En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
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Re: En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
- ¡Joder! Las llanuras heladas. Ya me pelé el culo de frío una vez por allí-, dijo sin pensar.
El brujo no sabía que tenía el Norte que siempre lo llamaba por una u otra razón. Con esta sería la tercera vez que iba a dichas zonas, por motivos distintos las tres veces eso sí. Pero siempre al norte.
Su hermana ofreció ayuda extra de la ciudad. Supuso que se refería a los caballeros de dragón. Ella no lo sabía pero Vinc tenía constancia de que tenía algún tipo de trato con ellos. Lo vio con sus propios ojos cuando pasaron por Dundarak la última vez. Nunca se había inmiscuido en los asuntos personales de ella, aunque viendo el panorama iba siendo hora.
- ¿Tu padre? - preguntó confuso a renglón seguido de Vael. - Debe ser un tipo bastante malvado si su hijo debe luchar contra él para mantener la paz del mundo-, comentó incorporándose de nuevo.
Vinc supuso que los demás estarían igual de sorprendidos, aunque no debían flaquear ni molestar demasiado al joven con preguntas sobre ello. Ese debía ser el motivo por el cual era tan reticente a hablar del tema. Debía causarle mucho dolor que fuera su propio padre el causante de tanto daño. Sobre todo a él por el asesinato de su familia por parte de su propia “familia”. Se levantó del todo y posó su mano sobre el hombro del muchacho, dándole algo de consuelo.
- No sé si sirve de mucho pero tienes al lobo para lo que necesites-, dijo colocándose delante de él. - Hombre, hermano, brujo y el mejor bufón de todo el sur-, bromeó haciendo una leve reverencia. Era mejor sacarle las ideas tristes de la cabeza pensó. - Supongo por la historia que has contado que eres un dragón-, hipotizó viendo acercarse al tigre blanco. - Aunque ciertamente tu amigo peludo me deja estupefacto. ¿Cómo conseguiste ganarte la confianza de tan poderoso animal? - preguntó dirigiéndose hacia la hoguera.
El olor a conejo asado era tentador. Vael había conseguido unos buenos especímenes y era hora de cenar algo antes de dormir. Luego habría que preparar un orden de vigilancias por seguridad.
- Eres toda una artista de la cocina señorita Vael. Te nombraré cocinera oficial del equipo de salvación-, dijo con su talante habitual, sentándose alrededor del fuego. Deseoso de que le tocara cenar por otra parte. - Siéntate con nosotros Sakun. Prometemos dejarte un bocado al menos-, bromeó dando unas palmadas en el suelo, y esperando que el joven se animara a acercase.
El brujo no sabía que tenía el Norte que siempre lo llamaba por una u otra razón. Con esta sería la tercera vez que iba a dichas zonas, por motivos distintos las tres veces eso sí. Pero siempre al norte.
Su hermana ofreció ayuda extra de la ciudad. Supuso que se refería a los caballeros de dragón. Ella no lo sabía pero Vinc tenía constancia de que tenía algún tipo de trato con ellos. Lo vio con sus propios ojos cuando pasaron por Dundarak la última vez. Nunca se había inmiscuido en los asuntos personales de ella, aunque viendo el panorama iba siendo hora.
- ¿Tu padre? - preguntó confuso a renglón seguido de Vael. - Debe ser un tipo bastante malvado si su hijo debe luchar contra él para mantener la paz del mundo-, comentó incorporándose de nuevo.
Vinc supuso que los demás estarían igual de sorprendidos, aunque no debían flaquear ni molestar demasiado al joven con preguntas sobre ello. Ese debía ser el motivo por el cual era tan reticente a hablar del tema. Debía causarle mucho dolor que fuera su propio padre el causante de tanto daño. Sobre todo a él por el asesinato de su familia por parte de su propia “familia”. Se levantó del todo y posó su mano sobre el hombro del muchacho, dándole algo de consuelo.
- No sé si sirve de mucho pero tienes al lobo para lo que necesites-, dijo colocándose delante de él. - Hombre, hermano, brujo y el mejor bufón de todo el sur-, bromeó haciendo una leve reverencia. Era mejor sacarle las ideas tristes de la cabeza pensó. - Supongo por la historia que has contado que eres un dragón-, hipotizó viendo acercarse al tigre blanco. - Aunque ciertamente tu amigo peludo me deja estupefacto. ¿Cómo conseguiste ganarte la confianza de tan poderoso animal? - preguntó dirigiéndose hacia la hoguera.
