Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Y conseguí atravesar a la bruja. Casi no me lo esperaba, ya había demostrado sus extraños poderes, pero lo había conseguido. No solo yo, el enorme dragón que tenía cerca aún tenía sus garras hundidas en la mujer, y había recibido un relámpago. -Bah, estaba chupado.- dije, algo decepcionado. Después vi como la dragona extraña estaba ahora inconsciente en el suelo, lo que me hizo suspirar exasperado. -Será dramática... en fin.- antes de que me diese la vuelta, pude ver como el pequeño tigre recuperaba su forma original, lo cual me hizo sonreir ligeramente, cosa que oculté al momento.
El dragón volvió a su forma normal, un humano musculoso y visiblemente desnudo. Giré la cabeza, algo ruborizado debajo del pelo que me cubría, aunque no pude evitar lanzar una rápida mirada furtiva solo para asegurarme de que no estaba herido. O algo. Estaba tapandose con lo que podía, lo cual tenía cierta gracia. Me había dado la impresión de que no sería una persona a la que le avergonzase eso, aunque tal vez fuese solo un prejuicio basado en su más que decente cuerpo.
El pájaro de "nuestra" bruja estaba nervioso por algún motivo. La verdad es que yo también tenía un mal presentimiento, asi que no envainé la espada, sino que me quedé en guardia mirando el cadaver burbujeante de la bruja. Las cosas morían a su alrededor, lo cual no era muy sorprendente. -Yo también moriría de estar cerca de tan agradable presencia.- bromeé. Me aseguré de permanecer lejos de ese espacio de muerte súbita. -Tal vez deberías alejar a... "Zarpitas" de la sangre de esa mujer. -advertí.
Y entonces, de repente, una llamarada de luz apareció de la nada, de la que salió otra mujer bruja. -No me lo digas. La hermana fea del repugnante charco fundido de ahí.- dije, mientras la mujer apuntaba al suelo con su bastón. Y así, sin más, apareció la figura de un dragón, más imponente y grande que los que había visto hasta ahora y de aspecto amenazante. -Genial, me encantan las noches de rutina.- comenté tras ver como la segunda bruja desaparecia, dejandonos solos con la bestia. Apunté al dragón con mi espada. -Cuando te mate, me haré un trofeo, y haré que me llamen "el Cazadragones". Sin ofender, Sakun,- reí
Corrí hacia el dragón mientras este rugia y escupia fuego hacia la pirómana, preparado para para hundirle la espada en la cabeza, pero cuando me acerqué lo suficiente, lanzó una dentellada que conseguí esquivar rodando hacia un lado... aunque no pude hacer lo mismo con el siguiente ataque: su garra voló hacia mi, golpeandome en el pecho y lanzandome con una enorme fuerza unos metros por donde había venido. Dos heridas de las que empezó a brotar sangre se formaron en mi costado y hombro izquierdo. Por suerte para mi, no era demasiado profundo, pero el golpe en mi espalda al caer me iba a torturar por las noches. El suelo se había vuelto un lugar muy apetecedor para echar una cabezada, pero recordar lo de "Cazadragones" me dio fuerzas. Gruñendo, me ayudé de mi espada para levantarme, me limpié el hocico con la mano, y me preparé para el siguiente asalto. "Por detrás está la cola, por delante la boca, y a los lados están las garras..." analicé, buscando un posible punto débil. "Lo tengo". -Echadme una mano. Entretenedlo.
El dragón volvió a su forma normal, un humano musculoso y visiblemente desnudo. Giré la cabeza, algo ruborizado debajo del pelo que me cubría, aunque no pude evitar lanzar una rápida mirada furtiva solo para asegurarme de que no estaba herido. O algo. Estaba tapandose con lo que podía, lo cual tenía cierta gracia. Me había dado la impresión de que no sería una persona a la que le avergonzase eso, aunque tal vez fuese solo un prejuicio basado en su más que decente cuerpo.
El pájaro de "nuestra" bruja estaba nervioso por algún motivo. La verdad es que yo también tenía un mal presentimiento, asi que no envainé la espada, sino que me quedé en guardia mirando el cadaver burbujeante de la bruja. Las cosas morían a su alrededor, lo cual no era muy sorprendente. -Yo también moriría de estar cerca de tan agradable presencia.- bromeé. Me aseguré de permanecer lejos de ese espacio de muerte súbita. -Tal vez deberías alejar a... "Zarpitas" de la sangre de esa mujer. -advertí.
Y entonces, de repente, una llamarada de luz apareció de la nada, de la que salió otra mujer bruja. -No me lo digas. La hermana fea del repugnante charco fundido de ahí.- dije, mientras la mujer apuntaba al suelo con su bastón. Y así, sin más, apareció la figura de un dragón, más imponente y grande que los que había visto hasta ahora y de aspecto amenazante. -Genial, me encantan las noches de rutina.- comenté tras ver como la segunda bruja desaparecia, dejandonos solos con la bestia. Apunté al dragón con mi espada. -Cuando te mate, me haré un trofeo, y haré que me llamen "el Cazadragones". Sin ofender, Sakun,- reí
Corrí hacia el dragón mientras este rugia y escupia fuego hacia la pirómana, preparado para para hundirle la espada en la cabeza, pero cuando me acerqué lo suficiente, lanzó una dentellada que conseguí esquivar rodando hacia un lado... aunque no pude hacer lo mismo con el siguiente ataque: su garra voló hacia mi, golpeandome en el pecho y lanzandome con una enorme fuerza unos metros por donde había venido. Dos heridas de las que empezó a brotar sangre se formaron en mi costado y hombro izquierdo. Por suerte para mi, no era demasiado profundo, pero el golpe en mi espalda al caer me iba a torturar por las noches. El suelo se había vuelto un lugar muy apetecedor para echar una cabezada, pero recordar lo de "Cazadragones" me dio fuerzas. Gruñendo, me ayudé de mi espada para levantarme, me limpié el hocico con la mano, y me preparé para el siguiente asalto. "Por detrás está la cola, por delante la boca, y a los lados están las garras..." analicé, buscando un posible punto débil. "Lo tengo". -Echadme una mano. Entretenedlo.
Asher Daregan
Aerandiano de honor
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Ryu estaba confusa, aturdida, ese ultimo ataque la había cansado mas de lo normal, y ahora se encontraba en el suelo, con su forma humana con una herida en el hombro y completamente aturdida, entre abrió los ojos, y pudo ver como su ataque impactaba en la bruja, aunque no solo el suyo, todos los ataques habían impactado, matando a la bruja Bien... hemos acabado con ella... pensó Ryu mientras volvía a cerrar los ojos.
Escasos momentos después de cerrar los ojos sintió que algo no iba bien, por lo que intento volver a abrirlos, logrando abrir levemente el ojo izquierdo, y pudo observar una horrible escena, toda un área desde el cadáver de la bruja, había empezado a morir, hierba, flores, arboles, todo estaba muriendo ¿E... esto lo hemos echo nosotros? se pregunto Ryu para si misma, aunque no tuvo mucho tiempo para pensar, pues a escasa distancia de donde ella se encontraba una llama blanca apareció de manera espontanea, y de ella salio una mujer.
La mujer estaba ahora también en escena, otra brujita... genial... Ryu no se equivocaba del todo, pues la mujer apunto con su ¿báculo? extraño hacia el suelo y de el emergió un dragón, el cual era el doble de grande que ella cuando se encontraba en esa forma, y sus escamas eran de un tono mas pálido que el de la chica.
La mujer miro hacia Hayator y luego desapareció, pero el dragón se quedo allí, lanzo una llamarada blanca como la otra intentando impactar a Keira, pero esta ultima lo esquivo, momentos después el "perro" se lanzo contra el dragón, esquivando un mordisco, pero no puedo esquivar el ultimo ataque del dragón que le dio en el pecho y lo envió varios metros hacia atrás -Echadme una mano. Entretenedlo.- es lo que dijo el perro, y lo único que consiguió oir Ryu desde su posición.
Ya cansada, casi sin poder moverse Ryu se descolgó su látigo y lo chasqueo al redor de el dragón, aunque esto no hacia efecto ninguno, por lo que decidió golpearle directamente a el,-Espero que sepas lo que haces perrito... no creo que pueda entretenerlo por mucho tiempo- tras decir esto, Ryu empezó a gritar mientras golpeaba al dragón con su látigo, y este la golpeo con una de sus garras, mandándola un o dos metros hacia atrás, haciendo que chocara contra otro árbol Este dolor... el dolor supera al... placer... no voy a aguantar otro ataque como ese...-Perro, espero que consigas hacerle algo- dijo Ryu, tras lo cual intento caminar hacia el cadáver de la bruja No eres el único que tiene un plan penso mientras caminaba lo mas rápido posible agarrándose el hombro con la mano derecha.
Escasos momentos después de cerrar los ojos sintió que algo no iba bien, por lo que intento volver a abrirlos, logrando abrir levemente el ojo izquierdo, y pudo observar una horrible escena, toda un área desde el cadáver de la bruja, había empezado a morir, hierba, flores, arboles, todo estaba muriendo ¿E... esto lo hemos echo nosotros? se pregunto Ryu para si misma, aunque no tuvo mucho tiempo para pensar, pues a escasa distancia de donde ella se encontraba una llama blanca apareció de manera espontanea, y de ella salio una mujer.
La mujer estaba ahora también en escena, otra brujita... genial... Ryu no se equivocaba del todo, pues la mujer apunto con su ¿báculo? extraño hacia el suelo y de el emergió un dragón, el cual era el doble de grande que ella cuando se encontraba en esa forma, y sus escamas eran de un tono mas pálido que el de la chica.
La mujer miro hacia Hayator y luego desapareció, pero el dragón se quedo allí, lanzo una llamarada blanca como la otra intentando impactar a Keira, pero esta ultima lo esquivo, momentos después el "perro" se lanzo contra el dragón, esquivando un mordisco, pero no puedo esquivar el ultimo ataque del dragón que le dio en el pecho y lo envió varios metros hacia atrás -Echadme una mano. Entretenedlo.- es lo que dijo el perro, y lo único que consiguió oir Ryu desde su posición.
Ya cansada, casi sin poder moverse Ryu se descolgó su látigo y lo chasqueo al redor de el dragón, aunque esto no hacia efecto ninguno, por lo que decidió golpearle directamente a el,-Espero que sepas lo que haces perrito... no creo que pueda entretenerlo por mucho tiempo- tras decir esto, Ryu empezó a gritar mientras golpeaba al dragón con su látigo, y este la golpeo con una de sus garras, mandándola un o dos metros hacia atrás, haciendo que chocara contra otro árbol Este dolor... el dolor supera al... placer... no voy a aguantar otro ataque como ese...-Perro, espero que consigas hacerle algo- dijo Ryu, tras lo cual intento caminar hacia el cadáver de la bruja No eres el único que tiene un plan penso mientras caminaba lo mas rápido posible agarrándose el hombro con la mano derecha.
Ryu
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
El dragón rugió cuando sintió los latigazos de Ryu. El monstruo era prácticamente inmune al dolor, sin embargo su ímpetu no conocía límites. Se giró hacia la dragona, y nuevamente, de entre sus potentes fauces dejó escapar el desgarrador sonido de un rugido, dejando ver una fila de afilados dientes. Tomando impulso con sus patas traseras cargó contra Ryu, quien por poco pudo evitar ser atravesada por uno de los cuernos de la criatura. Las escamas cenicientas que cubrían a la fiera brillaron bajo la luz de la luna, y en violentos movimientos la cola del dragón chasqueaba al golpearse contra el suelo.
Sin que ninguno se diese cuenta, la bruja caminaba entre ellos oculta por un encantamiento de invisibilidad. Levantó su vista y contempló el panorama a su alrededor; su mascota le daba un interesante espectáculo que observar, mas todavía la verdadera diversión no empezaba. - Anvika. - Lo llamó en un tono de voz dulce cual flor primaveral. Sólo la criatura pudo oírla, mirándola con sus feroces ojos. - ¡Pierre! - Exclamó, para entonces reír una vez más.
De esa manera, la criatura soltó un bufido y giró su mirada hacia Sakun. Tras mostrar sus dientes al joven, haciendo una amenazadora declaración, sus fauces se abrieron ampliamente, una potente bocanada de aire se filtró hacia los pulmones del monstruo, y sin advertencia previa, una llamarada de fuego blanco salió despedida en dirección al hombre-dragón.
Al momento nadie caería en la cuenta, pero pasados minutos varios las quemaduras producidas por el fuego blanco harían que la piel tomase un lúgubre tono gris, endureciéndose como roca.
La bruja miró lo que momentos atrás había sido su cuerpo. Su propia sangre estaba desparramada por el suelo, al igual que sus entrañas. A pesar de que ver esa escena le produjera cierta ira, en el fondo estuvo satisfecha: ahora poseía un cuerpo mejor, más resistente, más poderoso. Caminó hacia Hayator, apuntó su cayado hacia su rostro y abrió los ojos de par en par. El humano experimentaría una extraña parálisis mientras las marcas que rodeaban de su cuello comenzaban a despedir un brillo sobrenatural. Los ojos de Hayator se tiñeron de negro sin distinguirse la pupila del resto del ojo, el hombre caería víctima de una sensación única, se retorcería agonizante en una mezcla de dolor y deleite; un inmenso flujo de magia correría por sus venas mientras lentamente, se desvanecería hasta desaparecer totalmente.
A partir de ese momento, si cualquiera de los que allí estaba elevaba su visión hacia el firmamento notaría que la luna, las estrellas, el oscuro color que predominaba, todo ello, habría desaparecido. El cielo, detentado por un profundo color rojo, era salpicado por trazos de luz de múltiples colores.
Y de la misma forma, el bosque a su alrededor ya no era el mismo. Los árboles estarían conformados por gruesos troncos, negros, grises y blancos, rígidos y fúnebres. Ninguna hierba crecía en el suelo, y de repente, parecía que todos los animales habían desaparecido.
La Parte Este del Lago era ya un lugar muy lejano.
ⱷ Deberéis proceder de la misma manera que en vuestro anterior turno. Mientras podáis, sugiero derrotar al dragón que os ataca. No tardéis, pues de otra manera será muy tarde.
