[Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Página 1 de 1. • Comparte
[Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
La noche aún era bastante joven, y una improvisada misión de espionaje podría hacer que el tiempo pasara más de prisa, al menos nos mantendríamos entretenidos un rato, emboscar a quienes nos emboscan, cazar a quienes nos cazan, ambas ideas me resultaban bastante emocionantes, las palabras de la elfa habían tenido mucho sentido y no podía descartar la idea de que posiblemente sabían de ella y esperaban el momento indicado para eliminarnos a ambos, con tantas personas que decían tener en sus filas, resultaría difícil que no se enteraran, además con lo “llamativa” que era la elfa, no sería muy difícil rastrearla, asentí a sus palabras consciente de que sus argumentos eran completamente válidos.
Suspiré resignado, no había manera de dejar a la elfa atrás ni tampoco de ganarle una discusión, era en vano, cualquier esfuerzo de convencerla era en vano, así que me dediqué a asentir con la cabeza esperando el momento indicado para irme sin ella, aunque al final, por mucho que lo planeara o lo pensara, no sería capaz de hacerlo -Entre menos seamos, mejor será- Dije objetando sus intenciones de involucrar a los hijos del imponente Beor o a él mismo, no porque no confiara en ellos, sino porque no deseaba que personas de familia, con tanto que perder, se vieran involucrados con gente tan poderosa y que no dudarían en destruirles todo como habían hecho con el médico en las afueras -Prepárate para salir, yo te esperaré abajo- Dije mientras me acercaba a la puerta hasta que fui interrumpido por el cachorro que jugueteaba bajo mis pies -Aquí es donde nos separamos pequeño- Dije mientras me agachaba para acariciar las orejas del perrito sin nombre -Te encargarás de cuidarla a ella mientras yo no esté, así que debes volver a ser un fiero guardián- Sonreí a la elfa y abrí la puerta para atravesar el pasillo y bajar la escalera hacia la parte baja de la posada donde se encontraba Beor.
Tomé asiento en una silla alejada mientras detallaba a todos los presentes, ninguno parecía un espía ni nada parecido, al menos de momento era seguro, tanto que me parecía estar siendo demasiado paranoico, pero ser precavido no estaba de más. Analicé de nuevo el plan de la elfa: Avanzar juntos hasta llamar la atención de los perseguidores, una vez que supiéramos quienes eran, atacaríamos; sonaba algo arriesgado, los refuerzos no debían aparecer sino hasta después de tener la certeza de que teníamos a todos, aunque según mis cálculos eran solo dos, o tal vez era eso lo que pensaban hacernos creer; caminé hasta la puerta tentado a irme sin mi compañera, pero luego me regresé a continuar esperando un rato más.
Suspiré resignado, no había manera de dejar a la elfa atrás ni tampoco de ganarle una discusión, era en vano, cualquier esfuerzo de convencerla era en vano, así que me dediqué a asentir con la cabeza esperando el momento indicado para irme sin ella, aunque al final, por mucho que lo planeara o lo pensara, no sería capaz de hacerlo -Entre menos seamos, mejor será- Dije objetando sus intenciones de involucrar a los hijos del imponente Beor o a él mismo, no porque no confiara en ellos, sino porque no deseaba que personas de familia, con tanto que perder, se vieran involucrados con gente tan poderosa y que no dudarían en destruirles todo como habían hecho con el médico en las afueras -Prepárate para salir, yo te esperaré abajo- Dije mientras me acercaba a la puerta hasta que fui interrumpido por el cachorro que jugueteaba bajo mis pies -Aquí es donde nos separamos pequeño- Dije mientras me agachaba para acariciar las orejas del perrito sin nombre -Te encargarás de cuidarla a ella mientras yo no esté, así que debes volver a ser un fiero guardián- Sonreí a la elfa y abrí la puerta para atravesar el pasillo y bajar la escalera hacia la parte baja de la posada donde se encontraba Beor.
Tomé asiento en una silla alejada mientras detallaba a todos los presentes, ninguno parecía un espía ni nada parecido, al menos de momento era seguro, tanto que me parecía estar siendo demasiado paranoico, pero ser precavido no estaba de más. Analicé de nuevo el plan de la elfa: Avanzar juntos hasta llamar la atención de los perseguidores, una vez que supiéramos quienes eran, atacaríamos; sonaba algo arriesgado, los refuerzos no debían aparecer sino hasta después de tener la certeza de que teníamos a todos, aunque según mis cálculos eran solo dos, o tal vez era eso lo que pensaban hacernos creer; caminé hasta la puerta tentado a irme sin mi compañera, pero luego me regresé a continuar esperando un rato más.
Última edición por Bio el Dom Ene 17 2016, 19:10, editado 2 veces
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
La noche era joven y tranquila, la luna brillaba como siempre lo hacía, la suave brisa acariciaba mi rostro y yo me encontraba aburrido, muy aburrido, tuve que salir de la casa de mi compañero Hyro para caminar un rato, de todas maneras él siempre había preferido que me mantuviera fuera de su hogar para no darme de comer, así que anduve sin rumbo por las calles de Lunargenta en busca de alguna distracción, pero en realidad solo estuve pensando mientras mis pies se movían solos.
Después de haber caminado un rato, logro notar que no tenía ni la menor idea de dónde me encontraba, el entorno me parecía desconocido, no sabía cómo había llegado hasta allí, lo único de lo que estaba seguro era que todavía me encontraba en Lunargenta -Hola, guapo ¿Quieres pasar un buen rato?- Dijo una persona que era difícil reconocer su sexo, su vestimenta era la de una mujer, pero su rostro se veía igual a la de un hombre -No, gracias- Fue mi respuesta, luego volteé para largarme de ese lugar, no obstante, accidentalmente tropiezo con un sujeto de gran tamaño y con una mirada de dragón enfurecido -¡¿Estás tratando de robarte a mi chica?! ¡Insolente! ¡Te daré tu merecido!- Me amenazó aquel hombre sin alguna razón lógica, así que desenvaino mi espada y me preparo para luchar -No intento robarte nada, pero si me atacas, entonces tendré que matarte- Dije con gran seguridad y un poco de arrogancia mientras la adrenalina recorría mi cuerpo -¡Alto! ¡Serás detenido por portar ilegalmente un arma!- Gritó un guardia que en ese momento patrullaba la zona -¡Él comenzó!- Dije intentando defenderme mientras señalaba al sujeto de colosal tamaño, pero aquel hombre había desaparecido junto a la chica de aspecto raro.
La situación comenzaba a ponerse embarazosa, el guardia me miraba fijamente, yo miraba al guardia fijamente, ambos nos mirábamos fijamente -¡Un ladrón!- Grité señalando hacia un lugar al azar para distraer al guardia, luego corrí lo más rápido posible hasta desaparecer de la zona, me alejé por completo y seguí corriendo ignorando mi cansancio, corriendo sin mirar hacia atrás, corriendo hasta llegar cerca de una posada donde podría esconderme -(tal vez sería bueno estar allí por unos momentos hasta que me dejen de perseguir)- Pensé mientras me acercaba al lugar donde podría descansar por un rato.
Después de haber caminado un rato, logro notar que no tenía ni la menor idea de dónde me encontraba, el entorno me parecía desconocido, no sabía cómo había llegado hasta allí, lo único de lo que estaba seguro era que todavía me encontraba en Lunargenta -Hola, guapo ¿Quieres pasar un buen rato?- Dijo una persona que era difícil reconocer su sexo, su vestimenta era la de una mujer, pero su rostro se veía igual a la de un hombre -No, gracias- Fue mi respuesta, luego volteé para largarme de ese lugar, no obstante, accidentalmente tropiezo con un sujeto de gran tamaño y con una mirada de dragón enfurecido -¡¿Estás tratando de robarte a mi chica?! ¡Insolente! ¡Te daré tu merecido!- Me amenazó aquel hombre sin alguna razón lógica, así que desenvaino mi espada y me preparo para luchar -No intento robarte nada, pero si me atacas, entonces tendré que matarte- Dije con gran seguridad y un poco de arrogancia mientras la adrenalina recorría mi cuerpo -¡Alto! ¡Serás detenido por portar ilegalmente un arma!- Gritó un guardia que en ese momento patrullaba la zona -¡Él comenzó!- Dije intentando defenderme mientras señalaba al sujeto de colosal tamaño, pero aquel hombre había desaparecido junto a la chica de aspecto raro.
La situación comenzaba a ponerse embarazosa, el guardia me miraba fijamente, yo miraba al guardia fijamente, ambos nos mirábamos fijamente -¡Un ladrón!- Grité señalando hacia un lugar al azar para distraer al guardia, luego corrí lo más rápido posible hasta desaparecer de la zona, me alejé por completo y seguí corriendo ignorando mi cansancio, corriendo sin mirar hacia atrás, corriendo hasta llegar cerca de una posada donde podría esconderme -(tal vez sería bueno estar allí por unos momentos hasta que me dejen de perseguir)- Pensé mientras me acercaba al lugar donde podría descansar por un rato.
Rauko
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1001
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Bio salió de la habitación con cierto aire ausente, como si su mente no estuviera del todo en aquella habitación si no en otra parte o ocupada con otras cosas. La peliblanca pensó que le estaría dando vueltas al plan, calculando las posibilidades de la la nueva propuesta en la que ambos se acababan de poner más o menos de acuerdo, aunque el pelinegro no sabía disimular que preferiría que la elfa no fuera con él o más bien ni lo intentaba. Quizá estuviera jugando una extraña partida de ajedrez mental en la que trataba de tener varios movimientos calculados con antelación al mismo tiempo que trataba de prever los del enemigo. Esperaba que ninguno de esos movimientos implicara no contar con ella o ceder en lo de acompañarle solo para luego dejarla esperando "a salvo" a la primera oportunidad. Como fuera solo pareció el de siempre mientras se despedía del cachorro el cual una vez la puerta volvió a cerrarse se quedó mirándola girando la cabeza como si no entendiera por qué no volvía.
-Ya le has oído, todos necesitamos protección menos él.... -Le dijo la peliblanca haciéndole unas carantoñas para tratar de hacer que se tomara mejor la marcha del pelinegro. Tras unas cuantas caricias el cachorro decidió que mirar a la puerta no era demasiado divertido y comenzó una vez más a jugar con Geralt tras recibir un bellotazo de éste en la cabeza. La sacerdotisa sonrió y se prometió ponerse en serio con el nombre de su nuevo amigo en cuanto se ocupara de aquella situación. Al pensar en aquello no pudo evitar que por un instante pasara por su cabeza la posibilidad muy real de no volver pero la desechó tan rápido como había llegado. El de aquella noche no era el primer baile para la joven elfa, ya se las había visto con organizaciones peligrosas, piratas, maleantes, brujos malvados y nobles de manos largas entre otros muchos peligros y aquella noche no sería diferente. Lo conseguirían y obtendrían además la información que tanto necesitaban para dejar ir a ciegas. Puede que sonase más bien a letanía contra el miedo, quizá lo fuera pero funcionaba.
Con un par de tirones sacó su baúl de debajo de la cama y lo abrió en busca de su coraza de cuero comenzando a ponérsela, asegurándose de apretar correctamente el correaje con ayuda del espejo del cuarto de baño. No era la primera vez que la usaba por lo que ya tenía cierta soltura y el proceso no le llevó mucho tiempo. Por encima de la armadura se colocó una túnica de modo que la coraza apenas era visible bajo la misma y colocó la funda de su daga oculta entre los pliegues de la manga. Llenó su bolsa con algunas pociones ya preparadas y tras echarse su capa negra encima y tomar su bastón con forma de dragón se dispuso a seguir los pasos del vampiro.
-Geralt, cuida del cachorro...Y portaos bien.- Les dijo a sus mascotas saliendo de la habitación y bajando al salón de la posada donde enseguida vio que Bio la esperaba en una mesa algo apartada. Pero antes de ir hacia él se detuvo delante de la barra para hacer a Beor partícipe de su plan. Aquel posadero no solo era grande y fuerte, también era un fiel amigo que no dudó ni un instante en aceptar el plan de la peliblanca.
-No quiero a gente así ni cerca de mi posada, cuenta con nosotros, tengo algunas armas en la trastienda y bajo la barra tengo mi fiel hacha, en mis buenos tiempos podía cortar un árbol de un tajo con ella y desde entonces siempre la mantengo afilada.- Alardeó el gigantón. Níniel asintió poniendo una de sus manos sobre una de las enormes manazas del posadero agradeciéndole que estuviera dispuesto a ayudarla a pesar del peligro. -Sobre todo no corráis mucho riesgo, si véis que son demasiados no os la juguéis, bastante os pido ya...- Beor asintió pero en sus ojos tenía escrito claramente "Como si son cien, probarán mi hacha". Una vez preparada esa parte del plan, la peliblanca se dirigió a la mesa de Bio, justo en el momento en el que un nuevo cliente entraba al lugar y recibía las bienvenida del dueño.
-Bienvenido, pareces cansado...Toma asiento, enseguida te atenderán.-
-Ya le has oído, todos necesitamos protección menos él.... -Le dijo la peliblanca haciéndole unas carantoñas para tratar de hacer que se tomara mejor la marcha del pelinegro. Tras unas cuantas caricias el cachorro decidió que mirar a la puerta no era demasiado divertido y comenzó una vez más a jugar con Geralt tras recibir un bellotazo de éste en la cabeza. La sacerdotisa sonrió y se prometió ponerse en serio con el nombre de su nuevo amigo en cuanto se ocupara de aquella situación. Al pensar en aquello no pudo evitar que por un instante pasara por su cabeza la posibilidad muy real de no volver pero la desechó tan rápido como había llegado. El de aquella noche no era el primer baile para la joven elfa, ya se las había visto con organizaciones peligrosas, piratas, maleantes, brujos malvados y nobles de manos largas entre otros muchos peligros y aquella noche no sería diferente. Lo conseguirían y obtendrían además la información que tanto necesitaban para dejar ir a ciegas. Puede que sonase más bien a letanía contra el miedo, quizá lo fuera pero funcionaba.
Con un par de tirones sacó su baúl de debajo de la cama y lo abrió en busca de su coraza de cuero comenzando a ponérsela, asegurándose de apretar correctamente el correaje con ayuda del espejo del cuarto de baño. No era la primera vez que la usaba por lo que ya tenía cierta soltura y el proceso no le llevó mucho tiempo. Por encima de la armadura se colocó una túnica de modo que la coraza apenas era visible bajo la misma y colocó la funda de su daga oculta entre los pliegues de la manga. Llenó su bolsa con algunas pociones ya preparadas y tras echarse su capa negra encima y tomar su bastón con forma de dragón se dispuso a seguir los pasos del vampiro.
-Geralt, cuida del cachorro...Y portaos bien.- Les dijo a sus mascotas saliendo de la habitación y bajando al salón de la posada donde enseguida vio que Bio la esperaba en una mesa algo apartada. Pero antes de ir hacia él se detuvo delante de la barra para hacer a Beor partícipe de su plan. Aquel posadero no solo era grande y fuerte, también era un fiel amigo que no dudó ni un instante en aceptar el plan de la peliblanca.
-No quiero a gente así ni cerca de mi posada, cuenta con nosotros, tengo algunas armas en la trastienda y bajo la barra tengo mi fiel hacha, en mis buenos tiempos podía cortar un árbol de un tajo con ella y desde entonces siempre la mantengo afilada.- Alardeó el gigantón. Níniel asintió poniendo una de sus manos sobre una de las enormes manazas del posadero agradeciéndole que estuviera dispuesto a ayudarla a pesar del peligro. -Sobre todo no corráis mucho riesgo, si véis que son demasiados no os la juguéis, bastante os pido ya...- Beor asintió pero en sus ojos tenía escrito claramente "Como si son cien, probarán mi hacha". Una vez preparada esa parte del plan, la peliblanca se dirigió a la mesa de Bio, justo en el momento en el que un nuevo cliente entraba al lugar y recibía las bienvenida del dueño.
-Bienvenido, pareces cansado...Toma asiento, enseguida te atenderán.-
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1150
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Lentamente seguían llegando a mi cabeza recuerdos esporádicos de lo ocurrido el día anterior antes de despertar en la habitación de la elfa, había caminado durante algunas horas junto al cachorro al que llevaba en mis brazos para ir más de prisa, el cielo había estado sumamente nublado y una espesa capa de humedad amenazaba con dejar caer un inclemente diluvio que al final, al menos hasta donde recordaba no llegó a caer, los sujetos se habían acercado discretamente y por separado, el primero de ellos me tropezó haciendo parecer que todo era un accidente, restregó un pañuelo contra mis rostro para luego alejarse pidiendo disculpas, de momento no le había dado importancia, pero luego comenzaría a sentirme mareado y débil, aunque no lo suficiente como para saber que algo me afectaba, el otro sujeto se acercó de una forma más violenta aunque sorpresiva, me asaltó desde un lado y tras tomarme, me lanzó hacia un callejón donde mi debilidad le dio una gran ventaja.
Agité la cabeza para salir de aquellos recuerdos aunque sin dejar de aprovecharlos para prever el modo en que tal vez lo intentarían de nuevo, los minutos habían pasado de prisa mientras me encontraba preso de mis recuerdos furtivos pero al fin Niniel estaba lista para salir, con un atuendo bastante agresivo, hasta intimidante incluso, aunque no se dirigió directamente hacia mí sino que pasó antes a conversar con Beor, me acerqué un poco a la reunión secreta que parecían tener para dar algunas palabras al enorme sujeto, aunque tal vez no serían necesarias del todo, pero nunca estaba de más -Si vas con nosotros, ante todo, pase lo que pase, protege a Niniel, si ayudarme la deja expuesta, quédate con ella, no estamos seguros, pero si estos sujetos son lo que creemos, son peligrosos- Dije en un tono más serio de lo que usaba regularmente -Hay al menos dos de ellos, debemos identificarlos a ambos antes de iniciar el contra ataque, si uno se ve en problemas el otro podría tratar de escapar, y si revela que vio a Niniel en la posada, ella no es la única que estará en problemas- No era por asustar, pero Beor debía tener claro en lo que se estaba metiendo y las consecuencias que podría tener esta aventura para él, que a diferencia de mí, tenía mucho que perder.
Me giré para caminar hacia la salida cuando vi un rostro conocido al fin -Hola Ruko, que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Dije al pequeño para luego presentarlo a la elfa -Niniel, conoce a Ruko, es un No-Elfo- Dije en tono jocoso recordando su aclaración de que no se consideraba un elfo aunque obviamente lo era pero luego regresé al tono serio de antes -Necesito tu ayuda, te pagaré al terminar... Con chocolates... O algo- Le dije en tono casi susurrante, aunque no lo admitiría, ese elfo era justo el tipo de apoyo con que me gustaría contar en esa noche, frío, perverso y dispuesto a hacer lo necesario para cumplir una misión aunque ello implicara abandonarme a mi suerte -Es tiempo de irnos- Dije mientras avanzaba hacia la salida intentando arrastrar conmigo al elfo con el fin de ganar un poco de tiempo y crear un plan C junto a Rauko -Necesito que vigiles de lejos, un sujeto tratará de atacarme, pero no andará solo, una vez que me ataquen, buscarás a alguien más que parezca sospechoso, si mal no recuerdo, lleva unos guantes rojos- Tras darle la información me detuve nuevamente para esperar a Niniel, no quería que pensara que me iría sin ella -Vamos Niniel- Dije mientras aguardaba a que me alcanzara y lanzaba una mirada a Beor intentando recordarle que la prioridad sería siempre proteger a Niniel.
Agité la cabeza para salir de aquellos recuerdos aunque sin dejar de aprovecharlos para prever el modo en que tal vez lo intentarían de nuevo, los minutos habían pasado de prisa mientras me encontraba preso de mis recuerdos furtivos pero al fin Niniel estaba lista para salir, con un atuendo bastante agresivo, hasta intimidante incluso, aunque no se dirigió directamente hacia mí sino que pasó antes a conversar con Beor, me acerqué un poco a la reunión secreta que parecían tener para dar algunas palabras al enorme sujeto, aunque tal vez no serían necesarias del todo, pero nunca estaba de más -Si vas con nosotros, ante todo, pase lo que pase, protege a Niniel, si ayudarme la deja expuesta, quédate con ella, no estamos seguros, pero si estos sujetos son lo que creemos, son peligrosos- Dije en un tono más serio de lo que usaba regularmente -Hay al menos dos de ellos, debemos identificarlos a ambos antes de iniciar el contra ataque, si uno se ve en problemas el otro podría tratar de escapar, y si revela que vio a Niniel en la posada, ella no es la única que estará en problemas- No era por asustar, pero Beor debía tener claro en lo que se estaba metiendo y las consecuencias que podría tener esta aventura para él, que a diferencia de mí, tenía mucho que perder.
Me giré para caminar hacia la salida cuando vi un rostro conocido al fin -Hola Ruko, que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Dije al pequeño para luego presentarlo a la elfa -Niniel, conoce a Ruko, es un No-Elfo- Dije en tono jocoso recordando su aclaración de que no se consideraba un elfo aunque obviamente lo era pero luego regresé al tono serio de antes -Necesito tu ayuda, te pagaré al terminar... Con chocolates... O algo- Le dije en tono casi susurrante, aunque no lo admitiría, ese elfo era justo el tipo de apoyo con que me gustaría contar en esa noche, frío, perverso y dispuesto a hacer lo necesario para cumplir una misión aunque ello implicara abandonarme a mi suerte -Es tiempo de irnos- Dije mientras avanzaba hacia la salida intentando arrastrar conmigo al elfo con el fin de ganar un poco de tiempo y crear un plan C junto a Rauko -Necesito que vigiles de lejos, un sujeto tratará de atacarme, pero no andará solo, una vez que me ataquen, buscarás a alguien más que parezca sospechoso, si mal no recuerdo, lleva unos guantes rojos- Tras darle la información me detuve nuevamente para esperar a Niniel, no quería que pensara que me iría sin ella -Vamos Niniel- Dije mientras aguardaba a que me alcanzara y lanzaba una mirada a Beor intentando recordarle que la prioridad sería siempre proteger a Niniel.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Seguía acercándome a la posada sin pensar en lo que podría encontrar, solo quería estar en un lugar tranquilo donde pudiera descansar, miré hacia atrás para asegurarme de que todavía no me estaban persiguiendo, al comprobar que me encontraba solo me aproximé a la puerta, pero antes de entrar decidí detenerme para pensar un rato, por alguna extraña razón tenía un mal presentimiento, entonces un sujeto se lograba ver a lo lejos de la calle, se dirigía a mi posición sin ver hacia adelante, parecía estar hundido en sus pensamientos, me recordaba a mí en ciertos momentos, aquel hombre llegó a situarse a mi lado, miró la entrada de la posada y luego entró a ese lugar donde fue bien recibido por alguien -(No puedo creer que haya desperdiciado varios minutos de mi vida observando a ese sujeto)- Pensé mientras me cruzaba de brazos.
