Reaparición (Interpretativo, libre)
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Reaparición (Interpretativo, libre)
Se despertó, aunque en un primer momento no lo tenía claro. La cabeza le daba vueltas y no conseguía ver nada mas que oscuridad. El aire estaba cargado, le costaba respirar bien. poco a poco se acostumbró a respirar ese aire, a la vez que sus ojos se iban acostumbrando a la oscuridad. Solo distinguió roca, parecía una cueva, y solo veía dos direcciones. estaba en una especie de túnel, había restos de bigas de madera, las típicas que se usan para evitar un derrumbe en una mina.
Intentó ponerse en pié, pero entré el dolor que sintió en su cuerpo y un leve mareo que desorientó su mente durante un momento volvió a quedarse tumbado, con la espalda en el suelo. Entonces vió un agujero en lo que debería haber sido el techo. al parecer había caído, aunque no lograba recordar nada.
Respiró profundamente antes de intentar levantarse de nuevo. Se incorporó y fue levantándose lentamente. Se notaba sin fuerzas, como si no hubiese comido en mucho tiempo, y tenía el pelo extrañamente largo, le llegaba casi a media espalda, como si hubiese estado meses sin cortárselo. No entendía nada, y lo único que lograba recordar era su nombre y que él era un dragón. Registró sus ropas, pero solo encontró una espada corta de un solo filo, de estilo oriental, y unos kunais. Nada que le indicara un camino a seguir.
Sin nada para orientarse, intentó transformarse, quería ver el lugar del que había caído. Algo le impedía transformarse, aún así siguió intentándolo un par de veces antes de darse por vencido. Sin demasiadas ganas de abandonar el lugar con la poca información que tenía empezó a andar, a algún lugar llegaría, y si tenía suerte podría encontrarse con alguien que le reconociera.
Al poco rato de andar, oyó ruidos por el lugar, como ecos resonando en el laberinto de túneles que eran aquellas minas. No estaba solo allí, aunque no sabía si aquello debía alegrarle o asustarle. Fuese lo que fuese lo que había allí debía estar preparado para un ataque. Poso su mano sobre la empuñadura de su espada y siguió avanzando.
Tenía que encontrar algo de comida para reponer sus fuerzas o no tendría fuerzas para defenderse de nada.
Kaymi
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
¿Qué significa estar vivo? ¿Qué significa aprovechar los años? ¿Realmente es suficiente leer para conocer? Ésas preguntas resonaban en la cabeza de Athos por la noche al irse al dormir, y mientras se dejaba atrapar por el sueño, tomaba una decisión. "Por la mañana iré más allá del Reino del Norte". No es que ya estuviera harto de Dundarak y el clima de montaña, jamás lo estaría, era sólo que sentía la necesidad de explotar su libertad al máximo mientras la tuviera, conocer con sus propios sentidos todo lo que Aerandir tenía para ofrecerle. Durante cuarenta años estuvo aislado del mundo, y no era justo ni para él ni para la tierra en la que vivía. Después de todo, para honrar una tierra no basta con saber que existe, es necesario explorar.
Con eso en mente, justo en la mañana, hizo una expedición hacia... Cerró los ojos y sintió el viento sobre su piel—. Hacia el Oeste. —Confiaba en la sabiduría de la naturaleza, y si ella iba hacia el Oeste, también él. Tomó una bolsa de víveres y emprendió la caminata. Primero tendría que pasar por el Lago Helado y el Pueblo Abandonado, y su primer destino serían las Minas Oscuras. No estaba totalmente seguro de lo que encontraría, sólo estaba consciente del peligro que correría por las criaturas que ahí pudieran habitar, y seguramente un poco de sal.
En sí llegar no fue un problema, realmente disfrutó del trote que hizo. La desventaja estribaba en que no había salido con un mapa o guía fija, solamente con su instinto y su débil memoria. "Estoy seguro que la entrada a las minas está por aquí". Lo repetía y se lo creía, y casi acertaba. Sí estaba ya en las minas, pero no en el punto de acceso, primero tuvo que rodear un poco. Pero por fin pudo entrar y adentrarse. Justo en el principio se encontró con una antorcha, pero sin un método para encenderla sería inservible. Tuvo un poco de fe y la conservó en caso de que más adelante pudiera emplearla.
En uno de los pasos que hizo, accidentalmente golpeó una piedra que rodó y causó un ligero estruendo que se transformó en ecos—. Oops. —Se dijo para sí mismo, sin darle verdadera importancia y continuando. No estaba distraído, o más específicamente, sólo estaba ignorando los detalles del piso con tal de concentrarse en las paredes y el techo, el cual le daba cierta fascinación. Además, debía estar atento a cualquier utensilio que le diera fuego para encender la antorcha.
"¿Cuántos trabajos habrán dependido de esta mina, qué conocimientos habrán obtenido aquí, qué secretos descubrieron en este lugar?"
Con eso en mente, justo en la mañana, hizo una expedición hacia... Cerró los ojos y sintió el viento sobre su piel—. Hacia el Oeste. —Confiaba en la sabiduría de la naturaleza, y si ella iba hacia el Oeste, también él. Tomó una bolsa de víveres y emprendió la caminata. Primero tendría que pasar por el Lago Helado y el Pueblo Abandonado, y su primer destino serían las Minas Oscuras. No estaba totalmente seguro de lo que encontraría, sólo estaba consciente del peligro que correría por las criaturas que ahí pudieran habitar, y seguramente un poco de sal.
En sí llegar no fue un problema, realmente disfrutó del trote que hizo. La desventaja estribaba en que no había salido con un mapa o guía fija, solamente con su instinto y su débil memoria. "Estoy seguro que la entrada a las minas está por aquí". Lo repetía y se lo creía, y casi acertaba. Sí estaba ya en las minas, pero no en el punto de acceso, primero tuvo que rodear un poco. Pero por fin pudo entrar y adentrarse. Justo en el principio se encontró con una antorcha, pero sin un método para encenderla sería inservible. Tuvo un poco de fe y la conservó en caso de que más adelante pudiera emplearla.
En uno de los pasos que hizo, accidentalmente golpeó una piedra que rodó y causó un ligero estruendo que se transformó en ecos—. Oops. —Se dijo para sí mismo, sin darle verdadera importancia y continuando. No estaba distraído, o más específicamente, sólo estaba ignorando los detalles del piso con tal de concentrarse en las paredes y el techo, el cual le daba cierta fascinación. Además, debía estar atento a cualquier utensilio que le diera fuego para encender la antorcha.
"¿Cuántos trabajos habrán dependido de esta mina, qué conocimientos habrán obtenido aquí, qué secretos descubrieron en este lugar?"
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Algiz y yo llevábamos viajando meses y meses sin descanso alguno hacía el Oeste, empezaba a creer que la vida era tan dura como me advirtieron y lo peor de todo era que el dinero se iba agotando. No era el momento de rendirme ahora, si no me había rendido con la muerte de Akira no iba hacerlo ahora.
Akira lo había sido todo para mi y aún me costaba superarlo cada noche cuando me acostaba, pensaba en ella constantemente, había sido la única luz en mi vida.
Uno de los días en los que Algiz y yo caminábamos juntos decimos separarnos y el joven no volvió aparecer. Me jure a mi misma de nuevo que no volvería a confiar en ellos, aunque por mucho que me pesará él me había ayudado mucho dándome protección y me había hecho sentirme segura, era algo que nunca reconocería.
No pude dormir demasiado por culpa de los acontecimientos ocurridos y no paraba de pensar en que estaría haciendo mi familia¡Nunca! No debía volver, ellos me ahogaban eran una piedra en mi camino y por fin era libre para hacer lo que quisiera e ir a donde quisiera.
No se como llegué ni lo recuerdo pero la entrada a las minas estaba allí como una señal. El peligro me llamaba, me atraía. Solo viajaba y por un momento necesitaba descansar aunque fuera un momento y aquel lugar lúgubre y peligroso me llamaba.
Comencé andar hasta que todo se oscureció, se veía más tenue de lo habitual y un sonido retumbo en las paredes- ¿Quiénes os atrevéis andar por aquí?- Dije hablando con muchísima seguridad alzando la cabeza para fijarme en cualquier movimiento. Saque mi daga por si acaso la necesitaba.
Akira lo había sido todo para mi y aún me costaba superarlo cada noche cuando me acostaba, pensaba en ella constantemente, había sido la única luz en mi vida.
Uno de los días en los que Algiz y yo caminábamos juntos decimos separarnos y el joven no volvió aparecer. Me jure a mi misma de nuevo que no volvería a confiar en ellos, aunque por mucho que me pesará él me había ayudado mucho dándome protección y me había hecho sentirme segura, era algo que nunca reconocería.
No pude dormir demasiado por culpa de los acontecimientos ocurridos y no paraba de pensar en que estaría haciendo mi familia¡Nunca! No debía volver, ellos me ahogaban eran una piedra en mi camino y por fin era libre para hacer lo que quisiera e ir a donde quisiera.
No se como llegué ni lo recuerdo pero la entrada a las minas estaba allí como una señal. El peligro me llamaba, me atraía. Solo viajaba y por un momento necesitaba descansar aunque fuera un momento y aquel lugar lúgubre y peligroso me llamaba.
Comencé andar hasta que todo se oscureció, se veía más tenue de lo habitual y un sonido retumbo en las paredes- ¿Quiénes os atrevéis andar por aquí?- Dije hablando con muchísima seguridad alzando la cabeza para fijarme en cualquier movimiento. Saque mi daga por si acaso la necesitaba.
Megara
Experto
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Seguía andando, no hacia mucho que había oído un eco proveniente de algún lado de las minas, aún así seguía sin haber señales de vida por allí. Si no encontraba a alguien, o la salida; seguramente moriría de hambre por allí, eso si no moría antes deshidratado.
Los pies empezaban a quejarse a cada paso que hacía. Tropezó con algo que le hizo perder el equilibrio durante un segundo, aunque se logro mantener en pié. No era una roca, aquello con lo que había tropezado era demasiado blando. Cuando miró al suelo tardo tardó un poco en reconocer su mochila.
Se puso de cuclillas para ver si había algo que pudiese aprovechar. Si realmente era su mochila, debería haber al menos una cantimplora y algo de pan.
