A traves de las minas [Privado - Woodpecker - Kaymi - Johannes]

Al parecer, la inquietud de Wood quedaba atrás a cada paso que dábamos por el bosque, cuando por fin llegamos a la entrada de las misteriosas minas. Me preguntaba si realmente debiéramos atravesarlas para llegar hacia nuestro destino, pero quizás esa pregunta debió haber sido formulada muchas horas atrás, ya que habíamos llegado por fin a la entrada, ya no era el momento para seleccionar otra ruta.

Me detuve frente al oscuro umbral el cual emanaba un extraño aire viciado y un disimulado aroma a minerales y tierra en su interior, la maleza que crecía ahí descontroladamente, cubría un poco la entrada al igual que un pequeño grupo de telarañas apostadas a los lados. mire sobre mi hombro a mi par de compañeros y surgieron en mi mente algunas preguntas al respecto. - Kaymi, has ingresado antes a este lugar? Luego preste atención a Wood y a su pequeño amigo volador. y Wood, crees que tu amigo estará bien aquí adentro? Tratándose de un ser volador, dude de su capacidad de permanecer por un tiempo prolongado entre los muros claustrofóbicos y oscuros de las minas.

Si todo esta bien, entremos al lugar e intentemos avanzar con cuidado. En el suelo había una vieja antorcha que alguien había abandonado en la salida. Me acerque para recogerla e intentar prenderla con el par de pedernales.

Oh, viajar con esos hombres era tan sencillo como respirar. No les importunaba nada, no acosaban a preguntas y eran educados ¿qué más podría pedir? Cada paso que daba fuera de ese bosque era como un bálsamo para mi alma. Viajar en grupo así no parecía hacer daño y por algunos momentos pensé que estar en una manada podría ser no tan malo…

Chy parecía estar compaginado con mi humor y volaba por sobre mi cabeza, haciendo vuelos rasantes de vez en cuando. Vaya que me divertía. Por cierto, la mayoría del viaje la hice en mi forma lobuna. Aunque en un momento que paramos para descansar antes de llegar a nuestro destino lo aproveché para volver a mi forma humana, momento claro, que el ave aprovechó para posarse en mi hombro. Claro que él se acercaba a mí cuando estaba en mi otra piel, pero parecía verse más confortable así.

Lo bueno de tener una piel rasposa y frágil era que podías sonreír; últimamente había aprendido que eso era posible y te hacía sentir mejor. Era como si el ambiente subiera un par de grados cuando veía los dientes de alguien. ¿Cosa curiosa, no es verdad? Si le mostrara mis dientes a alguien en mi otra forma, probablemente trataran de alejarse de mí o golpearme, pero era todo lo contrario cuando estaba en dos patas.

La proximidad a la mina era muy obvia no sólo por el cambio en el ambiente y el silencio circundante, sino también por la actitud de Kaymi. Se sentía un aura casi oscura saliendo de la boca del lugar cuando nos acercamos y casi me arrepentí de haber llegado hasta ahí, sin embargo era también la única forma de salir del territorio vampírico. La humedad emanaba de las mismas paredes de quién sabe qué cosas compuesto. Mi olfato comenzó a nublarse por la esencia desconocida que lo tapaba todo y la garganta comenzó a arder por el agua en el ambiente.

El humano se detuvo antes de ingresar, esperándonos con preguntas en sus labios. Chy estará bien mientras esté conmigo. Temo más por nosotros que por él le dije sin pestañear ni pensarlo dos veces. No es que lo supiera a la perfección, pero yo era como la madre de ese polluelo y no había otra opción. En realidad tenía miedo por mí misma ya que no me agradaba sentirme atrapada ni la oscuridad encerrada. Me recordaba a los castigos de mi tío cuando aún era una humana.

Varias veces estuve tentada a volver a cambiar a mi forma lobuna, pero eso no era bueno en las circunstancias en la que nos encontrábamos. Ser una mujer lobo tenía sus pro, por ejemplo, mayor fuerza y resistencia, mejor ataque y reflejos… pero no me permitía comunicarme con el resto además de que me costaba más controlarme y detener mis instintos asesinos; sin contar con que mi pequeño y querido halcón se sentía mas confortable de esta forma.

Respiré profundo y rápido un par de veces y entré a la cueva con el ave entre mi pelo. Cuando Joh se detuvo para recoger algo del suelo me detuve también. No quería avanzar y era más difícil para mi de lo que había esperado. Un torrente de recuerdos de mi pasado comenzaba a desbordarse frente a mis ojos. Intenté desesperadamente aferrarme a la cordura y no “explotar” pero fue demasiado para mí. Busqué la salida en la penumbra, pero me topé con un cuerpo tibio. ¿Kaymi? dije mientras miraba hacia arriba buscando su rostro en vano.

Aún me encontraba nerviosa, pero no tenía la confianza suficiente como para sujetarme a él. Volví a cambiar de dirección retomando un poco la confianza en mi misma y me abracé del brazo libre de Joh mirándolo con ojos grandes y suplicantes. Sabía que era una acción cobarde y podría ser repelida, pero necesitaba sentir que esta vez no estaría sola en la oscuridad de mi vida. Que no habrían monstruos entre las grietas y sobre todo que mi viejo tío no saldría de detrás para hacerme cosas malas.

Sin darme cuenta comencé a entonar aquella vieja canción:

"

Touch your friends, and they all will die falling at your feet
Oh, sad little woodpecker
Poisonous tears, shining brightly, as they stream down your cheeks

"

Tras cruzar el umbral oscuro, precedido por rocas, polvo y madera podrida, todo envuelto por una extraña y casi imperceptible brisa, La oscuridad envolvió de a poco mi cuerpo mientras mis ojos trataban de acostumbrarse a la baja visión y pequeños puntos de luz desaparecían de mi vista para adaptarse a la escasa iluminación que nos otorgaba el fuego. Realmente aun no sabia que hacíamos en ese lugar, ya antes había escuchado sobre la oscuridad que emanaban las minas y como al parecer un nuevo mal emergía de su interior. Al igual que Wood me encontraba un poco nervioso, pero aun mas un tanto ansioso, algo en mi interior quería explorar sus recovecos oscuros y descubrir algo que nadie mas hubiera presenciado, mi espíritu de aventura impulso mis pies uno delante del otro, para avanzar por esos espacios claustrofóbicos, acompañado por el singular grupo al que por ahora pertenecía.