Otra vez me había aburrido y finalmente me atreví a entrar a la posada, no obstante, una voz familiar se deja escuchar dentro para recibirme, la voz de Bio quien había olvidado mi nombre o no le interesaba recordarlo -Mi nombre no es…- Dije sin terminar la oración, una joven y hermosa elfa estaba acompañando al vampiro y no podía dejar de mirarla, hacía mucho tiempo que no veía a alguien de mi raza y la última vez que tuve que interactuar con uno de ellos solo obtuve un terrible rechazo, ahora tarde o temprano debía hablar con ella y seguramente me vería como un monstruo al conocerme, pero por el momento me mantenía calmado sin esperar alguna indiferencia, luego Bio me presenta a la chica elfa -Lindo nombre, Niniel- Dije con un tono amistoso, luego dejo de mirarla para enfocarme en las palabras del vampiro quien había prometido pagar mi ayuda con chocolates o algo que seguramente sería algún delicioso dulce, entonces Bio y yo nos alejamos de la peliblanca para tener una conversación privada, al parecer estaba planeando algo que serviría para contraatacar, me parecía rara e incompleta aquella estrategia, tenía un comienzo y carecía de un final, pero no tenía nada mejor que hacer y decidí aceptar -Entendido- Dije para para demostrar que me encontraba preparado, luego Bio se alejó para estar al lado de Niniel, así que me acerqué a un rincón para sentarme en una silla y esperar que pasara algo interesante.
No sabía en qué me estaba metiendo, solo pensaba en que sería algo emocionante y que al final podría recibir chocolates como recompensa -(¿Por qué Bio y Niniel están juntos? ¿Acaso son novios? ¿Por qué Niniel está vestida de esa forma? ¿Qué haré después de hacerle el favor a Bio? ¿Realmente me pagará con chocolates?)- Las preguntas invadían mi mente y no lograba encontrar alguna respuesta, pero después de unos segundos finalmente me concentré en observar a todas las personas presentes, lo que era aburrido.
Otra vez me había aburrido y finalmente me atreví a entrar a la posada, no obstante, una voz familiar se deja escuchar dentro para recibirme, la voz de Bio quien había olvidado mi nombre o no le interesaba recordarlo -Mi nombre no es…- Dije sin terminar la oración, una joven y hermosa elfa estaba acompañando al vampiro y no podía dejar de mirarla, hacía mucho tiempo que no veía a alguien de mi raza y la última vez que tuve que interactuar con uno de ellos solo obtuve un terrible rechazo, ahora tarde o temprano debía hablar con ella y seguramente me vería como un monstruo al conocerme, pero por el momento me mantenía calmado sin esperar alguna indiferencia, luego Bio me presenta a la chica elfa -Lindo nombre, Niniel- Dije con un tono amistoso, luego dejo de mirarla para enfocarme en las palabras del vampiro quien había prometido pagar mi ayuda con chocolates o algo que seguramente sería algún delicioso dulce, entonces Bio y yo nos alejamos de la peliblanca para tener una conversación privada, al parecer estaba planeando algo que serviría para contraatacar, me parecía rara e incompleta aquella estrategia, tenía un comienzo y carecía de un final, pero no tenía nada mejor que hacer y decidí aceptar -Entendido- Dije para para demostrar que me encontraba preparado, luego Bio se alejó para estar al lado de Niniel, así que me acerqué a un rincón para sentarme en una silla y esperar que pasara algo interesante.
No sabía en qué me estaba metiendo, solo pensaba en que sería algo emocionante y que al final podría recibir chocolates como recompensa -(¿Por qué Bio y Niniel están juntos? ¿Acaso son novios? ¿Por qué Niniel está vestida de esa forma? ¿Qué haré después de hacerle el favor a Bio? ¿Realmente me pagará con chocolates?)- Las preguntas invadían mi mente y no lograba encontrar alguna respuesta, pero después de unos segundos finalmente me concentré en observar a todas las personas presentes, lo que era aburrido.
Rauko
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1001
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Por muy duro que fuera el contenido de las palabras que Bio intercambió con Beor y que casi parecían más encaminadas a hacer que el grandullón se replanteara mejor si debía ayudarles o no Níniel no intervino pues sabía que eran verdad. La peliblanca ya le había contado la historia de forma resumida y le había hecho partícipe de sus conjeturas sobre quiénes podían ser aquellos misteriosos agresores antes de pedirle ayuda. El humano ya sabía que aquello no era ninguna broma y que distaba mucho de las peleas de borrachos y los típicos busca broncas de los que se ocupaba normalmente pero aún así había aceptado sin dudar y ante las palabras del pelinegro se limitó a fruncir el ceño haciendo que su rostro normalmente amable mostrara una ferocidad más típica de un guerrero que de un posadero. -Es como una hija y ha cuidado de mi y de mi familia durante todo este tiempo con sus artes y conocimientos, incluso curó las fiebres a la pequeña. Como si son los nigromantes de Terpoli...Preocupate por tu pellejo, yo me ocuparé de que cualquiera que trate de tocar a Níniel lo lamente...Cualquiera.- Añadió eso último como clara amenaza hacia el propio Bio, dejando claro que no le hacía gracia ver a un tipo como él cerca de la peliblanca, incluso desconociendo que se trataba de uno de los malditos. Níniel no exageraba al decir que aquella familia de posaderos la consideraba, y era algo recíproco, como una de los suyos...Aunque a veces a Beor y a sus hijos se les fueran los ojos hacia ciertas partes de la anatomía de la elfa donde un familiar no debería mirar. -Puede que te parezca el típico posadero pero no he vivido siempre tras esta barra, cumpliremos con nuestra parte, puedes estar seguro.- Finalizó el ex campeón de lanzamiento de troncos retomando sus tareas normales con normalidad antes de ponerse en marcha una vez que el pelinegro y la peliblanca salieran de allí.
Con aquel punto aclarado y todos los preparativos posibles ya realizados se dirigieron a la puerta para comenzar con el plan, pero antes de poder salir Bio reconoció a uno de los recién llegados y, a pesar de las circunstancias, se detuvo a saludar y a realizar las presentaciones normales en momentos más distendidos aunque chocantes debido a la sombra que planeaba sobre sus cabezas con oscuras intenciones. El vampiro presentó a su, en apariencia amigo, como Ruko, un no-elfo aunque estaba más que claro que sí que era uno de los hijos del bosque, al no ser que por el extraño efecto de alguna magia desconocida a miembros de otras razas les crecieran las orejas y cambiaran su complexión engañando de ese modo a los ojos de la elfa. Con un cortés y elegante, aunque leve, inclinación de la cabeza Níniel respondió al saludo del elfo que había consistido en encontrar bonito su nombre. El recién llegado y el pelinegro se alejaron unos pasos y comenzaron a conversar entre ellos en voz baja por lo que la peliblanca les siguió hasta la entrada manteniendo siempre la distancia con ellos. Todo parecía indicar que acababan de reclutar a un nuevo aliado junto al que lidiar con el peligro, o al menos eso entendió la sacerdotisa viendo cómo hablaban. Un aliado que cobraba con chocolate o "algo"...Bio solía rodearse de gente de lo más extraña desde luego. Niñas biocibernéticas, vampiresas con modales y "miradas" de hombre, capitanes de barco con tentáculos, elfos no-elfos...Era difícil aburrirse en su compañía. Una vez terminada la conversación parecía que el no-elfo se quedaría allí y Bio y la elfa mantendrían el plan original de salir solos de la posada. Confiando en el vampiro y tras despedirse de "Ruko" con otra leve inclinación de cabeza la peliblanca se echó la capucha de su capa sobre la cabeza y comenzó a caminar a la vera del pelinegro.
Fuera la luna brillaba y una fría brisa recorría las calles de Lunargenta silbando a su paso allí donde la distancia entre edificios se estrechaba más. El golpeteo de una contraventana mal sujeta hizo que la peliblanca mirase hacia arriba para observar el origen de aquel ruido con cierto nerviosismo. -¿No vas a contarme de qué iba eso último?.- Preguntó en voz baja la peliblanca a su acompañante volviendo a colocarse a su lado y acompasando sus pasos a los suyos. -No sabía que conocieras a más de los míos, aunque es extraño que lo llamases no -elfo.- A unos metros delante de ambos una furtiva sombra se movió, rápida como un parpadeo, causando que instintivamente la peliblanca se agarrara del brazo del vampiro por lo sorpresivo. Pronto un bufido felino seguido de otro de un animal de la misma especie comenzó a oírse y dos gatos salieron de la calle de la derecha peleándose por un pescado a medio comer, huyendo de allí tan pronto como vieron que no estaban solos. -Que susto me han dado...- DIjo la elfa soltándose del vampiro tan pronto como se dio cuenta de que seguía agarrada de su brazo. -Ha sido un acto reflejo...- Explicó colocándose mejor la capucha sobre su cabeza.
Con aquel punto aclarado y todos los preparativos posibles ya realizados se dirigieron a la puerta para comenzar con el plan, pero antes de poder salir Bio reconoció a uno de los recién llegados y, a pesar de las circunstancias, se detuvo a saludar y a realizar las presentaciones normales en momentos más distendidos aunque chocantes debido a la sombra que planeaba sobre sus cabezas con oscuras intenciones. El vampiro presentó a su, en apariencia amigo, como Ruko, un no-elfo aunque estaba más que claro que sí que era uno de los hijos del bosque, al no ser que por el extraño efecto de alguna magia desconocida a miembros de otras razas les crecieran las orejas y cambiaran su complexión engañando de ese modo a los ojos de la elfa. Con un cortés y elegante, aunque leve, inclinación de la cabeza Níniel respondió al saludo del elfo que había consistido en encontrar bonito su nombre. El recién llegado y el pelinegro se alejaron unos pasos y comenzaron a conversar entre ellos en voz baja por lo que la peliblanca les siguió hasta la entrada manteniendo siempre la distancia con ellos. Todo parecía indicar que acababan de reclutar a un nuevo aliado junto al que lidiar con el peligro, o al menos eso entendió la sacerdotisa viendo cómo hablaban. Un aliado que cobraba con chocolate o "algo"...Bio solía rodearse de gente de lo más extraña desde luego. Niñas biocibernéticas, vampiresas con modales y "miradas" de hombre, capitanes de barco con tentáculos, elfos no-elfos...Era difícil aburrirse en su compañía. Una vez terminada la conversación parecía que el no-elfo se quedaría allí y Bio y la elfa mantendrían el plan original de salir solos de la posada. Confiando en el vampiro y tras despedirse de "Ruko" con otra leve inclinación de cabeza la peliblanca se echó la capucha de su capa sobre la cabeza y comenzó a caminar a la vera del pelinegro.
Fuera la luna brillaba y una fría brisa recorría las calles de Lunargenta silbando a su paso allí donde la distancia entre edificios se estrechaba más. El golpeteo de una contraventana mal sujeta hizo que la peliblanca mirase hacia arriba para observar el origen de aquel ruido con cierto nerviosismo. -¿No vas a contarme de qué iba eso último?.- Preguntó en voz baja la peliblanca a su acompañante volviendo a colocarse a su lado y acompasando sus pasos a los suyos. -No sabía que conocieras a más de los míos, aunque es extraño que lo llamases no -elfo.- A unos metros delante de ambos una furtiva sombra se movió, rápida como un parpadeo, causando que instintivamente la peliblanca se agarrara del brazo del vampiro por lo sorpresivo. Pronto un bufido felino seguido de otro de un animal de la misma especie comenzó a oírse y dos gatos salieron de la calle de la derecha peleándose por un pescado a medio comer, huyendo de allí tan pronto como vieron que no estaban solos. -Que susto me han dado...- DIjo la elfa soltándose del vampiro tan pronto como se dio cuenta de que seguía agarrada de su brazo. -Ha sido un acto reflejo...- Explicó colocándose mejor la capucha sobre su cabeza.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1150
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Beor había dejado muy claras las razones por las que la elfa confiaba en él, y es que no era para menos, no solo por su gran tamaño, sino porque además parecía realmente dispuesto a protegerla de cualquier peligro, luego de despejar mis dudas acerca del sujeto me había dirigido afuera a comenzar la tarea de aquella noche, lancé una mirada de precaución a Rauko para que se mantuviera alerta en todo momento, aunque debía estar alerta, también era necesario tener nervios de acero, actuar por impulsos podría desmoronar todo el plan y hacer que acabáramos todos descubiertos o algo peor.
La luna se dibujaba hermosa y enorme en el azulado cielo nocturno de Lunargenta, había pasado bastante tiempo sin recorrer estas calles, normalmente prefería rodear todo para evitar toparme con estos molestos guardias, pero esta vez las circunstancias habían encaminado los acontecimientos hacia esta dirección; Niniel parecía algo tensa, nerviosa por pequeñas cosas, ante lo cual decidí detenerme ante ella -Todo va a estar bien, no dejaremos que te suceda nada- Las palabras habían sonado bastante serias, pero al mismo tiempo con ese tono sobreprotector de alguien que no dudaría en dar su vida por una de sus amigas -Eso de allá atrás ha sido... Espera... Rauko, era su nombre- Dije luego de hacer un esfuerzo por recordar el nombre del chico -Es un elfo, obviamente, pero lo reniega tal como yo reniego de ser un vampiro- Dije con algo de pena mientras me ponía de nuevo en marcha invitando a la elfa a seguirme -Desconozco su historia, pero parece que ha pasado cosas muy tristes al crecer fuera de Sandorai- Me tomó por sorpresa no solo la extraña sombra que se vio como un destello, sino además que la elfa tomara mi brazo como reacción por instinto aunque resultaron ser tan solo un par de gatos que no parecían conocer el sigilo; la elfa parecía muy nerviosa, y aunque había sido ella quien quiso venir, ese plan jamás había terminado de gustarme, llevé mi mano a su hombro para obligarla a volver pero antes de decir una sola palabra pude ver una silueta que nos observaba desde un tejado.
Regresar a la posada ya no era una buena opción, a estas alturas no sabía si nos habían estado vigilando desde que salimos o la suerte de ambos planes había sido tal que nos habíamos encontrado al azar, lo cual resultaba una gran ventaja para ambos bandos -No mires atrás- Susurré a la elfa mientras intentaba tomar su antebrazo para apresurarla, de momento lo importante sería ganar algo de tiempo para que apareciera alguien más, estaba seguro que ese sujeto no estaba solo, debía haber alguien más y a pesar de las ventajas que pudieran tener sobre nosotros, aún teníamos el factor sorpresa de los refuerzos, con algo de suerte Rauko lograría ver al sujeto aunque de momento lo más importante era no perderlo de vista -Ya hay uno tras nosotros, pero aún falta el que me atacó antes- Dije a la elfa intentando que mis palabras sirvieran para ponerla en alerta mientras mi voz tendría en efecto tranquilizante, no pasó mucho tiempo para que fuésemos interceptados por el esperado sujeto; ahora no parecía tan grande como lo había visto antes, pero seguía siendo una masa de músculos, aunque fácilmente superado por Beor, sin embargo, el problema parecía peor de lo planeado, en la distancia había otra figura que casi completamente oculta entre las sombras parecía estarnos observando -Vaya vaya, dos pájaros de un tiro, Él nos recompensará por llevar sus cabezas- Alardeó el sujeto mientras se acercaba lentamente chocando sus puños con fuerza -Espero que Beor esté listo para actuar, de momento, no te alejes y mantente alerta- Le dije a la elfa mientras tomaba mis dagas, ésta vez no sería tan fácil vencerme, esta vez estaba preparado...
La luna se dibujaba hermosa y enorme en el azulado cielo nocturno de Lunargenta, había pasado bastante tiempo sin recorrer estas calles, normalmente prefería rodear todo para evitar toparme con estos molestos guardias, pero esta vez las circunstancias habían encaminado los acontecimientos hacia esta dirección; Niniel parecía algo tensa, nerviosa por pequeñas cosas, ante lo cual decidí detenerme ante ella -Todo va a estar bien, no dejaremos que te suceda nada- Las palabras habían sonado bastante serias, pero al mismo tiempo con ese tono sobreprotector de alguien que no dudaría en dar su vida por una de sus amigas -Eso de allá atrás ha sido... Espera... Rauko, era su nombre- Dije luego de hacer un esfuerzo por recordar el nombre del chico -Es un elfo, obviamente, pero lo reniega tal como yo reniego de ser un vampiro- Dije con algo de pena mientras me ponía de nuevo en marcha invitando a la elfa a seguirme -Desconozco su historia, pero parece que ha pasado cosas muy tristes al crecer fuera de Sandorai- Me tomó por sorpresa no solo la extraña sombra que se vio como un destello, sino además que la elfa tomara mi brazo como reacción por instinto aunque resultaron ser tan solo un par de gatos que no parecían conocer el sigilo; la elfa parecía muy nerviosa, y aunque había sido ella quien quiso venir, ese plan jamás había terminado de gustarme, llevé mi mano a su hombro para obligarla a volver pero antes de decir una sola palabra pude ver una silueta que nos observaba desde un tejado.
Regresar a la posada ya no era una buena opción, a estas alturas no sabía si nos habían estado vigilando desde que salimos o la suerte de ambos planes había sido tal que nos habíamos encontrado al azar, lo cual resultaba una gran ventaja para ambos bandos -No mires atrás- Susurré a la elfa mientras intentaba tomar su antebrazo para apresurarla, de momento lo importante sería ganar algo de tiempo para que apareciera alguien más, estaba seguro que ese sujeto no estaba solo, debía haber alguien más y a pesar de las ventajas que pudieran tener sobre nosotros, aún teníamos el factor sorpresa de los refuerzos, con algo de suerte Rauko lograría ver al sujeto aunque de momento lo más importante era no perderlo de vista -Ya hay uno tras nosotros, pero aún falta el que me atacó antes- Dije a la elfa intentando que mis palabras sirvieran para ponerla en alerta mientras mi voz tendría en efecto tranquilizante, no pasó mucho tiempo para que fuésemos interceptados por el esperado sujeto; ahora no parecía tan grande como lo había visto antes, pero seguía siendo una masa de músculos, aunque fácilmente superado por Beor, sin embargo, el problema parecía peor de lo planeado, en la distancia había otra figura que casi completamente oculta entre las sombras parecía estarnos observando -Vaya vaya, dos pájaros de un tiro, Él nos recompensará por llevar sus cabezas- Alardeó el sujeto mientras se acercaba lentamente chocando sus puños con fuerza -Espero que Beor esté listo para actuar, de momento, no te alejes y mantente alerta- Le dije a la elfa mientras tomaba mis dagas, ésta vez no sería tan fácil vencerme, esta vez estaba preparado...
- Atacante:
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Ahora con mi nueva tarea, solo me encontraba observando a todas las personas a mi alrededor y noté que no había mucha diferencia entre lo que estaba haciendo con los trabajos que realizaba para una buena amiga del pasado, tal vez era mi destino seguir por ese camino del espionaje, pero un espía de cabello blanco no es algo muy sigiloso que digamos, todos los que en ese momento se encontraban cerca de mí me miraban como si fuese algo extraño o tal vez porque en un primer lugar era yo quien los miraba fijamente como si quisiera matarlos a todos, aunque no podía evitarlo si quería encontrar a alguien sospechoso de guantes rojos -(Luego de encontrar al sujeto ¿Qué debería hacer con él? ¿Matarlo de la forma más violenta? ¿Robar sus pertenencias de gran valor? ¿Por qué Bio no explica con más detalles?)- Pensaba sin encontrar respuesta a mis incógnitas, el vampiro no había dado muchos datos sobre lo que debería hacer y eso me frustraba, solo me miró antes de salir sin dar explicaciones que me fuesen útiles.
En la posada solo se encontraban unas pocas personas, ninguno de ellos tenía guantes rojos como había dicho el vampiro, tal vez él estaba drogado lo que provocaría que imaginara cosas que no eran reales, por eso no era capaz de recordar mi nombre, si ese fuese el caso entonces la peliblanca que lo acompañaba no sería más que una “rapta vampiros” o algo así. Otra posibilidad también hubiese sido que el que estuviese imaginando ridiculeces fuese yo ¿Por qué una chica secuestraría a un hombre? ¿Con qué propósito? Sin duda alguna mi mente estaba más distorsionada de lo que cualquiera podría esperarse de un joven tan apuesto como yo, pero después de pensar tantas estupideces volví a concentrarme en la tarea de vigilar a todas las personas del lugar para encontrar sospechosos, sin embargo, no podía centrarme en eso, era muy aburrido estar allí solo observando a los demás, quería hacer algo más emocionante o por lo menos algo que fuese entretenido, pero no tuve otra opción que no fuese continuar mirando las personas.
