¿Quién soy? [Desafío: Bienvenidos a lo desconocido] [CERRADO]

Un silencio expectante se apoderó de la posada. La música, una mezcla de sonidos nunca antes escuchados, cautivó por completo a la audiencia, sumergiéndola en un estado de asombro y admiración.

Entonces, conforme la última nota se desvaneció en el aire, el silencio se rompe con un estruendoso aplauso que estalló en la sala. Los presentes, incapaces de contener su emoción, se pusieron de pie y comienzaron a ovacionar a Alun y a los bio-cibernéticos con entusiasmo y admiración.

Las miradas de sorpresa y asombro se entrelazaron mientras los aplausos resonaron en la posada, reconociendo la innovación y la belleza de la música que acababan de presenciar. El ambiente se impregnó de una energía vibrante y emocionante, y la emoción en la sala era palpable mientras todos se unían para celebrar este momento único.

Cohen, un vampiro misterioso y elegante, se encuentra entre el público de la posada. Sumergido en la atmósfera única que crea la música de Alun y sus compañeros bio-cibernéticos. Fascinado por la combinación de sonidos y voces que nunca había escuchado antes, Cohen observa con atención cada movimiento y cada nota.

Cuando Alun invita a alguien del público a unirse a él en el escenario, sus ojos se encuentran con los de Cohen. El artista le hace señas al vampiro para que se una a ellos en el escenario, reconociendo en él un espíritu artístico afín al suyo.

-¡Que no te dé vergüenza! ¡Estamos aquí para disfrutar de la música!-Dijo con entusiasmo el humano Alun.

-¡Nosotros nos adaptamos a cualquier género!-Dijo la voz metálica del bio-cibernético con el casco dorado.

-¡Vamos, colega! ¡Sube!-Le invitó con muy buena sintonía el bio-cibernético del casco plateado, con una voz metálica más aguda que su homónimo.






^* Te doy la bienvenida al desafío, Cohen. Aquí, nos sumergiremos en la música y disfrutaremos juntos. Libera al artista que llevas dentro y descubramos a dónde nos lleva este viaje. Disfruta de la compañía de Alun y sus dos amigos bio-cibernéticos: Gull, con su casco dorado, y Silfr, con su casco plateado.

^* Aquí tienes las imágenes de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

^* Puedes manejar a los personajes y la situación en general siempre manteniendo una coherencia y concordancia con el desafío y todo lo que le rodea. Diviértete.

El alma de la taberna se detuvo por un momento, suspendida en el eco de la voz de Cohen que resonaba en el aire cargado de emoción. Cada palabra, cada nota, parecía fluir del corazón mismo del cantante, inundando el espacio con una intensidad palpable.

La canción, imbuida de una profunda tristeza y melancolía, encontró su camino en los corazones de los presentes, tejiendo un vínculo invisible entre el artista y su audiencia. Las notas se deslizaban como susurros de un pasado olvidado, despertando emociones enterradas bajo capas de tiempo y diversas vivencias.

Al concluir la última estrofa, el silencio se adueñó del ambiente, cargado de reverencia y asombro ante la magnitud del momento. Un único aplauso, tímido al principio, rompió la quietud y resonó como un eco en la taberna. Pronto, el gesto solitario fue secundado por otros, hasta convertirse en una ovación unánime que llenó el espacio con su fervor.

Cohen, el enigmático desconocido que había irrumpido en la escena con su voz desgarrada y sufrida, se convirtió en el centro de atención, aclamado por los presentes como un verdadero maestro de la música. Su actuación, una obra de arte efímera, había tocado las fibras más profundas del alma, dejando una huella imborrable en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de presenciarla.

-¡Canta otra!-Grito uno de tantos allí.

-¡Queremos otra actuación!-Vociferó con alegría otro parroquiano.

Y más voces empezaron a aclamar una repetición o alguna nueva actuación por parte del grupo al que Cohen, sin comerlo ni beberlo, se había unido con honores.

