Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
El miembro 'Bathory' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
En primer lugar quiero pedir disculpas por tardar tanto en responder, pero me han surgido una serie de situaciones a nivel personal que me están impidiendo hacerlo. Es por este motivo que suspendo el mastereado de forma indefinida y les dejo libres. Está claro que la vamos a continuar, pero hasta que esto no se resuelva no les quiero tener esperando ya que me parece una falta total de respeto hacia sus personas.
La idea es continuar este mismo mes, pero no quiero comprometerme a ello ya que son causas externas a mi persona.
De todas formas continuaré en el foro atendiendo cualquier duda, consulta o comentario que tengan por privado, aunque claro, mi tiempo de respuesta no será como el de siempre.
Gracias por su tiempo.
La idea es continuar este mismo mes, pero no quiero comprometerme a ello ya que son causas externas a mi persona.
De todas formas continuaré en el foro atendiendo cualquier duda, consulta o comentario que tengan por privado, aunque claro, mi tiempo de respuesta no será como el de siempre.
Gracias por su tiempo.
Thorn
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Bathory, Bio, les dejo el turno libre para que terminen con el bio.
Geralt, Davinna:
El bio lleno de rasguños, barro, chispas y metal al rojo vivo avanzaba inexorable hacia el brujo hasta que la flecha de la pelirroja hiciera que su cabeza rotara 180 grados hasta posicionar sus ojos rojos sobre ella. El ser metálico pareció observarla toda de arriba abajo -E-ne…miiiIIGo de-TeC-taa-do- sonó una voz metálica que se diluía entre el fervor de las llamas que ahora solamente se extinguían en la playa contra el riachuelo. Entonces los canes, poseídos por la voluntad de Armand hicieron su aparición interponiéndose en el camino del agresor y haciéndole perder el equilibrio justo cuando la flecha del peliblanco daba en el blanco. Las cosas estaban saliendo bien para los aliados que habían conseguido tirar al enemigo al suelo, haciendo que su brazo derecho, la mitad de su cabeza y lo que se correspondería con su cadera quedaran enfangados impidiéndole moverse.
-Ahora, ¡este es el momento!- se escuchó decir a la voz conocida de Armand que salía de su escondite a toda velocidad, esquivando llamas con espada en mano. -¡A por la cabeza! Y las extremidades- afirmó con total convicción apartando al caballo de la bruja con aspavientos y haciéndose paso entre los pequeños lobeznos que amenazaban con morderle torpemente en aquél caos.
Una vez que el biocibernético quedase desarticulado, Armand se echaría contra su cuerpo inerte, limpiándose las gotas de sudor al tiempo que vería a su alrededor. -Parece que hemos comenzado con el pie izquierdo. Tú mi fina dama que gusta de los misterios ¿sabes cómo podríamos salir de aquí?- preguntaría el joven consciente de sus efectos sobre la fémina. Pero antes de que ella pudiera responder se volvió hacia el brujo -De alguna forma presiento que el fuego no se originó solo, ¿verdad guerrero desconocido? ¿hay algo que debamos saber para salir de esto?.
Geralt, Davinna:
El bio lleno de rasguños, barro, chispas y metal al rojo vivo avanzaba inexorable hacia el brujo hasta que la flecha de la pelirroja hiciera que su cabeza rotara 180 grados hasta posicionar sus ojos rojos sobre ella. El ser metálico pareció observarla toda de arriba abajo -E-ne…miiiIIGo de-TeC-taa-do- sonó una voz metálica que se diluía entre el fervor de las llamas que ahora solamente se extinguían en la playa contra el riachuelo. Entonces los canes, poseídos por la voluntad de Armand hicieron su aparición interponiéndose en el camino del agresor y haciéndole perder el equilibrio justo cuando la flecha del peliblanco daba en el blanco. Las cosas estaban saliendo bien para los aliados que habían conseguido tirar al enemigo al suelo, haciendo que su brazo derecho, la mitad de su cabeza y lo que se correspondería con su cadera quedaran enfangados impidiéndole moverse.
-Ahora, ¡este es el momento!- se escuchó decir a la voz conocida de Armand que salía de su escondite a toda velocidad, esquivando llamas con espada en mano. -¡A por la cabeza! Y las extremidades- afirmó con total convicción apartando al caballo de la bruja con aspavientos y haciéndose paso entre los pequeños lobeznos que amenazaban con morderle torpemente en aquél caos.
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Una vez que el biocibernético quedase desarticulado, Armand se echaría contra su cuerpo inerte, limpiándose las gotas de sudor al tiempo que vería a su alrededor. -Parece que hemos comenzado con el pie izquierdo. Tú mi fina dama que gusta de los misterios ¿sabes cómo podríamos salir de aquí?- preguntaría el joven consciente de sus efectos sobre la fémina. Pero antes de que ella pudiera responder se volvió hacia el brujo -De alguna forma presiento que el fuego no se originó solo, ¿verdad guerrero desconocido? ¿hay algo que debamos saber para salir de esto?.
Thorn
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Solo quedaba rezar, pero el no rezaba, así que se limitaría a esperar. Oyó un clack y vio como su robótico enemigo giraba la cabeza en dirección contraria, apuntando a algún pobre desgraciado. Y cuando su flecha se clabo en su rival, este fue a su vez derribado por perros...¿metálicos? ¿Ahora le ayudaban?
El brujo se acerco a los perros, con precaución, a lo mejor podía llevarse a uno... Aunque la idea de tener una maquina homicida no le atraía mucho, puede que venderlo... Pero esa idea se esfumo al ver a su enemigo aun pataleando y a un crío con espada, el niño de antes. Suelta eso antes de que te hagas daño... se limito a decirle mientras sacaba la suya propia y empezaba a pinchar al bio con ella. Le habría gustado estudiarlo, abrirlo con calma, pero no era algo que pudiera hacerse con publico, o con un incendio tan cerca, así que se decanto por arrancarle brazos y piernas, cosa que no seria nada fácil.
Para cuando el cacharro dejo de moverse, el crío pareció relajarse, ademas de suponer que el incendio era suyo. Los incendios me siguen allí donde voy por... razones, razones desconocidas esperaba que no fuera un guardabosques... En fin... el fuego avanza más rápido hacia arriba, así que... de cabeza al río y vayamos para abajo no es como si pudiera chasquear los dedos y apagar el fuego, al menos no podía aun...
El brujo se acerco a los perros, con precaución, a lo mejor podía llevarse a uno... Aunque la idea de tener una maquina homicida no le atraía mucho, puede que venderlo... Pero esa idea se esfumo al ver a su enemigo aun pataleando y a un crío con espada, el niño de antes. Suelta eso antes de que te hagas daño... se limito a decirle mientras sacaba la suya propia y empezaba a pinchar al bio con ella. Le habría gustado estudiarlo, abrirlo con calma, pero no era algo que pudiera hacerse con publico, o con un incendio tan cerca, así que se decanto por arrancarle brazos y piernas, cosa que no seria nada fácil.
Para cuando el cacharro dejo de moverse, el crío pareció relajarse, ademas de suponer que el incendio era suyo. Los incendios me siguen allí donde voy por... razones, razones desconocidas esperaba que no fuera un guardabosques... En fin... el fuego avanza más rápido hacia arriba, así que... de cabeza al río y vayamos para abajo no es como si pudiera chasquear los dedos y apagar el fuego, al menos no podía aun...
Geralt
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Cuando pensé que mi fin iba a llegar esta noche, algo lo detuvo, y fue Armand. —¿Qué demonios? pensé al ver la escena del monstruo metálico echo pedazos. Realmente no lo comprendo, era un niño llorón y ahora es el héroe épico del cuento. —Mi héroe. pensé irónica poniendo los ojos en blanco. Aunque si no fuese por el, yo ardería en llamas.
Me volteé a observar al muchacho de cabello blanco que se acercaba a los perros de hojalata como si fueran muñecos de trapo, ¿esta mal de la cabeza? ojala le arranquen un dedo así aprende a no meter la mano donde no debe. Yo también lo hago, pero aprendí por las malas. Por otra parte, el joven Armand me dirigió la palabra. —Pobre casanova. pensé con el ceño fruncido. Odio el intento fallido de conquistarme, se piensan que soy como todas, que cerebros de calabaza. —Eso depende a donde quieras ir. dije guiñándole un ojo, solo para seguirle el juego... por qué hay algo que deseo averiguar, y para ello, tendré que utilizar mis ''encantos'' ¿tengo encantos? lo voy a averiguar.
Al muchacho de pelo blanco se le ocurrió ir rió abajo, yo simplemente asentí con la cabeza y me subí a montadura de Maximous. —Solo puedo llevar a uno, ¿quien sube? dije con una ceja levantada. —No quiero cocinarme viva, aun, así que apresurémonos. agregué, para luego inclinarme hasta el oído de Armand.
—Se que sabes algo que nosotros no, las máquinas te obedecen. susurré en tono audible solo para el. —Si esto es un juego macabro tuyo, te haré pagar. dije en tono amenazador, con mi voz que te penetra cada rincón de tu alma, junto con el aire caliente que sale de mis labios. —Explícame que esta sucediendo, Armand. agregué para luego reincorporarme en mi asiento como antes. —Y gracias por salvarme. dije en tono audible para todos, como si nunca lo hubiese amenazado, y obviamente con mis típicas encantadoras sonrisas, solo que esta es más falsa que la que pongo en las cenas que organiza mi padre con sus amigos.
—Te seguimos... di una pausa volteandome hacía el chico de cabello blanco. —¿Como era tu nombre? pregunté por educación.
Aquí hay gato encerrado, y voy a hacer lo que sea necesario para averiguarlo, no me interesa si mis métodos son poco ortodoxos.
OFF: cambie el color de mi narración. ¡Y perdón por tardar, tenia que estudiar!
Me volteé a observar al muchacho de cabello blanco que se acercaba a los perros de hojalata como si fueran muñecos de trapo, ¿esta mal de la cabeza? ojala le arranquen un dedo así aprende a no meter la mano donde no debe. Yo también lo hago, pero aprendí por las malas. Por otra parte, el joven Armand me dirigió la palabra. —Pobre casanova. pensé con el ceño fruncido. Odio el intento fallido de conquistarme, se piensan que soy como todas, que cerebros de calabaza. —Eso depende a donde quieras ir. dije guiñándole un ojo, solo para seguirle el juego... por qué hay algo que deseo averiguar, y para ello, tendré que utilizar mis ''encantos'' ¿tengo encantos? lo voy a averiguar.
Al muchacho de pelo blanco se le ocurrió ir rió abajo, yo simplemente asentí con la cabeza y me subí a montadura de Maximous. —Solo puedo llevar a uno, ¿quien sube? dije con una ceja levantada. —No quiero cocinarme viva, aun, así que apresurémonos. agregué, para luego inclinarme hasta el oído de Armand.
—Se que sabes algo que nosotros no, las máquinas te obedecen. susurré en tono audible solo para el. —Si esto es un juego macabro tuyo, te haré pagar. dije en tono amenazador, con mi voz que te penetra cada rincón de tu alma, junto con el aire caliente que sale de mis labios. —Explícame que esta sucediendo, Armand. agregué para luego reincorporarme en mi asiento como antes. —Y gracias por salvarme. dije en tono audible para todos, como si nunca lo hubiese amenazado, y obviamente con mis típicas encantadoras sonrisas, solo que esta es más falsa que la que pongo en las cenas que organiza mi padre con sus amigos.
—Te seguimos... di una pausa volteandome hacía el chico de cabello blanco. —¿Como era tu nombre? pregunté por educación.
Aquí hay gato encerrado, y voy a hacer lo que sea necesario para averiguarlo, no me interesa si mis métodos son poco ortodoxos.
OFF: cambie el color de mi narración. ¡Y perdón por tardar, tenia que estudiar!
Davinna Ravenwood
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
En un instante el calor se hizo insoportable y esa intimidante ráfaga de energía atravesó el aire pasando muy cerca de nosotros, caí al piso sin ver a Bath y tras el impacto solo pude escuchar como caían los pedazos del objetivo al piso; al levantarme pude ver que poco había quedado, no solo del bio sino también del terreno que había sido brutalmente devastado.
El bio restante, por su parte, seguía con la idea de eliminarnos, y Bath parecía decidida a resistirse hasta el final; incluso parecía haberlo tomado como un desafío personal - Creo que eso saldará mi deuda contigo por sacarme de las minas - Le dije con una ligera sonrisa al tiempo que ella se lanzaba contra el oponente con su característica gracia al momento de atacar mientras me invitaba a seguirla; dudé por unos instantes de la efectividad de nuestras armas contra el poder destructivo de esa cosa que parecía imparable, pero al ver que el conteo iniciaba de nuevo no me quedó más opción que atacar también - Si vamos a morir, que sea épico - Dije mientras cerraba los puños preparándome para el ataque.