El olor a conejo asado era tentador. Vael había conseguido unos buenos especímenes y era hora de cenar algo antes de dormir. Luego habría que preparar un orden de vigilancias por seguridad.
- Eres toda una artista de la cocina señorita Vael. Te nombraré cocinera oficial del equipo de salvación-, dijo con su talante habitual, sentándose alrededor del fuego. Deseoso de que le tocara cenar por otra parte. - Siéntate con nosotros Sakun. Prometemos dejarte un bocado al menos-, bromeó dando unas palmadas en el suelo, y esperando que el joven se animara a acercase.
Vincent Calhoun
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Re: En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
Cada uno hacía su opinión sobre la lejanía del lugar, o simplemente, el clima tan irresistible que puede encontrarse para ellos. Era verdad, el lugar de las llanuras nevadas era un desierto de hielo, donde han habido casos de pobres personas que han muerto tratando de sobrevivir. A nadie se le ocurría ir allá, ni siquiera por una simple venganza. El dragón lo entendía, a pesar de que no quisiera. Era verdad que el único interesado en cumplir aquella promesa de asesinar a su padre, era el mismo. ¿Otros irían a su misión?, eso era un secreto. Elen le dio esperanzas, prometiendo que iba a informarle a unos de sus contactos para que fuesen a acompañarlo. Él no tuvo mucha fe en ello, pero simplemente hizo una sonrisa algo leve, de esas en que esfuerza todo músculo de su rostro.
El barbudo y la mujer bestia se habían sorprendido con el nombramiento de Salun, su querido pariente. Ellos cuestionaron completamente confusos, y sin más preámbulo, Sakun respondió, radiando bastante tristeza en sus ojos. Sus manos removieron la tierra del suelo, trazando una especie de figura con su indice, en la que dibujaba un dragón con sus alas levantadas, en una pose excepcional. Así es. Él ha sido muy malvado. He tratado de superar todo, y seguir con mi vida, pero no... Mi padre siempre ha tratado de aniquilarme, así como a todos nosotros.-Respondió el guerrero, sacudiendo su extremidad con suma fuerza, para dejar que la arena caiga de sus manos. Después de un incómodo silencio, en el que se pensaron varios criterios, Vincent brindó su apoyo, lo que el moreno lo recibió con amabilidad.
El rubio preguntó sobre su mascota y a la vez, la raza propia. -Así es, soy un dragón. Y Zarpitas, le he salvado de su posible muerte. El tigre iba a ser despellejado de sus pieles, para volverse un cómodo sofá de la realeza. Con la ayuda de varios hombres, logré liberar a toda su manada. Luego, él quiso acompañarme, como una muestra de agradecimiento.-Sakun acarició su hocico, mostrando una sonrisa genuina.
Acto seguido, Vael había traído comida, la suficiente para provocar al héroe, que se encontraba abrazando su estómago. El olor era exquisito, y Vincent estaba de acuerdo. Era la hora de irse, así que el guerrero se levanto con esfuerzo, sintiendo un tirón en sus piernas, por el hambre que lo consumía completamente. El tipo lo invitó a cenar, mostrándose muy humilde como siempre. El semi dragón no dijo nada, sólo tomó una gran bocanada de aire, para luego dar una venia y colocarse de cuclillas. -Muchas gracias.
El barbudo y la mujer bestia se habían sorprendido con el nombramiento de Salun, su querido pariente. Ellos cuestionaron completamente confusos, y sin más preámbulo, Sakun respondió, radiando bastante tristeza en sus ojos. Sus manos removieron la tierra del suelo, trazando una especie de figura con su indice, en la que dibujaba un dragón con sus alas levantadas, en una pose excepcional. Así es. Él ha sido muy malvado. He tratado de superar todo, y seguir con mi vida, pero no... Mi padre siempre ha tratado de aniquilarme, así como a todos nosotros.-Respondió el guerrero, sacudiendo su extremidad con suma fuerza, para dejar que la arena caiga de sus manos. Después de un incómodo silencio, en el que se pensaron varios criterios, Vincent brindó su apoyo, lo que el moreno lo recibió con amabilidad.
El rubio preguntó sobre su mascota y a la vez, la raza propia. -Así es, soy un dragón. Y Zarpitas, le he salvado de su posible muerte. El tigre iba a ser despellejado de sus pieles, para volverse un cómodo sofá de la realeza. Con la ayuda de varios hombres, logré liberar a toda su manada. Luego, él quiso acompañarme, como una muestra de agradecimiento.-Sakun acarició su hocico, mostrando una sonrisa genuina.