La abrió un poco, aunque la cerró al momento al notar el olor que desprendía, si, había comida, pero de hacía meses, y por lo tanto el agua estaría igual. Cada vez entendía menos lo que pasaba allí, no solo había perdido sus recuerdos, si no que ademas parecía que había estado meses inconsciente y seguía con vida. Decidió dejar allí la mochila y seguir andando.
Llegó a lo que parecía una zona de abastecimiento y descanso de la mina, había cinco túneles que llegaban a esa sala sin contar el túnel del que él venía. Seguramente alguno de esos túneles llevaba a la salida, pero no iba a ponerse a comprobarlos todos.
Se sentó a un lado del túnel del que venía y se puso a observarlo todo. Había algunas mesas, cajas con algunas herramientas rotas, y poca cosa más. No había ningún mapa ni ningún cartel que le indicara como salir de allí. Decidió sentarse a esperar a ver si podía deducir algo, o si pasaba algún animal o incluso cambiaba el viento. No quería admitirlo, pero en realidad estaba un pelín desesperanzado.
Se puso su túnica por encima mientras pensaba, al ser negra era posible que si aparecía algún ser peligroso no lo viera, aunque si había algún ser peligroso viviendo por allí le vería igual.
Kaymi
Experto
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Tronó sus dedos e inclinó su cabeza. No exactamente se sentía sorprendido por escuchar una voz ahí, aunque en un principio sí que le parecía muy improbable encontrar a alguien más. Casi irrelevante. El punto era que al no esperar a alguien, se quedó totalmente quieto con esa expresión de... 'sorpresa'. Se quedó pensando un momento qué decir y qué hacer, más importante, analizaba esa voz para intentar clasificarla como hostil o amistosa.
Primero, por supuesto, se dio cuenta que era una mujer, probablemente joven, sin embargo ese tono recio y firme reflejaba... En realidad podrían significar muchas cosas. Imaginaba a una persona cautelosa y segura por un lado, pero al mismo tiempo consideraba que era tímida y desconfiada. "En cualquier caso, he de responder". Tanto para evitar un conflicto futuro como para conocerle, la verdad es que le intrigaba qué clase de persona estaría en las Minas Oscuras.
—Me llamo Athos. —Exclamó con fuerza, con un claro toque de estoicismo—. Lamento haber hecho demasiado ruido. —Aún mantenía un volumen alto, aunque abandonó la esencia de fortaleza, sólo fue un tono ordinario—. Vine aquí por curiosidad, y por esa razón seguiré adelante. De verdad que no represento alguna amenaza. —No se le ocurría decir algo más, creía suficientes sus palabras para tranquilizar a esa alma que le acompaña en ese lugar tan oscuro.
Tal como dijo, continuó su sendero, caminando hacia adelanten y adentrándose más en las tinieblas. Ahora tenía una razón para ser cuidadoso, la presencia de alguien más. No quería hacer más ruido, no uno molesto si eso significaba perturbar a esa dama. Daba pasos con mayor cautela y casi se volvía inaudibles aún para el oído más fino, y redujo su ritmo cardíaco, respirando lentamente. No obstante, su vista dinámica no cesó, aún contemplaba su derredor con ojos minuciosos y una sonrisa extraña, de cierta satisfacción. "¿Quién será, quién será?"
Primero, por supuesto, se dio cuenta que era una mujer, probablemente joven, sin embargo ese tono recio y firme reflejaba... En realidad podrían significar muchas cosas. Imaginaba a una persona cautelosa y segura por un lado, pero al mismo tiempo consideraba que era tímida y desconfiada. "En cualquier caso, he de responder". Tanto para evitar un conflicto futuro como para conocerle, la verdad es que le intrigaba qué clase de persona estaría en las Minas Oscuras.
—Me llamo Athos. —Exclamó con fuerza, con un claro toque de estoicismo—. Lamento haber hecho demasiado ruido. —Aún mantenía un volumen alto, aunque abandonó la esencia de fortaleza, sólo fue un tono ordinario—. Vine aquí por curiosidad, y por esa razón seguiré adelante. De verdad que no represento alguna amenaza. —No se le ocurría decir algo más, creía suficientes sus palabras para tranquilizar a esa alma que le acompaña en ese lugar tan oscuro.
Tal como dijo, continuó su sendero, caminando hacia adelanten y adentrándose más en las tinieblas. Ahora tenía una razón para ser cuidadoso, la presencia de alguien más. No quería hacer más ruido, no uno molesto si eso significaba perturbar a esa dama. Daba pasos con mayor cautela y casi se volvía inaudibles aún para el oído más fino, y redujo su ritmo cardíaco, respirando lentamente. No obstante, su vista dinámica no cesó, aún contemplaba su derredor con ojos minuciosos y una sonrisa extraña, de cierta satisfacción. "¿Quién será, quién será?"
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Empece a creer que era la mina la que había soñado, alguna piedra desprendida de la pared o cualquier otra cosa, no estaba muy segura de lo que podía ser, quizás incluso un animal. Di unos pasos silenciosos de nuevo intentando hacer el menor ruido posible pero era muy difícil el manejarme por aquella mina. Me gustaba el ambiente que se respiraba aunque si hubiera estado medio inundada me lo habría pasado mejor.
Tardo demasiado en llegar la voz y para cuando lo hizo no me la esperaba. ¿Más gente en las minas? Por un momento observe las paredes pero parecían llevar años abandonadas o si no lo estaban de seguro que había una segunda entrada en la que trabajaban los mineros no muy lejos de allí.
Resople no me gustaba la compañía, y menos de un varón. Todos creían que era débil, me prometían acompañarme y desaparecían sin excepciones sin tan siquiera despedirse. Me paso una vez y ahora se repetía constantemente, como consecuencia después del primero no había sentido absolutamente nada por ninguno.
Me alivio saber que continuaría su camino, no parecía que fuera atacarme pero podía ser una trampa. Oculte la daga y avance en la oscuridad sin contestar, pues quien fuera no me había hecho ninguna pregunta por lo que deducía que no le interesaba el habla.
Me exaspero dejar de escuchar cualquier sonido e intente ver más en la oscuridad pero era difícil por intentar enfocar mi mirada en lo de más adelante no me di cuenta de que pisaban mis pasos, la zona que pisaba era más blanda de lo habitual pero estaba tan centrada en la desconfianza que no me di cuenta. Al avanzar por allí empece a oír el sonido de un tablón de madera desquebrajandose bajo mis pies.
No tuve tiempo a reaccionar pero conseguí quedarme colgada con los brazos agarrados a los tablones de madera que no se habían roto. Note en mis brazos el dolor de las astillas, ni siquiera había podido gritar y me enorgullecí de ella. No podía agarrarme bien, tenía la daga en una de mis manos y mis piernas se balanceaban peligrosamente.
Clave la daga en la madera y me impulse para intentar salir de aquel agujero pero era más difícil de lo que pensaba y me escurría.
Tardo demasiado en llegar la voz y para cuando lo hizo no me la esperaba. ¿Más gente en las minas? Por un momento observe las paredes pero parecían llevar años abandonadas o si no lo estaban de seguro que había una segunda entrada en la que trabajaban los mineros no muy lejos de allí.
Resople no me gustaba la compañía, y menos de un varón. Todos creían que era débil, me prometían acompañarme y desaparecían sin excepciones sin tan siquiera despedirse. Me paso una vez y ahora se repetía constantemente, como consecuencia después del primero no había sentido absolutamente nada por ninguno.
Me alivio saber que continuaría su camino, no parecía que fuera atacarme pero podía ser una trampa. Oculte la daga y avance en la oscuridad sin contestar, pues quien fuera no me había hecho ninguna pregunta por lo que deducía que no le interesaba el habla.
Me exaspero dejar de escuchar cualquier sonido e intente ver más en la oscuridad pero era difícil por intentar enfocar mi mirada en lo de más adelante no me di cuenta de que pisaban mis pasos, la zona que pisaba era más blanda de lo habitual pero estaba tan centrada en la desconfianza que no me di cuenta. Al avanzar por allí empece a oír el sonido de un tablón de madera desquebrajandose bajo mis pies.
No tuve tiempo a reaccionar pero conseguí quedarme colgada con los brazos agarrados a los tablones de madera que no se habían roto. Note en mis brazos el dolor de las astillas, ni siquiera había podido gritar y me enorgullecí de ella. No podía agarrarme bien, tenía la daga en una de mis manos y mis piernas se balanceaban peligrosamente.
Clave la daga en la madera y me impulse para intentar salir de aquel agujero pero era más difícil de lo que pensaba y me escurría.
Megara
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
La oscuridad de la mina abandonada de los reinos del oeste era temida por todos los viajeros, no solo por ellos, los habitantes de las zonas cercanas habían abandonado todo intento de explorarlas. Cuando la gente tapiaba las entradas, otras nuevas se abrían, y parecía que los infinitos túneles tuvieran cada vez una mayor profundidad y extensión. Con el paso de los años, el agua se había abierto camino por algunas grutas en las rocas, y pequeños riachuelos en las vías utilizadas antaño por los mineros humanos hacían evidente el desgaste de aquél lugar, que parecía no derrumbarse por gracia divina.
Nadie sabía con exactitud qué había llevado a los colonos humanos abandonar su búsqueda de oro y sal de las minas, pero en algunos de los pasillos que llevaban a los abismos más oscuros de la mina, reposaban las calaveras de antiguos trabajadores y aventureros que se habían perdido o habían sido encontrados por los seres que habitaban ese ecosistema. Entre la penumbra, las dos únicas luces que se podían visualizar era en los túneles que servían para entrar y salir por un lado, y la sala central por otro, en la cual irradiaba la única luz del exterior debido a que la parte superior de la mina se había ido erosionando y desgastando.
Las minas no eran solo habitadas por las cucarachas y demás alimañas de la noche como los murciélagos, seres desconocidos habitaban las profundidades. Sería testigo de aquello Megara en el momento que de las profundidades surgían unos aullidos agudos y fuertes mientras sus pies colgaban, deseosos de que una presa cayera a los túneles inferiores. Por otro lado, la luz solar de la sala central parecía otorgar al hombre solitario un momento de paz y tranquilidad ya que ahuyentaba de la caverna todo ser que gozara de las sombras.
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Quiero ver como reaccionan vuestros personajes a medida que se adentren ( o se alejen ) de la mina. Recordad que todo está oscuro, por lo que no tener una fuente de luz conllevará consecuencias a nuestros exploradores. Megara y Athos tienen como fuente de luz la salida del túnel por el que han entrado, pero cuanto más os adentréis más oscuro será hasta que vislumbréis la sala central. Kaymi dispone de luz solar en la sala central por poco tiempo y será la única luz que veréis si decidís adentraros más.