Alun, tomando el rol de portavoz del grupo, se adelantó con aplomo para dirigirse a la multitud, sus palabras resonando sobre el murmullo expectante.

-Querido público.-Comenzó, su voz firme y amigable-Lamentablemente, esta ha sido la última actuación de hoy. Nuestro talentoso artista, Cohen.-Señaló con un gesto hacia el inesperado protagonista de la noche.-Necesita conservar su voz para las futuras actuaciones que tiene preparadas para el festival.

Una sonrisa radiante iluminó el rostro de Alun, una invitación silenciosa a comprender y aceptar la decisión. Aunque algunos quedaron insatisfechos, resignándose al fin de la velada musical, el reconocimiento a la brillante actuación de Cohen permaneció intacto en el corazón de todos los presentes.

Gull le tocó el hombro a Cohen.

-¡Has estado asombroso!-Exclamó Gull, su voz resonando con entusiasmo bajo el casco dorado que adornaba su rostro.

-Nosotros hemos retocado un poco tu voz, y hemos hechos los ajustes necesarios en la melodía para acompañarte, pero sí, buen trabajo colega.-Apuntaló Silfr, su tono revelando cierta arrogancia.

-Debo decir que eres de las personas a las que menos les hemos retocado la voz.-Susurró el bio dorado para hacer sentir mejor a Cohen.-Lo que pasa que Silfr es demasiado perfeccionista. O eso, o se ha acostumbrado a la voz de Alun...

En ese momento, y tras despedir al público que ya iba yéndose de la taberna o simplemente ocupándose de otras actividades ociosas, Alun se volteó hacia el grupo.

-Os he oído.-Intervino entre risas.-No te creas que no me dijeron que debían ajustar mi voz para que su música sonara mejor. Pero bueno, he aprendido mucho de ellos.

-Llenas los locales gracias a nosotros, socio.-Dijo el bio plateado haciendo un gesto con la mano poco común que consistía en extender únicamente el dedo meñique y el pulgar y rotar la muñeca. Se suponía que era un gesto que daba buena vibra.

-Lo que tu digas, cabeza de latón.-Bromeó el humano.-Por cierto, ¿Actuarás en el festival? Si quieres, estás a tiempo de apuntarte. Si no, podemos conseguirte un asiento entre el público.

-O entre bambalinas.-Dijo mientras plegaba una especie de mesa con muchos interruptores y mecanismos que Alun jamás llegaría a comprender.-Necesitamos a alguien que cuide de nuestro equipo, además de mantener nuestros cascos brillantes.-Terminó por meter esa mesa, que al parecer era portátil, en una maleta. Cerró la maleta y se acercó a Cohen para susurrarle.-Cada vez que terminamos de actuar se nos empañan.-Soltó una breve risotada y se bajó de la tarima para encaminarse a su habitación.

Gull rió, y Alun disculpó intervino para disculpar a su amigo, algo avergonzado.

-¡No necesitamos a nadie como sirviente!-Exclamó.-Tendrás que perdonarlos, pero de donde vienen tienen un humor "especial". Yo mismo tuve que acostumbrarme a eso, y me costó, no te creas.-Le sonrió de forma cómplice.-En fin, si quieres la entrada para acompañarnos en el festival, aquí la tienes. Se supone que con esto puedes sentarte entre el público de la grada alta, donde están los más selectos de entre el público, o tan solo familiares. Yo no tengo familia, y me has caído bien así que... es tuya para hacer lo que quieras. Después de todo, gracias a tu actuación seguro que tenemos dinero para bastante más días de lo que esperábamos.-Le entregó un pequeño papel en el que se hacía valer una entrada exclusiva entre bambalinas o en los palcos, donde estaría la más alta sociedad de Beltrexus.-El festival comienza oficialmente mañana por la noche.-Explicó.-¡La mismísima Ariani lo abrirá con una actuación!