ⱴ Si deseasen escapar o desplazarse en este nuevo lugar, sólo hallaran más y más bosque. Sin embargo, podríais encontraros con algunas sorpresas. Tesoros aguardan escondidos, ¿seríais capaces de encontrarlos?
Sin que ninguno se diese cuenta, la bruja caminaba entre ellos oculta por un encantamiento de invisibilidad. Levantó su vista y contempló el panorama a su alrededor; su mascota le daba un interesante espectáculo que observar, mas todavía la verdadera diversión no empezaba. - Anvika. - Lo llamó en un tono de voz dulce cual flor primaveral. Sólo la criatura pudo oírla, mirándola con sus feroces ojos. - ¡Pierre! - Exclamó, para entonces reír una vez más.
De esa manera, la criatura soltó un bufido y giró su mirada hacia Sakun. Tras mostrar sus dientes al joven, haciendo una amenazadora declaración, sus fauces se abrieron ampliamente, una potente bocanada de aire se filtró hacia los pulmones del monstruo, y sin advertencia previa, una llamarada de fuego blanco salió despedida en dirección al hombre-dragón.
Al momento nadie caería en la cuenta, pero pasados minutos varios las quemaduras producidas por el fuego blanco harían que la piel tomase un lúgubre tono gris, endureciéndose como roca.
La bruja miró lo que momentos atrás había sido su cuerpo. Su propia sangre estaba desparramada por el suelo, al igual que sus entrañas. A pesar de que ver esa escena le produjera cierta ira, en el fondo estuvo satisfecha: ahora poseía un cuerpo mejor, más resistente, más poderoso. Caminó hacia Hayator, apuntó su cayado hacia su rostro y abrió los ojos de par en par. El humano experimentaría una extraña parálisis mientras las marcas que rodeaban de su cuello comenzaban a despedir un brillo sobrenatural. Los ojos de Hayator se tiñeron de negro sin distinguirse la pupila del resto del ojo, el hombre caería víctima de una sensación única, se retorcería agonizante en una mezcla de dolor y deleite; un inmenso flujo de magia correría por sus venas mientras lentamente, se desvanecería hasta desaparecer totalmente.
A partir de ese momento, si cualquiera de los que allí estaba elevaba su visión hacia el firmamento notaría que la luna, las estrellas, el oscuro color que predominaba, todo ello, habría desaparecido. El cielo, detentado por un profundo color rojo, era salpicado por trazos de luz de múltiples colores.
Y de la misma forma, el bosque a su alrededor ya no era el mismo. Los árboles estarían conformados por gruesos troncos, negros, grises y blancos, rígidos y fúnebres. Ninguna hierba crecía en el suelo, y de repente, parecía que todos los animales habían desaparecido.
La Parte Este del Lago era ya un lugar muy lejano.
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ⱷ Deberéis proceder de la misma manera que en vuestro anterior turno. Mientras podáis, sugiero derrotar al dragón que os ataca. No tardéis, pues de otra manera será muy tarde.
ⱴ Si deseasen escapar o desplazarse en este nuevo lugar, sólo hallaran más y más bosque. Sin embargo, podríais encontraros con algunas sorpresas. Tesoros aguardan escondidos, ¿seríais capaces de encontrarlos?
Fehu
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Allí estaban, mostrando valentía frente a la muerte, que se manifestaba en una gigantesca bestia y si se descuidaban, podrían morir en manos de ella. A pesar de que estaban en un estado deplorable, no parecían tener miedo. Los rugidos no eran tan calmantes como se creía, y para el colmo de Sakun, Wernack nombró algo sobre ser un "cazadragones", algo que hizo sonreír levemente al moreno. -No es ofensivo, desde que lo hagas con buenas intenciones.-Murmuró el tipo, aguantando el dolor de su torso, el que no dejaba de sangrar. La escena se había vuelto preocupante, y más por las posibles bajas que podrían ocasionarse.
De repente, se escuchó otro rugido, que resonó por los tímpanos del musculoso. Éste frunció el ceño, y inconscientemente, dio un paso hacia atrás, empuñando exageradamente sus manos, sin perder el aire de luchar. Su cuerpo estaba consumido en llamas, literalmente. Cada tendón se encontraba bastante contraído, sabiendo perfectamente que en cualquier momento podría ser atacado por el colosal lagarto. Todos estaban callados, hasta que la criatura se percató de algo, como si hubiese escuchado una voz que tristemente, no pudieron escuchar. ¿Dónde estaba la maga del equipo contrario?, se supone que tendría que encontrarse en la cercanía de su mascota.
Ya se esperaba desde un principio... El gran animal lanzó una llamarada hacia el pobre grandullón, que se quedó inmóvil por unos minutos y luego, con bastante agilidad, colocó sus manos hacia atrás e hizo un salto mortal, manteniendo su equilibrio y notando que el fragmento peligroso. Sakun se percató que su mano se quemó, y cuando vio, se estaba convirtiendo en un tono grisáceo, parecido al que recibió Zarpitas, la vez que fue convertido en piedra. La herida se endureció y lamentablemente, no pudo mover los dedos. -¡Ugh!... Con cuidado con la bestia, puede convertirnos en roca.-Pronunció audible, tratando de que todos escuchasen la información. Después de unos minutos, caminó hacia adelante para atacar pero... Extrañamente, el hombre de pocos cabellos, comenzó a experimentar unos cambios desastrosos y al pasar unos segundos, desapareció, al igual que el lugar donde nos encontrábamos.
Todo cambió repentinamente, y los colores del sitio donde se encontraban, no eran los mismos. -Maldición...-Vociferó el musculoso, sin quitar la mirada de sus contrincantes, quienes ahora, daban más miedo que la vez anterior. Aunque algunos parecían querer escapar, él no se movía, parecía que estuviera adherido al suelo, como si hiciera parte del rebelde pasto en el que estaba en pie.
De repente, una sonrisa apareció en su rostro, y lo más sorprendente, es que era genuina y con un toque de malicia. -Bueno... Ha llegado el momento...-Corrió hasta quedar en las piernas de la bestia, con sus puños apretados. Acto seguido, miró a los otros, con su rabillo del ojo. -Wernack, sería buena idea que te quedes conmigo... De resto, si los otros quieren escapar, no hay problema.-Luego, su cuerpo comenzó a transformarse de nuevo, volviendo a crecer y a crecer. Antes de volverse un dragón, le dijo algo a Keira, quien podría ser de ayuda.
-Espero que decidas lo correcto...-Después de haber susurrado aquellas palabras, se convirtió en un magnífico dragón. Sus alas estaban en lo alto y a pesar de que no alcanzaba el tamaño de su enemigo, al menos podría hacerle una batalla cuerpo a cuerpo. -*Ésto va a ser muy peligroso para mi... Estoy usando mucha energía...*-Pensó en su mente, y acto seguido, le lanzó una llamarada de fuego al otro dragón.
Como si fuera poco, comenzó a lanzar una ráfaga de garras y patadas, usando su cola como una especie de ayuda. Le dejó el espacio suficiente a Wernack para que también participara en el evento.
-GRWAAAAAAAAAAAAAAR-.
De repente, se escuchó otro rugido, que resonó por los tímpanos del musculoso. Éste frunció el ceño, y inconscientemente, dio un paso hacia atrás, empuñando exageradamente sus manos, sin perder el aire de luchar. Su cuerpo estaba consumido en llamas, literalmente. Cada tendón se encontraba bastante contraído, sabiendo perfectamente que en cualquier momento podría ser atacado por el colosal lagarto. Todos estaban callados, hasta que la criatura se percató de algo, como si hubiese escuchado una voz que tristemente, no pudieron escuchar. ¿Dónde estaba la maga del equipo contrario?, se supone que tendría que encontrarse en la cercanía de su mascota.
Ya se esperaba desde un principio... El gran animal lanzó una llamarada hacia el pobre grandullón, que se quedó inmóvil por unos minutos y luego, con bastante agilidad, colocó sus manos hacia atrás e hizo un salto mortal, manteniendo su equilibrio y notando que el fragmento peligroso. Sakun se percató que su mano se quemó, y cuando vio, se estaba convirtiendo en un tono grisáceo, parecido al que recibió Zarpitas, la vez que fue convertido en piedra. La herida se endureció y lamentablemente, no pudo mover los dedos. -¡Ugh!... Con cuidado con la bestia, puede convertirnos en roca.-Pronunció audible, tratando de que todos escuchasen la información. Después de unos minutos, caminó hacia adelante para atacar pero... Extrañamente, el hombre de pocos cabellos, comenzó a experimentar unos cambios desastrosos y al pasar unos segundos, desapareció, al igual que el lugar donde nos encontrábamos.
Todo cambió repentinamente, y los colores del sitio donde se encontraban, no eran los mismos. -Maldición...-Vociferó el musculoso, sin quitar la mirada de sus contrincantes, quienes ahora, daban más miedo que la vez anterior. Aunque algunos parecían querer escapar, él no se movía, parecía que estuviera adherido al suelo, como si hiciera parte del rebelde pasto en el que estaba en pie.
De repente, una sonrisa apareció en su rostro, y lo más sorprendente, es que era genuina y con un toque de malicia. -Bueno... Ha llegado el momento...-Corrió hasta quedar en las piernas de la bestia, con sus puños apretados. Acto seguido, miró a los otros, con su rabillo del ojo. -Wernack, sería buena idea que te quedes conmigo... De resto, si los otros quieren escapar, no hay problema.-Luego, su cuerpo comenzó a transformarse de nuevo, volviendo a crecer y a crecer. Antes de volverse un dragón, le dijo algo a Keira, quien podría ser de ayuda.
-Espero que decidas lo correcto...-Después de haber susurrado aquellas palabras, se convirtió en un magnífico dragón. Sus alas estaban en lo alto y a pesar de que no alcanzaba el tamaño de su enemigo, al menos podría hacerle una batalla cuerpo a cuerpo. -*Ésto va a ser muy peligroso para mi... Estoy usando mucha energía...*-Pensó en su mente, y acto seguido, le lanzó una llamarada de fuego al otro dragón.
Como si fuera poco, comenzó a lanzar una ráfaga de garras y patadas, usando su cola como una especie de ayuda. Le dejó el espacio suficiente a Wernack para que también participara en el evento.
-GRWAAAAAAAAAAAAAAR-.
Sakun
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Distraida por los ataques del dragón no había sido capaz de ver que la bruja había desaparecido dejando solo a su "adorable" bicho. quien lanzó un furioso ataque contra el hombre musculoso que seguía sangrando de forma grave.
Contempló como Sakun esquivaba el ataque, pero su puño quedaba convertido en piedra. No se creía la suerte que había tenido de haber logrado protegerse de su llama blanca, si no hubiese creado esas barreras de fuego facilmente habría sido convertida en piedra. Le tembló la respiración mientras Fire se acercaba a su lado. Ryu, la dragona, atizaba el cuerpo del dragón con su látigo y Wernak... Wernak decia algo sobre ser un cazadragones. ¿Es que acaso no tenían miedo?
El terreno yermo que era en ese momento el bosque poco a poco empezó a teñirse de negro, desapareció la hierba, los árboles se convirtieron en altisimas columnas del color de la noche. Una increible tensión, como si se arrancaran notas agudas de un vilolín, como si se escuchase en llanto agudo, como si soplase un aire de muerte, llenó el espacio desconocido, estaba claro que ya no se encontraban en el bosque...
La dama de fuego miró a su alrededor con la piel de gallina, y escuchó las palabras del luchador. El no huiría y parecía tener un plan, pues le pidió ayuda al hombre bestia antes de, raudo, volver a transformarse en un dragón tan negro que se confundía con la noche, momentos antes de convertirse, miró a la tensai para decirle que esperaba que hiciera lo correcto.
¿Lo correcto? ¿Qué era lo correcto? En cuanto vió a uno de los dragones que se encontraban a su lado lanzarse contra la bruja, lo vio claro, debía respaldarlor, aunque no se conocieran, estaban juntos, si iban a morir, lo harían juntos. Respiró hondo y sonrió:
- ¡Fire!- gritó ella- si esto acaba, que sea luchando. ¡Vamos a encenderlos!- dijo mientras iniciaba su hechizo.
El ave, entendiendo lass intenciones de su dueña, se lanzó contra el dragón a picotearle los ojos, era tan pequeña y veloz que no corría demasiado peligro, mientras tanto, Keira empezó a concentrar poder en sus manos, la fuerza que salía de ella hacía que se alzara un enorme viento elevando su cabello e iluminando el lugar con tonalidades rojas mientras esa tremenda burbuja, similar a un sol a escala iba tomando forma, estaba consumiendo mucha energía, se jugaban su vida a una maza. Sostuvo la esfera, esperando el momento en que el drgaón de llama blanca abriese la boca.
Ya los habían herido bastante, no pensaba permitirlo más, mientras pudiera hacer algo, lo haría.
Contempló como Sakun esquivaba el ataque, pero su puño quedaba convertido en piedra. No se creía la suerte que había tenido de haber logrado protegerse de su llama blanca, si no hubiese creado esas barreras de fuego facilmente habría sido convertida en piedra. Le tembló la respiración mientras Fire se acercaba a su lado. Ryu, la dragona, atizaba el cuerpo del dragón con su látigo y Wernak... Wernak decia algo sobre ser un cazadragones. ¿Es que acaso no tenían miedo?
El terreno yermo que era en ese momento el bosque poco a poco empezó a teñirse de negro, desapareció la hierba, los árboles se convirtieron en altisimas columnas del color de la noche. Una increible tensión, como si se arrancaran notas agudas de un vilolín, como si se escuchase en llanto agudo, como si soplase un aire de muerte, llenó el espacio desconocido, estaba claro que ya no se encontraban en el bosque...
La dama de fuego miró a su alrededor con la piel de gallina, y escuchó las palabras del luchador. El no huiría y parecía tener un plan, pues le pidió ayuda al hombre bestia antes de, raudo, volver a transformarse en un dragón tan negro que se confundía con la noche, momentos antes de convertirse, miró a la tensai para decirle que esperaba que hiciera lo correcto.
