Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
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Una semana en el camino lleva a Kosir hasta las puertas de una gran ciudad, no sabe su nombre y carece de suficiente paciencia como para preguntarlo a alguno de los atareados personajes que cruzan la enorme puerta.
Aunque no es muy de su estilo sorprenderse… debe admitir que es una estructura enorme. En el bosque negro existen estatuas de piedra colosales con una historia perdida pero el despliegue de civilización que tiene en frente es muy diferente.
¿Tiene miedo?, sin lugar a dudas pero jamás lo admitirá. Siente que si entra será devorado por las fauces de un horrible monstruo y enviado a ser juzgado ante sus ancestros, es demasiado pronto para tal desenlace.
Se queda allí en medio de la entrada inmerso en su mente sin hacer caso al desplazamiento cotidiano, grave error que casi le cobra factura cuando un carro de mercancías avanza con pocos miramientos.
¡Más cuidado renacuajo!
¿Porque no bajas de allí para dejarte de mí tamaño insecto obeso? “dice mientras acaricia su mandoble”.
Fue…. Fue error mío señor, prósperos días.
Kosir regresa a su pose más calmada aunque hace caso a la lógica y se retira del medio, toda esta gente acumulada le pone de mal humor. Parecen cobardes en su mayoría pero nunca se sabe que esconden tras los rostros.
El pequeño altercado y la amenaza del joven bárbaro no pasan desapercibidos para algunos guardias, le miran de reojo e incluso señalan un par de veces pero todo queda a una segura distancia, típico.
La mayoría de la gente civilizada odia pelear, tratan de escabullirse con juegos de palabras. En la tribu del muchacho todo se resuelve con la fuerza, de frente y sin retroceder. Es su cultura por lo que cualquier flaqueo es castigado severamente.
Maldita sea, entra de una vez.
Da pasos que involuntariamente se vuelven largos en un intento por cruzar la entrada, su corazón se acelera al punto de confundir la experiencia con una batalla. Sentir miedo no tiene nada de malo siempre y cuando busques la fuente para destrozarla a espadazos, esa es la ley salvaje.
Aunque no es muy de su estilo sorprenderse… debe admitir que es una estructura enorme. En el bosque negro existen estatuas de piedra colosales con una historia perdida pero el despliegue de civilización que tiene en frente es muy diferente.
¿Tiene miedo?, sin lugar a dudas pero jamás lo admitirá. Siente que si entra será devorado por las fauces de un horrible monstruo y enviado a ser juzgado ante sus ancestros, es demasiado pronto para tal desenlace.
Se queda allí en medio de la entrada inmerso en su mente sin hacer caso al desplazamiento cotidiano, grave error que casi le cobra factura cuando un carro de mercancías avanza con pocos miramientos.
¡Más cuidado renacuajo!
¿Porque no bajas de allí para dejarte de mí tamaño insecto obeso? “dice mientras acaricia su mandoble”.
Fue…. Fue error mío señor, prósperos días.
Kosir regresa a su pose más calmada aunque hace caso a la lógica y se retira del medio, toda esta gente acumulada le pone de mal humor. Parecen cobardes en su mayoría pero nunca se sabe que esconden tras los rostros.
El pequeño altercado y la amenaza del joven bárbaro no pasan desapercibidos para algunos guardias, le miran de reojo e incluso señalan un par de veces pero todo queda a una segura distancia, típico.
La mayoría de la gente civilizada odia pelear, tratan de escabullirse con juegos de palabras. En la tribu del muchacho todo se resuelve con la fuerza, de frente y sin retroceder. Es su cultura por lo que cualquier flaqueo es castigado severamente.
Maldita sea, entra de una vez.
Da pasos que involuntariamente se vuelven largos en un intento por cruzar la entrada, su corazón se acelera al punto de confundir la experiencia con una batalla. Sentir miedo no tiene nada de malo siempre y cuando busques la fuente para destrozarla a espadazos, esa es la ley salvaje.
Última edición por Kosir el Mar 9 Oct 2018 - 16:33, editado 1 vez
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Segundo intento para encontrar la maldita tienda de dulces de Baslodia. La última vez que busqué dicha tienda al final acabé sin dulces y con cortes por culpa de cierto temerario capitán pirata. Suspiro. Esta vez nada de mapas, lo mejor será preguntarles a las gentes directamente. Me encuentro en la entrada a la ciudad. Al fin y al cabo lo más sencillo es conseguir indicaciones a partir de la entrada. Una vez dentro todo es mucho más confuso, lleno de marineros borrachos que solo piensan en una cosa... Emborracharse aún más. Pero mi obsesión por probar todos los dulces de todos los rincones de Aerandir sigue siendo mayor que el miedo a cuatro marineros borrachos que intenten violarme en un rincón. Al fin y al cabo, solo hace falta una pequeña flecha en el lugar indicado para que no vuelva a suceder nunca...
Vale, ahora solo tengo que intentar parecer una elfa normal y corriente para no asustar a nadie. Allí al fondo. Un señor. Comiendo una galleta. Voy corriendo como si me persiguiera un demonio de fuego infernal.
- ¡Eh, usted, señor! Dígame ahora mismo de dónde ha sacado esa galleta, es una información de una imperiosa importancia. Es un tema de vida o muerte. Así que suéltelo ya.
- ¿E-e-eh? ¿M-m-me hablas a mi?
- Pues claro que le hablo a usted, ¿de dónde ha sacado la galleta?
- P-p-pues... De la tienda que está tres calles más allá, si sigues la principal, dos a la izquierda y la paralela a la taberna llamada "El Biounicornio".
- Eso es todo lo que necesitaba saber, gracias. - Hago una pequeña reverencia al hombre, que parece tranquilizarse.
Me giro justo cuando un carro casi atropella a un joven humano. Estos niños de hoy en día solo saben caminar por el medio de la calle, se creen los dueños del mundo. Se insultan mutuamente pero cuando el chico echa mano de su espadón el hombre del carromato agacha las orejas y sigue su camino. El carro llega a mi lado.
- Eh, guapa, súbete y te enseñaré lo que es un hombre de verdad.
Le miro. Me mira. Le miro de nuevo. Sigue esperando la respuesta. Sin dudarlo saco el arco y suelto sin apuntar. La flecha se clava al lado de su cabeza, rozando su oreja de gorrino. Me mira incrédulo antes de acelerar y largarse de allí, tras dos pequeños altercados comienza a temer por su vida. Los guardias de detrás mio me miran. Los miro. Me miran.
- No seais hipócritas, si me viola en un callejón seguro que no movéis ni un músculo. Además no le he dado, así que dejadme en paz. He de buscar dulces.
Vuelven a hablar entre ellos. Ya me parecía.
El chico parece indeciso por si entrar a la ciudad o no. Me acerco dando saltitos y le agarro el brazo.
- ¿Entramos juntos? Voy en busca de una tienda de dulces, ¿tú?
Vale, ahora solo tengo que intentar parecer una elfa normal y corriente para no asustar a nadie. Allí al fondo. Un señor. Comiendo una galleta. Voy corriendo como si me persiguiera un demonio de fuego infernal.
- ¡Eh, usted, señor! Dígame ahora mismo de dónde ha sacado esa galleta, es una información de una imperiosa importancia. Es un tema de vida o muerte. Así que suéltelo ya.
- ¿E-e-eh? ¿M-m-me hablas a mi?
- Pues claro que le hablo a usted, ¿de dónde ha sacado la galleta?
- P-p-pues... De la tienda que está tres calles más allá, si sigues la principal, dos a la izquierda y la paralela a la taberna llamada "El Biounicornio".
- Eso es todo lo que necesitaba saber, gracias. - Hago una pequeña reverencia al hombre, que parece tranquilizarse.
Me giro justo cuando un carro casi atropella a un joven humano. Estos niños de hoy en día solo saben caminar por el medio de la calle, se creen los dueños del mundo. Se insultan mutuamente pero cuando el chico echa mano de su espadón el hombre del carromato agacha las orejas y sigue su camino. El carro llega a mi lado.
- Eh, guapa, súbete y te enseñaré lo que es un hombre de verdad.
Le miro. Me mira. Le miro de nuevo. Sigue esperando la respuesta. Sin dudarlo saco el arco y suelto sin apuntar. La flecha se clava al lado de su cabeza, rozando su oreja de gorrino. Me mira incrédulo antes de acelerar y largarse de allí, tras dos pequeños altercados comienza a temer por su vida. Los guardias de detrás mio me miran. Los miro. Me miran.
- No seais hipócritas, si me viola en un callejón seguro que no movéis ni un músculo. Además no le he dado, así que dejadme en paz. He de buscar dulces.
Vuelven a hablar entre ellos. Ya me parecía.
El chico parece indeciso por si entrar a la ciudad o no. Me acerco dando saltitos y le agarro el brazo.
- ¿Entramos juntos? Voy en busca de una tienda de dulces, ¿tú?
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Entre zancadas lentas otra cosa llama la atención inmediata de Kosir, cierto toque directo. En su tribu natal el contacto físico casual no es bien visto así que la cara que pone es digna de rememorarse en cualquier fogata.
Posa sus ojos con cierta indignación sobre la fuente y descubre de inmediato que es una mujer, espécimen atractivo vale destacar. Su rostro se transforma en uno interrogante mientras pide respuesta con la mirada.
Es una fémina joven, parece sana y sin duda tiene capacidad para procrear… quizás solo este en busca de un hombre para formar familia. Idea tentadora pero el bárbaro no tiene intención de crear lazos duraderos en su situación actual.
Coren narit… no busco una compañera de celo.
Dice con algo de tristeza en su rosto pues esta joven civilizada en particular posee buena belleza, quizás más adelante deba satisfacer sus necesidades naturales aunque de momento posee más interés en ver que hay después del gran umbral.
No sé qué hay del otro lado “suspira” las ciudades son un misterio para mí.
Mostrar tal debilidad casi siempre acarreaba una práctica extra de combate físico con los brumosos pero como bien dijo su padre Magnus, “las mujeres suelen enturbiar el pensamiento de los hombres para hacerles hablar de sus secretos”.
