de evento]
Las rarezas se sucedían unas tras otras, un halcón dejó caer a mis pies un saco que al abrirlo, contenía algunas setas de ainen y 200 aeros, no se me ocurría qué hacer con eso pero igual el saquito me podría ser útil, continué mi camino hasta que vi que el oso venía detrás de mí, me detuve y el oso se detuvo, continué caminando y el oso caminó tras de mí - Ahora me acosa un oso - Murmuré de mala manera - ¿Qué rayos quieres? - Le dije al oso mientras lo miraba detallando ahora que traía una pequeña pero llamativa botella, caminó hacia mi sin dar ningún síntoma de hostilidad y me permitió tomar la pequeña botella, pero al tomarla fue más bien como si me tomaran a mí y me arrancaran del suelo, o más bien, como si arrancaran mi espíritu mientras mi cuerpo luchaba por quedarse, al cabo de unos instantes, estaba flotando en el aire en una habitación de madera, aunque no por mucho, caí al piso, comenzaba a levantarme algo feliz de que al menos me había deshecho del oso cuando de pronto esa enorme masa de pelo cayó sobre mí, al parecer, la botella soportaba dos pasajeros - Oso baboso - Murmuré mientras giraba tratando de salir de abajo del oso, finalmente logré salir, no por mis esfuerzos sino porque el oso decidió apartarse, me levanté en lo que parecía ser una habitación de un barco, y mis sospechas se confirmaron al llegar a la puerta, era de día, pero había caído en una especie de mercado en la cubierta de un barco, salí de prisa hasta que una espada se estacionó junto a mi cuello - ¿A dónde crees que vas? - Dijo aquella voz de hombre aunque un tanto delicada, aunque su espada no tardó mucho tiempo en apartarse al escuchar el fuerte gruñido del oso que se acercaba en mi defensa, y además traía mordida en su boca la botella, otros hombres se acercaban a detenerme, pero al ver la botella, ya sabían de lo que se trabaja, así que tras un gesto se retiraron todos, al parecer no era tan inútil tener un oso de guardaespaldas.
Avancé hasta las tiendas aunque nada lograría, Seek se había llevado mis aeros, así que solo traía encima 400 aeros, medio kilo de Varuk y tres setas de ainen, tal vez eso serviría para obtener algo, igual, solo serían bulto en mi viaje y finalmente acabaría por dárselos a Seek para que los guardara también, me acerqué a un extraño vendedor de joyas y tras soltar los ainens y varuks, señalé un extraño par de reliquias que debajo tenían la palabra “Unión” - Le ofrezco estas cosas, a cambio de sus joyas, si le parece y está de acuerdo - Sabía que lo que le estaba ofreciendo era valioso, aunque no sabía si valdría lo suficiente como para cambiarlo por aquellos objetos, el sujeto se me quedó mirando fijamente mientras yo me ahogaba en la incertidumbre de saber si aceptaría el trato o no...
Avancé hasta las tiendas aunque nada lograría, Seek se había llevado mis aeros, así que solo traía encima 400 aeros, medio kilo de Varuk y tres setas de ainen, tal vez eso serviría para obtener algo, igual, solo serían bulto en mi viaje y finalmente acabaría por dárselos a Seek para que los guardara también, me acerqué a un extraño vendedor de joyas y tras soltar los ainens y varuks, señalé un extraño par de reliquias que debajo tenían la palabra “Unión” - Le ofrezco estas cosas, a cambio de sus joyas, si le parece y está de acuerdo - Sabía que lo que le estaba ofreciendo era valioso, aunque no sabía si valdría lo suficiente como para cambiarlo por aquellos objetos, el sujeto se me quedó mirando fijamente mientras yo me ahogaba en la incertidumbre de saber si aceptaría el trato o no...
- Objetos Deseados:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
*Unión: la pareja que porte tales objetos estará más unida. Cuando un objeto de uno de los dos brille, el otro estará en apuros.
Última edición por Bio el Mar 12 Mayo 2015, 22:57, editado 1 vez
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: El barco varado [cierre de evento]
Níniel estaba satisfecha de haber podido ayudar a la anciana y aceptó con agradecimiento la comida que le preparó para que pudierar proseguir su viaje, y por cierto olía de maravilla. No obstante cuando la mujer añadió a la cesta una buena cantidad de monedas trató de negarse de manera educada. No es que aquel dinero no pudiera venirle bien o no lo necesitara, siempre hacía falta cuando se caminaba entre los hombres, pero con la pérdida de algunas de sus gallinas, si además le daba dinero, sentía que dejaba a la pobre anciana en una situación no demasiado buena. Fue una batalla perdida de antemano pues al final las monedas y una botella acabaron sumándose a la cesta sin aceptar un no por respuesta.
Por si aquello fuera poco, antes de despedirse la mujer se acercó a un baúl y de el sacó una piel que parecía de buena calidad. La dobló con cuidado y también se la ofreció como regalo. Níniel sintió que aquello si que era demasiado pero vio en los ojos de la humana que de nuevo de nada iba a servir replicar. La aceptó y volvió a agradecerle su generosidad.
De nuevo en el camino, tras recorrer una buena distancia, la elfa se decidió a parar para disfrutar de la comida de la humana. Por supuesto llevaba sus propias provisiones pero desde que había olido su delicioso aroma estaba deseando probarla. Tal y como sospechaba era la comida mas rica que había comido en mucho tiempo, tanto que hasta se permitió comer dejando los modales a un lado por un momento y emitiendo leves sonidos de aprobación.
