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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

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Mensaje  Johannes Lun Sep 29 2014, 18:13

La lluvia caía sin tregua sobre nuestros empapados atuendos. El viento parecía callar ante las palabras de las nubes que no paraban de rugir y lanzar sus deslumbrantes rayos hacia el inmutable y oscurecido cielo. Solo podía percibir aquel ensordecedor estruendo por parte de los enfurecidos cúmulos grises sobre nosotros y algunas palabras por parte de mis compañeros.

Sydara mencionaba algo acerca de su infortunada pero quizás muy necesitada presencia. Odiaba admitirlo, no habría querido hacerlo... Pero era verdad, de no haber sido por su aparición, probablemente estaríamos muertos. Otro caso se habría presentado de haber contado con mi capacidad visual. Seguramente Ebano y yo nos las habríamos arreglado para liquidar a esos malditos. - Como sea... No tenia caso lamentarse una y otra vez por mi situación, eso no serviría de nada y aun así parecía que no podía evitarlo.

Continuamos el trayecto bajo un abrumador silencio por parte de cualquiera de nosotros. Era claro que no conformábamos el mejor de los grupos. A veces era gracioso pensar en aquello. ¿Realmente lo era? o ¿es que mi percepción por las cosas se habían deformado de una torcida manera? No intente encontrar la respuesta, decidí ignorarlo simplemente. El caballo, que se esforzaba por avanzar por el espeso fango bajo sus pies, avanzaba lentamente. Estaba claro que a él tampoco le agradaba andar bajo la lluvia y llevar peso muerto en su lomo pero no tenia elección. No tenia ni el mínimo de los humores para bajarme y andar por mi mismo.

Ahora solo teníamos un solo reto: Subir cuesta arriba y lo siguiente seria más sencillo. La bestia cuadrúpeda se esforzaba por avanzar sin caer debido a la resbalosa y dificultosa superficie con la que nos habíamos encontrado. Me sujete fuertemente de las riendas para no caer ante los desesperados movimientos del equino y le anime a continuar para llegar hasta arriba. Luego de algún momento de lucha y esfuerzo, parecía que lo habíamos logrado. Sydara tomo la palabra nuevamente preguntando por el estado de la señorita Ebano y el propio. Ante su cuestión, lleve la mano hacia mi pecho y palpe con delicadeza la herida que me había proporcionado uno de nuestros pasados enemigos. No parecía ser muy profunda pero claro que dolía. - Estaré bien... Solo necesita el mínimo de atención. Respondí con tranquilidad y preste atención a cualquier respuesta de la señorita, esperando que se encontrara bien.

Levante la cabeza en un acto reflejo. A pesar de la fuerza de la lluvia, pude escuchar algunos pasos acercándose. Mis ojos se fijaron en la nada irremediablemente, pero preste todo mi cuidado a nuestra nueva compañía. Luego de escuchar aquellas palabras, apreté los puños y los dientes. Al parecer los percances no habían terminado aun.
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Mensaje  Sydara Mar Sep 30 2014, 02:19

-¡En nombre del Lólindir Ar-Feiniel, te ordeno que bajes esa arma de inmediato!-exclamé autoritario, y aunque con las energías por el suelo, dejé caer mi arco hacia el antebrazo, tomándolo posteriormente para apuntar al oponente. Aunque no hizo falta atacar.

EL jinete bajó el arco y tiró de las riendas para galopar hacia nosotros.  Bajé el arco entonces.
-No es enemigo por lo que parece...-sonreí de lado mirando a Ébano y un rápido vistazo a Johannes. Me molestaba que al que deseaba desafiar y molestar después de lo que había dicho en el claro del bosque sobre Aria, estuviera incapacitado. Le pediría a Audri alguna pócima para él. Quizá recuperara la vista al menos un poco. Lo probable es que viera borroso.

Volví la vista al frente al jinete que se nos acercaba. El elfo que venía se detuvo a una cierta distancia, desmontó del caballo e hizo una reverencia frente a nosotros.
-¿Qué lo trae a estas horas por aquí y por gente no deseada para sus enemigos?-miró a la vampira y al humano-Con mis respetos para ustedes, que para mí es todo un placer recibiros en Sandorai...-podría haber pronunciado las palabras con más alegría, pero el aspecto que los tres llevábamos, no era nada bueno-Pero...-

-Vamos a la casa de la anciana Audri. Me han informado que allí podremos estar seguros, al menos por esta noche y hasta que la tormenta amaine. Es una larga historia, pero... necesito que lleves un mensaje a la Casa-pedí tirando mi arco nuevamente a la espalda-Ve a ver a alguno de los tenientes o si es posible, al mismo general, que me encuentro con Aria en lo de la anciana, y la gente de Oberyn anda persiguiéndonos... La habían tomado como rehén...-expliqué ante la expresión de alarma del elfo, que se quitó su capucha para dejar ver su pálido rostro, y unos ojos de color ambar, y el cabello rubio largo hasta los hombros.

-Así se hará-el elfo asintió ante mi pedido.
-Ten cuidado-advertí sombrío.

No se dijo más y el elfo montó de un salto a su caballo de pelaje negro y bien cuidado. Se alejó mientras nosotros retomábamos el camino.

Según lo dicho por Johannes y Ébano, sus heridas no eran graves y eso me alegró. En un abrir y cerrar de ojos estarían completamente curados. y sin cicatrices. Reí para mis adentros recordando cuando había sanado al peliblanco esa vez. Varias veces me pregunté de cómo habría reaccionado al despertar.

***

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Algo de ambientación:

Audri, orientativa nomás:



El camino llegaba a su fin, y se vio una casa entre las penumbras de la noche, con iluminación en su interior a través de sus ventanas. Teníamos ante una pendiente donde por la lluvia parecía ahora que corriera un río por ahí. Teníamos un sendero que nos serviría de un puente. La madera crujiría bajo nuestros pies, y algunas se moverían peligrosamente a nuestro paso, pero con cuidado, llegaríamos hasta la casa, donde podríamos atar al caballo en un establo que había a un lado de nuestro destino.

-Alcanzo a ver a dos caballos solamente... Creo que es el de Zod y el de la anciana solamente...-comentaría extrañado, pensando en Lex y Lionel.

Golpeé la puerta de la casa de la anciana, tras anunciar que habíamos llegado con la voz algo exhausta "Hemos llegado"

Una pequeña rendija de la puerta se abrió para dejar ver unos ojos de color grisáceos, rodeados de finas arrugas de una elfa que marcaban su edad y experiencias de vida. Su mirada fue de sorpresa al verme y a los dos que me acompañaban.

Desapareció rápidamente cerrando la rendija, y abrió una traba de seguridad. Se pudo oír el sonido de la cadena al caer del otro lado. Abrió la puerta lo suficiente para darnos paso. Era una mujer bella, de cabellos blancos, apenas con un leve tono rubio. Era alta, delgada y tenía sobre sus hombros un chal se lana con bordados élficos; un labor duro de sastrería, pero un buen trabajo.

-Señor de Edén, y un placer contar con la visita de ustedes...-miró a Ébano y a Johannes-Por favor, ingresad... Os daré algo de beber. Sé de lo ocurrido. No demoréis más. Ingresad...Se encuentran aquí su prometida Aria, y Zod-apremió invitándonos al living de su casa. Me hice a un lado haciéndoles señas para que ingresaran primero.



Off rol: espero que no les fastidie mucho que haya avanzado tanto ^^ Si no están de acuerdo, díganme y edito.
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Mensaje  Ébano Miér Oct 01 2014, 00:01

Avanzaba el mal tiempo, y el cansancio con todos ellos, pero parecía que no finalizaría la noche por el momento.

Estaré bien... Solo necesita el mínimo de atención. -le respondió Johannes. Ella posó la mano en la pierna de él, que colgaba del caballo y le dirigió un "Bien" , a modo de respuesta.

El jinete se acercaba. Era un precioso corcel negro, tan alto y estilizado como su dueño, parecía.
¡En nombre del Lólindir Ar-Feiniel, te ordeno que bajes esa arma de inmediato! -exclamó Sydara, autoritario. El cansancio era perceptible a través de sus gestos, aunque aun así parecía no querer abandonar el ritmo, ya que casi llegaban a su fin- No es enemigo por lo que parece...

Mejor... Creo que no estamos para más problemas.. -le dijo ella sonriendole.

Se detuvo el caballo y bajó el jinete. Era más alto que ella, y fuerte. Un guardia, supuso Ébano. Se estremeció del frío y se asió los brazos en torno a sí misma.

¿Qué lo trae a estas horas por aquí y por gente no deseada para sus enemigos? Con mis respetos para ustedes, que para mí es todo un placer recibiros en Sandorai... Pero..
-Ébano alzó una ceja ante sus palabras, dejó que hablase Sydara, pues no creía adecuado que ellos dos dijesen nada si quiera, al menos no hasta estar en un lugar tranquilo. Era consciente de lo mal recibidos que eran los de su raza, y no los culpaba, precisamente por eso, debía andarse con ojo. Desvió la vista hasta Johannes, el malestar y el frío parecía afectar a todos...

Vamos a la casa de la anciana Audri. Me han informado que allí podremos estar seguros, al menos por esta noche y hasta que la tormenta amaine. Es una larga historia, pero... necesito que lleves un mensaje a la Casae a ver a alguno de los tenientes o si es posible, al mismo general, que me encuentro con Aria en lo de la anciana, y la gente de Oberyn anda persiguiéndonos... La habían tomado como rehén..


Suspiró, mientras escuchaba, y observó cómo se acordaba el mensaje, y partía el jinete, que dejó ver un hermoso rostro y cabellos.
"Así que Audri... Espero que todo vaya mejor una vez allí... Pobre Isell.. Tal vez no debería demorarme, igualmente deberé mandar misiva" -estuvo pensando. Se abstrajo en su mente, mientras sus pasos la llevaban siguiendo a sus dos compañeros de travesía. Grupos de árboles, senderos, y finalmente un puente un tanto precario, con madera, que enlazaba el camino con una casa entre vegetación, en la montaña, distinguible por puntos de luz y humo saliendo de la chimenea. Ébano nunca pensó que desearía tanto estar junto al fuego.

Sonrió a ambos. Ya queda menos, señores... -dijo cuando vio que se dirigían al puente y que ese era su destino.

Alcanzo a ver a dos caballos solamente... Creo que es el de Zod y el de la anciana solamente...
-decía Sydara.- Eso es bueno, ¿no? Quiero decir, es cuanto esperábamos.. -dijo, aunque se encontraba cansada y confusa. Se dijo a sí misma que debía centrarse. Iban a entrar a casa ajena y debía estar atenta: tanto para agradar lo posible y dejar de lado su condición nocturna como para su propia seguridad.

La casa estaba ya, prácticamente ahí. Se acercó a Johannes, para ayudarle a bajar del caballo y atarlo en el establo de la casa. Esto es por si lo quieres usar, si no, pues omítelo xD

Cuando llegaron, unos ojos aparecieron tras la rendija de la puerta, unos ojos hermosos, luminosos y cargados de sabiduría, y la imagen que los acompañó cuando finalmente les abrió la puerta, no fue menos: una dama, completamente en todos los sentidos, altiva, calmada, bella y con una profundidad en los ojos que confirmó con sus palabras, sin duda, alguien importante..

Señor de Edén, y un placer contar con la visita de ustedes... Por favor, ingresad... Os daré algo de beber. Sé de lo ocurrido. No demoréis más. Ingresad...Se encuentran aquí su prometida Aria, y Zod

"Prometida. ¿Y sabrá que...? Dios..." -pensó la vampiresa abriendo mucho los ojos ante aquella afirmación. Miró al elfo, y esperó a que pasasen. Cerró los ojos y cambió el semblante, acostumbrada a su máscara de normalidad. Sonrió a la dama cuando le llegó el turno de pasar e inclinó la cabeza.

Gracias, señora. Es reconfortante un techo y calor. -dijo muy sinceramente, se estremeció al entrar de nuevo, a la acogedora estancia, bañada por luz ambarina, con muebles en madera y mullidos. Esperó en la entrada, no deseaba importunar a su anfitriona, mientras volvía a preguntarse sobre la afirmación de la dama Audri..
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Mensaje  Johannes Miér Oct 01 2014, 21:26

Espere un poco impaciente por la reacción del sujeto al que habíamos encontrado y por supuesto, la reacción de mis compañeros ya que seguramente ellos tampoco se mostrarían muy contentos con este nuevo hallazgo. Guarde silencio para permitir a alguno de mis acompañantes encargarse de la situación y espere porque no se tratara de un nuevo evento desafortunado.

Sydara no demoro en tomar la palabra y aparentemente blandir su arma. Instantes después de las demandas del elfo, aquel merodeador parecía acercarse cada vez más en lo que parecía ser un caballo. Su paso era tranquilo y nada amenazador, Sydara lo confirmaba con algunas palabras. Suspire por lo bajo y me relaje al saber que no se trataba de ninguna amenaza. Solo quizás algún guardia solitario cumpliendo con su deber bajo el manto nocturno y la implacable lluvia.

El elfo parecía tener todo bajo control. Como él mismo lo había dicho, no se trataba de alguien que pudiese atentar contra nuestra integridad. Luego de que ambos sujetos intercambiaran algunas palabras acerca de sus intenciones, aquel solitario sujeto monto su caballo y se retiro nuevamente para luego reanudar nuestro paso.

Intente pensar de una forma más positiva, aunque ese tipo de cosas nuca fue mi fuerte. Aun así trate de imaginar que luego de aquella batalla y la para nada agradable caminata hasta nuestro destino, encontraríamos finalmente algo de descanso y bienestar. Algún modo para recuperar energías, sanar las heridas y pronto retomar el camino hacia la ciudad amurallada. Levante la mirada e intente mirar el cielo. Por supuesto, no logre contemplarlo y a pesar de que estuviese nublado, podía imaginar en mi mente un cielo alentador completamente cubierto de estrellas y probablemente una luna tan grande como resplandeciente... Eso era lo que deseaba ver en ese momento.

Luego de algunos momentos, finalmente parecíamos llegar a nuestro destino. La señorita Ebano rompió el silencio con algunas palabras que denotaban alguna especie de ánimos. Mis compañeros y el caballo parecían haberse topado con algún camino de madera el cual crujía con fuerza a cada uno de sus pasos y aunque la bestia se tambaleaba torpemente, parecía que no habría problema alguno por atravesar dicho sendero.

A juzgar por las palabras del elfo, algunos conocidos se habían adelantado a nosotros y aguardaban en el interior del lugar por la llegada de Sydara. Mi mente continuaba aforrándose a la idea de que finalmente estábamos a salvo más sin embargo después de meditarlo por algunos segundos, la noche había estado plagada de sorpresas e incertidumbre. Quizás lo mejor seria no bajar la guardia hasta encontrarse seguro de todo. El avance ceso. Ebano se acerco a mi para ayudarme a bajar del caballo, ayuda que acepte sin ningún tipo de negación y seguí sus pasos colocando una de mis manos en su hombro.

Sydara llamo a la puerta con algunos golpes sobre la puerta. Algunos golpeteos de bisagras y algunos otros metales respondieron al otro lado y luego de algunos segundos, las bisagras del hogar crujieron para recibir nuestra llegada. Pude escuchar la voz de alguna mujer dándonos la bienvenida e invitándonos a ingresar en la casa, además de dar el aviso a Sydara sobre la presencia de sus conocidos. Aquella voz poseía un armonioso timbre que denotaba serenidad y amabilidad envueltos en algún dulce tono. Lamentablemente no podría averiguar mucho sobre el aspecto de la dueña de dicha voz.

Seguí los pasos de Ebano quien me guiaba para atravesar la puerta y mi impresión sobre este nuevo lugar, cambio por completo al momento en el que coloque un pie en su interior. Se trataba de un lugar calido y confortable, seguramente bastante cómodo a cualquier tipo de percepción. La atmósfera se llenaba por algún delicioso aroma el cual me fue imposible identificar de momento. Me detuve al costado de Ebano y me mantuve en silencio mientras agachaba la cabeza.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Sydara Jue Oct 02 2014, 05:45

Cerré la puerta detrás de mí, y corrí las cortinas de ambas ventanas a cada lado de la puerta. Los hombros me pesaban bastante debido a las contusiones y cortes que tenía. El living no constaba con muchos muebles, pero si existían mesas y estantes donde había una diversa variedad de elementos medicinales. Una puerta hacia la izquierda llevaba hasta la cocina y comedor y a la derecha, una habitación y la habitación de aseo continua a la misma. Aria, la elfa de cabello largo y ojos azules, salía de ésta última, alertada por nuestra llegada.Se había cambiado su vestido.

En el lugar se podían ver muchos adornos y libros, todos con marcas élficas. Había sido una buena casualidad que todos nos hubiésemos dirigido en idioma humanos para con Johannes y Ébano, pero supuse que nuestros enemigos quisieron hacerse entender bien. Un par de esos adornos era, una bola de cristal con la imagen de un paisaje dentro y algunos brillos que se movían al agitarla, llena de agua, y hacía parecer que nevaba. Otro era un árbol pequeño tallado sobre una cuenca blanca, de donde las ramas caían hilos de agua o gotas. Era una fuente digna de admirarse.

Se detuvo en mitad de la sala.
-Debo agradecerles a todos... su ayuda-habló algo horrorizada al vernos-Espero que os encontréis bien... Os ayudaré en lo que necesiten-

-Bien Aria... necesitaré entonces que me respondas algún par de preguntas-dije con el rostro sombrío mirándola. Alguien nos observaba desde la puerta del comedor.Era Zod, que no parecía muy contento.

La elfa asintió y me indicó seguirla hasta el cuarto, pero decidí que me ocuparía después de ella. Quería ver primero que Johannes y ébano estuvieran cómodos. Audri los invitaría a tomar asiento en la sala. La anciana había preparado tres trazas de dé especial para reconfortar el cuerpo y les ofreció a la vampira y al humano. La bebida caliente y humeante haría sentir fuerzas renovadas y a Johannes le mejoraría un poco la vista.Podrían ver que sus heridas, si no se encontraban envenenadas, mejorarían con rapidez.

