Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
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Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Era un día del comienzo de la primavera, el frio empezaba a desaparecer y las flores crecían salpicando todo el campo de vivos colores. Aquella mañana era soleada por lo que había una temperatura agradable, cosa que se agradecía en la travesía y los rayos del sol se colaban entre las copas de los arboles dejando visibles a los pájaros en sus nidos que piaban por todas partes haciéndose eco entre los arboles.
La joven Windorind había emprendido el camino hacia Dundarak ayer, donde esperaba seguir consiguiendo información para encontrar a sus abuelos. Se había unido a unos comerciantes que le debían algún que otro favor mientras estaba en Vulwulfar por lo que el viaje empezó siendo bastante fácil y divertido, era algo cierto que la compañía hacía los viajes más agradables y llevaderos. Acababan de introducirse en el bosque hacía una hora cuando la elfa se separó de la caravana para investigar un poco la zona pues se supone, iban a parar en unos pocos minutos para hacer un descanso pero cuando volvió a donde se supone que la esperarían, no había nadie.
“No tiene sentido” Pensó la joven cuando se encontró abandonada, pues no era normal que se fueran de esa manera sin avisarle o al menos, en eso confiaba pues conocía a los comerciantes desde hacía mucho. En cualquier caso, se encontraba sola en el bosque por lo que empezó a pensar si sería buena idea regresar a la ciudad o continuar el camino en solitario. “Seguiré” Pensó sin estar del todo decidida aun así se armó de valor y empezó a internarse más en el bosque confiando en que no se encontraría con demasiados problemas pues no quería tener que usar su arco contra nadie ni nada.
Llevaba todo el día caminando y la tarde había empezado a caer cuando la joven se dio cuenta que debía buscar alguna manera de refugiarse de la noche, además empezaba a tener hambre que se juntaba con el cansancio por lo que empezó a buscar distintas alternativas de refugio.
Después de unos minutos buscando por los alrededores, decidió que lo mejor sería dormir en alguna rama de un árbol lo suficientemente ancha como para que no se cayera al suelo aunque se revolviera un poco, una vez encontrado un árbol de tronco grande buscó su rama más ancha y empezó a trepar agilmente.
El sonido de los búhos y de los animales moviéndose por el bosque le resultaban ciertamente reconfortantes, como si aquellos ruidos fueran lo que había escuchado toda su vida antes de dormir.
Apenas había cerrado los ojos hacía unos minutos cuando el ruido de alguien acercándose la asustó, haciéndola coger su arco lentamente y tensarlo con una flecha, temerosa de que fuera una persona pero dispuesta a disparar a cualquier cosa que se se le acercara.
La joven Windorind había emprendido el camino hacia Dundarak ayer, donde esperaba seguir consiguiendo información para encontrar a sus abuelos. Se había unido a unos comerciantes que le debían algún que otro favor mientras estaba en Vulwulfar por lo que el viaje empezó siendo bastante fácil y divertido, era algo cierto que la compañía hacía los viajes más agradables y llevaderos. Acababan de introducirse en el bosque hacía una hora cuando la elfa se separó de la caravana para investigar un poco la zona pues se supone, iban a parar en unos pocos minutos para hacer un descanso pero cuando volvió a donde se supone que la esperarían, no había nadie.
“No tiene sentido” Pensó la joven cuando se encontró abandonada, pues no era normal que se fueran de esa manera sin avisarle o al menos, en eso confiaba pues conocía a los comerciantes desde hacía mucho. En cualquier caso, se encontraba sola en el bosque por lo que empezó a pensar si sería buena idea regresar a la ciudad o continuar el camino en solitario. “Seguiré” Pensó sin estar del todo decidida aun así se armó de valor y empezó a internarse más en el bosque confiando en que no se encontraría con demasiados problemas pues no quería tener que usar su arco contra nadie ni nada.
Llevaba todo el día caminando y la tarde había empezado a caer cuando la joven se dio cuenta que debía buscar alguna manera de refugiarse de la noche, además empezaba a tener hambre que se juntaba con el cansancio por lo que empezó a buscar distintas alternativas de refugio.
Después de unos minutos buscando por los alrededores, decidió que lo mejor sería dormir en alguna rama de un árbol lo suficientemente ancha como para que no se cayera al suelo aunque se revolviera un poco, una vez encontrado un árbol de tronco grande buscó su rama más ancha y empezó a trepar agilmente.
El sonido de los búhos y de los animales moviéndose por el bosque le resultaban ciertamente reconfortantes, como si aquellos ruidos fueran lo que había escuchado toda su vida antes de dormir.
Apenas había cerrado los ojos hacía unos minutos cuando el ruido de alguien acercándose la asustó, haciéndola coger su arco lentamente y tensarlo con una flecha, temerosa de que fuera una persona pero dispuesta a disparar a cualquier cosa que se se le acercara.
Última edición por Windorind Crownguard el Sáb Abr 09, 2016 10:47 am, editado 1 vez
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Los horarios alterados por mis ultimas aventuras no eran demasiado útiles a la hora de mantener unos buenos hábitos alimenticios, y me había encontrado con hambre a momentos dispares obligándome a detenerme en momentos de mi viaje en los que debería estar o dormida o volando. Los dos pequeños roedores que habían constituido mi desayuno tampoco habían logrado calmar mi apetito por su pequeño tamaño, y mas pronto que tarde me encontré haciendo una pequeña parada por los reinos del este en busca de alimento.
Por lo menos encontré algunas alimañas nocturnas y una vez saciada mi hambre voraz, solo faltaba vencer a la pereza de tumbarme un rato para poder seguir hacia Dundrak. Una pelea que no logre ganar, y terminó llevándome a tumbarme cerca de un árbol de gruesas ramas.
Deje caer mi lomo escamoso sobre el suelo y me empece a encorvar, soltando al aire un potente eructo que para cualquiera habría sonado similar a un rugido. Madre siempre me advertía que no tenía que engullir la comida de forma tan salvaje o tragaría demasiado aire con la misma, pero como solía pasar con todo lo que estaba relacionado con comer, no le había hecho el mas mínimo caso.
Los animales de los arboles circundantes, sobre todo los pájaros salieron hacia otros lugares con rapidez ante la cercania de una especia cazadora como era la mía, mientras yo me limitaba a estirar mi cuello hacia arriba con suma pereza, mirando sus alas extenderse y batir con energía hacia el cielo.
Sin embargo no fue lo único que vi entre las ramas, una silueta humanoide se encontraba en las mismas, aparentemente asustada por el barullo que acababa de armar en un instante, y portando un arma.
Esperaba tanto por su bien como por el mio, que no tuviera verdadera intención de usarla, e intentando con aquel gesto indicar que no tenía intención alguna de agredirla, incliné el cuello y la cabeza a la vez que emitía un gutural gorgojeo en señal de saludo. Al percatarme de que aquello podía resultarle confuso, decidi entones añadir a mi mímica un saludo alzando la cola y moviendola de lado a lado como hacían los humanos con sus manos cuando saludaban a alguien des de la lejanía.
No dudaba en que sería capaz de verme, mis escamas de un blanco impoluto podían constituir el camuflaje perfecto en las tierras del norte, pero al salir de estas, mi cuerpo blanco como la nieve resultaba un punto llamativo entre toda la vegetación, y un blanco fácil incluso en la noche. Ahora que la primavera había empezado, sería aun mas difícil esconderse sin las ocasionales nevadas que cubrían con su manto los bosques de vez en cuando.
Por lo menos encontré algunas alimañas nocturnas y una vez saciada mi hambre voraz, solo faltaba vencer a la pereza de tumbarme un rato para poder seguir hacia Dundrak. Una pelea que no logre ganar, y terminó llevándome a tumbarme cerca de un árbol de gruesas ramas.
Deje caer mi lomo escamoso sobre el suelo y me empece a encorvar, soltando al aire un potente eructo que para cualquiera habría sonado similar a un rugido. Madre siempre me advertía que no tenía que engullir la comida de forma tan salvaje o tragaría demasiado aire con la misma, pero como solía pasar con todo lo que estaba relacionado con comer, no le había hecho el mas mínimo caso.
Los animales de los arboles circundantes, sobre todo los pájaros salieron hacia otros lugares con rapidez ante la cercania de una especia cazadora como era la mía, mientras yo me limitaba a estirar mi cuello hacia arriba con suma pereza, mirando sus alas extenderse y batir con energía hacia el cielo.
Sin embargo no fue lo único que vi entre las ramas, una silueta humanoide se encontraba en las mismas, aparentemente asustada por el barullo que acababa de armar en un instante, y portando un arma.
Esperaba tanto por su bien como por el mio, que no tuviera verdadera intención de usarla, e intentando con aquel gesto indicar que no tenía intención alguna de agredirla, incliné el cuello y la cabeza a la vez que emitía un gutural gorgojeo en señal de saludo. Al percatarme de que aquello podía resultarle confuso, decidi entones añadir a mi mímica un saludo alzando la cola y moviendola de lado a lado como hacían los humanos con sus manos cuando saludaban a alguien des de la lejanía.
No dudaba en que sería capaz de verme, mis escamas de un blanco impoluto podían constituir el camuflaje perfecto en las tierras del norte, pero al salir de estas, mi cuerpo blanco como la nieve resultaba un punto llamativo entre toda la vegetación, y un blanco fácil incluso en la noche. Ahora que la primavera había empezado, sería aun mas difícil esconderse sin las ocasionales nevadas que cubrían con su manto los bosques de vez en cuando.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Wind estaba completamente tensa cuando vio un movimiento de algo blanco cerca de donde estaba “¿Qué es eso?” Pensó extrañada pues acababa de abrir los ojos después un pequeño sueño y no era capaz de distinguir demasiado bien. El confuso sonido proveniente de aquella silueta blanca no la tranquilizó lo más mínimo. Cuando pudo observar con mas detenimiento, se dio cuenta de que era una cola, blanca como la nieve. “Será mejor que baje a ver mas de cerca” Pensó la joven ante la falta de conocimiento.
Al bajar de la rama vio que era un dragón, perfectamente blanco e imponente -D-Dragón...- Dijo la joven en voz baja como intentando asimilarlo, no era algo que viera demasiado a menudo, de hecho, apenas había visto un par de dragones en su corta vida. Destensó el arco cuando se dio cuenta de que podría malinterpretarla pues no tenía ningunas ganas de buscar pelea.
Después de aquel momento, no pudo evitar acercarse un poco mas a aquel extraño, -Eres precioso- dijo sin darle importancia a si aquel dragón era una mujer o un hombre, como si aquello fuera completamente irrelevante. Hizo ademán de tocar una de las escamas cuando se dio cuenta de la extraña situación en la que estaba poniendo a aquella persona -¡Perdona!-Se disculpo mientras alejaba la mano como si le hubiera dado un chispazo. -Que malos modales tengo... Me llamo Windorind- Se presentó la joven antes de que aquel dragón se enfadara con ella. -Encantada- Añadió sonriendo amablemente intentando que se olvidara de que hacia unos momentos estaba apuntándole con su arco.
-¿Qué está haciendo aquí?¿Estás de viaje tú también?- Preguntó con curiosidad la joven mientras se acomodaba en el tronco de un árbol justo en frente del dragón. Sacó un poco de comida de su bolsa y empezó a comer, mientras el sueño empezaba a volver a su cuerpo ahora que ya estaba más calmada pues el dragón no parecía querer pelea.
Lo observó detenidamente mientras comía, era completamente blanco y la luna relucía sobre él cuando las ramas permitían pasar más luz, se quedó embobada mirándolo un rato hasta que los ojos empezaron a pesarle cada vez más.
Al bajar de la rama vio que era un dragón, perfectamente blanco e imponente -D-Dragón...- Dijo la joven en voz baja como intentando asimilarlo, no era algo que viera demasiado a menudo, de hecho, apenas había visto un par de dragones en su corta vida. Destensó el arco cuando se dio cuenta de que podría malinterpretarla pues no tenía ningunas ganas de buscar pelea.
Después de aquel momento, no pudo evitar acercarse un poco mas a aquel extraño, -Eres precioso- dijo sin darle importancia a si aquel dragón era una mujer o un hombre, como si aquello fuera completamente irrelevante. Hizo ademán de tocar una de las escamas cuando se dio cuenta de la extraña situación en la que estaba poniendo a aquella persona -¡Perdona!-Se disculpo mientras alejaba la mano como si le hubiera dado un chispazo. -Que malos modales tengo... Me llamo Windorind- Se presentó la joven antes de que aquel dragón se enfadara con ella. -Encantada- Añadió sonriendo amablemente intentando que se olvidara de que hacia unos momentos estaba apuntándole con su arco.
-¿Qué está haciendo aquí?¿Estás de viaje tú también?- Preguntó con curiosidad la joven mientras se acomodaba en el tronco de un árbol justo en frente del dragón. Sacó un poco de comida de su bolsa y empezó a comer, mientras el sueño empezaba a volver a su cuerpo ahora que ya estaba más calmada pues el dragón no parecía querer pelea.
Lo observó detenidamente mientras comía, era completamente blanco y la luna relucía sobre él cuando las ramas permitían pasar más luz, se quedó embobada mirándolo un rato hasta que los ojos empezaron a pesarle cada vez más.
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
La figura humanoide que había estado observando en el árbol termino por descender,s e trataba de un espécimen de elfa hembra bastante menuda y joven, que me miraba con un total asombro. Incliné la cabeza hacia un lado, observándola con mas detalle, pues no había prestado demasiada atención a su especie todavía.
Solté una especie de risa cuando murmuro mi especie en ese tartamudeo extraño, y si hubiera podido, le habría respondido el comentario mencionando la suya para que viera que raro se sentía esa clase de saludo.
Pero de algún modo el estupor inicial se le paso rápido y se acercó con una confianza que había visto pocas veces. ladee el rostro hacia el otro lado extrañada de que acercara su mano sin miedo de que la mordiera como acostumbraba a pasar, a la vez que me hablaba. Alce mi largo cuello y el mentón, con el orgullo henchido, dejandole contemplar mi magnifica y escamosa figura mejor, aun sin levantarme del suelo.
como si recién cayera en su comportamiento extraño la joven se apuro en disculparse, a lo que le dedique un gesto vago con el hocico restandole importancia, e incliné ligeramente el rostro cuando se presento, sacando finalmente una de las zarpas delante de debajo de mi abdomen para rasguñar con las garras el suelo y escribir en respuesta.
"Arygos, mucho gusto en conocerla".- Con una pulcra y gigantesca letra para que no le costara leerla en la oscuridad que nos rodeaba. Le intenté devolver la sonrisa, un gesto que aun no había probado de imitar en esa forma, levantando las comisuras hasta mostrar todos mis largos y filosos dientes, intentando vanamente que no resultara perturbador. Sin embargo fue un gesto breve, ya que la joven siguió hablando, y tuve que borrar mi anterior escrito con la para para poder responderle sin tener que desplazarme.
"Estoy haciendo la digestión, y viajo hacia las montañas del norte."
Como si mi cuerpo quisiera corroborar aquello pude sentir los huececillos de los roedores que había desayunado con el vampiro empezar a ascender por mi traquea. Pesadamente me levante del sitio, y encorve el cuello hacia unos arbustos, empezando a erizar y arquear mi cuerpo hasta lograr regurgitar entre la vegetación una buena sarta de huesos perfectamente limpios, pelados y cubiertos de baba.
Como si no hubiera pasado nada, coloque sobre los mismos algunas ramitas para taparlo de la vista y que no le resultara demasiado desagradable a mi improvisada compañía antes de volver a dejarme caer cómodamente sobre el suelo para mirarla con fijeza.
"¿Y tu?"
Añadí mas abajo.
Solté una especie de risa cuando murmuro mi especie en ese tartamudeo extraño, y si hubiera podido, le habría respondido el comentario mencionando la suya para que viera que raro se sentía esa clase de saludo.
Pero de algún modo el estupor inicial se le paso rápido y se acercó con una confianza que había visto pocas veces. ladee el rostro hacia el otro lado extrañada de que acercara su mano sin miedo de que la mordiera como acostumbraba a pasar, a la vez que me hablaba. Alce mi largo cuello y el mentón, con el orgullo henchido, dejandole contemplar mi magnifica y escamosa figura mejor, aun sin levantarme del suelo.
como si recién cayera en su comportamiento extraño la joven se apuro en disculparse, a lo que le dedique un gesto vago con el hocico restandole importancia, e incliné ligeramente el rostro cuando se presento, sacando finalmente una de las zarpas delante de debajo de mi abdomen para rasguñar con las garras el suelo y escribir en respuesta.
"Arygos, mucho gusto en conocerla".- Con una pulcra y gigantesca letra para que no le costara leerla en la oscuridad que nos rodeaba. Le intenté devolver la sonrisa, un gesto que aun no había probado de imitar en esa forma, levantando las comisuras hasta mostrar todos mis largos y filosos dientes, intentando vanamente que no resultara perturbador. Sin embargo fue un gesto breve, ya que la joven siguió hablando, y tuve que borrar mi anterior escrito con la para para poder responderle sin tener que desplazarme.
"Estoy haciendo la digestión, y viajo hacia las montañas del norte."
Como si mi cuerpo quisiera corroborar aquello pude sentir los huececillos de los roedores que había desayunado con el vampiro empezar a ascender por mi traquea. Pesadamente me levante del sitio, y encorve el cuello hacia unos arbustos, empezando a erizar y arquear mi cuerpo hasta lograr regurgitar entre la vegetación una buena sarta de huesos perfectamente limpios, pelados y cubiertos de baba.
Como si no hubiera pasado nada, coloque sobre los mismos algunas ramitas para taparlo de la vista y que no le resultara demasiado desagradable a mi improvisada compañía antes de volver a dejarme caer cómodamente sobre el suelo para mirarla con fijeza.
"¿Y tu?"
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Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Ver estirarse a aquel dragón, hizo que a Wind le recorriera un escalofrío por la espalda, pero no llegó a asustarse, no parecía que los movimientos fueran con una intención agresiva o al menos, eso quería pensar, lo observó un poco más hasta que vio el nombre del dragón escrito en el suelo. -Arygos... Es un nombre precioso- Comentó la joven con una sonrisa mientras miraba el extraño gesto que el dragón le estaba dedicando. Ante aquella extraña expresión que le parecía entre una amenaza y una sonrisa soltó una risa en voz baja con la intención de que no fuera escuchada, y con un poco de suerte, no ofenderle.