Cada uno de nuestros pasos resonaban entre los cerrados muros que nos rodeaban, rebotando nuevamente hacia nuestros oídos, esto y el crujir de la madera de las antorchas era el único sonido que imperaba en el lugar. Casi podía pensar que estos eran los únicos sonidos que me atrevería a reproducir ante el lugar, hasta que Wood, invadida por algún tipo de ansiedad, comenzó a cantar una peculiar canción, la cual yo no conocía. Mire sobre mi hombro a la chica y escuche con una tenue sonrisa su canto.

Continué mi caminata delante de mis compañeros, intentando alumbrar claramente el camino e intentaba tocar cada una de las vigas que apoyaban el techo. Antes había escuchado en alguna conversación ajena sobre el crujir de la madera en las minas tratándose de una clara señal del posible colapso provocado por ruidos o el deteriorado estado de las vigas, si esto seria cierto, entonces intentaría verificar cada tablón para prevenir el peligro.

Off- Rol:

Off: xD al final quien va adelante?
Con respecto a la trama, por mi está bien ^^
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La oscuridad de la mina se vio paleada cuando ambos hombres encendieron antorchas. Chy y yo nos renegamos un poco, apreciando las paredes llenas de hongos y humedad a nuestros costados. En el fondo de la mugre y la oscuridad parecían salir rostros en pena de las piedras y las sombras dinámicas les daban un efecto aterrador. Estaba cogiendo un poco de confianza al lugar, aunque había algo en mi pecho que no estaba tranquilo.

Mientras avanzábamos, parecía que las vías nos llevaban a la profundidad de las minas. Marchábamos en silencio y nuestros pasos se perdían en la distancia volviendo a nosotros distorsionados. Las rocas del suelo poco a poco comenzaban a ponerse más filosas, como queriendo traspasarnos si no íbamos con cuidado.

Vaya chicos, este lugar da más miedo que yo cuando estoy de mal humor les dije mientras me acercaba un poco más a ellos con Chy entre mi ropaje. No parecía estar nada a gusto allí, pero ambos nos consolábamos mutuamente como sólo nosotros sabíamos hacerlo.

Una suave brisa comenzó a acariciar mi rostro e hizo parpadear las calurosas llamas que por momentos destilaron su calor hacia nosotros. Miré a los presentes con la expresión en blanco esperando algún tipo de respuesta. A mi juicio no debería de haber viento a esas alturas…

El extraño viento que recorría las minas, solo se trataba la pequeña ráfaga que recorre las de un lado a otro, si lo seguíamos deberíamos salir pronto por el camino correcto. Mientras caminaba, intentaba no tropezar con las rocas y la madera en el suelo, cada paso debía ser dado con cautela y el cuidado necesario para no alterar de algún modo el entorno ya que esto podría ser peligroso e incluso podría llevar a la muerte.

Me distraje por un momento, intentando ver un poco mas profundo en la oscuridad y por error pise uno de los rieles oxidados y viejo en el suelo, al hacerlo, este emitió un fuerte rechinido que causo un misterioso eco en lugar. Me detuve de golpe y aparte rápidamente mi pie del riel, quede quieto por unos instantes mientras una pequeña gota de sudor recorría mi frente, en realidad no sabia si era una mala señal pero en este lugar me daba la impresión de que debía ser realmente precavido a cada suceso.

Al notar que no se presento ninguna consecuencia aparente, continué con la marcha esquivando los rieles y poniendo mas atención en mis pasos orillándome hacia los muros para no volver a cometer este posible error. Mire hacia atrás para observar a mis compañeros y dirigir una mirada pacifica hacia ellos mientras hablaban, no tuve nada que añadir a sus comentarios y comencé avanzando en silencio. Apenas si había dado una decena de pasos cuando algo extraño comenzó a suceder. Apoye la mano sobre uno de los tablones que apoyaban el techo y el muro y este temblaba de una extraña forma, según mis conocimientos, esto era una mala señal. Mire hacia arriba intentando alumbrar con la antorcha, intentando percibir alguna señal de que el tejado se viniera abajo, si esto fuera cierto, deberíamos actuar de inmediato e intentar ponernos a salvo.

Continuaba mirando hacia el techo con una mirada nerviosa, cuando el piso donde estaba apoyado, se abrió de repente tragándome rápidamente. - Pero que!? Intente sujetarme del muro, pero no había un buen punto para sujetarme así que caí sin remedio. Para mi fortuna o infortunio, la caída se desarrollaba de forma inclinada aproximadamente a 45 grados, intentaba detener mi descenso pero había muchas rocas pequeñas y redondeadas que me hacia descender sin control ni la oportunidad de aferrarme a alguna superficie firme. En algunos segundo había terminado de caer finalmente y caí rodando hacia el suelo, Un molesto dolor recorría mi espalda y mis extremidades, mi antorcha se había apagado debido a las piedras y el movimiento, no estaba seguro de cuanto había caído y donde me encontraba, también desconocía si mis compañeros habían caído de la misma manera que yo.

Intente recuperar la razón y la noción de mi estado, moví mis extremidades y lleve mi mano hasta mi cabeza y mi pecho, intentando encontrar algún daño. Una ves que estuve seguro de que estaba bien, intente sentarme y comunicarme con mis compañeros. - Wood?! Kaymi?! Están bien?

Off- Ustedes deciden si caen o no, aunque finalmente debelan bajar xD. Pueden añadir cualquier cosa a la trama para hacerla mas interesante.

Miré con cara de pocos amigos al joven que me había respondido y le di un leve empujoncito con mi codo y luego le dirigí una sonrisa torcida y ligeramente siniestra. Parecía que me estaba leyendo la mente. Me rasqué la cabeza cuando nadie dijo nada acerca de la brisa y continué entre ellos sin emitir muchos más sonidos desde entonces.

