Al aldea enferma-Misión- [Quest]

Las niñas iban mirando a la mujer y a Rengar. La conclusión era simple. El hombre aquel debía saber algo, por lo que había que ir a su casa y registrarla. Ithil apenas tardó unos segundos en ello, fue a la casa más cercana del lugar donde habían encontrado al hombre bestia antes.

Le dio varios empujones a la puerta pero no consiguió nada, entonces busco una ventana. Cuando dio con ella Elen ya estaba a su lado suspirando al ver como su hermana intentaba entrar de una forma tan bruta para una señorita. Aún así no hizo ningún comentario sobre ello y espero a que hermana rompiera la ventana. De vez en cuando miraban a ver si Rengar y Saintus las seguían.

Ithil consiguió entrar y empezó a mirar por todas partes. Polvo, estantes y muchas cosas que no consideró importante. Pero vio dos pergaminos escritos que los sacó por la ventana, quizás había algo importante escrito pero a ella no se le daba bien leer.

-Vaya... eso de Namarie.. es una planta, y no creo que este muy lejos de aquí.

Elen sabía bastantes cosas, con los pergaminos no le fue difícil saber dónde podía ir.

-Corre a avisar a los demás. Hay que ir al árbol madre de Sandorai, creo que estaba al principio de la ciudad.

Ithil hizo caso sin mediar palabra. Salió de la casa para informar a Rengar, no vio a Saintus así que grito.

-¡¡EHHH VAMOS A LA ENTRADA DE LA CIUDAD!!

Confiaba en que el hombre pudiera escucharla, y luego corrió hacia la zona indicada sin mirar si Rengar la seguía. Confiaban encontrar a ese hombre ahí aunque no iban a reconocerlo, así que esperaban que estuviera solo.

Off: segun yo deberiamos postear en el arbol madre no?

Las niñas volvieron a separarse de mi, intentando indagar por si mismas en la casa que habia intentado inspeccionar antes. De no ser por el pobre estado de Meidelia las hubiese seguido. Me acerque a la puerta para intentar que la joven se apoyase en mi brazo u algo para evitar que cayese. La muchedumbre humana no me incitaba a entrar adentro de la casa para cuidarla sin mas, esperando que ellos decidiesen irse. Habia que hacer algo, pero no queria distanciarme mas. Simplemente quise esperar para ver que hacian esas dos traviesas en una casa ajena.

Ahora que pregunto... que demonios pintaban ellas dos aqui? Es decir, donde estan los padres de estas niñas? Son huerfanas acaso? O solo se han fugado de su hogar para ir a la suya completamente?

Las palabras de Meidelia acerca del mercader volvieron a hacerse presentes en mi mente, nada mas oir lo que dijeron las dos niñas. A la entrada de la ciudad... que habrian encontrado?

El individuo que nos acompañaba se habia cruzado en el camino de aquellas dos pequeñas. Intente hacer que Meidelia me siguiera, que se apoyara en mis hombros o brazos para acompañarla de camino adonde estaban ellos dos. Al parecer el hombre se haria cargo de la dama que cargaba conmigo, no quise discutirlo, a fin de cuentas me parecia bien y era entendible que quisiera ayudar. Mientras tanto, la mas traviesa de las hermanas se disponia a informarme de lo sucedido adentro de la casa.

Estais seguras de que es en el arbol madre? - no habia oido hablar de ese arbol, confiaba en que ellas o el individuo lo supieran

Meidelia dejó que el elfo la llevara hasta una silla, pero ésta levantó su cabeza y respondió.
-Debiste ir con tus amigos, serás afortunado si no te has contagiado de la peste. ¿Qué mas podría decirte? Esta aldea está muriendo y nadie sabe la causa-contestó la elfa histérica y golpeó con su puño en el apoyabrazos-Sólo necesito beber más agua de ese río. Los humanos están por llegar, si no te vas, te matarán también. El mercader podría habernos dejado algunas de sus hierbas porque toda medicina acá se marchitó, todo verde y toda vida y ya no puedo ir en busca de él- termino de responder.

