Rodeo (Flashback) — [4/4] [Cerrado]

Podía entender la reacción de Z9-42, si bien yo no poseía un sistema de pelea como el suyo, en más de una oportunidad me había pasado que la consciencia desaparecía de mi cuerpo y el sistema decidía por mí. No solo eso, hoy por hoy tenía la certeza de que era también el que decidía qué cosas tenía que recordar y qué cosas no. El saber que había una parte dentro de ti que no puedes controlar podía ser bastante perturbador para aquellos Bios que tenían la capacidad de reproducir emociones.

Luego de tirar durante cuatro segundos, la cadena por fin cedió. Mientras los guerreros se acercaban, en movimiento coordinado para no romper la línea de ataque, yo me dediqué a girar la cadena sobre mi cabeza, haciendo que tomara impulso para que cuando llegaran los golpes fueran contundentes. Fue entonces que vi aterrizar a Alois junto a mí.

-…- Estaba por saludarlo cuando noté que su intención era arrojarse contra los lanceros utilizando un banco de madera como escudo. Aunque la probabilidad era baja el plan podría haber funcionado, sin embargo no fue así, las armas de los enemigos se movieron de modo certero, traspasando la madera y alcanzando el cuerpo del Bio - ¡Alois! –

Por mirar lo que le sucedía a mi compañero una lanza traspasó limpiamente mi hombro [ANULANDO SENSACIÓN DE DOLOR] todo lo relacionado con sentir el daño en mi hombro derecho fue automáticamente anulado por mi sistema. Tome el mango del arma con el que me habían atacado y tiré de ella para quitársela de las manos a mi contrincante, luego la arroje a un lado.

Tiré la cadena apuntando a las manos de quienes estaban atacando a Alois [ANALIZANDO] mi puntería con ese tipo de armas no era la mejor y terminé golpeándolos en los brazos, pero el resultado fue similar, uno de ellos soltó el arma. Pero no podía salvarlo de todos, yo también estaba siendo atacada, una espada hizo un profundo corte en el brazo que ya de por si estaba herido.

-¡¡Jajajaja!! ¡El juicio ha llegado! ¡El juicio ha llegado! – Gritaba el maestro de ceremonia desde su balcón.

Ya no podía seguir usando la cadena con ese brazo, alguno de los músculos que habían cortado afectaba al movimiento de mis extremidades. Mire hacía donde venía la voz [ANALIZANDO] era imposible que lo alcanzara sin embargo… En una ventana unos metros más abajo vi como mis tres acompañantes se asomaban y me saludaban.

-SEPA-IV, ATAC, AMA, activen modalidad de ataque: Daño moderado– Grite para que escucharan mis órdenes. Automáticamente los tres cambiaron su alegre modo de ser y se pusieron en actitud de batalla.

ATAC comenzó a lanzar sus clavos hacía los guerreros, y aunque la mayoría golpeaban contra sus armaduras sin causarle daños graves, servía como distracción y a veces lograba apuntarle a una articulación. AMA bajó junto a SEPA-IV saltando entre los techos y cuando estuvieron a una altura prudente se tiraron sobre los cascos de dos de los soldados.

Habíamos logrado que su fila se rompiera, aún estábamos lejos de vencer, pero nos daba un margen para poder defendernos.

Los cálculos habían fallado y las variables habían salido a favor de los agresores, aquella opción no había sido descartada pero había confiado en que sería poco probable de ocurrir. El tiempo de respuesta para aquello era nulo, no había modo alguno en el que evitase los daños mientras me encontraba en el aire. Primero escuché la madera romperse, las hojas de metal se acercaron peligrosamente a zonas importantes del cuerpo, calculando rápidamente las opciones moví un par de centímetros el torso sacrificando sectores menos importantes para recibir un daño en menor escala.

La alerta en mi ojo no demoró en llegar junto a una tenue punzada de dolor, el filo de las armas había perforado la piel y se hendía en ellas algunos centímetros. La pérdida de sangre no era constante pero no podía arriesgarme a sufrir más heridas de tal riesgo, tomé con ambas manos dos lanzas que me atravesaban zonas del torso evitando que los lanceros retiraran las hojas para volver a atacar.

No podía simplemente sacudirme y caer, aquello me dejaría en la boca del lobo y sería un objetivo fácil para el resto, no dudarían en pinchar al bio-cibernetico indefenso que estaba en medio de todos. Podía sentir como los extraños empujaban las lanzas esperando perforar más la carne, el tiempo era esencial en aquello y no podía dudar más, estaba analizando tácticas de defensa cuando vi una leve brecha a mi derecha; Zöe había impactado al atacante y le había hecho soltar el arma, aquel pequeño espacio debía bastar.

   Concentrando la fuerza en el brazo artificial apreté con fuerza la madera de la lanza que retenía, doblándola hasta quebrarla. No podía preocuparme por las hojas metálicas que aún seguían enterradas, si me detenía a retirarlas perdería la ventaja y posiblemente la sangre brotara con mayor velocidad de la herida.  Giré el cuerpo usando de eje la lanza aún clavada en el extremo derecho de mi cuerpo, golpeando en el transcurso el mango de esta para quebrarlo de igual modo que había hecho con el anterior y así caer de espaldas al suelo.

  Una nube de tierra y polvo se levantó a causa de la caída, podía sentir la sangre manchando la camisa que usaba bajo la chaqueta. Revisé rápidamente a través de mi ojo artificial el reporte de daños y la condición actual de la integridad física, era la primera vez que observaba tantas alertas menores que podían agravarse con un descuido, lo mejor sería tener cuidado de ahora en adelante.

