Amanecer (Libre)

Me puse de pie lentamente mientras estiraba un poco los músculos de mi cuerpo y soltaba un calmado bostezo tras una noche de descanso. Di algunos pasos abandonando el refugio improvisado en donde había pasado la noche anterior, hecho de hojas y ramas, de un tamaño pequeño pero bastante efectivo.

Mire hacia arriba por unos instantes, un azul oscuro y tenuemente iluminado gobernaba el cielo de la mañana, ya que los rayos del sol aun no iluminaban con su calor el suelo donde me encontraba. coloque una rodilla sobre el suelo para tratar de ajustar mi calzado, mientras mis oídos se llenaban de los sonidos comunes del bosque. Alce un poco mi mirada para ver como una extraña nube emanaba del suelo y subía lentamente hacia el cielo para terminar por fundirse en el aire.

Me puse de pie nuevamente y me acerque hacia aquella nube blanca que brotaba del suelo. Camine a través de la hierva que crecía sin control alguno en ese lugar, a cada paso que daba las hojas mojaban un poco mis ropas a causa del generoso rocío matutino otorgado por el viento. Pronto me di cuenta que aquella delgada nube se tratada de blanca neblina que surgía de las aguas del río.

Me acerque a la orilla y me incline cuidadosamente hacia el. Utilizando mis manos tome un poco de su agua y la arroje contra mi rostro para tratar de sentirme despierto. Frote sutilmente mis manos contra mi rostro y una ves que las aparte, mire mi reflejo en el agua, Lo mire fijamente por un momento. Analizaba mi aspecto, el color de mi cabello, la expresión en mis ojos. Hacia mucho tiempo que no me miraba a mi mismo en un reflejo, en realidad no era algo que me preocupara, pero muchas veces que lo hacia me preguntaba. - ese soy yo realmente...?

Un vago recuerdo vino a mi mente, un recuerdo donde me veía a mi y a mi pequeña y difunta hermana, reflejados sobre la superficie de un lago con una gran sonrisa en el rostro. Cerré los ojos por un momento tratando de recordar el reflejo de la pequeña Victoria, pero mi intento fue en vano, mi mente solo traía amargos momentos y una imagen vertiginosa de muerte. Abrí los ojos y me levante nuevamente sin dejar de mirar mi reflejo en el agua.

Continuaba observando el agua que se mecía al mismo tiempo que mis cabellos y mi ropa, debido al viento que soplaba gentilmente a la llegada de los rayos del sol. Mi vista estaba fija en el agua, mi parpadeo era casi nulo y mi mente se encontraba a una distancia muy lejana del lugar, tratando de recordar alguna imagen del pasado. Pero todo ese trabajo era en vano, me era imposible recordar algo al respecto y cada ves que lo intentaba con mas esmero, mas imágenes oscuras aparecían en mi cabeza.

De repente, un sonido fuerte llego a mis oídos. Volteé mi mirada sobre mis hombros para tratar de buscar la causa de donde provenía. Lo único que pude ver a la corta distancia fue una parvada de aves que salían ahuyentados de su escondite. En ese momento imagine que podrían tratarse de alguna bestia que no gustara de mi presencia o incluso algún licántropo que suele frecuentar este lugar. Después de todo el rió era una perfecta fuente de hidratación y eso atraería a cualquiera.

Di media vuelta y comencé a caminar en la dirección de donde provenía el sonido. Me acerque cautelosamente para no hacer mucho ruido mientras mi mano se acercaba lentamente al mango de una de mis katares. Al llegar al lugar solo encontré a un hombre que revisaba sus pertenencia, Mire un poco al rededor suyo, notando una rama al lado de el. Al parecer el sujeto había caído del árbol debido a esa débil rama que yacía rota en el suelo. Lo observe por un instante, aparte mi mano de mi arma y alce mi voz hacia el de una forma tranquila para no tratar de sorprenderlo. - Saludos... Que haces en este lugar y porque estabas sobre el árbol? Dije en un tono serio y curioso, no trataba de ser agresivo ni nada por el estilo, solo tenia un poco de curiosidad el saber que hacia alguien como el solo en un lugar como este.

