Función de Mensajería [Desafío]
Página 1 de 1. • Comparte
Función de Mensajería [Desafío]
La xilografía es la técnica de grabación más común, y rápida, en la provincia de Verisar. La mayor parte de las cartas que Adie, cibernético roto y sin funciones, repartió cuando todavía funcionaba, fueron grabadas mediante técnicas xilográficas en El Cubil de Peth. Los hombres y mujeres tallaban en la madera (siendo las más utilizadas ocre y cerezo), la embardunaban de tinta y la sellaban sobre el papel. Era una técnica costosa ya que se necesitaba una matriz por página y, ésta, no era fácil de realizar. Se necesitaban, al menos, cinco personas por matriz: uno se encargaba (su función) de recortar la madera, otro de lisar la madera, el siguiente de dibujar las figuras, el cuarto de escribir las letras con la tipografía correcta y el último de impregnar la matriz de tinta y presionarla sobre el número de papeles correspondientes. Un panfleto político, la ordenanza de una nueva ley o la invitación a un evento ocupaban una página; eran perfectas para la xilografía. En definitiva, en El Cubil de Peth hacían cartas para que Adie, cibernético roto y sin funciones, las repartiese.
En los días comunes, el cibernético entraba al cubil sonriendo. Antes de empezar su trabajo, se presentaba a los grabadores haciéndoles una virtuosa reverencia y proclamaba sus muchas funciones. Jörn Peth, quien conocía de buena mano al mensajero, se extrañó cuando vio que Adie entraba al cubil con la cabeza agachada y sin decir palabra. Parecía desorientado, que había llegado solamente porque tenía que llegar.
Adie, cibernético roto y sin funciones, se sentó en una silla de una esquina; lo más alejado posible de las mesas de grabación y de los sacos de cartas que se acumulaban.
Jörn cogió uno de los sacos y lo llevó a los pies del gigante cibernético por ver si reaccionaba. No tardaron en aparecer cuchicheos y rumores entre las mesas de trabajos; en todos se repetía las mismas dos palabras: Roto y Sustituto.
-¿Qué te ocurre, amigo?- preguntó Jörn.
Adie negó con la cabeza.
-Tienes cartas que repartir. Función de mensajería. ¿Verdad? No era tu preferida entre todas tus muchas funciones- se esforzó para hablar como el cibernético por ver si, de esta manera, reaccionaba. No Hubo ningún éxito.
Un hombre elegante con una máscara blanca cubriendo la mitad de su rostro apareció a espaldas de Jörn Peth. Le puso una mano en el hombro y sonrío como Adie sonreía cuando todavía funcionaba.
-Ha sido una desgracia. Mi hermano, Ka-ING, se cayó por un precipicio y se estropeó. Estamos buscando un herrero que lo repare. Hasta entonces, deje que sea yo quien le sustituta. Mi nombre es APP-Bel, poseo las mismas funciones que mi hermano mayor y otras muchas más-.
¿Hermanos? Adie y APP-Bel eran completamente diferentes. El primero era un monstruo, una amalgama de miembros de cadáveres y piezas de metal mal soldadas, que apenas sabía hablar con claridad. El segundo, un elegante cibernético con el cuerpo de un hermoso caballero. APP-Bel cogió dos de los enormes sacos de cartas con la misma facilidad que los hubiera cogido Adie, cibernético roto y sin funciones, y se marchó de El Cubil de Peth.
-¿Es verdad que es tu hermano?- Adie asintió- No os parecéis en nada. Dime la verdad, ¿estás seguro que no quieres realizar tus funciones de mensajería?-
-Déjalo Jörn, no te va a responder. Está Roto. El nuevo es mucho mejor, más agradable y educado.- dijo uno de los grabadores.
-Me pregunto si conocerá las funciones sexuales- dijo una de las mujeres riendo pícaramente
-Yo me conformo con que reparta las cartas- argumentó un tercero.
-Salimos ganando con el cambio- volvió a hablar el primero.
-Adie…- suspiró Jörn frustrado.
-Está roto. Lo mejor será que nos deshagamos de él. No le necesitamos-.
-Supongo….-
-Claro que sí, APP-Bel lo hará mejor-.
-Mucho mejor-.
Jörn cogió una gubia y un punzón. Adie era un gigante, ni con la fuerza de tres hombres podrían echarle de allí. En contra de su voluntad, y dando la razón a sus empleados, Jörn Peth pensó que lo más piadoso para el cibernético exmensajero era desmontarlo. Estaba roto, perdió sus funciones. Con la venida del nuevo sustituto, ya no necesitaban a Adie.
* Bienvenido mensajero: Ya has leído el motivo de esta saga de desafíos. Debemos enseñar a Adie sus funciones perdidas. En este desafío, nos encargaremos de las funciones de mensajería. Pero, no nos adelantemos a los acontecimientos.
