Midsummarblót, Solsticio de Verano [Evento]

- Auch – Fue lo único que dijo cuándo Helyare afirmó que no eran amigos. - ¿Tú crees? – Añadió a continuación, sin girarse a mirar a la mujer.

Para no ser amigos habían dedicado toda una noche a hacerle una ofrenda a los dioses; Dos completos desconocidos no solían detenerse a hacer eso. Pero dejó que la elfa pensase lo que quisiera.

Parecía más feliz de aquella forma.

Sin decir nada, dejó que la Helyare se explayase. Aunque agradeció que dijese que su segundo nombre era bonito, normalmente lo primero que hacían era reírse. No obstante, por la expresión que se apoderó de su rostro, pudo intuir que no lo terminaba de entender.

¿Es que había estado viviendo encerrada toda su vida?

Por su forma de hablar y lo poco que conocía del… mundo en general, era una posibilidad bastante grande, prácticamente estaba seguro de ello. Sonrió, al ver a la muchacha hablar, y decían que él era terco.

Se le escapó una risita, al terminar de oír las palabras de la elfa. Era mucho más simple que todo aquello.

- En realidad no tiene nada de malo, es… intimo. Tienes razón. – dijo negando con la cabeza, viendo como Helyare se prepara para irse – Tengo que usarlo más – La forma de verlo de la elfa era mejor que la suya propia, tenía que admitirlo. No obstante, por muy bonito que dijese la elfa que sonase “Dalia”, jamás iba a decírselo a Lyn.

Jamás.

Nunca.

Antes muerto.

– Helyare también suena bien – Añadió después, levantándose, imitando a la muchacha y tomando las pocas pertenencias que había dejado en el lugar.

No quiso profundizar más en todo aquello por el momento, todos los temas de conversación parecían ser delicados para Helyare. ¿Había algo que se les permitiese hacer a los elfos como ella? Suspiró y se limitó a sonreír con educación cuando su “amiga” afirmó no era lo que esperaba en un humano.

- Sí, me lo dicen bastante. – Respondió de vuelta, bromeando. – Creo que me voy a marchar también. – Bajó ambas manos hasta los bolsillos de su raído pantalón y se giró, por última vez, a mirar el mar.

Le tenía un miedo aterrador, no sabía nadar después de todo; pero, aun así, en aquel momento, se le antojó ridículamente inofensivo.

Incluso invitaba a darse un baño.

- Puedes decirle mi nombre a quien quieras, no me importa en realidad. – dijo sin apartar su mirada de las olas. Se volvió hacia la elfa, sin sacar las manos de los bolsillos, antes de que dejase completamente el lugar – Deberías abrirte más al mundo. – Le dijo a la espalda de Helyare. – Te sorprenderías la de cosas que puedes descubrir. – dijo ya cuando esta estuvo a punto de desaparecer entre las piedras.

Segundos después, se encontró solo en aquel lugar. Inspiró profundamente, dejando que el olor a salitre y a humo inundase los pulmones.

Se volvió hacía la posada. Tenía que admitir que había sido una noche… interesante.


Interactuo con Helyare. :'D