Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
La chica sumida en la desesperación por no saber qué hacer ante aquello, no se había dado cuenta de que Sydara había abierto los ojos, y que intentaba hablar, e incluso moverse en cierto modo.
Se quedó muy quieta. Porque había comenzado a relatarle sobre la requilia. Al parecer pensó que debía conocer su historia, porque empezó desde el principio. Ébano le escuchaba con preocupación en el rostro. No quería que hablase demasiado ya que estaba débil, pero no quería parecer grosera y decirle que parase.
-No tienes que hablar ahora, puedes hacerlo más tarde.. -dijo mientras él recuperaba aliento, pero no hizo caso, y siguió relatandole. Ébano no pudo más que quedarse quita y escucharle, con la joya en las manos, observándola relucir.
Se había quedado de rodillas a la altura de sus muslos, y se incorporó un poco acomodandose en aquella misma posición, como sentada sobre él. Era una posición un tanto comprometedora, pero no estaba dispuesta a irse, por si volvía aquella cosa, por si tenía convulsiones por la fiebre o a saber qué. Casi no sentía el dolor de la espalda, pero aunque no había remitido, ahora tenía asuntos más importantes que tratar. Escuchar y comprender.
A cada poco paraba, tomaba aire, cerraba los ojos, o daba muestras de debilidad, por mucho que intentase ocultarlo, Sydara estaba débil. Descansar era su prioridad... Llegado un momento en que divagaba, el elfo la buscó con la mirada.
Ébano soltó la reliquia sobre su pecho, acariciandolo con suavidad y volvió a apoyarse tal como estaba sobre él, con los codos en la cama, escuchando atentamente. Le acarició el pelo mientras relataba la desastrosa muerte de su hermana y lo sucecido con la vampiresa desequilibrada. Se sintió profundamente mal por quejarse ella misma, por sentirse desgraciada cuando otros pasaban peores situaciones... Los ojos de Ébano se anegaron en... ¿lágrimas? Aquello sorprendió a la chica.. Hacía demasiado tiempo que no le ocurría aquello, al menos no por sentir empatía hacia otra persona, o en una situación como aquella..
Suspiró y le acarició el rostro, con una sonrisa sincera, como mostrándole que le comprendía. -Algunas de nosotras somos algo... inestables.. -dijo a modo de broma.
Sydara tenía las mejillas encendidas y una de sus manos se posó en la cintura de Ébano. Sin pensarlo, volvió a besarle, algo húmedo por su fiebre y las mejillas mojadas, el pelo mojado... Pero tranquilizador, o eso pretenía la ella. Se puso nerviosa, ¿nerviosa? ¿Ella? ¿Desde cuándo le pasaba aquello ante el contacto de otro hombre..? Respiró hondo, y sacudió la cabeza. Se estaba dejando llevar....
....un calor fluía a travéz de su mano, recorría la espalda y.... La espalda. Estaba bien.
...se estaba dejando llevar... demasiado.
Le miró con extrañeza, se separó y se incorporó un poco y se dispuso a hablarle, extrañada, enfadad, agradecida y todo a la vez. La mezcla de sentimientos típica en una mujer... Se incorporó aun sentada de rodillas sobre él y posó las manos en sus hombros, pero la mano del elfo resbaló hacia la cama.
Oh, no no no, no, no. ¿Qué haces? ¿Qué se supone que haces? Eres tú quien está débil, sé cuidarme, no has debido gastar tu.. magia, para esto! Qué no sabes.. a la larga me curo, no me importa el dolor, estoy curtida en dolor, ¡y del que no se ve! -su pecho subía y bajaba, alterada por su elección de curarla a ella antes que a sí mismo.
Una parte de ella estaba sumamente agradecida y se sentía... querida, apreciada, como hacía tantos años... Le había estado gritando, porque le daba rabia que él siguiense malherido y ahora ella no.. Se calmó. No estaba bien gritarle.
-No debí dejarme mostrar como soy.. La frivolidad y el sexo dan mejores resultados.. nada personal, todo negocios, al final nada va conmigo cuando me muestro de ese modo... -le decía aquello con media sonrisa. Mirada arrepentida por haberse puesto así y a a vez aún algo irritada.
No podía negar que prefería mil veces mostrarse como era y que aquella vez estaba contenta con lo que hizo porque gracias a ello había trabado amistad si podía decirse con el elfo, complicidad, pero si se lo dejaba saber.. No no no, no podía permitir que él cuidase de ella antes que de sí mismo.
Suspiró terminando de calmarse y posó las manos sobre su pecho, esperando una buena respuesta con una ceja levantada.
---------------------------------------
Off: vale, no me quedó claro si la mano sola cae a la cama o quedas inconsciente entero xD de igual modo.. si estaba consciente la escena queda así, si no... pues todo eso ella lo dice como hablando sin fijarse ofuscada por la situación. Suerte Syd! ^^
Se quedó muy quieta. Porque había comenzado a relatarle sobre la requilia. Al parecer pensó que debía conocer su historia, porque empezó desde el principio. Ébano le escuchaba con preocupación en el rostro. No quería que hablase demasiado ya que estaba débil, pero no quería parecer grosera y decirle que parase.
-No tienes que hablar ahora, puedes hacerlo más tarde.. -dijo mientras él recuperaba aliento, pero no hizo caso, y siguió relatandole. Ébano no pudo más que quedarse quita y escucharle, con la joya en las manos, observándola relucir.
Se había quedado de rodillas a la altura de sus muslos, y se incorporó un poco acomodandose en aquella misma posición, como sentada sobre él. Era una posición un tanto comprometedora, pero no estaba dispuesta a irse, por si volvía aquella cosa, por si tenía convulsiones por la fiebre o a saber qué. Casi no sentía el dolor de la espalda, pero aunque no había remitido, ahora tenía asuntos más importantes que tratar. Escuchar y comprender.
A cada poco paraba, tomaba aire, cerraba los ojos, o daba muestras de debilidad, por mucho que intentase ocultarlo, Sydara estaba débil. Descansar era su prioridad... Llegado un momento en que divagaba, el elfo la buscó con la mirada.
Ébano soltó la reliquia sobre su pecho, acariciandolo con suavidad y volvió a apoyarse tal como estaba sobre él, con los codos en la cama, escuchando atentamente. Le acarició el pelo mientras relataba la desastrosa muerte de su hermana y lo sucecido con la vampiresa desequilibrada. Se sintió profundamente mal por quejarse ella misma, por sentirse desgraciada cuando otros pasaban peores situaciones... Los ojos de Ébano se anegaron en... ¿lágrimas? Aquello sorprendió a la chica.. Hacía demasiado tiempo que no le ocurría aquello, al menos no por sentir empatía hacia otra persona, o en una situación como aquella..
Suspiró y le acarició el rostro, con una sonrisa sincera, como mostrándole que le comprendía. -Algunas de nosotras somos algo... inestables.. -dijo a modo de broma.
Sydara tenía las mejillas encendidas y una de sus manos se posó en la cintura de Ébano. Sin pensarlo, volvió a besarle, algo húmedo por su fiebre y las mejillas mojadas, el pelo mojado... Pero tranquilizador, o eso pretenía la ella. Se puso nerviosa, ¿nerviosa? ¿Ella? ¿Desde cuándo le pasaba aquello ante el contacto de otro hombre..? Respiró hondo, y sacudió la cabeza. Se estaba dejando llevar....
....un calor fluía a travéz de su mano, recorría la espalda y.... La espalda. Estaba bien.
...se estaba dejando llevar... demasiado.
Le miró con extrañeza, se separó y se incorporó un poco y se dispuso a hablarle, extrañada, enfadad, agradecida y todo a la vez. La mezcla de sentimientos típica en una mujer... Se incorporó aun sentada de rodillas sobre él y posó las manos en sus hombros, pero la mano del elfo resbaló hacia la cama.
Oh, no no no, no, no. ¿Qué haces? ¿Qué se supone que haces? Eres tú quien está débil, sé cuidarme, no has debido gastar tu.. magia, para esto! Qué no sabes.. a la larga me curo, no me importa el dolor, estoy curtida en dolor, ¡y del que no se ve! -su pecho subía y bajaba, alterada por su elección de curarla a ella antes que a sí mismo.
Una parte de ella estaba sumamente agradecida y se sentía... querida, apreciada, como hacía tantos años... Le había estado gritando, porque le daba rabia que él siguiense malherido y ahora ella no.. Se calmó. No estaba bien gritarle.
-No debí dejarme mostrar como soy.. La frivolidad y el sexo dan mejores resultados.. nada personal, todo negocios, al final nada va conmigo cuando me muestro de ese modo... -le decía aquello con media sonrisa. Mirada arrepentida por haberse puesto así y a a vez aún algo irritada.
No podía negar que prefería mil veces mostrarse como era y que aquella vez estaba contenta con lo que hizo porque gracias a ello había trabado amistad si podía decirse con el elfo, complicidad, pero si se lo dejaba saber.. No no no, no podía permitir que él cuidase de ella antes que de sí mismo.
Suspiró terminando de calmarse y posó las manos sobre su pecho, esperando una buena respuesta con una ceja levantada.
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Off: vale, no me quedó claro si la mano sola cae a la cama o quedas inconsciente entero xD de igual modo.. si estaba consciente la escena queda así, si no... pues todo eso ella lo dice como hablando sin fijarse ofuscada por la situación. Suerte Syd! ^^
Ébano
Aerandiano de honor
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
Off rol: te das cuenta que escribimos en 1 y 3 persona? xD yo ni cuenta, solo imagino las escenas! jajaj.
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La muchacha se había acomodado para escucharme, muy cerca mío, pero apenas me incomodaba. Lo tomaba con demasiada tranquilidad. Además no tenía deseo de tensar la situación ni de estresarme más. Estaba centrado en querer responderle, que noté casi inconscientemente sus caricias. Sonreí para corresponderle a su comentario sobre las vampiras.
Los labios de Ébano volvieron a los mios, a su vez que trataba de sanarla. Ella se incorporó,notando cuando perdí las fuerzas, pero me esforcé por no perder la conciencia. Ella dijo lo que era correspondiente y tenía razón. Pero había sentido esa necesidad de calmarla, de que notara que todo iba bien, y que a pesar de la vida que llevábamos, seguíamos con vida. Aproveché cuando se levantó, para girar mi cabeza hacia ella dibujando una sonrisa en mis labios.
Llevé la mano derecha a la contusión, pero antes de realizar algo, quise decirle después de que se disculpó, sin poder evitar reír un poco compasivamente. La entendía y yo hubiera dicho lo mismo que ella, si fuera quien estuviera en la cama y no yo.
-Creo que siendo como eres, eres encantadora igual-dije, seguro de que le sacaría una sonrisa y más seriamente agregué-Sé que hay quienes prefieren el dolor físico, y es lo que nos hace mas fuertes. Es algo duro asumir quienes somos y porqué somo así.. Me sucede a mí, y que aún debo aprender mucho... -cerré los ojos una vez más, haciendo que mi mano resplandeciera sobre la herida y ésta pronto empezó a tornar al color natural.
Abrí los ojos, concentrado igual, para darle a entender que estaba bien. Sin embargo, aunque podía curar a otros, conmigo mismo era distinto. La maldición buscaba toda debilidad para hacer de las suyas y estar presente allí en los momentos justos. Tal vez inconscientemente por eso, había preferido curarla a ella primero. Antes había ocurrido, pero aunque no fuera yo quien tratara de sanarme, sino otros de los mios, había producido todo lo contrario a lo que debería.
En mi mente pronuncié en élfico las palabras a los tres dioses, y la contusión sanaba normalmente, pero a su vez, los latidos se aceleraban como si estuviera corriendo, golpeaban con fuerza. Mi rostro reflejaba la calma, aunque al hablar, parecía que la respiración vibraba, a la par de los latidos. Mantuve la mano sobre la contusión después de sanarla.
-He tenido peores heridas,pero esta maldición no hace excepciones-dije-Pero estaré bien en breve-
La miré de nuevo a los ojos, procurando transmitir que se sintiera bien y en paz, la habilidad que teníamos todos los elfos de por sí.
Off rol: me resultó complicado responderlo xD pero acá está al fin!!!
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La muchacha se había acomodado para escucharme, muy cerca mío, pero apenas me incomodaba. Lo tomaba con demasiada tranquilidad. Además no tenía deseo de tensar la situación ni de estresarme más. Estaba centrado en querer responderle, que noté casi inconscientemente sus caricias. Sonreí para corresponderle a su comentario sobre las vampiras.