Tras unos segundos de aburrimiento, finalmente había logrado encontrar a dos hombres con ciertas características que los hacían sospechosos, uno era un sujeto situado en la barra de la posada, él era de gran tamaño, con gran musculatura, con gran… Bueno, muchos detalles más, lo raro de él era que solo miraba hacia afuera desde que Bio y Niniel se marcharon. El otro era aquel que había entrado al lugar justo antes que yo lo hiciera, él también observaba fijamente hacia afuera como si fuese a ser recompensado por no quitarle la mirada al vampiro y la chica -Los tengo… Supongo- Susurré mientras prestaba atención a cada movimiento de los dos sospechosos -(Bio no me pagará con chocolates, es una mentira ¿Por qué tendría dulces si es un vampiro? He sido engañado como un niño)- Pensé a la vez que una voz se dejaba escuchar fuera de la posada, era muy leve pero tal vez se estaba acercando el momento en el que la chica y el vampiro serían atacados, inmediatamente los dos sujetos que había considerado como sospechosos se prepararon para salir, pero antes de actuar decidí mantenerme quieto por un momento.
Solo pasaron unos segundos hasta que ambos sujetos salieron de la posada, tras su salida opté por seguirlos guardando un poco de distancia, me levanto de mi puesto y luego me dirigí hacia la entrada donde me quedé observando lo que estaba sucediendo fuera, el vampiro junto a la elfa se encontraban rodeados, Bio se preparó para luchar al sacar sus dagas mientras que yo desenvainaba mi espada, la emoción que tanto esperaba estaba a punto de llegar.
En la posada solo se encontraban unas pocas personas, ninguno de ellos tenía guantes rojos como había dicho el vampiro, tal vez él estaba drogado lo que provocaría que imaginara cosas que no eran reales, por eso no era capaz de recordar mi nombre, si ese fuese el caso entonces la peliblanca que lo acompañaba no sería más que una “rapta vampiros” o algo así. Otra posibilidad también hubiese sido que el que estuviese imaginando ridiculeces fuese yo ¿Por qué una chica secuestraría a un hombre? ¿Con qué propósito? Sin duda alguna mi mente estaba más distorsionada de lo que cualquiera podría esperarse de un joven tan apuesto como yo, pero después de pensar tantas estupideces volví a concentrarme en la tarea de vigilar a todas las personas del lugar para encontrar sospechosos, sin embargo, no podía centrarme en eso, era muy aburrido estar allí solo observando a los demás, quería hacer algo más emocionante o por lo menos algo que fuese entretenido, pero no tuve otra opción que no fuese continuar mirando las personas.
Tras unos segundos de aburrimiento, finalmente había logrado encontrar a dos hombres con ciertas características que los hacían sospechosos, uno era un sujeto situado en la barra de la posada, él era de gran tamaño, con gran musculatura, con gran… Bueno, muchos detalles más, lo raro de él era que solo miraba hacia afuera desde que Bio y Niniel se marcharon. El otro era aquel que había entrado al lugar justo antes que yo lo hiciera, él también observaba fijamente hacia afuera como si fuese a ser recompensado por no quitarle la mirada al vampiro y la chica -Los tengo… Supongo- Susurré mientras prestaba atención a cada movimiento de los dos sospechosos -(Bio no me pagará con chocolates, es una mentira ¿Por qué tendría dulces si es un vampiro? He sido engañado como un niño)- Pensé a la vez que una voz se dejaba escuchar fuera de la posada, era muy leve pero tal vez se estaba acercando el momento en el que la chica y el vampiro serían atacados, inmediatamente los dos sujetos que había considerado como sospechosos se prepararon para salir, pero antes de actuar decidí mantenerme quieto por un momento.
Solo pasaron unos segundos hasta que ambos sujetos salieron de la posada, tras su salida opté por seguirlos guardando un poco de distancia, me levanto de mi puesto y luego me dirigí hacia la entrada donde me quedé observando lo que estaba sucediendo fuera, el vampiro junto a la elfa se encontraban rodeados, Bio se preparó para luchar al sacar sus dagas mientras que yo desenvainaba mi espada, la emoción que tanto esperaba estaba a punto de llegar.
Rauko
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1001
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Saber que está a punto de ocurrir algo terrible y no saber cuándo ni desde dónde iba a llegar era una auténtica pesadilla. Con cualquier sonido, movimiento o sombra su instinto la instaba a una respuesta desmesurada que era realmente difícil de controlar y la peliblanca notaba que dichas respuestas no eran del agrado de su acompañante que,claramente mucho más acostumbrado a esa clase de situaciones, lograba mantener la calma pasara lo que pasara, incluso ante sorpresivos sonidos a unos pasos de distancia. Desde ese momento Níniel trató de imitar más al pelinegro, andar como si fuera tranquilamente al mercado a por algo de fruta o ingredientes alquímicos, atenta pero no a la que se salta...Complicado sabiendo que algo iba a saltar tarde o temprano, era como estar paranoica sin estarlo.
-Estoy bien solo que la espera a que pase algo es insoportable. ¿Sabés que estuve en Terpolí?, aquello era mil veces peor que todos los escorpiones del mundo juntos.- Le respondió tratando de dejar claro que el hecho de haberle cogido del brazo como si fuera una damisela asustada salida de un libro de caballería había sido algo puntual y causado por una tensión a la que no estaba acostumbrada, no a que hubiese caído presa del miedo como una niñita. Mucha gente se llevaba esa impresión equivocada al ver a la peliblanca y la confirmaban al darse cuenta de que el combate directo no era lo suyo, que era demasiado delicada, demasiado fina y una dama (del bosque), pero Níniel era fuerte de otros modos, Bio ya debería saberlo, se habían enfrentado juntos a muchas amenazas ya. -A si que Rauko...- Continuó diciendo para cambiar de tema y para mantener una conversación que la ayudara a disimular mejor su nerviosismo por la amenaza invisible que bien podría ya en esos momentos estar clavando sus mezquinos ojos sobre ambos. -¿Y qué le has pedido?. Si un vampiro reniega de ser un vampiro reniega de la noche, de lo maldito y la oscuridad...Un elfo renegado reniega de la naturaleza, del lazo entre nosotros, de la vida y de la protección de todo ello. No son precisamente bien vistos y suelen ser criminales exiliados. Mientras tú caminas hacia el amanecer y por ello confío en tí, los renegados caminan hacia el ocaso.-
Mientras hablaba el pelinegro le puso una mano sobre un hombro y parecía a punto de decir algo cuando cambió de idea y la peliblanca quiso mirar en su misma dirección por si aquello había sido debido a haber visto algo. No pudo hacerlo pues Bio la tomó del brazo y reanudaron el camino a paso más veloz que antes, el baile por fin iba a empezar. Ya tenían a uno detrás y pocos metros más adelante otros dos estaban esperándoles aunque no cortándoles el paso pues a la derecha había un estrecho callejón por el que podrían escapar. Uno era un forzudo, un tiparraco enorme y fuerte que sin embargo no lo era tanto como Níniel esperaba y le hizo pensar que Beor desayunaba a un par como ese todos los días, tres los domingos. El otro se mantenía en la penumbra varios pasos por detrás del gigantón y resultaba inquietante a pesar de ello o mejor dicho, precisamente por ello. La experiencia hizo que inmediatamente la elfa considerara como una mayor amenaza a aquel tipo oculto y calmado, mayor incluso que el grandullón. Siempre era más de temer el silencioso, el precavido y el tranquilo que el musculitos agresivo y prepotente que pensaba que todo en el mundo podía arreglarse con fuerza bruta. "A cane muto et aqua silente cave tibi" rezaba un dicho en una lengua mucho tiempo atrás olvidada y que Níniel conocía gracias a unos textos traducidos que su madre tenía en Sandorai.
Curiosamente, con los enemigos ya a la vista, buena parte de los nervios y la tensión de no ver la espada entre las sombras que amenaza su vida se esfumaron del cuerpo de Níniel. Aún se mantenía atenta por si alguien más aparecía pero con enemigos a los que enfrentar delante pudo tomar una actitud mucho mejor de cara a un enfrentamiento. Tal y como Alanna le había enseñado colocó su bastón ante ella sujetado con firmeza dispuesta a defenderse y concentró sus habilidades mágicas dispuesta para usarlas en cuanto fuera necesario. Tres enemigos por el momento, contando con Beor y sus hijos superaban en número al enemigo. También lo superaban en músculo y muy posiblemente en inteligencia, no pintaba tan mal aunque confiarse en la victoria era el primer paso para la derrota.
-Lo estará, ¿Y Rauko?.- Respondió a Bio sin perder detalle de los enemigos. Luego se dirigió al grandullón, también por experiencia los más dispuestos a compartir información aunque solo fuera por pura arrogancia. -¿Quiénes sois y qué queréis?, ¿Ladrones?.No llevamos dinero encima, solo damos un paseo bajo la luna.- Esas preguntas iban destinadas a golpear su orgullo, por supuesto que la sacerdotisa sabía que no eran ladrones.
-Estoy bien solo que la espera a que pase algo es insoportable. ¿Sabés que estuve en Terpolí?, aquello era mil veces peor que todos los escorpiones del mundo juntos.- Le respondió tratando de dejar claro que el hecho de haberle cogido del brazo como si fuera una damisela asustada salida de un libro de caballería había sido algo puntual y causado por una tensión a la que no estaba acostumbrada, no a que hubiese caído presa del miedo como una niñita. Mucha gente se llevaba esa impresión equivocada al ver a la peliblanca y la confirmaban al darse cuenta de que el combate directo no era lo suyo, que era demasiado delicada, demasiado fina y una dama (del bosque), pero Níniel era fuerte de otros modos, Bio ya debería saberlo, se habían enfrentado juntos a muchas amenazas ya. -A si que Rauko...- Continuó diciendo para cambiar de tema y para mantener una conversación que la ayudara a disimular mejor su nerviosismo por la amenaza invisible que bien podría ya en esos momentos estar clavando sus mezquinos ojos sobre ambos. -¿Y qué le has pedido?. Si un vampiro reniega de ser un vampiro reniega de la noche, de lo maldito y la oscuridad...Un elfo renegado reniega de la naturaleza, del lazo entre nosotros, de la vida y de la protección de todo ello. No son precisamente bien vistos y suelen ser criminales exiliados. Mientras tú caminas hacia el amanecer y por ello confío en tí, los renegados caminan hacia el ocaso.-
Mientras hablaba el pelinegro le puso una mano sobre un hombro y parecía a punto de decir algo cuando cambió de idea y la peliblanca quiso mirar en su misma dirección por si aquello había sido debido a haber visto algo. No pudo hacerlo pues Bio la tomó del brazo y reanudaron el camino a paso más veloz que antes, el baile por fin iba a empezar. Ya tenían a uno detrás y pocos metros más adelante otros dos estaban esperándoles aunque no cortándoles el paso pues a la derecha había un estrecho callejón por el que podrían escapar. Uno era un forzudo, un tiparraco enorme y fuerte que sin embargo no lo era tanto como Níniel esperaba y le hizo pensar que Beor desayunaba a un par como ese todos los días, tres los domingos. El otro se mantenía en la penumbra varios pasos por detrás del gigantón y resultaba inquietante a pesar de ello o mejor dicho, precisamente por ello. La experiencia hizo que inmediatamente la elfa considerara como una mayor amenaza a aquel tipo oculto y calmado, mayor incluso que el grandullón. Siempre era más de temer el silencioso, el precavido y el tranquilo que el musculitos agresivo y prepotente que pensaba que todo en el mundo podía arreglarse con fuerza bruta. "A cane muto et aqua silente cave tibi" rezaba un dicho en una lengua mucho tiempo atrás olvidada y que Níniel conocía gracias a unos textos traducidos que su madre tenía en Sandorai.
Curiosamente, con los enemigos ya a la vista, buena parte de los nervios y la tensión de no ver la espada entre las sombras que amenaza su vida se esfumaron del cuerpo de Níniel. Aún se mantenía atenta por si alguien más aparecía pero con enemigos a los que enfrentar delante pudo tomar una actitud mucho mejor de cara a un enfrentamiento. Tal y como Alanna le había enseñado colocó su bastón ante ella sujetado con firmeza dispuesta a defenderse y concentró sus habilidades mágicas dispuesta para usarlas en cuanto fuera necesario. Tres enemigos por el momento, contando con Beor y sus hijos superaban en número al enemigo. También lo superaban en músculo y muy posiblemente en inteligencia, no pintaba tan mal aunque confiarse en la victoria era el primer paso para la derrota.
-Lo estará, ¿Y Rauko?.- Respondió a Bio sin perder detalle de los enemigos. Luego se dirigió al grandullón, también por experiencia los más dispuestos a compartir información aunque solo fuera por pura arrogancia. -¿Quiénes sois y qué queréis?, ¿Ladrones?.No llevamos dinero encima, solo damos un paseo bajo la luna.- Esas preguntas iban destinadas a golpear su orgullo, por supuesto que la sacerdotisa sabía que no eran ladrones.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1150
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Escuché con sorpresa cuando la elfa mencionó que había estado en Terpoli, jamás lo habría imaginado, ese espantoso lugar con todos esos muertos deambulando, yo también había estado ahí, pero no era un tema del que me gustara hablar, pues había experimentado una amarga sensación que me había removido todo por dentro, enfrentar al cadáver de mi esposa muerta había sido devastador, y más aún destruir su cuerpo para preservar la vida de unos desconocidos -Rauko es un exiliado- Dije para evadir el tema de Terpoli -No creo que reniegue de la naturaleza, pero sí de su raza como tal, desconozco las razones que lo hayan llevado a eso, pero parece como si jamás hubiese convivido en el bosque, tiene costumbres muy... Raras- Ya el elfo tendría su oportunidad de explicarle sus razones a Niniel, de momento, llamaba mi atención la manera de moverse del sujeto que antaba sobre los tejados, sus guantes antes rojos parecían ahora más apagados, oscuros, pero a ratos daban pequeños destellos de un color más vivo.
El musculoso guerrero avanzaba decidido a hacernos trizas, nos miraba como si fuésemos algo insignificante en comparación con su gran fortaleza de la que seguro tenía un evidente exceso de confianza, aunque la gran desventaja estaba en que no era lo único de lo que tendríamos que preocuparnos -Rauko estará listo- Dije mientras tomaba mis dagas y las giraba con destreza entre mis manos -O eso espero- Pensé aunque sin llegar a decirlo para no preocupar a la elfa, me alejé apenas un poco para acercarme al grandulón, llegado el momento prefería pelear contra él manteniéndolo alejado de Niniel, quien sin cuidado alguno intentaba hacer enojar al grandulón -¿Ladrones dices?- Vociferó para luego reír toscamente -Somos asesinos de la élite de...- Sus palabras fueron interrumpidas por una fecha que se clavó a sus pies, claramente lo habían hecho para detener su lengua; giré para ver el origen de la flecha y vi como el sujeto del tejado ahora con un brillo rojo en sus guantes sostenía un arco y aunque no llevaba ningún caraj, además de la flecha lanzada ya tenía otra preparada y apuntando -Nin, resguárdate- Dije mientras le señalaba un pequeño espacio bajo techo del mismo lado donde estaba el arquero en el tejado, de ese modo se lo pondría más difícil, no imaginaba a Beor trepando techos para alcanzarlo, así que dependería de Rauko llegar a ese enemigo rápido, antes que me desgranara a flechazos, lanzó una segunda flecha que pasó rozando mi cabeza y vi impresionado como una nueva flecha aparecía de la nada con solo hacer brillar su mano con ese intenso brillo escarlata, una y otra flecha más fueron lanzadas hacia Niniel quien debería ser rápida en ponerse a salvo.
La distracción me costaría caro, pues no me percaté de que tenía tras de mí al grandulón que consiguió atraparme en un fuerte abrazo que me estrujaba hasta casi hacer crujir mis huesos, me moví un rato intentando liberarme de su agarre pero claramente me superaba en fuerza, el sujeto en el tejado ahora tenía un tiro limpio y no le sería difícil dibujarme un agujero en el pecho, gran ayuda había resultado para proteger a Niniel -Corre- Le dije a la elfa, si no podía protegerla al menos intentaría servir como distracción para que ella consiguiera escapar ¿Pero a dónde? -Somos tres contra dos, no tienen esperanza de escapar- Dijo el grandulón con su voz gruesa, ante lo cual pude esbozar una sonrisa, era la información que necesitábamos, al menos por ahora para iniciar la segunda fase del plan -Sufferre- [1] Susurré causando un dolor mental que debilitó el abrazo del sujeto y me dio oportunidad de liberarme para rodar por el piso y quedar de frente hacia él, y aunque era un logro, esto apenas estaba comenzando, y el sujeto en el tejado era un problema que debía ser resuelto.
Misteriosamente el sujeto que se encontraba más alejado no mostraba la más mínima intención de intervenir en la pelea, solo se mantenía vigilante, tal vez confiado en que sus compañeros acabarían el trabajo, tenían una clara ventaja por ahora, pero eso cambiaría pronto; di un vistazo hacia atrás en busca de nuestros refuerzos que seguramente ya debían estar por llegar...
El musculoso guerrero avanzaba decidido a hacernos trizas, nos miraba como si fuésemos algo insignificante en comparación con su gran fortaleza de la que seguro tenía un evidente exceso de confianza, aunque la gran desventaja estaba en que no era lo único de lo que tendríamos que preocuparnos -Rauko estará listo- Dije mientras tomaba mis dagas y las giraba con destreza entre mis manos -O eso espero- Pensé aunque sin llegar a decirlo para no preocupar a la elfa, me alejé apenas un poco para acercarme al grandulón, llegado el momento prefería pelear contra él manteniéndolo alejado de Niniel, quien sin cuidado alguno intentaba hacer enojar al grandulón -¿Ladrones dices?- Vociferó para luego reír toscamente -Somos asesinos de la élite de...- Sus palabras fueron interrumpidas por una fecha que se clavó a sus pies, claramente lo habían hecho para detener su lengua; giré para ver el origen de la flecha y vi como el sujeto del tejado ahora con un brillo rojo en sus guantes sostenía un arco y aunque no llevaba ningún caraj, además de la flecha lanzada ya tenía otra preparada y apuntando -Nin, resguárdate- Dije mientras le señalaba un pequeño espacio bajo techo del mismo lado donde estaba el arquero en el tejado, de ese modo se lo pondría más difícil, no imaginaba a Beor trepando techos para alcanzarlo, así que dependería de Rauko llegar a ese enemigo rápido, antes que me desgranara a flechazos, lanzó una segunda flecha que pasó rozando mi cabeza y vi impresionado como una nueva flecha aparecía de la nada con solo hacer brillar su mano con ese intenso brillo escarlata, una y otra flecha más fueron lanzadas hacia Niniel quien debería ser rápida en ponerse a salvo.
La distracción me costaría caro, pues no me percaté de que tenía tras de mí al grandulón que consiguió atraparme en un fuerte abrazo que me estrujaba hasta casi hacer crujir mis huesos, me moví un rato intentando liberarme de su agarre pero claramente me superaba en fuerza, el sujeto en el tejado ahora tenía un tiro limpio y no le sería difícil dibujarme un agujero en el pecho, gran ayuda había resultado para proteger a Niniel -Corre- Le dije a la elfa, si no podía protegerla al menos intentaría servir como distracción para que ella consiguiera escapar ¿Pero a dónde? -Somos tres contra dos, no tienen esperanza de escapar- Dijo el grandulón con su voz gruesa, ante lo cual pude esbozar una sonrisa, era la información que necesitábamos, al menos por ahora para iniciar la segunda fase del plan -Sufferre- [1] Susurré causando un dolor mental que debilitó el abrazo del sujeto y me dio oportunidad de liberarme para rodar por el piso y quedar de frente hacia él, y aunque era un logro, esto apenas estaba comenzando, y el sujeto en el tejado era un problema que debía ser resuelto.
Misteriosamente el sujeto que se encontraba más alejado no mostraba la más mínima intención de intervenir en la pelea, solo se mantenía vigilante, tal vez confiado en que sus compañeros acabarían el trabajo, tenían una clara ventaja por ahora, pero eso cambiaría pronto; di un vistazo hacia atrás en busca de nuestros refuerzos que seguramente ya debían estar por llegar...
Offrol [1] Habilidad de nivel 0: El que susurra en la oscuridad
- Sujeto del tejado:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Al estar en la puerta de la posada, podía ver todo lo que estaba sucediendo alrededor sin la necesidad de que me vieran, Bio y Niniel platicaban mientras que unas sombras se colocaban en posiciones estratégicas para rodearlos, miré hacia atrás y allí estaban unos hombres de gran tamaño que se colocaron cerca uno de otro para hablar sobre algo a lo que no le presté mucha atención -Recordemos lo que hablamos con nuestro padre- Dijo uno de aquellos sujetos mientras colocaba una gran hacha en su mano -(¿Quién podría ser el padre de unos colosales humanos?)- Pensé a la vez que me concentraba nuevamente en lo que ocurría fuera.
Finalmente había contado a todas las personas desconocidas que se encontraban en el lugar que pronto se convertiría en un campo de batalla, el sujeto del tejado que hacía que de sus manos salieran unos pequeños destellos de luz roja, el grandulón que de hermoso cabello rojo y de horrible rostro, la sombra intimidante que se mantenía sin mostrarse, todos ellos eran sin duda alguna los enemigos -Tres contra tres… Excelente- Susurré con cierta malicia, me sentía emocionado por estar a punto de colaborar en la batalla que seguramente se convertiría en una buena historia que relatarle a los nietos -(El sujeto de los guantes rojos estaba fuera, entonces he perdido mi tiempo buscándolo aquí como me ordenó Bio ¿Desde cuándo ese sujeto tiene un arco?)- Pensé un poco desanimado por haber hecho algo que no valdría la pena -¿Están listos?- Preguntó un hombre dentro de la posada, no quise averiguar quién había dicho eso debido a la escena que cada vez era más inquietante, no podía mantenerme allí sin hacer algo que fuese importante, así que opté por adelantarme a la jugada, seguramente Bio podría encargarse de los que están en el suelo, pero no con el de arriba que seguramente se mantendría alejado, así que sería mi objetivo acabar con esta amenaza, no obstante, los sujetos que había visto salir anteriormente del lugar donde me encontraba no habían dejado rastro de su ubicación -Hay gente tan rara por aquí- Dije en voz baja mientras regresaba a la posada para tratar de encontrar alguna puerta trasera o por lo menos una ventana, no quería salir por delante para que descubrieran mi presencia en el lugar.