-Me alegra saber que todos se encuentran bien-avanzó Zod hacia la sala y saludó con una reverencia de la cabeza a todos, mientras la anciana tomaba asiento procurando estar cerca de sus invitados.

Miré a mi soldado, pero no le respondí. Me quité el abrigo todo empapado, haciendo que a Audri le recordara algo. Se levantó y fue en busca de algunas ropas para nosotros. Comencé a desprenderme la armadura dirigiéndome hasta un perchero que había cerca, donde de a poco deposité las hombreras y la cuota de maya, así como también los guantes. Sólo quedé con una camisa de color beige.que presentaba unos cuantos desgarros y manchas de sangre, tantos de enemigos como de los cortes que me habían producido, en brazo y cuello. Sobre las costillas izquierdas tenía otro, pero ningún corte era grave. Sentí de pronto las manos de Aria desde detrás, que me ayudó a desprender la hombrera derecha.

Había creído que estaba en el cuarto esperándome.
-No necesito ayuda...-dije mirándola a los ojos. Mi mirada se mostraba fría cada vez que me dirigía a ella, llena de tensión y recuerdos que no dejaban de llegar a mi mente cuando ella estaba presente.

-Deja de maltratarme, no lo hago porque lo necesites o no... He visto tu mirada en esa muchacha... ¿Quién es?-me preguntó en un susurro. La fulminé con la mirada.

-¿Por eso has dicho que eres mi prometida?-ella sonrió sin apartar la mirada del nudo que desataba para terminar de quitarme esa parte de la armadura.

Mi soldado se acercó, cuando me volteé para ir junto a la vampira y Johannes, para tomar mi armadura y llevarla a algún lugar de allí mismo, quizás. Aria retrocedió y se acercó a los sillones. Detuvo unos momentos la mirada en la vampira.
-Mi nombre es Aria Elmeris... dama de confianza... supongo-me lanzó una mirada-de Sydara. Me gustaría oír vuestros nombres... ya que no hemos tenido tiempo de presentarnos debido a lo ocurrido recientemente...-

Living:


-Si desean cambiarse, pueden pasar al cuarto ese...-señaló la anciana saliendo del cuarto y pasando por el costado mío. Allí se detuvo y me pasó unas ropas secas que tomé. Esperé por si alguno de los dos deseaba cambiarse, y por último iría yo.

"-Aunque... tengo el colgante... Supongo que es lo mismo. No estoy en condición para seguir luchando, Edén y compañía... Si quieres hablar antes de exhalar el último aliento, pregunta a tu buen guardia, Zod Raisen...-"recordé las palabras del elfo de ojos negros que se había llevado la reliquia.

Había dejado medio abierta la puerta del cuarto, y estaba frente a un espejo donde una mesa y un balde lleno de agua, con cuencas y toallas a un costado. Terminé de limpiarme el rostro. Me faltaba vestir nomas la camisa, pues procuré tratar las heridas previamente. El recuerdo de esas palabras me dejó pensativo y reflexionando, apoyando ambas manos sobre la mesa. Sentía como el agua del pelo caía sobre mis hombros, formando unos cuantos hilos fríos que iban a tibio a medida que recorrían la piel con un leve cosquilleo.

Alcé la vista para verme en el espejo, decidido a preguntar ahora que relación tenía Zod con esa gente. Éste mismo se encontraba lanzando frecuentes miradas hacia el cuarto de baño donde me encontraba y alternaba entre los extranjeros y Aria. Su semblante carecía de expresión.

-Saldré un momento para ver si regresa Oliver... Está tardando demasiado-comentó con voz queda y saldría hacia la puerta, cerrándola tras de sí. Aria lo observaría con preocupación.

-Podréis quedaros a pasar la noche aquí si deseáis e incluso el día por ti querida-ofrecería Audri a Ébano por su condición de vampira- El terreno está muy peligroso. Si necesitas ir muy urgente, sería de mucho riesgo. Aunque tengo un ave mensajera por si deseáis enviar un recado, cualquiera de los dos...-miraría a Johannes también.

Cuando sentí que la puerta de entrada se abrió, me aparté del lavabo  y busqué la camisa para terminar de vestirme. Aria se levantó del asiento y se dirigió hacia mí cerrando la puerta como yo lo había hecho anteriormente sin mucho éxito. Se abría sola quedando entreabierta.

Me giré hacia ella con brusquedad y olvidando que alguien había salido de la casa.
-¿Porqué ese elfo ha mencionado a Zod? ¿Qué sabes de lo que ha ocurrido?- Ella dirigió sus pasos hasta una distancia algo invasiva delante de mí.
-No sé que tiene que ver Zod, pero quizás ha sido casual. Sabes que ellos y yo estuvimos trabajando para ellos-respondió con calma mirándome a los ojos, pero por algo bajó la vista y confesó-Aun siento demasiado por ti, y todo lo que he hecho ha sido por ambos... He estado con Zod... esperando a que sintieras celos, pero sigues siendo leal a tus sentimientos... He sabido que no te importo como alguna vez fue...-volvió a mirarme a los ojos-Dejé que me atraparan por ti.. solo por ver qué hacías...-pude notar cómo sus ojos se anegaban en lágrimas pero me daba la sensación que había mucho más. Sus palabras eran sinceras, pero había más... mucho más.

Pensar que Oliver podía estar enfrentándose a ellos, y que Ébano y Johannes pudieron morir allí, hizo arder la rabia en mi interior. Tuve el impulso de agarrarla del cuello y hacerle confesar todo lo que sabía. Percibí como cada músculo de mi cuerpo se tensaba de la rabia.
-Sé que fue muy arriesgado... pero necesitaba saber qué sentías por mí-intentó justificarme.

Me aparté a un lado. Tenía ganas de decirle varias cosas, pero me encontraba demasiado agotado como para discutir. Me limité a mirarla con un profundo odio. Ella me miró con desafío, dispuesta a todo por mí y eso no me gustaba... y tampoco lo creía del todo.

Ella salió del cuarto dejándome sólo, y camino con el semblante tenso hasta una columna de madera donde observó a los viajeros.
-¿Se encuentra bien señorita Aria?-preguntó Audri mirándola con algo de preocupación.

-Sí, descuide...-respondió ella tensa. Estaba cerca de Ébano, pero si la miraba, podría notar que tenía los ojos algo humedecidos.


Me dispuse a salir del cuarto, siendo que ya me había demorado mucho. No quería que Ébano ni Johannes se sintieran incómodos con Audri, pero  estaba seguro que ella generaría un aire de confianza para que se estuvieran  bien. Me apoyé sobre el marco de la puerta un momento antes de salir para ver a dónde habría ido Aria. No deseaba crear un ambiente tenso.

-Johannes, no he olvidado que pagué unas cervezas antes de nuestro próximo duelo-dije para divertir un poco el ambiente.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Johannes Jue Oct 02 2014, 19:38

Intentaba imaginar el interior del lugar pero claro, sin ninguna descripción o idea que pudiese dar forma en mi cabeza, jamás podría acercarme ni un poco a la realidad. Una vez más me sentía realmente incomodo con mi situación. El llegar a un lugar nuevo al que no conoces y no tener ni la mínima de las percepciones para darte cuenta de su estado, forma y aspecto... Eso era algo que me frustraba a gran medida. Dependía de las palabras descriptivas de alguien más y andar por ahí palpando todo a mi paso para llevar una imagen a mi imaginación pero claro, eso para mi seria algo muy tonto.

Me quede de pie justo donde Ebano me había guiado y permanecí con la mirada abajo hasta que alguien, al parecer nuestra anfitriona, nos invito a tomar asiento, un ofrecimiento que no podía negar. Estaba conciente de que probablemente la capucha y capa que cubrían mis ropas originales, además de empapada, estaría llena de fango y sangre por lo que preferí quitármela y no llegar a arruinar los muebles de la persona que tan desinteresadamente nos había recibido. Lentamente me despoje de la capa y la deposite en el piso de la entrada. - Lamento dejarla ahí, espero que no sea un problema. Dije tranquilamente mientras esperaba por alguna señal por parte mi compañera para ir hacia algún lugar para sentarme.

Una vez ahí, intente relajarme y descansar un poco antes que nada. Con una afable voz, nuestra anfitriona me ofrecía una taza de té que emanaba un delicioso y relajante aroma. No quería ser grosero en ese preciso momento, por lo que opte por tomar el recipiente y propinar un leve sorbo a la bebida. - Le doy las gracias. Mencione mientras saboreaba un poco el contenido de la taza. Desde el primer trago sentí como mi estado mejoraba poco a poco. Sabia que los elfos eran buenos en el tema de la sanación con la ayuda de su magia y los recursos naturales. Eso me había quedado bien claro en aquella noche que Sydara había curado mi herida en el costado de mi torso sin dejar casi ninguna marca. Solo el ojo observador se daría cuenta que había sido herido en esa zona.

Los compañeros del elfo se encontraban también en el lugar como él lo habia mencionado. Intercambiaban algunas palabras entre si sin que yo les prestara mucha atención, sin embargo, por primera vez en la noche había llegado hasta mi algo de curiosidad sobre el tema. Suponía que como el líder de la comunidad elfica, Sydara tendría sus problemas con aquellos inconformes a su posición como todo aquel que posea algo de poder. Me atrevería a preguntar un poco al respecto, quizas esto no era algo que me incumbiera pero luego de lo sucedido, nos habían involucrado hasta cierto grado y merecía alguna leve explicación. Aquellos bandidos se habían dado cuenta de como Sydara y sus hombres nos habían ayudado y nosotros mismos habíamos combatido a su lado para salvar nuestras vidas, así que, si los volvíamos a ver, probablemente se comportarían de una forma hostil y agresiva en nuestra contra.

Algunos pasos parecían acercarse, seguidos de una voz la cual se presentaba, Aria Elmeris era su nombre, la chica que antes habría sido la rehén de aquellos malditos sujetos. - Johannes... Respondí a secas ante su petición sin voltear la mirada hacia ella u ofrecer mi mano como saludo. La dueña del hogar volvió a tomar la palabra ofreciendo una de sus habitaciones para que pudiéramos cambiar nuestras ropas pero de ninguna manera me despojaría de la armadura en este lugar o momento. Prefería quedarme con ella aunque estuviese algo mojada. Momentos después ofreció su hogar para pasar la noche y probablemente el día debido a las características de la señorita Ebano. Me acerque un poco a mi compañera y busque alguna respuesta de su parte. - ¿Que dice señorita Ebano? ¿Podemos quedarnos en este lugar? Podría haber tomado una decisión yo solo, pero debido al curioso lazo que había formado con ella, necesitaba escuchar su opinión y si realmente confiaba en estas personas.

Continué bebiendo el contenido de la taza en silencio. No estaba seguro de lo que sucedía a mi alrededor, solo escuchaba algunas voces a la distancia, probablemente se trataría de Sydara arreglando algunos asuntos con sus colegas. Finalmente el elfo volvió a hacer acto de presencia ante nosotros con un muy peculiar comentario el cual me molesto. Era como si recalcara aquella falta que me dejo furioso en aquel pasado suceso. Preferí no agregar nada a sus palabras y en cambio, retome el tema de los sucesos mas recientes. - Creo que necesitamos una explicación. Mencione seriamente hacia Sydara. - Entiendo que debes tener algunos problemas con esa clase de sujetos debido a tu posición, pero por algún motivo he sentido que tienen algo muy personal hacia ti. ¿Has hecho algo para que esos malditos deseen tu cabeza? Aquella ultima pregunta la hice en un tono casi sarcástico y con una sonrisa de lado. Él podría preferir no responder mis preguntas, pero yo no estaría satisfecho del todo en tal caso.



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Mensaje  Ébano Sáb Oct 04 2014, 18:53

Cuando entraron, Johannes se mantuvo junto a Ébano, mientras Sydara se adelantaba al resto. Percibía la atmósfera cálida, aquella mujer, Audri, les transmitía paz, no obstante, la tensión era casi palpable, como si pudiese aspirarse con densidad.

Se encontraba algo desubicada, e incómoda. Normalmente esas sensaciones no iban con ella, pero estaba incómodamente mojada, con barro, dolorida y en un lugar ajeno, después de un extraño encuentro. No obstante, el simple hecho de entrar allí le proporcionó un márgen de paz, una tranquilidad asombrosa. Miró a la anfitriona y pensó una vez más que probablemente se debiese a conocimientos élficos..

Junto a Johannes, puso una mano sobre su hombro, mirando alrededor y viendo que había de todo en aquel hogar.

Debo agradecerles a todos... su ayuda. Espero que os encontréis bien... Os ayudaré en lo que necesiten.
-dijo de pronto la chica, angustiada, que los miraba recién salida de un cuarto.- Está bien, no es necesario.. Aria. -dijo Ébano, suponiendo que ese fuese el nombre de la chica, de bellos ojos y cabello.

Johannes se movió, se quitaba las ropas mojadas y manchadas, y las botas. Se acercó a él mientras tenía lugar en el cuarto una conversación dispersa:

Bien Aria... necesitaré entonces que me respondas algún par de preguntas

Me alegra saber que todos se encuentran bien
-decían, Sydara a la chica y por último, el elfo del cual habían hablado en la pelea... De rostro sombrío. Ébano frunció el ceño y asintió con la mirada en dirección al tal Zod- Estamos bien.

Puso la mano en el hombro de Johannes y lo guió hasta uno de los sillones, que cubrió con un paño antes de indicarle que se sentase. Cogió luego sus botas y sus prendas y las llevó a un rincón, para evitar estropear nada. La señora les ofrecía un té. Ébano cogió otra taza, sonriéndole y dio varios sorbos, reconfortantes..

El temblor por el frío cesó, recuperó la compostura en el rostro, y con ella, la consciencia de las ropas heladas. Sydara había comenzado a quitarse también las prendas más estropeadas, portaba únicamente una camisa que le resultaba familiar.. con heridas, algo común en él al parecer.. Sintió acaloradas las mejillas y desvió el rostro hacia su compañero.

¿Necesitas algo? El té es reconfortante.. -dijo a Johannes, y luego en voz alta, a Audri, que volvía con ropas dobladas- Gracias por todo, señora. -dijo mientras veía que traía paños y ropas. Cogió el montón y miró entre las prendas. Sacó una camisa oscura y recia para Johannes- ¿Deseas ropa limpia? -le preguntó a su compañero, mientras trataba de buscar algo para si misma. Miraba de reojo a los demás.

El soldado tenía un aire extraño, como inquieto, y Sydara y Aria mantenían una conversación acalorada entre susurros. Podía percibir la tensión del elfo. La elfa la miró entonces, a ella, diréctamente. Ébano se levantó manteniendo su mirada.

Mi nombre es Aria Elmeris... dama de confianza... supongo, de Sydara. Me gustaría oír vuestros nombres... ya que no hemos tenido tiempo de presentarnos debido a lo ocurrido recientemente...
-recitó.

Johannes...
-dijo secamente.

Ébano está bien. -dijo también, sin dar muchas vueltas. No conocía a la muchacha, pero no estaba precisamente agradecida, ni reconfortada tras una pelea en plena lluvia en el bosque... No era culpa de ella, mas no se sentía alegre tampoco por ello. Esperó no resultar fría en exceso.

Esperó por si Johannes precisaba de algo más, y apuró su té, sintiéndose cada vez mejor. Los rasguños apenas los sentía, no tenía heridas profundas y el cuerpo dolorido ya no lo estaba. Se sentía algo pesada, y en movimientos bruscos sentiría dolor general, pero, las contusiones habían quedado reducidas a simple malestar. Nunca sabría agradecer del todo la facilidad de los elfos para sanar y proporcionar bienestar y calma..

Si desean cambiarse, pueden pasar al cuarto ese... -les ofreció la dama. Negó con la cabeza por su parte.- No, no será necesario. Me basta con esto... Sydara ha entrado a cambiarse, ustedes dos son mujeres y Johannes no.. bueno, no prestará atención digamos; al guardia no le conozco siquiera, no me incomoda. Mi compañero tal vez necesite más intimidad. -dijo. Dado que Johannes no quiso cambiarse, Sydara entró al cuarto. Ébano desvió el rostro de la puerta por donde desapareció, incapaz de no sentirse intrigada por el qué pasaba entre todos ellos, con preguntas y estúpidas hipótesis flotando en su mente. Te dejo esto aquí. -y depositó sobre las rodillas de su amigo la camisa recia que había cogido, de la cual pensó que le vendría bien.

Se trasladó a un rincón dicho aquello, y se desprendió de la capa, empapada y embarrada. Bajó la cremallera de las botas altas y salió de ellas. Se sentó semioculta en la penumbra, sin prestar atención a la sala. Se secó las piernas, los pies, y se desprendió paulatinamente del resto de la ropa empapada, el cuero mojado. Sacó ambos puñales y la garra en su dedo. Se secó de nuevo con paños y se dispuso un vestido sencillo de tela suave oscura, en un tono similar a la noche, con un encordado para el escote que cerró un par de lazos, y otra tela para ceñirse a la cintura. Decidió esperar a que se secasen sus botas y pisar la madera descalza, le gustaba aquella sensación.

No deseaba crear problemas para el elfo, y si aquella muchacha era su muchacha, su prometida.. Ébano suspiró y esperó que no supiese nada. No podía negar que él continuaba siéndole atractivo, y aquella sensación de paz... Pero de ningún modo se permitiria expresar su verdadero yo allí, y menos crear problemas -más, si cabía por su condición vampírica- en la comunidad élfica.
Un golpe la sacó de sus pensamientos. La puerta.

El guardia había salido al parecer, pues ya no se encontraba en la sala. Llevó junto al fuego su ropa y sus botas, y se sentó en uno de los sillones, agradeciendo con los ojos cerrados un poco de comodidad.