  Logré escuchar como el líder de aquel grupo gritaba algo acerca de la hora del juicio, le hubiese prestado atención si una cimitarra no me hubiese obligado a girar para esquivarla, los atacantes habían regresado a su modo ofensivo y debía prestarles atención.  Me levanté del suelo con cierta dificultad y subí los brazos a la altura de mi torso y rostro, aquella postura me serviría para defenderme en menor grado de los ataques y con suerte contrarrestarlos.

   Los atacantes no dudaban en avanzar, se dejaban llevar por el odio realizando estocadas difíciles de predecir las cuales me obligaban a retroceder. Había esquivado otra peligrosa estocada cuando escuché la voz de la bio-cibernetico gritar un conjunto extraño de palabras "¿Activar modalidad de ataque? ¿De qué habla? " Luego de aquella orden no demoré en escuchar sonidos raros, era como si cosas se estrellaran contra las armaduras de los atacantes y por si no fuese poco pode percibir a dos pequeñas figuras de colores arrojándose sobre los mismos.

Aprovechando la confusión que comenzaba a expandirse dejé la postura defensiva y avancé hacía mi actual contrincante, conecté con fuerza el brazo de bronce en el vientre de este mientras que con el otro brazo le sujetaba la muñeca, levantándolo del suelo unos segundos para luego  hacerlo caer de espalda.  Una vez libre me apresuré en acércame a la mujer de cabellos blancos,  si el conflicto seguiría lo mejor sería estar reagrupados hasta que acabase.

- Pareces herida.- Comenté al ver la herida que esta poseía en el hombro, por lo visto los daños en el grupo habían sido mayores a los esperados.- Espero que no sea peor de lo que parece.

Estaba por regresar a mi posición defensiva cuando un estruendo acompañado de una nube de polvo y tierra se presenta en la arena, entrecerré los ojos mientras trataba de observar al causante de aquello, lo primero que vi fue la silueta del niño " Lo volvió a hacer." Esperaba que esta vez hubiese sido capaz de controlarse, había esperado que no esquivara la normativa. Estaba comenzando a apretar los puños cuando logré visualizar a la otra silueta que se incorporaba.

  "¿Como lo había averiguado?" No podía saberlo, resultaba desconcertante pero no podía acercarme a preguntar, no en aquel momento.  El líder trataba de dar órdenes pero ahora era totalmente desobedecido, hasta parecía que este no conocía la verdad de su ser ¿Era aquello posible? Los guerreros ahora dirigieron la rabia contra el anfitrión, aquello definitivamente nos garantizaba un corto tiempo de paz.

- Es tiempo de partir. - Susurré a Zöe, re-afirmando el mensaje recibido por parte del niño. Avancé evitando el conflicto que ahora se desarrollaba entre el grupo armado y el antiguo anfitrión, acercándome hasta Z9 para mirarlo un par de segundos sin decir nada. Coloqué una mano sobre el hombro de este y asentí con la cabeza, aquel gesto debería expresar aprobación ante la maniobra realizada por el menor "Aunque generó un daño a otro de nuestra raza" Pero la misión principal era proteger a los orgánicos, así que no veía mucho problema con ello "Las malas hierbas deben removerse para no dañar el resto" era algo que había aprendido en la granja y que posiblemente aplicaba para este caso. - Necesito ir por un trago y por agua ¿Sabrían indicarme la dirección al sitio donde retienen mi bolsa? No están obligados a venir, comprendo que también necesitan tratar sus heridas y daños.

El golpe de un escudo me hizo caer al piso y rodar, las señales de [ERROR] que enviaba mi sistema me impedía el poder ver con claridad la escena. Boca arriba en el piso noté que el pequeño Zero estaba agarrado a la pared de la torre, trepando en dirección al balcón donde se encontraba el enemigo. [ANALIZANDO] Eso significaba que solo debíamos hacer algo de tiempo.

Una lanza se clavó junto a mi cabeza, la agarré y la use de apoyo para poder ponerme en pie de un salto, luego golpee con ambas manos a los costados del casco del hombre, logrando que quedara aturdido por el sonido. Vi a Alois acercándose.

-Tengo un daño relativamente serio en el brazo, pero confío en que podré curarme una vez terminada la pelea – Me puse junto al Bio [ANALIZANDO] dado lo reducido de nuestro número, lo mejor era mantenernos unidos.

Por suerte no fue necesario, pronto pude ver como el Líder del grupo de fanáticos caía estrepitosamente al piso… Rompiéndose en muchos pedazos.

-Interesante – Fue lo único que pude decir. Mi sistema no me permitía sentir emociones humanas, pero probablemente la sensación que tenía en ese momento podía ser llamada “sorpresa”. El hombre que se había mostrado tan agresivo con nuestra existencia, el que había asesinado a tantos Bios – Somos nuestros peores enemigos ¿Correcto?

Aunque sabía que Z9-42 no era en verdad un niño, lo agarre de la mano, había pasado por muchas cosas el día de hoy, y siendo el Bio- cibernético con más emociones, seguro se sentiría cansado.

-Vamos a buscar nuestras cosas, y luego podremos regresar a lo que estábamos haciendo antes de que nos trajeran aquí ¿Si? – Resultaba un alivio el no tener que pensar en toda la parte gestual de las conversaciones, al estar rodeada de los míos podía ahorrar esa energía y utilizarla en cuestiones más importantes, como el sangrado en mi brazo herido.

No tuvimos problemas para salir, un gran número de personas se habían ido cuando Zero saltó sobre las gradas y comenzó a matar al público, y los fanáticos que quedaban parecían haberse desmoralizado al ver que su Líder no era lo que parecía.

Una vez que tomamos nuestras pertenencias no tuvimos nada más por hacer allí, había sido una jornada de lo más particular. Una nueva entrada de información en mi sistema me advertía que tenía que tener cuidado con las cosas que podían hacer los orgánicos cuando eran llevados por el fanatismo.