Alma de Guerrero[Interpretativo][Libre][Cerrado]

Estaba expectante, esperando a que Eltrant respondiera que sí, que veía, que al fin había recuperado la vista, pero la respuesta no fue precisamente la esperada.

-¿Cómo puede ser? Pero si está muerta -La última palabra no estaba muy segura de que fuese cierta, tenía la sensación de que esa bruja podía esconder aún más de lo que imaginaban, pero la veía yacer en el suelo sin moverse ni respirar, y su aprendiza tampoco estaba precisamente feliz, por lo que lo daría como definitivo-...hemos ganado -Al menos era cierto, pero no podía dejar atrás ese toque amargo en su tono de voz, no cuando la victoria no había traído consigo la vista de su acompañante.

Pero al parecer, cuando ya se sentía derrotada y estaba claro que el pobre muchacho también lo hacía, la joven Serah les dio una sorpresa, sobre todo a él, devolviéndole la vista aunque fuera de forma gradual. Eso era más de lo que podría haber esperado:

-Muchas gracias -En los ojos de la joven podía notarse el arrepentimiento, la culpa por haber herido a su maestra con aquel resultado catastrófico y cierto toque de añoranza hacia algo que no supo identificar del todo bien, aunque esbozó una sonrisa que en sus labios pareció una simple línea, para luego volver al lado de la otra-. No era… una mala persona -De no ser porque la situación parecía haberse arreglado un poco y Eltrant había recuperado su vista además de la sonrisa, le habría discutido aquellas palabras a Serah.

Minutos después el fantasma comenzó a explicar cómo conocía a Lady Claudia y lo que pretendían hacer con él, cosa que de no ser por lo ocurrido allí la mercenaria habría pensado toda su vida que algo así no era posible. Desde luego le quedaban muchas cosas por vivir aún, y menos mal que habían salido de aquella.

-Vosotros dos parecéis buenos compañeros -Lo que estaba intentando decir con aquello era que, aparte de que Lunargenta no escondía secretos ni tenía más sitios que fueran precisamente bonitos para visitar, proponía que Arquímedes se marchara con la otra chica-, ¿por qué no vas con Serah? -Se dirigió a Arquímedes, al cual se le colocó una sonrisa que no supo si se trataba de alegría o de otra ''cosa''- Me encantaría, siempre y cuando la señorita esté dispuesta a ello -Educadamente, la muchacha le sonrió y asintió una vez con la cabeza para luego tomar la piedra del fantasma entre sus manos.

Al parecer todo estaba arreglado, la despedida se palpaba en el ambiente y lo vivido con su compañero de profesión parecía haber tocado su final:

-Acaba aquí, pero cuídate, por favor, no te acerques a más brujas -Aunque quería bromear con aquello se notaba que había resultado duro que él hubiera pasado por tal cosa-. Viaja...viaja todo lo que puedas, Eltrant -Tras una gran sonrisa y el pensamiento de que conocerle había sido un hito en su vida, estrechó su mano e hizo real la despedida.