¿Qué qué hacía yo en tierra de vampiros? Es claro, huir de mis propias tierras. En algún momento de mi vida mis propios “hermanos” claro, hermanos entre comillas, porque en aquellos momentos chocamos y nos confrontamos siendo el resultado mi destierro. Desposeída de mi lucidez y de mis tierras había vagado hacia Verisar y de allí de un lugar a otro. Pero mi tiempo rodeada de humanos estaba contado...

Los días se volvían noches y las noches olvido. Una mañana desperté, me asee, vestí y fui a trabajar. Saludé gentilmente a las personas que entraban en el negocio y sin querer vi mi reflejo en una superficie pulida. Presté mayor atención a lo que estaba viendo: una humana como cualquier otra, con una expresión atenta y viva, pero lo que más me llamó la atención era que sus ojos estaban domados y sin brillo. ¿Qué es esto? ¿humana… yo?.

Con tranquilidad y parsimonia me dirigí a mi jefe y más nuevo amigo. Intercambiamos un par de palabras, tomé a Chy, un bolso, algunos alimentos y salí campante de la ciudad. No llevaba equipaje para más de dos días… Ni bien llegamos a los límites del bosque del Oeste olfatee el aire y sonreí mostrando mis dientes. Lentamente me desvestí y doblé mi ropa metódicamente, con un cuidado que sólo había aprendido a tener en los últimos meses. Luego introduje las prendas en el bolso y dejé que la energía del lobo fluyese en mis venas.

La sangre parecía hervir en los vasos sanguíneos, cada palpitar arrojaba una nueva oleada de libertad, del sabor de los olores, de nuevas y usadas imágenes mentales. Inspiré profundo y aullé dejando mis pulmones en esa acción. Até torpemente la bolsa a mí, tenía muchas ansias de correr y perderme a mi misma en ello. El poder correr a mi antojo, sin restricciones ni correcciones, ni miradas, ni reglas llenó un hueco que nunca supe en qué momento se había vuelto tan profundo…

El cuerpo se sentía liviano, con vida, mis huesos ya no me pesaban, de hecho parecía que estuvieran hechos de plumas y aire. La luz y el viento ondeaban mi pelo, que ahora había crecido sedoso y con brillo. Sonreí y dejé que mis babas corrieran a través de la mandíbula y que el aire dejara que el aire viciado de humanidad saliera para ser reemplazado por la jovialidad silvestre.

Perdí la cuenta de los días y las horas que habían pasado desde mi transformación. Sólo nos deteníamos para comer y dormir cuando teníamos ganas. Me alimentaba en mi estado feral, cazaba y tragaba la carne cruda, caliente… palpitante. Chy chillaba a mi alrededor como un polluelo recién salido del cascarón cuando le dejaba atrás o no convidaba de mi propia ración. Solo salí de mi trance feliz al oir un aullido a la lejanía. Pronto recordé la razón por la que hacía tanto no había vuelto a las tierras de los licátropos: estaba desterrada so pena de muerte.

Mis congéneres solían ser territoriales, de hecho probablemente fueran los seres más celosos de toda esta tierra… por lo que no cavilé ni un segundo en apuntar a la dirección que sabía era más cercana a sus límites; el río Tymer. Y una cosa lleva a la otra, cuando me di cuenta estaba en el lago. En la parte Oeste. Es decir, en tierra de vampiros.

El debate de permanecer o no en mi forma lupina duró poco tiempo, pues durante la mañana del segundo día viajando por esas tierras sin saber qué hacer reconocí una esencia familiar, pero en mi mente no había una connotación negativa para ella, por lo que la rastree y en un par de horas di con su propietario. Al divisarlo a la lejanía di un pequeño puntapié en el piso y se me escapó un ladrido que hizo eco en el bosque. Moviendo mi cola con alegría fui al encuentro del humano, quien parecía tener compañía, pero cuando estuve lo suficientemente cerca como para que me vieran me escondí tras una sinuosidad en el terreno por un par de minutos para reaparecer vestida y corriendo hacia ellos con el ave en mi hombro.