Aclaro que al ser interpretativo, vuestros personajes no corren ningún peligro, por ahora.
Nadie sabía con exactitud qué había llevado a los colonos humanos abandonar su búsqueda de oro y sal de las minas, pero en algunos de los pasillos que llevaban a los abismos más oscuros de la mina, reposaban las calaveras de antiguos trabajadores y aventureros que se habían perdido o habían sido encontrados por los seres que habitaban ese ecosistema. Entre la penumbra, las dos únicas luces que se podían visualizar era en los túneles que servían para entrar y salir por un lado, y la sala central por otro, en la cual irradiaba la única luz del exterior debido a que la parte superior de la mina se había ido erosionando y desgastando.
Las minas no eran solo habitadas por las cucarachas y demás alimañas de la noche como los murciélagos, seres desconocidos habitaban las profundidades. Sería testigo de aquello Megara en el momento que de las profundidades surgían unos aullidos agudos y fuertes mientras sus pies colgaban, deseosos de que una presa cayera a los túneles inferiores. Por otro lado, la luz solar de la sala central parecía otorgar al hombre solitario un momento de paz y tranquilidad ya que ahuyentaba de la caverna todo ser que gozara de las sombras.
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Quiero ver como reaccionan vuestros personajes a medida que se adentren ( o se alejen ) de la mina. Recordad que todo está oscuro, por lo que no tener una fuente de luz conllevará consecuencias a nuestros exploradores. Megara y Athos tienen como fuente de luz la salida del túnel por el que han entrado, pero cuanto más os adentréis más oscuro será hasta que vislumbréis la sala central. Kaymi dispone de luz solar en la sala central por poco tiempo y será la única luz que veréis si decidís adentraros más.
Aclaro que al ser interpretativo, vuestros personajes no corren ningún peligro, por ahora.
Ger
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Tras un rato sentado, por uno de los túneles llegó otro eco, aunque esta vez parecían voces. No pudo entender demasiado bien lo que decía, pero por el tono no parecía buscar pelea. Intento averiguar de qué túnel procedía, pero no consiguió concertarlo. Tendría que estar más atento por si escuchaba algo más.
Sin nada más que hacer, se levantó y grabó una cruz con uno de sus kunai en la pared del túnel del que venía. Con poco mas que hacer en mente se puso a dar vueltas por la sala atento a cualquier sonido, mientras buscaba de nuevo algo que pudiera ayudarle a encontrar la salida.
Había poco más que piedras y maderas rotas, alguna que otra herramienta oxidada y algunas velas gastadas, aunque seguramente debería haber algunas que se pudiesen usar.
Vio también un martillo bastante grande, posiblemente el que usaban para encajar las vigas de madera en loas paredes y clavar las vías de metal en el suelo. Pero seguía sin encontrar nada que le fuese útil.
Kaymi
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Hubo silencio. No un silencio total, se escuchaban vagas vibraciones sin significado. Bien podían ser piedritas cayendo o pisadas descuidadas. No, el silencio era de ese que sea hace antes de que algo malo sucediera. Un silencio inquietante, como si el universo mismo se paralizara al ver una horrible bestia; o el silencio que se hace al ver la tragedia de un ángel perdiendo contra un demonio. Ese silencio turbio, escalofriante, siniestro que te hace gritar por dentro sin ser capaz de articular sonido alguno. "Alguien diga algo".
Y se rompió la quietud. No de la mejor forma, aunque quizá tampoco de la peor manera. Athos interpretó el estruendo —aunque diminuto, estruendo igual— como si se tratase de madera colapsando, seguido de un extraño y largo soplido. Quizá una ráfaga de viento que recorría recio los túneles. Por un instante imaginó algo atroz, alguien lesionado y en peligro, mas meditó un poco sobre esa posibilidad. "O pasó algo muy malo o muy bueno". El reflejo natural es dar un grito al tropezar o caer, mas no había escuchado ni rastro de alguna voz sufriendo; por otro lado, ¿y si el impacto fue tan potente que no dio lugar a gemidos?
"Suposiciones que a nada me llevan. He de actuar". No se quedaría de brazos cruzados mientras alguien estuviera en alguna contingencia. Preferiría tender su mano para ayudar a la nada que tener en su consciencia la muerte de alguien que pudo asistir. Firme con su decisión, procedería de la siguiente forma.
—¿Todo bien? —Volvió a exclamar, tanto con fuerza para que fuese escuchado como también con cierta preocupación—. ¡Si está en apuros puedo ayudarle! Sólo diga algo para poder encontrarle. —Lo más probable era que aquella dama fue la causante de ese alboroto, aunque nada lo aseguraba realmente. Sea como sea, iba en dirección —o creía hacerlo— hacia ella, siguiendo su débil recuerdo de las palabras que había lanzado. Avanzaba con más velocidad, manteniendo el paso de la caminata, despreocupándose de los alrededores y sólo procurando no pisar algo que pudiera comprometer su situación. Sería ridículo ir a ayudar y terminar necesitando ayuda.
Y se rompió la quietud. No de la mejor forma, aunque quizá tampoco de la peor manera. Athos interpretó el estruendo —aunque diminuto, estruendo igual— como si se tratase de madera colapsando, seguido de un extraño y largo soplido. Quizá una ráfaga de viento que recorría recio los túneles. Por un instante imaginó algo atroz, alguien lesionado y en peligro, mas meditó un poco sobre esa posibilidad. "O pasó algo muy malo o muy bueno". El reflejo natural es dar un grito al tropezar o caer, mas no había escuchado ni rastro de alguna voz sufriendo; por otro lado, ¿y si el impacto fue tan potente que no dio lugar a gemidos?
"Suposiciones que a nada me llevan. He de actuar". No se quedaría de brazos cruzados mientras alguien estuviera en alguna contingencia. Preferiría tender su mano para ayudar a la nada que tener en su consciencia la muerte de alguien que pudo asistir. Firme con su decisión, procedería de la siguiente forma.
—¿Todo bien? —Volvió a exclamar, tanto con fuerza para que fuese escuchado como también con cierta preocupación—. ¡Si está en apuros puedo ayudarle! Sólo diga algo para poder encontrarle. —Lo más probable era que aquella dama fue la causante de ese alboroto, aunque nada lo aseguraba realmente. Sea como sea, iba en dirección —o creía hacerlo— hacia ella, siguiendo su débil recuerdo de las palabras que había lanzado. Avanzaba con más velocidad, manteniendo el paso de la caminata, despreocupándose de los alrededores y sólo procurando no pisar algo que pudiera comprometer su situación. Sería ridículo ir a ayudar y terminar necesitando ayuda.
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Las piernas seguían balanceándose por mucho que intentara mantenerlas quietas o paralizadas y lo único que me ayudaba a no caerme era que mis manos estaban fuertemente agarradas a las dagas. Presione mis ojos al notar mis brazos astillas y volví a impulsarme para salir. Una voz me distrajo de mi tarea y volví al mismo sitio sin ningún tipo de éxito. Mi fuerza iba menguando por momentos y me encontraba ante una difícil situación.
Estaba claro que pronto caería aunque me negaba a verlo en ese momento pero era muy orgullosa para pedir ayuda, debía salir por mi misma. Por otra parte si no decía nada quizá me buscarían ya que significaba que podía estar gravemente herida y si decía algo lo notaría en mi timbre de la voz. Hiciera lo que hiciera si era legal daría la vuelta hasta mi...esperaba que no lo fuera. A pesar de la situación y de la fuerza que seguía haciendo logre calmarme. Decidí dar una respuesta simple que le hiciera ver que estaba bien.
-Si.- Mi tono de voz no sonó al habitual y deduje que se daría cuenta por que ya me había oído hablar.
Me jugaría la vida en un último impulso y si no funcionaba dejaría todo al azar. La suerte no estuvo de mi lado y a pesar de la fuerza en ese impulso volví a la misma situación. Me mantuve allí notando como mis fuerzas flaqueaban y recordando todas las palabras de Soko. Aún así había merecido la pena ver el mundo y sentirlo de aquella manera pero me arrepentía de morir así, se me ocurrían mil maneras mejor para hacerlo. Una lágrima se deslizo por mi mejilla.¡No! La muerte no vería ni una lágrima más. Cerré los ojos notando como mis fuerzas empezaban a fallarme.
Estaba claro que pronto caería aunque me negaba a verlo en ese momento pero era muy orgullosa para pedir ayuda, debía salir por mi misma. Por otra parte si no decía nada quizá me buscarían ya que significaba que podía estar gravemente herida y si decía algo lo notaría en mi timbre de la voz. Hiciera lo que hiciera si era legal daría la vuelta hasta mi...esperaba que no lo fuera. A pesar de la situación y de la fuerza que seguía haciendo logre calmarme. Decidí dar una respuesta simple que le hiciera ver que estaba bien.
-Si.- Mi tono de voz no sonó al habitual y deduje que se daría cuenta por que ya me había oído hablar.
Me jugaría la vida en un último impulso y si no funcionaba dejaría todo al azar. La suerte no estuvo de mi lado y a pesar de la fuerza en ese impulso volví a la misma situación. Me mantuve allí notando como mis fuerzas flaqueaban y recordando todas las palabras de Soko. Aún así había merecido la pena ver el mundo y sentirlo de aquella manera pero me arrepentía de morir así, se me ocurrían mil maneras mejor para hacerlo. Una lágrima se deslizo por mi mejilla.¡No! La muerte no vería ni una lágrima más. Cerré los ojos notando como mis fuerzas empezaban a fallarme.
Megara
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
OFF: Me duele un poco la rodilla, y mi médico recomendó que no ande saltando cosas así e.e Pero sólo por esta vez, haré la excepción.
—¿Sí? —Repitió algo confundido, sorprendido por lo que escuchaba. Había muchas cosas que se podían responder, algo que fuese más contundente y liberador de dudas. Pero ese monosílabo poco hacía, sólo una cosa le garantizaba a Athos, que la persona en peligro era mujer. "Y lo más probable es que sea la misma persona de hace un momento". Si ya de por sí era improbable que alguien más estuviera con él, aún más que se tratara de otra dama. Además, bajo un segundo análisis, el estruendo y su voz habían llegado del mismo lugar.