Los labios de Ébano volvieron a los mios, a su vez que trataba de sanarla. Ella se incorporó,notando cuando perdí las fuerzas, pero me esforcé por no perder la conciencia. Ella dijo lo que era correspondiente y tenía razón. Pero había sentido esa necesidad de calmarla, de que notara que todo iba bien, y que a pesar de la vida que llevábamos, seguíamos con vida. Aproveché cuando se levantó, para girar mi cabeza hacia ella dibujando una sonrisa en mis labios.
Llevé la mano derecha a la contusión, pero antes de realizar algo, quise decirle después de que se disculpó, sin poder evitar reír un poco compasivamente. La entendía y yo hubiera dicho lo mismo que ella, si fuera quien estuviera en la cama y no yo.
-Creo que siendo como eres, eres encantadora igual-dije, seguro de que le sacaría una sonrisa y más seriamente agregué-Sé que hay quienes prefieren el dolor físico, y es lo que nos hace mas fuertes. Es algo duro asumir quienes somos y porqué somo así.. Me sucede a mí, y que aún debo aprender mucho... -cerré los ojos una vez más, haciendo que mi mano resplandeciera sobre la herida y ésta pronto empezó a tornar al color natural.
Abrí los ojos, concentrado igual, para darle a entender que estaba bien. Sin embargo, aunque podía curar a otros, conmigo mismo era distinto. La maldición buscaba toda debilidad para hacer de las suyas y estar presente allí en los momentos justos. Tal vez inconscientemente por eso, había preferido curarla a ella primero. Antes había ocurrido, pero aunque no fuera yo quien tratara de sanarme, sino otros de los mios, había producido todo lo contrario a lo que debería.
En mi mente pronuncié en élfico las palabras a los tres dioses, y la contusión sanaba normalmente, pero a su vez, los latidos se aceleraban como si estuviera corriendo, golpeaban con fuerza. Mi rostro reflejaba la calma, aunque al hablar, parecía que la respiración vibraba, a la par de los latidos. Mantuve la mano sobre la contusión después de sanarla.
-He tenido peores heridas,pero esta maldición no hace excepciones-dije-Pero estaré bien en breve-
La miré de nuevo a los ojos, procurando transmitir que se sintiera bien y en paz, la habilidad que teníamos todos los elfos de por sí.
Off rol: me resultó complicado responderlo xD pero acá está al fin!!!
Sydara
Aerandiano de honor
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
El chico sonrió ante lo que ella le dijo.
No pudo más que suspirar. Sydara le habló, halagándola, se le encendieron las mejillas un poco a la chica, y hacía tanto que no ocurría aquello...
¿A quién quería engañar? Se sentía cómoda, y aunque fuese por unas horas, quería sentirse tranquila y en paz.
Le observó dirigir su mano a su abdomen, resplandeciendo levemente sobre la herida. Aquello le hizo recordar la historia del elfo:
-Y yo estoy segura de que lograrás.. combatir esa maldición, y todo lo que la rodea.. Liberarte de brujos, de vampiros, de todo el mundo.. del dolor, para poder ser feliz. Es lo que todo el mundo busca al fin y al cabo.. -dijo son la mirada un tanto soñadora, mientras se recostaba de lado junto a él, apoyada sobre un codo y le miraba sonriendo.
Le observó con atención. Abrió los ojos y la miró diractamente. Al fin y al cabo.. Era la primera vez que tenía un elfo delante, sin presiones, sin cometidos, sin trabajo de ningún tipo.. Observó su abdomen, que tomaba buen color de nuevo. Su piel era muy clara, como la de ella, y suave al tacto como pudo comprobar poniendo la mano de nuevo sobre su torso. Recorrió con los dedos.. torso, cuello esbelto, de complexión fuerte.. las orejas, puntiagudas, y el pelo oscuro. No necesitó acariciar sus labios para saber cómo eran, y a pesar de ello, lo hizo de nuevo.
-¿Tendrán todas las razas algo puntiagudo..? -le dijo a modo de broma, sonriendo y enseñandole los colmillos mientras su mano continuaba en su oreja. Pretendía quitarle algo de peso al asunto, porque era evidente que estaba débil, y trataba de demostrar lo contrario con la mirada.. Se notaba además por su pulso, que corría acelerado. En el silencio como estaban, Ébano casi podía escuchar el fluir grave de su sangre, más veloz.. Devolvió la mano a su torso, y pudo sentir el palpitar de su corazón, acelerado.
-He tenido peores heridas ,pero esta maldición no hace excepciones. Pero estaré bien en breve. -habló Sydara.
-Entiendo.. -dijo con una sonrisa.- No tienes que fingir, estás débil, soy consciente de que necesitas descansar. Así que hazlo, no voy a dejar de preocuparme -dijo con una sonrisa- te recuperarás calmándote.
Se puso boca abajo a su lado, con los codos levantados y las manos sujetandose el rostro, el cabello de lado y la espalda descubierta. Lo miró a los ojos y trazaba círculos pequeños en la piel de la muñeca de Sydara.
-Tenemos una habitación de lujo, servicio de habitaciones, y un silencio exquisito, así que descansa.. Que luego tendremos que decidir qué hacer... Es una lástima, con estas condiciones que digo, para muchos estaría claro el siguiente paso. -dijo riendo abiertamente, aunque calló, esperando que no pudiesen oírla.
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Off: No avancé apenas en el rol, supongo que con la recuperación de Syd ya podremos, hacia el punto que sea xD Me gustó! ^^
No pudo más que suspirar. Sydara le habló, halagándola, se le encendieron las mejillas un poco a la chica, y hacía tanto que no ocurría aquello...
¿A quién quería engañar? Se sentía cómoda, y aunque fuese por unas horas, quería sentirse tranquila y en paz.
Le observó dirigir su mano a su abdomen, resplandeciendo levemente sobre la herida. Aquello le hizo recordar la historia del elfo:
-Y yo estoy segura de que lograrás.. combatir esa maldición, y todo lo que la rodea.. Liberarte de brujos, de vampiros, de todo el mundo.. del dolor, para poder ser feliz. Es lo que todo el mundo busca al fin y al cabo.. -dijo son la mirada un tanto soñadora, mientras se recostaba de lado junto a él, apoyada sobre un codo y le miraba sonriendo.
Le observó con atención. Abrió los ojos y la miró diractamente. Al fin y al cabo.. Era la primera vez que tenía un elfo delante, sin presiones, sin cometidos, sin trabajo de ningún tipo.. Observó su abdomen, que tomaba buen color de nuevo. Su piel era muy clara, como la de ella, y suave al tacto como pudo comprobar poniendo la mano de nuevo sobre su torso. Recorrió con los dedos.. torso, cuello esbelto, de complexión fuerte.. las orejas, puntiagudas, y el pelo oscuro. No necesitó acariciar sus labios para saber cómo eran, y a pesar de ello, lo hizo de nuevo.
-¿Tendrán todas las razas algo puntiagudo..? -le dijo a modo de broma, sonriendo y enseñandole los colmillos mientras su mano continuaba en su oreja. Pretendía quitarle algo de peso al asunto, porque era evidente que estaba débil, y trataba de demostrar lo contrario con la mirada.. Se notaba además por su pulso, que corría acelerado. En el silencio como estaban, Ébano casi podía escuchar el fluir grave de su sangre, más veloz.. Devolvió la mano a su torso, y pudo sentir el palpitar de su corazón, acelerado.
-He tenido peores heridas ,pero esta maldición no hace excepciones. Pero estaré bien en breve. -habló Sydara.
-Entiendo.. -dijo con una sonrisa.- No tienes que fingir, estás débil, soy consciente de que necesitas descansar. Así que hazlo, no voy a dejar de preocuparme -dijo con una sonrisa- te recuperarás calmándote.
Se puso boca abajo a su lado, con los codos levantados y las manos sujetandose el rostro, el cabello de lado y la espalda descubierta. Lo miró a los ojos y trazaba círculos pequeños en la piel de la muñeca de Sydara.
-Tenemos una habitación de lujo, servicio de habitaciones, y un silencio exquisito, así que descansa.. Que luego tendremos que decidir qué hacer... Es una lástima, con estas condiciones que digo, para muchos estaría claro el siguiente paso. -dijo riendo abiertamente, aunque calló, esperando que no pudiesen oírla.
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Off: No avancé apenas en el rol, supongo que con la recuperación de Syd ya podremos, hacia el punto que sea xD Me gustó! ^^
Ébano
Aerandiano de honor
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
Me quedé pensando un rato las palabras de Ébano y me pregunté cuando realmente podría estar en paz, pero una voz retumbó en mis oidos, dandome un sobresalto al corazón. La voz que había atormentado tanto hacía meses, siseante, susurró como solo la muerte misma sabía hacerlo en respuesta a mi pregunta.
-En la muerte hallarás la paz que buscas.... cuando tus ojos se cierren y tu alma se desgarre del cuerpo que desde hace tiempo no te pertenece- La voz acalló, no habiendo durado mucho, pero Ébano se recostó a mi lado. No pude evitar devolverle la sonrisa que correspondió a la suya.
No se porqué lo permitía, o no sabía como reaccionar. Será que que la vampira me agradaba bastante. No me inmuté cuando acercó su mano nuevamente. Cuando la había conocido mas temprano, por simple ideología de enemistad me había apartado y no habría permitido esto, pero ambos habíamos entrado en una confianza demasiado rápida pero profunda, como si nos conociésemos desde mucho tiempo. Sus dedos rozaron mis labios y volví a encontrar su mirada. Ella dijo algo que me hizo reír, haciendo que mi rostro se sonrojara una vez más. La fiebre había cedido y el sudor después de sanar la herida.
Se recostó medio boca abajo a mi lado, mirándome, aunque estaba seguro que no duraría mucho en esa posición porque se le acalambrarían los brazos. Suspiré mirando al techo con sus palabras, indicándome que descansara y bromeó con la habitación. Noté como se encendían mis orejas y rostro una ultima vez más. "¿Sabrá que los elfos tenemos un súper oído?"me pregunté y no pude evitar tener una rápida batalla mental. La miré. Me agradaba, pero no quería lastimarla por una aventura... O que ella pensara que sería como otros que solo buscaban aventuras y se desaparecían. Deseaba que esta extraña relación que habíamos entablado en tan poco, no acabara, que no se perdiera. Me moví un poco con algo de esfuerzo, sin haberme movido desde que ella me recostó en la cama. Me giré un poco y tomé su mano apartándola un poco para tener paso a su rostro y acaricié su mejilla.
Era imposible pensar en algo con ella, algo de futuro, como pareja, pero tal vez solo unos momentos... Mis sentimientos estaban confusos, o ya deliraba demasiado. Era una lucha entre un juego de amarla o los mismos principios. No sabía que hacer, pero allí estaban los sentimientos, éstos que indicaban del mal del bien. ¿Qué me estaba ocurriendo? pensaba perdido en los ojos de ella.
Me acomodé un poco, y con la otra mano tomé su mejilla, invitándola a acercarse. Deseaba abrazarla, hacerla sentir bien...
Muy lejana llegó una voz seguido de unos golpes retumbantes en la entrada del lugar. Desvié mi vista de de ella, con alarma, cada vez mas seguro de lo que estaba ocurriendo y no me había percatado antes. Lograron de algún modo abrir la puerta del piso de abajo, sobresaltándome y haciéndome sentar de golpe en la cama, rodeándola a ella con mi brazo.
-¡Estaba con una mujer herida, apuren...! ¡Maldita sea! Thomas y esa maldita loca van por Luanargenta...-diría la voz gruesa de algún hombre.
-Tenemos que irnos... no sé como no me di cuenta que sabrían que acá estaríamos. De seguro se encontró con alguno de estos por el camino. No es muy grande esta zona.... Koza... malnacido ese...-dije levantándome. Tuve que llevar mi mano al pecho, al notar que los latidos parecían subir a mi garganta y oídos. Pero tomé la espada que antes se me había caído del suelo. Podría escuchar como abajo corrían los escombros para abrirse paso y venir por nosotros. Una vez hecho, miré a Ébano fijamente y dije.
-No te separes a menos que la situación se ponga muy grave, iremos por la puerta trampa y de ahí buscaremos la posada más cercana donde debe estar concurrida... ¿Te parece?-sugerí hablando rápidamente.