-Está enamorado de esa misteriosa cantante cuyo rostro nadie ha visto. Y eso que nunca la ha escuchado.-Murmuró Gull

-¡N-no estoy...!-Le pilló por sorpresa y se sonrojó.-¡No estoy enamorado!-Sentenció.-Simplemente tengo curiosidad y ganas de escucharla. Si de verdad ha embelesado a tantos; tanto ricos como pobres; a magos, elfos, humanos... es que de verdad tiene que ser la mejor artista del mundo. ¡Es conocida mundialmente!-Exclamó con excesiva dedicación.

Poco después, tanto Alun como Gull terminaron de dejar recogido el escenario; el humano se llevó su guitarra y el bio de casco dorado guardó otro extraño instrumento portátil basado en teclas blancas y negras. Acto seguido, ambos empezaron a cargar con extrañas cargas con una abertura tapada por una rejilla por donde parecía amplificarse el sonido que salía tanto de los instrumentos como de las voces de los cantantes que interpretaban algo junto a ellos.






El sol se había puesto en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y anaranjados que se desvanecían lentamente en la oscuridad de la noche. En las calles de Beltrexus, la ciudad cobraba vida con una energía palpable y abarrotadas de personas, algunas elegantemente vestidas y otras más modestamente ataviadas, todas ellas ansiosas por dirigirse al gran teatro donde se celebraría el tan esperado festival.

El teatro se alzaba majestuoso en el corazón de la ciudad, con su imponente fachada de mármol blanco y columnas corintias que se erguían orgullosas hacia el cielo estrellado. Las luces brillaban desde las altas ventanas del teatro, creando destellos que se reflejaban en el empedrado de la plaza circundante. Un desfile interminable de carruajes tirados por caballos y elegantes carros se deslizaba por las calles en su camino hacia la entrada principal del teatro.

Dentro del teatro, el bullicio y la emoción reinaba. Las gentes; tanto ricos como humildes que habían allí, charlaban por los pasillos animadamente y riendo entre sí mientras esperaban con impaciencia el comienzo del espectáculo. Los murmullos de la multitud se mezclaban con la suave música que emanaba del interior del teatro.

Los asientos del teatro estaban dispuestos en elegantes filas ascendentes, cada uno adornado con cojines de terciopelo y candelabros dorados que colgaban del techo abovedado. Las luces se atenuaban lentamente a medida que la hora del espectáculo se acercaba, sumiendo la sala en una penumbra suave que aumentaba la expectativa de lo que estaba por venir.

A medida que la multitud se acomodaba en sus asientos, los más adinerados ocupaban las filas delanteras, mientras que los menos afortunados se sentaban más atrás. Sin embargo, todos estaban unidos por el mismo sentido de emoción y anticipación mientras esperaban el comienzo del festival.

Los palcos del teatro se alzaban majestuosamente a ambos lados del escenario, elevándose sobre las filas de asientos como balcones decorados con elegancia. Estaban revestidos de terciopelo rojo oscuro, adornados con detalles dorados y enmarcados por cortinas pesadas que se abrían hacia los laterales. Cada palco ofrecía una vista privilegiada del escenario, permitiendo a sus ocupantes disfrutar del espectáculo con comodidad y lujo.

Los más adinerados de la sociedad ocupaban estos palcos, disfrutando de una vista privilegiada del espectáculo mientras se relajaban en un entorno lujoso y exclusivo. Algunos llevaban binoculares de oro para apreciar cada detalle del espectáculo con mayor claridad, mientras que otros charlaban animadamente entre sí, intercambiando comentarios y opiniones sobre el evento que estaban a punto de presenciar.

Los familiares de los artistas también ocupaban algunos de estos palcos, disfrutando de una experiencia única al ver a sus seres queridos actuar en el escenario. Estaban envueltos en una atmósfera de orgullo y emoción, observando con admiración mientras los artistas demostraban su talento frente a una audiencia entregada.