Un hombre con el rostro totalmente tapado, apareció con un hacha en la mano. Era corpulento, y sonreía mostrando unos dientes amarillentos. Su actitud era amenazadora.
-¡Acá hay elfos más vivos! Podríamos llevárnoslo para que los investiguen, y quemar la aldea. Se rumorea que la sangre élfica cura-dijo el humano con voz gruesa, denotando que no sabía mucho de elfos, solo que tenían arte en la medicina.

Meidelia no se molestó en defenderse ni oponer resistencia. Poco le importaba todo ahora que su aldea y su vida parecían que acabaría pronto. El hombre levantó el hacha, dispuesto a partir a ambos elfos por la mitad.

Ithil llegó corriendo a casa de Meidela pero las cosas no parecían estar muy bien. Había un hombre que los estaba amenazando. Eso a Ithil no le hacia gracia, por lo que corrio hacia el hombre y se engancho a su pierna intentando morderle varias veces para que se alejara de Meidelia y Saintus. Morder el pantalón no era agradable, pero si ayudaba ya era algo. Cuando no mordía les gritaba a Saintus y a la mujer.

-¡Necesitamos agua del rio! Hay que llevarla con el viejo, el comerciante.

Confiaba que ambos entendieran claramente lo que quería decir mientras seguía intentando distraer al hombre. Tras intentar morderle varias veces se retiraria de la pierna para correr alrededor y mientras seguir explicandose a gritos.

-Si queda agua... en la cantimplora.... llevalá, o damela y voy corriendooo

Iba alargando las vocales y miraba de coger aliento para no cansarse mucho. Suerte que se había pasado mucho tiempo corriendo y tenía una resistencia decente para ello, pero sabía que si un adulto quería no tendría problemas para cogerla. Al menos le consolaba tener en cuenta que para ellos, ella tan solo era una niña humana, pues no había mostrado su poder y tampoco tenía intención de hacerlo.

-¡Rapidooo, que así se curará la aldea!

Realmente no estaba segura de que el remedio del comerciante seriviera, tampoco podía asegurar la ayuda por parte de este, pero pensó que mejor ir a lo positivo.


Off: posteo con consentimiento del Master.

*Master2 me ha dicho que puedo volver a postear aunque él no haya puesto nada aqui*

Ithil cogió la cantimplora al vuelo, y al momento fue corriendo al rio, ni siquiera les dijo nada a los elfos pues ya estaba todo dicho. No se fijó en si había más gente que les deseaba mal, evitaba todo lo que se encontraba por en medio del camino pues sabía que debía darse prisa si quería ayudar. Al llegar al rio se detuvo y se agacho con cuidado en la orilla.

-Venga... llenate.. rapido, rapido.

Ella ya se había imaginado con anterioridad que todo tenía que ver con el lago, cuando la elfa moribunda pedía agua ya significaba algo extraño, también por el hecho de que el rio fuera lo unico que estaba en buen estado. Era demasiado extraño que si unas tierras tenían agua estuvieran marchitas. Aquello solo podía significar que el agua estaba mal de algun modo.

Cuando vio que la cantimplora ya estaba llena la cerro y volvio a correr, esta vez en dirección al arbol madre, confiaba en que hubieran convencido al comerciante para que les ayudara. Aunque había algo que no habían tenido en cuenta. Si era el agua que estaba mal y Saintus había bebido, ¿eso significaba que él estaría enfermo pronto? Meidelia no parecía haber empeorado tras beber el agua, pero era dificil saberlo con el poco tiempo que había pasado. Negó con la cabeza para dejar de pensar aquellas cosas. En realidad no le importaban mucho, pero quería demostrar que ella y su hermana valian para hacer cosas como aquella.

