Buscando una salida [Interpretativo][Libre][1/4]

Akratme Vie Sep 25 2015, 03:52

-No sé cuanto tiempo he estado en la penumbra, luego de aquel derrumbe he pasado demasiado tiempo encerrado en este estrecho lugar, cavando lentamente, intentando abrirme paso entre las rocas y la tierra, de seguro si pudiera hubiese muerto hace un par de semanas atrás, el ser un vampiro realmente es una maldición cuando se trata de este tipo de situaciones…

Pasaron alrededor de unas ocho o nueve horas desde que retome mi conciencia el día de hoy, por supuesto las horas son esas en el caso de que mi percepción del tiempo ya no este demasiado atrofiada debido a todos los factores, y para empeorarlo parezco un completo demente narrando cada cosa que hago para mi mismo, a lo menos eso me hace un tanto mas llevadera mi estancia en mi “cómoda estancia”, y ¡maldita sea, como arden mis dedos! Si es que queda algo de ellos además de hueso, cada día que pasa me cuesta aun mas sanar, esto va de mal en peor, y no se que seria lo peor, el hecho de estar atrapado o el recordar que no hay absolutamente nadie que venga por ti…-

El vástago con un tono de frustración demasiado acentuado en su reseca voz intento acomodar nuevamente sus adormecidas extremidades dentro de la cavidad en la que se hallaba para así poder continuar con la incansable labor de “llegar a algún lugar” cavando a través de los cimientos sueltos que alguna vez formaron parte de la techumbre de aquel extremadamente largo corredor de “Las minas oscuras”. Pero casi de forma milagrosa la racha de mala suerte estaba apunto de acabar, o a lo menos eso pensaba el pálido, delgado y hasta arrugado Akratme, pues llego a un punto en el que al empujar la tierra suelta hacia delante esta caía, y hacia deslizar a la que reposaba sobre esta.

-¡Por fin! Una salida… estoy salvado, solo espero poder salir pronto de aquí, necesito beber, mi frustración seria aun más grande si no fuera precavido y trajera siempre en mi morral una reserva. ¡Vamos, solo un poco más y podré volver pronto a la superficie!-

En ese momento el vampiro pudo con una celeridad guiada por la ansiedad, pudo mover la tierra lo suficiente como para que su cuerpo maltrecho por lo inhóspito de su “aposento” entonces sin meditarlo se arrastró poco a poco hasta conseguir sacar todo su cuerpo de aquel lugar, la penumbra era la misma, pero a lo menos ya podía estirar su cuerpo y podía sentir los aromas que vienen desde el exterior de aquella enredada colmena de túneles subterráneos.

(A fin de cuentas fue un desperdicio el bajar hasta este lugar, solo he conseguido perder demasiado tiempo y no he conseguido nada, por lo demás debo conseguir alimento pronto, o acabare muerto en este lugar)

-¡Maldita sea! Mis manos están demasiado adoloridas, necesito cubrirlas antes de continuar avanzando-

Entonces del morral saco unos vendajes con los que envolvió sus manos cual mitones con gran dificultad, cada músculo del cuerpo estaba tullido y no podía moverlos con normalidad, no quedaba mas que continuar el camino a rastras, por lo menos hasta poder salir de aquel lugar, y a juzgar por la sensación térmica de aquel lugar, la fragancia a hiervas húmedas y que después de mucho avanzar ya se podía notar aquel peculiar hedor del excremento de los murciélagos que habitan próximos a las entradas de las minas oscuras, una muy desagradable sensación, pero a lo menos eso le daría una oportunidad de poder abastecerse de sangre fresca, aunque no fuese humana, ya casi lograba retener por completo la sangre de los animales en el organismo. Así que poniéndose de pié con mucha dificultad comenzó a avanzar apoyándose en la pared de la caverna, esperando poder sobrevivir para ver nuevamente una hermosa noche estrellada.

**Destino** Dom Sep 27 2015, 03:37

La espada Moonblade despedía pequeños chispazos mientras era arrastrada por las piedras, el asesino, había decidido jugar con su víctima como castigo por haber osado enfrentarlo, ahora debía pagar las consecuencias, dado que apenas lograba moverse, Destino simplemente caminaba tras él esperando que desistiera y abandonara sus esperanzas de escapar, que abandonara sus ganas de vivir, hasta ahora no había llegado a ser tan cruel con nadie más, pero este adversario realmente le había dado problemas, así que debía disfrutar el dolor y la desesperación que pudiera causarle.

El herido hombre avanzó hacia la entrada de una extraña y tenebrosa mina abandonada, no tenía el aspecto de ser un lugar para estar seguro, pero un hombre desesperado es capaz de ver oportunidades en donde no las hay, así que se adentró en la mina dejando un rastro de sangre que el elfo pudo seguir sin problemas -Solo retrasas lo inevitable- Dijo el pelinegro mientras se adentraba a la extraña mina, donde apenas entrar pudo sentir una tétrica sensación de desesperanza y muerte, algo no iba bien con ese lugar, todos sus instintos le gritaban que saliera pero debía cumplir la misión, luego buscaría la salida tan pronto como pudiera.

El hombre se dejó ver al fin atrapado en lo que parecía ser un callejón sin salida, intentaba arañar la pared con sus manos esperando encontrar milagrosamente una salida pero no tendría tanta suerte, sus uñas destruidas dibujaban rojas líneas de desesperación en el muro al tiempo que el elfo iniciaba un leve trote que en instantes se transformó en una vertiginosa carrera, al estar relativamente cerca hizo un rápido giro de su espada en dirección al abdomen de su víctima que casi la parte en dos, lo llevó al piso poniéndole un pie sobre el pecho y dejó caer una fuerte estocada de la espada clavándola en la frente del moribundo.