¿Lo correcto? ¿Qué era lo correcto? En cuanto vió a uno de los dragones que se encontraban a su lado lanzarse contra la bruja, lo vio claro, debía respaldarlor, aunque no se conocieran, estaban juntos, si iban a morir, lo harían juntos. Respiró hondo y sonrió:
- ¡Fire!- gritó ella- si esto acaba, que sea luchando. ¡Vamos a encenderlos!- dijo mientras iniciaba su hechizo.
El ave, entendiendo lass intenciones de su dueña, se lanzó contra el dragón a picotearle los ojos, era tan pequeña y veloz que no corría demasiado peligro, mientras tanto, Keira empezó a concentrar poder en sus manos, la fuerza que salía de ella hacía que se alzara un enorme viento elevando su cabello e iluminando el lugar con tonalidades rojas mientras esa tremenda burbuja, similar a un sol a escala iba tomando forma, estaba consumiendo mucha energía, se jugaban su vida a una maza. Sostuvo la esfera, esperando el momento en que el drgaón de llama blanca abriese la boca.
Ya los habían herido bastante, no pensaba permitirlo más, mientras pudiera hacer algo, lo haría.
Keira Brabery
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
La extraña mujer de antes me llamó "perrito", lo cual me hizo soltar un gruñido. Si el dragón no la mataba, lo haría yo, sin duda. Después de eso, sacó un ridículo látigo y atacó al dragón. Era absurdo que pudiese funcionar, de ninguna forma le dolería... pero por algún motivo, funciono. El monstruo rugió y se lanzó contra ella, al menos había servido para distraerlo.
El dragón pareció escuchar algo, pues clavó la mirada en un punto fijo, y tras unos segundos, lanzó una potente llamarada hacia Sakun que lo esquivó con una acrobacia impresionante. A los pocos segundos, sin embargo, nos avisó de que el fuego del dragón podía petrificarnos, lo cual no era muy agradable. Tome nota mental de no permitir que ese fuego me tocase, aunque tampoco tenía ganas de quemarme en un principio. Pensé en volver a gritarle a la dragona que lo distrajese, solo para reirme. Sin embargo, algo extrañó paso... más extraño que la bruja que aparecía de la nada y el dragón. El cielo se había vuelto rojo, las plantas habían desaparecido, y los árboles habían cambiado. Eso no era magia corriente.
Sakun sugirió que me quedase a luchar. -¡Ja! ¡Como si algo pudiese hacer que no luchase!- exclamé con una sonrisa desafiante. Nada ni nadie me haría huir de un combate tan impresionante. Iba a contar esa hazaña hasta que me cansase de hablar. -Más te vale sobrevivir, quiero testigos para cuando cuente esta historia.- dije, contemplando como se volvía a transformar en dragón El pájaro de la bruja también parecia animado a molestar al draco, brindandome una oportunidad perfecta. Corrí hacia Sakun, que estaba entre el dragón y yo, lanzandole una bocanada de fuego. -¡Quédate firme!- avisé, mientras saltaba a la espalda del hombre-dragón y subía rápidamente a zancadas. Finalmente, llegué hasta su cabeza y salté, impulsandome en él y lanzandome contra la sierpe más grande. Lanzando mi gancho en torno a su cuello, me agarré a la bestia, que aún estaba intentando evitar los ataques de Sakun. Clavando mis garras entre sus escamas, ascendí hasta llegar a la parte superior de su cuello a la que me agarré con fuerza.
La maniobra era arriesgada y, sobre todo, muy movida. La sierpe agitaba su cabeza por culpa del pájaro, que seguía torturandola, y eso hacía que casi me cayese de su ¿nuca? Una vez se detuvo, empecé a acercarme más a su cabeza hasta conseguir apoyarme en sus cuernos. La bestia intentó sacarme de un zarpazo que evité a duras penas. No tenía mucho tiempo. Desenfundé mi espada, me preparé, y la descendí en un ataque destinado a perforar su cabeza
El dragón pareció escuchar algo, pues clavó la mirada en un punto fijo, y tras unos segundos, lanzó una potente llamarada hacia Sakun que lo esquivó con una acrobacia impresionante. A los pocos segundos, sin embargo, nos avisó de que el fuego del dragón podía petrificarnos, lo cual no era muy agradable. Tome nota mental de no permitir que ese fuego me tocase, aunque tampoco tenía ganas de quemarme en un principio. Pensé en volver a gritarle a la dragona que lo distrajese, solo para reirme. Sin embargo, algo extrañó paso... más extraño que la bruja que aparecía de la nada y el dragón. El cielo se había vuelto rojo, las plantas habían desaparecido, y los árboles habían cambiado. Eso no era magia corriente.
Sakun sugirió que me quedase a luchar. -¡Ja! ¡Como si algo pudiese hacer que no luchase!- exclamé con una sonrisa desafiante. Nada ni nadie me haría huir de un combate tan impresionante. Iba a contar esa hazaña hasta que me cansase de hablar. -Más te vale sobrevivir, quiero testigos para cuando cuente esta historia.- dije, contemplando como se volvía a transformar en dragón El pájaro de la bruja también parecia animado a molestar al draco, brindandome una oportunidad perfecta. Corrí hacia Sakun, que estaba entre el dragón y yo, lanzandole una bocanada de fuego. -¡Quédate firme!- avisé, mientras saltaba a la espalda del hombre-dragón y subía rápidamente a zancadas. Finalmente, llegué hasta su cabeza y salté, impulsandome en él y lanzandome contra la sierpe más grande. Lanzando mi gancho en torno a su cuello, me agarré a la bestia, que aún estaba intentando evitar los ataques de Sakun. Clavando mis garras entre sus escamas, ascendí hasta llegar a la parte superior de su cuello a la que me agarré con fuerza.
La maniobra era arriesgada y, sobre todo, muy movida. La sierpe agitaba su cabeza por culpa del pájaro, que seguía torturandola, y eso hacía que casi me cayese de su ¿nuca? Una vez se detuvo, empecé a acercarme más a su cabeza hasta conseguir apoyarme en sus cuernos. La bestia intentó sacarme de un zarpazo que evité a duras penas. No tenía mucho tiempo. Desenfundé mi espada, me preparé, y la descendí en un ataque destinado a perforar su cabeza
Asher Daregan
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Todo paso muy rápido, su distracción había sido útil, aunque por culpa de la misma Ryu casi acaba atravesada por los cuernos de el dragón mientras seguía caminando en dirección del cadáver de la bruja muerta, Si mi presentimiento es cierto, esa sangre tiene un gran poder mágico, espero que no sea mortal... penso, aunque hacia poco había visto como esa misma sangre mataba las plantas que tenían alrededor.
Mientras Ryu hacia esto, vio una espectacular maniobra conjunta Mira, contándose un plan entre ellos sin tenerme en cuenta... bha, que se le va a hacer... dijo mientras seguía avanzando hacia el cadáver y mirando las acciones de sus compañeros.
El pájaro de la bruja de fuego se había lanzado contra los ojos del dragón, su aliado, el otro dragón, se transformaba y justo después de eso, Ryu llego al cadáver de la anterior bruja, y tal cual llego, se agacho, y agarro la mayor cantidad de sangre que podía acuencando ambas manos y la bebía Si lo que he pensado es cierto, en algo me tiene que ayudar, aunque... me arriesgo a morir...
Mientras Ryu hacia esto ultimo, sus compañeros seguían atacando, el dragón aliado lanzaba una llamarada abrasadora hacia el enemigo, y el "perrito" o como el se había autodenominado "Caza dragones", usaba la espalda de el lanza-fuego para llegar hasta el cuello de el dragón gris, también se dio cuenta de que el lugar había cambiado, el cielo era rojo y las plantas y arboles de alrededor habían cambiado por completo, aunque esto Ryu lo ignoró.
-U... un dragón de fuego...- dijo mientras miraba hacia su compañero Ryu, tranquilízate... respira... no es "él", y es imposible que lo conozca... relájate... Ryu no hizo caso de su propia consciencia, sus instintos la impulsaban, se transformo como pudo y lanzo un ataque enrabietado hacia su compañero NO, EL NO ES EL ENEMIGO pensó en un acto de cordura deteniendo su carrera hacia su amigo, y cuando estuvo a una distancia cercana, se lanzo hacia el cuello de el dragón enemigo, intentando asestarle un zarpazo en el cuello, el cual estaba visible gracias a la acción del "perrito"
Mientras Ryu hacia esto, vio una espectacular maniobra conjunta Mira, contándose un plan entre ellos sin tenerme en cuenta... bha, que se le va a hacer... dijo mientras seguía avanzando hacia el cadáver y mirando las acciones de sus compañeros.
El pájaro de la bruja de fuego se había lanzado contra los ojos del dragón, su aliado, el otro dragón, se transformaba y justo después de eso, Ryu llego al cadáver de la anterior bruja, y tal cual llego, se agacho, y agarro la mayor cantidad de sangre que podía acuencando ambas manos y la bebía Si lo que he pensado es cierto, en algo me tiene que ayudar, aunque... me arriesgo a morir...
Mientras Ryu hacia esto ultimo, sus compañeros seguían atacando, el dragón aliado lanzaba una llamarada abrasadora hacia el enemigo, y el "perrito" o como el se había autodenominado "Caza dragones", usaba la espalda de el lanza-fuego para llegar hasta el cuello de el dragón gris, también se dio cuenta de que el lugar había cambiado, el cielo era rojo y las plantas y arboles de alrededor habían cambiado por completo, aunque esto Ryu lo ignoró.
-U... un dragón de fuego...- dijo mientras miraba hacia su compañero Ryu, tranquilízate... respira... no es "él", y es imposible que lo conozca... relájate... Ryu no hizo caso de su propia consciencia, sus instintos la impulsaban, se transformo como pudo y lanzo un ataque enrabietado hacia su compañero NO, EL NO ES EL ENEMIGO pensó en un acto de cordura deteniendo su carrera hacia su amigo, y cuando estuvo a una distancia cercana, se lanzo hacia el cuello de el dragón enemigo, intentando asestarle un zarpazo en el cuello, el cual estaba visible gracias a la acción del "perrito"
Ryu
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Los zarpazos de Sakun, así como sus mordidas, llegaron a dejar marcas en las escamas grisáceas del dragón, sin embargo ninguna alcanzó a penetrar en la especie de coraza que protegía a la criatura. Rugió con enojo, toda intención de arremeter contra el hombre-dragón brotaba feroz con ansiedad. Y así estuvo a punto de hacerlo cuando el ave de Keira rasgó la piel vidriosa de sus ojos.
Las fauces del engendro se abrieron y cerraron repetidas veces, intentando arrancar alguna extremidad emplumada, al tiempo que continuaba soportando los ataques del dragón.
Mas nuevamente contraatacar fue imposible. Debido a la insensibilidad de la piel, no fue consciente del hombre-bestia trepando en su cuello, pero experimentó con claridad el ataque de Ryu. Al igual que las de Sakun, las zarpas de la dragona apenas hacían modestos daños en la superficie gris. En un colérico grito decidió hacer uso de uno de sus más poderosos recursos, sólo empleado en situaciones de máxima necesidad. Concentrándose, liberaría una explosión de fuego blanco que petrificaría a todo ser en un radio de cien metros, o incluso más. Pero ya era muy tarde. La hoja metálica ya había hurgado en su punto débil: el espacio entre sus cuernos. Único en su especie, fenecía con un último rugido que en poco tiempo se transformó en un eco destinado al olvido.
Diferenciándose de las criaturas terrenas, el dragón gris se mantuvo quieto, inmóvil. Sus ojos fueron inundados del mismo color opaco que cubría el resto de su cuerpo, en segundos todos serían conscientes de la petrificación del dragón. Segundos antes, una fiera indestructible; ahora, sólo una estatua.
Únicamente los blancuzcos dientes y cuernos gozarían impolutos del blanco amarillento, color de los huesos. Por algún motivo no eran afectados por el pétreo aliento del dragón, ¿era magia en su interior lo que los protegía de convertirse en piedra? ¿O se debía a una tenacidad incomparable con la de materiales comunes?
La sangre bebida por Ryu no ocasionó efectos inmediatos. Pasaron varios minutos hasta que ella sintió un gélido escalofrío recorriendo cada centímetro de su cuerpo tiritante. Su respiración cesaría de repente, sus pulmones abandonarían su funcionamiento hasta llevar a la dragona al borde del desmayo, justo cuando sus órganos volvían a trabajar con normalidad.
Manera cualquiera se sucediese, la bruja pudo ver la escena desde una distancia segura. En su rostro aún podría notarse algún vestigio de sorpresa motivado por la escena que acababa de presenciar. Su criatura, en una estática pose, se hallaba muerta a manos de débiles mortales.
Entre pasos silenciosos se acercó a todos ellos. Únicamente usando el pensamiento su invisibilidad se desvaneció, mostrando la bruja a los sobrevivientes. - Excelente trabajo, viajeros. - Dijo su afinada voz. - Habéis podido matar mi carne antes, pero ya no. Ahora están en mi tierra. - Miró a todos y a cada uno inspeccionando los detalles en sus rostros. - Debéis ser castigados. ¡Enviados a prisión! - Puso una cara juguetona mientras sus ojos se habrían de par en par. - Bienvenidos a la que será vuestra celda. - Rápidamente, una carcajada resonó en los oídos de todos mientras la bruja desaparecía frente a sus ojos. En la mente de la mujer, maquiavélicas ideas le susurraban cómo torturaría a los cuatro hasta erradicar la final gota de su mísera cordura.
ⱴ Finalmente, tranquilidad. No hay bestia alguna. Aprovechad este turno para explorar.
• Sentíos libres de describir, mas siempre recordad que en la dirección en la que vayan el bosque continuará viéndose igual.
ᵳ Es una opción, la búsqueda. Tesoros inalcanzables en Aerandir pero sí en este plano pueden esconderse en derredor. En el modesto post que escribo no hallan fiera, pero sed cuidadosos, podrían liberar alguna. Recordad nunca dar su búsqueda por exitosa, pues es de mi responsabilidad aclarar las circunstancias de vuestra búsqueda, así como sus consecuencias.
ᶲ Ryu. Tu personaje ha obtenido el efecto Corazón de Piedra. Aún sus efectos no se harán presentes, mi post próximo especificará. Si han de surgir dudas o inquietudes, recuerda comunicarte conmigo a través de los Mensajes Privados.