Considerando que mis puños poco podrían hacer y mis dagas apenas causarían leves rasguños, observé mi entorno en busca de algo contundente para golpear, fue entonces cuando logré ver uno de los brazos del bio que acababa de ser despedazado, eso sin duda serviría, corrí de prisa hasta tomarlo, era más pesado de lo que parecía, pero eso sin duda lo haría más eficiente; no fue difícil desprenderlo de los restos del torso y emprendí una carrera hasta donde se encontraba mi compañera atacando al coloso de metal.
Me dirigí hasta unas rocas cercanas de mediano tamaño para usarlas como escalones y acabé dando un salto directo hacia la cabeza del bio mientras preparaba el brazo mecánico que había conseguido arrancar para darle un golpe en línea horizontal con todas mis fuerzas, era una jugada bastante arriesgada pero tratar de agotarlo nos agotaría antes a nosotros, era acabar la batalla de un solo golpe - ¡¡Rayos!! - Exclamé al ver que comenzaba a dirigir su cañón en mi dirección, pero me encontraba ya en el aire viajando hacia él, era demasiado tarde para cambiar de plan, continuaría adelante usando toda la potencia que le pude dar al movimiento para golpear su cabeza con la improvisada arma - Vamos a darte una - Dije mientras iniciaba el giro - MANO - grité finalmente justo antes de dirigir el golpe justo al punto de unión entre el cuello y la cabeza esperando ser más rápido que la carga de su poderoso cañón...
El bio restante, por su parte, seguía con la idea de eliminarnos, y Bath parecía decidida a resistirse hasta el final; incluso parecía haberlo tomado como un desafío personal - Creo que eso saldará mi deuda contigo por sacarme de las minas - Le dije con una ligera sonrisa al tiempo que ella se lanzaba contra el oponente con su característica gracia al momento de atacar mientras me invitaba a seguirla; dudé por unos instantes de la efectividad de nuestras armas contra el poder destructivo de esa cosa que parecía imparable, pero al ver que el conteo iniciaba de nuevo no me quedó más opción que atacar también - Si vamos a morir, que sea épico - Dije mientras cerraba los puños preparándome para el ataque.
Considerando que mis puños poco podrían hacer y mis dagas apenas causarían leves rasguños, observé mi entorno en busca de algo contundente para golpear, fue entonces cuando logré ver uno de los brazos del bio que acababa de ser despedazado, eso sin duda serviría, corrí de prisa hasta tomarlo, era más pesado de lo que parecía, pero eso sin duda lo haría más eficiente; no fue difícil desprenderlo de los restos del torso y emprendí una carrera hasta donde se encontraba mi compañera atacando al coloso de metal.
Me dirigí hasta unas rocas cercanas de mediano tamaño para usarlas como escalones y acabé dando un salto directo hacia la cabeza del bio mientras preparaba el brazo mecánico que había conseguido arrancar para darle un golpe en línea horizontal con todas mis fuerzas, era una jugada bastante arriesgada pero tratar de agotarlo nos agotaría antes a nosotros, era acabar la batalla de un solo golpe - ¡¡Rayos!! - Exclamé al ver que comenzaba a dirigir su cañón en mi dirección, pero me encontraba ya en el aire viajando hacia él, era demasiado tarde para cambiar de plan, continuaría adelante usando toda la potencia que le pude dar al movimiento para golpear su cabeza con la improvisada arma - Vamos a darte una - Dije mientras iniciaba el giro - MANO - grité finalmente justo antes de dirigir el golpe justo al punto de unión entre el cuello y la cabeza esperando ser más rápido que la carga de su poderoso cañón...
Bio
Aerandiano de honor
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
En el fragor de la batalla, cuando los instintos por sobrevivir se apoderaban de tu ser y tu cerebro ya no razona por la cantidad de adrenalina que corre por tus venas, cuando la sed de sangre y el orgullo prevalecen ante una táctica bien estructurada y desarrollada, es ahí cuando tu vida se encuentra en la fina línea entre acertar y fallar. Ensayo y error no era la solución ante todos los problemas; pero de todo podía sacarse una solución nueva, como si no tienes otra cosa que hacer que enfrentarte cara a cara con un cañón super-mega-destructivo, pues lo haces, ¡y cómo lo estaba haciendo Erzsébeth! Recordar la anécdota de las minas oscuras le había puesto todavía de peor humor, y pronto haría una ensalada con trocitos de robot.
La carrera estaba cogiendo velocidad cuando observó por el rabillo del ojo que su compañero escalaba rocas y saltaba hacia el bio-cibernético con algo metálico y enorme que no llegaba a identificar, por sus gritos de ira logró comprender de lo que se trataba. ¿Realmente estaba a punto de pegarle con un brazo al robot? Bueno, pensó, si eso no le deja al menos confuso, no sé qué podrá hacerlo. El bio-cibernético debió percibir la presencia traicionera de Bio, pues cambió la dirección del cañón de donde se encontraba Erzsébeth hacia donde se hallaba Bio, sin retorno, después de dar un salto con esperanzas de pillarlo por sorpresa.
No iba a permitir que su compañero de aventuras corriese tan mala suerte, y como había pensado con anterioridad enfocó sus ataques hacia la unión del cañón y su brazo, con objeto de desconectar el mecanismo y que no pudiese lanzar ninguna otra oleada de energía. Las llamas seguían lamiendo el cielo nocturno mientras que las estrellas estaban expectantes ante la batalla entre muertos y robots, como si fuera una obra de teatro hecha por algún autor fuera de sus cabales. El cañón iba por un 86%, la luz cerúlea cegaba a cualquiera que estuviese a unos metros de distancia. Una vez llegó a su objetivo, trató de lanzar las cuchilladas más precisas y brutas que pudo, esperando lograr su cometido y desactivar aquel molesto cañón que no había hecho más que aumentar la contaminación lumínica de aquella noche y darles un buen susto a los vampiros...
La carrera estaba cogiendo velocidad cuando observó por el rabillo del ojo que su compañero escalaba rocas y saltaba hacia el bio-cibernético con algo metálico y enorme que no llegaba a identificar, por sus gritos de ira logró comprender de lo que se trataba. ¿Realmente estaba a punto de pegarle con un brazo al robot? Bueno, pensó, si eso no le deja al menos confuso, no sé qué podrá hacerlo. El bio-cibernético debió percibir la presencia traicionera de Bio, pues cambió la dirección del cañón de donde se encontraba Erzsébeth hacia donde se hallaba Bio, sin retorno, después de dar un salto con esperanzas de pillarlo por sorpresa.
No iba a permitir que su compañero de aventuras corriese tan mala suerte, y como había pensado con anterioridad enfocó sus ataques hacia la unión del cañón y su brazo, con objeto de desconectar el mecanismo y que no pudiese lanzar ninguna otra oleada de energía. Las llamas seguían lamiendo el cielo nocturno mientras que las estrellas estaban expectantes ante la batalla entre muertos y robots, como si fuera una obra de teatro hecha por algún autor fuera de sus cabales. El cañón iba por un 86%, la luz cerúlea cegaba a cualquiera que estuviese a unos metros de distancia. Una vez llegó a su objetivo, trató de lanzar las cuchilladas más precisas y brutas que pudo, esperando lograr su cometido y desactivar aquel molesto cañón que no había hecho más que aumentar la contaminación lumínica de aquella noche y darles un buen susto a los vampiros...
Bathory
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Armand dejó ser al brujo de los blancos cabellos y luego de encogerse de hombros guardó la espada, aunque luego se arrepintió de ello al escuchar a la fémina usar ese tono y actitudes con él. Aunque le gustase actuar y fuera un tipo con responsabilidades, eso de que los brujos se le aproximaran de esa forma no me caía para nada en gracia.
-No ha sido nada- dijo a voces luego de aclararse la garganta un par de veces. -Razones desconocidas, claro- le dijo al hombre mientras le dedicaba una mirada de soslayo. El dueño de los perros conocía tan bien las razones como él, al igual que la mitad de su parentela que podía manipular los elementos a voluntad. Con ese pensamiento negó el ofrecimiento de la bruja y comenzó a caminar río abajo. - Es curioso, pertenezco a un grupo que le interesa la información, digamos que se puede hacer algo de dinero con ella. Pagarían bien por saber de alguien que es rodeado por el fuego sin motivo o por una tensai ilustrada montada sobre un gran caballo- suspiró y siguió caminando. Quería ver qué reacción tenía su comentario en sus interlocutores. Para matar el tiempo agregó - Me dirijo a Lunargenta y no me importaría tener una guía ¿qué me dicen?-
Los intentos de Erzsébeth por desarticular el armatoste antes de que disparara fueron fructíferos, pero era demasiado tarde como para detener el cañón. El vampiro logró asestarle el golpe de gracia a aquella máquina, pero en vez de detener el ataque éste explotó produciendo una onda que lanzó al vampiro de rubios cabellos varios metros del lugar. Cuando éste recuperara la conciencia tendría frente a sí a una dama en apariencia en sus cuarentas, bien conservada y con finos ropajes. Estaba acompañada por tres doncellas que le hacían aire al vampiro y le daban a oler esencias para que se recuperara. La dama tomó la palabra:
-Supongo que esto ha de haber sido obra de ese muchacho. Cuando le ponga las manos encima puede contar señorita con que tendrá su oportunidad de descargo. Por el momento dígame cómo se encuentra. Su compañero está bien y como puede ver, mis acompañantes están haciéndose cargo del fuego. Oh, y el bio defectuoso está … digamos que inservible-
Eran un total de diez jóvenes damas y cinco hombres en armadura quienes acompañaban a la recién llegada. -Por cierto, mi nombre es Manuela- agregó al ver complacida como Bio era escoltado hasta su presencia. El vampiro no presentaba más que uno o dos rasguños producto de la colisión con el gigante de metal antes de ser levantado literalmente en el aire y rodeado por una barrera invisible que le protegió del impacto y el fuego.
-Supongo que Armand tomó algo y ha huido. ¿Por qué les dejó atrás siendo ustedes tan buenos luchadores?- cuestionó con voz afligida mientras tomaba asiento en una roca.
Luego de escuchar la historia de los vampiros en silencio y asintiendo a sus comentarios, ella se pondría de pie. -Me temo que tendremos que partir de inmediato. Espero que estén en condiciones de acompañarme. Por cierto ¿Qué saben de la situación en Lunargenta? He venido desde las Islas para cerrar algunos negocios y no me vendría mal tener algunos datos… generales de lo que por aquí acontece-
Instrucciones: Es hora de que se luzcan y hagan ver la cualidad que crean que les servirá dentro del gremio. De más está decir que la idea es que los dos grupos se unan en el otro turno si es posible. No hay orden de posteo entre ustedes Suerte
-No ha sido nada- dijo a voces luego de aclararse la garganta un par de veces. -Razones desconocidas, claro- le dijo al hombre mientras le dedicaba una mirada de soslayo. El dueño de los perros conocía tan bien las razones como él, al igual que la mitad de su parentela que podía manipular los elementos a voluntad. Con ese pensamiento negó el ofrecimiento de la bruja y comenzó a caminar río abajo. - Es curioso, pertenezco a un grupo que le interesa la información, digamos que se puede hacer algo de dinero con ella. Pagarían bien por saber de alguien que es rodeado por el fuego sin motivo o por una tensai ilustrada montada sobre un gran caballo- suspiró y siguió caminando. Quería ver qué reacción tenía su comentario en sus interlocutores. Para matar el tiempo agregó - Me dirijo a Lunargenta y no me importaría tener una guía ¿qué me dicen?-
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Los intentos de Erzsébeth por desarticular el armatoste antes de que disparara fueron fructíferos, pero era demasiado tarde como para detener el cañón. El vampiro logró asestarle el golpe de gracia a aquella máquina, pero en vez de detener el ataque éste explotó produciendo una onda que lanzó al vampiro de rubios cabellos varios metros del lugar. Cuando éste recuperara la conciencia tendría frente a sí a una dama en apariencia en sus cuarentas, bien conservada y con finos ropajes. Estaba acompañada por tres doncellas que le hacían aire al vampiro y le daban a oler esencias para que se recuperara. La dama tomó la palabra:
-Supongo que esto ha de haber sido obra de ese muchacho. Cuando le ponga las manos encima puede contar señorita con que tendrá su oportunidad de descargo. Por el momento dígame cómo se encuentra. Su compañero está bien y como puede ver, mis acompañantes están haciéndose cargo del fuego. Oh, y el bio defectuoso está … digamos que inservible-
Eran un total de diez jóvenes damas y cinco hombres en armadura quienes acompañaban a la recién llegada. -Por cierto, mi nombre es Manuela- agregó al ver complacida como Bio era escoltado hasta su presencia. El vampiro no presentaba más que uno o dos rasguños producto de la colisión con el gigante de metal antes de ser levantado literalmente en el aire y rodeado por una barrera invisible que le protegió del impacto y el fuego.