Acto seguido, Vael había traído comida, la suficiente para provocar al héroe, que se encontraba abrazando su estómago. El olor era exquisito, y Vincent estaba de acuerdo. Era la hora de irse, así que el guerrero se levanto con esfuerzo, sintiendo un tirón en sus piernas, por el hambre que lo consumía completamente. El tipo lo invitó a cenar, mostrándose muy humilde como siempre. El semi dragón no dijo nada, sólo tomó una gran bocanada de aire, para luego dar una venia y colocarse de cuclillas. -Muchas gracias.
Sakun
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Re: En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
La mujer bestia y el brujo quedaron algo confusos al escuchar de labios del dragón que su padre formaba parte de aquel clan, y no dudaron en preguntar para que les aclarase algo más la cuestión, mientras la de ojos verdes guardaba silencio y prestaba atención. Aquellas cosas no le sorprendían después de todo lo que había vivido, pero entendía que para Sakun resultase complicado, enfrentarse a un padre que lleva tanto tiempo tratando de extender el mal debía ser duro, sobre todo por los sentimientos encontrados que tal situación despertaría.
El apetitoso olor de la comida empezaba a embargar el ambiente, haciendo que los presentes se percatasen del hambre que tenían, y a la que hasta el momento no habían prestado atención. El estómago de Vael fue el primero en quejarse, y al ver que la felina echaba las orejas hacia atrás avergonzada por tal sonido, la de cabellos cenicientos esbozó una leve sonrisa y le tendió el conejo que ya se había cocinado, para de inmediato colocar los restantes junto al fuego y que empezaran a hacerse.
Vince se levantó y trató de dar apoyo a Sakun, haciéndose una idea de lo difícil que le estaría resultando el estar en constante enfrentamiento con su padre, para luego suponer en voz alta que él también pertenecía a la raza de alados y preguntar con curiosidad acerca de Zarpitas, el amistoso tigre blanco que lo acompañaba. Tomó asiento alrededor de la hoguera e invitó al dragón para que uniese a ellos, no sin antes elogiar la cena que Vael había conseguido.
El hecho de que el malvado padre del moreno tratase de aniquilarlo desde hacía tanto tiempo impactaría al grupo, aunque la joven maga ya se había hecho una idea al ver como lo perseguían sus hombres en las islas, acabar con la vida de Sakun debía ser muy importante para él, y por ello no desistía en su empeño.
Escuchó el relato de cómo había salvado a su peludo amigo y se alegró de que Zarpitas hubiese tenido esa suerte, era un buen animal, cariñoso y noble, al que no le faltaría protección mientras se mantuviese junto al dragón. Viendo que éste último finalmente se decidía a compartir la cena con el resto, acercó a los chicos el siguiente conejo recién cocinado, para luego echarse ligeramente hacia atrás y apoyar la espalda en una de las paredes de la cueva.
A diferencia del resto ella no tenía demasiada hambre, así que prefirió acomodarse y descansar el cuerpo, llevando la mano de forma disimulada hacia el colgante que ocultaba bajo la camisa, su protección. - Al alba deberíamos iniciar el regreso a Lunargenta, una vez allí podremos buscar refuerzos para el ataque que planeas. - comenzó a decir con tranquilidad, como si no estuviese a punto de meterse en otra peligrosa batalla.
- ¿Qué piensas hacer cuando salgas de aquí Sakun? ¿Nos acompañaras a la ciudad o emprenderás el camino hacia la llanura? - preguntó tras una breve pausa, dependía de la respuesta para saber con cuánto tiempo contaba. La de ojos verdes estaba casi segura de poder reunir voluntarios en un par de días, pero a eso habría que sumar las semanas de trayecto que separaban la península de Verisar de las tierras del norte.
El apetitoso olor de la comida empezaba a embargar el ambiente, haciendo que los presentes se percatasen del hambre que tenían, y a la que hasta el momento no habían prestado atención. El estómago de Vael fue el primero en quejarse, y al ver que la felina echaba las orejas hacia atrás avergonzada por tal sonido, la de cabellos cenicientos esbozó una leve sonrisa y le tendió el conejo que ya se había cocinado, para de inmediato colocar los restantes junto al fuego y que empezaran a hacerse.
