Kags en el arenal [Mega Evento - Nórgedos]

Las dunas era uno de esos sitios que nunca había visitado, principalmente porque nunca me llamaron la atención ya que era mucha arena para mi gusto. Cuando estuve en el pasado con Gillian visitando Roilkat le pregunte porque no nos adentrábamos en este, su respuesta no era tan profunda como las otras "No tiene tantos árboles como me agradaría" en aquel momento le hubiera preguntado mas al respecto, pero recuerdo que su tono de voz era el típico que usaba cuando finalizaba una charla antes de que siquiera iniciara. Desde ese momento mi interés a visitar la zona había desaparecido hasta el momento, aunque era simplemente arena por todos lados, no había ni un solo árbol en el cual descansar y eso resultaba tedioso de cierto modo para alguien que esta acostumbrado a vivir entre la maleza.

El sol ya se estaba ocultando cuando decidí partir de Roilkat hacía El Arenal, me habían informado que debía esperar a alguien para   poder comenzar el viaje pero ya había esperado mucho más tiempo del que podía resistir, ciertamente un viaje en solitario me agradaba mucho mas, no debía molestarme en forzar una charla con alguien que quizá no me agradara o estar pendiente de que no muriese por cualquier torpeza. Así que la única vida importante por el momento era la mía... y la de los ciudadanos amenazados por los Nórgedos, no debía olvidar ese dato importante.

Entre más se escondía el sol más frío había en el desierto, realmente no esperaba que las temperaturas comenzaran a bajar tan drasticamente. Eso era algo que no esperaba, suponía que el calor sería tanto de día como de noche, lo positivo era que mientras me encontrara en movimiento el frío no me afectaría tanto... o al menos no mucho, podía decirse que recordaba vagamente los fríos del norte, aunque aquellos eran mucho mas extremos que estos. Por si no fuera poco con el frío, me había perdido entre tanta arena ¿Como podía alguien guiarse mientras esta rodeado de arena? Podía jurar que era la quinta o sexta vez que pasaba junto a aquella roca mal formada, necesitaba alguna referencia para por fin estar seguro a donde rayos estaba caminando.

Después de vagar sin rumbo otro par de minutos por fin encontré algo nuevo en el paisaje, dunas. Eso significaba que no llevaba tan mal camino... o eso era lo que esperaba, mi elección mas sensata fue comenzar a subir por las dunas, no podía estar mas perdido de lo que ya estaba así que no tenía mucho que perder. Puedo decir que lo peor de aquello era la arena entrando por todos los puntos ciegos de la ropa, tenía mas arena que pie dentro de mi bota. Donde acababa una duna empezaba la otra, ya empezaba a perder la cabeza por culpa de todo aquello, me apresuré a sacar una flecha de mi carcaj y como de costumbre comencé a acariciar el filo de esta.

 No soportaba el frío del desierto, ya estaba molesto de estar seguramente dando solo vueltas en círculos y la cereza del pastel era que estaba sudando.-¿Como alguien puede soportar toda esta basura?- Comenzaba a comprender porque Gillian se había molestado aquella vez con la idea de caminar en el desierto, era tedioso. Volví a retomar mi dudoso camino mientras acariciaba la flecha, eso era lo único que me mantendría cuerdo el tramo de camino faltante, el paisaje volvió a tardar en cambiar, las dunas se iban separando y el camino era mas plano por así decirlo.

Al parecer la suerte por fin me sonreía ya que en la distancia comenzó a formarse la silueta de un Oasis, era eso o mi mente ya estaba colapsando a la frustración de estar rodeado de nada literalmente. Apresuré el paso a la silueta hasta que por fin se torno mejor a la vista, era la aldea que necesitaba encontrar. Por fin había llegado pero el problema ahora se basaba en que todos parecían muertos ya que no veía a nadie rondando las calles, a medida que caminaba por estas logré escuchar susurros de personas. Para asegurar que ya no estaba loco me acerqué con cuidado a la puerta de una de las viviendas y luego di un par de toquidos en esta, las voces que parecían provenir del interior se silenciaron repentinamente. Volví a tocar la puerta con más fuerza esta vez ya que estaba allí por información y no me largaría de allí sin esta.

