Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
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Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
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Presencié mucha muerte en aquellas lejanas tierras, hice todo lo que pude, pero sentía en mi conciencia que podría haber echo más. La sangre en mi abrigo se encontraba congelada y finalmente encontré un lugar donde descansar. El río se mostraba bello, helado, blanco pero a la vez cristalino. Me senté a la orilla y presencié mi reflejo, en el rostro podía verse el cansancio y una tristeza que no lograría calcular ni yo mismo.
Me tiré sobre la nieve, mientras no se presente una tormenta todo estaría bien. Ya había pasado por la última hace unos días, desde ayer que no se mostraba señas de otra. Las nubes se mostraban tan cercanas por la altura de la montaña y su clima, que verlas pasar era relajante. No soy alguien que lleva el luto al extremo, mi profesión me brindó esa educación. La gente muere, todos los días, en algún rincón del mundo. Sin embargo este saber se peleaba con mi conciencia y auto exigencia, sentía taladrando en mi cabeza miles de formas diferentes para salvar lo insalvable, pero no hay una segunda oportunidad para experimentar.
Quedé en silencio disfrutando las nubes, el sonido del río correr bajo una pequeña capa de hielo y el viento helado que en ese momento estaba calmo y susurraba en mis oídos. Me encontraba tan apacible y quieto que cualquiera que me viese a la distancia en mi abrigo negro pensaría que estoy muerto.
Última edición por Jillian Rockbell el Vie Mayo 02 2014, 15:11, editado 1 vez
Jillian Rockbell
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Vagar se me daba naturalmente, tanto así que después de despedirme de Johannes en nuestra última aventura había partido hacia la nada. Vacía, sin nada dentro de mi alma. Mi partida del lado del joven ecutauro aún era bastante reciente y ya no quedaba lugar en Aerandir al que pudiera ir sin que su recuerdo me quitara las pocas ganas de vivir que alguna vez recuperé. Divagando y con algo de fiebre caminaba entre las piedras y la nieve sólo con la camisa que el humano me había prestado. “Al menos tengo que vivir para saldar esta deuda” pensé observando el deterioro que estaba mostrando aquella prenda que aún conservaba algo del olor de su dueño.
Llevaba cerca de un día caminando, el frío comenzaba a entrarme, aunque no era demasiado. Tenía ganas de echarme sobre la nieve a descansar y refrescarme, pero la poca lógica que aún me quedaba me lo impedía. ¿Qué harás ahora niña inteligente? me pregunté sarcásticamente mientras caminaba en zigzag entre las piedras. Varios metros más adelante, noté algo extraño en el paisaje. Continué caminando y observando de tanto en tanto esa figura inamovible. Parecía un tronco tirado en el suelo, aunque ciertamente era el primero que veía de ese modo en todo lo que llevaba recorriendo el río. Después pensé que era algún animal extraño y muerto, pero no había olor a pudredumbre.
Una ráfaga de viento trajo a mi el olor a carne. Me apuré hacia el objetivo pensando que podría estar por perecer o algo así, pero sólo fue para desilusionarme. Era humano y estaba vivo. Suspiré y me vi tentada a ignorarle, pero estaba tan cerca… Di un paso hacia él y quedé a alrededor de cuatro o cinco metros del desconocido. Un hombre tirado. dije a modo de saludo y noté que mi voz estaba un poco ronca e intenté matizarla en una segunda oportunidad. Morirás congelado y si esa es tu intención bien que podrías cederme ese abrigo le dije sin observarle demasiado, los humanos no representaban una gran ilusión para mí por lo que preferí mirar el horizonte y buscar rastros de alguna caravana o algo con la que pudiera haber venido.
…o tu carne puntualicé para girarme a mirarle. Le dediqué una sonrisa, estaba algo cansada para reír como acostumbraba a hacer. Caminé unos pasos más hacia él y le analicé con más detenimiento.
_____________________________
Off: Hola Jill, bienvuelto n.n mmm... si tu personaje se fija encontrará una lastimadura en la pierna izquierda entre el tobillo y la rodilla y algunos tajos en el muslo del mismo lado. Fueron producidas por puas de distintos tamaños
Llevaba cerca de un día caminando, el frío comenzaba a entrarme, aunque no era demasiado. Tenía ganas de echarme sobre la nieve a descansar y refrescarme, pero la poca lógica que aún me quedaba me lo impedía. ¿Qué harás ahora niña inteligente? me pregunté sarcásticamente mientras caminaba en zigzag entre las piedras. Varios metros más adelante, noté algo extraño en el paisaje. Continué caminando y observando de tanto en tanto esa figura inamovible. Parecía un tronco tirado en el suelo, aunque ciertamente era el primero que veía de ese modo en todo lo que llevaba recorriendo el río. Después pensé que era algún animal extraño y muerto, pero no había olor a pudredumbre.
Una ráfaga de viento trajo a mi el olor a carne. Me apuré hacia el objetivo pensando que podría estar por perecer o algo así, pero sólo fue para desilusionarme. Era humano y estaba vivo. Suspiré y me vi tentada a ignorarle, pero estaba tan cerca… Di un paso hacia él y quedé a alrededor de cuatro o cinco metros del desconocido. Un hombre tirado. dije a modo de saludo y noté que mi voz estaba un poco ronca e intenté matizarla en una segunda oportunidad. Morirás congelado y si esa es tu intención bien que podrías cederme ese abrigo le dije sin observarle demasiado, los humanos no representaban una gran ilusión para mí por lo que preferí mirar el horizonte y buscar rastros de alguna caravana o algo con la que pudiera haber venido.
…o tu carne puntualicé para girarme a mirarle. Le dediqué una sonrisa, estaba algo cansada para reír como acostumbraba a hacer. Caminé unos pasos más hacia él y le analicé con más detenimiento.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Me encontraba ensimismado en mis pensamientos y buscando la paz en las nubes. No noté como una presencia se iba acercando cada vez más hasta mi ubicación. La tristeza se había apoderado antes de mi y no me permitió pensar en la seguridad o en el entorno debajo del cielo. Escuché un paso a unos metros pero lo tomé como la nieve que se acumuló en alguna rama hasta que por su peso cayó, la voz ni siquiera fue procesada por mi cerebro hasta que habló por segunda vez.
- ¿Morir? No, no es esa mi intención, es con la muerte con quien estoy luchando cada día Comenté sin girarme a mirar de quien se trataba. No era por tener una actitud rebelde o misteriosa, sino que tanto tiempo en el frío me dejó algo acalambrado y endurecido en el piso. Escuché lo demás que tenía para decirme, cuando me dedicó esa sonrisa noté que no tenía malas intenciones, al menos de las sonrisas maliciosas que conocía esa no clasificaba como una.
- Solo estoy cansado y no creo que mi carne te sepa bien. Suelo comer cosas que muchos asquean y eso le da mal sabor a la carne. Dije sin sonreirme no por ortivo, sino que tenía la expresión congelda. En verdad si me quedaba tirado más tiempo podría haber muerto si no fuese por el abrigo, pero en mi estado de ánimo eso no era muy tomado en cuenta.
Se acercó más al fijarme noté algunas heridas, una lastimadura en la pierna izquierda entre el tobillo y la rodilla con algunos tajos en el muslo del mismo lado. Seguro provocados por algo cortante solo que sin revisarla no podía definir de qué.
Esas heridas podrían infectarse, puedo ayudarte con eso Comenté simplemente. Estaba triste, pero primero era doctor, yo siempre me colocaba en segundo lugar y en el primero mi profesión.
- ¿Morir? No, no es esa mi intención, es con la muerte con quien estoy luchando cada día Comenté sin girarme a mirar de quien se trataba. No era por tener una actitud rebelde o misteriosa, sino que tanto tiempo en el frío me dejó algo acalambrado y endurecido en el piso. Escuché lo demás que tenía para decirme, cuando me dedicó esa sonrisa noté que no tenía malas intenciones, al menos de las sonrisas maliciosas que conocía esa no clasificaba como una.
- Solo estoy cansado y no creo que mi carne te sepa bien. Suelo comer cosas que muchos asquean y eso le da mal sabor a la carne. Dije sin sonreirme no por ortivo, sino que tenía la expresión congelda. En verdad si me quedaba tirado más tiempo podría haber muerto si no fuese por el abrigo, pero en mi estado de ánimo eso no era muy tomado en cuenta.
Se acercó más al fijarme noté algunas heridas, una lastimadura en la pierna izquierda entre el tobillo y la rodilla con algunos tajos en el muslo del mismo lado. Seguro provocados por algo cortante solo que sin revisarla no podía definir de qué.
Esas heridas podrían infectarse, puedo ayudarte con eso Comenté simplemente. Estaba triste, pero primero era doctor, yo siempre me colocaba en segundo lugar y en el primero mi profesión.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Respiré hondo y dejé salir el aire lentamente para que formara hilillos en el aire. Me parecía divertido ver jugar esos vapores en el frío. Joven, sereno, mirada profunda, tez clara y pelo rubio. Pero si eres todo un modelo le dije mientras le tendía mi mano para que se levantase. Si no quieres morir estar así no es muy inteligente comenté echándole la lengua.
Aproveché para olfatearle sin mayores inconvenientes con el espacio personal. He comido cosas en mejor estado que tu, pero sin duda también en peor. No me subestimes confesé con cierto orgullo alegre. Al parecer no sería una compañía difícil si nos dirigíamos al mismo lugar. Arquee una ceja cuando se ofreció a ayudarme. “¿Otro loco más?” me pregunté volviéndolo a mirar, recordando instantáneamente al elfo que me había dicho palabras similares mucho tiempo atrás.
No necesito la ayuda de un moribundo espeté, su tono no decía nada, ni mucho menos su rostro, tampoco esa actitud serena y relajada. Me había dicho que no deseaba morir, pero no sentía lo mismo de él, de hecho, un aura mortuoria y desolada me golpeó desde su dirección tan fuerte que sentí que me atravesaría el corazón. He de poner distancia entre tú y yo o la muerte se equivocará y llamará a mi puerta dije seca y comencé a caminar río abajo, de un lado a otro, cojeando de vez en cuando con paso cansino. No era yo quién iba hacia adelante, ganándole terreno al tiempo, sino mi terquedad que avanzaba casi al mismo paso que la fiebre.
Me sentía débil, pero me daba coraje que un tipo sano estuviera tirado allí, sin más. Quizá en otro tiempo le hubiera arrancado la cabeza para alimentarme de su sangre, pero su rostro humano ahora tenía distintos nombres de otros iguales a él. Si volvía al vicio, probablemente jamás sería capaz de detenerme y acabaría muerta. “Ignórale” escuché una pequeña voz en mi interior, dulce, aguda y me dispuse a hacerlo.
Aproveché para olfatearle sin mayores inconvenientes con el espacio personal. He comido cosas en mejor estado que tu, pero sin duda también en peor. No me subestimes confesé con cierto orgullo alegre. Al parecer no sería una compañía difícil si nos dirigíamos al mismo lugar. Arquee una ceja cuando se ofreció a ayudarme. “¿Otro loco más?” me pregunté volviéndolo a mirar, recordando instantáneamente al elfo que me había dicho palabras similares mucho tiempo atrás.
No necesito la ayuda de un moribundo espeté, su tono no decía nada, ni mucho menos su rostro, tampoco esa actitud serena y relajada. Me había dicho que no deseaba morir, pero no sentía lo mismo de él, de hecho, un aura mortuoria y desolada me golpeó desde su dirección tan fuerte que sentí que me atravesaría el corazón. He de poner distancia entre tú y yo o la muerte se equivocará y llamará a mi puerta dije seca y comencé a caminar río abajo, de un lado a otro, cojeando de vez en cuando con paso cansino. No era yo quién iba hacia adelante, ganándole terreno al tiempo, sino mi terquedad que avanzaba casi al mismo paso que la fiebre.