En este primer turno, ha aparecido un sustituto mensajero. En El Cubil de Peth, los grabadores hablan de desmontar a Adie. Tienen un nuevo mensajero y Adie ya no sirve. Ven que es piadoso dejar de prolongar su dolor y sacrificarle como si fuera un animal. Tu deber, en este turno, será impedir que realicen tal sacrificio. Hablar con ellos y proteger a Adie.
Para hacer más interesante el juego, Adie no puede hablar. Carece de TODAS las funciones.
En este tema no vamos a utilizar a APP-Bel. Lo único que nos interesa saber de él es que es atractivo y que es el nuevo mensajero de Aerandir. Su arco se explicará en temas posteriores.
* Información importante:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
En los días comunes, el cibernético entraba al cubil sonriendo. Antes de empezar su trabajo, se presentaba a los grabadores haciéndoles una virtuosa reverencia y proclamaba sus muchas funciones. Jörn Peth, quien conocía de buena mano al mensajero, se extrañó cuando vio que Adie entraba al cubil con la cabeza agachada y sin decir palabra. Parecía desorientado, que había llegado solamente porque tenía que llegar.
Adie, cibernético roto y sin funciones, se sentó en una silla de una esquina; lo más alejado posible de las mesas de grabación y de los sacos de cartas que se acumulaban.
Jörn cogió uno de los sacos y lo llevó a los pies del gigante cibernético por ver si reaccionaba. No tardaron en aparecer cuchicheos y rumores entre las mesas de trabajos; en todos se repetía las mismas dos palabras: Roto y Sustituto.
-¿Qué te ocurre, amigo?- preguntó Jörn.
Adie negó con la cabeza.
-Tienes cartas que repartir. Función de mensajería. ¿Verdad? No era tu preferida entre todas tus muchas funciones- se esforzó para hablar como el cibernético por ver si, de esta manera, reaccionaba. No Hubo ningún éxito.
Un hombre elegante con una máscara blanca cubriendo la mitad de su rostro apareció a espaldas de Jörn Peth. Le puso una mano en el hombro y sonrío como Adie sonreía cuando todavía funcionaba.
-Ha sido una desgracia. Mi hermano, Ka-ING, se cayó por un precipicio y se estropeó. Estamos buscando un herrero que lo repare. Hasta entonces, deje que sea yo quien le sustituta. Mi nombre es APP-Bel, poseo las mismas funciones que mi hermano mayor y otras muchas más-.
¿Hermanos? Adie y APP-Bel eran completamente diferentes. El primero era un monstruo, una amalgama de miembros de cadáveres y piezas de metal mal soldadas, que apenas sabía hablar con claridad. El segundo, un elegante cibernético con el cuerpo de un hermoso caballero. APP-Bel cogió dos de los enormes sacos de cartas con la misma facilidad que los hubiera cogido Adie, cibernético roto y sin funciones, y se marchó de El Cubil de Peth.
-¿Es verdad que es tu hermano?- Adie asintió- No os parecéis en nada. Dime la verdad, ¿estás seguro que no quieres realizar tus funciones de mensajería?-
-Déjalo Jörn, no te va a responder. Está Roto. El nuevo es mucho mejor, más agradable y educado.- dijo uno de los grabadores.
-Me pregunto si conocerá las funciones sexuales- dijo una de las mujeres riendo pícaramente
-Yo me conformo con que reparta las cartas- argumentó un tercero.
-Salimos ganando con el cambio- volvió a hablar el primero.
-Adie…- suspiró Jörn frustrado.
-Está roto. Lo mejor será que nos deshagamos de él. No le necesitamos-.
-Supongo….-
-Claro que sí, APP-Bel lo hará mejor-.
-Mucho mejor-.
Jörn cogió una gubia y un punzón. Adie era un gigante, ni con la fuerza de tres hombres podrían echarle de allí. En contra de su voluntad, y dando la razón a sus empleados, Jörn Peth pensó que lo más piadoso para el cibernético exmensajero era desmontarlo. Estaba roto, perdió sus funciones. Con la venida del nuevo sustituto, ya no necesitaban a Adie.
_____________________
* Bienvenido mensajero: Ya has leído el motivo de esta saga de desafíos. Debemos enseñar a Adie sus funciones perdidas. En este desafío, nos encargaremos de las funciones de mensajería. Pero, no nos adelantemos a los acontecimientos.
En este primer turno, ha aparecido un sustituto mensajero. En El Cubil de Peth, los grabadores hablan de desmontar a Adie. Tienen un nuevo mensajero y Adie ya no sirve. Ven que es piadoso dejar de prolongar su dolor y sacrificarle como si fuera un animal. Tu deber, en este turno, será impedir que realicen tal sacrificio. Hablar con ellos y proteger a Adie.
Para hacer más interesante el juego, Adie no puede hablar. Carece de TODAS las funciones.
En este tema no vamos a utilizar a APP-Bel. Lo único que nos interesa saber de él es que es atractivo y que es el nuevo mensajero de Aerandir. Su arco se explicará en temas posteriores.