-Delicioso- Dijo llevando una mano a la botella con la intención de ver si era agua o algo que pudiera beber con la comida. De repente y en cuanto su piel tocó el cristal del recipiente, ya no estaba en el mismo lugar. Seguía sentada con la comida en la mano izquierda, la botella en la derecha y la cesta y el resto de sus cosas a su lado, pero ya no estaba entre la nieve, estaba en...Un barco y hacia calor para las gruesas ropas que portaba. Miró alrededor tratando de entender lo que había pasado y vio que estaba rodeada de puestos de venta de todo tipo de objetos, algunos muy extraños y curiosos. Parpadeó perpleja y al fijarse en la botella lo entendió, había sido víctima de una extraña magia, había sido tonta por tocar la botella sin examinarla antes. ¿Sabría la anciana de la granja de gallinas que aquella botella tenía ese efecto?. Claro que debía saberlo, ella la había tocado para colocarla en la cesta y no había pasado nada...
La joven dejó la comida y la botella y esgrimió su bastón cual arma. Unos hombres armados llegaron hasta ella y la amenazaron con sus armas. De nuevo se había metido en un lío.
-Arrr, tenemos una polizona, y una elfa ni mas ni menos...-
-Lo lamento, no es mi intención ser ninguna polizona pero al tocar una botella aparecí aquí. Solo estaba disfrutando de mi comida cuando ocurrió- Trató de explicar señalando a la botella a la vista. Pareció que aquellos hombres reconocieron la botella pues bajaron sus armas y las envainaron para alivio de la peliblanca. Aquellos hombres explicaron lo que era aquel lugar y le dijeron que, si había llegado gracias a la botella, era libre de mirar y negociar por el lugar tanto como quisiese.
Aquel lugar era muy interesante pero la verdad es que tenía una pregunta que resolver antes de tan siquiera plantearse mirar nada de lo que los vendedores ofrecían.
-Antes que nada me gustaría saber si volver será tan sencillo como llegar hasta aquí-
Por respuesta solo obtuvo un "no se preocupe por eso, eche un vistazo". Dadas que sus opciones parecían ser quedarse allí sin hacer nada o quedarse allí y quizá poder comprar algo útil la joven elfa se decidió por echar un vistazo.
Tras mirar aquí y allá al final se decidió por comprar en el puesto de armaduras, regentado por un brujo que no la miró muy bien pero si que la atendió bien, algo que la ayudara a defenderse, parecía la mejor inversión teniendo en cuenta la de líos en los que se había metido últimamente. Encontró una a su medida y que le resultaba cómoda por la que no dudó en pagar las cien monedas que pedían por ella. Pudo hacerlo gracias al dinero de la anciana.
(Armadura media de nivel 1)
Con aquello pensó que ya había colmado el arrebato consumista hasta que se acercó a un puesto regentado por un sujeto que daba muy mala espina. En aquel puesto vendían cosas que no eran del agrado de la joven pero por alguna extraña razón si que tenían algo que encantó a la peliblanca. Se trataba de una bonita capa negra con capucha. Solo tras probársela el vendedor le dijo que era mas que una simple capa y le mostró la multitud de bolsos ocultos que tenía. A parte de bonita podría servir para tener algunos objetos a mano lo cual era muy práctico, Níniel estaba encantada.
(Capa negra con capucha multibolsillos del mercado negro)
Tras pagarle al hombre otras cien monedas por la capa, la elfa ya no disponía de más dinero para gastar por lo que la pregunta de ¿cómo salir de allí? Volvió a ser la prioridad. Miró hacia el cielo tratando de ubicarse por la posición de las estrellas.
Por si aquello fuera poco, antes de despedirse la mujer se acercó a un baúl y de el sacó una piel que parecía de buena calidad. La dobló con cuidado y también se la ofreció como regalo. Níniel sintió que aquello si que era demasiado pero vio en los ojos de la humana que de nuevo de nada iba a servir replicar. La aceptó y volvió a agradecerle su generosidad.
De nuevo en el camino, tras recorrer una buena distancia, la elfa se decidió a parar para disfrutar de la comida de la humana. Por supuesto llevaba sus propias provisiones pero desde que había olido su delicioso aroma estaba deseando probarla. Tal y como sospechaba era la comida mas rica que había comido en mucho tiempo, tanto que hasta se permitió comer dejando los modales a un lado por un momento y emitiendo leves sonidos de aprobación.
-Delicioso- Dijo llevando una mano a la botella con la intención de ver si era agua o algo que pudiera beber con la comida. De repente y en cuanto su piel tocó el cristal del recipiente, ya no estaba en el mismo lugar. Seguía sentada con la comida en la mano izquierda, la botella en la derecha y la cesta y el resto de sus cosas a su lado, pero ya no estaba entre la nieve, estaba en...Un barco y hacia calor para las gruesas ropas que portaba. Miró alrededor tratando de entender lo que había pasado y vio que estaba rodeada de puestos de venta de todo tipo de objetos, algunos muy extraños y curiosos. Parpadeó perpleja y al fijarse en la botella lo entendió, había sido víctima de una extraña magia, había sido tonta por tocar la botella sin examinarla antes. ¿Sabría la anciana de la granja de gallinas que aquella botella tenía ese efecto?. Claro que debía saberlo, ella la había tocado para colocarla en la cesta y no había pasado nada...
La joven dejó la comida y la botella y esgrimió su bastón cual arma. Unos hombres armados llegaron hasta ella y la amenazaron con sus armas. De nuevo se había metido en un lío.
