Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
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Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Un aroma familiar llegaba a la nariz del espadachín al llegar con ese variopinto grupo de guerreros improvisados, en Aerandir nunca había paz, siempre se luchaba, aunque fuera a pequeñas escalas. Las grandes guerras como el asedio a Ventormenta o la invasión de los dragones a tierras élficas eran cosas raras, pero escaramuzas causadas por rencillas entre clanes, familias poderosas, o pequeños asentamientos eran pan de cada día para una espada de alquiler como Klinge.
El joven había dejado de contar cantas veces presto sus servicios a grupos que necesitaban inflar sus filas para una batalla entre ejércitos de unos cincuenta individuos a lo mucho y les sobraba dinero para contratar peleadores de calidad, para variar.
La escena en frente a el no era tan distinta de esas ocasiones, la guardia de la ciudad había perdido a dos hombres a manos de unos chupasangres fuera de sus murallas, decidiendo que era tiempo de tomar acciones fuertes, Wulwulfar puso recompensas para quienes se aventuraran a cazar vampiros en los bosques cercanos junto a los guardias armados para poner fin a la amenaza en contra los viajeros y mercantes que viajaban por tierra en dirección a la ciudad.
Klinge observaba al grupo de “aventureros”, por no llamarlos chusma, con el cual iría a explorar los bosques esa noche; una colección de borrachos, buenos para nada, ex bandidos y idiotas con ganas de emociones fuertes -mínimo parecen ser capaces de blandir sus armas de forma decente- musito el espadachín en voz baja al ver la ilustre compañía de la noche.
Junto al grupo había también unos cuantos guerreros profesionales, varios eran guardias, pero muchos eran espadas de alquiler, bastante capaces de desenvolverse en situaciones de combate, por lo que podía apreciar el guerrero.
Si estos vampiros eran los mismos a los que se había enfrentado cuando fue a rescatar a los huérfanos, tendría que estar muy alerta, no solo por su propia vida, pero también por el bien de la chica que decidió acompañarla.
Soltando un profundo suspiro, Klinge se recargo de brazos cruzados contra una pared mientras observaba a uno de los oficiales de al guardia se levantaba sobre un pedestal a dar un discurso a los mercenarios presentes. Klinge desvío la mirada hacia el cielo, fuera de las murallas de la ciudad, las ultimas luces del día estaban desapareciendo mientras el oficial hablaba de procedimientos, rutinas y recompensas para los que hicieran el trabajo que se les había propuesto.
Klinge noto la peculiar cantidad de gente que no parecía tan entusiasmada sobre un pago entre la multitud. En efecto, muchos de ellos eran locales que no les agradaba la idea de tener sanguijuelas enloquecidas rondando por el vecindario cerca de sus familiares y niños. El espadachín admiraba el valor de esas personas, aunque, dudaba que fueran capaces de hacer algo si las cosas se pusieran feas hay fuera.
Ya había anochecido, dentro de poco los grupos de mercenarios se diseminarían por los bosques a cazar vampiros.
El joven había dejado de contar cantas veces presto sus servicios a grupos que necesitaban inflar sus filas para una batalla entre ejércitos de unos cincuenta individuos a lo mucho y les sobraba dinero para contratar peleadores de calidad, para variar.
La escena en frente a el no era tan distinta de esas ocasiones, la guardia de la ciudad había perdido a dos hombres a manos de unos chupasangres fuera de sus murallas, decidiendo que era tiempo de tomar acciones fuertes, Wulwulfar puso recompensas para quienes se aventuraran a cazar vampiros en los bosques cercanos junto a los guardias armados para poner fin a la amenaza en contra los viajeros y mercantes que viajaban por tierra en dirección a la ciudad.
Klinge observaba al grupo de “aventureros”, por no llamarlos chusma, con el cual iría a explorar los bosques esa noche; una colección de borrachos, buenos para nada, ex bandidos y idiotas con ganas de emociones fuertes -mínimo parecen ser capaces de blandir sus armas de forma decente- musito el espadachín en voz baja al ver la ilustre compañía de la noche.
Junto al grupo había también unos cuantos guerreros profesionales, varios eran guardias, pero muchos eran espadas de alquiler, bastante capaces de desenvolverse en situaciones de combate, por lo que podía apreciar el guerrero.
Si estos vampiros eran los mismos a los que se había enfrentado cuando fue a rescatar a los huérfanos, tendría que estar muy alerta, no solo por su propia vida, pero también por el bien de la chica que decidió acompañarla.
Soltando un profundo suspiro, Klinge se recargo de brazos cruzados contra una pared mientras observaba a uno de los oficiales de al guardia se levantaba sobre un pedestal a dar un discurso a los mercenarios presentes. Klinge desvío la mirada hacia el cielo, fuera de las murallas de la ciudad, las ultimas luces del día estaban desapareciendo mientras el oficial hablaba de procedimientos, rutinas y recompensas para los que hicieran el trabajo que se les había propuesto.
Klinge noto la peculiar cantidad de gente que no parecía tan entusiasmada sobre un pago entre la multitud. En efecto, muchos de ellos eran locales que no les agradaba la idea de tener sanguijuelas enloquecidas rondando por el vecindario cerca de sus familiares y niños. El espadachín admiraba el valor de esas personas, aunque, dudaba que fueran capaces de hacer algo si las cosas se pusieran feas hay fuera.
Ya había anochecido, dentro de poco los grupos de mercenarios se diseminarían por los bosques a cazar vampiros.
Klinge
Honorable
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
-Ya te dije Aion, no te puedo llevar en esta misión, los vampiros molestosos y ni bien te vean te querrán clavar el diente, eres adorable- comento mientras le acariciaba la cabeza, dejándolo en una granja de vulwulfar, ya le había pagado al granjero el cual había traído un plato con frutas y un pequeño balde con agua para dejárselas al pequeño Fèidh, -entonces lo único que tengo que hacer es dejarlo quedarse acá, y me pagara otra cantidad de aeros cuando vuelva?-pregunto el granjero mientras el elfo mimaba a su mascota, -si, recibirá lo mismo que le acabo de pagar y probablemente un poco mas..... Pero si me llevo la sorpresa de que se "escapo" o se "perdió", solo digamos que los vampiros serán la menor de sus preocupaciones- comento Zelas mientras le lanzaba una mirada de aquellas que raramente se veían en el, el granjero asintió y trago saliva nervioso antes de marcharse, -si no vuelvo a buscarte para el amanecer, tienes permiso para escaparte y buscar a Aradia- comento mientras dejaba finalmente a Aion en el piso, le robo una manzana del plato de frutas que le habían traído y se marcho finalmente ante los -Umu! UMU!- que emitía Aion los cuales no sabia si eran de despedida o de enojo.
Finalmente llego al lugar de la cita, el tener que matar algo para obtener un par de aeros era uno de esos pequeños momentos donde el elfo podía entrenarse a si mismo y recibir un pago por ello, por ello aprovechaba siempre que podía o estaba aburrido, sin mucho mas escucho sin prestar atención sobre el discurso que daba, solo sonreía pensando en la paga que se le venia.
Finalmente llego al lugar de la cita, el tener que matar algo para obtener un par de aeros era uno de esos pequeños momentos donde el elfo podía entrenarse a si mismo y recibir un pago por ello, por ello aprovechaba siempre que podía o estaba aburrido, sin mucho mas escucho sin prestar atención sobre el discurso que daba, solo sonreía pensando en la paga que se le venia.
Zelas Hazelmere
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Lo mío no era la pelea como tal, pero las veces que me propuse librar alguna me fue mejor de lo qué creía y simpre haciendome con la victoria, en esta oportunidad no sabría que ocurriría pero si había problemas seguro diré presente.
Era de noche y con ello mi runa se activaba, por lo que ninguna criatura podía verme en la oscuridad, lo que si quedaba a la interpretación era el olfato por lo que tendría que actuar rápido cubriendome de algún olor que predominara en aquellas penínsulas
Caminaba con un grupo de mercenarios si tenía que llamarlos de alguna manera, entre ellos hombres y mujeres, también uno que otro que parecía con más edad de la necesaria para desenvainar su espada; por mi parte me acompañaba mi arco bajo la túnica oculto como siempre, mis pasos eran firmes y se denotaba determinación en cada uno de ellos.
El aglomeramiento hizo notar como desde lo lejos un oficial o líder se apoyaba sobre un pedestal para comenzar a dar un discurso respecto a una paga, dando directrices, diciendo como actuar y realmente solo me interesaba lo primero, por lo qué tras escuchar aquello comencé a ver a mis alrededores tratando de encontrar a alguien conocido pero no daba con nadie.
Para mi gusto la noche estaba bastante fresca y la luna brillaba con todo su esplendor de no ser por algunas nubes que la cubrían.
Necesitaba comprar muchas cosas y los aeros que tenía no eran suficientes, la paga que recibiría serviría de mucho para hacerme con todo lo que tenía en mente, si bien había logrado obtener algunas cosas estas no serían suficientes, además necesitaba un arma para pelear a corta distancia, a pesar de defenderme bien en los ataques cuerpo a cuerpo sería peligroso no tener un arma de filo, pero de esto me ocuparía luego.
Desviando la vista al suelo observé que había una rama bastante larga de unos 80 centímetros, pero esta rama era de forma rectangular, parecía un pedazo de buena madera tallada en forma de bastón pero inconcluso su trabajo por la punta tan extravagante, por lo que opté por pensar que era un báculo.
- Si alguien lo perdió ya no lo tendrá, ahora será mío hasta que me dure - Comenté esperando que comenzara la diversión o amenos dieran la orden de que pudiéramos movernos.
Saintus L Spell
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Con mi capa sobre los hombros y cubriéndome la cabeza del roció nocturno, levante un clásico hechizo ilusorio que mantenía mis ojos estereotipados a la apreciación de los demás, veríamos a muchos cazadores, o eso me dio a entender el Señor Klinge, por lo que no me expondría a todos de inmediato, además, en esta oportunidad acompañaba a alguien más y de gran porte así que mis posibilidades de pasar desapercibidas ya eran bastantes bajas.