* Información importante:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: Función de Mensajería [Desafío]
Zero ha tenido unos meses de actividad nunca antes experimentados, al involucrarse en la trama de Exos su tiempo está prácticamente colmado. Las cosas nunca llegan solas sean buenas o malas, eso dice la jerga popular y parece tener una sabiduría intrínseca poco apreciada entre los mismos seres vivos.
La nueva tanda de aventuras que rondan al pequeño robot lejos de ser una carga encuentran buena recepción por su parte, sentirse útil y “vivo” es algo que le agrada. No siempre terminan bien como atestiguan los numerosos vendajes que usa para cubrir zonas descubiertas en su anatomía, aunque “la vida sin riesgos no es vida”.
Afortunadamente su identidad se a mantenido secreta gracias a las contramedidas estéticas aplicadas, es sorprendente lo útil que pueden resultar los vendajes, otro invento lógico por parte de la vida inteligente. El aspecto de niño lastimado también ha logrado despertar cierta amabilidad en muchas personas… más datos para el registro.
Con tanto ajetreo reciente no debería resultar sorpresivo que el “Pequeño” se encuentre en otra megalópolis humana, los registros de su antagonista han aparecido en muchos lugares y cada vez que logra enlazarse con una señal se revela otra parte del puzle. Algo peligroso esta por acontecer de una forma tan discreta que golpeara como un martillo al cristal.
Una persona sale de cierto edificio cargando dos grandes sacos, Z9-42 siente lo que podría catalogarse como un escalofrió. Es un sintético, las señales lo delatan. Una generación avanzada como el, parece que ya se fabrican con normalidad. En los primeros instantes la pequeña creación tiene miedo de que sea un agente en su búsqueda, todo se disipa cuando pasa de largo sin mayor interacción.
Suspira aliviado, luego mira con sorpresa al personaje de una forma tan directa que rompe contacto al darse cuenta de su error. Siente curiosidad del lugar origen del sujeto, no es muy común ver bios ajenos a la base rondando. Antes de darse cuenta ya esta cruzando el umbral de entrada, vale destacar que se encuentra una escena poco amistosa al ingresar.
¡Alto!
Eleva su tono, casi nunca lo hace pero la situación demandaba firmeza. Varios elementos intentan desactivar a otro sintético, unidad que resulta curiosamente conocida. Es Adie, la maquina mensajera que conoció hace varios meses… claramente las cosas no han ido muy bien para su integridad personal.
Todos en la habitación hablan a la vez intentando justificar sus actos, alegan que la victima padece una avería general y seria mejor “poner fin al sufrimiento”. Una eutanasia robótica… si es que existe dicho concepto. Lo cierto es que carece totalmente de fundamento lógico, cualquier maquina puede volver a su estado funcional.
Deténganse por favor, por muy severo que sea el daño sufrido siempre existe una forma de revertirlo “baja la mirada” siempre.
Un recuerdo fantasma aflora, los últimos minutos de vida de un niño extrañamente conocido. Tan abrumado por la fiebre que no siente nada, solo el miedo profundo al ver que todo se apaga con su familia reunida alrededor. Los bios son la prueba viviente de que todo puede repararse, para convertirse en uno se debe vencer la peor enfermedad… la muerte.
La nueva tanda de aventuras que rondan al pequeño robot lejos de ser una carga encuentran buena recepción por su parte, sentirse útil y “vivo” es algo que le agrada. No siempre terminan bien como atestiguan los numerosos vendajes que usa para cubrir zonas descubiertas en su anatomía, aunque “la vida sin riesgos no es vida”.
Afortunadamente su identidad se a mantenido secreta gracias a las contramedidas estéticas aplicadas, es sorprendente lo útil que pueden resultar los vendajes, otro invento lógico por parte de la vida inteligente. El aspecto de niño lastimado también ha logrado despertar cierta amabilidad en muchas personas… más datos para el registro.
Con tanto ajetreo reciente no debería resultar sorpresivo que el “Pequeño” se encuentre en otra megalópolis humana, los registros de su antagonista han aparecido en muchos lugares y cada vez que logra enlazarse con una señal se revela otra parte del puzle. Algo peligroso esta por acontecer de una forma tan discreta que golpeara como un martillo al cristal.
Una persona sale de cierto edificio cargando dos grandes sacos, Z9-42 siente lo que podría catalogarse como un escalofrió. Es un sintético, las señales lo delatan. Una generación avanzada como el, parece que ya se fabrican con normalidad. En los primeros instantes la pequeña creación tiene miedo de que sea un agente en su búsqueda, todo se disipa cuando pasa de largo sin mayor interacción.
Suspira aliviado, luego mira con sorpresa al personaje de una forma tan directa que rompe contacto al darse cuenta de su error. Siente curiosidad del lugar origen del sujeto, no es muy común ver bios ajenos a la base rondando. Antes de darse cuenta ya esta cruzando el umbral de entrada, vale destacar que se encuentra una escena poco amistosa al ingresar.
