Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
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Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Lisbeth y yo logramos escaparnos de Dundarak sin ser vistos por ningún guardia. Cuando lleguemos al gran portón de salida vimos como varios guardias paraban a todo aquel que intentaba salir, y así identificarlo. Posiblemente estaban buscándome a mi. Tuvimos que dar un rodeo, buscando otra salida. Encontremos una pequeña puerta de madera de aspecto robusto. La cerradura parecía rota. Empuje un poco, y la puerta se abrió, parecida haber sido usada recientemente.
Cuando salimos estamos en medio de la llanura, que se extiende hasta donde alcanza la vista, con un manto de fina nieve cubriéndolo todo. El cielo tiene un tono anaranjado, casi parece que este en llamas, la fría noche cada vez esta más cerca. A un par de kilómetros se puede distinguir una pequeña construcción. Señalo con mi mano derecha en dirección a la granja y miro a Lisbeth. -Aquella es la granja. Pronto entraremos en calor.- Digo mirando la punta de su nariz y sus mofletes enrojecidos por el frió, y sonrío, por que se ve muy dulce.
Caminamos unos metros, mientras pienso en si andará todo bien en casa, o si se habrán preocupado mucho o como reaccionara Enma, esto último me saca una sonrisa divertida y continuo caminando. Miro a Lisbeth. -Antes no dijiste de donde provienes. ¿es secreto?- Le pregunto con curiosidad y media sonrisa en mis labios, con mi mirada fija en sus ojos de un intenso azul.
Cuando salimos estamos en medio de la llanura, que se extiende hasta donde alcanza la vista, con un manto de fina nieve cubriéndolo todo. El cielo tiene un tono anaranjado, casi parece que este en llamas, la fría noche cada vez esta más cerca. A un par de kilómetros se puede distinguir una pequeña construcción. Señalo con mi mano derecha en dirección a la granja y miro a Lisbeth. -Aquella es la granja. Pronto entraremos en calor.- Digo mirando la punta de su nariz y sus mofletes enrojecidos por el frió, y sonrío, por que se ve muy dulce.
Caminamos unos metros, mientras pienso en si andará todo bien en casa, o si se habrán preocupado mucho o como reaccionara Enma, esto último me saca una sonrisa divertida y continuo caminando. Miro a Lisbeth. -Antes no dijiste de donde provienes. ¿es secreto?- Le pregunto con curiosidad y media sonrisa en mis labios, con mi mirada fija en sus ojos de un intenso azul.
Última edición por Ego Naleim el Jue Oct 23 2014, 01:39, editado 1 vez
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Aunque ella también había sido amenazada por el capitán y seguramente le caería una buena si la pillaran, dudaba que fuera el mismo tipo de castigo que le harían a su acompañante. Hasta qué punto se había complicado el asunto, tanto que los guardias estaban haciendo registros en la puerta principal, parando a quien quiera que pasara, sobre todo a quiénes llegaban con carros para vender sus mercancías. ''Aún no se ha corrido la voz de lo del incendio'', pensó cuando vio ya más de un carro cargado.
Aún así, no podían salir por la puerta delantera, no si estaban los guardias tan atentos a absolutamente todo, así que decidieron buscar otra salida, y dio las gracias de que ésta no estuviera vigilada, aunque entendió el porqué no lo estaba en el momento en el que llegaron a esa llanura blanca.
Hacía el frío suficiente como para espantar a quien quisiera hacer camino por allí. La bruja tuvo que echarse la capa un poco más hacia delante y ya le faltaba tela, su rostro enrojecido por algunas partes ya lo decía todo.
- ¿La granja está allí? -Siguió con la mirada la dirección en la que apuntaba su mano, y al ver el edificio que de lejos no distinguía tan bien como él gracias a su buena vista, por un momento llegó a pensar que no les daría tiempo.
Y no porque les fueran a pillar, si no porque el tono que estaba tomando el cielo de finos naranjas y algunos marrones combinados con ciertas partes rojas, daban señales de que pronto caería la noche. Solo el hecho de pensar que la noche les pillara caminando por aquella llanura en la que a cada pisada se le hundían un poco los pies en la fina nieve, le produjo tal escalofrío que casi se abraza a sí misma.
- No es ningún secreto, más bien...está lejos de aquí. Nací en las Islas Illidenses, claro que no me crié en la ciudad donde todos los míos lo hacen -Respondió mientras observaba cómo a su derecha y poco a poco, se iba alzando una montaña que aún era pequeña a sus ojos, pero a unos kilómetros más lejos tomaba una buena altura-. Al igual que tú antes de encontrar ese hogar de ahora, yo estoy lejos de ese sitio en el que llegar y sentirse seguro.
Aún así, no podían salir por la puerta delantera, no si estaban los guardias tan atentos a absolutamente todo, así que decidieron buscar otra salida, y dio las gracias de que ésta no estuviera vigilada, aunque entendió el porqué no lo estaba en el momento en el que llegaron a esa llanura blanca.
Hacía el frío suficiente como para espantar a quien quisiera hacer camino por allí. La bruja tuvo que echarse la capa un poco más hacia delante y ya le faltaba tela, su rostro enrojecido por algunas partes ya lo decía todo.
- ¿La granja está allí? -Siguió con la mirada la dirección en la que apuntaba su mano, y al ver el edificio que de lejos no distinguía tan bien como él gracias a su buena vista, por un momento llegó a pensar que no les daría tiempo.
Y no porque les fueran a pillar, si no porque el tono que estaba tomando el cielo de finos naranjas y algunos marrones combinados con ciertas partes rojas, daban señales de que pronto caería la noche. Solo el hecho de pensar que la noche les pillara caminando por aquella llanura en la que a cada pisada se le hundían un poco los pies en la fina nieve, le produjo tal escalofrío que casi se abraza a sí misma.
- No es ningún secreto, más bien...está lejos de aquí. Nací en las Islas Illidenses, claro que no me crié en la ciudad donde todos los míos lo hacen -Respondió mientras observaba cómo a su derecha y poco a poco, se iba alzando una montaña que aún era pequeña a sus ojos, pero a unos kilómetros más lejos tomaba una buena altura-. Al igual que tú antes de encontrar ese hogar de ahora, yo estoy lejos de ese sitio en el que llegar y sentirse seguro.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
No había sido un día tranquilo en Dundarak, tierra de los hombres dragón. Aunque el frío y el ímpetu de los nativos acabaran prestos con el fuego que podía verse extendido con bravura por los fuertes aires, la tranquilidad que se vivía ahora en la ciudad era fingida y el silencio era forzado por los guardias que se aseguraban de mantener el orden público ante el alboroto. La ley de los dragones se cumplía a rajatabla en todo el horizonte cercano donde hubiera nieve o montañas. Los guardias, hombres que formaban parte de la orden de caballeros dragón, se encargaban de que aquello así fuese.
Grupos de varios guardias marchaban en formación por las calles haciendo gran estruendo por lo pesado de sus armaduras y la uniformidad de su marcha disciplinada mientras algunos de ellos que preferían su forma draconiana dominaban los cielos de Dundarak. Pronto, un dragón de color esmeralda descendía cerca de una de las puertas donde se encontraba el capitán Ulrik, tomando su forma humana a medida que descendía.- Mi señor... - Diría con algo de desconfianza el emisario que aparentaba corta edad.- No se como lo han hecho, pero los forajidos han abandona... - Quiso seguir hablando, pero la cólera en los ojos de su superior acallaron al muchacho que cerraría los ojos sabiendo que le caería una buena reprimenda.
- ¡Ordené que se cerraran todas las salidas, ordené su captura... Dejad de boicotear mis órdenes! - Cerraría el puño el capitán con el brazo alzado hacia el muchacho tembloroso mientras era escuchado por sus dos guardias personales a sus espaldas. Pronto el malestar del capitán se notaría en el ambiente. Aquél día había sido fatídico, la guardia había hecho imposibles para obedecer las órdenes del Ulrik, pero al parecer, la presencia del asesino de su padre en Dundarak había perturbado el juicio del capitán. Todo eso había costado víctimas civiles y materiales, por lo que pronto el credo dragón tomaría duras medidas sobre el capitán y su gestión.
En todo caso, la justicia de la gente dragón era lenta, y aunque a nadie le gustaban las medidas que había tomado el oficial, los soldados obedecían las órdenes sin rechistar debido a su sentido del deber o bien a que las jerarquías estaban muy bien inculcadas entre los caballeros. Aquello les impedía ver el desastre que habían provocado en la tierra que juraban proteger, no obstante siguieron manteniendo a la plebe en orden por las calles. Entretanto, el emisario informaba a Ulrik sobre la localización de la pareja de forajidos, que se dirigían a una granja conocida. El capitán sonrío con satisfacción y maldad antes de hablar.- ¡Caballos para mi y mi escolta, yo mismo daré caza de una vez a ese malnacido! - Diría el capitán con un tono de voz lleno de ira homicida mientras subía ágilmente a uno de los caballos al igual que los dos hombres que le escoltaban.
Ante las puertas, Ulrik se lamía los labios con impaciencia, haría que su caballo se alzase sobre sus patas traseras y relinchara antes de empezar a cabalgar incesante al encuentro de su verdadero objetivo en la llanura, donde las herraduras de los tres caballos serían suficiente para hacer temblar el suelo en sus cercanías.
____
Bueno empieza aquí el mastereado. A partir de ahora los soldados así como el capitán serán interpretados únicamente por mi, lo que no os impide interactuar con estos. Pronto escucharéis carga de caballos a vuestras espaldas y veréis sus figuras en el horizonte. Recordad que debéis actuar acorde con vuestros atributos y habilidades propias del personaje, ya que eso determinará en gran medida el éxito de vuestras acciones.
Carta blanca, esconderos, corred, dad la cara a los tres caballeros que se os acercan, lo que queráis. Espero que disfrutéis, suerte.
Ger
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
-Bastante lejos si, pero tienes donde volver.- Digo con mi mirada fija en el horizonte y sigo caminando sin cambiar mi expresión. El frío es bastante severo, y sufro por Lisbeth, parece que no esta acostumbrada a este clima. Me giro para mirarla a los ojos y la cojo de la mano y acelero un poco el paso. Avanzamos varios cientos de metros acompañados por el sonido de nuestras pisadas en la nieve esponjosa.
Cuando estamos a penas a quinientos metros de la granja el viento trae el retumbar de caballos al galope, me giro mirando quien debe ser. Y forzando un poco la vista lo distingo sin duda alguna, es el capitán de la guardia junto a dos oficiales. Cabalgan a gran velocidad en nuestra dirección. La duda me asalta por un segundo, pero solo esta mi granja en las cercanías.
-Es el capitán Lisbeth, tenemos que escapar.- Tal como le digo eso empiezo a correr sin soltarla de la mano. Corro con toda la velocidad de que dispongo. -Lisbeth, cuando entremos coge mantas y abrigos que veas.- Le digo comenzando a planear en mi cabeza como entraremos cogeremos cuatro cosas y escaparemos por la puerta de atrás. Sigo corriendo el resto de camino que queda y toco a la puerta con fuerza. -Abrid, soy yo. Rápido.- Digo alzando la voz algo alterado. No son muchas las cosas que se del capitán, pero si que es peligroso.
Henry abre la puerta con cara de susto. -Que pasa?- Le empujo para que entre, suelto a Lisbeth cuando entra y cierro la puerta. Es una casa de solo una estancia, con las camas a un lado, la cocina al otro y en medio una mesa. Junto la pared del fondo hay un armario. -Coged comida tenemos que irnos! Ya!- Tanto Henry como Enma se miran extrañados pero asustados a la vez, me ven la preocupación en la cara. -Y ella?- Dice Enma. (Morena de pelo rizado y ojos color miel, tiene diecisiete años Henry alto fuerte y pelo negro y corto. veintiún años.) -Déjala y coge comida.- Cojo una espada que tengo colgada tras la puerta de entrada, la saco de su vaina, y su hoja esta algo oxidada, pero sigue afilada. La guardo y me la cuelgo a la espalda. Abro el armario y cojo ropa de abrigo y la meto dentro de un saco de lino.
Me giro y miro a todos. -Vayámonos.- Abro la puerta trasera y me dispongo a salir.
Cuando estamos a penas a quinientos metros de la granja el viento trae el retumbar de caballos al galope, me giro mirando quien debe ser. Y forzando un poco la vista lo distingo sin duda alguna, es el capitán de la guardia junto a dos oficiales. Cabalgan a gran velocidad en nuestra dirección. La duda me asalta por un segundo, pero solo esta mi granja en las cercanías.
-Es el capitán Lisbeth, tenemos que escapar.- Tal como le digo eso empiezo a correr sin soltarla de la mano. Corro con toda la velocidad de que dispongo. -Lisbeth, cuando entremos coge mantas y abrigos que veas.- Le digo comenzando a planear en mi cabeza como entraremos cogeremos cuatro cosas y escaparemos por la puerta de atrás. Sigo corriendo el resto de camino que queda y toco a la puerta con fuerza. -Abrid, soy yo. Rápido.- Digo alzando la voz algo alterado. No son muchas las cosas que se del capitán, pero si que es peligroso.
