Los jinetes y una reliquia especial [-Quest-]

El hombro volvió a reír.
-Mucho brujos desearían tener la habilidad que yo, el poder escuchar desde lejos tan claro como si estuviese cerca, y poder oler tan bien que distingues quien es uno de otro. Deja que hagan su trabajo y curen el mal que hacen a esta tierra. Al fin y al cabo para eso están. Seguro sabes cuál es la raza a la que te hablo. ¿Quiénes son tan ágiles, saben trepar estupendamente, y tienen tan buenos sentidos? Estas muy aislado de tu realidad amigo Grothnack, deberías viajar un poco más. Quizá cuando regreses a casa te mande un encargo para mi nieta Enerie, la guardiana, cruzando las altas montañas de estas tierras.... Ellos harán el sacrificio para la diosa de la luna llena…-habló el anciano y volvió a apoyarse en el bastón, y susurró-Sí, hoy debe ser noche de luna llena, debe ser para la diosa Isil-

En sus dedos se podía ver de vez en cuando unos destellos blancos. La lluvia continuaba en esa noche.

El hombre del turbante rió, siendo mi respuesta errónea, ya que el motivo era otro, y resultó que creía que estaban haciendo un buen trabajo y que trataban de curar el mal que hacen a la tierra. No sabía de que hablaba, pero aunque sabía que estaba mal, ya que aunque fuese para un bien mayor, no me parecía bien que hiciesen sacrificios humanos para ello, y las pistas que dijo terminaron por encajar en mi cabeza. - Los licántropos. Y se que he salido hace poco al mundo, y que mis realidades son cortas, y quizás sea la ingenuidad lo que habla por mi, pero creo que hacer sacrificios humanos para ello esta mal, y mas si una anciana termina de perder todo lo que le queda en su vida, ya que yo mismo sufrí eso. Y seguramente haga el encargo que quiera encomendarme cuando vaya de camino a mi casa, pero de momento, me gustaría que me llevases a ese lugar, para tratar de parar esa ceremonia sangrienta. - Dije seriamente, tratando de lograr que entendiese mi punto de vista, aparte del hecho que si no me terminaba de ayudar, entraría dentro para tratar de encontrar la manera de llegar a la ceremonia y pararla de forma pacífica o de otra manera.

- Por favor, ayúdeme a parar esto. Seguro que hay mejores maneras de llegar a curar el mal de esta tierra que no necesite los sacrificios. - Dije, tratando de convencer al hombre que tenía delante mio, porque yo mismo sufrí el perder a toda mi familia, y no quería que otros llegasen a sufrir lo mismo que yo, ya que podía llegar a ser bastante destrozador, y aunque yo hubiese salido adelante, dudaba que una mujer anciana pudiese hacer lo mismo que yo, y no quería que lo pasase. Era pura empatía, y seguramente eso estaría afectándome, pero no me importaba que eso me afectase, ya que quería llegar a salvar a la familia de esa mujer.

El anciano cerró los ojos y cabeceó un poco, a punto de quedarse dormido después de oír las palabras de Grothnack, pero negó con la cabeza y dijo tranquilamente.
-Los licántropos no aman a la Diosa Isil, al Dios Anar ni a la Diosa Imbar, de la luna, el sol y la tierra. No usan simbologías ni runas antiguas para tallar mensajes en las piedras. Ellos no son tan ágiles como los jinetes que has visto. Sí, todos sufrimos muchas pérdidas en las vidas, muy injustas pero asi es la vida amigo, y nadie puede detener el destino. Irás a una muerte segura si entras allí, yo debo acompañarte, sí, pero quiero que me digas primero quienes son esa raza. Hay muchas formas como dices para curar el mal de la tierra, pero ellos deben hacerlo de esa forma, por sus Dioses, y el honor de sus ancestros-

Suspiró y cabeceó un poco mientras esperaba la respuesta de Grothnack.

Estaba claro que ese hombre no iba a dejarme pasar de forma segura, a menos que dijese la raza adecuada, a pesar de que sus palabras que decía tenían parte de razón, de que muchas veces no había manera de evitar unas muertes injustas, pero no iba a permitir que esas muertes ocurriesen, al menos esta vez, por lo que decidí analizar de nuevo sus palabras, terminando por pensar en la raza que seguramente serían los secuestradores, aunque se me hacía algo dificil de creer, ya que siempre habían sido pacíficos, pero todo lo que decía aquel hombre terminaba por encajar de nuevo.

- Son los elfos. Y aunque muchas veces se diga del destino, muchas veces se ha ido en contra de ese destino para cambiarlo. En mi opinión, aunque se diga de que se tenga un destino, se puede escoger el destino que tengas aunque sea el final la muerte. Al menos, yo pienso alargar el destino de esas personas para que puedan elegir por si mismas su propio destino. - Dije, esperando que esta vez acertase con la raza, ya que aunque había salido hace poco, todavía recordaba; o al menos recordaba justo ahora, las enseñanzas de aquel que me había terminado por criar para que pudiese vivir de forma justa y libre, tal y como yo estaba viviendo en estos momentos, y mi libertad me decía que debía al menos de tratar de llegar a interrumpir esa ceremonia para convencer a esos elfos de que no debían hacer esa ceremonia. Quizás si emplease su significado, pudiese llegar a convencer de que ellos no hiciesen esa ceremonia, debido al significado que tenía esa diosa en ellos.