De pronto Johannes tropezó provocando un fuerte ruido que azotó mis oídos repetidas veces por culpa del amplificador en el que nos habíamos metido. Un sudor frío recorrió mi cuerpo de punta a punta y me temblaron cada uno de los huesos. Cuando me di cuenta que no había pasado a mayores, sentí como la adrenalina bajaba y mis articulaciones parecían hechas de goma. “Humanos” pensé intentando calmarme y retomando mis pasos con sigilo mientras liberaba a Chy de mi abrazo.

Al cabo de un tiempo más, sentí como el suelo temblaba con unas vibraciones extrañas. Me giré hacia atrás para ver a Kaymi, él parecía estar tan confuso como yo. Cuando volví mi mirada al humano éste estaba desapareciendo entre la tierra y sólo alcancé a ver su peluda cabeza blanca perderse entre una oscuridad creciente que quería tragarnos. Liberé a Chy y sin pensarlo, me lancé tras él desgarrando mis ropas en el proceso de la transformación.

La caída había sido en cámara lenta, con algunos golpes y rasguños debido a la dureza y filo de algunas de las rocas, pero fuera de eso estuvo bastante bien controlada por mis instintos. Me quité algunas rocas pequeñas que tenía sobre el vientre y el pecho, olfatee el ambiente poniéndome en cuclillas y alzando el hocico al aire, momentáneamente parecía limpio de… cosas extrañas y desconocidas.

Algunos metros al costado, escuché el deslizamiento de más piedras y me dirigí hacia allí agachándome de vez en cuando para sortear los obstáculos que nos separaban. Me acerqué a Joh sin producir sonido alguno hasta que estuve tras él, encontrándole entado y gritánonos. Di un gruñido por lo bajo para avisarle de mi presencia y le aullé al dragón y al ave, esta vez sin reprimirme.

Escuché unos aletazos en el aire pesado y momentos más adelante, apareció mi amigo volando de la nada. Aunque no podía ver bien a Johannes percibí un ligerísimo olor a sangre proveniente de él. Probablemente se habría hecho algunos raspones en medio de la caída. Mientras esperaba la respuesta del integrante faltante del grupo, me arrodillé al costado de Joh tratando de verificar si él mismo estaba sano, preguntándome si nuestro amigo tadaría mucho en hacerse ver. Me ponía nerviosa el hecho de habernos separado, aunque sea por unos momentos.

Sentí una pequeña gota de liquido tibio recorriendo el costado de mi frente, algo me decía que se trataba de una pequeña gota de sangre que recorría la piel de mi frente, seguramente había golpeado mi cabeza en alguna roca mientras caía o me había golpeado en la superficie antes de caer rodando por aquella ladera llena de rocas por la cual me había deslizado hasta terminar varios metro abajo del camino original.

Escuche el gruñido que emitió Wood en su forma lupina para avisarme sobre su presencia, algo que me tranquilizo después de haber caído en la oscuridad sin saber donde me encontraba y desconocer lo que podría encontrar abajo. Emití algunos quejidos mientras mis huesos se acomodaban nuevamente y reincorporaba mis movimientos. - Wood... Por favor, permíteme apoyarme en tu lomo. Me levante lentamente mientras sentía el ardor de algunos golpes y raspones que había sufrido en la caída. Una ves que estaba de pie nuevamente, intente buscar con las manos la antorcha con la que hace algunos momentos alumbraba mi camino, la cual era indispensable para poder continuar de algún modo por el nuevo camino al que habíamos llegado.

Después de unos momentos palpando el suelo sin suerte, finalmente encontré lo que buscaba y busque en mi bolsillo el par de pedernales que cargaba en mi persona, los chasquee con fuerza sobre el pequeño trapo que contenía la antorcha en su punta y sople un poco las brasas que reavivaban con las chispas del pedernal. Finalmente el fuego volvió a arder y a iluminar el lugar donde nos encontrábamos. Lo primero que vi fueron un montón de rocas pequeñas, producidas por el deslizamiento del piso por donde habíamos caído para luego alzar mas mi vista y ver a Wood y a su pequeño amigo frente a mi. - Me alegra saber que estén bien... Lleve mi mano de nuevo a mi cabeza para averiguar la sensación de hace un momento para confirmar la presencia de mi sangre que brotaba del costado de mi frente en sentido intermitente y bajo. - No es nada grave... Me dije a mi mismo en voz baja cuando vino a mi mente la pregunta sobre donde estaba el chico dragón.

Levante la antorcha en mi mano e intente alumbrar el agujero por el cual habíamos descendido para tratar de buscar la presencia de Kaymi. - Kaymi! Mi esfuerzo por comunicarme con el dragón fue en vano ya que no recibí ninguna respuesta de su parte. Esto despertó una peculiar preocupación en mi por el sujeto que nos acompañaba y la incógnita por su paradero. Después de un rato de continuar gritando su nombre y no recibir respuesta alguna, mire hacia el suelo y quede callado por algunos instantes. Gire mi dirección hacia Wood y Chi y los mire por un momento en silencio para después volver a hablar. - Me temo que no podemos esperar por siempre, intentemos salir de este agujero rápidamente... Cerré mis ojos e intente agudizar mis sentidos en busca de alguna pequeña brisa que nos indicara el transito de aire. Finalmente pude sentir una pequeña brisa y Bari los ojos para observar las llamas de mi antorcha, efectivamente el fuego se movía en momentos intermitentes justo hacia el delante de donde nos encontrábamos, ese seria el camino correcto. Sin esperar mas comencé a caminar en esa dirección esperando a que Wood me siguiera. – En marcha Wood.

Off: Debido a la demora, desidi saltar el turno de Kaymi.
Kaymi: si regresas para el lunes o antes, postea en sentido despues del post de woo y yo borrare este mensaje, de lo contrario asi se quedara.
Wood: Si para el lunes no ha posteado Kaymi, por favor responde al post con la trama planteada.

El humano pidió que le permitiera apoyarse en mi lomo, a lo que respondí acercándome más a él. Fuera de los magullones parecía no tener nada roto, se movía como un ratón buscando algo que no comprendí hasta que encendió nuevamente la antorcha. De algún modo sentí que un gran peso se me quitaba de encima, no sabía que una antorcha tuviera tales poderes.