Acaricia su mandoble, tiene ambos ojos fijos en la puerta. Es mejor un enemigo directo que se lanza con claras intenciones, los dobles sentidos y otras cosas confunden a cualquier mente desarrollada en los bosques.
Dime, ¿Hay algo esperando del otro lado para matarme?
Su interlocutora parece sin lugar a dudas una nativa del mundo corriente, con buena experiencia en asuntos mundanos para sus habitantes. Kosir haría un pacto con sus dioses más inferiores solo para albergar tal conocimiento ahora mismo.
Sorpresivamente los guardias de hace rato siguen mirando, aunque tratan de disimular sus vistazos... es suficiente con decir que hacen un esfuerzo pésimo, un cachorro de lobo podría acechar mejor.
Varias risas discretas revelan otro tipo de vigilancia, se están burlando. Por un momento el joven salvaje siente la necesidad de hacer volar algunos dientes pero se controla al final, la ciudad es un escenario desconocido y tampoco quiere hacerle pasar un mal rato a la mujer.
Posa sus ojos con cierta indignación sobre la fuente y descubre de inmediato que es una mujer, espécimen atractivo vale destacar. Su rostro se transforma en uno interrogante mientras pide respuesta con la mirada.
Es una fémina joven, parece sana y sin duda tiene capacidad para procrear… quizás solo este en busca de un hombre para formar familia. Idea tentadora pero el bárbaro no tiene intención de crear lazos duraderos en su situación actual.
Coren narit… no busco una compañera de celo.
Dice con algo de tristeza en su rosto pues esta joven civilizada en particular posee buena belleza, quizás más adelante deba satisfacer sus necesidades naturales aunque de momento posee más interés en ver que hay después del gran umbral.
No sé qué hay del otro lado “suspira” las ciudades son un misterio para mí.
Mostrar tal debilidad casi siempre acarreaba una práctica extra de combate físico con los brumosos pero como bien dijo su padre Magnus, “las mujeres suelen enturbiar el pensamiento de los hombres para hacerles hablar de sus secretos”.
Acaricia su mandoble, tiene ambos ojos fijos en la puerta. Es mejor un enemigo directo que se lanza con claras intenciones, los dobles sentidos y otras cosas confunden a cualquier mente desarrollada en los bosques.
Dime, ¿Hay algo esperando del otro lado para matarme?
Su interlocutora parece sin lugar a dudas una nativa del mundo corriente, con buena experiencia en asuntos mundanos para sus habitantes. Kosir haría un pacto con sus dioses más inferiores solo para albergar tal conocimiento ahora mismo.
Sorpresivamente los guardias de hace rato siguen mirando, aunque tratan de disimular sus vistazos... es suficiente con decir que hacen un esfuerzo pésimo, un cachorro de lobo podría acechar mejor.
Varias risas discretas revelan otro tipo de vigilancia, se están burlando. Por un momento el joven salvaje siente la necesidad de hacer volar algunos dientes pero se controla al final, la ciudad es un escenario desconocido y tampoco quiere hacerle pasar un mal rato a la mujer.
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
¿Compañera de celo? Eso es...
- ¡No estoy buscando eso! Te he dicho que solo he venido a comprar dulces.
Me sonrojo debido al atrevimiento del chico. Le echo una segunda mirada. A juzgar por las ropas de los demás lugareños y en comparación con las del joven, éste no parece pertenecer a ningún poblado cercano. ¿De dónde vendrá?
- Del otro lado hay... Tiendas, borrachos, marineros, piratas y prostitutas. En todas las ciudades suele haber eso como mínimo, bueno, marineros solo en las de la costa. Si no hay mar es probable que no haya marineros, aunque pueden haber ido de vacaciones, en tal caso sí habrá alguno.
Noto como se tensa su brazo. Miro alrededor y veo a los guardias lanzando miradas poco disimuladas en nuestra dirección. Les hago un gesto obsceno con la mano. Que sean guardias no les da derecho a ir por el mundo moviéndose como si les perteneciese cada trozo de tierra y pedacito de polvo que les rodea. En última instancia, sólo tendría que dispararles unas flechas en las rodillas, eso los devolvería a la realidad, que son unos pobres mortales buscándose el sustento como todos los demás. Además el chico parece fuerte, los mandobles no son espadas fáciles de dominar, requieren fuerza y destreza. Seguro que protegería a una elfa en apuros sin siquiera pensárselo dos veces.
Mientras divago el chico me hace una pregunta. Cómo no, siempre me dedico a divagar y cuando me doy cuenta la vida sigue hacia adelante, qué demonios, debería pararse mientras pienso. Qué poca consideración. Vale, lo estoy haciendo de nuevo, vamos concéntrate, llevas un par de minutos sin contestar.
- ¿Que si hay algo esperando a matarte en el otro lado? Pues es posible que un carretero, aunque lo dudo, parecía un poco cobarde. Y a no ser que alguien busque venganza contra ti por algo que hayas hecho... Lo dudo. Las personas normales suelen evitar los confrontamientos, salvo si están borrachos, y ahí hay muchos borrachos... Así que la respuesta es sí, hay alguien al otro lado esperando para matarte, aunque esa persona todavía no lo sepa.
Demasiado tiempo sola en el bosque hace que hable demasiado. Maldigo cada una de mis divagaciones que no llegan a ninguna parte. Suspiro. Debería socializar con criaturas capaces de mantener una conversación. Las ardillas hacen mucha compañía, pero creo que estoy perdiendo la cabeza hablando durante meses solo con ellas. Suspiro de nuevo y miro al chico.
- Bueno, en fin, mi nombre es Jeannie Fawkes, encantada. ¿Cómo te llamas tú? Bueno, puedes decírmelo de camino a la ciudad mientras la exploramos juntos.
Le doy un tirón fuerte al brazo del chico para apresurarle a moverse, me voy corriendo y dando saltitos mientras esquivo grupos de gente. Tras la puerta de acceso a la ciudad saludo con la mano para que mi acompañante no me pierda. Parece tener problemas habituándose a esta parte del mundo, pero eso tiene fácil solución. Me pregunto qué hará en la ciudad, tan joven y solo. Con miedo a siquiera cruzar el umbral por si alguien lo quiere matar al otro lado. ¿Tal vez lo persigue algún asesino? ¿Una ardilla busca cobrarse la recompensa por su cabeza? No sería la primera vez. Ni la última.
- ¡No estoy buscando eso! Te he dicho que solo he venido a comprar dulces.
Me sonrojo debido al atrevimiento del chico. Le echo una segunda mirada. A juzgar por las ropas de los demás lugareños y en comparación con las del joven, éste no parece pertenecer a ningún poblado cercano. ¿De dónde vendrá?
- Del otro lado hay... Tiendas, borrachos, marineros, piratas y prostitutas. En todas las ciudades suele haber eso como mínimo, bueno, marineros solo en las de la costa. Si no hay mar es probable que no haya marineros, aunque pueden haber ido de vacaciones, en tal caso sí habrá alguno.
Noto como se tensa su brazo. Miro alrededor y veo a los guardias lanzando miradas poco disimuladas en nuestra dirección. Les hago un gesto obsceno con la mano. Que sean guardias no les da derecho a ir por el mundo moviéndose como si les perteneciese cada trozo de tierra y pedacito de polvo que les rodea. En última instancia, sólo tendría que dispararles unas flechas en las rodillas, eso los devolvería a la realidad, que son unos pobres mortales buscándose el sustento como todos los demás. Además el chico parece fuerte, los mandobles no son espadas fáciles de dominar, requieren fuerza y destreza. Seguro que protegería a una elfa en apuros sin siquiera pensárselo dos veces.
Mientras divago el chico me hace una pregunta. Cómo no, siempre me dedico a divagar y cuando me doy cuenta la vida sigue hacia adelante, qué demonios, debería pararse mientras pienso. Qué poca consideración. Vale, lo estoy haciendo de nuevo, vamos concéntrate, llevas un par de minutos sin contestar.
- ¿Que si hay algo esperando a matarte en el otro lado? Pues es posible que un carretero, aunque lo dudo, parecía un poco cobarde. Y a no ser que alguien busque venganza contra ti por algo que hayas hecho... Lo dudo. Las personas normales suelen evitar los confrontamientos, salvo si están borrachos, y ahí hay muchos borrachos... Así que la respuesta es sí, hay alguien al otro lado esperando para matarte, aunque esa persona todavía no lo sepa.
Demasiado tiempo sola en el bosque hace que hable demasiado. Maldigo cada una de mis divagaciones que no llegan a ninguna parte. Suspiro. Debería socializar con criaturas capaces de mantener una conversación. Las ardillas hacen mucha compañía, pero creo que estoy perdiendo la cabeza hablando durante meses solo con ellas. Suspiro de nuevo y miro al chico.
- Bueno, en fin, mi nombre es Jeannie Fawkes, encantada. ¿Cómo te llamas tú? Bueno, puedes decírmelo de camino a la ciudad mientras la exploramos juntos.
Le doy un tirón fuerte al brazo del chico para apresurarle a moverse, me voy corriendo y dando saltitos mientras esquivo grupos de gente. Tras la puerta de acceso a la ciudad saludo con la mano para que mi acompañante no me pierda. Parece tener problemas habituándose a esta parte del mundo, pero eso tiene fácil solución. Me pregunto qué hará en la ciudad, tan joven y solo. Con miedo a siquiera cruzar el umbral por si alguien lo quiere matar al otro lado. ¿Tal vez lo persigue algún asesino? ¿Una ardilla busca cobrarse la recompensa por su cabeza? No sería la primera vez. Ni la última.
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Buscar dulces parece una tarea muy trivial aunque Kosir no tiene argumentos para juzgar su nuevo mundo, es demasiado extraño. Visto desde afuera el bosque negro es una mota de polvo frente a tantas cosas.