¡Joh! grité con la respiración entrecortada para luego tirarme a sus brazos.

Spoiler:

Observaba fijamente al sujeto mientras adoptaba una posición firme y fija. El Sujeto comenzó a responder a mis palabras, aunque de una forma no esperada. Al parecer, nuevamente hacían énfasis en mi muy mala costumbre de no presentarme de inmediato, pero después de todo siempre he pensado: - Realmente tiene alguna importancia mi nombre? salí rápidamente de ese pensamiento y me prepare para hablar. - Mucho gusto Kaymi. Así que dormiste sobre ese árbol eh? debió de ser un tanto incomodo. El comportamiento rígido y preocupado del hombre me parecía algo gracioso, no pude evitar soltar alguna risilla en un tono casi inaudible.

El sujeto paso frente a mi dirigiéndose hacia el río y mojaba su cara para sentirse despierto, tal como lo había hecho yo hace algún rato. Miraba cada acción de Kaymi mientras se reincorporaba para volver a mirarme. - Tranquilízate, no tengo ninguna mala intención. Se que mi aspecto no es para nada común, pero por mi mente jamás se ha atravesado algún pensamiento que me impulse a atacar a alguien sin razón alguna. Entrecerré un poco los ojos mientras miraba el aspecto de mi interlocutor. ... Tu aspecto es algo singular también... Dime, eres humano? o quizás vampiro? Últimamente me he encontrado con gran variedad de especies y si algo he aprendido es que nada es lo que parece...

De repente el eco de un ladrido invadió el aire, al parecer no muy lejos de aquí se encontraba un lobo o algo parecido. Permanecí inmóvil por unos instantes mirando hacia el cielo, los rayos matutinos del solo apenas si acariciaban la punta de los árboles y aun nos encontrábamos cerca del río. Un momento después escuche un fuerte movimiento de entre los arbustos tomándome por sorpresa, gire rápida y violentamente hacia la dirección de donde provenía tal sonido y empuñe mis manos colocándome en una posición defensiva.

Me preparaba para recibir lo que fuera, aun en mi mente continuaba la idea de alguna bestia buscando agua para satisfacer su sed pero para mi sorpresa, se trataba de una conocida la cual pensé, había dejado muy atrás en lunargenta. Me alegre de verla en ese lugar y saber que no se trataba de ninguna otra cosa y auque no suelo acostumbrar esas cosas, alce mis brazos recibiéndola con gusto. - Es bueno verte Wood, jamás me hubiera esperado encontrarte por este lugar. Pensaba que quizás Wood al igual que yo, quería alejarse por un tiempo de los bullicios, las multitudes y todo ese comportamiento diario y ajetreado que se vive en las ciudades.

De pronto, en mi vista se encontró nuevamente Kaymi, me había olvidado por un segundo su presencia. Como un rayo golpeo a mi cabeza un recuerdo, aun estaba siendo grosero, no me había presentado ante el hombre. - Lo lamento Kaymi, mi nombre es Johannes y si ella me lo permite, te presento a Wood, una amiga.

Escuché las palabras del humano e hice una reverencia a quien se presentó como Kaymi. Él me recordó a Kalec y a Sebastian. Le miré con cierta curiosidad, sus ojos aunque no aparentaban ningún mal eran de fuego y de cierta forma, indómitos. Pelo color ceniza. Me aparté sólo un poco de Joh para aprovechar una pequeña brisa que venía desde él hacia nosotros. Sonreí al comprobar mi teoría. Mi ademán fue muy obvio, pero no por eso me alejé de mi conocido. Si había algo que la vida me había enseñado era a no saltar a conclusiones y ser precavida.

Kaymi dije haciendo una reverencia y mirándole de lleno a sus ojos, con cierto orgullo. De ninguna forma permitiría que nadie tocara a Joh, en esos momentos ese humano era mío y sólo mío.