“¿La digestión?” Pensó la elfa sin entender, no conocía demasiado bien su raza así que no comprendía a que se estaba refiriendo con aquello, continuó envuelta en aquel pensamiento unos instantes hasta que el movimiento del dragón la sacó de su ensimismamiento. -¿Estás bien?- Preguntó la joven preocupada cuando vio a Arygos levantarse, acto seguido vio que tenía unas pequeñas convulsiones, lo cual hizo preocupar más a Wind. A los poco segundos pareció que el dragón se había calmado de nuevo y ahora donde antes estaba su cabeza, había una pequeña pila de lo que parecían ramas blancas o algo por el estilo. Estaba lo bastante oscuro como para que a simple vista Wind no lo distinguiera bien, pero una vez enfoco la mirada, se dio cuenta de que eran una pila de huesecillos. “¿A esto se refería con “haciendo la digestión?” Pensó sin poder evitar una pequeña muesca de asco ante aquellos huesos. -¿Ya estas mejor?- Preguntó intentando disimular la mueca anterior. Agradeció que el dragón tapara aquello, al menos así no vería y podría calmarse de nuevo. -¿Quieres un poco de carne o algo de comer?- Ofreció amablemente la elfa intentando que al comer algo se le calmara el estomago un poco.
-Oh, por cierto... S-Siento preguntarte esto, pero no estoy segura y... ¿Eres una mujer o un hombre?- Dijo la joven con curiosidad mientras se ruborizaba por aquella pregunta que parecía tan estúpida. -Es que no se como referirme a ti y no quiero ser grosera...- Se apresuró a explicar la joven para que Arygos no se sintiera ofendido. -Lo siento si esta pregunta te enoja, es que no estoy acostumbrada a tratar con dragones y por tu nombre tampoco lo tengo claro- Continuó explicando la elfa lentamente, como si las palabras le pesaran. Miraba al suelo porque se sentía completamente ridícula haciendo una pregunta como esa, sabía que preguntarle eso a un humano no era común y podía como poco, ofenderse pero no sabía si los dragones serían iguales ya que con los pocos que se había encontrado, ni siquiera estaba segura de que lo fueran, pues iban en su forma humana.
-Yo estoy viajando hacia la ciudad de Dundarak- Dijo Wind cuando de repente cayó en la cuenta de que tal vez, aquel dragón supiera algo de sus acompañantes desaparecidos. -Por cierto, ¿No habrás visto u oído por aquí a un par de carros de mercantes?- Preguntó esperando escuchar una respuesta afirmativa, pues de esa manera, al menos sabría que estaban bien y que la habían abandonado por voluntad propia, no porque se hubieran encontrado en problemas.
“¿La digestión?” Pensó la elfa sin entender, no conocía demasiado bien su raza así que no comprendía a que se estaba refiriendo con aquello, continuó envuelta en aquel pensamiento unos instantes hasta que el movimiento del dragón la sacó de su ensimismamiento. -¿Estás bien?- Preguntó la joven preocupada cuando vio a Arygos levantarse, acto seguido vio que tenía unas pequeñas convulsiones, lo cual hizo preocupar más a Wind. A los poco segundos pareció que el dragón se había calmado de nuevo y ahora donde antes estaba su cabeza, había una pequeña pila de lo que parecían ramas blancas o algo por el estilo. Estaba lo bastante oscuro como para que a simple vista Wind no lo distinguiera bien, pero una vez enfoco la mirada, se dio cuenta de que eran una pila de huesecillos. “¿A esto se refería con “haciendo la digestión?” Pensó sin poder evitar una pequeña muesca de asco ante aquellos huesos. -¿Ya estas mejor?- Preguntó intentando disimular la mueca anterior. Agradeció que el dragón tapara aquello, al menos así no vería y podría calmarse de nuevo. -¿Quieres un poco de carne o algo de comer?- Ofreció amablemente la elfa intentando que al comer algo se le calmara el estomago un poco.
-Oh, por cierto... S-Siento preguntarte esto, pero no estoy segura y... ¿Eres una mujer o un hombre?- Dijo la joven con curiosidad mientras se ruborizaba por aquella pregunta que parecía tan estúpida. -Es que no se como referirme a ti y no quiero ser grosera...- Se apresuró a explicar la joven para que Arygos no se sintiera ofendido. -Lo siento si esta pregunta te enoja, es que no estoy acostumbrada a tratar con dragones y por tu nombre tampoco lo tengo claro- Continuó explicando la elfa lentamente, como si las palabras le pesaran. Miraba al suelo porque se sentía completamente ridícula haciendo una pregunta como esa, sabía que preguntarle eso a un humano no era común y podía como poco, ofenderse pero no sabía si los dragones serían iguales ya que con los pocos que se había encontrado, ni siquiera estaba segura de que lo fueran, pues iban en su forma humana.
-Yo estoy viajando hacia la ciudad de Dundarak- Dijo Wind cuando de repente cayó en la cuenta de que tal vez, aquel dragón supiera algo de sus acompañantes desaparecidos. -Por cierto, ¿No habrás visto u oído por aquí a un par de carros de mercantes?- Preguntó esperando escuchar una respuesta afirmativa, pues de esa manera, al menos sabría que estaban bien y que la habían abandonado por voluntad propia, no porque se hubieran encontrado en problemas.
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Ladee el rostro con extrañeza ante la duda de la muchacha, des de mi punto de vista estaba perfectamente y no me encontraba haciendo nada fuera de lo habitual. Con una mueca de desconcierto barrí el texto que había garabateado anteriormente en el suelo con la zarpa, para volver a usar mis garras como lápiz.
"Estoy bien. Acabo de comer."
Aunque su ofrecimiento de comida me dio curiosidad, y acerque mi cabeza, estirando el cuello hacia al joven, intentando ver si portaba encima alguna criatura que pudiera servirme de alimento, aunque solo fuera para saciar la gula. Tras no ver ningún animalito pataleando entre sus ropas ni sus manos, volví a mi posición inicial para añadir al anterior texto.
"No creo que tenga nada que pueda considerar comida, pero gracias por su oferta. Si tiene ud. hambre puedo cazarle algún conejo, aunque tendrá que cocinarlo ud."
Durante un breve instante vino a mi mente la comida que había compartido con el sr. Nicolás en las islas illidienses y como tomó el monito que le extendía matándolo, despellejandolo y cocinándolo antes de dar buena cuenta de el, completamente desagradable.
Sin embargo mis pensamientos fueron interrumpidos por la nueva pregunta de la muchacha, que parecía alg avergonzada de su propia curiosidad.
Barrí el suelo, otra vez, para poder responder a sus dudas.
"Hembra, y no me ofende. Preguntando se saben las cosas."
Escribí con sinceridad, y con la letra algo mas grande para que pudiera verla rápidamente y dejara de excusarse para algo que no tenía mayor importancia que aquello. fin de cuentas, los humanoides tendían a presuponer que era un varón, por el simple hecho de que no tenían ni la mas remota forma de comparar nuestras facciones, ni de distinguirnos.
Aquello quizás seria distinto si dejaran de tomarnos como bestias y nos permitieran transitar sus ciudades de esa guisa, pero claro, eso era otro tema muy distinto, y si acontecía en el futuro, a juzgar por sus reacciones actuales, sería dentro de mucho, mucho tiempo.
"Lo lamento, pero no he visto a tus amigos, estaría comiendo."
Me disculpe, para mirarla con cierta pena. Si había quedado rezagada de su grupo, probablemente se hubiera perdido, de todos modos dudaba de que algo hubiera acontecido a sus amigos, y quizás podría darles alcance todavía cuando se pararan en alguna aldea de camino a re abastecerse.
"Puedo acompañarla un tramo del trayecto para ayudarla a encontrar a sus compañeros, o por lo menos, dibujarle un mapa." Aunque tendría que memorizarlo si elegía la segunda opción a no ser que encontrase el modo de portar un pedazo del suelo con ella.
"¿se ha perdido?"
Otra idea paso por mi mente entonces, acordándome de todas las desavenencias que había tenido con extraviados en el bosque, o con mercenarios e incluso mercaderes o leñadores que se habían topado conmigo por accidente.
"No salió gritando ni me esta atacando. ¿Porque?"
No es que no hubieran mil motivos para no hacerlo, de hecho me parecía la opción mas sensata, pero la incógnita de cual de ellas habría escogido la muchacha, para mostrar a uno de los míos el respeto que la mayoría de pueblos habían perdido no dejaba de suscitarme curiosidad.
"Estoy bien. Acabo de comer."
Aunque su ofrecimiento de comida me dio curiosidad, y acerque mi cabeza, estirando el cuello hacia al joven, intentando ver si portaba encima alguna criatura que pudiera servirme de alimento, aunque solo fuera para saciar la gula. Tras no ver ningún animalito pataleando entre sus ropas ni sus manos, volví a mi posición inicial para añadir al anterior texto.
"No creo que tenga nada que pueda considerar comida, pero gracias por su oferta. Si tiene ud. hambre puedo cazarle algún conejo, aunque tendrá que cocinarlo ud."
Durante un breve instante vino a mi mente la comida que había compartido con el sr. Nicolás en las islas illidienses y como tomó el monito que le extendía matándolo, despellejandolo y cocinándolo antes de dar buena cuenta de el, completamente desagradable.
Sin embargo mis pensamientos fueron interrumpidos por la nueva pregunta de la muchacha, que parecía alg avergonzada de su propia curiosidad.
Barrí el suelo, otra vez, para poder responder a sus dudas.
"Hembra, y no me ofende. Preguntando se saben las cosas."
Escribí con sinceridad, y con la letra algo mas grande para que pudiera verla rápidamente y dejara de excusarse para algo que no tenía mayor importancia que aquello. fin de cuentas, los humanoides tendían a presuponer que era un varón, por el simple hecho de que no tenían ni la mas remota forma de comparar nuestras facciones, ni de distinguirnos.
Aquello quizás seria distinto si dejaran de tomarnos como bestias y nos permitieran transitar sus ciudades de esa guisa, pero claro, eso era otro tema muy distinto, y si acontecía en el futuro, a juzgar por sus reacciones actuales, sería dentro de mucho, mucho tiempo.
"Lo lamento, pero no he visto a tus amigos, estaría comiendo."
Me disculpe, para mirarla con cierta pena. Si había quedado rezagada de su grupo, probablemente se hubiera perdido, de todos modos dudaba de que algo hubiera acontecido a sus amigos, y quizás podría darles alcance todavía cuando se pararan en alguna aldea de camino a re abastecerse.
"Puedo acompañarla un tramo del trayecto para ayudarla a encontrar a sus compañeros, o por lo menos, dibujarle un mapa." Aunque tendría que memorizarlo si elegía la segunda opción a no ser que encontrase el modo de portar un pedazo del suelo con ella.
"¿se ha perdido?"
Otra idea paso por mi mente entonces, acordándome de todas las desavenencias que había tenido con extraviados en el bosque, o con mercenarios e incluso mercaderes o leñadores que se habían topado conmigo por accidente.
"No salió gritando ni me esta atacando. ¿Porque?"
No es que no hubieran mil motivos para no hacerlo, de hecho me parecía la opción mas sensata, pero la incógnita de cual de ellas habría escogido la muchacha, para mostrar a uno de los míos el respeto que la mayoría de pueblos habían perdido no dejaba de suscitarme curiosidad.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
La joven se tranquilizó cuando Arygos le aseguró que se encontraba bien pues sabía que no habría estado bien que en caso de un problema, no hubiera ayudado a aquel dragón. “A veces soy demasiado amable” Pensó resignada, al darse cuenta que siempre que se encontraba con gente en apuros, iba a socorrerlos, olvidándose completamente de ella misma. Sabía que algunos lo consideraban como algo bueno, pero era cierto que ella se ganó muchas regañinas cuando era más pequeña por ayudar a gente que sus abuelos aseguraban, eran “malas personas”.
-Lo lamento, no se muy bien que es lo que coméis- Dijo la joven como disculpándose por no llevar nada de alimento para aquel dragón que acababa de conocer. -Agradezco el ofrecimiento, pero no es necesario, aunque igual por la mañana si que aceptaría gustosa algo de caza- Comentó Wind con una sonrisa y con una voz que denotaba que era medio en broma, pues no estaba segura de que aquel dragón continuara con ella por la mañana, de hecho, pensó que tal vez no estuvieran juntos mas de media hora. Con los desconocidos nunca se sabía.
Cuando la dragona aclaró que era una hembra, la muchacha se sintió completamente estúpida pues había pensado todo el rato el ella como si fuera un hombre aunque Arygos no parecía muy molesta. “Tal vez sea una preguta habitual” Pensó la muchacha tratando de excusarse a sí misma sin mucho éxito, pues el color de sus mejillas delataba que aquella situación la había puesto nerviosa. Después de aquella aclaración, volvió a mirar a la dragona con detenimiento, como si fuera la primera vez que la veía. Ahora que sabía que era una mujer, los rasgos le parecieron más femeninos, incluso el color pasó a resultarle más afeminado.
“No me puedo creer que la confundiera con un hombre” Pensó completamente convencida de que era obvio que era una hembra, aunque, claramente no lo habría podido averiguar por si misma nunca. -Lamento haberla confundido con un hombre- Se disculpó la joven sin estar segura de si había llegado a referirse a ella como si fuera un macho.
-Oh, bueno, no se preocupe- Dijo la joven con un deje triste en la voz, temiendo que algo les hubiera sucedido a los comerciantes. “No se puede desaparecer de esa manera... ¿No?” Pensó Wind, pasando unos segundos inmersa en las posibilidades de aquel abandono tan extraño hasta que la dragona la sacó de sus pensamientos. -Le agradecería mucho que me acompañara al menos durante un pequeño tramo, la compañía siempre es buena en los viajes- Aseguró con firmeza y realmente agradecida por aquel ofrecimiento. -Aunque supongo, la retrasaré en su viaje- Añadió intentando disculparse pero sin poder esconder una sonrisa, lo que probablemente daría la sensación de que aquello iba en broma.
-¿Perdida?- Repitió en voz baja -Abandonada mas bien, iba con unos comerciantes y cuando me di cuenta habían desaparecido sin dejar rastro, ni siquiera pude seguir las marcas de las ruedas de sus carros- Explicó con indignación la muchacha convencida de que aquello tuvo que ser hecho a propósito, nadie se esfuerza tanto en ocultar su camino si no es por un motivo.
La pregunta de la dragona le pilo completamente desprevenida haciéndola paralizarse por un instante sin saber a que se refería y acto seguido, se echó a reír. -¿Por qué iba a gritarla? O peor aun ¿Por qué iba a agredirla?- Dijo la joven completamente extrañada por aquella pregunta mientras calmaba su risa. -No ha mostrado hostilidad, de hecho, es usted muy amable, no veo el motivo para comenzar un enfrentamiento- Explicó Wind ya más serena, “Además, sería horrible dañar su cuerpo” Añadió la muchacha para si misma pensando en la imagen de manchar aquel cuerpo blanco tan hermoso.
Después de aquella pregunta se dio cuenta de que si hacía esa pregunta, tendría sus motivos, así que sin poder calmar su curiosidad preguntó alarmada -¿Es que acaso la han agredido alguna vez sin motivos?-
-Lo lamento, no se muy bien que es lo que coméis- Dijo la joven como disculpándose por no llevar nada de alimento para aquel dragón que acababa de conocer. -Agradezco el ofrecimiento, pero no es necesario, aunque igual por la mañana si que aceptaría gustosa algo de caza- Comentó Wind con una sonrisa y con una voz que denotaba que era medio en broma, pues no estaba segura de que aquel dragón continuara con ella por la mañana, de hecho, pensó que tal vez no estuvieran juntos mas de media hora. Con los desconocidos nunca se sabía.
Cuando la dragona aclaró que era una hembra, la muchacha se sintió completamente estúpida pues había pensado todo el rato el ella como si fuera un hombre aunque Arygos no parecía muy molesta. “Tal vez sea una preguta habitual” Pensó la muchacha tratando de excusarse a sí misma sin mucho éxito, pues el color de sus mejillas delataba que aquella situación la había puesto nerviosa. Después de aquella aclaración, volvió a mirar a la dragona con detenimiento, como si fuera la primera vez que la veía. Ahora que sabía que era una mujer, los rasgos le parecieron más femeninos, incluso el color pasó a resultarle más afeminado.
“No me puedo creer que la confundiera con un hombre” Pensó completamente convencida de que era obvio que era una hembra, aunque, claramente no lo habría podido averiguar por si misma nunca. -Lamento haberla confundido con un hombre- Se disculpó la joven sin estar segura de si había llegado a referirse a ella como si fuera un macho.
-Oh, bueno, no se preocupe- Dijo la joven con un deje triste en la voz, temiendo que algo les hubiera sucedido a los comerciantes. “No se puede desaparecer de esa manera... ¿No?” Pensó Wind, pasando unos segundos inmersa en las posibilidades de aquel abandono tan extraño hasta que la dragona la sacó de sus pensamientos. -Le agradecería mucho que me acompañara al menos durante un pequeño tramo, la compañía siempre es buena en los viajes- Aseguró con firmeza y realmente agradecida por aquel ofrecimiento. -Aunque supongo, la retrasaré en su viaje- Añadió intentando disculparse pero sin poder esconder una sonrisa, lo que probablemente daría la sensación de que aquello iba en broma.
-¿Perdida?- Repitió en voz baja -Abandonada mas bien, iba con unos comerciantes y cuando me di cuenta habían desaparecido sin dejar rastro, ni siquiera pude seguir las marcas de las ruedas de sus carros- Explicó con indignación la muchacha convencida de que aquello tuvo que ser hecho a propósito, nadie se esfuerza tanto en ocultar su camino si no es por un motivo.
La pregunta de la dragona le pilo completamente desprevenida haciéndola paralizarse por un instante sin saber a que se refería y acto seguido, se echó a reír. -¿Por qué iba a gritarla? O peor aun ¿Por qué iba a agredirla?- Dijo la joven completamente extrañada por aquella pregunta mientras calmaba su risa. -No ha mostrado hostilidad, de hecho, es usted muy amable, no veo el motivo para comenzar un enfrentamiento- Explicó Wind ya más serena, “Además, sería horrible dañar su cuerpo” Añadió la muchacha para si misma pensando en la imagen de manchar aquel cuerpo blanco tan hermoso.