Vince se levantó y trató de dar apoyo a Sakun, haciéndose una idea de lo difícil que le estaría resultando el estar en constante enfrentamiento con su padre, para luego suponer en voz alta que él también pertenecía a la raza de alados y preguntar con curiosidad acerca de Zarpitas, el amistoso tigre blanco que lo acompañaba. Tomó asiento alrededor de la hoguera e invitó al dragón para que uniese a ellos, no sin antes elogiar la cena que Vael había conseguido.
El hecho de que el malvado padre del moreno tratase de aniquilarlo desde hacía tanto tiempo impactaría al grupo, aunque la joven maga ya se había hecho una idea al ver como lo perseguían sus hombres en las islas, acabar con la vida de Sakun debía ser muy importante para él, y por ello no desistía en su empeño.
Escuchó el relato de cómo había salvado a su peludo amigo y se alegró de que Zarpitas hubiese tenido esa suerte, era un buen animal, cariñoso y noble, al que no le faltaría protección mientras se mantuviese junto al dragón. Viendo que éste último finalmente se decidía a compartir la cena con el resto, acercó a los chicos el siguiente conejo recién cocinado, para luego echarse ligeramente hacia atrás y apoyar la espalda en una de las paredes de la cueva.
A diferencia del resto ella no tenía demasiada hambre, así que prefirió acomodarse y descansar el cuerpo, llevando la mano de forma disimulada hacia el colgante que ocultaba bajo la camisa, su protección. - Al alba deberíamos iniciar el regreso a Lunargenta, una vez allí podremos buscar refuerzos para el ataque que planeas. - comenzó a decir con tranquilidad, como si no estuviese a punto de meterse en otra peligrosa batalla.
- ¿Qué piensas hacer cuando salgas de aquí Sakun? ¿Nos acompañaras a la ciudad o emprenderás el camino hacia la llanura? - preguntó tras una breve pausa, dependía de la respuesta para saber con cuánto tiempo contaba. La de ojos verdes estaba casi segura de poder reunir voluntarios en un par de días, pero a eso habría que sumar las semanas de trayecto que separaban la península de Verisar de las tierras del norte.
Elen Calhoun
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Re: En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
A veces le costaba aceptar los elogios. Pero se las arregló para expresar un torpe "gracias" en voz alta.
Cuando Vincent mencionó al tal Lobo, la mujer bestia tardó unos instantes en saber de qué estaba hablando. Comprendió finalmente que se refería a sí mismo, debía tratarse de un apodo. Siempre era posible que el brujo lo hubiera mencionado antes, en alguna ocasión, pero a decir verdad ella no lo recordaba. Tampoco era como si la joven bestia fuera precisamente notable por su memoria.
Un dragón y un tigre. Ciertamente era curioso, Vael escuchó atenta la respuesta a la pregunta enunciada del brujo. Por fortuna la historia del dragón y el tigre se trataba de una que había acabado bien, por el momento al menos. No como la de Sakun y su padre, que parecía destinada a acabar mal de una manera... u otra. Respecto al tigre, ella seguía sintiéndose incómoda con el animal, pero lo cierto es que con el tiempo se había acostumbrado. En parte. Un poco. O, al menos, ya no le daba vueltas al tema.
-G-gracias...- Susurró la mujer bestia alcanzando la pieza que le ofrecía la hechicera, esbozando también una leve sonrisa a modo de disculpa por el rugido de su estómago.
Si hubiera estado sola, Vael habría devorado aquella pieza sin miramientos (junto con las demás) hasta triturar el hueso. Tal era el hambre que tenía. No obstante, en lugar de proporcionar a sus compañeros un grotesco espectáculo, comenzó a comer con cuidado. Boca cerrada, pequeños mordiscos. Después de todo, no había sido criada en un establo... Aun recordaba las broncas que se llevaba por su tendencia a meter el hocico en la comida cuando era una cría.
Lamió uno de los huesecitos con disimulo, dejándolo completamente libre de cualquier rastro de carne. Tampoco es que aquel conejo hubiera tenido mucha... Los de granja eran más gordos y jugosos, la mujer bestia no pudo evitar que la boca se le hiciera agua. Continuó con su presa, pues pese a todo, estaba muy bueno.
La voz de la bruja le distrajo de la comida. Tras una breve meditación, Vael asintió ante sus palabras. No sabía si el deberíamos la incluía a ella. Pero en cualquier caso, para la mujer bestia era menester regresar a Lunargenta. Tenía que poner algunos asuntos en orden antes de marchar al norte.