No eran dos o tres, habían más abajo. Y si bien era probable que me buscaran con vida, más era posible que le hicieran daño a Ébano o la usaran para que yo cediera ante ellos.
========================================
Tomé la escalerilla de la puerta trampa para bajarla bien y que Ébano y yo pudiéramos subir sin muchas dificultades, al tiempo que oí el grito en las escaleras:
-¡Ahí estan! ¡Atrápenlos!-exclamaría una voz.
-Debemos apresurarnos antes que los otros nos alcancen...-susurré.
===========================================
Off rol:No entendí lo del penúltimo párrafo, donde dices "Lo miró a los ojos y trazaba círculos pequeños en la piel de la muñeca " xD pero cualquier cosa me decis y edito ^^ Si no salíamos por las buenas... salíamos por las malas xDD Que comiences con un buen martes!!!
-En la muerte hallarás la paz que buscas.... cuando tus ojos se cierren y tu alma se desgarre del cuerpo que desde hace tiempo no te pertenece- La voz acalló, no habiendo durado mucho, pero Ébano se recostó a mi lado. No pude evitar devolverle la sonrisa que correspondió a la suya.
No se porqué lo permitía, o no sabía como reaccionar. Será que que la vampira me agradaba bastante. No me inmuté cuando acercó su mano nuevamente. Cuando la había conocido mas temprano, por simple ideología de enemistad me había apartado y no habría permitido esto, pero ambos habíamos entrado en una confianza demasiado rápida pero profunda, como si nos conociésemos desde mucho tiempo. Sus dedos rozaron mis labios y volví a encontrar su mirada. Ella dijo algo que me hizo reír, haciendo que mi rostro se sonrojara una vez más. La fiebre había cedido y el sudor después de sanar la herida.
Se recostó medio boca abajo a mi lado, mirándome, aunque estaba seguro que no duraría mucho en esa posición porque se le acalambrarían los brazos. Suspiré mirando al techo con sus palabras, indicándome que descansara y bromeó con la habitación. Noté como se encendían mis orejas y rostro una ultima vez más. "¿Sabrá que los elfos tenemos un súper oído?"me pregunté y no pude evitar tener una rápida batalla mental. La miré. Me agradaba, pero no quería lastimarla por una aventura... O que ella pensara que sería como otros que solo buscaban aventuras y se desaparecían. Deseaba que esta extraña relación que habíamos entablado en tan poco, no acabara, que no se perdiera. Me moví un poco con algo de esfuerzo, sin haberme movido desde que ella me recostó en la cama. Me giré un poco y tomé su mano apartándola un poco para tener paso a su rostro y acaricié su mejilla.
Era imposible pensar en algo con ella, algo de futuro, como pareja, pero tal vez solo unos momentos... Mis sentimientos estaban confusos, o ya deliraba demasiado. Era una lucha entre un juego de amarla o los mismos principios. No sabía que hacer, pero allí estaban los sentimientos, éstos que indicaban del mal del bien. ¿Qué me estaba ocurriendo? pensaba perdido en los ojos de ella.
Me acomodé un poco, y con la otra mano tomé su mejilla, invitándola a acercarse. Deseaba abrazarla, hacerla sentir bien...
Muy lejana llegó una voz seguido de unos golpes retumbantes en la entrada del lugar. Desvié mi vista de de ella, con alarma, cada vez mas seguro de lo que estaba ocurriendo y no me había percatado antes. Lograron de algún modo abrir la puerta del piso de abajo, sobresaltándome y haciéndome sentar de golpe en la cama, rodeándola a ella con mi brazo.
-¡Estaba con una mujer herida, apuren...! ¡Maldita sea! Thomas y esa maldita loca van por Luanargenta...-diría la voz gruesa de algún hombre.
-Tenemos que irnos... no sé como no me di cuenta que sabrían que acá estaríamos. De seguro se encontró con alguno de estos por el camino. No es muy grande esta zona.... Koza... malnacido ese...-dije levantándome. Tuve que llevar mi mano al pecho, al notar que los latidos parecían subir a mi garganta y oídos. Pero tomé la espada que antes se me había caído del suelo. Podría escuchar como abajo corrían los escombros para abrirse paso y venir por nosotros. Una vez hecho, miré a Ébano fijamente y dije.
-No te separes a menos que la situación se ponga muy grave, iremos por la puerta trampa y de ahí buscaremos la posada más cercana donde debe estar concurrida... ¿Te parece?-sugerí hablando rápidamente.
No eran dos o tres, habían más abajo. Y si bien era probable que me buscaran con vida, más era posible que le hicieran daño a Ébano o la usaran para que yo cediera ante ellos.
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Tomé la escalerilla de la puerta trampa para bajarla bien y que Ébano y yo pudiéramos subir sin muchas dificultades, al tiempo que oí el grito en las escaleras:
-¡Ahí estan! ¡Atrápenlos!-exclamaría una voz.
-Debemos apresurarnos antes que los otros nos alcancen...-susurré.
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Off rol:No entendí lo del penúltimo párrafo, donde dices "Lo miró a los ojos y trazaba círculos pequeños en la piel de la muñeca " xD pero cualquier cosa me decis y edito ^^ Si no salíamos por las buenas... salíamos por las malas xDD Que comiences con un buen martes!!!
Sydara
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
Off: Perdona mi tardanza uwu ayer me encontraba regular y hoy he tenido líos de ver pisos, además hice el post y se fue la luz y no se guardó D: así que.. bueno! Aquí está, hice lo que pude ^^U Méjorate que estabas enfermita! :3
PD: No tenía mucho tiempo :S habría puesto algo de los perseguidores... Sigue tu, te dejo manejar a éb que te seguirá a donde vayas nwn
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Ella no podía más que mirarlo, él se sonrojó una vez más ante lo que ella dijo, y la escuchaba con atención. La observaba, parecía pensar mucho sobre algo, y no podía verlo a través de sus ojos...
Sydara se recostó también cercano a ella. Lo miró, y se mordió el labio inferior. Aquello resultaba raro a la chica. ¿Era atracción lo que sentía? No sabía si quería sentir aquello.. Ciertamente era atractivo.
Su cabeza estaba llena de pensamientos.. Y ni siquiera sabía cómo había llegado a parar allí. Como de costumbre, le pareció buen entretenimiento una persona perseguida por otras, se había metido en medio.. Y de pronto se había visto envuelta en una persecución, una pelea.. Sin embargo allí tumbada y mirando al elfo, se daba cuenta de que se sentía bien.
O más que bien.. Se sentía normal. Él la miraba con normalidad, no la juzgaba. Había sido ella misma, y no había ocurrido nada malo... Se recostó algo mejor mirándole. Como había pensado antes, era atractivo. Para ella resultaba exótico, no había tratado antes con elfos así.. Y se daba cuenta de que empezaba a sentir cosas que.. Iban más allá de su gusto por la noche. Desde que era vampiresa, había desarrollado cierto placer por el calor nocturno, las camas ajenas, el deseo, el alcohol.. Pero esta vez.. sentía cosas, ajenas a esa necesidad vampírica nocturna. Sentía atracción.. como Ireth, no como Ébano..
El elfo tomó una de las manos de la chica y le acarició el rostro, acercandose un poco. Ébano sintió el corazón acelerado. Estaba.. ¿Nerviosa? ¿Ella? Por todos los dioses... Aquello escapaba a su control, quería dejarse llevar, caer en su abrazo y perderse en aquel lugar, perderse en Sydara.. Pero por otra parte no quería, no quería estropearlo todo con la única persona que en mucho tiempo la hizo sentir cómoda con lo que ella era, sin tapujos ni falsas apariencias...
No obstante, estaba a punto de olvidarse de aquello y besarle de nuevo, desesperada, cuando una voz los alertó de que algo iba mal. Ébano se incorporó de golpe, sobre la cama. Sydara había hecho lo mismo, rodeandola con un brazo.
-¿Has oído eso? Alguien viene. -dijo ella, aunque era obvio que lo había escuchado. Ensimasmada como estaba, no había podido escuchar todo como generalmente hacía.... Maldición.
-Tenemos que irnos... no sé como no me di cuenta que sabrían que acá estaríamos. De seguro se encontró con alguno de estos por el camino. No es muy grande esta zona.... Koza... malnacido ese... No te separes a menos que la situación se ponga muy grave, iremos por la puerta trampa y de ahí buscaremos la posada más cercana donde debe estar concurrida... ¿Te parece?
-Sí. Entendido. ¿Seguro que puedes caminar? -dijo ella incorporándose. Se colocó bien la escasa blusa, las botas y se aseguró de que sus puñales y aguja seguían donde debían. -¿Qué tendrás.. que aún te persiguen esos locos..? -dijo ella medio sonriendo.
Ya se había escuchado el movimiento de escombros de abajo, no tenían tiempo que perder.
-¡Ahí estan! ¡Atrápenlos! -dijo una voz grave al tiempo que Sydara bajaba una escalera a un piso superior.
-Debemos apresurarnos antes que los otros nos alcancen... -le dijo él, a lo que ella asintió.
No esperó. Subió por la escalera, a pesar de preferir que él fuese antes, pero quería llegar pronto, suponía que el lugar estaría oscuro... Y efectivamente. Marcas de polvo y pisadas en el suelo, caca de ratas, ratones, y vigas de madera. Quería subir antes para poder acostumbrar su vista más ágil a la oscuridad. Subió mientras escuchaba los pasos veloces desde abajo.
-¡Vamos... sube! No podremos recoger la escalera, tendremos que correr. -dijo en un sususrro.
Ébano esperaría allí, ya con los ojos aclimatados, a que Sydara subiera. Recorrerían un tunel de madera largo para luego subir unas escaleras serpenteantes.
PD: No tenía mucho tiempo :S habría puesto algo de los perseguidores... Sigue tu, te dejo manejar a éb que te seguirá a donde vayas nwn
----------------------------------------------------------
Ella no podía más que mirarlo, él se sonrojó una vez más ante lo que ella dijo, y la escuchaba con atención. La observaba, parecía pensar mucho sobre algo, y no podía verlo a través de sus ojos...
Sydara se recostó también cercano a ella. Lo miró, y se mordió el labio inferior. Aquello resultaba raro a la chica. ¿Era atracción lo que sentía? No sabía si quería sentir aquello.. Ciertamente era atractivo.
Su cabeza estaba llena de pensamientos.. Y ni siquiera sabía cómo había llegado a parar allí. Como de costumbre, le pareció buen entretenimiento una persona perseguida por otras, se había metido en medio.. Y de pronto se había visto envuelta en una persecución, una pelea.. Sin embargo allí tumbada y mirando al elfo, se daba cuenta de que se sentía bien.
O más que bien.. Se sentía normal. Él la miraba con normalidad, no la juzgaba. Había sido ella misma, y no había ocurrido nada malo... Se recostó algo mejor mirándole. Como había pensado antes, era atractivo. Para ella resultaba exótico, no había tratado antes con elfos así.. Y se daba cuenta de que empezaba a sentir cosas que.. Iban más allá de su gusto por la noche. Desde que era vampiresa, había desarrollado cierto placer por el calor nocturno, las camas ajenas, el deseo, el alcohol.. Pero esta vez.. sentía cosas, ajenas a esa necesidad vampírica nocturna. Sentía atracción.. como Ireth, no como Ébano..
El elfo tomó una de las manos de la chica y le acarició el rostro, acercandose un poco. Ébano sintió el corazón acelerado. Estaba.. ¿Nerviosa? ¿Ella? Por todos los dioses... Aquello escapaba a su control, quería dejarse llevar, caer en su abrazo y perderse en aquel lugar, perderse en Sydara.. Pero por otra parte no quería, no quería estropearlo todo con la única persona que en mucho tiempo la hizo sentir cómoda con lo que ella era, sin tapujos ni falsas apariencias...
No obstante, estaba a punto de olvidarse de aquello y besarle de nuevo, desesperada, cuando una voz los alertó de que algo iba mal. Ébano se incorporó de golpe, sobre la cama. Sydara había hecho lo mismo, rodeandola con un brazo.
-¿Has oído eso? Alguien viene. -dijo ella, aunque era obvio que lo había escuchado. Ensimasmada como estaba, no había podido escuchar todo como generalmente hacía.... Maldición.