Joh pareció aliviado por nuestra presencia y así lo hizo notar con su comentario, solamente pude devolverle una reverencia ante sus palabras y asentir cuando era necesario. Kaymi no parecía estar por ningún lado, pero no estaba tan preocupada por él, conocía la fuerza potencial de un dragón. Sólo estaba preocupada por nosotros. Procuré ir detrás de Johannes por si las rocas sueltas del piso le jugaban una mala pasada. Si bien no era demasiado empinada la salida, me sentía tranquila siendo su respaldo ahí detrás.

Volver al lugar de donde habíamos caído era una tarea ardua, pero después de cierto esfuerzo logramos volver al punto de partida. Me detuve frente al joven y fruncí el ceño, llevé una mano a su frente pero evité tocarle, señalando la sangre. Me molestaba su olor, hacía que lo viera más como una presa que como mi compañero y mi atención se divergía. Me relamí los labios esperando que comprendiera la indirecta. No deseaba volver a mi forma humana, así me sentía cómoda, además, no podría garantizar que mi último juego de ropa no saliera deshecho en el intento.
Agaché mis orejas y moví la cola, quería lamer sus heridas. Deseaba su sangre.

Gruñí ante un sonido extraño más adelante y se me encresparon automáticamente los pelos de mi espalda. Busqué mis hachas y mantuve mi posición al costado del joven, pero aún no podía terminar de poner mis pensamientos juntos. Estuve muy tentada a echarme sobre el y dejarle limpio de impurezas, pero mantuve muy presente el hecho de que aunque algo roto, continuaba siendo un asesino.

- Espero que Kaymi se encuentre bien, es un sujeto duro, seguro podrá arreglárselas de cualquier forma. Finalmente volví a sentir íntegramente cada una de mis extremidades y el sentido de orientación del que gozaba. Wood se acerco a mi e hizo aquel gesto que señalaba mi sangre corriendo a través de mi frente y el como pasaba su lengua por los labios como saboreando a una presa mas. Tome la punta de mi pañueleta roja y la utilice para limpiar la sangre que emanaba de mi cabeza. - Quisieras dar una probada cierto? La mire fijamente hacia los ojos bajo un tono que aunque no demostraba enojo o cualquier cosa ofensiva, si demostraba cierta seriedad en mi mirar. - Lo siento, no dejaría que ningún ser probara la sangre Voltaire... No de nuevo....

Un nuevo sonido emergió de la oscuridad alterando mis sentidos y posicionándome en un estado de alerta. Apunte la antorcha hacia aquella dirección sin encontrar ninguna presencia o referencia aparente. - Espera... Dije a Wood en un tono muy bajo y discreto, mientras me acercaba al lugar de donde había provenido aquel sonido. Al acercarme, lo único que pude encontrar en el suelo es una enorme rata la cual, le faltaba toda la mitad de su cuerpo, como si alguna bestia o extraño ser, le hubiese propinado una enorme mordida terminando con su vida casi instantáneamente. No quería pensar en el ser responsable de tan macabro hallazgo y mucho menos quería averiguar donde se encontraba dicho ser.

- Vamonos Wood, esto comienza a ponerse cada ves mas extraño. De repente el silencio de la oscuridad fue roto. Roto por lo que parecían ser pequeños pies caminando a una velocidad inhumana, tampoco parecían tratarse las pequeñas pisadas de ratas que viviesen en el lugar y mucho menos parecían provenir de nuestro compañero perdido. No estábamos solos, algo merodeaba al rededor de nosotros, esperando en la oscuridad.

Johannes sabía lo que yo quería y no le agradaba nada la idea. Resoplé y sacudí mi cabeza para quitarme esas ideas locas mientras observaba como se limpiaba sus humores. Ahí se iba mal gastada parte de la vida de un gran hombre… Me llamó la atención su comentario e incliné la cabeza por mera curiosidad, fue un acto reflejo “No, ¿de nuevo?” se me pararon los pelos de la espalda, pero esta vez no supe a qué atribuírselo. Por primera vez, sentí que un gran espacio nos separaba. Una brisa de aire trajo una nueva esencia junto con un sonido que alertó a mi compañero. Me puse alerta y acaté la orden.

No pude distinguir muy bien lo que vio Joh desde mi posición, pero definitivamente había otra sangre en el aire que no era la de él y unas extrañas esencias comenzaban a mezclarse de una forma alarmante. Proferí un gruñido prolongado mientras escuchaba pisadas de todas direcciones. “¿Hacia dónde?” me pregunté como queriendo increparlo. Mis peores pesadillas estaban comenzando a materializarse poco a poco. Primero con sangre, luego con distintas esencias y finalmente con sonidos.

Me puse al costado del humano. Mi respiración estaba un poco agitada, eché la lengua hacia afuera sintiendo que el calor me consumiría. Estaba sintiendo nuevamente el encierro, la falta de aire, la humedad. Cada sonido, cada réplica la sentía amplificada en mi cabeza y el fuego que llevaba mi compañero parecía moverse en cámara lenta. “Pero qué…” pensé al ver asomarse en la penumbra de una forma cuasi tímida a una pequeña figura. Con los pelos como pinchos y mirada furtiva parecía temeroso y a la vez temerario.

Me sentía un poco mejor sabiendo que aun contaba con la compañía de Wood, normalmente no me importaba estar solo, pero en esta ocasión sabia que quería contar con alguien a mi lado que me ayudase a salir de cualquier adversidad que pudiera presentarse tras esa cortina de penumbra que parecía rodearnos. De pronto el sonido fuerte de pequeños pasos corriendo a alta velocidad a nuestras espaldas puso mis sentidos en alerta total y gire rápidamente para intentar averiguar de que se trataba. Lo único que pude ver fue la pequeña sombra de alguna criatura que corrió para esconderse nuevamente en las sombras, Sin embargo parecía estar acorralada contra la pared a nuestras espaldas, esperando no ser vista.