Las fauces del engendro se abrieron y cerraron repetidas veces, intentando arrancar alguna extremidad emplumada, al tiempo que continuaba soportando los ataques del dragón.
Mas nuevamente contraatacar fue imposible. Debido a la insensibilidad de la piel, no fue consciente del hombre-bestia trepando en su cuello, pero experimentó con claridad el ataque de Ryu. Al igual que las de Sakun, las zarpas de la dragona apenas hacían modestos daños en la superficie gris. En un colérico grito decidió hacer uso de uno de sus más poderosos recursos, sólo empleado en situaciones de máxima necesidad. Concentrándose, liberaría una explosión de fuego blanco que petrificaría a todo ser en un radio de cien metros, o incluso más. Pero ya era muy tarde. La hoja metálica ya había hurgado en su punto débil: el espacio entre sus cuernos. Único en su especie, fenecía con un último rugido que en poco tiempo se transformó en un eco destinado al olvido.
Diferenciándose de las criaturas terrenas, el dragón gris se mantuvo quieto, inmóvil. Sus ojos fueron inundados del mismo color opaco que cubría el resto de su cuerpo, en segundos todos serían conscientes de la petrificación del dragón. Segundos antes, una fiera indestructible; ahora, sólo una estatua.
Únicamente los blancuzcos dientes y cuernos gozarían impolutos del blanco amarillento, color de los huesos. Por algún motivo no eran afectados por el pétreo aliento del dragón, ¿era magia en su interior lo que los protegía de convertirse en piedra? ¿O se debía a una tenacidad incomparable con la de materiales comunes?
La sangre bebida por Ryu no ocasionó efectos inmediatos. Pasaron varios minutos hasta que ella sintió un gélido escalofrío recorriendo cada centímetro de su cuerpo tiritante. Su respiración cesaría de repente, sus pulmones abandonarían su funcionamiento hasta llevar a la dragona al borde del desmayo, justo cuando sus órganos volvían a trabajar con normalidad.
Manera cualquiera se sucediese, la bruja pudo ver la escena desde una distancia segura. En su rostro aún podría notarse algún vestigio de sorpresa motivado por la escena que acababa de presenciar. Su criatura, en una estática pose, se hallaba muerta a manos de débiles mortales.
Entre pasos silenciosos se acercó a todos ellos. Únicamente usando el pensamiento su invisibilidad se desvaneció, mostrando la bruja a los sobrevivientes. - Excelente trabajo, viajeros. - Dijo su afinada voz. - Habéis podido matar mi carne antes, pero ya no. Ahora están en mi tierra. - Miró a todos y a cada uno inspeccionando los detalles en sus rostros. - Debéis ser castigados. ¡Enviados a prisión! - Puso una cara juguetona mientras sus ojos se habrían de par en par. - Bienvenidos a la que será vuestra celda. - Rápidamente, una carcajada resonó en los oídos de todos mientras la bruja desaparecía frente a sus ojos. En la mente de la mujer, maquiavélicas ideas le susurraban cómo torturaría a los cuatro hasta erradicar la final gota de su mísera cordura.
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ⱴ Finalmente, tranquilidad. No hay bestia alguna. Aprovechad este turno para explorar.
• Sentíos libres de describir, mas siempre recordad que en la dirección en la que vayan el bosque continuará viéndose igual.
ᵳ Es una opción, la búsqueda. Tesoros inalcanzables en Aerandir pero sí en este plano pueden esconderse en derredor. En el modesto post que escribo no hallan fiera, pero sed cuidadosos, podrían liberar alguna. Recordad nunca dar su búsqueda por exitosa, pues es de mi responsabilidad aclarar las circunstancias de vuestra búsqueda, así como sus consecuencias.
ᶲ Ryu. Tu personaje ha obtenido el efecto Corazón de Piedra. Aún sus efectos no se harán presentes, mi post próximo especificará. Si han de surgir dudas o inquietudes, recuerda comunicarte conmigo a través de los Mensajes Privados.
Fehu
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Después de varios minutos, usando todas sus fuerzas, lanzando los golpes más agresivos que aquellos cuerpos podían permitir, logrando que por cada garrazo, el gigantesco dragón comience a sentirse aún más desconcertado. El cuerpo del pobre moreno comenzaba a tronar, aún en su forma dragón, dando a entender que sus músculos comenzaban a perder la resistencia. Como si se tratara de un crujiente pan, sus tendones comenzaron a chirriar ruidosamente, notando que su cuerpo comenzaba a rendirse y obviamente, iniciaría un dolor incontrolable. De repente, una voz recorrió toda su cabeza, haciéndolo rememorar unas frases de una persona, alguien que conoció en su niñez... Uno de sus hermanos.
-"Hay un límite en los dragones de fuego. Es un límite al que no pueden llegar, o... Podrían morir. Si decides pasarlo, es un riesgo bastante peligroso y perderías la vida de una manera horrible, que no serías capaz de imaginar. Cuando te puedas convertir en un dragón, sabrás de lo que hablo. Adiós hermanito..."-.
Su cuerpo ya perdía las energías y faltaba poco para que regresara a la normalidad. Sus garras comenzaban a desvanecerse, de manera lenta, al igual que su gigantesco torso. Su fuerza también desaparecía, aunque se sintió aliviado gracias a que su contrincante comenzó a tornarse en un color grisáceo, parecido a una estatua. El guerrero se había esforzado demasiado, y todos debían reconocerlo. El pobre morocho había tenido bastantes combates, es más, todos sucedieron en seguida... Uno después de otro, pareciendo que no se terminarían nunca. Lamentablemente, había sido el día en el que más usó sus poderes, por proteger a sus compañeros, su mascota e incluso, sus alrededores como la naturaleza.
En definitiva, el héroe quedó en el suelo, con su herida sangrando, y su piel bastante pálida. Por suerte, no iba a morir, pero sus brazos ni sus piernas daban para más, inclusive, el último combate con la bruja, fue el que culminó con todos sus alientos. Su mentón acariciaba el pasto y la voz de la bruja no pudo escucharla... Sólo oyó unos murmullos bajos, que resonaron por su mente. Sus ojos comenzaron a entrecerrarse y era cuestión de tiempo para que quedara dormido, pero no, hizo un esfuerzo para mantenerlos abiertos.
Por fortuna, su tigre despertó, completamente desconcertado, caminando alrededor del raro bosque en el que se encontraban, pero pudo ver a su amo desde la lejanía. Se quedó atónito al ver su estado tan deplorable y en una velocidad incomparable, llegó cerca de él. Sakun pudo sentir su presencia y levantó lentamente su mano para acariciarle el hocico, pero le fue imposible. Zarpitas lo subió en su lomo y lo llevó entre la zona forestal, en la cual se encontraban. A partir de ahí, solo vieron flores de colores exóticos. Los robles estaban pintados en un morado fuerte, y las hojas eran carmesí, iguales al color de la sangre. Las brisas que pasaban por su alrededores, eran pequeños polvos brillantes, que se podían ver. Sus sombras no eran negras, si no blancas. Los ruidos de la naturaleza eran bastante raros, y los rugidos que emanaba el felino, se convertían en palabras, como si pudiera volver a hablar. ¿Acaso era una alucinación?.
El tigre blanco soltó un gruñido, el cual quedó traducido como "Te estoy respaldando, amo mío."... Aquellas palabras tranquilizaron al musculoso, que se encontraba con sus ojos cerrados, respirando entre cortado, sintiendo que sus huesos estaban completamente helados. -Gracias...-Murmuró, mientras que se sumergían entre el extraño bosque, tratando de hallar una salida.
_______
Off: Dado que nos encontrábamos en otro lugar, hice que Zarpitas hablase, espero que no sea un problema. Saludos
-"Hay un límite en los dragones de fuego. Es un límite al que no pueden llegar, o... Podrían morir. Si decides pasarlo, es un riesgo bastante peligroso y perderías la vida de una manera horrible, que no serías capaz de imaginar. Cuando te puedas convertir en un dragón, sabrás de lo que hablo. Adiós hermanito..."-.
Su cuerpo ya perdía las energías y faltaba poco para que regresara a la normalidad. Sus garras comenzaban a desvanecerse, de manera lenta, al igual que su gigantesco torso. Su fuerza también desaparecía, aunque se sintió aliviado gracias a que su contrincante comenzó a tornarse en un color grisáceo, parecido a una estatua. El guerrero se había esforzado demasiado, y todos debían reconocerlo. El pobre morocho había tenido bastantes combates, es más, todos sucedieron en seguida... Uno después de otro, pareciendo que no se terminarían nunca. Lamentablemente, había sido el día en el que más usó sus poderes, por proteger a sus compañeros, su mascota e incluso, sus alrededores como la naturaleza.
En definitiva, el héroe quedó en el suelo, con su herida sangrando, y su piel bastante pálida. Por suerte, no iba a morir, pero sus brazos ni sus piernas daban para más, inclusive, el último combate con la bruja, fue el que culminó con todos sus alientos. Su mentón acariciaba el pasto y la voz de la bruja no pudo escucharla... Sólo oyó unos murmullos bajos, que resonaron por su mente. Sus ojos comenzaron a entrecerrarse y era cuestión de tiempo para que quedara dormido, pero no, hizo un esfuerzo para mantenerlos abiertos.
Por fortuna, su tigre despertó, completamente desconcertado, caminando alrededor del raro bosque en el que se encontraban, pero pudo ver a su amo desde la lejanía. Se quedó atónito al ver su estado tan deplorable y en una velocidad incomparable, llegó cerca de él. Sakun pudo sentir su presencia y levantó lentamente su mano para acariciarle el hocico, pero le fue imposible. Zarpitas lo subió en su lomo y lo llevó entre la zona forestal, en la cual se encontraban. A partir de ahí, solo vieron flores de colores exóticos. Los robles estaban pintados en un morado fuerte, y las hojas eran carmesí, iguales al color de la sangre. Las brisas que pasaban por su alrededores, eran pequeños polvos brillantes, que se podían ver. Sus sombras no eran negras, si no blancas. Los ruidos de la naturaleza eran bastante raros, y los rugidos que emanaba el felino, se convertían en palabras, como si pudiera volver a hablar. ¿Acaso era una alucinación?.
El tigre blanco soltó un gruñido, el cual quedó traducido como "Te estoy respaldando, amo mío."... Aquellas palabras tranquilizaron al musculoso, que se encontraba con sus ojos cerrados, respirando entre cortado, sintiendo que sus huesos estaban completamente helados. -Gracias...-Murmuró, mientras que se sumergían entre el extraño bosque, tratando de hallar una salida.
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Off: Dado que nos encontrábamos en otro lugar, hice que Zarpitas hablase, espero que no sea un problema. Saludos
Sakun
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Cuando el Dragon estaba por abrir sus fauces, para deshacerse de todo quien esaba a su alrededor, Keira soltó la bola de fuego sin poder retenerla por más tiempo, era demasiado grande y tenía mucha de su energía, acabó entrando en la boca del dragón que empezó a convertirse en piedra.
Keira, que se había cubierto y estaba por gritar que el resto hiciera lo mismo, se le vantó con sorpresa, eso no era cosa suya, ella no convertía a la gente en piedra, lo sbaía, no lo había hecho ella. La explosión que provocaría la bola, se quedó en el interior del dragon, dañando, a penas nada, la petrea piel del ser. Solo los colmillos habían quedado completamente intactos, luciendo un blanco marmolado.
Keira respiraba con fuerza, debido al esfuerzo usado para crear esa bola de fuego que de tan poco había servido, cuando la bruja se acercó silenciosa, estaban encerrados en ese espacio hueco, en medio de la nada, una carcel de sangre y oscuridad. Pero la tensai se negaba a aceptarlo. Debía haber algo... si tan solo pudoera iluminar más la zona, ya había usado mucha energía, pero ahora no había nada... y podría recuperarse pronto. Haciendo una pequeña burbuja la lanzó hacia arriba haciendola estallar para que iluminase el lugar, las esquirlas de fuego siguieron haciendo luz mientras caían, efectivamente, no había veía modo de salir. Con un suspiro habló con sus compañeros:
- Deberíamos buscar alguna forma de salir de aquí, toda celda tiene su candado, si lo encontramos, podríamos intentar salir de este sitio, yo, al menos, no pienso quedarme aquí encerrada para siempre.
Se agachó y tomó algunos potingues de su bolsa, no era la primera vez que se quemaba, sus prácticas habían sido duras. Tiró los restos de agua que le quedaban en la botella para limpiarse los restos de suciedad y luego se puso esas cremas para, en seguida, vendarse la herida. por desgracia, temía que, posiblemente le quedaría marca. Se alzó con fire sobre el brazo sano y tomó su bolsa, iría en silencio, no quería volver a despertar la furia de la bruja:
- Si alguno quiere acompañarme.- dijo antes de empezar a andar. ¿Encontraría algo en el bosque negro?
Ella no, pero si Fire, el ave, con mucha mejor vista que la tensai, vió algo no muy lejos, ¿sería una salida? De forma presurosa, Keira siguió a su ave esperando encontrar algo útil.
Keira, que se había cubierto y estaba por gritar que el resto hiciera lo mismo, se le vantó con sorpresa, eso no era cosa suya, ella no convertía a la gente en piedra, lo sbaía, no lo había hecho ella. La explosión que provocaría la bola, se quedó en el interior del dragon, dañando, a penas nada, la petrea piel del ser. Solo los colmillos habían quedado completamente intactos, luciendo un blanco marmolado.
Keira respiraba con fuerza, debido al esfuerzo usado para crear esa bola de fuego que de tan poco había servido, cuando la bruja se acercó silenciosa, estaban encerrados en ese espacio hueco, en medio de la nada, una carcel de sangre y oscuridad. Pero la tensai se negaba a aceptarlo. Debía haber algo... si tan solo pudoera iluminar más la zona, ya había usado mucha energía, pero ahora no había nada... y podría recuperarse pronto. Haciendo una pequeña burbuja la lanzó hacia arriba haciendola estallar para que iluminase el lugar, las esquirlas de fuego siguieron haciendo luz mientras caían, efectivamente, no había veía modo de salir. Con un suspiro habló con sus compañeros:
- Deberíamos buscar alguna forma de salir de aquí, toda celda tiene su candado, si lo encontramos, podríamos intentar salir de este sitio, yo, al menos, no pienso quedarme aquí encerrada para siempre.