Eso ponía fin a la misión, ahora solo debía salir de ese inquietante lugar, pero no sería tan sencillo como parecía, la estocada de la espada no solo había acabado con la vida del sujeto, sino que además había desestabilizado el piso que parecía ser tan solo una pequeña y frágil superficie, Destino lo notó demasiado tarde y al darse cuenta ya todo se había ido abajo, cayó sobre una superficie inclinada donde se deslizó un gran tramo junto a algunos pedazos del suelo que viajaban junto a él hasta llegar a un nuevo e inquietante lugar, se encontraba frente a tres caminos diferentes, esperaba que algunos de ellos le llevara a la salida pero algo más inquietante se escondía en aquel lugar, un ligero y misterioso zumbido se escuchaba a la distancia, el lugar era evidentemente peligroso, se encontraba solo, bajo tierra, tal vez con poco aire para respirar, no era un buen lugar para estar...

Akratme Dom Sep 27 2015, 07:47

Atribulado por la fatiga y el deplorable estado de su cuerpo Akratme no podía hacer más que avanzar lentamente en medio de la penumbra, su mente le jugaba malas pasadas y en ocasiones le parecía oír sonidos provenientes quizás de bestias, cosa que en su estado le era demasiado difícil de diferir de un simple delirio o si realmente habría alguna clase de depredador o depredadores asechando en aquella tétrica bestia terráquea que eran las Minas Oscuras, sabia muy bien incluso antes de hacer caso a aquella desconocida que le dijo que se adentrara en ellas que seria un suicidio realizar tan prodigiosa hazaña de hacerse con algún antiguo y mágico artefacto olvidado por el tiempo. Pero ya no había tiempo para reflexionar con respecto a eso, debía sobrevivir para poder continuar con sus viajes, ya que el tiempo eterno que se le había concedido aquella noche hace ya bastante tiempo no serviría absolutamente de nada si no era capaz de continuar con vida para salir de aquel lugar.

-Deberías descansar por un momento, casi no puedes avanzar.

-Sabes que no puedo darme ese lujo, si alguna bestia llega a captar mi aroma o simplemente a toparse conmigo, no viviré para contarlo.

-Si, quizás tengas razón, pero si alguna bestia te encuentra en estas condiciones no serias capaz de defenderte, y si sigues pensando en alcanzar la colonia de murciélagos de la caverna, mas vale que te resignes, te tengo malas noticias.

-Lo sé, puedo oírlo, es agua, debe ser algún río subterráneo cargado con azufre, eso es lo que me debió haber confundido… Que desalentador, lo peor de todo es que siquie…

El dialogo entre él y si mismo había sido interrumpida abruptamente por una fuerte cadena de sonidos y un leve temblor que daban cuenta de que aquel laberinto había concebido otra modificación. (Lo preocupante no es el derrumbe, si no que fue lo suficientemente grande o fuerte como para llegar a causarlo, no hay donde huir) Los pensamientos sobre malos augurios continuaban acosando la cabeza del ya bastante desequilibrado Akratme.

Pero lo peor no era eso, al acercarse a una de las húmedas y rocosas paredes y avanzar sonidos de movimientos de algo realmente grande se oían desde las hediondas aguas, así que empuñando la que parecía ser aun más pesada que antes ballesta, tensó esta al cargar una de las pocas flechas que le quedaban, al haber acabado de hacerlo tomó el puñal con la mano izquierda y apoyado en contra del sólido muro de piedra se dispuso a esperar a que aquella bestia que le asechaba se dispusiera a lanzarse sobre el, cada segundo que pasaba el movimiento del agua hacia más y más evidente que algo emergía desde ahí, entonces un grotesco siseo similar al de las serpientes incrementado muchas veces permitía tener una clara idea de donde se encontraba aquella criatura, y también una no muy favorable imagen mental de sus colosales dimensiones.

-Si te alcanza estarás muerto antes de que te des cuenta amigo.

-Si no te callas eso pasará exactamente ahora.

Dijo para si mismo casi murmurando, mientras cada fibra de su cuerpo acusaba peligro e incrementaba el nerviosismo al saber que en su estado no podría conseguir salir vivo a lo menos que consiguiera matar a aquella cosa de un solo golpe, pero nadie más que el estaba completamente consiente de que las probabilidades de tener éxito en aquella hazaña eran nulas.

**Destino** Dom Sep 27 2015, 16:24

Un tenue y apenas perceptible olor a azufre acariciaba la nariz del elfo, también el sonido de lo que parecía ser agua cayendo, a no ser que fueran aguas subterráneas, podrían tal vez llevar a alguna salida, por ahora lo mejor era ir hasta allá, sin embargo, el elfo tenía tres caminos frente a sí, y tal vez todos le llevarían en una dirección diferente -¿Por cuál avanzar?- Se dijo a sí mismo mientras se agachaba poniendo sus manos en el piso y cerrando los ojos -Guía a tu hijo, Imbar, oriéntalo en la dirección correcta- Tomó un puñado de esa extraña arena del suelo y se levantó, luego la dejó caer lentamente en el suelo y notó que aunque los pequeños granos de arena caían directo hacia abajo, a veces se desviaban a la izquierda, tal vez había una pequeña corriente de aire que provenía del túnel de la derecha, era la señal de la diosa, no podría ser de otro modo.