- Se que hay alguien allí, no vengo con intenciones de hacer daño, solo hacer unas preguntas- Dije tratando de convencer a quienes estuvieran dentro de la casa a ver si se pronunciaban.
-Lo mejor es que te largues, caminar solo por las calles a estas horas es peligroso- Dijo una voz grave del otro lado de la puerta, o al menos parecía grave al estar del otro lado de la puerta.
-¿Peligroso?¿ Como puede ser peligroso si no hay nadie en las calles?- Dije con cierta molestia, debían de estar tomándome el pelo y no pretendía caminar sin rumbo nuevamente en medio de la nada sin obtener respuestas.- Solo necesito alguna información y luego me largo.
- No lo entiendes chico, las personas no son el problema... son los Kags- Esta ultima la palabra la pronunció con el suficiente miedo para poder notarlo en su tono de voz.-Pero si tanto deseas esa información, puedes hacernos un favor para obtenerla a cambio.

Ya había leído anteriormente de los kags, sonaban con criaturas de las cuales uno no debiese encontrarse estando solo, eran seres de los cuales había que andarse con cuidado.-¿ Puedo saber cual es ese favor?- Dije esperando que no fuera lo que pensaba.
-Encárgate de los Kags, están atacando a los dromedarios. Así que si te encargas de ellos podrás conseguir la información que deses.

Me frote las manos en la sienes con la esperanza de relajar el dolor de cabeza que iba a comenzar, tal como supuse ahora tenía que tratar a bichos raros a cambio de información. Comencé a caminar en busca de los Kags mientras desenfundaba el Arco del Carcaj, si me los encontraba de frente lo mejor era tener mi arma a la mano, no demoré mucho en encontrarlos, los Kags estaban comenzando a darse un festín con los animales cuando los tuve algo cerca, no eran tantos como esperaba, al menos 4 pude contar. Silbé con la fuerza suficiente para tratar de que me prestaran atención, rumores decían que eran parientes de los perros y si eso era cierto, un buen silbido los atraería hacía mi, por si no era suficiente tensé un flecha que no demoré en disparar a una de las bestias, esta se incrusto en una especie de armadura que ellos traían encima. Sin esperar la reacción de los animales comencé a correr buscando algún techo donde subirme.

El plan por el momento había salido a la perfección, escuche como las bestias comenzaban a correr detrás de mi, mi único problema es que no conseguía donde esconderme para poder disparar con mas calma, quizá debí haberme aprovechado de que las criaturas estaban tranquilas para poder herirlas al menos un poco. Me di unos leves golpes en la frente mientras corría para reprocharme por aquello y también para acelerar el proceso de ideas, por el momento mi plan inicial estaba siendo totalmente pisoteado y no sabía que hacer, podía sentir de igual manera a los Kags cada vez mas cerca.

Doble corriendo en una una esquina tratando de acelerar el paso lo más que pude, los Kags eran mas rápido de lo que aparentaban con aquellas cosas que parecían llevar encima, salté sobre un par de sillas que algunos pueblerinos habrían dejado atravesadas y olvidaron de guardar antes de esconderse, esperaba que aquello ralentizara un poco más a las bestias. No tuve que girarme para comprobar que había sido inútil de igual manera ya que se habían llevado por delante las sillas consigo haciéndolas añicos, saqué con dificultad una flecha del carcaj aun corriendo y la tensé, debía intentar darles aun en movimiento aunque eso sería ciertamente complicado. Me giré mientras continuaba corriendo en reversa... o al menos lo intentaba, eran más como leves saltos de poca distancia pero que me permitían seguir en calor y alejándome de aquellas cosas, disparé la flecha y esta se enterró nuevamente en la coraza de uno de los Kags, debía concentrarme más o acabaría perdiendo todas las flechas.