Henry abre la puerta con cara de susto. -Que pasa?- Le empujo para que entre, suelto a Lisbeth cuando entra y cierro la puerta. Es una casa de solo una estancia, con las camas a un lado, la cocina al otro y en medio una mesa. Junto la pared del fondo hay un armario. -Coged comida tenemos que irnos! Ya!- Tanto Henry como Enma se miran extrañados pero asustados a la vez, me ven la preocupación en la cara. -Y ella?- Dice Enma. (Morena de pelo rizado y ojos color miel, tiene diecisiete años Henry alto fuerte y pelo negro y corto. veintiún años.) -Déjala y coge comida.- Cojo una espada que tengo colgada tras la puerta de entrada, la saco de su vaina, y su hoja esta algo oxidada, pero sigue afilada. La guardo y me la cuelgo a la espalda. Abro el armario y cojo ropa de abrigo y la meto dentro de un saco de lino.
Me giro y miro a todos. -Vayámonos.- Abro la puerta trasera y me dispongo a salir.
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Se le debía de notar más de lo que pensaba el frío que sentía, porque en el momento en el que le cogió de la mano, sintió cómo aunque la mano de Ego estaba fría, tenía cierta diferencia de temperatura con la suya propia.
- Tener un sitio al que volver no siempre significa algo bueno -Replicó, pero con buen tono, más bien estuvo a punto de añadir: ''...sobre todo si ese lugar está vacío'', pero se lo calló. No tenía porqué ir contando penas, no interesaban, no era nada esencial.
Eso si, el corazón comenzó a latirle más rápido de lo normal en cuanto advirtió que estaban siendo perseguidos. Tuvo apenas unos segundos para mirar hacia atrás y confirmarlo, pero ese sonido característico de los jinetes montando a caballo y el que se dirigieran a tanta velocidad era un hecho que le ayudó a intentar seguir el ritmo de carrera al elfo.
No era nada sencillo intentar correr al ritmo de alguien cuya naturaleza le permite ir a cierta velocidad cómodamente mientras que ella, entre que no poseía tales características y el frío le calaba, a veces daba ciertos tropezones que casi les habrían retrasado de no ser porque la llevaba agarrada.
''...coge mantas y abrigos que veas'', eso fue lo que consiguió escuchar y en menos de unos segundos, se encontraba dentro de la casa del elfo, de esa granja junto a aquellos dos completos extraños. Claro que ella también lo era, y eso ya se encargó la niña de decirlo.
Cumplió lo que él le pidió, como la estancia en la que se basaba la casa no tenía mucha complicación, tampoco la tuvo al momento de buscar esa ropa de abrigo y mantas. No es que hubiera mucho, se notaba la humildad, pero sí se las entregó a Ego a la vez que él cogía parte de ellas también, al final todo acabó metido en una bolsa.
Al ver la puerta trasera abierta, la bruja casi juraba para sí misma que los caballos se oían más cerca, pero no quería pensar en eso, sería lo peor distraerse ahora, así que salió precipitadamente de la casa, como todos, aunque se notaba cómo los dos ''hijos'' de Ego no tenían aún muy claro qué era lo que estaba ocurriendo.
Además, si antes pensaba que la cosa se había complicado, ahora se torció del todo y encima con más gente implicada. Cuatro iban ya, y lo peor era que la historia no parecía ser suya, que no tenía porqué estar allí, pero en cambio se había metido hasta el fondo en el asunto y no iba a salir.
- Tener un sitio al que volver no siempre significa algo bueno -Replicó, pero con buen tono, más bien estuvo a punto de añadir: ''...sobre todo si ese lugar está vacío'', pero se lo calló. No tenía porqué ir contando penas, no interesaban, no era nada esencial.
Eso si, el corazón comenzó a latirle más rápido de lo normal en cuanto advirtió que estaban siendo perseguidos. Tuvo apenas unos segundos para mirar hacia atrás y confirmarlo, pero ese sonido característico de los jinetes montando a caballo y el que se dirigieran a tanta velocidad era un hecho que le ayudó a intentar seguir el ritmo de carrera al elfo.
No era nada sencillo intentar correr al ritmo de alguien cuya naturaleza le permite ir a cierta velocidad cómodamente mientras que ella, entre que no poseía tales características y el frío le calaba, a veces daba ciertos tropezones que casi les habrían retrasado de no ser porque la llevaba agarrada.
''...coge mantas y abrigos que veas'', eso fue lo que consiguió escuchar y en menos de unos segundos, se encontraba dentro de la casa del elfo, de esa granja junto a aquellos dos completos extraños. Claro que ella también lo era, y eso ya se encargó la niña de decirlo.
Cumplió lo que él le pidió, como la estancia en la que se basaba la casa no tenía mucha complicación, tampoco la tuvo al momento de buscar esa ropa de abrigo y mantas. No es que hubiera mucho, se notaba la humildad, pero sí se las entregó a Ego a la vez que él cogía parte de ellas también, al final todo acabó metido en una bolsa.
Al ver la puerta trasera abierta, la bruja casi juraba para sí misma que los caballos se oían más cerca, pero no quería pensar en eso, sería lo peor distraerse ahora, así que salió precipitadamente de la casa, como todos, aunque se notaba cómo los dos ''hijos'' de Ego no tenían aún muy claro qué era lo que estaba ocurriendo.
Además, si antes pensaba que la cosa se había complicado, ahora se torció del todo y encima con más gente implicada. Cuatro iban ya, y lo peor era que la historia no parecía ser suya, que no tenía porqué estar allí, pero en cambio se había metido hasta el fondo en el asunto y no iba a salir.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
El cabalgar de los caballos era imparable, pronto el sol se escondería por el oeste y el helor de la llanura apenas sería soportado por algunas especies autóctonas y los propios hombres-dragón que habitaban esas tierras y montañas. Su cuerpo era resistente, su piel tenaz y entre la armadura de metal colocaban pieles de diferentes animales que les permitían mantener una temperatura adecuada aunque el metal se enfriase. Cuando el viento empezó a hacer que el polvo formado por pequeñas agrupaciones de nieve chocara picando sobre la piel de los tres jinetes, estos pronto vislumbrarían las dos figuras a las que perseguían cerca de la granja indicada. - Adelantos, que no escapen. - Ordenaría a sus dos acompañantes, que pronto blandirían un arco largo en el caballo y aumentarían su velocidad.- ¡Lo quiero vivo, él me pertenece, no lo olvidéis si no queréis pagar por ello!
Ambos caballeros asentirían a las órdenes del capitán, aun sorprendidos por el afán de dar caza a quién dio muerte a su padre, ya que no era común en Ulrik dejarse llevar por pensamientos egoístas o de venganza, y ambos hombres conocían bien al capitán que llevaban tiempo protegiendo. Obedeciendo sin dudarlo, los dos jinetes tomaban velocidad, su objetivo les podía distinguir perfectamente entre el blanco de la nieve sobre sus caballos y se delató al salir corriendo hacia la granja junto a la mujer. Dispararon los jinetes un par de flechas a modo de advertencia en su dirección, pero ambos, el elfo y la mujer, estaban a demasiada distancia incluso para aquellos expertos tiradores acostumbrados a los fuertes vientos cuando apuntaban.
Las flechas hicieron un agudo silbido cortando el aire que atravesaron antes de clavarse en el suelo, a pocos metros del elfo que entraba en la granja. Al cerrar la puerta, comprobaría que dos flechas más se clavaban en ese instante en esta, y pronto los caballeros se bajarían del caballo para intentarla desatrancar. Estarían ambos empujando la puerta principal cuando escucharon las voces de mujeres y niños en el interior, lo cual haría que vacilaran un pequeño instante en el que Ulrik llegaba montado en su caballo negro. - Es suficiente, inútiles... - Diría con tono imperativo el capitán, muy decepcionado por la lentitud de los hombres a sus órdenes.- ¡Abrid la puerta sin resistencia y entregadme a Naleim! - Gritaría en un principio ante la puerta de la casa.- ¡No es siquiera de estas tierras, entregármelo y nada le pasará a esta granja y a quienes en ella residen!
Mientras el capitán hablaba, su caballo daba vueltas sobre si mismo, empatizando la inquietud de su jinete, que pronto cogería las riendas del mismo y se dirigiría hacia la puerta. Aquél semental oscuro, se levantaría sobre sus dos patas traseras para caer con fuerza sobre la débil estructura, abriéndola de par en par entre varias astillas saltando, dedicando Ulrik una sanguinaria sonrisa a la escena familiar que se vivía cerca de la puerta trasera.
Ambos caballeros asentirían a las órdenes del capitán, aun sorprendidos por el afán de dar caza a quién dio muerte a su padre, ya que no era común en Ulrik dejarse llevar por pensamientos egoístas o de venganza, y ambos hombres conocían bien al capitán que llevaban tiempo protegiendo. Obedeciendo sin dudarlo, los dos jinetes tomaban velocidad, su objetivo les podía distinguir perfectamente entre el blanco de la nieve sobre sus caballos y se delató al salir corriendo hacia la granja junto a la mujer. Dispararon los jinetes un par de flechas a modo de advertencia en su dirección, pero ambos, el elfo y la mujer, estaban a demasiada distancia incluso para aquellos expertos tiradores acostumbrados a los fuertes vientos cuando apuntaban.
Las flechas hicieron un agudo silbido cortando el aire que atravesaron antes de clavarse en el suelo, a pocos metros del elfo que entraba en la granja. Al cerrar la puerta, comprobaría que dos flechas más se clavaban en ese instante en esta, y pronto los caballeros se bajarían del caballo para intentarla desatrancar. Estarían ambos empujando la puerta principal cuando escucharon las voces de mujeres y niños en el interior, lo cual haría que vacilaran un pequeño instante en el que Ulrik llegaba montado en su caballo negro. - Es suficiente, inútiles... - Diría con tono imperativo el capitán, muy decepcionado por la lentitud de los hombres a sus órdenes.- ¡Abrid la puerta sin resistencia y entregadme a Naleim! - Gritaría en un principio ante la puerta de la casa.- ¡No es siquiera de estas tierras, entregármelo y nada le pasará a esta granja y a quienes en ella residen!
Mientras el capitán hablaba, su caballo daba vueltas sobre si mismo, empatizando la inquietud de su jinete, que pronto cogería las riendas del mismo y se dirigiría hacia la puerta. Aquél semental oscuro, se levantaría sobre sus dos patas traseras para caer con fuerza sobre la débil estructura, abriéndola de par en par entre varias astillas saltando, dedicando Ulrik una sanguinaria sonrisa a la escena familiar que se vivía cerca de la puerta trasera.
Ger
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Estoy a punto de abrir la puerta trasera cuando escucho las voces de los guardias desde el exterior. Dicen que si me entrego dejarán en paz a mis hijos. No se que debería hacer, si me entrego, me espera de seguro pena de muerte y si escapo mis hijos también serán unos prófugos. No puedo condenarlos a una vida de fugas y huidas continuas. Abro la puerta trasera. -Henry coge a tu hermana y no la sueltes, y corre hasta llegar a la cueva. No pares de correr por nada.- Le digo tanto a mi pequeña como a Henry.
De inmediato los dos jóvenes comienzan a correr, con gran agilidad. Echo una de las capas de lana mas gruesa a los hombros de Lisbeth, para protegerla del frío. -Tenemos que huir... Perdón por meterte en problemas Lisbeth.- Le digo a la chica. La puerta delantera cae al suelo, cayendo sobre una vieja silla. Cuando miro veo al capitán sobre su caballo y nos mira con ojos asesinos y una sonrisa maléfica. Mi mirada y la del capitán se cruzan durante unos cinco segundos que se hacen eternos. -Algún día nos enfrentaremos capitán... Pero... Hoy no.- Y sin perder ni un solo segundo, paso un brazo por detrás de las piernas de Lisbeth levantándola en volandas y salgo por la puerta trasera corriendo con toda la velocidad que es capaz.
A unos doscientos metros por delante de mi veo a Henry y Enma que corren cogidos de las manos. Yo sigo corriendo con Lisbeth en mis brazos, apretándola un poco contra mi pecho, dándole todo el calor que puedo. -No se como saldremos de esta Lisbeth.- Le digo y miro hacía atrás para comprobar donde están nuestros perseguidores.
De inmediato los dos jóvenes comienzan a correr, con gran agilidad. Echo una de las capas de lana mas gruesa a los hombros de Lisbeth, para protegerla del frío. -Tenemos que huir... Perdón por meterte en problemas Lisbeth.- Le digo a la chica. La puerta delantera cae al suelo, cayendo sobre una vieja silla. Cuando miro veo al capitán sobre su caballo y nos mira con ojos asesinos y una sonrisa maléfica. Mi mirada y la del capitán se cruzan durante unos cinco segundos que se hacen eternos. -Algún día nos enfrentaremos capitán... Pero... Hoy no.- Y sin perder ni un solo segundo, paso un brazo por detrás de las piernas de Lisbeth levantándola en volandas y salgo por la puerta trasera corriendo con toda la velocidad que es capaz.
A unos doscientos metros por delante de mi veo a Henry y Enma que corren cogidos de las manos. Yo sigo corriendo con Lisbeth en mis brazos, apretándola un poco contra mi pecho, dándole todo el calor que puedo. -No se como saldremos de esta Lisbeth.- Le digo y miro hacía atrás para comprobar donde están nuestros perseguidores.
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Qué confusión se empezaba a formar en la cabeza de la muchacha viéndose en una situación como aquella. No era la primera vez en su vida que había sido perseguida, y menos siendo lo que era, pero era la primera ocasión en la que el frío la calaba, se encontraba con unos completos desconocidos aunque con Ego no sintiera lo mismo, y no tenía ni idea de cómo iban a librarse.