Me acerque lentamente para intentar iluminar esa pared y descubrir de una ves de que se trataba. Cuando di algunos pasos, finalmente la pared comenzaba a divisarse con claridad, cuando la extraña criatura que intentaba no ser vista, se lanzo contra mi de una manera violenta y desesperada. De altura, media un poco menos de un metro y veinte centímetros, contaba con dientes y garras afiladas además de lo que parecían ser cuernos apostados a lo largo de su espalda y al parecer estaba desprovista de globos oculares, por lo que seguramente eran guiados por su olfato.

Criaturas:

La criatura emitió un terrible sonido proveniente de su boca y se abalanzo contra mi para intentar atacarme. Rápidamente, desenfunde una de mis dagas y detuve su mordida utilizando su hoja para mantener sus colmillos a raya y evitar ser mordido. La criatura intentaba con fuerza impulsar mi brazo hacia atrás, deje caer la antorcha al suelo y desenfunde mi otra daga para clavarla justo sobre su cráneo. la bestia lanzo un alarido de sufrimiento para momentos después quedarse quieta por completo, al parecer su vida había terminado. Retire mi daga de su cráneo y retrocedí mis pasos mientras respiraba rápidamente para intentar calmarme de la impresión.

Mire hacia wood y deje escapar algunas palabras. - Algo que me decía que no debíamos venir, ya había escuchado los relatos sobre la extraña oscuridad que emanaban las minas, por algo es que las abandonaron. Justo cuando termine la frase note que todo un grupo de nuevas criaturas comenzaron a rodear nuestra posición, de algún modo todas centradas en mi persona, algo me decía que el olor de mi sangre los había guiado hasta aquí.

Sin darnos oportunidad de reaccionar, todas comenzaron a correr hacia nosotros sin dar tregua a un descanso. Enfunde mi par de dagas y rápidamente blandí el par de mis katares "lenguas de dragon", extendí mis brazos en ambas direcciones y coloque mi espalda contra Wood. - Todo estará bien Wood...por alguna razón, me sentí responsable por la situación en la que nos encontrábamos y sentí el compromiso de proteger a mi acompañante y a su pequeño amigo

“Bleh” con la lengua aún colgando de mi boca sacudí la cabeza cuando vi que esa cosa tan mona estaba atacando a Joh. Aproveché la pequeña distracción que eso nos brindó para meter a Chy en una estrechísima abertura en el techo de la mina. Mientras se estuviera quieto esas cosas no llegarían donde él. Terminé de ver el corto enfrentamiento, Johannes como buen asesino estaba bien preparado y se deshizo de esa cosa con un golpe contundente y preciso en su cabeza. “Esas cosas perforan bien, mejor lejos” pensé, pero pronto vi como él venía hacia mí… al igual que las miradas de decenas de esos pequeños monstruos.

Por algunos momentos me sentí fascinada por ellos. Podrían ser agradables como pequeñas mascotas devora todo, aunque cuando me di cuenta que ellos parecían buscar alimento en mi humano todo cambió. “Con que por eso… esto, las abandonaron” ahora las cosas tenían más sentido. Sólo esperaba que realmente las hayan podido abandonar. Noté que más allá de buscar al humano, también rehuían del fuego.

Di un suave ladrido y le señalé la antorcha a Johannes, sería bueno que él no se apartara de ella, no sólo le permitía una mejor visión, sino que además repelía un poco el avance de las pequeñas y maliciosas bestas. Traté de perfilarme para estar de espaldas a la antorcha que aún yacía en el suelo. Con esta nueva piel, no necesitaba de tanta luz y los juegos del fuego hacían que mis ojos trabajaran doblemente. Mantenía firmemente agarradas las hachas. Si bien no las necesitaba bajo mi forma lobuna, siempre me proporcionaban más equidistancia de mis enemigos.

Una de las cosas pequeñas –pero bien mala- emitió un chillido ensordecedor que no sólo hizo eco, sino que se replicó por decenas de lo que supuse era su colonia. Era una declaración abierta de guerra y se la respondí con un par de ladridos, acabé con un bufido y retrocediendo hasta tocar con mi cola a Johannes. Necesitaba estar segura de que él estaba ahí. Le estaba confiando mi espalda… y eso no lo hacía con todos. El mismo pequeñín fue el que desató la lucha. Digamos que era más pequeño que la media, por lo que no fue difícil incrustarle el hacha en la cabeza, al igual que había visto hacer minutos atrás.

Luego se abalanzaron dos casi al unísono, momento en el que me adelanté a su encuentro y usé ambas hachas para atacarlos, a uno que saltó, le corté el cuello. Cuerpo y cabeza cayeron al mismo tiempo mientras el siguiente iba a por mi compañero. A ese pretendí morderle, pero sus púas hicieron que cambiara de opinión. Terminé dándole un puntapié para que me prestara atención, pero logré más de lo que necesitaba, el bicharraco que ya no me parecía tan lindo me tiró una serie de tarascones ágilmente que apenas pude llegar a esquivar, logrando apartarme un poco del fuego. Otros dos me rodearon y la tercia estuvo completa. Gruñí y traté de no entrar en modo bersek. “Piensa” sonó una voz en mi consciencia y lentamente comenzó a dibujarse una sonrisa en mi rostro.

Cargué contra los dos que estaban más cerca, el tercero fue hacia el humano. Di un par de ladridos para alertarle mientras yo misma avanzaba. Esas cosas sabían atacar a presas que solo se defendían, quería ver que tan buena era su propia defensa. Sentí que la sangre me hervía. Un hilillo de baba comenzó a bajar por entre mis dientes mezclados con algo de sangre que me había saltado de alguna de las fieras que se habían cruzado en mi camino. Poco después, vi una gran silueta en la penumbra, parecía estar dirigiendo eso que podría ser llamado un “ataque”. “¿Será la reina? me pregunté y por un segundo me giré para buscar a Johannes.

Interprete la señal que me había hecho Wood sobre el fuego a lo que mi cerebro rápidamente reacciono ante el rechazo de las pequeñas criaturas hacia el calor y la señal de mi acompañante, por lo que era seguro que debía permanecer cerca del fuego y pelear codo a codo con Wood.