¡Alto!
Eleva su tono, casi nunca lo hace pero la situación demandaba firmeza. Varios elementos intentan desactivar a otro sintético, unidad que resulta curiosamente conocida. Es Adie, la maquina mensajera que conoció hace varios meses… claramente las cosas no han ido muy bien para su integridad personal.
Todos en la habitación hablan a la vez intentando justificar sus actos, alegan que la victima padece una avería general y seria mejor “poner fin al sufrimiento”. Una eutanasia robótica… si es que existe dicho concepto. Lo cierto es que carece totalmente de fundamento lógico, cualquier maquina puede volver a su estado funcional.
Deténganse por favor, por muy severo que sea el daño sufrido siempre existe una forma de revertirlo “baja la mirada” siempre.
Un recuerdo fantasma aflora, los últimos minutos de vida de un niño extrañamente conocido. Tan abrumado por la fiebre que no siente nada, solo el miedo profundo al ver que todo se apaga con su familia reunida alrededor. Los bios son la prueba viviente de que todo puede repararse, para convertirse en uno se debe vencer la peor enfermedad… la muerte.
Z9-42
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 556
Nivel de PJ : : 5
Re: Función de Mensajería [Desafío]
Un chico entró en El Cubil de Peth. Tenía la mitad del rostro recubierto por vendajes y el torso repleto de capas de ropa. Los trabajadores inmediatamente pensaron en la enfermedad de Dundarak. Recordaron a los infectados que se tapan las verrugas con trapos y vendas para que la gente no les tuviera miedo. ¿Acaso el chico estaba enfermo? Varios de los presentes tragaron saliva angustiados. Si bien era cierto que la cura había sido suministrada por los Norgedos, no todos los aerandianos tenían la capacidad económica para comprarla.
Jörn Peth dio un paso hacia delante mientras que el resto de sus trabajadores daban un paso hacia atrás, alejándose del posible enfermo. En la mano derecha tenía un papiro en blanco que lo usaba para taparse la nariz, evitando así el contagio. Con la mano izquierda sujetaba el punzón que usaría para sacrificar a Adie, cibernético ROTO y sin funciones.
-Chico, es mejor que te vayas a…. – ¿a la enfermería? ¿al vertedero? ¿al cementerio? - donde sea que vaya la gente como tú-.
El niño prestaba un gran interés por exmensajero. Sus palabras se clavaron en la mente de Jörn Peth, ambos pensaban de la misma manera. Después de todo lo que Adie hizo por Aerandir, no sería correcto sacrificarle; igual que no era correcto mandar a un niño al cementerio porque vestía como los infectados de la pandemia.
-Hay veces que…- no pudo terminar la frase – lo siento- esto último, lo dijo mirando a Adie.
Alguien habló detrás de Jörn, fue la misma mujer que preguntó por las funciones sexuales de APP-Bel, nuevo cibernético mensajero y muchas otras funciones.
-¡No se va a ir! Se quedará ahí parado hasta hagamos lo que quiere-.
La mujer se escondía detrás de su mesa de trabajo como si fuera una muralla impenetrable. En un rápido vistazo, Jörn Peth comprendió que estaba aterrorizada: tenía el cabello rubio revuelto, las manos apretadas en los laterales de la mesa (muralla) y sudaba como nunca había visto sudar a nadie. Aunque pudiera sonar irónico, Jörn sentía más lástima por la mujer que por el posible niño enfermo y el cibernético ROTO. Los dos últimos parecían no entender la situación que les había tocado vivir. El chico hablaba con naturalidad y coherencia, no como alguien condenado a morir; y Adie ni siquiera hablaba; Jörn lo veía como un muerto en vida. La mujer, muy distinta, comprendía todo a la perfección. Sabía que si se acercaba al chico podría contagiarse; podría despedirse de su trabajo en El Cubil de Peth, su amante (o sus amantes en caso de que fuera una mujer de alegres amoríos), su familia y, por último, su vida. Nada le aterraba más que decir adiós a su vida.
-Deja que se lleve a Adie. No lo quiero ve. ¡Que se vaya!-
Los otros trabajadores comenzaron a entender lo que la primera mujer entendía.
-¡Sí, que se vaya!-
-¡Largo!-
-¡Échalos Peth!-
A Jörn le quedaba un mínimo de sensatez; no estaba tan asustado como el resto. Dejó el punzón en el suelo y cogió un montón de panfletos a medio terminar. Poco a poco, como si su vida (su saludad) dependiera de ello, se fue acercando al niño. Le pasó los panfletos y, con voz seria y calmada, le dijo:
-Si puedes reparar a Adie, hazlo. Revierte la avería. Enséñale la función de mensajería y vete de aquí-.