-Supongo que Armand tomó algo y ha huido. ¿Por qué les dejó atrás siendo ustedes tan buenos luchadores?- cuestionó con voz afligida mientras tomaba asiento en una roca.
Luego de escuchar la historia de los vampiros en silencio y asintiendo a sus comentarios, ella se pondría de pie. -Me temo que tendremos que partir de inmediato. Espero que estén en condiciones de acompañarme. Por cierto ¿Qué saben de la situación en Lunargenta? He venido desde las Islas para cerrar algunos negocios y no me vendría mal tener algunos datos… generales de lo que por aquí acontece-
Instrucciones: Es hora de que se luzcan y hagan ver la cualidad que crean que les servirá dentro del gremio. De más está decir que la idea es que los dos grupos se unan en el otro turno si es posible. No hay orden de posteo entre ustedes Suerte
Thorn
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Soy Geralt se limito a decir, mirando atentamente al chico. "Grupo que le interesa la información" sonaba a un gremio de espías, mensajeros, puede que hasta peristas. Era una profesión elegante, no robaban, al menos nada que se echara en falta, ni eran tan... notorios como los asesinos.
Oh, no creas, no cobrarías nada por mi, soy muy conocido por Lunargenta, incluso he trabajado alguna vez en cosas de... esta índole. casi había muerto por su contratista, pero mejor que no se enterara de ello, lo había hecho bien.
Lunargenta queda hacia allí. Se encontraban al norte de la ciudad y el río debía dirigirse al este, puesto que habían salido corriendo muy cerca de la base, situada cerca de la costa este. Siempre podía equivocarse, pero con un poco de suerte acertaría y quedaría bien. Dar la impresión de ser un tipo con experiencia en eso de obtener información y que supiera donde estaba y donde ir podía proporcionarle ciertas oportunidades de trabajo. Aunque solo fuera estar sentado dirigiendo agentes, sonaba a algo importante. Algún día...
¿Sabes? Uno pensaría que alguien de un grupo tan selecto tendría un buen mapa... dejo caer, para provocar al chaval.
Oh, no creas, no cobrarías nada por mi, soy muy conocido por Lunargenta, incluso he trabajado alguna vez en cosas de... esta índole. casi había muerto por su contratista, pero mejor que no se enterara de ello, lo había hecho bien.
Lunargenta queda hacia allí. Se encontraban al norte de la ciudad y el río debía dirigirse al este, puesto que habían salido corriendo muy cerca de la base, situada cerca de la costa este. Siempre podía equivocarse, pero con un poco de suerte acertaría y quedaría bien. Dar la impresión de ser un tipo con experiencia en eso de obtener información y que supiera donde estaba y donde ir podía proporcionarle ciertas oportunidades de trabajo. Aunque solo fuera estar sentado dirigiendo agentes, sonaba a algo importante. Algún día...
¿Sabes? Uno pensaría que alguien de un grupo tan selecto tendría un buen mapa... dejo caer, para provocar al chaval.
Geralt
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Tras el gran salto hacia el bio me di cuenta que tal vez no era una buena idea, sin embargo ya era demasiado tarde, así que no me quedó más remedio que seguir hasta el final, Bath intentaba ayudarme con el brazo y parecía tener éxito, pero finalmente al momento de impactar el fuerte golpe el brazo-cañón de ese poderoso bio brilló para luego crear una fuerte explosión que me hizo volar de regreso, sin embargo pude notar que no caía, seguía suspendido en el aire mientras el fuego avanzaba hacia mí pero se apartaba en último momento como si me protegiera un escudo invisible; no obstante, éste no duró mucho después de pasada la explosión y acabé cayendo aparatosamente al piso.
Pasé unos instantes sin entender lo que había pasado hasta que por fin logré levantar la vista para buscar a Bath, aunque antes mis ojos tropezaron con una pequeña tropa de desconocidos que me llevaron escoltado ante una misteriosa y elegante mujer interesada en la situación y que al parecer, conocía al chico - Nos dejó atrás porque estaba muy ocupado huyendo - Dije en tono de reproche - Incluso, llegué a dudar que estuviera del lado correcto al defenderlo, los bios siguen órdenes directas y específicas, rara vez tienen errores en sus misiones - Cuestioné un poco la situación - Así que, o alguien con influencias quiere deshacerse del chico, o realmente lo buscaban por algún delito - Me acerqué hasta sentarme en otra pequeña piedra cercana a donde se encontraba la mujer.
Observé a Bath regalándole una sonrisa al ver que se encontraba a salvo. Luego dejé a un lado los reproches, fuera como fuera la mujer parecía preocupada - El chico huyó junto a otros, pero también eran perseguidos por otros bios, tal vez estén en problemas - Dije mientras señalaba la dirección en que los había visto irse - Aunque ese pequeño tiene muchos trucos extraños - Dije con algo de duda acerca de los objetos usados él.
Tras levantarme de nuevo y sacudir el polvo de mi ropa expresé mi deseo de acompañarla - Ya estoy metido en esto, no me gustaría dejarlo a medias - Dije en tono medio amigable mientras lanzaba a Bath una mirada de sospecha acerca de estas personas, no parecían malas, pero no conocíamos sus verdaderas intenciones, y en seres como nosotros, ser precavidos era asegurar la supervivencia - Lunargenta sigue tan tranquila y aburrida como siempre, al menos a simple vista - Dije a la misteriosa mujer - El problema realmente está en las Catacumbas, y no en lo que sucede, sino en lo que puede suceder, hay vampiros con ansias de poder y asesinos con bajos honorarios, esa es una mala combinación - Miré a los ojos a la dama - A alguien como usted, le sugeriría no husmear en esos asuntos, podría ser peligroso... A menos que tenga buenos guardianes a su disposición - Tras la advertencia continué el camino hacia Lunargenta - Su chico nos lleva algo de ventaja, debemos ser rápidos para alcanzarlos - Dije mientras caminaba al frente esperando que me siguieran.
Pasé unos instantes sin entender lo que había pasado hasta que por fin logré levantar la vista para buscar a Bath, aunque antes mis ojos tropezaron con una pequeña tropa de desconocidos que me llevaron escoltado ante una misteriosa y elegante mujer interesada en la situación y que al parecer, conocía al chico - Nos dejó atrás porque estaba muy ocupado huyendo - Dije en tono de reproche - Incluso, llegué a dudar que estuviera del lado correcto al defenderlo, los bios siguen órdenes directas y específicas, rara vez tienen errores en sus misiones - Cuestioné un poco la situación - Así que, o alguien con influencias quiere deshacerse del chico, o realmente lo buscaban por algún delito - Me acerqué hasta sentarme en otra pequeña piedra cercana a donde se encontraba la mujer.
Observé a Bath regalándole una sonrisa al ver que se encontraba a salvo. Luego dejé a un lado los reproches, fuera como fuera la mujer parecía preocupada - El chico huyó junto a otros, pero también eran perseguidos por otros bios, tal vez estén en problemas - Dije mientras señalaba la dirección en que los había visto irse - Aunque ese pequeño tiene muchos trucos extraños - Dije con algo de duda acerca de los objetos usados él.
Tras levantarme de nuevo y sacudir el polvo de mi ropa expresé mi deseo de acompañarla - Ya estoy metido en esto, no me gustaría dejarlo a medias - Dije en tono medio amigable mientras lanzaba a Bath una mirada de sospecha acerca de estas personas, no parecían malas, pero no conocíamos sus verdaderas intenciones, y en seres como nosotros, ser precavidos era asegurar la supervivencia - Lunargenta sigue tan tranquila y aburrida como siempre, al menos a simple vista - Dije a la misteriosa mujer - El problema realmente está en las Catacumbas, y no en lo que sucede, sino en lo que puede suceder, hay vampiros con ansias de poder y asesinos con bajos honorarios, esa es una mala combinación - Miré a los ojos a la dama - A alguien como usted, le sugeriría no husmear en esos asuntos, podría ser peligroso... A menos que tenga buenos guardianes a su disposición - Tras la advertencia continué el camino hacia Lunargenta - Su chico nos lleva algo de ventaja, debemos ser rápidos para alcanzarlos - Dije mientras caminaba al frente esperando que me siguieran.
Bio
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Tomó una bocanada gigantesca de aire, abrió los ojos y se incorporó de golpe, apoderándose del cazador un mareo impresionante y haciéndole ver borroso a su alrededor. Lo último que recordaba Erzsébeth es abalanzarse sobre el bio-cibernético medio destrozado con objetivo de destruir el cañón antes de que le diera a su compañero Bio, ya que la idea de que saliera herido no le hacía ninguna gracia, pero al parecer le había salido el tiro por la culata y el plan había explotado en sus narices. No sabía si estaba alucinando por la explosión, por la luz cerúlea que le había cegado hacía tan solo unos instantes, por el golpe o por el estrés... pero de pronto le olió a rosas, a esencias tranquilizadoras. Inhaló el aire que le rodeaba agradecido, le estaba quitando el mareo. Oía voces como a lo lejos, aunque sabía perfectamente que estaba rodeado por bastantes personas.
Una vez hubo recobrado del todo el control de su cuerpo, miró a su alrededor para buscar a Bio, y allí estaba, sentado en una roca, dedicándole una sonrisa burlona y hablando con alguien, aunque los oídos del cazador aún no escuchaban bien debido a la explosión. Vio que tres damas eran las que estaban brindándole aquellas fragancias tan reconfortantes, y lo agradeció dándoles a su vez una amplia sonrisa. Justo en frente tenía una mujer entrada en años aunque no maltratada por los mismos, era bella en su madurez, y esta le hablaba de cosas que todavía le costaba entender. Parecía ser que conocía al desastroso muchacho que les había abandonado a su suerte antes. Eso le enfureció, mas se relajó nuevamente inhalando aquellas fragancias.
Una vez comenzó a escuchar bien la conversación, se levantó y se ajustó el corsé, dio las gracias abiertamente a las mujeres y vio que también había caballeros, como escoltándolas hacia a algún lugar.
—Bueno, yo no culpo al niño —empezó Erzsébeth, dando vueltas por el lugar, siguiendo los pasos de Bio—, al fin y al cabo es lo que es. Si se encuentra de golpe con tantos desconocidos, es normal que quisiera huir... tenemos tan, pero tan mala pinta. En fin, al menos logró que esa chica del caballo y ese hombre de los perros le ayudasen, seguramente estén tan tranquilos yendo hacia Lunargenta, si es allí hacia donde os dirigíais —le dedicó una mirada a la que parecía la jefa, la tal Manuela, y carraspeó antes de seguir hablando—. Bio está en lo cierto, Lunargenta es una ciudad tranquila siempre y cuando no vayas a Las Catacumbas, ¡todo el mundo sabe que está llena de pecado, sangre y desdicha! Suena divertido, ¿no? Pero solo para un rato, si te quedas más de lo debido, algún que otro te echa el ojo, y ya no sales... Hizo otra pausa. No sabía si decir lo que Cassandra le había comentado sería buena idea, pero la mujer mostraba tanto interés y pasión por el intercambio de información que no pudo retener la lengua. —He oído que un matón de cierto prestigio en los bajos fondos ha hecho un pacto con un vampiro del tres al cuarto para ofrecerle su ayuda en un asunto un tanto peliagudo. Aún no sé los detalles... pero huelo problemas para Lunargenta.
Una vez hubo recobrado del todo el control de su cuerpo, miró a su alrededor para buscar a Bio, y allí estaba, sentado en una roca, dedicándole una sonrisa burlona y hablando con alguien, aunque los oídos del cazador aún no escuchaban bien debido a la explosión. Vio que tres damas eran las que estaban brindándole aquellas fragancias tan reconfortantes, y lo agradeció dándoles a su vez una amplia sonrisa. Justo en frente tenía una mujer entrada en años aunque no maltratada por los mismos, era bella en su madurez, y esta le hablaba de cosas que todavía le costaba entender. Parecía ser que conocía al desastroso muchacho que les había abandonado a su suerte antes. Eso le enfureció, mas se relajó nuevamente inhalando aquellas fragancias.
Una vez comenzó a escuchar bien la conversación, se levantó y se ajustó el corsé, dio las gracias abiertamente a las mujeres y vio que también había caballeros, como escoltándolas hacia a algún lugar.