Caminé hacia una escalera que me llevó hacia la parte de arriba de la posada, al subir encontré un pasillo que conectaba todas las habitaciones y una de ellas tenía la puerta abierta, me acerqué hasta poder escuchar dentro unos gemidos raros, pero sin importarme eso decidí entrar y allí encontré una ventana por donde podría salir y quedar detrás del lugar -¡Dale! ¡Así! ¡Dale!- Se dejaba escuchar desde el baño, tal vez estaban haciendo algún ritual arcano o algo así, sin prestarle atención me aproximé a la ventana, la abrí y luego me preparé para dejarme caer, pero al impactar contra el suelo noté que había sido una mala idea que solo me provocó una terrible dolencia en las piernas y en mis testículos, me mantuve quieto por unos segundos mientras pasaba mis manos sobre mis extremidades revisando si tenía alguna lesión y las que tenía las curaba inmediatamente, había sido más el dolor que el daño, pero tuve que durar unos minutos hasta quedar completamente sanado.
Luego de un rato, por fin me encontraba bien y continué con mi camino, rodee la zona hasta llegar a la parte trasera de la casa donde se encontraba el sujeto de los guantes brillantes, sin embargo, llegar hasta arriba no sería fácil y debía detenerlo antes de que hiriera a alguien -(¿Cómo voy a llegar hasta allí para detenerlo? ¿Habrá una escalera cerca? ¿Cómo logra hacer esos bonitos destellos rojos?)- Mi mente se veía invadida por preguntas y algunas no eran realmente importantes, pero al mirar hacia un lado encontré algunas cosas que me podrían servir para escalar, unos barriles vacíos, unas cajas llenas de botellas, una soga en mal estado y una cucaracha sin patas, todo estaba tan claro, la cucaracha me había iluminado la mente, tomé los barriles y los coloqué de una forma específica para poderlos utilizar como escalera -¿Por qué hay unos barriles vacíos en este lugar?- Me pregunté mientras escalaba, había sido una gran casualidad.
Al llegar arriba traté de no llamar la atención del sujeto, lentamente desenvainé mi espada mientras me acercaba al él y finalmente lancé una estocada hacia su espalda, sin embargo, mágicamente apareció un escudo de la nada que bloqueó mi ataque, luego desapareció su arco para hacer que unas cinco flechas salieran desde arriba para dejarlas caer como una lluvia, no tuve otra opción que no fuese saltar hacia atrás y luego hacia la derecha -Solo estás retrasando lo inevitable, ríndete y tu castigo será menor- Amenacé con seguridad como si realmente pudiera vencerlo, pero ahora que era mi oponente debía luchar contra él -Tu alma está sufriendo y no sabes cómo desahogarte, yo podría darte un hogar donde puedas encontrar la tranquilidad, la paz que siempre has deseado tener en tu corazón- Dijo mi contrincante como si no fuésemos enemigos, sus palabras me tomaron por sorpresa y agitando mi cabeza volví a pensar en lo que debía hacer -(Si mi ataque sorpresa no funcionó, entonces desperdicié mi tiempo dando tantas vueltas)- Pensé tras recordar todo el camino que había recorrido.
Finalmente había contado a todas las personas desconocidas que se encontraban en el lugar que pronto se convertiría en un campo de batalla, el sujeto del tejado que hacía que de sus manos salieran unos pequeños destellos de luz roja, el grandulón que de hermoso cabello rojo y de horrible rostro, la sombra intimidante que se mantenía sin mostrarse, todos ellos eran sin duda alguna los enemigos -Tres contra tres… Excelente- Susurré con cierta malicia, me sentía emocionado por estar a punto de colaborar en la batalla que seguramente se convertiría en una buena historia que relatarle a los nietos -(El sujeto de los guantes rojos estaba fuera, entonces he perdido mi tiempo buscándolo aquí como me ordenó Bio ¿Desde cuándo ese sujeto tiene un arco?)- Pensé un poco desanimado por haber hecho algo que no valdría la pena -¿Están listos?- Preguntó un hombre dentro de la posada, no quise averiguar quién había dicho eso debido a la escena que cada vez era más inquietante, no podía mantenerme allí sin hacer algo que fuese importante, así que opté por adelantarme a la jugada, seguramente Bio podría encargarse de los que están en el suelo, pero no con el de arriba que seguramente se mantendría alejado, así que sería mi objetivo acabar con esta amenaza, no obstante, los sujetos que había visto salir anteriormente del lugar donde me encontraba no habían dejado rastro de su ubicación -Hay gente tan rara por aquí- Dije en voz baja mientras regresaba a la posada para tratar de encontrar alguna puerta trasera o por lo menos una ventana, no quería salir por delante para que descubrieran mi presencia en el lugar.
Caminé hacia una escalera que me llevó hacia la parte de arriba de la posada, al subir encontré un pasillo que conectaba todas las habitaciones y una de ellas tenía la puerta abierta, me acerqué hasta poder escuchar dentro unos gemidos raros, pero sin importarme eso decidí entrar y allí encontré una ventana por donde podría salir y quedar detrás del lugar -¡Dale! ¡Así! ¡Dale!- Se dejaba escuchar desde el baño, tal vez estaban haciendo algún ritual arcano o algo así, sin prestarle atención me aproximé a la ventana, la abrí y luego me preparé para dejarme caer, pero al impactar contra el suelo noté que había sido una mala idea que solo me provocó una terrible dolencia en las piernas y en mis testículos, me mantuve quieto por unos segundos mientras pasaba mis manos sobre mis extremidades revisando si tenía alguna lesión y las que tenía las curaba inmediatamente, había sido más el dolor que el daño, pero tuve que durar unos minutos hasta quedar completamente sanado.
Luego de un rato, por fin me encontraba bien y continué con mi camino, rodee la zona hasta llegar a la parte trasera de la casa donde se encontraba el sujeto de los guantes brillantes, sin embargo, llegar hasta arriba no sería fácil y debía detenerlo antes de que hiriera a alguien -(¿Cómo voy a llegar hasta allí para detenerlo? ¿Habrá una escalera cerca? ¿Cómo logra hacer esos bonitos destellos rojos?)- Mi mente se veía invadida por preguntas y algunas no eran realmente importantes, pero al mirar hacia un lado encontré algunas cosas que me podrían servir para escalar, unos barriles vacíos, unas cajas llenas de botellas, una soga en mal estado y una cucaracha sin patas, todo estaba tan claro, la cucaracha me había iluminado la mente, tomé los barriles y los coloqué de una forma específica para poderlos utilizar como escalera -¿Por qué hay unos barriles vacíos en este lugar?- Me pregunté mientras escalaba, había sido una gran casualidad.
Al llegar arriba traté de no llamar la atención del sujeto, lentamente desenvainé mi espada mientras me acercaba al él y finalmente lancé una estocada hacia su espalda, sin embargo, mágicamente apareció un escudo de la nada que bloqueó mi ataque, luego desapareció su arco para hacer que unas cinco flechas salieran desde arriba para dejarlas caer como una lluvia, no tuve otra opción que no fuese saltar hacia atrás y luego hacia la derecha -Solo estás retrasando lo inevitable, ríndete y tu castigo será menor- Amenacé con seguridad como si realmente pudiera vencerlo, pero ahora que era mi oponente debía luchar contra él -Tu alma está sufriendo y no sabes cómo desahogarte, yo podría darte un hogar donde puedas encontrar la tranquilidad, la paz que siempre has deseado tener en tu corazón- Dijo mi contrincante como si no fuésemos enemigos, sus palabras me tomaron por sorpresa y agitando mi cabeza volví a pensar en lo que debía hacer -(Si mi ataque sorpresa no funcionó, entonces desperdicié mi tiempo dando tantas vueltas)- Pensé tras recordar todo el camino que había recorrido.
Rauko
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1001
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
El pequeño ardid casi funciona y el grandullón a punto estuvo de picar y contarles en nombre de quién actuaban y confirmar si las peores sospechas de Bio eran correctas o no. Una flecha lanzada con bastante precisión justo a los pies del gigantón evitó que hablara aunque de ese mero hecho ya podía extraerse información útil aunque no fuera la deseada. El tipo del tejado era arquero y tenía la cabeza al menos algo mejor amueblada que su musculado compañero lo que le convertía en una amenaza. Además había algo raro con ese tipo a parte de ser algo más listo que el matón medio, sus guantes brillaban al disparar y no buscaba sus flechas en un carcaj, era como si aparecieran de forma espontánea en el arco. ¿Un brujo arquero o algo más raro aún, un objeto mágico?. Como fuera Bio tenía razón, allí era un blanco vulnerable y carecía de la pericia del vampiro para permanecer allí sin convertirse en un alfiletero.
Con una voltereta la peliblanca se colocó bajo el porche de una casa cercana, un lugar donde, en teoría, no debería de poder ser asaetada pues estaba a cubierto bajo una barrera de tablas de madera. No obstante aquello no significaba que considerara que ya había terminado su contribución a aquella lucha ni mucho menos, no podría zurrarle a aquel grandullón pero si podía ayudar a Bio y a los demás aliados que se presentasen a darles una buena tunda a aquellos atacantes, asesinos de élite según el propio gigantón con cerebro de nuez que se las había apañado para agarrar al pelinegro y darle un abrazo nada cariñoso con sus fuertes brazos. Ambos forcejearon unos instantes en los que el vampiro no pudo soltarse y ante aquello instó a Níniel a correr como si quisiera darse por vencido a lo que respondió negando con la cabeza y señalándole con el extremo de su bastón.
La elfa no pensaba salir corriendo mientras tuviera la más mínima posibilidad de ser de ayuda, eso lo tenía más que claro. No iba a hacerle caso en eso a su amigo por mucho que lo dijera igual que había acabado saliéndose con la suya con lo de acompañarle e ir en primera línea. Precisamente por eso quería ir con él, para que juntos pudieran salir de situaciones que por separado acabarían con los dos en una tumba poco profunda. Además, de todos modos no tenía dónde correr. Si salía de allí abajo volvería a ser un blanco fácil durante su carrera y acabaría con una flecha en la espalda, su mejor y única opción pasaba por que Bio, con su ayuda, lograra zafarse de la presa de su adversario y lo venciera. Y tomó la decisión correcta pues creyéndose vencedor la lengua del musculitos se aflojó una vez más confirmando que eran solo ellos tres justo antes de que el vampiro lograra zafarse de su abrazo. Sobre su cabeza, parecía que el arquero también tenía compañía y libraba su propia batalla contra Rauko, o al menos eso pensaba la elfa por las voces que había oído. Era el momento para tomar una ventaja decisiva y demostrarles a aquellos tipos que se habían metido con las personas equivocadas.
Con rapidez Níniel salió de su lugar protegido y alzó su vista para ver ver a los que luchaban sobre los tejados.Una vez más se lamentó por no saber usar un arco y no poder clavarle una flecha a ese rufián mientras estaba de espaldas, atento a otra amenaza. Debía tomarse más en serio las prácticas con Alanna. Allí vió la figura del no-elfo recortada contra la luna y pensó en cuál sería la mejor forma de ayudarle. Bio era muy rápido, sabía cómo hacerlo mucho más letal pero a Rauko no lo conocía por lo que la decisión era más complicada. Tras una leve letanía dirigida a los dioses de su pueblo la sacerdotisa fortaleció a Rauko con una bendición mágica que aumentaba su destreza en gran medida, misma bendición que usó sobre si misma notando instantáneamente como su cuerpo parecía tornarse más ligero, como si antes de la bendición hubiese llevado una pesada armadura encima que restringía sus movimientos. Inmediatamente después se colocó al lado del pelinegro haciendo gala de su recién aumentada velocidad y tocó sus dos dagas haciendo que estas comenzaran a brillar tenuemente indicando la presencia de magia sobre ellas haciéndolas mucho más peligrosas. -Ahora son más dañinas. Cuidado no lo mates, es el más tonto de los tres y el más útil.- Le explicó a su compañero de aventuras alzando la voz al hablar del gigantón sin preocuparse porque el enemigo les escuchara, de hecho quería que les escuchara, para que la rabia luchara por él y fuese aún más fácil vencerlo.
Retrocedió un paso para no estorbar al pelinegro y recuperó su posición defensiva mientras observaba cómo se desarrollaban los enfrentamientos y ver si podía ayudarles en algo más. Protegida por las acciones de ambos pero dispuesta a intervenir. En ese momento por el callejón lateral llegaron Beor y sus hijos.Beor portaba un hacha de gran tamaño que solo alguien tan grande como el podría si quiera plantearse usar. A su izquierda su hijo mayor Jafeth portaba una espada que parecía de soldado y un escudo con una cabeza de oso cortada como emblema. A su derecha el hijo mediano portaba una espada corta al cinto y una ballesta entre las manos.
-Este es un barrio tranquilo escoria.- Vociferó Beor con su potente voz. -Me voy a hacer unas botas con vuestros pellejos.-
Con una voltereta la peliblanca se colocó bajo el porche de una casa cercana, un lugar donde, en teoría, no debería de poder ser asaetada pues estaba a cubierto bajo una barrera de tablas de madera. No obstante aquello no significaba que considerara que ya había terminado su contribución a aquella lucha ni mucho menos, no podría zurrarle a aquel grandullón pero si podía ayudar a Bio y a los demás aliados que se presentasen a darles una buena tunda a aquellos atacantes, asesinos de élite según el propio gigantón con cerebro de nuez que se las había apañado para agarrar al pelinegro y darle un abrazo nada cariñoso con sus fuertes brazos. Ambos forcejearon unos instantes en los que el vampiro no pudo soltarse y ante aquello instó a Níniel a correr como si quisiera darse por vencido a lo que respondió negando con la cabeza y señalándole con el extremo de su bastón.
La elfa no pensaba salir corriendo mientras tuviera la más mínima posibilidad de ser de ayuda, eso lo tenía más que claro. No iba a hacerle caso en eso a su amigo por mucho que lo dijera igual que había acabado saliéndose con la suya con lo de acompañarle e ir en primera línea. Precisamente por eso quería ir con él, para que juntos pudieran salir de situaciones que por separado acabarían con los dos en una tumba poco profunda. Además, de todos modos no tenía dónde correr. Si salía de allí abajo volvería a ser un blanco fácil durante su carrera y acabaría con una flecha en la espalda, su mejor y única opción pasaba por que Bio, con su ayuda, lograra zafarse de la presa de su adversario y lo venciera. Y tomó la decisión correcta pues creyéndose vencedor la lengua del musculitos se aflojó una vez más confirmando que eran solo ellos tres justo antes de que el vampiro lograra zafarse de su abrazo. Sobre su cabeza, parecía que el arquero también tenía compañía y libraba su propia batalla contra Rauko, o al menos eso pensaba la elfa por las voces que había oído. Era el momento para tomar una ventaja decisiva y demostrarles a aquellos tipos que se habían metido con las personas equivocadas.
Con rapidez Níniel salió de su lugar protegido y alzó su vista para ver ver a los que luchaban sobre los tejados.Una vez más se lamentó por no saber usar un arco y no poder clavarle una flecha a ese rufián mientras estaba de espaldas, atento a otra amenaza. Debía tomarse más en serio las prácticas con Alanna. Allí vió la figura del no-elfo recortada contra la luna y pensó en cuál sería la mejor forma de ayudarle. Bio era muy rápido, sabía cómo hacerlo mucho más letal pero a Rauko no lo conocía por lo que la decisión era más complicada. Tras una leve letanía dirigida a los dioses de su pueblo la sacerdotisa fortaleció a Rauko con una bendición mágica que aumentaba su destreza en gran medida, misma bendición que usó sobre si misma notando instantáneamente como su cuerpo parecía tornarse más ligero, como si antes de la bendición hubiese llevado una pesada armadura encima que restringía sus movimientos. Inmediatamente después se colocó al lado del pelinegro haciendo gala de su recién aumentada velocidad y tocó sus dos dagas haciendo que estas comenzaran a brillar tenuemente indicando la presencia de magia sobre ellas haciéndolas mucho más peligrosas. -Ahora son más dañinas. Cuidado no lo mates, es el más tonto de los tres y el más útil.- Le explicó a su compañero de aventuras alzando la voz al hablar del gigantón sin preocuparse porque el enemigo les escuchara, de hecho quería que les escuchara, para que la rabia luchara por él y fuese aún más fácil vencerlo.
Retrocedió un paso para no estorbar al pelinegro y recuperó su posición defensiva mientras observaba cómo se desarrollaban los enfrentamientos y ver si podía ayudarles en algo más. Protegida por las acciones de ambos pero dispuesta a intervenir. En ese momento por el callejón lateral llegaron Beor y sus hijos.Beor portaba un hacha de gran tamaño que solo alguien tan grande como el podría si quiera plantearse usar. A su izquierda su hijo mayor Jafeth portaba una espada que parecía de soldado y un escudo con una cabeza de oso cortada como emblema. A su derecha el hijo mediano portaba una espada corta al cinto y una ballesta entre las manos.
-Este es un barrio tranquilo escoria.- Vociferó Beor con su potente voz. -Me voy a hacer unas botas con vuestros pellejos.-
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1150
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
No sabría decir si la situación estaba o no a nuestro favor, el arquero tenía una clara ventaja en su posición casi inalcanzable, lanzarle una de mis dagas era una opción que no descartaba, pero en tal caso solo perdería una de mis armas sin conseguir herirlo, era absurdo; fue entonces cuando Rauko apareció tras él sujeto que se mantenía distraído tratando de acertarme una flecha, sin embargo la emboscada no resultó exitosa y el arquero había resultado ser más listo de lo que parecía, no podíamos esperar que todos fueran unos bocazas como el grandote que ahora intentaba aplastarme dejando caer sus manos sobre mi cabeza.
Un poco más relajado al saber que el arquero estaba ocupado al menos de momento mientras terminaba de matar al elfo, eso me daría algo de tiempo para intentar capturar al grandote, los rápidos y ágiles movimientos de Niniel me tomaron por sorpresa y me dejaron completamente desconcertado, no tenía ni la más remota idea de que supiera hacer eso, pero sin duda, tal demostración hacía que aumentara mi confianza en ella durante la batalla, no era una damisela en peligro; esbocé una sonrisa maliciosa al escuchar sus palabras y podía ya sentir la magia cargada en mis dagas que ahora parecían incluso estar un poco calientes -¿El más tonto dices?- Vociferó el sujeto con evidente enojo mientras se lanzaba tras la elfa, entonces me interpuse rápidamente en su camino y con una serie de rápidos movimientos me lancé sobre él en un torbellino de cortes que comenzaban a dibujar líneas rojas de sangre bajo su ropa, intentaba hacer que los cortes no fueran muy profundos y con algo de suerte la elfa podría sanarlo para sacarle algo de información pero algo no andaba bien, no era solo decir que los ataques no habían daño, su enrojecido cuerpo delataba que había sufrido daño, sin embargo había más tras ello; su sangre tenía un olor que no era nada normal, parecía estar mezclada con alguna sustancia que incrementaba la excitación que ésta producía en mi organismo para hacerme perder el control; rugí llegando a mi estado más salvaje y ataqué de nuevo haciendo cortes más profundos hasta que me di cuenta de lo que me estaban haciendo.
Retrocedí con un par de saltos para alejarme del olor, no era para nada bueno, el fortachón era una inteligente jugada de aquel que controlaba a ese extraño equipo de élite, o me ganaba luchando, o me había perder el control con el fuerte y tentador olor a sangre que se desprendía de sus heridas; por otro lado, el gran oponente parecía no ser afectado por rastro alguno de dolor y se dedicaba a atacar sin detenerse, a ratos incluso dando la impresión de que deseara ser herido; nuevamente el olor a sangre me alteraba los nervios; sacudí mi cabeza un par de veces hasta que la llegada de Beor me ayudó a tener una idea que al menos me daría un respiro -Ven grandote, o ya estás cansado- Dije para alejarlo de Niniel y acercarlo a Beor, el cual seguramente podría exprimirlo como un limón para que yo pudiera alejarme hasta estar más controlado, aunque no todo era tan evidente como parecía -¿Qué ganarían con tratar de hacerme perder el control?- Murmuré estúpidamente mientras me acercaba a Niniel, aunque manteniendo cierta distancia, pero mi pregunta sería respondida más pronto de lo que esperaba -Claro- Dije con certeza -El olor a sangre no era para mí- Alcé la vista hacia el tercero de los componentes de “Élite” que ahora se acercaba corriendo salvajemente hacia nosotros; su aspecto sádico delataba la locura y el caos que reinaba en su mente, se encontraba en un frenesí salvaje debido al olor de la sangre que no solo lo hacía una máquina asesina, sino que incrementaba su velocidad y reflejos a niveles inimaginables -Nin aléjate de éste- Dije alarmado mientras veía al sujeto saltar sobre mí para intentar caer sobre la elfa, pero en el último momento conseguí tomar su pierna e interrumpir su salto para estrellarlo contra el piso, aunque no tardó ni un par de segundos en recomponerse y saltar ahora sobre mí tratando de ¿Morderme?
Usé mis dagas potenciadas para dibujar algunos cortes en su pecho, sin embargo para mi sorpresa no necesitaba siquiera morder, unas afiladas garras crecieron en sus dedos y se incrustaron en mi cuello, no solo me debilitaban extrayendo mi sangre, sino que además parecía que estaban sanando las heridas y cortes del furioso vampiro -Luego iré por ella- Dijo siseante el vampiro con una voz tan tétrica que sonaba como si fueran varias a la vez mientras me debilitaba lentamente con sus garras.