En el escenario, un telón de terciopelo rojo cubría la vista del público, ocultando el escenario y añadiendo un toque de misterio al evento. Detrás del telón, los artistas se preparaban nerviosos, ensayando sus líneas y afinando sus instrumentos mientras esperaban salir al escenario y cautivar a la audiencia con su talento.

En el aire flotaba la promesa de una noche mágica, llena de música, arte y celebración. El festival estaba a punto de comenzar, y todos los presentes se preparaban para dejarse llevar por la magia del espectáculo.

Entonces, un suave susurro de telas se dejó oír desde el escenario, seguido por el sutil tintineo de campanillas. Un juego de luces y sombras comenzó a danzar sobre el telón, creando siluetas etéreas que se movían con gracia y misterio.

El telón se abrió lentamente, revelando un escenario adornado con un elaborado decorado. En el centro, una estructura de arcos y columnas doradas se alzaba majestuosamente, enmarcando una especie de trono cubierto por un dosel de terciopelo rojo.

En el fondo del escenario, entre las sombras proyectadas por las luces, se distinguía la figura de una mujer envuelta en ropajes celestes hechos de tela o algún material ligero y toda su cabeza oculta tras un velo. Su presencia era etérea, apenas visible, pero su voz resonaba clara y poderosa en la sala, llenándola de magia y misterio mientras la música comenzaba a sonar.

A medida que la música inundaba el teatro, la figura femenina se deslizaba con gracia y elegancia, como una sombra danzante en la penumbra. Los rayos de luz se filtraban entre los pliegues de sus ropajes, tejiendo un halo de misterio a su alrededor.




Con el último acorde de la canción resonando en el aire, el teatro quedó sumido en un silencio reverencial. El eco de la melodía aún flotaba en el ambiente, dejando a todos los presentes suspendidos en un estado de pura emoción.

Entonces, lentamente, el público estalló en una ovación estruendosa, con aplausos atronadores y vítores que llenaron la sala. Las lágrimas brillaban en los ojos de algunos espectadores, conmovidos por la voz sublime y la presencia enigmática de Ariani.

Desde los palcos más elevados hasta las butacas del nivel inferior, todos se pusieron de pie, rindiendo homenaje a la artista que había cautivado sus corazones. Gritos de admiración resonaban por todo el teatro, mientras algunos agitaban pañuelos y otros lanzaban flores al escenario.

Ariani permaneció inmóvil en el centro del escenario, envuelta en la luz dorada que la iluminaba, como si fuera una diosa entre mortales. Su presencia magnética mantenía al público hipnotizado, sin querer apartar la mirada de ella ni por un instante.

Finalmente, cuando los aplausos se calmaron lo suficiente, Ariani inclinó levemente la cabeza en agradecimiento, con una sonrisa suave y enigmática en los labios. Era el momento en que el mundo entero se rendía ante su talento y su misterio, una escena de pura magia que quedó grabada en la memoria de todos los presentes para siempre.






^* Empezó el festival. Espero que la actuación de Ariani te haya dejado igual de conmovido que al resto del público. Allá donde estés, espero tu próximo movimiento con interés.

^* Te he intentado trazar varios caminos a seguir, y tú te decides. Para empezar, puedes incorporarte al grupo conformado por Alun y los extravagantes bios (los tendrás que convencer en tu post de ello, pero vamos, que seguro que te dicen que sí). También puedes emprender tu carrera artística en solitario y, la última pero no menos emocionante opción; puedes ir como público y observar el festival desde la privilegiada posición de los palcos. En caso de escoger esta última, te empezarás a dar cuenta que algo no anda del todo bien por la zona. Si escoges esta opción, escríbeme un MP y te doy más detalles.

Si escoges cualquiera de las otras dos opciones, espero de ti un espectáculo emocionante y épico, digno de la propia Ariani, si no, me sentiré muy decepcionado. Tras eso, volverás a tener más instrucciones que te enlazarán con ese suceso extraño que te he comentado si escoges directamente la tercera vía.

