La copa de oro de la sirena [Informantes – Ep. I] [Mastereado]

Por más que corría no me quitaba de encima a la Sirena, vaya velocidad tenía aquel ser, escapar iba a ser un gran problema si no lográbamos una forma de incapacitarla o distraerla, esperaba que el elfo bigotudo hubiese entendido mi plan de pocas palabras, no estaba para ponerme a gritar todas las conspiraciones contra la chica-pez mientra está me tenía casi en sus garras... o aletas, lo que fuera que tuviese aquel bicho.

Regresé la mirada al islote esperando ver a Rauko, pero en lugar de eso no vi nada, no lograba localizar la luz de la piedra ni alguna sombra en movimiento que pudiese ser el elfo, no tenía tiempo para revisar toda la cueva en busca de una simple luz, confiaba en que el elfo al menos había tomado la copa y esperaba el momento exacto para atacar la pared de cráneos. " No perderé mucho con ganarle algo de tiempo" Seguramente él solo necesitaba algo de tiempo, así que una distracción no era tan mala idea. Me frené y giré sobre mi propio peso, no confiaba en que aquello fuese a salir a la perfección así que solo lo descubriría intentándolo. - Bien, si me querías atrapar, aquí me tienes.- Luego comencé a correr en dirección a la sirena y de igual manera al agua.

Aquello hubiese sido perfecto contra un ser normal, uno de dos brazos y claramente dos manos... contra una sirena de múltiples extremidades no había sido nada útil. Había saltado contra ella olvidando que el agua era su ventaja en movilidad, aunque la hubiese empujado con fuerza el resultado iba a ser el mismo, ahora estaba capturado en los brazos viscosos y húmedos de la criatura, lo extraño era que había usado todos sus miembros para capturarme ¿Que planeaba hacer? Me removí tratando de liberarme de esa manera, fue totalmente inútil, la criatura acerco su rostro a mi mientras comenzaba a abrir sus fauces, aquello no era buena señal. Seguí agitándome inútilmente hasta que un par de colmillos se hincaron en mi hombro, primero no dolía tanto pero a medida que los dientes se hacían paso entre la carne el sufrimiento cada vez era peor.

La tortura hubiese sido mil veces peor si el sonido de cráneos rotos no se hubiese hecho presente, la Sirena en un veloz acto me soltó y arrojo a un lado para luego sumergirse en el agua, debía agradecer que ya no estaban lamiéndome el hueso pero el dolor al impactar con las rocas no había sido muy agradable, sin moverme del sitio palpé la zona donde había tenido enterrados los filosos dientes del ser acuático, la sangre ya estaba brotando a un ritmo rápido, un poco más y seguramente me hubiese arrancado toda aquella área del brazo "Que irónico, hace unas horas estaba escondido en las tripas de los sobrinos de esa cosa y ahora esa cosa quiere adornar su casa con nuestros cadáveres". Me senté tratando de recuperar un poco la energía, pude ver nuevamente a Rauko con su piedra luminosa al parecer había ahuyentado a la Sirena con aquello, ya podríamos salir sin problema.

Ya me encontraba de pie y dispuesto a caminar a la salida cuando visualicé que Rauko volvía a estar en problema, aquel pez ya comenzaba a volverse molesto, lo más seguro es que apenas saliera de está cueva comenzaría a odiar todo lo que tuviese aletas o escamas, simplemente por venganza a la Sirena. Recogí el arco que había quedado tirado en el suelo y tensé una flecha en este, aquella simple acción desato un dolor en la herida reciente del hombro, estuve cerca de dispararle a la Sirena, quizá si el elfo no me hubiese dicho mi nuevo objetivo todo aquello hubiese acabado con aquel tiro. Desplacé un poco el arco para luego dispararle a la pared de cráneos, eso solo nos ganaría un poco más de tiempo y enfurecería más a la sirena, ya comenzaba a dudar de ese plan.