-Arrr, tenemos una polizona, y una elfa ni mas ni menos...-
-Lo lamento, no es mi intención ser ninguna polizona pero al tocar una botella aparecí aquí. Solo estaba disfrutando de mi comida cuando ocurrió- Trató de explicar señalando a la botella a la vista. Pareció que aquellos hombres reconocieron la botella pues bajaron sus armas y las envainaron para alivio de la peliblanca. Aquellos hombres explicaron lo que era aquel lugar y le dijeron que, si había llegado gracias a la botella, era libre de mirar y negociar por el lugar tanto como quisiese.
Aquel lugar era muy interesante pero la verdad es que tenía una pregunta que resolver antes de tan siquiera plantearse mirar nada de lo que los vendedores ofrecían.
-Antes que nada me gustaría saber si volver será tan sencillo como llegar hasta aquí-
Por respuesta solo obtuvo un "no se preocupe por eso, eche un vistazo". Dadas que sus opciones parecían ser quedarse allí sin hacer nada o quedarse allí y quizá poder comprar algo útil la joven elfa se decidió por echar un vistazo.
Tras mirar aquí y allá al final se decidió por comprar en el puesto de armaduras, regentado por un brujo que no la miró muy bien pero si que la atendió bien, algo que la ayudara a defenderse, parecía la mejor inversión teniendo en cuenta la de líos en los que se había metido últimamente. Encontró una a su medida y que le resultaba cómoda por la que no dudó en pagar las cien monedas que pedían por ella. Pudo hacerlo gracias al dinero de la anciana.
(Armadura media de nivel 1)
- Armadura, salvo que blanca y negra.:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Con aquello pensó que ya había colmado el arrebato consumista hasta que se acercó a un puesto regentado por un sujeto que daba muy mala espina. En aquel puesto vendían cosas que no eran del agrado de la joven pero por alguna extraña razón si que tenían algo que encantó a la peliblanca. Se trataba de una bonita capa negra con capucha. Solo tras probársela el vendedor le dijo que era mas que una simple capa y le mostró la multitud de bolsos ocultos que tenía. A parte de bonita podría servir para tener algunos objetos a mano lo cual era muy práctico, Níniel estaba encantada.
(Capa negra con capucha multibolsillos del mercado negro)
Tras pagarle al hombre otras cien monedas por la capa, la elfa ya no disponía de más dinero para gastar por lo que la pregunta de ¿cómo salir de allí? Volvió a ser la prioridad. Miró hacia el cielo tratando de ubicarse por la posición de las estrellas.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1149
Nivel de PJ : : 10
Re: El barco varado [cierre de evento]
Elen: El hombre miró extasiado a la hechicera mientras ella partía con el cachorro en brazos, al parecer la fina dama tenía su carácter ya que prácticamente se había hecho sola su propio negocio. Al cabo de unos instantes, reaccionó pero ya era demasiado tarde, la misteriosa dama ya se había marchado con su nueva adquisición. Se presentó ante Sas y entre dientes refunfuñó –La del cachorro que acaba de irse… Manda esto o no volverá a venir- le tiró al capitán un pequeño saco de cuero que contenía cien aeros y que caerían a su lado desde el cielo cuando ella volviera a la estera nevada.
Eltrant: al viejo capitán no le había caído muy bien la idea de devolver al muchacho, hubiese preferido que se fuera caminando por aquella suma tan módica, pero luego de habar y regatear decidió devolverle, después de todo con esa pinta de hambre no serviría de pirata y mucho menos como cliente, mejor deshacerse de él rápidamente. “Al menos me hice de cincuenta aeros” pensó alegre enviado al humano junto con un papiro con un nombre y una dirección.
Chimar: -Son cien por la capa muchacho y seiscientos por el collar, ni medio aero más, ni medio menos. Lo tomas o lo dejas- dijo el hombre mirando de arriba abajo al chico con cara de muy pocos amigos y analizándole al por menor.
Dejaré el hilo abierto por si quieres rolear alguna otra compra y tu salida.
Geralt: El hombre le miró de arriba abajo y tomó sus medidas hábilmente para luego desaparecer detrás de unas cortinas en su negocio. Al cabo de unos minutos volvió con el pedido -Pruébatela y la ajustaremos, nuestros productos son de excelente calidad maese-. Después de los pasos necesarios y de una forma cordial le hizo saber al brujo que el coste de sus servicios se elevaban a la módica suma de cien aeros
Bio: El mercader observó con atención los pequeños tesoros que el desconocido le había puesto sobre su mesa. Abrió los ojos muy grandes al ver el contenido de los sacos y sonrió con cierta malicia al ver el trueque que el joven pretendía hacerle, pero de la nada apareció una mujer regordeta que por detrás le dio un codazo en la boca del estómago que el dejó tosiendo por un buen tiempo, mientras esto sucedía la dama de colorados cabellos tomó la palabra –Oh mi caballero, pero aquí sobran aeros… ¿no le interesaría nada más de nuestra humilde tienda?- preguntó, tomando rápidamente los sacos para guardarlos bajo llave en un pesado cofre.
A cambio le entregó doscientos ochenta aeros junto con una suave bolsa que contenía los colgantes en los que el cliente estaba interesado.
Tengo entendido que quieres algo más, por lo que esperaré tu respuesta junto a la de Chimar
Niniel: Dado que eres la única que ha decidido volver como una buena elfa y la naturaleza manda, recibes como una atención un [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] para que puedas volver con más seguridad a tu destino. Haciendo click en el subrayado verás su uso. Tiene tres usos y on rol y deberás registrarlo en el registro de objetos master.