Me sentía débil, pero me daba coraje que un tipo sano estuviera tirado allí, sin más. Quizá en otro tiempo le hubiera arrancado la cabeza para alimentarme de su sangre, pero su rostro humano ahora tenía distintos nombres de otros iguales a él. Si volvía al vicio, probablemente jamás sería capaz de detenerme y acabaría muerta. “Ignórale” escuché una pequeña voz en mi interior, dulce, aguda y me dispuse a hacerlo.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
- ¿Modelo? Pregunté algo extrañado mientras me levantaba. ¿Esa es una nueva forma de insultar a mi cabello en este mundo o es que eres una de las pocas que no lo hace? Estaba tan acostumbrado a recibir críticas sobre eso que raro era no recibirlas. Aunque ese asunto no me era de mucha importancia.
Iba a levantarme tarde o temprano... Comenté agregando al comentario anterior sobre la muerte. De todas formas algo de razón tenía, entre mi amargura no pensaba levantarme de ahí aunque no quisiera morir. El sueño me iba a consumir poco a poco hasta quedar congelado y muerto en un sueño de morfeo eterno.
Por la forma que me olfateó me di cuenta que podría ser una licántropa, o una loca, daba igual ambas no harían distinta la situación. Al menos aburrido no se podría estar. Me preguntaba por dentro si nos dirigíamos al mismo sitio, sería una interesante compañía, con suerte podría olvidar algo del mal rato que mas tarde me perseguiría en pesadillas. Tenía que aprovechar la vigilia al máximo.
No soy un moribundo pero es cierto que la muerte me busca... Soy doctor y la veo cada día, trato de evitarla lo más que puedo pero a veces... Sin necesidad de terminar la frase recojo mi equipo de viaje y camino en la misma dirección que ella, coincidía que hacia allí quedaba Lunargenta. No es por ser negativo pero si tu fiebre sube seguro que llamará a tu puerta antes de que yo pueda hacer algo Reflejé en mi voz un tono de sinceridad y casi tirando a aires de seriedad, lo cual lo segundo no era mucho mi estilo. Se ve que piensa ignorarme, si tenía suerte podría convencerla de al menos vendarse o desinfectarse por su bien.
Iba a levantarme tarde o temprano... Comenté agregando al comentario anterior sobre la muerte. De todas formas algo de razón tenía, entre mi amargura no pensaba levantarme de ahí aunque no quisiera morir. El sueño me iba a consumir poco a poco hasta quedar congelado y muerto en un sueño de morfeo eterno.
Por la forma que me olfateó me di cuenta que podría ser una licántropa, o una loca, daba igual ambas no harían distinta la situación. Al menos aburrido no se podría estar. Me preguntaba por dentro si nos dirigíamos al mismo sitio, sería una interesante compañía, con suerte podría olvidar algo del mal rato que mas tarde me perseguiría en pesadillas. Tenía que aprovechar la vigilia al máximo.
No soy un moribundo pero es cierto que la muerte me busca... Soy doctor y la veo cada día, trato de evitarla lo más que puedo pero a veces... Sin necesidad de terminar la frase recojo mi equipo de viaje y camino en la misma dirección que ella, coincidía que hacia allí quedaba Lunargenta. No es por ser negativo pero si tu fiebre sube seguro que llamará a tu puerta antes de que yo pueda hacer algo Reflejé en mi voz un tono de sinceridad y casi tirando a aires de seriedad, lo cual lo segundo no era mucho mi estilo. Se ve que piensa ignorarme, si tenía suerte podría convencerla de al menos vendarse o desinfectarse por su bien.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Prensé en no responderle, pero tenía ganas de hablar… ¿quizás para aferrarme a la cordura o saber que no estaba delirando?¿Crees que estoy en posición de criticarte? pregunté señalando mi pelo raro y absolutamente despeinado. Me encogí de hombros sin mirarle cuando escuché su segundo comentario y continué lentamente mi camino.
Cuando escuché que era doctor, algunas cosas comenzaron a cobrar sentido. Por primera vez dudé en dar el siguiente paso. Me mordí el labio inferior “Igualmente no sabemos si dice la verdad” pensé y di otro paso. Le escuché, se dirigía hacia mi, caminaba y me estaba dando alcance rápidamente. Suspiré profundamente y me giré a verle. No le respondí nada, me limité a mirar los alrededores y cuando di con una piedra lo suficientemente grande como para sentarme, me dirigí a ella.
¿Un doctor altruista? pregunté arqueando mis cejas demostrando que algo no me cuadraba. Tomé asiento No se si has notado que no traigo más que esta camisa?. Fruncí el ceño y agucé la vista hacia él, tratando en vano de ver su interior. SI eres tan bueno, entonces, heme aquí. le dije con tono casi burlón y muy claro. Extendí mis brazos hacia él sin soltar aún mis hachas y le miré.
Por cierto, soy Wood me presenté y me eché hacia atrás. Estaba muerta de cansancio y la verdad, ya me venía dando igual qué quisiera hacer conmigo ese humano desconocido. Después de todo, él tenía razón, aunque me daba un poco de escalofrío la idea de lo que podría llegar a hacerme en pro de su “ciencia”. Syd me había dejado una huella bastante profunda en ese aspecto. Tragué saliva y procuré dejarme llevar.
Cuando escuché que era doctor, algunas cosas comenzaron a cobrar sentido. Por primera vez dudé en dar el siguiente paso. Me mordí el labio inferior “Igualmente no sabemos si dice la verdad” pensé y di otro paso. Le escuché, se dirigía hacia mi, caminaba y me estaba dando alcance rápidamente. Suspiré profundamente y me giré a verle. No le respondí nada, me limité a mirar los alrededores y cuando di con una piedra lo suficientemente grande como para sentarme, me dirigí a ella.
¿Un doctor altruista? pregunté arqueando mis cejas demostrando que algo no me cuadraba. Tomé asiento No se si has notado que no traigo más que esta camisa?. Fruncí el ceño y agucé la vista hacia él, tratando en vano de ver su interior. SI eres tan bueno, entonces, heme aquí. le dije con tono casi burlón y muy claro. Extendí mis brazos hacia él sin soltar aún mis hachas y le miré.
Por cierto, soy Wood me presenté y me eché hacia atrás. Estaba muerta de cansancio y la verdad, ya me venía dando igual qué quisiera hacer conmigo ese humano desconocido. Después de todo, él tenía razón, aunque me daba un poco de escalofrío la idea de lo que podría llegar a hacerme en pro de su “ciencia”. Syd me había dejado una huella bastante profunda en ese aspecto. Tragué saliva y procuré dejarme llevar.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Observaba sus movimientos, se ve que muchos pensamientos pasaban por su cabeza. Tal vez no confiaba en mí y no la culpo, no se puede ser confiado en estos tiempos. No respondí a su respuesta sobre el pelo, en verdad hubo gente muy desaliñada que me lo criticaba de igual manera, pero su respuesta me dio una sonrisa que hace unos días había perdido.
- No sé si altruista sea la palabra para describirme como médico, pero será gratis Dije en aires de tranquilizarla. No me interesaba cobrarle en ese momento, debía pagar mi deuda por las vidas que no había podido salvar en aquel desastre sangriento llamado batalla. Mi conciencia se tranquilizó un poco al menos por ahora.
En un momento te sentirás mejor Comenté con una sonrisa a la bella chica a la vez que estrechaba su mano en un saludo.
Jillian, encantado Mi sonrisa era cálida como si fuese bipolar, ya que hasta hace un momento se me veía triste. Sin embargo no olvidaba lo sucedido y aún me afectaba, pero por costumbre en mi profesión no le paso una representación de mis emociones a mis pacientes. Curé sus heridas con mucho cuidado y sin que le duela salvo por un pequeño ardor gracias al alcohol que en un instante cesó. Las heridas eran de púas y quité un par que seguían clavadas con pinzas y paciencia. Finalmente cubrí todo con un ungüento élfico y vendé bien.
- Menos mal que traté esa herida, ahora bebe esto para curarte la fiebre Preparé una poción antifebril y se la entregué esperando que la beba. Olía bien aunque sabía algo fuerte por sus ingredientes, pero su actuación era pronta y eficaz. No servía de nada seguir camino por más que se cure la pierna si se encontraba con una fiebre que iría en aumento, en especial por el clima que estábamos atravesando.
- No sé si altruista sea la palabra para describirme como médico, pero será gratis Dije en aires de tranquilizarla. No me interesaba cobrarle en ese momento, debía pagar mi deuda por las vidas que no había podido salvar en aquel desastre sangriento llamado batalla. Mi conciencia se tranquilizó un poco al menos por ahora.
En un momento te sentirás mejor Comenté con una sonrisa a la bella chica a la vez que estrechaba su mano en un saludo.
Jillian, encantado Mi sonrisa era cálida como si fuese bipolar, ya que hasta hace un momento se me veía triste. Sin embargo no olvidaba lo sucedido y aún me afectaba, pero por costumbre en mi profesión no le paso una representación de mis emociones a mis pacientes. Curé sus heridas con mucho cuidado y sin que le duela salvo por un pequeño ardor gracias al alcohol que en un instante cesó. Las heridas eran de púas y quité un par que seguían clavadas con pinzas y paciencia. Finalmente cubrí todo con un ungüento élfico y vendé bien.
- Menos mal que traté esa herida, ahora bebe esto para curarte la fiebre Preparé una poción antifebril y se la entregué esperando que la beba. Olía bien aunque sabía algo fuerte por sus ingredientes, pero su actuación era pronta y eficaz. No servía de nada seguir camino por más que se cure la pierna si se encontraba con una fiebre que iría en aumento, en especial por el clima que estábamos atravesando.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Hacía mucho tiempo ya que ningún macho tocaba mi piel, por lo que cuando sentí los fríos dedos de Jillian “encantado” no pude evitar una pequeña retracción de mis músculos, alguna especie de seguro en lo más profundo de mi mente. Apreté las hachas mientras él hacía lo suyo en mi pierna. Era cuidadoso y traté de mantener eso en mente para no transformarme. ¿Por qué habría de mentir? Estaba nerviosa.
Le observé actuar detalladamente. Bueno, Jillian eres muy profesional le dije después que rompió el breve silencio entre su presentación y el siguiente comentario. Asentí y tomé entre mis manos el cuenco con una poción que olía a cosas extrañas –no mal, sino raro-, como todo de estos médicos. Suspiré y moví mi pierna vendada, comprobando cómo se sentía. Le miré nuevamente a los ojos, velados por una metódica máscara profesional. “¿Qué habría tras ella?”.
Volví a mirar la sustancia de color extraño que aún reposaba entre mis manos, chasquee la lengua y me la bajé sin probar su gusto hasta que vi el fondo del recipiente. Ñam ñam juguetee mientras le devolvía el objeto mirándole con ojos grandes. Sabía casi como la fruta fermentada, fuerte, dejando un gusto medio amargo en el fondo de la lengua y de contextura áspera. Me puse en pie, pero sentí un leve mareo, por lo que busqué nuevamente la roca. Supongo que si me quitas el dolor y luego la tozudez te quedarás con una loca cansada le dije observando las pequeñas púas que se me habían quedado después de mi propia primera curación con cierto desdén.
Esas malditas alimañas sacaron el diablo de mis adentros me excusé volviendo a ponerme en pie. No me gusta deber favores Jillian le dije poniendo naturalmente una mano sobre su hombro y saltando ágilmente para besarle rápidamente una de sus mejillas. Parece que todo está funcionando como debe finalicé con una sonrisa traviesa y cansada, apartándome de él y caminando un par de pasos al río, dándole la espalda.
Voy al sur, hacia los bosques humanos. ¿Tú? le pregunté girándome para ver al doctor.[/b]
Le observé actuar detalladamente. Bueno, Jillian eres muy profesional le dije después que rompió el breve silencio entre su presentación y el siguiente comentario. Asentí y tomé entre mis manos el cuenco con una poción que olía a cosas extrañas –no mal, sino raro-, como todo de estos médicos. Suspiré y moví mi pierna vendada, comprobando cómo se sentía. Le miré nuevamente a los ojos, velados por una metódica máscara profesional. “¿Qué habría tras ella?”.