* Z9-42 Es por tus vendajes y tu abultada vestimenta que los trabajadores en El Cubil de Peth creen que eres un último infectado de la pandemia. Están aterrados por la posibilidad de que les contagies. Jörn Peth, el encargado, decide darte una baza de confianza. Tiene un cariño especial por Adie, no quiere sacrificarlo. Es por eso que te pide que le enseñes la Función de Mensajería: qué es una carta, cómo se entrega… todo lo que tenga que ver con mensajería.
Para hacer más interesante el juego, Adie no te reconoce. Como dije antes, tampoco habla. Carece de todas sus funciones.
Tú éxito dependerá tanto de lo que hagas onrol como de la runa que obtengas al lanzar la Voluntad de los Dioses. Lo mediré, siendo lo más justa posible, en 50% suerte 50% acciones del usuario.
Jörn Peth dio un paso hacia delante mientras que el resto de sus trabajadores daban un paso hacia atrás, alejándose del posible enfermo. En la mano derecha tenía un papiro en blanco que lo usaba para taparse la nariz, evitando así el contagio. Con la mano izquierda sujetaba el punzón que usaría para sacrificar a Adie, cibernético ROTO y sin funciones.
-Chico, es mejor que te vayas a…. – ¿a la enfermería? ¿al vertedero? ¿al cementerio? - donde sea que vaya la gente como tú-.
El niño prestaba un gran interés por exmensajero. Sus palabras se clavaron en la mente de Jörn Peth, ambos pensaban de la misma manera. Después de todo lo que Adie hizo por Aerandir, no sería correcto sacrificarle; igual que no era correcto mandar a un niño al cementerio porque vestía como los infectados de la pandemia.
-Hay veces que…- no pudo terminar la frase – lo siento- esto último, lo dijo mirando a Adie.
Alguien habló detrás de Jörn, fue la misma mujer que preguntó por las funciones sexuales de APP-Bel, nuevo cibernético mensajero y muchas otras funciones.
-¡No se va a ir! Se quedará ahí parado hasta hagamos lo que quiere-.
La mujer se escondía detrás de su mesa de trabajo como si fuera una muralla impenetrable. En un rápido vistazo, Jörn Peth comprendió que estaba aterrorizada: tenía el cabello rubio revuelto, las manos apretadas en los laterales de la mesa (muralla) y sudaba como nunca había visto sudar a nadie. Aunque pudiera sonar irónico, Jörn sentía más lástima por la mujer que por el posible niño enfermo y el cibernético ROTO. Los dos últimos parecían no entender la situación que les había tocado vivir. El chico hablaba con naturalidad y coherencia, no como alguien condenado a morir; y Adie ni siquiera hablaba; Jörn lo veía como un muerto en vida. La mujer, muy distinta, comprendía todo a la perfección. Sabía que si se acercaba al chico podría contagiarse; podría despedirse de su trabajo en El Cubil de Peth, su amante (o sus amantes en caso de que fuera una mujer de alegres amoríos), su familia y, por último, su vida. Nada le aterraba más que decir adiós a su vida.
-Deja que se lleve a Adie. No lo quiero ve. ¡Que se vaya!-
Los otros trabajadores comenzaron a entender lo que la primera mujer entendía.
-¡Sí, que se vaya!-
-¡Largo!-
-¡Échalos Peth!-
A Jörn le quedaba un mínimo de sensatez; no estaba tan asustado como el resto. Dejó el punzón en el suelo y cogió un montón de panfletos a medio terminar. Poco a poco, como si su vida (su saludad) dependiera de ello, se fue acercando al niño. Le pasó los panfletos y, con voz seria y calmada, le dijo:
-Si puedes reparar a Adie, hazlo. Revierte la avería. Enséñale la función de mensajería y vete de aquí-.
_____________________
* Z9-42 Es por tus vendajes y tu abultada vestimenta que los trabajadores en El Cubil de Peth creen que eres un último infectado de la pandemia. Están aterrados por la posibilidad de que les contagies. Jörn Peth, el encargado, decide darte una baza de confianza. Tiene un cariño especial por Adie, no quiere sacrificarlo. Es por eso que te pide que le enseñes la Función de Mensajería: qué es una carta, cómo se entrega… todo lo que tenga que ver con mensajería.
Para hacer más interesante el juego, Adie no te reconoce. Como dije antes, tampoco habla. Carece de todas sus funciones.
Tú éxito dependerá tanto de lo que hagas onrol como de la runa que obtengas al lanzar la Voluntad de los Dioses. Lo mediré, siendo lo más justa posible, en 50% suerte 50% acciones del usuario.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: Función de Mensajería [Desafío]
Resulta claro que confunden a Zero con un infectado de la pandemia, es un efecto del disfraz que no había tenido en cuenta. Lo cierto es que su vestimenta es bastante cerrada y como ahora ostenta numerosos vendajes… sin duda puede confundirse pero es mejor eso a que las heridas mal cicatrizadas junto con varias partes robóticas se vean simple vista.
Suspira mientras se prepara para explicar que no está enfermo, por desgracia todo sigue otro camino. Los trabajadores desprenden miedo y repulsión, el único que se mantiene con algo de sensatez parece liderar a los demás. Controla sus emociones mejor que el resto y al menos se muestra cooperativo.