Bien me había ofrecido para este trabajo, mas sin embargo, no era una criatura de ataque, más bien de asecho.
Me preocupaban las posibilidades que había de que se saliera todo de control contra criaturas tan temibles como los vampiros, que haría si algo así llegaba a pasar. Era todo un tema de análisis que ameritaba más tiempo que la velocidad con la que el Sr Klinge caminaba hacia nuestro destino, que posibilidad de mirada perceptiva de mis pocas probabilidades de supervivencia podía hacer si solo me concentraba en correr tras sus pies ya que de separarme aquí, no lo encontraba más. Demasiado ruido en la ciudad.
***
Llegamos al pueblo y nos reunimos con muchos otros, yo por supuesto solo seguía al señor Kingle por todos lados como una mascota, no quería aparentar más que eso, más que un simple adorno a su imponente figura; como de costumbre era parte de una estrategia de vida muy ensayada y practicada, la noble figura de un cuerpo pequeño como así la cotidianidad de un rostro poco llamativo eran razones es por las que no preocuparía a nadie mi presencia, ni alteraría a ninguna persona.
Desconocía si mi par entendía sobre mi forma de ser, pero ya en el bar conoció mi estrategia, quizás no era la más acertada pero funcionaba para mí.
Me aferré a su ropa sujetándome con la mano, como niña que se aferra a un hermano mayor o parecido, temerosa del destino a cuál va a enfrentarse.
Él, frío y distante ni reacción a mi acción, era perfecto, parecía algo no simulado, algo espontaneo y propio de nuestras personalidades. Lo que quizás me hacía aún más invisible como foco o amenaza.
Klinge se acomodó a un lado y me quedé junto al por el momento, no era alguien muy social si no se trataba de necesidad, por lo que estaba expectante. Escuche sus palabras y solo sirvieron para aumentar mi incertidumbre "Tan mal se apreciaba este grupo??? Como puede estar tan confiado aun así...?!?! No... Tranquila, cálmate, si está confiado, estaré bien... diabloooooos!!!?!!? Maldita la hora en que me ofrecí para estas crónicas de un fusilamiento!!!" en mi mente perdía la compostura pero por fuera no hice más que morderme el labio inferior del lado derecho mientras apretaba mis puños, estaba nerviosa pero lejos de demostrarlo.
Que se supone que haríamos ahora?
Bien me había ofrecido para este trabajo, mas sin embargo, no era una criatura de ataque, más bien de asecho.
Me preocupaban las posibilidades que había de que se saliera todo de control contra criaturas tan temibles como los vampiros, que haría si algo así llegaba a pasar. Era todo un tema de análisis que ameritaba más tiempo que la velocidad con la que el Sr Klinge caminaba hacia nuestro destino, que posibilidad de mirada perceptiva de mis pocas probabilidades de supervivencia podía hacer si solo me concentraba en correr tras sus pies ya que de separarme aquí, no lo encontraba más. Demasiado ruido en la ciudad.
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Llegamos al pueblo y nos reunimos con muchos otros, yo por supuesto solo seguía al señor Kingle por todos lados como una mascota, no quería aparentar más que eso, más que un simple adorno a su imponente figura; como de costumbre era parte de una estrategia de vida muy ensayada y practicada, la noble figura de un cuerpo pequeño como así la cotidianidad de un rostro poco llamativo eran razones es por las que no preocuparía a nadie mi presencia, ni alteraría a ninguna persona.
Desconocía si mi par entendía sobre mi forma de ser, pero ya en el bar conoció mi estrategia, quizás no era la más acertada pero funcionaba para mí.
Me aferré a su ropa sujetándome con la mano, como niña que se aferra a un hermano mayor o parecido, temerosa del destino a cuál va a enfrentarse.
Él, frío y distante ni reacción a mi acción, era perfecto, parecía algo no simulado, algo espontaneo y propio de nuestras personalidades. Lo que quizás me hacía aún más invisible como foco o amenaza.
Klinge se acomodó a un lado y me quedé junto al por el momento, no era alguien muy social si no se trataba de necesidad, por lo que estaba expectante. Escuche sus palabras y solo sirvieron para aumentar mi incertidumbre "Tan mal se apreciaba este grupo??? Como puede estar tan confiado aun así...?!?! No... Tranquila, cálmate, si está confiado, estaré bien... diabloooooos!!!?!!? Maldita la hora en que me ofrecí para estas crónicas de un fusilamiento!!!" en mi mente perdía la compostura pero por fuera no hice más que morderme el labio inferior del lado derecho mientras apretaba mis puños, estaba nerviosa pero lejos de demostrarlo.
Que se supone que haríamos ahora?
Merida DunBroch
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
El espadachín le hecho un ojo a su compañera, la pequeña bruja no había dicho una sola palabra desde que se alejaron de la taberna, era obvio que intentaba mantener la compostura, pero el silencio la delataba.
El mercenario había estado muchas veces en una situación similar, los momentos antes de una confrontación que sabes que va a llegar, la gente no acostumbrada normalmente intentaba mantener una fachada de estoicismo para no parecer débiles, si es que lo conseguían, normalmente se ponían a rezar a cualquier dios que ellos siguieran, ya sean los dioses que Klinge creía, los dragones, los de los elfos, o incluso ese dios sin nombre de los que cargaban cruces.
Klinge soltó un suspiro, seguramente se habría vuelto un remolino de nervios, el espadachín puso su mano sobre la cabeza de la bruja, sus dedos expuestos pasando por sus cabellos -Thora hizo un buen trabajo lavando tu cabello- comento con un tono extrañamente suave -trata de evitar que se vuelva a manchar de lodo, o peor, sangre… o Thora te volverá a bañar a penas regreses- agrego soltando una leve risotada.
Su intento en calmar a la chica tenía dos motivos detrás, por un lado: se sentía mal por la bruja y honestamente intentaba ayudarla. Por el otro lado: intentaba tranquilizarse a si mismo, era inusual que se sintiera tan ansioso antes de una batalla, nunca le tuvo miedo a la muerte como en ese momento, pero, había hecho una promesa de regresar con vida, y encima, era responsable de la vida de esta muchacha en lo que estarían afuera.
El oficial continúo hablando, dando instrucciones detalladas -como tendremos que cubrir una gran área nos dividiremos en grupos de mínimo cinco individuos para explorar mejor la zona, un guardia mínimo por grupo- dijo el oficial usando los dedos de su mano para hacer énfasis en los números -repártanse en grupos a su discreción, pero sigan estas indicaciones básicas- dijo antes de bajarse del pedestal y dejar que la multitud se organizara.
En medio de eso, los guardias de la ciudad se separaban de su formación y revisaban los candidatos en la multitud, algunos iban en pares y otros solos, llamando a quienes les parecían que no se estuviesen juntando con nadie o agregándose a grupos ya formados -ustedes, los dos elfos, si no vienen con nadie síganme- exclamo un guardia cargando con una lanza mientras apuntaba con el dedo de su mano libre en dirección de ambos elfos en turnos, el hombre daba la impresión de estar al inicio de sus treinta, con una cara adornada por una barba de unas dos semanas.
El lancero hizo gestos a los dos elfos de que lo siguieran y este comenzó a buscar otros solitarios en el conglomerado de voluntarios, finalmente vio a alguien que parecía no formar parte de ningún otro grupo, un mercenario bien pertrechado en una cota de malla, una bandana roja cubría su cabeza y tres espadas colgando de su cinturón.
En su costado derecho, colgaba una espada larga de fina manufactura, por lo que el mango de diseño simple podía mostrar, en su lado izquierdo un sable de marinero, curvo y largo, justo debajo de esta se encontraba una espada bastarda, el mango era de color completamente negro, y a diferencia de las otras dos armas, esta parecía haber sido diseñada con el propósito de verse intimidante.
El espadachín acariciaba los cabellos rojizos de una jovencita que permanecía a su lado, una amante o familiar, pensó el guardia -hey tú, ¿vienes solo?- pregunto el guardia, a lo que el espadachín le hecho la mirada encima, al ver los ojos del mercenario, el guardia se detuvo en seco, nunca había visto ojos así, como si enormes calderos estuviesen ardiendo en el interior de sus ojos.
El fuego de los ojos del mercenario inspecciono al lancero -no, no vengo solo, ella viene conmigo- dijo señalando a la chica con un pulgar, a lo que el guardia frunció el ceño.
-¿te parece buena idea llevar a una joven a cazar vampiros?- pregunto el guardia irritado.
-¿necesitas mínimo cinco para un grupo, no? Ella es muy capaz de cuidarse sola, además de que es una bruja con buena magia- respondió Klinge dando un paso al frente, como desafiando al guardia a que le respondiera.
Al escuchar esto, el guardia se encogió de hombros y dejo descansar su lanza sobre el hombro -te tomare la palabra entonces, los dioses saben que una ventaja mágica no nos vendría mal- dijo el guardia -bueno si es así entonces nosotros estamos completos, ahora solo nos falta esperar a que nos den la señal para irnos- agrego señalando a los dos elfos que lo acompañaban.
Klinge volcó sus ojos de fuego ante sus dos nuevos compañeros para la noche, e inmediatamente reconoció a uno -¡tú!- dijo pasando de lado del guardia y parándose frente al elfo de las cuatro cimitarras, estando a escasos centímetros de el con una perversa sonrisa en el rostro -espero que esta ves no corras con el rabo entre las patas como la última ves, odiaría que el bosque se apestara con el rastro de orina que dejas de nuevo- le dijo con un tono pasivo agresivo que casi sonaba amigable… casi.
El mercenario había estado muchas veces en una situación similar, los momentos antes de una confrontación que sabes que va a llegar, la gente no acostumbrada normalmente intentaba mantener una fachada de estoicismo para no parecer débiles, si es que lo conseguían, normalmente se ponían a rezar a cualquier dios que ellos siguieran, ya sean los dioses que Klinge creía, los dragones, los de los elfos, o incluso ese dios sin nombre de los que cargaban cruces.