Me volví hacia el humanoTengo tanto que contarte… ¡tanto! Conseguí un trabajo en Verisar y… y… bueno, ahora estoy aquí y tengo miedo, mucho miedo la etiqueta humana me había enseñado a no dejar a las personas fuera de la conversación, por lo que me reacomodé para incluir al joven. Es territorio de vampiros ¿qué haces aquí? No creo que tu trabajo te haya traído hasta estos parajes dije frunciendo el ceño con un poco de enojo. Pero en realidad, no había nada más reconfortante que tener un rostro conocido en esos momentos.

Realmente deseaba salir de esas tierras, y confiaba en las artes de un asesino. Veo que está armado Kaymi dije mientras arqueaba una ceja y hacía bajar a Chy hasta mi antebrazo para luego acariciarle. ¿Es usted un cazador?

Creía que mis habilidades comunicativas habían mejorado, pero las pondría a prueba con el desconocido. Después de todo, me llamaba bastante la atención y quería saber qué podría traerse entre manos.

Volteé mi mirada hacia el hombre, mirándolo de una forma respetuosa, en mi mente crecía una idea, una idea que se hacia mas grande a cada momento, frente a mi se erguía un hombre cuyo pasado no conozco, mas sin lugar a dudas debió de haber encontrado en su camino muchas dificultades para comportarse de esa manera, o al menos eso creí. - jeje reí en un tono bajo. - Valla que eres alguien de pocas palabras. En realidad no te culpo... seguramente tendrás muchas razones para hacerlo, pero créeme, si tuviera alguna mala intención en tu contra, no hubiera tardado tanto en actuar. Coloque una postura mas relajada mientras entrelazaba mis brazos y me colocaba frente a Kaymi. - Disculpa el hacerte tantas preguntas. Constantemente estoy buscando conocer a gente con cualidades especiales, eso es todo.

Gire nuevamente hacia Wood y dirigí una tranquila sonrisa. - Me alegra escuchar que te ha ido muy bien Wood y me temo que tengo que responder de una manera positiva a tu pregunta, mi trabajo me ha traído hasta aquí. hace un par de días he finalizado mi encargo pero en realidad no tengo idea de donde debo ir ahora. Solté un leve suspiro y puse mi mirada hacia el cielo. - Supongo que tengo que continuar con mi encargo...

baje mi mirada nuevamente hacia Wood. - No debes preocuparte por esos seres chupa sangre, dudo mucho que se atrevan a atacar a un grupo de personas. Dirigí mi vista hacia Kaymi de una manera aun curiosa. - Dime Kaymi, tu no temes pasear solo por este lugar? debes de poseer una gran habilidad con esa arma tuya para aventurarte a andar solo por estos parajes.

Joh parecía más animoso que cuando lo conocí en Verisar, parecía que el tiempo no había pasado sólo para mí. El convivir con humanos me había enseñado que matar a otros no era del todo bueno, ¿sabría el eso? Cuando me di de mi expresión facial traté de ablandarla.

Sonreí complacida ante la respuesta de Kaymi, mientras no dejaba de olisquear nerviosamente a Chy. Su esencia me tranquilizaba y era como un arrullo. Estaba cansada pese a que fuera la mañana y una sensación de dejadez se apoderaba de mi cuerpo. Cambié mi peso de una pierna para la otra para tratar de espabilar.

Confiado y habilidoso… es usted una persona muy interesante dije con voz entre seductora y seducida al tiempo de que por primera vez me alejaba un par de pasos del humano. Recordé el comentario anterior del Joh y le observé. No a un grupo normal amigo mío… pero yo me encuentro aquí y temo que mi presencia pueda traerles alguna desgracia. Por otro lado, tengo miedo de estar sola en estos territorios. Quiero salir, quiero salir ahora dije como una niña mal enseñada antes de hacer un berrinche mientras golpeaba el suelo.