La letra de la canción resonaba con una profundidad que trascendía el mero entretenimiento. ¿A quién iba dirigida? ¿Era un reflejo de las emociones de Cohen o un eco de la realidad que lo rodeaba? Esos secretos solo él los conocía.

Los aplausos siguieron a su actuación, el público quedó satisfecho.

De vuelta en las bambalinas, Alun y los bio-cibernéticos lo recibieron con vítores y elogios por su actuación.

-¡Nunca imaginé que debajo de esa apariencia tranquila se escondiera un artista tan talentoso!-Exclamó el humano, emocionado.

-Sí, amigo, has dejado el listón muy alto-Dijo Silfr, haciendo su característico gesto con el meñique y el pulgar mientras movía la muñeca.

-Nos has dado un buen espectáculo.-Añadió Gull, con los brazos cruzados, asintiendo en señal de aprobación.

Las siguientes actuaciones se sucedieron en el transcurso del festival, manteniendo el ambiente animado y lleno de talento. Cada artista ofrecía su propia visión y habilidades, lo que añadía un toque único a la velada. Participar en este evento no era algo que se tomara a la ligera; el prestigio del festival y el honor de los artistas estaban en juego, y eso valía más que cualquier recompensa material.

De repente, una figura envuelta en ropajes oscuros se acercó a Cohen entre las bambalinas. Vestía una especie de túnica negra y una capucha que ocultaba gran parte de su rostro, dejando al descubierto únicamente la mandíbula y la boca. Sin embargo, lo más inquietante era la apariencia de su piel, que parecía estar descomponiéndose y desgarrándose en pedazos.


-Bonita voz.-La voz del extraño sonó como un susurro ronco.-¿De verdad tienes un don para actuar, o ha sido tu magia la que nos ha engañado a todos?-Dijo, esbozando una sonrisa de soslayo.-Espero que ganes.-Con un gesto amistoso, le tocó el hombro antes de desaparecer entre las sombras de las bambalinas. Más allá, una puerta conducía fuera de la sala, pero Cohen no pudo discernir si el individuo se había marchado o se había desvanecido por completo entre las sombras. Ni siquiera su naturaleza vampírica le brindó ventaja para distinguirlo en la oscuridad.

A Cohen le quedó poco tiempo para reaccionar ante lo ocurrido, pues justo después comenzó la actuación de Alun y los bio-cibernéticos, atrayendo toda la atención del teatro.

En el escenario, Alun ocupaba el centro, en una posición más prominente que los bio-cibernéticos, dispuestos en lados opuestos entre sí. Cada uno de ellos estaba rodeado de mesas portátiles que recordaban a las que usaron en la taberna, repletas de teclas conectadas por cuerdas negras a cajas de diversos tamaños: unas más pequeñas que otras, con la más grande apenas un poco menor que la cabeza de un hombre. En lo alto del escenario, se habían instalado artefactos luminosos cuyos cristales, al activarse, proyectaban una luz intensa que teñía el escenario de tonos anaranjados y rojizos en cuanto empezaba a sonar la canción. Todas estas extrañas máquinas estaban interconectadas por cuerdas que convergían en una gruesa cuerda central, a su vez conectada a un artefacto más grande, del tamaño aproximado de un perro grande, colocado en el fondo del escenario. A pesar de su tamaño, este dispositivo permanecía en silencio, aunque ocasionalmente se podía sentir una leve vibración, sugiriendo que contenía alguna forma de energía en su interior.

Entonces, una música melodiosa empezó a sonar a través de las cajas de diferente tamaño, reproduciendo de forma amplificada lo que sonaba tras el tecleo de parte de los bio-cibernéticos. Tras eso, Alun empezó a cantar.



Y tras la actuación, el público brindó al grupo un estruendoso aplauso. Agradecidos, tanto el humano como los dos bio-cibernéticos hicieron una reverencia hacia el público. Cohen, desde las bambalinas, observaba todo con otros artistas, quienes, tras esa actuación, se quedaron pasmados, asimilando que sus opciones de ganar habían desaparecido por completo.