Volví a mirar la sustancia de color extraño que aún reposaba entre mis manos, chasquee la lengua y me la bajé sin probar su gusto hasta que vi el fondo del recipiente. Ñam ñam juguetee mientras le devolvía el objeto mirándole con ojos grandes. Sabía casi como la fruta fermentada, fuerte, dejando un gusto medio amargo en el fondo de la lengua y de contextura áspera. Me puse en pie, pero sentí un leve mareo, por lo que busqué nuevamente la roca. Supongo que si me quitas el dolor y luego la tozudez te quedarás con una loca cansada le dije observando las pequeñas púas que se me habían quedado después de mi propia primera curación con cierto desdén.
Esas malditas alimañas sacaron el diablo de mis adentros me excusé volviendo a ponerme en pie. No me gusta deber favores Jillian le dije poniendo naturalmente una mano sobre su hombro y saltando ágilmente para besarle rápidamente una de sus mejillas. Parece que todo está funcionando como debe finalicé con una sonrisa traviesa y cansada, apartándome de él y caminando un par de pasos al río, dándole la espalda.
Voy al sur, hacia los bosques humanos. ¿Tú? le pregunté girándome para ver al doctor.[/b]
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
No me incomodaba el contacto visual, pero la bella dama solía quedarse mirándome en varias pausas. Posiblemente es la desconfianza o de no ser así ya podría empezar a sentirme alagado. Cuando recibió la poción se notaba en su expresión que poseía un buen olfato, cada vez dudaba menos, seguramente es una licántropa. Siendo así debería estar alerta ante alguna transformación porque no sabría distinguir si es una diurna, nocturna o versátil.
Finalmente tomó todo de un trago y seguido de un par de ñams me devolvió el cuenco que recibí mirándola con una sonrisa hacia esos ojos grandes. La vi levantarse pero como supuse al momento se vino encima el cansancio y se recostó de nuevo en la roca.
Bueno al menos no soy el único loco aquí Dije con aires bromistas ante su comentario hasta que volvió a hablar. Me imaginaba su respuesta, esas púas le sacarían el demonio de adentro a cualquiera. El solo hecho de imaginar semejante dolor provoca una sensación de dolor psicológico, como cuando se tiene una resaca pero en el pié. Pensar en resaca me dio ganas de tomarme una cerveza, tal vez sería lo primero que haga al llegar a Lunargenta.
Me agradó la forma que tuvo para pagarme el favor, nunca está de más el beso de una linda chica para entrar en calor en climas como este, además de ser un neurotransmisor externo que me levanta el ánimo. La vi caminar hacia el río sin poder evitar admirar un poco su figura, cuando se volteó recobré la cordura para no parecer un baboso.
Voy también al Sur, pero para llegar un poco más allá, mi destino es Lunargenta que no está tan lejos de esos bosques. Comenté sin problemas, llegar a Lunargenta era un doble objetivo ya que por un lado ahí se encontraba mi lugar de trabajo y en segundo lugar también era mi punto de descanso. Ya no podía ignorar el hecho de que ella contaba solo con una camisa como protección para el frío, si no se cuidaba un poco la fiebre podría volver.
Si te interesa no tendría problema en ir con algo de compañía Sugerí discretamente, era un arma de doble filo tanto su compañía como el viaje, porque por un lado ella podría transformarse y por el otro podrían emboscar en el camino. Riesgos corría en todo momento solo o acompañado, así que prefería correrlos en compañía si es que ella decidía venir conmigo al menos hasta los bosques que era su destino.
Finalmente tomó todo de un trago y seguido de un par de ñams me devolvió el cuenco que recibí mirándola con una sonrisa hacia esos ojos grandes. La vi levantarse pero como supuse al momento se vino encima el cansancio y se recostó de nuevo en la roca.
Bueno al menos no soy el único loco aquí Dije con aires bromistas ante su comentario hasta que volvió a hablar. Me imaginaba su respuesta, esas púas le sacarían el demonio de adentro a cualquiera. El solo hecho de imaginar semejante dolor provoca una sensación de dolor psicológico, como cuando se tiene una resaca pero en el pié. Pensar en resaca me dio ganas de tomarme una cerveza, tal vez sería lo primero que haga al llegar a Lunargenta.
Me agradó la forma que tuvo para pagarme el favor, nunca está de más el beso de una linda chica para entrar en calor en climas como este, además de ser un neurotransmisor externo que me levanta el ánimo. La vi caminar hacia el río sin poder evitar admirar un poco su figura, cuando se volteó recobré la cordura para no parecer un baboso.
Voy también al Sur, pero para llegar un poco más allá, mi destino es Lunargenta que no está tan lejos de esos bosques. Comenté sin problemas, llegar a Lunargenta era un doble objetivo ya que por un lado ahí se encontraba mi lugar de trabajo y en segundo lugar también era mi punto de descanso. Ya no podía ignorar el hecho de que ella contaba solo con una camisa como protección para el frío, si no se cuidaba un poco la fiebre podría volver.
Si te interesa no tendría problema en ir con algo de compañía Sugerí discretamente, era un arma de doble filo tanto su compañía como el viaje, porque por un lado ella podría transformarse y por el otro podrían emboscar en el camino. Riesgos corría en todo momento solo o acompañado, así que prefería correrlos en compañía si es que ella decidía venir conmigo al menos hasta los bosques que era su destino.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Me sorprendió ver al doctor con su vista clavada en mi figura, aunque dejé pasar desapercibido mientras le escuchaba atentamente y tomaba una decisión. Lunargenta… supongo que tiene sentido, un doctor humano tiene que estar en un gran hospital volví hacia él, ya sin cojear. Y por lo visto eres de por ahí o conoces esos lugares. ¿No es demasiado caótico? No quisiera pensar en volver a esa ciudad confesé un poco cabizbaja.
Pero compañía durante la mayoría del camino nunca viene mal le dije guiñándole un ojo. …si no le temes a los lobos… locos finalicé señalando con la cabeza el sur por el río y comenzando así nuestro viaje. Ahora que la fiebre estaba bajando y mi cuerpo normalizando comenzaba a sentir frío. Crucé mis brazos a la altura del pecho y me los froté con las manos.
Parece que no solo las espinas me sacarán el diablo exclamé en tono de broma. Si esto sigue así tendré que transformarme, espero no te importe… confesé con un poco de preocupación que noté por como sentí mi ceño. ¿Te importaría? le pregunté después de varios minutos en marcha. Me detuve, quité la camisa y la doblé metódicamente entregándosela en las manos. Es un recordatorio y no quisiera perderlo, ¿podrías llevarlo contigo por algún tiempo? inquirí. Y di dos pasos hacia atrás buscando espacio para transformarme.
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Off: no se que tienes pensado Jillian, si no te importaría, quisiera encontrar algo de ropa por el camino xD asi podriamos hablar o algo, aunque aun no me transformo. Carta blanca
Pero compañía durante la mayoría del camino nunca viene mal le dije guiñándole un ojo. …si no le temes a los lobos… locos finalicé señalando con la cabeza el sur por el río y comenzando así nuestro viaje. Ahora que la fiebre estaba bajando y mi cuerpo normalizando comenzaba a sentir frío. Crucé mis brazos a la altura del pecho y me los froté con las manos.
Parece que no solo las espinas me sacarán el diablo exclamé en tono de broma. Si esto sigue así tendré que transformarme, espero no te importe… confesé con un poco de preocupación que noté por como sentí mi ceño. ¿Te importaría? le pregunté después de varios minutos en marcha. Me detuve, quité la camisa y la doblé metódicamente entregándosela en las manos. Es un recordatorio y no quisiera perderlo, ¿podrías llevarlo contigo por algún tiempo? inquirí. Y di dos pasos hacia atrás buscando espacio para transformarme.
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Off: no se que tienes pensado Jillian, si no te importaría, quisiera encontrar algo de ropa por el camino xD asi podriamos hablar o algo, aunque aun no me transformo. Carta blanca
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Escuché atento sus primeras palabras, era entendible que no quisiera llegar hasta Lunargenta, para alguien de su raza no es el mejor sitio a menos que se trate de llegar al Hospital. Finalmente concordamos seguir el camino juntos hasta los bosques humanos, después seguiría yo solo el tramo que me faltaba para llegar a Lunargenta. Ambas zonas me las conocía bien, sería mucho más fácil seguir desde ahí.
Para un loco otro loco es lo más cuerdo. Respondí con una sonrisa admitiendo que no me molestaba la idea de viajar con ella. Me caía bien, no era otra de esas personas serias con las que solía encontrarme.
No tomó mucho tiempo de viaje hasta que el frío empezó a querer cobrarle factura a la dama. Me entregó una camisa como para que la cuidase mientras ella se transformaba. Pensé un poco la ubicación donde nos encontrábamos y tal vez la loba podría ahorrarse el transformarse. Guardé la camisa cuando noté que se alejaba unos pasos para cambiar su aspecto humano a bestial.
Espera, mejor toma esto Dije mientras me quitaba mi grueso abrigo y se lo entregaba.
Te mantendrá caliente, estamos muy cerca de un pueblo al que serví antes. Allí podremos encontrarte algo de ropa antes de que yo me congele Lo ultimo lo dije con aires de broma y ánimo aunque decía la verdad. Si acelerábamos el paso llegaríamos al pueblo que hace mucho tiempo había curado de la peste, el cual no estaba muy lejos. En ese sitio encontraría ropa para ella además de que sería una pausa perfecta antes de seguir nuestro camino. Coloqué el abrigo sobre sus hombros para que se lo ponga, este se había mantenido caliente por dentro por mi calor corporal. No me costaría demasiado resistir porque llevaba ropa de invierno al lado de ella que no poseía mucho. Como último recurso podría sacar mi ropa de médico de la peste pero el poblado no estaba tan lejos como para llegar a ese extremo.
Para un loco otro loco es lo más cuerdo. Respondí con una sonrisa admitiendo que no me molestaba la idea de viajar con ella. Me caía bien, no era otra de esas personas serias con las que solía encontrarme.
No tomó mucho tiempo de viaje hasta que el frío empezó a querer cobrarle factura a la dama. Me entregó una camisa como para que la cuidase mientras ella se transformaba. Pensé un poco la ubicación donde nos encontrábamos y tal vez la loba podría ahorrarse el transformarse. Guardé la camisa cuando noté que se alejaba unos pasos para cambiar su aspecto humano a bestial.
Espera, mejor toma esto Dije mientras me quitaba mi grueso abrigo y se lo entregaba.
Te mantendrá caliente, estamos muy cerca de un pueblo al que serví antes. Allí podremos encontrarte algo de ropa antes de que yo me congele Lo ultimo lo dije con aires de broma y ánimo aunque decía la verdad. Si acelerábamos el paso llegaríamos al pueblo que hace mucho tiempo había curado de la peste, el cual no estaba muy lejos. En ese sitio encontraría ropa para ella además de que sería una pausa perfecta antes de seguir nuestro camino. Coloqué el abrigo sobre sus hombros para que se lo ponga, este se había mantenido caliente por dentro por mi calor corporal. No me costaría demasiado resistir porque llevaba ropa de invierno al lado de ella que no poseía mucho. Como último recurso podría sacar mi ropa de médico de la peste pero el poblado no estaba tan lejos como para llegar a ese extremo.
Jillian Rockbell
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Ese hombre tenía un sentido del humor bastante agradable, no me era difícil estar a su alrededor y tampoco me atosigaba a preguntas. Saqué el labio inferior y pensé que no estaba nada mal. Cuando le di la camisa le noté un poco dubitativo. No había hecho mención a mi transformación, cosa que no me pasó desapercibida ya que por lo general causa bastante inquietud, temor o curiosidad; por lo que, cuando me pidió que me detuviera lo hice sin pensarlo.
¿Si? le pregunté pero mis palabras silenciosas fueron arrasadas por las de él. Supongo que en mi rostro se dibujaba una incógnita. “¿Realmente estaba cediéndome su abrigo?”. Miré a los costados, buscando algún truco escondido. “Podría estar intentando jugarme una broma” pensé un poco desconcertada, pero no vi más que nieve y piedras. El arrullo del agua susurraba palabras hermosas.