Se agachó y tomó algunos potingues de su bolsa, no era la primera vez que se quemaba, sus prácticas habían sido duras. Tiró los restos de agua que le quedaban en la botella para limpiarse los restos de suciedad y luego se puso esas cremas para, en seguida, vendarse la herida. por desgracia, temía que, posiblemente le quedaría marca. Se alzó con fire sobre el brazo sano y tomó su bolsa, iría en silencio, no quería volver a despertar la furia de la bruja:
- Si alguno quiere acompañarme.- dijo antes de empezar a andar. ¿Encontraría algo en el bosque negro?
Ella no, pero si Fire, el ave, con mucha mejor vista que la tensai, vió algo no muy lejos, ¿sería una salida? De forma presurosa, Keira siguió a su ave esperando encontrar algo útil.
Keira Brabery
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
El dragón soltó un terrible rugido de dolor cuando mi hoja se enterró en su craneo. Lo había conseguido. La criatura se quedó quieta, y poco a poco, sus escamas se fueron conviertiendo en piedra, convirtiendo a la bestia en una estatua, y con mi espada aún en ella. Tiré del mango, pero estaba firmemente atascada, no iba a recuperarla fácilmente. Me encogí de hombros, era probablemente la mejor manera de perder una espada. Salté de la cabeza del dragón al suelo y lo inspeccioné de cerca. Al parecer, solo los afilados dientes y colmillos seguían en su estado normal...
Nadie me había dado ni las gracias por salvarles del monstruo, era indignante. Como si se lo hubiese cargado una brisa de viento mágica. Sin embargo, no me iba a ir de allí con las manos vacias.Tanteé en la boca abierta de la bestia, buscando el colmillo más grande, y cuando lo encontré, tiré de él con fuerza y escuché un ruido grave y ligero. Volví a tirar... y cedió, haciendome caer al suelo por el empeño que le había puesto, y volví a oir el sonido grave y ronco que venía del dragón. Una última nube de humo, demasiado pequeña para cubrir nada, se escapó de su boca, y tanto sus dientes como sus cuernos empezaron a petrificarse. Al parecer ese había sido realmente su último aliento. Fuera como fuese, lo único que quedaba que recordase que eso había sido un dragón vivo estaba en mi mano. Esbocé una sonrisa y miré el colmillo de cerca. Era de unos 10 o 12 centímetros, afilado y blanco como el mármol. Nadie iba a dudar de a que pertenecía. Me guardé el trofeo en el bolsillo, en cuanto pudiese, me haría un colgante con él, y miré al resto. El dragón estaba dormido sobre su tigre, y la bruja se había ido a caminar en otra dirección.
No iba a ser menos. Tal vez no encontrasemos una salida, pero ese sitio no era normal... tal vez tuviese materiales y plantas mágicas, y mi instinto me llevaba a explorar el lugar. Eché a correr por el bosque, abandonando la estatua del draco, fijandome en cada árbol y planta que encontrase. Sin embargo, casi todo parecía estar muerto en ese sitio... y el bosque parecía ser siempre el mismo. Me di la vuelta, algo decepcionado, y vi un gran tronco que debía haber pertenecido a un enorme árbol, ahora partido. "¿Por qué no?" lancé mi gancho al punto más alto del tronco y empecé a escalar. Al parecer, estaba hueco por dentro, pero tal vez algo se escondiese en su interior...
Nadie me había dado ni las gracias por salvarles del monstruo, era indignante. Como si se lo hubiese cargado una brisa de viento mágica. Sin embargo, no me iba a ir de allí con las manos vacias.Tanteé en la boca abierta de la bestia, buscando el colmillo más grande, y cuando lo encontré, tiré de él con fuerza y escuché un ruido grave y ligero. Volví a tirar... y cedió, haciendome caer al suelo por el empeño que le había puesto, y volví a oir el sonido grave y ronco que venía del dragón. Una última nube de humo, demasiado pequeña para cubrir nada, se escapó de su boca, y tanto sus dientes como sus cuernos empezaron a petrificarse. Al parecer ese había sido realmente su último aliento. Fuera como fuese, lo único que quedaba que recordase que eso había sido un dragón vivo estaba en mi mano. Esbocé una sonrisa y miré el colmillo de cerca. Era de unos 10 o 12 centímetros, afilado y blanco como el mármol. Nadie iba a dudar de a que pertenecía. Me guardé el trofeo en el bolsillo, en cuanto pudiese, me haría un colgante con él, y miré al resto. El dragón estaba dormido sobre su tigre, y la bruja se había ido a caminar en otra dirección.
No iba a ser menos. Tal vez no encontrasemos una salida, pero ese sitio no era normal... tal vez tuviese materiales y plantas mágicas, y mi instinto me llevaba a explorar el lugar. Eché a correr por el bosque, abandonando la estatua del draco, fijandome en cada árbol y planta que encontrase. Sin embargo, casi todo parecía estar muerto en ese sitio... y el bosque parecía ser siempre el mismo. Me di la vuelta, algo decepcionado, y vi un gran tronco que debía haber pertenecido a un enorme árbol, ahora partido. "¿Por qué no?" lancé mi gancho al punto más alto del tronco y empecé a escalar. Al parecer, estaba hueco por dentro, pero tal vez algo se escondiese en su interior...
Asher Daregan
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Ryu sintió un gélido frió recorriéndole todo el cuerpo, y como de repente perdía la respiración, cayendo al suelo de rodillas, hasta legar al punto de casi desmayarse, aunque al final no fue mas que un susto, pues su respiración volvió a la normalidad, haciendo que la dragona se relajase un poco, aunque seguía teniendo el corazón en un puño.
Vio como cada uno se iba por su parte, o hacia distintas cosas, el dragón se iba hacia el bosque con el tigre blanco, mientras que el perro arrancaba un colmillo de la estatua de piedra en la que ahora se había convertido el enemigo, y también se marchaba, dejando solas a la bruja y la dragona, aunque esta también se marcho por su parte, -Vaya, ya me vuelve a pasar, todos me abandonan, es increíble, ni un adiós, ni un nada- la única que se había despedido en condiciones había sido la dueña del halcón, o quizás era un ¿aguilucho?.
Ryu, también se interno en el bosque, aunque no pudieran salir de aquí, tampoco le importaba, excepto su deseo de venganza, no había nada ni nadie que la retuviesen en ningún lugar, por lo que podría llegar a ser feliz en ese bosque... un bosque sin animales, con plantas raras y de colores exóticos, los arboles, muertos, o por lo menos así parecían, las hojas, rojas, azules e incluso de colores aun mas extraños que la dragona no había visto nunca, todo demasiado bonito para su gusto, aunque no es oro todo lo que reluce...
Entre los arboles, a lo lejos, Ryu vio algo extraño, aunque no le dio importancia, pero estuvo un buen rato distraída con este hecho, por lo que cayo en un desnivel, manchando su preciado vestido de tierra, y su herida en el hombro volvía a atacar -Ajjgh... duele...- dijo mientras se levantaba y seguía caminando, chocándose contra un árbol, y cayendo de bruces frente a un tronco de árbol, que se encontraba en posición horizontal, aunque no parecía reciente, aunque el cabreo de la dragona iba en aumento, y desato su rabia, a patadas, contra la madera muerta del árbol, partiendo la parte de arriba, revelando su interior.
Vio como cada uno se iba por su parte, o hacia distintas cosas, el dragón se iba hacia el bosque con el tigre blanco, mientras que el perro arrancaba un colmillo de la estatua de piedra en la que ahora se había convertido el enemigo, y también se marchaba, dejando solas a la bruja y la dragona, aunque esta también se marcho por su parte, -Vaya, ya me vuelve a pasar, todos me abandonan, es increíble, ni un adiós, ni un nada- la única que se había despedido en condiciones había sido la dueña del halcón, o quizás era un ¿aguilucho?.
Ryu, también se interno en el bosque, aunque no pudieran salir de aquí, tampoco le importaba, excepto su deseo de venganza, no había nada ni nadie que la retuviesen en ningún lugar, por lo que podría llegar a ser feliz en ese bosque... un bosque sin animales, con plantas raras y de colores exóticos, los arboles, muertos, o por lo menos así parecían, las hojas, rojas, azules e incluso de colores aun mas extraños que la dragona no había visto nunca, todo demasiado bonito para su gusto, aunque no es oro todo lo que reluce...
Entre los arboles, a lo lejos, Ryu vio algo extraño, aunque no le dio importancia, pero estuvo un buen rato distraída con este hecho, por lo que cayo en un desnivel, manchando su preciado vestido de tierra, y su herida en el hombro volvía a atacar -Ajjgh... duele...- dijo mientras se levantaba y seguía caminando, chocándose contra un árbol, y cayendo de bruces frente a un tronco de árbol, que se encontraba en posición horizontal, aunque no parecía reciente, aunque el cabreo de la dragona iba en aumento, y desato su rabia, a patadas, contra la madera muerta del árbol, partiendo la parte de arriba, revelando su interior.
Ryu
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Una brisa de fúnebre pesar se deslizó en el bosque. No era una de esas tiernas brisas que con dulzura acarician una mejilla o encienden una orquesta de vibrantes hojas otoñales. No; esta era una brisa pesada, cargada de diminutas partículas grisáceas que imitaban a la ceniza, una brisa calurosa, de olor amargo. Se prescindía de mapas, de brújulas, de las estrellas, allí la brisa indicaba todo. Indicaba la densa tristeza que asolaba a aquel páramo que ya ningún mortal recordaba. Indicaba ese filoso vacío que la muerte deja enterrado en la escena de un crimen. Indicaba que los viajeros estaban perdidos, que ninguna puerta se abriría para brindarles la salida. Indicaba que allí el dominio no era el de la vida, indicaba que allí sólo podían esperar la peor de las muertes.
Sakun creyó haber visto árboles y hojas de colores, un colorido oasis en tierra muerta. Sin embargo ello no fue más que su mente jugando con él, no fue más que él mismo en su profundo sueño.
El dragón ahí yacía, junto a su tigre que acababa de despertar, totalmente dormido y sumido en benevolentes sueños. Zarpitas olisqueó el rostro de su amo, y alzó la vista a su alrededor, guardián. Cuando pudo comprobar lo inmutable del paisaje que se extendía en derredor, se desplomó en el suelo otra vez sin bajar la guardia.
En cambio, la travesía de la Tensai fue muy distinta. En un principio ella no se dio cuenta, pero mientras perseguía a su ave la frágil piel de sus piernas cruzó caminos con ramas espinosas que produjeron heridas superficiales. Poco tiempo pasó antes de que un tenue pero constante ardor toqueteó las piernas de la tensai.
Fire se postró sobre un tenaz cráneo que brillaba bajo la luz de incontables centellas en el cielo. El cadáver era anormalmente grande. Dos ojos, filosos colmillos y un par de cuernos negros lo adornaban. Sin lugar a dudas, era el cráneo de un dragón, y de uno muy grande.
En el lugar en el que uno de los colmillos debía estar, Keira pudo vislumbrar un diminuto brillo dorado. Encontró así el objeto que sería clave en sus próximas semanas: un anillo de oro. De lujo invaluable, lucía un rubí. Si Keira se lo colocaba sentiría cómo de repente la pesada brisa la esquivaba, y sólo a partir de entonces podría respirar con tranquilidad.
El destino de Wernack resultó ser muy diferente al de sus compañeros. Su ansiosa curiosidad pudo sólo conducirlo a descubrir el verdadero peligro de su nueva prisión. Una simple demostración de parte de la tierra muerta hacia la carne fresca. Cuando el hombre-bestia asomó su hocico por el tronco hueco, al principio nada sucedió. Quizás era un simple árbol seco con algún que otro insecto en su corteza.
Mas el perruno joven fue consciente de que su entorno no era tan calmo como creyó en primer lugar. Un agudo alarido escapó del interior del tronco. Era como si por primera vez en mucho tiempo, alguien o algo diera una profunda inhalación. La corteza se sacudió, haciendo caer de espaldas al hombre-bestia, que pudo ver cómo desde donde él se había asomado emergían cinco figuras que, a simple vista, infundían un profundo temor en el alma de hasta los más valientes.
Cuencas vacías lo miraron. Miraban a la nada, pero a la vez veían todo. Las creaturas respiraban entre agudos chillidos. Aún cuando sus extremidades se veían frágiles, rugosas y cubiertas de alguna especie de hongo, se movían a inesperada velocidad. Rápidamente, Wernack se vio rodeado. Quizás en un principio él se atrevería a subestimar a sus nuevos enemigos, mas al notar las filosas garras rojizas que los monstruos tenían en vez de uñas, se daría cuenta de la amenaza que estos significaban.
La dragona Ryu rompió la corteza del árbol, dejando escapar una densa nube de polvo. Tras buscar con su obstruida mirada encontraría una pequeña piedra preciosa. Gris, con forma ovalada y de color opaco. Ninguna utilidad se encontraría a simple vista.
Fue entonces cuando todos oyeron el chillido de un águila. Ninguno podría saber exactamente de dónde provenía, pero era un sonido estridente, agudo, que alcanzaba todo rincón de aquel páramo.
Aquello fue el preámbulo de la aparición de la bruja. A pesar de que únicamente Keira podía verla, todos escucharían su voz en sus mentes, tan clara como la luz del sol en un cielo despejado. - La tortura empieza. - Dijo, sonriendo a la Tensai. Apuntó su báculo en dirección a Keira y aún cuando sus labios se movían ningún sonido provenía de su interior. Keira sentiría un ardor en su hombro, brazo y pecho, en el lado en el que antes había sufrido una quemadura. El dolor sería como el de miles de cuchillas clavándose en la ternura de su carne, violando la delicadeza de tan inocente joven.
Poco a poco el dolor se expandiría. No había motivo para creerlo, pero Keira sabía que si el ardor se esparcía hasta su cabeza, sólo le esperaba la muerte. Así, inmóvil, ella se daría cuenta que el terrible dolor alcanzaba ambas piernas, ambos brazos, su tráquea. A la par de su dolor, Wernack debería luchar contra las criaturas que acababa de descubrir. Los seres eran rápidos, inteligentes y sus garras cortaban y quemaban al más mínimo contacto.