Empuñó su espada Moonblade en la mano derecha para estar preparado y reaccionar ante cualquier peligro, luego comenzó un lento y cauteloso avance a través del túnel en busca de la salida que le permitiera por fin dejar aquellas tétricas minas.

Entre las paredes había túneles más pequeños que los tres grandes, pero que tenían una forma similar, aunque de momento no presentaban confusiones en el camino, por no cabría más que un brazo o una pierna por aquellos pequeños agujeros.

A ratos, pero con cada vez más frecuencia, podía escuchar unos leves siseos y cosas que caían al piso, o se dejaban caer, sin embargo, al concentrarse para tratar de escuchar algo, no había sonido de pasos, o al menos no en las cercanías, a no ser por, eso que avanzaba tan lento.

Destino había encontrado algo, y era algo con vida, en ese lugar, avanzó un poco más de prisa debido, en parte a que deseaba saber quién era el dueño de tan lentos pasos, pero también porque los cuerpos que caían tras él, se escuchaban cada vez más cerca y en mayor número, no era nada bueno permanecer mucho tiempo en un mismo lugar; avanzó sin detenerse más que para observar que no hubieran amenazas cercanas, hasta que finalmente pudo ver una silueta en la distancia, alguien caminaba apoyándose en la pared, parecía estar débil, o podría ser que solo lo aparentaba mientras esperaba una víctima, Destino se recostó a la pared entre las sombras y dirigió su vista a aquel ser; aunque con dificultad, lograba seguirle el rastro, tal vez lo observaría primero antes de intentar alcanzarlo, no sabía qué peligros le esperaban cerca de aquella persona o si ella misma era un peligro.

Akratme Dom Sep 27 2015, 20:20

Sorpresivamente aquella criatura se abalanzó sobre el vástago, había visto en el una potencial presa, por no decir una presa segura, el trayecto entre ambos era de aproximadamente unos seis metros y Akratme ya lo había calculado, a pesar de estar un poco chiflado después del claustro aun recordaba como rastrear una bestia según el sonido y por supuesto la distancia y dirección desde la que podía provenir. Para asombro del vampiro, la criatura era demasiado lenta como para llegar a ser una serpiente, pero no lo suficientemente lenta como para que pudiese eludirla en su actual condición. El gigantesco ser al alcanzar a su presa se disponía a abrir sus fauces para así atrapar a Akratme, para ello debía voltear su cabeza de tal forma que le permitiera atrapar a su victima por el torso, pero el grotesco sonido que produjo la criatura al abrir su hocico la delato, entonces con un gran esfuerzo Akratme pudo esquivar la primera mordida del animal, rotando su cuerpo hacia la derecha, utilizando su pierna izquierda de eje, entonces utilizando sus fuerzas restantes clavó su puñal en la zona frontal de la cabeza de aquel monstruo residente de las cavernas, cuya piel se sentía demasiado suave como para tratarse de una serpiente, de hecho le recordaba más a la piel de los sapos que habitan los pequeños riachuelos y pantanos. (Al parecer esta bestia es un anfibio, uno de tamaño familiar) Pensó el vampiro, mientras que consecuente al dolor que le produjo al animal tener una daga clavada en su cráneo lo hizo sacudirse iracundamente, dejando bastante en claro que bajo aquella viscosa y gruesa piel, el animal era un recio manojo de músculos, de no ser por el hecho de que Akratme se había sostenido con todo lo que le quedaba de fuerza desde su puñal, habría salido volando debido al poderoso movimiento del cuerpo de aquella bestia, entonces sostenido desde el puñal, intentó apoyar su ballesta en contra del cráneo de la criatura para así asegurarse de que ese tiro acabaría con ella, pero no le quedaban fuerzas y salio disparado hacia el muro en el que anteriormente había estado apoyado estrellando este con su espalda y podía sentir como más de un órgano resultaba dañado con el impacto del golpe mientras que el crujido de una costilla al quebrarse acompañaba un alarido de dolor que produjo un eco en los sombríos corredores de la caverna, al caer al suelo, sosteniendo su vientre por el malestar, el aturdido vampiro buscaba dentro de su morral un trozo de tela que en algún momento estuvo empapado en aceite, mientras que los sonidos producidos por el animal daban cuenta de que este continuaba intentando reponerse de la estocada, no había tiempo que perder. Con la mayor velocidad posible ató un trozo de la tela a una flecha para ponerla en la ballesta, entonces con aquel artefacto hecho con metal, caliza y yesca encendió la flecha, el pequeño fulgor de la flecha hacia que el lugar se iluminara con un calido fulgor bastante tenue, pero que le permitía al vástago el divisar a su colosal enemigo, parecía ser una especie de serpiente gigante, sin ojos, patas muy cortas y lo que parecía ser una extraña cornamenta en la parte trasera de su cabeza, al ver su hocico pudo sentirse intimidado al instante debido a su doble hilera de dientes muy filosos y delgados, parecían estar hechos para triturar a sus presas antes de tragarlas.

-¿¡Que diablos haces!? ¡Dispara ya, maldita sea!