Verá Kaymi, salí de Lunargenta porque estaba un pelín cansada de la vida en la ciudad, sentí que ya no era yo misma. Mi querido Chy me ha acompañado hasta aquí dije acariciándole orgullosa mientras extendía mi brazo para que fuera a volar. Como supondrá, de eso hace varios días. Cuando me di cuenta estaba en los bosques del Oeste y en territorio de una manada. Yo no tengo permitida la entrada al lugar, por lo que me encuentro aquí huyendo de ellos y también de los vampiros. Me encuentro en una situación un tanto difícil….

Miré hacia el cielo buscando al ave  y luego volví a dirigirme al de blancos cabellos Si has terminado tu encargo ¿me sacarías de estos territorios? mi mirada era un tanto suplicante, aunque no deseaba que se me viera lo realmente desesperada que me sentía, aunque luego de unos segundos retomé mis palabras ¿acaso tienes otro encargo aquí? mis ojos casi se desorbitan cuando empecé a pensar en eso. Todos mis instintos gritaban “¡Peligro!”

arquee una de mis cejas mientras escuchaba las palabras de Kaymi hablando en ese tono. - jaja, utilizas una lógica bastante fría al hablar, muchos viajeros salen por estos lugares impulsados por algún anhelo pero llevan un pesado lastre de miedo al comenzar con su travesía. Supongo que podrías llamarle "valor".

Me sorprendió un poco el injustificado temor de Wood por esta zona o quizás ella sabia algo lo cual yo ignoraba. - No debes temer Wood ni tu, ni tu pequeño compañero. Continué escuchando sus desesperadas palabras y su urgencia por abandonar estos territorios, aunque si mal no recuerdo... Ella había sido rechazada por su propia especie, quería salir de este territorio de "sangujuelas" y se había cansado del territorio humano. Entonces hacia donde pensaba dirigirse? baje la mirada mientras analizaba la situación. Lleve una de mis manos hacia mi cabeza mientras acomodaba un poco mi cabello. - Realmente quieres que te acompañe? en realidad, pienso que si viajaras sola podrías cubrir mas terreno en tu forma de lobo. baje nuevamente mi mano mientras la colocaba en mi cintura y mi otra mano llegaba a mi barbilla. - Te acompañaría con mucho gusto, pero temo que podría retrazar tu retirada, si eso no te importa... entonces te acompañare.

Gire hacia Kaymi, el cual aun era un misterio para ambos, pero quería saber un poco mas sobre el. Quizás podría romper un poco de ese duro cascaron y descubrir algo que me agradara. - Kaymi, estas cordialmente invitado a acompañarnos, si es que gustas hacerlo claro. Creo que un grupo mayor será un grupo mas seguro no lo crees? Dije al hombre mientras lo miraba fijamente y sonreía de una forma elegante.

Joh, sólo te daré dos consejos: nunca te metas con algo de un hombre lobo y jamás te interpongas entre él y un vampiro. Miré a los dos hombres entre envalentonada por el momento que había evocado en mi mente y luego volví a mi estado sumiso. Tengo… un amigo vampiro, bueno, al menos lo tenía mientras sabía que estaba vivo. Él me enseñó de qué son capaces ellos y el odio que sienten por nosotros, los hijos de la luna.

No me interesa cubrir terreno sola… dije mientras me encogía de hombros y les escuchaba hablar. Ambos hombres estaban dispuestos a ayudarme. Por primera vez en mucho tiempo me carcajee con ganas, tanto que comenzarona  dolerme los pulmones . Oh vamos… no me miren así… dije mientras secaba una lágrima después de unos momentos de distensión. Norte o Sur, por mi está bien mientras salgamos enteros

Asique… es eso ¿no? le dije a Kaymi mientras avanzaba hacia él Tú eres uno de ellos mi tono era entre expectante y orgulloso. No tengo nada importante contra ustedes, creo que son criaturas magníficas… y no me gustaría estar en su camino si tienen un mal día dije pensando en aquél Sebastian que había conocido mucho tiempo atrás.

Corrí hacia el agua y me zambullí en ella sin siquiera quitarme la ropa. Salí unos segundos después completamente empapada y escurriendo agua como si lloviera. Sonreí,mis preparativos estaban completos. Era hora de marchar.