Klinge soltó un suspiro, seguramente se habría vuelto un remolino de nervios, el espadachín puso su mano sobre la cabeza de la bruja, sus dedos expuestos pasando por sus cabellos -Thora hizo un buen trabajo lavando tu cabello- comento con un tono extrañamente suave -trata de evitar que se vuelva a manchar de lodo, o peor, sangre… o Thora te volverá a bañar a penas regreses- agrego soltando una leve risotada.
Su intento en calmar a la chica tenía dos motivos detrás, por un lado: se sentía mal por la bruja y honestamente intentaba ayudarla. Por el otro lado: intentaba tranquilizarse a si mismo, era inusual que se sintiera tan ansioso antes de una batalla, nunca le tuvo miedo a la muerte como en ese momento, pero, había hecho una promesa de regresar con vida, y encima, era responsable de la vida de esta muchacha en lo que estarían afuera.
El oficial continúo hablando, dando instrucciones detalladas -como tendremos que cubrir una gran área nos dividiremos en grupos de mínimo cinco individuos para explorar mejor la zona, un guardia mínimo por grupo- dijo el oficial usando los dedos de su mano para hacer énfasis en los números -repártanse en grupos a su discreción, pero sigan estas indicaciones básicas- dijo antes de bajarse del pedestal y dejar que la multitud se organizara.
En medio de eso, los guardias de la ciudad se separaban de su formación y revisaban los candidatos en la multitud, algunos iban en pares y otros solos, llamando a quienes les parecían que no se estuviesen juntando con nadie o agregándose a grupos ya formados -ustedes, los dos elfos, si no vienen con nadie síganme- exclamo un guardia cargando con una lanza mientras apuntaba con el dedo de su mano libre en dirección de ambos elfos en turnos, el hombre daba la impresión de estar al inicio de sus treinta, con una cara adornada por una barba de unas dos semanas.
El lancero hizo gestos a los dos elfos de que lo siguieran y este comenzó a buscar otros solitarios en el conglomerado de voluntarios, finalmente vio a alguien que parecía no formar parte de ningún otro grupo, un mercenario bien pertrechado en una cota de malla, una bandana roja cubría su cabeza y tres espadas colgando de su cinturón.
En su costado derecho, colgaba una espada larga de fina manufactura, por lo que el mango de diseño simple podía mostrar, en su lado izquierdo un sable de marinero, curvo y largo, justo debajo de esta se encontraba una espada bastarda, el mango era de color completamente negro, y a diferencia de las otras dos armas, esta parecía haber sido diseñada con el propósito de verse intimidante.
- Referencias visuales a las armas:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
El espadachín acariciaba los cabellos rojizos de una jovencita que permanecía a su lado, una amante o familiar, pensó el guardia -hey tú, ¿vienes solo?- pregunto el guardia, a lo que el espadachín le hecho la mirada encima, al ver los ojos del mercenario, el guardia se detuvo en seco, nunca había visto ojos así, como si enormes calderos estuviesen ardiendo en el interior de sus ojos.
El fuego de los ojos del mercenario inspecciono al lancero -no, no vengo solo, ella viene conmigo- dijo señalando a la chica con un pulgar, a lo que el guardia frunció el ceño.
- Ojos de Klinge:
- Klinge tiene los ojos así por una maldición que ya se sacó de encima, lo se tengo que actualizar su ficha...[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-¿te parece buena idea llevar a una joven a cazar vampiros?- pregunto el guardia irritado.
-¿necesitas mínimo cinco para un grupo, no? Ella es muy capaz de cuidarse sola, además de que es una bruja con buena magia- respondió Klinge dando un paso al frente, como desafiando al guardia a que le respondiera.
Al escuchar esto, el guardia se encogió de hombros y dejo descansar su lanza sobre el hombro -te tomare la palabra entonces, los dioses saben que una ventaja mágica no nos vendría mal- dijo el guardia -bueno si es así entonces nosotros estamos completos, ahora solo nos falta esperar a que nos den la señal para irnos- agrego señalando a los dos elfos que lo acompañaban.
Klinge volcó sus ojos de fuego ante sus dos nuevos compañeros para la noche, e inmediatamente reconoció a uno -¡tú!- dijo pasando de lado del guardia y parándose frente al elfo de las cuatro cimitarras, estando a escasos centímetros de el con una perversa sonrisa en el rostro -espero que esta ves no corras con el rabo entre las patas como la última ves, odiaría que el bosque se apestara con el rastro de orina que dejas de nuevo- le dijo con un tono pasivo agresivo que casi sonaba amigable… casi.
- Nota:
- Lamento mucho mi demora, tuve algunos días pesados debido a mi actual situación laboral, espero ser mas consistente en el futuro.
Klinge
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Zelas se encontraba pensando en el dinero cuando alguien le señalo que lo siguiera "reglas de la casa supongo" pensó para si mismo mientras seguía al sujeto que le había llamado, noto al otro elfo y no le dio importancia, el otro mercenario sin embargo le causo bastante gracia, "quien demonios lleva 3 espadas y de esa forma, es demasiado incomodo, ademas ¿3? todo el mundo sabe que son 2 o 4" recriminaba el elfo en su mente mientras seguía viendo el grupo de raros que se convertirían en sus compañeros, entonces finalmente escucho a alguien que le llamaba y se le plantaba frente a el, Zelas por su parte no lo recordaba pero la forma en la que se le acerco desafiante hizo que el elfo le mirara sin mucho interés, nunca era el quien empezaba la mitad de las peleas que tenia y la situación, sin embargo, no le era desconocida por lo que con las manos en los bolsillos y una actitud desinteresada Zelas respondió como solo el podría hacerlo -deberías agradecerme, alguien tiene que cubrir el olor a mierda que desprendes, agradece que tengo mas licor que sangre en mis venas, debería orinarte un poco? tu olor a mierda ya se esta haciendo insoportable- comento con toda la calma del mundo mientras intentaba hacer memoria, se había marchado de muchas batallas y no tenia el mas mínimo arrepentimiento por ello, al fin y al cabo la vida se trataba de eso, matar y evitar que te maten.
Zelas Hazelmere
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Cada paso que daba era apoyado por el bastón que había conseguido hace un rato, caminaba solo entre la multitud esperando encontrar un grupo de búsqueda o "caza" al qué unirme. en aquél lugar había de todos, humanos, elfos, gente con partes de su cuerpo diseñadas como si de robots se tratase, algunos que parecían vampiros y alguno que otro elfo por ahí.
Mientras avanzaba, escuché que hacían referencia a dos elfos suponiendo que uno de ellos era yo, sin más me acerqué al tipo de la barba en proceso de crecimiento y me planté para estar a su disposición pero no por mucho tiempo, acompañaba al guardia a buscar a los rezagados, entre tanta gente había un tipo cuyo cinturón era adornado por tres espadas y su frente por una bandana roja, pero no era todo lo que traía, consigo venía una jovencita, a la que jamás vi al rostro por su estatura, pero según noté ella si percibió por completo al guardia, como si de un escáner se tratase.
Todo fue en cuestión de segundos, muchos se conocían, demasiados saludos y motes, inclusive antes de poder notarlo el escolta de la pequeña niña estaba junto al otro elfo, usando un tono que parecía ser un tanto agradable, parecía que entre todos el único que estaba solo y con completos desconocidos era yo.
Me incliné hacia el suelo posando la palma de la mano derecha en él, agradeciendo a la madre tierra por esa oportunidad que se presentaba, enseguida floreció del suelo lo que parecía ser una flor blanca con un centro amarillo, que sin más se desintegró en cuestión de segundos como un as de luz; retomando la compostura no emití palabra alguna sino más bien estuve en guardia esperando que indicaran como continuaríamos.
Saintus L Spell
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Sus palabras me dieron algo de paz y serenidad, no fue como si mes miedos se acallaran o la voz en mi cabeza se tomara un descanso para dejarme libre de preocupaciones pero pensar en la cálida sensación que me había brindado aquella mujer mientras recibía una ligera y sutil muestra de aprecio era reconfortante, no estaba acostumbrada a estas cosas por lo que no sabía cómo responder. Me limite a asentir con la cabeza, a estas alturas no me importaría tener que volver a bañarme si existía la posibilidad de volverme a sentir tan tranquila.
~llllloooooooooooossssssssss dddddddeeeeeeeeeeeeeeessssssssssstruuuuuuuuuuiiiiiiiiraaaaaaaasssss~
Ignoré el susurro que escuchaba en mi cabeza. Antes esto no era posible, ahora mucho menos, pero una se iba acostumbrando a convivir con algo tan toxico adentro.
Escuchaba las indicaciones sin prestar mucha atención, todo esto comenzaba a aburrirme y a darme sueño, era muy tarde por la noche, así que era de esperarse.
La persona que daba indicaciones redirigió sus ondas directo a nosotros alzando el tono en una voz de mando justo cuando de mis labios se escapaba un bostezo perezoso el cual intente cubrir a penas con la mano sobre la boca.
Entonces la conversación se volvió particular y al parecer un reproche por su presencia allí, "como que niña!!! Te lanzare miles de espadas por tu espalda y te comerás esas palabras mientras la sangre llena tu hocico sin saber que fui yo quien te mate!!!!!" pensaba desde el enojo de ser menospreciada para tareas rudas por el simple hecho de ser niña, si bien era parte de una estrategia el aparentar debilidad, no dejaría que se me excluyera por tal cosa. Tensé la mano libre buscando entre todos el frio material metálico de lanzas y espadas, materiales de los cuales eran muy fáciles percibir por cómo se les pegaba la humedad. Cinco armas comenzaban a pesar en mis dedos, las levanté ligeramente haciéndolas sacudirse y temblar por un segundo mientras doblaba a penas cada falange.
~hhhhaaaaasssslllloooooo... mmaaaaatttaaaallllooooo!!!!!~
Si esa voz lo pedía no era algo bueno.
~ noooooo deeeejeeees quuueee teeee huuuumiiiilllennnn ~
Relaje la mano liberando todo de la telequinesis y me aferre más fuertemente a la prenda del señor Klinge, estaba molesta, pero podía controlar mis emociones, Derek tenia razón, era un buen indicador no escuchar a esa voz, pero temía lo que esa voz podía hacer cuando mis emociones no fueran tan controlables.
Aparentemente nos separaron a todos, yo no me aparte de mi compañía, y del nuevo grupo que nos tocó, una persona comenzó a intercambiar insultos con Klinge. No era mi batalla, por lo que no me importo.
Ya que era trasladada al arrastre (si el sr K avanzaba, yo avanzaba con él por estar prendida de su ropa), desactive por un momento mi magia para dejar de mover las partículas de hidrógeno, este pequeño truco para reconocer mi entorno era útil, pero más vale guardar energías, sabia manejarme también si no lo usaba. No era mi único As bajo la manga para poder desplazarme en el terreno.
~llllloooooooooooossssssssss dddddddeeeeeeeeeeeeeeessssssssssstruuuuuuuuuuiiiiiiiiraaaaaaaasssss~
Ignoré el susurro que escuchaba en mi cabeza. Antes esto no era posible, ahora mucho menos, pero una se iba acostumbrando a convivir con algo tan toxico adentro.
Escuchaba las indicaciones sin prestar mucha atención, todo esto comenzaba a aburrirme y a darme sueño, era muy tarde por la noche, así que era de esperarse.
La persona que daba indicaciones redirigió sus ondas directo a nosotros alzando el tono en una voz de mando justo cuando de mis labios se escapaba un bostezo perezoso el cual intente cubrir a penas con la mano sobre la boca.
Entonces la conversación se volvió particular y al parecer un reproche por su presencia allí, "como que niña!!! Te lanzare miles de espadas por tu espalda y te comerás esas palabras mientras la sangre llena tu hocico sin saber que fui yo quien te mate!!!!!" pensaba desde el enojo de ser menospreciada para tareas rudas por el simple hecho de ser niña, si bien era parte de una estrategia el aparentar debilidad, no dejaría que se me excluyera por tal cosa. Tensé la mano libre buscando entre todos el frio material metálico de lanzas y espadas, materiales de los cuales eran muy fáciles percibir por cómo se les pegaba la humedad. Cinco armas comenzaban a pesar en mis dedos, las levanté ligeramente haciéndolas sacudirse y temblar por un segundo mientras doblaba a penas cada falange.
~hhhhaaaaasssslllloooooo... mmaaaaatttaaaallllooooo!!!!!~
Si esa voz lo pedía no era algo bueno.
~ noooooo deeeejeeees quuueee teeee huuuumiiiilllennnn ~
Relaje la mano liberando todo de la telequinesis y me aferre más fuertemente a la prenda del señor Klinge, estaba molesta, pero podía controlar mis emociones, Derek tenia razón, era un buen indicador no escuchar a esa voz, pero temía lo que esa voz podía hacer cuando mis emociones no fueran tan controlables.
Aparentemente nos separaron a todos, yo no me aparte de mi compañía, y del nuevo grupo que nos tocó, una persona comenzó a intercambiar insultos con Klinge. No era mi batalla, por lo que no me importo.
Ya que era trasladada al arrastre (si el sr K avanzaba, yo avanzaba con él por estar prendida de su ropa), desactive por un momento mi magia para dejar de mover las partículas de hidrógeno, este pequeño truco para reconocer mi entorno era útil, pero más vale guardar energías, sabia manejarme también si no lo usaba. No era mi único As bajo la manga para poder desplazarme en el terreno.
Merida DunBroch
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
No resultaba sorpréndete que el elfo no se recordara de él, a ojos del mercenario era obvio que el elfo estaba tan absorto en sí mismo que no se daría cuenta de una lanza atravesándole la espalda por estar ahogándose al mirar su propio reflejo en un estanque.
El guardia se metió en medio de ambos para separarlos -ok, ok… consérvenlo para los vampiros- dijo forzando que ambos tomaran distancia.
En ese momento Klinge noto que Merida seguía pegada a él, debido a que la empujo un poco al retroceder tan abruptamente, el mercenario se disculpo silenciosamente con ella al poner gentilmente su mano sobre la cabeza de la chica bruja.
Pasaron unos pocos minutos y se escucho el sonido de un cuerno en el aire, proveniente de una de las torres de vigilancia de las puertas, todos se dieron la vuelta en dirección de la cual se originaba el sonido, entonces el guardia dijo -bueno… esa es la señal, si ya acabaron con los saludos, ¡movámonos!- exclamo levantando su lanza por los aires, encaminado se en dirección a las puertas, esperando a que el resto lo siguiera.
El guardia guio al grupo e una zona separada del bosque, cerca de se dieron supuestos avistamientos de los vampiros -¿alguien ya enfrento a estos vampiros?- pregunto al aire -estos son muy distintos a los normales- agrego, un tono de preocupación se escuchaba en su voz.
Klinge levanto la mano -yo estuve hay la primera vez que aparecieron, fui uno de los voluntarios que fueron a rescatar a los huérfanos perdidos- dijo con tono muy casual -junto a este elfo de aquí- agrego mencionando al elfo de las cimitarras con el pulgar.
El guardia se detuvo un rato, mirando fijamente a ambos sujetos -entonces saben mejor que nadie a que nos enfrentamos- dijo, mientras se disponía a observar los alrededores -no se han visto a los “patrones”, como algunos participantes de la batalla hace unas semanas les llaman, pero ha habido varios avistamientos de los esclavos, son muy peligrosos, tengan cuidado- exclamo volviendo a dirigir la mirada al grupo.
El espadachín soltó una risotada llena de desdén en su tono -¿esclavos?- pregunto sin intento de disimular el disgusto en su tono de voz -forma muy generosa de llamar a como esa sanguijuelas tratan a los suyos, criadores de cerdos cuidan mejor de los animales que van a matar para comer que estos vampiros usando a los de su propia especie como perros de ataque enloquecidos por el hambre, y sabrán los dioses que otros tipos de torturas- el odio en la voz del mercenario se hacia notar fácilmente, nunca le agradaron los vampiros, pero los que enfrento esa noche, han de haber sido los peores que el jamás conoció en su vida.
El guardia se metió en medio de ambos para separarlos -ok, ok… consérvenlo para los vampiros- dijo forzando que ambos tomaran distancia.
En ese momento Klinge noto que Merida seguía pegada a él, debido a que la empujo un poco al retroceder tan abruptamente, el mercenario se disculpo silenciosamente con ella al poner gentilmente su mano sobre la cabeza de la chica bruja.
Pasaron unos pocos minutos y se escucho el sonido de un cuerno en el aire, proveniente de una de las torres de vigilancia de las puertas, todos se dieron la vuelta en dirección de la cual se originaba el sonido, entonces el guardia dijo -bueno… esa es la señal, si ya acabaron con los saludos, ¡movámonos!- exclamo levantando su lanza por los aires, encaminado se en dirección a las puertas, esperando a que el resto lo siguiera.
El guardia guio al grupo e una zona separada del bosque, cerca de se dieron supuestos avistamientos de los vampiros -¿alguien ya enfrento a estos vampiros?- pregunto al aire -estos son muy distintos a los normales- agrego, un tono de preocupación se escuchaba en su voz.
Klinge levanto la mano -yo estuve hay la primera vez que aparecieron, fui uno de los voluntarios que fueron a rescatar a los huérfanos perdidos- dijo con tono muy casual -junto a este elfo de aquí- agrego mencionando al elfo de las cimitarras con el pulgar.
El guardia se detuvo un rato, mirando fijamente a ambos sujetos -entonces saben mejor que nadie a que nos enfrentamos- dijo, mientras se disponía a observar los alrededores -no se han visto a los “patrones”, como algunos participantes de la batalla hace unas semanas les llaman, pero ha habido varios avistamientos de los esclavos, son muy peligrosos, tengan cuidado- exclamo volviendo a dirigir la mirada al grupo.
El espadachín soltó una risotada llena de desdén en su tono -¿esclavos?- pregunto sin intento de disimular el disgusto en su tono de voz -forma muy generosa de llamar a como esa sanguijuelas tratan a los suyos, criadores de cerdos cuidan mejor de los animales que van a matar para comer que estos vampiros usando a los de su propia especie como perros de ataque enloquecidos por el hambre, y sabrán los dioses que otros tipos de torturas- el odio en la voz del mercenario se hacia notar fácilmente, nunca le agradaron los vampiros, pero los que enfrento esa noche, han de haber sido los peores que el jamás conoció en su vida.
- Nota:
- Lamento que me tardara una semana, pensé en responder apenas llego el post de Merida, pero el trabajo me estuvo moliendo el culo toda la semana y llegaba a casa muy cansado, durmiendo cuatro horas extra, ahora las cosas se calmaron un poco, así que pude descansar lo suficiente como para pensar en un post en condiciones.
Klinge
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Zelas continuo con sus manos enfundadas en sus bolsillos, su rostro mostraba el mismo desinterés que tenia ante aquellos que le buscaban pelea en vano y después solo se quedaban en palabras, mantuvo su posición cuando el guardia se interpuso ante una eventual pelea ante lo cual el elfo respondió desestimando las posibilidades de que se armara una pelea en aquel lugar -no te preocupes, dudo que este perdedor se atreva a empezar una pelea, todos son iguales, llegan hablando como si fueran los mas cabrones y solo son unos llorones que no se atreven a hacer algo al respecto- dijo lo ultimo mientras se limpiaba con un dedo una de sus orejas, menospreciando aun mas la situación.