Luego de varios instantes de tensión “mas que todo para los seres vivos” se revela una forma de ayudar al sintético mensajero, si logra aprender de nuevo su función quizás tenga posibilidades de reintegrase y no ser sacrificado… es extraño como funciona la mente humana cuando carece de la imagen completa.
De acuerdo, gracias por ayudar.
Z9-42 se retira y hace que la maquina averiada siga sus pasos, no es difícil pues Adie parece haber vuelto al modo fabrica. En ese estado solo puede seguir a una figura de mando para que le dé un propósito, las factorías de la tierra suelen utilizarle para mover unidades blanqueadas entre secciones.
La función de mensajería sirve para enviar…
Pronto se da cuenta que esta expulsando el concepto literal encontrado en la base de datos, resulta útil pero no considera prudente inundar la memoria borrada de su “pariente” con información rebuscada. Eso suele funcionar si tienes un enlace directo a la memoria, de forma convencional no tiene el mismo efecto.
Los mensajeros mantienen las comunidades vivas… todos somos mensajeros en cierto modo, tenemos que entregar un mensaje para que nuestra existencia tenga propósito.
Busca entre las cartas que se le facilitaron y encuentra una con dirección próxima, se la enseña a Adie para luego iniciar la marcha, está a dos cuadras de su posición actual. La información nunca se borra totalmente de un bio, es imposible a pesar de su característica artificial. Suele salir a flote como recuerdos fantasmas y con la suficiente fuerza logra… volver.
Todos los seres llevan algo consigo y lo entregan a los demás, los mensajeros hacen ese servicio de forma más literal.
Antes de darse cuenta ya están en la dirección, el pequeño robot da algunos golpes a la puerta y enseguida abre una mujer. Sin vacilar enseña la carta ocasionando que su rostro se ilumine, ya con el mensaje en mano llama a toda la familia para leerla en voz alta aunque no sin antes dar el pago correcto y un abrazo como extra.
Algunos mensajes son mejores que otros pero todos cumplen un papel al final, esa es la senda del mensajero y es un camino muy reconfortante para las partes involucradas.
Sonríe a medida que la familia se emociona por las palabras de un padre en servicio, luego parte junto con su semejante al punto de inicio. Antes de ingresar le mira fijamente, no tiene forma de saber si su técnica a funcionado por lo que confirmara todo una vez más. Enseña las cartas y hace un intento adicional.
Ese es tu propósito Adie, ser mensajero… ¿lo quieres?
Suspira mientras se prepara para explicar que no está enfermo, por desgracia todo sigue otro camino. Los trabajadores desprenden miedo y repulsión, el único que se mantiene con algo de sensatez parece liderar a los demás. Controla sus emociones mejor que el resto y al menos se muestra cooperativo.
Luego de varios instantes de tensión “mas que todo para los seres vivos” se revela una forma de ayudar al sintético mensajero, si logra aprender de nuevo su función quizás tenga posibilidades de reintegrase y no ser sacrificado… es extraño como funciona la mente humana cuando carece de la imagen completa.
De acuerdo, gracias por ayudar.
Z9-42 se retira y hace que la maquina averiada siga sus pasos, no es difícil pues Adie parece haber vuelto al modo fabrica. En ese estado solo puede seguir a una figura de mando para que le dé un propósito, las factorías de la tierra suelen utilizarle para mover unidades blanqueadas entre secciones.
La función de mensajería sirve para enviar…
Pronto se da cuenta que esta expulsando el concepto literal encontrado en la base de datos, resulta útil pero no considera prudente inundar la memoria borrada de su “pariente” con información rebuscada. Eso suele funcionar si tienes un enlace directo a la memoria, de forma convencional no tiene el mismo efecto.
Los mensajeros mantienen las comunidades vivas… todos somos mensajeros en cierto modo, tenemos que entregar un mensaje para que nuestra existencia tenga propósito.
Busca entre las cartas que se le facilitaron y encuentra una con dirección próxima, se la enseña a Adie para luego iniciar la marcha, está a dos cuadras de su posición actual. La información nunca se borra totalmente de un bio, es imposible a pesar de su característica artificial. Suele salir a flote como recuerdos fantasmas y con la suficiente fuerza logra… volver.
Todos los seres llevan algo consigo y lo entregan a los demás, los mensajeros hacen ese servicio de forma más literal.
Antes de darse cuenta ya están en la dirección, el pequeño robot da algunos golpes a la puerta y enseguida abre una mujer. Sin vacilar enseña la carta ocasionando que su rostro se ilumine, ya con el mensaje en mano llama a toda la familia para leerla en voz alta aunque no sin antes dar el pago correcto y un abrazo como extra.
Algunos mensajes son mejores que otros pero todos cumplen un papel al final, esa es la senda del mensajero y es un camino muy reconfortante para las partes involucradas.