Dejé que se acercara a mi y me colocara el abrigo por sobre los hombros. N… no… es, era, si, eso… ahm… la inseguridad se plasmaba en mí. “Pero qué demonios, ¿qué te pasa Wood tarambana? Tómala y calla” decía mi voz interna, la malvada, aunque por algún motivo no podía terminar de escucharle. Gracias finalmente expresé con cierta timidez. No era necesario. Sentía que el calor recorría mi cuerpo, y no solamente era por la tibieza que sólo después de un rato con el abrigo puesto noté que emanaba de la prenda, sino de mi pecho y todo mi rostro. Era imposible evitar que él viera mi sonrojo, asique hice lo de siempre, cargar con los hechos obvios.
Eres bastante especial, Jillian le dije dando un paso hacia él, debatiéndome si agradecerle con un abrazo de oso… “o de lobo, ¡ja!” o quedarme aparte y ser yo. Decidí hacer lo segundo y darle una palmadita en el hombro. No solamente me ves desnuda sino que también sonrojada. Ve anotándotelo porque no volverá a suceder le guiñé un ojo y retomé el camino arrebujándome en el pesado abrigo. Aunque no quisiera aceptarlo, era la primera vez que alguien tenía un gesto así. Es la primer vez que alguien me presta su ropa por propia voluntad fruncí el ceño, estaba algo perturbada y no sabía qué expresión facial poner.
La chaqueta tenía un fuerte olor a esencias extrañas, esas cosas que los médicos usan para sus ungüentos y demases. Pero débil y muy al fondo estaba su aroma, suave, límpido, ligeramente amargo, como el de todos los hombres. Me llevé parte del cuello de la prenda a mi nariz para sentirlo mejor. Era como una droga adictiva. Intenté disimular el hecho usando el tamaño de la prenda a mi favor. Creo que aún me falta un poco por crecer susurré con la voz un poco desgastada. ¿Y cómo es ese pueblo?
Sabía que no podría ser un lugar hostil, pero buscaba desesperadamente un tema de conversación. Muchas veces podía llegar a ser muy difícil hablar conmigo y no estaba del todo acostumbrada a mucha cháchara, pero este humano sacaba esa parte de mi naturaleza que creía bastante bien enterrada.
¿Si? le pregunté pero mis palabras silenciosas fueron arrasadas por las de él. Supongo que en mi rostro se dibujaba una incógnita. “¿Realmente estaba cediéndome su abrigo?”. Miré a los costados, buscando algún truco escondido. “Podría estar intentando jugarme una broma” pensé un poco desconcertada, pero no vi más que nieve y piedras. El arrullo del agua susurraba palabras hermosas.
Dejé que se acercara a mi y me colocara el abrigo por sobre los hombros. N… no… es, era, si, eso… ahm… la inseguridad se plasmaba en mí. “Pero qué demonios, ¿qué te pasa Wood tarambana? Tómala y calla” decía mi voz interna, la malvada, aunque por algún motivo no podía terminar de escucharle. Gracias finalmente expresé con cierta timidez. No era necesario. Sentía que el calor recorría mi cuerpo, y no solamente era por la tibieza que sólo después de un rato con el abrigo puesto noté que emanaba de la prenda, sino de mi pecho y todo mi rostro. Era imposible evitar que él viera mi sonrojo, asique hice lo de siempre, cargar con los hechos obvios.
Eres bastante especial, Jillian le dije dando un paso hacia él, debatiéndome si agradecerle con un abrazo de oso… “o de lobo, ¡ja!” o quedarme aparte y ser yo. Decidí hacer lo segundo y darle una palmadita en el hombro. No solamente me ves desnuda sino que también sonrojada. Ve anotándotelo porque no volverá a suceder le guiñé un ojo y retomé el camino arrebujándome en el pesado abrigo. Aunque no quisiera aceptarlo, era la primera vez que alguien tenía un gesto así. Es la primer vez que alguien me presta su ropa por propia voluntad fruncí el ceño, estaba algo perturbada y no sabía qué expresión facial poner.
La chaqueta tenía un fuerte olor a esencias extrañas, esas cosas que los médicos usan para sus ungüentos y demases. Pero débil y muy al fondo estaba su aroma, suave, límpido, ligeramente amargo, como el de todos los hombres. Me llevé parte del cuello de la prenda a mi nariz para sentirlo mejor. Era como una droga adictiva. Intenté disimular el hecho usando el tamaño de la prenda a mi favor. Creo que aún me falta un poco por crecer susurré con la voz un poco desgastada. ¿Y cómo es ese pueblo?
Sabía que no podría ser un lugar hostil, pero buscaba desesperadamente un tema de conversación. Muchas veces podía llegar a ser muy difícil hablar conmigo y no estaba del todo acostumbrada a mucha cháchara, pero este humano sacaba esa parte de mi naturaleza que creía bastante bien enterrada.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
¿Especial? Nah solo soy yo mismo Comenté sin delirios de grandeza, no me molestaba compartir el abrigo con una compañera de viaje. No tardé mucho en sentir una palmada en el hombro por parte de ella y no pude evitar enganchar un comentario en broma ante lo que mencionó después.
Te haría caso pero mi libreta está en el abrigo Comenté bromista y seguimos camino al pueblo. Bueno encontrar a una mujer desnuda en este clima tampoco es muy común Dije entre una broma y un consuelo, respondiendo a su guiño anterior con un guiño mio para ver si aflojaba ese aire perturbado que noté por la forma en que frunció el ceño, me agradaba aquella dama porque era suelta al hablar y yo podría hablar libremente también.
Seguimos camino y por suerte no era de aquellas personas que se volcaban al silencio.
En este caso es positivo si eres pequeña, el abrigo te cubre mejor Afirmé demostrando una sonrisa, su compañía me había echo pasar más ligera la situación que había atravesado anteriormente. Por lo menos me daría el lujo de tratar de no pensar en ello durante el viaje.
Es un buen pueblo, ahora no tiene muchos habitantes porque fue atacado por la peste. Vine con un grupo de médicos y voluntarios Comenté mientras llevaba una mano al bolsillo de mi pantalón y con la otra iba tomando mi bolso de viaje sobre la espalda.
Tuvimos algunas complicaciones, pero nos deshicimos de la peste y salvamos a los que pudimos. Pararemos en la casa de unos amigos. Hacía mucho tiempo que no los veía, me preguntaba que tal se encontrarían. Continuamos viaje y en el camino entoné algunas canciones por lo bajo hasta que llegamos al pueblo. En comparación a la primera vez que había venido todo estaba más vivo. Había niños jugando con sus mascotas, hombres trabajando y algunas bailarinas dando un espectáculo. Era el día con la noche en comparación. No tardaron mucho en reconocerme y me saludaron alegremente mientras nos encaminábamos a la casa de Alastor, su padre Salat nos encontró por el camino.
¡Jillian! ¡Qué alegría verte! Veo que traes compañía, ¿por qué le falta ropa? Preguntó Salat confundido y con un pequeño sentimiento de vergüenza ajena y lástima.
Aún no hablamos de eso... por cierto, ella es Wood La presenté amablemente.
Salat niña *estrechando mano a Wood* No puedes andar así sin ropa, ni tu Jillian tan desabrigado, vengan siganme, en casa estarán más cómodos Dijo Salat en tono alegre por verme, le hice seña a Wood de que lo sigamos puesto que hacia esa casa es a donde nos dirigíamos. Apenas llegamos en el patio veía a Alastor columpiando a su hija y a lo que una vez fue mi enfermera en Lunargenta embarazada de unos cuantos meses tejiendo un gorrito de color blanco.
Ellos son Alastor, su hija Ayrina y su nueva esposa Vaderie. Ella fue parte de mi equipo de médicos, jefa de enfermeras, por lo visto le gustó tanto el "lugar" que se quedó Puse al tanto a Wood antes de que los dueños de casa nos viesen llegar.
Te haría caso pero mi libreta está en el abrigo Comenté bromista y seguimos camino al pueblo. Bueno encontrar a una mujer desnuda en este clima tampoco es muy común Dije entre una broma y un consuelo, respondiendo a su guiño anterior con un guiño mio para ver si aflojaba ese aire perturbado que noté por la forma en que frunció el ceño, me agradaba aquella dama porque era suelta al hablar y yo podría hablar libremente también.
Seguimos camino y por suerte no era de aquellas personas que se volcaban al silencio.
En este caso es positivo si eres pequeña, el abrigo te cubre mejor Afirmé demostrando una sonrisa, su compañía me había echo pasar más ligera la situación que había atravesado anteriormente. Por lo menos me daría el lujo de tratar de no pensar en ello durante el viaje.
Es un buen pueblo, ahora no tiene muchos habitantes porque fue atacado por la peste. Vine con un grupo de médicos y voluntarios Comenté mientras llevaba una mano al bolsillo de mi pantalón y con la otra iba tomando mi bolso de viaje sobre la espalda.
Tuvimos algunas complicaciones, pero nos deshicimos de la peste y salvamos a los que pudimos. Pararemos en la casa de unos amigos. Hacía mucho tiempo que no los veía, me preguntaba que tal se encontrarían. Continuamos viaje y en el camino entoné algunas canciones por lo bajo hasta que llegamos al pueblo. En comparación a la primera vez que había venido todo estaba más vivo. Había niños jugando con sus mascotas, hombres trabajando y algunas bailarinas dando un espectáculo. Era el día con la noche en comparación. No tardaron mucho en reconocerme y me saludaron alegremente mientras nos encaminábamos a la casa de Alastor, su padre Salat nos encontró por el camino.
- Salat:
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¡Jillian! ¡Qué alegría verte! Veo que traes compañía, ¿por qué le falta ropa? Preguntó Salat confundido y con un pequeño sentimiento de vergüenza ajena y lástima.
Aún no hablamos de eso... por cierto, ella es Wood La presenté amablemente.
Salat niña *estrechando mano a Wood* No puedes andar así sin ropa, ni tu Jillian tan desabrigado, vengan siganme, en casa estarán más cómodos Dijo Salat en tono alegre por verme, le hice seña a Wood de que lo sigamos puesto que hacia esa casa es a donde nos dirigíamos. Apenas llegamos en el patio veía a Alastor columpiando a su hija y a lo que una vez fue mi enfermera en Lunargenta embarazada de unos cuantos meses tejiendo un gorrito de color blanco.
- Alastor. Ayrina y Vaderie:
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Ellos son Alastor, su hija Ayrina y su nueva esposa Vaderie. Ella fue parte de mi equipo de médicos, jefa de enfermeras, por lo visto le gustó tanto el "lugar" que se quedó Puse al tanto a Wood antes de que los dueños de casa nos viesen llegar.
Jillian Rockbell
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
No pude hacer más que sonreír a su elocuencia y dejarme llevar por él. Definitivamente era un tipo fácil, una buena compañía en esos momentos. Le escuché atentamente su breve descripción del pueblo. Interesante fue lo único que dije y continué a su lado, olfateando la prenda y evitando algunas piedrecillas filosas. Las canciones que tarareaba parecían alegres. Me preguntaba qué decían sus letras o su significado algunas veces, otras, solamente eran música que emanaban desde su garganta.
El camino no fue ni muy largo, ni muy corto. Si bien era un lugar pequeño, al parecer estaba lleno de felicidad, paz y amor. Reprimí una arcada y procuré seguir al popular médico del lugar. “…Y ahí se va mi idea de pasar desapercibida…” dije para mí como si viera pasar a mi reflejo en versión lobuna corriendo a mi lado pero en dirección opuesta. No solamente era un lugar vivo y alegre, sino que además Jillian parecía ser una de sus fuentes de poder. Como el cristal corazón de algún pilar principal de un templo.
Soplé un mechón que caía repetitivamente sobre mis ojos y saludaba con la cabeza a algún despreocupado que nos hacía “hola” con sus manos. Al parecer una chica semi desnuda no era de lo más común en el lugar, hecho que me causaba bastante gracia. ¿Qué es… comencé a preguntarle a mi acompañante, pero fui brutalmente intervenida por un hombre entrado en años, con esa misma aura de regocijo rodeándole como un halo de esperanza y luz. Mi primera reacción fue poner cara de pocos amigos, pero dado que mi humano estaba todo alegre traté de ser un poco convencional y le devolví el saludo al tal Salat.