Ahora salir a cazar cazadores no parecía haber sido una buena idea, Beor y sus hijos enfrentaban a un sujeto que parecía hacerse más fuerte con cada herida, incluso reía cada vez que recibía daño, su resistente cuerpo marcado de cicatrices parecía muy adaptado a soportar mucho daño, y Rauko por su parte tendría que hacer fente al que parecía ser el más astuto de todo el equipo, que no solo peleaba usando su magia, sino también sus palabras para confundir y manipular, ahora Niniel tendría que tomar la decisión de ayudar a Beor y sus hijos o a mí que me encontraba atrapado en las garras del nuevo oponente, el destino de la batalla parecía estar en sus manos.
Un poco más relajado al saber que el arquero estaba ocupado al menos de momento mientras terminaba de matar al elfo, eso me daría algo de tiempo para intentar capturar al grandote, los rápidos y ágiles movimientos de Niniel me tomaron por sorpresa y me dejaron completamente desconcertado, no tenía ni la más remota idea de que supiera hacer eso, pero sin duda, tal demostración hacía que aumentara mi confianza en ella durante la batalla, no era una damisela en peligro; esbocé una sonrisa maliciosa al escuchar sus palabras y podía ya sentir la magia cargada en mis dagas que ahora parecían incluso estar un poco calientes -¿El más tonto dices?- Vociferó el sujeto con evidente enojo mientras se lanzaba tras la elfa, entonces me interpuse rápidamente en su camino y con una serie de rápidos movimientos me lancé sobre él en un torbellino de cortes que comenzaban a dibujar líneas rojas de sangre bajo su ropa, intentaba hacer que los cortes no fueran muy profundos y con algo de suerte la elfa podría sanarlo para sacarle algo de información pero algo no andaba bien, no era solo decir que los ataques no habían daño, su enrojecido cuerpo delataba que había sufrido daño, sin embargo había más tras ello; su sangre tenía un olor que no era nada normal, parecía estar mezclada con alguna sustancia que incrementaba la excitación que ésta producía en mi organismo para hacerme perder el control; rugí llegando a mi estado más salvaje y ataqué de nuevo haciendo cortes más profundos hasta que me di cuenta de lo que me estaban haciendo.
Retrocedí con un par de saltos para alejarme del olor, no era para nada bueno, el fortachón era una inteligente jugada de aquel que controlaba a ese extraño equipo de élite, o me ganaba luchando, o me había perder el control con el fuerte y tentador olor a sangre que se desprendía de sus heridas; por otro lado, el gran oponente parecía no ser afectado por rastro alguno de dolor y se dedicaba a atacar sin detenerse, a ratos incluso dando la impresión de que deseara ser herido; nuevamente el olor a sangre me alteraba los nervios; sacudí mi cabeza un par de veces hasta que la llegada de Beor me ayudó a tener una idea que al menos me daría un respiro -Ven grandote, o ya estás cansado- Dije para alejarlo de Niniel y acercarlo a Beor, el cual seguramente podría exprimirlo como un limón para que yo pudiera alejarme hasta estar más controlado, aunque no todo era tan evidente como parecía -¿Qué ganarían con tratar de hacerme perder el control?- Murmuré estúpidamente mientras me acercaba a Niniel, aunque manteniendo cierta distancia, pero mi pregunta sería respondida más pronto de lo que esperaba -Claro- Dije con certeza -El olor a sangre no era para mí- Alcé la vista hacia el tercero de los componentes de “Élite” que ahora se acercaba corriendo salvajemente hacia nosotros; su aspecto sádico delataba la locura y el caos que reinaba en su mente, se encontraba en un frenesí salvaje debido al olor de la sangre que no solo lo hacía una máquina asesina, sino que incrementaba su velocidad y reflejos a niveles inimaginables -Nin aléjate de éste- Dije alarmado mientras veía al sujeto saltar sobre mí para intentar caer sobre la elfa, pero en el último momento conseguí tomar su pierna e interrumpir su salto para estrellarlo contra el piso, aunque no tardó ni un par de segundos en recomponerse y saltar ahora sobre mí tratando de ¿Morderme?
Usé mis dagas potenciadas para dibujar algunos cortes en su pecho, sin embargo para mi sorpresa no necesitaba siquiera morder, unas afiladas garras crecieron en sus dedos y se incrustaron en mi cuello, no solo me debilitaban extrayendo mi sangre, sino que además parecía que estaban sanando las heridas y cortes del furioso vampiro -Luego iré por ella- Dijo siseante el vampiro con una voz tan tétrica que sonaba como si fueran varias a la vez mientras me debilitaba lentamente con sus garras.
Ahora salir a cazar cazadores no parecía haber sido una buena idea, Beor y sus hijos enfrentaban a un sujeto que parecía hacerse más fuerte con cada herida, incluso reía cada vez que recibía daño, su resistente cuerpo marcado de cicatrices parecía muy adaptado a soportar mucho daño, y Rauko por su parte tendría que hacer fente al que parecía ser el más astuto de todo el equipo, que no solo peleaba usando su magia, sino también sus palabras para confundir y manipular, ahora Niniel tendría que tomar la decisión de ayudar a Beor y sus hijos o a mí que me encontraba atrapado en las garras del nuevo oponente, el destino de la batalla parecía estar en sus manos.
- El que faltaba:
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Ahora lo único que me importaba era acabar con mi oponente, sus habilidades eran extrañas, no había forma de predecir sus movimientos, no por el momento, pero eso no era lo peor de él, sus palabras podían llegar a hacer más daño de lo que haría una espada, tan solo con una frase me dejó distraído por unos segundos, sin embargo, tendría que hacerlo mejor para vencerme -Vamos chico, puedo verlo en tus ojos, tratas de ser un adulto porque la vida te ha obligado a crecer, dejando de lado a tu familia, a tus amigos… Y la felicidad- Dijo mi enemigo con una suave voz como la de un padre compasivo, sin duda alguna trataba de derrotarme sin batallar, pero al ver como sus manos dejaban salir un destello de luz me agaché y una flecha pasó rosando mi cabello -No caeré en las redes de tus palabras, te mataré y luego haré que tu alma sufra por toda la eternidad- Amenacé para lanzarme hacia mi contrincante y tratar eliminarlo, sin embargo, un escudo salió de la nada y golpeó mi rostro, salté hacia atrás para recuperarme, pero cuando pude volver a mirar a mi oponente una flecha venía dirigida hacia mi rostro, era mi fin, era imposible evadir el ataque que sería letal, no obstante, logré tomar el proyectil con mi mano derecha justo a tiempo, por alguna razón podía moverme más rápido y mis reflejos habían mejorados en gran manera.
Me sentía más ágil, mi cuerpo era más liviano, era como si realmente me hubiese quitado una gran cantidad de peso de encima, sin embargo, no sabía cuánto tiempo me duraría el efecto, así que me preparé para aprovechar mis habilidades al máximo -Ahora no podrás escapar de mí, seré el ocaso de tu penosa y miserable existencia- Dije con una voz gruesa para parecer un ser intimidante y nuevamente corrí hacia mi adversario para ejecutar una combinación de ataques mientras que evadía sus flechas que aparecían con el brillar de sus manos, gracias al detalle de sus destellos escarlatas podía predecir sus movimientos, aunque no acertábamos ningún ataque debido a la gran agilidad de ambos.
El combate era intenso y emocionante, hacía mucho tiempo que no luchaba de esa manera, me sentía vivo en cada segundo, sin embargo, después de unos instantes se volvió aburrido luchar sin llegar a tocar al contrincante, era el momento de tomar los medios necesarios para lograr la victoria, desgraciadamente fue mi rival quien logró hacer unas volteretas hacia atrás para hacer que una docena de flechas se formaran a mi alrededor -No es necesario que sigas luchando, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional- Dijo mi oponente mientras que sus manos brillaban más que antes, entonces las flechas comenzaron a moverse hacia mí una por una, apenas lograba esquivarlas gracias a la destreza extra que había obtenido anteriormente, sin embargo, algunas lograron rozarme dejando pequeñas heridas y al final me quedé muy cansado.
Después de unos segundos, las manos de mi contrincante dejaron de brillar como antes, ahora sus destellos estaban muy debilitados, era obvio que estaba perdiendo sus energías y muy pronto dejaría de crear cosas -Tu suerte incrementa como lo quiere el destino, es innegable que hay algo más grande que todos nosotros, y todo tu sufrimiento lo has soportado porque así lo quieren los escritores de nuestras vidas- Nuevamente mi enemigo había hablado para confundirme, aunque de alguna forma me llamó la atención -Sin embargo, nosotros podemos construir nuestro propios caminos, pero para lograrlo hay que admitir que nunca existimos- Comentó mirándome fijamente a los ojos -¿Existes?- Preguntó con una voz tan suave tratando de distorsionar mi manera de percibir la realidad -Claro que existo- Dije para lanzarme a él y tratar agredirlo, no obstante, mi adversario formó una espada con la que bloqueó mi ataque, después de eso sus manos dejaron de brillar, luego comenzó una nueva ronda de combate, esta vez sería un duelo de espadas donde se decidiría de una buena vez quién sería el ganador.
Me sentía más ágil, mi cuerpo era más liviano, era como si realmente me hubiese quitado una gran cantidad de peso de encima, sin embargo, no sabía cuánto tiempo me duraría el efecto, así que me preparé para aprovechar mis habilidades al máximo -Ahora no podrás escapar de mí, seré el ocaso de tu penosa y miserable existencia- Dije con una voz gruesa para parecer un ser intimidante y nuevamente corrí hacia mi adversario para ejecutar una combinación de ataques mientras que evadía sus flechas que aparecían con el brillar de sus manos, gracias al detalle de sus destellos escarlatas podía predecir sus movimientos, aunque no acertábamos ningún ataque debido a la gran agilidad de ambos.
El combate era intenso y emocionante, hacía mucho tiempo que no luchaba de esa manera, me sentía vivo en cada segundo, sin embargo, después de unos instantes se volvió aburrido luchar sin llegar a tocar al contrincante, era el momento de tomar los medios necesarios para lograr la victoria, desgraciadamente fue mi rival quien logró hacer unas volteretas hacia atrás para hacer que una docena de flechas se formaran a mi alrededor -No es necesario que sigas luchando, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional- Dijo mi oponente mientras que sus manos brillaban más que antes, entonces las flechas comenzaron a moverse hacia mí una por una, apenas lograba esquivarlas gracias a la destreza extra que había obtenido anteriormente, sin embargo, algunas lograron rozarme dejando pequeñas heridas y al final me quedé muy cansado.
Después de unos segundos, las manos de mi contrincante dejaron de brillar como antes, ahora sus destellos estaban muy debilitados, era obvio que estaba perdiendo sus energías y muy pronto dejaría de crear cosas -Tu suerte incrementa como lo quiere el destino, es innegable que hay algo más grande que todos nosotros, y todo tu sufrimiento lo has soportado porque así lo quieren los escritores de nuestras vidas- Nuevamente mi enemigo había hablado para confundirme, aunque de alguna forma me llamó la atención -Sin embargo, nosotros podemos construir nuestro propios caminos, pero para lograrlo hay que admitir que nunca existimos- Comentó mirándome fijamente a los ojos -¿Existes?- Preguntó con una voz tan suave tratando de distorsionar mi manera de percibir la realidad -Claro que existo- Dije para lanzarme a él y tratar agredirlo, no obstante, mi adversario formó una espada con la que bloqueó mi ataque, después de eso sus manos dejaron de brillar, luego comenzó una nueva ronda de combate, esta vez sería un duelo de espadas donde se decidiría de una buena vez quién sería el ganador.
Rauko
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1001
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
A pesar de las ventajas añadidas que Níniel había otorgado a sus aliados parecía que aquella lucha no iba a acabar tan rápido como le hubiese gustado. Sobre los tejados Rauko se movía con una soltura felina y era capaz de esquivar los ataques de su adversario y devolverle el favor en forma de ataques con su espada, pero no lograba hacer blanco y la lucha parecía igualada, demasiado para el gusto de la peliblanca. En la calle la velocidad de Bio resultaba claramente superior a la del gigantón y sus ataques se contaban todos como éxitos que causaban un corte tras otro al enemigo, manchando y empapando sus ropas de sangre y salpicando con el rojo líquido las piedras del pavimento de forma realmente grotesca. Sin embargo no lograba derribarlo, ni siquiera frenarlo. Era casi como si a aquel tipo no le importara desangrarse y no sintiera el dolor de aquellos cortes. La peliblanca recordó al líder de los escorpiones al que derrotaran en las profundidades de su guarida, al igual que aquella masa de músculos también se había mostrado muy resistente al daño, al menos hasta que se quedó sin las pociones que le otorgaban tal poder. ¿Estaban ante el mismo caso?.
Ante aquellas dificultades la llegada de Beor y los suyos resultó tan satisfactoria como las primeras lluvias tras un verano caluroso, como un baño caliente de sales aromáticas tras una de sus cada vez más continuas aventuras. Tan pronto como tuvo al grandullón a su alcance le propinó un fuerte revés con su hacha que le hizo trastabillar y caer de espaldas al suelo para no acabar partido por la mitad. Esquivó un nuevo hachazo directo a su cabeza por los pelos rodando lateralmente por el suelo para volver a levantarse ante la mirada del posadero en cuyos ojos se veía cierta decepción por lo flojo que era su adversario, gesto que aún enfureció más al asesino. El hijo mediano cruzó la calle y comenzó a apuntar al par que luchaban en las alturas sin saber cual de los dos era el enemigo y el hijo mayor, tras ver que su padre se bastaba de sobra, le cubría las espaldas picando al grandullón y fintando ataques por su retaguardia.
-¿Olor de la sangre?.- Preguntó al escuchar los murmullos de Bio justo antes de que aquel lunático, el tercero de los asesinos, se abalanzara sobre ella y el pelinegro lo evitara en el último instante de una forma realmente espectacular. Se había movido tan rápido que ni siquiera con sus reflejos y velocidad aumentados hubiese podido salir de aquel ataque de una pieza, había sido salvada casi cuando ya sentía los colmillos de aquel vampiro cerrarse sobre su cuello. Parecía tan fuerte y fuera de sí que Bio no era capaz de quitárselo de encima. ¿Por qué siempre tenía que haber vampiros?, era casi como si la siguiesen y ya había perdido la cuenta de a cuantos había ayudado a eliminar a aquellas alturas.
No se lo pensó dos veces y bastón en mano lanzó un golpe con todas sus fuerzas y destreza hacia la cabeza del vampiro que tenía sus pérfidas uñas clavadas en el cuello del pelinegro. Falló el golpe por escasos centímetros cuando el vampiro movió su cabeza haciendo gala de unos formidables reflejos, pero no pudo evitar del todo el daño pues el golpe le dió en el hombro, clavándose allí las angulosas y afiladas formas del báculo de la sacerdotisa. -No hace falta que lo hagas, ya vengo yo a por tí.- Dijo tratando de soltar su arma del cuerpo del vampiro sin lograrlo. Las heridas se habían cerrado atrapándola y ni tirando pudo soltarla. El enemigo giró la cabeza para mirarla y sin duda se preparaba para soltar una de las frases de superioridad y amenaza típicas de las sanguijuelas cuando la daga de la peliblanca se clavó en su ojo, haciéndole soltar al pelinegro y retroceder aullando de dolor arrastrando el bastón aún clavado en su hombro.
-Maldita zorra, mi ojo...Voy a, Voy a matarte y a violar tu cadáver.- Amenazó medio agachado y con una mano en la cara entre estridentes alaridos mientras la sacerdotisa sujetaba la daga con más fuerza dispuesta a acabar el trabajo. Era rápida y ágil y el vampiro estaba herido de gravedad, esperaba que fuera suficiente. Iba a lanzarse una vez más contra él cuando encontró el sentido a las palabras de Bio sobre el olor de la sangre. "Si no era para Bio y era para este malnacido...Es porque le beneficia". Pensó llevando una mano a uno de sus bolsillos, sacando de el su pequeño vial de sales de presencia con base de azufre y modificando su plan de ataque para usar esa nueva idea. Mientras su rival aún se lamentaba, con razón, por el ojo perdido, la peliblanca corrió hacia él y lanzó un corte con su daga directo a su cuello. El vampiro logró detenerla pero en ese momento la joven rompió con su otra mano el vial justo en la nariz del ahora tuerto adversario. Las sales reaccionaron con la sangre de inmediato comenzando a inundar sus fosas nasales con el fuerte olor del azufre en tal cantidad y fuerza que cualquier habilidad basada en su olfato desaparecería. Por no hablar de que semejante olor bastaría para tumbar a una persona, especialmente una con tan buen olfato. En cuanto la mano que la sujetaba dejó de apretar, la daga cortó la yugular del vampiro con precisión quirúrgica, condenando a muerte a aquel sujeto. Jadeante por el esfuerzo y las emociones, Níniel volvió junto a Bio para atender sus heridas mientras el vampiro sufría las últimas convulsiones previas a su fatídico desenlace.
Mientras, a unos metros de allí, Beor había dado con la clave para borrar aquella estúpida sonrisa de satisfacción del rostro de aquel perturbado al que parecía que le gustaba que le zurraran. Tras varios tajos, cortes y golpes sin efecto, coordinó un ataque con su hijo. Mientras Jafeth lanzaba unos tajos contra los brazos desnudos del grandullón, el posadero lanzó un poderoso golpe con el envés de su hacha contra las piernas de su rival rompiéndole primero una y luego la otra. Fuese lo que fuese que afectaba a aquel sujeto y evitaba que muriera desangrado y que el daño le hiciera más fuerte de nada le servía mientras se arrastraba por el suelo lastimosamente. -Igualito que talar árboles.- Bromeó mientras evitaba que su rival se moviera poniéndole el pie sobre la espalda y cargaba todo su peso en dicha pierna. -Deja de moverte o te romperé también los brazos. Quizá lo haga de todos modos porque ¿Sabés esa elfa de allí?, es como mi hija. Y si tocas a mi hija...Te mato.-
Ante aquellas dificultades la llegada de Beor y los suyos resultó tan satisfactoria como las primeras lluvias tras un verano caluroso, como un baño caliente de sales aromáticas tras una de sus cada vez más continuas aventuras. Tan pronto como tuvo al grandullón a su alcance le propinó un fuerte revés con su hacha que le hizo trastabillar y caer de espaldas al suelo para no acabar partido por la mitad. Esquivó un nuevo hachazo directo a su cabeza por los pelos rodando lateralmente por el suelo para volver a levantarse ante la mirada del posadero en cuyos ojos se veía cierta decepción por lo flojo que era su adversario, gesto que aún enfureció más al asesino. El hijo mediano cruzó la calle y comenzó a apuntar al par que luchaban en las alturas sin saber cual de los dos era el enemigo y el hijo mayor, tras ver que su padre se bastaba de sobra, le cubría las espaldas picando al grandullón y fintando ataques por su retaguardia.
-¿Olor de la sangre?.- Preguntó al escuchar los murmullos de Bio justo antes de que aquel lunático, el tercero de los asesinos, se abalanzara sobre ella y el pelinegro lo evitara en el último instante de una forma realmente espectacular. Se había movido tan rápido que ni siquiera con sus reflejos y velocidad aumentados hubiese podido salir de aquel ataque de una pieza, había sido salvada casi cuando ya sentía los colmillos de aquel vampiro cerrarse sobre su cuello. Parecía tan fuerte y fuera de sí que Bio no era capaz de quitárselo de encima. ¿Por qué siempre tenía que haber vampiros?, era casi como si la siguiesen y ya había perdido la cuenta de a cuantos había ayudado a eliminar a aquellas alturas.
No se lo pensó dos veces y bastón en mano lanzó un golpe con todas sus fuerzas y destreza hacia la cabeza del vampiro que tenía sus pérfidas uñas clavadas en el cuello del pelinegro. Falló el golpe por escasos centímetros cuando el vampiro movió su cabeza haciendo gala de unos formidables reflejos, pero no pudo evitar del todo el daño pues el golpe le dió en el hombro, clavándose allí las angulosas y afiladas formas del báculo de la sacerdotisa. -No hace falta que lo hagas, ya vengo yo a por tí.- Dijo tratando de soltar su arma del cuerpo del vampiro sin lograrlo. Las heridas se habían cerrado atrapándola y ni tirando pudo soltarla. El enemigo giró la cabeza para mirarla y sin duda se preparaba para soltar una de las frases de superioridad y amenaza típicas de las sanguijuelas cuando la daga de la peliblanca se clavó en su ojo, haciéndole soltar al pelinegro y retroceder aullando de dolor arrastrando el bastón aún clavado en su hombro.
-Maldita zorra, mi ojo...Voy a, Voy a matarte y a violar tu cadáver.- Amenazó medio agachado y con una mano en la cara entre estridentes alaridos mientras la sacerdotisa sujetaba la daga con más fuerza dispuesta a acabar el trabajo. Era rápida y ágil y el vampiro estaba herido de gravedad, esperaba que fuera suficiente. Iba a lanzarse una vez más contra él cuando encontró el sentido a las palabras de Bio sobre el olor de la sangre. "Si no era para Bio y era para este malnacido...Es porque le beneficia". Pensó llevando una mano a uno de sus bolsillos, sacando de el su pequeño vial de sales de presencia con base de azufre y modificando su plan de ataque para usar esa nueva idea. Mientras su rival aún se lamentaba, con razón, por el ojo perdido, la peliblanca corrió hacia él y lanzó un corte con su daga directo a su cuello. El vampiro logró detenerla pero en ese momento la joven rompió con su otra mano el vial justo en la nariz del ahora tuerto adversario. Las sales reaccionaron con la sangre de inmediato comenzando a inundar sus fosas nasales con el fuerte olor del azufre en tal cantidad y fuerza que cualquier habilidad basada en su olfato desaparecería. Por no hablar de que semejante olor bastaría para tumbar a una persona, especialmente una con tan buen olfato. En cuanto la mano que la sujetaba dejó de apretar, la daga cortó la yugular del vampiro con precisión quirúrgica, condenando a muerte a aquel sujeto. Jadeante por el esfuerzo y las emociones, Níniel volvió junto a Bio para atender sus heridas mientras el vampiro sufría las últimas convulsiones previas a su fatídico desenlace.