-Tenemos que irnos... no sé como no me di cuenta que sabrían que acá estaríamos. De seguro se encontró con alguno de estos por el camino. No es muy grande esta zona.... Koza... malnacido ese... No te separes a menos que la situación se ponga muy grave, iremos por la puerta trampa y de ahí buscaremos la posada más cercana donde debe estar concurrida... ¿Te parece?
-Sí. Entendido. ¿Seguro que puedes caminar? -dijo ella incorporándose. Se colocó bien la escasa blusa, las botas y se aseguró de que sus puñales y aguja seguían donde debían. -¿Qué tendrás.. que aún te persiguen esos locos..? -dijo ella medio sonriendo.
Ya se había escuchado el movimiento de escombros de abajo, no tenían tiempo que perder.
-¡Ahí estan! ¡Atrápenlos! -dijo una voz grave al tiempo que Sydara bajaba una escalera a un piso superior.
-Debemos apresurarnos antes que los otros nos alcancen... -le dijo él, a lo que ella asintió.
No esperó. Subió por la escalera, a pesar de preferir que él fuese antes, pero quería llegar pronto, suponía que el lugar estaría oscuro... Y efectivamente. Marcas de polvo y pisadas en el suelo, caca de ratas, ratones, y vigas de madera. Quería subir antes para poder acostumbrar su vista más ágil a la oscuridad. Subió mientras escuchaba los pasos veloces desde abajo.
-¡Vamos... sube! No podremos recoger la escalera, tendremos que correr. -dijo en un sususrro.
Ébano esperaría allí, ya con los ojos aclimatados, a que Sydara subiera. Recorrerían un tunel de madera largo para luego subir unas escaleras serpenteantes.
Ébano
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
-Hasta el momento sí..-respondí a Ébano mientras le pasaba algún abrigo. Afuera haría mucho frio, y no estaba seguro si habría parado de llover. Despues de tomar mi espada, prendí los dos botones que quedaba en la camisa, pero estaba tan apresurado, que no hice lo mismo con la chaqueta, y el tiempo que nos quedaba era muy poco.
No respondí a la segunda pregunta de la vampiresa, y esperé a ponernos en marcha. Lamentaba un poco no tener mi arco, a custodia de los guardias elfos desaparecidos ahora. Observé como ella subió hasta arriba, en la oscuridad del túnel de madera que había y dirigí la vista a la lampara de aceite que había en la mesita de luz, que nos había iluminado en el cuarto y que había estado encendida de antes por el hombre lagarto.
-¡Aguarda un momento!-dije mientras corría hasta tomar la lámpara y en poco tiempo la tenía en la mano, subiendo las escaleras.
Era verdad, no había tiempo para recoger la escalera, pero sí podría intentar hacer algo de tiempo mientras nos escapábamos. Señalé la linterna, y avanzando hacia el túnel un poco, lo arrojé a estrellarse al suelo, donde el aceite empezó a desparramarse junto con las llamas. Quienes nos seguían, habían conseguido llegar a las escaleras, y observaron el fuego. Iban a buscar ropa o algo para tratar de apagar las llamas.
-No recordaba que este túnel fuera tan grande... -dije mientras nuestros pasos resonaban apresurados por la madera húmeda. El humo detrás comenzaba a extenderse demasiado rápido, y las llamas se volvían incontrolables. Podía oírlos maldecir a lo lejos-Bueno...-dije algo agitado de correr-Claus me sigue porque quiere acabar con el clan, y su hija Argwand, una bruja peliblanco, me sigue porque quiere esconderme y matar a su padre... -
Después de las escaleras serpenteantes, donde habrían varias cajas y mugre, arriba habría otra puerta, pero ninguna escalera, solo deberíamos treparnos para subir al piso superior, aunque habría un pequeño problema: algo pesado estaría sobre la puerta trampa.
Off rol: Tranqui, sin apuro ^^.Espero que te haya ido bien!!
Y gracias! se me pasó el dolor de oidos, pero he quedado media sorda y mal de garganta, pero es lo de menos xD. Di like a tu post, no me esperaba el túnel, pero me encantó!
No respondí a la segunda pregunta de la vampiresa, y esperé a ponernos en marcha. Lamentaba un poco no tener mi arco, a custodia de los guardias elfos desaparecidos ahora. Observé como ella subió hasta arriba, en la oscuridad del túnel de madera que había y dirigí la vista a la lampara de aceite que había en la mesita de luz, que nos había iluminado en el cuarto y que había estado encendida de antes por el hombre lagarto.
-¡Aguarda un momento!-dije mientras corría hasta tomar la lámpara y en poco tiempo la tenía en la mano, subiendo las escaleras.
Era verdad, no había tiempo para recoger la escalera, pero sí podría intentar hacer algo de tiempo mientras nos escapábamos. Señalé la linterna, y avanzando hacia el túnel un poco, lo arrojé a estrellarse al suelo, donde el aceite empezó a desparramarse junto con las llamas. Quienes nos seguían, habían conseguido llegar a las escaleras, y observaron el fuego. Iban a buscar ropa o algo para tratar de apagar las llamas.
-No recordaba que este túnel fuera tan grande... -dije mientras nuestros pasos resonaban apresurados por la madera húmeda. El humo detrás comenzaba a extenderse demasiado rápido, y las llamas se volvían incontrolables. Podía oírlos maldecir a lo lejos-Bueno...-dije algo agitado de correr-Claus me sigue porque quiere acabar con el clan, y su hija Argwand, una bruja peliblanco, me sigue porque quiere esconderme y matar a su padre... -
Después de las escaleras serpenteantes, donde habrían varias cajas y mugre, arriba habría otra puerta, pero ninguna escalera, solo deberíamos treparnos para subir al piso superior, aunque habría un pequeño problema: algo pesado estaría sobre la puerta trampa.
Off rol: Tranqui, sin apuro ^^.Espero que te haya ido bien!!
Y gracias! se me pasó el dolor de oidos, pero he quedado media sorda y mal de garganta, pero es lo de menos xD. Di like a tu post, no me esperaba el túnel, pero me encantó!
Sydara
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
Ella estaba ya arriba cuando el elfo se volvió, viendo algo aparentemente: -¡Aguarda un momento! -le decía. Vio como se volvía sobre sus pasos. .¡Pero que...! -decía ella.
Una expresión de horror cruzó el rostro de la chica, que retrocedió un par de pasos al ver cómo nacían enormes llamas del aceite y el fuego de la vela. Lamían la madera, consumiéndola, los escombros, los muebles de la habitación, comenzaban a ser consumidos...
...Así como la escalera. Ébano respiraba entrecortadamente y miraba las llamas de reojo, alternaba la vista entre el elfo que ya había subido, y las llamas. Y a la vez, podía escuchar cómo se armaba algo de revuelo abajo al ver el fuego, supuso que tratarían de apagarlo.
-No me gusta el fuego.. -dijo con los ojos muy abiertos. El calor podía quemarla, podía matarla, le recordaba al Sol, y la muerte que ello conllevaba para ella. Sacudió la cabeza y trató de ser técnica y objetiva- No tenemos salidas, Sydara.. Si esto arde.. Ardemos también. Vamos. -dijo ella.
Trató de serenarse, cogiéndose el abrigo que él le había puesto antes, sobre los hombros, y echó a andar a paso veloz todo recto, según le dejaban ver sus ojos, más habituados tal vez que otros seres a la oscuridad de la noche.
No habló demasiado, temerosa del momento en su conjunto: persecución, frío y calor a la vez, y el fuego.
Por si fuese poco, el humo comenzó a llenar el tunel demasiado pronto, acompañado por las llamas, por supuesto. Comenzaba a hacerse trabajoso respirar. Ébano escuchó las palabras de Sydara entre toses de la vampiresa: -No recordaba que este túnel fuera tan grande... Bueno... Claus me sigue porque quiere acabar con el clan, y su hija Argwand, una bruja peliblanco, me sigue porque quiere esconderme y matar a su padre...
-Ya pues... -tosió varias veces a la vez que comenzaba a subir las escaleras que serpenteaban hacia arriba. Volvió a toser- No sé si me gusta que seas tan popular.. Parece que la multitud solo trae problemas, Sydara. -dijo ella.
Estaban llegando a arriba. Un tramo más de escaleras, repletas de trastos y cosas sin utlidad, cajas, cajas y más cajas con alimentos, botellas vacías, ropas mal dobladas.. Parecía un pequeño almacén de trastos. Llegaron a un tramo de suelo liso, y Ébano miró alrededor. -Déjame adivinar.. No hay escaleras... -dijo medio sonriendo algo agobiada. -Al menos el fuego no acompaña tanto al humo como pensaba. Aún tenemos unos minutos... -dijo ella respirando hondo, tratando de pensar, centrada en la situación- ¿Crees que podrías auparme hasta la trampilla? Soy.. fuerte, para algo bueno que tenemos los vampiros.... Puedes cogerme sobre tus hombros y la abriré. -esperó con el gesto algo torcido por la preocupación la respuesta de Sydara.
-Me da igual si tengo que romperme algo.. No quiero quedarme aquí con el fuego. -y volvió a toser. El humo empezaba a llenarlo todo peligrosamente, y sabía que iba precediendo a las llamas...
-----------------------------------------------
Off: Syd! Me pareció que poner ahí ya lo que hay arriba sería avanzar demasiado sin las respuestas y acciones de tu pj xD es por eso que te sugiero.. cadenas pesadas de algún almacén, o cajas con cargamento también de alguna taberna o cobertizo. Y tienes mi permiso para aupar a eb y manejarla como gustes en ese momento, incluida alguna que otra quemadura ^^ Suerte! Y si deseas que cambie algo.. me dices. Como te digo, no quise poner más acción porque me parecía avanzar solo con mi rol demasiado nwn
Una expresión de horror cruzó el rostro de la chica, que retrocedió un par de pasos al ver cómo nacían enormes llamas del aceite y el fuego de la vela. Lamían la madera, consumiéndola, los escombros, los muebles de la habitación, comenzaban a ser consumidos...
...Así como la escalera. Ébano respiraba entrecortadamente y miraba las llamas de reojo, alternaba la vista entre el elfo que ya había subido, y las llamas. Y a la vez, podía escuchar cómo se armaba algo de revuelo abajo al ver el fuego, supuso que tratarían de apagarlo.
-No me gusta el fuego.. -dijo con los ojos muy abiertos. El calor podía quemarla, podía matarla, le recordaba al Sol, y la muerte que ello conllevaba para ella. Sacudió la cabeza y trató de ser técnica y objetiva- No tenemos salidas, Sydara.. Si esto arde.. Ardemos también. Vamos. -dijo ella.
Trató de serenarse, cogiéndose el abrigo que él le había puesto antes, sobre los hombros, y echó a andar a paso veloz todo recto, según le dejaban ver sus ojos, más habituados tal vez que otros seres a la oscuridad de la noche.
No habló demasiado, temerosa del momento en su conjunto: persecución, frío y calor a la vez, y el fuego.
Por si fuese poco, el humo comenzó a llenar el tunel demasiado pronto, acompañado por las llamas, por supuesto. Comenzaba a hacerse trabajoso respirar. Ébano escuchó las palabras de Sydara entre toses de la vampiresa: -No recordaba que este túnel fuera tan grande... Bueno... Claus me sigue porque quiere acabar con el clan, y su hija Argwand, una bruja peliblanco, me sigue porque quiere esconderme y matar a su padre...
-Ya pues... -tosió varias veces a la vez que comenzaba a subir las escaleras que serpenteaban hacia arriba. Volvió a toser- No sé si me gusta que seas tan popular.. Parece que la multitud solo trae problemas, Sydara. -dijo ella.
Estaban llegando a arriba. Un tramo más de escaleras, repletas de trastos y cosas sin utlidad, cajas, cajas y más cajas con alimentos, botellas vacías, ropas mal dobladas.. Parecía un pequeño almacén de trastos. Llegaron a un tramo de suelo liso, y Ébano miró alrededor. -Déjame adivinar.. No hay escaleras... -dijo medio sonriendo algo agobiada. -Al menos el fuego no acompaña tanto al humo como pensaba. Aún tenemos unos minutos... -dijo ella respirando hondo, tratando de pensar, centrada en la situación- ¿Crees que podrías auparme hasta la trampilla? Soy.. fuerte, para algo bueno que tenemos los vampiros.... Puedes cogerme sobre tus hombros y la abriré. -esperó con el gesto algo torcido por la preocupación la respuesta de Sydara.
-Me da igual si tengo que romperme algo.. No quiero quedarme aquí con el fuego. -y volvió a toser. El humo empezaba a llenarlo todo peligrosamente, y sabía que iba precediendo a las llamas...
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Off: Syd! Me pareció que poner ahí ya lo que hay arriba sería avanzar demasiado sin las respuestas y acciones de tu pj xD es por eso que te sugiero.. cadenas pesadas de algún almacén, o cajas con cargamento también de alguna taberna o cobertizo. Y tienes mi permiso para aupar a eb y manejarla como gustes en ese momento, incluida alguna que otra quemadura ^^ Suerte! Y si deseas que cambie algo.. me dices. Como te digo, no quise poner más acción porque me parecía avanzar solo con mi rol demasiado nwn
Ébano
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
Supe que Ébano temía al fuego. Sabía que les era muy problemáticos a los vampiros, pero cuando tuve oportunidad, la miré a los ojos y aunque fugazmente, transmitiría esa confianza que solo nosotros sabíamos dar.
-Hay una salida, tranquila....-comenté carraspeando. La garganta picaba demasiado a causa del humo-Y no... son un grupo algo... que se organizan bien para buscar a sus victimas. A mi amiga también la buscan...Pero no tiene de guardias a unos inútiles como los cuatro que deberían estar conmigo...-
Llegamos a las escaleras y empecé a abrirme paso entre las cosas que habían allí. Estábamos debajo del almacén de un negocio. Asentí ante la proposición. Si lográbamos abrir, tendríamos una habitación atestada de cosas, y la puerta que daba a un callejón. De ahí podríamos ir hacia la taberna más cercana.
Casi no lograba ver del humo que hacía arder mis ojos.pero confiaba en la visión de la joven, asi que me posicioné para que subiera sobre mis hombros e intentara abrir la trampilla.
-Si necesitas empujar con algo, puedes usar mi espada con la misma vaina que es de madera, y podrás usarlo a modo de palo y hacer palanca-comenté quitando la funda con el arma y entregándosela a sus manos.
Por alguna razón, pensar que el lugar estaba cerrado e incluso oscuro a donde estábamos, me daba una leve sensación de que faltaba el aire, aunque así era, ya que el humo nos estaba perjudicando demasiado.
-Con algo de suerte, llegaremos a la posada-comenté-En estos lugares uno no puede estar tranquilo...-suspiré recordando a Thomas, Condesa, los borrachos y el techo que se nos había venido encima. Debia faltar un par de horas al amanecer, pero teníamos tiempo de sobra para salir del lugar y llegar a la posada.
Mi pelo estaba húmedo, y rostro sudado, como la camisa húmeda.Era demasiado para una noche. Veía con gran seriedad que no se trataba de querer atraparme, sino que buscaban un modo para acabar el clan, como si no fuera suficiente la oposición del mismo Sandorai.
Off rol: Tengo la mente en un examen, por lo que no pude aportar mucho esta vez. Mil disculpas! ^^
-Hay una salida, tranquila....-comenté carraspeando. La garganta picaba demasiado a causa del humo-Y no... son un grupo algo... que se organizan bien para buscar a sus victimas. A mi amiga también la buscan...Pero no tiene de guardias a unos inútiles como los cuatro que deberían estar conmigo...-
Llegamos a las escaleras y empecé a abrirme paso entre las cosas que habían allí. Estábamos debajo del almacén de un negocio. Asentí ante la proposición. Si lográbamos abrir, tendríamos una habitación atestada de cosas, y la puerta que daba a un callejón. De ahí podríamos ir hacia la taberna más cercana.
Casi no lograba ver del humo que hacía arder mis ojos.pero confiaba en la visión de la joven, asi que me posicioné para que subiera sobre mis hombros e intentara abrir la trampilla.
-Si necesitas empujar con algo, puedes usar mi espada con la misma vaina que es de madera, y podrás usarlo a modo de palo y hacer palanca-comenté quitando la funda con el arma y entregándosela a sus manos.
Por alguna razón, pensar que el lugar estaba cerrado e incluso oscuro a donde estábamos, me daba una leve sensación de que faltaba el aire, aunque así era, ya que el humo nos estaba perjudicando demasiado.
-Con algo de suerte, llegaremos a la posada-comenté-En estos lugares uno no puede estar tranquilo...-suspiré recordando a Thomas, Condesa, los borrachos y el techo que se nos había venido encima. Debia faltar un par de horas al amanecer, pero teníamos tiempo de sobra para salir del lugar y llegar a la posada.
Mi pelo estaba húmedo, y rostro sudado, como la camisa húmeda.Era demasiado para una noche. Veía con gran seriedad que no se trataba de querer atraparme, sino que buscaban un modo para acabar el clan, como si no fuera suficiente la oposición del mismo Sandorai.
Off rol: Tengo la mente en un examen, por lo que no pude aportar mucho esta vez. Mil disculpas! ^^
Sydara
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
-Hay una salida, tranquila....Y no... son un grupo algo... que se organizan bien para buscar a sus victimas. A mi amiga también la buscan...Pero no tiene de guardias a unos inútiles como los cuatro que deberían estar conmigo... -le había dicho él ante la expresión de terror de la chica.
Se habían puesto en marcha, ella le había devuelto la sonrisa al elfo, sosegada la de él y agradecida la de Ébano, ya que le era grata la comprensión en momentos así...
De modo que allí se encontraban. Los pasos y voces de sus perseguidores resonaban al otro lado del túnel y las escaleras, aunque ignoraba Ébano si podían avanzar o aún estaban intentando quitar del camino escombros y fuego. Como fuese, no tenían demasiado tiempo: si no eran aquellos hombres, sería el fuego quien sesgara las vidas de ambos.
Esperaba internamente que Sydara se encontrase bien, a pesar claro está del agobio, los nervios, el humo.. Esperaba que su herida se hubiese curado del todo, y que no tuviese más problemas con.. la muerte y otros momentos de debilidad. Esperaba todo aquello en parte también porque ella estaba sumamente callada, centrada en la situación, con los músculos tensos y la mente en el problema.
-Si necesitas empujar con algo, puedes usar mi espada con la misma vaina que es de madera, y podrás usarlo a modo de palo y hacer palanca -dijo él a modo de sugerencia, a lo que ella asintió. Le costaba fijar la vista en Sydara, el humo se hacía más denso cada vez, y daba gracias a sus sentidos agudizados..- Con algo de suerte, llegaremos a la posada. En estos lugares uno no puede estar tranquilo...
-Sí.. parece que va a costar que nos dejen en un lugar tranquilo donde poder hablar.. No te preocupes, -dijo ella, intuyendo la preocpación de Sydara.- Vamos a salir de aquí. Cogeré tu vaina, luego subiré sobre tus hombros y haré fuerza con mis brazos para abrir la trampilla. Si no pudiese.. Usaré la vaina, aunque espero que.. no tengamos demasiados problemas..
Dicho esto, se acercó a él, cogió la vaina que le había tendido y se la enganchó a si misma al pantalón corto. Luego le miró a los ojos, le puso una mano en hombro y otra en la mejilla, en un intento de tranquilización que sabía que no lograría tan bien como él.. Asintió a modo de señal de que estaba lista y esperó a que el la cogiese en peso.
Una vez cogida, ella habría puesto un pie con cuidado en el hombro de él, y el otro del mismo modo. Y en esa posición, Ébano se erguiría con cuidado, agarrada a la misma pared de madera y a las estanterías, y haría fuerza.
Y más, fuerza. Presionó sobre la trampilla con gesto de esfuerzo y jadeos, pero solo logró moverla unos milímetros. Respiró hondo y volvió a intentarlo pero..... Nada. Y sabía que hacía acopio de su fuerza fuera de lo común.
-Maldición.... Debe haber algo arriba que impide que se abra.. Por todos los dioses.. -dijo ella, con las manos presionando y mirando hacia el elfo. Se desenganchó la vaina y haciendo fuerza con una mano, en un tremendo esfuerzo, pudo meter la vaina en el pequeño orificio que se abrió. La empujó dentro y mientras con una mano hacía palanca, con la otra presionaba para abrir la trampilla. Y así una, y otra, y otra vez.. El cansancio empezaba a hacer mella en ella, su rostro estaba sudando, como empezaba a hacerlo el resto del cuerpo, y de pronto, empezó a toser, y a toser... Le faltaba el aire.
No iba a permitirlo, no no no, de ninguna manera. Hizo fuerza una vez más hacia arriba y.... *BUM*.. Algo volcó y rodó hacia un lado. Ébano dio un respingo, su pecho subía y bajaba, y contuvo la respiración unos momentos.
-¿Has oído eso..? ¡Algo ha cedido! Ya casi estamos.. Aguanta, Sydara, dentro de nada estaremos fuera de aquí.
Estaba sufriendo interiormente, porque Sydara tenía que aguantar su peso.. Y encima, el fuego se había abierto paso hasta allí...
Ébano dirigió la mirada a la trampilla e hizo fuerza una vez más: con un chillido de rabia y esfuerzo, lentamente fue haciendo palanca, sintiendo cada fibra de sus músculos, y la trampilla se fue abriendo. Finalmente dejó los brazos caer, el aire limpio del otro lado le dio en la cara, y aspiró como pudo aire nuevo. Su pecho subía y bajaba, y una sonrisa cansada estaba en su rostro.
-¡Lo logramos, Sydara! -dijo ella. Se agarró a los bordes e hizo fuerza hacia arriba para poder subir, y tras un par de intentos, se tendió en el suelo, con el cuerpo completamente extenuado, pero no tenía tiempo, buscó a tientas alrededor y econtró unas cuerdas junto a unas cajas con fruta, y un arcón de ropajes, que había sido lo que bloqueaba la entrada. Desenrrolló la cuerda y la lanzó al elfo, a la vez que tendía una mano.
-¡¡Vamos, sube!! -dijo ella, sintiendo el fuego lacerar parte de su brazo. En una expresión de dolor intenso, esperó que el elfo estuviese bien... Ella se había salvado antes y aquello no era correcto. Debía haberle dejado subir antes..
--------------------------------------------
Off: pues tampoco pude aportar demasiado u.u de cualquier modo si quieres que cambie algo, avisame, que entiendo que hice muchas cosas sin tu consentimiento. Te dejo a libre manejo a Éb para huir de allí, te seguirá a donde vayas. O simplemente si necesitas que interfiera en algo. Suerte Syd!! Y perdona mi tardanza :S
Se habían puesto en marcha, ella le había devuelto la sonrisa al elfo, sosegada la de él y agradecida la de Ébano, ya que le era grata la comprensión en momentos así...
De modo que allí se encontraban. Los pasos y voces de sus perseguidores resonaban al otro lado del túnel y las escaleras, aunque ignoraba Ébano si podían avanzar o aún estaban intentando quitar del camino escombros y fuego. Como fuese, no tenían demasiado tiempo: si no eran aquellos hombres, sería el fuego quien sesgara las vidas de ambos.
Esperaba internamente que Sydara se encontrase bien, a pesar claro está del agobio, los nervios, el humo.. Esperaba que su herida se hubiese curado del todo, y que no tuviese más problemas con.. la muerte y otros momentos de debilidad. Esperaba todo aquello en parte también porque ella estaba sumamente callada, centrada en la situación, con los músculos tensos y la mente en el problema.
-Si necesitas empujar con algo, puedes usar mi espada con la misma vaina que es de madera, y podrás usarlo a modo de palo y hacer palanca -dijo él a modo de sugerencia, a lo que ella asintió. Le costaba fijar la vista en Sydara, el humo se hacía más denso cada vez, y daba gracias a sus sentidos agudizados..- Con algo de suerte, llegaremos a la posada. En estos lugares uno no puede estar tranquilo...
-Sí.. parece que va a costar que nos dejen en un lugar tranquilo donde poder hablar.. No te preocupes, -dijo ella, intuyendo la preocpación de Sydara.- Vamos a salir de aquí. Cogeré tu vaina, luego subiré sobre tus hombros y haré fuerza con mis brazos para abrir la trampilla. Si no pudiese.. Usaré la vaina, aunque espero que.. no tengamos demasiados problemas..
Dicho esto, se acercó a él, cogió la vaina que le había tendido y se la enganchó a si misma al pantalón corto. Luego le miró a los ojos, le puso una mano en hombro y otra en la mejilla, en un intento de tranquilización que sabía que no lograría tan bien como él.. Asintió a modo de señal de que estaba lista y esperó a que el la cogiese en peso.
Una vez cogida, ella habría puesto un pie con cuidado en el hombro de él, y el otro del mismo modo. Y en esa posición, Ébano se erguiría con cuidado, agarrada a la misma pared de madera y a las estanterías, y haría fuerza.
Y más, fuerza. Presionó sobre la trampilla con gesto de esfuerzo y jadeos, pero solo logró moverla unos milímetros. Respiró hondo y volvió a intentarlo pero..... Nada. Y sabía que hacía acopio de su fuerza fuera de lo común.
-Maldición.... Debe haber algo arriba que impide que se abra.. Por todos los dioses.. -dijo ella, con las manos presionando y mirando hacia el elfo. Se desenganchó la vaina y haciendo fuerza con una mano, en un tremendo esfuerzo, pudo meter la vaina en el pequeño orificio que se abrió. La empujó dentro y mientras con una mano hacía palanca, con la otra presionaba para abrir la trampilla. Y así una, y otra, y otra vez.. El cansancio empezaba a hacer mella en ella, su rostro estaba sudando, como empezaba a hacerlo el resto del cuerpo, y de pronto, empezó a toser, y a toser... Le faltaba el aire.
No iba a permitirlo, no no no, de ninguna manera. Hizo fuerza una vez más hacia arriba y.... *BUM*.. Algo volcó y rodó hacia un lado. Ébano dio un respingo, su pecho subía y bajaba, y contuvo la respiración unos momentos.
-¿Has oído eso..? ¡Algo ha cedido! Ya casi estamos.. Aguanta, Sydara, dentro de nada estaremos fuera de aquí.
Estaba sufriendo interiormente, porque Sydara tenía que aguantar su peso.. Y encima, el fuego se había abierto paso hasta allí...
Ébano dirigió la mirada a la trampilla e hizo fuerza una vez más: con un chillido de rabia y esfuerzo, lentamente fue haciendo palanca, sintiendo cada fibra de sus músculos, y la trampilla se fue abriendo. Finalmente dejó los brazos caer, el aire limpio del otro lado le dio en la cara, y aspiró como pudo aire nuevo. Su pecho subía y bajaba, y una sonrisa cansada estaba en su rostro.
-¡Lo logramos, Sydara! -dijo ella. Se agarró a los bordes e hizo fuerza hacia arriba para poder subir, y tras un par de intentos, se tendió en el suelo, con el cuerpo completamente extenuado, pero no tenía tiempo, buscó a tientas alrededor y econtró unas cuerdas junto a unas cajas con fruta, y un arcón de ropajes, que había sido lo que bloqueaba la entrada. Desenrrolló la cuerda y la lanzó al elfo, a la vez que tendía una mano.
-¡¡Vamos, sube!! -dijo ella, sintiendo el fuego lacerar parte de su brazo. En una expresión de dolor intenso, esperó que el elfo estuviese bien... Ella se había salvado antes y aquello no era correcto. Debía haberle dejado subir antes..
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Off: pues tampoco pude aportar demasiado u.u de cualquier modo si quieres que cambie algo, avisame, que entiendo que hice muchas cosas sin tu consentimiento. Te dejo a libre manejo a Éb para huir de allí, te seguirá a donde vayas. O simplemente si necesitas que interfiera en algo. Suerte Syd!! Y perdona mi tardanza :S
Ébano
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
La vampira contó lo que haría, antes de proceder a subirse sobre mis hombros para intentar salir del túnel. Sonreí cuando posó su mano en mi rostro una vez más y en mi hombro y cuando todo estuvo listo, asentí, clavando mis pies en el suelo, para que ella estuviera firme.
Supe que le estaba costando un poco, y dijo que había algo algo pesado del otro lado, por lo que usó mi espada para hacer palanca. El humo y el calor no ayudaban de nada, además el lugar estaba sostenido por algunos hierros que estaban casi al rojo vivo. Me centré en respirar con calma, aunque mi cuerpo se desesperaba al no poder respirar el aire puro, y sentía que pronto perdería noción del lugar.
-Vas bien Ébano-tiré para darle ánimos pero no tenía la menor idea de cómo iba. Pero no marchaba todo bien en ella. El humo le estaba dando complicaciones también, así que me preparé por si perdía el equilibrio y debía agarrarla-Concéntrate, da un golpe con buena fuerza...-no terminé la frase al picarme la garganta, pero esperaba que consiguiera tomar aliento y continuar.
Sentí un alivio cuando volvió a intentar abrir, y le peso que estaba sobre la tapa, cedió y ella contenta lo dijo.
-Muy bien-dije mientras seguía abriendo la trampilla y pronto ingresaba. Hacía demasiado calor, por lo que entrecerré los ojos que sentía que el humo llegaba a quemar pero todo estaba demasiado iluminado por acá. El aceite volcado no había sido el mio el causante, sino aceite de tiempo atrás, como si alguien lo tuviese preparado por si descubrían la cantidad de cosas que acá habían de forma ilegal.
Cuando consiguió subir, pude verlos bordes de la trampilla y miré hacia los costados del lugar. Tal vez podría intentar trepar con algún salto. Escuché que la joven rebuscaba cosas, y pronto lanzó una cuerda. Apremió a que subiera, pero observé que las llamas podrían complicarle ya que iban a la trampilla.
-Sujeta la cuerda a algún lado, y apártate Ébano-exclame pero observé las cosas que habían a mi alrededor, por lo que tomé una caja de madera y con fuerza la corrí a donde estaba y luego me subí. Confundía el calor, con el sudor, como si el humo me confundiera, pero me concentré en mi objetivo mas pronto y me preparé para saltar sobre la pared y treparme rápido al borde de la salida. Así que cargándome de adrenálina, pronto lo conseguí y una vez trepado, hice fuerza con los brazos para subir mi cuerpo y caer al suelo del otro lado.
Quedé tendido boca abajo, y con los mismos pies, lancé la trampilla a su lugar que cayó con un golpe seco. Volteé de costado para toser lo que mi cuerpo necesitara. Podía sentir quejarse a mi pulmones, realizando un silbido por el esfuerzo. La ropa estaba impregnada con olor a humedad y humo. Cuando me calmé un poco, miré a la joven, y observé su herida. Me acerqué incorporándome un poco, tomándola de la quemadura. No tenía fuerzas para sanarla ahora, pero tal vez si dentro de un momento.
Llevé mis manos a su rostro, apartando su cabello húmedo pegado casi sobre sus ojos.
-Tengo que pedirte que hagas un pequeño esfuerzo, que debemos correr un poco más, hasta la taberna...-dije. Examiné cuan extenuada estaba por si tenía que descansar un momento más. Me levanté después y busqué un recipiente con agua, pero sabía que ella se alimentaba de sangre y medité un poco, pero ante la duda, tomé de un balde que había allí debajo de una gotera del techo y saqué agua con un jarrón de cerveza. Lo llevé hasta donde la joven y se lo entregué mientras me apoyaba contra la pared.
-Sé que te alimentas de sangre... pero tengo entendido que pueden controlar la sed para evitar la muerte de quien beban...-sonreí para señalar que estaba bien, cruzando mis brazos sobre mi torso adolorido, recuperando de a poco el aire-Condesa casi sacó toda mi sangre, pero podría ofrecerte un poco por si necesitas....-
======================================================
Off rol: sin drama ^^ me gustó tu post. Todavia tengo mal de oidos y garganta, pero al estar libre de examen me he concentrado más. Cualquier cosa que estes en desacuerdo, no dudes un mp. ^^
Supe que le estaba costando un poco, y dijo que había algo algo pesado del otro lado, por lo que usó mi espada para hacer palanca. El humo y el calor no ayudaban de nada, además el lugar estaba sostenido por algunos hierros que estaban casi al rojo vivo. Me centré en respirar con calma, aunque mi cuerpo se desesperaba al no poder respirar el aire puro, y sentía que pronto perdería noción del lugar.
-Vas bien Ébano-tiré para darle ánimos pero no tenía la menor idea de cómo iba. Pero no marchaba todo bien en ella. El humo le estaba dando complicaciones también, así que me preparé por si perdía el equilibrio y debía agarrarla-Concéntrate, da un golpe con buena fuerza...-no terminé la frase al picarme la garganta, pero esperaba que consiguiera tomar aliento y continuar.
Sentí un alivio cuando volvió a intentar abrir, y le peso que estaba sobre la tapa, cedió y ella contenta lo dijo.
-Muy bien-dije mientras seguía abriendo la trampilla y pronto ingresaba. Hacía demasiado calor, por lo que entrecerré los ojos que sentía que el humo llegaba a quemar pero todo estaba demasiado iluminado por acá. El aceite volcado no había sido el mio el causante, sino aceite de tiempo atrás, como si alguien lo tuviese preparado por si descubrían la cantidad de cosas que acá habían de forma ilegal.
Cuando consiguió subir, pude verlos bordes de la trampilla y miré hacia los costados del lugar. Tal vez podría intentar trepar con algún salto. Escuché que la joven rebuscaba cosas, y pronto lanzó una cuerda. Apremió a que subiera, pero observé que las llamas podrían complicarle ya que iban a la trampilla.
-Sujeta la cuerda a algún lado, y apártate Ébano-exclame pero observé las cosas que habían a mi alrededor, por lo que tomé una caja de madera y con fuerza la corrí a donde estaba y luego me subí. Confundía el calor, con el sudor, como si el humo me confundiera, pero me concentré en mi objetivo mas pronto y me preparé para saltar sobre la pared y treparme rápido al borde de la salida. Así que cargándome de adrenálina, pronto lo conseguí y una vez trepado, hice fuerza con los brazos para subir mi cuerpo y caer al suelo del otro lado.
Quedé tendido boca abajo, y con los mismos pies, lancé la trampilla a su lugar que cayó con un golpe seco. Volteé de costado para toser lo que mi cuerpo necesitara. Podía sentir quejarse a mi pulmones, realizando un silbido por el esfuerzo. La ropa estaba impregnada con olor a humedad y humo. Cuando me calmé un poco, miré a la joven, y observé su herida. Me acerqué incorporándome un poco, tomándola de la quemadura. No tenía fuerzas para sanarla ahora, pero tal vez si dentro de un momento.
Llevé mis manos a su rostro, apartando su cabello húmedo pegado casi sobre sus ojos.
-Tengo que pedirte que hagas un pequeño esfuerzo, que debemos correr un poco más, hasta la taberna...-dije. Examiné cuan extenuada estaba por si tenía que descansar un momento más. Me levanté después y busqué un recipiente con agua, pero sabía que ella se alimentaba de sangre y medité un poco, pero ante la duda, tomé de un balde que había allí debajo de una gotera del techo y saqué agua con un jarrón de cerveza. Lo llevé hasta donde la joven y se lo entregué mientras me apoyaba contra la pared.
-Sé que te alimentas de sangre... pero tengo entendido que pueden controlar la sed para evitar la muerte de quien beban...-sonreí para señalar que estaba bien, cruzando mis brazos sobre mi torso adolorido, recuperando de a poco el aire-Condesa casi sacó toda mi sangre, pero podría ofrecerte un poco por si necesitas....-
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Off rol: sin drama ^^ me gustó tu post. Todavia tengo mal de oidos y garganta, pero al estar libre de examen me he concentrado más. Cualquier cosa que estes en desacuerdo, no dudes un mp. ^^
Sydara
Aerandiano de honor
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
Había notado el cansancio en Sydara durante toda la odisea que había supuesto abrir la trampilla del techo. El elfo le había estando ánimos, aunque el humo y el cansancio no se retiraban por el momento.
El muchacho había quedado abajo, y cuando ella ya había subido, pudo ver que mientras ella había estado buscando la cuerda que había hallado, él había cogido una caja algo pesada y se había subido a ella para llegar mejor a sujetarse y poder subir y escapar de aquel infierno.
-Sujeta la cuerda a algún lado, y apártate Ébano. -dijo él. Buscó como le dijo algún lugar donde atarla, y la pasó por detrás de un enorme pilar de madera que había en aquel habitáculo. Le hizo un nudo fuerte y esperó interiormente que no estuviese afectado el pilar por el fuego. Se acercó de nuevo al hueco de la trampilla y agarró los brazos de Sydara tirando junto con él hacia arriba, a pesar del dolor que le producía un gran calor en el brazo, cercano al hombro.