El de blancos cabellos preguntó por mi estado y me sorprendió darme cuenta que era algo que también le interesaba saber a Jillian. Puse mi cabeza de lado, entender a los humanos a veces era una tarea imposible o cuanto menos muy difícil. Les seguí en silencio hacia la casa, luchando con todas mis fuerzas para que no se me pegara tanta cordialidad… pero ya llegando me pudo. Suspiré y escuché las palabras del doctor. ¿La madre de la niña murió? fue mi única pregunta al ver a aquella inocente sonreír alegremente a una desconocida que sin mayor esfuerzo podría arrancarle la cabeza para beber de su sangre y alimentarse de su carne.
Alastor era de apariencia jovial, su aura era como la de un guerrero aunque no dejaba de irradiar cierto carisma y montones de afecto hacia su familia. Su mujer, con una buena barriga estaba protegida por una especie de escudo de melosidad extremo que por poco no me deja deslumbrada. Quién se iba llevando los puntos ganadores era la pequeña que rondaría los ocho o diez años.
Esperé que las bienvenidas a Jillian acabasen para introducirme a ellos. Mucho gusto, mi nombre es Wo…ehm carraspee un poco y me corregí Feith, Feith Greenwood miré a la pequeña Ayrina y le sonreí. Espero no ser una carga para ustedes finalicé, esperando ver sus reacciones.
___________________
Off:Siento si mi post ha sido pobre ._. si gustas puedo modificar algo
El camino no fue ni muy largo, ni muy corto. Si bien era un lugar pequeño, al parecer estaba lleno de felicidad, paz y amor. Reprimí una arcada y procuré seguir al popular médico del lugar. “…Y ahí se va mi idea de pasar desapercibida…” dije para mí como si viera pasar a mi reflejo en versión lobuna corriendo a mi lado pero en dirección opuesta. No solamente era un lugar vivo y alegre, sino que además Jillian parecía ser una de sus fuentes de poder. Como el cristal corazón de algún pilar principal de un templo.
Soplé un mechón que caía repetitivamente sobre mis ojos y saludaba con la cabeza a algún despreocupado que nos hacía “hola” con sus manos. Al parecer una chica semi desnuda no era de lo más común en el lugar, hecho que me causaba bastante gracia. ¿Qué es… comencé a preguntarle a mi acompañante, pero fui brutalmente intervenida por un hombre entrado en años, con esa misma aura de regocijo rodeándole como un halo de esperanza y luz. Mi primera reacción fue poner cara de pocos amigos, pero dado que mi humano estaba todo alegre traté de ser un poco convencional y le devolví el saludo al tal Salat.
El de blancos cabellos preguntó por mi estado y me sorprendió darme cuenta que era algo que también le interesaba saber a Jillian. Puse mi cabeza de lado, entender a los humanos a veces era una tarea imposible o cuanto menos muy difícil. Les seguí en silencio hacia la casa, luchando con todas mis fuerzas para que no se me pegara tanta cordialidad… pero ya llegando me pudo. Suspiré y escuché las palabras del doctor. ¿La madre de la niña murió? fue mi única pregunta al ver a aquella inocente sonreír alegremente a una desconocida que sin mayor esfuerzo podría arrancarle la cabeza para beber de su sangre y alimentarse de su carne.
Alastor era de apariencia jovial, su aura era como la de un guerrero aunque no dejaba de irradiar cierto carisma y montones de afecto hacia su familia. Su mujer, con una buena barriga estaba protegida por una especie de escudo de melosidad extremo que por poco no me deja deslumbrada. Quién se iba llevando los puntos ganadores era la pequeña que rondaría los ocho o diez años.
Esperé que las bienvenidas a Jillian acabasen para introducirme a ellos. Mucho gusto, mi nombre es Wo…ehm carraspee un poco y me corregí Feith, Feith Greenwood miré a la pequeña Ayrina y le sonreí. Espero no ser una carga para ustedes finalicé, esperando ver sus reacciones.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
No representas carga alguna, quien venga con Jillian es bienvenido Dijo mi ex enfermera en Lunargenta y actual enfermera en el pequeño hospital del pueblo.
Luego de las debidas presentaciones nos invitaron a pasar a su hogar, me aparté un momento para pedirle a Vaderie algo de ropa de invierno que le sobrara. Regresé con Wood nuevamente y Salat se dispuso a servirnos la comida sin preguntar si había prisa por nuestra parte. De mi lado no estaba apurado realmente, una comida antes de seguir viaje no vendría mal, era Wood quien me interesaba si poseía prisa. La cena estaba compuesta por cantidades de carne asada, ensalada, puré, vino, jugo y aderezos tradicionales que se preparan en el pueblo, sin olvidarse de fruta como postre. Fuimos invitados cordialmente y Vaderie trajo finalmente una de sus ropas.
Puedes quedártela, hace mucho tiempo que no la uso y estoy sobrada de ropa Dijo mientras extendía la ropa hacia Wood.
Mientras las damas hablaban yo me iba comiendo media mesa por el hambre que tenía, total por la hora ellos ya habían comido y prepararon esa cena para nosotros. Esa la razón por la que Salat apareció tan rápido con la carne asada, solo tuvo que calentar un poco más la que había sobrado de una fiesta reciente y lo demás se preparaba muy rápido. Tal vez para alguien como Wood era un choque estar entre tantos humanos, pero pronto estaríamos de nuevo en viaje y era conveniente que se ponga ropa abrigada y coma. O de lo contrario yo correría el riesgo de ser su cena.
Luego de las debidas presentaciones nos invitaron a pasar a su hogar, me aparté un momento para pedirle a Vaderie algo de ropa de invierno que le sobrara. Regresé con Wood nuevamente y Salat se dispuso a servirnos la comida sin preguntar si había prisa por nuestra parte. De mi lado no estaba apurado realmente, una comida antes de seguir viaje no vendría mal, era Wood quien me interesaba si poseía prisa. La cena estaba compuesta por cantidades de carne asada, ensalada, puré, vino, jugo y aderezos tradicionales que se preparan en el pueblo, sin olvidarse de fruta como postre. Fuimos invitados cordialmente y Vaderie trajo finalmente una de sus ropas.
Puedes quedártela, hace mucho tiempo que no la uso y estoy sobrada de ropa Dijo mientras extendía la ropa hacia Wood.
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Nah es esta otra xD- Ropa Original:
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Mientras las damas hablaban yo me iba comiendo media mesa por el hambre que tenía, total por la hora ellos ya habían comido y prepararon esa cena para nosotros. Esa la razón por la que Salat apareció tan rápido con la carne asada, solo tuvo que calentar un poco más la que había sobrado de una fiesta reciente y lo demás se preparaba muy rápido. Tal vez para alguien como Wood era un choque estar entre tantos humanos, pero pronto estaríamos de nuevo en viaje y era conveniente que se ponga ropa abrigada y coma. O de lo contrario yo correría el riesgo de ser su cena.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
El lugar era cálido, no demasiado espacioso, pero lo suficiente como para una familia de ese porte. Jillian se apartó un poco para hablar con la embarazada. Momento que el viejo de blancos cabellos se dirigió a mi con un aire casi infantil, junto con su nieta para interrogarme acerca de mi estado.
Eh… bueno… esto, no sé si realmente quieran saberlo[/b] respondí mirando para todos lados, buscando alguna forma de salir del paso, algún salvavidas mental, pero nada parecía lo suficientemente estable como para mí. Suspiré, cerré los ojos y traté de encontrar palabras poco escalofriantes. Vengo del paso por las minas oscuras me encogí de hombros, dándome por hecha, pero eso pareció preocuparles aún más.
Tragué saliva Pero estoy bien, creo… esto, que se nota. Soy así normalmente traté de defenderme de cualquier acusación que pudiera salir, pero esas personas de cálido corazón solamente mostraban preocupación por mi. De verdad, no me ha pasado nada. Jillian ha atendido mis pocas lastimaduras, la carencia de ropa se debe a que soy una mujer lobo cerré mis ojos, ya esperaba alguna reacción enfurecida, temerosa, o de esa índole. Cuando volví a abrirlos, la más pequeña me sonreía con los dientes chuecos. Al parecer estaba en la edad de que le crecieran.
Me tenté un poco, pero reprimí la risilla. Esa dupla se lo estaba ganando. Miré de reojo al padre de familia, él parecía un poco más precavido, aunque no sabía como catalogarlo aún. No tuve mucho tiempo de inferencias, Salat puso una mesa que por poco y era un banquete. Me relamí los labios con deseo, la debilidad que tenía sólo se mostraba ahora que estaba allí, entre personas civilizadas y por un momento me pregunté por primera vez en el día ¿qué demonios estaría haciendo el maldito pájaro y dónde se habría metido? bueno, en realidad no importaba mucho, siempre daba conmigo. Me encogí de hombros y con un tenedor pinché comida hasta llenar el plato.
La boca se me hacía agua y cuando le fui a dar el primer tarascón a esos manjares del paraíso la mujer…¿Vaderie se llamaba? me extendió un fajo de ropa acompañadas de palabras políticamente correctas, parecía no querer dañar ningún orgullo. Le sonreí, tomé la ropa y la puse a un lado de mi asiento. Si no te importa, prefiero comenzar con la comida y terminar por vestirme. Prometo no enseñar nada fuera del saco su risa sonó como una bella campana y me uní a ella para luego hacerle los honores a la velada.
Nunca creí que pensaría eso, pero realmente lo hice “Me he llenado de comer carne” sonreí ante mis propios divagues y no me detuve hasta haber probado cada plato. Con esta comida una no extraña los bosques dije echándome hacia atrás en la silla con el estómago abultado, poco menos era del tamaño del de la encinta. Me bajé mi vaso de jugo, realmente estaba todo muy bueno. Lo único que había dejado para atrás era el vino. Cuando alguien me preguntó me atuve a responder algo como “Su gusto no me trae buenos recuerdos”.
Ya después del postre, me dirigí a la mujer ¿Hay algún lugar donde pueda asearme y vestirme? después de estar debidamente presentable quería salir a revisar los cielos, ya hacía bastante que el halcón no daba señales de vida.
Eh… bueno… esto, no sé si realmente quieran saberlo[/b] respondí mirando para todos lados, buscando alguna forma de salir del paso, algún salvavidas mental, pero nada parecía lo suficientemente estable como para mí. Suspiré, cerré los ojos y traté de encontrar palabras poco escalofriantes. Vengo del paso por las minas oscuras me encogí de hombros, dándome por hecha, pero eso pareció preocuparles aún más.
Tragué saliva Pero estoy bien, creo… esto, que se nota. Soy así normalmente traté de defenderme de cualquier acusación que pudiera salir, pero esas personas de cálido corazón solamente mostraban preocupación por mi. De verdad, no me ha pasado nada. Jillian ha atendido mis pocas lastimaduras, la carencia de ropa se debe a que soy una mujer lobo cerré mis ojos, ya esperaba alguna reacción enfurecida, temerosa, o de esa índole. Cuando volví a abrirlos, la más pequeña me sonreía con los dientes chuecos. Al parecer estaba en la edad de que le crecieran.
Me tenté un poco, pero reprimí la risilla. Esa dupla se lo estaba ganando. Miré de reojo al padre de familia, él parecía un poco más precavido, aunque no sabía como catalogarlo aún. No tuve mucho tiempo de inferencias, Salat puso una mesa que por poco y era un banquete. Me relamí los labios con deseo, la debilidad que tenía sólo se mostraba ahora que estaba allí, entre personas civilizadas y por un momento me pregunté por primera vez en el día ¿qué demonios estaría haciendo el maldito pájaro y dónde se habría metido? bueno, en realidad no importaba mucho, siempre daba conmigo. Me encogí de hombros y con un tenedor pinché comida hasta llenar el plato.
La boca se me hacía agua y cuando le fui a dar el primer tarascón a esos manjares del paraíso la mujer…¿Vaderie se llamaba? me extendió un fajo de ropa acompañadas de palabras políticamente correctas, parecía no querer dañar ningún orgullo. Le sonreí, tomé la ropa y la puse a un lado de mi asiento. Si no te importa, prefiero comenzar con la comida y terminar por vestirme. Prometo no enseñar nada fuera del saco su risa sonó como una bella campana y me uní a ella para luego hacerle los honores a la velada.