Mientras, a unos metros de allí, Beor había dado con la clave para borrar aquella estúpida sonrisa de satisfacción del rostro de aquel perturbado al que parecía que le gustaba que le zurraran. Tras varios tajos, cortes y golpes sin efecto, coordinó un ataque con su hijo. Mientras Jafeth lanzaba unos tajos contra los brazos desnudos del grandullón, el posadero lanzó un poderoso golpe con el envés de su hacha contra las piernas de su rival rompiéndole primero una y luego la otra. Fuese lo que fuese que afectaba a aquel sujeto y evitaba que muriera desangrado y que el daño le hiciera más fuerte de nada le servía mientras se arrastraba por el suelo lastimosamente. -Igualito que talar árboles.- Bromeó mientras evitaba que su rival se moviera poniéndole el pie sobre la espalda y cargaba todo su peso en dicha pierna. -Deja de moverte o te romperé también los brazos. Quizá lo haga de todos modos porque ¿Sabés esa elfa de allí?, es como mi hija. Y si tocas a mi hija...Te mato.-
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1150
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
La noche se tornaba cada vez más violenta, seguramente ninguno habría imaginado que el encuentro con esos desconocidos resultaría ser tan difícil, los escorpiones solían ser solo humanos, ahora enfrentaban a una élite de despiadados y habilidosos asesinos que habían planeado todo tan metódicamente, que era difícil creer que se tratara de los mismos sujetos ¿Podrían estar realmente estos hombres ligados a aquella banda o habría aparecido una nueva y poderosa organización tras las cenizas de los escorpiones? Me resultaba difícil sacar conclusiones bien pensadas en mis condiciones actuales, las garras del vampiro me tenían cada vez más debilitado y aunque lo golpeaba e incluso conseguía herirlo con mis dagas, el dolor parecía provocarle placer, como si simplemente disfrutara y se hiciera más fuerte con el olor de la sangre.
Sin embargo, en el momento menos esperado Niniel fue capaz no solo de defenderse, sino además, consiguió liberarme de las garras de aquel peligroso vampiro, jamás había enfrentado a uno como ese, hasta ahora todos habían sido astutos, sigilosos, debilitando al oponente desde las sombras para luego dar el golpe de gracia, pero éste era diferente, tenía un gusto enfermizo por la sangre que iba mucho más allá de lo normal, aunque poco le había servido su fuerza y velocidad contra Niniel, tal vez la había menospreciado por su aspecto frágil, pero ese descuido le costaría caro al sanguinario vampiro quien en primer lugar recibió un bastonazo en su brazo que bien pudo haber terminado en un sitio más contundente, no conforme con eso, y más como acto reflejo que como plan elaborado, la elfa acabó dejando tuerto al pobre vampiro, a estas alturas ya no sabía si debía proteger a mi compañera del asesino, o debía proteger al asesino de mi compañera -Necesitamos que hable- Pensé mientras veía a Niniel reaccionar y antes que pudiera llegar a prevenirla sobre la necesidad de mantenerlo con vida ya la elfa le había cortado el cuello condenándolo a una inevitable muerte.
Sobre los tejados alcanzaba a escuchar los sonidos de una dura pelea mientras por otro lado, Beor y compañía parecían bastarse para acabar con el musculoso pelirojo, aunque éste oponía resistencia debido a la manera como soportaba el dolor, unas cuantas heridas y pequeños cortes no se comparaban al daño producido por el hacha del hombre que protegiendo a Niniel apuntaba a rebanarlo sin piedad y logrando su cometido en unos pocos golpes, sin embargo tal masacre no era del todo bueno, el hecho de no sentir el dolor tenía un lado negativo, y era no saber qué tan serias eran sus heridas; el asesino se levantaba una y otra vez a pesar de lo evidentemente mal que se encontraba su destruido cuerpo, sin embargo el gran esfuerzo comenzaría a cobrar factura -¡¡No, aún no, falta tan poco!!- Gritó el guerrero mientras miraba sus manos de donde comenzaba a salir un vapor oscuro y con ello, los ataques finales de Beor y su hijo hicieron menguar lo poco que quedaba de aquel sujeto que cayó al piso intentando mantenerse levantado sobre sus rodillas; sus fuerzas le abandonaban lentamente; su respiración se aceleró drásticamente hasta que finalmente llevó una mano a su corazón y apretó su pecho como si su corazón intentara salir de su cuerpo y debiera mantenerlo en su lugar y tras un fuerte grito, comenzó a escupir sangre hasta caer al piso mientras su cuerpo comenzaba a tomar una tonalidad violeta.
Me levanté preocupado al ver que nos quedábamos sin nadie a quién poder interrogar -Solo queda ese- Dije mientras indicaba a quien se encontraba aún luchando contra Rauko, el agotado brujo era consciente de que se encontraba en una desventaja que lo llevaría a su fin -Insensatos, solo retrasan lo inevitable- Dijo el brujo mientras dejaba caer desde el tejado algunas pequeñas esferas que lanzaban un oscuro humo que le facilitaría salir de nuestra vista, ahora solo el elfo estaba lo suficientemente cerca como para detenerlo ¿Sería capaz de lograrlo?
Sin embargo, en el momento menos esperado Niniel fue capaz no solo de defenderse, sino además, consiguió liberarme de las garras de aquel peligroso vampiro, jamás había enfrentado a uno como ese, hasta ahora todos habían sido astutos, sigilosos, debilitando al oponente desde las sombras para luego dar el golpe de gracia, pero éste era diferente, tenía un gusto enfermizo por la sangre que iba mucho más allá de lo normal, aunque poco le había servido su fuerza y velocidad contra Niniel, tal vez la había menospreciado por su aspecto frágil, pero ese descuido le costaría caro al sanguinario vampiro quien en primer lugar recibió un bastonazo en su brazo que bien pudo haber terminado en un sitio más contundente, no conforme con eso, y más como acto reflejo que como plan elaborado, la elfa acabó dejando tuerto al pobre vampiro, a estas alturas ya no sabía si debía proteger a mi compañera del asesino, o debía proteger al asesino de mi compañera -Necesitamos que hable- Pensé mientras veía a Niniel reaccionar y antes que pudiera llegar a prevenirla sobre la necesidad de mantenerlo con vida ya la elfa le había cortado el cuello condenándolo a una inevitable muerte.
Sobre los tejados alcanzaba a escuchar los sonidos de una dura pelea mientras por otro lado, Beor y compañía parecían bastarse para acabar con el musculoso pelirojo, aunque éste oponía resistencia debido a la manera como soportaba el dolor, unas cuantas heridas y pequeños cortes no se comparaban al daño producido por el hacha del hombre que protegiendo a Niniel apuntaba a rebanarlo sin piedad y logrando su cometido en unos pocos golpes, sin embargo tal masacre no era del todo bueno, el hecho de no sentir el dolor tenía un lado negativo, y era no saber qué tan serias eran sus heridas; el asesino se levantaba una y otra vez a pesar de lo evidentemente mal que se encontraba su destruido cuerpo, sin embargo el gran esfuerzo comenzaría a cobrar factura -¡¡No, aún no, falta tan poco!!- Gritó el guerrero mientras miraba sus manos de donde comenzaba a salir un vapor oscuro y con ello, los ataques finales de Beor y su hijo hicieron menguar lo poco que quedaba de aquel sujeto que cayó al piso intentando mantenerse levantado sobre sus rodillas; sus fuerzas le abandonaban lentamente; su respiración se aceleró drásticamente hasta que finalmente llevó una mano a su corazón y apretó su pecho como si su corazón intentara salir de su cuerpo y debiera mantenerlo en su lugar y tras un fuerte grito, comenzó a escupir sangre hasta caer al piso mientras su cuerpo comenzaba a tomar una tonalidad violeta.
Me levanté preocupado al ver que nos quedábamos sin nadie a quién poder interrogar -Solo queda ese- Dije mientras indicaba a quien se encontraba aún luchando contra Rauko, el agotado brujo era consciente de que se encontraba en una desventaja que lo llevaría a su fin -Insensatos, solo retrasan lo inevitable- Dijo el brujo mientras dejaba caer desde el tejado algunas pequeñas esferas que lanzaban un oscuro humo que le facilitaría salir de nuestra vista, ahora solo el elfo estaba lo suficientemente cerca como para detenerlo ¿Sería capaz de lograrlo?
Última edición por Bio el Sáb Ene 16 2016, 16:49, editado 1 vez
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
El combate parecía ser eterno, habían pasado varios minutos y ninguno de los dos habíamos sido heridos gravemente, sin embargo, el cansancio se hacía cada vez más molesto, lo único que parecía movernos era la adrenalina y la esperanza de salir con vida. A nuestro alrededor se notaba la esencia de la guerra, la sangre era derramada en el suelo haciendo que los corazones de los sobrevivientes se llenaran de odio, satisfacción o remordimiento, sentimientos que pueden llegar a perturbar el espíritu por toda la eternidad evitando que algún día puedan descansar en paz, y presenciar tantas muertes puede dejar un alma sin amor, sin emociones, solo con un terrible vacío que jamás permitirá que se experimente la compasión.
La batalla estaba a mi favor, mi oponente no era muy bueno con la espada, el duelo no tardaría mucho si yo ejecutaba mis mejores movimientos para vencer al contrincante, sin embargo, a pesar de la poca habilidad de mi enemigo era capaz de bloquear cada uno de mis ataques, lo había subestimado un poco y ese error siempre lleva a la derrota, no obstante, un sujeto se encontraba en la calle observando mi combate y con sus manos sostenía una ballesta lista para atacar, a los lados se podía ver cómo los que antes venían preparados para emboscar eran agredidos hasta quedar en condiciones críticas, lo sorprendente era que Bio estaba en el suelo sin hacer gran cosa mientras que Niniel luchaba ferozmente con un loco que tenía sangre en sus manos, a pesar de su apariencia delicada era capaz de ser una hábil guerrera, no podía creer que un vampiro era protegido por una chica elfa y mucho menos si ese vampiro se trataba de Bio -(Me burlaré de Bio cuando tenga la oportunidad)- Pensé sin quitarle la mirada a mi oponente quien seguía sin rendirse a pesar de las circunstancias.
Mi contrincante por fin parecía reaccionar ante lo que le ocurría a sus compañeros, solo quedaba él en buen estado, aun así continuó batallando conmigo sin pensar en las consecuencias, nuestras espadas chocaban una y otra vez sin llegar a herirnos, mi habilidad con la espada era superior a la suya y eso era una gran ventaja, tal vez había hecho aparecer su arma solo por estar desesperado, su antigua estrategia no había funcionado para eliminarme y tal vez no tuvo otra opción que hacer eso, sin embargo, esta nueva forma de luchar tampoco le serviría si quería vencerme, mi destreza era superior a la de él y eso era algo que ambos sabíamos muy bien, pero nada lograba hacer que el duelo llegara a su fin -Mira a tu alrededor, todos tus aliados están siendo vencidos y allá abajo hay un sujeto preparado para dispararte una flecha en cualquier momento. Ríndete y te perdonaré la vida, es tu mejor opción, tu única salvación- Dije tratando de hacer que mi enemigo dejara de luchar, pero mis palabras fueron totalmente ignoradas por sus oídos, él tomó unas esferas dentro de sus bolsillos y luego las lanzó hacia mis aliados tras decir una frase típica de un mal perdedor, inmediatamente el escenario se llenó de humo que no dejaba a mis compañeros percibir las cosas a través de los ojos.
Mi contrincante estaba convencido de que no podría salir victorioso, así que optó por escapar del lugar, no obstante, en un segundo de distracción lancé un ataque vertical descendente con mi espada y logré herir el costado izquierdo de mi objetivo, sin embargo, no pude detenerlo con eso, él saltó hacia la escalera de barriles por donde yo había subido anteriormente, no debía dejar que escapara, era mi obligación capturarlo, así que lo seguí lo más rápido posible -No podrás escapar de mí con esa herida, no seas tonto y ríndete ¿Por qué me duele la pierna?- Me pregunté tras sentir un terrible dolor en mi muslo derecho, miré hacia esa zona y descubrí que allí se encontraba una flecha clavada, el ballestero me había disparado a mí en vez de al brujo, era obvio que debía dispararle al que parecía ser malo y no al elfo bonito -Miserable humano hediondo a genitales de upelero muerto- Murmuré expresando mi rencor hacia el sujeto que me había lastimado, de inmediato saqué la flecha de mi pierna y colocando mi mano derecha en mi herida trataba de sanarme lo más rápido posible mientras intentaba no perder a mi adversario.
Traté de seguir al último de los enemigos que aún tenía vida, pero con mi pierna herida era imposible ir tras él y alcanzarlo, sin embargo, no me rendí, continué como pude aguantando el dolor, yo era el único que todavía tenía una oportunidad para atraparlo, aunque ya no podía verlo, por lo menos podía seguir el rastro de sangre que él dejaba por el suelo -Ayudar a Bio siempre es un peligro, parece que está maldito, su camino siempre está lleno de problemas que tienen que resolver sus compañeros. Nunca debí acercarme a la posada, de todas formas no obtendré chocolates al final de esto, hasta ahora lo único que he conseguido es una flecha en mi pierna.- Susurraba para mí mismo mientras detestaba todo lo que me había ocurrido en esa noche tan ridícula -Debí quedarme en casa- Dije finalmente para dejar de quejarme y enfocarme en la persecución.
La batalla estaba a mi favor, mi oponente no era muy bueno con la espada, el duelo no tardaría mucho si yo ejecutaba mis mejores movimientos para vencer al contrincante, sin embargo, a pesar de la poca habilidad de mi enemigo era capaz de bloquear cada uno de mis ataques, lo había subestimado un poco y ese error siempre lleva a la derrota, no obstante, un sujeto se encontraba en la calle observando mi combate y con sus manos sostenía una ballesta lista para atacar, a los lados se podía ver cómo los que antes venían preparados para emboscar eran agredidos hasta quedar en condiciones críticas, lo sorprendente era que Bio estaba en el suelo sin hacer gran cosa mientras que Niniel luchaba ferozmente con un loco que tenía sangre en sus manos, a pesar de su apariencia delicada era capaz de ser una hábil guerrera, no podía creer que un vampiro era protegido por una chica elfa y mucho menos si ese vampiro se trataba de Bio -(Me burlaré de Bio cuando tenga la oportunidad)- Pensé sin quitarle la mirada a mi oponente quien seguía sin rendirse a pesar de las circunstancias.
Mi contrincante por fin parecía reaccionar ante lo que le ocurría a sus compañeros, solo quedaba él en buen estado, aun así continuó batallando conmigo sin pensar en las consecuencias, nuestras espadas chocaban una y otra vez sin llegar a herirnos, mi habilidad con la espada era superior a la suya y eso era una gran ventaja, tal vez había hecho aparecer su arma solo por estar desesperado, su antigua estrategia no había funcionado para eliminarme y tal vez no tuvo otra opción que hacer eso, sin embargo, esta nueva forma de luchar tampoco le serviría si quería vencerme, mi destreza era superior a la de él y eso era algo que ambos sabíamos muy bien, pero nada lograba hacer que el duelo llegara a su fin -Mira a tu alrededor, todos tus aliados están siendo vencidos y allá abajo hay un sujeto preparado para dispararte una flecha en cualquier momento. Ríndete y te perdonaré la vida, es tu mejor opción, tu única salvación- Dije tratando de hacer que mi enemigo dejara de luchar, pero mis palabras fueron totalmente ignoradas por sus oídos, él tomó unas esferas dentro de sus bolsillos y luego las lanzó hacia mis aliados tras decir una frase típica de un mal perdedor, inmediatamente el escenario se llenó de humo que no dejaba a mis compañeros percibir las cosas a través de los ojos.
Mi contrincante estaba convencido de que no podría salir victorioso, así que optó por escapar del lugar, no obstante, en un segundo de distracción lancé un ataque vertical descendente con mi espada y logré herir el costado izquierdo de mi objetivo, sin embargo, no pude detenerlo con eso, él saltó hacia la escalera de barriles por donde yo había subido anteriormente, no debía dejar que escapara, era mi obligación capturarlo, así que lo seguí lo más rápido posible -No podrás escapar de mí con esa herida, no seas tonto y ríndete ¿Por qué me duele la pierna?- Me pregunté tras sentir un terrible dolor en mi muslo derecho, miré hacia esa zona y descubrí que allí se encontraba una flecha clavada, el ballestero me había disparado a mí en vez de al brujo, era obvio que debía dispararle al que parecía ser malo y no al elfo bonito -Miserable humano hediondo a genitales de upelero muerto- Murmuré expresando mi rencor hacia el sujeto que me había lastimado, de inmediato saqué la flecha de mi pierna y colocando mi mano derecha en mi herida trataba de sanarme lo más rápido posible mientras intentaba no perder a mi adversario.
Traté de seguir al último de los enemigos que aún tenía vida, pero con mi pierna herida era imposible ir tras él y alcanzarlo, sin embargo, no me rendí, continué como pude aguantando el dolor, yo era el único que todavía tenía una oportunidad para atraparlo, aunque ya no podía verlo, por lo menos podía seguir el rastro de sangre que él dejaba por el suelo -Ayudar a Bio siempre es un peligro, parece que está maldito, su camino siempre está lleno de problemas que tienen que resolver sus compañeros. Nunca debí acercarme a la posada, de todas formas no obtendré chocolates al final de esto, hasta ahora lo único que he conseguido es una flecha en mi pierna.- Susurraba para mí mismo mientras detestaba todo lo que me había ocurrido en esa noche tan ridícula -Debí quedarme en casa- Dije finalmente para dejar de quejarme y enfocarme en la persecución.
Rauko
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1001
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
La peliblanca no pudo evitar sentir que había hecho algo que no debería al ver en los ojos del pelinegro que matar a aquel sujeto no era del todo bueno para ellos, que no era lo mejor que podría haber pasado. Era cierto, necesitan información de manera desesperada y acababan de perder a una de sus tres únicas fuentes para obtenerla pero no es que hubiese tenido opción. A pesar de haber decepcionado a Bio la sacerdotisa no podía negar que sentía haber hecho lo correcto. Aquel enemigo era fuerte y rápido, derrotarlo había sido todo un golpe de suerte pues en combate uno contra uno la elfa sabía que habría muerto y que incluso tras haber conseguido herirlo carecía de las habilidades de combate adecuadas para mantenerlo prisionero y sonsacarle lo que supiera sin riesgo. Haber intentado interrogarle y darle la oportunidad de reponerse tras haber sido cogido por sorpresa muy posiblemente hubiese acabado muy mal, al menos ya no causaría más daño ni tendrían que preocuparse por sus ataques.
-Ya lo sé, pero no podía hacer otra cosa, no podía dejar que siguiera siendo una amenaza. Da gracias a los dioses que no esperara que pudiera hacerle algo, eso nos ha salvado la vida.- No era la primera vez que un enemigo la subestimaba y acababa pagándolo muy caro, de hecho empezaba a ser una de sus estrategias preferidas para engañar a la muerte, esa y utilizar la ignorancia del aerendiano medio sobre la magia para aparentar ser más peligrosa y letal de lo que era realmente. -Toma, bébete esta poción curativa, esas heridas en el cuello no tienen buen aspecto. Es como si te hubiese mordido sin usar los colmillos.- Continuó diciéndole mientras sacaba de su bolso un vial lleno de un líquido rojo y ayudaba al pelinegro a ingerir su contenido. Era una poción creada a base de esencia de corazón de tallo de seta brillante, puntas de raíz de musgo colgante seleccionadas una a una y pulverizadas en mortero de madrea y pétalos flor roja de la montaña destiladas en agua purificada. Un par de sorbos y en breve sus heridas sanarían. -Lo siento, ha sido culpa mía que te hirieran.-
Mientras atendía a Bio, la peliblanca no perdía de vista el combate entre Beor y su hijo contra el gigantón y fue testigo de primera línea de su desenlace cuando el posadero optó por dejar de herir a su oponente y asegurarse de que por mucho que aguantara no pudiera seguir moviéndose. El dueño de la posada de Rey y la Reina no solo era increíblemente fuerte, también era lo bastante listo como para saber que su estrategia inicial no estaba resultando y al cambiar de táctica la victoria llegó rápidamente a sus manos. Sus palabras sobre considerar a la elfa como si fuera una hija hicieron que ésta esbozara una sonrisa sin poder evitarlo. Era un buen hombre, aunque a veces le había pillado mirándole el escote. Parecía que al final, a pesar de haber tenido que matar al vampiro, sí que tenían un prisionero después de todo, además el que Níniel había intuido con acierto con antelación que sería el más dispuesto a hablar de los tres. La alegría duró poco pues aquella mole de músculos comenzó a escupir sangre y sufrir espasmos bajo la vigilante mirada de Beor.
-Yo no le he vuelto a golpear, no sé qué le pasa.- Dijo el posadero quitando la pierna de encima de la espalda de su oponente derrotado al ver que la peliblanca iba hacia allí para tratar de salvarle la vida. -Creo que estaba bajo los efectos de alguna sustancia, no es la primera vez que veo un aguante tan exagerado al daño. Si se ha pasado el efecto, su cuerpo ya no es capaz de aguantar todo el daño que ya ha recibido...- La peliblanca buscó una vez más en su bolso y sacó de el un frasquito con un contenido de color blanco como la leche y pequeños brillos dorados en suspensión. Se trataba de su poción de curación más potente realizada hasta la fecha. Una poción realizada con polvo de muda de actias luna, un insecto de Sandorai muy poco común y cuyas mudas de piel durante su transformación de larva en mariposa solo podían encontrarse por expertos en el corazón del bosque una vez al año. Además el preparado llevaba huevo de acantiza minero sin fecundar, torax de luciérnaga y polvo de garra de oso negro macho. Si algo podía salvarlo era aquello, pero al tratar de hacer que se lo bebiera el gigantón aún tuvo fuerzas para inmovilizar la mano de la elfa y mirarla de forma amenazante. un instante después tenía la espada de Jafeth clavada en el pecho. Mientras moría y su mano perdía la fuerza soltándola aún musitó: "Esto no ha hecho más que empezar".