Sakun, en su profundo sueño, invadido por pesadillas que presagiaban todo un ragnarok en Aerandir. Ryu, perseguida por temores inexistentes; una paranoia tomaría su corazón, trayendo así a una fútil existencia a los peores miedos de la dragona.
Y entonces, el chillido del águila otra vez. Parecía que era el fin para todos y cada uno de los viajeros.
Una luz resplandeció.
Allí, en lo alto del firmamento, destello tan potente como el del sol mismo. Luz blanca, purificadora, impartiendo calidez y esperanza en las almas de los perdidos. La luz resplandeció.
El fulgor aumentó hasta ser lo único que los viajeros pudiesen ver, y al culminar el destello, los tres caerían rendidos en un inevitable desmayo.
Despertarían, los cuatro. Con mirar a su alrededor sabrían estaban en la Parte Este del Lago nuevamente, sin embargo ninguno de sus compañeros estaría cerca. Debían buscarlos si deseaban reencontrarse.
Y el lejano chillido del águila. Un chillido que quedaría grabado en sus memorias.
ᶳ Vosotros todos deberéis describir la situación que os ha tocado. Keira, sufrimiento, tortura y dolor. Wernack, lucha contra vestigio impuro de lo que antaño fue vida, y siente así el dolor. Sakun, pesadillas de ferviente terror has de mostrar. Ryu, los temores ocultos de vuestro personaje deberás sacar a relucir, encarnándolos en tierra firme.
ᶨ Keira. Has obtenido 'anillo de oro'. Su efecto es para ti desconocido, mas serás capaz de saber esa pieza de oro cuenta con propiedades especiales.
ᶋ Wernack. Has obtenido 'cuerno de dragón de piedra'. Su efecto es para ti desconocido, mas serás capaz de saber esa pieza de hueso cuenta con propiedades especiales.
ᵿ Ryu. Has obtenido 'piedra sombra'. Contando con tres usos, la piedra sombra puede volver la luz del día más brillante en la más oscura de las noches. Soplar es todo lo que debes hacer. Cuenta con un alcance de seis metros en todas direcciones.
Asimismo, has obtenido la maldición 'corazón de piedra'. En momentos inesperados experimentarás una profunda ira que descargarás en todo ser que tengas a tu alrededor, ignorando la relación que tengas con este. Por ello, gozarás de un aumento de tus cualidades físicas, aumentando temporalmente cinco puntos en todos tus atributos. Por ello, gozarás de un aumento de tus cualidades dracónicas, obteniendo el aliento pétreo, que permite petrificar a lo que sea que toque, mas sólo estará a tu alcance en momentos de cólera y dolor. Cada vez que sonrías un punzante pesar atravesará tu pecho. Has de contactarme si es que deseas deshacerte de tan tortuosa maldición.
ᶊ Con esto, he aquí mi salida del rol. Ha sido para mí cuestión de goce rolear con vosotros.
Sakun creyó haber visto árboles y hojas de colores, un colorido oasis en tierra muerta. Sin embargo ello no fue más que su mente jugando con él, no fue más que él mismo en su profundo sueño.
El dragón ahí yacía, junto a su tigre que acababa de despertar, totalmente dormido y sumido en benevolentes sueños. Zarpitas olisqueó el rostro de su amo, y alzó la vista a su alrededor, guardián. Cuando pudo comprobar lo inmutable del paisaje que se extendía en derredor, se desplomó en el suelo otra vez sin bajar la guardia.
En cambio, la travesía de la Tensai fue muy distinta. En un principio ella no se dio cuenta, pero mientras perseguía a su ave la frágil piel de sus piernas cruzó caminos con ramas espinosas que produjeron heridas superficiales. Poco tiempo pasó antes de que un tenue pero constante ardor toqueteó las piernas de la tensai.
Fire se postró sobre un tenaz cráneo que brillaba bajo la luz de incontables centellas en el cielo. El cadáver era anormalmente grande. Dos ojos, filosos colmillos y un par de cuernos negros lo adornaban. Sin lugar a dudas, era el cráneo de un dragón, y de uno muy grande.
En el lugar en el que uno de los colmillos debía estar, Keira pudo vislumbrar un diminuto brillo dorado. Encontró así el objeto que sería clave en sus próximas semanas: un anillo de oro. De lujo invaluable, lucía un rubí. Si Keira se lo colocaba sentiría cómo de repente la pesada brisa la esquivaba, y sólo a partir de entonces podría respirar con tranquilidad.
- anillo de oro:
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El destino de Wernack resultó ser muy diferente al de sus compañeros. Su ansiosa curiosidad pudo sólo conducirlo a descubrir el verdadero peligro de su nueva prisión. Una simple demostración de parte de la tierra muerta hacia la carne fresca. Cuando el hombre-bestia asomó su hocico por el tronco hueco, al principio nada sucedió. Quizás era un simple árbol seco con algún que otro insecto en su corteza.
Mas el perruno joven fue consciente de que su entorno no era tan calmo como creyó en primer lugar. Un agudo alarido escapó del interior del tronco. Era como si por primera vez en mucho tiempo, alguien o algo diera una profunda inhalación. La corteza se sacudió, haciendo caer de espaldas al hombre-bestia, que pudo ver cómo desde donde él se había asomado emergían cinco figuras que, a simple vista, infundían un profundo temor en el alma de hasta los más valientes.
Cuencas vacías lo miraron. Miraban a la nada, pero a la vez veían todo. Las creaturas respiraban entre agudos chillidos. Aún cuando sus extremidades se veían frágiles, rugosas y cubiertas de alguna especie de hongo, se movían a inesperada velocidad. Rápidamente, Wernack se vio rodeado. Quizás en un principio él se atrevería a subestimar a sus nuevos enemigos, mas al notar las filosas garras rojizas que los monstruos tenían en vez de uñas, se daría cuenta de la amenaza que estos significaban.
- el terror ante ti:
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La dragona Ryu rompió la corteza del árbol, dejando escapar una densa nube de polvo. Tras buscar con su obstruida mirada encontraría una pequeña piedra preciosa. Gris, con forma ovalada y de color opaco. Ninguna utilidad se encontraría a simple vista.
Fue entonces cuando todos oyeron el chillido de un águila. Ninguno podría saber exactamente de dónde provenía, pero era un sonido estridente, agudo, que alcanzaba todo rincón de aquel páramo.
Aquello fue el preámbulo de la aparición de la bruja. A pesar de que únicamente Keira podía verla, todos escucharían su voz en sus mentes, tan clara como la luz del sol en un cielo despejado. - La tortura empieza. - Dijo, sonriendo a la Tensai. Apuntó su báculo en dirección a Keira y aún cuando sus labios se movían ningún sonido provenía de su interior. Keira sentiría un ardor en su hombro, brazo y pecho, en el lado en el que antes había sufrido una quemadura. El dolor sería como el de miles de cuchillas clavándose en la ternura de su carne, violando la delicadeza de tan inocente joven.
Poco a poco el dolor se expandiría. No había motivo para creerlo, pero Keira sabía que si el ardor se esparcía hasta su cabeza, sólo le esperaba la muerte. Así, inmóvil, ella se daría cuenta que el terrible dolor alcanzaba ambas piernas, ambos brazos, su tráquea. A la par de su dolor, Wernack debería luchar contra las criaturas que acababa de descubrir. Los seres eran rápidos, inteligentes y sus garras cortaban y quemaban al más mínimo contacto.
Sakun, en su profundo sueño, invadido por pesadillas que presagiaban todo un ragnarok en Aerandir. Ryu, perseguida por temores inexistentes; una paranoia tomaría su corazón, trayendo así a una fútil existencia a los peores miedos de la dragona.
Y entonces, el chillido del águila otra vez. Parecía que era el fin para todos y cada uno de los viajeros.
Una luz resplandeció.
Allí, en lo alto del firmamento, destello tan potente como el del sol mismo. Luz blanca, purificadora, impartiendo calidez y esperanza en las almas de los perdidos. La luz resplandeció.
El fulgor aumentó hasta ser lo único que los viajeros pudiesen ver, y al culminar el destello, los tres caerían rendidos en un inevitable desmayo.
Despertarían, los cuatro. Con mirar a su alrededor sabrían estaban en la Parte Este del Lago nuevamente, sin embargo ninguno de sus compañeros estaría cerca. Debían buscarlos si deseaban reencontrarse.
Y el lejano chillido del águila. Un chillido que quedaría grabado en sus memorias.
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ᶳ Vosotros todos deberéis describir la situación que os ha tocado. Keira, sufrimiento, tortura y dolor. Wernack, lucha contra vestigio impuro de lo que antaño fue vida, y siente así el dolor. Sakun, pesadillas de ferviente terror has de mostrar. Ryu, los temores ocultos de vuestro personaje deberás sacar a relucir, encarnándolos en tierra firme.
ᶨ Keira. Has obtenido 'anillo de oro'. Su efecto es para ti desconocido, mas serás capaz de saber esa pieza de oro cuenta con propiedades especiales.
ᶋ Wernack. Has obtenido 'cuerno de dragón de piedra'. Su efecto es para ti desconocido, mas serás capaz de saber esa pieza de hueso cuenta con propiedades especiales.
ᵿ Ryu. Has obtenido 'piedra sombra'. Contando con tres usos, la piedra sombra puede volver la luz del día más brillante en la más oscura de las noches. Soplar es todo lo que debes hacer. Cuenta con un alcance de seis metros en todas direcciones.
Asimismo, has obtenido la maldición 'corazón de piedra'. En momentos inesperados experimentarás una profunda ira que descargarás en todo ser que tengas a tu alrededor, ignorando la relación que tengas con este. Por ello, gozarás de un aumento de tus cualidades físicas, aumentando temporalmente cinco puntos en todos tus atributos. Por ello, gozarás de un aumento de tus cualidades dracónicas, obteniendo el aliento pétreo, que permite petrificar a lo que sea que toque, mas sólo estará a tu alcance en momentos de cólera y dolor. Cada vez que sonrías un punzante pesar atravesará tu pecho. Has de contactarme si es que deseas deshacerte de tan tortuosa maldición.
ᶊ Con esto, he aquí mi salida del rol. Ha sido para mí cuestión de goce rolear con vosotros.
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Las circunstancias se hacían bastantes pesadas, y el cuerpo de Sakun era igual de funcionable a un títere. Sus músculos ni siquiera reaccionaban. Los brazos estaban bastant decaídos y aquella mirada de furia había desaparecido misteriosamente. Lamentablemente ya no reaccionaba, y los sentidos estaban sin funcionamiento, como si estuviese completamente muerto. A pesar de que la realidad fuera de su mente era un sorprendente orden, por dentro todo era un torbellino de locuras, similar a que alucinara con sus peores pesadillas.
Desde la lejanía se acercaba un tipo con unos rasgos bastantes familiares. El dragón podía verle, aún en la distancia. El hombre venía con una sonrisa siniestra, y con su espada en la mano, mantiendo la postura malvada. -¿Quién diablos eres tú?, ¿qué quieres de mi?.-Preguntó con seriedad, empuñando las manos en aquel sueño o visión. El tipo se movió velozmente y no tardó en estampar el cuerpo del héroe contra el suelo. Después, aquel misterioso hombre le agarró fuertemente del cuello, tratando de ahogarle con sus propios huesos de la garganta.
-Algo a que le temes, hijo mío... ¡Sorpresa!-Respondió el hombre con una exagerada sonrisa en su rostro, mostrando esa manera malvada. Sus dedos se clavaban más en la yugular del pobre morocho, que hacia un esfuerzo sobrenatural por soltarse, pero la agresividad de su enemigo no le dejaba. Luego de unos segundos, Sakun abrió los ojos de manera sorprendente, sabiendo la identidad de su agresor. Tragó un poco de saliva, y le apartó lentamente la mano, hasta que empezó a toser de manera grave, logrando recuperar el aire que necesitaba para poder hablar. -¡Te mataré!. ¡ He esperado todo este tiempo para acabar con tu vida!.-
-Así no se le trata a los padres.-Musitó con cierta burla, y le zampó una patada en la quijada, dejándolo completamente inmóvill. Luego, le agarró de la camisa y lo subió hasta tenerlo cerca del rostro. -Vaya, eras más fuerte cuando tenías 10 años... Qué triste.-Acto seguido, le enterró un puñetazo en el estómago, el cual le atravesó las entrañas. El pariente le colocó su pie en la frente de él y soltó bastantes carcajadas. El ambiente se cambió y los árboles adquirieron el cuerpo de un gigantesco lagarto. La escena de la muerte de su madre comenzó a traumar sus pensamientos, dándole una de las peores pesadillas que ha tenido. -Me quieres matar y no puedes vencer a ninguno de mi clan... Me decepcionas. ¿Es todo lo que posees, Sakun?. ¿Las ganas de verme aniquilado por tus garras, solo eso?. No es suficiente, ¡Quiero que me superes!. No dudaré en matarte en cuanto nos veamos cara a cara. Para tu suerte, ésto es solamente un sueño. Pero... Es decepcionante que no puedas salir de tu cabeza.-Su padre siguió hundiendo la cabeza del musculoso contra el asfalto.
-Yo puedo salir de aquí...-
-¡Entonces hazlo!.-
Como si el alma regresara al corazón de Sakun, sus puños se cerraron y el ceño se frunció, viendo que su cuerpo se volvió ancho y en una especie de minuto, le apartó la pierna a su padre con la mano. Soltó un gruñido bastante sonoro y lo empujó. El poder ya yacía en su interior y en un fuerte puñetazo, logró lanzar a su rival lejos. Los lagartos se lanzaron para atacar al morocho, pero él los agarró del mentón y en un movimiento brusco, acabó con la vida de las criaturas. -¡Lo juré!. ¡ Iba a entrenar día y noche, iba a incrementar mi fuerza, iba a combatir contra las abominaciones necesarias, sólo por acbar con tu vida!-Corrió hasta su familiar, y llevando toda su energía en el brazo izquierdo, le clavó sus nudillos en el rostro, haciendo que la escena se vea épica, donde los huesos sonaron y el crujir de su mandibula dio paso a que se parta en pedazos.
