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La Cacería [Privado]
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La Cacería [Privado]
Dylan Bears Sáb Mar 16 2024, 18:36
La mayoría de los habitantes de Ulmer cómo los numerosos viajeros que pasaban por la zona habían escuchado los rumores sobre un grupo de scrunts que estaban atacando a los viajeros más descuidados de la región.
Sus cadáveres habían sido encontrados despedazados por las bestias, abiertos en canal y devorados por dentro. Los pocos supervivientes a los ataques de las bestias hablaban sobre aquellas horribles criaturas que quitaban el aliento hasta el más valiente de los aventureros.
Al escuchar las historias, Dylan pensó que no sería para tanto. ¿Acaso los Scrunts no eran simplemente lobos con un poco de mala baba? Seguramente en Ulmer había personas con peores pulgas que esos animales. Aunque bien cierto era que los rumores eran incesantes. ¿Acaso ese grupo de scrunts estaban atacando a los humanos por alguna razón?
―No tenemos por qué inmiscuirnos― le había dicho Q.
Su amigo había decidido acompañarle hasta Ulmer. Rara vez antes había salido alguna vez del Pantano, por lo que su compañía en aquel lugar era toda una novedad.
―Pero también sé que no podrás evitar meter tus narices de lobo en el asunto, así que bueno… haremos lo que tú quieras, como siempre…
La verdad era que Q solía tener tendencia a evitar las complicaciones de la vida. A él le gustaba pintar, las bebidas aromáticas y la tranquilidad.
―¡No te quejes, joder! Cuándo quieras pintar un scrunt o uno de sus cadáveres, ¿cómo piensas hacerlo si no los ves?
―¿Qué loco me pagaría por dibujar una cosa así?
―Cualquiera de esos ricachones nobles humanos que te compran los cuadros…
―Eso sí que es verdad… ¡A veces cuándo escucho alguna de las raras peticiones que me hacen!
Ambos se acercaron hacia las afueras de Ulmer, dónde un numeroso grupo de cazadores parecía haberse reunido allí con la intención de buscar a los scrunts y darles caza. Llevaban todo tipo de armas a su espalda y Dylan se preguntó si eran licántropos.
―¿Acaso se les ha olvidado que son tan bestias cómo ellos?
Dylan siguió caminando hacia el grupo. Q volaba a su altura, moviendo sus alas rojizas, colocándose a su lado. Aunque la diferencia entre ellos era de unos treinta centímetros de altura, sus rostros iban parejos.
―¿Habéis venido a la cacería?― les preguntó una mujer con una ballesta en sus manos cuándo llegaron hasta el grupo.
―Puede decirse que sí…
Dylan observó al grupo que se concentraba allí. Parecía una pandilla de holgazanes alcoholizados.
―¿Y se supone que éstos van a matar a una manada de scrunts?
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Sus cadáveres habían sido encontrados despedazados por las bestias, abiertos en canal y devorados por dentro. Los pocos supervivientes a los ataques de las bestias hablaban sobre aquellas horribles criaturas que quitaban el aliento hasta el más valiente de los aventureros.
Al escuchar las historias, Dylan pensó que no sería para tanto. ¿Acaso los Scrunts no eran simplemente lobos con un poco de mala baba? Seguramente en Ulmer había personas con peores pulgas que esos animales. Aunque bien cierto era que los rumores eran incesantes. ¿Acaso ese grupo de scrunts estaban atacando a los humanos por alguna razón?
―No tenemos por qué inmiscuirnos― le había dicho Q.
Su amigo había decidido acompañarle hasta Ulmer. Rara vez antes había salido alguna vez del Pantano, por lo que su compañía en aquel lugar era toda una novedad.
―Pero también sé que no podrás evitar meter tus narices de lobo en el asunto, así que bueno… haremos lo que tú quieras, como siempre…
La verdad era que Q solía tener tendencia a evitar las complicaciones de la vida. A él le gustaba pintar, las bebidas aromáticas y la tranquilidad.
―¡No te quejes, joder! Cuándo quieras pintar un scrunt o uno de sus cadáveres, ¿cómo piensas hacerlo si no los ves?
―¿Qué loco me pagaría por dibujar una cosa así?
―Cualquiera de esos ricachones nobles humanos que te compran los cuadros…
―Eso sí que es verdad… ¡A veces cuándo escucho alguna de las raras peticiones que me hacen!
Ambos se acercaron hacia las afueras de Ulmer, dónde un numeroso grupo de cazadores parecía haberse reunido allí con la intención de buscar a los scrunts y darles caza. Llevaban todo tipo de armas a su espalda y Dylan se preguntó si eran licántropos.