Se dijo a si mismo, entonces disparó, la flecha alcanzo al animal justo en la punta de su rostro, justo sobre su enorme hocico, entonces parecía de verdad haber perdido el control, pues comenzó a correr hacia el vampiro, o eso parecía, solo que debido a su evidente estado de desorientación golpeo la muralla en vez de al que en ese momento era un afortunado Akratme, si es que se le puede llamar afortunado en su estado. Pero aquello no había bastado para dejar fuera de combate a aquella monstruosidad, así que sudando, agitado y demasiado adolorido, el vampiro se dispuso a cargar una flecha más en su ballesta, como la tela en la flecha continuaba encendida eso le permitió tener una referencia exacta de donde debía acertar el siguiente tiro, pero al intentar apuntar todas las cartas ya parecían estar jugadas, la ballesta se le había hecho tan pesada que sentía que cargaba una bala de cañón enorme en vez de su arma, entonces al conseguir apuntar más o menos hacia su objetivo, un fuerte latido de su corazón se hizo sentir en todo el cuerpo haciendo que dejase caer la ballesta al suelo, su visión se nublaba y fragmentaba, hasta llegar al punto en que todo volvió a ser oscuridad, entonces cayó inconsciente sobre el húmedo suelo.

(Al parecer… todo ha terminado… todo se me ha escapado de las manos… creo que moriré…)

Fueron los últimos pensamientos que pasaron por su cabeza antes de quedar completamente inconsciente.

Imagen de referencia de la bestia:

**Destino** Dom Sep 27 2015, 22:05

El ambiente del lugar se había venido haciendo cada vez más húmedo, el elfo lo había notado pero no le había dado mucha importancia, tal vez existiera algún tipo de estanque cercano; por ahora se enfocaba en observar la silueta que tenía a unos metros de él, parecía estar herido, pues sus movimientos mostraban una gran dificultad; sorpresivamente fue atacado por una extraña criatura, y aunque lograba enfrentarla a pesar del estado de debilidad en que parecía encontrarse, sus ataques parecían no ser muy efectivos para neutralizar a la criatura, la lucha se hacía más y más larga mientras el elfo se dedicaba simplemente a observar hasta que finalmente aquel personaje fue víctima de su agotamiento, era evidente que pasaría en cualquier momento, por su parte la criatura, aunque herida, seguía intentando convertirlo en su cena.

Cuando vio al sujeto caer al piso, Destino avanzó a toda prisa para interponerse en el camino de la molesta criatura -¡¡Debes detenerte, vil criatura!!- Le gritó al animal aunque obviamente éste no le hizo el menor caso y avanzó contra él para devorarlo junto al otro sujeto, Destino llevó la mano a su espalda para alcanzar su espada pero debido al poco espacio no podía moverla con la libertad necesaria para cortar en dos a la criatura, por ahora solo le quedaba depender de su guante con garras y sus reflejos para salir de la situación., al ser un elfo, sabía que no contaba con la fuerza necesaria para vencer físicamente a un ser como ese, debía usar la inteligencia antes que cualquier otra cosa, el extraño monstruo saltó sobre él a la altura del pecho, a lo que el elfo respondió usando su guante para herir con las garras la cabeza de la criatura que cayó al piso dando un fuerte alarido, acto seguido, metió la mano armada con el guante en la boca del animal para luego halarla, trayendo en las garras algunos pedazos de pellejo del interior de la boca del animal, el cual ahora parecía estar mucho más furioso.

La criatura se retorcía de dolor en el piso agitando su cola con tal fuerza que un pequeño golpe enviaría al elfo al suelo, estaba decidida a comer algo esa noche, así que se lanzó a toda velocidad ahora hacia las piernas del elfo que apenas logró incrustar de nuevo su guante en la cabeza del animal, ahora un poco más profundo, al sacar el guante el animal dio un giro aparentemente para huir, pero en su escape, la cola logró impactar al elfo a la altura de la rodilla haciéndolo caer al piso irremediablemente ante aquel inesperado ataque; la criatura, ya resignada a no poder comer, se retiró tropezando a ratos con las paredes de la mina.

Destino se acercó al herido y agotado sujeto que había luchado antes contra el animal y por mero instinto, sin tener ninguna razón para ello, estiró su mano derecha intentando colocarla sobre el pecho del necesitado, para luego intentar ayudarlo un poco con su magia de sanación, no era algo que al pelinegro le gustara andar haciendo, pero se encontraba perdido en las minas, rodeado de peligros, así que un poco de ayuda no le caería mal para tratar de encontrar la salida -Esa cosa volverá, y no vendrá sola, hay que encontrar una salida pronto- Dijo el elfo en tono serio mientras detallaba el pálido y tétrico semblante de aquel misterioso personaje.

Akratme Lun Sep 28 2015, 07:33

Un orbe dorado con fulgor de ira y gula voraz me vigila desde el otro lado de la pared de raíces, el horror alcanza hasta lo más profundo de mi alma, intento retroceder aturdido por el miedo, pero al avanzar mi palma topa con algo húmedo, al ver mi mano, observo con espanto que se trata de sangre. –Ayúdame… Aki, ayúdame por favor…- La inconfundible voz de mi madre se podía oír justo a un costado de mi cabeza, ahí, precisamente en mi oído, de un brinco quise hacerme a un lado para girar a ver, en ese momento ella me sostuvo con su brazo esquelético y aun con carne y pellejo desgarrado colgando de este, su rostro cubierto de sangre y sus ojos cubiertos de una blanquecina capa. La empujé para librarme de ella y salí de aquel lugar al no estar la bestia fuera por alguna extraña razón. Solo pude disponerme a correr adentrado en el bosque, mientras lo hacia un frió horrible recorría mi cuerpo, mientras cenizas caían del cielo y cubrían lo que siempre fue un verde bosque, ahora todo era grisáceo sepultado bajo aquellas cenizas y una oscuridad que cada vez me atormentaba más, la oscuridad que llamaba a mi persona desde todas direcciones con la voz agónica de mi madre, pidiendo auxilio, un auxilio que seria incapaz de darle.