La zona comenzó a desaparecer, y finalmente, Sakun salió de la alucionación. Sus ojos vieron la luz del día. Zarpitas estaba al lado suyo, durmiendo plácidamente. Con tranqulidad, sostuvo a su mascota en los brazos. Alistó su mochila y se quedó con su torso desnudo. Ya todo había acabado, aunque el guerrero aún mantenía su mirada, que en ocasiones suele ser atractiva. Su actitud ruda pero preocupadavle hizo buscar a sus compañeros, para ayudarles con las heridas. A pesar de que el guerrero estaba adolorido, no dio un signo de dolor y se mantuvo en pie, con la frialdad de su mirada, la que radiaba oscuridad y desprecio.
-Buen trabajo, tigrillo...-Le acarició detrás de la oreja, y éste comenzo a ronronear. Era verdad, el felino se había esforzado bastante en ese día y mantuvo a su amo fuera de peligro, como un valiente animal.
Desde la lejanía se acercaba un tipo con unos rasgos bastantes familiares. El dragón podía verle, aún en la distancia. El hombre venía con una sonrisa siniestra, y con su espada en la mano, mantiendo la postura malvada. -¿Quién diablos eres tú?, ¿qué quieres de mi?.-Preguntó con seriedad, empuñando las manos en aquel sueño o visión. El tipo se movió velozmente y no tardó en estampar el cuerpo del héroe contra el suelo. Después, aquel misterioso hombre le agarró fuertemente del cuello, tratando de ahogarle con sus propios huesos de la garganta.
-Algo a que le temes, hijo mío... ¡Sorpresa!-Respondió el hombre con una exagerada sonrisa en su rostro, mostrando esa manera malvada. Sus dedos se clavaban más en la yugular del pobre morocho, que hacia un esfuerzo sobrenatural por soltarse, pero la agresividad de su enemigo no le dejaba. Luego de unos segundos, Sakun abrió los ojos de manera sorprendente, sabiendo la identidad de su agresor. Tragó un poco de saliva, y le apartó lentamente la mano, hasta que empezó a toser de manera grave, logrando recuperar el aire que necesitaba para poder hablar. -¡Te mataré!. ¡ He esperado todo este tiempo para acabar con tu vida!.-
-Así no se le trata a los padres.-Musitó con cierta burla, y le zampó una patada en la quijada, dejándolo completamente inmóvill. Luego, le agarró de la camisa y lo subió hasta tenerlo cerca del rostro. -Vaya, eras más fuerte cuando tenías 10 años... Qué triste.-Acto seguido, le enterró un puñetazo en el estómago, el cual le atravesó las entrañas. El pariente le colocó su pie en la frente de él y soltó bastantes carcajadas. El ambiente se cambió y los árboles adquirieron el cuerpo de un gigantesco lagarto. La escena de la muerte de su madre comenzó a traumar sus pensamientos, dándole una de las peores pesadillas que ha tenido. -Me quieres matar y no puedes vencer a ninguno de mi clan... Me decepcionas. ¿Es todo lo que posees, Sakun?. ¿Las ganas de verme aniquilado por tus garras, solo eso?. No es suficiente, ¡Quiero que me superes!. No dudaré en matarte en cuanto nos veamos cara a cara. Para tu suerte, ésto es solamente un sueño. Pero... Es decepcionante que no puedas salir de tu cabeza.-Su padre siguió hundiendo la cabeza del musculoso contra el asfalto.
-Yo puedo salir de aquí...-
-¡Entonces hazlo!.-
Como si el alma regresara al corazón de Sakun, sus puños se cerraron y el ceño se frunció, viendo que su cuerpo se volvió ancho y en una especie de minuto, le apartó la pierna a su padre con la mano. Soltó un gruñido bastante sonoro y lo empujó. El poder ya yacía en su interior y en un fuerte puñetazo, logró lanzar a su rival lejos. Los lagartos se lanzaron para atacar al morocho, pero él los agarró del mentón y en un movimiento brusco, acabó con la vida de las criaturas. -¡Lo juré!. ¡ Iba a entrenar día y noche, iba a incrementar mi fuerza, iba a combatir contra las abominaciones necesarias, sólo por acbar con tu vida!-Corrió hasta su familiar, y llevando toda su energía en el brazo izquierdo, le clavó sus nudillos en el rostro, haciendo que la escena se vea épica, donde los huesos sonaron y el crujir de su mandibula dio paso a que se parta en pedazos.
La zona comenzó a desaparecer, y finalmente, Sakun salió de la alucionación. Sus ojos vieron la luz del día. Zarpitas estaba al lado suyo, durmiendo plácidamente. Con tranqulidad, sostuvo a su mascota en los brazos. Alistó su mochila y se quedó con su torso desnudo. Ya todo había acabado, aunque el guerrero aún mantenía su mirada, que en ocasiones suele ser atractiva. Su actitud ruda pero preocupadavle hizo buscar a sus compañeros, para ayudarles con las heridas. A pesar de que el guerrero estaba adolorido, no dio un signo de dolor y se mantuvo en pie, con la frialdad de su mirada, la que radiaba oscuridad y desprecio.
-Buen trabajo, tigrillo...-Le acarició detrás de la oreja, y éste comenzo a ronronear. Era verdad, el felino se había esforzado bastante en ese día y mantuvo a su amo fuera de peligro, como un valiente animal.
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Persiguiendo a Fire, finalmente, la joven bruja encontró algo que no podía creer. Su ave, tan pequeña y delicada, se posaba con suavidad sobre la cabeza de un enorme dragón. Al principio Keira se quedó quieta, espantada por lo que había hecho su águila, ¿es que quería despertar una nueva amenaza? Pero no, el dragón no respiraba, era un mero cadáver que se encontraba allí, perdido entre las sombras del bosque rojo.
Con cautela, la bruja se acercó al cuerpo, y lo contempló con estupefacción, era inmenso, y sorprendentemente, hermoso, sus escamas eran brillantes aunque con la muerte del dragón habían perdido lustre. Parecía que, en otro tiempo, había sido fuerte y grandioso, pero ahora, ya solo era abono para esos arboles de oscuridad.
-Fire, vamos.- susurró alzando un brazo, intentando no atraer a nada más.
Su ave se posó con suavidad sobre su brazo, sano y Keira se dispuso a alejarse, pero notó un brillo en uno de los colmillos del cuerpo y se acercó a mirar, con cuidado, sacó del afilado diente y bello anillo de oro y rubí, demasiado grande para su gusto, pero, al fin y al cabo, parecía una reliquia, se lo quedaría como recuerdo, después de esa quemadura, lo mínimo que podía era recibir alguna recompensa, ¿no? Con una ligera sonrisa ladina, volvió a dar unos pasos, era su impresión, o le ardía el cuerpo, no, no podía ser.
De la nada, el grito atronador de un águila, preocupada, miró a Fire, pero ella no estaba alterada, no en ese momento, al menos. La Dama de ébano apareció de la nada frente a ella, que se puso en posición de combate, ¿sería cosa del anillo? Cuando la dama sonrió de forma tétrica, helando la sangre en Keira de forma momentánea. La chica preparó un ataque, que se disolvió en el mismo momento que un tremendo ardor comenzó a extendérsele desde el hombro.
Con un tremendo grito que resonó por todo el lugar, llegando más allá de la explanada donde estaba la chica, calló al suelo presa del fuego que sentía arder por su cuerpo, Poco a poco se extendió desde el hombro, bajando hacia el estomago, pasando por el corazón y los pulmones, desde ahí a las piernas, incapaz de moverse, la garganta le ardió y, de repente, una enorme luz blanca absorbió su cuerpo. Mientras lágrimas claras caían por su rostro y su garganta, ardiente, seguía gritando dolorida.
De la nada, todo se detuvo, pero sus lágrimas seguían rodando, temerosas de moverse, se encontraba en el suelo, con ojos cerrados cuando volvió a sentir el grito del águila, se estremeció, a pesar de haber dejado de sentir dolor, no se le iba de la mente esa horrible sensación. Una escena se le vino a la cabeza. el día en que se marchó de su hogar, cuando la condenaron a la hoguera, si no hubiera descubierto su poder, si no hubiera sido bruja, ¿era eso lo que habría sentido? ¿Esa enorme quemazón que apuñalaba la esencia? Estaba claro, debía aprender a controlar su poder, no quería sentir eso, nunca. Y las personas a las que atacaba, ¿sentirían eso al recibir su fuego? era probable que así fuera, el dragón, aun siendo de piedra por fuera, ¿habría sentido ese ardor? Las preguntas se amontonaban en el cuerpo de la tensai, rendida en la hierba, sin poder detener el llanto.
Fire, preocupada, se acercó a ella y acarició su rostro con la cabeza, limpiando algunas lágrimas secas, Keira susurró el nombre de su ave, entre llantos, comprobando que su garganta estaba bien, que su voz era tan melosa como lo había sido siempre. Era cierto, ya no ardía, hacía tiempo que el dolor había desaparecido, desde que la luz blanca había iluminado todo. Se atrevió a abrir los ojos empapados, y entre nubes de agua que los empañaban vio el bosque, verde, claro, estaba amaneciendo, había vuelto al bosque del este...
Se levantó con cuidado, intentando que cesaran sus lágrimas, y puso a Fire sobre su brazo, el ave, preocupada, no paraba de restregar su cabeza con en brazo de la joven en señal de preocupación y cariño, dando consuelo a la tensai que se secaba las lágrimas como una niña sin lograr borrar sus marcas.
Buscaría a los demás, habían sobrevivido a una bruja y un dragón, lo mínimo era despedirse. Pidió a Fire que los buscara por el aire, y en cuanto localizó al Sakun, junto a su tigre, advirtió a la tensai que siguió a su ave, con cansancio. Llegó a el tambaleante, observando la mirada oscura, diferente a la que tenía cuando se habían encontrado.
- Se han abierto tus heridas- dijo sin más, fingiendo estar bien, sin estarlo, su mirada, si alguien se fijaba, se vería diferente, habían perturbado su calma, creando un revuelo en su corazón, la tensai de fuego, comenzaba a temer su propio elemento, estaba dispuesta a todo para aprender a controlarlo, su hombro era un recuerdo de su propio peligro, y hasta que no lograra controlar su elemento, no cubriría su herida.
Con cautela, la bruja se acercó al cuerpo, y lo contempló con estupefacción, era inmenso, y sorprendentemente, hermoso, sus escamas eran brillantes aunque con la muerte del dragón habían perdido lustre. Parecía que, en otro tiempo, había sido fuerte y grandioso, pero ahora, ya solo era abono para esos arboles de oscuridad.
-Fire, vamos.- susurró alzando un brazo, intentando no atraer a nada más.
Su ave se posó con suavidad sobre su brazo, sano y Keira se dispuso a alejarse, pero notó un brillo en uno de los colmillos del cuerpo y se acercó a mirar, con cuidado, sacó del afilado diente y bello anillo de oro y rubí, demasiado grande para su gusto, pero, al fin y al cabo, parecía una reliquia, se lo quedaría como recuerdo, después de esa quemadura, lo mínimo que podía era recibir alguna recompensa, ¿no? Con una ligera sonrisa ladina, volvió a dar unos pasos, era su impresión, o le ardía el cuerpo, no, no podía ser.
De la nada, el grito atronador de un águila, preocupada, miró a Fire, pero ella no estaba alterada, no en ese momento, al menos. La Dama de ébano apareció de la nada frente a ella, que se puso en posición de combate, ¿sería cosa del anillo? Cuando la dama sonrió de forma tétrica, helando la sangre en Keira de forma momentánea. La chica preparó un ataque, que se disolvió en el mismo momento que un tremendo ardor comenzó a extendérsele desde el hombro.
Con un tremendo grito que resonó por todo el lugar, llegando más allá de la explanada donde estaba la chica, calló al suelo presa del fuego que sentía arder por su cuerpo, Poco a poco se extendió desde el hombro, bajando hacia el estomago, pasando por el corazón y los pulmones, desde ahí a las piernas, incapaz de moverse, la garganta le ardió y, de repente, una enorme luz blanca absorbió su cuerpo. Mientras lágrimas claras caían por su rostro y su garganta, ardiente, seguía gritando dolorida.
De la nada, todo se detuvo, pero sus lágrimas seguían rodando, temerosas de moverse, se encontraba en el suelo, con ojos cerrados cuando volvió a sentir el grito del águila, se estremeció, a pesar de haber dejado de sentir dolor, no se le iba de la mente esa horrible sensación. Una escena se le vino a la cabeza. el día en que se marchó de su hogar, cuando la condenaron a la hoguera, si no hubiera descubierto su poder, si no hubiera sido bruja, ¿era eso lo que habría sentido? ¿Esa enorme quemazón que apuñalaba la esencia? Estaba claro, debía aprender a controlar su poder, no quería sentir eso, nunca. Y las personas a las que atacaba, ¿sentirían eso al recibir su fuego? era probable que así fuera, el dragón, aun siendo de piedra por fuera, ¿habría sentido ese ardor? Las preguntas se amontonaban en el cuerpo de la tensai, rendida en la hierba, sin poder detener el llanto.
Fire, preocupada, se acercó a ella y acarició su rostro con la cabeza, limpiando algunas lágrimas secas, Keira susurró el nombre de su ave, entre llantos, comprobando que su garganta estaba bien, que su voz era tan melosa como lo había sido siempre. Era cierto, ya no ardía, hacía tiempo que el dolor había desaparecido, desde que la luz blanca había iluminado todo. Se atrevió a abrir los ojos empapados, y entre nubes de agua que los empañaban vio el bosque, verde, claro, estaba amaneciendo, había vuelto al bosque del este...
Se levantó con cuidado, intentando que cesaran sus lágrimas, y puso a Fire sobre su brazo, el ave, preocupada, no paraba de restregar su cabeza con en brazo de la joven en señal de preocupación y cariño, dando consuelo a la tensai que se secaba las lágrimas como una niña sin lograr borrar sus marcas.
Buscaría a los demás, habían sobrevivido a una bruja y un dragón, lo mínimo era despedirse. Pidió a Fire que los buscara por el aire, y en cuanto localizó al Sakun, junto a su tigre, advirtió a la tensai que siguió a su ave, con cansancio. Llegó a el tambaleante, observando la mirada oscura, diferente a la que tenía cuando se habían encontrado.