―¿Acaso se les ha olvidado que son tan bestias cómo ellos?
Dylan siguió caminando hacia el grupo. Q volaba a su altura, moviendo sus alas rojizas, colocándose a su lado. Aunque la diferencia entre ellos era de unos treinta centímetros de altura, sus rostros iban parejos.
―¿Habéis venido a la cacería?― les preguntó una mujer con una ballesta en sus manos cuándo llegaron hasta el grupo.
―Puede decirse que sí…
Dylan observó al grupo que se concentraba allí. Parecía una pandilla de holgazanes alcoholizados.
―¿Y se supone que éstos van a matar a una manada de scrunts?
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Re: La Cacería [Privado]
Mordú Forrester Vie Abr 19 2024, 19:56
Habían pasado ya unos años desde que Mordú Forrester perdió a su madre en la región de Ulmer por una cruel enfermedad, ya habían pasado un tiempo desde que abandonó la seguridad del Colmillo de Hierro para vivir solo en un territorio poco explorado.
Pero la soledad es aburrida y el mundo demasiado basto para quedarse solo en un mismo lugar por tanto tiempo. El licántropo había conseguido un mapa legible y con este logró viajar de regreso a Ulmer ya que bueno, antes ni sabía cuál camino era correcto.
Noticias nuevas llegarían a la par que Mordú, bestias llamadas Scrunts amenazaban este territorio que le pertenece a los licántropos. La gente cansada de que los Scrunts disminuyan su ganado han optado por convertir a los cazadores en presas, reuniéndose en un equipo de eliminación donde los miembros podía ser todo aquel con la audacia de participar.
Mordú creía que si ayudaba en tal misión empezaría con buen pie (o pata) en la aldea así que sin pensarlo mucho de unió al equipo de cacería. Sus miembros no parecían la gran cosa, llevaban armas de toda clase pero su mente parecía estar en otro lado por culpa del alcohol. Algunos con sobre peso por beber tanta cerveza y la única mujer parecía algo mayor para una tarea como está. Lo curioso era que había un chico raro con alas acompañando a un rubio que parecía el más capacitado del grupo, esto solo por juzgar su apariencia.
Mi primera cacería en compañía después de tanto tiempo. Ojalá esto sea entretenido
Pero la soledad es aburrida y el mundo demasiado basto para quedarse solo en un mismo lugar por tanto tiempo. El licántropo había conseguido un mapa legible y con este logró viajar de regreso a Ulmer ya que bueno, antes ni sabía cuál camino era correcto.
Noticias nuevas llegarían a la par que Mordú, bestias llamadas Scrunts amenazaban este territorio que le pertenece a los licántropos. La gente cansada de que los Scrunts disminuyan su ganado han optado por convertir a los cazadores en presas, reuniéndose en un equipo de eliminación donde los miembros podía ser todo aquel con la audacia de participar.
Mordú creía que si ayudaba en tal misión empezaría con buen pie (o pata) en la aldea así que sin pensarlo mucho de unió al equipo de cacería. Sus miembros no parecían la gran cosa, llevaban armas de toda clase pero su mente parecía estar en otro lado por culpa del alcohol. Algunos con sobre peso por beber tanta cerveza y la única mujer parecía algo mayor para una tarea como está. Lo curioso era que había un chico raro con alas acompañando a un rubio que parecía el más capacitado del grupo, esto solo por juzgar su apariencia.
Mi primera cacería en compañía después de tanto tiempo. Ojalá esto sea entretenido
Mordú Forrester
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Re: La Cacería [Privado]
Dylan Bears Miér Abr 24 2024, 18:25
Dylan esperaba que los candidatos a cazar scrunts fueran mucho mejores. Pero a veces, la Luna no otorgaba más.
―Tendremos suerte si vuelven vivos la mitad― le dijo a Q, que caminaba a su lado contemplando a los voluntarios.
―A mí no me digas nada… sólo tengo que alzar el vuelo para evitar que uno de esos bicharracos me mate. Preocúpate por ti.
Fue entonces cuándo un chico joven se acercó hasta ellos. La verdad era que entre los presentes, parecía uno de los mejores compañeros para una aventura como aquella. Los demás olían demasiado a alcohol.
―Mi primera cacería en compañía después de tanto tiempo. Ojalá esto sea entretenido.
―Lo será― dijo Dylan, aunque sin estar demasiado seguro de que fuera a ser así― Soy Dylan. Él es Q.
―¡Vaya! Alguien se pasó con la bebida anoche… la cerveza negra de Ulmer es excelente, ¿verdad?