Después de aquella pregunta se dio cuenta de que si hacía esa pregunta, tendría sus motivos, así que sin poder calmar su curiosidad preguntó alarmada -¿Es que acaso la han agredido alguna vez sin motivos?-
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
El ritual de borrar con la zarpa y escribir con la garra se repitió durante un buen rato, siendo ese el único modo de comunicación que tenía a no ser que cambiara de forma, algo completamente inútil e innecesario en aquel momento, aunque mi zarpa quedó llena de tierra.
"Como casi cualquier tipo de animal vivo, des de conejos a bestias de mas o menos tu tamaño"
Escribí, percatándome al final de lo mal que podía interpretarse aquello, y añadiendo al final una acotación apurada.
"Pero no como humanoides, tranquila."
No quería volver a exaltar a la chiquilla. Sin embargo esta parecía mas centrada en mi identidad de genero, y bastante avergonzada por su confusión pese que resultaba algo sumamente habitual.
Era un tema que me había sorprendido hacia muchos meses, pero que habían podido resolverme sin problemas, y que no me generaba mayor contratiempo que aclarar si es que alguien lo consideraba de importancia.
"No pasa nada, un amigo mio pasó meses firmemente convencido de que yo era un varón." Sustituí el texto que lucía el suelo, tratando de que el rubor de sus mejillas y el nerviosismo que exhibía se disiparan.
Cuando la joven aceptó en viajar conmigo me levanté, siempre era mas ameno viajar acompañado, aunque fuera solo un pequeño tramo, y en parte podía ser que sus amigos los comerciantes hubieran desaparecido porque la hermandad estuviera intentando seguir o mi pista o la de bio, y en ese caso no les auguraba nada bueno. Preferí , de todos modos, no hacer mención alguna de aquello para no preocupar vanamente a la muchacha, puesto que podría ser que hubiera estado tan entretenida comiendo y cazando que no hubiera prestado atención a los caminos, en donde rara vez podía hallar alimento.
"Las dos vamos al norte, o eso me pareció entender." respondí mirándola con extrañeza por si había entendido mal sus indicaciones antes.
Me estire, y bostecé largamente, desencarcarando mis extremidades y tratando de barrer la pereza antes de empezar a caminar, suficiente pararíamos ya para que pudiera leer mis respuestas o preguntas en el suelo mientras caminábamos.
La sorpresa e pureza de los comentarios de la chiquilla sobre lastimar a un dragón me hicieron soltar un alegre gorgojeo, antes de responder a sus preguntas que se apelotonaban unas sobre otras del mismo modo en el que lo hacían las mías cuando interrogaba a alguien sobre cualquier cosa que me generara interés.
"Tienen motivos, deleznables, pero los tienen, como intentar usar mi cabeza como trofeo de caza, o mi piel y mis huesos como material para fabricar cosas, a veces solo me culpan de la aparición de gente o de ganado, o me ven como un monstruo y me atacan para proteger la zona."Explique, aunque no podía culparlos por lo del ganado, ya que había sido algo que había ocurrido alguna vez por incidente. Tampoco tenía forma de saber que esas esponjosas ovejas que pastaban solas pertenecían a nadie,y se veian tan blanditas y apetitosas, que no busque mucho cuando las vi antes de llevarme a una, ni cuando volví al siguiente día, ni el otro... Por suerte nadie había salido herido, y cuando entendí lo que ocurria dejé la región y nunca mas había comido ovejas ajenas, aunque era una comida de lo mas apetitosa.
"Mucha gente inventa cosas cuando no conoce algo, y son cosas malas" terminé con aquello mi escrito, una conclusión sacada por las malas para mi desgracia.
Me estiré nuevamente y me puse en marcha apartando con las zarpas las ramas mas incomodas que se quebraban bajo mi peso al caminar por el bosque, o dejando que la maleza se resbalara sobre mis escamas las cuales no lograban lastimar.
"Como casi cualquier tipo de animal vivo, des de conejos a bestias de mas o menos tu tamaño"
Escribí, percatándome al final de lo mal que podía interpretarse aquello, y añadiendo al final una acotación apurada.
"Pero no como humanoides, tranquila."
No quería volver a exaltar a la chiquilla. Sin embargo esta parecía mas centrada en mi identidad de genero, y bastante avergonzada por su confusión pese que resultaba algo sumamente habitual.
Era un tema que me había sorprendido hacia muchos meses, pero que habían podido resolverme sin problemas, y que no me generaba mayor contratiempo que aclarar si es que alguien lo consideraba de importancia.
"No pasa nada, un amigo mio pasó meses firmemente convencido de que yo era un varón." Sustituí el texto que lucía el suelo, tratando de que el rubor de sus mejillas y el nerviosismo que exhibía se disiparan.
Cuando la joven aceptó en viajar conmigo me levanté, siempre era mas ameno viajar acompañado, aunque fuera solo un pequeño tramo, y en parte podía ser que sus amigos los comerciantes hubieran desaparecido porque la hermandad estuviera intentando seguir o mi pista o la de bio, y en ese caso no les auguraba nada bueno. Preferí , de todos modos, no hacer mención alguna de aquello para no preocupar vanamente a la muchacha, puesto que podría ser que hubiera estado tan entretenida comiendo y cazando que no hubiera prestado atención a los caminos, en donde rara vez podía hallar alimento.
"Las dos vamos al norte, o eso me pareció entender." respondí mirándola con extrañeza por si había entendido mal sus indicaciones antes.
Me estire, y bostecé largamente, desencarcarando mis extremidades y tratando de barrer la pereza antes de empezar a caminar, suficiente pararíamos ya para que pudiera leer mis respuestas o preguntas en el suelo mientras caminábamos.
La sorpresa e pureza de los comentarios de la chiquilla sobre lastimar a un dragón me hicieron soltar un alegre gorgojeo, antes de responder a sus preguntas que se apelotonaban unas sobre otras del mismo modo en el que lo hacían las mías cuando interrogaba a alguien sobre cualquier cosa que me generara interés.
"Tienen motivos, deleznables, pero los tienen, como intentar usar mi cabeza como trofeo de caza, o mi piel y mis huesos como material para fabricar cosas, a veces solo me culpan de la aparición de gente o de ganado, o me ven como un monstruo y me atacan para proteger la zona."Explique, aunque no podía culparlos por lo del ganado, ya que había sido algo que había ocurrido alguna vez por incidente. Tampoco tenía forma de saber que esas esponjosas ovejas que pastaban solas pertenecían a nadie,y se veian tan blanditas y apetitosas, que no busque mucho cuando las vi antes de llevarme a una, ni cuando volví al siguiente día, ni el otro... Por suerte nadie había salido herido, y cuando entendí lo que ocurria dejé la región y nunca mas había comido ovejas ajenas, aunque era una comida de lo mas apetitosa.
"Mucha gente inventa cosas cuando no conoce algo, y son cosas malas" terminé con aquello mi escrito, una conclusión sacada por las malas para mi desgracia.
Me estiré nuevamente y me puse en marcha apartando con las zarpas las ramas mas incomodas que se quebraban bajo mi peso al caminar por el bosque, o dejando que la maleza se resbalara sobre mis escamas las cuales no lograban lastimar.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Wind se echó a reír tras leer aquella aclaración, -¿Como va a comer humanos?- Dijo la muchacha completamente sorprendida, “Eso sería como canibalismo” Añadió a sus pensamientos sin poder parar de reír. Desde luego, no sabía mucho de dragones, pero el simple echo de que tuviera que hacer esa aclaración dejó a la joven con un ataque de risa del que le costó librarse, le parecía absurdo que aquella dragona pudiera comer a algún humanoide, era como si ella misma se alimentara de hombres bestia o cualquier otra raza. Al cabo de unos minutos sin parar de reír por aquel hilo de pensamientos, consiguió calmarse para que Arygos no se sintiera ofendida o al menos para que no pensara que Windorind estaba loca.
-¿Meses?- Exclamó sorprendida la joven de que, al igual que le había sucedido a ella, aquel hombre no hubiera sentido curiosidad por el genero de la dragona. -Supongo que no todo el mundo es tan curioso como yo...- Comentó la joven en voz baja, como si se lo dijera a sí misma con un cierto tono de reproche por su propia curiosidad.
Cuando vio a la dragona levantarse, hizo lo mismo. Se levantó apoyándose en el tronco del árbol en el que tenía antes colocada la espalda y como si le costara todo un mundo hacer aquello, se levantó. Se limpió la parte trasera de la capa y recogió el arco, el carcaj y la bolsa que llevaba al hombro con cosas que podría necesitar, acto seguido, se puso al lado de Arygos dispuesta a emprender de nuevo la marcha. “Al menos he dado una pequeña cabezada” Pensó la muchacha como modo de consolarse porque, al parecer esa noche no iba a dormir mucho más.
-Efectivamente, ambas vamos al norte- Confirmó Wind con una sonrisa mientras miraba a la cara de la dragona. No podía evitar quedarsela mirando de vez en cuando, pues al fin y al cabo, esta era la primera dragona que veía transformada en su vida y por mucho que no quisiera que ésta se sintiera observada, no podía evitarlo.
-¡Esos no son motivos!- Exclamó la joven completamente ofendida por aquellas explicaciones que, para ella, no tenían validez alguna. -Eso es horrible- Añadió con el mismo tono ofendido de antes. “¿Que clase de salvajes hay por el mundo?” Pensó Wind con alarma, pues, aunque sabía que había gente mala por el mundo, aquello le parecía excesivamente cruel. -Usar su piel...- Siguió diciendo la joven para si misma, sin perder ni un ápice de indignación. Aquellos pensamientos le rondaron durante unos instantes más, hasta que escuchó aquella conclusión que la sacó de su inmersión. -Es horrible, no entiendo como a alguien se le podría ocurrir inventar cosas malas sobre una raza como la suya- Dijo la joven con resignación mientras miraba a Arygos como si estuviera hechizada.
Cuando se pusieron en marcha, la joven tuvo la necesidad de explicarse a su compañera
-¿Sabe?, es la primera dragona que veo en mi vida- Confesó la joven avergonzada cuando pensó, que tal vez, tantas observaciones podrían acabar incomodando a Arygos. -Por eso la miro tanto- añadió a modo de explicación mientras su tono de voz bajaba debido a lo incomodo que era decirle aquello. “Es como si me quedara mirando a un humano cada vez que me encuentro con alguno” Pensó la muchacha sintiéndose completamente estúpida.
Estaba completamente sorprendida de la dureza que debían tener esas escamas, las ramas parecían plumas cuando chocaban contra ella, mientras que la elfa una sola rama enganchada en su capa, podría hacerla pararse durante unos segundos para poder quitársela de encima. -Debe ser maravilloso ser tan resistente, las ramas o incluso los arboles más jóvenes, estoy segura de que no le deben hacen practicamente ni cosquillas- Dijo la joven mientras caminaban entre la maleza.
-Y cuénteme, ¿Tiene algo importante que hacer por el norte?- Preguntó Wind sin reparar en que cada vez que preguntara tendrían que pararse para leer lo que escribía con su zarpa la dragona.
-¿Meses?- Exclamó sorprendida la joven de que, al igual que le había sucedido a ella, aquel hombre no hubiera sentido curiosidad por el genero de la dragona. -Supongo que no todo el mundo es tan curioso como yo...- Comentó la joven en voz baja, como si se lo dijera a sí misma con un cierto tono de reproche por su propia curiosidad.
Cuando vio a la dragona levantarse, hizo lo mismo. Se levantó apoyándose en el tronco del árbol en el que tenía antes colocada la espalda y como si le costara todo un mundo hacer aquello, se levantó. Se limpió la parte trasera de la capa y recogió el arco, el carcaj y la bolsa que llevaba al hombro con cosas que podría necesitar, acto seguido, se puso al lado de Arygos dispuesta a emprender de nuevo la marcha. “Al menos he dado una pequeña cabezada” Pensó la muchacha como modo de consolarse porque, al parecer esa noche no iba a dormir mucho más.
-Efectivamente, ambas vamos al norte- Confirmó Wind con una sonrisa mientras miraba a la cara de la dragona. No podía evitar quedarsela mirando de vez en cuando, pues al fin y al cabo, esta era la primera dragona que veía transformada en su vida y por mucho que no quisiera que ésta se sintiera observada, no podía evitarlo.
-¡Esos no son motivos!- Exclamó la joven completamente ofendida por aquellas explicaciones que, para ella, no tenían validez alguna. -Eso es horrible- Añadió con el mismo tono ofendido de antes. “¿Que clase de salvajes hay por el mundo?” Pensó Wind con alarma, pues, aunque sabía que había gente mala por el mundo, aquello le parecía excesivamente cruel. -Usar su piel...- Siguió diciendo la joven para si misma, sin perder ni un ápice de indignación. Aquellos pensamientos le rondaron durante unos instantes más, hasta que escuchó aquella conclusión que la sacó de su inmersión. -Es horrible, no entiendo como a alguien se le podría ocurrir inventar cosas malas sobre una raza como la suya- Dijo la joven con resignación mientras miraba a Arygos como si estuviera hechizada.
Cuando se pusieron en marcha, la joven tuvo la necesidad de explicarse a su compañera
-¿Sabe?, es la primera dragona que veo en mi vida- Confesó la joven avergonzada cuando pensó, que tal vez, tantas observaciones podrían acabar incomodando a Arygos. -Por eso la miro tanto- añadió a modo de explicación mientras su tono de voz bajaba debido a lo incomodo que era decirle aquello. “Es como si me quedara mirando a un humano cada vez que me encuentro con alguno” Pensó la muchacha sintiéndose completamente estúpida.
Estaba completamente sorprendida de la dureza que debían tener esas escamas, las ramas parecían plumas cuando chocaban contra ella, mientras que la elfa una sola rama enganchada en su capa, podría hacerla pararse durante unos segundos para poder quitársela de encima. -Debe ser maravilloso ser tan resistente, las ramas o incluso los arboles más jóvenes, estoy segura de que no le deben hacen practicamente ni cosquillas- Dijo la joven mientras caminaban entre la maleza.
-Y cuénteme, ¿Tiene algo importante que hacer por el norte?- Preguntó Wind sin reparar en que cada vez que preguntara tendrían que pararse para leer lo que escribía con su zarpa la dragona.
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
La risa de la chiquilla resultaba contagiosa, y aunque los ruidos que emitía no se parecían en lo mas mínimo, no dejaban de ser lo mismo, o un equivalente, como quisiera llamarse aquello.
Aun así no me parecía tan descabellado si se escuchaban algunos de los cuentos populares llenos de veneno contra mi raza que se dedicaban a esparcir algunos juglares. Incluso para muchos humanos, ser un caballero y matar a un dragón eran ideas vinculadas, o aunque fuera solo lo ultimo como señal de valentía.
"No estuvimos todos esos meses juntos, solo nos vimos intermitentemente en ese tiempo, y siempre dio por sentado que era un varón." Escribí en el suelo, deteniéndome para ello durante un momento, y esperando a que leyera antes de seguir caminando, y barrer el mensaje con la cola al pasar. Excusando a Bio, quien tampoco le había dado especial importancia al tema, mucho mas interesado en mi habilidad por escupir agua hirviendo que en mi genero.
"La curiosidad no es algo malo. Yo soy muy curiosa." Admití sin vergüenza alguna. De hecho, la curiosidad me parecía unr asgo fantástico, ya que te permitía descubrir infinidad de cosas que de otro modo podías llegar a pasar por alto.
La confirmación de la dirección de la muchacha, me sirvió para poder caminar con mas decisión sin dudar de si la estaba llevando por un camino que le fuera contraproducente para llegar a su destino.
Me sorprendió gratamente ver el mismo horror en la elfa que me generaba a mi la idea de usar el cuerpo de un dragón como fuente de materia prima, aunque parecía que tampoco terminaba de comprenderlo.
"La piel para hacer armaduras imagino, aunque no es tan fuerte, lo es mas que vuestra piel."
El acero era mucho mas útil, pero a su vez seguro que resultaría mucho mas pesado. Resultaba difícil de discernir cuando uno de los materiales era algo que portaba conmigo todo el tiempo, y cuyo peso podía estimar a ojo y por sentido común, pero de pocas formas mas.
Empece a detenerme a escribir en los lugares en los que la luz de luna que caía entre la maleza era mas intensa, para que pudiera verme bien, no me resultaba incomodo que me viera, y había sido sumamente amable y respetuosa. Satisfacer su curiosidad era sencillo, y parecía gustarle ver. Cuando el caminos e ensancho, abrí un ala y al fui volteando lentamente para que pudiera verla bien, y al plegarla, erice las púas de mi cuerpo para que pudiera fijarse también en ese detalle, siempre con movimientos lentos para no sorprenderla, alterarla, y para que pudiera apreciar todo sin ningún problema pese la penumbra.
"Es la primera vez que veo a una elfa hembra tan de cera. ¿Todas son tan pequeñitas?" Habría jurado que en la ciduad había visto elfas mas altas, pero tampoco me había acercado lo suficiente como para corroborarlo, y las distancias pueden resultar sumamente engañosas.
La joven parecía tener mas problemas para avanzar que yo, aunque dejaba un reguero de maleza rota que le despejaba el paso, por lo menos aquello me daba el tiempo suficiente como para escribir sin irla rezagando demasiado.
" Es cómodo, los cuerpos humanos son frágiles y blandos. Y aun no se me da bien caminar. Viéndote a ti parece como si fuera sumamente fácil..."
Rasgué el suelo mientras giraba el cuello para observar la fluidez con la que se movía entre las ramas, que parecían realentizarla únicamente a causa de los ropajes. Si ya lo decía yo que la ropa era algo sumamente incomodo que te volvía mas torpe. Ahora solo me faltaba convencer al resto del continente.
"Quede con reunirme con un amigo en el norte, vamos a ver a mi familia." Preferí omitir el detalle de que portaba un libro en el morral que colgaba de mi cuello por el cual una organización de escasa moral estaba dispuesta a masacrar a una aldea entera de elfos.
"¿Y a ti?¿Que te lleva tan al norte?"
Aun así no me parecía tan descabellado si se escuchaban algunos de los cuentos populares llenos de veneno contra mi raza que se dedicaban a esparcir algunos juglares. Incluso para muchos humanos, ser un caballero y matar a un dragón eran ideas vinculadas, o aunque fuera solo lo ultimo como señal de valentía.