-Podréis quedaros a pasar la noche aquí si deseáis e incluso el día por ti querida. El terreno está muy peligroso. Si necesitas ir muy urgente, sería de mucho riesgo. Aunque tengo un ave mensajera por si deseáis enviar un recado, cualquiera de los dos..
-les ofrecía. Abrió los ojos. Y miró a su compañero- ¿Que dice señorita Ébano? ¿Podemos quedarnos en este lugar?

Se preguntaba cómo sabía Audri que tenía que enviar misiva, aunque.. Parecía sin duda una dama erudita y sabia, no le extrañaría que supiese cosas que el resto no. Sí... Descansar estará bien. Gracias de nuevo. Estamos en deuda señora, al menos por mi parte. Puede contar con mi ayuda si la precisa en algún momento. -dijo sonriéndole con sinceridad. Se hundió en el mullido asiento y cerró los ojos, sintiendose de nuevo seca y confortada.

La elfa apareció de pronto. "¿Cuándo ha desaparecido?" -pensó frunciendo el ceño. No dejaba de recelar de lo que había pasado en el bosque, había sido una muy extraña coincidencia.

¿Se encuentra bien señorita Aria?

Sí, descuide..

A pesar de los comentarios, no parecía estar bien, nada bien, de lo cual se dio cuenta Ébano, que la miró a los ojos y estaban más húmedos que de costumbre... "¿Qué habrá pasado ahí dentro...?" -se preguntaba. Sydara salió también.

Johannes, no he olvidado que pagué unas cervezas antes de nuestro próximo duelo. -dijo con un comentario que parecía tratar de quitar peso al asunto. Peso que Johannes no quiso restar. Parecía que la tensión con Sydara había disminuído un tanto, pero en absoluto había desaparecido, pues pudo percibir su rostro crispado ante aquel comentario.

Creo que necesitamos una explicación. Entiendo que debes tener algunos problemas con esa clase de sujetos debido a tu posición, pero por algún motivo he sentido que tienen algo muy personal hacia ti. ¿Has hecho algo para que esos malditos deseen tu cabeza? -preguntó muy acertadamente en respuesta.

Ella recordó la vez en que lo conoció, con varios locos de su propia raza siguiéndole. Se incorporó en el sillón y anduvo de pie hasta apoyarse en la mesa para poder observar con claridad; se encontraba mejor. Esbozó media sonrisa- Mmmh.. Me parece que no son los primeros que desean su cabeza. -dijo riendo levemente mirándolo, para quitar algo de tensión- Sin embargo no negaré que también me gustaría saber qué ocurrió para que te vieses envuelto en esa trifulca con tu dama.. -dijo paseando la vista entre Sydara y Aria, dado que Johannes no podía verla- No fue un duelo cotidiano, me parece. ¿Hay problemas?
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Mensaje  Sydara Dom Oct 05 2014, 05:43

Audri había tomado el abrigo de Jhonanes sin hacerse ningún problema. Era una mujer muy comprensiva y de gran corazón. Miraba con una leve sonrisa al humano para ver si cobraba al menos un poco la visión. No era algo mágico, pero la bebida caliente le permitiría ver al menos las siluetas y los colores, como si todo estuviera muy penumbroso. Podría diferenciar un poco lo claro de lo oscuro y orientarse. Mejoraría pronto.

-Por supuesto... -dije observando que mi comentario sobre las cervezas no le había caído muy bien. Nunca había tenido mala intensión al darle los aeros y menos con la excusa de que sería para una próxima vez que nos viéramos si daba la casualidad. "Cada uno es un mundo..." me dije-Sólo somos amigos-dije con amargura pero no parecía verdad que Aria y yo fuésemos amigos.

Me adelanté hacia uno de los sillones, y tomé asiento antes de contestar a la pregunta y explicar lo que ocurría. Apoyé el codo en el apoyabrazos del sillón y acomodé mi espalda contra el respaldar.

-Hace unos cuantos meses...-silencié un momento para buscar de dónde empezar a contar. Todo había ocurrido demasiado rápido esos días-fui llamado por el consejo de ancianos elfos, junto con Lys Caelum...-mencioné aunque no me agradaba dar el nombre de mi compañera por su seguridad, aunque bien, no podía tomar crédito en esto yo solo-para ocupar nuestros puestos heredados de nuestros padres para liderar el Clan Lólindir Ar-Feiniel... -volví a hacer una breve pausa, recordando esos momentos en que fuimos nombrados ante el pueblo-Los puestos ya estaban ocupados, por gente que supuestamente enviaba tropas a buscarnos. Es días todo cobró sentido en mi vida y la muerte de mi familia y hermana. Bien nos buscaban... pero con la intensión de liquidarnos. Mi hermana estaba liada a la gente de un brujo, llamado Claus, pero tenía lazos en el esos líderes usurpadores. Ellos son Alyssa y Oberyn, un matrimonio creo, que tienen gente trabajando para ellos, files, los cuales no se apartaron de su lado a pesar de las atrocidades que cometieron.. Influyendo en la mente del pueblo de Sandorai para combatir con los enemigos... Antes ningún extranjero podía entrar a Sandorai sin que le disparan una flecha, pero todo empezó a dar un giro cuando la señorita Caelum y yo tomamos nuestro lugar en el clan-

-Fueron acusador de no buscarnos, pero no los encarcelaron, supongo que por falta de pruebas ante el pueblo élfico, por la corrupción que hubo. Aun siguen siéndolo, pero antes procuraban mantener en silencio todo lo que hacían para evitar que nos encontraran a los verdaderos líderes. Han intentado matarnos desde entonces... Hasta hace unos pocos días...-decidí contar sin problemas- llegaron hasta donde estaba con Lys, un muchacho que metió una excusa absurda y se encontraba herido... Cuando nos dispusimos a a ayudarle, mostró sus intensiones verdaderas... En sus guantes ocultaba unas especie de agujas...-llevé mi mano hacia el hombro casi inconscientemente donde apenas se marcaban unas finas cicatrices rosadas-con un veneno compuesto... Nos costó mucho dar con el antídoto , pero el chico estaba muy nervioso... Le habían amenazado con que si no nos liquidaba, mataría na su amada. De hecho, al día siguiente me enteré de que el cuerpo de la joven colgaba desde el cuello en uno de los arboles del camino principal a la ciudad. Su hermano, quien era un soldado y estaba cuando decidió atacarnos, se mostró furioso con él y su debilidad por la joven... No lo culpo mucho... pero tras enterarse de la noticia, decidió tomar una terrible decisión en su celda... El día de ayer lo encontraron ahorcado. De su hermano y madre no he sabido nada... y temo que esta gente haya hecho algo con ellos-expliqué con la voz algo apagada y triste. Me daba rabia no poder evitar todo lo que hacía el enemigo-Están dispuestos a hacer todo lo posible para llegar a nosotros y luego convencerán al pueblo de que fueron otros enemigos o inventarán cosas y querrán volver a tomar el poder... Hoy han llegado a Aria, y no he sabido nada de los superiores de Lólindir Ar-Feiniel, hasta que me llegó el mensaje de que tenían a Aria prisionera. La dejarían ir si me presentaba en ese claro en donde nos hemos encontrado casualmente.... -

Noté que Aria se había levantado y retirado hasta el cuarto de huéspedes pero poco me importó.
-No quieren solo mi cabeza, sino la de Lys Caelum y todos aquellos que nos sean fieles... y son los que están usando para llegar a nosotros. Pues como he dicho, han llegado con el hermano de un soldado de nuestra Casa con unas armas disfrazadas de guantes... -bajé la mirada con amargura-La madre de él se hizo envenenar con la misma sustancia para que el muchacho dijera el antídoto... Espero haber respondido tu pregunta Joahnnes-dije con calma mirándolos a ambos. Audri sonrió mientras bebía su taza de té. Ella me había ayudado a amainar los efectos del veneno, ignorando que tuviera un tiempo más para que intentaran sacarle información al elfo que fue llevado por el mal camino.
No dije más y mientras los escuchaba si deseaban darme alguna respuesta, tomé la taza que me había ofrecido la anciana y bebí un par de sorbos. La frustración que sentía debido a esos recuerdos y que no había podido evitar tanta tragedia, se aliviaban un poco con esa bebida tan reconfortante.

Rato después la puerta de la casa se abrió bruscamente y me giré veloz, sobresaltado, para ver a Zod.

-Mi señor, están aquí...-anunció-Tienen a un soldado y a Lionel con ellos...-
Me levanté dejando la taza sobre la mesa.

-Quedaos aquí...-les advertí a Johannes y a Ébano. Tomé mi espada y acomodé mi arco sobre la espalda. Me dispuse a tomar mi armadura, pero Zod se interpuso.

-No hay tiempo... -apremió y consiguió hacerme salir por la puerta. Mi menté se quedó helada ante el pensamiento de que podrían hacerles algo a mis soldados que no me importó acatar la orden de Zod.

Salí con mi soldado delante, quien desenfundó su arma con desafío. Del otro lado del puente rodeaban como uno diez jinetes, y otros dos tenían a mis dos soldados. Los jinetes llevaban flechas encendidas en fuego, y algunos tiraron un bar de barriles abiertos al lago que se había formado bajo el puente y rodeaba la casa. Sin duda era aceite.

-Hemos acabado con Lex quien como tu mensajero, Sydara de Edén, iba a dar aviso a Lólindir Ar-Feiniel... -la voz era del mismísimo Oberyn, y lo secundaba a su lado, el elfo de ojos negros-¿Has enviado a Oliver a por tu reliquia?-pude notar al sonrisa burlona del elfo.


Off rol: no teman a usar a los pnjs ^^
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Johannes Mar Oct 07 2014, 21:48

A pesar del más gentil de los ofrecimientos, opte por rechazar la invitación por cambiar mis ropas. Una de las enseñanzas de mi tío en su entrenamiento cuando joven, era no quitarse la armadura en territorio desconocido. Jamás sabrías lo que podría venir luego. enfundarse y desenfundarse en esta armadura no era una tarea sencilla o rápida. Rechace de la forma más gentil en la que me fue posible. Continué bebiendo el interior de mi taza hasta que quedo vacía. Aunque me sentía mejor, no me sentía satisfecho del todo. En ese momento solo se me ocurría beber alguna buena bebida alcohólica para amenizar el frío de una manera más eficaz.

Ahora solo restaba relajarse un poco y escuchar cualquier respuesta que pudiese ofrecernos el elfo. Al igual que yo, Ebano también se mostraba curiosa ante los hechos que nos habían enredado en todo aquello y el porque Sydara se veía envuelto en esa clase de situaciones. Después de meditarlo un poco, así como aquellos bandidos nos habían emboscado, yo y mis compañeros habíamos hecho lo mismo algún tiempo atrás pero claro, jamás habríamos utilizado la cobarde acción de secuestrar a alguno de sus seres queridos para atraerlo a nosotros. Recordé vagamente los sucesos del día en el que conocí a Sydara. A mi parecer, mi equipo había desempeñado un papel fabuloso reclutando a Wood y Secuestrando a Sydara pero claro, en cada misión habrá siempre un margen de error y ese margen había llegado a nosotros.

Apoye los codos sobre mis rodillas y preste toda mi atención al relato de Sydara. Tal como lo había pensado, su posición lo ligaba a todo este tipo de situaciones, a estar envuelto en conflictos en donde el único premio seria el manejo del poder por encima de los otros. En algunas ocasiones pensaba que quizás la raza elfica estaría ausente de ese tipo de comportamiento y codicia, pero al parecer era lo mismo. Cuando escuche el nombre "Claus" no pude evitar sentir un cosquilleo en mi mente. Me acomode sobre el sillón y aclare un poco mi garganta para disimular mi reacción ante tal nombre. Si bien lo recordaba, ese sujeto estaba de algún modo relacionado a la bruja que había conseguido para mi el trabajo de ir tras Sydara.

Me ensimisme por algunos segundos mientras pensaba en todo lo sucedido. Si realmente sus enemigos iban en serio y harían todo por despojarlo de su posición, entonces quizás podría volver a encontrarme en la situación pasada. Alguien podría requerir los servicios de la hermandad para dar fin a la vida del elfo, sin embargo... - ¿Volvería yo a estar implicado? Sydara no había mostrado rencor por su captura, de hecho parecía todo lo contrario. Incluso quizás el sabia que el gremio podría volver por él bajo un nuevo encargo. Como sea... No pensaría más al respecto por ahora. Sin lugar a dudas cada uno de esos infortunios le habían notado de una peculiar fortaleza, la misma que yo había tenido el placer de probar.

Luego de su detallado relato, pregunto si yo había quedado satisfecho ante sus palabras. No pude evitar sonreír de una forma irónica ante toda su historia. Me parecía un poco gracioso el hecho de que yo mismo formaría parte de alguno de esos relatos. - Es satisfactorio. Te lo agradezco. Dije tranquilamente con una sonrisa de lado. - Entonces... Será mejor que no bajes la guardia. Quizás no debí haber dicho eso ultimo pues a continuación, parecían avecinarse más problemas.

La tranquilidad de la casa se vio rota cuando la puerta se abrió con celeridad y violencia. Intente averiguar lo que sucedía mientras mi cara se llenaba de una mueca de incertidumbre. - ¿Que sucede? Pregunte un poco exaltado mientras buscaba la presencia de mi compañera. - ¿Ocurre algo señorita Ebano? Guarde silencio para intentar escuchar lo que sucedía afuera. No podía percibir nada con claridad, pero los sonidos que provenían del exterior, no me indicaban nada bueno.



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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Ébano Jue Oct 09 2014, 00:42

Sopesaba sobre toda la información que les había aportado... De modo que problemas entre individuos del clan.. Como era normal, liderarlo le otorgaba una serie de responsabilidades y riesgos que debía asumir...

Sin embargo, no dejaba de pensar que había más de ahí, que la relación entre varios de los componentes influía en gran medida en todo el tejemaneje que allí había...

Cambió de posición, ensimismada, observandolos a todos. Aria se había ido a una de las habitaciones, y Ébano se quedó mirando la puerta cerrada... No dejaba de entenderlo todo... Sintió un estremecimiento.

Parece que.. efectivamente, es un problema. Sobre todo si actúan por medio de otros.. Eso es cruel. Y sí que parecen decididos... -dijo, entrecerrando los ojos, pensando de nuevo que probablemente habría más tras toda aquella trama. De cualquier modo, era algo que no le correspondía a ella dilucidar.

Se acercó a donde estaba su compañero, con la intención de coger otra taza de té, tan reconfortante... Tomó uno de la bandeja y volvió a dirigirse a la dama Audri.
Me preguntaba si podría enviar un ave con un mensaje.... -dijo. La anciana asintió rápidamente y apareció con papel y pluma- Escribe cuanto desees. Mañana por la mañana, al alba mira al este (?), llegará tu misiva.

Ébano asintió de nuevo y volvió a escribir a la joven Isell.. Aunque se dijo que no debía retrasar demasiado más ir a recoger a la muchacha. Pensó que volvería al castillo, con suerte podría habitarlo a pesar de la brusca desaparición de Arathon...

Sacudió la cabeza, y le escribió a la chica para que supiese que a lo sumo, en una semana estaría allí. Y que asumiría los gastos... Era otro tema que tenía que pensar, un método para mantener a la chica. Ya no se trataba de ella sola, y de si no comía por días.. Ella era diferente.

Gracias, señora.
-dijo entregandole el papel, viendo cómo la dama volvía a las dependencias de la cocina y supuso Ébano, a un patio.

La bebida estaba reconfortándola, cuando fue a darse cuenta, el dolor corporal por las contusiones había desaparecido. Había estado callada, pensando en todo lo que dijo Sydara y recomponiendose de todo lo que había pasado.Tomó el vaso, empezando a pensar que el silencio era demasiado extraño aquella noche, demasiado.. palpable. Y cuando se dio cuenta, la puerta sonó, demasiado fuerte.

Plantó el vaso en la mesa y sacó los colmillos, alarmada de golpe, alerta. Los sobresaltos de la noche aún le tenían los nervios a flor de piel.

-Mi señor, están aquí.Tienen a un soldado y a Lionel con ellos...
-Zod entró como una exhalación dentro, advirtiendo a todos.
Quedaos aquí... -les pidió Sydara. No podían dejar que saliese allí solo. Se acercó a Johannes mientras miraba por la ventana, para contestarle.

Johannes.. Los enemigos del clan de Sydara están fuera. Con gran parte de su.. séquito. -alzó una ceja sopesando la situación.- Yo voy a salir. Me desquiciaré aquí dentro. ¿Te encuentras bien? -inquirió poniendo una mano en su hombro.

Zod acompañaba fuera a Sydara... sin armadura. "Eso no es buena idea..." - pensó para si, mirando entrecerradamente la puerta por donde acababan de salir.

Y Aria. ¿Está en la casa? -inquirió de pronto mientras rebuscaba entre su ropa sus armas. Esperaba que la dama anfitriona supiese de aquello, tenía la sensación de que esa señora sabía siempre más que los demás. De igual modo, habiendo escuchado su respuesta, volvió a ponerse rapidamente las botas, su ropa y su cinto, dejó la capa, para mayor movilidad y salió rápidamente a fuera. Se paró en seco junto a Sydara, escuchando las últimas palabras que decían.

...Oliver a por tu reliquia? -decían. El elfo del claro, y otro. ¿Un lider? La mente de la chica iba rápida, el puente estaba lleno de soldados, flechas con fuego. Fuego. Barriles.... Peligro. Johannes y Audri estaba dentro, y puede que Aria también.

¿Qué es esto? -dijo, dirigiéndose a los invasores, tensando el cuerpo. Sentía otra vez los colmillos crecer en su boca.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Sydara Jue Oct 09 2014, 03:30

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Nunca bajaba la guardia. Sabía de sobra que a cada paso había alguien que deseaba aniquilar a todos los que fueran de la Casa Lólindir Ar-Feiniel. No le respondí a Johannes por el apuro que me daba Zod.

Después de salir de la casa, oír y ver a las llamas de las antorchas a los prisioneros, comprendí que estaba acorralado y si las tropas del clan no habían recibido el mensaje, estaba en serios problemas. No sólo tenían a Lionel, sino al mensajero al que había mandado y a una joven elfa quien n isiqueira tenía la edad adulta, quien tenía mucho por vivir y ahora su vida estaba en peligro.

Joven elfa:

Me adelanté siguiendo a Zod, y oí que detrás estaba Ébano,desafiante. Giré mi rostro hacia ella al sentirla que se acercaba. No hacía faltan palabras para explicar lo que ocurría. Sobre el puente, en la delantera, estaba el líder.

-Oberyn Velkhyt...-nombré con la mirada desafiante. Desvié la atención hacia la joven elfa y a los dos soldados prisioneros, magullados y llenos de cortes, como si hubiesen luchado hasta con uñas y dientes para resistirse a ser capturados. La joven continuaba forcejeando. Los tenían de rodillas contra la orilla del lago y a filo de cuchillos sobre sus gargantas.

-No tienes posibilidades de negociar y como he notado que lucharás hasta la última de gota de sangre que tengas para evitar que mis hombres te traigan ante mí, he venido personalmente. Tus otros guardias fueron abatidos y...-sacó de su bolsillo el colgante que su ayudante elfo de ojos negros me había robado-tengo esto en mis manos... Supe que lo negociaste con unos hechiceros y lo necesitas-esbozó una sonrisa cruenta.

Zod mantenía su espada desenfundada, dispuesto a serme de escudo aunque intentara evitarlo, pero al menos él llevaba armadura y en cierta manera le agradecía.

-Es verdad..-respondí con indiferencia, tenso-No tengo nada que negociar contigo, pero deja en libertad a mis soldados y a la muchacha y haré lo que desees-algo me decía que mis palabras eran inútiles.

El elfo de ojos negros no pudo evitar soltar una carcajada sonora que se entremezcló con el sonido de un trueno aislado. Otro relámpago iluminó el rostro de todos por un breve instante, lo suficiente como para ver el rostro de Oberyn, lleno de satisfacción y sediento de sangre. Tenía su arco listo para poner una flecha y dispararla.

***

En el interior de la casa, mientras tanto, Audri fue a llamar a Aria al cuarto, desecha en lágrimas. La ventana estaba abierta y las cortinas ondeaban al viento del exterior y podía observar parte del panorama que ocurría. Desde el living, Johannes podría oír la conversación si deseaba.

-¿Acaso sabía que ocurriría esto señorita Aria...?-preguntó desconcertada la anciana desde la puerta. La elfa se dio la vuelta para mirarla y respondió dándose valor para hablar con firmeza.
-No tenía elección...-sacó de su cinturón una navaja y miró a la mujer con desafío y luego por encima de su hombro, pero pudo ver que Johannes seguía donde los sillones-Y he de hacer lo que me corresponde por el bien... de todos-

La anciana retrocedió un paso, alarmada ante el avance de la elfa de ojos celestes. Parecía una desquiciada. Le alegraba saber que el humano estaba enceguecido y no podría hacer nada. Aun si todo le saliera mal, el peliblanco no le sería una molestia. Sin duda, podría estar subestimándolo.

-Aprecio mucho todo lo que has hecho por nosotros y el clan... pero yo no soy parte y si no hago lo que me piden, matarán a muchos más inocentes-explicó la elfa y no dejó que la anciana pudiera defenderse y se abalanzó contra ella enarbolando la daga.

Audri tomó el brazo de la elfa con el que iba a atacarla con ambas manos, resistiéndose, pero con la otra tomó el cuello y empezó a presionar. El forcejeo llevó a la anciana a chocarse contra la pared que tenía y vió por detrás del hombro de su atacante al humano, pero no pude ver qué estaba haciendo.
-Razona Aria...-expresó con dificultad por la presión que le ejercía en el cuello la elfa, quien parecía no querer ceder. Estaba entregada a su cometido.

***

-Mi señor...-intercedió Zod, pero sin mirarme a mí, sólo al elfo al que tenía enfrente como si estuviera desafiándolo... o eso creía-Siempre ha sido acosado por sus enemigos y después de tanto esfuerzo, no vale la pena que todo acabe de esta manera... ¿Por qué espera tanto?...-

Fruncí el ceño, algo confundido por las palabras, lo tomé del antebrazo y quise obligarlo a detener su encare hacia quien fuera a quien se dirigía.
-¡Zod, es suficiente!-exclamé con dureza y volví a la vista.. Las palabras de él y la forma en que hablaba me comenzaba a poner nervioso. Deseaba terminar con todo esto de una vez por todas-Esto...-Zod interrumpió y se soltó haciéndose a un lado para adelantarse más hacia los enemigos, dándome la espalda.

Zod siempre fue de ser altivo, y duro para hablar. no le importaba con quien tratara, superior o no a él o los mismos enemigos, pero esta vez su semblante se mostraba más decidido que nunca enfrentarse y mantener sus convicciones.
-Durante mucho tiempo he recibido ordenes tras ordenes, pero sé en el camino en el que estoy y estuve siempre... Usted lo sabe bien, mejor que nadie Lord Velkhyt... Mi lealtad siempre ha sido en un mismo camino... -

Mientras mi soldado pronunciaba esas palabras, noté que Oberyn tensaba el arco y lo apuntaba en la dirección de él, con furia en sus ojos.

-Maldición... -murmuré trazando un rápido plan para apartar al soldado del blanco del elfo.

Los que tenían a los rehenes esperaban ordenes estrictas y yo esperaba que Oberyn negociara rápido y dejara de dar tantas vueltas y los liberara. Me acerqué cuando vi que el peligro estaba cerca, y sentí a la vampira cerca; no olvidé de mirar que algunos la tenían de blanco con sus flechas. Eran algunos de los jinetes cerca del puente.

-Ébano, los que están de este lado del puente, de la derecha nuestra, tienen vista fija en ti.. ten cuidado-le tomé la mano y di un suave apretón antes de apartarme para detener a Zod. Sentí que tendría que haberle ordenado regresar al interior de la casa, donde podía oír ruidos que provenían de allí aunque no podía prestar atención a lo que ocurría.

-...Una flecha bastará para lograr su cometido?-rió. Alguien que no estaba contento por las palabras del soldado, era el elfo de ojos negros, detrás de su líder y empuñaba su ballesta en dirección a nosotros pero no distinguía quien era era su objetivo. Solo alcancé a ver fugazmente un brillo en sus ojos cuando miró a la vampira. Noté que su mirada expresaba que si tenía oportunidad, antes de matar a la vampira, la haría suya por la fuerza. Por último cruzó mirada conmigo y esbozó una sonrisa en sus labios confirmándome sus intensiones.

A puntos de disparar, me adelanté y tomé para voltear una  vez más a Zod y sacarlo del alcance de la flecha enemiga, pero se soltó y retrocedió un paso soltando una carcajada. O estaba descontrolado o habría perdido la cordura. Pero todo ocurrió demasiado rápido. Cuando Oberyn parecía soltar la flecha al momento en que yo hacía girar hacia Zod, éste empuñó su espada con la mano derecha y tomó mi hombro con fuerza como si fuese a querer soltarse de nuevo impulsando previamente para apartarme de un empujón. Pero no fue eso lo que ocurrió. El brillo eufórico de sus ojos lo aclaró todo.

-¿¡Porqué esperar más maldita sea!?-gritó Zod.

Con fuerza hundió su espada sobre mi tórax a la altura del pecho, de lado a lado hasta que su empuñadura se detuvo con mi cuerpo. Abrí la boca ante el aire que escapó de mis pulmones abruptamente pero no pude soltar ningún grito. Rápidamente, el gusto metálico de la sangre brotó desde mi garganta.

Se apartó tan rápido como me atravesó con el filo del arma y empezó a caminar hacia adelante. Tenía la espada lista para acabar con Ébano si venía a embestirlo. La sangre de su espada caía al fango mientras caminaba a unirse a la gente de Oberyn en el puente.

Llevé mis manos al arco, intentando no prestar atención al dolor y lo tensé percibiendo como mis costillas parecían abrirse desde la herida junto con la carne. "No vale la pena...Zod no..." alcé la vista de mi cuerpo medio inclinado hacia adelante por la pérdida de fuerzas, y apunté a Oberyn. Rogaba que mis brazos usaran sus últimas fuerzas para asestarle una flecha letal.

-Malnacidos...-susurré entre dientes.

Pero había sido muy lento, y él, ya estaba apuntando contra mí y disparó a la vez que yo. Mi disparo no acertó y escaseado de fuerzas, cayó delante justo delante del caballo de Oberyn. La de él asestó de lleno, y si no fuera porque mi rodilla izquierda flaqueó, hubiese dado en el corazón.

-Maten a los prisioneros y quiero que todo arda.-ordenó haciendo relinchar a su caballo sobre sus dos patas, pero algo olvidaba y mostró la reliquia con una mano y en la otra su espada desenvainada.  Lanzó el colgante hacia arriba y cuando iba cayendo, realizó un corte descendente atajando al aire la joya. El brillo que la reliquia había desprendido hasta entonces, disminuyo en consideración cuando cayó trizado a pocos metros delante de él justo donde mi flecha había quedado incrustada.

-¡Descuida, Lys Caelum se reunirá pronto contigo en el infierno y todos los que sigan a Lólindir Ar-Feiniel!-hizo que su caballo volviera sobre sus pasos en el puente y hasta que no hubo tocado tierra firme, no indicó que encendieran todo el aceite derramado. Algunas flechas dieron contra la casa de la anciana Audri, con intensión de incendiarla. No había escape, y el único puente estaba por ser devorado por las llamas.

La elfa joven gritó cuando vio arder el lago y el puente. El único que allí estaba era Zod, girándose para ver hacia la casa en busca de alguien que no salía aún.
-¡Aria!-llamó en un grito.

El fuego impidió ver qué ocurría con los rehenes, pero dos cuerpos fueron arrojados al lago y uno era el de la elfa, a quien habían degollado. Al soldado mensajero, le habían clavado el cuchillo en su garganta.



Off rol1: vale, es mucho...pero bueno, he dado pié para dos escenas. Ébano fuera de casa y Johannes en el interior si deseas ante la escena de Aria con la anciana. Pueden proceder como quieran y no es necesario que hagan post largos si no quieren. Yo que tenía ganas d escribir esto hace tiempo xDD Aun queda Zod en el puente mientras los otros se van retirando. ¿A que mis masacres son mejores que las de las pelis??? xDD
Off rol2: tanto tiempo sin postear, termino escribiendo así de largo....
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Johannes Jue Oct 09 2014, 19:41

La inquietud volvía a invadir mi mente. Los minutos que pasaron antes de recibir una respuesta por parte de mi compañera parecían interminables. Cuando por fin tuve una explicación, me sentí realmente enfadado al saber que los enemigos de Sydara se habían reagrupado y ahora volvían por un nuevo encuentro, esta vez quizás estarían mejor preparados. - Esos malditos no entienden... Dije apretando los dientes, me parecía inconcebible que todo estuviera pasando en una sola noche y justo cuando yo estaba en la peor de las formas. - Espera. Quizás no sea prudente que salgas. Cualquier intento por persuadir a Ebano de quedarse seria en vano. Luego de poner su mano sobre mi hombro, ella se alejo y se apresuro para ir en busca de algo, seguramente sus armas, para después cruzar la puerta y reunirse con Sydara ahí afuera.

Me puse de pie rápidamente y di un par de pasos hacia la puerta. Al igual que lo habían hecho todos, quería salir y ver por mi mismo lo que pasaba. Si las cosas se ponían mal nuevamente, me habría encantado desenfundar mis armas y degollar a todos y cada uno de aquellos sujetos que se habían empeñado en hacernos pasar un mal rato pero... Cualquier intento por mi parte de ayudar solo resultaría en situaciones contraproducentes. Probablemente lo mejor para mi seria permanecer en el interior de la casa e intentar no estorbar a mis compañeros. - Maldita sea... Una vez más la frustración asomaba su terrible rostro frente a mi.

Me limitaba a prestar atención a las voces afuera y escuchar la conversación que se desarrollaba entre los participantes, pero otra situación se desarrollaba en el interior de la casa donde luego de algunos pasos, pude escuchar la voz de nuestra anfitriona intercambiando algunas palabras con la chica que se había presentado ante nosotros anteriormente. Aquella charla llamo mi atención debido al tono de voz que ambas mujeres utilizaban, algo andaba mal. La joven elfa, la cual recordé su nombre instantes después, parecía saber mucho más de lo que habría aparentado y al juzgar por lo que dijo, deduje que ella estaba involucrada de algún modo con los enemigos de Sydara.

Guiándome por el sonido de sus voces, me acerque sigilosamente hasta la puerta, ocultándome un poco al lado de ella. Debía continuar escuchando, no quería dejarme envolver más con estas personas que de por si ya estaba bastante empapado en asuntos en los cuales jamás hubiese querido estar involucrado, pero luego de los fuertes sonidos provenientes del cuarto, debía hacer algo.

El par de mujeres parecían estar forcejeando, al parecer la tal Aria amenizaba la vida de la anciana con suma violencia. Si debía actuar, debía ser ahora y prevenir la muerte de la persona que tan desinteresadamente nos había acogido en su hogar y que probablemente significara algo importante para el elfo Sydara. Ingrese rápidamente en la habitación donde se desarrollaba el ataque, esperaba tener el factor sorpresa de mi lado pues eso me facilitaría mucho las cosas. Intente agudizar mi oído y dejarme guiar por los sonidos para dar con la atacante e intentar detener sus intenciones.

Aria mantenía a la anciana acorralada contra la pared, por lo que no pudo ver cuando di un gran salto hacia ella para embestir su cuerpo con un gran impulso del mió. Mi ataque había dado en su objetivo, ambos terminamos en el suelo mientras que Audri jalaba aire con fuerza para recuperar el aliento luego de que la joven hubiese presionado con fuerza su garganta. Intente buscar sus brazos para aprisionarlos con fuerza hacinado uso de los míos, pero la determinación de Aria no dejaba de sorprenderme ya que no dejaba de forcejear y luchar por soltarse de mi presión. Podría desenfundar una de mis dagas y darle fin, pero seguramente nos serviría más mantenerla con vida. Quizás a Sydara le encantaría interrogarla luego de que todo pasara, pero esto dificultaba todas las cosas, con mi condición no sabia si seria capaz de llevar a cabo mi cometido.

Aria lanzo un ataque hacia mi brazo derecho clavando su navaja en el. No pude evitar soltar un grito de dolor mientras las fuerzas de mi brazo mermaban y la joven conseguía su libertad finalmente. Una vez que pudo alejarse un poco de mi, pateo mi pecho con fuerza y termino por quitarme de encima, se puso de pie con la navaja en mano y volvió la mirada hacia Audri quien se había mantenido observando con temor lo que sucedía. Me puse de pie rápidamente mientras mi brazo se llenaba en mi sangre, no me daría por vencido tan fácil. Aria decidió ignorarme y se lanzo contra Audri de nueva cuenta. La anciana lucho otra vez para evitar la salvaje agresión de la joven. Me acerque a ellas de nueva cuenta y rodee la cintura de Aria con mis brazos para alejarla de su victima. La muchacha logro sacarse de mis brazos propinando un fuerte golpe con su codo derecho hacia mi rostro, giro sobre si misma y me arrojo con fuerza hacia uno de los muebles de la habitación, el cual hice pedazos al caer contra el.

La joven, una vez más había ignorado a Audri, lo cual le haría notar el grave error de sus decisiones. Mientras Aria se esforzaba por sacarme del camino, Audri alcanzo uno de los objetos de grueso cristal que servían como decoración de la casa y se acerco por la espalda de la joven. Para cuando pudo dejarme atascado entre el mueble destrozado, giro nuevamente hacia la dama y antes de poder reaccionar, Audri golpeo con fuerza su cabeza con aquel objeto de cristal, dejando inconciente a la joven y una leve hemorragia en su cráneo.

Segura de que la agresora estaba inconciente, Audri se aproximo hasta mi para intentar ayudarme. - ¿Te encuentras bien? Pregunto en un tono de preocupación. - Descuide. He pasado por situaciones peores. Estaba un poco desorientado y aturdido, mi nariz sangraba un poco pero con la ayuda de la gentil dama, pude salir de los restos del mueble y ponerme de pie. Audri se apresuro para buscar un pañuelo y colocarlo en mis manos para detener el sangrado en mi nariz y mi brazo. - Le agradezco. Dije mientras atendía mis heridas.

Un extraño y alarmante aroma llego hasta mi olfato. Parecía tratarse de algo que se quemaba. - ¿Que es ese aroma? Parece que algo arde. Mencione para Audri, quien se retiro para cerciorarse. Luego de algunos segundos regreso algo alarmada. - La casa, se incendia! Debemos salir. - Mierda... Supongo que no podemos dejarla aquí... Dije refiriéndome a Aria quien permanecía inconciente en el piso. Me acerque hasta la joven y la cargue sobre mis hombros. - Vamos. La anciana tomo mi hombro y guió mi camino hasta la puerta. Antes nos cercioraríamos si seria seguro salir. Esperaba que la señorita Ebano se encontrara bien.

______________________________________________________
Off: Si no les parece algo en mi post, MP. Siempre puedo editar.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Ébano Sáb Oct 11 2014, 21:37

Ébano miraba frenética alrededor, en todas las direcciones, con los sentidos a flor de piel. No sabía de qué iba todo aquello, o, bueno, ya sí lo sabía, pero no tenía idea de cómo iban a salir de ese entuerto, no al menos sin heridos, y eso no le gustaba nada.

Miró a sus enemigos.

En el puente, unos tantos estaban dispuestos con flechas con fuego. Fuego. En el agua, barriles. Y al otro lado del puente, todo parecía plagado de soldados... Aquello empezaba a parecerse demasiado a una ratonera. Para colmo no sabía si Johannes podría ver algo, intuir algo, o... o... algo.

Él le había advertido que no saliese y ahora no tenía ni idea de qué estaría pasando dentro, porque ni los sucesos de fuera ni el caracter de Aria le daban buena impresión...

Oberyn Velkhyt.. -decía Sydara. "Así que eres tu..." -pensó Ébano.

Pudo divisar en la lejanía a una muchacha prisionera y a otros dos guardias. Apretó los dientes pensando a toda velocidad. Suspiró, y decidió escucharles, pero no quitaría ojo de los movimientos... Tenían que salvar la casa, como mínimo, como gesto hacia Audri, por no hablar de Johannes y la muchacha allí dentro... Demasiados objetivos para ser solo dos allí fuera y unos más allí dentro.

No tienes posibilidades de negociar y como he notado que lucharás hasta la última de gota de sangre que tengas para evitar que mis hombres te traigan ante mí, he venido personalmente. Tus otros guardias fueron abatidos y.. tengo esto en mis manos... Supe que lo negociaste con unos hechiceros y lo necesitas.

Es verdad. No tengo nada que negociar contigo, pero deja en libertad a mis soldados y a la muchacha y haré lo que desees.


Sacó la garra y se la puso, dispuesta, y mirando uno a uno a aquellos que tenía cerca, a los ojos. Un relampago iluminó el rostro del lider reblende. Oscuro, fuerte, y amargo.

Dentro de la casa, comenzó a escucharse sonidos bruscos. Ébano miró frenética hacia dentro. No se atrevía a hacer algún movimiento brusco, Oberyn amenazaba a Sydara con el colgante, y le chantajeaba con las vidas de los demás, además de mencionar los supuestos ya abatidos.

Mi señor..Siempre ha sido acosado por sus enemigos y después de tanto esfuerzo, no vale la pena que todo acabe de esta manera... ¿Por qué espera tanto?

¡Zod, es suficiente! Esto..


Durante mucho tiempo he recibido ordenes tras ordenes, pero sé en el camino en el que estoy y estuve siempre... Usted lo sabe bien, mejor que nadie Lord Velkhyt... Mi lealtad siempre ha sido en un mismo camino..

Mierda, joder... -los miraba a todos sin saber qué hacer, Zod se adelantó, pero, ¿para ayudar o para aliarse con el enemigo? Los ruidos en la casa eran más fuertes ahora.

Oh, venga, no tenemos toda la noche. -dijo con sorna mirando a los invasores que tenía más cerca. Zod se movía. Miró a Sydara, esperando indicación. Para bien o para mal, estaba con él en esto, y tenían que apoyarse mutuamente.

Maldición... Ébano, los que están de este lado del puente, de la derecha nuestra, tienen vista fija en ti.. ten cuidado..
Yo me encargo de este lado. -le dijo sin quitar la vista, sobre todo del elfo que antes habian encontrado en el claro del bosque.

Una flecha bastará para lograr su cometido?
-dijo el mismo riéndose. La miraba, con un brillo extraño; conocía esa mirada en muchos hombres. Rió gutural con sorna y sintió cerca el peligro. Flexionó el cuello, y sintió crecer los colmillos en su boca.

¿¡Porqué esperar más maldita sea!? -el grito la alertó. Volvió la cabeza... Y se hizo el desastre.

Sydara se adelantó a detener a Zod, supuso Ébano que esperaba algún tipo de negocio, pero dudaba de que aquello fuese posible. Y cuando menos lo esperó, Zod se volvió y atravesó a Sydara con su arma.

¡¡No!! ¡¡Necio!! -siseó, tornandose los ojos rojos, el hambre era presa de ella, y ya no se sentía Ireth, se sentía un animal hambriento. Corrió tras él, empuñando la daga y saltó haciendo acopio de fuerzas, siseando. El tumulto se hizo presente, caballos se agitaron, gritos, ruidos en la casa y chapoteo en el fango. ¿Una retirada?

Se enganchó a su cuello y trató de morderle, forcejeando con su espada. Recibió un corte de él, en la cara, lo cual solo supuso más hambre a causa de la sangre. Agarró la espada de la base aun a riesgo del corte que se estaba auto produciendo en la mano y forzó el arma hacia Zod, trazó un dibujo lentamente empujando contra su mano, en su hombro, dejando brotar la sangre, pero la ira se apoderó de ella, la rabia por verse de nuevo envuelta en un lío así, por el daño a su amigo y todo lo que hacían, y le propinó un puñetazo sobre su mandíbula dejándolo inconsciente te dejo a ti syd, si matarlo o no xD

Se levantó de él, y vio cómo Sydara preparaba su arma para lanzar.

Malnacidos...
-decía, pero su flecha no dio en el clavo. Se avalanzó de nuevo hacia el elfo de cabello oscuro que amenazaba a Oberyn, atravesó el puente, cansada de todo aquello, con expresión colérica y veloz, muy veloz. Lanzó tajos y dentelladas a diestro y siniestro, sin ser consciente de lo que hacía del todo. Se llevó por delante a tres soldados elfos hasta llegar al de pelo negro.

Él rió, viendola, pero no se aminoró, clavó una daga en su pierna con desprecio y tiró rasgando su piel hacia abajo, hacia la rodilla, con lo que chilló y resbaló del caballo mirándola con odio y con media sonrisa con sorna.

Tú... Vas a pagarlo caro.. Estúpida.. -la agarró del brazo para traerla hacia él, pero no le dio tiempo a poco más. Ella clavó la garra del dedo en su hombro, detras, enganchandolo bien y clavó los dientes con profundidad en su cuello, sin importarle el puñetazo que le propinaba en el estómago. Se separó, siseó mirándolo, y trató de asestar una puñalada, que él paró, pero volvió a emitir otra, que clavó en el hombro, cerca del pecho. Cayó inconsciente de nuevo.

Se dio la vuelta, entrando en razón unos minutos y miró alrededor. Todo parecía finalizar pronto, demasiado pronto, no se irían sin provocar más daños.

Joder, ¡malditos engreídos! ¡Pagaréis caro! ¡Monstruos! -siempre eran los vampiros los monstruos, no los elfos.. malnacidos...

Miró a Sydara. Una flecha había pasado volando y estaba débil. Huían, se iban. Volvió junto a Sydara.

Maten a los prisioneros y quiero que todo arda.

Y rompìó el colgante. Ébano lo miró con horror.. Aquello era el remedio de Sydara para no caer en el desquicie, en la locura. Lo miró con asco, con odio.

¡Descuida, Lys Caelum se reunirá pronto contigo en el infierno y todos los que sigan a Lólindir Ar-Feiniel! ¡Aria!

Y la muchacha no salía. Se volvió hacia el puente. Se replegaban... Y las flechas, las flechas cayeron contra la casa, contra los bajos. Siseó ante el fuego y llamó, viendolos salir de allí.

La muchacha chillaba por las flechas, pero ambos rehenes fueron eliminados.

¡Johannes! ¡Audri! Esto va a arder, necesitamos agua, ya! -les gritó, y se dio la vuelta. Miró a Sydara- Quédate aquí, lo arreglaremos. -le dijo con media sonrisa. Se acercó a la casa mirando con temor el fuego y cogió un gran valde, llegó hasta el río y lo llenó. Corrió hasta la casa y apagó el fuego de las dos primeras casas....
..... Y así, conseguirían apagarlo, pero la zona de la cocina quedaría muy castigada por el suelo. Apenada, se acercó de nuevo a los demás, esperando ver qué ocurriría ahora... Tenían que llevar a Sydara dentro, y Aria, por lo que vio, estaba inconsciente... Pero al parecer la chica era más de lo que aparentaba ser. La dama Audri, estaba lívida, mirandolos, sin saber qué hacer.

¿Qué pasó dentro..? Vamos, hay que llevarlo allí, ha perdido sangre.... -miró a Sydara, respirando ahora un poco más relajada, y esperando que pudiese salir de aquella... Expectante por qué haría ahora sin su reliquia.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Sydara Dom Oct 12 2014, 01:49

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Fuego donde el roble de la casa de Audri. Algo andaba mal entonces. No era la chimenea de alguna sopa humeando en una cacerola, era demasiado humo para eso. Oliver emprendió el galope a toda velocidad hacia allá. Le habían jugado una trampa, y hecho desviar de su camino. Aun estaba lejos del lugar, pero si el caballo era tan ágil como el amo quien lo había criado, entonces llegaría pronto. Había conseguido enviar a dos mensajeros a los que les encargó que se llevaran a su compañero herido, a quien encontró casualmente tendido en el suelo atravesado por dos flechas y un corte que cruzaba su espalda. Se había enterado que al amanecer irían a tomar la casa de Lólindir Ar-Feiniel con todos los rebeldes que se habían reunido. Al menos eso le había dicho el soldado Lex, herido antes de quedar inconsciente.

Luego de encargarle a dos alfareros conocidos en la ciudad que lo llevaban de regreso a casa emprendió el regreso. Su compañero le habló de la captura de dos y que llevaban a una muchacha. Rogaba no llegar muy tarde, y si ocurría, desataría su bestia interior para acabar y llevarse al infierno a todos los que pudiera. A pesar del frío que hacía, sudaba del calor y la ira acumulada le impedía sentir dolor alguno. Pero allí iba, a todo galope para encontrarse con el panorama de destrucción de la casa de Audri.

Observó la retirada y alcanzó a oír las palabras de Oberyn Velkhyt. Había mucho fuego en todos lados y el puente estaba a punto de desmoronarse. Por entre las llamas donde flotaban dos cuerpos que comenzaban a calcinarse, pudo ver que se intentaba apagar las flechas que habían intentado incendiar la casa. No distinguió quienes estaban en el suelo ni los que estaban de pié. Deseó asesinar y descuartizar a todos los que estaban allí retirándose satisfechos con su masacre. Pero un par quedaba sobre el puente. Uno era el líder enemigo que tuvo que bajarse del caballo para recoger a un soldado suyo y tras subirlo con él, emprendió galope veloz de regreso.

Oliver esperó a que se marchara antes de hacer su aparición por el puente, donde varias tablas se desprendieron a su paso. Ni bien llegó hasta el otro lado, notó lo que ocurría. Desmontó del animal y recogió la reliquia, observando que estaba trizada y si no se tenía cuidado, podría terminar de romperse. "De mal a peor....Por los dioses" murmuró.

-Estáis acabos...-se jactó incorporándose Zod.

La mirada de Oliver se clavó en el soldado. Vio la espada de él cubierta de sangre.

-Tú también miserable!-exclamó el elfo rubio. Sus ojos azules brillaron de la ira, y las llamas que aun seguían quemando la madera de la casa de la anciana, enrojecieron sus pupilas.

Desenfundó su espada y fue a enfrentarse al soldado con toda furia.

***

-No es muy prudente muchacho, disparan con flechas-había respondido la anciana al humano, Le instó a dejar el cuerpo de la joven a un lado de la entrada, algún lugar donde no fuerza a caerle algún trozo de madera encendido, y tomó un tablón grande que usaría como escudo por las dudas.

El fango estaba muy resbaladizo, y apenas pudo hacer algo para intervenir, más que mirar con impotencia como el enemigo los acribillaba a traición. Se mantuvo tensa, deseando ir a enfrentarlos, pero no se atrevía a dejar solo al humano. Él y la vampira serían blanco fáciles, más por los ideales despreciables de los rebeldes.

Mientras el fuego ardía, y consciente aún de que podían dispararle nuevas flechas, fue a tomar un palo largo que usaba su sobrino soldado para entrenar. Ella lo había criado y ahora yacía muerto en el lago junto con una joven elfa, envueltos en llamas. Golpeó el techo a la altura de una canaleta para recibir el agua de la lluvia hasta que cedió y el agua contenida de volcó contra las llamas, acabando así con el incendio. Aunque en la zona de la cocina aún quedaba algo y la vampira consiguió a ayudarle. Todo había ocurrido muy rápido y en cuanto terminó se disponía a ir con Ébano, pero la elfa Aria consiguió recuperarse y clavó su daga sobre la nuca de ella.

La anciana soltó un grito antes de derrumbarse, llevando sus manos a la garganta. El tablón que había estado usando de escudo cayó y el palo lo había dejado a un lado. Antes de cerrar los ojos para siempre, miró por ultima vez hacia el cuerpo de su sobrino, con los ojos anegados en la´grimas y llenos de furia.

Aria empujó a Johannes con intensión de hacerle perder el equilibrio e intentaría clavarle la daga en su garganta también.
-Nunca debiste entrometerte, humano!-susurraría forcejando para acabarlo.

***

Mientras tanto, Oliver, al ver a Ébano, en un momento que se apartó de Zod en su duelo, exclamaría.
-¡Ten esto y llévatelo adentro!-le lanzaría a las manos la reliquia antes de volver a embestir a Zod con su espada. Lanzó un grito de rabia, pero el soldado traidor aprovecharía suceguedad de ira, para empujarlo a un lado con una patada sobre las costillas tan fuerte que lo derribó y dejó sin aire.

-Aria!-gritaría una vez más y echando miradas a Oliver por si volvía atacarle.

La elfa se apartaría del humano sin lograr causarle daño. El grito del soldado llamó su atención y se incorporó retrocediendo un paso, lista para atacar de nuevo si venia por ella.

-¡Espérame Zod!-

-No Aria, debes seguir con tu plan... procura que muera y ten cuidado. Si no cumples, nos matarán a nosotros y a sabes quienes más-advertiría.

La elfa se quedó en silencio, tragando salivda una vez. Las lágrimas volvieron a escurrirsele sobre sus mejillas. Estaba furiosa e indignada.
-Sabes que hacer mujer-dos jinetes esperaban a Zod del otro lado del puente con arcos listos para disparar si lo atacaban por detrás,y el elfo se dio la vuelta para ir a reunirse con ellos. Se perdió de vista tras la cortina llameante, dejando a Aria sola con una vampira, un humano y un elfo sedientos de sangre y venganza.

Había matado a la anciana Audri y traicionado a todos. Tenian motivos para querer liquidarla. A quien se acercara a ella, le diría "Después de la anciana maldita, soy la única que sabe de medicina acá..." y lo usaría para escudar su vida.

-¡Esto no quedará así! ¡Traidor!-gritaría Oliver incorporándose con algo de dificultad. Afortunadamente para él, no tenía las costillas rotas pero Zod le había dado un buen golpe. Dio una patada al suelo, que le hizo doler más las costillas y maldijo para sí, cuando vio que el puente se desmoronaba delante.

Se acercó hasta el borde del mismo y dio otra patada con rabia tirando así una de las maderas que quedaba, ya inútiles.Esta vez no dijo nada, pero la suerte jugaba en su contra y hubiese proferido un grito nuevamente al lastimarse el pié.

Se giró hacia la casa, observando a la anciana tendida en el suelo, a Ébano, Sydara y Johannes. Cerró los puños respirando profundamente al ver con ojos asesinos a Aria de pié a la defensiva.

***

La sangre salía a borbotones cada vez que respiraba, apoyado contra el tronco del roble, luchando por no caer. Apenas distinguí después como Aria ultimaba a Audri, y llegaba Oliver para embestir con el traidor. La flecha que Oberyn lanzó, si bien no dio donde quería, se había clavado bajo la clavícula del lado izquierdo. No sólo sentía que me habían destruido físicamente, sino derrotado incluso moralmente. Habíamos luchado mucho por el clan, pero nada valía más que la propia vida, y habían usado ello contra nosotros para intentar derrotarnos.

No podía evitar sentirme acabado después de lo que había ocurrido, y todo porque Aria había decidido "entregarse" para ser la rehén e ir a por ella. Aún si Johannes ni Ébano hubieran estado, habría caído igual en la trampa inevitable, de la cual no hubiese visto una escapatoria.

-No imp...-escupí hacia un lado una cantidad de sangre alarmante "agg que no puedo hablar maldita sea..." lamenté el esfuerzo. La vista se nublaba lentamente y empezaba a sentir mi cuerpo demasiado pesado.

Con el brazo izquierdo intentaba detener la sangre, mientras a la otra la llevaba sobre mi pecho en un intento de tomar el aire que trabajosamente llegaba a mis pulmones. Una voz interna me recordaba alas graves heridas que había tenido a lo largo de mi vida, pero jamás había pasado por una semejante y si bien estaba dispuesto a luchar aún, no estaba nada seguro que mi cuerpo resistiera esta vez.

-Lamento mucho no haber llegado antes.. me tendieron una trampa-dijo Oliver al acercarse y hacerme pasar el brazo pro detrás de su cuello. Estaba alarmado de la condición de todos, y lo que había ocurrido.

-Johannes se llama el humano, no?-preguntaría a Ébano-Me encargaré... ve a ayudarle-pidió temiendo porque Aria le fuera a hacer daño.

***

Rato mas tarde, estaba sobre la cama del cuarto en el que Aria había lanzado su primer ataque con la anciana. Oliver había quitado la flecha de mi cuerpo y quitado la camisa para buscar agua y elementos para tratar las heridas. El abatimiento comenzaba a mostrarse en su semblante.

Salió del cuarto si ver a nadie más que Aria, a quien fue a tomarla del cuello y estamparla contra la pared. Era más fuerte que ella y en vano intentó resistirse. La daga se le cayo de las manos.
-Te juro que morirás muy dolorosamente Aria Elmeris-la furia en su voz no era duda de que hablaba en serio. Acercó su rostro al de ella y apretó más la garganta de ella tensando cada músculo de su cuerpo-No podrás contra nosotros. Si le salvas te perdonaré tu puta vida, zorra maldita-amenazó y y la arrojó hacia un costado, provocando que se cayera por la misma fuerza con la que la empujó.

Ella cayó contra un estante frotándose la garganta y los ojos lagrimeantes. Alzó la vista para mirar a los que allí estaba con furia. Pero debía calmarse y cumplir su trabajo... No era precisamente el de salvar vidas.

***

No había podido decirle a Oliver que quitara a un lado la camisa, cubierta de sangre pensando en la vampira y sus instintos, pero supuse que quizá habría saciado ya su sed contra los que fue atacar. Estando acostado, con las manos sobre un paño doblado en varias partes para intentar para la sangre de la herida de la espada, percibía como mis latidos iban acelerándose más. Pecho y garganta se movían con espasmos que no podía controlar.

Cerré en mis manos la reliquia contra las vendas. En mi mente no dejaba de dar vueltas lo recientemente acontecido. El techo, las luces de las lámparas, se mezclaban con los rostros enemigos y los que habían muerto a manos de ellos. Giré mi rostro hacia un lado tosiendo. De la comisura de mis labios escapó un hilo grueso de sangre. Era alarmante, y Ébano tenía razón, había perdido demasiada.

Pensando para sus adentros, como una mera ironía nomas; el brujo Claus le era un buen sujeto. Al menos le había sido honesto. Tomaban sentido palabras como "Mantén a tus enemigos cerca, y a tus "amigos"más cerca aún..." según como recordaba. Se preguntó así mismo como no vio los movimientos de Zod ni prestó más atención a lo que decía. Podría haber evitado, quizás, lo que hizo y desviado su espada. Todo había estado arreglado desde un principio... Aria sobre todo, como la llave para llegar a él y lograr los fines enemigos.



Casa de Audri:

Off rol: Off 1: Pulgar arriba si tienen que copiar y pegar el nombre del clan xDD
Off 2: Bien, me encanta verlo echo trizas a Sydara xD muejejeje
Off 3: Joha, me encantó que usaras a Audri y el combate con Aria ^^ y Eb, bueno... sangre y sangre xD. Likes ^^
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Mensaje  Johannes Lun Oct 13 2014, 21:32

Antes de salir, me detuve frente a la puerta, intentando escuchar lo que sucedía afuera. Fuertes voces y extraños sonidos parecían provenir desde afuera. Audri me indico que debíamos pertenecer en el interior de la casa pues el enemigo contaba con arcos y flecha para atacar. Si salíamos ahora, podríamos convertirnos en blanco de los agresores. Siguiendo la recomendación de nuestra anfitriona, deposite en el suelo a la joven inconciente. Me mantuve en la espera de alguna otra señal, no podía quedarme tranquilo puesto que afuera aun había peligro pero adentro era lo mismo ya que el fuego se propagaría rápidamente si no lo detenían en seguida.

La anciana se alejo algunos pasos y pareció tomar algo en sus manos, lo cual utilizo para dar algunos golpes en el techo y derribarlo parcialmente para dar paso a la lluvia, la cual se encargo de apagar el fuego. Antes de que pudiera celebrar el sofocar de las llamas, la joven en el suelo parecía recuperarse rápidamente. Los sonidos de su persona me alertaron e intente sujetarla nuevamente y detener cualquier intento de agresión, pero fue más rápida que yo. Estire los brazos en su búsqueda pero ella se había alejado ágilmente y había logrado clavar su daga en el cuello de Audri. - ¡Detente! Mis palabras fueron en vano. La vida de la anciana se esfumaba junto con aquel desgarrador grito de dolor, producto del ultimo aire que contenían sus pulmones.

Intente acercarme a Audri para ayudarla, pero fui detenido y repelido por la joven, empujándome y haciéndome caer de espaldas contra el piso. Aria amenazaba mi vida nuevamente y aunque sé que la habría superado fácilmente en combate, mi estado no solo hacia que no pudiera ver nada, si no que también provocaba la baja de confianza en mi mismo. La seguridad y emoción que sentía en cada uno de mis combates. Sin darme cuenta, la ceguera estaba haciendo estragos en mi cabeza. Me levante y apoye una de mis rodillas sobre el piso mientras desenfundaba una de mis dagas y la interponía entre la elfa y yo. - No te atrevas a acercarte. Aunque me cueste la vida, juro que separare tu cabeza del resto de tu cuerpo. Mantenía la calma e intentaba intimidar a mi oponente, pero más bien parecía una rata acorralada contra el muro.

La situación se mantenía tensa entre nosotros. Ninguno sabia quien seria el que tomara la iniciativa en el ataque. De repente, una voz proveniente del exterior parecía llamar a Aria. Al parece, afuera la esperaban para emprender la retirada. Pude escuchar un par de pasos retrocediendo, La elfa se disponía a responder a aquella voz que le llamaba desde el exterior. Escuche con atención la conversación que se desarrollaba entre ellos. Todo parecía haber terminado de la más peculiar forma. A pesar de haber traicionado a los presentes, la joven habia sido abandonada a su suerte entre nosotros. Cualquiera podría darle fin... Todos queríamos darle fin, ella lo sabia y por eso continuaba dando miserables excusas y amenazas para salvar su vida.

Finalmente Ebano, Sydara y su compañero habían ingresado en la casa. Al parecer Sydara había sido herido gravemente por lo que debía ser atendido a la brevedad. Ebano se acerco hasta mi e intento ayudarme y saber si me encontraba bien. Tenia una herida leve en el brazo debido al ataque de Aria y algunos golpes. Nada realmente importante, solo debíamos hacernos a la idea de todo lo que había sucedido esa noche.

Tome asiento mientras vendaba la herida en mi brazo. Escuche al compañero de Sydara, Olvier, salir del cuarto. Parecía sumamente furioso ya que azoto a la joven contra el muro de una terrible forma. No pude evitar escuchar sus palabras, debía inmiscuirme un poco en la platica. - No creo que tenga la intención de ayudar a salvar su vida... Pude escucharla a ella y a otro sujeto hablando de que debía asegurarse de que muriera. Dije dirigiéndome a Oliver - Sé que no hay mucho tiempo, pero sugiero que encuentre a alguien más confiable para atender a Sydara y en cuanto a la joven... Creo que debemos interrogarla y luego propinarle una sangrienta y terrible tortura antes de terminar con su vida. El desprecio podría notarse fácilmente en mi tono de voz.

Suspire por lo bajo mientras mis piernas temblaban sutilmente debido al cansancio y las heridas. - Señorita Ebano... ¿Se encuentra usted bien? Debíamos comenzar a planear nuestros propios pasos, debíamos buscar el momento oportuno para continuar el viaje hacia Lunargenta, pero debo admitir que también estaba interesado en la supervivencia de Sydara.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Ébano Miér Oct 15 2014, 00:52

Todo era extremadamente confuso. Se retiraban finalmente.

Se arrodilló junto a Sydara y trató de contener la hemorragia con parte de la misma camisa de él, pero, terminaba siendo inútil. Absurdas ideas pasaban por la mente de la chica, que sentía pasar el tiempo alrededor a toda velocidad, como si la hubiesen congelado en el aire.

Miraba al elfo recostado y se veía impedida, entre el impulso hambriento que sentía y el sentido de no dejarlo allí tirado, pero, por otro lado, los ruidos en el interior de la casa eran extraños, golpes, forcejeos y voces en gritos... Aunque Ébano solo perciba los ruidos dentro de la casa, luego salen al exterior? No me quedó claro finalmente todo.. En fin, omitanme o preguntadme! ^^

Miró al guardia que faltaba: Oliver. Se acercaba cuando se retiraban y se enzarzaba en una discusión con Zod en el puente, apenas pudo distinguir lo que decían en su estado de stand by, sin embargo se incorporó rápidamente y asintió con la cabeza ante sus palabras:

-¡Ten esto y llévatelo adentro!
-lo cgió al aire y lo miró.. La reliquia, rota. "Mierda...."

Se giró de golpe, siendo consciente de pronto de la situación y se aproximó a Sydara.

Tienes que aguantar hasta el interior, ¿queda claro?

Oliver se enzarzaba en el puente de nuevo con Zod, pero volvió la cabeza de nuevo rápidamente ante la repentina expulsión de sangre de Sydara a borbotones. Además de la herida de espada, la flecha se había clavado no muy peligrosamente pero sin duda, aquello dificultaría las cosas, muy a pesar de todos.

Chss chs chs, no hables, no hables. Saldrá bien.. -le dijo con el rostro afectado, más para ella que para animarlo a él.

Lamento mucho no haber llegado antes.. me tendieron una trampa -dijo la voz del rubio a las espaldas de la chica, que se volvió y negó con la cabeza, restándole importancia- Johannes se llama el humano, ¿no? Me encargaré... ve a ayudarle.

No importa.. Ahora nos urge sanarle, y cuidar de que no escape esa lagartija.. -dijo señalando a Aria con la cabeza. Oliver pasó un brazo por debajo del cuello de Sydara y lo alzo. Ébano se incorporó seguidamente y cerró los ojos ante el acuciante olor a sangre en el aire y en sus ropas. Se acercó a Johannes... Lo vio demacrado, machado y lívido, magullado. Suspiró.

¿Cómo te encuentras...? -le dijo de camino a la casa.

Todo era una situación muy rara: Audri había muerto, y no asimilaba aquello... Era una presencia sabia y de pronto, el vacío cubría las estancias. Caminaban con sensación de calma tras la tempestad, pero tensos sin duda por los daños en la casa y en ellos mismos.

Esto está hecho un desastre..
-articuló casi sin darse cuenta.- Por aquí...

Pasó ante Oliver hasta el cuarto anteriormente ocupado y ladeó ropa de cama para tender a Sydara, pero salió inmediatamente fuera, agarró a la muchacha del pelo y la arrastró hasta uno de los sillones. Agarró cuerda de la que había colgada en una pared y procedió a amarrar bien sus manos. Sin siquiera mirarla a la cara, notando los colmillos muy largos y expulsando odio en cada respiración. La miró con desprecio y la empujó hasta que quedó sentada, de nuevo.

Ébano se acercó a un mueble, rebuscó y sacó una botella de licor que abrió y ofreció a su compañero, aunque momentos después, salía Oliver de la sala, furioso, con ojos solamente para Aira.


Te juro que morirás muy dolorosamente Aria Elmeris. No podrás contra nosotros. Si le salvas te perdonaré tu puta vida, zorra maldita.
- dijo y la lanzó a un lado.

Ébano se incorporó hacia él y lo agarró de un brazo mirandolo a los ojos.
No es el mejor momento.. ¿Cómo está él? ¿Cómo sabemos que no volverán aquí? -le preguntó nerviosa.

Él paseó por la sala, inquieto de nuevo.

No creo que tenga la intención de ayudar a salvar su vida... Pude escucharla a ella y a otro sujeto hablando de que debía asegurarse de que muriera. Sé que no hay mucho tiempo, pero sugiero que encuentre a alguien más confiable para atender a Sydara y en cuanto a la joven... Creo que debemos interrogarla y luego propinarle una sangrienta y terrible tortura antes de terminar con su vida. -decía Johannes. Lo miró y sonrió de lado, bebiendo nuevamente- Me parece que no eres el único acorde a ese pensamiento.. -sin embargo no pudo evitar pensar que tal vez Sydara si que se opondría a esa opción. Sacudió la cabeza y miró de nuevo a Oliver.

¿Está despierto?

Señorita Ebano... ¿Se encuentra usted bien?
-le preguntaba Johannes- Sí... Yo sí. Mas no esperaba nada de esto y.. bueno. Me parece que cuando todos estemos sanos, y podamos continuar... Deberíamos dejar de entorpecerles- No dejaba de tener la sensación de que habían influido en aquello y también, pensaba que tal vez entorpecían planes.

OFF: siento el cutre post...
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Mensaje  Sydara Jue Oct 16 2014, 04:48

El rubio elfo intentó relajarse para no perder los estribos de nuevo, caminando de un lado a otro en la habitación, pensando con toda rapidez. Lanzaba miradas llena de odio hacia Aria, quien había caído con el sillón de donde la vampira la arrojó. Permaneció en el suelo, media encogida sobre sus piernas.
-No por mucho...-respondió a Ébano y continuó alternando la mirada entre Johannes y Ébano-No entorpecen, creo que aún estamos vivos gracias a vuestra ayuda también... En el claro del bosque estoy seguro que no habríamos podido salir bien y en verdad os estoy agradecido. Bien... la situación es esta, estamos en medio de una laguna, y un puente que se ha destruido. Se podría tirar algún árbol y utilizarlo, pero estoy seguro de que han quedado algunos de ellos aguardando que alguien se asome hacia el exterior para acabarlo.... La única que por desgracia sabe tratar heridas de importancia es la zorra maldita...-pronunció con desprecio a lo que la elfa contestó.

-¡No hables si no sabes Oliver! ¡Si no muere al menos él, entonces asesinarán a mas inocentes! Entre ellos puede estar tu familia, ¿sabes? Incluso ahora...-miró a la vampira y al humano-investigarán sobre vosotros e intentarán ir por sus seres queridos...-antes de que alguien volviera a atacarla, agregó-No es amenaza, pero sé como esa gente trata... y son cada vez mas poderosos. Todas estas muertes de ahora, podrían haberse evitado. El clan Lólindir Ar-Feiniel nunca debió renacer...-

Oliver tuvo gran impulso de ir a hacerla pedazos, pero sintió que perdía mucho tiempo discutiendo. Se acercó y encuclilló delante de Aria, sosteniéndose del sillón caido.
-No estamos en el futuro aún y las cosas pueden cambiarse. Estaré vigilando cada movimiento que hagas. Sálva tu vida, y tendrás la protección que necesitas. Lólindir Ar-Feiniel se encargará de destruir a cada uno de los rebeldes...-habló intentando mantener calma su voz, pero ella bufó en burla y termió perdiendo la paciencia.

Se levantó aferrándola del cuello para tirarla contra una mesa cercana, arrojando lo que había al suelo. Con su otra mano, tomó la espada y apuntó al vientre de ella.
-Sé que deseas un heredero, aunque fuere bastardo y no dudo que ya has logrado tu cometido para estar tan decidida a acabar con los líderes ahora, Aria Elmeris-ella respiraba entrecortádamente. El rostro del elfo estaba muy cerca de ella-Si no quieres perderlo, entonces harás cada cosa que corresponda-siseó. Y esperó respuesta de ella. Parecía haberla asustado finalmente, aunque no se podía fiar de un traidor-La señorita Ébano y Johannes te vigilarán también... No podrás con todos nosotros, y si muere, o a alguno de nosotros nos ocurre algo, a ninguno le temblará la mano para matarte-

-Est..á bien... Básta...-respondió dificultosamente la joven mientras se le escapaba una lágrima por el rabillo del ojo y se perdía en su cabello-Los ayudaré.... Lo prometo-Oliver se apartó dispuesta a seguirla hasta el cuarto.

-Estaré en la puerta...-señaló el cuarto-Johannes, si estas de acuerdo, podríamos idear algún plan para salir mientras... Pero prefiero ayudarte con esas heridas. Podré fácilmente-se refería a la herida del brazo de él y luego se dirigiría a Ébano-Si deseas ayudarme a vigilar a Aria, te lo agradecería mucho-

***

Aria posó su mano sobre mi frente, sintiendo así su mano fría. Abrí los ojos rápidamente, pero me pesaban demasiado los párpados por lo que volví a cerrarlos. Ella había cruzado mirada conmigo, tensa y temblorosa. Había dejado varios elementos y pócimas en la mesa que estaba a la cabecera de la cama y en su otra mano tenía un pequeño frasco con el color que caracterizaba a una sustancia capaz de detener la hemorragia. Seguramente quienes la vigilaban había visto como se preparaba, mezclando sustancias con descripciones anotadas en pergaminos, en frascos que la anciana Audri había tenido en posición. Servía además para que se viera que Aria cumplía con la palabra hacia Oliver.

-Bebe esto... descuida, que no es veneno... He hecho un trato con tu soldado...-susurró de mala gana cuando apenas giré apenas mi rostro para rechazarle y que claramente exigía confiabilidad en lo que me daba.

La respiración continuaba más débil, percibía la fuerza de los latidos que golpeaban con fuerza contra mi pecho, que junto al dolor de las heridas, parecían convertir en agonía mi vivencia.

Termine por beber de la pócima que ella me ofrecía, para luego poder quitarme los vendajes y tomó la reliquia para dejarla a un lado de mi cabeza. Y realizado esto, procedió a poner unas hierbas junto con una pócima ardiente como el mismo infierno, colocando unas vendas nuevas al final. Apenas había apretado los puños y los dientes para resistir el tratamiento aunque centré mi atención en el techo.

-Murieron demasiados-siseé mientras las imágenes continuaban reviviéndose una y otra vez en mi cabeza. Incluso habían momentos en que no sabía qué era lo real y que era producto de mi mente. El frío estaba en ambos lados igual, siendo cada vez más intenso.

-Aguanta un poco más... esto tardará en hacerse-respondió la voz lejana de Aria, mezclando en un recipiente de cerámica unas hierbas que eran para adormecer y relajar el cuerpo. Miró hacia la ventana que aún estaba abierta, pero consciente de que Oliver y quizás Johannes y Ébano la vigilaban, decidió mantenerse en el lugar en el que estaba, sentada en una silla entre la mesa a su costado la cama.

***

Oliver aprovechó en apartarse de la puerta hacia el ventanal al lado de la puerta de la casa para observar hacia el exterior corriendo un poco las cortinas. Las llamas aún continuaban devorando los restos de madera y cuerpos de quienes los rebeldes habían masacrado sin piedad alguna.




Off rol: pueden usar a Olive y Aria si quieren. ^^
Les he dado positivo
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Mensaje  Johannes Vie Oct 17 2014, 20:00

Había rasgado algunas de las telas que anteriormente me había proporcionado la ahora difunta Audri, una perdida realmente lamentable. Utilicé aquellos trozos de tela para vendar mi brazo proporcionándole la presión adecuada para intentar cesar el sangrado de la herida que Aria había provocado. Maldije a la chica en un tono sumamente bajo mientras trataba mi adolorido cuerpo. Esa joven había dado una fuerte y testaruda batalla y a pesar de todos mis esfuerzos, había logrado terminar con la vida de la anciana. Al parecer yo no era muy bueno para salvar una vida, ya antes otros habían sufrido ese destino cuando tuve en mis manos el poder para cambiar las cosas pero no lo había logrado... Al parecer solo era bueno para arrebatarla y eso es lo que haría con la vida de aquella joven si gozara de la visión.

El compañero de Sydara, Olvier, levanto la voz para explicar un poco el panorama sobre la situación. Estábamos en desventaja. Era casi obvio que no todos se habrían marchado de inmediato, seguro se aseguran que el elfo no saliera con vida de este lugar y para ello mantendrían una vigilancia constante. Si tomábamos la opción del tronco, entonces nos expondríamos a ser vistos con facilidad pero... ¿Como podrías escapar si probablemente estábamos rodeados y los ojos del enemigo se mantendrían pendientes de nuestros movimientos? Tenia que meditarlo por algún rato y hacer uso de mis experiencias y los buenos consejos de algunos de mis hermanos en situaciones de escapes sigilosos. - Bien... creo que no solo puede atender heridas graves, supongo que siempre podemos usarla como escudo en caso de un nuevo ataque. Mencione con desprecio.

La joven tomo la palabra de una forma furiosa y reprocho sus reclamaciones a Oliver, además de hacer algún tipo de advertencia o amenaza para Ebano y para mi. Sonreí de medio lado ante su comentario y rei sutilmente para mofarme de aquellas palabras sin agregar nada. Me puse de pie mientras la charla entre ambos elfos continuaba. Me pasee alrededor de la habitación con un paso lento y tranquilo mientras intentaba acomodar mis ideas. Todo en esta noche había estado plagado de sorpresas y despreciaría demasiado encontrar afuera una más.

Luego de un rato, Oliver finalmente había terminado por "persuadir" a la joven Aria con la tarea de ayudar a Sydara. Me adelante algunos pasos a donde parecía provenir la voz de el hombre y la joven y tome un semblante sumamente serio. Sonara un poco descabellado, pero podríamos prender más fuego a los alrededores. Usaríamos algunos materiales viejos y eso crearía una densa nube de humo que nos ayudaría escapar. Debemos hacerlo antes del amanecer. Y en cuanto a ti. Gire en dirección hacia Aria- Escucha... Más vale que asegures la supervivencia de ese elfo. Tenemos nuestros propios asuntos y un duelo que se mantiene a la espera. Si muere lo pagaras muy caro. Mis ojos se mantenían ausentes de aquel característico brillo carmesí en ellos, pero aun así mi mirada se mantenía determinada y de algún modo amenazante.

Me acerque hacia donde Ebano y tome la botella de licor que anteriormente me había ofrecido. – Descuide, mi brazo esta bien. Dije a Oliver para rechazar su ayuda. Incline la botella sobre mis labios y propicie un par de grandes tragos a la bebida mientras me ensimismaba en mis propios pensamientos.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Ébano Lun Oct 20 2014, 15:07

No por mucho...No entorpecen, creo que aún estamos vivos gracias a vuestra ayuda también... En el claro del bosque estoy seguro que no habríamos podido salir bien y en verdad os estoy agradecido. Bien... la situación es esta, estamos en medio de una laguna, y un puente que se ha destruido. Se podría tirar algún árbol y utilizarlo, pero estoy seguro de que han quedado algunos de ellos aguardando que alguien se asome hacia el exterior para acabarlo.... La única que por desgracia sabe tratar heridas de importancia es la zorra maldita..

Bien... creo que no solo puede atender heridas graves, supongo que siempre podemos usarla como escudo en caso de un nuevo ataque


Pues, la situación en ese caso es delicada -trató de seguir hablando mas, la muchacha se puso a proferir alaridos nerviosa, desquiciada como no podría ser otra su reacción, y también amenazas.

Ébano trató de contenerse, frunció los labios y la miró entornando los ojos con odio y desprecio.

No estamos en el futuro aún y las cosas pueden cambiarse. Estaré vigilando cada movimiento que hagas. Sálva tu vida, y tendrás la protección que necesitas. Lólindir Ar-Feiniel se encargará de destruir a cada uno de los rebeldes..
-Oliver se había acuclillado ante ella, Ébano podía percibir la tensión en el ambiente. Todos por un motivo u otro deseaban verla muerta en ese momento, y a la chiquilla no se le ocurrió otra cosa que bufar ante las palabras de Oliver, lo cual terminó con la paciencia de este.

La agarró y la lanzó contra la mesa aprisionandola, más que colérico- Sé que deseas un heredero, aunque fuere bastardo y no dudo que ya has logrado tu cometido para estar tan decidida a acabar con los líderes ahora, Aria ElmerisSi no quieres perderlo, entonces harás cada cosa que corresponda. La señorita Ébano y Johannes te vigilarán también... No podrás con todos nosotros, y si muere, o a alguno de nosotros nos ocurre algo, a ninguno le temblará la mano para matarte -Ébano escuchaba sus palabras sin inmutarse. Era lo que el resto pensaba, lo que cada uno pensaba. Pensando fríamente necestiaban a Sydara, y además de eso, no estaba dispuesta a darlo por perdido por los caprichos de un grupo alterado mentalmente, y menos después de lo que había hecho por su clan.

Todo aquello terminaba resultandole repugnante... Y la muchacha, mientras cedía finalmente ante las palabras del elfo. "Así que embarazada... Eso nos da una baza" -pensó, sonriendo para si misma.

-Est..á bien... Básta... Los ayudaré.... Lo prometo -la vampiresa se acercó hasta la espalda de Oliver y posó las manos en su hombro. No te preocupes... Lo peor de la noche ha pasado. -dijo dirigiéndose al elfo, pero mirando a Aria- No merece tus esfuerzos.

Estaré en la puerta...Johannes, si estas de acuerdo, podríamos idear algún plan para salir mientras... Pero prefiero ayudarte con esas heridas. Podré fácilmente. Si deseas ayudarme a vigilar a Aria, te lo agradecería mucho.

Claro, será un placer. Es más... Bien es sabido que los de mi clase gustan de comer... infantes. Sería una pena que la señorita Traición cometiese un error y perdiese a su ansiada criatura. Espero que tenga la seguridad de que no dudaré un segundo en ir a buscarla para devorarla a ella y a su niño si falta su palabra, -su rostro había sido frío, mirandola desde detrás de Oliver, con las manos aún en sus hombros y observandola desde ahí. Esbozó una repentina e irónica sonrisa- Pero eso no ocurrirá, ¿no es así, querida?

La voz de Johannes le hizo salir de sus pensamientos macabros de ese momento, y reparar en él..

Sonara un poco descabellado, pero podríamos prender más fuego a los alrededores. Usaríamos algunos materiales viejos y eso crearía una densa nube de humo que nos ayudaría escapar. Debemos hacerlo antes del amanecer.
-tenía razón. No había pensado en ello, pero teniendo en cuenta la situación, aquella opción que daba, parecía la más adecuada si no la única.

La muchacha la miró con asco y horror fugaz en el rostro. Posó imperceptiblemente una mano en su vientre y se levantó, paseó la mirada por el resto y se detuvo en Johannes que se dirigia a ella.

Y en cuanto a ti. Escucha... Más vale que asegures la supervivencia de ese elfo. Tenemos nuestros propios asuntos y un duelo que se mantiene a la espera. Si muere lo pagaras muy caro. -ella hizo una mueca y se dirigió al cuarto con el rostro razonablemente sombrío, abrió la puerta y se dispuso a buscar frascos y elementos que, supuso Ébano, eran necesarios para la curación de Sydara. Se dijo a si misma que podría aprender medicina, no se había visto en situación, pero verse herida y sola no era algo muy lejano para su ritmo de vida.

Descuide, mi brazo esta bien.
-afirmaba el humano. Oliver se quedó junto a la puerta, desde donde Ébano podía escuchar murmullos amortiguados. Sydara estaba despierto... Una sensación de angustia la había acompañado desde que lo vio tan herido en el suelo. Lo poco que conocía de él le decía que siempre tenía recursos.. Y verle tan indefenso le afectó más de lo que querría, y se daba cuenta en ese momento. Sacudió la cabeza y ladeó sus reflexiones. Lo principal era salir, y que todos estuviesen sanos.

Yo creo que la situación de ahí fuera no es alentadora ni mucho menos.. Y no me extrañará que como decís, haya alguien esperando nuestro regreso para terminar su tarea. Sugiero sonsacar a la elfa, aunque parece que tampoco les importa mucho su suerte.. -dijo con desprecio en esto último.- Si tenemos flechas, la idea de Johannes es.. factible. Una pantalla de humo en los alrededores y llegar al otro lado armados, para posible ataque. En cuanto al lago... Tal vez disponemos de algún barco en la parte trasera. Porque el puente está completamente deshecho... ¿verdad...? -esperó la respuesta de sus compañeros. Escuchaba el crepitar del fuego fuera, aún lamiendo la madera. Y nada más. Las respiraciones de los tres y silencio en la habitación del enfermo y Aria.

Oliver. -le llamó, él estaba junto a la puerta de la casa, en la ventana. Señaló la habitación de Sydara con la cabeza- ¿No deberías ver... como va todo? Tendrá más confianza contigo, dudo que confíe en mi ni un ápice... Buscaré provisiones si os parece. Tendrá que comer para reponerse. -y dicho esto, se incorporó hasta la desmejorada cocina en busca de alimentos intactos.

Un par de bollos, unos panes con semillas y una crema espesa de algún vegetal... No era mucho pero, ya era algo. Volvió al comedor con una bandeja y todas las cosas. Apartó la crema y pan para Sydara y cogió de la mesa la reliquia, hecha pedazos... Se preguntó por qué pasaría ahora con su problema sin aquel objeto en buenas condiciones y no se lo pensó. Cogió el plato y el colgante y entró en la habitación. Miró a Aria con seriedad y depositó la comida en una mesa. Se acercó a la cama de él y se sentó a los pies de la cama, mirandolo, puso el colgante a un lado de su mano.

¿Qué ocurre ahora con esto..? -le dijo a Sydara, aunque cerró los ojos y relajó el rostro.- ¿Cómo te encuentras?
Ébano
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Sydara Lun Oct 20 2014, 18:00

El elfo escuchó a Johannes y se giró interesado hacia él.
-Es verdad... podemos hacer buen uso de esa zorra de Aria y el humo...-pero se quedó pensativo unos momentos-Pero no falta mucho para el amanecer y si tenemos suerte, vendrán gente del clan a ayudarnos... Procuré que enviaran mensajes a Casa con un compañero herido. Sé que capturaron a Lionel pero no vi su cuerpo en el lago. No estoy seguro si era parte del plan de Zod...-

Miró a Ébano cuando le habló sobre la confianza de Aria, según entendió él. Esbozó una sonrisa irónica.
-Si es por esa mujer, mejor que haya alguien en quien no confíe en ella y se sienta presionada...-terminó pronunciando con desprecio cada palabra.Asintió y la vio retirarse hacia la cocina. Mientras tanto, él se encargó de ir cerrando las ventanas y cortinas.

Mas tarde se acercó a la chimenea y encendió el fuego. Había descendido mucho la temperatura para esas horas, y la lluvia no favorecía mucho. Ya no llovía con tanta furia, pero podía oírse el sonido del viento entrechocar las ramas afuera.

-¿Por qué la ceguera Johannes?-se atrevió a preguntar el elfo mientras atizaba un poco unas leñas. Tenía la vista desde allí la puerta de la habitación a donde Ébano acababa de entrar-Espero que no te moleste mi curiosidad... Igual ten en cuenta que estas en tierras de buenos sanadores-comentó girando el rostro hacia él. Ya que estarían varias horas bajo el mismo techo, pensó que sería oportuno tener una conversación al respecto de lo que le ocurría al humano y esperaba que no tuviera secuelas permanentes.

La sala comenzó a volverse más acogedora con el fuego.

***

La elfa miraba cualquier elemento punzante cada vez que podía, pensando en atacar a la vampira a la menor oportunidad, pero recordar que Oliver poseía buena vista y era más fuerte, la hacía desistir y eso mismo, enfurecer. Se podía notar en su semblante tenso, lleno de impotencia.

Había terminado de preparar la pócima momentos antes de que la vampira ingresara y antes de hacer que bebiera, logré detener su mano, manchándole de sangre media seca su muñeca. Giré el rostro hacia ella para mirarla a los ojos.
-Sé lo que es esa mezcla-cerré los ojos para tomar algo mas de aliento dejando caer la mano-Si crees que es lo correcto para ti y lo sientes, hazlo. Pero no comprendo porqué te tomas la molestia, si lograrás salirte con la tuya, Aria-Entreabrí un poco los ojos, notando que me observaba con frialdad.

Retiró la pequeña vasija y dejó sobre la mesa lentamente. Tomó otra más pequeña a la que miré fugazmente y tomé con su ayuda. Poco a poco percibí que tanto la respiración como los latidos fueron calmándose, así como el dolor de las heridas también.

-Debería ayudar esa pócima...-musitó Aria con amargura acomodando las cosas en la mesa de luz, sin querer ver a Ébano cuando se acercó. Pero no pudo evitar lanzarle una mirada asesina.

Ladeé el rostro hacia la vampira cuando oí su pregunta.
-Debía protegerme-respondí-pero no sé si lo material tenga algo que ver con la magia que poseía... o posee quizás-observé la piedra blanca, ahora con un tinte rojizo que había ingresado por donde se había trizado-Tú debes encontrarte un poco mejor que yo-bromeé con la voz exhausta. Aria se había incorporado y caminó hasta la ventana para cerrarla, y corrió las cortinas también.

La elfa se dirigió a la sala donde estaba Johannes y Oliver para ir en busca de vendajes y unas sustancias que después dejaría sobre un mueble.
-Eso les será útil para sanar sus heridas. En un abrir y cerrar de ojos apeas tendrán una cicatriz....-diría.


Dejé que mis párpados se cerraran una vez más por el peso del cansancio.


*** (Paso a tercera persona para mayor comodidad xD trabajaré un poco con Aria ^^)

Aria regresó hasta el cuarto y se acercó algo alarmada al no notar que respiraba. Se sentó al lado de Sydara y revisó su pulso en la garganta y su muñeca. Tardó en alzar la vista, pero no miró a la vampira cuando volvió a hablar.

-Su herida es muy grave, he hecho lo que he podido. Pero ha caído a un estado del cual es algo complicado salir... Dependiendo de cada uno supongo-explicó la elfa-Recomiendo que si vais a iros, lo hagan cuanto antes y yo me quedaré con él y Oliver....-


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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Johannes Mar Oct 21 2014, 17:23

Con Ebano encargándose de vigilar a Aria y a Sydara, podría sentirme más tranquilo respecto al bienestar del elfo. Estaba confiado en que la vampireza no permitiría de ningún modo que esa odiosa elfo cometiera alguna otro intento de estupidez y atentara contra la vida del hombre que mantenía algunos asuntos pendientes conmigo.

Me acerque hasta el muro guiándome con la mano que mantenía frente a mi. Busque la ventana y al encontrarla, coloque la punta de mis dedos sobre el frío cristal mientras escuchaba las palabras de Oliver en respuesta a mi proposición de escape. Lleve mi mano izquierda hasta mi pañoleta y descubrí mi rostro para recibir un poco más de aire. La atmósfera se mantenía impregnada por el aroma de cenizas, humo y humedad. Seguramente el estado de la casa se mantenía caótica y sumamente decadente. Algo que haría deprimir a cualquiera. El simple hecho de que todos los presentes continuáramos con vida, era una historia digna de contar. - Si tus palabras son acertadas, entonces la llegada de algunos de sus hombres facilitaría un escape eficaz y seguro. Un par de términos que ansiaba ver finalmente puesto que ninguno de nuestros anteriores planes había salido bien.

Mis ojos permanecían fijos en la nada, pues precisamente eso era todo lo que podía percibir. Pensé que quizás lo más sensato seria expresar mi respeto por la muerte de la anciana Audri que a pesar de todos mis esfuerzos, no había logrado ayudar a salvar su vida. Apreté los puños con disgusto ya que me parecía repudiable el hecho de que su asesina se encontrara en la misma casa, haciendo uso de las cosas de la persona que ella misma había liquidado. No tenia caso lamentarse por ahora, creo que este no era el momento. Más tarde, Sydara y los otros tendrían el tiempo para lamentar sus perdidas y rendir homenaje a cada uno de los caídos esta noche.

Por alguna razón, me sentí lejos de casa, una sensación la cual no había tenido desde la muerte de mi tío Richard. Aunque ahora... no poseía un lugar preciso al cual podría llamar "hogar" lo más cercano a ese nombre, sería la cede del gremio, pero no me convencía del todo.

Fui sacado de la distracción de forma tajante por una pregunta formulada por el elfo Oliver. Gire mi atención hacia él y lamí un poco mis resecos labios para hablar. - Es una larga historia. Mencione mientras recordaba algunos de los hechos que llevaron a mi ceguera. - Para resumir, la señorita Ebano y yo nos dimos a la tarea de encontrar y atrapar a un maldito asesino en la ciudad amurallada. Por desgracia y como debí haberlo previsto, las cosas no salieron como lo esperaba y fui envenenado con una poderosa dosis. Es así como mis ojos permanecen en penumbra. No quería alargar mucho mi explicación, después de todo siempre fui un hombre de pocas palabras. - Uno de los guardias nos recomendó acudir a uno de los hospitales de Sandorai. Según las palabras de la dama que me atendió, solo será un estado temporal, así que espero recuperar mis habilidades visuales pronto.

Había dado mi respuesta, pero por ahora no podía dejar de sentirme inquieto. Algo me decía que debíamos abandonar esta casa pronto pues seguro el enemigo mantendría su escrutinio sobre nosotros y eso no era nada bueno. La señorita Ebano hizo acto de presencia nuevamente, al parecer buscaba algunas cosas en la cocina. - ¿Esta todo bien? Es necesario que levanten a Sydara cuanto antes. Debemos salir antes del amanecer o podríamos tener dificultades al llegar el alba. No sabia si mi aptitud se mostraba acelerada o impaciente.