Finalmente espero a que el grupo avanzara un poco antes de caminar en la misma dirección que ellos, cuando se pregunto acerca del enemigo, el sujeto que antes le había buscado pelea comento que ya se había enfrentado a los vampiros antes, sorpresivamente había sido señalado como alguien que también ya había luchado contra ellos, entonces recordó la situación, entendiendo ahora la clase de enemigo al que se enfrentaba, las siguientes palabras del sujeto le hicieron alzar una ceja -el fuerte sobrevive y el débil se somete, nada nuevo chiquillo llorón, ahora te recuerdo, si sobreviviste no creo que sean tan fuertes como mencionas y antes que menciones nuevamente el hecho de que en efecto me retire en medio de la pelea aclarare algo bastante simple, mi vida me importa mas que la de cualquiera de ustedes, si veo que la situación me llevara a la muerte, simplemente elijo otro camino que me permita vivir, es así de simple- ahora observo al guardia y decidió compartir información que realmente fuera de importancia -los esclavos son toscos y erráticos, solo guiados por el hambre pueden ser abatidos fácilmente pero en números grandes pueden ser una molestia, procuren no recibir siquiera un rasguño, cualquier rastro de sangre les pondrá un blanco automático, los "patrones" son fuertes pero no imposibles de matar, si los provocas lo suficiente el enojo les quitara parte del raciocinio y quedaran abiertos ante un contra ataque, pero no creo que funcione 2 veces así que asegúrense de hacerlo valer, o eviten ese confrontamiento, cualquier opción es valida- comento esperando que esa información sirviera de algo, desenvaino una de sus cimitarra y quedo esperando atento a cualquier señal enemiga, sintiendo nuevamente aquella calma en el ambiente lo cual les anticipaba una batalla intensa.
Finalmente espero a que el grupo avanzara un poco antes de caminar en la misma dirección que ellos, cuando se pregunto acerca del enemigo, el sujeto que antes le había buscado pelea comento que ya se había enfrentado a los vampiros antes, sorpresivamente había sido señalado como alguien que también ya había luchado contra ellos, entonces recordó la situación, entendiendo ahora la clase de enemigo al que se enfrentaba, las siguientes palabras del sujeto le hicieron alzar una ceja -el fuerte sobrevive y el débil se somete, nada nuevo chiquillo llorón, ahora te recuerdo, si sobreviviste no creo que sean tan fuertes como mencionas y antes que menciones nuevamente el hecho de que en efecto me retire en medio de la pelea aclarare algo bastante simple, mi vida me importa mas que la de cualquiera de ustedes, si veo que la situación me llevara a la muerte, simplemente elijo otro camino que me permita vivir, es así de simple- ahora observo al guardia y decidió compartir información que realmente fuera de importancia -los esclavos son toscos y erráticos, solo guiados por el hambre pueden ser abatidos fácilmente pero en números grandes pueden ser una molestia, procuren no recibir siquiera un rasguño, cualquier rastro de sangre les pondrá un blanco automático, los "patrones" son fuertes pero no imposibles de matar, si los provocas lo suficiente el enojo les quitara parte del raciocinio y quedaran abiertos ante un contra ataque, pero no creo que funcione 2 veces así que asegúrense de hacerlo valer, o eviten ese confrontamiento, cualquier opción es valida- comento esperando que esa información sirviera de algo, desenvaino una de sus cimitarra y quedo esperando atento a cualquier señal enemiga, sintiendo nuevamente aquella calma en el ambiente lo cual les anticipaba una batalla intensa.
Zelas Hazelmere
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
Se habían formado ya los grupos y como anteriormente sucedió se me consignó en uno a mi también, ignorando lo que sucedía con mis "compañeros" pero en guardia, de un momento a otro escuché el sonido desde una de las torres de control, parecía ser un cuerno de aire, de esos que suenan cuando comienza la guerra o se avecinan los problemas.
El sonido era bastante fuerte y con tantas bestias alrededor unos las percibirían primero que otras, todos llevaban consigo armas de filo mientras que yo lo único que tenía entre mis manos a parte de mi arco escondido bajo la túnica era el bastón de madera, que a pesar de ser de una buena calidad no serviría para todo el "evento". Antes de que comenzara el revoloteo por el sonido me acerqué al lider del grupo y en un tono seco le dirigí la palabra
Necesito un arma - Suponía que podría tener alguna o que podría pedirla - Una lanza de preferencia o quizás un par de cuchillas aunque ambas me vendrían bien Agregué por último esperando que este me ayudara de alguna manera y sino me las arreglaría con lo que tenía, aunque matar a alguno de los que estaban allí para obtener su adminículo también era una opción; comenzamos a movernos cada vez más, los chicos hablaban entre ellos, yo desde mi posición mantenía una actitud en calma pero alerta, como siempre tapando mis orejas por mi cabello por lo que fácil para cualquier pasaba como humano.
Una brisa sopló fuertemente, tanto que entre los más débiles algunos se tambaleaban buscando estabilidad, algo sucedía, el enemigo se estaba moviendo o la madre naturaleza nos advertía algo asi que lo mejor era apresurarnos.
Algo anda mal...Comenté en un tono bajo pero audible a los presentes.
Saintus L Spell
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
El señor K, cambiaba palabras groseras con su amigo, las cuales resta importancia ya que no Parecía un asunto que debiera importarme. Sentí el ajetreo cuando se hizo hacía atrás y, su mano luego, alborotando mis cabellos como si me comensace algo y fuera esa una muestra de cercania, aquel gesto con esa impronta me resultaba común en personas mayores, Derek también lo hacía, Rei igual, tal vez era la forma en la que otros trataban conmigo de manera habitual cómo trataban a otros seres de mi edad o de mi altura, despues de todo, estas personas coincidían en tener un gran tamaño a mi lado.
Un sonido grave me distrajo de mis pensamientos y con unas palabras cretino qué al que tenía entre ceja y ceja por sus comentarios innecesarios anteriores, el grupo comenzó a moverse Y yo sin perder el paso prendida aun de Klinge.
Estaba atentá a sus palabras, comenzaron a hablar del enemigo que yo desconocía, Como así también desconocía un ser que se describiera con las palabras que aquellos utilizaban. Me preocupaba cómo me defendería siendo el foco de atención junto al grupo Pero mis instintos fueron más rápidos qué mis interrogantes y se accionarron a la defenciba y espectantes con la mas mínima oportunidad, era una criatura de bosque antes que persona. Una oleada de viento fuerte fue mi pase de salida.
Cuando la capa que traía sujeta a mi cuello comenzó a danzar alevosamente en el aire, moví los dedos y susurré dos palabras creando una pantalla ilusoria de mi persona sujetando al Señor k. Solo rogaba que este no me delatase al dejar de sentir mi aggarre en sus prendas, pero no era un arma que usar como escudo, mas bien podía coinciderarme como la daga que se guarda celosa en un hueco del calzado.
Mientras el hechizo tomaba forma me dejé caer al suelo sigilosamente haciéndome a un lado del camino hasta quedar cuerpo a tierra. Una vida en el bosque, acechando y siendo acechada por los peligros que brindaba la oscuridad absoluta me dieron herramientas para moverme tan ligera como una pluma y precisa y veloz como un felino.
Ahora completamente alerta me dispuse escuchar cada onda sonora surcando en la noche silenciosa, con dedos en el suelo, a detectar vibraciones violentas a mi alrededor Y por último, volver a usar mi telequinesis para mover en el aire sólo medio milímetro a todas las partículas de hidrógeno que detectaba en la humedad. Cada una se hizo visible en mi mente y como grandes manchas luz podía vernos sin mirar al grupo el camino abierto en el cual cruzábamos y algunos árboles a nuestro alrededor.
Por sobre todas las cosas necesitaba anular mi presencia si quería por lo menos serle de ayuda a mi nuevo benefactor.
----Un sonido grave me distrajo de mis pensamientos y con unas palabras cretino qué al que tenía entre ceja y ceja por sus comentarios innecesarios anteriores, el grupo comenzó a moverse Y yo sin perder el paso prendida aun de Klinge.
Estaba atentá a sus palabras, comenzaron a hablar del enemigo que yo desconocía, Como así también desconocía un ser que se describiera con las palabras que aquellos utilizaban. Me preocupaba cómo me defendería siendo el foco de atención junto al grupo Pero mis instintos fueron más rápidos qué mis interrogantes y se accionarron a la defenciba y espectantes con la mas mínima oportunidad, era una criatura de bosque antes que persona. Una oleada de viento fuerte fue mi pase de salida.
Cuando la capa que traía sujeta a mi cuello comenzó a danzar alevosamente en el aire, moví los dedos y susurré dos palabras creando una pantalla ilusoria de mi persona sujetando al Señor k. Solo rogaba que este no me delatase al dejar de sentir mi aggarre en sus prendas, pero no era un arma que usar como escudo, mas bien podía coinciderarme como la daga que se guarda celosa en un hueco del calzado.
Mientras el hechizo tomaba forma me dejé caer al suelo sigilosamente haciéndome a un lado del camino hasta quedar cuerpo a tierra. Una vida en el bosque, acechando y siendo acechada por los peligros que brindaba la oscuridad absoluta me dieron herramientas para moverme tan ligera como una pluma y precisa y veloz como un felino.
Ahora completamente alerta me dispuse escuchar cada onda sonora surcando en la noche silenciosa, con dedos en el suelo, a detectar vibraciones violentas a mi alrededor Y por último, volver a usar mi telequinesis para mover en el aire sólo medio milímetro a todas las partículas de hidrógeno que detectaba en la humedad. Cada una se hizo visible en mi mente y como grandes manchas luz podía vernos sin mirar al grupo el camino abierto en el cual cruzábamos y algunos árboles a nuestro alrededor.
Por sobre todas las cosas necesitaba anular mi presencia si quería por lo menos serle de ayuda a mi nuevo benefactor.
Telekinesis y Pantalla Ilusoria en mi ficha de Habilidades.
Merida DunBroch
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
El mercenario hacía caso omiso a los comentarios engreidos de ese elfo sin nombre, siempre le gustaba hablar por lo que parecía, la mitad eran puras tonterías suyas, la otra mitad era de hecho información útil, aunque el espadachín ya la conociera, como futura referencia, Klinge decidió recordar que si tendría que volver a trabajar con el elfo en el futuro solo tendría que escuchar la mitad de lo que decía e ignorar el resto.
El otro elfo de cabello rojo era un contraste muy fuerte en actitud que el sin nombre, se mantenía callado, solo hablando lo más puntual si le parecía apropiado, parecía haber venido a este trabajo sin una adecuada arma cuerpo a cuerpo. “elfos!” pensó el mercenario, solo a los orejas puntiagudas se les ocurriría que es una buena idea ir por la vida con un arco y ni siquiera una daga para defenderse.
Mientras caminaban por el bosque Klinge dejó de sentir como Merida se sujetaba a él, hecho una rápida mirada donde solía estar de forma disimulada, aunque podía seguir viéndola hay, el hecho de no sentir el contacto delató a ojos del guerrero que la chica que veía ahí era una ilusión.
Klinge sonrió para sí mismo -parece que si sabes cuidarte sola- murmuró para que nadie además de él supiera de los truquitos que su amiga estaba preparando.
De pronto un viento fuerte sopló, Klinge plantó sus dos piernas con fuerza para no perder el equilibrio al recibir el viento de costado, el guardia tuvo que apoyarse en su lanza.-no parecía que iba a venir una tormenta- comentó el guardia mientras recuperaba el equilibrio.
El elfo pelirrojo volvió a hablar en voz baja pero audible, y Klinge estaba de acuerdo con él, un tenue olor metálico se detectaba en el ambiente, un olor familiar al espadachín, el de la sangre.
En la distancia se podía escuchar un sonido gutural, no lo bastante alto como para ser un rugido, parecía una especie de llamado, el sonido tenía una extraña mezcla de bestial e humano que provocaba escalofríos al escucharlo, estaba lejos, pero acercándose.
Klinge desenfundo con su mano izquierda el sable que cargaba en su cinturón de forma invertida, miró al elfo pelirrojo, y sosteniendo el arma por el filo se la paso por el mango -esto es un préstamo, si no muero aquí me la tendrás que devolver cuando regresemos- le dijo el espadachín con un todo demasiado jovial para alguien que estaba a punto de luchar de noche contra quien sabe que en el medio del bosque.
El filo del sable era viejo pero había pasado recientemente por una restauración, la estructura era sólida, con una guardia que cubría la mano casi completamente, pero, sin limitar la movilidad del usuario, para ser un arma de una mano tenía una excepcional longitud en la hoja, que media mas de 70 cm, aun se notaba ciertas marcas de previos “encuentros” que la cuchilla había tenido en su historia pasada, pero en general, resultaba un arma eficiente y veloz.
Tomando distancia del elfo, después de entregarle el sable, Klinge desenfundo la espada de su lado izquierdo lentamente, colocándose al lado del guardia, quien sostenía su lanza con ambas manos, mirando sus alrededores en estado de alerta.
De la nada, algo salió a gran velocidad de uno de los arbustos y se abalanzó contra el guardia, quien apenas tuvo tiempo de colocar la punta de la lanza entre él y lo que fuera que se le venía encima, el impacto fue tan fuerte que ambos cuerpos fueron propulsados contra un árbol.
Con la espalda contra el árbol y sus manos agarradas firmemente al asta de la lanza el guardia levantó la mirada para ver a uno de los “esclavos” atravesado a la altura del pecho, la pálida criatura que, a pesar de la herida, aún intentaba alcanzarlo frenéticamente con sus manos se encontraba totalmente desnuda y demacrada, sus huesos se podían ver a través de su piel, la bestia soltaba saliva como si estuviera rabiosa y su mirada enloquecida no se apartaba de la yugular del hombre.
El engendro continuó forcejeando hasta que el filo negro de la espada de Klinge le atraveso el craneo a la altura de la sien, poniendole fin a su sufrimiento de forma inmediata -uno menos- dijo el espadachin sin un apice de satisfaccion o disgusto en su voz, retirando su arma de la criatura para luego limpiar la sangre y materia cerebral del fino con un pañuelo.
El guardia logró arrancar la lanza después de plantar su bota sobre el cadáver de la criatura al estirar, aparentemente los huesos de la bestia eran tan frágiles que incluso el peso de un hombre sobre ellos era lo suficiente como para romperlos a juzgar por el sonido que se escuchó en el momento en el que la lanza fue extirpada de la demacrada carne -son más espantosos de lo que me imaginaba- comentó el guardia mientras le echaba una mirada al cuerpo.
Más ruidos en los arbustos alertaron el grupo de movimiento cercanos, Klinge levantó la mirada para ver cómo más de las criaturas salían de la oscuridad, a diferencia de la primera estos parecían estar en un relativo mejor estado, sus músculos estaban más, tonificados, se podían ver más los músculos que los huesos para empezar, en sus miradas se podía notar que seguían siendo bestias salvajes, pero había vestigios de astucia animal en sus ojos, no se lazaban a lo loco como estaban acostumbrados a verlo el espadachín y elfo sin nombre, en su lugar, rodeaban al grupo, esperando encontrar una oportunidad para atacar.
Las bestias tenían rodeados a los guerreros, la única salida de ese lugar con vida sería peleando, a la vista había como una docena o más de criaturas, pero el ruido de los arbustos parecía indicar más escondidos.
Klinge se colocó su hielmo, mientras la espada negra descansaba sobre su hombro izquierdo -con que así es como actúan cuando no están enloquecidos por el hambre- comentó mientras observaba a sus alrededores, desenfundando la espada de su lado derecho con la mano diestra como acostumbraba hacer -¿esto te recuerda algo?- le pregunto al elfo sin nombre con un tono extrañamente jovial para alguien en su situación -si volvemos a trabajar juntos en el futuro tendremos que asegurarnos que no nos toque luchar contra algo que nos pueda rodear para variar- dijo mientras le daba vuelta a las espadas para calentar los brazos.
Los vampiros rodeaban a los cuatro desgraciados en medio de ellos como lobos acechando a un alce solitario, el guardia apuntaba a los que tenía en frente, sosteniendo su lanza con ambas manos -si sobrevivo a esto pediré un permiso de un mes ¡y me compraré una espada!- musito entre dientes.
El otro elfo de cabello rojo era un contraste muy fuerte en actitud que el sin nombre, se mantenía callado, solo hablando lo más puntual si le parecía apropiado, parecía haber venido a este trabajo sin una adecuada arma cuerpo a cuerpo. “elfos!” pensó el mercenario, solo a los orejas puntiagudas se les ocurriría que es una buena idea ir por la vida con un arco y ni siquiera una daga para defenderse.
Mientras caminaban por el bosque Klinge dejó de sentir como Merida se sujetaba a él, hecho una rápida mirada donde solía estar de forma disimulada, aunque podía seguir viéndola hay, el hecho de no sentir el contacto delató a ojos del guerrero que la chica que veía ahí era una ilusión.
Klinge sonrió para sí mismo -parece que si sabes cuidarte sola- murmuró para que nadie además de él supiera de los truquitos que su amiga estaba preparando.
De pronto un viento fuerte sopló, Klinge plantó sus dos piernas con fuerza para no perder el equilibrio al recibir el viento de costado, el guardia tuvo que apoyarse en su lanza.-no parecía que iba a venir una tormenta- comentó el guardia mientras recuperaba el equilibrio.
El elfo pelirrojo volvió a hablar en voz baja pero audible, y Klinge estaba de acuerdo con él, un tenue olor metálico se detectaba en el ambiente, un olor familiar al espadachín, el de la sangre.
En la distancia se podía escuchar un sonido gutural, no lo bastante alto como para ser un rugido, parecía una especie de llamado, el sonido tenía una extraña mezcla de bestial e humano que provocaba escalofríos al escucharlo, estaba lejos, pero acercándose.
Klinge desenfundo con su mano izquierda el sable que cargaba en su cinturón de forma invertida, miró al elfo pelirrojo, y sosteniendo el arma por el filo se la paso por el mango -esto es un préstamo, si no muero aquí me la tendrás que devolver cuando regresemos- le dijo el espadachín con un todo demasiado jovial para alguien que estaba a punto de luchar de noche contra quien sabe que en el medio del bosque.
El filo del sable era viejo pero había pasado recientemente por una restauración, la estructura era sólida, con una guardia que cubría la mano casi completamente, pero, sin limitar la movilidad del usuario, para ser un arma de una mano tenía una excepcional longitud en la hoja, que media mas de 70 cm, aun se notaba ciertas marcas de previos “encuentros” que la cuchilla había tenido en su historia pasada, pero en general, resultaba un arma eficiente y veloz.
Tomando distancia del elfo, después de entregarle el sable, Klinge desenfundo la espada de su lado izquierdo lentamente, colocándose al lado del guardia, quien sostenía su lanza con ambas manos, mirando sus alrededores en estado de alerta.
De la nada, algo salió a gran velocidad de uno de los arbustos y se abalanzó contra el guardia, quien apenas tuvo tiempo de colocar la punta de la lanza entre él y lo que fuera que se le venía encima, el impacto fue tan fuerte que ambos cuerpos fueron propulsados contra un árbol.
Con la espalda contra el árbol y sus manos agarradas firmemente al asta de la lanza el guardia levantó la mirada para ver a uno de los “esclavos” atravesado a la altura del pecho, la pálida criatura que, a pesar de la herida, aún intentaba alcanzarlo frenéticamente con sus manos se encontraba totalmente desnuda y demacrada, sus huesos se podían ver a través de su piel, la bestia soltaba saliva como si estuviera rabiosa y su mirada enloquecida no se apartaba de la yugular del hombre.
El engendro continuó forcejeando hasta que el filo negro de la espada de Klinge le atraveso el craneo a la altura de la sien, poniendole fin a su sufrimiento de forma inmediata -uno menos- dijo el espadachin sin un apice de satisfaccion o disgusto en su voz, retirando su arma de la criatura para luego limpiar la sangre y materia cerebral del fino con un pañuelo.