Sonríe a medida que la familia se emociona por las palabras de un padre en servicio, luego parte junto con su semejante al punto de inicio. Antes de ingresar le mira fijamente, no tiene forma de saber si su técnica a funcionado por lo que confirmara todo una vez más. Enseña las cartas y hace un intento adicional.
Ese es tu propósito Adie, ser mensajero… ¿lo quieres?
Z9-42
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 556
Nivel de PJ : : 5
Re: Función de Mensajería [Desafío]
El miembro 'Z9-42' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2234
Nivel de PJ : : 0
Re: Función de Mensajería [Desafío]
Jörn Peth sigue de cerca al cibernético y al niño enfermo, evalúa cada una de sus acciones tal como lo haría un maestro ante la prueba final de su discípulo. Algunos de los trabajadores del cubil, los menos temerosos, se unieron a Jörn. Tenían curiosidad por saber quién era ese niño y por qué había querido ayudar a Adie, cibernético roto y sin funciones. ¿Había sido ayudado por el exmensajero y quería saldar su deuda? ¿O es que, antes de caer enfermo, había trabajado como pupilo de un herrero especializado en el mantenimiento y reparación de cibernéticos? La razón podría ser más sencilla, tal vez lo estaba ayudando solo porque quería ayudarle; porque, simplemente, era un buen chico. Jörn era de los que creía como correcta esta tercera opción. Se sentía apenado, incluso celoso del chico, por no haber sido un buen hombre. Minutos antes, se estaba planteando clavar un punzón en la nuca de Adie para sacrificarle. Era una macabra comparación, sacrificar a un cibernético mensajero que no sabía qué era un mensaje sería equivalente a sacrificar a un caballo carreras con la pierna rota que ya no podría volver a correr.
El chico puso todo su empeño para volver a enseñar a Adie qué eran las cartas y cómo debían ser leídas y entregadas. Le hizo una demostración perfecta que terminó con el abrazo de una mujer que le brillaban los ojos de alegría. La mitad de los curiosos trabajadores que acompañaban a Jörn aplaudieron la demostración, la otra mitad estaban tan sorprendidos que eran incapaces de gesticular.
Llegó el turno de Adie, cibernético roto que aprendía una función, cogió un panfleto con las dos manos y se lo acercó a sus ojos incoloros. Lo estuvo mirando durante un tiempo, demasiado largo a juzgar por Jörn Peth. ¿Lo estaba leyendo? ¿Necesitaba todo ese tiempo porque le costaba leer? Jörn tuvo que reprimir el deseo de morderse las uñas, estaba impaciente por ver el siguiente movimiento de Adie.
-Vamos, tú puedes. Demuestra que puedes hacerlo- susurraba Jörn Peth sin que nadie le escuchase.
Adie ofreció el panfleto al chico enfermo. Lo puso entre sus manitas con delicadeza y dulzura, como si el papiro fuera una joya. Luego, se arrodilló y abrazó al niño de la misma forma que éste hubo hecho con la mujer.
Los rostros de los trabajadores cayeron al suelo por el peso de la decepción. Era un principio, Adie había imitado los movimientos del chico, pero todavía le costaba entender la esencia del mensajero. Una prueba de que el antiguo mensajero estaba en el interior de gran cibernético la pudieron ver cuando Adie entregó el papiro como si se tratase de un tesoro. Solamente Adie podría dar tal valor a un trozo de papel. Estaba ahí, en algún lugar; pero todavía tenía que salir a flote.
La irritante mujer, la que salivó al imaginarse las funciones sexuales de APP-Bel, interrumpió la escena. Dijo lo que todo el mundo pensaba, incluido Jörn Peth, pero que por vergüenza solo ella se atrevía a decir en voz alta.
-¿Y qué importa que haya sabido entregar una carta? Ahora tenemos a APP-Bel, él lo hará mucho mejor que Adie. ¿Os tengo que recordar el número de niños que tenían miedo de Adie? ¿O las veces que Adie se comía todos los aeros en lugar de darnos nuestra parte? No, eso APP-Bel no la hará. Es un hombre hermoso y educado. Su sonrisa no asusta y, si es verdad que es un monstruo de metal hermano de Adie, no lo parece. No sé vosotros, pero yo pienso que hemos salido ganando con el cambio. Ya no necesitamos a Adie-.
-Tiene razón- pese a acabar contagiado por la enfermedad de Dundarak, se acercó al chico y puso una mano en su hombro- Ella tiene razón- repitió apenado- Aunque consigamos que vuelva a ser, completamente, el de antes…. No- la última palabra la dijo suspirando y mirando al suelo.
* Z9-42 Como quedamos: 50/50. Has enseñado a Adie el principio de un buen mensajero, le has metido la idea en la cabeza (como dirían en la película Inception). Aun así, no ha sido suficiente para superar a APP-Bel. Adie seguirá vivo, pero sin trabajo. APP-Bel será el nuevo mensajero de Aerandir. ¡La que se avecina!