Por un segundo, se le pasó por la cabeza la posibilidad de un enfrentamiento directo, pero algo le decía que no tenía el nivel necesario para ello, lo que había hecho al capitán al parecer le afectó más bien poco. ''Eso es un simple juego de niños'', habría dicho su madre.
Cuando ambos, hermano y hermana, se marcharon de la casa a toda prisa, comprendió que de cualquier forma las palabras de la autoridad eran mentira, que por mucho que tomaran una opción u otra, nadie acabaría bien. No sería la primera vez que pasaba algo así, y más si la ira estaba de por medio.
- Gracias, pero fui yo la que de una forma u otra se ha metido de lleno en esto -Y es que era la verdad, no tenía porqué disculparse.
Se acomodó la capa que al primer contacto sintió algo fría, pero al momento después, el tacto ya era agradable y su temperatura intentó adecentarse un poco.
En ese momento, cuando el caballo derrumba con sus patas la puerta principal y ambos, pegados a la trasera contemplan la escena, a la muchacha casi le da un algo del sobresalto. Qué malos ojos los del capitán, cuánto enfado sentía.
- ¡Eh...! -No esperaba en absoluto que la fuera a coger de esa forma y tal vez en otro momento se habría preocupado porque llevaba un vestido después de todo, pero no era ocasión para ese tipo de cosas, qué vaivén de sensaciones más confuso tenía en la cabeza.
Uno de sus brazos lo pasó por el cuello del elfo, facilitando así que la llevara y yendo más cómoda, claro que sabía que no iba a poder llevarla mucho tiempo. Las condiciones del lugar en el que se encontraban acabarían haciéndoles mella y sobre todo, lo que le preocupaba, era el resultar una verdadera molestia y desventaja para él.
- De verdad...si te sientes cansado suéltame -Le pidió, y aunque no sabía si lo estaría, no quería que le pasara nada.
Por un segundo, se le pasó por la cabeza la posibilidad de un enfrentamiento directo, pero algo le decía que no tenía el nivel necesario para ello, lo que había hecho al capitán al parecer le afectó más bien poco. ''Eso es un simple juego de niños'', habría dicho su madre.
Cuando ambos, hermano y hermana, se marcharon de la casa a toda prisa, comprendió que de cualquier forma las palabras de la autoridad eran mentira, que por mucho que tomaran una opción u otra, nadie acabaría bien. No sería la primera vez que pasaba algo así, y más si la ira estaba de por medio.
- Gracias, pero fui yo la que de una forma u otra se ha metido de lleno en esto -Y es que era la verdad, no tenía porqué disculparse.
Se acomodó la capa que al primer contacto sintió algo fría, pero al momento después, el tacto ya era agradable y su temperatura intentó adecentarse un poco.
En ese momento, cuando el caballo derrumba con sus patas la puerta principal y ambos, pegados a la trasera contemplan la escena, a la muchacha casi le da un algo del sobresalto. Qué malos ojos los del capitán, cuánto enfado sentía.
- ¡Eh...! -No esperaba en absoluto que la fuera a coger de esa forma y tal vez en otro momento se habría preocupado porque llevaba un vestido después de todo, pero no era ocasión para ese tipo de cosas, qué vaivén de sensaciones más confuso tenía en la cabeza.
Uno de sus brazos lo pasó por el cuello del elfo, facilitando así que la llevara y yendo más cómoda, claro que sabía que no iba a poder llevarla mucho tiempo. Las condiciones del lugar en el que se encontraban acabarían haciéndoles mella y sobre todo, lo que le preocupaba, era el resultar una verdadera molestia y desventaja para él.
- De verdad...si te sientes cansado suéltame -Le pidió, y aunque no sabía si lo estaría, no quería que le pasara nada.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Ulrik tiraba de las riendas del caballo, observando de lado como Ego huía con la mujer a sus espaldas por la puerta de atrás. - Una lástima... Tú, prende fuego a esta granja, que no quede piedra sobre piedra. - Diría primeramente a uno de sus escoltas antes de dirigirse al segundo.- ¡Y tú, síguelos... A pie! - Gritaría para el último de los dos hombres que habían quedado a las espaldas del capitán, también algo confusos por la situación. La casa y sobretodo la puerta trasera, eran demasiado pequeñas como para que un hombre las pudiese atravesar a caballo, por lo que el capitán hizo a su montura girar sobre si para voltear la granja.
Por su lado, el segundo caballero blandiría su espada y empezaría una persecución en la nieve bastante confiado, pues sabía del cierto que el elfo no aguantaría demasiado tiempo las condiciones de la interpérie cargando con una mujer a sus espaldas. - ¡Lucha como un hombre Naleim! -Gritaría uno de los escoltas del capitán a la carrera, mientras su pesada armadura se hundía entre la nieve que atravesaban al correr. Mientras tanto, Ulrik seguía cabalgando rodeando la pequeña granja, pronto podría ver al elfo y la bruja huyendo de forma nefasta de sus hombres, pero algo parecía llamar más la atención del jinete de armadura y montura oscuras.
- ¡Arre! - Golpearía levemente con su bota metálica la parte trasera del semental, indicándole que aumentara la velocidad. Ulrik adelantaba pronto a su caballero y desenfundaba su mandoble pareciendo que cargaba hacia Nalem, que cada vez se encontraba más cerca. La sorpresa abrumó no solo al soldado del capitán que retomaba la persecución, sino seguramente a los propios forajidos que veían como Ulrik, la espada del cual había pasado cerca del elfo, seguía avanzando en línea recta. No tendría tiempo la pareja de observar las intenciones del capitán al adelantarles, pues la escolta del mismo se encontraba cargando hacia ellos con la espada en posición agresiva.
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En este turno deberéis combatir o sortear al caballero dragón si conseguís esquivar su primer ataque. Hablad entre vosotros la estrategia que vais a tomar, pues en vuestra cooperación puede encontrarse el éxito, aunque no olviden adaptarse a sus atributos. En mi siguiente post seré yo quién dictamine el resultado de vuestras acciones. Suerte.
Por su lado, el segundo caballero blandiría su espada y empezaría una persecución en la nieve bastante confiado, pues sabía del cierto que el elfo no aguantaría demasiado tiempo las condiciones de la interpérie cargando con una mujer a sus espaldas. - ¡Lucha como un hombre Naleim! -Gritaría uno de los escoltas del capitán a la carrera, mientras su pesada armadura se hundía entre la nieve que atravesaban al correr. Mientras tanto, Ulrik seguía cabalgando rodeando la pequeña granja, pronto podría ver al elfo y la bruja huyendo de forma nefasta de sus hombres, pero algo parecía llamar más la atención del jinete de armadura y montura oscuras.
- ¡Arre! - Golpearía levemente con su bota metálica la parte trasera del semental, indicándole que aumentara la velocidad. Ulrik adelantaba pronto a su caballero y desenfundaba su mandoble pareciendo que cargaba hacia Nalem, que cada vez se encontraba más cerca. La sorpresa abrumó no solo al soldado del capitán que retomaba la persecución, sino seguramente a los propios forajidos que veían como Ulrik, la espada del cual había pasado cerca del elfo, seguía avanzando en línea recta. No tendría tiempo la pareja de observar las intenciones del capitán al adelantarles, pues la escolta del mismo se encontraba cargando hacia ellos con la espada en posición agresiva.
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En este turno deberéis combatir o sortear al caballero dragón si conseguís esquivar su primer ataque. Hablad entre vosotros la estrategia que vais a tomar, pues en vuestra cooperación puede encontrarse el éxito, aunque no olviden adaptarse a sus atributos. En mi siguiente post seré yo quién dictamine el resultado de vuestras acciones. Suerte.
Ger
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Justo cuando miro hacia atrás veo como el capitán avanza a lomos de su caballo negro, con una gran espada en su mano directo hacía mi. Sin tiempo para decidir, tan solo me lanzo a un lado, alzando los brazos, para que cuando caiga, Lisbeth no se haga daño.
Dejo a la chica en el suelo con suavidad, y retiro los brazos de debajo de ella con rapidez, para a continuación incorporarme dando una voltereta en el aire sobre Lisbeth para caer mirando hacía mi perseguidor con mi mano en la empuñadura de mi espada, preparado para desenfundarla. Pero para mi sorpresa el capitán me pasa de largo lanzándose en persecución tras mis hijos.
No pienso dejar que el capitán los atrape, pero el soldado que lo acompaña se acerca corriendo tan rápido como puede con su espada preparada para atacarme, impidiéndome así que persiga a su capitán. Desenfundo mi espada y observo al soldado como se acerca a la carrera, e intento prevenir sus movimientos poniéndome en posición defensiva. Doy un paso atrás con mi pie izquierdo, quedandome mirando al soldado un poco de lado y alzo mi brazo, con él que sujeto la espada, para poner mi mano derecha casi pegada a mi oreja, totalmente preparado para cuando me ataque hacer una finta y quedarme en posición ventajosa.
Dejo a la chica en el suelo con suavidad, y retiro los brazos de debajo de ella con rapidez, para a continuación incorporarme dando una voltereta en el aire sobre Lisbeth para caer mirando hacía mi perseguidor con mi mano en la empuñadura de mi espada, preparado para desenfundarla. Pero para mi sorpresa el capitán me pasa de largo lanzándose en persecución tras mis hijos.
No pienso dejar que el capitán los atrape, pero el soldado que lo acompaña se acerca corriendo tan rápido como puede con su espada preparada para atacarme, impidiéndome así que persiga a su capitán. Desenfundo mi espada y observo al soldado como se acerca a la carrera, e intento prevenir sus movimientos poniéndome en posición defensiva. Doy un paso atrás con mi pie izquierdo, quedandome mirando al soldado un poco de lado y alzo mi brazo, con él que sujeto la espada, para poner mi mano derecha casi pegada a mi oreja, totalmente preparado para cuando me ataque hacer una finta y quedarme en posición ventajosa.
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Lo siguiente que ocurrió, no fue capaz de verlo venir porque realmente no lo esperaba y desde su ángulo no podía girar bien el cuello si Ego seguía llevándola en brazos: cayeron ambos al suelo al tener que tirarse y amortiguó el golpe el propio elfo.
Abrió los ojos de par en par, veía como si fuera a cámara lenta cómo el capitán se acercaba raudo, con espada en mano y apuntándole, pero cuando fue consciente de que ahora contra quien quería cargar eran los críos, aunque no lo eran tanto, se le puso el corazón en la garganta.
- ¡Cobarde! -Le gritó al capitán de lejos junto a varias provocaciones más con intención de llamar su atención en cuanto se puso en pie.
Porque claro, a la distancia a la que estaba del susodicho y a la velocidad a la que iba cargando contra los jóvenes, no iba a cogerle aunque echara a correr, sería perder el tiempo cuando a su lado estaba a punto de comenzar otro enfrentamiento.
Eso si, pensando rápido o al menos intentándolo, se le ocurrió algo que podría funcionar, así que comenzó a frotar sus manos una y otra vez..y otra...y otra, sin parar, y pronunciando unas muy leves palabras que cualquiera no podría entender.
Pudiendo manejar ese elemento, tras calentar sus manos y dar forma al ''calor'' sobre sus palmas, agudizó la vista como pudo, porque estaba claro que tan bien como un elfo no podría hacerlo, e intentó lanzar una mini-bola de fuego con intención de darle al caballo en la parte de atrás, alarmarle en cierto modo como si se estuviera quemando aunque fuera un simple roce y que evitara así lo que pretendía su amo.
Abrió los ojos de par en par, veía como si fuera a cámara lenta cómo el capitán se acercaba raudo, con espada en mano y apuntándole, pero cuando fue consciente de que ahora contra quien quería cargar eran los críos, aunque no lo eran tanto, se le puso el corazón en la garganta.
- ¡Cobarde! -Le gritó al capitán de lejos junto a varias provocaciones más con intención de llamar su atención en cuanto se puso en pie.
Porque claro, a la distancia a la que estaba del susodicho y a la velocidad a la que iba cargando contra los jóvenes, no iba a cogerle aunque echara a correr, sería perder el tiempo cuando a su lado estaba a punto de comenzar otro enfrentamiento.
Eso si, pensando rápido o al menos intentándolo, se le ocurrió algo que podría funcionar, así que comenzó a frotar sus manos una y otra vez..y otra...y otra, sin parar, y pronunciando unas muy leves palabras que cualquiera no podría entender.
Pudiendo manejar ese elemento, tras calentar sus manos y dar forma al ''calor'' sobre sus palmas, agudizó la vista como pudo, porque estaba claro que tan bien como un elfo no podría hacerlo, e intentó lanzar una mini-bola de fuego con intención de darle al caballo en la parte de atrás, alarmarle en cierto modo como si se estuviera quemando aunque fuera un simple roce y que evitara así lo que pretendía su amo.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
El caballero dragón avanzaba a la carga con su espadón cogido con ambas manos con una rectitud impecable respecto a su portador. Aunque su capitán hubiese seguido avanzando sin una razón aparente para aquél soldado, él tenía la obligación de dar caza a Naleim, que caía al suelo por tal de evitar la carga del capitán a caballo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, observaría como el elfo se levantaba con agilidad y pronto tomaba una postura que revelaba conocimiento en la lucha armada, no era un simple granjero.