Un par de criaturas se acercaron tan rápido que apenas si me dieron tiempo de reaccionar, las dos atacaron intentando flanquear mis lados pero para mi fortuna, mi estilo de combate era el de un ambidiestro, y ninguno de mis flancos quedaría expuesto en ningún momento. Al momento en el que atacaron al mismo tiempo, solo tuve que retroceder un pequeño paso para recibir lo que parecía ser su "rostro" con el filo de mis katares, haciendo un corte horizontal en ellos y dejándolos sangrando a borbotones en el suelo.

Un grupo mas de ellos decidía atacarnos, mas no permitiría que ninguno de ellos me hiriera y mucho menos a mi compañera quien se defendía con valentía y habilidad, sabia que mi espalda estaría bien si ella la cuidaba. Clave el par de mis katares en el suelo para desenfundar un par de cuchillos arrojadizos y lanzarlos justo en el cráneo de un par de criaturas. Había utilizado la fuerza suficiente para penetrar su cabeza y terminar su avance antes de que un trío mas se acercara por fin. Volvía tomar las katares y me prepare para encarar al nuevo trío, sin embargo de un momento a otro ya solo venían dos hacia mi. - Que paso con el tercero? Dije un poco confundido, así que me limite a acabar con el par que se acercaba e ignore la aparente desaparición del tercero.

Esta ves atacaron uno a uno, el primero se lanzo con velocidad hacia mi para intentar alcanzarme con sus colmillos, esquive rápidamente su ataque y e hice un corte vertical a través de la lateral de su torso, no podría recuperarse de esa gran herida. El otro intento sorprenderme mientras terminaba con su compañero, pero solo tuve que dar un medio giro para terminar esquivando el ataque y clavar un aguijonazo en su cuerpo. puse mi pierna sobre su cadáver y lo impulse para sacar la katar de sus restos. Mientras hacia esto, mire nuevamente hacia el fondo, intentando captar un nuevo ataque cuando de repente, sentí sobre mi hombro izquierdo la caída de algo pesado, seguido de un par de picos clavándose en mi pecho de manera violenta.

El tercer animalejo que había desaparecido, había avanzado desde el techo saliendo de mi rango de vista, para después sorprenderme cayendo desde arriba, clavando sus garras en mi pecho e intentando morder mi hombro. Para su mala fortuna mi hombro estaba protegido por armadura, pero mi pecho estaba parcialmente expuesto y había acertado su golpe haciéndome sangrar de forma considerable. Solté un callado alarido de dolor y furia, la bestia intentaba con todas sus fuerzas masticar la armadura de mi hombro pero no lo lograría, rápidamente, utilizando mi brazo derecho, clave mi katar en su cráneo e incline con fuerza mi cuerpo para quitarme de encima a la bestia. Había logrado quitármela de encima y había terminado con su vida pero habían logrado herirme.

Una de mis rodillas cayo al suelo sin remedio mientras llevaba mi brazo a mis heridas que aunque no eran tan profundas, dolían con una grave intensidad. Una criatura mas intento aprovecharse de mi estado, pude notar su avance con furia intentado acabar con mi vida. Mi ira aumentaba ante esas extrañas criaturas que deseaban alimentarse de mi. Finalmente la criatura se acerco lo suficiente como para propinarle un terrible corte vertical desde abajo hacia arriba, impulsado por mis rodillas para ponerme de pie y conectar gran fuerza en el ataque. El impulso causo una herida mortal en la criatura y el despegue de sus patas y garras del suelo para terminar cayendo de espalda.

Aproveche la pequeña pausa al ataque para guardar una de mis katares y tomar la antorcha en mi mano nuevamente. Notaba que el camino contrario a la posición de las criaturas estaba despejado, podríamos usarlo para escapar utilizando esa ruta , mientras intentaba buscar una forma de deshacernos de las bestias. Me acerque a un par de vigas que se encargaban de dar soporte al techo de la mina y les prendí fuego con la antorcha. - Escapemos por ahí Wood, no estamos seguros de si podremos con todos! las vigas arderán rápidamente ya que la madera es muy vieja y el techo del lugar colapsara enterrando a estos bastardas. vamonos!

Mire hacia Wood, y espere su reacción.

“Demonios, demonios, demonios” pensé cuando divisé a Johannes con uno de esos espantos encaramado sobre él. Volví mi vista al frente sólo para notar que el ser al que le había atribuido el mando estaba siendo desafiado por otro. No solamente peleaban contra nosotros, sino que contra ellos mismos. Levanté mi mano y aullé lo más agudo posible, era casi un lamento. Chy llegó a mi hombro rápidamente con cortos aletazos.

Retrocedí hasta el humano, con la adrenalina potenciando mi fuerza. Había percibido su sangre en el aire y cada vez era más fuerte. No solamente me llamaba a mí, sino también a esas bestias que atacaban cada vez con más saña. Para ese entonces, tenía una de mis piernas heridas por las púas de algún kamikaze que se había metido en mi camino. El momento para disfrutar la matanza se había evaporado como un soplo efímero. Ahora sólo me defendía y contraatacaba de la forma más certera posible a la multitud de blancos.

Joh habló, me indicaba la retirada. Lenguas de fuego enmarcaban su silueta ligeramente encorvada. Me apresuré hacia él cuidando mis flancos que de vez en cuando eran atacados –no sin buenas devoluciones-. Al llegar a su lado eché el hacha de mi diestra a la siniestra y le extendí la mano libre agachándome un poco hacia su lado. “Aaaardan putos, arrrrdaaaan” pensaba para mis adentros mientras miraba hacia adelante. Si Johannes se negaba a mi ayuda, probablemente lo cargara en brazos para salir más rápidamente de allí. Nuestros pellejos estaban en juego y por el brotar de su sangre, probablemente nos asaríamos antes de poder salir.

“Ni pienses que perderemos el tiempo” le miré decidida e impaciente. Una oreja clavada a un lado hacia los enemigos, la otra hacia el fuego. Trataba de mantener mi olfato hacia el humo y no mirarle demasiado o me tentaría. “¿Sabes lo que se siente tener un compañero que es pasible de convertirse en tu alimento?” pensé mirándole con cara de pocos amigos. Sentí que mi comportamiento variaba como las llamas del lugar de acuerdo a los pensamientos que surgían de mis chocados interiores.