Nota: Artaban. Levia, Kuzu, tienen hasta mi próximo post para pasarse por aquí si quieren algo, de lo contrario perderán su oportunidad de hacer algún canje. Eltrant: al viejo capitán no le había caído muy bien la idea de devolver al muchacho, hubiese preferido que se fuera caminando por aquella suma tan módica, pero luego de habar y regatear decidió devolverle, después de todo con esa pinta de hambre no serviría de pirata y mucho menos como cliente, mejor deshacerse de él rápidamente. “Al menos me hice de cincuenta aeros” pensó alegre enviado al humano junto con un papiro con un nombre y una dirección.
Chimar: -Son cien por la capa muchacho y seiscientos por el collar, ni medio aero más, ni medio menos. Lo tomas o lo dejas- dijo el hombre mirando de arriba abajo al chico con cara de muy pocos amigos y analizándole al por menor.
Dejaré el hilo abierto por si quieres rolear alguna otra compra y tu salida.
Geralt: El hombre le miró de arriba abajo y tomó sus medidas hábilmente para luego desaparecer detrás de unas cortinas en su negocio. Al cabo de unos minutos volvió con el pedido -Pruébatela y la ajustaremos, nuestros productos son de excelente calidad maese-. Después de los pasos necesarios y de una forma cordial le hizo saber al brujo que el coste de sus servicios se elevaban a la módica suma de cien aeros
Bio: El mercader observó con atención los pequeños tesoros que el desconocido le había puesto sobre su mesa. Abrió los ojos muy grandes al ver el contenido de los sacos y sonrió con cierta malicia al ver el trueque que el joven pretendía hacerle, pero de la nada apareció una mujer regordeta que por detrás le dio un codazo en la boca del estómago que el dejó tosiendo por un buen tiempo, mientras esto sucedía la dama de colorados cabellos tomó la palabra –Oh mi caballero, pero aquí sobran aeros… ¿no le interesaría nada más de nuestra humilde tienda?- preguntó, tomando rápidamente los sacos para guardarlos bajo llave en un pesado cofre.
A cambio le entregó doscientos ochenta aeros junto con una suave bolsa que contenía los colgantes en los que el cliente estaba interesado.
Tengo entendido que quieres algo más, por lo que esperaré tu respuesta junto a la de Chimar
Niniel: Dado que eres la única que ha decidido volver como una buena elfa y la naturaleza manda, recibes como una atención un [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] para que puedas volver con más seguridad a tu destino. Haciendo click en el subrayado verás su uso. Tiene tres usos y on rol y deberás registrarlo en el registro de objetos master.
Thorn
Master
Master
Cantidad de envíos : : 999
Nivel de PJ : : 0
Re: El barco varado [cierre de evento]
“¿Eso es todo? Hmm… extraña elección de palabras palabras. Aquella mujer no se veía muy complacida, más bien parecía haber cumplido con lo que se había propuesto.”
- ¿Uh? ¡Tch!.- retrocedí sorprendido ante el brusco cambio de iluminación, al punto que casi caigo por la borda del barco al que había sido transportado luego de tocar aquella misteriosa botella. Mientras me adaptaba al cambio, sentí que no era el único en aquella situación. “Ahora todo tiene sentido. Malditos brujos… maldita bruja…” estaba seguro de que había sido obra de ellos. Había tenido sueños realistas antes, pero el sonido del mar y la brisa abofeteándome en la cara era demasiado real para ser un sueño.
De pronto el sueño decidió convertirse en pesadilla, cuando un hombre armado con una espada corta y vestido como pirata decidió que sería un buen día para asaltarme. “¿Piratas otra vez? No hay problema, es solo uno.” pensé, mientras llevaba mi mano lentamente a mi espada, cosa que solo quedó en intención cuando cuatro más aparecieron de la nada. - Tranquilos, vengo en son de paz.- dije sonriente levantando ambas manos, aún sosteniendo la botella. - Llévenme con su líder.- demandé, cosa que sorpresivamente obedecieron.
Una vez allí, noté que no era el único que había decidido cambiar de carrera a polizón de barcos pirata. “Tal vez si unimos fuerzas… no… no funcionará… tampoco sé quiénes son estos tipos…” desistí, mientras ambas personas que parecían estar a cargo desenfundaban sus armas. Cuál de los dos más raros… uno muy bien vestido con cara de vampiro y un mal peinado, y el otro esa capucha… ¿Franco?. “Esto podría no terminar bien.” pensé mientras empuñaba la mano.
Luego de que aquella bruja de cabellos grises, la única persona semi-conocida aparte del heterocromo, mostrara su botella, calmando las aguas y preguntando cómo salir de acá, decidí tomar la oferta del capitán y explorar el barco. Había oído hablar de navíos mercantes, pero esto era ridículo. Tiendas sobre el barco, en cada rincón. Incluso tenían una mala copia del sujeto del mercado negro. Los productos parecían ser de la misma calidad que en las tiendas de las ciudades. “¿Cuánta influencia tienen estos hombres?” me pregunté, pero lamentablemente no parecía que sería el momento de encontrar demasiadas respuestas.
No tenía ganas de comprar nada, ¿acaso alguien la tendría? Habíamos sido secuestrados a un barco, debido a un extraño hechizo, amenazados y luego invitados a comprar cosas. Si esto no era la estrategia de venta más brillante de la historia, entonces no sabía lo que era. Volví donde Franco y me acerqué a él natural pero cautelosamente. - Nos volvemos a encontrar.- dije con seriedad. - No sé si todo esto fue tan cuidadosamente planeado como parece, pero si no lo fue, y aquella mujer no trabaja para ti, ¿cuánto me das por esto?.- dije sacando el collar de perla que había recibido en aquél cofre. - Pero si lo fue y no te sirve, entonces se lo venderé a aquel tipo.- apunté a un comerciante al azar. Desconocía el valor de aquella piedra, pero si valía algo, sabía que él no dejaría pasar la oportunidad y pagaría bien por aquello.
- ¿Uh? ¡Tch!.- retrocedí sorprendido ante el brusco cambio de iluminación, al punto que casi caigo por la borda del barco al que había sido transportado luego de tocar aquella misteriosa botella. Mientras me adaptaba al cambio, sentí que no era el único en aquella situación. “Ahora todo tiene sentido. Malditos brujos… maldita bruja…” estaba seguro de que había sido obra de ellos. Había tenido sueños realistas antes, pero el sonido del mar y la brisa abofeteándome en la cara era demasiado real para ser un sueño.
De pronto el sueño decidió convertirse en pesadilla, cuando un hombre armado con una espada corta y vestido como pirata decidió que sería un buen día para asaltarme. “¿Piratas otra vez? No hay problema, es solo uno.” pensé, mientras llevaba mi mano lentamente a mi espada, cosa que solo quedó en intención cuando cuatro más aparecieron de la nada. - Tranquilos, vengo en son de paz.- dije sonriente levantando ambas manos, aún sosteniendo la botella. - Llévenme con su líder.- demandé, cosa que sorpresivamente obedecieron.
Una vez allí, noté que no era el único que había decidido cambiar de carrera a polizón de barcos pirata. “Tal vez si unimos fuerzas… no… no funcionará… tampoco sé quiénes son estos tipos…” desistí, mientras ambas personas que parecían estar a cargo desenfundaban sus armas. Cuál de los dos más raros… uno muy bien vestido con cara de vampiro y un mal peinado, y el otro esa capucha… ¿Franco?. “Esto podría no terminar bien.” pensé mientras empuñaba la mano.
Luego de que aquella bruja de cabellos grises, la única persona semi-conocida aparte del heterocromo, mostrara su botella, calmando las aguas y preguntando cómo salir de acá, decidí tomar la oferta del capitán y explorar el barco. Había oído hablar de navíos mercantes, pero esto era ridículo. Tiendas sobre el barco, en cada rincón. Incluso tenían una mala copia del sujeto del mercado negro. Los productos parecían ser de la misma calidad que en las tiendas de las ciudades. “¿Cuánta influencia tienen estos hombres?” me pregunté, pero lamentablemente no parecía que sería el momento de encontrar demasiadas respuestas.
No tenía ganas de comprar nada, ¿acaso alguien la tendría? Habíamos sido secuestrados a un barco, debido a un extraño hechizo, amenazados y luego invitados a comprar cosas. Si esto no era la estrategia de venta más brillante de la historia, entonces no sabía lo que era. Volví donde Franco y me acerqué a él natural pero cautelosamente. - Nos volvemos a encontrar.- dije con seriedad. - No sé si todo esto fue tan cuidadosamente planeado como parece, pero si no lo fue, y aquella mujer no trabaja para ti, ¿cuánto me das por esto?.- dije sacando el collar de perla que había recibido en aquél cofre. - Pero si lo fue y no te sirve, entonces se lo venderé a aquel tipo.- apunté a un comerciante al azar. Desconocía el valor de aquella piedra, pero si valía algo, sabía que él no dejaría pasar la oportunidad y pagaría bien por aquello.
Kuzu
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 139
Nivel de PJ : : 1
Re: El barco varado [cierre de evento]
El pequeño no pudo evitar poner los ojos como platos al escuchar la cantidad de dinero, sonrió tontamente mientras aceptaba el trato, hasta ese momento llego su fachada de comprador experimentado, tenía bastante dinero gracias a un trabajo realizado con mucha anterioridad en Lunargenta y si a esto le sumamos las ganancias actuales el chico esta flotando en aeros, cierta sensación comenzó a surgir de su cuerpo, quería por primera vez en mucho tiempo gastar.
Paso la siguiente hora dando vueltas por los puestos, tomando nota de que le gustaría llevarse con él, de estar Demian y ratita ya abrían robado medio barco pero en solitario no se siente muy confiado, especialmente por las condiciones de su posición, decidió darle uso a su nueva capa llena de bolsillos, hasta ahora se las ha arreglado con poco equipo pero a medida que evolucionan las situaciones es bueno tener cierta ventaja sobre el destino.
Como si fuera un niño en una juguetería comenzó a deshacerse del dinero, los artículos previamente vistos fueron comprados y poco a poco el joven lleno su cinturón con una serie de pociones para situaciones diversas, también guardo varias cosas en los compartimientos de su capa, distribuyo todo para que no se viera atestado manteniendo de esta forma la armonía, vale destacar que se aseguro de dejar buen espacio en la prenda para futuros robos.
La voz se corrió y muchos mercaderes invitaban al pequeño inventor a sus puestos para sacar un pedazo del pastel también, es posible que Chimar haya comprado al menos un artículo a cada vendedor incluyendo el licántropo de las armaduras ligeras, reservo su último esfuerzo para adquirir cierta reliquia mágica del mercader hechicero, un bonito colgante que según su dueño ahuyentaba a las bestias, miro la bolsa de dinero y noto que ya había agotado casi todo el suministro, así es como se van los aeros de varias semanas en media hora.
Pese a su nuevo estado de “pobreza” el chico mantenía una gran sonrisa en el rostro, estaba lleno de muchas cosas útiles para futuras aventuras, ahora solo quedaba salir de esa playa cristalina, medito su paso a seguir mientras ajustaba los porta virotes en zonas puntuales del cuerpo, tendrá que modificar la forma del proyectil para que funcionen en su ballesta mecánica pero eso toma menos de veinte minutos, se le ocurre una idea por lo que sube al puente dispuesto a entablar conversación con el capitán.
Acabo de gastar más de mil aeros en tu barco… no se tu pero creo que me gane un pasaje de vuelta ¿no te parece?
Le dijo con cierta malicia, los cálculos no fallan y la suma es cierta, aquel sobrevuelo en la cubierta confirma su historia, se le queda mirando con una leve sonrisa mientras espera la respuesta, ya viene siendo tiempo de volver a Lunargenta y no hay mejor forma de hacerlo que siguiendo el modo anterior, no le molesta caminar pero debe hacer cosas en su área rápido, Demian y ratita no pueden encargarse de la ratonera solos.
Paso la siguiente hora dando vueltas por los puestos, tomando nota de que le gustaría llevarse con él, de estar Demian y ratita ya abrían robado medio barco pero en solitario no se siente muy confiado, especialmente por las condiciones de su posición, decidió darle uso a su nueva capa llena de bolsillos, hasta ahora se las ha arreglado con poco equipo pero a medida que evolucionan las situaciones es bueno tener cierta ventaja sobre el destino.
Como si fuera un niño en una juguetería comenzó a deshacerse del dinero, los artículos previamente vistos fueron comprados y poco a poco el joven lleno su cinturón con una serie de pociones para situaciones diversas, también guardo varias cosas en los compartimientos de su capa, distribuyo todo para que no se viera atestado manteniendo de esta forma la armonía, vale destacar que se aseguro de dejar buen espacio en la prenda para futuros robos.
La voz se corrió y muchos mercaderes invitaban al pequeño inventor a sus puestos para sacar un pedazo del pastel también, es posible que Chimar haya comprado al menos un artículo a cada vendedor incluyendo el licántropo de las armaduras ligeras, reservo su último esfuerzo para adquirir cierta reliquia mágica del mercader hechicero, un bonito colgante que según su dueño ahuyentaba a las bestias, miro la bolsa de dinero y noto que ya había agotado casi todo el suministro, así es como se van los aeros de varias semanas en media hora.
Pese a su nuevo estado de “pobreza” el chico mantenía una gran sonrisa en el rostro, estaba lleno de muchas cosas útiles para futuras aventuras, ahora solo quedaba salir de esa playa cristalina, medito su paso a seguir mientras ajustaba los porta virotes en zonas puntuales del cuerpo, tendrá que modificar la forma del proyectil para que funcionen en su ballesta mecánica pero eso toma menos de veinte minutos, se le ocurre una idea por lo que sube al puente dispuesto a entablar conversación con el capitán.
Acabo de gastar más de mil aeros en tu barco… no se tu pero creo que me gane un pasaje de vuelta ¿no te parece?
Le dijo con cierta malicia, los cálculos no fallan y la suma es cierta, aquel sobrevuelo en la cubierta confirma su historia, se le queda mirando con una leve sonrisa mientras espera la respuesta, ya viene siendo tiempo de volver a Lunargenta y no hay mejor forma de hacerlo que siguiendo el modo anterior, no le molesta caminar pero debe hacer cosas en su área rápido, Demian y ratita no pueden encargarse de la ratonera solos.
- Compras:
Carcaj con 75 virotes x2: 150 aeros
Capa con capucha con multibolsillos: 100 aeros
Bombas de humo x3: 120
Cicatrización sin marcas x 2: 140
Antídotos x2: 140
Antifebril x5: 75
Antídoto para venenos leves a moderados x 3: 150
Armadura sencilla de tela y cuero: 150 aeros
Colgante cegador de bestias: 170
1250 - 1195 = 55
Invitado
Invitado
Invitado
Re: El barco varado [cierre de evento]
La cara del vendedor me asustó por unos instantes, sentí que me saltaría encima para arrancarme de las manos las cosas que le ofrecía, pero otra mujer consiguió romper la tensión del momento y me ofreció algunos aeros de cambios y una suave bolsa donde antes la vi guardar el par de reliquias, apreté la pequeña y suave bolsa para asegurarme que efectivamente la mercancía estaba dentro y no había sido un juego de manos rápidas, observé un rato el amuleto que sin duda llamaba mi atención, pero sería en otro momento, por ahora debía encontrar la forma de salir de ese lugar, aunque caminaba bajo los toldos de las tiendas, el calor del sol comenzaba a hacer su efecto y mi piel no lo estaba disfrutando - Gracias - Le dije a la mujer que parecía haber ganado la lotería con la mercancía que le había entregado, seguro la daría mejor uso que el que yo podría haberle dado, me dirigí de prisa hacia la puerta más cercana que me permitiera dejar la cubierta del barco... Y el oso detrás de mí; para mi sorpresa, en la parte baja, había otro tipo de vendedores, bastante misteriosos y sin lugar a dudas, más tramposos, ante la desconfianza que me generaban preferí aislarme en un rincón... Y el oso detrás de mí - Deja de seguirme - Le ordené al oso, pero fue en vano, era como si le hablara a la pared, así que dejé de intentarlo y me dejé caer sentado al suelo del barco al menos hasta que cayera la noche mientras que el oso, se quedó frente a mí, gruñendo a cualquiera que se acercara, finalmente, al caer la noche, volví a salir a la cubierta, algo extraño sucedía con el barco, aunque no alcanzaba a entender lo que era, algo me decía que no era buena idea quedarme ahí, corrí como pude hasta estribor donde antes había visto las cuerdas de lo que seguramente era un bote salvavidas, en efecto, así era, el oso, también había corrido detrás de mí, sin dejarme ni por un segundo - Aquí nos despedimos, oso - Le dije mientras colocaba mis dedos índice y medio, pegados a mi frente y los separaba en señal de despedida, bajé por la cuerda hasta el bote con mucha gracia y justo cuando me decidía a cortar las cuerdas para robar el bote, escuché un gruñido que se acercaba velozmente, apenas alcancé a mirar hacia arriba y no me dio tiempo de nada más, el oso se había lanzado tras de mí, aplastándome y haciendo pedazos el pequeño bote, demás está decir que varios de mis huesos seguro acabaron rotos y al estar casi completamente aturdido, perdí la movilidad de mi cuerpo, apenas pude sentir la fuerte mandíbula del oso tomar mi camisa y arrastrarme nadando hacia la orilla de la playa.
Logré reaccionar unos minutos más tarde, el oso, a intervalos de tiempo lamía mi cara para hacerme despertar, luego me ponía una pata en el pecho y me movía con cuidado para luego volver a lamerme, sabía que había pasado tiempo por la cantidad de baba de oso que tenía en mi rostro, apenas pude reaccionar me registré en busca de mis reliquias, afortunadamente estaban aún en mi pantalón, intenté levantarme aunque me dolían varias partes de mi cuerpo, el oso, aunque me costaba admitirlo, me había salvado la vida, de un accidente que él mismo había causado, pero a fin de cuentas, me pareció un buen gesto, ahora no podría simplemente dejarlo ahí, perdido y solo, así que decidí llevarlo conmigo, sería el comienzo de un nuevo viaje con un nuevo compañero.
Logré reaccionar unos minutos más tarde, el oso, a intervalos de tiempo lamía mi cara para hacerme despertar, luego me ponía una pata en el pecho y me movía con cuidado para luego volver a lamerme, sabía que había pasado tiempo por la cantidad de baba de oso que tenía en mi rostro, apenas pude reaccionar me registré en busca de mis reliquias, afortunadamente estaban aún en mi pantalón, intenté levantarme aunque me dolían varias partes de mi cuerpo, el oso, aunque me costaba admitirlo, me había salvado la vida, de un accidente que él mismo había causado, pero a fin de cuentas, me pareció un buen gesto, ahora no podría simplemente dejarlo ahí, perdido y solo, así que decidí llevarlo conmigo, sería el comienzo de un nuevo viaje con un nuevo compañero.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: El barco varado [cierre de evento]
Kuzu: Franco volvió a cubrirse su rostro, no sin antes mostrarle una sonrisa colmilluda al humano. -Diría que es una casualidad, pero… nunca se sabe- pronunció a modo de saludo. Se volvió completamente hacia el mercenario y analizó minuciosamente con la vista el objeto que le ofrecía. -Tan directo como siempre, pero cada vez menos filántropo- le contestó con mucha tranquilidad. -Esto no vale más de seiscientos aeros aquí o allá o más allá. Pero sabes muy bien que hacer negocios con Franco siempre es beneficioso, ¿no?- ese último comentario sonó con un tono ciertamente distinto al que había usado antes. -Lo tomas o lo dejas- y sin más comenzó a darse la vuelta para volver a sus asuntos.
Chimar: -Estos clientes ya no están interesados en los viajes y las aventuras… ni siquiera los niños piensan en los beneficios de andar… por eso las viejas se están poniendo gordas en las ciudades…- respondió el capitán más para algunos de los que formaban su séquito que para el mismo chico. -Está bien pequeño negociante, aunque lo cierto es que estos artilugios se me han ido acabando. Por aquí tengo una de esas cosas que puede dejarte en las afueras de la ciudad, en donde podrás pedir un upelero que te lleve hasta donde necesites en la ciudad. Lo que me falta es que además de pir…- el hombre carraspeó un poco y continuó -además de comerciante, comiencen a hacerse rumores que además secuestro críos. La granja de upeleros le pertenece a mi amigo Friedrich, cuando le muestres este caracol él lo entenderá y te escoltará. - Sin más le tendió una caracola que al tocarla, instantáneamente llevaría al chico a una bien cuidada granja rodeada de árboles y verde, con sendos corrales donde se encontraban encerrados varias de aquellas dóciles aves.
Bio: Una salida interesante sin dudas. No olvides registrar al oso en las fichas de pnj.
Chimar: -Estos clientes ya no están interesados en los viajes y las aventuras… ni siquiera los niños piensan en los beneficios de andar… por eso las viejas se están poniendo gordas en las ciudades…- respondió el capitán más para algunos de los que formaban su séquito que para el mismo chico. -Está bien pequeño negociante, aunque lo cierto es que estos artilugios se me han ido acabando. Por aquí tengo una de esas cosas que puede dejarte en las afueras de la ciudad, en donde podrás pedir un upelero que te lleve hasta donde necesites en la ciudad. Lo que me falta es que además de pir…- el hombre carraspeó un poco y continuó -además de comerciante, comiencen a hacerse rumores que además secuestro críos. La granja de upeleros le pertenece a mi amigo Friedrich, cuando le muestres este caracol él lo entenderá y te escoltará. - Sin más le tendió una caracola que al tocarla, instantáneamente llevaría al chico a una bien cuidada granja rodeada de árboles y verde, con sendos corrales donde se encontraban encerrados varias de aquellas dóciles aves.
Bio: Una salida interesante sin dudas. No olvides registrar al oso en las fichas de pnj.
Thorn
Master
Master
Cantidad de envíos : : 999
Nivel de PJ : : 0
Re: El barco varado [cierre de evento]
- Ya sabes, he estado pensando en tener un cambio de vocación, quizás la filantropía no es lo mío.- sonreí. - Pero, ¿acaso un barco lleno de comerciantes necesita de un filántropo? No lo creo.- solté una carcajada. - Me parece un buen trato. De todos modos supuse que aquél tipo no me daría una mejor oferta.- dije mientras recibía los 600 aeros. - Un placer hacer negocios.- finalicé, retirándome del lugar.
Volví a tomar la botella, la cual al parecer había perdido su magia ya, pero que seguía siendo mi salvavidas en este barco y la guardé. Desconocía donde estaba, como volver, y cuanto tiempo había pasado desde que había hablado con aquella mujer. Podría haber robado un bote, pero si Franco estaba involucrado, podría no ser la mejor idea. “Malditos comerciantes.” pensé mientras me dirigía hacia donde estaba el capitán. “Ojala hubiera nacido dragón” envidiaba el poder volar de aquel lugar, pero no, era un simple, común y silvestre humano, incapaz de transportarse sin ayuda. Una vez frente a él, hice una reverencia y comencé a hablar. - Felicitaciones, al parecer ha cumplido muy bien su objetivo, que hasta yo mismo pude hacer negocios acá.- traté de infundir un aura de misterio, o de persona importante y peligrosa. - Supongo que también hay un método para salir de acá, ¿no? La vida en el mar no viene conmigo, me temo.- argumenté, tratando de sacarle información de forma sutil.
Volví a tomar la botella, la cual al parecer había perdido su magia ya, pero que seguía siendo mi salvavidas en este barco y la guardé. Desconocía donde estaba, como volver, y cuanto tiempo había pasado desde que había hablado con aquella mujer. Podría haber robado un bote, pero si Franco estaba involucrado, podría no ser la mejor idea. “Malditos comerciantes.” pensé mientras me dirigía hacia donde estaba el capitán. “Ojala hubiera nacido dragón” envidiaba el poder volar de aquel lugar, pero no, era un simple, común y silvestre humano, incapaz de transportarse sin ayuda. Una vez frente a él, hice una reverencia y comencé a hablar. - Felicitaciones, al parecer ha cumplido muy bien su objetivo, que hasta yo mismo pude hacer negocios acá.- traté de infundir un aura de misterio, o de persona importante y peligrosa. - Supongo que también hay un método para salir de acá, ¿no? La vida en el mar no viene conmigo, me temo.- argumenté, tratando de sacarle información de forma sutil.
Kuzu
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 139
Nivel de PJ : : 1
Re: El barco varado [cierre de evento]
Kuzu: El capitán observó al hombre que se dirigía a él como si se conocieran de años. Por tanto le miró y recontra miró varias veces hasta asegurarse que en efecto era el desconocido al que habían arrastrado sus subordinados hasta su presencia horas antes. -Gracias joven, y en efecto, hay una salida- aceptó el diestro capitán echándose una mano por el pelo para alisarlo. - Y es por tierra- sonrió de medio lado y se asomó a estribor haciendo gesto para que su nuevo conocido se acercase. - Como puede ver estamos varados en la misma playa de los ancestros. Solamente tiene que saltar al agua que no le dará más de la cintura y echar a andar- Sas se dio por bien pagado dando esa información y sin derecho a réplica se dio la media vuelta para continuar con sus asuntos. Sin embargo, una de las mercantes que trabajaba allí le chistó al de los ojos dorados. -Señor ¡señor!- acompañó sus palabras con múltiples gestos. - Mi nombre es Rosita y puedo ofrecerle un pequeño bote para que salga por la promesa de que visitará el mercado de la ciudad y dice que me conoce. Sería una terrible derrota para una de mis enemigas, eso le enseñará…- La actitud sumisa que había mostrado en un principio se disipó prontamente, aunque al terminar su frase, dejó esa faceta de mujer demonio para volver a ser la que era. -Si no le molesta señor…-
Con esto cierro el evento del primero de mayo.
Con esto cierro el evento del primero de mayo.
Gracias por participar.
Thorn
Master
Master
Cantidad de envíos : : 999
Nivel de PJ : : 0
Temas similares
» Barco fantasma [Trabajo]
» [Mision/Trabajo] El barco fantasma [Logan - Artorias]
» Feria de los Horrores [Evento global] [Evento Horrorween]
» [evento] La sal
» [Evento] El coloso.
» [Mision/Trabajo] El barco fantasma [Logan - Artorias]
» Feria de los Horrores [Evento global] [Evento Horrorween]
» [evento] La sal
» [Evento] El coloso.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 23:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 05:53 por Lukas
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Ayer a las 00:33 por Vincent Calhoun
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar 19 Nov 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar 19 Nov 2024, 22:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun 18 Nov 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun 18 Nov 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb 16 Nov 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér 13 Nov 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar 12 Nov 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom 10 Nov 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie 08 Nov 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie 08 Nov 2024, 01:19 por Tyr