-Maldito cabrón persistente...Bien hecho hijo, la guardia tendrá suerte de contar con tu espada.-Felicitó el posadero a su hijo mayor. Lamentablemente su muerte significaba que solo quedaba un enemigo del que obtener la información que buscaban. Aquel extraño arquero que continuaba luchando en los tejados contra Rauko. Un combate que aún parecía lejos de terminar. -Baja del tejado, ¿Eres un guerrero o un gato callejero?. Baja aquí y prueba mi hacha.- Vociferó Beor ante la incapacidad de subir hasta allí arriba. En ese momento su hijo mediano disparó su ballesta pero antes de poder ver el resultado de su disparo unas bolas de humo llenaron toda la calle de negrura impidiendoles ver lo que ocurría. Cuando el humo se disipó, sobre los tejados ya no se veía a nadie. -¿Qué ha pasado?- preguntó la peliblanca mirando a Bio, esperando que supiera si Rauko estaba bien. Si aquel par iban a continuar la lucha en otro lado o si el no-elfo que les había ayudado estaba herido tendrían que buscar el modo de llegar hasta él aunque parecía que para llegar hasta aquel tejado tendrían que dar un buen rodeo.
Níniel se dispuso a buscar el modo de avanzar en aquella dirección cuando su pie acabó en un pequeño charco formado por la sangre del enemigo muerto tras ella. La situación no era la ideal para ponerse a mirar charcos de sangre en el suelo pero aquella tenía un tono realmente extraño y muy poco natural. Debía de estar impregnada y alterada por la sustancia que le había otorgado tan portentosa resistencia a aquel asesino. La sacerdotisa sacó un vial vacío de su bolso y tomó una muestra con la intención de estudiarla en cuanto acabase todo aquello, pero en aquella ocasión Bio quiso que se centrara en la muestra y no en la búsqueda del no-elfo y su enemigo. Tenía razón, ella no sería capaz de alcanzarlos pues el efecto de su bendición se había disipado ya, pero aún así era posible que necesitaran ayuda médica...-Toma esto.- Le dijo dándole el vial con la poción de blanco color. -Si Rauko está herido, esto le sanará. Analizaré esta sangre en el hospital a ver si nos aclara algo más...Nos vemos allí.-
Dicho aquello se separó del pelinegro demás y fue directa al cercano hospital de la ciudad acompañada por Beor y sus hijos, dejando aquellos cuerpos sin vida allí en la calle donde tarde o temprano serían encontrados por algún vecino o por la guardia. Seguramente nadie les conocería en la ciudad, nadie sabría quiénes eran ni qué hacían allí. Nadie denunciaría su desaparición y nadie pagaría su entierro. Acabarían en alguna tumba sin nombre a las afueras de la ciudad y nadie se preocuparía por cómo habían acabado así.
Ya en el hospital, donde la mayoría la conocían, no tuvo problemas en convencer a Martha, la anciana jefa de enfermeras para que le permitiese usar el equipo de alquimia del centro hospitalario como tantas veces había hecho ya en el pasado. La amable mujer le pidió a cambio, como siempre, que les ayudara allí un par de días y no hizo más preguntas pues a esas alturas confiaba en la elfa. Era una suerte tener esa clase de relación con el hospital pues el equipo con el que contaba en casa se quedaba corto para la mayoría de trabajos e investigaciones avanzadas y adquirir uno propio sería muy caro.
Una vez en el laboratorio la peliblanca dividió la muestra de sangre entre varias placas y probetas y comenzó a aplicar a cada muestra diferentes reactivos para descubrir qué era lo que le daba aquel extraño color a la sangre. Con cada reacción o falta de la misma acotaba más y más las posibilidades y pronto estuvo lo bastante cerca de la respuesta que buscaba como para comenzar a realizar pruebas más concretas. Supo que no era una sustancia natural ni un extracto si no un compuesto artificial, lo cual confirmaba la teoría de la ingesta de algún tipo de poción como en su momento había hecho el líder de los escorpiones antes de morir. De hecho, tras averiguar algunos de los ingredientes podía estar bastante segura del funcionamiento de aquel preparado una vez introducido en el cuerpo de un ser vivo, incluso trabajar en crear su propia versión del mismo. Una que aumentara la resistencia al daño de sus aliados y quizá sin los efectos secundarios. Por desgracia eso no sería de mucha ayuda para averiguar a quiénes se estaban enfrentando. Esperaba que Bio y Rauko tuvieran más suerte
Subrayado el uso de la pasiva alquimia-Ya lo sé, pero no podía hacer otra cosa, no podía dejar que siguiera siendo una amenaza. Da gracias a los dioses que no esperara que pudiera hacerle algo, eso nos ha salvado la vida.- No era la primera vez que un enemigo la subestimaba y acababa pagándolo muy caro, de hecho empezaba a ser una de sus estrategias preferidas para engañar a la muerte, esa y utilizar la ignorancia del aerendiano medio sobre la magia para aparentar ser más peligrosa y letal de lo que era realmente. -Toma, bébete esta poción curativa, esas heridas en el cuello no tienen buen aspecto. Es como si te hubiese mordido sin usar los colmillos.- Continuó diciéndole mientras sacaba de su bolso un vial lleno de un líquido rojo y ayudaba al pelinegro a ingerir su contenido. Era una poción creada a base de esencia de corazón de tallo de seta brillante, puntas de raíz de musgo colgante seleccionadas una a una y pulverizadas en mortero de madrea y pétalos flor roja de la montaña destiladas en agua purificada. Un par de sorbos y en breve sus heridas sanarían. -Lo siento, ha sido culpa mía que te hirieran.-
Mientras atendía a Bio, la peliblanca no perdía de vista el combate entre Beor y su hijo contra el gigantón y fue testigo de primera línea de su desenlace cuando el posadero optó por dejar de herir a su oponente y asegurarse de que por mucho que aguantara no pudiera seguir moviéndose. El dueño de la posada de Rey y la Reina no solo era increíblemente fuerte, también era lo bastante listo como para saber que su estrategia inicial no estaba resultando y al cambiar de táctica la victoria llegó rápidamente a sus manos. Sus palabras sobre considerar a la elfa como si fuera una hija hicieron que ésta esbozara una sonrisa sin poder evitarlo. Era un buen hombre, aunque a veces le había pillado mirándole el escote. Parecía que al final, a pesar de haber tenido que matar al vampiro, sí que tenían un prisionero después de todo, además el que Níniel había intuido con acierto con antelación que sería el más dispuesto a hablar de los tres. La alegría duró poco pues aquella mole de músculos comenzó a escupir sangre y sufrir espasmos bajo la vigilante mirada de Beor.
-Yo no le he vuelto a golpear, no sé qué le pasa.- Dijo el posadero quitando la pierna de encima de la espalda de su oponente derrotado al ver que la peliblanca iba hacia allí para tratar de salvarle la vida. -Creo que estaba bajo los efectos de alguna sustancia, no es la primera vez que veo un aguante tan exagerado al daño. Si se ha pasado el efecto, su cuerpo ya no es capaz de aguantar todo el daño que ya ha recibido...- La peliblanca buscó una vez más en su bolso y sacó de el un frasquito con un contenido de color blanco como la leche y pequeños brillos dorados en suspensión. Se trataba de su poción de curación más potente realizada hasta la fecha. Una poción realizada con polvo de muda de actias luna, un insecto de Sandorai muy poco común y cuyas mudas de piel durante su transformación de larva en mariposa solo podían encontrarse por expertos en el corazón del bosque una vez al año. Además el preparado llevaba huevo de acantiza minero sin fecundar, torax de luciérnaga y polvo de garra de oso negro macho. Si algo podía salvarlo era aquello, pero al tratar de hacer que se lo bebiera el gigantón aún tuvo fuerzas para inmovilizar la mano de la elfa y mirarla de forma amenazante. un instante después tenía la espada de Jafeth clavada en el pecho. Mientras moría y su mano perdía la fuerza soltándola aún musitó: "Esto no ha hecho más que empezar".
-Maldito cabrón persistente...Bien hecho hijo, la guardia tendrá suerte de contar con tu espada.-Felicitó el posadero a su hijo mayor. Lamentablemente su muerte significaba que solo quedaba un enemigo del que obtener la información que buscaban. Aquel extraño arquero que continuaba luchando en los tejados contra Rauko. Un combate que aún parecía lejos de terminar. -Baja del tejado, ¿Eres un guerrero o un gato callejero?. Baja aquí y prueba mi hacha.- Vociferó Beor ante la incapacidad de subir hasta allí arriba. En ese momento su hijo mediano disparó su ballesta pero antes de poder ver el resultado de su disparo unas bolas de humo llenaron toda la calle de negrura impidiendoles ver lo que ocurría. Cuando el humo se disipó, sobre los tejados ya no se veía a nadie. -¿Qué ha pasado?- preguntó la peliblanca mirando a Bio, esperando que supiera si Rauko estaba bien. Si aquel par iban a continuar la lucha en otro lado o si el no-elfo que les había ayudado estaba herido tendrían que buscar el modo de llegar hasta él aunque parecía que para llegar hasta aquel tejado tendrían que dar un buen rodeo.
Níniel se dispuso a buscar el modo de avanzar en aquella dirección cuando su pie acabó en un pequeño charco formado por la sangre del enemigo muerto tras ella. La situación no era la ideal para ponerse a mirar charcos de sangre en el suelo pero aquella tenía un tono realmente extraño y muy poco natural. Debía de estar impregnada y alterada por la sustancia que le había otorgado tan portentosa resistencia a aquel asesino. La sacerdotisa sacó un vial vacío de su bolso y tomó una muestra con la intención de estudiarla en cuanto acabase todo aquello, pero en aquella ocasión Bio quiso que se centrara en la muestra y no en la búsqueda del no-elfo y su enemigo. Tenía razón, ella no sería capaz de alcanzarlos pues el efecto de su bendición se había disipado ya, pero aún así era posible que necesitaran ayuda médica...-Toma esto.- Le dijo dándole el vial con la poción de blanco color. -Si Rauko está herido, esto le sanará. Analizaré esta sangre en el hospital a ver si nos aclara algo más...Nos vemos allí.-
Dicho aquello se separó del pelinegro demás y fue directa al cercano hospital de la ciudad acompañada por Beor y sus hijos, dejando aquellos cuerpos sin vida allí en la calle donde tarde o temprano serían encontrados por algún vecino o por la guardia. Seguramente nadie les conocería en la ciudad, nadie sabría quiénes eran ni qué hacían allí. Nadie denunciaría su desaparición y nadie pagaría su entierro. Acabarían en alguna tumba sin nombre a las afueras de la ciudad y nadie se preocuparía por cómo habían acabado así.
Ya en el hospital, donde la mayoría la conocían, no tuvo problemas en convencer a Martha, la anciana jefa de enfermeras para que le permitiese usar el equipo de alquimia del centro hospitalario como tantas veces había hecho ya en el pasado. La amable mujer le pidió a cambio, como siempre, que les ayudara allí un par de días y no hizo más preguntas pues a esas alturas confiaba en la elfa. Era una suerte tener esa clase de relación con el hospital pues el equipo con el que contaba en casa se quedaba corto para la mayoría de trabajos e investigaciones avanzadas y adquirir uno propio sería muy caro.
Una vez en el laboratorio la peliblanca dividió la muestra de sangre entre varias placas y probetas y comenzó a aplicar a cada muestra diferentes reactivos para descubrir qué era lo que le daba aquel extraño color a la sangre. Con cada reacción o falta de la misma acotaba más y más las posibilidades y pronto estuvo lo bastante cerca de la respuesta que buscaba como para comenzar a realizar pruebas más concretas. Supo que no era una sustancia natural ni un extracto si no un compuesto artificial, lo cual confirmaba la teoría de la ingesta de algún tipo de poción como en su momento había hecho el líder de los escorpiones antes de morir. De hecho, tras averiguar algunos de los ingredientes podía estar bastante segura del funcionamiento de aquel preparado una vez introducido en el cuerpo de un ser vivo, incluso trabajar en crear su propia versión del mismo. Una que aumentara la resistencia al daño de sus aliados y quizá sin los efectos secundarios. Por desgracia eso no sería de mucha ayuda para averiguar a quiénes se estaban enfrentando. Esperaba que Bio y Rauko tuvieran más suerte
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1150
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Aún me estaba recuperando de la impresión que me había dejado ver luchar a Niniel de esa manera, eso sin duda alguna fortalecería mi confianza en ella para contar con su ayuda en cualquier batalla, al parecer yo había sido la damisela en peligro y ella el feroz guerrero que salva el día -Ese de todos modos no creo que hablara mucho- Dije mientras señalaba al vampiro que ahora flotaba sobre un mar de sangre -Es un vampiro muy raro, jamás había enfrentado a uno como ese- Respondí mientras tomaba la poción que me entregaba la elfa y tras mirarlo un rato con cierto asquito, teniendo en cuenta la efectividad de los mejunjes que preparaba Niniel pero también su falta de... Tacto, para darles al menos un buen sabor, me armé de valor finalmente y me tomé la bebida en un trago rápido casi sin dar tiempo que el líquido hiciera contacto con mi lengua -Delicioso, como siempre- Dije mientras arrugaba la cara intentando disimular el terrible sabor de éste, a fin de cuentas la elfa hacía su mejor esfuerzo y su ayuda era algo que debía agradecer siempre.
Las heridas en mi cuello seguían ahí, ya sanarían luego pero al menos el dolor iba desapareciendo lentamente -No ha sido tu culpa- Dije mientras llevaba mi mano al hombro de Niniel esperando alcanzarla, le sonreí amistosamente hasta que fuimos interrumpidos por el fuerte sonido de los golpes con los que Beor casi pulverizaba al pobre sujeto del que ahora sentía cierta compasión, esperaba nunca ser yo quien hiciera enojar a tan colosal adversario -Para ser una pacifista te rodeas de guerreros fuertes- Dije a la elfa mientras alzaba una ceja impresionado por la fuerza del posadero, y es que fácilmente podría imaginarse tal cosa al ver su intimidante apariencia, pero su despliegue de brutalidad y fuerza eran toda una sorpresa, era bastante rápido y listo para ser tan grande, lo cual sí representaba toda una sorpresa.
Fui tras Niniel para ver lo que le estaba sucediendo al sujeto que parecía desmoronarse desde adentro, aunque antes giré para ver la situación de Rauko en el tejado, su batalla había durado mucho y a estas alturas, tanto él como su oponente deberían estar agotados; acá abajo no había nada más qué hacer, aunque Niniel siempre sabía sacar más de un truco bajo la manga, incluso sacar información de un cadáver parecía ser una idea no tan descabellada; el brujo del tejado sabía que no podría luchar contra todos, su plan había fracasado a causa de la persona que menos esperaban que les pudiera causar problemas, así que inteligentemente comenzó su dramática fuga; el humo cubrió la vista por unos instantes y al disiparse ya no quedaba nada más allá de unas manchas de sangre en el tejado, aunque estaban distantes una de la otra, eso parecía indicar que no era sangre de uno solo, ambos estaban heridos -Debo ir por Rauko- Dije con cierta preocupación -Yo lo metí en esto- Antes de comenzar a correr la elfa me detuvo de nuevo, esta vez para entregarme otra de sus pociones raritas -Está bien, ve, nos encontraremos luego- Exclamé mientras comenzaba a correr en la dirección a donde pensaba que podía haber ido la persecución del elfo.
No me tomó mucho tiempo rodear la casa en cuyos tejados habían estado peleando y del otro lado pude ver en el piso algunos rastros de sangre que sin duda me llevarían a donde se encontrasen ambos sujetos, solo esperaba que Rauko estuviera bien, aunque si el otro sujeto escapaba el problema sería bastante grave...
Las heridas en mi cuello seguían ahí, ya sanarían luego pero al menos el dolor iba desapareciendo lentamente -No ha sido tu culpa- Dije mientras llevaba mi mano al hombro de Niniel esperando alcanzarla, le sonreí amistosamente hasta que fuimos interrumpidos por el fuerte sonido de los golpes con los que Beor casi pulverizaba al pobre sujeto del que ahora sentía cierta compasión, esperaba nunca ser yo quien hiciera enojar a tan colosal adversario -Para ser una pacifista te rodeas de guerreros fuertes- Dije a la elfa mientras alzaba una ceja impresionado por la fuerza del posadero, y es que fácilmente podría imaginarse tal cosa al ver su intimidante apariencia, pero su despliegue de brutalidad y fuerza eran toda una sorpresa, era bastante rápido y listo para ser tan grande, lo cual sí representaba toda una sorpresa.
Fui tras Niniel para ver lo que le estaba sucediendo al sujeto que parecía desmoronarse desde adentro, aunque antes giré para ver la situación de Rauko en el tejado, su batalla había durado mucho y a estas alturas, tanto él como su oponente deberían estar agotados; acá abajo no había nada más qué hacer, aunque Niniel siempre sabía sacar más de un truco bajo la manga, incluso sacar información de un cadáver parecía ser una idea no tan descabellada; el brujo del tejado sabía que no podría luchar contra todos, su plan había fracasado a causa de la persona que menos esperaban que les pudiera causar problemas, así que inteligentemente comenzó su dramática fuga; el humo cubrió la vista por unos instantes y al disiparse ya no quedaba nada más allá de unas manchas de sangre en el tejado, aunque estaban distantes una de la otra, eso parecía indicar que no era sangre de uno solo, ambos estaban heridos -Debo ir por Rauko- Dije con cierta preocupación -Yo lo metí en esto- Antes de comenzar a correr la elfa me detuvo de nuevo, esta vez para entregarme otra de sus pociones raritas -Está bien, ve, nos encontraremos luego- Exclamé mientras comenzaba a correr en la dirección a donde pensaba que podía haber ido la persecución del elfo.
No me tomó mucho tiempo rodear la casa en cuyos tejados habían estado peleando y del otro lado pude ver en el piso algunos rastros de sangre que sin duda me llevarían a donde se encontrasen ambos sujetos, solo esperaba que Rauko estuviera bien, aunque si el otro sujeto escapaba el problema sería bastante grave...
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
El cansancio, el dolor y el estrés me estaban matando después del combate que no tuvo un ganador oficial, después de tanto esfuerzo por ganar, el brujo decide escapar como si no quisiera ser derrotado por mí, yo merecía la victoria y la gloria, pero en vez de eso fui recompensado con una flecha clavada en mi pierna, eso no era justo -¿Qué cosa está bajo mi pie?- Me pregunté después de sentir como si hubiese pisado algo aguado y baboso, miré mi bota y descubrí que había aplastado a la cucaracha sin patas que de alguna manera había logrado moverse de su lugar, mi suerte no podía ser peor… O por lo menos eso pensaba, todas las cosas siempre pueden ponerse desagradables en cualquier momento sin importar de qué se trate.
El rastro de mi objetivo continuaba llevándome hacia una sola dirección, el brujo estaba muy herido y en tan solo minutos podría morir por la hemorragia, debía capturarlo antes de que fuese demasiado tarde -Espero que alguien venga y me ayude- Dije tratando de darme una esperanza de que no tendría que hacerlo solo, pero esa idea siempre lograba la forma de desvanecerse de mi vida, pero nada me quitaba las ganas de seguir adelante -Mejor no les contaré a mis nietos lo ocurrido en esta noche… Si es que algún día los tengo- Dije para mí mismo mientras trataba de avanzar con una sola pierna, pero mi esfuerzo no fue en vano, después de unos segundos pude ver nuevamente al brujo que cada vez caminaba con menos fuerzas; salté varias veces con una pierna para llegar a alcanzarlo y cuando él detectó mi presencia sabía que no podría vencerme en un nuevo combate y mucho menos podría escapar, la grave herida en su costado le impedía contar de varias opciones, además de que tampoco era capaz de utilizar sus poderes debido a su cansancio, sin embargo, todavía portaba la espada que anteriormente había hecho aparecer -No tendrás respuestas de mi parte, pero mi oferta sigue vigente- Dijo el brujo que ahora se encontraba moribundo -No seas tonto, puedo sanarte, puedo darte más tiempo de vida si así lo quieres, solo te pido que te rindas y colabores conmigo- Intentaba hacer razonar al brujo utilizando mis palabras, una nueva batalla le daría la muerte que ambos queríamos evitar.
Ambos nos encontrábamos solos en ese momento, cada uno intentando que el otro cambiara de opinión a través de nuestras palabras, sin embargo, nada logró cambiarnos de parecer, el brujo intentó lastimarme con su espada teniendo en mente que toda acción de gran esfuerzo podía quitarle la vida, chorros de sangre salían desde su costado formando en el suelo charcos de sangre, me encontraba muy cansado como para moverme, así que solo intenté bloquear el ataque con mi arma, no obstante, mi velocidad no era la misma de antes, por alguna razón me sentía más lento y no era por el cansancio, nuevamente mi cuerpo se sintió pesado impidiéndome la posibilidad de realizar varios movimientos acrobáticos, el efecto había terminado en el peor momento posible, por eso mi oponente logró herir levemente mi hombro izquierdo, una herida superficial no era gran cosa, pero después de eso ninguno de los dos logramos movernos, pero esta vez parecía pereza más que cansancio.
Nuestros cuerpos eran pesados, el cansancio insoportable y el dolor molesto, solo nos quedamos uno frente al otro sin hacer gran cosa, fue entonces cuando una voz conocida se dejó escuchar para terminar con el momento de silencio -¡Alto! ¡Serán detenidos por portar ilegalmente un arma!- Vociferó el guardia que anteriormente había intentado arrestarme, pero esta vez estaba acompañado de otros dos sujetos y todos estaban montados en caballos -¡Él comenzó!- Dije intentando defenderme mientras señalaba al brujo, me encontraba muy cansado como para escapar de la misma forma en que lo había hecho antes, así que me mantuve quieto esperando que los guardias me colocaran las esposas, no obstante, el brujo cayó inconsciente al suelo mientras que su arma se desvanecía en el aire -Déjenme sanarlo, por favor, solo me tomará unos minutos- Dije esperando que los guardias me dieran la oportunidad, sus corazones fueron buenos y no solo me permitieron curar al herido sino que también me brindaron de su ayuda.