"No estuvimos todos esos meses juntos, solo nos vimos intermitentemente en ese tiempo, y siempre dio por sentado que era un varón." Escribí en el suelo, deteniéndome para ello durante un momento, y esperando a que leyera antes de seguir caminando, y barrer el mensaje con la cola al pasar. Excusando a Bio, quien tampoco le había dado especial importancia al tema, mucho mas interesado en mi habilidad por escupir agua hirviendo que en mi genero.
"La curiosidad no es algo malo. Yo soy muy curiosa." Admití sin vergüenza alguna. De hecho, la curiosidad me parecía unr asgo fantástico, ya que te permitía descubrir infinidad de cosas que de otro modo podías llegar a pasar por alto.
La confirmación de la dirección de la muchacha, me sirvió para poder caminar con mas decisión sin dudar de si la estaba llevando por un camino que le fuera contraproducente para llegar a su destino.
Me sorprendió gratamente ver el mismo horror en la elfa que me generaba a mi la idea de usar el cuerpo de un dragón como fuente de materia prima, aunque parecía que tampoco terminaba de comprenderlo.
"La piel para hacer armaduras imagino, aunque no es tan fuerte, lo es mas que vuestra piel."
El acero era mucho mas útil, pero a su vez seguro que resultaría mucho mas pesado. Resultaba difícil de discernir cuando uno de los materiales era algo que portaba conmigo todo el tiempo, y cuyo peso podía estimar a ojo y por sentido común, pero de pocas formas mas.
Empece a detenerme a escribir en los lugares en los que la luz de luna que caía entre la maleza era mas intensa, para que pudiera verme bien, no me resultaba incomodo que me viera, y había sido sumamente amable y respetuosa. Satisfacer su curiosidad era sencillo, y parecía gustarle ver. Cuando el caminos e ensancho, abrí un ala y al fui volteando lentamente para que pudiera verla bien, y al plegarla, erice las púas de mi cuerpo para que pudiera fijarse también en ese detalle, siempre con movimientos lentos para no sorprenderla, alterarla, y para que pudiera apreciar todo sin ningún problema pese la penumbra.
"Es la primera vez que veo a una elfa hembra tan de cera. ¿Todas son tan pequeñitas?" Habría jurado que en la ciduad había visto elfas mas altas, pero tampoco me había acercado lo suficiente como para corroborarlo, y las distancias pueden resultar sumamente engañosas.
La joven parecía tener mas problemas para avanzar que yo, aunque dejaba un reguero de maleza rota que le despejaba el paso, por lo menos aquello me daba el tiempo suficiente como para escribir sin irla rezagando demasiado.
" Es cómodo, los cuerpos humanos son frágiles y blandos. Y aun no se me da bien caminar. Viéndote a ti parece como si fuera sumamente fácil..."
Rasgué el suelo mientras giraba el cuello para observar la fluidez con la que se movía entre las ramas, que parecían realentizarla únicamente a causa de los ropajes. Si ya lo decía yo que la ropa era algo sumamente incomodo que te volvía mas torpe. Ahora solo me faltaba convencer al resto del continente.
"Quede con reunirme con un amigo en el norte, vamos a ver a mi familia." Preferí omitir el detalle de que portaba un libro en el morral que colgaba de mi cuello por el cual una organización de escasa moral estaba dispuesta a masacrar a una aldea entera de elfos.
"¿Y a ti?¿Que te lleva tan al norte?"
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Al final, aquello sonidos que hacía la dragona, Wind concluyó que debía ser risa pues se asemejaba ligeramente y por simple deducción acabó concluyendo que la dragona con aquellos sonidos se estaba riendo.
A la joven elfa le parecía curioso como Arygos escribía y borraba con la cola casi sin detenerse pues dejaba el suelo completamente limpio y ninguna labra se quedaba por el camino, así que pensó que debía hacer eso a menudo.
-Pero tu te puedes defender si haces una mala pregunta- Comentó la joven ante aquella declaración, pues ella aunque aún no había tenido ningún problema concreto con nadie, si que había aprendido por las malas que hay que tener cuidado con la curiosidad excesiva. Pensó en cuantas veces le habían repetido aquello de “La curiosidad mató al gato” cuando era más joven haciéndola aprender a mostrar su curiosidad de un modo mas calmado de lo que le gustaría.
-Si alguien quiere una armadura, puede usar pieles de animales o acero incluso, pero usar la piel de un dragón...- Dijo mientras le recorría un escalofrío por la espalda, desde luego aquella idea la horrorizaba, no era capaz de comprender que se le pasaba por la cabeza a las personas que querían usar esa piel como armadura. Aunque al fin y al cabo, la joven Wind nunca había estado en una batalla o en alguna lucha con armas así que no sabía si realmente serían útiles aquellas escamas o no.
Ver el ala desplegada de la dragona impresionó a la joven haciéndola quedar boquiabierta, realmente aquella raza le parecía majestuosa, “¿Todos los dragones serán tan hermosos?” Pensó la elfa mientras observaba las púas erizarse por toda la espalda de Arygos, obviando por completo que aquello era, al fin y al cabo, un mecanismo de defensa y que enfrentarse a aquellas púas o a aquel robusto cuerpo podría acabar mal para la persona que se le ocurriera atacarla.
“Pequeña” Pensó con resignación cuando la dragona le preguntó, aquella palabra había definido gran parte de sus relaciones sociales ya que la gente solía pensar que tenía menos edad o que tenía alguna deficiencia física.
-No, no todas son tan bajitas como yo, de hecho es bastante inusual ver elfos bajitos sino me equivoco- Explicó basándose unicamente en las experiencias que ella había tenido con otros de su misma raza. Tampoco sabía mucho de su raza por lo que confiaba en que aquella información que le estaba dando a la dragona no fuera falsa, ella al fin y al cabo,siempre se había encontrado con elfos bastante altos, algo más que la media humana incluso, pero no estaba segura de si aquello era generalizado o no.
-¿Blandos?- Repitió con una sonrisa -Supongo que tiene razón, los humanos en comparación con vosotros, somos bastante blanditos- Añadió mientras se apretaba la mejilla con un dedo, haciendo que éste se hundiera ligeramente.
Ante aquella confesión reflexionó sobre la forma humana de aquella dragona y como se vería intentando andar puesto que no sabía la edad que tendría ni su aspecto, igual era una mujer que empezaba a tener canas y aun no sabía andar, aquella imagen le pareció extraña y divertida lo que le hizo soltar una media sonrisa que escondió mirando hacia el lado contrario de Arygos.
-¿Qué edad tiene?- Preguntó Wind curiosa ante aquella extraña imagen que ella misma se había formado.
-Sigo la pista de unos familiares desaparecidos- Explicó la muchacha con un deje triste en la voz, pues al fin y al cabo, seguía sin conseguir ningún tipo de información útil sobre los ancianos desaparecidos, por lo que tampoco pudo darle más detalles.
Mientras andaban por el bosque iba intentando buscar pistas de aquellos comerciantes que la habían abandonado, pero parecía que se hubieran esfumado completamente. En el bosque apenas se escuchaban a los animales que salían a cazar de noche pero un sonido repentino rompió aquella calma bruscamente, no era capaz de saber a que correspondía aquel ruido pero parecía bastante cercano así que, como un acto reflejo se apartó del camino y preguntó en voz baja a la dragona -¿Sabe que ha sido eso?-
A la joven elfa le parecía curioso como Arygos escribía y borraba con la cola casi sin detenerse pues dejaba el suelo completamente limpio y ninguna labra se quedaba por el camino, así que pensó que debía hacer eso a menudo.
-Pero tu te puedes defender si haces una mala pregunta- Comentó la joven ante aquella declaración, pues ella aunque aún no había tenido ningún problema concreto con nadie, si que había aprendido por las malas que hay que tener cuidado con la curiosidad excesiva. Pensó en cuantas veces le habían repetido aquello de “La curiosidad mató al gato” cuando era más joven haciéndola aprender a mostrar su curiosidad de un modo mas calmado de lo que le gustaría.
-Si alguien quiere una armadura, puede usar pieles de animales o acero incluso, pero usar la piel de un dragón...- Dijo mientras le recorría un escalofrío por la espalda, desde luego aquella idea la horrorizaba, no era capaz de comprender que se le pasaba por la cabeza a las personas que querían usar esa piel como armadura. Aunque al fin y al cabo, la joven Wind nunca había estado en una batalla o en alguna lucha con armas así que no sabía si realmente serían útiles aquellas escamas o no.
Ver el ala desplegada de la dragona impresionó a la joven haciéndola quedar boquiabierta, realmente aquella raza le parecía majestuosa, “¿Todos los dragones serán tan hermosos?” Pensó la elfa mientras observaba las púas erizarse por toda la espalda de Arygos, obviando por completo que aquello era, al fin y al cabo, un mecanismo de defensa y que enfrentarse a aquellas púas o a aquel robusto cuerpo podría acabar mal para la persona que se le ocurriera atacarla.
“Pequeña” Pensó con resignación cuando la dragona le preguntó, aquella palabra había definido gran parte de sus relaciones sociales ya que la gente solía pensar que tenía menos edad o que tenía alguna deficiencia física.
-No, no todas son tan bajitas como yo, de hecho es bastante inusual ver elfos bajitos sino me equivoco- Explicó basándose unicamente en las experiencias que ella había tenido con otros de su misma raza. Tampoco sabía mucho de su raza por lo que confiaba en que aquella información que le estaba dando a la dragona no fuera falsa, ella al fin y al cabo,siempre se había encontrado con elfos bastante altos, algo más que la media humana incluso, pero no estaba segura de si aquello era generalizado o no.
-¿Blandos?- Repitió con una sonrisa -Supongo que tiene razón, los humanos en comparación con vosotros, somos bastante blanditos- Añadió mientras se apretaba la mejilla con un dedo, haciendo que éste se hundiera ligeramente.
Ante aquella confesión reflexionó sobre la forma humana de aquella dragona y como se vería intentando andar puesto que no sabía la edad que tendría ni su aspecto, igual era una mujer que empezaba a tener canas y aun no sabía andar, aquella imagen le pareció extraña y divertida lo que le hizo soltar una media sonrisa que escondió mirando hacia el lado contrario de Arygos.
-¿Qué edad tiene?- Preguntó Wind curiosa ante aquella extraña imagen que ella misma se había formado.
-Sigo la pista de unos familiares desaparecidos- Explicó la muchacha con un deje triste en la voz, pues al fin y al cabo, seguía sin conseguir ningún tipo de información útil sobre los ancianos desaparecidos, por lo que tampoco pudo darle más detalles.
Mientras andaban por el bosque iba intentando buscar pistas de aquellos comerciantes que la habían abandonado, pero parecía que se hubieran esfumado completamente. En el bosque apenas se escuchaban a los animales que salían a cazar de noche pero un sonido repentino rompió aquella calma bruscamente, no era capaz de saber a que correspondía aquel ruido pero parecía bastante cercano así que, como un acto reflejo se apartó del camino y preguntó en voz baja a la dragona -¿Sabe que ha sido eso?-
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
"No he visto muchos elfos, aun no he visto vuestras ciudades. ¿como son?" pregunté, considerando que ya había respondido suficientes preguntas como para empezar a hacer las mías sin resultar grosera.
Apenas si había visto una aldea elfa el día anterior de camino, y la situación no me había permitido apreciarla demasiado, aunque las borrosas imágenes que tenía de ella parecían sacadas de alguna ilustración de un cuento fantástico. La duda de si mi imaginación había rellenado los huecos, o realmente tenían todas ese aspecto rondaba ahora por mi mente, apremiandome a poder investigar también sobre esa peculiar especie de Aerandir.
Asentí con la cabeza un par de veces corroborando el adjetivo que había usado, blandos, me parecía la mejor forma de definirlos. Observé por el rabillo del ojo como la muchacha se pinchaba su propia mejilla como si quisiera comprobar mi declaración. para que pudiera comparar, agachae la cabeza y le di un toque con la misma ne la mano, para que viera la dureza de las escamas, y como estas no se hundían ante la presión como si fueran una gelatina cubierta con un tul.
"31" trace en el suelo sin demasiada ceremonia, a ojo, me daba la sensación de que tenía mas o menos la misma edad que la muchacha que me acompañaba, pero con la longevidad y lo efímero de las diversas razas del continente, nunca se sabía, y las apariencias resultaban tan engañosas como los propios numeros.
"¿y tu?"
La respuesta sobre que la llevaba tan al norte me conmovió. Por lo que había observado no era extraño que la gente perdiera a sus familiares, en un viaje, o que simplemente se desvanecieran como si nunca hubieran estado allí, y por lo que tenía entendido, muchas veces no los volvían a encontrar, o no vivos por lo menos. Era un destino triste, el ir en busca de alguien aunque muchas veces solo fuera para poder enterrarlo.
Pero antes de que pudiera responder nada a aquello un ruido extraño se escuchó por el bosque. Me detuve, dejando mi cuerpo completamente quieto y moviendo el cuello y la cabeza sin rozar la maleza para observar en todas direcciones y tratar de discernir de donde venia ese ruido, y que clase de cosa lo estaba haciendo.
El temor y la culpa de que fuera alguno de los vampiros de la hermandad, siguiéndome y que pudiera salpicar a la muchacha me revolvió el estomago. No quería que una joven inocente, que suficientes males tenía al haberle desaparecido la familia corriera semejante riesgo, y había sido algo ingenua al permanecer a su lado aun y no haberme alejado lo suficiente de esa organizacion.
Le señale con la cabeza unas ramas bajas de un árbol que teníamos al lado, y encorve mi cuerpo para que pudiera treparse al mismo para alcanzarlas, y refugiarse en el árbol. Así pasaría desapercibida si alguna de esas personas venía, y quizás podía desviarlos y alejarlos de allí, o si era algo mas inocuo como alguna bestia, hacer uso de su arco sin ponerse en riesgo.
Apenas si había visto una aldea elfa el día anterior de camino, y la situación no me había permitido apreciarla demasiado, aunque las borrosas imágenes que tenía de ella parecían sacadas de alguna ilustración de un cuento fantástico. La duda de si mi imaginación había rellenado los huecos, o realmente tenían todas ese aspecto rondaba ahora por mi mente, apremiandome a poder investigar también sobre esa peculiar especie de Aerandir.
Asentí con la cabeza un par de veces corroborando el adjetivo que había usado, blandos, me parecía la mejor forma de definirlos. Observé por el rabillo del ojo como la muchacha se pinchaba su propia mejilla como si quisiera comprobar mi declaración. para que pudiera comparar, agachae la cabeza y le di un toque con la misma ne la mano, para que viera la dureza de las escamas, y como estas no se hundían ante la presión como si fueran una gelatina cubierta con un tul.
"31" trace en el suelo sin demasiada ceremonia, a ojo, me daba la sensación de que tenía mas o menos la misma edad que la muchacha que me acompañaba, pero con la longevidad y lo efímero de las diversas razas del continente, nunca se sabía, y las apariencias resultaban tan engañosas como los propios numeros.
"¿y tu?"
La respuesta sobre que la llevaba tan al norte me conmovió. Por lo que había observado no era extraño que la gente perdiera a sus familiares, en un viaje, o que simplemente se desvanecieran como si nunca hubieran estado allí, y por lo que tenía entendido, muchas veces no los volvían a encontrar, o no vivos por lo menos. Era un destino triste, el ir en busca de alguien aunque muchas veces solo fuera para poder enterrarlo.
Pero antes de que pudiera responder nada a aquello un ruido extraño se escuchó por el bosque. Me detuve, dejando mi cuerpo completamente quieto y moviendo el cuello y la cabeza sin rozar la maleza para observar en todas direcciones y tratar de discernir de donde venia ese ruido, y que clase de cosa lo estaba haciendo.
El temor y la culpa de que fuera alguno de los vampiros de la hermandad, siguiéndome y que pudiera salpicar a la muchacha me revolvió el estomago. No quería que una joven inocente, que suficientes males tenía al haberle desaparecido la familia corriera semejante riesgo, y había sido algo ingenua al permanecer a su lado aun y no haberme alejado lo suficiente de esa organizacion.
Le señale con la cabeza unas ramas bajas de un árbol que teníamos al lado, y encorve mi cuerpo para que pudiera treparse al mismo para alcanzarlas, y refugiarse en el árbol. Así pasaría desapercibida si alguna de esas personas venía, y quizás podía desviarlos y alejarlos de allí, o si era algo mas inocuo como alguna bestia, hacer uso de su arco sin ponerse en riesgo.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Ante aquella pregunta, Wind se quedó unos segundos pensativa intentando recordar alguna ciudad de elfos que le hubieran descrito con anterioridad a ella para explicárselo a la dragona. Al cabo de un rato, se dio cuenta de que no tenía ni idea de como eran las ciudades típicas elfas, por lo que pesar contestó a la dragona de la mejor manera de la que fue capaz. -No tengo ni idea-
Tampoco es que a la joven le molestara aquella pregunta, ya que era algo habitual que le preguntaran por cosas que se supone, debía conocer de su propia raza, pero al no haberse criado en el bosque, carecía de la mayoría de conocimientos sobre los elfos. Apenas sabía unos cuantos datos y ninguno era concreto ya que los ancianos, por mucho que quisieran que se sintiera identificada con su gente, no le llegaron a explicar demasiadas cosas. -Lamento no poder contestarte a una pregunta tan simple, pero nunca he visto ninguna aldea elfa, he vivido desde siempre en Vulwulfar- Explicó la joven intentando de algún modo, disculparse ante Arygos por no poder contestar a su duda.
-19- Contestó la muchacha mientras pensaba en la escena mental que había creado antes de una mujer de mediana edad aprendiendo a caminar, sabía que estaba mal, pero seguía causándole cierta gracia aunque probablemente, aquello fuera más bien incomodo y si lo viera, le daría lastima, lo que acabaría seguramente en un intento de ayudarla a aprender.
Cuando ambas parecían resguardadas más o menos del camino principal, la joven dedicó una corta mirada a la dragona y con un par de agiles saltos subió a la rama mas baja un arbol que estaba justo al lado de la dragona que le había servido de escalón. Prefirió quedarse en aquella rama, parecía resistente y tenía una buena altura para poder comunicarse con Arygos si era necesario. Cogió su arco lentamente y sacó una de las flechas del carcaj con la misma lentitud, como si un movmiento rapido pudiera desvelar su posición.