—Bueno, yo no culpo al niño —empezó Erzsébeth, dando vueltas por el lugar, siguiendo los pasos de Bio—, al fin y al cabo es lo que es. Si se encuentra de golpe con tantos desconocidos, es normal que quisiera huir... tenemos tan, pero tan mala pinta. En fin, al menos logró que esa chica del caballo y ese hombre de los perros le ayudasen, seguramente estén tan tranquilos yendo hacia Lunargenta, si es allí hacia donde os dirigíais —le dedicó una mirada a la que parecía la jefa, la tal Manuela, y carraspeó antes de seguir hablando—. Bio está en lo cierto, Lunargenta es una ciudad tranquila siempre y cuando no vayas a Las Catacumbas, ¡todo el mundo sabe que está llena de pecado, sangre y desdicha! Suena divertido, ¿no? Pero solo para un rato, si te quedas más de lo debido, algún que otro te echa el ojo, y ya no sales... Hizo otra pausa. No sabía si decir lo que Cassandra le había comentado sería buena idea, pero la mujer mostraba tanto interés y pasión por el intercambio de información que no pudo retener la lengua. —He oído que un matón de cierto prestigio en los bajos fondos ha hecho un pacto con un vampiro del tres al cuarto para ofrecerle su ayuda en un asunto un tanto peliagudo. Aún no sé los detalles... pero huelo problemas para Lunargenta.
Bathory
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Sinceramente no me agradaba la actitud del tal Armand, era bastante insoportable. Después de la amenaza que le regalé, cambió un poco su comportamiento tan extraño. Había que reconocerlo, él me había salvado de una muerte segura, y seguramente las pocas metas que tenía, se acabarían. Luego, al ver que el muchacho encajó su espada, dándome una mirada con el mismo odio que yo le transmitía, noté que no le había gustado la cercanía en su oreja. Tragué un poco de saliva, pero no fue por nervios o miedo, si no porque de tan sólo verle, se me resecaba la garganta. De repente, me respondió cortante, haciéndome fruncir el ceño de manera exagerada. No tuve más opción que desviar mi mirada hacia otro lado, y quedar viendo a un punto desconocido. Me dispuse a pensar un poco, y rememorar algunos fragmentos de mi pasado.
El tipo interrumpió mi introducción en la mente, cuando éste habló sobre un grupo al que le interesa la información, aunque algo no cuadraba bien. ¿Qué tipo de información?, ¿A qué se refería con ésto?, ¿Acaso iba a hacer una propuesta?. Sostuve a Maximous con las fuerza de mi brazo izquierdo, y pegué un salto ágil, para luego subirme sin más preámbulo. Dijo que le pagarían por dar descripciones de un tipo envuelto en llamas, refiriéndose al otro sujeto que estaba ahí, y también, a una dama con un gran caballo, notando rápidamente que era una indirecta hacia mí.
-Ni de mí cobrarías algo. Conozco lo suficiente de arquería, y lo uso para defenderme, nada más. Aunque, a decir verdad, es un trabajo muy interesante.-Respondí de forma amigable, tratando de ser menos pesada de lo que acostumbro. La verdad me costaba mucho actuar así.
-Diría que soy algo... Detallista a la hora de hablar. ¿Funciona?.-Musité, después de que Armand hubiese negado subirse en Maximous. Luego de acomodarme bien, y darle indicaciones a mi caballo, comenzamos a bajar, justo como había estipulado Geralt. El hombre manifestó que no tendría problema en tener un guía para dirigirse a Lunargenta. Yo apenas asentí con la cabeza, sin responder nada, pero sin rechistar, siguiendo a los dos seres masculinos. A pesar de que ya llevaba bastante tiempo con ellos, aún sentía desconfianza, y no duraría en usar mis flechas si es necesario.
-¿Y por qué quieres ir a Lunargenta, Armand? solté de pronto, con total inocencia y por mera curiosidad.
El tipo interrumpió mi introducción en la mente, cuando éste habló sobre un grupo al que le interesa la información, aunque algo no cuadraba bien. ¿Qué tipo de información?, ¿A qué se refería con ésto?, ¿Acaso iba a hacer una propuesta?. Sostuve a Maximous con las fuerza de mi brazo izquierdo, y pegué un salto ágil, para luego subirme sin más preámbulo. Dijo que le pagarían por dar descripciones de un tipo envuelto en llamas, refiriéndose al otro sujeto que estaba ahí, y también, a una dama con un gran caballo, notando rápidamente que era una indirecta hacia mí.
-Ni de mí cobrarías algo. Conozco lo suficiente de arquería, y lo uso para defenderme, nada más. Aunque, a decir verdad, es un trabajo muy interesante.-Respondí de forma amigable, tratando de ser menos pesada de lo que acostumbro. La verdad me costaba mucho actuar así.
-Diría que soy algo... Detallista a la hora de hablar. ¿Funciona?.-Musité, después de que Armand hubiese negado subirse en Maximous. Luego de acomodarme bien, y darle indicaciones a mi caballo, comenzamos a bajar, justo como había estipulado Geralt. El hombre manifestó que no tendría problema en tener un guía para dirigirse a Lunargenta. Yo apenas asentí con la cabeza, sin responder nada, pero sin rechistar, siguiendo a los dos seres masculinos. A pesar de que ya llevaba bastante tiempo con ellos, aún sentía desconfianza, y no duraría en usar mis flechas si es necesario.
-¿Y por qué quieres ir a Lunargenta, Armand? solté de pronto, con total inocencia y por mera curiosidad.
Davinna Ravenwood
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
A Manuela pareció gustarle el razonamiento del vampiro, en su frente podían notarse unas pequeñas arrugas producto del pensamiento continuo y quizás del cansancio. -Dos personas informadas al parecer y no es la apariencia la que hizo que el muchacho corriese, tiene algo contra los de vuestra raza, me temo- agregó la dama con interés en sus ojos y palabras, entre sus manos tenía un pequeño objeto que resplandecía. -Tengo buenos guardianes, sí- respondió más para sí misma que para el hombre. -Atención, seguiremos a nuestros nuevos guías- su voz imperó en el aire con una nota continua y elevada. Todos abandonaron lo que estaban haciendo para apurarse a tomar posiciones y partir.
Dos de los guardias ayudaron a la líder a subirse a un fino corcel del color de las nubes. - Nubarrón siempre me acompaña- aclaró ella mientras se posicionaba entre los vampiros. - El camino es largo mis queridos y esta vieja dama está ansiosa de historias. Díganme jovencitos sus nombres y ocupaciones. Y algo que quieran en sus vidas. Tal vez pueda recompensarles por los problemas que mi sobrino les ha causado- en su voz solamente se delataría el interés en ellos. Pensaba en sumarles a sus filas en el gremio, hábilmente ya había trazado incluso algunos planes para ellos. Claro, si podía ponerles la mano encima. Parecían despiertos y con mucho potencial… no deseaba tenerlos como enemigos.
Armand sonrió con todo lo que tenía al ver y escuchar las respuestas de sus interlocutores. Esa Davinna y ese Geralt podrían ser un buen agregado para el gremio. No le gustaba la idea de que podrían competir contra él y sabía que tendría que tragarse su orgullo algún par de veces, pero le interesaba agregarles a las filas, con ellos dos –y mascotas- iría donde su tía y con orgullo le demostraría que él era una persona capaz, responsable además de confiable. Solamente le quedaba llegar a Lunargenta y ponerse a trabajar en lo que le habían mandado.
-Asique tienes experiencia Geralt… pues mapas tengo a montones y ya que lo mencionas, no me molestaría en lo más mínimo que los leyeras. – dijo con cierto orgullo altanero para disimular la vergüenza de admitir que en realidad su sentido de la orientación estaba más trunco que los restos del bio que habían dejado atrás. - Funciona sí- le respondió el joven a la fémina entrecerrando los ojos para observarle mejor -Aunque esa actitud algún día hará que te corten la cabeza, sobre todo en Lunargenta… de lo que podrías salvarte si tienes mucho dinero o alguien que te respalde, como un gremio- dejó traslucir sus intenciones veladas tras una clara verdad.
Sacó de entre sus cosas el mapa y se lo tendió al brujo para luego acariciar a la Nibar mientras pensaba en la respuesta que habría de darle a la joven -Negocios Davinna, negocios con información y para información ¿les interesa?-
Dos de los guardias ayudaron a la líder a subirse a un fino corcel del color de las nubes. - Nubarrón siempre me acompaña- aclaró ella mientras se posicionaba entre los vampiros. - El camino es largo mis queridos y esta vieja dama está ansiosa de historias. Díganme jovencitos sus nombres y ocupaciones. Y algo que quieran en sus vidas. Tal vez pueda recompensarles por los problemas que mi sobrino les ha causado- en su voz solamente se delataría el interés en ellos. Pensaba en sumarles a sus filas en el gremio, hábilmente ya había trazado incluso algunos planes para ellos. Claro, si podía ponerles la mano encima. Parecían despiertos y con mucho potencial… no deseaba tenerlos como enemigos.
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Armand sonrió con todo lo que tenía al ver y escuchar las respuestas de sus interlocutores. Esa Davinna y ese Geralt podrían ser un buen agregado para el gremio. No le gustaba la idea de que podrían competir contra él y sabía que tendría que tragarse su orgullo algún par de veces, pero le interesaba agregarles a las filas, con ellos dos –y mascotas- iría donde su tía y con orgullo le demostraría que él era una persona capaz, responsable además de confiable. Solamente le quedaba llegar a Lunargenta y ponerse a trabajar en lo que le habían mandado.
-Asique tienes experiencia Geralt… pues mapas tengo a montones y ya que lo mencionas, no me molestaría en lo más mínimo que los leyeras. – dijo con cierto orgullo altanero para disimular la vergüenza de admitir que en realidad su sentido de la orientación estaba más trunco que los restos del bio que habían dejado atrás. - Funciona sí- le respondió el joven a la fémina entrecerrando los ojos para observarle mejor -Aunque esa actitud algún día hará que te corten la cabeza, sobre todo en Lunargenta… de lo que podrías salvarte si tienes mucho dinero o alguien que te respalde, como un gremio- dejó traslucir sus intenciones veladas tras una clara verdad.
Sacó de entre sus cosas el mapa y se lo tendió al brujo para luego acariciar a la Nibar mientras pensaba en la respuesta que habría de darle a la joven -Negocios Davinna, negocios con información y para información ¿les interesa?-
Thorn
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Tenia un mapa... Y no lo usaba... Por eso se había perdido, seguro. En fin... déjame ver se limito a decir.
Se había esperado un mapa cutre, hecho por.. bueno, un niño, pero era un mapa de verdad, de los buenos y caros. Para su suerte, no había muchos ríos por esa zona, lo que le dejaba dos posibilidades. En cualquiera de los dos casos, solo tenían que seguir el río y encontrar un camino a la derecha, por lo que fingió que sabia donde estaban, al fin y al cabo, no era una mentira. Aunque tampoco era verdad.
Aun distraído, no pudo evitar sonreír. Arquería para defenderse... Si los veías de lejos puede, pero usar el arco en medio de una taberna, lugar donde Geralt había tenido la mayoría de los problemas, podía ser complicado.
Así que conseguís información y la vendéis... Lo primero que se le ocurrió era vender el contenido de las caravanas comerciales a bandidos, esa era la forma fácil de ganar dinero, pero parecían considerarse un grupo... selecto ¿Le echáis un ojo a la correspondencia de los nobles y hacéis chantaje? Eso parecía más probable, podía incluso considerarse noble si se trataba de actividades ilegales. Solo con pensar la cantidad de rumores a los que tendría acceso... No se le escaparía ni un solo cachivache mágico... Y sus posibilidades se disparaban si sabia que buscar, como ese estúpido oso blanco de madera... Entonces... suponiendo que no vayáis chuleando de pertenecer a un grupo exclusivo con cualquiera... ¿Tenéis vacantes?
Se había esperado un mapa cutre, hecho por.. bueno, un niño, pero era un mapa de verdad, de los buenos y caros. Para su suerte, no había muchos ríos por esa zona, lo que le dejaba dos posibilidades. En cualquiera de los dos casos, solo tenían que seguir el río y encontrar un camino a la derecha, por lo que fingió que sabia donde estaban, al fin y al cabo, no era una mentira. Aunque tampoco era verdad.
Aun distraído, no pudo evitar sonreír. Arquería para defenderse... Si los veías de lejos puede, pero usar el arco en medio de una taberna, lugar donde Geralt había tenido la mayoría de los problemas, podía ser complicado.
Así que conseguís información y la vendéis... Lo primero que se le ocurrió era vender el contenido de las caravanas comerciales a bandidos, esa era la forma fácil de ganar dinero, pero parecían considerarse un grupo... selecto ¿Le echáis un ojo a la correspondencia de los nobles y hacéis chantaje? Eso parecía más probable, podía incluso considerarse noble si se trataba de actividades ilegales. Solo con pensar la cantidad de rumores a los que tendría acceso... No se le escaparía ni un solo cachivache mágico... Y sus posibilidades se disparaban si sabia que buscar, como ese estúpido oso blanco de madera... Entonces... suponiendo que no vayáis chuleando de pertenecer a un grupo exclusivo con cualquiera... ¿Tenéis vacantes?