Volví a enderezarme para correr de frente, lo Kags habían ganado distancia nuevamente y debía alejarme para buscar el siguiente disparo, por fin pude conseguir un techo donde podía posicionarme sin peligro ¿El problema? No tenía algún apoyo para poder escalar a este, al parecer aquel pueblo lo habían creado para que nadie jugara en los techos de las casas, debía correr en aquella zona mientras conseguía algún modo de lograr subir, no había alguna palmera cerca de allí o siquiera cajas de soporte, estaba solo con las bestias. Por un momento creí tener una brillante idea y no pensaba desperdiciarla, volví a acercarme corriendo donde había visto el techo y gire bruscamente para quedar cara a cara con los kags que venían pisándome los talones, sin dudarlo empece a correr contra las bestias y cuando por fin tuve una de cerca salte colocando los pies en lo que supuse que era su cara, la coraza que tenía era tan resistente como parecía, sin perder el impulso aproveche la nueva superficie más elevada que había improvisado y salte de espaldas al techo. Mi idea era caer pulcramente de pie, quizá tambaleándome un poco ... pero el impulso no había sido lo suficiente y aterrice arrastrándome de espaldas por el tejado.

Tarde unos minutos en reincorporarme, al parecer me había lastimado la espalda con aquel brusco aterrizaje, la pierna izquierda me estaba ardiendo y no sabía porque, me senté con cuidado llevándome la mano a la zona del ardor, para mi sorpresa tenía esa parte tanto del pantalón como la pierna desgarrados y ahora estaba sangrando, el Kag debió haberme mordido y por culpa de la presión del momento no lo noté. No podía quedarme mucho tiempo quejándome del dolor o perdería a los Kags y junto a ellos la información que necesitaba, desgarre sin cuidado alguno una de las mangas de mi atuendo y la use como venda temporal, debía evitar que la sangre siguiera fluyendo con tanta continuidad y eso era lo único que tenía a la mano para evitarlo.

Me arrastré con cuidado para mirar por el borde del techo para asegurarme si los Kags seguían allí, dos de ellos estaban a dos patas tratando de alcanzar a subir el techo, otro tirado descansando en el suelo y el ultimo parecía estar retirándose en busca de los dromedarios nuevamente por lo visto. Me coloque de pie con cierto dolor a causa de la herida y tensé rápidamente una flecha en el arco, como estaba más calmado que antes no tarde mucho en apuntar y disparar al que ya se estaba alejando, la flecha atravesó limpiamente una de las patas traseras del animal haciendo que este soltara un extraño alarido, mientras siguió su camino cojeando me apresure a sacar otra flecha para disparar a su otra pata trasera, el Kag cayo al suelo con sus dos patas ahora inservibles, eso evitaría que se largara. Con cuidado comencé a moverme de un techo a otro, estando una vez encima de uno acceder al resto era mas fácil de lo que parecían, después de escalar un poco quede de lado a los Kags que aun intentaban escalar al sitio donde había estado hace un momento, podía decirse que la suerte volvía a estar de mi lado.