Todo se había complicado, no estaba seguro de haber cometido las mejores decisiones ya que incluso nosotros podríamos morir enterrados por las rocas o quemados vivos en este agujero donde nadie escucharía nuestros lamentos. Pero debía hacer algo pronto pues prefería cualquiera de las muertes anteriores a convertirme en el alimento de esas malditas criaturas. Si bien no me importaba mucho la muerte, no deseaba lo mismo para mi acompañante y su amigo.

Wood se acerco a mi ofreciéndome su ayuda, ella se encontraba en mucho mejor condición que mi maltratado y cansado cuerpo el cual ya no respondía tal como hubiera querido, la caída y el esfuerzo por volver a subir el camino habían confabulado en mi contra para robar algo de mis energías. el par de heridas punzantes que había asestado la criatura y ahora el denso humo producido por el incendio amenazaba con robar mi aliento y hacerme dormir eternamente en la oscuridad marchita de la mina. Sabia aceptar la mano de ayuda cuando la necesitaba, asi que me aferre con fuerza a la mano de Wood para salvar nuestras vidas.

Las criaturas se mostraban desesperadas, toda la escena era un caos, ellas peleaban para disputar quien seria merecedora de tan deleitante festín, mientras otras se empeñaban en acabar con nosotros y algunas mas corrían desesperadas por huir del calor y la luz del fuego. Todo esto nos había ayudado en nuestra retirada ya que de lo contrario, seguro habríamos encontrado nuestro fin.

El objetivo era correr, correr rápidamente sin pensar en nada mas que sobrevivir, debíamos encontrar la salida de este agujero aunque lo ultimo que pudiera ver, fuera la luz al otro lado de la mina. Algunas criaturas aun intentaban darnos caza cuando finalmente a algunos escasos treinta metros pude ver lo que parecía ser un pequeño rayo de luz que se deslizaba a trabes de un pequeño agujero el cual no era muy grande, pero su diámetro era suficiente para que Wood, Chi y yo pudiéramos escapar finalmente de este lugar. La madera comenzó a crujir sin pausa seguido de un fuerte estruendo donde había prendido fuego a las vigas de contención. Una nube de polvo y humo llego hacia nosotros desde nuestras espaldas como un fuerte y terrible disparo, envolviéndonos por completo y a todo el lugar. Finalmente el techo había colapsado sepultando a la mayoría de las criaturas y dándonos una oportunidad clara para huir.

- Salgamos por ahí Wood! deprisa, esta sección podría colapsar también, y la cortina de humo podría asfixiarnos.

Alguna vez había escuchado hablar del infierno. Reía en mi mente mientras imaginaba que estábamos siendo tragados por él, junto con las putas minas y los putos bichos. Seguía pensando en que ellos debían arder, arder hasta que no quedara ni siquiera su pestilente olor a asado… “Asado” Negué con la cabeza y eché mi lengua para adentro. Estaba cansada y Johannes estaba bastante maltrecho. Mi cuerpo comenzaba a enfriarse y la lastimadura en la pierna me punzaba como la gran siete. Volví a pensar en el infierno y se me alegró un poco la cuestión del dolor por ser capaz de divergir la atención a un mundo tan feliz.

Agarré más fuertemente a Johannes mientras quemaba mis últimas energías cuando me indicó el camino y pude vislumbrar una posible salida. El humo hizo las cosas un poco más difíciles, sin contar el hecho de que las llamas divergían aún más mi atención. Sentía como que me llamaban… quizás estuviera volviéndome loca por la sangre, o volvía a tener alucinaciones. Pero siempre era bueno escapar, aunque sea de una fantasía rosa en la que tus enemigos mueren calcinados mientras tú ríes sádicamente por su destino.

Las pocas alimañas que se dignaban a atacarnos eran aplastadas por mis dobles hachas o por Johannes. El muy maldito tenía sus cartas bajo la manga. Era un excelente compañero de armas, mejor que muchos otros que habían quedado en mi pasado. Tenía los oídos tapados, y me di cuenta de ello una vez que pudimos lanzarnos hacia la salida. Entonces tomé una gran bocanada de aire y me tiré al suelo después de haber dejado al humano en buen resguardo.

Mi respiración comenzó a hacerse más rápida pero fluida mientras que comenzaba a sentir el frío sobre la suave piel humana. Estaba tan cansada que tuve que deshacer mi transformación, además de que necesitaba comunicarme. Me encontraba sentada en el suelo, con la espalda contra una pared, la pierna derecha flexionada y sobre ella el brazo. Respiraba cómodamente con la cabeza reclinada hacia atrás. Esos hijos de puta… dije con la respiración entrecortada y con el poco aire que me quedaba en los pulmones Si quedó alguno, se la pensarán dos veces dije sonriendo más para mí que para nadie.

Un rayo de sol me golpeó en la cara. Me hice a un costado y me enderecé para verle las heridas a mi compañero. No era una maldita doctora ni mucho menos, pero podría echar una mano, cortando grueso, como solía decir mi familia adoptiva en Lunargenta.

Con las pocas fuerzas que me quedaban, repelí los ya pocos ataques de algunas criaturas que se empeñaban en seguirnos. A cada paso que nos acercábamos a la salida mi corazón latía con mas fuerza, mis ojos se esforzaron por adaptarse a la brillante luz que se colaba por el orificio y desesperadamente trepe hasta salir finalmente. Mire hacia atrás, las pequeñas bestias se negaban a salir de la mina, temían salir de su escondite, así que ahí se quedarían, de nuevo entre la penumbra y el olvido.

Cuando pudimos salir, llene mis pulmones de ese aire fresco, parecía que había olvidado como hacerlo o como si mi aliento hubiese retornado después de muchos años, no pude evitar toser ya que mis pulmones aun se encontraban dañados por el polvo y el humo. Wood me ayudo colocándome sobre el suelo en un lugar seguro. poco a poco fui abriendo mis ojos para observar de nuevo la inmensidad del cielo azul que se abría ante nosotros. Me regocije ante la idea de que lo abríamos logrado, habíamos escapado de las minas y llegado a nuestro objetivo, estábamos a salvo.