Escuchaba las palabras que ambos dirigían e intercambiaban entre si. - Por ahí no hay solo vampiros señor Kaymi, también podríamos encontrarnos con alguna bestia furiosa, alguna manada de licántropos peligrosos, quizás, Bandidos, Ladrones o quien sabe... Me acerque un poco mas hacia Kaymi mientras entrecerraba los ojos y continuaba hablando en un tono sarcástico y burlesco. ... Algún asesino. sonreí picadamente frente al muchacho y solté una risa al aire mientras me alejaba nuevamente del el.

Gire en media vuela hacia el bosque para mirar su imponencia y di algunos pasos hacia el dando la espalda a mis compañeros.- Así que claro que hay motivos para andar con cuidado. Dije mientras volteaba mi mirada hacia ellos sobre mi hombro. Escuche las declaraciones de Wood sobre su amigo vampiro, yo también había conocido a uno cerca de lunargenta. - En realidad desconozco ese odio del que hablas Wood, pero se que los vampiros pueden ser poseedores de un espíritu destructivo y cruel. en lo personal, el ultimo vampiro que conocí resulto ser una real decepción, pero bueno, no quiero aburrirlos con historias viejas.

De pronto la calma del bosque se rompió ante la carcajada de Wood. Me tomo por sorpresa ya que en realidad no entendía el que le causaba tanta gracia. Preferí no añadir nada ante este hecho y solo la observe con atención mientras continuaba hablando. Viajar al norte me parecía bien, realmente jamás había estado por ahí así que quizás seria una buena oportunidad para ampliar mi horizonte. Escuche las palabras que Wood decía a Kaymi, entonces seria eso cierto? ella insinuaba que Kaymi formaba parte de la raza que habita en el norte, en el momento no me pareció para nada erróneo, quizás realmente tenia razón. Sin embargo era claro que Kaymi sentía algún tipo de incomodidad contando eso a extraños y quien era yo para culparlo? tendría muy buenas razones para hacerlo, así que simplemente calle ante tal insinuación. Muy bien... Viajemos al norte. Podrías guiarnos Kaymi? al parecer debes conocer el camino muy bien.

Ajuste un poco mis ropas y equipo mientras Wood saltaba impulsivamente hacia el agua. Mire como salía del lago y se preparaba para irnos.

Off: Kaymi, que me estás rompiendo los ojos viendo mi nombre como Word xDDD por favor, no  vuelvas a llamarme como el procesador de texto >_<
Fuera de eso, estoy contenta con el hilo, tienen alguna idea de lo que seguirá? <_>
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Escuché a Kaymi con atención y me puse al costado de Joh, observando al bosque. Trataba de no tener una visión sesgada del lugar, pero en realidad eran puras patrañas. No me gustaba nada aquél sitio. Ni siquiera la naturaleza olía bien. Todo era desagradable, repudiable. Mis instintos por momentos estaban erráticos pidiendo a gritos que partiera de allí lo antes posible.

Con el astro rey haciendo su aparición sobre el manto verde del bosque, las hojas parecían teñidas de la sangre de las ánimas que enfriaban el ambiente con su eterno deambular por aquellas tierras lejanas y desconocidas. El viento parecía gritar “cuidado” y las ramas, con aquél solo que era todo menos monótono se reían de nosotros en un ritmo espeluznante. Parecía que deseaban llamar la atención de cualquier captor.

Los animales parecían haber desaparecido del lugar, ni siquiera los pájaros nos regalaban sus incansables melodías. Lo que sea está bien Kaymidije volteando mi cabeza para verle por encima de mis hombros al tiempo que buscaba a Chy a la distancia. Ese pajarillo ya me había salvado más de una vez, y si él lo notara nos avisaría de cualquier peligro.

Sólo sácanos de este lugar

Volví a mirar el bosque con recelo al tiempo que esperaba a que el dragón hiciera lo suyo.