Se acercó entonces a toda velocidad con la espada por delante cortando nada, el elfo al que había subestimado quedaba ahora a las espaldas del caballero, que observaría a la mujer que seguía en el suelo invocando el elemento ígneo. - No olvides que tu enemigo soy yo maldita bruja... - Diría antes de propinar una fuerte patada en el costillar de la mujer estirada, la cual fallaría estrepitosamente su hechizo, lanzado una bola parpadeante de fuego que se perdió entre la nieve. Con Lisbeth sin respiración durante unos momentos, ahora el caballero se giraba hacia el elfo volteando sobre si con gracia de bailarín espada en alto, la cual haría caer sobre el torso del elfo, propinándole un tajo superficial del pectoral izquierdo en diagonal, que haría que este no pudiera mantenerse de pie.
El sol se había escondido y una vaga luz púrpura bañaba la dura lucha que estaban viviendo los tres combatientes en la nieve. El tiempo pasaba rápidamente y pronto una nueva luz intensa sería visible para todos los que estuvieran en la llanura, pues ante los ojos del elfo, la granja que un día fue su hogar ardía con intensidad cuando un segundo caballero se acercaba en su montura a la pelea para acabar todo aquello, demasiada sangre se había derramado para el gusto de aquellos hombres de armas. - Es suficiente Naleim, ríndete. - Dijo cuando su caballo les dio alcance.
Cuando hubiera dicho aquellas palabras, el caballero parecía empalidecer, pronto su falta de habla y su rostro de horror serían un buen motivo como para que los tres combatientes se giraran a ver por qué la luz de las llamas habían hecho que el caballero se paralizase. El viento hacia que los pelos de Ulrik y su capa hondearan mientras cabalgaba. Sostenía el mandoble al lado derecho de su caballo de tal modo que parecía tener perfecta armonía con el aire que cortaba. No muy lejos de él, el muchacho corría con la pequeña en brazos, la protegería como había prometido instantes antes a su padre sin mirar atrás, tan siquiera se daba cuenta de que su casa ardía por orden del capitán a sus espaldas. - ¡Ulrik, no lo hagas! - Gritaría finalmente el caballero montado, pero era demasiado tarde.
El muchacho se giraba ante el sonido de aquél gigantesco caballo en su dirección y se quedaba paralizado por el miedo de aquella terrorífica visión del caballero negro que reinaba sobre un fondo de llamas a sus espaldas, miró a al que había sido su padre un último segundo mientras una lágrima recorría su mejilla, había llegado el fin. Ulrik decapitaba a su paso a aquél joven indefenso, el cuerpo del cual caería de rodillas antes de reposar en el suelo, pues no se levantaría nunca más.
__________
Buen intento, pero olvidasteis que la unión hace la fuerza. Aun así no perdáis la esperanza, tras una descripción del combate empezará vuestro turno, pero con una variación para Naleim. Si haces un buen post descriptivo en el que reflejes las emociones de tu personaje, entrarás en estado de furia, lo que te otorgará +10 de constitución y fuerza, aunque tu destreza se verá penalizada en -2 y durante este turno atacarás a los dos caballeros que te rodean salvándose Lisbeth por estar en el suelo.
Si tu post me agrada, este estado te durará dos turnos más durante los cuales no notarás tu herida, pero te aseguro que no durará para siempre. Espero que disfrutéis de esta tragedia que estamos montando, suerte.
Se acercó entonces a toda velocidad con la espada por delante cortando nada, el elfo al que había subestimado quedaba ahora a las espaldas del caballero, que observaría a la mujer que seguía en el suelo invocando el elemento ígneo. - No olvides que tu enemigo soy yo maldita bruja... - Diría antes de propinar una fuerte patada en el costillar de la mujer estirada, la cual fallaría estrepitosamente su hechizo, lanzado una bola parpadeante de fuego que se perdió entre la nieve. Con Lisbeth sin respiración durante unos momentos, ahora el caballero se giraba hacia el elfo volteando sobre si con gracia de bailarín espada en alto, la cual haría caer sobre el torso del elfo, propinándole un tajo superficial del pectoral izquierdo en diagonal, que haría que este no pudiera mantenerse de pie.
El sol se había escondido y una vaga luz púrpura bañaba la dura lucha que estaban viviendo los tres combatientes en la nieve. El tiempo pasaba rápidamente y pronto una nueva luz intensa sería visible para todos los que estuvieran en la llanura, pues ante los ojos del elfo, la granja que un día fue su hogar ardía con intensidad cuando un segundo caballero se acercaba en su montura a la pelea para acabar todo aquello, demasiada sangre se había derramado para el gusto de aquellos hombres de armas. - Es suficiente Naleim, ríndete. - Dijo cuando su caballo les dio alcance.
Cuando hubiera dicho aquellas palabras, el caballero parecía empalidecer, pronto su falta de habla y su rostro de horror serían un buen motivo como para que los tres combatientes se giraran a ver por qué la luz de las llamas habían hecho que el caballero se paralizase. El viento hacia que los pelos de Ulrik y su capa hondearan mientras cabalgaba. Sostenía el mandoble al lado derecho de su caballo de tal modo que parecía tener perfecta armonía con el aire que cortaba. No muy lejos de él, el muchacho corría con la pequeña en brazos, la protegería como había prometido instantes antes a su padre sin mirar atrás, tan siquiera se daba cuenta de que su casa ardía por orden del capitán a sus espaldas. - ¡Ulrik, no lo hagas! - Gritaría finalmente el caballero montado, pero era demasiado tarde.
El muchacho se giraba ante el sonido de aquél gigantesco caballo en su dirección y se quedaba paralizado por el miedo de aquella terrorífica visión del caballero negro que reinaba sobre un fondo de llamas a sus espaldas, miró a al que había sido su padre un último segundo mientras una lágrima recorría su mejilla, había llegado el fin. Ulrik decapitaba a su paso a aquél joven indefenso, el cuerpo del cual caería de rodillas antes de reposar en el suelo, pues no se levantaría nunca más.
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Buen intento, pero olvidasteis que la unión hace la fuerza. Aun así no perdáis la esperanza, tras una descripción del combate empezará vuestro turno, pero con una variación para Naleim. Si haces un buen post descriptivo en el que reflejes las emociones de tu personaje, entrarás en estado de furia, lo que te otorgará +10 de constitución y fuerza, aunque tu destreza se verá penalizada en -2 y durante este turno atacarás a los dos caballeros que te rodean salvándose Lisbeth por estar en el suelo.
Si tu post me agrada, este estado te durará dos turnos más durante los cuales no notarás tu herida, pero te aseguro que no durará para siempre. Espero que disfrutéis de esta tragedia que estamos montando, suerte.
Última edición por Ger el Mar Oct 21 2014, 16:33, editado 1 vez
Ger
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Esquivo con facilidad el primer ataque del soldado, quedandome tras él, presuponiendo que me iba a atacar a mi, pero el cobarde propina una patada en el torso de la chica, pero cuando voy a intentar atacarle, con unos movimientos de experto espadachín, se voltea y me da en el pectoral izquierdo causándome una leve herida y haciéndome caer sentado al suelo.
Ya es de noche, pero un brillo anaranjado llama mi atención, la granja que durante estos cinco años había sido mi hogar ahora arde en llamas que la consumirán en poco tiempo. Otro de los soldados se acercado montado en su caballo marrón, pidiéndome que me rinda parado detrás de mi. En este momento estoy en clara desventaja, Lisbeth parece estar pasándolo mal, pero lo que sucede a continuación es algo que hizo que en mi cabeza algo dejase de funcionar.
Sin creer lo que veo, observo como el capitán, cabalgando con su espada lista, un escalofrió recorre mi espalda cuando henry se gira tan solo un segundo, y me mira paralizado. Uno de los soldados grita intentando que el capitán se detenga. Pero esté parece no escuchar -No!... Déjalo!!!!!- Grito mientras me levanto. Pero el capitán con un movimiento corta la cabeza a Henry, que cae al suelo inerte, Enma de inmediato se tira sobre él llorando desconsolada.
-Henry...- Mi mente es un cumulo de sensaciones, veo a Henry, el primer día que llegue a la granja, su mirada desconfiada, y como esta cambiaba a cariño y confianza con el paso del tiempo. Días de cacerías juntos, o cuando nos infiltramos en la ciudad sin llamar la atención. Pero la imagen del momento en que la cabeza del chico se separa de su cuerpo, pasa una y otra vez ante mis ojos. Una lagrima se derrama por mi ojo derecho. -Te mataré- digo en un susurro mirando al capitán con el ceño fruncido, mis ojos totalmente encolerizados y los dientes apretados en una mueca furiosa.
Pero para llegar hasta él tengo dos obstáculos delante, que entorpecen mi visión. Miro al que va sobre él caballo con una sonrisa siniestra y doy un fuerte corte en horizontal a la altura de la garganta del caballo, que se alza sobre sus cuartos traseros asustado, la sangre de su cuello fluye a presión manchando de rojo mi cara. El caballo moribundo cae de espaldas sobre su jinete al cual intento dar una estocada sin piedad en su cabeza y así acabar con él. Me giro, con la mirada fija en algún punto del suelo frente al otro soldado que seguro estaba sorprendido, lo miro a los ojos con odio y comienzo a atacarle, dando estocadas y cortes al azar, sin intención de cortarlo, si no de matarlo.
Ya es de noche, pero un brillo anaranjado llama mi atención, la granja que durante estos cinco años había sido mi hogar ahora arde en llamas que la consumirán en poco tiempo. Otro de los soldados se acercado montado en su caballo marrón, pidiéndome que me rinda parado detrás de mi. En este momento estoy en clara desventaja, Lisbeth parece estar pasándolo mal, pero lo que sucede a continuación es algo que hizo que en mi cabeza algo dejase de funcionar.
Sin creer lo que veo, observo como el capitán, cabalgando con su espada lista, un escalofrió recorre mi espalda cuando henry se gira tan solo un segundo, y me mira paralizado. Uno de los soldados grita intentando que el capitán se detenga. Pero esté parece no escuchar -No!... Déjalo!!!!!- Grito mientras me levanto. Pero el capitán con un movimiento corta la cabeza a Henry, que cae al suelo inerte, Enma de inmediato se tira sobre él llorando desconsolada.
-Henry...- Mi mente es un cumulo de sensaciones, veo a Henry, el primer día que llegue a la granja, su mirada desconfiada, y como esta cambiaba a cariño y confianza con el paso del tiempo. Días de cacerías juntos, o cuando nos infiltramos en la ciudad sin llamar la atención. Pero la imagen del momento en que la cabeza del chico se separa de su cuerpo, pasa una y otra vez ante mis ojos. Una lagrima se derrama por mi ojo derecho. -Te mataré- digo en un susurro mirando al capitán con el ceño fruncido, mis ojos totalmente encolerizados y los dientes apretados en una mueca furiosa.
Pero para llegar hasta él tengo dos obstáculos delante, que entorpecen mi visión. Miro al que va sobre él caballo con una sonrisa siniestra y doy un fuerte corte en horizontal a la altura de la garganta del caballo, que se alza sobre sus cuartos traseros asustado, la sangre de su cuello fluye a presión manchando de rojo mi cara. El caballo moribundo cae de espaldas sobre su jinete al cual intento dar una estocada sin piedad en su cabeza y así acabar con él. Me giro, con la mirada fija en algún punto del suelo frente al otro soldado que seguro estaba sorprendido, lo miro a los ojos con odio y comienzo a atacarle, dando estocadas y cortes al azar, sin intención de cortarlo, si no de matarlo.
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Siguió con los ojos la dirección que tomaba su hechizo, que por leve que fuera esperaba que tuviera efecto, claro que ni siquiera pudo tener la oportunidad de controlarlo un poco más puesto que, ingenua de ella, recibió una buena patada en la zona de las costillas.
''...maldita bruja...'', cuánto resonaban esas palabras en su cabeza mientras se llevaba las manos al lugar golpeado y tosía con intenciones de volver a coger aire, porque le costaba, claramente le había cortado la respiración.
Pero el momento de contemplar cómo el elfo era atacado de esa forma, y de ese corte en el torso brotaba, por ahora lo que parecía poco, sangre que manchaba la tela rasgada a su alrededor, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo e intentó levantarse para ayudarle, no para caer de nuevo en su propia trampa como ya lo había hecho la vez anterior.
Un intento...dos...la respiración ya la había recuperado, pero el levantarse costaba puesto que, aunque el golpe no hubiera sido tan contundente como parecía, siendo una bruja entrenada en la magia, recibir cuerpo a cuerpo no era lo suyo.
Entonces todo se volvió oscuro, se le desvió la mirada hacia la granja que ardía en llamas...se consumía a una velocidad considerable y era normal, tan humilde, los materiales que había dentro, además del techo no eran más que pasto para el fuego.
- ¡Ulrik, no lo hagas! -Seguía mirando cuando escuchó aquello, luego oyó a Ego, y entonces se le paró el corazón.
Cuando se giró, alcanzó a ver cómo la cabeza del muchacho se separaba de su cuerpo siendo el capitán el culpable. Las manos que antes sujetaban su propio torso ahora se cayeron en un gesto dramático a ambos lados, dando con la fría nieve que ahora no notaba.
- ¡No! -Se le escapó un grito que podría helar la sangre de cualquiera que lo escuchara. Fue como si retumbara por todo el sitio y, aún siendo por alguien a quien no le había dado tiempo a conocer, le quedaba la vida por delante. ''Quedaba...''.
Tuvo en ese momento otra intención de levantarse, quería acercarse, apartar a la niña de su propio hermano, que no viera aquello que se le iba a quedar grabado para toda la vida mientras que al que era su acompañante le invadía el rencor e intentaba contraatacar a los soldados que le obstaculizaban el paso a la venganza.