En aquel momento, la misma mujer que les había hablado al llegar, cuyo nombre era Silvi, comenzó a formar grupos de 4 personas.
―Y yo… yo iré con éstos…―dijo, señalando a Dylan, Mordú y Q― Mañana, al alba, nos encontraremos en el poblado de Sloan. Así podremos ponernos al día sobre la cacería y si hemos matado algún puto scrunt. ¿Queda claro?
Nadie se atrevió a decir nada más, por lo que cada uno de los grupos siguió con la ruta trazada que les había tocado. Algunos de ellos se transformaron en lobos y continuaron su camino a cuatro patas.
―Nosotros tendremos la ventaja de tener a una persona que vuela en el grupo… ¿De dónde sois? Nunca os he visto en Ulmer.
―Aquí, el rubio y yo somos de Lodazal, del pantano misterioso.
Dylan le había advertido varias veces a su amigo que cuándo estuvieran lejos de Lodazal no revelaran su lugar de procedencia. Pero cómo siempre, Q se mostraba amable y abierto con los desconocidos y eso, conllevaba sinceridad.
―Hace tiempo que no visito el Pantano. Demasiada mierda para mí. Prefiero los bosques… las aguas enpantanadas y los cocodrilos de pantano no son lo mío... ―entonces, Silvi miró a Mordú y le preguntó― ¿Y tú monada? ¿De dónde vienes?
Dylan miró de nuevo al chico, preguntándose si les diría la verdad.
Silvi: #00cccc
―Tendremos suerte si vuelven vivos la mitad― le dijo a Q, que caminaba a su lado contemplando a los voluntarios.
―A mí no me digas nada… sólo tengo que alzar el vuelo para evitar que uno de esos bicharracos me mate. Preocúpate por ti.
Fue entonces cuándo un chico joven se acercó hasta ellos. La verdad era que entre los presentes, parecía uno de los mejores compañeros para una aventura como aquella. Los demás olían demasiado a alcohol.
―Mi primera cacería en compañía después de tanto tiempo. Ojalá esto sea entretenido.
―Lo será― dijo Dylan, aunque sin estar demasiado seguro de que fuera a ser así― Soy Dylan. Él es Q.
―¡Vaya! Alguien se pasó con la bebida anoche… la cerveza negra de Ulmer es excelente, ¿verdad?
En aquel momento, la misma mujer que les había hablado al llegar, cuyo nombre era Silvi, comenzó a formar grupos de 4 personas.
―Y yo… yo iré con éstos…―dijo, señalando a Dylan, Mordú y Q― Mañana, al alba, nos encontraremos en el poblado de Sloan. Así podremos ponernos al día sobre la cacería y si hemos matado algún puto scrunt. ¿Queda claro?
Nadie se atrevió a decir nada más, por lo que cada uno de los grupos siguió con la ruta trazada que les había tocado. Algunos de ellos se transformaron en lobos y continuaron su camino a cuatro patas.
―Nosotros tendremos la ventaja de tener a una persona que vuela en el grupo… ¿De dónde sois? Nunca os he visto en Ulmer.
―Aquí, el rubio y yo somos de Lodazal, del pantano misterioso.
Dylan le había advertido varias veces a su amigo que cuándo estuvieran lejos de Lodazal no revelaran su lugar de procedencia. Pero cómo siempre, Q se mostraba amable y abierto con los desconocidos y eso, conllevaba sinceridad.
―Hace tiempo que no visito el Pantano. Demasiada mierda para mí. Prefiero los bosques… las aguas enpantanadas y los cocodrilos de pantano no son lo mío... ―entonces, Silvi miró a Mordú y le preguntó― ¿Y tú monada? ¿De dónde vienes?
Dylan miró de nuevo al chico, preguntándose si les diría la verdad.
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Silvi: #00cccc
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Re: La Cacería [Privado]
Mordú Forrester Dom Mayo 12 2024, 20:28
Mordú se había logrado reunir con los licántropos que liderarían esta misión de casería y para su sorpresa fue bien recibido por un hombre rubio y un chico de tez oscura y alas de insecto, posiblemente el primero de su especie que Mordú conoce.
Lo es. Aunque admito que llevo mucho tiempo sin probarla-respondió al chico que le había dado un cumplido a la cerveza de Ulmer, posiblemente inspirado por el aroma que algunos de los licantropos aquí presentes desprendía.
Por cierto, soy Mordú Forrester. Es un placer conocerlos-ellos ya se habían presentado así que él debía hacer lo mismo, acercó su mano para que el rubio la estrechara si lo hacía o no igualmente le pasaría la mano al chico libélula para que hiciera lo mismo.