Geralt
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Me carcomía la mente la intriga que me planteaba Armand, ¿qué demonios tiene en mente? —No temo que me corten la cabeza. —Mi apellido es Ravenwood, imbécil. pensé con el ceño fruncido. Pero no lo diría en alta voz, no voy a alardear sobre las herrerías de mi padre, quien sabe, capas sea una especie de secuestrador.
Mi furía se desvaneció cuando menciono un gremio, ¡Te pille Armand! —¿y tu tienes un gremio, Armand? pregunté en tono amistoso, falsamente amistoso si se podría decir. —Por que si es así, si me interesa, soy capas de dejar loca a la persona más cuerda, seguramente ya te abras dado cuenta.. agregué.
Poco a poco comenzamos a dirigirnos a una especie de ruta hacia Lunargenta, yo no tenia idea hacía que rumbo íbamos, solamente seguía al chico de cabello blanco. —Geralt, ¿sabes leer un mapa acaso? pregunté con una sonrisa, me causaba risa y ternura el intento de guiarnos del chico, pero bueno, yo solamente viajo con el viento, no me gusta tener un rumbo fijo, aunque no negaré que muchas veces me he perdido y tuve que pedir indicaciones.
Por otro lado, debía seguir con mi papel con Armand. —Mis métodos para hacer hablar a la gente... son poco ortodoxos, pero que más da, soy manipuladora por naturaleza. Saque el mal carácter de mi padre. solté esto ultimo por boca suelta, el no tiene que saber quien es mi padre o podría meterme en problemas si el es una especie de caza-recompensas, o un secuestrador. Si intenta algo lo cocino vivo.
—¿Alguien quiere contar una historia para que el viaje no se haga tan largo?
Mi furía se desvaneció cuando menciono un gremio, ¡Te pille Armand! —¿y tu tienes un gremio, Armand? pregunté en tono amistoso, falsamente amistoso si se podría decir. —Por que si es así, si me interesa, soy capas de dejar loca a la persona más cuerda, seguramente ya te abras dado cuenta.. agregué.
Poco a poco comenzamos a dirigirnos a una especie de ruta hacia Lunargenta, yo no tenia idea hacía que rumbo íbamos, solamente seguía al chico de cabello blanco. —Geralt, ¿sabes leer un mapa acaso? pregunté con una sonrisa, me causaba risa y ternura el intento de guiarnos del chico, pero bueno, yo solamente viajo con el viento, no me gusta tener un rumbo fijo, aunque no negaré que muchas veces me he perdido y tuve que pedir indicaciones.
Por otro lado, debía seguir con mi papel con Armand. —Mis métodos para hacer hablar a la gente... son poco ortodoxos, pero que más da, soy manipuladora por naturaleza. Saque el mal carácter de mi padre. solté esto ultimo por boca suelta, el no tiene que saber quien es mi padre o podría meterme en problemas si el es una especie de caza-recompensas, o un secuestrador. Si intenta algo lo cocino vivo.
—¿Alguien quiere contar una historia para que el viaje no se haga tan largo?
Davinna Ravenwood
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
La jornada se había hecho bastante larga, me encontraba ya un poco agotado pero aún mi mente y mis oídos se mantenían atentos a todo, lo suficientemente atentos como para no dejar pasar aquella curiosa afirmación - ¿Algo contra los de nuestra raza? - Pregunté un poco intrigado - No sé por qué no me extraña, hasta yo tengo algo contra los de nuestra raza - Dije tratando de disimular mis intenciones aunque finalmente acabé por dejar salir mi curiosidad - ¿Lo asustaban por las noches con historias de vampiros? - Pregunté tratando de saber más al respecto, con algo de suerte acabaría por saber de manera discreta cuál era el trauma del chico con los vampiros y por qué había reaccionado como lo hizo.
Tras iniciar mi camino, la mujer ordenó a todos seguir a donde Bath y yo los dirigiéramos, algo bastante arriesgado a mi parecer, al menos para una dama de apariencia tan refinada, cualquiera en mi lugar podría tratar de secuestrarla, aunque tal vez tenía mucha confianza en sus famosos guardianes, de igual modo era un riesgo que no deberían correr a menudo, aunque su voto de confianza hacia nosotros me generaba también cierta confianza hacia ella y su tropa acompañante, tal vez esa había sido su estrategia desde el principio, ganarse mi confianza dándome un poco de la suya; como fuera, igual pensaba dirigirme a Lunargenta, así que no estaría de más tener un poco de compañía.
Caminé despacio para esperar a Bath y caminar juntos, aunque la mujer, tras subirse a su majestuoso caballo caminó hasta colocarse entre nosotros mientras nos seguía interrogando discretamente, habíamos caído en un juego de preguntas y respuestas para saber más acerca del otro, la mujer parecía ser alguien importante, sin embargo, no recordaba haber visto su rostro antes, su voz delataba cierto interés en nosotros, aunque desconocer sus intenciones me llevaba a ser cauteloso y no hablar más de la cuenta - Mi nombre es Víctor - Dije mientras volteaba hacia ella e inclinaba un poco el rostro en un exceso de modales - Pero me llaman Bio, aunque no soy un bio - Levanté una ceja - Siempre me confunden con esas cosas al oír mi apodo - Mencioné con cierto sarcasmo - Y mi ocupación es... Escribir - Dije tras una breve pausa - O al menos lo era, hace mucho que no toco un libro, aunque espero que eso cambie pronto - Cada palabra que dejaba salir era previamente seleccionada filtrando mentalmente la información que revelaba mediante rápidos y minuciosos procesos mentales aunque trataba de hacerlo parecer una conversación fluida.
Su última frase había sido una estocada a mi consciencia - (¿Algo que quiera en mi vida?) - Pensé por unos instantes planeando la respuesta - (Encontrar a Magazubi) - Fue lo primero que vino a mi mente, sin embargo no podía decir eso, al menos no todavía; al menos hasta que supiera más acerca de aquella mujer, los detalles más privados debían permanecer en absoluto secreto - Lo que quiero difícilmente me lo podrán dar - Aseguré mientras levantaba la vista a las estrellas - Siempre he querido una librería - Aseguré siguiendo mi comentario anterior, cosa que de hecho tampoco era falsa - Pero por ahora me conformo con un caballo - Sonreí ladinamente mientras me llevaba una mano a la parte posterior de mi cabeza y ponía una mirada suplicante - El camino a Lunargenta es largo pero además, debemos alcanzar a... - Hice una pausa mientras señalaba al frente donde extrañamente lograba ver las siluetas de lo que parecían ser el chico y los otros que se habían salido del camino, imaginaba que nos llevaban más ventaja, pero al parecer al huir se habían salido del camino y apenas estaban volviendo a tomarlo guiándose por el río - Los otros... - Dije tras la pausa cambiando el tono de voz para indicar que si mi vista no fallaba, ya estábamos muy cerca de alcanzarlos, tal vez un grito, o alguna señal los haría voltear hacia nosotros...
Tras iniciar mi camino, la mujer ordenó a todos seguir a donde Bath y yo los dirigiéramos, algo bastante arriesgado a mi parecer, al menos para una dama de apariencia tan refinada, cualquiera en mi lugar podría tratar de secuestrarla, aunque tal vez tenía mucha confianza en sus famosos guardianes, de igual modo era un riesgo que no deberían correr a menudo, aunque su voto de confianza hacia nosotros me generaba también cierta confianza hacia ella y su tropa acompañante, tal vez esa había sido su estrategia desde el principio, ganarse mi confianza dándome un poco de la suya; como fuera, igual pensaba dirigirme a Lunargenta, así que no estaría de más tener un poco de compañía.
Caminé despacio para esperar a Bath y caminar juntos, aunque la mujer, tras subirse a su majestuoso caballo caminó hasta colocarse entre nosotros mientras nos seguía interrogando discretamente, habíamos caído en un juego de preguntas y respuestas para saber más acerca del otro, la mujer parecía ser alguien importante, sin embargo, no recordaba haber visto su rostro antes, su voz delataba cierto interés en nosotros, aunque desconocer sus intenciones me llevaba a ser cauteloso y no hablar más de la cuenta - Mi nombre es Víctor - Dije mientras volteaba hacia ella e inclinaba un poco el rostro en un exceso de modales - Pero me llaman Bio, aunque no soy un bio - Levanté una ceja - Siempre me confunden con esas cosas al oír mi apodo - Mencioné con cierto sarcasmo - Y mi ocupación es... Escribir - Dije tras una breve pausa - O al menos lo era, hace mucho que no toco un libro, aunque espero que eso cambie pronto - Cada palabra que dejaba salir era previamente seleccionada filtrando mentalmente la información que revelaba mediante rápidos y minuciosos procesos mentales aunque trataba de hacerlo parecer una conversación fluida.
Su última frase había sido una estocada a mi consciencia - (¿Algo que quiera en mi vida?) - Pensé por unos instantes planeando la respuesta - (Encontrar a Magazubi) - Fue lo primero que vino a mi mente, sin embargo no podía decir eso, al menos no todavía; al menos hasta que supiera más acerca de aquella mujer, los detalles más privados debían permanecer en absoluto secreto - Lo que quiero difícilmente me lo podrán dar - Aseguré mientras levantaba la vista a las estrellas - Siempre he querido una librería - Aseguré siguiendo mi comentario anterior, cosa que de hecho tampoco era falsa - Pero por ahora me conformo con un caballo - Sonreí ladinamente mientras me llevaba una mano a la parte posterior de mi cabeza y ponía una mirada suplicante - El camino a Lunargenta es largo pero además, debemos alcanzar a... - Hice una pausa mientras señalaba al frente donde extrañamente lograba ver las siluetas de lo que parecían ser el chico y los otros que se habían salido del camino, imaginaba que nos llevaban más ventaja, pero al parecer al huir se habían salido del camino y apenas estaban volviendo a tomarlo guiándose por el río - Los otros... - Dije tras la pausa cambiando el tono de voz para indicar que si mi vista no fallaba, ya estábamos muy cerca de alcanzarlos, tal vez un grito, o alguna señal los haría voltear hacia nosotros...
Bio
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
La tal Manuela era una mujer tan segura de sí misma que hasta asustaba, hablaba como si tuviese tanto poder entre sus finos dedos, como si cualquier súplica o deseo fuese suficiente como para obtener hasta la más estúpida de las cosas... bañada bajo la luz de la luna se veía tan hermosa como temible hasta cierto punto, al igual que el bello corcel al que sus lacayos le habían ayudado a subir. Era normal que una dama de su categoría no fuese a pie durante un camino tan largo como el que se avecinaba, y de solo pensar cuán lejos estaba la ciudad el vampiro maldijo por lo bajo a los tacones que llevaba.
Erzsébeth se había puesto en marcha junto con su fiel compañero de aventuras, Bio, a la vez que la mujer se les unía montada en el blanco caballo, cuyo nombre era tan ridículo como la situación en la que se encontraban. Un niño les había toreado, puesto en peligro y de pronto aparecía su tía, ofreciéndoles una mano amiga y preguntando con sutileza información sobre Lunargenta. Al cazador le encantaban las personas que tenían anhelo de sabiduría, cualquier dato, por pequeño que fuese, siempre era de gran valía en momentos cruciales. Al escuchar lo de la raza no pudo evitar contener una risita.
—Nuestra raza se ha labrado un buen nombre a lo largo de los siglos —dijo, recolocándose las coletas y mirando a Manuela— no le culpo por ser precavido. Eso dice bastante de su sobrino.
Nuevamente salía la gran pregunta. Cómo te llamas. Qué haces con tu vida. Cuando preguntaban acerca de su persona, Erzsébeth solía crisparse, odiaba tener que hablar sobre él; él era el que se encargaba de interrogar y sustraer información, no al revés. Sin embargo, la situación no ofrecía más salida que ofrecerle a Manuela lo que esta quería, sus guardias no parecían muy razonables. Inspiró profundamente y aparó la vista de la mujer para ocultar el tick nervioso de su ojo, un tick que aparecía cuando mentía, y por mucho entrenamiento y autoconvencimiento que hubiese pasado a lo largo de su vida, en el fondo sabía que no era una mujer. Así que al pronunciar el nombre falso prefirió evitarse un encontronazo con los ojos de su "salvadora".