''...maldita bruja...'', cuánto resonaban esas palabras en su cabeza mientras se llevaba las manos al lugar golpeado y tosía con intenciones de volver a coger aire, porque le costaba, claramente le había cortado la respiración.
Pero el momento de contemplar cómo el elfo era atacado de esa forma, y de ese corte en el torso brotaba, por ahora lo que parecía poco, sangre que manchaba la tela rasgada a su alrededor, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo e intentó levantarse para ayudarle, no para caer de nuevo en su propia trampa como ya lo había hecho la vez anterior.
Un intento...dos...la respiración ya la había recuperado, pero el levantarse costaba puesto que, aunque el golpe no hubiera sido tan contundente como parecía, siendo una bruja entrenada en la magia, recibir cuerpo a cuerpo no era lo suyo.
Entonces todo se volvió oscuro, se le desvió la mirada hacia la granja que ardía en llamas...se consumía a una velocidad considerable y era normal, tan humilde, los materiales que había dentro, además del techo no eran más que pasto para el fuego.
- ¡Ulrik, no lo hagas! -Seguía mirando cuando escuchó aquello, luego oyó a Ego, y entonces se le paró el corazón.
Cuando se giró, alcanzó a ver cómo la cabeza del muchacho se separaba de su cuerpo siendo el capitán el culpable. Las manos que antes sujetaban su propio torso ahora se cayeron en un gesto dramático a ambos lados, dando con la fría nieve que ahora no notaba.
- ¡No! -Se le escapó un grito que podría helar la sangre de cualquiera que lo escuchara. Fue como si retumbara por todo el sitio y, aún siendo por alguien a quien no le había dado tiempo a conocer, le quedaba la vida por delante. ''Quedaba...''.
Tuvo en ese momento otra intención de levantarse, quería acercarse, apartar a la niña de su propio hermano, que no viera aquello que se le iba a quedar grabado para toda la vida mientras que al que era su acompañante le invadía el rencor e intentaba contraatacar a los soldados que le obstaculizaban el paso a la venganza.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Los soldados miraban sorprendidos como la espada del capitán era manchada ahora con la sangre de un inocente ante los ojos del elfo aun consciente, tanto que el inesperado caballero caía de espaldas cuando su caballo se levantaba relinchando con agonía mientras dotaba ahora de un nuevo aspecto terrorífico al elfo que se acercaba para acabar con su vida. Fue algo tan rápido aquello que el segundo caballero aun no concebía la presencia del elfo endemoniado que chocaba su mediocre espada contra su armadura haciendo que aquél hombre tan sorprendido como robusto retrocediera varios pasos entre las chispas que ahora brotaban del choque de la espada con la armadura, pues ambos se iban despedazando en pequeñas chispas centelleantes.
El elfo sangraría lo que le era propio a una herida de ese calibre en el torso, pero no solo no sentiría dolor alguno, sino que una sed de sangre y de venganza guiaban ahora sus renovadas fuerzas. Cuando finalmente el caballero consiguió un intento de defenderse, uno de aquellos espadazos perdidos le cortaría el antebrazo, provocando que aquél hombre se postrara de rodillas mientras la sangría que representaba aquella amputación era suficiente para expresar el dolor de aquél hombre ahora desarmado.
Ulrik miraba a la pequeña que lloraba ante los restos del que un día había sido su hermano cuando desmontaba del corcel negro, abandonándolo al lado de la niña.- Tu también pertenecerás pronto a las sombras pequeña, basta de lamentos. - Ordenaría, aunque obviamente aquellas palabras fuesen ignoradas. Negaría ante la escena que veían sus ojos, sorprendido por el potencial del elfo por un lado y decepcionado por sus hombres por otro. Se acercaba el capitán a la zona iluminada por los restos de la granja cuando la mujer encapuchada pasaba cerca de él, era inofensiva así que por el momento la ignoró, sabiendo que pronto tendría que enfrentar a su verdadero oponente.
___
He pensado que sería adecuado poner etiqueta +18 por todo el tema de la sangría y los niños afectados, ¡Tú me retaste Ego, tú me retaste! XD. Volviendo al mastereado:
Lisbeth, +edito: si decides* acercarte a la criatura procura no pasar demasiado cerca del capitán o atente a las posibles consecuencias. Con un buen post conseguirás llegar a la niña los diálogos de la cual podrás controlar dentro de la lógica para interactuar si lo deseas. Cuanto más te alejes de la escena, más frío hará.
Ego, me ha gustado tu anterior post por lo que conservas el estado que describí anteriormente durante un turno más y quizás dos. Recuerda describir la herida como si evolucionase con normalidad, pronto empezarás a sentirla ;D. Suerte.
El elfo sangraría lo que le era propio a una herida de ese calibre en el torso, pero no solo no sentiría dolor alguno, sino que una sed de sangre y de venganza guiaban ahora sus renovadas fuerzas. Cuando finalmente el caballero consiguió un intento de defenderse, uno de aquellos espadazos perdidos le cortaría el antebrazo, provocando que aquél hombre se postrara de rodillas mientras la sangría que representaba aquella amputación era suficiente para expresar el dolor de aquél hombre ahora desarmado.
Ulrik miraba a la pequeña que lloraba ante los restos del que un día había sido su hermano cuando desmontaba del corcel negro, abandonándolo al lado de la niña.- Tu también pertenecerás pronto a las sombras pequeña, basta de lamentos. - Ordenaría, aunque obviamente aquellas palabras fuesen ignoradas. Negaría ante la escena que veían sus ojos, sorprendido por el potencial del elfo por un lado y decepcionado por sus hombres por otro. Se acercaba el capitán a la zona iluminada por los restos de la granja cuando la mujer encapuchada pasaba cerca de él, era inofensiva así que por el momento la ignoró, sabiendo que pronto tendría que enfrentar a su verdadero oponente.
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He pensado que sería adecuado poner etiqueta +18 por todo el tema de la sangría y los niños afectados, ¡Tú me retaste Ego, tú me retaste! XD. Volviendo al mastereado:
Lisbeth, +edito: si decides* acercarte a la criatura procura no pasar demasiado cerca del capitán o atente a las posibles consecuencias. Con un buen post conseguirás llegar a la niña los diálogos de la cual podrás controlar dentro de la lógica para interactuar si lo deseas. Cuanto más te alejes de la escena, más frío hará.
Ego, me ha gustado tu anterior post por lo que conservas el estado que describí anteriormente durante un turno más y quizás dos. Recuerda describir la herida como si evolucionase con normalidad, pronto empezarás a sentirla ;D. Suerte.
Ger
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Solo veo chispas que centellean a mi alrededor y a mi enemigo retrocediendo temeroso, la furia en mi cada vez es mayo, "Aparta de mi camino" pienso a la vez que doy un contundente golpe, acertando de lleno en el antebrazo del soldado, haciendo que su mano saliera despedida dando un giro para finalmente caer en la nieve. Miro hacía el suelo que hay a mis pies, respirando con rabia contenida, observando como la nieve antes blanca, ahora esta teñida por completo de color carmín intenso y brillante. Vuelvo a mirar hacía el capitán, mirándolo con odio y desprecio, él me de vuelve la mirada con ojos sorprendidos y comienza a avanzar hacía mi, andando, con su arma preparada.
No logro pensar con claridad, la imagen de ver como le cortan la cabeza a mi hijo, no deja de pasar una y otra vez ante mi. Aprieto los dientes con furia y sin apartar mi mirada de la del capitán, doy un corte rápido y con mucha fuerza, intentando cortar la cabeza del soldado que tengo postrado de rodillas ante mi, la cabeza cae al suelo con un sonido sordo. Yo dejo el brazo estirado, alineado con la espada, en la hoja de la cual, la sangre acumulada gotea sin cesar.
Comienzo a caminar hacía el capitán, con los labios apretados y solo una idea en mente, matarlo. Acelero un poco el paso cuanto mas me acerco, acelero un poco mas, y cuando estoy a penas treinta metros de el comienzo a correr hacia él con furia y mi arma preparada, hago el gesto de atacar y cuando el responde, intento dar un salto con agilidad sobre él, quedandome detrás suyo y le doy un corte con fuerza y rabia en su brazo derecho, para despues dar tres pasos hacía atrás preparándome para atacarlo de nuevo.
No logro pensar con claridad, la imagen de ver como le cortan la cabeza a mi hijo, no deja de pasar una y otra vez ante mi. Aprieto los dientes con furia y sin apartar mi mirada de la del capitán, doy un corte rápido y con mucha fuerza, intentando cortar la cabeza del soldado que tengo postrado de rodillas ante mi, la cabeza cae al suelo con un sonido sordo. Yo dejo el brazo estirado, alineado con la espada, en la hoja de la cual, la sangre acumulada gotea sin cesar.
Comienzo a caminar hacía el capitán, con los labios apretados y solo una idea en mente, matarlo. Acelero un poco el paso cuanto mas me acerco, acelero un poco mas, y cuando estoy a penas treinta metros de el comienzo a correr hacia él con furia y mi arma preparada, hago el gesto de atacar y cuando el responde, intento dar un salto con agilidad sobre él, quedandome detrás suyo y le doy un corte con fuerza y rabia en su brazo derecho, para despues dar tres pasos hacía atrás preparándome para atacarlo de nuevo.
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Ese intento de volver a levantarse no le salió demasiado bien, solo consiguió apoyarse sobre una de sus rodillas, un esfuerzo más y lo conseguiría...pero ahora contemplaba la escena que Ego estaba protagonizando. La sangre recorría el filo de su espada, su herida sangraba y manchaba su ropa de un carmín cada vez más notorio. Esa elegancia suya, a la hora de la lucha resultaba temible, era mortal. Ni siquiera se compadeció del soldado, no tenía porqué, de ninguno de los dos, de hecho.
Parecía como si estuviera en una especie de trance en el que solo pensaba en vengarse, la rabia le invadía y lo comprendía, pero esos ojos suyos, azules tan intensos, si ahora intentaba mirarlos, juraría que se tornaron de un tono menos destacado.
- ...basta de lamentos -Esa parte de lo que dijo el capitán consiguió llegar a los oídos de la muchacha y, sujetando su torso con un brazo, consiguió al fin ponerse en pie.
Caminar ya era otra cosa, complicado, pero el ver cómo la niña seguía llorando sin parar, abrazada a su inerte hermano, le hería tanto el corazón que sus piernas se movían solas en su dirección. Claro que tuvo que hacer una especie de semicírculo por un lado para distanciarse del capitán que ahora venía hacia allí. No quería girar la cabeza para ver si el elfo le esperaba y, de hecho, tampoco la giró para mirar a los ojos a ese asesino que había matado a un pobre chico inocente.
- Henry...Henry...hermano...-Los sollozos de la chica llegaban a sus oídos aunque estuviera aún a unos metros.
De hecho le costó llegar, el frío arreciaba, el golpe en las costillas le había dejado algo confusa y era complicado aguantar lo uno con lo otro, pero consiguió agarrar a Enma por debajo de los brazos, arrancándola así del abrazo hacia el cadáver de su hermano.
- ¡Suéltame! -Se resistía- Déjalo, por favor, déjalo...-Le pedía, porque ella no quería más que abrazarse a él y llorar y llorar, hasta que el momento la llevó a abrazarse a la bruja mientras esta llevó una mano a su cabello, pegándola a su pecho.
No podía apartar la mirada del cuerpo, y de éste mismo la dirigía a la cabeza, que yacía no muy lejos con un rostro inexpresivo pero que nadie querría contemplar.
- ¡¿Por qué...?! -La joven no entendía bien aquello, era normal, ni siquiera ella, adulta como era, sabía porqué tenía que morir alguien con la vida por delante, y de esa forma tan horrible- Enma...-Pronunció su nombre, y eso que no sabía si era exactamente así-, tenemos que caminar un poco más hacia allí, el frío en esta zona es más intenso.
Y es que la hija del elfo también sentía el mismo frío, no en tanta intensidad, pues el llanto y el sofoco del momento la tenían ''distraída'' por decirlo de alguna forma, pero aceptó a regañadientes. Por eso, ambas, la bruja llevándola pegada consigo misma, comenzaron a caminar acercándose un poco hacia la zona de la granja.
Claro que la escena con la que se encontraron no fue precisamente sencilla, así que se paró en seco, a unos cuantos metros de ambos contrincantes y no permitió que la chiquilla viera lo que estaba sucediendo. ''Ya basta de sufrimientos para ella''.
Parecía como si estuviera en una especie de trance en el que solo pensaba en vengarse, la rabia le invadía y lo comprendía, pero esos ojos suyos, azules tan intensos, si ahora intentaba mirarlos, juraría que se tornaron de un tono menos destacado.
- ...basta de lamentos -Esa parte de lo que dijo el capitán consiguió llegar a los oídos de la muchacha y, sujetando su torso con un brazo, consiguió al fin ponerse en pie.
Caminar ya era otra cosa, complicado, pero el ver cómo la niña seguía llorando sin parar, abrazada a su inerte hermano, le hería tanto el corazón que sus piernas se movían solas en su dirección. Claro que tuvo que hacer una especie de semicírculo por un lado para distanciarse del capitán que ahora venía hacia allí. No quería girar la cabeza para ver si el elfo le esperaba y, de hecho, tampoco la giró para mirar a los ojos a ese asesino que había matado a un pobre chico inocente.