Entonces en las lejanías, entre los árboles, se podía observar un fulgor, quizás la luz del amanecer, intentando hacer caso omiso a los desesperados gritos de mi madre, la esperanza parecía estar volviendo a mí, me embargaba el deseo de escapar de aquella oscuridad absoluta, pero desafortunadamente tropecé cuando ya casi no faltaba nada para poder llegar a aquel claro iluminado en el bosque. Entonces pude ver que entre las cenizas se dibujaba el rostro de un chico, como podía olvidar aquel rostro… no era nada más ni nada menos que mi hermano, entonces me apresure en ponerme de pie nuevamente para poder huir de aquel tormento que era ver aquella expresión de dolor en el rostro de mi pequeño hermano, comencé a correr nuevamente, pero al aproximarme aun más, aquel bosque lleno de ceniza comenzó a crecer y su opacada vegetación se aproximaba rápidamente a mi, intenté acelerar el paso, pero mi aliento escaseaba y parecía ser que en cualquier momento aquel bosque me aplastaría, ya prácticamente estaba sobre mi cuando apenas había avanzado unos pocos metros, mi pie había quedado atrapado, entonces voltee para poder desengancharlo de lo que sea que fuere lo que lo había atrapado, la sorpresa y pánico seguían sobreponiéndose en mi corazón al ver que lo que sostenía mi pie era la mano de un niño que no me dejaba continuar, intente arrebatarle mi pierna a aquella mano, pero otra mano de similares características tomó mi otra pierna, entonces un par de manos más emergió de entre las cenizas y tomaron mis muslos con tal fuerza que me hicieron caer de rodillas en el suelo, mientras los árboles continuaban aproximándose a mi, cuando las lagrimas de desesperación brotaban para precipitarse desde mis ojos el grotesco espectáculo que presenciaban era abrumador, todos aquellos árboles que formarían mi ataúd comenzaron a trisarse y sangrar en los lugares en los cuales se trizaban, entonces como en las fantasías de un desquiciado de aquellos huecos comenzaron a brotar más y más manos que parecían ansiosas por alcanzarme, entonces di un grito desgarrador, no podía asimilar lo que sucedía, al estar ya casi sobre mi aquellas manos comenzaron a abrirse aso entre las cortezas de los árboles para agrandar los agujeros, entonces de cada uno de la enorme cantidad de árboles que tenían manos de niños saliendo desde su interior, comenzaron a brotar muchos niños, decenas, no cientos de ellos, todos ellos con la cara de mi pequeño hermano, cada uno repitiendo en una tétrica sinfonía “Vamos a jugar hermano, ven conmigo”. Entonces irremediablemente me alcanzaron, y con fuerza comenzaron a halarme como si se tratase de un juguete al cual todos quieren, halaban con tanta fuerza que el dolor era insoportable, no podía hacer nada al respecto, llego el momento en el que ya eran demasiados a mi alrededor, tantos que no podía ver nada más, entonces comenzaron a morder, todos y cada uno de ellos me propinaba una mordida, arrancaban mi piel, desgarraban mis músculos, mi sangre escapaba a borbotones de mi cuerpo. Fue entonces cuando uno de ellos clavó sus dedos en mi vientre y girando su mano arranco la piel, carne y mis entrañas comenzaban a salir, intente por todos los medios posibles sostenerlas dentro de mi pero eso parecía haber abierto aun más el apetito de los demás y comenzaron a devorarme frenéticamente hasta hacerme perder la razón del dolor.

Al abrir los ojos no sentía nada, siquiera un sonido, no había dolor, toque mi cuerpo para asegurarme de que todo estuviera bien y para mi sorpresa así era, ni un solo rasguño.

-Al parecer no ha sido más que un sueño, aun siquiera logro salir de este lugar.

Dije de forma ingenua y al ver un pequeño rayo de luz filtrarse a través de las rocas, cosa que me llevo a acomodarme para poder patear las rocas y salir hacia la luz, no podía creer que al fin había podido volver a la superficie, pero al abrir el orificio y salir quede perplejo al ver lo que fuese mi casa de pequeño en llamas, como aquel día en el que yo mismo la hice arder hasta los cimientos, frente a la casa estaba yo, dándome la espalda a mi mismo, el otro Akratme se volteo y me miró fijamente, sentí nuevamente un terror inhumano, quise huir, pero me di cuenta de que el agujero en el que había estado encerrado ya no estaba, si no que en su lugar se encontraba un barranco que terminaba en un río bastante turbulento, voltee nuevamente para mirar a “mi otro yo” el cual comenzaba a acelerar cada vez más el paso, pero en cuanto comenzó a correr su cuerpo empezó a experimentar una metamorfosis bizarra y grotesca hasta convertirse en aquel demonio del ojo amarillo, antes de que se abalanzara sobre mi, decidí como parte de un Deja Vú el lanzarme al río de espaldas, pero al voltear para ver las aguas de mi ultimo destino, un gigantesco monstruo albino similar a una serpiente sin ojos salió del agua para engullirme, entonces sentí como todos sus filosos dientes atravesaban por completo mi cuerpo… entonces todo se fue a negro.