El anciano se quitó el turbante, y rió, dejando ver una larga cabellera blanca y su barba, y del pelo sobresalían unas orejas en punta. Se levantó ayudándose de su bastón y tomó el brazo herido de Grothnack, cerró los ojos y recitó una plegaria en su lenguaje de elfo y la herida comenzó a cicatrizar perfectamente al haber un destello blanco, que produciría una sensación de calidez. Cuando terminó se volteó y le hizo seña a Grothnack para que entrara a la cueva, que llevaba a unos escalones de piedra. Tanteó con las manos una lámpara de aceite que estaba en la puerta y le dijo.
-Creo que la lámpara está encendida, tómala para guiarte, pero antes... tengo que abrir esto-el hombre dejó el bastón a un lado y marcó con sus dedos marcados con arrugas, unas marcas talladas en la puerta, que resplandecieron y a continuación se abrió para que pudieran entrar.

Una vez dentro, se encontraron en una sala con un altar al final y unas cuantas puertas a los costados. Todos estaba a oscuras y en silencio, lo que podría indicar que el ritual ya se habría realizado, pero el anciano hizo gesto para que continuaran avanzando hasta el final, donde había una mesa de piedra rectangular y varias velas en una tarima, también pequeños árboles enanos y vasijas llenas de sangre, como también una daga elfica. En medio de la mesa un bulto pequeño envuelto en mantas blancas, descansando sobre almohadas.
-Se decidió tenerlo de esclavo, pero no me gusta la idea de que te vayas con las manos vacías, pero si me prometes ir a llevarle un mensaje a mi nieta Eneris, dejaré que te lo lleves... Seguro lo iban a convertir en esclavo... por ser un hechicero. Según los jinetes, su nombre es Vlad, ellos están ahora descansando en sus habitaciones, mejor no molestarles. Debes decirle a Eneris que los sellos han sido todos destruidos y la puerta ha sido abierta-

Vlad, el pequeño hechicero:

Cuando el hombre bestia se acercara al bulto, vería un niño profundamente dormido. Estaba en sus manos adoptarlo, o llevarlo a la ciudad de Lunargenta a un hogar.
La anciana que había visto antes de emprender el viaje a las montañas, ya no estaría en la casa, y no volvería a saber mas nada de ella, pero ningún vecino ni nadie quería a ese niño. ¿Por qué? Era un misterio.

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Misión cumplida, puedes dejar una última respuesta si decides adoptarlo o dejarlo en un hogar, aunque preferiría que lo adoptaras si vas a estar activo en el foro.

Rajkar, a tu regreso despiertas encerrado en una celda de las catacumbas. Debes enviarme un mp y tu proximo rol debe ser iniciado en ese lugar. Tienes la penalización de no poder ingresar por dos meses a una quest por abandono.

Grothnack:
+Recibes 20 puntos de experiencia
+Brazalete élfico que te transmite tranquilidad y en situaciones críticas, te será útil para no perder el control de las emociones.

Finalmente, parecia que había acertado ya en la dichosa raza, quitándose el turbante que tenía aquel hombre, viendo una cabellera blanca y su barba del mismo color, junto con unas orejas puntiagudas que le delataban como un elfo. Se acercó a mi, y tomó de mi brazo herido, para después recitar una especie de plegaria élfica, que provocó una sensación de calidez y cerrase la herida que tenía en mi brazo, siendo ya eso algo fuera de peligro, y ni se notaba dicha herida. Una vez hecho, el anciano cogió una linterna de aceite y la encendió, pasando a entrar en lo que parecía ser un pasadizo secreto, lo cual me indicaba que si hubiese entrado en la cueva a lo loco, posiblemente hubiese acabado muerto o sin entrar en el sitio correcto al menos. Sin embargo, al entrar resultó que había llegado tarde, habiendo varias vasijas llenas de sangre, y una daga élfica en medio, junto con lo que parecía ser un bulto. El anciano me dijo que me podría llevar ese bulto, que resultó que era un bebe recién nacido, al cual por ser hechicero le trataban de esclavizar, y me lo podría llevar para darle una vida mejor al bebe; que se llamaba Vlad, si llevaba ese mensaje a la nieta del anciano, diciendo que los sellos habían sido destruidos, y que la puerta había sido abierta. Asentí y lo cogí en mis brazos con cuidado, para evitar que se despertase.

- De acuerdo, llevaré el mensaje. Ahora, cuidese. - Dije, encaminándome hacia fuera de la cueva, con cuidado de no llamar la atención, y cuando salí, la lluvia había parado, por lo que no habría peligro de que el bebe fuese a coger alguna enfermedad por la lluvia. Tardé unas horas en bajar de la montaña, pero pude llegar a coger el caballo que amarré al arbol, y seguir hacia la aldea que había recibido el ataque, pero cuando llegué, resultó que nadie quería adoptar al bebé. No sabía que hacer, y no quería dejar el niño en el orfanato de Lunargenta, ya que no tenía la seguridad de que le volviese a pasar lo mismo que antes. Entonces, miré al niño y después a las montañas. - Parece que te vas a quedar conmigo una temporada, Vlad. - Dije, tratando de sonreir ante mi perspectiva de ser el futuro padre de un niño que encima era un hechicero. A saber lo que tendría que hacer, pero lo primero sería tratar de encontrar los alimentos al niño, junto a una madre para él y consejos de como cuidarle, apartando de una posible casa, ya que dudaba que el niño pudiese aguantar en entornos abiertos mucho tiempo.

OFF: Me quedo a Vlad, pero si veo que no estaré activo en el foro, haré que otro usuario lo adopte.