Observó en todas direcciones pero no se veía nada, aún así pudo deducir que el sonido venía del camino, como algo si las estuviera siguiendo. “Tal vez sean los comerciantes” Pensó sin mucha convicción “O quizás sean quien han atacado a los comerciantes” Añadió mucho más convencida de aquella segunda idea. Su expresión se había tornado seria, con una seguridad medio fingida pues nunca había tenido que disparar a ningún ser vivo que no fuera un animal y aún así, estaba dispuesta a atacar a cualquiera que intentara poner en peligro su viaje o su vida.
Los sonidos cada vez se escuchaban mas cercanos, pero no por ello se veía más que antes. La luna parecía gastarnos una broma debido a sus cortos periodos de desaparición tras las nubes, que aunque duraba apenas unos segundos, no había mucha más luz que aquella para poder ver algo en aquel bosque. La joven estaba preocupada por la blancura de su acompañante, era demasiado brillante si llegaba a darle la luz, por lo que se sintió obligada a controlar también la luz que le llegaba a Arygos.
Se quedaron completamente quietas durante unos pocos minutos, que en la tensión de la situación se le hicieron como si fueran horas. El brazo empezaba a cansarsele ligeramente, pero al menos la adrenalina la mantenía en un estado continuo de vigilia, tenía la sensación de ser capaz de escuchar cualquier cosa que pudiera ocurrir en aquel bosque.
Por fin, pudo empezar a ver algo, tan solo era una sombra y parecía tener una forma humanoide, aunque algo desfigurada, probablemente porque la oscuridad hacía unas extrañas formas sobre los cuerpos. Pasaban los segundos y cada vez tenían más cerca aquella sombra, Wind empezó a sentir verdadera tensión y parecía que en cualquier momento iba disparar aquella flecha.
De repente, la sombra aumentó el paso y en apenas unos instantes la tenían prácticamente encima. Un rayo de luz le dio directamente sobre la cabeza lo que hizo que por fin pudieran saber que era aquello -Mierda- Exclamó la joven en voz baja. Un Wendigo y parecía hambriento. “Probablemente el sonido de antes, era una caza fallida” Pensó la joven mientras se preparaba para disparar la primera flecha ya que aquella iba directa hacia ellas con una velocidad que no le gustaba en lo absoluto. No sabía si estaba solo, pero deseaba que así fuera y mientras suplicaba a la deidad de la fortuna que aquello fuera así, le disparó acertándole la flecha en el hombro izquierdo.
-Arygos, creo que vamos a tener que hacer algo mas que clavarle una flecha para que nos deje en paz- Dijo la joven sin quitarle la vista de encima al wendigo mientras cogía la siguiente flecha, esperando que la dragona supiera algo de lucha.
Tampoco es que a la joven le molestara aquella pregunta, ya que era algo habitual que le preguntaran por cosas que se supone, debía conocer de su propia raza, pero al no haberse criado en el bosque, carecía de la mayoría de conocimientos sobre los elfos. Apenas sabía unos cuantos datos y ninguno era concreto ya que los ancianos, por mucho que quisieran que se sintiera identificada con su gente, no le llegaron a explicar demasiadas cosas. -Lamento no poder contestarte a una pregunta tan simple, pero nunca he visto ninguna aldea elfa, he vivido desde siempre en Vulwulfar- Explicó la joven intentando de algún modo, disculparse ante Arygos por no poder contestar a su duda.
-19- Contestó la muchacha mientras pensaba en la escena mental que había creado antes de una mujer de mediana edad aprendiendo a caminar, sabía que estaba mal, pero seguía causándole cierta gracia aunque probablemente, aquello fuera más bien incomodo y si lo viera, le daría lastima, lo que acabaría seguramente en un intento de ayudarla a aprender.
Cuando ambas parecían resguardadas más o menos del camino principal, la joven dedicó una corta mirada a la dragona y con un par de agiles saltos subió a la rama mas baja un arbol que estaba justo al lado de la dragona que le había servido de escalón. Prefirió quedarse en aquella rama, parecía resistente y tenía una buena altura para poder comunicarse con Arygos si era necesario. Cogió su arco lentamente y sacó una de las flechas del carcaj con la misma lentitud, como si un movmiento rapido pudiera desvelar su posición.
Observó en todas direcciones pero no se veía nada, aún así pudo deducir que el sonido venía del camino, como algo si las estuviera siguiendo. “Tal vez sean los comerciantes” Pensó sin mucha convicción “O quizás sean quien han atacado a los comerciantes” Añadió mucho más convencida de aquella segunda idea. Su expresión se había tornado seria, con una seguridad medio fingida pues nunca había tenido que disparar a ningún ser vivo que no fuera un animal y aún así, estaba dispuesta a atacar a cualquiera que intentara poner en peligro su viaje o su vida.
Los sonidos cada vez se escuchaban mas cercanos, pero no por ello se veía más que antes. La luna parecía gastarnos una broma debido a sus cortos periodos de desaparición tras las nubes, que aunque duraba apenas unos segundos, no había mucha más luz que aquella para poder ver algo en aquel bosque. La joven estaba preocupada por la blancura de su acompañante, era demasiado brillante si llegaba a darle la luz, por lo que se sintió obligada a controlar también la luz que le llegaba a Arygos.
Se quedaron completamente quietas durante unos pocos minutos, que en la tensión de la situación se le hicieron como si fueran horas. El brazo empezaba a cansarsele ligeramente, pero al menos la adrenalina la mantenía en un estado continuo de vigilia, tenía la sensación de ser capaz de escuchar cualquier cosa que pudiera ocurrir en aquel bosque.
Por fin, pudo empezar a ver algo, tan solo era una sombra y parecía tener una forma humanoide, aunque algo desfigurada, probablemente porque la oscuridad hacía unas extrañas formas sobre los cuerpos. Pasaban los segundos y cada vez tenían más cerca aquella sombra, Wind empezó a sentir verdadera tensión y parecía que en cualquier momento iba disparar aquella flecha.
De repente, la sombra aumentó el paso y en apenas unos instantes la tenían prácticamente encima. Un rayo de luz le dio directamente sobre la cabeza lo que hizo que por fin pudieran saber que era aquello -Mierda- Exclamó la joven en voz baja. Un Wendigo y parecía hambriento. “Probablemente el sonido de antes, era una caza fallida” Pensó la joven mientras se preparaba para disparar la primera flecha ya que aquella iba directa hacia ellas con una velocidad que no le gustaba en lo absoluto. No sabía si estaba solo, pero deseaba que así fuera y mientras suplicaba a la deidad de la fortuna que aquello fuera así, le disparó acertándole la flecha en el hombro izquierdo.
-Arygos, creo que vamos a tener que hacer algo mas que clavarle una flecha para que nos deje en paz- Dijo la joven sin quitarle la vista de encima al wendigo mientras cogía la siguiente flecha, esperando que la dragona supiera algo de lucha.
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Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Si bien no pude detener un suspiro de alivio al ver que no era un ejercito furibundo de vampiros y biocibernéticos, la imagen que tenía delante no era tampoco especialmente consoladora. Una bestia que tenía una forma antropomorfa pero sumamente atrofiada nos miraba con sus brillantes ojos hambrientos. Su cuerpo, chupado como si tuviera alguna clase de raquitismo parecía haber sido estirado hasta quedar completamente desproporcionado, la piel se estiraba sobre los huesos como si no tuviese apenas grasa o carne, y el tono de la misma recordaba al de la carne descompuesta.
Asociación que no fue tomada del aire, si no que fue claramente influenciable por el olor a carroña que desprendía su fétido halieto, que se escapaba por unos filosos dientes preparados para desgarrar carne.
La criatura se desestabilizó ligeramente al recibir el flechazo en el hombro, y con su alargada mano, que en vez de dedos poseía garras arrancó parte de la misma en un gesto sumamente humano para que no le estorbase.
La elfa tenía razón, aquel bicho parecía hambriento, y no tener ninguna intención de retirarse, y después de haber sido acertado, su mirada se alzó hacia la arquera casi relamiéndose al ver una presa mas suculenta.
Los reptiles no tendemos a ser un alimento deseado para la mayoría de predadores.
Rugí, rugí bien fuerte, todo lo que pude para intentar amedrentar a esa criatura, y lo único que logré fue que mas bandada de pájaros, y que los roedores de la zona salieran corriendo en todas direcciones intentando huir de donde me encontraba, pero el wendigo siguió allí, y se abalanzó hacia mi para tratar de trepar al árbol.
Lo tomé de la pierna con los dientes, y lo arrojé bien lejos, haciendo impactar a la criatura contra un arbol, que dejó de mirar a la elfa, viendo que no podría llegar a su cena sin deshacerse de quien la custodiaba.
Se aceró a una gran velocidad, y lanzó un garrazo directo hacia mi abdomen, pero cuando me doblé para esquivarlo, me percate, algo tarde,d e que aquello era una finta, y sus filosos dientes, presionaban las escamas de uno de mis hombros. Lo barrí de un coletazo antes de que pudiera atravesar la gruesa piel con ellos, y aunque no había logrado herirme, me encontraba ahora sumamente aterrada.
Me había engañado, esa criatura, mas fuerte que un humano, y con las habilidades derivadas de su morfología de un predador tenía experiencia en combate, probablemente mas que la mía, y era capaz de engañar a sus adversarios.
Con una rapidez asombrosa, se internó entre la maleza desapareciendo de nuestra vista. Podía escuchar algunos ruidos de movimiento tras los arbustos, tras algunos robles, nos estaba acechando, buscaba el mejor momento para abalanzarse encima nuestro, o incluso una buena forma de llegar a mi pequeña compañera sin tener que pasar por encima mio.
Volar, si hubiera estado sola habría sido la solución a todos mis problemas, salir volando y alejarme de esa criatura por los cielos donde no podría seguirme. Pero no podía dejar a la pequeña elfa, perdida, en medio del bosque, y con una bestia que la había marcado como su cena.
Asociación que no fue tomada del aire, si no que fue claramente influenciable por el olor a carroña que desprendía su fétido halieto, que se escapaba por unos filosos dientes preparados para desgarrar carne.
La criatura se desestabilizó ligeramente al recibir el flechazo en el hombro, y con su alargada mano, que en vez de dedos poseía garras arrancó parte de la misma en un gesto sumamente humano para que no le estorbase.
La elfa tenía razón, aquel bicho parecía hambriento, y no tener ninguna intención de retirarse, y después de haber sido acertado, su mirada se alzó hacia la arquera casi relamiéndose al ver una presa mas suculenta.
Los reptiles no tendemos a ser un alimento deseado para la mayoría de predadores.
Rugí, rugí bien fuerte, todo lo que pude para intentar amedrentar a esa criatura, y lo único que logré fue que mas bandada de pájaros, y que los roedores de la zona salieran corriendo en todas direcciones intentando huir de donde me encontraba, pero el wendigo siguió allí, y se abalanzó hacia mi para tratar de trepar al árbol.
Lo tomé de la pierna con los dientes, y lo arrojé bien lejos, haciendo impactar a la criatura contra un arbol, que dejó de mirar a la elfa, viendo que no podría llegar a su cena sin deshacerse de quien la custodiaba.
Se aceró a una gran velocidad, y lanzó un garrazo directo hacia mi abdomen, pero cuando me doblé para esquivarlo, me percate, algo tarde,d e que aquello era una finta, y sus filosos dientes, presionaban las escamas de uno de mis hombros. Lo barrí de un coletazo antes de que pudiera atravesar la gruesa piel con ellos, y aunque no había logrado herirme, me encontraba ahora sumamente aterrada.
Me había engañado, esa criatura, mas fuerte que un humano, y con las habilidades derivadas de su morfología de un predador tenía experiencia en combate, probablemente mas que la mía, y era capaz de engañar a sus adversarios.
Con una rapidez asombrosa, se internó entre la maleza desapareciendo de nuestra vista. Podía escuchar algunos ruidos de movimiento tras los arbustos, tras algunos robles, nos estaba acechando, buscaba el mejor momento para abalanzarse encima nuestro, o incluso una buena forma de llegar a mi pequeña compañera sin tener que pasar por encima mio.
Volar, si hubiera estado sola habría sido la solución a todos mis problemas, salir volando y alejarme de esa criatura por los cielos donde no podría seguirme. Pero no podía dejar a la pequeña elfa, perdida, en medio del bosque, y con una bestia que la había marcado como su cena.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Aun con todo, la joven estaba aliviada de que aquello al fin y al cabo fuera una bestia ya que de haber sido un humano, no estaba segura de haber sido capaz de dispararle. Decidió que enfocar esto como una cacería sería la manera más simple de hacerlo por lo que empezó a ver a aquella bestia como si fuera un simple animal, una presa que podría cocinar la fuego más tarde o incluso vender en alguna ciudad.
Aunque lo intentó con verdaderas ganas, la forma humanoide y los movimientos tan humanos de aquel ser, se lo ponían difícil. Parecía más un humano que estaba deformado que una bestia dispuesta a cazar su cena.
Las enseñanzas de su abuelo resonaban todo el rato en su cabeza como si aquello fuera un mantra: “No tiembles, no titubees, no sudes y mantente alerta”. Sabía que si olvidaba cualquiera de esas cosas podría acabar muerta en cuestión de minutos por lo que intentó agudizar su vista y su oído intentando seguir con mayor facilidad al wendigo.
-No le ha hecho ni cosquillas- Dijo la joven en voz baja al ver al animal quitarse la flecha con una mano. La verdad era que el rugido tampoco había servido de mucho, sin embargo si que sobresalto ligeramente a la muchacha, haciendo que mirara a la dragona por un instante completamente sorprendida por aquella potencia. Parecía que el hambre de aquel ser era bastante superior a su miedo y eso lo hacía peligroso, sobretodo para pequeña elfa, que parecía haberse convertido en la cena más deseada para aquel animal.
Wind continuó recitando las frases de su abuelo una y otra vez, intentando no caer presa del pánico por ser el principal objetivo del wendigo; si empezaba a temer, empezaría a temblar y si temblaba, o podría acertar sus flechas. Era un razonamiento lógico pero parecía que el cerebro de la muchacha no era capaz de procesar bien aquella información y el miedo empezó a llegarle poco a poco, especialmente cuando la criatura intentó saltar sobre ella.
Arygos la había salvado -Gracias- Balbuceó en voz baja, de la manera más decente que pudo. Al menos aquel fuerte golpe contra el tronco si que pareció efectivo, ahora por fin había apartado la vista de la elfa, pero por desgracia la había puesto sobre la dragona. Aquel engaño pilló por sorpresa a la joven, no estaba segura de que había sucedido pero desde luego el miedo empezaba a hacerse notable tanto en la elfa como en la dragona.
-Mierda, ¿No estas herida no?- Preguntó Wind con una voz ronca cuando perdió de vista al animal, esperando que no hubiera llegado a envenenar a su compañera. Tenía la boca seca y no sabía por donde atacaría aquella bestia y eso solo podría significar que tenía miedo, más del que había tenido en toda su vida. Mientras la bestia estaba escondida, aprovechó para intentar ordenar sus ideas y pensar en como acabar con el animal. Las palabras de su abuelo seguían resonando en su cabeza “Si tienes miedo y pierdes la calma, estarás a merced del animal”.
Al cabo de unos segundos, consiguió ordenar su cabeza mas o menos.
Empezó a prestar atención a todos los sonidos que estaban sucediéndose en el bosque intentando descubrir cual de aquellos era el wendigo. Al cabo de unos instantes, escuchó un sonido que venía de arriba pero de unos pocos arboles a su espalda así que con un grito alertó a Arygos -POR ARRIBA, SAL AL CAMINO- y siguiendo sus propias ordenes, salió de la arropada zona de los arboles lo más rápido que pudo para llegar al camino. Ahí estarían mas seguras o al menos, eso esperaba. Pocos segundos después la bestia cayó a pocos centímetros de ella, haciéndola caer al suelo de espaldas por la impresión. Es esa posición estaba completamente desprotegida, y la bestia parecía estar a punto de abalanzarse sobre ella para darle el primer mordisco, pero como pudo, con la flecha que aun tenia en la mano, la clavó en lo que parecía el talón esperando que ahí el dolor fuera mayor y sus movimientos se vieran ralentizados. Parece que acertó y mientras el animal se retorcía para quitarse aquello, Wind consiguió levantarse.
-Arygos, si quieres puedes irte, no esta interesado en ti- Dijo la joven completamente preocupada por si la dragona salía herida en aquella lucha. Wind no sabía tratar heridas de wendigo y si la dragona salía herida no sabía que pasaría con el veneno. -En serio- Añadió mostrando una seguridad que no tenía, pero la preocupación, le podía más que el miedo por si misma.
Aunque lo intentó con verdaderas ganas, la forma humanoide y los movimientos tan humanos de aquel ser, se lo ponían difícil. Parecía más un humano que estaba deformado que una bestia dispuesta a cazar su cena.
Las enseñanzas de su abuelo resonaban todo el rato en su cabeza como si aquello fuera un mantra: “No tiembles, no titubees, no sudes y mantente alerta”. Sabía que si olvidaba cualquiera de esas cosas podría acabar muerta en cuestión de minutos por lo que intentó agudizar su vista y su oído intentando seguir con mayor facilidad al wendigo.
-No le ha hecho ni cosquillas- Dijo la joven en voz baja al ver al animal quitarse la flecha con una mano. La verdad era que el rugido tampoco había servido de mucho, sin embargo si que sobresalto ligeramente a la muchacha, haciendo que mirara a la dragona por un instante completamente sorprendida por aquella potencia. Parecía que el hambre de aquel ser era bastante superior a su miedo y eso lo hacía peligroso, sobretodo para pequeña elfa, que parecía haberse convertido en la cena más deseada para aquel animal.
Wind continuó recitando las frases de su abuelo una y otra vez, intentando no caer presa del pánico por ser el principal objetivo del wendigo; si empezaba a temer, empezaría a temblar y si temblaba, o podría acertar sus flechas. Era un razonamiento lógico pero parecía que el cerebro de la muchacha no era capaz de procesar bien aquella información y el miedo empezó a llegarle poco a poco, especialmente cuando la criatura intentó saltar sobre ella.
Arygos la había salvado -Gracias- Balbuceó en voz baja, de la manera más decente que pudo. Al menos aquel fuerte golpe contra el tronco si que pareció efectivo, ahora por fin había apartado la vista de la elfa, pero por desgracia la había puesto sobre la dragona. Aquel engaño pilló por sorpresa a la joven, no estaba segura de que había sucedido pero desde luego el miedo empezaba a hacerse notable tanto en la elfa como en la dragona.