Me quedaban 8 flechas en el Carcaj así que debía ser cuidadoso con los siguientes tiros, el Kag herido había dejado se moverse pero seguía vivo, ahora debía de encargarme del resto pero no sabía como hacerlo exactamente, dispararles al cráneo resultaba inútil y dejandoles inútiles las piernas no ganaría nada. Suspire con cierta frustración al no decidirme por que hacer, volví a observar con cuidado a los Kags, sabía que tenían otro punto débil pero no recordaba cual era exactamente, tardé unos segundos en averiguarlo ya que era tan obvio que me sentí idiota por no notarlo desde el inicio, sus costados tampoco estaba protegidos. Lleve mi mano al carcaj para sacar una flecha y el movimiento me causo cierto dolor, al parecer la caída en el tejado también había traído consecuencias dolorosas, ignore el dolor mientras tensaba y disparaba a uno de los Kags que estaba a Dos patas, la flecha se incrusto en su costado haciendo que volviera a ponerse a cuatro patas, me agache rápidamente evitando que me visualizaran ya que aquella vista que tenía era perfecta para disparar, la bestia se movió un poco por la calle tratando de visualizar de donde había recibido el daño, tensé otra cuerda y sin levantarme le volví a disparar, la flecha se incrusto en su coraza para mi desgracia, debía apuntar mejor si quería acabar rápidamente aquello.

Tarde otros dos intentos en poder asesinar a la bestia, el Kag que estaba tirado en el suelo parecía dormido y el restante ahora rondaba en busca de carne y atento del peligro, al parecer ver a su compañero muerto lo había alertado. Miré a ver donde estaba el Kag invalido esperando que estuviera muerto, el animal seguía vivo y trataba de arrastrarse con sus patas delanteras. Me moví a otro tejado para tener mejor vista del Kag que rondaba, ese era mi nuevo objetivo después de todo, tal como a su compañero le dispare hasta liquidarlo, este no fue tan problemático ya que los tiros fueron mas limpios, llevé mi mano al carcaj en busca de más flechas para encargarme del que estaba dormido. -Maldicion...- fue lo que alcancé a decir al fijarme que me había quedado sin flechas. Necesitaba recuperar las que estaban en los cadáveres y para eso tenía que bajar del techo.

Regresé al sitio por donde había subido ya que era la parte mas baja, salté lo mas cuidadosamente que puede pero eso no evito que me desplomará en el suelo cual saco de papas, la pierna no había soportado el peso de la caída y ahora me dolía mucho mas, gire un poco en el suelo tratando de recuperarme hasta que logre colocarme de pie. Luego cojeando lo mas rápido que pude me acerque a uno de los cadáveres para arrancar las flechas que este tenía incrustadas, cada una con un fuerte tirón que me recordaba el dolor de la espalda. Usar el arco a tan corta distancia no causaría tanto daño al Kag dormido, mi opción esta vez fue recurrir a apuñalarlo, me acerqué con cierto cuidado tratando de no despertarlo, una vez lo suficientemente cerca tome con fuerza una flecha y se la clave en el costado, el Kag reaccionó inmediatamente al dolor y se levanto dispuesto a atacarme, yo por otro lado le salte encima y me aferre a su coraza para no caer, desenterré la flecha para luego volver a clavarla. El kag comenzó a correr por toda la calle llevándome a cuestas, yo me sujetaba con toda la fuerza necesaria para no caer mientras que con la otra mano lo apuñalaba con la flecha una y otra vez, el animal cada vez corría mas lento y parecía mas cansado y yo no podía juzgarlo, también me quedaba sin energías. Terminé cayendo al suelo esperando lo peor, el Kag posiblemente ya estaba listo para comerme vivo, al ver que no había nada devorándome me senté en el suelo mirando a mi alrededor, la bestia había decidido huir al desierto donde un par de metros luego de la salida había acabado desplomándose, debía estar perdiendo bastante sangre.

De una manera u otra había logrado deshacerme de los bichos, no de la forma perfecta tal como lo esperaba, pero lo había logrado, regresé a la casa donde me habían dado aquella asquerosa misión, si hubiese sabido que habría sido tan difícil todo aquello habría pedido mas que solo datos, algo de dinero quizá no estaría mal. Toqué fuertemente la puerta con cierto disgusto esperando que me abrieran, ya el pueblo estaba más calmado que antes, seguramente porque los Kags se habían ido.