Cayó boca abajo en el suelo y cerró la trampilla, y acto seguido se puso de lado. Ébano le soltó de inmediato para darle espacio y aire: -Debí subirte primero... Perdóname, no pensaba.. No pensaba, diréctamente. No acostumbro a ir acompañada.
Le miró con el rostro arrepentido y suspiró algo afligida. Él le cogió el brazo para ver la herida: -No es nada, estoy bien. Solo quema un poco.. Ahora no tenemos tiempo. -dijo retirando el brazo de sus manos y sonriendole. Él puso las manos en su rostro y le apartó el pelo:
-Tengo que pedirte que hagas un pequeño esfuerzo, que debemos correr un poco más, hasta la taberna... -le decía mientras examinaba el estado de la vampiresa. Ella asintió con la cabeza y puso el gesto más serio, más centrado: -No es esfuerzo.. Debemos apresurarnos si queremos tener un rato de tranquilidad, o de vida, directamente.. -dijo, y se dio la vuelta dispuesta a partir en dirección a la portezuela.
-Sé que te alimentas de sangre... pero tengo entendido que pueden controlar la sed para evitar la muerte de quien beban... -escuchó ella a sus espaldas.
Se volvió y vio al elfo apoyado en la pared con una vasija con agua. Ébano se dio la vuelta por completo y se acercó a él, posicionandose cerca; cogió la vasija mientras él se recostaba un poco en la pared con los brazos cruzados. El color volvía a su rostro y parecía más aliviado, probablemente como ella: por el aire limpio. Bebió del agua y mientras, Sydara volvió a hablarle:
-Condesa casi sacó toda mi sangre, pero podría ofrecerte un poco por si necesitas....
Ébano torció la cabeza extrañada, era la primera vez que alguien se ofrecía voluntario.
-No, yo.. No me gusta.... -sacudió la cabeza con media sonrisa en el rostro- No me gusta matar para beber, ni beber sangre, si te soy sincera. Al menos no.. no a mi.. A veces, me dejo llevar por la noche.. y Ébano se apodera de mi. Aunque he aprendido a cogerle el gusto a la vida nocturna.. -dijo guiñandole un ojo y observando sus labios, para quitarle algo de peso a la situación. Rio con tranquilidad y bebió un poco más de agua; luego le ofreció a él.
-Bebe, te hará bien. He bebido suficiente. Además ahora.. no tengo hambre, la verdad. Puede que en un par de noches sí.. Pero dudo que sea el momento, -dijo ella; puso una mano sobre las ropas de él, recorriendolas un poco- debemos llegar a una taberna, para que ambos podamos descansar, comer algo.. beber incluso, y cambiarnos de ropa, que entre humo, lluvia, humedad, escombros... Ha sido un completo -dijo riendo y dándose la vuelta.
Andó unos pasos hacia la portezuela y la abrió. El aire fresco de la noche la golpeó en la cara. Se movió el pelo de la chcia y un escalofrío recorrió su cuerpo, y la herida; su expresión se tornó algo dolorida, pero placentera al sentir los aromas en el aire, la frescura, la luna...
Ladeó la cabeza esperando a que el elfo la siguiese.
-Conozco una taberna cerca de aquí, ¿me sigues? A no ser que conozas otro sitio... -dijo ella. Se volvió hacia fuera y dio un par de pasos, esperando que la siguiese- De hecho, me estaba hospedando allí. Y me temo... que no me queda demasiado tiempo para estar bajo la luna, Sydara.
Volvió la vista al frente. Esperaba sinceramente poder tener algo de paz y tranquilidad, por un rato al menos. Se sentía completamente agradecida de no estar sola en ese momento, ni en todo lo que había pasado aunque verdaderamente... Eso le pasaba por meterse donde no la llamaban. Esperaba poder agradecer al elfo su ayuda en una taberna o algo. De modo que Ébano se encontraba.. más ligera, un poquito más feliz de poder ser ella misma, y sentirse cómoda con ello..
--------------------------------------------------
Off: bueno! Ahí lo tienes. Sé que no es mucho, ahora depende de ti.. más obstáculos, o taberna/posada xD por mi está bien seguir roleando, aunque si te apetece parar, solo dimelo. ¡Suerte Syd! ^^
El muchacho había quedado abajo, y cuando ella ya había subido, pudo ver que mientras ella había estado buscando la cuerda que había hallado, él había cogido una caja algo pesada y se había subido a ella para llegar mejor a sujetarse y poder subir y escapar de aquel infierno.
-Sujeta la cuerda a algún lado, y apártate Ébano. -dijo él. Buscó como le dijo algún lugar donde atarla, y la pasó por detrás de un enorme pilar de madera que había en aquel habitáculo. Le hizo un nudo fuerte y esperó interiormente que no estuviese afectado el pilar por el fuego. Se acercó de nuevo al hueco de la trampilla y agarró los brazos de Sydara tirando junto con él hacia arriba, a pesar del dolor que le producía un gran calor en el brazo, cercano al hombro.
Cayó boca abajo en el suelo y cerró la trampilla, y acto seguido se puso de lado. Ébano le soltó de inmediato para darle espacio y aire: -Debí subirte primero... Perdóname, no pensaba.. No pensaba, diréctamente. No acostumbro a ir acompañada.
Le miró con el rostro arrepentido y suspiró algo afligida. Él le cogió el brazo para ver la herida: -No es nada, estoy bien. Solo quema un poco.. Ahora no tenemos tiempo. -dijo retirando el brazo de sus manos y sonriendole. Él puso las manos en su rostro y le apartó el pelo:
-Tengo que pedirte que hagas un pequeño esfuerzo, que debemos correr un poco más, hasta la taberna... -le decía mientras examinaba el estado de la vampiresa. Ella asintió con la cabeza y puso el gesto más serio, más centrado: -No es esfuerzo.. Debemos apresurarnos si queremos tener un rato de tranquilidad, o de vida, directamente.. -dijo, y se dio la vuelta dispuesta a partir en dirección a la portezuela.
-Sé que te alimentas de sangre... pero tengo entendido que pueden controlar la sed para evitar la muerte de quien beban... -escuchó ella a sus espaldas.
Se volvió y vio al elfo apoyado en la pared con una vasija con agua. Ébano se dio la vuelta por completo y se acercó a él, posicionandose cerca; cogió la vasija mientras él se recostaba un poco en la pared con los brazos cruzados. El color volvía a su rostro y parecía más aliviado, probablemente como ella: por el aire limpio. Bebió del agua y mientras, Sydara volvió a hablarle:
-Condesa casi sacó toda mi sangre, pero podría ofrecerte un poco por si necesitas....
Ébano torció la cabeza extrañada, era la primera vez que alguien se ofrecía voluntario.
-No, yo.. No me gusta.... -sacudió la cabeza con media sonrisa en el rostro- No me gusta matar para beber, ni beber sangre, si te soy sincera. Al menos no.. no a mi.. A veces, me dejo llevar por la noche.. y Ébano se apodera de mi. Aunque he aprendido a cogerle el gusto a la vida nocturna.. -dijo guiñandole un ojo y observando sus labios, para quitarle algo de peso a la situación. Rio con tranquilidad y bebió un poco más de agua; luego le ofreció a él.
-Bebe, te hará bien. He bebido suficiente. Además ahora.. no tengo hambre, la verdad. Puede que en un par de noches sí.. Pero dudo que sea el momento, -dijo ella; puso una mano sobre las ropas de él, recorriendolas un poco- debemos llegar a una taberna, para que ambos podamos descansar, comer algo.. beber incluso, y cambiarnos de ropa, que entre humo, lluvia, humedad, escombros... Ha sido un completo -dijo riendo y dándose la vuelta.
Andó unos pasos hacia la portezuela y la abrió. El aire fresco de la noche la golpeó en la cara. Se movió el pelo de la chcia y un escalofrío recorrió su cuerpo, y la herida; su expresión se tornó algo dolorida, pero placentera al sentir los aromas en el aire, la frescura, la luna...
Ladeó la cabeza esperando a que el elfo la siguiese.
-Conozco una taberna cerca de aquí, ¿me sigues? A no ser que conozas otro sitio... -dijo ella. Se volvió hacia fuera y dio un par de pasos, esperando que la siguiese- De hecho, me estaba hospedando allí. Y me temo... que no me queda demasiado tiempo para estar bajo la luna, Sydara.
Volvió la vista al frente. Esperaba sinceramente poder tener algo de paz y tranquilidad, por un rato al menos. Se sentía completamente agradecida de no estar sola en ese momento, ni en todo lo que había pasado aunque verdaderamente... Eso le pasaba por meterse donde no la llamaban. Esperaba poder agradecer al elfo su ayuda en una taberna o algo. De modo que Ébano se encontraba.. más ligera, un poquito más feliz de poder ser ella misma, y sentirse cómoda con ello..
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Off: bueno! Ahí lo tienes. Sé que no es mucho, ahora depende de ti.. más obstáculos, o taberna/posada xD por mi está bien seguir roleando, aunque si te apetece parar, solo dimelo. ¡Suerte Syd! ^^
Ébano
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
La ayuda de la vampiresa me vino muy bien, y cuando logré salir, cayó conmigo, pero se apartó al poco tiempo para dejarme respirar. Ella se disculpó y la volví a mirar con incredulidad, pero terminé riendo.
-Tenías mucho más riesgo que yo allí abajo-justifiqué sin dejar de sonreír, sintiéndome un poco extraño por la preocupación que tenía ella conmigo.
Decidí que mas tarde la ayudaría con su herida, mientras viera que no le causaba demasiada molestia.
Me extrañó su negación a beber de la sangre. No había conocido otra vampira como ella que rechazara algo así, aunque la diferencia era que antes nunca me había ofrecido. Correspondí a su sonrisa y acepté el agua, notando la sed que tenía de pronto. Y cuando terminé la dejé sobre un estante mientras escuchaba lo que decía. Sus manos volvieron a tocar mi ropa, desde los hombros, y no pude evitar tomarla de la cintura, pero ella se apartó y se dirigió a la puerta del almacén.
-La verdad que nos hace falta un buen baño...-comenté y sentí el aire fresco con olor a lluvia que ingresó desde afuera. Fue una sensación agradable, pero en breve nos estaríamos congelando afuera nuevamente.
-Debe ser en la que estoy pensando...-comenté mientras me acercaba a ella. Había tomado mi espada que quedó en el suelo después de salir del túnel y guardé en el cinturón, del lado izquierdo. La seguí. Teníamos un callejón abierto a ambos lados, y tomamos por la izquierda, más cerca de la calle que daba a la taberna. Terminé de abrochar mi camisa y el abrigo, mirando a ambos lados del lugar para ver si había algún peligro, y me apresuré a alcanzar el paso de la joven.
-Apresurémonos...-comenté mirando al cielo. Aun estaba muy oscuro, pero en un buen rato comenzaría a amanecer-
Tomé a tiempo la mano derecha de Ébano. Ambos eramos unas siluetas oscuras en la noche, andando entre charcos de lodo en el suelo adoquinado, donde había olor a humedad, a jarilla y lluvia, además del nuestro mismo con el humo.
La voz de la Condesa surgió una vez más rompiendo la paz de la noche:
-Corred, eso! Corred mientras podáis, bastardos!-chilló y soltó una carcajada del otro lado del callejón, de donde salíamos a la calle nosotros. Estaba con Thomas, quien llevaba unas dagas en un armero de cuero cruzado a su pecho y tenía una en sus manos.
-Estamos cerca, tenemos que llegar a la taberna!-dije señalando a la calle ancha que se extendía perpendicular por donde íbamos, y a la derecha a mitad de cuadra, estaría nuestro lugar de destino. Desenfundé la espada y volví a tomar la mano de la joven vampira para apresurarnos.
La primer daga que lanzó Thomas, pasó por en medio de ambos, rozando mi chaqueta y lejano oímos el grito de él.
-¡No escaparán por mucho tiempo! ¡Dejad de correr!-exclamó. Ambos venían corriendo detrás de nosotros.
-Maldito... tengo mala.. suerte para elegir amistades...-dije agitado echando un vistazo fugaz por detrás de mi hombro.
Nos quedaban al menos cien metros para llegar a la posada.
Off rol: no se me ocurre que más poner, sino estaría moviéndote mucho, y tomé libertad de que Sydara te tome de la mano. Si crees que no debería, edito ^^ Un post más y pasamos a posada estrella?