Nunca creí que pensaría eso, pero realmente lo hice “Me he llenado de comer carne” sonreí ante mis propios divagues y no me detuve hasta haber probado cada plato. Con esta comida una no extraña los bosques dije echándome hacia atrás en la silla con el estómago abultado, poco menos era del tamaño del de la encinta. Me bajé mi vaso de jugo, realmente estaba todo muy bueno. Lo único que había dejado para atrás era el vino. Cuando alguien me preguntó me atuve a responder algo como “Su gusto no me trae buenos recuerdos”.
Ya después del postre, me dirigí a la mujer ¿Hay algún lugar donde pueda asearme y vestirme? después de estar debidamente presentable quería salir a revisar los cielos, ya hacía bastante que el halcón no daba señales de vida.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Por suerte Wood disfrutó de la comida, raro habría sido que no lo haga puesto que estaba deliciosa, pero gustos son gustos. Me quedé hablando un momento con Alastor mientras Salat veía pintar a su nieta y Vaderie se separaba por su lado con la licántropa. Era para ellos algo común ver seres de otras razas ir por el pueblo de pasada. Incluso convencían a muchos de quedarse ya que eso les garantizaba más protección. Sin dudar desde la última vez que vino no solo estaba más vivo el pueblo, sino que muchos se entrenaron en la defensa y actualmente se entrenaban hasta a los niños. Mucha de esta información me la iba brindando Alastor que encabezaba este miniproyecto por mantener seguras a las familias. Si yo no hubiese traído yo a Wood primero la hubiesen interrogado y revisado los guardias que por el momento había antes de dejarla entrar como medida de seguridad y prevención.
Pasa por aquí dijo Vaderie guiando a la lican a un vestidor que ella en ratos libres se confeccionó debido a su licencia por embarazo Aquí podrás vestirte y el baño está en junto Comentó a la vez que habría la puerta del baño Si quieres bañarte y agua caliente coloca el cubo sobre la salamandra antes de vaciar el agua sobre la bañera Explicó amablemente mientras dejaba sobre el tocador del baño una toalla limpia y se retiraba para darle privacidad a la visita.
Pasa por aquí dijo Vaderie guiando a la lican a un vestidor que ella en ratos libres se confeccionó debido a su licencia por embarazo Aquí podrás vestirte y el baño está en junto Comentó a la vez que habría la puerta del baño Si quieres bañarte y agua caliente coloca el cubo sobre la salamandra antes de vaciar el agua sobre la bañera Explicó amablemente mientras dejaba sobre el tocador del baño una toalla limpia y se retiraba para darle privacidad a la visita.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Seguí a la amable dama cuando así me lo indicó. Como una buena ama de casa todo estaba muy bien dispuesto y ordenado. Asentí y le sonreí en forma de agradecimiento mientras la observaba partir. Cerré la puerta tras de sí y con toda la premura posible, me quité el saco-haciéndome colgarlo debidamente en una percha- y dejé que el lobo salvaje saliera de mis entrañas. En menos de un minuto, estaba tendida en el suelo, aún algo cansada. Había olvidado que llevaba los vendajes que el médico me había puesto, lo que más tarde me costaría una buena limpieza de gasas.
Salí de la casa con cierto sigilo, aunque estoy segura de que fui vista por todos. Dejé mis armas en señal de paz, aunque bueno… tampoco eran necesarias. Una vez fuera, el frío congelado volvió a golpearme, pero esta vez estaba bajo mi forma feral, lo que hacía que poco menos y me sintiera cómoda bajo esas condiciones. Busqué un lugar alto y aullé a todo pulmón, requisando el cielo en busca de mi querido halcón. Mi acción pareció llamar bastante la atención, aunque no me importaba demasiado. Ignoré a algunas personas que comenzaron a venir en mi dirección y después de unos diez minutos, procuré volver al hogar donde algunas miradas con grandes incógnitas se dirigían a mí.
Marché expresa al baño y desde allí elevé el tono para hablar cuando volví a mi forma humana. Eso… espero no les haya incomodado. Tengo un compañero, es un halcón dije rápidamente en forma de disculpa siempre vamos juntos, pero me preocupa su paradero respiré hondo e hice lo que Valderie me recomendó para darme un buen baño con agua caliente. La salamandra calentaba muy bien y no tardé en tener todo pronto.
Si ese maldito pájaro no aparecía en las próximas horas saldría a buscarle lo más pronto posible. Me metí a la tina y tomé un largo largo baño. Tuve precaución de cuidar mi pierna e higienizarla bien. Luego le pediría a Jillian un nuevo curetaje. Bostecé y me sorprendí dando algunas cabeceadas en el baño. Lavé con cuidado el pelo y me quité algunas manchas de días. Me sequé frente a un gran espejo y observé complacida como habían desaparecido las manchas de la sangre de mi amigo y enemigos. Las ojeras se irían más tarde.
La ropa de la enfermera olía a flores. Era la primera vez que usaba algo con ese perfume. Cuando era humana, mamá solía utilizar una fragancia similar… aunque se me escapaba de la mente. Procuré dejar el baño decente y salí a la civilización. O más bien a la familia. Los tacos tenían lo suyo; al principio me costó mantenerme sobre ellos, pero con cierta destreza y agilidad pude manejarlo. Me paré frente a la familia, casi todos estaban reunidos en el estar y parecía un momento bastante ameno. La niña movía sus labios y parecía dirigirse a mí, pero su voz se movía lenta y distorsionadamente.
Los bordes de mi visión comenzaron a verse borrosos y lo último que recuerdo fueron unos ojazos azules observarme con un brillo extraño. La oscuridad se hizo de mí y no sentí más nada.
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Off: espero no estar limitando demasiado a tu personaje con mi rol Jillian >o<
Salí de la casa con cierto sigilo, aunque estoy segura de que fui vista por todos. Dejé mis armas en señal de paz, aunque bueno… tampoco eran necesarias. Una vez fuera, el frío congelado volvió a golpearme, pero esta vez estaba bajo mi forma feral, lo que hacía que poco menos y me sintiera cómoda bajo esas condiciones. Busqué un lugar alto y aullé a todo pulmón, requisando el cielo en busca de mi querido halcón. Mi acción pareció llamar bastante la atención, aunque no me importaba demasiado. Ignoré a algunas personas que comenzaron a venir en mi dirección y después de unos diez minutos, procuré volver al hogar donde algunas miradas con grandes incógnitas se dirigían a mí.
Marché expresa al baño y desde allí elevé el tono para hablar cuando volví a mi forma humana. Eso… espero no les haya incomodado. Tengo un compañero, es un halcón dije rápidamente en forma de disculpa siempre vamos juntos, pero me preocupa su paradero respiré hondo e hice lo que Valderie me recomendó para darme un buen baño con agua caliente. La salamandra calentaba muy bien y no tardé en tener todo pronto.
Si ese maldito pájaro no aparecía en las próximas horas saldría a buscarle lo más pronto posible. Me metí a la tina y tomé un largo largo baño. Tuve precaución de cuidar mi pierna e higienizarla bien. Luego le pediría a Jillian un nuevo curetaje. Bostecé y me sorprendí dando algunas cabeceadas en el baño. Lavé con cuidado el pelo y me quité algunas manchas de días. Me sequé frente a un gran espejo y observé complacida como habían desaparecido las manchas de la sangre de mi amigo y enemigos. Las ojeras se irían más tarde.
La ropa de la enfermera olía a flores. Era la primera vez que usaba algo con ese perfume. Cuando era humana, mamá solía utilizar una fragancia similar… aunque se me escapaba de la mente. Procuré dejar el baño decente y salí a la civilización. O más bien a la familia. Los tacos tenían lo suyo; al principio me costó mantenerme sobre ellos, pero con cierta destreza y agilidad pude manejarlo. Me paré frente a la familia, casi todos estaban reunidos en el estar y parecía un momento bastante ameno. La niña movía sus labios y parecía dirigirse a mí, pero su voz se movía lenta y distorsionadamente.
Los bordes de mi visión comenzaron a verse borrosos y lo último que recuerdo fueron unos ojazos azules observarme con un brillo extraño. La oscuridad se hizo de mí y no sentí más nada.
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Woodpecker
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Mientras yo me dedicaba a charlar con la familia y Vaderie jugaba con su hija, Wood parecía haberse metido en sus propios asuntos. Algunos de los gestos y formas de actuar naturalmente atrajeron las miradas ajenas de la gente del pueblo. Les atraía curiosidad su forma particular de actuar.
La perdí de vista cuando regresó a la casa y se metió al baño, seguramente se daría un baño y se pondría algo de ropa. De lo segundo estaba más seguro. En esos momentos la familia estaba reunida y la niña había terminado su dibujo para Wood y apenas la vio corrió a mostrárselo.
Lo había echo con acuarelas y lo firmó con los pinceles caligráficos de su madre demostrando la mayor prolijidad que una niña de su edad podría brindar. Mi mirada estaba puesta en Wood no solo por lo bien que le quedaba la ropa, sino que también noté que estaba apunto de desmayarse y así lo hizo antes de que pudiera hacer algo. Antes de que su cabeza tocara de forma abrupta el piso, logré tomarla entre mis brazos. La niña se había asustado pero su padre la tranquilizó y yo agregué que se trataba de un desmayo por el cansancio del viaje para que confíe en lo que le decían. Si bien creía fielmente en su padre al fin y al cabo el médico era yo.
Llevamos a Wood a la habitación de huéspedes no sin antes de que yo vendara de nuevo su lastimadura que ahora gracias al baño estaba más limpia y curada. Se le quitó el abrigo y la recostamos en la cama, me cercioré que todo anduviera bien antes de arroparla y dejarla descansar. Me quedé junto a ella para hacer guardia pero el sueño no tardó mucho en llevarme, usé el abrigo para cubrirme de forma inconsciente y me quedé dormido junto a la cama donde la lican descansaba.
La perdí de vista cuando regresó a la casa y se metió al baño, seguramente se daría un baño y se pondría algo de ropa. De lo segundo estaba más seguro. En esos momentos la familia estaba reunida y la niña había terminado su dibujo para Wood y apenas la vio corrió a mostrárselo.
- Dibujo de la niña:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Lo había echo con acuarelas y lo firmó con los pinceles caligráficos de su madre demostrando la mayor prolijidad que una niña de su edad podría brindar. Mi mirada estaba puesta en Wood no solo por lo bien que le quedaba la ropa, sino que también noté que estaba apunto de desmayarse y así lo hizo antes de que pudiera hacer algo. Antes de que su cabeza tocara de forma abrupta el piso, logré tomarla entre mis brazos. La niña se había asustado pero su padre la tranquilizó y yo agregué que se trataba de un desmayo por el cansancio del viaje para que confíe en lo que le decían. Si bien creía fielmente en su padre al fin y al cabo el médico era yo.
Llevamos a Wood a la habitación de huéspedes no sin antes de que yo vendara de nuevo su lastimadura que ahora gracias al baño estaba más limpia y curada. Se le quitó el abrigo y la recostamos en la cama, me cercioré que todo anduviera bien antes de arroparla y dejarla descansar. Me quedé junto a ella para hacer guardia pero el sueño no tardó mucho en llevarme, usé el abrigo para cubrirme de forma inconsciente y me quedé dormido junto a la cama donde la lican descansaba.
Jillian Rockbell
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Un fuerte picoteo en la frente me despertó abruptamente. Casi salté de la cama preparada para luchar. Estaba desorientada, no sabía dónde me encontraba ni qué hacía metida en ropas perfumadas y sábanas blancas. A mis pies un arrebujo de ropa que respiraba y a un lado estaban la niña mmm… ¿“Ayrina”? con el idiota de Chy sobre un brazo y en el otro un dibujo. Ese pequeño desgraciado me había despertado. Y de la mala forma.
Respiré profundamente y dejé salir el aire lentamente. Me soné los huesos del cuello y luego le sonreí a la niña. Buenos… miré a los alrededores y me di cuenta que la luz de un nuevo día se filtraba por las ventanas, entibiando el ambiente. Mi nariz estaba fría. buenos días Ayrina susurré mientras extendía mis brazos para recibirla con toda su carga. Ella me devolvió una sonrisa pero hizo más de lo que yo esperaba. Me abrazó por el cuello.