-¡Ya me encargué de sus...Kags!- Grité esperando que con eso al fin se dignaran a responder, me había jugado el pellejo y ahora no querían abrirme. Después de un momento la persona con la que había hablado al inicio atendió al llamado.- Estas mintiendo... esperaste a que se fueran para venir de nuevo.- Mi humor estaba empeorando cada segundo y aquella respuesta no ayudaba a mejorarlo.- A ver... tengo pruebas, si usted se atreviese a salir y comprobarlas puede ver que digo la verdad.-  No podía seguir gritando ni pareciendo hostil si realmente quería que aquella persona saliera. Luego de un momento esperando la puerta se abrió lentamente, de esta salió un hombre mas o menos de la misma estatura que yo, tenía la cabeza rapada y vestía lo que supuse sería un atuendo típico de aquel pueblo, su cara fue un poema al verme, yo sabía mas o menos como debía estar mi condición, la cara mugrienta, mi ropa llena de arena junto a mi cabello, parte de mi atuendo rasgado y la pierna vendada con una venda improvisada llena de sangre.

-No te ves nada bien chico.
-No es por placer, eso lo puedo asegurar.- Le contesté mientras comenzaba a cojear en dirección a los Kags muertos y el inválidos.-No logre evitar que todos sus dromedarios salieran ilesos... pero los hice pagar, eso los aseguro.

El sujeto estaba impresionado cuando llegamos al sitio de los sucesos, al parecer no me había creído aun del todo, pero la escena lo había dejado completamente convencido. Me dio una palmada en la espalda con fuerza mientras comenzaba a reír con fuerza, yo me tuve que retorcer un poco para amainar el dolor de aquel gesto.

- Quien lo diría, si lo hiciste después de todo
- Cualquiera lo habría hecho si no se hubieran acobardado en sus casas.- Dije en lo bajo pero no lo suficiente para que el sujeto no me escuchara, antes de que este me contestara aquello lo miré fijamente.- Un trato es un trato, yo me encargue de sus bichos, ahora la información.
-Cierto cierto, dime ¿Que necesitas?.
- Los Norgéndos, quiero saber de ellos.- El gesto del sujeto se endureció un poco, parecía que no le iba a agradar hablar del tema.- Y no planeo recibir un "No" por respuesta, ya vio lo que le hice a esos bichos.- Dije mientras los señalaba, no quería que aquello sonara del todo a una amenaza, pero en parte lo era.
- Bien, bien te diré lo que necesites.
- Soy malo recordando algunas cosas, mejor lo escribes.- Le acerqué un papel un par de papeles que había tomado sin permiso de Roilkat antes de salir, después de todo no podían quejarse, se los iba a regresar con información importante.

Regresamos a la casa del sujeto donde este anoto los datos más importantes de los Nórgendos, a su vez me los iba diciendo pero estaba tan cansado que no lograba atrapar la información correctamente, todo estuvo listo horas antes de salir el sol, me despedí del sujeto que al final de todo no había sido tan desagradable, aparte de la información obtenida me había regalado un poco de agua para mi regreso y una venda decente para la herida. Ya tenía todo lo que había ido a buscar, ahora solo me faltaba regresar. Empece mi camino de regreso cojeando, el sol estaba preparándose para salir lo que significaba que el calor comenzaría dentro de pronto, si mal no había escuchado los nórgendos conocían aquel desierto mejor que cualquiera fuera de este, así que no se les dificultaba robar a los seres perdidos, así que de regreso opte por llevar mi arco siempre en la mano, nunca estaba de más ser algo precavido.

Gracias a la información que conseguiste del hombre del pueblo. En la ciudad obtuvieron valiosa información sobre el modo de actuar de los Nórgedos.

- Se te entregan 5 puntos de experiencia. Por cumplimiento de objetivos y buen desarrollo. El punto de cooperación te lo entrego también ya que tuviste que realizarlo en soledad por el abandono de tu compañera.

Ya se te han sumado a tu perfil.