-Tenías mucho más riesgo que yo allí abajo-justifiqué sin dejar de sonreír, sintiéndome un poco extraño por la preocupación que tenía ella conmigo.
Decidí que mas tarde la ayudaría con su herida, mientras viera que no le causaba demasiada molestia.
Me extrañó su negación a beber de la sangre. No había conocido otra vampira como ella que rechazara algo así, aunque la diferencia era que antes nunca me había ofrecido. Correspondí a su sonrisa y acepté el agua, notando la sed que tenía de pronto. Y cuando terminé la dejé sobre un estante mientras escuchaba lo que decía. Sus manos volvieron a tocar mi ropa, desde los hombros, y no pude evitar tomarla de la cintura, pero ella se apartó y se dirigió a la puerta del almacén.
-La verdad que nos hace falta un buen baño...-comenté y sentí el aire fresco con olor a lluvia que ingresó desde afuera. Fue una sensación agradable, pero en breve nos estaríamos congelando afuera nuevamente.
-Debe ser en la que estoy pensando...-comenté mientras me acercaba a ella. Había tomado mi espada que quedó en el suelo después de salir del túnel y guardé en el cinturón, del lado izquierdo. La seguí. Teníamos un callejón abierto a ambos lados, y tomamos por la izquierda, más cerca de la calle que daba a la taberna. Terminé de abrochar mi camisa y el abrigo, mirando a ambos lados del lugar para ver si había algún peligro, y me apresuré a alcanzar el paso de la joven.
-Apresurémonos...-comenté mirando al cielo. Aun estaba muy oscuro, pero en un buen rato comenzaría a amanecer-
Tomé a tiempo la mano derecha de Ébano. Ambos eramos unas siluetas oscuras en la noche, andando entre charcos de lodo en el suelo adoquinado, donde había olor a humedad, a jarilla y lluvia, además del nuestro mismo con el humo.
La voz de la Condesa surgió una vez más rompiendo la paz de la noche:
-Corred, eso! Corred mientras podáis, bastardos!-chilló y soltó una carcajada del otro lado del callejón, de donde salíamos a la calle nosotros. Estaba con Thomas, quien llevaba unas dagas en un armero de cuero cruzado a su pecho y tenía una en sus manos.
-Estamos cerca, tenemos que llegar a la taberna!-dije señalando a la calle ancha que se extendía perpendicular por donde íbamos, y a la derecha a mitad de cuadra, estaría nuestro lugar de destino. Desenfundé la espada y volví a tomar la mano de la joven vampira para apresurarnos.
La primer daga que lanzó Thomas, pasó por en medio de ambos, rozando mi chaqueta y lejano oímos el grito de él.
-¡No escaparán por mucho tiempo! ¡Dejad de correr!-exclamó. Ambos venían corriendo detrás de nosotros.
-Maldito... tengo mala.. suerte para elegir amistades...-dije agitado echando un vistazo fugaz por detrás de mi hombro.
Nos quedaban al menos cien metros para llegar a la posada.
Off rol: no se me ocurre que más poner, sino estaría moviéndote mucho, y tomé libertad de que Sydara te tome de la mano. Si crees que no debería, edito ^^ Un post más y pasamos a posada estrella?
Sydara
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Re: Seres de la noche [Ébano+Libre] [Finalizado]
-Tenías mucho más riesgo que yo allí abajo. La verdad que nos hace falta un buen baño... -le había dicho él, primero cuando cerró la trampilla y finalmente cuando ella comentó sobre la ropa del elfo, y la de ella, pensó Ébano cuando él posó las manos sobre la cintura de ella.
Había dejado Sydara el valde de agua en un estante y se había asomado con ella a la calle, al aire fresco, aspirando también. Sin duda era algo que los pulmones de ambos necesitaban con desesperación: aire puro.
La chica se puso a pensar en ese baño del que él hablaba. Tenía la ropa también.. bueno, la poca ropa, empapada en humedad, había sudado y el humo también había hecho su acto de presencia. La piel medio desnuda con el mal estado de la ropa de la chica hicieron que se retirase del lado del elfo cuando puso las manos en su cintura. Y aquel mismo acto la dejó algo confusa. ¿Cuándo se había apartado ella de un hombre que ponía las manos en su cintura...? ¿Nervios? Otra vez... Suspiró deshechando esos pensamientos, "Seguro que es eso, Ireth, tienes la ropa mal y no es momento..." -pensaba para sí, pero algo en su interior le decía que sí podían ser nervios ante el contacto con alguien que verdaderamente le agradaba.
-Debe ser en la que estoy pensando... -Ébano sacudió la cabeza, sacada de sus pensamientos por las palabras del elfo: -Eh... Sí, seguramente. Es cierto que nos vendría bien un buen baño relajante y una copa de vino.. -dijo medio ensimismada en esa idea.. Le guiñó un ojo y Sydara le contestó: -Apresurémonos...
El elfo tomó la mano de Ébano; aquello la cogió por sorpresa. Miró las dos manos enlazadas y se sintió... bien. No supo cómo reaccionar ante sentirse bien. ¿Era la falta de cariño durante los años lo que la hacía sentirse así...? Como fuere, iba a decirle que se sentía bien con él cerca, cuando una voz aguda, cortante como metal, sonó detrás de ellos:
-¡Corred, eso! ¡Corred mientras podáis, bastardos! -Ébano se giró de golpe y la vio, allá con el otro vampiro. Ella tenía los ojos muy abiertos, temblaba un poco y la tensión en su cuerpo podía marcarse. Estaba histérica, claramente.
-Estamos cerca, tenemos que llegar a la taberna! -le dijo Sydara.
-Oh, sin duda. ¡Corre! -él cogió la mano de ella y echaron a correr calle adelante. Ébano esperaba que la taberna estuviese cerca, y sobre todo, esperaba que estar allí dentro hiciese que aquellos dos locos parasen por un rato. Aquello parecía de locos, una noche completamente... completa.
De pronto una daga pasó entre la cabeza de ambos, en lo que Ébano ahogó un grito y observó la daga caer algo más adelante, al suelo.
-¡No escaparán por mucho tiempo! ¡Dejad de correr! -decía el vampiro.
-Maldito... tengo mala.. suerte para elegir amistades...
-Si.. tienes un gusto extraño, Sydara.. -dijo Ébano medio riendo mientras se agachaba rápida, sobre la marcha, para recoger la daga que habían lanzado los perseguidores. Cualquier rastro de arma o, arma en sí, era peligrosa para ellos, pues podían cogerlas los locos aquellos de nuevo, y era algo que no podían permitirse.
Al agarrarla Ébano se cortó un tanto en la mano, por la velocidad a la que iban corriendo.
La respiración era entrecortada por lo improvisado de la situación. Se giró a mitad del camino, sin dejar de correr y lanzó la aguja del pelo hacia los dos vampiros, y sorprendentemente por la situación de Sydara y Ébano, le dio a uno de los dos, en la cadera. No pudo ver bien por el cabello que se le enredaba ante la vista.
-¡Corre, ahora! Le he dado.. -dijo medio jadeando, cogiendo el antebrazo del elfo y echando a correr, haciendo acopio de agilidad vampírica. Se dejó guiar por el elfo y llegaron ante la puerta de la taberna. Ni se fijó en el nombre, entró de golpe, cerró la puerta de madera y se apoyó tras ella, dentro, recuperando el aliento. Sentía su pecho subir y bajar, la piel caliente por la carrera, y fría por la noche.
Miró al elfo, esperando no encontrar nada anormal, ni heridas, ni nada, pues se dio cuenta entonces de que había actuado y corrido todo el camino sin pensar, sin trazar un plan o idea, solo actuó por instinto de vivir y llevarle con vida a él.
-Bien.. Pues... creo... que ya está... ¿Cómo estás.. Sydara..? -dijo recuperando el aire ella.
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Off: Syd! Trdé, lo sé, tuve poco tiempo >.< pero ahí esta, tal vez es precipitado, si es así.. Solo dimelo y cambio nwn suerte! y siento aportar tan poco :S
Había dejado Sydara el valde de agua en un estante y se había asomado con ella a la calle, al aire fresco, aspirando también. Sin duda era algo que los pulmones de ambos necesitaban con desesperación: aire puro.
La chica se puso a pensar en ese baño del que él hablaba. Tenía la ropa también.. bueno, la poca ropa, empapada en humedad, había sudado y el humo también había hecho su acto de presencia. La piel medio desnuda con el mal estado de la ropa de la chica hicieron que se retirase del lado del elfo cuando puso las manos en su cintura. Y aquel mismo acto la dejó algo confusa. ¿Cuándo se había apartado ella de un hombre que ponía las manos en su cintura...? ¿Nervios? Otra vez... Suspiró deshechando esos pensamientos, "Seguro que es eso, Ireth, tienes la ropa mal y no es momento..." -pensaba para sí, pero algo en su interior le decía que sí podían ser nervios ante el contacto con alguien que verdaderamente le agradaba.
-Debe ser en la que estoy pensando... -Ébano sacudió la cabeza, sacada de sus pensamientos por las palabras del elfo: -Eh... Sí, seguramente. Es cierto que nos vendría bien un buen baño relajante y una copa de vino.. -dijo medio ensimismada en esa idea.. Le guiñó un ojo y Sydara le contestó: -Apresurémonos...
El elfo tomó la mano de Ébano; aquello la cogió por sorpresa. Miró las dos manos enlazadas y se sintió... bien. No supo cómo reaccionar ante sentirse bien. ¿Era la falta de cariño durante los años lo que la hacía sentirse así...? Como fuere, iba a decirle que se sentía bien con él cerca, cuando una voz aguda, cortante como metal, sonó detrás de ellos:
-¡Corred, eso! ¡Corred mientras podáis, bastardos! -Ébano se giró de golpe y la vio, allá con el otro vampiro. Ella tenía los ojos muy abiertos, temblaba un poco y la tensión en su cuerpo podía marcarse. Estaba histérica, claramente.
-Estamos cerca, tenemos que llegar a la taberna! -le dijo Sydara.
-Oh, sin duda. ¡Corre! -él cogió la mano de ella y echaron a correr calle adelante. Ébano esperaba que la taberna estuviese cerca, y sobre todo, esperaba que estar allí dentro hiciese que aquellos dos locos parasen por un rato. Aquello parecía de locos, una noche completamente... completa.
De pronto una daga pasó entre la cabeza de ambos, en lo que Ébano ahogó un grito y observó la daga caer algo más adelante, al suelo.
-¡No escaparán por mucho tiempo! ¡Dejad de correr! -decía el vampiro.
-Maldito... tengo mala.. suerte para elegir amistades...
-Si.. tienes un gusto extraño, Sydara.. -dijo Ébano medio riendo mientras se agachaba rápida, sobre la marcha, para recoger la daga que habían lanzado los perseguidores. Cualquier rastro de arma o, arma en sí, era peligrosa para ellos, pues podían cogerlas los locos aquellos de nuevo, y era algo que no podían permitirse.
Al agarrarla Ébano se cortó un tanto en la mano, por la velocidad a la que iban corriendo.
La respiración era entrecortada por lo improvisado de la situación. Se giró a mitad del camino, sin dejar de correr y lanzó la aguja del pelo hacia los dos vampiros, y sorprendentemente por la situación de Sydara y Ébano, le dio a uno de los dos, en la cadera. No pudo ver bien por el cabello que se le enredaba ante la vista.
-¡Corre, ahora! Le he dado.. -dijo medio jadeando, cogiendo el antebrazo del elfo y echando a correr, haciendo acopio de agilidad vampírica. Se dejó guiar por el elfo y llegaron ante la puerta de la taberna. Ni se fijó en el nombre, entró de golpe, cerró la puerta de madera y se apoyó tras ella, dentro, recuperando el aliento. Sentía su pecho subir y bajar, la piel caliente por la carrera, y fría por la noche.
Miró al elfo, esperando no encontrar nada anormal, ni heridas, ni nada, pues se dio cuenta entonces de que había actuado y corrido todo el camino sin pensar, sin trazar un plan o idea, solo actuó por instinto de vivir y llevarle con vida a él.
-Bien.. Pues... creo... que ya está... ¿Cómo estás.. Sydara..? -dijo recuperando el aire ella.
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Off: Syd! Trdé, lo sé, tuve poco tiempo >.< pero ahí esta, tal vez es precipitado, si es así.. Solo dimelo y cambio nwn suerte! y siento aportar tan poco :S
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