—Mi nombre es Erzsébeth, mi señora —dijo, poniendo la voz melosa que le caracterizaba—, y no tengo un apodo disponible más que Bath, un mote que me he ganado a regañadientes y sin darme cuenta, pero que es mucho más corto y agradable. Se detuvo cuando escuchó lo de ocupación. Si le seguía mintiendo, aquel tick acabaría por hacerse demasiado notorio, pero tampoco podía desvelar la verdad: ser un espía es algo que conlleva llevarlo en secreto. Maquilló la verdad todo lo que pudo y meditó sus palabras antes de abrir la boca, para no comprometer a su dueña y señora Cassandra, ya que era una vampiresa reconocida en el mundo del espionaje, y no sería bueno que su mayor y mejor creación saliese a la luz de aquella forma.
—Mi ocupación no es más que ser un pajarito —dijo, intentando disimular colocándose el cabello sobre los ojos y mirando hacia abajo, pero de tal forma que pareciese más un gesto natural que de ocultar algo—, quien paga por mis servicios me envía a por un recado, yo lo busco, encuentro, recojo y envío a quien me pagó —y no mentía, a veces el recado era matar a alguien y como prueba enviaba alguna parte de su cuerpo—. Y estos recados pueden ser tanto un paquete como una frase, no soy muy escrupulosa y trabajo con cualquier contenido. Así que soy un pequeño pajarito al que le gusta canturrear a cambio de unas monedas.
¿Algo que quiera en mi vida? pensó Erzsébeth, el corazón se le encogió en un puño. Hacía tanto tiempo que no pensaba en sus propios deseos, en sus aspiraciones... que había olvidado por completo quién era. Era un forjador de sueños, y como tal anhelaba el sonido de la forja más que otra cosa en el mundo. Se había vuelto un cazador y un trampero, pero eso no quería decir que una buena espada no fuese de su agrado. Al menos construirla para alguien que le pagase bien por ello. Sonaría algo extraño de boca de una damisela como él pedir un lugar en el que trabajar la forja en Lunargenta, pero no se le ocurría nada más.
—Una dama tiene deseos difíciles de confesar —espetó, con cierta vergüenza entre sus palabras—, pero desde que llegué a Lunargenta siempre quise un lugar donde trabajar la forja, en honor a mi padre, ¿sabe? Me viene de familia. Acabó la frase con una mirada serena y atenta a Manuela, con el tick ya fuera de juego podía volver a mirarla sin problemas.
Cuando Bio se detuvo, comprendió que había acechado algo. En este caso eran los otros tres, la chica del caballo, el hombre de los perros y aquel odioso y cobarde niño. Como vio que Bio no se decidía a llamarlos, puso las manos alrededor de su boca y lanzó un grito, con esperanzas de que lo oyesen. Tampoco estaban tan lejos.
Erzsébeth se había puesto en marcha junto con su fiel compañero de aventuras, Bio, a la vez que la mujer se les unía montada en el blanco caballo, cuyo nombre era tan ridículo como la situación en la que se encontraban. Un niño les había toreado, puesto en peligro y de pronto aparecía su tía, ofreciéndoles una mano amiga y preguntando con sutileza información sobre Lunargenta. Al cazador le encantaban las personas que tenían anhelo de sabiduría, cualquier dato, por pequeño que fuese, siempre era de gran valía en momentos cruciales. Al escuchar lo de la raza no pudo evitar contener una risita.
—Nuestra raza se ha labrado un buen nombre a lo largo de los siglos —dijo, recolocándose las coletas y mirando a Manuela— no le culpo por ser precavido. Eso dice bastante de su sobrino.
Nuevamente salía la gran pregunta. Cómo te llamas. Qué haces con tu vida. Cuando preguntaban acerca de su persona, Erzsébeth solía crisparse, odiaba tener que hablar sobre él; él era el que se encargaba de interrogar y sustraer información, no al revés. Sin embargo, la situación no ofrecía más salida que ofrecerle a Manuela lo que esta quería, sus guardias no parecían muy razonables. Inspiró profundamente y aparó la vista de la mujer para ocultar el tick nervioso de su ojo, un tick que aparecía cuando mentía, y por mucho entrenamiento y autoconvencimiento que hubiese pasado a lo largo de su vida, en el fondo sabía que no era una mujer. Así que al pronunciar el nombre falso prefirió evitarse un encontronazo con los ojos de su "salvadora".
—Mi nombre es Erzsébeth, mi señora —dijo, poniendo la voz melosa que le caracterizaba—, y no tengo un apodo disponible más que Bath, un mote que me he ganado a regañadientes y sin darme cuenta, pero que es mucho más corto y agradable. Se detuvo cuando escuchó lo de ocupación. Si le seguía mintiendo, aquel tick acabaría por hacerse demasiado notorio, pero tampoco podía desvelar la verdad: ser un espía es algo que conlleva llevarlo en secreto. Maquilló la verdad todo lo que pudo y meditó sus palabras antes de abrir la boca, para no comprometer a su dueña y señora Cassandra, ya que era una vampiresa reconocida en el mundo del espionaje, y no sería bueno que su mayor y mejor creación saliese a la luz de aquella forma.
—Mi ocupación no es más que ser un pajarito —dijo, intentando disimular colocándose el cabello sobre los ojos y mirando hacia abajo, pero de tal forma que pareciese más un gesto natural que de ocultar algo—, quien paga por mis servicios me envía a por un recado, yo lo busco, encuentro, recojo y envío a quien me pagó —y no mentía, a veces el recado era matar a alguien y como prueba enviaba alguna parte de su cuerpo—. Y estos recados pueden ser tanto un paquete como una frase, no soy muy escrupulosa y trabajo con cualquier contenido. Así que soy un pequeño pajarito al que le gusta canturrear a cambio de unas monedas.
¿Algo que quiera en mi vida? pensó Erzsébeth, el corazón se le encogió en un puño. Hacía tanto tiempo que no pensaba en sus propios deseos, en sus aspiraciones... que había olvidado por completo quién era. Era un forjador de sueños, y como tal anhelaba el sonido de la forja más que otra cosa en el mundo. Se había vuelto un cazador y un trampero, pero eso no quería decir que una buena espada no fuese de su agrado. Al menos construirla para alguien que le pagase bien por ello. Sonaría algo extraño de boca de una damisela como él pedir un lugar en el que trabajar la forja en Lunargenta, pero no se le ocurría nada más.
—Una dama tiene deseos difíciles de confesar —espetó, con cierta vergüenza entre sus palabras—, pero desde que llegué a Lunargenta siempre quise un lugar donde trabajar la forja, en honor a mi padre, ¿sabe? Me viene de familia. Acabó la frase con una mirada serena y atenta a Manuela, con el tick ya fuera de juego podía volver a mirarla sin problemas.
Cuando Bio se detuvo, comprendió que había acechado algo. En este caso eran los otros tres, la chica del caballo, el hombre de los perros y aquel odioso y cobarde niño. Como vio que Bio no se decidía a llamarlos, puso las manos alrededor de su boca y lanzó un grito, con esperanzas de que lo oyesen. Tampoco estaban tan lejos.
Bathory
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Armand sonrió ante la primera pregunta de Geralt y le guiñó un ojo, aunque no le respondió directamente su pregunta. - Siempre hay una que otra vacante. Nos interesa expandir nuestros horizontes- le confió al brujo de cabellos blancos. Con referencia a Davinna, el joven no hizo mas que observarla de soslayo. Su actitud arrogante le recordaba a su hermana mayor que siempre le estaba jalando las orejas y riéndose de él. Un escalofrío bajó por su espina antes de que tomara el coraje de responderle -Eso es información clasificada- había arqueado una ceja e inconscientemente se había puesto más cerca de Geralt. -Bruja- espetó tan bajo que apenas pudo haber sido audible por su compañero más cercano.
Con una reverencia elegante dio por entendidas las palabras de la fémina. Sin embargo, antes de que el mal gusto de sus respuestas se viera reflejado a través de sus palabras, Armand escuchó un chiflido familiar, casi característico. Se detuvo súbitamente y giró sobre sus talones para ver aproximarse a una pequeña caravana, curiosamente encabezada por el par de vampiros que no le agradaban y nada más ni nada menos que su tía. Tragó saliva, sabía que estaba en problemas.
-Pase lo que pase, yo no hice nada- les advirtió en voz baja para luego sonreír apologéticamente a la dama. -Buenas noches mi buena señora-
-No se hace una idea joven. En Beltrexus hay historias de todo tipo para que los pequeños se porten adecuadamente, aquellos temores de la infancia como lo dice su bella compañera no hicieron más que acrecentarse cuando su hermana mayor se fugó con un vampiro. Fue todo un escándalo- la dama se rió por lo bajo, haciendo que su rostro pareciera más joven.
Las palabras de Bio no hacían más que captar la atención de Manuela quién lo veía cada vez más con más cariño. -Una ocupación noble mi querido Victor- comentó poco menos que embelesada. -¿Una librería? Y… ¿una forja?- preguntó con interés cambiando su mirar desde uno a otro vampiro. La ocupación de la rubia no era menos de lo que ella necesitaba -Os podría ayudar con la adquisición y la protección de las mismas si estuvieran interesados en atender a la petición que les haré-.
En ese momento los tres viajeros que buscaban se hicieron visibles, la bruja escuchó a Bath llamarlos a gritos. Ella se limitó a chiflar, un sonido peculiar y muy poco femenino, pero que dio resultado. En el entretiempo que demoraron en acortar la distancia los dos grupos Manuela continuó hablando.
- Soy una bruja de las Islas mis queridos, en el pasado era una buena mujer que vivía entre Lunargenta y la base que estamos dejando a nuestras espaldas, pero todo cambió cuando un grupo de truhanes me dejaron viuda y sin familia. Desde entonces me dediqué a estar informada, a saberlo todo y a proteger algunas vidas. Su desempeño físico fue asombroso, sus cualidades por la raza a la que poseen únicas y sus pasatiempos coinciden con lo que busco. ¿Qué decís? Esperaré vuestra respuesta sentenció justo antes de llegar frente al grupo de tres que iba frente a ellos.
Manuela se bajó del caballo, se paró frente a su sobrino y le dio una bofetada que hizo eco en el bosque cercano. -La próxima vez que escapes de una misión te devolveré con tu madre o mejor aún, llamaré a tu hermana para que te de una buena lección- Solo entonces le prestó atención a la bruja de cabellos colorados y al dueño de los lobos. - ¿y ellos son?- preguntó observando con cautela al par. -Mis reclutas- respondió Armand diligentemente y por primera vez en toda la noche la nobleza de su linaje relució.
-Estábamos por negociar algunos términos y condiciones- informó no sin dejar de notar la presencia de Ersébeth y Víctor. -Aunque parece que tú también, tía-
Pues este es el último turno. Siento la demora, surgieron algunas cosas impostergables.
La idea es que ahora Davinna y Geralt acuerden su recompensa y todos den su respuesta a la propuesta de unirse al gremio en el camino hacia Lunargenta. En la mitad del trayecto encontrarán una casa con algunos lujos que pertenece a la líder del gremio, donde se quedarán puesto que el amanecer está cerca. Cada uno de los 4 tendrá su propia habitación, descríbanla y cierren.
Con una reverencia elegante dio por entendidas las palabras de la fémina. Sin embargo, antes de que el mal gusto de sus respuestas se viera reflejado a través de sus palabras, Armand escuchó un chiflido familiar, casi característico. Se detuvo súbitamente y giró sobre sus talones para ver aproximarse a una pequeña caravana, curiosamente encabezada por el par de vampiros que no le agradaban y nada más ni nada menos que su tía. Tragó saliva, sabía que estaba en problemas.
-Pase lo que pase, yo no hice nada- les advirtió en voz baja para luego sonreír apologéticamente a la dama. -Buenas noches mi buena señora-
* * *
-No se hace una idea joven. En Beltrexus hay historias de todo tipo para que los pequeños se porten adecuadamente, aquellos temores de la infancia como lo dice su bella compañera no hicieron más que acrecentarse cuando su hermana mayor se fugó con un vampiro. Fue todo un escándalo- la dama se rió por lo bajo, haciendo que su rostro pareciera más joven.
Las palabras de Bio no hacían más que captar la atención de Manuela quién lo veía cada vez más con más cariño. -Una ocupación noble mi querido Victor- comentó poco menos que embelesada. -¿Una librería? Y… ¿una forja?- preguntó con interés cambiando su mirar desde uno a otro vampiro. La ocupación de la rubia no era menos de lo que ella necesitaba -Os podría ayudar con la adquisición y la protección de las mismas si estuvieran interesados en atender a la petición que les haré-.
En ese momento los tres viajeros que buscaban se hicieron visibles, la bruja escuchó a Bath llamarlos a gritos. Ella se limitó a chiflar, un sonido peculiar y muy poco femenino, pero que dio resultado. En el entretiempo que demoraron en acortar la distancia los dos grupos Manuela continuó hablando.