- Henry...Henry...hermano...-Los sollozos de la chica llegaban a sus oídos aunque estuviera aún a unos metros.
De hecho le costó llegar, el frío arreciaba, el golpe en las costillas le había dejado algo confusa y era complicado aguantar lo uno con lo otro, pero consiguió agarrar a Enma por debajo de los brazos, arrancándola así del abrazo hacia el cadáver de su hermano.
- ¡Suéltame! -Se resistía- Déjalo, por favor, déjalo...-Le pedía, porque ella no quería más que abrazarse a él y llorar y llorar, hasta que el momento la llevó a abrazarse a la bruja mientras esta llevó una mano a su cabello, pegándola a su pecho.
No podía apartar la mirada del cuerpo, y de éste mismo la dirigía a la cabeza, que yacía no muy lejos con un rostro inexpresivo pero que nadie querría contemplar.
- ¡¿Por qué...?! -La joven no entendía bien aquello, era normal, ni siquiera ella, adulta como era, sabía porqué tenía que morir alguien con la vida por delante, y de esa forma tan horrible- Enma...-Pronunció su nombre, y eso que no sabía si era exactamente así-, tenemos que caminar un poco más hacia allí, el frío en esta zona es más intenso.
Y es que la hija del elfo también sentía el mismo frío, no en tanta intensidad, pues el llanto y el sofoco del momento la tenían ''distraída'' por decirlo de alguna forma, pero aceptó a regañadientes. Por eso, ambas, la bruja llevándola pegada consigo misma, comenzaron a caminar acercándose un poco hacia la zona de la granja.
Claro que la escena con la que se encontraron no fue precisamente sencilla, así que se paró en seco, a unos cuantos metros de ambos contrincantes y no permitió que la chiquilla viera lo que estaba sucediendo. ''Ya basta de sufrimientos para ella''.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Ulrik avanzaba impasible entre aquél infierno de sangre, fuego y nieve. Su espadón rozaba con delicadeza el blanco del suelo haciendo un pequeño recorrido al lado de donde el capitán andaba. La niña lloraba a sus espaldas, y la mujer encapuchada se dirigía a ella para consolarla. Aquello a ojos de Ulrik era en vano pues si adentraban en los bosques o montañas pronto morirían de frío, además la mujer de inofensiba que era caminaba a distancia del capitán, que podría averla cortado por la mitad de acercarse lo suficiente, con tal de acabar con el sufrido frío del norte que estaba padeciendo.
Entonces las miradas de los dos enemigos se encontraban en la nieve, el elfo decapitaba al último de los hombres del capitán, el cual parecía ignorar aquella crueldad, o más bien estar disfrutando de todo aquello mientras se acercaba al elfo, sorprendido por el aguante que demostraba aun y sus heridas. - Vuelve a tu tierra de origen Naleim, nada de esto hubiera acontecido. - Dijo entonces Ulrik deteniéndose en el suelo que pisaba esperando un ataque feroz de aquél elfo colérico. Cogió su espada con ambas manos cuando el elfo se dirigía con bravura hacia él. Cuando Ego finalmente cargaba contra el capitán notaba la calidez de su propia sangre, la cual cubría ahora su torso, en una especie de mofa por toda la sangre ajena que le empapaba.
Cuando finalmente saltaba para despistar al capitán, la herida le haría una fuerte tirada impidiendo aquellos movimientos inspirados por la cólera asesina. La adrenalina haría que el elfo hiciera un intento de ataque en aquellos momentos de flaqueza, el cual fue rechazado rápidamente por el capitán que lo esquivaba con gracia antes de propinarle un golpe con el puño de su armadura, un golpe metálico que haría que elfo retrocediese antes de empezar un nuevo asalto. - Vuelve a los bosques Naleim, cuando antes lo hagas menos sufrimiento tendrás que pedecer... ¡No puedes vencerme! - Gritaría antes de hacer un movimiento circular con el espadón con intención de herir la pierna izquierda de su contrincante.
Por su lado, la pequeña Enma se cogería desesperada a la mujer que intentaba consolarla, estaba viviendo la peor de sus pesadillas, por lo que el shock del momento hacían que agarrara al primer soporte que encontrase, que en ese caso era la mujer que la llevaba hacia el fuego de la granja. No podían hacer mucho más, pues de haberse alejado el frío y la nieve hubiesen hecho pasto de ellas antes de volver a ver la luz del sol.
_____________
Muy buenos posts ambos, he de decirlo. Ego, recuerda cuando hagas un ataque de poner por en medio vocablos como 'intentó, con intención de...' para dar la opción a tu posible contrincante de esquivar o recibir el golpe como él contemple. Por otro lado, Lisbeth ya no tendrá consecuencias por la patada en las costillas y si la niña no te lo impide te podrás concentrar para usar dos veces más tu elemento mágico, recordando en todo momento que aun eres nivel 0 y el poco dominio que tienes sobre él.
El estado de furia te durará este siguiente post hasta que lo acabes. Durante este turno tu destreza se verá reducida en -4, sentirás dolor por la herida y apenas te podrás tener en pie. Procura hacer un post largo en el que podrás cruzar espadas con el capitán y intentar herirle una vez, porque cuando lo termines deberás caer agotado.
-Os tocará encontrar un dragón buenazo o un habitante del norte (que conste que vive en el norte en su ficha de personaje) que haya visto el fuego de la granja de lejos y se haya acercado para ver la lucha que estáis viviendo, hasta el punto de ver como caes rendido en tu siguiente post. Espero tengáis suerte, a rolear.
Entonces las miradas de los dos enemigos se encontraban en la nieve, el elfo decapitaba al último de los hombres del capitán, el cual parecía ignorar aquella crueldad, o más bien estar disfrutando de todo aquello mientras se acercaba al elfo, sorprendido por el aguante que demostraba aun y sus heridas. - Vuelve a tu tierra de origen Naleim, nada de esto hubiera acontecido. - Dijo entonces Ulrik deteniéndose en el suelo que pisaba esperando un ataque feroz de aquél elfo colérico. Cogió su espada con ambas manos cuando el elfo se dirigía con bravura hacia él. Cuando Ego finalmente cargaba contra el capitán notaba la calidez de su propia sangre, la cual cubría ahora su torso, en una especie de mofa por toda la sangre ajena que le empapaba.
Cuando finalmente saltaba para despistar al capitán, la herida le haría una fuerte tirada impidiendo aquellos movimientos inspirados por la cólera asesina. La adrenalina haría que el elfo hiciera un intento de ataque en aquellos momentos de flaqueza, el cual fue rechazado rápidamente por el capitán que lo esquivaba con gracia antes de propinarle un golpe con el puño de su armadura, un golpe metálico que haría que elfo retrocediese antes de empezar un nuevo asalto. - Vuelve a los bosques Naleim, cuando antes lo hagas menos sufrimiento tendrás que pedecer... ¡No puedes vencerme! - Gritaría antes de hacer un movimiento circular con el espadón con intención de herir la pierna izquierda de su contrincante.
Por su lado, la pequeña Enma se cogería desesperada a la mujer que intentaba consolarla, estaba viviendo la peor de sus pesadillas, por lo que el shock del momento hacían que agarrara al primer soporte que encontrase, que en ese caso era la mujer que la llevaba hacia el fuego de la granja. No podían hacer mucho más, pues de haberse alejado el frío y la nieve hubiesen hecho pasto de ellas antes de volver a ver la luz del sol.
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Muy buenos posts ambos, he de decirlo. Ego, recuerda cuando hagas un ataque de poner por en medio vocablos como 'intentó, con intención de...' para dar la opción a tu posible contrincante de esquivar o recibir el golpe como él contemple. Por otro lado, Lisbeth ya no tendrá consecuencias por la patada en las costillas y si la niña no te lo impide te podrás concentrar para usar dos veces más tu elemento mágico, recordando en todo momento que aun eres nivel 0 y el poco dominio que tienes sobre él.
El estado de furia te durará este siguiente post hasta que lo acabes. Durante este turno tu destreza se verá reducida en -4, sentirás dolor por la herida y apenas te podrás tener en pie. Procura hacer un post largo en el que podrás cruzar espadas con el capitán y intentar herirle una vez, porque cuando lo termines deberás caer agotado.
-Os tocará encontrar un dragón buenazo o un habitante del norte (que conste que vive en el norte en su ficha de personaje) que haya visto el fuego de la granja de lejos y se haya acercado para ver la lucha que estáis viviendo, hasta el punto de ver como caes rendido en tu siguiente post. Espero tengáis suerte, a rolear.
Ger
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Noto como la sangre calienta mi piel mientras cae por mi torso, el dolor es intenso, pero mi furia mucho mayor. Escucho los sonidos difusos, el capitán dice algo pero yo no le presto atención alguna. Veo como hace girar la espada dirigiéndola directamente hacía mi, cojo con las dos manos la espada, sujetándola con fuerza poniéndola en la trayectoria de su mandoble para intentar parar el golpe, a la vez que, con dificultad por el dolor doy un paso atrás con mi pierna izquierda quedandome un poco de lateral.
Retiro la espada y con mis ojos grises por el odio, comienzo a asestar golpes a diestro y siniestro, cada uno de mis golpe es parado por el capitán, y eso me enfurece aun más. Comienzo a ver un poco borroso, pero eso no me detendrá, y continuo con mi lluvia de golpes contra el capitán, que es un terrible rival. Mi herida me da punzadas intensas y se que mis fuerzas están en las últimas, debo acabar con él rápido. Lucho y intento buscar un hueco.
En uno de los ataques del capitán, intento parar su espada con la mía haciendo que la hoja de mi espada se deslice por la de su mandoble, girando con gracia, haciendo que con la fricción las dos hojas silben afinadas. Cuando noto que mi hoja toca la empuñadura de su arma, Giro el puño, para poner la zona que corta hacía arriba y con un movimiento limpio y con todas las fuerzas que tengo intento cortar el brazo del capitán por su axila. Tras ese ataque, escucho un intenso pitido en mis oídos, la visión se me nubla y la herida deja de doler, y a continuación solo la nada....
Retiro la espada y con mis ojos grises por el odio, comienzo a asestar golpes a diestro y siniestro, cada uno de mis golpe es parado por el capitán, y eso me enfurece aun más. Comienzo a ver un poco borroso, pero eso no me detendrá, y continuo con mi lluvia de golpes contra el capitán, que es un terrible rival. Mi herida me da punzadas intensas y se que mis fuerzas están en las últimas, debo acabar con él rápido. Lucho y intento buscar un hueco.
En uno de los ataques del capitán, intento parar su espada con la mía haciendo que la hoja de mi espada se deslice por la de su mandoble, girando con gracia, haciendo que con la fricción las dos hojas silben afinadas. Cuando noto que mi hoja toca la empuñadura de su arma, Giro el puño, para poner la zona que corta hacía arriba y con un movimiento limpio y con todas las fuerzas que tengo intento cortar el brazo del capitán por su axila. Tras ese ataque, escucho un intenso pitido en mis oídos, la visión se me nubla y la herida deja de doler, y a continuación solo la nada....
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Estaba contemplando lo que ocurría con los ojos abiertos de par en par. En el momento en el que el capitán se cruzó en miradas con Ego, ya sabía que todo se iba a poner muy pero que muy feo. De hecho, la rabia con la que cargó el elfo le costaría caro poco después. Qué mal se veía esa mancha de sangre en su torso y cómo se iba agrandando conforme hacía esos movimientos de ataque.
Pero al parecer el enemigo permanecía impasible, porque por más que lo intentara, se mantenía en pie sin recibir casi ningún tipo de daño. Eso le hizo cuestionarse si realmente estarían a su nivel, porque lo que es ella, estaba claro que no.
Entonces se le ocurrió algo mientras Ulrik gritaba a su compañero que volviera por donde había venido: si una vez había funcionado uno de sus hechizos, debería de funcionar de nuevo, o al menos tenía la esperanza.
Así, giró un poco su cuerpo y a la chica que tenía abrazada y, pidiéndole que mantuviera cerrados los ojos y se alejara unos pasos, obtuvo su consentimiento y comenzó a pronunciar ese idioma suyo en voz baja.
- ¿Qué está pasando? ¿Y mi padre? ¿Qué ocurre? -Entrecerró un poco los ojos y procuró no escuchar a Enma por mucho que ésta insistiera en ser informada.
No quería perder la concentración, no ahora, por eso pronunciaba y pronunciaba cada vez más rápido con la mano derecha extendida hacia delante y su varita en la otra.
Pero no pudo evitar que se le entrecortara la voz en el momento en el que vio cómo Ego caía al suelo sin más, desplomado, la herida ahora le estaba pasando factura tras la rabia anterior. ''Vamos...'', así, dando unos cautelosos pasos, abrió un poco más los dedos de la mano que tenía extendida y el calor comenzó a convertirse en pequeñas llamas que calentaban lo suficiente como para introducirse por el interior de la armadura del capitán y tener la posibilidad de prenderlas para que ardieran.
Pero al parecer el enemigo permanecía impasible, porque por más que lo intentara, se mantenía en pie sin recibir casi ningún tipo de daño. Eso le hizo cuestionarse si realmente estarían a su nivel, porque lo que es ella, estaba claro que no.
Entonces se le ocurrió algo mientras Ulrik gritaba a su compañero que volviera por donde había venido: si una vez había funcionado uno de sus hechizos, debería de funcionar de nuevo, o al menos tenía la esperanza.
