Laboratorio personal de Reike (alquimia/arcanos)

Había sido un día largo y lo que más le apetecía a Valeria era tumbarse un rato a hacer el vago. Por desgracia, llamaron a la puerta. «No», pensó en responder cuando preguntaron por su nombre completo, pero la chica asomó la cabeza igualmente. Definitivamente, necesitaba una cerradura para su habitación.

Observó a la desconocida desde el asiento de su escritorio, esperando a que le explicara el motivo de su visita. La mujer comenzó por presentarse, lo que le indicó que probablemente no venía a comprar. ¿Habían estudiado juntas? Era posible, parecía tener una edad similar a la suya, pero lo cierto es que la chica no le sonaba. Eso podía significar que no había sido lo bastante interesante o lo bastante irritante para dejar huella en su memoria. No era algo necesariamente malo.

Lo que sí le sonaba, sin embargo, era el apellido Harker. Valeria estaba familiarizada desde niña con los nombres de las familias más pudientes de Beltrexus, ya fuera porque se encontraban entre las víctimas de Bhima o, más tarde, entre los contactos de Werner.

Mientras registraba la información en su mente, comprobó con aprobación que la mujer iba directa al grano. Nada le resultaba más pesado a Val que una niña rica tratando de dorarle la píldora. Además, ya se traía pensado el pago: ¿Una Harker debiéndole un favor?

—Un trato más que razonable. ¿Cuándo quieres empezar?


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OFF: Enseño a Mina las recetas Éter cristalizado y Medicina multipropósito, de nivel principiante. Las descripciones están en el primer post, me da pereza ir a copiarlas.

-Si, creo que ella debe saber- se dijo a si mismo mientras entraba a la posada esperando que Valeria si estuviera ahí, golpeo levemente la puerta 1 vez, luego 4 veces seguidas, un leve pausa y luego 2 veces mas como si de una contraseña se tratara, luego simplemente entro en la habitación con los brazos en el aire como si ya fuera un cliente regular, que técnicamente ya era.

-Reike mi gran amiga, ¿Cómo has estado?,¿Todo bien?- pregunto mientras entraba con sus nuevos juguetes, las Unga bungas en forma de manoplas colgando de su arnes y su Banana Breaker en la espalda, manteniendo la tradición de tener espadas ridículamente grandes, aunque este se veía "normal" en comparación a las armas con las que había aparecido en esa tienda antes.

-Necesito que esta maravilla sea aun mas genial de lo que ya es, solo mira esto- exclamo mientras sacaba la Banana Breaker y mostraba la gracia de su empuñadura mientras la giraba y hacia que la espada hiciera vroom vroom, -Bastante genial cierto? y mira lo que pasa cuando aprieto el gatillo- comento solo para lucir su nueva espada al momento que apretaba el gatillo y creaba el domo, comenzó a caminar alrededor de ella a paso normal, pero gracias a las propiedades del arma el rubio parecía que se movía mas rápido de lo que realmente lo hacia. Luego de probar lo genial que era su espada nueva desactivo el domo.

-Lo se, bastante genial, pero quiero mas!, ¿puedes hacer que se envuelva en llamas? o que se prenda fuego cuando gire la empuñadura, eso si me daría puntos por estilo, como siempre acá tienes una bolsa de aeros- le dijo mientras dejaba la espada apoyada en la mesa de trabajo, a diferencia de sus otras espadas esta si era mas maniobrable, sobre la mesita dejaba una bolsita de cuero con los aeros de su ultima paga esperando que aquello fuera suficiente.

OFF: Solicito el encantamiento de Arma de fuego para mi B.B. por favor y gracias <3

Valeria estaba terminando de vestirse cuando sonó un toque familiar a la puerta y ésta se abrió sin esperar respuesta. Aquel hombre empeñado en portar armas tan grandes que lo hacían parecer bajito en comparación y cuyo nombre nunca lograba recordar, por alguna razón, atravesó el umbral con los brazos alzados, un animado saludo en los labios y ni una pizca de rubor por encontrarse con una mujer a medio vestir.

—Oh, estupendamente, ya sabes, viajando por aquí y por allá —respondió mientras terminaba de abrocharse el vestido, con calma, no iba a ser ella la primera que se sonrojase—. ¿En qué puedo ayudarte hoy?

Y entonces, comenzó a hablarle de su espada. En cualquier otra circunstancia, Val se hubiera preguntado si se trataba de algún pobre eufemismo. Pero no, en aquella ocasión, era evidente que el tipo estaba genuinamente entusiasmado con su nueva espada. Lo cierto es que no era para menos, se trataba de una obra maestra que, además, escondía un as bajo la empuñadura.