- Soy una bruja de las Islas mis queridos, en el pasado era una buena mujer que vivía entre Lunargenta y la base que estamos dejando a nuestras espaldas, pero todo cambió cuando un grupo de truhanes me dejaron viuda y sin familia. Desde entonces me dediqué a estar informada, a saberlo todo y a proteger algunas vidas. Su desempeño físico fue asombroso, sus cualidades por la raza a la que poseen únicas y sus pasatiempos coinciden con lo que busco. ¿Qué decís? Esperaré vuestra respuesta sentenció justo antes de llegar frente al grupo de tres que iba frente a ellos.
* * *
Manuela se bajó del caballo, se paró frente a su sobrino y le dio una bofetada que hizo eco en el bosque cercano. -La próxima vez que escapes de una misión te devolveré con tu madre o mejor aún, llamaré a tu hermana para que te de una buena lección- Solo entonces le prestó atención a la bruja de cabellos colorados y al dueño de los lobos. - ¿y ellos son?- preguntó observando con cautela al par. -Mis reclutas- respondió Armand diligentemente y por primera vez en toda la noche la nobleza de su linaje relució.
-Estábamos por negociar algunos términos y condiciones- informó no sin dejar de notar la presencia de Ersébeth y Víctor. -Aunque parece que tú también, tía-
Pues este es el último turno. Siento la demora, surgieron algunas cosas impostergables.
La idea es que ahora Davinna y Geralt acuerden su recompensa y todos den su respuesta a la propuesta de unirse al gremio en el camino hacia Lunargenta. En la mitad del trayecto encontrarán una casa con algunos lujos que pertenece a la líder del gremio, donde se quedarán puesto que el amanecer está cerca. Cada uno de los 4 tendrá su propia habitación, descríbanla y cierren.
Thorn
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Tenían vacantes, era una manera indirecta de invitarles a unirse, el entraba y se beneficiaba de toda la información y el crío subía de estatus o algo así. Sonaba a secta piramidal, pero no se quejaría mientras fuera útil.
El brujo ignoro las puyas que se lanzaban Armand y la chica y siguió abriendo el camino con sus lobos, hasta que oyó un chillido, el tipo de chillido que solía preceder a algo horrible y con alas que te secuestraba para alimentar a sus polluelos, pero resulto ser solo una mujer y ese par de "colmilludos" de antes. Amarand y la mujer se conocían, y a juzgar por el "cariño" que le mostró y la reprimenda posterior, debían ser familia.
Nos encontramos al chaval mientras... tampoco quería dejar mal a su "mentor"... nos encargábamos de un problemilla, nada serio omitiría la parte en la que huía como una nena. Siguieron avanzando, al parecer, si era el camino correcto, puesto que pronto dejaron atrás el río. ¿Debía pedir algo por haber salvado al chaval? Acababa de decir que no había sido nada, y lo estaban invitando a su sec... gremio. Para cuando llegaron a una casa cercana el camino, Geralt había decidido que haría como si nada y no pediría nada más allá de su ingreso. Y dado que estaba seguro de que le iría de perlas como espía, trabajaría a comisión.
Siguió su camino unos pocos metros antes de darse cuenta de que Armand y su familia no lo seguían, estaban entrando en la casa, y obviamente, el no se iría sin ser aceptado, preferiblemente con algún tipo de chapa que indicara su nuevo estatus.
Dormirían unas horas y saldrían cuando amaneciera, por lo que Geralt se fue a su habitación sin decir mucho. Era pequeña pero bonita, con muebles de madera negra, un gran espejo de cuerpo entero y una cama para dos. Y vino, alguien había dejado una botella de vino. Lamentablemente, estaba cerrada, y al brujo no le pareció correcto abrirla, eso implicaría bebérsela entera. Se portaría bien y echaría una cabezada, nada más.
El brujo ignoro las puyas que se lanzaban Armand y la chica y siguió abriendo el camino con sus lobos, hasta que oyó un chillido, el tipo de chillido que solía preceder a algo horrible y con alas que te secuestraba para alimentar a sus polluelos, pero resulto ser solo una mujer y ese par de "colmilludos" de antes. Amarand y la mujer se conocían, y a juzgar por el "cariño" que le mostró y la reprimenda posterior, debían ser familia.
Nos encontramos al chaval mientras... tampoco quería dejar mal a su "mentor"... nos encargábamos de un problemilla, nada serio omitiría la parte en la que huía como una nena. Siguieron avanzando, al parecer, si era el camino correcto, puesto que pronto dejaron atrás el río. ¿Debía pedir algo por haber salvado al chaval? Acababa de decir que no había sido nada, y lo estaban invitando a su sec... gremio. Para cuando llegaron a una casa cercana el camino, Geralt había decidido que haría como si nada y no pediría nada más allá de su ingreso. Y dado que estaba seguro de que le iría de perlas como espía, trabajaría a comisión.
Siguió su camino unos pocos metros antes de darse cuenta de que Armand y su familia no lo seguían, estaban entrando en la casa, y obviamente, el no se iría sin ser aceptado, preferiblemente con algún tipo de chapa que indicara su nuevo estatus.
Dormirían unas horas y saldrían cuando amaneciera, por lo que Geralt se fue a su habitación sin decir mucho. Era pequeña pero bonita, con muebles de madera negra, un gran espejo de cuerpo entero y una cama para dos. Y vino, alguien había dejado una botella de vino. Lamentablemente, estaba cerrada, y al brujo no le pareció correcto abrirla, eso implicaría bebérsela entera. Se portaría bien y echaría una cabezada, nada más.
Geralt
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Al parecer mis palabras habían conseguido captar la atención de la mujer, aunque sus palabras también habían conseguido captar la mía - Adquisición y protección - Murmuré para mí mismo mientras continuaba caminando, eran palabras fuertes que solo se podían decir si se contaba realmente con los recursos necesarios, yo solía mentir descaradamente, y en consecuencia, sabía reconocer las mentiras de otros, pero esta mujer no parecía ni de lejos una mentirosa, hablaba con bastante propiedad, cosa que a la vez me generaba un poco de confianza.
Tras pensar por unos instantes su causa me generó cierta simpatía, por lo que no dudaría en acceder a su petición, sin embargo, antes que pudiera hablar dejó salir un sonido tan estruendosamente chillón que seguro se escucharía hasta en Dundarak, consiguiendo con eso llamar la atención del pequeño cobarde que antes nos había abandonado.
Tras una vergonzosa escena de reprimenda, continuamos el camino hacia Lunargenta, la mujer aún esperaba respuestas, sin embargo, con más tiempo para pensar también debía establecer algunas condiciones, mi libertad era algo que valoraba mucho, y por ninguna razón pensaba perderla - Puedo ofrecerle mi lealtad y mis servicios - Dije en tono muy serio mientras detenía mis pasos por un instante - Pero a cambio, solo pido mantenerme libre - continué hablando mientras la miraba con decisión - Nunca haré nada que no quiera hacer, seguir órdenes a ciegas no va conmigo, no soy un obediente soldado, puedo seguir órdenes, siempre que las considere correctas, pero no apoyaré causas que me parezcan injustas - Finalicé para continuar mi camino sin esperar una respuesta inmediata; tal vez ponerme exigente había sido mala idea, pero al menos por esta vez, había querido ser sincero, para recibir de ella la misma sinceridad, un verdadero grupo se construye sobre la base de la confianza y no bajo órdenes y obligaciones.
Observé con preocupación que el amanecer no estaba lejos, debía buscar una manera de refugiarme y también refugiar a Bath, sin embargo, antes que comenzara a mirar en todas direcciones llegamos a una modesta casa, sin muchos lujos, pero tampoco carente de ellos, al entrar, esperamos durante unos instantes en una pequeña sala con algunos muebles - Siempre que apareces acabo metido en situaciones extrañas - Dije a Bath mientras colocaba mis pies sobre una pequeña mesa, no pasó mucho tiempo antes que nos ofrecieran habitaciones para cada uno de nosotros, en lo personal me encontraba completamente exhausto, así que descansar un rato no me vendría nada mal, la habitación donde me ubicaron no tenía ventanas, muy apropiado para alguien como yo, al parecer la tal Manuela nos había preparado algunas comodidades, realmente me estaba agradando, y aunque sin duda partiría al oscurecer de nuevo, tenía toda la voluntad de conocer más acerca de Manuela y sus deseos de “Saberlo Todo”.
Me acosté en aquella suave y delicada cama cubierta con unas sábanas de terciopelo rojo sangre - Parece que ha pensado en todo - Dije para mí mismo mientras soltaba una sonrisa solo para mí mismo; finalmente me acosté mirando el techo hasta finalmente quedarme dormido.
Tras pensar por unos instantes su causa me generó cierta simpatía, por lo que no dudaría en acceder a su petición, sin embargo, antes que pudiera hablar dejó salir un sonido tan estruendosamente chillón que seguro se escucharía hasta en Dundarak, consiguiendo con eso llamar la atención del pequeño cobarde que antes nos había abandonado.
Tras una vergonzosa escena de reprimenda, continuamos el camino hacia Lunargenta, la mujer aún esperaba respuestas, sin embargo, con más tiempo para pensar también debía establecer algunas condiciones, mi libertad era algo que valoraba mucho, y por ninguna razón pensaba perderla - Puedo ofrecerle mi lealtad y mis servicios - Dije en tono muy serio mientras detenía mis pasos por un instante - Pero a cambio, solo pido mantenerme libre - continué hablando mientras la miraba con decisión - Nunca haré nada que no quiera hacer, seguir órdenes a ciegas no va conmigo, no soy un obediente soldado, puedo seguir órdenes, siempre que las considere correctas, pero no apoyaré causas que me parezcan injustas - Finalicé para continuar mi camino sin esperar una respuesta inmediata; tal vez ponerme exigente había sido mala idea, pero al menos por esta vez, había querido ser sincero, para recibir de ella la misma sinceridad, un verdadero grupo se construye sobre la base de la confianza y no bajo órdenes y obligaciones.
Observé con preocupación que el amanecer no estaba lejos, debía buscar una manera de refugiarme y también refugiar a Bath, sin embargo, antes que comenzara a mirar en todas direcciones llegamos a una modesta casa, sin muchos lujos, pero tampoco carente de ellos, al entrar, esperamos durante unos instantes en una pequeña sala con algunos muebles - Siempre que apareces acabo metido en situaciones extrañas - Dije a Bath mientras colocaba mis pies sobre una pequeña mesa, no pasó mucho tiempo antes que nos ofrecieran habitaciones para cada uno de nosotros, en lo personal me encontraba completamente exhausto, así que descansar un rato no me vendría nada mal, la habitación donde me ubicaron no tenía ventanas, muy apropiado para alguien como yo, al parecer la tal Manuela nos había preparado algunas comodidades, realmente me estaba agradando, y aunque sin duda partiría al oscurecer de nuevo, tenía toda la voluntad de conocer más acerca de Manuela y sus deseos de “Saberlo Todo”.
Me acosté en aquella suave y delicada cama cubierta con unas sábanas de terciopelo rojo sangre - Parece que ha pensado en todo - Dije para mí mismo mientras soltaba una sonrisa solo para mí mismo; finalmente me acosté mirando el techo hasta finalmente quedarme dormido.
Bio
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
—Sé que suena extraño viniendo de una damisela como yo, mi señora —dijo, todavía haciendo gestos con los brazos saludando a los compañeros extraviados— pero le aseguro que mis manos están hechas para forjar sueños.
Normalmente nadie iba contando su vida privada si no quería nada a cambio, y Manuela había dejado bien claro lo que quería de los vampiros: sus servicios. La historia le había causado tanta impresión y le había recordando tanto a la suya propia, que el corazón le dio un vuelco y suspiró con vehemencia. Su papel continuaba y no quería dar imagen de frívolo e insensible, no llevando los tacones que llevaba. Erzsébeth se estaba empezando a sentir algo incómodo, como si estuviese a punto de traicionar a su única y verdadera ama, Cassandra. Se pondría hecha una furia si se enterase de que estaba entrando en temas turbios sin su consentimiento... pero Cassandra no estaba allí, como de costumbre. Le había abandonado a su suerte... y todos necesitamos recursos para continuar con nuestras vidas. No podré ofrecerte la información que me pides sin la ayuda de esta curiosa señora, pensó, a la vez que terminaban de aproximarse al joven.
Si había algo en el mundo que se merecía disfrutar el vampiro en aquellos momentos tras la estúpida e inmerecida batalla contra los bio-cibernéticos, era la enrojecida cara del muchachito cobarde y huidizo siendo reprimido por su tía. Cada vez Manuela le caía mejor. Comenzaron a caminar después de las amenazas ocultas que le había propinado y Erzsébeth no tuvo que pararse a pensarlo más de unos instantes.