Así, giró un poco su cuerpo y a la chica que tenía abrazada y, pidiéndole que mantuviera cerrados los ojos y se alejara unos pasos, obtuvo su consentimiento y comenzó a pronunciar ese idioma suyo en voz baja.
- ¿Qué está pasando? ¿Y mi padre? ¿Qué ocurre? -Entrecerró un poco los ojos y procuró no escuchar a Enma por mucho que ésta insistiera en ser informada.
No quería perder la concentración, no ahora, por eso pronunciaba y pronunciaba cada vez más rápido con la mano derecha extendida hacia delante y su varita en la otra.
Pero no pudo evitar que se le entrecortara la voz en el momento en el que vio cómo Ego caía al suelo sin más, desplomado, la herida ahora le estaba pasando factura tras la rabia anterior. ''Vamos...'', así, dando unos cautelosos pasos, abrió un poco más los dedos de la mano que tenía extendida y el calor comenzó a convertirse en pequeñas llamas que calentaban lo suficiente como para introducirse por el interior de la armadura del capitán y tener la posibilidad de prenderlas para que ardieran.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Dos grandes alas baten el cielo, sobrevolando grandes prados cuya verde hierba la nieve esconde. Observo con detenimiento los diminutos copos de nieve que caen del cielo, bajo un manto de nubes oscuras. Pero un olor perturba la paz que me ofrece la nieve. El humo deshace con brusquedad los delicados copos que caen sobre dos hombres, guardianes de un gran portón donde interrogan a varios hombres y mujeres, donde los detienen y los observan de arriba a abajo con detenimiento. Y, de repente, un chasquido interrumpe mi paciente observación del terreno. Espadas; espadas que chocan entre sí, proclamando que dos hombres se enzarzan en una ardua batalla. Pese a mi insaciable curiosidad por saber qué ocurre, no me acerco demasiado. Ver a un dragón sobrevolando la ciudad sería un gran riesgo, así que desciendo e invoco a mi forma humana.
Siendo un humano, las ropas que porto no son las más adecuadas, pero la sangre de hielo que corría por mis venas de dragón corren por mis venas humanas, y el frío no me afecta. Me alzo una oscura túnica para esconder el rostro de una extraña figura que vaga sin rumbo por los bosques y emprendo mi camino hacia el lugar donde se ha tomado lugar un acalorado encuentro entre la nieve.
El camino acaba en un gran portón cuyos guardias frenan a cualquier persona que intente cruzar. Sería muy arriesgado cruzar el portón, pienso; cojo otro camino, guiándome por el sonido de las espadas chocar.
Esta vez, el segundo camino acaba en una granja, cerca de la ciudad. Entre los robustos troncos de los árboles logro ver una sangrienta y desagradable escena; pero, por alguna razón, no retrocedo ante semejante suceso. Siento una fuerte perturbación en lo más profundo de mi alma cuando observo la sangre desparramada sobre la nieve virgen. Aun así, no participio en la batalla. No de momento. No siento la llamada. Durante mis largos años de vida como dragón, he presenciado escenas..., he participado en sucesos que... al haber sido capaz de superar, me siento retenido en el pasado. Encerrado en una cárcel donde el tiempo lo controla todo.
De nuevo, ese sentimiento. Ese sentimiento de humano: el remordimiento. Cuando veo la escena que sobre la nieve se da lugar, el remordimiento consume mi alma, consume mi corazón. Como un dragón, no me preocupo de ese sentimiento que me hace tan vulnerable; simplemente disfruto surcando los cielos, sobrevolando verdes prados bajo el abrasador sol de la mañana. Las heladas cuevas a las faldas de una montaña nevada satisfacen mis ansias de permanecer enterrado bajo la nieve; satisfacen mis numerosos caprichos, calman mis congelados sentimientos.
Pero, como un humano, me siento extraño.
Me siento débil.
Siendo un humano, las ropas que porto no son las más adecuadas, pero la sangre de hielo que corría por mis venas de dragón corren por mis venas humanas, y el frío no me afecta. Me alzo una oscura túnica para esconder el rostro de una extraña figura que vaga sin rumbo por los bosques y emprendo mi camino hacia el lugar donde se ha tomado lugar un acalorado encuentro entre la nieve.
El camino acaba en un gran portón cuyos guardias frenan a cualquier persona que intente cruzar. Sería muy arriesgado cruzar el portón, pienso; cojo otro camino, guiándome por el sonido de las espadas chocar.
Esta vez, el segundo camino acaba en una granja, cerca de la ciudad. Entre los robustos troncos de los árboles logro ver una sangrienta y desagradable escena; pero, por alguna razón, no retrocedo ante semejante suceso. Siento una fuerte perturbación en lo más profundo de mi alma cuando observo la sangre desparramada sobre la nieve virgen. Aun así, no participio en la batalla. No de momento. No siento la llamada. Durante mis largos años de vida como dragón, he presenciado escenas..., he participado en sucesos que... al haber sido capaz de superar, me siento retenido en el pasado. Encerrado en una cárcel donde el tiempo lo controla todo.
De nuevo, ese sentimiento. Ese sentimiento de humano: el remordimiento. Cuando veo la escena que sobre la nieve se da lugar, el remordimiento consume mi alma, consume mi corazón. Como un dragón, no me preocupo de ese sentimiento que me hace tan vulnerable; simplemente disfruto surcando los cielos, sobrevolando verdes prados bajo el abrasador sol de la mañana. Las heladas cuevas a las faldas de una montaña nevada satisfacen mis ansias de permanecer enterrado bajo la nieve; satisfacen mis numerosos caprichos, calman mis congelados sentimientos.
Pero, como un humano, me siento extraño.
Me siento débil.
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
Ambos hombres se encontraban en una lucha a muerte en medio de la desolación blanca que pisaban bajo sus pies. Los movimientos ágiles del elfo eran detenidos por la espada o la armadura del fornido capitán, que rechazaría con simples golpes de espada los últimos intentos del elfo, que se iba balanceando de un lado a otro a medida que el capitán golpeaba su espada a derecha e izquierda con total pasividad en su rostro, parecía que le agradaba agotar a su presa antes de darle el golpe de gracia, le subestimaba.
El elfo, que aparentemente estaba ahora malherido lanzaba golpes sin ton ni son, siendo consciente el capitán de aquello, lanzaría un ataque con el mandoble que sería detenido esta vez por el elfo. Ego parecía tomar fuerzas de flaqueza para aquella acción que llevaba acabo, su espada rozaba la del hombre dragón, impidiendo que esta siguiera avanzando a hacia su objetivo e imposibilitando una posible defensa ante el ataque del elfo. Aunque intentó apartarse como pudo, ese espadazo perdido inutilizaría el brazo derecho del capitán ya que había sufrido un corte en la parte interna de su brazo que le provocaba un gran sangrado y destruía tejidos musculares y nerviosos mientras el elfo finalmente se desplomaba ante Ulrik.
El capitán observaba todo aquello incapaz de seguir sujetando su arma con su mano buena, por lo que con el brazo izquierdo alzaría el mandoble para poner fin a toda aquella pesadilla helada. Pero al parecer, el destino tenía aun otras que jugar a favor de aquél elfo desdichado. Cuando iba a producirse su fatal estocada, un conjunto de centellas se habrían acercado ya a Ulrik para introducirse en el interior de su armadura cuando, a voluntad de la bruja que observaba de no muy lejos, estas chispas tomaron fuerza y un pequeño fuego caló en el torso de Ulrik, que se veía preso entre las llamas y el metal de la armadura que cada vez aumentaba su temperatura.
Aunque aquello no fuese a durar demasiado, dio el tiempo suficiente como para que el capitán retrocediera unos pasos antes de mirar con ira a Lisbeth, la autora de todo ese dolor que había sufrido hacía apenas un instante.- Ella me pertenece... - Diría Ulrik señalando a la pequeña a sus espaldas, en el tono de voz que su cada vez mayor desgaste físico le permitía. Soltó el espadón en ese momento, quedándose este por su propio peso clavado en la nieve extrañando a cualquiera que viese a ese capitán que ya tenía a su enemigo rendido frente a él. Sus ojos se tornaban completamente blancos en ese momento y extrañas convulsiones harían que se apagara por un momento la sensación de peligro entre los contrincantes, aunque aquello fuese por poco tiempo.
Como si de un genio oscuro emergiendo se tratase, una figura sombría en la que Lisbeth detectaría el elemento sombra a un nivel alarmante, emergía de la boca del capitán, el cual permanecía inmóvil con los ojos en blanco mientras aquél ente cada vez obtenía un tamaño mayor, una forma más humanoide. Levitando al fin este diabólico ser sobre el cuerpo del capitán dejaría ir un agudo aullido que paralizaría por un instante a los presentes ante la figura de ese oscuro ser que aun no se había desprendido del todo de Ulrik, el cual permanecía de pie, con la cabeza en alto y con al boca abierta, de la cual parecían surgir poco a poco las sombras que formaban parte del demonio.
Este, ahora miraba el desfallecido cuerpo de Ego, el cual le atraía más que cualquier ser mundano, un hambre atroz poseía al oscuro ser que dejaba ir otro de aquellos aterradores aullidos alargando la mano hacia Naleim, el cual se vería también levitando ahora a unos centímetros del suelo nevado.
____
Bueno chumachos, empezamos a llegar al desenlace de todo esto. Muy buena entrada Edhyo, sigue en esta línea y cosas buenas llegarán a pasar. Ahora os encontráis ante algo desconocido, no podréis ninguno haber oído a hablar de un demonio sombra (descripción: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ), tras describir el combate y la aparición de este, tendréis carta blanca el resto de vuestro turno.
Ego, tu por tu lado tendrás que hacer un post en el que describas una sensación cercana a la muerte para Ego, en el que tienes también carta blanca para ver una luz al final del túnel o a tu bisabuela que tanto echas de menos. Al final de tu post despertarás levitando a unos centímetros del suelo acercándote cada vez más al demonio, al que verás cada vez más cerca sin poder realizar ninguna acción contra él en este turno. Suerte.
El elfo, que aparentemente estaba ahora malherido lanzaba golpes sin ton ni son, siendo consciente el capitán de aquello, lanzaría un ataque con el mandoble que sería detenido esta vez por el elfo. Ego parecía tomar fuerzas de flaqueza para aquella acción que llevaba acabo, su espada rozaba la del hombre dragón, impidiendo que esta siguiera avanzando a hacia su objetivo e imposibilitando una posible defensa ante el ataque del elfo. Aunque intentó apartarse como pudo, ese espadazo perdido inutilizaría el brazo derecho del capitán ya que había sufrido un corte en la parte interna de su brazo que le provocaba un gran sangrado y destruía tejidos musculares y nerviosos mientras el elfo finalmente se desplomaba ante Ulrik.
El capitán observaba todo aquello incapaz de seguir sujetando su arma con su mano buena, por lo que con el brazo izquierdo alzaría el mandoble para poner fin a toda aquella pesadilla helada. Pero al parecer, el destino tenía aun otras que jugar a favor de aquél elfo desdichado. Cuando iba a producirse su fatal estocada, un conjunto de centellas se habrían acercado ya a Ulrik para introducirse en el interior de su armadura cuando, a voluntad de la bruja que observaba de no muy lejos, estas chispas tomaron fuerza y un pequeño fuego caló en el torso de Ulrik, que se veía preso entre las llamas y el metal de la armadura que cada vez aumentaba su temperatura.
Aunque aquello no fuese a durar demasiado, dio el tiempo suficiente como para que el capitán retrocediera unos pasos antes de mirar con ira a Lisbeth, la autora de todo ese dolor que había sufrido hacía apenas un instante.- Ella me pertenece... - Diría Ulrik señalando a la pequeña a sus espaldas, en el tono de voz que su cada vez mayor desgaste físico le permitía. Soltó el espadón en ese momento, quedándose este por su propio peso clavado en la nieve extrañando a cualquiera que viese a ese capitán que ya tenía a su enemigo rendido frente a él. Sus ojos se tornaban completamente blancos en ese momento y extrañas convulsiones harían que se apagara por un momento la sensación de peligro entre los contrincantes, aunque aquello fuese por poco tiempo.
Como si de un genio oscuro emergiendo se tratase, una figura sombría en la que Lisbeth detectaría el elemento sombra a un nivel alarmante, emergía de la boca del capitán, el cual permanecía inmóvil con los ojos en blanco mientras aquél ente cada vez obtenía un tamaño mayor, una forma más humanoide. Levitando al fin este diabólico ser sobre el cuerpo del capitán dejaría ir un agudo aullido que paralizaría por un instante a los presentes ante la figura de ese oscuro ser que aun no se había desprendido del todo de Ulrik, el cual permanecía de pie, con la cabeza en alto y con al boca abierta, de la cual parecían surgir poco a poco las sombras que formaban parte del demonio.
Este, ahora miraba el desfallecido cuerpo de Ego, el cual le atraía más que cualquier ser mundano, un hambre atroz poseía al oscuro ser que dejaba ir otro de aquellos aterradores aullidos alargando la mano hacia Naleim, el cual se vería también levitando ahora a unos centímetros del suelo nevado.
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Bueno chumachos, empezamos a llegar al desenlace de todo esto. Muy buena entrada Edhyo, sigue en esta línea y cosas buenas llegarán a pasar. Ahora os encontráis ante algo desconocido, no podréis ninguno haber oído a hablar de un demonio sombra (descripción: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ), tras describir el combate y la aparición de este, tendréis carta blanca el resto de vuestro turno.
Ego, tu por tu lado tendrás que hacer un post en el que describas una sensación cercana a la muerte para Ego, en el que tienes también carta blanca para ver una luz al final del túnel o a tu bisabuela que tanto echas de menos. Al final de tu post despertarás levitando a unos centímetros del suelo acercándote cada vez más al demonio, al que verás cada vez más cerca sin poder realizar ninguna acción contra él en este turno. Suerte.
Ger
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
"¿Donde estoy?.........."
Silencio, frío, tranquilidad y una tenebrosa oscuridad.
"¿Que?......."
Estoy confuso, no logro ver nada, solo oscuridad, no siento nada, tan solo mi conciencia está ahí.
"Pero por que? ¿que ha pasado?........"
Mis pensamientos suenan como una voz que me habla desde lo más profundo de la oscuridad. Tan solo hay recuerdos vacíos, sentimientos extraños y imágenes estáticas de recuerdos olvidados, son sensaciones extrañas.
"No se que ocurre...."
Los recuerdos son difusos, y pasan a gran velocidad, pero reconozco el orden, y veo el paso de cada uno de los años de mi vida, cada vez giran mas y mas rápido, creando una especie de ventana de luz, su aspecto es tranquilizador, me llama, y noto como mi cuerpo que no esta ahí empieza a caminar hacía la luz.
De repente noto algo que coge mis pies, cuando miro, son sombras sin forma, que me mantienen sujeto con angustia y tristeza grabada en sus rostros oscuros, tiran de mi absorbiendo mi cuerpo, estoy paralizado.
Abro los ojos, asustado, me siento relajado y como si flotará en el aire. Cuando mi visión se enfoca del todo, mi sorpresa no puede ser mayor, estoy flotando en el aire, intento moverme, pero algo me mantiene paralizado, intento moverme de nuevo con mas fuerza, pero es inútil. Un extraño ser se alza sobre el cuerpo del capitán, es un ser negro como la mismísima oscuridad, es una sombra, y sus garras, me traen recuerdos extraños. Cada vez estoy mas cerca de ese ser, que extiende su mano hacía mí, mi única opción es luchar, luchar por escapar, y con todas mis fuerzas, intento escapar de eso
Silencio, frío, tranquilidad y una tenebrosa oscuridad.
"¿Que?......."
Estoy confuso, no logro ver nada, solo oscuridad, no siento nada, tan solo mi conciencia está ahí.
"Pero por que? ¿que ha pasado?........"
Mis pensamientos suenan como una voz que me habla desde lo más profundo de la oscuridad. Tan solo hay recuerdos vacíos, sentimientos extraños y imágenes estáticas de recuerdos olvidados, son sensaciones extrañas.
"No se que ocurre...."
Los recuerdos son difusos, y pasan a gran velocidad, pero reconozco el orden, y veo el paso de cada uno de los años de mi vida, cada vez giran mas y mas rápido, creando una especie de ventana de luz, su aspecto es tranquilizador, me llama, y noto como mi cuerpo que no esta ahí empieza a caminar hacía la luz.
De repente noto algo que coge mis pies, cuando miro, son sombras sin forma, que me mantienen sujeto con angustia y tristeza grabada en sus rostros oscuros, tiran de mi absorbiendo mi cuerpo, estoy paralizado.
Abro los ojos, asustado, me siento relajado y como si flotará en el aire. Cuando mi visión se enfoca del todo, mi sorpresa no puede ser mayor, estoy flotando en el aire, intento moverme, pero algo me mantiene paralizado, intento moverme de nuevo con mas fuerza, pero es inútil. Un extraño ser se alza sobre el cuerpo del capitán, es un ser negro como la mismísima oscuridad, es una sombra, y sus garras, me traen recuerdos extraños. Cada vez estoy mas cerca de ese ser, que extiende su mano hacía mí, mi única opción es luchar, luchar por escapar, y con todas mis fuerzas, intento escapar de eso
Ego Naleim
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
No apartó la vista ni un segundo de las llamas que estaba mandando en dirección al capitán, de hecho parte del éxito que tuvo en esa especie de ataque para ganar tiempo, fue gracias a que pudo controlarlo de mejor forma, no como la vez anterior en la que encima recibió una patada. Cosa que ya ni sentía prácticamente.
Sus ojos se iluminaron tenuemente en el momento en el que vio cómo funcionaba, cómo ese hechizo surtía efecto como aquella vez en la plaza, desde luego al capitán le gustaba bien poco que le pasara. Le pilló por sorpresa, además, pero el enfado que desató luego la hizo retroceder un paso hacia atrás y acabó teniendo justo y pegada detrás de si a Enma.
- Ella me pertenece -No consiguieron ninguna de las dos oírlo lo suficientemente bien como para confirmar si había dicho eso, pero a la bruja le dio tan mala espina, que ayudó a levantarse a la chica, obediente como había sido, y la abrazó de nuevo mientras retrocedía.
Fue entonces cuando el ambiente comenzó a tornarse extraño, no era consciente de que ellos no eran los únicos allí ahora, contemplando todo lo que ocurría. Pero esa ''cosa'' que estaba saliendo a través del capitán, concretamente por su boca, le hizo dirigir la vista de lleno hacia el susodicho con una sensación horrible. ''¡¿Qué...?!''. Parecía estar hecho por sombras, solamente eso, pero éstas tenían una forma, y no era precisamente agradable a la vista.
Se le paró el corazón por una milésima de segundo al ver cómo Ego se levantaba del suelo, levitaba, y era a causa de que la criatura lo provocaba. ''No...¡no!''.
Estuvo a punto de cometer el inconsciente acto de salir corriendo al lugar, interponerse, pero la persona a la que abrazaba ya estaba pasando por mucho, si lo hiciera seguramente el elfo, si salieran de aquella no se lo perdonaría. No sabía lo que hacer, ni cómo enfrentarse a aquello, no entendía ni cuáles podrían ser sus debilidades.
- Enma, no abras los ojos por nada, por favor -Le advirtió y pidió de nuevo, aunque sonó a súplica.
Ella también habría deseado que hubiera alguien que le tapara los ojos, que le advirtiera sobre lo que iba a presenciar pero no iba a rendirse tan fácilmente, no si era el elfo el que estaba en peligro. Por eso y en cierto acto que seguramente provocaría que le costara utilizar alguna otra vez su magia en aquel enfrentamiento, intentó interponer entre el atacante y su compañero una especie de muro de llamas que esperaba que al menos le distrajese. Claro que ahora, si era sincera consigo misma, ya no entendía porqué intentaba ganar tiempo sin recursos.
Sus ojos se iluminaron tenuemente en el momento en el que vio cómo funcionaba, cómo ese hechizo surtía efecto como aquella vez en la plaza, desde luego al capitán le gustaba bien poco que le pasara. Le pilló por sorpresa, además, pero el enfado que desató luego la hizo retroceder un paso hacia atrás y acabó teniendo justo y pegada detrás de si a Enma.
- Ella me pertenece -No consiguieron ninguna de las dos oírlo lo suficientemente bien como para confirmar si había dicho eso, pero a la bruja le dio tan mala espina, que ayudó a levantarse a la chica, obediente como había sido, y la abrazó de nuevo mientras retrocedía.
Fue entonces cuando el ambiente comenzó a tornarse extraño, no era consciente de que ellos no eran los únicos allí ahora, contemplando todo lo que ocurría. Pero esa ''cosa'' que estaba saliendo a través del capitán, concretamente por su boca, le hizo dirigir la vista de lleno hacia el susodicho con una sensación horrible. ''¡¿Qué...?!''. Parecía estar hecho por sombras, solamente eso, pero éstas tenían una forma, y no era precisamente agradable a la vista.
Se le paró el corazón por una milésima de segundo al ver cómo Ego se levantaba del suelo, levitaba, y era a causa de que la criatura lo provocaba. ''No...¡no!''.
Estuvo a punto de cometer el inconsciente acto de salir corriendo al lugar, interponerse, pero la persona a la que abrazaba ya estaba pasando por mucho, si lo hiciera seguramente el elfo, si salieran de aquella no se lo perdonaría. No sabía lo que hacer, ni cómo enfrentarse a aquello, no entendía ni cuáles podrían ser sus debilidades.
- Enma, no abras los ojos por nada, por favor -Le advirtió y pidió de nuevo, aunque sonó a súplica.
Ella también habría deseado que hubiera alguien que le tapara los ojos, que le advirtiera sobre lo que iba a presenciar pero no iba a rendirse tan fácilmente, no si era el elfo el que estaba en peligro. Por eso y en cierto acto que seguramente provocaría que le costara utilizar alguna otra vez su magia en aquel enfrentamiento, intentó interponer entre el atacante y su compañero una especie de muro de llamas que esperaba que al menos le distrajese. Claro que ahora, si era sincera consigo misma, ya no entendía porqué intentaba ganar tiempo sin recursos.
Lisbeth
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Re: Sombras del Pasado (Privado Mastereado +18)
La escena era realmente perturbadora. Repentinamente, una sombra emerge de la boca de uno de los oponentes, pero noto como su alma se torna más oscura de lo que ya era. El otro oponente se eleva a ras de la nieve, y cada vez se acerca más a la aterradora sombra que al humano controla. Sin embargo, decido no acercarme, mantener la calma y esperar. ¿Es el inicio de una nueva aventura? ¿O estaba presenciando el final de una inocente alma? Pero no distingo al realmente inocente oponente de la batalla. ¿Era el humano inocente por dejarse controlar por tan abominable criatura? ¿O lo era el elfo malherido, víctima de los ataques del humano? En mi nublada mente, no noto ni un ápice de mejora. Demasiados recuerdos sin asumir, demasiados hechos presenciados. Pero solo soy un inocente adolescente de quince años..., ¿o no? Como dragón, he vivido, he conocido y he amado. Nada más. Como un humano no he visto nada más allá de las nevadas montañas del norte, de las heladas cuevas a las faldas de las montañas. No sé luchar, no sé pensar.
No sé vivir.
Sacudo con fuerza la cabeza cuando me veo absorto en mis pensamientos. En mis delicados pensamientos de humano.
Camino un poco más, dejándome ver entre la espesura del bosque, bajo los finos copos de nieve. Pero deseo que nadie me vea, que nadie repare en mi extraña presencia. De todos modos, alzar el vuelo era tan simple como un chasquido de dedos. Aunque, ahora que había presenciado aquella cruel escena, ¿sería capaz de irme tal cual? Escalo el pino más cercano al terreno de combate y me acomodo en una gruesa rama. El rugoso tacto del tronco contra la yema de mis dedos satisface mis caprichos nuevamente; no todo son pegas a la hora de transformarme en un humano. La piel rozando delicadamente cada una de los elementos de la naturaleza es todo un placer; se ha llegado a convertir en un vicio para mí. En otro capricho más.
Cargo de nuevo con mi desgastada bolsa de cuero a las espaldas. Apenas llevo nada: provisiones para el viaje, nada más. Pero, de nuevo absorto en mis pensamientos, enfoco mi mirada en la abominable sombra que posee a uno de los guerreros, más notable que la que sostiene al elfo. Es una sombra oscura y tenebrosa, imponente a la vista. Pronto reparo en la chica que hay al lado, a primera vista, diría que una bruja. Poderosa aunque inquieta, por malherir al humano al que ahora una sombra controla. Noto una fuerte perturbación en su alma, una perturbación que ya he visto antes... Preocupación. ¿Preocupada, por qué? ¿Por el humano guerrero? ¿Por el elfo malherido? A sus espaldas, hay otra chica, a la que no logro distinguir.
Esta repentina lucha en mi viaje ensombrece mi alma de humano.
Pero, ¿realmente los humanos tienen alma?
No sé vivir.
Sacudo con fuerza la cabeza cuando me veo absorto en mis pensamientos. En mis delicados pensamientos de humano.
Camino un poco más, dejándome ver entre la espesura del bosque, bajo los finos copos de nieve. Pero deseo que nadie me vea, que nadie repare en mi extraña presencia. De todos modos, alzar el vuelo era tan simple como un chasquido de dedos. Aunque, ahora que había presenciado aquella cruel escena, ¿sería capaz de irme tal cual? Escalo el pino más cercano al terreno de combate y me acomodo en una gruesa rama. El rugoso tacto del tronco contra la yema de mis dedos satisface mis caprichos nuevamente; no todo son pegas a la hora de transformarme en un humano. La piel rozando delicadamente cada una de los elementos de la naturaleza es todo un placer; se ha llegado a convertir en un vicio para mí. En otro capricho más.
Cargo de nuevo con mi desgastada bolsa de cuero a las espaldas. Apenas llevo nada: provisiones para el viaje, nada más. Pero, de nuevo absorto en mis pensamientos, enfoco mi mirada en la abominable sombra que posee a uno de los guerreros, más notable que la que sostiene al elfo. Es una sombra oscura y tenebrosa, imponente a la vista. Pronto reparo en la chica que hay al lado, a primera vista, diría que una bruja. Poderosa aunque inquieta, por malherir al humano al que ahora una sombra controla. Noto una fuerte perturbación en su alma, una perturbación que ya he visto antes... Preocupación. ¿Preocupada, por qué? ¿Por el humano guerrero? ¿Por el elfo malherido? A sus espaldas, hay otra chica, a la que no logro distinguir.
Esta repentina lucha en mi viaje ensombrece mi alma de humano.
Pero, ¿realmente los humanos tienen alma?
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