Nuevamente había causado un error que revelo mi presencia, ahora la Sirena me buscaría nuevamente y lo más probable es que terminara de quitarme el hombro, sujeté el arco con fuerza por si era necesario volver a utilizarlo y comencé a correr lejos del agua y me dirigí a la protección de las rocas, ya estaba en un rango que creí seguro hasta que la Sirena salto del agua y me tiro al suelo donde luego sujeto mis piernas "Esto debe ser una maldita broma."  Arrastrarme no servía de nada ya que el peso de la chica-pez era más del que pudiese soportar, apreté el arco en mi manos y luego con la fuerza que me quedaba comencé a estrellarlo en el rostro de la criatura, Rauko había usado algo similar con la piedra la otra vez para liberarse, si tenía tanta suerte quizá ahora pasaría lo mismo, que equivocado estaba. La Sirena lo que hizo fue enfadarse aun más y enterró sus dientes en mi pierna, otra vez el dolor de aquellos colmillos, no podía dejar que me desgarrara un trozó de piel o aun peo... que me quitara la pierna completa, lancé el arco a un lado y con el enojo comenzado a impulsarme saqué una flecha del carcaj y con el filo de está le corte el rostro a aquel ser.

Un nuevo grito de aquella cosa se hizo presente, se apartó de la pierna y tomó impulso para aplastarme con todo su peso, con la energía restante gire sobre mi cuerpo un par de veces evitando convertirme en puré, debía volver a esconderme antes de que fuese demasiado tarde. No podía levantarme aun y arrastrarme no me llevaría muy lejos, así que solamente seguí girando sobre mi hasta estar lo suficientemente lejos, necesitaba tomar un descanso de todo aquello por lo menos un momento. Terminé recostado tras una roca esperando que lo peor sucediera, había dejado mi arma atrás y ya no tenía con que defenderme, no existía salida alguna de aquel sitio.

El sonido de los cráneos rotos volvió a hacerse presente, seguramente por eso la Sirena había dejado de atacarme, logré escuchar como el elfo decía que podíamos irnos ya pero realmente no me quedaban fuerzas siquiera para correr, la verdad es que moriríamos allí a manos de una loca acuática, dudaba que el resto del grupo fuese a llegar a tiempo para salvarnos... al menos sacarían nuestros cadáveres, si es que quedaba algo que sacar. La cueva se lleno de silencio, no lograba escuchar totalmente nada, quizá Rauko ya estaba muerto "Genial, todo por una estúpida copa." Estaba por quedarme dormido esperando la muerte cuando una leve luz se comenzaba a acercar, realmente aquello solo hubiese servido para saber que estaba cerca de la muerte, lo que me regresó al mundo como tal fue el grito amenazante de la Sirena, miré de reojo por el borde de la roca.

La chica pez había capturado al elfo y estaba por liquidarlo, sabía que aquel sería el fin de todo, en un sabio movimiento el elfo logró cegarla, algo torpe realmente, solo alargaría su vida un par de segundos más, pero no lo suficiente. Ya estaba regresando a mi estado de resignación cuando el elfo grito aquel apodo tan nada sutil que me habían puesto, tristemente aquello fue lo que me hizo recapacitar, el elfo acababa de poner su vida en mis manos y no podía simplemente dejarlo morir, con apoyo de la roca logré colocarme de pie y cojeé lo más rápido que pude hasta el sitio donde había arrojado el arco, gracias a la luz de la piedra logré localizarlo rápidamente, solo tenía un tiro para salvarle la vida al elfo y acabar con aquello, si fallaba todo estaba perdido.

Dispararle a los cráneos de la pared ya no era una opción valida así que opte por el blanco más sensato, el cráneo de la sirena, sujeté el arco y tensé una de las pocas flechas que seguían en el carcaj, lo normal hubiese sido hacer una broma antes de disparar o algo por el estilo, pero está vez no podía dejar a notar mi presencia. Disparé la flecha en dirección a la cabeza de la Sirena, aquella flecha iba a ser la que decidiera si lograríamos salir en una sola pieza de aquello. - ¿Le di?- Fue lo único que logré decir mientras me dejaba caer por el cansancio.

Obedeciendo al líder del reducido grupo, avanzó cuidando sus pasos, alumbrando con su antorcha. El reflejo del fuego en el agua parecía no permitirle ver del todo qué es lo que estaba pisando o dónde pisaba, de todos modos lo tumultuosa del agua levantaba la suficiente arena como para no tener certeza de dónde estaban parados aún si ella se encargaba de cuidar el reflejo para intentar ver mejor. Caminaron siguiendo al coloso de arcilla.

Estaba acostumbrada a realizar trabajos, pero nunca se vio envuelta en semejante situación. Para comenzar, jamás imaginó trabajar en grupo. La remuneración tendría que ser demasiado buena, no cuidaría de sus compañeros por nada, aunque en aquella situación tal vez era mejor tener compañía; más ojos, más alerta. Su razonamiento era correcto, sin embargo, su grupo no era el adecuado para ser capaz de aplicarlo a su realidad inmediata. Aquello parecía una broma a los ojos de Calista, contempló con el rabillo del ojo como por equivocación el único miembro masculino del reducido trío de desafortunados tocaba el trasero de su compañera. Cerró los ojos y se obligó a calmarse, lo último que necesitaban era comenzar a discutir allí dentro. Tenía la necesidad de llamarlos a la realidad, de decirles cuán importante era que estuviesen absolutamente alerta e intentaran evitar cualquier tipo de contacto que provocase desconcentración. Soltó un suspiro y rodó los ojos, aquello le recordó porqué no trabajaba en grupos.

Llegado cierto punto de la cueva, el golem detuvo su andar frente a una pared. Todo parecía confuso para la joven ¿Por qué paraba allí? Inmediatamente el coloso comenzó a avanzar hacia las rocas que limitaban su paso. Parecía que aquel muro se trataba de un simple obstáculo en su camino, Wind debía de estar en algún sitio al otro lado de las rocas. Ash le ordenó dirigir la luz hacia la parte superior de la pared de piedras, allí parecía haber una abertura por la cual podrían pasar.

— Ash tiene razón. Subidme de inmediato. — Dijo sin tacto ninguno, debían de resolver su situación cuanto antes. No había tiempo para la amabilidad.

Una vez sobre las rocas, pasó la antorcha hacia el otro lado del obstáculo. El sitio era escalofriante, cubierto por huesos que alguna vez le pertenecieron a algún humano o similar. La antorcha no alumbraba tanto como en el sitio por el que venían caminando, supuso que la humedad allí era mayor tal vez, afortunadamente no se había apagado. Había un largo camino de cuerpos óseos por todo el lugar y con el poco de luz del que disponía pudo ver una figura que en un principio pensó que se trataba de una sirena; sin embargo luego pudo distinguir que aquella silueta era la de Wind. Sintió alivio, más allá de su conducta fría y su manera de intentar mantener todo bajo control yacía su parte más humana, donde la preocupación reinaba; la preocupación por seguir con vida y por mantener a salvo a sus compañeros.

Pareció oír sollozos, casi suspiros de la contraria haciendo un esfuerzo por hacerse escuchar, llamaba al nombre de Bio. Sin tardar, miró a sus compañeros y anunció lo que veía.

— Wind está aquí, está viva... pero muy débil. Hay que encontrar la manera de sacarla. —

Alumbró el lugar buscando alguna posible salida, pero el sitio en el que estaba era la única opción. La situación ameritaba hacer una lista de circunstancias que impedían hacer su trabajo fácil, el nuevo candidato a ser agregado a dicha lista era el hecho de que la elfo se hallaba amarrada de su pierna. Debían de liberarla antes para poder sacarla, por supuesto.

— Está amarrada, no creo poder liberarla con mi arco. — se dirigió hacia el masculino — Debes intentar cruzar. Yo te alumbraré. — miró a Ash aún desde las alturas donde se hallaba el hueco. — ¿Crees poder ayudarlo a subir? Estaré al otro lado para que no falte luz. Apuraos, antes de que regrese lo que sea que haya traído a Wind hasta aquí.— Dudó si la elfo podría ayudar al hombre a subir, por lo que antes de tener cualquier inconveniente, estiró la mano para intentar ayudar también. Debían estar unidos como equipo, tenían la certeza de que ella estaba bien, ahora irían a por el resto y por supuesto, a por la copa.

Wind no era capaz de reaccionar, se sentía exhausta fisicamente y mentalmente agotada. Todo aquello parecía más un mal sueño que una realidad ¿Realmente estaba capacitada para hacer eso habitualmente? Lo que en un principio le pareció una idea interesante, como lo era unirse a un gremio, comenzaba a tornarse una idea, como poco, espantosa. Pero en ese momento ella no podía pensar en eso, no le importaba el gremio, sólo quería salir de allí, ver la luz de la luna y sentirse a salvo de nuevo.

Mientras sus compañeros se dedicaban a buscar un modo de rescatarla, ella seguía en un estado casi vegetativo, en la cabeza de la elfa sólo se repetía una y otra vez que todo aquello era una ilusión y que en realidad estaba sola, a merced de la sirena que la había llevado hasta allí en primer lugar. Wind tan solo reaccionó al escuchar al vampiro tan cerca - ¿Bio? - Susurró mientras levantaba la mirada, aun sin comprender la situación - ¿Por qué… estáis aquí? - Preguntó la elfa aún tirada en el suelo de rodillas mientras intraba calmar sus lágrimas. Mientras observaba a su compañero se percató de que no estaba sólo pues, había luz, podía ver a su compañero así que ¿Habían ido todos a buscarla?

al ver a sus compañeros allí, Wind comenzó a atar cabos y a tranquilizarse… más o menos. “Sí que están aquí… Han venido a por mí” Y abruptamente cayó en la cuenta de dónde estaba y por qué se encontraban allí -La copa… ¡La copa! Dioses ¿Tenéis la copa? ¡Tenemos que ir a por la copa! - Exclamó observando a su alrededor, en lo que a ella le pareció un tono absurdamente alto mientras el vampiro toqueteaba el grillete “Tenía que haber sido más cuidadosa, la misión…” La cabeza de la elfa no parecía querer darle tregua pues en cuanto se comenzó a desvanecer la idea de que aquello era una ilusión, empezó a martirizarse con la copa. Pero al fin y al cabo, para eso estaban allí y para eso habían pasado por aquello; tenían que recuperarla, era la misión, era la prioridad, los demás iban a fallar la misión por su culpa…Su cabeza entró en una espiral de pensamientos sobre la la tarea que les había llevado hasta allí, hasta que un pequeño “Clank” sonó y notó el tobillo libre mientras al mismo tiempo, otro “Clank” sonaba en su cabeza.
El golem había desaparecido. Y con la desaparición del guardián, se fue la escasa cordura que tenía en aquel momento “Acaso... ¿Estoy muerta? ¿Cuándo he muerto? Al menos no ha sido doloroso” Sonrió de un modo algo tétrico y se levantó trastabillando mientras se sujetaba en la pared “Estoy muy cansada para estar muerta” Siempre había escuchado que después de morir había calma, pero ella distaba mucho de la tranquilidad prometida. “Ahora seré como uno de esos esqueletos… Un lugar como este para toda la eternidad…” -Es algo triste- Suspiró resignada ante esa perspectiva y miró al techo de la cueva.  “Pero tal vez están rescatando mis huesos de aquí y por eso han venido” Miró de nuevo al vampiro y a Calista y les sonrió con sinceridad -Gracias-

La mente de la elfa se había estancado en aquella idea sobre su muerte, no era capaz de reaccionar a los estímulos del ambiente y el dolor agudo que sentía en cada uno de sus músculos le impedía centrar su cabeza en sus compañeros o en la sirena que se escuchaba cada vez más cerca. La película que se había montado en su cabeza con la idea de su muerte, a pesar de lo absurdo de ésta, era suficiente para mantenerla aislada de la realidad en la que se encontraba.
Su cuerpo estaba prácticamente inerte, apenas podía mantenerse en pie, pero, ya que su cabeza estaba en un lugar muy lejos de la cueva, seguía todas las indicaciones como un autómata. Algo bueno tenía que tener estar en semejante estado.

Ya realmente no me interesaba si iba a morir allí a manos de una arpía de voz encantadora pero de cara aterradora, estaba muy cansado siquiera para pensar en aquello, lo bueno era que si me dormía la sirena me descuartizaría y yo ni me daría cuenta... o eso esperaba. El punto era que ya no me quedaban fuerzas ni para pensar en el peligro que tenía cerca, lo único que me inquietaba era pensar que había fallado ese tiro, si me iba al otro mundo sería una desgracia " El arquero que murió por no disparar bien, voy a ser un maldito chiste en el otro lado." Sacudí la cabeza tratando de alejar aquel pensamiento, si realmente hubiese fallado ya el bigotudo estaría gritando en busca de clemencia, a menos... demonios, ¿Acaso le atravesé la garganta al elfo? Bueno, al menos no me iba a morir con un tiro fallido, ya no tenía mucho de que preocuparme.


Mientras seguía tirado logré escuchar como alguien se desplazaba, por lo visto había llegado finalmente mi hora de muerte. Levanté la vista para observar a mi ejecutor acuático, no iba a dejar que se llevara la satisfacción de verme totalmente derrotado, me llevé una sorpresa al ver la luz de la roca iluminando el camino, al parecer el elfo había salido con vida y eso significaba que la flecha si había matado a la bestia, ahora cuando me muriera la historia sería mucho mejor, ya no sería de un elfo asesinado por error, iba a ser de un elfo salvado de una sirena aterradora gracias a mi impecable puntería, debía considerar volver aquello un relato épico para las siguientes generaciones.

El elfo se acerco con su piedra de luz, llevaba su espada también en mano, quizá listo para atacar a otro atún de 6 brazos, dudaba que lográramos salir vivos de un segundo ataque. Esperaba que el elfo llegará con una actitud de agradecimiento o algo por el estilo, no diciendo aquellas tonterías falsas, me limité a solamente arrugar el ceño, si hubiese tenido más fuerza ya le hubiese lanzado una roca a la frente. - En este momento me arrepiento de no haberte atravesado la garganta.- Dije por lo bajo con cierto disgusto, ni la sirena había sido tan grosera.

Al parecer el elfo también eran de esos que se encargaban de unir huesos con amor y plegarias, me había ordenado quedarme quieto mientras pretendía hacer sus trucos. Realmente no quería recibir aquel tipo de curación pero estaba tan adolorido que no pude negarme de ninguna manera, lo normal hubiese sido pegarle en una mano con el arco a modo de regaño, pero ni eso podía. - Tengo una pregunta, ¿También harás que me salga un bigote como el tuyo? Porque si es así, paso.- Ya era tarde para negarme a la curación pero tenía tiempo para rechazar tanto pelo saliendo de mi rostro, aquello no lo aceptaría ni loco.

Una vez en mejor condición tomé impulso y me senté apoyándome en una roca, había llegado el momento que más esperaba, ver la copa de cerca y tomarla. Miré al elfo expectante, casi habíamos muerto por aquel trozo de oro y ya lo teníamos, desgraciadamente Rauko no la tenía... aquello era desalentador. - Solo tenías un trabajo.- Dije bajando la mirada en busca de la roca con cual pegarle en la sien al elfo, de una manera u otra debía desquitar el enojo que comenzaba a crecer en mi interior y claramente iba a ser con el culpable.

Ya tenía la roca del tamaño perfecto cuando levanté la mirada, al parecer el elfo había regresado a buscar el objeto, una sabía decisión y puede decirse que lo hizo a tiempo, ese era uno de los problemas de trabajar en equipo, si el otro fallaba en lo más básico no lograría tolerarlo, ahora que lo recordaba... ¿Donde demonios estaba el resto? Era extraño que no hubiesen llegado todavía, podían estar en problemas también o quizá Bio por fin recordó que los vampiros chupaban sangre y termino asesinando a todo el grupo "¡Oh demonios!" Me levanté lo más rápido que pude y casi comienzo a correr cuando vi que el elfo había tomado la copa, al parecer era tiempo de regresar, si volvíamos lo suficientemente rápido podíamos averiguar que había pasado.

Ahora el problema sería salir, Rauko no recordaba la ruta y yo mucho menos, por suerte era experto al momento de localizarme. - Ni idea, pero si seguimos una corriente de aire podremos localizar una salida, es lógico.- Sonreí orgulloso de mis habilidades pero por lo visto no serían tomadas en cuenta, el elfo empezó a guiarnos por una ruta donde el ambiente solo era humedo ¿Qué clase de lógica estaba usando? " Aun estoy a tiempo de dejarlo inconsciente con una roca y arrastrarlo fuera de este infierno." Observé el alrededor en busca de algo perfecto para aquel golpe, pero toda roca que había acabaría matando al elfo en vez de dejarlo inconsciente, era su día de suerte.

Ya habíamos quedado con el paso totalmente impedido una vez y el elfo ahora nos guiaba en un nuevo camino, si no morí a causa de la sirena si iba a morir por culpa de aquel guía tan perdido, era lógica la razón de nuestra perdida. - ¿Como planeas qué esté tranquilo? Es obvio que tu instinto está más que dañado.- Sacudí los brazos en el aire tratando de dar a notar mi disgusto y a la vez de relajar las ideas de asesinato, yo debía de ser quien no estuviese guiando fuera de allí, apostaba que yo habría encontrado la salida mucho más rápido.

Por suerte conseguimos una salida en aquel camino, con aquello el ego del bigotudo se inflo de tal manera que casi estalla, mientras el corría por aire fresco yo me movía lo más rápido que el dolor me permitiera, iba a necesitar un buen descanso después de todo esté viaje. Una vez fuera vi como Rauko tiraba la copa a los pies de Manuela, aquello no era un gesto muy educado pero era entendible, aun así me acerqué con cuidado a la copa y la levanté sacudiéndola un poco para quitarle la arena, era más pesada de lo que parecía. Le entregué la copa con cuidado a Manuela e incliné un poco la cabeza, eran gestos basicos de educación que había estudiado en el pasado, no es que se usaran mucho en las calles pero cuando se consigue a alguien de la nobleza es mejor ser educado.

Había estado tan concentrado en mi enojo con el elfo que había olvidado al resto del grupo, si no estaban afuera significaba que seguramente seguían encerrados en la cueva y aquello no era bueno. Me planteé levantar al elfo e ir a buscarlos pero no estábamos en condiciones para más problemas, quizá descansar un par de minutos y si no salían volver a adentrarse en aquellos túneles húmedos. Me acerqué al elfo para darme cuenta que ya se había dormido rápidamente luego de un par de quejas, luego levanté la mirada al sitio por donde habíamos salido ¿Donde demonios estaba el resto? Aquello no era bueno. - No entiendo como puedes dormir con tanta calma.- Dije en lo bajo mientras me acercaba a una roca y la usaba como asiento para esperar, no es que conociera mucho a Windorind, pero tenía algo de confianza en Bio y Ashryn, si no nos habían conseguido y tampoco estaban afuera es porque algo malo también les había pasado... y eso era preocupante de cierto modo.

Ha sido un buen hilo, me ha gustado mucho. Ameno de lectura, sencillo y habéis superado muy bien las dificultades que os he puesto, en ese aspecto

Paso a entregar las recompensas, que como dije serán en función del número de post que habéis escrito:

-Windorind, Rauko, Frederciksen, Ashryn y Bio ganáis 5 puntos de experiencia y 50 aeros.
-Calista ganas 3 puntos de experiencia y 30 aeros.
-1000 aeros para el gremio.
-5 ptos de influencia para el gremio.

Consultad pronto el tablón de los informantes. Tendréis noticias de las lejanas tierras de Dundarak.