-Mierda, ¿No estas herida no?- Preguntó Wind con una voz ronca cuando perdió de vista al animal, esperando que no hubiera llegado a envenenar a su compañera. Tenía la boca seca y no sabía por donde atacaría aquella bestia y eso solo podría significar que tenía miedo, más del que había tenido en toda su vida. Mientras la bestia estaba escondida, aprovechó para intentar ordenar sus ideas y pensar en como acabar con el animal. Las palabras de su abuelo seguían resonando en su cabeza “Si tienes miedo y pierdes la calma, estarás a merced del animal”.
Al cabo de unos segundos, consiguió ordenar su cabeza mas o menos.
Empezó a prestar atención a todos los sonidos que estaban sucediéndose en el bosque intentando descubrir cual de aquellos era el wendigo. Al cabo de unos instantes, escuchó un sonido que venía de arriba pero de unos pocos arboles a su espalda así que con un grito alertó a Arygos -POR ARRIBA, SAL AL CAMINO- y siguiendo sus propias ordenes, salió de la arropada zona de los arboles lo más rápido que pudo para llegar al camino. Ahí estarían mas seguras o al menos, eso esperaba. Pocos segundos después la bestia cayó a pocos centímetros de ella, haciéndola caer al suelo de espaldas por la impresión. Es esa posición estaba completamente desprotegida, y la bestia parecía estar a punto de abalanzarse sobre ella para darle el primer mordisco, pero como pudo, con la flecha que aun tenia en la mano, la clavó en lo que parecía el talón esperando que ahí el dolor fuera mayor y sus movimientos se vieran ralentizados. Parece que acertó y mientras el animal se retorcía para quitarse aquello, Wind consiguió levantarse.
-Arygos, si quieres puedes irte, no esta interesado en ti- Dijo la joven completamente preocupada por si la dragona salía herida en aquella lucha. Wind no sabía tratar heridas de wendigo y si la dragona salía herida no sabía que pasaría con el veneno. -En serio- Añadió mostrando una seguridad que no tenía, pero la preocupación, le podía más que el miedo por si misma.
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Negué escuetamente cuando me preguntó pro su salud, a lo sumo me saldría un moretón, pero por suerte sus dientes no habían logrado llegar a la carne.
Tampoco es que estuviéramos en situación de ver nuestro estado, si no prestábamos atención a la criatura, poco importaría un mordisco en comparación con lo que parecía querer hacerle aquella bestia a la pequeña elfa, que no era tan frágil como se me había antojado a primera vista.
El aviso de la joven fue bien recibido, aunque muy justo, cuando la muchacha cayo al suelo el wendigo le siguió de cerca. Una flecha oportuna le dio el tiempo suficiente como para levantarse y apartarse, y de forma brusca empuje, a la criatura apra interponerme entre ambos.
Solo había un pequeño problema, esa criatura era muy ágil y yo... bueno, yo tenía fuerza y agua hirviendo, pero de nada servía si podía esquivar mis ataques con tanta facilidad.
Aun así no pensaba irme, solté un gruñido de disconformidad cuando la joven insistió en aquello Irme ahora era lo mismo que dejarla morir, y me haría tan culpable de ello como al propio wendigo, quien por otra parte, dudaba que se sintiera especialmente mal por acabar con la vida de la elfa.
El wendigo se abalanzó una vez mas, pero saltó hacia atrás cuando lancé un mordisco en su dirección, y de ese modo empecé a mantenerlo a distancia, se acercaba por un lado y justo empezaba a agredirlo de ese modo, haciendo que quedáramos en una especie de tablas en las cuales ninguno salía herido, ni avanzaba hacia ningún lado, pero que con el tiempo resultaría agotador, al menos para mi. ¿Sentiría cansancio aquella bestia, o sería tan inmune a ello como lo era al miedo?
De todos modos, parecía que no iba a tener tiempo para averiguar aquello. Intentando romper el empate en el que nos encontrábamos estancados lancé un chorro de agua hirviendo, extendiendo el cuello y la cabeza hacia adelante. El wendigo salto, y usando mi propio lomo se impulsó para meterse nuevamente entre las copas de los arboles.
Silenció, no se escuchaba a nadie moverse, pero sentía su mirada encima aun, la oscuridad no me permitía ver donde se escondía, y ahora que no hacía ruidos al saltar de un lado al otro, dudaba de si me estaba poniendo paranoica o realmente había huido esa bestia.
Lentamente me separé de la muchacha, y caminé por el espacio que teníamos entre los arboles, mirando fijamente en diferentes lugares buscando a aquel ser de pesadilla.
Tampoco es que estuviéramos en situación de ver nuestro estado, si no prestábamos atención a la criatura, poco importaría un mordisco en comparación con lo que parecía querer hacerle aquella bestia a la pequeña elfa, que no era tan frágil como se me había antojado a primera vista.
El aviso de la joven fue bien recibido, aunque muy justo, cuando la muchacha cayo al suelo el wendigo le siguió de cerca. Una flecha oportuna le dio el tiempo suficiente como para levantarse y apartarse, y de forma brusca empuje, a la criatura apra interponerme entre ambos.
Solo había un pequeño problema, esa criatura era muy ágil y yo... bueno, yo tenía fuerza y agua hirviendo, pero de nada servía si podía esquivar mis ataques con tanta facilidad.
Aun así no pensaba irme, solté un gruñido de disconformidad cuando la joven insistió en aquello Irme ahora era lo mismo que dejarla morir, y me haría tan culpable de ello como al propio wendigo, quien por otra parte, dudaba que se sintiera especialmente mal por acabar con la vida de la elfa.
El wendigo se abalanzó una vez mas, pero saltó hacia atrás cuando lancé un mordisco en su dirección, y de ese modo empecé a mantenerlo a distancia, se acercaba por un lado y justo empezaba a agredirlo de ese modo, haciendo que quedáramos en una especie de tablas en las cuales ninguno salía herido, ni avanzaba hacia ningún lado, pero que con el tiempo resultaría agotador, al menos para mi. ¿Sentiría cansancio aquella bestia, o sería tan inmune a ello como lo era al miedo?
De todos modos, parecía que no iba a tener tiempo para averiguar aquello. Intentando romper el empate en el que nos encontrábamos estancados lancé un chorro de agua hirviendo, extendiendo el cuello y la cabeza hacia adelante. El wendigo salto, y usando mi propio lomo se impulsó para meterse nuevamente entre las copas de los arboles.
Silenció, no se escuchaba a nadie moverse, pero sentía su mirada encima aun, la oscuridad no me permitía ver donde se escondía, y ahora que no hacía ruidos al saltar de un lado al otro, dudaba de si me estaba poniendo paranoica o realmente había huido esa bestia.
Lentamente me separé de la muchacha, y caminé por el espacio que teníamos entre los arboles, mirando fijamente en diferentes lugares buscando a aquel ser de pesadilla.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Wind no pudo evitar sentirse aliviada cuando la dragona soltó aquel gruñido. Seguía preocupada, pero el hecho de que Arygos no tuviera la intención de dejarla sola la ayudó a tranquilizarse en esa situación tan tensa.
La muchacha empezó a pensar estrategias o alguna manera de poder acabar con la bestia, ya que de esa manera iba a ser agotador para ambas y dudaba mucho que el wendigo se cansara. El animal tenía demasiado hambre y no iba desaprovechar la oportunidad de darse un festín con nosotras. La elfa recogió el arco en cuanto la dragona le brindó oportunidad y tensó otra flecha, esperando el momento más oportuno para volver a atacar al wendigo.
-Arygos, si seguimos así acabarás agotada.- Dijo la muchacha en voz baja con preocupación mientras tensaba el arco. Al cabo de unos instantes la joven se dio cuenta de que el arco empezaba a resultar inútil “Las flechas parecen ridículas” Pensó la elfa cuando se dio cuenta que acertar mientras estaban en movimiento era francamente complicado.
La bestia atacaba con rapidez y Arygos respondía con la misma rapidez, parecía que estaban bailando, se leían los movimientos y eso parecía no acabar nunca, hasta que aquel chorro de agua sobresaltó a Wind ya que no sabía que aquella dragona podía hacer algo como eso pero le pareció francamente útil para combatir al wendigo.
Por desgracia, la alegría de aquel ataque duró poco porque perder de nuevo de vista a aquella bestia, no le hacía ninguna ilusión. Intentó hacer lo mismo de antes, pero no pudo escuchar nada así que empezó a pensar todo lo rápido que pudo en una solución para acabar con él. -Si conseguimos que se quede quieto tal vez...- Dijo Wind sin saber como llevar a cabo esa idea. Esperaba que a la dragona se le ocurriera algo deprisa porque no estaba segura de poder pensar en algo mucho mas elaborado.
La sed de sangre de aquella bestia se hacía notar, no se había ido y la elfa estaba segura de que no pensaba hacerlo. Repentinamente, el wendigo cayó en el lomo de la dragona y justo en ese momento Wind soltó la flecha con la esperanza de haberle dado en algún punto vital pero no parecía que la suerte estuviera de su lado, lo único que había conseguido era que, en vez de volver a morder a Arygos, la atención volviera a centrarse sobre la elfa. Los instantes en los que aquel animal se quedó mirando a la joven, a ésta se le ocurrió una idea -¡Si se me tira, atacalo tan fuerte como puedas!- Gritó mientras veía como la bestia estaba a punto de echarsele encima sin darle tiempo para esquivarlo.
Volvió a caer al suelo y notaba el putrefacto aliento del animal en su hombro, a punto de morderle. No tenía fuerza para quitarle de encima y esta vez no tenía ninguna flecha en la mano para defenderse. Sólo le quedaba rezar para que la dragona pudiera quitarselo de encima. Si conseguía hacer aquello, tal vez podría cargar una flecha y acabar con él cuando estuviera aún aturdido pero era algo que veía francamente complicado y esperaba que la dragona tuviera alguna idea mejor que esa o al menos, algo más fiable.
La muchacha empezó a pensar estrategias o alguna manera de poder acabar con la bestia, ya que de esa manera iba a ser agotador para ambas y dudaba mucho que el wendigo se cansara. El animal tenía demasiado hambre y no iba desaprovechar la oportunidad de darse un festín con nosotras. La elfa recogió el arco en cuanto la dragona le brindó oportunidad y tensó otra flecha, esperando el momento más oportuno para volver a atacar al wendigo.
-Arygos, si seguimos así acabarás agotada.- Dijo la muchacha en voz baja con preocupación mientras tensaba el arco. Al cabo de unos instantes la joven se dio cuenta de que el arco empezaba a resultar inútil “Las flechas parecen ridículas” Pensó la elfa cuando se dio cuenta que acertar mientras estaban en movimiento era francamente complicado.
La bestia atacaba con rapidez y Arygos respondía con la misma rapidez, parecía que estaban bailando, se leían los movimientos y eso parecía no acabar nunca, hasta que aquel chorro de agua sobresaltó a Wind ya que no sabía que aquella dragona podía hacer algo como eso pero le pareció francamente útil para combatir al wendigo.
Por desgracia, la alegría de aquel ataque duró poco porque perder de nuevo de vista a aquella bestia, no le hacía ninguna ilusión. Intentó hacer lo mismo de antes, pero no pudo escuchar nada así que empezó a pensar todo lo rápido que pudo en una solución para acabar con él. -Si conseguimos que se quede quieto tal vez...- Dijo Wind sin saber como llevar a cabo esa idea. Esperaba que a la dragona se le ocurriera algo deprisa porque no estaba segura de poder pensar en algo mucho mas elaborado.
La sed de sangre de aquella bestia se hacía notar, no se había ido y la elfa estaba segura de que no pensaba hacerlo. Repentinamente, el wendigo cayó en el lomo de la dragona y justo en ese momento Wind soltó la flecha con la esperanza de haberle dado en algún punto vital pero no parecía que la suerte estuviera de su lado, lo único que había conseguido era que, en vez de volver a morder a Arygos, la atención volviera a centrarse sobre la elfa. Los instantes en los que aquel animal se quedó mirando a la joven, a ésta se le ocurrió una idea -¡Si se me tira, atacalo tan fuerte como puedas!- Gritó mientras veía como la bestia estaba a punto de echarsele encima sin darle tiempo para esquivarlo.
Volvió a caer al suelo y notaba el putrefacto aliento del animal en su hombro, a punto de morderle. No tenía fuerza para quitarle de encima y esta vez no tenía ninguna flecha en la mano para defenderse. Sólo le quedaba rezar para que la dragona pudiera quitarselo de encima. Si conseguía hacer aquello, tal vez podría cargar una flecha y acabar con él cuando estuviera aún aturdido pero era algo que veía francamente complicado y esperaba que la dragona tuviera alguna idea mejor que esa o al menos, algo más fiable.
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Que se quedara quito habría sido algo hermoso, habría podido romper con facilidad sus delgadas extremidades o incluso su cráneo, pero no, parecía no querer cedernos esa ventaja y no me sorprendía de ello.
Prefería mil veces pelear con osos, o felinos grandes, que si bien eran mucho mas fuertes, también mucho mas estúpidos, y por lo tanto, fáciles de matar. Conocía a los animales, como se mueven, como cazan, como marcan su territorio, pero aquel bicho tenía de animal solo la apariencia y a medias, y estaba resultando ser mucho mas complejo de abatir de lo que cabria imaginar.
El wendigo salió finalmente de la maleza, y se lanzó hacia mi lomo, sentí su peso impactar con fuerza contra mi espalda, pero al girar el cuello para morderlo, la bestia ya se había impulsado sobre mi cuerpo para abalanzarse sobre la elfa, y se encontraba encima de la misma, en el suelo apunto de darse un festín... quieto. ¡Quieto!
Me estiré hacia el mismo y cerré mis fauces entorno a su cuello, apretando todo lo que podía, no pesaba soltarlo, y teniéndolo de espaldas, poco podía hacer para soltarse. Contorsionaba los brazos intentando rasgarme con sus garras para que lo soltara, mientras emitía chillidos que no podía identificar como nada en concreto y salivaba sobre la joven sobre la que nos estábamos peleando.
Sus huesos eran mas duros de lo que había imaginado, y viendo que por presión no podía romperlos, giré bruscamente el cuello para desnucarlo, del mismo modo que hacen los lobos con los conejos, u otras presas.
Un sonoro crack, ruido que marcaba la rotura de su cuerpo precedió a la languidez de aquella criatura deforme, cuya cabeza caía como peso muerto, como si su cuerpo ya no la pudiera sostener mas.
Abrí la boca dejando que el wendigo cayese sobre el suelo con un ruido sordo y seco, y permanecí inmobil tratando de recuperar el aliento y asimilar todo aquello. Mi mirada pasó entonces hacia a la joven, examinando su estado y buscando cualquier herida en la misma, mientras pasaba el hocico por debajo de su brazo intentando levantarla.
"¿Como te sientes?" Escribí con una pésima letra en la tierra con la cola.
Prefería mil veces pelear con osos, o felinos grandes, que si bien eran mucho mas fuertes, también mucho mas estúpidos, y por lo tanto, fáciles de matar. Conocía a los animales, como se mueven, como cazan, como marcan su territorio, pero aquel bicho tenía de animal solo la apariencia y a medias, y estaba resultando ser mucho mas complejo de abatir de lo que cabria imaginar.
El wendigo salió finalmente de la maleza, y se lanzó hacia mi lomo, sentí su peso impactar con fuerza contra mi espalda, pero al girar el cuello para morderlo, la bestia ya se había impulsado sobre mi cuerpo para abalanzarse sobre la elfa, y se encontraba encima de la misma, en el suelo apunto de darse un festín... quieto. ¡Quieto!
Me estiré hacia el mismo y cerré mis fauces entorno a su cuello, apretando todo lo que podía, no pesaba soltarlo, y teniéndolo de espaldas, poco podía hacer para soltarse. Contorsionaba los brazos intentando rasgarme con sus garras para que lo soltara, mientras emitía chillidos que no podía identificar como nada en concreto y salivaba sobre la joven sobre la que nos estábamos peleando.
Sus huesos eran mas duros de lo que había imaginado, y viendo que por presión no podía romperlos, giré bruscamente el cuello para desnucarlo, del mismo modo que hacen los lobos con los conejos, u otras presas.
Un sonoro crack, ruido que marcaba la rotura de su cuerpo precedió a la languidez de aquella criatura deforme, cuya cabeza caía como peso muerto, como si su cuerpo ya no la pudiera sostener mas.
Abrí la boca dejando que el wendigo cayese sobre el suelo con un ruido sordo y seco, y permanecí inmobil tratando de recuperar el aliento y asimilar todo aquello. Mi mirada pasó entonces hacia a la joven, examinando su estado y buscando cualquier herida en la misma, mientras pasaba el hocico por debajo de su brazo intentando levantarla.
"¿Como te sientes?" Escribí con una pésima letra en la tierra con la cola.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Wind estaba a punto de darse por vencida, el aliento del animal estaba demasiado cerca y casi podía notar los dientes sobre su piel, pero como si alguna deidad le hubiera sonreído la bestia se quedó quieta, como si estuviera deleitándose al pensar en la jugosa caerse de la joven elfa. Aquel instante en el que se quedó quieto simplemente respirando sobre la la elfa, era el momento, el mejor y único momento que tenían para poder acabar con él.
Cuando vio a la dragona agarrar al wendigo con sus fauces sintió un enorme alivio. “No me ha mordido” Pensó mientras daba un pequeño suspiro. Observó completamente con los ojos como platos la lucha de la dragona con el animal mientras notaba la sangre de aquella bestia caer sobre ella. Estaba helada, la fuerza que debía tener en la mandíbula Arygos debía ser sorprendente pues el animal no tenía ninguna oportunidad contra ella. Los chillidos de la bestia hacía que se le erizara la piel, tenía miedo, miedo y asco. La saliva caía junto con la sangre y la muchacha empezó a sentir nauseas, empezaba a ser demasiado para ella hasta que un chasquido hizo que no pudiera contenerse más y como pudo se contorsionó de tal manera que quedara cara al suelo y se arrastró un poco. Acto seguido vomitó evitando ver como el animal caía al suelo.
Continuó unos segundos mirando el suelo hasta que sintió que las nauseas paraban y se incorporó quedándose sentada en el suelo unos segundos. Después levantó la mirada poco a poco, tenía una expresión que juntaba el miedo con el asco además de los ojos completamente llorosos por haber vomitado. Vio algo escrito en el suelo y lo leyó como pudo, -¿Como me siento?- Repitió en voz baja, no sabía como se sentía así que simplemente dijo -Mal- No podía darle más explicaciones, eso resumía todo lo que sentía. -¿Como te encuentras tú?- Dijo la joven con un hilo de voz.