Me cruce de brazos mientras mantenía la espera. Aria parecía salir de la habitación. Ofreció algunas cosas que ayudarían a sanar nuestras heridas. Esperaba que cualquier cosa que estuviera haciendo, fuera suficiente para mejorar el estado de Sydara. Aunque me sentí tentado por rechazar, no podía ignorar el ofrecimiento por mejorar mis heridas. Me acerque hasta el lugar donde había depositado la medicina, la tome en mano y la aplique sobre cada una de mis dolencias para intentar mejorar y estar en una condición más optima.
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Mensaje  Ébano Jue Oct 23 2014, 00:37

-Debía protegermepero no sé si lo material tenga algo que ver con la magia que poseía... o posee quizásTú debes encontrarte un poco mejor que yo. -rió Ébano y rozó su pierna a través de las telas para no correr riesgos, con gesto sincero, alentador.. Deseaba que estuviese bien, otra vez.. Añoraba la momentánea libertad y comprensión que había sentido anteriormente en su presencia.. Amén de eso, tenía que ponerse bien para poder salir de allí.

Estaba débil, ella levantó la mirada hacia su rostro. La elfa había salido. Había muchos botes pequeños, tarros con hierbas, líquidos.. Dispuestos sobre la mesa donde había estado ella.

Pues... Me parece que más nos vale averiguarlo pronto. -alargó la mano, a punto de tocar la suya descansando sobre la cama, mas se contuvo. No sabía dónde estaba la elfa, era inestable y además, no sabía si era recomendable con la reliquia en ese mal estado.

Las palabras de Oliver resonaban en su cabeza "Es verdad... podemos hacer buen uso de esa zorra de Aria y el humo.. Pero no falta mucho para el amanecer y si tenemos suerte, vendrán gente del clan a ayudarnos... Procuré que enviaran mensajes a Casa con un compañero herido. Séque capturaron a Lionel pero no vi su cuerpo en el lago. No estoy seguro si era parte del plan de Zod.."

Si aquello era así... Utilizar el humo, con refuerzos, sería la mejor oportunidad de escapar, por no decir la única, teniendo en cuenta que casi con toda seguridad afuera habría gente esperando, y con posterioridad más cantidad, dado que pasaría tiempo y podrían llegar refuerzos enemigos...

La cabeza le daba vueltas.

* * *


Es una larga historia.- Para resumir, la señorita Ebano y yo nos dimos a la tarea de encontrar y atrapar a un maldito asesino en la ciudad amurallada. Por desgracia y como debí haberlo previsto, las cosas no salieron como lo esperaba y fui envenenado con una poderosa dosis. Es así como mis ojos permanecen en penumbra. Uno de los guardias nos recomendó acudir a uno de los hospitales de Sandorai. Según las palabras de la dama que me atendió, solo será un estado temporal, así que espero recuperar mis habilidades visuales pronto.


Oliver escuchó con paciencia y miró al humano de nuevo.
Parece que tuvieron actividad, sí... ¿No hizo efecto suficiente los calmantes de Audri? -su gesto fue sombrío momentáneamente, con la pérdida de la mujer. Y la mirada observó a Aria levemente, con ira contenida. Miró de nuevo al humano- Yo podría tratar de ayudarte, si lo deseas. Tal vez lograses ver un pozo más de luz, contornos.. Pero nos sería probablemente útil que pudieses ver con mayor nitidez si llegan los refuerzos y tratamos de huir de aquí...

Se levantó y se situó a su lado, ofreciéndole las manos para curarle en la medida de lo posible. Sin embargo no dejaba de mirar tras la ventana, y a la vez, a la puerta del cuarto, observando a la vampiresa y a la elfa, de un lado para otro.

* * *

La elfa se levantó hasta la ventana y cerró bien fuerte, y corrió las cortinas.

Gracias. -dijo Ébano con frialdad. La observó. Su aspecto era algo.. demacrado... Estresado y apenado. Pero altanero. Salió del cuarto.

¿Sabes...? Me gustaría comprenderla. Nadie hace algo así sin un motivo realmente fuerte. Y tengo la sensación de que nadie ha sido demasiado sincero con ella. -dijo Ébano mirando a Sydara, reflexionando en voz alta..

Se quedó pensativa mirando todos los frascos cercanos a la mesa donde había estado Aria sentada, y el modo en que cerró la ventana antes abierta. ¿Habría intentado algo..? Sacudió la cabeza. Volvió a la sala, sin los tarros que se había llevado.

Su herida es muy grave, he hecho lo que he podido. Pero ha caído a un estado del cual es algo complicado salir... Dependiendo de cada uno supongo. Recomiendo que si vais a iros, lo hagan cuanto antes y yo me quedaré con él y Oliver...
-le habló la muchacha, acercándose mucho al elfo y tomándole las constantes vitales. Ébano frunció el ceño, se levantó con frialdad y la miró, entornando los ojos, desde la puerta.

Claro, sería perfecto para ti que saliésemos únicamente los dos, ¿no es así? -pero decidió no hablar más sobre ello, algo le daba mala sensación y no terminaba de ver el qué.- Sea o no grave, hay que acelerar el proceso. Nadie puede quedarse aquí, chica, lo entiendas o no. No termino de creer que estés encinta.. Pero de cualquier modo, si algo te importa él, ayuda ahora que puedes. He visto cómo le miras. No te dejes llevar por los demás... -miró otra vez al elfo recostado, y salió de la estancia.

¿Esta todo bien? Es necesario que levanten a Sydara cuanto antes. Debemos salir antes del amanecer o podríamos tener dificultades al llegar el alba -dijo repentinamente Johannes, cuando salió Ébano del cuarto finalmente.

Sí, y no. -Oliver se levantó de su silla bruscamente, caminando unos pasos hacia ella.- La chica dice que ha hecho lo que ha podido..Nos... sugiere que Johannes y yo salgamos ya, y os quedéis aquí los demás. Y sí, yo también deseo volver a casa pronto, pero no me da buena espina su recomendación... De haber entendido nuestro trato, no desearía que nos fuesemos. Oliver... ¿Podrías ayudar en su curación? Tal vez acelerar... -dijo, pensativa, mientras unos extraños ruidos se abrían paso desde fuera, poco a poco. El elfo se levantó alarmado también.

¿Quedaba tiempo para sacar a todos de allí? ¿Podrían curarle a tiempo..? Más y más preguntas se agolpaban en la cabeza de Ébano, que no dejaba de recelar de la actitud de Aria...
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Mensaje  Sydara Jue Oct 23 2014, 02:47

Blanqueó los ojos y soltó un bufido mientras se incorporaba.
-¿Que no me deje llevar por los demás...?-preguntó frunciendo el ceño. Sin embargo miró hacia la ventana cerrada, percibiendo algo, y luego a la puerta. Se dirigió como por impulso hasta la pócima a la que Sydara le había rechazado, cuestionándole por sus principios, y buscó una ramilla a la  que sumergió en la sustancia rápidamente. No podía cumplir a Zod, pero tampoco podía dejar que la vampiresa y el humano le fueran a  estorbar sus planes, y mucho menos Oliver.

Aprovecharía en cuanto llegaran los guardias de Lólindir Ar-Feiniel para intentar rozar con esa ramilla al elfo rubio en una de sus cicatrices recientes. Aun si no funcionara, usaría sus dedos, lo que fuera con esa sustancia misma.

Se giró hacia Sydara mientras Ébano explicaba a Johannes lo que ocurría, pensando a pleno su plan. No veía falla alguna en ello, pero no podía permitir que le arruinaran la vida un par de extranjeros. Cierta mezclas de sustancias, cada una con una función diferente, pero a diversas mezclas, provocaban determinadas reacciones, en la cual Aria era experta.

Ahora... ¿Qué haría con la vampira y el humano para que no hablaran...? Bien, debía extorsionarlos de algún modo y sonrió para adentro.
-Estoy segura que los soldados de Lólindir Ar-Feiniel vienen acá y para el amanecer estarán de camino a casa... Te advierto que soy la única en Sandorai quien puede tratar las heridas de las mas graves... venenos y es más... Tengo mis propios aprendices y conocimientos... Si quieres verlo con vida... tú y el humano mantendrán la boca cerrada de lo que ha ocurrido. A la anciana Audri la mató el mismo Zod, el soldado traidor ¿Bien?-espetó con la mirada fija en algún punto delante de ella, seguía dando la espalda a la vampira, sin si quiera mirarla.

***

Oliver se asomó por una rendija de la ventana y observó que detrás de las llamas agonizantes que aun permanecían en el lago y los restos del puente, había algo de movimiento de jinetes. Su expresión se tornó en alivio y no pudo evitar sonreír, a pesar de la situación.

-Son ellos, son la gente de Lólindir Ar-Feiniel... Saben que estamos aquí y no tardaran en hacer un puente. Les llevará algo de tiempo, pero pronto podréis marcharos a donde deseéis. Incluso pueden ir con algunos soldados del clan....-se apartó de la ventana y miró al humano-La casa os recompensará por vuestra ayuda contra el enemigo... Procuraré que viajen seguros. Es más que claro que estarán en la lista de victimas de la gente de Alyssa y Oberyn... -explicó acercándose un poco. Acomodó el sillón que había derribado antes al atacar a Aria.



El elfo rubio había notado que afuera, su gente había conseguido alejar a los enemigos que aguardaban la salida de los que estaban dentro de la casa, para ultimarlos. En poco tiempo conseguirían derribar unos árboles que servirían de puentes. Pero ya estaban seguros. Si Johannes y Ébano lo deseaban, en el acto serian escoltados por cuatro o seis soldados a donde quisieran.


Se dirigió al cuarto pasando por delante de la vampira observando a Aria y a Sydara, quien no estaba despierto. Había alcanzado a oír las palabras de ella, pero la presencia de los ruidos en el exterior había desviado su atención.
-Apártate mujer-ordenó a la elfa quien se incorporó tomando algo de la mesa de luz rápidamente y cerró en sus manos sobre su vientre.

-Ya he explicado lo que ocurre... lamento no poder hacer más-dijo bajando la mirada la elfa, sacando un resoplo de disgusto del elfo mientras examinaba a Sydara con el semblante pensativo.

-Bien-comentó con optimismo o quizás sólo porque consideraba que ser negativo era absurdo; tomando la reliquia por el hilo negro y sujetando la misma alrededor de la muñeca derecha de su superior. La joya, apenas tenía un débil resplandor blanquecino en su interior con una mezcla de tinte rojizo. Su rostro se mostró inmutable por unos momentos, hasta que dibujó una sonrisa en sus labios, tensa-No tienes idea de lo que sucederá de ahora en más, Aria Elmeris...-pronunció tranquilamente.

Ella estiró un brazo y tomó de la mano de él para hacerlo voltear. Rápidamente se soltó con desprecio de ella y sacudió la mano al sentir que le ardió una pequeña herida en su mano. La elfa lo miró con angustia en sus ojos.

-No tenía elección... El clan está destinado a acabar con vidas inocentes si sigue en pié. Ya has visto de lo que son capaces. No podía permitir que acabaran con ... con mi...-apoyó sus manos en el vientre. Sonreía para adentros por el rumor que había instalado el elfo. No estaba segura, pero esperaba estar esperando a quien sería heredero del clan y para entonces, los actuales líderes habrían caído. Así como tambíen, Alyssa y Oberyn. Sólo ella y su pequeño o pequeña liderando, con todo el poder.

-No tengo deseos de seguir discutiendo... Has dictado tu propia sentencia-atajó el elfo girándose de nuevo. Empezaba a sentir un fuerte cansancio junto a un terrible dolor de cabeza. Observó que Aria no había practicado la magia élfica para la sanación y de eso él si podría, por lo que se dispuso a intentarlo. No sin antes quitarse la armadura. Mientras tanto, dijo dirigiéndose a la vampira y al humano a través de la puerta-No tardaremos en irnos, pero podéis iros preparando. Yo esperaré aquí a los soldados-explicó y miró a Aria con desconfianza-Si deseáis marcharos, quedaos tranquilos que quedamos en buenas manos-aseguró.



______________________
Off rol: hay opción de continuar o de acabar el rol acá mismo ^^ Si no dejo a Sydara en Stand by tengo que seguir con el hilo y quiero hacer una pausa con el rol. Pueden poner tranquilamente que los soldados llegan y los rescatan, a elección de ustedes. Pueden manejarlos ^^. La pócima de Aria es como algo que hace perder la memoria de algo específico o volver los recuerdos confusos. Y como no quiere que Oliver hable, entonces le aplica la sustancia en un corte que tiene en la mano.
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Mensaje  Johannes Jue Oct 23 2014, 21:16

Escuchaba la explicación de la señorita Ebano ante la situación y aunque odiaría admitirlo, yo tampoco podría quedarme tranquilo si abandonábamos a Sydara con aquella joven cuyas intenciones, claramente eran asesinas. Tenia un gran deseo por regresar a Lunargenta y tomar un descanso, no solo de esto si no también de los problemas y todas las consecuencias que conllevasen. Lleve la mano hasta mi cabeza y a pase por mi cabello mientras pensaba en alguna respuesta o decisión que pudiésemos tomar la vampiresa y yo.

Me acerque hasta la señorita Ebano para expresar mis ideas, pero antes de que pudiera hablar, fui interrumpido con Aria con algún tipo de patética excusa para mantener a salvo su vida. Estaba molesto con esa mujer y por supuesto, no me quedaría callado antes sus amenazas. - Podríamos no decir nada pero ¿y luego que? ¿Crees que eso te mantendrá a salvo por siempre? si Sydara se recupera, ¿Crees que perdonara las atrocidades que has cometido y salvara tu vida? Aunque no podía fijar la mirada sobre ella puesto que no podría encontrarla, me mantuve firme y serio mientras hablaba. - Si realmente pretendes sacar algo de todo esto, espero que tengas un plan perfecto bajo la manga. Gire sobre mi mismo para darle la espalda y me cruce de brazos mientras escuchaba cualquier cosa que quisiera agregar la señorita Ebano.

Luego de algunos instantes, Oliver aviso sobre la llegada del clan y que dentro de poco nos ayudarían a salir de aquí finalmente. Un inexplicable sentido de  tranquilidad se asomo junto con la llegada de esos hombres, pero no podía dejar de sentirme un tanto responsable por el estado de Sydara.

Como pude, me acerque hasta donde se encontraba mi compañera. Me aproxime hasta su oído y susurre algunas cuestiones. - Señorita Ebano, debemos aprovechar esta oportunidad. No hemos tenido mucha suerte y esta podría ser nuestra clara muestra de retirada. Confío en las palabras de Oliver y Sydara quedara en protección de los miembros de su clan. Tal como mis palabras lo demostraba, quería salir cuanto antes, aunque aquella inquietud por asegurarme de que todo terminara bien tanto para nosotros como Sydara se mantenía latente, como una pequeña espina clavada en mi dedo la cual es casi imposible retirar.

Algo en mi interior me indicaba que probablemente Ebano no estaría de acuerdo con mis palabras. No sabia que tipo de relación habrían tenido ella y Sydara anteriormente, pero por su comportamiento, deducía que no seria muy sencillo persuadir a la vampiro de la retirada. Me aparte nuevamente y busque la forma de ir a la sala.
___________________________________________________
Off: Por mi no hay ningún problema por continuar el rol ^^ pero por johannes claro que lo hay xD.El quiere irse cuanto antes, sin embargo si alguien o algo lo convence, prolongara su estadía y participación en el tema.
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Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo. - Página 2 Empty Re: Encuentros y desencuentros. Sydara - Johannes - Ébano. Interpretativo.

Mensaje  Ébano Dom Oct 26 2014, 12:07

- Señorita Ebano, debemos aprovechar esta oportunidad. No hemos tenido mucha suerte y esta podría ser nuestra clara muestra de retirada. Confío en las palabras de Oliver y Sydara quedara en protección de los miembros de su clan. -le decía Johannes.

El consejo que le daba tenía sentido. Estaba en lo cierto, realmente. Era una verdadera suerte que el camino pudiese allanarse y que pudiesen pasar gracias a esos guardias.

Las palabras de todos resonaban en su cabeza, como ideas flotantes aportadas. ¿Qué debía hacer...?

No obstante, las de la elfa sobresalían. Tramaba algo y lo había dejado muy claro, por no hablar del roce extraño en la mano de Oliver y su gesto afectado. Frunció el gesto y los miró a todos. Se cruzó de brazos en el salón, miró adentro de la habitación donde descansaba Sydara.

Johannes... Tienes razón supongo. Alargar esto es una tontería, si todo está... Bajo control. -lanzó una mirada con odio a Aria y luego miró a Oliver, que les hablaba con la vista algo perdida. Parecía aturdido...

No tengo deseos de seguir discutiendo... Has dictado tu propia sentencia. No tardaremos en irnos, pero podéis iros preparando. Yo esperaré aquí a los soldados. Si deseáis marcharos, quedaos tranquilos que quedamos en buenas manos.

Salvo porque dudo que lo esté. -se acercó a elfo rubio y puso la mano sobre su hombro- Me parece que no te encuentras bien. Podemos quedarnos más, si no estás bien, no pienso largarme y dejarla a ella aquí, manipulándolo todo a su estúpido capricho. -dijo lanzando una mirada fugaz a Aria, cargada de desdén.- O bien, podemos irnos. Pero si nos vamos ahora, ella se viene. -dijo. Camino rápidamente hacia ella y trató de agarrarla de las manos.

En caso de que estéis de acuerdo, esto sería así, de lo contrario... Aria se soltaría y bueno, entonces tratarían de quedarse hasta llegar los soldados.

Si lograse agarrarla de ambas manos, trataría de amarrarla con uno de los lazos de los vestidos que antes habían portado, atándola fuerte. Y en tal caso, Aria dejaría caer aquello que llevaba en la mano, lo que había usado para confundir a Oliver. Ébano la cogería del brazo y a su vez, del suelo aquella rama.

Qué es esto. Qué has hecho. -dijo, la zarandearía exigiendo respuestas.- No vas a salirte con la tuya, ve haciendote a la idea y habla. -amenazó, pensativa en una amenaza hacia su vientre.

--------------

Off: chicos.. Lamento lo corto u.u he tenido malos días y no sabía bien cómo poner lo del final :T cualquier cosa, como siempre, me decís y edito, lo de Aria como ven lo puse en un tiempo subjuntivo para no hacer metarol. *-* Espero que os guste aunque sea.. escaso


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