Aunque en un principio estaba solamente inspirado por la curiosidad, ligeramente lleno de preocupación por la damisela en peligro, eso cambió de inmediato. Aullidos se hicieron presentes, largos y perturbadores. Era un aúllo poco natural, como si emanara de un monstruo que no es de ese mundo. Sintió un temblor que le recorría la columna vertebral, llenándolo de dos sentimientos encontrados.
Sentía miedo, pues desconocía a qué se enfrentaba. "No parecen lobos ordinarios". Imaginaba cosas terribles y mucha muerte. Pero también sentía un gran valor, mucha fuerza de voluntad y deseo de rescatar a una persona que definitivamente estaría en peores apuros. "Yo aquí a salvo, mas ella en una batalla que tal vez no pueda librar por sí sola". Debía hacer algo, era su deber como dragón usar su fuerza para ayudar al prójimo y al desconocido. Estaba decidido.
Perdió un poco de cuidado, aun tratando de mantenerlo, aunque dándole importancia a la velocidad. Corrió, no con gran rapidez, pero corría dando grandes zancadas y pisando con fuerza para no tropezar o resbalar con algo. Quería gritar algo, darle un aviso a la joven —porque no parecía adulta— que él estaba en camino y que sólo tenía que resistir un poco más. Mas eso podía estropear la coordinación del ya torpe Athos. Guardó silenció y se concentró en lo que hacía, rechazando también las ideas de cómo ayudaría si ni sabía qué sucedía.
Corría mirando el piso, observando dónde pisaba, ligeramente enfocando hacia enfrente para no golpearse contra una pared o una viga baja. Y en una de las miradas que dio notó una anomalía, justo la que buscaba. Había un agujero a penas visible, pero claramente resaltaba en la oscuridad por la manera en que las siluetas destrozadas daban un relieve distinto. Creyó que había llegado, así que frenó a la orilla de éste y casi de inmediato notó unas manos sosteniéndose a brillantes filos.
—Aquí estoy. —Dijo en cuanto la notó. O mejor dicho, 'notó'. Es decir, él sabía que estaba ahí, sin embargo no veía bien su rostro o algo más, sólo comprendía que ocupaba ayuda. Puso una rodilla en el piso y extendió su brazo para sujetar a la chica—. Suelte esas dagas y aférrese a mí.
Aquellas bestias que Athos se negaba a distinguir seguían exclamando bramidos y gruñían, como maldiciendo o tramando algo.
—Pronto. —Apretó fuerte el antebrazo que había prensado para elevar a la mujer, con la idea de usar sus piernas y otro brazo para hacer más fuerza y ascender, mas todo sería inútil si no cedía a su agarre.
—¿Sí? —Repitió algo confundido, sorprendido por lo que escuchaba. Había muchas cosas que se podían responder, algo que fuese más contundente y liberador de dudas. Pero ese monosílabo poco hacía, sólo una cosa le garantizaba a Athos, que la persona en peligro era mujer. "Y lo más probable es que sea la misma persona de hace un momento". Si ya de por sí era improbable que alguien más estuviera con él, aún más que se tratara de otra dama. Además, bajo un segundo análisis, el estruendo y su voz habían llegado del mismo lugar.
Aunque en un principio estaba solamente inspirado por la curiosidad, ligeramente lleno de preocupación por la damisela en peligro, eso cambió de inmediato. Aullidos se hicieron presentes, largos y perturbadores. Era un aúllo poco natural, como si emanara de un monstruo que no es de ese mundo. Sintió un temblor que le recorría la columna vertebral, llenándolo de dos sentimientos encontrados.
Sentía miedo, pues desconocía a qué se enfrentaba. "No parecen lobos ordinarios". Imaginaba cosas terribles y mucha muerte. Pero también sentía un gran valor, mucha fuerza de voluntad y deseo de rescatar a una persona que definitivamente estaría en peores apuros. "Yo aquí a salvo, mas ella en una batalla que tal vez no pueda librar por sí sola". Debía hacer algo, era su deber como dragón usar su fuerza para ayudar al prójimo y al desconocido. Estaba decidido.
Perdió un poco de cuidado, aun tratando de mantenerlo, aunque dándole importancia a la velocidad. Corrió, no con gran rapidez, pero corría dando grandes zancadas y pisando con fuerza para no tropezar o resbalar con algo. Quería gritar algo, darle un aviso a la joven —porque no parecía adulta— que él estaba en camino y que sólo tenía que resistir un poco más. Mas eso podía estropear la coordinación del ya torpe Athos. Guardó silenció y se concentró en lo que hacía, rechazando también las ideas de cómo ayudaría si ni sabía qué sucedía.
Corría mirando el piso, observando dónde pisaba, ligeramente enfocando hacia enfrente para no golpearse contra una pared o una viga baja. Y en una de las miradas que dio notó una anomalía, justo la que buscaba. Había un agujero a penas visible, pero claramente resaltaba en la oscuridad por la manera en que las siluetas destrozadas daban un relieve distinto. Creyó que había llegado, así que frenó a la orilla de éste y casi de inmediato notó unas manos sosteniéndose a brillantes filos.
—Aquí estoy. —Dijo en cuanto la notó. O mejor dicho, 'notó'. Es decir, él sabía que estaba ahí, sin embargo no veía bien su rostro o algo más, sólo comprendía que ocupaba ayuda. Puso una rodilla en el piso y extendió su brazo para sujetar a la chica—. Suelte esas dagas y aférrese a mí.
Aquellas bestias que Athos se negaba a distinguir seguían exclamando bramidos y gruñían, como maldiciendo o tramando algo.
—Pronto. —Apretó fuerte el antebrazo que había prensado para elevar a la mujer, con la idea de usar sus piernas y otro brazo para hacer más fuerza y ascender, mas todo sería inútil si no cedía a su agarre.
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Un aullido congelo mi piel que hizo que palideciera. Unos aullidos escalofriantes lo siguieron envolviendo a mi cuerpo en una parálisis sobrenatural. Desgraciadamente lo peor era que los rugidos venían de abajo y si caía... No debía caer.¡ No podía caer! Pero estaba totalmente congelada y se me habían helado cada uno de mis huesos.
Intente impulsar me hacia delante pero fue inútil y toda mi vida paso ante mis ojos como un relámpago. Todo lo que había vivido y lo que había hecho, cada decisión tomada apareció ante mis ojos a una velocidad que me causo vértigo. Empezaba a creer que mi vida iba acabar... Cada acto tiene sus propias consecuencias. Mi orgullo iba acelerar mi muerte, quise chillar por una vez sentí ganas de pedir ayuda pero nada salió de mi boca salvo un vacío aire.
Una voz tranquilizo mi alma haciéndome entender que aquello aún no había terminado para mi. Seguía asustada aunque seguía negándome a reconocerlo. En cambio su sugerencia me hizo entrar en pánico, podía ser una trampa, podía querer que dejara las cuchillas para lanzarme al abismo. Aún así...por mucho que me pesara confiar.... Él era mi única oportunidad si me arriesgaba a vivir.
Los gruñidos aceleraron mi decisión e hicieron que me agarrara y me dejara agarrar por el desconocido. No tardo mucho en liberar me de ese pozo negro de angustias. Cuando me soltó me quede parada sin creer que pudiera estar viva. Vi la silueta de mi daga y la guarde. Le debía un gracias como mínimo pero era incapaz de decirlo. Tras un largo silencio lo susurre- Gracias...- Lance un largo suspiro y comencé andar hacia el interior.
Intente impulsar me hacia delante pero fue inútil y toda mi vida paso ante mis ojos como un relámpago. Todo lo que había vivido y lo que había hecho, cada decisión tomada apareció ante mis ojos a una velocidad que me causo vértigo. Empezaba a creer que mi vida iba acabar... Cada acto tiene sus propias consecuencias. Mi orgullo iba acelerar mi muerte, quise chillar por una vez sentí ganas de pedir ayuda pero nada salió de mi boca salvo un vacío aire.
Una voz tranquilizo mi alma haciéndome entender que aquello aún no había terminado para mi. Seguía asustada aunque seguía negándome a reconocerlo. En cambio su sugerencia me hizo entrar en pánico, podía ser una trampa, podía querer que dejara las cuchillas para lanzarme al abismo. Aún así...por mucho que me pesara confiar.... Él era mi única oportunidad si me arriesgaba a vivir.
Los gruñidos aceleraron mi decisión e hicieron que me agarrara y me dejara agarrar por el desconocido. No tardo mucho en liberar me de ese pozo negro de angustias. Cuando me soltó me quede parada sin creer que pudiera estar viva. Vi la silueta de mi daga y la guarde. Le debía un gracias como mínimo pero era incapaz de decirlo. Tras un largo silencio lo susurre- Gracias...- Lance un largo suspiro y comencé andar hacia el interior.
Megara
Experto
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Estaba de vuelta en el suelo cuando los aullidos inundaron la caverna en la que se encontraba. No consiguió distinguir que animal producía ese sonido, aunque no le sorprendió. Tardo un poco en darse cuenta que entre los aullidos se oían también palabras. No entendía lo que decían, pero es posible que estuvieran en peligro.
No tenía intención de dejar morir a alguien allí abajo, así que decidió ir en su ayuda, y tal vez le devolvieran el favor, pues él necesitaba ayuda para salir de ese lugar.
Antes de ir en su busca debía saber por cual de los túneles debía ir. Y no era tarea agradable escuchar de dónde provenían aquellos extraños aullidos. Poco a poco fue descartando túneles mientras ponía atención particular a cada uno de ellos, hasta que decidió ir por uno. Allí se oían más claramente que en los demás así que decidió ir por ese camino.
Aun así no quería ser atacado por nada en medio de la oscuridad, y puesto que sería difícil oír a alguien que se le acercara decidió coger una de las velas que aún se podía usar, y la encendió creando una chispa con sus dedos.
Se fue adentrando en el túnel, alerta, con la vela en una mano y su espada en la otra. Mientras avanzaba, el sonido de los aullidos se hacia mas claro.
Después de andar durante un rato, sin haber encontrado nada digno de mención por el camino. Distinguió dos siluetas al lado de lo que parecía un agujero en el suelo. El agujero le recordó al lugar donde se había despertado y se distrajo durante un momento. Los aullidos parecían provenir de él.
Cuando volvió a captar lo que pasaba a su alrededor, oyó un gracias viniendo de una de las siluetas. Cuando se acercó un poco mas había suficiente luz como para verlos bien, No parecían tener intenciones hostiles, como mínimo entre ellos, y bajo su espada.
- Hola – Saludó. – Ya se que lo normal son presentaciones en casos así pero cero que sería mejor alejarnos primero -Esperó a ver la reacción de los presentes.
Kaymi
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Pronto fue. La sujetó fuerte con su mano. Ésta por sí sola no sería capaz de levantarla, por eso usaba todo su cuerpo para hacerlo. Con su mano libre se apoyó para elevarse junto con la dama, al mismo tiempo extendía sus piernas, poniéndose de pie. De esa manera todo su cuerpo contribuía a completar la tarea de sacar del apuro a la damisela en peligro. Aunque fue algo ligeramente complicado, la verdad es que ella era muy ligera y pocos fueron los problemas que dio. "Bah. Más probable es que pierda el equilibrio". Confiaba en sus fuerzas físicas.
Dio un paso atrás después de que quedó en una posición segura, lejos del fondo de ese agujero. Quería darle el espacio suficiente para tranquilizarse, pensar, relajarse o lo que sea que necesitara. La vio con detenimiento, tratando de detectar si había algo mal con su persona. Quizá tenía una herida que necesitara tratar o alguna otra dificultad para continuar, mas no fue así.
—No hay problema. —Le aseguró con una reverencia sutil, una que quizá no notó, porque ya se alejaba de él, y justo al interior. "Toda una exploradora, ¿eh? Qué interesante". Se acercó a la orilla del pozo, viendo ligeramente hacia abajo. Aún estaban esas bestias gruñendo y ladrando. Athos casi sentía lástima por ellos, seguramente llevaban mucho tiempo sin comer por estar en un lugar desolado—. Hmm... —Comenzaban a venir ciertos pensamientos a su mente, las que no pudo desarrollar por completo por la aparición de alguien más.
—¿De verdad desea alejarse, caballero? —Inquirió con un tono casi severo, realmente en desacuerdo con la idea del hombre. No obstante, sí dio un paso atrás, sentía que caía a ese hoyo—. ¿No siente ni un poco de curiosidad por este asunto? —Fue fácil enfocar la vista sobre él, debido a la llama que le iluminaba brillaba —o parecía hacerlo— más en la oscuridad—. Se supone que es una mina abandonada, y sin embargo aquí tenemos la presencia de tres personas, más unos lobos —"supongo"— ahí abajo. Piense, calcule. ¿Cuáles son las probabilidades de que eso suceda? —Le lanzó una mirada crítica, tratando de convencerle.
—Tome a la señorita como ejemplo. —Casi soltaba una media sonrisa—. Decidida al menos a explorar los interiores. —En cuanto dijo eso, cayó en una conclusión bastante obvia—. Aunque usted viene desde un lugar profundo de la mina, hmm... —Llevó sus dedos índice y pulgar a la barbilla, acariciándola y reflexionando—. ¿Acaso vio algo tan terrible que nos aconseja abandonar? —Incluso si fuera así, Athos estaba lejos de irse de ahí. Había viajado tanto como para sólo irse porque unos canes le ladraron y un extraño ofrecía retirada.
Pasó sus ojos por la joven, quien la única impresión que daba era la de una persona reservada y callada. "Son los que tienen la mejor opinión", se dijo con cierta seguridad, aunque no tenía algo que lo confirmara. Quizá sólo tenía curiosidad por saber lo que diría, si es que tenía algo que decir. Cuando menos, sabía que deseaba continuar y que al tener dagas tendría cierto conocimiento para defenderse, mas parecía no confiar lo suficiente en sus habilidades para enfrentarse a algunos animales. "O, al menos, es algo que prefiere evitar". En cualquier caso, sería un factor que tomaría como algo positivo.
Dio un paso atrás después de que quedó en una posición segura, lejos del fondo de ese agujero. Quería darle el espacio suficiente para tranquilizarse, pensar, relajarse o lo que sea que necesitara. La vio con detenimiento, tratando de detectar si había algo mal con su persona. Quizá tenía una herida que necesitara tratar o alguna otra dificultad para continuar, mas no fue así.
—No hay problema. —Le aseguró con una reverencia sutil, una que quizá no notó, porque ya se alejaba de él, y justo al interior. "Toda una exploradora, ¿eh? Qué interesante". Se acercó a la orilla del pozo, viendo ligeramente hacia abajo. Aún estaban esas bestias gruñendo y ladrando. Athos casi sentía lástima por ellos, seguramente llevaban mucho tiempo sin comer por estar en un lugar desolado—. Hmm... —Comenzaban a venir ciertos pensamientos a su mente, las que no pudo desarrollar por completo por la aparición de alguien más.
—¿De verdad desea alejarse, caballero? —Inquirió con un tono casi severo, realmente en desacuerdo con la idea del hombre. No obstante, sí dio un paso atrás, sentía que caía a ese hoyo—. ¿No siente ni un poco de curiosidad por este asunto? —Fue fácil enfocar la vista sobre él, debido a la llama que le iluminaba brillaba —o parecía hacerlo— más en la oscuridad—. Se supone que es una mina abandonada, y sin embargo aquí tenemos la presencia de tres personas, más unos lobos —"supongo"— ahí abajo. Piense, calcule. ¿Cuáles son las probabilidades de que eso suceda? —Le lanzó una mirada crítica, tratando de convencerle.
—Tome a la señorita como ejemplo. —Casi soltaba una media sonrisa—. Decidida al menos a explorar los interiores. —En cuanto dijo eso, cayó en una conclusión bastante obvia—. Aunque usted viene desde un lugar profundo de la mina, hmm... —Llevó sus dedos índice y pulgar a la barbilla, acariciándola y reflexionando—. ¿Acaso vio algo tan terrible que nos aconseja abandonar? —Incluso si fuera así, Athos estaba lejos de irse de ahí. Había viajado tanto como para sólo irse porque unos canes le ladraron y un extraño ofrecía retirada.
Pasó sus ojos por la joven, quien la única impresión que daba era la de una persona reservada y callada. "Son los que tienen la mejor opinión", se dijo con cierta seguridad, aunque no tenía algo que lo confirmara. Quizá sólo tenía curiosidad por saber lo que diría, si es que tenía algo que decir. Cuando menos, sabía que deseaba continuar y que al tener dagas tendría cierto conocimiento para defenderse, mas parecía no confiar lo suficiente en sus habilidades para enfrentarse a algunos animales. "O, al menos, es algo que prefiere evitar". En cualquier caso, sería un factor que tomaría como algo positivo.
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Comencé andar hacia el interior cuando una silueta varonil o de una mujer muy corpulenta salió de allí hacia donde estábamos. Hasta qué no hablo no supe que era otro hombre, maldito mi día de suerte con esos dos. Odiaba eso de tomarme sólo con el género masculino¿ ya no existían las mujeres aventureras o que?
Me quede boquiabierta ante como actuó parecía que estaba horrorizado y que quería salir de allí cuanto antes su tono de voz era rápido y aunque no veía la expresión en su rostro no cedería y mucho menos por un desconocido. Mi mirada se tornó sarcástica y fría aunque en la oscuridad lo más seguro es que nadie pudiera apreciarla.-¿Que?- ¿Quien se creía el para decirnos que nos alejáramos? Mi cara se volvió fría y el cabreo se extendió por mi cuerpo, no le permitía ni a mi padre decir que debía o no hacer y la prueba es que estaba allí. Alce una ceja bastante enfadada con aquel comportamiento. Que ese hombre fuera un cobarde que deseaba salir por patas no era mi problema. Yo y sólo yo sabía lo que era mejor a mi. Ya no era sólo por mi orgullo y por empeñarme en entrar si no también por llevarle la contraria. Todos los factores se habían unido y yo ya tenía mi decisión.
Escuche al hombre y sonreí antes de girarme hacia ellos dispuesta a dejar las cosas claras- Si desea alejarse no hay nada que me haga querer ir con vos. Así que larguese si es lo que desea- Dije al nuevo. El otro chico me caía bien pues yo si sentía aquella curiosidad de la que hablaba. No me dirigí a el pues aquella fue mi forma de decir que me gustaba su compañía sin abrir la boca ni un momento.
En cuanto al que acababa de conocer no opinaba lo mismo, al que me había salvado podía soportarle pero el otro parecía un cobarde. Fui adentrarme en la mina cuando oí de nuevo las palabras de mi salvador-¿Os dais cuenta? Sois más cobarde que una mujer, y en teoría somos más débiles que vosotros. Acabáis de demostrar que no, cosa que me alegra. Que irónico ..-Me guardaría la ironía para mi y después de soltar aquello dirigido al segundo desconocido continúe andando hacia la mina hasta que la oscuridad me envolvió y tuve que pegarme a la pared.
Me quede boquiabierta ante como actuó parecía que estaba horrorizado y que quería salir de allí cuanto antes su tono de voz era rápido y aunque no veía la expresión en su rostro no cedería y mucho menos por un desconocido. Mi mirada se tornó sarcástica y fría aunque en la oscuridad lo más seguro es que nadie pudiera apreciarla.-¿Que?- ¿Quien se creía el para decirnos que nos alejáramos? Mi cara se volvió fría y el cabreo se extendió por mi cuerpo, no le permitía ni a mi padre decir que debía o no hacer y la prueba es que estaba allí. Alce una ceja bastante enfadada con aquel comportamiento. Que ese hombre fuera un cobarde que deseaba salir por patas no era mi problema. Yo y sólo yo sabía lo que era mejor a mi. Ya no era sólo por mi orgullo y por empeñarme en entrar si no también por llevarle la contraria. Todos los factores se habían unido y yo ya tenía mi decisión.
Escuche al hombre y sonreí antes de girarme hacia ellos dispuesta a dejar las cosas claras- Si desea alejarse no hay nada que me haga querer ir con vos. Así que larguese si es lo que desea- Dije al nuevo. El otro chico me caía bien pues yo si sentía aquella curiosidad de la que hablaba. No me dirigí a el pues aquella fue mi forma de decir que me gustaba su compañía sin abrir la boca ni un momento.