Cuando ya estaba cerca del arbol levanto la cantimplora con una mano para que la vieran.

El hombre del hacha intentó golpear a la niña que le agarró sin previo aviso del pantalón y le dio unos cuantos mordiscones, pero perdió el equilibrio y todo le fue demasiado rápido para él. Pero cuando se levantó, la chica ya se había ido, y recibió unas dagas de lleno al pecho que le lanzó Saintus, cayendo al suelo, brotándole sangre de su boca. Pero no era el único caído, Meidelia había perdido la conciencia también y se hallaba tendida de costado en el suelo.

Los humanos salieron de todos lados hacia las calles de ese pueblo, sin embargo, un chillido fuerte y ruidos de jinetes les hizo detenerse en seco por momentos. Un frio helado recorrió en la sangre de TODOS los que estuviesen en esa aldea o en su cercanía.

Una niebla oscura se extendió repentinamente en todo el bosque, como si la noche hubiera caido de pronto.

Jinete sombrío:

Un jinete saltó desde el otro lado del río, pero no parecía normal, ni su caballo negro tampoco. Una capucha negra cubría al jinete, y el caballo llevaba una armadura negra, y ambos tenían una especie de aura negra. Además de sus riendas, llevaba en sus manos cubiertas de metal oscuro, llevaba un arma pesada y varias cuerdas que sostenían varios cuerpos agarrados desde el cuello, arrastrándolos consigo. Éstos tenían los brazos y piernas deshechos, con los huesos quebrados en miles, y la carne en su totalidad desprendida por la fiereza con que eran arrastrados. Sobre sus cabezas, tenían decenas de estacas, tantas que no se les reconocía ni una facción del rostro. Pero era claro que sus muertes habían sido brutales.

Cruzó la aldea, y el sujeto espectral enarboló su arma y la azotó contra todos los que obstaculizaban su camino, haciendo volar con una fuerza extraordinaria a quienes golpeó.

Se oyeron fuertes gritos de dolor, desgarradores, y un chillido que obligaría a todos a cubrirse las orejas, y sentir cómo casi les estallaban los tímpanos.

Cuando todo termino, y la niebla se disipó, los humanos salieron casi a rastras por donde habían venido, aterrados, heridos, y casi agonizando los que estuvieron al alcance del arma de ese jinete. Solo quedaban en el suelo los rastros de sangre de los cuerpos.

La aldea ya estaba a salvo gracias a ese jinete… ¿A salvo con un asesino salvaje? Solo restaba la cura e ir a casa por casa a dar de beber a los moribundos.

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Off rol: desarrollo libre de 20 personas de la aldea para que les den de beber el agua del río con el antídoto. Distribuyanselas entre ustedes

Orden de posteo:
Zarknoss
Saintus
Ithil-Elen

Hay mil formas de conseguir alimento, ya sea por las buenas o por las malas, pero el amor verdadero solo se encuentra una vez... - le respondi al mercader justo antes de marchar con la recompensa en nuestras manos, aunque se podia decir que habia sido mas una reflexion sobre mi mismo, puesto que el humano holgazan habia vuelto a dormirse a los pies del arbol.

"Que un humano tan inutil como ese me de consejos en un insulto para un hombre bestia" - cavile, no serviria de mucho reprocharle, menos aun con el tiempo en nuestra contra.
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De vuelta a la aldea, un extraño y terrible grito habia invadido el ambiente. Se escuchaba alto, muy alto, parecia que en cualquier momento mis timpanos reventarian. Tuve que taparme las orejas casi en el acto por inercia, alzando la voz para contrarrestar lo que pude de ese infernal grito proveniente de las entrañas del averno. Instantes despues me habria dado cuenta de que no fui el unico que pudo oir ese grito, mas que nada por la reaccion del resto de personas, en concreto la reaccion de Ithil y Elen, ellas dos eran las personas mas cercanas que tenia.

Ademas del grito, antes de que este tuviese lugar, una neblina oscurecio todo el lugar. Por unos momentos pense incluso que habia anochecido, lo cual descarte cuando el grito termino. Mas magia negra, lo que me faltaba...

A juzgar por la explicacion que Ithil respondio a su hermana cuando volvio con nosotros, la aldea cada vez estaba mas sumida en el caos, habria que arreglar esto rapido, y con el antidoto podremos conseguirlo. El problema seria echar a esos problematicos humanos del pueblo, si se resisten habra que recurrir a las armas.

Saintus se encontraba en la aldea, retirando una daga de un cuerpo inerte en el suelo. Al parecer ese era uno de los humanos que habia atacado a Ithil, le habian dado una rapida muerte a cambio - Tenemos el antidoto, echarlo al rio bastara para resolver este entuerto. Que ha pasado aqui antes? Que fue ese grito? - pregunte mientras me dirigia al rio para arrojar el antidoto al agua, siempre y cuando nadie me impidiese hacerlo

Elen estaba contenta, su historia había gustado y era lo único que tenía en mente mientras volvían hacia el pueblo, aunque se pudo oír un grito. Era horrible. paralizo a ambas niñas que se miraron como si hubieran oído un fantasma. Elen incluso temblaba un poco. Ithil al darse cuenta intentó reacción rápido para calmarla, ella siempre protegía a su hermana.

-Se..guro que no es nada, no tenemos que preocuparnos.. hay que seguir con la misión..., ¿verdad? - miro a Rengar al final de la frase

Como había dicho volvieron a lo suyo y corriendo hacia el río. Rengar fue a avisar a Saintus que debían hacer. Era extraño no ver a los humanos, y luego estaba ese otro. Había un jinete de aspecto tenebroso. Las niñas al verlo desconfiaron de aquella figura pero no se preocuparían por él hasta tener la misión completada, luego ya verían que podían hacer.

-Debemos darles de beber el antídoto a los que no pueden moverse. Hay que ir rápido.

-Aprovechemos con la cantimplora.

Las niñas miraron a ambos adultos para ver si les parecía bien y luego empezaron con ello. Llevaron agua primero a Meidelia, pero esta parecía haber perdido la conciencia por lo que le mojaron los labios con el agua e intentaron que pudiera beber aunque fuera unas gotas.

Luego fueron buscando por las casas más elfos vivos para darles el antídoto, aunque también buscaban cuencos y otros utensilios que podían usar para cargas más agua y dar de beber a todos los que encontraban en condiciones para ellos. Ithil recordó que Saintus había bebido cuando el agua no llevaba el antídoto así que se presento ante él con un poco de agua.

-Bebe, tu bebiste cuando estaba mala, quizás te pase algo si no bebes esta.

Meidelia despertó cuando las chicas comenzaron a alejarse después de darle el antídoto. Había recuperado sus fuerzas. Se levantó del lugar donde la habían dejado y se acercó al umbral de la puerta, observando confusa todo lo que ocurría. Notó que algo había cambiado y su sentido elfico le indicaba que estaban a salvo y la peste terminaba. La aldea pronto volvería a la vida de nuevo. Los humanos ya no estaban.

El agua del río fue contaminada, pero el efecto en destruir tardaba semanas, por lo que Saintus no lo podría haber notado. Esperó a que regresaran de nuevo a ella una vez que dieran el antídoto a todos. Y mientras esperaba, fue a rebuscar unas cosas a un armario que tenía dentro de su habitación.

El verde del bosque no volvería hasta dentro de un tiempo, pero ya estaba a salvo y curándose. El daño había matado y envenado a más de la mitad de la aldea. Las pérdidas eran demasiadas, pero ya no era problema de los viajeros. Comenzarían de nuevo, y se prepararían para luchar contra sus enemigos si regresaban a atacarlos.