-Creo que ya tenemos a los ganadores.-El susurro ronco de aquel sujeto encapuchado se hizo oír a la izquierda de Cohen. Parecía que nadie más que él había notado la presencia del misterioso individuo, o al menos nadie le prestó atención.-Es una lástima, ¿No?-Le dijo a Cohen directamente.-Quizás si no usaran esos extraños artefactos no serían más que gallos intentando alabar la salida del sol.

El festival continuó un poco más. Finalmente, llegó el momento de dar cierre a esa noche mágica, y todos los artistas, que se acercaban a la quincena, fueron convocados al escenario para anunciar los ganadores de la noche. Se repartirían tres premios: el primero ganaría 500 aeros y tendría la oportunidad de cantar con la mismísima Ariani para cerrar la velada; el segundo, 300 aeros y un artefacto de gran valor; y el tercero, 100 aeros y un artefacto extraño y misterioso.

-En tercer lugar tenemos a... ¡Cohen!

El público aplaudió y se puso en pie. Cuando se anunció el segundo lugar, los aplausos y vítores volvieron, y hubo un momento de expectación antes de que se anunciara al ganador.

-¡Alun y los bio-cibernéticos!

Eran los favoritos del público, y sus aplausos y vítores resonaron por todo el teatro, como si estuvieran a punto de derribarlo. Alun estaba emocionado, y los dos bio-cibernéticos se mostraban satisfechos.





^* Aquí terminan todos los objetivos del desafío. No por ello, quiero decir que el desafío ha terminado. Vamos a hacer las cosas bien y vamos a darle un cierre. Después de tu cierre, te daré las recompensas

^* Recuerda que, hasta el último momento, tus decisiones cuentan. ¿Cómo reaccionarás ante lo sucedido? ¿Influirán las palabras del extraño sujeto en ti? ¿Las ignorarás? ¿Despedirás el festival con buen sabor de boca y aceptarás el tercer puesto? Recuerda, es un cierre, no habrá más posts tuyos después del siguiente turno.

 Y aquí acaba el desafío. Muchas gracias por participar e implicarte, Cohen. Como has dicho, no sería mala idea en un futuro hacer un evento social de estas características. Primero lo he querido probar como una cosa rápida y sencilla, que se resolviese sin mucho más lío que el de desarrollar tu imaginación a la hora de actuar montando tú tu propio show. Soy un apasionado de la música, y creo que, en ocasiones, es un excelente acompañamiento en los posts. Y si existen musicales en el cine, ¿Por qué no llevarlo a un medio escrito como es un foro de rol? La música forma parte importante de nuestras vidas, y celebrarla es hermoso.

En mitad de todo, he intentado que ciertas influencias entraran en tu juicio, pero te has mantenido firme y has optado por seguir la senda de la paz. Quizás no seas un guerrero de la Luz, pero al menos sí que has conservado el Equilibrio, y eso es igual o más importante todavía.

La historia de Alun y los bio-cibernéticos no acaba aquí. Obviamente tuvieron su cierre con Ariani, actuando junto a ella, pero en un futuro quiero volverlos a juntar para darles más protagonismo y que sigan cantando para nosotros.

Tú te has abierto un camino nuevo que te invito a explorar. Los bardos en Aerandir no son comunes (en cuanto a personajes jugables de usuarios se refiere), ser pionero, o al menos quien más desarrolla esa rama de los mundos de rol que en el foro no parece ser muy atractiva podría tener sus ventajas.

De momento, te recompenso (te recompensa el festival por haber quedado tercero) con una flauta mágica, llamada "Flauta de la Dominación", y con 100 aeros (además de 5 puntos de experiencia) que no te vendrán mal para seguir con tus proyectos y andaduras. ¡Nos leeremos pronto!

Flauta de la Dominación: