Cazando cazadores de serpientes - Bosque (QUEST/Mastereado)

Al llegar a la trampa la vieron completamente vacía, no había nada dentro, pero por los alrededores pudieron ver alguna rata y serpiente, más ratas que serpientes, claramente, pero el lugar al estar en las proximidades del río parecía tener más vida, el viejo Tyw había puesto de forma acertada más trampas en aquél lugar que en cualquier otro.

Si recorrieren la parte oeste podrían encontrar pronto las otras dos trampas restantes, todas estaban bien alejadas y formaban una especie de triángulo dibujadas en el mapa.

Las tres trampas mostraban las mismas características que la primera, vacías completamente y animales por los alrededores, no se veían tampoco más personas que ellos por allí y si se puede contar, al Viejo Tyw en Cicatrices y Pus.

Un poco más al sur, al sudoeste estaba el Río Tymer con sus calaveras, y más allá, Sandorai.

Cada vez que daban un paso al aproximarse a la orilla escuchaban mejor un extraño sonido, era familiar pero no acababan de recordarlo. ¿Demasiado tiempo en un bosque muerto, quizá? No lo sabían, pero cuando vieron al animal en seguida supieron de que se trataba; el croar de una rana. Aunque no es que hubiese una, había a cientos, por todos lados había, y el sonido era casi infernal.

Más allá, a lo lejos, Kaala con su buena vista pudo observar un par de troncos clavados en el suelo de forma extraña, si se acercaban podían observar que en el lugar había habido un puente que unía los dos bosques pero por algún motivo habían decidido cortarlo. Después del puente había también una zona de bosque quemado, ya en Sandorai. Esos dos troncos seguían clavados en el suelo con la cuerda y un nudo en esta en la parte inferior del palo, y tras ésta, un puente de madera que flotaba sobre el agua y tenía algunas quemaduras.

Nada más extraño encontraron en aquel río, quizá había un peligro y habían tenido la fortuna de no encontrarlo o quizá es que el peligro que avecinaban las calaveras había desaparecido ya. No tenían forma de saberlo excepto preguntándole a Tyw el Desmembrado. Quizá él pudiese ayudarlos un poco con ese problema, pero también podían intentar desenmarañar el enigma tras los cazadores y las trampas antes de volver y así el hombre quizá tuviese una mejor impresión de ellos antes que volver con las manos vacías.

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Volver con el viejo Tyw sin haber resuelto el enigma de los cazadores significaría tres cosas:

1.- Una pista adicional que os ayudaría a resolver la misión.
2.- 7 puntos menos al completarla.
3.- Comida y un sitio para dormir.

Pensadlo bien.

Si fueren al norte se encontrarían con un par de trampas y notarían dos cosas bastante ordinarias y nada nuevo; una de ellas es que hacía un poco más de frío en esa zona, pero tampoco era excesivo hasta que llegó la noche, pero por suerte para ellos habían comido y bebido en las cercanías del Tymer. Otra cosa que encontraron fue una serpiente metiéndose en la boca, entera, a una rata, y era algo normal pero un poco asqueroso de ver.

En poco tiempo llegaron a la primera trampa norteña y estaba igual que el resto, pero esta estaba llena de aire, pues empezaba a soplar un poco el viento, es decir, vacía.

No había mucho más, los animales de siempre, los quemados árboles de siempre, y la cercana posada de Maese Tyw.

Aquel día no se habían visto acosados por los Mikakos, por algún motivo a pesar de que se pararon a comer no los acecharon, y descubrieron un nuevo habitante de los bosques de Midgard, aunque fuese en los lindes del mismo.

Si vais a la posada asumo que aceptáis la pista y restamos los siete puntos. La pista estará incluida en este post y la remarcaré, esto implica dos cosas:

1.- Que el nivel de dificultad es menor por ello tendréis menos puntos.
2.- Que al ser más fácil resolverla, pondré un límite de cinco páginas, y un post mío más, si en ese plazo no se ha resuelto el enigma de las serpientes, se dará la misión por fallida.

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Estuvieron caminando durante un rato, no demasiado, hasta que encontraron de nuevo Cicatrices y Pus, allí donde desde hacía años y años se había asentado. La puerta estaba abierta de par en par y Tyw se encontraba tras la barra cuando los vio aparecer.

- ¡Oh si son mis amigos! Sí... ¿Habéis cazado a esos malvados ya? Bueno bueno, venid conmigo y hablaremos de eso luego. ¡Me podríais haber traído un poco de serpiente! Pero no importa, comeremos caballo. - Se secó las manos con el trapo de siempre pero esta vez tenía manchas rojas, quizá había estado tosiendo sobre él.

Se acercó a los huéspedes y los abrazó, sobre Sydara dejó algo viscoso, de un color verdoso, una sustancia desconocida para los dos pero poco agradable. Sobre la ropa de Kaala simplemente dejó un poco de piel decrépita. - ¡Amigos de Tyw, venid conmigo! Os enseñaré mi humilde morada antes de charlar.

Se dirigió a un oscuro pasillo en el cual no habían reparado en su existencia hasta que el "hombre" se dirigió allí. Subió un par de peldaños y se giró para apremiarlos.
Los dos aventureros no sabían cuánto tiempo estuvieron subiendo pero desde fuera no parecía que el lugar fuese tan alto, pero eso sí, era oscuro, muy oscuro, y no se veía nada. Antes de subir un peldaño había que asegurarse de que realmente existía el mismo pues se encontraron que a veces había agujeros en la madera o peldaños desaparecidos.

Al subir arriba vieron un corredor con puertas y velas colgadas en las paredes, y eso le daba un aspecto bastante tétrico, El hombrecillo se paró en la primera puerta y la abrió dejando entrever una habitación abuhardillada con un lecho de paja y un pequeño escritorio de madera negra. No tenía mala pinta en comparación con el resto de la edificación. - Esto es una de las habitaciones de invitados, podéis dormir aquí. Sí, dormiréis bien, cada uno una habitación, tengo muchas, sí... - Continuó caminando hasta llegar al fondo del pasillo donde presidía una sola puerta, las otras eran de madera pero esta era de acero y tenía barrotes, parecía como una celda. Abrió la puerta y entró, los dos jóvenes no tuvieron más remedio que seguirlo. - ¡Mirad! Aquí es donde guardo a mis ratitas, en esa jaula. - Señaló a una gran jaula donde solo podía verse pelo negro en movimiento debido a la ingente cantidad de roedores. - A veces las uso de mensajeras pero ¿Para qué querré yo tantas? Se me va la cabeza a veces y ya no recuerdo para qué las necesitaba... sí, para algo debía ser pero tengo muchas. ¿Queréis una? Podríamos cenar rata cocida, sí. - Se acercó y cogió algunas y se las llevó. Seguidamente les enseñó los establos y la cocina, y acabaron el trayecto donde habían empezado, en la zona de taberna. - Bueeeno amigos míos, buenos sois, contadme si habéis cazado a esos malvados cazadores porque mis trampas siguen estando todas vacías.- Les sirvió una copa de vino, extremadamente fuerte.