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Off rol: un post más cada uno para dar por finalizada la misión.
Cuando se deja pasar demasiado tiempo y las cosas no se hablan, esa magia que estuvo en el principio desasparece. Lamento si no han disfrutado la misión y he tratado de hacer lo mejor posible para que os gustara. Un post más cada uno y cerramos. La misión ha sido superada y han sido buenos los desarrollos

Cuando las niñas terminaron de dar agua a todos los que pudieron volvieron al hogar de Meidelia, al ver que esta se encontraba bien se alegraron pues era la prueba de que el antidoto realmente servia.

-Y así se hace un buen trabajo, muchos adultos habrían sido más lentos, estoy segura.

-Bueno Ithil, pero fácil del todo tampoco ha sido, ese comerciante no quería ayudar mucho - miró a la elfa - deberías tener otros amigos.

Saintus fue rapido en pedir la recompensa, las niñas al oirlo se acordaron de que en aquella misión iban a recibir algo, por lo que ambas se pusieron a saltar contentas repitiendo lo mismo : "Yo también la quiero" solo que no lo hacían al unisono, así que poco se entendía realmente de lo que las niñas dijeron.

El hombre luego se fue como si nada, algo que sorprendió a las niñas, ni una buena despedida.

-Bueno, tendremos que volver a la granja, seguro que Alyssa nos esta esperando.

-¿Crees que habrá hecho galletas, seria bueno porque tengo hambre..

Una vez arrojado el antidoto en el rio, el paisaje a mi alrededor no parecia haber cambiado en absoluto. El problema de esta aldea todavia no habia sido resuelto del todo, el tiempo se encargaria de arreglarlo a medida que pasaran los dias. Ahora nuestro objetivo era sanar a la gente de la aldea con esta agua, mis 3 compañeros ya habian marchado para cumplir con su parte.

"Necesito algo para transportar el agua..." - las hojas no me servirian del todo para esta labor. Fue entonces cuando vi a aquellas crias corretear de una casa a otra con varios cuencos, algunos vacios, otros cargados de agua.

Me acerque a ellas para pedirle uno de los cuencos, volvi al rio para llenarlo de agua. Toque de puerta en puerta por las casas mas cercanas al rio, cediendoles el agua a los elfos de su interior. La ultima casa en revisar fue la que en su momento quiso revisar Saintus, una de las mas grandes del poblado.

Una vez completada la tarea, volvi con Meidelia para obtener la recompensa por tal... extraña mision. Que fue aquel chillido de antes? Y aquel oscurecer repentino? Me habia parecido ver antes manchas de sangre en el puente, alguien se habia deshecho de los humanos, pero porque?

Saintus y las crias se habian largado nada mas obtener su parte. Mire a Meidelia - ...Creo que no hace falta decir mucho mas. Solo deme la recompensa y me ire por donde vine - y una vez conseguida mi parte, regrese sobre mis pasos para volver a mi hogar en Lunargenta, a la espera de poder volver a ver un dia mas a mi bella esposa y a mi hija.

Meidelia les entregó una caja a los cuatro, observando con cierto recelo al elfo cuando extendió sus manos y se largó. Sin embargo sonrió a las niñas, y a Rengar.
-Gracias. Las fuerzas escaseaban. La oscuridad está llegando... Esten preparados y espero que esta humilde recompensa les sea de utilidad- sonrió con amabilidad y se inclinó para besar la frente de las niñas y la mejila del hombre felino. Al elfo no, pues se había marchado...

cofre:

Misión cumplida

*20 puntos de Experiencia para los tres.
*350 aeros
*Un colgante con un reloj de arena, que es capaz de de traer recuerdos a la memoria cuando está en contacto con alguien. Se lo puede usar para que otro diga la verdad o alguien que ha perdido la memoria.

Reloj de la verdad:

Castigo para Zarknoss por las frecuentes ausencias: 1 mes sin poder entrar a misiones.