Observe por algunos instantes a Kaymi y escuchaba la proposición sobre la ruta del viaje que planteaba. Desconocía las minas pero ya antes había escuchado de los misterios y peligros que se esconden en su frías y oscuras grutas. Peculiarmente jamás me preocupaba por el riesgo implicado de viajar hacia algún lugar, después de todo siempre he creído que no tengo ya nada mas que perder.

- Bueno, si el viaje es largo, entonces será mejor que comencemos... Me di media vuelta y comencé a caminar de forma tranquila hacia el norte, aunque en realidad no sabia a donde iba. Después de algunos pasos me detuvo y mire hacia mis compañeros. - Vamos, no queremos seguir por aquí al caer la noche, adelante Kaymi.

Continué mi marcha mientras pensaba en la nueva compañía con la que contaba. Quizás les interesaría mi invitación... Me detuve nuevamente y gire sobre mi mismo para quedar frente al par que me acompañaba. - Creo que mencione algo anteriormente sobre una "búsqueda" creo que ustedes podrían estar interesados.

Busque en mi mente las palabras adecuadas para tratar de hacerles una primera insinuación de la forma menos agresiva que se me pudiera ocurrir. - Díganme... Tienen algún trabajo formal? Pensé un poco sobre Wood y lo que había dicho hace algún rato. Wood, mencionaste que habías encontrado un trabajo, dime, estas satisfecha con el? Luego preste mi atención a Kaymi para hacerle otra pregunta. - y tu Kaymi? eres algo misterioso, pero quizás te gustaría tener una buena fuente de ingresos y un grupo al cual pertenecer... Les interesa saber mas?

Me puse cerca del humano mientras continuaba su marca. No tenía ningún comentario que hacer hasta la pregunta de él. Abrí mis ojos de par en par y le miré mutis. Kaymi fue el primero en decir que podría estar interesado. Por mi parte me puse a pensar en el viejo Julien y que estaría un poco preocupado por mí, pero en estos momentos no sabía si deseaba volver a esa vida de inmediato.

Digamos que estoy momentáneamente en un punto muerto en ese sentido. ¿Qué tipo de trabajo es Joh? enarqué una ceja esperando que no dijera nada de asesinar por paga… a mi me gustaba asesinar por placer a aquellos que creía, se lo merecían.

Por la manera en la que hablas, parece que fuera algo a largo plazo…

Chy hizo un nido en mi pelo, que había comenzado a secarse. Sus garritas eran un poco perturbadoras, pero me encantaba sentir s pico arreglando la pelambre. El aire había comenzado a hacerse un poco más agradable y tibio, aunque todavía quedaba alguna que otra ráfaga errante que parecía querer romper el cúmulo de calor que volvía a formarse a mi alrededor.

Sonreí ante el interés de ambos, di media vuelta y continué caminando mientras hablaba. - Bueno, supongo que tienen alguna idea vaga sobre mis intensiones... Wood, tu sabes a lo que me dedico y seguramente Kaymi también tendrá sus suposiciones, así que sin mas rodeos... Aclare un poco mi garganta y cambie por un tono mas serio mi charla. Lo que les ofrezco es entrar al negocio del asesino mis amigos. Terminar con la triste vida de algún fanfarrón a cambio de una buena paga y la satisfactoria sensación de pertenecer a una hermandad. Gire mi cabeza sobre mi hombro para mirar a Wood y su pequeño compañero. - No estas cansada de huir de tu propia especie Wood? Te ofrezco un lugar al cual llamar hogar y un grupo al cual formaras parte de una hermandad en donde podamos romper las barreras entre razas. Gire mi cabeza nuevamente esta ves dirigiéndome hacia Kaymi. - y tu mi amigo... Tienes algún objetivo en esta cruel vida? si no es así, te ofrezco uno muy tentativo.

Dirigí mi mirada nuevamente hacia el camino mientras sonreía de una forma orgullosa. El viento pasaba como un torrente entre los árboles y agitaba mi cabello y mi bufanda. Cerré un poco los ojos para disfrutar esa extraña brisa y agudice mis oídos para intentar escuchar la respuesta de mis compañeros. - Se que el termino "asesino" no parece nada elegante, pero pienselo por un segundo. Podrian darse cuenta de que es algo muy satisfactorio...