De repente la chica enumera los posibles grupos que su interlocutor puede encontrar adentro, el bárbaro le mira extrañado y tratando de no quedarse prendado a sus ojos… la gente del exterior cruza miradas con demasiada facilidad.
No entiende ni la mitad de cosas que expone su guía, cada una de esas facciones carece de relevancia para él. Sabe algunos significados pero no puede ponerlos en contexto, una situación bastante frustrante.
Ante el pésimo espionaje que realizan los guardias la chica hace un gesto raro, dichos hombres solo responden de mala manera utilizando otros ademanes antes de volver a sus labores cotidianas.
El joven no sabe porque pero le gusta el gesto, lo recordara. Parece una buena forma de poner de mal humor a otra persona sin partirle la cara… cierta táctica a prueba de problemas agregados cuando eres un forastero.
Son… ¿qué?
Se pierde entre tantas palabras nuevas, la mujer habla con demasiada velocidad y al muchacho le cuesta seguir su ritmo. Parece que todo el mundo afuera de su hogar anda con prisa, temerosos de llegar tarde.
Kosir es mi nom…
No puede terminar la presentación, es arrastrado con velocidad. Al menos ya sabe el nombre de la curiosa chica, su entonación es rara por lo que usara una abreviación para no tardar demasiado entre encuentros.
Por un momento cuando cruzan la enorme entrada Kosir siente que se va a desmayar, es como si una estampida de bestias salvajes golpeara cada uno de sus sentidos. Demasiada gente haciendo demasiadas cosas.
Abre los ojos de par en par y empieza a sudar, siente que todos vienen hacia él. Respira agitadamente dudando sobre si tomar su mandoble o no. No hay enemigos pero quizás con un arma al aire todos se detengan o al menos pasen a alejarse.
Es… demasiada gente “mira nervioso a todos lados” ¿¡Que en el nombre de los espíritus huele así!?
De repente la chica enumera los posibles grupos que su interlocutor puede encontrar adentro, el bárbaro le mira extrañado y tratando de no quedarse prendado a sus ojos… la gente del exterior cruza miradas con demasiada facilidad.
No entiende ni la mitad de cosas que expone su guía, cada una de esas facciones carece de relevancia para él. Sabe algunos significados pero no puede ponerlos en contexto, una situación bastante frustrante.
Ante el pésimo espionaje que realizan los guardias la chica hace un gesto raro, dichos hombres solo responden de mala manera utilizando otros ademanes antes de volver a sus labores cotidianas.
El joven no sabe porque pero le gusta el gesto, lo recordara. Parece una buena forma de poner de mal humor a otra persona sin partirle la cara… cierta táctica a prueba de problemas agregados cuando eres un forastero.
Son… ¿qué?
Se pierde entre tantas palabras nuevas, la mujer habla con demasiada velocidad y al muchacho le cuesta seguir su ritmo. Parece que todo el mundo afuera de su hogar anda con prisa, temerosos de llegar tarde.
Kosir es mi nom…
No puede terminar la presentación, es arrastrado con velocidad. Al menos ya sabe el nombre de la curiosa chica, su entonación es rara por lo que usara una abreviación para no tardar demasiado entre encuentros.
Por un momento cuando cruzan la enorme entrada Kosir siente que se va a desmayar, es como si una estampida de bestias salvajes golpeara cada uno de sus sentidos. Demasiada gente haciendo demasiadas cosas.
Abre los ojos de par en par y empieza a sudar, siente que todos vienen hacia él. Respira agitadamente dudando sobre si tomar su mandoble o no. No hay enemigos pero quizás con un arma al aire todos se detengan o al menos pasen a alejarse.
Es… demasiada gente “mira nervioso a todos lados” ¿¡Que en el nombre de los espíritus huele así!?
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Mientras me voy corriendo parece escuchar su nombre, Cosmic, o algo de ese estilo. El chico tiene un acento un poco raro y tarda en responder. Como si no entendiese nada de lo que digo. La verdad es que suele pasarme eso, tal vez hablo muy rápido. Al fin y al cabo las ardillas hablan también muy deprisa. Me como una galleta esperando a que se acerque. Va mirando a todos lados, como si temiese que en cualquier momento le fuesen a cortar la cabeza. ¿De qué clase de sitio ha salido este chico?
Finalmente me alcanza. Viene sudando. Vale, o viene de la cima de una montaña nevada y tiene mucho calor, lo cual no es descartable, o le pasa algo. Le lanza miradas fulminantes a toda persona que se acerca un mínimo a su rango personal. A veces hace el amago de echar la mano al mandoble. Miro alrededor, una pequeña multitud de gente se acerca para entrar a la ciudad. Debe ser día de mercado.
Piensa Jeannie, piensa, Cosmic necesita despejarse...
- ¿Qué dices Cosmic? ¿Que en El Biounicornio han adelantado la hora feliz para dentro de cinco minutos? Vaya, si no nos damos prisa nos la perderemos.
Miro de reojo al hombre que está a mi lado, podría jurar que he visto cómo se movía su oreja cuando me ha escuchado. Inmediatamente habla con el hombre que le acompaña. Otras personas alrededor hacen lo mismo y rápidamente la entrada a la ciudad se vacía. La tromba de gente se va dirección oeste hacia la susodicha taberna. Creo que alguien hará hoy muchas ventas de licor.
- Bueno, ahora, con menos ruido y menos gente... Dime Cosmic ¿a qué has venido exactamente?
Intento hablar despacio para que se me entienda lo mejor posible. Miro al chico. A todas luces está desconcertado, este no es su mundo. Igual que no era el mío hace unos meses. Como aquella vez que no supe entrar en la botica en Sacrestic Ville porque no sabía lo que era una puerta. Entiendo perfectamente por lo que puede estar pasando el joven. Llegar a un mundo totalmente distinto del que está acostumbrado. Gentes diferentes con costumbres extrañas...
Le sonrío, la sonrisa es de esos gestos universales que significan cariño, aprecio y todas las cosas bonitas en las que puedas pensar jamás. Espero que eso le tranquilice, si no se niega a ello le acompañaré a hacer aquello que haya venido a hacer. Una cara conocida, aunque de poco tiempo, puede ayudar cuando estás perdida y sola.
Finalmente me alcanza. Viene sudando. Vale, o viene de la cima de una montaña nevada y tiene mucho calor, lo cual no es descartable, o le pasa algo. Le lanza miradas fulminantes a toda persona que se acerca un mínimo a su rango personal. A veces hace el amago de echar la mano al mandoble. Miro alrededor, una pequeña multitud de gente se acerca para entrar a la ciudad. Debe ser día de mercado.
Piensa Jeannie, piensa, Cosmic necesita despejarse...
- ¿Qué dices Cosmic? ¿Que en El Biounicornio han adelantado la hora feliz para dentro de cinco minutos? Vaya, si no nos damos prisa nos la perderemos.
Miro de reojo al hombre que está a mi lado, podría jurar que he visto cómo se movía su oreja cuando me ha escuchado. Inmediatamente habla con el hombre que le acompaña. Otras personas alrededor hacen lo mismo y rápidamente la entrada a la ciudad se vacía. La tromba de gente se va dirección oeste hacia la susodicha taberna. Creo que alguien hará hoy muchas ventas de licor.
- Bueno, ahora, con menos ruido y menos gente... Dime Cosmic ¿a qué has venido exactamente?
Intento hablar despacio para que se me entienda lo mejor posible. Miro al chico. A todas luces está desconcertado, este no es su mundo. Igual que no era el mío hace unos meses. Como aquella vez que no supe entrar en la botica en Sacrestic Ville porque no sabía lo que era una puerta. Entiendo perfectamente por lo que puede estar pasando el joven. Llegar a un mundo totalmente distinto del que está acostumbrado. Gentes diferentes con costumbres extrañas...
Le sonrío, la sonrisa es de esos gestos universales que significan cariño, aprecio y todas las cosas bonitas en las que puedas pensar jamás. Espero que eso le tranquilice, si no se niega a ello le acompañaré a hacer aquello que haya venido a hacer. Una cara conocida, aunque de poco tiempo, puede ayudar cuando estás perdida y sola.
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Pronto la chica se las ingenia para sacar al bárbaro de su desagradable situación, literalmente despeja aquella calle con una treta inteligente. Kosir poco a poco recupera su compostura aunque no puede dejar de mirar a su salvadora.
Su pueblo suele resolver todo con violencia… algunas veces se usa incluso para demostrar cariño. Observar un estilo diferente de eludir problemas es como mínimo curioso, terriblemente cobarde pero no por ello menos interesante.
Gracias.
Dice con sinceridad, no es una palabra que el chico suela usar mucho pero sabe bien que siempre hay una primera vez para todo. Con la calle despejada dicho muchacho retoma en poco tiempo pleno control de su humanidad.
Le gustaría escoger esta hembra como primera esposa una vez consiga comprender como funciona el mundo, no es tradición en los nativos crear una familia sin poder proveer un sustento acorde.
Eres una dagenle… las orejas.
Los encuentros con pueblos de orejas picudas no suelen ser amistosos en bosque negro, básicamente ambas facciones se atacan entre si nada más verse. Eliminar un explorador pálido es motivo de orgullo dado que son guerreros formidables.
El chico salvaje pone su mente en blanco, las viejas rencillas no tienen significado en el mundo amplio. Esta mujer le agrada y no dañara su posición frente a ella trayendo odios irrelevantes… aunque solo esta vez.
Quería… quería conocer una ciudad, nunca había tenido la merster… oportunidad.
En bosque negro solo se reúne tanta gente en un festival de encuentro, las tribus aliadas acuden para reforzar lazos y encontrarles una pareja apropiada a individuos talentosos. Cúmulos cerrados de familias debilitan a la larga como bien aprendieron los bárbaros.
Los dulces de los que hablas, ¿son hechos de savia de árbol?
Es un aperitivo bastante sabroso que resulta agradable para el antiguo brumoso, los come desde la infancia. Solía hacer encargos por toda la villa para conseguir el mayor número de ellos, nunca se cansaba.
Le encantaría estar en el bosque comiendo un caramelo de savia de árbol ahora mismo, lo que sea para matar la terrible peste que encierra su destino actual. Solo lleva cinco minutos y ya quiere salir corriendo para respirar aire abierto.
Su pueblo suele resolver todo con violencia… algunas veces se usa incluso para demostrar cariño. Observar un estilo diferente de eludir problemas es como mínimo curioso, terriblemente cobarde pero no por ello menos interesante.
Gracias.
Dice con sinceridad, no es una palabra que el chico suela usar mucho pero sabe bien que siempre hay una primera vez para todo. Con la calle despejada dicho muchacho retoma en poco tiempo pleno control de su humanidad.
Le gustaría escoger esta hembra como primera esposa una vez consiga comprender como funciona el mundo, no es tradición en los nativos crear una familia sin poder proveer un sustento acorde.
Eres una dagenle… las orejas.
Los encuentros con pueblos de orejas picudas no suelen ser amistosos en bosque negro, básicamente ambas facciones se atacan entre si nada más verse. Eliminar un explorador pálido es motivo de orgullo dado que son guerreros formidables.
El chico salvaje pone su mente en blanco, las viejas rencillas no tienen significado en el mundo amplio. Esta mujer le agrada y no dañara su posición frente a ella trayendo odios irrelevantes… aunque solo esta vez.
Quería… quería conocer una ciudad, nunca había tenido la merster… oportunidad.
En bosque negro solo se reúne tanta gente en un festival de encuentro, las tribus aliadas acuden para reforzar lazos y encontrarles una pareja apropiada a individuos talentosos. Cúmulos cerrados de familias debilitan a la larga como bien aprendieron los bárbaros.
Los dulces de los que hablas, ¿son hechos de savia de árbol?
Es un aperitivo bastante sabroso que resulta agradable para el antiguo brumoso, los come desde la infancia. Solía hacer encargos por toda la villa para conseguir el mayor número de ellos, nunca se cansaba.
Le encantaría estar en el bosque comiendo un caramelo de savia de árbol ahora mismo, lo que sea para matar la terrible peste que encierra su destino actual. Solo lleva cinco minutos y ya quiere salir corriendo para respirar aire abierto.
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
En cuanto la calle se despeja el chico decide hablarme finalmente. La verdad es que ha tardado bastante, no parece un chico de muchas palabras. A juzgar por la cadencia con la que lleva las manos al mandoble es un chico más de acción. No es que me disguste, pero tampoco es que yo sea una chica muy belicosa. ¿Me ha llamado dagenle? Ni siquiera sé lo que eso... ¿Las orejas? Me toco las puntitas con las manos tras la mención del muchacho.
- Eh... Sí, soy una elfa, sí. ¿Supone eso algún problema?
No soporto a las personas racistas, pero tampoco es que haya intentado hacerme ningún mal y la compañía en lugares como este es lo mejor. Sobretodo si tienes un sentido de la orientación tan malo como el mío.
- ¿Has venido solo para conocer la ciudad? Qué raro eres... - Suelto una risita. - En cada ciudad hacen los dulces de una forma distinta. He venido a esta ciudad para probar los que hacen aquí, por lo que todavía no sé de qué están hechos. Cuando lleguemos allí, seguro que nos sorprendemos. - Sonrío.
Apenas contesto a la pregunta de mi nuevo amigo cuando un grupo de lo que parecen mercenarios choca contra él.
- Ten más cuidado niñato. Este no es lugar para un niñito como tú. ¿Por qué no te vas con tu amiga a jugar a otra parte?
Van bien armados y son demasiados como para ensartarlos a todos antes de que me maten, así que decido que lo mejor es dejar pasar las afrentas y seguir por nuestro propio camino.
- Un segundo Mickael, mira qué espada más bonita lleva ese crío. No nos vendría mal añadirla a nuestro pequeño arsenal. ¿No crees?
- Pues tienes razón... Venga chico, no nos lo pongas difícil y danos todo lo que tengas. -Acerca su cara para ponerla casi tocando a la de Cosmic.
Están demasiado cerca de mi como para que mi arco sea útil en caso de que la cosa se ponga aún peor... Agarro las flechas que mi adorable parte psicópata ha dejado cosidas entre los pliegues de la capa. Al menos se llevarán un par de agujeros extra...
- Eh... Sí, soy una elfa, sí. ¿Supone eso algún problema?
No soporto a las personas racistas, pero tampoco es que haya intentado hacerme ningún mal y la compañía en lugares como este es lo mejor. Sobretodo si tienes un sentido de la orientación tan malo como el mío.
- ¿Has venido solo para conocer la ciudad? Qué raro eres... - Suelto una risita. - En cada ciudad hacen los dulces de una forma distinta. He venido a esta ciudad para probar los que hacen aquí, por lo que todavía no sé de qué están hechos. Cuando lleguemos allí, seguro que nos sorprendemos. - Sonrío.
Apenas contesto a la pregunta de mi nuevo amigo cuando un grupo de lo que parecen mercenarios choca contra él.
- Ten más cuidado niñato. Este no es lugar para un niñito como tú. ¿Por qué no te vas con tu amiga a jugar a otra parte?
Van bien armados y son demasiados como para ensartarlos a todos antes de que me maten, así que decido que lo mejor es dejar pasar las afrentas y seguir por nuestro propio camino.
- Un segundo Mickael, mira qué espada más bonita lleva ese crío. No nos vendría mal añadirla a nuestro pequeño arsenal. ¿No crees?
- Pues tienes razón... Venga chico, no nos lo pongas difícil y danos todo lo que tengas. -Acerca su cara para ponerla casi tocando a la de Cosmic.
Están demasiado cerca de mi como para que mi arco sea útil en caso de que la cosa se ponga aún peor... Agarro las flechas que mi adorable parte psicópata ha dejado cosidas entre los pliegues de la capa. Al menos se llevarán un par de agujeros extra...
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
La pregunta de su acompañante desubica un poco al bárbaro, no esperaba causarle malas impresiones tan rápido… es una habilidad intrínseca al parecer, no puede estar mucho sin entrar en polémica fuera de su elemento.
No no… claro que no “mira para varios lados medio nervioso” eres la primera que conozco.
Nunca lucho contra un guardabosques pálido, eran demasiado habilidosos para que un adulto joven se enfrentara directamente a ellos. De vez en cuando los batidores más expertos traían la cabeza de uno pero ningún apéndice cercenado se compara a un ser completo caliente.
Eventualmente el tema avanza a mejores pastos, hablan de dulces. Kosir siente curiosidad por lo que dice su nueva conocida y es que aprecia los buenos sabores… cuando la oportunidad da para eso claro está.
Admito que es un buen namer… motivo para recorrer ciudades.
Mientras conversan un grupo choca con el muchacho, es claro que sus intenciones son hostiles. El joven les mira con cierta mueca de desaprobación aunque luego la transforma en una amplia sonrisa, no saben en que se meten.
Pasan a importunar a la autodenominada elfa, es sorprendente que gente así siga respirando. En bosque negro las personas suelen ser cuidadosas por naturaleza pues saben que todo se resuelve con sangre.
Kosir revisa sus bolsillo como buscando dinero para pagar algo de tranquilidad pero es solo un amague, una vez se encuentra próximo al líder usa un rápido movimiento para agarrar en puño cerrado la hombría del personaje.
No conozco sus dovens, váyanse antes de que comience a brotar sangre.
Aunque al principio todos alrededor se lo toman como broma, un fuerte apretón hace que el involucrado en más desventaja emita cierto grito de dolor a medida que tienen lugar sonidos desagradables.
Hijo de “crujir” aaaahhhh
Los demás se preparan para combatir pero no pueden avanzar pues Kosir interpone su mandoble extendido a modo de protección usando la mano libre, quedan a todas luces en un alto al combate por causas mayores y eso no les agrada nada.
Váyanse, no lo repetiré otra vez.
No no… claro que no “mira para varios lados medio nervioso” eres la primera que conozco.
Nunca lucho contra un guardabosques pálido, eran demasiado habilidosos para que un adulto joven se enfrentara directamente a ellos. De vez en cuando los batidores más expertos traían la cabeza de uno pero ningún apéndice cercenado se compara a un ser completo caliente.
Eventualmente el tema avanza a mejores pastos, hablan de dulces. Kosir siente curiosidad por lo que dice su nueva conocida y es que aprecia los buenos sabores… cuando la oportunidad da para eso claro está.
Admito que es un buen namer… motivo para recorrer ciudades.
Mientras conversan un grupo choca con el muchacho, es claro que sus intenciones son hostiles. El joven les mira con cierta mueca de desaprobación aunque luego la transforma en una amplia sonrisa, no saben en que se meten.
Pasan a importunar a la autodenominada elfa, es sorprendente que gente así siga respirando. En bosque negro las personas suelen ser cuidadosas por naturaleza pues saben que todo se resuelve con sangre.
Kosir revisa sus bolsillo como buscando dinero para pagar algo de tranquilidad pero es solo un amague, una vez se encuentra próximo al líder usa un rápido movimiento para agarrar en puño cerrado la hombría del personaje.
No conozco sus dovens, váyanse antes de que comience a brotar sangre.
Aunque al principio todos alrededor se lo toman como broma, un fuerte apretón hace que el involucrado en más desventaja emita cierto grito de dolor a medida que tienen lugar sonidos desagradables.
Hijo de “crujir” aaaahhhh
Los demás se preparan para combatir pero no pueden avanzar pues Kosir interpone su mandoble extendido a modo de protección usando la mano libre, quedan a todas luces en un alto al combate por causas mayores y eso no les agrada nada.
Váyanse, no lo repetiré otra vez.
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Mercenarios. Matones y abusones a sueldo. Caminan por el mundo como si fuesen verdaderos psicópatas. Haciendo creer a la gente que se cruzan que no le tienen miedo a absolutamente nada. Y... Como la mayoría de las máscaras, tan solo sirven para eso, pretender. No saben lo que es una verdadera psicópata. Y si lo descubriesen, huirían nada más verla. Curioso lo patéticos que pueden llegar a ser esta clase de personas. Se juntan unos cuantos cobardes y de repente son un grupo de matones valientes. O eso les gustaría. Uno de ellos se acerca a mi, me pasa una mano por el cuello, acariciándolo y echando mi cabeza hacia atrás.
- Oye precio...
"Es mi turno, cariño"
La elfa tarda tan solo medio segundo en quitar una de las flechas de los pliegues de la capa y clavarla en el muslo del impertinente hombretón. Mide dos veces más que ella, pero eso no es impedimento, tan solo una característica más. La magia fluye por su cuerpo, rodeando músculos y ofreciendo una potencia extra. No duda en saltar con todas sus fuerzas. Lo que normalmente terminaría en un salto del doble de altura de lo normal esta vez termina en la mandíbula y en los dientes rotos de un asqueroso mercenario. Antes de que se caiga al suelo desclava la flecha del muslo de su contrincante. La muchacha tiene un porte diferente. Sus movimientos no son gráciles y adorables. Se han convertido en movimientos calculados al milímetro. Nadie diría que sigue midiendo apenas metro y medio.
Mira hacia el muchacho. Parece estar llevándolo bien. Tiene a uno bajo control y solo le ha hecho falta desenfundar el mandoble para dejar a los demás a una distancia prudencial. La elfa se acerca un poco. Alza la voz para que los demás valientes puedan escuchar sus palabras.
- Oye querido, llevamos uno cada uno. ¿Cuántos crees que puedes matar con esa cosa? Ellos son cuatro. Lo que significa que necesitas acabar con tres para el desempate. Y yo...
La elfa no tarda en desenfundar el arco, poner la flecha todavía ensangrentada, apuntar un segundo y dispararle al ojo a uno de los cuatro.
- Ya llevo uno.
Sonríe, una sonrisa que solo significa una cosa. Éxtasis. El fluir de la sangre derramada por el pavimento. El olor y el color del miedo en los ojos de sus contrincantes, parados sin saber si huir o quedarse en el sitio. Esperando tal vez algún tipo de misericordia. Vana esperanza guiada tan solo por el terror de la verdadera sed de sangre. Sus compañeros derrotados de una forma humillante en cuestión de segundos. Tan solo querían beber, molestar a muchachas y amedrentar jóvenes para ganarse unos aeros extra.
- JAJAJAJAJAJA. Espero que ese espadón no sea solo para aparentar. Date prisa o huirán cuando terminen de manchar los pantalones.
------
- Oye precio...
"Es mi turno, cariño"
La elfa tarda tan solo medio segundo en quitar una de las flechas de los pliegues de la capa y clavarla en el muslo del impertinente hombretón. Mide dos veces más que ella, pero eso no es impedimento, tan solo una característica más. La magia fluye por su cuerpo, rodeando músculos y ofreciendo una potencia extra. No duda en saltar con todas sus fuerzas. Lo que normalmente terminaría en un salto del doble de altura de lo normal esta vez termina en la mandíbula y en los dientes rotos de un asqueroso mercenario. Antes de que se caiga al suelo desclava la flecha del muslo de su contrincante. La muchacha tiene un porte diferente. Sus movimientos no son gráciles y adorables. Se han convertido en movimientos calculados al milímetro. Nadie diría que sigue midiendo apenas metro y medio.
Mira hacia el muchacho. Parece estar llevándolo bien. Tiene a uno bajo control y solo le ha hecho falta desenfundar el mandoble para dejar a los demás a una distancia prudencial. La elfa se acerca un poco. Alza la voz para que los demás valientes puedan escuchar sus palabras.
- Oye querido, llevamos uno cada uno. ¿Cuántos crees que puedes matar con esa cosa? Ellos son cuatro. Lo que significa que necesitas acabar con tres para el desempate. Y yo...
La elfa no tarda en desenfundar el arco, poner la flecha todavía ensangrentada, apuntar un segundo y dispararle al ojo a uno de los cuatro.
- Ya llevo uno.
Sonríe, una sonrisa que solo significa una cosa. Éxtasis. El fluir de la sangre derramada por el pavimento. El olor y el color del miedo en los ojos de sus contrincantes, parados sin saber si huir o quedarse en el sitio. Esperando tal vez algún tipo de misericordia. Vana esperanza guiada tan solo por el terror de la verdadera sed de sangre. Sus compañeros derrotados de una forma humillante en cuestión de segundos. Tan solo querían beber, molestar a muchachas y amedrentar jóvenes para ganarse unos aeros extra.
- JAJAJAJAJAJA. Espero que ese espadón no sea solo para aparentar. Date prisa o huirán cuando terminen de manchar los pantalones.
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- OFF:
- Cambio de narrador por cambio de personalidad. Modo psicópata ON mientras dure la cursiva, enjoy :3
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Kosir quería que las cosas fluyeran, tratando de darle buena impresión a la chica… irónicamente es esta última quien desata el infierno para buen ánimo del joven bárbaro, sin duda sería una gran esposa.
Suelta las pelotas del pobre diablo para luego propinarle un cabezazo, es suficiente con decir que la cabeza de una persona que lleva recibiendo golpes desde que vino al mundo es una fuerza a tener en cuenta.
La chica quiere competir a lo que su amigo sonríe animado, ya no tiene por qué forzar un desenlace pacifico. Más adelante se preocupara de como escapar para evitar problemas, ahora el momento es de la carnicería.
No son enemigos dignos, son débiles, flácidos y más palabras que acción aunque la panda de inútiles es mejor que nada. Quieren luchar lo que facilita mucho las cosas para un joven belicoso como el que tienen enfrente.
Toma uno de sus brebajes, la senda del guerrero brumoso dictamina que la poción neutra debe entrar en comunión con el cuerpo antes de cada batalla. Puede que ya no pertenezca al clan pero algunas cosas perduran.
Cierra los ojos aunque los abre justo a tiempo para bloquear un ataque con su mandoble, luego se mezcla entre la línea defensiva enemiga antes de dar el primer golpe mortal en forma de impacto al torso.
El primer hostil cae atravesado mientras su homicida solo se limita a sacar el arma, tarda un poco y recibe cierto golpe con la empuñadura que lo hace hervir en odio… muy mala jugada para el afortunado.
La siguiente acción de Kosir es lanzar un corte ascendente que deja sin hombría a su atacante anterior, como acto de misericordia le decapita de un movimiento certero cuando cae arrodillado creando cierto manantial de sangre.
Viendo a sus amigos caer como moscas el más alejado intenta huir, si lo hubiera hecho al principio podría contarse como afortunado pero su destino es sellado a medida que el bárbaro estira ambos brazos.
Por unos instantes la realidad se vuelve confusa mientras el mandoble de hueso surca la distancia, rumbo al encuentro inevitable con la carne del más “despabilado”. Su vida acaba con cierto espectáculo elástico a medida que rueda por el golpe.
Con una sonrisa macabra el muchacho se acerca al cadáver más próximo, unta su mano derecha con sangre y se la pasa por el rostro como si fuera pintura tribal. Un buen entrenamiento, ahora solo falta lidiar con las consecuencias.
Suelta las pelotas del pobre diablo para luego propinarle un cabezazo, es suficiente con decir que la cabeza de una persona que lleva recibiendo golpes desde que vino al mundo es una fuerza a tener en cuenta.
La chica quiere competir a lo que su amigo sonríe animado, ya no tiene por qué forzar un desenlace pacifico. Más adelante se preocupara de como escapar para evitar problemas, ahora el momento es de la carnicería.
No son enemigos dignos, son débiles, flácidos y más palabras que acción aunque la panda de inútiles es mejor que nada. Quieren luchar lo que facilita mucho las cosas para un joven belicoso como el que tienen enfrente.
Toma uno de sus brebajes, la senda del guerrero brumoso dictamina que la poción neutra debe entrar en comunión con el cuerpo antes de cada batalla. Puede que ya no pertenezca al clan pero algunas cosas perduran.
Cierra los ojos aunque los abre justo a tiempo para bloquear un ataque con su mandoble, luego se mezcla entre la línea defensiva enemiga antes de dar el primer golpe mortal en forma de impacto al torso.
El primer hostil cae atravesado mientras su homicida solo se limita a sacar el arma, tarda un poco y recibe cierto golpe con la empuñadura que lo hace hervir en odio… muy mala jugada para el afortunado.
La siguiente acción de Kosir es lanzar un corte ascendente que deja sin hombría a su atacante anterior, como acto de misericordia le decapita de un movimiento certero cuando cae arrodillado creando cierto manantial de sangre.
Viendo a sus amigos caer como moscas el más alejado intenta huir, si lo hubiera hecho al principio podría contarse como afortunado pero su destino es sellado a medida que el bárbaro estira ambos brazos.
Por unos instantes la realidad se vuelve confusa mientras el mandoble de hueso surca la distancia, rumbo al encuentro inevitable con la carne del más “despabilado”. Su vida acaba con cierto espectáculo elástico a medida que rueda por el golpe.
Con una sonrisa macabra el muchacho se acerca al cadáver más próximo, unta su mano derecha con sangre y se la pasa por el rostro como si fuera pintura tribal. Un buen entrenamiento, ahora solo falta lidiar con las consecuencias.
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
El chico no tarda en aceptar el reto propuesto y en liquidar a los mercenarios restantes en la escena. Uno a uno van cayendo por los embites de Kosir. Como era de esperar los mercenarios eran más de amedrentar y acosar que hombres de acción y guerreros de verdad. Duda que hayan tomado misiones mucho más difíciles que alguna que otra pelea de bar. La elfa estaba tan embelesada al ver los movimientos de muerte y la sangre que el muchacho hacía manar una y otra vez que no se acordó de atacar ella misma.
- Vaya, parece que sabes cómo moverte, muchacho. Deberíamos salir juntos más a menudo... ¿Qué opinas de matar vampiros?
Por el rabillo del ojo puede ver cómo se aproximan varios guardias desde el final de la calle. Su primer impulso es presentar batalla, pero los que se acercan son demasiados y podrían suponer un problema mucho más grande de lo que le gustaría. Simplemente pone una flecha en el arco, apunta y dispara a uno de ellos, impactándole en la rodilla.
Le da un toque en el hombro a Kosir y con un gesto en la cabeza le indica una de las calles laterales.
- A no ser que tengas habilidades ocultas, creo que es mejor que nos vayamos ahora mismo. La taberna debería estar llena en estos momentos, podemos escondernos entre los ciudadanos... A no ser que te de miedo meterte entre una multitud... No quiero cargar con un crío desmayado.
Le gusta Kosir, pero no puede evitar pensar que alguien que no está acostumbrado a grandes grupos de gente sea una carga en una ciudad como Baslodia.
La elfa decide no esperar al chico, es su decisión si quiere o no seguirla. Se mete directamente en el callejón en dirección a la taberna más próxima. Los guardias tardarán unos minutos todavía en llegar a junto de los cadáveres apilados. Y conociéndolos, se entretendrán todavía un par de minutos más en desvalijar las posesiones de los cuerpos. Eso les dará tiempo de sobra a perderles de vista. En Baslodia no es que se esfuercen mucho en investigar las muertes de unos mercenarios extranjeros.
Nada más entrar aparta a los más próximos a la puerta. Varios marineros le lanzan miradas de desprecio al empujarlos. Los ignora y sigue esquivando vasos y manos que intentan tocarle el trasero. Borrachos. De lo peor de la sociedad. No hay nada más asqueroso que humanos desinhibidos, soban, toquetean y babean en cuanto ven a una persona del sexo opuesto. Tras un par de zancadillas y codazos en costillas llega hasta la barra.
- Deme el licor más fuerte que tenga y tome estas monedas extra por decir que llevo aquí desde anoche.
El tabernero le lanza una mirada interrogadora que ella acalla con un asentimiento de cabeza, no le interesa entremezclarse en asuntos turbios, pero siempre viene bien un poco de propina. La chica le deja unos aeros extra sobre la barra. En cuanto el hombre asiente decidido a seguirle el juego, se apoya de espaldas y espera bebiendo de forma intermitente su copa a que el chico decida entrar. O no. Realmente no le importa.
- Vaya, parece que sabes cómo moverte, muchacho. Deberíamos salir juntos más a menudo... ¿Qué opinas de matar vampiros?
Por el rabillo del ojo puede ver cómo se aproximan varios guardias desde el final de la calle. Su primer impulso es presentar batalla, pero los que se acercan son demasiados y podrían suponer un problema mucho más grande de lo que le gustaría. Simplemente pone una flecha en el arco, apunta y dispara a uno de ellos, impactándole en la rodilla.
Le da un toque en el hombro a Kosir y con un gesto en la cabeza le indica una de las calles laterales.
- A no ser que tengas habilidades ocultas, creo que es mejor que nos vayamos ahora mismo. La taberna debería estar llena en estos momentos, podemos escondernos entre los ciudadanos... A no ser que te de miedo meterte entre una multitud... No quiero cargar con un crío desmayado.
Le gusta Kosir, pero no puede evitar pensar que alguien que no está acostumbrado a grandes grupos de gente sea una carga en una ciudad como Baslodia.
La elfa decide no esperar al chico, es su decisión si quiere o no seguirla. Se mete directamente en el callejón en dirección a la taberna más próxima. Los guardias tardarán unos minutos todavía en llegar a junto de los cadáveres apilados. Y conociéndolos, se entretendrán todavía un par de minutos más en desvalijar las posesiones de los cuerpos. Eso les dará tiempo de sobra a perderles de vista. En Baslodia no es que se esfuercen mucho en investigar las muertes de unos mercenarios extranjeros.
Nada más entrar aparta a los más próximos a la puerta. Varios marineros le lanzan miradas de desprecio al empujarlos. Los ignora y sigue esquivando vasos y manos que intentan tocarle el trasero. Borrachos. De lo peor de la sociedad. No hay nada más asqueroso que humanos desinhibidos, soban, toquetean y babean en cuanto ven a una persona del sexo opuesto. Tras un par de zancadillas y codazos en costillas llega hasta la barra.
- Deme el licor más fuerte que tenga y tome estas monedas extra por decir que llevo aquí desde anoche.
El tabernero le lanza una mirada interrogadora que ella acalla con un asentimiento de cabeza, no le interesa entremezclarse en asuntos turbios, pero siempre viene bien un poco de propina. La chica le deja unos aeros extra sobre la barra. En cuanto el hombre asiente decidido a seguirle el juego, se apoya de espaldas y espera bebiendo de forma intermitente su copa a que el chico decida entrar. O no. Realmente no le importa.
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Kosir se da cuenta tarde que deja sin nada a su acompañante, para los brumosos es un acto descortés a menos que se esté entre amigos. Suspira resignado, no es la primera vez que sus instintos combativos ocasionan tales situaciones.
A la distancia algunos efectivos de la guardia parecen acercarse, el bárbaro sonríe maliciosamente aunque algo en su mente resuena. Es una ciudad enorme y si continua matando gente en algún momento será superado.
La mujer de orejas picudas reacciona rápido disparando su arco, logra impactarle justo en la rodilla al agente más cercano. Eventualmente hecha a correr dejando atrás a un confundido muchacho salvaje.
Los guerreros de la bruma no suelen retirarse pero en esta oportunidad parece ser la acción más sensata, ya con la adrenalina abajo Kosir decide hacer caso a su mente en lugar de dejarse guiar por los brazos.
Corre muy atrás de la mujer manteniendo sorpresivamente el rastro aunque cuando sale a terreno abierto el chico se paraliza de inmediato por la masiva cantidad de gente acumulada… mal momento para ser día de mercado.
Casi puede sentir las botas de los guardias atrás, sabe que si no se mueve tendrá problemas agregados. Por desgracia su mente no reacciona dejándolo atrapado en una vorágine de temor hasta que...
¡Apártate muchacho!
Un hombre a caballo se le atraviesa y el brusco encuentro lo hace volver, sin vacilar suelta un golpe a la cabeza del animal el cual da algunos tumbos antes de caer desmayado. Se forma cierto circulo a su alrededor de inmediato ocasionando una mirada desafiante por parte del guerrero enano.
Nota segundos después que ya puede controlar su cuerpo por lo que emprende la carrera, la situación violenta gatillo su sentido de autopreservación… ahora sabe que si se vuelve a paralizar en medio de multitudes solo debe golpear algo.
A medida que intenta determinar por donde se metió su escurridiza conocida nota cierta incomodidad en la mano, cuando finalmente posa sus ojos en la extremidad puede constatar de que esta inflamada y sangra en varias partes. Queda claro en su mente que golpear bestias de transporte es una mala idea.
Pilla la capa de aquella mujer ingresando en un sitio cargado de licor, le toma dos segundos entrar aunque debe ralentizar sus pasos para poder acostumbrarse al olor… es como si toda la ciudad se emborrachara, vomitara y orinara en el mismo sitio.
¡Hidromiel!
Dice mientras se sienta al lado de su “amiga” de nombre raro y solo después de golpear la barra con firmeza, el dependiente le mira con odio pero termina por servir la bebida. Es sorprendente lo mucho que se parecen este tipo de lugares al salón de hidromiel que tienen los brumosos.
Creo que “trata de limpiarse un poco la sangre que tiene encima” comienzo a entender esto de las ciudades grandes.
A la distancia algunos efectivos de la guardia parecen acercarse, el bárbaro sonríe maliciosamente aunque algo en su mente resuena. Es una ciudad enorme y si continua matando gente en algún momento será superado.
La mujer de orejas picudas reacciona rápido disparando su arco, logra impactarle justo en la rodilla al agente más cercano. Eventualmente hecha a correr dejando atrás a un confundido muchacho salvaje.
Los guerreros de la bruma no suelen retirarse pero en esta oportunidad parece ser la acción más sensata, ya con la adrenalina abajo Kosir decide hacer caso a su mente en lugar de dejarse guiar por los brazos.
Corre muy atrás de la mujer manteniendo sorpresivamente el rastro aunque cuando sale a terreno abierto el chico se paraliza de inmediato por la masiva cantidad de gente acumulada… mal momento para ser día de mercado.
Casi puede sentir las botas de los guardias atrás, sabe que si no se mueve tendrá problemas agregados. Por desgracia su mente no reacciona dejándolo atrapado en una vorágine de temor hasta que...
¡Apártate muchacho!
Un hombre a caballo se le atraviesa y el brusco encuentro lo hace volver, sin vacilar suelta un golpe a la cabeza del animal el cual da algunos tumbos antes de caer desmayado. Se forma cierto circulo a su alrededor de inmediato ocasionando una mirada desafiante por parte del guerrero enano.
Nota segundos después que ya puede controlar su cuerpo por lo que emprende la carrera, la situación violenta gatillo su sentido de autopreservación… ahora sabe que si se vuelve a paralizar en medio de multitudes solo debe golpear algo.
A medida que intenta determinar por donde se metió su escurridiza conocida nota cierta incomodidad en la mano, cuando finalmente posa sus ojos en la extremidad puede constatar de que esta inflamada y sangra en varias partes. Queda claro en su mente que golpear bestias de transporte es una mala idea.
Pilla la capa de aquella mujer ingresando en un sitio cargado de licor, le toma dos segundos entrar aunque debe ralentizar sus pasos para poder acostumbrarse al olor… es como si toda la ciudad se emborrachara, vomitara y orinara en el mismo sitio.
¡Hidromiel!
Dice mientras se sienta al lado de su “amiga” de nombre raro y solo después de golpear la barra con firmeza, el dependiente le mira con odio pero termina por servir la bebida. Es sorprendente lo mucho que se parecen este tipo de lugares al salón de hidromiel que tienen los brumosos.
Creo que “trata de limpiarse un poco la sangre que tiene encima” comienzo a entender esto de las ciudades grandes.
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Acababa de recibir la copa que había pedido cuando el joven entra por la puerta. Aparentemente había decidido seguirla, chico listo. Los guardias aunque no fuesen demasiados en aquel momento, estaba claro que en cuanto la alarma se propagara un poco aumentaría su número considerablemente.
La elfa le da un sorbo a su licor. Por el rabillo del ojo logra ver cómo su acompañante golpea la barra para ser atendido. Sin duda todo un bárbaro incivilizado, pero eso no era necesariamente malo. La duda seguía siendo qué hacía un chico como aquel en una ciudad como Baslodia. Estaba claro que no era ese precisamente su hábitat natural. Y su respuesta de que quería conocer cómo eran las ciudades no era suficiente, ¿o acaso la curiosidad del joven era mayor que su miedo en las multitudes?
A decir verdad le agradaba la compañía de Kosir, pero no lo suficiente como para requerir su presencia en ese lugar. La crisis había pasado y el terreno volvía a ser aburrido como siempre. Borrachos, peleas de bar. Nada por lo que siquiera molestarse. Poco a poco va dejando paso a su alter ego en su mente, es agotador estar pendiente de su entorno. Es mucho más sencillo salir cuando hay algo divertido que hacer.
Vuelta a la normalidad al fin, y aquí sigo, bebiendo licor. Sentada al lado del chico Cosmic. Es violento, agresivo y en cierta forma un encanto. Una parte de mi ha disfrutado de la ciudad de una forma... atípica. Miro para él y sonrío.
- ¿Te ha costado pedir la copa, eh Cosmic? Por la cara que has puesto supongo que en tu lugar natal no es así como te suelen tratar. ¿Acaso alcanzáis la mayoría de edad mediante algún tipo de prueba como algunos clanes élficos?
Le miro con curiosidad, esperando la respuesta. Viendo lo barbárico y violento de sus actos si ha pasado algún tipo de prueba sin duda será algo brutal. Como pelear contra un grupo de ardillas, seguro que mínimo unas cincuenta. Apenas me doy cuenta y ya estoy pensando en volver a los bosques. Me gusta el hecho de salir a probar dulces por las ciudades, pero... Agacho la cabeza mirando hacia el vaso que tengo entre las manos.
Hablo para Cosmic sin mirarlo.
- ¿A ti también te pasa? Me refiero a... echar de menos los bosques, los lugares sin tanta gente. A veces pienso que son todos un estorbo y merecen morir para apartarse de mi camino. Me da miedo pensar así, es la forma de pensar de mi otra parte. Bueno, ya la has visto. Y viéndote moverte, seguro que te ha gustado...
Doy un largo suspiro. Tal vez debería encontrar la tienda de una vez y volver a casa. Tampoco es que tuviera ninguna casa a la que volver. Ir al bosque, encontrarme con Leónidas y compartir las galletas. Eso es lo más parecido al hogar que tengo. Miro a Cosmic y espero a que tome alguna decisión, aunque tanto quiera acompañarme como no, iré a por los dulces y dejaré Baslodia para no volver en algún tiempo.
La elfa le da un sorbo a su licor. Por el rabillo del ojo logra ver cómo su acompañante golpea la barra para ser atendido. Sin duda todo un bárbaro incivilizado, pero eso no era necesariamente malo. La duda seguía siendo qué hacía un chico como aquel en una ciudad como Baslodia. Estaba claro que no era ese precisamente su hábitat natural. Y su respuesta de que quería conocer cómo eran las ciudades no era suficiente, ¿o acaso la curiosidad del joven era mayor que su miedo en las multitudes?
A decir verdad le agradaba la compañía de Kosir, pero no lo suficiente como para requerir su presencia en ese lugar. La crisis había pasado y el terreno volvía a ser aburrido como siempre. Borrachos, peleas de bar. Nada por lo que siquiera molestarse. Poco a poco va dejando paso a su alter ego en su mente, es agotador estar pendiente de su entorno. Es mucho más sencillo salir cuando hay algo divertido que hacer.
Vuelta a la normalidad al fin, y aquí sigo, bebiendo licor. Sentada al lado del chico Cosmic. Es violento, agresivo y en cierta forma un encanto. Una parte de mi ha disfrutado de la ciudad de una forma... atípica. Miro para él y sonrío.
- ¿Te ha costado pedir la copa, eh Cosmic? Por la cara que has puesto supongo que en tu lugar natal no es así como te suelen tratar. ¿Acaso alcanzáis la mayoría de edad mediante algún tipo de prueba como algunos clanes élficos?
Le miro con curiosidad, esperando la respuesta. Viendo lo barbárico y violento de sus actos si ha pasado algún tipo de prueba sin duda será algo brutal. Como pelear contra un grupo de ardillas, seguro que mínimo unas cincuenta. Apenas me doy cuenta y ya estoy pensando en volver a los bosques. Me gusta el hecho de salir a probar dulces por las ciudades, pero... Agacho la cabeza mirando hacia el vaso que tengo entre las manos.
Hablo para Cosmic sin mirarlo.
- ¿A ti también te pasa? Me refiero a... echar de menos los bosques, los lugares sin tanta gente. A veces pienso que son todos un estorbo y merecen morir para apartarse de mi camino. Me da miedo pensar así, es la forma de pensar de mi otra parte. Bueno, ya la has visto. Y viéndote moverte, seguro que te ha gustado...
Doy un largo suspiro. Tal vez debería encontrar la tienda de una vez y volver a casa. Tampoco es que tuviera ninguna casa a la que volver. Ir al bosque, encontrarme con Leónidas y compartir las galletas. Eso es lo más parecido al hogar que tengo. Miro a Cosmic y espero a que tome alguna decisión, aunque tanto quiera acompañarme como no, iré a por los dulces y dejaré Baslodia para no volver en algún tiempo.
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
El joven pega un sorbo de su jarra y pone cierta cara de asco, sabe horrible. No importa cuántos sitios visite, nunca encuentra un sabor igual al dejado en casa. Sin duda es difícil no ponerse nostálgico de tanto en tanto cuando algunas cosas solo son buenas en bosque negro.
La gente de campo del enorme mundo al menos intenta esmerarse con sus bebidas, son más tolerables. Pero el agua orinada que acaban de servirle deja en último lugar a las grandes ciudades en cuanto a licores artesanales.
No tanto pedirla como tragármela…
Dice soltando un eructo al efectivamente haber terminado todo de un solo jalón, al mal paso darle prisa dicen en su aldea. Una cosa esta clara, no pedirá otra en el mismo local por muchas razones entre las cuales destaca el orgullo que tiene su paladar.
Valur “dice perdiendo los ojos en el horizonte por un momento” supere mi prueba a los trece… dala, para resumir me enfrente solo a un oso con mi puñal “se señala el rostro” por eso tengo estas cicatrices.
Sonríe animado mostrando satisfacción por su historia, fue el más joven en lograrlo en al menos dos generaciones según su chaman. Una lástima que matar osos no haga crecer o el pequeño salvaje seguiría en casa.
Jajaja entiendo lo que dices, pero es mejor de manera annar… tradicional “pone cierto rostro cómico” si todos mueren nadie preparara la comida, mal necesario.
La chica corrobora algo notado por el bárbaro instantes atrás, parece que tiene dos personas luchando en su interior. Piensa de forma distinta según la situación lo que la hace una persona única.
En bosque negro llamamos a la gente con dos almas “kranos”, algo que vendría siendo como “almas en disputa”.
Ciertamente los brumosos saben mucho del tema, las pociones alquímicas que utilizan suelen crear estados alterados de pensamiento. Una furia berserker también logra cambiar las ideas en cualquier guerrero por un corto periodo de tiempo.
Nunca había conocido a una Kranos, llevan sin aparecer en mi pueblo por al menos cinco generaciones.
Sus ojos vuelven a perderse aunque esta vez entre las botellas del estante que tiene al frente, no le gusta hablar de ciertos temas pero ahora se siente en confianza con la mujer… quizás incluso le guste un poco.
Extraño bosque negro pero ya no puedo volver "suspira con optimismo" por suerte es un mundo muy grande el que tienen aquí.
La gente de campo del enorme mundo al menos intenta esmerarse con sus bebidas, son más tolerables. Pero el agua orinada que acaban de servirle deja en último lugar a las grandes ciudades en cuanto a licores artesanales.
No tanto pedirla como tragármela…
Dice soltando un eructo al efectivamente haber terminado todo de un solo jalón, al mal paso darle prisa dicen en su aldea. Una cosa esta clara, no pedirá otra en el mismo local por muchas razones entre las cuales destaca el orgullo que tiene su paladar.
Valur “dice perdiendo los ojos en el horizonte por un momento” supere mi prueba a los trece… dala, para resumir me enfrente solo a un oso con mi puñal “se señala el rostro” por eso tengo estas cicatrices.
Sonríe animado mostrando satisfacción por su historia, fue el más joven en lograrlo en al menos dos generaciones según su chaman. Una lástima que matar osos no haga crecer o el pequeño salvaje seguiría en casa.
Jajaja entiendo lo que dices, pero es mejor de manera annar… tradicional “pone cierto rostro cómico” si todos mueren nadie preparara la comida, mal necesario.
La chica corrobora algo notado por el bárbaro instantes atrás, parece que tiene dos personas luchando en su interior. Piensa de forma distinta según la situación lo que la hace una persona única.
En bosque negro llamamos a la gente con dos almas “kranos”, algo que vendría siendo como “almas en disputa”.
Ciertamente los brumosos saben mucho del tema, las pociones alquímicas que utilizan suelen crear estados alterados de pensamiento. Una furia berserker también logra cambiar las ideas en cualquier guerrero por un corto periodo de tiempo.
Nunca había conocido a una Kranos, llevan sin aparecer en mi pueblo por al menos cinco generaciones.
Sus ojos vuelven a perderse aunque esta vez entre las botellas del estante que tiene al frente, no le gusta hablar de ciertos temas pero ahora se siente en confianza con la mujer… quizás incluso le guste un poco.
Extraño bosque negro pero ya no puedo volver "suspira con optimismo" por suerte es un mundo muy grande el que tienen aquí.
Kosir
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
Suelto una pequeña carcajada al ver la cara de asco de Kosir bebiendo de la jarra. Inmediatamente me tapo con el reverso de la mano un poco avergonzada y lo miro de reojo, no quiero herir sus sentimientos. Intento controlar mi risa cuando el chico suelta un tremendo eructo al finalizar la jarra. Me vuelvo a reír un poco más fuerte que antes.
Conocer a alguien muy diferente siempre es satisfactorio, me hace gracia, sí, pero me encuentro muy a gusto con este joven. Lo vuelvo a mirar mientras me cuenta los pormenores de su prueba.
- Vaya, lo siento por el oso, la verdad parece que se ha llevado la peor parte.
Acerco mi mano a su cara para tocar la cicatriz. A medio camino la retiro, sería descortés y puede que violento para él que lo haga. Agarro de nuevo mi vasito con licor y le doy un pequeño sorbo.
- Claro, que nadie prepare la comida es algo terrible, seguro que se te da mejor cazar que cocinar... Aunque sigo viendo la caza como algo terrible, yo me alimento a base de frutas, verduras... y galletas. - Sonrío. - Pero entiendo que los demás no piensen igual que yo, la caza es ley de vida al fin y al cabo, si no cazases tú esa presa, probablemente lo haría otro por ti.
¿Almas en disputa? Nunca lo había pensado así. Al principio, antes de acostumbrarme tan solo eran voces en mi cabeza. Voces que se fueron transformando en una sola que finalmente tomó conciencia propia. Tambień pensaba que todos tenían ese tipo de dualidad y que lidiaban con ella mucho mejor que yo. Tardé un tiempo en percatarme de que se trataba de una enfermedad en mi mente.
- ¿Kranos? Vaya, me gusta esa palabra, nunca la había escuchado antes. Y bueno, que lleven sin aparecer durante cinco generaciones es algo bueno, nadie quiere tener en su familia a una enferma mental peligrosa y psicópata con acciones imprevisibles. Así que tenéis suerte si no vuelven a aparecer jamás.
Suspiro profundamente. Nunca había hablado de esto con nadie, es bastante liberador expresar mis pensamientos al respecto. En el fondo me siento como un monstruo al que deberían dar caza y erradicar para siempre. Quien sabe la cantidad de actos horribles que puedo llegar a cometer cuando pierdo el control... Decido que lo mejor será cambiar de tema, antes de que siga entrando en un estado depresivo y amargarle el resto del día al chico.
- ¿Por qué ya no puedes volver al bosque negro? ¿Acaso te han desterrado o algo así? El mundo es grande pero puede llegar a ser sumamente aterrador si desconoces la forma en la que giran sus engranajes. Aunque viendote luchar ahí atrás, la verdad es que creo que te irá bien.
Sonrío al chico y doy un último sorbo a mi bebida antes de pedir otra ronda.
Conocer a alguien muy diferente siempre es satisfactorio, me hace gracia, sí, pero me encuentro muy a gusto con este joven. Lo vuelvo a mirar mientras me cuenta los pormenores de su prueba.
- Vaya, lo siento por el oso, la verdad parece que se ha llevado la peor parte.
Acerco mi mano a su cara para tocar la cicatriz. A medio camino la retiro, sería descortés y puede que violento para él que lo haga. Agarro de nuevo mi vasito con licor y le doy un pequeño sorbo.
- Claro, que nadie prepare la comida es algo terrible, seguro que se te da mejor cazar que cocinar... Aunque sigo viendo la caza como algo terrible, yo me alimento a base de frutas, verduras... y galletas. - Sonrío. - Pero entiendo que los demás no piensen igual que yo, la caza es ley de vida al fin y al cabo, si no cazases tú esa presa, probablemente lo haría otro por ti.
¿Almas en disputa? Nunca lo había pensado así. Al principio, antes de acostumbrarme tan solo eran voces en mi cabeza. Voces que se fueron transformando en una sola que finalmente tomó conciencia propia. Tambień pensaba que todos tenían ese tipo de dualidad y que lidiaban con ella mucho mejor que yo. Tardé un tiempo en percatarme de que se trataba de una enfermedad en mi mente.
- ¿Kranos? Vaya, me gusta esa palabra, nunca la había escuchado antes. Y bueno, que lleven sin aparecer durante cinco generaciones es algo bueno, nadie quiere tener en su familia a una enferma mental peligrosa y psicópata con acciones imprevisibles. Así que tenéis suerte si no vuelven a aparecer jamás.
Suspiro profundamente. Nunca había hablado de esto con nadie, es bastante liberador expresar mis pensamientos al respecto. En el fondo me siento como un monstruo al que deberían dar caza y erradicar para siempre. Quien sabe la cantidad de actos horribles que puedo llegar a cometer cuando pierdo el control... Decido que lo mejor será cambiar de tema, antes de que siga entrando en un estado depresivo y amargarle el resto del día al chico.
- ¿Por qué ya no puedes volver al bosque negro? ¿Acaso te han desterrado o algo así? El mundo es grande pero puede llegar a ser sumamente aterrador si desconoces la forma en la que giran sus engranajes. Aunque viendote luchar ahí atrás, la verdad es que creo que te irá bien.
Sonrío al chico y doy un último sorbo a mi bebida antes de pedir otra ronda.
Irinnil Fawkes
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Re: Mundos diferentes [Libre] [Cerrado]
El muchacho sonríe por lo del oso, sin duda le fue peor. Aún tiene algunas partes de su cuero repartidas en la vestimenta que lleva, es muy resistente ante los elementos y calienta bastante durante las noches frías.
Ante el intento de Jeannie por tocarle el rostro sorpresivamente Kosir no reacciona de forma violenta, suele odiar el contacto aunque en esta oportunidad está dispuesto a dejarlo pasar. Para bien o para mal tal desenlace nunca se da por decisión de la propia mujer.
Pasan a hablar de la comida, ambos concuerdan en que se necesitan personajes que cocinen en el mundo. Un buen platillo suele valer el tiempo que se pasa con una persona molesta, ayuda a tenerle aprecio al semejante.
Se cazar y cocinar, se aprenden un par de cosas en bosque negro.
Cuando una bestia peligrosa es eliminada su carne suele ser un buen premio, todo brumoso sabe cómo tratar la comida por motivos prácticos… el jabalí de Kosir era bastante apreciado entre sus iguales.
Extraña dieta, aunque parece funcionar.
La carne de las criaturas inferiores da fuerza, un salvaje suele tenerla presente al menos una vez por día. Los territorios vírgenes ofrecen multitud de seres que sirven a un propósito noble, ser alimento.
No eres peligrosa, solo eres tú misma.
Dice para que su interlocutora no se avergüence de lo que es. Existen personas que reniegan de su destino y otras que lo aceptan, estas últimas viven una vida más plena sin importar como apliquen los dotes legados por sus dioses.
Cambian de tema nuevamente, esta vez por incomodidad de la mujer. Irónicamente ahora tocan un tema tabú para Kosir, sus razones para mantenerse alejado de casa. Dicho personaje suspira pero antes de poder hablar nota algo más pertinente.
Algunos guardias entran en la fosa fétida que llaman taberna buscando algo, para el joven es claro su objetivo. Si comienzan a revisar terminaran por encontrarles a los dos, es tiempo de tomar otro curso de acción.
Narem... nos vemos, espero que en una situación igual de interesante “sonríe maliciosamente”.
Se levanta y avanza rumbo al primer personaje con jarra en mano, sin vacilar se la revienta en el rostro noqueándolo al instante. Sus amigos desenfundan espadas solo para encontrarse con un agresor en retirada, pobres diablos no saben que Kosir los mandara al velo en la otra cuadra.
Ante el intento de Jeannie por tocarle el rostro sorpresivamente Kosir no reacciona de forma violenta, suele odiar el contacto aunque en esta oportunidad está dispuesto a dejarlo pasar. Para bien o para mal tal desenlace nunca se da por decisión de la propia mujer.
Pasan a hablar de la comida, ambos concuerdan en que se necesitan personajes que cocinen en el mundo. Un buen platillo suele valer el tiempo que se pasa con una persona molesta, ayuda a tenerle aprecio al semejante.
Se cazar y cocinar, se aprenden un par de cosas en bosque negro.
Cuando una bestia peligrosa es eliminada su carne suele ser un buen premio, todo brumoso sabe cómo tratar la comida por motivos prácticos… el jabalí de Kosir era bastante apreciado entre sus iguales.
Extraña dieta, aunque parece funcionar.
La carne de las criaturas inferiores da fuerza, un salvaje suele tenerla presente al menos una vez por día. Los territorios vírgenes ofrecen multitud de seres que sirven a un propósito noble, ser alimento.
No eres peligrosa, solo eres tú misma.
Dice para que su interlocutora no se avergüence de lo que es. Existen personas que reniegan de su destino y otras que lo aceptan, estas últimas viven una vida más plena sin importar como apliquen los dotes legados por sus dioses.
Cambian de tema nuevamente, esta vez por incomodidad de la mujer. Irónicamente ahora tocan un tema tabú para Kosir, sus razones para mantenerse alejado de casa. Dicho personaje suspira pero antes de poder hablar nota algo más pertinente.
Algunos guardias entran en la fosa fétida que llaman taberna buscando algo, para el joven es claro su objetivo. Si comienzan a revisar terminaran por encontrarles a los dos, es tiempo de tomar otro curso de acción.
Narem... nos vemos, espero que en una situación igual de interesante “sonríe maliciosamente”.
Se levanta y avanza rumbo al primer personaje con jarra en mano, sin vacilar se la revienta en el rostro noqueándolo al instante. Sus amigos desenfundan espadas solo para encontrarse con un agresor en retirada, pobres diablos no saben que Kosir los mandara al velo en la otra cuadra.
Kosir
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