Curiosamente mientras ellos se presentaban entre sí, la líder de la operación ya había dividido a los participantes en equipos para poder abarcar más terreno y encontrar a los feroces Scrunts. Sea por qué estaban hablando o por que eran los extranjeros, Mordú, Dylan y Q serían equipo con la antes mencionada jefa del grupo, posiblemente por que es la más apta para vigilar las intenciones de los visitantes.
Cada quien se fue con su grupo a la ruta indicada y dejaron a solas el equipo de la líder conformado por extranjeros. Claro, la mujer no tardaría mucho en empezar a hacer preguntas, la primera y la más normal fue preguntar de dónde eran. Dylan y Q venían de un pantano ¿Pantano? Mordú se mantuvo curioso, no sabía que un lobo pudiera vivir en un pantano, de hecho la mujer diría algo lógico, un bosque es un bioma mucho mejor para vivir.
Pantano misterioso. Se escucha interesante, pero no para vivir-confesó, no quería ser grosero, solo queria incitar a ese par a mencionar las ventajas de su hogar, quien sabe, quizás y era una maravilla de lugar.
Ahora era turno de Mordú, el hombre sonrió de forma pícara a la mujer y le respondió con sinceridad-Bueno preciosa, yo vengo de un territorio algo lejano y deshabitado, un hermoso bosque con animales y una gigantesca cascada que emboza en un lago que parece infinito. Pero a pesar de tener fuente de comida y agua limpia, admito que es algo aburrido y por eso decidí volver a Ulmer-se estiró un poco hacia arriba y luego se cruzó de brazos-Y tú, linda ¿Dónde vives? No te recuerdo en mis días viviendo bajo el seno de Colmillo de Hierro-aunque era cierto, también es normal, tampoco era que saliera mucho en aquellos días.
Lo es. Aunque admito que llevo mucho tiempo sin probarla-respondió al chico que le había dado un cumplido a la cerveza de Ulmer, posiblemente inspirado por el aroma que algunos de los licantropos aquí presentes desprendía.
Por cierto, soy Mordú Forrester. Es un placer conocerlos-ellos ya se habían presentado así que él debía hacer lo mismo, acercó su mano para que el rubio la estrechara si lo hacía o no igualmente le pasaría la mano al chico libélula para que hiciera lo mismo.
Curiosamente mientras ellos se presentaban entre sí, la líder de la operación ya había dividido a los participantes en equipos para poder abarcar más terreno y encontrar a los feroces Scrunts. Sea por qué estaban hablando o por que eran los extranjeros, Mordú, Dylan y Q serían equipo con la antes mencionada jefa del grupo, posiblemente por que es la más apta para vigilar las intenciones de los visitantes.
Cada quien se fue con su grupo a la ruta indicada y dejaron a solas el equipo de la líder conformado por extranjeros. Claro, la mujer no tardaría mucho en empezar a hacer preguntas, la primera y la más normal fue preguntar de dónde eran. Dylan y Q venían de un pantano ¿Pantano? Mordú se mantuvo curioso, no sabía que un lobo pudiera vivir en un pantano, de hecho la mujer diría algo lógico, un bosque es un bioma mucho mejor para vivir.
Pantano misterioso. Se escucha interesante, pero no para vivir-confesó, no quería ser grosero, solo queria incitar a ese par a mencionar las ventajas de su hogar, quien sabe, quizás y era una maravilla de lugar.
Ahora era turno de Mordú, el hombre sonrió de forma pícara a la mujer y le respondió con sinceridad-Bueno preciosa, yo vengo de un territorio algo lejano y deshabitado, un hermoso bosque con animales y una gigantesca cascada que emboza en un lago que parece infinito. Pero a pesar de tener fuente de comida y agua limpia, admito que es algo aburrido y por eso decidí volver a Ulmer-se estiró un poco hacia arriba y luego se cruzó de brazos-Y tú, linda ¿Dónde vives? No te recuerdo en mis días viviendo bajo el seno de Colmillo de Hierro-aunque era cierto, también es normal, tampoco era que saliera mucho en aquellos días.
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Re: La Cacería [Privado]
Dylan Bears Miér Mayo 15 2024, 21:33
Dylan no se tomó bien las palabras de Silvi sobre el pantano. La verdad era que normalmente cuánto más se acercaba a Ulmer, más solía escuchar numerosos supuestos inconvenientes de su hogar.
Al parecer, vivir en Ulmer tal y cómo viven los humanos y el resto de las razas era más digno. ¿Acaso habían olvidado lo que significaba ser un licántropo y su unión con la naturaleza?