Joh hablaba como todo un reclutador y no estaba segura si deseaba eso para mí, después de todo, había comenzado a aprender que la vida no se trata sólo de dejarse llevar y matar, aunque también era cierto que estaba obligada a mantenerme fuera de los territorios de las principales manadas y que sabía que no era fiable entre humanos comunes por mi propia naturaleza.

Fruncí el ceño y apreté los labios mientras buscaba cobijo en mis hachas. Necesitaba apretar algo para sentirme segura, y si le hacía eso a Chy, reventaría como un cojín, tirando plumas para todos lados.

Satisfactorio… repetí entre susurros al tiempo que miraba mis pies al caminar. Mi mente estaba en blanco.

Kaymi había dado su respuesta. Fue rotunda y sincera; corta y al pie, no daba lugar a futuras malas interpretaciones. Quizá yo debería de aprender a ser un poco más como él en ese sentido…

Joh, me pones en un aprieto. Debes de saber, o imaginar… que para mí antes las vidas no eran más que un estado efímero, sin valor. El alma sólo era el conducto que hacía que un cuerpo se moviera y éstos sólo servían de diversión o alimento. He… cambiado, la respuesta hoy sería no. Hice una prolongada pausa para dar mis razones y pensar qué era lo que deseaba transmitir.

Las barreras raciales no me interesan demasiado, no las reverencio. Cada quién es lo que es y como es por lo que hacen, no por lo que son… mientras les des tiempo y se puedan comunicar. El punto es, que no me interesa matar porque si a cualquiera. Aceptaría entrar si es que puedo decidir si actuar en un encargo o no

Ni bien terminé con mi sarta de cosas, el dragón habló de comer. Ni bien hizo mención a la idea de alimentarnos y mi instinto me pedía a gritos ir a cazar, desembarazarme de la ropa y matar algo. No sabía como comportarme y tampoco estaba segura de que era capaz de controlar siquiera mi voz. La conversación me había tenido tan absorta que me había olvidado del hecho de que tenía hambre. Observé a Kaymi y simplemente me encogí de hombros, aunque yo sabía lo que mi cuerpo pedía: sangre fresca y corazones aún palpitantes.[/b]

Cuando escuche la respuesta de Kaymi, no me sorprendió demasiado, incluso entendía los motivos de ambos. Sabia que este trabajo no era para nada afamado y mucho menos algo escrupuloso, después de todo, la vida de cualquiera valía mucho mas que las sumas que me daban tras apagar la existencia de cualquiera. Pero tenia mis razones propias para llevar a cabo tan infame trabajo, incluso llevaba un retorcido sentimiento de orgullo en mi pecho.

La respuesta del hombre fue muy convincente, no quedaba duda de que jamás podría contar con la participación de Kaymi en el gremio. Era una real lastima... Contar con el apoyo de un dragón hubiera sido perfecto para el negocio. En cuanto a la respuesta de la chica... Después de rebuscar una buena forma de contestar, su respuesta no me había sido del todo convincente. Algo en mi creyó que sus palabras deseaban externar algo mas que lo que salía de su boca, aunque en realidad no sabia que era exactamente pero decidí guardar un poco de esperanza para ella. - Ni hablar... Supongo que deberé intentarlo con alguien mas. me hubiera encantado tenerlos como socios, me son realmente agradables.

Escuche la propuesta de Kaymi sobre conseguir algo de alimento, una propuesta bastante razonable ya que mi estomago comenzaba a quejarse y no era nada bueno comenzar un viaje con el estomago vació y aun menos si nuestro destino serian las minas. - Muy bien, al parecer nuestros recursos de caza son óptimos... contamos con una chica lobo y un hombre dragón. Así que, si están de acuerdo, yo preparare una fogata y ustedes cazaran el alimento. Di media vuelta y comencé a recolectar algunas ramas y cualquier cosa que ayudara como combustible para el fuego.