El guardia logró arrancar la lanza después de plantar su bota sobre el cadáver de la criatura al estirar, aparentemente los huesos de la bestia eran tan frágiles que incluso el peso de un hombre sobre ellos era lo suficiente como para romperlos a juzgar por el sonido que se escuchó en el momento en el que la lanza fue extirpada de la demacrada carne -son más espantosos de lo que me imaginaba- comentó el guardia mientras le echaba una mirada al cuerpo.
Más ruidos en los arbustos alertaron el grupo de movimiento cercanos, Klinge levantó la mirada para ver cómo más de las criaturas salían de la oscuridad, a diferencia de la primera estos parecían estar en un relativo mejor estado, sus músculos estaban más, tonificados, se podían ver más los músculos que los huesos para empezar, en sus miradas se podía notar que seguían siendo bestias salvajes, pero había vestigios de astucia animal en sus ojos, no se lazaban a lo loco como estaban acostumbrados a verlo el espadachín y elfo sin nombre, en su lugar, rodeaban al grupo, esperando encontrar una oportunidad para atacar.
Las bestias tenían rodeados a los guerreros, la única salida de ese lugar con vida sería peleando, a la vista había como una docena o más de criaturas, pero el ruido de los arbustos parecía indicar más escondidos.
Klinge se colocó su hielmo, mientras la espada negra descansaba sobre su hombro izquierdo -con que así es como actúan cuando no están enloquecidos por el hambre- comentó mientras observaba a sus alrededores, desenfundando la espada de su lado derecho con la mano diestra como acostumbraba hacer -¿esto te recuerda algo?- le pregunto al elfo sin nombre con un tono extrañamente jovial para alguien en su situación -si volvemos a trabajar juntos en el futuro tendremos que asegurarnos que no nos toque luchar contra algo que nos pueda rodear para variar- dijo mientras le daba vuelta a las espadas para calentar los brazos.
Los vampiros rodeaban a los cuatro desgraciados en medio de ellos como lobos acechando a un alce solitario, el guardia apuntaba a los que tenía en frente, sosteniendo su lanza con ambas manos -si sobrevivo a esto pediré un permiso de un mes ¡y me compraré una espada!- musito entre dientes.
Klinge
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
-Ja!, alguien se tomo literal eso de tratarlos como carne de cañón- comento el elfo divertido ante la situación, sin duda aquella acción poseía todas las cualidades de un ataque sorpresa que de haber sido bien ejecutado, probablemente hubiera puesto en un aprieto a la cuadrilla de aventureros, Zelas desenvaino otra cimitarra y la unió a la que ya tenia desenvainada convirtiendo su arma en una espada de doble hoja.
El movimiento de los arbustos en los alrededores generaba expectación en todos, sin embargo, el ver como sus enemigos diferían un poco de lo que conocían causo un poco de extrañeza en el elfo, estaban un poco mejor alimentados, su cuerpo denotaba una musculatura y un cuerpo en mejores condiciones que la carne de cañón que había sido lanzada hacia el grupo, -vaya al parecer alguien ha estado comiendo bien, quien diría que un poco de comida les daría la confianza suficiente para creerse cazadores- comento a la par del comentario del guerrero humano, el cual al igual que el había notado los cambios en sus enemigos, -me hace extrañar un poco el hecho de que no haya una carreta con niños a los que abandonar- comento en respuesta al humano haciendo un chiste con un humor muy negro.
-No se trata de que nos rodeen o no, es cuestión de demostrarles quien es la verdadera presa esta noche- dijo antes de separarse levemente del grupo, su visión era privilegiada ya que no necesitaba mucho esfuerzo para ver en la oscuridad tan claro como en un día nublado, como era de esperar un grupo de 5 vampiros se abalanzo hacia el, y con el mínimo esfuerzo fue capaz de lidiar con ellos, blandiendo su espada de doble hoja con gracia la cual giro rápidamente abarcando su cuerpo en totalidad, creando una zona de muerte segura donde lo que fuera que entrara seria rebanado, así fue capaz de convertir a los 5 vampiros que venian a atacarle en simples trozos de carne, Zelas podía decir sin sonar altanero que sus hojas eran las armas mas poderosas de la cuadrilla de aventureros, sin lugar a dudas no era el mismo guerrero que el guerrero humano había visto la primera vez.
Los vampiros se mostraban ahora dubitativos sobre si atacar al elfo o no, el instinto les advertía que acercarse era peligroso, Zelas sin embargo se lanzaba raudo al ataque, girando su arma y rebanando lo que sea que se le interpusiera dejando claro que esa noche el seria el cazador y los vampiros su presa.
El movimiento de los arbustos en los alrededores generaba expectación en todos, sin embargo, el ver como sus enemigos diferían un poco de lo que conocían causo un poco de extrañeza en el elfo, estaban un poco mejor alimentados, su cuerpo denotaba una musculatura y un cuerpo en mejores condiciones que la carne de cañón que había sido lanzada hacia el grupo, -vaya al parecer alguien ha estado comiendo bien, quien diría que un poco de comida les daría la confianza suficiente para creerse cazadores- comento a la par del comentario del guerrero humano, el cual al igual que el había notado los cambios en sus enemigos, -me hace extrañar un poco el hecho de que no haya una carreta con niños a los que abandonar- comento en respuesta al humano haciendo un chiste con un humor muy negro.
-No se trata de que nos rodeen o no, es cuestión de demostrarles quien es la verdadera presa esta noche- dijo antes de separarse levemente del grupo, su visión era privilegiada ya que no necesitaba mucho esfuerzo para ver en la oscuridad tan claro como en un día nublado, como era de esperar un grupo de 5 vampiros se abalanzo hacia el, y con el mínimo esfuerzo fue capaz de lidiar con ellos, blandiendo su espada de doble hoja con gracia la cual giro rápidamente abarcando su cuerpo en totalidad, creando una zona de muerte segura donde lo que fuera que entrara seria rebanado, así fue capaz de convertir a los 5 vampiros que venian a atacarle en simples trozos de carne, Zelas podía decir sin sonar altanero que sus hojas eran las armas mas poderosas de la cuadrilla de aventureros, sin lugar a dudas no era el mismo guerrero que el guerrero humano había visto la primera vez.
Los vampiros se mostraban ahora dubitativos sobre si atacar al elfo o no, el instinto les advertía que acercarse era peligroso, Zelas sin embargo se lanzaba raudo al ataque, girando su arma y rebanando lo que sea que se le interpusiera dejando claro que esa noche el seria el cazador y los vampiros su presa.
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
La niña que andaba con el líder se aferraba a él con fuerzas mientras que este se afianzaba a su lanza sujeta al suelo para no ser afectado por aquella ventisca, estábamos todos advertidos y en mi caso alerta desde hace un buen rato, mi cabello voló y dejó ver mis orejas puntiagudas algo qué me disgustaba, pero apenas se detuvo el viento lo acomodé nuevamente.
Tras escuchar sus palabras empuñé el sable y sonreí un poco Hoy no caeremos nosotros Levanté un poco el brazo para admirar la hoja notando que esta era restaurada, en el mercado pude observar como era el proceso de restauración y que el resultado final siempre era bueno por lo qué no me limitaría en lo absoluto.
Observé un destello pero oscuro, más bien una sombra que saltó en gran velocidad hacia el guardia que estaba cerca del guerrero principal, iba a advertirle pero cuando quise levantar la voz ya se habían impactado impactado ambos cuerpos frente a un árbol.
Había visto varias criaturas pero jamás nada así, ese cuerpo falto de nutrición, la saliva que caía a chorros de su boca como si de rabia se tratase, el color de su piel falto de vitamina D.
Teníamos una ventaja de nuestro lado y era que mientras me encontrara en un lugar oscuro no podría ser visto gracias a mi runa, por lo que comencé a idear un pequeño plan que interrumpí gracias los sonidos provenientes de los arbustos, no lo pensé dos veces y enseguida me incliné posando la palma de mi mano derecha en la tierra y pronuncié Light e inmediatamente un destello de luz que se disipó de inmediato dejó ver como se formaba un pequeño ent, del tamaño de un niño de 8 años pero bastante resistente a las batallas de cuerpo a cuerpo.
Tras oír las palabras del guardia acerca de la espada le ordené al ent ir en contra de aquellos que quisieran hacernos daño pero este gracias a su conexion con la naturaleza podía percibir las energías y de un salto llegó a mi hombro, inmediatamente entendí lo que sucedía así que sin más lo tomé por uno de sus pies dando un giro de 360° en mi eje para lanzarlo hacia el frente donde posicionando juntas sus manos atravesaría la cabeza de uno de aquellos vampiros.
A la par el otro elfo se deshizo de un pequeño grupo tan fácil que parecía ser experto en la caza.
Por si fuera poco divisé a lo lejos hacia el norte desde nuestra posición un destello que no se vislumbraba por completo sino hasta cuando a unos 15 centímetros de Klinge salió disparada una de mis flechas, cualquiera creería que iba directo a su cabeza pero no, esta impactó a escasos centímetros con la cabeza de uno de los vampiros, quien con la fuerza del impacto inmediatamente se repelió hacia atrás, la flecha atravesó su frente y salió la punta por la nuca dando salida a un poco de lo que sería su materia gris.
Con aquél movimiento esperaba ganarme la confianza del "coronel" y alzando la voz me dirigí al grupo Las escuadras van cayendo, las pocas antorchas encendidas se van apagado, tenemos que trabajar juntos, espalda con espalda para contrarrestar sus movimientos. Sin esperar respuesta comenté de nuevo ¿Alguno tiene algún producto inflamable?
Off: Invoqué ent, en mis habs esta.Tras escuchar sus palabras empuñé el sable y sonreí un poco Hoy no caeremos nosotros Levanté un poco el brazo para admirar la hoja notando que esta era restaurada, en el mercado pude observar como era el proceso de restauración y que el resultado final siempre era bueno por lo qué no me limitaría en lo absoluto.
Observé un destello pero oscuro, más bien una sombra que saltó en gran velocidad hacia el guardia que estaba cerca del guerrero principal, iba a advertirle pero cuando quise levantar la voz ya se habían impactado impactado ambos cuerpos frente a un árbol.
Había visto varias criaturas pero jamás nada así, ese cuerpo falto de nutrición, la saliva que caía a chorros de su boca como si de rabia se tratase, el color de su piel falto de vitamina D.
Teníamos una ventaja de nuestro lado y era que mientras me encontrara en un lugar oscuro no podría ser visto gracias a mi runa, por lo que comencé a idear un pequeño plan que interrumpí gracias los sonidos provenientes de los arbustos, no lo pensé dos veces y enseguida me incliné posando la palma de mi mano derecha en la tierra y pronuncié Light e inmediatamente un destello de luz que se disipó de inmediato dejó ver como se formaba un pequeño ent, del tamaño de un niño de 8 años pero bastante resistente a las batallas de cuerpo a cuerpo.
Tras oír las palabras del guardia acerca de la espada le ordené al ent ir en contra de aquellos que quisieran hacernos daño pero este gracias a su conexion con la naturaleza podía percibir las energías y de un salto llegó a mi hombro, inmediatamente entendí lo que sucedía así que sin más lo tomé por uno de sus pies dando un giro de 360° en mi eje para lanzarlo hacia el frente donde posicionando juntas sus manos atravesaría la cabeza de uno de aquellos vampiros.
A la par el otro elfo se deshizo de un pequeño grupo tan fácil que parecía ser experto en la caza.
Por si fuera poco divisé a lo lejos hacia el norte desde nuestra posición un destello que no se vislumbraba por completo sino hasta cuando a unos 15 centímetros de Klinge salió disparada una de mis flechas, cualquiera creería que iba directo a su cabeza pero no, esta impactó a escasos centímetros con la cabeza de uno de los vampiros, quien con la fuerza del impacto inmediatamente se repelió hacia atrás, la flecha atravesó su frente y salió la punta por la nuca dando salida a un poco de lo que sería su materia gris.
Con aquél movimiento esperaba ganarme la confianza del "coronel" y alzando la voz me dirigí al grupo Las escuadras van cayendo, las pocas antorchas encendidas se van apagado, tenemos que trabajar juntos, espalda con espalda para contrarrestar sus movimientos. Sin esperar respuesta comenté de nuevo ¿Alguno tiene algún producto inflamable?
Saintus L Spell
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
El suelo comenzó a vibrar hacia el frente y buscando los orígenes del movimiento en bosque salieron una, dos, tres figuras que parecían ser humanas, el olor que las acompañaba era el de la sangre vieja ya oxidada, por lo que se podía presumir que estaban faltos de higiene. Sentí otra vibración hacia el lateral y de allí brotaron cuatro, cinco y otros dos cuerpos similares, aún lejanos pero se los escuchaba chillar de manera extraña. Si eran humanos, resultan bastante espeluznantes.
Uno se acercó a toda velocidad con dirección al frente totalmente desprotegido, confiaba en que el hombre se dice cuenta solo e hiciese algo al respecto, advertirle sólo declararía los esfuerzos que había hecho para volverme sombra entre las sombras. No podía velar por la seguridad de nadie, no tenía la fuerza ni la fortaleza para ello.
La batalla comenzó en aquel enfrentamiento, por un instante me concentré en escucharlos y en el resultado de aquella contienda sintiéndome aliviada de no sufrir aún ninguna baja en el grupo. Era la primera vez que presenciaba la existencia una criatura tan singular, un ser capaz de seguir a pesar de estar atravesado por un arma y las moléculas de hidrógeno ionizadas se adherian a su cuerpo más que al nuestro, como lo hacían con masas putrefactas qué recordaba del bosque.
Poco me importaba la charla qué los hombres sostenían, las vibraciones no cesaban por lo que volví a concentrarme en los otros objetivos por los arbustos y mi sorpresa fue tal que sentí como cada músculo de mi cuerpo se tensaba del pánico a la idea de no salir de aquí con vida. Eran más de diez, más de quince, y casi que podría afirmar que eran más de veinte, si cada uno de aquellos aguantaba una contienda con la ferocidad y fortaleza con la que había aguantado el primero en acercarse, claramente teníamos problemas.
Los muchachos se hicieron de armas comenzaron a pelear, "qué puedo hacer yo para ayudarlos" dudaba en mis adentros mientras fijaba atención en los números a nuestro alrededor, habían otros escondidos esperando oportunidad para atacarnos, quizás buscando el momento de cansancio de los cuatro guerreros como parte de un estrategia bien elaborada y sólo acechaban haciendo sentir su presencia mientras arrastraba los pies.
Pensé en cómo el señor K apagó la vida del primero tras herirlo en la cabeza y haciendo conjeturas até cabos sueltos con la percepción que tenía de ellos gracias a la humedad, quizás sí había una forma de poder ayudarlos.
Sólo moví mis dedos susurrando una palabra y de uno de los bolsillos de mis harapos se deslizó una cuerda con un poco menos de un metro de largo.
Era un buen momento para ocuparse de quienes esperaban escondidos. Fijé mi poder en los cuerpos agenos y sus formas dejando de percibir árboles y detalles, cada molécula adherida a sus dermis exhibiria los contornos que necesitaba definir.
Por la Telekinesis, la soga se deslizó como una serpiente cortando el viento en movimientos que, al igual que al animal, le permitía mantenerse imperceptible en la acción.
El primero cayó cuando la soga descendió de un árbol al que había trepado para enrollarse en su cuello y estrangularlo hasta cortarlo, efectivamente separar la cabeza del torso era una forma efectiva de dejarlos fuera de combate.
Primero uno luego otro y el tercero, se desplomaban sin gracia y sin lograr entender lo que estaba ocurriendo pero empezando a alterarse y a acusarse entre ellos.
Después de cercenar la cabeza del décimo o del décimo primero, comenzaba a sentir el peso del cansancio; por un lado, ellos ya estaban alerta de mi soga y se volvía más complejo intentar alcanzar sus cuellos con criaturas alertas, incluso intentaban protegerse con las manos la zona afectada; Y si bien su carne era más débil y menos consistente que la de un humano ordinario, requeria un esfuerzo y concentración mayor la extrangulación; era agotador más recién estaba comenzando y la soga era más y más dominable cuanta más sangre absorbía.
" A qué sabrá su carne..." me preguntaba mientras recordaba una vivencia similar cazando cerca de una aldea. Bajo mi criterio, todo lo que se movía era alimento.
Uno se acercó a toda velocidad con dirección al frente totalmente desprotegido, confiaba en que el hombre se dice cuenta solo e hiciese algo al respecto, advertirle sólo declararía los esfuerzos que había hecho para volverme sombra entre las sombras. No podía velar por la seguridad de nadie, no tenía la fuerza ni la fortaleza para ello.
La batalla comenzó en aquel enfrentamiento, por un instante me concentré en escucharlos y en el resultado de aquella contienda sintiéndome aliviada de no sufrir aún ninguna baja en el grupo. Era la primera vez que presenciaba la existencia una criatura tan singular, un ser capaz de seguir a pesar de estar atravesado por un arma y las moléculas de hidrógeno ionizadas se adherian a su cuerpo más que al nuestro, como lo hacían con masas putrefactas qué recordaba del bosque.
Poco me importaba la charla qué los hombres sostenían, las vibraciones no cesaban por lo que volví a concentrarme en los otros objetivos por los arbustos y mi sorpresa fue tal que sentí como cada músculo de mi cuerpo se tensaba del pánico a la idea de no salir de aquí con vida. Eran más de diez, más de quince, y casi que podría afirmar que eran más de veinte, si cada uno de aquellos aguantaba una contienda con la ferocidad y fortaleza con la que había aguantado el primero en acercarse, claramente teníamos problemas.
Los muchachos se hicieron de armas comenzaron a pelear, "qué puedo hacer yo para ayudarlos" dudaba en mis adentros mientras fijaba atención en los números a nuestro alrededor, habían otros escondidos esperando oportunidad para atacarnos, quizás buscando el momento de cansancio de los cuatro guerreros como parte de un estrategia bien elaborada y sólo acechaban haciendo sentir su presencia mientras arrastraba los pies.
Pensé en cómo el señor K apagó la vida del primero tras herirlo en la cabeza y haciendo conjeturas até cabos sueltos con la percepción que tenía de ellos gracias a la humedad, quizás sí había una forma de poder ayudarlos.
Sólo moví mis dedos susurrando una palabra y de uno de los bolsillos de mis harapos se deslizó una cuerda con un poco menos de un metro de largo.
Era un buen momento para ocuparse de quienes esperaban escondidos. Fijé mi poder en los cuerpos agenos y sus formas dejando de percibir árboles y detalles, cada molécula adherida a sus dermis exhibiria los contornos que necesitaba definir.
Por la Telekinesis, la soga se deslizó como una serpiente cortando el viento en movimientos que, al igual que al animal, le permitía mantenerse imperceptible en la acción.
El primero cayó cuando la soga descendió de un árbol al que había trepado para enrollarse en su cuello y estrangularlo hasta cortarlo, efectivamente separar la cabeza del torso era una forma efectiva de dejarlos fuera de combate.
Primero uno luego otro y el tercero, se desplomaban sin gracia y sin lograr entender lo que estaba ocurriendo pero empezando a alterarse y a acusarse entre ellos.
Después de cercenar la cabeza del décimo o del décimo primero, comenzaba a sentir el peso del cansancio; por un lado, ellos ya estaban alerta de mi soga y se volvía más complejo intentar alcanzar sus cuellos con criaturas alertas, incluso intentaban protegerse con las manos la zona afectada; Y si bien su carne era más débil y menos consistente que la de un humano ordinario, requeria un esfuerzo y concentración mayor la extrangulación; era agotador más recién estaba comenzando y la soga era más y más dominable cuanta más sangre absorbía.
" A qué sabrá su carne..." me preguntaba mientras recordaba una vivencia similar cazando cerca de una aldea. Bajo mi criterio, todo lo que se movía era alimento.
Merida DunBroch
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Re: Mas problemas en el hogar parte 2 [LIBRE 4/4]
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Reike
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