- Se han abierto tus heridas- dijo sin más, fingiendo estar bien, sin estarlo, su mirada, si alguien se fijaba, se vería diferente, habían perturbado su calma, creando un revuelo en su corazón, la tensai de fuego, comenzaba a temer su propio elemento, estaba dispuesta a todo para aprender a controlarlo, su hombro era un recuerdo de su propio peligro, y hasta que no lograra controlar su elemento, no cubriría su herida.
Keira Brabery
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Y encontré... nada. Que decepción, se suponía que en los lugares más ocultos siempre había cosas mágicas de recompensa. Y de repente un chillido. Me llevé las manos a los oidos, acordandome de toda la familia del que hubiese soltado el grito. Estaba harto de chillidos. El árbol se sacudió, tirandome al suelo. Desde ahí, pude ver como cinco figuras me observaban.
Viendolos mejor, eran criaturas de pesadilla. Parecían verdaderamente intimidantes, de ninguna manera me iba a quedar encerrado con esas cosas. Durante unos segundos, estuve paralizado por el temor, pero cuando empezaron a moverse, reaccioné, lanzandole a uno de ellos lo único que tenía a mano: mi gancho. Impactó en el craneo de uno de los monstruos y este, aún de pie sobre la corteza del tronco, cayó al suelo y se escuchó un fuerte crujido. Al parecer eran bastante frágiles, lo cual me envalentonó un poco, a pesar de las garras que tenían y sus rápidos movimientos. Una de las criaturas se lanzó sobre mi con las garras preparadas para hundirlas en mi estómago, pero le di una patada, haciendo que se chocase contra las paredes del árbol con facilidad. Esas cosas eran muy, muy ligeras...
Me levanté y clavé mi gancho en el cuello del monstruo antes de que se recuperase del golpe. El resto de cadáveres bajaron, y lancé el cuerpo de la aberración hacia ellos, derribando a uno. Sin embargo, el segundo lanzó un arañazo, partiendo al "proyectil" por la mitad y revelando su oscura ausencia de órganos en su interior. La tercera criatura se abalanzó sobre mi, así que me defendí como pude, tomandole de las muñecas antes de que llegase a clavar sus uñas. Oponía resistencia, pero su fuerza física era como la de un niño pequeño: redirigí sus brazos hasta colocarlos en el ángulo correcto y hundí sus propias garras en su craneo. Empujé al cadaver contra el que aún quedaba de pie, estampándolos contra el tronco. Tomé carrerilla y salté hacia ellos, usé su cabeza para impulsarme, y trepé lo que quedaba del tronco. -Me quedaría, vampiros anoréxicos, pero... no.
-
A lo lejos, se volvían a escuchar chillidos incesantes. Me encantaban los lagos tranquilos y pacíficos. Pero de repente, una luz, en ese extraño cielo. Esa luz que iluminaba todo el bosque y se hacía más y más brillante. Siguió creciendo, hasta que tuve que cerrar los ojos para que no me cegase. Y sin más, tal y como llegó, el resplandor se apagó, y con él, mi visión
Me desperté con la primera luz del alba, abriendo repentinamente los ojos. Estaba aún cerca del lago.. ¿había sido un sueño? Me llevé la mano al bolsillo, y encontré la prueba de que no. El colmillo de dragón seguía ahí, como trofeo, demostrando mi hazaña... sonreí. Aún tenía un par de heridas, pero no eran demasiado graves como para necesitar tratamiento. Había perdido mi espada, pero había ganado algo mucho mejor... con todo listo, emprendí mi regreso a Lunargenta y dejé atrás ese extraño lago lleno de misterios.
Viendolos mejor, eran criaturas de pesadilla. Parecían verdaderamente intimidantes, de ninguna manera me iba a quedar encerrado con esas cosas. Durante unos segundos, estuve paralizado por el temor, pero cuando empezaron a moverse, reaccioné, lanzandole a uno de ellos lo único que tenía a mano: mi gancho. Impactó en el craneo de uno de los monstruos y este, aún de pie sobre la corteza del tronco, cayó al suelo y se escuchó un fuerte crujido. Al parecer eran bastante frágiles, lo cual me envalentonó un poco, a pesar de las garras que tenían y sus rápidos movimientos. Una de las criaturas se lanzó sobre mi con las garras preparadas para hundirlas en mi estómago, pero le di una patada, haciendo que se chocase contra las paredes del árbol con facilidad. Esas cosas eran muy, muy ligeras...
Me levanté y clavé mi gancho en el cuello del monstruo antes de que se recuperase del golpe. El resto de cadáveres bajaron, y lancé el cuerpo de la aberración hacia ellos, derribando a uno. Sin embargo, el segundo lanzó un arañazo, partiendo al "proyectil" por la mitad y revelando su oscura ausencia de órganos en su interior. La tercera criatura se abalanzó sobre mi, así que me defendí como pude, tomandole de las muñecas antes de que llegase a clavar sus uñas. Oponía resistencia, pero su fuerza física era como la de un niño pequeño: redirigí sus brazos hasta colocarlos en el ángulo correcto y hundí sus propias garras en su craneo. Empujé al cadaver contra el que aún quedaba de pie, estampándolos contra el tronco. Tomé carrerilla y salté hacia ellos, usé su cabeza para impulsarme, y trepé lo que quedaba del tronco. -Me quedaría, vampiros anoréxicos, pero... no.
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A lo lejos, se volvían a escuchar chillidos incesantes. Me encantaban los lagos tranquilos y pacíficos. Pero de repente, una luz, en ese extraño cielo. Esa luz que iluminaba todo el bosque y se hacía más y más brillante. Siguió creciendo, hasta que tuve que cerrar los ojos para que no me cegase. Y sin más, tal y como llegó, el resplandor se apagó, y con él, mi visión
Me desperté con la primera luz del alba, abriendo repentinamente los ojos. Estaba aún cerca del lago.. ¿había sido un sueño? Me llevé la mano al bolsillo, y encontré la prueba de que no. El colmillo de dragón seguía ahí, como trofeo, demostrando mi hazaña... sonreí. Aún tenía un par de heridas, pero no eran demasiado graves como para necesitar tratamiento. Había perdido mi espada, pero había ganado algo mucho mejor... con todo listo, emprendí mi regreso a Lunargenta y dejé atrás ese extraño lago lleno de misterios.
Asher Daregan
Aerandiano de honor
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Re: Vuelo ígneo [Interpretativo][Libre][Cerrado]
Ryu partió el tronco, revelando una gran nube de polvo, que revelo una extraña piedra negruzca, parecida al azabache, por lo que Ryu la cogió, pensando venderla, hasta que el chillido de un águila la distrajo, y un gran dolor de cabeza, más parecido a la migraña que otra cosa y cuando este ceso, empezó a ver cosas extrañas, al principio se veía a sí misma, sema-desnuda, y a un hombre haciéndole el tatuaje bajo el ombligo, luego vio a su madre con una sonrisa, y luego le vio a "él", el gran dragón rojo, quemando viva a su madre la cual suplicaba clemencia, matando y haciendo arder todo lo que se encontraba en su camino mientras Ryu huía, o ella creía que hacia eso, pues estaba de rodillas en el suelo, con la mirada vacía y la cabeza gacha, mientras que en su cabeza se encontraba huyendo, corría lo más que podía, esquivando árboles y rocas, mientras "él" la seguía, quemando y destruyendo todo a su paso, hasta que la alcanzo, al principio solo la miraba, pero luego la cogió con una de sus garras, y la lanzo contra una roca, partiéndole el brazo derecho, mientras se preparaba para lanzar una poderosa ráfaga de fuego, y entonces... la luz, una poderosa luz la cegó, haciendo que cayese al suelo, y se quedara dormida.
Despertó, se encontraba cerca de la hoguera de antes, sola, sin nadie alrededor, pero sus alucinaciones no seguían persiguiéndola, aunque ella siempre creería que eran reales, y que la luz la había salvado de una muerte segura, por lo que sigue caminando por el bosque, y las alucinaciones volvieron a atacar, nunca nadie sabría que dichas alucinaciones fueron provocadas por su propia locura, y no por maldición alguna, el dragón rojo seguía enfrente suya, su padre, el asesino de su madre, y su objetivo a matar, un poderoso dragón de fuego, rojo como el fuego más ardiente, se levantaba ante ella, y con una mirada vacía, empezaba a atacarla, pero ahora no huiría, desde lo más profundo de su corazón quería acabar con su vida, estrujar su cabeza hasta que no quedase nada, ni polvo, destruir sus restos, despedazarlo, quemarlo, matarlo...
Ryu se transformó a una velocidad exorbitante, sus ojos estaban inyectados en sangre, quería matar, y el único objetivo que tenía ante ella era su alucinación, por lo que todo lo que se encontrara delante de ella pagaría las consecuencias, empezó a arremeter a jarrazos, a diestro y siniestro, corto un par de árboles y mato a un cervatillo mientras corría por el bosque, arremetiendo contra todo lo que se le cruzaba, intentando dar a una alucinación a un objeto inexistente mientras su locura crecía y crecía, al ver que no podía dañarle, su rabia aumento, y entonces, tras pegar un rugido que resonaría por todo el bosque, lanzo una bocanada de fuego blanco, como hace poco lo había hecho el dragón negro, aunque ese fuego no quemaba, hacia algo peor, pues petrificaba todo aquello que tocaba, y tras más o menos un minuto entero derrochando energía, el cuervo apareció.
-¡RYU, PARA, NO ES MAS QUE UNA ALUCINACION, MIRA LO QUE HAS HECHO, DESGRACIADA!- dijo el cuervo antes de volver a desaparecer, ese cuervo, ese maldito cuervo, que haría la dragona sin él, un cuervo solo producto de su imaginación, que la había salvado en más de una situación, y Ryu se des transformo, cayendo de rodillas en la sólida tierra, observado lo que tenía enfrente, un hombre con cara de sorpresa y miedo estaba frente a ella, pero no vivo, completamente petrificado, aparte de ojos por el suelo, rotas, al petrificarse caerían del árbol y se romperían, igual que la hierba que allí se encontraba, su rabia la había empujado a hacer aquello, diría que aquello le gustaba, pero a la dragona extrañamente no le gustaba, pero le provocaba un gran pesar.
Ryu se durmió de nuevo, soñó otra vez con el maldito dragón de fuego, pero no era una pesadilla, pues el dragón se des transformo y se acercó a su madre, abrazándola para luego acercarse a la cama, donde un bulto envuelto en sabanas se revolvía, y como su padre lo cogía en brazos, para revelar el rostro del bebe, se parecía extrañamente a ella, y su madre confirmo sus sospechas, pues tras llamar la atención del hombre, llamo al bebe por el mismo nombre que la dragona, y tras eso despertó, había pasado un par de horas, estaba atardeciendo, casi un día entero había pasado, pero la dragona se encontraba perfectamente, por lo que volvió a transformarse y alzo el vuelo, tomando camino hacia Lunargenta, donde tendría una buena juerga para celebrar su victoria.
Despertó, se encontraba cerca de la hoguera de antes, sola, sin nadie alrededor, pero sus alucinaciones no seguían persiguiéndola, aunque ella siempre creería que eran reales, y que la luz la había salvado de una muerte segura, por lo que sigue caminando por el bosque, y las alucinaciones volvieron a atacar, nunca nadie sabría que dichas alucinaciones fueron provocadas por su propia locura, y no por maldición alguna, el dragón rojo seguía enfrente suya, su padre, el asesino de su madre, y su objetivo a matar, un poderoso dragón de fuego, rojo como el fuego más ardiente, se levantaba ante ella, y con una mirada vacía, empezaba a atacarla, pero ahora no huiría, desde lo más profundo de su corazón quería acabar con su vida, estrujar su cabeza hasta que no quedase nada, ni polvo, destruir sus restos, despedazarlo, quemarlo, matarlo...
Ryu se transformó a una velocidad exorbitante, sus ojos estaban inyectados en sangre, quería matar, y el único objetivo que tenía ante ella era su alucinación, por lo que todo lo que se encontrara delante de ella pagaría las consecuencias, empezó a arremeter a jarrazos, a diestro y siniestro, corto un par de árboles y mato a un cervatillo mientras corría por el bosque, arremetiendo contra todo lo que se le cruzaba, intentando dar a una alucinación a un objeto inexistente mientras su locura crecía y crecía, al ver que no podía dañarle, su rabia aumento, y entonces, tras pegar un rugido que resonaría por todo el bosque, lanzo una bocanada de fuego blanco, como hace poco lo había hecho el dragón negro, aunque ese fuego no quemaba, hacia algo peor, pues petrificaba todo aquello que tocaba, y tras más o menos un minuto entero derrochando energía, el cuervo apareció.
-¡RYU, PARA, NO ES MAS QUE UNA ALUCINACION, MIRA LO QUE HAS HECHO, DESGRACIADA!- dijo el cuervo antes de volver a desaparecer, ese cuervo, ese maldito cuervo, que haría la dragona sin él, un cuervo solo producto de su imaginación, que la había salvado en más de una situación, y Ryu se des transformo, cayendo de rodillas en la sólida tierra, observado lo que tenía enfrente, un hombre con cara de sorpresa y miedo estaba frente a ella, pero no vivo, completamente petrificado, aparte de ojos por el suelo, rotas, al petrificarse caerían del árbol y se romperían, igual que la hierba que allí se encontraba, su rabia la había empujado a hacer aquello, diría que aquello le gustaba, pero a la dragona extrañamente no le gustaba, pero le provocaba un gran pesar.
Ryu se durmió de nuevo, soñó otra vez con el maldito dragón de fuego, pero no era una pesadilla, pues el dragón se des transformo y se acercó a su madre, abrazándola para luego acercarse a la cama, donde un bulto envuelto en sabanas se revolvía, y como su padre lo cogía en brazos, para revelar el rostro del bebe, se parecía extrañamente a ella, y su madre confirmo sus sospechas, pues tras llamar la atención del hombre, llamo al bebe por el mismo nombre que la dragona, y tras eso despertó, había pasado un par de horas, estaba atardeciendo, casi un día entero había pasado, pero la dragona se encontraba perfectamente, por lo que volvió a transformarse y alzo el vuelo, tomando camino hacia Lunargenta, donde tendría una buena juerga para celebrar su victoria.
Ryu
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