Pues de alguna forma, y a decir verdad no estaba segura del todo de cómo, al parecer se había comprometido para asistir en una batalla contra un clan hombres-dragón. Estaba hecho, y tampoco pensaba echarse atrás ahora. Solo esperaba no tener que arrepentirse...
El sueño comenzaba a hacer presa de ella y bostezó sin disimulo, enseñando los colmillos. Estaba muy cansada, aunque no le apetecía dormir cerca del montón de huesos, aquella osera era mejor que nada. -Podríamos hacer turnos para vigilar- Propuso la joven, dibujando círculos con la garra en la tierra suelta.
Esa noche podrían descansar bien, conscientes de que se cubrirían las espaldas. Y al día siguiente, podrían marchar a Lunargenta relativamente descansados. Sonaba bien.
------------
Off: Para no retrasar más mi respuesta, Vael actuará acorde con la idea propuesta por Elen en el mp. Si hay algún inconveniente, mp y edito.
Cuando Vincent mencionó al tal Lobo, la mujer bestia tardó unos instantes en saber de qué estaba hablando. Comprendió finalmente que se refería a sí mismo, debía tratarse de un apodo. Siempre era posible que el brujo lo hubiera mencionado antes, en alguna ocasión, pero a decir verdad ella no lo recordaba. Tampoco era como si la joven bestia fuera precisamente notable por su memoria.
Un dragón y un tigre. Ciertamente era curioso, Vael escuchó atenta la respuesta a la pregunta enunciada del brujo. Por fortuna la historia del dragón y el tigre se trataba de una que había acabado bien, por el momento al menos. No como la de Sakun y su padre, que parecía destinada a acabar mal de una manera... u otra. Respecto al tigre, ella seguía sintiéndose incómoda con el animal, pero lo cierto es que con el tiempo se había acostumbrado. En parte. Un poco. O, al menos, ya no le daba vueltas al tema.
-G-gracias...- Susurró la mujer bestia alcanzando la pieza que le ofrecía la hechicera, esbozando también una leve sonrisa a modo de disculpa por el rugido de su estómago.
Si hubiera estado sola, Vael habría devorado aquella pieza sin miramientos (junto con las demás) hasta triturar el hueso. Tal era el hambre que tenía. No obstante, en lugar de proporcionar a sus compañeros un grotesco espectáculo, comenzó a comer con cuidado. Boca cerrada, pequeños mordiscos. Después de todo, no había sido criada en un establo... Aun recordaba las broncas que se llevaba por su tendencia a meter el hocico en la comida cuando era una cría.
Lamió uno de los huesecitos con disimulo, dejándolo completamente libre de cualquier rastro de carne. Tampoco es que aquel conejo hubiera tenido mucha... Los de granja eran más gordos y jugosos, la mujer bestia no pudo evitar que la boca se le hiciera agua. Continuó con su presa, pues pese a todo, estaba muy bueno.
La voz de la bruja le distrajo de la comida. Tras una breve meditación, Vael asintió ante sus palabras. No sabía si el deberíamos la incluía a ella. Pero en cualquier caso, para la mujer bestia era menester regresar a Lunargenta. Tenía que poner algunos asuntos en orden antes de marchar al norte.
Pues de alguna forma, y a decir verdad no estaba segura del todo de cómo, al parecer se había comprometido para asistir en una batalla contra un clan hombres-dragón. Estaba hecho, y tampoco pensaba echarse atrás ahora. Solo esperaba no tener que arrepentirse...
El sueño comenzaba a hacer presa de ella y bostezó sin disimulo, enseñando los colmillos. Estaba muy cansada, aunque no le apetecía dormir cerca del montón de huesos, aquella osera era mejor que nada. -Podríamos hacer turnos para vigilar- Propuso la joven, dibujando círculos con la garra en la tierra suelta.
Esa noche podrían descansar bien, conscientes de que se cubrirían las espaldas. Y al día siguiente, podrían marchar a Lunargenta relativamente descansados. Sonaba bien.
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Off: Para no retrasar más mi respuesta, Vael actuará acorde con la idea propuesta por Elen en el mp. Si hay algún inconveniente, mp y edito.
Vael
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Re: En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
La historia de Sakun daba indicios de que el muchacho era un dragón, y este acabó confirmándolo después de que el brujo le preguntara. También respondió a la pregunta sobre el tigre con una historia bastante interesante. El felino había acompañado al dragón luego de que este lo salvara de una muerte segura. Era cierto que los animales podían ser seres muy leales e inteligentes, incluso más que muchas personas.
- No hay de que chico-, le dijo cuando se puso en cuclillas. - Tienes que comer como todos y ahora somos aliados ¿no? - le sonrió.
Vinc empezó a dar cuenta de su comida con algo de rapidez. No es que tuviera mucha hambre sino que era su forma habitual de comer. Su madre, de niño, siempre lo regañaba diciéndole que comiera más despacio, hábito que nunca había cambiado. Bueno, de niño y ahora. Una madre siempre era una madre, y daba igual los años que cumpliera uno. Así que cuando comía con ella cerca le regañaba como si de un mozalbete se tratara. Lo cierto es que no consideraba comer rápido una falta de educación, otra cosa era no esperar que los demás se sentaran a la mesa y ese tipo de cosas.
- Sí, es mejor que partamos lo más rápido posible para prepararnos-, comentó a su hermana, después de terminar con su cena. - El viaje al norte será largo y debemos conseguir todo lo necesario cuanto antes.
El brujo se levantó para luego desemperezarse cual gato. El comentario de Vael era acertado, y debía estar lo más espabilado posible si no quería dormirse en su guardia.
- Yo haré la primera guardia si no les importa. Luego puede ir Vael que supongo que tiene buena visión en la noche, después mi hermana y finalmente Sakun-, dijo acariciándose la frente pensativo. - Que les parece. Si prefieren otro orden este es el momento para pronunciarse.
Esperó que alguien más tuviera algo que decir con cara alegre y luego se alejó a la salida de la cueva. No pensaba vigilar fuera, pues lo más probable es que cualquiera simplemente pasara de largo al no saber donde estaban, y estando fuera podría alguien verle y delatarlos. No. Su intención era simplemente despejarse. El frío de la noche ayudaría a desentumecer su cerebro y darle varias horas sin sueño.
Estuvo unos minutos fuera contemplando el bello paisaje. Hasta donde le alcanzaba la vista había cuevas y campo verde. Debían de haber cientos de cuevas en esa zona.
- Si alguien tuviera que buscar a una persona en estos lares, tendría que venir con muchísima gente para batir todas estas cuevas-, musitó para sí mismo acariciándose el brazo izquierdo. En su antebrazo poco a poco iba tomando forma un tatuaje que se estaba haciendo, y ahora le escocía un poco. - Nadie nos busca pero aunque lo hicieran no creo que nos encontrara-, sonrió, sabiendo que lo más probable es que tuvieran una noche plácida y sin sorpresas.
- No hay de que chico-, le dijo cuando se puso en cuclillas. - Tienes que comer como todos y ahora somos aliados ¿no? - le sonrió.
Vinc empezó a dar cuenta de su comida con algo de rapidez. No es que tuviera mucha hambre sino que era su forma habitual de comer. Su madre, de niño, siempre lo regañaba diciéndole que comiera más despacio, hábito que nunca había cambiado. Bueno, de niño y ahora. Una madre siempre era una madre, y daba igual los años que cumpliera uno. Así que cuando comía con ella cerca le regañaba como si de un mozalbete se tratara. Lo cierto es que no consideraba comer rápido una falta de educación, otra cosa era no esperar que los demás se sentaran a la mesa y ese tipo de cosas.
- Sí, es mejor que partamos lo más rápido posible para prepararnos-, comentó a su hermana, después de terminar con su cena. - El viaje al norte será largo y debemos conseguir todo lo necesario cuanto antes.
El brujo se levantó para luego desemperezarse cual gato. El comentario de Vael era acertado, y debía estar lo más espabilado posible si no quería dormirse en su guardia.
- Yo haré la primera guardia si no les importa. Luego puede ir Vael que supongo que tiene buena visión en la noche, después mi hermana y finalmente Sakun-, dijo acariciándose la frente pensativo. - Que les parece. Si prefieren otro orden este es el momento para pronunciarse.
Esperó que alguien más tuviera algo que decir con cara alegre y luego se alejó a la salida de la cueva. No pensaba vigilar fuera, pues lo más probable es que cualquiera simplemente pasara de largo al no saber donde estaban, y estando fuera podría alguien verle y delatarlos. No. Su intención era simplemente despejarse. El frío de la noche ayudaría a desentumecer su cerebro y darle varias horas sin sueño.