Algo mareada tras la exhibición, Valeria escuchó la petición con cierto nerviosismo. Nunca hasta el momento había trabajado sobre un objeto de tal calidad. Sería una pena echarlo a perder por una runa mal dibujada. Sin embargo, nada había como una bolsa de aeros para motivarla a una.

—El señor quiere fuego, el señor tendrá fuego —respondió—. Mañana mismo estará lista.

¿Que podía haberlo tenido listo ese mismo día? Sin duda, no se trataba de un encantamiento complicado y lo había realizado varias veces. Pero por muy motivacional que fuera aquella bolsa de monedas, aún necesitaba un poco de tiempo para prepararse mentalmente antes soltar una gota de tinta sobre aquella maravilla.


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OFF: Realizo el encantamiento Arma de Fuego para la espada de Zelas. Materiales: 70. Cobro 100 aeros, lo que me da un beneficio de 30 aeritos para mí.

Valeria se sentó ante la mesa de trabajo con los materiales que llevaba tiempo reuniendo ante ella. Los contempló durante un momento mientras se esforzaba en regular su respiración. Aunque conocía la teoría, nunca había tenido la oportunidad de elaborar un elixir como el que se había propuesto cocinar aquella tarde y quería estar segura de no cometer el más mínimo error.

Primero tomó el fragmento de meteorito. Con ayuda de un pesado mortero, se concentró en la tarea de reducirlo a un polvo fino y oscuro, mientras vaciaba su mente de todo pensamiento intrusivo. Solo existía el presente, aquel momento en que su muñeca giraba y apretaba la herramienta en su mano hasta que no quedó ninguna esquirla más grande que otra.

En otro recipiente, colocó el fragmento metálico de la espada de Ander, totalmente imbuido del extraño Éter que se había adueñado del campo en torno a lo que una vez fue Edén, la guarida de los biocibernéticos seguidores de Randall Flagg. Después, abrió el frasquito que le había sido entregado por los maestros alquimistas durante la Feria de Invierno y vertió el líquido en el mismo recipiente. Sin atreverse a respirar, comprobó cómo el líquido, de un azul lechoso, parecía entrar en ebullición al contacto con el metal. La esquirla metálica tardó apenas unos latidos en fundirse completamente, tornando el líquido resultante en un azul acerado.

Cuando el líquido, que bullía de éter, dejó de burbujear, vertió en él hasta la última mota del polvo de meteorito. El recipiente comenzó a humear al instante, pero esta vez, Valeria no dejó que se formaran burbujas, sino que removió el contenido con giros lentos y controlados, hasta que el color se volvió de un evocativo azul océano.

Dejó reposar la mezcla mientras, alambique y hornillo en mano, preparaba la base de la poción. Aquella parte era mucho más sencilla, algo que había realizado muchas veces. Sin embargo, en aquella ocasión no quiso dejar nada al azar, realizando cada mezcla, cada movimiento, con estudiada atención.

Por fin, llegó el momento final. Tenía los tres elementos esenciales: un aglutinante, un reactivo y un detonador. En un frasco especialmente resistente y primorosamente esterilizado introdujo la base, después, la mezcla azulada que otorgaría el poder al elixir y, como colofón, la runa que apareciera en su bolsillo tras soñar con aquella extraña torre. La había estudiado durante un tiempo y creía haber descifrado el significado. Había llegado el momento de descubrir si tenía razón.


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OFF: Utilizo los 4 materiales épicos que he reunido en los últimos años para crear la siguiente poción:

OBJETOS A CREAR		AEROS	ÉPICOS
Esencia Primordial de [Agua]	[Elixir, se liga al Éter, 1 Uso] Quien beba del Elixir puede generar y controlar el elemento como si fuera un mago acorde a su nivel de personaje (pero sin técnicas avanzadas), por 2 rondas.	0	4
TOTAL		0	4

Ahora que Valeria volvía a tener los crímenes que si cometió ocultos(?) el rubio se dejo caer en busca de algo que le ayudara a conciliar el sueño, sus ojeras mas que evidentes reflejaban el precio que cargaba el rubio por su saldo en contra hacia la vida(?)
finalmente golpeo la puerta de la habitación y estiro los labios, el mundo se acabaría en 12 días así que no perdía nada con intentarlo, como era de esperarse nada paso así que sin mas el no-elfo realizo su pedido.

-Bueno, algún día resultara... En fin ahora que los espejos ya no están sobre ti necesito un par de cosas, para empezar ¿tendrás algo que me ayude a dormir? desde que morí de nuevo no he podido dormir bien, además necesito alguna poción que me ayude a sanar rápido- el rubio observaba las cosas en la habitación y noto un pergamino que emitía un éter extraño, diferente a los que ya poseía así que lo tomo y también pregunto por el -dos preguntas ¿Esta a la venta? y ¿Qué hace?- señalo mientras bostezaba exhausto mentalmente -Si tienes el coso para dormir a mano me lo llevo y ya vengo por el resto mañana- señalo al momento que sacaba una bolsa con aeros.

OFF: buenas quiero un besito una esencia de dulces sueños, una poción de rescate y un pergamino de escape, eso tkm <3 -3-

La falta de sueño dejaba muchas horas muertas, por lo que Valeria se había dedicado a sus ejercicios de meditación. Y, luego, a cambiar de sitio todos los muebles por medio de su telequinesis. Y, luego, a volverlos a poner en su sitio por medio de su telequinesis. Y, luego, a moverlos una vez más, comparando posiciones hasta que encontró una distribución que le satisfizo.

Cuando se hartó de ser lo único que permanecía en el mismo lugar, se dedicó a caminar por la habitación, estirando y encogiendo el cuerpo. A veces, emitía pulsos telequinéticos contra las paredes, el techo, el suelo, los muebles... Percibiendo la forma e intensidad en que los impulsos la afectaban, combinando un tirón de aquí y un empujón de allá, refinando sus movimientos.

Y, cuando se hartó de levitar por la sala, se sentó ante el escritorio, sacó tinta, cálamo y pergamino y se puso a dibujar runas. Primero, dejó que su mano dibujase símbolos al azar, pero pronto empezaron a combinarse en formas familiares. Había desechado ya un folio y encantado otro cuando llamaron a la puerta. Dejó el trabajo sobre la mesa mientras se secaba la tinta y abrió. Un par de labios familiares asomaron bajo el dintel. Valeria se apartó para dar paso a su dueño.

¡Oh, algo para dormir! Quizá se le hubiera ocurrido de no tener tanto sueño. Sí que tenía algo, sí. Aunque no era la clase de uso que solía darle... La sacó de sus ensoñaciones la atención que prestaba ahora el hombre al pergamino recién creado.

—¿Esto? Es un juguetito muy interesante —dijo—. Mira:

Tomó el pliego en la mano y repitió la palabra señalada. Al momento, una abertura, aparentemente sin fondo, se abrió ante ella, que se lanzó sin dudarlo en su interior y apareció de nuevo tras el que ya se había convertido en cliente habitual.

—Puedes llevártelo con un bonito descuento en agradecimiento por los servicios prestados —anunció tendiéndoselo con una sonrisa—. Y lo demás lo tengo también por aquí, así que, si te funciona la esencia para dormir, puedes aprovechar el tiempo en los brazos de Morfeo.


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OFF: Vendo a Zelas los siguientes objetos de alquimia y arcanos:

OBJETOS A CREAR		MATERIALES
Esencia de Dulces Sueños	[Veneno, Limitado, 1 Uso] Líquido transparente con un suave aroma a Anís. 5 minutos luego de beber al menos 100ml, la persona caerá en un profundo sueño. Golpear al afectado lo despertará.	30
Poción de Rescate	[Elixir, Emergencia, Consumible] Sana una herida, de cualquier gravedad, en pocos segundos. Un mismo personaje puede consumir máximo un Elixir de Emergencia por rol.	130
Pergamino de Escape	[Pergamino, Limitado, 1 uso] Pergamino que al ser activado permite generar un par de agujeros en el suelo dentro del campo de visión del personaje. Puede entrar por un agujero y salir inmediatamente por el otro. Ambos agujeros desaparecen después de ser usados.	120
TOTAL		280

Como habíamos acordado, le cobro solo los 280 aeros del coste del material. Sin embargo, la Esencia de Dulces Sueños y la Poción de Rescate salen de mi inventario personal, por lo que gano los 160 aeros que me habría costado crearlos otra vez.

Me encanta ver a Reike toda orgullosa de su pergamino sin saber de la espada mágica de Zelas xD

Se había corrido la voz de que había una sanadora experta en plantas en el pueblo después de que Valeria socorriera a un carretero que había tenido un ataque camino del mercado. Los posaderos, una pareja formada por un ex mercenario aún fornido para su edad y un músico al que la artritis había obligado a retirarse una década atrás, le habían ofrecido un cuartito anexo para que atendiera visitas mientras se encontrara en el pueblo. Según decían, a la gente le venía bien un trago para calmar los nervios antes o después de una visita a una sanadora.

Se trataba de una pequeña sala en la planta baja, fresca y con una ventana al exterior, por donde se asomaba la gente que iba con prisa o no se sentían lo bastante seguros para entrar a que les atendiera un matasanos desconocido. El vano proporcionaba tanto luz como ventilación, ambos ingredientes importantes de su oficio, mientras que el frescor de las paredes de piedra evitara que se echaran a perder los víveres con que le pagaban los aldeanos por sus curas y, sí, por supuesto, también por sus “pociones de amor”.

Había desayunado huevos, comido ensalada y cenado caldo de gallina durante días y hasta había conseguido que le trajeran algunas plantas de la zona que colgaban en pequeños ramilletes cerca del fuego, para que ayudara con el secado. Aún así, esperaba que los posaderos le compraran parte de los huevos y verduras o, al menos, que se los intercambiasen por víveres más aptos para el viaje cuando se marchase.

Valeria respondió al nombre ajeno con naturalidad, pues lo usaba con tanta frecuencia que lo consideraba tan suyo como el que le habían puesto al nacer. Esa era, en parte, la razón por la que usara (casi) siempre el mismo: era fácil de recordar y no la delataría una reacción tardía.

—Mera, ¿verdad? —dijo apoyándose en el quicio de la ventana y dedicando una sonrisa de bienvenida a los recién llegados—. Para vosotros los norteños, ningún mundo puede ser lo bastante grande —añadió, sin ocultar un toque de admiración en la voz.

Siguió con la vista la ruta de la mano de Mera hasta que sacó la bolsa del dinero de la gruta prohibida y amplió su sonrisa, deteniendo su mirada en el escote el tiempo justo para generar cierta ambigüedad respecto al motivo de su expresión. Después destapó la botellita y olió su contenido.

—Oh, sí. Puedo destilar esto y mezclarlo con algunas cosillas que tengo por aquí para darte algo más potente. Y algo más de reserva, para cuando no haya tanta urgencia.

Se puso manos a la obra inmediatamente, dada la promesa de pago en metálico. O, bueno, usó un poco las manos para los procesos más minuciosos, que hubieran requerido un desperdicio ridículo de éter, mientras rememoraba para su nuevo público sus habilidades como mezcladora de cócteles.

—Estupendamente —mintió sin inmutarse ante la pregunta de Mera, y hasta consiguió conservar la sonrisa a pesar de que el rostro moribundo de Algren acudió a sus recuerdos—. No suelo perder los nervios si no me quitan mis truquitos —añadió con un guió, señalando con un gesto de la cabeza los frascos que flotaban a su alrededor.

Continuaron charlando de esto y aquello mientras trabajaba. La señora Ayeyan vino a recoger su pomada y un par de mozas le hacían ojitos al hermano de Mera, Meleis lo había llamado ella. Valeria se planteó advertirle de que se anduviera con cuidado si alguna le ofrecía algo de comer, pero decidió que quizá al chico le viniera bien soltarse un poco. Después de todo, las pociones que les había vendido no eran muy fuertes y el efecto se pasaba rápido.

—Aquí tienes —le dijo a Mera entregándole los brebajes terminados y, cuando la dragona depositó el dinero en su mano, añadió con un guiñó—: Por cierto, es Reike*. ¿No esperarías que diera mi verdadero nombre en una misión de incógnito?


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OFF: Destruyo la Poción de Salud Diluída de Mera, de donde saco 10 aeros de materiales, y creo una Poción de Salud Concentrada (120-10=110) y una Poción de Recuperación (25), para un gasto total de 135 aeros en materiales. La segunda Poción de Recuperación que me pide sale de mi inventario. A Mera, le cobro 240 aeros, con una ganancia de 105 aeros para mí.

* El nombre va a condición de que el “momento indeterminado” sea posterior a Derecho aerandiano o no lo uses allí ;p

Encontrarla nunca era fácil; Reike era una mujer muy ocupada y como no tenía un taller fijo, a la ilusionista le costó más trabajo del esperado poder dar con la bruja. Pero tenía que insistir pues era ella la única que podía proveerle del encantamiento que encajaría perfecto en su nueva y lustrosa arma.

Reike causaba algo de admiración en Mina, por lo que, naturalmente, la trataba con altanería y condescendencia. Jamás se delataría así frente a nadie. Excepto con Sango, él conocía a la Mina que existe debajo de todas sus corazas.

Pero no estamos aquí para hablar del extraño romance entre la pícara ilusionista y el humano paladín, sino de cómo la bruja ponía un encantamiento en su nueva y lustrosa arma.

Mina creaba ilusiones y la mayoría de las veces eso bastaba para librarse de más de un embrollo, pero había situaciones en las que necesitaba algo más concreto y tangible para salir airosa. De a poco, se ha ido apertrechando con armas que potencian sus habilidades y aunque ya poseía un par que no habían fallado, aún había espacio para una más.

-Hola Reike, sí, has escuchado bien; te he estado buscando hace días- comentó con un dejo de desdén. -Te traigo un arma de cadena con proyectil. Es el tipo de arma que llaman "blanda", por su nombre suelen subestimarlas- añadió, admirando la creación de su herrero favorito. -En fin, no creo que este dato te interese. Yo vengo a comprarte un encantamiento, lo llaman "Castigo de piedra" y sé que tú lo posees. Dime tu precio- dijo, esbozando una sonrisa de satisfacción.

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Compro el encantamiento "Castigo de piedra [Encantamiento de Arma, 1 uso]: Al golpear, se generará una delgada pero pesada capa de piedra sobre la zona del impacto, por 30 segundos", por 90 aeros, para encantar el arma flexible que adquiero con Vincent. Sí, me adelanté en el futuro, aún no tengo el arma oficialmente.

Valeria había estado a punto de fruncir el entrecejo cuando vio a la persona que acababa de tocar a su puerta. Lo sintió intentando formarse antes incluso de que la imagen de la mujer terminara de plasmarse en su mente. El aviso de su inconsciente llegó tan alto y claro, que apenas le costó medio instante sustituir la reacción por la más falsa de sus sonrisas. Esa que hasta un tuerto podría reconocer como tal.

—Mina Harker, qué agradable sorpresa —dijo, haciéndose a un lado para dejarla entrar—. ¿Qué puedo hacer por ti?

Sabía cómo le sentaría esa pregunta al orgullo de la mujer porque sabía cómo le habría sentado a ella en circunstancias opuestas. A Harker le gustaba creer que era una mujer independiente, que mamá, papá y su hermoso dinero no tenían nada que ver en sus circunstancias actuales. Por alguna razón, aquello irritaba más a Valeria más que si la bruja fuera por ahí haciendo alardes de familia, como tantos otros.

En cualquier caso, los negocios eran los negocios y un comprador irritántemente condescendiente era mejor que ninguno en absoluto.

Hacía tiempo que Valeria poseía aquel extraño cristal. Lo había estudiado, tenía una clara idea de lo que podría hacer aplicado a un arma y hasta le había puesto un nombre rimbombante en el anuncio que había dejado correr por los canales adecuados. Después, lo había reducido a polvo, mezclado con tinta especial y se había sentado, metafóricamente hablando, a esperar.

—Nada que no puedas permitirte —respondió a su cliente sacaba sus herramientas.


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OFF: Bien, aplico el encantamiento solicitado en el arma de Mina por medio de este objeto:

Fragmento de cristal encantado: Obtenido en el evento La Torre Infinita. Sirve para aplicar el siguiente encantamiento a un objeto (una única vez): Castigo de piedra: [Encantamiento de Arma] Al golpear, se generará una delgada pero moderadamente pesada capa de piedra sobre la zona del impacto, por 30 segundos.

Cobro a Mina los 90 aeros acordados, que recibo íntegros porque no hay costo de materiales (el objeto sale de mi inventario).

Me paso a indicar que le he hecho a Monza Sylroc un encantamiento Bendición de Thor para su daga de calidad pobre en este post de aquí.

Le cobro solo el coste de materiales, que son 120 aeros.

El rubio caminaba de un lugar a otro debatiéndose sobre la mejor forma de entrar, si lo hacia por la puerta fácil se le podían clavar 2 dagas, una en el rostro y la otra en el cuello, nada lindo, entrar por la ventana solo haría las cosas peores, mientras se debatía sobre que hacer, cayo en cuenta de algo "entrar armado tampoco es una muy buena idea que digamos" pensó para si mismo al momento que sacaba su orbe de un bolsillo y procedía a guardar la espada que llevaba en la espalda.

Fue cuando volvió a guardar su orbe que toco algo que le dio una idea, activo la piedrita y la dejo afuera, entonces ya algo resignado cruzo la puerta del taller de Reike una ves le vio levanto los brazos y dijo -Voy a volver a entrar por esa puerta por favor no me mates- y acto seguido desapareció, para volver a cruzar la puerta del taller por segunda vez.

-Si no estoy muerto supongo que te llego el dinero, ya se que la forma en que termino ese trabajo hizo que no todos tengan la mejor opinión de mi pero al menos logre que casi todos ustedes salieran con vida, diría que les fue mejor que a mi familia jaja... Probablemente no debería bromear con eso... Bueno, venia a comprar unas cosas y de paso a devolver esto- el no-elfo saco la cuchilla que la bruja había lanzado aquella noche y que le había comprado una oportunidad.

-No pude matar al nigromante, pero me compro el tiempo suficiente para asesinar a quien supuestamente era mi tío desaparecido a quien daban por muerto y que termino asesinando a gran parte de la familia... Al menos ya me asegure que si estuviera muerto...  Creo que estoy compartiendo de mas, me das algo que me ayude a resistir la magia, ese vampiro que te controla con la voz será un dolor en el culo cuando lo vuelva a encontrar... Además del nigromante y y el vampiro, la chica también sigue viva, no se por si te llega a interesar otro trabajo suicida- termino de decir el rubio mientras dejaba los aeros en la mesa.

OFF: vengo por una Poción de Resistencia Mágica y a que no me mates(?) por favor y gracias

Valeria estuvo a punto de soltar el matraz de cristal que estaba limpiando cuando vio aparecer por la puerta del laboratorio, como si tal cosa, a la última persona que habría imaginado en aquel momento. Una parte de su mente disparó enseguida la alarma: ¿sería un suplantador? Sin embargo, lo que hizo el hombre a continuación la llevó a desechar tal idea. Solo Zelas Hazelmere podía ser tan… bueno, Zelas.

Dejó el matraz en la mesa al verlo entrar por segunda vez y abrió la boca para preguntarle cómo había logrado escapar de los altos cargos de la Dark Order, pero el nervioso visitante no le dejó intercalar palabra. De hecho, parecía extrañamente nervioso.

Un momento, ¿pensaba que estaría enfadada? ¿Por quitarles de enmedio al nigromante? Valeria había concluido hacía tiempo que la única razón de que el extraño elfo se hubiera marchado con aquellos hombres no podía ser otra que salvarles la vida al resto. Sí, se habían abierto paso hasta la fortaleza matando a mucha gente, pero el maldito nigromante estaba acabando con ellos. Si Zelas los hubiera traicionado, lo más lógico sería que hubieran esperado a terminar el trabajo antes de marcharse. Y si el líder del grupo le hubiera lavado el cerebro… En fin, más de lo mismo.

Por supuesto, él no podía saber que ella casi tenía pillado al maldito brujo, pero eso, aunque algo frustrante, no era suficiente para querer matarlo. Bueno, un poco, sí. Sobre todo sabiendo que el tipo seguía por ahí suelto cuando había estado tan cerca de darle matarile. Lo suficiente para tomar el cuchillo que daba por perdido y darle unas cuantas vueltas entre las manos mientras el hombre terminaba su discurso.

Finalmente, el aún nervioso Zelas dejó de cotorrear. Valeria se acercó despacio a él y, mirándolo a los ojos, dijo:

—Escuché lo de tu familia. Lo lamento mucho.

Y lo abrazó. En parte, para esconder el propio rostro mientras parpadeaba para ahullentar las lágrimas que acudieron con el recuerdo de sus propios hermanos. Antes de despegarse de él, ya recuperada del ligero acceso de emoción, apoyó delicadamente la punta del recién recuperado cuchillo bajo la axila del hombre, lista para penetrar entre las costillas. Acercó sus labios a la extrañamente redondeada oreja del elfo y susurró:

—Si le cuentas esto a alguien, será lo último que hagas. —Después se separó y, con una plácida sonrisa, añadió—: Algo para resistir la magia. Marchando. ¿Por qué no me cuentas cómo saliste de ese atolladero mientras lo preparo?


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OFF: Le vendo a Zelitas su poción de resistencia mágica a precio de materiales. Es decir, que él paga 70 aeros y yo gano los detalles sobre los supervivientes de la Dark Order.

Habiendo llegado el momento de la mudanza, Valeria no pudo evitar un sentimiento de añoranza al ver vaciarse poco a poco el cuartito que había constituido su hogar durante el último par de años. La frugalidad de esos dos años y medio le habían ayudado, no solo a ahorrar el dinero necesario para su nueva vivienda, sino también a mantenerse lejos del campo de mira de su antiguo empleador mientras se apagaban los fuegos encendidos por el asunto del Esmeralda. De ahora en adelante, debería andarse con cuidado para no avivar los rescoldos, aunque contaba con una buena mano que jugar en esa partida.

—El otro asunto será más delicado...

Sus útiles de alquimia serían lo último en partir. Eran objetos delicados que prefería empacar ella misma, sin prisas. Además, tenía pensado fabricar unas cuantas dosis de su remedio antirreumático para doña Asunta antes de marchar. Eso reduciría la cantidad de ingredientes a trasladar: menos frasquitos delicados que arriesgar durante el camino.

Mientras la pomada se enfriaba poco a poco en el quicio de la ventana, Valeria comenzó, por fin, la tarea de vaciar los cajones de la que había sido su mesa de trabajo. Fue así como se topó con algo que casi había olvidado: una cajita metálica envuelta en un paño que había depositado allí meses atrás. En su interior, descansaba el fragmento de espejo que había recogido en aquella misteriosa torre, sumergido en una solución purificadora no muy diferente a la que había utilizado para ella misma a su retorno de Sandorai.

Con un escalofrío alimentado por los recuerdos no sólo de aquella experiencia, sino de su viaje por el extraño mundo al otro lado de los espejos, colocó la cajita abierta sobre la mesa y, olvidada momentáneamente la mudanza, se puso los guantes protectores y examinó cuidadosamente el objeto. Sí, aún conservaba algunas propiedades mágicas, pero ya no percibía aquella aura extraña e inquietante. Podía experimentar con ello, así que, sin más ceremonias, metió el fragmento en un mortero y se puso manos a la obra.  

Llenó dos frasquitos con el polvo resultante, antes de regresar a la tarea de empaquetar frascos, cajitas y botellas, que aprovechó para hacer limpieza e inventario. También para acabar un frasco de tinta arcana que había quedado olvidado en un rincón...


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OFF: Agárrense, que vienen curvas:

1. Cocino una Poción de Recuperación (materiales: 25 aeros) y le añado a mis Ropas Arcanas un Encantamiento Runa de Resistencia al Fuego (materiales: 70 aeros). Gasto total: 95 aeros
   
   
2. Aprovecho para DESTRUIR mi Espejo Doppelgänger para rascar 2 objetos épicos de la escabechina. Técnicamente, ninguna profesión fabrica espejos, aunque herrería sería quizá la más cercana, pero lo justifico con mis conocimientos de arcanos y alquimia para, básicamente, reducir a polvo el cristalito y tratarlo con ingredientes alquímicos para contrarrestar posibles maldiciones y blablá, basándome en la propia descripción del objeto: "Un fragmento de cristal de espejos malditos, las leyendas alertan que podría tener sus propios planes ocultos".
   
   
3. Y, ya que estoy, formalizo la compra de un Taller Común por 400 aeros. Aún no edité la descripción para acomodar el cambio, lo haré al mismo tiempo que suba el post relativo a la vivienda lujosa que compré hace poco. Será un anexo a dicha vivienda, algo sencillo, ya que mi intención es que siga siendo un laboratorio personal y no un comercio al público general, por lo que creo que encaja perfectamente dentro de la descripción del taller común.
   

TOTAL A PAGAR: 495 aeros

A la bruja la conoció primero de nombre, pues era una arcanista muy reconocida, y después en el campo, cuando un hombre apareció después de estar petrificado durante más de un siglo. La consideraba una mujer enigmática que le despertaba mucha curiosidad. Lo único que sabía con certeza era que su talento como arcanista y alquimista era innegable, por lo que recurrió nuevamente a ella cuando necesitó aplicar unos encantamientos arcanos que estaban más allá de su capacidad y conocimientos.

Le escribió para avisarle de su visita y, básicamente, apartar una cita con ella, pues la respetaba y no quería importunarla. Además, no es que tuviera mucha prisa y podía esperar al momento en que Reike le indicara.

-Es que desde que obtuve esta hacha, deseé ponerle esta runa. Esperaba ponérsela yo, pero se me hace difícil avanzar con los estudios de arcanos- le comentó. -Sí, ya tiene otro encantamiento... pero quiero aprovechar las dos partes del hacha, la del filo y la del mazo, así que le añadí esta insignia, ¿la ves? Sí... justo allí.- explicó, entregándole el arma.

Mientras la veía trabajar, recordó otro encantamiento que le gustaba mucho y que aún no lograba realizar. -Reike, el encantamiento "Fortaleza inamovible", se puede poner en ropas arcanas, ¿cierto?- le preguntó, recordando un vestido que tenía y que podía mejorar para poder agregarle el encantamiento.

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Por el momento, compro a Reike lo siguiente:
Runa expansiva [Encantamiento de Arma de Dos Manos] Al golpear el suelo con todas tus fuerzas usando esta arma, se genera una onda expansiva que empuja a todos quienes estén a menos de dos metros de ti, arrojándolos hasta tres metros de distancia. Tras esto, no puede volver a activarse por una hora. [Experto]180ae (120)
Descuento a Ingela = 180ae
Ganancia de Reike = 60ae

El nombre que firmaba la nota se le hacía familiar, pero no fue hasta que la muchacha se presentó en el laboratorio que Valeria terminó de fijarla en su recuerdo. La primera vez que vio a Ingela, había asumido que se trataba de una embaucadora con mucha labia. Le llevó un par de encuentros más darse cuenta de que la rectitud e ingenuidad que emanaba eran más bien genuinas. En cualquier caso, era una muchacha educada que respetaba el tiempo ajeno, así que no tenía nada de qué quejarse.

—Sí, ya veo —respondió a las indicaciones de la joven dragona mientras alargaba ambas manos para sujetar la pesada hacha—. Este trabajo te lo han hecho en Lunargenta, ¿verdad?

Era un buen trabajo, hecho por alguien que entendía de magia arcana lo suficiente para darle el espacio necesario para grabar un nuevo encantamiento sin arruinar el existente tocando donde no debía. «Maldito Calhoun, si hasta le ha dado un toque estético y todo».

Cuando Ingela soltó el hacha, Valeria se arrepintió instantáneamente de haber alargado las manos en lugar de pedirle que la depositara ella misma sobre la mesa. Disimuló como pudo, ayudándose de su telequinesis, y se puso a trabajar en el encantamiento.

—¿Eh? —dijo distraídamente ante la pregunta que le hizo la muchacha—. Ah, sí, claro. Por lo visto, algo en la técnica del composición del tejido lo vuelve lo bastante resistente para soportar ese tipo de encantamientos. —Y, recordando el comentario anterior acerca de lo que le costaba avanzar en sus estudios arcanos, añadió—: ¿Por qué no aprovechas la espera para practicar un poco? ¿Sabes como hacer una runa de localización? Prueba con esos lentes de ahí. Tendrás que hacerla bien pequeñita para que quepa en una de las patillas y no se note mucho. Ten, aquí tienes materiales y algo de papel, si quieres practicar un poco antes de inscribir.


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OFF: Realizo el encantamiento encargado por Ingela con la transacción que ya ha indicado ella en el off. También le encargo el encantamiento Runa de Localización para mis Lentes de Apolo. Ha dicho por ahí que cobra el precio de costo, que serían 30 aeros, por lo que mi beneficio en la transacción se reduciría a 30, en lugar de los 60 que indicó ella.

Ingela quedó en blanco por un instante. ¿Acaso le había pedido que hiciera un encantamiento? Uno básico y muy sencillo, por lo tanto, uno que ella misma podría hacer perfectamente y aún así, le pidió a ella hacerlo. Le desafió a hacerlo en unos lentes, por lo que la runa tendría que ser diminuta para caber en ellos. La dragona se sintió conmovida y profundamente agradecida con la bruja por darle aquella linda oportunidad de aprendizaje.

-¿En serio? ¿Quieres que lo haga yo? ¡Será un honor!- respondió emocionada la dragona que no cabía en si de la emoción. Entusiasmada, tomó los materiales que Reike le ofreció para practicar. Tenía que, pues si bien conocía la runa, nunca la había hecho tan pequeña. Y no quería quedar mal frente a ella.

Luego de varios intentos, logró realizar la runa en el tamaño adecuad para poder grabarla en los lentes. Tenía una sola oportunidad para realizarla y estaba muy nerviosa. Las manos le temblaban y la frente le sudaba. ¿Qué tipo de lentes serían esos? ¿Podría conseguir otros si los echaba a perder?

Respiró hondo para regularse y apagar la ansiedad. Se dio ánimos; ella podía hacerlo, por supuesto que sí. Y quedaría bien ante Reike.

Con cuidado, despacio y enfocada completamente, trazó las pequeñas líneas de la runa en el lugar que le indicó la maestra arcana. Sonrió satisfecha una vez terminó. Le había quedado perfecta.

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¿Quién quiere aeros cuando puede ganar conocimientos?
Realizo el encantamiento Runa de Localización en los Lentes de Apolo de Reike, a precio de costo (30 aeros).