Repentinamente el vástago había recuperado la conciencia sentándose rápidamente, agitado, asfixiado, mientras una sudoración fría recorría su afiebrado cuerpo, la cabeza le daba vueltas, no fue capaz de darse cuenta de su alrededor hasta unos cuantos segundos después de tan abrupto despertar, entonces comenzó a palpar su cuerpo en búsqueda de heridas, las cuales no encontró, y poco a poco fue capaz progresivamente de comenzar a recordar lo que había acontecido momentos atrás.

-¿Qué diablos ya he muerto?

Preguntó el vampiro sin considerar recibir respuesta alguna, fue entonces que se percató de que había alguien que le estaba haciendo compañía, y que ciertamente debía ser el responsable de que ahora fuese capaz de moverse.

-Eh… bueno, hola mi nombre es Akratme, supongo que tu me has curado, muchas gracias, pero ¿Qué ha pasado con aquel monstruo que quería devorarme?

Preguntó a aquel que estaba en la penumbra de la caverna junto a él, de pronto vino a su mente un detalle muy importante y el cual se le había pasado por alto, siendo que era lo primero que debió decir a aquel extraño, ya que si el esta aquí eso significa que no debe haber una salida muy lejos, y por otra parte, ¿Qué hacia aquel misterioso salvador en un lugar tan hostil como las Minas Oscuras? Solo un suicida o demente como el mismo Akratme se atrevería a entrar por su propia voluntad.

**Destino** Mar Sep 29 2015, 01:16

Mientras lo sanaba, el elfo podía ver extraños gestos y balbuceos en el rostro del extraño, parecía estar teniendo una espantosa pesadilla, o tal vez recuerdos, o quizás una mezcla de ambas, Destino sabía algo de eso, las consecuentes visiones que llenaban su mente acerca de la batalla o más bien, la masacre, de brujos contra elfos, lo había llenado de dudas y desconcierto, y esos ¿Recuerdos? Reaparecían a ratos como reminiscencias fugaces de momentos jamás vividos, eso le generó cierta empatía hacia el tétrico sujeto que de poco en poco parecía mejorar, aunque las habilidades de sanación del elfo no estaban entre las mejores de Aerandir, cierto era que algo lograría hacer, pero por otro lado, no estaba en busca de amigos, por ahora solo le interesaba salir de ese lugar.

Finalmente el extraño que aseguraba llamarse Akratme, logró despertar -Dos seres tan eternos no deberían preocuparse por morir, sin embargo, acá están, luchando por mantener el aliento que tantas veces resulta insignificante- Comentaba el elfo en uno de sus momentos filosóficos -Destino y Akratme morirán, eso es inevitable, pero no será hoy, ni en este lugar- Tras esto, se levantó al tiempo que ofrecía la mano al otro sujeto para ayudarle a levantarse.

Posteriormente, sacó su espada y la apuntó directo al rostro del resurgido Akratme -Destino no te ha ayudado en busca de tu agradecimiento, sino en busca de tu apoyo para salir de este siniestro lugar- Acto seguido lanzó una fuerte estocada que parecía ir directo al rostro de Akratme pero que finalmente se desvió hacia la pared donde caminaba un pequeño monstruo similar al que los había atacado anteriormente pero de tamaño más pequeño, al que fácilmente logró partir en dos pedazos, dejando que ambos cayeran al piso aun moviéndose -El monstruo que te atacó, podría ser el menor de los problemas- Señaló en dirección contraria a donde se había ido el pequeño animalejo -Destino sugiere ir por este lugar, creo que no es necesario explicarlo- Dijo el elfo mientras comenzaba a moverse; tras ellos, varios animalejos babosos como el que había atacado antes, aparecían en multitud, y tras ellos, en algún lugar, se escuchaban fuertes pasos, seguramente de uno grande, quizá más grande que el anterior.

Akratme Mar Sep 29 2015, 07:52

Aquel misterioso hombre que me había socorrido habló sobre el hecho de que no moriríamos hoy ni en este lugar de una forma algo poética, pero luego de haberle agradecido, este mencionó que no me había ayudado con intenciones de obtener mi gratitud, si no que lo había hecho por que decía necesitar mi apoyo para salir de aquella colmena de cavernas oscuras y hostiles, pero al acabar la frase, súbitamente lanzó una veloz estocada, lo que me hizo moverme instintivamente en diagonal hacia atrás al observar el mínimo cambio en la dirección de la filosa hoja de su espada, fue aliviante para mi el ver que yo no era el objetivo de tan fugaz ataque, al voltear pude ver como una criatura de similares características a la que me había atacado pero muchas veces más pequeña que aquella yacía cortada en dos en el piso de la cueva, entonces aquel que se hacia llamar Destino dijo que aquella enorme bestia que me había atacado no era el mayor de nuestros problemas, entonces sugirió que fuésemos por uno de los pasajes de la caverna, el cual señalo con su extraña espada mientras que desde la dirección contraria a la que este señalaba comenzaron a llegar, al parecer toda la familia de aquella criatura, mientras que Destino ya había comenzado a moverse. Me puse de pie lo mas rápido que pude, recogiendo mi ballesta, y un gran bullicio daba cuenta de que al parecer uno de aquellos monstruos mucho mayor a los demás venia aproximándose lo más rápido que sus cortas extremidades le permitían a esas criaturas.

-¡Creo que debemos salir de aquí pronto!