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +3 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 5 ptos totales de experiencia
* 50 aeros
Recompensa: Bolso de mensajero
El chico puso todo su empeño para volver a enseñar a Adie qué eran las cartas y cómo debían ser leídas y entregadas. Le hizo una demostración perfecta que terminó con el abrazo de una mujer que le brillaban los ojos de alegría. La mitad de los curiosos trabajadores que acompañaban a Jörn aplaudieron la demostración, la otra mitad estaban tan sorprendidos que eran incapaces de gesticular.
Llegó el turno de Adie, cibernético roto que aprendía una función, cogió un panfleto con las dos manos y se lo acercó a sus ojos incoloros. Lo estuvo mirando durante un tiempo, demasiado largo a juzgar por Jörn Peth. ¿Lo estaba leyendo? ¿Necesitaba todo ese tiempo porque le costaba leer? Jörn tuvo que reprimir el deseo de morderse las uñas, estaba impaciente por ver el siguiente movimiento de Adie.
-Vamos, tú puedes. Demuestra que puedes hacerlo- susurraba Jörn Peth sin que nadie le escuchase.
Adie ofreció el panfleto al chico enfermo. Lo puso entre sus manitas con delicadeza y dulzura, como si el papiro fuera una joya. Luego, se arrodilló y abrazó al niño de la misma forma que éste hubo hecho con la mujer.
Los rostros de los trabajadores cayeron al suelo por el peso de la decepción. Era un principio, Adie había imitado los movimientos del chico, pero todavía le costaba entender la esencia del mensajero. Una prueba de que el antiguo mensajero estaba en el interior de gran cibernético la pudieron ver cuando Adie entregó el papiro como si se tratase de un tesoro. Solamente Adie podría dar tal valor a un trozo de papel. Estaba ahí, en algún lugar; pero todavía tenía que salir a flote.
La irritante mujer, la que salivó al imaginarse las funciones sexuales de APP-Bel, interrumpió la escena. Dijo lo que todo el mundo pensaba, incluido Jörn Peth, pero que por vergüenza solo ella se atrevía a decir en voz alta.
-¿Y qué importa que haya sabido entregar una carta? Ahora tenemos a APP-Bel, él lo hará mucho mejor que Adie. ¿Os tengo que recordar el número de niños que tenían miedo de Adie? ¿O las veces que Adie se comía todos los aeros en lugar de darnos nuestra parte? No, eso APP-Bel no la hará. Es un hombre hermoso y educado. Su sonrisa no asusta y, si es verdad que es un monstruo de metal hermano de Adie, no lo parece. No sé vosotros, pero yo pienso que hemos salido ganando con el cambio. Ya no necesitamos a Adie-.
-Tiene razón- pese a acabar contagiado por la enfermedad de Dundarak, se acercó al chico y puso una mano en su hombro- Ella tiene razón- repitió apenado- Aunque consigamos que vuelva a ser, completamente, el de antes…. No- la última palabra la dijo suspirando y mirando al suelo.
_____________________
* Z9-42 Como quedamos: 50/50. Has enseñado a Adie el principio de un buen mensajero, le has metido la idea en la cabeza (como dirían en la película Inception). Aun así, no ha sido suficiente para superar a APP-Bel. Adie seguirá vivo, pero sin trabajo. APP-Bel será el nuevo mensajero de Aerandir. ¡La que se avecina!
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +3 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 5 ptos totales de experiencia
* 50 aeros
Recompensa: Bolso de mensajero
- Bolso de mensajera:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
En privado, Jörn Peth te agradece que hayas demostrado a los humanos que Adie puede aprender. En compensación te da su bolso de mensajero; es en su interior donde descubres los 50 aeros antes mencionados.
En los siguientes 3 temas, si llevas el bolso en el hombro, podrás correr un 25% más rápido. El efecto deja de funcionar si entras en combate.
El bolso de mensajero se considera como un “Bolso Pequeño” del mercado; lo que te permite cargar 2 objetos de uso limitado (nivel 0-2) en los temas.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Temas similares
» Mensajería y otras muchas funciones [Desafío]
» No te cases [Misión de mensajería]
» El Hombre Bueno [Misión de mensajería]
» Un lugar triste [Misión de mensajería]
» Voy a por ti [Desafío]
» No te cases [Misión de mensajería]
» El Hombre Bueno [Misión de mensajería]
» Un lugar triste [Misión de mensajería]
» Voy a por ti [Desafío]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 22:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 18:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 15:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 4:53 por Lukas
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Mar 19 Nov - 23:33 por Vincent Calhoun
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar 19 Nov - 21:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar 19 Nov - 21:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun 18 Nov - 11:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun 18 Nov - 3:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb 16 Nov - 20:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér 13 Nov - 19:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar 12 Nov - 3:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom 10 Nov - 12:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie 8 Nov - 17:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie 8 Nov - 0:19 por Tyr