Como pude, me senté sobre el piso y me despoje de la armadura en mi pecho y hombros, al igual que la camisa negra, descubriendo mi torso ensangrentado y aquel par de orificios los cuales aun sangraban. Desenrede la bufanda de mi cuello y la coloque a un lado de mi persona. Sentí con gran satisfacción la suave brisa que nos daba la bienvenida al exterior nuevamente. Rei ante el comentario de Wood en un tono burlesco pero muy alegre. - jajaja... podemos hacerlo de nuevo cuando quieras! tenemos mucho mas para ustedes! dije en un grito eufórico en dirección hacia el hoyo. Alcance de mi bolsillo un par de pequeñas raíces, las cuales introduje a mi boca las mastique por un corto periodo y después las escupí sobre mi mano. Las lleve hacia mi pecho y las unte con dolor sobre mis heridas para después volver a acostarme y presionar los orificios con mi mano para detener la hemorragia. - Ayudaran a la cicatrización y evitaran cualquier posible infección. Wood, estas bien, necesitas ayuda?

Voltee la mirada hacia mi compañera, la había visto anteriormente desnuda, pero era la primera ves que me sentía un poco apenado al ver su cuerpo, sonreí hacia ella y me alegre de verla a salvo. - Muchas gracias Wood, de no ser por tu ayuda, ahora estaría sepultado en ese agujero. Espero que Chi también se encuentre bien. Recordaba la invitación que había extendido hacia ella sobre el gremio, realmente me hubiera gustado que su respuesta hubiese sido positiva, en ella veía a una grande y potencial compañera, una valiosa miembro para el grupo, pero por ahora, solo la dejaría descansar y disfrutar de la momentánea paz de la cual gozábamos bajo el cielo.

Johannes se había quitado todo lo que llevaba de la cintura hacia arriba y parecía estar haciéndolo bien el solo. Simplemente me dediqué a observarle con la mente en blanco. Mi pierna izquierda escocía un poco; el proceso de sanación probablemente ya habría comenzado. Me deleité con la risa de él; era la primera vez que le escuchaba de esa forma. Según yo, se podía clasificar a las personas de acuerdo a cómo peleaban y cómo reían… muchas veces también se incluía la forma en cómo dormían, pero ese no era el caso.

Me gustó mucho lo que vi en él, y no sólo su piel suave que tanta curiosidad me daba, sino su fuerza y valor. Él también tuvo su cuota de desquite con nuestros rivales vencidos y me eché a reír con él Mucho más dije golpeándome el pecho en tono burlesco y coreando a mi compañero. Miré el proceso de Joh con detenimiento, tenía un cuerpo bien formado y que había visto luchas, de eso no había dudas. Sonreí a su pregunta Como podrás ver, estoy bien aseguré mirando mi propio cuerpo de arriba abajo y levantando el brazo para revisar a Chy Por aquí también suspiré aliviada.

La mayor parte de la sangre es la de tus enemigos, ¿querías que me llenara con la de ellos y no con la tuya? pregunté en tono de broma mientras echaba para adelante la pierna lastimada para observarla con mayor detenimiento. No tienes nada que agradecer… creo que ya has hecho mucho por mí era una herida limpia, con lavarla y vendarla sería suficiente. ¿Tendrás algo de agua y un trozo de tela? Usaría mi propia ropa… pero creo que ha desaparecido dije encogiéndome de hombros y acercándome un poco a él para sentarme a su lado.

Respiré profundamente y sentí como mi cuerpo se iba calentando por los rayos del astro rey. Confío en que Kaymi haya salido con bien dije con los ojos cerrados. ¿Crees que aún estén reclutando gente para tu gremio? Esta caldeada me ha recordado viejos tiempos… y ya sabes… esto de matar es como el alcohol entre los humanos, te haces adicto y ahora, me temo he recaido. Me dispuse a escucharle atentamente, mientras sentía como me mimetizaba con la tranquilidad del lugar.

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Off: este fue mi último post. Siéntete libre de cerrar las acciones ^^ si la respuesta a lo del gremio es afirmativa, Wood responderá que necesitará algún tiempo y que ella se hará ver cuando sea el momento. Por ahora sólo se ira sin explicaciones

Solté un suspiro hacia el aire, la paz llego hasta mi pecho mientras yo cerraba los ojos, finalmente la tranquilidad reinaba en el aire, mi pecho perdía el peso en su interior y me alegraba por ver bien a mis compañeros. A pesar de estar lleno de polvo, tierra y sangre, no le di mucha importancia a lo sucio que me sentía por ahora nada de eso importaba, lo único en lo que quería enfocarme por ahora era mantener presionado mi pecho y descansar después de esa mortal excursión.

Escuche con una sonrisa el comentario de Wood, solté una pequeña risilla casi inaudible mientras mantenía una cara serena y una sonrisa en los labios. - Lo lamento. Dije en un tono amistoso y juguetón ante tal comentario. En realidad no sabia con exactitud lo que había hecho por mi compañera, me había pedido sacarla del bosque pero solo fue para llevarla a un lugar mucho mas peligroso y casi morimos a causa de mis errores. Aun así estaba infinitamente agradecido con ella.

- Me temo que no tengo ni una gota de agua, después del descanso será mejor que busquemos un poco y poder lavar mi cuerpo, el olor de mi sangre atraería a cualquier depredador. Por el momento puedes usar mi camisa para improvisar una venda y cubrir tu cuerpo, creo que no es lo mejor que vagues por ahí desnuda. Quede en silencio por unos instantes cuando Wood menciono al dragón al cual, habíamos perdido dentro de la mina, no habíamos encontrado rastro de el, pero no quería pensar que se encontraba en predicamentos. - Es un hombre fuerte, seguro estará bien...

De pronto escuche su pregunta, la cual, hizo sobresaltar mis sentidos, abrí los ojos y voltee mi mirada hacia ella. - Bueno... Seguramente ya todos los lugares estarán ocupados, pero con gusto usare mis influencias para hacerte un espacio. Dije en un tono de broma mientras reía un poco después de la frase. - Si aceptas, serás bienvenida...