A pesar de su malestar, el licántropo no dijo nada, pues era normal en él la introversión y el silencio. Normalmente, solía pensar en qué decir antes, simplemente para no decir ninguna gilipollez.
―El bosque dónde vives parece bonito― fueron sus únicas palabras en ese rato, aludiendo a los comentarios de Mordú sobre dónde solía vivir.
Fue entonces cuándo observó cierto coqueteo entre Mordú y Silvi. Dylan se limitó a mirar a Q para ver si lo había notado, pero el hombre luciérnaga lo miraba todo a su alrededor y se alejaba aleteando de un sitio para otro.
―¿Has visto estas flores?― le preguntó tras haberse acercado hasta un arbusto con grandes flores naranjas de una tonalidad muy llamativa.
Se adentraron en el bosque. Cuándo Q volvió a la conversación grupal, comenzó a hablar de la vida en los pantanos.
―Nosotros vivimos cerca de los cocodrilos del pantano. Incluso los cazamos durante el Krokopäivä. Luego, durante la época de lluvias, hacemos carreras de barcas por todo el pantano. Es algo que seguramente en Ulmer no hacéis. Dudo si quiera que sepáis que hacer con un cocodrilo.
Tras escuchar cómo Q desvelaba su orgullo herido, un olor llegó hasta el grupo. Dylan, que lideraba la caminata en ese momento, paró en seco y comenzó a oler, intentando averiguar su origen.
―¿Vosotros también lo oléis?
Dylan miró a Q pues sabía que su sentido del olfato era casi tan bueno como el suyo y daba por hecho que los otros dos acompañantes al ser licántropos también lo tendrían desarrollado. [1]
El olor a carne descompuesta era muy llamativo y Dylan dirigió sus pasos hacia aquel lugar, hasta que descubrió el cadáver de un ciervo, despedazado salvajemente y con gran violencia. Por el estado del cuerpo, Dylan pensó que llevaría al menos un par de días muerto.
―Parece que los scrunts han pasado por aquí. ¿Veis algún rastro que yo no vea?
[1] Alusión a mi habilidad racial Sentidos Caninos:
En forma de lobo mi olfato y oído son el triple de mejores que un humano. En forma humana son levemente mejores.
Al parecer, vivir en Ulmer tal y cómo viven los humanos y el resto de las razas era más digno. ¿Acaso habían olvidado lo que significaba ser un licántropo y su unión con la naturaleza?
A pesar de su malestar, el licántropo no dijo nada, pues era normal en él la introversión y el silencio. Normalmente, solía pensar en qué decir antes, simplemente para no decir ninguna gilipollez.
―El bosque dónde vives parece bonito― fueron sus únicas palabras en ese rato, aludiendo a los comentarios de Mordú sobre dónde solía vivir.
Fue entonces cuándo observó cierto coqueteo entre Mordú y Silvi. Dylan se limitó a mirar a Q para ver si lo había notado, pero el hombre luciérnaga lo miraba todo a su alrededor y se alejaba aleteando de un sitio para otro.
―¿Has visto estas flores?― le preguntó tras haberse acercado hasta un arbusto con grandes flores naranjas de una tonalidad muy llamativa.
Se adentraron en el bosque. Cuándo Q volvió a la conversación grupal, comenzó a hablar de la vida en los pantanos.
―Nosotros vivimos cerca de los cocodrilos del pantano. Incluso los cazamos durante el Krokopäivä. Luego, durante la época de lluvias, hacemos carreras de barcas por todo el pantano. Es algo que seguramente en Ulmer no hacéis. Dudo si quiera que sepáis que hacer con un cocodrilo.
Tras escuchar cómo Q desvelaba su orgullo herido, un olor llegó hasta el grupo. Dylan, que lideraba la caminata en ese momento, paró en seco y comenzó a oler, intentando averiguar su origen.
―¿Vosotros también lo oléis?
Dylan miró a Q pues sabía que su sentido del olfato era casi tan bueno como el suyo y daba por hecho que los otros dos acompañantes al ser licántropos también lo tendrían desarrollado. [1]
El olor a carne descompuesta era muy llamativo y Dylan dirigió sus pasos hacia aquel lugar, hasta que descubrió el cadáver de un ciervo, despedazado salvajemente y con gran violencia. Por el estado del cuerpo, Dylan pensó que llevaría al menos un par de días muerto.
―Parece que los scrunts han pasado por aquí. ¿Veis algún rastro que yo no vea?
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[1] Alusión a mi habilidad racial Sentidos Caninos:
En forma de lobo mi olfato y oído son el triple de mejores que un humano. En forma humana son levemente mejores.
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