En cuanto al que acababa de conocer no opinaba lo mismo, al que me había salvado podía soportarle pero el otro parecía un cobarde. Fui adentrarme en la mina cuando oí de nuevo las palabras de mi salvador-¿Os dais cuenta? Sois más cobarde que una mujer, y en teoría somos más débiles que vosotros. Acabáis de demostrar que no, cosa que me alegra. Que irónico ..-Me guardaría la ironía para mi y después de soltar aquello dirigido al segundo desconocido continúe andando hacia la mina hasta que la oscuridad me envolvió y tuve que pegarme a la pared.
Megara
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Cuando finalmente Megara salía de su agujero rescatada por el dragón, los aullidos, aquellos sonidos de ultratumba que provenían de las profundidades, se intensificaron por un momento antes de desaparecer al no tener una presa a vista. No sabría Megara la suerte que había tenido con la presencia del hombre dragón, pues si hubiera pretendido recuperar su daga de la madera, descubriría que misteriosamente esta había desaparecido de donde estaba clavada.
Kaymi habría conseguido dar con un martillo y cuatro velas, de las que le quedarían tres puesto que la que estaba usando para iluminarse en aquél túnel que llevaba a la salida de las minas empezaba deshacerse por completo y pronto cubriría la mano de su portador, haciéndole notar la temperatura de la cerca caliente. Las minas habían vuelto a su oscuridad y silencio habituales, siendo el segundo tan solo perturbado por los pequeños riachuelos en las vías, las gotas formadas por la humedad en la punta de las estalactitas que iban cayendo al suelo de la mina y los ruidos propios de las alimañas que vagaban en el lugar.
Rodeada entonces de una absoluta oscuridad, la bruja se adentraría en primer lugar en dirección a la sala principal, la cual vislumbraría ella y quienes la acompañasen al andar un rato en aquella dirección.
______
Bueno exploradores, ya sabéis que yo estoy aquí para ambientar vuestro rol, aunque lo que pueda pasar si llegáis a travesar uno de los cuatro túneles restantes de la sala central el resultado de esto lo decidiré yo. Por otro lado, el turno de posteo sigue siendo el mismo a menos que Kaymi decida seguir hacia la salida en ese caso el turno será: Kaymi-Ger-Athos-Megara-Ger.
Las velas durarán un post cada una.
Carta blanca, yo por mi parte volveré a participar cuando traspaséis los túneles, podéis tomaros un tiempo en la sala central, la luz del día durara dos turnos más, buena suerte.
Kaymi habría conseguido dar con un martillo y cuatro velas, de las que le quedarían tres puesto que la que estaba usando para iluminarse en aquél túnel que llevaba a la salida de las minas empezaba deshacerse por completo y pronto cubriría la mano de su portador, haciéndole notar la temperatura de la cerca caliente. Las minas habían vuelto a su oscuridad y silencio habituales, siendo el segundo tan solo perturbado por los pequeños riachuelos en las vías, las gotas formadas por la humedad en la punta de las estalactitas que iban cayendo al suelo de la mina y los ruidos propios de las alimañas que vagaban en el lugar.
Rodeada entonces de una absoluta oscuridad, la bruja se adentraría en primer lugar en dirección a la sala principal, la cual vislumbraría ella y quienes la acompañasen al andar un rato en aquella dirección.
______
Bueno exploradores, ya sabéis que yo estoy aquí para ambientar vuestro rol, aunque lo que pueda pasar si llegáis a travesar uno de los cuatro túneles restantes de la sala central el resultado de esto lo decidiré yo. Por otro lado, el turno de posteo sigue siendo el mismo a menos que Kaymi decida seguir hacia la salida en ese caso el turno será: Kaymi-Ger-Athos-Megara-Ger.
Las velas durarán un post cada una.
Carta blanca, yo por mi parte volveré a participar cuando traspaséis los túneles, podéis tomaros un tiempo en la sala central, la luz del día durara dos turnos más, buena suerte.
Ger
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
No respondió a las palabras del hombre. Evidentemente quería saber que pasaba allí y si podía averiguar que le había pasado, y porque no estaba muerto. Pero antes de eso quería hablar con los recién aparecidos en el lugar, y al lado de un agujero lleno de extrañas criaturas no le parecía un buen lugar. Luego escucho las palabras de la mujer. ¿Acaso quería tirarse por aquél agujero? Pues de ahí era de dónde quería alejarse Kaymi, aunque al parecer no le habían entendido demasiado bien. – Bien entonces, yo volveré por dónde he venido, pero antes os veré saltar, por el agujero si es lo que queréis, quizás así descubra algo – Dijo con un tono algo sarcástico. Aunque la mujer ya se alejaba por el camino del que él había venido.
Al momento después de ver desaparecer a la mujer en la oscuridad, se apago la vela que llevaba en la mano. La tiró a un lado y se arrancó la cera, ya fría, que había derretido el fuego. A la vez, también dejaron de oírse los aullidos de las bestias que había un poco por debajo de ellos, cosa que le puso algo nervioso, pues no sabía cuanto tiempo mas podría mantenerse consciente si no comía y bebía pronto.
- Bueno, parece que tendremos que seguirla. – Se dirigió al hombre que seguía allí.
Decidió no encender otra vela, pues ese camino ya lo había recorrido y no había encontrado nada extraño en el, además tenía pocas velas y no duraban demasiado tiempo.
Kaymi
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
La dama sí que era una temeraria, muy centrada en seguir avanzando. Aunque sus propósitos no estaban claros. "¿Curiosidad? ¿Busca un tesoro?" Incluso tal vez estaba ahí dentro por simple capricho, para pasar el rato o algo por el estilo. Pero realmente no importaba, ella tenía todo el derecho de estar en donde quisiera con o sin razón. No obstante, la curiosidad de Athos lo llevaría a preguntarle la verdad. "Y con mucho cuidado". Parecía una mujer también un poco agresiva, basándose en la respuesta que le dio al otro caballero.
Más que agresiva, comenzaba a verla como alguien un tanto irracional. Para empezar, el género no era un factor determinante para desarrollar la fuerza. En segundo lugar, el hombre no estaba siendo cobarde, sino prudente. "Nosotros somos los insensatos al estar aquí y querer seguir". No le había agradado la forma en le que había contestado, y casi quería comentar algo al respecto. "Bah. Debe seguir alterada por lo sucedido". No debe ser fácil estar al borde de morir y seguir tomando decisiones con cordura. Al menos eso es lo que el dragón quería pensar, de esa forma no habría necesidad de llamar la atención de la damisela.
Comenzó a acercarse a ellos, rodeando el pozo y al mismo tiempo notando la desaparición de los gruñidos, junto con la presencia de esas bestias caninas. "Deben ser algún tipo de can, eso seguro". Le parecía interesante que a pesar de ser animales poco desarrollados, fueran suficientemente cuerdos como para comprender que no lograrían algo si seguían ahí. "¿Realmente son animales poco desarrollados?" Eso le hacía pensar en tantas cosas, quizá alguien estaba manipulándolos; o quizá eran personas salvajes que cayeron a la locura, mas no a la ignorancia.
Athos estaba ansioso por descubrir el secreto de la Mina Abandonada, que sin duda guardaba celosamente. Sin embargo, el método que sugería el hombre no parecía muy adecuado. "¿Saltar ahí abajo, con los perros, en la oscuridad? Paso". Era mejor encontrar algún medio más seguro para explorar, y no por cobardía, sino por estrategia. Si saltaban sin cuidado, corrían el riesgo de lastimarse con la simple caída, luego de ser atacados por cinco o diez animales, preocupándose además de los posibles derrumbes. Muy mala idea.
Avanzó hasta estar a un lado del sujeto. A pesar de las tinieblas, al haberse acercado podía distinguir minúsculos rasgos de su aspecto físico. Lucía joven y el pelo lo tenía bastante revuelto—. Hmm... No tenemos que seguirla. —Musitó con cierta duda. ¿De verdad no estaban obligados? Cierto que no, cierto que podían darla la media vuelta y salir sin problema, ¿pero serían capaces de ello?—. O quizá sí. —Sonrió y se encogió de hombros—. De verdad que mi curiosidad es tan inmensa que no permitiría negar este sendero. —Asintió con la cabeza, pensando en otros factores que le ataban a adentrarse—. Tiene razón, caballero. Tenemos que seguirla.
Ya no sólo era la curiosidad, sino también el sentido de protección hacia la joven. Se había metido en problemas antes, así que era probable que su vida corriera peligro de nueva cuenta, y si Athos no hacía algo para ayudarle jamás se perdonaría. Se sentiría sumamente responsable si algo le llegara a pasar a la señorita. A pesar de que no la conocía, ya sentía un gran deber por...
Tropezó repentinamente con algo. Fue un mal paso, aunque no tan horrible como para hacerle caer, sólo perdió el equilibrio un instante. "Alguna roca", intentó adivinar por la sensación que le había dado el golpe. "Todo bien", se dijo al recuperar el paso, alcanzando a la dama y poniéndose a un metro de distancia, quería darle su espacio.
—No se ofenda, señorita, pero permítame ir al frente. De esa manera yo seré quien esté en peligro y usted se convertiría en la rescatista. ¿Qué le parece? —Lo decía casi con un tono de broma, esforzándose por mantener un semblante serio. La verdad es que le había parecido gracioso su propia forma de ofrecer ir por delante. El obvio motivo era para que ella no peligrara más de lo que ya peligraba. Pero seguramente a ella no le importarían sus sinceras intenciones, de algún modo criticaría y rechazaría su propuesta. "Supongo. Quizá dirá que no necesita de un guía". Dio una risa breve y silenciosa en sus adentros. "O aceptará y me garantizará que bajo ninguna circunstancia me rescataría".
Giró rápidamente hacia atrás, tratando de identificar si el joven les seguía. "¿Será él quien controla a los lobos?" La idea cruzó repentinamente su psiquis.
Más que agresiva, comenzaba a verla como alguien un tanto irracional. Para empezar, el género no era un factor determinante para desarrollar la fuerza. En segundo lugar, el hombre no estaba siendo cobarde, sino prudente. "Nosotros somos los insensatos al estar aquí y querer seguir". No le había agradado la forma en le que había contestado, y casi quería comentar algo al respecto. "Bah. Debe seguir alterada por lo sucedido". No debe ser fácil estar al borde de morir y seguir tomando decisiones con cordura. Al menos eso es lo que el dragón quería pensar, de esa forma no habría necesidad de llamar la atención de la damisela.