Exclamé para echarme a correr, mientras que buscaba lo que me quedaba de aquella tela humedecida en aceite, pero para mi mala fortuna no tenia nada en que enrollarla para poder hacer una antorcha, resignado a las pocas opciones que nos dejaban aquellas criaturas solo podía intentar incrementar la velocidad y tener cuidado de no tropezar en algún momento, si aquellas cosas nos alcanzaba, de seguro no podríamos hacerle frente a tantas. Al imaginar a aquellas criaturas devorándome no pude evitar el recordar aquella pesadilla que había tenido luego de haber quedado inconsciente tras la pelea con la gran criatura, un calor comenzó a surgir en mi pecho, y mis músculos se tensaron todos simultáneamente lo que me ayudaba a correr un poco más rápido, sin darme cuenta estaba utilizando mi celeridad ( Esta sensación… la conozco bastante bien, definitivamente no puedo permitirme caer en ese estado nuevamente, mucho menos en esta situación, significaría una condena a muerte para mi, considerando que las bestias vienen tras de nosotros y que Destino no dudaría en matarme si presentase alguna señal de hostilidad en su contra… no puedo permitir que la sed me controle, debo ser fuerte) Entonces ya un poco adentrados en aquel corredor, intentando el hacer caso omiso a mis instintos le hablé a Destino.

-¿Se puede saber por donde has entrado? ¡Quizás podríamos salir por ahí!

Le dije mientras intentaba buscar mi puñal, el cual no se encontraba en su funda, entonces recordé que había quedado clavado en la cabeza de aquel ser que había intentado devorarme, y al ser ahuyentado por Destino, mi daga se había ido con esa cosa.

**Destino** Miér Sep 30 2015, 06:37

La oscuridad del lugar se hacía cada vez más abrumadora, de seguir así, al cabo de un rato no lograrían ver más allá de sus narices el par de viajeros extraviados, Destino lo sabía, pero quedarse a esperar a las criaturas no era para nada una buena opción, no había más remedio que quedar adelante, sin embargo, a medida que avanzaban, unas misteriosas luces parecían parpadear indicando un camino, de momento, parecía ser una buena opción, pero había algo muy sospechoso en todo eso, a fin de cuentas, no había nadie ahí abajo con tan buena voluntad como para querer ayudarlos a salir, fue entonces cuando el elfo se detuvo -El lugar por donde Destino ha entrado, se encuentra ahora ornamentado de escombros, nada podría entrar o salir por ahí- Dijo mientras señalaba a su compañero la manera como hasta ahora había guiado la fuga, tal vez hasta ahora, se había movido con rapidez entre las distintas rutas de las Minas como si las conociera de memoria, pero la verdad es que había estado recibiendo ayuda, sin embargo, la ayuda se volvía cada vez más sospechosa y aunque desconocidos, la mejor manera de tener el apoyo del compañero era ganarse su confianza.

La mano del elfo señalaba una pequeña luz destellante en la lejanía, sin embargo, al dar unos pasos más hacia ella, desaparecía, apareciendo otra más lejana en su lugar, el elfo dudaba que eso los fuera a llevar a algo bueno, pero de momento, les servía para alejarse de los asquerosos lagartijos babosos que los perseguían y que sin duda, los alcanzarían si se detenían por mucho rato en ese lugar; el elfo cada vez dudaba más de seguir los pequeños destellos, pero no tenía más remedio que continuar adelante, fue entonces cuando llegaron al que aparentemente era el final del camino, un callejón sin salida donde las luces finalmente les abandonaron, estaban a punto de quedar sin un atisbo de luz cuando un pequeño orbe brillante de no más de 5 cm. cayó desde el techo de la mina casi sobre la cabeza de Akratme, de momento la extraña luz les daría un poco de visibilidad, pero dejaba muchas preguntas al aire, como su procedencia o la razón por la que aparecería de manera tan repentina.

Se encontraban finalmente entre la espada y la pared, o más bien, entre el monstruo y la pared, No había más lugar a donde ir cuando de pronto, desde la distancia comenzaron a verse aparecer las pequeñas criaturas que los perseguían, incluido entre ellos el mismo que los había atacado antes, aún con algunas de las heridas que le habían causado, si no habían podido contra uno, mucho menos iban a poder contra el número de los que se acercaban, fue entonces cuando un leve susurro se dejó escuchar en la parte superior del callejón donde se encontraban -Por acá- Había sido una voz muy tenue, entre siniestra y traviesa que les indicaba un nuevo camino, tal vez se trataba de la misma persona que los había guiado hasta ahí con las luces efímeras.

Destino levantó la vista y encontró entonces un pequeño túnel, no estaba muy alto, y de un salto podrían sujetarse, o al menos él podría, desconocía las capacidades de Akratme pero en el peor de los casos, tendría que ayudarle -Acá arriba- Repitió Destino de manera casi inconsciente mientras daba un salto para sujetarse del borde del túnel, luego haló el resto de su cuerpo hasta meterse todo -De prisa- Dijo a su compañero mientras le extendía la mano por si necesitaba ayuda para subir -Déjalo- Dijo la misma voz que le había estado susurrando, el elfo volteó en dirección al origen del sonido y pudo apenas ver entre leves destellos de luz una pequeña y curiosa criatura que al verse descubierta corrió hasta perderse en las sombras, Los ojos de la criatura mostraban una gran hostilidad, pero por alguna razón no lo había atacado, tal vez planeaba llevarlos a una trampa, así que debían estar preparados para lo peor; Destino aún desconcertado esperó a su compañero, si decidía no subir, y quedarse a enfrentar a las criaturas, debería decidir entre abandonarlo o bajar a ayudarle.