Parpadee un par de veces antes de poder reaccionar y cuando lo hice simplemente me contenté con palmearle suavemente la espalda. Los cachorros solían ser muy rompibles y yo demasiado bruta. Tomé al ave y la olfatee extensivamente, comprobando su rico olor. Sonreí. Tenía ganas de decirle muchas cosas feas y reprenderle, pero la pequeña humana continuaba ahí y no quería dar un mal ejemplo. ¿Qué tenía en sus manos? Cuando le observé con más detenimiento pareció recordar lo que había venido a hacer.
-Buenos días Feith, mamá dijo que tu halcón te extrañaba y hemos venido a verte. El desayuno estará listo en poco tiempo- dijo con su sonrisa angelical. –Ah, y esto es para ti- y me extendió un papel endurecido. Lo tomé extrañada y ella salió corriendo mientras reía despreocupadamente.
Analicé el obsequio con Chy metido entre mi cabello, haciendo un nido de él. Estaba pesado, se ve que había encontrado una buena fuente de alimento antes de volver a mí. Le acaricié mientras me veía retratada con Ayrina en un campo nevado. Era un día claro y los árboles nos rodeaban. Unas lágrimas se me escaparon. Malditas traidoras dije en voz baja dejando el dibujo a un lado, en la mesa de noche para secarlas con el reverso de mi brazo.
Saqué las piernas de la cama y me senté. El pantalón estaba doblado hacia arriba en el lugar de mi lastimadura y tenía un nuevo juego de vendas. Arreglé la ropa y busqué mi abrigo que estaba sobre la silla muy cerca de mí. Miré al bulto de ropa que se movía de forma acompasada y le balanceé lentamente, con mucho cuidado.
-Jillian, despierta, es de mañana ya hablé suavemente, como hacía años no lo hacía. Tendremos desayuno… asique deberías irte levantando continué perseverando sobre el sin poder contener un aluvión de lágrimas en la soledad de aquél pequeño lugar.
___________________________-
Off:Ese dibujo es una obra de arte! he de guardarlo como una de las posesiones de Wood :3
Respiré profundamente y dejé salir el aire lentamente. Me soné los huesos del cuello y luego le sonreí a la niña. Buenos… miré a los alrededores y me di cuenta que la luz de un nuevo día se filtraba por las ventanas, entibiando el ambiente. Mi nariz estaba fría. buenos días Ayrina susurré mientras extendía mis brazos para recibirla con toda su carga. Ella me devolvió una sonrisa pero hizo más de lo que yo esperaba. Me abrazó por el cuello.
Parpadee un par de veces antes de poder reaccionar y cuando lo hice simplemente me contenté con palmearle suavemente la espalda. Los cachorros solían ser muy rompibles y yo demasiado bruta. Tomé al ave y la olfatee extensivamente, comprobando su rico olor. Sonreí. Tenía ganas de decirle muchas cosas feas y reprenderle, pero la pequeña humana continuaba ahí y no quería dar un mal ejemplo. ¿Qué tenía en sus manos? Cuando le observé con más detenimiento pareció recordar lo que había venido a hacer.
-Buenos días Feith, mamá dijo que tu halcón te extrañaba y hemos venido a verte. El desayuno estará listo en poco tiempo- dijo con su sonrisa angelical. –Ah, y esto es para ti- y me extendió un papel endurecido. Lo tomé extrañada y ella salió corriendo mientras reía despreocupadamente.
Analicé el obsequio con Chy metido entre mi cabello, haciendo un nido de él. Estaba pesado, se ve que había encontrado una buena fuente de alimento antes de volver a mí. Le acaricié mientras me veía retratada con Ayrina en un campo nevado. Era un día claro y los árboles nos rodeaban. Unas lágrimas se me escaparon. Malditas traidoras dije en voz baja dejando el dibujo a un lado, en la mesa de noche para secarlas con el reverso de mi brazo.
Saqué las piernas de la cama y me senté. El pantalón estaba doblado hacia arriba en el lugar de mi lastimadura y tenía un nuevo juego de vendas. Arreglé la ropa y busqué mi abrigo que estaba sobre la silla muy cerca de mí. Miré al bulto de ropa que se movía de forma acompasada y le balanceé lentamente, con mucho cuidado.
-Jillian, despierta, es de mañana ya hablé suavemente, como hacía años no lo hacía. Tendremos desayuno… asique deberías irte levantando continué perseverando sobre el sin poder contener un aluvión de lágrimas en la soledad de aquél pequeño lugar.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
No recuerdo lo que estaba soñando. Si lo reprimí quizás es porque no era nada muy bueno. Solo recuerdo sentir una mano suave meciéndome y reaccioné ante la palabra desayuno.
¡Desayuno! Grité alegre y salí corriendo apresurado, pero antes de tocar la manija de la puerta me dí cuenta fugazmente de algo y me detuve donde estaba. Voltee extrañado y miré a los ojos a Wood.
¿Por qué el llanto? Pregunté preocupado, como si el actuar de recién fuese una personalidad distinta mía y la que hablaba otra diferente más. Regresé hasta el sitio donde había sido mi cama improvisada y me senté para después tomar su mano. Estaba claro que algo la había afectado, pero no comprendía muy bien qué. Divagaba profundamente en sus ojos húmedos buscando una respuesta que con suerte me daría ella.
Si ocurre algo puedes decirme. Secreto profesional Dije guiñando un ojo para tranquilizarla y dándole libertad a catertizar. Hasta la habitación se sentía un agradable olor a café caliente y pan recién echo. Muy seguramente un producto de Salat y quizás con algo de voluntariedad de su nieta. Su hijo no es muy hábil con la cocina y menos mi ex enfermera.
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Off: Espero no te parezcan muy cortos los post. Es que me gusta dar libertad para que los demás se puedan extender o comentar. Si los quieres más largos solo dime :3
¡Desayuno! Grité alegre y salí corriendo apresurado, pero antes de tocar la manija de la puerta me dí cuenta fugazmente de algo y me detuve donde estaba. Voltee extrañado y miré a los ojos a Wood.
¿Por qué el llanto? Pregunté preocupado, como si el actuar de recién fuese una personalidad distinta mía y la que hablaba otra diferente más. Regresé hasta el sitio donde había sido mi cama improvisada y me senté para después tomar su mano. Estaba claro que algo la había afectado, pero no comprendía muy bien qué. Divagaba profundamente en sus ojos húmedos buscando una respuesta que con suerte me daría ella.
Si ocurre algo puedes decirme. Secreto profesional Dije guiñando un ojo para tranquilizarla y dándole libertad a catertizar. Hasta la habitación se sentía un agradable olor a café caliente y pan recién echo. Muy seguramente un producto de Salat y quizás con algo de voluntariedad de su nieta. Su hijo no es muy hábil con la cocina y menos mi ex enfermera.
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Jillian Rockbell
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Una explosión de risa ahogada en lágrimas surgió de improviso cuando vi a Jillian tan animado. Se levantó tan rápidamente que por unos segundos dudé si realmente era humano. Negué con la cabeza e hice gesto de levantarme, pero por la sorpresa que me llevé al verle darse la vuelta quedé en el mismo sitio, sentada a un costado de la cama. El joven me preguntaba por mi llanto “¿Qué debería responderle?” me pregunté frunciendo el entrecejo y mordiéndome el labio inferior.
Los ojos de Jillian parecían preocupados, eran de un azul tan profunco que por unos instantes creí que podría perderme en ellos. Tenía una mirada jovial, aunque ahora estaba velada por cierta inquietud. “Mi culpa” sonó una corneta en el fondo de mi cabeza y tuve que aceptarlo. Al fin un solo humano me había ganado. Él se sentó a mi lado y me tomó la mano. Miré el lazo recién formado e hice un esfuerzo para sonreírle de costado; pero ya era tarde, mi llanto, ese que nunca sale se había destapado y hasta que no se fuera no pararía. Quería dar mi cabeza contra la blanca pared hasta ver sangre, pero supuse que sería demasiado ruidoso para la familia.
Arrugué la nariz ante sus últimas palabras. Ella, es un poco mayor a lo que hubiese sido mi hijo le dije con la voz entrecortada, estirándome para buscar el dibujo que me había entregado Ayrina momentos atrás para mostrárselo a él Cuando lo concebimos era un instinto animal… unos fuertes espasmos me sacudieron, casi me vi obligada a abrazar al humano. Nunca lloré su muerte. las palabras salían de a pedazos, como un muro que se está demoliendo a base de mazos.
Ambos murieron, me refiero a su padre…él también… por un tiempo casi interminable me sentí inconsolable, finalmente, después de tantos años con el pecho abultado sentía que la carga comenzaba a aligerarse. Me separé del doctor y volví a verle a los ojos, me los sequé y busqué algo para sonarme la nariz, aunque la búsqueda ocular fue infructuosa. Bueno… ya, esto… perdón le dije agachando mi cabeza para luego verle con los ojos grandes. No suelo hacer estas escenas, es que… fue muy fuerte fue lo único que atiné a decir. El desayno huele muy bien ¿no crees? comenté cambiando el tema.
Respiré profundamente –a pesar de la carga en mi nariz- y me dispuse a ir con los dueños de casa en compañía de ese humano de buen corazón.
Los ojos de Jillian parecían preocupados, eran de un azul tan profunco que por unos instantes creí que podría perderme en ellos. Tenía una mirada jovial, aunque ahora estaba velada por cierta inquietud. “Mi culpa” sonó una corneta en el fondo de mi cabeza y tuve que aceptarlo. Al fin un solo humano me había ganado. Él se sentó a mi lado y me tomó la mano. Miré el lazo recién formado e hice un esfuerzo para sonreírle de costado; pero ya era tarde, mi llanto, ese que nunca sale se había destapado y hasta que no se fuera no pararía. Quería dar mi cabeza contra la blanca pared hasta ver sangre, pero supuse que sería demasiado ruidoso para la familia.
Arrugué la nariz ante sus últimas palabras. Ella, es un poco mayor a lo que hubiese sido mi hijo le dije con la voz entrecortada, estirándome para buscar el dibujo que me había entregado Ayrina momentos atrás para mostrárselo a él Cuando lo concebimos era un instinto animal… unos fuertes espasmos me sacudieron, casi me vi obligada a abrazar al humano. Nunca lloré su muerte. las palabras salían de a pedazos, como un muro que se está demoliendo a base de mazos.
Ambos murieron, me refiero a su padre…él también… por un tiempo casi interminable me sentí inconsolable, finalmente, después de tantos años con el pecho abultado sentía que la carga comenzaba a aligerarse. Me separé del doctor y volví a verle a los ojos, me los sequé y busqué algo para sonarme la nariz, aunque la búsqueda ocular fue infructuosa. Bueno… ya, esto… perdón le dije agachando mi cabeza para luego verle con los ojos grandes. No suelo hacer estas escenas, es que… fue muy fuerte fue lo único que atiné a decir. El desayno huele muy bien ¿no crees? comenté cambiando el tema.
Respiré profundamente –a pesar de la carga en mi nariz- y me dispuse a ir con los dueños de casa en compañía de ese humano de buen corazón.
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
No pasó mucho tiempo para que su verdadero llanto saliese a la luz. Verdadero porque ya no era solo llanto, sino que también decía la causa de ello. Admitía la razón de cada gota derramada. Podía sentir su dolor como una daga en mi pecho, pero solo demostraba el grado suficiente de preocupación externamente para no hacerla sentir culpable de mis sentimientos. De culpable no poseía nada, al menos no en relación a eso. Una pequeña sonrisa se apareció en mí cuando vi el dibujo de la pequeña. La niña es muy cariñosa y le tomó afecto a Wood, me alegraba que aquello impulsara para que se saque un peso de encima. Se notaba por el llanto y la forma en que me abrazó luego que necesitaba descargarse.