Repentinamente cayó en la cuenta de que el wendigo había mordido a la dragona y la joven entró en pánico, se levantó repentinamente haciendo que se mareara y sin pedir permiso ni pensarlo mucho más, se abalanzó a la dragona donde antes había sido mordida. Palpó un poco la zona con delicadeza intentando no hacerle daño pero no vio ninguna herida, aquello le hizo suspirar profundamente -Menos mal- dijo la joven completamente aliviada pues probablemente la dragona no tendría ningún problema con aquel ataque.
Después de todo aquello empezó a sentir dolores agudos en distintas zonas de su cuerpo. Tenía una herida en la rodilla derecha que no parecía muy profunda, además tenía un corte no demasiado grave en el brazo izquierdo. Se vio pequeños moratones en ambas piernas y la espalda le dolía mucho, probablemente porque había caído sobre sus flechas cuando el Wendigo se tiró sobre ella pero aparte de eso, no parecía tener ninguna herida grave.
Intentó no pensar en su ropa cubierta de sangre y polvo pero tenía demasiadas ganas de quitarse aquel vestido y lavarlo en algún riachuelo. -¿Sabes si hay algún riachuelo por aquí?- Preguntó a la dragona sin muchas esperanzas.
Mientras Arygos pensaba en aquello, sacó unas vendas de su bolsa junto con una bolsita con un poco de barrimorth que había recolectado antes de que el invierno empezara a desaparecer. La hierba estaba ya un poco seca, pero aún así la aplastó un poco con las manos y puso un poco de agua en las vendas, después colocó las hierbas machacadas haciendo una especie de mejunje y se puso las vendas en el brazo y en la pierna. Le quedaron demasiado apretadas y no estaba segura de que aquello durara mucho tiempo, pero al menos, no se le infectarían las heridas.
Se levantó y miró a la dragona ahora con una expresión mucho más calmada, dispuesta a continuar el camino o a encontrar algún sitio donde descansar un poco. -Cuando quieras- Dijo Wind esperando que Arygos estuviera preparada también para reemprender el viaje.
*Profesión alqimista: La alquimia es un extraño producto en donde se mezcla una incipiente ciencia con el saber antiguo y los materiales propios de Aerandir, los cuales muchas veces serían imposibles de encontrar en la Tierra. Esto da como resultado pociones o mezclas de características inusuales, las cuales parecen mágicas. Uno de sus usos más comúnes es la creación de pócimas sanadoras.
Cuando vio a la dragona agarrar al wendigo con sus fauces sintió un enorme alivio. “No me ha mordido” Pensó mientras daba un pequeño suspiro. Observó completamente con los ojos como platos la lucha de la dragona con el animal mientras notaba la sangre de aquella bestia caer sobre ella. Estaba helada, la fuerza que debía tener en la mandíbula Arygos debía ser sorprendente pues el animal no tenía ninguna oportunidad contra ella. Los chillidos de la bestia hacía que se le erizara la piel, tenía miedo, miedo y asco. La saliva caía junto con la sangre y la muchacha empezó a sentir nauseas, empezaba a ser demasiado para ella hasta que un chasquido hizo que no pudiera contenerse más y como pudo se contorsionó de tal manera que quedara cara al suelo y se arrastró un poco. Acto seguido vomitó evitando ver como el animal caía al suelo.
Continuó unos segundos mirando el suelo hasta que sintió que las nauseas paraban y se incorporó quedándose sentada en el suelo unos segundos. Después levantó la mirada poco a poco, tenía una expresión que juntaba el miedo con el asco además de los ojos completamente llorosos por haber vomitado. Vio algo escrito en el suelo y lo leyó como pudo, -¿Como me siento?- Repitió en voz baja, no sabía como se sentía así que simplemente dijo -Mal- No podía darle más explicaciones, eso resumía todo lo que sentía. -¿Como te encuentras tú?- Dijo la joven con un hilo de voz.
Repentinamente cayó en la cuenta de que el wendigo había mordido a la dragona y la joven entró en pánico, se levantó repentinamente haciendo que se mareara y sin pedir permiso ni pensarlo mucho más, se abalanzó a la dragona donde antes había sido mordida. Palpó un poco la zona con delicadeza intentando no hacerle daño pero no vio ninguna herida, aquello le hizo suspirar profundamente -Menos mal- dijo la joven completamente aliviada pues probablemente la dragona no tendría ningún problema con aquel ataque.
Después de todo aquello empezó a sentir dolores agudos en distintas zonas de su cuerpo. Tenía una herida en la rodilla derecha que no parecía muy profunda, además tenía un corte no demasiado grave en el brazo izquierdo. Se vio pequeños moratones en ambas piernas y la espalda le dolía mucho, probablemente porque había caído sobre sus flechas cuando el Wendigo se tiró sobre ella pero aparte de eso, no parecía tener ninguna herida grave.
Intentó no pensar en su ropa cubierta de sangre y polvo pero tenía demasiadas ganas de quitarse aquel vestido y lavarlo en algún riachuelo. -¿Sabes si hay algún riachuelo por aquí?- Preguntó a la dragona sin muchas esperanzas.
Mientras Arygos pensaba en aquello, sacó unas vendas de su bolsa junto con una bolsita con un poco de barrimorth que había recolectado antes de que el invierno empezara a desaparecer. La hierba estaba ya un poco seca, pero aún así la aplastó un poco con las manos y puso un poco de agua en las vendas, después colocó las hierbas machacadas haciendo una especie de mejunje y se puso las vendas en el brazo y en la pierna. Le quedaron demasiado apretadas y no estaba segura de que aquello durara mucho tiempo, pero al menos, no se le infectarían las heridas.
Se levantó y miró a la dragona ahora con una expresión mucho más calmada, dispuesta a continuar el camino o a encontrar algún sitio donde descansar un poco. -Cuando quieras- Dijo Wind esperando que Arygos estuviera preparada también para reemprender el viaje.
*Profesión alqimista: La alquimia es un extraño producto en donde se mezcla una incipiente ciencia con el saber antiguo y los materiales propios de Aerandir, los cuales muchas veces serían imposibles de encontrar en la Tierra. Esto da como resultado pociones o mezclas de características inusuales, las cuales parecen mágicas. Uno de sus usos más comúnes es la creación de pócimas sanadoras.
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Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
La joven vomito, no era de extrañar, yo también tenia nauseas después de haber mordido aquella cosa, y me puse a escupir y a esputar agua para enjuagarme la boca lo mejor que pude, y disipar ese asqueroso y penetrante sabor de mi boca.
Por suerte, mas allá de magulladuras menores, y el malestar fruto del mal trago que acabábamos de pasar no tenía nada mas grave, aunque ahbía quedado hecha un desastre, llena de sangre, babas y tierra.
Negué para su desgracia ante su petición de encontrar un riachuelo, probablemente para lavar sus ropas, pero no queriendo que quedara así, la bañe con un chorro de agua templada, que por lo menos retiró gran parte de aquella porquería que aun no había tenido tiempo de asentarse sobre las ropas.
Para que no se enfermara, deje mi morral en el suelo y saque con el hocico mi capa de viaje que le coloqué por encima, como si fuera uno de esos disfraces de fantasma que se hacían los niños con sabanas. Si lo usaba de toalla, o para cubrirse del frió era indiferente, por suerte no la necesitaría durante mucho tiempo.
Espere pacientemente a que la muchacha tratase sus heridas, la planta que saco y aplasto con las manos pobremente me sonaba de algo, ya fuera porque hacia poco víctor la había usado sobre mi cuerpo, como por su peculiar olor o porque su aplicación me resulto similar, reconci el Barrimorth.
Finalmente estuvo lista apra seguir, aun así, habiendo visto su rodilla lastimada, dude un poco, y cuando se puso en pie, pase mi cuello por debajo de su brazo, plegando las púas para no lastimarla, y que de ese modo pudiera usarme de muleta.
"No deberías adentrarte sola en los bosques." Le escribí, pues tras aquel encuentro me había quedado claro que la muchacha no tenía demasiadas herramientas como para enfrentarse a los peligros que la naturaleza salvaje de Aerandir podía brindarle. "La próxima vez que te alejes de una caravana, procura que alguien te acompañe." De ese modo, si no lograba evitar que se fueran sin ella, por lo menos tendría quien la ayudara a zafar de los problemas.
Por suerte, mas allá de magulladuras menores, y el malestar fruto del mal trago que acabábamos de pasar no tenía nada mas grave, aunque ahbía quedado hecha un desastre, llena de sangre, babas y tierra.
Negué para su desgracia ante su petición de encontrar un riachuelo, probablemente para lavar sus ropas, pero no queriendo que quedara así, la bañe con un chorro de agua templada, que por lo menos retiró gran parte de aquella porquería que aun no había tenido tiempo de asentarse sobre las ropas.
Para que no se enfermara, deje mi morral en el suelo y saque con el hocico mi capa de viaje que le coloqué por encima, como si fuera uno de esos disfraces de fantasma que se hacían los niños con sabanas. Si lo usaba de toalla, o para cubrirse del frió era indiferente, por suerte no la necesitaría durante mucho tiempo.
Espere pacientemente a que la muchacha tratase sus heridas, la planta que saco y aplasto con las manos pobremente me sonaba de algo, ya fuera porque hacia poco víctor la había usado sobre mi cuerpo, como por su peculiar olor o porque su aplicación me resulto similar, reconci el Barrimorth.
Finalmente estuvo lista apra seguir, aun así, habiendo visto su rodilla lastimada, dude un poco, y cuando se puso en pie, pase mi cuello por debajo de su brazo, plegando las púas para no lastimarla, y que de ese modo pudiera usarme de muleta.
"No deberías adentrarte sola en los bosques." Le escribí, pues tras aquel encuentro me había quedado claro que la muchacha no tenía demasiadas herramientas como para enfrentarse a los peligros que la naturaleza salvaje de Aerandir podía brindarle. "La próxima vez que te alejes de una caravana, procura que alguien te acompañe." De ese modo, si no lograba evitar que se fueran sin ella, por lo menos tendría quien la ayudara a zafar de los problemas.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Wind se sorprendió ante aquel remojón, pero fue algo de agradecer ya que por lo menos ahora tendría la ropa más o menos limpia. -Gracias, es increiblemente útil poder soltar agua de esa manera- Agradeció sonriendo ligeramente a la dragona, el único problema es que ahora estaba empapada. Limpia, pero chorreando.
Se quitó su capa y escurrió las zonas en las que el agua de la dragona le había alcanzado, una vez estaba todo lo seca que podía estar, la guardó en el morral. “Ahora se humedecerá todo lo que tengo dentro” Pensó con cierta resignación, no estaba demasiado mojada, pero sería más cómoda si la llevaba guardada en vez de puesta.
-Gracias de nuevo- Dijo la muchacha sonrojándose mientras se colocaba bien la capa y miraba a la dragona con agradecimiento sincero en los ojos. Era realmente agradable ponerse algo de ropa limpia y seca, sobretodo después de tener toda aquella porquería encima, se sentía completamente sucia y decidió que al más mínimo sonido de agua, se iría de cabeza a descubrir de donde vendría ese sonido y acto seguido, se metería en el agua.
-No se que hubiera hecho sin ti- Confesó la muchacha avergonzada mientras se apoyaba en Arygos para levantarse. -No te haces una idea de cuan agradecida estoy- Añadió cuando terminaba de levantarse. La rodilla le dolía bastante, pero era soportable de momento, así que intentó separarse de la dragona, pero fue una acto realmente estúpido pues no podía sujetar todo su peso, así que con cierto pesar, volvió a apoyarse en Arygos.
-Supongo que tienes razón, debería tener mas cuidado en mi viaje- Dijo dándole la razón a la dragona, no se había dado cuenta de lo poco cualificada que estaba para defenderse de las adversidades ella sola hasta que se había intentando enfrentar al wendigo. “Si ella no hubiera estado, habría muerto devorada” Pensó y haciendo que un escalofrío recorriera su espalda ante aquella idea tan horrible.
-Te haré caso, no pienso volver a alejarme sola de una caravana- Comentó Wind con tristeza en su voz, y comenzó a pensar en que si había un Wendigo podría significar que había más, pero deshechó esa idea por completo pues no iba a servir de nada pensar en algo como aquello ya que si aparecía otra de esas bestias, estaba perdida.
Después de unos segundos en silencio, la muchacha confesó con lagrimas en los ojos -Me alegro que no estés herida y gracias por no irte- Y acto seguido, sin poder evitarlo empezó a llorar con la cabeza agachada y en el mayor silencio posible, no quería que la dragona se sintiera mal por aquello ya que al fin y al cabo, no tenía culpa de nada y eran más lagrimas de agradecimiento y felicidad que otra cosa pero no podía evitarlas. Había tenido demasiadas emociones aquella noche y tenía que descargarlas de alguna manera.
Al cabo de unos cuantos minutos de camino la energía que había tenido la joven iba desapareciendo y el dolor se acentuaba cada vez más en sus extremidades y en las heridas que tenía. Tenía mucho sueño de no haber podido descansar y de haber caminado tanto durante dos días y no sabía cuanto sería capaz de caminar antes de desfallecer pero aún así continuó andando hasta que su cuerpo resistió.
Sabía que iba frenando el paso de la dragona, si fuera sola probablemente habría llegado al pueblo o incluso a la ciudad y con ese pensamiento en la cabeza, la joven cayó al suelo completamente exhausta.
Se quitó su capa y escurrió las zonas en las que el agua de la dragona le había alcanzado, una vez estaba todo lo seca que podía estar, la guardó en el morral. “Ahora se humedecerá todo lo que tengo dentro” Pensó con cierta resignación, no estaba demasiado mojada, pero sería más cómoda si la llevaba guardada en vez de puesta.
-Gracias de nuevo- Dijo la muchacha sonrojándose mientras se colocaba bien la capa y miraba a la dragona con agradecimiento sincero en los ojos. Era realmente agradable ponerse algo de ropa limpia y seca, sobretodo después de tener toda aquella porquería encima, se sentía completamente sucia y decidió que al más mínimo sonido de agua, se iría de cabeza a descubrir de donde vendría ese sonido y acto seguido, se metería en el agua.
-No se que hubiera hecho sin ti- Confesó la muchacha avergonzada mientras se apoyaba en Arygos para levantarse. -No te haces una idea de cuan agradecida estoy- Añadió cuando terminaba de levantarse. La rodilla le dolía bastante, pero era soportable de momento, así que intentó separarse de la dragona, pero fue una acto realmente estúpido pues no podía sujetar todo su peso, así que con cierto pesar, volvió a apoyarse en Arygos.
-Supongo que tienes razón, debería tener mas cuidado en mi viaje- Dijo dándole la razón a la dragona, no se había dado cuenta de lo poco cualificada que estaba para defenderse de las adversidades ella sola hasta que se había intentando enfrentar al wendigo. “Si ella no hubiera estado, habría muerto devorada” Pensó y haciendo que un escalofrío recorriera su espalda ante aquella idea tan horrible.
-Te haré caso, no pienso volver a alejarme sola de una caravana- Comentó Wind con tristeza en su voz, y comenzó a pensar en que si había un Wendigo podría significar que había más, pero deshechó esa idea por completo pues no iba a servir de nada pensar en algo como aquello ya que si aparecía otra de esas bestias, estaba perdida.
Después de unos segundos en silencio, la muchacha confesó con lagrimas en los ojos -Me alegro que no estés herida y gracias por no irte- Y acto seguido, sin poder evitarlo empezó a llorar con la cabeza agachada y en el mayor silencio posible, no quería que la dragona se sintiera mal por aquello ya que al fin y al cabo, no tenía culpa de nada y eran más lagrimas de agradecimiento y felicidad que otra cosa pero no podía evitarlas. Había tenido demasiadas emociones aquella noche y tenía que descargarlas de alguna manera.
Al cabo de unos cuantos minutos de camino la energía que había tenido la joven iba desapareciendo y el dolor se acentuaba cada vez más en sus extremidades y en las heridas que tenía. Tenía mucho sueño de no haber podido descansar y de haber caminado tanto durante dos días y no sabía cuanto sería capaz de caminar antes de desfallecer pero aún así continuó andando hasta que su cuerpo resistió.
Sabía que iba frenando el paso de la dragona, si fuera sola probablemente habría llegado al pueblo o incluso a la ciudad y con ese pensamiento en la cabeza, la joven cayó al suelo completamente exhausta.
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Hice un pequeño gesto restando le importancia al asunto, viendo que la elfa era propensa martirizarse, intentando que no lo hiciera mas, e intentando tranquilizarla, le revolví el pelo con el hocico como había visto que algunas madres humanas lo hacían con sus crías.
Sin embargo, no tardo a romper en llanto.
Nunca había consolado a nadie de su especie, ni a nadie por esa clase de cosas, y resultaba bastante confuso saber que hacer. Vino a mi mente el termino abrazo, que se usaba por tantísimas cosas en sus culturas, y traté de imitarlo lo mejor que pude, deteniéndome y rodeándola con las alas. Pero solo pareció que le estaba haciendo un refugio.
"No te preocupes" Le rocé la mejilla con el hocico, intentando enjuagar sus lagrimas.
"Mi primer viaje sola fue muchísimo peor" Garabatee en el suelo mientras la miraba con decisión, percatándome del detalle de que parecía que sus fuerzas empezaban a flaquear. No la culpaba, era de noche, probablemente debiera encontrarse durmiendo, y en ve de eso, se encontraba viajando en medio del bosque con un dragón tras pelear con un wendigo.
"quédate quieta, y luego agárrate bien"
Escribí en el suelo, y aproveche mientras leía para hacer con ella lo mismo que había hecho con destino, pasar la cabeza por debajo de sus piernas haciendo que terminase montada encima mio, siempre con el cuidado de plegar bien las púas para que no se lastimase, y de ascender cuando su cuerpo no estaba encima de alguno de mis cuernos.
Si bein no podría volar de esa guisa, por lo menos podía seguir caminando a una buena velocidad, y era menos pesada que la carreta que había tenido que cargar con el hombre bestia y el humano rengo.
Mientras la ayudaba a acomodarse balanceándola con las alas, y encorvandome para que pudiera ver de donde sostenerse bien, aproveché para escribirle en el suelo mi primer contacto con los peligros del mundo exterior, bastante mas accidentada.