Comenzó a acercarse a ellos, rodeando el pozo y al mismo tiempo notando la desaparición de los gruñidos, junto con la presencia de esas bestias caninas. "Deben ser algún tipo de can, eso seguro". Le parecía interesante que a pesar de ser animales poco desarrollados, fueran suficientemente cuerdos como para comprender que no lograrían algo si seguían ahí. "¿Realmente son animales poco desarrollados?" Eso le hacía pensar en tantas cosas, quizá alguien estaba manipulándolos; o quizá eran personas salvajes que cayeron a la locura, mas no a la ignorancia.
Athos estaba ansioso por descubrir el secreto de la Mina Abandonada, que sin duda guardaba celosamente. Sin embargo, el método que sugería el hombre no parecía muy adecuado. "¿Saltar ahí abajo, con los perros, en la oscuridad? Paso". Era mejor encontrar algún medio más seguro para explorar, y no por cobardía, sino por estrategia. Si saltaban sin cuidado, corrían el riesgo de lastimarse con la simple caída, luego de ser atacados por cinco o diez animales, preocupándose además de los posibles derrumbes. Muy mala idea.
Avanzó hasta estar a un lado del sujeto. A pesar de las tinieblas, al haberse acercado podía distinguir minúsculos rasgos de su aspecto físico. Lucía joven y el pelo lo tenía bastante revuelto—. Hmm... No tenemos que seguirla. —Musitó con cierta duda. ¿De verdad no estaban obligados? Cierto que no, cierto que podían darla la media vuelta y salir sin problema, ¿pero serían capaces de ello?—. O quizá sí. —Sonrió y se encogió de hombros—. De verdad que mi curiosidad es tan inmensa que no permitiría negar este sendero. —Asintió con la cabeza, pensando en otros factores que le ataban a adentrarse—. Tiene razón, caballero. Tenemos que seguirla.
Ya no sólo era la curiosidad, sino también el sentido de protección hacia la joven. Se había metido en problemas antes, así que era probable que su vida corriera peligro de nueva cuenta, y si Athos no hacía algo para ayudarle jamás se perdonaría. Se sentiría sumamente responsable si algo le llegara a pasar a la señorita. A pesar de que no la conocía, ya sentía un gran deber por...
Tropezó repentinamente con algo. Fue un mal paso, aunque no tan horrible como para hacerle caer, sólo perdió el equilibrio un instante. "Alguna roca", intentó adivinar por la sensación que le había dado el golpe. "Todo bien", se dijo al recuperar el paso, alcanzando a la dama y poniéndose a un metro de distancia, quería darle su espacio.
—No se ofenda, señorita, pero permítame ir al frente. De esa manera yo seré quien esté en peligro y usted se convertiría en la rescatista. ¿Qué le parece? —Lo decía casi con un tono de broma, esforzándose por mantener un semblante serio. La verdad es que le había parecido gracioso su propia forma de ofrecer ir por delante. El obvio motivo era para que ella no peligrara más de lo que ya peligraba. Pero seguramente a ella no le importarían sus sinceras intenciones, de algún modo criticaría y rechazaría su propuesta. "Supongo. Quizá dirá que no necesita de un guía". Dio una risa breve y silenciosa en sus adentros. "O aceptará y me garantizará que bajo ninguna circunstancia me rescataría".
Giró rápidamente hacia atrás, tratando de identificar si el joven les seguía. "¿Será él quien controla a los lobos?" La idea cruzó repentinamente su psiquis.
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Me adentre pasando de ellos y murmurando ante las palabras del nuevo quien cada vez me caía peor con sus cambios de opiniones. Estaba claro que era un cobarde y sólo deseaba su retirada, por mi estaba tardando en irse pero al parecer se quedaría. Negué con la cabeza en la oscuridad, al parecer tendría que hacerme cargo de aquellos hombres y bien podían ser una ayuda o una carga, eso ya se vería.
Intente escrutar algo en la oscuridad con mis ojos cuando la voz del que me había salvado parecía estar a mi lado o por delante. Seguía apoyada en la pared y tenía cuidado por donde pisaba. ¿Estaba de broma? Parecía creerse que yo era una niña pequeña a la que tenían que hablar de aquella forma pintándolo todo bonito y aquello sólo era un intento absurdo de protección por el cual me consideraba débil. De inmediato dejaron de caerme bien los dos, era la misma historia de siempre. No era una doncella ni una niña, no necesitaba protección.- Si no os importa iré a vuestro ritmo por si debo rescataros- Sabía que con lo del rescate sólo intentaba burlarse de mi como si creyera que no podía hacerlo. Camine lentamente en silencio intentando adelantarme pero sus pasos seguían delante de mi. Sin soltar mi mano de las paredes de la mina comencé a correr hacia delante adelantandolo por mucha distancia y entonces llegue a lo que parecía una sala principal en donde había luz o algo de luz por así decirlo.
Intente escrutar algo en la oscuridad con mis ojos cuando la voz del que me había salvado parecía estar a mi lado o por delante. Seguía apoyada en la pared y tenía cuidado por donde pisaba. ¿Estaba de broma? Parecía creerse que yo era una niña pequeña a la que tenían que hablar de aquella forma pintándolo todo bonito y aquello sólo era un intento absurdo de protección por el cual me consideraba débil. De inmediato dejaron de caerme bien los dos, era la misma historia de siempre. No era una doncella ni una niña, no necesitaba protección.- Si no os importa iré a vuestro ritmo por si debo rescataros- Sabía que con lo del rescate sólo intentaba burlarse de mi como si creyera que no podía hacerlo. Camine lentamente en silencio intentando adelantarme pero sus pasos seguían delante de mi. Sin soltar mi mano de las paredes de la mina comencé a correr hacia delante adelantandolo por mucha distancia y entonces llegue a lo que parecía una sala principal en donde había luz o algo de luz por así decirlo.
Megara
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
No podía ser él. Es decir, sí que podía, pero parecía algo muy improbable. En primer lugar, si quisiera ocasionar algún daño, no se hubiese expuesto de la manera en que lo hizo, además de que tuvo un par de oportunidades para atacar con el factor sorpresa de su parte. Cierto era que mantenía un bajo perfil, pero no necesariamente porque ocultara algún dese maligno, sin mencionar que él mismo sugirió retirarse. "Tal vez está asustado". Aunque lo había considerado, justo en este momento lo tomaba realmente en cuenta. En ningún momento trató de averiguar aquello, y ahora más parecía que lo arrastraban a hacer algo que no deseaba. Quizá debió ser más flexible con él, o mejor dicho, dejar en claro que podía o no acompañarles.
En cualquier caso, la atención de Athos estaba un poco más enfocada en la dama que mantenía el paso, casi como si quisiera pasarle. "Una luchadora sin duda". El caballero debía hacer un esfuerzo por ir lo suficientemente rápido para no ser rebasado, lo que significaba tener que ignorar posibles peligros en el piso y detalles curiosos por las paredes. Poco había por ver realmente. De hecho, era perfectamente posible que no hubiera algo fascinante después de todo. Sin embargo continuaría hasta hallar algo, porque sabía que algo debería haber.
De repente, entre la oscuridad, se divisó un haz de luz que por fortuna se presentaba con dulzura, evitando ser cegador. Al primer instante realmente no pudo saber el origen de esa fuente, mas no parecía ser propagada por fuego, así que bien podía ser obra del Sol que se escabullía por algún orificio. No se dejó fascinar, aún el piso era imperceptible y debía evitar alguna mala pisada. Mantuvo su ritmo, el que le servía para estar seguro y mantener a la mujer atrás. O no.
—Espere. No se apresure. —Exclamó preocupado, intentando alcanzarla con una mano, pero ya estaba lejos. Se había adelantado con facilidad, milagrosamente —o no— evitando tropezar, dirigiéndose hacia la luz. Se había arriesgado demasiado, cualquier cosa pudo haber sucedido sin el cuidado adecuado. Al menos ya estaba a salvo, mas nada le garantizaba que se mantendría en ese estado, menos si repetía una imprudencia similar.
Después de algunos segundos logró alcanzarla. La vista, por más curiosa que fuera, pasó a ser algo secundario en la mente del mitad dragón. Naturalmente, percibió algunos relieves y características del lugar. Parecía que la luz solar llegaba desde un orificio de arriba, y además había varios hoyos que se convertían en caminos más adelante. Se podía notar, además, algunas cosas tiradas alrededor.
Lo primero que hizo fue hablarle a la joven—. Lo que hizo fue demasiado atrevido, señorita. —Mantenía un claro tono grave, aunque no amargo. Sólo severo, como cuando un padre le da una lección de vida a su hija—. Cierto que no sucedió algo malo, y que se encuentra a salvo ya sea por suerte o habilidad. Sin embargo, ¿por cuánto tiempo será igual de precisa? Sé que soy un desconocido y no tengo derecho a hablarle de esta manera, pero realmente le aconsejo ser más prudente en el futuro y así evitar situaciones de peligro. ¿Hmm? —Clavó los ojos en ella, esperando una respuesta de cualquier tipo. Quizá un ligero semblante de que le había escuchado, o un eufemismo, o un grito irritado de desaprobación.
Athos podía ser muy entrometido a veces, mas prefería ser así a ser un testigo de los errores propios y de los demás. Si podía evitar una tragedia, mucho mejor. No le importaba ser etiquetado como un boca floja o irreverente mientras todos los demás estuvieran a salvo.
En cualquier caso, la atención de Athos estaba un poco más enfocada en la dama que mantenía el paso, casi como si quisiera pasarle. "Una luchadora sin duda". El caballero debía hacer un esfuerzo por ir lo suficientemente rápido para no ser rebasado, lo que significaba tener que ignorar posibles peligros en el piso y detalles curiosos por las paredes. Poco había por ver realmente. De hecho, era perfectamente posible que no hubiera algo fascinante después de todo. Sin embargo continuaría hasta hallar algo, porque sabía que algo debería haber.
De repente, entre la oscuridad, se divisó un haz de luz que por fortuna se presentaba con dulzura, evitando ser cegador. Al primer instante realmente no pudo saber el origen de esa fuente, mas no parecía ser propagada por fuego, así que bien podía ser obra del Sol que se escabullía por algún orificio. No se dejó fascinar, aún el piso era imperceptible y debía evitar alguna mala pisada. Mantuvo su ritmo, el que le servía para estar seguro y mantener a la mujer atrás. O no.
—Espere. No se apresure. —Exclamó preocupado, intentando alcanzarla con una mano, pero ya estaba lejos. Se había adelantado con facilidad, milagrosamente —o no— evitando tropezar, dirigiéndose hacia la luz. Se había arriesgado demasiado, cualquier cosa pudo haber sucedido sin el cuidado adecuado. Al menos ya estaba a salvo, mas nada le garantizaba que se mantendría en ese estado, menos si repetía una imprudencia similar.
Después de algunos segundos logró alcanzarla. La vista, por más curiosa que fuera, pasó a ser algo secundario en la mente del mitad dragón. Naturalmente, percibió algunos relieves y características del lugar. Parecía que la luz solar llegaba desde un orificio de arriba, y además había varios hoyos que se convertían en caminos más adelante. Se podía notar, además, algunas cosas tiradas alrededor.
Lo primero que hizo fue hablarle a la joven—. Lo que hizo fue demasiado atrevido, señorita. —Mantenía un claro tono grave, aunque no amargo. Sólo severo, como cuando un padre le da una lección de vida a su hija—. Cierto que no sucedió algo malo, y que se encuentra a salvo ya sea por suerte o habilidad. Sin embargo, ¿por cuánto tiempo será igual de precisa? Sé que soy un desconocido y no tengo derecho a hablarle de esta manera, pero realmente le aconsejo ser más prudente en el futuro y así evitar situaciones de peligro. ¿Hmm? —Clavó los ojos en ella, esperando una respuesta de cualquier tipo. Quizá un ligero semblante de que le había escuchado, o un eufemismo, o un grito irritado de desaprobación.
Athos podía ser muy entrometido a veces, mas prefería ser así a ser un testigo de los errores propios y de los demás. Si podía evitar una tragedia, mucho mejor. No le importaba ser etiquetado como un boca floja o irreverente mientras todos los demás estuvieran a salvo.
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Aquella sala capto mi atención desde el momento en el que entre, el haz de luz la iluminaba de forma indirecta y había un montón de sombras en la estancia que se confundían, así como objetos en el suelo. Di unos cuantos pasos ya que sabían que me seguían.
Quería esconderme por que quizás así pasaban de largo y se olvidaban de mi. No me gustaba la compañía, en concreta la masculina pero no había ningún sitio donde esconderme y además justo en ese momento oí una voz masculina reprochándole.
¿Quien se creía el para poder reprocharme de aquella manera como lo estaba haciendo? Yo podía hacer lo que me diera la gana. No era mi padre y ni siquiera a mi padre le consentía hablarme de aquel modo como él lo estaba haciendo. Le mire con mala cara y entrecerré los ojos momentáneamente.
Por supuesto sabía lo que me hacia, el hecho de ser mujer no me tenía por que condicionar y mi edad tampoco. Era mejor que muchos de ellos. ¿Qué me aconseja?¿él?¿A mi? Pues me callaría para no decirle lo que me importaban los consejos. -Gracias por vuestros consejos pero nadie os los a pedido- Aquello se me escapo a pesar de que había decidido no contestar pero tampoco me apetecía callarme.
Sin mirar a ninguno me agache para mirar detenidamente los objetos del suelo. Buscaba cualquier cosa o pista aunque podría ser que sólo fuera curiosidad por ellos.¿Cuanto tiempo llevaban ahí y cuanto hacia que alguien les quitaba el polvo?
Quería esconderme por que quizás así pasaban de largo y se olvidaban de mi. No me gustaba la compañía, en concreta la masculina pero no había ningún sitio donde esconderme y además justo en ese momento oí una voz masculina reprochándole.
¿Quien se creía el para poder reprocharme de aquella manera como lo estaba haciendo? Yo podía hacer lo que me diera la gana. No era mi padre y ni siquiera a mi padre le consentía hablarme de aquel modo como él lo estaba haciendo. Le mire con mala cara y entrecerré los ojos momentáneamente.
Por supuesto sabía lo que me hacia, el hecho de ser mujer no me tenía por que condicionar y mi edad tampoco. Era mejor que muchos de ellos. ¿Qué me aconseja?¿él?¿A mi? Pues me callaría para no decirle lo que me importaban los consejos. -Gracias por vuestros consejos pero nadie os los a pedido- Aquello se me escapo a pesar de que había decidido no contestar pero tampoco me apetecía callarme.
Sin mirar a ninguno me agache para mirar detenidamente los objetos del suelo. Buscaba cualquier cosa o pista aunque podría ser que sólo fuera curiosidad por ellos.¿Cuanto tiempo llevaban ahí y cuanto hacia que alguien les quitaba el polvo?
Megara
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
No esperaba menos de ella. De hecho, esperaba una respuesta un poco más agresiva, así que de alguna manera le agradaba que sólo dijera esas suaves palabras. Aun así, no significa que aprobaba ese comportamiento. "Una verdad es una verdad por sí sola, independientemente si se pide o no". Pero no diría más del asunto, ahora le tocaba a ella reflexionar al respecto. Athos había dicho suficiente. Sólo hizo una especie de reverencia, como en señal de disculpas, retrocediendo un medio paso.
Con eso sanjado, se dedicó a inspeccionar el lugar. Más específicamente, a disfrutar de la vista. No lo había notado, pero era agradable presenciar el escenario. La tenue luz iluminaba con cierta calidez, brindando una claridad en la gran oscuridad. Los detalles en el relieve se contemplaban con mayor atención, y la superficie tenía su propia peculiaridad. Eso sí, no era un panorama que inspirara confianza o alegría, quizá simplemente al ser algo que no se veía todos los días resultaba fascinante para el caballero.
En cualquier caso, no le dedicó mucho tiempo a ese detalle, y pronto se propuso a planear lo que haría después. Si el plan era adentrarse a la oscuridad, obviamente necesitarían antorchas para iluminar su camino. Él había tomado una, pero se tuvo que despojar de ella debido a su carrera para alcanzar a... "No sé su nombre". Pasó la vista sobre ella, claramente inspeccionando los objetos que tenían al alcance. Habían varias cosas útiles, como un pico, palas, cuerdas y cinceles. Otros objetos eran menos útiles, como cantimploras vacías y un sombrero estropeado en un rincón. Le pareció también ver antorchas acomodadas en otra esquina, pero estaban del lado de la dama.
—Disculpe, Señorita. —Llamó su atención con una calmada voz—. Si nos vamos a embarcar en esta exploración juntos, ¿no cree necesario formar un poco de confianza? Yo sí lo veo necesario, o al menos muy útil. —Mantenía un ritmo y tono de elocuencia, tratando de transmitir la perspectiva que tenía—. Piénselo, no sabemos lo que encontraremos más allá de este punto. Posiblemente unos lobos hambrientos, a lo mínimo. Significa que estaremos en problemas los dos. Y si formamos un vínculo, aunque sea pequeño, más sencillo será confiar en el otro y salir vivos los dos. ¿Hmm? —Le dedicó una sonrisa ligera de franqueza—. Y con eso en mente... —Se acercó a ella, estirando su brazo con la intención de estrechar manos—. Me llamo Komar Fère, aunque puede decirme Athos. Y soy un ciudadano de Dundarak, un dragón.
¿Cómo le respondería ahora? Parecía una mujer muy reservada, una que no confiaba fácilmente en los demás. ¿Sería capaz de al menos decir su nombre? De hecho, ¿sería capaz de incluso seguir junto con el semi-dragón? En cualquier caso, Athos respetaría su silencio, realmente no debía de contestarle, ya que tampoco debían estar ahí. Aunque ciertamente preferiría saber un poco de ella, así al menos sabría con quién se aventuraba. "Más vale enemigo conocido, dicen algunos".
Con eso sanjado, se dedicó a inspeccionar el lugar. Más específicamente, a disfrutar de la vista. No lo había notado, pero era agradable presenciar el escenario. La tenue luz iluminaba con cierta calidez, brindando una claridad en la gran oscuridad. Los detalles en el relieve se contemplaban con mayor atención, y la superficie tenía su propia peculiaridad. Eso sí, no era un panorama que inspirara confianza o alegría, quizá simplemente al ser algo que no se veía todos los días resultaba fascinante para el caballero.
En cualquier caso, no le dedicó mucho tiempo a ese detalle, y pronto se propuso a planear lo que haría después. Si el plan era adentrarse a la oscuridad, obviamente necesitarían antorchas para iluminar su camino. Él había tomado una, pero se tuvo que despojar de ella debido a su carrera para alcanzar a... "No sé su nombre". Pasó la vista sobre ella, claramente inspeccionando los objetos que tenían al alcance. Habían varias cosas útiles, como un pico, palas, cuerdas y cinceles. Otros objetos eran menos útiles, como cantimploras vacías y un sombrero estropeado en un rincón. Le pareció también ver antorchas acomodadas en otra esquina, pero estaban del lado de la dama.
—Disculpe, Señorita. —Llamó su atención con una calmada voz—. Si nos vamos a embarcar en esta exploración juntos, ¿no cree necesario formar un poco de confianza? Yo sí lo veo necesario, o al menos muy útil. —Mantenía un ritmo y tono de elocuencia, tratando de transmitir la perspectiva que tenía—. Piénselo, no sabemos lo que encontraremos más allá de este punto. Posiblemente unos lobos hambrientos, a lo mínimo. Significa que estaremos en problemas los dos. Y si formamos un vínculo, aunque sea pequeño, más sencillo será confiar en el otro y salir vivos los dos. ¿Hmm? —Le dedicó una sonrisa ligera de franqueza—. Y con eso en mente... —Se acercó a ella, estirando su brazo con la intención de estrechar manos—. Me llamo Komar Fère, aunque puede decirme Athos. Y soy un ciudadano de Dundarak, un dragón.
¿Cómo le respondería ahora? Parecía una mujer muy reservada, una que no confiaba fácilmente en los demás. ¿Sería capaz de al menos decir su nombre? De hecho, ¿sería capaz de incluso seguir junto con el semi-dragón? En cualquier caso, Athos respetaría su silencio, realmente no debía de contestarle, ya que tampoco debían estar ahí. Aunque ciertamente preferiría saber un poco de ella, así al menos sabría con quién se aventuraba. "Más vale enemigo conocido, dicen algunos".
Athos
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Tema pausado
A peticion de Athos
Johannes
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Re: Reaparición (Interpretativo, libre)
Cerrado por abandono
Esperamos lo suficiente. Se procederá según lo establecido en normas.
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Johannes
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