No hice más que contestar su abrazo y rodearla con mis brazos mientras dejaba que hablara. Lo que me contaba era inmensamente triste. No era la primera y desgraciadamente tampoco la última vez que escucharía un relato doloroso, sentía malestar por lo que la aquejaba, pero levantaba mi estima el tener la sensación que se producía una descarga que al final la beneficiaría. En mi profesión se acostumbra a no cargar con las cargas ajenas, sino no daríamos a basto con tanto dolor externo además del propio interiormente, también incluidas aquí las imágenes que se nos presentan en frente cuando caemos en medio de un caos, una guerra o simplemente el día a día del hospital. Hay que ser fuerte, pero saber comprender. Este y otros pensamientos se paseaban por mi mente mientras ella lloraba y escuchaba también a la vez sus palabras.
Se disculpó, algo que no era necesario. Antes de que pudiese negarme, ya que no había nada de qué disculparse, ella mencionó el desayuno. Comprendo que habrá querido cambiar fugazmente de tema, y así lo logró. Mi estómago ante la palabra "desayuno" y el aroma que inundaba un poco el cuarto hizo que el estómago me reprochara alimento.
Creo que lloverá, ese fue un trueno Dije en un vano intento de ocultar el ruido del estómago mientras íbamos al comedor haciéndome el tonto. La familia nos estaba esperando y ya desayunando, en nuestros lugares libres había tazas vacías. En la mesa había mermelada casera, pan recién hecho, huevos, cereales, manteca, frutas, queso, jugo, café, té y leche. Todos productos de la granja de la familia. A mi me parecía demasiado al principio, pero por la forma de comer de la embarazada y como ellos saben que suelo comer, la sorpresa me duró poco. Salat nos apresuró a sentarnos en broma afirmando que su nuera se comería todo, no pude evitar una risa que se premió con un trapo por la cara y lo mismo para Salat.
Ya les dije que debo comer por tres, serán gemelos Comentó Vaderie recibiendo de su hija en la mano los trapos que acababa de lanzar. Dirigió después su mirada a Wood.
¿Linda se apagó la salamandra en la noche? Pareces resfriada Preguntó sin saber que momentos antes estuvo llorando.
No hice más que contestar su abrazo y rodearla con mis brazos mientras dejaba que hablara. Lo que me contaba era inmensamente triste. No era la primera y desgraciadamente tampoco la última vez que escucharía un relato doloroso, sentía malestar por lo que la aquejaba, pero levantaba mi estima el tener la sensación que se producía una descarga que al final la beneficiaría. En mi profesión se acostumbra a no cargar con las cargas ajenas, sino no daríamos a basto con tanto dolor externo además del propio interiormente, también incluidas aquí las imágenes que se nos presentan en frente cuando caemos en medio de un caos, una guerra o simplemente el día a día del hospital. Hay que ser fuerte, pero saber comprender. Este y otros pensamientos se paseaban por mi mente mientras ella lloraba y escuchaba también a la vez sus palabras.
Se disculpó, algo que no era necesario. Antes de que pudiese negarme, ya que no había nada de qué disculparse, ella mencionó el desayuno. Comprendo que habrá querido cambiar fugazmente de tema, y así lo logró. Mi estómago ante la palabra "desayuno" y el aroma que inundaba un poco el cuarto hizo que el estómago me reprochara alimento.
Creo que lloverá, ese fue un trueno Dije en un vano intento de ocultar el ruido del estómago mientras íbamos al comedor haciéndome el tonto. La familia nos estaba esperando y ya desayunando, en nuestros lugares libres había tazas vacías. En la mesa había mermelada casera, pan recién hecho, huevos, cereales, manteca, frutas, queso, jugo, café, té y leche. Todos productos de la granja de la familia. A mi me parecía demasiado al principio, pero por la forma de comer de la embarazada y como ellos saben que suelo comer, la sorpresa me duró poco. Salat nos apresuró a sentarnos en broma afirmando que su nuera se comería todo, no pude evitar una risa que se premió con un trapo por la cara y lo mismo para Salat.
Ya les dije que debo comer por tres, serán gemelos Comentó Vaderie recibiendo de su hija en la mano los trapos que acababa de lanzar. Dirigió después su mirada a Wood.
¿Linda se apagó la salamandra en la noche? Pareces resfriada Preguntó sin saber que momentos antes estuvo llorando.
Jillian Rockbell
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Re: Lágrimas de hielo [Libre - Interpretativo]
Sonreí de una forma fugaz cuando escuché lo del pseudo trueno, aunque podía llevar razón, se olía un poco de agua en el ambiente. Fruncí un poco el entrecejo, pensando en lo que estaba/había acabado de hacer y decidí dos cosas importantes: la primera, me sentía mucho mejor, la segunda, que él era confiable.
Siguiendo el aroma de los manjares que comencé a suponer esa familia solía tener, me desvié por unos instantes en el tocador para deshacerme de la mayor evidencia posible de lo que había sucedido. Jillian había sido extremadamente colaborativo y eso me daba un buen respiro. Una vez en la mesa, confirmé todas mis dudas. Realmente era una familia humana feliz, como los de mis amigos en las afueras de la ciudad. Definitivamente, buscaría algún momento para ir a visitarles.
Había una inmensidad de cosas sobre la mesa y como era de esperarse, la tristeza se fue despegando de mi cuerpo, como la resina de un árbol. En breve me había servido dos buenas porciones de pan tibio. En una había untado una delgada capa de manteca casera. Los vapores que se desprendían de ese manjar hicieron que se me hiciera agua la boca, pero me resistí y me tomé un tiempo más para ponerle esa mermelada de ciruelas que olía fenomenal. El olfato nunca me mentía y después de la ceremonial preparación le hinqué el diente a mi presa preparada. Cerré los ojos y disfruté de él como si fuese mi último… o primer desayuno.
Valderie dijo algo acerca de gemelos… bueno, por el contexto era obvio que hablaba de que tendría dos. Tragué lo último del preparado y me serví una última porción sólida; esta vez mi elección fue otro trozo de pan –estaba endemoniadamente adictivo viésele por donde se le viese- pero cambié su acompañamiento por queso, el queso más blando, agujereado y delicioso que había probado en mi vida. Seguía masticando la idea de dos nuevas bocas en la familia y me tenté de la risa. Esperaba que todo les saliera bien.
Cuando terminaba de dar el primer bocado a aquella delicia culinaria, la comida casi se me pasa por un mal lado, originando una pequeña tos. Valderie me acababa de preguntar por la salamandra. No podía mentirle con respecto a eso, sería demasiado evidente. ¿La salamandra? pregunté inocentemente No, bueno, se apagó pero hace muy poco tiempo dije recordando que mi nariz había amanecido un poco fría en realidad tengo un poco de alergia, aunque suene raro los licántropos podemos sufrirla mentí posando la mirada en la comida y mordiendo otro pedazo. Miré a Jillian , sabía que no me delataría, por lo que agregué Pero cierto doctor ya se ha ocupado del asunto esta vez no rehusé el contacto ocular.
Acabada la porción, le pedí a Alastor que me pasara la leche y me hice una infusión de té con ella. mmm a juzgar por el sabor diría que el queso es de cabra, pero la leche… no sé, es muy dulce para ser de vaca y no es de cabra la pregunta que me ronda es… ¿aion o yegua? podía estar equivocándome , por lo que esperé la respuesta pacientemente. Ayrina y Chy parecían haberse vuelto buenos amigos, el ave en mi regazo se dejaba alimentar con pan. ¿Desde cuando los halcones comen pan? pregunté con asombro fingido a los dos pequeños.
A propósito, me ha gustado mucho tu regalo. Lo llevaré conmigo siempre le dije a la pequeña. Levanté una mano para acariciarle una mejilla, pero era consciente de mi torpeza habitual por lo que me contenté con darle unas palmaditas suaves sobre la rubia cabellera. Miré a Alastor, esta vez a conciencia y con cierta preocupación pareces un hombre fuerte, el camino del guerrero es morir con honor, pero el de un padre es vivir al lado de su familia y envejecer. No quería faltarle el respeto, pero aún estaba algo conmovida. Di una última mirada a la mesa y me incorporé. Gracias por el alimento y buen provecho murmuré.
Terminado mi momento emotivo, me senté en las escaleras de afuera. El piso estaba congelado y un poco húmedo, pero se sentía muy bien. El aire fresco de la mañana siempre me aclaraba las ideas. Chy se dedicaba a rondar por ahí, viniendo de tanto en tanto a juguetear conmigo. Hacía más de un año que me acompañaba. “¿Cuánto más lo haría?”.
Siguiendo el aroma de los manjares que comencé a suponer esa familia solía tener, me desvié por unos instantes en el tocador para deshacerme de la mayor evidencia posible de lo que había sucedido. Jillian había sido extremadamente colaborativo y eso me daba un buen respiro. Una vez en la mesa, confirmé todas mis dudas. Realmente era una familia humana feliz, como los de mis amigos en las afueras de la ciudad. Definitivamente, buscaría algún momento para ir a visitarles.
Había una inmensidad de cosas sobre la mesa y como era de esperarse, la tristeza se fue despegando de mi cuerpo, como la resina de un árbol. En breve me había servido dos buenas porciones de pan tibio. En una había untado una delgada capa de manteca casera. Los vapores que se desprendían de ese manjar hicieron que se me hiciera agua la boca, pero me resistí y me tomé un tiempo más para ponerle esa mermelada de ciruelas que olía fenomenal. El olfato nunca me mentía y después de la ceremonial preparación le hinqué el diente a mi presa preparada. Cerré los ojos y disfruté de él como si fuese mi último… o primer desayuno.
Valderie dijo algo acerca de gemelos… bueno, por el contexto era obvio que hablaba de que tendría dos. Tragué lo último del preparado y me serví una última porción sólida; esta vez mi elección fue otro trozo de pan –estaba endemoniadamente adictivo viésele por donde se le viese- pero cambié su acompañamiento por queso, el queso más blando, agujereado y delicioso que había probado en mi vida. Seguía masticando la idea de dos nuevas bocas en la familia y me tenté de la risa. Esperaba que todo les saliera bien.
Cuando terminaba de dar el primer bocado a aquella delicia culinaria, la comida casi se me pasa por un mal lado, originando una pequeña tos. Valderie me acababa de preguntar por la salamandra. No podía mentirle con respecto a eso, sería demasiado evidente. ¿La salamandra? pregunté inocentemente No, bueno, se apagó pero hace muy poco tiempo dije recordando que mi nariz había amanecido un poco fría en realidad tengo un poco de alergia, aunque suene raro los licántropos podemos sufrirla mentí posando la mirada en la comida y mordiendo otro pedazo. Miré a Jillian , sabía que no me delataría, por lo que agregué Pero cierto doctor ya se ha ocupado del asunto esta vez no rehusé el contacto ocular.
Acabada la porción, le pedí a Alastor que me pasara la leche y me hice una infusión de té con ella. mmm a juzgar por el sabor diría que el queso es de cabra, pero la leche… no sé, es muy dulce para ser de vaca y no es de cabra la pregunta que me ronda es… ¿aion o yegua? podía estar equivocándome , por lo que esperé la respuesta pacientemente. Ayrina y Chy parecían haberse vuelto buenos amigos, el ave en mi regazo se dejaba alimentar con pan. ¿Desde cuando los halcones comen pan? pregunté con asombro fingido a los dos pequeños.
A propósito, me ha gustado mucho tu regalo. Lo llevaré conmigo siempre le dije a la pequeña. Levanté una mano para acariciarle una mejilla, pero era consciente de mi torpeza habitual por lo que me contenté con darle unas palmaditas suaves sobre la rubia cabellera. Miré a Alastor, esta vez a conciencia y con cierta preocupación pareces un hombre fuerte, el camino del guerrero es morir con honor, pero el de un padre es vivir al lado de su familia y envejecer. No quería faltarle el respeto, pero aún estaba algo conmovida. Di una última mirada a la mesa y me incorporé. Gracias por el alimento y buen provecho murmuré.
Terminado mi momento emotivo, me senté en las escaleras de afuera. El piso estaba congelado y un poco húmedo, pero se sentía muy bien. El aire fresco de la mañana siempre me aclaraba las ideas. Chy se dedicaba a rondar por ahí, viniendo de tanto en tanto a juguetear conmigo. Hacía más de un año que me acompañaba. “¿Cuánto más lo haría?”.
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