—Bio y yo somos un equipo algo bizarro —comenzó, agarrando el brazo de su compañero— pero un equipo al fin y al cabo. Usted también tiene mis completos servicios, mi señora, mas espero con todas mis fuerzas no encontrarme intereses enfrentados entre usted y otros clientes, ¡sería un auténtico dilema moral! Hizo una breve pausa y se separó de Bio. Pero con su historia y todo lo que sabe, usted es mi clienta favorita en estos instantes. Tiene mi total lealtad. Una vez acabó por aceptar el puesto que le proponía la tal Manuela, avanzó solitariamente por el camino, acechando a la luna, que quería fugarse de un momento a otro. Buscó a su compañero con la mirada, intentando encontrar la solución más rápida posible, pero Bio parecía estar tranquilo. Cuando se giró, comprendió que era porque ya tenían asilo para el día que se avecinaba.
Una vez entraron en la no tan modesta casa, escudriñó cada rincón para saber dónde se escondería cuando la luz entrase por las ventanas; mas no hizo falta. Al parecer Manuela sabía de primera mano que iríamos y nos tenía preparadas habitaciones para cada uno. Después del comentario que Bio le había propinado, a punto estuvo de asaltar su cuarto para darle un susto, pero se hallaba tan exhausto y desganado que decidió ir al lugar que le habían designado.
Era una habitación completamente cerrada, sin un ápice de luz que molestase a los ojos del vampiro, cosa que agradeció enormemente. Se despojó de sus zapatos, se lanzó contra la mullida cama cubierta en sábanas rojas y abrazó la almohada con más ímpetu del que se habría esperado. No tardó en cerrar los ojos para reunirse con Cassandra en el mundo de los sueños, donde ya no era vampiro, sino un humano tonto y engreído enamorado de una Diosa que ignoraba su existencia y se aprovechaba de sus debilidades.
Normalmente nadie iba contando su vida privada si no quería nada a cambio, y Manuela había dejado bien claro lo que quería de los vampiros: sus servicios. La historia le había causado tanta impresión y le había recordando tanto a la suya propia, que el corazón le dio un vuelco y suspiró con vehemencia. Su papel continuaba y no quería dar imagen de frívolo e insensible, no llevando los tacones que llevaba. Erzsébeth se estaba empezando a sentir algo incómodo, como si estuviese a punto de traicionar a su única y verdadera ama, Cassandra. Se pondría hecha una furia si se enterase de que estaba entrando en temas turbios sin su consentimiento... pero Cassandra no estaba allí, como de costumbre. Le había abandonado a su suerte... y todos necesitamos recursos para continuar con nuestras vidas. No podré ofrecerte la información que me pides sin la ayuda de esta curiosa señora, pensó, a la vez que terminaban de aproximarse al joven.
Si había algo en el mundo que se merecía disfrutar el vampiro en aquellos momentos tras la estúpida e inmerecida batalla contra los bio-cibernéticos, era la enrojecida cara del muchachito cobarde y huidizo siendo reprimido por su tía. Cada vez Manuela le caía mejor. Comenzaron a caminar después de las amenazas ocultas que le había propinado y Erzsébeth no tuvo que pararse a pensarlo más de unos instantes.
—Bio y yo somos un equipo algo bizarro —comenzó, agarrando el brazo de su compañero— pero un equipo al fin y al cabo. Usted también tiene mis completos servicios, mi señora, mas espero con todas mis fuerzas no encontrarme intereses enfrentados entre usted y otros clientes, ¡sería un auténtico dilema moral! Hizo una breve pausa y se separó de Bio. Pero con su historia y todo lo que sabe, usted es mi clienta favorita en estos instantes. Tiene mi total lealtad. Una vez acabó por aceptar el puesto que le proponía la tal Manuela, avanzó solitariamente por el camino, acechando a la luna, que quería fugarse de un momento a otro. Buscó a su compañero con la mirada, intentando encontrar la solución más rápida posible, pero Bio parecía estar tranquilo. Cuando se giró, comprendió que era porque ya tenían asilo para el día que se avecinaba.
Una vez entraron en la no tan modesta casa, escudriñó cada rincón para saber dónde se escondería cuando la luz entrase por las ventanas; mas no hizo falta. Al parecer Manuela sabía de primera mano que iríamos y nos tenía preparadas habitaciones para cada uno. Después del comentario que Bio le había propinado, a punto estuvo de asaltar su cuarto para darle un susto, pero se hallaba tan exhausto y desganado que decidió ir al lugar que le habían designado.
Era una habitación completamente cerrada, sin un ápice de luz que molestase a los ojos del vampiro, cosa que agradeció enormemente. Se despojó de sus zapatos, se lanzó contra la mullida cama cubierta en sábanas rojas y abrazó la almohada con más ímpetu del que se habría esperado. No tardó en cerrar los ojos para reunirse con Cassandra en el mundo de los sueños, donde ya no era vampiro, sino un humano tonto y engreído enamorado de una Diosa que ignoraba su existencia y se aprovechaba de sus debilidades.
Bathory
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Armand me ponía el agua de mi sangre a punto de ebullición, pero era una sensación confusa, por que a la vez quería cocinarlo vivo, y otra parte de mi, me daba ternura. Era un zoquete lo se, pero era un niño estúpido al fin y al cabo. Así que solamente me detenía a respirar profundamente por cada sílaba que salía de su boca. No quería colapsar.
Por otra parte, la luna danzaba sobre nosotros a más velocidad, y por ello, me empece a preguntar que le pasó a esos dos sujetos que dejamos atrás, ¿sobrevivieron? ¿están destrozados? ¿lograron huir?, estas y miles de preguntas más daban vueltas en mi mente. Pero de tanto mirar a la nada y pensar en todo, mágicamente me encontré con ellos frente a mi, es más, no pude evitar soltar una carcajada por lo que la mujer le acababa de hacer a Armand. —¡¡Esa es mi chica!! comenté por lo sucedido con una encantadora risa.
Pero bueno, si me comportaba así de pesada siempre... esto no terminaría bien, así que le seguí la corriente a Geralt, y defendí al muchacho. —Eso. Un problemilla. no se mentir, pero hacía el intento de todos modos. —¿Tus qué? ¿reclutas? pensé rascándome la melena roja. —Bah...
Pero bueno, soy joven pero no estúpida, todo este royo, era para un gremio. Al principio mi consciencia me decía -NO, NO Y NO. pero yo volé del nido por aventuras, ¿acaso no es esto por lo que luche por cambiar toda mi vida? ¿aventuras? ¿otro destino? claro que si, y no dudaré en rechazar todas las oportunidades que me ofrezcan. Es más, por primera vez en la noche, estaba de acuerdo con Geralt, me gustaba su forma de razonar, odio que me digan que hacer, no tengo problemas en seguir ordenes en el gremio, pero mis métodos para conseguir lo que me piden serán... a mi manera.
Varios minutos más tarde, en nuestro camino, pudimos llegar a una casa, ni muy grande, ni muy chica, era normal, acogedora, y daba reconfort saber que por fin habría comida. Ni siquiera me detuve a conocer a los ''demás integrantes'' por que joder, me estaba muriendo de hambre. Así que entre a la cocina sin pensar, y mis ojos lloraban de alegría al ver una bandeja con mini-pasteles, y como soy de alma y mente gorda, me la agarré la charola solo para mi y comencé a escurrirme entre los pasillos.
En mi camino mientras observaba detalladamente si no había ''muros en la costa'' me tropecé con un hombre, alto, pálido, y delgado. Un vampiro. Espero que no me quiera comer por un simple empujoncito. Me metí un bizcocho en la boca y de paso uno a el y le sonreí con la boca llena en señal de disculpa.
Sin más preámbulo, me di la vuelta y entre a mi habitación, en donde me quite las pesadas armas de encima, junto con mis botas, y me desplome en mi habitación junto con los dulces bizcochos para poder comer hasta reventar y poder entrar en un profundo sueño.
OFF: ¡perdón perdón perdón por tardar en postear! Tuve mil problemas durante dos semanas,,,
Por otra parte, la luna danzaba sobre nosotros a más velocidad, y por ello, me empece a preguntar que le pasó a esos dos sujetos que dejamos atrás, ¿sobrevivieron? ¿están destrozados? ¿lograron huir?, estas y miles de preguntas más daban vueltas en mi mente. Pero de tanto mirar a la nada y pensar en todo, mágicamente me encontré con ellos frente a mi, es más, no pude evitar soltar una carcajada por lo que la mujer le acababa de hacer a Armand. —¡¡Esa es mi chica!! comenté por lo sucedido con una encantadora risa.
Pero bueno, si me comportaba así de pesada siempre... esto no terminaría bien, así que le seguí la corriente a Geralt, y defendí al muchacho. —Eso. Un problemilla. no se mentir, pero hacía el intento de todos modos. —¿Tus qué? ¿reclutas? pensé rascándome la melena roja. —Bah...
Pero bueno, soy joven pero no estúpida, todo este royo, era para un gremio. Al principio mi consciencia me decía -NO, NO Y NO. pero yo volé del nido por aventuras, ¿acaso no es esto por lo que luche por cambiar toda mi vida? ¿aventuras? ¿otro destino? claro que si, y no dudaré en rechazar todas las oportunidades que me ofrezcan. Es más, por primera vez en la noche, estaba de acuerdo con Geralt, me gustaba su forma de razonar, odio que me digan que hacer, no tengo problemas en seguir ordenes en el gremio, pero mis métodos para conseguir lo que me piden serán... a mi manera.
Varios minutos más tarde, en nuestro camino, pudimos llegar a una casa, ni muy grande, ni muy chica, era normal, acogedora, y daba reconfort saber que por fin habría comida. Ni siquiera me detuve a conocer a los ''demás integrantes'' por que joder, me estaba muriendo de hambre. Así que entre a la cocina sin pensar, y mis ojos lloraban de alegría al ver una bandeja con mini-pasteles, y como soy de alma y mente gorda, me la agarré la charola solo para mi y comencé a escurrirme entre los pasillos.
En mi camino mientras observaba detalladamente si no había ''muros en la costa'' me tropecé con un hombre, alto, pálido, y delgado. Un vampiro. Espero que no me quiera comer por un simple empujoncito. Me metí un bizcocho en la boca y de paso uno a el y le sonreí con la boca llena en señal de disculpa.
Sin más preámbulo, me di la vuelta y entre a mi habitación, en donde me quite las pesadas armas de encima, junto con mis botas, y me desplome en mi habitación junto con los dulces bizcochos para poder comer hasta reventar y poder entrar en un profundo sueño.
OFF: ¡perdón perdón perdón por tardar en postear! Tuve mil problemas durante dos semanas,,,
Davinna Ravenwood
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Re: Perdido [mastereado] [gremio informantes][lleno]
Las cosas se habían encauzado de alguna forma, la noche, acogedora y tranquila había comenzado a morir. Manuela recorría la casa con despacio, observando y escuchando. Ponderando sus opciones y tomando decisiones de cara al futuro y el gremio. Un par de negocios turbios se estaban cocinando y era la oportunidad perfecta para probar la verdad tras sus nuevos reclutas.
Tocó un par de veces las puertas de cada uno de los vampiros por separado e intercambió algunas palabras con ellos. De cada habitación salía ella con un poco más de luz en sus rasgos, como si estuviese contenta con los resultados de sus negociaciones. A la mañana siguiente partirían ella, su escolta, su sobrino y los dos brujos, si deseaban acompañarla, claro.
-Creo que es buen momento para que conozcan las facilidades del gremio en las Islas Ilidinenses, aunque eso queda a su discreción. Allí podrían surgir algunas misiones, de lo contrario recibiréis noticias mías, si deciden quedarse en el continente-
Una vez terminado el desayuno, partirían hacia el puerto de Lunargenta y desde allí hacia Beltrexus.
Con esto damos por terminada la burocracia de la entrada al gremio. Bio y Bathory ya tienen sus respectivas misiones. Geralt y Davinna las tendrán cuando termine la quest que estoy organizando. Tocó un par de veces las puertas de cada uno de los vampiros por separado e intercambió algunas palabras con ellos. De cada habitación salía ella con un poco más de luz en sus rasgos, como si estuviese contenta con los resultados de sus negociaciones. A la mañana siguiente partirían ella, su escolta, su sobrino y los dos brujos, si deseaban acompañarla, claro.
-Creo que es buen momento para que conozcan las facilidades del gremio en las Islas Ilidinenses, aunque eso queda a su discreción. Allí podrían surgir algunas misiones, de lo contrario recibiréis noticias mías, si deciden quedarse en el continente-
Una vez terminado el desayuno, partirían hacia el puerto de Lunargenta y desde allí hacia Beltrexus.
Encontrarán la base en Beltrexus.
Thorn
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