Estuvo unos minutos fuera contemplando el bello paisaje. Hasta donde le alcanzaba la vista había cuevas y campo verde. Debían de haber cientos de cuevas en esa zona.
- Si alguien tuviera que buscar a una persona en estos lares, tendría que venir con muchísima gente para batir todas estas cuevas-, musitó para sí mismo acariciándose el brazo izquierdo. En su antebrazo poco a poco iba tomando forma un tatuaje que se estaba haciendo, y ahora le escocía un poco. - Nadie nos busca pero aunque lo hicieran no creo que nos encontrara-, sonrió, sabiendo que lo más probable es que tuvieran una noche plácida y sin sorpresas.
Vincent Calhoun
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Re: En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
A pesar del tiempo que había transcurrido, mientras todos conversaban libremente, de cualquier tema que se ocurriera, Elen estaba segura de lo que haría, incluso sobre el nuevo traslado hacia las calles de Lunargenta. Ella creía que podrían buscar los refuerzos para lograr atacar a la base del clan Xromec. A decir verdad, sería muy difícil hacerlo, dado que algunos que otros ciudadanos prefieren conservar sus vidas, en vez de pelear por su libertad. ¿Por qué nunca se habían revelado los lugareños de aquella villa?, fácil. Todos sabían perfectamente que morirían, y en manos de personas con más conocimiento en la espada que ellos. Ahora, conseguirlos era el problema, porque bueno, a pesar de todo, hay guerreros que aún creen en el honor, y en el alma del poder. ¿Era valentía, o una locura?. Eso no importaba, el tiempo comenzaba a agotarse. La noche ya estaba reposando el cielo, y ya se acercaba la hora de descansar.
Sakun, sin más preámbulo, estaba mordisqueando su alimento, hasta el punto que éste quedó en huesos, pero la mitad de sangre, proveniente del animal, se la entregó a su mascota. Zarpitas terminó de devorarla, y del hambre, hizo crujir el hueso para que el poco de la jugosa carne refrescara su garganta. Después de comer aquella deliciosa merienda, la dama de cabellos blanquecinos hizo una pregunta, sobre a dónde se dirigiría el moreno al salir de aquella cueva. -Creo que les acompañaré, si es que deben ir. No quiero adelantarme a algo que en verdad, no estoy preparado.-Respondió al instante, y en el momento que sus ojos comenzaron a parpadear lentamente, significaba que ya debía recuperar energías, así puede colocar su cuerpo a descansar.
Vincent no dejaba de comportarse de manera amable, y eso agradaba en gran forma. Ya se había estipulado el orden de vigilancia, y aunque no estuvo de acuerdo, no dijo absolutamente nada, sólo asentió con la cabeza. Después, el moreno entró un poco más en la caverna, y encontró un lugar perfecto para dormir. Luego de unos minutos, el asiático encontraba con sus manos posicionadas en la nuca, mirando los pocos agujeros que habían en el techo, o mejor dicho, ese conjunto de rocas. ya había pasado un bastante periodo de segundos. El pobre no podía sumergirse en las hermosas tierras del sueño, así que simplemente se levantó, dirigiéndose hacia la salida, donde se encontraría el barbudo.
Con sumo respeto, captó su atención. -Te recomiendo que vayas a descansar, señor. Yo me quedaré aquí, y seguiré la guardia... Gracias por todo.-Pronunció, y luego, se dirigió hacia una piedra, en la cual se sentó, mientras que sus ojos se encontraban en el firmamento, viendo cómo se aclaraba el cielo lentamente...
Sakun, sin más preámbulo, estaba mordisqueando su alimento, hasta el punto que éste quedó en huesos, pero la mitad de sangre, proveniente del animal, se la entregó a su mascota. Zarpitas terminó de devorarla, y del hambre, hizo crujir el hueso para que el poco de la jugosa carne refrescara su garganta. Después de comer aquella deliciosa merienda, la dama de cabellos blanquecinos hizo una pregunta, sobre a dónde se dirigiría el moreno al salir de aquella cueva. -Creo que les acompañaré, si es que deben ir. No quiero adelantarme a algo que en verdad, no estoy preparado.-Respondió al instante, y en el momento que sus ojos comenzaron a parpadear lentamente, significaba que ya debía recuperar energías, así puede colocar su cuerpo a descansar.