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Ébano Miér Dic 23 2015, 23:12

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**Sigel** Sáb Jul 23 2016, 15:47

El sonido renqueante que podía escuchar el elfo bajo sus pies procedía efectivamente de la pequeña horda anfibia que anadeaba ansiosa de venganza, y por qué no, comida.

Pero por suerte –o por desgracia– no te encuentras allá, joven elfo. Sino más arriba, unos metros por encima, acabas de subir atraído por esa voz hostil y has visto a esa pequeña criatura rehuir hacia las sombras. Cuando ya ha pasado un rato, tus ojos comienzan a hacerse al nuevo espacio que para tu sorpresa, tiene algo de luz, azulada y mortecina hacia la esquina derecha; la criatura que has visto huía hacia la izquierda, hacia la oscuridad. A ambos lados el techo parece estrecharse, las paredes y todo cuanto te rodea es rocoso, húmedo y si agudizas el olfato tal vez puedas identificar un olor… Un tanto… ¿Cómo diría?... Peculiar. Mojado y dulzón. Terroso.

– SSSsssssss...

Oyes un susurro, algo así como el sonido que produce la fricción de algo que aún no terminas de identificar, en contacto con la roca fría. Porque efectivamente, allí hace mucho frío. El sonido proviene del lado derecho, de la zona tenuemente –muy tenuemente– iluminada, e incluso si agudizas el oído podrás escuchar un leve murmullo… ¿Voces? ¿Aire? ¿Agua? Puede que lo averigües más tarde.

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Saludos, sangreverde. Estoy en tu cabeza, como habrás podido observar… Digamos que soy algo así como Pepito Grillo, solo que yo estoy aquí para tejer tu destino durante un período de tiempo; qué ironía. Ja. Ja.

Presentaciones aparte, te he descrito el lugar a grandes rasgos: es cerrado en apariencia, ovalado y de unos veinte metros, techo bajo y dos extremos bien diferenciados. A la izquierda se refugia la pequeña espécimen de Ylitrio, a la derecha te aguarda una zona que se encuentra bañada en una pálida luz, aparentemente cerrada.

** Puedes moverte libremente en este turno, interactuar con el entorno, descansar, intentar hablar con el duende..Tómalo como un turno de reconocimiento
** Cuando tengas hueco para postear y decidas comenzar, el ritmo será de una respuesta mínima cada 48h, por ambas partes.
** El objetivo es sacarte de aquí. La intervención tendrá riesgo bajo por tu nivel, pero deberás tomar unas decisiones con sus respectivas consecuencias.
** Me reservo la decisión de recompensar tu actuación.

La imagen es orientativa para las texturas y el color; no te fijes en la abertura. Mándame mp con cualquier duda o petición que tengas.

Dicen que en los momentos de tensión, en los momentos más salvajes es el instinto el que toma posesión de cada uno. Y a ti, ¿qué te susurra tu intuición…?

**Destino** Mar Ago 16 2016, 18:33

El ascenso había sido duro, el sonido reptante de los anfibios había llevado la adrenalina del elfo hasta el extremo y había llevado sus músculos hasta el límite para subir más de prisa; finalmente acabó por atravesar el pequeño túnel que lo había llevado a un piso superior, asomó la cabeza hacia abajo en busca de su compañero vampiro pero no había rastro alguno, tal vez habría sido devorado pero no había escuchado gritos, existía la posibilidad de que hubiera escapado por otro lado, aunque esa no era la mayor preocupación del elfo.

Destino se levantó y con su dedo índice creó una pequeña esfera de luz que le servía para iluminarse apenas un par de metros hacia cada lado, al recorrer el lugar notó que había un poco de luz hacia el fondo, la criatura que había visto antes se alejaba hasta desaparecer por la izquierda mientras que algo más seguro parecía dibujarse por el camino a la derecha; se acercó a los muros del lugar para inspeccionar la seguridad y evitar quedarse parado en una zona insegura.

El pelinegro desliza la mano por la pared, roca sólida pero un poco húmeda, sin duda podría haber agua cerca, un cauce subterráneo tal vez y con algo de suerte, alguna salida; el elfo intenta agudizar el olfato para reconocer el olor pero es interrumpido por un leve susurro que se escucha venir desde el lado derecho; Destino gira lentamente sobre sí mismo para dar un vistazo al lugar, estirando la mano en donde ha creado la pequeña luz para tratar de ver algo.

Un nuevo vistazo hacia abajo por el agujero le permite ver que los anfibios parecen haberse ido ¿O no? Tal vez solo aguardan en silencio, por lo que bajar por ese camino no resulta una opción inteligente, lo más sensato por ahora en seguir adelante, pero entonces es cuando surge la duda ¿Derecha o izquierda? ¿Cuál de los dos caminos llevará al elfo fuera de tan espantoso lugar?

Antes de continuar el elfo hace una inspección de rutina acerca de su propio estado, con tanto alboroto no se había dado cuenta si resultaba herido de algún modo; de momento no hay dolor, el elfo toca su cuerpo rápidamente para asegurarse de estar intacto, un poco golpeado tal vez por el difícil ascenso y el escape en sí mismo, pero nada grave, no hay heridas serias, así que sin más, ajusta el guante de su mano izquierda y se prepara para avanzar, o al menos es lo que planea luego de elegir un camino.

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