"La primera vez que viaje sola me estrelle en plena ventisca en un poblado de vampiros siendo asediado por estos y no muertos, me rompí una pierna, quedé hecha polvo, y mis anfitriones me tenían amenazada para que no tomase forma de dragón, además de que su líder se me pegaba desnudo y me echaba el halieto a alcohol en la cara todo el tiempo."
Di un par de pasos atrás para poder seguir escribiendo.
"Tarde un tiempo en aprender a viajar sola, y ver como defenderme, pero siempre procuro ir con otros cuando voy por tierra, aun y que ya llevo varios meses recorriendo Aerandir por mi cuenta. No te sientas mal. El mundo es peligroso, para todos. Incluso para un dragón."
Aguarde a que leyera aquello, contorsionando el cuello para comprobar que lo había hecho antes de empezar a caminar por encima del texto y barrerlo con la cola una vez transitada su superficie, en dirección a la población que recordaba mas cercana, donde la muchacha pudiera dormir sin riesgos.
Sin embargo, no tardo a romper en llanto.
Nunca había consolado a nadie de su especie, ni a nadie por esa clase de cosas, y resultaba bastante confuso saber que hacer. Vino a mi mente el termino abrazo, que se usaba por tantísimas cosas en sus culturas, y traté de imitarlo lo mejor que pude, deteniéndome y rodeándola con las alas. Pero solo pareció que le estaba haciendo un refugio.
"No te preocupes" Le rocé la mejilla con el hocico, intentando enjuagar sus lagrimas.
"Mi primer viaje sola fue muchísimo peor" Garabatee en el suelo mientras la miraba con decisión, percatándome del detalle de que parecía que sus fuerzas empezaban a flaquear. No la culpaba, era de noche, probablemente debiera encontrarse durmiendo, y en ve de eso, se encontraba viajando en medio del bosque con un dragón tras pelear con un wendigo.
"quédate quieta, y luego agárrate bien"
Escribí en el suelo, y aproveche mientras leía para hacer con ella lo mismo que había hecho con destino, pasar la cabeza por debajo de sus piernas haciendo que terminase montada encima mio, siempre con el cuidado de plegar bien las púas para que no se lastimase, y de ascender cuando su cuerpo no estaba encima de alguno de mis cuernos.
Si bein no podría volar de esa guisa, por lo menos podía seguir caminando a una buena velocidad, y era menos pesada que la carreta que había tenido que cargar con el hombre bestia y el humano rengo.
Mientras la ayudaba a acomodarse balanceándola con las alas, y encorvandome para que pudiera ver de donde sostenerse bien, aproveché para escribirle en el suelo mi primer contacto con los peligros del mundo exterior, bastante mas accidentada.
"La primera vez que viaje sola me estrelle en plena ventisca en un poblado de vampiros siendo asediado por estos y no muertos, me rompí una pierna, quedé hecha polvo, y mis anfitriones me tenían amenazada para que no tomase forma de dragón, además de que su líder se me pegaba desnudo y me echaba el halieto a alcohol en la cara todo el tiempo."
Di un par de pasos atrás para poder seguir escribiendo.
"Tarde un tiempo en aprender a viajar sola, y ver como defenderme, pero siempre procuro ir con otros cuando voy por tierra, aun y que ya llevo varios meses recorriendo Aerandir por mi cuenta. No te sientas mal. El mundo es peligroso, para todos. Incluso para un dragón."
Aguarde a que leyera aquello, contorsionando el cuello para comprobar que lo había hecho antes de empezar a caminar por encima del texto y barrerlo con la cola una vez transitada su superficie, en dirección a la población que recordaba mas cercana, donde la muchacha pudiera dormir sin riesgos.
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Aquellos intentos de calmarla hicieron que la elfa riera suavemente, se sentía como una niña pequeña a la que intentan consolar cuando llora por hacer alguna trastada pero era agradable y se lo agradeció de todo corazón a la dragona. Cuando Arygos la rodeó con las alas, la miró a los ojos y le dio un abrazo intentando rodearle el cuello con los brazos mientras dejaba de llorar y surgía en su lugar una sonrisa.
La soltó cuando notó que iba a empezar a moverse y empezó a leer lo que había escrito en el suelo. -¿Peor?- Dijo la muchacha con cierto tono de broma mientras recordaba la situación que acababan de vivir. “Si que debió ser complicado” Añadió para sus adentros.
Wind se levantó del suelo intentando aparentar normalidad tras aquel pequeño mareo que casi la deja fuera de combate y siguió aquella recomendación sin estar muy segura del motivo de ésta hasta que notó como la dragona empezaba a pasarle la cabeza entre las piernas, pensó que tal vez se verían como esas típicas escenas donde el padre lleva a hombros a un hijo y aquello le hizo sonreír. Por fin se notaba más calmada, la cabeza al menos ya no le daba vueltas aunque el dolor seguía acentuándose en las zonas heridas. “No se pondrá a volar... ¿no?” Pensó con cierta alarma, pues las alturas extremas nunca habían sido de su total agrado, mientras pensaba aquello se colocó poco a poco sobre Arygos para no molestarla demasiado y para no hacerse daño ella misma.
Leyó con curiosidad aquella historia hasta que se terminó de acomodar todo lo bien que pudo. -Espero no molestarte demasiado- Dijo a la dragona mientras pensaba que, en realidad no es que pesara mucho pero siempre resulta molesto llevar bultos por pequeños que sean. -Menuda aventura- Dijo la joven cuando terminó de leer la historia, ahora estaba realmente curiosa de como habría podido salvarse en aquella situación pero no preguntó, al menos por el momento.
-Supongo que yo también deberé aprender a viajar sola y sobretodo a defenderme de alguna otra manera aparte del arco- Comentó resignada Wind pero le surgió otra cuirosidad -¿Llevas mucho tiempo recorriendo Aerandir sola?- Preguntó la joven mientras pensaba que al fin y al cabo ella era una dragona y que podía expulsar agua hirviendo si era necesario, por no hablar de su resistente cuerpo mientras que ella era solo una elfa y como habían hablado antes era “blandita”.
-Si es tan peligroso para alguien como tú, no se que me espera a mi- Comentó Wind en tono de broma mientras los ojos se le cerraban por completo, no quería dormirse encima de Arygos pues le parecía una total falta de educación por lo que intentó ponerse todo lo recta que pudo para que el aire le diera en el rosto, pues ya se había caído una vez al suelo casi completamente desfallecida y no quería que volviera a ocurrir. -Supongo que intentar dormir en el bosque, es completamente inviable- Dijo la joven casi para sí misma con resignación.
La soltó cuando notó que iba a empezar a moverse y empezó a leer lo que había escrito en el suelo. -¿Peor?- Dijo la muchacha con cierto tono de broma mientras recordaba la situación que acababan de vivir. “Si que debió ser complicado” Añadió para sus adentros.
Wind se levantó del suelo intentando aparentar normalidad tras aquel pequeño mareo que casi la deja fuera de combate y siguió aquella recomendación sin estar muy segura del motivo de ésta hasta que notó como la dragona empezaba a pasarle la cabeza entre las piernas, pensó que tal vez se verían como esas típicas escenas donde el padre lleva a hombros a un hijo y aquello le hizo sonreír. Por fin se notaba más calmada, la cabeza al menos ya no le daba vueltas aunque el dolor seguía acentuándose en las zonas heridas. “No se pondrá a volar... ¿no?” Pensó con cierta alarma, pues las alturas extremas nunca habían sido de su total agrado, mientras pensaba aquello se colocó poco a poco sobre Arygos para no molestarla demasiado y para no hacerse daño ella misma.
Leyó con curiosidad aquella historia hasta que se terminó de acomodar todo lo bien que pudo. -Espero no molestarte demasiado- Dijo a la dragona mientras pensaba que, en realidad no es que pesara mucho pero siempre resulta molesto llevar bultos por pequeños que sean. -Menuda aventura- Dijo la joven cuando terminó de leer la historia, ahora estaba realmente curiosa de como habría podido salvarse en aquella situación pero no preguntó, al menos por el momento.
-Supongo que yo también deberé aprender a viajar sola y sobretodo a defenderme de alguna otra manera aparte del arco- Comentó resignada Wind pero le surgió otra cuirosidad -¿Llevas mucho tiempo recorriendo Aerandir sola?- Preguntó la joven mientras pensaba que al fin y al cabo ella era una dragona y que podía expulsar agua hirviendo si era necesario, por no hablar de su resistente cuerpo mientras que ella era solo una elfa y como habían hablado antes era “blandita”.
-Si es tan peligroso para alguien como tú, no se que me espera a mi- Comentó Wind en tono de broma mientras los ojos se le cerraban por completo, no quería dormirse encima de Arygos pues le parecía una total falta de educación por lo que intentó ponerse todo lo recta que pudo para que el aire le diera en el rosto, pues ya se había caído una vez al suelo casi completamente desfallecida y no quería que volviera a ocurrir. -Supongo que intentar dormir en el bosque, es completamente inviable- Dijo la joven casi para sí misma con resignación.
Windorind Crownguard
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
Asentí ante su comentario, sin duda alguna debería aprender a manejarse con el mundo, pero no era algo tan difícil, era cuestión de acostumbrarse y aprender algunas cosas básicas. Le di vueltas al tema, intentando pensar en algunos consejos que pudieran ayudar a la jovencita a la hora de seguir su propio camino. Hacerse con el territorio de algún oso porque solían tener buenas cuevas no era un consejo que pudiera transmitirle, ya que posiblemente ni se encontrara cómoda en una, ni pudiera despachar un oso a flechazos con facilidad. Orientarse usando las estrellas era algo que solo era útil si viajabas por encima de las copas de los arboles, y a no ser que me hubiera perdido de un detalle muy importante de su raza, los elfos no volaban.
No comerse el ganado de otros y siempre estar atento a si los animales tenían pastor me había salvado de varios problemas, pero también dudaba de que cometiera esa clase de error, y de que fuera capaz de comerse un cordero entero ella sola.
"Consigue un mapa." Escribí en el suelo haciendo una breve pausa par reacomdoarme antes de seguir caminando a un buen ritmo. Recordaba haber visto algunos mapas en las ciudades, en las tiendas de los escribanos y algunas bibliotecas, quizás podría comprar alguno, o copiarlo en algún pergamino, aunque fuera vagamente, si se marcaba los caminos principales y no se alejaba de ellos, podría llegar a sus destinos con facilidad.
Habia desayunado hacia poco, y aun que me dolía el moretón del wendigo, para mi era como si fuera plena mañana y rebosaba energía.
"Es peligroso para cualquiera que vaya solo si se para en tierra." Aclaré. Bio era un excelente espadachín, y siempre había despachado con soltura cualquier inconveniente, o casi que nos habíamos encontrado, pero incluso el había salido herido numerosas veces, ya fuera por la diferencia numérica o por caer en trampas y emboscadas.
"Hay gente en las ciudades que te protegerán por dinero. Quizás puedas contratar alguno." No tenía en gran estima a los mercenarios, pero resultaban sumamente útiles para mercaderes y viajeros solitarios, o cualquier persona que tuviera que cruzar zonas peligrosas y no supiera defenderse, o fuera precavida.
"Yo duermo en el bosque. Pero en cuevas, y marco el territorio con restos de comida, así las bestias y la gente no se acercan mientras duermo." apunté, aunque quizás no fuera la mejor opción para ella, puesto que los restos de lo que podría llegar a comer dudaba que pudieran asustar a cualquier criatura. Habia visto los escasos sobrantes de los platos de la posada alguna vez, y aunque no invitaban a comer allí, tampoco asustaban a nadie."quizás no es buena idea para ti..." añadí.
No comerse el ganado de otros y siempre estar atento a si los animales tenían pastor me había salvado de varios problemas, pero también dudaba de que cometiera esa clase de error, y de que fuera capaz de comerse un cordero entero ella sola.
"Consigue un mapa." Escribí en el suelo haciendo una breve pausa par reacomdoarme antes de seguir caminando a un buen ritmo. Recordaba haber visto algunos mapas en las ciudades, en las tiendas de los escribanos y algunas bibliotecas, quizás podría comprar alguno, o copiarlo en algún pergamino, aunque fuera vagamente, si se marcaba los caminos principales y no se alejaba de ellos, podría llegar a sus destinos con facilidad.
Habia desayunado hacia poco, y aun que me dolía el moretón del wendigo, para mi era como si fuera plena mañana y rebosaba energía.
"Es peligroso para cualquiera que vaya solo si se para en tierra." Aclaré. Bio era un excelente espadachín, y siempre había despachado con soltura cualquier inconveniente, o casi que nos habíamos encontrado, pero incluso el había salido herido numerosas veces, ya fuera por la diferencia numérica o por caer en trampas y emboscadas.
"Hay gente en las ciudades que te protegerán por dinero. Quizás puedas contratar alguno." No tenía en gran estima a los mercenarios, pero resultaban sumamente útiles para mercaderes y viajeros solitarios, o cualquier persona que tuviera que cruzar zonas peligrosas y no supiera defenderse, o fuera precavida.
"Yo duermo en el bosque. Pero en cuevas, y marco el territorio con restos de comida, así las bestias y la gente no se acercan mientras duermo." apunté, aunque quizás no fuera la mejor opción para ella, puesto que los restos de lo que podría llegar a comer dudaba que pudieran asustar a cualquier criatura. Habia visto los escasos sobrantes de los platos de la posada alguna vez, y aunque no invitaban a comer allí, tampoco asustaban a nadie."quizás no es buena idea para ti..." añadí.
Arygos Valnor
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Re: Comienzo de un viaje [Libre][Interpretativo] [CERRADO]
La joven leyó con atención todos los consejos que la dragona le estaba dando. Lo del mapa, era algo debería haber hecho desde antes incluso de emprender el camino pues es una de esas cosas que si no te haces con uno al principio del viaje, probablemente acabes mal parada o perdida en cualquier sitio y estar desorientado y sin una buena protección, es algo peligroso.
-Supongo que si vas volando los peligros se reducen drásticamente- Dijo la joven sonriendo mientras pensaba en lo cómodo que sería poder volar para llegar a cualquier lugar que se quiera.
La joven pensó en aquello unos segundos, hasta que el siguiente consejo llegó haciendo reflexionar a Wind seriamente.
-Creo que esa idea es la que debería haber adoptado- Comentó, pensando en que por algunas monedas, hubiera tenido un viaje seguro sin depender de aquella dragona que acababa de conocer. -De hecho, es probable que acabe haciéndolo, al menos hasta que haya conseguido aprender algo más de defensa- Añadió mientras continuaba reflexionando sobre sus propias palabras.
El último consejo no se hizo esperar demasiado y aquello la dejó estupefacta, “¿Como voy a marcar yo el territorio?” Pensó la muchacha pensando en cómo hacían aquello los animales pero cuando añadió aquellas palabras no pudo evitar echarse a reír -Lo siento, pero no creo que ese ultimo consejo me resultara demasiado útil- Dijo a modo de disculpa por su risa, aunque suponía que a Arygos si le había resultado efectivo en algún momento marcar su territorio con restos de sus presas. -Supongo que para ti, si sería fácil asustar a cualquier bestia que intentara enfrentarsete- Comentó distraía pensando en que si ella misma no hubiera estado, la dragona se hubiera deshecho del wendigo mucho antes.
El bosque estaba en silencio, sólo se escuchaban los pequeños animales nocturnos que seguían merodeando por allí. Daba la sensación de que la batalla que había tenido lugar hacía unos minutos no había ocurrido nunca y esa calma a Wind le daba una sensación de tranquilidad y temor a partes iguales pues, al no haber ruidos extraños significaría que no había mas bestias peligrosas por allí pero el silencio en la noche no eral algo especialmente relajante, sobretodo si estas en un bosque. Aún con todo esto, que sólo se escucharan los pasos de la dragona sólo hacía que la elfa sintiera más sueño así que intentando que la conversación no muriera, aprovechó para resolver la curiosidad que sentía desde hacía un rato.
-Por cierto, ¿Cómo conseguiste salir de aquella situación en tu primer viaje?- Preguntó con curiosidad esperando que continuar con la conversación la ayudara a mantenerse más o menos despierta.
-Supongo que si vas volando los peligros se reducen drásticamente- Dijo la joven sonriendo mientras pensaba en lo cómodo que sería poder volar para llegar a cualquier lugar que se quiera.
La joven pensó en aquello unos segundos, hasta que el siguiente consejo llegó haciendo reflexionar a Wind seriamente.
-Creo que esa idea es la que debería haber adoptado- Comentó, pensando en que por algunas monedas, hubiera tenido un viaje seguro sin depender de aquella dragona que acababa de conocer. -De hecho, es probable que acabe haciéndolo, al menos hasta que haya conseguido aprender algo más de defensa- Añadió mientras continuaba reflexionando sobre sus propias palabras.
El último consejo no se hizo esperar demasiado y aquello la dejó estupefacta, “¿Como voy a marcar yo el territorio?” Pensó la muchacha pensando en cómo hacían aquello los animales pero cuando añadió aquellas palabras no pudo evitar echarse a reír -Lo siento, pero no creo que ese ultimo consejo me resultara demasiado útil- Dijo a modo de disculpa por su risa, aunque suponía que a Arygos si le había resultado efectivo en algún momento marcar su territorio con restos de sus presas. -Supongo que para ti, si sería fácil asustar a cualquier bestia que intentara enfrentarsete- Comentó distraía pensando en que si ella misma no hubiera estado, la dragona se hubiera deshecho del wendigo mucho antes.
El bosque estaba en silencio, sólo se escuchaban los pequeños animales nocturnos que seguían merodeando por allí. Daba la sensación de que la batalla que había tenido lugar hacía unos minutos no había ocurrido nunca y esa calma a Wind le daba una sensación de tranquilidad y temor a partes iguales pues, al no haber ruidos extraños significaría que no había mas bestias peligrosas por allí pero el silencio en la noche no eral algo especialmente relajante, sobretodo si estas en un bosque. Aún con todo esto, que sólo se escucharan los pasos de la dragona sólo hacía que la elfa sintiera más sueño así que intentando que la conversación no muriera, aprovechó para resolver la curiosidad que sentía desde hacía un rato.
-Por cierto, ¿Cómo conseguiste salir de aquella situación en tu primer viaje?- Preguntó con curiosidad esperando que continuar con la conversación la ayudara a mantenerse más o menos despierta.
Windorind Crownguard
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