Vincent no dejaba de comportarse de manera amable, y eso agradaba en gran forma. Ya se había estipulado el orden de vigilancia, y aunque no estuvo de acuerdo, no dijo absolutamente nada, sólo asentió con la cabeza. Después, el moreno entró un poco más en la caverna, y encontró un lugar perfecto para dormir. Luego de unos minutos, el asiático encontraba con sus manos posicionadas en la nuca, mirando los pocos agujeros que habían en el techo, o mejor dicho, ese conjunto de rocas. ya había pasado un bastante periodo de segundos. El pobre no podía sumergirse en las hermosas tierras del sueño, así que simplemente se levantó, dirigiéndose hacia la salida, donde se encontraría el barbudo.
Con sumo respeto, captó su atención. -Te recomiendo que vayas a descansar, señor. Yo me quedaré aquí, y seguiré la guardia... Gracias por todo.-Pronunció, y luego, se dirigió hacia una piedra, en la cual se sentó, mientras que sus ojos se encontraban en el firmamento, viendo cómo se aclaraba el cielo lentamente...
Sakun
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Re: En el límite de lo seguro [Interpretativo][Libre][3/3][CERRADO]
Todo estaba dicho, Sakun los acompañaría a Lunargenta y no se precipitaría a lanzar un ataque sin estar preparado para ello, lo cual demostraba que a pesar de tener tantas ganas de acabar con la maldad de su padre, no subestimaba a sus enemigos. Acordaron hacer turnos de guardia y descansaron lo que pudieron, en cuanto amaneciese tendrían que poner rumbo a la ciudad, trayecto que les llevaría un par de horas completar.
Elen se encargó de la última guardia, relevando a la mujer bestia para que pudiese dormir un poco antes de la hora de partir. El cielo ya se notaba mucho más claro y podía escuchar el relajante sonido de las olas al chocar contra la orilla, tomó asiento en una piedra cercana a la entrada y esperó hasta que el sol comenzó a salir, creando brillantes reflejos en las aguas. Mentalmente repasaba la lista de conocidos a los que podría acudir en busca de ayuda, gente de bien y honor, que sin duda al conocer la historia de los dragones querría tomar parte en la lucha.
Se frotó los ojos y volvió al interior, para despertar al grupo e indicarles que se preparasen, debían emprender la marcha tan pronto como fuese posible. Recogió sus cosas y se encargó de apagar el fuego, para luego encaminarse nuevamente al exterior y esperarlos allí, vigilando que nadie de aspecto sospechoso estuviese rondando por la zona. Era tan temprano que difícilmente encontrarían a alguien por el camino, pero no estaba de más prevenir, así que escrutó con la mirada los alrededores, en busca de indicios que pudiesen delatar la presencia de otras personas en las cavernas cercanas.
Respiró aliviada al no hallar nada, terminó de colocarse el cinturón con la daga y se mantuvo junto a la piedra hasta que el resto del grupo se reunió con ella, momento en que inició el camino de vuelta hacia Lunargenta, esperando llegar antes de que el calor se volviese sofocante e hiciera mella en ellos.
Off: Con este post se da por terminado el hilo.
Elen se encargó de la última guardia, relevando a la mujer bestia para que pudiese dormir un poco antes de la hora de partir. El cielo ya se notaba mucho más claro y podía escuchar el relajante sonido de las olas al chocar contra la orilla, tomó asiento en una piedra cercana a la entrada y esperó hasta que el sol comenzó a salir, creando brillantes reflejos en las aguas. Mentalmente repasaba la lista de conocidos a los que podría acudir en busca de ayuda, gente de bien y honor, que sin duda al conocer la historia de los dragones querría tomar parte en la lucha.
Se frotó los ojos y volvió al interior, para despertar al grupo e indicarles que se preparasen, debían emprender la marcha tan pronto como fuese posible. Recogió sus cosas y se encargó de apagar el fuego, para luego encaminarse nuevamente al exterior y esperarlos allí, vigilando que nadie de aspecto sospechoso estuviese rondando por la zona. Era tan temprano que difícilmente encontrarían a alguien por el camino, pero no estaba de más prevenir, así que escrutó con la mirada los alrededores, en busca de indicios que pudiesen delatar la presencia de otras personas en las cavernas cercanas.
Respiró aliviada al no hallar nada, terminó de colocarse el cinturón con la daga y se mantuvo junto a la piedra hasta que el resto del grupo se reunió con ella, momento en que inició el camino de vuelta hacia Lunargenta, esperando llegar antes de que el calor se volviese sofocante e hiciera mella en ellos.
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Elen Calhoun
Aerandiano de honor
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