Después de unos minutos, logré que la herida del brujo fuese tan solo una pequeña cicatriz, no estaba acostumbrado a sanar a otras personas, pero a pesar de mi trágica vida y mi retorcida personalidad aún tenía la sangre de un elfo -Bueno, no dejaré que lo sanes completamente, es mejor mantenerlo durmiendo- Dijo uno de los guardias mientras esposaba al brujo y luego lo colocó en la espalda de un caballo, ahora se encontraría bien y sería posible que en el futuro pudiera dar respuestas, pero no por el momento. Entonces todos no dirigimos hacia un lugar que seguramente sería una prisión o algo así, por lo visto mi aventura no terminaría tan pronto como esperaba, de todas formas debía mantenerme cerca del brujo cuando despertara con nuevas fuerzas.
El rastro de mi objetivo continuaba llevándome hacia una sola dirección, el brujo estaba muy herido y en tan solo minutos podría morir por la hemorragia, debía capturarlo antes de que fuese demasiado tarde -Espero que alguien venga y me ayude- Dije tratando de darme una esperanza de que no tendría que hacerlo solo, pero esa idea siempre lograba la forma de desvanecerse de mi vida, pero nada me quitaba las ganas de seguir adelante -Mejor no les contaré a mis nietos lo ocurrido en esta noche… Si es que algún día los tengo- Dije para mí mismo mientras trataba de avanzar con una sola pierna, pero mi esfuerzo no fue en vano, después de unos segundos pude ver nuevamente al brujo que cada vez caminaba con menos fuerzas; salté varias veces con una pierna para llegar a alcanzarlo y cuando él detectó mi presencia sabía que no podría vencerme en un nuevo combate y mucho menos podría escapar, la grave herida en su costado le impedía contar de varias opciones, además de que tampoco era capaz de utilizar sus poderes debido a su cansancio, sin embargo, todavía portaba la espada que anteriormente había hecho aparecer -No tendrás respuestas de mi parte, pero mi oferta sigue vigente- Dijo el brujo que ahora se encontraba moribundo -No seas tonto, puedo sanarte, puedo darte más tiempo de vida si así lo quieres, solo te pido que te rindas y colabores conmigo- Intentaba hacer razonar al brujo utilizando mis palabras, una nueva batalla le daría la muerte que ambos queríamos evitar.
Ambos nos encontrábamos solos en ese momento, cada uno intentando que el otro cambiara de opinión a través de nuestras palabras, sin embargo, nada logró cambiarnos de parecer, el brujo intentó lastimarme con su espada teniendo en mente que toda acción de gran esfuerzo podía quitarle la vida, chorros de sangre salían desde su costado formando en el suelo charcos de sangre, me encontraba muy cansado como para moverme, así que solo intenté bloquear el ataque con mi arma, no obstante, mi velocidad no era la misma de antes, por alguna razón me sentía más lento y no era por el cansancio, nuevamente mi cuerpo se sintió pesado impidiéndome la posibilidad de realizar varios movimientos acrobáticos, el efecto había terminado en el peor momento posible, por eso mi oponente logró herir levemente mi hombro izquierdo, una herida superficial no era gran cosa, pero después de eso ninguno de los dos logramos movernos, pero esta vez parecía pereza más que cansancio.
Nuestros cuerpos eran pesados, el cansancio insoportable y el dolor molesto, solo nos quedamos uno frente al otro sin hacer gran cosa, fue entonces cuando una voz conocida se dejó escuchar para terminar con el momento de silencio -¡Alto! ¡Serán detenidos por portar ilegalmente un arma!- Vociferó el guardia que anteriormente había intentado arrestarme, pero esta vez estaba acompañado de otros dos sujetos y todos estaban montados en caballos -¡Él comenzó!- Dije intentando defenderme mientras señalaba al brujo, me encontraba muy cansado como para escapar de la misma forma en que lo había hecho antes, así que me mantuve quieto esperando que los guardias me colocaran las esposas, no obstante, el brujo cayó inconsciente al suelo mientras que su arma se desvanecía en el aire -Déjenme sanarlo, por favor, solo me tomará unos minutos- Dije esperando que los guardias me dieran la oportunidad, sus corazones fueron buenos y no solo me permitieron curar al herido sino que también me brindaron de su ayuda.
Después de unos minutos, logré que la herida del brujo fuese tan solo una pequeña cicatriz, no estaba acostumbrado a sanar a otras personas, pero a pesar de mi trágica vida y mi retorcida personalidad aún tenía la sangre de un elfo -Bueno, no dejaré que lo sanes completamente, es mejor mantenerlo durmiendo- Dijo uno de los guardias mientras esposaba al brujo y luego lo colocó en la espalda de un caballo, ahora se encontraría bien y sería posible que en el futuro pudiera dar respuestas, pero no por el momento. Entonces todos no dirigimos hacia un lugar que seguramente sería una prisión o algo así, por lo visto mi aventura no terminaría tan pronto como esperaba, de todas formas debía mantenerme cerca del brujo cuando despertara con nuevas fuerzas.
Rauko
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1001
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Continuaba pasando el tiempo y no había ni rastro de Bio por el hospital. Cada minuto que pasaba la peliblanca se sentía más inquieta por la suerte de su amigo así como de su extraño aliado no-elfo. Si la cosa hubiese salido bien ya debería de haber tenido noticias sobre cómo había terminado todo y saber si habían logrado capturar vivo o no a aquel último sujeto y si habían obtenido la información relevante que necesitaban. -Sabía que no debería haberle dejado solo, suele tener ideas suicidas cuando va por su cuenta...- Se decía a sí misma. Continuó realizando pruebas a las muestras y a tratar de obtener algo más de información de la misma pero la preocupación acabó por no dejar que se concentrara en dicha tarea y tras echar a perder parte de la muestra con un exceso de reactivo decidió dejarlo estar. De todos modos ya sabía casi todo lo que podía descubrir con aquellas pruebas. Con la lista de ingredientes casi completa incluso podía estar bastante segura de que la poción debió de haberse realizado en alguna parte de las montañas del norte. Eso o contar con un suministro bastante peculiar de ingredientes de esa zona, lo cual sería una pista incluso mejor para Bio pues esa clase de rutas de suministro tan específicas sería sencilla de seguir. No había muchos mercaderes de productos de alquimia tan avanzada y eso níniel lo sabía de sobra pues había recurrido a ellos en más de una ocasión.
Volvió a salir el pasillo donde Jafeth comenzaba a quedarse dormido en una silla mientras vigilaba la puerta y dirigió sus pasos hasta la entrada donde Beor esperaba a que apareciera el pelinegro mientras intercambiaba unas palabras con la enfermera de la recepción y le contaba sus batallitas mostrándole que a pesar de haber pasado ya de los cuarenta años de edad aún seguía en forma mostrándole sus brazos gruesos como troncos en poses ciertamente ridículas. En cualquier caso a la enfermera no parecía molestarle aquella exhibición de masculinidad, al contrario, sonreía y se colocaba sin parar el pelo detrás de la oreja.
-¿Aún no ha aparecido?- Preguntó la peliblanca interrumpiendo el ritual de cortejo de ambos, pues eso parecía a pesar de que Beor estaba casado y la elfa estaba bastante segura de que los humanos eran monógamos. Y además estaba casado con una mujer de armas tomar, tenía más peligro ella con un cucharón en la mano que el posadero con su enorme hacha. En cualquier caso no iba a meterse en sus asuntos matrimoniales, si Beor quería acabar con un par de chichones más quién era ella para negárselo.
-Ni rastro Níniel, parecía bastante capaz pero tuviste que salvarle el culo tú a él así que...Por cierto, no sabía que fueras tan peligrosa, le enseñaste como nos las gastamos en la posada del Rey y la Reina a ese loco. Quién lo diría.Normal que te lleves tan bien con mi Fionna.- Viniendo de Beor era todo un cumplido, solía considerar a todos o a casi todos los que no eran él como unos flojos bebedores de leche.
-Vi la oportunidad y la aproveché, además algo se me tiene que estar pegando de vosotros. Bio es bastante capaz creeme, empiezo a pensar que ha surgido alguna complicación.-
-Bueno si es tan capaz acabará viniendo. Por cierto ¿de qué lo conoces?. Salvo por aquella joven flacucha de la guardia no sueles recibir visitas. Flacucha en el buen sentido, sé que sois muy amigas.- Preguntó el posadero con aparente interés verdadero.
-Es una larga historia, digamos que a él se le da bien meterse en líos...Y a mí curar heridas. Cuando le conocí me ayudó con un hombre con las manos excesivamente largas...Luego se arrojó al mar para enfrentarse con un enorme basilisco por un anillo.- Le respondió la elfa sin poder evitar negar con la cabeza al recordar lo loco que le pareció el pelinegro en aquella ocasión...Y seguía pareciéndoselo.
-¿A un basilisco?...Y sobrevivió...Vaya, desde luego no se puede juzgar por las apariencias. No parecía tener ni media torta. Claro que comparado conmigo, aún le faltan unos cuantos chuletones.- Dijo comenzando a reírse de forma sonora.
Volvió a salir el pasillo donde Jafeth comenzaba a quedarse dormido en una silla mientras vigilaba la puerta y dirigió sus pasos hasta la entrada donde Beor esperaba a que apareciera el pelinegro mientras intercambiaba unas palabras con la enfermera de la recepción y le contaba sus batallitas mostrándole que a pesar de haber pasado ya de los cuarenta años de edad aún seguía en forma mostrándole sus brazos gruesos como troncos en poses ciertamente ridículas. En cualquier caso a la enfermera no parecía molestarle aquella exhibición de masculinidad, al contrario, sonreía y se colocaba sin parar el pelo detrás de la oreja.
-¿Aún no ha aparecido?- Preguntó la peliblanca interrumpiendo el ritual de cortejo de ambos, pues eso parecía a pesar de que Beor estaba casado y la elfa estaba bastante segura de que los humanos eran monógamos. Y además estaba casado con una mujer de armas tomar, tenía más peligro ella con un cucharón en la mano que el posadero con su enorme hacha. En cualquier caso no iba a meterse en sus asuntos matrimoniales, si Beor quería acabar con un par de chichones más quién era ella para negárselo.
-Ni rastro Níniel, parecía bastante capaz pero tuviste que salvarle el culo tú a él así que...Por cierto, no sabía que fueras tan peligrosa, le enseñaste como nos las gastamos en la posada del Rey y la Reina a ese loco. Quién lo diría.Normal que te lleves tan bien con mi Fionna.- Viniendo de Beor era todo un cumplido, solía considerar a todos o a casi todos los que no eran él como unos flojos bebedores de leche.
-Vi la oportunidad y la aproveché, además algo se me tiene que estar pegando de vosotros. Bio es bastante capaz creeme, empiezo a pensar que ha surgido alguna complicación.-
-Bueno si es tan capaz acabará viniendo. Por cierto ¿de qué lo conoces?. Salvo por aquella joven flacucha de la guardia no sueles recibir visitas. Flacucha en el buen sentido, sé que sois muy amigas.- Preguntó el posadero con aparente interés verdadero.
-Es una larga historia, digamos que a él se le da bien meterse en líos...Y a mí curar heridas. Cuando le conocí me ayudó con un hombre con las manos excesivamente largas...Luego se arrojó al mar para enfrentarse con un enorme basilisco por un anillo.- Le respondió la elfa sin poder evitar negar con la cabeza al recordar lo loco que le pareció el pelinegro en aquella ocasión...Y seguía pareciéndoselo.
-¿A un basilisco?...Y sobrevivió...Vaya, desde luego no se puede juzgar por las apariencias. No parecía tener ni media torta. Claro que comparado conmigo, aún le faltan unos cuantos chuletones.- Dijo comenzando a reírse de forma sonora.
Níniel Thenidiel
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 1150
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Corrí tan rápido como podía, siguiendo el rastro dibujado en el piso con pequeñas gotas de sangre, cada vez parecían más cercanas unas a otras, lo que significaba que uno de los sujetos estaba en pésimo estado ¿Tanto podrían haber corrido? Finalmente tras varios minutos de carrera pude ver al elfo y su adversario detenidos uno frente al otro, sin atacarse tal vez debido al evidente agotamiento que ambos llevaban encima; corrí de inmediato para acercarme pero un grito interrumpió mi carrera y opté por esconderme en uno de los callejones hasta estar seguro de lo que sucedía, al parecer el elfo gozaba de una épica mala suerte y la guardia se había apersonado en el lugar, aunque a fin de cuentas, era una fortuna que no hubiesen aparecido hasta ahora, con una nueva organización y una mejor división de sus tropas ahora parecía ser más difícil pasarles por alto; y aunque no eran muchos de ellos, tampoco quería formar un alboroto del que luego tendría que arrepentirme.
Cuando vi que arrestaban al elfo junto al otro sujeto decidí actuar, aunque de un modo sutil y delicado, usando la mayor y más devastadora de mis armas, las mentiras -Hola, Oficiales, que bueno que llegaron, los estábamos esperando- Dije mientras corría hacia ellos con mi mejor sonrisa fingida luego de haber guardado mis dagas en la parte baja de mi espalda donde siempre solían estar; los guardias me miraron un poco extrañados mientras el elfo estaba ¿Sanando? Al oponente; observé el gesto con cierta sorpresa, no imaginaba que hubiera un corazón tan bondadoso en un chico tan raro, pero mantenerlo con vida serviría para sacar algo de información, aunque eso no sería sencillo si el hombre permanecía bajo la vigilancia de la guardia, además, si era parte de los escorpiones, y era cierto que tenían infiltrados en todos lados, en poco tiempo le organizarían un escape o lo dejarían salir, a fin de cuentas no tenían nada de qué culparlo más que de un simple alboroto público, y al haber desaparecido sus armas, difícilmente se le podría acusar de haber herido a Rauko pues, el brujo no disponía de nada con lo que pudiera haberle causado la herida, mientras que el elfo sí presentaba evidencias para ser el culpable de la herida del brujo que ahora, afortunadamente también había desaparecido.
Me acerqué a los guardias como si fuera realmente alguien muy importante -Trabajo para el Sargento Edward, ambos trabajamos para él- Dije en tono fuerte y decidido como si realmente me creyera mis palabras -Estamos en una misión de espionaje y debíamos extraer información de este sujeto- Dije para continuar mi maratón de falacias, sabía que de llevarlo al cuartel se descubriría que les estaba mintiendo, así que lo mejor sería crear una coartada para que no mencionaran nada a sus superiores -Es una misión súper secreta de la cual ahora ustedes forman parte, ese hombre debe ser trasladado de inmediato a la prisión de los bios, es demasiado peligroso- Sabía que no era seguro dejarlo en Lunargenta donde podría escapar fácilmente, en lugar de eso, le daría las condiciones para organizar una fuga en un lugar donde lo pudiéramos mantener vigilado -Liberen al chico- Dije en tono dominante, aunque más allá de un tono de voz había una pequeña dosis de intimidación en mi voz, ante lo cual los sujetos no se resistieron e ignorando lo que sucedía o la razón por la que me obedecían, dejaron al chico en libertad -Haremos los preparativos para transportarlo a primera hora- Dijo uno de los guardias, un poco entusiasmado por formar parte de una misión secreta pero me viobligado a interrumpirlo para buscar mi conveniencia -No, por favor, el día es poco discreto, que sea luego del anochecer- Si lo hacían durante el día me resultaría imposible vigilarlos, afortunadamente tras pensarlo un rato el sujeto miró a los otros y todos parecieron estar de acuerdo, alejándose luego con el cuerpo del brujo acostado sobre un caballo y dejando libre al elfo.
Esperé un rato a que se alejaran los guardias y entregué al elfo la poción blanquecina que le había enviado Niniel, con eso podría reponerse -Toma esto, un regalo de Niniel, tal vez tenga un sabor horrible pero seguro te hará bien... Necesito que los sigas y vigiles sus movimientos hasta que salgan mañana al anochecer, mantente alerta de todo, si realmente van a sacarlo, nos encontraremos en las afueras de la ciudad- Esperaba que las instrucciones hubieran sido bastante claras esta vez -Estoy seguro que intentará escapar, y estaremos ahí para evitarlo- Dije con decisión mientras me dirigía hacia el hospital donde había quedado en encontrarme con Niniel, ya en el lugar la pondría al tanto de la situación y del nuevo giro que ahora tomaban los eventos, también necesitaría un lugar para descansar hasta el siguiente anochecer.
Cuando vi que arrestaban al elfo junto al otro sujeto decidí actuar, aunque de un modo sutil y delicado, usando la mayor y más devastadora de mis armas, las mentiras -Hola, Oficiales, que bueno que llegaron, los estábamos esperando- Dije mientras corría hacia ellos con mi mejor sonrisa fingida luego de haber guardado mis dagas en la parte baja de mi espalda donde siempre solían estar; los guardias me miraron un poco extrañados mientras el elfo estaba ¿Sanando? Al oponente; observé el gesto con cierta sorpresa, no imaginaba que hubiera un corazón tan bondadoso en un chico tan raro, pero mantenerlo con vida serviría para sacar algo de información, aunque eso no sería sencillo si el hombre permanecía bajo la vigilancia de la guardia, además, si era parte de los escorpiones, y era cierto que tenían infiltrados en todos lados, en poco tiempo le organizarían un escape o lo dejarían salir, a fin de cuentas no tenían nada de qué culparlo más que de un simple alboroto público, y al haber desaparecido sus armas, difícilmente se le podría acusar de haber herido a Rauko pues, el brujo no disponía de nada con lo que pudiera haberle causado la herida, mientras que el elfo sí presentaba evidencias para ser el culpable de la herida del brujo que ahora, afortunadamente también había desaparecido.
Me acerqué a los guardias como si fuera realmente alguien muy importante -Trabajo para el Sargento Edward, ambos trabajamos para él- Dije en tono fuerte y decidido como si realmente me creyera mis palabras -Estamos en una misión de espionaje y debíamos extraer información de este sujeto- Dije para continuar mi maratón de falacias, sabía que de llevarlo al cuartel se descubriría que les estaba mintiendo, así que lo mejor sería crear una coartada para que no mencionaran nada a sus superiores -Es una misión súper secreta de la cual ahora ustedes forman parte, ese hombre debe ser trasladado de inmediato a la prisión de los bios, es demasiado peligroso- Sabía que no era seguro dejarlo en Lunargenta donde podría escapar fácilmente, en lugar de eso, le daría las condiciones para organizar una fuga en un lugar donde lo pudiéramos mantener vigilado -Liberen al chico- Dije en tono dominante, aunque más allá de un tono de voz había una pequeña dosis de intimidación en mi voz, ante lo cual los sujetos no se resistieron e ignorando lo que sucedía o la razón por la que me obedecían, dejaron al chico en libertad -Haremos los preparativos para transportarlo a primera hora- Dijo uno de los guardias, un poco entusiasmado por formar parte de una misión secreta pero me viobligado a interrumpirlo para buscar mi conveniencia -No, por favor, el día es poco discreto, que sea luego del anochecer- Si lo hacían durante el día me resultaría imposible vigilarlos, afortunadamente tras pensarlo un rato el sujeto miró a los otros y todos parecieron estar de acuerdo, alejándose luego con el cuerpo del brujo acostado sobre un caballo y dejando libre al elfo.
Esperé un rato a que se alejaran los guardias y entregué al elfo la poción blanquecina que le había enviado Niniel, con eso podría reponerse -Toma esto, un regalo de Niniel, tal vez tenga un sabor horrible pero seguro te hará bien... Necesito que los sigas y vigiles sus movimientos hasta que salgan mañana al anochecer, mantente alerta de todo, si realmente van a sacarlo, nos encontraremos en las afueras de la ciudad- Esperaba que las instrucciones hubieran sido bastante claras esta vez -Estoy seguro que intentará escapar, y estaremos ahí para evitarlo- Dije con decisión mientras me dirigía hacia el hospital donde había quedado en encontrarme con Niniel, ya en el lugar la pondría al tanto de la situación y del nuevo giro que ahora tomaban los eventos, también necesitaría un lugar para descansar hasta el siguiente anochecer.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Contra-Emboscada [Interpretativo-Libre]
Puntos de habilidad pasiva.
Niniel: +2
Niniel: +2
Wyn
Master
Master
Cantidad de envíos : : 882
Nivel de PJ : : 0
Temas similares
» El Secuestro [Interpretativo][Libre][Cerrado]
» La helada. Interpretativo. Libre (3/3). Cerrado.
» Luz de luna [Interpretativo][Libre][CERRADO]
» [Cerrado] El Ritual del Sol [Interpretativo - Libre]
» [Cerrado] Repercusiones [Interpretativo-Libre]
» La helada. Interpretativo. Libre (3/3). Cerrado.
» Luz de luna [Interpretativo][Libre][CERRADO]
» [Cerrado] El Ritual del Sol [Interpretativo - Libre]
» [Cerrado] Repercusiones [Interpretativo-Libre]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 01:41 por Alward Sevna
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 23:28 por Corlys Glokta
» El secreto del Ahogado [Privado] [Noche]
Ayer a las 16:56 por Thomas J. Hidalgo
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Ayer a las 16:48 por Thorn
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Ayer a las 16:15 por Thomas J. Hidalgo
» Una sombra sobre Lunargenta: 2ª parte. [Privado]
Vie Nov 22 2024, 04:03 por Níniel Thenidiel
» Ecos De Guerra [Evento Sacrestic] [Noche]
Jue Nov 21 2024, 21:35 por Cohen
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Jue Nov 21 2024, 20:16 por Seraphine Valaryon
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Jue Nov 21 2024, 16:30 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Miér Nov 20 2024, 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Miér Nov 20 2024, 16:18 por Mina Harker
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr